SATÉLITES ARTIFICIALES

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REPÚBLICA DE PANAMÁ
MINISTERIO DE EDUACIÓN
ECUELA SECUNDARIA DE FINCA BLANCCO
SATELITES ARTIFICIALES
POR:
GIAN CARLOS CÁDENAS
AÑO:
X A
ASIGNATURA:
GEOGRAFÍA
PROFESOR:
ERIC MATOS
Junio 2016
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 3
SATÉLITES ARTIFICIALES ............................................................................... 4
Qué son los satélites ...................................................................................... 5
Cuál fue el primer satélite artificial puesto en órbita ....................................... 7
Cómo se pone en órbita un satélite ................................................................ 9
Sistema de guiado inicial .............................................................................. 11
Altura y velocidad de los satélites ................................................................. 12
Tipos de órbitas satelitales ........................................................................... 16
CONCLUSIÓN ................................................................................................. 18
RECOMENDACIONES .................................................................................... 19
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INTRODUCCIÓN
El ser humanos de tiempos muy tempranos trató de dominar
el espacio, porque entendió que su dominio le reportaría
beneficio y poder para quienes tuvieran la tecnología.
Este trabajo resume los aspectos más importantes con
relación a los satélites artificiales incluyendo para que se
usan actualmente y como ello beneficia la humanidad.
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SATÉLITES ARTIFICIALES
En un principio, hace cinco décadas, los satélites tenían un uso
exclusivamente militar, para tareas de navegación, investigación y espionaje
del ejército. Hoy sin embargo, se han convertido en una herramienta
fundamental en el normal desarrollo de nuestras vidas cotidianas. Los vemos
en funcionamiento a través de diversas actividades como la transmisión de
televisión satelital, reportes climáticos, transmisiones en directo de eventos
deportivos desde cualquier parte del mundo o de corresponsales de telediarios
de noticias, así como simples llamadas telefónicas, entre otras cosas. Pero
también realizan muchas más tareas que no se encuentran tan a la vista
nuestra pero que aún así son esenciales para el funcionamiento de países
enteros o incluso se los utiliza en investigación terrestre (por ejemplo para
medir el movimiento de continentes y la predicción de fenómenos geológicos, la
medición áreas de bosques, etc) o espacial (por ejemplo telescopios para el
estudio de galaxias lejanas y del origen del Universo).
Algunas de las utilidades de los satélites artificiales incluyen:
Los medios y agencias de prensa los utilizan para transmitir las noticias locales
e internacionales al instante y así distribuirlas a medios de comunicación de
todas partes del mundo.
•Las empresas distribuidoras de televisión por cable antes de enviar las
señales de distintos canales a través de cables a nuestras casas, reciben las
señales de cada uno de ellos por satélites que las envían desde distintos
lugares del mundo y que son captados por antenas ubicadas en el edificio de la
empresa distribuidora de TV por cable.
•Los aviones o barcos accidentados pueden ser fácilmente localizados por
equipos de rescate, gracias al envío de señales por parte de los extraviados a
satélites, que luego pueden ser captadas por los equipo de rescate.
A continuación se describirán todos los aspectos más importantes acerca del
funcionamiento de los satélites artificiales, al punto que al terminar de leer el
artículo sabrás con gran detalle qué son y cómo funcionan. Veremos cómo se
construyen y lanzan, qué contienen en su interior, las tecnologías utilizadas
para construirlos, exploraremos las distintas órbitas por las que circulan y el
motivo por el que satélites de distintos tipos deben utilizar distintas orbitas y
alturas según el servicio que brindan; incluso se explicará como detectarlos a
simple vista en el cielo nocturno desde el patio de tu casa.
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Qué son los satélites
Los satélites son simplemente objetos que giran alrededor de un planeta en
trayectoria circular o elíptica (ovalada). La Luna es el único satélite natural del
planeta Tierra; pero además hay montones de satélites artificiales hechos en
centros de investigación espacial de países tecnológicamente avanzados, los
cuales son lanzados y puestos en órbitas alrededor del planeta, por lo general
más cercanas a nosotros que la órbita de nuestro único satélite natural.
•La trayectoria que sigue un satélite alrededor de un planeta se denomina
órbita. El punto más lejano de una órbita de forma elíptica (círculo ovalado) se
denomina apogeo, mientras que el punto más cercano se denomina perigeo.
•Los satélites artificiales no se producen en masa. La mayoría son construidos
especialmente para la realización de tareas específicas. Son excepción los
satélites utilizados por los GPS, los cuales incluyen 24 unidades iguales
colocadas en órbita; y los 66 satélites iguales de comunicación de la
constelación Iridium (así fue bautizado este grupo de satélites), diseñados por
la empresa Motorola, que prestan servicios de comunicación de datos y voz
utilizados por dispositivos móviles en áreas que se encuentran fuera de
cobertura de los servicios de telefonía celular y fija de zonas urbanas (por
ejemplo en montañas o zonas completamente despobladas).
•Hay más de 26.000 objetos artificiales registrados orbitando nuestro planeta,
considerados como basura espacial, y que son lo suficientemente grandes
como para ser detectados; la mayoría son pedazos de artefactos que se
desprendieron de viejos satélites apagados que ya han dejado de funcionar
hace tiempo, herramientas que se han escapado de las manos de astronautas
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que trabajan en la reparación de artefactos en órbita, cargas y objetos de
investigación que fueron colocados erróneamente en órbitas equivocadas,
propulsores de cohetes de naves que se han utilizado por naves o sondas
interplanetarias (como las varias que se han enviado al planeta Marte) para
escapar de la gravedad del planeta Tierra al ser lanzados y que luego se
desprenden de las naves y son abandonados en órbitas alrededor de la Tierra,
incluso los satélites viejos que han dejado de funcionar son considerados
basura espacial. Por lo que el ser humano no sólo contamina la Tierra sino que
también el espacio.
Aunque como ya se ha mencionado, cualquier objeto que orbita alrededor de la
Tierra es técnicamente un satélite, dicho término es utilizado usualmente para
referirse a objetos útiles que fueron colocados en órbita con la finalidad de
brindar algún servicio específico. Por lo general se habla de satélites climáticos,
satélites de comunicación y satélites de investigación científica.
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Cuál fue el primer satélite artificial puesto en órbita
El primer satélite artificial puesto en órbita terrestre fue el soviético Sputnik,
lanzado el 4 de octubre de 1957.
Recordemos que esto sucedió en plena era de la denominada Guerra Fría,
durante la cual la Unión Soviética y Estados Unidos eran países enemigos y
competían en cada ámbito político, económico y tecnológico; para contar con
las herramientas suficientes que permitieran superar al contendiente en caso
de un potencial conflicto bélico; incluyendo el dominio de tecnologías
espaciales que permitieran espiar o incluso atacar al enemigo desde fuera del
planeta.
El Sputnik era una bola metálica de 58 centímetros de diámetro que pesaba
unos 83 kilogramos. A pesar que su lanzamiento representa un momento clave
en lo que respecta al nacimiento de la era espacial; para los estándares
actuales, las tecnologías utilizadas en el Sputnik son completamente
anticuadas, ¡pero a no olvidar que estamos hablando del año 1957!
El Sputnik estaba constituido por una carcasa metálica que contenía un
termómetro, una batería, un transmisor de ondas de radio (que cambiaba el
tono de los sonidos que enviaba para señalar los cambios de temperatura) y
gas nitrógeno utilizado para presurizar el interior del satélite.
En la parte exterior del Sputnik, habían cuatro antenas que transmitían señales
de frecuencias de onda corta por debajo y por encima de la banda de
frecuencias HF (High Frequency - Alta frecuencia), utilizada por
radioaficionados (ondas del espectro electromagnético con una frecuencia de
27
Mhz
o
sea
27
millones
de
ciclos
por
segundo).
Sin embargo, luego de 92 días de orbitar la Tierra, la fuerza de atracción
gravitatoria de nuestro planeta terminó por ganarle al Sputnik, el cual se quemó
y desintegró al entrar nuevamente a la atmósfera (los objetos que orbitan al
planeta en el espacio se mueven a velocidades muy altas, pero como ahí no
hay atmósfera y el vacío es casi total, no les sucede nada; no obstante, ni bien
entran a la atmósfera, terminan incinerándose y desintegrándose).
Un mes depués del lanzamiento del Sputnik; el 3 de noviembre de 1957 se
lanzó el Sputnik-2, con un peso de 508,3 kilogramos; y en el que viajaba el
primer ser vivo en salir al espacio, la perra Laika; quien murió a las pocas horas
de lanzado el satélite que la transportaba por acaloramiento y stress. El
Sputnik-2 también fue vencido por la gravedad terrestre 162 días luego de
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haber sido lanzado incinerándose y desintegrándose al entrar a la atmósfera el
14 de abril de 1958..
El Sputnik es un claro ejemplo de lo simple que puede llegar a ser un satélite;
aunque los utilizados hoy día son mucho más complejos, dadas las tareas para
las que son utilizados, la idea fundamental es bien simple.
El 31 de enero de 1958, Estados Unidos lanzaría su primer satélite, el Explorer
1, desde el Cabo Canaveral (hoy llamado Cabo Kennedy) del estado de la
Florida. Así comenzaría la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión
Soviética, con la meta final de poner primero a seres humanos en la superficie
de la Luna (cosa que se lograría por primera vez recién en 1969). El Explorer 1,
a diferencia de los dos satélites soviéticos lanzados el año anterior, se mantuvo
en orbita durante varios años hasta el 31 de marzo de 1970. Desde entonces
tanto Estados Unidos como la Unión Soviética, no pararían de enviar artefactos
de todo tipo al espacio.
Satélite Sputnik 1
9
El satélite Sputnik 1 por dentro
Cómo se pone en órbita un satélite
Todos los satélites que se ponen en órbita son lanzados con cohetes. Sin
embargo varios satélites fueron llevados y puestos en órbita en el
compartimiento de cargas de transbordadores espaciales. Son pocos los
países del mundo con empresas desarrolladoras de satélites íntegramente
locales (siendo Argentina el único de Latinoamérica y el segundo de América,
luego de Estados Unidos). También son pocos los países con capacidad de
lanzamiento
de
cohetes
desde
su
propio
territorio.
Los cohetes pueden poner en órbita exitosamente satélites de hasta varias
toneladas de masa. En la mayoría de los casos, los cohetes son lanzados
verticalmente, para poder traspasar fácilmente la parte más gruesa de la
atmósfera de manera rápida y con el menor gasto de combustible posible.
Una vez que el cohete ha sido lanzado hacia arriba, el mecanismo de control
del mismo utiliza un sistema de guiado inercial (sistema que a través de una
computadora con sensores de movimiento y sensonres de rotación
giroscópicos calcula la posición, orientación y velocidad de un objeto en
movimiento) para calcular y realizar ajustes en la trayectoria del cohete para
que siga con exactitud la trayectoria proyectada en el plan de vuelo. En la
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mayoría de los casos el plan de vuelo indica que el cohete debe dirigirse hacia
el este, dado que la Tierra también gira hacia el este, dándole así un mayor
impulso libre al vehículo.
Para entender qué tan importante es el aprovechamiento de este impulso que
le da el movimiento de la Tierra hacia el este a los cohetes veamos lo siguiente:
La velocidad de rotación de la Tierra sobre su eje es de unos 1660 km/h; por lo
que ese movimiento impulsa al cohete a moverse a mayor velocidad; pero cuál
es la razón por la que un cohete que se mueve a muchos miles de kilómetros
por hora necesita el impulso adicional que le da el arrastre del movimiento
rotacional del planeta, simple, ahorro de combustible. Se necesita una gran
cantidad de energía para acelerar un cohete con tanta carga (del satélite que
transporta y del propio cohete de varias toneladas) y por ende una cantidad
significativa de combustible, lo que finalmente se traduce en lo mismo de
siempre, dinero, ya que más combustible significa una misión más cara. Por lo
tanto el movimiento de rotación de la Tierra es un aliado a la hora de lanzar
cohetes que los arrastra y mueve un poco más rápido sin necesidad de gastar
más combustible.
El cohete así debe cruzar la atmósfera a través de todas sus capas hasta llegar
al punto donde el aire está enrarecido, o sea que tiene bajísima densidad y se
acerca al vacío. Pero para entender esto debemos analizar brevemente a la
atmósfera.
La atmósfera es una capa de gases (que en conjunto denominamos
simplemente aire) que rodea a nuestro planeta y gracias a la cual podemos
vivir ya que contiene el oxígeno que nos permite respirar. Tiene una altura de
unos 700 kilómetros, pero el 95% de dichos gases se encuentran en los
primeros 30 kilómetros y el 75% en los primeros 13 kilómetros. La atmósfera
está compuesta por nitrógeno en un 78,08%, oxígeno en un 20,95%, Argón en
un 0,93% y el 0,04% restante contiene otros gases como dióxido de carbono,
neón, hidrógeno, helio, metano, kriptón, monóxido de carbono, ozono y
clorofluorocarbonos.
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Sistema de guiado inicial
Antes se mencionó que el cohete debe ser controlado con extrema precisión
para colocar a un satélite en la órbita deseada. Para eso se utiliza lo que
llamamos un sistema de guiado inercial (IGS - del inglés Inertial Guidance
System), el cual se encuentra dentro del cohete que transporta al satélite. El
sistema de guiado inercial puede deteminar la posición y orientación precisa del
cohete midiendo cada una de las aceleraciones que el cohete experimenta
utilizando una serie de acelerómetros (medidores de aceleración de un
vehículo) y giróscopios (dispositivos que miden la rotación y orientación de un
vehículo) que trabajan en conjunto. Los ejes de los giroscopios se encuentran
montados en cardanes (un cardán es un dispositivo que une dos ejes no
colineales, permitiendo transmitir la rotación de uno al otro a pesar de su no
colinealidad) y cada uno de ellos siempre apunta en la misma dirección. Esta
plataforma estable contiene acelerómetros que registran los cambios de
aceleración en los tres ejes.
Si se sabe exactamente dónde se encuentra el cohete al momento del
despegue (cosa que obviamente se sabe) y se le suman cada una de las
distintas aceleraciones ocurridas en cada uno de los tres ejes (X, Y, Z) se
puede calcular la posición actual del cohete, ya que cada aceleración
registrada queda guardada en la memoria de una compuadora y simplemente
hay que sumarlas todas al punto de partida para obtener la posición actual.
De aquí también se concluye que es necesaria una pequeña computadora de a
bordo con un programa que pueda realizar esos cálculos.
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Sistema de Guiado Inercial -
Altura y velocidad de los satélites
Los cohetes deben acelerar hasta una velocidad de por lo menos 40.320 km/h
para poder escapar de la gravedad de la Tierra y poder así viajar por el
espacio, a esta se la denomina velocidad de escape. Sin embargo en el caso
de los satélites no es necesario desarrollar la velocidad de escape terrestre, ya
que es mucho mayor de lo requerido para colocar un satélite en órbita. De
hecho en el caso de los satélites el objetivo no es escapar de la gravedad
terrestre sino que balancear al artefacto en una órbita determinada, ni más
lejos ni más cerca.
La velocidad orbital es aquella necesaria para lograr un equilibrio entre la
atracción gravitatoria de la tierra y la inercia propia del movimiento del satélite
(la inercia es la propiedad que tienen los cuerpos de mantener su estado de
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reposo o movimiento); o sea lograr un balance entre la fuerza que atrae al
satélite hacia la Tierra y la tendencia propia que tiene el satélite de seguir
moviéndose alejándose del planeta en línea recta. Por ejemplo, dicha velocidad
de equilibrio es de 27.359 km/h para un satélite colocado a una altura de 242
kilómetros. Si no fuese por la gravedad terrestre que mantiene "atado" al
satélite, la inercia de su movimiento lo haría seguir alejándose de la Tierra para
siempre en el espacio universal. No obstante, incluso con la gravedad terrestre,
si el satélite se mueve demasiado rápido, eventualmente terminará
escapándose de la atracción terrestre; pero por otro lado, si se mueve muy
lentamente la fuerza gravitatoria terrestre lo teminará arrastrando haciendo que
entre a la atmósfera, se incinere y finalmente termine desintegrándose. Por lo
tanto es necesario ajustar la velocidad orbital del satélite exactamente para
balancear la inercia y la fuerza gravitatoria terrestre y hacer que el satélite se
mueva constantemente en una órbita curva similar en forma a la de la
superficie del planeta, en lugar de seguir volando en línea recta escapándose
hacia el espacio o por el contrario cayendo nuevamente a la Tierra.
La velocidad orbital del satélite depende de su altitud sobre la superficie de la
Tierra. Cuanto más cerca, o bajo, se encuentre, se necesitará una mayor
velocidad orbital. Por ejemplo a una altura de 200 kilómetros, la velocidad
orbital necesaria para balancear al satélite es de unos 27.400 km/h; pero para
mantener en órbita a un satélite que se encuentra a 35.786 kilómetros de
distancia (satélite de tipo geoestacionario, del cual hablaremos más adelante)
se requiere una velocidad de 11.300 km/h.
Puesto que a 35.786 kilómetros de altura la circunferencia de la órbita que
debe recorrer el satélite es de 271.200 kilómetros, a una velocidad de 11.300
km/h tardará exactamente 24 horas en dar una revolución completa alrededor
del planeta (271.200 / 11.300 = 24). Entonces como la Tierra también rota una
vez cada 24 horas -un punto cualquiera del planeta tarda 24 horas en dar una
revolución completa- un satélite ubicado a 35.786 kilómetros de distancia y que
viaja a 11.300 tendrá una posición fija en relación a un determinado punto de la
Tierra; porque ambos tardan 24 horas en cubrir un período completo, dando el
efecto de estar siempre el satélite exactamente encima de ese punto. A este
tipo de satélite como ya se dijo antes se lo denomina Geoestacionario, y eso es
porque parece estar estacionario sobre un punto determinado del planeta. La
órbitas geoestacionarias son ideales para satélites de comunicación (más
adelante se explicará con más detalle esto).
Esa distancia no se tomó arbitrariamente, sino que si se toma una más
cercana, la velocidad de equilibrio haría que el satélite diera una revolución
completa alrededor del planeta en menos de 24 horas (cuanto más cerca se
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encuentra un objeto, la velocidad que lo equilibra en una órbita determinada
para que no escape de la gravedad terrestre ni tampoco sea atraído hacia el
planeta es mayor y hace que de más de una vuelta alrededor de la Tierra); y si
se llegara a elegir una distancia superior a 35.786 kilómetros, la velocidad de
equilibrio del satélite haría que tardara más de 24 horas en dar una vuelta
completa alrededor de nuestro planeta; por lo que sí o sí para que un satélite
sea geoestacionario (se encuentre siempre por encima de un determinado
punto del planeta) debe colocarse a 35.786 kilómetros por encima de la
superficie.
La Luna se encuentra a una distancia de 384,600 kilómetros, y viaja a una
velocidad de equilibrio de 3700 km/h y su órbita tarda 27,3 días en dar una
revolución completa alrededor de nuestro planeta. Como ya habrás notado, la
velocidad orbital de la Luna es muy inferior; si fuera superior se escaparía para
siempre y si fuese inferior terminaría "cayendo" a la Tierra, provocando un
catastrófico impacto que terminaría con todo tipo de vida sobre la faz del
planeta.
Cuanto más alta es la órbita, el satélite podrá permanecer más tiempo en dicha
órbita funcionando. A menor altura, el satélite entra en contacto con trazas de
atmósfera (partículas) las cuales crean mayor arrastre o roce, desacelerando al
artefacto que con el tiempo hace que la trayectoria pierda altura, decaiga y
finalmente sea vencido por la gravedad terrestre entrando nuevamente a la
atmósfera donde termina incinerándose y desintegrándose. Por el contrario, a
mayores alturas donde el vacío (falta de aire) del espacio es casi completo, no
hay tanta fricción o arrastre que desacelere al satélite, permitiendo que el
mismo se mantenga en órbita por muchos años e incluso décadas o siglos; un
gran ejemplo es la Luna.
Estación Espacial Internacional -
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Ahora que ya conoces los distintos tipos de satélites podemos investigar qué
contienen en su interior. A pesar de los distintos tipos de satélites que existen y
los diferentes servicios que brindan, hay una gran cantidad de elementos en
común que se pueden encontrar en todos ellos; entre los que se incluyen:


Todos ellos cuentan con una carcasa de metal o de un compuesto de
distintos materiales, llamada el bus del satélite. Dentro del bus se
colocan todos los dispositivos que permiten a los satélites brindar los
servicios para los que han sido desarrollados. Por otra parte el bus
siempre debe ser lo suficientemente resistente para soportar el
lanzamiento y las distintas condiciones a las que se verá expuesto en el
espacio un satélite.
Todos ellos cuentan con una fuente de energía que por lo general está
compuesta por celdas recolectoras de energía solar y baterías para su
almacenamiento. Las matrices de celdas solares proveen energía para
cargar las baterías recargables. Algunos diseños nuevos incluyen el uso
de celdas de combustible de hidrógeno (generando energía eléctrica a
partir de hidrógeno). La disponibilidad de energía es vital para la mayor
duración posible del tiempo de vida de un satélite. Se han utilizado muy
pocas veces satélites que funcionaban a partir de energía nuclear, pero
luego de un accidente ocurrido con el satélite soviético Kosmos 954 en
enero 24 de 1978, que luego de una falla en la separación del reactor
nuclear antes de su reingreso a la Tierra, provocó que el mismo
reingrese junto al resto de satélite y al desintegrarse, los desechos
nucleares cayeran desparramándose sobre el norte de Canadá; lo cual
puso en emergencia a la región y la posterior puesta en marcha de una
operación de limpieza ambiental. El estado de los sistemas de energía
son constantemente monitoreados desde los centros de control en la
Tierra, en donde se reciben los datos por medio de señales telemétricas
(de medición a distancia) enviadas desde los satélites.

Todo satélite contiene una computadora de a bordo para controlar y
monitorear los distintos sistemas y dispositivos del mismo.

Todos los satélites cuentan con un sistema de señales de radio y
antenas receptoras y emisoras de dichas señales. Como mínimo deben
tener un receptor/transmisor de señales de radio para que desde el
centro de control terrestre se pueda monitorear su estado de
funcionamiento. Muchos satélites pueden ser controlados desde tierra
para que realicen diversas tareas desde cambiar la órbita hasta
16
reprogramar

el
sistema
de
la
computadora
de
a
bordo.
Todos ellos cuentan con un sistema de control de incinación (Attitude
Control System o ACS). El ACS mantiene al satélite apuntando siempre
en la dirección correcta. Por ejemplo el el Telescopio Espacial Hubble
tiene un sistema de control muy complejo para que el telescopio pueda
apuntar durante varias horas o incluso días hacia la misma dirección en
el espacio universal a pesar de orbitar a una velocidad de 27.359 km/h.
Dicho sistema de control está compuesto por un conjunto de dispositivos
que incluyen giroscopios (para medir la inclinación), acelerómetros (para
medir la aceleración), un sistema estabilizador de ruedas de reacción (la
rueda de reacción es un artefacto que se utiliza en vehículos espaciales
para cambiar su momento angular sin consumir combustible),
propulsores y un conjunto de sensores que determinan la posición del
artefacto guiándose con las estrellas.
Satélite por dentro - Cliquear para ver en grande
Tipos de órbitas satelitales
Hay tres tipos de órbitas satelitales dependiendo de la posición del satélite en
relación a la supericie terrestre.

ÓRBITAS GEOESTACIONARIAS: También se las conoce como órbitas
geosíncronas o síncronas (sincrono significa que algo va al mismo
17
tiempo o es simultáneo, refiriéndose en este caso a que el satélite se
mueve a la misma velocidad en que gira la Tierra, o sea que se mueve
en simultáneo en relación a un punto determinado del planeta). Los
satélites geoestacionarios siempre están posicionados fijos sobre un
mismo punto del planeta. Muchos satélites geoestacionarios están
colocados sobre una banda a 35.786 kilómetros por encima del la línea
del Ecuador (lo que sería a casi una décima de la distancia a la Luna
que se encuentra a unos 384.600 kilómetros). Sin embargo la banda de
"estacionamiento" o "parqueadero" de satélites sobre la línea del
Ecuador se está congestionando con varios cientos de satélites de
transmisiones televisivas, meteorológicos y de comunicación; por lo que
cada satélite debe ser colocado en órbita con mucho cuidado y precisión
para evitar que las señales que emite interfieran con las señales de
algún satélite vecino adyacente. Tanto los satélites meteorológicos como
los de comunicación y los de transmisiones televisivas utilizan órbitas
geoestacionarias. Gracias a las órbitas geoestacionarias las antenas de
televisión satelital pueden instalarse en una posición fija siempre
apuntando
hacia
la
misma
dirección.

ÓRBITAS ASÍNCRONAS: Son las órbitas de menor altura que hacen
que los satélites no giren en simultáneo a un determinado punto fijo del
planeta, pasando varias veces al día por encima del mismo punto de la
Tierra. La mayoría promedian una altura de 600-700 kilómetros.

ÓRBITAS POLARES: Son órbitas de baja altura (en comparación a las
geoestacionarias) y en cada revolución pasan por encima de los polos
del planeta. Dado que la órbita polar se mantiene fija en el espacio
mientras la Tierra rota dentro de la misma (o sea que la órbita no gira
hacia el este junto al planeta), esto hace que gran parte del planeta pase
por debajo de un satélite de órbita polar. Por ejemplo si un satélite da un
giro completo alrededor de la Tierra en unos 90 minutos (pasando por
los polos de sur a norte y luego de norte a sur 16 veces al día), el
planeta habrá girado en ese tiempo unos 22,5° hacia el este, por lo que
con cada pasada el satélite cubrirá una buena porción del planeta de
unos 22,5° de ancho (recordemos que un giro completo es de 360°).
Dada su gran cobertura estos satélites son excelentes para la
realización de mapeos y tomas fotográficas de todo el planeta.
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CONCLUSIÓN
Les artificiales son instrumentos diseñados por el ser humano con la finalidad
de atender necesidades de investigación,
comunicación y otros, son
importantes en el desarrollo de la humanidad dando grandes aportes a la
ciencia y la cultura.
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RECOMENDACIONES
Informarnos bien sobre como son los satélites artificiales y los beneficios que
ellos brindan a la humanidad.
Usar los satélites artificiales para fines pacíficos.