Vínculo de Apego e Inteligencia Emocional: Estado de la cuestión y el instrumento de Medición de M.M. Casullo Darío Páez, Myriam Campos, Elena Zubieta & M.M. Casullo+ A lo largo del proceso de crianza se gestan relaciones interpersonales basadas en el compromiso e implicación emocional entre padres e hijos. Se ha denominado Apego a la relación especial que el niño establece con un número reducido de personas, lazo afectivo que se forma entre él mismo y cada una de estas personas, un lazo que le impulsa a buscar la proximidad y el contacto con ellas a lo largo del tiempo. De hecho, la teoría del apego (Bowlby, 1982) se ha convertido en las últimas décadas en uno de los marcos conceptuales más importantes para entender los procesos de regulación emocional. Este autor desarrolló una teoría etiológica en la que subrayó las funciones y consecuencias regulativas del mantenimiento de proximidad con otros significativos, sosteniendo que los infantes (dado que requieren un largo período de cuidado y protección) nacen con un repertorio de conductas dirigidas a buscar y mantener la proximidad con los otros que sirven de apoyo (conductas de apego y figuras de apoyo). De esta manera, la búsqueda de proximidad es una vía de regulación afectiva que se trae desde el nacimiento (estrategias de apoyo primarias) destinadas a proteger al individuo de amenazas físicas y psicológicas y, a aliviar así el malestar o estrés. El cumplimiento exitoso de estas funciones de regulación afectiva dan como resultado la seguridad en el apego, en el sentido de que el mundo aparece como un lugar seguro, que uno puede descansar en otros protectores, y que uno puede explorar el ambiente de manera confiada y relacionarse de manera efectiva con otra gente. Así, el Apego, tanto en animales como en humanos, cumple la primordial función de asegurar la supervivencia del ser en sus momentos de mayor fragilidad, mediante la proximidad, protección y la asistencia directa o indirecta de las figuras parentales (Ainsworth et al, 1978). Por otra parte, durante el primer año de vida, el niño va construyendo progresivamente expectativas sobre los hechos que regularmente suceden en su entorno, las cuales se organizarán para dar lugar a lo que Bowlby (1982) denominó “Modelos Internos Activos” del entorno físico, de las figuras de apego y de “Sí mismo”. Estas creencias o "Modelos Internos" sobre "sí", "los otros" y "las relaciones con ellos" permiten la reflexión y comunicación sobre situaciones y relaciones tanto pasadas como futuras, favoreciendo la creación de planes conjuntos sobre la regulación de la proximidad y la resolución de conflictos interpersonales. De hecho, los “modelos internos activos” asociados a cada tipo de apego van a orientar la regulación psicológica, las relaciones interpersonales y las relaciones intimas en la adolescencia y etapa adulta, si bien están sujetos a posibles cambios a lo largo de todo el ciclo vital. Aún así, como todas las creencias estructuradas, tenderán a rechazar información contradictoria con ellos mismos. Aunque el sistema de apego es sobre todo crítico durante los primeros años de vida, éste permanece activo durante todo el ciclo vital y se manifiesta posteriormente en el establecimiento de las relaciones íntimas entre adultos, como lo son las de corte romántico, pareja o matrimoniales (Hazan & Shaver, 1987). Además, dicho sistema también se manifestaría en pensamientos y conductas relacionadas a la búsqueda de apoyo cuando surgen problemas en la etapa adulta, lo cual cobra especial relevancia en el estudio de los vínculos emocionales que se crean entre adultos. De hecho, tanto de niños como de adultos formamos vínculos cuando nos acercamos a otra persona en busca de seguridad, protección, sentirnos cómodos y asistidos (Mikulincer & Shaver, 2001; 2007). En relación con este tema y sobre la base tanto del modelo que las personas emparejadas construyen sobre sí mismo y sobre el otro, como del grado de dependencia y evitación de la intimidad que se vive en la relación, Bartholomew (1990) encuentra dos dimensiones subyacentes en la medida en que un individuo evalúa y genera expectativas con respecto al “self” y a los demás, Así, habría personas que (1) tiene una autoimagen positiva o negativa y esperan que los demás respondan coherentemente a ella y (2) tiene una imagen positiva o negativa sobre los demás y espera que éstos estén dispuestos a apoyarles. En función de la posición que la persona ocupe en estas dimensiones, se clasificará en uno de los cuatro patrones de Apego Adulto propuestos: Cuadro 1: Tipologías de Estilos de Apego según dimensiones de Bartholomew et al Tipología de Estilos de Apego Modelo Positivo del Self Modelo Negativo del Self Baja Ansiedad ante el Alta Ansiedad ante el Abandono Abandono Modelo Positivo del Otro Baja evitación de APEGO PREOCUPADO O APEGO SEGURO RECHAZANTE Necesidad del otro en positivo intimidad – puede que menos evitación que seguros Modelo Negativo del APEGO EVITATIVO Otro Self sobrevalorado – Alta evitación de puede que menos intimidad ansiedad que seguros APEGO TEMEROSO Por su parte, las investigaciones que sobre el apego han desarrollado Bartholomew & Horowitz (1991) revelan que los estilos de apego adulto están mejor conceptualizados como regiones a partir de continuo de dos dimensiones: Estas dos dimensiones se denominan a) Ansiedad relacionada con el apego, que se corresponde con el modelo Positivo (baja ansiedad) o Negativo del Yo (alta ansiedad) de Bartholomew et al., (1991) y que hace referencia al miedo de ser rechazado o abandonado por la pareja y b) Evitación relacionada con el apego, con equivalente en el modelo Positivo (baja evitación) o Negativo de los Otros (alta evitación), y que se refiere al grado en el que la persona se siente incómoda dependiendo o sintiéndose cerca de otras personas (por ejemplo, intimando psicológicamente con alguien). Los estudios realizados por Hazan & Shaver, (1987) han mostrado que apegarse de manera insegura, sobre todo de forma evitativa, se asocia a mantener relaciones menos duraderas. Estilos de Apego e Inteligencia Emocional Existe evidencia parcial que sugiere que la IE se relaciona con un estilo de apego seguro, con vínculos parentales de cuidado y apoyo, así como con un clima familiar expresivo y cohesivo. De hecho, las personas con estilo de apego adulto seguro evalúan retrospectivamente una mayor calidez parental, han sufrido menos el maltrato fisico, la negligencia o el abandono severo, la conducta anti-social paternal, la mala calidad de la relación y la violencia marital, así como el divorcio o separación de los padres. Es decir, han tenido cuidadores estables y calidos o cariñosos. Los estudios también sugieren que los cuidadores de apego seguro responden a toda la gama emocional, comentan los afectos de los niños y los ayudan a elaborarlos verbalmente (Páez y Campos, 2008). Se supone que cuidadores seguros que son sensibles y reaccionan a los niños van a comunicar y enseñar a percibir las emociones mejor. Confirmando esta idea, se ha encontrado que individuos adultos seguros son mejores interpretando emociones faciales negativas que sujetos evitantes y perciben mejor emociones positivas que sujetos ansiosos (Kafetsios, 2004, citado en Páez y Campos, 2008). Confirmando que el apego seguro adulto se asocia a la capacidad de regulación emocional, este se ha asociado a la baja alexitimia o déficit de IE (Hexel, 2003, citado en Páez y Campos, 2008). Otro estudio también ha encontrado que el apego seguro evaluado mediante el AAI se asociaba negativamente a la alexitimia, medida por el TAS-20 (Scheidt et al, 1999, citados en Páez y Campos, 2008). En una muestra española y chilena, la escala de apego seguro de Casullo (Casullo y Fernandez, 2005) se asocia a un indicador IE, formado negativamente por el TAS-20, sub dimensión dificultad de verbalizar las emociones y positivamente por las dimensiones de claridad y regulación de la escala de Inteligencia Emocional TMMS-24. La asociación de este tipo de apego con un indice de Rendimiento de Inteligencia Emocional (compuesto por las puntuaciones de las acciones correctas de regulación interpersonal del MSCEIT) es posititiva , aunque no significativa IE Rendimiento Apego Adulto MSCEIT IE Subjetiva Manejo Emocional Apego Seguro + r(269) = .19** Apego Evitativo r(218) = - .22** r(268) = -.26** Apego Ansioso r(218) = - .19** r(269) = -.39** Apego Temeroso r(218) = - .29** r(269) = -.38** Podemos concluir que el apego seguro adulto se asocia moderadamente a la claridad, capacidad de reparación, así como a la baja dificultad para identificar y describir las emociones. Por otra parte, un cuidador principal que consistentemente rechaza las emociones negativas inducirá tanto un estilo evitante de apego, como una regulación emocional basada en la evitación, menor expresión emocional y debilitará el aprendizaje de la función de señal y de adaptación de las emociones – al igual que el cuidador que induce apego ansioso con respecto a este último aspecto. Un cuidador inconsistentes o consistentemente distante también va a debilitar la comprensión e influencia de la afectividad en el pensamiento y la conducta. Sujetos evitantes le otorgan menos atención a la afectividad y a los hechos emocionales. Así, se ha encontrado que el apego inseguro evitante evaluado mediante el AAI se asociaba positivamente a la alexitimia, medida por el TAS-20 (Scheidt et al, 1999, citado en Paez y Campos, 2008). Y la escala de Apego Evitante de Casullo se asocia con las dimensiones del TAS-20, dificultad de identificar las emociones y dificultad de describir las emociones. Lo hace negativamente con la regulación y claridad del TMMS. Además, el apego evitativo presenta una correlación negativa con las acciones correctas del Msceit. Por tanto, podemos concluir que el apego inseguro evitante se asocia negativamente a la claridad, capacidad de reparación y a la alta dificultad para identificar y describir las emociones, así como a menor conocimiento de las formas correctas de regular las emociones interpersonales. Un cuidador principal que responde inconsistentemente a las señales del niño, alternando intrusión con rechazo, reforzará un estilo inseguro ansioso y una menor capacidad de regulación emocional, orientada a reforzar las respuestas de malestar y a la intensificación de las vivencias y expresiones de emociones negativas. Confirmando que el apego ansioso se asocia a peor percepción emocional, hombres con apego inseguro ansioso han mostrado un déficit en la percepción de conductas no-verbales asociadas a emociones positivas (Kafetsios, 2004 citado en Paez y Campos, 2008). Sujetos ansiosos fácilmente ven sus pensamientos influenciados por emociones negativas y atienden mucho a ellas (Mikulincer y Shaver, 2001). La escala de apego ansioso de Casullo se asocia a la dificultad de identificar y la dificultad de verbalizar las emociones. Asimismo, se asocia negativamente con las dimensiones de claridad y regulación del TMMS. Además, presenta una correlación negativa con las acciones correctas del Msceit. Por tanto, el apego inseguro ansioso ambivalente o preocupado se asocia moderada y negativamente a la capacidad de regulación emocional, a la claridad, capacidad de reparación, así como a la baja dificultad para identificar y describir las emociones. Finalmente, la escala de apego temeroso de Casullo se asocia al TAS-20, tanto a la dificultad de identificar las emociones como a la dificultad de verbalizarlas, y presenta una asociación negativa tanto con la dimensión de claridad como con la de regulación del TMMS. Además, también presenta una correlación negativa con las acciones correctas del Msceit. Por tanto, este tipo de apego se asocia a limitaciones de inteligencia emocional, tanto auto-informada, como de rendimiento. Instrumento: Tipos de Apego Adulto Romántico –No Romántico de Casullo (2001 en Casullo y Fernández, 2005). Casullo ha elaborado una escala que evalúa en base a una escala Likert (entre 1= casi nuca y 4= casi siempre) la percepción que la persona tiene de sus relaciones actuales, tengan o no una base romántica. Así, la escala determinará 4 estilos de apego para relaciones personales No románticas y Románticas separadamente. Claves de Corrección: Estilo de Apego SEGURO: Sume los Items 1, 8 y 12 separadamente para cada dimensión y obtener así su puntuación en este estilo en relaciones con base de amistad y con base romántica. Si desea obtener el Total de Apego Seguro sume las puntuaciones obtenidas en ambas dimensiones (seis items en total). Utilizando los totales de ambas escalas, puntuaciones de 15 o más indican un apego más seguro que la mayoría. Puntuaciones de 8 o menos indican un apego seguro bajo o menor que la media. Estilo de Apego ANSIOSO: Sume los Items 3, 6 y 1 separadamente para cada dimensión y obtener así su puntuación en este estilo en relaciones con base de amistad y con base romántica. Si desea obtener el Total de Apego Ansioso sume las puntuaciones obtenidas en ambas dimensiones. Puntuaciones de doce o más indican alto apego ansioso y de 8 o menos de bajo apego ansioso. Estilo de Apego EVITATIVO: Sume los Items 4, 7 y 11 separadamente para cada dimensión y obtener así su puntuación en este estilo en relaciones con base de amistad y con base romántica. Si desea obtener el Total de Apego Evitativo sume las puntuaciones obtenidas en ambas dimensiones. Puntuaciones de 14 o más indican alto apego evitativo y de 8 o menos bajo apego evitante. Estilo de Apego TEMEROSO: Sume los Items 2, 5 y 9 separadamente para cada dimensión y obtener así su puntuación en este estilo en relaciones con base de amistad y con base romántica. Si desea obtener el Total de Apego Temeroso sume las puntuaciones obtenidas en ambas dimensiones. Este estilo de apego tiende a solaparse con el evitativo. Puntuaciones superiores a 14 indican alto apego temeroso e inferiores 8 bajo apego. Para tener una visión positiva del Yo sume los totales de Seguro y Evitativo, restando los totales de Ansioso y Temeroso. Puntuaciones positivas de 8 y más indican un modelo del Yo valorado y positivo. Puntuaciones entre 7 y 1 un modelo menos positivo. Puntuaciones de 0 o negativas un modelo del Yo negativo. Para tener una visión positiva de los otros sume los totales de Seguro y Ansioso, restando los totales de Evitativo y Temeroso. Puntuaciones positivas de 5 y más indican un modelo del Otro positivo. Puntuaciones entre 4 y 1 un modelo del otro menos positivo. Puntuaciones de 0 o negativas un modelo del Otro negativo. En la Tabla 2 presentamos las puntuaciones medias para los tipos de Apego Romántico y No Romántico. Para comparar sus datos, divida previamente su calificación en cada tipo entre el número de ítems que componen el factor. Tabla 2: Puntuaciones Medias Totales y diferenciadas por Sexo para muestra Española. en Tipos de Apego de Casullo. TOTAL Apego Seguro Apego Ansioso Apego Evitativo Apego Temeroso Hombre Mujer (N=45) (N=125) No Romántico 2,2 2,2(dt=,60) 2,2 (dt=,51) Romántico 2,28 2,2 (dt=,63) 2,3 (dt=,62) No Romántico 1,68 1,8 (dt=,52) 1,7 (dt=,54) Romántico 1,67 1,7 (dt=,60) 1,6 (dt=,54) No Romántico 1,84 2,0 (dt=,68) 1,9 (dt=,63) Romántico 1,72 1,9 (dt=,73) 1,8 (dt=,68) No Romántico 1,8 1,9 (dt=,65) 1,7 (dt=,57) Romántico 1,65 1,7 (dt=,61) 1,6 (dt=,60) Tipos de Apego Adulto Romántico y No Romántico (Casullo, 2001). Lea las siguientes frases. Marque su respuesta pensando en su forma de ser y sentir. No hay respuestas correctas o incorrectas. Sea sincera/o al responder. Coloque los números correspondientes (1, 2, 3,4,) al lado de cada frase sobre la base de las puntuaciones siguientes: 1. Casi nunca. 2. A veces. 3. Con frecuencia. 4. Casi siempre. RESPONDA PENSANDO EN SUS AMIGOS, PARIENTES, O RELACIONES NO ROMANTICAS 1. Me es fácil comprometerme emocionalmente con otra persona. 2. Aunque quiera, es difícil para mí confiar en otra persona. RESPONDA PENSANDO EN UNA RELACION ROMANTICA QUE TENGA, HAYA TENIDO O DESEE 1. Me es fácil comprometerme emocionalmente con mis parejas. 2. Aunque quiera, es difícil para mí confiar en mi pareja. 3. Deseo relacionarme afectivamente con alguien, pero en general me siento rechazado. 4. Me siento bien cuando evito compromisos emocionales con otra persona. 5. Pienso que las relaciones afectivas pueden lastimarme. 6. Siento que los demás no me valoran como yo los valoro a ellos. 7. Necesito sentirme independiente, sin compromisos afectivos. 8. Me preocupa poco estar sola/o, sin relaciones sentimentales estables. 9. Comprometerme en relaciones afectivas me da miedo. 10. Me siento mal cuando no tengo relaciones afectivas duraderas. 11. Me incomoda depender emocionalmente de otra persona y que dependan de mí. 12. Me preocupa poco sentirme rechazado/a persona. por otra 3. Deseo relacionarme románticamente con alguien, pero en general me siento rechazado. 4. Me siento bien cuando evito compromisos emocionales románticos con otra persona. 5. Pienso que las relaciones afectivas románticas pueden lastimarme. 6. Siento que mis parejas no me valoran como yo las valoro a ellas. 7. Necesito sentirme independiente, sin compromisos afectivos. 8. Me preocupa poco estar sola/o, sin relaciones sentimentales estables. 9. Comprometerme en relaciones románticas afectivas me da miedo. 10. Me siento mal cuando no tengo relaciones románticas afectivas duraderas. 11. Me incomoda depender emocionalmente de mi pareja y que esta dependa de mi. 12. Me preocupa poco sentirme rechazado/a por mi pareja. Bibliografía.Ainsworth, M. D. S., Blehar, M. C., Waters, E. y Wall, S. (1978). Patterns of attachment: A psychological study of the strange situation. Hillsdale, N. J.: Erlbaum. Bartholomew, K. (1990). Avoidance of intimity: An attachment perspective. Journal of Social and Personal Relationships, 7, 147-178. Bartholomew, K. y Horowitz, L. M. (1991). Attachment styles among young adults: A test of a four category model. Journal of Personality and Social Psychology, 61, 226-244. Bowlby, J. (1982). Attachment and loss: Attachment (Vol. 1). Nueva York: Basic Books. Casullo, M.M. & Fernández, M. (2005). Los estilos de Apego. Definición y Medición. Buenos Aires: JVE Ediciones. Hazan, C. y Shaver, P. (1987). Romantic love conceptualized as an attachment process. Journal of Personality and Social Psychology, 52, 511-524. Hazan, C. y Shaver, P. R. (1994). Attachment as an organizational framework for research on close relationships. Psychological Inquiry, 5, 1-22. Mikulincer, M. y Shaver, P. R. (2001). Attachment theory and intergroup bias: Evidence that priming the secure base schema attenuates negative reactions to out-groups. Journal of Personality and Social Psychology, 81, 97-115. Mikulincer, M. y Shaver, P. R. (2007). Attachment in Adulthood. NY: Guilford Press. Páez, D. & Campos, M. (2008). Inteligencia Emocional: validez del constructo y su relación con pautas de socialización familiar. En I. Etxeberría et al (Eds.). Emoción y Motivación: contribuciones actuales: Volumen I. Pp.327-338. San Sebastián: AME/UPV. Para una visión general de estudios e instrumentos mencionados, acceder al sitio web www.ehu.es/pspwparod
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