Tradicionalmente los ultraligeros eran aviones de tubo y tela, con escasas prestaciones en vuelo y motores de dos tiempos. Su velocidad de crucero difícilmente superaba los 8090Km/h, y se solían emplear en vuelos de recreo de escasa distancia a muy baja altura. ULM de tubo y tela Hoy por hoy, aunque aún existen nostálgicos del ultraligero tradicional, la mayoría de los ULM del mercado son estupendas aeronaves con excelentes prestaciones en vuelo, velocidades de crucero que fácilmente superan los 200Km/h, y relaciones peso/potencia a menudo muy superiores a la tradicionales avionetas. Moderno ULM Tecnam P2002 Sierra Gracias a esto y un coste de mantenimiento muy por debajo de los aviones tradicionales, han trasladado a éstos a un segundo plano en vuelos privados y de ocio, pues personas con economías modestas que nunca habrían podido mantener una avioneta, tienen acceso así a una aviación de calidad a un precio razonable. Moderno cockpit de ULM Salvo alguna excepción, los ultraligeros no pueden superar los 450 Kg de peso de ahí su nombre, y su número de plazas está limitado a una o dos. No pueden operar, salvo permisos especiales, en aeropuertos controlados, y, al igual que la mayoría de avionetas, vuelan bajo reglas de vuelo visual (VFR). Para aumentar su seguridad, van equipados la mayoría con paracaídas balístico, el cual, ante un fallo estructural grave, se despliega permitiendo el descenso lento de toda la aeronave con sus ocupantes a bordo, salvando las vidas de éstos. Pueden tener tren de aterrizaje triciclo o tren convencional (patín de cola), así como ruedas, para pistas de hierba, tierra o asfalto; flotadores, para aterrizajes el en agua o esquís para aterrizajes en terrenos nevados. . ULM marca ICP equipado con flotadores El ultraligero constituye por tanto una muy buena forma de acercarse al mundo de la aviación, los vuelos de divulgación que a menudo muchos pilotos de ULM están dispuestos a ofrecer pueden ser el primer paso para conocer de primera mano ésta modalidad de vuelo.
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