Comunicado Procuraduría debe defender los intereses del Estado, no de los investigados Las investigaciones por la mega corrupción de las constructoras brasileñas durante los tres últimos gobiernos, se encuentran en una etapa inicial en la que resulta fundamental que todas las instancias del Estado (Ministerio Público, Poder Judicial y Procuraduría) mantengan un norte claro frente a la complejidad de los hechos e importancia e influencia política de los personajes que están y que deben ser sometidos a las investigaciones de carácter criminal. Por ello, los últimos sucesos que involucran a la abogada Julia Príncipe –Presidenta del Consejo de Defensa Jurídica del Estado- son de una particular gravedad, frente a lo cual amerita tomar decisiones urgentes sobre su permanencia en el cargo. 1. Hasta la fecha la intervención de la Procuraduría anticorrupción en las investigaciones del caso Lava Jato se ha mostrado errática y sin la presencia que esta instancia tuvo en este tipo de investigaciones en el pasado. Las evidencias muestran que ello se debería, en gran medida, al manejo de la abogada Príncipe Trujillo como Presidenta del Consejo de Defensa Jurídica del Estado y a su particular afán de mostrarse públicamente como la que dirige la intervención del caso subordinando innecesariamente a los verdaderos procuradores. 2. La designación del procurador Amado Enco y su posterior retiro del caso, cuando estaba comenzando a tener una presencia pro activa en las investigaciones, para colocar a dos procuradoras ad hoc; sin la experiencia que merece este complejo caso, pareciera significar un paso hacia atrás en la necesidad de contar con una procuraduría anticorrupción fuerte y con capacidad de marcar el rumbo de las investigaciones. 3. En ese escenario, las declaraciones de la nueva procuradora Ampuero sobre el hecho de que la procuraduría estaba evaluando la incorporación del ex presidente Alan García Pérez como investigado increíblemente fueron rápidamente contradichas públicamente por su jefa, la abogada Julia Príncipe, quien, dejando de lado su condición de abogada del Estado, señaló en un programa de TV que ella no encontraba indicios que lo vinculen con el caso. Este hecho no solo significa una clara desautorización a la procuradora ad hoc, sino una evidente injerencia que rompe la independencia de la procuraduría. 4. A lo anterior, se suma su relación con Moisés Tambini, quien antes se desempeñó como abogado del ex presidente García y en la actualidad es presidente del Tribunal Nacional Electoral del APRA, la misma que durante varios días fue públicamente negada y, ante las evidencias fotográficas, Julia Príncipe se ha visto obligada a aceptar. ¿Por qué razón primero negó tal relación y después debió aceptar? Es una pregunta sin respuesta coherente. 5. Por todo ello y en resguardo de la garantía y la confianza que la Procuraduría debe asegurar como cualquier institución del sistema de justicia, consideramos que su permanencia en el cargo resulta inoportuna y perjudicial para el avance y manejo serio de las investigaciones. Lo más conveniente sería que ella misma de un paso al costado, pero en caso contrario la Ministra de Justicia debe tomar las decisiones que correspondan. Lima, 21 de febrero de 2017 Instituto de Defensa Legal Prensa IDL 997527771
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