Perspectiva Agroclimática Estacional 2016/17 actualizada a Enero

Bolsa de Cereales
“LA NIÑA” COMENZÓ A DISIPARSE AL MISMO TIEMPO QUE LOS VIENTOS TROPICALES AVANZARON
HACIA EL SUR, PROVOCANDO UN CAMBIO POSITIVO EN EL ESCENARIO CLIMÁTICO
El inicio del verano trajo un cambio positivo en escenario
climático.
Por un lado, “La Niña” comenzó su disipación en forma
temprana. Aunque su influencia nunca llegó a ser
significativa, este proceso contribuyó a aliviar la sequía
que afectaba al sur del área agrícola argentina, el sur del
Brasil y el Uruguay.
Sin embargo, el factor que más contribuyó al retorno de
las precipitaciones no fue el inicio de la disipación de “La
Niña”, sino el avance hacia el sur de la circulación
proveniente del trópico, que desplazó a la circulación
polar, que había predominado durante gran parte de la
primavera, haciendo llegar calor y humedad a las zonas
afectadas por la sequía, a excepción del sudoeste de la
Región Pampeana.
Para el resto del área agrícola sudamericana (Chile, Bolivia,
Paraguay, Brasil y el norte y el centro de La Argentina), el
actual escenario climático implica una evolución cercana a
lo normal en sus valores medios, pero muy perturbada en
su desarrollo temporal y en su distribución geográfica.
No obstante, debe tenerse en cuenta que este cambio
positivo es temporal y que, al llegar el otoño, la circulación
polar volverá a imponerse, reduciendo las lluvias y
generando el riesgo de heladas en forma temprana en
gran parte del área agrícola sudamericana.
EL ESTADO DEL OCÉANO ATLÁNTICO SUR
En la imagen adjunta puede observarse el avance hacia el
sur de la corriente marina cálida del Brasil, que ha pasado
a ocupar la mayor parte del norte y el centro del litoral
atlántico de La Argentina y el Uruguay.
No obstante, el sur del litoral atlántico argentino continúa
bajo la influencia de la corriente marina fría de Malvinas,
que se encuentra algo por encima de su posición habitual
en este momento del año.
Esto último señala una circulación polar algo superior a lo
normal, que continuará reduciendo las lluvias sobre el sur
del sudeste bonaerense, el centro-oeste y el sudoeste de
la Región Pampeana.
PRECIPITACIONES OCURRIDAS A FINALES DE PRIMAVERA Y COMIENZOS DEL VERANO
Las imágenes adjuntas ilustran la distribución de las
precipitaciones durante los últimos días de la primavera (1
al 20 de Diciembre), pudiendo apreciarse la reducción de
las precipitaciones sobre el centro y el sur de la Región
Pampeana y la mayor parte del Uruguay, mientras que el
resto del área registró valores normales a superiores a lo
normal.
Por las causas antes expuestas, la llegada del verano trajo
una marcada activación de las precipitaciones, que se
extendieron, con valores muy abundantes, sobre gran
parte del área afectada previamente por sequía de La
Argentina y el Uruguay.
Como consecuencia, buena parte del área antes afectada
por falta de humedad, pasó a sufrir excesos hídricos, que
afectaron especialmente a las zonas bajas.
Esto último se debió a que el retorno de las precipitaciones
se produjo bajo la forma de tormentas localizadas, cuyos
aportes hídricos escurrieron rápidamente desde los
terrenos altos a los bajos.
No obstante, cabe hacer notar que la mayor parte de La
Pampa, el sur del sudeste y la mayor parte del sudoeste de
Buenos Aires no recibieron alivio efectivo.
ANEGAMIENTOS EN LAS PROVINCIAS DE CÓRDOBA, LA PAMPA, SANTA FE Y BUENOS AIRES
A causa de las recientes lluvias, la imagen satelital
recientemente difundida por el Servicio Meteorológico
Nacional Argentino, muestra un incremento de las áreas
anegadas en los campos bajos ubicados en el límite común
entre las Provincias de Córdoba, Santa Fe, La Pampa y
Buenos Aires.
Cabe señalar que la vulnerabilidad a los anegamientos que
presenta esta amplia área está generada por su topografía,
con bajos que constituyen pequeñas cuencas arreicas o
casi arreicas.
Por lo tanto, cuando se producen precipitaciones muy
concentradas en el tiempo, las mismas resultan muy poco
eficientes y causan problemas contrapuestos.
Por un lado, los terrenos altos reciben un alivio parcial, ya
que la mayor parte del agua escurre rápidamente hacia los
bajos, no reponiendo totalmente las reservas de los
suelos.
Por otra parte, el escurrimiento de los terrenos altos corre
hacia los bajos, donde se acumula, persistiendo durante
largo tiempo, ya que no pueden desagotarse por
escurrimiento superficial, y deben hacerlo por evaporación
y percolación.
Esto hace que, en el área, coexistan frecuentemente
terrenos altos con sequía y terrenos bajos anegados.
INCENDIOS EN EL SUDOESTE DEL ÁREA AGRÍCOLA ARGENTINA
La imagen satelital, recientemente difundida por el
Servicio Meteorológico Nacional Argentino, muestra los
incendios producidos por la seguía y los golpes de calor
que tuvieron lugar durante la última parte de la primavera
y el inicio del verano en el sudoeste del área agrícola
argentina.
Como se señaló en los apartados anteriores, se prevé que
esta amplia extensión continúe sometida a un régimen de
precipitaciones inferiores a lo normal y golpes de calor,
por lo que este riesgo persistirá hasta el inicio del otoño.
Dado que el régimen climático del área viene sufriendo
eventos climáticos similares desde “La Niña” 2008/2009
hasta el presente, siendo de temer que esta situación
continúe en los próximos años, es recomendable que se
ponga en marcha un esquema de prevención que mitigue
este riesgo.
LIMITANTES HÍDRICAS EN EL VERANO 2017
Durante el verano se acentuarán los rasgos descriptos en los
apartados anteriores.
La mayor parte del área agrícola chilena, el área agrícola
boliviana, la Región Occidental del Paraguay, el NOA, el oeste de
la Región del Chaco, Cuyo y el extremo noroeste de la Región
Pampeana continuarán registrando precipitaciones normales a
superiores a lo normal, con alta probabilidad de tormentas
severas, con riesgo de granizo, aguaceros torrenciales y vientos.
El norte y el centro del área agrícola del Brasil, donde la acción
de “La Niña” es positiva, perderán esta influencia, pasando a
registrar precipitaciones inferiores a lo normal.
La Región Oriental del Paraguay y el norte de la Mesopotamia,
que se encuentran fuera del radio de acción negativa los vientos
polares, continuarán observando precipitaciones cercanas o
superiores a lo normal.
El sur del área agrícola brasileña, la Región Oriental del
Paraguay, el este de Cuyo, el Sur de la Región Pampeana, el sur
de la Mesopotamia y la República Oriental del Uruguay se verán
beneficiadas por la influencia positiva de los vientos cálidos y
húmedos del trópico, experimentando precipitaciones normales
a superiores a lo normal.
REFERENCIAS
Las extensiones con probabilidad de precipitaciones superiores a
lo normal se indican con tonos desde verde obscuro (levemente
por encima de lo normal) hasta azul (muy por encima de lo normal).
Contrariamente, las extensiones con probabilidad de
precipitaciones inferiores a lo normal se indican con colores desde
verde amarillento (levemente inferior a lo normal) hasta rojo (muy
por debajo de lo normal).
No obstante, el centro-oeste, el sur del sudeste y el sudoeste del
área agrícola argentina continuarán siendo afectadas por la
circulación polar, por lo que experimentarán precipitaciones
inferiores a lo normal.
Pero, aunque en el conjunto de la temporada el volumen total
de las precipitaciones será inferior a lo normal, las mismas se
producirán bajo la forma de rachas de tormentas localizadas
severas, produciendo fuertes escurrimientos desde los terrenos
altos hacia los bajos.
Por esta causa, sobre el sur de Córdoba, el sur de Santa Fe, el
norte de La Pampa y el noroeste de Buenos Aires continuarán
conviviendo terrenos altos con sequía y terrenos bajos
anegados.
RIESGO DE CALORES ESTIVALES
A pesar del fortalecimiento de la circulación tropical, la
circulación polar continúa fuerte, de manera que, durante
el verano, continuarán alternándose muy intensos pero
cortos episodios de calor, con entradas de aire fresco, que
moderarán regularmente las temperaturas.
El interior del área agrícola observará temperaturas
máximas muy elevadas, con registros de más de 35 °C, y
amplios focos cercanos a los 40°C.
Sólo las zonas cercanas a la cordillera, donde la altura
reducirá los registros, y al litoral atlántico, donde los
vientos marinos jugarán el mismo rol, observarán
temperaturas máximas más moderadas.
LIMITANTES HÍDRICAS EN EL OTOÑO 2017
Con la llegada del otoño, el escenario climático observará
un debilitamiento de los vientos del trópico, con la
correlativa disminución del aporte de humedad y calor.
Paralelamente, los vientos polares incrementarán su
intensidad, aportando aire frío y seco.
La mayor parte del área agrícola chilena, el área agrícola
boliviana, el área agrícola del Paraguay, el NOA, la Región
del Chaco, Cuyo, la Mesopotamia, la mayor parte de la
Región Pampeana y la mayor parte del Uruguay registrarán
precipitaciones normales a superiores a lo normal, con
moderada probabilidad de tormentas severas, con riesgo
de granizo, aguaceros torrenciales y vientos hacia el
comienzo del otoño.
Contrariamente, el norte y el centro del área agrícola del
Brasil entrarán tempranamente en la estación seca
REFERENCIAS
Las extensiones con probabilidad de precipitaciones superiores a
lo normal se indican con tonos desde verde obscuro (levemente
por encima de lo normal) hasta azul (muy por encima de lo normal).
Contrariamente, las extensiones con probabilidad de
precipitaciones inferiores a lo normal se indican con colores desde
verde amarillento (levemente inferior a lo normal) hasta rojo (muy
por debajo de lo normal).
El foco de sequía ubicado sobre el este de Cuyo, el sur de
Córdoba, el sur de Santa Fe, el norte de La Pampa, el norte
de Buenos Aires, el sur de la Mesopotamia y el sur del
Uruguay comenzará a recibir alivio, reduciendo
gradualmente su extensión.
Cabe hacer notar que, esto último se deberá más al
descenso de la temperatura, que reducirá la
evapotranspiración, que, al incremento de las
precipitaciones, que continuarán siendo erráticas.
RIESGO DE HELADAS OTOÑALES 2017
Con la llegada del otoño volverán a activarse los riesgos de
heladas, que irán incrementándose a medida que avance
la estación.
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A partir de mediados de Marzo comenzarán a
intensificarse las entradas de aire polar,
produciéndose descensos térmicos marcados,
pero con escaso riesgo de heladas.
En Abril las masas de aire polar llegarán con vigor
hasta todo el oeste serrano de La Argentina, Chile
y Bolivia, así como al Planalto brasileño, y
comenzarán a extenderse por las llanuras de La
Argentina y el Uruguay.
En Mayo, el dominio de los vientos polares se hará
casi completo, llegando las heladas generales
hasta el oeste de La Argentina, Chile y el oeste de
Bolivia, mientras que las heladas localizadas
abarcarán gran parte de La Argentina, el Uruguay,
la Región Oriental del Paraguay y el sur del Brasil,
con focos de heladas generales sobre las zonas
serranas del sudeste bonaerense.
Esta evolución marca una tendencia que hace pensar que
2017 podría presentar un escenario de moderado a alto
riesgo de heladas tempranas.
CONCLUSIONES
Como viene indicándose en los informes de esta serie, la campaña 2016/2017 (Julio de 2016 a Junio de 2017) continuará
exhibiendo una gama de rasgos contrapuestos.
Aunque la disipación de “La Niña” eliminará un factor perturbador, la acción residual de “El Niño” 2015/2016 y la puja
entre la circulación polar y la circulación tropical continuarán determinando un escenario climático muy perturbado.
Por un lado, se producirán cortas e intensas rachas de tormentas, que descargarán sus precipitaciones en forma muy
despareja, con riesgo de tormentas severas, con granizo y vientos, terminando con entradas de aire polar, con riesgo de
heladas tempranas en el próximo otoño.
Por otro lado, se observarán lapsos secos y calurosos, aunque de corta a moderada duración, ya que los vientos marinos
se harán sentir en cuanto el ascenso de la temperatura determine una baja de la presión atmosférica sobre el
continente.
Los campos bajos anegados en el sur de Córdoba, el norte de la Pampa, el sudoeste de Santa Fe y el Noroeste de Buenos
Aires tardarán mucho en ver reducirse el nivel de las aguas que los afectan.
Por el contrario, los campos altos de las mismas zonas observarán el riesgo de que el balance hídrico se torne negativo,
limitando el potencial productivo de los cultivos y cortando la cadena forrajera.
Por lo tanto, se trata de un escenario climático que, aunque no extremo, presentará numerosos riesgos que irán
presentándose a lo largo de su desarrollo, requiriéndose una cuidadosa planificación para enfrentarlos con éxito.
Cabe destacar que las previsiones de algunos centros internacionales de gran prestigio, han comenzado a señalar la
posibilidad de que la campaña 2017/2018 se desarrolle en el marco de un episodio de tipo neutral cálido que,
eventualmente podría llegar a transformarse en un “El Niño”, alejando el riesgo de un segundo episodio consecutivo de
“La Niña” que, por efecto acumulativo podría causar un fuerte impacto.
Por el momento, ello es sólo una conjetura, por lo que será necesario continuar vigilando la evolución del escenario
climático.
Buenos Aires, 10 de Enero de 2017
Ing. Agr. Eduardo M. Sierra
Especialista en Agroclimatología