Bolsa de Cereales “LA NIÑA” COMENZÓ A DISIPARSE AL MISMO TIEMPO QUE LOS VIENTOS TROPICALES AVANZARON HACIA EL SUR, PROVOCANDO UN CAMBIO POSITIVO EN EL ESCENARIO CLIMÁTICO El inicio del verano trajo un cambio positivo en escenario climático. Por un lado, “La Niña” comenzó su disipación en forma temprana. Aunque su influencia nunca llegó a ser significativa, este proceso contribuyó a aliviar la sequía que afectaba al sur del área agrícola argentina, el sur del Brasil y el Uruguay. Sin embargo, el factor que más contribuyó al retorno de las precipitaciones no fue el inicio de la disipación de “La Niña”, sino el avance hacia el sur de la circulación proveniente del trópico, que desplazó a la circulación polar, que había predominado durante gran parte de la primavera, haciendo llegar calor y humedad a las zonas afectadas por la sequía, a excepción del sudoeste de la Región Pampeana. Para el resto del área agrícola sudamericana (Chile, Bolivia, Paraguay, Brasil y el norte y el centro de La Argentina), el actual escenario climático implica una evolución cercana a lo normal en sus valores medios, pero muy perturbada en su desarrollo temporal y en su distribución geográfica. No obstante, debe tenerse en cuenta que este cambio positivo es temporal y que, al llegar el otoño, la circulación polar volverá a imponerse, reduciendo las lluvias y generando el riesgo de heladas en forma temprana en gran parte del área agrícola sudamericana. EL ESTADO DEL OCÉANO ATLÁNTICO SUR En la imagen adjunta puede observarse el avance hacia el sur de la corriente marina cálida del Brasil, que ha pasado a ocupar la mayor parte del norte y el centro del litoral atlántico de La Argentina y el Uruguay. No obstante, el sur del litoral atlántico argentino continúa bajo la influencia de la corriente marina fría de Malvinas, que se encuentra algo por encima de su posición habitual en este momento del año. Esto último señala una circulación polar algo superior a lo normal, que continuará reduciendo las lluvias sobre el sur del sudeste bonaerense, el centro-oeste y el sudoeste de la Región Pampeana. PRECIPITACIONES OCURRIDAS A FINALES DE PRIMAVERA Y COMIENZOS DEL VERANO Las imágenes adjuntas ilustran la distribución de las precipitaciones durante los últimos días de la primavera (1 al 20 de Diciembre), pudiendo apreciarse la reducción de las precipitaciones sobre el centro y el sur de la Región Pampeana y la mayor parte del Uruguay, mientras que el resto del área registró valores normales a superiores a lo normal. Por las causas antes expuestas, la llegada del verano trajo una marcada activación de las precipitaciones, que se extendieron, con valores muy abundantes, sobre gran parte del área afectada previamente por sequía de La Argentina y el Uruguay. Como consecuencia, buena parte del área antes afectada por falta de humedad, pasó a sufrir excesos hídricos, que afectaron especialmente a las zonas bajas. Esto último se debió a que el retorno de las precipitaciones se produjo bajo la forma de tormentas localizadas, cuyos aportes hídricos escurrieron rápidamente desde los terrenos altos a los bajos. No obstante, cabe hacer notar que la mayor parte de La Pampa, el sur del sudeste y la mayor parte del sudoeste de Buenos Aires no recibieron alivio efectivo. ANEGAMIENTOS EN LAS PROVINCIAS DE CÓRDOBA, LA PAMPA, SANTA FE Y BUENOS AIRES A causa de las recientes lluvias, la imagen satelital recientemente difundida por el Servicio Meteorológico Nacional Argentino, muestra un incremento de las áreas anegadas en los campos bajos ubicados en el límite común entre las Provincias de Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires. Cabe señalar que la vulnerabilidad a los anegamientos que presenta esta amplia área está generada por su topografía, con bajos que constituyen pequeñas cuencas arreicas o casi arreicas. Por lo tanto, cuando se producen precipitaciones muy concentradas en el tiempo, las mismas resultan muy poco eficientes y causan problemas contrapuestos. Por un lado, los terrenos altos reciben un alivio parcial, ya que la mayor parte del agua escurre rápidamente hacia los bajos, no reponiendo totalmente las reservas de los suelos. Por otra parte, el escurrimiento de los terrenos altos corre hacia los bajos, donde se acumula, persistiendo durante largo tiempo, ya que no pueden desagotarse por escurrimiento superficial, y deben hacerlo por evaporación y percolación. Esto hace que, en el área, coexistan frecuentemente terrenos altos con sequía y terrenos bajos anegados. INCENDIOS EN EL SUDOESTE DEL ÁREA AGRÍCOLA ARGENTINA La imagen satelital, recientemente difundida por el Servicio Meteorológico Nacional Argentino, muestra los incendios producidos por la seguía y los golpes de calor que tuvieron lugar durante la última parte de la primavera y el inicio del verano en el sudoeste del área agrícola argentina. Como se señaló en los apartados anteriores, se prevé que esta amplia extensión continúe sometida a un régimen de precipitaciones inferiores a lo normal y golpes de calor, por lo que este riesgo persistirá hasta el inicio del otoño. Dado que el régimen climático del área viene sufriendo eventos climáticos similares desde “La Niña” 2008/2009 hasta el presente, siendo de temer que esta situación continúe en los próximos años, es recomendable que se ponga en marcha un esquema de prevención que mitigue este riesgo. LIMITANTES HÍDRICAS EN EL VERANO 2017 Durante el verano se acentuarán los rasgos descriptos en los apartados anteriores. La mayor parte del área agrícola chilena, el área agrícola boliviana, la Región Occidental del Paraguay, el NOA, el oeste de la Región del Chaco, Cuyo y el extremo noroeste de la Región Pampeana continuarán registrando precipitaciones normales a superiores a lo normal, con alta probabilidad de tormentas severas, con riesgo de granizo, aguaceros torrenciales y vientos. El norte y el centro del área agrícola del Brasil, donde la acción de “La Niña” es positiva, perderán esta influencia, pasando a registrar precipitaciones inferiores a lo normal. La Región Oriental del Paraguay y el norte de la Mesopotamia, que se encuentran fuera del radio de acción negativa los vientos polares, continuarán observando precipitaciones cercanas o superiores a lo normal. El sur del área agrícola brasileña, la Región Oriental del Paraguay, el este de Cuyo, el Sur de la Región Pampeana, el sur de la Mesopotamia y la República Oriental del Uruguay se verán beneficiadas por la influencia positiva de los vientos cálidos y húmedos del trópico, experimentando precipitaciones normales a superiores a lo normal. REFERENCIAS Las extensiones con probabilidad de precipitaciones superiores a lo normal se indican con tonos desde verde obscuro (levemente por encima de lo normal) hasta azul (muy por encima de lo normal). Contrariamente, las extensiones con probabilidad de precipitaciones inferiores a lo normal se indican con colores desde verde amarillento (levemente inferior a lo normal) hasta rojo (muy por debajo de lo normal). No obstante, el centro-oeste, el sur del sudeste y el sudoeste del área agrícola argentina continuarán siendo afectadas por la circulación polar, por lo que experimentarán precipitaciones inferiores a lo normal. Pero, aunque en el conjunto de la temporada el volumen total de las precipitaciones será inferior a lo normal, las mismas se producirán bajo la forma de rachas de tormentas localizadas severas, produciendo fuertes escurrimientos desde los terrenos altos hacia los bajos. Por esta causa, sobre el sur de Córdoba, el sur de Santa Fe, el norte de La Pampa y el noroeste de Buenos Aires continuarán conviviendo terrenos altos con sequía y terrenos bajos anegados. RIESGO DE CALORES ESTIVALES A pesar del fortalecimiento de la circulación tropical, la circulación polar continúa fuerte, de manera que, durante el verano, continuarán alternándose muy intensos pero cortos episodios de calor, con entradas de aire fresco, que moderarán regularmente las temperaturas. El interior del área agrícola observará temperaturas máximas muy elevadas, con registros de más de 35 °C, y amplios focos cercanos a los 40°C. Sólo las zonas cercanas a la cordillera, donde la altura reducirá los registros, y al litoral atlántico, donde los vientos marinos jugarán el mismo rol, observarán temperaturas máximas más moderadas. LIMITANTES HÍDRICAS EN EL OTOÑO 2017 Con la llegada del otoño, el escenario climático observará un debilitamiento de los vientos del trópico, con la correlativa disminución del aporte de humedad y calor. Paralelamente, los vientos polares incrementarán su intensidad, aportando aire frío y seco. La mayor parte del área agrícola chilena, el área agrícola boliviana, el área agrícola del Paraguay, el NOA, la Región del Chaco, Cuyo, la Mesopotamia, la mayor parte de la Región Pampeana y la mayor parte del Uruguay registrarán precipitaciones normales a superiores a lo normal, con moderada probabilidad de tormentas severas, con riesgo de granizo, aguaceros torrenciales y vientos hacia el comienzo del otoño. Contrariamente, el norte y el centro del área agrícola del Brasil entrarán tempranamente en la estación seca REFERENCIAS Las extensiones con probabilidad de precipitaciones superiores a lo normal se indican con tonos desde verde obscuro (levemente por encima de lo normal) hasta azul (muy por encima de lo normal). Contrariamente, las extensiones con probabilidad de precipitaciones inferiores a lo normal se indican con colores desde verde amarillento (levemente inferior a lo normal) hasta rojo (muy por debajo de lo normal). El foco de sequía ubicado sobre el este de Cuyo, el sur de Córdoba, el sur de Santa Fe, el norte de La Pampa, el norte de Buenos Aires, el sur de la Mesopotamia y el sur del Uruguay comenzará a recibir alivio, reduciendo gradualmente su extensión. Cabe hacer notar que, esto último se deberá más al descenso de la temperatura, que reducirá la evapotranspiración, que, al incremento de las precipitaciones, que continuarán siendo erráticas. RIESGO DE HELADAS OTOÑALES 2017 Con la llegada del otoño volverán a activarse los riesgos de heladas, que irán incrementándose a medida que avance la estación. A partir de mediados de Marzo comenzarán a intensificarse las entradas de aire polar, produciéndose descensos térmicos marcados, pero con escaso riesgo de heladas. En Abril las masas de aire polar llegarán con vigor hasta todo el oeste serrano de La Argentina, Chile y Bolivia, así como al Planalto brasileño, y comenzarán a extenderse por las llanuras de La Argentina y el Uruguay. En Mayo, el dominio de los vientos polares se hará casi completo, llegando las heladas generales hasta el oeste de La Argentina, Chile y el oeste de Bolivia, mientras que las heladas localizadas abarcarán gran parte de La Argentina, el Uruguay, la Región Oriental del Paraguay y el sur del Brasil, con focos de heladas generales sobre las zonas serranas del sudeste bonaerense. Esta evolución marca una tendencia que hace pensar que 2017 podría presentar un escenario de moderado a alto riesgo de heladas tempranas. CONCLUSIONES Como viene indicándose en los informes de esta serie, la campaña 2016/2017 (Julio de 2016 a Junio de 2017) continuará exhibiendo una gama de rasgos contrapuestos. Aunque la disipación de “La Niña” eliminará un factor perturbador, la acción residual de “El Niño” 2015/2016 y la puja entre la circulación polar y la circulación tropical continuarán determinando un escenario climático muy perturbado. Por un lado, se producirán cortas e intensas rachas de tormentas, que descargarán sus precipitaciones en forma muy despareja, con riesgo de tormentas severas, con granizo y vientos, terminando con entradas de aire polar, con riesgo de heladas tempranas en el próximo otoño. Por otro lado, se observarán lapsos secos y calurosos, aunque de corta a moderada duración, ya que los vientos marinos se harán sentir en cuanto el ascenso de la temperatura determine una baja de la presión atmosférica sobre el continente. Los campos bajos anegados en el sur de Córdoba, el norte de la Pampa, el sudoeste de Santa Fe y el Noroeste de Buenos Aires tardarán mucho en ver reducirse el nivel de las aguas que los afectan. Por el contrario, los campos altos de las mismas zonas observarán el riesgo de que el balance hídrico se torne negativo, limitando el potencial productivo de los cultivos y cortando la cadena forrajera. Por lo tanto, se trata de un escenario climático que, aunque no extremo, presentará numerosos riesgos que irán presentándose a lo largo de su desarrollo, requiriéndose una cuidadosa planificación para enfrentarlos con éxito. Cabe destacar que las previsiones de algunos centros internacionales de gran prestigio, han comenzado a señalar la posibilidad de que la campaña 2017/2018 se desarrolle en el marco de un episodio de tipo neutral cálido que, eventualmente podría llegar a transformarse en un “El Niño”, alejando el riesgo de un segundo episodio consecutivo de “La Niña” que, por efecto acumulativo podría causar un fuerte impacto. Por el momento, ello es sólo una conjetura, por lo que será necesario continuar vigilando la evolución del escenario climático. Buenos Aires, 10 de Enero de 2017 Ing. Agr. Eduardo M. Sierra Especialista en Agroclimatología
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