Obra Pontificia de la Infancia Misionera

Obra Pontificia de la Infancia Misionera
La Infancia Misionera nace en el año de 1843 en Nancy- Francia.
Fundada por un Obispo llamado Mons. Carlos Augusto Fortín
Jacson; motivado por las cartas que recibía de los niños de Asia. Se
informó
del abandono, de la ignorancia, el hambre y de las
enfermedades de los niños de tierras lejanas y resolvió hacer algo
por ellos.
Él solo no podía hacer nada. Necesitaba corazones generosos para esta obra, por eso pensó en
los niños. En niños dispuestos a compartir, a dar con mucha alegría y generosidad de lo que
tienen. Para empezar esta obra tuvo presente el siguiente lema: “Ayudar a los niños a través
de los niños”
Esta obra se extendió rápidamente por Francia, España, Italia y otros países. El Papa Pío XI se
dio cuenta de todo lo que los niños podían hacer por la Iglesia, entonces la bendijo y el 03 de
mayo de 1922 le dio el nombre de Obra Pontificia de la Infancia Misionera.
Objetivo Principal:
Despertar mantener y acrecentar en los niños, niñas, Adolescentes y educadores el Espíritu
Misionero Universal.
Objetivo específicos:
Despertar en los niños, niñas, adolescentes y educadores el Espíritu misionero universal por
medio de las animaciones misioneras.
Mantener el espíritu misionero universal en los niños, niñas adolescentes y educadores por
medio de la formación mensual en las escuelas con Jesús y viviendo las 4 líneas de acción.
Acrecentar el espíritu misionero universal en los niños, niñas, adolescentes y educadores por
medio de las escuela de formación: ESAM I y II, ELMIPREJ, ELIAM.
En Venezuela la Obra comienza sus primeros pasos alrededor de los años 60 en donde varios
sacerdotes se les asigno el cargo a través de los años, pero solo asumieron el cargo
nominalmente no haciendo efectivo por diferentes causas. En 1962 designaron a fray José
Tornero para promover la santa infancia en el país, pero, lamentablemente falleció en
ese mismo año. En 1963 la comunidad de padres dominicos pone a disposición del arzobispo
de Caracas Cardenal José Humberto Quintero, a fray Celerino Anciano a quien el mismo cardenal
propuso al arzobispo de Paris Mons. Bresolles para asumir el cargo de director nacional en
Venezuela. Cuenta la historia que el padre Celerino Anciano se negaba a aceptar el cargo,
haciendo una de la de
los profetas “YO NO SE NADA DE ESO NO CONOSCO LA SANTA
INFANCIA. Y fue el año siguiente un 10 de abril de 1964 cuando es nombrado, formalmente,
Fray Celerino Anciano secretario nacional de la Obra.
Jornada Mundial de la Infancia y
Adolescencia Misionera.
La Obra Pontificia de la Santa Infancia organiza cada año una Jornada Mundial, durante la cual
atrae la atención de los niños hacia las necesidades espirituales y materiales de los más
pequeños de todo el mundo. Los niños son animados a ofrecer a los otros niños del mundo su
ayuda en forma de oración, de sacrificios, de donativos, estimulándoles a descubrir en ellos el
rostro mismo de Jesús. Al llamar su atención sobre las necesidades de los niños pobres de
bienes materiales, no se debe dejar de poner de manifiesto la riqueza de sus valores
espirituales. Abriéndose unos a otros, los niños aprenden a conocerse y a quererse como
hermanos y de este modo se enriquecen mutuamente. (Estatutos de las OMP #15)
Jornada de la Infancia y Adolescencia
Misionera - Venezuela, 29 de Enero 2017
"Llenando la tierra de la Misericordia del
Señor "
“Hemos celebrado un año intenso, en el que la Gracia de la Misericordia se nos ha dado en
abundancia. Como un viento impetuoso y saludable, la bondad y la misericordia se han
esparcido por el mundo entero. Y delante de esta mirada amorosa de Dios, que de manera tan
prolongada se ha posado sobre cada uno de nosotros, no podemos permanecer indiferentes,
porque ella cambia la vida”, estas palabras del Papa Francisco, en su reciente carta Pastoral
“Misericordia y Miseria”, nos sirven como introducción e iluminación para vivir nuestra Jornada
Mundial de la Infancia y Adolescencia Misionera asumiendo las indicaciones del Sumo Pontífice y
en consonancia con las líneas del V CONIAM.
“Infancia y Adolescencia Misionera, llenando la tierra de la Misericordia del
Señor“, es el lema de nuestra jornada 2017, teniendo como referencia bíblica el Salmo 33,5 “la
Misericordia del Señor llena la tierra”, es el mejor resumen del Antiguo y Nuevo Testamento y de
la entera Historia de la Salvación, y desde la IAM “sentimos la necesidad, ante todo, de dar
gracias al Señor y decirle: «Has sido bueno, Señor, con tu tierra
[…]. Has perdonado la culpa de tu pueblo» (Sal 85,2-3). Así es:
Dios ha destruido nuestras culpas y ha arrojado nuestros
pecados a lo hondo del mar (Mi. 7,19); no los recuerda más, se
los ha echado a la espalda (Is. 38,17).
La Trinidad
Desde el corazón de la Trinidad, la intimidad más profunda del Misterio de Dios, brota y corre sin
parar el gran río de la Misericordia. Esta fuente nunca podrá agotarse, sin importar cuántos sean
los que a ella se acerquen. Cada vez que alguien tenga necesidad podrá ir a ella, porque la
Misericordia de Dios no tiene fin. Que insondable es la profundidad del Misterio que
encierra la Trinidad; que inagotable la riqueza que de ella proviene!
Jesús Adolescente:
En su rostro se refleja la Ternura y la Misericordia de Dios, la alegría de la entrega. Es
un ejemplo para los Centinelas. Llenarse de la Ternura y Misericordia de Dios e irradiarla al
mundo entero es el gran reto para cada uno de los que hacemos vida en la Obra de la Infancia y
Adolescencia Misionera.
Jesús nos entrega su corazón y con él al Mundo:
El amor es el primer acto con el que Dios se da a conocer y viene a nuestro encuentro. Por
tanto, abramos el corazón a la confianza de ser amados por Dios. Su amor nos precede siempre,
nos acompaña y permanece junto a nosotros a pesar de nuestro pecado. El corazón de Cristo
permanece siempre abierto de par en par para nosotros; él es la verdadera fuente de la que
brota, hasta el fin de los tiempos, la Misericordia, la Consolación y la Esperanza.