El Club De Las Excomulgadas…

El Club de las Excomulgadas
Agradecimientos
Al Staff Excomulgado: Chuminadas, Csanch,
Dahiana, Dg Kaleigh, Ly_ayla, Mdf30y, Nelly
Vanessa y Selfmachine por la Traducción;
Mdf30y por la Corrección de la Traducción;
Bibliotecaria70, CGloria, Laavic, Taratup y Tatta
Excopic por la Lectura Final de este Libro para El
Club De Las Excomulgadas…
A las Chicas del Club de Las Excomulgadas, que
nos acompañaron en cada capítulo, y a Nuestras
Lectoras que nos acompañaron y nos acompañan
siempre. A Todas….
¡¡¡Gracias!!!
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
por la Corrección; AnaE por la Diagramación y
2
El Club de las Excomulgadas
Aviso Excomulgado
El Club de Las Excomulgadas ha realizado
este proyecto de fan traducción Sin Ánimo
De Lucro Alguno.
Está hecho por Fans para Fans, Siendo su
No ha tenido en ningún momento el objetivo
de quebrantar la propiedad intelectual del
autor o reemplazar el original. Su Único fin
es incentivar y entretener con la lectura en
nuestro idioma.
Así mismo las Incentivamos a Comprar Las
Obras de Nuestras Autoras Favoritas, ya
sea en el idioma original o cuando estén
disponibles en español, para seguir
disfrutando de estas grandes novelas.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Distribución Complemente Gratuita.
3
El Club de las Excomulgadas
Argumento
El deseo es la sensación más peligrosa de todas.
Con las tensiones entre la Federación y los ’Verses Imperiales creciendo, una
mujer puede ser la clave para la victoria. La peligrosa misión de sacarla de
contrabando fuera del territorio de los Imperialistas recae en Daniel Haws y en su
equipo, el ultra secreto Phantom Corps. Este escuadrón de élite de las Fuerzas
Armadas de la Federación es el único en que pueden confiar y lo suficientemente
experto para sacarla fuera del vigilante ojo de su padre, el Comandante Supremo de
los ’Verses Imperiales.
piensan que es poco más que un bonito premio para ser ganado por el hombre que
sea más despiadado que el resto. Cuando le anuncian su intención de casarla con
uno de sus secuaces, un hombre conocido por su crueldad, Carina sabe que tiene
que moverse cuanto antes para huir. Sin embargo, conseguir información secreta
para la Federación ha servido de mucho durante años, y apela a ellos para que la
ayuden.
Espera ser rescatada por un hombre que había sido su enemigo. Pero no está
preparada precisamente para cuan intensa sería la atracción hacia Daniel Haws.
Nacidos como adversarios de rangos diferentes, y corriendo por sus vidas, ahora se
necesitan el uno al otro para sobrevivir, aferrándose a lo único que tienen en
común: un deseo creciente que es peligroso, irresistible e insaciable…
Crónicas de la Federación
Esta es una serie romántica erótica futurista ambientada en diferentes
’Verses de la Federación y su territorio enemigo, el ’Verse Imperial.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Carina está acostumbrada a llevar una máscara. Su padre y sus hombres
4
El Club de las Excomulgadas
Cada historia es independiente, pero hay un arco de la historia que abarca
los libros que tratan de los disturbios dentro de cada vez más territorio de la
Federación democrática y como se fragua una guerra entre las dos partes.
La mini-serie: PHANTOM CORPS se centra en la inminente guerra con los
Imperialistas mientras un ultra secreto equipo de operaciones especiales se encarga
de hacer lo que tiene que hacer para evitar una guerra a gran escala.
Nota Aclaratoria
Esta serie es un Spin Off de la serie “Crónicas de la Federación”. Recomendamos
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
leerlas en orden para comprender mejor la historia.
5
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Uno
No había otro sonido más que una respiración pesada, y entonces, una
inspiración ahogada convertida en gorgoteo. Normalmente, el sonido habría caído
en oídos sordos, ya que simplemente hacía su trabajo y luego se iba. Pero, por otra
parte, normalmente, hubiera sido más rápido, anónimo, por lo que el objetivo no
habría sabido que lo golpeó, aun cuando su vida se terminara.
Hoy, Daniel rompió las reglas y dio un paso más cerca en la oscuridad
amenazante. Quería que Saul Kerrigan viera su rostro, que supiera que moría
porque Daniel lo decidió así. Que supiera que estaba muriendo por lo que había
de Daniel.
Saul Kerrigan era un traidor.
El cuchillo cumplió con su trabajo como siempre lo hacía. Mortalmente
agudo, se deslizó entre las costillas, moviéndose infaliblemente hacia el objetivo.
Fue entonces cuando Daniel hizo una pausa para quitarse la máscara de la cara.
Los ojos de Saul se ampliaron con el miedo y el reconocimiento. Bien, incluso si era
demasiado tarde.
Daniel puso los dedos sobre los labios de Saul.
—Shh. No te queda mucho tiempo. —Esos ojos llenos de miedo se
ensancharon—. Sé que estás sorprendido, Saul. ¿Creías que podrías evitar a la Casa
Lyons para siempre? ¿Pensaste en asociarte con el Imperio y que no te pillarían?
¿Pensaste que podías torturar y abusar de mi hermana sin consecuencias? —La voz
de Daniel era plana, sin emociones, así como la rabia pintaba su visión, rabia
porque este hombre había dañado a la persona que más amaba en todos los
’Verses1.
1
’Verses: una división geográfica más grande que una región, y que podría ser un mundo, aunque no lo sabemos exactamente.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
hecho. No sólo por los ciudadanos de la Federación sino, también, por la hermana
6
El Club de las Excomulgadas
Negó con la cabeza cuando Saul cayó de rodillas, su vida con el pulso de su
corazón más lento. Su sangre se deslizaba entre sus dedos, derramándose por la
tierra hambrienta y seca a sus pies.
Burlonamente, Daniel suspiró, poniéndose en cuclillas y descansando en sus
talones.
—En este momento estás preguntándote cómo te encontré. ¿Cómo podrían
permitirme que te hiciera daño? Estás indignado. Después de todo, soy un inmundo
no clasificado —Daniel se echó a reír sin alegría—. ¡Igual que tú!
Daniel quiso recordarle a Kerrigan que había empujado a Roman
demasiado lejos y que había sido despojado de su Rango. Saul estaba aún más bajo
—¿Hasta dónde has caído? Ya que estamos aquí tú y yo solos, Saul, te
contaré un secreto. Me tomó más trabajo de lo que hacen mis encargos habituales,
pero aun así no más de un mes estándar. Sabía que tú habías huido. Le dije a
Roman que nunca estarías satisfecho con una vida sencilla. Me imaginé que habrías
esperado más tiempo que este, sin embargo. Tsk2. Pero te encontré. Y ahora mi
trabajo está hecho. Los ’Verses estarán más limpios cuando tu mancha haya sido
quitada.
Daniel limpió su cuchillo en la espalda de Saul. Este se retorció inútilmente.
—No luches así. Eso sólo apresurara que te desangres. Te estás muriendo,
Saul, realmente vivirías mejor estos últimos momentos. Volviendo a lo que te decía.
Te encontré porque alguien de tu gente te engañó. Los créditos hacen mucho
trabajo en mi negocio. Oh sí, mi negocio, Saul. No soy el niño impotente que casi
fue a la cárcel porque defendí a mi hermana de tus compatriotas cuando la
violaron. Soy algo que tú no puedes ni imaginar, aunque seas una bestia cruel y un
cobarde mentiroso. Este es mi trabajo, Saul Kerrigan. Tú y tu familia me hicieron
de esta forma. Mi hermana diría que este es un caso clásico de ironía. Pero creo que
2
Tsk: Sonido que demuestra decepción.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
en el escalafón que Daniel, ya que este era un oficial en activo del cuerpo militar.
7
El Club de las Excomulgadas
es el destino. Así completamos el círculo. No es que esto importe. Tienes menos de
un minuto de vida, así que disfrútalo mientras puedas. Sé que apreciaré este
momento por el resto de mis días. Que son, estoy contento en recordarte, mucho
más largos que los tuyos.
Se puso de pie. Había atraído a Saul al medio de la nada, profundamente
dentro de los desiertos de Edge3, y aquí es donde lo abandonaría. Una tormenta de
arena estaba a punto de levantarse y limpiaría su cuerpo hasta los huesos.
Todo habría terminado para ese momento a tiempo. Había más personas
como Saul Kerrigan. Hombres y mujeres de las Familias y Clasificados que habían
vendido información a los Imperialistas. Esa información había sido usada para
matar a su propia gente, gente inocente en sus trabajos o en su tiempo de ocio. Saul
sentimiento de bienestar y logro cuando lo había matado. Normalmente, estaría
alarmado. El asesinato no era algo que nunca hiciera por placer. Esta vez
significaba algo más personal. Sí, había hecho su trabajo, había hecho a la
Federación más segura, pero más que eso, había borrado un mal recuerdo para
Abbie, erradicando una amenaza para uno de los seres más queridos de Daniel.
Después de inclinarse para asegurarse de que el trabajo estaba hecho, Daniel
colocó la máscara en su lugar y se alejó, en dirección a las dunas donde había
dejado el animal de carga en el que había llegado. El transporte en el cual Saul
había llegado, había desaparecido, eliminado por una de los hombres de Daniel.
Estaría fuera del ’Verse al final de la hora y Saul Kerrigan no vendería más
secretos.
Pero alguien lo haría. El trabajo de Daniel no había acabado.
*****
—Ah, sí, entra, Daniel. ¿Estás buscando a Abbie? Está descansando arriba.
Sé que estará contenta de verte. —Roman Lyons contestó a su propia puerta, y esto
3
Edge: Tierras del borde o límite.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
no era el primero, tampoco sería el último. Pero Daniel había sentido placer, un
8
El Club de las Excomulgadas
todavía sorprendía a Daniel. El hombre más poderoso de los Universos Conocidos
casi lo había tirado todo por la borda para casarse con su hermana, Abbie, menos
de un año antes. En el libro de Daniel, eso lo hacía casi lo bastante bueno para
Abbie. No había duda que Roman era un gran líder, un hombre al que Daniel
seguiría sin dudar. Y sin duda también era un amigo.
Y ahora que Abbie estaba en los primeros días de su embarazo, Roman,
aunque ya tenía dos hijos adultos, la idolatraba totalmente. Daniel no podía hablar,
realmente, él también la adoraba. Abbie era su mejor amiga, la persona con la que
siempre había sido capaz de contar. ’Verse tras ’Verse de jodidos y egoístas
traidores, eso quería decir algo.
—Roman, buenas tardes. —Caminó por la magnífica entrada, entregándole
Abbie, estuve con Wilhelm y pensó que debería informarte.
La mirada de Roman se entrecerró ante la mención del alto mando militar.
—Bien. ¿Por qué no vienes a mi despacho? Una vez que mi encantadora
novia oiga que estás aquí, tendré que luchar contra ella por estar a solas contigo
durante cinco minutos. —Hizo una pausa en su camino por el invernadero,
finalmente, riendo con Daniel—. Sí, está bien, sonó mal. Pero sabes lo que quiero
decir. He estado con tu hermana demasiado tiempo. Estoy empezando a ver todo
como algo sucio o gracioso. Una manera bastante divertida de ver el mundo.
—Es una mala influencia para todos nosotros, Roman. Gracias a los dioses
—dijo Daniel secamente cuando entraron en el despacho de Roman de su casa y
este estableció las cerraduras de seguridad detrás de ellos.
Una vez que se colocó tras su escritorio, Roman extendió sus manos hacia
fuera, buscando las palabras.
—He pasado por esto antes. Lo del embarazo. No es como si creyera que es
débil. Ella no lo es. Es sólo…
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
su abrigo, que sin duda se lo daría a uno u otro criado—. Antes de que vaya a ver a
9
El Club de las Excomulgadas
¡Ah, lo personal primero! Daniel asintió con la cabeza. Conocía el pasado de
Roman y se dio cuenta que esto era difícil para él a múltiples niveles.
—Sé que el parto contribuyó a que tu primera esposa comenzara a tener
problemas de salud. No tienes que ser El Lyon aquí conmigo, con ella y con tus
hijos. Estoy también preocupado por ella. —Se encogió de hombros—. Estará bien.
No hay nada más que se atreva a tropezarse sobre ella. Es prácticamente
indestructible.
Roman perdió un poco del miedo de su rostro y luego suspiró.
—Sí. Sí. Lo sé. Es sólo que es tan pequeña y tan frágil. Pero tienes razón,
por supuesto. Puede ser pequeña, pero es fuerte y francamente, no puedo imaginar
pasó a un asunto nuevo—. Dime entonces.
—Ya está hecho. Lo rastreé en Asphodel, aunque el por qué estaba allí es un
misterio. Alguna de nuestra gente lo investiga. Hay algo que continúa ahí en el
Edge. No te aburriré con detalles; Ellis me dijo que te contará sobre esto cuando
tengáis vuestra reunión habitual.
—Las cosas están cambiando. He llegado a creer que nuestra situación sólo
se hará mucho más oscura. Lamento que pedirte que hagas estas cosas, pido a toda
mi gente que haga cosas que les resultará muy difíciles de superar. Lo siento, pero
es verdad, y sigue siendo necesario. —Roman se recostó y estudió a Daniel durante
un largo momento sin hablar.
Daniel permaneció en silencio, dejando que Roman procesara lo que
infiernos quisiera ordenarle hacer. Prefería la acción. Las excusas nunca salvaron a
nadie. Por otra parte, él no tenía la presión que Roman tenía.
—Debido al nuevo reto al que nos enfrentamos, necesitaremos nuevos
enfoques y nuevos liderazgos. He dejado saber a Wilhelm que tú puedes darme mis
sesiones de información en el futuro. Él se rio y rio, y me dijo que te lo tendría que
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
a un bebé más afortunado que el que ella está llevando. —Y con la misma rapidez,
10
El Club de las Excomulgadas
proponer a ti, ya que era, según sus propias palabras eso sí, un acuerdo de mierda
porque Roman Lyons es un dolor en el culo.
Daniel no tenía ningún problema imaginando a Wilhelm Ellis diciendo
precisamente eso. Se sentía honrado y orgulloso de lo que había logrado, así como
él, también, sentía el inicio de algo verdaderamente siniestro.
—Gracias Roman, me siento honrado. ¿Esto es debido a mi hermana? —
Bromeó, con la esperanza de disminuir la tensión un poco.
Roman simplemente le contempló, elevando una ceja.
—Tu hermana está sobre mí todo el tiempo para que te aleje del peligro. Es
Sonrió abierta y rápidamente antes de continuar otra vez—. No, creo que eres una
persona increíblemente calificada. Ya eres la mano derecha de Wilhelm, tu grupo
es parte integral de lo que hacemos. En este momento, con las cosas tan extremas,
te necesitamos sobre el terreno, quiero saber por ti directamente sobre lo que
Phantom Corps hace. Nuestro enfoque debe cambiar a la defensa y planear un
ataque. Los equipos especiales son más importantes ahora de lo que alguna vez
fueron.
Estaba indudablemente complacido y se sintió halagado por tal subida de
posición.
—Sí, señor. Por supuesto. Mi agenda, como sabes, puede ser errática, pero
espero que podamos trabajar a pesar de ello.
—Podemos. Seré totalmente feliz de ser el dolor en el culo de Wilhelm
cuando estés fuera del ’Verse.
Daniel se preguntaba lo que había sucedido entre los dos poderosos hombres
para haberles unido tan profundamente. Él tenía su propio tortuoso, complejo y no
menos profundo vínculo con Wilhelm Ellis, no estaba seguro que Ellis tuviera nada
más que relaciones complejas con la gente.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
algo bueno que tu trabajo sea secreto o ella mordería mi culo sobre este cambio. —
11
El Club de las Excomulgadas
—¿Algo más?
—Estoy preocupado por los acontecimientos en el Edge. Mantenme
informado de las cosas según vayan sucediendo. Quiero saber por qué ese pedazo
de basura estaba tan lejos.
—Como sin duda ya sabes, ha habido un notable aumento en el negocio de
asesinos a sueldo en el Edge. Más delitos de armas cada día. Más arrestos. Estamos
observando y escuchando, pidiendo favores y tratando de resolverlo. Estamos de
acuerdo en que algo se está gestando, tenemos todos los recursos disponibles en
ello. Supongo que Ellis tiene sus otros equipos en esto también.
Daniel sabía que había cosas que no se le dijeron. Así era como sucedía en
de Ellis. De todos modos, le gustaría saber cuál era el panorama general, y esperaba
que este nuevo aumento de responsabilidades y de posición le permitiera saber más
sobre que infiernos estaba pasando.
—Espero que consigas una sesión informativa con Wilhelm sobre todo lo
que estamos reuniendo ahora. Tu nueva posición llevará que la autorización sea
más alta. Vas a ser el enlace con algunas de las otras ramas del Cuerpo,
coordinando equipos especiales. Dejaré los detalles para él, ya sabes cuánto
disfrutará de sacar todo esto con gran drama.
Daniel asintió con la cabeza y luego se sacudió cuando el timbre de la puerta
de la oficina sonó.
Roman suspiró, no sin afecto.
—Creo que tu hermana se ha dado cuenta de que estás aquí.
—Es muy difícil para ella, siendo tan tímida y todo eso. —Daniel abrió la
puerta, ella casi se cayó sobre su cuerpo, por lo que la sostuvo, con cuidado y la
besó en la parte superior de la cabeza.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
su trabajo. A pesar de que tenía una excelente autorización, no era tan alta como la
12
El Club de las Excomulgadas
—No puedo creer que vinieras a verle antes de venir a verme a mí. —Su cara
tenía una redondez que antes no había tenido. El embarazo le sentaba bien. La
felicidad le convenía.
—Un asunto apremiante. Y ahora está fuera del camino, así que puedo estar
contigo. —Tomó su mano—. ¿Roman dijo que no te sentías bien?
—Asunto apremiante, mi culo embarazado. Vosotros dos estabais siendo
furtivos. —Resopló. Lo condujo a una habitación que había convertido en un
espacio íntimo para la familia. Mercy, el ama de llaves de la casa, una mujer que
era como un miembro de la familia, se precipitó dentro, chasqueó la lengua cuando
vio que Abbie se había levantado, ordenó que se sentara y se dirigió de vuelta para
—Preciosa. Tú crees que todo en lo que no estás directamente implicada es
furtivo. Trabajábamos. Y ahora ya no —dijo Roman, dejando caer un beso en la
sien de su esposa.
La forma en que ella era con Roman, le dijo a Daniel que era una unión
para siempre. Ella le provocaba, jugaba con él, le trataba como un compañero, su
hombre, en vez de como una figura insigne. Al hacerlo así, ella se arriesgaba,
arriesgando a exponer su lado suave, sabiendo que Roman nunca lo usaría para
hacerle daño a ella.
Mercy trajo un carro con ruedas con alimentos y bebidas. Bruscamente
empujó los pies de Roman de la mesa de café baja, poniendo una almohada en la
espalda de Abbie.
—Es más agradable con ella que conmigo —refunfuñó Roman.
Abbie le guiñó a Roman.
—Es mi brillante personalidad. O ella tiene amor por las mujeres nauseosas,
que gruñen cuando tienen arcadas.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
preparar un refrigerio.
13
El Club de las Excomulgadas
Mercy se reía cuando dejó el cuarto.
Daniel se estremeció.
—Siento eso. ¿Es tan malo? ¿Puedo ayudar?
—Es lo común. No soy la única mujer que alguna vez se haya sentido así.
Debería pasarse a medida que vaya adelante el embarazo. Mercy ayuda. Mai,
también, por supuesto. Tengo cuidado. Te ves muy bien. —Le miró con atención—
. Pero no lo suficientemente apuesto como para salirte con la tuya por haber pasado
una semana entera sin venir a visitarme.
Él puso los ojos en blanco y comió alguno de los alimentos dispuestos para
de todo. Un hombre tenía que comer para mantenerse fuerte.
—Lo siento. ¿Cómo puedo atreverme a hacer mi trabajo, cuando mi
hermana está aquí en este palacio y podría haber necesitado un masaje en la
espalda?
—Estoy totalmente de acuerdo, Daniel. —Abbie le guiñó un ojo.
—Dime lo que estás haciendo estos días. No eres una señora ociosa, nunca
lo serás. —Daniel lamentaba que no fuera así a veces, pero Abbie era impulsiva y
comprometida, llena de pasión y realmente no podía imaginarla de ninguna otra
forma.
—Ah, ya sabes, agitando a los amigos de Roman, a los enemigos, también.
Haciendo que todos los Clasificados me escuchen. Eso me divierte, por supuesto, es
un extra. Nada mejor que ver a algunos de estos irritantes viejos bastardos teniendo
que escuchar cortésmente a la chusma. —Ella se rio, completamente encantada—.
Estamos trabajando mucho, mi pequeño grupo. Cuando no hago eso, estoy aquí,
repantigándome, la gente me sirve alimentos y bebidas, mientras cuestiono a
Roman. Buenos tiempos.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
ellos. Por supuesto, Abbie lo acusó de engullir, pero realmente masticaba después
14
El Club de las Excomulgadas
La risa sorprendida de Roman hizo que los ojos de Abbie se iluminaran, y su
conexión fuera reforzada, se calentara. Esto avergonzó a Daniel incluso mientras lo
envidiaba, quería para sí lo mismo, quería una mujer que lo mirara como si fuera lo
mejor del mundo.
—Vi los canteros elevados que has preparado en el huerto de Mai. Buen
trabajo.
Casi se sonrojó.
—Ella los necesitaba. Yo tenía la materia prima y el tiempo.
—Le distes una manera de cultivar el huerto de nuevo sin sobrecargarla en
Está bien, ya sabes, ser amable con tu madre.
—¿Eso significa que puedo tirar a nuestro padre por la ventana?
—¡Ja! No. —Roman interrumpió—. Si mi padre viene para intimidarme y
actuar como un viejo gruñón en mi trasero, el tuyo vivirá. A pesar de que mentiría
si dijera que no lo he imaginado con mi puño plantado en su boca.
Daniel se rio esta vez.
—¿A mi padre o al tuyo?
—A ambos. —Roman se encogió y agarró un bocadillo de la bandeja.
Para el momento de irse, los ánimos de Abbie estaban altos y estaba rodeada
de las personas que amaba. Eso lo dejó contento. Su otra hermana estaba recién
casada y feliz, su madre estaba sana y prosperando en su negocio, su pequeño y
frívolo hermano se había hecho un hombre importante en la política. No tenía
miedo real por él mismo. Había aceptado los caprichos de su trabajo hacía mucho
tiempo. Pero quería que la gente que amaba estuviera a salvo de cualquier daño.
Sabiendo que eran felices, le hacía la tarea de dejarlos ir más fácil.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
exceso. Fue un hermoso regalo, Daniel. —Abbie lo observaba mientras comía—.
15
El Club de las Excomulgadas
El cielo estaba despejado, las estrellas brillaban en la distancia. Su mente
revoloteó brevemente a los últimos momentos con Saul. No a su muerte. No
porque hubiera sido ordenado. No por estar hecho. No, por la posición, a los por
qué de la presencia de Saul Kerrigan en Asphodel.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Cambió el rumbo, dirigiéndose al trabajo.
16
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Dos
Esta4 corrió por el largo pasillo, con la esperanza de no ser notada. Había
estado en ello el tiempo suficiente como para haber dominado el arte, había sido un
miembro de la familia de su marido el tiempo suficiente para temer al fracaso.
Había estado en las cocinas, supervisando los detalles para la comida que su esposo
había pedido para veinte invitados, cuando había oído algo que la había inquietado.
Una de las chicas de la despensa había dicho algo sobre asegurarse de tener
suficiente vino a mano para los brindis. Cuando el chismorreo había comenzado, la
palabra esponsales había saltado un par de veces como conjetura.
monstruos, para casarse con Carina le había empujado a la acción.
Así que se encontró dirigiéndose hacia las oficinas de recepción para tratar
de hablar con él sobre el tema. Probablemente no serviría de nada esta vez. Ella lo
había contenido antes pero, con el paso los años y la creciente estupidez en las
decisiones de su marido en sus comportamientos hacia la Federación, estaba cada
vez menos, atendiendo a razones. Y él necesitaba, cada vez más, a su hija como
una moneda de cambio para mantener a sus hombres en línea.
Su corazón latía tan fuerte que se sintió débil y necesitó frenar el paso. Y
gracias a los dioses, lo hizo, porque su marido estaba en el pasillo, a la vuelta de la
esquina, hablando con alguno de sus mejores hombres. Esta quería evitar la
audiencia. Ciro podía ser más agradable cuando estaba solo.
Ella se encogió, encajándose a sí misma en uno de los rincones con tapices
que cubrían las paredes.
Hartley Alem, uno de los ministros de Ciro dijo:
4
Esta: Aunque parezca raro en nuestro idioma, es un nombre de mujer en este relato.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
El pánico de que su marido hubiera elegido finalmente uno de sus
17
El Club de las Excomulgadas
—Creo que tenemos suficiente liberiam para seguir adelante con las pruebas
ahora.
—No hemos tenido el tiempo para limpiar el área completamente aún.
Dame una semana más. La estación está muy cerca de un área densamente
poblada. —Esta no estaba completamente segura de quién era, pero parecía que era
uno de los llamados nuevos ministros de ciencia que Ciro había tenido colgados a
su alrededor en los últimos tiempos.
—Hay más ganado, de donde salió ese. El Imperio está repleto de gente.
Cualquiera de ellos será tan bueno como cualquiera para limpiarlo. —Alem. Esta
frunció los labios.
—Yo estaba pensando más en que los testigos no serían algo bueno. Hasta
que no reunamos el resto de los materiales que necesitaremos, el laboratorio debería
ser capaz de actuar sin ser supervisado demasiado.
¿En qué, en nombre de los dioses, estaba metido su marido ahora?
—Mientras más nos demoremos, más tiempo nuestra justicia será negada —
argumentó Alem.
—Hartley, tienes que calmarte. Conseguiremos nuestros resultados, tú
puedes mantener tu programa en marcha mientras tanto. Caine, continuará
moviendo al pueblo a distancia, pero poco a poco y silenciosamente por el
momento. Tú tienes tu semana.
—Gracias, señor.
—Tenemos una audiencia que soportar. Vamos a conseguir que se haga.
¡Guardia! Llama a mi hija. Dile que me gustaría verla en mis cámaras de
audiencias antes de que esta hora termine.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Una garganta se aclaró.
18
El Club de las Excomulgadas
Ellos se alejaron, su conversación apagándose mientras lo hacían. Esta tenía
que moverse y hacerlo rápidamente.
Echó una ojeada desde donde estaba y luego a la vuelta de la esquina. Nadie
estaba allí, así que corrió pasillo abajo y caminó a las oficinas privadas donde su
marido trabajaba. O fingía trabajar mientras los demás destruían sus ’Verses, uno
tras otro, todo por avaricia.
Él tenía una ayudante personal, pero no estaba. No era sorprendente,
considerando que su único trabajo era atenderle a él, y lucir bonita. Mejor ella que
Esta.
Usó el teclado numérico para entrar al lugar y cerró la puerta. El miedo
ahora, le impidió salir corriendo del cuarto. Lástima que Ciro no tuviera un
asistente personal que pudiera servirle y mantenerle organizado.
Su escritorio era un caos de chips de datos y archivos, de discos e informes
tirados a un lado. Agarró varios de ellos, incluso uno que llevaba el distintivo de
Alem. No estaba segura de lo que encontraría, pero no podía tenerlos todos, y no
había tiempo para usar su lector, así que tomó los discos con la calificación de color
más alta para autorización de seguridad y uno con el sello del ministerio de ciencia.
Nadie la vio salir. Los pasillos estaban vacíos hasta que llegó cerca de la
residencia y las áreas que eran permitidas al público. No es que nadie tuviera en
mente detenerla, era la primera esposa, abandonada después de que sus hijos
hubiesen fallado en llegar al poder.
Ellos pensaban que no lo sabía. O peor, que ella realmente lo sabía y se
preocupaba. No le importaba porque él la dejó en paz. Nunca había tenido ninguna
falsa idea de que él la hubiese amado. Cumplió con su deber, un deber para el que
había nacido, y dio a luz a sus hijos. Por deber y luego, cuando ella comenzó a criar
a esos hijos, por amor.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
mantenía su piel húmeda, pero al darse cuenta que tenía que actuar y hacerlo
19
El Club de las Excomulgadas
Fue el amor lo que la mantuvo en movimiento hacia sus aposentos
personales donde podría guardar en secreto las cosas que había robado. Y el amor,
aún, por su pueblo, lo que la llevó a hacer todo lo que se necesitaba hacer con la
información que había encontrado.
A pesar de la citación que había recibido de su padre, Carina se quedó
mirando por las ventanas de su dormitorio, observando la línea larga y empinada
del terraplén y el patio de abajo. Los soles del final de la tarde enviaban calor a su
cara, incluso a través del cristal oscuro. Un calor que no sentía en su interior. Por
dentro sentía frío. Siempre frío, alerta, intrigante, escuchando y manteniendo su
máscara firmemente en su lugar. El castigo por un paso en falso era algo que
mantenía cerca de su corazón en cada momento del día.
llevaba a la sombra de los arcos y de los edificios. Estarían congregados en los cafés
y tabernas hasta la primera puesta del sol, cuando el calor bajara. Las tabernas eran
estridentes, llenas de ruido, risa, el olor intenso de las especias usadas para el vino
caliente. Siempre había querido pasar algún tiempo en una, pero lo más cercano a
eso que consiguió, fue observar desde más allá de la plaza o a través del plasglass5.
Con los años, había mirado la vida mucho más a menudo que haberla
vivido. Mirar era su placer culpable.
Una especie de anhelo silenciado se apoderó de ella, como siempre, cuando
miraba la escena de abajo, preguntándose cómo se sentían ellos, si alguno se sentía
normal o completo.
Lo que más deseaba era el momento en su vida cuando no tuviera que fingir.
El agotamiento por mantener una identidad falsa cada momento en que estaba
despierta se había apropiado de su vida de un modo que odiaba, pero no podía
hacer que se detuviera. Buscó en sus recuerdos y se dio cuenta que no podía
encontrar un tiempo en el que no temiera constantemente por su vida.
5
Plasglass: Una especie de cristal.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
No muchas personas estaban fuera en ese momento del día. El calor los
20
El Club de las Excomulgadas
Resopló. No servía de nada estar malhumorada, no podía permitirse ese
lujo, de cualquier modo. Compadecerse de sí misma, nunca hizo que nada fuera
distinto, nunca hizo nada mejor. En realidad, su vida era mucho mejor que la de la
mayoría, necesitaba recordárselo.
Tomando una respiración profunda, bebió un sorbo de su vaso de zumo y
siguió mirando la escena de abajo, reflexionando sobre los cambios. Antes había
estado fuera, al volver del cuarto donde enseñaba matemáticas a algunos de los
niños locales. Se detuvo en un puesto, uno de sus favoritos donde una pareja traía
calabazas recién recogidas y frutas purri. Hoy, sin embargo, allí había un puesto de
pan. Su pareja de agricultores no habían ido y todos fingieron no notar la
diferencia. El haber tenido que aceptarlo había cortado a través de su corazón.
Cada vez que algo así pasaba y nadie hablaba de ello, erosionaba la sociedad aún
no podía lavarse.
Algo en su interior se había roto. Las grietas se habían ensanchado, y se
preguntó qué podía hacer para sentirse entera, trató de recordar si alguna vez lo
había estado, y falló.
Los suaves carrillones de sus puertas externas sonaron cuando alguien entró
a la suite. Carina alzó sus ojos y atrapó la vista de su madre de pie en la entrada,
pequeña y frágil, retorciéndose las manos.
Las apariencias engañaban. Esta Fardelle había sobrevivido a un
matrimonio con un hombre como Ciro desde la tierna edad de los catorce años
estándares. Había logrado mantenerse viva, había logrado quedarse un paso por
delante de un bruto como el padre de Carina, porque era muy buena cumpliendo su
papel, algo que había inculcado en Carina desde una edad muy temprana. Por su
madre, ella estaba viva y era amada. Era algo importante, y haría bien en no
olvidarlo.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
más. Ella era tan culpable como cualquier persona, y la arrastraba a suciedad que
21
El Club de las Excomulgadas
—Carina, tu padre te llamó hace tiempo, no puedes retrasarte mucho más.
—Hizo una pausa—. Querida, se cuidadosa hoy. —Esas tres últimas palabras
pusieron a Carina en alerta. ¿En qué estaba su padre?
Con los presentimientos rodeándola, Carina se levantó, alisó el vestido que
se había colocado apenas unos minutos antes. Contempló su pelo, pálido como la
luz de la luna, como el de su madre, asegurándose que los rizos colgaban bien. Sus
ojos, de color marrón oscuro, como los de su padre, le devolvieron la mirada,
pareciendo tan indiferentes como ella se sentía. Así no funcionaría. Se pellizcó sus
mejillas y respiró hondo cuando tiro de la Carina Fardelle que conocía su padre
como armadura. Empujó sus pensamientos muy lejos y permitió una sonrisa
petulante en sus labios. La mujer que vio ahora era arrogante, segura, mimada y
Siempre fue consciente de ello, por supuesto. Pero, había habido un nivel de
actividad dentro de los muros que la había irritado en los últimos tiempos. La gente
alrededor no era la habitual. Ese cerdo de Hartley Alem y su gente les visitaban con
mucha frecuencia. Algo pasaba y ella no sabía qué. Teniendo en cuenta el
comportamiento loco de su padre en estos tiempos, no podía ser nada bueno, sin
embargo.
—Vayamos entonces.
Pasó por delante de su madre y salió al pasillo. Dos de los mejores soldados,
en el sentido de crueles y leales, de su padre la acompañaban a todas partes, con el
pretexto de protegerla. Carina pasó la mayor parte de su vida asegurándose que lo
sintieran de esa manera en vez de sospechar de ella. Su padre nunca confiaría en
nadie pero, siempre y cuando no la considerara demasiado sospechosa, ella
permanecería segura. La gente desaparecía en su mundo todo el tiempo: la pareja
del puesto de frutas, un vecino del cual nunca se había vuelto a saber nada más, un
maestro que de repente se marchó sin avisar y dejó sus pertenencias en su piso, una
criada o un cocinero. Su abuela. Un día ellos estaban allí y al siguiente se habían
ido. Desde que podía recordar, el miedo a despertarse y haber desaparecido había
vivido dentro de ella.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
criada para ser un bonito ornamento.
22
El Club de las Excomulgadas
Caminaron en silencio por el largo pasillo hacia las habitaciones de su padre,
donde celebraba las audiencias. Era más como un salón de trono, pero no tenía
importancia de cualquier modo. Los ’Verses Imperiales le mantenían como un rey,
y era exactamente como le gustaba estar. No es que nadie se atreviera a desafiarle,
en cualquier caso. El sentido del deber había sido sustituido por el temor de
destacar, llamar la atención y terminar en una celda en cualquier sitio. Gobernaba
porque todo el mundo tenía miedo a acusarle. Esa clase de gobierno nunca duraba.
El plasglass contenía el calor de los soles gemelos y los protegía contra los
cohetes y otros artefactos incendiarios que los atacantes pudieran haber usado si
llegaban lo suficientemente cerca del santuario interior del complejo, donde los
Fardelle vivían y trabajaban. El aislamiento que proporcionaban mantenía el
interior fresco, pero aún dejaban pasar la luz suficiente para que brillara sobre los
ocupando el cargo de Comandante Supremo de los Universos Imperiales.
En un momento de su vida, había estado orgullosa de esto. Se había sentido
orgullosa de ser parte de algo tan importante como de la construcción de los ’Verses
Imperiales y de la protección de su gente. Y entonces había comenzado a saber algo
más de lo que se le permitía a sus tutores enseñarle. Su hermano mayor, Vincenz,
había huido de su vida aquí, según algunas versiones estaba en algún lugar del
territorio de la Federación. Su retrato había sido eliminado de todos los lugares
públicos, su nombre, su misma existencia, borrada. Y luego su hermano menor
había fallecido al ser golpeado por una repentina enfermedad que lo había
devastado, matándolo en sólo cuatro horas estándares.
Su madre había luchado por mantener la compostura, pero nunca había sido
la misma. Se había desvanecido cada vez más desde la mujer vibrante con la que
Carina había crecido, ahora era una pálida sombra.
Ninguno de ellos había sido el mismo.
Fue precisamente entonces cuando había empezado a encontrar trozos de
información del exterior. Clips de vídeo y audio con informes del Gobierno de la
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
pisos negros y reflejaran escudo tras escudo, generación tras generación de Fardelle
23
El Club de las Excomulgadas
Federación. Cada pocos días, a veces una vez al mes, a veces nada por largos
períodos de tiempo o a veces cuatro trozos en un día. Se había empapado de todo,
los había compartido con su madre, que le había confesado sus propias lealtades
divididas.
Ella se volvió hambrienta de más, de la verdad de todo esto, aun cuando eso
la había cortado hasta el hueso. Buscando tanta información como podía con la
mayor seguridad posible. El mundo de más allá de sus fronteras la desbordaba, se
sintió conmovida, destrozada, desolada y luego rehecha en otra persona. Alguien
más fuerte. Quería hacerse cargo después de que su padre muriera o abandonara el
asiento en la cabecera de la mesa. Buscaría corregir sus errores. Era una Fardelle
que creía en el deber, honor y lealtad. Pero él no tenía planes de irse en un corto
El hecho innegable es que ella era una mujer y eso la hacía incapaz de
gobernar. En virtud de su nacimiento, había sido juzgada inútil para cualquier cosa,
salvo para esposa y madre.
Su hermano lo sería por ser el hombre y ella no. No el hermano mayor el
cual debería dirigir de forma legítima, no su Petrus que había desaparecido hacía
tiempo, el cual sólo había sido un niño pequeño cuando había muerto. No, el
hermano que acababa de aprender a caminar y que estaba a muchos años de usar
pantalones largos. El muchacho que era el hijo de su padre y su segunda esposa
recientemente designada, una mujer más joven que Carina, que había sido elegida
después de que ella le proveyera de un heredero del sexo masculino.
Carina le odiaba por esto. Le odiaba por decirle a ella que no era lo bastante
buena por ser de sexo femenino. Por decirle a su madre que ya no tenía ninguna
utilidad porque los hijos que ella le había dado no habían sido suficiente. Por
intimidar a su nueva esposa tanto, que ella raramente decía ni una sola palabra y
evitaba todo contacto visual. Le odiaba por ser la fuente de tanto terror y
sufrimiento, por convertirla en una recompensa, por ser simplemente quien era ella.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
plazo y a ella no le permitirían dirigir, de todos modos.
24
El Club de las Excomulgadas
La vida entera de Ciro Fardelle era principalmente magnífico teatro. Tanto
como la suya propia, supuso. Sólo que él jugaba a un juego de vida o muerte y no
parecía conmovido por ello en absoluto. Carina a menudo había pensado que su
padre actuaba como un niño que quería un pastel, pero como la historia a menudo
mostraba, tenía tanto poder que nadie se atrevía a negarle nada. Esta tendencia se
había convertido en excesos durante los últimos tres años Imperiales. Sin demostrar
ninguna indicación de que él entendiese cómo retirarse de este atracón de poder,
ella se desesperaba por el coste de su comportamiento.
Careciendo de inteligencia, pero no de codicia astuta y despiadada por el
poder, su dominio sobre el liderazgo del Imperio había sido absoluto hasta esa
ridícula agresión que continuaba mostrando hacia los Universos de la Federación.
Sólo había ido a peor ya que los antiguos asesores habían cedido el paso a nuevos
cada aspecto del gobierno de la ley Imperial y a través de todos los Universos
Imperiales.
Los hombres que lo rodeaban eran peligrosos, carentes de compasión, llenos
de una ambición de poder que la dejaban con un sudor frío cuando pensaba en ello
demasiado.
En su presencia, Carina no tenía esos pensamientos. En realidad, su vida era
una actuación, también, aunque tenía la inteligencia para comprender la gravedad
de su comportamiento. Era mejor que su padre, mejor que su grupo de hombres
duros que les gustaban infligir dolor por deporte. Pero sus nobles intenciones no la
salvarían si bajaba la guardia y cometía un error.
Cuando dio la vuelta a la esquina para entrar en su despacho, extendió la
mano, se acomodó el cabello por detrás de un hombro y alzó la cabeza. Una mujer
hermosa nunca se rebajaría. Mantuvo sus ojos en su padre en ese ridículo trono y
sonrió con un movimiento de cabeza y un aleteo de sus pestañas. Él se volvió
cálido un momento, devolviéndole la sonrisa cuando se puso de pie y le ofreció una
de sus manos. Algo en lo profundo de ella quería que fuera real, pero murió un
poco más cuando se recordó que esto nunca pasaría.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
hombres en su círculo interior. Y ahora esos consejeros controlaban más o menos
25
El Club de las Excomulgadas
—Querida Carina. Entra y saluda a Hartley Alem, acabo de firmar los
papeles que le permiten cortejarte.
La mano de su madre en la parte baja de su espalda le recordó que no dejara
a un lado la ilusión, pero era todo un logro no escupir en su cara y salir corriendo a
sus cuartos. En cambio, se giró a Hartley Alem, uno de los consejeros de su padre,
un hombre que había tramado el bombardeo de varios puestos avanzados de la
Federación, un hombre que tenía su propia cámara de tortura personal incorporada
a su casa en, el inapropiadamente llamado, Fortuna, un ’Verse a varios portales de
distancia.
Era a este hombre al que su padre la había entregado como una pieza de
joyería. No era inesperado, después de todo, había estado tratando de casarla
lo que ella era y lo que ella significaba. Era sólo una ficha para ser cambiada. Todo
ello por poder. Hartley la había deseado, su padre quería el poder que Hartley le
permitiría conservar. Así que la intercambió. Su madre la había protegido las
últimas tres veces que había intentado esto, pero ambas sabían que sucedería con el
tiempo.
Obviamente, esto era lo que su madre le había advertido. Tragando la bilis
que le había subido a la garganta, siguió adelante.
—¿Crees que eres digno de mí, Ministro Alem? —le preguntó, sorprendida
por que su voz no vacilara. En realidad él se rio y las náuseas se levantaron en ella.
Nunca había estado tan cerca de perder el control antes, nunca se había sentido tan
desamparada y a la deriva. Eso fue lo último; su límite había sido alcanzado. Esto
envió un hilo mientras furiosamente trabajaba para pasar a través de cómo se sentía
al respecto. Y entonces comenzó a planear.
Hartley le recordaba la cara plana, sumamente musculosa de los perros del
mozo de cuadra que guardaba en el recinto para acabar con las serpientes. Era
grande y embotado, trataba de ocultar su verdadera naturaleza con ropa de volantes
y tanta joyería que debería haber gemido por su peso. Sus ojos pálidos estaban
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
durante varios años. Pero todavía todo esto la sacudió. Era un recordatorio vital de
26
El Club de las Excomulgadas
brillantes cuando se movían sobre su cuerpo, retardándose en sus pechos. Un brillo
de sudor adherido a su frente, y sus dedos, cargados de grandes anillos, se movían
nerviosamente mientras él contenía su impulso, gracias a los dioses, de tocarla.
Como su esposa, ella estaría a su lado, ocupándose de él como un poco más que un
asistente personal. La idea de alimentarse de su mano le repugnaba casi tanto como
que la tocara de una manera sexual. No podía estar su destino atado a este hombre.
—Esa es mi sincera esperanza, querida. Permíteme escoltarte a la comida.
—Le tendió el brazo y ella colocó una mano sobre él, permitiéndole mostrarle el
camino al comedor dónde la comida de la tarde les esperaba.
Ella y su madre ocuparon el lugar de mayor honor que el de Aila, la segunda
esposa, pero ella parecía preferir el otro extremo de la mesa de todos modos y
sentaría allí, a la diestra de su padre y su madre, donde ahora se sentaba la madre
de Carina.
Vio su propio futuro, mientras pensaba en cómo su madre se mantenía en
sus propias habitaciones más y más, con su poder desvaneciéndose, mientras
Carina estaba demasiado lejos para ayudar y a merced de los caprichos de un bruto.
Si tenía suerte, sería capaz de convencer a Hartley de hacer que su madre viviera
con ellos en Fortuna. Probablemente tendría que quedarse embarazada antes de
que él incluso lo considerase.
Internamente se estremeció de repugnancia.
Carina se concentró en servir la comida a su padre y a Hartley. Ella
murmulló de acuerdo cada pocos minutos y empujó sus alimentos alrededor lo
suficiente para dar una apariencia de comer. Hartley parecía apaciguado por ser
servido por ella, así que volvió su atención de nuevo a Ciro, Carina dejó escapar un
suspiro de alivio.
Su vida no estaba del todo mal. Había cosas encantadoras en su mundo,
también. La gente que se preocupaba por ella, que la cuidaba. La mesa había sido
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Carina envidiaba esa distancia. Cuando el hermano de Carina se hiciera mayor, se
27
El Club de las Excomulgadas
decorada maravillosamente. Realmente amaba esta parte de su casa, adoraba al
personal que la había cuidado, que lo había hecho desde que había nacido. Vio
muchos de sus platos favoritos en el menú. Las raíces cultivadas asadas
condimentadas con aceite, rebanadas de pan fresco, pescado frito y pasteles
hermosos y dulces para terminar. Los colores y aromas llenaban sus sentidos y
sonrió, siempre atenta para mantener una sonrisa satisfecha, más que una plena
sonrisa. Pero esto la complacía, la forma en que se veía la mesa, el ritual de
compartir el pan con su propia comunidad. Todo esto sería maravilloso si sólo
estuviera con otra gente en su lugar.
Carina quería hablar desesperadamente con su madre sobre esta situación, lo
que iba a hacer al respecto. El miedo y el pánico la comían por dentro mientras
luchaba por mantener el rostro sereno. Los ojos de su madre permanecieron hacia
su atención estaba en buscar una solución para Carina. Aquella conexión, el amor
y la confianza que ellas se tenían, habían salvado su cordura muchas veces en su
vida.
Aun así, los pensamientos de su vida, su futuro, un futuro de ojos abatidos,
de cualquier deporte de cama retorcido y enfermo que prefiriera Hartley, dar a luz a
sus hijos, adoctrinarlos a la manera que todos los niños lo eran, le dio ganas de
vomitar sobre su almuerzo.
Fingió interés y habló poco, el paso del tiempo lento y pegajoso. Por suerte,
una vez que la comida había sido limpiada, la madre de Carina se levantó y sonrió
a su marido, luego a su hija.
—Creo que es hora que Carina se despida. Ella y yo tenemos planes para
esta noche. —Esta hizo una profunda reverencia—. Gracias, querido esposo, por
esta cena. Gracias, Aila, por haber honrado nuestra mesa. —Miró hacia la otra
mujer de Ciro en la mesa y se inclinó—. Ministro Alem, será un placer verte
capturar el corazón de nuestra hija.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
abajo la mayor parte de su comida, justo como su padre lo prefería, pero sabía que
28
El Club de las Excomulgadas
Alem tomó la mano de su madre y besó sus nudillos. Carina
desesperadamente quería ceder ante el estremecimiento de todo su cuerpo. En
cambio, permitió que él besara su mejilla antes de saludar con la cabeza a su padre,
y a los demás de la mesa y después seguir a su madre fuera de la habitación, con sus
guardias detrás de ellas.
*****
Su madre se llevó un dedo a los labios hasta que hubo cerrado, no sólo las
puertas externas de las salas comunes de Carina, sino también las de su dormitorio.
Su sirvienta personal barría el espacio en busca de aparatos de escucha de forma
regular, por lo que sabía que era un punto tan seguro como cualquier otro para
Carina giró, soltando su pelo de los perifollos que sujetaban la caída en
cascada de los rizos.
—No. —No gritó, no se lanzó al suelo y aulló, simplemente lo dijo con
todas sus fuerzas—. Hay cosas que estoy dispuesta a soportar y esta no se trata de
una de ellas. No sin luchar.
—Tuve el presentimiento cuando vi todo los licores que él había pedido que
se sirvieran en la comida. Pero no lo sabía con seguridad. Qué los dioses me
ayuden, Carina, él me lo ocultó, de haberlo sabido te lo habría dicho. Había
planeado hablar con él acerca de esto antes, pero estaba rodeado de su gente, y me
distraje con otra cosa.
Lo último que quería hacer era añadir a la lista de su madre, cosas por las
que se pudiera sentir culpable.
—Ya lo sé. Nunca pensaría en cualquier otra cosa. Pero eso no importa. Tú
no podrías intervenir siempre. Tenía que suceder en algún momento. Nada de eso
cambia lo que está pasando en este momento.
Su madre la tomó en un abrazo, besando sus mejillas.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
hablar abiertamente.
29
El Club de las Excomulgadas
—Tienes razón. Esto se moverá a un ritmo rápido. Hartley Alem no se
dejará llevar, te ha deseado desde que sólo eras una muchacha y tu padre lo
necesita ahora más que nunca. —Esta comenzó a caminar.
—¿Ahora que se ha pasado y ha estropeado esta situación completamente
con la Federación quieres decir? —susurró Carina con dureza.
Su madre tragó con fuerza y asintió con la cabeza.
—Las escaramuzas en la frontera empeoran con la marea. Nos conduce a
una guerra que costará muchas vidas. No tienes ni idea de lo que es capaz. De lo
que planea. Este ya no es el lugar para ti. Tengo algo. Sé dónde podríamos
conseguir un poco de ayuda. Deberíamos ser capaces de comprar tu camino al otro
¿Podría hacerlo? ¿Estar libre sin un hombre que odiaba y temía desde antes
de aprender a caminar? ¿Estar libre de un sistema aparentemente obsesionado con
la represión de sus ciudadanos con tal brutalidad que le robaba el aliento? Sí.
Carina había dado trozos de información a Claira, su criada, durante los
últimos años. Carina tenía un fuerte presentimiento de que Claira sabía de Vincenz
de alguna manera. Nunca habían hablado de eso o de lo que hacía con la
información que ella le entregaba. Eso podría significar tortura y muerte para
ambas si lo descubrían. Pero desde el momento que Carina había averiguado las
inclinaciones de Claira y ella había dejado caer su capacidad de ayudar aquí y allá,
Carina había sentido un poco de esperanza cada vez que había enviado un paquete
fuera.
—¿Qué es? —preguntó silenciosamente, acercándose a su madre.
—No puedo decir todo lo que es. Los datos están codificados más allá de lo
que puedo descifrar sin el adecuado programa de descodificación. Lo que pude ver
en los documentos, es que los datos se refieren a sus principales proyectos. Están
construyendo algo. Hay referencias a un laboratorio. Él ha tenido a esos hombres
de su llamado ministerio de ciencia por aquí. Es lo suficientemente serio para que él
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
lado. —Al otro lado hacia la Federación.
30
El Club de las Excomulgadas
lo haya puesto con un programa de codificación más complicado como ninguno
que haya visto antes.
El respeto de Carina por su madre sólo creció, pensando en cuanto había
estado aguantando a su propia manera contra la tiranía de Ciro Fardelle. Si su
madre tenía miedo a esto, cualquier cosa que fuera, en efecto, sería muy malo.
—Está bien. —Tendría que moverse ahora, pasara lo que pasara. Tenían que
entregar esa información a la gente correcta—. Sé que puedo conseguirlo si tú no
puedes ponerte en contacto con tu fuente.
Su madre se limitó a asentir.
iremos con lo que podamos conseguir. No podemos fallar ahora, tenemos que
adelantarnos tanto como sea posible. La información que tengo es suficiente, no
importa quién nos pueda llegar a ayudar. Había planeado llamarlos de todos
modos, es imperativo. Esto está destinado a suceder. Tienes que irte; ellos tienen que
saberlo, esto será la llave para sacarte de aquí. Los dioses están mirándote, Carina.
Tienes un destino lejano, mucho más grande que ser simplemente un bonito juguete
en el brazo de un tirano.
Solo, ¿qué estaba haciendo su padre? ¿Incluso quería saberlo?
—¿Estás segura?
—Sí.
—Muy bien, entonces estoy de acuerdo.
—El servicio de lavandería en los establos, a la salida de la luna, lo llevaré
allí. Lo he cargado en un chip subcutáneo para que puedas llevarlo sin ser
detectado. Aún mejor, no podrán obtener los datos a menos que estés viva, lo que
les dará un gran incentivo para mantenerte así. Te llevarán a donde necesitas ir,
entregarás el mensaje y el precio por ese premio será tu libertad.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Veré lo que puedo hacer. Tú ponte en contacto con tu persona, también, e
31
El Club de las Excomulgadas
—Si lo averigua… —Carina dejó que sus palabras se desvanecieran poco a
poco.
—¿Qué otra cosa puede hacer peor que cambiarte a un monstruo como
Alem? No vaciles en esto. No puedes. Si lo haces, fracasarás y todos estaremos
condenados. Él no va a detenerse. Está empeorando cada día. Ha perdido toda
cordura. Si no le detenemos, nadie lo hará. La guerra está a punto de llegar. ¿No lo
sientes? Incluso aquí, ¿no? Tú. Debes. Irte.
Sus músculos dolían por el esfuerzo de obligarse a sí misma a no temblar, y
construyó un muro alrededor de sus sentimientos.
—Tenemos que ver cómo responden ellos. Si están de acuerdo, insistiremos
¿qué es para ti? También estás en peligro.
Su madre sacudió la cabeza lentamente.
—Las dos sabemos que esta información es más que suficiente. Esto pagará
tu huida y más. Lo cual es lo que demandaré. En cuanto a mí huyendo, eso no
puede pasar. Me quedaré aquí y los mantendré entretenidos mientras pueda. —
Hizo una pausa—. Este es mi lugar, Carina. —Ella apretó los labios mientras el
mundo de Carina comenzaba a deshacerse—. Tú camino está ahí. Tú nos salvarás,
como se supone. Mi camino es otro. Aquí. —Ella tomó una respiración profunda y
se mantuvo erguida—. Me voy. Te veré a la salida de la luna.
Con esto, vio a su madre marcharse mientras su corazón cayó a su
estómago.
Sus piernas cedieron, y simplemente se deslizó al suelo. ¿Podría dejar atrás a
su madre? ¿A su inocente hermanito? ¿A su pueblo? En realidad, tenía mucho amor
por su pueblo, no tanto por los nobles que adulaban a su padre y ejecutaban cada
uno de sus caprichos, sino por la gente común que conocía aquí en la residencia
Fardelle y en los alrededores de Caelinus. Había estado en la mayor parte de cada
’Verse de los territorios Imperiales y había encontrado a gente de todas las
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
en que tú vengas también, haz que sea parte del acuerdo. Si es peligroso para mí,
32
El Club de las Excomulgadas
condiciones sociales. ¿Dejarlos significaría darles la espalda? ¿No tenía un deber
por ellos? ¿Quedarse?
Carina tenía pocas opciones. Como mujer, su posición social era la de su
padre hasta que se casara. Luego pasaría a tener la de su marido. Ella no tenía
ningún poder fuera de eso. Su padre no la protegería una vez que aceptara un
contrato de matrimonio. Vincenz trató de ayudar, trató de hacerle cambiar y mira
lo que le había sucedido. A pesar de que mantenía la esperanza, no estaba del todo
segura de que su hermano mayor estuviera todavía vivo. Aunque su nombre
hubiera sido borrado, lo que había hecho permanecía grabado en cada acción de su
padre. Los equipos de asesinos todavía cazaban a Vincenz. Ella tenía que aferrarse
a la creencia de que él estaba allí afuera, trabajando duro, o al menos viviendo una
buena vida. Después de todo, su padre todavía tenía a los asesinos tras su rastro.
estuviese muerto.
El olor del perfume de su madre colgaba en el aire y Carina sintió como si
todo se le escapase entre los dedos, como el humo.
Quería hacer lo correcto. Poniéndose de pie, comenzó a caminar por su
pequeña habitación. Había tomado el camino más fácil antes, cada vez que
permanecía en silencio para no causar un revuelo. No estaba orgullosa por no haber
encabezado una revolución, pero no tenía que rendirse. Se encontraba ante otra
oportunidad de actuar y cumplir con su deber.
Quedarse y casarse con Alem no les ayudaría. Su padre parecía estar
determinado en esta locura de provocar a la Federación, la guerra no sólo era una
remota idea sino que, con cada subida de los soles, se acercaba. Su pueblo sufriría si
ella no podía hacer algo y no haría daño que estuviera muy lejos de los planes de su
padre para unir su vida con la de un sádico.
El contenido de aquellos datos, incluso lo poco que sabía, era aterrador.
¿Qué había hecho su padre? ¿Y qué le pasaría a su madre si era atrapada?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Pero la realidad le decía que también había una buena probabilidad de que él
33
El Club de las Excomulgadas
Su madre la crio para ser fuerte ante los desafíos. Este era el más grande de
toda su vida, y dependía de ella hacer algo al respecto.
Utilizó el llamador para convocar a Claira mientras comenzaba a caminar
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
de un lado a otro.
34
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Tres
Carina dejó a sus guardias en la puerta, retirándose a su alcoba y cerrando
esas puertas también. En la pálida luz, cruzó hasta su vestidor, empujándolo hacia
un lado para poder meterse en el pequeño espacio detrás de él. Metiendo la tripa,
presionó la depresión en la placa del suelo, dejando al descubierto un espacio
reducido. Tirando del vestidor para volver a ponerlo en su lugar, se volvió y avanzó
por el estrecho pasillo hasta que alcanzó el pasadizo oculto justo al otro lado.
Allí estaba benditamente fresco, el grosor de la piedra que los rodeaba
repelía el calor. Había habido muchas veces en que había ido allí sólo para disfrutar
calmaban. Le recordaban lo raras que eran esas cosas en su vida.
Siendo niños, ella y Vincenz habían usado estos espacios secretos para
moverse alrededor del complejo sin que lo notaran sus padres o los guardias. YaYa,
su abuela, les había mostrado la entrada en las habitaciones de Vincenz. Sólo más
tarde encontraron la que estaba en la parte posterior de la alcoba de Carina.
Era imposible no pensar cariñosamente en esas noches en las que ella y su
hermano se habían escabullido hasta los establos para darles frutas a los animales y
para jugar con los hijos de los empleados. Oh, Vincenz, suspiró, le extrañaba,
deseaba que estuviera allí para ayudarla a hacer las cosas bien. Estaba realmente
asustada de cometer un error. Él sabría qué hacer.
Pero él no estaba allí. No había nadie más para hacerlo, salvo ella, y
necesitaba levantar el ánimo y hacerlo. Las mujeres Fardelle eran más fuertes de lo
que muchos creían. En ese mismo momento, su madre estaba corriendo muchos
riesgos por Carina. YaYa había sido la persona más valiente que conocía. Si ellas
podían hacerlo, ella también podía. Tenía que hacerlo.
Era una sensación algo deprimente que las mujeres Fardelle siempre
estuvieran buscando un modo de escapar. YaYa, su abuela por parte paterna, había
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
de unos minutos de total privacidad. El silencio y el consuelo la acogían, la
35
El Club de las Excomulgadas
tenido dieciséis hijos y había insistido en criarlos ella misma. No hubo nodrizas o
niñeras. Pero su abuelo había quitado de su cuidado a todos sus hijos cuando
fueron los suficientemente mayores para ser entrenados militarmente. Más tarde,
Esta fue enviada allí siendo niña, habiendo sido firmado el contrato para casarse
con el mayor de los Fardelle cuando alcanzó la edad adulta y YaYa se había
convertido en la madre de Esta, también.
A las mujeres no siempre les iba bien en su mundo. Su abuela había
desaparecido poco después que Vincenz escapara. Un día estaba ahí, llevando la
casa con su firma de eficiencia, y al siguiente, se había ido.
Carina había vagado por el complejo, preguntando dónde estaba YaYa.
Nadie encontraba su mirada. Nadie le dijo nada y su padre le había gritado y la
aconsejado en términos muy firmes que dejara de preguntar, diciéndole que YaYa
se había ido, que no volvería y que no había nada que Carina pudiera hacer al
respecto excepto mantenerse viva.
Ese había sido el año en que se dio cuenta que no había nadie que la salvara.
Sin importar lo mucho que su madre la amara, no estaba en su poder el salvarla, si
su padre decidía que también Carina tenía que desaparecer. Carina necesitaba
recordar eso. Necesitaba recordar que nadie estaba a salvo.
No había manera de que pudiera ayudar a nadie si se quedaba. Si conseguía
sacar esa información, estaban aquellos hombres que formaban parte del círculo
interior de su padre, que tendrían una buena oportunidad para regir el Imperio.
Podría terminar por salvar la vida de su hermano pequeño.
Asustada o no, tenía que actuar.
El pasadizo seguía una pendiente hacia abajo hasta que finalmente alcanzó
el espacio para arrastrarse en los cuartos de secado de los establos. Siendo
totalmente de noche, el área estaba desierta, así que nadie la vio entrar y descender
al piso inferior.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
había hecho salir de la habitación cuando le preguntó a él. Su madre le había
36
El Club de las Excomulgadas
Su madre no estaba en la pequeña lavandería en la parte posterior de los
establos cuando llegó, así que Carina visitó a los animales, adorando la
tranquilidad allí, el suave sonido del resuello de un caballo, el ronroneo de un gato
del establo, el sonido del estómago de las targas después de haber trabajado todo el
día arando los campos o transportando mercancías desde el pueblo hasta el
complejo.
En esos momentos se sentía increíblemente segura e incluso feliz. Se podría
definir a sí misma como una persona con potencial. Pero era una fantasía, un sueño
hecho de humo, como era para la mayoría de los ciudadanos de los cuarenta y siete
’Verses Imperialistas. La libertad no debía ser unos pocos minutos de privacidad
robados. No debería ser una fantasía.
profundamente.
Caelinus
era
principalmente
agrícola.
Generaciones
atrás,
cuando
decidieron ser el Núcleo del Imperio, el primer líder lo había hecho a propósito.
Los frutos de la tierra eran el corazón de cualquier civilización. Por lo tanto, se
convirtió en la pieza central de su nuevo mundo. Habría ciudades tecnológicas y
profesionales también, pero Caelinus, con entorno hostil, fue conquistada por su
gente, domada lo suficientemente para alimentarlos y darles refugio. No eran un
terreno suave como sus hermanos distantes en la Federación.
Esta idea todavía atraía a Carina. Este era el corazón de su pueblo. Era una
pena que su padre no pudiera recordar eso.
Cuando su madre llegó, agitada y ligeramente sin aliento, Carina se sentía
mucho más resuelta a irse. Ambas se movieron a las sombras de un hueco en la
parte posterior de los establos.
—Está hecho. —Sacando un vial del bolsillo, desenroscó la tapa y con una
sacudida sacó una pequeña pestaña plateada. El chip sería insertado en su piel, la
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Entonces pensó en lo que acababan de comenzar y sintió la pérdida
37
El Club de las Excomulgadas
entrada llevaría su sangre a la cámara y bloquearía la recuperación de los datos sólo
para su llave. Y ella tendría que estar viva para recuperar el chip.
—Ven ahora. Déjame meter esto. Tendrás que irte de un instante a otro, así
que tienes que estar lista en todo momento. Prepara un bolso y déjalo en el
pasadizo. —Una punzada de dolor y el deslizamiento del chip a medida que se
insertaba en su piel y luego más profundo.
—Esta es la cosa más rara que he sentido jamás. —Le susurró a su madre.
—Es seguro. Los hombres de tu padre usan esta tecnología todo el tiempo.
—Sabes mucho más de lo que nunca pensé que sabrías. Siento haber
Su madre le besó la mejilla con una sonrisa triste.
—Ahora esperaremos. Trataré de retrasar este noviazgo el mayor tiempo
que pueda. Tienen que llegar antes que se lleven a cabo las nupcias. No podré
ayudar una vez que Alem te lleve a Fortuna. Les he comunicado que es algo de
extrema urgencia. No les he revelado ni a ellos, ni a ti, toda la extensión de la
información. Lo suficiente para hacerles entender la gravedad de la situación y que
deben mantenerte viva a toda costa. Mientras menos sepas, será lo mejor para ti.
Carina tomó las manos de su madre.
—Por favor, ven conmigo. Él se volverá un asesino cuando lo descubra.
—Déjame hacer esto. Por favor. Carina, te he fallado tantas veces. No puedo
ayudar de ningún otro modo. No puedo salvarte de este desastroso matrimonio. No
tienes opción. Si no te vas, estarás con él, ese monstruo, ese hombre cruel y
malvado, yo tendré que mirar desde lejos cómo cae mi estatus y tú estarás rota
hasta que desaparezcas o seas una sombra. No puedo protegerte de ninguna otra
manera. Déjame hacer esto.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
subestimado tu astucia.
38
El Club de las Excomulgadas
—Me iré y dejaré que me ayudes. Pero puedes venir conmigo y hacer eso
también. Si esta información es tan importante como dices, nos llevarán a las dos, o
no la conseguirán. ¡Él te matará! —Mantuvo la voz baja, pero era imposible
disfrazar su pánico.
—Este es mi lugar, Carina. Soy su esposa. Si me voy, sabrá que te ayudé.
Me quedaré y me sorprenderé cuando te vayas. He vivido una mentira durante toda
mi vida, puedo seguir haciéndolo. Una vez que sepa que estás segura… tal vez
pueda ir más tarde. Pero él me vigila con tanto cuidado algunas veces, otras veces
se olvida de que existo. No puedo saber cómo será cada día. Es demasiado
arriesgado. Puedo mantenerlo distraído cuando te vayas, hacer que mantenga su
ojo en mí. Es imposible de otra manera. Una vez que descubra que te has ido,
esconderte y huir para salvar tu vida. Yo soy muy vieja para hacer eso. No puedo
seguir el ritmo. No hay otra manera, ya no discutiré más. Se me espera en su
cámara en poco tiempo, así que debo irme. Mantente alerta. Sabrás cuando sea el
momento. Te amo con todo mi corazón, Carina. Eres lo mejor que he hecho jamás.
Se fuerte y marca la diferencia; tienes un destino mucho más allá de este lugar. Vive
y conviértete en la mujer que estás destinada a ser.
Antes de que Carina pudiera discutir más, su madre se volvió y alejó,
dejándola sola en la oscuridad donde nadie podía ver sus lágrimas.
*****
—Un cuchillo como este —Daniel apenas movió la muñeca, haciendo
aparecer una lámina afilada como una hoja de afeitar con la que podría matar en
segundos—, puede ser escondido fácilmente, el material es invisible para la mayoría
de los escáner. —Otro movimiento de su muñeca y el cuchillo voló, enterrándose
hasta la empuñadura en el cuello del modelo táctico al otro lado de la habitación—.
Matar e irse antes de que nadie se dé cuenta de que hay un problema. No necesitáis
municiones, ni tiempo para cargar el arma. Un cuchillo puede ser la herramienta
más efectiva mientras lo mantengas limpio y afilado.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
enviará a los Skorpios a buscarte. Tendrás que correr, querida. Tendrás que
39
El Club de las Excomulgadas
Los soldados en la habitación, la mayoría de ellos más jóvenes que sus
sobrinos, miraban. Algunos, de los que tomó nota, movían sus muñecas
experimentalmente, intentando lo que él había hecho. Esos eran los que querría en
su equipo. No tenía necesidad de los hombres y mujeres que esperaban a ser
enseñados. Si querían ser Phantom, tendrían que hacerlo mejor que eso.
Phantom Corps era una unidad pequeña así que era raro que hubiera
vacantes para nuevos Agentes. Pero a menudo trabajaban con equipos especiales,
una buena opción para ambos. Así que sabía el tipo de soldados que buscaban.
Wilhelm había insistido hacía algunos años que Daniel enseñara cursos de
defensa y ataque con cuchillo a todos los nuevos reclutas de los cuerpos militares.
De ese grupo, él pasaba recomendaciones de quienes pensaba que serían buenos
disfrutaba de las nuevas oportunidades que se le habían dado durante los últimos
años estándar mientras avanzaba.
Miró a una estudiante de pie a pocos metros de distancia, asintiendo con
aprobación ante su técnica para lanzar.
—Sabréis que ya lo hacéis bien cuando lo hagáis sin pensar. Tendréis que
acercaros para usar un cuchillo, lo cual es un inconveniente. Aun así, el sigilo es un
arma importante. El tiempo es el enemigo. La detección es el enemigo. Entrar.
Eliminar al blanco. Salir. Sin preguntas, sin dudas, sólo existe la misión. La duda
hará que os maten. Si estáis muertos, habéis fallado vuestra misión.
Algunos minutos después, mientras había estado demostrando un poco de
trabajo con cuchillo mano-a-mano, vino un mensajero con una convocatoria que
no podía rechazar.
*****
Daniel se quedó quieto durante el escáner de retina ante la puerta de las
oficinas del Comandante Ellis. El panel emitió un pitido y la puerta se abrió con un
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
para los equipos especiales. Era un tipo completamente diferente de reto mental y
40
El Club de las Excomulgadas
deslizamiento, revelando a dos hombres fuertemente armados quienes asintieron
hacia él y dieron un paso al lado.
Había oficinas públicas donde recibía, pero este era el corazón donde
realmente trabajaba Wilhelm Ellis, donde comandaba todos los Cuerpos Militares de
la Federación.
El asistente caminó desde detrás de los soldados y le entregó a cada uno un
archivo impreso.
—Agente Haws, Agente Solace, el Comandante Ellis desea que revisen esta
información mientras le esperan. —Debía ser importante para ponerlo por escrito;
la mayor parte del tiempo había un archivo electrónico—. Revísenlo. Estará con
Se instalaron en la cómoda (pero no demasiado) área de espera, abriendo los
archivos para leer la información. Una adorable mujer silenciosa pero bastante
encantadora trajo bebidas frías y algo de comida ligera antes de volver a
desaparecer. Probando el zumo de frutas, Daniel suspiró para sus adentros mientras
leía, fingiendo que esperaba pacientemente. La paciencia no era uno de sus rasgos
más fuertes, pero estaba lo suficientemente bien entrenado para fingir. Sentado a su
lado, su amigo y compañero operativo, Andrei, sí tenía paciencia, aunque otros no
lo percibieran exactamente como una virtud.
Andrei podía esperar, completamente inmóvil, durante horas hasta que la
oportunidad de eliminar al blanco se presentara. Y lo hacía con claridad, calma y lo
que a primera vista parecería como poca emoción. Algunos podrían pensar que o
bien a Andrei le gustaba matar o bien no le importaba hacerlo.
Por supuesto, Daniel lo conocía mejor. Andrei no lo disfrutaba, pero lo
hacía bien y lo hacía por una causa en la cual creía. Eso parecía ser suficiente para
él y Daniel estaba de acuerdo.
Había aquellos a los que les gustaba. Aquellos que habían perdido la
capacidad de trazar las líneas que normalmente no debían cruzarse. Con los años
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
ustedes en poco tiempo. —Les indicó el camino con un movimiento de su mano.
41
El Club de las Excomulgadas
que había pasado en Phantom Corps, Daniel había conocido a unos pocos.
Algunos habían tenido que ser despedidos totalmente, mientras que otros rotaban
por algún período de tiempo y volvían lentamente.
A veces era difícil mantener la perspectiva cuando uno se enfrentaba a algo
horrible. Cada experiencia con ello acercaba más a un hombre a la oscuridad que
acechaba dentro de su mundo. Tal vez era debido a que fue criado por una persona
que él consideraba que había sido un fracaso como hombre, pero Daniel era
especialmente sensible a tratar de hacer lo correcto, incluso cuando era difícil.
Especialmente cuando era difícil.
Había sido fascinante terminar como mentor de estos hombres y mujeres
más jóvenes del cuerpo. En toda su vida, nunca se sintió como si tuviera alguna
rastrear y matar, había estado satisfecho con ello. No fue hasta que empezó a tomar
más responsabilidades que empezó a descubrir que había algo más en sí mismo,
más para el cuerpo de lo que había pensado.
Le había sorprendido descubrir lo bueno que era relacionándose con estas
personas, lo orgulloso que estaba de que ellos lo buscaran cuando las cosas
empezaban a afectarlos. Que compartieran sus cargas y pidieran consejo.
Se alegraba de ello especialmente ahora, a medida que sabía que las
tensiones políticas entre los Universos Federados y el Imperio seguían
acelerándose. Las cosas habían sido precarias y estado al borde de explotar durante
casi los dos últimos años estándar. Los juicios por traición de aquellos que habían
colaborado con los Imperialistas para bombardear a ciudadanos de la Federación
en territorios de la Federación así como recaudar dinero y vender municiones al
enemigo había empeorado un poco las cosas, incluso mientras el carácter abierto
del proceso había tranquilizado a muchos con respecto al Gobierno de las Familias.
La frecuencia con la que Daniel se había encontrado a sí mismo alejándose más y
más del Edge, y acercado más y más al territorio Imperial lo alarmaba. Pero no
había nada que hacer excepto continuar tratando de apagar la ola de guerra que se
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
base moral, ciertamente no la suficiente para pasársela a otros. Había sido bueno en
42
El Club de las Excomulgadas
levantaba, o por lo menos, asegurar la victoria para la Federación cuando
finalmente comenzara la guerra.
Hasta entonces y como siempre, trabajaba para profundizar sus relaciones
con aquellos que amaba y mantener sus raíces profundamente en el mundo donde
uno no necesitaba conocer el ángulo que necesitaba un cuchillo dentro del pecho
para matar instantáneamente.
Justo esa mañana había estado riendo y desayunando con su madre y su
cuñado Marcus, en la cafetería de su hermana Nyna. Abbie estaba bien y todos
pasaron por allí para que su madre pudiera dejarle unas cosas para el bebé. Las
cosas se sentían normales, calmadas. Lo llevaba en su interior, un ancla para
mantenerse unido al suelo, un escudo contra la oscuridad que sabía que llevaba
Y ahora se sentaba en una habitación sólo accesible mediante una sola
entrada vigilada, que muy pocos conocían. Una mayoría dentro del gobierno y los
militares pensaban que eran ayudantes especiales para la Casa Lyons y la Oficina
del Comandante. Esa ignorancia los mantenía a salvo, mantenía a salvo sus
misiones y hacía la vida de Daniel mucho más simple cuando interactuaba con su
familia y sus amigos no militares. Para la mayoría era alguien contratado, un tipo
de consultor, para el ejército.
Todos tenían secretos. Sólo que el de Daniel era más grande que la mayoría.
Aquellos que sospechaban, como Abbie, y los que lo sabían eran muy pocos y,
afortunadamente, eran un grupo muy honorable que fingían dedicarse a sus asuntos
totalmente inconscientes de que Daniel era un asesino.
¡Negocios sin duda! Prefería volver a sus clases. Lo último que necesitaba
era tener que estar esperando todo el día para tratar con Ellis. No era que sus
deseos importasen. Ellis llamaba, y ellos iban porque él lo pedía. Cualquiera de
ellos daría su vida por el hombre que había salvado esas mismas vidas en algún
momento, cuando todos habían sido jóvenes y habían estado en un aprieto.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
dentro.
43
El Club de las Excomulgadas
Los Phantom Corps pertenecían a Ellis. Eran su creación y existían bajo su
poder. Muy pocas personas sabían exactamente lo que hacían y a Daniel le gustaba
de ese modo.
Cada agente dentro de Phantom Corps tenía su propia historia sobre cómo
había llegado a conocer a Wilhelm Ellis, sus propios sentimientos complicados
sobre él, así como sus sentimientos por los Phantom Corps. No era que alguno de
ellos hablara sobre eso muy a menudo. Sus pasados eran suyos para compartirlos o
no según su elección. La mayoría no quería pensar en lo que los llevó hasta esa
pequeña habitación lúgubre y sin ventanas a donde habían sido todos llevados
después de que hubieran sido puestos en custodia bajo el cuidado del ejército.
Daniel había sido joven y estaba asustado. Su hermana había estado en el
enfrentado a una cirugía reconstructiva, rehabilitación para volver a moverse y años
de asistencia para sobreponerse al daño mental y emocional que sufrió junto con su
cuerpo roto.
Él fue encarcelado, acusado de una serie de delitos, todos ellos contra
miembros de las Familias. Sin trabajo, ni nadie con quien contar y con un futuro
oscuro. Pero había hecho lo correcto. Había salvado a Abbie y eso valía la pena sin
importar lo que tuviera que enfrentar.
A esa habitación entró un hombre tan alto e imponente, que Daniel tuvo que
luchar contra la urgencia de levantarse y huir. En su lugar, escuchó mientras el
hombre había descrito lo que pensaba que podía ser una segunda oportunidad para
Daniel. Una oportunidad para probarle a los que lo acusaron que estaban
equivocados. Una oportunidad para levantarse y aprender, ser un líder y un
protector.
Daniel había escuchado, hizo unas pocas preguntas, sopesó sus escasas
opciones y había firmado los papeles. Ellis se había transformado en más que un
mentor y, fuera de su familia inmediata, la primera persona que creyó realmente en
Daniel.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
hospital, recobrándose de un asalto que casi le había costado la vida. Ella se había
44
El Club de las Excomulgadas
Eso había cambiado su vida. Cambiado su trayectoria, y él se transformó en
alguien mejor.
Los Phantom Corps eran su familia.
Suficiente de eso. Él tomó las decisiones que lo llevaron a esa silla, y al final,
estaba satisfecho con su vida.
La información de las páginas entre sus manos lo llenó de terror. Una
quietud lo atravesó mientras empezaba a extrapolar hacia afuera, aplicando los
hechos, añadiendo eso a lo que ya sabía.
Había actividad en el Edge. Gente desapareciendo. Los mercenarios se
información que se filtraba: algo estaba pasando al otro lado y ahora,
aparentemente, había salido nueva información a la luz.
Se metió tan profundamente en la información, la planificación y descifrar
los muchos enfoques posibles, que no oyó abrirse la puerta de comunicación hasta
que alguien habló.
—Entren ahora, Señor Haws, Señor Solace. —El asistente de Ellis parecía
tener aproximadamente trescientos años estándar de edad, pero Daniel no tenía
dudas de que el hombre podía matar con sus manos desnudas.
Ellis les hizo una señal para que se sentaran mientras terminaba una
comunicación. El hombre detrás del gigante escritorio con la consola de
comunicación a su espalda era uno de los más importantes y con más influencia de
todos los ’Verses. Empequeñecía incluso el mobiliario que usaba, pero Daniel
sabía, por experiencia, que el hombre podía irrumpir en un edificio, sacar
información de una sala de comunicaciones sellada y con guardias y escapar sin un
solo sonido. Puede que hubiera medido dos y pico metros estándares de altura,
pero Wilhelm Ellis era sigiloso y elegante de maneras que la mayoría de las
personas nunca esperaban, lo cual sólo lo hacía más formidable. Daniel respetaba a
Wilhelm Ellis, lo admiraba como si fuera un padre. Los dioses sabían que su propio
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
estaban volviendo más descontrolados y en algunos casos, más violentos. La
45
El Club de las Excomulgadas
padre no era digno de admiración o respeto. Pero ciertamente nunca cometería el
error de subestimarlo.
—Esto va a tomar un rato. Detén todas las comunicaciones a menos que
sean del mismo Roman Lyons. —El Comandante Wilhelm Ellis no levantó la vista
de su trabajo mientras daba la orden. No era una falta de respeto hacia su
empleado, sino lo contrario; Ellis simplemente asumía que ocurriría y que se haría
correctamente. Si no lo hiciera, el hombre no estaría empleado por Ellis.
Tecleó una rápida nota antes de volverse hacia Daniel y Andrei, dándoles
una sonrisa que muchos habrían encontrado inquietante.
—Ocupado estos días, señor. Confío que haya recibido nuestro informe del
último viaje a Corazón. —Corazón era un ’Verse en el Edge, tambaleándose
peligrosamente hacia la influencia Imperial. Habían tratado con algunas milicias
locales, personas que tenían una relación decente con los mercenarios que dirigían
el Edge. Sería una cosa muy buena tenerlos del lado de la Federación. A menudo,
los mercenarios tenían información mucho antes que cualquier otro; sólo era
cuestión de convencerlos para que la compartieran.
Ellis indicó la pantalla a su izquierda.
—Lo recibí. Bien hecho, como siempre. Oí que ya le informaste a Roman
sobre esto y tu misión previa. Parece estar satisfecho contigo como enlace. —
Viniendo de Ellis esto era un gran elogio. Se movió hacia los informes con un golpe
de su barbilla—. ¿Revisasteis esos?
—Sí, señor.
—Hemos estado evaluándolos, y he hablado con Roman. —Ellis asintió
brevemente hacia Daniel—. Necesito que vayas a Caelinus y recojas a un pasajero.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Chicos, ¿y cómo estáis?
46
El Club de las Excomulgadas
Daniel tenía la sensación de que se estaban moviendo en esa dirección.
Infiernos, odiaba esos viajes hacia territorio Imperial. Era peligroso y tedioso, tenía
que arriesgarse a exponer a su gente en el otro lado.
El archivo indicaba que el informante estaría en posesión de un montón de
información importante acerca del contrabando de Fardelle de armas y terroristas
dentro de territorio de la Federación y otras tácticas de inteligencia. Pero
usualmente eso significaba un viaje al Edge, no totalmente al interior del territorio
Imperial. ¿Acababa de decir…?
—¿Pasajero? ¿También sacaremos al informante? —Este era un trabajo
mucho más adecuado para uno de sus equipos especiales ¿verdad?
movernos ahora mismo para sacarla. Si tiene incluso la mitad de lo que nuestro
contacto indica, esto podría inclinar considerablemente la balanza en nuestro favor.
—¿Ella?
—Carina Fardelle. La hija de Ciro Fardelle.
Bien ahora. Eso era interesante. Eso aumentaba inmensamente el factor
riesgo. Pero ahora comprendía la elección de enviarlos a ellos para sacarla. Un
blanco de alto perfil como ese estaría mucho mejor en sus manos.
Él podría entrar y salir por sus propios medios con un daño mínimo, pero
arrastrando a alguna princesa malcriada añadiría una gran cantidad de
complicaciones al proceso. Hizo una nota mental de llevar algo del tranquilizante
que había usado en una de sus misiones más recientes. Sólo una administración
rápida con una aguja minúscula y el blanco sería mucho más maleable en una o dos
respiraciones. Se preguntó por qué ella les estaba dando esta información. Se
preguntó quién era esta Carina Fardelle en el fondo. ¿Sería una espía? ¿Una agente
doble? ¿Un desastre de mujer llorona y débil que tendría que arrastrar? ¿Qué
motivaba a alguien como ella a hacer algo tan drástico?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Sí. El último paquete que recibimos es incendiario. Tenemos que
47
El Club de las Excomulgadas
—La información que tiene estará incrustada. Sólo una liberación segura
aquí con los códigos apropiados liberará los datos. Él está reuniendo materiales,
caballeros. Reuniendo materiales para propósitos que no conocemos, pero
involucran un laboratorio y posibles pruebas en un lugar público. Eso es todo lo
que tengo por ahora, pero es más que suficiente.
Daniel y Andrei se quedaron muy quietos pero no dijeron nada. Ellis tomó
la decisión de hacerlos ir; entonces irían. Lo que fuera esa información, era lo
suficientemente importante para arriesgar un viaje. Daniel creía eso implícitamente.
—Ella ya nos ha dado información antes. La madre también lo ha hecho.
Podemos confiar en ellas. Hasta cierto punto. Daniel, quiero que dirijas la misión.
Serás su contacto, la sacarás del complejo de Fardelle y volverás aquí. Tenemos
específicamente los cuartos de la vivienda y los espacios de trabajo de Fardelle, por
medio de nuestro amigo en el Edge. Ha sido enviada a tu sistema de comunicación
de seguridad. Elige un equipo para proporcionar apoyo a la extracción si es
necesario. Esto es de importancia del más alto-nivel. No tengo que deciros que la
información que ella posee podría evitar la guerra. Te quiero en esto tan pronto
como sea posible. Autorización Nivel Phantom y permiso para erradicar todos los
obstáculos de tu éxito. Como siempre, todos los recursos están a tus órdenes.
Daniel se puso de pie e hizo una breve inclinación de cabeza; Andrei hizo lo
mismo. Nivel Phantom significaba que podía destruir, matar, sobornar, secuestrar,
lo que tuviera que hacer. Ellis no había tenido que decirlo; Daniel siempre tenía esa
autorización, aunque decirlo reforzaba la importancia y gravedad de la misión y la
capacidad de planearla como fuera necesario. Le gustaba la libertad, pero odiaba
las posibilidades. Metió las carpetas dentro de su maletín y empezó a planear una
extracción que salvaría a la Federación o haría que lo mataran a él y a sus hombres.
Daniel se fue, sin necesidad de decir más. Revisaría todos los detalles y
consultaría a Ellis en lo que fuera necesario. Se les advirtió que fueran cuidadosos y
fueron despedidos. Daniel le dijo a Andrei que reuniera al equipo y que después se
encontrarían en su oficina tras su última clase del día.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
algo de información interna muy buena con respecto a los planos del complejo,
48
El Club de las Excomulgadas
Tomó un tren de regreso a su piso después de las clases, pensando en las
contingencias mientras viajaba. Sería arriesgado, pero por cómo estaban las cosas
en el Edge y en la Frontera, cruzar furtivamente no sería tan difícil. El reto más
grande sería sacarla con los sabuesos de todos los siete infiernos a su cola.
Dependería de cómo fuera esta Carina. Ella podría ralentizarlo y hacer que los
atraparan o ser medianamente útil. Ese tipo de incertidumbre no era algo que le
gustara, pero muy frecuentemente era parte de lo que hacía.
Por rutina, se dirigió de vuelta a la salida, con un petate sobre su hombro.
Primero a trabajar, luego a jugar y liberar la parte de sí mismo que sólo podía con
su familia en una cena para celebrar una onomástica más tarde esa noche.
Había hecho este trabajo mucho tiempo. Se había vuelto su vida, y no se
de sí mismo algunas veces. Estaba en el lado correcto. Era bueno en eso, hacía una
diferencia, y al final del día, ¿qué otra cosa tenía un hombre?
Una familia.
A diferencia de Roman, Daniel no volvía a una casa, a un hogar lleno con el
caos de hijos y una esposa. Eso era lo que extrañaba al final de cada día, mientras
más viejo se volvía, más se daba cuenta de la diferencia que hacía esa relación en
una vida.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
arrepentía. Le dio una dirección. Le hizo un buen hombre, incluso aunque dudara
49
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Cuatro
Necesitando mantenerse ocupada y sin pensar en cómo había pasado una
semana estándar y nadie había aparecido para llevarla a ella y la información,
Carina había tomado la costumbre de usar más a menudo los pasadizos. Sólo para
ser capaz de vagar y hacerlo sin ser observada.
Podría estar nerviosa y temblorosa, ¿y quién podría verla?
Pensando en que pararía a visitar a los animales en el establo, bajó en esa
dirección, haciendo una pausa en la hendidura por donde necesitaba salir y se dio
Podía verlos, parcialmente, y se movió para meterse de nuevo en el pasadizo
e ir en otra dirección. Pero un ruido la detuvo, aun cuando hizo que su corazón
golpeara su pecho. Un sonido, un jadeo amortiguado cargado de deseo tan
profundo que incluso Carina, que realmente nunca había sentido ese tipo de cosas,
entendió lo que era.
Sus dedos se clavaron en la roca mientras se presionaba contra la pequeña
hendidura, manteniéndose fuera de la vista pero capaz de verlos mejor.
Un hombre y una mujer, joven, apenas adulta. De pie en el rincón más
alejado del altillo, la espalda del hombre hacia ella, mientras se miraban el uno al
otro. Las manos de la mujer se deslizaron bajo el dobladillo de su sencilla camisa
de trabajo. Su rostro estaba inclinado hacia arriba, mirándolo con un crudo anhelo
en todos sus rasgos. Él tocó su cara, deslizando los dedos hacia su garganta y ella
volvió a hacer el sonido.
Rasgó a través del vientre de Carina, tensando sus pezones y trajo un rubor a
sus mejillas. ¿Cómo se sentiría queriendo mirar así a alguien? ¿Abrirte así, hasta el
corazón mismo, para otra persona?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
cuenta de que había gente justo al otro lado.
50
El Club de las Excomulgadas
Era más que el modo en que él rozaba con el dorso de sus dedos sobre la
curva de sus senos mientras estos se empujaban hacia arriba y sobre el bajo escote
de su blusa. Más que las oscuras sombras de sus pezones y el modo en que un jadeo
parecía rasgar desde los labios de la mujer a medida que su amante se movía más
abajo, chasqueando contra ellos con los pulgares.
Sus manos serían ásperas, endurecidas por el trabajo.
La mujer se arqueó contra él mientras sus manos se deslizaban dentro de la
blusa y liberaba uno de sus senos. El corazón de Carina amenazaba con estallar a
través de su pecho. Había visto todo tipo de cosas mientras viajaba alrededor y
mantenía los ojos abiertos, pero nunca tan de cerca y tan totalmente íntimo. Esta
pareja tenía una unión tan cruda y tangible, que Carina la sentía desde su escondite.
plena vista. El hombre ansiaba tocar a su mujer y claramente ella tampoco podía
tener suficiente.
Carina sostuvo una mano contra su propia garganta mientras miraba,
incapaz de moverse, incluso de tocarse a sí misma. La magia de ellos la mantenía
quieta mientras miraba, la envidia quemando a través de su vientre. Él habló en el
oído de la mujer, ella se rio, bajo y un poco seductoramente. Entonces le agarró el
frente del pantalón y lo abrió, deslizando su mano hacia abajo dentro de su ropa
interior.
Y entonces él hizo un sonido. Un sonido de respuesta a ella, pero el suyo,
era inequívocamente masculino. Bajo, casi un gruñido, Carina tuvo que dejar
escapar el aliento que había sostenido, pero era tembloroso.
Ella quería esto. No con ese hombre por supuesto, sino con alguien que
fuera sólo de ella y que la mirara, no con la enferma codicia con que lo hacía
Hartley Alem, sino como si ella fuera tan hermosa y deseable que no pudiera dejar
de mirarla y querer tocarla.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Sintió la carga entre ellos. Era más íntimo que si él la penetrara desde atrás justo a
51
El Club de las Excomulgadas
Ya había empezado a acostar a la mujer en el suelo del altillo cuando sonó
un traqueteo abajo y ambos se sentaron, arreglándose. Fuera sonaron gritos,
diciendo nombres, así que Carina supuso que alguien estaba buscando al hombre.
Apurado, se inclinó a besar a la mujer mientras ella trataba de no reír y se estiraba
para ordenarle el cabello.
Se fueron y Carina siguió ahí de pie algún tiempo después, sin sentir nada
excepto pérdida.
*****
Carina apenas contuvo un estremecimiento de repulsión. Odiaba el toque de
la mano de Hartley en su antebrazo. O en su espalda o incluso en un hombro.
hasta que ella no tenía ningún lugar para esconderse. Le drenaba, le hacía perder la
esperanza. Lo que tenía como su prometida no era lo que había atestiguado unas
horas antes. No era un sustituto aceptable de eso. No tenía idea de cómo las
mujeres podían soportar este tipo de cosas, no si sabían que era posible lo que
tenían esos dos en el altillo.
Su pobre excusa de prometido había tomado por costumbre venir todas las
tardes y a ella se le había ordenado atenderlo bajo la apariencia de un cortés
coqueteo. Su madre se había asegurado de estar siempre presente, así como un
testigo. Era una vieja manera de lidiar con el cortejo, pero su padre estaba chapadoa-la-antigua. Lo suficiente para que su madre lo convenciera fácilmente de que
correspondía a su posición dar ejemplo a su pueblo, aferrarse a las viejas maneras.
Gracias a los dioses que él a veces era fácilmente guiado por su ego. Alargaba
considerablemente el proceso, dándole a Carina tiempo para encontrar un modo de
escapar de casarse con ese monstruo si no venían por ella.
Por supuesto, el mismo monstruo estaba agitado por esta espera y la
constante supervisión. Había tratado continuamente de encontrar a solas a Carina.
Su madre era más lista, y no era como si Hartley se pudiera quejar con el padre de
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Constantemente sobre ella, queriendo ocupar todo el espacio en cada habitación
52
El Club de las Excomulgadas
Carina de que toda la supervisión evitaba que despojara a su hija de su estado
virginal antes de que se hubieran completado las nupcias.
Estado. ¡Ja! Habría estado encantada de haber podido tener la oportunidad
de ser despojada de su virginidad hace tiempo.
Desde que había alcanzado la madurez sexual había sido vigilada de cerca.
Excepto por esas pequeñas incursiones a través de los pasadizos secretos no había
habido oportunidad ni siquiera para tratar de tener sexo con nadie excepto ella
misma. No podía traer a nadie hasta allí o se arriesgaba a exponer el único camino
privado para moverse sin ser detectada.
Incluso si hubiera encontrado un modo de encontrarse con alguien para una
padre había hecho ejecutar personas por ofensas mucho menores que follar con su
hija. Lo más excitante que había compartido jamás con un chico fue un beso y eso
había sido deliciosamente fugaz.
Sin embargo, en ese momento estaba bastante aliviada por toda esa historia.
Hartley quería violar su femineidad. Se estremecía ante la frase, la que sólo
momentos antes había susurrado en su oído, su aliento asqueroso y caliente sobre
su piel. Puede que no hubiera sido una experta en el juego del amor, pero tenía el
presentimiento de que los hombres que usaban la frase violar tu femineidad serían
terribles compañeros de sexo. A este hombre parecía gustarle que ella estuviera
incómoda, lo cual sólo la hacía querer vomitar más.
—Tendremos una delegación de algunos de los ’Verses exteriores esta
noche. Carina, por favor únete a nosotros para que podamos anunciar tus próximas
nupcias. —Naturalmente su padre estaría complacido por esta noticia. Le daría la
oportunidad de ser adorado y celebrado.
Por contraste, ella no estaba complacida. Esto significaba que tendría que
pasar horas interminables con Alem mientras la manoseaba y hacía comentarios
lascivos entre dientes sobre su feminidad a la gente.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
cita secreta, ningún hombre con el que valiera la pena tener sexo se atrevería. Su
53
El Club de las Excomulgadas
Hartley soltó una risa sonora mientras acariciaba su mano y su muñeca.
—Sí, dulce flor, haz eso para que pueda mostrarles la generosidad de mi
futura novia a todos.
¿Dulce flor? Se las arregló para sonreír incluso aunque quería burlarse. Nunca
había conocido a nadie que realmente hablara así. No había modo de evitarlo, así
que asintió. ¿Dónde estaba su rescate? ¡Ya había pasado una semana estándar! Si
no se apuraban, se tendría que casar y consumar con esta bestia o arrojarse por una
ventana para escapar.
Lo que había visto más temprano ese día sólo empeoraba su visión del
futuro. El terror le entumeció las puntas de los dedos. Tenía veintitrés años estándar
demente que la había vendido a un hombre loco y violento inclinado a violar su “lo
que fuera”. Era una pérdida de tiempo sentir pena por ella misma. No podría
resolver nada de ese modo, pero en ese momento se desviaba peligrosamente cerca
de la autocompasión.
Necesitaba empezar a enfrentar el hecho de que la ayuda podría no llegar
hasta después del matrimonio. Mantendría un ojo en la salida de sus rescatadores,
pero comenzó a tratar de decidir qué hacer si no aparecían.
*****
Mortimer Silas entró al complejo Fardelle con una comitiva y un paseo bien
practicado. Era un hombre elegante y este lugar… no. Caelinus era provinciano
para una supuesta capital de un ’Verse. Y caliente. Dioses, era ridículamente
caluroso y no podía entender por qué Fardelle elegiría establecer el hogar del ’Verse
aquí, en un lugar con no sólo un sol implacable, sino dos. Había retrasado su viaje
ya que no pudieron encontrar a nadie dispuesto a hacer el viaje desde el portal hasta
el complejo a pleno día. Habían estado atascados en un recibidor hasta que los soles
empezaron a descender. El calor hacía lucir su pelo menos atractivo de lo normal,
lo hacía sudar. Nadie se veía atractivo cubierto de sudor.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
de edad. Una virgen. Soltera. Atrapada en una casa con su madre y su padre
54
El Club de las Excomulgadas
No tenía ningún deseo de pasar un momento más del necesario aquí.
Presentaría sus respetos, recogería lo suyo y se iría. Volvería a su hogar y terminaría
con este viaje.
Desafortunadamente, no había anticipado que la cena sería hecha en honor
de los ministros visitantes de otros ’Verses Imperiales. Lo último que quería hacer,
tras la prueba de simplemente llegar a Caelinus, era sentarse a comer una comida
horrible y codearse con personas a las que preferiría matar antes que beber con
ellas. Se suponía que sería un encuentro breve y un saludo, una reverencia y rascar
algo. Esperaba tener el conjunto adecuado para la cena. Pediría disculpas y se
retiraría a sus habitaciones o encontraría un modo de irse más temprano, pero
claramente era obligatorio y este era Ciro Fardelle, después de todo.
podría haber imaginado. Un tirano era una cosa; otra cosa era un tirano estúpido
aparentemente comprometido a arrastrarlos a todos a una guerra con la Federación
sin una razón aparente y sin ninguna oportunidad de ganar. Era un tonto y el por
qué le habían soportado por tanto tiempo, era algo que no entendía.
Mortimer era un hombre que apreciaba los detalles, así que mantenía un ojo
enfocado en las cosas mientras eran llevados desde los cuartos de invitados hasta el
recibidor principal donde vivía la familia y donde Fardelle tenía sus oficinas y la
cámara de audiencias. Las brillantes superficies negras complacían la vista y daban
una gran sensación de espacio. Si Fardelle no tuviera más delirios de poder que
gusto, el lugar sería mucho más agradable. Todo sobre el complejo gritaba que se
esforzaba demasiado.
Las ventanas que daban al patio eran grandes y tintadas para mantener fuera
el calor pero dejar entrar la luz. Plasglass, supuso. Las paredes exteriores estaban
fortificadas y también las ventanas que daban al pueblo, las dunas de los
alrededores y las vistas en la distancia hacia el portal. Guardias armados
patrullaban en gruesa formación, a pie, en vehículos y a lomos de caballos.
Mortimer miraba, interiorizando la más que obvia sincronización, mientras todos
esperaban a que Fardelle paseara por la habitación como alguien de importancia.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
En realidad, encontraba a Ciro Fardelle mucho más absurdo de lo que
55
El Club de las Excomulgadas
Una vez que finalmente pasaron la línea de recibimiento de nobles menores
y lacayos hasta su supremo comandante, Mortimer fue capaz de obtener una clara
visión de Carina Fardelle. Su madre y primera esposa de Ciro, Esta, se sentaba con
ella en el estrado lejano.
Esta era pequeña de estatura y presencia. Una vez reputada por ser una gran
belleza, mantenía los ojos bajos la mayor parte del tiempo, sus manos entrelazadas
sobre el regazo mientras se sentaba en el espacio al lado de su marido. La segunda
esposa se sentaba un poco más abajo y, donde Esta había sido pequeña, Aila
parecía derrotada. No era una mujer que hubiera preparado su camino a la cama de
Ciro en busca de la posición y el poder de darle un heredero. Era una mujer más
joven que su hija, que había sido arrancada de su hogar y dada al supremo
comandante para hacer con ella lo que deseara. Mortimer encontraba eso… de mal
mujeres no eran posesiones; eran preciosas y merecían ser honradas, no degradas.
Fardelle era tan pobre como hombre, como líder.
Habían sido informados que los eventos de la velada también eran una
celebración de los esponsales de Carina Fardelle y Hartley Alem. Alem era la mitad
de un hombre con un corazón tan negro como ninguno que hubiera conocido.
¿Qué vería Carina en tal hombre? ¿Era ella como su madre? ¿Cómo Aila? ¿Una de
las incontables mujeres en los ’Verses cuyas vidas eran simplemente una cuestión
de seguir las indicaciones de los hombres en su vida? La volvió a mirar,
contrastándola con su madre y pensó que no.
Carina era diferente de todas las mujeres en la habitación. Tranquila.
Majestuosa. El cabello tan pálido como la luz de la luna atado alto en un estilo
ridículamente complicado que alguien de su séquito creó para ella. Se veía suave,
pero sus ojos eran duros. A pesar de su descontento acerca de cuáles eran sus
motivaciones y el tipo de persona que probablemente era, no se podía negar su
belleza. No era diminuta como su madre; en cambio, era alta y esbelta. Se
imaginaba que caminaría como si hubiera música sonando en su cabeza. Y estaba
preparada para casarse con Hartley Alem, que no podía apartar su mirada de su
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
gusto. Una vez que un hombre se establecía, debería permanecer de ese modo. Las
56
El Club de las Excomulgadas
futura prometida, aunque, a los ojos de Mortimer, ella no compartía su entusiasmo.
O tal vez sí y así era como lo demostraba.
Sacudió la cabeza y cuadró los hombros. Sea cual fuera el caso, su estado
marital no era su asunto. Cómo era, quién era, no era de su incumbencia. Él no
estaba allí para eso.
Su hombre le ajustó la capa mientras Mortimer discretamente revisaba que
sus anillos fueran lo suficientemente visibles. Las gemas necesitaban captar la luz
para ser más atractivos. Se había encerado el bigote justo antes de llegar, así que
sabía que también se vería más atractivo. Si tenía que estar aburrido y mezclarse
con villanos e idiotas, por lo menos, podría tener buen aspecto haciéndolo.
representante ministerial de Caldara. —El ujier se inclinó, y Mortimer se adelantó,
haciendo una profunda reverencia. No era exactamente hasta las rodillas, Fardelle
no se lo merecía, pero hacía que Mortimer pareciera majestuoso o, al menos, es lo
que siempre había pensado cuando se miraba en los espejos de su casa.
—Es un gran placer conocerlo, Comandante Supremo. —Mortimer usó su
mejor voz, la más empalagosa para calmar al hombre que tenía en frente.
Hartley Alem se puso de pie entre ellos mientras Fardelle asentía y seguía
adelante.
—Por supuesto que lo es. Todos compartimos ese gran honor. Mortimer, se
me ha dicho que tu delegación fue asaltada más temprano en tu camino hacia aquí
por bandidos. ¿Confío que todo esté bien?
Sí, eso. Había resultado bastante bien al final.
—Sólo un inconveniente menor con piratas. Piratas en nuestros propios
territorios. Estoy seguro de que es esa chusma del Edge que viene aquí a
aterrorizarnos. Ya no aterrorizarán a nadie más otra vez, se lo prometo. Mi gente
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Comandante Supremo Fardelle, puedo presentarle a Mortimer Silas, el
57
El Club de las Excomulgadas
son todos muy buenos con las armas. —No se había dejado viva a ninguna
persona.
—Es bueno oírlo. Necesitamos estar vigilantes en nuestra defensa contra la
vulgaridad de la Federación. Tu tributo ha sido recibido y nosotros debemos
continuar con el esfuerzo de proteger a tu gente. —Con ese comentario enlatado y
sin emoción, Alem se volvió y alargó una mano hacia el estrado—. Por favor ven a
conocer a mi hermosa prometida, Carina Fardelle.
Un hombre normal se habría perdido la ligera mirada con ojos entrecerrados
de disgusto, sólo una expresión breve y fugaz, antes que su sonrisa se estableciera
en su boca pero no en sus ojos. Esta no era una mujer de cabeza hueca. Él no había
Se movió hacia ellos con la gracia que había predicho. Majestuosa. Esta
mujer no era tonta, sino que era una reina. Imposible no encontrarla impresionante.
Hizo una reverencia sobre la mano que ella había extendido. Suave, fresca,
perfumada con la esencia de flores nocturnas.
—Es un honor extenderle mis felicitaciones a usted en persona.
La sonrisa de ella nunca cambió, pero sintió la tensión de sus músculos y
otra vez, se preguntó por la mujer dentro de esta fachada.
—Se lo agradezco, Ministro Silas. Espero que sea capaz de asistir después de
que anunciemos una fecha. Hartley aún tiene algún trabajo que hacer. Una dama
disfruta siendo cortejada. —Los comentarios estaban pensados para parecer
tímidos, pero se preguntó si eso era lo que ella pretendía. Se preguntaba demasiado.
Maldita fuera, no tenía por qué estarse preguntando nada sobre ella. A Mortimer
no le importaba. Ella no era importante en este caso; tenía que mantener su ingenio
dentro de él, no fantasear con una mujer que muy probablemente era demasiado
suave y mimada para jamás ser de real interés para él.
Alem se rio entre dientes, Mortimer fue sorprendido por la violencia que
manaba dentro de sí mismo, tragó con fuerza y tomó un trago de su bebida.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
esperado eso.
58
El Club de las Excomulgadas
—Dulce flor, soy tuyo en todas las cosas. —Alem volvió a mirar a
Mortimer—. ¿No somos nada excepto títeres para bailar para nuestras damas?
¿Estás casado, Silas?
—No lo estoy, aunque espero por esa mujer que llene mi vida de felicidad.
—La sonrisa de Mortimer pareció calmar a Hartley Alem, aunque Carina no
parecía tan encantada.
Carina le envió una última mirada fría y dio un paso atrás.
—Si los dos me excusan, veo que mi madre está pidiendo mi atención. Un
placer conocerlo, Ministro Silas. Disfrute su estancia aquí en Caelinus.
apartada por su madre, dejando esa esencia en el aire y el suave susurro de su
vestido de noche a su estela.
Comió y bebió, reusó las atenciones de un joven que había sido enviado en
su busca para entretenerlo y a la joven que lo siguió. Le gustaba el sexo tanto como
a cualquiera, pero no le gustaba con prostitutas y no le gustaba con esclavos. No
tenía necesidad de pagar o mantener a alguien en esclavitud para hacer que
abrieran sus muslos. No ese tipo de esclavitud en todo caso.
Observó y aprendió. Encontró debilidades y escondrijos. Para el momento
en que se retiró, tenía un plan en mente.
Necesitaba moverse con rapidez.
*****
Después de su huida de la cena, Carina acompañó a su madre a sus
habitaciones y compartieron una taza de té. Esta sería llamada para atender a Ciro
cuando terminara con la recepción, así que habían robado esos momentos para
tratar de relajarse y fingir no estar preocupadas porque la Federación aún no
hubiera aparecido. La caminata de vuelta a sus propias habitaciones fue tranquila.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Él hizo una reverencia en respuesta antes de que ella fuera rápidamente
59
El Club de las Excomulgadas
Carina ignoró lo mejor que pudo a los guardias y entró directamente, cerrando con
llave la puerta detrás de ella.
Ahora, finalmente sola, se cepilló el cabello y se preparó para dormir.
Despidió a sus asistentes mientras salía de la recepción, así que no había nadie más
por quien preocuparse justo en ese momento. Lo cual era bueno ya que tenía
suficiente de lo que preocuparse tal como estaba.
La velada la había dejado intranquila, impaciente. ¡El tiempo se estaba
acabando! En un punto Hartley se las había arreglado para acariciarle un seno,
apretando tan fuerte que le había causado dolor. Ante el sonido de angustia, él
simplemente había sonreído y dado un paso atrás, lamiéndose los labios y casi
devolvió su comida de forma imprevista desde su vientre. Pensándolo bien, debería
Sola en la pálida luz, se dio cuenta de que no importaba lo astuta y valiente
que pensara que era, esto estaba más allá de ella y muy bien podría ser su perdición.
No haría ningún bien seguir paseándose. Necesitaba algo de descanso o no
sería capaz de mantener la máscara con su padre. Después de beber una pócima
rápida para dormir, apagó las lámparas y se subió a la cama. El sueño llegó rápido
pero estuvo lleno de pensamientos horribles y sueños de desapariciones.
Sacudiéndola de una pesadilla, una mano la tocó y luego presionó contra sus
labios. Se despertó completamente. Dando golpes hasta que una voz le susurró.
—Quédate quieta. El alzamiento de Terra te espera.
Al oír las palabras del código que su madre le había dicho que esperara,
Carina obedeció.
—Quédate quieta un momento hasta que tus ojos se acostumbren.
A pesar de la naturaleza cortante de su orden, sabía que él tenía razón.
Lentamente, sus ojos se ajustaron a la débil luz y vio a quien le hablaba.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
haber vomitado encima de él. Pero conociéndole, lo habría disfrutado.
60
El Club de las Excomulgadas
Agudos ojos verdes la miraban y ella casi retrocedió. ¿Él? ¿Mortimer sea
cual fuera su nombre? ¿Ese tonto petimetre? ¡No podrían dar ni cinco pasos por el
pasillo!
Cuando él volvió a hablar, empezó a darse cuenta de su error.
—Debemos movernos rápido. ¿Tienes algún tipo de bolso?
Éste no era el mismo hombre. Su voz era diferente. Cortante. Dura. No tenía
nada de esa suavidad que había visto más temprano en la velada. No, el hombre
que estaba en su habitación tenía ojos perceptivos. Sus movimientos mientras
revisaba la habitación eran depredadores. Se habían ido las ropas estrafalariamente
tontas, y las joyas chillonas de sus dedos. En lugar de ese hombre, estaba uno
tan magnífico sin ella como dentro de ella.
Este hombre no era para nada Mortimer, se dio cuenta de que este hombre
podría liberarla. La esperanza surgió en sus venas.
Su boca seca buscaba las palabras, tartamudeó y encontró su voz.
—Yo… sí. Mi madre me dijo que lo hiciera. Está aquí.
Él la miró de arriba abajo y sacudió la cabeza.
—Princesa, no podemos correr muy rápido contigo en ese camisón de
volantes. ¿Tienes pantalones o botas? Esas pantuflas serán un desastre. —El desdén
era claro y sintió que la rabia crecía dentro de ella, caliente y poderosa.
No estaba orgullosa de que su réplica susurrada fuera menos que educada.
—Estaba durmiendo. No duermo en pantalones. No es como si supiera que
finalmente llegarías hoy.
Puede que la boca de él se hubiera curvado en una ligera sonrisa, pero no
estaba segura de si era una esperanza o una ilusión.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
usando ropa oscura que colgaba de un cuerpo, que estaba bastante segura, que sería
61
El Club de las Excomulgadas
—Lo que digas. Siento que mi horario no fuera lo suficientemente rápido
para ti. Movámonos. Consigue tu culo vestido. Tenemos poco tiempo. ¿Tienes la
información? —Le dio la espalda mientras ella se levantaba. Por lo menos tenía
algunos modales.
Ella pasó más allá de donde estaba parado llevándose todo el aire de la
habitación de un modo de lo más desconcertante.
—Mis ropas están dentro del pasadizo. La información está dentro de mí, en
un chip. No puedes obtenerla sin mí, así que no te hagas ilusiones. ¿Cómo llegaste
hasta aquí?
—El pasadizo. Inteligente. Tu madre nos aseguró que tu padre y su gente no
cámbiate. Yo voy a hacer unas pocas cosas.
Trato no contonearse, pero probablemente lo hizo y eso sólo la frustraba
más. Justo cuando alcazaba el espacio de la hendidura, él volvió a hablar.
—Por cierto, princesa, si te quisiera muerta, estarías muerta. No soy un
villano; soy tu única esperanza de sobrevivir. No olvides eso. —Le dio la espalda y
empezó a ocuparse de la ropa de cama.
Reprimió el impulso de golpearlo en la cabeza con algo y, en cambio, agarró
una fotografía, una tomada cuando ella y su madre habían estado de vacaciones
algunos años atrás. Una vez que se metió dentro del pasadizo, se vistió
rápidamente, dejando atrás su camisón de dormir. Carina dejó una nota en la base
de la pared, sabiendo que su madre la encontraría en algún momento.
El dolor de ello la atravesó, haciéndola tambalearse mientras la pérdida la
golpeaba. La realidad de lo que estaba haciendo finalmente registrada. Puede que
nunca volviera a ver a su madre.
Él entró a través del espacio de la hendidura y se levantó en toda su estatura.
Su mirada fue a la nota y luego volvió a su cara. Tomó la nota y se la devolvió.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
saben de él. Espero por la salud de todos nosotros que tenga razón. Sigue adelante y
62
El Club de las Excomulgadas
—No. Sé que es difícil, pero no puedes mirar atrás. Si esto es encontrado,
pondrás en peligro a la persona a quien va dirigida. —Las palabras eran duras, pero
las dijo casi con gentileza mientras la tomaba del codo—. Tenemos que correr,
princesa. ¿Puedes hacerlo?
Ella asintió, agradecida por la chispa de rabia que él alimentó y también ese
pequeño hilo de compasión en sus ojos.
—Sí. La actividad física es parte de mi régimen diario. En el futuro, no me
llames princesa, Mortimer. Mi nombre es Carina. —No fue muy arrogante, aunque
lo intentó.
Él sonrió, transformando su rostro, y un espontáneo estremecimiento
aliento.
—Está bien, Carina. Soy Daniel, y tenemos que irnos. —Le tendió una
mano, y la tomó, cambiando su vida para siempre.
Daniel. El nombre le iba mucho más que Mortimer.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
cabalgó por su columna acelerando su corazón. Era tan irresistible que quitaba el
63
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Cinco
Corrieron. Bajando por un oscuro corredor, siguiendo más y más allá hasta
que finalmente él la deslizó fuera, cargando al hombro con su bolso, al otro lado de
la pared exterior. El aire fuera seguía cálido, pero el cielo aun oscuro les daría
suficiente cubierta. Andrei esperaba ahí, como Daniel sabía que haría. Los otros
que había tenido en su séquito se habían desvanecido de vuelta entre la gente. Sabía
que si tuviera la necesidad de volverlos a llamar en el futuro, habría menos. El
agarre de Fardelle se había apretado. La seguridad se había vuelto mucho más
difícil de evitar. Algunos de los agentes que les habían ayudado serían descubiertos;
era un hecho básico de lo que hacían. Un hecho en el que trataba de no pensar
el costo.
No tomarían caballos ni ningún tipo de vehículo mientras estuvieran a la
vista del complejo. Permanecer a pie los mantendría más silenciosos y menos
fáciles de ver por los observadores, quienes definitivamente serían avisados si se
descubriera que ella faltaba. Si su suerte se mantenía, estarían fuera del ’Verse para
el momento en que su desaparición fuera descubierta.
Su carga empezó a hablar, pero él negó con la cabeza. Su boca estaba firme
y sus ojos entrecerrados, pero obedeció. No se atrevió a mirar más su boca; ya
había estado muy distraído por ella. Necesitaba que toda su atención estuviera
puesta en la misión. En eludir al enemigo y llegar al portal. Se había sacudido a
Mortimer y era completamente Daniel otra vez. Necesitaba mantenerse
concentrado.
Sus prismáticos le mostraron tropas Imperiales a lo largo de un camino
cercano. Sacó el mapa y lo revisó. No había manera de rodear el sendero. Se habían
estacionado en un angosto puente sobre un barranco seco, demasiado inclinado
para bajar y subir, el cruce más cercano aparte de este los llevaría varias horas lejos
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
incluso aunque apreciaba y respetaba su elección de hacer lo correcto, sin importar
64
El Club de las Excomulgadas
del camino y sería pleno día para el momento en que alcanzaran el portal. Sus
opciones eran limitadas.
—Quedaros aquí. Los dos.
Andrei asintió una vez y tiró de ella hacia atrás hasta una ubicación más
segura.
—¿Por qué? ¿Hay un problema en el que pueda ayudar? —Ella mantuvo la
voz baja.
—Hay tropas entre nosotros y el portal. Me tengo que encargar de eso.
—Pero…
—No va a ser fácil. Si quieres vivir y largarte de Caelinus, necesitas dejarme
hacer mi trabajo. Ellos lo harán, sin pensarlo dos veces. No te van a dejar pasar;
tienes que saber eso. Nos mataran y te enviarán de vuelta. ¿Y entonces qué? Si
quieres eso, dímelo ahora antes de arriesgar mi vida y la de mi compañero.
Dejando caer la cabeza, ella suspiró pesadamente. Una parte de él se sentía
mal por lo que vería entre ese momento y el momento en que saliera del transporte
en Ravena, pero era su trabajo asegurarse que eso ocurriera. Y su trabajo no era
bonito.
—Ellos son mi gente. Se supone que debo protegerlos.
—No, no lo son. Son la gente de tu padre. Esos hombres son Skorpios.
¿Entiendes la diferencia? —Le tomó la parte superior del brazo, no para herir sino
para hacerla entender el punto—. Rendirse ahora no resuelve nada. Hacer
elecciones difíciles es la marca de un verdadero líder. Se uno ahora. No los puedes
ayudar.
—Está bien.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Los ojos de ella se abrieron mucho.
65
El Club de las Excomulgadas
Confiando en Andrei para que la mantuviera a salvo, se movió rápida y
silenciosamente hasta el grupo de soldados. Sólo había tres, si hubiera logrado una
buena distracción, lo hubiera preferido a matar. No porque se preocupara por ellos
particularmente. Ellos hacían su trabajo y él el suyo. Pero producía mucho menos
desorden. Los cuerpos eran un dolor en su culo con el que lidiar.
Estos eran Skorpios, las tropas de choque de Fardelle, y no era probable que
cayeran en eso de todos modos.
Mientras se arrastraba hacia ellos, planeaba cómo terminar con todos tan
rápido como fuera posible. Una vez que empezó a trabajar, se metió en ello
profundamente. Una parte de él distante, completamente enfocado en los detalles
del trabajo. Era como si mirara un vid6 mientras se las arreglaba para terminar con
terminar el trabajo y golpear al tercero.
Con una señal a Andrei para que se pusiera en movimiento, volvió a su
trabajo. Usando el polvo que quemaría los cuerpos hasta que quedaran un poco
más que cenizas, había limpiado lo suficiente para cubrir sus rastros para el
momento en que llegaran los otros dos.
Ella trató de no hacer mucho escándalo al mirar alrededor, pero no obstante
podía decir que lo hizo. Estaba alterada, fuera de su elemento y, él tenía que
admitirlo, era más fuerte de lo que pensó que sería.
—Movámonos.
Aunque estaba pálida, asintió y mantuvo el paso.
Tenían tres horas estándar hasta que empezara a salir el primer sol. Este no
era momento para caminar. Estaba agradecido de que hubiera estado diciendo la
verdad sobre su actividad física diaria, porque mantuvo el ritmo mientras
continuaban su paso rápido. Por supuesto, la habría cargado si fuese necesario,
6
Vid: son una especie de transmisiones audiovisuales similares a un video.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
uno con un cuchillo, golpeando a otro en la sien, agarrando su cuchillo para
66
El Club de las Excomulgadas
pero hubiera tomado más de él y estaba bastante seguro de que necesitaría cada
trozo de fuerza y astucia para sacarlos fuera del infierno del Imperio con vida.
Andrei tomó la retaguardia, cuidando sus espaldas, mientras Daniel
continuaba revisando todas las opciones en su cabeza. Era tan automático, que su
mente vagaba de vuelta a ella otra vez.
Daniel sabía que ella estaba al borde de perderse. Probablemente nunca
olvidaría la devastación en su cara cuando le dijo que no dejara la nota en el
pasadizo. Una nota a su madre, suponía. Muy probablemente se estaba volviendo
real para ella. El costo de esta decisión. Tenía que llorar la pérdida de su madre.
Aunque no estuviera muerta, no era como si pudieran volver a verse pronto.
había estado en esto mucho más tiempo que ella. Su sendero había sido muy
diferente al de él.
La mujer había renunciado a todo para sacar a su hija y la información. No
le fallaría a Esta Fardelle o a Carina. O, más importante, a la Federación.
Ya había descubierto que Carina Fardelle era mucho más de lo que había
imaginado al principio, pero no estaba seguro de si debía estar aliviado o
preocupado. Las dos cosas, suponía. No era el tipo de mujer que tendría que
tranquilizar y transportar porque se desvaneciera ante el más mínimo olorcillo de
peligro.
Y malditos fueran todos, eso lo intrigaba. Era suficiente para hacerlo desear
que hubiera sido alguna mujer tonta y débil, o por lo menos, menos atractiva y
capaz, para poder dejar de pensar en sus piernas, su culo o la manera en que se veía
tan atrapada entre la pena y la concentración.
Ella era ridículamente, completamente hermosa. Un hombre como Alem
habría tomado este regalo y lo habría destruido completamente.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Y los soldados. Eso le pesaba mucho, lo sabía. Debería, por supuesto, pero
67
El Club de las Excomulgadas
Había estado pensando en lo excitante que había sido el pequeño vistazo a
sus piernas desnudas cuando salió de su gigante cama más temprano, cuando
Andrei puso una mano sobre el brazo de Daniel para llamar su atención.
Se detuvieron, refugiándose detrás de un afloramiento rocoso cercano. En
poco tiempo, estarían en el portal; podía ver la aproximación en la distancia.
—¿Qué pasa? —preguntó Carina con suavidad. Esperaba sus siguientes
instrucciones y les agradeció a los dioses por ello. Si ella fuera, al menos, así de
maleable, su trabajo sería más fácil. Algunos de sus comportamientos le hacían
creer que estaba luchando para salir del shock. Se asentaría en algún momento y él
quería que primero estuvieran instalados en sus camarotes en la nave. Sería normal
que se derrumbara, la mayoría lo haría, pero tendría que esperar hasta el momento
Andrei lo cortó con la mirada, recordándole que fuera gentil con ella,
mientras le acercaba un pequeño recipiente de agua a Carina, quien lo tomó,
bebiendo con cuidado. La mirada, a decir verdad, su conciencia le recordó que
había sido un canalla al no pensar que necesitaría un poco de respiro y algo para
beber.
—¿Cómo te sientes? —Preguntó Daniel, sacando algo de frutos secos de su
bolsillo y acercándolos en su dirección—. Esto debería ayudar con la energía.
Ella los tomó, comiendo con calma.
—Me siento bastante contenta por no ser una vaga corpulenta y floja como
Hartley Alem.
Lo sorprendió, esta princesa podía correr como un atleta y también tenía
sentido del humor. Él se rio en voz baja.
—Yo también. Jamás lo habríamos estrujado para entrar a ese pasaje.
Quedémonos un poco más de tiempo, luego tenemos que seguir. Deberíamos estar
en el portal dentro de una hora. Tenemos un camarote en varias naves.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
que él pudiera cerrar una puerta y tenerla a salvo mientras lo hacía.
68
El Club de las Excomulgadas
Decidiremos cuál tomar cuando lleguemos. —No quería indagar sobre su estado
emocional. Eso tenía que permanecer sin tocar hasta que fuera seguro lidiar con
ello. Preferiblemente con alguien que no fuera Daniel.
—Está bien.
Repasando los tiempos, la volvió a mirar.
—¿A qué hora te levantas normalmente? —Una vez que se permitió a sí
mismo mirarla, no pudo alejar la mirada de su boca y la delicada manera en que
masticaba.
—Con el segundo amanecer. Claira es la que entra a despertarme. Se puede
—No lo puede ocultar para siempre y se le ha instruido que no lo haga. Lo
último que queremos es que esté implicada en esto. Aun así tenemos tiempo. —
Volvió a escarbar dentro de su bolsillo—. Tómate estas píldoras. —Se las alcanzó—
. Oscurecerán un poco tu piel. Esa de ahí —indicó mientras ella tragaba las
píldoras—, cambiará tu pelo, sólo por uno o dos ciclos.
Ella se tragó ambas rápidamente, pareciendo un poco cautelosa pero sin
dudar.
—Gracias. Por esto. —Su voz agitada, pero luego estable.
—No hay necesidad de agradecerme. Es nuestro trabajo. Sólo sigue nuestras
indicaciones.
Se puso de pie y notó que su piel ya estaba empezando a oscurecerse. Para el
momento en que llegaran al punto donde necesitaría cambiar su ropa, ya habría
completado la transformación.
—¿Lista? —Estiró una mano y ella la tomó, permitiéndole ayudarla a
ponerse de pie—. Estás haciendo un buen trabajo, princesa.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
confiar en ella.
69
El Club de las Excomulgadas
—¡Deja de llamarme así!
Él sonrió y ella apretó la mandíbula y rodó los ojos. Bien. La rabia era mejor
que el miedo, más fácil de manejar y controlar.
—Eres un idiota —murmuró, provocando una risa sorprendida en Andrei.
—No hay argumento ahí.
Y volvieron a correr.
*****
Ella debía haberse golpeado la cabeza en el pasadizo. No había otra
manos mientras la ayudaba a levantarse, el modo en que su voz se había suavizado
mientras le decía que estaba haciendo un buen trabajo.
Era ridículo que estuviera excitada por un tipo tan grosero. Aunque, pensaba
mientras corrían, era muy masculino e imponente. Nada parecido a cualquiera que
jamás hubiera conocido antes. El otro hombre también era guapo, misterioso y
callado, pero no podía dejar de mirar a Daniel. Él era simplemente, tan… algo.
Grande. Audaz. Fuerte. Arriesgado. Admiraba eso, se sentía atraída por ello
incluso aunque la intrigaba y la dejaba sin aliento.
Sus músculos empezaron a arder y doler. Mataba el tiempo y trataba de
ignorar el miedo y el cansancio que la invadía pensando en otras cosas. Pero esas
otras cosas eran sobre perder toda su vida, o esos soldados muertos, o sobre Daniel.
Al menos, pensar en Daniel, la calentaba y hacía que sus pezones se
endurecieran contra la tela de su blusa. No necesitaba cambiar sus fantasías o ni
siquiera sentirse culpable por ellas.
Fuera lo que fuera de él, quien quiera que fuera, había desatado algo dentro
de ella, enviándolo a recorrer sus venas. Al menos, podría culpar a la carrera por
cualquier falta de aliento o piel ruborizada. Eso era, si viviera lo suficiente para
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
explicación de por qué no parecía poder dejar de pensar sobre la fuerza de sus
70
El Club de las Excomulgadas
detenerse. Buenos dioses, no había hecho una actividad tan físicamente intensa en
muchos años.
Los primeros arcos alrededor de la ciudad portal significaban que tenían que
bajar la velocidad. La excitación y el temor volvieron a aparecer una vez que
recuperó el aliento. Esperaba parecer indiferente mientras se comía los detalles de
lo que veía a su alrededor.
La ciudad portal siempre estaba despierta, siempre trabajando. Era uno de
sus lugares favoritos en Caelinus y aprovechaba cada oportunidad que tenía para
venir y saludar a los visitantes o ver irse a los invitados. Era totalmente diferente del
complejo. Vibrante. Todo olía y sonaba picante.
que los soles se hubieran elevado para el mediodía. Así, las tres personas que se
dirigieron a las pistas de despegue no recibieron más de una segunda mirada. Eran
igual que cualquier otro, yéndose, llegando, haciendo negocios.
Pasaron una tienda de masa frita al aire libre y su sonrisa se desvaneció
mientras se preguntaba si tendrían algo así al otro lado. Extrañaría el olor del
hogar, extrañaría a la gente, extrañaría cómo hablaban, sus acentos, el modo en
que se veían en los días de festival. Tendría que dejar todo atrás. El dolor de eso le
dificultó respirar profundamente mientras luchaba por no desmoronarse.
El portal estaba justo delante y Daniel se detuvo, metiéndolos en un espacio
entre dos edificaciones anexas. Una puerta cercana chirrió cuando Daniel le quitó
el seguro, haciéndola casi saltar de susto.
Andrei tocó su brazo brevemente, calmándola, urgiéndola a que entrara
después de Daniel. La habitación más allá se veía relativamente sin usar. El polvo
cubría las pilas de cajas contra una pared lejana. No había ventanas y ninguna otra
puerta excepto la que acababan de usar.
Daniel siguió caminando, alcanzándole un paquete.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Todos pululaban alrededor, pero no en gran número como lo hacían una vez
71
El Club de las Excomulgadas
—Ropa para viajar y algunos papeles. Es bastante simple: Tú eres mi
hermana Rina. Estamos de camino a Monteh para asistir al festival de la cosecha y
a reunirte con tu pretendiente. Supuse que era lo suficientemente parecido a tu
nombre verdadero para que pudieras recordarlo con suficiente facilidad.
Ella había estado bullendo de rabia porque parecía que la consideraba una
completa idiota, pero luego él le dio la espalda y empezó a desvestirse. Aunque
sabía que era grosero, simplemente no había modo de poder detenerse a sí misma
de quedarse mirando la ancha extensión de sus hombros que bajaba disminuyendo
hasta una angosta cintura. Oh, dioses, esto era tan ridículo, ¡es que todo la
encendía!
Él dio un paso fuera de su pantalón y su trasero fue el más perfecto que
no de hombres adultos de cualquier modo, pero los pocos que había espiado
durante su vida le habían dado un espectro bastante bueno, y el de él estaba arriba,
en la cima.
Su mirada se pegó a su cuerpo, sus manos buscaban a tientas, pero se las
arregló para ponerse el simple vestido que le proporcionó. Le quedaba perfecto, y la
tela había sido suavizada por el tiempo. Su piel se había oscurecido y, por lo que
podía ver, su pelo era del mismo tono que sus ojos. En primer lugar, nadie esperaría
verla, pero ahora se sentía incluso mejor acerca de su capacidad para permanecer
sin ser detectados.
Los músculos de él se flexionaban y agrupaban mientras se movía. Mientras
se deslizaba en el cuerpo un arma tras otra. Estaba tan tenso y peligroso.
Hermosamente letal y le robaba su capacidad de pensar. Su ropa se ajustaba bien a
su cuerpo y aunque lo había visto envolverse en todo ese equipo, no podría decirlo
al mirarlo.
—Nunca pensé llevar un arma ahí —dijo, entonces él levantó la vista. Sus
miradas se encontraron y ella la sintió todo el camino hasta los dedos de los pies.
Así era como quería que la mirara un hombre. Había algo ahí entre ellos. No era el
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
había visto jamás. No que hubiera visto un montón de culos desnudos en su vida,
72
El Club de las Excomulgadas
mismo tipo de anhelo profundo que había visto en el altillo, pero tampoco era la
codicia calculada que había visto en la cara de Hartley.
Había pasado menos de un día, ni siquiera la mitad de un día, desde que él
había sido un petimetre haciendo reverencias y adulando a su padre. Parecía como
si hubieran pasado semanas, como si mundos enteros se hubieran deslizado entre
ella y la mujer que había sido antes de que saliera el primer sol. En lugar de
Mortimer, o incluso el hombre que se presentó a sí mismo como Daniel en su
alcoba, ahora era alguien distinto otra vez. Capaz. Agresivo. Duro. Este Daniel se
hacía pasar por un fabricante de botas, le había dicho. ¡Ja!
Había tenido botas hechas a medida durante su vida, y ninguno de los
hombres que se las había hecho jamás lució como Daniel. Podría haber usado más
—¿Lista? —Daniel separó la mirada de su cara mientras la recorría de arriba
abajo. Hizo un sonido y dio un paso dentro de su espacio, alborotando su cabello.
Ella trató de retroceder, pero la sujetó, tirando con un poco más de fuerza de la
necesaria y ella le palmeó las manos.
—No me gusta ser maltratada.
—Es una lástima. Mira, obviamente has estado protegida, pero la gente
común no tiene ese tipo de pelo, no del modo en que lo tienes arreglado. ¿Qué
mujer que tiene que trabajar todo el día tendría el tiempo para hacer algo tan
complicado? —Le desarmó el moño que ella había creado y empezó a trenzarlo a
su espalda.
Se sentía… íntimo tener sus manos en su pelo de ese modo. Incluso aunque
quería estar enojada con él por manejarla como si fuera una muñeca o una cosa, él
fue gentil una vez que se quedó quieta. No la tocaban muy a menudo. A parte de su
madre y YaYa, nadie la abrazaba con fuerza ni la tocaba con afecto.
Cerró la puerta a eso. Si iba por ese camino, sólo terminaría más perturbada.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
botas si hubiera sido así.
73
El Club de las Excomulgadas
—Así. —Él se echó hacia atrás y ella tanteó su trabajo, encontrándolo más
que satisfactorio.
—¿Trenzas el pelo de tu esposa? —Bien, eso fue bastante obvio. Luchó con
el rubor y agradeció por la luz baja de la habitación.
Él se alejó un par de pasos más y la distancia se abrió entre ellos, entonces se
sintió como una tonta, preguntándose si le había malinterpretado lo que dijo. O lo
interpretó correctamente.
—No. Aunque mi hermana tiene el pelo muy largo, como el tuyo pero
oscuro como obsidiana. —Se puso el equipo al hombro y se movió hacia ella—.
—¡No espero que lo hagas! —Ese bolso llevaba lo poco que pudo llevar con
seguridad con ella. Lo sostendría y lo mantendría a salvo por sí misma.
Él rodó los ojos.
—Deja de ofenderte todo el tiempo. Eres una mujer trabajadora; se espera
que cargues tu bolso personal. Si fuera pesado, lo llevaría por ti. Pero tienes que
recordar tu papel aquí.
Fue justo en ese mismo momento cuando se prometió a sí misma que nunca
volvería a vivir una mentira o a usar máscaras con las personas a menos que fuera
absolutamente necesario. Por delante tendría un gran trabajo y estaría sola. Se
debía a sí misma ser una verdadera persona, la Carina Fardelle que era cuando
estaba sola en el pasadizo.
—En primer lugar, ¿tienes alguna otra queja que hacer? Estoy aburrida de
esto. —Ella lo fulminó con la mirada—. ¡No estoy ofendida! Sigues haciendo tu
mejor esfuerzo para pensar que soy algo que no soy. Es irritante. Es como si
quisieras que me ofendiera. Si lo echo a perder, entonces corrígeme, pero no tienes
derecho a prejuzgarme. No me conoces lo suficiente para pensar que soy malcriada
y perezosa.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Agarra tu bolso. No puedo llevarlo por ti.
74
El Club de las Excomulgadas
—De acuerdo. —Se volvió y empezó a trabajar en algo en su bolso, así que
ella se contentó con hacer un gesto a su espalda.
Probó el peso de su bolso; no era tan malo. ¡Ofendida! Lo único por lo estaba
ofendida era por su suposición de que ella estuviera ofendida en primer lugar.
Odiaba que pensara que era una princesa malcriada. Sí, había crecido con cosas
que muchos otros no tenían, pero no estuvo tan protegida como para no saber
cómo cargar sus propios bolsos.
—Carina. —Él seguía dándole la espalda.
—¿Sí? —preguntó ella con una dulzura burlona.
—Tienes razón. Me disculpo.
¡Ugh! Era tan insufriblemente inesperado. Antes que pudiera replicar,
Andrei volvió a la habitación, y el momento había terminado.
Esta vez la miró de frente.
—Nos vamos ahora. Sígueme y recuerda, no eres Carina, eres Rina, eres mi
hermana. Espero que no descubran que estás desaparecida durante algún tiempo
más. Por lo menos, hasta que logremos registrarnos. Pero si lo hacen, si nos
encontramos con cualquier cosa peligrosa, tienes que confiar en mí y seguirme.
Mantén tus papeles al alcance; necesitarás mostrarlos muchas veces.
Apretó los puños hasta que las uñas se enterraron en sus palmas,
simplemente necesitando ese afilado borde de dolor para no derrumbarse. Carina
necesitaba recordar que aún faltaba algún tiempo hasta que fuera esperada. No
había razón para ir buscando problemas. Ya tenía suficientes.
—Bien. No soy estúpida, sabes. Soy culta y capaz. Y —arqueó una ceja en
su dirección, recordándole que era más que alguna medio-boba estúpida que no
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Puede que él hubiera resoplado; no estaba segura.
75
El Club de las Excomulgadas
podría salir de una bolsa mojada—, he ido muchas veces a otros ’Verses durante mi
vida. He estado en transportes antes. También soy una piloto cualificada.
Se detuvo tan cerca de ella que podía sentir el calor de su piel. Tan cerca que
podía sentir su esencia. Lo que fuera que pareciera exudar ese hombre y que hacía
que su corazón latiera más rápido, le hacía contener el aliento y le pasaban todo
tipo de cosas maravillosas a sus pezones y su clítoris. Puede que se hubiera sentido
avergonzada por eso incluso unos días antes, pero justo entonces, se deleitaba en
ello.
Él inclinó su cabeza hacia abajo, a sólo centímetros de tocarla. Casi podía
sentir sus labios contra su frente. ¿Cómo podía su cercanía aturdirla tanto? Era
—No creo que seas estúpida. Sí, creo que sé más de este tipo de cosas que
tú. De hecho, aclaremos esto ahora mismo. Me obedecerás completamente en todo.
Una vez que esto termine y estés segura al otro lado, puedes hacer lo que quieras.
Pero hasta entonces, nuestras vidas están en riesgo y será necesaria toda mi
concentración para sacarnos de aquí. Si no puedes hacer eso, dímelo ahora.
Claro que tenía que decirle algunas cosas.
—Eres tan imbécil.
Él sonrió y eso la irritó. Era tanto arrogante como prepotente y su cuerpo
parecía encontrar atractivas esas cosas.
—Me han dicho eso un par de veces. Puede que no tenga los mejores
modales de cualquier hombre que hayas conocido. Pero tampoco soy un
maltratador. En cualquier caso, soy la mejor esperanza que tienes de escapar, así
que simplemente lleguemos al punto donde estás de acuerdo y podemos irnos.
Con un gruñido apenas contenido, apretó los labios y asintió.
—Bien.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
como si mientras más cerca se quedara de él, más se le nublara la mente.
76
El Club de las Excomulgadas
—Entonces, movámonos.
Y salieron de la pequeña y tranquila habitación y volvieron a la ciudad,
rodeados por ruido y gente. Andrei se tocó la frente con una ligera reverencia y
luego se volvió hacia Daniel.
—Viaja seguro, amigo.
Antes que ella pudiera decir otra palabra, Andrei se había mezclado en la
multitud y lo perdió de vista. Tragó con fuerza ante el inesperado aumento de
emoción por la pérdida de alguien que sólo había conocido por un corto tiempo.
Daniel le apretó la mano con fuerza por un momento y apuntó con su
futuro.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
barbilla hacia las pistas de despegue, ella dio el gran y aterrador paso hacia su
77
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Seis
El caos de los muelles de salida proporcionó bastante cobertura cuando
Daniel se separó de Andrei para guiar a Carina hacia su transporte. Andrei iría al
otro lado del muelle a encontrarse con una agente femenina para extender su
camino un poco más. Mientras se movían hacia el borde exterior donde los
transportes estaban atracados, Daniel se percató del número de soldados y el nivel
de seguridad en el área.
Sólo en el último tramo, donde el nivel de actividad a su alrededor había
aumentado tanto que había tres veces más personas de las que había antes. Carina
sol se elevara, ya que las horas de comercio empezaban antes de la primera luz
matutina y cerraban durante el auge de calor. Daniel normalmente odiaba las
multitudes porque era mucho más difícil ver y reaccionar a todas las variables de
una operación. Como justo en ese momento, por el esfuerzo extra de atención que
significaba para los soldados. Un personal ocupado y distraído en los puestos de
control aumentaba las oportunidades de abordar e irse del ’Verse sin ningún
problema.
Sus identificaciones y documentos de destino parecían legítimos, a medida
que se movían cada vez más cerca hacia donde el transponerte mediano que habían
reservado se alzaba delante. En el tiempo que les había llevado pasar a través de los
últimos seis puntos de control, la luz empezó a bordear la oscuridad del horizonte.
—¿Cuál es su destino y propósito? —La agobiada empleada de la base de las
escaleras del muelle de pasajeros sostenía los papeles en sus manos.
—Monteh. El festival de la cosecha. Soy un fabricante de botas. Muchos
campesinos necesitan llevar botas nuevas. —Coqueteó con ella y su molestia se
suavizó—. Esta es mi hermana, Rina. La estoy acompañando para encontrarse con
su pretendiente y su familia.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
le había dicho que estaría concurrido durante las dos primeras horas antes de que el
78
El Club de las Excomulgadas
Un soldado se aproximó y empujó a la empleada a un lado. Tomó los
papeles y gruñó mientras lo revisaba. Carina se tensó y Daniel quiso que se
controlara y mantuviese su tapadera. Este mismo soldado había estado moviéndose
a través de la multitud, intimidando y acosando personas desde su llegada. Mejor
mantener la cabeza baja y no dejar a los de su tipo ponerlo a uno nervioso.
—No parece tu hermana —dijo el soldado, mirándola demasiado fijamente
para el gusto de Daniel.
Daniel movió su cuerpo, manteniéndose entre el hombre y Carina. No
respondió, no era una pregunta de todos modos.
—Monteh. Vamos a Monteh. A trabajar y a que mi hermana conozca a su
prometido. —Daniel habría querido no tener que jugar a hacerse el débil, habría
querido poner su pie en la cara de este tonto y detener su mirada intimidante hacia
Carina.
Estaba lo suficientemente nerviosa sin que este idiota usara su poder para
abusar sin otra razón más que porque podía.
Aburrido de no poder sacar nada de Daniel, el soldado arrojó los papeles
hacia la empleada.
—Cuida tus modales, granjero.
La empleada selló los papeles y se los devolvió a Daniel, mirando sobre su
hombro con molestia hacia el soldado.
—Que tengan un viaje seguro y buena fortuna en sus próximas nupcias.
Carina agradeció ahogadamente mientras Daniel la guiaba a la entrada de
los muelles de los pasajeros.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—¿Qué dijiste que vais a hacer en Fortuna?
79
El Club de las Excomulgadas
Ella pudo contenerse adecuadamente, pero el esfuerzo empezaba a notarse
en sus facciones. Lo gracioso era que eso la hacía parecer mucho más como un
ciudadano normal del Imperio que antes. La mayoría de las personas que había
encontrado tenían ojos cansados y un aura de tristeza a su alrededor.
—Aquí es. —Deslizó la tarjeta por la ranura junto a la puerta y destelló
verde. No era una habitación grande, pero serviría a su propósito, esperaba—. ¿Por
qué no descansas? Pasará algún tiempo antes de que lleguemos y necesitamos
dormir.
Sus ojos grandes y asustados lo miraron desde donde se había acurrucado en
la pequeña cama. Brillaban con lágrimas no derramadas, su boca temblaba como la
de Abbie cuando trataba de no llorar. Carina parecía más molesta que triste, pero se
—No sé si pueda dormir ahora. Estoy cansada, pero mi mente no para.
Algo tiró profundo en su estómago. Sabía que ella debía estar devastada,
pero no era su niñera. No sabía cómo serlo, no estaba seguro si eso no la enviaría
volando por el borde donde ya se encontraba precariamente balanceándose.
Normalmente él llegaba, obtenía la información o tomaba el objetivo y salía.
Raramente trabajaba con otras personas además de contactos u agentes. Esto era
diferente. Ella era diferente. Sentía algo por ella, la admiraba aunque seguía
diciéndose a sí mismo que debía de dejar de pensar en ella en absoluto. Ella le
sacudió y no podía permitirse el lujo de sentir lástima por ella.
Era el enemigo hasta que se demostrase lo contrario, aunque confiaba en su
instinto y su instinto le decía que no le haría ninguna mala jugada. No correría
ningún riesgo hasta saber más.
Se afanó alrededor, tratando de no mirarla de nuevo. Hablando con ella para
pasar el tiempo y, se dijo a sí mismo, para mantenerla calmada. Ella hizo un
pequeño sonido y él se volvió, incapaz de seguir ignorándola.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
contuvo. Tenía que reconocerlo, ella se sostuvo.
80
El Club de las Excomulgadas
La miró. Y quedó atrapado.
Se veía tan pequeña, perdida. Cada parte de él quería ir a ella, tomarla en
brazos y hacer que todo estuviese bien. Ya que eso estaba decididamente fuera de
discusión, sin mencionar, que era totalmente poco profesional, se encontró tratando
de hacerla sonreír.
—Si no vas a dormir, al menos puedes comer. Una vez que despeguemos,
iré a conseguir comida y algo para beber. ¿Estarás bien hasta entonces? Tengo algo
de fruta seca en mi bolso si necesitas algo.
Ella parpadeó en una combinación de sorpresa que se alzó de lo que fuera
que estuviese pensando y también para limpiar las lágrimas que había estado
visto nada. Fue transportado a diecisiete años estándar, la primera vez que había
visto a Mariella, la primera chica que realmente le había quitado el aliento.
Pero no era ese chico y Carina Fardelle no era alguna inocente hija de un
mercader tampoco. Aun así, recordar esto no fue suficiente para hacerle apartar la
mirada de ella.
Se sentó, metiendo sus pies por debajo de ella, lo que la hizo parecer aún
más pequeña, algo que no era. Incluso frágil.
—Puedo esperar. Gracias. Por todo. Sé que estás arriesgando tu vida por mí.
El tirón en su estómago le dijo que habían empezado el primer tramo del
viaje, habían pasado a través del primer portal al siguiente ’Verse. Gracias a los
dioses tenía algo más que hacer ahora.
—Gajes del oficio. Es mi trabajo. Y si tú tienes lo que se supone que tienes,
también estas arriesgando tu vida.
Ella tragó fuerte y asintió.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
tratando de ocultarle. Daniel se debatía entre ofrecerle un pañuelo y fingir no haber
81
El Club de las Excomulgadas
—Todo lo que tienes es mi palabra que lo tengo. Pero hemos ayudado antes,
así que eso tendrá que ser suficiente.
—Me parece bien. Podemos seguir hablando después. ¿Estás cansada? —
Dioses, ¿qué estaba haciendo, repitiendo sus palabras como un imbécil? ¡Ella era su
trabajo! ¿Por qué la estaba mimando y preocupándose por ella así?
Ella exhaló suavemente, cuadrando sus hombros.
—No sé cómo estoy.
—Tengo algo que te ayudará a dormir, si quieres. —Se dijo a sí mismo que,
si dormía profundamente, sería más fácil de controlar y realizar un registro
Todo voló de su cabeza en el momento en el que vio lo miserable que
parecía.
—Sé que esto es difícil. Dejar a tu madre atrás. Pero hizo esto por ti. Está
haciendo un sacrificio no solo por ti, sino por todos a través de los Universos
Conocidos. No lo hace más fácil, lo sé. Pero no todos los padres se preocupan tanto
como tu madre. Está haciendo lo correcto, al igual que tú. Es muy valiente.
Ella asintió, parpadeando rápido para contener las lágrimas y se encontró
queriendo tocarla, tranquilizarla. En lugar de eso, se levantó y se ocupó en instalar
algunas alarmas internas en la pequeña habitación. Necesitaba trabajar, aunque
fuese solo para mantenerse ocupado, para evitar seguir fantaseando con ella.
Dándole la espalda, se aseguró de tener sus llaves de alarmas y que todas sus
armas estuviesen en su lugar, antes de girar hacia ella de nuevo.
—Volveré enseguida con algo para comer, luego necesitarás descansar. No
salgas de la habitación. No respondas a la puerta. Si alguien trata de entrar, tira de
esto. —Señaló al pequeño cordón junto a la puerta—. Es una alarma, y vendré
corriendo. ¿Entendido?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
mientras se sentaba frente a ella en su litera.
82
El Club de las Excomulgadas
Pálida, pareciendo controlar su malestar, se sobrepuso.
—Entiendo.
—¿Sabes cómo usar algún arma si quiera?
Su miedo cambio a enojo y él se relajó. Tal vez si la mantenía molesta,
podía evitar sus lágrimas.
—Por supuesto que sé. Sabes qué soy, quién soy. He sido extensamente
entrenada desde muy temprana edad. Cuchillos y explosivos. Tengo algo de
experiencia en combate cuerpo a cuerpo. Si soy atacada aquí, una pistola sería
inútil. ¿Tienes un cuchillo extra? —Ladeó la cabeza en su dirección.
—Ten. No te cortes.
Se fue antes de encontrarse limpiando sus lágrimas o cantándole una
canción de cuna. No detuvo su sonrisa por el indignado resoplido de ella.
*****
Ella comió la modesta comida que él compró y trató de no pensar más allá
del momento. Todo se sentía mal, como vestir ropas que no encajaban. Miró hacia
abajo y se percató de que era parcialmente cierto.
Daniel estaba sentado en la litera frente de la suya y comía eficientemente,
como si fuese una tarea también. Se preguntó si alguna vez se soltaba, se dejaba ir.
Su personalidad trabajadora había sido una eficiente molestia hasta ahora. Y
mientras eso era confortante hasta cierto punto, ¿él apagaba todo lo demás mientras
trabajaba? ¿Siempre era de esta manera? ¿Alguna vez se enfadaba? ¿Reía? ¿Cómo
era cuando no estaba trabajando?
Una vez que terminó de empujar toda la comida en su boca, él limpió sus
labios y respiró hondo.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Rápidamente, sacó uno de su tobillo y se lo entregó, todavía envainado.
83
El Club de las Excomulgadas
—Voy a descansar un poco. Mi sueño es bastante ligero así que, por favor,
no te preocupes por tu seguridad. —Le dijo mientras movía su catre para bloquear
la puerta—. Tendrán que pasar sobre mí para llegar a ti. Eso no pasará.
Él busco en su bolsillo y le entregó una píldora.
—Para ayudarte a dormir. Déjate ir y déjame a mí la preocupación.
La consternación la llenó. ¿Por qué tenía que ser tan agradable justo cuando
ella ya había trabajado toda esa molestia hacia él por ser tan huraño? Al menos
mantenía las lágrimas alejadas y tal vez él lo había planeado así.
Tomó la píldora y la tragó antes de pensarlo dos veces. Necesitaba confiar
Él se dio la vuelta y se despojó de su camisa, sus botas y sus pantalones.
Bueno, ahora esperaba que la píldora no hiciese efecto tan rápido, porque esto era
demasiado bueno como para perdérselo. Hasta que se detuvo en su camiseta y sus
calzones largos.
¿Realmente se iba a detener justo ahí? Tacaño. Probablemente sólo para
mortificarla. Podría haberse sentido mejor si hubiese visto un poco de la belleza de
su cuerpo. No era que ella hubiese estado pensando en el vistazo que había
obtenido ese mismo día. Constantemente.
Con una risa ahogada, terminó su comida, aunque no sabía a nada. Metió la
energía en su cuerpo y cuidadosamente lanzo las envolturas por el canal de
desperdicios.
Él se metió debajo de una sábana y le dio la espalda, mirando hacia la
puerta. Había visto como había metido un arma cerca del catre y todavía llevaba un
cuchillo o dos. Su miedo disminuyó lo suficiente para no sentir que apretaba los
puños a cada momento.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
en él y tenía razón; el descanso sería necesario si planeaba mantener su ingenio.
84
El Club de las Excomulgadas
—Deberías dormir, Rina. —Murmuró, usando su nombre falso—.
Necesitaras energía y todavía tenemos un largo camino que recorrer.
Se sentó pesadamente, arreglándoselas para quitarse sus botas con los pies y
deslizarse debajo de las sabanas. Se dejó sus ropas para darse calor y para tener
sensación de control. La píldora empezó a hacer efecto, alejando su angustia y
poniendo peso en sus extremidades. Se dejó ir, confiando en él para mantenerse
entre ella y cualquier amenaza.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Sólo saber eso le calentó y le dejó aceptar el sueño que tanto necesitaba.
85
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Siete
Daniel despertó al detenerse la estática en la frecuencia que había estado
vigilando, y bruscas órdenes empezaron a filtrarse. Se vistió rápidamente y se
movió más cerca de la litera de ella. Puso más alarmas y se deslizó fuera, hacia el
pasillo, escuchando atentamente. Odiaba dejarla, pero estaba descansando, y era
más seguro ir solo.
El zumbido del transporte había disminuido, y supo que habían entrado al
borde más lejano del portal, preparándose para llegar al ’Verse de destino. Al final
del pasillo, se escabulló dentro de una sala de comunicaciones, la clase que usaba la
personal capacitado para realizar transmisiones entre ’Verses.
Aunque tenía el comunicador personal, necesitaba acceso al sistema de
comunicaciones del transporte para conectarse a canales cerrados. Podía hacerlo
con este nudo. Una rápida interferencia en el panel de la puerta, algo de magia con
uno de sus juguetes electrónicos y ya estaba dentro. Las órdenes reportadas por el
canal menos asegurado eran exactamente lo esperado, una pequeña porción de lo
que el canal seguro transmitía. La ausencia de Carina había sido comunicada, y
cada transporte que parara en cada portal debía ser abordado.
Accediendo a las rutas de evacuación en el mapa de la nave, Daniel planeó
tres rutas de escape en caso de problemas. Y esperó lo mejor. Había calculado alta
presencia de tropas en sus planes originales. Había esperado que Fardelle enviaran
tropas a registrar transportes y probablemente un completo barrido de todos los
edificios en Caelinus. El tiempo que tenían antes de que hubiesen descubierto su
desaparición les daba una ventaja, los enviaba un paso más allá. El área que
Fardelle tendría que buscar sería tan grande que no sería posible, especialmente al
principio, registrar a fondo cada transporte. No resolvía todos sus problemas, pero
los ayudaría a evitar ser detectados. Necesitaba explicarle a ella que sería mucho
más peligroso de aquí en adelante.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
gente de negocios para mantener contacto con sus casas, sin el alto costo de
86
El Club de las Excomulgadas
Arregló varios planes de contingencia con su equipo vía mensajes
codificados, deshizo su trabajo y rápidamente volvió a su habitación.
Por segunda vez en varios días, Carina se encontró siendo despertada por
Daniel, de pie sobre ella, sus dedos sobre sus labios. Una vez que se relajó, se
agachó para susurrar en su oído.
—Casi hemos terminado con el proceso de llegada. Dentro de unos
momentos, se hará el anuncio de que hemos llegado a Philos. Bajaremos aquí.
Tropas del Imperio esperan en la cubierta para entrar por el otro extremo de la
nave.
El capitán del transporte anunció la llegada mientras el miedo llenaba su
botas.
Él ya tenía su mochila, ella la tomó sin pronunciar palabra.
—¿Todavía tienes el arma?
Rápidamente comprobó su bolso, confirmando que la tenía. Asintió.
Él tomó su mano y la apretó, la dura máscara de su rostro se suavizó.
—Céntrate en los detalles. En la mecánica de las pequeñas cosas que haces.
Analízalo y no te permitas ninguna razón para pensar en nada más de lo que
necesitas. Así es como lo soporto a veces.
La sorprendió, pero se aferró a su consejo como a un escudo.
Soltando su mano, él se giró hacia la puerta.
—Necesito que estés absolutamente calmada. Mantén el arma contigo
siempre, pero no la uses a menos que lo ordene, o a menos que no esté para dar la
orden y sea cuestión de vida o muerte. No tienen ninguna razón para pensar que
nos están buscando específicamente a nosotros, no les demos una.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
sistema, dejándola mareada. Quiso levantarse, y lo hizo, luchando para ponerse sus
87
El Club de las Excomulgadas
¿Calmada? No lo estaba. Nadie en este barco lo estaría si las tropas habían
abordado. No era así como eran las cosas en el Imperio. La gente temía a la
autoridad.
Sacudió su cabeza y fingió que sus rodillas no se sentían débiles.
—Todos aquí estarán muy nerviosos. Si parecemos calmados, nos
expondremos como objetivo. Si las tropas están aquí, significaría que se llevarán
arrestadas a algunas personas.
Él se detuvo.
—Tienes un excelente punto. Estás en lo cierto. Estarás asustada, y eso es
apropiadamente, ¿de acuerdo?
El pequeño elogio la calentó. Se abotonó la capa pero dejó la capucha
bajada hasta que salieron.
—¿Vamos entonces, Hermana? —preguntó, abriendo la puerta de la cabina
y saliendo al pasillo.
Lo siguió, y él la mantuvo cerca cuidadosamente mientras caminaban entre
grupos de personas hacia las salidas. Las tropas estaban detrás de ellos en alguna
parte; lo sintió así mientras él la apuraba hacia afuera. Rezó silenciosamente para
que escaparan sin que nadie en la nave fuera involucrado o saliera lastimado.
Incluso el ligeramente acre aire de Philos la llenó de alegría a medida de que
se movían por la plataforma. Lo siguió, confiando en que él supiera lo que hacía.
Esperando que fuese así.
Las calles fangosas estaban atiborradas de policías y militares. No tuvo que
fingir su miedo. Él se movió pegado a calles laterales y callejones, estuvo segura de
que era para evitar ser detectados. El sonido de soldados entrando a edificios y
puertas siendo golpeadas empezó a aumentar a su alrededor.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
normal para Rina. Dentro de ti estarás calmada mientras muestras temor
88
El Club de las Excomulgadas
—Alto ahí.
Daniel se congeló, deteniéndolos a ambos. Un soldado se interpuso en su
camino, saliendo de un edificio justo delante.
—¿Dónde
están
sus
papeles?
—el
soldado
los
miró
a
ambos
cuidadosamente. Carina esperaba que Daniel tuviese alguna clase de explicación
del porqué habían salido del transporte tres ’Verses antes.
—Aquí — Daniel los sacó de su bolso. Dio algunos pasos a un lado,
atrayendo al soldado hacia ellos.
—¿Qué asuntos los traen aquí? ¿De dónde vienen?
para encontrarnos con el prometido de mi hermana y su familia. Tengo negocios
con algunas tiendas aquí. Fabrico botas.
Carina digirió esos detalles, junto con la insignia Skorpio en la solapa del
soldado. Su estómago se tensó.
—Este código es más antiguo que los cuatro meses estándar.
—Reservé nuestro transporte cuando el precio de la novia fue aceptado a
finales del año pasado. Era parte del contrato nupcial —Daniel parecía tener un
buen conocimiento en lo básico de cómo funcionaban las cosas en el Imperio,
gracias al cielo.
—Ambos tienen que acompañarme al complejo de seguridad del portal.
—Señor, ya vamos tarde. ¿Podemos arreglar cualquier problema con nuestro
código en cualquier otro momento? Hay una estación de seguridad cerca de la casa
de huéspedes donde nos hospedaremos. Puedo arreglar esto antes del anochecer,
una vez que deje a mi hermana acomodada —Daniel mantuvo su mirada baja.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Abordamos el transporte hace dos días en Birrden. Nos detuvimos aquí
89
El Club de las Excomulgadas
—Hará lo que le diga, cuando se lo diga. Hasta que pueda verificar su
historia, ambos esperarán encerrados.
—Lamento oír eso — Daniel dio un paso al frente, y antes de que Carina
pudiese si quiera registrar que estaba pasando, había arrastrado al soldado al
estrecho espacio entre dos edificios. Carina se apresuró a ir detrás de ellos, mirando
a su alrededor en lo que esperaba que fuera una forma disimulada.
Oyó el espantoso crujido del cuello del soldado rompiéndose. El cuerpo se
desplomó al suelo.
—Vigila —Daniel le murmuró mientras arrastraba el cuerpo detrás de un
No sabía qué demonios haría si alguien los descubría. Pero se aferró a su
bolso, sus dedos tocando el borde del blaster7, solo por si acaso.
—Vámonos. No pasará mucho antes de que noten que ha desaparecido —
Daniel tomó su brazo y la empujó lejos a buen paso.
Quería entrar en pánico pero se concentró en cada paso que tomaban.
Mantuvo su mirada en la calle y la acera, observando los detalles. Necesitaba
mantenerse cuerda y ayudarlo a salir fuera del peligro. Cualquier otra cosa no era
aceptable.
Finalmente, Daniel relajó un poco su espalda, saludando a un grupo de
hombres parados cerca de un transporte justo al otro lado de una plaza pequeña.
—Qué alegría verte, Neil. Veo que traes a Rina contigo, bien, bien. Vengan,
hay bandidos cerca. Los soldados están de caza; y no querría ser uno de ellos una
vez que las tropas los atrapen —el gran hombre rio, pero no alcanzó sus ojos.
Ella subió de un salto a la cabina, seguida de Daniel, y partieron.
7
N.T.: pistola, desintegrador.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
cubo de reciclaje.
90
El Club de las Excomulgadas
Daniel les entregó un paquete de papeles, y el más bajo de los hombres le dio
otro.
—Actualizados con mejores códigos.
Daniel no hizo comentarios mientras los miraba, y ella también lo hizo
sobre su hombro. Ella tenía un nuevo nombre y estaban casados, no eran
hermanos. Residentes de Philos, mensajeros acuáticos.
Cada vez que tuvieron que parar en un punto de control, y entregar sus
papeles, pensaba que los detendrían y los meterían a todos en el bloque de
contención. Para su alivio, nadie cuestionó demasiado sus papeles. Pronto
estuvieron lejos del portal y profundamente en los cañones donde la gente local
minerales.
Empezó a hablar una vez, pero él le lanzó una mirada y le suprimió el
impulso. Si no quería que dijese nada, tendría sus razones. Después del último
puesto de control, nadie habló tampoco. Hasta que el sol estuvo en lo más alto y
hubieron llegado a un gran cañón.
Una vez que el vehículo partió, no hubo otro sonido más que sus
respiraciones y el sonido de arena y polvo moviéndose.
Él examinó una hoja de papel y luego la arrugó hasta que se disolvió y no
quedó nada.
—Vamos por aquí —Daniel indicó una fisura en el acantilado justo frente a
ellos.
Ambos caminaron durante el tiempo suficiente para que incluso Daniel lo
sintiera en sus muslos. Pero finalmente, cuando el pálido sol estuvo justo sobre
ellos, la guio a un pequeño espacio, apenas lo suficientemente grande como para
gatear por él. Esperó sinceramente que ella no fuese claustrofóbica a medida que se
encaminaban a través del sofocantemente pequeño y casi sin oxígeno pasaje, a
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
trabajaba haciendo materiales para construcción de edificios con el lodo rico en
91
El Club de las Excomulgadas
veces sobre sus estómagos o sobre sus manos y rodillas. Durante largos minutos,
con la suciedad apelmazada por el sudor de su piel, se arrastraron hacia su destino.
—¿Te encuentras bien? —preguntó Daniel suavemente.
—Por supuesto. Hago este tipo de cosas todos los días —resopló
delicadamente—. Esto es horrible y quiero herirte gravemente por ponerme en esta
posición —jadeó justo detrás de él. Por suerte, oyó el humor en su tono, y le gustó
un poco más por eso.
—Soy el único que conoce el camino. No me asesines todavía —le dijo
mientras seguían moviéndose.
pared, pero lo que reveló en realidad fue inesperado.
Una vivienda. No demasiado grande, pero iluminada por globos de luz.
Tenía una cocina, una mesa tosca y una zona de dormitorio
—Esto… ¿Es esta la casa de alguien? —dio una vuelta en círculo una vez
que él hubo puesto la mochila en el suelo y deslizado un panel hacia adelante, y la
brecha ya no estaba, reemplazada por roca sólida.
—Espero que no seas claustrofóbica.
Ella se estremeció.
—Esto es mucho más tolerable que ese pequeño espacio que pasamos. Temo
que tengo tierra en cada parte de mi cuerpo. ¿Qué es este lugar?
—Es la guarida de un contrabandista —se encogió de hombros—. Se
esconden aquí cuando las cosas se ponen calientes. Ponte cómoda; tenemos que
pasar desapercibidos un tiempo. No podemos salir del ’Verse hasta que los soldados
se vayan —Miró un comm de bolsillo—. Mi contacto dice que el ’Verse está repleto
de Skorpios. No es que fuera necesaria esa información; el que maté era uno. Eso
causara problemas, imagino. Traté de hacerlo parecer como un robo.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Al final, pudieron deslizarse por lo que parecía una brecha natural en la
92
El Club de las Excomulgadas
Los Skorpios eran la milicia privada de su padre. Eran su policía secreta. Su
mano derecha de muerte. Cuando algo muy malo pasaba, los Skorpios estaban ahí.
Se estremeció un momento. No había vuelta atrás, y no se detendrían hasta que ella
fuese capturada o muerta.
El debió de haber visto su miedo, porque tocó su mejilla y luego retiró su
mano rápidamente.
— Lo sé. Pero soy mejor que ellos, Carina. ¿Crees eso?
No sabía por qué debía, pero asintió porque era así.
—Saben que estoy contigo. O con la Federación. No se detendrán hasta que
—O hasta que los mate primero. Es mi resultado favorito. Vamos a salir de
aquí Carina. No hoy. Pero volveremos a Ravena. Te lo prometo, te sacaré de aquí
sin peligro, o moriré en el intento. Siento que hayas tenido que ver eso antes; de
verdad lo siento. Pero no hay marcha atrás.
—No tienes nada porque disculparte. Pudimos haber sido capturados y
descubiertos. Habrías sido torturado y asesinado, y yo habría sido enviada a casa.
Te creo. Confío en ti —aun así, estaba preocupada por su madre. Se preguntaba si
ellos sabían que había sido quien la había ayudado a escapar—. ¿Mi madre?
¿Alguna noticia de quien me encontró?
—No tengo tantos detalles acerca de nada dentro del complejo. Nos las
arreglamos para obtener algunos ciclos de distancia antes de que descubrieran que
te habías ido. Entonces enviaron tropas de choque. Que hayan llegado tan lejos
significa que debieron haber quemado un buen número de portales privados para
llegar aquí. Si están quemados, no puede usarlos de nuevo. Los ralentizará.
—¿Quemados? —Su estómago se hundió más—. ¿A qué te refieres?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
esté muerta.
93
El Club de las Excomulgadas
Él se movió alrededor del cuarto, encendiendo la resistencia de la chimenea
y poniendo encima la caldera para que hirviera. Eficientemente, puso sus pequeñas
trampas, mirando dentro de cada armario y detrás de cada cajón. Finalmente, se
detuvo, echó agua dentro de la tetera y la puso entre ellos en la mesa.
No estaba segura de que hacer, se sentía como una niña estúpida, pero el
orgullo no la detendría de aprender.
Daniel la miró y señaló a la silla que había movido para ella.
—Siéntate, por favor. No sabes nada de lo que está pasando, ¿verdad?
Su voz no era burlona o dura, sino que estaba llena de duda y tristeza. Ella
imaginado, y la lastimó darse cuenta que su propia imaginación había estado
nublada por lo que su padre había hecho.
Ella negó con la cabeza.
—Pensé que sabía. Estoy perdida.
—Está bien. Te enseñaré. Otros te enseñarán —él tocó el dorso de su mano
tan brevemente que se preguntó si se lo había imaginado—. Los portales toman la
energía de los ’Verses y de la fricción en donde los ’Verses se unen. El portal es una
ruptura controlada en el espacio-tiempo encendido, mientras las naves viajan a
través de ellos, por esa energía. La entrada y salida de cada portal es regulada
estrictamente por esa razón. Hay portales más pequeños, privados, como los de tu
padre, como los que usan los mercenarios. Esos se encuentran en puntos débiles,
son estables pero sólo pueden soportar una fracción del tráfico con viajes mucho
más cortos. Si son muy usados, o si son usados impulsores para aumentar la
velocidad de transporte, queman el portal a su paso. Se reabsorbe en el ’Verse pero
causa problemas intermitentes o severos en la tierra alrededor donde el portal
estuvo.
—¿Y mi padre ha hecho esto antes?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
también lo sintió. El mundo era mucho más grande de lo que jamás se había
94
El Club de las Excomulgadas
—Sí. Toma tu té. La despensa aquí esta abastecida para un par de días más
si lo necesitamos. Es uno de nuestros lugares donde pasar desapercibidos si
tenemos que venir por aquí. No te preocupes por el oxígeno. Hay rejillas de
ventilación en el exterior, junto con depuradores para deshacerse de la
contaminación. Los contrabandistas tienen escondites muy cómodos. Nosotros
apreciamos eso. Nadie nos encontrará aquí. Puedes relajarte por un rato, al menos.
Nos haré algo de comer en un momento.
—Puedo hacerlo. Para ser una princesa malcriada, soy una cocinera decente
—se levantó y puso su mano en su hombro para impedir que se levantara. Sus
miradas se encontraron, y un tibio chorro de deseo se concentró dentro de ella,
aliviando sus músculos. Tragó—. No, de verdad, puedo hacerlo. Y quiero hacerlo.
Él dudó y luego se relajó.
—Está bien. Gracias. Me aseguraré de que las camas tienen sábanas. Me
dijeron que hay una cisterna aquí. No podrás bañarte en una bañera, pero el agua
debería estar lo suficientemente caliente para limpiar algunas capas de polvo, si
quieres.
Ella le agradeció, mirando hacia atrás al empezar a oír roces cuando
colocaba mantas en la cama. Una cama.
Como si hubiese leído sus pensamientos, él habló sin girarse.
—Yo dormiré en el suelo, cerca de la entrada.
—Eso es una bobada. Estoy segura de que hace frío por las noches.
Obviamente no podemos encender un fuego. Somos adultos. También estarás lo
suficientemente cerca como para protegerme si es necesario —sonaba muy segura,
pero no lo estaba en lo absoluto. Lo quería en la cama con ella. No quería estar
sola. Quería la sensación de tener un hombre a su lado mientras dormía.
Caminó a donde él se encontraba y puso la manta sobre la cama.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Quiero mantenerme ocupada.
95
El Club de las Excomulgadas
—Ahora, puedes ducharte primero, mientras preparo la comida. No espiaré
—ella sonrió.
Él ladeó su cabeza y finalmente sonrió de vuelta.
—Antes de eso, necesito salir, ver si puedo recibir una transmisión con más
información. La señal cerca del portal estaba sobrecargada pero fuera, con todos los
contrabandistas y mercenarios, debería haber suficientes impulsores para
comunicarse.
Necesitaba estar lejos de ella aunque solo fuera por un corto tiempo. Era su
olor, decidió, la manera en que su piel y cabello contenían su esencia, incluso
debajo del sudor y polvo. Se había entrelazado en su conciencia y empezaba a
Mientras más tiempo estaba con ella, más la admiraba, encontraba pequeñas
cosas sobre ella que le encantaban, y quería saber más, y eso no lo llevaría a nada
bueno.
En ese momento, ella trataba de no parecer asustada, lo vio claramente.
Había sido muy fuerte todo el día. No había hecho un sonido cuando él había
matado a aquel hombre delante de ella, no había perdido la compostura ni una sola
vez, a pesar del número de veces que había estado el peligro desde que se habían
conocido. Controlaba su pánico y se mantuvo centrada, incluso recordándole
acerca de cómo todos en el Imperio estarían asustados al ver a las tropas.
Le tocó en la mejilla, y fue recompensado por la suavidad satinada de su
piel. Las pupilas de ella se dilataron y su respiración se contuvo. Necesitaba dejar
de tocarla, pero no planeaba empezar justo en ese momento.
—No estaré lejos. Estarás segura aquí. Solo yo o alguien con las
instrucciones y códigos correctos puede llegar tan lejos. Estaré de vuelta antes de
que termines con la comida —su voz era ronca, aun para sus propios oídos, y ella
olía tan bien que tuvo que pelear contra el deseo de acercarse y oler.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
volverlo loco.
96
El Club de las Excomulgadas
Entonces ella dijo:
—Confío en ti con mi vida, Daniel —y él perdió su control totalmente,
moviéndose para besar su frente antes de siquiera pensarlo. Mientras pasaba más
tiempo a su alrededor, más se encontraba haciendo cosas sin pensar, lo cual era
estúpido y peligroso.
Pero ella lo abrazó, sosteniéndolo cerca, y él se deshizo de todo los peros y
le devolvió el abrazo.
—Estaremos bien, Carina.
Ella lo apretó una vez más y dio un paso atrás, ruborizándose furiosamente
—Ve y date prisa antes de que se enfríe. Vi algo de carne seca y vegetales.
Estoy segura de que puedo hacer algo para nosotros.
Su alegría forzada solo lo hizo desearla más. En cambio, se dio la vuelta y
caminó no hacia la puerta por la que vinieron, sino por otra entrada en un vestidor.
Necesitando estar jodidamente lejos de su presencia, rápidamente se
encaminó por el oscuro pasaje, las lámparas incandescentes calentando e
iluminando constante pero tenuemente a su paso. Esperaba que el tiempo lejos de
ella lo ayudara a ordenar sus pensamientos y mantener sus impulsos bajo control.
Necesitaba refrenar lo que fuera que ella le hubiera hecho antes de que hiciera algo
estúpido. Como besar esos dulces labios.
Dioses en el cielo y el infierno, la deseaba. Su piel se estremecía por ella,
deseando tocarla y acariciarla. Se moría de ganas por conocer su sabor. Se
encontraba fuera de balance en un territorio desconocido. No era que no hubiese
deseado mujeres antes, las había deseado en muchas ocasiones. Pero nunca en una
misión y nunca a una mujer como ella. Y nunca con esta insondable necesidad que
no podía ni comprender.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
aun cuando su mirada estaba prendida en la suya.
97
El Club de las Excomulgadas
A Daniel nunca le habían atraído las mujeres virginales y jóvenes, prefería
compañeras tan experimentadas como él. Carina Fardelle podía ser más valiente
que muchas de las personas que conocía, ingeniosa y lista, pero tan seguro como el
demonio que no era sexualmente experimentada. No podía haberlo sido, teniendo
en cuenta quién era ella, y sus reacciones ante él sólo cimentaban ese hecho. Estaba
fuera de su liga y fuera de ser, siquiera, parte de cualquier lista de compañeras de
cama, y tenía que dejar eso atrás antes de hacer algo desastroso. Solo podía herirla,
y la sola idea de hacerle algún daño parecía insostenible.
¿Por qué en el ’Verse tenía que tener esta reacción hacia ella?
Lo enterró todo tan profundo como pudo y se concentró en la tarea que
Una vez que encontró el sistema de comunicaciones, se sentó y empezó a
descargar información. Actualizó que ambos estaban vivos y en marcha. Había
varias direcciones que podían tomar, dependiendo de lo que pasara en las próximas
horas, así que empezó por ahí, arreglando contactos en cada portal que podrían
tomar. Dejándolo así, significaba que podrían cambiar los planes si fuese necesario.
Leyó las actualizaciones posteadas por su gente y preparó los mensajes para
enviarlos en pequeñas ráfagas de datos para no ser detectados.
Terminando finalmente, se recostó en la silla y se dejó llevar por lo que
había querido hacer desde la primera vez que había visto a la hermosa Carina
Fardelle. Desabrochando sus pantalones, sacó su polla, lentamente, apretando la
base para prolongar el placer.
A medida que se acariciaba, con la otra mano, una y otra vez, pensó en el
suave hueco de su cuello, justo debajo de su oreja. Imaginó que la piel allí sería
suave, con esencia de flores nocturnas, embriagadoras y pegajosas. La respiración
de ella se detendría a medida que el lamía ese punto, sabiendo que nunca nadie lo
había hecho antes, sabiendo que él sería el hombre que la introduciría a los placeres
sensuales de una manera que nunca olvidaría.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
tenía por delante.
98
El Club de las Excomulgadas
Pensó en cómo sonaría, esa voz fresca y regia, con solo un indicio del fuego
que mantenía en el interior. Una mano se deslizaría hacia abajo por su perfecta
columna, la curva haciéndole el amor a su mano hasta que se detuviera, sopesando
las mejillas de su culo. Su piel sería pálida, flexible, extra sensible a cada caricia. La
atraería más cerca, haciendo círculos con sus caderas lo suficiente para crear una
deliciosa fricción en su clítoris. Sólo un soplo de intensas sensaciones antes de
retroceder, dejándola ajustarse lentamente.
Ella arquería su cuerpo contra él mientras desabotonaba el corpiño de su
vestido, sus pechos derramándose en sus manos. Perfectos. Los había visto aquel
día mientras ella corría, conocía la belleza de la curva de la línea de su cuello.
Enterraría su cara ahí, sus pulgares deslizándose arriba y abajo por sus pezones,
Consideró disminuir la velocidad mientras continuaba jodiendo sus puños,
pero no podía. La necesitaba, necesitaba saborear su deseo. Quería besar debajo de
su vientre mientras ella temblaba. No de miedo, sino de anticipación. Necesitaba
besar su coño hasta hacerla gemir. Quería rendir homenaje a ese dulce coño para
que así estuviera extra suave y húmedo cuando estuviese listo para follarla. Para
facilitar su camino. Quería que durara.
Eso no pasaría ahora, en el frío penetrante de la roca que lo rodeaba,
rastreado por tropas de élite. Haciendo eso a un lado, aun necesitaba correrse, y
gimió largo y duro mientras tenía su clímax, el calor de ello contra su piel.
Pensando en ella debajo de él.
Carina se mordió su labio inferior tan fuerte que temía que sangrara. Lo
había seguido después de haber terminado de preparar la comida. Se dijo a sí
misma que estaba preocupada por él, pero si era totalmente sincera, quería verlo,
estar a solas con él para ver qué haría con ella si lo sorprendía en un momento
débil. Se consumía por que la tocara, porque se fijara en ella.
Pero cuando dio la vuelta a la esquina, lo que vio fue a Daniel, la cabeza
echada hacia atrás, éxtasis en su cara mientras se complacía.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
llevándola al clímax, el primero de una larga noche.
99
El Club de las Excomulgadas
Se masturbaba.
Follaba su puño.
Ya había espiado a hombres mientras se masturbaban antes, verlo siempre la
había excitado. Pero nada en su vida la habría preparado para verlo así. Presionó
sus dedos en sus ojos, la visión de una sexualidad y masculinidad tan intensas que
quemaban en su cerebro como fiebre. Regresó tan rápido como pudo y esperó que
él no la hubiera visto. Había estado magnífico, tomando lo que necesitaba. Su polla
había sido hermosa en una manera inesperada. Dura, masculina, salvaje. Casi se
había desmayado mientras él había gemido. Gemido su nombre. Lo había dicho, y
un rayo pasó de su coño a su corazón al momento en que la electricidad se había
Él había acabado en un gemido que pareció resonar entre sus muslos y luego
se había relajado del todo. Las máquinas habían empezado a zumbar y fue en ese
momento cuando ella había regresado a la cocina.
Todo este tiempo una parte de ella había estado convencida de que él le
tenía lástima, su otra parte pensaba que la odiaba. Obviamente no la odiaba lo
suficiente como para no tener un orgasmo mientras pensaba en ella.
Sus manos temblaron un poco por la excitación de su sistema. No era
estúpida. Daniel no estaba convencido de que ella fuese sincera. Era cauteloso, se
contenía porque era un profesional. O algo así.
No, él era la clase de hombre que se negaría cualquier placer personal
porque hacer lo correcto lo era todo. Esa clase de personas eran muy raras en su
vida, lo cual lo hacía aún más poderosamente atrayente y atractivo. Se diría a sí
mismo que ella era joven y sin experiencia. Que el fragmento de piel que creaba el
tecnicismo de su virginidad era algo que valía la pena, por lo tanto, no podía
tomarla. Daniel era un hombre de principios, aun cuando llevaba con él más armas
que cualquiera podría esperar, y las usaba con viciosa efectividad.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
disparado.
100
El Club de las Excomulgadas
Debería respetar eso. Solo dejarlo llevarla a Ravena con seguridad. Estrechar
su mano mientras la dejaba, y olvidarlo todo acerca de él.
Pero no lo haría. Lo sabía tan bien como sabía su nombre. Él le había hecho
algo a su cerebro que la dominaba. Lo deseaba y, por primera vez en su vida,
quería dar rienda suelta a su egoísmo, y evocar algo de ello. Quería saber que la
deseaba tanto como ella le deseaba a él.
Se mantuvo ocupada, esperando que regresara y cuando lo hizo, entrando
en la habitación pareciendo un poco más relajado que cuando había partido, ella
trató de fingir que no estaba pensando en él masturbándose mientras ponía su
comida en la mesa.
Ciertamente parecía haber relajado su columna.
Le ofreció una sonrisa, fingiendo que no lo había espiado.
—Está lista.
Asintió una vez, manteniendo distancia.
—Voy a lavarme rápidamente. Estoy lleno de polvo —casi corrió fuera de la
habitación, dejándola confundida.
Lo miró irse, preguntándose qué había pasado entre ellos justo en ese
momento. Era como si no pudiese alejarse de ella lo suficientemente rápido. ¿Sabía
lo que ella había visto? ¡Oh dioses! ¿La había sorprendido espiándolo y pensaba que
era sobre los datos en vez de su completa fascinación por él?
Sintiéndose un poco avergonzado pero mucho menos distraído, Daniel se
sacó su jersey y camiseta. El agua en el lavabo había estado tibia, seguramente era
recogida en cuencas cerca de la superficie donde el sol las mantendría así. El jabón
no era lo más lujoso que había usado, tampoco quemaba su piel como otros. En lo
que respectaba a escondrijos, este era un buen lugar. Seguro.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Tal vez ella debería tomarse su tiempo para tener un orgasmo también.
101
El Club de las Excomulgadas
Llevarla a Ravena segura y pronto era la única manera en la que esta
situación terminaría bien. Cuanto más tiempo pasaban juntos, más la deseaba, más
quería tocarla, más quería hacerle todo lo que había imaginado y más.
Tenía que mantener la distancia o rompería cada regla, y ambos estarían
condenados por eso. Ella era de la realeza. Tan fuera de su liga que ni siquiera era
gracioso. Era suave e inocente, y no había ninguna manera posible en la que un
hombre como él pudiese tenerla. O debiera.
Sólo un poco más, y la dejaría. Ambos estarían mucho mejor si mantenía
sus manos para sí mismo.
Carina lo miró cuando dio la vuelta a la esquina, limpio y pareciendo menos
hombres?
—Siéntate. Preparé algo de té también. Hace frío aquí —sonrió y señaló
hacia la silla.
—Tiene buen aspecto. Gracias —Él asintió a la vista de la comida, y ella se
encontró menos molesta con él, lo que solo la enfadó una vez más.
—De nada. ¿Alguna noticia? ¿Conseguiste lo que necesitabas? —lo observó,
tratando de no sonreír por el doble significado de sus propias palabras.
—No todo lo que necesitaba, pero servirá por ahora. Tendremos apoyo a
donde sea que vayamos ahora. Saben que estamos en movimiento. Podemos
quedarnos aquí un poco más, descansar y partir de nuevo. Necesitamos salir de este
’Verse y el Edge tan pronto como sea seguro —dudó y luego empezó a comer de
nuevo.
El pánico la atacó.
—¿Qué? Hay más, me doy cuenta. ¿Es mi madre? ¿Mi hermano?
La miró, la distancia se había ido.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
agitado, aunque todavía había distancia en sus ojos. Hmpf. ¿Qué pasaba con los
102
El Club de las Excomulgadas
—No. Ha habido más violencia. Tropas Imperiales dispararon contra tropas
Federales en una estación portal llena de gente en Parron. Siete civiles murieron.
La Federación ha expulsado a las tropas Imperiales y a su embajador. La guerra
sólo es cuestión de tiempo. Lo que hace aún más difícil que vuelvas —se detuvo,
tocando la sien de ella—. ¿En qué piensas, Carina? ¿Qué tienes en esa cabeza tuya?
—No lo sé, todo acerca de esto; honestamente, no lo sé. Las cosas que he
visto a través de los años han sido pequeñas comparadas con eso. Mi madre estaba
aterrorizada por ello. Él está construyendo algo, usando sus laboratorios para
investigación. Ella dijo que había oído a mi padre hablar de evacuar civiles cerca
del sitio, sea lo que sea lo que quisiera decir con “el sitio”. Ella está arriesgando su
vida por eso, así que mejor me sacas de aquí.
Nuestros bandos no han sido amigos, pero el último año ha sido diferente. Se ha
salido de su camino al ponerse agresivo con los Universos Federados. No puede
pensar que puede ganar. Somos más grandes y tenemos mejor armamento.
Tenemos más tropas. No trato de ponerte en una situación difícil, sé que es tu
padre, pero si pudiésemos entender sus motivos o actitudes mejor, tal vez
podríamos conseguir una mejor solución a esto antes de que nos estalle en la cara.
Él no podría haber tenido idea de cómo la consideración hacia sus opiniones
la hacía sentir. La mayoría de las personas tendían a ignorarla, a pensar que era
bonita y buena organizando cenas y fiestas. Esta era la primera vez en la que
alguien como él le había pedido su opinión.
—Es realmente difícil. Mi acceso a la información es muy limitado. Estoy
bastante segura de que no sé la totalidad de lo que está haciendo o lo que ha hecho.
Todo empezó a ir mal cuando mi hermano mayor desapareció. Mi padre se volvió
más reservado, más sensible a las preguntas de cualquiera. Algunos de sus
consejeros más cercanos lo abandonaron, e incluso más se fueron cuando mi
hermano menor murió. Precisamente el tipo equivocado de hombres ocuparon sus
lugares. No habla conmigo de la manera que lo haría si yo fuese un varón. Pero a
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—¿Tienes alguna idea de por qué ha cambiado su táctica con nosotros?
103
El Club de las Excomulgadas
veces muestra una especie de rabia celosa, un sentimiento general de injusticia
cuando el tema de los ’Verses Federados sale.
—Si alguna vez quieres saber algo, pregunta. Si puedo responderte, lo haré.
Naturalmente, algunas cosas estarán fuera de los límites, pero entiendo que has
estado en una clase de vacío de información. Esa clase de cosa me molesta mucho,
así que puedo entender cómo te afecta.
Chucherías brillantes y las telas más suaves no habrían significado tanto
como esto para ella.
—Nos refugiaremos aquí, descansaremos un poco. Recargaremos energías y
esperaremos. Tenemos un camino difícil por delante, pero he hecho esto una o dos
enfada.
Se encogió de hombros y continuó engullendo la comida a una velocidad
alarmante. Ella había notado eso en él aquel día. La manera en la que comía,
constante pero en grandes cantidades. Había visto lo suficiente de su cuerpo como
para saber que no tenía ni un poco de grasa extra en él. Se preguntó si había hecho
algún tipo de mejora de bioingeniería.
Sabía que los Skorpios de su padre las tenían, y su sistema nervioso central
había sido alterado a tal punto que necesitaban tomar drogas para mantenerlos
equilibrados o morían una muerte dolorosa. Los hacía extremadamente rápidos y
muy dispuestos de aceptar sus órdenes, pero Daniel no había mostrado ningún
signo de dependencia o de los constantes movimientos nerviosos que los Skorpios
tenían.
Daniel la miró, como si se hubiese olvidado que ella estaba ahí.
—Todavía estas molesta. ¿Qué pasa? Si tuviese información acerca de tu
madre, te la daría. Tengo una madre también. Como la tuya, arriesgaría su vida por
sus hijos también.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
veces antes —sonrió, y ella se sintió derretirse—. Si fallamos, él gana. Y perder me
104
El Club de las Excomulgadas
¡Oh, maldito fuera! Justo cuando había trabajado su indignación para con él
por no estar obsesionado con ella, como ella lo estaba con él, iba y decía algo
reconfortante.
—Tu metabolismo es muy rápido —no estaba segura de poder hablar acerca
de su madre ahora. No sin llorar.
—Quemo muchas calorías mientras estoy en una misión. Pero no era eso lo
que querías decir.
Su tendencia de ver a través de ella era inquietante.
—¿Tienes mejoras de bioingeniería, entonces? Los hombres de mi padre
especiales.
Él bufó.
—¿Barras de proteínas especiales? ¿Así es como lo las llaman? Seamos
honestos, ¿de acuerdo? Llevan con ellos ladrillos químicos cargados con
estimulantes porque los laboratorios de tu padre los han convertido en súpersoldados. Creó un ejército de adictos, y él es su fuente. Eso no es lealtad. Es una
línea muy peligrosa por la que caminar. No soy adicto a nada salvo a la buena
comida. Trabajo con mi cuerpo. Necesito las calorías. No estoy en el ejército
porque sea la única manera de obtener mis drogas.
Había sido el discurso más largo que había dado desde que lo había
conocido, y a pesar de su vergüenza y algo de ofensa, se encontró fascinada por la
candencia de su discurso. La manera en la que hablaba, como si cada palabra
pesara lo justo y todas tuviesen que encajar, precisas, y aun así había algo de
salvajismo también, debajo de la superficie.
—Lo siento. No era mi intención insultarte.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
tienen que consumir más calorías también. Llevan con ellos barras de proteínas
105
El Club de las Excomulgadas
—No me ofende tu pregunta. No era tu intención ofender. Entiendo eso. Te
dije que te daría respuestas cuando pudiese, y lo digo en serio. Me siento insultado
por la manera en que los humanos son diseñados para servir mejor, pero
haciéndolo,
los
deshacen
y
son
convertidos
en
autómatas.
Autómatas
químicamente dependientes de tu padre. Para vivir. Eso me ofende. Yo sirvo
voluntariamente. Otros deberían tener la misma elección. Siempre debería haber
una elección.
La vergüenza puso su piel caliente.
—Estoy de acuerdo en que no es perfecto. Pero asumir que no has sido
empujado al lugar donde escogiste esta vida por encima algo peor, de alguna
El masticó, pensando. Ella permaneció sentada, sorbiendo su té y
mirándolo, fascinada por la manera en la procesaba la información.
—No soy un adicto, y no sirvo a tiranos porque sea un esclavo con adicción.
Sin embargo, tienes razón, cuando entré en el ejército, era una elección entre eso y
algo peor. Pero escojo estar aquí ahora. Escojo hacer mi trabajo. Y no lo hago por
más drogas; no lo hago por créditos. Lo hago porque es lo que hago. Lo hago
porque soy bueno en esto, y marco una diferencia. No tomé una decisión
puramente libre cuando entre, ¿pero quedarme? Esa es mi elección, y eso es lo que
me hace diferente de los Skorpios. Es lo que te hace diferente también, Carina.
Ella deseo tener el coraje de preguntarle su historia.
—Yo… yo no soy como tú. Eres un soldado. Haces esto cada día mientras
yo tenía una doncella sólo para atender mi cabello. Los dejé a todos atrás. Claro, te
estoy dando información, pero me estoy alejando de un horrible matrimonio. No
soy noble o valiente, solo estoy desesperada.
Esos ojos verdes se enfocaron en ella. Su mirada recorrió sus rasgos, y lo
sintió como una caricia fantasma. Luchó para no perderse en él. Era mucho más
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
manera es libre elección, y es subestimar como trabaja la dependencia, ¿no es así?
106
El Club de las Excomulgadas
que cualquiera que hubiera conocido nunca. Apostaba que sería fácil perderse en
un hombre como Daniel. Se percató que ya había comenzado a hacerlo.
—No puedes creer tal cosa, ¿verdad? Se te permite que quieras salir de lo que
tu padre planeó con tu matrimonio con Alem. Has ayudado antes, y si esto nos da
alguna manera de detener el arma que está desarrollando antes de que pueda causar
cualquier daño, puede mover la balanza en nuestro favor. En cuanto a mi trabajo,
claro, arriesgo mi vida todo el tiempo. Y tú no, no de esta manera. Por eso es más
significativo que lo estés haciendo.
Él soltó una carcajada, y metió otro trozo de pan sin levadura en su boca.
—Eres especial. Lo estás arriesgando todo para ayudar a la gente. Sí, ya sé
—miró hacia un punto lejano antes de volver su atención a ella—. Estás haciendo
lo correcto. Lo más valiente. Millones de vidas de ambos bandos pueden salvarse
con la información que tienes. No subestimes la importancia de lo que estás
haciendo.
Se levantó y empezó a quitar los platos de la mesa, poniéndolos en el
fregadero cercano mientras ella se removió, aun sentada.
—Lavaré esto. Es lo justo. Ve y lávate. Hay jabón cerca del lavabo. El agua
está relativamente tibia. Encontré algo de ropa que posiblemente quieras usar
también.
Se despidió de ella al empezar a trabajar, volviendo su atención a otra parte.
Estaba parcialmente aliviada. Ser su foco de atención era confuso. Él era difícil de
descifrar.
Deshizo la trenza que él le había hecho antes. El color empezaba a
desvanecerse a su tono pálido natural. El suelo de piedra debajo de sus pies era
cálido mientras se las arreglaba para mojarse lo suficiente como para enjabonarse.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
que te ayuda a no casarte con ese cerdo. Solo por eso, tu padre debería ser colgado
107
El Club de las Excomulgadas
El agua del aclarado le hizo percatarse de lo sucia que había estado. Había
limpiado su piel y también la había hecho más sensible al aire alrededor de su
cuerpo desnudo. No había puerta aquí. Sólo un hueco en la esquina de la
habitación principal.
Podía oírlo moverse alrededor mientras se lavaba. Mientras estaba ahí
totalmente desnuda, sus pezones duros, su coño dolorido como nunca había
estado, él estaba lo suficientemente cerca como para oírlo mascullar mientras
meditaba las cosas en su cabeza.
O se imaginaba que eso era lo que hacía; no podía distinguir palabras, solo
la sensación detrás de ellas.
deseaba hacer lo correcto. Sabía que su padre había hecho mucho daño en el
nombre de los ’Verses Imperiales, y como una Fardelle, quería mediar en eso,
quería mejorarlo. Como podría hacerlo y no convertirse en traidora, o al menos,
aceptar que era una traidora, pero por las razones correctas, no estaba segura. No
estaba segura si alguna vez sentiría como si no estuviese traicionando a todo el que
se suponía debía proteger.
El aire se había enfriado, así que se secó, vistiéndose rápidamente. Decidió
no aliviar el dolor sexual en ella, no con él a sólo unos pasos justo a la vuelta de la
esquina. Podía estar necesitada de tocarse y correrse, pero no estaba tan
desesperada.
Lo que estaba era sola, sola y necesitaba urgentemente un poco de
comprensión y compañía.
Con un suspiro, fue hacia la habitación principal.
—Cuéntame sobre ti, Daniel —dijo, acomodándose en la cama,
envolviéndose entre las sabanas.
La sorpresa se deslizó por sus facciones.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
La había entendido en una forma que no estaba segura de confiar. Ella
108
El Club de las Excomulgadas
—¿Cómo qué? —en lugar de ir a la cama con ella, tomó una silla y la movió
cerca.
—¿Tienes hermanos o hermanas? —su cercanía la calmaba y la
desconcertaba al mismo tiempo.
Él sonrió, y supo que había un hombre bajo esa fachada que amaba a las
personas.
—Sí, tengo. Soy el mayor. Tengo dos hermanas y un hermano. Tengo dos
sobrinos, de mi cuñado; ambos son adultos. Buenos muchachos. Mi hermana está
embarazada ahora —se detuvo como si hubiera sido sorprendido haciendo algo
—Imagino que sabes la mayoría de los detalles —tembló, contenta de
escucharlo hablar. Su voz la hacía sentir segura.
—He leído varios informes, sí. Pero no es lo mismo a escucharlo de ti.
Tragó duro por la verdad de eso.
—Tengo un nuevo hermanito bebé. Es hermoso y muy alegre. Bromeamos
entre nosotros diciendo que ha heredado su carácter de su madre. Ella es más joven
que yo, mi segunda madre. Tuve un hermano que era varios años más joven que
yo. Murió de una enfermedad fulminante. Todavía no sabemos que fue.
El calor en sus ojos se había ido en un latido. Su cara se cerró. La alarma la
travesó.
Él sabía algo acerca de Petrus.
—¿Qué? Dime. Dime, dijiste que me contarías. ¿Qué?
No se molestó en pretender que no sabía de lo que ella estaba hablando.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
malo—. ¿Qué hay acerca de ti?
109
El Club de las Excomulgadas
—Lo siento, Carina. Nuestros informes indican que tu hermano fue
infectado por un bioagente que había encontrado por accidente en las habitaciones
de tu padre. Ellos… bueno, ese es nuestro informe de lo que pasó.
Los ojos le ardían.
—¿Estás diciendo que mi hermano fue envenenado por algo que mi padre
dejó tirado por ahí? No es un buen hombre, pero no es descuidado. Algo como eso
sería valioso; no lo dejaría por ahí para que alguien lo encontrara.
—Exacto.
Ella lo miró y se percató de lo que había insinuado, lo que ella había dicho.
—No. No, no, no. Él no lo haría. No lo haría. Mi hermano era el único
heredero. Incluso si a mi padre no le hubiese importado ni un poco, él necesitaba
un heredero.
—Yo… ni siquiera se supone que esté dándote tantos detalles. Pero si yo
fuera tú, querría saber —asintió como si hubiese terminado una batalla interna—.
Tu hermanito deambulaba en un laboratorio cerca la oficina de tu padre. De
acuerdo con el informe oficial, había estado siguiendo a tu padre por ahí. La jeringa
estaba en un recipiente cerca de donde había sido usada antes para experimentar
con animales. Había solo un poco. Pero tu hermano era joven, y había estado
enfermo recientemente, así que hizo efecto.
Todo se heló a su alrededor, pero no pudo evitar preguntar.
—¿Qué más?
Él suspiró.
—Una vez que había sido infectado decidieron estudiarlo. Era más valioso
muerto que vivo. No habría tiempo para salvarlo de todos modos, no lo creo.
Observaron la enfermedad destrozarlo y lo estudiaron. Los datos que obtuvieron les
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Instintivamente, retrocedió.
110
El Club de las Excomulgadas
permitieron vacunar a los soldados Imperiales. Han conseguido una unidad de
guerra biológica, y ese fue un gran progreso para ellos.
—No puede ser cierto. No puede. Ni siquiera es racional.
Empezó a hablar y entontes negó con la cabeza antes de decir algo más.
—Está bien. Tú lo conoces mejor que yo.
—¿Estas siendo condescendiente conmigo? —se apoyó en sus rodillas,
arrastrándose directamente al frente de donde él permanecía sentado cerca de la
cama—. No soy estúpida. Pero no todo el mundo en el Imperio es malvado
tampoco. No todos somos monstruos sin alma, asesinos de niños —Se ahogó en un
Él no estaba mintiendo. Ni siquiera estaba desinformado. Ella sabía que era
cierto. Oh, no lo había sabido solo unos momentos antes, pero siempre había
sentido que la situación alrededor de la muerte de Petrus había sido extraña. La
manera en la que su padre había respondido había sido extraña. Pero él era extraño
de todas maneras, y no podría haber imaginado esto. ¿Quién podría haber
imaginado algo así?
Pero su padre sí que tenía nuevos laboratorios. Había rumores de personas
enfermas con cosas que ningún médico podía aliviar. ¿Y si esa cosa que estaba
construyendo era parte de eso?
—No soy condescendiente contigo —él ahuecó su mejilla suavemente,
sorprendiéndolos a ambos, si la expresión de su cara podía ser un indicador—. Lo
siento si te molesté. No era mi intención en lo absoluto.
—¿Qué eres? —salió de su boca incluso cuando su cerebro gritaba para
detenerlo.
Él sonrió solo un poco. Pero cuando lo hizo, ella vislumbró al hombre que
era cuando no estaba en una misión. Un vistazo del Daniel debajo del uniforme y
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
sollozo que no había esperado.
111
El Club de las Excomulgadas
las armas. Sin pensarlo, se adelantó para trazar sus labios, y él se lo permitió por
más tiempo del que pensaba que lo haría, finalmente retrocediendo.
Carina tragó duro, sintiéndose expuesta, desconsolada, confundida y
solitaria.
—Me disculpo. Eso fue descortés. Todo eso. No debería estar sorprendida
de que mi padre hubiese usado la muerte de mi hermano para sacar provecho.
Recuerdo la vacuna. Fue publicada con mucha fanfarria. Pero él nunca lo dijo —
dejo salir un largo suspiro—. Es muy difícil darse cuenta que toda tu vida es una
mentira.
—Lo siento.
—Tengo otro hermano —dijo, necesitando llenar el silencio—. Escapó. Creo
que aún está vivo, ahí afuera en el Edge. Espero que sea feliz y que esté haciendo
algo para detener a mi padre. Mi madre es una buena persona que nunca tuvo una
oportunidad. Y ya conoces a mi padre. Podría inventar una historia y decirte que
una vez fue un buen hombre que cambió lentamente. Pero estaría mintiendo.
Siempre ha sido bajo, mezquino y egoísta. Malvado. Tramposo. Brutal cuando se
aburre, cortantemente cruel. No hay historias acerca de cuándo sacó tiempo de su
agenda para venir a verme cantar o danzar en las actuaciones teatrales infantiles —
el hielo se había instalado en su pecho, dolorosamente frío y agudo. Presionó su
mano allí—. Dejó morir a Petrus. ¿Quién podría hacer eso?
Daniel deseó con todo su corazón no haberle dicho la verdad acerca de su
hermano. Llevaba tanto dolor en su rostro que sentía como si fuese suyo también.
—No lo sé. Igualmente, mi padre tampoco está en la lista de los mejores
padres del ’Verse.
Sus cejas se unieron en consternación, y él peleó por detener una sonrisa.
Mejor que estuviese enojada con él que dolida.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
No había piedad en su rostro, solo tristeza y comprensión.
112
El Club de las Excomulgadas
—¿De verdad? Además de que obviamente no sea tan villano como el
hombre que podría hundir a miles de millones en una guerra porque puede y
porque quiere, ¿en qué es tan malo? ¿Echó a tu madre a un lado para poder estar en
celo con una mujer que es apenas una adulta para remplazar a los hijos que
casualmente echó a un lado?
La verdad no era tan lejana a eso.
—Ha tenido numerosas aventuras amorosas. Mi madre sabe de la mayoría.
Ella tiene su habitación en casa, y él tiene la suya. Rara vez hablan. Mi padre
estaba dispuesto a lanzar a mi hermana a los lobos para tener más atención de los
medios. No es un buen hombre, no. No es tu padre, pero desearía malditamente
Daniel se levantó y caminó un poco. No había sido su intención revelar
nada de eso. Ella lo había conseguido, y ni siquiera se había percatado de que lo
estaba haciendo. Esta no era la manera en la que un agente de primera categoría
actuaba.
—¿Por qué corres? —ella estaba más cerca de lo que debería haber estado.
—No sé a qué te refieres. ¿Desde el complejo? Teníamos que alejarnos de
allí.
—Como habrás notado, no soy la más sofisticada en lo que se refiere a
hombres. Pero no soy estúpida. Varias veces después de que tú y yo hemos
compartido algo, emociones profundas, te alejas para poner espacio entre nosotros.
¿Por qué?
Él no se dio la vuelta. Si lo hubiese hecho, habría perdido su propósito y la
habría tomado de la manera que había querido todo el día. Su control se estaba
desmoronando, y no estaba dispuesto a aceptar la debilidad.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
que no fuese el mío tampoco.
113
El Club de las Excomulgadas
—Tengo un trabajo que hacer, Carina. Has tenido un momento difícil, lo sé.
Sugiero que durmamos un poco. Podríamos tener que irnos una vez que la noche
caiga.
Ella gruñó, sorprendiéndolo lo suficiente como para girarse y verla irse
alrededor de la esquina.
—Tienes suerte de ser guapo, porque no eres muy brillante —murmuró,
pisando fuerte al irse.
¿No era brillante? ¡Podría no haber sido criado en un palacio, pero tampoco
era estúpido! Iba a seguirla para decirle eso cuando se dio cuenta que lo había
hostigado, y se rio de nuevo. Era sorprendente, Carina Fardelle. Eso podía muy
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
bien mantener su precioso pequeño culo con vida.
114
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Ocho
Despertó en el momento que determinó su reloj biológico, un talento que
había descubierto y que afinó durante su tiempo en el ejército. Ella se acurrucó
contra su espalda, y aunque sabía que simplemente necesitaba levantarse y vestirse
para poder irse, se quedó acostado allí por un rato, disfrutando de la suave
sensación de ella acurrucada contra él. Esto era nuevo y, admitió con renuencia,
placentero.
Olía bien, incluso aunque ella se negó a decirle otra palabra una vez que
volvió a la habitación luego de su comentario sobre que él no era brillante. Se había
—¿Estás casado? —preguntó ella, su voz soñolienta.
—¿Por qué?
Ella lo pellizcó, y el rodó lejos, riéndose.
—Porque si estoy en tu cama y tú estás sólo apenas vestido, yo debería saber
si tienes esposa. Simplemente es lo justo.
Se levantó, dando la vuelta a la esquina para lavarse.
—Uno podría pensar que es mi esposa quien merecería saberlo —sonrió,
sabiendo que ella se pondría nerviosa—. Así que supongo que es algo bueno que no
esté casado.
Se puso una camisa y un pantalón antes de volver a la habitación principal
donde ella seguía acostada en la cama debajo del nido de mantas.
—Volveré en un momento. Quiero hablar con mi gente para ver lo que está
pasando.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
desvestido hasta quedar con su ropa interior larga y ella le había dado la espalda.
115
El Club de las Excomulgadas
Antes que ella pudiera discutir o peor, tratara de ir con él, retrocedió hasta la
entrada del puesto de comunicaciones.
Las noticias no eran alentadoras. Necesitaban quedarse en el lugar por otro
par de días. Habían descubierto al soldado muerto y habían dejado atrás un
destacamento. No le preocupaba que pudieran encontrar este lugar, pero tampoco
podía arriesgarse y salir con ella al exterior.
Cuando volvió, ella estaba envuelta en una manta, inclinándose para poner
una tetera sobre el fuego.
—Necesitamos quedarnos otro día. Es bueno que haya suficiente comida
—¿Qué está pasando? —dejó las hojas en el pocillo para que estuviera listo
una vez que se calentara el agua.
—Encontraron al soldado que maté. Dejaron un destacamento aquí y están
llevando a cabo una búsqueda por todos lados. Ahora mismo no podemos
arriesgarnos a un viaje al portal.
Ella suspiró.
—Está bien. ¿Alguna noticia de mi casa?
Él se ocupó en la pequeña área de la cocina, cortando rebanadas de pan y
colocándolas en el aparato para tostarlas.
—Sólo dilo, Daniel. Lo que me estoy imaginando debe ser peor. ¿Es mi
madre?
—Es tu doncella, Claira. Fue ejecutada. Lo siento. Sé, por los informes, que
fue ejecutada por dejar que pasara esto, no por ser la causante.
Los ojos de Carina se abrieron más.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
aquí. También nos dará algo más de tiempo para recuperarnos.
116
El Club de las Excomulgadas
—¿La mató porque pensó que era incompetente?
Daniel la tomó de la parte superior de los brazos.
—Por favor créeme cuando te digo que fue mejor de este modo. Si él
pensara que te ayudó a escapar, la habrían torturado. Tienes que saber eso. Su final
habría sido peor.
—¡Todo fue por nada! Era una buena mujer. Amable. Si yo no hubiera
hecho esto, ahora estaría viva.
—Carina, basta —puso su cara directamente frente a ella—. Esto no es
debido a ti. Ella te ayudó por sus propias razones. No murió por nada. Murió por
—¿Qué razones? ¿Qué sabes?
—Parece que tenía un romance con uno de los jóvenes del pueblo. Ella
apenas tenía edad para involucrarse románticamente con alguien, pero él me dijo
que era el gran amor de su vida. Tenían que mantener su relación en silencio
porque era de una familia de mercaderes y ella una sirvienta. Él desapareció, junto
con toda su familia. Terminó en nuestro lado, pero no antes de soportar cuatro
años estándar de tortura diaria y abuso. Su madre murió mientras la transportaban
a Silesia, donde tu padre hace que procesen a sus prisioneros. El campo donde
estaban ya no existe. Él dirige una tienda de telas en Sanctu.
Los ojos de ella estaban muy abiertos, y dejó de tratar de alejarse.
—Ella nunca me contó. Todos esos años que os pasó la información y ni
una vez me contó sobre ese chico.
—Ella podría haberse ido. Nosotros le ofrecimos la oportunidad en varias
ocasiones. Él quería que se le uniera. Pero ella le dijo que tenía que quedarse para
conseguir que las cosas cambiaran. Para hacer caer al régimen de tu padre de
manera que dejara de destruir familias. Conocía los riesgos. Era una mujer valiente,
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
todo. Todo. ¿Ves la diferencia?
117
El Club de las Excomulgadas
Carina. No disminuyas lo que hizo con tu culpa. Ella eligió su camino, y lo siguió
con dignidad.
Sin querer, volvió a besarla en la frente antes de dar un paso atrás. El sabor
de ella estaba en sus labios, maldita fuera. Ahora la conocía, y no podía alejar la
pena y la sal de su boca.
—Estoy haciendo pan tostado y el agua está hirviendo para hacer té.
Rompamos nuestro ayuno y brindemos por la muy buena y valiente Claira.
Ella asintió, pareciendo aún pálida y perdida.
—Sí, sí, esa es una buena idea.
una manera de lidiar con una angustia como esta.
Inexpresiva, ella se levantó.
—Déjame ayudar. Vi algunas conservas. Estarían bien con el pan.
Él hizo el té y se las arregló para preparar algunos cereales y carne salteada
para acompañar la comida.
A Carina le dolía la cabeza. Quería llorar pero sabía que perdería totalmente
el control si lo hacía. Pero quería que él supiera, al menos parte de ello. Con lo que
ella había crecido había hecho que sus pensamientos se inclinaran hacia caminos
que probablemente nunca comprendería.
—La gente desaparece. Mucho.
Sobresaltado, él levantó la mirada desde donde había estado friendo la
carne.
—¿En tu vida? ¿Qué quieres decir?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Él quería hacerlo mejor. No era dura como él, no cabía esperar encontrar
118
El Club de las Excomulgadas
—Aquí. En el Imperio y en mi familia. Siempre está en mí. La expectación
de que un día escucharé que alguien más que conozco o amo simplemente se ha
ido. Me ha ocurrido tantas veces que sólo es algo que he aceptado.
Dio varios sorbos del té endulzado, dejando que la calentara.
Dividiendo el pan entre los platos, ella sacó el servicio, y él trajo la carne.
Había habido algo de fruta enlatada y la simple comida era lo que ella necesitaba.
—Me he preparado a mí misma para ese momento. Cuando escuchara que
Claira estaba muerta o que había desaparecido. Siempre pensé que preparándome
dolería menos, pero nunca lo hace. Y ella es mucho más de lo que le di crédito. Me
siento pequeña por eso. Nunca imaginé que ella tuviera a este chico a quien amó y
ningún caso.
—Imagino que te llevará un tiempo adaptarte. Has vivido de cierto modo
toda tu vida, Carina. No puedes simplemente, de pronto, no ser lo que has sido
criada para ser. No hay vergüenza en eso. ¿Cómo podría ser?
—Temo que las próximas noticias que escuche sean sobre mi madre —soltó,
necesitando decirlo en voz alta.
Él le cubrió la mano con la suya.
—Lo sé. Lo siento. Espero sinceramente que no sea así.
Él no prometió nada. No podía hacerlo. Todo el asunto estaba
principalmente fuera de su control. Pero la escuchó, y la hizo emborracharse de
emoción. Era vigorizante tener esta interacción con él. Esto de conocerlo. La
facilidad con la que se estaba acostumbrando a él, deseando su presencia. Se sentía
a salvo con él.
Al mismo tiempo, estaban en peligro, y ella acababa de recibir noticias
terribles. Se encerró en sí misma. Él le sostuvo la mano.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
perdió. Yo… —Levantó los hombros—. No sé qué sentir. No es algo bueno en
119
El Club de las Excomulgadas
—Tus manos están frías. Ven —se deslizó hasta quedar junto a ella.
Tomando sus manos en las suyas, inclinó la cabeza y se las levantó, soplando su
cálido aliento sobre su piel.
Ella fue totalmente consolada y estuvo tremendamente encantada.
Confundida, pero disfrutándolo, incluso aunque todo lo demás se ponía más grave.
—¿Sabes jugar a las cartas? —él le preguntó, como si presintiera que
necesitaba la distracción.
—¿Por qué tengo la impresión de que eres experto en juegos de azar? —Alzó
su taza—. Por Claire.
—Prometo no apostar nada de dinero —le sonrió, y ella se dio cuenta de que
se había abierto a ella, que habían alcanzado un nuevo nivel de comodidad.
—Esto es algo bueno, ya que no tengo nada.
—Buen punto.
*****
Daniel volvió del puesto de comunicaciones y la vio cepillándose el pelo.
Pasada tras pasada, brillaba bajo la tenue luz de la habitación. Cuando se
despertaron y salieron del portal, ella había parecido diferente, pero para ese
momento, él se limitó a mirar.
Ella levantó la vista y sus miradas se quedaron enganchadas. El poder de esa
conexión con ella lo golpeó directamente hasta los dedos de sus pies, tal como
sucedía cada vez que se encontraban sus miradas. Era humillante pensar que se
podría sentir tan afectado cuando se había considerado a sí mismo un agente
inquebrantable.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Ambos bebieron.
120
El Club de las Excomulgadas
Rompió el contacto visual y se movió hacia el hueco del baño para
cambiarse.
—Parece que nos vamos. Saldremos en cuatro horas estándar. Habrá un
transporte esperando donde nos dejaron. En ese momento habrá luna llena en lo
alto, así que deberíamos tener mucha luz natural para viajar.
Le hablaba desde el otro lado de la esquina y volvió a la habitación una vez
que se cambió de ropa.
—Propongo que durmamos las próximas tres horas. Va a ser un largo viaje,
y deberíamos estar lo más descansados posible.
ropa de cama. La habitación se había enfriado de manera constante, así que no
perdió tiempo al hacer una última revisión de seguridad y sólo se metió en la cama.
—¿Daniel?
—Duérmete, Carina —lo último que quería era volver a alguna discusión
íntima con ella tan tentadoramente cerca y cálida. Había doblado las mantas para
que encajaran entre ellos, pero seguía muy cerca, lo suficientemente cerca para
olerla.
Con su bufido molesto, él se quedó dormido.
*****
—Daniel —le clavó un dedo—. Despierta.
—¿Por qué? —Murmuró.
—Ya pasaron las tres horas.
—No. Tuve otro sueño corto. Queda tiempo —él rodó para sentarse, y el
aire frío entró por debajo de las mantas.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Ella también se había cambiado de ropa y se había arrebujado debajo de la
121
El Club de las Excomulgadas
—No lo creo. Tal vez el tiempo se pasa diferente en tu ’Verse. Pero aquí
usamos relojes. El mío dice que han pasado nuestras tres horas.
Él salió de la cama, agarrando su pantalón, y poniéndoselo.
—Y aunque no te quedara nada de tiempo, no necesitas estar tan molesto.
—Tengo un muy buen reloj interno —se fue a lavar la cara y notó que su
piel se había puesto muy pálida y su pelo muy oscuro. Después de que las píldoras
hubieran hecho efecto, sus ojos habían pasado de verdes a marrones. Añadió una
cicatriz en su cuello, llevándola hasta su oído.
Ella irrumpió por la esquina para seguir molestándolo.
la parte del trabajo donde hay que disfrazarse. Debería cortar mi pelo ¿No crees?
Las entrañas de él se apretaron ante el pensamiento.
—Es muy hermoso —dijo antes de poder decir algo cuerdo y profesional—.
Quiero decir, seguirías siendo hermosa con el pelo corto y…
Ella le puso dos dedos sobre los labios y se congeló, antes de alejar la mano.
Luego presionó sus labios contra los de él. No se había esperado eso, pero tampoco
pudo dar un paso atrás.
Sus labios eran dulces, tan dulces como el beso. Una suave exploración de
su boca con la de ella. Al principio. Era tan inocente como inesperado. Lo atrapó,
tanto como lo había hecho su sabor. Estaba cálida contra él, relajada, obviamente
confiando en él más de lo que lo haría cualquier mujer racional. Su sangre surgió
con la necesidad por ella, con anhelo, demandando más.
Apretó los puños para evitar atraerla contra él, evitar acariciar la elegante
curva de su columna hasta su trasero. Un gruñido burbujeó desde lo profundo de
sus entrañas ante el recuerdo de la fantasía que había tenido el día anterior. Ella
suspiró, llevándolo dentro de ella.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Eres un dolor en el… —sus ojos se abrieron mucho—. Eres muy bueno en
122
El Club de las Excomulgadas
Entonces ella se acercó más, sus dedos escarbando en el frente de su camisa,
moldeándose a su cuerpo y su lengua deslizándose dentro de su boca, lo que hizo
que él finalmente encontrara su cordura, a un metro de donde toda la sangre de su
cuerpo se había reunido.
—Siete infiernos —sopló él mientras la alejaba de él, sujetándola firmemente
por la parte superior de los brazos—. Esto no puede volver a ocurrir —su boca lo
llamaba, esos labios lujuriosos ligeramente hinchados.
—¿Por qué? —ella se lamió los labios, y él gimió.
—Deja de hacer eso. Carina, esto es una mala idea.
su poder. Dioses, estaba en problemas ahora.
—¿Por qué? ¿En serio? Tú me devolviste el beso. Te sientes atraído por mí.
Puedo verlo. Puedo saborearlo —se presionó los dedos contra los labios, y él luchó
por respirar.
—Tú estás a mi cargo. Tienes algo que podría salvar la vida de millones de
personas. Tú eres… apuesto a que eres virgen, ¿verdad? —Continuó sin una
respuesta—. Yo no. No soy un hombre agradable. Mato personas. Todo el tiempo.
Tú necesitas un hombre agradable. Un hombre gentil que pueda darte la vida para
la que fuiste criada.
Ella ondeó una mano mientras se daba vuelta. Él tomó ventaja de su
distracción y se dirigió fuera hacia la sala principal.
—¿A dónde vas? Necesito tu ayuda con mi pelo —lo llamó ella.
—Dime cuando estés lista —se pasó las manos por el pelo, levantándolo de
punta.
—Ahora. Dioses, ¿tu madre te tiró de cabeza muchas veces cuando eras
niño?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Una sonrisa se formó en sus labios cuando se dio cuenta de la magnitud de
123
El Club de las Excomulgadas
—Eres bastante respondona —murmuró mientras daba la vuelta a la esquina
y la encontró en poco más que simple ropa interior—. ¡Oye! —Le dio la espalda—.
Estás desnuda. Dije que cuando estuvieras lista.
—Dejará pelos en mi ropa y me va a picar. Córtalo corto —le tendió las
tijeras mientras él se volvía a girar y trataba en vano de no mirar la sombra de los
pezones rosa oscuro contra el pálido material.
—¿Estás segura sobre esto? —pasó los dedos en medio del pelo, tan largo y
suave. Hermoso y femenino—. Si lo trenzas, puedes meterlo debajo de un gorro, y
nadie notará la diferencia. Las mujeres de todos los rangos tienen el pelo largo. No
tienes que cortártelo.
—Mujeres de todas las clases también tienen el pelo corto. ¿Te gusta? —
Moviendo la cabeza, el pálido pelo de color caramelo cayó sobre sus hombros.
Su aroma le ahogó de la mejor manera. Esta química entre ellos era
demasiado deliciosa, incluso aunque sabía que cualquier otra cosa entre ellos era
totalmente imposible.
—Es encantador. Todo depende de ti —trató de dar un paso atrás, pero
estaba acorralado, y ella lo sabía.
—Soy virgen, lo sabes. Pero eso no significa que no tenga deseos —se inclinó
hacia adelante, frotando su mejilla contra su pecho. Su pene dolía, pulsaba
mientras se ponía más y más duro en un latido enojado—. Lo hago. Tengo deseos,
quiero decir. Nunca he tenido la oportunidad de expresarlos y ciertamente no con
nadie como tú. No hay nadie parecido a ti, Daniel.
—Harías bien en recordar eso, Carina —apuntó al material que había dejado
en una repisa cerca del lavamanos—. Eres mi hermana otra vez. Te llamaremos
Carrie, y yo soy Neil. Somos trabajadores itinerantes, buscando seguir adelante con
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Ella se volvió, tan cerca que se rozó contra él.
124
El Club de las Excomulgadas
los cargamentos de cereal. ¿Sabes algo acerca del trigo? Es un cultivo traído de la
Tierra, y sé que crece fuera de aquí. Somos de Suerte.
Se las arregló para alejarse limpiamente una vez que ella se giró para mirar.
—Siempre quise ojos azules —empezó a trenzar su pelo en dos largas
trenzas mientras hablaba—. Lo mantendré largo por ahora. Y soy bastante
consciente de que no hay nadie como tú. Esto no ha terminado.
Quiso reírse cuando él se escabulló de la habitación. Y un tipo de poder
totalmente nuevo surgió a través de sus venas. Su atractivo como mujer no era
nuevo, no realmente. Pero esta clase de persecución romántica, el baile sensual que
hacían mientras él pretendía resistirse a ella, era algo que nunca había imaginado, y
Si tenía que arriesgar su vida, dejar atrás a su familia y entrar a un nuevo
territorio con un hombre como él, planeaba disfrutar cada minuto de ello.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
era emocionante.
125
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Nueve
Cuatro días después de que dejaran finalmente Philos a salvo, no estaban
más cerca del territorio de la Federación. Él tuvo que ponerlos en transportes súperlentos y fuera de las rutas básicas, retrocediendo y avanzando para evitar llamar
demasiado la atención. Era un progreso tedioso; ansiaba llevarla de vuelta,
asegurarse de que estuviera a salvo. Tenía que correr como los infiernos antes de
hacer algo monumentalmente estúpido como follarla.
Carina Fardelle y sus ojos grandes y sexis, sus preguntas constantes y el
modo en que era fuerte y tan frágil, todo al mismo tiempo. Ella misma se había
de que ella había empezado a comprender su efecto sobre él, pero había momentos
en que ella lo hechizaba. Alguna pequeña cosa que hacía o decía lo podía dejar
desarmado y complacido todo a la vez.
Se veía hermosa. Incluso aunque se suponía que eran gentuza deambulando
en busca de trabajo, se veía preciosa haciéndolo. Maldición. Se había recortado el
pelo esta vez, pero lo que fuera que hubiera hecho se lo había dejado rizado en vez
de liso. Le tomaba toda su fuerza no tocarlo.
En su lugar, se esforzaba en mantener su mirada aguda en busca de sus
contactos y fingir que ella no hacía que él quisiera detenerse y olerla como un tonto
enfermo-de-amor. Ese nivel de concentración mantenía su mente activamente
comprometida en mantenerlos fuera de problemas y no en la manera en que ella se
había frotado contra él más temprano esa mañana, tratando de ponerse de puntillas
y besarlo. Y, especialmente, no pensando en cómo de cerca estuvo de permitírselo.
Contuvo un gemido y redobló sus esfuerzos para vigilar que no hubiera
problemas.
Habían llegado a Frontera y habían pasado fácilmente el puesto de control.
Habían oído el rumor de que las tropas se habían desviado hacia otro transporte
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
empujado implacablemente dentro de su espacio cada vez que podía. Se dio cuenta
126
El Club de las Excomulgadas
que estaba programado que llegara un poco después que el de ellos. Esperaba que la
suerte siguiera de su lado.
Lleno de matones, el elemento criminal de la ciudad portal de Frontera
había sido la razón por la que muchos transportes se negaban a detenerse ante el
temor de perder su carga. Ya que su carga era una hermosa fémina, huyendo de un
monstruo, tendría que matar a cualquiera que pensara robársela.
—Tienes que estar más pegada a mí —pero se dio cuenta de que le salió casi
como un gruñido. De manera irritante, ella se volvió y sonrió en su dirección con
esa femenina sonrisa conocedora, y se preguntó de dónde la había sacado. ¿Las
vírgenes ya tenían esa sonrisa? Notó que había cometido un error con ella, al
asumir equivocadamente que tener el himen en su lugar significaba que era
Mejor aún, no necesitaba recordarlo para nada. No necesitaba pensar en ello
de ningún modo.
Ella había empezado a perder algo de su miedo, haciéndose más audaz de
muchas maneras. De algún modo, se asentó en sí misma, asumiendo el ser Carina
con algún tipo de entusiasmo sin reservas. Aunque algunas veces molesta,
generalmente era un placer tenerla alrededor, incluso aunque él no necesitara
pensar en nada de eso en absoluto.
—Estoy a tu alcance, Neil. Sabes que siempre estoy feliz de que me toques
—irrumpió ella en sus pensamientos—. ¿Dónde está nuestro transporte? —Pasó su
mano a través de su brazo. En vez de decirles a todos que era su hermana como le
había indicado, ella le había dicho a la gente que estaban casados y había
aprovechado cualquier oportunidad para tocarlo y actuar como una esposa.
En resumen, él estaba casi loco de deseo, y ella no tenía intención de dejarlo
que lo olvidara. Su madre tenía una palabra para lo que Carina estaba haciendo con
él: descarada.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
inocente sobre el sexo. No lo era. Necesitaba recordarlo.
127
El Club de las Excomulgadas
—No empieces conmigo, mujer —trataba de ser ligero con ella, pero algo no
estaba bien. No le gustaba la sensación de las calles aquí. Se sentía demasiado
expuesto y la quería llevarla lejos y ponerla a salvo—. Tal vez deberíamos volver a
la casa de huéspedes. Puedo salir más tarde y ver si han llegado —la condujo lejos
de un grupo de indeseables que acababan de materializarse y que muy
probablemente eran la fuente de su agitación. Les dirigió una mirada sobre su
hombro mientras la escoltaba de vuelta por la orilla del mercado hacia la casa de
huéspedes donde se estaban quedando.
—De todos modos se está poniendo más que caluroso aquí afuera —ella
seguía sosteniendo su brazo mientras caminaban, y a él le seguía gustando, incluso
aunque sabía lo estúpido que era cuando no podía tenerla.
callejón justo adelante. El grupo que había evitado unas calles atrás. Aparecieron
cuatro más, seguidos por un último hombre, y todos ellos se dirigían directo hacia
ellos. El sonido se apagó mientras la calle se vaciaba. Al menos se podría deshacer
de algo de su energía reprimida con una pelea. Daniel sintió un momento de
lástima por estos imbéciles probablemente analfabetos que eligieron la víctima
equivocada.
—Vienen por nosotros —murmuró ella.
—Quédate detrás de mí. Usa esa arma si tienes que hacerlo; no te atrevas a
dudar. —Dio un paso adelante, poniéndola detrás.
—Parece que ustedes están un poco cargados de armamento —una boca con
pocos dientes formó una fea mueca de deleite en la cara del matón.
Daniel conocía la mirada en los ojos de hombre, querían asaltarlo y herir a
Carina. Ninguna de las dos cosas sería permitida.
Giró su cabeza sobre los hombros, estabilizándose para lo que venía.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Se tensó, manteniendo una mirada en tres hombres que venían de un
128
El Club de las Excomulgadas
—Deberían hacer caso a mi advertencia y seguir caminando. No van a estar
complacidos con el resultado si traen una pelea a mi camino —Daniel no habló
muy fuerte, pero el que estaba a cargo lo oyó bien. Si aceptaba o no la advertencia
era algo totalmente distinto.
La visión y el brillo de un cuchillo dispararon el sentido de calma de Daniel.
Su cuerpo se relajó al enfocarse. Un ruido uniforme se precipitó en sus oídos
mientras ajustaba el mango de un cuchillo en su palma.
—Mirad, chicos, se cree que puede acabar con todos nosotros.
Daniel suspiró y empezó a moverse. Nada de lo que hacía cuando peleaba,
necesitaba un pensamiento consciente; su cuerpo, sus reflejos, simplemente se
un paso atrás.
Uno de los hombres golpeó el pavimento, la sangre se derramaba de un corte
no letal pero debilitador. El aroma cobrizo golpeó el aire, condimentando el hedor
de las alcantarillas abiertas y la basura.
—Ahora bien, parece que tenía razón al pensar que podía hacerme cargo de
todos —apuntó con su barbilla hacia el hombre casi inconsciente que gruñía
sangrando a sus pies—. Ahora hay uno menos. Las probabilidades siguen
mejorando.
Ella sabía que estaba mal, muy, muy mal, que se sintiera emocionada y
excitada por el modo en que Daniel se comportaba en ese momento. Incluso peor,
que su corazón se acelerara cuando, con dos movimientos tan rápidos y suaves que
apenas los notó, hubiera dolor, sangre y heridas debilitantes.
A ella no le importaba. Él era un experto, y eso la conmovía. Sí, la protegía
porque era su trabajo. Pero al mismo tiempo, sabía que para él era más. Lo que eso
significaba, no lo sabía. Pero ser protegida por ese hombre tan temible y fiero era
tan sexy que no se podía encontrar en su interior culpable por ello.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
hacían cargo y hacían el trabajo. Un paso adelante, una embestida con un brazo y
129
El Club de las Excomulgadas
—¿Crees que eres inteligente? ¿Tirando de eso? —El otro hombre, el que
podría usar una barra de jabón y algo de agua, (la apestosa acidez de su cuerpo
flotaba hacia ella, revolviendo su estómago mientras empezaba a respirar por la
boca), sacudió su cabeza, y los otros se apuraron hacia ella y Daniel.
La intensidad de evento le proporcionó imágenes, sonidos, esencias, pero no
una impresión real y concreta de nada específico.
El pelo de Daniel brillaba mientras se movía con tal gracia de economía de
movimientos, que ella poco podía hacer aparte de mirar. Pequeños movimientos
enviaban a los hombres cayendo a su lado, la sangre oscureciendo la ropa y la
suciedad debajo de sus pies.
Daniel, lo cual parecía imposible mientras caía cuerpo tras cuerpo. Ella miraba, no
realmente alarmada, mientras dos hombres flanqueaban a Daniel y uno lo pasó con
rapidez yendo hacia ella.
Todos los años de entrenamiento volvieron a ella, y descansó su peso sobre
sus talones, mientras cortaba hacia afuera y hacia arriba, mientras bloqueaba el
golpe. O pensó que lo hacía hasta que Daniel, sombrío y satisfecho, se volvió con
una sonrisa salvaje.
—Hiciste un buen trabajo. Ahora salgamos de la calle antes de que lleguen
las autoridades —La alcanzó y se detuvo, agarrando su túnica, empujándola a un
lado para revelar su torso y un corte sangrando en su piel—. ¿Por qué no me lo
dijiste? —Él palideció, la tomó en brazos a pesar de sus protestas, dando zancadas
de vuelta a la casa segura sin ninguna otra palabra.
—Estoy bien. En serio. Ni siquiera noté que me había alcanzado con su
cuchillo hasta que tú lo señalaste —se aferró a él, adorando la esencia del sudor
masculino y la adrenalina sobre toda su piel. Enterró la cara en su cuello, contenta
porque no la alejara o tratara de decirle lo malo que él era para ella.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Su propia arma descansaba en su mano, lista en caso de que algo le pasara a
130
El Club de las Excomulgadas
Los sonidos a su alrededor se desvanecieron mientras la llevaba,
aparentemente sin esfuerzo, subiendo tres tramos de escalera, hasta entrar en su
dormitorio.
—La próxima vez que te hieran, dímelo inmediatamente —la puso sobre la
cama, una que había negado a compartir con ella desde que llegaron, y se movió
para abrir el agua en el baño.
—¿Cómo si no fuera inmediatamente? Ellos siguen sangrando sobre la calle;
no es como si hubiera esperado durante horas. En cualquier caso, no creo que sea
un problema, Daniel. ¿Cuál es tu apellido, de todos modos? —Se sacó la túnica y la
camiseta, arrugando la nariz cuando se dio cuenta de toda la sangre.
si ella fuera a protestar? Él deslizó sus manos por sus pies y piernas, buscando más
heridas. Trató de no jadear o arquearse, pero nunca había sentido nada como esto,
estas grandes manos sobre todo su cuerpo. Su respiración se aceleró mientras se
instalaba una peculiar clase de letargo. ¿Cómo era posible sentir ambas cosas al
mismo tiempo? Y aun así lo hacía.
—¿Estás herida en algún otro lugar? —Le preguntó mientras levantaba su
cuerpo desnudo y la colocaba con gentileza dentro de la cálida agua de la bañera.
Empezó a limpiarla, enjuagándola, acercándose a la herida en su costado, la cual
había sido, como ella trataba de decirle, bastante pequeña. No era que ella estuviera
pensando muy claramente mientras sus manos se movían sobre su cuerpo desnudo
y mojado.
—Estoy bien. Te lo juro, Daniel, tú detuviste a siete de ellos. Siete. Eso es
impresionante.
—No a ocho —él movió su mirada a sus ojos—. No a ocho.
Ella suspiró, sosteniendo su cara entre sus manos.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—¡Quédate quieta! —Volvió hacia ella y empezó a quitarle la ropa. ¿Cómo
131
El Club de las Excomulgadas
—Eres impresionante. Bloqueaste a dos a la vez, incluso lo golpeaste hacia
un lado. Si no hubieras hecho eso, yo habría sido herida mucho peor. Tú me
salvaste. Me has estado salvando.
El color de los ojos de él se profundizó, se oscurecieron hasta un verde
tormentoso, el marrón del día anterior se había desvanecido. El momento, a pesar
de su tonta atracción química hacia él, se deslizó dentro de ella, el puro placer de
ello casi dolía.
—Eres tan hermosa. No puedo imaginar… —Se detuvo, sacudiendo la
cabeza.
Se puso de pie delante de él, bajando la mirada hacia este ejemplar épico
mientras miraba su mirada que se deslizaba por su cuerpo como otra caricia, una
que había estado esperando desde que le tomó la mano esa primera vez mientras
huían.
—Esto no debería ocurrir —tanta emoción en esa frase susurrada. Debería
sentirse mal por estar derribando todas sus defensas contra ella, pero no lo hacía. Se
vanagloriaba de ello.
Salió de la bañera buscando una toalla, pero él estaba allí antes de que ella
pudiera empezar, secándola en su lugar, su trato amable en un marcado contraste
con el hombre exterior, un hombre que llevaba la muerte como otro cuchillo oculto
en su cuerpo. Le puso una venda contra su piel, envolviendo una tela alrededor de
su torso para mantenerla en su lugar.
Fue el contraste lo que la encendió. El modo en que él podía quitar la vida
con tal profunda concentración y habilidad como secarla y vendarle la herida sin
siquiera un remordimiento la hizo sentirse especial al ser capaz de evocar tal
preocupación en un hombre como él.
Trató de alejarse, pero ella se puso en su camino, dejando caer la toalla. La
habitación estaba fría y se le puso la carne de gallina, sus pezones endureciéndose y
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
masculino arrodillado a sus pies. El agua acariciaba su cuerpo mientras lo hacía,
132
El Club de las Excomulgadas
no sólo debido a la temperatura. Daniel la miró, miró sus pezones y un gemido
escapó de su boca.
Tenía la sensación de estar caminando por una línea muy delgada. Si hacía
un movimiento equivocado, él volvería a controlarse, y no quería eso. Quería que
se dejara ir, quería que la tomara.
La puerta estaba cerrada, sus medidas de seguridad estaban todas en su
lugar. La cama, la cama en la que había estado sola la noche anterior debido a que
él insistió en dormir en una silla cerca de la puerta, estaba justo detrás de ella, así
que estiró la mano. No para ofrecer, sino para tomar. Agarró la tela de la túnica de
él y tiró, sorprendiéndolo y tirándolo sobre ella encima de la cama. Lo cual fue
ligeramente doloroso porque, a pesar de que su corte era pequeño, aún era un corte
mientras yacía ahí.
—Maldita sea, Car… Carrie. Voy a hacerte daño —trató de rodar fuera,
trató de ver si la había herido, pero ella no se lo permitió. Sabía que si lo dejaba
deslizarse de vuelta al modo hacerse-cargo, nunca lo tendría.
Y ella lo quería tanto que cada célula de su cuerpo dolía por ello.
En su lugar, rodó hacia arriba sobre sus rodillas, quitándole la túnica y la
camiseta.
—Ni siquiera tienes un moretón —dijo ella, abarcando cada pulgada de la
parte superior de su cuerpo expuesta. Deslizó la punta de sus dedos a lo largo de las
cicatrices de su pecho—. ¿Qué pasó aquí?
—Un artefacto incendiario explotó mientras lidiaba con su creador. Yo
tengo cicatrices; él está muerto. Carrie, tienes que parar. Estás herida y desnuda.
Esta combinación es algo que no puede funcionar.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
y él era, oh mis dioses, era tan deliciosamente sólido que el dolor pareció retirarse
133
El Club de las Excomulgadas
Eso lo dijo mientras deslizaba las manos desde el hueso de su cadera hasta
sus costados instruyéndola. Sus manos sobre su cuerpo le confundían el cerebro,
pero no tanto para no anhelar más.
—Estás engañándome. Tú también quieres esto. Sé que lo haces —
arriesgándose, se inclinó, deslizando sus senos sobre su pecho. Por supuesto, le
salió el tiro por la culata, ya que se sentía tan ridículamente bueno que casi se
cayó—. Esto es, oh, dioses, es hermoso. ¿Siempre es así?
Las manos que la habían estado restringiendo ahora la atraían hacia sí.
—No. No lo es —oyó la angustia en su voz y casi lloró de alegría cuando él
—Más —ella tiró, y ambos volvieron a caer sobre la cama. Lo miró a los
ojos—. Quédate conmigo, Daniel.
—Voy a hacerte daño.
—Te lo dije, sólo es un corte menor —trató de soltar la pretina de su
pantalón, pero él puso una mano sobre la suya para detener la acción.
—No sólo eso. Todo. No estás hecha para un hombre como yo.
—¡Por favor! ¿Cómo un hombre como tú?
—Tú eres una princesa. Eres suave y femenina, y mereces ser mimada. En
caso de que no lo hayas notado, yo mato gente.
Ella ondeó una mano.
—Para princesas. Y gracias a los dioses que lo haces, o estaría muerta. Me
aventuraría a decir que muchísima más gente estaría muerta si no fueras un asesino.
¿Y en cuanto al resto? ¿Por qué no puedes consentirme? ¿Y quién dice que quiero ser
mimada de todos modos? No puedes simplemente dejarme de este modo. Me
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
se permitió un breve beso sobre su esternón.
134
El Club de las Excomulgadas
siento llena de nudos; necesito que lo arregles. Me puedo dar placer a mí misma.
Lo he hecho cada vez que dejas la habitación, y no es suficiente.
—¿Por qué me dices estas cosas? —Murmuró él, quitándose las botas con los
pies.
—¿Entonces te quitarás los pantalones?
Él se detuvo y negó con la cabeza.
—No eres tan inocente como aparentas.
—¡He estado rogándote que me ayudes con eso! ¿Qué pasa si muero
mañana, y no he estado nunca contigo? ¿Si nunca te he tenido dentro de mí? —Le
cuando era una niña.
—Eres un peligro —se bajó los pantalones, y ella exhaló bruscamente ante
su cuerpo tan audazmente expuesto a su vista.
—Quitas el aliento —revolviéndose en la cama, se presionó contra su cuerpo
por un largo rato, sólo empapándose de él, piel con piel. Él volvió a gruñir,
besándole la frente, sus dedos enterrándose en su culo para acercarla más. Ella trató
de no sonreír por su triunfo, pero falló. Su diversión se derritió ante la maravilla de
su cuerpo contra el suyo.
¡Tantas sensaciones! Tanto sentimiento. Su cabeza se echó hacia atrás, y él
se dio un festín con su cuello. ¿Por cuánto tiempo había soñado con cómo sería
esto? ¿Y cuánto mejor era la realidad y más contundente de lo que se había
imaginado?
Sus manos eran grandes y seguras mientras le ahuecaban el culo. Era mucho
más grande que ella. Normalmente, allá en su hogar, un hombre como Daniel la
abría asustado, pero esto era tan delicioso que no parecía tener suficiente.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
puso su mejor cara, la más lastimosa que casi siempre funcionaba con los demás
135
El Club de las Excomulgadas
Él se sacudió sólo un poco, más como vibrando mientras la besaba en un
hombro hasta el hueco de su garganta. La deseaba tanto que tenía que tomar el
control o arriesgarse a asustarla o herirla.
No debería estar haciendo esto, lo sabía. No debería estarse rindiendo a este
deseo casi sobrecogedor de besar y tocar cada parte de ella. Pero era demasiado
tarde para eso. Una vez que había visto ese corte, una vez que salió de la neblina
por la preocupación de que hubiera sido herida, ella estaba desnuda. Y mojada. Y
como una sirena, le hizo señas y no se pudo resistir más.
Su sabor era igual que ella: especiado, dulce, complicado. Giró la lengua en
el hueco de su garganta, lamiendo sobre el delicado borde de su clavícula. Ella se
arqueó, hacía suaves sonidos de necesidad mientras él luchaba por contenerse y
Su conquistador interior quería tomar por asalto las puertas, embestir dentro
de ella, echar raíces en su interior hasta que fueran un montón sudoroso. Pero ella
aún no estaba lista para eso; lo sabía incluso aunque la necesidad se arrastraba a
través de él como vidrio roto.
Bajándola hasta dejarla de espaldas, le aseguró las muñecas sobre la cabeza,
agarrándola lo suficientemente fuerte para mantenerla quieta, pero no para hacerle
daño. ¡Qué visión formaba ella ahí, arqueada, su pálida piel sonrojada de placer, su
cuerpo más hermoso de lo que podría haber imaginado! El deseo le empañaba los
ojos, dándoles un brillo enfebrecido, pero la travesura permanecía. Eso le había
sorprendido sobre ella al principio, el modo en que bromeaba cuando él menos lo
esperaba.
—Quiero tocarte —jadeó mientras él le besaba el suave punto debajo de su
oreja.
—Me gustas bajo mi control. Te mantiene fuera de problemas.
Ella se arqueó, rodando las caderas para aplastarse contra su pene ya
dolorido, y ambos gimieron. El de ella fue de sorprendido placer.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
darle placer.
136
El Club de las Excomulgadas
—Tú eres un problema, Daniel —le sonrió, sus ojos llenos de problemas
propios.
—Es lo que me dicen mi madre y mis hermanas —él deslizó su cuerpo
bajando por el de ella, adorando el modo en que se sentía, adorando como esos
brillantes ojos suyos se volvían a empañar, nublados de placer.
—No puedo follar contigo si no conozco tu apellido —jadeó cuando él le
soltó las muñecas para deslizar sus manos por sus brazos hasta sus senos. Los senos
más hermosos que jamás había visto. Pesados y grandes, aunque el resto de ella era
pequeño y esbelto. Oh, las fantasías que había tenido con ellos, sobre deslizar su
pene entre ellos, probarlos, tocarlos.
lo había llamado Daniel. Estaba desnuda, dándose a sí misma tan honestamente
que no podía fingir con ella.
—Haws —para asegurarse de que no siguiera, atravesó con una lamida un
pezón endurecido, y si tenía otra pregunta, ella se la tragó con un delicioso jadeo.
—Por favor. Por favor entra en mí —Se retorcía, haciéndolo entrar en razón.
—No es tan simple —dijo alrededor de un pezón—. No puedo simplemente
meter mi polla en tu coño. Necesitas estar mojada, preparada para que no te haga
daño —Él se rio ante su puchero y su resoplido de molestia—. Confía en mí cuando
te digo que esta parte es divertida. El hacer que estés lista implica un orgasmo antes
de follarte.
Ella se ruborizó, el calor de su piel contra la de él era más que un poco
distractor.
Luego de rendirle homenaje a sus pezones, lamiendo, chupando,
mordiendo, continuó haciendo su camino hacia abajo besándola hasta su vientre,
liso como la seda más suave, antes de ponerse entre sus muslos. Ella trató de cerrar
las piernas, pero sus hombros hacían eso imposible.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Debería haber mentido. Decirle el apellido que usaba en las misiones, pero
137
El Club de las Excomulgadas
—¿Sigues conmigo, dulzura? —Levantó la mirada hacia la magnificencia de
su cuerpo y su cara.
—¿Vas a la… lamerme?
Él le envió una sonrisa mercenaria.
—Más de una vez. Voy a enterrar mi cara en tu coño, voy a lamer, chupar,
atormentar tu clítoris hasta que te corras por toda mi cara.
Sus ojos se abrieron más, sus labios se separaron mientras su aliento se
aceleraba y asintió.
Bien.
La abrió aún más, adorando el modo en que se veía, el deseo oscurecido,
brillante e inflamado. Todo por él.
Sus músculos se tensaron, y le acarició el muslo durante un momento.
—Eres hermosa aquí igual que en todos los otros lados —lo era, dioses, lo
era, y le había sacado capa tras capa de sus defensas. Lo dejó expuesto de un modo
con el que no estaba cómodo y aun así empezaba a anhelar.
Una larga y suave lamida quitó cualquier futura protesta de ella, y él se rio
interiormente.
Ella no podía alejar la mirada de la vista de su cabeza, inclinada sobre su
coño mientras le rendía homenaje. Cada vez que su lengua barría a través de ella,
se derretía un poquito más. Cálidas y lánguidas oleadas de placer rompían sobre
ella una y otra vez. Lo que le hacía la devastaba de las mejores y más aterradoras
maneras.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Oh. Nunca he hecho eso.
138
El Club de las Excomulgadas
Esto, estas lamidas y esta atención a ella con su boca, eran intensamente
íntimas. Tanta confianza para exponerse así a él y para que él la tomara; eso fue lo
que más le llegó. Se ofreció a sí misma, y él no se apresuró, no la violó, él probó,
saboreó y disfrutó cada momento. Daniel Haws la saboreó.
El modo en que la hacía sentir, estaba más allá de su capacidad para jadear.
El clímax se acercaba, sinuoso y candente, golpeó cuando él chupaba lentamente el
clítoris, algo que nunca había imaginado antes pero ahora seguro que no esperaba
vivir sin ello. Había escuchado a mujeres referirse a que gritaban cuando se corrían
y nunca había entendido la frase. Claro que se sentía bien tener un orgasmo, ¿pero
tan bien para gritar?
Lo entendió mientras el placer se disparó a través de ella, ahogándola hasta
de sus entrañas, salió de su boca tan fuerte que estaba segura que la gente al otro
lado del patio lo había escuchado.
Esperaba que lo hubieran hecho, mientras yacía en un montón exhausto y
totalmente saciado. Quería que él supiera exactamente lo que le acababa de hacerle.
Daniel le besó la cadera y luego se movió para tomar su boca. Ella dudó, sabiendo
dónde acababa de estar, ¿pero quién era ella para resistirlo?
El resultado la dejó con la piel de gallina, una maraña de tabú, deseo y
saciedad, se probó a su misma, pero estaba en él, así que era más.
—¿Estoy lista ahora? ¿Para la parte de follar? —Preguntó, los ojos aun
cerrados mientras trazaba flojos círculos en el antebrazo de él.
—¿Ya? ¿Juzgué mal tu reacción cuando te comí el conejo8?
—Oh, ese es un término sobre el cual aún no sé cómo me siento. Por un
lado, es espectacularmente sucio, y contigo, lo sucio me hace sentir toda cosquillosa
y cálida —él se rio, besando su barbilla—. Por otro lado, parece vulgar. Lo cual es
8
N.T: se refiere al término pussy, en inglés gatito, pero en España en lenguaje vulgar se habla más de conejo, chocho, felpudo,
almeja... En Latinoamérica también sería concha.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
que la sensación tuvo tal filo que perdió sus amarras y un sonido, desde lo profundo
139
El Club de las Excomulgadas
probablemente el por qué suena tan sucio, por lo cual me gusta, así que no importa.
Estoy bien con eso. Realmente bien con eso. Puede que sea mi cosa favorita para
siempre.
Su sonrisa era algo que no había visto en él aún, algo que no había visto
dirigido a ella, nunca. La satisfecha sonrisa masculina, la que dice que sabe lo que
ha hecho, y que le gusta que te vuelva toda tonta.
—Deberíamos esperar.
Suspiró ante sus tibios intentos de proteger su virtud. Esto llamaba a la
acción por parte de ella. Buscando abajo, agarró su polla. Polla. Le gustaba la
palabra; tenía sentido, pensó mientras lo agarraba, duro, fiero, orgulloso. El pulso
una vez que deslizó hacia abajo su puño sobre él.
—He visto esto. No tu polla, mmm —sintió pánico cuando recordó que la
había visto cuando lo miró masturbándose varios días antes.
Abrió los ojos, sabiendo que ella ocultaba algo. Sus músculos ondularon, y
la hicieron sentir una especie de vértigo. Así era totalmente cómo las mujeres se
confundían con los hombres. Ahora lo entendía, ¡pero la trampa había saltado!
Incluso sabiendo esto, cosas completamente tontas como los músculos la chiflaban
y la hacían reír tontamente, no podía soportar la idea de no tenerlo haciéndola
sentir de este modo.
—¿Has visto qué? —la voz era indolente, pero oyó el acero debajo.
—Eres muy mandón.
Una ceja se elevó imperiosamente.
—¿Yo soy mandón? Tú me estás ordenando que te folle. ¿Quién es el
mandón?
Ella no pudo esconder una sonrisa.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
de su latido contra su palma, el modo en que él dejó totalmente de discutir con ella
140
El Club de las Excomulgadas
—Nunca negué que fuera mandona, y tú me follarás, Daniel Haws. Lo exijo,
y simplemente eres un… provocador si no lo haces.
—La indignación se adapta a ti —murmuró, pasando el dorso de sus dedos
por su cuerpo, sobre cada pezón hasta que olvidó de lo que estaba hablando. Hasta
que él se lo recordó—. ¿Qué has visto? ¿Una polla en tu mano? ¿Mi polla?
Ella resopló.
—He mirado. Sé que no debiera haberlo hecho. Vi a una pareja fuera en el
patio. Ellos no me vieron. Ella… —Carina bombeó arriba y abajo su pene con su
puño, sobresaltándose cuando él gruñó con fuerza—. Ella hizo esto.
un ritmo y eso la calentó, la hizo desearlo incluso más. Pero más que nada, quería
mostrarle el placer.
—Sí.
—Se llama hacer una paja. Los hombres se lo pueden hacer a las mujeres
también. Mi hermana es el tipo de mujer que… sólo un poquito más lento, sí, así
está bien… a mi hermana le gusta saber cosas, siempre leyendo, siempre
estudiando. Me contó que el término viene de la Tierra. Gracioso las cosas que
sobreviven.
Le gustó que él compartiera un poco de su vida con ella. Significaba que
confiaba en ella.
—¿Has mirado mucho? —de algún modo la voz de él era más profunda. La
tensión era evidente.
—Un par de veces. Yo… quería saber, y era tan hermoso, incluso en un
patio a la luz de la luna.
—Pero sucio —le sostuvo la mano—. Espera, quiero estar dentro de ti
cuando me corra.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—¿Quieres saber la jerga para esto? —le ajustó un poco el agarre, le enseñó
141
El Club de las Excomulgadas
—Sí, sucio, y debo decirte que apruebo efusivamente esta instrucción. Estoy
con bloqueadores de fertilidad. Tuve que hacerlo como preparación para mis
nupcias —hizo una mueca, y los labios de él se curvaron.
—Nada de hablar de eso ahora. No va a suceder. ¿Te sientes bien para
montarme? De ese modo puedes controlar lo rápido y profundo que vaya.
—¿Así es cómo se hace normalmente? —Dioses, sonaba como una
tontorrona—. Quiero decir, sé lo de insertar la parte del chico dentro de la parte de
la chica. Sólo lo he visto dos veces. Una un hombre estaba encima de una mujer, la
otra era por detrás, como los caballos.
—Vas a matarme. Dulzura, no soy virgen. Deberías estar con un hombre
gentil, uno con más paciencia.
Esto no iba para nada en la dirección correcta. Gateó sobre él y se dio cuenta
de lo que quería decir y le gustó la idea.
—Me he masturbado antes. Conozco los mecanismos del sexo. He sentido
deseo, e incluso lo siento ahora, a pesar de tu actitud. Sólo que necesito obtener
más información que tú. No creo que sea justo malignizar eso. Después de todo,
dijiste que me enseñarías.
—Me refería a cómo era el mundo, no a las posiciones sexuales. Además,
eres toda una voyeur.
—Bueno, tú lo dijiste, y no dijiste lo otro sólo con respecto al mundo y no a
las posiciones sexuales, así que serías un tramposo si tratas de echarte para atrás
ahora. Estoy bastante segura de que el honor te impediría ser tal sinvergüenza.
Enséñame, Daniel. Sólo confío en ti para que lo hagas.
—Eres peligrosa —gruñó cuando lo dijo, pero no hizo ningún movimiento
para alejarse. Así que ella tomó eso como una aceptación—. Levántate sobre tus
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Daniel frotó las manos contra su rostro.
142
El Club de las Excomulgadas
rodillas —Le dijo, pasando las puntas de los dedos por sus muslos—. Pero no creas
que me dejo engañar por tu juego.
Se rio, levantándose y poniendo sus manos sobre él, mientras él se agarraba
el pene.
—No pensé que te engañaría, pero sonaba bien. Si sólo fueras un poquito
más tonto, yo te hubiera tenido. Creo que lo tengo desde aquí —ella se sentó,
dejando que sólo la cabeza se deslizara dentro—. Esta parte —rodó sólo un poco, y
chispas de placer se movieron trazando un arco atravesándola de un modo
totalmente inesperado. De un modo realmente bueno—, va aquí.
Cuando él respondió, tuvo que esforzarse para entenderlo, porque sus
—Sí, tómalo con calma para que tu cuerpo se pueda adaptar. Quería
estirarte con mis dedos pero, queridos dioses, es demasiado tarde para eso.
Esto era natural, correcto, y dejó que el instinto se hiciera cargo. No
necesitaba una lección; sólo necesitaba escuchar a su cuerpo y al de él. Meciendo
sus caderas, lo tomó más profundo, y él maldijo.
—¿Estás bien? —Preguntó él.
—Duele sólo un poco, pero la siguiente vez que me levante y vuelva a bajar
un poco más, ya no volverá a doler. Se sentirá muy, muy bien —esta vez, cuando
se empujó hacia abajo sobre él, la cabeza golpeó el pedazo de piel que técnicamente
la convertía en virgen. Entonces dolió, la presión de su polla dentro de su coño. Él
se sentía enorme.
Las manos de él en sus caderas se apretaron.
—Ven, dulzura, déjame facilitártelo —deslizó una mano entre ellos,
encontrando su clítoris, rodeándolo lentamente. Después de unas pocas
respiraciones, ella quedó resbaladiza, se aflojó alrededor de él y el ardor se fue
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
dientes estaban apretados.
143
El Club de las Excomulgadas
cuando él embistió sólo un poco hacia arriba, pero lo suficiente para deslizarse a
través de la barrera.
Ella manejó el resto, fascinada por la intensidad de su placer cuando él se
enterró profundamente en su cuerpo. Y por el modo en que se endurecía mientras
permanecían unidos de este modo. El vientre de él se tensó, sus dedos clavándose
en su cintura dejarían una marca, aunque no una de la cual se arrepentiría de
ningún modo. Los rasgos de él se congelaron, duros por la concentración.
Lo que fuera que le hizo a su clítoris, creció lento y profundo, y parecía que
la única manera en que podría obtener más, conseguir lo que necesitaba para
rascarse la picazón más profunda de lo que había sentido nunca, era dejarlo entrar
Daniel levantó la mirada hacia ella. La luz del día que acababa tiñó su piel
con un suave rosa. Nunca había tocado algo tan perfecto y hermoso. Por dentro
estaba más caliente que la superficie del sol más cercano, un guante demasiado
caliente alrededor de su pene, diseñado para hacer que se avergonzara de sí mismo
al correrse tres alientos después de haber entrado en ella.
La maravilla en su rostro mientras experimentaba cada cosa nueva, su
completa audacia, el modo en que se movía, los sonidos que hacía, todo se le metía
profundo, sintiéndose como en casa dentro de él, cuando sabía que lo último a lo
que debería acostumbrarse era al pulso y al agarre de los músculos internos de ella
alrededor de su polla. Y aun así, ¿qué más podía hacer aparte de disfrutar de ella,
porque no podía resistirse a su magia?
—¿Te gusta esto? —ella puso sus manos sobre el vientre de él y se aplastó a
sí misma contra él en un movimiento circular que casi le voló la tapa de los sesos.
Él simplemente empujó un poco más hacia arriba mientras elevaba una ceja.
Sin duda. ¿Esperaba que le escribiera poesía o le cantara odas? Aunque con más de
esta sensación puede que se encontrara a sí mismo haciendo justo eso, o cualquier
otra cosa por el estilo, siempre y cuando ella siguiera envuelta alrededor de él.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
todo el camino.
144
El Club de las Excomulgadas
—Me gusta bastante aquí arriba, Daniel. Estoy a cargo, y tú estás debajo de
mí con aspecto de una divinidad pervertida. Y yo soy la que te pervirtió —ella se
rio, y las partes de ella que se balancearon sólo lo hicieron gruñir.
—Una vez que te acostumbres a mí, volveré a estar a cargo —gruñó, y ella
quedó inmóvil, su risa muriendo en un aliento estrangulado. Él hizo una pausa,
preocupado por haberla asustado, hasta que los ojos de ella se abrieron más y
asintió.
—Sí, está bien entonces. Eso suena agradable. Creo que me gustaría mucho.
Entonces él se rio. Dioses, ella era tan completamente irreverente y tonta
algunas veces. Retomando el ritmo de sus dedos, pensó que la empujaría al
músculos se agitaron, y él lo sintió hasta los huesos mientras sus bolas subían
lentamente en su cuerpo.
Con una mano, le tocó un pezón con el pulgar a ritmo con los círculos
alrededor y contra su clítoris mientras empezaba a encontrar las embestidas de ella
con las propias, con cuidado de no empujar demasiado fuerte.
—Oh —Jadeó ella, sus ojos completamente cerrados, su cabeza cayendo
hacia atrás mientras se corría alrededor de él. Una vez que empezó eso, no pudo
contenerse más. Presionó profundamente y se corrió justo mientras el cuerpo de
ella empezaba a relajarse luego que terminó su clímax. Ella estaba cálida y
maleable alrededor de él, una sonrisa secreta en sus labios mientras se enderezaba y
bajaba la mirada hasta su cara.
Suavemente, la ayudó a rodar hacia un lado, contento porque no hubiera
habido mucho dolor o sangre para ella. Aun así, estaría dolorida, así que volvió a
levantarse para volver a prepararle un baño.
—Déjame ayudarte a limpiarte —murmuró, levantándola y sosteniéndola
como si fuera preciosa. Las lágrimas la inundaron, pero las mantuvo lejos, sabiendo
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
orgasmo al menos una vez más antes de correrse. Muy profundo dentro de ella, sus
145
El Club de las Excomulgadas
que él se sentiría incómodo con ellas, sabiendo que ella no podría decirle
adecuadamente por qué eran lágrimas buenas.
La bajó tan gentilmente como la había levantado, probando para estar
seguro de que el agua no estuviera demasiado caliente. Se arrodilló al lado de la
bañera, cuidando de ella en silencio. El paño para lavarse se deslizaba sobre su piel,
no con demasiada fuerza, sólo lo suficiente para dar placer.
Cuando salió, la envolvió con una toalla y trató de hacerla pasar de vuelta a
la habitación.
—Espera. Déjame lavarte. Peleaste con esos hombres. Me cargaste de vuelta
y ahora mismo has trabajado muy duro. Por favor, déjame —él tomó una profunda
más—. Siéntate en ese borde —ella lo miró, este hombre que pasaba todo su tiempo
protegiéndola y cuidándola, y aun así tan poco familiarizado con este tipo de
atención hacia él. ¡Qué extraño era eso!
—No deberías exagerar. Luego estarás dolorida. Es la primera vez —dejó
caer la cabeza mientras ella le lavaba el pelo, adorando el modo en que se sentía su
cráneo contra sus manos. Sus palabras fueron rudas, pero conocía al Daniel de
debajo de esa actitud. Oh, esa también era ruda, pero hacia ella era desafilada, más
suave, y él hacía un esfuerzo para ser de ese modo.
—Difícilmente pienso que este forzando mi vagina lavando a un hombre
grande y hermoso, y manteniéndolo desnudo un poco más.
Él resopló.
—Vagina. Esa es otra palabra que apuesto que vino de la Tierra.
—¿Esperabas que mi madre me enseñara conejo9?
—Preferiría no pensar en ello.
9
N.T.: otra vez el término pussy.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
inspiración y entró en la bañera. El agua estaba casi drenada, así que ella echó
146
El Club de las Excomulgadas
—Yo tampoco, porque entonces me preocuparía por ella. Levántate para
que pueda enjuagarte mejor. ¿Tienes que ser tan alto?
Bajó la mirada hacia ella, su cara normalmente arrogante suavizada por la
emoción.
—Te lo sigo diciendo, que no haya noticias es algo positivo. Si hubiese sido
ejecutada, lo más probable es que hubiera sido anunciado.
—Lo sé —le enjabonó su miembro y sus bolas, haciendo que volviera a
endurecerse—. Esto es muy práctico.
Él gruñó y se alejó un paso, enjuagándose solo.
para ese corte y para tu muy dulce coño —su sonrisa la hizo estremecer.
—Haces eso a propósito.
—Por supuesto. ¿Crees que eres la única que puede usar el encanto sexual?
Ahora, necesitamos salir de aquí al oscurecer. Contrataremos una nave privada.
Conozco a unas pocas personas que reservarán nuestros pasajes.
—¿Por qué no lo dijiste antes? —ella vagó dentro de la habitación donde él
la vigiló. Desafortunadamente, ahora él tenía puesta la ropa interior.
—No son contactos que quería utilizar a menos que tuviera que hacerlo.
Ahora es ese momento.
—¡Ay! —Se estremeció cuando él le esparció la crema sobre el corte en su
costado.
—No seas tan bebé. Tú lo empeoraste cuando me sedujiste. Te dije que esto
pasaría —luego le envolvió tiras de tela alrededor del cuerpo, manteniendo la
herida cerrada alrededor de la medicina y seca—. Elige un traje lo suficientemente
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Tenemos que empezar a movernos. Te voy a dar algo de pomada tópica
147
El Club de las Excomulgadas
simple para que puedas cambiarlo. Vamos a cambiar de transporte en el siguiente
’Verse. No puedo arriesgarme a tenerte así ahí afuera.
—No soy un bebé —empezó a golpearlo hasta que él extendió la crema
sobre su coño, dejándola toda lista otra vez incluso aunque se había asentado un
poco de dolor como él dijo que pasaría—. Oh, mis dioses. Creo que eso podría
necesitar más aplicaciones.
—Dioses buenos, ¿qué he desatado? —Continuó murmurando mientras se
vestía, poniéndose su ridículo y aun así obviamente útil arsenal sobre su cuerpo.
—Tienes un montón de armas. Yo sólo tengo una. Necesito más.
artículos que necesitarían.
—¿Graciosa? ¿Inteligente? ¿Encantadora? Oh, ya sé, ¡Sexy!
—Molesta. Sí, esa es la palabra que estaba buscando —le entregó un bolso, y
ella lo levantó con su lado bueno—. Quédate quieta mientras te envuelvo el pelo.
Expertamente, le envolvió el pelo con un paño cobertor, torciéndolo hasta
que se vio como cualquier otra mujer cuyo pelo hubiese admirado en la calle.
—Muy útil. Un asesino que puede hacer peinados. No sé si planeo dejarte ir
alguna vez —sonrió, y él se alejó, estirándose para ocultar algo detrás de un panel
suelto en la pared.
—¿Una nota para un amigo?
—Necesitaremos mantener a mi gente al tanto de nuestros movimientos.
¿Estás lista? Comeremos una vez que nos acomodemos.
Fue el turno de ella de resoplar. Él comía cada comida como si no hubiera
visto alimento durante días. Y aun así, estaba duro y esbelto, y le molestaba porque
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—¿Siempre has sido así? —Preguntó, metiendo en un bolso los últimos
148
El Club de las Excomulgadas
si ella comiera de ese modo, se vería muy lejos de dura y esbelta. También se dio
cuenta de que su bolso era muy liviano.
—Oye, no hay nada aquí.
—No necesitas cargar todo eso. Ahora vamos. Toma —le acercó dos armas
más, un pequeño blaster y otro cuchillo. Se inclinó, atando el estuche a su tobillo —
es bueno que estés usando este pantalón —le indicó el pantalón largo y con piernas
sueltas que ella había elegido el día anterior. Le permitía un mejor margen de
movimiento y eran más calientes que una falda.
—¿Quién sabría que necesitaría un mejor acceso para mis cuchillos, eh? ¿Por
qué eres otra vez el Señor Cara Cabreada? Además, puedo llevar unos pocos
Él le tomó la parte superior de su brazo y la acercó de un tirón.
—Necesito mantenerte viva. Haré lo que tenga que hacer, para lograr eso.
Ahora mueve ese lindo culo y vamos.
Atrapada entre la irritación y la satisfacción consigo misma, optó por un tipo
de coqueta indignación mientras dejaban la habitación. El hombre era
exasperantemente dulce, y no lo sabía. Pero si pensaba que ahora se iba a
mantenerse alejada, después de que le hubiera hecho el amor del modo en que lo
hizo, se estaba engañando a sí mismo. Ella pretendía tener a Daniel Haws, y eso
era todo.
Él la examinó de cerca, claramente sospechando de su expresión.
—Esa mirada me pone nervioso.
Ella caminaba a su lado, el paso rápido pero no acelerado.
—Debería.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
vestidos. No necesitas hacerlo todo.
149
El Club de las Excomulgadas
Mientras entraban al espacio común cerca de la entrada de la casa de
huéspedes, vieron que un grupo de gente se había reunido. Había discusiones y
algunas lágrimas.
Daniel suspiró.
—Espera aquí. Déjame ver lo que sucede.
Ella caminó justo a su lado.
—No soy una mascota a la cual darle órdenes.
—Eso es cierto. Las mascotas son obedientes —bufó mientras se acercaban a
—¿Qué está pasando aquí? —preguntó Daniel. Su lenguaje estándar
Imperial era bastante bueno.
—Hubo una explosión en Krater. Decenas de muertos. Nadie da ningún
detalle. ¿Cómo pasaría eso? ¿Quién lo hizo? ¿Qué fue?
La mujer al lado del hombre que habló parecía asustada y tiró de su brazo.
—Él sólo esta perturbado. Tenemos familia en Krater. Mineros. Sólo
estamos asustados, después de todo. No queremos ofender. Somos buenos
ciudadanos.
—Hubo un tiempo cuando un hombre podía hacer preguntas a su gobierno
y seguir siendo considerado todavía un buen ciudadano.
Dos oficiales de seguridad llegaron, dirigiéndose directamente al hombre
que había estado hablando. El recepcionista hizo contacto visual con Daniel y se
alejó. Necesitaban salir de ahí antes de que pasara nada más y empezaran a
encerrar personas.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
la multitud cercana a la puerta del frente.
150
El Club de las Excomulgadas
Él prácticamente agarró a Carina y la sacó de la habitación, sin dejar que sus
pies tocaran el suelo mientras lo hacía. Muchos otros hicieron lo mismo, no
queriendo verse involucrados. Daniel lo odiaba, pero no había modo de evitarlo y
no había nada que pudiera haber hecho para ayudar.
Su trabajo era la cabreada y bella mujer que acababa de maltratar para
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
sacarla del edificio.
151
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Diez
Una vez que llegaron dos vueltas más tarde al siguiente ’Verse, Andrei se
había encontrado con ellos en la ciudad portal, vestido como un chofer de
transporte público. Los había llevado lejos del portal hacia el distrito Lake, el cual
también estaba por encima de la línea de nieve.
Había compartido alguna información. Los Skorpios seguían a la búsqueda.
La gente había sido atrapadas en arrestos en masa e interrogatorios. Daniel sabía
que Carina se sentiría culpable por ello, pero no había nada que se pudiera hacer.
No podían ayudar de ninguna otra manera excepto conseguir que ella y la
La explosión en Krater había sido silenciada y nadie en el Imperio la
comentaba. Todo el tráfico hacia y desde Krater había sido suspendido y el portal
clausurado. La Federación tenía razones para creer que el evento estaba conectado
con lo que fuera que Carina llevara.
La impaciencia por saber el contenido total de la información se apoyaba en
su inquietud de que eso la ponía en un peligro aún mayor. En muy poco tiempo,
ella se había vuelto importante. No como su cargo sino como mujer. Era lo último
que necesitaba, estar desarrollando sentimientos por ella en medio de una jodida
misión de vida-o-muerte. Pero, al meditar sobre ello, parecía que todas las personas
cercanas a él se habían enamorado de alguien que conocieron durante alguna
circunstancia inusual. Supuso que él, de todas las personas, debería tener una vida
ordenada cimentada en sus reglas y tener a una mujer como Carina en ella, la
pondría patas arriba y lo dejaría queriendo más. Su seguridad iba mucho más allá
que sólo esa información.
Él se había movido hacia su última opción. Tenían que llegar a un portal
privado a cargo de mercenarios y contrabandistas, y había uno cerca, aunque estaba
fuertemente vigilado. Daniel esperaba por los siete infiernos que las autoridades no
supieran de este portal. Si lo hacían, podría ser una trampa. No le gustaba ser
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
información estuvieran a salvo.
152
El Club de las Excomulgadas
arrinconado, pero no había otra opción. Habían pasado once días desde que la
había sacado de Caelinus, y cada día que no la tenían en territorio de la Federación,
era un día más que ella no estaba segura y cuanto más tiempo pasaran fuera, más
alta era la probabilidad de que fueran reconocidos.
Andrei los dejó en el refugio donde un fuego ya ardía en una inmensa
chimenea que dominaba la habitación principal. El lugar era uno de los suyos, bien
mantenido, bien surtido y uno de los lugares más seguros que podría haber querido
si fueran atrapados detrás de líneas enemigas y necesitaran mantenerse agazapados.
Si las cosas hubieran sido menos urgentes, se habrían refugiado una semana o algo
así hasta que las cosas se tranquilizaran. Pero no tenían el lujo del tiempo.
—Voy a volver a bajar para hacer algo de reconocimiento. Volveré pronto —
vigilados o seguidos y escucharía aquí y allá para ver si los tres habían llamado algo
la atención de los lugareños.
—Te lo agradezco, Andrei —hizo una pequeña inclinación, rindiendo honor
a su amigo. Andrei se merecía la confianza que le tenía Daniel, y sabía cuán pocas
personas eran tan valiosas como el hombre cercano a la puerta.
—No tardes mucho —dijo Carina con preocupación en su rostro—. Pareces
cansado.
Andrei sonrió en su dirección, un rápido destello del hombre que estaba
encantado con una hermosa mujer preocupada por su bienestar. Ondeó una mano
mientras se iba, prometiendo volver tan pronto como pudiera.
Ella estaba pálida y la oscuridad que había bajo sus ojos le dijo que estaba
exhausta y probablemente aún un poco dolorida.
—¿Por qué no descansas un rato? Aprovecha este respiro mientras lo
tengamos —no pudo resistir alejar un mechón de pelo de su cara.
—Estoy bien.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Daniel sabía que Andrei barrería el área, se aseguraría de que no estuvieran siendo
153
El Club de las Excomulgadas
—No, no lo estás. Sólo una siesta, no te perderás nada —Él sonrió, ya
conociéndola bien.
—Descansaría mejor si estuvieras conmigo —ella dejó que la llevara a uno
de los dormitorios.
—Eso no sería reparador. La excitación toma mucho trabajo. Descansa, yo
haré algo de trabajo y después podremos llegar a lo bueno más tarde —le besó la
frente y ella frunció el ceño pero no se movió para levantarse mientras la dejaba
sobre la cama y le quitaba las botas.
Después de cubrirla con las mantas, volvió a la habitación principal para
cocinar algo de comida. El tiempo pasaba con lentitud, con normalidad incluso.
cargo de tareas básicas como cocinar o lavar. Cuando su vida era una carrera y
lucha sin descanso, el lujo de tomarse un tiempo para tener una vida, para ser
normal, lo mantenía humano y centrado.
Necesitaba leer el informe que Andrei había descargado a la unidad de
comunicación allí en el refugio, pero primero necesitaba hacer otra cosa.
Empujó silenciosamente la puerta del dormitorio de ella y simplemente se
reclinó contra el marco para mirar. Observó su forma dormida, el sonido de su
respiración calmada de un modo en que las drogas nunca lo lograrían. Ella estaba a
salvo, al menos por el momento. Eso contaba.
Ella había soportado mucho. Se las había arreglado para reservar pasajes a
través de un arriesgado contacto en el último ’Verse, pero había sido para ir dos
’Verses más cerca de Caelinus. Quería alejarse, pero ellos no los buscarían yendo
hacia el Center del Imperio. O eso esperaba. Habían dejado los entornos más
empobrecidos y caóticos de esos ’Verses del Edge Imperial con estos últimos
deslizamientos, así que esperaba que ella tuviera la oportunidad de descansar. Su
costado estaba casi curado, pero había estado concentrada en la seducción, y él se
había visto en apuros para resistirse, incluso aunque quisiera, lo cual no deseaba
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Sabía, al llevar haciendo este trabajo por tanto tiempo, el regalo que era hacerse
154
El Club de las Excomulgadas
demasiado. Se las había arreglado para evitarla y rechazarla rotundamente cuando
tuvo que hacerlo. Por el momento, parecía que ella había retrocedido ligeramente.
Pero en ese punto la conocía lo suficientemente bien para entender que
simplemente volvería y sería mucho más irresistible.
Ella era algo que no podía definir, pero se había convertido en algo esencial
para su vida. Volverían a compartir una cama, sabía que era inevitable, sólo
necesitaba vigilar su polla hasta que llegaran a algún lugar lo suficientemente
seguro para bajar la guardia. Esperaba que fuera pronto; había un número limitado
de masturbaciones con las que un hombre podía sobrevivir sin dañarse la muñeca.
Había intentado resistirla realmente con mucha fuerza, pero se encontró a sí
mismo abriéndose a ella, compartiendo pedazos de su vida que nunca había tenido
escuchado, vio algo en él que no creía que tuviera.
Eso lo desarmó y se encontró a sí mismo totalmente hechizado por primera
vez en sus casi cuarenta años. Lo desarmó pero también lo fortaleció, pensó
mientras volvía a la habitación principal para obtener los informes y beber algo de
kava10, mientras se cocinaba la comida y podía hacer planes.
*****
Andrei volvió varias horas después.
—Huele bien —colgó su abrigo y pateó la nieve de sus botas, sacándoselas
antes de entrar al área principal donde Daniel había estado trabajando.
Daniel sirvió un pocillo de la fortificante sopa que había hecho y la deslizó a
través de la mesa.
—Come. ¿Kava?
Andrei asintió mientras empezaba a comer.
10
N.T: infusión similar al café.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
la intención de hacer. Y ella no había juzgado. No había sentido lástima. Lo había
155
El Club de las Excomulgadas
—¿Está bien? —movió la cabeza hacia el dormitorio donde Carina seguía
durmiendo.
—Peleó con cuchillos hace dos noches. Una emboscada por parte de
asaltantes callejeros. No corrió, ni gritó, no lloró. Usó su arma y se mantuvo firme.
Se manejó bien. Obtuvo una herida superficial. Me asustó como el infierno. Pero es
fuerte, Andrei, de un modo que no pensaba que tuviera en ella.
La sonrisa de Andrei fue tan rápida que si Daniel no hubiera conocido a su
amigo por tanto tiempo como lo hacía, se la habría perdido.
Andrei bebió de su kava.
algo fuerte. Pareciera como si un fuerte viento fuera a tumbarla, pero es fuerte de
espíritu. No se rinde. Me gusta. Es resistente —se detuvo y miró directamente a
Daniel—. También es bonita. Estaría mintiendo si dijera que no he notado el modo
en que os miráis el uno al otro. Sólo mantén un ojo en el camino y en ella, ¿vale?
Él se burló.
—Jamás he dejado de hacer mi trabajo, Andrei.
—Tampoco nunca has tenido antes una cargo como Carina Fardelle.
Los dioses sabían que eso era verdad.
—No es un matrimonio. Ella significa algo para mí, pero estás haciendo más
de esto de lo que es. Llegará a Ravena y encontrará todo un mundo de
oportunidades a su disposición como jamás ha imaginado. Yo soy un capricho
pasajero.
—¿Estáis hablando sobre mí? —Carina entró en la habitación. Se había
cambiado la ropa ligera que había usado por un suéter y pantalón largo. Su pelo
seguía desordenado por el sueño, y la ternura lo inundó, espontánea e
inesperadamente. Se la sacudió mientras seguía asimilándola. Unos calcetines
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—La noche que la hicimos correr durante horas supe que estaba hecha de
156
El Club de las Excomulgadas
gruesos en sus pies y un par de guantes sin dedos completaban el vestuario. Mujer
inteligente.
Daniel alejó la emoción con un humor cortante.
—Por supuesto que sí. Es todo lo que hacemos. Ya comparamos lo que
vamos a usar mañana, así que naturalmente teníamos que discutir sobre el calzado
que usabas antes.
Ella lo golpeó con una mano cuando pasó por su lado, y él apenas ocultó el
modo en que inspiró para captar su esencia. Andrei no se lo perdió, aunque no dijo
nada.
alejó la mano cuando ella se movió para robarle su kava—. Piénsalo otra vez,
princesa. Esto es mío. Aunque hay una jarra recién hecha justo frente a ti, si quieres
el tuyo propio.
—El tuyo sería mejor —murmuró ella y probó la sopa—. Muy buena. ¿La
hiciste tú?
—Soy un buen cocinero. Lo suficientemente bueno para evitar morir de
hambre durante los últimos casi cuarenta años. No soy completamente inútil.
Lo miró arriba y abajo y le dirigió una sonrisa.
—No, en absoluto.
Daniel se las arregló para contener el comentario frente a Andrei.
—Entonces, ¿qué está pasando ahí afuera? —Preguntó, cambiando al modo
trabajo.
Carina encontró imponentemente inspiradora la manera en que él hizo eso
aunque la molestaba. Siempre parecía estar pensando cosas en tres niveles
diferentes. Todo mientras se veía tan bien como él hacía.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Siéntate y come —Daniel empujó en su dirección un pocillo de sopa y le
157
El Club de las Excomulgadas
—Intranquilo. Los Skorpios llegaron aquí hace cuatro días. Arrestaron a
muchos. Algunos desaparecieron. La población está bastante asustada, pero
también enfadada. Parece que los hombres de Fardelle han estado aquí demasiado
tiempo. Los mercs dicen que su portal aún no ha sido localizado, pero Fardelle
tiene dos de los suyos en marcha a lo ancho del Imperio.
—¿Merk? ¿Qué es un merk?
Andrei miró a Carina. Como Daniel le había hecho las preguntas en
presencia de ella, le había dado permiso para hablar casi con libertad. Carina lo
notó y se imaginó que había sido a propósito ya que Daniel raramente hacía cosas
sin pensar. Estaba segura de que había cosas que Andrei no le diría, pero que
Daniel confiara en ella cuando había estado segura que él pensaba que era una
—Mercenarios. Son soldados a sueldo. Aquí afuera principalmente hacen
contrabando de cosas, pero son contratados para hacer muchos trabajos.
—¿Entonces ellos te ayudan a cambio de créditos? Si así es, ¿Cómo puedes
confiar en que no nos van a entregar?
La mirada de aprobación de Daniel fue rápida. Ella se la habría perdido si
no hubiera estado soñando despierta con él.
—No todos ellos harían cualquier cosa por créditos, no si no creyeran en la
causa o por lo menos, si no se ofendieran por ella. He conocido mercenarios la
mayor parte de mi vida. Son más complicados de lo que esperarías —la cara de
Andrei se iluminó de un modo en que ella no había visto antes y supo que hablaba
de alguien importante para él.
—Estos mercs nos han ayudado varias veces. Tienen conexiones con
algunos de nuestros amigos al otro lado de la línea —Daniel dudó pero no dijo
nada más.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
espía, significaba mucho.
158
El Club de las Excomulgadas
—Tu madre fue vista hace dos días en el patio del complejo —le dijo
Andrei, atrayendo su atención para alejarla de preguntarle a Daniel lo que se estaba
guardando—. Parecía ilesa pero tenía un séquito de guardias.
Una oleada de alivio la golpeó, mareándola. Bajó la cabeza hasta la mesa y
se sorprendió cuando Daniel le acarició gentilmente la espalda.
—Te lo agradezco, Andrei. Necesitaba saberlo —Carina parpadeó para
contener las lágrimas mientras se enderezaba.
Él se puso de pie e hizo una reverencia baja.
—Ha sido entonces un placer, mi señora, traerte algo de alegría. Sé que los
sabe —volvió la mirada hacia Daniel—. Tengo que empezara a moverme. Estaré
poniendo el resto de cosas en su lugar. Os veré mañana en el portal. Las
coordenadas están en los informes que acabo de cargar.
—¿Te vas? No hemos tenido mucho tiempo para hablar —Carina se echó
hacia atrás—. No te vayas. Está oscuro y hace frío. Quédate, come. Estoy segura de
que te puedes encargar de tus cosas secretas mañana. Hay camas extras, y pareces
exhausto. No puedes esperar hacer bien tu trabajo estando agotado.
—Tengo que encontrarme pronto con algunas personas, y descansaré
después de eso. Te lo agradezco, querida dama, por tu preocupación —Andrei se
inclinó sobre su mano y la besó. Carina se ruborizó de manera bastante bonita.
—¿Viajarás con nosotros de ahora en adelante?
—Eso está por verse. Si me necesitáis con vosotros, entonces sí. Sin
embargo, no siempre es necesario viajar juntos para ser de utilidad. Fue bueno
verte, Carina. Lo haré otra vez mañana. Por favor, tú también descansa y asegúrate
de que Daniel también lo haga —Levantó hacia arriba el cuello del abrigo y se puso
un sombrero mientras se iba.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
tiempos son difíciles para ti ahora mismo. Pero estás haciendo lo correcto, y ella lo
159
El Club de las Excomulgadas
—¿Lo espantamos? ¿Le hicimos sentir que no era bienvenido? —Carina
miró la retirada de Andrei antes de volver a su comida.
Daniel negó con la cabeza.
—Mi suposición es que ya tiene a una mujer esperándolo en alguna parte. A
muchas de vosotras parece gustaros su tipo.
—¿El tipo ridículamente atractivo, alto, con largo pelo oscuro y penetrantes
ojos azul pálido? —Aunque bromeaba, no estaba siendo falsa. Andrei tenía ese tipo
de personalidad oscura, atractiva y melancólica. Las mujeres querían curar a
hombres como él, se engañaban a sí mismas pensando que serían las que
derrumbarían esa misteriosa fachada y capturarían su corazón. Por supuesto, quien
esperaba con todo su corazón ser la que le importara de maneras que nadie le
hubiera importado nunca.
Trató de no sonreír pero no pudo evitarlo cuando vio la molestia en él que le
hizo fruncir la frente. Molestar a un hombre como Daniel era tonto, pero la divertía
muchísimo, y eso sólo lo volvía más atrayente cuando él se revolvía.
—En cualquier caso, hará algo de trabajo y luego irá con ella. Ella le hará
compañía, y lo mantendrá caliente, también. Andrei no es alguien que buscarías
como compañía a menos que él quiera y cuando lo quiera.
Los ojos de ella se abrieron más y se inclinó hacia él.
—¡Oh! Cuéntame más. Quiero saber hasta el último detalle.
Él resopló.
—Estoy seguro que lo haces. Como mi madre solía decirme, querer cosas es
lo que nos hace humanos, es bueno querer cosas. La vida privada de Andrei es sólo
suya, Carina.
Ella ondeó una mano.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
era ella para juzgar mientras miraba fijamente otra versión de ese hombre y
160
El Club de las Excomulgadas
—Eres tedioso cuando tratas de ser severo conmigo. Como señalas a
menudo, soy una princesa. Si la severidad de mi padre no me detuvo, ¿quién eres
para pensar que tú podrás?
Él rodó los ojos y bebió su kava.
—En cuanto a Andrei, podemos pasar el tiempo, y puedo llegar a conocerlo
a través de ti. No necesito saber cuán grandes son sus genitales o cuál es su posición
favorita. Sólo, ya sabes ¿es un mujeriego? ¿De tipo tímido? ¿Qué?
Él dejó escapar un suspiro. No sería bueno complacerla; sólo se pondría
peor. Pero simplemente lo encontró más allá de sus capacidades.
hemos hablado sobre posiciones favoritas. Tiene compañía femenina con bastante
frecuencia. Tengo la impresión de que es lo suficientemente atractivo; ciertamente
atrae a las mujeres cuando estamos fuera de casa. Tu reacción más temprano fue lo
suficientemente clara —trató de ser seco pero terminó sonando petulante. Tensó la
boca.
—¿Nunca has mirado? ¿En serio? Yo habría mirado. ¿Cuál es tu posición
favorita? —sus filtros internos sobre lo que debía y no debía ser dicho o no, estaban
ausentes, así como la capacidad de él de controlarla cuando no quería ser
controlada.
—¿No te cansas nunca de hacer preguntas privadas?
Ella pestañeó y se terminó su kava.
—¿Sobre tu vida sexual? No. ¿Entonces?
Él se inclinó muy cerca, tan cerca que su aliento encontró los labios de ella,
y saboreó el suyo como respuesta al inhalar.
—Me gusta tomar a la mujer desde atrás, cuando está sobre sus manos y
rodillas o inclinada sobre algo como una mesa.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—No podría decirte cuán grande es su polla, nunca he mirado, ni tampoco
161
El Club de las Excomulgadas
La respiración de ella se atascó.
—¿En serio? ¿Por qué?
—Me gusta tener el control. Me gusta lo profundo que puedo llegar en su
coño. Me gusta dominarla de ese modo con mi cuerpo.
—Oh —suspiró ella—.También quiero eso.
La sangre de él se hizo más lenta, en lugar de un golpear insistente, vibraba.
El calor se filtraba a través de él; calor que, se dio cuenta, era por el deseo de sentir
una profundidad que nunca había experimentado antes. Ella le embriagaba de los
modos más arbitrarios.
detrás. Por la forma en que sus pechos estarían libres para balancearse, debido a
como se vería su espalda mientras se arqueaba. Él estaría profundamente dentro y
apretado, capaz de rodearla y jugar con su clítoris para hacer que se corriera una y
otra vez.
Con la boca seca, trató de tragar.
—No sé si estás lista para eso —los dioses sabían que él no lo estaba. Una
cosa era follar con ella como lo había hecho la primera vez. Podía controlarse
mejor a sí mismo, controlar su necesidad, la insaciable necesidad de ella que vivía
en su vientre cada momento del día.
Pero desde atrás, se preguntaba lo excitante que sería tomarla de un modo
que raramente usaba con mujeres que quería ver al día siguiente. Era una
intensidad mucho más fácil de compartir con una extraña que con alguien que le
importaba.
Ella se puso de pie y se quitó el suéter por la cabeza, revelando su ropa
interior, sus pezones visibles a través de la tela delgada, casi transparente. Aprobó
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Fue bombardeado con imágenes de ella inclinada mientras la follaba por
162
El Club de las Excomulgadas
poderosamente el estilo Imperial de esta camiseta sedosa, transparente, y ajustada
en vez de un simple sostén.
—Estoy lista, Daniel. Sé que quieres creer que soy una tonta inexperta. Haría
más fácil usarme, instruirme, en lugar de hacerme el amor, hacerlo conmigo. Te
contienes. Incluso cuando estás vertiéndote dentro de mi cuerpo, te contienes tanto
que tus músculos vibran por ello. Puede que no tenga una gran cantidad de
experiencia práctica, pero soy lo suficientemente lista para saber que quiero que te
dejes llevar conmigo.
Con un susurro, la camiseta se había ido, seguida por el pantalón. La cabeza
de él giraba ante la verdad de lo que ella había dicho y porque lo entendiera tan
—Poséeme —murmuró, en serio. No quería ser usada por Daniel, quería
que la poseyera, que la tomara y la marcara como propia.
Él se puso de pie, acechándola, y sin ningún preámbulo, la agarró y la
acercó a su cuerpo de un tirón, cubriendo su boca con la de él, tomando lo que
quería, dejando en su estela la miel del deseo.
No había nada que hacer excepto aferrarse. Enredó sus brazos alrededor de
él, presionándose con fuerza mientras le saqueaba la boca. Su sabor grabado dentro
de ella, imborrable. Estaría ahí para siempre. Hasta su último aliento, sin importar
lo que ocurriera entre ahora y entonces, conocería su sabor, poseería parte de ella
durante toda su vida.
La lengua de él recorría su boca, probando, bromeando, seduciéndola para
que se enredara, para que siguiera. Ella gimió suavemente, y él se tragó el sonido.
Cuando él se apartó, le mordisqueó el labio inferior, tirando de ello, su mirada
centrada en la de ella antes de dejarla ir finalmente.
La expresión de él era de desafío, y ella supo que lo que hizo después debía
haber contado. Se estaba abriendo a ella, exponiendo parte de su vida interior, y
quería que él entendiera que ella quería eso. Que quería que la tomara porque
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
bien.
163
El Club de las Excomulgadas
confiaba en él, porque la idea de ser poseída por él la excitaba hasta los dedos de los
pies, y no sentiría vergüenza por ese deseo.
—Todavía estás vestido —se lamió los labios para volver a saborearlo. Él lo
vio, miró su lengua deslizándose a través de la curva de su labio inferior donde él
acababa de morderla un momento antes.
Hizo una pausa, pero sólo por un aliento mientras estiraba una mano. Ella
la tomó, y la guio al dormitorio donde había tomado la siesta más temprano.
—Me voy a asegurar de que todo está seguro, porque tengo la intención de
darte toda mi atención una vez que empecemos en serio —presionando un beso en
Aprovechó el tiempo para refrescarse, cepillarse el pelo y tratar de pensar en
una posición bonita y artística para cuando se acostara en la cama. Su cerebro
repasaba ese beso una y otra vez. El modo en que la había manejado desató algo
dentro de ella. Salió, en busca de más.
Cuando volvió a la habitación, él estaba allí, desnudo sobre la cama. Había
encendido el fuego, y la cálida luz lamía su piel.
Se movió directa hacia él, dentro de sus brazos, y suspiró feliz.
—Estás muy caliente.
—Es práctico para las mujeres durante las noches frías, supongo.
Ella sintió la curva de sus labios sobre su cuello, sabiendo que bromeaba.
—Estoy bastante segura. Pero tú estás aquí y yo estoy aquí, y te ves tan
delicioso que estoy agitada por ello —movía las manos hasta que él las tomó con
las suyas.
—¿Tienes miedo?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
su muñeca, dio un paso atrás y atravesó la puerta.
164
El Club de las Excomulgadas
Negó con la cabeza.
—No. No de ti o de lo que me haces. Yo… tú me excitas. Me haces sentir
hermosa y deseada de un modo que jamás creí posible. Me estremece, me excita
hasta que mi aliento se atasca y mi corazón amenaza con explotar de mi cuerpo.
Una esquina de su boca se levantó.
—Gracias.
—¿Por qué?
—Por eso, por lo que acabas de decir. Me honra que confíes en mí. Tú eres
Él tiró de ella hacia atrás, cerniéndose sobre ella con su peso sobre su codo.
Su expresión era intensa mientras ella esperaba que hiciera el primer movimiento.
Quería tanto esto que se resistía a la idea de echarlo a perder.
—Estos son hermosos —acarició con su lengua primero alrededor de un
pezón y luego del otro—. Pienso en ellos todo el tiempo.
Sonrió, complacida de escucharlo. Cuando a continuación le mordió el
pezón, sólo un hubo un poco de dolor. Se sacudió, pero cuando le pasó la lengua
por encima, su pezón floreció no de dolor sino de placer.
Mientras se retorcía contra él, bañó sus pezones de atenciones. Tanta
atención que se preguntaba si sólo esto la podría hacer llegar al clímax. Sujetó su
cabeza contra ella, su pelo fresco contra sus dedos. Movió las caderas, necesitando
sólo un poco más para inclinarla sobre el borde, pero no era suficiente.
—Shhh. Déjame hacerme cargo de eso —le dijo contra su piel y le besó la
base su seno y luego sobre cada costilla. Los labios sobre su vientre, la lengua
revoloteando contra su piel justo debajo de su ombligo.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
hermosa y sí, te deseo.
165
El Club de las Excomulgadas
Iba a volver a amarla con su boca. Abrió más sus muslos, sus dedos
agarrando el edredón mientras él metía su lengua profundamente dentro de ella.
Daniel no podía tener suficiente de su sabor. Del modo en que ella se sentía
—suave, caliente, cremosa— contra su boca. Su clítoris se levantó para él mientras
lamía a través de su coño, subiendo desde su entrada. Ella se arqueó, mostrándole
ansiosamente lo que quería. No era tímida con respecto a sus deseos, lo cual hacía
que sólo la deseara más.
Había querido esperar un rato por esto, pasar más tiempo preparándola,
pero en el momento en que chupó su clítoris entre sus labios, ella había explotado,
corriéndose con fuerza y ruidosamente, así que siguió lamiendo hasta que se calmó.
—¿Por qué? —Preguntó con una voz perezosa. Cuando tenía un orgasmo,
quedaba toda laxa y dispuesta. Él quería reír por eso, por la idea de quitársela de
encima y mantenerla obediente a sus órdenes cuando estaban afuera en campo
abierto, alimentándola con una dieta estable de orgasmos. Mucho más divertido
que asustarla o drogarla.
—Había planeado tomarme más tiempo con eso.
Ella hizo un sonido desdeñoso.
—Nunca te tienes que disculpar por darme un orgasmo. De ahora en
adelante, puedes asumir que quiero uno, sí.
Se sentía lo suficientemente cómoda para bromear con él con mucha más
frecuencia. Al principio había estado con los ojos-tan-abiertos y muy seria, pero
luego empezó a darse cuenta de que ella tenía un sentido del humor rápido y vivaz
debajo del frío exterior que observó usaba primero. Ella estimulaba su propio
sentido del humor y lo sacaba a la superficie. Lo hacía feliz.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Lo siento —dijo él, besando el hueco entre su pierna y su cuerpo.
166
El Club de las Excomulgadas
Ella se estiró, y él miró, gustándole el movimiento de sus músculos, el modo
en que sus senos se levantaban mientras arqueaba la espalda.
—Ahora, creo que es mi turno.
—Codiciosa. Tú acabas de tener tu turno.
Ella se puso de rodillas y lo empujó de vuelta a la cama. Volviendo a
sentarse a horcajadas, ella le besó el cuello y le lamió cada pezón. Él gruñó,
arqueándose hacia su boca.
—Quiero decir, mi turno para amarte con mi boca. Obviamente, no es
comerte, o tal vez lo es. ¿Cómo se le dice?
—No importa cómo se llame, sólo que se haga. Puedes chupar mi polla,
hacerme una mamada, bajar sobre mí, hacer sexo oral, darme placer oral, o
amarme con tu boca. No tengo preferencia por cómo lo llames.
—Bueno, tendrás que ayudarme.
—¿No has espiado a la fregona chupándoselo a un guardia o algo así? —
Bromeó, pero a decir verdad, encontraba bastante sexys sus tendencias voyeuristas.
Ella se ruborizó.
—Aun así necesito algo de guía.
—Lo sabía. Eres una chica muy traviesa, Carina. ¿Te hacías correrte mientras
mirabas? —Su voz era baja mientras su piel estremecía ante el pensamiento.
—A veces —susurró—. Pero nunca se sintió como lo que tú me haces a mí.
Tu boca sobre mí, tus manos, no son iguales que las mías. Se siente mucho mejor
cuando tú me tocas.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Él se rio.
167
El Club de las Excomulgadas
No estaba seguro cómo ella se las había arreglado para sobrevivir en esa
familia con tanta honestidad.
Ella se deslizó por su cuerpo, inclinándose hacia abajo sobre su polla. Su
aliento se deslizó a través de la cabeza.
—¿Qué te gusta? —lo agarró, inclinándolo para tomarlo dentro de su boca—
. ¿Lamidas? —Lamió alrededor de la corona y sobre la hendidura—. Sabes muy
bien. Me preguntaba cómo sabrías.
—Justo así —realmente bien. Por lo que pareció toda una vida, se mantuvo
controlado, dejando que lo explorara, que aprendiera lo que le gustaba y lo que no.
Su entusiasmo era mucho más erótico que cualquier experta en la materia que
Efectivo, también. Puso las manos sobre sus hombros, empujándola
gentilmente hacia atrás, pero ella no parecía querer irse.
—Un poco más, y me voy a correr en tu boca. Normalmente no traería esto
como una razón para detenerte, pero ahora mismo necesito follarte.
Ella se echó hacia atrás, sus ojos desorbitados por un breve momento.
—Desde atrás.
Ella asintió con ansiedad.
—Te quiero sobre tus manos y rodillas —se puso detrás de ella. Dioses, qué
vista. Nada de lo que pudiera haber hecho en esta vida debería haber merecido
tener a esta mujer aquí, no en esta cama con él.
Estar ahí con él detrás de ella era tan erótico que se sentía desvanecer debido
a eso. Su coño le dolía, sus labios cosquilleaban por haberle lamido y chupado por
tanto tiempo como había hecho. Sabía que de este modo estaba totalmente
expuesta a él y se imaginaba lo que debía parecer desde su perspectiva.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
hubiera tenido.
168
El Club de las Excomulgadas
—Pon tus manos ahí en la cabecera de la cama.
Ella accedió, estirándose hacia atrás tratando de hacer contacto con él. Una
mano sostenía su cadera, aquietando su movimiento, mientras la otra alcanzaba
entre sus piernas, las puntas de los dedos deslizándose a través de su coño,
subiendo hasta su clítoris.
Ella gimió, queriendo más.
Le dio más. Más de lo que quería primero, volviendo a disparar su clímax, y
mientras su cuerpo seguía temblando, empezó a presionar contra ella con la cabeza
gorda y roma de su pene. Los dedos de ella se tensaron sobre la cabecera mientras
él seguía empujando dentro de ella. Los escalofríos recorrieron su cuerpo arriba y
parte que él tocaba dentro de ella enviaba oleadas de sensaciones a través de ella.
Y entonces él empezó la inexorable embestida y retirada, construyendo un
ritmo mientras ella le recibía su cuerpo. Las manos de él estaban sobre todo su
cuerpo, acariciando, masajeando, estimulando sus pezones hasta dejarlos como
puntos dolorosos, un toque ligerísimo sobre su clítoris. Lo controlaba todo: la
velocidad, lo profundo que llegaba, la fuerza con que embestía. Jugó con su cuerpo,
excitó sus sentidos hasta que no hubo nada más que ellos, nada excepto él sobre
ella, excitándola hasta que pensó que explotaría por eso.
No se estaba conteniendo, no esta vez. La folló fuerte y rápido,
manteniéndola mojada y abierta para él mientras ella bailaba al borde del orgasmo,
sus dedos dándole sólo la cantidad correcta presión para seducir y no sobre
sensibilizar.
Cuando ella se rompió, el jadeo de él contra su hombro y la última
embestida fuerte dentro de su coño le indicaron que él se le había unido.
—Guau.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
abajo mientras se separaba para él, deslizándose alrededor suyo mientras que cada
169
El Club de las Excomulgadas
Él se salió cuidadosamente y dejó la cama, volviendo poco después con un
paño húmedo para limpiarla.
—¿Te hice daño? —Su pregunta era silenciosa allí en la oscuridad. Oyó la
preocupación, la preocupación de haberla asustado con la manera brusca con que
la había tomado.
Carina se acurrucó contra él, tirando las mantas encima de donde yacían.
—Fue increíble. Nunca he sentido nada como eso. No me hiciste daño para
nada, Daniel. Me diste placer —y la hacía sentir segura, atesorada, que valía algo.
Él no volvió a hablar mientras se quedaban dormidos, y por una vez, ella no
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
soñó con desaparecer.
170
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Once
Daniel aligeró el paso a través de las calles de una ciudad que estaba un
poco alejada del lugar donde Carina dormía profundamente y de manera segura.
Andrei había aparecido en lo profundo de la noche, cuando rompía la madrugada.
Habían intercambiado un saludo, Andrei le dio una cabezada en su dirección y
Daniel se deslizó en la oscuridad.
Allí estaba. Todavía era de noche cuando se arrastró tres tramos de escaleras
y entró al piso que estaba al final del pasillo. El lugar era un desastre, pero no
estaba tan mal como para no encontrar lo que necesitase. Un parche cutáneo del
hombre, quienes le odiaron en secreto o en público, menearían sus cabezas y
murmurarían sobre lo triste que era ser abatido tan joven por una enfermedad del
corazón cualquiera, sin que nadie supiese que la tenía. Y luego volverían a sus
asuntos, y nadie recordaría su muerte tras una semana.
Daniel recordaría la pérdida. Su agente, una mujer llamada Leal quien hizo
su trabajo con honor y destreza, había estado allí para limpiarles el camino a él y a
Carina. Ella había confiado en este pedazo de basura quien había sido su fuente en
ocasiones anteriores, y luego se volvió contra ella, vendiéndola y consiguiendo que
la torturaran y fuese asesinada por soldados Imperiales.
No podía retroceder en el tiempo y traerla de vuelta. Pero podía estar seguro
que nunca sería la causa de la muerte de otra alma. Daniel había sido responsable
de Leal. Había hecho su trabajo y muerto por ello. Que la persona que le hizo eso
aún viviera no era algo que Daniel estuviera dispuesto a sufrir.
En su camino de vuelta a Carina, había trabajado para desprenderse de la
oscuridad, para encerrarla en lo más profundo de sí mismo. Ella era algo
demasiado valioso para contaminarla con eso. No siempre podría protegerla de lo
que hacía, pero lo haría cuando pudiese.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
tamaño de su uña podría solucionar el problema. Aquellos que conocieron al
171
El Club de las Excomulgadas
El sol había comenzado a levantarse y, cuando abrió la puerta, el calor le
golpeó primero, dándole la bienvenida de nuevo, y luego olfateó kava y algo tan
delicioso que su boca se hizo agua.
Carina levantó la mirada desde la mesa donde estaba charlando
animadamente con Andrei cuando entró en la sala principal.
—Nos estábamos preguntando cuando volverías —sonrió, entornando sus
ojos por un momento, pero se contuvo de preguntar más. Aunque, si la conocía, ya
habría tratado de obtener su respuesta a través de Andrei y fallado.
—Ahora parece un buen momento —colgó su abrigo y el sombrero en el
—Hmpf. Ven y siéntate entonces. He horneado algunas galletas y hecho
algunas salchichas. Andrei también trajo huevos —sonrió en dirección a Andrei, y
este lo rechazó.
—Tú eres la que las hizo. Mi parte fue fácil.
—Volveré en seguida. Solo necesito asearme —pasó por delante de ellos,
asintiendo con la cabeza hacia Andrei. Quería ir a ella, envolverla con sus brazos y
besarla, mantenerla contra su cuerpo hasta que recordase todo de sí mismo de
nuevo. En su lugar, continuó moviéndose. Tenía que lavarse primero, necesitaba
limpiar la muerte de su piel antes de tocarla.
Inclinado sobre el lavabo, salpicando agua en su cara, no se sorprendió al oír
la puerta abrir y cerrarse. Su fragancia la habría delatado aunque no hubiese sentido
su presencia antes de olerla y a ese perfume a flores nocturnas que usaba.
—No estabas en la cama cuando me levanté —dijo tranquilamente,
entregándole una toalla para secarse la cara y el cuello cuando se enderezó—.
Pensé que me habías dejado.
Sin proponérselo, la atrajo hacia él, abrazándola.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
perchero, dejó sus botas en la entrada.
172
El Club de las Excomulgadas
—Tenía algunos asuntos que atender. No te dejaría. Andrei estuvo aquí todo
el tiempo que yo no lo hice.
—Eso no es lo que quise decir —dijo contra su pecho.
La apartó para poder mirar su rostro.
—¿Tan mal piensas de mí?
Ella sacudió su cabeza.
—Soy yo, creo.
La sacudió una vez porque estaba siendo ridícula pero arruinó su acto duro
—¿Tú? ¿Entonces cuál sería tu problema? ¿Demasiado guapa? ¿Demasiado
sexy? Por favor, mantenme informado por si tengo que huir asustado.
Su boca se tornó a una sonrisa.
—Eres un sinvergüenza.
—Ese soy yo. Pero no soy el tipo que te follaría y abandonaría.
Ella asintió con la cabeza.
—Cierto. Así que… guapa ¿eh?
Él gimió.
—¡Ve a prepararme el desayuno mujer! Necesito cambiarme de ropa.
—Entonces, cuando nos instalemos en Ravena, ¿llegarás a casa así muchas
veces?
No pudo controlar su gesto de sorpresa, no es que ella pareciese inquieta por
ello.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
besándola profundamente.
173
El Club de las Excomulgadas
—No sé qué pasará cuando lleve de vueltae sana y salva.
—Daniel, si piensas que puedes hacer que me enamore de ti y luego alejarte
para mantener tu ropa ensangrentada y dormir solo, o lo que es peor, con mujeres
que no te importan, estás muy equivocado.
—Carina, no me amas. No me conoces.
—No me insultes. Sí te conozco. Te he visto estar al límite. He visto tu lado
peor y el mejor. Puede que no te conozca desde que éramos niños, pero no trates de
negar que te conozco —puso su mano sobre el corazón de él—. Te conozco mejor
que tú mismo.
no tienen este tipo de conocimiento. Sólo estás atrapada en la emoción y el
dramatismo del momento.
Se enderezó y le dio una mirada altiva. Esa era la Carina Fardelle que se
había encontrado por primera vez. Tan fuerte, majestuosa, sexy y cabreada
también.
—Ahora me estás insultando nuevamente. Una vez más, y patearé tus bolas
hasta tu garganta. ¿Cómo te atreves a decirme como me siento, como si fuera una
jovenzuela? No tienes derecho. Sé cómo me siento. Puede que haya sido virgen,
pero no soy una simplona. ¿Crees que no conozco mis propias emociones? ¿Puedes
quedarte ahí y decirme eso a la cara? ¿Después de lo que hemos compartido?
Vuelve a pensar, Daniel. Estoy aquí para quedarme. Acostúmbrate a ello —besó su
barbilla y salió de la habitación indignada.
Suspiró, apoyado en el lavabo, frotando las manos sobre su cara. ¿Amor?
Dioses, ella fue toda una sorpresa. Si alguien le hubiese dicho que terminaría
diciéndole tan fácilmente su apellido, intercambiado información personal y de
cama con ella, le habría llamado mentiroso.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Esta situación es extraordinaria. Mucha gente, la mayoría de las parejas
174
El Club de las Excomulgadas
Sin embargo su olor se aferraba a su piel; la sensación de su cuerpo contra él
aún estaba en su memoria. No podía recordar la última vez que había dormido, que
había pasado toda la noche con una mujer con la que hubiera tenido relaciones
sexuales. Tenía ganas de ella, se preocupaba por ella, la deseaba, pero había un
largo camino entre eso y algo permanente cuando regresaran al Center.
El Center y la realidad de sus diferentes rangos. A pesar de que ella no era
una ciudadana de la Federación, en la mente de Daniel no había duda de que le
ofrecerían eso, y sería tratada como Clasificada. Aunque muchas Familias habían
comenzado a replantearse sus políticas y normas sobre el matrimonio con gente no
clasificada, la opinión seguía siendo la misma, la expectativa era que un Clasificado
se casase con un Clasificado. Ella tendría que lidiar con esto encima de perder a su
Estaba bastante seguro que no merecía tal sacrificio cuando se dio la vuelta
para ver que le había dejado un jersey limpio cerca de la puerta.
Mientras Daniel terminaba de limpiarse, Carina arrugó la nariz al tiempo
que frotaba la mancha en la camiseta de Daniel.
—¿Andrei?
—Si esto va sobre el color favorito de Daniel, no lo sé.
—¿Es un requisito de vuestro tipo de espías tener esta clase de humor?
Suspiró y el aroma del cigarrillo se elevó en el aire, ácido y picante.
—¿Quiénes somos sin la risa? —su voz era tranquilla y llena de una emoción
que no podía nombrar, y ella supo que no se lo diría.
—¿Tiene a alguien? ¿Esperándole en Ravena? —Saltó de repente, frustrada.
—Te tengo a ti, Carina. Que es más que suficiente para cualquier hombre,
incluso sin la mitad del Imperio a nuestra estela —Daniel entró en la habitación,
pasando a su lado, parándose cuando vio lo que ella estaba haciendo—. Tus manos
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
familia, y no tenía derecho a esperar tal cosa de ella.
175
El Club de las Excomulgadas
se van a agrietar. El jabón es fuerte —tomó la camisa y le aclaró las manos,
secándoselas y dejándola nuevamente confundida. Hace un minuto estaba
fingiendo que era sólo otra mujer, y al siguiente hacía este tipo de cosas. ¿Eran
todos los hombres así? ¿Era algo estándar junto con el pene?
¿Significaba eso que era su mujer? ¿Por cuánto tiempo? ¿Por un rato? ¿Para
siempre? ¿Significaba que no tenía una mujer, pero dormía con ella? ¿Qué
significaba?
Él se rio.
—No tengo ni idea de cómo te las arreglaste para evitar ser asesinada. Puedo
Pero ella no se le unió.
—Si quisiese llevar una máscara contigo, nunca sabrías nada pero quiero
que lo sepas. No cometas el error de pensar que quiero vivir de esa manera. Tuve
que vivir así o terminar desapareciendo un día sin previo aviso. Soy una experta
mintiendo, una experta en ser lo que sea que necesite ser para mantenerme viva.
Andrei se levantó tomó su taza de café y abandonó la habitación.
—Me hice una promesa mientras hacíamos el primer viaje al portal. Que me
haría a mí misma el honor de sentir y tener emociones, y cuando la gente a mí
alrededor lo merezca, lo compartiré con ellos.
—Lo siento —dijo inclinándose sobre sus manos.
Ella resopló, hechizada por él nuevamente.
—Acepto tus disculpas. Me hechizas, Daniel Haws. Me coges con la guardia
baja, y creo que sabes de relaciones románticas tanto como yo. Aunque, más sobre
sexo, lo que agradezco.
Una sonrisa se formó en sus labios brevemente.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
ver todo lo que sientes en tu cara.
176
El Club de las Excomulgadas
—¿Es lo que tenemos? ¿Una relación romántica? ¿Soy tu mujer? ¡Porqué
vacilas, por el amor de dios! Actúas como si estar conmigo fuese terrible, pero no te
comportas así cuando te estás acostando conmigo, o secando mis manos.
—Carina, para un poco. Estás en lo cierto, no tengo mucha experiencia en
relaciones románticas. No la tengo para nada. Y estar contigo no es terrible, incluso
a pesar de que a veces hablas mucho más de lo que preferiría.
—Eres ridículo.
Rozó con su pulgar por encima de los nudillos.
—Lo soy. Pero ya te lo dije cuando entré en la habitación, te tengo a ti. Lo
delante, y no me conoces —le puso un dedo en sus labios—. Quiero decir que no
me conoces como persona, las cosas pequeñas que crean una amistad y una
relación. Cuanto más sepas, más podrán cambiar tus sentimientos.
—Eso sigue sin explicar por qué retrocedes como si te hubiese golpeado o
algo así. No es que no necesites una buena paliza, tú culo-inteligente.
—Dioses, eres violenta. Retrocedí porque la gente no habla así. Las mujeres
sólo no exigen saber qué significan para el hombre. Eso no se hace.
Ella alzó las manos al cielo con un gruñido.
—¿Quién lo dice? Eso es simplemente estúpido. ¿Por qué no debe hacerse?
Pregunto, ¿se supone que la mujer tiene que quedarse parada viéndose hermosa y
esperando por el hombre para que le diga lo que él siente? ¿No lo puede decir ella
primero? ¿Quién hizo esas reglas? Me apostaría un puñado importante de créditos,
que no tengo, diciéndote que fue un hombre y que se adapta muy bien para él.
Escucha esto, Daniel Haws, te quiero. Sé que no crees que sepa lo que es el amor, o
que realmente te quiera, que sólo es hablar de sexo. Pero sé lo que siento, y no
tengo miedo de decirlo.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
que significará mañana, no lo sé. Tenemos muchas cosas a las que hacer por
177
El Club de las Excomulgadas
Daniel abrió su boca solo para volver a cerrarla. Ella había simplemente
borrado la sangre de su ropa, sabía que era consecuencia de su trabajo y sin
embargo, con ella, era diferente. Era amable y cariñoso, era como un secreto que
ella llevaba. A ella le gustaba incluso cuando pensaba que era completamente idiota
por no reconocer lo inevitable.
Ella soltó un bufido.
—No lo hagas. No tienes que hablar. Solo lo arruinarás diciendo algo
machista sobre que soy joven o algo así. De esta manera, tengo la última palabra, y
sabes que tengo razón —se puso de puntillas y le besó la barbilla—. También opino
que deberías dejarte crecer un poco la barba. Me gustan los hombres con vello en la
cara. Siéntate. Se te enfriará la comida y necesitas energía. Andrei dice que lo más
Se giró para servirle un plato, sonriendo de qué pareciese al menos tan
confundido como ella, sólo que ella era mejor ocultándolo. ¡Ja!
—Puedes volver dentro, Andrei —le llamó Daniel. Poco después, este dio
un paso dentro y tomó otra taza de kava antes de tomar otro plato de comida. Le
pareció haber detectado diversión en sus ojos, pero no lo podía asegurar.
—He comprobado las rutas fuera de la ciudad. Deberíamos ser capaces de
mantenernos por carreteras secundarias y llegar en unas tres horas estándar. Pueden
tomar dos deslizamientos con el portal. Lo que nos devuelve a Philos —Andrei
fumaba tranquilamente, incluso aunque el corazón de Carina latía con fuerza.
Había momentos en los que olvidaba las circunstancias tan duras en las que se
encontraban, y luego la realidad llegaba destrozándola de nuevo.
—De acuerdo —Carina miró el plan de Daniel, sopesando las
posibilidades—. Podemos al menos llegar a Silesia desde aquí.
Silesia era el último ’Verse antes del Edge y del comienzo de los territorios
de la Federación. Era su cara al público; estaba limpio y funcionaba bien, buena
cantidad de comida, una gran calidad de vida. Por lo menos cerca de la ciudad
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
probable es que tengamos que marcharnos hoy.
178
El Club de las Excomulgadas
portal. Alejándose unos pasos, la historia era totalmente diferente. Allí fuera las
cosas eran menos pintorescas. Un desastre escasamente vigilado de ’Verse donde
reinaba el caos con más frecuencia que la calma.
—Timus Barley, uno de los ministros de mi padre, le dijo muchas veces que
mandase a los Skorpios a Silesia. No podemos mantener a los colonos allí, ya lo
sabes. No tienen policía de la que hablar. Hay demanda de agua, pero por alguna
razón él no podía ser molestado —a ella le parecía un desperdicio solamente no
pulir una parte de un ’Verse tan grande.
—El agua allí es rica en minerales usados en las convalecencias. Los
mercenarios hacen un gran negocio cuando vuelven a nuestro lado. Previene en los
niños de algunos ’Verses las enfermedades intestinales que matan a muchos otros.
nosotros de ninguna manera —Daniel untó otra gruesa rebanada de pan con las
conservas que ella encontró en una unidad fría.
Las náuseas pesaron en su vientre. La mortalidad infantil no era un
problema en un gran porcentaje de los ’Verses Imperiales. Pero estaban esos otros,
como los cercanos al Edge, donde la pobreza no estaba controlada. Los ’Verses que
no poseían ninguna infraestructura, no tenían agua potable, los servicios sanitarios
eran escasos y el hambre hacía estragos. Que esos niños murieran por culpa de las
enfermedades intestinales y que pudieran ser salvados con parte del agua de sus
propios ’Verses, pero su padre fuera demasiado perezoso o descuidado como para
proteger a aquellos que trabajaban para conseguirlo, le produjo náuseas.
—Tú no eres él, Carina. No asumas una culpa que no es tuya —Andrei se
levantó—. Tengo armas. Voy a cargar el transporte. Papeles nuevos para ti —arrojó
un paquete sobre la mesa.
Daniel asintió con la cabeza, mirando a través de la documentación.
—Sutil.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Pero no la podemos conseguir por medio del comercio. No negociarán con
179
El Club de las Excomulgadas
Ella metió algo de comida en una mochila. Daniel volvería a estar
hambriento antes de alcanzar el portal, así le podría ofrecer un tentempié y
contentarle. Esperaba. Nunca podría asegurar cuando estaría contento o molesto
porque ella estuviese ayudando. Realmente, este hombre en ocasiones era un
rompecabezas.
—¿Qué es sutil?
Levantó la vista, sorprendido por su pregunta.
—Nada. Estamos casados, mismos nombres, Carrie y Neil. Estos
mercenarios son suficientemente confiables como para llevarnos unos pocos ’Verses
alejados de la línea, pero eso es todo. No te veas inmersa en una conversación con
hagas esa cosa que haces. No hoy.
Sus cejas se alzaron.
—¿La cosa que hago? ¿Cómo insistir que no soy lenta?
—No te enfades —colgó la bolsa hacia la entrada y empezó a atarse las
botas—. No creo que seas débil. Te gusta hablar. Normalmente eso es una cosa,
pero te gusta compartir y llegar a conocer a la gente, y esos no son el tipo de gente
que quieres llegar a conocer. Son criminales, algunos de los que te venderían al
mejor postor.
—¿Enfadada? Escucha, podrías aprovechar alguna lección para hacer
amigos —murmuró para sí misma sobre la incapacidad de él en el trato con las
personas mientras ponía la bolsa con la comida junto a las otras cerca de la puerta.
La alcanzó, tocándole el brazo.
—Mi trabajo no va sobre hacer amigos. Es mantenerte con vida, y eso es lo
que voy a hacer. No me disculpo por ello.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
ellos. No les digas nada. No puedes confiar en ellos. Sólo sigue mi ejemplo y no
180
El Club de las Excomulgadas
—Grr. Bueno, eso está bien. No es tu punto fuerte. Eres tan rudo. ¿Dónde
está el hombre que me despertó la pasada noche para amarme? ¿Hmm? Me gustaba
mucho más aquel hombre que este.
Se movió rápidamente, arrastrándola hacia su cuerpo, estampando su boca
contra la de ella hasta que se derritió. Cuando rompió el beso, apoyó su frente
contra la de ella.
—Bueno. Ese hombre adora follarte en medio de la noche. Pero el hombre
que necesitas ahora mismo es el rudo. Es el que mantiene tu precioso trasero de una
pieza.
—Oh —Sin embargo no era estúpida, solamente atontada-de-amor—.
¿Hiciste eso para callarme?
Sus labios se curvaron.
—Sí. Pero eso fue solo una de las cosas buenas de besarte —y así, comenzó
a transportar las cosas hacia el vehículo.
Recorrió la casa, asegurándose por última vez que no se dejaban nada atrás.
Expulsar toda esa energía la dejó sintiéndose mejor, aunque tenía que admitir que
el beso fue la principal razón de que mejorase su humor. No es que lo fuese admitir
ante Daniel.
—¿Estás lista? —la estaba esperando cerca de la puerta. Levantó su abrigo y
la ayudó a ponérselo—. Hace frío fuera. Incluso en la parte inferior de la montaña
está nevando —con un beso en su frente, le puso un sombrero y tomó la bolsa que
había dejado.
—Ni pienses que te has librado del problema —le advirtió.
Se guardó una sonrisa, pero vio como sus labios temblaban.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Le maldijo y a su habilidad para dejarla temblando.
181
El Club de las Excomulgadas
—Nunca se me ocurriría. Eso sólo nos hará una pareja de casados más
convincente.
—Ríe mientras puedas —uno de estos días ellos serían una pareja de
casados, solamente que él era demasiado masculino para saberlo. Embarcó la
última, dejando que Andrei la ayudara a subir en el medio de transporte. Ahí fue
cuando se dio cuenta que Daniel estaba llevando una pistola en la funda de su
hombro. Hoy no estaba tratando de ocultar su fiereza como había hecho hasta el
momento.
—Vamos, Andrei —Daniel se situó a su otro lado de manera que quedaba
entre él y Andrei. Toda esa competente fuerza masculina la relajaba, pero de todos
El viaje fue largo y no siempre por las mejores carreteras, pero el paisaje
quitaba el aliento. Pararon a medio camino para comprobar los rastreadores y para
estirar las piernas tras un camino agitado.
Daniel se quedó mirando hacia la ladera de la montaña cubierta de nieve
que descendía hacia un valle. Su aliento se empañó mientras terminaba el
sándwich. Estaba feliz de solamente observarle, amando la forma en que se veía.
—Cuando era un crío, vivíamos en el medio del desierto. Hacía tanto calor
en determinadas épocas del año que a veces no podías estar fuera más que unos
minutos por miedo a un golpe de calor o a quemaduras de las que ni siquiera la más
fuerte de las lociones te podía proteger. La nieve es algo divertido. Un milagro.
Oh, la hacía sentir tan viva cuando era así.
—Siempre pensé que Ravena estaba cubierta por metrópolis separadas por
grandes extensiones de paisaje natural. Lagos y cosas similares.
—Ravena es una maravilla. He estado en muchos ’Verses, y sigue siendo mi
favorito. El interior, donde crecí, ocupa aproximadamente una cuarta parte de la
superficie. Los respiraderos de ventilación de energía que alimentan las ciudades
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
modos se sentía segura de que ellos llevasen sus armas.
182
El Club de las Excomulgadas
son muy hiperactivos, lo que lo hace muy cálido todo el año. Sólo cierto tipo de
vida vegetal puede crecer de esa manera.
—¿Qué tipo de trabajo atrajo a los hombres hacia allí? ¿Los mantiene allí?
¿Qué hacías cuando vivías allí? —sabía que su aluvión de preguntas le entretenía,
pero fiel a su promesa de enseñarle acerca del mundo, él le respondió.
—La región tiene minería y parte de la energía de los respiraderos más
activos es aprovechada para abastecer a las zonas periféricas. Mi padre fue profesor
en una de las escuelas durante gran parte de mi infancia.
—¿De verdad? —agachó su cabeza—. Yo también lo soy. Profesora quiero
Él ladeó su cabeza.
—¿Lo eres? Eso explica muchas cosas. ¿Qué enseñas?
—¿Explica muchas cosas? Pfff. Los chicos que viven en el complejo y en los
pueblos de alrededor sólo pueden asistir a la escuela si sus padres pagan una cuota
trimestral. Los granjeros y los mercaderes se lo pueden permitir tranquilamente, y
las escuelas son muy buenas. Sin embargo los peones lo tienen más difícil. No
pueden pagar las cuotas, y sus hijos siguen siendo analfabetos. Monté una escuela
para esos niños de padres que no tenían los suficientes créditos para poder pagar.
No era nada lujoso. Leer y sumar. He sido capaz de conseguirles a algunos
pequeños trabajos en los alrededores para que puedan cubrir la diferencia y entrar
en una escuela adecuada.
—Eso es lo que mi padre solía hacer. También enseñaba a ese tipo de niños.
La educación en la Casa Lyons sólo es pagada hasta los diecisiete años. Es un
cabrón en muchos sentidos, pero cambió la vida de muchos niños.
—¿La tuya no?
Se encogió de hombros.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
decir. Una especie de profesora.
183
El Club de las Excomulgadas
—No de una manera que yo consideraría positiva.
—Es una pena.
—Nada tan trágico como esto —Daniel se sacudió los pantalones—.
Tenemos que volver a entrar. Hace mucho frío aquí fuera.
Le permitió guiarla de vuelta, pero una vez que estuvieron dentro y puestos
en marcha de nuevo, se apoyó en él. La acomodó, diciéndole que tenía que tener
acceso a su arma, pero manteniéndola cerca.
Se preguntó acerca de su padre, se preguntó si era como el suyo. Había otro
tipo de hombres, diferentes a su padre, lo sabía. Había Familias en la corte de su
hombres que eran amables con sus esposas y afectuosos con sus hijos. Lo vio en los
niños a los que enseñaba.
Por supuesto, ella los había dejado. ¿Quién les enseñaría ahora? ¿Qué
pasaría si la información que tenía permitía a la Federación derrotarles e invadirles?
¿Había cometido un error que perjudicaría a millones de personas?
Daniel notó como se tensaba a medida que se acercaba a la ciudad
gobernada por los mercenarios.
—Mantente tras mi espalda y no te alejes más de un brazo de distancia. No
dejes que te quiten tus armas.
Sus ojos se abrieron por un momento, y después suavizó sus facciones.
—De acuerdo. ¿Qué hago si insisten?
—Mátalos mientras gritas mi nombre.
—¿Se supone que eso es reconfortante?
Le gustó que pareciese más molesta que asustada. Tenía agallas.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
padre. Solía estudiarlas, tratando de averiguar los porqués de las mismas. Había
184
El Club de las Excomulgadas
—Claro que lo es. Llegaré antes de que alguien te mate.
Soltó un bufido y asintió con la cabeza en señal que estaba de acuerdo. Él y
Andrei intercambiaron una mirada. Daniel levantó tres dedos; había habido tres
guardias en las torres cuando entraron por la parte principal de la ciudad. Como
mercenarios temporales, este grupo no era demasiado malo. Había algunos que se
hicieron militares por el dinero, pero principalmente traficaban con mercancías y la
mayoría, con armas. Aquí, él siempre era Neil, y nunca había revelado su estado
civil, de manera que debería estar bien.
—Me pregunto si tienen jardines en las azoteas. He visto gente allí —dijo
ella con voz divertida con la sobria y arrogante fachada que mostraba cuando se
encontraron por primera vez. Y lo dijo de los guardias que había en las azoteas.
—No sé si la gente de aquí se dedica a la agricultura. Pero podría ser —
Daniel señaló un sendero, Andrei asintió, aparcando el vehículo.
Su contacto les había dicho que se dirigiesen al camino, que estarían
apoyados por los mercenarios y escoltados al portal. A Daniel no le gustaba eso
demasiado. Este grupo singular estaba, única y marginalmente, conectado con una
persona en la que él confiaba mucho más. Pero a estas alturas no tenía mucha
elección. Cuanto más tiempo permaneciesen tras la línea enemiga, más peligroso
sería. Los transportes oficiales al portal estaban siendo vigilados de cerca. Todos los
portales privados, era sabido, también estaban vigilados. Era solo cuestión de
tiempo que les atrapasen, y quería evitar ese resultado a toda costa.
—Quédate junto a mí —le dijo a Carina—. Nunca se sabe qué tipo de vida
salvaje hay allí —Trató de poner pucheros cuando él tomó su bolsa, pero no le
importó. Ya había sido herida en una pelea con cuchillo, y quería asegurarse que
ese episodio no se repitiese. Iba a dejar que la ayudase, iba a escucharle y eso era
todo.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Inteligente y sexy, su Carina.
185
El Club de las Excomulgadas
Daniel tomó la delantera mientras que Andrei tomó la parte trasera,
manteniendo a Carina directamente entre los dos. El bosque a su alrededor estaba
extrañamente tranquilo, el único sonido era el crujir de la nieve bajo sus pisadas.
Había hombres por allí, observando y esperando. Lo sentía en su piel. La cautela,
que no hostilidad, le sentaba a la perfección.
—¡Alto ahí! —Delante del camino un hombre gritó con la mano en alto. Su
andar era aparentemente casual, pero Daniel reconocía a un guerrero cuando lo
veía. Los ojos de aquel hombre eran los de un depredador, y llevaba armas con él.
Daniel asintió.
—Hola. Estamos buscando las cascadas. Nos enteramos por uno de los
De esa manera, la cara alegre se desvaneció, y el camino se llenó de
hombres.
—De acuerdo. Necesitaremos esas armas.
—Seguro que las necesitas. Pero ambos sabemos que eso no va a pasar.
Tienes mi palabra de que no vamos a sacar nuestras armas a menos que seamos
provocados —Daniel se mantuvo de pie, con las piernas abiertas, preparado para la
violencia, pero ofreciéndole al otro hombre una vía de escape digna.
—No te conocemos.
—Tampoco lo harás después del viaje. Pero tú conoces a alguien que yo
conozco y eso debería ser suficiente. No voy a darte mis armas.
Dos hombres flanqueaban al hombre en frente de Daniel y sabía que tras él,
Andrei estaba a su espalda. Sólo esperaba que Carina hiciera caso a lo que le había
dicho y se estuviera callada.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
habitantes de la zona, Duan, que son algo digno de ver.
186
El Club de las Excomulgadas
¡Y ahí estaba su puñetera voz! Quería girarse para mirarla, pero solamente
años de trabajo le permitieron mantener la compostura y seguir encarando a los
otros hombres.
Carina sabía que cara estaba poniendo Daniel, incluso aunque no lo pudiera
ver. Pero esto era una estupidez. Vio al hombre más mayor de pie a un lado,
reconociendo las marcas en su rostro.
—Visité una vez Ulta. Es muy bonito. Nunca había visto unas aguas
termales así antes.
Las facciones del hombre perdieron parte de su desconfianza con el sonido
de su voz, con la manera tan perfecta en que clavó el acento de la región. Debería
—Lo echo de menos. Vuelvo allí una y otra vez; la mayor parte de mi
familia se ha dispersado —él sonrió.
Esto se estaba moviendo en la dirección correcta. El hombre perdió algo de
su rigidez.
—Lo comprendo. Tampoco veo a mi familia tanto como me gustaría. Claro
que es suficiente de esta manera.
El hombre se confió, acercándose más. Carina sintió a Andrei acercarse por
su espalda, pero no dijo nada.
—¿Qué te trae por aquí? —le preguntó.
—Mi marido y yo —hizo una pausa para señalar a Daniel—, estamos
tratando de contactar con su familia. Están al otro lado, sabes. Todavía no les
conozco —Sonrió con tristeza—. Los transportes están llenos de Skorpios, y
aunque no tenemos nada por lo que huir, ellos me asustan tanto que Neil, mi
hombre ahí, y su primo Ander —señaló a Andrei—, dijeron que en su lugar
podíamos viajar de esta manera —Sonrió para darle énfasis—. Ahora, los chicos
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
tenerlo, su madre era de Ulta; Carina había oído ese acento toda su vida.
187
El Club de las Excomulgadas
siempre serán chicos, así que apostaría que habrá algo de negocio en este viaje, pero
supongo que de esta manera es más seguro.
—Hey, los de ahí, sigamos moviéndonos —el viejo llamó a los otros hacia la
cabecera del grupo, esta vez en la lengua común en vez de en su lengua materna—.
Tenéis un lugar al que ir; tenemos un transporte para llevarles. Hay bastante de los
nuestros para hacer frente a cualquier problema si alguien rompe su palabra y saca
un arma.
Después de alguna protesta, comenzaron su camino de nuevo. Andrei la
alcanzó, apretó su mano y volvió a caminar.
El hecho fue, que no estaba preparada para lo que vio después. El portal
Mientras trepaban la colina, vio un dosel de árboles, pero cuanto más se acercaba,
más evidente se hacía que las copas estaba protegiendo el portal desde el aire.
Dos naves de tamaño medio, esperaban ser abordadas. La energía del portal
se extendía por toda el área. No era de extrañar que los mercenarios tomaran la
ciudad y se establecieran alrededor de este espacio. No había manera de que algo
como esto pudiese pasar desapercibido para un transeúnte.
—Aquí vamos. Listo para abordar. Tenemos una dotación completa, así que
una vez estéis instalados, partiremos —el hombre con el que ella había estado
hablando le hizo un gesto hacia la rampa entrante en el barco—. Buen viaje,
señora.
Le devolvió la sonrisa antes de tomar la mano extendida de Daniel.
—Gracias.
Él no dijo nada mientras caminaban por la cubierta hacia su cabina. La de
Andrei estaba justo al lado de la de ellos. Pensaba que iban a estar en la misma, así
que eso fue una sorpresa. No es que se fuese a quejar por tener tiempo a solas con
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
privado de su padre estaba ahí, a la intemperie y custodiado por sus tropas.
188
El Club de las Excomulgadas
Daniel. Desgraciadamente, Daniel trabajando era aún más taciturno de lo que era
normalmente.
Abrió la puerta y le indicó que entrase. Asintió con la cabeza a Andrei.
—Te veremos después de que se ponga en marcha. Hay una cantina aquí;
podemos disfrutar de una comida luego.
Andrei estuvo de acuerdo, le dio a Carina una breve sonrisa y se dirigió a su
habitación antes de que Daniel cerrara la suya.
Sin preámbulos, sin palabras, la sentó en la cama y comenzó su habitual
barrido de la habitación. Aplastó dos dispositivos de escucha que, o debían de estar
encontró, como si su mediocre existencia le ofendiera. Sacó los bloqueadores de
señales, mejoró la seguridad de la puerta y por último se giró hacia ella.
—Hiciste un buen trabajo.
Se sobresaltó, sorprendida.
—Gracias. Pensé que estarías enfadado.
—Viste algo en lo que podías ayudar, y lo hiciste. Utilizaste tus habilidades
para ayudarnos a entrar en este transporte con nuestras armas y sin tener que fingir
más de la cuenta. Nos ahorraste un tiempo muy valioso.
—Tengo la sensación de que a veces te gusta cogerme por sorpresa —le
sonrió.
Se puso de rodillas y se acercó a ella lentamente, robándole el aliento.
—¿Y tú? —Susurró.
Tragó saliva y trató de no sentirse acorralada, fallando. Pero era una clase de
delicioso no-miedo. Anticipación. ¿Qué le haría a continuación?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
mal colocados, o eran de mala calidad debido a la cara que puso cuando los
189
El Club de las Excomulgadas
—Tú llevando un cuchillo en la pantorrilla me enciende —deslizó una mano
por su pierna, debajo de los pantalones.
El tirón en su vientre fue en parte debido a que el transporte se balanceaba
hacia adelante, haciendo el primer deslizamiento a través del portal.
Debería haber sentido como sus músculos se tensaban con tanto nivel de
ruido. Era mucho mayor que las otras veces que había viajado. Los accidentes en
los portales no eran extraños, y cuando sucedían, solía significar la muerte de todas
las personas a bordo.
—Shh, no pasa nada. Los medios de transportes privados como este
atravesando esos portales solitarios son mucho menos cómodos que los que van por
labores de mantenimiento sobre sus naves que las que reciben las embarcaciones
oficiales. De otra manera no pueden transportar mercancías debajo las narices de
las autoridades.
Ella le miró, deslizando sus dedos a través de su pelo.
—Es bueno saber que no nos dirigimos a ser aplastados o a morir.
Se levantó sobre ella, llevándola a la cama con su cuerpo cubriéndola. Le
lamió el exterior de la oreja y después dijo en voz baja, con su aliento chocando
contra su piel sensible:
—¿Dónde aprendiste a hablar Ulta tan bien?
Podría haber sonado más autoritaria si él no hubiese deslizado una mano
por su estómago debajo de su camisa, infaliblemente a su pezón. Arqueó su cuerpo,
lo que él aprovechó para lamer su cuello.
—Uh —le pellizcó el pezón y sus ojos querían cerrarse, pero su cara estaba
justo encima de la de ella, y la visión de sus ojos tan encendidos por la emoción la
detuvo. Se las arregló para formar palabras tranquilas con las que responderle, pero
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
portales oficiales. Pero es seguro. Probablemente estos mercenarios hagan más
190
El Club de las Excomulgadas
su cuerpo clamaba por más de él—. Lo aprendí cuando era niña. Mi madre es de
Ulta. Mi acento debería ser diferente del suyo, pero la criada de mi madre también
es también Ultana; ella lo habla al igual que las personas de allí.
Ulta era un ’Verse de la parte más lejana del Imperio. Conocida por sus
aguas termales, enormes océanos y ciudades flotantes, no solía ser visitada por
nadie, mucho menos personas de fuera de la Federación. Fue entonces cuando
recordó lo que había estado pensando antes de que hubiesen llegado.
—Lo siento. No quería molestarte sacando a colación a tu familia —él se
estiró hacia atrás y ella suspiró—. ¿Qué pasa?
—¿Nada? ¿De verdad?
—¡No es nada! —insistió ella.
—De acuerdo —se sentó, enfureciéndola en el proceso. Había estado cerrado
y malhumorado, pero eso estaba bien. ¿A ella no se le permitía?
—Sabes, se supone que negarse al sexo lo hacen las mujeres.
La miró con los ojos entrecerrados por un tiempo breve.
—¿Ah sí? ¿Ahora eres una experta en lo que hacen las mujeres y en sexo?
—Tras pasar tiempo con cabrones exasperantes, debería ser una experta en
ello.
Él salió de la cama, y ella le hizo burla a su espalda.
—Perdona mi intrusión en tu vida. Procuraré no hacerlo de nuevo.
Revolviendo en su bolsa, cogió un libro y comenzó a leerlo. ¡Insufrible! ¿El
hombre estaba realmente poniendo mala cara porque no le decía todos los detalles
de porqué estaba molesta?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Nada. No es nada —ella le alcanzó, pero él se apartó para mirarla mejor.
191
El Club de las Excomulgadas
—Nunca dije eso —trató de explicarse. Finalmente levantó la vista hacia
ella, y la culpabilidad se coló en sus entrañas al ver la expresión de su rostro. Como
un extraño. Él había tomado lugares de ella que nunca habría imaginado, lo había
hecho con sus manos, boca y polla. La conocía de maneras que nadie nunca la
había conocido ni nunca lo haría. La hizo sentir valiosa, querida. Ver esa expresión
vacía en su rostro le dolía hasta la médula—. ¡No me mires de esa manera! No estás
siendo justo. Te dejé tener tu espacio para decirme o no sobre tus cosas.
El horror se enroscó con la salida de un pequeño sollozo.
—Lo siento —se disculpó, dejando el libro a un lado, moviéndose hacia
ella—. Simplemente odio verte molesta. Pensé que quizás podría ayudarte de
alguna manera. No estoy tratando de fisgar —él tomó una profunda respiración—.
arreglarlo.
—No puedes arreglarlo —ella se encogió de hombros, y a pesar de sus
buenas intenciones, las lágrimas salieron—. Estoy tan humillada —dijo con voz
cargada de emoción.
Se movió hacia ella nuevamente, atrayéndola a sus brazos y sobre su regazo.
—Cariño, por favor dime qué pasa. Incluso si no lo puedo solucionar del
todo, compártelo conmigo para que pueda quitarte algo de carga.
Tragó con dificultad las emociones que salían de su interior.
—Tengo miedo de estar tomando la elección incorrecta. La gente saldrá
herida, y yo seré la responsable.
Apresuró la narración, insegura de si ella lo diría poco a poco o de si lo
soltaría todo fuera de su conciencia.
Escuchó, y ella esperó, cada vez más nerviosa con cada momento de silencio
que pasaba.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
De modo que sí, supongo que lo estoy. Pero sólo quiero saber cómo puedo
192
El Club de las Excomulgadas
Finalmente le dijo:
—Cualquier cosa que hicieras, la gente habría muerto. Es un hecho
irrefutable, ¿no?
—Puede. No lo sé.
—¿De verdad? ¿No lo sabes? Eres mucho más inteligente y políticamente
astuta que eso, cariño —esperó y ella suspiró.
—Pensaba que querías arreglarlo.
Sorprendido se rio y la besó.
podido hacer? Te podrían haber mantenido como una prisionera virtual. Los dos
sabemos que no habrían permitido que enseñases a niños. Y todo lo demás que
tienes, ¿de verdad piensas que tu padre lo habría usado para el bien? —él mantuvo
su voz suave, pero ella le oyó perfectamente.
—No importa lo que hicieras, la gente habría sufrido. Lo harán. No puedo
borrar eso. No puedo impedir que sea verdad, sin importar cuánto me gustaría.
Todo es equilibrio. Incluso trabajando para el bien, incluso la elección correcta
herirá gente.
Ella le acarició la mejilla. Tan tonta, había sido tan tonta como para no ver
que si alguien podía entender sus sentimientos, ese sería este hombre que hacía esas
elecciones todos los días. Como sería llevar a eso: la responsabilidad, la consciencia
de que no importa lo que hicieras, la gente sería herida, y aún así hacer la elección
que perjudicara menos a las personas.
—Tú lo haces todos los días.
—En realidad no. No conviertas esto en más de lo que es —trató de mover
su cabeza, para esconder su rostro, pero ella le agarró.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—No puedes tener las dos cosas. Si te hubieras quedado quieta, ¿qué habrías
193
El Club de las Excomulgadas
—Pff. Oficialmente, esta es mi respuesta. Para que conste, y no dejes que
esto alimente tu ridículo ego, lo arreglaste —le puso sus dedos sobre los labios para
evitar que respondiese—. ¡Oh, cállate! Estás empeñado como el infierno en arruinar
momentos como este de suprema feminidad, y no voy a permitirlo. Lo arreglaste
porque me recordaste que nada es sencillo y por eso es que, lo que tú haces es
importante. Las personas normales no podrían soportar el peso de algo así, y tú lo
haces. Me ayudaste con una pequeña parte de eso por poner un ejemplo. Ahí tienes
—movió sus dedos lo suficientemente rápido como para darle un beso antes de que
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
él pudiera discutir.
194
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Doce
Tras el caos que supuso instalarse, la mayor parte del viaje fue bastante
tranquilo. Habían dejado sus cosas en las cabinas y desembarcado rápidamente en
orden. Ya que estaba cansada y ligeramente molesta con él por su enfado antes en
el claro, había estado más tranquila de lo habitual, y por supuesto no había
consentido quedarse en la habitación mientras él conseguía alimentos para ambos.
Ni siquiera si Andrei se quedaba con ella. Maldita mujer.
Así que se había lanzado a buscar la cantina dispuesta para los pasajeros y se
las había arreglado para encontrar una mesa y algo de comida suficientemente
Trató de ocultar su sonrisa mientras ella trataba de explicarle a Andrei
porqué tenía que comer algo más que solamente trozos de carne enormes. La gente
alrededor suyo en la pequeña cantina iban a lo suyo, pero Daniel era lo
suficientemente inteligente para saber que alguien le estaba observando, miró y se
preguntó quiénes serían. Más un sello distintivo de un embaucador que algo serio.
De momento. Los criminales siempre estaban buscando la manera de hacer
méritos, así que siempre era cuidadoso en pasar desapercibido. Lo que era difícil en
este momento, porque no importaba de qué color fuera su cabello, no importaba
que llevase puesto, ella era escandalosamente bella y vibrante.
También era inteligente y astuta. Se abrió camino a través del transporte,
sonriendo y saludando con la cabeza, recogiendo pedacitos y transmitiéndoselos
todos a él en su camino. Lo cual no era siempre directo, y a veces le llevaba un par
de segundos entender su punto. Pero lo consiguió, y su ojo era excelente.
No es que lo fuera a admitir en voz alta, pero sus extravagancias, el modo en
que un momento podía ser tan dura e inteligente, y al siguiente tan ridícula le
encantaba. La única cosa de ella que era constante era su corazón. Se preocupaba
por la gente, y así le recordaba un montón a sus hermanas, a su hermano. Les
gustaría, se dio cuenta de ello, sabiendo que tendría que presentársela debido a que
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
decente.
195
El Club de las Excomulgadas
Abbie no lo permitiría de otra manera y porque quería compartir a Carina con
ellos, mostrarles que era capaz de algo más que sólo su trabajo.
No sabía lo que eso significaba. Pero sabía que la querría mañana y pasado
mañana. Sabía que quería ver lo que podrían tener una vez llegasen a Ravena, si
aún tenían algo.
Andrei sacó una baraja de cartas, y ella se apresuró a dar palmadas.
—Hace mucho tiempo que no juego a las cartas. Que divertido.
—Mantén un ojo en Ander; es un tramposo —Daniel se sentó y le dio un
trago a su cerveza, observando a ambos interactuar.
pesar de lo tenso de las circunstancias, estaba pasando un buen momento ahí en la
mesa, una comida bastante decente, bebiendo cerveza, viendo a sus amigos jugar a
las cartas. Encantado de ver a Carina sonreír, encantado de ver como se
acostumbraba a vivir con algo de libertad.
—Cuando era niño, mi madre pasaba mucho tiempo en la cama, por lo que
jugaba a las cartas con nosotros cuando tenía un buen día —Daniel descartaba
cartas, Carina contuvo el aliento y luego robó del montón. Daniel sabiamente
ocultó su sonrisa.
—Hmpf —Carina reflexionó mientras miraba las cartas que tenía, dejando
dos—. ¿Sigues unido a ella?
—Fue asesinada cuando estaba en la cárcel. A mi hermano menor se lo
llevaron las autoridades y no le he vuelto a ver. Mi hermana mayor hizo todo lo
posible para criarnos, pero era poco mayor que yo. Se casó joven y ahora tiene
varios niños propios.
—Lo siento —Lo dijo sin lástima, lo que significó que Andrei lo oyó, tomó
en serio y asintió.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Andrei encendió un cigarrillo, aspirando profundamente el oloroso humo. A
196
El Club de las Excomulgadas
—Esa es la vida de muchos niños —Se encogió de hombros.
—No parece lo correcto. ¿Y tu padre?
—Un perdedor.
Se rio sin humor.
—Tenemos eso en común.
Andrei resopló y volvió a sus cartas.
Era tan tramposa en juegos de azar como Andrei. Daniel no estaba
Su cara pasó de las cartas hacia la cara de Daniel, y él le respondió. Se
ruborizó, por lo que se imaginó que captó el mensaje. La necesidad palpitaba como
su pulso. La deseaba, deseaba sus manos, su boca en su polla, y estar en ella, dentro
de ella.
—Estoy cansada. Creo que debería acostarme pronto —Dijo poniéndose en
pie.
—Buena idea —Daniel también se levantó, y Andrei le miró con una ceja
alzada.
Los tres caminaron a través del silencioso transporte de regreso a sus
cabinas. La gente les miraba, la mayoría porque era natural mirar cuando otros
pasaban, otros porque les gustaba la manera en que los tres se veían y otros tenían
una mirada sospechosa y calculadora.
Cuando estaban en la puerta de Andrei, éste miró a Daniel.
—Yo también lo vi. Mantendré un ojo sobre ese asunto —Conociendo el
significado de las miradas calculadoras que se encontraron en su camino de vuelta.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
sorprendido. Una mujer así debía ser seria y tramposa si necesitaba serlo. Era sexy.
197
El Club de las Excomulgadas
Daniel asintió con la cabeza y le dio las gracias a Andrei, y entraron en su
propia habitación, encerrándose en el interior.
—¿Qué estará vigilando? —Murmuró en su oído, deslizándose en sus
brazos.
—Gente.
— ¿Qué vas a enseñarme hoy? —Miró hacia él a través de sus pestañas, y
respiró hondo. No tenía ni idea de lo que realmente le hacía. Oh, claro, era
consciente de su atractivo femenino; era imposible que no fuera consciente de ello.
Pero esto era algo más. Se había metido bajo su piel de una manera que nunca
habría pensado que alguien podría hacerlo. Se había convertido en una parte
—A dormir, porque cuando empujas a un hombre con energía reprimida,
puede ser que consigas algo más vigoroso de lo que esperabas —Le murmuró, a
sabiendas. La deseaba. Muchísimo. Y no estaba seguro de poder contener toda la
intensidad que estaba sintiendo.
—Quiero eso. Muéstrame. Hazme sentir lo que tú sientes —Ella dio un paso
atrás y se sacó el jersey por encima de su cabeza—. Estoy aquí mismo
entregándome a ti. Tómame.
Él gruñó y perdió la razón, solamente queriendo más de su piel desnuda,
queriendo tocarla.
—Enséñame —Él se apoyó contra la pared, tratando de tener paciencia—.
Enséñame lo que te gusta.
—¿Cómo? —No estaba nerviosa, simplemente estaba interesada. Esa parte
de ella le divertía.
—Quítate la ropa y tócate. Quiero verte, quiero saber qué es lo que te gusta.
—Tú sabes hacer lo que me gusta.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
esencial para él, y la totalidad de todo ello le asustaba.
198
El Club de las Excomulgadas
Él sonrió.
—Espero que sí. Pero la vida es un proceso de aprendizaje. Ayúdame a
saber más sobre cómo darte placer.
—Si estás tratando de asustarme, no funcionará —Arrojó el resto de sus
prendas a un lado, poniendo sus armas cerca de la cama desde donde ella las podría
alcanzar si fuese necesario. A él también le gustó eso.
Daniel apagó las luces y colocó una silla al alcance de donde ella estaba
sentada en la cama. Totalmente desnuda, su piel enrojecida de excitación y de un
poco de vergüenza, supuso.
pulgares hacia atrás y adelante sobre sus pezones, hasta que sus caderas
comenzaron a agitarse. El aire parecía cada vez más caliente, su esencia crecía al
tiempo que se encontraba más y más excitada. Su pulso le martilleaba la cabeza.
Una de sus manos dejó su pecho y se movió nuevamente hacia su coño. La
boca se le hizo agua cuando separó sus labios e introdujo los dedos en ese espacio
brillante. El sonido hizo llamó su atención bruscamente hasta que su objetivo se
redujo y estrechó. Ese cuerpo femenino, esas manos, la forma en que luchaba por
respirar era todo lo que importaba.
Finalmente ella suspiró y se giró hacia él.
—Nada de lo haga se siente mejor que lo que tú me haces.
Pero él ya se había levantado antes de que acabase su frase, la cruda
necesidad reflejada en su cara, y ella se quedó allí tumbada, mirando mientras se
despojaba de sus armas y las movía a un montón cercano a la cama.
Completamente desnudo y erecto, se volvió rápidamente para comprobar que las
alarmas estaban bien puestas y luego volvió hacia ella con un propósito.
—Una tortura. Hermosa tortura verte tocarte así —Dijo entorno a un pezón.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Ella deslizó sus manos desde su vientre hacia sus pechos, moviendo sus
199
El Club de las Excomulgadas
¡Ja! ¿Una tortura? Él era realmente guapo y autoritario, y como que
rezumaba sexo ¿Y era él el torturado?
—Me alegro de no estar solo. Me torturas simplemente con tu existencia.
Eres tanto a veces, que es difícil de soportar en algunas ocasiones.
Comenzó a moverse hacia abajo, besando su vientre, pero ella le detuvo por
su cabello cuando no se paró ante su petición.
—Oye, no. Te quiero dentro de mí. Ahora.
—Quiero que estés preparada.
—¿Preparada? ¿Estás bromeando? Estoy tan mojada que puedo sentirlo en
—Realmente he creado un monstruo —Le sonrió al tiempo que jugueteaba
con su polla alrededor de su entrada.
—Voy a matarte y a esconder tu cuerpo si no te das prisa —Trató de
retorcerse para tomarlo más profundamente.
—No voy a ser capaz de satisfacer tu petición si sigues así. Voy a empezar a
reírme.
—Necesitas reír más. Después de que me folles.
Se echó a reír, y el aliento salió de golpe de ella cuando la penetró de un solo
movimiento. Su sonrisa murió al tiempo que sus ojos se medio cerraron y se calmó.
—Eres una mandona —Gruñó.
—Eres un controlador.
Se encogió de hombros.
—Lo soy.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
mis muslos. Estoy lista para ti ahora mismo, ¡así que métemela!
200
El Club de las Excomulgadas
Ella soltó una carcajada.
—Me haces feliz. A pesar de toda esta locura, me haces feliz.
—Lo quiero todo, cariño. Dámelo —La miró a los ojos y comenzó a
moverse. La había tomado salvaje y cariñosamente; esto era intenso de una manera
diferente. Exigía todo de ella durante esos minutos que pasaban en la cama. La
expresión en su rostro no admitía suspiros reprimidos: quería oírlo todo, la quería
arqueándose y gimiendo, quería que experimentase hasta el último suspiro de
placer que él le daba. Y quería verlo.
Así que se lo dio, saltó del precipicio de su autocontrol y dio rienda suelta a
la pasión. Dejó que la vorágine de ese deseo entre ellos la arrastrase, confiando en
Sus uñas se clavaron en sus caderas mientras le animaba a estar más cerca.
Él le acomodó sus muslos y pantorrillas, abriéndola más. Ella giró sus caderas,
pidiendo por más. Sus músculos se relajaron y flexionaron, el sudor del esfuerzo
parecía hacerle brillar. Su aroma, de hombre sexualmente excitado trabajando, le
hizo sentirse mareada, borracha de su masculinidad.
Cuando se inclinó para besarla, el pelo áspero de su pecho rozó sus pezones,
eso trajo un jadeo que se él apresuró a tragar. Piel contra piel, frotándose el uno
contra el otro, entrelazando piernas y brazos, le sentía por completo, se lo dio a él
que nunca apartó la mirada de su cara.
Y luego se retiró, atrayéndola directamente hacia él mientras trataba de
mantenerla en su lugar.
— ¿Qué?
La empujó sobre su espalda y su boca cayó sobre su coño, dándole tan
intenso placer que gritó, empujándose contra él desvergonzada mientras la
devoraba, lamía, chupaba y se restregaba contra cada pedacito de ella hasta que
casi se pone a sollozar al correrse.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
él para evitar que perderse por completo.
201
El Club de las Excomulgadas
Fue entonces cuando le chupó el clítoris, dentro y fuera, y ella se precipitó a
un orgasmo tan fuerte y profundo que estaba segura de nunca haber sentido algo
tan exquisitamente placentero. Apenas se dio cuenta cuando le dio la vuelta y puso
una almohada debajo de sus caderas. Y tras eso su polla estaba de vuelta,
empujando profundamente, provocando otra oleada de placer, prolongando su
clímax.
—Dioses, estás tan jodidamente apretada y mojada. Eres la cosa más
perfecta de la creación —Le dijo sobre su cuello cuando empezó a empujar más
duro y rápido. El calor de su cuerpo cubría su espalda.
Se las arregló para colocar su culo más arriba, sobre sus rodillas, con sus
uñas clavadas en las mantas hasta que con un gemido gutural que sonó como su
Cuando salió, besó su cadera y la parte baja de su espalda.
—Me gusta de esa manera —Dijo ella, refiriéndose a desde detrás—. Ahora
puedo dormir —Ella sonrió y se giró para verle mejor.
Él negó con la cabeza mientras salía de la cama para asearse.
—Me han dicho que soy mejor que la leche caliente.
—Estoy bastante segura de que no quiero saber quién dijo eso. De cualquier
manera, estoy segura de que contigo me divierto más de lo que nunca lo he hecho
con una taza de leche —Dijo mientras él volvía a la cama. Se acurrucó contra él
antes de ir a asearse y vestirse. Estar desnuda con Daniel era una de sus cosas
favoritas, pero en ese momento hacía mucho frío—. ¿Cómo es tu madre?
—Lleva una panadería. Es una mujer agradable, una buena mujer que ama a
sus hijos y con un gusto horrible para los hombres.
Volvió a la cama con él, poniendo las mantas sobre ellos y pegándose al
cuerpo de Daniel.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
nombre, él se corrió.
202
El Club de las Excomulgadas
—Cuatro hijos, es un gran grupo.
—Estábamos todos bien. Yo sabía que…bueno, nos hacía estar unidos y
trató de mantener las cosas en calma.
Presionó su cabeza hacia él hasta que finalmente se dio la vuelta de manera
que le pudo ver la cara cuando hablaba.
—Una vez tuve un perro que hacía eso. Me pegaba su enorme cabezota
hasta que le prestaba atención.
Alzó una ceja hacia ella.
Lanzó un suspiro, y ella no pudo contener la risa.
—Lo siento, simplemente es muy divertido burlarse de ti. Ahora, volviendo
al tema. Empezaste a decir algo más. Lo sabías, ¿qué sabías?
Llevó aire a sus pulmones.
—Estuvo delicada durante gran parte de mi infancia. Enferma en muchas
ocasiones. Tenía un trastorno inmunológico que podía tratar, pero el calor y la
sequía del interior la debilitaron casi del todo. Se venía abajo.
Su voz era tranquila, llena de emoción, y ella le abrazó más fuerte.
—Sabía que tenía suficiente con enfrentar a mi padre, quien era, es, un
enorme, egoísta y tramposo gilipollas. Simplemente supongo que nunca quise ser el
motivo de que se viera triste. Por lo que Abbie y yo, es una de mis hermanas, como
que acabamos dejando todo como estaba. Realmente no tuvimos mucha
oportunidad de meternos en problemas.
Qué hombre era.
—¿Aún está enferma? Dijiste que tiene una panadería.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—¿Estás diciendo que tengo una enorme cabezota?
203
El Club de las Excomulgadas
—Se puso muy enferma, tan enferma que pensé que moriría. Mi padre, a él
en realidad no le importó. Dejó de venir a casa, y cuando lo hacía, solía traer a sus
pequeños protegidos con él. Ella lloraba y lloraba. Cuando era pequeño estaban
muy unidos, siempre riendo juntos, besándose y tocándose. Apenas la miraba, no le
importó que se estuviera desvaneciendo. Así que me enfrenté a él y le comuniqué
que nos íbamos. Me hubiera ido de todas maneras; ella necesitaba alejarse. Cedió y
nos mudamos a la capital. El vecindario no era un sueño hecho realidad. Nos
congelábamos de frío una parte del año, y nos agobiábamos de calor la otra. Pero se
puso mejor. Se puso mejor y rehízo su vida.
—Me alegro de oír eso. Suena parecido a la situación de mi madre. Excepto
que mi padre tenía una segunda esposa. Mi madre probablemente no le habría
dejado, incluso sabiendo como es. Dioses, mi hermano pequeño. Se me había
No es que hubiese muerto; no olvidó eso. Sino el cómo. Su padre era un
monstruo. Un asesino hijo de puta que sería el fin de todo si no era controlado.
Sólo porque podía hacerlo.
—Tiene que ser detenido —Murmuró contra su pecho.
—Lo sé —Él no se disculpó, no dijo más, y eso era lo que ella necesitaba.
—Cuéntame sobre tus hermanas.
—Deberías dormir.
—Lo haré.
—Como he dicho, soy el mayor de las cuatro. Una de mis hermanas lleva
una cafetería, lleva el negocio con mi madre. La otra es un dolor en el culo —Él
sonrió y ella se rio.
—¿Es decir?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
olvidado en este momento.
204
El Club de las Excomulgadas
—Es abogada y una agitadora. Tiene que saberlo todo. Dioses, las preguntas
que hace a veces. También es inteligente, fuerte, divertida —Inclinó la cabeza para
mirarla—. Se parece a ti en ese sentido.
Ella suspiró feliz.
— ¿Está casada? ¿Tiene hijos? ¿Vivís cerca? Es tu familia ¿verdad?
—Hablando de un sinfín de preguntas. Sí, está casada, y está embarazada de
su primer hijo. Vive en la ciudad, todos lo hacemos. Los visito a todos, incluido a
mi hermano pequeño, quien también es casi un alborotador profesional,
normalmente cuando estoy en casa. Te gustará mi hermano. A primera vista parece
superficial y coqueto, pero después que le conoces, te das cuenta de que tiene un
le ha dicho durante tanto tiempo que es estúpido que sólo recientemente está
aceptando lo increíble que es.
Le reconfortó oír tanto afecto en su voz.
—Estoy muy emocionada en conocerles. A tu padre no mucho, pero sí al
resto —Hizo una pausa—. Los conoceré, ¿verdad?
—¿Qué me estás preguntando realmente?
Se acercó más, presionando sus labios en su oreja.
—Cuando lleguemos, ¿estarás conmigo? Quiero decir, no sólo físicamente,
también sentimentalmente, ¿del tipo de una relación?
—Soy tan poco adecuado para ti —Susurró. Habían estado hablando en voz
baja, a pesar del bloqueador11 colocado, sabía que él no quería correr riesgos.
—Yo juzgaré eso —Dijo con vehemencia. Los hombres eran tan tontos en
algunas ocasiones.
11
Algún tipo de artefacto para impedir escuchas.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
gran talento para tratar con la gente porque es profundo y brillante. Nuestro padre
205
El Club de las Excomulgadas
Él bufó.
—En efecto lo harás. No tengo duda que harás lo que te dé la gana. Es parte
de tu encanto.
—No pienses que no capto el sarcasmo, Neil.
—Buenas noches cielo.
Se inclinó y le dio un beso, tratando de ser rápida, pero la atrapó,
sosteniéndola en el sitio mientras le devolvía el beso, tomó el mando, devorándola
y deshaciéndola. Sucumbió al beso, entregándose a él hasta que estuvo satisfecho,
separándose con un sonido salvaje, la mantuvo contra él. Eso podría hacer a una
Daniel estaba allí tumbado en la oscuridad al tiempo que la constante
espacio-tiempo abrazaba el transporte, crujiendo y zumbando, creando esa especie
de nana que había oído en más de una ocasión en su vida. Estos transportes
privados no eran tan lujosos y silenciosos como los que llevaban pasajeros de un
’Verse a otro a través de los portales oficiales, pero siempre sintió que la gente
estaba alejada de la maravilla de cómo funcionaban los portales.
No podía creerse que le hubiese contado todo sobre su familia. Pero ella le
había preguntado, y le había gustado compartirlo con ella. Quizás era el hecho de
que había vivido en un estado de anonimato como miembro de los Phantom Corps,
pero ser conocido por alguien más que su familia o sus compañeros de trabajo
significaba algo para él. Eso significaba que ella le perseguía, que le quería como
algo más que el hombre que simplemente podía mantenerla segura y enseñarle un
par de cosas sobre sexo. Le comprendía mejor que la mayoría de la gente.
Eso era, pensó, lo que más le llamaba la atención. Estaba interesada en
todas las partes de él. No había falsedad en ella, lo que era gracioso teniendo en
cuenta su situación, quería al auténtico Daniel. Él no era simplemente el soldado
sexy de operaciones especiales, aunque ella también parecía disfrutar de eso. Le
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
chica tener felices sueños durante toda la noche.
206
El Club de las Excomulgadas
miraba y veía más allá. Muy poca gente lo hacía, lo que realmente no le había
molestado hasta que la conoció.
El resto, lo que haría cuando regresasen y cuando la diferencia entre sus
clases sociales se hiciese presente, no lo sabía, ni pensaba malgastar tiempo
preocupándose por ello. Sería lo que tendría que ser, y no había razón para
molestarse a sí mismo con esto. Hasta entonces, era suya, y la iba a mantener a
salvo, enseñarle sobre el sexo y disfrutar con ella como la maravillosa mujer que
era. Si fuera un mejor hombre, se habría mantenido alejado de ella, habría creado
una brecha de odio entre ellos de manera que habría mantenido esos dulces y
suaves muslos cerrados. Pero no era un buen hombre; era uno que hacía lo que
hacía falta para hacer el trabajo.
algunas miradas de algunos mercenarios antes en el claro del bosque. Tampoco le
habían gustado las miradas especulativas que había visto un par de veces en los ojos
de la gente que había visto en el transporte.
Conocía muy bien a los cobardes. Cualquiera que delatara a alguien por
créditos era un cobarde. Pero los cobardes hacían cosas desesperadas, lo que les
hacía peligrosos. Nadie daría un paso mientras estuvieran viajando; era muy
peligroso para el transporte y para los otros pasajeros a bordo. Andrei y él tendrían
que asegurarse de que su salida se realizara correctamente.
Era en ocasiones como esta, en las que deseaba que hubiesen optado por
algunos implantes que tenían otros operativos de las fuerzas especiales. La
comunicación mental entre miembros del equipo sería de gran ayuda justo para
esto, pero su gente ya desconfiaba suficiente del sistema, y muchos de ellos se
habían negado o expresado su miedo, por lo que lo había descartado.
Ahora, cuando regresara, tendría que ir con Ash Walker o con Sera Pela
para hablar de ello. Usaron los implantes en sus equipos de tres miembros con gran
éxito. Se imaginó que su gente entendería mejor lo que hacían, o no, viniendo de
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Suficiente. Necesitaba mantener la atención en la misión. No le gustaron
207
El Club de las Excomulgadas
hombres como ellos, gente con la que se sentían más unidos que con los científicos
que crearon el implante.
—Estás pensando en el trabajo —Murmuró contra su espalda. El sueño se
notaba en su voz, y él sonrió en la oscuridad.
— ¿Cómo lo sabes?
—Estabas relajado, y después comenzaste a ponerte cada vez más tenso. Me
he dado cuenta que tienes que repasar una lista de cosas que hacer cada noche. Es
parte de tu rutina.
Le conocía mejor de lo que creía.
cosas que tengo que hacer.
Los brazos que ella enroscó a su alrededor le llevaron de vuelta con ella,
volviendo a tenerla cerca de su cuerpo en la tranquilidad de la noche, con el olor
del sexo en el aire. En un corto periodo de tiempo, se había acostumbrado a que
ella tuviese su cuerpo contra el suyo cada noche. Se sentía bien estar con ella. Le
tranquilizaba.
—Está bien —Ella le besó entre los omóplatos—. Espero que lo compartas si
necesitas ayuda.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Me ayuda a empezar cada día cuando estoy preparado. Pienso en las
208
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Trece
Carina despertó en una cama vacía, pero no así el cuarto. Daniel ya estaba
levantado y vistiéndose. Observó, contenta con solo empaparse con lo guapo que
era, incluso mientras se preguntaba acerca de cada una de las cicatrices que tenía.
—¿Cuál es tu recuerdo favorito? —Preguntó dándose la vuelta.
Ella sonrió a la vista de su rostro.
—Eres bueno. ¿Cómo supiste que estaba despierta?
resoplido cuando estas durmiendo.
—¿Estás diciendo que ronco?
—Por supuesto que no —Sonrió y caminó hacia ella, dejando caer un beso
en su boca—. Dije que hacías un resoplido.
Hmmm. Se sentó, tirando las mantas a su alrededor cuando él regresó a
arreglar su barba. La que ella le pidió que se dejara crecer.
—Mi recuerdo favorito fue la primera vez que tú, nosotros, bueno ya me
entiendes.
Él se rio.
—Ese es uno de mis favoritos también. ¿Qué tal uno que no me involucre?
El tonto hombre no tenía idea de cuánto sentía por él. Todos sus recuerdos
favoritos eran de él.
—Veamos. Mi abuela solía meterme a escondidas en la cocina y me dejaba
estirar la masa con ella. Era más acerca de cómo me dejaba entrar en su mundo que
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Tu respiración cambio. Haces un adorable, y por supuesto muy femenino,
209
El Club de las Excomulgadas
la parte de darme golosinas, aunque por supuesto, ¿a quién no le gusta un dulce?
Era una buena persona, muy divertida. Ella y mi hermano, mi hermano mayor,
eran muy cercanos. No creo que confiara en mi padre, pero nos adoraba y siempre
estaba de nuestro lado, incluso cuando no podía ganar.
Incluso cuando esto hizo que desapareciera.
—En otra ocasión, en una estación cálida, dejamos la casa y fuimos a Duim.
Hay un gran mar allí, ¿lo has visitado?
Él negó con la cabeza.
—No lo he hecho. Pero he oído que es hermoso.
contra toda la pesca. La economía ha sido destruida por ello. Esperan que vuelva a
repuntar. De cualquier manera, las playas son hermosas. Jugamos y jugamos,
nadamos, teníamos picnics cada día. Fue la última vez que estuvimos todos juntos
como familia antes que mi hermano mayor… muriera. Aun puedo oler el aire, tan
vigorizante y limpio.
—Suena como un buen recuerdo. Me alegra eso. Y tú no sabes si está
muerto, solo está desaparecido. Pudo haber sobrevivido si alguien lo ayudó. No
pierdas la esperanza.
Ella se sentó, muy consciente de las limitaciones y de lo mucho que quería
decir.
—Supongo que tienes razón. Siempre sentí que si de verdad estaba muerto,
lo sabría. Pero luego me digo que eso es algo tonto.
—Algunas veces es necesario escuchar a esa voz interna.
Le acababa de decir que Vincenz estaba vivo, ¿verdad? La emoción se
construyó. No había aceptado realmente que había muerto, pero creer que él estaba
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Lo es. Tristemente tiene pocos peces, así que ahora hay prohibiciones
210
El Club de las Excomulgadas
vivo era una cosa, realmente creerlo, subiéndolo de una tonta esperanza que
albergaba muy dentro a la realidad, era otra cosa totalmente diferente.
Significaba que tenía familia en el otro lado; pertenecía a algo más grande
que solo a sí misma, y eso hacia una diferencia para ella.
Él se secó su cara y giró hacia ella.
—¿Tienes hambre? ¿Te gustaría vestirte y tomar algo de comer? Tengo
planes para ti más tarde —Ella sonrió, poniéndose de rodillas y él sonrió—. No ese
tipo de planes, aunque ciertamente siempre estoy abierto a ese tipo de actividades
contigo.
apenas tibia.
—Te despierta, ¿no? —Le guiñó un ojo y ella resopló. Estaba muy alegre
justo ahora, y no estaba muy segura del porqué.
Andrei llamó la puerta solo momentos después y fueron a conseguir su
comida. La cantina estaba atestada, así que se las arreglaron para encontrar un
lugar para sentarse y comer justo afuera donde había una pequeña área común.
Su atención inmediatamente fue hacia un grupo de niños. Niños que
deberían haber estado en la escuela o, al menos, supervisados por uno o dos
adultos.
Carina le ofreció un pedazo de fruta a una niñita que estaba cerca.
—¿Tienes hambre? Tengo una fruta purri12 extra y estoy llena.
Sus ojos se abrieron y la tomó.
—Gracias, señorita.
12
N.T: Fruta que no tiene una similar en nuestro mundo.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Oh. Bueno, está bien —Salió de la cama y se aseó rápidamente con agua
211
El Club de las Excomulgadas
—De nada. Gracias por ayudarme a no desperdiciar comida. Soy Carrie —
Asintió hacia la niñita, que con cuidado cortó en dos la fruta con una navaja
plegable, y le dio la otra parte a otra niña que estaba cerca.
—Soy Kell. Esta es mi hermana Darla.
Daniel se movió pero no dijo nada para interrumpir la escena. Sabía que
estaba vigilando su seguridad y confiaba en que no interferiría con ella al menos
que fuera necesario. Aunque, ya que era un fanático del control y un mandón, no
estaba enteramente segura de lo que clasificaba como necesario.
Se sentó en el suelo donde las niñas tenían un juego sin normas con aros de
—Oh, creo que conozco este juego.
Kell le sonrió y los otros dos niños que habían estado a unos cuantos metros,
vinieron a observar. A su espalda, Daniel le puso una pequeña hogaza de pan dulce
y otra pieza de fruta en su mano.
Los distribuyó cuidadosamente y con naturalidad, mientras que su interior
se derretía por la dulzura de él.
—Se llama springs13, y se juega así —Kell rebotó la pelota y tomó los
resortes de metal—. Primero uno, después dos, y así sigues. Tienes que agarrar los
resortes cuando la pelota está en el aire o pierdes.
—Te observaré jugar hasta que lo entienda mejor —Dijo, observando y
sonriendo. Había pocas personas que él conociera que parecieran ser tan dulces y
dadivosas como ella. Probablemente nadie más que ella.
Ahora que habían logrado hacer ese viaje y estaban esperando por el
siguiente, la observó mientras estaba sentada en un asiento a la luz del sol. En el
último transporte, hizo una nota mental para ver si Abbie podría ayudar a Carina a
13
N.T.: se podría traducir como resortes, rebotar, o primavera.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
metal y una pelota hinchable.
212
El Club de las Excomulgadas
encontrar una forma de trabajar con niños cuando la estableciera en Ravena. Tenía
algo, un don, y él quería que fuera capaz de usarlo. Solo los dioses sabían que podía
hacer una diferencia en las vidas de tantos niños si le dieran la oportunidad. Y le
daría un propósito y raíces en su nueva vida.
Estaban a un salto de salir del maldito Imperio, y no podía esperar. Aun no
era totalmente seguro, tenía que vigilar de cerca hasta que llegaran, al menos, a
Nondal, pero no sería ni de cerca tan malo como era justo ahora. Se metió de golpe
el resto del sándwich que había estado comiendo en su boca y arrugó el envoltorio.
—Tenemos compañía —Murmuró Andrei.
—Me di cuenta —Dos hombres los habían seguido desde el transporte hasta
tiempo y no le gustaba. Al mismo tiempo, eran gente de poco fiar, así que era
posible que solo buscaran robarles en lugar de mandar a los Skorpios sobre ellos. El
robo tendría un tipo de respuesta, traición e intento de asesinato serían una
reacción totalmente diferente.
—¿Aun con hambre? —Preguntó ella, mirándolo y sonriéndole. Le ofreció
otro sándwich.
—¿Tienes uno de más? —Se enterneció al tomarlo e hizo un trabajo rápido
al desenvolverlo y comérselo.
—Tengo dos extras. Y te di tres para empezar —La sonrisa de ella era
traviesa—. Conociendo tu apetito gigantesco, una chica tiene que mantenerse
vigilante.
Andrei resopló pero no dijo nada. Daniel le clavó el codo en las costillas.
—Me gusta abastecerme cuando puedo. Tanto como el botón de mis
pantalones me lo permita, y no puedo ver porque alguien debería estar tan
fascinado con mis hábitos alimenticios.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
el portal principal. Habían estado vigilando a Daniel, Andrei y Carina por algún
213
El Club de las Excomulgadas
Ella puso su cabeza en su hombro.
—No hagas pucheros. Me fascina casi cada cosa que haces.
Sin pensarlo, puso los nudillos de ella en sus labios y se dio cuenta que se
sentía bien. Ella se había metido a través sus defensas en tan corto tiempo, pero
disfrutaba que le tomara el pelo en la forma que lo hacía. Eso significaba que no
tenía miedo. No estaba seguro de que le haría si alguna vez viera miedo de él en sus
ojos.
—Necesitaremos abordar pronto —Murmuró después de terminar con su
comida.
regreses —Andrei sabía que Daniel quería manejar el reconocimiento por sí mismo
y sabía que querría a alguien con Carina en todo momento.
Daniel se levantó, agarrando los bolsos de todos, sabiendo, por supuesto,
que Andrei tenía todo lo importante en su persona. Podía alejarse y estar a bien, si
era necesario.
Los ojos de Carina se agrandaron por un breve momento, pero no discutió.
Si iban a construir algo con lo que fuera que tenían, ella tendría que aceptar los
peligros inherentes de su trabajo, incluso si estaba descontenta con ello.
—Regresaré en un momento, dulzura —No se molestó en resistirse a
inclinarse y besarla. La felicidad lo atravesó cuando ella puso los brazos alrededor
de su cuello—. Quédate con él, ¿entendido? —Le indicó a Andrei, y ella asintió
solemnemente.
Deliberadamente se tomó su tiempo, paseando hacia la línea de transportes
parados en los muelles de atraque que estaban preparándose para partir. La
presencia de seguridad era alta fuera del anillo interno de las cubiertas de salida.
Cárceles móviles habían sido instaladas en cada ciudad con portales a lo largo de
todo el Imperio, le habían dicho sus fuentes.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Por qué no te adelantas y te llevas los bolsos. Estaremos aquí cuando
214
El Club de las Excomulgadas
Sus documentos se habían mantenido firmes en cada parada hasta ahora, y
Daniel agradecía a los dioses por tan buenas conexiones. Pero su suerte podría no
mantenerse por mucho más tiempo; sabía eso. Ya había tenido que despachar a
varias personas, había sido casi arrestado dos veces y Carina había sido apuñalada.
Solo porque casi estuvieran fuera del Imperio no quería decir que era tiempo de
dejar la vigilancia.
Los habitantes estaban más resentidos de lo que él podía recordar de otras
veces que había estado allí. Quebrantados, también. Policías y seguridad privada
contratada habían estado arrestándose entre ellos después de aterrorizar a los
nativos en algunos ’Verses. Había una sensación de anarquía en el aire, incluso
estando las calles llenas de tropas.
todo se derrumbara a su alrededor.
Había pagado sobornos y habían sido capaces de pasar por los puntos de
inspección sin un incidente, pero justo fuera de esas paredes, Daniel podía oír los
altavoces y los gritos de los soldados. Había habido rumores de más explosiones y
decenas de historias acerca de parientes que habían sido llevados por las
autoridades y nunca se había oído de ellos otra vez.
Concéntrate. Era lo que necesitaba en ese momento. Así que empujó todo lo
demás fuera de su cabeza al acercarse a los muelles hacia su transporte. El de ellos
era un crucero de tamaño decente. No una jaula con ocho personas en cada cabina
o peor, almacenados en enormes cuartos con literas hasta el techo. Tampoco era
lujoso. Cualquier extremo sería distinto al proceder de su personaje. Pero encajaban
justo en medio.
Le mostró su billete a la mujer de la entrada y lo hizo pasar, dándole la
asignación de cuartos y mandándole una sonrisa que decía que estaría feliz de
mostrarle otras cosas, también.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
La inestabilidad estaba desgastando al Imperio y quería salir antes de que
215
El Club de las Excomulgadas
En cambio, le sonrió pero siguió su camino, analizando el área, en donde
estaban las cosas, que se suponían que tenían que estar y donde tenían que estar, y
en su caso, el armamento que llevaba la tripulación. La cabina de él y Carina era
pequeña, pero no tan mala como había sido en el transporte privado. Una cama,
una silla y una mesa asegurada a la pared.
Hizo un barrido buscando aparatos de escucha. Encontró dos y los dejó en
su lugar por el momento. Esperaría hasta que comenzaran a entrar en el portal y
bloquearía la señal para hacerlo ver como si fuera un fallo del sistema.
Sabía que este transporte en particular pertenecía a una compañía amigable
a los intereses de la Federación. Sabía que había compartimentos de contrabando
también. Incluso mejor, sabía la localización de varios, incluyendo el que estaba
Esto se adaptaría muy bien. Cerró con llave la puerta de la cabina detrás de
él y se dirigió de vuelta afuera, encontrando con la vista a uno de los hombres que
había visto antes. Según parecía tenía una sombra, lo cual no le complacía, aunque
no estaba sorprendido.
Mientras rodeaba una esquina bajando la rampa hacia donde Carina y
Andrei esperaban, se detuvo, atacó y tiró al hombre que había estado siguiéndolo
contra la pared, el antebrazo de Daniel presionando la garganta del otro hombre.
—¿Por quién me tomas? —Daniel le gruñó.
—¡Suéltame!. ¿Qué estás haciendo? —El hombre dijo sin aliento forcejeando
inútilmente.
—Si continuas con esto, vas a morir. Ahora, mi pregunta —La atención de
Daniel estaba sobre este hombre, en su pulso, en el sudor de su frente, y en sus ojos
que bailaban y se movían. El rugido de la calma se deslizó sobre él y presionó más
fuerte, cortándole el aire para subrayar su primer amenaza.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
justo sobre su cabeza en ese preciso momento.
216
El Club de las Excomulgadas
Se quedó así mientras la gente caminaba cerca sin ni siquiera echarles una
segunda mirada. Daniel presionó, llevándolo lo suficientemente cerca a desmayarse
antes de finalmente soltarlo mientras los primeros lazos de la muerte se enroscaban.
—¿Lo hacemos de nuevo? —Daniel mantuvo su vista quemando la de su
sombra.
—Solo era que te veías fácil —El pánico del hombre apestaba.
—¿Pretendías robarme a mí y a mi familia?
—Solo estaba mirando. No puedes culpar a un tipo por mirar. Ahora ya
estoy mejor informado, ¿cierto? Ahora me iré y miraré en otra dirección.
sosteniéndolo en posición. Tenía que mostrarle al hombre que no toleraría ser para
nada un blanco y se lo había clarificado de la única manera en que lo escucharía.
—Si tan solo miras en mi dirección, me irritaré mucho contigo. Si siquiera
piensas en mi esposa, te destriparé mientras observas—. Se empujó hacia atrás,
presionando la garganta del hombre una última vez antes de darse vuelta y alejarse.
Carina lo vio venir, sintió la ola de su ira, lo vio en su rostro. Andrei le
apretó su mano una vez y se puso de pie, llevándola con él.
—¿Está todo bien? —Preguntó, sintiéndose sin aliento ante la demostración
de fuerza masculina que estaba exhibiendo. Era tan grande y amenazante que
encontró sus rodillas un poco inestables. Le gustó.
—Bien —Puso un brazo alrededor de ella y ella presionó su cara en su
pecho. Se sentía una extraña en su piel justo ahí, nunca había estado tan
completamente perdida en otra persona como lo estaba en ese momento. Estaba
segura que él y Andrei compartieron algunas miradas significativas e información a
hurtadillas acerca de lo que fuera que había traído todo este instinto protector a la
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
No había habido nada más que este camino, pensó Daniel al continuar
217
El Club de las Excomulgadas
superficie, pero no le importaba. La protegería y era todo lo que importaba.
Confiaba en que él la llevara con vida a Ravena.
Él comenzó a caminar hacia el transporte, deteniéndose aquí y allá en los
puestos, agarrando comida, por supuesto, y, ella se quedó inmóvil, una bufanda
para ella.
—Sé que has tenido frío —Se la ofreció en toda su azul y vibrante gloria—.
¿Es la correcta? Puedo coger otra si no te gusta.
Ella le envió una sonrisa acuosa al envolverla alrededor de su cuello. Nadie
había sido así de amable con ella. Este hombre no estaba emparentado con ella; no
estaba tratando de obtener algo de su padre. Era un hombre con una misión, pero la
Porque había notado que tenía frío.
—Es perfecta. Gracias.
Él sonrió.
—Me complace verte feliz —Dijo contra sus labios, y la besó.
—Vosotros dos vais a hacer que me duelan los dientes —Gruñó Andrei,
pero Carina atrapó el filo de su sonrisa. No era tan duro como quería que la gente
creyera. Debajo de ese suave exterior, vivía un cierto tipo de oscuridad. Sabía que
vivía también en Daniel. Pero ambos hombres eran mucho mejores de lo que ellos
creían ser.
—Pudiste haber tenido a Nyna, sabes. Pero esperaste mucho tiempo —
Daniel besó la cima de su cabeza mientras bromeaba con Andrei.
—Esa rata de Marcus me la robó de debajo de mi nariz —No había ningún
enojo en las palabras, solo un poco de arrepentimiento.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
forma en que la trataba era sobre y más allá de su deber. Le compró una bufanda.
218
El Club de las Excomulgadas
—Nyna es una de mis hermanas —Simplemente había empezado a
responder sus preguntas antes de que las hiciera, conociéndola tan bien. Eso la hizo
llorar también.
—¿Me imagino que Marcus es su novio? —Miró de arriba abajo a Andrei y
se preguntó qué hombre podría mejorar eso.
—Su esposo. Realmente están muy bien juntos —Andrei se encogió de
hombros—. Ella es demasiado buena para mí.
—Lo dudo. No que no esté segura que Nyna sea adorable, pero eres un buen
hombre, así que dudo que alguien sea demasiado bueno para ti.
hacia delante cubriendo su rostro.
Mientras iban subiendo por la rampa para entrar al transporte, notó que la
postura de Daniel había cambiado. Se mantuvo más derecho, con la espalda rígida
y su mirada se movía por el área, examinándolo todo y a todos. Era su protector
ahora en un nivel completamente diferente.
Un hombre los encontró con la mirada, el mismo hombre que había estado
en el transporte mercenario, y palideció. Daniel le levantó una ceja y el hombre se
escabulló con prisa. Tenía el presentimiento que esta era la causa del enojo anterior
de Daniel.
—Lo vuelves a ver dónde sea cerca de ti y me lo dices. ¿Entendido? —
Daniel ordenó después de completar el abordaje y dirigirse a su cuarto. Andrei
estaba justo detrás de ellos. Estaba rodeada por un muro de masculinidad decidida
a protegerla. Por eso respiraba con más tranquilidad.
Andrei dijo que quería tomar una siesta y Daniel quería ir a su cabina para
descansar, así que lo siguió diligentemente, sin importarle el hecho que estarían por
fin a solas.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Agachó su cabeza, dejando que su cabello, que había dejado suelto, cayera
219
El Club de las Excomulgadas
Se detuvo y la volteó, con su espalda contra su pecho. Inclinándose, le habló
al oído.
—Mira hacia allí, al otro lado del atraque. ¿Ves a esa pareja cerca de los
tanques de agua?
Ella obedeció y los vio. Un escalofrió floreció, tornándose cálido y suelto.
Estaban abrazados, el hombre presionando a la mujer contra la pared en una
esquina. No habrían sido visibles para la mayoría de la gente, pero el lugar donde
ella y Daniel estaban parados proveía un ángulo perfecto.
Una de las manos del hombre se deslizó por dentro de la camisa del
uniforme de la mujer y ella se arqueó hacia él. Carina podía ver la boca de la mujer
del hombre.
El hombre presionó hacia delante; Carina imaginó que se estaba rozando
contra ella, polla contra coño. Supo que estaba en lo cierto cuando los dedos de la
mujer se clavaron en sus hombros mientras continuaba restregándose.
Su aliento se aligeró mientras observaba, con sus pezones duros, su clítoris
sensibilizado. Daniel habló con sus labios en su oído.
—¿Eso te hace sentir caliente? ¿Está tu coño mojado? Él va a terminar
dolorido así; un hombre no se puede correr así. Bueno, la mayoría de nosotros no
podemos. Aunque ella puede. Mírala. Su mano está en la camisa de ella, sus dedos
están en su pezón, tirando y pellizcando. Llevándola más cerca hasta que se corra.
Pero ella no puede hacer ningún sonido o puede que los oigan.
Del lado contrario a donde estaban parados contra su propia puerta, la
mujer se arqueó completamente, sus movimientos se congelaron y entonces su
cabeza cayó en el hombro de él. Él la besó apasionadamente, y se separaron, se
sostuvieron de las manos hasta que tuvieron que ir por rumbos separados.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
abriéndose con un jadeo mientras levantaba su pierna, con su muslo en la cadera
220
El Club de las Excomulgadas
—Su coño va a estar jugoso ahora. Todo por él. De vez en cuando mientras
trabaje, se acordara de esos momentos robados y cuando se unan otra vez, va a
estar lista, abierta y mojada.
Sus manos se apretaron en puños y se abrían mientras trataba de controlar
su respiración. Mirar siempre había sido su placer secreto. No siempre había sido
de sexo; adoraba observar a la gente sin que lo supieran. Pero esto, ¿así con él
hablándole al oído, diciendo todas esas cosas deliciosamente sucias mientras que su
polla presionaba contra su trasero? Esto era tan sensual que le quitaba el aliento.
Se echó hacia atrás y abrió la puerta con llave.
Sobre piernas temblorosas, lo precedió dentro del cuarto, felizmente
moviéndose hacia sus brazos.
—Un salto más y estaremos en Silesia —Murmuró en su oído. Ella se
abrazó con fuerza, queriendo que todo el viaje acabara pero también sintiendo
miedo de lo que pasaría cuando ya no estuvieran forzados a estar juntos como
ahora. Su piel cosquilleó con un nuevo tipo de consciencia.
—Quiero que acabe, pero no quiero alejarme de ti. Me gusta tenerte para mí,
incluso si estamos siendo perseguidos por bandidos y soldados.
Él se rio suavemente, besándola en la sien.
—Tómame —Se deshizo de la ropa, quedándose totalmente desnuda e
impactantemente hermosa.
Se cercioró doblemente de que la cerradura estuviera echada en la puerta y
la dirigió a la cama con un movimiento de la punta de su barbilla. Mientras se
movía obedeciéndole, él hizo todo lo habitual, colocar alarmas personales y
sacando el bloqueador de señal que usaría una vez que empezaran a deslizarse por
el portal.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Entremos. Las luces de partida se acaban de poner amarillas.
221
El Club de las Excomulgadas
Algo acerca de cómo se veía, como había estado todo el día, dirigía su
necesidad. Después de la escena que habían observado, quería restregarse sobre él,
quería lamerlo, besar cada parte de su piel.
Ella saltó de la cama.
—Cambié de opinión. En lugar de eso quiero tomarte yo.
—Soy todo tuyo. Haz de mi lo que te plazca —Extendió sus brazos y le
sonrió.
Sus manos temblaron un poco, pero hicieron el trabajo mientras le quitaban
el suéter de su cuerpo. Ella paró para tomar un aliento con la esencia de su piel,
Acariciando cada parte de él que podía alcanzar, se las arregló para quitarle
sus pantalones, su ropa interior y las botas. Una vez que estaba de pie totalmente
desnudo y sin avergonzarse de su cuerpo, dio una vuelta a su alrededor. Las
alarmas internas sonaron en el transporte señalando el inminente deslizamiento.
Él suspiró suavemente mientras ella se presionaba contra su espalda,
abrazando su cintura con sus brazos. El momento era perfecto, claro, correcto y
supo que nunca olvidaría el pulso del amor dentro de su abdomen, esparciéndose
en su sistema como una droga. Solo Daniel y Carina, desnudos uno frente al otro.
Se dio vuelta para mirarlo de frente y lo tiró de regreso a la cama. Sus
entrañas sintieron un tirón por la entrada en el portal y él se estiró, conectó el
bloqueador y sus manos regresaron a ella antes de que pudiera protestar por la
ausencia de su cuerpo. La levantó, devorando su boca. Ella envolvió sus piernas
alrededor de su cintura, pegándose contra él.
La cabeza de Daniel giró por lo bueno que se sentía con ella ahí,
retorciéndose contra él, su piel desnuda acariciándolo. Su poder era embriagador,
se lo merecía, merecía sus deseos y tomaba lo que ella quería. Eso lo atraía
enormemente.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
cálida y singular de él.
222
El Club de las Excomulgadas
La forma en que se había comportado mientras observaban a la pareja había
destrozado lo que quedaba de su distancia. Él estaba en ella, sobre ella, y ella estaba
bajo su piel en la forma en que sólo ella podía estar. Como una mujer podía mirar
una pareja acariciándose y aun parecer refrescantemente… bueno, no estaba seguro
del cómo. Pero lo era, era todo lo bueno, su luz, y él la sostendría con fuerza.
Tomó tres pasos, llevándolos a la pared más cercana, y acomodó sus piernas
de la manera justa para sostener su peso.
—Cariño, ¿debería follarte ahora? —La provocaba tocando con la punta de
su polla en su entrada. Estaba caliente y húmeda, lista para él.
—¿Por qué lo preguntas? Hazlo —Sus uñas se clavaron en sus hombros al
Él rio, empujando hacia arriba, y echando el peso de ella hacia abajo para
llenarla completamente.
—Pregunté porque dijiste que querías tomarme, no exactamente lo
contrario.
—Esto es… oh mis dioses.
La presionó contra la pared con un poco más de fuerza, disfrutando la forma
en que sus pupilas se expandían y su aliento salía jadeante por esa seductora boca
de ella.
—¿Sí?
—Te estoy tomando. Más o menos. Lo que sea, quien sea que esté tomando,
esto está perfecto conmigo. Tengo esta necesidad… —Alargó la palabra con un
jadeo de placer— de ti. Pica sobre mi piel, te necesito tanto. El momento en que me
tocas, me miras, pones tu atención en mí, las cosas se calman. Debería sentir
vergüenza por lo que me haces desear, por cómo me haces sentir, pero todo lo que
siento es satisfacción y deseo en su lugar. Tú respondes a mi necesidad.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
arquearse.
223
El Club de las Excomulgadas
Él cayó, rodando hacia el abismo de lo que sentía por esta mujer. Profundo,
sin fondo, abierto tanto como podía ver y no podía sentirse mal.
—No hay vergüenza entre nosotros. Tú eres mi necesidad —Murmuró,
continuando follándola duro y profundo.
Ella hundió sus dientes en su hombro para acallar su grito, restregándose en
su contra mientras él empujaba.
—Así, tómalo. Frota tu clítoris contra mí —Le murmuró, adorando cuando
su coño se apretó alrededor de él, sobrecalentado y cremoso. Ella gimió con lo que
parecía ser asentimiento, así que continuó.
que jadear para respirar de cómo se sentía más allá de delirantemente bueno. Ella
puso sus manos en sus hombros para elevarse, para cambiar su ángulo y obtener la
fricción que necesitaba contra su clítoris.
El calor de su aliento entrecortado contra su cuello lo excitaba mucho, la
dulzura de su cuerpo contra el suyo, la presión de sus pezones contra su pecho, la
forma en que los músculos internos de sus muslos se contraían al moverse contra él,
todo trabajaba en conjunto para dejarlo sin ingenio.
Cuando ella se corrió, se golpeó la cabeza contra la pared de detrás, un
ronco grito salió de sus labios mientras que apretaba alrededor de su polla. Él trató
de aguantar, de contenerse, pero la forma en que se agarraba alrededor de él, como
aleteando, húmeda y caliente, no podía resistirse y se encontró de rodillas,
enterrado profundamente, mientras ola tras ola de clímax le robaba el aliento.
El saber que en el corto tiempo en que la conocía, que la amaba, lo mantuvo
en sus rodillas buscando aliento.
Ella besó su mejilla.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Su coño supercaliente, apretándose alrededor de él hasta tal punto que tuvo
224
El Club de las Excomulgadas
—Cada vez que estoy contigo no puedo dejar de notar como es de diferente
de la última vez, pero aun así intenso y sorprendente.
Abrió los ojos para ver su rostro, radiante y satisfecho, al removerse para
bajar de su regazo.
—Lo siento, debo estar aplastándote —Le ofreció su mano y él la tomó,
besando su palma.
Él se puso de pie, sonriéndole, y ella se preguntó qué era lo que estaba
pensando. Probablemente en más sexo, lo cual estaba, admisiblemente, bien con
ella.
que perfecto.
Era porque le había dado un trapo, que había hundido en un recipiente con
agua caliente solo para ella, que había alejado cualquier habilidad que le quedaba
de guardarse entre ella y esta enorme cosa morando en su interior cuando pensaba
en Daniel Haws.
Se quedó allí, desnuda a sus emociones, desnuda a su vista, y no era nada
más ni nada menos que su mujer. Lo quisiera o no, no cambiaría lo que sentía, lo
que era.
Él la miró a la cara. Bueno, mirar no era la palabra correcta, era como si
estuviera grabando cada pedazo de ella en su memoria. Ella cerró los ojos un
momento, tratando de remar por las olas de emociones.
—Supongo que tienes hambre —Logró decir al fin—. Déjame hacerte algo
para que te sostenga hasta la cena.
Le daba algo que hacer con sus manos al menos, algo para atraer su
atención para recuperar el control.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Me temo que mientras tenemos más espacio aquí, el aseo va a ser menos
225
El Club de las Excomulgadas
Él se acomodó, examinando su comunicador de bolsillo, así que lo dejó a
solas, poniendo la comida cerca. La sorprendió cuando la tomó de la mano y la
atrajo a él, acomodándola a su lado, todo sin una palabra.
Se acurrucó, permitiéndose sentirse a salvo y adorada. Él acarició con la
punta de sus dedos, arriba abajo por su brazo, inconscientemente, como si no
estuviera pensando en ello pero sin querer estar sin tocarla. Le gustaba eso. Ella
misma lo sentía la mayoría del tiempo.
Quería hablar con él. Abiertamente. Hablar de su pasado y de su futuro de
una forma en la que no sintiera siempre estar cuidando lo que decía. Esperaba eso,
tener una relación normal con él, o la aproximación más cercana a la que podrían
Con ese pensamiento el sueño llegó, ese profundo sueño sin sueños que el
cuerpo necesitaba para descansar verdaderamente y regenerarse. A salvo en sus
brazos, con su olor en su cuerpo, ella durmió.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
tener, dado su trabajo.
226
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Catorce
—Despierta —Daniel murmuró, sacudiéndola suavemente. Se había
dormido poco después de que salieran y lo había hecho durante todo el día. Había
estado durmiendo a ratos y él sabía que necesitaba el descanso, así que no la había
molestado, sólo la revisó para ver si estaba bien y la dejó dormir.
Andrei había llegado cuando se acercaron al portal. Saldrían en Silesia, el
último ’Verse controlado por el Imperio antes del Edge. El Edge, mientras
técnicamente era un amortiguador entre los territorios del Imperio y la Federación,
estaba sólidamente bajo el dominio de la Federación, aunque no siempre en total
acceso a su gente e información mucho más rápidamente una vez que dejaran el
Imperio.
Ella sonrió y se estiró.
—Vamos a llegar pronto. Refréscate. Te guardé algo de comida de la noche
pasada —apuntó a un bulto envuelto.
—¿La pasada noche? ¿He dormido todo este tiempo? —Se quitó el cabello
de su rostro y salió de la cama.
—Debías necesitarlo. —Trató de sonar casual, pero para sus propios oídos,
sonaba más como un amante que como un guardián.
Andrei se dio la vuelta mientras ella se aseaba rápidamente y se cambiaba,
pero Daniel sabía que había oído el tono.
—Hoy cubre tu cabello —lo dijo por instinto. Al decirlo, ella se movió
rápido para obedecer, envolviendo su cabeza en un pañuelo anodino, anudándolo
sin esfuerzo. Él se enterneció al verla envolver la bufanda azul que le había
regalado el día anterior alrededor de su cuello.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
alianza y seguridad para sus ciudadanos. Tendrían más seguridad o, al menos, más
227
El Club de las Excomulgadas
Andrei se trenzó su cabello rápidamente y lo metió en su camisa negra para
que pareciera que lo tenía corto. Daniel había dejado el suyo volver a su color
normal y estaba contento de haberlo hecho.
Algo estaba pasando. Indiferente, salió de su cuarto y observó mientras
navegaban por los muelles del portal y se les asignaba una zona de desembarque.
La gente parecía demasiado nerviosa. El tono de la energía en las cubiertas
interiores del transporte cambió. Nadie miraba a los ojos a nadie. Escabulléndose
de nuevo en el cuarto, le envió una mirada a Andrei. No había tiempo para jugar a
esconder su conversación.
La sensación se agudizó, cambiando a urgencia y él escuchó, actuó.
—Necesito que me escuches y obedezcas. Andrei te va a ayudar a
esconderte. No hagas ni un sonido. Saca tu arma y no dudes si tienes que usarla —
La besó con fuerza. Podía verlo en sus ojos; quería hacer preguntas, pero no las
hizo. En lugar de eso, asintió y tomó la mano de Andrei, permitiéndole subirla al
compartimiento de contrabando.
Él necesitaba centrarse. Metódicamente, se puso a borrar su presencia. Quitó
sus alarmas, y puso los aparatos de escucha. Limpió las superficies con toallitas
limpiadoras de ADN. Con suficiente información cruzada para confundir a
cualquiera.
En el fondo oyó a Andrei regresar al cuarto. Jugaron a tener una
conversación aun en sus personajes. Ahora que había quitado los bloqueadores, lo
más probable es que estuvieran siendo escuchados, así que era crucial sonar como
la gente que se suponía debían ser.
—Deberíamos irnos y esperar para bajar. Sé que ella está ansiosa —Andrei
lo dijo al lanzar sus paquetes en el compartimiento.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Se volvió hacia Carina.
228
El Club de las Excomulgadas
Él se rio, sintiéndose solo entumecido al hacer todo lo que necesitaba hacer.
El ruido vino del fondo del pasillo a algunas cabinas de distancia. Gritando,
algunos chillando. El llanto de un niño.
Sin piedad cerró su dolor al oír el miedo del niño. No podía ayudar. Tenía
un trabajo y a alguien a quien salvar. Se levantó y se metió en el compartimiento al
tiempo que la puerta se abrió de un golpe y los soldados entraron en manada en el
cuarto.
Ella tembló detrás de él pero no hizo ningún sonido. Él le apretó el tobillo
para reconfortarla. Este no era el primer incidente de este tipo en el que había
estado, así que encontró ese lugar tranquilo en su cabeza y fue allí. Normalmente
hubiera sido fácil, pero normalmente no estaría en un espacio reducido con la
ellos querían matarlos.
Todo lo que podía hacer era mantener una mano en su tobillo y funcionó; su
temblor paró y continuaron esperando. Los soldados registraron la cabina y sin
encontrar nada útil, salieron hechos una furia.
No supieron con seguridad cuanto tiempo esperaron, pero finalmente sacó la
cabeza del compartimiento y les hizo señas a Andrei y Carina para que se
quedaran. Ella sacudió la cabeza salvajemente, pero él se fue, remplazando el sello,
dejándolos ocultos de forma segura.
Se detuvo en la puerta, presionando un oído en ella. No más gritos. El ruido
parecía haber cesado. En ese momento se habría descargado la nave y habría un
cambio obligatorio antes de que el transporte pudiera ser usado otra vez. Tenían
que salir del transporte antes de que la nueva tripulación llegara, pero no tan cerca
del área de desembarque que los soldados pudieran aun estar observando.
Mientras estaba allí parado, un soldado abrió la puerta. Antes de que
pudiera saltar por la sorpresa, Daniel extendió el brazo, lo agarró, y tiró de él
dentro, le retorció el cuello y cerró la puerta en silencio.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
mujer de la que se había enamorado. Y estaba asustada. Y los hombres debajo de
229
El Club de las Excomulgadas
Odiaba a los cadáveres. Eran pesados y difíciles de mover, y siempre estaba
la molesta cuestión de eliminarlos.
Andrei se asomó algunos momentos después, inclinándose para ayudar a
Daniel a meter el cuerpo y ocultarlo en el compartimiento. El rostro de Carina no
tenía precio, aunque se sintió mal de que hubiera tenido que verlo. Ella esquivó el
cuerpo, sorprendiendo a Daniel cuando ayudó a meterlo en la esquina más lejana
con una maldición amortiguada.
—¡Claramente tenemos que separarnos! —Ella siseó en su oído una vez que
gateó de regreso. Él ya lo había pensado pero no quería admitirlo ante sí mismo.
Los soldados estaban buscando a una mujer y a un hombre o incluso dos hombres.
—Eres un idiota. Deja de pensar con el corazón y piensa con la cabeza.
Andrei se encogió de hombros, dejándole la decisión a Daniel.
—Maldita sea. No lo voy a hacer. ¿Y si te atrapan? Es un riesgo demasiado
grande. No puedo permitírtelo.
Ella puso su mano sobre su boca, sacudiendo su cabeza violentamente.
—¿Permitir? Escucha, estos son Skorpios. Saben que estamos tratando de
irnos. Tenemos que separarnos para salir del infierno de este trasporte y lo sabes.
¿Por qué no lo admites?
—Porque no sé si puedo sobrevivir si te hieren o te llevan.
Todo se quedó en silencio. No quería decirlo así. No estaba seguro de que
alguna vez hubiera tenido la intención de decirlo en voz alta para empezar. Pero
estaba dicho, y los labios de ella temblaron y se lanzó hacia él en el pequeño
espacio.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—No te voy a dejar hacerlo —Le gruñó en el oído.
230
El Club de las Excomulgadas
—Te amo también, a ti, enorme y descerebrado idiota. Ahora, encuentra la
forma de hacer este trabajo. Cuento contigo.
¿Amor? No había dicho eso, pero déjaselo a ella para deducirlo.
—Genial.
Ella sonrió como el idiota antes mencionado.
Y aun así se encontró a sí mismo de regreso en el cuarto, dándole un
uniforme que había sacado del dormitorio de un empleado. Se haría pasar por una
empleada para salir de allí. Él se quedaría como un civil, pero ella y Andrei
vestirían uniformes. Debería funcionar. Esperaba que funcionara, o quemaría hasta
—Tú ve primero —Dijo Andrei, indicando a Daniel—. Tú sigues —Le dijo
a Carina—. Iré el último. De esa manera podemos ir escalonadamente —Andrei
miró a Daniel—. Saldrá bien. Eres el mejor en esto. No hay nadie mejor.
Daniel rodó sus ojos y finalmente estuvo de acuerdo.
Esos minutos fueron los peores en su vida. Caminando fuera del transporte
con ella allí atrás, expuesta de una forma que nunca había querido, rompiendo su
corazón. Contuvo sus emociones sin piedad, las empujó lejos, muy lejos mientras
tocaba las calles pavimentadas.
Siguió caminando, dirigiéndose a la casa de huéspedes donde se suponían
que se encontrarían en una hora estándar. Esta parte de Silesia era moderna, limpia
y rica en comparación con los otros territorios del Edge y los ’Verses que habían
pasado. Había partes del Imperio como esta, sobre todo las que se veían en
pantallas de vídeo, donde cualquier clase de negocios y conversaciones se llevaban
a cabo.
A pesar de la prosperidad aquí y el alto nivel de libertad, comparado con los
’Verses más cercanos a la Capital Center, había un aire de tristeza, también. Uno
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
los cimientos a Caelinus si algo le pasaba.
231
El Club de las Excomulgadas
que siempre asociaba con los ’Verses Imperiales. Incluso cuando bebían y se
entretenían, la tristeza se mostraba en los ojos de los ciudadanos. Ni siquiera falta
de esperanza, ya que no tenían mucha para empezar, las cosas eran como eran y
era aceptadas por la mayoría.
Y el brillo se deslucía al alejarse del portal hasta que todo lo que quedaba era
el caos y la anarquía. La verdadera Silesia y por lo que a Daniel se refería, el
Imperio verdadero. Ciudadanos perdidos, maltratados y dejados para defenderse
por sí mismos, a menudo volviéndose los unos contra otros, o peor, contra el débil
que no se puede defender y no tiene ninguna esperanza que su gobierno lo haga.
No había gobiernos del ’Verse individuales en los Universos Imperiales.
Todo era de Fardelle, todo el tiempo, y mantenía una mano estricta mediante sus
a la gente, sin importarle gobernarlos de verdad.
Los dejaban exactamente donde estaban, al borde de una guerra empezada
por un hombre demasiado atrofiado o aburrido para hacer que sus ’Verses subieran,
escogiendo mejor desgarrar más los de la Federación.
Suficiente. Necesitaba controlarse y parecer, con naturalidad, tan
desamparado como el resto de ellos.
Sus manos temblaron un momento cuando se sentó, con su espalda a la
pared, de frente a la puerta por donde los vería llegar.
—Cigarros y una cerveza —Le dijo a la camarera cuando pasó.
Ella puso la lata de cigarros enrollados a mano en la mesa y le dejó para
traerle su cerveza. Normalmente se tomaría su tiempo para comer, pero su
estómago se sentía de plomo, su apetito se había ido.
Hasta ese preciso momento, nunca había sentido miedo por no completar un
trabajo. Simplemente lo hacía. Si la gente quedaba atrapada en ello, hacía todo lo
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
ministros. Eso enfadaba a Daniel, la forma en que el hombre simplemente exprimía
232
El Club de las Excomulgadas
posible para protegerlos y largarse, pero si había algún impacto en los civiles, lo
aceptaba como una de las tragedias inevitables en lo que hacía.
Encendió el cigarro y le dio una chupada profunda. La dulzura de las
hierbas ardientes llenó sus pulmones, rodeando su rostro. La cerveza llegó, y le dio
un sorbo y pensó, bebió y fumó, bebió otro sorbo y esperó.
La amaba. No había imaginado estar en este lugar tan rápido después de
conocer a una mujer. Al mismo tiempo, había estado con mujeres, con suficientes
de ellas en suficientes experiencias como para saber la diferencia entre una mujer
que le gustaba y lo que sentía por Carina. Sí, era repentino; era rápido e inesperado
y más allá de lo complicado. Pero estaba ahí, y era sólido, y él lo deseaba, la quería
Sí, ella no tenía la misma experiencia que él, y suponía que debería animarla
a ver a otros hombres para que nunca se sintiera engañada, pero, mientras lo estaba
rumiando en su cabeza, a la mierda con todo. Nadie podría protegerla y amarla
como él, y ella no tenía que follarse a quince hombres más para saberlo.
—Hoy hay un montón de soldados por aquí —Le dijo casualmente a la
camarera cuando le trajo otra cerveza.
—Afectar el negocio, eso es lo que hacen. Ya vinieron aquí tres veces hoy.
Cada transporte que llega o sale es abordado. La cárcel está llena de gente. Este es
mi negocio; yo y mi hombre lo manejamos. No podemos permitir esta tontería.
Perdimos un pozo, me dijeron. El suministro del pueblo se fue a la nada. No
puedes llevar una cantina sin agua. ¿Qué pasó? Pregunté. Nadie lo dice. Hemos
sido registrados cada pocos días. La gente teme viajar ahora. El portal está cerrado
en Krater. Todavía. No podemos conseguir nuestros suministros habituales, así que
otros cobran caro. No sé lo que están pensando, pero como dije, afecta el negocio y
no me gusta.
El asintió.
—He estado viajando durante algunas giros. Es así en cada ’Verse.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
como nunca se había permitido querer algo en toda su vida.
233
El Club de las Excomulgadas
Una mujer entró, una que conocía muy bien. Lo vio y se dirigió a él
directamente.
—Me debes una bebida, Neil —Marame Fisk, una de sus agentes que habían
estado en el Edge por algún tiempo trabajando con los mercenarios locales para
localizar todos los portales rebeldes usados para traficar información y armas de
regreso a Fardelle.
Se sentó con una sonrisa gatuna.
—Mi hermana anda por aquí en algún lugar. Deberías pedir una más antes
de que llegue. Quizá dos si aún está tan enojada contigo como esta mañana.
mención de esta otra mujer que esperaba fuera Carina.
La camarera se fue y se giró hacia la mujer en su mesa.
—Es una sorpresa verte.
La observó. Tenía cabello corto y negro que a menudo se le quedaba de
punta porque le pasaba los dedos distraídamente, un tic de su personalidad,
suponía. Era inolvidable a su manera: sorprendente, osada, con rasgos faciales que
eran únicos más que convencionalmente bonitos. Más importante, en lo que a él
concernía, Marame era una de sus mejores estrategas. Una planificadora
inteligente, buena con la gente. Una líder. Ahora mismo, esa habilidad hacia que
Carina estuviera más segura.
—Mi hombre me envió. Está por aquí en algún lugar. Llegará pronto —
Marame hablaba alegremente, pero sus pálidos ojos azules observaban el cuarto tan
agudamente como él seguramente lo hacía.
¿Su hombre? Se preguntaba con quién estaba, cuál de sus agentes la había
acompañado en el viaje. En cualquier caso, era bueno tener manos expertas en las
que pudiera confiar completamente sus espaldas. Lo más seguro era que fuera
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Un vino caliente para mi amiga, por favor —Su corazón se aceleró con la
234
El Club de las Excomulgadas
Julian Marsters. Él y Marame trabajaban juntos muy a menudo y Julian era un
piloto dotado y uno de sus mejores luchadores cuerpo a cuerpo. Formaban un
equipo sólido; Daniel, Andrei, Marame y Julian. Usualmente trabajaban en
equipos de cinco, pero cuatro estaría bien. Los refuerzos definitivamente ayudarían.
—¿Y tu hermana? —Preguntó—. ¿La has visto? Nos separamos;
seguramente no me puede hacer responsable por eso —Le envió una sonrisa
perezosa, pero le picaba el saber, oír que Carina estaba a salvo.
—Va a llegar pronto. La encontramos por el camino. Karl planeaba llevarla
a la casa a dejar sus bolsas. Naturalmente se oponía a esto y le hizo sangrar la nariz
a Karl durante la discusión —La boca de Marame trató de resistir la sonrisa, pero
—¿En eso creo que mi primo también ayudaría? —Refiriéndose a Andrei.
—Él llegó un poco después. Hubo una ligera… negociación, y se fueron
juntos.
Andrei hubiera matado a cualquiera que representara una amenaza para
Carina, pero se encontró aliviado y admirado al oír que ella se las arregló para
luchar con un hombre más grande e imponente como Julian o cualquiera de sus
agentes. Sonrió al inhalar el humo, Carina no era un blanco fácil.
Justo entonces su corazón se disparó al verla entrar. Se puso de pie, sin
importarle una mierda lo que cualquiera pensara, moviéndose hacia ella como si
nadie más existiera en los ’Veses Conocidos.
Carina había estado asustada más allá de la cordura cuando un hombretón
se había puesto en su camino y le dijo que estaba ahí para ayudarla a dejar sus
cosas y después a llevarla con Neil. No lo reconoció, y había observado cada rostro
con que se había encontrado en el transporte. Nunca había visto a este hombre en
su vida, y no había manera en que pensara en ir con él a ningún lado.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
perdió.
235
El Club de las Excomulgadas
Había tratado de engatusarla, tratado de alcanzarla y cuando lo hizo, se
echó hacia atrás y le dio con el puño de lleno en la nariz, mandándolo tambaleando
y tropezando. Una mujer llegó entonces, tratando de no reírse del hombre a quién
Carina había pegado.
Ella, también, había dicho que eran viejos amigos de Neil y otra vez, Carina
les había dicho que se fueran a la mierda. Tenía que ir a un lugar, el lugar donde
Daniel la esperaba. Carina sabía que estaría preocupado, sintiendo pánico al dejarla
hacer esta parte sola. Necesitaba llegar a él y ningún gigante y su hermosa
compañera mantendrían a Carina alejada.
Andrei estaba de pronto allí. Ni siquiera lo había oído acercarse, pero se
puso entre ella y los recién llegados. No tenía armas, pero su postura le dijo a ella y
Debió ser entonces cuando Andrei reconoció a los dos, porque se relajó y se
volvió hacia Carina, diciéndole que todo estaba bien, que eran parte de su familia.
Caminaron unas cuantas calles hasta una casita rodeada de árboles frutales,
y dejó ahí sus bolsas. El hombres se presentó como Karl, la mujer era May. Era esta
May la que había ido hacia Daniel mientras Carina y Andrei habían informado a
Karl, quien claramente no era un Karl, de lo que habían visto.
La desorientación y la duda comenzaron a arrastrase en su sistema. ¿Había
mandado a otros para alejarse de ella? No, le dijo que se preocupaba por ella y lo
creía. Lo había visto, sentido una y otra vez. Aun así, incluso si lo hubiera hecho,
no tenía planes para dejarlo salirse con la suya. Finalmente se puso de pie y pidió
ver a Neil, y la escoltaron a la casa pública donde Daniel esperaba.
Toda la duda se fue cuando pudo verlo, todo su rostro cambió, se suavizó.
Se puso de pie y comenzó a caminar, y los escalofríos de deleite pasaron por su piel
por la forma en que la miraba sólo a ella.
—Oí que te perdiste —Le levantó la barbilla y la besó rápidamente—. Estoy
feliz de que mi familia te encontrara.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
a la gente que enfrentaba que no necesitaba ningún arma para causarles daño.
236
El Club de las Excomulgadas
La abrazó, y sintió que su propio miedo se desvanecía con el suyo. Todos
estaban bien, y después del miedo que tuvo desde que abrió los ojos esa misma
mañana, el conocimiento de ello le dejó las rodillas débiles.
—Estoy muriendo de hambre —Ella murmuró.
—La adrenalina hace eso. Ven entonces, de pronto recuperé mi apetito, y
llegas a tiempo para la comida de mediodía. Veremos lo que Karl y May tienen que
decir de lo bueno que hay aquí.
—Te extrañe —Le dijo, presionándose más cerca de él.
—Estás bien y eso es lo que importa.
en que la miraba le decía que lo hacía.
—Nos figuramos que tendrías hambre —May se unió a ellos—. Tenemos
algunos planes para comer y otro miembro de la familia no puede esperar para
veros. Vamos entonces —Ella dirigió el camino hacia afuera y la siguieron.
La excursión no fue lejos. El paseo fue bastante bonito, a pesar de la
presencia de soldados por todo el lugar. Otra vez, Carina pensó, al caminar hacia la
casita, que este ’Verse tenía mucho potencial y su padre lo desperdiciaba. Ni
siquiera era que lo controlase de la forma que lo hacía con los demás, que era
tomando y nunca devolviendo. Era que esta prosperidad era posible para solo
algunos en un ’Verse donde la mayoría sufría. Su visión de un gobierno Imperial no
funcionaba y por eso, la gente sufría. Era un desperdicio estúpido.
Los árboles frutales en el frente de la casa daban sombra y también algo de
privacidad. La privacidad era un premio altamente buscado. Se imaginó que esta
casa costaría algunos créditos y se preguntó cómo estos soldados habían terminado
con ella.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Lo que importaba era que la amaba y sus brazos alrededor de ella, la manera
237
El Club de las Excomulgadas
—Entrad —Dijo Karl, llevándolos a todos a través de la puerta principal y
dentro de la casa. Carina permaneció en silencio cuando Daniel no dijo nada. Le
dejaría saber cuándo fuera seguro hablar, aunque se moría por saber lo que estaba
pasando.
Se figuró que esta gente debería ser de Daniel; sus soldados o su equipo. No
había manera de que no estuviera a cargo, eso estaba muy claro. Primero, no estaba
siendo vana cuando asumía que enviaron sólo a los mejores a por ella. Llegar a
Caelinus debería ser peligroso, y como sabía por experiencia, era peligroso salir del
Imperio. Aunque más revelador, sin embargo, era la forma en que se dirigían a él.
Todos ellos. Una ligera caída de la mirada, la forma en que esperaban para que él
impusiera el ritmo y tono. Daniel era el jefe aquí, no es que esto la sorprendiera.
Era un hombre muy mandón después de todo. Lo que era muy bueno ya que ella
por crueldad, sino porque era voluntarioso. Necesitaba una mujer que lo empujara
cuando fuera demasiado lejos. Una mujer que pudiera equiparar esa voluntad, la
determinación para terminar un trabajo. Carina Fardelle, princesa o no, era esa
mujer.
Siguieron a Karl por la casa hacia el sótano. Carina no estaba sorprendida
de ver a Karl empujar una estantería, menos sorprendida de descubrir que una
puerta estaba detrás de eso. Más paneles de números y rastreadores de retina
existían detrás de la simple puerta de madera en otro cuarto.
—Podéis hablar con libertad ahora —les dijo Karl cuando entraron en un
largo túnel, sellando el lugar donde acababan de estar.
Todos dejaron salir un largo suspiro de alivio.
—Siento lo de tu nariz —le dijo Carina a Karl, quién se giró y sonrió.
—Gajes del oficio. Ningún daño permanente. Soy Julian, y esta es Marame
—Se dio la vuelta hacia Daniel e hizo una inclinación—. Estamos contentos de
veros a los tres a salvo.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
era una mujer muy mandona. Daniel Haws avasallaría a una mujer más débil, no
238
El Club de las Excomulgadas
Daniel asintió, tocando el hombro de Julian por un momento.
—Excelente trabajo, Julian. ¿Asumo que este es uno de nuestros lugares?
—Lo liberamos de un contrabandista. Nos dio acceso libremente a cambio
de salir de la cárcel —Julian se encogió de hombros.
Comenzaron a caminar por un largo túnel, las luces brillantes daban luz
amarilla sobre ellos, apagándose en cuanto pasaban.
—Julian y Marame son soldados, también. Unos de los mejores —Dijo
Daniel mientras continuaban caminando.
—Gracias. Viniendo de ti, Daniel, ese es un gran elogio —Sonrió,
cambiando su mirada a Carina—. Estoy impresionada con ese golpe, Carina. Estoy
contenta de ver que recibiste entrenamiento de lucha cuerpo a cuerpo.
—Mi padre insistió. No me permitían tanto como a mi hermano, pero lo
suficiente para ser eficaz.
Daniel se rio.
—Julian es uno de los mejores luchadores cuerpo a cuerpo que conozco.
Incluso yo lo tendría difícil para hacerlo sangrar.
Julian resopló sin darse vuelta. Dijo:
—Por favor. Te he visto noquear a Ellis sobre su trasero una o dos veces, y el
hombre es más ágil que un zorro y más grueso que el tronco de un árbol. Aun así,
es mejor no probarlo. Además, tu bonita princesa me agarró por sorpresa, pero no
dudó o se echó para atrás. Muy bien hecho.
Carina estaba ridículamente complacida por el elogio. Le habían dicho que
era hermosa, lista, culta, una buena amazona y esa clase de cosas toda su vida.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Marame se dio vuelta y lo miró sobre su hombro.
239
El Club de las Excomulgadas
Pero nadie aparte de su entrenador le había dicho que era buena en combate; no
hubiera pasado, dada su posición.
—Muchas gracias, Julian. Estaría muy complacida si me dieras algún
consejo en la técnica alguna vez.
Daniel, que había tomado su mano, la apretó una vez, con el fantasma de
una sonrisa en su rostro. Esto la hizo sentir aún más orgullosa.
—Después que las cosas se tranquilicen, espero verte por ahí. Podemos
hacer algo entonces —Julian se había dado la vuelta, caminando de espaldas para
decirle lo último, y lo agradeció. Lo haría, por supuesto, verla después cuando
regresaran a Ravena, porque estaría con Daniel. Le complacía en algún nivel
ninguna razón que pudiera pensar justo ahora.
Ella soltó una carcajada, y él la miró, inclinando su cabeza de lado antes de
volver al camino.
—Tenemos un camino que recorrer. Otros cinco clicks14 o así. La mayor
parte del terreno es llano pero hay una pendiente empinada al final. Comeremos
cuando lleguemos y hablaremos de cómo sacarte del Imperio al territorio seguro del
otro lado —continuó Marame.
Carina se preguntó cómo sería trabajar con Daniel así a diario. Parte de ella
estaría aliviada de ver con sus propios ojos que estaba vivo. Pero verlo en peligro
todo el tiempo comenzaría a desgastarla y sabía muy bien que pedirle que no
siguiera sería tanto como pedirle que simplemente abandonara el trabajo en que
creía.
Sin pensarlo mucho, escarbó en su bolsa y le ofreció una pieza de fruta,
arrojándole otra a Andrei.
—Gracias —Dijo Daniel, besándola rápidamente.
14
N.T: medidas de distancia futuristas que podrían equivaler a unos cuantos cientos de metros pero menos de un kilómetro.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
perverso estar provocándolo en su mente. Probablemente estaba molesto sin
240
El Club de las Excomulgadas
Ahora que el peligro había pasado, se acordó de preguntarle a Daniel acerca
de su hermano.
—Daniel, ¿Vincenz está vivo? Lo hiciste sonar…, en el transporte, lo hiciste
sonar como si supieras que lo está —Se detuvo en el pasaje, esperando que tuviera
razón.
Daniel asintió, y se lanzó a él. La atrapó en su abrazo y, sin ningún esfuerzo,
comenzaron a caminar con ella colgada de él.
—Siento no poder haberlo dicho antes de ahora, es, bueno él nos ha
ayudado mucho, así que tratamos de limitar cualquier exposición de su existencia.
—Lo entiendo. Oh, Dios mío, está vivo y trabajando para hacer las cosas
mejores. Estoy tan aliviada. También soy muy pesada —Se removió y él la
mantuvo en su lugar.
—Cuidado —Dijo silenciosamente. No sabía que quería decir hasta que
sintió su polla rozar contra su trasero. Ah. La dejó en el suelo y ella regresó a su
lugar junto a él, con su brazo alrededor de sus hombros.
—¿Alguna noticia de mi madre? ¿Algo en la búsqueda de quienquiera que
me ayudó a escapar? —Carina preguntó, al comenzar la empinada ascensión.
Marame contestó:
—Tu madre parece estar bien. Alguien fue ejecutado por ayudarte. Lo
siento. Pero no fue tu madre.
El alivio guerreó con la culpa.
—Sabemos lo de mi doncella. ¿Te refieres a ella?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Ella asintió.
241
El Club de las Excomulgadas
—No, y siento eso. Claira era una mujer valiente. No, un asistente de la casa
encontró a tu antiguo prometido muerto. Se suicidó, dejando una nota diciendo
que te había ayudado. Tu padre entonces ejecutó al jefe de la guardia de los
Skorpios por dejar que la traición de Alem quedara impune durante tanto tiempo
—Julian lo dijo desapasionadamente mientras tecleaba un código y usaba otro
rastreador de retina.
—¿Alem? Por favor, ¡el hombre es incapaz de ayudar a nadie salvo a sí
mismo!
Daniel gruñó junto a ella.
Sí. Ella se detuvo, dándose cuenta que no sentía nada más que alivio.
—Todos están mejor así.
—Depende de quién tome su lugar, pero sí, estoy de acuerdo.
Estaba eso también. Miró hacia atrás por donde habían venido y después
hacia donde Julian estaba de pie, abriendo las puertas.
—No puedo creer que esto exista —Le indicó el túnel por el que acababan
de viajar.
—Contrabandistas y mercenarios —Marame se encogió de hombros—.
Todo el túnel esta acorazado para que no pueda ser detectado desde la superficie.
Los programas de escucha no lo pueden encontrar. Nunca subestiméis el deseo de
un hombre de hacer créditos y mover mercancía. La casa a la que estamos entrando
también tiene escudos contra-escuchas, para que lo sepáis.
La casa era espaciosa y parecía construida en la cara de un risco. Ventanas
oscurecidas de plasglass mostraban una vista del cañón, del valle debajo, y de las
ciudades a lo lejos.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Y ahora está muerto.
242
El Club de las Excomulgadas
—Esto es magnífico —Carina dio una vuelta en círculo.
Fue cuando lo vio reclinándose contra la mesa cercana, sonriendo. Su boca
cayó abierta mientras oía débilmente a Daniel hablar con Marame justo detrás de
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
ella.
243
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Quince
—Eres tú —Corrió hacia Vincenz, y él la atrapó en un abrazo. Era un
hombre, no el hombre que apenas había sido cuando lo vio la última vez.
—Carina, dioses, me alegro tanto de verte —Vincenz besó sus mejillas y la
echó hacia atrás para poder mirarla—. Te has convertido en toda una mujer. Una
hermosa mujer que ha estado en mucho peligro —Él negó una vez. Ella vio el
miedo en sus ojos, comprendiéndolo debido a que ella lo había sentido por él.
—Está en mi lista de cosas para evitar en el futuro —Le aseguró,
abrazándole de nuevo—. Oh, Vincenz, te he echado mucho de menos. Tanto.
lo hice, sólo porque dolía demasiado pensar de otra forma, pero siempre en mi
corazón tuve la esperanza de que hubieras escapado. YaYa te ayudó, ¿verdad?
Asintió.
—Ella me ayudó a salir. Usó toda su influencia, todos sus créditos, todo.
Entre YaYa y Mai, fui capaz de superar la línea y cuando lo hice, el propio
Wilhelm Ellis estaba esperando con Daniel.
Daniel soltó una risotada detrás de ella.
—Vincenz, es bueno verte.
Su hermano se giró hacia su... ¿amante? Su hombre, sí, decidió, su hombre.
Su hermano se giró hacia el hombre de su hermana y ambos se miraron a los ojos
con recelo durante un momento hasta que se estrecharon fuertemente los
antebrazos.
—Daniel, encantado de volver a verte. Tienes mi agradecimiento por ayudar
a mi hermana.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Dijeron que estabas muerto, pero nunca lo creí, de todos modos. Hubo días en que
244
El Club de las Excomulgadas
Daniel asintió con la cabeza en reconocimiento.
—Es mi trabajo, y tu hermana hizo mucho para salvarse a sí misma.
Ingeniosos, los Fardelle.
—Algunos de nosotros, de todas formas —Vincenz se giró hacia ella—.
Tenemos mucho de lo que ponernos al día.
—¿Por qué no os adelantáis los dos y os tomáis vuestro tiempo? Vincenz
conoce el lugar, y esto fue idea suya. Así que id y visitadlo mientras planeamos
algo.
Marame les sonrió y Carina vio la mirada en los ojos de la otra mujer
darse cuenta. No había cambiado mucho entonces.
Carina se volvió hacia Daniel y cogió sus manos.
—¿Te parece bien? Volveré pronto.
Él sonrió con calidez en sus ojos.
—Por supuesto, tenéis que poneros al día.
—¿Estarás aquí cuando regrese? —Lo haría, sabía que era una pregunta
tonta, pero tenía miedo a despertarse o darse la vuelta y que se hubiera ido.
—¿Nos disculparíais un momento? —Dijo Daniel, pero no era realmente
una pregunta. La llevó a un lado—. ¿Por qué me preguntas semejante cosa? No voy
a abandonarte. ¿No sabes eso a estas alturas?
—No lo sé. Sí, lo sé. Lo sé. Pero estoy asustada y tú me haces sentir segura,
me haces feliz y no quiero que eso desaparezca.
Él suspiró, todavía sujetando sus manos.
—Carina, no tengo ninguna intención de hacer eso.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
cuando miró a Vincenz. Enamorada quizás, pero él no le correspondió. No parecía
245
El Club de las Excomulgadas
—¿Quieres hacerlo?
—¿El qué? ¿Abandonarte a tu suerte? —La incrédula mirada en su rostro le
dijo mucho, pero él eludió la verdadera pregunta y eso la molestaba. Hombres.
—Sabes lo que quiero decir, Daniel. Te quiero.
Él sonrió.
—Este no es ni el lugar, ni el momento adecuado para tener esta
conversación. Tu hermano está justo ahí esperando. Ve y pasa el rato con él,
diviértete.
Entrecerró los ojos, y él rio. Apretó su mano antes de llevarla a los labios.
arrodillado y gritado a los cielos que la amaba.
—No voy a ningún sitio. Se necesitarían tres ejércitos para arrancarme de tu
lado. Ve. Estaré aquí cuando regreses, igual que ayer y que mañana.
Se puso de puntillas y le besó antes de que pudiera apartarse.
—Bien. Porque he decidido quedarme contigo —Se giró, sonriendo aún y se
volvió sobre su hombro de forma casual—. Te quiero, Daniel.
*****
Vincenz no dijo nada hasta que alcanzaron una pequeña zona del jardín
justo por detrás de donde habían entrado en la casa.
—YaYa se fue, ¿verdad? —Vincenz preguntó cuándo se sentaron juntos. Él
había sido el primero en comenzar a llamar a su abuela con ese apodo desde el
principio. Había sido su primera palabra.
—Siento que no lo supieras. Desapareció. Sólo unos giros después de que te
fueras. No nos estaba permitido hablar de ella de nuevo. Mai intentó averiguar lo
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Para él, frente de toda esa gente, esRo era tanto una declaración como si se hubiera
246
El Club de las Excomulgadas
que le pasó, pero no encontró nada —Le temblaba la voz. Trató de evitarlo, pero
estaba allí.
Puso los brazos alrededor de sus hombros.
—Yo nunca podría haberlo conseguido sin ella. Ella lo arriesgó todo.
—Lo hizo de buena gana. Lo sabes. YaYa sabía lo que quería. No lo hubiera
hecho si no hubiera querido. ¿Dónde has estado? ¿Sabe Mai que estás vivo? No ha
vuelto a ser la misma desde que te fuiste. Y, luego, Petrus —Se giró hacia él—.
¿Sabías lo que le hizo a nuestro Petrus? Vincenz, ¿lo sabías?
El dolor de sus ojos le dijo que lo sabía.
Edge y, luego, no supimos con certeza la verdadera naturaleza de lo sucedido hasta
más tarde. Tiene que ser detenido. Nuestro padre tiene que ser detenido, Carina.
—Lo sé —Asintió.
Colocando la cabeza sobre su hombro durante un momento, se permitió
relajarse, permitirse saber que estaba vivo y seguro, él era su familia. No estaba sola
en este nuevo mundo, en el que ella misma se había aventurado. Bueno, excepto
Daniel. Sonrió un poco simplemente pensando en el rostro que debería haber
puesto cuando le dijo que le amaba antes.
—Daniel Haws es un hombre peligroso, Carina.
No le gustó la advertencia en su voz.
—Gracias a Dios por eso. No tienes ni idea de cuántas veces ha salvado eso
mi vida desde que me alejó de Caelinus. ¿Qué estás haciendo, Vincenz? ¿Dónde
vives? Daniel dijo que los estás ayudando.
—Al principio vivía en la capital de Ravena. Te gustará aquello. Una
hermosa y enorme ciudad que abarca hasta donde el ojo puede ver. Bulliciosa todo
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—No hasta mucho después. Las noticias tardan algo de tiempo en llegar al
247
El Club de las Excomulgadas
el tiempo. La gente es diferente a como son en casa. Son abiertos. No todos los
’Verses en la Federación son así; algunos son como Nondal, que son, de lejos, un
hogar mucho más que otros ’Verses en los que he estado.
Esperó, pero permaneció en silencio.
—Estás considerando mentirme. Debido, lo más probable, a que la última
vez que me viste era mucho más joven y, seguramente, mucho más frívola, aunque
no le digas a Daniel que admití eso —Ella se rio, pero él suspiró y empujó su
cuerpo largo y desgarbado del lugar cercano a ella hacia la pared con las ventanas.
—¿Qué significa Daniel para ti, Carina?
—Vivo en el Edge, a veces en Asphodel, a veces en Caldara. Oficialmente,
trabajo en una casa de valores. Trabajo con los mercenarios y contrabandistas. A
cambio, me facilitan la información que necesito.
—Y la transmites a la Federación.
—Sí. Cuando llegué por primera vez, me interrogaron. Van a hacer lo
mismo contigo también, pero sabes algo más, y es momento de gran tensión. Eso
me preocupa, pese a que confío en Ellis y Lyons. Son buenos hombres —se pasó la
mano por el cabello, el cual, se percató ella, necesitaba un corte.
—Estoy haciendo lo correcto —Dijo Carina tranquilamente.
—Lo estás haciendo. No sé qué datos tienes en ese chip, pero la manera en
la que te está echando los perros, el flujo masivo de recursos para que regreses o te
maten me dice que eres la llave que dará la ventaja a la Federación en esta guerra.
—¿Se puede evitar la guerra?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—¿Dónde vives ahora y qué haces? —Respondió ella.
248
El Club de las Excomulgadas
—Es demasiado tarde para eso. Me gustaría pensar que se puede. Conoces a
nuestro padre. Apostaría a decir que le conoces mejor que nadie. ¿Simplemente se
daría por vencido? ¿A pesar de lo que tienes?
Ella resopló.
—Probablemente no. Está tramando algo malo. ¿Has oído sobre todas las
explosiones y encubrimientos? ¿El portal cerrado? No puedo evitar pensar que está
conectado. Él está peor, ya sabes. Una vez te fuiste y luego Petrus —Ahogó un
sollozo y continuó—, una vez que Petrus estuvo muerto y no tuvo heredero
masculino, trajo más asesores. No es el único al mando en su oficina, Vincenz.
Los hombros de su hermano se quedaron inmóviles y rígidos mientras se
—Eres muy observadora. Necesitas asegurarte de decirle esto a Ellis.
—Lo haré. Daniel dice que ese Ellis es un hombre brillante. Según parece
son más como padre e hijo, que jefe y empleado.
—Todos los Phantom Corps se comportan de esa forma con él. Están fuera
de tu liga, Carina. Esos hombres y mujeres realizan acciones oscuras.
¿Phantom Corps? El nombre parecía encajar con la gente que había conocido
hasta ahora.
—¿Qué quieres decir? —La alarma se deslizó por su espalda y rompió en su
piel.
—Estos Phantom Corps que tu Daniel posee y dirige, son sombras. Son el
viento seco y mortal que surge, y del que todos los animales corren y se esconden.
La lealtad que tienen a Ellis, el modo en él que es, sí como su padre, ¿es lo que los
hace tan eficaces?
—¿Cómo es esa oscuridad? ¿Un poco más oscura que cualquier persona que
cumple órdenes que la mayoría de la gente no tendría el coraje de hacer? ¿Estás
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
giraba.
249
El Club de las Excomulgadas
insinuando que Ellis les hizo daño? ¿Los forzó? —A menudo, su padre usaba a la
gente y las cosas que le importaban a sus soldados para mantenerlos a raya.
—No tengo ninguna razón para pensar eso. Ellis es un hombre temible.
Alto, robusto, puedes ver la inteligencia en sus ojos, siempre pensando,
examinando y planeando. Pero, hasta donde he visto, tiene honor en lo más
profundo de su ser. Su gente le respeta porque lo merece.
—Entonces, ¿por qué el comentario? Si sabes algo malo, tienes que
decírmelo ahora.
—¿Qué significa Daniel para ti?
—Le amo.
Él gruñó guturalmente en voz baja y comenzó a pasear. Ella le observó,
pensando cuánto se parecían pese a que no habían estado en contacto en mucho
tiempo. Él pensó sobre ello mientras ella veía el filo de sus sentimientos de
advertencia en su lenguaje corporal. Lo desaprobaba, vio eso lo suficientemente
claro en la rigidez de su columna vertebral. Pero no del todo. Vio la suavidad en su
boca, había escuchado la admiración en su voz cuando había hablado de Daniel.
Sus ojos se cerraron mientras intentaba averiguar cómo decirlo.
Dejó de pasear, deteniéndose delante de la ventana otra vez, dándole la
espalda.
—Así pues lo dijiste en serio arriba, aunque había esperado que fuera sólo
una broma. Estás enamorada de un hombre que mata para vivir.
Cruzó las manos sobre el regazo.
—Lo estoy. ¿Te sorprende que sepa esto? Le vi matar a hombres para
salvarme. Más de una vez. Es también un hombre que salva vidas para vivir. ¿Qué
haces tú, Vincenz? ¿Rescatas a pequeños animales peludos ahora?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
No se molestó en jugar, sabía lo que le preguntaba.
250
El Club de las Excomulgadas
—¡No es lo mismo! ¿No puedes ver eso?
—Tienes razón, no lo es, pero no en el modo que estás insinuando. Él
realiza un trabajo que muchos otros, la mayoría no haría. Pero que, no obstante,
necesita hacerse, y tú lo sabes. ¡Puedes encontrarlo desagradable, pero ninguno de
nosotros estaría aquí ahora si no fuese por Daniel Haws! —Se levantó—. Es un
buen hombre, un hombre fuerte al que le importa mucho su gente y su mundo.
Tiene el coraje de adentrarse en la oscuridad para que tú y yo no lo hagamos. Le
amo por su corazón, por su fortaleza y sí, porque caminó dentro de lugares que no
puedo imaginar, todo para que no lo haga yo.
—No quiero verte herida.
—La vida está llena de sufrimiento. Lo que siento por Daniel es hermoso y
no puedo arrepentirme, sin importar cómo resulte.
—¿Cómo sabes siquiera que lo que sientes es real? —Suspiró.
—¿Es esa una pregunta filosófica? Porque estoy bastante segura de que
nunca tendrías el descaro de sugerir que no sé lo que quiero.
Se echó a reír.
—Te has hecho adulta. Estoy orgulloso.
—¿De dónde proviene esa envidia en tu voz cuando hablas de ellos? ¿Es algo
entre Daniel y tú?
Negó con la cabeza.
—No. Ha sido un amigo para mí. Es un profesional. Había pensado que un
día sería un agente como ellos, también. Había querido eso la primera vez que
llegué. Ellis dijo no, y me guió hasta el Edge. Todavía estoy aquí, y tuvo razón en
muchos sentidos. Fui por mi cuenta, desarrollando mis propias habilidades y soy
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Ella le abrazó
251
El Club de las Excomulgadas
bueno en lo que hago. Supongo que quiero alguien normal para ti. Un hombre que
esté en casa cada noche para meter a los niños en la cama.
Él era diferente ahora que en su juventud. Supuso que ella también. Lo que
habían vivido les había cambiado. Se percató que les llevaría tiempo conocerse otra
vez.
—No sabía que hubiera sido destinada para ser normal —Sonrió
débilmente—. Pero lo que tengo, bueno, es bueno y correcto, y estoy agradecida
por eso. Espero que puedas verlo. Espero que también puedas confiar en Daniel y
en mí.
—Estoy trabajando en ello —Tendió su mano—. Vamos, imagino que
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
estarán trabajando arduamente en un plan para sacarnos como el infierno de aquí.
252
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Dieciséis
Daniel suspiró, sacudiendo la cabeza cuando ella gritó su te quiero. Él alzó
su mano, cortando cualquier pregunta mientras se adentraba en el área de la cocina,
sirviéndose una taza de kava y tomando un sorbo antes de hablar.
—Gracias por traerlo. Estoy seguro que ella se sentirá mejor, y él tiene
buenos contactos también —Sabía que Vincenz querría hablar con su hermana
sobre todo, incluyendo la despedida de Daniel que hizo cuando había salido de la
habitación. Daniel consideraba a Vincenz un amigo, aunque no lo veía con
frecuencia. Confiaba en el otro hombre, lo respetaba. En su lugar, Daniel había
Sabía que Carina amaba a su hermano, esto no evitaba que una pequeña
chispa de temor cayera en su estómago porque ella se dejara convencer que Daniel
era malo para ella. A pesar de que lo era. Pero malo para ella o no, la amaba.
—¿Ella te ama? —Preguntó Marame.
—Cree que sí —Daniel tomó un sorbo de kava, buscando la calma,
encontrando poca.
—Ella lo hace —Andrei interrumpió—. Él siente lo mismo. Ahora, ¿cómo
hacemos para poder salir como el infierno de aquí?
Agradecido por las palabras de su amigo, Daniel se empujó lejos del
mostrador, se dirigió al área común y se sentó en la mesa grande. Sacó su
comunicador de bolsillo.
—Empecemos.
—Conseguimos noticias sobre que fuiste incapaz de pasar. Mirando los
patrones de los Skorpios y los turnos de otros militares. Están fuera ahora de esta
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
sido hipercrítico de la relación de su hermana con Roman Lyons.
253
El Club de las Excomulgadas
manera, ya que fuisteis vistos por unos mercs que os vendieron. Uno apareció
muerto, imagínate eso —Julian se encogió de hombros.
—Espero que todos ellos aparezcan muertos antes de que finalice este año
estándar. Todos. Y. Cada. Uno.
Andrei asintió hacia Daniel. Tal traición no podía quedarse sin respuesta, o
lo harían todos al postor más alto. Si no tenían honor, el temor funcionaría
exactamente igual. En sus diecisiete años estándar haciendo esto, siempre había
encontrado que la amenaza de muerte, subrayándola cuando tenía que hacerlo, era
un instrumento eficaz contra un cobarde.
—Tenemos un transporte privado en el portal. De-Primera-Calidad. Si
propio comunicador encendido, proyectando varias rutas desde su refugio al portal.
—Entonces asegurémonos de llegar a él.
—Lo que enfrentamos son dos columnas completas de Skorpios —Julian
miró su comumicador—. Los datos acaban de aparecer. Saben que estamos aquí.
No era tanto que Daniel dudara de que Carina pudiera salir de allí, pero
temía lo que podría tener que ver para que eso ocurriera.
Habría muerte en porciones grandes, amontonándose, y su objetivo era estar
seguro de que servía en vez de hacerlo.
—Necesitamos armas pesadas. Cargadores completos. Este no será un viaje
furtivo, así que tendremos que ser capaces de pasar.
Marame hizo bien su trabajo, señalando las dos mejores rutas y
estableciendo múltiples contingencias en caso de que no funcionaran. Su mayor
punto de exposición sería una vez que llegaran al núcleo interno del portal de la
ciudad. No se permitía ningún vehículo, por lo que tendrían que estar en las calles,
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
podemos llegar a él, será aprobado para salir de inmediato —Marame tenía su
254
El Club de las Excomulgadas
mucho menos protegidos, mucho más lentos de lo que estarían en un medio de
transporte.
Daniel hizo su trabajo para mantener su atención en lo que estaban
discutiendo en la planta baja. Su vida era primordial, sacarla y llevarla a un lugar
donde los datos pudieran ser recuperados. Si tuviera que desplazar montañas para
hacerlo, lo haría. Por ella.
*****
Ella llegó en algún momento más tarde, y la mirada que Vincenz le dio, le
dijo que su hermano tenía sentimientos encontrados acerca de lo que ella había
Ella se movió hacia él, tocando su hombro y apretujándose en el banco
donde Daniel estaba sentado para poder estar a su lado.
Fue entonces cuando vio los datos sobre las personas que habían sido
detenidas en la redada para capturarlos. La gente que su padre había ejecutado.
Ella lo miró, vio los rostros, los archivos, los nombres.
—¿Hay un lugar para asearse y descansar? —Daniel escuchó la tensión en su
voz, la emoción. Su mirada se deslizó a Vincenz un momento, y los dos hombres
compartieron su preocupación.
—Debemos permanecer escondidos durante el próximo día más o menos.
Hay habitaciones aquí —Marame se levantó y señaló una puerta al final de un
pasillo—. Dormitorios con cuartos de baño situados en medio. Hay comida.
Nuestro anfitrión puede ser un contrabandista, pero tiene muchas cosas buenas
para comer en su despensa. Suficiente como para perdonarle sus numerosas
transgresiones —Marame guiñó un ojo.
Daniel recogió sus mochilas.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
dicho.
255
El Club de las Excomulgadas
—Te instalaré. Me dijeron que hay dependencias aquí para que lavemos
nuestra ropa. Estoy seguro que los que están a mí alrededor agradecerán eso.
Su sonrisa estaba allí, pero tensa en los bordes.
—¿Te gustaría dormir en otra habitación? —Le preguntó una vez que se
encontraron en el dormitorio con la puerta cerrada.
Ella levantó la vista, sorprendida.
—¡No! ¿Por qué haría eso? —Ella agarró sus manos y él deslizó sus pulgares
sobre su piel.
—Sólo quiero que te sientas cómoda. Con tu hermano aquí, yo… yo no
Ella suspiró, sacudiendo la cabeza.
—Confía en ti para hacerme sentir mejor, incluso cuando no lo sepas, y estás
actuando como si tuvieran pelusa en la cabeza. Me sentiría incómoda contigo en
otro lado. Me preguntaría si estarías tratando de distanciarte o si estarías enfadado.
Me gustas cerca de mí, ¿no te has dado cuenta de eso todavía?
—No tengo idea de qué estás hablando, pero estoy muy bien aquí contigo —
Miró en los cajones hasta que encontró ropa cálida y suave, que desempeñaría sus
funciones hasta que la suya estuviera limpia. Se la entregó —. ¿Por qué no me das
tu ropa, y la pongo a lavar con la mía?
Cuando ella lo hizo, él la tomó y se la llevó al cuarto de baño, sabía que ella
estaría profundamente preocupada por los datos. Puesta la ropa a lavar, él salió de
la habitación y regresó.
*****
Ella se había metido en el cuarto de baño para procesar sus emociones. Pero
una vez que se metió en el agua del baño, Daniel entró en la sala como si hubiera
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
quiero que te sientas incómoda.
256
El Club de las Excomulgadas
sido invitado. Abrió la boca para ordenarle salir, pero él comenzó a quitarse la
ropa, y ¿quién era ella para negarse a sí misma la gloria de su cuerpo?
La sonrisa en sus labios le dijo que lo había hecho a propósito.
—Me estás distrayendo con tu desnudez y con tu pene —Ella se deslizó en el
agua, sumergiéndose y saliendo a la superficie para encontrarlo en el agua con ella.
—No depende de ti.
Consideró hacer una broma, pero luego decidió que no.
—¿Tienes un chip en mi cabeza? ¿Sabes cómo me siento? —Le espetó ella.
atrapados en una misión. Pero Hartley Alem no era un inocente, Carina. Lastimó a
decenas de miles de personas. Te habría utilizado, roto y no le habría importado.
Eso no puede quedarse así. El hecho de saber que alguien que existió quería hacerte
daño me volvía loco. Ahora que sé que él no es una amenaza, me siento mejor, y tú
también deberías. Prefiero que él y las mascotas Skorpios de tu padre mueran a que
tú o tu madre lo hagáis.
—No es él. No me preocupo por él. Son los otros. Todas aquellas personas
que fueron atrapadas en algo en lo que no tenían nada que ver. He traído esto a sus
vidas.
—Tu padre trajo todo esto, no tú. No es necesario matar las cifras que él
hace, pero los dos sabemos que lo hace por su propio placer, al mantener a la gente
con tanto miedo que pueda controlarlos. Por ninguna otra razón que para
mostrarles a todos que puede hacerlo. No tiene ningún plan. Incluso la versión de
tu abuelo de liderazgo tenía su punto. Esas muertes no son tuyas, sino que son de
él. Todas.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—He estado haciendo esto el tiempo suficiente como para tener a inocentes
257
El Club de las Excomulgadas
Ella suspiró. Él tenía razón, pero le dolía, no obstante. Ver cuántas personas
habían muerto porque ella había huido. No fue su intención, no lo que ella había
querido.
—Odio cuando eres sabio, Daniel —Se acomodó en contra de él cuando
empezó a enjabonar su pelo.
—Lo siento, cariño. Seré un tonto sólo por ti.
Con los ojos todavía cerrados mientras él enjuagaba, ella sonrió y se apoyó
contra él más plenamente.
—Y ya que estamos hablando de tus atributos, tengo que añadir un par de
cualidad. También eres muy guapo y fuerte, y me has mantenido viva todo este
tiempo cuando el peso de Imperio está tratando de cazarme y matarme.
—¿Estábamos hablando sobre mis atributos?
—Estás arruinando este momento —Dijo, tratando de pellizcar su muslo,
sin encontrar nada, excepto músculos.
—Gracias —Murmuró él en voz baja en su oído antes de alisarlo—. ¿En
cuanto a salvarte? Es mi trabajo. Y, ciertamente, me gusta que estés viva. De esa
manera puedo tener sexo contigo y hacerte reír. La diferencia entre esa majestuosa,
fría voz y tu muy fina risa lujuriosa es suficiente para poner a un hombre duro
como el hierro.
—Eres un adulador —Pensó de nuevo en algo que se había preguntado
desde el primer momento en que la había tocado—. ¿Ha habido otras?
—No soy virgen.
Ella resopló y se sumergió una vez más, saliendo y empujándole por el
hombro para que se girara y poder devolverle el favor y lavar su cabello.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
cosas. Tienes honor, honor verdadero, y no tienes idea de lo rara que es esa
258
El Club de las Excomulgadas
—Sabes lo que te estoy preguntando. No sé por qué estás siendo tan tonto y
haciéndome trabajar duro por ello.
—¡Ay! Creo que mi cuero cabelludo está muy bien sin esos tirones de pelo,
cariño. Pregúntame lo que quieras preguntar. No quiero jugar contigo —Él se
quedó inmóvil un momento, complaciente al inclinar su cabeza hacia atrás, de
modo que pudiera enjuagar su pelo.
—¿Has hecho esto en tus misiones? ¿Alguna vez? Ya sabes, ¿tener a una
mujer?
Él suspiró y se levantó. Ella lo miró alegremente mientras se enjabonaba y se
—He tenido mujeres en las misiones. Al igual que he tenido sexo con
mujeres cuando estaba trabajando. Nunca he tenido sexo con una mujer que fuera
mi trabajo. Pero para responder a la pregunta que tienes miedo de hacerme, no, no
utilizo a las mujeres en mis misiones para el sexo y después, me deshago de ellas sin
decir una palabra cuando las llevo a su casa.
Ella entrecerró los ojos mientras él se vestía y luego se movió hacia ella. Él le
abotonó la parte posterior del sencillo pero muy cálido vestido de invierno que le
había dado antes, todo sin esperar a que se lo pidiera. A ella le gustaba eso. Mucho.
Sintió que él quería decirle más, por lo que se mantuvo en silencio mientras
se cepillaba el pelo.
—Normalmente no tengo a nadie conmigo en las misiones que no esté ya en
mi equipo, de todos modos, y mucho menos alguien con el que tenga una relación
romántica o relaciones sexuales. Tengo un trabajo qué hacer, y por lo general no
hay nada que hacer después, salvo asegúrate de no estar conectado con el cuerpo.
—Si estás esperando que haga una mueca de dolor porque tu trabajo es
diferente de los trabajos de otros hombres, esperarás un largo tiempo. No me
impresionas.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
enjuagaba. Él tomó la toalla seca que ella le pasó cuando salió.
259
El Club de las Excomulgadas
—Lo sé —Se encogió de hombros y se recostó contra el mostrador—. Es
una de las muchas razones por las que tú logras ver más de mí de lo que cualquier
persona puede. Tú, Carina. Nadie más se ha acercado siquiera en el sentido en que
tú lo haces.
—Tú me amas — No era una pregunta, y él no respondió. Hombre terco—.
Tú me amas, pero tienes esa idea chiflada de que no debes decirlo para que esta
mujer tonta no pueda conocer realmente tu mente.
Él pasó un trapo sobre su pelo para secarlo, con sus ojos en ella, con la boca
cerrada.
Él se echó hacia atrás, vestido sólo con unos pantalones sueltos colgando
peligrosamente bajos en sus caderas. Sus pies estaban desnudos, un espectáculo del
que no podía descifrar totalmente su atractivo, pero que sentía en toda su fuerza.
—Me asusta a muchos niveles —Él sonrió, y ella le dio un puñetazo en el
vientre, que era duro como una roca y que fue impermeable a su pequeño golpecito.
Tomando su puño, él se lo llevó a los labios para darle beso, y ella se deshizo de
nuevo.
—No debería decir o hacer esto, pero parece que no puedo evitar romper las
reglas en lo que a ti se refiere. Amarte no me asusta. Tengo casi cuarenta años, he
esperado el tiempo suficiente para saber lo que siento y aceptarlo. Pero tú no tienes
mi edad, y no tienes mi experiencia. La gente tratará de decirte que estás
equivocada y que necesitas buscar a otros hombres. Eso me preocupa en cierta
medida, porque no puedo estar contigo en cada momento cuando volvamos. Tengo
este trabajo, y no renunciaré a él. Me iré, y no te podré decir a dónde. A veces me
voy por un tiempo, otras vuelvo en un día o dos. Me temo que soy egoísta por no
alentarte a ver a otras personas primero.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Te amo, también. ¿Tienes miedo?
260
El Club de las Excomulgadas
Ella lo estudió por un tiempo. Los hombres eran criaturas extrañas, se dio
cuenta. Sin embargo, su miedo, que él había expresado, significaba mucho para
ella. Casi tanto como su admisión, por fin, de que la amaba.
—Sabía que me amabas — Ella besó su pecho y después, se acurrucó en él,
pasando sus brazos a su alrededor—. Sé que la gente dirá que soy demasiado joven,
o que sólo el peligro de esta misión hizo que confundiera el amor con la lujuria. Sé
que me dirán que debería ver a otros porque no es posible que conozca mi propia
mente.
Ella se inclinó hacia atrás lo suficiente para mirarlo a la cara. Quería mirar
sus ojos cuando le dijera el resto.
hombre con el que no accedí a casarme, ni quería casarme. Mi vida entera ha sido
sobre personas diciéndome qué hacer, qué pensar y qué creer. He tenido poco
espacio para expresar mis propios deseos. Debes saber que yo te elegí. Te elegí,
Daniel. Es importante para mí que la gente entienda eso. No he tenido un montón
de oportunidades de elegir cosas en mi vida. Estoy aquí ante ti, desnuda en cuerpo
y alma, y te digo que te amo. No necesito el pene de otro hombre en mi cuerpo
para saberlo. No necesito ir a comidas y ser cortejada por hombres que sé ahora
mismo que no estarán a la altura de lo que quiero: Tú.
Él asintió.
—Muy bien, entonces.
—Debo confesar que tengo dudas sobre la rapidez con la que has consentido
—Lo miró con recelo, y él se echó a reír.
Su sonrisa parcialmente astuta, pero tan sexy y hermosa, que la desarmó.
—El hecho crudo es que te deseo. Te deseo, y si tú me deseas también, no
voy a defender ante ti otra cosa que sea que estés conmigo —Él se encogió de
hombros, la besó en la frente y salió de la habitación, dejándola divertida y débil.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Vengo de un mundo en el que comerciaron conmigo dándome a un
261
El Club de las Excomulgadas
Su hermano estaba vivo y ayudando a la Federación. No estaría sola. Y
tenía a Daniel, real y verdaderamente. Tras desear a alguien a quien amar, él se
había metido en su mundo y lo había puesto al revés. A pesar de todo lo malo, lo
bueno vivía en su vida, también.
Daniel, sonriente, se puso una camisa antes de salir a zancadas a la sala
común donde Vincenz había reunido a todos en la mesa. Miró a los ojos de
Vincenz de frente.
—Me alegro de verte. Has hecho a tu hermana muy feliz en un momento en
que necesitaba saber que había alguien al otro lado. Y supongo que tus habilidades
y conexiones serán malditamente prácticas, también.
su dirección.
—Es bueno verte, también. Mi hermana está enamorada de ti.
Daniel notó que lo decía con firmeza. No dijo: mi hermana piensa que te ama,
sino que lo hace. Ese era un buen paso.
—Lo sé.
—Sólo iré a ver la carne en el horno —Julian se levantó, arrastrando a
Marame junto con él.
Andrei no se molestó con una excusa, sino que simplemente se levantó y
salió de la habitación, dejando a Daniel y a Vincenz solos.
—Si tienes algún problema, escuchémoslo —Daniel se inclinó, tomó uno de
los cigarros de Andrei y lo encendió. Rara vez, había fumado en su casa cuando no
estaba trabajando, pero uno de estos días Andrei le presentaría la cuenta por todos
los que Daniel le había gorroneado en los últimos años.
—Mi hermana sabe lo que quiere.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Vincenz pensó por un momento y asintió, finalmente levantando un vaso en
262
El Club de las Excomulgadas
Eso sorprendió a Daniel. No era que Carina no tuviera sus propias ideas, lo
que sabía muy bien, sino porque Vincenz lo admitiera tan fácilmente.
—Entre sus muchos buenos atributos, sí, tu hermana en efecto, sabe lo que
quiere —Daniel resopló, pensando en ella.
Vincenz miró sus manos y luego volvió a mirar a Daniel.
—¿La amas? Nunca asumiría que te aprovecharas de una mujer, de ninguna
mujer, pero sobre todo de una tan vulnerable como Carina.
Las palabras se produjeron después de una lucha interna. No era un hombre
propenso a hablar de sus emociones, mucho menos con los hermanos de sus
nuevo.
—Podría decirte que no es de tu incumbencia, pero lo es. He estado donde
tú te encuentras, así que seré claro. Nunca había conocido a alguien como tu
hermana. —Ambos hombres hicieron una pausa para inhalar—. Ella me fascina,
me impresiona, es hermosa, inteligente y valiente. De todas las mujeres en los
Universos Conocidos, es la que es para mí. Amo a tu hermana.
—Cualquier tonto puede verlo —Carina entró en la habitación y puso el pan
sobre la mesa—. Ciertamente él bebe los vientos por mí, Vincenz.
Sorprendido, Daniel se echó a reír.
—Tiende a escuchar las conversaciones a las que no fue invitada a formar
parte.
Vincenz puso los ojos en blanco.
—Era así cuando era niña, también. Siempre en los asuntos de todos —Se
encogió cuando Carina le tiró el paño que había estado cubriendo el pan.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
mujeres, pero se lo debía a este hombre quien había encontrado a su hermana de
263
El Club de las Excomulgadas
Los dos hombres se dieron a cada uno una última mirada considerándose, y
el entendimiento pasó entre ellos. Ella era de ellos para protegerla, y esperaban que
el otro la mantuviera siempre como lo más importante en su mente.
Una vez que todo estuvo despejado por lo que dijeron y Carina había
llevado el pan, todo el mundo acudió, llevando comida y cerveza con ellos.
Carina rio con ellos, pasó los platos, contó historias divertidas sobre cosas
que Vincenz hacía cuando era niño, al mismo tiempo que se había instalado de
nuevo en el regazo de Daniel, como si no hubiera nada malo en ello.
Marame se quedó mirándola con la boca abierta, un largo momento antes de
sonreír y menear la cabeza. Daniel se sintió un poco incómodo con eso, con este
antes. Lo embriagaba y confundía. Como lo hacía todo lo relacionado con
enamorarse de Carina.
Había tenido su trabajo y luego estaba su vida personal. Pero esto era
diferente. Nunca había imaginado el tipo de gloria de esa conexión que tenía con
ella, sentir que podía hacer cualquier cosa gracias a ella. Hasta que la había
conocido, no había algo que hubiera entendido, o tal vez nada que hubiera
deseado, incluso por temor a perderse a sí mismo tan completamente.
Y ahí estaba él, con su vida en un paquete caliente y sexy sentado en su
regazo, con sus dedos entrelazados con los suyos. No hubo ninguna pérdida de sí
mismo, sin embargo. Sólo un sentido de unión.
—Ahora que hemos conseguido despejar toda esa tontería de chicos entre
mi hermano y Daniel fuera del camino, ¿cómo salimos de este ’Verse?
—Tomará algo de trabajo —Julian señaló los mapas de nuevo—. Una gran
cantidad de municiones, también.
—Buena cosa es que todo el mundo tenga armas suficientes para dirigir su
propia fuerza de seguridad, entonces, ¿eh? —Carina se sentó otra vez—. Sólo
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
cruce de líneas de negocios y profesionales. Nunca había tenido esa experiencia
264
El Club de las Excomulgadas
aseguraros de que tenga unas cuantas blasters y un montón de cargadores.
Señáladme hacia dónde, e iré.
—Esto es lo que vamos a hacer —Y comenzaron a planear la forma en que
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
harían su camino hacia el portal.
265
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Diecisiete
Una mano la empujó al suelo. Gritos sonaron, envueltos en el pop, pop, pop,
de las armas. Ella se quedó con los brazos apretados alrededor de los tobillos de él.
Él cambió su postura para que ella descansara entre sus piernas, moviéndose para
protegerla mejor. Y lo hizo todo de forma automática.
Ella no vio a los hombres en los árboles, no vio a los hombres en cuclillas
haciendo ronda tras ronda de disparos, todos listos para matarla. No la lastimarían,
lo sabía instintivamente. Sabía que Daniel Haws mataría a un millar de hombres
para salvarla, sabía que daría su vida por ella. Esto último la asustaba más que los
que ninguna, porque él era su todo, y no sobreviviría si lo perdía.
Así que miró a Daniel, a la cara, y se aferró a la certeza de que nadie era
mejor que él.
La lluvia de casquillos le pasaban por la cabeza, brillando a la luz del sol con
una especie de enferma belleza. Los que tocaban su piel desnuda la quemaban,
cuando rebotaban y golpeaban en el suelo, todavía humeando. Su ping metálico
sonaba sobre y alrededor de los otros sonidos, todo en el caos.
El hedor de la pólvora dentro de los casquillos flotaba en el aire, picando su
nariz, haciéndola llorar.
El rostro de él estaba rígido, una máscara de furia, de justa ira, de un ángel
vengador. Cada disparo hacía que la energía rebotara por la parte superior de su
cuerpo, y lo observaba, fascinada, mientras rebotaban contra él una y otra vez, pero
nunca perdía su concentración.
Todo a su alrededor eran gritos de rabia y de dolor, golpes de percusión,
mientras los cuerpos golpeaban el suelo. El olor grueso, cobrizo de la sangre
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
hombres que estaban intentando matarla. Esto último era una amenaza más grande
266
El Club de las Excomulgadas
mezclada con el hedor de los casquillos de bala, recubría todo el acre revestimiento
de su miedo.
Habían caído en una emboscada mientras se acercaban al portal y habían
retrocedido a un pequeño jardín frente a la calle principal. Julián, Vincenz y
Marame se habían separado mientras Carina tomaba su pistola. Andrei se había
desvanecido, desapareciendo como humo, sólo para aparecer por un momento
salpicar de rojo y desaparecer de nuevo.
Daniel, sin ninguna contemplación, la empujó hacia abajo y comenzó a
dispararles a los hombres que trataban de cercarlos. Ella se hizo un ovillo, sin
querer elegir ese momento para diferir. Él era el experto. No era tan estúpida para
Quería ayudar, pero quería que él viviera, quería vivir ella misma. Así que se
quedó a sus pies, mirando como la luz se reflejaba en su pelo oscuro, como kava
tostado, tan bello, incluso como su ángel vengador, brillaba.
El adoquín sobre el que apoyaba el codo se astilló, clavando fragmentos de
roca en su piel. Ella apenas dio un grito de dolor, pero pasó a través de su sistema,
no obstante.
Momentos más tarde, él dijo su nombre, llevándola del brazo a su lado
mientras ella luchaba por ponerse de pie. Él no la arrastró, simplemente la sostuvo
con un brazo, mientras disparaba con el otro, mientras giraban una esquina y Julián
salía, tirando de ellos dentro del edificio y cerrando la puerta a su paso. Si no
hubiera estado tan aterrorizada, la gallardía pura y la habilidad que él mostraba la
hubieran impresionado.
El silencio se instaló y fue ensordecedor después del caos de fuera.
Daniel la dejó en un rincón, acariciándola, sosteniendo su mano
ensangrentada, como si lo hubiera hecho a propósito.
—¿Estás bien? ¿Recibiste algún disparó? ¡Dímelo ahora mismo!
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
no entender que cuando un experto te daba instrucciones, las obedecías.
267
El Club de las Excomulgadas
—Yo… yo no lo creo.
—¡Sangre! Carina, estás sangrando —trató de rasgar su ropa de nuevo para
mirar, pero ella le dio una palmada en las manos. Su rostro estaba calmado, él
estaba en una misión.
—La roca se astilló. Me golpeó el brazo. Tengo un corte, no un disparo.
¡Para! ¡Basta! —ella tiró de su cabello, duro, y, finalmente, él pareció oírla.
Se quedó inmóvil, parpadeando varias veces hasta que le abrió la manga con
un siseo.
—Quédate aquí. No te muevas.
—Mandón —acertó a decir, y sus hombros cedieron un poco como ella
había previsto.
Marame la miró y sonrió. Andrei estuvo de repente, de rodillas, mirándola,
con preguntas en sus ojos. Vincenz estaba cerca de las ventanas, fuera de la vista,
pero vigilando la calle. De vez en cuando, miraba a Carina, y ella le sonreía,
segura.
—Muévete —le dijo Daniel a Andrei. Él se acomodó a sus pies y comenzó a
limpiar su brazo cuando Andrei se movió hacia un lado.
Andrei quitó los pequeños fragmentos de roca de sus heridas.
Julián volvió a entrar.
—Tenemos que movernos. No están demasiado lejos, van de casa en casa.
¿Puede viajar? —indicó a Carina con la punta de su barbilla.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
¡Como si lo fuera a hacer en semejante situación!
268
El Club de las Excomulgadas
—Estoy bien. Tan sólo son algunos cortes —se levantó, y Daniel metió el
botiquín de primeros auxilios en su mochila y se lo puso al hombro, sin moverse
más allá del alcance del brazo de ella.
—¿De dónde diablos han salido? —Daniel gruñó, pareciendo tan furioso
como nunca había visto.
—Una bala alcanzó al…
Se volvió hacia ella, la furia se había ido, la dulzura la había sustituido.
Deslizó un dedo sobre su labio inferior.
—No, dulce, no eso.
salir de aquí justo ahora —Vincenz deslizó su arma de nuevo en su funda—.
Sabíamos que habría Skorpios aquí, y que la población está lo suficiente bajo su
pulgar como para querer hacer un crédito rápido y hacer a todos el favor de que
dejen de hacer estas redadas. No se les puede culpar, supongo.
Marame levantó la vista de donde había estado trabajando en su
comunicador personal.
—El portal no está lejos. Algunos de los nuestros están trabajando en una
distracción. Muelle cuarenta y dos. Papeles en regla, ya está listo para salir en
cualquier momento.
—Vámonos. Armas preparadas —Andrei asomó la cabeza por la puerta—.
Todo despejado.
Daniel la empujó hacia fuera, manteniendo su cuerpo en la parte delantera
de ella. Podían oír a los soldados a sólo una calle o así, rompiendo puertas,
gritando órdenes.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—No sé de dónde salieron los soldados, pero sé que tenemos que conseguir
269
El Club de las Excomulgadas
Una manzana más adelante pudieron ver en el portal justo a lo lejos. Lo
suficientemente cerca como para llegar en una carrera, si tenían una oportunidad
clara.
—Sígueme —Daniel puso una mano sobre su mejilla—. No dejaré que te
pase nada.
—Lo sé.
Pareció satisfecho con esa respuesta, ya que se detuvo en una esquina.
—Los soldados están llenando las calles —Marame corrió hacia ellos.
—Correr. Dispararle a todo lo que se interponga en el camino —con eso,
Era curioso cómo el mundo parecía estar en la parte posterior de un hombre
cuando una chica estaba al revés. Muy bien, su trasero estaba en su vista, y era un
trasero muy bueno, se dio cuenta no por primera vez. Otros traseros eran atractivos,
lo sabía, pero a éste lo había tenido en sus manos, impulsándole adelante, más
profundo, mientras la había follado. Este era de ella.
—Ya vienen —gritó ella, aguantando y tratando de no obstaculizar ninguno
de sus movimientos.
Los soldados corrían detrás de ellos, rápido, gritando en sus comunicadores
de muñeca y para que se detuvieran. Las calles que estaban cerca del portal estaban
cerradas a los vehículos y al tráfico, a excepción de los tranvías que iban desde el
portal a la parte de la ciudad donde los visitantes podían encontrar alojamiento y
viajes al ’Verse.
Vio los uniformes y supo que eran su gente, Skorpios mezclados con
soldados de élite de todo el Imperio. Lo sabía, incluso mientras ella levantaba el
brazo y les disparaba. Lo supo, incluso cuando uno de ellos cayó, con una flor de
sangre en el pecho. Sabía que nunca había sido su pueblo, sabía que eran las
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Daniel se dobló, lanzándola hacia arriba y sobre su hombro y echó a correr.
270
El Club de las Excomulgadas
herramientas de su padre con las que mutilaba a los demás y los torturaba para
mantener a la población controlada.
Arriba en las empinadas escaleras hacia el privado y elegante transporte que
necesitan para salir de Imperio y hacia el Edge, un paso más, un paso más seguros.
En la parte superior, Andrei tenía las puertas abiertas, y Carina ni siquiera
tuvo tiempo de objetar cuando Daniel se la tiró a él. ¡La tiró a él! Andrei le atrapó
con una sonrisa y la ladeó rápidamente en posición vertical, inclinándola a través
de la puerta para que pudiera aterrizar sobre sus pies.
—Sé cómo arrancar la nave —ella gritó, avanzando hacia la cubierta de
vuelo. Gracias a los dioses por la paranoia de su padre. Nunca había confiado en
medios de transporte por él. Al final, había estado convencido de que era impropio
de su hija, hacer un trabajo manual, y la había detenido, pero todo el tiempo que
había pasado en el asiento del operador en sus transportes volvió mientras se
deslizaba en la silla y comenzaba a calentar la nave para deslizarla en el portal.
—Avisadme cuando todo el mundo haya entrado. Tengo luz verde para la
salida —gritó por encima de los sonidos de la batalla detrás de ella.
—¡Vamos! ¡Ahora!
—El cinturón de seguridad —de repente, Daniel estuvo a su lado, atándola a
su asiento, mientras se acomodaba en otro de los asientos de nuevo.
Ella oyó el portazo, y el panel se iluminó todo en verde, indicando que
habían logrado sellarse y que era seguro irse. Apretó el botón para liberar las
abrazaderas que los sujetaban a la base, murmurando una breve oración por su
seguridad y apretó el acelerador.
—Todos bien —Vincenz se dejó caer en un banco cercano—. ¿Ambos estáis
sanos y salvos?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
sus capitanes de transporte, por lo que había sido entrenada para tripular sus
271
El Club de las Excomulgadas
Daniel se levantó.
—Tengo un blaster quemándome en mi pantorrilla. Tengo que ir a limpiarla
y poner un poco de gel sobre ella.
Carina se volvió y vio el caos sangriento en su pierna.
—¡Tú tonto del culo! ¿Por qué no lo dijiste? ¿Cuánto tiempo hace que tienes
eso?
Él envió una sonrisa de suficiencia en su dirección.
—Hey, no soy un tonto —el beso que él le presionó en sus labios hizo que el
alivio la recorriera—. No es la primera vez que me hieren en el trabajo, cariño.
que estamos a salvo, puedo tomarme mi tiempo e incluso dejar que el gel haga su
trabajo. Si tuviéramos que volver allí, tendría que caminar sobre ella antes de que
pudiera arreglarlo.
—¿Se supone que esto me hace sentir mejor? —le preguntó después de
establecer los marcadores de navegación.
—Sí —la besó de nuevo y volvió a desaparecer en la nave.
—Va a ser duro —Marame habló desde su lugar a la izquierda de Carina.
—¿Qué?
—Cada vez que vaya a trabajar, te preocuparás. La gente quiere hacerle
daño. Es aterrador imaginar perder a alguien que se ha convertido en parte tan
integral de tu vida como respirar.
—¿Estabas... estás con uno de tus compañeros de escuadrón, compañeros de
equipo, cómo quiera que os llaméis entre vosotros? —a Carina le gustaba Marame
y esperaba que no le respondiera que Daniel había sido suyo en algún momento.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Sucede. También significa que soy un genio en las curas del campo de batalla. Ya
272
El Club de las Excomulgadas
—Lo estuve —ella miró brevemente Andrei—. Por un tiempo.
—¿Era más fácil cuando estabas con él en un trabajo?
—A veces. O me convencí de eso. Pero el quid de la cuestión es que no lo
hace. Puedo estar allí, pero tengo un trabajo que hacer, también. Igual que tú. No
puedo imaginarme que holgazanearás como una princesa cuando regreses. Aunque
haya muchos que insistan en que hagas precisamente eso.
Con el transporte yendo de forma segura en el camino, se volvió para mirar
a Marame.
—¿Por qué la gente asume que soy una inútil?
—¿Quién se atreve? —se echó a reír, y Carina se relajó un poco—. Oh,
cariño, no quiere decir que yo espere que hagas eso. Espero que rasgues y tires de
esa mierda de tu alrededor para quedarte con Daniel. Sólo estoy diciendo lo que
puedes esperar. Si alguna vez has sido de carácter fuerte, tendrás que serlo ahora.
—¿Cómo?
—El Imperio tiene la misma actitud respecto a los Clasificados que la
Federación tiene. Eso no será una sorpresa para ti, estoy segura. Tú eres, por lo que
a muchos se refiere, como una de las personas Clasificadas más altas de la
Federación. Querrán marcarte con eso. Y hasta cierto punto, serás protegida por
ello también. Pero esa clasificación te llevará lejos de Daniel. Él no puede tener a
una princesa. Puede tener una mujer no clasificada. Como yo.
Carina se giró, mostrando sus dientes por un momento ante la idea misma.
—¿Qué diablos es eso? ¡Él no puede tenerte! Es mío, y te sacaré el corazón
del pecho si haces algún movimiento hacia él.
Marame se echó a reír, agitando una mano hacia Carina.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Marame sonrió.
273
El Club de las Excomulgadas
—Ya he terminado con los soldados, muchas gracias. Daniel es un hombre
hermoso, fuerte, leal y valiente. Es uno de los hombres más sexys que he conocido.
Pero tiene el trasero encima de su cabeza de lo enamorado que está de ti. Nunca lo
he visto mirar a nadie de la forma en que te mira. Lo que quería decir, es que
nuestro mundo está regido por Rangos. Tú lo estás, él no.
—No me importa lo que piensen los demás. Si Roman Lyons quiere la
información que llevo, tendrá que saber que no tengo planes de jugar en el mismo
tipo de sistema que me pasó por encima y me llevó a su lado para empezar.
—Roman no espera eso, por cierto. Roman casi renunció a su puesto como
cabeza del Consejo de Gobierno y de la Casa Lyons por Abbie. Abbie es ahora, lo
—¿Abbie? ¿Abbie la hermana de Daniel? ¿Está casada con Roman Lyons?
—se desplomó en su asiento. ¡Cómo podía no haberse enterado de eso!
—Estoy segura de que él no tuvo mucha oportunidad de compartirlo
contigo, sin temor a ser escuchados. Pero sí. Ella te va a adorar, por cierto. Sólo
confía en ella, te protegerá de aquellos que quieren empujarte a la bonita caja de los
Clasificados.
A la vuelta a la esquina, Daniel había vendado su pantorrilla, echándose el
gel de curación especial para quemaduras de blaster. Los nanocitos15 podrían
eliminar la carne muerta y quemada, y sustituirla por una piel fresca, curada, y por
tejido. Era algo similar a lo que todos en los Phantom Corps llevaban con ellos, lo
que los médicos utilizaron para curar las heridas de su hermana hacía tantos años.
—¿Estás bien? —Andrei se movió en la zona común fuera de las salas de
baño comunales.
—Sí. No está mal, teniéndolo en cuenta. No son las probabilidades que me
gustan. Si hubiéramos estado sólo nosotros, lo habríamos jodido de diez maneras
15
N.T: nanorrobots de tamaño de 0,1 a 10 micrometros construidos con componentes en nanoescala o moleculares, una de sus
principales aplicaciones es en la medicina.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
que me divierte mucho, la mujer más alta en Rango de la Federación.
274
El Club de las Excomulgadas
distintas —Marame, Julián y Vincenz inclinaron la balanza. Daniel movió su
pierna para ponerla sobre una silla cercana. Quería ver a Carina, pero sus
emociones eran muy crudas en ese momento. Ella había visto la parte más oscura
de él más o menos todos los días desde que se habían conocido. Lo había visto
matar y pasar por encima de los cuerpos que se ponían en el camino. No sabía
cómo empezar a tratar con eso.
—Eso y tu furia de que nadie se atreviera a hacerle daño a Carina. Fuiste
como cinco hombres ahí afuera, Daniel. Estoy convencido de que podrías haber
hecho todo el daño tú mismo si hubieras tenido que hacerlo.
—No lo hice. Gracias a Dios —miró a Andrei.
cerrado.
—Ella hizo un gran trabajo hoy.
Daniel no pudo evitar la sonrisa ante la mención de cómo había sido ese día.
—Nuestra pequeña princesa es una gata salvaje en un rincón, ¿no? Usó su
pistola mientras corría, disparando, mientras estaba al revés —sacudió la cabeza
ante el recuerdo de ella. Estaba tan orgulloso de ella, de lo valiente e inteligente que
había sido. No se daba por vencida, escuchaba las órdenes y había salvado a todos
al tener el transporte listo para salir una vez que todos habían conseguido estar en el
interior.
—Sois muy buenos juntos —Andrei encendió un cigarrillo.
—Ella llena algo dentro de mí —apartando la oscuridad lejos, recordando
que era un humano en primer lugar—. Sé que no soy el adecuado para ella. Me
siento culpable. Tiene tantas oportunidades ahora, y si no me hago a un lado, ella
las perderá. ¿Cómo puedo hacerle eso y decirle que la amo? ¿Qué es lo que tengo
para ofrecerle de todos modos, Andrei?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Andrei se encogió de hombros, reconociendo la gratitud, y el tema quedó
275
El Club de las Excomulgadas
—Nunca pensé que fueras una niña —Andrei enarcó una ceja—. Una
versión adolescente. Retorciéndote las manos y todo. Tú la amas, Daniel, tú burro
cabeza dura, o ni siquiera estarías pensando en esas cosas. La escuchas, la respetas,
darías tu vida por ella, y no porque ella sea tu cargo. ¿En cuanto a lo que tienes
para ofrecerle? A un hombre que la adora. He oído que a las mujeres les gusta.
Daniel soltó un gruñido.
—Es Carina. ¿Quién no la adoraría? Es hermosa, inteligente, divertida,
puede disparar y conducir el transporte para escapar. En realidad, ¿cómo puede
cualquier hombre resistirse a eso?
—No cualquier hombre, tú jodido estúpido. Daniel, eres sistemáticamente el
miembro de más alto rendimiento de los cuerpos militares. Anotas más puntos,
disparas, corres más rápido, todo. ¿Por qué eres tan tonto en esto?
—Sí, me gustaría saberlo, también —Carina dio un paso en la sala,
inmediatamente hurgando en sus vendajes—. ¿Qué es esto?
Él no pudo evitar reír.
—Es gel de nanocitos para la quemadura.
—¿En serio? —Ella abrió mucho los ojos—. ¿Eso está extensamente
disponible? Eso podría salvar muchas vidas.
—Ha sido un tratamiento para un gran traumatismo desde hace algún
tiempo. Mi hermana lo tuvo cuando era una mujer joven. Se las arreglaron para
hacerlo en un tamaño de botiquín, por lo que es algo habitual en todos los equipos
de operaciones especiales y militares. Me imagino que conseguirán tenerlos en los
botiquines caseros después de esto. Es caro, pero eso sí, salva muchas vidas.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Andrei resopló.
276
El Club de las Excomulgadas
A pesar de su desconfianza innata de la autoridad, lo que era irónico dado
su trabajo, comprendía hasta qué punto muchas de las cosas que hacían las
Familias que dirigían la Federación eran buenas. Abbie sólo los haría mejorar.
—Me encantaría hablar con alguien acerca de esto cuando llegue a Ravena.
Él asintió.
—Por supuesto.
Andrei se había ido, Daniel notó mientras miraba alrededor de la
habitación.
—¿Qué era cuál? —él se lamió los labios.
Ella cruzó los brazos sobre su pecho y lo miró.
—¿Tienes hambre? Una pregunta estúpida, por supuesto que sí —hizo el
movimiento de dirigirse a la cocina, pero él le agarró la mano, tirando de ella para
que se sentara en su regazo. Cuando sus brazos la rodearon, ella suspiró y se fundió
en su contra. El mundo se sentía bien otra vez.
Ella le envió una mirada de exasperación.
—Nadie me convencerá de estar con nadie más que contigo, por lo que sólo
debes meter eso en tu dura cabeza. Sí, te espié. Oí mucho de lo que dijiste. Si me
amas, me escucharás ahora mismo. Pude haber sido virgen cuando nos conocimos,
pero no era una virgen tonta. Tengo la intención de reclamar mi derecho al Rango,
y luego tengo la intención de que te cases conmigo. Me desfloraste realmente,
después de todo.
Él tomó aliento, comenzando a discutir, pero la mirada que ella le envió le
dijo que nunca lo permitiría.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Ahora, volviendo a la pregunta original.
277
El Club de las Excomulgadas
—Será difícil para ti. Empezarán a hacer cola los hombres Clasificados
elegibles en el momento que sepan que estás en Ravena.
—Daniel, mi dulce hombre, he tenido eso toda mi vida. Si pude mantener a
mi padre fuera todo el tiempo que lo hice, creo que puedo manejar a Roman Lyons.
Quién es, según escuché, tu cuñado. Si Abbie es lo suficientemente buena para él,
tú eres tan bueno como los cielos para mí.
Sabía que Abbie insistiría en ayudar. Era su forma. Sabía, también, que una
vez que Abbie se nombrara guardiana de Carina, no importaría cuántos hombres
quisieran abrir una grieta en Carina.
—Te gustará él. Roman. Sabe lo que significa liderar de todas las mejores
a preguntarme sobre la seguridad de la tela del espacio-tiempo con vosotras dos en
el mismo ’Verse. Sólo hay un poco de testaruda y mujer mandona que un mundo
pueda soportar —le guiñó un ojo, y ella lo pellizcó.
—¡Ay! Cruel —él se frotó el sitio de su costado y luego agarró su muñeca
con suavidad—. ¿Cómo está esto?
—Está bien, está bien. Lo limpiaré dentro de un rato. Vincenz dice que este
viaje es rápido, sólo es cuestión de horas.
—Esta parte lo es, sí. Es un punto intermedio. ¿Alguna vez has estado fuera
de Imperio?
Ella sacudió la cabeza.
—Bienvenida a la Federación entonces —se levantó y con cuidado evitó
poner demasiado peso sobre su pierna. El gel estaba trabajando ya, haciendo el
dolor menos severo, pero no quería empeorar las cosas—. El punto intermedio está
en un ’Verse bastante desolado. No hay alojamiento, salvo para los trabajadores y
el personal de la estación del portal. Presentaremos los documentos allí, pero
seguiremos adelante hacia el Edge.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
maneras. Casi es lo suficientemente bueno para Abbie. Abbie es... Bueno, empiezo
278
El Club de las Excomulgadas
—¿Entonces? ¿Nos quedaremos en este transporte? —se acurrucó en él, con
el miedo claro en su voz.
—Sí, en este. Es rápido y ligero. Si lo empujamos, nos podrá llevar a Ravena
en dos días más.
—¿Así que por fin estamos a salvo?
Él se encogió de hombros.
—Tan seguros como podemos estar bajo estas circunstancias. Una vez que
lleguemos, tramitaran nuestros papeles. Eso es lo más importante. El gobierno de
esta estación de paso se supone que es independiente, pero mucha cantidad de
momentos. Juicios por traición de los miembros de las Familias. Cientos de
personas han muerto. Pagamos nuestros sobornos como todo el mundo. Esperemos
que eso sea suficiente. Si no, bueno, tendremos qué ver cómo pasamos.
—Yo confío en ti.
Él esperaba que así fuera.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
información ha pasado de los escándalos que desequilibran a la Federación en estos
279
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Dieciocho
Carina lo esperaba, acurrucada en su cómoda cama en el pequeño
dormitorio. Habían tenido problemas unas horas antes, cuando habían llegado a la
estación de punto de referencia, pero habían escuchado el presentimiento de Andrei
y se habían ocultado. Fue una buena elección, ya que habían sido abordados,
buscados, retenidos durante horas, hasta que no tuvieron más remedio que dejarles
ir.
Habían salido del portal y se dirigieron hacia el Edge tan pronto como
habían sido autorizados a partir. En ese momento, los músculos de sus piernas
estaba retorcido como una interrogación en el momento en que habían salido
atropelladamente del compartimento.
Una comida les había levantado el ánimo de todos, y luego Daniel la había
instado a descansar mientras enviaba una transmisión codificada a su comandante.
Ella había caído en el cálido nido de mantas, intercambiando su camisa por una de
las suyas.
Él la había sacudido ese día. No por las razones que él creía. Oh, ella sabía
que él pensaba que era demasiado violento para ella. ¡Como si fuera una flor
preciosa! Pero él había sido tan masculino, tan feroz y no se había detenido ante
nada hasta que no le consiguió aquel transporte. Nunca había sentido ese tipo de
atención e interés. Todas estas cosas le hacían quién era, la clase de hombre en que
ella no podía dejar de pensar, un hombre al que le confiaba su corazón y su vida.
Pero por las cosas que él había dicho, tenía la clara sensación de que pudo haber
sentido como si fuera a juzgarlo por haber matado a los hombres.
Y ella realmente juzgó; juzgó que movería montañas por ella. Por otra parte,
él lo haría, porque haría cualquier cosa por ella.
¿Cómo podía no estar enamorada de ese hombre?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
habían comenzado a sufrir calambres, y el pobre Daniel, una cabeza más alto,
280
El Club de las Excomulgadas
Sabía que tendría algunos problemas con las diferencias en su estatus social,
pero no le importaba. Ninguno de ellos tenía poder sobre ella. Los datos
codificados en ese chip eran su protección. Si no querían dejarla estar con Daniel,
ella insistiría o no les daría los datos.
Ella pudo haber odiado a su padre por muchas razones, pero había
aprendido a controlar a la gente, como manejarlos con miedo y amor, y si tenía que
jugar sucio para conseguir lo que quería, estar con el hombre con el que estaba
destinada a estar, lo haría sin sentirse culpable.
Había traído a Vincenz de nuevo a su vida. Una parte de ella vio la
diferencia en él, que era un cínico ahora, donde de niño y adolescente sabía que
había sido mucho más idealista. Pero él todavía hizo un trabajo que sabía que era
se preguntó si parte de él no estaba celoso, porque no estaba en aquellas filas.
Parecía haber una historia allí, y esperó que tuvieran la posibilidad para visitarse
mucho más de una vez que llegaran a Ravena.
Le preocupaba que no le gustara a la familia de Daniel. Preocupada por
todo tipo de cosas que sabía que no podía controlar. Esta cosa que tenía con Daniel
se sentía tan valiosa, la amenaza de perderlo acechaba en el fondo de su mente todo
el tiempo.
Pasó la lámina de su cuchillo a través de la piedra de afilar una y otra vez,
del modo que Daniel le había mostrado antes. Lo más probable era que no tendría
que usarlo ahora que estaban en territorio de la Federación, pero una chica siempre
debería tener un cuchillo afilado.
Se rio en voz alta de lo mucho que su vida había cambiado en tan poco
tiempo y, a su vez, lo mucho que le había satisfecho. ¿Quería hacer esto todo el
tiempo? ¡Siete infiernos, no! No podía imaginar cómo Daniel manejaba todo el
miedo y la preocupación con tanta calma. Pero a ella le gustaba la idea de que
podía protegerse a sí misma. Lo sabía ahora. Antes, ella había tenido un
entrenamiento, pero no pruebas reales. Y tenía un hombre, un hombre y amor.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
importante, y por toda su conversación sobre los Phantom Corps siendo diferentes,
281
El Club de las Excomulgadas
Había dado un salto y había sido aterrorizador, todavía lo era muchas veces todos
los días. Pero había sobrevivido y había continuado. Eso era algo para estar
orgullosa.
Algún tiempo después, la puerta se abrió y él entró, el pelo todavía mojado
del baño, la piel perfumada con el jabón que había usado. Una toalla envuelta baja
en sus caderas, dejándola sin aliento porque sabía lo que había debajo.
—¿Anduviste por el transporte de esa manera? —preguntó, sonriendo
cuando él tiró la toalla a un lado y se subió a la cama con ella.
—Sólo desde la ducha hasta aquí. Nadie me vio. Andrei ha visto todo antes,
y Marame está demasiado ocupada discutiendo con Vincenz sobre el mejor tipo de
Ella se puso encima de él.
—Nadie está demasiado ocupado para notar tu toalla, Daniel. Es una muy
impresionante... toalla.
—Te agradezco la protección de mi honor.
Tenía una sonrisa tan sexy. Esto envió temblores a través de su cuerpo
mientras se balanceaba contra de su polla. Ellos encajan muy bien, perfectamente.
Siempre había tenido curiosidad sobre el sexo, se había escondido por ahí para
mirar lo que podía, pero nunca había imaginado que tan extremadamente intenso
podría ser, y no sólo el acto físico real, mientras se estaba realizando. Él la
hipnotizaba, la encantaba, se había convertido en algo esencial para ella, y adoraba
eso.
—Quítate las bragas —casi ronroneó mientras tocaba con las suaves yemas
de sus dedos sobre las vendas en el brazo de ella.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
munición para blasters para darse cuenta de mi toalla.
282
El Club de las Excomulgadas
—Eres tan irresistible —sonrió, inclinándose para besarlo. Cuando se dobló
para hacer eso, él aprovechó la oportunidad para agarrar la cintura de la camisa de
ella, o la suya propia, y la sacó sobre su cabeza—. Y astuto.
—Mi madre me dice eso todo el tiempo. Por lo general después de que haya
hecho desaparecer un pastel o dos. Hornea cuando está preocupada, feliz o triste.
Es todo tan bueno. Tienes las bragas puestas aún, Carina.
—Mías. Inicio de la clase para ti —se meció, burlándose de él, hasta que
simplemente él las rasgó por la mitad, exponiendo su coño a su polla. Ambos
dejaron escapar un gemido desigual cuando él hizo contacto con su piel desnuda.
—Estás tan húmeda. Podría deslizarme en ti ahora mismo —bromeó en
—¿Y por qué no estás haciendo eso?
—Porque molestarte es muy divertido.
—¿Lo es? —ella se deslizó hacia abajo, colocándose entre sus piernas. Su
pene estaba duro, y se limitó a tomarse su tiempo para observarlo, para frotar su
mejilla desde sus pelotas hasta el glande. Fue cuando decidió lamer a través de la
gota que ya había en la ranura que los estremeció a ambos con un gemido de
placer.
Él sabía tan bien.
Usando sus manos y su boca, comenzó un ritmo, lamiendo alrededor de la
corona, y luego chupándolo todo lo que podía antes de retirarse de nuevo. Sabía
que algunas mujeres desdeñaban este acto, pero ella no parecía tener suficiente de
él, de su sabor. Era masculino, salado y picante.
Él trató de contenerse; ella sintió el temblor de sus músculos.
—No te contengas conmigo, Daniel.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
torno a su entrada, empujando un poco y retirándose.
283
El Club de las Excomulgadas
Él gimió, su cabeza golpeó de un lado a otro brevemente.
—¿Te gusta esto? —preguntó, lamiendo la cabeza, mientras sus ojos estaban
clavados en los suyos.
—Demonios, sí. ¿Qué buscas? ¿Gemidos? ¿Qué ruegue?
—¿Podría hacerte rogar? ¿En serio?
Su rostro perdió su tensión mientras sonreía y luego se echó a reír.
—Carina, no hay nadie como tú. En ningún lugar, nunca. Por favor, por
favor, chúpame la polla.
Esta vez, cuando él se acercó y trató de tirarla de espaldas, ella se negó a
moverse.
—Voy a correrme. Déjame estar dentro de ti cuando lo haga.
—Lo harás. Primero en mi boca, y luego en mi... coño. Quiero esto, Daniel,
por favor.
Su gemido era desesperado, y dejó de tratar de detenerla. En cambio hizo
rodar sus caderas, encontrándola cuando ella movió su boca abajo sobre él. No
demasiado pero lo suficiente para que la necesidad de ella se elevara también.
Cuando se corrió, probó su esencia, lo que él era para ella. Sorprendiéndose
de que podía evocar una respuesta en un hombre.
—Dame unos minutos. Una vez que me recupere, te devolveré el favor, y
luego vamos a follar.
Ella subió, encajando en aquel lugar contra su cuerpo, su cabeza apoyada
sobre su hombro.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Por supuesto. No puedo decir no a una petición tan encantadora.
284
El Club de las Excomulgadas
—Entonces, ¿estuve bien?
Él se echó a reír.
—Cielo, estuviste más que bien. Estuviste perfecta.
—Bien —tonto, lo segura que se sentía contra él en este momento. Pero ella
lo estaba—. Así que, ¿fuiste capaz de hacer llegar el mensaje a tu jefe?
—Sí. También envié una breve nota a mi hermana diciéndole que esperara
una invitada en su casa por un tiempo cuando tú llegues.
—¡Estaré contigo! ¿Vas a hacer esto siempre? Estás siendo injusto. Dices que
Tuvo la audacia de hacer rodar los ojos hacia ella.
—Deja de sacar conclusiones, por el amor de Dios.
—¿Qué otra cosa puedo hacer cuando subes estas barreras entre nosotros
cada vez que tienes la oportunidad?
Su suspiro fue casi un gruñido.
—Cuando lleguemos, serás alejada de mí al instante. No les importa que
quieras que yo esté allí. Van a estar pendientes de salvar a los ciudadanos de la
Federación de más guerra y derramamiento de sangre. Cuando me comuniqué, me
enteré de que hubo dos ataques más, esta vez con agentes biológicos. Faelene ha
sido puesto en cuarentena, su ciudadanía enormemente afectada por una
enfermedad que erradicaron, o pensaban que lo habían hecho, hace varias
generaciones en la Tierra, una enfermedad llamada disentería. Esto hizo el agua
imbebible. Los ancianos y los niños fueron los más afectados. Es una enfermedad
simple y devastadora que acarreó a la población problemas intestinales y
deshidratación. Tienen equipos allí ahora, tratando a los enfermos, limpiando el
agua, haciéndose cargo de los muertos.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
quieres estar conmigo, y luego me endilgas a cualquiera.
285
El Club de las Excomulgadas
Ella se sentó, con las manos sobre su boca.
—¿Mi padre hizo esto?
—Tenemos razones para creer que sí. Así que cuando lleguemos, tendré que
irme, y seré interrogado, lo cual puede tomar un tiempo. Ellos usarán escáneres
para ver lo que vi, además de recoger todas las imágenes —debió haber visto el
pánico en su rostro—. No, esto no será filtrado. Nadie más que el operador de
exploración lo verá. Es su trabajo, que los datos sean borrados de inmediato —con
la mano trazó una línea por su cuello, y ella se relajó un poco—. También serás
interrogada y te llevarán a un lugar donde puedan acceder a los datos sin hacerte
daño. Puedo ser enviado a otra misión, dependiendo de lo que encuentren. Sólo
quiero que estés a salvo y con la gente que confío, mientras yo no esté. Parte de mi
quiero estar contigo. Nada de eso cambia el hecho de que cuando llegues allí,
cuando las cosas se hayan calmado y una especie de rutina se establezca, podrías
cambiar de opinión. No puedo rechazar enfrentarme a la realidad porque tú no lo
quieras.
—Mira, me convenciste excepto cuando dijiste las últimas frases. ¿Por qué
todo el mundo hace eso? ¡Como si yo fuese tan superficial que me alejaría de ti una
vez que vea cosas brillantes y hombres Clasificados!
—Alguien debería haberme hablado sobre esa cosa de que “las mujeres son
un gran dolor en el culo” antes de que me enamorara de ti —él suspiró, y durante
unos momentos ella contempló la idea de patearlo.
—Estoy segura de que no soy tu primera mujer, Daniel. Estoy segura de que
las de antes tenían atributos femeninos —sin embargo, no se perdió el comentario
sobre enamorarse de ella, y se calentó antes de que ella se diera cuenta y separara,
endureciendo su resolución.
Él resopló entonces.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
trabajo consiste en que me vaya, te lo dije. Nada de eso cambia lo mucho que
286
El Club de las Excomulgadas
—Quita esa mirada de tu cara, Carina. Imagínate congelada de esa manera,
y toda tu vida a partir de ahora la gente podría pensar que acabas de comer algo
amargo, o alguien a punto de sermonearte acerca de tu religión.
¡Oh, él y aquel humor! Trató de no reflejar nada, no sonreír, pero no pudo.
—Cállate. Estás haciendo que parezca que soy un bicho raro o algo así.
—¿Sabías que el término monstruo vino de la Tierra? Solía haber estos
espectáculos itinerantes, y empleaban a personas con diversos defectos físicos para
entretener a las multitudes. Ellos fueron llamados monstruos.
Se quedó inmóvil, mirándolo, al verse de nuevo desarmada y encantada. Él
—¿Por qué haces eso? Estoy dispuesta a enfadarme contigo, y haces eso, y
yo no puedo enojarme porque eres encantador y divertido, y maldita sea.
—Lo olvidaste por completo. Tú sabes que tengo razón. No estoy tratando
de alejarte, tú exasperantemente hermoso dolor en mi culo. Estoy tratando de
decirte lo que puedes esperar. Estoy tratando de estar seguro de que estarás a salvo
y en un lugar donde puedas soportar todo esto. Tu suposición es incorrecta.
Bueno, tal vez era un poco de presunción por parte ella. Pero si pensaba que
iba a aguantar más de estas tonterías de que él no era el adecuado para ella, estaba
equivocado. Era muy dulce de su parte cuidar de ella, sin embargo.
—Le he pedido a Abbie que te represente, o al menos que sea tu abogado
durante el proceso. Wilhelm es un buen hombre, pero tiene un trabajo, un trabajo
que está primero que todo lo demás. Roman te mantendrá a salvo, pero es Abbie
quien abogará por ti. Todos tienen miedo de ella, lo que te será muy útil. De todos
modos, viven en un complejo. Me imagino que estarás como en casa con la
inmensidad del lugar y los jardines.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
era una amenaza.
287
El Club de las Excomulgadas
Ella puso mala cara; lo sabía, pero no quería estar con nadie más, quería
estar con él. Punto.
—Si tengo que salir a otra misión, estaré más tranquilo al saber que las
personas más poderosas de la Federación están de tu lado y te protegerán. Cuando
haya terminado con el trabajo y una vez que te eximan del interrogatorio, podemos
hablar acerca de dónde vivir. Tengo un piso, pero no es un lugar para una pareja.
Ella frunció el ceño, y él se rio. El temor de que hubiera estado tratando de
endilgarla a alguien más pasó, y se frotó contra él descaradamente.
—Veo que te sientes mejor ahora —la giró y se puso arriba—. ¿Voy a
Ella asintió con entusiasmo, y ambos se rieron.
Su boca en su vientre estaba caliente y húmeda. Pero eso no era lo que
quería.
—Espera. Tengo algo que necesito más que esto.
—¿Y qué es eso, cielo? —él acarició su vientre, enviando placer deslizándose
a través de ella lo suficiente como para casi olvidar lo que estaba a punto de decir.
—¡Encima! Ponte sobre tu espalda.
Él sonrió y se giró. Ella se cernía sobre él, absorbiendo lo increíblemente
hermoso que era. Todo fuerza y coraje, y era suyo.
—Tú eres mi recompensa. Lo he decidido —dijo ella.
Se instaló a horcajadas sobre su regazo.
Él tragó saliva, su polla endureciéndose contra su coño mientras ella se
frotaba sobre él.
—¿Cómo es eso?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
comerte el coño, entonces? ¿Hacer que te corras tan fuerte que grites mi nombre?
288
El Club de las Excomulgadas
—Bueno, quiero decir, dejé mucho tras de mí. Hartley Alem en realidad me
agarró el pecho cuando se creía que iba a ser el destinado para librarme de mi
virginidad.
Daniel se puso tenso, mostrando los dientes.
—No lamento que haya muerto. Aunque no creo ni por un momento en que
él fuera parte de alguna conspiración para sacarme de Imperio.
Daniel se encogió de hombros, pero no dijo nada. Sabía algo, ella se dio
cuenta.
—¿Quieres opinar sobre el asunto? —arqueó una ceja ante él.
—Grr —se levantó un poco, agarrándolo por la base y guiándolo
directamente a su cuerpo mientras ella descendía.
—Por los dulces niveles del cielo, es tan bueno.
El poder de hacerlo sentir bien rodaba sobre ella. Que un hombre como él se
hubiera sentido atraído, no, que la encontrara irresistible, que la deseara tanto
como claramente lo hacía, la hizo sentirse como una reina.
—Móntame entonces, Carina.
Ella se apoyó, descansando su peso sobre los bíceps de él, cuando comenzó
a subir y bajar sobre su polla. Cada vez que lo tenía todo dentro, ella giraba las
caderas, sorprendiendo a los dos con lo bien que se sentía.
Cuerpo a cuerpo, corazón y mente interconectados. Esto era todo lo que el
sexo podía ser y más.
—Estoy echada a perder —ella se sentó, arqueando la espalda para llevarlo
más profundos.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Prefiero follarte.
289
El Club de las Excomulgadas
—¿Cómo es eso? —dijo él con voz ronca.
—¡Tú, por supuesto! Mírate. Mi primera experiencia es mejor de lo que
jamás podría haber pedido. Me has arruinado para todos los demás.
Él se echó a reír.
—Es bueno saberlo.
Ella podía ver el esfuerzo de sus músculos, el esfuerzo para dejarla a cargo
del ritmo. Lo apreció mucho y en secreto le encantaba poner a prueba su control.
—Dime algo. Enséñame.
—Tonterías. Eres un hombre resistente, duro. Fuerte y en forma. Enséñame
algo sobre el sexo.
—Creo que eso era lo que estaba haciendo. Aunque, para ser honesto, lo
estás haciendo más que bien en ese aspecto.
Ella le sonrió, haciéndolo reír.
—He notado que te gusta esto —ella presionó hasta el fondo, meneando sus
caderas con él profundamente en su interior.
—Sí —Jadeó—. Eso funciona. Si deseas continuar matándome, trata de
apretar tus músculos internos.
—¡Oh! Eso no se me había ocurrido en absoluto —Lo hizo, y él gimió,
sosteniéndola en su lugar antes de deslizar sus palmas hacia arriba de la caja
torácica y ahuecar sus pechos. La sonrisa que él lucía le dijo que habían participado
en un juego para ver quién podía volver al otro más loco.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Me vas a matar —musitó, el sudor brillando en su pecho.
290
El Club de las Excomulgadas
—Veamos aquí —dijo perezosamente, una mano trazando hasta su vientre,
sus dedos extendiendo su coño abierto—. Tan solitario ahí, todo brillante y
mojado.
Cuando deslizó la punta de los dedos sobre su clítoris, dando vueltas y
vueltas, aumentando la presión, sabía que él estaba ganando.
La risa la sacudió, y él trató de fruncir el ceño.
—¿Qué? Ya que estamos aprendiendo cosas y eso, reírse de un hombre
cuando está tratando de hacer que te corras se considera de mala educación.
—Me estaba riendo —su respiración se detuvo ahora, cuando él la atrajo
en cualquier caso, gano yo.
—Está bien, entonces —sonrió e hizo algunos secretos movimientos de
agente especial en su clítoris, y ella se disparó en un orgasmo tan fuerte que
probablemente sacó sangre cuando sus uñas se clavaron en los brazos de Daniel,
sobre los que había estado colgada. Con él dentro de ella, se sentía diferente, el
orgasmo era más grande, más intenso. Se sentía como si nunca fuera a detenerse
mientras arqueaba la espalda para conseguir más.
Él dejó escapar un gemido desigual y eyaculó profundo en su interior. Ella
sentía cada espasmo de su polla mientras él se corría.
—Siempre supe que me gustaba la escuela —murmuró ella y cayó a su lado.
Él se rio entre dientes, sosteniéndola, mientras ambos se rendían al sueño.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
hacia el clímax—, acerca de cómo estabas ganando, y entonces me acordé de que
291
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Diecinueve
—Ya casi estamos en Ravena —Daniel se paseó, preocupado por el futuro.
—Abbie y Roman van a venir a encontrarnos en el transporte. Ella se
encargará de Carina, ya lo sabes —Marame dio unas palmaditas en su brazo.
—Voy a estar aquí un tiempo, para ayudar a su transición, también —
Vincenz habló desde su lugar en la mesa donde estudiaba minuciosamente algunos
informes recientes de violencia en la frontera.
—¡Yo no necesito que me cuiden! Soy una adulta. Lo que necesito es a
Daniel miró a Carina.
—Podrían decidir qué estás mintiéndoles y encerrarte, o peor aún, enviarte
de vuelta. No tomes esto a la ligera, Carina.
—¿Por qué harían eso? Daniel, estoy ayudándolos —Carina se sentó cerca,
su mirada iba sólo a él de vez en cuando—. No le hicieron eso a Vincenz.
—No confiaron en mí durante mucho tiempo. No de cualquier manera. Fue
Ellis y su apoyo el que me ayudó mucho. No le des problemas a Daniel, Carina,
este es su mundo. Mi mundo ahora. Infiernos, tu mundo, pero esto es política. Tú
lo sabes. No dejes al amor nublar tu cerebro. Eres inteligente; necesitarás esas
habilidades.
Vincenz miró a su hermana, y Daniel se dio cuenta en ese momento lo
mucho que había querido que lo aprobara, no como soldado, aunque lo apreciaba,
sino como un buen partido para su hermana.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Daniel, y que no se vaya a otra misión tan rápido después de que lleguemos.
292
El Club de las Excomulgadas
—La política a veces toma malas decisiones —Daniel estaba volviéndose
loco imaginando todos los posibles resultados. A pesar de que se fiaba de Wilhelm
y Roman, y sabía que su posición la protegería, era imposible no estar preocupado.
Wilhelm dedujo que había algo más de preparación, y necesita ocuparse de
ello. Si es posible, asignaría a uno de sus equipos a ello y permanecería en Ravena
con Carina.
—Si creyeras eso, no me estarías llevando directamente a ellos.
—Él no quiere que seas racional, cariño. Él es un macho grande, protector, y
tiene que dejar de lado el control sobre lo que significa más para él que cualquier
otra cosa en el mundo. Vuelve a los hombres locos tener que hacer esto. Se ponen
trabajo. Él nos protege a todos: yo, el resto de nuestros equipos, la Federación. El
más protector, mandón y controlador que he conocido —Marame, claramente
divertida, hizo un guiño a Carina, que se echó a reír.
—Oh. No había pensado en ello, pero tienes razón —Carina le guiñó un ojo.
Daniel suspiró, tratando de no divertirse con aquella broma femenina y casi
fallando.
—¿Vosotras dos habéis terminado de burlaros de mí y de mis
preocupaciones?
Ella frunció el ceño un momento y luego se movió hacia él, abriéndose paso
en su regazo, con lo cual él estuvo seguro que esto hizo risible su reputación como
líder fuerte. Pero cuando ella lo hizo, no pudo recordar por qué le importaba.
La quería. Todo lo que él podría ser con ella, surgió desde lo más profundo
de él, afianzándose con una entereza tan poderosa que momentáneamente se sintió
sacudido. Nunca se había permitido a sí mismo desear así, con esa ferocidad que
era completamente nueva.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
mucho más miedosos e irracionales de estas cosas que las mujeres. También es su
293
El Club de las Excomulgadas
Se dio cuenta, mientras enterraba el rostro en su pelo, que la había querido
antes, pero no había esperado que se quedara, una parte de él se había contenido
para prepararse para lo inevitable cuando ella se alejara. Y ahora, con ella allí en
contra de él de esa manera, no había vuelta atrás.
Ella inclinó la cabeza hacia atrás y entonces rápidamente se acercó para
besar su nariz. Dioses.
—Te amo —dijo ella, mientras él la inhalaba, esta mujer lo había
desarmado, y nunca sería capaz de negarle nada. Llegó a él de una manera que
nadie más podía.
—Voy a hacer todo lo posible para acompañarte a las oficinas de Wilhelm,
Ella ladeó la cabeza.
—Daniel, me encanta lo protector que eres. Es abrumador y halagador, y me
haces sentir tan femenina. Si tú confías en Wilhelm Ellis y Vincenz confía en él,
entonces es digno de confianza —incorporándose, se trasladó al asiento junto a él.
Alargó la mano para acariciar con el pulgar sobre la línea del ceño entre sus ojos—.
No puedes hacer todo por mí. Viví en la corte de Ciro Fardelle toda mi vida. Tuve
que mantener mi cara en blanco mientras las personas eran ejecutadas muy cerca
de donde estaba sentada salpicando sangre por toda mi ropa. Soy una adulta que
puede manejarse bastante bien cuando lo necesita.
—Aquí vamos —vociferó Julián desde la cubierta, donde dirigía el
transporte a través del proceso de acoplamiento del extenso portal a Ravena.
—Estaré muy contenta de dormir en mi propia cama —dijo Marame —.
Sois geniales y todo eso, pero es como el segundo del último día de un viaje de
vuelta a casa para ver a tu familia en vacaciones. ¿Sabes?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
donde serás interrogada. No tengas miedo.
294
El Club de las Excomulgadas
La risa del grupo aligeró el humor un poco, pero el tirón en su estómago
cuando les habían autorizado le recordó que él ahora tenía algo importante. Y algo
importante que perder.
No quería que él lo supiera, ya estaba bastante preocupado, pero Carina
estaba asustada. Asustada de que ellos hicieran exactamente lo que a él le
preocupaba. Estaría a Universos de distancia en una casa cerrada para ella de todos
modos. A la deriva sin nadie con quien ir.
De pie, con la mano de él en la parte baja de su espalda, esperó justo dentro
de las puertas de transporte a que Roman Lyons entrara.
En vez de un hombre, lo que se lanzó dentro fue una mujer, pequeña, con el
—¡Daniel! ¡Fuiste a territorio enemigo! ¿Sin decirme nada?
Daniel frunció el ceño por un largo momento y luego se relajó con una
sonrisa. Se agachó, abrazando y besando a su hermana en cada mejilla. Cuando él
se echó hacia atrás, colocó su mano sobre su abdomen, por un breve momento. El
corazón de Carina se derritió un poco más, sabiendo que probablemente ni siquiera
se había dado cuenta que había saludado al bebé en el vientre de su hermana,
también.
Daniel miró al hombre que se encontraba justo al otro lado de Abbie, el
hombre que miraba a la hermana de Daniel con tanto amor. Carina casi se sentía
como si hubiera caído en su dormitorio durante un momento íntimo.
—Te dije que sería conveniente mantener esa información en una carpeta en
la que ciertas personas no pudieran verla.
—Me temo que esto es mi culpa.
Carina miró hacia arriba, y luego un poco más hasta que se encontró con el
hermoso e imponente rostro del hombre que había hablado.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
pelo negro como su hermano.
295
El Club de las Excomulgadas
Él hizo una profunda reverencia, sorprendiéndola con su gracia innata.
—Sra. Fardelle, por favor acepte mi bienvenida al territorio de la Federación
y a Ravena. Soy el comandante Wilhelm Ellis, y es un gran placer para mí
conocerla.
Ella se ruborizó cuando él le besó los nudillos.
—Muy bien, entonces, ¿no deberíamos irnos? No me gusta estar tan
expuesto —Argumentó Daniel.
La mirada afilada de Abbie se centró en su hermano por un momento y
volvió a Carina, la especulación en su mirada.
Eso significa que los voy a mantener en el lado correcto de la ley y de tus
necesidades tanto como me sea posible. ¿Aceptas mi representación?
Daniel se acercó brevemente y le deslizó una mano por los hombros.
—Sí, gracias —Carina no sabía lo que debía hacer, pero esperaba que fuera
suficiente.
Abbie perdió su manera formal entonces, y le dio una sonrisa genuina.
—Ahora que eso está aclarado, soy Abbie, la hermana de Daniel. Te
quedarás con nosotros durante el tiempo que quieras o necesites.
Carina parpadeó, agradecida y satisfecha, pero también seguía sintiéndose
infeliz ya que esto significaba que Daniel no estaría con ella.
—Me gustaría estar donde esté Daniel. Agradezco tu oferta, lo hago, pero
quiero estar donde él esté justo enfrente de ello. Quería que todos supieran cuál era
la situación entre ella y Daniel, para que no hubiera ninguna de esas tonterías sobre
el Rango.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Soy Abigail Haws Lyons. Oficialmente, estoy aquí como tu representante.
296
El Club de las Excomulgadas
El área se quedó repentinamente muy silenciosa por un momento.
Daniel empezó a hablar otra vez hasta que el otro hombre se adelantó.
—Me temo que Daniel tiene trabajo que hacer fuera del ’Verse en breve. Soy
Roman Lyons. Te estamos agradecidos por este servicio y te ofrecemos asilo.
—Gracias —lo apreciaba, y hubiera sido descortés no responder, pero ahora
tenía otras cosas que decir—. ¿Por qué no puede alguien más hacer ese trabajo? Él
no puede ser el único que tiene las habilidades para hacerlo. Lo necesito aquí.
Arriesgó su vida y salvó la mía en múltiples ocasiones. Parece una tontería enviarlo
lejos cuando es el hombre que hizo que mi presencia aquí fuera posible.
Daniel habló en voz baja a Ellis, quien asintió con la cabeza agitadamente.
—Vamos a pasar esta conversación a un lugar más seguro —dijo Ellis antes
de volverse a Roman—. Señor, nos pusimos de acuerdo que esto sería un
intercambio muy corto, si recuerdas, después de que yo expresé mi sincera y firme
objeción a que tú y a tu esposa vinierais. Hay varios objetivos principales en este
transporte.
Roman miró a Carina cuidadosamente, y Daniel gruñó.
—Le solicitamos opinión todo el tiempo, sabes —Abbie apretó la mano de
Carina con complicidad.
—Moveros ahora —dijo Daniel con fuerza.
—Mi guardia se encuentra fuera también —dijo Ellis.
Daniel hizo señas con los dedos a algunos, y tomaron sus lugares en torno a
Abbie, Roman y Carina. El estado de ánimo se hizo más solemne cuando se
abrieron las puertas y comenzó la caminata por un conjunto de escalones a otra
plataforma.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Señor, esta zona está expuesta. En realidad, deberíamos estar saliendo —
297
El Club de las Excomulgadas
¡Ella quería ver el exterior! Durante todo este tiempo se había formado una
idea de Ravena, principalmente a través de los recuerdos y puntos de vista de otras
personas, y quería ver si podía emparejarse a esos relatos.
Daniel quería estar junto a Carina, pero sabía que Marame era mucho más
que capaz. Se mantuvo vigilante, tratando de identificar cualquier cosa fuera de
lugar entre la muchedumbre, mientras miles de personas se arremolinaban,
llegando y marchándose. La carga se movía a lo largo de una rampa justo por
debajo de los viajeros. Los vendedores vendían sus productos, los niños jugaban en
la salida para el despegue, para que sus padres fueran capaces de manejar cualquier
carga.
La energía del portal pasó a lo largo de la piel de Daniel, mientras
Universos Federados este era el que más tenía para ofrecer. No sólo esta ciudad
portal, sino Ravena en sí misma. ¿Le gustarían a ella también los aromas de las
brochetas picantes que flotaban encima de las carretillas? Ellos eran tan diferentes,
pensó, no por primera vez.
La alarma erizó la parte posterior de su cuello, y se dio vuelta, mirando a
través del visor de su arma, lo vio en la rampa de carga, un hombre sacando algo de
una caja, y apuntando un cohete en su dirección.
—¡Abajo! —Gritó. Su comunicador personal registró la orden, y los
guardias de Ellis comenzaron a desplegarse en la plataforma de abajo.
La explosión ocurrió cuando se lanzó sobre Roman, todavía gritando
órdenes a los soldados para detener al tirador y su ubicación. A su otro lado, Ellis
se inclinó sobre Abbie. Armas de fuego sonaban mientras él mismo se empujó hasta
conseguir un vistazo. Informes sonaban en su comunicador: el tirador estaba
muerto, el área asegurada.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
continuaba moviéndose. Se preguntó qué pensaría Carina de este lugar. De los
298
El Club de las Excomulgadas
Un equipo médico se acercó, y Daniel giró, el nombre de ella en sus labios
mientras revisaba sobre Roman para ver si había heridos. Roman no estaba por
ello, empujó a Ellis a un lado para llegar a Abbie.
—Carina —gritó. Detrás de donde ellos habían estado de pie era una
carnicería total. Vincenz dio un tirón para ponerse de pie con la ayuda de un
médico. Su brazo parecía estar roto, la ropa parcialmente quemada.
Julian sacó a un soldado fuera de una pila de cadáveres. Daniel saltó por
encima de los escombros para llegar a ellos. Carina estaba allí.
Comenzó a rezar en su cabeza. Pudo haber sido en voz alta, no lo sabía. No
podía haber muerto, no después de todo lo que habían pasado para traerla hasta
hombres.
—¡Marame, joder, joder! —dijo Julian, el shock en su voz. Daniel dio un
paso entre los escombros. Vio lo que le pasó a Marame. La pena lo golpeó hasta la
médula.
Fue entonces cuando Daniel vio el cabello claro. Algo la inmovilizó en su
lugar, y él dio un salto hacia adelante para ayudar. El alivio se precipitó a través de
él mientras ella se sentaba lentamente, pareciendo ilesa.
—¿Marame? —Carina se inclinó hacia delante cuando Daniel la atrajo hacia
sí.
—Se ha ido —murmuró él.
—Ella me empujó fuera del camino —las lágrimas rodaban por las mejillas
de Carina mientras él la sostuvo—. Gritaste, y ella se dio la vuelta y me empujó
hacia atrás, hacia la puerta. Me salvó.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
aquí. Sus manos comenzaron a temblar cuando continuó dando órdenes a sus
299
El Club de las Excomulgadas
—Tenemos que sacarla de aquí y llevarla a un lugar seguro, Daniel —dijo
Vincenz, con el brazo en un cabestrillo temporal—. No sabemos si tienen otra
emboscada preparada.
Daniel había conocido a Marame durante mucho tiempo. Su equipo, su vida
no sería lo mismo sin ella.
—Julian, quédate aquí con ella. ¿Puedes hacer eso? —sabía que Julian y
Marame eran tan cercanos como hermanos. Julian mantendría su cuerpo a salvo,
se ocuparía de su retirada y de contactar con su familia. Eso le ayudaría a tratar con
el dolor.
—Sí, señor, por supuesto. Le informaré tan pronto como… —su voz se
desvaneció por un momento—. Tan pronto como nos hayamos ocupado de ella.
Sintiéndose desgarrado de mil maneras, Daniel se dirigió a la plataforma y
salió de la estación, donde lo esperaban los vehículos militares.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Julián levantó la vista, el alivio en su rostro, y asintió con la cabeza.
300
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Veinte
—Ha habido tres ataques por separado el día de hoy al mismo tiempo —
habló Ellis mientras se servía un trago y empujaba un vaso hacia Daniel—. Aquí en
Ravena. En otro lugar, cuarenta y ocho mineros fueron asesinados en un
bombardeo en Nondal. Él está creciendo en intensidad.
—En mi jodido ’Verse. Bajo mi jodido control, y bajo mi jodida vigilancia.
Estos animales podrían haber matado a mi esposa e hijo. Podrían haber matado a
mis hombres. Esto debe ser manejado de tal modo que entiendan que no lo
volverán a hacer jamás —Roman giró su mirada de vuelta a Ellis y vació su vaso
—Esto es por el chip, Roman. Tenemos que sacar los datos del chip. Lo que
ya sabemos es lo suficientemente malo. El resto de los datos son imperativos —Ellis
empezó a pasearse.
—Carina está descansando ahora mismo. El doctor dijo que sería mejor para
su salud si esperarais hasta mañana, y te digo ahora mismo que tendrás que pasar a
través de mí para hacerle más daño hoy —Daniel dijo esto rechinando los dientes.
Ellis ladeó la cabeza, estudiándolo antes de volver a hablar.
—Es un mal negocio, agente Haws, apegarte a tu cargo.
—Con todo el debido respeto, Comandante, jódase.
Eso atrajo toda la atención de Roman mientras dejaba el vaso sobre una
mesa baja, mirando, pero sin decir nada.
—Ella no es un cargo. Arriesgó su maldita vida para venir aquí y ayudarnos.
Mi agente perdió su vida para proteger la de Carina. No voy a comprometer su
salud más de lo que está ahora mismo. Y eso es mucho más de lo que yo preferiría
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
con un último trago.
301
El Club de las Excomulgadas
tal y como está. Su preciosa información puede esperar hasta que Carina haya
descansado.
—Me temo que tengo que estar de acuerdo —Abbie se deslizó dentro de la
habitación.
Roman saltó, sus manos levantadas en el aire con frustración.
—¡Malditos sean los dioses! Abbie lleva tu trasero de vuelta a la cama.
—Vas a volverte canoso con todos estos cabreos, Roman. Siéntate. Estoy
bien —empujó a su esposo a la silla y se sentó en su regazo. No era que ella
estuviera apaciguándolo—. Soy su abogada, y voy a decirte que estoy sinceramente
oficiales de tus propios doctores aconsejando eso, y voy a convertir tu vida en al
menos unos niveles más infernales si la molestas antes de mañana —bostezó un
poco, socavando lo aterradora que podría haber sido de otro modo, pero todos en
esa habitación sabían que podría hacer de todo para echar a perder cualquier plan
excepto los que ella acababa de compartir.
Daniel mantuvo su cara tan en blanco como pudo, pero guiñó un ojo en su
dirección cuando nadie estaba mirando.
—Tú no estás bien. Alguien podría haberte matado fácilmente hoy. O al
bebé —Roman puso una mano sobre su vientre, y la inquebrantable hermana de
Daniel se inclinó contra su esposo, sus ojos cerrándose por un momento mientras
una sombra de pena atravesaba su rostro.
Daniel había tenido esos momentos de pudo-haber-sido durante todo el día,
los había revivido una y otra vez. Su hermana podría haber muerto, su amor podría
haber muerto. Roman podría haber muerto. Su amiga había muerto.
—Marame —dijo, poniéndose de pie—. Tengo que ir a hacer una
comunicación, asegurarme de que su familia haya sido informada, y que su entierro
está siendo arreglado.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
en desacuerdo con cualquier plan para tratar con ese chip hoy. Tengo documentos
302
El Club de las Excomulgadas
—Está hecho. Mi ayudante hizo la llamada hace un rato. Su familia estará
aquí pronto para reclamar sus restos. Se harán cargo de su piso. Su madre insistió
que era algo que ella tenía que hacer, así que he ordenado que lo sellen hasta que
ellos lleguen —Ellis se sirvió otro trago—. Me lo tomo muy personal cuando mi
gente es asesinada.
—Yo también. Julian necesitará algún tiempo lejos. Mi gente necesitará
algún homenaje de algún tipo. Asumo que ella recibirá alguna condecoración
póstuma por sus servicios y valor.
—Eso se hará. Mientras tanto, necesitarás hacer un informe. Lo haré yo
mismo, y luego puedes ir donde ella. No prestaste atención a mi consejo en esto, y
ya has ido y te has enamorado de ella —Ellis miró a Abbie, el afecto claro en su
Clasificados.
—Son reglas tontas, Wil, y lo sabes —Abbie se movió para ponerse de pie, y
Roman también lo hizo, levantándose con ella.
¿Wil?
—Te llevo de vuelta a la cama —Roman se movió hacia la puerta, su brazo
sosteniendo a Abbie contra su cuerpo. A Daniel le gustaba ver lo protector que era,
aunque desaprobara que la hubiera llevado al portal en primer lugar.
Ahora bien, decirle algo a Abbie y esperar que obedeciera si ella pensaba de
otra forma era un juego perdido. Uno que Daniel había jugado toda su vida.
De todos modos, todo era su culpa por pedirle que fuera la abogada de
Carina. Por supuesto que sentiría que tenía que ir al portal.
—No creas que no sé qué vais a hablar de mí cuando me lleves arriba.
—Tú siempre eres el tema de nuestra conversación —gritó Daniel—. Si no
haces lo que dice Roman, traeré a Nyna y Mai. Tú eliges.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
rostro—. Vosotros los Haws y vuestra total falta de respeto por las reglas de los
303
El Club de las Excomulgadas
—Todos vosotros estáis contra mí —hizo un puchero mientras Roman la
guiaba fuera de la habitación, cerrando la entrada codificada mientras lo hacía.
—Voy a grabar esto —Wilhelm apretó algunas teclas en el comunicador—.
Empieza por el principio. Te haremos el escáner cuando traigas a Carina al centro
médico mañana para la extracción del chip.
Él se relajó, como Wilhelm había previsto, y las preguntas comenzaron en
serio. Él se abrió y empezó a hablar.
*****
Carina estaba despierta cuando Daniel entró a la inmensa suite de
estado sentada en una silla, fingiendo que leía un libro, y se puso de pie, yendo
hacia él.
Sólo cuando él la abrazó, sólo cuando estuvo segura de que era sólido y real,
y que estaba vivo, dejó escapar un largo suspiro.
—¿Cómo te sientes? —preguntó él, devolviéndola a la silla suave pero
firmemente—. Deberías estar durmiendo.
—He dormido. He llorado. He tomado una pócima para el dolor, me he
paseado, he mirado por la ventana a este encantador patio interior ahí abajo y me
he preocupado. He terminado de dormir por ahora.
Él dejó sus botas en el vestidor y se sacó el variado armamento, dejándolo en
una repisa encima de los zapatos.
—Supongo que tendré que deshacerme de esto entre ahora y el nacimiento
del bebé. No puede haber armas por ahí para que pequeños dedos los agarren.
Carina lo miraba mientras hablaba por la necesidad de emitir sonidos. Había
mucho ahí, acechando bajo la superficie, así que esperó para que él lo revelara.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
habitaciones que le habían dicho que serían de ella mientras lo deseara. Había
304
El Club de las Excomulgadas
—¿Tienes hambre? ¿Está lo suficientemente templado? —preguntó mientras
ella le permitía dirigirla hasta la cama, pero lo agarró, tirando de él hacia abajo con
ella.
—Me alegra que estés vivo —susurró, mirando hacia arriba al techo azul
pálido.
Él le tomó la mano, la mano no herida; la otra se había roto, y tenía
quemaduras severas en su muñeca y antebrazo.
—Yo… —la respiración de él salió estrangulada, y alarmada rodó para
enfrentarlo, presionando su cuerpo al suyo, casi llorando cuando él le acunó el
brazo con cuidado, todo mientras él sollozaba. Ella no sabía qué hacer. Este
crecido por décadas. Un hombre como él no lloraba de forma habitual, ni siquiera
ante cosas horribles, y después de hoy no tenía dudas que él había visto más que su
cuota de cosas horribles.
La desolación en ese sonido, la angustia y el miedo, la rabia, sonó cuando lo
dejó salir todo en tragos grandes y estremecedores. Ella contuvo sus propias
lágrimas, sabiendo que él necesitaba que fuera fuerte justo en ese momento, para
dejarle ser el que se derrumbaba, aunque fuera sólo por esta vez.
Algún tiempo después, él se aclaró la garganta, arrastrando el dorso de su
mano sobre sus ojos. Ella se había mantenido a su lado todo el tiempo, tratando
con tanta fuerza de decirle con su cuerpo que no estaba solo y que ella estaba ahí y
viva. Que lo que tenían juntos estaba ahí y vivo.
—Lo siento.
—¿Por qué? —ella mantuvo la cara enterrada contra él, respirándolo.
—Por todo. Joder, todo esto sólo son jodidos daños colaterales.
—Tú tienes hombros muy anchos —meditó ella.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
exabrupto venía de muy profundo de sus entrañas, y muy probablemente había
305
El Club de las Excomulgadas
Él se detuvo.
—¿Qué?
—Para toda esa culpa que has asumido. Tienes hombros anchos, así que
supongo que eso debe ayudar.
—No es una broma, Carina. Personas han muerto. Mi gente ha muerto,
civiles, veintidós niños que estaban esperando subir a un transporte con sus familias
que emigraban a Sanctu.
—Y entonces, lo sientes.
Ella se inclinó hacia arriba, quedando nariz con nariz con él.
—¿Por salvar mi vida hoy? ¿Por amarme? ¿Por salvar a Abbie y Roman?
¿Por llevarme a través de territorio Imperial con legiones de Skorpios a nuestras
espaldas? ¿Eh? ¿Lo sientes por la quemadura de blaster en tu pantorrilla? ¿Por
Marame? ¿Por sacar a una jovencita sin perspectivas en la vida de un asentamiento
infestado de bichos en el Edge y darle una oportunidad para ser uno de los mejores
soldados de tu ejército? Ella me contó su historia, Daniel. Así que dime otra vez,
¿qué es lo que sientes por los siete infiernos?
—¡Es mi trabajo! —explotó, sentándose y saliendo de la cama—. Y fallé.
Ella se sentó, usando las almohadas de atrás de su espalda como apoyo
mientras lo miraba.
—¡Lo que hacéis es inherentemente peligroso! No es posible que te culpes a
ti mismo por esto.
—¡Por supuesto que puedo! ¿No lo ves, Carina? Es mi trabajo asegurarme de
que estas cosas no pasen. Ella es la segunda agente mía que es asesinado en esta
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Él gimió.
306
El Club de las Excomulgadas
misión. Mis órdenes los hicieron salir, los puso en peligro, y yo no hice mi trabajo
protegiéndolos y ahora están muertos.
—Lo siento, Daniel. Lo siento por Marame y tu otro amigo. Lo siento por
esos niños y los otros que fueron asesinados hoy. Si hay que culpar a alguien ¿Por
qué no a mí? Si yo no hubiera huido, no habría habido nadie persiguiéndome.
—Eso es ridículo.
—No más de lo que tú estás diciendo.
Él se detuvo, el ceño fruncido, un momento tan intenso mientras luchaba
con la lógica y la emoción. Ella odiaba que él pensara que no había hecho su
tomado su mano y le había dicho que corriera. Habían pasado casi quince días
estándar, y su vida había sido puesta patas arriba. Su única constante, lo que la
anclaba, era Daniel.
—Eres bueno en tu trabajo. Mi padre es un mal hombre; tú estás tratando de
detenerlo por una razón. A él no le importa que los niños queden atrapados en
medio de su guerra. Tú no eres así. Tú nunca podrías ser así. Tú me trajiste hasta
aquí, y con un poco de suerte esta información que tengo ayudará. Todo esto
valdrá algo la pena.
Los ojos de él se abrieron mucho, y cayó de rodillas junto a la cama donde
ella estaba arrodillada.
—¿Tú crees que todo esto es acerca de eso?
—¿Qué es acerca de qué?
La tomó de los brazos y la atrajo más cerca, esta vez su nariz contra la de
ella.
—Podrías haber muerto hoy. Si Marame no hubiera pensado tan rápido
como lo hizo, estarías muerta. No puedo… —él sacudió la cabeza.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
trabajo. Lo había mirado con admiración y respeto desde el momento en que había
307
El Club de las Excomulgadas
Entonces todo cayó sobre ella, casi tirándola de espaldas. No era por el
trabajo, aunque era parte de ello, era por ella. El perderla a ella fue lo que lo asustó
tanto que se derrumbó y lloró. Ella le echó los brazos alrededor del cuello, haciendo
que ambos cayeran sobre la alfombra.
—Tú me amas.
Él gruñó, sentándose y haciendo un rápido trabajo devolviéndola a la cama.
—¡Quédate ahí! Podrías haberte hecho daño justo ahora.
—Otra vez.
—No me estoy muriendo. Para que lo sepas, tengo demasiadas cosas que
hacer para morirme. De cualquier modo, tú me amas.
—Tengo que irme por la mañana.
Su sonrisa se desvaneció.
—¿Por qué?
—Las cosas están muy mal. Necesito dirigirme al Edge, sólo un rápido viaje.
—¿Alguien necesita ser asesinado, o hay alguna otra mujer que necesitas
pasar de contrabando? Si es lo último, voy contigo —ella cruzó los brazos sobre su
pecho.
—No tienes nada de qué preocuparte en ese departamento. Una mujer es
más que suficiente preocupación. Y para ser franco, es raro que mi trabajo implique
carga humana de cualquier modo.
Ella asintió una vez, ardiendo por preguntar más pero viendo en su cara que
él no le contaría.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Él volvió a gruñir y se dio la vuelta, caminando.
308
El Club de las Excomulgadas
—No me iré hasta estar seguro de que estás bien. Sacarán el chip cuando
vaya a hacerme el escáner. Seré lo más rápido que pueda para volver contigo.
Vincenz también está aquí, descansando. Se quedará hasta que yo vuelva. Tal vez
más, aunque él también es necesario. Dejó muy claro que quería tiempo contigo, y
creo que es bueno que vosotros dos lo tengáis.
—Al menos desnúdate y acuéstate conmigo. Abrázame así tendré esto hasta
que regreses.
La cara de él perdió la tensión mientras se movía, desvistiéndose
rápidamente. Ella se las arregló para quitarse la bata, y la ayudó a acostarse bajo las
mantas, deslizándose dentro con ella. Su calor calentaba su piel, la hacía sentir en
casa otra vez. Suspiró, respirándolo profundamente, arriesgando una rápida lamida
Él empezó a hacer una lista de todas las características de seguridad, todos
los procedimientos establecidos para mantenerla a salvo, y no lo interrumpió. Se
imaginaba que era su manera de controlar lo que no podría mientras estuviera lejos.
Ella se aseguraría de que tuviera sexo con ella antes de que se fuera. Su pene ya
estaba empezando a mostrar signos de vida contra su muslo.
—Te voy a extrañar. No quiero que te vayas —trató de no sonar
quejumbrosa, pero no lo consiguió. No podía sacárselo de la cabeza: rebobinando
hacia atrás, Daniel gritando, mirando con horror mientras una bola de llamas
golpeaba, arrojando a Marame contra una viga de soporte cercana. La viga
cayendo, incandescente, sobre la mano y brazo de Carina. Ella tratando de gatear
hasta Marame, ver si Vincenz estaba vivo—. Fue tu voz. Hoy, fue tu voz la que me
mantuvo cuerda.
Él la abrazó con fuerza por un momento.
—No sabía si Vincenz estaba vivo, no creía que Marame lo estuviera. Había
todo este ruido, el olor —se estremeció violentamente, recordando el olor a muerte,
de carne quemada, de sangre y polvo—, me ahogó. Y fue tu voz, calmada a pesar
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
en el hueco de su garganta.
309
El Club de las Excomulgadas
de que gritabas órdenes. Sabía que me sacarías con vida. Sabía que estabas vivo, y
eso era todo lo que me importaba. Me siento un poco culpable por eso.
—Es un pensamiento que tuviste después de casi morir. Con el hedor de la
muerte en el aire. Se te permite un pensamiento egoísta de vez en cuando.
—Y a ti también Daniel.
Él se estremeció, y ella supo que había dado en el blanco con ese
comentario.
Daniel exhaló.
—En todo lo que podía pensar era en ti. Incluso mientras tenía que hacer mi
caminando hacia ti. No debería haberlo hecho. Debería haber confiado en mis
hombres para que te sacaran de allí a salvo. Pero tenía que verte, tenía que saberlo
por mí mismo, abrazarte y sacarte de allí.
No era su trabajo hacer eso. Debió sentirse culpable por eso, pero en ese
momento, no lo hizo. Incluso entonces, bajo la pálida luz desvaneciéndose, se
sentía triunfante porque ella estaba viva incluso aunque la devastación lo golpeó
porque había perdido a una amiga como Marame.
Si la hubiera perdido a ella… Aunque sabía que no era algo que debería
obsesionarlo, no podía dejar de lado el miedo, el miedo en el fondo de sí mismo de
que ella hubiera estado muerta. Él había enfrentado su propia muerte más veces de
las que podía contar, había aceptado en algún nivel que su vida era más
prescindible que la de otros. Pero ella era diferente. Su vida no era prescindible, y
verla ahí, gateando para salir del caos, atrapada por una viga de soporte que tuvo
que ser retirada de ella, todo mientras él se abría camino hasta ella, tratando de
controlar la necesidad de apresurarse, de correr por encima de los muertos para
tocarla y saber que era real, había desenredado algo dentro de él, una línea a la que
siempre se había aferrado con fuerza: el deber primero.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
trabajo, incluso mientras daba órdenes y sacaba a la gente de los escombros, estaba
310
El Club de las Excomulgadas
Ella cambió tantas cosas, y no estaba seguro de cómo procesarlo. Siempre
tuvo una dirección, aún la tenía, pero el amor cambiaba las cosas, movía las
prioridades.
—No quiero que te vayas.
Su voz era tan baja, solitaria. Odiaba irse, pero tenía que hacerlo. Este
objetivo era importante, y no podía simplemente pasárselo a otro agente. Él era el
mejor hombre para el trabajo, conocía todo el terreno, el blanco, y tenía la mejor
oportunidad de tener éxito. Saber todo eso era teoría cuando acunaba su corazón
contra su cuerpo.
—Yo tampoco me quiero ir. Si pudiera evitarlo, enviaría a alguien más. No
—Supongo que tengo que acostumbrarme alguna vez. Este es tu trabajo, y te
irás muchas veces.
Él se rio.
—No suenas muy sincera.
Ella se sostuvo con fuerza.
—Estoy trabajando en eso. Antes que te vayas —ella le acarició el cuello con
la nariz—, te necesito.
—Ya basta, Carina. Estás herida. No me iré por tanto tiempo.
—¿Ahora cuál de nosotros no suena sincero? —bromeó, agachándose para
agarrar su pene.
—¡Estás herida! Podrías haber muerto. Maldita sea —le soltó la mano con
un gruñido de rendición.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
quiero dejarte tan pronto después de casi perderte.
311
El Club de las Excomulgadas
—Lo estoy, y podría haberlo estado. Pero estoy aquí, y te necesito. Necesito
volver a unirme contigo. Necesito sentirme viva. Tú me haces sentir viva cuando
me tocas.
—Tu brazo.
—A menos que no esté realmente captando cómo funciona esto del sexo, no
pones tu pene en mi brazo.
Él no iba a alejarla. Ella quería esos recuerdos antes de que él se fuera,
quería que la tuviera en su piel mientras se fuera para hacer lo que él necesitara
hacer.
—Eres un peligro.
Ella trató de no sonreír victoriosamente cuando la mano de él se deslizó
hacia abajo por su costado, tomando su seno en su mano.
—Lo soy. Por lo visto tengo que ser tomada de la mano.
Él volvió a gruñir, empujándola gentilmente de espaldas.
—Recuéstate y déjame amarte —lo dijo suavemente contra el espacio entre
sus senos—. Cierra los ojos.
Ella obedeció con un jadeo mientras él lamía y luego mordía un pezón.
Con los ojos cerrados, sus sentidos se hicieron cargo. Cada toque de las
puntas de sus dedos, cada beso, cada lamida y mordisco irradiaba a través de ella
con una fuerza poderosa. Que él fuera tan increíblemente gentil mientras la tocaba
le trajo una punzada de emoción. Un hombre que fácilmente podría matar con sus
manos pero que nunca había hecho nada excepto mimarla, era un hombre digno de
ser agarrado y nunca soltarlo. Planeaba estar con él hasta que dejara de respirar.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Por favor —dijo ella, besando su garganta.
312
El Club de las Excomulgadas
Cuando le separó las piernas, se deslizó dentro de ella con una sola
embestida, tragó aire y sus ojos se abrieron para captar su mirada clavada en su
cara, con tal intensidad, que sintió como si lo hubiera pillado en un momento
intensamente privado.
—Te amo —dijo ella, porque no había nada más que pudiera decir con él
tan profundamente dentro de ella, envuelto alrededor de ella, llenándola física y
emocionalmente.
Él tocó su frente con la suya brevemente.
—Te amo.
más, hasta que sintió que estallaría con ello. Ella explotó, y él la reconstruyó, cada
caricia, cada presión y tirón que daba, su cuerpo sobre el de ella, alrededor de ella,
dentro de ella, él lo era todo, y no quería volver a encontrar nunca un momento en
que no fuera así.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
El sonido de eso, tan callado pero abundante en emoción, la llenó, más y
313
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Veintiuno
Daniel se había levantado temprano, antes de que la luz empezara a subir
sobre el horizonte. Presentó su plan de viaje, se hizo cargo de algunos sobornos y
tributos, y empezó a vestirse. Necesitaba salir temprano de allí. Mientras más
temprano se fuera, más rápido volvería. Necesitaba el espacio para meterse de
nuevo en su piel sin ella, necesitaba mantener a ese Daniel lejos de su presencia. No
había espacio para ella, para la suavidad y el amor, cuando tenía que lidiar con la
muerte.
Antes de que Carina bajara, buscó a Abbie. Estaba donde adivinó que
un cuarto de bebé.
—Me gusta ese —señaló él.
Ella se reclinó contra él por un momento.
—Ese está al principio de la lista. A Roman le gusta más éste —hojeó hasta
otro diseño, y él asintió.
—Ese también es bonito. ¿Abigail, la cuidarás?
—Por supuesto. He visto cómo la miras. ¿Por qué no me dijiste que estabas
enamorado de ella?
—No era una conversación apropiada para tener vía enlace, Abbie —se pasó
una mano por el pelo, frustrado por no tener todas las palabras que necesitaba.
—Cuando me enamoré de Roman, fue cuando pensé que no podría tenerlo.
Fue el sentimiento más agridulce. Imagino que te preocupas por la mierda de los
Clasificados, lo cual sabes que no significará nada para ella —se rio—. O para mí, y
yo soy, como dijo Deimos ayer, la perra al frente de la Casa Lyons ahora.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
estaría, sentada en la cocina de Mercy, buscando en un libro de diseños uno para
314
El Club de las Excomulgadas
Él sonrió ante las palabras del hijo mayor de Roman.
—Ciertamente lo eres. Sólo que, ya sabes, tiene que hacer sus propias
elecciones, ya ha sido forzada lo suficiente. No quiero que sea empujada a nada, y
estoy seguro de que las Familias empezarán a husmear una vez que todos sepan
que está aquí.
—Es toda una pena que no sepas lo digno que eres para ser amado.
—No me analices; ahora no tengo paciencia para eso.
Ella lo descartó ondeando una mano.
—No me importa para lo que crees que tienes tiempo —le besó una
—Haré mi mejor esfuerzo. Tengo muchas cosas que me hacen quererlo.
Abbie insistió en acompañarlos al mando militar, donde le hicieron su
escáner, y luego esperaron a que terminaran con la extracción del chip de Carina.
Un último abrazo antes de irse. Lo necesitaba para seguir adelante.
—Abbie te protegerá, también Roman. Muy probablemente mi hermana y
mi madre vendrán antes de que regrese. Ellas te gustarán. Quédate a salvo, y no
vayas a ninguna parte sin que lo sepan Ellis o Roman. Andrei y Vincenz serán tus
guardias mientras yo no esté.
—Preferiría que fueras tú —levantó la mirada hacia él, y la besó en la frente.
—Estaré de vuelta al final de esta semana. Pásalo bien, disfruta conociendo
Ravena. Tú y Vincenz tenéis mucho en qué poneros al día. Difícilmente notarás
que me fui.
Ella resopló.
—Quiero ir contigo. Para despedirte.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
mejilla—.Vuelve sano y salvo pronto.
315
El Club de las Excomulgadas
Él le tomó las manos, besando las puntas de sus dedos.
—No más viajes al portal por un tiempo, Carina. Sólo puedo aguantar un
tanto antes de que mi corazón simplemente falle.
—¿Tu corazón? Pfff. Odio esto, Daniel —le siseó Carina mientras
empezaban a bajar la escalera y salían a la plaza. El complejo dominaba la ciudad.
Era uno de sus lugares favoritos.
Carina no se había fijado mucho en su camino hasta allí esa mañana, pero
ahora se tomó un momento para mirar a la ciudad extenderse alrededor de ello.
Fue entonces que se dio cuenta de lo pequeña que se sentía.
—Nunca he visto nada como esto. Es impresionante.
Y lo era. Edificios puntiagudos, vertiginosamente altos en el aire, todos con
vidrios de tonos multicolores. El cielo era brillantemente azul, tan azul como el
agua más profunda. Se extendía hacia el horizonte, y estaba hambrienta por ver
más, por conocer Ravena para conocer un poco más de Daniel.
—No puedo esperar para mostrarte más de ella —lo dijo dulcemente, pero
estaba completamente en modo trabajo, sus ojos entrecerrados mientras absorbía
todo lo que los rodeaba. Era impresionante el modo en que se movía con total
confianza, como si le fuera a decir a cualquiera que siquiera pensara en hacer algo
malo, Piénsalo otra vez o te moleré hasta dejarte como una mancha grasienta.
La ayudó a subir al transporte donde ya estaba sentada Abbie con Vincenz.
Cuando Daniel dio un paso atrás, le agarró la muñeca.
—¿Ahora? ¿Ya?
Él suavizó su tono, inclinándose cerca para que sólo ella pudiera oír.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—¿Hermosa, no es cierto? —murmuró Daniel mientras seguía su mirada.
316
El Club de las Excomulgadas
—Cielo, sabes que éste es mi trabajo. No puedo evitarlo, especialmente
ahora. Volveré, lo sabes.
Ella volvió a salir del transporte.
—Daniel, te amo. No dejes que te maten.
Él se rio y la besó rápidamente.
—Haré mi mejor esfuerzo. Tú también.
Con un último toque en el dorso de su mano, él se esfumó, dejándola
irritada.
Vincenz a su lado de alguna manera en modo protector.
—Él es el mejor en su trabajo, Carina —habló Abbie mientras empezaban a
moverse finalmente.
Midió a la otra mujer.
—Eso lo sé. ¿Pero era demasiado pedir que se quedara conmigo? Él ha
arriesgado su vida una y otra vez para traerme aquí.
Roman la miró por algún tiempo antes de hablar.
—Es uno de los oficiales más altamente cualificados del ejército, más alto
que aquellos con Familia Clasificada. Es temido por una razón, y esa razón es que
es implacable siguiendo sus objetivos para esta Federación. Puedes amarlo, él
puede amarte, pero será Daniel Haws, soldado, igualmente. Todos tenemos
nuestros deberes.
—Roman, cállate —Abbie le ondeó una mano a su marido mientras se
giraba para mirar mejor a Carina—. Sé que él te debe hacer sentir segura. Sé que
cuando estoy asustada o preocupada, quiero a Roman —se rio—. O a Daniel. Sé
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Ella se volvió a deslizar dentro, esta vez frente a Roman, con Abbie y
317
El Club de las Excomulgadas
que esto es difícil para ti, dejar atrás todo lo que conocías del modo en que lo
hiciste. Admiró eso muchísimo. Como puedes que hayas notado, Daniel protege a
la gente. Es lo qué es él. Siempre lo ha sido. Incluso cuando era un niño pequeño
nos cuidó, a mis hermanos y a mi madre. Por eso es bueno en lo que hace, y es por
eso que tienes que encontrar una manera de lidiar con el hecho de que tienes que
compartirlo con su trabajo.
Abbie miró a Roman por un momento, y Carina notó la mano sobre su
vientre. Un dolor, agudo y dulce, se deslizó a través de ella. Querer. Ella quería eso
con Daniel. Una vida. Una familia. Carina sabía que estaba siendo infantil. Era su
trabajo, y tenía que hacerlo, incluso si eso significaba estar separado de ella por un
tiempo. No sería Daniel sin esa lealtad a su Federación, a su gente.
Abbie sostuvo su mano.
—Sólo has tenido que darle la espalda a tu gente, a tu familia, incluso
aunque no sean perfectos. Has estado huyendo y te has enamorado de un hombre
como Daniel. Eso es mucho para un corto período de tiempo. Se te permite unas
pocas rabietas. Tendremos que mantenerte ocupada mientras él no esté.
Necesitaba aferrarse a sí misma, volver a ser Carina Fardelle. Se sentó
erguida, sostuvo su columna derecha y asintió.
—Te lo agradezco.
Miró parte de la ciudad pasar a su lado a través de las ventanas, vio las
miradas en las caras de la gente en la calle. Vincenz había tenido razón; había tanto
aquí, tanta energía ¡Sus rasgos mostraban tal vertiginoso despliegue de emociones!
—¿Daniel dijo que sería interrogada hoy? —Carina se giró para volver a
mirar a Abbie.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Lo siento. Yo no tengo rabietas. Nunca. No sé lo que me pasó.
318
El Club de las Excomulgadas
—He negociado para que eso se lleve a cabo en nuestra casa. Es tonto
arrastrarte todo el camino hasta aquí cuando Wilhelm puede llegar allá igual de
fácil, y podemos estar cómodos —Abbie lo dijo animadamente, pero Carina tenía
la sensación de que era una dura negociadora. Y estaba agradecida por ello—. Mi
posición como tu abogada es realmente simbólica, sabes. Wilhelm, a pesar de ser
tan grande como un tronco de árbol, es bastante dulce. Roman también, aunque a
veces puede ser un extra quisquilloso Casa Lyons. Grrr —la boca de Abbie se
frunció.
Roman suspiró profundamente pero no levantó la mirada de su
comunicador.
El resto del viaje transcurrió sin incidentes mientras miraba la ciudad
boquiabierta. Pero la casa, mansión, complejo, como quiera que llamaran donde
vivían Abbie y Roman era la cosa más impresionante que había visto. No lo había
absorbido la noche anterior; había habido tanto caos con el ataque al portal. Pero
ahora tenía la oportunidad de absorberlo todo y estar, no en una pequeña cantidad,
impresionada por la gloria de la Federación, que estaba personificada en este lugar.
Era una casa, un espacio físico que encajaba para un gobernante. Alta,
imponente, rodeada por hermosos jardines que, se dio cuenta mientras pasaban por
allí y luego cuando salían del transporte, estarían floreciendo a lo largo de las
estaciones.
Escaleras de piedra guiaban el camino hasta las puertas que con facilidad
medían nueve metros de alto, y el vestíbulo de entrada le quitaba el aliento. Donde
la idea de poder de su padre había sido el negro y rojo, el verdadero poder y gloria
vivían en esta casa. Techos elevados, sostenidos por columnas de madera color
vino tan grande como el transporte en el que habían estado. Los suelos brillaban,
primero con piedra pulida de un profundo verde y luego con madera de tonalidad
cálida con mosaicos entremedio.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Muy bien, gracias —ella asintió con la cabeza.
319
El Club de las Excomulgadas
El arte en las paredes era una mezcla ecléctica de antiguo y moderno, de
estilos de distintas culturas. Altas ventanas dejaban entrar la luz pero parecían
bloquear el calor y el frío. Una gran escalera marcaba las paredes sur y norte.
Roman examinó a su esposa otra vez, la besó rápidamente.
—Me dirás si te sientes mal hoy —no era una pregunta. A Carina le gustaba
Roman Lyons. A pesar de su naturaleza cortante, brusca, incluso formal, era un
hombre que se preocupaba por su familia y su gente. Era algo que deseaba que su
padre hubiera aprendido.
Abbie le envió una suave sonrisa.
—Te amo, Abigail Haws, hermosa y embarazada alborotadora —murmuró
mientras volvía por otro abrazo.
—También te amo —Abbie sonrió, y ambas lo miraron alejarse.
—¿Vincenz, si pudiera hablar contigo por un momento? —llamó Roman.
—Tienes mi comunicador; llámame si me necesitas. Tú y yo tenemos una
cita para almorzar; lo haremos en los jardines cerca de los invernaderos —Vincenz
apretó sus manos y siguió el camino de Roman fuera de la habitación.
Carina se volvió hacia Abbie.
—No tuve mucha oportunidad ayer para mirar bien, y esta mañana estaba
distraída. Esta es una casa magnífica, y al mismo tiempo, tiene corazón.
Abbie sonrió.
—Te lo agradezco, Carina. Todavía hay días en que me encuentro
sorprendida de vivir aquí realmente. ¿Te gustaría un poco de té? Tengo uno frío, y
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Lo prometo. Ve a trabajar; sé que te mueres por hacerlo.
320
El Club de las Excomulgadas
siempre es una buena manera de hacer que Mercy me ofrezca algún pastel especial
que me haya hecho.
Carina siguió a la hermana de Daniel a través de la casa hasta la cocina. Se
volvió y supo inmediatamente que era el corazón de la casa. Se sintió acogida por
el espacio mientras se sentaba frente a Abbie en la pequeña mesa bañada por la luz
de las altas ventanas.
—He estado vagando por los invernaderos y recuerdo que hace un año atrás
vivía en un piso que nunca estaba lo suficientemente cálido. Roman trajo un
montón de cambios inesperados a mi vida. Buenos y malos. Pero la parte de
Roman siempre es buena.
abiertamente en sus ojos por su esposo y su familia.
Una mujer las vio e hizo un sonido con su garganta.
—¿Abbie, has comido?
—Por supuesto que sí, Mercy. Me hiciste el desayuno, ¿recuerdas?
La mujer besó la cima de la cabeza de Abbie.
—Bien, sí puse parte de ese pastel de especias que te gusta. No se lo digas a
tu madre; ella y yo tenemos una diferencia de opinión sobre la receta —se volvió y
abarcó lentamente a Carina—. Ah, puedo ver lo que ve en ti —asintió una vez y fue
a afanarse en un armario cercano y empezó a mover cosas allí.
—Mercy, ella es Carina —Abbie le guiñó a Carina.
—Por supuesto que lo es —gritó Mercy mientras les traía una bandeja con té
y pastel.
Carina no sabía si la despreocupación de Mercy era buena o mala, así que
sólo siguió la guía de Abbie, que no parecía alarmada.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
A Carina le gustaba ella, le gustaba Abbie y el amor que brillaba tan
321
El Club de las Excomulgadas
Abbie bebió su té y miró con ojos desorbitados el gigantesco trozo de pastel
que Mercy puso frente a ella.
—Mercy, realmente no necesitas darme un trozo tan grande como tu
cabeza. No estoy en peligro de salir volando en algún momento cercano.
Mercy ondeó una mano mientras se alejaba.
—Mercy ha estado con Roman desde que era un niño. Ayudó a criar a los
hijos de Roman después que la madre de ellos murió. Si necesitas cualquier cosa y
no puedes encontrarme a mí o a Roman, acude a Mercy. Ella lo sabe todo.
Mercy resopló pero siguió con lo que fuera que estuviera haciendo.
Abbie te hablará hasta matarte.
—Es una mujer tan amorosa; como solía decir mi abuela, una mosquita
muerta16. ¿Sabías que es un dicho que trajeron de la Tierra?
Carina se rio, relajándose por primera vez en mucho tiempo.
—Tu hermano a menudo me decía ese tipo de cosas. Me dijo que tenías que
saberlo todo, dijo que yo era así. Veo que era un cumplido.
Abbie ladeó la cabeza.
—Él hizo una buena elección.
*****
Daniel sintió su ausencia de forma aguda. Caminaba atravesando las calles
abarrotadas y polvorientas de Parron. El ’Verse en el Edge era básicamente una
gran serie de pueblos mineros. Cañones, muy parecidos a aquellos en Mirage y
16
N.T: En inglés dicen butter wouldn’t melt, que exactamente traducido sería la mantequilla no se derretiría, aunque el dicho
español que más se parece sería la expresión mosquita muerta.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Sólo acude directamente a mí, Roman te fruncirá el ceño hasta matarte, y
322
El Club de las Excomulgadas
Asphodel, cortaban el paisaje aquí y allá, ofreciendo algún alivio a la monotonía de
aceras polvorientas y los hombres vestidos de mineros.
Había hecho sus planes por el camino. Vigilancia, algo de investigación, y si
tenía suerte, saldría con un mínimo esfuerzo. También se dio cuenta de que
Wilhelm muy probablemente lo había enviado para sacarlo de su camino mientras
interrogaban a Carina.
Se agitaba por ser manipulado de ese modo, aunque entendiera el
razonamiento detrás de ello. Ella estaba allí, y él estaba a un mundo de distancia, y
no podía hacer nada excepto poner su fe en Abbie y Vincenz.
Era una buena cosa que tuviera tan buen juicio cuando se trataba de las
Carina fuera lo suficientemente tonta para caer en cualquier trampa. Entre Abbie y
Carina, si Wilhelm pensaba tratar de llevar a Carina a cualquier lugar que ella no
quisiera, no lo volvería a intentar nunca.
Una sonrisa salvaje marcó la boca de Daniel, torciendola con la certeza de
que lo había hecho bien. Las mujeres de su vida privada, aquellas a las que amaba
sin reservas, eran fuertes, listas y feroces, si lo necesitaban.
Vincenz era una historia diferente. Daniel conocía detalles que la mayoría
no, incluyendo el deseo de este de formar parte de los Phantom Corps, pero
inicialmente se había desconfiado de él cuando llegó por primera vez a ellos. Y
después, una vez que supieron que era digno de confianza y un buen agente, tuvo
demasiado orgullo para volver a pedirlo.
Wilhelm no perdía detalles, ni siquiera los menores, y si él no lo había
pedido, debía haber una razón, y como en la mayoría de las cosas, Daniel confiaba
en su jefe y cualquiera que fuera el plan maestro que tuviera en esa cabeza suya. No
significaba que Daniel no lo fuera a despellejar cuando volviera si le había hecho
cualquier daño a Carina, aunque fuera sólo haberla molestado.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
personas. Abbie nunca permitiría que nadie tomara ventaja de Carina, incluso si
323
El Club de las Excomulgadas
Le echó un vistazo a su presa: un hombre alto, con ojos pequeños y saltones,
con rasgos demacrados y espalda encorvada. La mayoría de las personas lo
hubieran pasado por alto, sin entender que el envoltorio sólo era una apariencia,
una máscara que usaba sobre un corazón ennegrecido y un alma cobarde.
Este hombre era Henry Sessions, tercero en línea de liderazgo de la Casa
Sessions. Un miembro de una Casa que volvía a traicionar a la Federación. Una
furia fría se levantó dentro de él mientras acechaba a su presa, siguiéndolo dentro
del único establecimiento de Parron en el que cualquier Clasificado se rebajaría a
quedarse. Parron no era conocido por esa clase de alojamientos lujosos, así que
trataban de imitar lo que los Clasificados esperarían que en la mayoría de los otros
’Verses era un giro profano de la realidad.
seguridad que impedirían los movimientos de Daniel mientras arrastraba a Sessions
de vuelta a su habitación.
Él cerró la puerta a su espalda, enseñando los dientes.
—¿Qué quieres? ¡Fuera! —Sessions, aunque asustado, se mantuvo firme.
—Henry Sessions, estoy aquí para ejecutar tu sentencia.
Dos pasos mientras levantaba sus manos, más rápido de lo que Sessions
pudo seguir.
—Traidor —siseó Daniel, preparado en ese momento antes de flexionarse
para retorcer el cuello del otro hombre.
Dejó caer el cuerpo sobre la alfombra, caminando sobre él como el despojo
que era. La moneda que dejó contenía una cabeza de león. Roman Lyons había
dejado de joder y tratar de hacer que esta gente hiciera lo correcto.
Le había dicho a Daniel cuando le dio el encargo:
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
También significaba que en el lugar estaban ausentes el tipo de medidas de
324
El Club de las Excomulgadas
—Deja el cuerpo. Deja la moneda. Quiero que sepan que los voy a encontrar
a todos y los voy a matar —pero en ese momento no habían sospechado que sería
otra Familia. Esas noticias eran particularmente graves.
El portal aparecía delante mientras Daniel atravesaba la última parte del
pueblo. Era el momento de volver a casa. Antes de entrar al transporte, introdujo
un código en su comunicador personal. Una sonrisa tocó sus labios por un breve
momento ante el sonido de una explosión. La bodega que había estado usando
Sessions para su operación de contrabando de armas estaba justo fuera del pueblo
en un complejo que pertenecía a la Casa Sessions. Dos, tres, cuatro, cinco
explosiones más mientras ardía todo el complejo.
Para el momento en que bajara del transporte en Ravena, ya no habría Casa
golpeado tan duro como las explosiones y la muerte de Henry Sessions.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Sessions. Una vez que Roman conociera la identidad del contrabandista, habría
325
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Veintidós
Habían pasado ocho días enteros desde que Carina lo había visto por última
vez. Ocho. Días. Extrañaba desesperadamente a Daniel, haciéndola estar aún más
segura de su decisión de estar con él. Wilhelm le había dicho, aunque
amablemente, que Daniel no contactaría con ella mientras estuviera fuera, que
nunca lo hacían en una misión fuera de circunstancias extraordinarias.
En su ausencia se había producido un desastre inmenso. Una bomba había
explotado en un gran transporte de pasajeros mientras estaba transitando entre
Borran y Ravena. Nada podría sobrevivir a una explosión como esa, y cuando
Su padre estaba detrás de eso, lo sabía con seguridad.
A pesar de la ausencia de Daniel, Carina había empezado a construir una
vida allí en la capital de Ravena. Abbie la había mantenido fuera de la vista
pública. Sólo un grupo muy selecto sabía que estaba en Ravena, y parecía que
Roman lo quería de ese modo, por lo menos hasta que Daniel volviera. Se dio
cuenta, durante estas conversaciones que tuvo con Roman y Wilhelm, que Daniel
era mucho más poderoso e influyente de lo que nunca le había dicho.
Carina estaba orgullosa de eso. Orgullosa por haber elegido amar a un
hombre que tenía tanto por lo cual estar orgulloso.
No es que fueran a detenerla los comentarios, incluso de la gente con
aprobación previa dentro del círculo que sabían sobre ella. ¿Cuántas veces tendría
que decirle a la gente que no estaba interesada en casarse con un Khym o con quién
fuera? Quería a un solo hombre, y ese hombre se casaría con ella, aunque todavía
no se diera cuenta de ello.
Se sonrió a sí misma ante el espejo de las habitaciones. Había perdido los
círculos oscuros bajo sus ojos y no parecía tan cansada en estos días. Se preguntaba
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
pasaba en el espacio portal, no había ninguna limpieza, ni rescate.
326
El Club de las Excomulgadas
cuándo volvería Daniel y quería asegurarse de estar hermosa todos los días sólo por
si acaso.
Tenía planeada una salida con Abbie y Vincenz en poco rato. Abbie la había
puesto en contacto con el personal de un centro comunitario en el segundo círculo
de la ciudad. Estaban buscando una profesora, y ella ciertamente quería trabajar
como una. Se había reunido, aunque bajo vigilancia, con la gente al cargo, y
después de hacer los exámenes de admisión, le habían ofrecido el puesto. Había
aceptado, construyendo las bases de su futuro allí.
Cuando bajó la escalera, llamó a Abbie por su nombre en lugar de usar el
sistema de localización. Parecía tan tonto tener una máquina que hiciera un trabajo
Ahí fue cuando vio a Alexander Lyons en la sala común tomando té con
Deimos, el hijo mayor de Roman y el siguiente en línea para liderar la Casa Lyons.
—No, Alexander —dijo ella mientras entraba en la habitación. El hombre
era un coqueto ridículo y se le había declarado cada vez que lo había visto. Tenía el
presentimiento de que era porque era lo que la gente esperaba de él. Era mucho más
listo y amable de lo que uno pensaba cuando lo conocía por primera vez. Pero eso
no significaba que ella tolerara ninguna de sus tonterías.
—Me hieres —sonrió, sus manos sobre su corazón con falsa devastación.
—Ella podría. Pero te puedo asegurar que Daniel lo hará si no te detienes.
—Deimos sacudió la cabeza a su tío.
—Daniel no está aquí —bromeó Alexander.
—Quédate tranquilo. Tú y yo sabemos que Daniel es uno de tus amigos.
Para. —Deimos parecía dirigir constantemente a su tío para que se comportara. Era
dulce, y Carina no tenía duda de que había docenas de mujeres que cerraban sus
ojos cada noche pensando en Deimos Lyons. Alexander también era un hombre
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
que fácilmente podría hacer ella misma.
327
El Club de las Excomulgadas
increíblemente atractivo. Pícaro y sexy, con mucho más trabajo del que valdría la
pena.
Qué mal que ella ya tuviera su corazón puesto en un hombre increíblemente
guapo que decía mucho menos que Alexander, pero que cuando lo hacía,
significaba algo.
—Mira, ella está pensando en Daniel ahora mismo. —Deimos levantó la
taza de té hacia su tío.
—Lo estoy. Vosotros dos, comportaros. ¿Habéis visto a Abbie o Vincenz?
Abbie entró apurada, con las gafas colgando de su nariz, un fajo de papeles
—Lo siento, me quedé atrapada en este discurso.
Carina sonrió mientras empujaba las gafas de Abbie por encima de su nariz
con la punta de un dedo.
—Ahora bien —abrazó a Abbie y dio un paso atrás para volver a mirarla—.
No te disculpes. Sé que tienes un trabajo que hacer. Vincenz pasará en un rato. Si
necesitas terminarlo, puedes venir con nosotros otro día.
—Ya terminé. No puedo esperar para verlo. Es tan emocionante. ¿Tal vez
después, podamos detenernos para que puedas ver la pastelería de mamá y el café
de Nyna?
—Me encantaría eso.
—¡Excelente! Oh, y Nyna dice que hay una vacante en su edificio. Un piso
grande en una esquina. Tal vez el tamaño perfecto para ti y Daniel.
—Daniel te va a matar por hacer todo esto mientras no está. Como una
emboscada. Volverá y se encontrará con un contrato para casarse, un par de niños
en la escuela y tú detrás de eso. —Alexander se levantó y besó la mejilla de Abbie.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
sujetos en su mano.
328
El Club de las Excomulgadas
Ella le dio un manotazo a su cuñado pero con una sonrisa mientras lo hacía.
—Tienen que vivir en algún lugar, y el piso de Daniel no está hecho para
dos. Nyna se mudó al edificio de Marcus así que es incluso más seguro y agradable
que el antiguo. Daniel apreciará que estos pequeños detalles estén siendo atendidos
durante su ausencia. Es un hombre ocupado. —La boca de Abbie era firme.
—Voy a culparte a ti cuando se enfade —bromeó Carina—. Tú lo asustas.
La cara de Abbie se iluminó con diversión.
—¡Lo sé! Creo que oí a Vincenz por el pasillo, cerca de la cosa-secretaoficina-fortaleza de Roman. —Ella resopló—. Voy a correr y a ponerme
Vincenz había estado de acuerdo en dejar que lo hiciera sólo si lo tenía a él
como guardia y si se le permitía revisar la seguridad en el área. Ella había discutido,
pero le dijo que Daniel insistiría de cualquier modo así que simplemente era mejor
que estuviera de acuerdo ahora y lo superara. En cualquier caso, estaría él o Andrei
con ella en todo momento cuando dejara la casa, así que bien podría pasar algo de
tiempo con su hermano y dejar que también la vigilara.
Era gracioso cómo uno podía estar separado de los hermanos por largos
períodos de tiempo y seguir discutiendo como si nunca lo hubieran estado ni por un
día.
—¡No corras! —dijo detrás de Abbie—. Roman me lanzará al espacio portal
si te haces daño.
Intranquila, Carina se movió hacia las ventanas que dominaban uno de los
miles de patios que había fuera. Había sido interrogada el mismo día que Daniel se
fue, había acordado servir como una especie de asesora sobre Imperio. Su meta era
informarlos sobre cuáles eran los trabajos internos de Imperio, cuánto poder
movían, ese tipo de cosas. No se había sentido traidora, y creía que con un poco
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
presentable. Me reuniré contigo aquí en poco tiempo.
329
El Club de las Excomulgadas
más de información sobre lo que era y no era Imperio, era posible la idea de una
coexistencia pacífica.
Ellos seguían vigilándola, lo sabía. Vincenz le contó que lo habían
observado durante dos años estándar antes de empezar a confiar. Esperaba que con
el tiempo, vieran que no tenía malas intenciones hacia nadie, estaba bastante segura
de que ahora ya lo hacían, pero Roman Lyons no era un tonto, así que estarían en
guardia por un tiempo.
Con un suave suspiro, se volvió ante el sonido de la risa de Vincenz. Él
caminó hasta la gran entrada donde ella estaba esperando, aun hablando con
Roman. Ambos hombres se giraron hacia ella sonriendo. Roman era ridículamente
—¿Vincenz me dice que vosotros tres vais a salir a ver la sala de clases del
centro comunitario? Maravilloso. Quería hablarte antes de que te fueras. En
nombre del Consejo Gobernante de los Universos Federados, te ofrecemos asilo y
ciudadanía como Familia Clasificada. Serás considerada, para todos los efectos
prácticos, un miembro asociado de la Casa Lyons.
Ella se relajó un poquito.
—Te lo agradezco, Roman. Debo decirte que no planeo aceptar esa oferta a
menos que se me permita casarme con Daniel Haws.
Vincenz exhaló con fuerza, y una de las cejas de Roman se deslizó hacia
arriba. Abbie apareció en la habitación por detrás de Carina.
—¿Él te lo pidió, y ninguno de los dos se molestó en contármelo? —Los
puños de Abbie descansaban en sus caderas.
Ella le sonrió a Abbie por un momento.
—No me lo pidió. No está aquí. De cualquier modo, él me lo pedirá, porque
me ama y esa es su naturaleza.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
atractivo cuando quería serlo, y Vincenz era más que consciente de su atractivo.
330
El Club de las Excomulgadas
Abbie sacudió la cabeza, todavía sonriendo.
—Oh, por supuesto que lo hará. Probablemente se revolcará alrededor en su
lugar con eso de “No soy lo suficientemente bueno para ella” por un tiempo. ¿Pero cuál
es la alternativa? ¿Dejar que alguien como Alexander te agarre? ¡Bah! Mi hermano
es una de las personas más competitivas que he conocido jamás. Te ha ganado, no
renunciará a eso. Especialmente ya que está más que enamorado.
—Carina, como puedes ver —Roman ladeó la barbilla hacia Abbie—,
nuestra Familia no se atiene a ninguna de las reglas de matrimonio.
—Soy de tan bajo rango como puedo serlo —La cara de Abbie era solemne.
a ponerse un abrigo.
—Permanece caliente y segura. Ordené un transporte para vosotros.
Vincenz, ¿puedes manejar a estas dos?
Su hermano suspiró.
—Sí. Pero puede que quiera un aumento en mis créditos después de hoy.
Ella y Abbie se cogieron el brazo y salieron.
Vincenz las acomodó en la parte de atrás y se unió al conductor en la parte
delantera.
—Tu hermano nos está evitando aquí atrás.
—Puede que crea que estamos discutiendo nuestro sangrado mensual o lo
que sucede cuando estás en el trabajo de parto. —Carina se encogió de hombros—.
¿Qué pasa con los hermanos, de todos modos? El hermano de Roman es un dolor
en mi trasero con su coqueteo constante y burlón. Tu hermano se ha ido durante
ocho días, y lo extraño. Quiero que vea esta clase.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Roman chasqueó la lengua y se movió rápidamente para ayudar a su esposa
331
El Club de las Excomulgadas
—Daniel volverá tan pronto como pueda. A veces sólo se va. Sé que no es lo
que querías oír. Pero siempre volverá. Es demasiado bueno para ser asesinado.
Roman me contó que Wil dice que Daniel fue el mejor de sus alumnos en todo su
tiempo en el cuerpo. En cuanto a Alex, es un idiota, pero uno bastante inofensivo.
Le encanta la atención, incluso la atención negativa.
—Familia —Carina se encogió de hombros.
—Espera hasta que conozcas al padre de Roman y Alexander. Ahora,
bueno, estoy tratando de evitarlo mientras estoy embarazada porque es más fácil de
digerir después de uno o dos vasos de vino, también tiene buen corazón, pero es un
dolor en el culo gruñón. Oh, y no empieces a sentirte aliviada. Sólo has conocido a
mis hermanos. ¿Pero mi padre? Él y Daniel no se llevan bien. Principalmente
muestra a mi padre lo que no es.
—Mi padre es un tirano y un déspota que hizo matar a mi hermano menor
por una investigación. Yo gano.
Abbie gruñó.
—Un superdotado, mi padre.
Hicieron el resto del viaje en un silencio sociable, roto ocasionalmente por
Abbie señalando las vistas. Su sala de clases era simple pero colorida y, pensaba
Carina, llena de potencial. Empezaría el entrenamiento por el que pasaban todos
los nuevos profesores y comenzaría a enseñar justo después de eso. El
administrador de la escuela era amable y amistoso, y Carina se dio cuenta de que
había estado esperando toda su vida para significar algo para alguien de un modo
totalmente no relacionado con lo que había nacido para ser.
—¿Todavía quieres almorzar en el café de Nyna? —preguntó Abbie mientras
viajaban de vuelta—. Podemos celebrarlo y luego escaparnos para mirar el piso.
—Si estás segura de que eso estaría bien.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
porque Daniel es un hombre. Lo que debería ser un hombre, y su existencia sólo le
332
El Club de las Excomulgadas
—No estés nerviosa. Realmente, ambas te adoran. Incluso si no te amaran
ya, te amarían simplemente porque Daniel lo hace.
Carina se relajó.
—Está bien entonces. Daniel debe tener su propia silla en el café.
Probablemente es el mayor cliente de tu hermana con todo lo que come.
Abbie sonrió y luego se puso seria.
—Cuando éramos jóvenes había veces que no teníamos para comer todos.
Era… difícil, estar así de hambrientos todo el tiempo. Daniel a menudo entregaba
su porción a mi madre o al resto de nosotras.
—No me lo había imaginado. Le he hecho bromas al respecto, y ahora me
siento horrible.
Abbie le tomó la mano.
—No. No lo hagas. Odiaría si supiera que cualquiera se ha dado cuenta de
por qué come como un cerdo. Nunca querría lástima, jamás, especialmente de ti.
Todos tenemos nuestras cicatrices, nuestros botones y asuntos. No sé si alguna vez
se da cuenta. Sólo es algo que relacioné hace algunos años atrás. Todos le toman el
pelo por eso. Conoces a Daniel, preferiría eso a la lástima.
—Supongo. —Pero igual le dolía el corazón. Sabiendo que él había vivido
con el aguijón del hambre en su vientre de ese modo.
—Esto es lo que dice Daniel del resto de nosotros. Dice que Nyna y mi
madre encuentran un modo de sanar a través de la comida, yo lo hago a través de
mi trabajo y Georges lo hace imitándome a mí. Él está en lo cierto por supuesto —
sonrió—. Pero se pierde a sí mismo en la ecuación.
—Él ha dicho que era un asesino.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Carina cerró los ojos por un momento.
333
El Club de las Excomulgadas
Abbie la miró con cuidado.
—¿Y tú estás de acuerdo?
—Lo estaría, aunque no como él lo dice. Cree que yo no lo entiendo. Que
no sé cómo se siente manteniendo a raya toda esa oscuridad. Pero sé que toma su
peaje de él, y aun así lo sigue haciendo porque cree en ello. Porque es lo que se le
ordenó hacer por Ellis Wilhelm, y estará más dispuesto a cortarse un brazo que a
desobedecer. Supongo que la oscuridad que carga es su peaje. El precio que paga
por salvarnos a todos de esa oscuridad. Encuentro que eso me impresiona mucho
más que su tonta idea de que es un asesino, y por lo tanto un corazón negro, no lo
suficientemente bueno.
*****
Daniel se apuró a pasar el proceso de desembarco y empezó a mandar toda
la información que había estado reuniendo durante los dos días pasados. El
transporte había sufrido repetidos problemas, y cada transmisión que había
intentado enviar a Wilhelm o Roman había sido codificada y enviada de vuelta.
Había tratado de enviar, al menos, un mensaje de estado mediante otros puntos de
acceso, pero nada funcionó.
Como resultado, Roman no sabía nada de Henry Sessions o sobre la
destrucción del complejo de depósito. A menos que la Casa Sessions lo hubiera
informado ella misma, pero de algún modo Daniel dudaba eso. Especialmente si
habían encontrado el cuerpo de Henry y la moneda.
—Daniel, hemos estado ansiosos. —La cara de Wilhelm apareció en la
pantalla de su comunicador personal.
—Necesito hablar contigo inmediatamente. Mi señal ha estado trabada todo
el viaje. Una rápida comprobación con los monitores de acoplamiento me dicen
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Vas a ser buena para él —dijo Abbie mientras salía del transporte.
334
El Club de las Excomulgadas
que esto no ha sido aislado. Transportes de este tipo, que partieron en el marco de
tiempo que yo lo hice, todos fueron bloqueados.
—Ven al HQ17 de los Corps inmediatamente —escuchó la voz de Roman
sobre la de Wilhelm.
Le mostró sus credenciales a un soldado que había estado actuando como
conductor para alguien.
—Estoy requisando este transporte. Puedes informarle a tu superior.
El joven soldado miró los credenciales Daniel otra vez, su mirada
intimidada. Muy pocas personas tenían ese nivel de autorización. Asintió y se alejó.
—Estoy en camino —dijo, cerrando la puerta y acelerando para alejarse del
portal.
—Daniel, directo hacia mí, por favor. Tu encantadora dama tiene que
esperar —dijo Wilhelm.
Él resopló.
—Por supuesto. ¿Por quién me tomas?
—Un tonto enfermo de amor, lo cual es divertido de ver la mayor parte del
tiempo. No es un insulto, Daniel —Wilhelm dijo esas palabras sin rodeos, así que
Daniel las creyó. Aun así, que se pensara que era suave no era algo bueno en su
negocio.
Él asintió y cortó.
La había extrañado demasiado, se había sentido mal en su piel al estar
alejado de ella. Al principio, el tiempo en el transporte lo había hecho pensar
17
N.T: Abreviatura militar para cuartel general.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—He introducido la clave, Señor.
335
El Club de las Excomulgadas
demasiado. Dudar. ¿Por qué una mujer como Carina Fardelle querría a un hombre
como él? Era educada, refinada, poderosa, con conexiones a un nivel que Daniel
apenas podía imaginar. ¿Qué vería en él?
Una vez que se fuera, estaría alrededor de otros hombres, hombres como
Alexander Lyons, el hermano de Roman, Deimos y Corrin, los hijos de Roman.
Hombres que eran como ella. Hombres que no tenían nada que ver con Daniel, con
sus bordes ásperos. Él no era ni refinado ni elegante. Era un montón de suciedad
que terminó en los Cuerpos debido a la oscuridad que vivía en su interior. Daniel
era bueno en su trabajo, pero tan seguro como los siete infiernos que no era un
príncipe persuasivo como Deimos.
Se había vuelto loco a sí mismo con eso. Imaginarla siendo encantada y
diferencias. Se imaginaba volviendo, mirando su cara y sabiendo que ella había
seguido adelante.
Pero mientras viajaba y tenía tanto tiempo solo para pensar, continuó
haciéndolo hasta que se dio cuenta de que nada de eso importaba.
Daniel Haws sabía que estaba enamorado de Carina Fardelle, y pretendía
agarrarse a esa felicidad. Aunque ella hubiera perdido el interés cuando él se fue, no
tenía otro camino excepto esperar que eso no pasara y si seguía enamorada de él,
agarrarla y hacer que se quedara con él.
Así que haría su trabajo, informaría y luego iría a ella. Le tendería la mano,
y si ella la tomaba, nunca le daría una razón para arrepentirse.
*****
—Daniel, por favor entra antes de que Abbie te vea —Roman le hizo señas
desde detrás de su escritorio—. O antes que tú y Carina os metáis detrás de una
puerta cerrada con una superficie horizontal.
Daniel entró luego de ondear una mano a Marcus.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
dándose cuenta de las diferencias de Daniel. Encontrando carencias en esas
336
El Club de las Excomulgadas
—Tengo autocontrol, Roman —Le envió a su cuñado una mirada mientras
se sentaba en una cómoda silla—. De cualquier modo, ni siquiera mi hermana me
puede oír desde el otro lado de la ciudad. Sus poderes son impresionantes, pero no
así de tremendos.
—Ya están aquí. Abbie se detuvo aquí justo antes de que aparecieras. Han
venido desde la escuela donde enseñará Carina.
Él sonrió.
—Muy bien hecho. Hizo un rápido trabajo asegurando un empleo.
—Sí, sí. Todo es encantador. ¿Ahora, tu informe? —Wilhelm le indicó que
gente está desarmando ese transporte.
Daniel asintió.
—Encontré al contrabandista. Me sorprendió que no hubieran informado la
pérdida de todos sus depósitos en Parron.
Ante eso, los ojos de Roman se agrandaron y luego se entrecerraron
peligrosamente.
—¿Me estás diciendo que esto fue hecho por otra Familia?
—Sessions. Vigilé al agente que me guió de vuelta a un hotel donde se
estaba quedando Henry Sessions. Tengo una grabación del trato —arrojó un disco
sobre la mesa—. Está unido también a mi informe. Debería estar en vuestros
archivos personales de comunicación. Los envié cuando estaba en los muelles del
portal.
—Ponnos al corriente de los detalles. —Wilhelm se inclinó más cerca.
—Millones de créditos para explosivos tácticos de pequeña escala. Sus
depósitos contenían material militar robado. También está en el disco. Llenas hasta
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
debía hablar—. Esta situación de la señal bloqueada está siendo investigada. Mi
337
El Club de las Excomulgadas
el techo. He asignado a Andrei para que trabaje con otro de los equipos especiales
del comandante para descubrir qué depósitos están perdiendo sus municiones. —
Daniel había contactado a Andrei justo después de haber hablado con Wilhelm, y
no tenía duda de que Andrei probablemente ya se había movilizado y que para
entonces ya iba en camino.
—Quien quiera que sean, donde quiera que estén, están perdiendo suficiente
material como para reducir severamente sus capacidades para repeler un ataque.
Roman, en una parte de la conversación que oí por casualidad, Sessions hablaba y
hablaba sobre ti dándole derechos a aquellos que no se lo merecen. Los no
clasificados. Imagino que Sessions no está solo en ese sentimiento.
Roman sostuvo un dedo en alto para que esperara el resto de la historia.
—Marcus, llama para una reunión de emergencia del Consejo de Gobierno.
La asistencia es obligatoria. Ahora mismo voy de camino a la cámara.
La voz de Marcus tembló un poco pero se afirmó mientras se aclaraba y se
ponía a trabajar.
—¿Cómo quieres proceder con esto, Roman? —preguntó Wilhelm.
—Se les quitará el estatus. No hay modo de que el hermano de Henry no
fuera consciente de sus acciones. Lo quiero arrestado y que sea traído aquí. Todo el
nivel superior de Sessions debe ser arrestado y puesto bajo custodia. Máxima
seguridad.
Se puso un abrigo de vestir, alisándose la ropa.
—Los quiero, hasta al último de ellos, para que sean sacados de las
propiedades de los Sessions. Ahora son mis propiedades. Entregarán cada fábrica,
cada tienda, cada pedazo de tierra y cada casa. Todo eso tiene que estar en manos
de la Casa Lyons para el final del día. No importa si envías hasta el último jodido
soldado disponible a Lumina, esto pasará, y será hecho.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Llamó a su asistente.
338
El Club de las Excomulgadas
Wilhelm asintió y se puso de pie.
—Entonces necesito ir a trabajar.
—¿Qué necesitas que haga, Señor? —Le preguntó Daniel a Wilhelm. Esto
era una mierda seria, necesitaba mantenerse enfocado.
—Estás de guardia. Sabes el procedimiento aquí. Has estado fuera, y ahora
estás encerrado por doce sólidas horas de descanso obligatorio. Fuiste a dos
misiones de alto perfil seguidas. Sienta tu culo y duerme, o ten sexo con tu adorable
dama. Lo que sea. Si te necesito, y nadie más lo puede hacer, te contactaré.
Roman gritó el nombre de Abbie mientras todos salían de la oficina.
bajando la escalera, Carina justo detrás—. ¡Ahí estás, Daniel! Tengo una queja para
ti. Sólo ahora supimos de tu vuelta. Lo supimos por Marcus. Adoramos a Marcus,
por supuesto, pero esperábamos más de ti. Y mis dioses, ¿qué pasó? —Se detuvo
abruptamente, su afectuosa frustración con Daniel remplazada por su atención a la
cara de su esposo.
Carina se apresuró a rodear a Abbie e ir a los brazos de Daniel.
—Tú. Estás aquí, y pareces tan guapo y un poco cansado, pero aun
atractivo.
Incluso en la seriedad del momento, tenía que tomar su cara entre sus manos
y besarla suavemente.
—Estoy de vuelta, y te extrañé.
Los ojos de ella se ampliaron, y pestañeó varias veces. Incluso su labio
inferior tembló un poco, pero se contuvo y le envió una sonrisa.
—Necesitamos ir al Consejo de Gobierno ahora mismo. La Casa Sessions
ha estado comerciando armas con los Imperialistas. —Le dijo Roman a su esposa.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—¿Qué? Siete infiernos, Roman Lyons, no me grites así —Abbie venía
339
El Club de las Excomulgadas
La sorpresa de Abbie se desvaneció, remplazada por la indignación.
—¿Qué haremos? Quiero decir, tengo mis propias ideas sobre esto, y tú
sabes que estaría feliz de exponerlas. Pero sé que esto es poco convincente, y tienes
mi apoyo para la decisión que tomes.
Roman se detuvo un momento, ladeando la cabeza.
—Cuéntame. ¿Qué piensas, Abbie?
—Creo que deberías hacer cenizas a los Sessions, y como dice el viejo dicho,
echarle sal a la tierra después. Ellos necesitan saberlo.
—Estamos al borde de una guerra. Esta especie de ayuda al enemigo no
puede ser tolerada. Has tratado de ser brusco, has impuesto multas y juzgado a
personas. Y continúan poniendo esta Federación en riesgo. Esta es nuestra gente, no
podemos dejar que este tipo de delito atroz contra nosotros quede sin el tipo de
respuesta que detenga a cualquier otro que piense que pueden salirse con la suya.
La sonrisa de Roman era sanguinaria, y Daniel entendió. Entendió que esto
era exactamente lo que había planeado desde el principio. Si ella hubiera ido muy
lejos en la otra dirección, tal vez él la habría suavizado o habría ido paso a paso con
ella.
—Estoy de acuerdo.
—Así como yo —gruñó Wilhelm antes de volver a su comunicador personal
donde había estado emitiendo órdenes desde que habían dejado la oficina de
Roman.
Carina dio un paso adelante.
—Tienes que hacerlo. Sé que has decidido esto, pero si vacilas, déjame
decirte que mi padre no responderá a la misericordia. A la amabilidad o a
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Saberlo. —Estaba claro que Roman entendía lo que quería decir.
340
El Club de las Excomulgadas
compasivas segundas oportunidades. Mi padre conoce el látigo, ese es el lenguaje
que habla, y es lo que va a escuchar.
Roman asintió.
—Te lo agradezco, Carina.
—¿Ayudaría si dijera eso? ¿Al Consejo de Gobierno?
Daniel se volvió a mirarla. ¡Siete infiernos! No sólo se ofrecía a dirigirse al
corazón de lo que seguramente sería una tormenta de fuego de controversias. Él
sacudió la cabeza, pero ella simplemente le palmeó el brazo.
—¿No puedes decir nada más? —gruñó Daniel.
—Ella tiene razón, sabes. —Abbie se encogió de hombros—. Vamos,
también podemos ir todos juntos.
—No me estoy tomando las doce horas fuera. —Le dijo a Wilhelm, quien lo
miró largamente antes de hablar.
—Está bien. Si estás trabajando, puedes ponerte el uniforme de camino. —
Wilhelm giró sobre sus talones, dirigiéndose a las puertas. Antes de que Daniel
pudiera seguirlo, Marcus vino trotando y le alcanzó un uniforme, recién planchado.
—Escuché por casualidad y me arriesgué a que necesitarías uno. Lo tuve
que sacar de tu oficina.
—Marcus, puedo ver por qué mi hermana te quiere tanto. Te lo agradezco.
—Estaré en cual sea el transporte que Daniel vaya a usar para cambiarse —
gritó Carina.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Podemos hacerlo unidos. Eso también reforzará tu posición.
341
El Club de las Excomulgadas
Daniel gruñó para sus adentros. Estar con esta mujer probablemente le
enseñaría algunas cosas sobre mantener la compostura en público. O algo. Ella era
encantadora para mirarla. Y saber que era suya.
—No tenemos tiempo para eso, jovencita. Vamos a estar en nuestro destino
en breves momentos —Wilhelm le frunció el ceño, y ella rodó los ojos.
Aun así, Wilhelm entró al transporte con ellos, y él casi se rio en voz alta de
ambos.
—¿La dejaste? ¿La firma? —preguntó Wilhelm, refiriéndose a la moneda.
—Sí. Lo saben. Y saben que nosotros lo sabemos.
murmuró Carina, mirando hacia afuera por la ventana. Ella se estiró y le tomó la
mano.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Sólo los hombres usarían alguna vez esas palabras en una oración —
342
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Veintitrés
Carina sonrió mientras observaba cómo Daniel se quitaba la ropa y se ponía
el uniforme. Wilhelm y él estuvieron discutiendo sobre lo que Daniel había
encontrado, y su atención estaba firmemente en su jefe. Dejándola libre para
fantasear sobre él y pensar sobre el futuro de ambos.
Había tenido una preciosa tarde con Nyna y Clementine Haws. Las mujeres
de Daniel, o así lo había llegado a pensar ella de todas. Clementine se parecía
mucho a su propia madre, y había sido una amarga experiencia sentarse y disfrutar
de la comida de la manera en que muy probablemente no podría ser capaz de
Había sido un impulso, pero habló con el dueño del edificio sobre el piso, y
Abbie había insistido en que hiciera un depósito como señal. Al fin y al cabo, había
decidido alquilarlo para Daniel y ella. Carina deseaba que cuando regresara
siguiera enamorado de ella, porque lo llevaría a rastras todas las noches por el
cabello si pensaba que iba a dejarla atrás.
Se detuvieron cerca del lateral de la entrada. Wilhelm levantó un brazo.
—Vosotros dos tenéis unos minutos a solas. No demasiado a solas, eso sí.
Pero quiero comprobar la seguridad por mí mismo, y tú estás fuera de servicio
hasta que diga lo contrario. —Y con eso, salió, dejándolos benditamente solos.
Una ráfaga de amor casi la derritió cuando él se giró, y ella, descaradamente
saltó sobre su regazo en un feroz abrazo antes de que se echara hacia atrás lo
suficiente como para mirar su rostro.
—Has vuelto.
—He vuelto. —Él la abrazó otra vez, atrayendo se espalda contra su
cuerpo—. Se te ve muy bien.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
hacerlo con su madre otra vez.
343
El Club de las Excomulgadas
—No tan bien como tú. Estás aquí.
La felicidad se reunió en su vientre, extendiéndose hacia el exterior, hasta
que sus labios se curvaron en una amplia sonrisa.
—Siento no haberme puesto en contacto justo cuando regrese. Esto era muy
importante y mi señal estaba bloqueada. Tenía que llevar esa información a
Roman.
—Lo comprendo —suspiró feliz—. Estás aquí. Te eché mucho de menos.
—Yo también te eché de menos.
—¿Crees que soy tan superficial que me he desenamorado de ti en sólo ocho
días? —Él intentó no sonreír.
—No debería haberte dicho esto, sólo se subirá directamente a tu cabeza,
pero pareces tan peligroso y guapo en estos momentos. Te he echado de menos. He
echado de menos poder estirar el brazo y tocarte. Saber que eres real y eres mío.
—Soy real y soy tuyo. —La besó en la frente.
—No puedo esperar a que me lo muestres —aleteó sus pestañas, y él se echó
a reír.
—Mantén puestas las bragas, Carina. Tengo trabajo que hacer primero.
Luego habrá espectáculo. Montones y montones. No eres la única que echa de
menos el tocar al otro.
—¡Oh, bien! Entonces, ¿iremos a tu apartamento? ¿Después de que
finalicemos esta tarde esta locura?
—No sé qué ocurrirá después de que Roman dé su discurso. Tan pronto
como sea seguro, estaremos juntos. ¿En cuanto a mi piso? Le hemos dado vueltas a
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—¿Todavía me amas? —preguntó.
344
El Club de las Excomulgadas
eso. Mi apartamento es demasiado pequeño para nosotros, Carina. Las
habitaciones de Abbie son lo que tú necesitas. Amplias, seguras y lujosas. Necesitas
eso.
Ella suspiró, acariciando su pecho sólo un poco demasiado fuerte.
—Si eso es lo que necesitara, hubiera aceptado las reiteradas invitaciones
sociales de Alexander Lyons. Te necesito a ti. Necesita un lugar que sea nuestro.
¡Ahora tengo un salario! —le sonrió ampliamente—. Podemos conseguir un bonito
piso en los respiraderos, con muchas habitaciones. Miré un apartamento en el
edificio de Nyna. Es perfecto para nosotros. El dueño dice que podemos mudarnos
en el momento en que queramos. Abbie hizo un depósito. Me dijo que tenías
créditos ahorrados, asumí que te parecería bien. Yo también tendré créditos pronto,
Esa línea que aparecía entre sus cejas se formó cuando él frunció el ceño
durante un momento. Ella la alisó con el pulgar.
—Este hermoso rostro se estropea con esa desagradable línea en el entrecejo.
—Primero, déjame felicitarte por tu trabajo. Roman me hizo llegar las
noticias.
Se sonrojó con placer.
—En el segundo círculo. Vincenz fue con nosotras. Dijo que era muy
seguro. Comenzaré la formación la próxima semana. Luego, una vez termine,
comenzaré a enseñar.
—Estoy orgulloso de ti.
Ella contuvo las lágrimas que se juró a sí misma que nunca derramaría.
—Eso significa mucho —suspiró.
—Te lo mereces. Esos chicos son afortunados por tenerte.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
una vez comience mi trabajo.
345
El Club de las Excomulgadas
La calidez en su rostro se convirtió en irritación otra vez, y ella intentó con
esfuerzo no reírse.
—Ahora, volvamos al otro asunto. ¿Mis hermanas y tú habéis estado
buscando apartamento juntas?
Se echó a reír y lo abrazó de nuevo, sólo después de percatarse de que
pensaba que le echaba mucho de menos. En ese preciso momento, con su aroma en
la nariz, sus brazos alrededor de ella, se dio cuenta de que le echaba de menos
mucho más de lo que había pensado. Añoraba su influencia constante, calmante
sobre ella, la forma gruñona pero totalmente dulce en que lidiaba con ella.
Rellenaba sus espacios vacíos sin empujar en todo lo demás.
encantador, también! Eres dichoso de tenerlos. Te quieren mucho. He escuchado
muchas historias maravillosas durante los últimos días.
Él gruñó guturalmente en voz baja, pero ella sabía que no quería decir eso.
—Deja de intentar dirigir la conversación a otros asuntos.
—Hmmm. Es un apartamento muy bonito. Sólo quería que tuviéramos un
lugar para nosotros. Nunca he tenido eso.
Él gimió, y ella, sin piedad, volvió a sonreír. Realmente él era muy
bondadoso. Era una pena que tan pocos conocieran que era un hombre dulce y
adorable. Aunque supuso que era más seguro para él que su reputación fuera la de
un guerrero frío como una piedra.
Pero no con ella.
—Nyna y Abbie dicen que te gustará. Incluso Abbie intentó arreglarlo con
Wilhelm para que moviera tus cosas. Pero Wilhelm fue muy brusco con ella, dijo
que tú querrías encargarte por ti mismo. Fue sólo un poco antes de que llegaras.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—De verdad adoro a tus hermanas y a tu madre. ¡Georges es un hombre
346
El Club de las Excomulgadas
Fuimos a la oficina de Roman para acosar a Wilhelm, y Abbie quería coger algo de
su oficina. Es muy mono que tengáis oficinas contiguas.
—¡Por los siete infiernos, Carina! Tengo armas en mi apartamento. No
quiero que husmees y salgas herida.
—¡Cállate! No fui. Wilhelm no aceptó y Roman estuvo de acuerdo. Incluso
Vincenz me echó una mirada asesina. Tu preciosa ropa interior sucia y tus docenas
de espadas no han sido tocadas por mí. Pero no soy tan espesa. En realidad, puedo
ver algo peligroso y no sacarme un ojo con ello.
—Hmm. —Pero se relajó un poco—. Lo veré contigo después.
no darse cuenta de cómo él vigilaba el mundo fuera del vehículo de transporte.
Sabía que estaba arraigado en él, y no podía quejarse sobre estar segura.
—Estás de vuelta, y las cosas parecen mejores, sólo quiero estar contigo y tú
me lo permites. Gracias.
—Por todos los dioses, tú me deshaces —No lo dijo como una queja sino
con asombro, y ella se lanzó a sus brazos de nuevo.
Se acurrucó contra él tan fuerte como si tratara de entrar dentro de su piel. Si
él tuviera las palabras correctas podría decirla que ya vivía dentro de él.
Sosteniéndola así, tan pequeña, total y completamente fuerte, se permitió respirar,
realmente dejando salir su ansiedad.
Esto era lo que había estado añorando: el sentimiento de vuelta. No sólo el
de regresar a Ravena, sino el de regresar a alguien, algo más grande que
simplemente él mismo. Ella era su lugar para volver a casa, su razón para regresar.
—Te amo.
—Lo has dicho por primera vez. Lo has dicho —sollozó.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Ella intentó resistirse, pero cedió, saltando un poco, haciéndole reír. Fingió
347
El Club de las Excomulgadas
—Sí. Bueno, estuve fuera. Hueles bien.
—¿Lo hago? —Ella inclinó la cabeza hacia atrás y sonrió hacia su rostro.
Se inclinó para respirar su olor.
—Mmm, sí, hueles bien. —Se puso rígido cuando, de repente, se percató de
lo que le había dicho antes sobre Alexander—. Espera. ¿Qué? —Se apartó, la ira
inquietándole durante un momento—. ¿Alexander Lyons hizo qué?
—Ahora, Daniel. ¿No crees que pude ponerle en su sitio?
—Su sitio es con mi puño en su nariz. —Daniel casi gruñó. Se la veía muy
satisfecha con ella misma, y la diversión por lo que ella le habría hecho a Alexander
hermano de Roman había madurado finalmente, pero ese tipo de cosas era algo
que el viejo Alexander habría hecho. Y maldita sea, tenía que dar su informe y su
polla estaba dura. Necesitaba estar con ella, y todo el asunto de Alexander le había
irritado.
—Estás muy atractivo cuando estás celoso, pero no hay necesidad. Como si
algún niño bonito pudiera ser más atractivo y maravilloso que tú. De todas formas,
no creo que realmente fuera en serio.
Gruñó, pasándose una mano a través del pelo.
—Wilhelm regresará en un rato. Por favor, sigue mis instrucciones y déjame
mantenerte a salvo. Estaré justo detrás de tu silla. Estoy orgulloso de ti. —La besó,
pretendiendo que fuera rápido, pero no había nada rápido cuando sus labios
tocaban los de ella.
Ella se apretó contra él, pasando sus brazos alrededor de su cuello. Su boca
se abrió en un suave suspiro que él tomó dentro de la suya con avaricia. Su lengua
encontró descaradamente la de él, deslizándose en un baile sensual, invitándole a
entrar y él la siguió.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
templó su ira. Pero se suponía que Alex era un amigo. Daniel había pensado que el
348
El Club de las Excomulgadas
Dulce. Su sabor le recibió, agarrándolo, enraizándolo, haciéndole ansiar
más. La necesidad rugió en sus oídos mientras luchaba por mantener el control.
Tuvo que echar su cabeza hacia atrás para mantenerlos a salvo, ni siquiera debería
haberla besado, pero lo necesitaba.
Con un gruñido y un mordisco en su labio inferior, la apartó y como medida
de seguridad, dio un paso atrás.
—Acabaremos esto más tarde.
Ella tocó sus propios labios con la punta de sus dedos.
—Te amo, Daniel. Me encanta que hayas regresado a mí. Ah, y allí está
—Vamos. Todo está en su sitio. —Wilhelm abrió las puertas, y Daniel salió,
ahora volvía a ser un soldado. Las cosas iban a cambiar. Lo sentía en el aire.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Wilhelm.
349
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Veinticuatro
Carina intentó no quedarse con la boca abierta mientras caminaban a través
de los pasillos del edificio del Gran Consejo. Era bastante difícil con el trabajo de
mármol con incrustaciones y las columnas elevándose hacia los altos techos.
Y luego había conseguido ver a Daniel con su uniforme. Sin estar sentada en
el medio de un transporte a toda velocidad a través de las calles para llegar a la
reunión. No había obtenido el efecto completo en el estrecho lugar. Pero ahora
estaba de pie en todo lo alto que era, con la espalda recta y los ojos inescrutables,
sin perderse nada. Era complicado, seco y muy autoritario. Nunca había visto una
—Cuando finalmente tengamos nuestro apartamento, tú y yo vamos a jugar
al prisionero y el soldado interrogador —murmuró ella, inclinándose sobre su
cuerpo.
Daniel se sonrojó y luego se mordió el labio para evitar echarse a reír.
Entrecerró los ojos hacia los de ella, pero con un brillo de interés y diversión, no
con ira.
Tragó saliva, observándole a hurtadillas mientras caminaban. Vincenz se
unió a ellos cuando llegaron a las dobles puertas macizas que daban a las Cámaras
Internas del Consejo. Su hermano parecía guapo y solemne mientras tomaba un
sitio detrás de Daniel, escudando a Carina aún más.
Nada la podría haber preparado para el sonido de esa habitación. Roman
había optado por no anunciar su llegada, así que entraron por la puerta lateral y en
el momento en el que lo hicieron, el ruido la golpeó como una bofetada.
Discutiendo a su alrededor, gritando a través de las pantallas de vídeo y el ujier
golpeando el mazo mientras pedía orden.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
visión más imponente.
350
El Club de las Excomulgadas
Roman se deslizó en el papel ante sus propios ojos. Él era El Lyon, era el
líder, su líder, y subió al estrado más alto con Abbie a su derecha. Deimos entró por
una puerta lateral con un grupo de hombres más jóvenes que se sentaron en un
nivel inferior.
—Consejo Asesor: son los próximos en las líneas del liderazgo de las Casas.
Deimos es el presidente —murmuró Daniel mientras sostenía un asiento para ella y
luego se colocó detrás, con las manos cruzadas a la espalda.
Aunque no había dicho una sola palabra todavía, la habitación entera se
percató de la llegada de Roman. Todos los ojos se posaron en él, incluyendo los de
ella. Cuando habló, fue incapaz de apartar la vista. Silenció la habitación con la
fuerza absoluta de su personalidad cuando les dijo que se calmaran y les llamó al
—He convocado esta sesión extraordinaria del Consejo de Gobierno. El
proceso no será grabado. Cualquier Casa sin representación en esta reunión perderá
su voto en cualquier asunto que se trate aquí.
Y, luego, se dio la vuelta hacia ellos.
—Yo, por la presente, proclamo que la Casa Sessions ha sido despojada de
su Rango. Sus propiedades les serán expropiadas, sus fondos reclamados. Todos los
miembros Sessions perderán cualquier trabajo asociado al Rango. Renunciarán a
las residencias en cualquiera de los tres ’Verses que posean. Lumina, Kyff y Alia ya
han retomado el control de la Casa Lyons hasta el momento en que el Consejo de
Gobierno decida bajo qué Casa de los ’Verses se afiliaran.
Un asombroso silencio se apoderó de la habitación mientras Roman les
dejaba digerir completamente lo que había dicho antes de continuar.
—Henry Sessions ha muerto después de haber sido descubierto conspirando
con un líder contrabandista de armas que guió desde Parron. Tengo un disco de
archivos disponible para aquellas Casas que presidan el Comité de Ley y Justicia.
En ese disco, encontraréis evidencias fotográficas y de vídeo de Sessions
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
orden.
351
El Club de las Excomulgadas
organizando un intercambio de pequeños explosivos tácticos por créditos. Este
intercambio tuvo lugar con un conocido miembro de Imperio. Tras una nueva
revisión de los documentos financieros de Sessions se ha descubierto un rastro de
créditos ligados a más de un año estándar de ganancias por tales acuerdos. Esas
armas habían estado involucradas en varios ataques a ciudadanos de la Federación.
—La Casa Turgev será interrogada después de que se suspenda esta reunión,
así que por favor, permanezcan en esta cámara hasta que se les diga que pueden irse
—miró hacia un hombre sentado justo a pocas filas de distancia—. Parron es
vuestro ’Verse y sabré exactamente cómo ha ocurrido bajo vuestro control.
La cámara estalló otra vez gritando preguntas y quejas oficiales por las
Roman hizo caso omiso, en lugar de acallar los sonidos amplificados, apretó
un botón provocando un penetrante ulular procedente del sistema de sonido. Todo
el mundo se silenció de nuevo.
—Voy a dejar algunas cosas claras para cada uno de vosotros. Hace casi dos
años estándar ahora, descubrimos Familias que habían caído en delitos de traición
contra los Universos Federados. Como resultado, miles de vidas se perdieron y más
se arriesgaron por la inestabilidad que se generó. Estamos al borde de la guerra. No es
una frase que use para obtener más poder. He dirigido con mano imparcial todo mi
mandato. Esto no es lo de siempre. Todos estamos en peligro, y usaré todo mi
poder para garantizar la protección de mi gente.
Explicó resumidamente algunas de las recientes escaramuzas en el Edge,
incluyendo los bioagentes utilizados.
—¿Por qué nos preocupamos por el Edge? —gritó alguien—. Si dejamos que
los Imperialistas tengan esos ’Verses nos dejarán tranquilos. ¿Por qué estamos
llevando a la muerte a nuestra propia gente y disolvemos Casas por un puñado de
sucias tierras?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
tácticas de Roman.
352
El Club de las Excomulgadas
Carina se complació de escuchar numerosos murmullos de disgusto en
reacción a tales comentarios.
—Porque, Casa Moander, somos la Federación. Firmamos acuerdos e
hicimos nuestro juramento de proteger aquellos ’Verses que son nuestros. Aquellos
’Verses en los Edge son ’Verses de la Federación, al igual que Kwen Lun, Ravena,
Nondal, Borran. Al igual que lo son cada uno de nuestros ’Verses. No seré un
mentiroso ni un cobarde.
—Y porque Ciro Fardelle no se detendrá en esos ’Verses —dijo Carina en
voz alta y clara.
—Ella es Carina Fardelle. Escapó de Imperio y ha solicitado asilo. Su
hermano, Vincenz, conocido como Vincent Cuomo, ha estado sirviendo a los
Universos Federados durante sietes años estándar —indicó Roman mientras ella se
dirigía al grupo.
Ella decidió ponerse en pie.
—No ganaréis nada dejando ir a los ’Verses del Edge. ¿Creéis que les
importa el territorio? ¿Creéis que esta es la razón por la que no ha mostrado dudas
para volar a vuestros ciudadanos? ¿Usar agentes virales con ellos para hacerlos
enfermar y matarlos? —suspiró, como si todos fueran niños tontos—. A Ciro
Fardelle no le importan esos ’Verses. No ha sumido a Imperio en el caos sólo por
un número de ’Verses del Edge. Esto no es sobre territorio. Lo que le importa es el
poder. Si ponéis pies en polvorosa y abandonáis a vuestra gente, lo verá como una
debilidad, y continuará hacia delante, hacia el Edge. Porque abandonar esos
’Verses significará que tenéis miedo, y os castigará por eso. Sólo responde a una
cosa, a una única cosa: más fuerza que la suya. No a la amenaza de la fuerza, ni al
peligro de la fuerza, sino la fuerza bruta aplicada con rápidas manos.
Se sentó y miró hacia la habitación.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Todos los ojos se giraron hacia ella.
353
El Club de las Excomulgadas
—¿Por qué debemos confiar en ti? ¡Eres mitad Fardelle! No eres digna de
estar en esta habitación.
—Casa Stander —murmuró Daniel, sabiendo que ella podría replicar por sí
misma.
—Casa Stander, ¿verdad? Tanto si confía en mí como si no, yo estoy aquí.
Yo saqué a relucir la información, arriesgando mi propia vida y la vida de los
miembros de mi familia y amigos que se quedaron en casa. He demostrado mi
lealtad, y os estoy contando cómo actuará mi padre. Podéis creerme o no, pero la
respuesta es que él es un hombre que pone en práctica su creencia de que los
humanos necesitan el látigo con la frecuencia suficiente como para alejarlos de
cualquier idea sobre salir con vida si escapan. A Ciro Fardelle no le importáis
o por negociar la paz. Sólo le preocupa destruir y mutilar. O eres la presa o eres el
cazador.
Roman se puso en pie.
—Somos depredadores. Suficiente. Que se sepa que a partir de ahora,
cualquier traición será respondida con fuerza. Será erradicada bajo mi bota si
cualquiera de vosotros sin honor no pueda aprender esto... —Roman miró a Abbie.
—Si no podéis aprender esto, os destruiremos. Esta traición terminará de un
modo u otro. Cómo termine es vuestra elección —Abbie habló suavemente, aunque
de forma clara. Sus ojos se encontraron con los líderes de varias Casas.
—La Casa Walker apoya a Lyons. Nuestra reciente experiencia con los
miembros que participaron en este lío ha subrayado la importancia de permanecer
unidos ahora.
Siguió una y otra vez. El representante de cada Casa se puso en pie y apoyó
a Roman. Dos Casas discreparon pero estuvieron de acuerdo con no interferir con
Roman.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
vosotros ni nadie más de aquí. No se preocupa por minimizar las pérdidas de vidas
354
El Club de las Excomulgadas
—Controlar vuestras Casas, a la gente. Esta es nuestra tierra, hay
ciudadanos que proteger. Hicimos un juramento. No rompamos esas promesas.
La gente de Wilhelm entraron majestuosamente y escoltaron al líder de la
Casa Turgev por el lateral de la habitación para ser interrogado.
—Hiciste lo que fue necesario. —Le dijo Deimos a su padre.
—Toda mi vida he estado enseñando los ideales de equidad y justicia. Estas
personas están ayudando a esos bastardos, esto es sobre dar más derechos a los no
clasificados. Pero haciendo esto, no acelerarán el proceso, solo causa revuelo,
genera a un pueblo enfadado que se siente traicionado y amenazado, que se ponen
en nuestra contra. Eso no es bueno. Los odio por obligarme a hacerlo. ¿De qué otra
—Como lo estás haciendo, Dai. Como un líder. Un verdadero líder no sólo
guía cuando las cosas son fáciles y las decisiones son nimias —Deimos se encogió
de hombros.
—Así que hagamos algo al respecto —interrumpió Abbie—, nos hemos
hecho con todas las propiedades de la Casa Sessions: tierras, viviendas, las grandes
granjas en Lumina. Las dejaremos a los no clasificados. No, no todas ellas.
Comprendo que cualquiera de las Casas que se ocupe de ellas necesitará pagar los
servicios y los salarios de los empleados. Si la divides, uno de los ’Verses de cada
una de las tres más ricas y progresivas Casas que estén de acuerdo en que los
ciudadanos paguen cierta cantidad por un trozo de la tierra Sessions, para llevar
una granja. En la Tierra hay antecedentes de esto. El gobierno anima a la gente a
moverse y colonizar lugares. Para trabajar la tierra y construir una civilización de
nuevo. Les daban un certificado de propiedad sobre algunas tierras y una bestia de
carga. Podemos darles eso y, quizá, un pequeño estipendio para construir
viviendas.
—Roman, hacer algo como eso amenazaría a las Casas —dijo Vincenz
desde detrás de Ellis.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
forma puedo manejarlo?
355
El Club de las Excomulgadas
—Sí, y deberían estarlo. Tengo millones de personas sin rango molestas
ahora mismo. Traicionadas por la gente que se supone les iba a proteger. No tienen
voz, y sus protectores no hablan con ellos. Estoy siendo informado de disturbios
cada cuarto de hora. Por toda la Federación. Están enfadados y tienen razones para
estarlo. —Se detuvo—. Abbie, si quieres hacer esto, que tu oficina haga un estudio
de ello. Tráeme tres versiones de un plan para llevarlo a cabo. Hazlo oficialmente
con un coordinador de los no clasificados. Tu oficina puede beneficiarse de esto, y
debería. No escatimes. Quiero todos los datos financieros para que funcione. Sé
meticulosa.
—Tenemos a Tugev en el interrogatorio ahora. Te comunicaré cuando
terminemos. No creo que esté relacionado con los Sessions. Negligente con sus
—Estoy de acuerdo. Vamos a casa. He asustado a demasiada gente por
ahora —Roman señaló la puerta y le siguieron.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
propiedades sí, ¿traición a la patria? No —suspiró Wilhelm.
356
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Veinticinco
Carina había hecho un gran trabajo. Daniel le diría eso en privado una vez
tuvieran la oportunidad de escapar un momento. Desafortunadamente, no había
terminado de trabajar y, de hecho, el descanso de doce horas parecía muy lejano.
No podía concentrarse hasta que supiera que ella estaba a salvo.
—Tengo trabajo —acarició su mejilla—. Lo siento. Necesito...
Ella asintió.
—Lo comprendo. —Se rio ante su expresión—. Sí, realmente lo hago. Esto
terminado?
—Siempre volveré a tu lado cuando termine mi trabajo. —Necesitaba que
ella comprendiera eso—. La pregunta es, Carina, ¿estarás siempre allí? —puso los
dedos sobre sus labios un momento—. No respondas a eso todavía. Piensa en ello
con cuidado. Cuando regrese a ti esta noche y si estás de acuerdo, nos iremos
juntos y nunca te dejaré. No será fácil amarme, estando con una persona cuyo
trabajo consiste en guardar secretos. Te quiero. Te quiero tanto que estoy
ignorando deliberadamente todas las otras razones para no estar contigo. Pero mi
parte es fácil. Eres fácil de amar. Así que piensa, y si me aceptas, me tendrás para
siempre.
Ella mordisqueó sus dedos.
—Eres muy lento. Te he dado mi respuesta cientos de veces. Justo como
ahora, Sr. Haws, ya eres mío. Ten cuidado —Se giró y movió hacia el vehículo—.
Estoy enamorada de ti. Quiero tener tus taciturnos, gruñones y serios bebés, y
tienes que casarte conmigo. Te daré algo de tiempo para que pienses en eso.
Él puso la palma sobre su corazón. Inclinándose, le habló al oído.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
es importante. Tú eres importante. Tienes un trabajo. ¿Volverás a mí? ¿Cuándo esté
357
El Club de las Excomulgadas
—En realidad, eres la más exasperante y mandona mujer que haya
respirado. —Ella se puso rígida y él se echó a reír—. Es una de tus mejores
cualidades. Vendré a por ti cuando pueda.
Él se enderezó y ella se puso de puntillas rápidamente para besarle.
—Estaré esperando.
Después de que el vehículo se fuera, se giró hacia Wilhelm.
—Voy a ir caminando hasta las oficinas. No quiero quedarme atascado en
un vehículo, he estado moviéndome en medios de transporte durante días.
—Te veremos allí. Reúnete conmigo en la oficina. Hemos obtenido alguna
Él corrió, ante la necesidad de hacer ejercicio. El aire frío bombeaba a través
de su cuerpo mientras corría, despertándole, ayudándole a alejar las dudas y todo
aquello que no tuviera que ver con el problema en cuestión.
Para cuando se hubo duchado en su oficina y cambiado su uniforme de gala,
se encontraba menos nervioso y más concentrado. Regresar a casa había sido la
primera cosa importante. La había visto, sabía que ella estaba bien y ahora tenía
trabajo que hacer.
El asistente de Wilhelm saludó a Daniel cuando llegó.
Roman y Wilhelm ya estaban dentro, sentados alrededor de una gran mesa,
mirando una pantalla.
—¿No han descodificado la información aún? —apartando una silla, Daniel
miró el flujo de información sobre la pantalla, todavía codificada.
Podía ver los bloques de información que habían comenzado a
desenmarañarse, el código descodificado, revelando todos los datos debajo de él.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
información de ese chip.
358
El Club de las Excomulgadas
—Mis mejores hombres han estado con ello, y está yendo muy lento. Las
capas de encriptación son tan densas y complicadas que he tenido dos equipos
trabajando media jornada cada uno para llegar tan lejos. Hoy ha sido la primera
vez que hemos visto cualquier dato real detrás de la codificación. Tenemos algunos
lugares, pero no mucho todavía.
—Esta le dijo a Carina que no tenía programas para desactivar la seguridad.
Ha debido cogerlo directamente de los archivos personales de Ciro. Tiene agallas
—dijo Roman.
—Puedes decir que es bastante extraordinaria. Mira a su hija —Wilhelm
continuó mirando la información—. Asphodel, Parron y Mirage.
que fuese imposible. Inteligencia18 había indicado un aumento de la seguridad en
Caelinus. Tan seria que no pudieron conseguir una sola comunicación del interior
del complejo Fardelle.
—Evidentemente, el Edge es la llave aquí. Sabemos eso por nuestra propia
inteligencia y lo poco que Esta fue capaz de contarnos antes de que obtuviéramos
este chip. Además de ser la barrera entre nosotros y el Imperio, ¿qué hace que los
’Verses mencionados se parezcan lo suficiente? —Daniel levantó un mapa.
—Ni siquiera son los tres ’Verses más cercanos al punto marcado.
—Sea lo que fuera lo que tenemos aquí, es grande. Los equipos están
preparados, ¿verdad? —preguntó Roman.
—He enviado a dos equipos fuera. Sera, Brandt y Ash se encontrarán con
Andrei y Julian. Tengo otro equipo especial sobre el terreno en Mirage —Wilhelm
dirigió su atención hacia Roman—. Los Sessions les han dado algunos problemas a
mi gente. No va a ser tan limpio como me gustaría, el traerlos aquí.
Roman chirrió los dientes.
18
Al hablar de Inteligencia nos estamos refiriendo a organismo secretos como la CIA en Estados Unidos, que se dedican de
forma encubierta a buscar información sobre determinadas personas o actividades.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Daniel deseaba que estuviera en su poder sacar a Esta Fardelle, pero temió
359
El Club de las Excomulgadas
—Traerlos aquí. Muertos o vivos. Déjaselo claro. No voy a tolerar esas
tonterías. Ni por un minuto más. Estamos al borde de una guerra total, y los
Sessions pretenden jugar con nosotros. ¿Acaso esperan piedad ahora?
—Señor, ha quedado bastante claro en la investigación que hice antes de
encerrar directamente a Henry que, por lo menos, los altos cargos de la Casa sabían
lo que había estado ocurriendo. El rastro de créditos prueba que esto había traído
más capital dentro de la estructura de la Casa de que lo que había anteriormente.
Incluso los trabajadores del almacén lo sabían.
—Esto es lo que la misericordia te da. —Roman se puso en pie y comenzó a
pasear.
los hombros de Roman más que sobre cualquiera de los otros. Tenía que equilibrar
muchas cosas, la gente sería herida y no había forma de evitarlo. Esa clase de poder
no era algo que Daniel anhelara.
—La misericordia está infravalorada, pero no en este caso. Los traeremos
aquí —Dijo Wilhelm—. Siéntate, Roman. Aquí hay algo en marcha, estamos en
ello y tenemos que permanecer fieles a ello a medida que sepamos más. Tengo a
gente trabajando para reventar los códigos, los rastreadores están con el flujo de
información entre los tres ’Verses implicados y el Imperio. Lo averiguaremos.
Vincenz ha sido inestimable con esto. No sólo con los códigos de información, sino
con el conocimiento que tiene del Imperio y los contactos que ha hecho en el
tiempo que ha estado con nosotros. Lo ha acelerado enormemente.
—Quizá puedas dejarle subir a bordo entonces —Daniel raramente interfería
con la visión de Wilhelm de Phantom Corps. Mientras Daniel se encargaba de la
mayoría de los programas, Wilhelm se había encargado de reclutar, con su forma
peculiar de ver las cosas, a los agentes desde el principio. Había funcionado,
contratando como agentes exactamente al tipo de hombres y mujeres que el
programa necesitaba. Wilhelm creó Phantom Corps y tenía una visión específica.
Daniel no tenía ningún problema con eso.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Daniel no le envidiaba en ese momento. El peso de esto descansaba sobre
360
El Club de las Excomulgadas
Pero en este caso, una sugerencia podía ser efectiva.
—¿Vincenz Fardelle como un agente de Phanton Corps? No era consciente
de que estuviera interesado. Lo está haciendo bastante bien en su actual puesto.
Daniel restregó una mano contra su rostro.
—Ha querido ser uno de nosotros desde el comienzo. Ha demostrado su
lealtad y capacidad de forma sobresaliente en este cuerpo —Daniel se encogió de
hombros.
—¿Lo ha hecho?
Y entonces fue cuando Daniel se percató de que Wilhelm sabía todo lo que
—Wilhelm, nos lo pidió cuando regresó. Le dijiste que no era adecuado para
este trabajo, y esa es la razón por la que acabó donde está ahora.
—Recuerdo eso. Era demasiado joven por aquel entonces. No el tipo de
juventud que todos vosotros teníais cuando os encontré, sino joven de corazón. No
era… —Wilhelm se detuvo— duro. Pese a todo lo que había visto. Tú eras duro.
Andrei también era fuerte. Marame era la muchacha más dura que había visto. Es
lo que todos utilizáis para mantener el matar fuera de vosotros.
Daniel no sabía lo suficiente como para entender ese proceso. Estaba
orgulloso de que Wilhelm lo hubiera escogido, orgulloso del trabajo que hizo. Pero
ser lo bastante duro como para que matar gente no se convirtiera en la vida de uno
no parecía ser algo deseable.
—Ha recibido un excelente entrenamiento. Lo he visto en acción. Sus
destrezas investigadoras son muy buenas. Creo que sería un activo para Phantom
Corps. ¿Viviendo en el Edge, y viendo como su propio padre diezma su hogar y
trata de hacer lo mismo aquí? Eso endurecería a un hombre —Daniel conocía a
Vincenz lo suficientemente bien para saber qué le motivaba.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Daniel le había contado. Ya lo sabía y le estaba guiando a algún sitio.
361
El Club de las Excomulgadas
Ah, de eso iba todo. Ellis estaba esperando a que Daniel saliera de su
sombra, para liderar un poco más a los Phantom Corps.
—Confío en tu juicio sobre eso. ¿Por qué no hablas con él sobre esto? —
preguntó Wilhelm.
Apreciaba el modo en que Ellis había dejado la puerta abierta, pero en este
caso, Daniel sentía que sería mejor si venía de Wilhelm.
—Si estás seguro de que debería ser yo.
Las cejas de Wilhelm se elevaran brevemente, y Roman se dejó caer en la
silla para ver la interacción.
—Desde el comienzo, has realizado la selección. Los has escogido según tu
propio criterio. Sé que no es tu recluta normal. Pero él querría que fueras tú. Lo
solicitó y dijiste que no. Y sin embargo, no metió el rabo entre las piernas. Podía
haber cogido el estatus de Clasificado y sentarse para no hacer nada desde que
llegó. Pero cogió tu negativa y le hizo ser mejor, le hizo inestimable, y ha
demostrado su lealtad una y otra vez. Merece el mismo honor que el resto de
nosotros.
Wilhelm asintió.
—Buen punto.
*****
Carina bebió un sorbo de su vino caliente y fingió escuchar a Corrin mientas
tocaba el piano. Abbie estaba sentada cerca de ella en el acogedor sillón con la
cabeza reclinada sobre las almohadas.
—¿Estás bien? —preguntó tranquilamente—. ¿No tienes nauseas?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—¿No crees que es mejor?
362
El Club de las Excomulgadas
Abbie parpadeó y se sentó más recta.
—Sí, sí, estoy bien. No he tenido muchos problemas con las náuseas esta
semana. Mercy dice que puedo haber terminado con ellas ahora. Gracias a los
dioses.
—Bien.
—¿Tú estás bien? Hiciste un buen trabajo hoy, Carina.
—Quiero a Daniel —dijo con una sonrisa y se encogió de hombros—. Sé
que está trabajando. Sé que volverá a por mí. Egoístamente, desearía que fuera
ahora.
robábamos tiempo siempre que podíamos estar el uno con el otro, incluso cuando
estábamos condenados. El amor trabaja de esa forma. Y el amor encuentra su
camino. Mi hermano es... —suspiró, pensando lo que estaba diciendo—, él es
intenso. Su atención es intensa. Es la razón por la que es tan bueno en su trabajo.
Tú estás en su punto de mira. Volverá a por ti. Siempre. Además de Roman, no
conozco a nadie que sea más leal y confiable en la trayectoria de su vida. A veces,
te hará… no sé —Abbie sacudió la cabeza—. Es genial. Estar enamorado de un
hombre como ese. A veces entro en una habitación y me mira y ya no hay nadie
más allí. Nunca imaginé que el amor pudiera ser así.
—A veces te sientes como si te ahogaras en ello. Toda esa atención. No es
negativo, sentirme como si estuviera agonizando. Pero es sólo cuando sube la
marea, cuando te consume. Es muy poderoso. He conocido a gente enamorada, y a
parte de Roman y tú, nunca había visto semejante intensidad antes. Había
comenzado a preguntarme si era sólo yo.
Abbie sonrió abiertamente.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Te he contado cómo Roman y yo nos enamoramos. Le esperaba,
363
El Club de las Excomulgadas
—Es extraño. Creo que este tipo de conexión que hemos conseguido con
nuestros hombres es rara. Puedes encontrar amores menos intensos, aunque no
menos duraderos.
—Pero prefiero tener esto —Se rio Carina, creyéndolo con todo su ser.
—Por todos los dioses, yo también. Estoy segura de que no puedo
imaginarme teniendo este hijo y haciendo cosas con nadie más.
—Eso es bueno oírlo, cariño. —Roman se deslizó dentro de la habitación,
sin parecer el hombre que tenía el peso de millones de vidas sobre sus hombros—.
Vamos a la cama. Pareces cansada, y el doctor dijo que necesitabas descansar más.
¿dónde estaba Daniel?
—He estado echada en el sofá, escuchando a Corrin tocar el piano sólo para
mí mientras charlaba con Carina. No es como si hubiera estado trabajando duro. —
Pero sus ojos estaban fijos sobre su marido mientras se movía hacia él y a sus
brazos.
Carina los observó, encantada que la hermana de Daniel tuviera semejante
conexión con alguien que claramente la adoraba.
—¿Estás todavía despierta? —Daniel entró e hizo que todo fuera mejor.
—Te esperaba.
Extendió su mano y ella se levantó sin dudarlo, moviéndose hacia él y
cogiéndola.
—Por ti y sólo por ti. Siempre esperaré.
—Te amo, Carina.
—Te amo, Daniel —Le sonrió.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Carina no quería interrumpir el encantador momento entre ambos, pero…
364
El Club de las Excomulgadas
—En mi bolsillo exterior hay una solicitud de matrimonio.
Antes de que él pudiera decir algo más, ella metió la mano y la cogió.
—¡Lo hiciste!
—Tú me lo ordenaste. —Una sonrisa se desplegó en su boca.
—Pfffft. Daniel, yo te pido que hagas todo tipo de cosas.
—Ven arriba conmigo. Te explicaré como te obedeceré a veces.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
El eco de la risa de Abbie los siguió mientras escapaban escaleras arriba.
365
El Club de las Excomulgadas
Capítulo Veintiséis
Ella tiró de su ropa mientras se reía.
—¡Vamos Daniel! No estás desnudo. He tenido que esperar todo el día para
que lo puedas estar. Debes obedecerme ahora mismo.
—Es algo bueno que me gusten las mujeres mandonas.
—Mujer. En singular —trató de pellizcarle un costado, pero todo él era
músculo liso, apretado. No es que se quejara.
Estoy bastante seguro de que me matarías si no fuera el caso.
—Tienes que dormir algún día. Sólo recuerda eso.
Él cayó sobre su espalda en la suave alfombra, sus brazos alrededor de ella
cogiéndola para suavizar su caída.
—No me olvidaré de tus amenazas malévolas. —No parecía muy
amenazado ya que lamió su cuello, sus dedos ágiles desabotonándole los
pantalones y empujándolos hacia abajo por sus piernas.
Él se irguió, apoyándose en sus piernas, mirándola.
—Tienes las piernas más hermosas.
—¿Te casarás conmigo? ¿Cuándo?
—Impaciente, también. —Acariciando con las palmas de sus manos sus
piernas del tobillo al muslo, él se inclinó abajo para besar su vientre, levantando
poco a poco su suéter cuando lo hizo.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Aparte de las mujeres incluidas en Abbie, Nyna y Mai, eres la única.
366
El Club de las Excomulgadas
—No pienses que puedes enseñarme los papeles, y voy a retroceder en ese
punto. Me has desflorado, después de todo —dijo ella, terminando en un chillido
cuando él deliberadamente deslizó los dedos sobre sus bragas, presionando solo con
la suficiente fuerza como para recordarle a ella que le deseaba tanto.
Él se echó a reír, dejándola en tiempo suficiente para quitarse la chaqueta y
camisa, tirándolos en la habitación por detrás de ellos sin mirar.
Ella respiró hondo, mirándolo.
—Wow.
—Ahora tú. —Le quitó el suéter por la cabeza, y ella se sacudió el pelo de la
luego el otro—. No has sido desflorada. Fuiste amada.
—Ah, eres muy bueno en esto. —Ella sonrió con satisfacción—. Digo que
necesitamos aproximadamente tres semanas y pico para planearlo. Tendremos que
apresurarnos en ese tiempo, y luego podemos tener la ceremonia aquí. Abbie dijo
que tú a menudo pasabas el tiempo en los jardines de cristal coloreados. Adoro el
sitio, el modo en que la luz baila sobre las flores por todos esos cristales de colores.
Él gimió, pero no se detuvo cuando se quitó sus pantalones y botas,
finalmente quitándose sus calzoncillos.
—Vamos a la cama. No deberías ser tomada aquí en el suelo.
Ella se giró sobre sus manos y rodillas.
—Pero te gusta esto.
Fue el movimiento correcto. Sus ojos estaban vidriosos. Sobre su hombro,
ella le miró, tensándose su estómago, cuando él se lamió los labios.
—No me voy a romper si me follas así, Daniel. Pensé que ya habíamos
aclarado esto antes —sintiéndose audaz, ella llegó entre sus piernas, abriéndose a sí
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
cara—. Hermosísima. Cada centímetro de ti es tan hermoso. —Le besó un pezón y
367
El Club de las Excomulgadas
misma. Un gemido entrecortado salió de él, haciéndola sentirse hermosa y
deseable.
Él presionó un beso en la parte baja de su espalda. El calor y la piel de
gallina subieron por el contacto, extendiéndose hacia fuera hasta que consumieron
cada parte de ella.
—Necesito esto tanto como lo haces tú —susurró ella—. Tómame como
quieras. Soy tuya. Es amor, no importa cómo me tomes. ¿De qué serviría esto entre
nosotros si tú no puedes tomar lo que necesitas de mí? ¿Cuándo lo ofrezco
libremente? Esto se trata sobre ti confiando en mí lo suficiente para que sepas que te
amo. Acepto todo lo tuyo. Me gusta cómo eres conmigo. Áspero, suave, de
Él no sabía cómo ella podría. Era tan hermosa y suave. Él no lo era. No la
merecía. Respiró profundo, lamiendo su cadera. No es que planeara ser un buen
hombre y alejarse.
Ella había tomado su mano, había aceptado su petición de matrimonio. Le
había ordenado que lo hiciera, después de todo, por lo que había esperado que
estuviera contenta. Pero ella era una mujer, por lo que medio esperaba que le
hiciera rogar. Qué lo habría hecho.
No estaba dispuesto a dejarla. Resopló y mordió una de sus perfectas nalgas.
Ella gritó y se echó a reír.
—¡Daniel!
—¿Qué? Cariño, ¿has visto tu culo? Está haciéndome señas para
mordisquearlo. Soy un esclavo de mis impulsos, ya lo sabes. Sólo soy un simple
hombre cautivado por tu amor.
Ella negó, sin dejar de reírse.
—Estás completamente lleno de ello.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
cualquier forma.
368
El Club de las Excomulgadas
—Lo estoy. —Pasó sus dedos por los pliegues de su coño, tan húmedo y
listo para él. Ella se arqueó hacia atrás, y fue a su clítoris.
—Gracias a los dioses —Ella gimió, su risa muriendo—. He estado
esperando por lo que parece una eternidad. He echado de menos tus manos sobre
mí. Estoy completamente acostumbrada a ser atendida por ti con regularidad. Es
algo horrible ser acostumbrada a eso, y luego simplemente desaparecer, y negarme
ese placer.
Fue su turno de reírse, apretando su clítoris entre el índice y el pulgar.
—Pido disculpas por ser tan terriblemente egoísta. Déjame darte este
pequeño presente para comenzar a expiarme. —Cuando lo dijo, subió sobre ella
y robar cada jadeo, gemido y grito, cada trocito de su deseo.
Su cabeza cayó hacia adelante cuando él tiró y pellizcó el pezón izquierdo al
mismo tiempo que se movía en su coño.
Y entonces ella exhaló bruscamente, culminando en un rayo caliente en
contra de sus dedos, dejándola lista y abierta cuando él empezó a entrar en ella,
empujando su polla en su entrada, metiéndola hasta el fondo.
—Acepto tus disculpas —murmuró ella—. Por favor no dudes en
equivocarte en el futuro. Tu modo de pagar por tus errores es más que aceptable
para mí.
—Sólo estoy empezando, cariño —salió y empujó hacia adelante una y otra
vez. Su ritmo era rápido y fuerte, la necesidad amenazó con arrastrarse por su piel.
Su cuerpo respondió a su necesidad, le dio lo que él anhelaba.
Alrededor de él, ella estaba caliente y húmeda, agarrándole, acariciando su
polla mientras se empujaba a sí misma hacia él para corresponder sus empujes. Él
cedió ante su impulso de controlarla en ese momento, para entrar y rendirle
homenaje a ella.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
con implacable intensidad. La necesitaba, tenía que darle placer, necesitaba tocarla
369
El Club de las Excomulgadas
Luego haría las cosas más lentas y disfrutaría de ella durante horas.
Carina nunca había sido más feliz en toda su vida. Su polla profundamente
dentro de ella, con sus manos por todo su cuerpo, sosteniéndola a él como si no
pudiera soportar estar sin tocarla. Sus músculos estaban relajados y calientes por el
clímax delicioso que le había dado, y correspondía a su ritmo.
Cuando él era así, mayormente masculino, dominante incluso, era como si
cada una de las células de su cuerpo fuera hipersensible. La alfombra en sus rodillas
no era cómoda, pero no le dolió, y de alguna manera sólo se añadía a toda la
experiencia.
Esa misma alfombra que asió con sus dedos cuando ella buscó apoyo. El
limpio, su propio olor único, todo esto unido junto, aumentaba su deseo.
Cada vez que él no podía resistir otro momento, hacía un sonido que la
volvía loca. Una especie de frenesí se incorporó a sus huesos, sus músculos, porque
ella necesitaba todo de él.
Él besó su hombro cuando bombeó repetidamente en ella. Sus jadeos, los
músculos de sus brazos tensos como cuerdas por la tensión. Estaba totalmente
alrededor de ella, sobre ella, detrás de ella, dentro.
Dentro, tan profundamente y con fuerza, y luego todo su cuerpo se
endureció cuando él gimió su nombre, corriéndose por fin y tirándolos al suelo,
acunándola en sus brazos.
—Bienvenido de vuelta.
Él jadeaba para tomar aliento, y ella besó sus labios, no queriéndose mover
durante un rato.
—¿Significa eso que te casarás conmigo entonces?
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
olor de ellos se levantó a su alrededor, su cuerpo dando la bienvenida al suyo, sudor
370
El Club de las Excomulgadas
—Sólo he estado acosándote para que te casaras conmigo desde el día que
nos conocimos, Daniel. ¿Qué pista necesitarías para que yo no estuviera interesada
en algo que no fuera eso?
Él se puso de pie, levantándola contra él.
—Ven conmigo. Me he alojado aquí por lo que sé que la bañera es lo
suficientemente espaciosa para dos.
Ella lo observó mientras abría el agua y se iba a buscar toallas. Se sentó en el
borde del mostrador y miró contenta porque él era suyo. Esto la complacía
directamente hasta la punta de sus dedos.
Él se volvió y ofreció una mano para ayudarla a meterse en el agua. La
siguió, instalándose en su espalda.
—¿No lo hiciste?
Ella se echó a reír, porque él hizo todo lo mejor.
—No te esperaba, tampoco. Pensé que eras inútil y superficial la primera vez
que te vi. Te quise, incluso entonces, justo cuando te miré y te consideré como una
belleza fría y distante. Me has demostrado lo incorrecto que fue mi juicio desde
entonces.
Ella estaba tan relajada en sus brazos, el calor del agua a su alrededor,
calmando a su cuerpo saciado por el momento.
—¿No crees que soy hermosa ahora? —bromeó, con sus ojos cerrados.
—No eres fría ni distante. No eres inútil o superficial. Tu belleza es como las
horas siguientes a una fuerte nevada. Brillante, cubriendo todo lo que toca con esa
belleza. Eres pálida como la luz de la luna e igual de luminiscente. Como una perla.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—Nunca te esperé.
371
El Club de las Excomulgadas
Eres fuerte e inteligente, y lo que hiciste hoy necesitó mucha fuerza. Estoy
orgulloso de ti.
—¡Oh, Daniel! Eres… —lamió sus labios—. No sé cómo lo haces, pero
dices las cosas que necesito escuchar exactamente.
—No cuando te digo que no.
Ella se rio de nuevo, la alegría siempre tan cerca de la superficie cuando
estaba con él.
—Eres muy rudo cuando me dices que no. Pero supongo que soy difícil de
manejar y todas esas cosas que los hombres dicen sobre las mujeres con mentes
parece que los hombres mandones como vosotros necesitáis mujeres que odien oír
un no.
—Confío en ti para convertirlo en una virtud —besó su sien, y ella sintió la
curva de sus labios mientras sonreía.
—Las cosas se van a poner muy mal, ¿no?
Él hizo una pausa antes de volver a deslizar sus manos enjabonadas por
encima de ella, consiguiendo relajarla otra vez.
—Creo que sí. Descodificamos los datos. Vincenz está ayudando. Tu padre
está en algo horrible a juzgar por los extremos a los que llegó, para proteger estos
datos.
—Ayudaré en todo lo que pueda.
—Wilhelm me dijo que habías sido ya de mucha ayuda. Gracias por eso.
Estoy tratando de conseguir noticias sobre tu madre. He asignado a Vincenz un
plan para liberarla. No podrá suceder por un tiempo. Lo siento. Pero tan pronto
como podamos hacerlo, la sacaremos.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
propias. Tenemos que gustaros bastante. He visto como Roman mira a Abbie. Me
372
El Club de las Excomulgadas
Carina miró por las ventanas de encima de la bañera. El cielo estaba
iluminado con miles de estrellas. Totalmente diferentes a las que había crecido
viendo por la noche. Eso todavía la afectaba a veces, darse cuenta que ella estaba
tan lejos de todo lo que conocía.
—No estoy segura de que ella se fuera. Aprecio que estés trabajando en ello,
pero confío en ti para esperar a hacerlo cuando pueda ser realizado sin peligro, o al
menos de la forma más segura posible.
—Mañana podemos empezar a mudarnos al nuevo piso —continuó ella—.
Vi lo que tienes. Por amor de Dios, Daniel, ¿por qué vivir en un piso tan pequeño?
Puedes permitirte uno más grande —suspiró.
—Abbie lo consiguió. Tuvo que decirle al dueño del edificio el salario que
tenías para que pudiera alquilárnoslo. Necesitaremos mobiliario. Una cama. Abbie
me dice que duermes en una cama individual estrecha. ¿Por qué te torturas así?
Ella se había levantado para estar enfrente de él, y la aclaró, poniéndola
fuera de la bañera, uniéndose a ella y secándola con una toalla.
—No he tenido una razón para una cama más grande hasta ahora. Todo lo
que he hecho en la mía hasta ahora es dormir. No me muevo mucho cuando
duermo. ¿Por qué perder tiempo y dinero buscando una cama más grande? A
propósito, en el bolsillo interior de mi abrigo, al otro lado de donde estaban los
papeles, hay algo para ti.
Ella gritó y salió corriendo por la puerta, sin importarle que estuviera
desnuda. Rebuscando en su abrigo, encontró una bolsa de tela atada con un cordón
en el bolsillo.
No quería abrirlo sin que él estuviera presente, por lo que correteó de nuevo
hacia atrás, y lo encontró subido en la cama. Había encendido el fuego, por lo que
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—¿Cómo lo conseguiste?
373
El Club de las Excomulgadas
la habitación estaba calentita. Se subió de un salto junto a él, apretándose contra su
cuerpo.
—Me encantan los regalos.
—Ya me lo imaginaba. —Él le dio un golpecito a su barbilla—. Ábrelo.
Ella lo hizo, y encontró un anillo con brillantes piedras azules en su interior.
Le encajaba, pero fue la forma en que él lo deslizó en su dedo lo que la afectó más.
Era su manera de marcarla, de hacer una declaración pública.
—Es hermoso. Nunca he visto estas piedras azules tan increíblemente
profundas. —Ella miró su mano, adorando el brillo de las piedras hechas en la luz
—Quedé atrapado. Lejos de ti y tuve que pasar mucho tiempo vagando y
fingiendo estar despreocupado mientras examinaba unas cosas. Cada día, varias
veces al día, pasaba por esta tienda. Era algo más que una tienda de segunda mano,
y entonces no pensaba en ti cuando pasé. Y una de las tardes, me detuve, girando
para impedir ser visto, y estaba delante de esa tienda. En la parte de atrás había
pañuelos y cosas para el cabello. Pensé en ti entonces y entré. En la parte posterior,
al otro lado de los pañuelos había un puesto de joyería. Detrás de una reja cerrada
con llave, por supuesto. No esperaba encontrar nada, pero cuando me acerqué, vi
este anillo. Sabía que estaba destinado a ser tuyo.
—Tú dices que yo te derrito. Pero estás equivocado, Daniel. Tú eres el que
me matas.
Él sonrió, y ella tomó una respiración profunda, besándolo en la frente antes
de recostarse de nuevo.
—Querías casarte conmigo ya desde entonces —Esto la complació mucho.
Hasta que él negó con la cabeza.
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
del fuego.
374
El Club de las Excomulgadas
—No. Quise casarme contigo desde aquella noche en el refugio.
Profundamente dentro de la montaña donde estábamos sólo tú y yo.
—Otra vez eres mi perdición. Daniel, eres el hombre más dulce que jamás
haya existido.
Él echó la cabeza hacia atrás y se rio.
—Es la cosa más ridícula que he oído —Se abalanzó y terminó encima de
ella, mirándola a la cara—. No soy dulce. No soy bueno. Pero te amo tanto que
desgarraría la tela de los ’Verses si sólo lo pidieras. Eres mi compañera, mi corazón
y alma, y me recuerdas que soy un hombre.
—He esperado por ti toda mi vida.
Él besó el costado de su cuello, y ella lo abrazó fuerte, sin querer perder
nunca la calidez de él contra ella.
*****
Vincenz miró los datos y sus ojos, ojos que habían estado perdiendo el foco
sólo hacía un momento antes, se centraron agudos.
Conectó con los comunicadores personales con Daniel y Wilhelm.
—Lo conseguí. Ambos necesitáis ver esto.
Sólo unos minutos más tarde, Wilhelm llegó.
—Daniel y Roman deberían estar aquí dentro de poco.
Se había sentido mal por llamar a Daniel. Vincenz sabía que le había pedido
a Carina que se casara con él esa tarde. Le había hablado sobre eso antes de ir a
hablar con Roman. Él había sido escéptico al principio, pero Vincenz tuvo que
admitir que pensaba que hacían una buena pareja. Carina mantendría a Daniel
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Ella parpadeó lejos las lágrimas.
375
El Club de las Excomulgadas
sobre los dedos de sus pies, y Daniel la adoraría de la manera que se suponía que
ella debería ser adorada. Y la mantendría segura. Al final, les había deseado lo
mejor y había sido algo que esperaba.
—Antes de que lleguen, quiero hablar contigo de algo —Wilhelm se sentó al
lado de Vincenz—. Daniel y yo hablábamos sobre ti hoy, sobre lo inestimable que
eres para nosotros. Me gustaría tenerte a bordo.
—¿Un agente Phantom Corps? —Vincenz lo había querido durante tanto
tiempo como pudiera recordar. Había odiado desearlo, odiaba la envidia que le
tenía a Daniel y los otros agentes con los que había trabajado. Se había preguntado
por qué él había sido pasado por alto cuando sabía a ciencia cierta que era tan
—Sí. Daniel y yo pensamos que serías un buen activo para nuestro equipo.
Daniel es subcomandante. Dirige el Phantom Corps. Tú serás asignado aquí en
Ravena a él. Le dejaré que te cuente todo. Es decir, si estás interesado.
Vincenz estaba orgulloso de la forma en que se había mantenido tranquilo y
despreocupado. Primero por la invitación de unirse a los Phantom Corps y ahora
por la noticia de que sería Daniel quién lo dirigiera. Ah, sabía que Daniel tenía alto
rango, sabía que era influyente, pero no tenía ni idea que fuera tan poderoso.
Podría trabajar con Daniel. Lo respetaba, confiaba en sus habilidades.
—Me interesa, sí. Ahora que Carina está aquí, estar en el mismo ’Verse
estaría bien para los dos.
—Conseguiré los papeles para que entres en el juego. Informarás a Daniel a
partir de ahora.
Oyó el ruido fuera y luego Daniel entró con Roman, y se colocaron en la
mesa alrededor de él.
—Dejarme decirlo. Por lo que puedo contar, y los analistas están de
acuerdo, parece que estos datos son una discusión entre mi padre y su división de
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
bueno, especialmente, después de los años de entrenamiento que había tenido.
376
El Club de las Excomulgadas
inteligencia militar. Los fragmentos que hemos descodificado parecen tratar sobre
intentos de construir una máquina para cerrar un portal.
El cuarto se quedó de repente silencioso cuando esto penetró en ellos.
—Joder —Daniel se inclinó para mirar los datos más estrechamente.
—Pueden haberlo hecho ya con éxito. Esa explosión del portal anterior
mientras vosotros dos estabais de camino de vuelta aquí, cerró el ’Verse totalmente.
Todavía no podemos conseguir ninguna información sobre ello además de lo básico
—Wilhelm suspiró—. Lo mejor que podemos esperar era que fue una prueba que
falló. Pero no podemos quedarnos con esa suposición.
¿Por qué la mención de otros ’Verses? —Roman se sentó hacia adelante.
—No lo sabemos todavía. No sabemos nada más de lo que he dicho. Cada
papel que traducimos es dolorosamente lento. Hay trampas incorporadas en el
código por lo que si no lo tomas exactamente de forma correcta, se vuelve a
codificar completamente todo el documento.
—Dudo que tuviera ese nivel de seguridad si no tuvieran al menos una
buena posibilidad de desarrollarlo. —Wilhelm negó con la cabeza.
—¿Cuál sería el resultado? ¿Qué conseguirían colapsando un portal? —
preguntó Daniel—. ¿A largo plazo?
—No lo sabemos —Vincenz se recostó.
—Vamos a conseguir poner gente en esto. Quiero a cada ingeniero con
autorización de nivel superior en esto. Extiéndelo a tu gente entre los equipos,
Wilhelm. Sacaremos a algunas tropas de los tres ’Verses. Conseguiremos tener
equipos especiales en ello inmediatamente.
La guerra se acercaba a pasos agigantados…
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
—¿Cómo está todo allí? ¿Está hecho? ¿Lo tienen? ¿Cómo podemos pararlos?
377
El Club de las Excomulgadas
Serie Crónicas De La Federación
01- Encubierto
Como teniente de las fuerzas armadas de la Federación,
Sera Ayers está acostumbrada a dar órdenes, no a
recibirlas. Ahora deber obedecer a un hombre que no
puede soportar – y en el que no puede dejar de pensar.
El tercer miembro del equipo, Brandt Pela, tiene la
elegancia que coincide con la sexualidad salvaje de Ash.
Y cuando su plan encubierto requiere que Sera se haga
pasar por la amante de Brandt, la pasión que se
enciende entre los tres es más peligrosa que su misión.
02- Implacable
En este universo erótico, la pasión no conoce de
rangos...
Desde que los primeros pobladores llegaron a través de
los portales desde La Tierra, quince familias han
mantenido el gobierno de los Universos Federados en
sus manos. Nunca ha habido un mejor momento que
ahora para tirar el viejo y dar paso a un nuevo
orden. Dar voz a los no clasificados.
Abbie Haws ha pasado su vida luchando contra el
sistema. Una luchadora, que siempre ha estado
demasiado ocupada y determinada para prestar atención
a encontrar el amor. Pero cuando conoce a Roman
Lyons, jefe de la Casa Lyons, que representa todo lo que
odia, su atracción instantánea atrapa a Abbie con la
guardia baja...
Es de conocimiento común que el Universo
Conocido gira alrededor de Ravena, y que Ravena gira en torno a Roman Lyons, criado para liderar
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Con los enemigos Imperialistas ganando terreno, un
equipo encubierto es reunido por Ash Walker. Diez
años antes, Sera se había sometido cariñosamente a la
dominación de Ash en el dormitorio. Pero cuando él se
vio obligado a un matrimonio político, se negó a hacer
el papel de amante. Ahora que su matrimonio ha
terminado, Ash quiere a Sera en su equipo - y de regreso
en su cama.
378
El Club de las Excomulgadas
desde su nacimiento. Roman teme el encuentro con la rebelde, si bien despampanante,
agitadora. Pero, a veces, las testarudas personalidades que chocan en público se vuelven acaloradas
e intensas, con culpables encuentros en privado....
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Ahora, Abbie mostrará a Roman las partes de su mundo que no tendría otro modo de
ver. Y él le dará un atisbo de la antigua tradición de las Familias y desencadenará una sexualidad a
la que él nunca había dado rienda suelta a antes.
379
El Club de las Excomulgadas
Serie Comando Fantasma
01- Insaciable
El deseo es la sensación más peligrosa de todas.
Carina está acostumbrada a llevar una máscara. Su padre
y sus hombres piensan que es poco más que un bonito
premio para ser ganado por el hombre que sea más
despiadado que el resto. Cuando le anuncian su
intención de casarla con uno de sus secuaces, un hombre
conocido por su crueldad, Carina sabe que tiene que
moverse cuanto antes para huir. Sin embargo, conseguir
información secreta para la Federación ha servido mucho durante años, y apela a ellos para que la
ayuden.
Espera ser rescatada por un hombre que había sido su enemigo. Pero no está preparada
precisamente para cuan intensa sería la atracción hacia Daniel Haws. Nacidos como adversarios de
rangos diferentes, y corriendo por sus vidas, ahora se necesitan el uno al otro para sobrevivir,
aferrándose a lo único que tienen en común: un deseo creciente que es peligroso, irresistible e
insaciable…
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Con las tensiones entre la Federación y los ’Verses
Imperiales creciendo, una mujer puede ser la clave para
la victoria. La peligrosa misión de sacarla de
contrabando fuera del territorio de los Imperialistas recae
en Daniel Haws y en su equipo, el ultra secreto Phantom
Corps. Este escuadrón de élite de las Fuerzas Armadas
de la Federación es el único en que pueden confiar y lo
suficientemente experto para sacarla fuera del vigilante
ojo de su padre, el Comandante Supremo de los ’Verses
Imperiales.
380
El Club de las Excomulgadas
Próximamente
Hipnotizado
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
Lauren Dane - Serie Comando Fantasma II
381
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
El Club de las Excomulgadas
382
El Club de las Excomulgadas
Si Deseas Saber Más de Nuestros Proyectos
o Ayudarnos a Realizarlos
http://informativoexcomulgado.blogspot.com/
Lauren Dane - Insaciable - Serie Comando Fantasma I
¡¡¡Visítanos!!!
383