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Un método eficaz
COMO REGULAR
EL RIFLE DE CAZA
POR CARLOS COTO
La regulación del rifle es un
inconveniente para los amantes
de la caza mayor.
Aquí aportamos un solución a
través del método Point Blank
Range y el concepto de zona
vital del trofeo deseado.
U
no de los problemas importantes que se le
presenta al deportista que practica la caza
mayor es la regulación de su rifle favorito,
para que tenga un mejor rendimiento en los disparos largos que se le pueden presentar.
Hay muchas ideas al respecto, ya que algunos lo
regulan a 50 metros centro o pegando un poco
más arriba; otros lo hacen a 100 metros, o aun a
150 metros, como si la trayectoria de los proyectiles fuese recta (recordemos que es parabólica).
Con cualquiera de las regulaciones que adoptemos, el arma quedaría pegando en el lugar
apuntado. Pero como en la práctica los potenciales trofeos se pueden encontrar a otras distancias,
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el cazador tendría que realizar las correcciones
correspondientes para abatir al animal.
Para dar una solución ideal a este inconveniente
sin tener que hacer odiosas correcciones, ya que a
veces no disponemos de tiempo, aconsejaría el uso
del método conocido como Point Blank Range,
que se podría traducir a nuestro idioma como:
máxima distancia de tiro sin correcciones.
Aunque damos por sentado que el cazador tiene
conocimientos mínimos sobre balística exterior,
es decir acerca de la trayectoria que recorre un
proyectil lanzado por un rifle, desde que sale de
la boca del cañón hasta llegar a una distancia
determinada o a un eventual trofeo, igualmente
repasaremos algunos datos de este concepto.
BALISTICA EXTERIOR
Como aclarábamos más arriba, en forma simplificada para que todos lo podamos comprender,
digamos que la trayectoria del proyectil desde que
deja el cañón del arma no es recta sino parabólica.
Sin embargo, la línea óptica que vemos a través
de la retícula de una mira y la longitudinal del eje
del cañón, ambas son rectas, pero no paralelas.
Las dos convergen ligeramente en un ángulo que
puede ser –dependiendo del tipo de la mira y de
la altura de las monturas– de unos 0,3 grados.
Por esa razón, dado que el ángulo del cañón
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converge hacia arriba, desde que deja su boca, con
la línea recta de la óptica, el proyectil sube en su
vuelo parabólico buscando la línea recta de la óptica (ver gráfico). Lo cruzará dos veces, a la subida
y a la bajada, influenciado por la ley de gravedad
que lo obliga a descender.
El primer corte en el ascenso entre estas dos
líneas, en principio no es muy importante. Pero el
conocimiento sobre dónde se produce el segundo
corte será fundamental para nuestro centrado de
la mira óptica, pues suele ocurrir a la distancia en
la que decimos que nuestro rifle está regulado a
“0”.
Desde el momento en que la bala parte al aire,
por esa convergencia hacia arriba comentada anteriormente, sube buscando la línea recta óptica,
hasta que la cruza en un momento dado hacia
arriba.
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Acá tenemos lo que se suele denominar primer
corte o primer “0” de la trayectoria. Dependiendo
de la altura del montaje que sujeta a la mira óptica
sobre el eje del cañón, este “0” inicial se suele producir a unos 20 o 25 metros de la boca del cañón.
En un primer análisis, este dato no resulta muy
importante, por lo que no es necesario tenerlo en
cuenta para el objetivo que buscamos.
A partir de ese primer “0”, en su vuelo parabólico
el proyectil sigue subiendo por encima de la línea
de mira u óptica, hasta que alcanza la máxima
altura sobre esta línea recta, que se suele dar entre
unos 130 a 150 metros de la boca del cañón. El
conocimiento de esta altura máxima resultará vital
para la puesta en “0” del centrado del rifle.
POINT BLANK RANGE
Para tratar de acertar a un posible trofeo en terrenos de caza, se ha recurrido a distintos métodos
intentando compensar la caída parabólica del
proyectil e impactar donde se desea.
Aunque, sin duda alguna, lo primero que el cazador moderno debería hacer en terrenos donde los
disparos por lo general son largos, es la medición
exacta de la distancia que lo separa del blanco o
trofeo, mediante la adopción de esos maravillosos
telémetros nuevos que funcionan midiendo las
distancias gracias a la emisión de un rayo láser que
va dirigido al objeto a impactar y que rebota.
Estos telémetros, a través de una calculadora
interna, establecen con exactitud el tiempo que
cuando el artillero rápidamente podía alcanzar un
blanco determinado sin necesidad de hacer correcciones en el ángulo de elevación, basándose en
la trayectoria plana del proyectil durante el vuelo.
Para nosotros, los cazadores que debemos ajustar los aparatos de puntería para hacer disparos
letales a nuestro posible trofeo sin tener que
efectuar correcciones complicadas, nos viene
de perillas. Desde ya que tomaremos como una
distancia máxima la medida estándar de unos
300 metros, que por otro lado es larga pero con
los aparatos ópticos de puntería y las municiones y rifles modernos de producción, resulta
relativamente fácil acertar a un animal.
Dejamos de lado las distancias mayores a 300 me-
Luego de ese punto de máxima altura, el proyectil
empieza a caer debido a la ley de gravedad, y en
consecuencia, por su trayectoria parabólica descenderá buscando la línea recta de la óptica.
En un momento dado, debido a la caída de la
bala antes descrita, se produce un segundo corte
de la línea óptica, que se suele conocer como
“distancia de puesta a tiro o centrado”. Es decir,
cuando nuestro rifle está regulado en 0 a 150
metros, nos referimos que a esa distancia y sólo
a esa distancia se produce este segundo corte del
proyectil con la línea óptica. Pero en las demás
distancias, por su vuelo parabólico, el proyectil
impactará por arriba o por debajo de donde
hemos puesto el retículo de nuestra mira óptica.
Algo muy simple de entender, pero muchas veces
ignorado por los cazadores o usuarios de rifles en
situaciones de caza.
tarda en volver al aparato emisor del láser y lo
traducen a una escala de metros o yardas, siendo
tremendamente precisos.
Medida la distancia, y con la ayuda de una tabla
balística donde ha registrado la caída del proyectil del rifle a diferentes distancias, el tirador
puede hacer las correcciones correspondientes
para impactar en una zona mortal. Un método
científico pero que, como podemos ver, lleva su
tiempo, por lo que el cazador muchas veces no
puede consultar las tablas de caída, ya que los
animales no esperan a que se hagan cálculos y el
tiempo apremia. Por este motivo, se ha imaginado
el método Point Blank Range (PBR), desarrollado
por tiradores norteamericanos para simplificar los
cálculos.
El origen de este sistema proviene de los franceses
en la época del uso de los cañones de avancarga,
tros pues, a mi entender, serían sólo accesibles a
un profesional (por ejemplo, los francotiradores).
No son para el común de los cazadores, ya que si
bien podemos calcular con eficacia las distancias,
en esos disparos demasiado largos intervienen
otros factores que nos hacen la tarea dificultosa.
Estos otros parámetros a tomar en cuenta aparecen cuando debido al terreno tenemos que hacer
disparos en un ángulo de elevación o hacia abajo
en más de 30 grados.
También surge el gran problema de los vientos laterales o cruzados, que frecuentemente se encuentran en zonas abiertas o de montaña. Y además
debemos evaluar la altura del terreno con respecto
al nivel del mar.
Por esa razón, los cazadores nos limitamos a emplear el método PBR a una distancia máxima de
300 metros.
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ZONA DE IMPACTO VITAL
Antes de seguir desarrollando el concepto del
PBR, debemos también entender el tema de la
zona vital (ZV) de un animal de caza. Esta ZV
tiene forma de una ventana vertical, que dependerá del tamaño del trofeo y de la altura de su
pecho. Por lo tanto, al poder encontrarnos con
ventanas vitales de diferente altura, para simplificar estableceremos como estándar una medida
de 20 centímetros. Es decir, si apuntamos a
su centro tendremos un área que cubre 10 cm
arriba y 10 cm hacia abajo para lograr un cálculo
de mínimo error, lo que nos permite impactar
mortalmente a casi toda la fauna del mundo que
carrera, caerá seco.
Todos estos impactos producirán una muerte
inmediata o inminente de nuestro animal, con lo
que se cumple un deber ineludible de un cazador deportivo: dar muerte sin sufrimientos a su
trofeo.
En la práctica es fácil localizar esta ZV, ya que
subiendo el retículo de nuestra mira por el centro
de la pata delantera, cuando el animal está de
costado, en el momento que crucemos con la
línea de la mitad de la altura de su cuerpo, encontraremos el punto donde debemos apuntar. Se
trata de un viejo método de la época de los rifles
con aparatos de puntería de hierro, denominado
Lovatt en honor a su creador, un lord británico
¨...los cazadores nos
limitamos a emplear
el método PBR a una
distancia máxima de
300 metros¨.
disparos demasiado largos para evitar herir a un
animal.
CONSEJOS FINALES
No sólo con adoptar esta regulación tendremos
éxito en nuestra cacerías. Además hace falta
práctica, tanto de polígono como de campo. Y
debemos tomar como ejemplo a los cazadores
norteamericanos, que gracias a la ejercitación
que realizan con las cacerías en la modalidad de
varmint (alimañas) son muy eficaces tiradores de
rifle cuando practican la caza mayor.
Las teorías son buenas, pero nada suple a la
práctica con cierta regularidad con nuestro rifle
habitual de caza. Sólo ella nos dará la soltura y la
habilidad de impactar bien a diferentes distancias. VS.
EJEMPLO PRACTICO
usualmente se caza a distancia.
Esta ZV, en la práctica, sería aquella en que si
impactamos en ella, vamos a producir la muerte
o una herida mortal de nuestro trofeo, ya que
coincide con el centro del área en la que se aloja el
corazón y los pulmones de un animal.
Si damos en la parte superior, alcanzaremos la
franja alta de los pulmones, la columna vertebral y
la articulación del omóplato, con lo que el animal
caerá fulminado.
Si lo hacemos en el justo medio, accederemos a
arterias y venas que salen de la parte alta del corazón (como la aorta), venas pulmonares y ambos
pulmones. Además, posiblemente rompamos
los músculos del hombro de nuestra pieza, con
lo cual caerá inmediatamente, o será mortal en
pocos segundos.
Si nuestro proyectil pega en la parte baja de la ZV,
alcanzaremos de pleno el corazón y la parte baja
de los pulmones. El animal, después de una corta
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lística que podemos encontrar en los
folletos de los principales fabricantes
de munición norteamericana.
También hay excelentes programas
balísticos que se pueden agregar en la
computadora, donde el usuario cargará los datos de la munición que usa,
tales como el tipo y marca de puntas,
la carga de pólvora y hasta el largo del
cañón que la dispara y la altura en que
está colocada la mira óptica con respecto al eje del cañón. Son programas
costosos, pero se los puede comprar
entre varios para hacer consultas.
Desde ya que tanto estos programas
como los datos que brindan las fabricas deberán ser controlados mediante
pruebas en un polígono, donde las
distancias sean exactas y disparemos
nuestra arma desde una mesa o banco
firme, dejando además enfriar el rifle
entre disparos a distintas distancias.
del mismo nombre. Fue usado con total éxito, y
como muchas cosas en la vida, sigue siendo tan
efectivo ayer como actualmente.
Por lo que mediante la ventaja de utilizar el máximo PBR –en conjunción con la ZV–, lograremos
que el cazador se olvide de hacer complicados
cálculos en un momento de gran estrés, pues el
proyectil, al dar en el sitio correcto, tendrá resultados devastadores.
Como vemos, por su sencillez, el sistema PBR
permite al cazador concentrarse sólo en buscar un
buen apoyo y efectuar un disparo letal sin tener
que recurrir a cálculos.
COMO AVERIGUAR LA TRAYECTORIA
Para conocer la trayectoria, en principio hemos
de recurrir a lo que nos informan los fabricantes
de los cartuchos de caza, como es en el caso de la
munición de origen alemán, o en las tablas de ba-
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Vayamos a un ejemplo. Tomemos
la performance de un cartucho de
potencia mediana y rasante, muy
difundido en nuestro medio, como
es el .270 Win. para un peso de bala
de 130 grains. Su altura máxima será
a unos 141 metros y volará en su
trayectoria a:
100 m 200 m 250 m 300 m 350 m
+8,7 cm +8 cm +1 cm -11 cm -29 cm
Por lo que si lo regulamos como
corresponde, no tendríamos que hacer
ajustes o correcciones en el campo, ya
que estaríamos dándole a la ZV hasta
cerca de 300 metros.
Desde ya, como quedó dicho, esto
es sólo para compensar la caída del
proyectil, pero no nos salvamos de
las correcciones que deberíamos
hacer debido a los vientos laterales o
cuando los disparos son a más de 30
grados hacia arriba o hacia abajo. Por
lo tanto, sostengo que un cazador deportivo no tiene que intentar realizar
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