28 ECONOMIA&DINERO @pulso_tw facebook.com/pulsochile Lunes 26 de diciembre de 2016 • www.pulso.cl www.pulso.cl • Lunes 26 de diciembre de 2016 @pulso_tw facebook.com/pulsochile ECONOMIA&DINERO 29 La “divergencia de tasas” es una de las pocas certezas que hay respecto al escenario económico del próximo año. Esta no solo cederá prioridad a favor de mayores estímulos desde lo fiscal, sino que los principales bancos centrales seguirán direcciones opuestas. La paridad euro-dólar, un impulso en la eurozona y la necesidad de mayor coordinación entre los principales bancos son algunos de los posibles efectos. Tasas en 2017: principales bancos centrales seguirán rumbos opuestos 2017 podría traer la paridad euro dólar. Algunos creen que el euro incluso llegará a caer por debajo del dólar. FOTO XCXCXC Un reportaje de MARCELA VÉLEZ-PLICKERT L OS ANALISTAS llaman a 2017 el “año de la incertidumbre”. En lo político, hay numerosas elecciones generales, desde Europa hasta Chile. Y en lo económico, hay dudas sobre la magnitud y viabilidad de las medidas prometidas por Donald Trump, una vez que llegue a la Casa Blanca en enero. Pero en lo que respecta a la política monetaria mundial hay una gran certeza, 2017 será el año de la divergencia monetaria: no solo cederá prioridad a favor de mayores estímulos desde lo fiscal, sino que los principales bancos centrales seguirán direcciones opuestas. La Reserva Federal ha sugerido que realizará tres alzas a su tasa de interés, por unos 75 puntos base, hasta cerrar el año en 1,4%. La tendencia continuaría hasta llevar la tasa de los fondos federales a 2,1% hacia finales de 2018. Por el contrario, el Banco Central Europeo parece comprometido a mantener sus tasas cercanas en cero, o incluso P b ¿Qué sucede? Con los cambios de la tasa de interés de la Fed, los principales bancos centrales del mundo entraron en una senda de caminos divergentes respecto a su política monetaria. b ¿Qué dicen los expertos? Las consecuencias de esta divergencia monetaria en los mercados serían aún mayores, si la Fed decidiera cambiar su sesgo expansivo. profundizar la tasa de depósito hacia terreno negativo (actualmente ya en -0,40%). Además, en su última reunión, a inicios de diciembre, Mario Draghi anunció que el BCE planea comprar unos €740 mil millones en bonos hasta diciembre, en lugar de los €240 mil millones a marzo, inicialmente planificados. “No hay tapering a la vista. El BCE seguirá en los mercados”, anunció Draghi, para calma de los inversionistas, que ya enfrentaron las turbulencias causadas por el fin del programa de compras de bonos de la Fed el año pasado. En Asia, el Banco de Japón reconoció por primera vez, en más de un año, una mejora de la economía nipona. Sin embargo, descartó por completo cualquier posibilidad de normalización monetaria. Al contrario, mantuvo su tasa de corto plazo en -0,1% y un target de cero para la tasa de los bonos soberanos a 10 años. Además, mantuvo su compromiso de mantener el ritmo de su plan de QE, comprando bonos por ¥80 billones (millones de millones), unos US$790 mil millones. Las consecuencias de la divergencia en los mercados serían aún mayores, si la Fed decidiera cambiar su sesgo expansivo. En Asia, el Banco de Japón reconoció por primera vez, en más de un año, una mejora de la economía nipona. El ajuste de la Fed servirá de impulso temporal a la economía de la eurozona. Las consecuencias de esta divergencia monetaria en los mercados serían aún mayores, si la Fed decidiera cambiar su sesgo expansivo. Con una inflación proyectada de 1,9% a fines de 2017, una tasa de 1,4% sigue expresando una política expansiva. Más aún, la Fed prometió mantener intacto el monto los activos acumulados con su programa de relajamiento cuantitativos, en US$4 billones (millones de millones). Para ello reinvertirá el efectivo que reciba de los bonos vencidos en nuevos papeles de deuda, manteniendo de esa forma la liquidez en el mercado. Para los inversionistas, sin embargo, este sesgo expansivo no es tan obvio. A esto se suma la posibilidad de que un exitoso programa de estímulo fiscal desde la Casa Blanca, posiblemente equivalente a 2% del PIB, si Trump cumple sus promesas, podrían impulsar las expectativas inflacionarias y acelerar el ajuste monetario por parte de la Fed. Así, analistas esperan un impacto en los mercados cambiarios y de renta fija. Específicamente, en el mercado de bonos, se espera que las tasas de largo plazo sigan subiendo, obligando a un cambio en las estrategias de inversión. Blackrock recomienda hacer un ajuste de portafolios, apostando por bonos de menor duración, y papeles indexados a inflación. El año de la paridad Muchos analistas habían anticipado que el euro caería hasta alcanzar la paridad con el dólar este año, sin embargo, la divisa europea parece resistir hasta ahora la presión. De hecho, una vez conocidos los planes tanto de la Fed como del BCE, el euro inicio un nuevo período de depreciación frente al dólar, pero ha sabido sostenerse entre los 1,03 y 1,04 por dólar. Sin embargo, con algunas excepciones, los principales bancos de inversión apuestan porque 2017 será el año en que el dólar y el euro transen uno a uno. Deutsche Bank Research, Morgan Stanley, Goldman Sachs Asset Management consideran que la divergencia en las políticas monetarias y de perspectivas de inflación y crecimiento entre EEUU y la Eurozona crean el escenario ideal para un fortalecimiento del dólar. Barclays y Capital Economics son incluso más agresivos en sus proyecciones y creen que el euro incluso llegará a caer por debajo del dólar. “Creemos que la Fed elevará cuatro veces la tasa el próximo año, por un total de 100 puntos base, mientras el BCE y el BoJ mantendrán lasta tasas en cero y continuarán con su compra de bonos. Esta divergencia monetaria, mayor a lo esperado, hará que el dólar se fortalezca aún más frente al euro y el yen”, según analistas de Capital Economics, que prevén que el euro caiga a US$0,95 y el yen alcance 130 por dólar (hoy en 117 yenes) a fines de 2017. PARA CONSIDERAR €2,2 Billones (millones de millones) ha inyectado en la economía de la eurozona el BCE, pero ha sido incapaz de impulsar su crecimiento. 1,9 Por ciento es la inflación proyectada para finales del próximo año en la economía estadounidense. 2% Es la meta de inflación del BCE. La depreciación del euro haría que las exportaciones del bloque sean más competitivas y al encarecer las importaciones contribuiría a llevar la tasa de inflación a esa meta. El Banco de Japón mejoró su visión de la economía nipona en su reunión de la semana pasada. Impulso para la eurozona La depreciación del euro sería finalmente una buena noticia para la eurozona, que -a diferencia de EEUU- ha sido incapaz de impulsar su tasa de crecimiento, a pesar de los €2,2 billones inyectados directamente en la economía por el BCE, y las tasas reales en terreno negativo. “El ajuste de la Fed servirá de impulso temporal a la economía de la eurozona. La depreciación del euro hará las exportaciones del bloque más competitivas, y al encarecer las importaciones podría contribuir a llevar la tasa de inflación más cerca del rango meta del BCE (de 2%)”, concluye Roman Horvarth, profesor de Economía de la Charles University en Praga, en un análisis para el Parlamento Europeo. Este impulso, sin embargo, tiene dos fuentes de riesgo: volatilidad mayor a la esperada desde mercados emergentes, y resultados inesperados en las elecciones europeas. Según Horvarth, una desestabilización económica y financiera mayor en los mercados emergentes podría reducir la demanda por exportaciones de la Eurozona, pero también frenar el ritmo de ajuste monetario de la Reserva Federal. La expectativa generalizada, sin embargo, es que los mercados emergentes están más preparados para enfrentar el escenario de alzas de tasas en EEUU. Deutsche Bank Research destaca que han sabido construir sus reservas, y las mejores perspectivas de crecimiento global fortalecen sus fundamentos para un repunte, lo que llevaría a que los inversionistas institucionales opten por continuar apostando por estos mercados. En la eurozona, el eventual impulso que pueda ofrecer un euro más barato, podría verse frenado por En el último referendo de Italia, la derrota de Renzi fue vista como un triunfo de los anti euro. resultados inesperados en las elecciones que están en juego en 2017. Un triunfo de la candidata de extrema derecha y euroescéptica Marie Le Pen, en las presidenciales francesas de mayo; y la formación de un gobierno de corte populista y contrario a la UE en Italia, son los principales riesgos identificados por DB Research. El avance de fuerzas política anti euro en las elecciones de Holanda, Austria, y Alemania también podrían añadir más presión al bloque. Mayor coordinación Un escenario de la paridad euro-dólar, o en todo caso de un dólar apreciado, y de tasas de interés altas cambiará hacia cerca de finales de 2017. ABN Amro proyecta que, para entonces, el mercado deberá comenzar a prepararse para un ajuste monetario del BCE, e incluso quizás del BoJ. Como señala Goldman Sachs AM, estos bancos centrales no pueden mantener el ritmo actual de compra mensual de bonos de manera indefinida. Una de las razones sería la falta de papeles suficientes en el mercado. Aunque el BCE, fiel a su promesa de “hacer lo que sea necesario” para defender el euro, podría tratar de mantener el soporte monetario en medio de períodos de inestabilidad política, parece haber un consenso de que habría llegado al límite de sus capacidades. De hecho, el BCE ya habría encargado a una comisión de expertos el diseño de un programa de tapering. Analistas insisten en que los caminos divergentes que recorren actualmente los bancos centrales debería obligar a una mayor coordinación monetaria para evitar episodios de volatilidad extrema en los mercados, y con ello sostener la recuperación económica.P
© Copyright 2024