21 CAPÍTULO Donación de órganos Ampliación web 21-1 Donación de órganos El factor más limitante para el trasplante de órganos es la escasez de donantes. Hay muchas más personas que se beneficiarían de un órgano de los que están disponibles. De hecho, dada la buena supervivencia de la mayoría de las formas de trasplante, hay algunos trastornos a los que beneficiaría un trasplante, pero que nunca se consideran y se tratan de otras formas porque siempre habrá casos con mayor prioridad. Existen varias soluciones a este tema. Una es aumentar el número de donantes usando anuncios y campañas de reclutamiento de donantes. Esto implica también aumentar la conciencia del público en la donación de órganos, y esto puede ser especialmente difícil en países donde hay barreras culturales o religiosas a la donación. Una posibilitad en esta área es la legislación; algunos países tienen en marcha una política de «presunto consentimiento» por la que se asume que todos han dado su consentimiento para utilizar sus órganos, a no ser que se indique otra cosa. Otros países operan con un enfoque «opcional» donde los sujetos (o sus familiares) tienen que dar permiso para usar sus órganos. Es también importante mejorar la frecuencia de donaciones en una minoría de grupos étnicos, que a menudo tienen una baja frecuencia. Lo segundo es mejorar el proceso con el que se aborda a los familiares respecto a la donación de órganos, y asegurar que haya suficientes instalaciones para permitir la obtención de todos los órganos (recuerde que un donante puede proporcionar muchos órganos para el trasplante). Los coordinadores de trasplantes (como se les llama en el Reino Unido, pero hay puestos equivalentes en otros países) son clave para este proceso, como lo son los equipos quirúrgicos que obtienen los órganos. El tercero es relajar los criterios de selección de los donantes, utilizando órganos que no se habrían usado antes. Así, está aumentando el uso de donantes sin latido cardíaco, y cada vez se usan más «donantes marginales», por ejemplo, donantes ancianos o aquellos que han padecido enfermedades que antes les habrían excluido. La vía final de aumentar la donación es usar donantes vivos o animales como donantes (xenotrasplante), y ambas se exponen más adelante. © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. Aspectos éticos que son un factor importante en la donación procedente de sujetos vivos La escasez de órganos de cadáveres ha aumentado el uso de donantes vivos. Está claro que esto solo es posible en situaciones en las que la donación de un órgano posee poco riesgo para el donante vivo. El trasplante renal suele hacerse a partir de donantes vivos, dado que es muy posible vivir igual con un solo riñón sano. También es posible donar un lóbulo hepático, ya que puede crecer de nuevo. La donación de un lóbulo pulmonar también es posible, aunque esta es una intervención de mayor riesgo. El trasplante de célula troncal hematopoyética también puede hacerse con donantes vivos, aunque los problemas relacionados con esta forma de trasplante son algo diferentes a los de los trasplantes de órganos sólidos, ya que las células troncales se reponen con rapidez. Antes de cualquier donación de un donante vivo, es importante asegurarse de que el posible donante está sano, de que la donación es compatible (del grupo sanguíneo adecuado) y de que el donante es consciente de los riesgos y no ha sufrido coacción para donar un órgano. No sería ético poner a un donante bajo una presión extrema para donar un órgano, y los equipos de trasplante deben tener mucho cuidado en asegurarse de que esto no suceda. En la mayoría de los casos, la donación se realiza entre dos familiares cercanos (incluidos esposos) o a veces amigos. Sin embargo, existen pocos «donantes altruistas» que donen sus órganos a cualquiera que los necesite. En la mayoría de los países no se permite vender órganos para el trasplante, y la mayoría de las personas implicadas en el trasplante no lo verían ético. Pero hay un problema real con el «turismo de trasplante», en el que personas de países ricos y desarrollados viajan para comprar órganos de donantes pobres y de estratos marginales. Se han establecido programas de intercambio de órganos para maximizar el número de trasplantes realizados. En los casos más simples se trata de donaciones pareadas. Jane Smith puede necesitar un riñón y tener un pariente, Steve Smith, que desea donarlo. Sin embargo, si el riñón de Steve Smith es incompatible con Jane, entonces no puede donárselo. Pero si hay otra pareja en una situación similar, de modo que Jim Jones necesita un riñón y Stella Jones está deseando donárselo, pero los dos son incompatibles, entonces sería posible que Stella Jones donara su riñón a Jane Smith y que Steve Smith donara el suyo a Jim Jones. También son posibles arreglos de mayor complejidad, con tres o más parejas de donación, de forma que se maximice el número de trasplantes. De hecho, es posible usar un donante altruista para iniciar una cadena de donación, de modo que él done al receptor A, el potencial donante del receptor A done al receptor B, él done a C, y así sucesivamente hasta que el último receptor sea un sujeto que no tiene un donante adecuado. Además del trasplante de órganos, hay un programa extenso de trasplante de células troncales hematopoyéticas (células capaces de regenerar las células sanguíneas), por ejemplo, en pacientes con leucemia o con inmunodeficiencias primarias. Estas células troncales se obtienen primero de la médula ósea de donantes (vivos), aunque cada vez más se obtienen células troncales periféricas de la sangre. El trasplante de células troncales tiene sus propios problemas. Se están realizando ensayos clínicos de tratamiento con células troncales, usando células troncales mesenquimatosas o embrionarias. Su objetivo es que las células troncales puedan diferenciarse y reparar los órganos dañados. En algunos casos, las células troncales se toman del paciente, en cuyo caso no hay problemas inmunitarios. Sin embargo, si se toman de otro sujeto, es posible el rechazo. e21-1
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