28 de noviembre al 4 de diciembre de 2016 6 ECONOMÍA Mariano Rajoy y Fátima Báñez han escenificado un cambio de discurso sobre las pensiones. Incluso podría calificarse como giro a la izquierda en sus recetas para mantener la viabilidad del sistema, porque han dejado entrever que el argumento que situaba al empleo como la madre de todas las soluciones, se quedaba corto. Además estudian eliminar el tope máximo de cotizaciones a la Seguridad Social como piden Podemos y el PSOE y financiar vía impuestos las pensiones de viudedad y orfandad y las tarifas planas del empleo Admite que el empleo no es suficiente y estudia eliminar el tope máximo de cotización y la vía impositiva para viudedad y orfandad El Gobierno cambia su discurso sobre pensiones ■ Ana Sánchez Arjona Mariano Rajoy y, en menor medida, Fátima Báñez han escenificado un cambio de discurso sobre las pensiones. Incluso podría calificarse como giro a la izquierda del Gobierno en sus recetas para mantener la viabilidad del sistema porque, han dejado entrever que el argumento que situaba al empleo como la madre de todas las soluciones, se quedaba corto. Además estudian eliminar el tope máximo de cotizaciones a la Seguridad Social como piden Podemos y el PSOE Báñez y financiar vía impuestos las pensiones de viudedad y orfandad y las tarifas planas del empleo Lo manifestó Rajoy durante el primer pleno de control al Gobierno en el Senado tras casi un año de parálisis. Y lo hizo en respuesta a Ramón Espinar, senador de la formación morada y secretario general del partido en Madrid, al asegurar que no ve con malos ojos algunos de los planteamientos de su partido Pero, en todo caso, Rajoy insistió en que la vía imprescindible para lograr la viabilidad del sistema pasa el acuerdo de reforma del sistema en el marco del Pacto de Toledo y en diálogo con los interlocutores sociales. De esta manera, el presidente recalcó el mensaje que la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, aseguró por la mañana durante la primera reunión de, precisamente, de la Comisión. “Casi el 70% del deterioro neto de la salud del sistema entre los años 2008 y 2013 se debió a la destrucción de 3,3 millones de empleos”. “Por eso nuestra mejor aportación para la viabilidad de la Seguridad Social es seguir creando empleo y devolver a España al crecimiento económico” Sin embargo, esto no tendrá un impacto inmediato y, por ahora, resultan imprescindibles medidas adicionales para contener el déficit y garantizar las pensiones, algo que la ministra se encargó de asegurar en más de una ocasión. Báñez, que no perdió la oportunidad de culpar al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de buena parte de los importantes problemas que el sistema tiene ahora, propuso que las reducciones de cotizaciones a la Seguridad Social o tarifas planas se conviertan en bonificaciones. Estas reducciones, que el Partido Popular desarrolló con el fin de crear empleo, generan un gasto anual de unos 1.900 millones de euros que ahora se convertirían en ahorro. La nueva vía de financiación sería Presupuestaria y, en concreto, se articularía a través del Servicio Público de Empleo Estatal. También podrían pasar a depender de los Presupuestos Generales del Estado y, en consecuencia, de los impuestos, las pensiones de orfandad y viudedad. Esta posibilidad se ha planteado en más de una ocasión, y de hecho lo volvieron a Fátima Báñez en la Comisión del Pacto de Toledo. El Gobierno quiere que los autónomos contribuyan más, aumentando la parte de sus ingresos. Dicho de otra manera, que hagan un esfuerzo y eleven su base de cotización hacer algunos de los integrantes de la Comisión del Pacto de Toledo. Y es que, en años anteriores, las estrecheces presupuestarias y las políticas de austeridad daban poco margen al Gobierno para financiar las ayudas al empleo indefinido y a los autónomos con las tradicionales bonificaciones. Así que optó por la reducción directa de cotizaciones a través de las llamadas tarifas planas. La consecuencia fue que estas medidas iban contra el Fondo de Reserva porque la Seguridad Social no ingresaba todo lo que teóricamente tocaba por cotizaciones y eso lo asumía la hucha de las pensiones. Durante los últimos años, estos incentivos han sido muy criticados por sindicatos y también por la oposición. Pero hacerse cargo de estos 1.922 millones de la tarifa plana no bastaría para cerrar el déficit de la Seguridad Social, que en 2016 puede llegar a 18.000 millones. Para FONDO DE RESERVA DE LA SEGURIDAD SOCIAL En millones de euros Fuente: Ministerio de Empleo y Seguridad Social taponarlo, Báñez enunció de forma superficial otras propuestas. Una es “avanzar en la separación de fuentes de financiación” que para los Presupuestos cargaran con 14.500 millones que ahora se pagan con cotizaciones. La tercera propuesta busca esti- mular que los autónomos coticen más de lo que lo hacen ahora. Aunque su propuesta es que esto sea “voluntario”. El Gobierno quiere que los trabajadores autónomos contribuyan más a la Seguridad Social, aumentado la parte de sus ingresos que dedican Agentes sociales y sector asegurador proponen... ■ Los sindicatos, y algunos partidos, plantean un impuesto específico para financiar la Seguridad Social, como en Francia. Otra posibilidad es que cumplan esta función los tributos existentes, como el IVA. Una alternativa de la primera propuesta es que los impuestos sólo financien las pensiones de viudedad y de orfandad, al considerarlas como asistenciales. Cuestan 22.000 millones de euros. 4 El Círculo de Empresarios pide que los salarios coticen por su cuantía real a la Seguridad Social y, por tanto, que la pensión equivalga al esfuerzo contributivo, sin poner un tope a la prestación. 4 El sector asegurador reclama que las empresas ofrezcan a cada trabajador una cuenta para que pueda ahorrar una parte de su salario mensual. El empleado portaría la cuenta por las empresas que pasase. Para estimular el ahorro en planes de pensiones, el sector asegurador también reclama que el Gobierno informe a los trabajadores mayores de 50 años de la pensión que pueden tener con la cotización realizada. a este fin. Dicho de otra manera, que hagan un esfuerzo y eleven su base de cotización para conseguir dos objetivos: el primero, corregir el déficit de 7.000 millones anuales que tiene este régimen específico de la Seguridad Social, para que, en segundo lugar, cuando llegue la hora de cobrar su pensión, no necesiten un complemento adicional. Es decir, la ayuda que les dan todos los cotizantes para que, por lo menos, su pensión sea igual a la prestación mínima del sistema. El 85% de los trabajadores autónomos cotiza hasta los 47 años por una base mínima de 893 euros al mes. Aplicado el tipo correspondiente en función de si el autónomo cotiza por incapacidad temporal, o no, la cotización a la Seguridad Social mensual está entre 270 y 230 euros. Así, hasta los 47 años, porque, a partir de esta edad, la Seguridad Social exige a los autónomos que aumenten su base de cotización. En todo caso, la propensión de estos trabajadore y empresarios a cotizar por la base mínima hace que cuando llega la edad de jubilación su pensión sea tan baja que ni siquiera llegue a la prestación mínima de la Seguridad Social. La pensión no contributiva, por no haber cotizado lo suficiente a la Seguridad Social, está comprendida entre los 367 euros y los 551,85 euros mensuales, en el mejor de los casos. Existe pues una diferencia con las cuantías de las pensiones mínimas de la Seguridad Social. En función de la situación familiar del pensionista, la horquilla más común de las pensiones mínimas de la Seguridad Social está entre 595 euros al mes y 784,90. Complementos a mínimos Por lo tanto, el sistema de protección tiende a cubrir la diferencia entre una prestación asistencial, o no contributiva, y la prestación más baja de la Seguridad Social. Es lo que técnicamente se conoce en la administración laboral como los complementos a mínimos. Recurrir a los impuestos para financiar parte de las prestaciones supone una reforma importante, porque conlleva que las cotizaciones sociales dejan de aportar 22.000 millones de euros anuales. La ministra puntualizó que su idea es hacer la reforma de la financiación de estas pensiones “sin que cambie su régimen jurídico”. Es decir, manteniendo los derechos de estos beneficiarios a la prestación contributiva. Lo único que cambiaría es la fuente del pago. Esta es una reforma a la que, por el momento, UGT se opone rotundamente, porque considera que las prestaciones de viudedad, orfandad y de favores familiares son tan contributivas como las demás. En esta línea de la separación de las fuentes de financiación, la tercera reforma importante que la ministra planteó a la Comisión del Pacto de Toledo es que también los impuestos paguen las ayudas a la creación y la consolidación de empleo, en lugar de las cotizaciones sociales. Entre las reducciones y las cotizaciones sociales, suman 4.000 millones al año. Báñez propone que los impuestos cubran los agujeros dejados en la Seguridad Social por las llamadas tarifas planas para el primer empleo, de 100 euros, y para los nuevos autónomos, que ahora sólo deben abonar 50 euros al mes Lo cierto es que, el objetivo compartido por todos los grupos en el Pacto de Toledo es que haya rápido unas primeras recomendaciones (marzo o abril) que ataquen el problema de la financiación del sistema en 2017. Y, más adelante, un informe más completo con propuestas para el conjunto de la reforma.
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