A_P MAGAZINE 54 BREXIT: SEPARACIÓN DE PODERES, SOBERANÍA POPULAR Y DERECHO INTERNACIONAL QUIÉN TEME A EMMANUEL MACRON ¿QUIÉN AYUDA A LOS JÓVENES ESPAÑOLES A ENCONTRAR TRABAJO? “EL POPULISMO NO ES UNA IDEOLOGÍA, SINO QUE SE NUTRE DE OTRAS IDEOLOGÍAS” ¿LO QUE FUNCIONA PARA LLEGAR AL GOBIERNO SIGUE FUNCIONANDO EN EL GOBIERNO? EL CASO DE SYRIZA LA LOMCE Y EL ZEITGEIST LA VIOLENCIA MACHISTA EN LA MEMORIA DE LA FISCALÍA: DATOS PARA LA REFLEXIÓN PSOE-PSC: ¿MATRIMONIO DE CONVENIENCIA? EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EN EL LABERINTO CATALÁN EL AGRESIVO REBOTE EN LA VIVIENDA DE ALQUILER EL NUEVO MUNDO DE MARINE LE PEN Noviembre 2016 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 PROYECTO EUROPEO Firmado por: Eduard Sagarra Trias el Sábado 19 noviembre 2016 BREXIT: SEPARACIÓN DE PODERES, SOBERANÍA POPULAR Y DERECHO INTERNACIONAL El 3 de noviembre 2016 la “High Court of Justice Queen’s Bench Division Divisional Court”, en una histórica sentencia jurídico-constitucional, ha puesto en duda el procedimiento que, en ejecución del mandato plebiscitario de la ciudadanía del referéndum de 23 de junio 2016, pretendía llevar a cabo la primera ministra británica Sra. May; no, la validez del referéndum. La Sentencia analiza la decisión gubernamental de iniciar la salida voluntaria del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte de la Unión Europea, sin tener en cuenta ni oír al Parlamento. El Brexit es un proceso del que solo se sabe o está previsto cómo puede comenzar, pero se desconoce cómo o cuándo puede acabar. Se trata de una decisión que – y esto es lo trascendente en esta sentencia – afecta directamente a los ciudadanos europeos. Su resultado marcará un futuro no solo en el Reino Unido, sino también en el resto de la Unión. En el frontispicio de la sentencia (párrafo 5) el Tribunal hace una aseveración que debería de ser esculpida en la entrada de las dependencias de los gobiernos y tribunales de justicia de cualquier democracia formal. Aclara al Gobierno británico la distinción entre política y ley: … because governament policy is not law… (“porque la política del gobierno no es ley”). En su consecuencia advierte al Ejecutivo que no puede usar la prerrogativa de iniciar, sin más, la retirada del país de la Unión Europea, sin antes oír al Parlamento, representante del pueblo. La decisión judicial deberá ser ratificada o rectificada por el “Tribunal Supremo de Inglaterra y Gales”. En ningún momento pone en duda ni cuestiona la validez del referéndum de junio, en el que, por una escasa mayoría, se votó a favor del Brexit. Fue la expresión democrática de la soberanía popular. Sin embargo, se cuestiona que el ejecutivo pueda iniciar sin más la desconexión mediante el mecanismo previsto en el artículo 50 del Tratado la Unión Europea. Este acto es irreversible y no se ha valorado públicamente ni tampoco informado suficientemente de los efectos que el mismo pueda reportar al final del proceso a todos los británicos y en especial en relación a los derechos adquiridos como ciudadanos de la Unión desde 1973. El razonamiento del Tribunal es, en síntesis, que la salida de la Unión tiene una trascendencia de tal magnitud que resulta absolutamente necesario que el Parlamento, representante de la soberanía popular, debata en profundidad y valore – sin trampa ni cartón- los efectos , hoy ignotos, del Brexit. Su intervención debe producirse antes de iniciarse los trámites que conducirán, irremisiblemente, a la desconexión del Reino Unido. No puede hacerse durante ni Agenda Pública 1/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 después de su negociación, cuyo inicio estaba previsto para marzo 2017. El 1 de enero de 1973 el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte se adhirió a las Comunidades Europeas (hoy Unión Europea) mediante un Tratado internacional, en el que intervino el Parlamento que lo ratificó. Era precisa esa participación porque el cambio afectaba de lleno a la legislación del Reino Unido, a su soberanía, y en especial a los derechos y libertades de sus ciudadanos. Sin entrar en un análisis más pormenorizado de esta interesante sentencia, cabe destacar que la misma va a condicionar la política futura no solo en el Reino Unido, sino en toda la Unión Europea y el resto del mundo globalizado. Directamente afectará a las relaciones internacionales, las finanzas, la economía, el derecho, el comercio y también a la geoestratégica mundial. Ni Europa ni el Reino Unido serán lo mismo ni jugaran en el mismo equipo el match o partido mundial. De la Sentencia entresacamos las siguientes lecciones. A) No se cuestiona el referéndum, solo se pone en entredicho la forma, modelo (hard o soft) que adoptará el Brexit y sobre todo los tiempos que la Sra. May tenía programados – en secreto- para salir de la UE. B) La decisión judicial es una excelente lección de Derecho constitucional británico, de su capacidad de evolución y adaptación a la realidad. Declara y recuerda, en el siglo XXI, la separación de poderes así como, en una democracia, cuales son las funciones que tiene cada uno de ellos. Recordemos que el Reino Unido carece de una Constitución escrita, inamovible o difícilmente modificable, como sucede en otros países europeos, pero la misma resulta sin embargo efectiva sin limitar derechos a ningún ciudadano. C) Constata que la voluntad soberana del pueblo radica en su Parlamento, poder legislativo que debe velar y valorar los efectos sobre los derechos de los ciudadanos de una decisión política (Brexit) adoptada por el Ejecutivo –aunque sea tras un referéndum-. D) El Tribunal constata que en el pistoletazo de salida del Brexit no pueden ponerse condiciones a la Unión Europea. No es posible una marcha atrás. E) Reafirma que la política exterior británica es competencia del Gobierno, pero que para realizar actos unilaterales como iniciar el Brexit éste necesita la ratificación e intervención del representante legítimo y directo del pueblo que es su Parlamento. No es suficiente apoyarse en un referéndum (que no cuestiona), pues en el mismo no se establecían las condiciones ni consecuencias para el común de sus ciudadanos de marcharse de la UE. Considero que lo más importante de la sentencia lo constituye el canto al derecho y libertad individual de solicitar el amparo y la tutela efectiva de cualquier derecho ante los Tribunales. Es un canto a la democracia y en definitiva es la reafirmación de la separación efectiva de poderes. También es un ejemplo empírico del we can, ya que una simple ciudadana, nacida en una ex colonia de la Guayana- Mrs. Gina Davis- ha solicitado y conseguido en solo 4 meses el amparo judicial de sus derechos por los Tribunales de Justicia, frente al poderoso Gobierno británico. Su petición fue en defensa de sus derechos individuales y los de sus conciudadanos. El ejercicio de este derecho a la defensa de legítimos derechos individuales y colectivos frente al Ejecutivo no le va a costar ni la cárcel ni una sanción personal sino un reconocimiento público. Es la expresión de lo que debe ser un Estado de derecho. Agenda Pública 2/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 PROYECTO EUROPEO BECARIOS DE "LA CAIXA" Firmado por: Raquel Montes Torralba el Viernes 18 noviembre 2016 QUIÉN TEME A EMMANUEL MACRON Enmanuel Macron ha confirmado hoy lo que ha sido durante los últimos meses un secreto a voces, su candidatura a la presidencia de la República francesa. Desconocido del gran público hasta agosto de 2014, cuando fue nombrado Ministro de Economía, Macron ha sabido labrarse en muy poco tiempo un perfil político propio, reiterado hoy en discurso: crítica a una clase política desfasada, la voluntad de trascender la división entre la izquierda y la derecha y la apuesta por la Unión Europea como clave del éxito de Francia en la globalización. En un clima de pre-campaña electoral muy crispado, este candidato de 38 años sin partido político y que nunca ha ejercido un cargo electo, es un soplo de aire fresco. Partiendo de la constatación de que la hora es grave, apuesta por un mensaje de esperanza en la capacidad del país de hacer frente a los cambios y en la voluntad de los franceses de permanecer unidos. Sin embargo, puede que sus mayores bazas sean también sus principales debilidades. El candidato de la banca o el Brutus moderno Emmanuel Macron es asociado al “giro liberal” del gobierno de Hollande, materializado en 2014 con una reorganización ministerial tras las críticas de varios ministros. El joven ex-gerente del Banco Rothschild recibe entonces de François Hollande el mandato de “reformar”. Mandato que se aprestó a cumplir poco tiempo después con la presentación, en diciembre de ese mismo año de la ley que lleva su nombre. La Ley Macron fue adoptada en agosto de 2015 y consiste en un vasto abanico de medidas destinadas a facilitar la creación y el desarrollo de la actividad económica a través de la liberalización del mercado, respaldando la inversión y flexibilizando el derecho del trabajo. La polémica originada le hizo salir inmediatamente del anonimato: la izquierda de la izquierda le acuso de lobo liberal cubierto de piel de cordero socialista y la derecha se esforzó en mostrar esta nueva ley como irrelevante o como positiva pero insuficiente frente a los retos a los que el país debe hacer frente. Agenda Pública 3/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 El lanzamiento el pasado abril de su movimiento, En Marche!, cuando todavía era Ministro y su posterior dimisión cuatro meses después con la, más que obvia, idea de presentarse a las Presidenciales de 2017 despiertan grandes críticas en uno y otro bando, que denuncian su traición al presidente Hollande. Sin embargo, la dureza de las críticas puede ser también un indicador de la “peligrosidad” con la que ambas partes evalúan la candidatura de Macron: hacia la derecha, rivaliza con Alain Juppe, candidato destinado a ganar, según las encuestas, las primarias de Les Républicains; a la izquierda, puede recoger los votos de aquellos insatisfechos con Hollande pero favorables a una izquierda reformista. Entretanto, a la luz de los últimos eventos internacionales, una duda permanece: cuántos franceses considerarán, en el momento de votar, que una política liberal y reformista es la más indicada para su país. Agenda Pública 4/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 IMPACTO SOCIAL Firmado por: Dafne Muntanyola Saura el Viernes 18 noviembre 2016 ¿QUIÉN AYUDA A LOS JÓVENES ESPAÑOLES A ENCONTRAR TRABAJO? En un contexto de crisis, los jóvenes españoles que quieren entrar en el mercado laboral se apoyan en la familia primero, y en sus compañeros de trabajo y de estudios después. Esta parece ser la realidad que dibuja la encuesta que forma parte del proyecto Las redes sociales en sus diferentes modalidades, como recursos y mecanismos de búsqueda e inserción laboral en el empleo y de apoyo social en los jóvenes, dirigido por los profesores Carlos Lozares y Joan Miquel Verd del departamento de sociología de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Este proyecto sociológico explora las pautas de movilización de contactos de los jóvenes que se insertan en el mercado de trabajo. De entrada, cuando se pide a los jóvenes que reproduzcan su trayectoria laboral, sus puestos de trabajo y cómo pasaron de uno a otro, vemos que sólo un 35% recurre a agencias de colocación, al clásico CV en el buzón o al mail de empresa. Un 65% de los encuestados dependen de sus contactos. ¿Y quiénes son los contactos más habituales? Como vemos en el gráfico, la familia (30%), los compañeros de estudios (22%) y los de trabajo (20%) van muy por delante de los conocidos en momentos de ocio (14%), los vecinos (7%) o los amigos de Facebook, Linkedin o similares (1%). Los lazos llamados fuertes, es decir aquellas personas con las que no sentimos cercanas y/o que vemos habitualmente, son aquellas que resultan ser de más ayuda a la hora de encontrar trabajo. Es decir, que el entorno dónde conocemos amigos es importante. Internet tiene menos peso de lo que creemos. Y es que los lugares dónde se conocen y se mantienen estos contactos siguen siendo espacios sociales tradicionales, también entre los menores de 35 años. Los resultados muestran un mapa que se aleja bastante del optimismo de agencias de recursos humanos que dibujan un futuro basado en Internet y los lazos digitales. Un futuro en el que el networking, las capacidad de darse a conocer y de presentar una imagen positiva de uno mismo en un currículum colgado en la red sería una garantía de eficiencia y de la maximización de la información. Si bien el 11% de las personas que ayudaron lo hicieron a través de internet, por redes sociales como Facebook, Twitter o por mail, el resto contactó en persona con él o la interesada, lo que demuestra la importancia del trato personal. Agenda Pública 5/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 ¿Dónde conociste las personas que te han ayudado a buscar y encontrar trabajo? Fuente: Elaboración propia. Los contactos no se distribuyen de forma homogénea entre la población. Vemos por ejemplo como la situación laboral de los contactos determina su capacidad para ser de ayuda: así un 51% de los contactos que trabajan ayudaron en algún momento, mientras que sólo un 39% de los que estaban en situación de desempleo lo hizo. Además, mientras los ejecutivos, propietarios y profesionales ayudaron en más de un 60% de los casos, estos números bajaron a menos del 40% en el caso de los trabajadores sin o con baja cualificación o los inactivos. ¿Quiere decir eso que unos son más generosos que los otros? Naturalmente, la explicación más consolidada no se basa en esquemas simplistas psicologizantes, sino en factores sociales muy claros. Los resultados cuadran con la idea, respaldada por sociólogos clásicos y contemporáneos, de que los contactos constituyen un bien preciado, un capital social por el que también se compite en el mercado de trabajo. ¿Y de donde proviene esta mercancía llamada capital social? Pues de la agregación de las redes personales de estos jóvenes, sus amigos, familiares, compañeros que comparten su trayectoria vital. En un contexto en el que más del 50% de los menores de 25 años no tienen trabajo, nos encontramos con otro eje de desigualdad, el del capital social. Además, un joven desempleado tiene muchas más probabilidades de contar con desempleados entre su familia, amigos y compañeros. Un joven desempleado, al estar fuera del mercado de trabajo, pierde la posibilidad de movilizar unos contactos, los del entorno laboral, que como hemos visto constituyen un soporte valioso de los jóvenes españoles. Así, estos jóvenes se encuentran con la dificultad añadida de contar con una red empobrecida de contactos, y por lo tanto, con menos posibilidades de encontrar trabajo e insertarse en el mercado laboral. Dicho de otro modo, quién tienes en tu red importa, y mucho. Agenda Pública 6/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 DEBATE Firmado por: Agenda Pública el Miércoles 16 noviembre 2016 “EL POPULISMO NO ES UNA IDEOLOGÍA, SINO QUE SE NUTRE DE OTRAS IDEOLOGÍAS” Entrevista de Joan Carles Pamies, doctorando en Derecho, Gobierno y Políticas Públicas, Universidad Autónoma de Madrid a Myrto Tsakatika, profesora de Políticas en la Universidad de Glasgow y ex-dirigente de Syriza en Escocia. Mi primera pregunta es sobre el populismo en general. Como investigadora sobre el tema, ¿cómo crees que ha cambiado el populismo treinta años después de Canovan y Germani? Diría que hay mucho más interés por parte de los investigadores acerca del fenómeno del populismo. Podemos ver eso también más recientemente en el trabajo de Cas Mudde, donde habla del zeitgeist populista, referido al populismo como un fenómeno que se ha expandido en Europa. Pero no solamente hay más interés, sino que también se observa la tendencia de conceptualizar el populismo, de discutir sobre el tema en término normativos y de empezar a preguntarse cuestiones empíricas. ¿Crees que este cambio tiene que ver con la dirección en la cual se mueve la Ciencia Política en general o crees que tiene que ver con una cuestión de actualidad, al ver cómo los partidos populistas están ganando terreno en Europa? Me parece que es una mezcla de las dos cosas. Por un lado, ahora el populismo es un fenómeno más relevante debido a su éxito electoral, pero al mismo tiempo las Ciencias Sociales en general y la Ciencia Política en particular están formulando preguntas de una forma concreta y están utilizando ciertos métodos de tipo cuantitativo. ¿Cuáles son, en tu opinión, las principales diferencias entre el populismo de derechas (tema sobradamente estudiado) y el populismo de izquierdas? Luke March ha trabajado mucho sobre esta cuestión desde 2007. March explica que el populismo no es una ideología, sino que se nutre de otras ideologías como puede ser el socialismo o el liberalismo. El populismo de izquierdas es más igualitario y trata de buscar la inclusión de los grupos minoritarios, así como la expansión del estado del bienestar. Un ejemplo de esto es Venezuela, pero también es el caso de otros países Lationamericanos con Agenda Pública 7/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 programas sociales que buscan la hacer llegar a más gente la educación o la sanidad. Si el populismo de izquierdas es más inclusivo, el populismo de derechas es más excluyente. El objetivo del populismo de derechas es el de mantener los privilegios de algunos en contraposición a otros a los cuales excluyen, como pueden ser con los inmigrantes, las minorías sexuales o cualquier otro grupo que ellos identifiquen como minoritario. El populismo de derechas entiende las sociedades de una forma más jerarquizada. Así que sí, podría decirse que los dos son populistas, pero en términos de los valores que representan son dos tipos de partidos muy diferentes. Agenda Pública 8/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 Por tu respuesta entiendo que los dos tipos de populismo usan el mismo discurso. Si definimos el populismo como una herramienta discursiva, ¿qué añade la dicotomía inclusión-exclusión que el debate tradicional izquierda-derecha no aporte ya? No estoy muy segura que este sea el caso porque tenemos ejemplos de populismo de exclusión en el espectro político de la izquierda como el partido socialista holandés. Podría decirse que ese partido no ha sido siempre inclusivo en la medida en la que no siempre ha abogado por la expansión del estado del bienestar ni tampoco ha defendido los derechos de los trabajadores extranjeros. Por otro lado, no todos los partidos de extrema derecha son partidos populistas de exclusión. No siempre se solapan esos conceptos. Con eso quiero decir que en ocasiones hacer estas distinciones aporta mucho más al debate. ¿Cómo crees que están respondiendo los partidos tradicionales ante los nuevos contrincantes políticos populistas? ¿Crees que están adaptando parte de su discurso para recuperar parte del electorado? Ciertamente se observan síntomas de contagio. Es el caso de los partidos de centro-derecha en Europa, los cuales han adoptado discursos antiinmigración que provienen de los partidos populistas de extrema derecha. Estos casos son especialmente significativos en el norte de Europa en general y en Suecia en particular. Se podría decir que a causa del contexto en el que se está librando la competición entre partidos, los partidos tradicionales están asimilando no tanto las políticas populistas, pero sí su discurso. Has mencionado Sudamérica. Ahora que el populismo está tocando fondo en la región, ¿qué pueden aprender los partidos populistas de izquierda en Europa de la experiencia latinoamericana de auge y caída de esos partidos? ¿Cuando dices ‘tocar fondo’ te refieres a una caída a nivel electoral? Sí, me refiero a los casos de Argentina, Venezuela o Brasil. No estoy segura de si Europa puede aprender mucho de Sudamérica de esta experiencia porque hay muchos factores contingentes que nada tienen que ver con el populismo que diferencian el contexto europeo del contexto sudamericano. Pero hay mucha gente que comenta que en el sur de Europa ‘nosotros’, por ponerlo en términos populistas, estamos experimentando lo que hace unas décadas sucedió en América Latina con las políticas del Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, y que ahora vemos esto a través del papel de la Troika. Si lo miras desde el punto de vista económico, sí, hay similitudes. La diferencia, no obstante, la encontramos en el desarrollo social. El populismo en los países latinoamericanos ha servido el fin de extender de forma efectiva los derechos políticos. Lo que había en Latinoamérica eran países como Venezuela, Bolivia o Brasil, en los cuales una gran parte de la población estaba excluida del ejercicio efectivo de sus derechos políticos debido a la pobreza y la exclusión social. Los partidos políticos populistas de izquierdas incluyeron a esas capas de la población en el proceso político. En Europa, ciertamente ese no era el problema. El problema aquí era el empobrecimiento de parte de la población. En ambos casos eran cuestiones económicas (mejora del nivel de vida de la población) y sociales (romper con las lealtades políticas), pero tenemos que ser conscientes de las diferencias. Centrándonos en casos más específicos en Europa, podríamos empezar con Syriza. ¿En qué posición crees que se encuentra el partido ahora? Agenda Pública 9/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 Deberíamos diferenciar en primer lugar ‘partido’ y ‘gobierno’. Ahora mismo, Syriza está en el gobierno, pero el partido ha perdido mucha relevancia. Entre enero y verano de 2015, el énfasis se puso en asegurar que Syriza podría entrar en el gobierno. Ha sido el caso de un partido con el 4% de los votos que subió al 35% en muy poco tiempo. Syriza entendió que el partido no tenía suficientes recursos, así que los pocos que tenía los dedicó a asegurarse entrar en el gobierno. Es por esto posiblemente el motivo por el cuál ha habido menor énfasis en el partido en sí mismo que en la elaboración de políticas. Actualmente el partido se ha debilitado mucho, especialmente desde verano. Han perdido a buena parte de los activistas que no estaban de acuerdo sobre cómo se estaba llevando la democracia interna del partido por parte de la dirección del mismo. Tras el referéndum de julio, hubo presión por parte de muchos miembros del comité central para convocar un reunión para discutir si sería necesario adoptar un tercer memorándum. La dirección no convocó una conferencia extraordinaria, y esto terminó desembocando en el éxodo de activistas tras la rotura interna del partido. Había dos grupos diferenciados: los sindicalistas y los activistas. Estos últimos son los que terminaron yéndose, y ellos fueron los que trabajaron con los movimientos sociales en la última década. Esto es una pequeña muestra de cuán debilitado está el partido. Moviéndonos a Italia, hace poco supimos que Beppe Grillo dimitió. ¿Crees que los partidos populistas incurren en mayores costes cuando sus líderes dimiten? Depende del nivel de dependencia del partido populista en cuestión con respecto a su lider. Una definición de populismo, la de Weyland, dice que el populismo no es sino la relación entre un líder carismático y sus seguidores. También dice que los partidos populistas siempre tienen líderes fuertes, estructuras intermedias débiles y una dirección directa con sus seguidores. Además, los líderes de partidos o movimientos que son fundadores, especialmente si son dominantes, causan problemas a las organizaciones una vez las abandonan. En mi opinión, deberíamos preguntarnos por el nivel de institucionalización de aquellos partidos una vez establecidos, incluso aquellos partidos con un líder fuerte. A eso es a lo que se refiere Nicole Bolleyer en su libro cuando habla de que la supervivencia de los partidos depende de su institucionalización. En el caso de Grillo, hemos observado pasos en esa dirección. ¿Serán suficientes para contrarrestar el hecho de que se va? Tal vez, pero es demasiado pronto para pronunciarse. En cualquier caso, estoy segura de que hay un grupo fuerte que está emergiendo y que es independiente de Grillo. ¿Crees que ese nuevo líder será tan personalista como Grillo? Creo que no. No me parece ver la emergencia de un líder tan personalista como él, sino más bien un grupo de líderes. De los tres grandes partidos populistas en el sur de Europa, ¿crees que Podemos es el menos patriótico, el Movimiento Cinco Estrellas el partido menos izquierdista y Syriza el más pragmático? A Podemos lo definiría en términos distintos. Diría que Podemos hace menor referencia a la nación y que Syriza y el Movimiento Cinco Estrellas apelan más a ella como una forma de llamar al pueblo, al menos eso es lo que mi investigación empírica junto con otros colegas ha demostrado. El caso de Podemos no me ha sorprendido mucho, pero el de Syriza sí. En cuanto al Movimiento Cinco Estrellas, aunque su electorado es de centro-izquierda y aunque se estén moviendo hacia ese lado del espectro, no me parece que hayan definido su programa en términos ideológicos. A modo de ejemplo, su posición respecto a Europa es mucho más moderada ahora. Empezaron diciendo que Italia debería dejar la eurozona y empezaron hablando también de los inmigrantes de una forma bastante parecida a los partidos de exclusión, pero parece que ahora se están distanciando de esas afirmaciones. Agenda Pública 10/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 ¿Crees que la falta de referencias a los trabajadores, las mujeres o lo inmigrantes en sus discursos y su programa es lo que hace que el Movimiento Cinco Estrellas un verdadero partido atrapalotodo (catch-all party )? Sí, es cierto que no hacen referencias a esos grupos y en general a ninguna minoría, a excepción de la gente joven. Solamente hablan de los ciudadanos. ¿No te parece que existe una analogía entre este caso y el de Ciudadanos en España, donde su voluntad de obtener apoyos de gente de ambos lados del espectro ideológico se intuye por esa misma falta de referencias? Esto que comentas es interesante puesto que va más allá de la distinción inclusión-exclusión. Tal vez sería interesante encontrar el modo de poder medir cómo de específico es un discurso en relación a esos grupos a los cuales se excluye o incluye, así como enlazar esa especificidad con la percepción del nivel de radicalización de un partido. Volviendo al populismo en general, ¿cómo crees que un partido populista puede entrar en un gobierno sin cambiar su discurso? El ejemplo de Syriza es muy relevante en esto que planteas. Durante el primer gobierno de Syriza, el que tuvo lugar entre enero y agosto de 2015, el partido continuó con su discurso populista contra la Unión Europea y la Troika. Pero hay que entender que era un gobierno de transición cuyo objetivo era negociar con las instituciones. Syriza en ese momento era más un partido de protesta en el gobierno que otra cosa, en buena parte por las circunstancias particulares. En la víspera de las elecciones de septiembre de 2015, Syriza de repente se presenta a ellas hablando sobre la nueva y la vieja política, y sobre por qué la gente debería votar a Syriza para evitar que el antiguo régimen volviera. También hablaban de cómo Syriza era un partido con mejores gobernantes y gestores, más transparentes, más honestos y más justos. Se pasó de un discurso populista a un discurso basado en competencias, en el cual se centraban en la gubernamentalidad y sobre quién gobierna mejor o peor. Has mencionado de algún modo la cuestión moral. ¿Qué espacio tiene la moralidad en el populismo? El populismo es sin duda algo moralista porque el populismo siempre habla del pueblo compuesto por gente indiscriminadamente buena y pura y la élite indiscriminadamente mala y corrupta. Estos son, por definición, términos morales por los cuales clasificar los grupos y las políticas. Se habla de lo que es lo bueno y lo malo, no solamente de lo que es correcto o erróneo. ¿Significa todo esto que los partidos populistas necesariamente requieren de un constante cambio en su discurso? Independientemente de si están en la oposición o en el gobierno, los populistas se identifican con el pueblo y se adjudican la voz del pueblo, el vox populi. Pero sí, digamos que es mucho más fácil jugar a ese juego cuando estás en la oposición. Cuando estás en el gobierno, tomar decisiones significa que no puedes tener a todo el mundo contento y a veces implica que tienes que ir en contra de la voluntad de grupos particulares. A modo de ejemplo, Syriza se encuentra ahora en el punto de mira de los granjeros y de otros grupos debido a las reformas en las pensiones que está proponiendo. Esto hace que cada vez sea más complicado decir que estás sirviendo los intereses de la gente cuando, en realidad, lo que estás haciendo es una elección a través de una decisión política. Respecto al futuro del populismo, ¿crees que Europa necesita un plan B? ¿Quieres que te responda como politóloga o como activista? Lo que prefieras. El proyecto de Varoufakis, del modo en el que yo lo entiendo, es un proyecto elitista que no proviene de ningún movimiento, sino que viene desde arriba. Ya hemos visto cosas similares mucho mejor planteadas, por ejemplo a Agenda Pública 11/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 inicios del milenio con el movimiento antiglobalización o altermundista en el marco del Foro Social Europeo. Ese foro unió a distintos movimientos sociales alrededor de Europa para articular un movimiento paneuropeo de izquierda (o al menos progresista). De algún modo, esa dinámica se vino abajo y el resultado fue el desarrollo del Partido de la Izquierda Europea, el cual dio un soporte al movimiento a nivel de estructura institucional y de redes. Creo que fue un error que los movimientos sociales abandonaran ese dinámica y que dejaran que el Foro Social Europeo muriera, y creo que es eso a lo que apela la idea de Varoufakis. Pero repito que esto se está haciendo desde un enfoque elitista. Aunque pueda estar de acuerdo con la idea, que se resume en desarrollar vínculos entre los movimientos de Europa que permitan influir en la agenda y cambiar determinadas dinámicas, no estoy segura de que esta sea la mejor forma de conseguirlo. ¿Tu respuesta ha sido como activista o como politóloga? No, no, como activista [se ríe]. Como politóloga te hubiera contestado con un ‘esperemos a ver qué pasa’, puesto que no puedes estudiar algo que aún no ha pasado. El plan B del que hablamos muestra rasgos personalistas en la figura de Varoufakis, el cual es su principal líder, y también muestra un discurso maniqueo basado en la dicotomía entre ‘ellos’ y ‘nosotros’. ¿Sigue habiendo espacio para nuevos partidos populistas en Europa? Por el momento no tenemos ningún partido paneuropeo a nivel europeo. Desconozco algunas cosas sobre este movimiento puesto que es algo que aún no está completamente desarrollado, pero no estoy seguro de que pueda funcionar. El populismo difícilmente se puede sacar del discurso nacional, y el problema está en que no hay una esfera pública en Europa lo suficientemente desarrollada como para se forme que un partido político paneuropeo como ese. Lo más parecido que vemos son coaliciones u organizaciones paraguas, así que no veo por qué ese tipo de proyecto debería tener distintas limitaciones que las de otros partidos. Es más, pienso que es lo contrario, que ese nuevo partido tendría mayores complicaciones debido a que el discurso populista está ligado al discurso nacional y al simbolismo también nacional en la forma en la cual define al pueblo. Déjame dar un ejemplo. En Grecia, Syriza hizo referencias explícitas al Frente de Liberación Nacional de los años cuarenta y referencias también a la historia griega o a los casos en los cuales la izquierda unió al pueblo. ¿Cómo se puede hacer eso a nivel paneuropeo? Sí, podría hablar uno de la lucha contra el fascismo, pero en mi opinión esto es mucho más sencillo de hacer a nivel nacional. Si la europeización continúa y las diferencias entre el norte y el sur se hacen cada vez más obvias, ¿crees que podríamos asistir a un escenario en el que los nuevos partidos utilicen herramientas populistas para hacer ese tipo de referencias entre los oprimidos y las élites a nivel europeo? Por supuesto, pero esto sería especular demasiado. Creo que Varoufakis hace esto en cierto modo, ¿pero cómo de bien le va a ir? Eso no lo podemos saber. Agenda Pública 12/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 PROYECTO EUROPEO Firmado por: Myrto Tsakatika el Miércoles 16 noviembre 2016 ¿LO QUE FUNCIONA PARA LLEGAR AL GOBIERNO SIGUE FUNCIONANDO EN EL GOBIERNO? EL CASO DE SYRIZA Tal como se argumenta en una investigación acabada de publicar, SYRIZA se enfrenta a un dilema crucial respecto a su estrategia política. Antes de que la crisis económica y política golpeara a Grecia, SYRIZA era una coalición electoral entre Synaspismos, un partido socialista democrático de precedentes eurocomunistas, y una multitud de partidos y de grupos menores de la izquierda radical europea cuyo porcentaje de voto se había estabilizado en torno al 4%. En un breve a la vez que turbulento período de cinco años (2010-2015), SYRIZA reemplazó al PASOK como principal partido a la izquierda en Grecia y ganó tres elecciones nacionales (Tabla 1). Como explico en mi reciente artículo, el partido que hoy gobierna Grecia cimentó su éxito electoral sobre una estrategia que combinaba la protesta contra el establishment y un discurso populista de izquierda. El objetivo explícito era alcanzar las responsabilidades de gobierno mediante la competencia de su prominente equipo económico de clara tendencia izquierdista, y la “ventaja moral” que podía reclamar como fuerza política no involucrada en el sistema clientelista de despojos que había llevado al país a la bancarrota. Agenda Pública 13/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 Source: Greek Ministry of the Interior, available at: http://www.ypes.gr/en/Elections/NationalElections/Results/ Note: Until 2000 the results refer to Synaspismos. Between 2004 and 2012a the results refer to the SYRIZA coalition of which Synaspismos was a founding member and main component. From 2012b onwards SYRIZA competed in elections as a unified party. Dependiendo del punto de perspectiva, el ascenso al poder de SYRIZA fue interpretado como un signo de la reactivación de la política radical de izquierda en Europa, de PASOKización como castigo de la socialdemocracia por abrazar la Tercera Vía o, por el contrario, otro ejemplo de amenaza populista para la democracia que estaba ganando apoyo entre los votantes desilusionados de Europa a izquierda y derecha. Pero ¿cómo está resultando esta apuesta de SYRIZA de asumir responsabilidades de gobierno? ¿Está desafiando el statu quo mientras, lenta pero firmemente, edifica los cimientos de un paradigma económico alternativo en Grecia? ¿Cómo consigue mantener simultáneamente su lucha por mantener su carácter de partido de izquierda radical, mientras trata de hacer frente a los requisitos de la Troika y acomodar sus relaciones con el establishment político y económico griego? ¿Y qué puede sugerir esta experiencia de SYRIZA a otros contendientes radicales que también desafían a los partidos socialdemócratas afirmando que ellos sí pueden ofrecer una alternativa de gobierno distinta a la política dominante del centroderecha europeo? El gobierno de SYRIZA ha tenido algunos éxitos menores, impulsando su plan para aliviar la pobreza, generalizando el peso de la austeridad a través de impuestos más progresivos y aumentando los esfuerzos para incrementar la recaudación de impuestos y combatir la evasión fiscal. Ha mejorado el acceso a la atención de salud para los más vulnerables. También ha implementado una legislación progresiva, como la que implica el reconocimiento de las parejas del mismo sexo. Ha comenzado a promover el desarrollo del sector de la economía social y tiene como objetivo orientar la financiación estructural hacia las regiones más pobres y la generación de empleo juvenil. Sin embargo, la economía griega se está recuperando a un ritmo muy lento y la inversión extranjera directa sigue siendo insuficiente. Y en el contexto de un Estado débil, con un fuerte déficit de infraestructuras, de experiencia en gestión de crisis y de suficiencia de recursos, el gobierno tiene que hacer frente, además, a la llegada de más de sesenta mil refugiados sirios que permanecen varados en el país. Peor aún: SYRIZA carece de aliados. El poder judicial ha declarado inconstitucional parte de su proyecto de regulación del panorama televisivo, que también trataba de hacer pagar a los magnates de los medios las cuotas por licencias de emisión otorgadas por el Estado. Mientras tanto, la negociación con la troika para el alivio de la deuda continúa sin éxito y un cuarto acuerdo de rescate puede estar pronto en la agenda. El propio partido en sí sigue tratando de recuperarse de la escisión sufrida en 2015, que le costó la pérdida de gran parte de su base activista y de los vínculos con los movimientos sociales que se habían forjado a lo largo de la pasada década. Como partido de gobierno, SYRIZA se enfrenta cada vez más a movilizaciones de protesta por parte de los grupos profesionales afectados por las reformas estructurales y al creciente descontento de sus votantes. La estrategia que llevó a SYRIZA al poder puede estar socavando, paradójicamente, su actuación en el gobierno. Constantemente confrontada con su escindida izquierda radical y su retórica anti-establishment, SYRIZA tiene ahora que hacer compromisos dolorosos en casa y en el extranjero. Esto no es nada nuevo para los politólogos, que han observado durante mucho tiempo la dinámica moderadora y centrípeta que produce gobernar. Lo que exige un análisis más profundo es cómo gobiernan los partidos populistas europeos de izquierda. Podría haber resultado más beneficioso para SYRIZA haber llegado al gobierno con un plan más centrado en reformar el funcionamiento del aparto estatal en Grecia con una dirección más progresista y manteniendo sus alianzas sociales. La «ventaja moral» es una ventaja de corta duración que, en última instancia, no puede sustituir la falta de medidas políticas alternativas eficaces. Los estrategas de PODEMOS en España y del movimiento 5 Stelle en Italia harían bien en reflexionar sobre este tema al decidir cuándo ha llegado del momento de reclamar responsabilidades de gobierno. Este artículo también se ha publicado en el blog EUROPP de la LSE en colaboración con la revista académica South European Society and Politics. Agenda Pública 14/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 IMPACTO SOCIAL Firmado por: José Saturnino Martínez García el Martes 15 noviembre 2016 LA LOMCE Y EL ZEITGEIST La LOMCE conecta con el “espíritu de la época” (zeitgeist), al entender la educación como un mercado. En el mercado, el precio contiene toda la información relevante sobre un producto. En educación, esta idea implica que los resultados de la reválida incluyen toda la información relevante sobre la vida de los centros educativos, y que el papel de las familias es elegir la mejor “mercancía”. Así, la transparencia informativa y la libertad de elección no solo son justas en una sociedad democrática, sino que producen un sistema educativo más eficiente, pues los malos centros se verán en la obligación de mejorar. El argumento es impecable en términos morales y de eficiencia. Pero es absolutamente falso. Si triunfa una mentira así es porque la ideología neoliberal nos ha hecho creer que todo es convertible en mercado, y que los mercados son la institución que mejor encarna la libertad, la justicia y la eficiencia. La investigación educativa nos dice desde hace medio siglo que la mayor parte de la diferencia entre centros educativos se debe al origen social del alumnado, no a las diferencias entre centros, por lo que las pruebas externas nos hablan más de la composición social del alumnado que de la calidad de las escuelas. Pero además, desde los años setenta Campbell se percató de que cuando empleamos un número para gestionar un proceso social, y tomamos decisiones a partir de ese número, se corrompe el proceso social. En educación esto supone que el profesorado dejará de lado los procesos educativos normales para entrenar al alumnado para superar las pruebas. Así, sin que lo diga la ley, los procesos lentos de aprendizaje en que se explora cómo mejorar la capacidad de cada estudiante se ven desplazados debido a que se transforman las aulas en autoescuelas en las que se enseñan los trucos para pasar una prueba. Lo que miden las pruebas podrá mejorar, a costa de que lo que miden cada vez es menos educación y más adiestramiento. Por otra parte, a las familias se les da el mensaje de que la libertad es libertad de elegir centro. Por un lado, esto supone que las familias de más recursos serán las que “más” elijan, aumentado así la desigualdad de oportunidades. Por otro lado, se orilla otra concepción de la libertad, la que consiste en participar activamente en la vida de los centros, día a día. De hecho, la LOMCE limita la libertad de las familias en beneficio de la dirección de los centros educativos. Agenda Pública 15/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 No todo es negativo en la LOMCE. La introducción de la FP Básica supone una mejora sustancial, pues permite que quienes no obtengan el título de la ESO no abandonen los estudios. Pero esta mejora se aplica al tiempo que se eliminan otras medidas de apoyo educativo. El profesorado, ante la imposibilidad de gestionar la diversidad en las aulas, derivará a esta FP al alumnado más difícil, lo que supondrá su devaluación social. Además, será una herramienta de disciplinamiento: el que dé problemas, a la FP, como sucedía con la LGE (ley franquista). Agenda Pública 16/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 IMPACTO SOCIAL Firmado por: Concepcion Torres el Martes 15 noviembre 2016 LA VIOLENCIA MACHISTA EN LA MEMORIA DE LA FISCALÍA: DATOS PARA LA REFLEXIÓN El pasado 6 de septiembre de 2016 la fiscal general del Estado presentaba la Memoria de la Fiscalía General del Estado con motivo de la apertura del año judicial. Sin perjuicio de otros datos de interés recogidos en la misma relativos a la siniestralidad laboral, medio ambiente, extranjería, seguridad vial, menores, cooperación penal internacional, etc., el objeto de este post no es otro que reseñar algunas de las reflexiones que se recogen en la misma relativas a la “base sociológica” en relación a la evolución que se observa de la violencia contra las mujeres y sobre la que se sustenta (y se ha sustentado) este tipo específico de violencia en tanto en cuanto su persistencia pone de manifiesto esa capacidad metaestable del patriarcado cuyo principal reflejo se da en esa asimetría de poder – a poco que se rasgue – en las relaciones afectivo/convivenciales. Pero vayamos por partes y véamos cuáles son esas reflexiones (y datos) que se recogen en la Memoria de la Fiscalía: La Fiscalía reconoce cómo la propia dinámica social ha favorecido cambios en la articulación de relaciones afectivas/convivenciales. Cambios que requieren de una ampliación de miras si lo que se busca es la efectividad de la aplicación de la ley integral. Y es que la violencia de género no se da, hoy por hoy, únicamente en relaciones en las que media un contrato matrimonial sino que este tipo de violencia – articuladas en torno a conductas de control y/o dominación a través de las cuales se mantiene el poder socio/sexual – se reproduce en otro tipo de relaciones como las parejas de hecho, las relaciones afectivas sin convivencia, etc., en donde para muchos juzgadores/ras sigue resultando complicado la aplicación, por ejemplo, de la agravante de parentesco. La Fiscalía lo tiene claro cuando apunta en sus líneas si en defecto de tal aplicación no habría que acudir a la ‘agravante de género’ recientemente introducida vía párrafo 4 del artículo 22 del Código Penal. Con respecto a la violencia de género digital, la Fiscalía celebra los cambios acometidos en los últimos años en relación al stalking (acoso y/u hostigamiento), manipulación de los mecanismos de control sobre la pareja o ex pareja, ataques a la intimidad (sexting) y a la propia aplicación en este ámbito de la agravante de género. No obstante, señala la premura de valorar los pronunciamientos judiciales en estos momentos dado su poco lapso temporal de vigencia. En relación a la novedades introducidas por la Ley 4/2015, de 27 de abril, del Estatuto de la Víctima del Delito , la Fiscalía celebra alguna de las novedades introducidas en relación con la violencia de género como el acompañamiento y asistencia a las víctimas antes de la formulación de la denuncia. Y es que como se señala es, en Agenda Pública 17/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 esos momentos previos al comienzo del iter procedimental, cuando la víctima necesita de más apoyos y fuerzas para romper con el agresor, para denunciar y, lo más importante, para mantener la denuncia en el tiempo. Sobre este último punto la Fiscalía habla de “verdadero caballo de batalla” y “obstáculo para la condena del agresor”. En relación a las denuncias, la Fiscalía llama la atención sobre los siguientes aspectos: a) Alto número de víctimas mortales que no denuncian; b) Silencio del entorno de las víctimas (amistades, familiares, etc.); c) Escasas denuncias formuladas por las y los profesionales de la sanidad, enseñanza, servicios sociales, etc. Profesionales, estos últimos, privilegiados en cuanto a poder detectar de primera mano (y en un primer estadio) indicios de este tipo de violencia. Sin duda, importantes datos sobre los que pensar teniendo en cuenta cómo opera nuestra forma de socialización en cuanto a seguir naturalizando, minimizando y neutralizando diversas conductas de control socio/sexual (piénsese en el concepto de ‘sociodicea masculina’ de Pierre de Bourdieu). En lo que atañe a las y los menores, la Fiscalía celebra que las reformas acometidas los conceptualice como víctimas directas de la violencia que se ejerce sobre sus madres y de esta forma se refuerce la obligación de los juzgadores/ras de pronunciarse sobre el mantenimiento de la guarda y custodia, patria potestad y régimen de visitas, etc. En la misma línea, la Fiscalía resalta la importancia del derecho a ser oídos de las y los menores. Con respecto a algunos datos concretos, la Fiscalía resalta: a) El repunte de víctimas mortales por violencia de género correspondiente a 2015: 62 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas, y, b) La disminución del número de mujeres asesinadas que habían denunciado (14 sobre un total de 62) con respecto a años anteriores. Y todo ello a pesar de que en 2015 el número de denuncias por violencia machista aumentó un 1,9% según datos del Consejo General del Poder Judicial. Un último apunte sobre el que prestar atención relativo a la Memoria de la Fiscalía es el concerniente a la ‘brutalidad’ de este tipo de violencia que no deja de ser un exponente más del dominio y control sobre el que se sustenta. Brutalidad que se observa en dos dimensiones: medios empleados y forma de dar muerte a la víctima. La Fiscalía resalta en su memoria que lo que busca el agresor es “infligir una daño intenso y profundo a la víctima” de ahí que con frecuencia la violencia y el número de heridas “sea superior al necesario para causar la muerte a la víctima”. Sin duda esta última afirmación no resulta anodina desde el momento en que contribuye a desmontar el mito de la agresión puntual y de los hechos aislados realizados al azar. Y sobre este particular un dato más que viene a corroborar esa asimetria de poder socio/sexual. Y es que la Fiscalía significa (del análisis de casos) cómo el agresor busca deliberadamente atacar el rostro u otras partes visibles del cuerpo de la víctima. Se advierte, por tanto, claros intentos de estigmatizar socialmente a la víctima. Obviamente, más elementos que permiten advertir ese componente sexista imperante en este tipo de violencia. Agenda Pública 18/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 NUEVA POLÍTICA Firmado por: Juan Rodriguez Teruel el Martes 15 noviembre 2016 PSOE-PSC: ¿MATRIMONIO DE CONVENIENCIA? Durante años, al PSOE solían recomendarle, desde entornos conservadores, que rompiera con el PSC y se presentara directamente en Cataluña. En ello coincidían con los partidos nacionalistas en Cataluña, cuando también le pedían al PSC que renunciara a sus lazos con el PSOE. Que estas fueran siempre proposiciones interesadas no les quitaban razón: nada mejor para favorecer electoralmente a PP, CiU o ERC que una explosión del espacio socialista en grupos diversos y enfrentados por cuestiones identitarias, lingüísticas o territoriales. No sólo serían más pequeños sino que se pasarían el resto del tiempo discutiendo sobre lo que les dividía y no sobre lo que les debería unir. Y cuando algo de eso sucedió, con la escisión de algunos grupos catalanistas del PSC entre 2013 y 2015, el socialismo español pudo comprobar el resultado: un encogimiento súbito en la única región en la que era un partido hegemónico en elecciones generales y locales sin haber estado apenas en el gobierno autonómico. Aunque resultara menos congruente, tampoco era del todo sorprendente que algunos líderes territoriales del PSOE flirtearan ocasionalmente con la ruptura del PSC. Hablaban para sus electores regionales, al menos para aquellos más sensibles con la españolidad del partido y preocupados por el ‘ruido’ que suele provenir de Cataluña. Lo paradójico es que cuando estos dirigentes suelen hablar del tema pensando en sus propios votantes extremeños, andaluces o castellanos, lo hacen con la misma voluntad y receptividad con que el PSC ha tratado de hacerlo hacia sus respectivos votantes catalanes. Algunos incluso plantean que el PSOE debería reforzar su E para que pueda representar una voz única en toda España. ¿A qué idea de España le puede crujir una coalición como la que mantienen el PSOE y el PSC desde hace casi 40 años? En cualquier caso, a una idea de la nación más restrictiva y empequeñecida que la que auspició el pacto entre socialistas catalanes y el PSOE en 1977-78. Para no dramatizar, pensemos en perspectiva comparada. Los socialistas han afrontado estos años el problema frecuente de todos los partidos de ámbito nacional que aspiran a representar electoralmente a sus ciudadanos en un Estado descentralizado, donde existen hechos nacionales o diferenciales internos. Este es un fenómeno cada vez más común en Europa y más allá. Y en cada caso, los partidos han tratado de encontrar fórmulas diversas que procuren combinar lo uno y lo diverso. ¿Cómo reaccionan los partidos ante esta situación? Sin entrar en casos demasiado peculiares, como el de India, podemos identificar tres grandes modelos de articulación de los partidos en países federales, descentralizados o con realidades nacionales segmentadas en su interior. En un extremo, los partidos unitarios fijan un discurso muy homogéneo nacionalmente, aunque esto les lleve a ser irrelevantes o minoritarios en aquellos territorios con Agenda Pública 19/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 identidades diferenciadas a los que renuncian a representar. Es el caso del partido conservador británico, que apenas existe en Escocia. En el otro extremo, los partidos divididos o incluso truncados deciden existir sólo en uno de los niveles electorales. El caso de manual pertenece al Canadá, donde unos partidos se presentan sólo en el nivel federal, mientras que otros limitan su participación al ámbito provincial (imagínense al PSOE presentándose en Cataluña en las elecciones generales mientras que el PSC lo hiciera sólo en las autonómicas catalanas). Más peculiar, y controvertido, es el modelo de partidos belgas, que se han dividido lingüísticamente por territorios, hasta el punto de que no existe un partido nacional belga relevante. Entre ambos extremos, se dan diversas opciones de integración más o menos fuerte entre la organización estatal y sus ramas regionales. No debemos olvidarlo: el conflicto nunca falta. Allí donde existen fuertes diferencias territoriales, ningún partido nacional se salva de las tensiones que se pueden producir entre el centro y la periferia. Especialmente cuando están en la oposición. El reto de los partidos es conjugar la defensa de un proyecto común con la representación de las diversas identidades, culturas e intereses territoriales que se dan en sociedades plurales. No hay una fórmula mágica ni un patrón único para este reto. Lo que menos sucede es que los partidos renuncien a adaptarse a las peculiaridades de cada territorio para ganarse el apoyo mayoritario del electorado. No hace falta ir muy lejos, porque España es un caso ‘ejemplar’ que cada día despierta más interés entre observadores y expertos del resto de Europa. A pesar de la machacona insistencia, por parte de algunos líderes y partidos, en tener un ‘mismo mensaje en todas partes’, hoy ya sabemos que los principales partidos españoles prefieren adaptar sus programas y sus estrategias a cada territorio. El que más varía su discurso, y con más eficacia, el PP (según demuestra el estudio de los programas regionales). Con ello, mejoran su representación y contribuyen a integrar la pluralidad de la política y la sociedad española. El único partido reciente que sí mantuvo la homogeneidad de acción y discurso en todo el territorio español –UPyD- ya no está para explicarlo; y su fracaso tuvo mucho que ver con esa rigidez organizativa, tan estéril para facilitar su penetración territorial. Todos sabemos que España no es Portugal ni Japón, prototipos de países mononacionales: por muy grande que hagamos la bandera, nunca cubrirá la diversidad en las formas de sentirse español, ni evitará que muchos españoles tampoco se sientan tales. Aún así, no olvidemos que durante años, muchos de estos también votaron PSOE e incluso PP. ¿Por qué renunciar a ellos? Ese fue el origen del PSC-PSOE. A pesar de la fuerte vinculación que el PSOE ha tenido con Cataluña desde su creación (celebró su congreso fundacional en Barcelona en 1889), su apoyo electoral entre la clase obra catalana siempre estuvo muy condicionado por las dificultades del socialismo español para afrontar la cuestión catalana. Esta tendencia a la fragmentación del espacio socialista catalán cambió en 1977, cuando se creó la coalición electoral entre el PSOE y los socialistas catalanes, que daría lugar a la creación del PSC un año más tarde. Hoy muchos socialistas parecen haber olvidado los motivos y la racionalidad estratégica que llevaron a Alfonso Guerra y Felipe González a crear una alianza muy peculiar (y muy exitosa para ellos y para España), cuyos fundamentos ideológicos recogían, entre otros, el reconocimiento del carácter nacional de Cataluña y la reclamación del derecho a la autodeterminación. Pero esta alianza también se reprodujo en otras fuerzas políticas. Así sucedió con la relación entre PCE y PSUC, luego reeditada con la coalición IU-ICV. O con la alianza entre PP y UPN en Navarra. Es verdad que en ambos casos, tanto IU como PP acabaron rompiendo, con los años, con sus referentes políticos y presentándose directamente. Resultado: no muy bueno. Tanto EUiA como el PP navarro se convirtieron en fuerzas políticas irrelevantes en Cataluña y Navarra. Hoy Podemos persiste en ese tipo de alianzas, y con éxito, hasta el punto de estar consiguiendo robarle al PSOE el electorado más federalista de España. Lo explicaremos en un próximo artículo. Quizá lo más significativo de la alianza entre PSOE y PSC es la informalidad con que han llevado sus relaciones, y la escasísima evolución que estas han experimentado desde 1977. Cuando ambos partidos han decidido revisar sus relaciones en serio, el único documento de partida ha sido el breve protocolo sobre cómo han de comportarse los diputados en el Congreso, redactado antes incluso de que se creara el propio PSC. Esa informalidad fue útil y llevadera mientras el PSC fue un partido de oposición en la Generalitat de Cataluña. Pero cuando llegó al gobierno, de la mano de ERC e ICV, y trató de comportarse, por ejemplo, como el PSOE de Chaves, Bono o Rodríguez Ibarra, es decir, con discurso propio y criterio autónomo para mejorar su credibilidad ante sus votantes, el juego de equilibrios, pactos tácitos y creencias presuntamente compartidas se resquebrajó. Que ello coincidiera con la eclosión del independentismo nos muestra hasta qué punto la relación PSOE-PSC es una verdadera clave de bóveda de la Agenda Pública 20/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 España actual, y cuál es el riesgo real de jugar en el corto plazo con sus frágiles estructuras. ¿Qué futuro les espera a ambos partidos a partir de ahora? Parece que los sectores más jacobinos del PSOE han visto la oportunidad para cambiar unas reglas que nunca llegaron a convencerles. Hay argumentos en contra y a favor. Para algunos, el PSC se ha beneficiado principalmente de un electorado PSOE en Cataluña. Para otros, la aportación del PSC ha sido precisamente arrastrar votos de más allá de la frontera socialista, aunque en los últimos años esa lógica se ha quebrado. En el centro del debate actual se halla la cuestión de la asimetría: el PSC tiene representación en los órganos federales, sin que el PSOE tenga en los órganos del PSC. Sin carecer de fundamento, esta controversia se ha formulado de forma un tanto oportunista: en realidad, el coste de esa ‘asimetría’ lo ha asumido principalmente el PSC durante años, cada vez que ha tenido que mantener en Cataluña su lealtad a las posiciones de la dirección federal ante las jugadas parlamentarias que le pergeñaban sus adversarios catalanes, con un fuerte desgaste electoral. En el sentido contrario, el PSOE se ha beneficiado de esa asimetría cada vez que ‘no ha podido evitar’ digerir las demandas catalanas expresadas desde el PSC, dando lugar a propuestas territoriales que siempre supusieron un desenlace inclusivo y bastante representativo de lo que son hoy, en términos de identidad, las clases medias y asalariadas en España. El rendimiento de esa estructura es evidente. Que en esta ocasión esta asimetría haya resultado tan controvertida para el PSOE tiene menos que ver –en el fondo- con una deslealtad sustantiva del PSC que con la lucha faccional al borde del precipicio que se está produciendo en el seno del partido. En ese contexto, ambos partidos han acordado repensar las reglas que se dieron hace cuatro décadas. ¿Hay margen para actualizar esa alianza? La alianza en el Congreso: A menudo se ha focalizado esta cuestión en torno a la reclamación de un grupo parlamentario propio del PSC. Innecesario. Mucho más expresiva políticamente es la posibilidad de voto diferenciado en cuestiones específicas. Por mucho que se explique, no se entiende que el PSOE imponga a los diputados del PSC una multa por votar lo mismo que votaron en el parlamento catalán unos días antes, y en cambio aplaudan si el PSC vota distinto una misma decisión en ambos parlamentos. La alianza en el gobierno: Durante años, hemos asistido a una anomalía de la que nadie ha querido extraer las implicaciones derivadas. ¿Han sido los gobiernos de González y Zapatero gobiernos de coalición entre PSC y PSOE? El elevado personalismo que en la práctica caracteriza a los presidentes españoles ha mantenido oculta esta cuestión, especialmente en situaciones de mayoría absoluta. No obstante, en momentos donde el PSOE debió buscar apoyos parlamentarios, la supeditación (a veces casi humillante) del PSC ante los socios parlamentarios de turno resultó difícil de sostener, especialmente durante el período de colaboración con CiU entre 1993 y 1996. Por no recordar la turbulenta negociación del estatuto catalán y la culminación final mediante una reunión entre Zapatero y Mas a espaldas de los socialistas catalanes, en la que el líder del nacionalismo catalán fue a buscar a Madrid el sacrificio del Presidente Maragall. ¿Cómo deberán negociar ambos partidos la formación y el funcionamiento del gobierno si algún día vuelven a sumar mayoría parlamentaria, incluso en coalición con otros partidos? ¿Seguirá siendo el PSC un convidado de piedra a la espera de alguna recompensa en forma de ministerios? Agenda Pública 21/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 La alianza interna: ¿Puede un socialista catalán ser candidato del PSOE a la presidencia del gobierno? Esta es la pregunta que algunos dirigentes socialistas se plantearon a propósito de Narcís Serra y Josep Borrell. Nadie sensato podría argumentar la negativa sin caer en el prejuicio anticatalán. ¿Puede un socialista catalán dirigir la organización federal del PSOE? Esto resulta más controvertido. Pero de nuevo, la manera de presentar la cuestión puede ser interesada y engañosa: no hay mayor forma de someter definitivamente al PSC –y quizá con ello aniquilarlo- que dejando a un catalán dirigir la organización federal del PSOE. En ese sentido, la tentativa de Carmen Chacón fue una excepción contraria al espíritu organizativo del PSC. Por el contrario, hasta la última elección de secretario general, en 2014, el PSC siempre ha apostado a poner los huevos en todas las cestas, y suele carecer de la unidad de acción que sí ejercen las federaciones territoriales más importantes del PSOE. Recordemos que Madina fue el candidato más votado en Cataluña en las primarias de 2014, y que Pedro Sánchez le derrotó gracias al apoyo de Andalucía. Por todo ello, la principal consecuencia de expulsar al PSC de los órganos federales no sería recuperar equilibrio simétrico, sino esterilizar la capacidad de influir a los socialistas catalanes, y con ello renunciar a representar la complejidad catalana. Podemos y Ciudadanos están esperando esa breva para consolidar su posición en Cataluña. La alianza… ¿para hacer qué? Todos los analistas serios coinciden en que el principal motivo para no romper la relación entre ambos partidos es el interés electoral. Pero, ¿resulta suficiente motivo para mantener una relación puramente instrumental? El fracaso de las alianzas que IU y PP mantuvieron con ICV y UPN muestran el límite de relaciones entre partidos para los que el proyecto común se había desgastado. ¿Hasta qué punto está dispuesto el PSOE a representar también el sentimiento mayoritario que existe en Cataluña de manifestar una personalidad diferenciada en el marco del Estado? ¿Tiene el PSC un verdadero proyecto para incidir abiertamente en la política española? Si Maragall o Serra parecieron tenerlo, no queda claro que sus herederos hayan sabido recogerlo. Quizá estos interrogantes, que bien podrían ayudar a actualizar el protocolo de relaciones entre ambos partidos, pueden sugerir respuestas poco viables de llevar a la práctica. El PSOE podría optar por seguir un referente claro en el que reflejarse: la relación que desde hace casi décadas vertebra la política alemana, a través de la alianza entre los democristianos de la CDU y sus homólogos conservadores bávaros, la CSU. No obstante, la práctica de esa relación –aparentemente más ‘simétrica’ que la del PSOE-PSC- pone de manifiesto una mayor conflictividad que la que se le ha achacado al PSC. En realidad, se trata de una coalición que solo se mantiene gracias a la larga permanencia de la CSU en el poder regional tras varias décadas. En realidad, los especialistas apuntan que de perderse algún día esa posición de poder en Baviera, la coalición CDU-CSU se vería abocada a la refundación. No obstante, algunos podrían objetar que la política española y catalana han entrado en un período de clarificación radical, en el que las ambigüedades han llegado a su ocaso. Es posible. Pero fatigarse con la ambigüedad y la sutileza en política suele incapacitar para ejercer esa premisa democrática de unir en la diversidad. Y de esas posturas tenemos ejemplos en exceso en estos días. Agenda Pública 22/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 NUEVA POLÍTICA BECARIOS DE "LA CAIXA" Firmado por: Miguel Azpitarte el Martes 15 noviembre 2016 EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EN EL LABERINTO CATALÁN La Ley Orgánica 15/2015 se encuadra dentro de una estrategia del anterior Gobierno de Mariano Rajoy (¿también del nuevo?), en la que se espera que la presión judicial acabe secando la fuerza social y electoral de los independentistas. Entonces, la solución política se hará innecesaria. La mayoría absoluta del Partido Popular eligió al Tribunal Constitucional como institución clave en ese plan, que ha recibido vía libre con la sentencia de 3 de noviembre de 2016 (publicada en la web del Tribunal Constitucional el pasado viernes). La resolución está marcada por un acercamiento en el que el Tribunal repliega su control, pues considera que ha de ser especialmente deferente con el legislador cuando se trata de enjuiciar su propia ley. Los votos particulares son muy críticos con esta postura hasta el punto de acusar a la mayoría de los magistrados de abdicar de su responsabilidad. Y es verdad que el Tribunal resuelve las controversias sin entrar a fondo en los motivos de inconstitucionalidad, arrastrando así la sensación de fragilidad que le persigue desde hace algunos años. ¿Se pueden añadir a discreción nuevas funciones al Tribunal Constitucional? Este es uno de los motivos de impugnación, que el Tribunal desecha subrayando que la Constitución habilita al legislador para dotarle de materias adicionales siempre que deje indemnes sus tareas esenciales, a saber, controlar la ley, pacificar la distribución de competencias y conocer de los recursos de amparo. Ciertamente en esta cuestión llueve sobre mojado, puesto que reformas precedentes han acrecentado con escasa lógica las atribuciones del Tribunal. Pero en esta ocasión hubiera sido preciso taponar esta deriva. Es obvio que el Tribunal se diseña para unas funciones y darle otras, sobre todo cuando no tienen conexión con las esenciales y se confunden con las de otros poderes, es una decisión que acabará por afectar al desempeño de la institución. Agenda Pública 23/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 ¿Es factible que el legislador diseñe un procedimiento de ejecución de sentencias que alcance a suspender a una autoridad democrática, saltándose las garantías típicas de los procedimientos sancionadores? Entiende el Tribunal que es lícito porque la suspensión es tan solo un mecanismo para asegurar el efecto de sus sentencias. Nada le importa la gravedad de la medida, que, como bien señalan los votos particulares, la convierte materialmente en una sanción. Pero, además, deja sin resolver el núcleo esencial de la cuestión: ¿hay un espacio más allá de las elecciones y del proceso penal para cesar a una autoridad democrática? Yo creo que no. La Constitución tasa estas dos vías, dotadas de unas características muy particulares, e obstaculiza la inventiva de soluciones sui géneris que perturban la lógica democrática. O responsabilidad política o responsabilidad penal: no hay otra alternativa. En cualquier caso la Constitución y su Tribunal no estaban inermes antes de la Ley Orgánica 15/2015. El constituyente optó por la defensa política que conlleva el artículo 155. ¿Es viable introducir un nuevo camino? Este es el último motivo de impugnación, que el Tribunal resuelve señalando lo obvio, esto es, que las potestades del proceso de ejecución y las previstas en el artículo 155 son distintas. Nada dice sobre la creación legislativa de soluciones ad hoc para que el Gobierno escamotee los caminos fijados en la Constitución. En mi opinión esto no es posible. La Constitución distribuye responsabilidades y en el caso de los incumplimientos manifiestos de las resoluciones del Tribunal Constitucional apostó por una respuesta que pone el peso en la legitimidad democrática del Gobierno y la territorial del Senado. Generar un camino seudojurisdiccional rompe con estos cuidados contrapesos. El Tribunal Constitucional ha perdido una ocasión de oro para deslindar el espacio de la política y el de la jurisdicción, distinguiendo a su vez dentro de esta la penal y la constitucional. Sin duda, el conflicto catalán requiere, antes de nada, el cumplimiento de la ley, para lo que ha de utilizarse con ponderación al Ministerio Fiscal y confiar en que las garantías del proceso penal asegurarán un resultado legítimo. Pero luego, sobre todo, van a ser imprescindibles grandes dosis de ingenio político. El Tribunal, forzado a irrumpir en estos delicados equilibrios, tendría que haber explicado con más claridad qué se ha de esperar de la jurisdicción constitucional concentrada en el Siglo XXI. Agenda Pública 24/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 IMPACTO SOCIAL Firmado por: Iker San Román Ayala el Lunes 14 noviembre 2016 EL AGRESIVO REBOTE EN LA VIVIENDA DE ALQUILER Tal y como viene constatando en diversos estudios, lo que se antojaba hace un año como una simple corrección al alza de los precios de alquiler se ha convertido en un agresivo rebote que no presenta visos de retornar a la senda de la moderación, por lo menos a corto plazo. En efecto, desde el segundo trimestre de 2015 nos encontramos con incrementos de un 18% en Madrid y de un 30 % en Barcelona. Otras ciudades, como Valencia (15%) o Palma de Mallorca (20%) experimentan también incrementos acusados. Las razones de este brusco cambio de tendencia ya se están analizando por parte de analistas y medios de comunicación: grupos inversores que compran inmuebles y buscan rentabilidad con el alquiler, a la espera de una oportunidad para su venta; ausencia de oferta suficiente de alojamientos en alquiler, e incremento simultáneo de la demanda por falta de financiación bancaria para comprar; finalización de los contratos de renta antigua; descontrol aparejado al negocio de los apartamentos turísticos, especialmente acusado en la costa mediterránea… Este ‘boom’ de precios, que hace una década se habría calificado como un síntoma de bonanza económica, suscita ahora una fuerte preocupación, ya que es evidente que no puede asociarse a una mejora en las condiciones salariales de la población. Políticas públicas de vivienda Además, esta problemática está generando un verdadero quebradero de cabeza a las autoridades locales de nuestras ciudades, ya que el diseño de las políticas públicas en materia de vivienda para los próximos años pasa inexorablemente por garantizar el acceso a la vivienda de miles de familias mediante el incremento de la oferta asequible, y de manera preferente en alquiler. Por ello, y si efectivamente diagnosticamos este ‘boom’ como una amenaza, no cabe otra alternativa que concentrar los esfuerzos en un aumento de la oferta de la vivienda en alquiler asequible. Mediación en el mercado de alquiler Agenda Pública 25/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 En este sentido, merece la pena seguir incidiendo en los programas públicos de mediación en el mercado de alquiler, reforzando las garantías que se ofrecen a los propietarios de viviendas libres que ceden sus inmuebles –sobre todo, cobro de la renta garantizada y seguros contra desperfectos-, creando ayudas para obras de reforma, y extendiendo los grupos de posibles inquilinos beneficiarios a rentas de hasta 3 ó 3,5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM). Además, y de cara a que los ayuntamientos tengan herramientas para fomentar el mercado de alquiler asequible, es ya urgente que se desarrollen los preceptos de la ley de haciendas locales que se pueden aplicar a las viviendas vacías, tanto respecto a posibles recargos en el IBI como para establecer un IBI reducido, algo que sorprendentemente no se permite. Es el momento de aplicar estas y otras medidas, tendentes a mejorar las condiciones de acceso a la vivienda en alquiler. De lo contrario, la extensión del número de viviendas desocupadas o de exclusiva utilización temporal acabará generando mayores zonas urbanas deshabitadas, en proceso de abandono o sin ningún tipo de actividad económica o comercial. Agenda Pública 26/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 PROYECTO EUROPEO BECARIOS DE "LA CAIXA" Firmado por: Raquel Montes Torralba el Lunes 14 noviembre 2016 EL NUEVO MUNDO DE MARINE LE PEN “No es el fin del mundo, es el fin de un mundo”. Estas son las palabras con las que Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional a la presidencia de Francia, ha descrito la elección de Donald Trump a la cabeza de los Estados Unidos. A siete meses de las elecciones presidenciales y legislativas en Francia, el cambio político en EEUU, sumado al ‘brexit’, son interpretados como precedentes positivos en su propio camino al Eliseo. Alentada por los buenos resultados del Frente Nacional en las elecciones europeas del 2014 (primera fuerza política con 24 escaños) y las regionales del 2015 en las que se consolidó como tercera fuerza política con más de seis millones de votos, que Marine Le Pen será uno de los dos candidatos a la segunda vuelta de las presidenciales es aceptado entre políticos y analistas como un hecho seguro. La cuestión, por tanto, es tratar de elucidar quién será su adversario, de ahí que las elecciones norteamericanas hayan sido observadas con particular atención en Francia. Las temáticas de campaña Las temáticas de campaña de Donald Trump y de Marine Le Pen convergen sobre los puntos esenciales: crítica a la globalización, que en el caso de la candidata del FN se centra sobre la Unión Europea entendida como quintaesencia de la globalización liberal; demonización de la inmigración; lucha contra unas élites alejadas del pueblo y de sus preocupaciones. Los electores a los que ambos se dirigen son todos aquellos que se sienten relegados o abandonados, que han visto sus condiciones económicas y su status social empeorar gravemente con la crisis y que observan cómo la recuperación pasa de largo para ellos. Agenda Pública 27/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 En el caso francés, el debate político gira en torno al ‘déclassement’ (descenso en la escala social) de una parte de Francia identificada como la Francia periférica, los indicadores sociales que muestran un aumento de la desigualdad en el país europeo que había hecho suya la lucha por la igualdad, una situación económica estancada, en fin, la erosión rampante del Estado de bienestar. Para luchar contra todo ello, Marine Le Pen preconiza una vuelta a las fronteras, la recuperación de las competencias cedidas a Bruselas, la defensa de la “civilización francesa” frente a los peligros del multiculturalismo y de una inmigración incontrolada e incontrolable. Le Pen hace un llamamiento a la “Francia libre”, denunciando la convergencia programática de la izquierda y derecha francesas que ya no representan una alternativa real. Los socialistas y la derecha…. Frente a ella, tanto la izquierda como la derecha luchan para poder diferenciarse y presentar un programa convincente para el electorado. En el caso del Partido Socialista, el presidente Hollande, que llegó a la presidencia afirmando que su enemigo era “el mundo de las finanzas” y que es acusado por una parte de su partido y del electorado de haber llevado a cabo, de facto, una política liberal por la que ellos no votaron, parece en estos momentos poco legitimado para enfrentarse no sólo a las presidenciales que, según los pronósticos, perdería rotundamente, sino a las propias primarias de su partido. Sin líder claro y profundamente dividido, con dos visiones contrapuestas del proyecto socialista, el PS francés ya parece haberse autocondenado a la oposición. Del lado de Les Republicains, otra división profunda subyace a las primarias que tendrán lugar en la segunda quincena de noviembre: la que opone a los dos principales candidatos Nicolas Sarkozy y Alain Juppé. Mientras que el primero ha apostado por una línea dura, claramente dirigida a un electorado de derechas y cercana a la del Frente Nacional, intentando así sustraerle votantes, el segundo trata de buscar el ‘rassemblement’, la unión de un electorado alejado de los extremos, desilusionado por Hollande y con miedo del Frente Nacional. El talón de Aquiles de Sarkozy es que esta estrategia fue la misma que la llevada a cabo en 2007 y con la que desilusionó a los votantes que apostaron por ella. En el caso de Juppé es el programa de reformas económicas liberales con el que pretende acceder a la presidencia. Hay que tener en cuenta que Alain Juppé es recordado por las manifestaciones de 1995 en reacción al plan de rigor presentado en calidad de primer ministro del Gobierno de Chirac. Articular un nuevo discurso Tras el éxito de Trump, la cuestión de si una candidatura de Bernie Senders hubiera sido más exitosa resurge entre los analistas. Hillary Clinton representa para una parte del electorado americano (y también para una parte de los observadores internacionales) la encarnación de la política liberal que ha llevado a la crisis y que hace que el mundo salga de ella a costa de más desigualdad, una clase política más interesada en su propia supervivencia que en el servicio al ciudadano y al país y una política exterior militarista. Parte de la “lección americana” es entender lo que los ciudadanos no quieren. El reto para las democracias occidentales es articular un nuevo discurso y, sobre todo, una nueva práctica que trascienda la mera coalición contra lo peor, pues ésta puede resultar en una bomba de relojería. Que Francia se convierta en un nuevo miembro de este nuevo mundo preconizado por Marine Le Pen dependerá de si se ha sido capaz de entender lo que ha mostrado por turnos el ‘brexit’ y la elección de Donald Trump y para ello una respuesta articulada a nivel europeo parece imprescindible. Agenda Pública 28/29 A_PMAGAZINE 54 noviembre 2016 Publicado en Agenda Pública, un servicio nacido con el objetivo de ofrecer análisis de la realidad jurídico-política, económica y social de España a partir del conocimiento que generan investigadores y analistas de las ciencias sociales en las universidades y centros de investigación. EQUIPO_DIRECTIVO MARC LÓPEZ PLANA Director ARGELIA QUERALT JIMÉNEZ JOAN RODRÍGUEZ TERUEL ver perfil Directora Editorial Director de Estudios ver perfil ver perfil AGENDA_PÚBLICA, S.L. Desde enero de 2014 somos una empresa formada por 22 socias y socios que han aportado entre 300 y 6.000 euros cada uno de ellos: Ricardo Alonso García Sonia Alonso Saenz de Oger Astrid Barrio López Estudio de Sociología Consultores, S.L. Isabel Fernández Torres Julio González García Pablo González Saquero Diego Hidalgo Schnur Marc López Plana Andrés Ortega Klein Carmen Plana Prades Argelia Queralt Jiménez Juan Rodríguez Teruel Carlos Solchaga Catalán Salvador Vives López Jaume Collboni Cuadrado Rosa Galán Sánchez Paloma Herranz Embid Joaquim Molins López-Rodó Joan Queralt Jiménez Edgar Rovira Sebastià José Antonio Zarzalejos Nieto ¿Quieres saber más? Suscribete al servicio premium: Análisis y Prospectiva El servicio de análisis y prospectiva de Agenda Pública ofrece el mejor análisis prospectivo sobre la política, las políticas y la economía en España y en Europa en español y en inglés. 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