La bibliografía cartográfica y la memoria emblemática: propuesta para el estudio de los mecanismos patrimonializadores del Archipiélago de Juan Fernández RESUMEN Este documento propone analizar críticamente los estudios bibliométricos desde la perspectiva de la cartografía simbólica, considerando como ejes centrales la escala, la proyección y el símbolo (Sousa-Santos, 1991). Estas representaciones instauradas y ampliamente aceptadas por la comunidad académica han consolidado el modelo hegemónico de la lógica informacional, lo que justifica la urgencia por explorar nuevos métodos de representación y de análisis, teniendo presente los usos sociales de la información: el acceso, la democratización, y la inclusión de todos los saberes. Esta investigación es parte del modelo aplicado a la elaboración de la cartografía bibliográfica, memoria y mecanismos de patrimonialización del Archipiélago de Juan Fernández. PALABRAS CLAVE BIBLIOMETRÍA, CARTOGRAFÍA SOCIAL, CARTOGRAFÍA BIBLIOMÉTRICA, MEMORIA BIBLIOGRÁFICA, PATRIMONIO DOCUMENTAL ABSTRACT This document proposes to analiyze the bibliométrics studies form the perspective of the symbolic cartography, considering as backbones of the scale, the projection and symbol (Sousa- Santos, 1991). These representations eslablished and widely accepted by the 1 academic community have consolidated the hegemonic model of the informational logyc , wich justifies the urgency of exploring new methods of representation and of analysis, bearin in mind the social uses of the information: the access, the democratization, and the incorporation of all the knowledges. KEYWORDS BIBLIOMETRICS, METRIC STUDIES, SOCIAL MAPPING, CARTOGRAPHY BIBLIOMETRIC, ACCESS TO INFORMATION, DEMOCATRIZATION OF INFORMATION, COGNITIVE CAPITALISM CARTOGRAFÍA Y BIBLIOMETRÍA La obsesión por la objetivación de la realidad a partir de la fundación del positivismo y post positivismo, la apología desbocada por la racionalidad y la necesidad de cuantificar todos los fenómenos sociales, son prácticas ampliamente validadas y sobrevaloradas en las distintas disciplinas del conocimiento, fenómeno presente en la bibliotecología y ciencias de la información a través de la matematización de sus productos y servicios. Esto se observa principalmente en las mediciones de información, ya sean bibliométricas, cienciométricas, webmétricas; términos usados, las más de las veces, indistintamente. Los estudios bibliométricos utilizan para su representación gráficos y mapas, los que consideran índices de co-citación, concurrencias de palabras, concurrencias de códigos de clasificación y fuentes de recopilación; sus indicadores se centran en indicadores personales, de producción, de dispersión, de visibilidad o impacto, de colaboración, de obsolescencia, de forma y contenido de la información (Ardanuy, 2012), los que están 2 transversalmente vinculados por nociones de espacio, tiempo y lugar; todos ellos conceptos inherentes a la representación cartográfica. En las últimas décadas espacio, tiempo y lugar se han diluido en el tráfico desbocado de las carreteras de la realidad virtual. Pareciera que las fronteras han desaparecido o que el mundo se ha empequeñecido. Por ello se tiende a olvidar que esta carretera de la información posee un correlato a un espacio físico determinado. Que sus autores y autoras responden a grupos sociales particulares, donde la información no tiene relación explícita con el cotidiano y el territorio, de modo que la generación de nuevo conocimiento va perdiendo sentido para la comunidad. Así la representación de la información y los estudios métricos son reproductores de un sistema exclusivista de producción y promoción de la información; reflejo de una sociedad para la cual el conocimiento es un capital necesario para la generación de nuevos recursos o formas de explotación a gran escala. De este modo quedan en jaque los usos sociales del conocimiento científico, acorralados por el actual capitalismo informacional, el que se comporta como una nueva fuente de desigualdad social, viniendo a reforzar las anteriores fuentes tradicionales de inequidad políticas, económicas, sociales y culturales del sistema capitalista (Ramis, 2014). Un mito que ha instalado el ciberutopismo y el internetcentrismo, es que ambos no perciben la censura, propaganda y vigilancia que se incuban al interior de las redes telemáticas. Para Assange, todo esto se lleva a cabo bajo el amparo de la idea de los cuatro jinetes del infocalipsis; es decir, que el Estado se permite vigilar a los ciudadanos escudándose en el combate del terrorismo, el narcotráfico, la pornografía y la piratería (Assange, 2013). La tecnología va aparejada a una nueva forma de sociedad del control, que lejos de democratizar y personalizar las relaciones económicas, las fragmenta y masifica. El concepto sociedad de la información es un paradigma tecnoutópico, que sobreestima la técnica instrumental y estadística. Quienes denuncian el ciberfetichismo acusan un intento 3 de hacer de las redes telemáticas un limbo jurídico, político y ético; ya que tras la idea de un modo de producción entre pares se podrían envolver nuevas formas de especulación y explotación social, tal como es el caso de las lógicas que desarrollan las publicaciones científicas y los estudios métricos informacionales (Ramis, 2014). La consideración de éstos contextos permite introducir en el análisis del mapa la incidencia de los distintos actores, las técnicas y las herramientas, la intencionalidad del autor y los modos de llevarla a cabo, las agencias financiadoras y sus influencias sobre el mapa, el impacto del público al que se dirige, el estudio comparativo de los demás documentos que se ocupan de entornos espaciales similares y, de manera fundamental, remarca el hecho de que el mapa es una representación cultural, confeccionado en un lugar y un tiempo determinados al interior de un cierto orden social establecido. Por lo tanto el mapa no sólo representa el territorio, lo produce. La cartografía ejerce una violencia simbólica que refuerza la violencia física con la que se establecen las relaciones jerárquicas al interior del Estado (Montoya, 2007). En el caso de las metrías de la información, se delinean rutas del conocimiento. Los análisis bibliométricos y sus correspondientes representaciones constituyen metáforas de la realidad, en las que se toma opciones por lo que es representado. Lo peligroso surge cuando esta metáfora se entiende de modo literal “los tratados de retórica nos enseñan que el uso repetido de una metáfora durante un largo periodo de tiempo transforma gradualmente la descripción metafórica en una descripción literal” (Sousa- Santos, 1991). De este modo muchas veces el mapeo o cartografía cumple la función de sistematizar el territorio, espacio y tiempo de acuerdo a modos de significación hegemónicos, entendiendo que “el mapa no solo cumple la función de familiarizar al sujeto con el entorno sino también aquello más profundo de naturalizar el orden de relaciones que le son permitidas en el espacio, cumpliendo una función ideológica” (Escudero, 2014). 4 La cartografía simbólica de la información propone algunas interrogantes como por ejemplo qué sucede con las lógicas económicas que esconden las bases de datos en que se publica la información, quiénes son la entidades o de dónde provienen los académicos que validan esta información, qué nivel de conciencia existe respecto a los volúmenes de documentos que quedan fuera de esta lógica de la información. Estas interrogantes apuntan hacia una epistemología de la información en la que se pone en crisis la objetividad de los recorridos informacionales propuestos. En este sentido es posible entender las representaciones bibliométricas como un producto cultural –del conocimiento/poder-, de manera que es posible asimilarlas más como textos que como imágenes fieles de lo real. Ello nos indica que el mapa “monumentaliza” y establece intencionadamente intervenciones o hitos del paisaje como referentes. La imagen-documento del mapa establece ciertos marcadores visuales y signos que arbitrariamente “naturalizan” las relaciones espaciales, limitándose reforzar los relatos ya instalados en la conciencia social (Montoya, 2007). Como señala Sousa-Santos (1991), los mapas proponen tres aspectos vitales para representar porciones de realidad que son: escala, proyección y simbolización, los que observaremos a la luz de los estudios bibliométricos actuales. ESCALA La escala permite realizar la metáfora de lo representado, constituyendo miniaturas de la realidad. En el caso de las representaciones a gran escala o a pequeña escala, se toman opciones para representar porciones de mundo. Así, los mapas de pequeña escala no permiten medir con exactitud la amplitud de las vías del tren o la dimensión de los mares pero permiten apreciar claramente las posiciones de algunos elementos entre sí y su relación con los demás accidentes del terreno. Cambiar la escala significa cambiar el 5 fenómeno o dicho de otro modo lo observado cambia cuando el observador cambia, dependiendo en este caso de los usos y emisores de la información. La información y sus estudios métricos se centran en la creencia que existe una sola escala, centrada en el estudio de las revistas científicas, con los indicadores ampliamente reconocidos dejando de lado estudios fuera del circuito académico, centrado en otros espacios físicos y virtuales. Se trata de formas de información infracientífica, informal, no oficial. Así los estudios bibliométricos que abarcan grandes volúmenes de información invisibilizan algunos agentes. El término capitalismo cognitivo viene a hacerse cargo de esta lógica económica que fecunda a través de las revistas de alto impacto y de mercadeo del conocimiento, que son la materia prima para el desarrollo de las representaciones métricas del estudio del conocimiento científico. Esta lógica ha venido a consolidar una dinámica de información supranacional, un sistema nervioso central mundial, un sistema de conocimiento basado en estructuras de dominación pre-existentes. Sin embargo, la información surge de manera mucho más espontánea, similar a lo que ocurre con los Sistemas Emergentes planteados por Steven Johnson. Estos fenómenos de información han sido analizados en los últimos años, especialmente los relativos a los fenómenos de las redes sociales a través de las webmetrías o bigdatas. Sin embargo, el material impreso de manera asistemática o infrainformacional como es el material producido por pequeñas editoriales, editoriales independientes, publicaciones de organizaciones no académicas, autoediciones, entre otras, simplemente no existen para los estudios métricos. Centrada en la lógica de la escala en la representación cartográfica, en el caso de una cartografía bibliométrica es posible distinguir tres espacios básicamente: una bibliometría local, una bibliometría nacional y una bibliometría mundial. Lo que distingue estas tipologías de información es el tamaño de la escala con que regulan los volúmenes de información. 6 La bibliometría a gran escala describe pormenorizadamente los detalles, comportamientos y actitudes, fenómenos en el tiempo, evolución de la información en las instituciones, etc. En el caso de la bibliometría de menor escala es pobre en detalles, y reduce los comportamientos y las actitudes a tipos generales y abstractos de acción. Pero, por otro lado, determina con rigor la relatividad de las posiciones (la producción de las instituciones y organizaciones, y de los autores individuales), ofrece otras direcciones y atajos, y es sensible a las distinciones (y complejas relaciones) entre las partes y el todo; pasado y presente; funcional y disfuncional: la bibliometría crea una cartografía con una orientación determinada en cada una de sus manifestaciones. Y lo más importante, permite comprender el vínculo entre la generación de conocimiento, territorio y comunidad. El conocimiento sirve y funciona para perpetuar un modelo existente, careciendo de sentido para la vida cotidiana. Termina constituyendo solo un indicador para aumentar aportaciones concretas para el I+D+i en los distintos puntos del orbe. Por ello es que los estudios a pequeña escala son relevantes para los habitantes de territorios determinados, ya que el reconocimiento y construcción de su imaginario a partir de estos dispositivos de memoria, permiten el auto reconocimiento de la comunidad, y particularmente el reconocimiento del territorio y la construcción y de la memoria y su consecuente imaginario. PROYECCIÓN La proyección en las cartografías viene a significar una distorsión, en la cual se modifican formas, distancias, direcciones, ángulos. Todo lo que se realiza para aumentar el grado de exactitud en la representación de un particular atributo, contribuirá a aumentar el grado de error en cualquier otro. 7 La proyección no es un procedimiento neutro, al igual que la escala. A través de él la bibliometría define sus fronteras. Así cada representación define su centro y su periferia. Los estudios métricos tienen por frontera las mismas bases de datos y revistas científicas que son su principal fuente de información. Concentradas en universidades de todo el mundo, han desarrollado una verdadera máquina para la producción de información, invisibilizando paulatina pero constantemente la información que proviene desde la periferia (académicos con poca producción académica, áreas de conocimiento menos rentables para el sistema de mercadeo imperante, temas que no se encuentran en el cénit del interés general, investigadores latinoamericanos de países y universidades pequeñas, documentos en otro idioma que no sea inglés). Estos fenómenos de distorsión presentes en la información y sus lógicas proyectuales se tornan más notorias cuando se detiene la observación en la periferia, ya que los temas y lógicas cambian, puesto que los puntos de interés radican en otras temáticas, constituyendo una proyección temática–geográfica, alterada básicamente por condiciones técnicas y económicas. SÍMBOLIZACIÓN La representación cartográfica utiliza símbolos gráficos para señalar elementos y características de la realidad espacial seleccionados. En el caso de los estudios métricos es posible considerar la simbolización en cuanto prestigio que se obtiene a través de estas revistas y bases de datos que las contienen y distribuyen. Es decir, estas revistas pueden comprenderse como símbolo de poder y estatus, no solo de consolidación de un modelo económico- cognitivo. 8 ESTUDIO DE CASO: EL ARCHIPIÉLAGO DE JUAN FERNÁNDEZ El Archipiélago Juan Fernández es conocido a nivel mundial como escenario de la novela de Daniel Defoe, Robinson Crusoe publicado en Londres el año 1719. La narración del náufrago que vivió 28 años solo en una isla hasta que lo rescatan piratas devolviéndolo a Inglaterra, es considerado relato icónico sobre el simbolismo de la relación colonial (Pennycook, 1998). A la representación de soledad y abandono sobre Juan Fernández, inmortalizada por Defoe, se yuxtaponen variados discursos, prioritariamente científicos y literarios, que permiten esbozar un mosaico de miradas y valoraciones del territorio que constituyen un régimen disciplinario de producción de conocimiento sobre las islas, aspecto que se desea abordar como objetivo de la presente investigaciòn. En principio se identifican dos memorias sobre el archipiélago. La primera memoria identificada es la exógena o “memoria colonizadora” construida por agentes culturales dominantes y que responden a una agenda política emanada desde continente, interesada en revertir el imaginario del aislamiento, fomentando la noción de integración al territorio del Estado nación chileno. La preocupación por la pérdida del “espesor cultural” frente a la arremetida de la cultura mediática y la modernización inconclusa que perpetúa la dependencia isleña del continente es el telón de fondo de la reflexión sobre el Chile Insular1 discusión liderada por los casos emblemáticos de Chiloé (Mansilla, 2007) e Isla de Pascua (Aguirre, 2003), lo que permite una aproximación para Juan Fernández con la finalidad de reconocer las claves que particularizan su caso. La segunda memoria es la “colonizada”, construida por los habitantes del archipiélago y que establece un discurso identitario para la población local que responde a las claves de insularidad del territorio (Brinck, 2006) como una suerte de oposición al “otro”, entendido 1 Integrado por 3.739 islas, según el Instituto Geográfico Militar. Disponible en http://www.igm.cl/ 9 como el Chile continental. La identidad de esta comunidad se despliegaría entonces a partir de la oposición insulares frente a continentales de manera que los discursos identitarios (antiguos y nuevos) de la comunidad se elaboran en relación con el exterior (Vanhulst, 2014). JUSTIFICACIÓN El interés por examinar las características la memoria emblemática sobre Juan Fernández radica en que ésta legitima las acciones patrimonializadoras de ciertos agentes sociales por sobre otros, excluyendo la experiencia y el recuerdo personal que no tiene asidero en el recuerdo colectivamente significativo, revelando las inclinaciones y tendencias de una política de la memoria y por cierto del olvido colectivo. La política de la memoria se instituye desde el proceso confrontación y lucha por construir memorias emblemáticas (Stern 2000), y ocupa un lugar central en la activación de los proyectos de cambio y/o innovación social en las sociedades marcadas por la desigualdad, al considerar que el ethos que se instala determina los eventos y sus relatos recordables bajo la exclusión de otras narrativas (Gascón, 2010). La discusión sobre la construcción de las identidades personales y colectivas es una problematización que para algunos surge en momentos de crisis o cuando hay una autoconciencia o percepción de estar en crisis (Larraín, 2001). Visto así, la pregunta por la identidad de un territorio se instala en una encrucijada o punto de encuentro tensionado dado que en torno a la identidad concurre la interpelación sobre el sentido general construido en la sociedad contemporánea y el creciente interés por la construcción de relatos y constitución de prácticas de nuevos actores sociales, relacionadas con la pluralidad de discursos, y por extensión el debate sobre la conservación de elementos (tanto materiales, tangibles como simbólicos e intangibles) 10 en riesgo de desaparecer (debate cultura de la memoria y patrimonio cultural). La operación cognitiva, emotiva y política de visitar el pasado, recordar eventos y acontecimientos desde el lugar que proporciona el presente permite abordar las cristalizaciones históricas e hitos constituyentes de la proyección de una sociedad o comunidad hacia el futuro asumiendo que dentro de la heterogeneidad de las experiencias, lo que se tiene en común como colectivo es nuestro pasado (Garretón, 2003). En la actualidad, el denominador común o caracterizador de la cuestión insular chilena2 (3739 islas, según el Instituto Geográfico Militar, 1998) estaría en la preocupación por la pérdida del “espesor cultural” frente a la arremetida de la cultura mediática y la modernización inconclusa que perpetúa la dependencia del continente y establece un punto de encuentro para los casos emblemáticos de Chiloé (Berg, 1996) e Isla de Pascua (Aguirre, 2003). Sin embargo, la finalidad del presente estudio está en reconocer mecanismos patrimonializadores que finalmente intervienen en la permanencia o anulación de ciertos discursos identitarios inscritos en las variadas artistas del fenómeno de «asociacionismo de defensa del patrimonio» (Ariño, 2002) escasamente explorado en nuestro país. Objetivo general Establecer el régimen disciplinario de producción de conocimiento del Archipiélago de Juan Fernández, considerando como elementos fundamentales en el análisis de los resultados la escala, la proyección y el símbolo. 2 11 Objetivos específicos Describir los mecanismos patrimonializadores de la memoria colonizada/colonizadora del Archipiélago de Juan Fernández. Desarrollar una base de datos con la bibliografía situada. Representar la información recopilada a través de mapas locales y mundiales, distinguiendo discursos oficiales, Metodología y Resultados esperados El diseño metodológico esta investigación contempla abordar la “memoria colonizada” y “memoria colonizadora” desde la documentación; desde la identificación de los agentes patrimonializadores y sus discursos, los que participan en la construcción de una memoria hegemónica totalizadora sobre el Archipiélago Juan Fernández. Tales agentes producen y reproducen discursos asociados a sus intereses que son de diversa naturaleza y que determina la prevalencia de ciertas nociones como patria, Estado, turismo, ecología, tesoros y piratas, patrimonio subacuático u oceánico, maremotos, endogamia, violencia, etc. En la construcción de la memoria colonizada/colonizadora sobre Juan Fernández se reconocen agentes que activan mecanismos patrimonializadores excluyentes que se levantan desde una operación de selección de ciertas categorías que terminan por construir un discurso sobre el Archipiélago que se intenta esclarecer en el presente estudio asumiendo lo isleño/exógeno del continente como dos entidades geográficas que se apoyan y en cierta medida se reflejan. 12 CONCLUSIONES Los mapas están presentes en la vida cotidiana. La aparición de herramientas exitosas y de uso común tales como el google maps y los habituales mapas conceptuales, y la posibilidad de adaptarlos a las necesidades particulares, permiten que la representación, la dispersión y simbolización, sea por todos fácilmente asimilado. Así, la propuesta para comprender los estudios métricos de información a partir de esta premisa permite problematizar cuestiones tan importantes como son los sesgos existentes, las exclusiones e invisibilizaciones. En definitiva comprender, desde la reflexión teórica y la investigación empírica de sus representaciones sociales, el papel que el conocimiento científico y sus tecnologías aplicadas juegan en el capitalismo cognitivo como intensificadores de las formas de desigualdad. A su vez, hacer el ejercicio de comprender la lógica con que circula la información, permite cuestionar y proponer la necesidad de realizar estudios métricos a pequeña escala, sin descartar los mega-estudios, entendiendo que cada uno posee sus sesgos y sus utilidades. De allí que la idea de desarrollar cartografías de información centradas en determinados espacios geográficos, incorporan otros elementos a la hora de analizar la información y entender la lógica de los lugares: el caso del estudio bibliométrico de Quintero-Puchuncaví (Mardones & Carmona, 2014), consideró todos los tipos de publicaciones, centrados en el tema medioambiental, permitiendo conocer un territorio determinado de un modo que las publicaciones científicas no podría observar, mostrando la preocupación de organizaciones no académicas respecto al medioambiente entendido como un agente de impacto en la salud de la comunidad, más allá de los estudios de suelo y desarrollo social, siempre parte de los discursos oficiales. La cartografía bibliométrica, centrada en la escala, proyección y simbolización permite mover el eje central de los estudios, comprendiendo que ellos constituyen fragmentos de la 13 realidad, instalando una discusión que plantea un asunto ético, de inclusión y de descentralización, entendiendo que toda propuesta es una opción de construcción de la cultura, de la realidad y de la sociedad. El mito de “todo está en internet”, pone en crisis la idea de que es necesario observar los fenómenos informacionales con una mirada crítica, develando lo que se oculta tras estas redes sociales y lógicas sutilmente implantadas. Es necesario leer críticamente las prácticas dominantes en la formas de conocimiento que se han instaurado en los estudios bibliométricos, practicando otras formas de escala, proyección y simbolización de la información como prácticas democratizadoras, tal como lo propone una cartografía bibliográfica, en dirección de recuperar el vínculo entre el la producción bibliográfica y el territorio. Es necesario reconfigurar la lógica del conocimiento científico y posibilitar la creación de formas innovadoras de intervención cultural y política de carácter democrático y emancipatorio: “Este objetivo exige una nueva configuración de los saberes y de ecologías del conocimiento. Es decir, una revisión crítica de las jerarquías y de las fronteras culturales que naturalizan y presentan como inmutables la separación entre ciencias y humanidades, ciencias sociales y ciencias sociales, naturaleza y cultura, expertos e ignorantes, conocimiento especializado y sentido común” (Rodríguez, 2009). Finalmente, interesante resultaría lograr un análisis estructural y fenomenológico de los modelos hasta ahora experimentados, con intenciones de provocar la alteridad en el conocimiento, que es la única manera de generar nuevas rutas hacia aquello que imaginamos y que no. En el caso de los estudios bibliométricos es necesaria la incursión de perspectivas cualitativas para la representación de la información, que ya que “lo que pretende hacerse pasar por datos objetivos o neutrales es siempre producto de concepciones teóricas y 14 presupuestos axiológicos que, en la mayoría de los casos, ni siquiera son planteados explícitamente” (Sautu, 2005). BIBLIOGRAFÍA Ariño, A. (n.d.). La patrimonialización de la cultura y sus paradojas postmodernas. Retrieved June 26, 2015, from http://www.academia.edu/1198690/La_patrimonializacio_n_de_la_cultura_y_sus_ radojas_postmodernas Assange, J. (2013). Criptopunks: libertad y el futuro de internet. LOM: Chile. Berg C., L. (1996). 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