i ic En ón : ed a Homenaje ta s e Juan María Alponte d s eE pa / ña pá . gs I-I V Homenaje a Juan María Alponte Benito Juárez: La muerte silenciosa Por Juan María Alponte / pág.11 Director: Carlos Ramírez indicadorpolitico.mx Lunes 24 de Octubre de 2016 [email protected] Número 355 $5.00 ¿Por qué perdió Duarte? Por tarugo, abusivo, ambicioso y… corrupto Por Carlos Ramírez / pág. 3 ¿Reinaugurarán el Castillo en San Juan de Ulúa? Suplemento Por Jesús Sánchez / pág. 9 Un presidente sin importancia Por Armando Reyes Vigueras / pág. I revistaindicadorpolitico @carlosramirezh ¿Hay cultura de la legalidad? Por Armando Reyes Vigueras / pág. 4 @CR_indipolitico carlosramirezh 2 24 de Octubre de 2016 C o n s p i r ac y T h e o ry Luis Miranda Nava, nuevo prospecto del PRI para Edomex si hay una gran alianza opositora en 2017. Miranda Nava le come el mandado a Del Mazo Maza en Edomex En el PRI nacional hay inquietud porque ya empezaron los acelerados políticos mexiquenses, que quieren madrugar para imponer a su candidato a la gubernatura. En el Grupo Atlacomulco están seguros de será uno de sus integrantes, pero deberán esperar a las indicaciones de Los Pinos para saber el nombre. Desde hace varios años Alfredo del Mazo Maza, diputado federal, sueña con esa postulación e incluso ha presumido, en “petit comité”, que “se la debe su primo, el presidente Enrique Peña Nieto”. No obstante, en el cuarto de guerra del CEN del tricolor ya enviaron los diagnósticos sobre los posibles escenarios que se dararían en 2017. Alfredito III, por ser nieto e hijo de dos exgobernadores mexiquenses, no la tiene segura; ya que es considerado como del “jet set”, un “junior de la política”, pero no gente del pueblo. Si se diera una coalición opositora en esa entidad, Del Mazo Maza perdería, según los diagnósticos. Lo anterior ha hecho a que se volteé hacia otros prospectos y el que más posibilidades de triunfo tiene sería el actual secretario de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda Nava, quien se desempeñó hasta hace unos meses como subsecretario de Gobierno en la Secretaría de Gobernación. Tiene otros dos puntos a su favor: es gente de alta confianza del presidente Enrique Peña Nieto, incluso hay un compadrazgo de por medio y pasó la prueba de fidelidad como funcionario mexiquense cuando Peña era gobernador. El otro punto es que es un político consumado y puede sacudir conciencias, ya que conoce a la perfección la entidad. No obstante, sabe que contra una coalición opositora es muy complicado competir. La moneda está en el aire y tocará a Los Pinos ser el fiel de la balanza para seleccionar al perfil que intente preservar para el tricolor la gubernatura más valiosa de la federación. Directorio Mtro. Carlos Ramírez Presidente y Director General [email protected] Roberto Vizcaíno Director editorial [email protected] Lic. José Luis Rojas Coordinador General Editorial [email protected] Lic. Armando Reyes Vigueras Director Gerente [email protected] Mtro. Carlos Loeza Manzanero Coordinador de Análisis Económico Dr. Rafael Abascal y Macías Coordinador de Análisis Político Samuel Schmidt Coordinador de Relaciones Internacionales Mauricio Montes de Oca Relaciones Institucionales y ventas [email protected] Monserrat Méndez Redacción Wendy Coss y León Coordinadora de Relaciones Públicas Ana Karina Sánchez Coordinadora Operativa [email protected] Lic. Alejandra Sánchez Aragón Diseño Raúl Urbina Asistente de la dirección general Diario Indicador Político es una publicación diaria editada por el Grupo de Editores del Estado de México, S. A., y el Centro de Estudios Políticos y de Seguridad Nacional, S. C. Editor responsable: Carlos Javier Ramírez Hernández. Todos los artículos son de responsabilidad de sus autores. Oficinas: Durango 223, Col. Roma, Delegación Cuauhtémoc, C. P. 06700, México D.F. indicadorpolitico.mx Mantas por Luy Índice 3 ¿Por qué perdió Duarte? Por tarugo, abusivo, ambicioso y… corrupto Por Carlos Ramírez 4 ¿Hay cultura de la legalidad? Por Armando Reyes Vigueras 5 Distritación, ¿dónde está el interés de oponerse? Por Rosy Ramales 7 9 Agenda del día I Suplemento: El Imparcial I Suplemento: Torre de babel Un presidente sin importancia Por Armando Reyes Vigueras ¿Reinaugurarán el Castillo en San Juan de Ulúa? Por Jesús Sánchez 11 Benito Juárez: La muerte silenciosa Por Juan María Alponte 13 Lo que hay de Podemos y de Iglesias, en el boicot a Felipe González Por José Oneto 15 Trump no reconocerá su derrota Por Pablo Sebastián 17 Los Pinos 2018: la silla embrujada Columna Indicador Político 24 de Octubre de 2016 ¿Por qué perdió Duarte? Por tarugo, abusivo, ambicioso y… corrupto A Por Carlos Ramírez pesar de que la lista de políticos priístas corruptos es Política para dummies: mayor al 0.1 por ciento que aceptó el nuevo presidente La política es el mundo de la realidadnacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, resulta que sólo real, no de los sueños y deseos. uno —el 0.00002 por ciento de sus militantes— ha cimbrado la estructura tricolor de poder. Y si hay muchos otros, entonces el Sólo para caso de Javier Duarte de Ochoa simboliza el peor pecado de los sus ojos: políticos priístas corruptos: la arrogancia. En la segunda mitad de los 30 del siglo XX, el diputado carrancista Luis Cabrera acusó de corruptos a los políticos del régimen de la Revolución Mexicana. Ahí mismo los revolucionarios de la pureza discursiva quisieron fusilarlo y entre los gritos sobresalió uno: “¡¡¡pruebas pruebas!!!”; la respuesta de Cabrera fue peor: los acusó de corruptos, les dijo más o menos, no de tarugos. En efecto, sólo los tarugos dejan pruebas de sus irregularidades. Duarte y algunos otros gobernantes, políticos y funcionarios priístas —y ciertamente muchos del PAN, del PRD, de Morena— que viven del gasto público han dejado sus caminos políticos plagados de pruebas de irregularidades. Pero los hay como Andrés Granier, Duarte y Padrés que no sólo dejaron muchas pistas obvias de sus corruptelas, sino que cometieron otro pecado mortal en el ejercicio del poder: la soberbia, el asumir que el poder investido los protegería de la persecución de la ley. Y Duarte y los políticos procesados por corrupción cometieron el tercer pecado de la soberbia del poder: la impunidad, saber que su propio poder derivado del cargo, sus alianzas con fuerzas superiores, pares e inferiores serían suficiente blindaje, y entonces asumir el enriquecimiento personal como el objetivo central de su elección. Duarte y los otros procesados antes, ahora y después no son los únicos corruptos, sino que pueden considerarse los tarugos por dejar tantas pistas a sus pasos. Por eso en un rasgo de sinceridad muchos políticos del poder de todos los partidos suelen contestar: bueno, honesto, honesto, lo que se dice honesto, pues creo que no; honestón sí. Cómo habrá estado la presión pública y mediática sobre el Presidente de la República y el PRI que no hubo más camino que procesar a Duarte, sobre todo después de que desde durante dos años y medio se fue desmoronando su consenso político personal por abusos en el poder y por confiar en el apoyo presidencial. Por todos lados informaron a Los Pinos que Duarte iba a destruir Veracruz en las elecciones de gobernador…, y no atendieron el escenario de emergencia: Duarte destruyó los tejidos sociales, políticos y de desarrollo. Duarte cometió el pecado de la insolencia: no cambio, siguió igual durante meses, hasta que el cántaro se quedó en el fondo del pozo de tanto echarlo. Pero eso sí, el sistema político teme la violación de la ley mafiosa de la omertá y seguirá ayudando —no protegiendo— a Duarte para que no revele secretos del poder. Duarte se hundió por sí mismo por creerse invulnerable, no por corrupto. The White House 2016: pues las cosas no van como dicen los medios en México: en los espacios del establishment, Hillary Clinton ganó el tercer debate, en las redes Donald Trump quedó muy arriba… A pesar de los desgarramientos de vestiduras sobre el sistema electoral democrático de los EE.UU., en la historia ha habido muchas elecciones fraudulentas… Y si Trump está derrotado, ¿por qué la desesperación de Barack y Michelle por declarar a diario contra el republicano? • Patética la imagen del cantante Vicente Fernández promoviendo la campaña de Hillary Clinton. • La extradición de “El Chapo” Guzmán ha metido al país en una guerra criminal. El problema no radica en no extraditarlo, sino en no prepararse para la ofensiva de los familiares del capo en busca de venganza. • Como se esperaba, la intervención de la Suprema Corte en la selección de magistrados para el Tribunal Electoral fue inútil porque en el Senado votaron por magistrados que llevaban el sello de los partidos. La partidocracia sigue pervirtiendo el sistema democrático. • La aprobación del presupuesto en medio de una crisis en los ingresos se solventó con un aumento artificial en los ingresos: ajustes contables al tipo de cambio, el precio de petróleo y la recaudación dejó la cifra final como la quería Hacienda. • Sigue la presión internacional por derechos humanos sobre México. La ONU quiere paralizar la capacidad de respuesta policiaca a las agresiones callejeras. Pero del lado mexicano siguen policías sin capacitación para el uso de la fuerza. indicadorpolitico.mx [email protected] @carlosramirezh 3 4 24 de Octubre de 2016 Columna Mundo Electoral ¿Hay cultura de la legalidad? U Por Armando Reyes Vigueras na pregunta que nos deberíamos estar haciendo en estos momentos es aquella que busca responder al tema de si en el país existe realmente una cultura de la legalidad. Ante tantas evidencias de corrupción en los ámbitos político, empresarial, deportivo y social, no estaría de más que iniciáramos una discusión para impulsar el tema. Legalidad Si existe un tema en el que se debería dar un amplia discusión, es el de la legalidad. Diariamente tenemos evidencia de actos de corrupción, impunidad y un desprecio casi absoluto de todo lo que implique respetar a la ley. ¿A que se debe este fenómeno? Por un lado, la existencia de una autoridad que no hace su tarea, es decir, no hace que se respete la ley, lo cual se ha denunciado en múltiples ocasiones y, por otro, una ciudadanía que no respeta las reglas porque sabe que no habrá consecuencias. Esto nos ha llevado a que tengamos funcionarios públicos más interesados en servirse del cargo que en servir a quien paga sus sueldos, pues en última instancia los impuestos de todos nosotros son los que sostienen a esa burocracia que no trabaja como debiera. Es así que buena parte de los problemas de corrupción que tenemos derivan de esta falta de cultura de la legalidad —aunque otras personas hablen de ética, moral o algún otro concepto—, lo cual se refleja en una sociedad que ha generado una clase política que más que ayudar a resolver los problemas que enfrentamos como país, busca resolver su situación económica. Impulsar una cultura de la legalidad, empezando por las escuelas de educación básica y pasando por los partidos políticos, debiera ser uno de los objetivos que como nación nos fijemos para alcanzarlo cuanto antes, pero en tanto se tenga a un gobierno federal, a administraciones estatales o municipales y a los propios partidos políticos inmersos en escándalos de corrupción, esta acción se irá retrasando, pues no habrá quien la pueda implementar. Por fortuna, la sociedad mexicana comienza a mostrar más indicios de que la intolerancia a la corrupción va en aumento. La manera en que se expresa el repudio en redes sociales en contra de personajes como Javier Duarte o Guillermo Padrés —con todo y su intento de defensa alegando una campaña en su contra—, es muestra de que cada vez hay más mexicanos que ya no están dispuestos a soportar este tipo de acciones. Asimismo, la proliferación de “lores” y “ladies” en ese mismo espacio virtual, es otra prueba del rechazo que actos de prepotencia o intentos por salir impunes provoca en la ciudadanía. Si este tipo de sentimientos se logran trasladar a las urnas, con un voto razonado, las cosas podrían empezar a mejorar. Sólo hay que recordar que, en las pasadas elecciones para renovar 12 gubernaturas, el tema de la corrupción de los gobernadores ayudó a que muchos electores definieran su voto. Para 2018, se podría pensar en que este mismo tema sea uno de los que más interés despierte entre los electores, además de que será un arma para los partidos que busquen descarrilar a los adversarios. Pero no hay que esperar a la próxima elección federal para empezar a hacer una campaña para que prevalezca una cultura de la legalidad. Sería un lugar común expresar que podemos empezar por nosotros mismos, pero es algo que conviene recalcar porque si empezamos por nosotros podemos contagiar a otros para que ayuden a que esto se convierta en una realidad. Que los distintos órdenes de gobierno no emprendan, más que de manera aislada y ocasional, campañas para promover este tipo de iniciativas no extraña, pues muchos de los que forman parte de estas estructuras no creen en esos conceptos y se encuentran más cómodos amparados en la complicidad que da formar parte de una administración en donde la corrupción es la norma. Incluso, muchos justifican así este fenómeno, pues aseguran que no se puede combatir algo tan arraigado en México. Tal vez este tipo de experiencias llevaron a Enrique Peña Nieto a afirmar que la corrupción era algo cultural. No obstante, lo anterior, se tienen casos de países que se vieron inmersos en un ambiente de corrupción desde el gobierno, como Corea del Sur, en una generación pudieron revertir la tendencia y convertirse en una potencia mundial. En tanto la cultura de la legalidad no sea una norma y parte de nuestra idiosincrasia, seguiremos teniendo casos de gobernadores, en función o con licencia, que son acusados de actos de corrupción y no pisan la cárcel. Del tinter En círculos periodísticos y de gobierno ven la llegada de un nuevo personaje a esta telenovela que mezcla corrupción y administración pública. Fiel a la necesidad de armar una escenografía para entretener al público, y emparejar el marcador, podría sumarse un gobernador de extracción amarilla a la lista de cuestionados por malos manejos e irregularidades. Esté pendiente del próximo episodio que tendrá locaciones en el sureste mexicano, en una entidad que está próxima a la toma de posesión de un dino tricolor junior. @AReyesVigueras Columna Crónica Política 24 de Octubre de 2016 Distritación, ¿dónde está el interés de oponerse? Por Rosy Ramales V aya, perredistas, priistas y al parecer hasta panistas oaxaqueños se oponen a la distritación federal planteada por el Instituto Nacional Electoral (INE) para las elecciones del 2018. 5 6 24 de Octubre de 2016 Bueno, no se oponen a la distritación, más bien se oponen a la reducción de 11 a 10 distritos electorales federales en el estado de Oaxaca, no así al aumento de distritos, que implica el aumento de diputados. Por lo menos esa es la postura de perredistas: No 10, pero sí 12. ¿Qué tal? Uno más nada más porque sí, sin siquiera argumentar criterios técnicos, nada más aludir al censo poblacional del 2015. Ja. ¿Una cuota más? Caray, el PRD todavía ni se repone de la debacle electoral y ya está peleando la posibilidad de una diputación más. ¿Tendrá electores para ganar 12 diputaciones? Y los priistas tampoco esgrimieron criterios técnicos para oponerse a la distritación. Usaron un argumento basado en la necesidad de tener más diputados para gestionar más recursos y aplicarlos a los distritos, municipios y comunidades indígenas. Ups. En la Legislatura local panistas también habrían fijado una posición en contra de la distritación planteada por el INE. Mmm… ¿no habrá gato encerrado? De acuerdo al planteamiento del INE, el distrito electoral que desaparecería sería el II, con cabecera en Teotitlán de Flores Magón, el cual, si mal no recordamos, incluye algunos municipios cuenqueños. ¿Qué políticos tienen intereses en esa zona? En fin, que la distritación no es asunto de capricho del INE, sino de aplicación de una fórmula científica para redistribuir la población sin aumentar ni reducir los 300 distritos electorales federales existentes en el país. Y esa redistribución impactará en algunas entidades federativas reduciendo o aumentando el número de distritos. ¿Y QUIÉN SE ENORGULLECIÓ? Como ya es sabido, el miércoles pasado la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) validó las elecciones de gobernador de tres entidades federativas: Oaxaca, Veracruz y Aguasca- Columna Crónica Política lientes. Y las tres han quedado firmes. Las resoluciones hicieron eco en la Cámara de Diputados Federal, y el coordinador del PAN, Marko Cortés Mendoza, afirmó que los diputados de grupo parlamentario se congratulan por la confirmación del triunfo de Miguel Ángel Yunes Linares, como gobernador electo del estado de Veracruz. Y también expresó, a nombre de su bancada, su beneplácito por el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que ratificó el triunfo del candidato panista al gobierno de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval. “Con esta acción de las autoridades electorales se desecharon los infundios que maquinó el PRI en contra del proceso electoral del pasado 5 de junio, en donde los ciudadanos decidieron por la mejor opción para gobernar la entidad en los próximos seis años”, dijo. ¿Y qué diputado federal del PRI, del PVEM o del Panal, habló orgulloso de la ratificación del triunfo de Alejandro Ismael Murat Hinojosa en la elección de Gobernador de Oaxaca? ¿Alguien de los partidos aliados? No nos enteramos. Y en la página de la Cámara de Diputados no aparece comunicado sobre pronunciamiento alguno. ¿O no lo vimos? Tampoco ningún diputado local festinó la ratificación. ¿Lo haría el Comité Directivo Estatal? Mmm… perdón por tanta pregunta… es que no nos enteramos. Hicimos un viajecito relámpago y estuvimos fuera de área por algunas horas, pero hasta donde revisamos no vimos nada. Ah, bueno, sí los diputados locales priistas emitieron un comunicado manifestando congratularse con la ratificación de Alejandro Murat, pero hasta ayer por la tarde… ¡casi 24 horas después del fallo de la Sala Superior del TEPJF! Y hasta lo comprometieron asegurando que sí cumplirá todos y cada uno de sus compromisos. EL JUEGO DEL LOBO Tanto anuncio del presidente del PRI, Enrique Ocho Reza, de ir con todo en contra de los corruptos, que asustó y previno a Javier Duarte de Ochoa, exgobernador de Veracruz y priista, acusado de enriquecimiento ilícito. A la par, diversas autoridades también anunciaron su captura. Entonces lógicamente el acusado puso pies en polvorosa. Hasta parece el juego de El Lobo: “Jugaremos en el bosque mientras el lobo no está aquí…¿lobo estás?”. Traducido al caso del exgobernador: “Jugaremos a que te agarro mientras logras escapar… ¿Duarte estás?” Algo más o menos así. En este México nuestro todo es posible. Y casi todo ocurre después de intensas negociaciones. No extrañe entonces la captura repentina de Duarte o su desaparición eterna. Mmm, por cierto, ¿qué habrá ocurrido con el diputado aquél involucrado en el asesinado de José Francisco Ruiz Massieu? Manuel Muñoz Rocha… hay versiones distintas: Que murió y que está vivo pero quién sabe dónde. En fin. Lo que sí, con todo y su carga de proselitismo, tiene razón el grupo parlamentario del PRD de la Cámara de Diputados Federal cuando ha señalado que el repliegue de priistas evidencia que han dejado solo a Javier Duarte, pero éste no actúo solo en su fuga; alguien lo ayudó… alguien tan poderoso como para hacer imperceptible la huida dentro o fuera del país. Y CHONG YA NO COMPARECIÓ Cómo estarán las cosas, que el Senado de la República acordó posponer la comparecencia del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, prevista para el jueves a las 12:00 horas. No se informó nueva fecha ni los motivos para posponer la presencia del titular de la Secretaría de Gobernación en el marco de la glosa del Informe de Actividades del Presidente de México, Enrique Peña Nieto. ¿El motivo sería Javier Duarte de Ochoa; la probable fuga y localización? Osorio Chong es el responsable de la política interna del país y de temas de seguridad nacional, y el caso del exgobernador de Veracruz tiene que ver son ambos rubros. En fin, quizá otro haya sido el motivo, pero como el presidente del Senado, Pablo Escudero Morales, solamente informó el acuerdo de diferimiento, pues deja lugar a dudas y a conjeturas, máxime cuando la comparecencia coincidía con la polémica desaparición de Duarte de Ochoa. [email protected] Agenda del día Aprueban presupuesto 2017; prevén alza en gasolina A nalistas y legisladores de oposición advirtieron que subirá el precio de las gasolinas y habrá un estancamiento económico, tras la aprobación de la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio Fiscal 2017, con una votación de 406 votos a favor, 43 en contra y 0 abstenciones. Al argumentar el dictamen, la priista Fabiola Guerrero Aguilar señaló que los ajustes realizados al proyecto económico llevan a un nuevo cálculo de ingresos presupuestales por 4 billones 888 mil 892 millones de pesos, lo que significa una diferencia adicional respecto a lo inicialmente enviado por el Ejecutivo a la Cámara de Diputados por 51 mil 380.2 millones de pesos. Informó que, con base en modificaciones en la Miscelánea Fiscal y a las mejores estimaciones del mercado, en primer lugar se ajusta el tipo de cambio de 18.20 pesos con que fue entregado por el Ejecutivo, a 18.62 pesos en el dictamen aprobado, es decir, 42 centavos más. No obstante, el analista René Sauer adelantó que con la liberación prevista de los precios de las gasolinas habrá un aumento del más del 15 por ciento, lo que a su vez detonará la infla- ción. Representantes de partidos de oposición, en especial Morena y PRD coincidieron en lo anterior, ya que se deja para los pobres la carga tributaria y para los ricos las exenciones fiscales. Asimismo, el presupuesto establece un recálculo de la plataforma de producción petrolera de 19 mil barriles diarios más. Ambas situaciones generan un incremento en la estimación de ingresos petroleros por 17 mil 369.9 millones de pesos, precisó. “En materia de transparencia, la Comisión considera indispensable establecer la obligación para que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público reporte los informes trimestrales, el comportamiento del precio del petróleo observado respecto al precio promedio amparado por las coberturas petroleras del ejercicio 2017, así como en las subsecuentes se haya constituido como un complemento de la cobertura contratada”, subrayó. Conforme a una estimación de eficiencia recaudatoria del Servicio de Administración Tributaria (SAT), continuó, se hizo un ajuste de 10 mil 18.9 millones de pesos a los ingresos tributarios y de 23 mil 991.4 millones de pesos a los no tributarios. Inminente extradición de “El Chapo” en 3 meses T ras conocer la decisión de un juez federal, el comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, adelantó que entre enero y febrero del próximo año se podría dar la extradición de Joaquín “El Chapo” Guzmán a Estados Unidos. Luego de que se diera a conocer que el juez Décimo Tercero de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México negó dos solicitudes de amparo para que el capo evitara su extradición, la defensa del narcotraficante se prepara para apelar. En el marco de la VII Cumbre de Seguridad “La Seguridad y Defensa Nacionales”, Sales Heredia dijo conocer que la defensa de Guzmán Loera alista interponer un recurso de revisión, por lo que será el Tribunal Colegiado quien dé la última determinación sobre la extradición del narcotraficante. Sales Heredia resaltó que fue un avance muy importante la determinación del juez de Distrito, quien confirmó la resolución de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Como se recordará, el juez federal Alberto Chávez Hernández anunció que sí procede la extradición de Joaquín Guzmán Loera a Estados Unidos. El titular del Juzgado Decimotercero de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México anunció a la Procuraduría General de la República (PGR) y al equipo legal de “El Chapo” que le negó dos demandas de amparo y desechó tres solicitudes más por estar mal formuladas. Por su parte, José Refugio Rodríguez, abogado de Joaquín Guzmán, informó que comparecerán el próximo martes 25 de octubre, con lo que buscan ganar tiempo. “Tenemos 10 días para interponer un recurso de revisión, a partir del día siguiente hábil, vamos a comparecer ante el juzgado hasta el próximo martes, por lo que los 10 días corren a partir del próximo jueves”, dijo. Señaló que, junto con el capo y el resto del grupo de abogados, analizan interponer una queja ante la CNDH. Podemos interponen la queja ante la Comisión de Derechos Humano, así se suspende la ejecución de la extradición, en lo que se pronuncian, mientras no exista sentencia en proceso, no puede ser extraditado si tiene casos pendientes en territorio nacional”, señaló. 24 de Octubre de 2016 2017 será un año difícil, previene Peña Nieto E l presidente Enrique Peña Nieto aceptó que se prevé que 2017 sea un año “difícil” en términos de gasto público y aclaró que los gobiernos no son un “barril sin fondo” de donde puedan obtenerse recursos de manera ilimitada. El mandatario señaló la necesidad de cuidar la estabilidad económica y recordó que los fondos presupuestales a veces resultan insuficientes, por lo que es necesario priorizar el gasto. “Vamos a tener el próximo año, y creo que hay una gran sensibilidad, un año difícil en términos de gasto público. Hay una razón central, porque los ingresos de los que dependían, y todavía dependen en forma importante los gobiernos, los ingresos petroleros, han caído”, explicó. Eso, abundó, “nos lleva a construir un mecanismo de protección de la estabilidad económica; créanme que lo más sano, lo más importante, es cuidar la estabilidad de nuestra economía”. Señaló que todos los gobiernos enfrentan el desafío de no contar, a veces, con los recursos económicos suficientes para atender todas las demandas sociales. “Esto un reto que nos es común. Es la constante en todos los gobiernos. Algunos suponen que en los gobiernos tuviéramos casi un barril sin fondo, una bolsa de la que puede salir todo el dinero que sea necesario. Y no es así”, advirtió el presidente Peña. 7 Conoce el lado oscuro del Poder. Análisis y opinión con los más destacados columnistas de la prensa nacional, además de publicaciones digitales y más en el Portal Indicador Político Visítanos en indicadorpolitico.mx eBooks Enriquezcan su biblioteca digital con los eBooks que tenemos para ustedes en Amazon y la Kindle Store. Ingresen a través de la siguiente liga http://www.amazon.com/Carlos-Ram%C3%ADrez/e/B00O081UX4/ref=ntt_athr_dp_pel_1 o escaneando el código QR en esta página. Columna El Rincón del Chamán 24 de Octubre de 2016 ¿Reinaugurarán el Castillo en San Juan de Ulúa? A sí como van las cosas con los escándalos de los exgobernadores y otros personajes en la mira del nuevo Sistema Nacional Anticorrupción, no quedará de otra que reinaugurar el Castillo o Fortaleza, hoy convertido en museo, de San Juan de Ulúa. Por Jesús Sánchez 9 10 24 de Octubre de 2016 Los expertos en puntos de vista se han preguntado a dónde irán a parar tantos personajes expulsados de sus partidos y otros que se han servido con la cuchara grande del presupuesto y los contratos del gobierno, y la única respuesta remite a la reinauguración de San Juan de Ulúa que fue cerrado hace más de 100 años como prisión por decreto de Venustiano Carranza, pero que operó durante 200 años como penal federal de alta seguridad. San Juan de Ulúa tenía espacio para 200 prisioneros y en sus mazmorras estuvieron como huéspedes no sólo personajes icónicos como Chucho el Roto y su lugarteniente La Changa en la época de Porfirio Díaz, sino importantes políticos como los expresidentes Benito Juárez y Antonio López de Santa Anna. En realidad era una cárcel política porque también estuvieron detenidos en las húmedas celdas Ricardo Flores Magón y Juan Malpica por órdenes de Victoriano Huerta, así como Filomeno Mata, Felipe Carrillo Puerto y los huelguistas de Cananea y Río Blanco. De prosperar los juicios contra los exgobernadores en capilla, principalmente Javier Duarte y Guillermo Padrés, los penales más famosos de México, Almoloya en el Estado de México o Puente Grande en Jalisco, no son garantía. Y si no que le pregunten al “Chapo”. Y como la fila de espera de exgobernadores y malandrines señalados de corrup- Columna El Rincón del Chamán tos es tan grande que únicamente se ve como opción San Juan de Ulúa. ¿Qué no? Bueno, eso siempre que los encuentren. Columnómetro del licenciado Aquiles Baeza 1.- Cuando el poder costaba un huevo En algunas sociedades antiguas como la Rapa Nui, ocupar el escalón más alto del poder político para gobernar —aunque sólo fuera por un año—, requería de un esfuerzo supremo, literalmente el poder les costaba un huevo. De acuerdo a la tradición oral que subsiste de esta sociedad muy alejada en el tiempo y la geografía (en la puerta de Oceanía, en medio del Pacífico), el modelo de gobierno de los Rapa Nui era muy dinámico pues el rey no podía permanecer eternamente y la decisión política para elegir al jefe supremo requería como condición ineludible que el o los aspirantes a llegar a la cúspide del poder tenían que pasar la prueba del huevo. En la cosmogonía del hombre-pájaro “Tangata manu”, base de este pueblo cuya raiz es muy cercana a los polinesios pero que hoy sus habitantes en la Isla de Pascua tienen un acuerdo de trato especial con Chile, llegar al poder no era por dedazo ni por decisión de partido, tenían que completar un ritual que podía acabar con ellos en el intento, de no estar bien preparados. Los candidatos tenían que lanzarse al mar desde la gran isla “Motu Nui”, y a nado limpio llegar a uno de los islotes cercanos aunque no tanto —el “Motu kao kao”— para buscar y encontrar el primer huevo de una ave estacional conocida como “manu tara” o chirrión sombrío; hacerse de éste, regresar, subir por un acantilado y entregar el huevo sin daño. Los viejos —instalados en algo así como un Consejo electoral— deliberaban para decidir si el o los candidatos que lograban regresar a la Motu Nui se habían apegado al ritual y confirmar al ganador, en consecuencia. De ahí que literalmente les costaba un huevo llegar al poder. En realidad no había tantos candidatos en esas competencias tradicionales como para diezmar a la población de aves que hoy siguen poniendo sus huevos en el lejano islote. Ya no existe esta competencia y los Rapa Nui han optado por las elecciones por voto directo de sus autoridades civiles. Paralelismos En México hay quien puede decir que les ha costado un huevo llegar al poder, aunque el sentido es otro y nada tiene que ver con el ritual milenario y cosmogónico de los Rapa Nui. Pero lo que si tenemos a la vista es una cada día creciente lista de tiradores para participar en la candidatura presidencial de 2018. Son tantos que si hoy les impusieran como condición conseguir un huevo como lo hacían los antiguos polinesios, sin duda acababan con la especie de aves “manu tara”. Y si bien llegar al poder puede costar algo más que un huevo, hoy cuesta más mantenerlo. 2.- Los senadores andan muy ocupados y por eso no tienen tiempo de atender las comparecencias que ellos mismos han convocado. Tienen pendientes las de Claudia Ruiz Massieu y la de Miguel Ángel Osorio Chong. Cuando se realicen seguro ya se les olvidó para qué los llamaron. 3.- Con las encuestas en contra, los asesores del pato Donald coincidieron en que fue un error acudir a Los Pinos porque dicen que hay mucho salitre. Bueno, eso dicen. @Chucho_Sanchez @Chamanic_com [email protected] www.chamanic.com Adrián y el azote de la maldad Por Juan José Vijuesca N i soy taurino ni tampoco antitaurino. En tiempos acudí a plazas de toros como un espectador en busca de esa magia y de ese arte que pregonan los entendidos. Me declaro ignorante en la materia al no conseguir captar ni la esencia ni tampoco el virtuosismo que emana de esta valerosa profesión. Me retiré de los ruedos, o sea, dejé de asistir para dejar sitio a quienes en todo este mundo de la tauromaquia atesoran conocimientos y razones suficientes. Respeto, por tanto, a los que están a favor y también en contra. Ahora bien, en el concierto de esta animosidad entre defensores y detractores, que ni entro ni salgo, lo que no tiene cabida es cruzar los límites de la cordura existencial. Confieso que mi fe en la especie humana pasa por el respeto de obra y de darle culto a la palabra; no entiendo otra manera porque he sido educado en ello y para ello, por eso me parece de todo punto execrable cuando leo a una antitaurina desear la muerte a un niño enfermo de cáncer que sueña con ser torero. Me refiero a ese niño de tan sólo ocho años de edad, llamado Adrián, que aspira a ser lo que el ideal de su corta edad le llama en aspiraciones. Todos hemos tenido esa misma edad, incluso la causanteen declaraciones y quienes la han secundado jaleando idéntica afirmación. Miren ustedes, a los ocho años uno quiere ser aquello que la imaginación te hace mover los sueños, por eso es tan importante ser un niño, porque a esa edad, por suerte, no te mueve ninguna ideología ni tampoco la maledicencia hacia ningún gremio ni asociación pública o privada. Ser niño significa ser feliz, por eso, si odio a la especie humana en alguna de sus vertientes es la de atentar contra la infancia. El pequeño Adrián, como queda dicho, no sólo tiene ocho años, también padece sarcoma de Ewing. Hoy quiere ser torero a lo lejos, es decir, el día de mañana, pero es posible que acabe siendo astronauta, fontanero, científico o tal vez el mejor de los investigadores. Quizás dentro de unos años de él dependa salvar vidas humanas, tal vez entre sus semejantes se encuentren personas que hoy desprecian su niñez envuelta en unas ganas de vivir que, a pesar de todo, miren por dónde, es el mundo del toro quien le está regalando la mejor de las terapias. Adrián vivirá para ser lo que él quiera ser y estoy convencido que lo hará para el no rencor a pesar de que los impresentables de hoy, los mismos que le agreden con maldad despiadada, antes que después, recogerán el desprecio de la miseria en que se desenvuelven. Duele lo sucedido por varias razones. Primero, porque en España y en pleno siglo XXI es descarnado que alguien, supuestamente joven, en su derecho a ser antitaurino, siembre en el resto de la sociedad el escalofrío con tales aseveraciones. Segundo, duele y mucho, como no puede ser de otra manera, que determinadas voces hayan guardado silencio. Uno puede ser o dejar de ser, pero por encima de todo ha de prevalecer nuestra condición de seres racionales capaces de diferenciarnos de quienes se alimentan de la manera más aberrante como lo es la de atacar a los niños y a su tierna y desvalida infancia. w w w. e l i m p a r c i a l . e s I La Revolución Húngara de 1956. Los antecedentes Por Alejandro San Francisco L a Revolución Húngara se desarrolló entre 23 de octubre y el 10 de noviembre de 1956, en un ambiente cargado de esperanzas, dramatismo y muerte. Como ocurrió en distintos lugares de Europa Oriental, el problema tenía sus antecedentes en la Segunda Guerra Mundial, cuando la expansión del nazismo se apoderó de su territorio, que antes de la Primera Guerra formaba parte del Imperio Austro-Húngaro. La dominación germana estuvo marcada por las características formas de arbitrariedad dictatorial que eran propias del régimen de Hitler y que se expresó con fuerza en otros territorios. La situación comenzó a cambiar, al menos parcialmente, cuando las fuerzas nacionalsocialistas comenzaron a replegarse ante el avance del Ejército Rojo que terminaría ingresando a Berlín en los primeros meses de 1945. ¿Qué pasó con Hungría en ese momento? La respuesta es necesariamente ambigua. Por una parte, los húngaros esperaban salir cuanto antes del dominio hitleriano, pero abrigaban temores sobre las posibles consecuencias. Esta doble percepción aparece nítidamente en Liberación, novela corta de Sándor Márai (Barcelona, Salamandra, 2012), que reproduce el siguiente diálogo: “¿Qué harán los comunistas? ¿Qué tipo de orden impondrán? ¿Quién será el señor y quién el criado?... A ella —Erzsébet, protagonista de la obra— ya sólo le queda la guerra, la soledad y ese hambre. Y la liberación, que ya no puede tardar... Desde que tiene uso de razón, hace 25 años, ha oído hablar de los bolcheviques como de seres demoníacos y depravados que se dedican a devorar niños en las iglesias, a celebrar ceremonias sacrílegas para ultrajar todo lo bello, todo aquello en lo que la gente cree. Claro que ella, en esos 25 años, siempre ha sabido que las cosas son diferentes. Sabe que los bolcheviques están organizando una nueva sociedad, y que al hacerlo seguramente cometen errores y crueldades, pero los guían la fe y el entusiasmo, elevados ideales. Con el paso de las semanas la “liberación” efectivamente llegó, pero las consecuencias no fueron las esperadas por algunos, como relata el propio Márai, tanto en su novela como en sus memorias. En esos días reaparecían la crueldad, la miseria, los asesinatos, la desesperanza. Las semanas de lucha entre bolcheviques y nazis, las miles de muertes que acompañaron los enfrentamientos, y la penosa constatación de que las personas parecían no aprender del sufrimiento, eran manifestaciones de una civilización moribunda y de una liberación que se convertía en una nueva esclavitud. El fin de la guerra dejó a una Hungría devastada, con miseria y una inflación desatada, con abusos del poder e intereses que ganaban con la desesperación. Era parte de la destrucción descrita con crudeza por Keith Lowe en Continente salvaje. Europa después de la Segunda Guerra Mundial (Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2012). Ahí el historiador británico explica como numerosas mujeres fueron violadas por los soldados soviéticos, en una cifra difícil de precisar, pero que estaría entre las 50 mil y las 200 mil húngaras violadas: “eran violadas con tanta violencia que la fuerza de los ataques de los hombres les rompía la espalda”. II w w w. e l i m p a r c i a l . e s Así comenzó a establecerse el régimen comunista en Hungría y en otras naciones de Europa del Este, lo que permitía decir a Winston Churchill en marzo de 1956, al denunciar que se había levantado una cortina de hierro o telón de acero en Europa: “Tras él se encuentran todas las capitales de los antiguos Estados de Europa central y Oriental. Varsovia, Berlín, Praga, Viena, Budapest, Belgrado, Bucarest y Sofía, todas estas famosas ciudades y sus poblaciones y los países en torno a ellas se encuentran en lo que debo llamar la esfera soviética, y todos están sometidos, de una manera u otra, no sólo a la influencia soviética, sino a una altísima y, en muchos casos, creciente medida de control por parte de Moscú, muy fuertes, y en algunos casos, cada vez más estrictas”. Como ha mostrado Anne Applebaum en su excelente libro El Telón de Acero. La destrucción de Europa del Este 1944-1956 (Barcelona, Debate, 2014), después de la Segunda Guerra Mundial se desarrolló un proceso que significó la reproducción del modelo político y económico soviético en distintos países. Entre ellos se concentra Polonia, Alemania Oriental y Hungría, aunque se refiere tangencialmente a Checoslovaquia, Rumanía, Bulgaria y Yugoslavia. El proceso en Hungría fue extraordinariamente violento, más considerando que había sido un país aliado con los nazis durante la guerra. Por lo mismo, la represión fue muy dura, encabezada por una nueva policía secreta que contaba con el respaldo de la Unión Soviética y del partido comunista local. Entre los grupos afectados estuvieron los genéricamente denominados “fascistas”, los jóvenes, personas instruidas, el clero. Se vivía una curiosa situación entre un incipiente estado democrático y un control de los órganos de seguridad por parte de los comunistas. En los años siguientes la situación cambiaría, después de unas elecciones en que el Partido de los Pequeños Propietarios obtuviera un sólido 57 por ciento de los votos, frente al 16,9 por ciento del Partido Comunista, en las elecciones nacionales de noviembre de 1945. Sin embargo, la URSS rechazó un eventual cambio de dirección en las zonas que dominaba, e hicieron saber a Budapest que Hungría, “gracias a la noble Unión Soviética, ha recibido la oportunidad de rejuvenecer rápidamente de manera democrática”. Por lo mismo exigía una presencia fuerte de “la clase trabajadora” en el Parlamento. Hacia 1947 las cosas habían cambiado, con un sólido poder comunista, que se volvería creciente hasta dominar totalmente la escena política y social. Esto implicó la persecución de las instituciones religiosas, el control de la propaganda, las reformas económicas, la intervención de las organizaciones civiles, en definitiva, la consolidación del modelo de dominación totalitaria que antes había estado bajo la influencia nazi, y que después de la guerra había pasado al dominio soviético. Contra ese estado de cosas, y con las complejidades ideológicas y prácticas propias del mundo de la Guerra Fría y de la realidad húngara posterior a 1953, año de la muerte de Stalin, surgiría en 1956 la Revolución Húngara, que marcaría un antes y un después en la historia del siglo XX. La siempre novelada historia Por Roberto Alifano C ualquiera que sea el enfoque filosófico o la intención ideológica, me asiste la certeza de que los que se empeñan en explicar hechos del pasado como una verdad científica, sujeta a esquemas precisos que pueden predecir la direccionalidad del futuro, aventuran teorías engañosas. En La sociedad abierta y sus enemigos, Karl Popper, advierte que el principal error que puede cometer un estudioso del pasado es aceptar ciertas reglas determinantes que permiten predecir la evolución del hombre. “Lo que llamamos historia no es otra cosa que una cronología del crimen internacional y de los asesinatos colectivos; aunque también la de algunos intentos políticos para suprimirlos, o ignorarlos”, puntualiza con tono irónico. En ese volumen, Popper critica a los llamados historicistas, y pone en evidencia esas ideas especulativas que persiguen meros beneficios políticos. Los teóricos de la artificiosa entelequia conciben a la historia como una verdad científica irreductible, no establecida sólo en el análisis del pasado, sino además del presente, para predecir fenómenos futuros. Afirman que este método tiene la capacidad de anticipar acontecimientos sociales, e inspirados en algunas nobles ideas de Benedetto Croce y Leopold von Ranke, consideran la realidad como producto de un devenir histórico que alcanza la categoría de “ciencia del espíritu”. Según el historicismo, la filosofía es un complemento esencial de la historia y su tarea consiste en establecer una teoría pretendidamente definitiva. Con el correspondiente respeto a Croce y von Ranque, creo que las acepciones propias de la denominada ciencia histórica se pierden en su propio laberinto al proponer efectuar una exploración sistemática de los hechos históricos. Sin ánimo de caer en la añeja polémica, yo sigo convencido de que la historia es, en sí misma, una jugada de dados, una empecinada apuesta al pasado, un desfile de contradicciones, la mayoría de las veces meramente descalificadores, entre los que se cuenta el riesgoso revisionismo. Llamamos historia a la narración de cualquier suceso ocurrido en el pasado, incluso los imaginarios o subjetivos. Creer que esos hechos tienen una dirección racional, que los historiadores —y por ende los sociólogos, economistas o ideólogos— pueden detectar por anticipado, me parece un absurdo. El futuro no se puede predecir, y de allí su encanto o su fatalidad; la evolución del hombre en el pasado no permite deducir una direccionalidad en el acontecer humano. Si bien es cierto que la acumulación de los conocimientos influye en la historia, también es lógico suponer que no hay manera de predecir, por métodos racionales, la evolución del conocimiento científico. Por consiguiente, como defiende Popper, no es posible anticipar el curso futuro de una historia que improbablemente será, en buena parte, determinada por inventos o hallazgos técnicos y científicos que no w w w. e l i m p a r c i a l . e s III podemos conocer con antelación. Menos riguroso que sarcástico, con acento literario, Oscar Wilde bromeaba que “la historia no es más que una serie de crónicas policiales, y que los historiadores son falsarios que describen con precisión hechos que nunca ocurrieron”. Solemne en sus conceptos, Thomas Carlyle consideraba que la historia se confunde con la justicia, y que los vencedores son aquellos que merecen la victoria. De allí su culto a los héroes. Juegos de conceptos, acaso triviales y jocosos, pero también inteligentes formas de sintetizar. ¿Qué es, entonces, la historia? ¿Es posible manejarla con normas precisas, con criterio científico, o es una improvisación múltiple y constante? La historia no tiene demasiada lógica ni leyes direccionales que le otorguen exactitud y es menos una cronología exacta que una novelada fantasía. Imprecisa, rudimentaria, infiel, la organizan siempre los historiadores mediante puntos de vista o interpretaciones por lo general parciales y subjetivas, cuando no ideologizadas. Ese animado causal que ofrece la apariencia de un orden, no es sino una suma de contradictorios sucesos que, para poder entenderlos, las ciencias sociales reducen a síntesis y arbitrarios esquemas. Al historiar se puede ser generoso o avaro, ingenioso o imaginativo; casi nunca objetivo. La historia, en todos los casos, es una ínfima versión, una caricatura de los hechos reales, que reflejan apenas un átomo del universo inacabado que es la vivencia que la rodea, ese “todo” que se hace y se rehace incesantemente y que no se agota en lo cultural, lo social o político, lo económico o religioso. La verdadera historia, la real, la total, no es abarcable ni asequible al conocimiento o al razonamiento del hombre. Pero, por qué no concebir la historia como una manera de novelar el pasado, o de encantarlo literariamente, otorgándole interés. En ese camino encontramos que los mejores historiadores son los novelistas, que describen pormenores de una época pretérita con sus debidas quimeras. Quizá, si queremos enterarnos de la cotidianeidad del siglo XIX, lo mejor es leer la comedia humana de Balzac, quede modo casi exhaustivo nos muestra a la sociedad francesa de su época. Toda historia, en el fondo, tiene algo de ficción, a veces, de solapada forma de ficción. Hubo una larga época en que las páginas de Plinio eran leídas en busca de exactitudes; hoy nos encantan por sus imaginativas maravillas. Heródoto de Halicarnaso, considerado como “el padre de la historia” por Cicerón, crédulo hasta la ingenuidad, describió con minucia todo aquello que se le refería, obviamente sin constatarlo. Su historia, como toda historia, no pasa de ser una atrayente saga del pasado. Plutarco, el sacerdote de Delfos, cuya asombrosa memoria retenía, al parecer, todos los versos que había leído, no dejó su historia, pero tuvo el raro privilegio de vivir en dos sitiales de la época antigua: Atenas y Roma, coincidiéndolas. Fue, además, el artífice de ese pormenor de la historia, que es la biografía. Hay quienes apostamos a que la historia sea libre, recurrente, insólita y, por lo tanto, incontrolable y capaz de sorprendentes ingeniosidades. Ahora bien, el hecho de que no existen leyes que la controlen no significa que no haya ciertas tendencias en la evolución humana. En campos específicos, las ciencias sociales pueden establecer que, bajo determinadas condiciones, ciertos hechos ocurrirán quizá inevitablemente. Así, la emisión de moneda sin respaldo financiero, o los desmesurados endeudamientos, traerán consigo, sin duda, el fenómeno de la inflación. Otro tanto puede ocurrir con la violencia, predicha por los analistas, IV w w w. e l i m p a r c i a l . e s que rebota muy a menudo en sociedades que parecían haber alcanzado elevados niveles de civilización. Thomas de Quincey escribió en sus Apuntes biográficos, que “la historia es una disciplina tan infinita como indefinida, ya que hechos similares pueden combinarse o interpretarse de diversas maneras”. Algo que Voltaire, con su habitual acerado estilo, anticipó en una famosa página de sus Cartas filosóficas, donde afirma que “los sucesos que refiere la historia son imprecisos siempre, cuando no deleznables”. Opinión compartida por Edward Gibbon, casi con idéntica irreverencia; su History of the Decline and Fall of the Roman Empire, esa larga y atrapante novela, protagonizada por generaciones humanas, aceptada como la más grande obra histórica escrita en lengua inglesa, es la muestra más insigne del sobrio pesimismo y del agnosticismo militante del siglo XVIII hacia la historia oficial. Cuando Gibbon se refiere a la tarea de historiar, abunda en interpretaciones críticas y afirma, de manera explícita, que “la historia depende de la voluntad del historiador y que, quizá algún día, no podrá ser escrita por excesos en la acumulación de datos, por lo general imprecisos”. No menos contundente es Géza Róheim en su Relato de un esquizofrénico. “Ciertas historias son imposibles de contar —puntualiza—. Esto se debe a que la amplitud de hechos es tanta y variada que no hay forma de abarcarlas”. Por otro lado, es bueno tener en cuenta que el pasado es de arcilla y podemos modificarlo fácilmente; de hecho, siempre lo hacemos. Recordarlo, es a veces como recordar un sueño. La historia es otra forma del sueño que apenas refiere un matiz, un hilo, de esa gran trama que es la vida humana. “La historia es una pesadilla de la que quiero despertarme”, deslizó Joyce, casi al azar, en Ulyses. De Quincey, Vico, Abeljandún, Spengler, Gibbon y Popper perciben que la historia encierra un dibujo, evidente o secreto. El cacique Toro Sentado comentó alguna vez ante un atónito interlocutor que “la historia es una falta de respeto para con los muertos”. No le faltaba razón. El concepto que han tenido sobre la historia escrita los grandes pensadores es coincidente. Como la novela, la historia es una organización arbitraria de la realidad humana, que defiende a los hombres contra la angustia que les produce intuir el mundo o la existencia como un mero desorden. Menos confiables que minuciosos, otra especie que ha contribuido a la historia desde las historias personales, han sido y son los libros de memorias, que sirven a sus autores para poner, por lo general, la casa en orden; en un orden favorable, se entiende, ya que hasta los mea culpa tiene como fin último el favorecer a los arrepentidos. Pocos, muy pocos, son los que se atreven como Rousseau o Montaigne a mostrar sus heridas descarnadamente; una mayoría las oculta. En casi todos los casos, como bromeaba Wilde, esos textos de memorias están escritos por “quienes han perdido la memoria o no tienen nada que valga la pena recordar”. Finalmente me atrevo a argumentar que la historia, empírica o ideológica, es un impreciso fenómeno del conocer humano, pues no hay una sola forma de ver la realidad si ambas llegan al mismo resultado. Siendo prisioneros de ritos o de costumbres —otras de astucias o perversos intereses—, los hombres condicionamos el pasado de acuerdo a nuestras preferencias. Schopenhauer creía, con sobrada razón, que la historia no evoluciona de manera concisa o rigurosa y que los hechos que refiere “no son menos casuales que las nubes, en las que nuestra imaginación vislumbra extrañas configuraciones de animales o de monstruos.” 24 de Octubre de 2016 Suplemento Un presidente sin importancia E Por Armando Reyes Vigueras n sexenios anteriores, el Presidente de la República era la figura máxima del sistema político mexicano. Su Poder —con mayúscula— llegaba a tal extremo que era uno de los temas prohibidos para los medios de comunicación, los cuales no podían ejercer la crítica —aunque la prensa marginal o los muy arriesgados si la llevaban a la práctica—, y cuando se cometía un error no faltaba el funcionario que ofrecía su cabeza con tal de salvar la reputación del mandatario en turno, pues una de las máximas del sistema era que el Presidente nunca se equivocaba y cuando preguntaba qué hora era el coro respondía al unísono: “las que usted diga, señor”. Cambio de papel Muchas cosas han cambiado desde que el PRI empezó a competir por el voto de los mexicanos, durante la década de los 90, época en la cual los ciudadanos empezaron a ejercer sus sufragios ayudando a establecer las bases de una democracia que, aunque no se consolida aún, modificó el tablero de juego para los participantes. Con el triunfo en el año 2000 de Vicente Fox, apoyado en la Alianza por el Cambio —formada por el PAN y el PVEM—, las reglas que regían en el sistema político-electoral fueron modificadas, pero muchos de los actores no repararon en la forma en que este tipo de cambios alteraría lo que sucedía en distintas instituciones del país. La figura presidencial, empezando por Fox Quesada hasta llegar a Peña Nieto, se transformó de una entidad todopoderosa a ser un pararrayos en los últimos años. El exgobernador de Guanajuato quitó toda solemnidad a la Presidencia de la República tanto con sus dislates como con la incorporación de la “pareja presidencial” —forma de justificar las intromisiones y aspiraciones de Marta Sahagún—, en tanto que Felipe Calderón se encargó de convertirla en objetivo de variadas críticas —desde el supuesto fraude electoral hasta los asesinatos provocados por la “guerra” contra el narcotráfico— lo que debilitó, en cuestión de imagen, a la institución presidencial. Ahora, Enrique Peña Nieto tiene sumido su mandato en niveles bajísimos de aceptación ciudadana, sospechas de actos de corrupción, así como la percepción de una incapacidad para conducir a buen puerto al país. Lo que en sexenios anteriores funcionaba a manera de fusible — en un sistema en el que un funcionario menor se “sacrificaba” para evitar afectar al Presidente—, ahora es asumido directamente por el propio mandatario federal. ¿Cómo explicar que eventos tan disímbolos como las falta de operación para concretar las llamadas reformas estructurales o la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa en Iguala, pasando por temas económicos, de inseguridad o, en otro extremo, la falta de resultados en el ámbito deportivo caigan a la cuenta del Presidente? En primera instancia, a reserva de ampliar esta explicación, tenemos a un personaje como Enrique Peña Nieto que ejerce un puesto tratando de revivir las reglas de un sistema que ya fue rebasado. Creer que el regreso del PRI a la Presidencia era la oportunidad de I II 24 de Octubre de 2016 reinstalar el Presidencialismo Imperial, fue uno de los primeros errores, lo cual se agravo cuando se dejó de considerar que el México de 2012 era distinto al de los años 80, última década en la que el tricolor pudo operar a sus anchas sin oposición que lo detuviera. En segundo lugar, pensar que con un gabinete de amigos —aún y cuando había funcionado en el Estado de México, al menos en la mente de este grupo— podría funcionar en el ámbito federal, con una oposición en crecimiento y una ciudadanía más exigente, fue el otro error que se cometió. A esto súmese la costumbre del propio Peña Nieto a no cambiar de colaboradores, pese a sus evidentes errores, y se comenzara a entender el porqué de la situación que hoy vive de manera particular la actual administración. Enrique Peña Nieto se ha convertido en el pararrayos del Gobierno Federal, en quien se centra la mayor parte de las críticas, con bajos niveles de aprobación ciudadana y a quién se culpa de todo lo malo que pasa en el país, incluso hasta convertirse en un lastre para su propio partido. Que la oposición ha aprovechado esta coyuntura, ni duda cabe. Que los propios priístas estén pasmados sin saber qué hacer, pues siguen amarrados a su tradicional disciplina esperando línea de “arriba”, sólo es parte de un escenario que muestra una transformación silenciosa que se ha vivido en el escenario político. Lo preocupante es que sea el propio Presidente quien tiene que cargar con todas las críticas y con todos los señalamientos, pues los colaboradores sólo ofrecen la cabeza cuando la plaza pública clama sus nombres y los señala para ocupar su sitio en el patíbulo mediático, en tanto que todo el aparato informativo del Gobierno Federal no atina a ayudar a preservar la imagen presidencial, ni a ofrecer respuestas claras y rápidas en los temas que comienzan a endosarse al propio Peña Nieto. Lo de menos es que se caricaturice la imagen presidencial o que la prensa —sea a través del llamado círculo rojo o en redes sociales— critiquen un día sí y otro también al Presidente, sino que la función de “fusible” haya desparecido del tablero político, porque si esa función ahora la va a ejercer el propio Peña Nieto las consecuencias para todos los actores serán imprevisibles. Torre de Babel Percepción y humor social Para el grueso de la población, México va mal. Son muchos quienes califican al actual gobierno federal como mal administrador y el causante de muchos de los males que nos aquejan. Pese a que el PIB crece, la respuesta inmediata es que lo hace a tasas que no ayudan a recuperar el empleo o a mejorar el nivel de vida de la población. Las obras que se realizan son vistas con lupa para revisar si no hay algún acto corrupto detrás de las mismas. Tampoco ayuda mucho que el gobierno federal mantiene abiertos demasiados expedientes relacionados con conflictos de intereses, como la famosa Casa Blanca, o relativos a la inseguridad como Ayotzinapa, Tanhuato o Tlatlaya. La devaluación del peso frente al dólar tampoco ayuda a mejorar el ánimo social, mucho menos las frivolidades de miembros del gabinete federal o de legisladores como Emilio Gamboa y su aterrizaje en helicóptero en una zona natural protegida. Y, por si fuera poco, la invitación a Donald Trump agudizó el rechazo hacia el gobierno de Enrique Peña Nieto, pues las declaraciones del candidato republicano en contra del país lo hicieron una persona non grata para un amplio sector social, al que no le cayó nada bien que fuera recibido en Los Pinos. Como es posible adivinar, la ciudadanía tiene razones para construir una imagen negativa del actual mandatario federal y de su administración. Los resultados de las más recientes elecciones abonan en este sentido, pues el votante ya comienza a cobrarse en las urnas los desatinos de Peña Nieto y compañía. Pero del lado gubernamental se aprecia que no hay entendimiento acerca de lo que pasa en la sociedad. Se presumen cifras macroeconómicas para presumir que el país marcha bien pero el ciudadano común y corriente siente en su bolsillo que algo anda mal. Las reacciones en redes sociales son minimizadas —de manera similar a lo que se hizo en el caso de los primeros informes provenientes de Iguala en el caso de los normalistas desaparecidos en Ayotzinapa—, al igual que lo que se expresa en espacios de análisis y opinión. La cantidad de “memes” con la figura presidencial, al igual que las marchas y lo que se comenta en reuniones con amigos o familiares no es tomado en cuenta por los encargados de llevar el pulso de la opinión ciudadana, ni siquiera los resultados de encuestas que muestran una pronunciada caída en la aprobación ciudadana. En lugar de corregir o demostrar que se escucha lo que la gente opina, se tiene la actitud de que los demás están equivocados —sin considerar el tamaño de la población descontenta—, que las decisiones adoptadas fueron las correctas y que todo marcha adecuadamente. Vamos, ni siquiera la opinión de medios internacionales que también hacen eco de la inconformidad —en especial con aquello de que “no entienden que no entienden”—, logra que haya alguna corrección en la parte gubernamental. La idea de que las reformas son las necesarias y que demostrarán sus beneficios en algunos años, omitiendo la irritación social por los temas vinculados a la corrupción o la frivolidad de la clase política, demuestra que la ceguera y el autoengaño son la constante en este sexenio. Ni siquiera la campaña para resaltar las “buenas noticias” de esta administración ha servido para revertir la tendencia que se ha expresado en los últimos días con la frase “Renuncia ¡ya!” dirigida a Peña Nieto incluso en los conciertos que ofreció en México Roger Waters. La percepción ciudadana no es fruto de generación espontánea, sino resultado de una falta de sensibilidad política que se refleja en una pésima estrategia de comunicación política desde el gobierno federal. Omitir o querer creer que temas como el plagio de la tesis de Peña Nieto, entre muchos otros, no impactan y desplazan de la agenda de medios a los que el gobierno federal busca impulsar, es una demostración de la soberbia que permea en toda la estructura gubernamental federal. Incluso en el PRI también hay inconformidad con la dirigencia designada desde Los Pinos y los rumores expresan el descontento de los propios militantes. Dejar de escuchar y encerrarse en un mundo virtual ha sido la actitud del equipo de Peña Nieto. Aludir al “humor social” y no hacer nada en consecuencia, demuestra que no se entiende el lugar y la función que tienen en estos momentos. Torre de Babel No es que no se reconozca nada de lo realizado por el presidente Peña Nieto, sino que lo que se reconoce es todo lo que ha hecho, lo bueno y lo malo, y el balance es negativo. Escenarios electorales Es llamativo que buena parte de la prensa mexicana se vuelque a informar acerca de elecciones que tendrán lugar hasta dentro de un año o dos. Desde que Vicente Fox anunció anticipadamente su intención de competir por la candidatura presidencial en el año 2000, distintos políticos de diferentes signos partidistas han hecho del “madrugete” una de sus armas preferidas en sus estrategias electorales. Como hemos señalado, el futurismo es parte de las aficiones de un gran número de ciudadanos en la última parte del siglo XX, quienes al conocer el nombre de los integrantes del gabinete presidencial comenzaban a pronosticar quien sería el bueno o el “tapado”. De igual manera, algunos columnistas comenzaban a mencionar las actividades de tal o cual funcionario en virtud de una competencia para quedarse, gracias a sus méritos, con la ansiada candidatura. Todo esto en tiempos del PRI aplanadora. Pero luego del triunfo del PAN a inicios del siglo XXI, el panorama cambió y este tipo de discusiones futuristas se dan prácticamente para cualquier candidatura, al grado de que ahora tenemos un elenco bastante amplio con aspiraciones de figurar en la boleta en las futuras elecciones, llámese para gobernador o para presidente de la república. Esto tiene distintos ángulos que conviene revisar. En primer término, nos debemos preguntar si tanta información que se está difundiendo de los aspirantes a las diferentes candidaturas generará en el ciudadano: a) la intención de acudir a las urnas el día de la votación, abatiendo por fin los altos índices de abstencionismo que hemos vivido o si será todo lo contrario al tratarse de información que se basa en especulaciones y ataques; y b) si con tantos datos de los que posiblemente figuren en la boleta electoral en los siguientes comicios, el ciudadano podrá emitir un voto razonado. Cabe decir que tanta información puede llegar a no decir nada y saturar al ciudadano, generando más rechazo por los temas electorales como se ha podido apreciar desde 2015, fecha en que en paralelo a las campañas de los partidos se presentaron movimientos que pedían anular el voto, retirar la propaganda de las calles, protestar en la boleta y algunas variantes más. Sin duda, se trata de fenómenos que aún no han sido estudiados por los investigadores sociales, pero que pueden impactar directamente en los resultados electorales y en una sociedad que rápidamente está aprendiendo a informarse en redes sociales, instrumentos que también le permite intercambiar puntos de vista y expresar su apoyo o rechazo acerca de cualquier candidatura. En materia de encuestas se puede apreciar el impacto de los aspirantes adelantados, pues ahora tenemos series de sondeos más amplios, variantes que cuestionan lo mismo el conocimiento entre la población que el tema de por quién nunca depositarían su sufragio, así como sería una votación de acuerdo a distintas combinaciones de candidatos. Así, el hecho que nos muestra una competencia adelantada entre aspirantes de un mismo partido y de ellos con otros posibles competidores de otros institutos políticos, cada uno con distintas estrategias que buscan impactar en el público, no hace sino confirmar que la legislación electoral que tenemos —compleja y abundante— está atrasada respecto a las intenciones de promoción de quienes buscan figurar en las listas de candidatos. El problema es que después de la siguiente elección federal, con independencia del resultado, volverán las ideas para una nueva reforma electoral y prohibir algo de lo mucho que se ha hecho en estos tiempos. Por ejemplo, se puede ampliar el catálogo de actos anticipados de campaña o modificar los requisitos para convertirse en candidato, todo al gusto de ganadores o perdedores. Asimismo, el dinero que en la actualidad se utiliza en la promoción de los aspirantes que recorren el país, también puede ser motivo de la nueva reforma, además de que pudieran surgir nuevas limitaciones para complicar la ya compleja legislación electoral. Hasta que no se les ocurra que los puestos de elección sean honorarios o con salario mínimo, tendremos a los adelantados de siempre que buscarán la manera de darle la vuelta a la ley para irse promoviendo con 24 de Octubre de 2016 miras a la próxima campaña. Eso de que un político no piensa en la próxima elección, sino en la próxima generación, es un cuento que pocos creen el día de hoy ante tanto adelantado que busca ser candidato. Rechazo y antipatía Peña Nieto cuenta con una mala imagen entre amplios sectores de la población, hecho que data desde la campaña electoral 2012. Además del rechazo por ganar la elección entre los simpatizantes de López Obrador, el actual mandatario se ha granjeado la antipatía de más personas con base en varias acciones que no han agradado a la opinión pública. Sin duda, la falta de capacidad para cuidar la imagen del Presidente de la República y la continua comisión de desaciertos han contribuido a generar una pésima imagen del funcionario en cuestión. Los hechos que han dañado la imagen de Enrique Peña Nieto se pueden enlistar para comprender la forma en que se ha demolido este fragmento de la institución presidencial, en momentos en que una parte de la sociedad escala el rechazo a esa parte de México que vive de la corrupción y de violar las leyes. Desde la forma en que se reaccionó inadecuadamente ante el emergente fenómeno de #YoSoy132, con todo y la salida del auditorio en la Universidad Iberoamericana, pasando por la falta de respuesta a la pregunta de los libros que había leído en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, hasta temas como la Casa Blanca o, más recientemente, el plagio en su tesis, Peña Nieto no puede culpar a muchos por permitir que su imagen esté en caída libre y, de paso, se lleve a su gobierno y a su partido. La falta de comprensión del presente, con una sociedad más activa que tiene en las redes sociales canales para expresarse, además de una oposición robustecida y una creciente intolerancia hacia los actos de corrupción o de prepotencia, han sido el marco en el que Peña Nieto ha tratado de llevar la Presidencia de una República que no está satisfecha. Súmenle a todo esto movimientos sociales que cuentan con reclamos como la aparición de los normalistas de Ayotzinapa, III IV 24 de Octubre de 2016 la inseguridad creciente en varios estados del país, entre otros asuntos, y la deficiente respuesta lo cual ayuda a comprender porque Peña Nieto se encuentra en dicha circunstancia. Adicionalmente, su equipo no ayuda mucho a su causa. Frivolidades se han sumado a la construcción de una imagen a la baja del mandatario, pues en su equipo se permite que él sea señalado como el culpable de todos los males, sin lograr acertar a dar una respuesta convincente, pues en la mayoría de las ocasiones piensan que con dejar pasar el tema es suficiente para ayudar al Presidente. Claro está que la oposición ha aprovechado cada uno de los errores de la administración de Peña Nieto. Quizá sin proponérselo, los adversarios del priísta han logrado algo que ni ellos mismos imaginaban: poner permanentemente contra las cuerdas al Presidente de la República y, con él, a su partido, para cosechar importantes triunfos electorales, como vimos el pasado 5 de junio. Así, para la ciudadanía —al menos para un sector mayoritario—, Peña Nieto es una persona poco confiable, con una pobre cultura general e incapaz de tomar buenas decisiones, por lo que es sencillo burlarse de él, como se puede comprobar con la cantidad tan grande de memes, chistes y caricaturas que circulan en redes sociales y medios digitales acerca de su persona. Que muchas de sus decisiones sean cuestionadas constantemente, que la prensa extranjera también lo señale por casos de corrupción y que le hayan dedicado un editorial con aquella frase de “no entienden que no entienden”, sólo es parte de esa dinámica en la que un equipo poco preparado para enfrentar el reto de encabezar una administración federal trata de revolver retos diarios que no pueden superar con atingencia. Y para acabarla de amolar, Enrique Peña Nieto invita a platicar a Donald Trump pese a que el candidato republicano se ha mostrado contrario a todo lo mexicano. En redes sociales, de nueva cuenta, se cuestionó la decisión y —quizá más importante— se expresó la duda acerca de qué motivó este tipo de acciones en un marco en el que no se encuentran razones para dialogar con alguien como Trump. Lo único seguro es que los memes por el encuentro serán abundantes. Como apuntaría Raúl Trejo Delarbre en Facebook, “Peña Nieto está cometiendo el error más grave y quizá más costoso de su deplorable administración”. Ajustes y cambios Las modificaciones a los equipos de trabajo en las áreas de gobierno son algo que sucede en todas las administraciones públicas. La mayor parte de las veces son a causa de los deseos de los propios integrantes de los gabinetes para continuar con su carrera política buscando una candidatura. Esta razón es la que genera la mayor parte de los cambios, aunque esto sucede en la parte final de la administración. Otra razón es la muerte, natural o por accidente, de alguno de los integrantes de las secretarias de estado, como fue el caso del gobierno de Felipe Calderón quien tuvo que nombrar a un nuevo secretario de Gobernación a raíz del fallecimiento de Juan Camilo Mouriño. En otras ocasiones, son las crisis derivadas de causas como filtraciones, errores o información que evidencia alguna irregularidad lo que provoca que haya movimientos en los equipos. Tal es el caso que enfrenta el mandatario actual, quien tuvo que modificar la estructura de su equipo de campaña luego de la visita de Donald Trump y de la cercanía de los procesos electorales en 2017 y 2018, al igual que tuvo que nombrar de nueva cuenta a titulares de dependencias como Conagua o Profeco en fechas recientes. No sucedió lo mismo en la Conade, al parecer porque la crisis que generó en los Juegos Olímpicos no llegó a mayores. Lejos de la evaluación que otros analistas han hecho de los movimientos, lo que se debe revisar es la manera en que las circunstancias obligan a un jefe de gobierno a realizar cambios en su gabinete y la manera en que los lleva a cabo. Peña Nieto no es una persona afecta a modificar la estructura de su equipo cercano, sino que realiza cambios obligado por las circunstancias. Así sucedió en la Secretaria de Energía o en Pemex, pues las constantes críticas no han tirado a ninguno de los secretarios con los que llegó, como era el caso de los titulares de hacienda y gobernación. Pero las circunstancias cambiaron y el secretario de Hacienda se tuvo que retirar a su casa debido a la crisis que se generó luego de la visita del candidato republicano y las protestas de la administración de Obama, pues en la visita a China y el encuentro entre ambos mandatarios, dio la impresión de que el mandatario estadounidense pidió muestras de que los errores tienen consecuencias. Por lo demás, los cambios en un equipo de gobierno no necesariamente son para mejorar, sino para apaciguar una crisis o para responder a un imprevisto. La experiencia indica que si bien un equipo de gobierno no llega intacto al final del periodo —sea trienio o sexenio—, las razones para modificarlo no siempre son las mismas y no responden a necesidades idénticas. Díaz Ordaz no cambió de secretario de gobernación luego del 2 de octubre en Tlatelolco, pero López Portillo sí tuvo que cambiar a los titulares de Hacienda y Programación y Presupuesto luego de que ambos personajes discutieran públicamente; Salinas de Gortari tuvo que hacer ajustes luego del nombramiento de Colosio como candidato presidencial del PRI; Zedillo tuvo que aceptar la renuncia de Jaime Serra luego del “error de diciembre”; Fox mantuvo a la mayoría pero tuvo que modificar su alineación cuando Santiago Creel se fue a buscar la candidatura panista que no consiguió; y Calderón tuvo que ajustar ante el fallecimiento de colaboradores cercanos. Es así que no todos los cambios son por los mismos motivos. En cuanto a resultados, tampoco se tienen de la misma manera, pues —por poner un ejemplo— la Secretaría de Gobernación mejoró con la llegada de Carlos Abascal en tiempos de Vicente Fox, pero los cambios en la misma instancia con Felipe Calderón no tuvieron el mismo impacto. Ahora, estamos ante nuevos movimientos y habrá que darles tiempo a los flamantes titulares de Hacienda y Desarrollo Social para evaluar si fue positivo el movimiento. La gran pregunta es si en realidad ayudan a mejorar las áreas de gobierno o son sólo reactivos ante la presión de la opinión pública en el marco de una crisis. Las evidencias apuntan a una simple reacción para tratar de apaciguar los ánimos de los críticos, pero no para corregir lo que estaba mal aprovechando una segunda oportunidad. @AReyesVigueras Columna México y el mundo 24 de Octubre de 2016 En homenaje al maestro Juan María Alponte, Diario Indicador Político publica una selección de las columnas más destacadas de nuestro inolvidable articulista. Benito Juárez: La muerte silenciosa Por Juan María Alponte T engo la fortuna —ganada a pulso— de tener en mi extensa biblioteca, 30 mil libros. Un texto relevante de Artemio del Valle-Arizpe, “El Palacio Nacional. Monografía Histórica y Anecdótica” convierte la tertulia, a la vera de un café, en nada menos que la historia. Homenaje a Juan María Alponte 11 12 24 de Octubre de 2016 Columna México y el mundo Me interesan y me inquietan los últimos días de Benito Juárez. La vida es, sin duda, un ejercicio complejo que diseña el día a día como si nunca pudiese detenerse la esfera, inquebrantablemente serena, del reloj de la vida. El Palacio Nacional tiene, entre sus muros, la vida pública de un pueblo. Parece que fue ayer, pero los dos últimos virreyes de España en México, ya virreyes más de nombre que de los apellidos del poder, el sexagésimo virrey de España en México, Félix María Calleja del Rey, vivió, entre 1813 y 1816, el hirviente ejercicio moral del levantamiento del pueblo mexicano en busca de la Independencia. En su tiempo fue apresado por José María Morelos y Pavón, y lo que parecía el fin de un levantamiento por la Independencia supuso lo esencial: la fecunda proyección del futuro. Félix María Calleja del Rey vivió lo suficiente pasa ser nombrado, en Madrid, conde de Calderón en memoria —la memoria es equívoca y prodigiosamente alterable— pero lo cierto es que ya, cada victoria, presagiaba el fin de un Imperio. Sólo es preciso leer entre líneas. Su sucesor como virrey —el sexagésimo primero— Juan Ruiz de Apodaca, conde del delicado gobierno entre 1816 y 1821. En suma, estaba situado ya entre los últimos virreyes. En efecto, el sexagésimo tercer virrey, Juan O’Donojú (18211821) el 28 de septiembre de 1821 firmó el Acta de Independencia. Las fechas, como los hombres, desfilan, mueren y dejan, tras sí, lo inesperado: que fuese O’Donojú el virrey que firmó el Acta de Independencia. Duró poco en el poder; no en los libros porque, al firmante del Acta de Independencia, le enterraron, con honores, en el Altar de los Reyes de México. Quien sabe qué hubiera hecho si lo hubiera anticipado, en Sevilla, cuando se embarcó, por última vez, para México. Creyó, pensó, que le esperaba el paraíso. Toda va despacio hasta que viene el viejo estilo de Atila. Más interesante y aleccionadora es la muerte de Juan O’Donojú y su reconocimiento de la Independencia de México porque España, viviendo sobre la sordera histórica, no reconoció la Independencia de México, realmente, hasta el 28 de diciembre de 1836. Una larga, dolorosa y ardiente epopeya se terminaba para iniciar la época de los ciclones. Es bien sabido que la contienda, altiva y nunca mirando atrás, continuó y se culminó, en 1811, con Miguel Hidalgo y Costilla, pero su nacimiento nos permite, al revés, vivir el rastro de la muerte de Juárez. Es cierto que le interrogaba, cada día, sobre el estado de su salud, José María Lafraga, cuando salió del despacho de Juárez, se limitó a decir a los que esperaban, anhelantes, “que no le había visto bien”. El doctor Alvarado, médico de cabecera del Presidente manifestó a su familia que esperaba un desenlace funesto. Se llamaron, ante el tono de urgencia, a otros doctores para que emitieran su juicio. Él estaba tranquilo y llegó a decir, con énfasis lúdico, “que un indio no abandonaba nunca el poder”. Los generales, sin embargo, fueron preparando las medidas adecuadas para el último momento. Finalmente murió. Benito Juárez, sigue siendo —dado el funesto final de 1872— una figura nacional que tiene algo de asombroso, ya que cada día que pasa está más vivo y en muchos aspectos inédito. Don Balbino Dávalos le dedicó su último epitafio: “Era un brazo más, pero de bronce; una mano no más, pero de amigo”. La muerte es la forma más enérgica de la vida para algunos seres humanos. Lo prueba un hecho singularmente esclarecedor de un carácter. En efecto, el 16 de julio de 1872 — dos días antes de morir— Darío Balandrano, como de costumbre, era el director del Diario Oficial, le hizo entregar a Juárez los periódicos del día, ya que Benito Juárez comenzaba su jornada leyenda minuciosamente la prensa cotidiana. Fue la última vez. El 18 de julio de 1872 murió Benito Juárez. El día 19 fue la jornada de su inhumación. Los cronistas de aquellos días dijeron que 250 mil personas, casi la totalidad de la población del Distrito Federal, en la época, le acompañaron en las calles para despedirle. Los doctores Alvarado, Barreda y Lucio embalsamaron el cadáver. Benito Juárez iba vestido de frac con guantes negros. Su cara tenía la expresión del sueño. Una vida extraordinaria que, sin más, espera, todavía, una biografía a tenor de la luz que un pueblo requiere para vivir la plenitud de la historia. Columna ¡Viva la Pepa! 24 de Octubre de 2016 Lo que hay de Podemos y de Iglesias, en el boicot a Felipe González Por José Oneto F elipe González ha sido el exdirigente socialista que más ha luchado por desbloquear la situación política española y el que, desde antes de la disolución del Parlamento en Octubre del año pasado, contempló la posibilidad de una gran coalición, entre PSOE y PP, como mejor solución a la situación política que se vislumbraba entonces, sin conocer siquiera, los resultados de las elecciones generales del 20 de Diciembre. A esa Coalición a la que Rajoy se apuntó pronto y a la que invitó no sólo a los socialistas, sino a Ciudadanos. Después de fracasada esa opción a la que pudo y, de hecho quiso unirse Ciudadanos, a pesar del rechazo que siempre ha manifestado hacia el actual Presidente en funciones, González ha venido haciendo todo lo posible, con periódicas declaraciones desde fuera de España, para que la mejor opción para el país a la vista de los resultados del nuevo mapa electoral (“un cuatripartito a la italiana sin italianos”, suele repetir) era abstenerse para propiciar un Gobierno de Rajoy (se intentó primero con otro candidato a lo que se sumó C´s), en el que los socialistas, a pesar del tan anunciado “sorpasso”, ocupasen el liderazgo de primer partido de la oposición, que necesariamente, tenía que compartir con Podemos. Durante semanas y meses, especialmente desde las páginas del diario El País, medio sobre el que González, ejerce una decisiva influencia, el expresidente del Gobierno que más tiempo ha permanecido en el poder (14 años) y que más ha influido en la transformación económica y social de España, ha venido acomodando a su partido, y a la opinión pública, para que no se celebren unas terceras elecciones que, por otra parte, tampoco garantizan la posibilidad de un Gobierno estable, en unos momentos claves para el país y para una Unión Europea que tras el Brexit, ha entrado en un periodo de replanteamiento total de su futuro. En esta tarea de rectificación de esa decisión del Comité Federal tomada días después de las primeras elecciones (No, no, y no, a Rajoy y al PP) que Pedro Sánchez, dimitido secretario general, ha defendido hasta el final, le ha acompañado el periódico El País y quien fue su director y fundador, actual presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián. Cebrián, en la postura editorial del periódico, en las encuestas, en las columnas de opinión, en los análisis electorales, ha procurado que el PSOE rectificase, que no hubiesen unas terceras elecciones, y que dejasen gobernar al PP y a Rajoy, como partido más votado, absteniéndose en la segunda votación en la que sólo valen los Síes y los Noes. De esta forma, Rajoy, que cuenta con los apoyos de Ciudadanos y Coalición Canaria (170 votos), saldría elegido, como está ya previsto, el próximo 29 de Octubre, 48 horas antes de que termine el plazo para la disolución de las actuales Cortes. Todo este recorrido sirve para poner en contexto el vergonzoso espectáculo que se ha producido este miércoles en el aula Francisco Tomas y Valiente (asesinado por ETA), de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid en dónde 200 energúmenos no han dejado que González y Cebrián hablasen a un centenar largo de universitarios, que querían oírles sobre lo que opinaban sobre España y Europa, dentro de unas Jornadas sobre Sociedad Civil y Cambio Social organizadas por Prisa. Convencidos por ese discurso populista de que la política está en la protesta en la calle con los que sufren, que ya es hora de que el miedo y el sufrimiento cambie de bando, que la política no hay que hacerla en el Parlamento, donde todavía no se tiene la fuerza suficiente (el enfrentamiento que dentro de Podemos existe entre Pablo Iglesias e Iñigo Errejón), doscientos bárbaros, con el precedente de protesta que ya hubo en la Universidad contra Rosa Díez, la fundadora de UPyD (Unión Progreso y Democracia) y con la diversión que para ellos supuso el asalto la capilla de la Ciudad Universitaria de Madrid, no hacían sino repetir el discurso de la cal viva y las manos manchados de sangre con el que Pablo Iglesias boicoteó la investidura de Pedro Sánchez. El PSOE por parte del portavoz de la Gestora que dirige el partido, ha culpado a Pablo Iglesias de haber señalado el camino a los energúmenos de hoy que repetían los mismos argumentos de su discurso, mientras repitan punto por punto sus consignas, y su terminología bélica. Evidentemente, todos tan activos en tuitear, ninguno ha condenado el boicot, que ha impedido hablar a González y Cebrián y, a defender sus ideas en un recuento universitario. @oneto_p 13 14 Suscríbete a nuestro canal de YouTube, en el cual podrás ver la videocolumna Agenda Política de Carlos Ramírez, con el análisis de lo más importante en la política, economías y el ámbito social de México y el Mundo, además de la serie Los Pinos 2018: La Silla Embrujada, en la que se revisan los pasos de los aspirantes de la candidatura al 2018 y la historia de la sucesión presidencial. No te los pierdas. www.youtube.com/user/grupotransiciontv Los Pinos 2018 Agenda Política Columna El Manantial 24 de Octubre de 2016 Trump no reconocerá su derrota E Por Pablo Sebastián l tercer y último debate presidencial en los Estados Unidos ha reproducido el grueso de los principales desencuentros y enfrentamientos políticos y personales de Donald Trump y Hillary Clinton a lo largo de la que ha sido la más dura gran campaña electoral que se ha celebrado en ese país. Tercera, pues, y última oportunidad perdida por un Trump muy agresivo que insiste en afirmar que no reconocerá su derrota si finalmente pierde las eleciones frente a una Clinton cada vez más serena y segura de su victoria. No hubo nuevas revelaciones ni cambio de posiciones entre los candidatos en el último debate, pero ello beneficia a Hillary Clinton porque todas las encuestas le dan una ventaja de más de 10 puntos —algunas de hasta 15 puntos por el apoyo de las mujeres— sobre su adversario Donald Trump que necesitaba desesperadamente un vuelco en este tercer encuentro que desde luego no logró ni ganó. Y buena prueba de lo ocurrido esa noche fue que Trump insistió en que existe una conspiración contra él, que hay fraude electoral, que los medios están en su contra y que no reconocerá la victoria de su adversario si él pierde. Y todo anuncia que el próximo día 8 de septiembre Trump perderá a pesar de sus diatribas y descalificaciones a Clinton y a otros muchos colectivos como las mujeres, los musulmanes o los latinos y los inmigrantes que por primera vez aparecieron en este debate —sin duda el más completo y mejor conducido— con Trump insis- tiendo en instalar su muro en la frontera mejicana, mientras Clinton habló de regularizar a los ilegales. No aparecieron en el debate con la intensidad esperada la ruptura de las relaciones de Trump con primeros dirigentes del partido republicano, pero Trump lanzó un mensaje hábil a los votantes conservadores al recordar que en el nuevo mandato presidencial se renovarán tres puestos decisivos en el Tribunal Supremo lo que dependerá en gran medida del nuevo presidente y lo que preocupa a muchos ciudadanos conservadores. De la misma manera que dentro de USA y fuera —especialmente en Europa— preocupa el llamado “peligro Trump” por la agresividad y falta de experiencia política de este magnate empresarial cuyos modales y “aventuras” —volvieron a salir en el debate sus presuntas agresiones sexuales a varias mujeres que lo denunciaron— son para la política americana una mala novedad. Como preocupa su amenaza de que no reconocería una victoria de Clinton con el argumento de la conspiración en su contra, porque ello podría tener consecuencias en la imagen de la unidad del país que suele salir reforzada cuanto termina el recuento electoral. Para el que apenas faltan 20 días en los que Clinton reforzará su imagen de vencedora, pero en los que tampoco se ha de descartar una sorpresa en esta tensa y trepidante campaña electoral. En la que Trump pretendió a la desesperada presentarse como el antídoto del “establishment” político de Washington y el líder de la “América profunda” pero en la que finalmente se ha mostrado como un “outsider” bronco y falaz entrometido en la política y en el Partido Republicano que puede pagar caro este liderazgo tan controvertido tanto en la votación presidencial como en las de la Cámara de Representantes y de una parte del Senado que también van a estar en juego en la gran noche electoral. psebastianbueno 15 Los Pinos 2018: La silla embrujada 24 de Octubre de 2016 Escenario semanal: T ermina una semana más y nos acercamos a las elecciones de 2018. El interés que la clase política y la ciudadanía muestran en el tema no se reduce, incluso la manera en cómo se interpreta este tipo de dinámicas, se utiliza para analizar lo que sucede del otro lado de la frontera en la campaña presidencial de Estados Unidos. El tercer y último debate entre Hillary Clinton y Donald Trump, en el que este último no aceptó la posibilidad de reconocer los resultados de los comicios si no le eran favorables, para muchos sonó similar a lo hecho por Andrés Manuel López Obrador en ocasiones parecidas, aunque los contextos y personalidades de ambos políticos sean distintas y se trate de una mera coincidencia. Pero este hecho fue aprovechado por quienes no quieren que el tabasqueño pueda hacer realidad lo que las encuestas han marcado en últimas fechas, en las que se ubica al exjefe de Gobierno de la Ciudad de México como puntero en preferencias ciudadanas, por lo que este tipo de acontecimientos dan la oportunidad de recordar los negativos que se mantienen en la mente de muchos votantes y que podrían ser la diferencia en la próxima elección federal. López Obrador se mantiene con discreción, administrando su tiempo y mensajes, pues sabe que hay que aguantar una carrera de resistencia. En el establo tricolor las cosas parecen calmarse. Tal vez por la tendencia a que la carrera por la candidatura presidencial se decidirá entre Miguel Ángel Osorio Chong y Eruviel Ávila, pero el resto de los aspirantes muestra poca actividad, a la vez que las columnas de opinión y espacios de análisis debaten acerca de si alguno de los dos nombrados —como aquí hemos venido sosteniendo—, llegará a la recta final y en qué condiciones. Por cierto, Manlio Fabio Beltrones tiene más actividades públicas. La semana que termina participó con la tribu perredista Galileos en un encuentro para discutir temas políticos, junto a Roberto Gil y José Woldenberg. Si bien no aprovechó el encuentro para mostrar sus planes o aspiraciones futuras, si hay que registrar su continua presencia pública que lo mantiene en la lista de posibles para el 2018. En el bando azul, si bien Margarita Zavala de Calderón tuvo que ausentarse por una operación de emergencia, no bajó en la posición que tiene en la carrera por la presidencia. Ricardo Anaya acusa cada vez más presión, tanto por la falta de cumplimiento de sus promesas de campaña para ser presidente nacional del PAN como por seguir de juez y parte en la competencia interna, a la vez que Rafael Moreno Valle continua su estrategia para arrancar formalmente su campaña para ser el candidato del blanquiazul en 2018, aunque su campaña informal para el mismo fin lleva varios meses. Miguel Ángel Mancera da la impresión de acomodarse cada vez más en la candidatura perredista para el 2018. No hay que perder de vista la labor que Alejandra Barrales, presidenta nacional del sol azteca, está realizando para revitalizar al partido, lo cual abona a la causa del jefe de gobierno capitalino, incluso en la eventual formación de una alianza de izquierda que lo apoye en su aspiración. En el terreno independiente, la declaración del líder zapatista Galeano, antes Marcos, de que postularán a una mujer indígena como candidata independiente, generó lo mismo rechazo que algunas reflexiones de parte de Jorge G. Castañeda, uno de los aspirantes por este sector, quien le dio la bienvenida a la iniciativa. Los suspirantes: Suben: • • • • Manlio Fabio Beltrones Miguel Ángel Mancera Espinosa Margarita Zavala de Calderón Jorge G. Castañeda Bajan: • • • • • • • Ricardo Anaya José Antonio Meade Rafael Moreno Valle Claudia Ruiz Massieu Jaime Rodríguez Calderón Andrés Manuel López Obrador Miguel Ángel Osorio Chong E CU NTA REGRESIVA : Faltan 1 año, 9 meses y 16 días para las elecciones presidenciales. La silla endiablada: E ntre los símbolos que identifican a la institución presidencial, la banda es sin duda el más notorio. De acuerdo al artículo 34 de la Ley sobre el Escudo, Bandera e Himno nacionales, “la Banda Presidencial constituye una forma de presentación de la Bandera Nacional y es emblema del Poder Ejecutivo Federal, por lo que sólo podrá ser portada por el Presidente de la República, y tendrá los colores de la Bandera Nacional en franjas de igual anchura colocadas longitudinalmente, correspondiendo el color de rojo a la franja superior. Llevará el Escudo Nacional sobre los tres colores, bordado en hilo dorado, a la altura del pecho del portador, y los extremos de la Banda rematarán con un fleco dorado”. Lo que pocos han notado, es la forma en que la banda presidencial rivaliza con la silla en la que cada mandatario federal aparece para la foto oficial, lo que hace que en los hechos sean dos símbolos que identifican al jefe del Ejecutivo mexicano. Vicente Fox mandó hacer una réplica de su oficina en Los Pinos en el Centro Fox, en la cual uno de los mayores atractivos es sentarse en la silla de su escritorio. Si hubiera sido una réplica del despacho en Palacio Nacional, no duden que habría una larga fila para sentarse en la Silla Embrujada, por algo Fox no mandó hacer una imitación de este mueble, pues sabe que hay límites. 17 Hablemos de política... con Carlos Ramírez Todos los miércoles a las 22:15 en Efekto TV canal 234 de Sky
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