2016_10_18 NP DM cancer de mama pdf

Martes, 18 de octubre de 2016
El programa de cribado de cáncer de mama
que impulsa el Sespa permite la detección de
tumores en fases más tempranas y con
mejores pronósticos
− Las mujeres mayores de 50 años a las que se les diagnostica la
enfermedad en estas revisiones tienen un 27% más de
probabilidades de carecer de afectación en los ganglios
− Cada año se registran 600 nuevos casos, con una tasa de
supervivencia del 80% a los 5 años y de más del 60% a los 10
Las pruebas de cribado de cáncer de mama, dentro de un plan
estructurado, con garantías de calidad en el diagnóstico, tratamiento y
seguimiento de la paciente, constituyen la medida más eficaz para la
detección temprana de los tumores. Estas pruebas están indicadas para
las mujeres mayores de 50 años, a las que se invita a realizar una
mamografía cada dos años, tal y como se establece en los protocolos de
la Dirección General de Salud Pública del Principado.
Según los últimos estudios, las mujeres a las que se les detecta un tumor
en el programa de detección precoz tienen un 27% más de posibilidades
de que éste se encuentre en una fase temprana y no tenga afectación
ganglionar, lo que determina un mejor pronóstico.
De ahí la importancia de sumarse a este plan, que comenzó hace 25
años en el Hospital Monte Naranco y que desde 2000 se desarrolla en
todo el Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa).
Anualmente, participan en este programa 65.000 mujeres.
En dicha iniciativa interviene una decena de especialidades médicas y de
enfermería relacionadas con el diagnóstico y todas las fases del posterior
tratamiento de los casos que incluyen la reconstrucción completa de la
mama en el supuesto de que sea necesaria una mastectomía.
Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama, que se conmemora
mañana, la Consejería de Sanidad recuerda que este programa no evita
la dolencia, pero permite detectar los tumores en una fase inicial, cuando
la probabilidad de supervivencia es mayor. Es preciso subrayar que el
pronóstico está directamente relacionado con el tamaño y la extensión
del tumor en el momento del diagnóstico. También se consigue que los
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tratamientos sean menos agresivos, que más mujeres puedan curarse y
que estas pacientes tengan una mejor calidad de vida.
En Asturias, cada año se diagnostican 600 nuevos casos de este cáncer,
que es el más frecuente entre las mujeres. La edad es un factor de riesgo
importante, de tal forma que más de la mitad de los casos se producen
en mayores de 60 años.
No obstante, conviene señalar que 7 de cada 8 mujeres nunca
padecerán un tumor de estas características y que, aunque en los
últimos años ha aumentado su incidencia, el Principado se encuentra a la
cola de Europa en número de casos. Este incremento, no obstante, se
debe fundamentalmente a los cambios en el patrón reproductivo de las
mujeres, con un aumento de la edad en el primer embarazo y una
disminución del número de hijos. Los expertos recomiendan mantener la
lactancia materna como elemento protector frente a la enfermedad.
El número de mujeres que fallecen cada año por esta causa en el
Principado se sitúa aproximadamente en 200. Esta cifra ha descendido
en los últimos años debido a las mejoras del tratamiento y al programa
de detección precoz. Actualmente, la supervivencia en Asturias es de
más del 80% a los 5 años del diagnóstico y supera el 60% a los 10.
Datos de participación
Cada año se invita a unas 65.000 mujeres a realizarse una mamografía,
de las que entre 55.000 y 60.000 se someten a la prueba, lo que se
traduce en una participación próxima al 80%. Alrededor del 1,5% de las
participantes (entre 800 o 900 mujeres al año) necesitan más pruebas
complementarias y, de ellas, entre 250 y 300 son sometidas a
exploraciones de carácter más invasivo, de las que la mitad tiene la
enfermedad.
El programa de cribado detecta entre 150 y 170 casos al año, lo que se
traduce en tres supuestos cada 1.000 mujeres. Un 70% no presenta
afectación ganglionar, entre un 30 y un 40% de los tumores son menores
de 10 milímetros, y entre un 60 y un 70% se diagnostica en fases
tempranas.
Comparando estos datos con los correspondientes a los tumores
detectados en las mujeres de la misma edad que no acuden al programa,
se observa que la participación en el cribado aumenta en un 27% las
probabilidades de que el tumor sea detectado en fases más tempranas y
no tenga afectación ganglionar.
La Consejería de Sanidad recomienda a todas las mujeres que
mantengan hábitos saludables de vida como un peso adecuado, evitar el
consumo excesivo de alcohol, realizar ejercicio físico y una alimentación
equilibrada para prevenir el cáncer de mama.
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