Profesional y respetuoso, pero con profundas diferencias

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VARIADA
SÁBADO
15 DE OCTUBRE DE 2016
juventud rebelde
Diálogo Cuba-EE. UU. sobre Derechos Humanos
En La Melba
Profesional y respetuoso, Todos vivos, que es lo que vale
pero con profundas diferencias
texto y foto JUANA CARRASCO MARTIN
LA segunda sesión del diálogo bilateral sobre
derechos humanos entre delegaciones
gubernamentales de Cuba y Estados Unidos
se realizó este viernes 14 de octubre en La
Habana, en un ambiente «profesional y respetuoso», pero «marcado por profundas diferencias», explicó Pedro Luis Pedroso Cuesta,
subdirector general de Asuntos Multilaterales
y Derecho Internacional del Ministerio de
Relaciones Exteriores, y jefe de la parte cubana, en conferencia de prensa.
Presidido por la parte estadounidense
por Tomasz Malinowski, secretario adjunto
para Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado, el encuentro, que responde a la propuesta cubana de intercambiar sobre el tema, dio continuidad al celebrado el 31 de marzo de 2015
en Washington.
En aquel primer diálogo, la delegación de
Cuba expresó su interés en contribuir a un
tratamiento eficaz y no discriminatorio de los
derechos humanos y destacó la necesidad
de observar un balance adecuado entre los
derechos civiles y políticos y los derechos
económicos, sociales y culturales, lo que fue
reiterado en esta segunda ocasión.
Cuba, a través de sus representantes,
«defendió la universalidad, indivisibilidad e
interdependencia de todos los derechos
humanos», subrayó Pedroso en su declaración, al tiempo que reiteró también que este
intercambio se lleva a cabo con pleno respeto a la igualdad soberana, la independencia y la no injerencia en los asuntos
internos de las partes.
La realidad cubana y sus logros en el respeto a los derechos humanos fue expuesta
con claridad, destacando que nuestro país
los promueve, no solo en beneficio del pueblo cubano sino también de otras muchas
naciones del mundo.
Por el contrario, denunció que el bloqueo
económico, comercial y financiero que sufre
el pueblo cubano desde hace más de 50
años, constituye una violación flagrante,
masiva y sistemática de sus derechos
humanos, por lo que subrayó que si Estados
Unidos tenía interés en el desarrollo de
estos en Cuba debía eliminar «las restricciones en vigor para contribuir decisivamente a
desmontar esta tenaz e injusta política».
El diplomático cubano destacó en números esa promoción, compromiso, cumplimiento y respeto por los derechos humanos
en la Isla, pues esta ha ratificado los Convenios Internacionales y 44 de los 61 instrumentos internacionales sobre el tema,
mientras que Estados Unidos apenas ha
asumido obligaciones con solo 18 de esos
instrumentos.
Pedro Luis Pedroso Cuesta
Al respecto, también señaló Pedroso que
la delegación cubana expuso las profundas
preocupaciones sobre la protección y garantía de los derechos humanos en Estados
Unidos, donde se agudiza la brutalidad y el
abuso policial con un patrón «en particular
contra la población afroamericana y la creciente inseguridad ciudadana».
También la delegación cubana destacó
en el intercambio otras preocupaciones
como el trabajo infantil, la violación de derechos laborales y sindicales, la desigualdad
salarial entre hombres y mujeres, la discriminación de los migrantes y otras minorías,
la falta de acceso a la seguridad social, a
los servicios de salud y a la educación de
muchos estadounidenses.
Destacó, además, las violaciones que
Estados Unidos comete en otras partes del
mundo, en especial en la llamada lucha contra el terrorismo, e incluyó los actos de tortura cometidos en cárceles secretas y centros de detención, en particular en el territorio ilegalmente ocupado de la Base Naval en
Guantánamo, donde han cometido graves
violaciones. Las violaciones estadounidenses se extienden a las ejecuciones extrajudiciales, que con el uso de drones provocan
también la muerte de población civil.
Al establecer estas preocupaciones hizo
referencia a los dobles raseros que emplea
EE. UU. para juzgar selectivamente cuando
examina los derechos humanos a nivel internacional.
Pedroso también señaló ante los medios
nacionales y extranjeros la importancia del
derecho al desarrollo y a la paz, como elementos fundamentales para poder ejercerse de manera integral los derechos humanos, y puntualizó cómo existe un silencio
cómplice en los grandes medios de comunicación es estos aspectos.
El funcionario del Minrex ratificó la voluntad
cubana de que ambos países pueden seguir
relacionándose civilizadamente aunque reconozcan esas diferencias, pueden hacerlo desde el respeto y Cuba está dispuesta a seguir
abordando cualquier tema en un marco de
igualdad, respeto y reciprocidad.
Este sábado en la Mesa Redonda
Documentales: Leda y El misterio del bosque perdido
LA Dra. Leda Menéndez, investigadora del Centro Nacional de Biodiversidad del Citma,
quien dedicó su vida al estudio de los manglares, su ecología y diversidad, es protagonista principal de los documentales Leda y El misterio del bosque perdido, de la serie
La naturaleza secreta de Cuba, con la que colaboraba la destacada bióloga, fallecida
recientemente al término de uno de sus muchos trabajos en defensa de los manglares
del sur habanero. Ambos materiales se estrenan este sábado, a las 7:00 p.m., en el
espacio de la Mesa Redonda, por el Canal Educativo 2.
En la comunidad La Melba se sintió con fuerza la embestida de Matthew. Fue tremendo, dicen
sus pobladores. Pero ahora soplan los vientos de la recuperación. Foto: Javier Mola
por ABDIEL BERMÚDEZ BERMÚDEZ
[email protected]
AQUÍ hay un helecho del tiempo de los dinosaurios, dice Nílcer, embutido en su uniforme verde olivo de Presidente del Consejo
de Defensa en Moa, y todos a la vez miramos afuera, pero nadie ve nada. Él conoce
hasta el nombre científico, pero no logro
copiarlo en la agenda porque aparecen los
saltos de agua conocidos como Las Comadres y Los Compadres, y todo el mundo
desvía la atención hacia las supuestas —y
benditas— cualidades que ofrece el agua
para los hombres que beban de ella. Bebimos, claro, y seguimos…
La ruta hacia La Melba, una comunidad
casi escondida en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, es un vaivén de piedras y puentes metálicos y orquídeas rosadas y árboles derribados por el huracán
Matthew cuando se ensañó con la geografía moense. Vamos en camionetas de las
empresas productoras de níquel, que han
hecho suya la tarea de transportar «todo
cuanto haga falta para recuperarnos rápido
de este ciclón», eso dice uno de los choferes, que conoce al dedillo estos rincones.
A ambos lados de la vía duele ver la quemadura que el viento dejó en los arbustos, y
hay troncos que llevan tatuada la huella de
motosierras de las fuerzas forestales que,por
suerte, días antes desatascaron el camino.
Tres horas y 31 kilómetros después llegamos a La Melba, otrora territorio agraciado
por la mina Merceditas, la cual hace años
cerró sus fauces a la extracción y desde
entonces es otro —más agrícola— el rumbo
del montañés. Si hubiera que designar una
capital para el Plan Turquino en Holguín, yo
votaría por La Melba, que es algo así como
el fin del mundo. Uno lo mira desde lo alto y
parece un mosaico de casitas atascado en
un valle intramontano al que un río parte en
dos, pero «cara a cara» es la morada de poco
más de 300 personas, donde el único sonido antinatural es el ronquido de un grupo
electrógeno que da luz y vida a las noches.
«Aquí se situó una brigada quirúrgica,
lista, por si acaso, desde que se anunció
el huracán. Y las embarazadas bajaron
días antes para el hogar materno de
Moa», dice Yanelis Londres, la delegada de
la circunscripción 54. «Todo el mundo se
evacuó, lo mismo en la bodega, que en el
refugio, el consultorio o las casas de placa».
Andrés Londres la mira y apunta que en su
hogar hubo 58 personas: «Lo compartimos
todo, hasta el miedo, pero nuestra gente es
de ley. En la bodega no se perdió ni un fósforo con tantos que se refugiaron allí».
Las viviendas no sufrieron mucho. Veinticuatro tuvieron afectaciones estructurales y
otras dos fueron destruidas por completo.
«Pero pudo ser peor», advierte Raúl Morales
Arencibia. «Suerte que aseguramos los
techos con cujes de árboles y bambú, atados con alambres —ejemplo tangible de lo
que es aplicar la ciencia campesina cuando
embate un huracán».
Para atizar el anecdotario colectivo, un grupo de pobladores improvisa un coro alrededor
de Luis Antonio Torres Iríbar y Julio César Estupiñán Rodríguez,las máximas autoridades del
Consejo de Defensa Provincial, que lideran el
andar de nuestra caravana por estos parajes.
Quienes no lo sabían se enteran, por boca del
propio Iríbar, de que el radioaficionado, ubicado estratégicamente aquí, estableció comunicación con un colega de Freyre, y este, a su
vez, con el equipo base en Holguín. Por ese
medio se supo en Moa cómo se había portado Matthew con La Melba.
«Ahora lo que necesitamos es que nos
dejen aprovechar los árboles caídos para
utilizar la madera en la reparación de las
viviendas que se afectaron. Con que nos
autoricen y nos presten un aserrío móvil por
15 días, nosotros tenemos». La propuesta
viene de Jorge Luis Delgado Labañino, presidente del Consejo de Defensa de Zona,
otro de los protagonistas de la recuperación
inmediata que sobrevino en el poblado.
«Estamos avanzando en la electricidad
con esa brigada de linieros que ustedes ven.
Ya la escuela y la farmacia tienen sus
techos, falta el de la casa de la cultura, los
equipos pesados del níquel despejan los
caminos y tenemos pan del bueno en la
panadería». Los montañeses no se dan brillo injustificado en el ombligo, y lo compruebo más tarde de manos de Yudelsi Cobas,
el administrador que guareció a toda su
familia en la estufa de la panadería. «Hacía
un calor tremendo, periodista, pero estábamos seguros».
En 15 horas cayeron más de 470 milímetros de lluvia. Los más viejos, apelando a una
memoria prodigiosa, enfatizan que el río
subió cuatro metros más que cuando el Flora. Isacc Daniel, a su corta edad, solo sabe
que el viento soplaba durísimo; pero Aida
Jústiz, una veterana en estas lides anticiclónicas, se lleva las manos a la cabeza para
decir en voz alta que hay que agradecerle «a
Rubiera y a esta Revolución que nos ha dado
tanto, porque el huracán fue tremendo, pero
todos estamos vivos, que es lo que vale».