Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares CRISIS INDIVIDUALES Y RECONFIGURACIÓN DE SISTEMAS FAMILIARES: LA PROMOCIÓN DE LA AUTONOMÍA EN PROCESOS PSICOTERAPÉUTICOS SISTÉMICAMENTE ORIENTADOS Autora: SANDRA LILIANA RUBIO RUBIO Directora: DIANA RODRÍGUEZ CHARRY PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE PSICOLOGÍA MAESTRÍA PSICOLOGÍA CLÍNICA ENFASIS SISTÉMICO BOGOTÁ, D.C. 2016 1 Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 2 Resumen Este trabajo de investigación-intervención tiene como propósito comprender la manera como los procesos psicoterapéuticos sistémicamente orientados con mujeres que consultan por ayuda psicológica, contribuyen a la ampliación de la autonomía como estrategia de cambio ante crisis vitales en sus contextos familiares significativos. Para cumplir el objetivo se llevó a cabo una investigación-intervención de tipo cualitativa y se realizó un análisis categorial y holístico de narrativas en donde se tuvieron en cuenta las conversaciones que se llevaron a cabo en el sistema terapéutico. Una de las comprensiones más significativas que se construyó a lo largo del proceso, desde una mirada ecológica, fue la relación de doble vía entre las crisis y los momentos vitales que situaban necesidades propias del momento vital para cada una de las consultantes, lo que implicó crear diversos escenarios para la promoción de una autonomía creciente. Palabras clave: Terapia sistémica, crisis, autonomía, familia, investigación cualitativa. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 3 Tabla de contenido Capítulo 1: Construyendo caminos hacia una investigación-intervención sistémicamente orientada ................................................................................................................. 4 Justificación ....................................................................................................................................................... 4 Aproximaciones conceptuales.................................................................................................................... 9 Sobre la crisis ecológicamente comprendida ................................................................................................ 14 Familia y ciclo vital ................................................................................................................................................... 22 El sujeto en su autonomía desde la perspectiva eco sistémica compleja........................................... 27 Psicoterapia sistémicamente orientada ........................................................................................................... 32 Objetivos .......................................................................................................................................................... 37 Objetivo general ......................................................................................................................................................... 37 Objetivos específicos ................................................................................................................................................ 37 Método .............................................................................................................................................................. 38 Tipo de estudio ........................................................................................................................................................... 38 Diseño ............................................................................................................................................................................ 38 Participantes ............................................................................................................................................................... 41 Registro de la información .................................................................................................................................... 47 Metodología de análisis de la información ..................................................................................................... 47 Consideraciones éticas ............................................................................................................................................ 49 Capítulo 2: Alicia: “La verdad no es que no quiera vivir, es que no quiero seguir viviendo de la forma como estoy viviendo ahora” ................................................................. 50 Crisis: de las tensiones familiares y los golpes del destino a la crisis vital ............................................. 53 Autonomía y self ............................................................................................................................................................. 59 Familia................................................................................................................................................................................. 69 Proceso psicoterapéutico y cambio ........................................................................................................................ 79 Capítulo 3: Una mujer adulta que se recrea ante un golpe del destino .......................... 90 Crisis: Del golpe del destino a la crisis vital ......................................................................................................... 92 Autonomía y self .......................................................................................................................................................... 102 Familia.............................................................................................................................................................................. 107 Proceso psicoterapéutico y cambio ..................................................................................................................... 115 Capítulo 4: La familia que sobrevive a las tensiones y golpes del destino ..................125 Crisis: de las tensiones familiares y los golpes del destino a la crisis vital .......................................... 129 Autonomía y self .......................................................................................................................................................... 140 Familia.............................................................................................................................................................................. 148 Proceso psicoterapéutico y cambio ..................................................................................................................... 155 Capítulo 5: Reflexiones finales ....................................................................................................161 Referencias bibliográficas ............................................................................................................173 Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 4 Capítulo 1: Construyendo caminos hacia una investigación-intervención sistémicamente orientada Justificación Como la vida misma, la comprensión que el hombre ha tenido sobre sí mismo y sobre los demás se ha transformado permanentemente en el transcurrir de la historia. Desde la antigüedad, con los principales pensadores griegos, hasta la postmodernidad, son muchas las perspectivas desde los cuales el hombre se ha situado y ha nombrado lo que entiende por la esencia y configuración de “el ser humano”. El pensamiento moderno, por ejemplo, considera al hombre como un ser racional, conocedor del mundo circundante, cuya principal característica es la individualidad. Se tiene la noción de un yo “encapsulado”, estático, con características propias que permanecen con el transcurrir de los años. Contrario a esto se encuentran los postulados de la posmodernidad –en los que se inscribe la presente investigación- donde se entiende al ser humano como un ser social y dinámico. El carácter dinámico del sujeto, se entiende por las constantes transformaciones que éste tiene a partir de la interacción con los múltiples sistemas con los que tiene contacto. Esta consideración permite alejarse de la noción de un sujeto determinado o por lo biológico o por lo social, entendiendo que la construcción que el sujeto realiza de sí mismo y del mundo en el que se encuentra es el resultado de la conexión de diversos factores a la vez articulados entre sí, donde por supuesto los elementos biológicos, antropológicos y sociales están presentes. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 5 De la misma forma que se reconoce al hombre como un sujeto en permanente transformación, la sociedad en la que éste se inscribe -y en donde desarrolla un papel activo-, también lo hace. De hecho, los cambios de uno y otro son en gran parte posibles gracias a su indiscutible relación. Así, las transformaciones se entienden como parte de los procesos adaptativos que el hombre desarrolla en respuesta a los pedidos generados en su relación con el mundo, es decir, en el contexto socio-histórico particular en el que éste se inscribe. La modernidad1 y los procesos de globalización -con sus elementos tanto de continuidad como de ruptura-, se presenta como un punto de referencia para aproximarse a los modos de vida complejos en la actualidad. El paso de una vida principalmente agrícola centrada en la producción, a una urbana de consumo2 en la que se desarrollan nuevas necesidades de inserción laboral; así como el desarrollo de nuevas tecnologías que facilitan la comunicación entre las personas de forma inmediata y efectiva a pesar de encontrarse a kilómetros de distancia, son hechos de suma relevancia en los ámbitos social, familiar e individual que implican nuevas formas de relación y al tiempo nuevas circunstancias de adaptación. Aunque estas situaciones se presentan como parte del continuo histórico de la humanidad, cuya premisa principal -en el contexto socio-histórico actual- es el ideal de “desarrollo” y “progreso”, es necesario resaltar aquí la paradoja que ésta presenta pues la multiplicidad de “libertades” que le son otorgadas al sujeto actual, está acompañado de un sin número de exigencias, retos y demandas. En palabras de Gergen (2006): Esta multiplicación de los “debo” es particularmente notoria en el mundo profesional (…) La posibilidad de establecer nuevas conexiones y adquirir nuevas oportunidades es prácticamente ilimitada. La vida cotidiana se ha convertido en un mar de exigencias que nos ahogan, sin que se Entendida –históricamente hablando- como un proceso que inicio en el siglo XVI, pero cuyas transformaciones aún se mantienen 2 En el marco económico que promueve el capitalismo. 1 Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 6 avizore playa alguna. (Gergen, 2006. P. 115) Esta situación es particularmente compleja para la mujeres, pues el periodo de ruptura histórica que se expresa en la posibilidad de haber adquirido el derecho a la educación, al igual que su participación cada vez más creciente en los mercados laborales, contrasta con la permanencia de ciertas creencias, principalmente en países como Colombia, donde se consideraba a la mujer como núcleo o eje principal de las familias 3 , cuya principal responsabilidad radica en el cuidado de los hijos y los demás miembros del grupo familiar, así como su encargo de los oficios de la casa. De esta forma, si bien gran parte de la población femenina que por gusto propio o como parte de las situaciones socioeconómicas particulares en las que se encuentra han decidido desarrollar estos dos oficios de manera paralela, logrando realizarlos satisfactoriamente, es indiscutible que las exigencias de desempeño para este grupo poblacional son mayores4. Contrario a lo planteado por Pineda (2007) que entiende estas transformaciones como “la posibilidad de espacios de autonomía para la mujer” 5, aquí se presentan precisamente como retos para la misma y en especial como dilemas en su autonomía por la disminución que se 3 En el presente trabajo se reconoce la múltiples y variadas formas de organización que tienen los sistemas familiares, entendiendo que la concepción convencional de familia en tanto sistema nuclear, es solo uno dentro de los diversos tipos de familia que se pueden presentar. 4 Los tiempos que exige cada uno de estos oficios demandan una mayor carga de energía. De acuerdo con la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (ENUT) realizado por el DANE (2012-2013) “las mujeres tienen una carga total de trabajo mayor que los hombres (…) teniendo en cuenta el tiempo dedicado por hombres y mujeres tanto al trabajo incluido en el sistema de cuentas nacionales como al trabajo no remunerado, las mujeres trabajan en promedio dos horas y doce minutos más al día que los hombres, diferencia marcada principalmente por el tiempo adicional que las mujeres dedican a las actividades de trabajo doméstico (limpieza, mantenimiento y reparación del hogar) y de cuidados (suministro de alimentos, apoyo a miembros del hogar, actividades con menores de 5 años entre otros)”(DANE, 2013) 5 La cita completa de Pineda (2007) es la siguiente: “Estos procesos [haciendo referencia a las características de la transición demográfica, disminución de los hogares y participación laboral de la mujer] que han incidido fuertemente en la diversificación de las formas familiares, han facilitado también la ampliación de opciones y estilos de vida, la emergencia de nuevas subjetividades y, especialmente, la posibilidad de espacios de autonomía para la mujer. (P. 1) Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 7 presenta en sus grados de libertad. En este punto es pertinente mencionar lo señalado en el Informe de Gestión de Consultores (2015) con respecto al tipo de población que asiste en a este espacio pues son precisamente las mujeres quienes más acuden en búsqueda de ayuda o acompañamiento psicológico ante situaciones que le generan malestar o sufrimiento. Gráfica 1. Porcentaje de hombres y mujeres que asisten a Consultores Fuente: Informe de Gestión de Consultores en Psicología” (2015). Cuando la mujer –o cualquier otro sistema -considera que las demandas de diverso orden6 -a las que se les da un significado especial- sobrepasan su capacidad para resolverlas (Hernández, 2009), interrumpiendo su carácter dinámico, emerge lo que en éste proyecto de investigación-intervención se llama crisis. En otras palabras, con la crisis se ve interrumpido el imperativo de desarrollo tanto de la familia como de cada uno de sus integrantes dificultando el 6 Además de las exigencias del contexto social que se evidenciaron, el sujeto se encuentra expuesto a otras múltiples demandas en los demás mircrosistemas en y con los que coexiste. Uno de los mas importantes, por su función y cercanía con el sujeto, es el familiar. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 8 balance entre estabilidad y cambio7 que debe existir en cualquier sistema complejo. Independientemente del origen de las demandas: si son producto del entramado de las dinámicas relacionales del sujeto con los demás sistemas8, si son el resultado de “los golpes del destino”9 o si se presenta por la conjugación de ambas, las crisis, en el ámbito clínico, pueden estar asociadas con la presencia de un sujeto sintomático10 en la familia. De acuerdo con Ochoa (2004): El origen de la sintomatología suele situarse en las dificultades y crisis a las que se ven sometidos los grupos familiares en su devenir vital (…) el terapeuta familiar se convierte en una persona que asiste a la familia en momentos de crisis, razón por la cual es sumamente importante que observe las facetas fuertes y los recursos que poseen sus miembros para generar una expectativa de lugar de control interno del cambio. (P. 9) Dentro de las múltiples formas en que se puede considerar una crisis se destacan dos principalmente: por un lado, como algo desfavorable que genera un desequilibrio en el sujeto o sistema que la experimenta; por otro lado, como una gran oportunidad de cambio que se le presenta a un sistema dado. Teniendo en cuenta lo anterior y partiendo de entender que el terapeuta se presenta como un posibilitador, como un acompañante en un espacio-tiempo determinado que genera el 7 Como se mencionó, el fenómeno inherente al cambio es el dinamismo o actividad presente en todo sujeto o sistema. De hecho, el cambio se presenta como una condición necesaria para la supervivencia de los sistemas. 8 El sistema familiar al ser el más cercano al sujeto puede desempeñar un rol significativo 9 Expresión utilizada por Marcelo Pakman en una conferencia en la Pontificia Universidad Javeriana (2015) para referirse a aquellas situaciones azarosas que se presentan independientemente del accionar de los sujetos. 10 Por sujeto sintomático se hace referencia a la persona que portan algún tipo de “síntoma” o diagnóstico. De acuerdo con lo señalado por la OMS (2009) los trastornos mentales se encuentran dentro de las principales causas de discapacidad crónica a nivel mundial. Una de las poblaciones más afectadas de acuerdo con la organización ya citada son las mujeres de todas las edades con diagnósticos de depresión. En el caso concreto de Colombia el Ministerio de protección social (2003) reitera que efectivamente son las mujeres la población más diagnosticadas con algún trastorno del estado de ánimo (17,5% de prevalencia) y de ansiedad (21,8% de prevalencia): solo en los trastornos por uso de sustancias se encuentra una prevalencia mayor en los hombres. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 9 contexto particular de nuevas perspectivas y alternativas, cuya función consiste en acompañar a los consultantes a ejercer su libertad con responsabilidad, libertad que como se vio en algunos momentos genera dilemas en la autonomía de las mujeres, surge la siguiente pregunta orientadora del presente trabajo de investigación-intervención: ¿Cómo promover en procesos psicoterapéuticos la autonomía de mujeres en situaciones de crisis co evolutivas en el contexto de sus relaciones familiares significativas? Aproximaciones conceptuales Son dos las aproximaciones epistemológicas que se tendrán en cuenta para la formulación, elaboración y desarrollo de la investigación-intervención propuesta, a saber, el construccionismo social y el paradigma sistémico, que serán desarrollados a continuación. Entender a los sujetos como seres sociales que necesitan de la constante interacción con el otro para la construcción continua y cambiante que realizan de sí mismos y del mundo en el que se circunscriben -resaltando la importancia del lenguaje en estos procesos-, implica partir y tomar como referencia algunos planteamientos epistemológicos del construccionismo social. El construccionismo surge como una postura crítica dentro de la psicología social, en medio de la ruptura con la concepción neopositivista de ciencia (periodo moderno), donde se cuestionaron los fundamentos en los que se había basado el conocimiento científico hasta entonces11. De acuerdo con Kenneth Gergen (1996), uno de los principales representantes de esta corriente, el socio-construccionismo debe ser visto como un medio para generar nuevas maneras 11 Dichos fundamentos, circunscritos principalmente en la corriente positivista son: el carácter de objetividad, causalidad lineal, sujeto pasivo, lenguaje como representación del mundo y del carácter ahistórico del conocimiento científico. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 10 de conocimiento sobre las formas en que los individuos históricamente situados, interpretan la realidad, se relacionan entre sí y construyen el mundo en el que viven. Si bien son varias las premisas bajo las cuales se desarrolla, a continuación se mencionarán dos aspectos por considerarlos relevantes para la comprensión de las dinámicas relacionales de los sistemas principalmente familiares dado que fueron los que se tomaron como referencia para los procesos psicoterapéuticos. El primero de ellos, de acuerdo con Gergen (1996), es: “los términos y formas mediante los cuales obtenemos la comprensión del mundo y de nosotros mismos son artefactos sociales, productos de intercambios histórica y culturalmente situados entre las personas” (p.162). Así, las descripciones o explicaciones que se realizan a través de la palabra no están dadas por las características intrínsecas de un mundo externo, ni por las particularidades de cada individuo, sino que son el producto de relaciones. De esta forma, lograr la inteligibilidad dentro de un grupo es participar en un patrón reiterativo de relación. En otras palabras, la racionalidad que caracteriza a los seres humanos no se puede observar de manera aislada, sino como una construcción realizada socialmente, cuya característica principal es la interdependencia que existe entre los sujetos. El segundo aspecto a señalar es el papel del lenguaje cuyos significados se derivan del modo en el que se inscriben dentro de patrones de relación. En el construccionismo las muestras de lenguaje son unidades dentro de patrones mayores de relación. Como lo señala Gergen (1996) “[el lenguaje] no es representativo de otros dominios- referentes o impulsos interioressino resultados de modos específicos de vida, de rituales de intercambio, de relaciones de control y dominación” (p. 168). Adicional a ello, el lenguaje cumple un papel fundamental en la noción que los sujetos tienen de sí mismos. Siguiendo los planteamientos de Taylor: Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 11 No existe una realidad subyacente, un yo profundo y personal, susceptible de ser descrito de diversas maneras recurriendo a distintos vocabularios y a distintas expresiones lingüísticas, sino que el propio vocabulario que utilizo para describirme a mí mismo y las expresiones lingüísticas a las que recurro para hacerlo, son constituyentes y constitutivas de mi forma de ser; no explicitan o dan cuenta de mi forma de ser sino que las conforman (Taylor en Ibáñez, 2006, p. 40). En esta medida, el yo de cada sujeto no puede ser independiente de cómo es experimentado cuando se interpreta lingüísticamente, sino que resulta de dicha interpretación, así, la forma de hablar de sí mismo es parte constitutiva de lo que se es. Al igual que el construccionismo social anteriormente expuesto, el paradigma sistémico se presenta como un camino alternativo en el abordaje y acceso al conocimiento. En otras palabras, se concibe como una forma complementaria –frente a la “ciencia dominante”- de comprender fenómenos asociados a la experiencia vital. Las corrientes epistemológicas predominantes durante el periodo moderno tenían un interés particular por identificar la naturaleza última de las cosas, por develar la esencia y composición de los objetos observados. Se desarrollaba de esta manera un proceso de observación, descripción y clasificación de partes del objeto estudiado, lo que finalmente conduce la separación de las mismas. Contrario a esto, los postulados sistémicos señalan que la comprensión del mundo debería ir más allá del entendimiento de sus partes 12 , se plantea la necesidad de comprender aquello que se encuentra entre las partes, identificando qué aspectos las unen o permite que se relacionen unos objetos con otros. En palabras de Garciandía (2011) el paradigma sistémico consiste en identificar “cómo un objeto que estudiamos aisladamente se 12 Con lo anterior no se desconoce o deslegitima las posturas planteadas por corrientes epistemológicas como el empirismo o positivismo. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 12 conecta y se relaciona con otros objetos y su contexto (…) así, en lugar de distinguir lo que se hace es identificar; en lugar de separar o fusionar se busca conectar.”. (Garciandía, 2011. P. 19) De acuerdo con la visión de von Foester son tres los aspectos característicos de la sistémica: la cibernética, la hermenéutica, y el constructivismo13. Aunque Garciandía coincide con von Foester en los aspectos anteriormente mencionados, plantea la necesidad de incluir el pensamiento complejo14, como la cuarta característica a tener en cuenta. En el presente trabajo de investigación este último aspecto se incluye pero de manera transversal a los demás. La cibernética en tanto proceso circular15 que sobrepasa la causalidad lineal permite ir más allá de los límites de la materia (sin desconocerlos) para centrarse en la manera como los fenómenos, acontecimientos o cosas, se conectan. Su aplicación en el contexto terapéutico que aquí se desarrolla tiene dos grandes implicaciones: por un lado, preguntarse por el cómo y el qué de las crisis vitales personales y familiares, es decir, en cómo éstas en tanto proceso, van teniendo ciertas implicaciones en la organización o funcionamiento de los sistemas, más allá de cuestionarse sobre su origen o porqué. Por otro lado –pasando a la cibernética de segundo orden-, el papel activo del observador/terapeuta/investigador en el fenómeno estudiado. El terapeuta/investigador al conformar un nuevo sistema en el contexto del proceso terapéutico, debe incluir sus acciones como aspectos centrales en el desarrollo del circuito causal. Lo anterior se puede reafirmar con lo señalado por Pakman (en Heinz von Foester, 1991). 13 se refiere a la posibilidad de conocer el mundo a partir de la experiencia obtenida a través de los sentidos. Esto solo es posible gracias a la estructura biológica de cada ser vivo. En otras palabras, se plantea que la “realidad” es todo cuanto los sentidos puedan percibir, la “realidad” se construye en la continua interacción en el mundo 14 De acuerdo con Morín éste debe entenderse como un método de pensamiento, en el cual priman las comprensiones relacionales de los fenómenos, es decir, la visión del universo conectado. 15 Además de proceso, la circularidad también incluye conceptos de contextos y pluralidad en la mirada de los fenómenos. Este último concepto, evidencia, por ejemplo, la multiplicidad de posibilidades a la hora de intervenir en contextos terapéuticos, evidenciando cada una de éstas como una oportunidad de cambio. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 13 El terapeuta no es más alguien que describe el sistema “tal cual es” desde fuera, sino alguien que “co-construye al sistema del que él es también participante”, y más aún, el terapeuta mismo emerge como tal a través de esa participación y del tipo de instrumentos conceptuales que usa, genera, co-genera en dicha participación (P. 26). Así, más allá de ver las crisis vitales en sistemas familiares como algo externo que debe ser descrito, desde esta perspectiva se plantea la manera como el observador, en su doble calidad de investigador y terapeuta, al interactuar con la familia que solicitó orientación, constituye un nuevo sistema en el marco del proceso terapéutico, en el que por supuesto tiene un papel activo y en el que es transformado a la vez que es agente transformador. Continuando en el marco de la cibernética, un concepto que tiene especial importancia en el presente documento es el de ecología. Éste hace referencia a los procesos de interacción que se presentan en una comunidad, con acciones combinadas entre múltiples partes que desencadenan un comportamiento coherente, integrado y armonioso, orientado a satisfacer las necesidades del todo sobre las partes. De acuerdo con Garciandía (2011) desde la mirada ecológica “todos [los sistemas vivientes] comparten que son totalidades integradas de cuyas interacciones, mutua dependencia y recíproca necesidad emergen sus características esenciales” (p. 68). En sistemas vivos socialmente organizados como la familia, se observa entonces la conexión e interdependencia entre sus miembros, que actúan o se desenvuelven en función del contexto -como parte constitutiva y constituyente de la red en la que se inscriben- permitiendo que la familia se conserve en tanto sistema. En este orden de ideas el concepto ecológico incluye el carácter holístico, sistémico y complejo. La mirada holística permitiría ver a la familia como un todo funcional que conserva una interdependencia entre sus miembros; la sistémica propendería por identificar las relaciones entre los miembros de la familia así como la relación Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 14 de éstos con otros sistemas; mientras que la perspectiva compleja incluiría la manera como la familia se sumerge en su contexto natural y social, es decir, cómo se constituyó, en qué circunstancias, como influye su funcionamiento en el contexto y en la sociedad en general. Con respecto a la hermenéutica, su la relación directa con el lenguaje se convierte en una forma de comprender el mundo e interactuar en él, es un medio para comunicarse con los otros. Desde esta perspectiva se considera que “es quien escucha y no quien habla el que determina el significado de una expresión”. (Garciandía, 2011.P.11). Sobre la crisis ecológicamente comprendida Son múltiples las disciplinas, así como los enfoques desde los cuales se ha tenido un acercamiento tanto conceptual como investigativo e interventivo al fenómeno de crisis, no obstante las nociones que aquí se tendrán en cuenta versan en el paradigma de la complejidad. Una de las aproximaciones más significativas sobre las crisis es la de Le Moigne (2010), quien plantea que si bien no hay una modelización sistémica de la crisis pues por su misma naturaleza de imprevisibilidad, junto con su característica de centrarse en el proceso mas no en el estado, existen ciertos factores que se deben tener en cuenta al momento de aprehender e interpretar las crisis, a saber, double-bind, catástrofe y bifurcación. De esta forma señala: “Si bien la crisis es la percepción de una bifurcación posible próxima e imprevisible, una de cuyas ramas al menos conduce a situaciones desconocidas, ella no es necesariamente la catástrofe”. (Le Moigne, en Elkaïm, 1998. Pág. 116) Así, además de entender la crisis como un proceso que anuncia una posible catástrofe pero que no necesariamente la genera, se comprende también que ésta depende de las representaciones que de ella elabora el sistema involucrado. Esta comprensión a la vez se encuentra sustentada en varios argumentos, sin embargo en este trabajo solo se tendrán en cuenta dos de ellos. El primero hace alusión a la temporalidad del Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 15 fenómeno. Plantea que todo sistema paralelamente desarrolla dos procesos de regulación comportamental –sincrónico y diacrónico- coordinados entre sí. Cuando alguna de estas dos regulaciones afecta a la otra y por lo tanto ya no se coordinan sino que se inhiben mutuamente, los comportamientos generados se perciben como incoherentes, declarando al sistema en crisis. El segundo argumento se encuentra en el orden de lo cognitivo, con dos niveles a la vez: uno de ellos –al que Le Moigne denomina de gusto de los piagetianos- sostiene que cuando no existe una adecuada articulación y equilibrio entre los modos de adaptación ante las exigencias del entorno (acomodación y asimilación) y por ende se cuenta con modelos desequilibrados en relación con el ambiente, el sistema entra en crisis. El segundo al que el autor señala como de gusto de los batesonianos hace referencia a las múltiples lógicas que pueden estar presentes. De acuerdo con Le Moigne: (…) tal vez no se trata solamente de un conflicto entre los órdenes comportamentales suscitados por dos niveles de una misma racionalidad, sino de un conflicto entre racionalidades diferentes que el sistema no percibe como tales: una astucia está en general magníficamente razonada, pero el razonamiento se funda en otra racionalidad distinta de la que cauciona la buena moralidad de la lógica clásica (Le Moigne en Elkaïm, 1998. P.118). Ahora bien, yendo de la noción abstracta de crisis a sistemas concretos, se encuentran las aproximaciones que se han hecho sobre ésta a nivel individual y familiar. De acuerdo con González (2010), las crisis se pueden presentar en los periodos de transición –tanto de la familia como del individuo- de un ciclo vital a otro por todas las transformaciones que éstas implican en la organización de los mismos. A esto lo llama crisis evolutiva. Siguiendo con los planteamientos de González (2010): Cuando cada uno de los miembros de la familia tiene bien definidas sus funciones y los roles correspondientes al ciclo vital cronológico, va creándose una estructura familiar organizada que Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 16 le permite tener un desarrollo en su identidad familiar y en la individualidad personal de sus componentes. Ahora bien, si en el esfuerzo de reorganización familiar la propia estructura familiar, por su falta de flexibilidad, no lo permite, aparecen entonces las disfunciones familiares. (González, 2000. Pág. 281). Además de las transiciones normativas, se presentan también las crisis producto de accidentes generando un mayor costo a la salud. La autora señala que las crisis generadas por factores accidentales tienen un mayor impacto tanto en las personas como en las familias, no obstante, no conduce necesariamente a la catástrofe. El camino que tome la crisis dependerá entonces de la significación que el sistema familiar da al evento. De cualquier forma se presentará también con un papel transformador. Crisis, familia y ciclo vital Las teorías de ciclo vital atribuyen una relación significativa entre las transiciones vitales y las crisis (bien sea de los individuos o de las familias16). Entre estas posturas se encuentran los señalamientos de Beyebach y Rodríguez (1995). Desde esta perspectiva, todas las familias, independientemente de su estructura y como parte de un proceso “natural”, se ven enfrentadas a diversos cambios a lo largo de su historia. Esto supone la existencia de ciertas fases 17, en cuyos periodos de transición o cambios de una fase a otra surge o se presenta lo que se podría denominar como crisis. De acuerdo con Beyebach y Rodríguez (1995), existen tres niveles desde los cuales se puede entender esta relación. El primero de ellos es considerado la posición dura, caracterizado por 16 El ciclo vital de la familia hace referencia al proceso histórico del sistema y no a la yuxtaposición de los ciclo vitales de los individuos que hacen parte del mismo 17 Es preciso señalar que si bien todas las familias cuentan con fases durante su desarrollo vital, éstas tienen sus particularidades de acuerdo a las características de cada sistema. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 17 establecer una relación causal entre ciclo evolutivo-crisis, es decir, por plantear o bien que la complicación de la familia para avanzar en el ciclo vital causa la patología 18 , o bien por establecer que todo problema clínico en terapia familiar presenta el atasco evolutivo. En ambos casos se presenta a la vez una relación circular donde tanto los unos como los otros causan y mantienen la situación problemática. Una de las posturas más clásicas dentro de esta perspectiva es la de Haley y Pittman: Pittman (1900) apunta en la misma dirección al señalar que las crisis del desarrollo exigen que la familia modifique su estructura para adaptarse a ella. En su opinión, los problemas surgen cuando parte de la familia (o toda la familia) trata de evitar la crisis en vez de adaptarse a ella como cuando parte de la familia trata de apresurar la crisis. En cualquier caso, esta respuesta inadecuada ante la tensión evolutiva se debe a que existe alguna inflexibilidad estructural previa (Beyebach y Rodríguez (1995), pág., 69). En el segundo nivel se encuentra la posición intermedia, “según la cual los momentos de transición de una etapa a otra pueden eventualmente constituir verdaderas crisis evolutivas, eventos estresantes que unidos a otros factores de tensión precipiten algún tipo de problema relacional o individual” (Beyebach y Rodríguez, 1995. Pág. 73). A diferencia del nivel anterior, desde esta perspectiva no hay una relación directa entre la transición de los ciclos de vida y la aparición de “problemas clínicos” o de “crisis”. Continuando con lo planteado por los autores, “la disrupción que la transición pueda causar estaría desde esta óptica mediada por otras variables 19 individuales y relacionales, además del conflicto previo” (Beyebach y Rodríguez (1995), pág., 73). La “patología” y “el problema” se consideran, desde ésta perspectiva, como la crisis. Algunas de las variables de acuerdo con Worthington (1987) son: modificación de roles familiares, cambios de equilibrio entre intimidad-distancia, magnitud de cambios percibidos, entre otros. 18 19 Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 18 Finalmente, en el tercer nivel, se encuentra la posición suave. De acuerdo con los autores en esta: El ciclo vital familiar constituye uno de los contextos dentro de los cuales se desenvuelven los sistemas humanos y, por tanto, un contexto dentro del cual se generan y mantienen –entre otras cosas- los problemas. Es decir, el ciclo vital no causa ni precipita los problemas, pero interactúa con ellos. (Beyebach y Rodríguez (1995), pág., 73). En este punto es pertinente aclarar que aunque es bastante frecuente encontrar explicaciones sobre las crisis en los sistemas individual y familiar, asociadas, principal y casi que únicamente, a los cambios propios del ciclo vital como lo plantea González (2010), el presente trabajo sugiere el entramado de múltiples factores –en donde por supuesto se incluiría el ciclo vital en tanto factor y contexto- cuya interacción en un tiempo-espacio determinado posibilitan la emergencia de la crisis. Los señalamientos de Beyebach y Rodríguez (1995) -con respecto a la comprensión del ciclo vital como uno de los factores que interviene en la configuración de la crisis, mas no como un determinante-, en el segundo y tercer nivel, así como los planteamientos de Hernández (2009) se acercan bastante a lo que aquí se está planteando. En sus planteamientos, Hernández (2009) hace alusión a la presencia de múltiples factores que pueden posibilitar la emergencia de crisis en un sistema familiar. De forma concreta, rotula la crisis como la pérdida de equilibrio que sufre un sistema, bien sea por estresores o por tensiones, ante lo cual no contaba o no pudo construir los recursos suficientes para afrontarlo. En palabras de Hernández (2009): La familia, como todos los sistemas sociales, intenta mantener un funcionamiento balanceado usando sus capacidades para enfrentar sus demandas o exigencias (estresores o tensiones), conforme a los significados que la familia le atribuye a dichas demandas y capacidades. Estos Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 19 tres factores interjuegan para lograr un funcionamiento balanceado, el cual se conceptualiza en términos del ajuste y la adaptación familiar (…) La crisis o estado de desequilibrio surge cuando la naturaleza o el número de demandas exceden las capacidades existentes (Hernández, 2009. Pp. 49 – 50). Ahora bien, es preciso establecer la diferencia que existe entre estresores y tensiones. Los primeros se caracterizan por presentarse en un momento específico de la vida generando cambios en el sistema social familiar. Estos estresores a la vez se dividen en dos: por un lado, aquello que son normativos, es decir como resultado del desarrollo propio del ciclo vital tanto de los sujetos como del sistema; por otro lado, no-normativos, que ocurren inesperadamente. Por su parte la tensión se presenta de forma más permanente en la familia, y se establece como la presión existente cuando hay una necesidad o deseo de cambiar algo. Si bien existen claras diferencias entre los conceptos, éstos no son excluyentes entre sí, se pueden presentar de forma paralela potencializando de esta manera la aparición de la crisis. Es necesario aclarar con esto, tal como lo plantea Hernández (2009) que un único factor estresor o tensionante no desencadena la crisis, por el contrario ésta emerge en la conexión de múltiples situaciones. Aunque los autores anteriormente mencionados se aproximen a la crisis desde diferentes perspectivas, tanto Le Moigne como Hernández coinciden en plantearla como una situación o evento en el que el equilibrio del sistema, cualquiera que este fuere, se rompe. De esta forma la crisis es entendida en este proyecto como un periodo de “desequilibrio” tanto del sujeto como del sistema en el que se inscribe, pero donde necesariamente se va a presentar una transformación. Clavijo (2002) ayuda a resaltar esta afirmación al considerar que dentro de las múltiples formas en que se puede considerar una crisis se destacan dos principalmente: por un lado, como algo desfavorable que genera un desbalance en el sujeto o sistema que la experimenta; por otro Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 20 lado, como una gran oportunidad de cambio que se le presenta a un sistema dado. En palabras de Clavijo (2002), “De ahí que sea precisamente en los momentos críticos cuando las personas están en condiciones más propicias para experimentar la necesidad de cambio y aceptar la conveniencia de procurar lograrlos” (p.65) Crisis y cambio De esta forma el contexto terapéutico se presenta como un escenario posibilitador de dichas transformaciones, si y solo si, tiene en cuenta los recursos del sistema para superar la crisis. De acuerdo con González (2010) dentro de los recursos presentes en la familia se encuentran la cohesión y flexibilidad, que a la vez están relacionados con la adaptabilidad de la familia ante los cambios del entorno y finalmente el apoyo social. Teniendo en cuenta esto se planteó que el proceso terapéutico debe ir orientado entonces al reconocimiento de los recursos protectores de la familia que les permitan adaptarse y recuperar el equilibrio familiar que se alteró o puso en riesgo. En este sentido es igualmente importante retomar los planteamientos de Hernández con respecto a los recursos o capacidades que tienen las personas para enfrentar constantemente las situaciones adversas, situaciones en las que por supuesto se pueden presentar las crisis. Según Hernández (2009): Una capacidad es una potencialidad que la familia tiene disponible para afrontar las demandas. Habría dos grandes tipos de capacidades: recursos o lo que la familia tiene, y estrategias de afrontamiento o lo que la familia hace. (Hernández, 2009. Pág. 54) Existen a la vez diferentes tipos de recursos: los personales, son todos aquellos recursos con los que cuenta el sujeto; familiares, pueden estar dados principalmente por el nivel de cohesión que tenga un sistema familiar, es decir, por el vínculo de unión construido y mantenido Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 21 entre los miembros del sistema; finalmente el recurso de la comunidad, de donde se pueda obtener ayuda para responder a las distintas demandas. Ahora bien, desde los planteamientos de la presente investigación- intervención, éstos recursos no son factores aislados, cada uno con un papel específico en el afrontamiento de las crisis, sino que por el contrario es a partir de la interconexión entre estos elementos que la crisis puede posibilitar o no un camino de cambio positivo. En otras palabras, no depende solo del sujeto o de la familia o de la comunidad salir adelante, sino de todos ellos juntos. Otro autor que apoya lo anterior es Gino Cavani (2010), dentro de los diversos aspectos que menciona el autor se destacan dos por su relevancia en la presente investigaciónintervención: el primero de ellos es la manera como se inscribe a la familia –como sistema- en la comprensión de la crisis. Si bien en las investigaciones mencionadas anteriormente se establece la clara relación “crisis-familia”, el autor va más allá de comprenderla como el contexto o escenario donde se presenta o evidencia las crisis, entendiéndola como un espacio posibilitador tanto en el surgimiento como afrontamiento de las mismas. En palabras de Cavini (2010): Las crisis pueden ser traumáticas y dolorosas pero dependerá de la historia previa de los miembros del sistema familiar para “dar cara” a estas situaciones. La historia previa relacional nos muestra qué recursos posee la familia para aliarnos a estos y ayudar a que se produzcan los cambios deseados. (Cavini, 2010. P. 2) Así como la historia previa de la familia puede incidir en la manera en que se “de cara” a las crisis, de la misma manera, de acuerdo con el Cavani (2010), las crisis pueden o enriquecer o empobrecer los vínculos familiares de un sistema. El debilitamiento de los vínculos familiares podría conducir a su vez problemas psicológicos de distinta gravedad. El segundo aspecto identificado, es el abordaje de las crisis desde la perspectiva sistémica. De acuerdo con Cavini (2010) para que las intervenciones sean exitosas se debe Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 22 identificar con claridad las tensiones presentes en los sistemas: “Cuando es así [la tensión se ha definido con claridad], se torna tangible y específica, y ello señala el camino hacia el cambio. Cuando la tensión no se define y se hace confusa, la crisis se extiende sin necesidad y se vuelve incontrolable” (Cavini, 2010., P. 5). Adicionalmente, en cuanto a la intervención como tal, señala cómo ante las llamadas crisis circunstanciales, producto de accidentes o situaciones inesperadas, se busca potencializar los recursos de la familia para superarlas. Un claro ejemplo de ello fue el trabajo que realizó Cavini (2010) y su equipo en la zona de catástrofe de Pisco, tras el último terremoto que se presentó y en el que muchas familias perdieron a sus seres queridos, teniendo además que salir de la zona para resguardarse. De acuerdo con lo señalado por el autor, el trabajo en la potencialización de los recursos, así como trabajar para que las personas se quedaran con lo mejor de las personas que fueron significativas en sus vidas les permitió a muchas personas superar la pérdida de sus seres queridos. Las aproximaciones que Cavini realiza a la noción de crisis desde el paradigma sistémico complejo son de suma importancia en la medida que sugieren la relación crisis-familia-vínculos (tanto en su configuración como en su tratamiento), aspecto central en la presente investigaciónintervención. Familia y ciclo vital En la presente investigación-intervención, aproximarse a la noción de familia implica considerar de manera simultánea las perspectivas estructural y evolutiva, que además de estar relacionadas entre sí, se encuentran también atravesadas por una perspectiva funcional. La perspectiva estructural hace referencia a la manera como está compuesto el sistema familiar: los límites, roles y jerarquías allí presentes. En palabras de Minuchin (2005) “es el Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 23 conjunto invisible de demandas funcionales que organizan los modos en que interactúan los miembros de una familia” (P. 86). En este punto es necesario señalar que no existe una única forma “adecuada” de organización familiar. Cada familia se organiza de tal manera que en su contexto particular puede resultar funcional para su propio sistema. Las estructuras en un sistema familiar pueden observarse o bien individualmente, es decir, cada persona del grupo, o bien por la unión de dos o más personas que comparten características como generación, sexo, intereses o función. Un ejemplo de esto último son el subsistema parental con la unión de los padres, o el subsistema fraterno que se conforma con la unión de los hijos. Ahora bien, la diferenciación entre cada uno de los subsistemas presentes en el grupo familiar solo es posible gracias a la presencia de límites. Éstos hacen referencia a las reglas que establecen quienes participan y de qué forma en cada uno de los subsistemas presentes en un grupo familiar. La importancia que los límites tienen en el presente trabajo de investigación-intervención radica en su relación con los niveles de cohesión familiar, y de éstos con la autonomía. Retomando de nuevo a Minuchin (2005) se puede decir que existe una estrecha relación entre los niveles de cohesión: desligados 20 o amalgamados 21 con la autonomía. Las familias o subsistemas aglutinados “pueden verse perjudicados en el sentido de que el exaltado sentido de pertenencia requiere un importante abandono de autonomía” por el contrario, “los miembros de subsistemas o familias desligadas pueden funcionar de forma autónoma, pero poseen un desproporcionado sentido de independencia (…) y carecen de la capacidad de la interdependencia y de requerir ayuda cuando la necesitan” (P.91). Es imperioso aclarar que la Cuando los límites son demasiados rígidos, es decir, cuando los miembros de la familia muy “independientes” se habla de desligamiento. 21 Cuando los límites son demasiado difusos se habla de amalgamiento familiar pues los miembros de la familia están sobre involucrados 20 Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 24 noción de autonomía que se toma no hace referencia a la libertad total y absoluta del individuo sobre sí mismo, sino a la gama de variaciones individuales que puede tener en un momento dado de la vida a partir de las interdependencias con los demás. El rol determina la función o funciones que una persona puede tener en una familia, está siempre a favor del sistema como tal, por ello, su naturaleza relacional y organizacional. En esta misma línea Hernández (2009) plantea que los roles y las reglas, como aspectos característicos de la familia en tanto sistema, sirven para organizar las responsabilidades y la interacción familiar, limitando la conducta de los miembros para mantener la estabilidad del grupo. Por su parte la perspectiva evolutiva considera que nociones como cambio, actividad y tiempo son condiciones necesarias para la supervivencia de los sistemas, lo que permite entender que tanto la familia, como cada uno de sus integrantes evolucionan y se reestructura conforme al curso de su ciclo vital.22 De acuerdo a las fases en la que se encuentren sus miembros, la familia debe ir transformándose y a la vez garantizando su conservación como subsistema social. En la transición de una fase a otra, algunas familias perciben el cambio como una amenaza a su sistema familiar, impidiendo el reajuste que se requiere, posibilitando la emergencia de síntomas (Hoffman, 1987). Las dos perspectivas mencionadas finalmente permiten dar cuenta de los procesos adaptativos que las familias desarrollan ante situaciones cambiantes de manera tal que mantiene la continuidad a la vez que fomenta el crecimiento psicosocial de cada uno de sus integrantes. Familia y Portador del síntoma 22 En este devenir se presentan dos procesos complementarios entre sí: morfostático, encaminado a mantener la estabilidad y el morfogenético, los cuales promueven la flexibilidad para adaptarse a los cambios a los que esta expuesto. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 25 Los seres humanos recién nacidos de cualquier comunidad son sujetos vulnerables que necesitan del otro para su desarrollo físico, emocional y social. La familia, al ser el sistema más cercano en el que se inscribe el naciente, se convierte en ese otro, en el primer y principal organismo encargado de su cuidado y progreso. La familia en tanto sistema, se caracteriza principalmente por la red de relaciones e interdependencias que existe entre sus miembros. Esto, unido al concepto que causalidad circular que adopta, explica cómo el cambio en uno de sus miembros afecta a los demás en una cadena circular de influencia. En este punto es pertinente señalar que desde la perspectiva sistémica compleja los trastornos individuales son entendidos como síntomas de una disfunción familiar (Hernández, 2009. P.29), y no como un problema originado y mantenido únicamente por el sujeto sintomático. De acuerdo con Hernández (2009): Si bien el desarrollo y comportamiento de un individuo son desadaptativos en relación con el exterior, pueden ser funcionales y adaptativos dentro del contexto familiar. Los desajustes individuales operarían entonces como un regulador de la estabilidad familiar, aunque en otro nivel aparezcan como expresión y motivo de tensión dentro del sistema (P.29) En este mismo sentido Minuchin (2005) considera que el sujeto sintomático está respondiendo a las dificultades que se producen en otros lugares del sistema, contribuyendo, al mismo tiempo y de manera significativa, a la tensión que puedan tener otros miembros del sistema. Por su parte Boscolo y Bertrando (1996) plantean que lo “patológico” o rígido en los sistemas resulta cuando estos están dotados de una escasa o nula reflexividad, con explicaciones deterministas y una concepción lineal del tiempo en la que el pasado determina el presente y Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 26 condiciona notablemente el futuro 23 . Es importante destacar que desde esta perspectiva el contexto y la red social juegan un papel de suma importancia en la construcción y significado de la realidad. Así, aunque la “patología” este localizada en un miembro del sistema familiar en concreto –en este caso son mujeres en diferentes ciclo vitales- comprender las dinámicas relacionales al interior de la familia -el primer y principal sistema de socialización y acogida de los seres humanos- es un factor fundamental en el abordaje de los procesos terapéuticos. Lo anterior concuerda con lo planteado por Rodríguez (2007) al señalar que en el marco de los contextos psicoterapéuticos los motivos de consulta, bajo la noción de síntomas o problemas, deben considerar su construcción social emergente en una dinámica de relaciones recurrentes, que vincula a todos los participantes en acciones de consenso, y “acoplamiento estructural”. De forma más específica, el diagnostico de las mujeres de los tres casos abordados durante la investigación realizada no se limitan a procesos internos de las mismas, sino que por el contrario estas personas se considerarán como las portadoras de un síntoma24 que evidencia dificultades relacionales en su grupo social más cercano y en un contexto socio-cultural específico. 23 Contrario a ello se encuentra el sistema flexible y adaptable, los cuales permiten que la informacion pueda circular libremente. 24 La aparición de un síntoma se presenta entonces como el intento del grupo familiar o bien para ajustarse a modificaciones de su estructura interna o bien por las exigencias del entorno en el que se inscribe y con quien establece una constante interacción. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 27 El sujeto en su autonomía desde la perspectiva eco sistémica compleja De acuerdo con Edgar Morin (1998) una característica inherente al sujeto –teniendo en cuenta la definición biológica 25 que propone- es la noción de autonomía, que a la vez se encuentra estrechamente relacionada –en un proceso de doble vía- con la auto-organización que todo sujeto en calidad de ser viviente realiza día a día, a partir de la constante interacción que tiene con los demás seres que lo rodean en el contexto particular en el que se encuentra. De forma más precisa, la auto-organización implica que el sistema deba trabajar constantemente para construir y reconstruir la autonomía, teniendo pérdida de energía. Ante esta situación el sujeto debe recurrir al exterior y extraer de allí la energía que necesita para mantener su calidad de ser autónomo. La dependencia del sujeto con el exterior, siguiendo con Morin (1998), no solo se encuentra en términos energéticos, sino también informativos y de organización ya que, por un lado el ser vivo extrae información del mundo exterior para organizar su comportamiento; por otro, existen ciertos parámetros biológicos, sociales y culturales 26 que organizan la vida de manera colectiva. En este punto es necesario señalar que si bien la autonomía es un aspecto característico de cada sujeto, ésta no se puede estar asociada a la noción de libertad absoluta al margen de las contingencias que se puedan presentar en un ambiente dado. La noción de autonomía que se desarrolla en el presente trabajo investigativo plantea la inevitable interdependencia que el sujeto/sistema presenta con los otros, incluido, por supuesto, el contexto en el que este se inscribe. Como lo señala Morín (1996): 25 Esta definición bio-lógica va mas allá de las disciplinas biológicas actuales para centrarse en la lógica misma del ser vivo. 26 Algunos ejemplos de lo anterior es lo organización que existe a partir de la rotación de la tierra alrededor del sol; el ritmo circadino o reloj interno que registra el proceso de cambio de día y noche. Morin (1998) Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 28 “Al mismo tiempo que el sistema auto-organizador se desprende del ambiente y se distingue de él, y de allí su autonomía y su individualidad, se liga tanto más a ese ambiente al incrementar la apertura y el intercambio que acompañan a todo proceso de la complejidad: es auto-ecoorganizador (…) el sistema auto-eco-organizador tiene su individualidad misma ligada a las relaciones muy ricas, aunque dependientes, con el ambiente”. (p.57) Es así como se presenta de forma simultánea, por un lado, un cierre operacional que permite que se mantenga la unidad del sujeto y por otro, una apertura pues dicha unidad solo es posible en la eco dependencia con el entorno y, en esta interacción con autonomía hay cambio, variedad, grados de libertad, pero con límites de variación que si se exceden llevan a la destrucción de los sistemas y las ecologías. Es preciso señalar que las posiciones opuestas que aquí se exponen lejos de ser excluyentes, se entienden como complementarias en la medida que representan una condición necesaria para la subsistencia del sujeto en su medio. En palabras de Hernández (2008): En la teoría contemporánea de sistemas ya no se hace la distinción entre sistemas abiertos y cerrados como tipos opuestos, sino como una relación de gradación, pues mediante los límites, los sistemas pueden abrirse o cerrarse, en la medida que separan y conectan las interdependencias internas de las interdependencias entre sistema y entorno (P.63). Así, de la misma forma que el sujeto depende del entorno en el que se inscribe, el entorno, con todo lo que ello implica (los demás sistemas), depende del sujeto. En el caso de los sistemas familiares esto se observa de manera clara, pues la interdependencia del ser humano naciente con su familia es indiscutible: así como el niño o niña que vive en el seno de una familia se concibe como un ser activo que debe adaptarse tanto al sistema familiar como al sistema social en el que se inscribe, de la misma manera la familia debe acomodarse para satisfacer las diversas necesidades del niño(a). Y es precisamente en este proceso de adaptación Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 29 que se delimitará áreas de autonomía. De esta forma, si bien es innegable el juego de interdependencias que se presenta entre los sistemas entre sí, así como los sistemas y el entorno, no existirá según Hernández (2010), cualquier forma de dependencia totalizante ni para los sistemas, ni para el entorno. En esta misma línea se puede entender que no existen sistemas sociales totalmente controlados, pues los sujetos que allí se encuentran cuentan con cierto grado de libertad que pueden utilizar estratégicamente en su interacción con los demás. Siguiendo con Hernández (2008): Aún en las situaciones más extremas, el hombre guarda un mínimo de libertad; sigue siendo un hombre autónomo que se adapta e inventa en función de las circunstancias y de los movimientos de los demás (p.64) El carácter activo del sujeto -en la construcción que realizan de sí mismos y del mundo en el que se encuentran- es lo que le permite tener ese grado de libertad, no obstante, esta libertad y racionalidad son limitadas. La libertad es entonces una emergencia y la autonomía una construcción incesante de los individuos a partir de innumerables dependencias; necesitamos ser nutridos y amados por los padres o cuidadores, aprender a hablar a escribir, ir a la escuela y asimilar una cultura cada vez más diversificada para tener autonomía. Por lo tanto la autonomía debe ser concebida en complementariedad con la dependencia y en esa medida es solo comprensible en el terreno vincular. (Hernández, 2010. P19). Una postura similar a la mencionada anteriormente y que reafirma lo aquí planteado es la de Delgado (1969 en Minuchin 2005) en la que señala: “no podemos ser libres en relación con los padres, maestros y sociedad (…) puesto que ellos constituyen las fuentes extra cerebrales de nuestras mentes” (Pp. 26-27). La autonomía es una construcción continua que el sujeto realiza a Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 30 lo largo de su vida y no está dada en la libertad absoluta que éste pudiera tener como si fuera un ser aislado e independiente del contexto en el que se inscribe, sino como parte de la interacción constante que como ser social realiza con los demás sistemas en el que se evidencian ciertos grados de libertad de acuerdo a la circunstancias y contextos en los que se inscribe. Según Merman, 1995 en Hernández (2010): La autonomía es la capacidad de un sistema complejo para organizar por sí mismo sus propios comportamientos, para autodeterminarse, construir, organizar y administrar sus propios recursos, y sobre todo para intercambiar signos de reconocimiento de esta autodeterminación en los contextos vitales que habita y que contribuye a crear. (Miermont, 1995. En Hernández, p. 16 2010) Teniendo en cuenta lo anterior se puede decir que es precisamente ante las situaciones extremas que aquí se denominan crisis –en la que el sujeto se topa con una ruptura en su continuidad- que la autonomía cobra un papel fundamental en el presente trabajo de investigación-intervención. De forma más precisa, la autonomía, en tanto la capacidad que todo ser humano tiene para organizar por sí mismo sus propios comportamientos en relación con los contextos vitales que habita y que contribuye a crear, se presenta como un recurso que la psicoterapia puede emplear frente a las crisis vitales que atraviesan los sistemas consultantes por la capacidad de reinvención y adaptación a las nuevas condiciones que el contexto plantea siendo por lo general situaciones desbordantes que proporcionan tensiones de diverso ordenpromoviendo de esta forma la ampliación de bienestar. Autonomía y self Ahora bien, la forma en la que en el contexto terapéutico se puede dar cuenta o se puede evidenciar la autonomía de los sujetos es mediante sus narraciones; la manera como se narran a Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 31 sí mismo en relación a los otros y al mundo en el que se inscriben, es decir, de manera contextual, procesual y relacional. En otras palabras, la forma en que van dando cuenta de su self. Para entender la manera en que se va a comprender el Self en el presente trabajo investigativo es relevante hacer algunas precisiones. Según Gergen (1992), el self ha tenido diversas transformaciones en su concepción con el trascurrir del tiempo, especialmente con la transición que hubo entre el periodo moderno y el posmoderno en la ciencia. Durante el siglo XIX se tenía una visión romántica del self, donde se le atribuía a cada sujeto rasgos de la personalidad. Esta concepción cambio un poco con el paso a la era moderna, pues al self se le otorgaba una capacidad de raciocinio, haciendo que las acciones realizadas por los sujetos fueran en gran medida previsibles y estables. Esta concepción sobre el self poco a poco se fue transformando con el paso de la modernidad a la posmodernidad. Dada la importancia que el lenguaje adquirió en el periodo de la posmodernidad, “el self puede convertirse en una serie de manifestaciones relacionales, y estas relaciones ocuparían el lugar que, en los últimos siglos de historia occidental, tuvo el self individual. (Gergen, 1992) Retomando los planteamientos de Gollishian y Anderson (2002) las transformaciones del self de un periodo moderno a uno posmoderno, radica en gran medida en la manera como epistemológicamente se ha discutido sobre el sí mismo, pasando de esta forma del cuestionamiento acerca de un qué, a la reflexión sobre un proceso, donde el self no se presenta como parte de datos científicos observables y medibles. Desde la perspectiva posmoderna el self comienza a considerarse como la construcción de la noción que cada sujeto tiene de sí –evidenciando de esta forma sus grados de libertad en un Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 32 momento dado- a partir de las pautas relacionales que establecen con las demás personas y las actividades o acciones que realizan en un contexto determinado. Siguiendo con la perspectiva posmoderna, se pueden encontrar también los planteamientos de Goolishian y Anderson (2002), quienes plantean la noción de self como narrador a partir de un proceso humano de producción de significado por medio de la acción del lenguaje. En esta medida, el self fue tomado no solo como una construcción social, es decir, como una producción a través de las interacciones sociales, sino también una construcción a partir del lenguaje y los discursos narrativos que cada uno establezca con el otro. De esta forma, de acuerdo con Rubio (2011) se hace explicito el carácter dinámico del self pues, este no es algo dado o definitivo, sino en constante desarrollo, que también toma en consideración la situación socio-histórica en la que se encuentren las personas. Psicoterapia sistémicamente orientada De acuerdo con Rodríguez (2007), cuando una persona busca ayuda psicológica, por lo general tiene expresiones de sufrimiento y malestar que pueden cristalizarse en estructuras de relaciones y narraciones ordenando su mundo subjetivo y relacional. Teniendo en cuenta esto, así como lo señalado por Watzlawick (1980) al plantear que el principal encargo de la psicoterapia es el cambio, se puede decir que el trabajo terapéutico sistémicamente orientado es considerado como una manera de hacer emerger condiciones de cambio relacional, que movilizan nuevas narraciones en las personas dando continuidad y dinamismo en su vida. Considerando esto y en concordancia con lo señalado en el apartado anterior sobre el construccionismo social, donde el lenguaje cumple un papel central en la noción que las personas tiene de sí mismas y del mundo en el que se inscriben, construyendo realidades que Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 33 emergen en relatos, lenguaje verbal y no verbal27; y el constructivismo, el cual señala que “la realidad objetiva desaparece como concepto organizador” (Anderson, 1997. P.11) trascendiendo como lo plantea Maturana (1992) de una objetividad en la que los problemas humanos se observan, miden y cuantifican, a una “objetividad en paréntesis” en la que los dilemas son contextuales y co-construidos con las personas con las que se interactúa 28 -, los contextos de ayuda desarrollados se llevan a cabo a través de procesos conversacionales que delimitan y construyen posibilidades de acción conforme se va conversando. En este sentido los relatos, según señala Estupiñan (2006), son un elemento importante para la intervención, pues la narración de experiencias y especialmente el acto de narrarse y ser narrado, constituye un proceso constructivo de órdenes de sentido de la vida, que permite denominar la forma en que se configura un sistema, generando al tiempo trayectorias narrativas y conversacionales en un contexto social, histórico, relacional y ecológico. Retomando lo planteado por Anderson (1997): “nuestras historias forman, informan y re-forman las fuentes de nuestro conocimiento, nuestra percepción de la realidad” (P.11). Se presenta de esta manera un proceso reflexivo, de ida y vuelta, que construye y de manera simultánea permite comprender las experiencias. En este orden de ideas, el proceso conversacional cuya principal característica es la construcción de realidades a partir del lenguaje se presenta como un factor fundamental en un fenómeno como la crisis, cuyo carácter catastrófico depende de la connotación que la persona y el sistema familiar haga de su experiencia. 27 De esta forma es posible conformar nuevas historias y comprensiones con los diferentes consultantes. Desde la perspectiva constructivista se busca co-construir y posibilitar el desarrollo de oportunidades y nuevas formas de interacción, que mas allá de dar soluciones a los problemas, genere herramientas para comprensder de una manera diferente la crisis que se esta atravesando. 28 Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 34 En el proceso conversacional el terapeuta escucha los relatos del sistema consultante con gran respeto hacia su punto de vista, y actitud de colaboración, abriendo espacio a lo no dicho. De acuerdo con White (1993), tan solo una fracción de la “experiencia vivida” por una persona puede relatarse y expresarse en determinado momento, siendo los aspectos que quedan por fuera del relato –llamados por el autor “acontecimientos extraordinarios”- una fuente de riqueza y fertilidad en el sistema terapéutico para la construcción de nuevos relatos. Esto es posible gracias a lo que Anderson y Golishian (1996) llaman la postura “del no saber” es decir, por el interés y curiosidad que muestra el terapeuta hacia el relato del consultante, permitiendo que las comprensiones e interpretaciones en terapia no sean limitadas ni reducidas por las experiencias previas o conocimientos teóricos que tiene el terapeuta. Es conveniente aclarar en este punto que la postura del terapeuta no consiste en tener un juicio infundado, sino en reconocer los juicios o pre-juicios del terapeuta evitando así confundirlos con las descripciones que el consultante hace de su propia experiencia. Cecchin (1994), “para el terapeuta es posible una solución diferente: reflexionar sobre el papel que él juega en el co-crear una relación que evoluciona, y en sus formas para volver favorable la evolución” (P.4) Así, la perspectiva dialógica requiere que tanto consultantes como terapeutas participen activamente en la conversación, posibilitando la emergencia de un nuevo sentido, es decir, un tercer significado diferente a los que tanto terapeutas como consultantes tienen, que este orientado hacia la «di-solución» de los problemas que aquejan a los consultantes. De esta forma, como lo señala Hernández (2007) la empatía junto con la comprensión creativa generan una danza que se mueve entre la cercanía y la distancia, la escucha y la acción y la intervención y la reflexión. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 35 Ahora bien, con respecto al proceso que se desarrolla en las interacciones del sistema terapéutico conformado, es prudente señalar que éste implica reconocer dos aspectos esenciales: el primero de ellos es la influencia que inevitablemente ejerce el terapeuta sobre el consultante y viceversa. En este punto es pertinente hacer referencia al primer axioma de la comunicación – generalizable a toda relación humana- que postula que “no es posible no comunicar”. De acuerdo con Watzlawick (1980): “actividad o inactividad, palabras o silencio, tienen siempre valor de mensaje: influyen sobre los demás, quienes, a su vez, no pueden dejar de responder a tales comunicaciones y por ende, también comunican”. Esta dinámica alimenta los escenarios conversacionales que en contexto psicoterapéutico tiene efectos transformadores en el consultante y su malestar. El segundo aspecto que debe ser mencionado es la noción que se tiene del consultante y su familia como un sistema que puede desenvolverse dentro de un variado campo de competencias, respuestas, invenciones y posibilidades (Hernández, 2007). Desde esta perspectiva lo que se hace con la terapia es ayudarle al consultante a recuperar su condición de sujeto activo de su propia vida en su interacción con los otros, al margen de ser concebido como producto de las circunstancias o golpes del destino. En otras palabras, se puede decir que si bien las personas configuran escenarios dolor, también pueden construir alternativas de acción y solución hacia escenarios enriquecedores y de bienestar. Un recurso de gran utilidad que puede ser empleado dentro de los procesos psicoterapéuticos para la configuración de bienestar ante crisis vitales -como las que presentan los sistemas consultante que participaron en la presente investigación-intervención-, es la autonomía. La crisis en tanto ruptura tiende a cristalizar procesos de co-evolución en los sistemas desencadenando, por lo general, sufrimiento y malestar. Es precisamente ante esta situación que Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 36 la autonomía, por su carácter auto-organizador y dinámico, contribuye a resolver o disolver la crisis siendo esta un camino psicoterapéutico de adaptación y ampliación de bienestar. En síntesis, el proceso psicoterapéutico se presenta entonces como un contexto posibilitador de cambio relacional ampliando –por medio del lenguaje y nuevas narraciones- las posibilidades de las consultantes a partir de las múltiples y diversas interdependencias que presentan con los demás, y de éstas en relación a las circunstancias espacio-temporales en las que se encuentran a propósito de la crisis. Visto así, la psicoterapia que aquí se desarrolla actúa bajo el imperativo ético de generar un contexto donde las mujeres consultantes puedan ampliar su autonomía, limitada por los síntomas y los conflictos interpersonales que constituyen los motivos por los que solicitan ayuda psicológica. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 37 Objetivos Objetivo general Comprender la manera como los procesos psicoterapéuticos sistémicamente orientados con mujeres que consultan por ayuda psicológica, contribuyen a la ampliación de la autonomía como estrategia de cambio ante crisis vitales en sus contextos familiares significativos. Objetivos específicos 1. Reconocer la historia personal y familiar en las que se inscribe la crisis vital de la consultante así como sus recursos y estrategias para promover la autonomía. 2. Identificar los recursos y co-crear estrategias personales y familiares que facilitan la autonomía en la consultante y develarlos en el escenario terapéutico 3. Reconocer los recursos propios del contexto psicoterapéutico que fortalecen narrativas en torno a la autonomía de la consultante al igual que nuevas versiones de las crisis personales y familiares como oportunidades de cambio. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 38 Método Tipo de estudio Teniendo en cuenta que el método es una invitación a la estrategia de pensamiento (Hernández, 2008), en la que el investigador cuenta con referentes que orientan el tipo de relación que va estableciendo a lo largo de la investigación con el fenómeno y población que participa en el estudio, es preciso recordar que el presente trabajo se inscribe dentro de los enfoques constructivista y construccionista sistémico. De esta forma, la perspectiva que adopta la presente investigación sugiere por un lado, que tanto el terapeuta/investigador como el consultante/investigado tomen un papel activo en la investigación, co-creando conocimiento; por otro, que se acoja un enfoque interpretativo tratando de entender los fenómenos en función de la manera como las personas los perciben en su escenario natural. (Denzin & Lincoln, 2011). Lo anterior por supuesto implica partir de la premisa que existen múltiples realidades relativas a las vivencias de cada persona, contrario a lo establecido en enfoques epistemológicos como el positivismo en el que existe una realidad única que es dada al investigador. Diseño El presente estudio se inscribe dentro de la investigación cualitativa de tipo investigación-intervención, pues busca tener una aproximación a fenómenos de la experiencia humana a través de las narraciones, interpretaciones y significados que emergen en contextos determinados (Kazdin, 2001), a la vez que co-construye29 y posibilita escenarios de cambio en el marco de un proceso terapéutico. 29 Tanto el terapeuta como el consultante tienen un papel activo en la construcción de nuevos escenarios Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 39 Desde esta perspectiva, “investigar” e “intervenir” no son acciones distintas que se lleven a cabo de manera aislada, en la que por un lado se recolecta información y por otro se actúa en función de ésta, sino que por el contrario se comprenden como un proceso en paralelo en cuya interacción radica precisamente la totalidad. El terapeuta en su doble papel se inscribe en lo que Pakman (1999) llamaría participante en acción, quien al reflexionar sobre su práctica interactiva está retroalimentando circular y mutuamente su proceso de investigaciónintervención. De acuerdo con Pakman (1999), “La información no se recoge sino que se genera como una nueva distinción como resultado de una interacción que es, en sí misma, intervención. Intervenir es la condición de investigar” (P. 361). Es precisamente en el contexto terapéutico donde esto se produce. Teniendo en cuenta los planteamientos de Chenail (1991 en Hernández 2008), la investigación desarrollada en este estudio podría considerarse también como investigación clínica cualitativa Además de los artistas y los científicos, los clínicos trabajan también con la naturaleza subjetiva del conocimiento y aplican métodos descriptivos, interpretativos y cualitativos, (…) Pero a diferencia de los artistas y de los científicos, los clínicos están condicionados por la praxis de su trabajo: deben usar métodos que produzcan distinciones prácticas aplicables en la toma de decisiones y en la solución de problemas en la realidad inmediata de la terapia (P.37). De forma concreta, en esta investigación se utiliza el estudio de caso, que permite estudiar en profundidad cada uno de los tres casos seleccionados, brindando información significativa para la psicología con el aporte en tres ámbitos fundamentales, a saber, teoría, investigación y práctica. En palabras de Kazdin (2001) “las características ambientales y no Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 40 controladas también han hecho del estudio de caso una fuente única de información que complementa y contribuye a la teoría, investigación y práctica” (p.204) De esta forma, se estudia de manera minuciosa el relato en la narrativa de los participantes con el fin de revelar las voces que comportan oportunidad para hacer generativa la autonomía de los consultantes y los sistemas vinculares. Con respecto al procedimiento realizado, es necesario señalar que como parte del proceso de encuadre a cada una de las participantes se les dio a conocer verbalmente y por escrito las condiciones del contexto psicoterapéutico que incluían el uso de la información de cada una de las sesiones con fines académicos (bien sea de investigación o intervención), es decir, para los espacios de supervisión y la producción de un documento investigativo como el que aquí se presenta30. Luego de obtener su aprobación mediante la firma del consentimiento informado brindado por consultores, se les solicitó también su consentimiento para grabar las sesiones: esta solicitud también fue aprobada a través de un documento institucional. Los casos fueron llevados a las supervisiones indirectas de manera periódica para promover una reflexión permanente y colectiva sobre los procesos que se estaban llevando a cabo 31 . En algunas oportunidades los procesos reflexivos estuvieron acompañados de la elaboración de protocolos. Dado el número de sesiones que se realizaron en los procesos psicoterapéuticos, cada uno de los casos se divide en tres fases: iniciales, intermedias y finales. Esta división se presenta para efectos de una mejor organización y comprensión del documento. 30 Dado que uno de los casos presentados fue identificado como o objeto de estudio luego de haber dado inicio al proceso terapéutico, la solicitud de participar en el estudio se produjo durante las sesiones finales luego de un receso inter-semestral. 31 La retroalimentación era dada por el supervisor y demás colegas que integraban el equipo terapéutico. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 41 Finalmente cabe aclarar que el orden en el que se dio inicio a los procesos psicoterapéuticos no corresponde a la manera como son presentados los casos en el texto. Participantes Con el fin de dar cumplimiento a la normativa establecida por la Maestría en Psicología Clínica, en cuyo marco se adelanta esta investigación-intervención con miras a obtener el título de Maestría en psicología clínica, se convocó a consultantes quienes habían solicitado atención psicológica en los servicios de psicoterapia ofrecidos por el Centro de la Pontificia Universidad Javeriana en Consultores estudiando de esta forma tres casos. Estos corresponden a tres mujeres transitando en momentos vitales diferentes, quienes asisten a Consultores con la intención de iniciar un proceso terapéutico (a excepción de un caso, cuyo servicio fue solicitado por la familia de la consultante) a propósito de diferentes situaciones que estaban pasando en ese momento, la cual estaba relacionada con el diagnóstico, médico o psicológico que presentaban. Siguiendo el principio de confidencialidad, los nombres de las personas que participaron en el estudio fueron cambiados. 42 Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares Tabla 1: Caracterización de las consultantes Consultante Alicia Mariana Ciclo vital Mujer adulta de 43 Mujer adulta de 37 Adolescente de 16 años. Separada años. Soltera/unión años. Soltera. Hija libre mayor en la familia. Convive con Su pareja de 46 años y su hija de 23 Su madre, hermano y tío materno/Su novio Dana Sus padres y dos hermanos (una adolescente de 14 años y un niño de 19 meses). Ocupación Realizó un curso técnico en el Sena y trabajaba de forma independiente, sin embargo desde hace 2 años se dedica al hogar Profesional en administración de empresas. Desde que Estudiante bachiller. inició el proceso estaba realizando los trámites para recibir la pensión por incapacidad. Crisis Eventos tensionantes en su sistema familiar (relaciones conflictivasseparación) que configuraron la necesidad de ayuda con diagnóstico de depresión. Sufre un Accidente Cerebro Vascular (ACV), lo que impacta su desempeño en diferentes ámbitos de su vida, generando conflictos personales y familiares que involucran la sostenibilidad económica. La consultante porta diagnóstico de anorexia desde hace dos años, que inicio de manera progresiva disminuyendo los alimentos que comía conduciendo a hospitalización, lo que ha afectado las relaciones familiares. Caso 1: Alicia Motivo de consulta La consultante inicia un proceso terapéutico buscando “volver a ser la misma de antes”, pues según manifiesta “se encuentra muy triste por una situación que la “atormenta” hace dos Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 43 años y no sabe qué hacer (…) “yo era millonaria en amor, pero lo repartí a todo el mundo y no deje nada para mí”. La atención es solicitada por iniciativa personal. Diagnóstico La consultante fue diagnosticada hace aproximadamente dos años con depresión. Definición del problema Alicia vive una serie de eventos tensionantes en su sistema familiar (relaciones conflictivas con su hijos y la separación con su pareja) que configuran su necesidad de ayuda, en un espacio en el que pueda pensar en sí misma a propósito del momento vital en el que se encuentra. Número de sesiones realizadas El proceso terapéutico tuvo un total de 18 sesiones distribuidas a lo largo de 7 meses: 15 de ellas se realizaron de manera individual y las 3 restantes de manera conjunta con la hija de la consultante. Intervalo entre sesiones Durante las fases iniciales (sesiones 1 a 6) e intermedias (sesiones 7 a 13) del proceso se realizaron sesiones semanales, a excepción de dos oportunidades en las que se programaron dos sesiones a la semana. En la fase final las sesiones se realizaron con un intervalo de quince días. Estado El proceso terapéutico fue cerrado por mutuo acuerdo con la consultante ante el cumplimiento de los objetivos terapéuticos. En el sistema terapéutico se logró identificar y Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 44 reconocer los recursos de la consultante así como el desarrollo de ciertas estrategias que le permitieran actuar acorde a sus pensamientos y emociones y en función de sus requerimientos. Caso 2: Mariana y su familia Motivo de remisión: El médico tratante de la consultante sugiere atención psicológica por acompañamiento de la familia en recuperación de Accidente Cerebro Vascular - ACV-. Motivo de consulta: Mariana solicita atención psicológica, a partir de la sugerencia del médico tratante y por voluntad propia, buscando “tener un espacio en el que solo piense en ella, esperando reducir la ansiedad que le genera su situación de salud”. Definición del problema Mariana sufre un Accidente Cerebro Vascular, evento que tiene un gran impacto tanto en su salud así como en diferentes ámbitos de interacción y desempeño (familia y trabajo) al generarse cambios importantes en sus roles y disposiciones personales, lo que ha demandado cambios en estrategias personales y relacionales, impactando las relaciones familiares que se mantienen sin cambiar a pesar de la crisis (baja adaptabilidad). Número de sesiones realizadas El proceso terapéutico con la consultante se desarrolló en 28 sesiones de aproximadamente 1 hora cada una, a lo largo de un año y siete meses. De esas sesiones 20 fueron con la consultante; 4 con el hermano; 1 sesión con la madre; y 3 sesiones compartidas por la consultante y su hermano. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 45 Intervalo entre sesiones Al inicio del proceso terapéutico (de las sesiones 1 a la 10) se hicieron sesiones semanales. En la fase intermedia (sesiones 11 a 23) se realizaron sesiones cada quince días. Mientras que en la fase final (sesiones 24 a 28) se programaron sesiones cada veinte días. En algunas oportunidades las sesiones programadas no fueron cumplidas por la consultante por su estado de salud. Estado: El caso ya se encuentra cerrado por cumplimiento de los objetivos terapéuticos, siendo el cambio en la relación fraterna, una de las novedades más importantes para la adaptación personal y familiar, lo que promueve bienestar tanto para la consultante como para su familia. Caso 3: Dana y su familia Motivo de consulta Los padres de la consultante deciden iniciar un proceso terapéutico manifestando “Necesitamos ayudar, no sabemos qué hacer o cómo ayudar a nuestra hija, y a la otra niña tampoco, queremos salir adelante como equipo”. Definición del problema La disminución en las rutinas de alimentación de Danna genera vigilancia en la madre y cuando se instala, importante malestar en ambos padres quienes van ampliando sus estrategias de supervisión y acompañamiento a los síntomas de su hija mayor, incluso afectando sus rutinas laborales y domésticas, lo que impacta el vínculo con los hijos menores. Se genera así una experiencia de sobredemanda y tensión importantes en los padres quienes se sienten cuestionados en su rol de cuidadores, y de incomprensión en Danna y ello ante una escasa red de Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 46 apoyo. Sobre el tiempo se presentan signos de agotamiento en los recursos personales y familiares de Danna y sus padres, no así en los recursos personales de la segunda hija que se erige como fuente de apoyo. Número de sesiones realizadas Los espacios conversacionales con Dana y su familia duraron un año distribuidos en 20 sesiones de aproximadamente una hora cada una. A lo largo del proceso ocurrieron dos hospitalizaciones de la consultante con una duración promedio de 8 semanas. Danna participa en la primera parte del proceso y decide luego no participar en ningún sistema de ayuda. Las sesiones se desarrollaron en su mayoría con los padres y el eventual acompañamiento de la hermana. De manera específica se realizaron 1 sesión con la familia (exceptuando el hijo menor de meses); 1 sesión con la madre y las dos hijas; 3 sesiones con el padre; 5 sesiones con la madre; 3 sesiones con la hija del medio; 3 con los padres; 4 sesiones con los padres y la hija del medio. Intervalo entre sesiones. En la primera fase del proceso terapéutico se desarrollaron sesiones semanales. En las fases intermedia y final las sesiones se realizaron cada quince días. En algunas oportunidades los padres no asistían o cancelaban las citas por el estado de salud de Danna. Estado: El proceso terapéutico fue cerrado por cumplimiento de objetivos. Se fortalecieron los lazos familiares entre todos los miembros, al tiempo que se establecieron límites claramente definidos entre los miembros del sistema. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 47 Registro de la información La principal fuente de recolección de información empleada fueron las grabaciones en audio de cada una de las sesiones con sus respectivas transcripciones. Metodología de análisis de la información Como principal técnica de análisis se tomó el análisis narrativo desde dos modalidades complementarias entre sí. La primera de ellas es el análisis categorial de contenido que consiste en extraer ciertos apartados del texto y clasificarlos en las categorías previamente establecidas según corresponda. Según Lieblich (1998), los aspectos a tener en cuenta para éste tipo de análisis son los siguientes: a) Selección del subtexto, que constituye el universo de contenido que se está estudiando de acuerdo con la pregunta de investigación. b) Definición de categorías c) Clasificación del material en las categorías identificando las frases o expresiones más relevantes en cada una32. d) Conclusión de resultados. Para este último apartado se realizó una síntesis de los resultados obtenidos en cada categoría por participante; posteriormente se realizó un análisis de las categorías en general, teniendo en cuenta el conjunto de los participantes con el fin de obtener una imagen del universo de contenido sobre el fenómeno de estudio. Las categorías definidas para el análisis en la presente investigación fueron: 32 Las categorías en este estudio son entendidas como referentes para el análisis y no como componentes fijos o estáticos. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares - 48 Crisis: En esta categoría se incluyen los relatos en los que se presentan tensiones, recursos y estrategias que ilustran la manera en que el sistema familiar (tanto las mujeres consultantes como los demás miembros del grupo familiar) presentan el motivo de consulta y dan cuenta de las circunstancias de tiempo y relaciones, así como de los efectos de éste en sí mismas y en la vida familiar. - Autonomía y self : Se refiere a los relatos entorno a tensiones, recursos y estrategias que dan cuenta de los grados de libertad percibidos por la consultante para decidir, comunicar y sentir en relación consigo misma, las relaciones y circunstancias que le son significativas en relación al motivo de consulta y la crisis implicada. - Familia: roles, límites entre subsistemas, cualidades de cohesión y adaptabilidad, que promuevan el desarrollo de la autonomía de la consultante de acuerdo a sus necesidades (independencia, solidaridad). - Proceso psicoterapéutico y cambio: Recursos conversacionales, reflexivos, apreciativos individuales y relacionales en el sistema terapéutico. La segunda modalidad que se tendrá en cuenta es la holística, en la que se utilizará el relato completo de cada uno de los participantes, separándolo por secciones, pero analizándolo en relación con el resto del relato o la historia Según Lieblich (1998) esta modalidad es acorde a los estudios de casos clínicos. Con el fin de reconstruir del caso, las transcripciones se organizarán de forma secuencial, ya que es precisamente en la secuencialidad que se evidencia el proceso terapéutico que se llevó a cabo. Los aspectos a tener en cuenta en este tipo de análisis son: a) Leer varias veces el material hasta que surja un patrón que pueda ser entendido en la totalidad de la historia y en su contexto. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares b) 49 Poner la impresión global del caso prestando atención en las excepciones, contradicciones o descripciones incompletas que produzcan desarmonía en el texto. c) Decidir un foco especial o un tema que se quiera seguir en la historia. d) Usar marcadores de colores para resaltar cada tema dentro de la historia e) Seguir el tema a lo largo de la historia y anotar las conclusiones. Prestar especial atención a los momentos donde aparece un tema por primera y última vez, la transición entre los temas, el contexto de cada uno y su prominencia en el texto. Consideraciones éticas La investigación-intervención realizada cumplió en todo momento con las normas establecidas por la ley 1090 de 2006 que regula la práctica psicológica. Al inicio del proceso terapéutico se consultó con los participantes su disposición para que la información brindada durante el contexto terapéutico fuera utilizada con fines netamente académicos. De esta forma, los tres casos cuentan con el consentimiento informado como lo requiere la ley citada en su artículo quinto. De igual forma se cumplió con los requisitos de confidencialidad protegiendo la privacidad de los participantes, cambiando su nombre real en el documento público. Finalmente, dado el carácter de este estudio se dio prelación a la intervención sobre la investigación, conforme al artículo sexto de la Ley 1090 fundándose en los principios éticos y de dignidad, y sobre todo salvaguardando el bienestar y los derechos de los participantes. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 50 Capítulo 2: Alicia: “La verdad no es que no quiera vivir, es que no quiero seguir viviendo de la forma como estoy viviendo ahora” Alicia, una mujer adulta que afronta las situaciones tensionantes en su sistema familiar y los golpes del destino en un momento vital en el que reconfiguraba su autonomía al tiempo que mantenía una importante cercanía y relación de cuidado con sus hijos. Historia personal Alicia, como se llamará a la consultante en adelante, es una mujer de 43 años que busca ayuda psicológica declarando sentirse “vacía y triste la mayor parte del tiempo”. De acuerdo con lo que señala, encontrarse en esta situación la ha afectado mucho pues se aleja de la manera como la consultante se ha visto a sí misma en el transcurso de su vida: como “una mujer verraca echada para delante” que sin embargo en este momento no sabe qué hacer con lo que le está pasando. Según la historia que relata, “hace dos años tuve una crisis tenaz, me tocó vivir lo que nunca antes, una cosa tras otra”. Dentro de los acontecimiento que destaca como relevantes se encuentra el accidente que tuvo y que la “incapacitó” laboralmente; su delicado estado de salud, a lo que le siguió el enfrentamiento con su madre y hermana por una circunstancia que considera “injusta”: estando en esa situación su pareja le “levantó la mano” y la golpeó, hecho que como relata la consultante fue decisivo para “dejarlo”; no obstante lo anterior, la situación más crítica, según la historia que narra Alicia, fue el intento de suicidio que tuvo luego de enterarse que su hijo había empezado a consumir drogas y que no quería nada con ella; esto último la llevó a estar hospitalizada durante dos semanas en un medio psiquiátrico. La consultante manifiesta que estas situaciones han incrementado la depresión cuyo diagnóstico porta desde hace aproximadamente tres años. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 51 Historia familiar El sistema familiar de Alicia estaba conformado por su pareja con quien convivió en unión libre por más de 20 años y a quien aún considera “es el amor de mi vida”; y sus dos hijos, una mujer de 23 años y un joven que a la fecha tiene 18 años. De acuerdo con lo manifestado por la consultante, antes de tener a Manuel33 (como se llamará a su hijo menor en adelante) tuvo dos abortos: el primero de ellos inducido y el segundo de forma natural. Según la historia que narra la consultante la relación con su esposo era armónica pues se entendían bastante bien en casi todos los aspectos exceptuando los momentos en que debía reprender a sus hijos 34. La relación con su esposo –según lo que señala- se tornó conflictiva y distante cuando éste empezó a “tomar” frecuentemente llegando “borracho a la casa a pegarles a los hijos” y ella empezó a tener una relación amorosa paralela con quien hoy es su pareja. Según manifiesta Alicia, la relación conflictiva que tenía con el papá de sus hijos se mantuvo incluso después de la separación, siendo en varias ocasiones “amenazada de muerte” por él y hostigada por su hijo, esto conduce a que Alicia tome la decisión de interponer una demanda en contra de ambos. De acuerdo con la historia que narran tanto la consultante como su hija, con la hospitalización de Alicia, después de su intento de suicidio, la hija asume gran parte de la responsabilidad de los asuntos familiares, siendo una gran carga para ella que según afirma, posteriormente desencadena en que la hija presente tres intentos de suicidio y una hospitalización en el psiquiátrico. La consultante señala que desde que era un niño, Manuel ha sido considerado una “persona problema” presentando conductas “antisociales”. Ella ha sido la única que ha sabido manejarlo todos estos años. 34 Según menciona, en algunas oportunidades ella se tornaba “alcahueta” especialmente con su hijo menor, aspecto que incomodaba a su marido. 33 Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 52 En la actualidad la consultante vive con su pareja, un hombre un año menor que ella que se encarga del sostenimiento económico del hogar, y su hija con quien considera que tiene una relación bastante conflictiva. Configuración de la crisis Son varias las situaciones de diverso orden que se configuran como tensiones familiares: la relación conflictiva que mantiene con su madre y dos de sus hermanas, la separación de Alicia con quien fue su pareja por más de 20 años, la relación complicada y distante con su hijo menor quien está consumiendo drogas, la relación igualmente conflictiva que tiene con su hija quien porta un diagnóstico de depresión y ha tenido tres intentos de suicidio; la relación distante que tiene con su actual pareja, así como la demandas que interpuso ante su ex -esposo y su hijo por los amenazas que estaba recibiendo por parte de ellos. Dichas tensiones así como las situaciones inesperadas e igualmente indeseadas como el accidente que tuvo Alicia y que la dejo “incapacitada laboralmente”, configuran escenarios de gran malestar para Alicia y su familia Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 53 que tiende a incrementarse más ante la limitación que presentan de adaptarse a las nuevas circunstancias, teniendo en cuenta los momentos vitales en los que se encuentran. A continuación se presentan los resultados del proceso terapéutico con Alicia de acuerdo a las categorías y fases previamente establecidas. Crisis: de las tensiones familiares y los golpes del destino a la crisis vital Sesiones iniciales: 1 a 5 Al iniciar el proceso Alicia manifiesta encontrarse demasiado triste por lo que ha venido siendo su vida desde hace dos años. Según señala en uno de sus relatos: A: Y lloraba de día y de noche, y no me hallaba. Y ahí empezó como aflorar otra vez esa depresión (…) Empezó eso. Pasaba uno, dos meses y yo no podía dormir”. T: ¿En estos momentos estás durmiendo bien? A: No. Y el perder a mi mamá y a mi hermana, empezó a darme ganas de morir. Las cosas en la casa empeoraron, yo ya no podía trabajar, me tocó cerrar el taller, cerré la ferretería y todo se vino para el piso. Y sentía que el mundo ya no me importaba. Y Alberto llegó en mayo, yo tenía bronconeumonía y todavía estaba en muletas, y Alberto me levantó mano y me pegó. Y por haberme pegado, cogí la chaqueta, mi perro y a mi hijo, y le dije hasta aquí y hasta hoy llegamos, y me fui. T: Ok. En ese momento, 2013, tú tomas la decisión… A: En junio 5 del 2013. (...) Sin cien pesos en el bolsillo, en la ruina total. El relato de la consultante gira entorno a las dinámicas relacionales que generan tensiones en el sistema familiar y que a la vez conducen a que aflore lo que ella llama “depresión”, una sensación que percibe como “no me hallaba”, “empezó a darme ganas de morir” y “todo se vino para el piso”. No obstante lo anterior, durante la conversación se reconoce como una estrategia significativa en la consultante, el decidir cambiar el rumbo de la situación y actuar acorde a ello, siendo éste un aspecto significativo en su autonomía. “Alberto llegaba borracho, las peleas en mi casa eran terribles. Empecé a decir que me quería separar y fuimos trabajando como en el asunto para sacármelo del corazón, porque uno cómo deja de amar a alguien (…) Hace tres años me accidenté y me dañé esta rodilla, me cayó una moto encima. Desde ahí… no podía -dos años perdón- no podía caminar bien. En ese enero me enteré que mi hermano el de Medellín es gay, me enteré que tenía SIDA, me enteré que… llegué aquí en enero y me hicieron un examen y fue una cosa terrible, porque me enteré que tenía herpes. Para mí eso fue lo más terrible que me podía pasar en la vida y mire todo lo que ya me Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 54 había pasado, entonces cada vez que me pasaba algo era más terrible, más terrible para mí y sentía que me iba debilitando. En ese mismo año, en ese mismo… en enero me pasó lo de mi hermano, en febrero me pasó lo del accidente de la pierna y lo del herpes, y a los ocho días de accidentada (...) llegó mi mamá un día, mi hermana fue a visitarme muy dura, muy cruel, muy fría y se me hizo muy extraño”. De nuevo el relato de la consultante se desarrolla entorno a la cadena de estresores que vivió, acompañada de las dinámicas relacionales que le proporcionaron tensiones, generando un efecto en sí misma que ella llama “irse debilitando”. Sus relatos evidencian una sensación de impotencia generalizada por no saber cómo actuar frente a lo que estaba pasando y ante lo cual se percibe como estar “estancada”. La sensación de no saber cómo actuar se hace evidente con los recursos que algunas personas muy cercanas a la consultante encuentran en ella, pero que ella no logra identificar en su momento. “Porque en la casa me dicen no Alicia, usted es verraca, usted puede. Pero no encuentro como hacerlo”. Además de lo anterior, la experiencia de depresión también estuvo acompañada de emociones de culpa y frecuentes cuestionamientos que ella misma se hacía por su comportamiento, haciendo declaraciones como: “¿y si le hubiera dado otra oportunidad no hubiera sido mejor? No hubiera perdido a mi hijo”; “si yo me hubiera quedado, de pronto Manuel no hubiera cogido ese camino y Jenny no me culparía todos los días, ella todos los días solo me echa la culpa a mí”. De acuerdo con lo mencionado en varios de sus relatos, la situación que vive con su hijo es una de las tensiones más grandes que atraviesa. Según manifiesta “Verlo hundido me tiene enloquecida (llanto) (…) Ay Doctora usted no se imagina otra vez el infierno que viví”. Así, la crisis se presenta para la consultante y su familia como una gran demanda que supera su capacidad de acción, según manifiesta, “Yo sé que todo tiene consecuencias, pero es que me han parecido tan duras y ya no sé cómo soportarlas” Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 55 Cabe señalar como estrategia construida dentro de la conversación terapéutica de las sesiones 3 y 4 el hecho que Alicia recurra a las redes de apoyo con las que cuenta para reducir las tensiones circunstanciales que atravesaba, viviendo de otra forma su proceso. Haber realizado durante la conversación terapéutica de la sesión 3 preguntas lineales indagando por los gustos de la consultante al margen de las tensiones que estaba experimentando fue un recurso dentro del proceso para crear nuevos escenarios. T: Usualmente que haces en un día normal. A: Pues si esta Wilson me paro, le hago el desayuno a él y a Jenny, bueno a Jenny de vez en cuando, cuando se va vuelvo y me acuesto. A veces me paro y me baño, pero otras veces me quedo en la cama todo el día. Yo no era de esa doctora, que le gustaba quedarse todo el día en la cama, pero desde que me siento así no me dan ganas de levantarme. T: ¿Qué te gustaba hacer antes de sentirte así? A: Me gustaba echar chisme con mis amigas, salir a trotar y sacar a mis amores al parque. T: ¿Haz considerado en algún momento retomar alguna de esas cosas que tanto te gusta? A: Sabe que no lo había pensado doctora El efecto de lo conversado se observa en la sesión siguiente cuando Alicia plantea en sus relatos lo siguiente: A: Yo ayer le decía a unas amigas: ustedes que están desocupadas y yo también, por qué no salimos a trotar (…) les decía sáquenme de la casa, écheme para la calle jáleme, con un lazo, lo que quieran, pero sáquenme. Ayer estuvieron conmigo y eso me gusta porque me siento acompañada y no me da tiempo de estar triste. Se encuentra como significativo en la consultante las acciones concretas que llevó a cabo en las que involucra a sus pares más cercanos, como una estrategia a nivel relacional para “sentirse acompañada”. Sesiones intermedias: 6 a 13 En la conversación que se desarrollan durante las sesiones intermedias se identifica un cambio en las narrativas de Alicia, como se observa en el siguiente fragmento: T: ¡Te veo muy bien! Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 56 A: Si, me han dicho eso. Me dijeron Alicia va a volver a ser la de antes y yo no, mejor. Si porque me fui para otra casa, es más humilde, pero me siento mejor, me siento menos sola. Ellos me quieren mucho. Ya son de la tercera edad. Yo viví allá con Alberto y pensé que me iba a dar duro, pero dije las cosas tengo que enfrentarlas porque que hago con seguir huyendo (...) cuando estoy muy triste y me dan ganas de llorar yo salgo corriendo y la busco [hace referencia a la dueña de la casa]. T: ¿qué otras cosas además de cambiarte de casa has hecho para sentirte bien? A: Eso es lo único, pero como para empezar a dejar el pasado tomé la decisión de retirar las dos demandas, porque es que yo no duermo ni de día ni de noche por estar pensando en eso (...) yo también me equivoqué. La manera como se inicia la conversación terapéutica en esta sesión con la expresión “te veo muy bien” posibilitó que la consultante construyera relatos que evidenciaran los recursos que tienen así como las estrategias personales y relacionales que ha construido y que posibilitan un cambio favorable en Alicia. Esto fue alimentado con la pregunta “¿qué otras cosas además de cambiarte de casa has hecho para sentirte bien?”, cuya intencionalidad era evidenciar la estrategia que Alicia había aplicado en búsqueda de su bienestar, ante lo cual la consultante responde posicionándose como sujeto activo que toma decisiones frente a los asuntos que le generan malestar. Una vez más, las “decisiones” que Alicia toma en búsqueda de su bienestar son consideradas con uno de los principales recursos en su autonomía. T: ¿Cómo te sientes con eso? A: Mejor, porque es que cuando no duermo me levanto de más mal genio. Y he dormido de 4 a 8 no supe de mí y eso fue mucho. Me levante y me dijo quédese acostada y yo no, porque me siento bien. Ya no me levanto tan deprimida, me levanto de ánimo, no me duele la cabeza (...) yo sé que si no buscaba ayuda me estaba volviendo loca porque yo iba al parque todos los días y veo mucho ñeritos, echando pegante, echando marihuana y eso me estaba enloqueciendo porque veía a Manuel en esas (…) Todo lo que hable con usted, todo eso me revolvió, pero me dio más fuerza para empezar a aceptar que tengo que dejarlo. T: Mas allá de dejarlo es empezar a vivir una relación diferente con él. De una u otra forma siempre va a ser tu hijo. A: Ayer estuvo enfermo y no me llamo, eso me da más fortaleza para decir Manuel tiene que estar allá y yo tengo que estar acá. El relato de la consultante en esta sesión es un ejemplo ilustrativo de las transformaciones que se están presentando en la relación madre-hijo, siendo “el dejarlo” una estrategia que se identifica como significativa en su autonomía y la de su hijo. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 57 A partir de la novena sesión se evidencia de nuevo un cambio en la consultante, siendo percibido por ella como desfavorable. Alicia se muestra emocionalmente afectada, según explica, debido a las relaciones conflictivas que tiene con su hija y pareja. Alicia manifiesta: “eso es lo que me tiene mal doctora, los causantes de mi dolor son Jenny, Wilson y mi mamá, eso lo tengo claro (…) sobre todo Jenny, cada vez son más terribles los agarrones que tengo con ella, eso es un infierno”. Los relatos dan cuenta de una tensión que evidencia historias previas sobre dinámicas relacionales conflictivas que se presentan en el sistema familiar de la consultante. T: Te veo más triste con relación a la semana pasada A: Hoy vengo triste doctora. Imagínese lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y Wilson echado en la cama y yo le hablaba y ni me hablaba, o sea como dos extraños y es la manera como yo viví con Alberto los últimos 5 o 7 años entonces se me devuelve la película y eso es lo que yo no quiero. Si me toca eso mejor me quedo sola porque, porque sola no me da tristeza que la otra persona esté haciendo eso. T: ¿Qué diferencias encuentras entre antes y ahora? A: Que ahora por lo menos sé que puedo salir adelante y que tengo otros caminos, tengo es que fortalecerme más. Develar en la conversación la actitud que la consultante mostraba con su corporalidad, pero que no hacia explícito de manera verbal, permitió que Alicia expresara su sentir abiertamente señalando “hoy vengo triste doctora”, siendo esto una oportunidad para que la consultante identificara y reconociera los recursos y estrategias con los que ahora cuenta en relación con su historia previa. Sesiones finales: 14 a 18 En la misma línea de lo que se venía trabajando, las conversaciones que se llevaron a cabo en las sesiones finales se orientaron a promover reflexiones en las que la consultante pudiera identificar y reconocer los recursos y estrategias con los que cuenta, situándose en un lugar distinto frente a experiencias previas. Un ejemplo de lo anterior, fue la conversación Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 58 entorno a las ideas que tenía la consultante de continuar viva. A diferencia de la primera oportunidad -donde las ideas trascendieron a un intento de suicidio-, en esta ocasión el espacio promovido durante el contexto terapéutico para conversar abiertamente sobre sus ideas de quitarse la vida propiciaron distinciones de suma importancia en la consultante. En uno de sus relatos Alicia manifiesta: “la verdad no es que no quiera vivir, es que no quiero seguir viviendo de la forma como estoy viviendo ahora”. Esta declaración, se tomó como una apertura que permitió re-pensar sobre diferentes alternativas y hacer viable “un compromiso frente a la vida” que se mantuvo a lo largo del proceso. Se buscó co-crear recursos en Alicia que le permitieran construir escenarios de bienestar en su vida. De forma más específica se hizo especial énfasis en la fortaleza que la consultante identifica en sí misma en sus propios relatos, como herramientas para el cambio. T: ¿Qué es lo que más te ha gustado de esos dos libros? A: Como los ejemplos y la manera en que uno puede seguir adelante, la esperanza [Se le corta la voz] Pero como que no la pongo mucho en práctica. (Sonríe) (…) T: ¿Fortalecer qué? A: Mis creencias. ¿Y porque me pasaban cosas feas? Porque esas son como pruebas que Dios le pone a uno. Se las pone a las personas más fuertes. Eso fue lo que entendí a las más débiles no. T: ¿Crees que las personas débiles no podrían soportar las pruebas que Dios les pone? A: Como tan fuertes no, pienso que pues que si les pone a la manera de ellos, lo que ellos puedan soportar T: Entiendo que Dios puede poner pruebas a todo el mundo, pero dependiendo la fortaleza A: La fe sobre todo. T: la fe, le pone determinado tipo de pruebas a unos y otros A: Eso pensé, entendí, eso sentí T: ¿Y qué te hace sentir eso? A: mmm no se (silencio) Eso sentí por lo que decía ahí y porque como que a veces a las personas más débiles les pasa cosas más suaves y a las personas más fuertes como cosas más duras, más difíciles T: ¿Es decir que te consideras una persona fuerte? A: Si, claro. Identificar los gustos o intereses de la consultante promoviendo conversaciones terapéuticas a partir de ello, se presenta como una estrategia en el marco del contexto terapéutico que generó nuevas narraciones en la manera como Alicia se ve a sí misma. Como se Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 59 puede observar en el fragmento, la secuencia de preguntas relacionales que se realizaron develó uno de los principales recursos en la consultante, a saber, su “fortaleza” ante situaciones adversas. En concordancia con lo anterior, durante las últimas sesiones la consultante reconoce en su motivo de consulta algo pasajero, dando continuidad a su vida y sus proyectos. A: Estos dos años, sobretodo estos dos últimos años… y hablemos del último, de este último año donde he empezado a levantarme de todo lo que me ha pasado porque siento que me he empezado a levantar y yo jamás en mi vida había caído tan bajo. Jamás, jamás, jamás, nunca. En mis 43 años, espero no volver a caer en la soledad y la tristeza de una cama y de una depresión. Lo anterior, está acompañado de la manera como Alicia se reconoce a sí misma como una persona activa en la construcción de ciertos modos de vida que favorezcan su bienestar. A: Porque pues estaba en la inmunda, estaba lo más hundida que se pueda, entonces cualquier cosa que dijera me iba a hundir más. No. En este momento me va a doler, seguramente más que antes, pero tengo el valor de aceptarlo. El valor que no tenía antes. Entonces si a Jenny le satisface o le va a ser sentirse mejor el que me diga todo lo que siente… yo sí tengo el valor y la capacidad de recibirlo y de escucharlo, por primera vez Se observa como relevante en el relato de la consultante las distinciones en la temporalidad que realiza, así como los recursos que ella misma identifica como significativos frente a las tensiones que tiene con su hija. Autonomía y self Sesiones iniciales: 1-5 Las conversaciones que se desarrollaron durante las sesiones iniciales con la consultante versan sobre las diversas decisiones que Alicia ha ido tomando en relación consigo misma y sus relaciones familiares más significativas como una manera de promover su autonomía en medio de la “crisis” que estaba atravesando. En la primera sesión Alicia manifiesta: A: Y ellos [refiriéndose a sus hijos] cada día eran más y más rebeldes y más y más rebeldes. Entonces yo les dije un día estamos acá los cuatro y yo solo tengo dos manos, vamos a agarrar a dos personas y vamos a soltar una, porque yo no puedo más. Entonces les dije nos tocó soltar a su papá, porque usted es mi hijo, usted es mi hija y yo no soy capaz (…) no era fácil dejar mi Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 60 esposo y una familia y unos hijos, el confort y la comodidad y todo; no era fácil. Más sin embargo lo hice (…) Alicia fue capaz. En el relato de Alicia se identifican los recursos personales que tiene la consultante, cuando en tercera persona señala “Alicia fue capaz”, así como las estrategias que en un momento determinado desarrolló al llevar a cabo acciones concretas por tensiones relacionales ante las cuales declara de sí misma “yo no puedo más”. En esta misma línea se presenta el fragmento de una conversación que se llevó a cabo en la sesión tres35. A: Tener las demandas no me dejaba pasar la hoja (…) T: ¿cómo te sientes con esa decisión que tomas? (retirar las demandas) A: Mejor, mucho mejor (…) Con Manuel, más dolor. Yo siento que estoy perdiendo definitivamente a Manuel, que ya lo perdí, que me quedaban dos meses para poderlo ayudar, pero ya no puedo. Entonces no quiero que se llene de más rencor. (...) la vez que hablamos yo lloré toda la noche, me fui para un parque y llame a la muchacha donde vivía... T: ¿Con qué te quedaste hace 8 días? A: Con el dolor de saber que definitivamente tengo que soltar a Manuel y con la seguridad que voy a hacerlo, pero todavía me sigue doliendo mucho, pero tengo toda la intensión de hacerlo. No es solo intención es "verraquera", es valor, es fuerza, porque tengo que hacerlo por mi...Pero mire que he dormido, así sean dos o tres horas he dormido El cambio de perspectiva que se introduce en la conversación terapéutica con una pregunta en medio del relato que venía desarrollando la consultante, centrado en estresores que le generan “más dolor” –y en donde la mejoría apenas es señalada-, se orienta a promover lo que se reconoce como estrategia en la consultante y en el proceso de “pasar la página” posibilitando a la vez que Alicia lograra reconocer sus recursos exaltando cualidades como “verraquera”, “valor” y “fuerza” ante este tipo de situaciones en su rol de madre. Las connotaciones que la consultante tiene sobre sí misma fueron utilizadas en las conversaciones terapéuticas que se presentaron a lo largo del proceso. 35 Se da continuidad a lo trabajado en la sesión dos en la que los procesos reflexivos conllevan a concebir al Manuel como un ser independiente de su madre que es capaz de tomar sus propias decisiones aunque están no sean congruentes con su bienestar. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 61 A: (…) porque yo no voy a hacer todo lo que hacen las mamás con los hijos drogadictos cuando tienen problemas... T: ¿Que hacen esas mamás? A: De ir a buscarlo, evitarles una y otra vez la muerte. En los barrios en los que yo vivo es muy difícil. Porque deja el hijo, la mamá lo deja entrar, le da comida, deja que le robe las cosas, deja que se vaya y yo no voy a caer en eso. En eso si estoy clara en esas cosas. De nuevo fue posible identificar en el relato de la consultante los recursos en la manera como Alicia se ve a sí misma describiéndose como “un buen ser humano”, al mismo tiempo que se mantiene en su decisión de actuar acorde con sus pensamiento sin sobrepasar ciertos límites que ella establece a propósito del contexto social en el que se inscribe. Así, de manera progresiva, se identifica como estrategia central en la consultante el pensar en sí misma. Según manifiesta en varias oportunidades durante las primeras sesiones del proceso: “estoy empezando a pensar en mí, en mí, en mí, primero en mí (…) por primera vez en mí otra vez.”, empezando a tomar decisiones y acciones acordes a sus pensamientos. Sesiones intermedias: 6 a 13 Durante las tres primeras sesiones de la fase intermedia los relatos de Alicia dieron cuenta de sus recursos. T: ¿Qué crees que ellas ven en ti para buscar esa compañía? A: Yo no sé [risas] T: ¿Qué te imaginas que ellos piensan cuando te llaman? A: Que a pesar de que yo vivo triste, deprimida, yo soy más fuerte que muchas T: Que eres más fuerte… A: Si, claro. Porque yo lloro y me siento triste, pero yo soy muy consciente de las cosas. Ellas no, entonces yo soy la conciencia de ellas La conversación terapéutica que se desarrolló hace uso tanto de la información brindada por la consultante en sesiones anteriores, como de “lo que lleva la consultante” en ese momento a propósito de las redes de apoyo que de nuevo estaba empezando a consolidar. Preguntar sobre las características que los otros pueden identificar en ella, genera que la consultante una vez más Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 62 se reconozca a sí misma como una persona “fuerte”, ante lo cual se hace resonancia, estableciendo esta cualidad como una oportunidad en el sistema terapéutico. De la misma forma, los relatos dan cuenta de las estrategias de las que se valió, y que fueron construidas en el espacio terapéutico, desarrollando una autonomía creciente que iba de la mano con su sensación de bienestar. A: Vea doctora, aprendí a quererme, yo quise mucho a los otros, pero a mí no mucho. T: ¿Cómo te hace sentir eso? A: Mejor [risas] mejor, mejor. No le estoy diciendo que estoy recuperada, pero siento, estoy tomando conciencia, aprendí a perdonarme. Lo que usted me enseñó de la culpa, cada vez que alguien me echa la culpa por algo, yo espere, qué es la culpa y porqué me la va a echar a mí. Aprendí. (…) pero es que ahorita estoy pensando en Alicia, primero que en la prima de Alicia y la tía de Alicia. Si bien la solicitud que Alicia hace en sus relatos sobre volver a pensar en sí misma, se consolida como una estrategia empleada durante las conversaciones terapéuticas a lo largo del proceso, es preciso señalar que a la vez éstas conllevan grandes cuestionamientos y dilemas en Alicia que promueven tensiones personales y relacionales. Porque es que a veces yo no sé doctora si me estoy engañando yo o si quiero creer que yo soy valiente, que soy capaz de salir adelante o soy yo la que me estoy hundiendo ahora. No sé qué es lo que me pasa, pero no me gusta ver que me afecte tanto y que dependa tanto emocionalmente de los demás. Es por eso que he tratado, no, no he tratado, he luchado, yo no he tratado lo he hecho, pero a mí las cosas que me hacen las personas que quiero me destruyen. El relato da cuenta de un cambio con respecto a las transformaciones que se venían presentando, en el que cuestiona las estrategias que ha llevado a cabo ante su malestar. T: Este es tu espacio, puedes desahogarte si quieres A: Me la pase llorando toda la noche. (Llanto) T: Las personas fuertes también lloran… A: Parece que yo no tuviera derecho T: ¿qué te hace creer que no tiene derecho a sentir? A: (silencio) es que doctora, me canse, me mamé de eso”. De acuerdo con lo que señala, pareciera que sus grados de libertad con respecto a sentir y manifestar sus emociones en ciertos contextos relacionales fueran restringidos, ocasionándole Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 63 gran malestar. En esta medida el espacio terapéutico se presenta un escenario posibilitador en el que a través de lo que se considera como la estrategia de “desahogarse”, la consultante puede manifestar la forma como se percibe a sí misma en relación a lo que está sintiendo. Las restricciones en los grados de libertad de la consultante están dados, de acuerdo con sus relatos, por los dilemas que en algunos momentos presenta con respeto a las dinámicas relacionales que se desarrollan con sus hijos. De esta forma se comienza a observar con mayor frecuencia que los relatos de la consultante versan sobre las tensiones relacionales que presenta con su hija, y que a su vez chocan con la estrategia que se venía desarrollando con respecto a promover espacios en los que pueda pensar en sí misma. T: Lo que estoy entendiendo en este momento es que Alicia tiene una preocupación. Y la preocupación es que algún día va a faltar, de hecho todos en algún día vamos a faltar y no sabemos quién va a faltar primero, pero la preocupación de ella es que si ella no está que va a pasar con Jenny, ¿Qué crees que tendría que ver tu mamá en ti para que no se preocupe de esa forma por eso? Hija: No sé. Porque vuelvo otra vez a lo mismo, cuando mi mamá no estaba y se tuvo que ir a viajar y todo eso pues o sea yo hacia las cosa T: ¿qué crees que ella podría ver en ti? Hija: no, la verdad no sé. Que ella me lo diga (…) Pero yo creo que en la vida uno tiene que pasar por todo eso para aprender y ya. Yo estoy aprendiendo. T: ¿tú lo estás haciendo? Hija: Obvio, yo lo pensé. Yo mire para donde me iba a ir, cómo. Pensé cuanto tenía que gastar mensual. A: Y yo estoy completamente de acuerdo que se vaya Hija: Pues como ella se la pasa echándome todo el tiempo T: pero este es otro asunto. Jenny sabe y ha aprendido muchas cosas de ti, de la familia, de la vida En la conversación terapéutica que se llevó a cabo en esa oportunidad y que contaba con la participación de su hija se devela la tensión de la consultante asociada con la autonomía creciente tanto de sí misma como de su hija. Es así como se presenta un dilema para Alicia pues por un lado manifiesta encontrarse “completamente de acuerdo con que se vaya”, pero por otro lado declara sentirse “preocupada” por lo que considera va a ser la vida de su hija lejos de la casa: “si no es capaz de lavar la coca del almuerzo, que va ser de la vida de ella viviendo sola”. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 64 Sesiones finales: 14 a 18 Los relatos de Alicia durante éstas sesiones del proceso versan sobre los dilemas que la consultante enfrenta en su cotidianidad ante los frecuentes cuestionamiento que ella misma y su familia realizan al empezar a privilegiar sus sentimientos frente a los requerimientos propios de las dinámicas relacionales que ha construido (especialmente con sus hijos) así como de las exigencias contextuales en las que se encuentra inmersa. A: Claro, pero es que yo nunca me servía a mí misma ni me ayudaba, ahora todo es para mí. Si me sobra algo también para mí. (…) Y eso suena feo pero es lo único que siento en este momento. (…) Yo decía tan tonta yo, yo nunca me quise. T: ¿Cómo es para ti en este momento actuar así? ¿Cómo te sientes tú? A: Es muy duro. Es como se llama, como un choque de lo que quiero y lo que debo hacer, eso es lo que yo siento. Entonces yo quisiera pararme e ir y correr, pero me tranco y digo, pero no porque voy a volver a caer en lo mismo. Es como que estoy peleando contra una parte de mi misma ¿si me hago entender? T: ¿y ese pelearte contra una parte de ti misma qué emociones te deja? A: Me causa dolor y alegría, puede que suene confuso, pero para mí es eso porque yo quiero hacer algo y hay algo que me impulsa a hacerlo, a proteger, ayudar, a cuidar o a desvivirme por los demás, pero hay otra parte de mí que me dice: no Alicia, primero está usted, usted se queda acá y no. Entonces son emociones encontradas (…) Yo como que le explico a la Virgencita, pero seguramente me estoy dando yo misma la explicación y le digo, perdóname si me equivoque, pero es que eso fue lo que yo sentí (…) T: En este momento me estoy imaginando una balanza que de acuerdo al peso que tengan en un momento dado se puede inclinar hacia alguno de sus dos lados. A: si porque siempre me siento así. T: Tu estas como en una balanza A: si señora, así me siento. T: sin embargo además de inclinarse hacia alguno de sus lados, la balanza también puede encontrar un equilibrio... cuando los pesos son iguales para cada uno de los lados. ¿En qué momento crees que es necesario encontrar ese equilibrio y en qué momentos debes inclinarte hacia alguno de los dos lados? A: no sé… como siempre hacia lo que me tocaba. En la conversación terapéutica se aprecia un cambio en la consultante a propósito de los grados de libertad por ella percibidos a la hora de decidir conforme a sus sentimientos y emociones. En sus relatos se aprecia una distinción en la temporalidad cuando plantea un antes en el que “hacía lo que me tocaba” y un “ahora todo es para mí”. No obstante lo anterior es Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 65 preciso señalar que estos grados de libertad en los que sus acciones se fundamentan en lo que ella señala como “fue lo que sentí”, se encuentran igualmente acompañados de tensiones relacionales que ella percibe como “un choque” que le genera “dolor” y “alegría” a la vez. De esta forma, durante la conversación la terapeuta develo los distintos caminos que podía tomar ante este “choque”, invitándola a reflexionar sobre la manera en que esas emociones y sensaciones pueden ser empleadas conforme al contexto relacional y circunstancial en el que se encuentre en determinado momento, alejándose de la tendencia de la consultante de irse a los extremos. A: Y me puse a llorar en la casa y le decía a Dios perdóneme por no ir donde mi hija, pero estoy enferma, me siento cansada. T: A ver si entiendo bien. En este momento de la vida estas tomando ciertas decisiones que anteriormente no te permitías tomar, ahora estas decidiendo en qué momento hacer y en qué momentos no hacer con respecto al otro. Es decir, si el otro necesita algo te tomas tu tiempo… A: claro T: y decides si quieres, si no quieres, si lo vas a hacer o no lo vas a hacer. Siempre has tenido esas opciones A: Claro! T: Claro, pero no te las cuestionabas. En este momento ves más de una opción. Por lo que me dices, tu opción siempre había sido correr inmediatamente, ir inmediatamente a lo que el otro necesitara, lo que el otro quería. Se cayó. A: Corra y álcela. Yo no lo pensaba, era instantáneo T: Tú dices ahora: puede ir a ayudar a alzarla o puedo no ir. Por lo menos ya hay otra posibilidad diferente a lo que siempre has hecho A: Y quiero hacerlo o no quiero, porque es que yo nunca me lo preguntaba T: Anteriormente no te preguntabas y te movías por lo que debo hacer. Sin embargo hay algo que te sigue afectando. Me pregunto en que radica eso por lo que sientes malestar A: Es porque me crie y seguramente me acostumbre a que tengo que hacerlo, es como un deber, es que tengo que hacerlo y ahora ya si no quiero hacerlo pues no lo hago entonces a mí la verdad que los reproches que me hacen no me duelen tanto como los que me hago yo misma. (…) Entonces yo siempre me acostumbre a que siempre tenía, TENÍA que hacer las cosas por los demás. No solo por mí. De nuevo, el relato de Alicia versa sobre el dilema que enfrenta entre “actuar para sí o actuar para el otro” siendo el principal generador de tensiones personales y relacionales de la consultante, sin embargo, la conversación promovida por la terapeuta en esta oportunidad planteó las posibilidades de acción de la consultante como una cuestión de elección que ella Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 66 misma ejerce a partir de las condiciones relacionales y circunstanciales en las que se encuentra y no solamente como resultado de su historia previa. Así, “el ayudar al otro” en su momento pudo ser una estrategia de la consultante que le resultaba favorable frente a las dinámicas relacionales que desarrollaba: su papel dentro de la familia en relación con su historia familiar; las condiciones actuales de la consultante, luego de la confluencia de tensiones relacionales y golpes del destino que ella presenta como “a mí la vida no me trató con mucha dulzura” posibilitaron otro tipo de escenarios en los que como ella misma señala “Yo no me estoy desquitando de la vida, simplemente yo estoy haciendo lo que yo estoy sintiendo por primera vez”. Es de esta forma que la conversación da cuenta de la estrategia de “pensar en sí misma” como un aspecto central a lo largo del proceso psicoterapéutico. En esta misma línea se presenta la conversación terapéutica que se llevó a cabo en las últimas sesiones en la que Alicia empieza a resolver su dilema privilegiando su necesidad de sentir y comunicar a la que ella se refiere como “yo quiero ser yo, yo”. A: Y destrozada, pero Alicia no podía llorar aunque le estuviera doliendo. NO Alicia tenía que ser la fuerte [empieza a llorar], les tenía que decir a todos los niños que se les había muerto su papá y su tío. No, no, ese payaso se cansó. A este payaso ahora si le duele. (...) No Alicia hacia la fiesta, Alicia tomaba, a las seis de la mañana tomaba, hacia el desayuno, el almuerzo, acostaba a todo el mundo y me daba las 9 de la noche bebiendo a domingo. Y yo siempre fui así, triste o alegre siempre fui así con todo el mundo estaba contenta, ¿porque? Yo no me siento amargada. T: ¿qué aprendiste de esa situación? A: Que no siempre tengo que demostrar lo que los demás quieren ver en mí Las conversaciones terapéuticas que se presentan a continuación ponen en consideración otro aspecto significativo en la autonomía creciente de la consultante y su familia, a saber, la manera como Alicia, haciendo una observación retrospectiva de las tensiones relacionales que ha venido presentando en relación con sus hijos, reconoce y asume la responsabilidad de sus propios actos. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 67 A: Pero sí! hoy uno se da cuenta de la responsabilidad… no está bien pero pues se hizo. T: Bueno pero fíjate que eso es un buen paso Alicia. A: ¿Reconocerlo? T: Claro. Porque todos, de una u otra forma, nos equivocamos. A: Claro, sí. Eso me pasó a mí con mis hijos y me duele porque son las personas que más amo [voz entrecortada] me equivoque y muchas veces, pero nunca con mala intención doctora… T: Eso no lo dudo Alicia. De acuerdo con la conversación terapéutica, el hecho de que Alicia reconozca su “responsabilidad” en las tensiones relacionales se configura como una acción significativa dentro del proceso terapéutico en cuando a la autonomía, al considerarse a sí misma como sujeto activo en su propia vida. A: Me imagino que por primera vez en mi vida, (…) Es la primera vez que siento que tengo el valor porque estoy preparada por primera vez en mi vida para que me digan… para recibir el odio, la rabia, el desprecio de Manuel, de Jenny, de Alberto, de mi mamá, de Pilar, de todo el que quiera. (...) De Manuel recibí el veneno y lo recibí de una y todo. La rabia y el odio, fue de una. Pero Jenny me lo ha dado por poquitos y por primera vez en la vida siento y pienso que tengo que terminar de recibir para que ella pueda sacar todo lo que tiene, de todo eso que está diciendo últimamente. T: ¿Cómo te hace sentir haber adquirido esa responsabilidad? A: Mejor, mucho mejor T: ¿eso qué dice de ti Alicia? A: Que sí he cambiado. T: aja... A: Y que si estoy aprendiendo de los errores que cometí. De nuevo la conversación terapéutica versa sobre los recursos personales de la consultante a los que ella denomina como “valor” y “responsabilidad”, fundamentales para consolidar la estrategia que se configuró en el escenario terapéutico y que se presenta como significativa para su bienestar. A: Entonces yo no puedo volver a decir no Jenny, usted no puede ir a vivir su vida y me tengo que ir a matar, porque no es justo. (…) T: ¿Cómo ves esto que está diciendo tu mamá y sobretodo el hecho de que tu mamá en este momento asuma una responsabilidad como la que está asumiendo? Definitivamente si yo veo sesión 1, la primera cita que nosotros tuvimos, a lo que estamos conversando en este momento, pues yo he visto un cambio en tu mamá. Un cambio muy importante, en donde tu mamá ahora dice yo asumo la responsabilidad que tal vez en algún momento no tenía, no tenía las riendas… A: No tenía el valor de… sí. T: …pero en este momento está cogiendo las riendas de su propia vida Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 68 Hija: Pues a mí me parece bien, bueno. Me parece bueno que mi mamá aprenda como a aceptar las cosas pero… así como ella sabe y es consciente, también tiene que… o sea, como que de verdad se vea. La conversación terapéutica que se desarrolló de manera conjunta con la consultante y su hija posibilitaron reflexiones en Alicia en las que, como se observó en sus relatos, empieza a asumir la responsabilidad que ha tenido en las tensiones relacionales que se presentan en su familia, y que a la vez tiene repercusiones en la autonomía de su hija a futuro. La postura que comienza asumir Alicia en su vida se observa en conversaciones terapéuticas posteriores en las que se identifica como recurso significativo la manera como se describe así misma. T: ¿qué cosas claras viste con respecto a ti? A: Que yo no era que me quisiera morirme, sino que estaba cansada de cómo estaba viviendo la vida. En ese entonces lo pensé de esa manera y dije tan boba yo, yo soy buen ser humano. Yo con mucha gente la voy bien. Si a mí me toca una situación económica dura o una fácil para mí es lo mismo. Yo soy de lavar y planchar en pocas palabras. No era que yo estuviera aburrida con la vida o porque me quedo grande vivir, porque no tuve plata, no. no. Como la estaba viviendo, ya no quería. Esa vida era fea, ya no quería, me sentía como en pecado con un amante o como lo quieran decir y vivir en la casa con otra persona, eso me hacía sentir mal. Yo quería como cambiar las cosas que estaba viviendo. Eso me da a entender que no fuera que estuviera aburrida de la vida, sino de la forma como la estaba viviendo y quiero cambiarla. T: Por fin! Qué bueno! ¿Por dónde quieres empezar? A: Yo quiero sentir la fuerza de levantarme temprano como lo hice hoy. Hoy sentí que descanse La conversación terapéutica versa sobre la reflexión que Alicia hace con respecto a su decisión de seguir viviendo en donde hace distinciones significativas en las que plantea tensiones y recursos desde otra perspectiva en la cual ella se presenta como observadora de sus propios asuntos. Finalmente es preciso señalar que aunque “pensar en sí misma” y asumir la responsabilidad de sus acciones se configuran como estrategias co-construida en el marco del contexto terapéutico que posibilita mayores escenarios de autonomía en la consultante, ello a la vez generó fuertes tensiones relacionales a nivel familiar entre la consultante su pareja y su hija. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 69 Familia Sesiones iniciales: 1 a 5 Los relatos de Alicia que primaron durante las primeras sesiones del proceso terapéutico a propósito de su contexto familiar, versan sobre las transformaciones que se han venido presentando en la dinámica relacional con sus hijos pasando de tener relaciones bastante cercanas en las que desarrollaban actividades en común, a presentar tensiones que ahora se configuran como una de las mayores generadoras de su malestar. A: Y ellos vivían muy pegados a mí, nosotros salíamos todos a cine, al parque, a comer, a la calle. (…) Y que se fueran a vivir los dos, yo nunca los quise tener amarrados a mí… pero a su tiempo ¿sí? Y no, no Manuel… usted viera Doctora (llanto) el Manuel que es ahora… usted no se imagina… y mi relación con Jenny, Jenny me culpa por todo, Jenny me culpa porque me separé de Alberto, Jenny me culpa porque Manuel está en las drogas, Jenny me culpa porque se intentó suicidar tres veces el año pasado… (Llanto) T: ¿Ella también se intentó suicidar? A: Se cortó las venas (llanto) empezó a manipularme, todo es culpa mía, mía, mía, mía y yo creo que es mía, no sé qué hacer… Adicionalmente, pero relacionado con lo anterior, los relatos de la consultante sugieren que su estado emocional se encuentra en función del tipo de relación que esté viviendo con sus hijos: los momentos en los que la consultante manifiesta sentirse “muy triste” o “deprimida” coinciden con las acciones concretas que el adolescente realiza en búsqueda de su propio espacio. A: estoy muy triste, no paré de llorar en toda la noche (…) Si viera doctora todo lo que me dijo (con la voz entrecortada) que lo dejara en paz, que quería hacer su propia vida, que lo dejara volar. T: … Discúlpame un segundo, Manuel te dice yo quiero vivir mi vida, yo quiero hacer mis cosas por mí ¿sí? Y me pregunto… bueno, ¿cuántos años tiene Manuel en este momento? A: (silencio) sabe qué doctora, lo primero que quiero es poder aceptar que Manuel no va a estar conmigo, pero lo que pasa es que yo todavía no lo he asimilado. Los relatos de Alicia presentan las tensiones percibidas por la consultante a propósito de la relación distante que en ese momento tiene con su hijo y que generan en ella la sensación de estar “muy triste”. Así, bajo la hipótesis según la cual además de las tensiones en la dinámica Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 70 familiar el conflicto en el sistema parental está dado también por dificultades de adaptación en el ciclo vital, la intención al introducir una pregunta, aparentemente descontextualizada, indagando sobre la edad de su hijo se presenta como una herramienta en el contexto terapéutico para generar posteriores reflexiones entorno al ciclo vital de la familia y cada uno de sus miembros. El efecto que tuvo esta intervención en la consultante fue reconocer la transformación que se está presentando en la relación con su hijo, aunque esto se siga percibiendo como una fuente de gran tensión. T: En ese momento que Manuel te dice a los 15 años “ya no más”, uno pensaría que hay momentos en la vida donde los hijos toman decisiones de hacer su propia vida ¿sí? Y hace parte del ciclo normal como de la vida, del proceso que todos llevamos, de… A: Uhm. T: … “ya crecí y en algún momento me voy” Sin embargo ese en algún momento me voy a hacer mi vida, no significa que a uno se le olvidó la mamá, se le olvidó el papá y se le olvidó del mundo entero. Existe la posibilidad de mantener una relación igualmente importante con la mamá así, por ejemplo, no vivan juntos. Me pregunto si ese “déjeme hacer mi vida” tú lo sientes como es no quiero nada… A: No, ese “déjeme hacer mi vida” era ya la vendí, ya mi papá la echó de la casa entonces yo ya puedo seguir consumiendo las drogas (…) Ese era el “yo quiero hacer mi vida”. Era ese, era ese “yo quiero hacer mi vida” porque ir a una fiesta, salir con los amigos hacer deporte; ese lo tenía conmigo. Eso otro, no lo tenía conmigo. T: En algún momento mencionaste que eras demasiado permisiva con Manuel, en que radica la diferencia ahora. Realmente crees que el dejaría de tomar y tener relaciones sin protección porque estás tú? A: Yo no era permisiva para las cosas malas. Si bien las reflexiones y cuestionamientos que en algún momento se realizaron por supuesto iban acompañadas de la co-construcción de recursos en la consultante que posibilitaran escenarios de cambio, es preciso señalar que en algunos momentos –como se observó en el relato anterior-, sobre todo al inicio del proceso pudieron ser muy apresurados generando “resistencia” en la consultante. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 71 Sesiones intermedias: 6 a 13 Cuando Alicia presenta algún tipo de acercamiento con su hijo como el que describe en las sesiones intermedias (de la sexta a la octava sesión), en el que además puede desempeñar cabalmente su rol de cuidadora, en el proceso terapéutico se observa un cambio en las narraciones de la consultante que son percibidas por ella como favorables y que a su vez presentan una influencia significativa con respecto a su motivo de consulta. A: Pero mire que con Manuel las cosas han estado muy bien, aun cuando yo no confió ciento por ciento en mi hijo y él es mi hijo, pero como yo sé de sus problemas psicológicos y todo eso, pero hemos estado muy muy bien. T: ¿Qué ha pasado en este tiempo para que la relación mejorara de esa forma? A: El me siguió llamando y yo papi, tiene que sacar la cita al médico. Tres veces que lo llevé al odontólogo. En este escenario, las conversaciones terapéuticas con respecto al ciclo vital en sesiones posteriores, como la que se presenta a continuación tiene un efecto diferente en Alicia, propiciando mayor reflexión. A: Manuel cumplió 18 este fin de semana y le caímos de sorpresa… le prepare una torta. T: Ya es todo un adulto! Cómo es para ti ser mamá de un joven. Ese niño que me contabas en las primeras sesiones, ya no es un niño, es un hombre. Cómo ha sido eso para ti como mamá. A: Más ha sido dura que alegría en esta ocasión. Con Manuel porque como él es tan agresivo, tan alzado, tan grosero, tan peleón, más miedo me da porque la gente se mide de no pegarle porque es un menor de edad y ahora ya es un adulto, ya las personas no se van a medir, pero yo hablé con él, le dije eso. Le dije papi (…) tenga cuidado T: Creerías que tal vez esa sea una de las cosas que tiene que aprender a realizar por sí mismo, a cuidarse a sí mismo y controlarse A: Si, yo creo que si [voz entrecortada] yo no voy a estar toda la vida para cuidarlo. (…) La razón me decía que yo tenía que dejar a Manuel De nuevo, durante la conversación la terapeuta devela las transformaciones propias del momento vital en el que se encuentra el hijo menor de la consultante posibilitando reflexiones a propósito del tipo de interacción que ahora se puede presentar en la relación madre- hijo. A diferencia de las sesiones anteriores, en esta oportunidad la consultante reconoce el cambio así Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 72 como los límites y posibilidades que ella tiene, en función del papel que desempeña dentro de la familia, de cuidarlo. Así, una vez se empiezan a observar cambios en la relación de la consultante con su hijo -volviendo a ser más cercana y menos conflictiva-, entra en escena con mayor fuerza las tensiones percibidas por Alicia en la relación con su hija. De acuerdo con esto, y considerando que las dinámicas relacionales entre madre e hija pueden pasar de ser tensiones a recursos para promover el bienestar de la familia, en las sesiones intermedias y parte de las finales, se invitó a la hija a participar activamente en el proceso, desarrollando sesiones conjuntas con la madre. Aclarado esto último se puede decir que a partir de lo observado en los relatos, las tensiones se encuentran asociadas a dos aspectos centrales: por un lado al papel que cada quien tiene en la familia, asociado al cuidado; por el otro lado, las transformaciones personales y relacionales que se empiezan a promover a propósito de los momentos vitales de los miembros de la familia. Con respecto al primero se presenta a continuación una conversación que se llevó a cabo en la primera sesión conjunta: Hija: Nosotros [refiriéndose a la relación que tiene con su hermano] pues peleamos, nos queríamos y todo, pero pues peleábamos, yo creo que yo tome el lugar de mi mamá en cierto modo, porque yo a mi hermano lo regañaba, yo era fastidiosa con él, yo le pegaba (…) Pero yo lo regañaba a él porque yo me sentía como con esa autoridad. Y él me hacía caso. Yo creo que yo tomé como ese rol T: ¿cómo te sentiste con ese rol? Hija: Bien, para mí era algo que me hacía caso y yo le daba gusto a él. O sea yo hacía lo que yo quería, sí. T: ¿Cómo es eso para ti ahora? (silencio). En esta misma línea otra de las conversaciones a resaltar es la siguiente: Hija: Si, porque mi mamá decía, cuando nosotros no estamos su hermana es la que manda. T: Tu mamá te dio ese poder a ti. Hija: sí. Yo le decía va, pero tal cosa porque tiene que ayudar usted también en la casa. Muchas veces yo le decía. Entonces yo me tome como esa autoridad Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 73 T: el cómo veía la situación. Hija: Ese también, pues a veces me hacía caso, a veces no. Nosotros también discutíamos por eso De igual forma durante la conversación se identifica que si bien en un principio esta “autoridad”, que fue otorgada por la madre, se presenta como un recurso frente a las circunstancias en las que se encontraban, en la actualidad, se presenta como una fuente de tensión relacional generándole malestar. T: Con una montaña de cosas. Hija: Si. Yo tenía muchos problemas. Yo lo sentía así. Yo sentía que todos dependían de mí. Cuando no los pude ayudar me sentí que fracase. Me sentí en total fracaso. T: ¿En qué momento sientes que todos dependen de ti? Hija: Cuando mi mamá se va para el hospital. Cuando mi hermano estaba tan llevado que todos los días yo llegaba de trabajar y le dejaba la comida hecha, el almuerzo y me iba para el otro trabajo. Mi hermano no comía en todo el día, no sacaba los perros. Los perritos se hacían en la casa. Mi papá estaba todo deprimido. Mi papá se iba conmigo y él me contaba y me decía cosas, o sea para mí, yo era como el desahogo de mi papá. Yo sentía que yo tenía que ayudarlos a los tres sí, pero entonces yo no pude. T: ¿Cómo hiciste para soportar esa carga durante tanto tiempo? Hija: No sé [risas] T: ¿Cómo crees que tu hija hizo para soportar esa carga durante ese tiempo? A: no se T: ¿Qué características vez en Jenny, Alicia, tu que la conoces más que consideres podrían haberle ayudado? A: Lo mismo mío. La verraquera que tengo yo. Jenny tiene mucho de eso. T: Verraquera (…) Hija: Yo veía que mi hermano estaba muy mal, pero yo no quería decirle a mi mamá porque yo sabía que ella estaba deprimida. Yo sabía que si yo le decía pues más la iba a hundir. T: ¿Qué buscabas con no decirle? Hija: no causarle más dolor porque yo sabía que iba a sufrir. T: No causarle más dolor. ¿Casi que cuidar a tu mamá? ¿Estaría bien ese término para ti? Cómo protegerla de sentir dolor y sufrimiento Hija: Si T: Eso debió resultar muy difícil para ti. Hija: Claro, yo no sabía qué hacer [voz entrecortada] T: ¿cómo te sientes con esto que está diciendo tu hija Alicia? Jenny se tomó muy en serio el poder que en algún momento le diste de ser la mamá de su hermano, portándose en ese momento como la mamá de su mamá. A: Yo sé que me equivoque en muchas cosas y que ella sufrió mucho. T: ¿qué piensas hacer con eso ahora? Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 74 La narración de la hija gira entorno a las tensiones personales, relacionales y circunstanciales que presentó a propósito del rol de “cuidadora” que en algún momento había asumido frente a su familia. La conversación terapéutica por su parte, al mismo tiempo que reconoce las tensiones mencionadas por la hija, valorando sus esfuerzos, promueve un escenario de reflexión ante el cual Alicia responde protegiéndose y señalando como una equivocación la experiencia de cuidadora de la hija en su ausencia. Con respecto al segundo aspecto se observa que al igual que en Alicia, los relatos de la hija versan sobre las tensiones que se presentan en relación con su madre, siendo este un hilo más en el tejido de circunstancias en el que emerge la crisis, y con ella el malestar tanto para la hija como para la madre promoviendo lo que ellas denominan “depresión”. Hija: ella se pone brava. Entonces yo a veces opte por no decirle nada. Porque yo siento que mi mamá se rebaja al nivel de nosotros… T: ¿a quienes te refieres con nosotros? Hija: bueno, de mi hermano y mío, bueno ahora solo mío, porque yo muchas veces le gritaba y cuando nosotros peleábamos yo le decía, es que usted es la mamá de nosotros. Usted no es la hermana ni nada, usted no tiene que rebajarse al lugar de nosotros. Y si, ella se rebajaba muchas veces al nivel de nosotros entonces a nosotros nos decían que era que mi mamá estábamos todos al mismo nivel, que mi papá, mi mamá y nosotros estábamos al mismo nivel y eso no debería ser así T: ¿Y tú qué crees? Hija: Que si, nosotros estamos al mismo nivel y pues no sé yo digo que mi mamá es mi mamá y tiene que poner el ejemplo. De acuerdo con lo señalado por la hija en su relato, dentro de esta dinámica relacional uno de los aspectos que mayor tensión genera en ella es el hecho que su mamá “se rebaje al nivel de nosotros”, solicitando que su madre ocupe el papel esperado en la familia “mi mamá es mi mamá y tiene que poner el ejemplo”; paradójicamente Alicia sigue manteniendo acciones en las que demuestra su “autoridad” frente a sus hijos considerando que es la única manera de ocupar su lugar de madre dentro de la familia. Hija: ella me sigue diciendo niña A: Ayy, pero eso es por cariño (visiblemente molesta) Hija: Pero ella así como me dice que soy una niña, ella todo me ve como una niña Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 75 T: qué crees que tu mamá está viendo en ti para que te siga tratando de esa forma Hija: mmm… T: O mejor, ¿cómo tendrías que empezar a actuar para que tu mamá cambiara la manera como te trata? (Silencio) Jenny no es una niña, es una joven de 23 años. Y en esa medida A: Yo debo tratarla así T: ¿Qué crees que deberían hacer ustedes para hacer evidente ese cambio de niña de 10, de 11 a la mujer de 23 años? ¿Cómo crees que deberías empezar a relacionarte con Jenny, que es tu hija y eso no te lo va a quitar nadie, pero que ahora tiene 23 años? Y tu Jenny ¿de qué forma tendrías que comportarte tú en algunos momentos para que tu mamá efectivamente vea a la mujer que hay en ti y no siga pensando y tratándote como la niña? De nuevo, el relato de la hija expone el malestar por ella percibido con respecto a la dinámica relacional establecida con su madre, la cual, de acuerdo con lo que menciona, no es acorde con el momento vital en el que se encuentra. La intervención que se hizo a propósito de ello estuvo orientada a promover reflexiones tanto en la hija como en la madre que les permitieran identificar qué acciones está realizando para mantener este tipo de interacción, colocándose como actor dentro del escenario que plantea. Vale la pena señalar en este punto la confusión que se presenta por la incongruencia entre los relatos y las acciones realizadas por la hija: declaraciones de Jenny como “es que yo ya no soy una niña” y “yo se valerme por mi misma” evidencian su necesidad de empezar a establecer interacciones con su madre acordes con su edad y demás cualidades: no obstante, sus acciones promueven que Alicia siga desempeñando un rol de cuidadora de forma tal que no sea posible configurar procesos de autonomía más independientes. Por su parte, la madre se encontraba en ese mismo dilema dando cabida a la dinámica antes señalada y manteniendo la relación conflictiva que se presenta entre ambas. Es así como las conversaciones terapéuticas realizadas a propósito del desarrollo evolutivo de la familia generó gran malestar en sus integrantes, pues al cuestionar y promover ciertos tipos de interacción en relación al ciclo vital del sistema, se movilizaron aspectos de Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 76 orden estructural como los roles, límites y cohesión familiar, desestabilizando el sistema familiar. Sesiones finales: 14 a 18 Las conversaciones terapéuticas que se promueven durante las últimas sesiones dan cuenta de las reflexiones que Alicia ha desarrollado a lo largo del proceso y que a la vez han promovido cambios importantes en las dinámicas relacionales que presenta ahora en su contexto familiar. Una de las reflexiones más significativas gira entorno al rol que durante cierto tiempo ha tenido la hija en la familia, así como los efectos que ha tenido en ella y en los demás miembros de la familia. A: Como uno siempre tiende a imitar a alguien ¿sí? Entonces como poniéndole el ejemplo de Jenny, pero “¿por qué su hermana sí y usted no?” o “entonces ¿por qué su hermana no y usted sí?” Me imagino… en ese entonces, yo digo con toda la certeza de que lo que se ve, es lo que más se aprende. Porque yo sé que eso es así. Si Manuel me vio fumar, pues aprendió a fumar. Si Manuel me vio tomar, pues aprendió a tomar. Y lo que uno ve es lo que más aprende, entonces no era Alberto ni era Alicia lo que tenía que imitar Manuel, el mejor ejemplo era ella. T: Que responsabilidad tan grande, ¿cómo era para ti esa responsabilidad? A: Imagínese… [Hablan al tiempo] J: ¿Si, es que es ahí donde yo digo que esa responsabilidad me la dieron toda a mí? A: Imagínese Doctora que hoy es que entiendo eso. En ese entonces, no lo entendía. T: ¿Qué es lo que no entendías exactamente? A: Lo que hicimos. Eso es uno de los errores que cometimos. (…) Pero hoy entendí eso, o sea, cuando han pasado los años y no crea Doctora que yo no me he dado palo, usted sabe que yo me he dado muy duro. (Silencio- se muestra emocionalmente afectada) T: Tranquila. Date tu tiempo, no hay problema. A: Pero (voz quebrada) no era ese el derecho de las cosas ¿sí? O sea, no era… nosotros con todas las equivocaciones y los errores que estábamos cometiendo en esos momentos, inconscientemente –porque era inconscientemente- nunca lo vi de esa manera, hoy sí. Inconscientemente poníamos de ejemplo a lo mejor que había, que era ella. Y esa causó rivalidad entre Manuel y Jenny. Mucha, demasiada. Eso no quiere decir que ellos como hermanos no se quieran, pero fue un error. Develar en medio de la conversación terapéutica la tensión personal y relacional que la hija en algún momento tuvo frente a la “responsabilidad” que había adquirido dentro de su Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 77 familia -siendo señalada en varios de sus relatos durante las sesiones conjuntas que se realizaron,- fue una oportunidad para que la consultante reflexionara sobre su rol de madre, reconociendo sus limitaciones al tiempo que otros caminos posibles de interacción. Las conversaciones terapéuticas que se llevan a cabo en sesiones posteriores dan cuenta de los cambios percibidos por la consultante tanto en su autonomía como en su contexto familiar. A: Entonces yo he cambiado y he cambiado mucho, usted no se imagina cuánto. Yo escuché que Jenny ha dicho que a mí no me sirve de nada las terapias, de pronto por mi cambio porque ha sido un cambio demasiado brusco. Yo empecé a dejar que ellos aprendieran hacer las cosas cuando perdí la memoria y cuando el accidente. La Doctora me decía “tiene que dejar, esa es la vida de ellos” y esa es la de Jenny, me decía que tiene que dejarla vivir y yo le decía que no quería verla sufrir. Que así le tuviera que dar calor toda la vida para que le fuera bien (risa) y estaba mal. Pero yo no entendía. Y sí, ya entendí y me equivoqué (...) Yo antes de dejar vivir a Jenny y a Manuel la vida, prefería morirme. T: Entiendo que ver crecer a tus hijos con todo lo que ello implica ha sido difícil tanto para ti como para ellos, pero también entiendo que si estás aquí es porque no quieres cometer ese mismo error. ¿De qué forma crees que puedes enseñarle a tus hijos a crecer sanamente? (Silencio) En la conversación terapéutica es posible identificar las tensiones familiares que presenta la consultante asociadas al hecho de que sus hijos “hagan su vida” por todo lo que esto implica dentro de la estructura familiar. No obstante lo anterior, dentro del mismo relato se identifica como recurso lo que la consultante señala como “entender”, dando apertura a nuevas opciones en la interacción de esta madre con sus hijos. Las reflexiones y cambios señalados por la consultante, se vieron reflejados en acciones concretas que la consultante describió en posteriores relatos. Uno de ellos es el que se presenta a continuación. T: Ok. Aquí hay un asunto importante. Tú dices porque Jenny llego a la casa y no se fue directamente al hospital. Tú planteas que posiblemente ella lo hizo por la dependencia que tiene contigo. A: Si, es lo que pienso. T: Ella actuó con esa lógica pensando que tú ibas a salir corriendo. ¿Qué crees que Jenny ha visto anteriormente para que haya pensado que posiblemente que tu ibas a estar ahí? A: los 23 años anteriores lo hice. T: Los 23 años anteriores lo hiciste. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 78 Si bien la conversación terapéutica gira sobre tensiones relacionales especialmente en la familia de la consultante, a diferencia de las anteriores, estas se producen por los cambios llevados a cabo por Alicia frente a los requerimientos de sus hijos. A: Eso a Jenny le ha causado mucho dolor, rabia. Por eso se ha portado como se ha portado y cada día es peor, peor, peor. (…) Para ella es un shock así, es cogerla contra el mundo porque la mamá nunca le había hecho eso (…) ella le dijo a Wilson que ella estaba muy grande, que estaba aburrida de que mi mamá me mande como una niña chiquita, yo hago lo que a mí se me da la gana. Entonces que haga todo lo que ella quiere hacer. Entre eso, que se cuide Aunque las transformaciones que ha venido presentando la consultante, son acordes tanto a los requerimientos de su hija a propósito de querer ser tratada como una mujer, así como a su estrategia que venía desarrollando Alicia de “pensar en sí misma”, las tensiones en la familia nombradas como “dolor” y “rabia” se hacen evidentes en sus relatos. No obstante lo anterior, la consultante mantiene ciertos límites en su relación con su hija a la vez que definía claramente el sistema conyugal. A: Es que acá la que tiene una relación sentimental con Wilson soy yo, usted es una amiga de Wilson, ustedes son amigos y lo han sido muchos años, pero… ah sí, es que pareciera que yo tuviera que defender a Wilson porque estoy de parte de ustedes… no Jenny, la que está perdida en el mundo es usted, nosotros no necesitamos que usted nos defienda. T: Ok, ¿cómo te sientes colocando ese tipo de límites a tu hija? A: No Doctora, yo bien. Pero ha sido terrible, en mi casa eso es un infierno. Ahora sí es un infierno y es… es terrible, hay momentos en los que no sé cómo manejarlos, pero no me corro ¿sí me entiende? No, no, no y no y ahí me quedo. Y Jenny me retó a que íbamos a ver quién ganaba, si ella o yo. “Ella, porque ella es quien tenía la plata y mandaba en la casa.” No… no porque es que la mamá soy yo. Cuando ella quiera mandar 100% en su casa, que tenga una y mande allá. Mientras ella viva conmigo, no y no. Y los límites son mínimos, esas cosas… es que ella en mi vida no puede mandar, es que no puede. De acuerdo con lo desarrollado durante la conversación terapéutica se puede decir que colocarle límites a su hija planteando “nosotros no necesitamos que usted nos defienda” se presenta como una estrategia en la consultante en las que se redefine las reglas o el papel que cada uno cumple de la familia, posibilitando a la vez que ella se haga cargo de sus asuntos y asuma la “responsabilidad” de sus actos. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 79 A: No, es que si es la decisión que yo tomé. Es una decisión de Wilson y mía y ya, y ahí no tiene derecho a opinar nadie, es que yo no le pregunté a ella. T: ¿Qué crees que vio Jenny en tu actitud para que ella hubiera cambiado su manera de acercarse a ti? Porque lo que tú dices es… o por lo menos, me corriges si me estoy equivocando, lo que yo me estoy imaginando es que llega muy brava, llega… A: Es que usted no construye allá… T: …pero después hay un cambio en Jenny y hay un cambio en la forma como se refiere a ti, ya no es “usted es la culpable, usted…” no sé qué, sino mami tal cosa. Qué crees que vio Jenny en ti para que… A: Por el límite que puse. (…) Y siempre he perdido en la vida, en las cosas económicas, pero esta vez no y me quedo. Y es que a mí, Jenny, no me importa su opinión, es que es mi lote y el de Wilson. Ya, listo. ¿Sabe qué? Usted trabaje y estudie, vele por su estudio y por su bienestar, que de Wilson y de mí, nos encargamos nosotros los dos. Entonces me dijo que ella no quería causarme daño ni preocupaciones… y yo… y ahí aprendí que tenía que poner más límites. El recurso de “entender” posibilitó llevar a cabo acciones concretas en los que además de plantear cambios en la estructura familiar que, a pesar de configurar mayores tensiones familiares durante un tiempo en búsqueda de mantener la homeostasis, promovió como fin último la autonomía y bienestar tanto de la consultante como de su familia. Proceso psicoterapéutico y cambio Además de lo ya mencionado en las anteriores categorías, a continuación se resaltan elementos de la intervención que favorecieron la ampliación de la autonomía en Alicia en su contexto familiar frente a la crisis vital que configuró ante las tensiones relaciones y demás estresores de diverso orden. Sesiones iniciales: 1 a 5 Con respecto al proceso terapéutico son varios los aspectos identificados como relevantes en el cambio. Dentro de los que se destacan en este apartado se encuentra la reflexión que se promovió entorno al papel que desempeña la culpa36 en su vida -la cual no solo está relacionado con la noción de crisis que tiene la consultante, sino también con la promoción de 36 Era una tendencia de la consultante culpabilizarse por los errores que cometían sus seres queridos con las demás personas, así no estuviera involucrada en la situación específica. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 80 autonomía que se desarrolla durante el proceso terapéutico al colocarla como sujeto activo de sus propias acciones. T: Perdóname que te interrumpa, pero es que me llama mucho la atención y quisiera saber Alicia en que momento aprendiste tu a echarte la culpa de TODAS las cosas. A: No sé, yo he tenido ese vicio tan horrible. T: Quisiera saber cuál es esa voz tan fuerte que te enseño en algún momento a ti de echarte la culpa de las cosas. Con tal cosa, no es que es mi culpa, con tal otra no, es que es mi culpa. Donde aprendiste a señalarte a ti misma como culpable". A: (silencio) T: ¿qué es para ti ser culpable? A: hacer cosas malas y esa es una consecuencia. La consecuencia de tomar una mala decisión sería la culpa. T: Y hasta cierto punto eso es bueno. Porque me dirían que identificas un error que no quisieras volver a cometer, pero siendo tan repetitivo y tan presente en todo me preocupa. A: Como yo era la hija bastarda, entonces usted tiene la culpa, claro como usted es la hija de no sé quién. Me estigmatizaron, yo nunca había pensado en eso doctora, pero creo que sí. Develar la tendencia que tiene la consultante de “culpabilizarse” generando gran sorpresa en Alicia, se presenta como un recurso dentro del proceso que posibilita nuevas perspectivas en la consultante a propósito de las tensiones personales y relacionales que vivencia en su contexto familiar. T: ¿Me pregunto hasta qué punto tu realmente lo crees así? Por lo que me cuentas tienes culpas incluso desde que naciste A: Pues de eso no tanto porque yo no elegí los papás que me tocaron, ¿Cierto? pero de lo otro si me echaba la culpa, tan boba yo T: ¿Qué crees que te ayudaría a establecer la distinción entre la culpa que establecen los demás y la tuya? A: Yo tuve la culpa de haber abortado, porque esa fue mi responsabilidad, yo tome la decisión equivocada que en su momento consideré que era la mejor y no me imaginé que me fuera hacer tanto daño por tantos años, pero como le decía yo ya no me siento culpable por eso ya porque me perdone, pero de eso si me sentía culpable, pero de lo otro no. Las preguntas que se llevaron a cabo posibilitaron reflexiones en Alicia en las que por primera vez cuestiona su actuar recriminándose por ello. A la vez que le permitieron hacer distinciones de suma importancia frente a la responsabilidad que debe asumir como consecuencia de sus propias decisiones y aquellas en las que no posee injerencia alguna. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 81 A: La verdad yo no me había dado cuenta, pero yo toda la vida me he echado la culpa como de todo, como no, de todo. Tanto que al tratar de redimir las culpas de mi papá, yo dejaba que me trataran mal, entraran a mi casa, me insultaran y después dijeran, ahora si traiga el almuerzo (…) T: ¿En algún momento esa culpa te ha servido para algo? A: Para nada, para sufrir. De nuevo, la consultante reconoce que al “echarse la culpa” estaba posibilitando escenarios en donde se colocaba a sí misma en situaciones desfavorables de sumisión frente a su familia. De esta forma, la culpa se identifica, dentro del relato de Alicia, como producto y a la vez productor de las diversas tensiones personales y familiares que le generan sufrimiento. T: ¿Cuál es el papel de la culpa en tu vida o en la vida de los que te rodean? El hecho que te eches la culpa que genera... Por ejemplo en lo que me estabas diciendo ahorita. Mi papá hizo y deshizo (…) pero Alicia asume las culpas (...) Cuando tú te echas la culpa delante de los otros, qué efectos tiene en los demás y en ti. A: Yo creo que diciendo que la culpa era mía o sintiendo la culpa mía, les aliviaba el dolor a ellos... Y como que ...mire doctora que sí, ellos como que, cuando yo les decía, cuando mi hermana me gritó que mi papá la había violado, yo le decía, Dora, yo no tengo la culpa, pero perdóneme, cómo así que yo no tengo la culpa pero perdóneme. T: Una contradicción A: Si, eso no tenía sentido, es que yo nunca había hablado de ese tema con nadie... (...) yo me arrodille y le pedí perdón a ella. Y de esa forma ella me volvió a hablar... Y eso está mal, pareciera que de esa manera hiciera que la gente este conmigo, ponerme como en el papel de víctima y de culpa? T: Tu cómo lo ves? A: Pues yo nunca había pensado en eso, pero pareciera que sí. T: Además de la culpa de que otra forma crees que la gente podría estar contigo. A: no, no sé. T: Es decir que en algún momento la culpa ha servido para unir. La conversación terapéutica que se ha presentado hasta el momento devela las dinámicas relacionales de la consultante que le ocasionan malestar, y promueve preguntas que generan reflexiones en la consultante a propósito del lugar que ella ocupa en esta dinámica, es decir, asumiendo aquellas tensiones que se presentan como resultado de sus decisiones en el marco de la relación que establece con los demás, , finalmente se acompaña a la consultante para que de manera conjunta se pueda co-construir nuevos escenarios de acción, que aumenten los grados de libertad por ella percibidos en cuanto a su autonomía. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 82 T: ¿De qué forma aparte de la culpa podrías apagar incendios? Tener una relación cercana y amigable con las personas que realmente quieres tener. Ya vimos que la culpa en un caso concreto de tu hermana te permitió tener un espacio de tranquilidad, al echarte la culpa, tu hermana se acercó. A: A mí y a todos T: no solo asumiste la responsabilidad que tu papá como hombre adulto, asumiste también las decisiones y las dificultades de toda la familia. En su momento funcionó, pero ahora no te sientes bien. Entonces de qué otra forma aparte de la culpa puedes establecer relaciones tranquilas con las personas que te interesan. De nuevo la conversación terapéutica versa sobre aquellos posibles escenarios que se pueden presentan frente a las nuevas decisiones que puede efectuar en cierto contextos determinados. Es preciso señalar que además de la conversación terapéutica que se presentó, lo efectos de las reflexiones se observan en sesiones posteriores en los que la consultante señala en uno de sus relatos: Lo que usted me enseñó de la culpa, cada vez que alguien me echa la culpa por algo, yo espere, qué es la culpa y porqué me la va a echar a mí. Aprendí. (…) pero es que ahorita estoy pensando en Alicia, primero que en la prima de Alicia y la tía de Alicia. Finalmente es necesario destacar la importancia que dentro del contexto terapéutico tuvo el hecho de conocer a la consultante al margen del problema por el cual solicitó ayuda. Identificar aquellas cualidades de Alicia que se materializan en ciertas acciones en su diario vivir, tuvo un efecto doble en el proceso terapéutico: por un lado le permitió a la consultante salir del discurso que prevalecía en ese momento sobre aquellas situaciones desfavorables que estaba viviendo y que le generaban profundo malestar; por otro lado, le permitió a la terapeuta vislumbrar nuevas posibilidades, abordando nuevas acciones en las que prevaleciera los recursos con los que cuenta la consultante para generar un cambio de camino positivo. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 83 Sesiones intermedias: 6 a 13 Las conversaciones terapéuticas que se llevaron a cabo durante las sesiones intermedias se presentan como un espacio posibilitador de reflexión que le permitió a la consultante reconocerse como una persona activa en el tipo de relacionales que ha construido con su familia y que a la vez son, como lo manifiesta, fuente de tensión y malestar. Identificar que las tensiones son el resultado de la confluencia de múltiples aspectos dentro de los cuales se encuentra el tipo de interacción que ella ha construido con los demás, es un aspecto relevante en su autonomía en la medida que puede construir diferentes alternativas a la vez que desarrollar estrategias para obtener bienestar. Un ejemplo de lo anterior, es la conversación que se llevó a cabo durante la sesión 10. Los relatos de la consultante iban dirigidos a presentar la tensión relacional que tiene con su hija y ante la cual señala: “Y ella sigue siendo muy grosera y muy gamina. Y estoy cansada, eso me tiene aburrida”. T: (…) Ok todo va bien. A: Si, pues me contesto un poco feo, pero sí, yo no encuentro razón para que ella se enoje. (…) le dije Jenny es que usted no puede controlar el comer- que Noo, que no entiende, así como usted se toma el chocolate y joda y joda por el chocolate, yo no puedo controlar eso- pero no lo controla de aquí o de aquí (señala el estómago y la cabeza) o es que le hace falta comer –usted no entiende. T: Ok, pongámosle pausa. Por un lado, entiendo que tienes una preocupación por tu hija, preocupación compartida por ella (…) Tú como mamá dices quiero ayudarla. A: Si, eso es lo que yo pienso. T: Esa sería una buena interpretación de lo que sucede. A: Si, es que esa era mi intención. Para mi es fácil pararme en la cocina y decirle Jenny yo hago el almuerzo de mañana, pero lléveme los perros. Así la engaño, hago que me lleve los perros y yo hago la comida, antes lo hacía yo, pero como yo ahora no hago todo, entonces ella peleaba conmigo por eso, pero eso es para que no entre a la cocina y se vaya. (…) Si bien las preguntas lineales que se presentan al inicio de la conversación terapéutica buscan indagar sobre la secuencia de los hechos considerados por Alicia como tensiones familiares, especialmente en relación con su hija, manteniendo narrativas entorno al malestar, que éstas fueran vistas como una video grabación en el que es posible las “pausas” y los “videos Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 84 en cámara lenta” generó que la consultante se posicionara como observadora de sus propios actos posibilitando otro tipo de reflexiones en ella. T: Ok, sigamos con la imagen pausada. Te contesto feo y tú te sientes mal, te sientes molesta. A: Hasta ahí solo me da tristeza. Porque yo sé cuándo cambio de actitud, yo soy muy consciente. T: Ok, tu sientes que partes teniendo una buena intensión y recibes como… A: Una agresión. T: Ok. ¿Qué crees que sintió Jenny en ese momento cuando le dices, no se puede controlar, no puede tal cosa? A: mmm tal vez piensa que de pronto yo lo hago por crítica, como ella me decía. En el transcurso de la conversación la terapeuta introduce preguntas ante las cuales la consultante reflexiona reconociendo, por ejemplo, el efecto de sus actos en situaciones puntuales que desencadenan malestar su hija y en ella. T: Ah ok, tú crees, además por lo que ella te ha dicho que se siente criticada, estaría bien si digo en este momento que tal vez la crítica ella la considera como un tipo de agresión. A: (silencio) si claro. Todo lo que yo le diga, de todas las maneras que yo le diga, es una agresión. T: ok, ella siente que está siendo agredida. Entonces si devolvemos un poco el casete lo que entiendo es: tú tienes la intención de ayudarla en una situación puntual. A: si T: en tu intensión de ayudarla, si entiendo bien, tú le preguntas ¿qué es lo que le pasa? A: Si, si no se puede controlar. T: querías identificar eso para ayudarla, sin embargo, el hecho de decirle ¿no se puede controlar? Es que no puede controlarse de acá o de acá es sentido por ella como una crítica. A: Para ella son todas críticas destructivas. T: Ante lo cual ella se molesta y reacciona de una forma fuerte ante lo cual tú te sentiste agredida. A: Y triste Continuando con la conversación terapéutica es de resaltar las preguntas cuyo contenido, tono y contexto sugerían a la consultante identificar el carácter de doble vía en la configuración de tensiones relacionales como las que mencionaba en sus relatos, pues es de esta forma que Alicia empieza a reconocerse como sujeto activo en las dinámicas relacionales con los demás considerando su actuar como una posible fuente de tensión para su hija. Más adelante durante la misma sesión: Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 85 A: (…) A Jenny le puede decir eso otra persona, pero yo no porque ella está en el punto de la olla exprés donde ya quiere explotar (…) A Jenny la mejor manera es no decirle nada y ahí es donde yo no aprendo a tener mi pico cerrado. T: ¿En qué crees que esta la diferencia entre ellos y tú? A: Pues que yo soy la mamá y ella tiene muchos conflictos en contra mía. T: Que tú eres la mamá… Y aparte de ser la mamá ¿Qué más crees que hace la diferencia? A: Nunca había pensado en eso. Porque Jenny es así hace unos años con nosotros. T: Tal vez, si fuera en tu caso. ¿Te importaría lo mismo lo que te dijera Jenny a un vecino? A: No, nadie. T: ¿En qué crees que estría la diferencia? A: En el afecto que tengo por Jenny o los sentimientos que tengo por Jenny. T: Los sentimientos que tienes por Jenny ¿Qué tan fuertes son? A: Muchos. Me importa porque es mi hija. T: ¿Entonces en la medida que uno quiere más a una persona se podría sentir más afectado por lo que esa persona le diga así sea lo mismo que le diga el resto del mundo? A: Claro, sí. T: ¿Creerías que tal le podría estar pasando eso a Jenny? A: Si. Yo no había pensado en eso… pero sí, claro. El fragmento anterior evidencia un giro en la conversación terapéutica, pues ésta ya no versa sobre las tensiones relacionales que afectan a madre e hija, sino que, transitando a un nivel más emocional, se centra en las cualidades que presentan, siendo estas características posibles recursos en su relación. T: ¿Cómo te sientes en este momento. A: Peor. T: ¿Qué te hace sentir peor? A: Caer en cuenta. Primero pensar en que si algún día alguien me hubiera hecho caer en cuenta de eso, quizá yo hubiera podido cambiar. Hubiera aprendido a decir las cosas mejor (llanto). Pude haber aprendido a decir las cosas de otra manera a como las digo que pensé que era la mejor manera de decirlas y me doy cuenta que aun cuando he querido tanto a la gente que he perdido, si hubiera tenido esa herramienta no sé si los hubiera perdido, por eso me siento peor. T: hay una cosa y es que sales peor de lo que entraste. A: pero es mejor doctora, porque a uno lo tienen que sacudir en la vida, eso es mejor, yo no vengo aquí a que me de consuelo y me diga pobrecita Alicia, porque yo no soy de ese tipo, sino que me pregunta que siento y eso es. T: eso está bien, y me parece bien que estés así A: Eso me va a servir para aceptar más las cosas. T: Sales peor de lo que entraste porque te has dado cuenta de algo. A: Si, claro T: Acá hay dos asuntos. Por un lado sabes que hay diferentes caminos en la manera como uno se puede acercar al otro. (…) Tú tienes opciones, la posibilidad y la bendición de poder tomar decisiones en este momento. Puede decidir en este momento como quieres continuar tu vida, lamentablemente nunca sabremos qué pasaría con los hubiera. Tú puedes decidir ahora, porque resulta que tienes 40 años, pero quedan 30, 40, 50 años más, estas en la mitad del camino, falta un trecho adicional. Bueno de qué te sirve este sacudón y cómo puedes aprovechar este sacudón Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 86 en tu vida, de AQUÍ en adelante. Ook, sales peor, entonces cómo me sirve, lo vas a aprovechar o lo voy a botar a la basura. Eso hace parte de tus decisiones y la manera como deberías asumir la vida en adelante. En algunas oportunidades las intervenciones produjeron una sensación de malestar mayor en la consultante frente a la manera como había llegado a consulta, no obstante lejos de ser considera como un aspecto desfavorable dentro del proceso, esta situación es utilizada como una oportunidad efectiva de cambio. En este caso particular, la conversación fue percibida por la consultante como un “sacudón” necesario para que ella reflexionara y acto seguido pudiera tomar medidas sobre ciertos aspectos en la dinámica relacional que presentaba con su hija. Este tipo de intervención fue resultado de un proceso reflexivo realizado por la terapeuta a lo lago del proceso que le permitió tomar una postura diferente frente a la consultante, confrontando sus pensamientos y emociones con aquellas acciones que realiza en su diario vivir que no le permitían salir de la pauta que le generaba tanto malestar. Sesiones finales: 14 a 18 Son varios los aspectos del proceso terapéutico considerados como significativos durante las sesiones finales, por lo efectos que generó en la consultante con relación al malestar expuesto en el motivo de consulta. Es preciso señalar que si bien cada uno de los aspectos priorizó categoría determinada, es necesario ver todos en conjunto para comprender la manera en que la promoción de autonomía en Alicia posibilitó cambios en ella en relación con su contexto familiar. Las reflexiones que se desarrollaron a propósito de la metáfora de “el árbol que da frutos” es uno de los aspectos interventivo a resaltar, pues fue a partir de éste que se pudo reconocer los recursos y estrategias previamente utilizadas por Alicia ante situaciones difíciles Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 87 que ahora se presentan como recursos en el proceso frente a las tensiones que manifiesta tener en la relación con su hija. T: En algún momento decías que quieres recoger los frutos A: Con Jenny T: Quieres que la relación prospere como ese árbol que va creciendo y va teniendo hojas y frutos. Me pregunto si en algún momento de tu vida has visto que el árbol se marchita, pero de un momento a otro empieza a dar frutos ¿Has tenido una situación similar? A: Cuando mi mamá se fue de acá, se fue muy enojada conmigo (...) me dijo que estaba muy aburrida, que estaba muy desilusionada de mí y yo le dije: yo también de usted si quiere váyase para Cartagena y separémonos (…) y la relación de los dos fue mucho mejor, aunque me causó mucho dolor que se fuera. T: ¿qué crees que hizo la distancia en ustedes? A: Sanar las heridas, en mi caso sí, el dolor de perderla fue muy grande y me duro muchos años, aun me duele, pero entendí porque mi mamá había hecho las cosas que había hecho. Otra cosa, la relación mía y de Manuel estaba totalmente destruida (…) Yo ya no daba un peso por mi relación con Manuel. T: ¿Cómo hiciste en esa oportunidad? A: Alejarme y pedirle mucho a Dios y a la virgen. (…) Pero lo de Manuel, doctora, era un árbol que no estaba marchito, estaba muerto. T: Tú crees que la relación con Manuel estaba muerto, pero ya está floreciendo. A: Si, usted lo viera cuando me ve cómo me abraza. T: Hay algo muy importante de lo que has dicho. A: mire doctora, perdón, que en ambos casos la separación ha sido importante T: Eso iba a decir. A: Ese día que me fui tan triste, recordaba lo que usted me decía, yo reflexiono mucho las cosas y yo creo que lo mejor es que nos separemos con Jenny también, tengo que reconocer que ella ya está grande y debe hacer su vida, así me duela, creo que es lo mejor para ambas. T: ¿Qué implicaciones tiene la distancia para ti? y que implicaciones crees que tiene para el otro? (silencio) La conversación terapéutica versa sobre las estrategias que la consultante ha logrado llevar a cabo en momentos cuyas tensiones familiares le han generado gran malestar, reconociendo como aspecto común en su estrategia el “colocar distancia” con las demás personas implicadas. Esta conversación a la vez condujo a una reflexión en Alicia a propósito de las dinámicas relacional que puede establecer con su hija, conforme a su ciclo vital. Otro aspecto identificado como significativo dentro del proceso fue el ejercicio que se propuso con la puerta en medio de una conversación que daba cuenta de la tendencia de la consultante de percibir y al mismo tiempo referirse a las cosas bajo el supuesto de “o es blanco o Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 88 es negro, porque para mí aguas tibias no hay”. De esta forma, así como el ejercicio permitió que la consultante identificara diferentes tonos de grises en una misma puerta, le permitió también identificar diversas posibilidades de acción en su vida, que se ve reflejado en sesiones posteriores en las que señala: “no solo existe el blanco y el negro (…) mira que uno reflexionando entiende por qué pasan tantas cosas y se hace como un poquito más llevadera la vida”. Adicional a lo ya mencionado, otro aspecto utilizado fue la metáfora del teatro en la que la consultante adquiere un papel principal dentro de su propia vida, el cual, además de responder a su pedido de “pensar más en sí misma”, posibilita una autonomía creciente en ella y en su familia. A: ¿Sí? Que es lo que quiero evitar, porque no me parece. Es que yo no les estoy causando, en verdad Doctora, no es daño; simplemente que no les estoy siguiendo el capricho. T: Ok. Acá hay un aspecto y si te estoy entendiendo bien, es ha habido ya muchos cambios en ti, muchos cambios importantes ¿sí? Que se ven en el día a día con las pequeñas decisiones, con las grandes decisiones, simplemente con las decisiones que tú tomas en tu vida ¿sí? Donde, de una u otra forma, Alicia tiene mayor protagonismo… A: Sí. T: Entonces Alicia tal vez en algún momento era como quienes están en los teatros, quien está atrás del teatro ¿sí? Y hace todo el escenario… A: Sí. T: Y ayuda toda la coreografía y a que este actor esté bien y que esta actriz esté bien y que todo salga bonito y que todo salga armónico, pero detrás de telones. A: Hum. T: (…) Ahora yo veo a una Alicia diferente. A: Sí. T: Una Alicia que está en el escenario, no estás detrás del escenario (…) tú ya estás un poco más en el escenario, donde tienes un poco más de protagonismo, donde tu voz se escucha más ¿sí? Se escucha más frente a los otros. Ahora, por supuesto, tú me decías “es que si peleo con Wilson como que lloro, me siento mal. Si peleo con Manuel lloro y me siento mal.” Y yo decía ¿es que Alicia es humana o no es humana? A: Sí… (Risa) T: (Risa) ok, entonces hay que hacer pequeñas distinciones. Esta conversación estuvo acompañada de un “diploma de reconocimiento” como parte del cierre del proceso terapéutico con los que además de reconocer los recursos identificados en la consultante a lo largo del proceso terapéutico como la “verraquera” y “fortaleza”, se buscaba Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 89 mantener los cambios hasta ahora observado en la consultante: Este reconocimiento fue recibido favorablemente por Alicia, pudiendo identificar en sus recursos en la manera como se presentaba así misma en sus relatos, así como las diferentes acciones que ha llevado a cabo como parte de las estrategias que ha desarrollado para lograr su bienestar. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 90 Capítulo 3: Una mujer adulta que se recrea ante un golpe del destino Mariana, una mujer joven adulta enfrenta un golpe del destino en un momento vital en el que edificaba una autonomía creciente y al tiempo mantenía una importante solidaridad con su familia de origen. Historia personal Mariana es una mujer de 37 años (al iniciar el proceso terapéutico), profesional en administración de empresas, soltera. Desde que era una adolescente la consultante manifiesta haber colaborado de manera significativa en el sostenimiento económico de su grupo familiar conformado principalmente por su madre, su tío y su hermano. En diciembre de 2012 tuvo un Accidente Cerebro Vascular situación que, según manifiesta, “ha marcado su vida”, pues no solo le produce dolores constantes en el lado izquierdo de su cuerpo, sino que también le generó incapacidad permanente en el trabajo y deterioro en la relación con su pareja y familiares más cercanos. Historia familiar El sistema familiar de Mariana está compuesto por su madre, una mujer mayor; su tío también adulto mayor y su hermano de 34 años. La relación de la consultante con su padre siempre ha sido distante, pues según manifiesta, él los abandonó cuando ella tenía 2 años de edad. Desde ese momento Mariana vivió con su madre y con su hermano. De acuerdo con la historia narrada por Mariana, la situación económica en la que se encontraban fue uno de los aspectos que la motivó para que desde la adolescencia empezara a asumir gran parte de la responsabilidad económica de su hogar. La consultante resalta que junto con su madre –quien trabajaba como operaria- lograron pagar la carrera de su hermano para que él al igual que ella Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 91 saliera adelante. A los 35 años la consultante se fue a vivir sola durante un tiempo (desde finales de 2011), aproximadamente un año, sin embargo, como consecuencia del ACV volvió a vivir de nuevo con su madre con quien manifiesta tener una relación conflictiva. Durante las últimas sesiones del proceso terapéutico Mariana manifestó haberse ido a vivir con su novio como alguna vez lo habían planeado. Su hermano quien se había independizado hacía ya varios años de su casa yéndose a vivir con su pareja, se encuentra ahora viviendo en Europa haciendo un doctorado. Configuración de la crisis El accidente cerebro vascular que sufrió la consultante hace un tiempo se presenta como “un golpe del destino” cuyos efectos ha generado en Mariana gran dolor y sufrimiento: dolor por la hipersensibilidad que tiene en el lado izquierdo de su cuerpo permanentemente; y sufrimiento por las dinámicas familiares que se desarrollaron luego del evento en el que, según manifiesta, ningún miembro de la familia resonaba frente a su malestar, declarando sentirse “incomprendida” y sin ningún tipo de “apoyo”. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 92 A continuación se presenta los principales resultados del proceso terapéutico llevado a cabo con Mariana a partir de las categorías y fases establecidas previamente. Crisis: Del golpe del destino a la crisis vital Sesiones iniciales: 1 a 10 Durante las primeras sesiones del proceso terapéutico los relatos de Mariana versan sobre las “consecuencias” del accidente cerebro vascular –en adelante ACV- en su vida. Como se evidencia en sus relatos, el ACV se presenta como un punto de referencia de suma importancia para la consultante que divide su vida en “un antes” y un después”, como algo sorpresivo que le proporciona “un cambio de 180 grados” en su presente. M: (…) usted tiene esa capacidad de entender las cosas y necesito que ahorita las entienda. T: Ahorita es… M: En este momento después del infarto. Para mí fue un cambio de 180 grados entonces la verdad yo he pensado, porque las conversaciones al principio, pues eran para mí como muy frustrantes porque yo sentía que no recibía esa respuesta de entender. Entonces para mí fue una polémica interna. El ACV se presenta también como un estado de máxima confusión –que además estuvo alimentada por la tramitología propia de las instituciones de salud en el país- que trae consigo altos niveles de incertidumbre en la consultante: “Yo siempre me he considerado muy serena, como con esa capacidad el hecho de trabajar y estudiar me dio como esa capacidad de estar pensando en varias cosas al mismo tiempo, después obviamente la ansiedad fue a mil porque obviamente no me creían, un diagnostico errado: mastectomía unilateral simple, tengo este dolor tatatata y los médicos me decían cómo siguió del cáncer y yo cómo así a mí nunca me dio cáncer. Para mí que me traten de demostrar que por los problemas me dio el infarto, no, para mí no, fue al revés, después del infarto me generó todo esto. Si le hablo al doctor de los diagnósticos y me dicen cómo va el cáncer y no fue uno, fueron varios, pues obviamente a mí me parece que no solo a mí me parece que cualquier persona juepucha, qué pasa. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 93 Así, la crisis, en tanto proceso, no se limita al evento de ACV que presentó la consultante en el 2012, sino a las múltiples implicaciones que ésta tiene en su cotidianidad, generando constricciones en actividades corrientes y en la autonomía de una persona como lo describe aquí: “Yo he cambiado modos de vivir, me duele el peso de las cobijas, el roce de las cobijas tan áspera, esas cosas yo ya se las he dicho, si ustedes me entendieran eso sería más fácil que comprendieran yo porque vivo así, porque hago ciertas cosas. A veces ellos me ven que yo lloro ay mariana qué le pasó- el dolor”. Como se mencionó, durante estas sesiones las conversaciones terapéuticas giraron entorno a las consecuencias del ACV y ello se apreció en relación a tres ámbitos de la vida de la consultante: familiar, personal e institucional37. Entender la complejidad de la crisis por la que estaba atravesando la consultante en su momento, implica analizar los tres ámbitos en conjunto, no obstante, para efectos de una mejor ilustración, se presentarán inicialmente por separado. Así, sin desconocer los efectos de los demás, el ámbito familiar es el que mayor fuerza cobra en los relatos de la consultante al inicio el proceso terapéutico por sus apreciaciones y por las tensiones que le genera. Dentro de los principales aspectos que intervienen en el malestar de la consultante -y que de hecho hacen parte de su motivo de consulta-, se encuentra sentir que nadie le “cree”, tener la sensación de encontrarse “sola” y no recibir “comprensión” ni “apoyo” por parte de sus familiares más cercanos ante el cambio radical que ha tenido en su vida como resultado del ACV que presentó. M: (…) Yo decía si él [haciendo referencia a su hermano] es muy inteligente para el estudio, juepucha, porque para las cosas de la vida no es capaz de entender ciertas cosas. Entonces si eso me cuesta que el entienda, entonces el proceso para mí, el proceso para la familia, todo, va ser más difícil porque no voy a sentir el apoyo. De hecho en muchas ocasiones me sentí muy sola por que no sentí ese apoyo cuando yo le hable y al ver la reacción pues yo dije, listo, pues ya sé que estoy sola, algún día siento yo que él lo va a entender, pero pues siento yo que las cosas no Además del ámbito familiar, personal e institucional, durante el proceso terapéutico, también se identificaron consecuencias a nivel laboral, sin embargo para efectos de los objetivos propuestos en esta oportunidad se desarrollará en profundidad los tres primeros. 37 Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 94 se pueden imponer ni obligar, ni forzar aunque a veces siento que no ha sido así y a veces siento que me tienen miedo. T: ¿Han hablado de eso? M: Si, me tienen miedo, que yo impongo, pero pues al contrario yo siento que yo siempre he hablado. La cuestión es que no han sabido escuchar y cuando yo hablo y hablo y hablo y como que no oigo esa repercusión de lo que yo digo, entonces llega un momento en el que yo les hablo más fuerte y me da rabia que digan es que usted nunca ha hablado. Juepucha yo he hablado y he buscado las formas de diálogo muy serenas. De nuevo el relato de la consultante, y la conversación terapéutica versa entorno al golpe del destino y sus efectos en la dinámica relacional que genera tensión nombrada como “falta de apoyo”, que da cuenta al tiempo del recurso de “ser escuchada y comprendida”, lo que fue también solicitado en el contexto terapéutico, llevándose a cabo en la conversación que reconoce, como estrategia central en la consultante, el “hablarlo”. La recuperación que espera lograr Mariana se encuentra en función del apoyo que reciba o, por el contrario, que deje de recibir de su sistema familiar, especialmente de su hermano y su madre. El hecho de sentirse “sola” es un aspecto que según señala interfiere en su recuperación y choca con las creencias que la consultante tiene acerca del papel que debe desempeñar una familia cuando alguno de sus miembros se encuentra en alguna situación desfavorable. Mientras que para ella el hecho de ayudar a un familiar en una situación difícil es “algo natural” y hace parte del “deber moral” que existe por el solo hecho de pertenecer a una misma familia, para el hermano, por ejemplo, se presenta como una “obligación” que no quería asumir, pero que sin embargo en algunos momentos asume o bien por “miedo” a la reacción que pueda tener Mariana en un momento dado, o bien porque siente que se encuentra en “deuda” con su hermana por todo lo que ella ha hecho por él. En palabras del hermano: “Obviamente por todo el tema medico Mariana ha requerido más ayuda y eso es claro, pero esa ayuda cuando me la pide siento que me está cobrando favores o apoyos anteriores, entonces siento que no me puedo negar, entonces siento que me toca y esa obligación me incomoda muchísimo.” Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 95 Desde esta perspectiva la consultante y su hermano viven el motivo de consulta de manera diferente, pues Mariana lo entiende como un asunto familiar que todos deben resolver38 por voluntad propia y el hermano lo ve como un problema de su hermana. Esto da cuenta de una tensión, que se relaciona con la historia previa, la manera en que cada hermano estaba definido en la vida familiar (rol), y el significado en sí mismos, que configura autonomías diversas y con ello diversos relatos de lo que sería esperable de cada uno y su relación ante la crisis. Sesiones intermedias: 11 a 23 Ahora bien, con el transcurso del proceso terapéutico se observa un cambio en el relato de Mariana con respecto al apoyo familiar, empezando a resaltar mayor “entendimiento” del hermano ante su proceso. En este punto es necesario señalar que tanto a la consultante como a su hermano se les hizo la invitación de realizar algunas sesiones conjuntas. La participación cada vez más frecuente y activa del hermano en el proceso terapéutico, así como su planteamiento de querer ayudar en el proceso de su hermana, permiten asociarlo como recurso de manera importante con el cambio. De forma más precisa, en el espacio conversacional se observa lo siguiente: Hermano: Yo soy uno de los que más ha insistido en este tipo de espacios, para que tanto mi hermana encuentre las soluciones a sus problemas y nosotros como familiares encontremos una mejor manera de articularnos y de apoyarla en el proceso. Posterior a ello durante la misma sesión, la consultante plantea. M: (…) ante esas charlas y por las respuestas que el dio, yo creo que va a ser más fácil que entienda mi mamá y mi tío, que mi hermano. Pero siento que obtuve una respuesta favorable [haciendo referencia al hermano] en poco tiempo y eso me ayudo a sentir que me sentía más apoyada. T: Te sientes apoyada por tu hermano!! 38 Y que además esta puesto en los otros, al utilizar expresiones como los demás “no me entienden”, los demás “no me apoyan” o “no comprenden lo que les quiero decir”. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 96 El relato del hermano en el que él mismo se reconoce como recurso para Mariana en relación al proceso que está viviendo, identificando como estrategia el “apoyarla” tiene un efecto en su hermana, quien efectivamente percibe un mayor apoyo con las acciones realizadas por su hermano. A su vez este recurso y estrategia fue identificado y develado abiertamente en el espacio conversacional dándole fuerza a lo configurado. Este cambio generó un efecto en la tensión relacional que se va transformando en recurso relacional, logrando ser explicitado en el escenario terapéutico: Hermano: es digamos que antes y después del infarto, incluso con el infarto siempre la postura ha sido ubicar las limitaciones y los problemas afuera, es que usted me molesta con los medicamentos, es que el médico, es que siempre es otro, está afuera. Yo sé que ella lo tiene claro pero nunca admite es que yo tal vez, es que yo estoy cansada, es que yo no le estoy metiendo a ficha, es que yo no quiero, no. Siempre es afuera. Eso ha ido cambiando en el tiempo, en diciembre, en enero y hasta abril, es que ustedes, es que ustedes. Desde junio hasta acá, mire estoy cansada, no quiero hoy punto. T: OK ha habido un cambio!! Hermano: Claro. Ha habido un cambio. Un cambio en ella total, que pienso que es un proceso que internamente se ha venido dando, pero que hacia afuera ha venido a una velocidad distinta, menor, pero claro que ha habido un cambio. Dice estoy cansada, yo prefiero hacer tal cosa, o eso es lo que a mí me estresa, para mi ese cambio debería acelerarse porque la mayoría de las cosas que uno vive no están afuera, para mí no están afuera, para mí no están en como usted las asume. Esta emergente dinámica relacional de mutuo reconocimiento será un aspecto que irá ganando significación como recurso en la (re)configuración de la autonomía de la consultante e incluso en la relación fraterna, que va reconociendo la ayuda y el apoyo como una necesidad. Adicional a eso, visualiza y declara abiertamente querer un camino diferente en su vida, diferente al de asumir las múltiples responsabilidades como lo ha hecho hasta el momento y al margen de lo que los demás puedan considerar como bueno o malo. Las sesiones conjuntas al inicio del proceso fueron de gran importancia para la configuración de bienestar en la consultante. La participación activa del hermano posibilitó que la consultante lo reconociera a él y se reconociera a sí misma como un recurso activo en su proceso. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 97 A pesar de lo anterior es necesario reconocer que en algunas de las sesiones intermedias se presentaron altibajos en la manera como la consultante percibía el apoyo de su familia (sesiones 10 a 13), trayendo de nuevo en sus relatos su necesidad de que le “crean”. Uno de los aspectos que intervinieron en estas tensiones fueron las relaciones con las instituciones y profesionales del servicio de salud –y la tramitología asociada a esta- con las que ha tenido permanente contacto en los últimos meses. T: Quieres vacaciones. M: Si, estoy cansada, todos los días es una cita al médico, es un control, una papel el otro. Estoy aburrida de tanta cosa médica, además que es un esfuerzo que las personas crean, inclusive el neurólogo me dijo: yo no le creí el tema del infarto T: ¿En qué crees que está tu interés o tu necesidad que te crean los otros? M: porque me afecta, me está afectando T: si no te afectara no te importaría que los médico te creyeran o no. M: si, en primera instancia fue mi familia. Me afecto a tal punto que ahorita que los médicos se están justificando con cosas que dijo mi familia lo cual no era así. Entonces obviamente los médicos se están lavando las manos. Me afectó que no me creyeran. Para mí que me crean hace parte del respeto, yo siento que yo los respeto pero a mí no me han respetado, no me han comprendido, y yo siempre he estado ahí no solo por y para ellos como es el papel de la mamá, que una mamá hace todo, no. Yo obviamente no soy una mamá, también con ellos, he estado con ellos, pero tratando de vivir mi vida en un equilibrio. La palabra clave es esa. Sesiones finales: 24 a 28 En estas sesiones, una vez se movilizó la relación con el hermano, entró en escena la tensión con la madre, de nuevo a través de la necesidad de ser escuchada y comprendida en relación a su malestar físico actual como consecuencias del ACV. M: Ay usted si jode, me dice [refiriéndose a su madre] T: Pero hoy te acompaño a la sesión. M: Si, por lo que antes el dolor era muy grande, no se los vivo diciendo porque yo sé que ellos están muy cansados y ellos creen que estoy a veces muy bien, me ha tocado hablar con ellos no mire, por favor entiéndame ciertas cosas, que no se las vivo diciendo porque todos estamos cansados. Si ustedes están cansados, yo soy la que más está cansada T: Están casados de… M: ellos de pronto de escucharme, yo me canso de decirle, como con mi mamá es tan difícil, yo le digo JC por favor entiéndame. Yo les digo siempre: si ustedes me comprendieran para mí sería más fácil porque yo estoy cansada de decir las cosas y que ustedes como que no las comprendan y yo ya no sé en qué idioma decirles. T: Comprenderte en ese sentido es qué? M: que el roce es malo, es lo que más me duele, que no es ganas de molestar mía. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 98 Lo anterior se encuentra relacionado con el cuidado, aspecto relacional destacado en la posición de la consultante con respecto a su familia. Anteriormente, era Mariana quien con un papel activo asumía la responsabilidad de todo lo relacionado con su familia y cuidaba a cada uno de sus miembros. Esto es fuente de tensión, haciendo que la consultante reclame cuidado para ella, con una respuesta percibida como muy escasa, lo que alimenta la tensión tanto en la cotidianidad de la casa, como en relación a los cuidados médicos. M: (…) Cuando tengo el dolor tan insoportable digo no más. Si yo le sigo contestando a mi mamá, que para mí no es contestar sino tratándole de explicar, pues ya uno obviamente le sube el tono. Con mi hermano pasa lo mismo, pero obviamente es otro nivel, con mi mamá es más difícil. T: OK entiendo que has utilizado el diálogo como una herramienta, sin embargo no te ha dado en todos los casos, los mejores resultados o los resultados que tu esperas ¿Qué crees que podrías hacer? M: Hacerles entender de otras maneras. Yo pienso bueno, como me hago comunicar. Con lo de las terapias ahora yo busco dar ejemplos. Yo siempre auto reflexiono y busco la manera con ejemplos. Mi hermano es que mire, hay que lavar, que no sé qué. Y yo, pero porque no entienden, me duele, estoy cansada. Un día cogí a mi mamá y le dije usted cree que no estoy haciendo nada, camine, acompáñeme hoy, acompáñeme mañana. Llego un día que me dijo ay no mamita ya estoy cansada. Como el neurólogo me dijo, pues yo esa vez le dije porque yo al principio quería ir sola porque no quería ser una carga para ellos Como lo señala la madre, en la sesión a la que fue invitada (sesión 24), la situación de su hija luego del ACV ha sido para ella también muy dolorosa pues además de la impotencia que manifiesta sentir al ver a su hija “así como esta” y no poder hacer nada al respecto, llegó a sentirse culpable por lo que le había ocurrido a Mariana. T: Cómo ha sido para ti la situación de Mariana, lo del ACV. ¿Cómo fue para la familia? Madre: Pues ya va a cumplir dos años. Antes de los dos años eso para mí fue muy duro porque ella nos echó la culpa. T: ¿En qué sentido? Madre: A mí porque en ese tiempo yo tenía una amistad y entonces Mariana por eso me echo la culpa. A ella no le caía bien esa persona. Entonces Mariana nos echa la culpa. T: ¿TU que sentías en ese momento? ¿Compartías lo que ella decía? Madre: Me sentía culpable T: ¿y ahorita cómo te sientes? Madre: Mal. Pero yo siento que yo no fui la culpable Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 99 La madre se involucra en el proceso manifestando su disposición para ayudar a su hija, no obstante, en muchas ocasiones esto es percibido como fuente de tensión al no saber qué hacer o no lo hace de la forma que Mariana esperaba, generando frustración en ambas. Al igual que el hermano, la madre señala en sus relatos que el “estancamiento” en la salud de su hija se debe principalmente a que “no pone de su parte” generándole una gran tensión consigo mismo y en la relación con su hija. De acuerdo con lo señalado por la consultante, la manera en que su madre manifiesta su incomodidad es quedándose callada y con ciertas expresiones faciales, situación con la que Mariana declara sentirse incómoda prefiriendo que le digan directamente las cosas. Así se presenta un círculo vicioso en el que ambas se declaran inconformes. Aunque en éste punto Mariana sigue reclamando comprensión y entendimiento por parte de su familia, el hecho de promover conversaciones terapéutica orientadas a identificar sus recursos genera nuevas comprensiones de la consultante en relación con su familia, y de todo el sistema frente a la crisis. Por otra parte cabe señalar que en este punto del proceso se posibilitan conversaciones terapéuticas que versaran sobre otros ámbitos de la vida de la consultante, también significativos para ella, al margen del diagnóstico. Con respecto al ámbito personal se destaca el impacto que la consultante manifestó tener en la relación con su novio, la cual, de acuerdo con lo manifiesta, tuvo un distanciamiento significativo a raíz del ACV. Éste no solo se ve reflejado, según manifiesta, en el tiempo limitado que tienen para compartir39, sino también en sus momentos de intimidad. Una de las principales consecuencias del ACV a nivel físico es el permanente dolor que la consultante tiene en el lado izquierdo de su cuerpo. De acuerdo con la historia narrada por Mariana, el dolor físico Las citas médicas a las que debe asistir con frecuencia son uno de los factores que intervienen en ello. 39 Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 100 que presenta, así como el hecho de volver a vivir con su madre interrumpió de manera drástica la vida sexual activa que tenían. M: problemas obviamente con mi pareja T: que tanto se ven ustedes? M: Pues pasamos de vernos todos los días a cada mes. Obviamente hablamos todos los días, pero hubo distanciamiento, no tenemos relaciones sexuales, pues uno de mujer siente que eso lo maneja, pero un hombre, pues hay mucha incertidumbre y yo varias veces le he terminado a mi pareja, pero él me dice no mi amor yo te amo, yo sé que estás pasando por un momento difícil, el inclusive me ayuda a mi espiritualmente para crecer. (…)Yo antes no era así. Yo ahorita me siento muy insegura en muchas cosas. Obviamente ahorita puede aparecer cualquier persona y eso antes yo no lo pensaba, si aparece cualquier persona no me importa T: ¿Qué se vaya con otra persona no te importa? M: Pues no, yo estoy segura de lo que le puedo dar y lo que no le puedo dar, él ya sabe. Ahorita sigo pensando lo mismo, pero el grado de incertidumbre e inseguridad porque sé que en cualquier momento eso puede pasar. Se puede sentir insatisfecho porque yo no le ofrezco muchas cosas, ni sexualmente, ni la compañía porque queremos pasar más tiempo, pero me dice, sí, pero tú tienes muchas cosas médicas Si te invito a almorzar, algo médico, si te invito a comer en la noche, algo médico, si te digo los fines de semana, también algo médico. Entonces yo le digo a mi novio, no los domingos, pero cuando nos vemos tanto el como yo estamos cansados entonces el tiempo que disfrutamos no es lo mismo… pero como teníamos sueños que se quedaron truncados (…) Si, teníamos sueños, proyectos. Estábamos prácticamente viviendo juntos. Yo vivía cerca, pero es que él se la pasaba mucho en mi casa, cada uno tenía su espacio privado, yo a veces iba donde el… ahora yo con mi mamá pues no tenemos la misma privacidad. El giro que se propició durante el proceso terapéutico, al conversar con la consultante sobre los demás aspectos de su vida al margen –por lo menos temporalmente- del ACV y de la relación con su familia fue una apertura que posibilitó ampliar la mirada de la consultante y abordar aspectos antes no tratados como la relación con su novio. Aunque como se evidenció en el relato anterior, la consultante presenta un distanciamiento importante con su pareja, la relación sentimental que aún mantienen es considerada como uno de los mayores recursos en la búsqueda de bienestar de la consultante. T: noto que hablas en pasado… teníamos, estábamos… ¿me pregunto si es que ya no tienes esos sueños? M: si claro, pero como te dije antes, estábamos económicamente ahorrando para comprar una vivienda, ahora todo lo que yo tenía ahorrado me ha tocado gastarlo en temas médicos. T: ok, por lo que hemos hablado en las sesiones anteriores entiendo que efectivamente lo de ACV ha sido muy duro y has estado en una serie de trámites difíciles, pero me sigo preguntando, y me disculpo de antemano si puede sonar fuerte, pero ¿vas a darle tanto poder al ACV, para que además de las implicaciones físicas te quite la posibilidad de seguir soñando? Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 101 M: [comienza a llorar] En las sesiones intermedias Mariana manifiesta su intención de irse a vivir con su novio, retomando los planes que tenían juntos antes de haber presentado el ACV. En las sesiones finales, Mariana ya estaba viviendo con su novio, decisión que se considera significativa para el proceso en relación con su autonomía. En el tercer y último ámbito al que se hará referencia, el institucional, se evidencia la constante tensión que percibe la consultante en relación con las instituciones prestadoras de salud. Y yo, es que es mi estado de salud, como así que no voy a tener derecho a preguntar por MI salud que en este momento puede significar Mi vida, y cómo así que una persona me va a callar y me va a decir usted no tiene derecho porque yo soy el doctor (…) Mi hermano se dio cuenta como salí y me pregunta cómo le pareció, esa fue mi actitud. Me dijo, se sintió incómoda, cierto. Y yo obvio, eso de psicosis todo lo que tenga que ver con eso de psi, psi psi me hace sentir como una loca, empezando que desde el comienzo todo fue así, cuanto tiempo para que se dieran cuenta, ahorita me dan el diagnóstico y parece que si tengo deterioro cognitivo. (…)El nivel de incertidumbre es muy alto porque no se nada. Los médicos me dijeron que el caso mío es muy complejo y que hubo una desarmonía entre su caso y el sistema de salud en general. Y yo le dije, pues me parece que ese si es un diagnóstico más acertado. Además de lo anterior, se observa también la necesidad de la consultante de comunicar asertivamente su condición médica para minimizar las posibles tensiones que pueda presentar con dichas instituciones y logren “entenderla” y actuar correspondientemente a esto. En la última sesión del proceso terapéutico se observa un cambio significativo en este aspecto, observando que efectivamente la consultante está haciendo uso de sus recursos y estrategias priorizando su salud. M: Y no sé qué tiene que ver, será que no creen que lo que yo tengo es real, para mi esa es la percepción que yo tengo. T: ¿Y qué te haría sentir eso, que creyeran que lo que tú tienes no es real? ¿Cómo te sentirías si dejaran que lo que tienes no es de verdad? M: pues como eso ha sido tan reiterativo, entonces yo empiezo a explicarle. Yo les digo que estoy en terapia porque el proceso ha sido difícil para mí, duro. Eso lo explico en un minuto, porque para mí lo importante es explicarle lo que me aqueja de acuerdo a la especialidad (...) T: No es la primera vez que lo hablamos… Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 102 M: Yo más bien quedo al interrogante como porque y eso a mí me ayuda para tomar acciones si vuelvo a ver la doctora, yo más bien le devolvería la pregunta: esto qué tiene que ver con mi tratamiento o por qué, más bien para comprender yo, porque de pronto yo estoy explicando algo que de pronto ni les interesa y no viene al caso. Más bien yo tengo dos cosas claras: voy a pedir mi historia para ver qué es lo que están viendo, leyendo, qué es lo que está escrito y segundo si vuelve y pregunta y vuelve e insiste, si sigue así pues yo hago lo que he venido haciendo, cambio de doctor. Yo ya no me desgasto. (...) Y pues si no la tienen clara no me van a ayudar y si es así, pues cambio de doctor y ya, no me estreso. Autonomía y self Sesiones iniciales: 1 a 10 De acuerdo con la historia que narra Mariana, desde que ella era una adolescente asumió el rol de “proveedora” en su familia. Aunque al inicio, según manifiesta, hacía pequeñas contribuciones en las fianzas de su hogar, complementando lo aportado por su madre y su tío, con el paso del tiempo fue asumiendo más y mayores responsabilidades. En los relatos de Mariana y sus familiares se observa que la consultante tiene un papel destacado en su familia, sin embargo la manera como ella se reconoce a sí misma en sus relatos no da cuenta de los recursos que efectivamente tiene ante los estresores y tensiones relacionales y circunstanciales que configuraron la crisis. En sus relatos iniciales presenta las dinámicas personales y relacionales que ha configurado como resultado de las circunstancias o golpes del destino, y atribuyendo la responsabilidad de los sucesos a los demás con frases “es que si mi papá no se hubiera ido las cosas serían diferentes”, “me toca estar ahí porque mi mamá no sabe manejar bien la plata” “si yo no estoy pendiente la roban”. Uno de los grandes aportes del proceso terapéutico tiene que ver precisamente con promover reflexiones y espacios conversacionales en los que la consultante reconociera sus recursos y la manera como interviene en las dinámicas relacionales que se presentan con sus familiares más cercanos, a la vez que asume una posición diferente frente a sus propios actos. M: Si, yo prefería vivir sola, pero igual hay que vivir cerca de mi mamá porque mi mamá quiere seguir viviendo cerca de mí. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 103 T: ¿Y tú? M: Pues si también, pero yo quiero tener mi espacio, hacer las cosas como yo quiero. Si yo quiero tener la casa sucia la tengo, hacer las cosas de otra manera, pero pues igual alguien tiene que estar pendiente de si mi mamá tiene para comer o no, de si le pasó algo, alguien debe estar cerca. T: Tú tampoco quieres. No quieres dejar “sola” a tu mamá M: No, claro no. En el relato, la consultante atribuye la tensión relacional con su madre en la necesidad que ésta última tiene de construir escenarios de proximidad con su hija, desconociendo que este interés se presenta de manera mutua. Con las conversaciones terapéuticas se hizo posible reconociera esta situación como una necesidad de doble vía. Sesiones intermedias: 11 a 23 La manera como la consultante se reconocía a sí misma dentro de sus relatos (en primera persona) dando cuenta de sus propios recursos es un avance significativo que se empezó a observar en las sesiones intermedias: “siento que yo al haber asumido desde más pequeña y ver la vida con una responsabilidad diferente, bien sea porque yo misma la empecé a asumir o lo que sea”. Las tensiones circunstanciales son un aspecto significativo que hacen parte del contexto en el que se inscribía Mariana en determinado momento, sin embargo esto no desconoce las decisiones que Mariana toma situándose como recurso relacional en su familia “ayudando” y “aportando” de la manera que lo hizo. M: Y yo empecé a asumir esa responsabilidad, como esa educación financiera de la vida, porqué, porque obviamente eso me afectaba. T: ¿En qué momento decides asumir esa responsabilidad o educación financiera? M: Pues no tuve en el sentido que nadie me obligó, fue algo que se fue dando sin que yo me diera cuenta y fue algo que a mí me gustaba. Adicionalmente se observa: T: ¿Responsabilidad diferente? M: Si, siento que la responsabilidad es diferente. La función es diferente. Entonces yo veo las cosas de manera muy diferente, si, no de malas o buenas, porque en ese sentido no se puede Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 104 catalogar, sino muy diferentes, con un sentido como de responsabilidad mayor. Mi hermano es muy inteligente, pero el manejo de las cosas de la vida, las ve todavía muy diferente y yo siento que ha sido por eso tendencia marcada que digamos que él ha vivido algo que yo quise vivir, pero no lo veo con resentimiento ni nada porque me parece que inclusive el objetivo mío cuando yo hablé con mi mamá se cumplió. T: ¿Cuál era tu objetivo? M: Yo habría querido estudiar sin tener que trabajar, pero cuando a mí me salió la posibilidad de estudiar en la Nacional, mi mamá llorando me decía. Estudie porque yo no le puedo dar para el estudio a ambos. Y yo le dije, no mamá, ambos vamos a estudiar. Yo voy a estudiar y trabajar y entre las dos hacemos el esfuerzo para que mi hermano estudie. (…) Entonces siento que ese objetivo con mi hermano se cumplió, pero por lo mismo y tanto el ve las cosas muy diferente a como yo las veo, entonces a veces creo yo, eso ha generado como diferencias, discusiones, polémicas, pero yo doy gracias a Dios porque la relación siempre ha sido una buena relación. En este punto es preciso señalar que la decisión de Mariana de posicionarse como un recurso para su familia asumiendo gran parte de los asuntos de la casa o, como señala su hermano, “respondiendo por todo” es aceptada –e incluso esperado- por su familia, alimentando la sensación de la consultante frente a su “responsabilidad”. La manera como Mariana ayudó a la familia, focalizando toda su atención y energía en ello promovió que muchas veces en los relatos de la consultante se priorizara el “nosotros” sobre el “yo” o “mi”, aunque esto no en algunas oportunidades se presentara como tensiones personales. Siento que él [refiriéndose al hermano] es solo alegría. Estudiar. Y pienso, porque yo no lo viví, cuando uno se centra solo en estudiar pues obviamente puede haber más cosas, que puedo dedicarme a los deportes o hacer otras cosas ¿sí? Y por ejemplo eso era lo que yo hubiera querido y de hecho, se puede concentrar mucho más en el estudio, aprovechar al máximo el estudio, yo pues no. Igual no lo digo con resentimiento. Al mismo tiempo que se promovieron conversaciones terapéuticas en las que la consultante reconociera sus recursos, se cuestionaba frecuentemente sobre el papel que daba en su vida a sus gustos o necesidades personales al margen de los requerimientos de su familia. M: (…)Igual, lo que yo busco y espero para mi siento que es un objetivo no solo para mí, sino que es a nivel familiar. Siento que todo es como un… Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 105 T: ¿Y tú objetivo cuál es? M: Es tranquilidad y bienestar para todos. No solo para mí… Para mi hermano, para mi mamá, para todos. En la medida en que todos y cada uno estemos bien de forma independiente eso va a funcionar. Va a fluir… T: Tu objetivo es el bienestar de todos M: Bienestar y tranquilidad para todos, sí. (…)El objetivo mío es el bienestar para todos, de hecho no solo para mí sino para todos. Todo va a fluir así, porque es que ya se ha demostrado, se ha visto: uno está mal y como somos tan unidos los cuatro, y afecta al otro, (…) Entonces al final todos estamos mal. Por eso yo pienso que si tenemos tranquilidad y bienestar para todos, cada uno de forma independiente, pues estamos bien. Todo va a fluir y ya. T: Es interesante para mí que al inicio mencionas mucho las diferencias que hay entre tu hermano y tú. Las diferencias que tienen los dos, y ahorita me mencionas la necesidad de buscar el bienestar, el objetivo principal y tú buscas, que tú quieres es el bienestar de todos. Me pregunto yo cómo hacer para lograr el bienestar de todos, teniendo en cuenta también las diferencias de cada uno de los miembros de la familia? Que es también algo importante a tener en cuenta. Cómo se logra el bienestar de todos y cada uno partiendo también de entender las diferencias. (Silencio) M: mmm La verdad no lo había pensado. La reflexión que se hizo de la conversación anterior permitió re-pensar este contexto empezando a contemplar la interdependencia que necesariamente existe en los sistemas familiares, a la vez que se reconocen espacios propios en la autonomía de sus miembros, más aún en éste cuyas relaciones son tan “cercanas”. Así, aunque la necesidad de pensar en ella es un aspecto central como ella misma lo declara -más aún con los efectos del ACV-, no puede hacerlo sin su familia. M: Siempre como por el lado de la responsabilidad. Como que vean la responsabilidad poco a poco, porque de esa manera siento que me ayuda a mí para que ellos… todos podemos ser más independientes y yo poder pensar un poco más en mi… T: Mmm estaba entendiendo al principio como que tu sentías responsabilidad frente a tu mamá o frente a tu hermano, pero lo que entiendo ahora es que quieres o esperas de ellos es que adquieran esa responsabilidad para que cada quien sea independiente. ¿Estoy entendiendo bien? M: Si, como la pregunta fue por mi hermano en ese sentido que mi hermano poco a poco ha entendido un poco más las cosas. Yo no estoy diciendo que él es bruto, no, al contrario, él es muy inteligente. Así, la "independencia" de la que la consultante habla es posible en el reconocimiento de los demás también como recursos relacionales potenciales a propósito de los que consultante identifica como una estrategia en el proceso y que es llamada como “responsabilidad” T: En este momento tu qué piensas con respecto a lo que te dijo la psicóloga Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 106 M: Yo siento que es para todos porque como lo he dicho siempre. En la medida que cada uno se aprenda a ver uno y empiece a asumir su responsabilidad, a comprender también a los demás va a ser como si yo también me quitara una carga. Ese esfuerzo que yo tengo que hacer, primero con mi familia… (…) T: ¿En qué momento has tratado de vivir tus cosas y tener tu equilibrio? M: en la dinámica de estudiar y trabajar es muy difícil tener un espacio para uno ¿sí? Por ejemplo cuando trataba de salir, divertirme, pasear. Que ha sido muy diferente a la dinámica de mi hermano. Que una vez me lo critico mi hermano: piense en usted, cómprese cosas para usted, salga a divertirse. Siempre lo he dicho, nos llevamos tres años de diferencia, vivo con él, cómo es que no se da cuenta de muchas cosas. No es que yo no quiera divertirme, no tengo tiempo. Sesiones finales: 24 a 28 Como se ha observado, muchos de los relatos de la consultante versan sobre la manera en que mariana frecuentemente actúa movida por el “deber ser” o lo que ella llama “responsabilidad”, especialmente en todo lo relacionado con su familia, no obstante esta dinámica fue cambiando parcialmente a lo largo del proceso terapéutico, concretamente en las sesiones intermedias y finales, cuando la consultante señala “ya no más, ya estoy cansada” o “yo ya estoy como aburrida, quiero vacaciones”. Los relatos de Mariana en primera persona además de evidenciar las tensiones que presentaba en un momento dado, también expresan las libertades que se está dando Mariana de manifestar y actuar de acuerdo a sus emociones individuales, independientemente si esto resulta bien visto o no por los demás. El siguiente fragmento reafirma lo anterior: Entonces llego un momento en el que sentí esa actitud y ellos trataban de ayudarme y decían tápese con esto y yo no, trataba de explicarles y no me entendían entonces decía ya no más. Entonces lo dije de diez mil maneras, diez mil formas, entonces en ese momento si reconozco que fui brusca, fui muy tosca. Fue como si me desahogara, mamá tatatatata, JC tatatatatata. Toda la vida me la he pasado comprendiéndolos a ustedes, respetándolos a ustedes. En este momento necesito que me respeten, me toleren y me comprendan, porque ya no puedo más, es una situación que ya, lo único que necesito es comprensión, no necesito nada más, ese momento fue muy crucial para mí. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 107 Familia Sesiones iniciales: 1 a 10 Los relatos y las conversaciones terapéuticas que cobran gran relevancia a lo largo del proceso terapéutico versan sobre las relaciones de dependencia que se presenta entre sus miembros, y en las que se identificaron tanto tensiones como recursos. En los relatos de Mariana la relación de dependencia que se presenta entre los miembros de la familia se identifica desde que ella asume ciertas responsabilidades del hogar, siendo la consultante quien, como lo señala su hermano “terminaba resolviendo”. De forma más específica el hermano señala “como esta en esa actitud [refiriéndose a Mariana] inconsciente como de cuidarnos y estar pendiente, entonces normalmente está pendiente de cuidarme y no de cuidarse (Hace acentuación en lo último). (…) Entonces llega un punto en el que ya uno tiene todo listo lo de uno, no necesita que lo cuiden, ella queda como desprogramada con sus cosas”. No obstante lo anterior, como se mencionó en el primer apartado, el accidente cerebro vascular que presentó la consultante fue un estresor, una situación inesperada e indeseada, que provoco tensiones relacionales en todo el sistema familiar, que incrementaron las ya existentes tensiones por el lugar que cada miembro ocupa en la familia (rol), así como las dinámicas asociadas a relaciones de cuidado entre sí. Esta situación a su vez exalta la necesidad de una reorganización a nivel familiar, donde se requiere, por ejemplo, mayor involucramiento del hermano en los asuntos del hogar. De esta forma, como se observa en los relatos de la consultante, los acontecimientos que se presentaron están acompañados la solicitud que Mariana hace frecuentemente requiriendo el apoyo efectivo de su hermano en lo que entre otras cosas considera, es una “obligación moral” que ambos tienen con su madre40. 40 Esto, como se mencionó, esta relacionado con los grados de libertad de la consultante al buscar diferentes opciones en su vida además de estar pendiente de su madre. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 108 M: por ejemplo lo del tema del deber, para mi él lo menciona y lo entremezcla de lo que yo siento. Para mi es una diferencia de conceptos, lo que el deber para mí, que usted debe hacer tal cosa, para mí no es que tenga, es muy diferente usted tiene, no y el un día me lo dejo muy claro: es que yo no tengo, no, usted no tiene que hacer tal cosa, para mi es más una obligación moral, no de tener que hacer. Está obligado, no. T: Obligación moral en qué sentido M: Por ejemplo, mi mamá es de ambos. Yo no debería estar siempre pendiente sola, para mi es una obligación moral que deberíamos estar pendientes los dos, no solamente yo. Dado el rol que el hermano ha desempeñado dentro de la estructura familiar –siendo el hijo menor y el “consentido” de la madre, como ella y Mariana señalan en sus relatos-, sus propias creencias y demás experiencias, se posiciona en una orilla diferente a la de la consultante y su madre con respecto a la fuerte creencia que existe sobre la familia, donde los miembros de este sistema familiar cumplen un papel de “apoyo incondicional” frente a las necesidades de los otros. En palabras del hermano: “nosotros somos familia, y uno espera apoyo de la familia y si no es la familia la que da el apoyo entonces quien”. T: Hay algo que me parece muy curioso en este momento con lo que me estás diciendo, y es que muchas veces, lo hemos visto en el proceso, Mariana se deja de lado ella por pensar en el bienestar de los otros. Me parece muy curioso que en esta ocasión quienes se dejan a un lado eres tú, y por lo que me mencionas, tu mamá, por pensar en el bienestar de Mariana. Es una relación donde yo me olvido de mí, dejo de hacer lo que yo quiera para pensar en lo que yo quiero para pensar en el otro. Parece ser algo muy generalizado en esta familia. No se tu hasta qué punto estés de acuerdo con esto. Hermano: Yo soy consciente de eso desde hace rato, pero soy el único que obra en ese sentido, entonces ha habido muchos choques porque para mí, el ideal es que cada uno pueda valerse por sí mismo, preocuparse por sí mismo. Que el espacio que compartimos sea compartir nuestros logros, nuestras cosas. Compartir, no depender, pero mi mamá, mi tío y mi hermana y tal vez incluso mi abuela, todos están preocupados por el otro, están preocupados por el otro y no se preocupa por sí mismo o por las decisiones que toma. A mí eso me choca, me molesta mucho, mucho y a mí en general, hace parte de mi personalidad, no me gusta que nadie dependa de mí, NADIE, ni siquiera mi pareja, no me gusta, eso me genera una sensación asfixiante, no me gusta. Eso contrasta mucho con mi familia, con la práctica de mi familia, ahí está una de las diferencias muy marcadas con mi hermana, porque para mi hermana todo está relacionado y las decisiones, son decisiones afectan a mi mamá a mi hermana a Mandela a Obama y para mí, mis decisiones son mis decisiones, a veces las consulto, pero para mí las cosas son mucho más independientes de lo que son para ellas, entonces en ellos hay una práctica a lo que yo llamo dependencia y es estar pendiente del otro, no de sí mismo. Para mí siempre mi prioridad siempre he sido yo, yo, yo. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 109 De manera más concreta, mientras que Mariana -ligada a su creencia sobre la familia al mismo tiempo que al rol “proveedora”-, con una mirada más relacional siente que su objetivo principal “Es tranquilidad y bienestar para todos”, su hermano movido desde una perspectiva más individual considera que “Si tú vives una vida feliz en gran medida depende de ti mismo”. Hermano: Para mi eran dos mujeres independientes que tenían sus cosas y que cuando necesitaran ayuda me iban a decir. No dijeron, ahh bueno. Porque además yo si estoy, estaba totalmente montado en el papel del hijo menor, yo soy el hijo menor, yo soy el hijo de mi mamá y no el papá de mi mamá, y yo soy el hermano MENOR de mi hermana, para mí era claro. T: Ok esa fue la posición en la que te colocaste Hermano: Si, como que yo no veo por ellas, no soy quien velo por su bienestar, en mi visión. Ahora las cosas han cambiado, porque, porque entiendo que para ellas yo estoy en su núcleo familiar de dos mujeres y un HOMBRE, donde el HOMBRE es el que vela por ciertas cosas, como el HOMBRE de la casa. T: Qué sientes con esa noción que ellas tienen de ti, con lo que ellas te han planteado del HOMBRE de la casa, el hecho que ellas sean dos mujeres y así está conformado el núcleo familiar. Hermano: Me hace sentir incomodo, me hace sentir responsable, me hace sentir con una responsabilidad que yo no sabía que tenía y que no quería, porque para mí la cosa es particular con mi mamá porque es mi mamá y es un adulto mayor, pero no con mi hermana. Yo veía a mi hermana como si fuéramos dos personas iguales, se supone que los hombres y las mujeres somos iguales y más ahora en una ciudad como Bogotá en un país como Colombia donde no hay ya como esos límites sociales ni religiosos, entonces mi hermana es igual de independiente, de valida, capaz que yo, entonces no veo porque yo deba estar pendiente de mi hermana que tenemos momentos en los que nos podemos apoyar si, apoyar, pero apoyar no es una obligación, es una opción, es que yo soy un amigo y puedo dar apoyo, no que tengo que hacerlo. Pero yo veo que ellas si esperaban que yo tuviera que hacerlo, osea ese es un cargo mío, es mi responsabilidad, un contrato que nunca firme. En el relato la re-organización del sistema familiar incrementa la tensión que manifiesta tener el hermano al percibir que además de la madre debe cuidar también a su hermana, cuya historia previa la posicionaba en un lugar diferente en la familia al que hoy presenta. Hermano: Yo vivía lo mas de tranquilo pendiente de MI salud, pendiente de MI estudio, pendiente de MI trabajo, pendiente de MI mamá y la relación con mi hermana desde que pasamos la adolescencia ha sido muy de par, osea usted es una mujer independiente, yo soy un hombre independiente como que cada uno sale a delante y si necesitamos ayuda pues nos apoyamos, pero usted es responsable de sus decisiones y yo soy responsable de las mías. Yo no soy el responsable de su vida y usted tampoco de la mía. T: Ok esa es la forma como lo veías. Pero las circunstancias hacen que las cosas cambien y me pregunto si tú forma de ver a tu mamá y hermana y verte a ti mismo también cambio. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 110 Hermano: Yo no lo veía así, que fuera responsable, creo que nunca lo voy a ver así. Ahora veo que hay más relaciones que digamos que tienen una influencia más alta de la que yo veía por lo cual soy consciente que debo cambiar la manera en que me comunico por ejemplo. En el relato del hermano se identifica una tensión relacional en el ámbito familiar ante la divergencia que se presenta entre la percepción que el hermano tiene del lugar que ocupa en su familia y los nuevos requerimientos que las diferentes situaciones promovieron en la misma. La conversación terapéutica devela las transformaciones que se han presentado en la familia, al mismo tiempo que invita al hermano a ser parte activa de las transformaciones que se están presentando. En respuesta a ello el hermano reflexiona reconociéndose- parcialmente- como recurso en el proceso. Sesiones intermedias: 11-23 Como se observa en los relatos a lo largo del proceso, tanto de la consultante como de su hermano, la relación entre el sistema fraternal era tensionante: por un lado a Mariana le parecía insuficiente la participación de su hermano en los asuntos relacionados con el cuidado de su madre, por otro lado, el hermano, no estaba de acuerdo con que la consultante “desconoce las miles de cosas que hago por ella” más aun teniendo en consideración que sus acciones estaban alejadas de su postura. Esta situación fue abordada durante el proceso terapéutico, generando cambios en las dinámicas relacionales que se presentan en la familia, principalmente en la relación de la consultante con su hermano. Uno de los recursos empleados y que resultó significativo para el proceso fue plantear escenario conversacionales en los que se priorizara la emoción sobre la razón en las sesiones que se realizaron de manera conjunta. T: JC qué significa Mariana en tu vida Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 111 Hermano: Es un buena pregunta. Lo que significa Mariana para mi es independiente de la dinámica familiar. T: ¿A qué te refieres con eso? Hermano: La respuesta de qué significa Mariana para mí, para mí no está condicionada a si estamos todos juntos, a si tenemos deudas, si le dio un infarto, si no le dio un infarto o a si… NO está condicionada a los momentos o las cosas que han pasado en los últimos dos tres cuatro o cinco años. No está condicionado a si tenemos deudas o no, si estamos felices o no. Para mi digamos que hay cuatro grandes ítems que describen lo que Mariana significa para mí. En la misma línea se encuentra el siguiente relato que tuvo lugar una sesión después: Hermano: Yo le puedo preguntar con tranquilidad como se siente, como esta. Eso no es ni apoyo, eso es lo que para mí significa amistad y para mi está muy ligado a un amor de familia. Cuando yo digo que la quiero es porque la quiero, cuando yo hago eso ¿cómo está? ¿Cómo se siente? No es como cuando uno habla con alguien en el trabajo, que finalmente cuando me responde cualquier cosa me da la misma, pero en este caso cuando yo le pregunto que cómo esta es una pregunta que me sale… T: Que te importa… Hermano: Si, que me importa. Realmente quiero saber cómo esta. Obviamente puede que no le pregunte en el momento indicado y que no me conteste. La manera como se promovió la conversación terapéutica generó una apertura para que las tensiones relacionales que se presentaban en el sistema fraternal se fueran transformando en recursos relacionales de doble vía. En otras palabras, en las conversaciones terapéuticas que se desarrollaron se consolidó la figura del hermano como un recurso para la consultante en el proceso que está viviendo. Las diferentes perspectivas mencionadas anteriormente fueron durante mucho tiempo fuente de tensión entre los hermanos por lo que Mariana denominó “responsabilidades diferentes”, no obstante se presentan también como un recurso en la reorganización que Mariana y el sistema en general está desarrollando en pro de una autonomía dependiente que genere bienestar y equilibrio para todos acorde a las nuevas circunstancias. Aunque yo sea el hermano, dado, no mis capacidades, pero si una visión distinta donde yo he sabido darle prioridad a mi bienestar como individuo, yo si siento que tengo la responsabilidad de ayudarla a que ella se quiera, se cuide y procure su bienestar. Eso es algo que definitivamente no sé cómo hacer y ahorita he intentado muchas cosas, es algo en lo que estamos muy alineados con mi mamá. Pero mi mamá no tiene las capacidades, no tiene las herramientas para mostrarle a Mariana cosas que la hagan decir juepucha. Como persona tengo una función importante además que como administradora como hija… resulta que yo soy un ser importante y tengo que cuidarme a mí misma porque además lo que yo pienso de la vida que coincide con lo que mi mamá piensa: Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 112 hay cosas que nadie va a hacer por uno mismo si no las hace uno. Muchas cosas pueden venir por fuera, pero realmente lo que uno pueda hacer en la vida depende de uno. Independientemente si tiene o no cosas. Si tú vives una vida feliz en gran medida depende de ti mismo. Una situación específica en la que se puede hacer evidente al hermano como recurso para el proceso que está viviendo la consultante, es el apoyo que él le brinda en la decisión de Mariana de independizarse: T: JC ¿tú qué piensas con respecto a eso? ¿Tú apoyarías a tu hermana de que tomara la decisión de independizarse? Hermano: Si claro. T: Crees que sería una buena opción para ella y la familia. Hermano: Si claro porque siento que como ella ha estado ahí, pues por eso se genera una relación de dependencia mutua (…) Entre mi mamá y mi hermana y viceversa, no solamente de una, sino de ambas. Entonces si yo siempre he pensado que lo mejor es que cada uno este independiente para romper precisamente esa dependencia mutua. La conversación que se propició con la pregunta inicial no solo consolido al hermano como recurso en las decisiones que su hermana pueda tomar en función de su autonomía, sino que también permitió identificar la percepción que el hermano tiene de la relación entre Mariana y su madre a la que llama “dependencia mutua” Sesiones finales: 24 a 28 De acuerdo con lo manifestado por la consultante en sesiones posteriores, la relación con su hermano ha cambiado de manera significativa, pues de acuerdo con los que Mariana describe, además de mostrarse más atento a los asuntos de la casa, se encuentra más interesado por aspectos de la vida de ella que antes no eran considerados. Así, a pesar de encontrase a “kilómetros de distancia”, percibe una relación más cercana, y de mutuo bienestar. Además de las relaciones de “dependencia en la familia” que se mencionaron explícitamente en los relatos del hermano, se observa en los relatos de la consultante una prioridad del “nosotros” sobre los intereses o necesidades particulares. De acuerdo con lo Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 113 manifestado por la consultante, “si tu estas solo pues listo te afectará a ti solo, pero cuando tu estas en grupo le afecta a todos y de hecho siempre ha sido así, a nosotros nos afecta porque siempre hemos sido muy unidos y ahorita me volvió a pasar” Si bien el fragmento que se presenta a continuación se inscribe dentro del “juego de roles” que se realizó, y quien habla como si fuera Mariana en realidad es su hermano, de una u otra forma es un ejemplo ilustrativo de la manera como algunos miembros del sistema familiar consideran que las decisiones de unos afectan directa y significativamente a otros. T: La importancia del proceso para tener los resultados. Eso quiere decir que ellos qué deban hacer. Entender significa qué, que ellos digan sí es importante el proceso para llegar a los resultados, o ¿cómo se ve eso de forma tangible? Hermano: Por ejemplo que cuando vayan a tomar decisiones financieras las consulten antes de tener un inconveniente, y que entiendan que ese consultar no implica que yo los esté controlando, sino que pueden tomar buenas decisiones para después no meterse en problemas ellos y después meterme en problemas a mí y digamos que generar un malestar general T: ok entonces el hecho de tener bienestar está más enfocado a consultar decisiones propias con los otros. Hermano: Si, es un ejemplo. Si ellos entendieran eso sería más fácil hablar de esas cosas sin que se molestaran y sin que sintieran que trato de controlarlos T: ¿Y no tratas de controlarlos? Hermano: Lo que yo quiero es que todos estemos bien y si ellos no ven las cosas bien y yo sé que yo tengo conocimientos que ellos no tienen pues yo podría ayudarlos a tomar las decisiones La conversación versó sobre las tensiones relacionales que se presentan en la familia ante ciertas prácticas que ponen en juego la autonomía de sus miembros: mientras que para unos estas dinámicas son percibidas como “una manera de controlar”, para la consultante son percibidas como un recurso que promueve el bienestar La conversación que se presenta a continuación devela la tensión relacional que se presenta en la familia producto de la confusión que los miembros del sistema familiar tienen con respecto a los límites que cada uno tiene. T: ¿Ellas? Metes en un mismo grupo a tu mamá y a tu hermana. Hermano: Si, un poco, en nivéleles distintos, pero de hecho eso que tu acabas de detectar digamos que en algún momento nosotros tres tratamos a los otros dos como una Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 114 sola cosa, para mi ellas en algún momento son una sola cosa, y para mi hermana, mi mamá y yo somos una sola cosa, y para mi mamá nosotros dos somos una sola cosa Lo siguiente fue abordado en el proceso terapéutico en una de las sesiones conjuntas a partir de un juego de roles cuyo fin era posibilitar una meta-mirada en los participantes sobre sí mismos, así como la situación en la que se encuentran, construyendo así nuevas posibilidades de acción. T: ¿Por qué crees que es a ti Mariana si los dos son hijos que tu mamá te pide la plata a ti? M: Mi mamá siempre ha visto que eso es una obligación mía, pues igual mi mamá siempre lo ha preferido más a él, lo ha querido más a él y es más condescendiente con él que conmigo. Siempre ha sido más exigente conmigo. T: ¿Qué crees que tú podrías hacer para que tu mamá no tuviera esa visión o ese comportamiento frente a ti, pedirte plata a ti, exigirte más a ti? ¿Qué puede hacer tú con respecto a eso? M: Esa ha sido una pregunta sin resolver durante mucho tiempo. Lo único que se me ocurre después de muchas conversaciones con mi hermano y yo he pensado tal vez irme. El hecho que tal vez vivamos independientes puede ser que ella me vea de una manera diferente, pero también puede generar muchos otros más problemas que de todas maneras me tocaría a mí llegar a resolver. T: ¿Te tocaría llegar a ti a resolver? Tú me habías comentado que viviste sola un tiempo, justo antes del accidente, como fue para ti esa experiencia. ¿De no haber tenido el accidente habrías continuado viviendo sola? Luego del juego de roles se abordó este tema de manera directa con la consultante, siendo esto lo que manifestó: T: Eso qué implicaría [el hecho de independizarse]. Digamos que ya me has comentado las situaciones adversas que puede tener eso, que se puede caer, que necesita compañía ¿Qué situaciones favorables le puedes encontrar a esa situación, al hecho de independizarte en el sentido de irte a vivir a otro lado? M: Pues que cada una tiene que ver como arregla sus cuentas, si yo me voy a vivir a otro lado, pues con mi hermano tenemos que separar algunas cuentas pero ella se tiene que hacer responsable de otras y ya yo no tengo que estar pendiente, ya no tendría que estar pendiente. Mi mamá tendría que hacerse cargo, eso sería para mi más… digamos que más conveniente, mas relajante para mí. También sería positivo pues que mi mamá valore todo lo que implica o lo que ha implicado para mi estar pendiente de las cuentas, que si falta plata qué hacer, que buscar opciones, ella no lo ve. T: ¿Tú mamá no ve eso? Hermano: No ella no lo ve. No lo ve y simplemente si no hay plata ella me pide a mí, si no hay plata entonces no se come, si no hay plata entonces no se hacen las cosas, pero igual las cosas no se hacen así y si al 15 del mes no hay plata entonces algo hay que hacer para llegar al 30, pero ella simplemente como sabe que yo voy a resolverlo, entonces nunca ha visto lo que hay que hacer para eso, entonces nunca ha visto el valor de planear, de organizarse como yo lo sé hacer . Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 115 El hecho de trabajar en el tipo de comunicación que se establece con los demás miembros de la familia, no solo ha permitido que la consultante genere nuevas formas de relación con los demás– relaciones más positivas-, sino también que comience a centrar su mirada en sí misma, asumiendo de forma paulatina la responsabilidad de sus hechos, al mismo tiempo que permite que los demás asuman los de ellos. Una manera en que se materializó esta situación, fue la decisión que Mariana tomó de hacer realidad sus sueños e irse a vivir con su novio conformando un nuevo hogar. Proceso psicoterapéutico y cambio Sesiones iniciales: 1 a 10 Además de lo ya mencionado en las anteriores categorías, a continuación se resaltan los elementos de la intervención que favorecieron la ampliación de la autonomía en Mariana en su contexto familiar frente a la crisis vital que configuró ante los golpes del destino. Durante la fase inicial del proceso se destaca el hecho de haber propiciado un espacio en el que la consultante pudiera “hablar” de las diferentes tensiones que acompañaron el ACV que presentó, reconociendo esto como una estrategia importante y que a la vez respondía a la solicitud de Mariana, tanto en su familia como en el contexto terapéutico, de “ser escuchada”. En ese proceso de escucha fue posible identificar recursos que posteriormente fueron develados a la consultante en cada una de las conversaciones terapéuticas. T: Ok. Entiendo que tenías unas expectativas muy grandes con respecto al obrar de tu hermano Al principio pensaste que no lo iba a lograr, sin embargo en este momento tú te sientes apoyada por tu hermano porque desde tu sentimiento consideras que JC entendió muy rápido lo que tú necesitas o buscas de JC en este caso particular. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 116 A la vez que se daba cuenta del proceso de “escucha” que se estaba realizando en ese momento, se devela durante la intervención, al hermano como un recurso significativo en la autonomía solidaria de la consultante, haciendo de manera simultánea distinciones importantes con respecto al tiempo con freses como “al principio pensaste que (…) sin embargo en este momento”, develando así las percepciones diferentes en la consultante a propósito de su dinámica relacional. De igual forma se presenta como significativo para el proceso la invitación que se le realizó al hermano para participar en algunas sesiones de manera conjunta con Mariana. T: ¿Qué significa Mariana en tu vida? [Dirigiéndome a JC] y ¿Qué significa JC en tu vida? [Dirigiéndome a Mariana] (Silencio) Hermano: Para mi digamos que hay cuatro grandes ítems que describen lo que Mariana significa para mí. El primero gratitud. De no haber sido por todo lo que Mariana hizo en la vida, yo no habría podido lograr lo que he logrado (…) El segundo componente digamos que es apoyo. Ella significa para mí un apoyo (…) El tercer componente es un componente como de amistad (…) en este caso cuando yo le pregunto que cómo esta es una pregunta que me sale… T: Que te importa… Hermano: Si, que me importa. Realmente quiero saber cómo esta (…) Y hay un cuarto componente que podría estar relacionado con el apoyo, pero es distinto porque yo la siento como una responsabilidad (…) Esta pregunta que me acabas de hacer probablemente es la primera vez que ella lo escucha. T: Nunca habían hablado de esto. Hermano: Pues en estos términos no y probablemente cuando uno le dice a una persona, oye te quiero mucho, eso se queda corto para explicar lo que uno siente y suena como a cliché. La conversación terapéutica versa entorno a las dinámicas relacionales que se presentan en el sistema fraternal, dando cuenta de los recursos y tensiones relacionales entre los hermanos. La pregunta inicial, cuya intención era propiciar una conversación desde la emocionalidad, se presenta como una apertura, en tanto brinda la posibilidad de “decir lo no dicho”. El efecto que esa conversación terapéutica generó en los participantes se observa a continuación. T: Si entendí bien, tú crees que tu hermana está viendo tu respuesta como la de un político que da un discurso. Hermano: Si, que dice cosas y después se va. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 117 T: ¿Qué te hace pensar que tu hermana piensa eso? Hermano: Lo que en algún momento me ha dicho. Que yo no pienso en ellas, que tengo otras prioridades en la vida… T: Que curioso Hermano: Que… T: Que estás haciendo justo lo que dices que hace tu hermana y que tanto te molesta. Estas asumiendo y dando por hecho cosas que crees que ella piensa, siente y va a decir, pero que aún no hemos visto ¿Usualmente pasa esto? (Silencio) Yo quisiera preguntarle a Mariana directamente que siente con tu respuesta. M: [llorando] Yo a él lo quiero mucho también, él, mi mamá y también mi tío son muy importantes para mí. El relato del hermano evidencia las tensiones relacionales que se ha presentado en el sistema fraterno asociados al papel que cada uno ocupa en la familia, no obstante, el efecto que se observó en Mariana se considera favorable en la medida que reconoce relaciones de cercanía, afecto mutuas y autonomía. Sesiones intermedias: 11 a 23 Un aspecto que resultó significativo dentro del proceso terapéutico fue promover un tipo de relación entre los hermanos que no estuviera medida por las tensiones asociadas al síntoma y todo lo que ello implica, es decir, que no estuviera regida por los tramites médicos que se han venido presentando como consecuencia del ACV y responsabilidades asociadas al sistema familiar. Si bien el hermano reconoce como un recurso el actuar de Mariana con respecto a su familia, resaltando “Mi hermana yo sé que hace las cosas porque nos quiere y le nace hacerlas”, el hecho que la comunicación entre los hermano gire en torno al síntoma, genera una dinámica relacional que esta movida por la “responsabilidad” y la “obligación”, propiciando al mismo tiempo una tensión relacional entre los hermanos. A continuación se presenta la conversación terapéutica se llevó a cabo en una sesión individual que se tuvo con el hermano. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 118 Hermano: Mi mamá y yo ya sabemos que tal vez la mejor manera de ayudarla sea estar al lado, atentos, cuando ella nos pida ayuda nosotros vamos a estar. Fin. T: estar al lado… Mariana se va, tú te vas a ir, de hecho a muchos kilómetros. La distancia es importante. Como crees que pueden cambiar la relación. Hermano: no lo sé. La respuesta va con el deseo, yo deseo que sí. Yo anhelo tener una llamada con Mariana en la que ella no me ponga tareas, yo anhelo tener una llamada con Mariana en la que ella me cuente cómo esta y nos riamos y ya, colguemos. Pero ni que ella me ponga tareas, ni yo le ponga tareas, que no me llame para yo darle todo el reporte de lo que tengo que hacer, ni que la llamada sea para cuadrar un presupuesto de mi mamá. T: ¿crees que hay algo que esté en tus manos para que una conversación como esas por teléfono pudiera coger otro camino? ¿El que tú quisieras? Hermano: Si, si yo tengo al día absolutamente TODO lo de mi mamá, la llamada puede tener un tono muy distinto. Y si yo mantengo a Mariana informada de todo lo que está pasando, esos temas no saldrían en la conversación porque ya tendría un correo que se lo dice, un mensaje de texto, una nota de WhatsApp de audio, una carta a mano, osea si yo la mantengo informada de todo, antes de que ella me pregunte, y si yo tengo todo al día sin que me diga que tengo que hacer. Eso es lo que está pasando, lo que está pasando es que como todo está al día entonces no ha llamado, no hay motivo para llamar. Toda esta al día. T: Ahh ya no hay motivo para llamar… Esa llamada de hola cómo estas, que más… Hermano: Esa llamada hace años no existe. T: Tú crees que podría caber una llamada sin necesidad de algún motivo en el futuro con Mariana. Simplemente quiero saber cómo esta y ya. Hermano: Sinceramente no lo sé. Yo creo que en el corto plazo, como en un año, no creo, no creo, en corto plazo no creo y ahí es donde ella va a sentir lo que me ha dicho algunas veces y es que se siente sola y que la vida no tiene sentido. El relato anterior evidencia la transformación que se presentó con respecto al hermano y la dinámica relacional que presentaba con la consultante: pasó de ser una tensión relacional a un recurso relacional en el que señala “ya sabemos que tal vez la mejor manera de ayudarla sea estar al lado”, respondiendo a la necesidad de la consultante de contar con el “apoyo” de su familia. De la misma forma durante la conversación terapéutica se presenta como significativo el hecho de co-construir nuevos escenarios de interacción entre el sistema fraternal que promuevan bienestar en ambos. Ante la pregunta “Cómo crees que pueden cambiar la relación”, el hermano responde en función de los estresores y demás tensiones relacionales que se presentan entre él y su hermana, no obstante en esta oportunidad no se reconoce a él mismo como recurso en dicha dinámica, lo que permite ampliar la adaptabilidad en la relación. Más adelante, en el transcurso de la misma sesión: Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 119 Hermano: de los protones y electrones. Carga positiva y carga negativa. T: ok protones y electrones. Pienso como si los planes fueran una forma de tratar de unir esos protones y electrones que están muy lejos. Hermano: Exacto. T: Me pregunto en este momento, después de lo que hemos conversado es: Existiría otra forma, además de los planes y las obligaciones y las responsabilidades para tratar de unir esos protones y electrones sin que sea demasiado cerca para que se repelen. Hermano: Excelente pregunta, excelente pregunta no lo sé. T: ¿tendría que ser los planes y las deudas, las obligaciones y las necesidades, la única forma en la que se trata de unir esos protones y electrones? Porque tal vez esa fuerza con la que se tratan de unir esos protones y electrones es demasiado fuerte y en vez de unirlos, los separa cada vez más, pero finalmente es la única fuerza que existe en este momento que ha permitido mantener la interacción de ambos. Hermano: Y es que ahí hay una fuerza adicional que se llama mamá. La conversación terapéutica versa entorno a los diferentes escenarios que los hermanos pueden construir para mantener una relación, empleando los recursos ya identificados por ellos, en los que además se promuevan el bienestar de ambos. Sesiones finales: 24 a 28 Comprender el proceso terapéutico que se llevó acabo con el caso de Mariana desde la perspectiva que aquí se aborda conduce a observar de manera integrada cada una de las categorías establecidas y anteriormente presentadas. Es por esta razón que a continuación se presenta a modo de ilustración la metáfora del carro y la línea de tiempo que se construyó en la sesión de cierre con la consultante, en la que se destacan las “estrategias” y recursos que desarrollaron a nivel familiar, personal y en relación con el síntoma, que evidencian la reorganización de su vida en su autonomía ecodependiente en la relación con su sistema familiar. Los cambios no solo se vislumbran en los relatos, sino en las acciones concretas que tomo a favor de su bienestar. T: Pongámoslo así [se hace una línea del tiempo41]. ¿En qué año naciste? 41 Teniendo en cuenta las características de la consultante así como los efectos del ACV a nivel cognitivo se hizo uso de ciertos recursos “visuales”, que consistieron en el empleo elementos gráficos –como tortas tipo Excel- Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 120 M: En 1976 T: Ok. Naciste en 1976 ¿verdad? Tu vida va transcurriendo “normalmente”. En qué año te graduaste del colegio. M: En el 93 T: supongamos que queda acá. 1993 ya eres una bachiller (perdóname la letra de nuevo). Naces en el 76, en el 93 ya te estas graduando del colegio. Tú me comentabas que cuando eras muy chiquita, siendo adolescente, incluso desde que estaba en el colegio, empezaste a trabajar para ayudar económicamente a tu mamá. M: aja T: más o menos en qué época empiezas a trabajar. M: uy, antes de salir del colegio. Como en el 90. T: Ok. Tú decides que vas a aportar ¿cierto? Aportar económicamente hablando. (…) las cosas van transcurriendo digamos que con las dificultades que a todo el mundo se le pueden presentar (…) En la conversación se retoma lo abordado en el proceso terapéutico haciendo énfasis en los recursos identificados en la consultante develando las decisiones que ha tomado a lo largo de su vida en relación con su autonomía. Así, declaraciones como “tú decides”, simultáneamente posicionan a la consultante en una condición activa frente a las tensiones relacionales y circunstanciales propias del contexto en el que se encuentra. T: Ok. (…) tu estas realizando actividades laborales desde el año 90 con lo que empiezas a ayudar a tu mamá y asumes un poco la responsabilidad económica de tu hogar ¿sí? De tu hogar entiendo que en ese momento era tu mamá, tu hermano y en algunas ocasiones tu tío. (…)Y llega el 2012 (…) en el 2012 ocurre algo que no tenías previsto y nadie tenía previsto. Es algo inesperado, sorpresivo ¿qué sentiste en ese momento? ¿Cómo lo podrías describir ahorita? Si digamos ahorita yo te pidiera que a través de una imagen, una palabra, me describieras como lo sentiste y como lo puedes decir ahora tu ACV ¿cómo lo describirías? NO sé si soy clara… necesito que me lo expliques como si fuera una niña de 5 años y yo me lo imaginara con dibujitos. ¿Cómo me lo describirías? M: Yo lo describiría como un choque entre dos carros. T: Cómo un choque entre dos carros. M: Si, como un choque entre dos carros y sin ninguna palabra, interrogante, interrogante, interrogante, exclamación, muchas preguntas, sorpresa, como preguntas de qué pasa. T: Como muchísima sorpresa. M: Si, que uno queda como uy [gestos]. T: ¿Cómo aturdido? M: Si, algo así siendo un complemento a los procesos de escucha que se llevaron a cabo y facilitando reflexiones entorno a su papel dentro del sistema familiar, así como su autonomía. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 121 La conversación terapéutica versa sobre el golpe del destino que vivió Mariana con el ACV y la manera como éste fue percibido por ella. De acuerdo con lo señalado por Mariana el Accidente Cerebro Vascular fue un “choque” inesperado que deja muchos “interrogantes”, “preguntas” y “sorpresa” y que a la vez es productor de nuevas tensiones personales y relacionales. T: Fue algo sorpresivo, algo que tú no te esperabas, que nadie se planeaba, que nadie sospechaba que iba a ocurrir, sin embargo pasa. Y es un choque entre dos carros y se forman muchos interrogantes de ¿ahora que va a pasar? Exclamaciones. Yo venía estudiando, yo venía trabajando y pasa esto. Esto es un hecho estresante, una situación inesperada que lo deja a uno puff. Que en su momento te cuestionó con qué pasa con mi familia. M: Si, digamos que mi familia para mi es lo más importante, pero como lo decía un doctor, lo llaman así, hecho estresante que obviamente lo afecto todo, lo familiar, lo personal, obviamente con mi pareja también he tenido dificultades, con mi trabajo, todo, absolutamente todo, aunque para mí lo más importante es la familia hoy en día. T: ¿Hoy en día o hoy y siempre? M: Siempre. T: Seguramente para ellos también fue algo difícil, afortunadamente en este momento, por lo que me has contado, te están apoyando, especialmente tu hermano. M: si, si, y eso que está lejos La conversación devela la transformación que se presentó en las dinámicas relacionales en el sistema familiar: en los relatos se observa el tránsito de tensiones relacionales planteadas por la “falta de comprensión y entendimiento” a recursos relacionales con lo que la consultante llama “apoyo”. T: (…), tu familia para ti ha sido algo muy importante. Tan importante que en algunos casos podría ocupar todo esto de ti. ¿Te acuerdas? Tan importante que a veces el verde no se notaba. M: Si, si, si, [afirmación con la cabeza] T: Llegó a ser tan importante que a veces no era fácil encontrarte dentro de [señalo la torta de la representa a ella] tu decisión de darle ese papel a tu familia… acá es donde se relaciona todo lo que te ha generado ese hecho estresante o esa situación. Esa situación que te generó dudas, que te generó incertidumbre, ese choque de carros que tu mencionas ¿sí? (…) T: si, yo me pregunto cómo ha sido para ti ese proceso de adaptación. Nosotras nos reunimos y nos vimos en el 2013. En el 2013 tú inicias el proceso en consultores. Ya nos hemos visto un par de sesiones y digamos que retomando lo que vimos hace 15 días hay una serie de cambios que yo he visto y tú has visto en ti. Aspectos como este, donde tú casi ni te ves y ahora es diferente, digamos que el porcentaje es radicalmente con un porcentaje más alto para ti en comparación con lo que llegaste. A que voy, que entre este periodo y ahorita que es el 22015, que es el periodo en el que yo ya puedo entrar a decir que conozco a Mariana desde el 2013 he visto como uy Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 122 Mariana ha tenido cambios y Mariana ha tenido transformaciones que claramente se presentan como una necesidad de adaptarse a lo que pasó (…) T: A mí me parece una buena herramienta de estudio, una buena metodología y creo independientemente de cómo lo vean los demás, me interesa que tú lo veas como una estrategia frente a uno de los impactos del ACV que es el deterioro cognitivo. Pero yendo más allá del aspecto cognitivo, en el que has generado estrategias de afrontamiento de la situación. M: Una doctora acá me decía que usted es uno de los pacientes inusuales. Yo ya estoy acostumbrada a que me lo digan porque la mayoría se quedan ay pobrecitos y no hacen nada, en cambio usted utiliza estrategias, esa fue la palabra, estrategias. T: Exacto, tú tienes una estrategia para manejar lo cognitivo, pero no solo lo cognitivo. (…) también para tu relación con tu familia. Entonces no sé cómo lo veas y ahorita tú me dirás: (…) Lo que hablábamos en 15 muestra que has desarrollado estrategias en este ámbito, no sé cómo lo veas tú, por ejemplo en la casa. Antes, durante un largo periodo de tiempo la responsabilidad económica, del sostenimiento del hogar, la familia y muchas cosas lo asumiste tú. M: Si, así es. T: entonces espérame hago cuentas rápidamente, ¿22 años? M: Si! T: listo 22 de 39 años que tienes ahorita. Eres muy joven M: eso dicen [risas] T: más o menos a los 17 empezaste. Y llevas 22 años de tu vida asumiendo responsabilidad económica de tu casa, (…) A lo que iba es que tú hace 15 días me decías que tu hermano aun estando en Europa, que no sé cuántos kilómetros haya de aquí, está asumiendo cosas y está haciéndose como… M: como sentir. La conversación terapéutica versó sobre las estrategias que se configuraron en el contexto terapéutico, orientadas a configurar escenarios en los que la consultante se ocupara de sí misma, en el marco de la relación solidaria que mantiene con su familia. Así, además de responder a las necesidades de la consultante a la vez que promovía la autonomía en relación con la dinámica relacional con su sistema familiar. (…) T: en este aspecto de la familia, del hogar de lo económico. Entonces yo digo ok algo pasó, Mariana ha creado estrategias, y en las relaciones familiares el hermano la está apoyando no solo económicamente. Y no solo eso… M: Yo no sé qué estrategia T: También él ha generado estrategias y ha estado más pendiente de tu proceso de salud. Entonces aquí esta JC, juan esta en lo económico y está en tu proceso de salud ¿sí? ¿Tú crees que estoy bien o me he desviado? M: no, no, no T: Entonces ok. Mariana no solo crea estrategias a nivel cognitivo, también crea estrategias en su familia, que de una u otra forma le han permitido mejorar la relación, por lo menos con JC. (…) M: [risas] T: ¿Si? Entonces yo veo que algo pasó con el hermano (…) Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 123 Es de destacar que en la conversación se resalta los recursos observados en el sistema a nivel relacional y no a nivel individual. Así como la configuración de la crisis que atraviesa la consultante se presenta por tensiones relacionales y circunstanciales, de la misma forma, los recursos también lo hace, los cambios observados no son vistos como movilizaciones que solo ha tenido Mariana, sino el sistema en general, donde por supuesto se incluye su hermano. M: Mira dos cosas a mí me causa curiosidad que hay esta mi tío, mi mamá y mi hermano, inclusive hay esta por fuera, pero sería importante incluirlo, mi novio. Él ha tenido un cambio, ha estado metido en el cuento, mi novio, como en los otros también he visto cambios. Pero me llama la atención que tú hablas de estrategias, para mí son claras las estrategias cognitivas y las he hecho porque se me facilita por el estudio y todo, pero con la familia he visto un cambio, pero si te soy sincera no sé cuáles son las estrategias que yo he hecho para que se haya provocado ese cambio. Yo estoy de acuerdo contigo pero no sé qué he hecho yo. T: o qué han hecho también ellos. M: Si! T: Digamos que ella [la madre] también ha manejado un poco más la situación M: De pronto la estrategia era que viviera conmigo lo que yo vivo. Vivirlo. T: Mmm acompañarte y vivirlo más allá de estar diciendo y diciendo pero entiéndame, entiéndame, pero por qué no me entiende. M: eso realmente lo aprendí de ti, tú me diste la clave, porque tú me dijiste un día que de pronto ellos entienden de una manera distinta cuando uno les explica las cosas, para mí la más fácil es hablar, pero para ellos no. Que la consultante haya incluido a su novio como un recurso relacional significativo en su proceso es un aspecto de suma importancia en la autonomía creciente de Mariana, al retomar planes en relación con su proyecto de vida a nivel personal, que a la vez promueve otro tipo de dinámica con la familia de origen. T: no para todo el mundo es lo mismo M: exacto, eso me lo dijiste y yo intente cambiar la manera como me comunico con ellos. T: fíjate que hiciste una cosa, propiciaste un escenario para que las cosas fueran cambiando. En últimas yo digo: uy Mariana es una estratega total, es una dura para hacer estrategias. Ha creado estrategias a nivel cognitivo, ha creado estrategias para favorecer su relación con su familia, en esa medida yo veo un avance significativo. Cuando suceden situaciones como estas el ACV hay dos opciones: una es decir ya, estoy fue terrible, fue lo peor, y claramente es algo muy duro y muy fuerte, es un choque de carros, pero uno se puede quedar con el carro chocado o puede mandarlo a arreglar, que seguramente el carro puede tener dificultades, pero va a seguir andando, literal, va a seguir. Entonces en ese choque de carros unos dirán: es pérdida total, pero otros mandan a arreglar el carro y carro sigue sirviendo, sigue andando y sigue transportándote donde quieres que te trasporte. Yo veo que tú mandaste a arreglar el carro, si, el carro sigue andando, ha Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 124 andado desde el 2012, 2013, 2014, 2015 y va a seguir andando. Estas estrategias yo las veo como esas herramientas que van a permitir que el carro siga y siga andando. Tuvo un choque gigantísimo y tú lo has ido arreglando de a pocos. Entonces el chasis que es la estructura sigue funcionando, con algunos ajustes, pero sigue, no pero es que una llanta no está bien, mandas a arreglar la llanta, entonces el carro ya va andando más fluidamente, no va tan despacio y yo te veo a ti así. Yo veo que hubo un choque pero tú sigues andando, has creado estrategias para ir andando y cada vez más. Yo he visto cambios muy significativos para ti y tu ya cuentas con esto que es fundamental y te va a permitir a ti seguir andando y andando y andando y mal haría yo en decir que ha sido únicamente el mérito de este especio, no, es decir, este espacio es como el taller, donde tu trajiste el carro y te ayudaron en algunas cosas, pero quien maneja y el que finalmente dio cuenta de los avances del carro has sido tú. Y en esa medida, no sé cómo lo ves tú, me pregunto qué tan necesario sea seguir viniendo a este taller. Seguir trayendo el carro al taller cuando el carro ya anda por sí solo, que seguramente en algún momento se le pueden desinflar un poco las llantas y necesite entonces un poco de aire, no quiere decir que nunca se encuentre un obstáculo más adelante, el hueco fijo, pero el carro seguirá andando. La metáfora del carro se configura entonces como una estrategia dentro del contexto terapéutico para develar los recursos y estrategias que se han co-construido con la consultante a lo largo del proceso terapéutico y que le permitirán mantener los cambios en el tiempo a la vez que promueven su autonomía creciente en función de la relaciones solidarias que ahora son sostenidas por todo el sistema familiar. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 125 Capítulo 4: La familia que sobrevive a las tensiones y golpes del destino Danna, es una joven adolescente que enfrenta tensiones relacionales y circunstanciales en un momento vital en el que construía una autonomía creciente a la vez que mantenía una relación cercana con sus padres a propósito del cuidado. Historia personal Danna, como se llamará a la consultante en adelante, es una adolescente que al momento de iniciar el proceso terapéutico tenía 16 años y se encontraba finalizando sus estudios de bachiller: Según manifiesta, quiere continuar sus estudios en la universidad ingresando al programa de Comunicación social. De acuerdo con la historia narrada por sus padres, desde que era muy pequeña, Danna siempre se destacó en el colegio por ser “una excelente estudiante”, “dedicada” y “perfeccionista” con sus tareas. La relación que Danna manifiesta tener con sus compañeras es “buena”, teniendo un grupo de amigas con las que comparte algunas cosas. De acuerdo con lo que relatan sus padres, desde hace dos años Danna porta un diagnóstico de anorexia, presentando en varias oportunidades un delicado estado de salud que la llevaron a estar hospitalizada en dos oportunidades. A lo largo del proceso terapéutico Danna es de nuevo hospitalizada en dos ocasiones encontrándose en alto riesgo de morir. Según manifiesta la consultante en uno de sus relatos, “ya estoy cansada, no quiero seguir en más tratamientos porque la verdad considero que es más de lo mismo”. Es así como la consultante, decide no continuar asistiendo a controles médicos ni psiquiátricos, así como no asistir a las sesiones programadas. En la actualidad Danna ocupa la mayor parte de su tiempo en dos actividades: el trabajo de medio tiempo que consiguió en una empresa y un curso de inglés en el que los padres la Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 126 inscribieron por petición suya. En sus ratos libres lee novelas, siendo esta una de sus actividades preferidas. Historia familiar El sistema familiar está compuesto por los dos padres y tres hijos: Danna de 16 años, Jésica de 14 años y Junior de 19 meses. María -como se llamará a la mamá de Danna-, es una mujer de 33 años que se narra a sí misma como una “persona alegre y tímida a la vez”. Hizo un técnico en el Sena, pero en la actualidad no ejerce nada relacionado con ello pues se encarga del cuidado de sus hijos y los oficios del hogar. De acuerdo con la historia narrada por María, cuando sus hijas eran pequeñas contaba con el apoyo de su madre para su cuidado, razón por la cual considera que abuela y nietas tienen una relación muy cercana, señalando: “le dicen mamá a mi mamá y a mí me dicen María”. Esta situación cambio hace tres años cuando María y su madre tuvieron una discusión muy fuerte, distanciándose. El padre, a quien en adelante se nombrará como Juan, proveniente de una familia de campesinos, siendo el menor de 8 hermanos. A la edad de 15 años decidió, según manifiesta, “probar suerte en la capital”, radicándose allí desde entonces. De acuerdo con lo señalado por Juan, esta situación fue muy difícil para él pues no contaba con nadie que lo apoyara, sin embargo ocupándose en diferentes trabajos ha logrado “salir adelante”. Aunque en este momento Juan no cuenta con un empleo estable, es el encargado del sostenimiento económico de su hogar. Jesica, la hermana de Danna, es una adolescente que al momento de iniciar el proceso psicoterapéutico se encontraba cursando octavo grado. En uno de sus relatos, Jesica señala tener dificultades con algunas materias, generando un bajo rendimiento académico. Con sus amigas del colegio “se lleva muy bien”, de acuerdo con lo señalado por los padres, “ahora le gusta Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 127 pasársela con sus amigas y estar metida todo el tiempo en face”, lo que desde la perspectiva de los padres es una barrera para poder acercarse a ella. La relación de Jesica con su hermana es cercana, de acuerdo con lo señalado por el padre, se tienen mucha “confianza”, siendo “cómplices” en muchas cosas. María y Juan, se conocieron hace 17 años, cuando Juan tomó en arriendo una de las habitaciones que el papá de María tenía en alquiler. De acuerdo por la historia narrada por María, tiempo después de iniciar una relación amorosa a escondidas ella queda embarazada decidiendo ocultar su embarazo hasta los 8 meses de gestación. Una vez nace Danna, María sigue viviendo con sus padres, sin embargo, según declara, la relación con ellos se volvió “tensionante”. Según señala Juan dos años después “la historia se repite, María quedó embarazada de Jesica y yo me vine a enterar cuando ya estaba en el hospital, pero esta vez le puse un ultimátum, le dije que se fuera a vivir conmigo”. Después de un tiempo de permanecer distanciados María y Juan deciden irse a vivir juntos, permaneciendo así hasta la fecha. Tuvieron un hijo más, que al momento de iniciar el proceso tenía 19 meses. De acuerdo al relato de la madre, empezó a observar que Danna comía menos, ante lo cual inició una supervisión y llamados de atención que fueron ampliándose hasta llegar incluso a asistir al colegio, para supervisar si allí se alimentaba adecuadamente. Esto generó conflicto en la relación madre-hija. La madre se dedica un tiempo a vigilar a Danna, ante lo cual el padre cubre otros deberes familiares y domésticos. Se presenta una primera hospitalización y el diagnóstico. Según manifiesta la madre durante la primera sesión, la vida de ellos era normal hasta hace dos años que su hija mayor fue diagnosticada con anorexia. Desde ese momento los padres han orientado sus esfuerzos de manera conjunta para ayudar a su hija asistiendo a un gran número de especialistas de todo tipo sin encontrar respuestas favorables a su pedido. Esto ha Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 128 tenido implicaciones en las actividades que comúnmente realizaba así como dificultades económicas. Las redes de apoyo con las que cuentan son escasas, pues la relación que ambos padres tienen con sus respectivas familias de origen es distante. Según la historia narrada por los padres, la relación cercana que en algún momento tuvo la mamá de María con sus nietas (Danna y Jesica) empezó a cambiar desde la “fuerte discusión” entre María y su madre. El malestar entre ambas aumentó con el diagnóstico de Danna, pues de acuerdo con lo señalado por María en sus relatos “mi mamá me dice que la estamos dejando morir” por eso, complementa el padre, “no nos gusta que todo el mundo se entere de nuestros problemas y que nos estén diciendo que tenemos y que no tenemos que hacer”. El único momento en el que según manifiestan los padres Danna se mantuvo estable por un tiempo, fue con el nacimiento de su hijo menor, sin embargo cuando “él estuvo más grandecito” las cosas volvieron a están como antes. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 129 Configuración de la crisis El diagnóstico de anorexia que porta la hija mayor desde hace dos años se presenta como un situación inesperada para el padre pues consideraba sus cambios: mal humor, inapetencia, “querer está sola” y “ser vegetariana” como características propias del periodo vital y el contexto socio-cultural en el que se inscribía su hija. Esta situación, producto y productor de una serie de tensiones familiares genera malestar por el impacto que ha tenido en la vida diaria de todos, así como en las dinámicas relacionales al interior del sistema: María y Juan, en tanto su rol de padres aumentan sus cuidados hacia las hijas adolescentes, mientras que ellas manifiestan “no ser entendidas”. A continuación se presenta los principales resultados del proceso terapéutico llevado a cabo con Danna y su familia a partir de las categorías y fases establecidas previamente. Crisis: de las tensiones familiares y los golpes del destino a la crisis vital Sesiones iniciales: 1 a 8 La conversación terapéutica que se llevó a cabo durante la primera sesión teniendo como asistentes a María, Juan, Dana y Jesica, versa sobre la presencia de múltiples estresores cuya confluencia proporcionan malestar en la familia. No obstante, de acuerdo con los relatos de los padres, “el problema”, como se refieren al diagnóstico de anorexia, es el que mayor sufrimiento les ocasiona y ante el cual consideran “no saber qué deben hacer” o “cómo actuar”. T: Te veo afectada, ¿qué estas sintiendo en este momento? Madre: Muchas cosas, porque es un día muy tenaz T: Hoy especialmente ¿Qué sucede hoy? Madre: Mi bebe lo tengo enfermo, me acaban de llamar del jardín, lo tengo que ir a recoger; hoy nos definen si a ella nos la hospitalizan o no. Cuando salga de acá tengo que ir donde la doctora para ver cómo le fue. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 130 Padre: Jesica también estuvo con fiebre. Madre: Yo quiero que ella se dé cuenta que ella es importante, que ella es como lo más importante de la familia, Jesica también, pero ella es el punto, que quiero que entienda que si ella empieza a salir de pronto las cosas se nos empiezan a mejorar en el núcleo familiar. En los relatos de la madre Danna ocupa un lugar central, reconociéndola al mismo tiempo como tensión y recurso frente al malestar generalizado que manifiesta tener la familia. Los demás miembros del sistema familiar, incluidos sus otros dos hijos, tienen menos protagonismo en sus relatos. Algo similar se presenta en los relatos del padre quien manifiesta: Padre: Queremos entendernos un poquito, entenderla a ella, por qué resulto ella con su problema, porque estamos en eso. Nunca nos habíamos imaginado que esto nos llegara a suceder y estamos desconectados. No hemos sabido cómo hacer porque eso ha sido durísimo para nosotros, hemos tenido momentos muy duros. T: esto es una situación compartida de todos. Casi que todos coinciden en que quieren ayudarse. Aunque la madre tiene una posición semejante a la del padre, colocando a la hija como fuente de la tensión en la familia, tiende a referirse al motivo de consulta de una manera más relacional. Desde su perspectiva “el problema” es originado por ciertas dinámicas familiares que a la vez promueven más tensiones relacionales en el contexto familiar. Madre: nosotros más que todo venimos, yo digo que venimos para ayudar a mi hija, más que todo es por eso, y para ayudarla a ella también y como para escucharnos, para saber que piensa los unos de los otros y pues para de pronto llegarnos a entendernos porque pues porque mi hija dice que esto no es una familia, que realmente no es una familia. Somos a veces como más independientes de cada uno por su lado y no sabemos cómo de pronto llega un problema en cuestión a lo que estamos pasando, lo que estamos viviendo y no sabemos cómo actuar. A veces nos estresamos, a veces nos gritamos, a veces no la entendemos, a veces no nos entienden, yo creo que es más que todo para aprender a entendernos o a compartir cosas que no habíamos compartido. Una posición similar a la de los padres se observa en Danna, quien en su relato se acusa a sí misma de ser la principal generadora de malestar en su familia. T: Danna, me gustaría saber que estar pensando en este momento, por un lado tu mamá nos manifiesta preocupación por una situación particular, por el otro lado tu papá también y yo quiero escucharte a TI, tú qué opinas, tu qué piensas y sientes en este momento escuchando a tus papás. D: yo me siento muy mal. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 131 T: te sientes mal. D: Pues si porque es mi culpa yo estoy afectando a los demás, pero no sé cómo, yo he puesto todo para salir de esto. Tanto los padres como Danna consideran el diagnóstico de anorexia como una fuente de tensión personal y familiar que se presenta como un impedimento para continuar satisfactoriamente con sus vidas. De acuerdo con lo señalado por Danna en la primera sesión: D: Puede que ellos no crean pero yo también estoy cansada, yo ya quiero volver a tener mi vida de antes, pues no igual, pero si volver a estar bien. T: ¿cómo era tu vida de antes? D: Cuando yo no le tenía ese miedo a la comida, cuando podía compartir con los demás, cuando podía hacer actividades. T: Que actividades. D: Deportes, natación (...) quería aprender más deportes (...), pero ahorita con esto pues no tengo energía para nada. T: sientes que no tienes energía. Incluir la voz de Danna dentro de la conversación fue un intento de buscar otras perspectivas frente a lo que los padres denominaron como “el problema”, no obstante el foco de la conversación siguió estando en las tensiones percibidas por los miembros de la familia a propósito del motivo de consulta. De esta forma, las conversación terapéuticas que se llevaron a cabo en sesiones posteriores giraron en torno a las “consecuencias” que ha venido teniendo la familia a propósito de la crisis y ello se apreció en dos grandes campos: por un lado, las acciones concretas que han llevado a cabo cada uno de los miembros del sistema; por otro lado, en las emociones que manifiestan tener. De acuerdo con lo presentado en las narraciones de los padres y la hermana desde el momento en que Danna fue diagnosticada con anorexia todos los integrantes de la familia, han orientado sus acciones en función de la consultante y su recuperación. Un ejemplo de ello fueron las medidas implementadas por la madre orientadas a incrementar considerablemente la Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 132 supervisión hacia su hija, siendo considerada en su momento por María como una estrategia para mantener los cuidados hacia Danna. Y esa vez yo le dije a ella, no me vaya a llegar a ser anoréxica. Le empecé a decir, no me deje de comer, yo fui directa con respecto al problema que iba a llegar a tener, a llegar allá donde iba a llegar. Yo iba al colegio y estaba pendiente de si almorzaba o no almorzaba. Que yo supiera que ella estaba trotando a la hora de salida y sabía que no lo podía hacer, yo le llegaba allá. Yo hablaba con muchas personas, le decía si ha comido. Las acciones de supervisión y cuidado se incrementaron con la primera hospitalización de la consultante -mientras que se encontraba en el proceso terapéutico42-. Tanto el personal del centro de salud como la madre colocaron su atención en todo lo relacionado con la alimentación de la consultante, prestando especial cuidado tanto a la cantidad como a la frecuencia de comida que ingería durante el día. Madre: Nos levantamos (…) ella come algo y yo le muestro la bandeja a la enfermera para Mostrarle lo que ella come. T: Como así ¿tú le llevas la bandeja? Madre: Si, le llevo la bandeja porque llevan un control (…) Ella va al baño y yo entro con ella. Otro ejemplo en el que se observan las estrategias llevadas a cabo por la familia ante las tensiones familiares que percibían en gran magnitud fue la re-organización en sus funciones. Madre: (…) era lo que más me importaba, duraré luche y luche porque usted me tiene que salir, al menos que pueda llevar la vida con ese problema, porque eso es un problema que tiene ella, afrontarlo y empezar a salir, como tener que llevarlo sin descuidarse ella misma , para que ella pueda llevar una vida normal Según con lo manifestado en los relatos de ambos padres, éstos tuvieron que re-distribuir las labores del hogar para que la madre estuviera permanentemente al cuidado de Danna, mientras que el padre se hacía cargo de los otros hijos; al mismo tiempo la hermana fue asumiendo ciertas responsabilidades que antes no eran tan evidentes, como por ejemplo el cuidado eventual de su hermano menor, lo que coincide con su bajo rendimiento escolar. 42 Antes de iniciar el proceso terapéutico la consultante ya había sido hospitalizada en dos oportunidades. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 133 Padre: Entre ellas se ayudaban mucho, ellas eran muy amigas y se colaboraban mucho y en este momento no, Jesica no puede contar con Danna ahora. Jesica dice que háganse ustedes cargo de Danna, que yo veré qué hago acá. Pero es una carga también porque ella va a necesitar ayuda, para tareas y cosas, y más ella que es mujer necesitaría la compañía de María. Si bien la “redistribución” de las funciones se presenta como una estrategia desarrollada por la familia para contrarrestar el malestar que experimentaban, como se observa en los relatos, estas dinámicas son también generadoras de nuevas tensiones relacionales en el sistema familiar. Además de las acciones concretas que se llevaron a cabo, en las que cada quien asumió nuevas funciones y responsabilidades, otra forma en la que se observan los efectos de la crisis en la familia -y que ocurre de manera simultánea a lo anterior-, está asociado con las emociones de culpa y miedo que manifestaron sentir los padres. En reiteradas oportunidades señalan “nos equivocamos, en algo nos tuvimos que haber equivocado”, declarándose a sí mismos impotentes ante esa situación. Un ejemplo ilustrativo de lo anterior fue la conversación que se llevó a cabo durante las primeras sesiones: T: ¿qué crees que estaría en tus manos hacer ante esta situación? Es decir, ¿De qué forma podrías sentir que diste o estás dando algo? Madre: Yo no he hecho nada T: No has hecho nada??? Y este espacio? Buscar los otros psicólogos el psiquiatra, el médico, eso es no hacer nada? Perdón! Madre: Es que no he visto como los resultados, yo digo usted hizo, pero no he visto los resultados, entonces no he hecho nada por ella. T: Ok, entiendo que has hecho muchas cosas, pero no has visto los resultados que esperarías. Padre: Lo que pasa es que hay momentos en los que uno se siente impotente, uno no sabe qué hacer. Lo que le decía a Danna, a mí lo único que me falta es hablar con el presidente. He hablado con todo el mundo y es que uno se siente tan impotente y ver que ella es como un puñado de agua. Madre: A eso uno le tiene miedo. Yo he hecho muchas cosas pero no he visto los resultados. (…). Algo, algo que la motive. Daría todo lo que fuera para que pudiéramos salir y que no nos sintiéramos tan mal y tan culpables. T: ¿Culpables? Me gustaría entender un poco eso ¿De qué forma se sienten culpables? Madre: Yo por ejemplo me siento culpable porque no sé si la descuide cuando fue pequeña, no sé si no le brinde o no le demostré todo el amor que siento por ella, que las amo y son lo más importante para mí. De pronto no se lo demostré. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 134 La conversación terapéutica gira entorno a las tensiones personales y familiares que conllevan a que el subsistema parental haga fuertes cuestionamientos a su rol de padres, no obstante, estos reproches se hacen más evidentes en el caso de la madre, quien en algunas oportunidades trata de explicar la situación de su hija por posibles experiencias a temprana edad. T: ¿Cómo te sientes ahorita con la hospitalización de Danna? Madre: Como decepcionada, no sé en qué falle, no sé qué hice mal. No sé qué, o sea, no sé qué la descuide tanto, no sé si fue algo de los temores que uno tenía durante el embarazo fueron transmitidos a ellas. T: ¿A qué te refieres? Madre: Por ejemplo con ella nadie sabía que yo estaba embarazada, entonces guarde eso por el temor que nadie sabía que yo estaba embarazada, de pronto eso yo lo transmití a ella (silencio) si como esas cosas que uno no sabe si les transmite, no haber ido a un control, no sé en que hice mal. T: Estoy entendiendo que como ser humano que eres hayas podido tener “errores” en la crianza de tus hijas, sin embargo eso no me preocupa, de hecho me alegra que lo mencionaras porque con eso estoy entendiendo también que no te quieres quedar ahí sino que quieres cambiar una cantidad de cosas de tu rol de madre ahora. Me pregunto ¿Qué quisieras cambiar con tus hijas, que ya no están en tu vientre ni son unas niñas? La apertura que los padres realizan al incluirse dentro de “el problema”, así sea como resultado de su necesidad de encontrar explicación a la situación que están viviendo, permitió promover cierto tipo de conversaciones durante el proceso terapéutico, que trascendieran el pasado y generan reflexiones sobre el papel activo que como padres tienen en el tipo de interacción que quieren empezar a construir con sus hijas, teniendo en cuenta además un aspecto central que se incluirá más adelante en relación con el ciclo vital tanto de la familia como de cada uno de los miembros del sistema. Sesiones intermedias: 9 a 14 Los relatos iniciales de las sesiones intermedias siguieron girando entorno al diagnóstico que porta Danna, el cual es percibido como algo inesperado que ha generado un sin número de Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 135 cuestionamientos -como los que se hizo el padre: “no sé en qué momento todo esto se nos derrumbó-. Madres: Ella [haciendo referencia a Danna] a veces no nos deja pasar, la comunicación se ha perdido. Padre: Si, porque es que finalmente esa armonía que antes había no la hay. Madre: (…) a veces uno esta alterado porque hay días en que uno amanece como no dispuesta porque usted se pone a pensar hoy empeoró ella, no ha mejorado, qué hacemos. Miles de cosas que se le vienen a uno encima y pues de todas maneras pues igual estamos los 5. Ahorita no tenemos apoyo casi de nadie (…) Ya no salimos, ya no compartimos casi. Ya no nos podemos sentar en un comedor a comer todos y hablar, porque ella no come con nosotros sino aislada (…) a veces queremos compartir, no nos podemos comer un helado, no podemos jugar con ella. Hay muchas limitaciones que antes no las había. La conversación que se desarrolla entre los padres, da cuenta de la manera como aprecian la crisis que están atravesando señalando un antes “armonioso” y un después con “limitaciones”. Ahora bien, es preciso señalar que al tiempo que se conocían las apreciaciones de los miembros de la familia con respecto al motivo de consulta, se busca identificar los recursos con los que ésta cuenta y que han sido utilizados en oportunidades previas de malestar, para retomarlos y promoverlos en la situación actual. T: Me gustaría conocer un poco más ¿qué hacen usualmente cuando se dan cuenta que algo no está funcionando? Madre: Le empecé a decir a ella, qué pasa ¿qué es lo que está pasando? y empecé a preguntar y ella me decía que nada T: bien, en esta oportunidad hablaste directamente con Danna, sin embargo me refiero cuando al igual que en esta oportunidad, se presentan dificultades en la familia, recuerdo que en algún momento mencionaron cuando Juan se quedó sin trabajo, por ejemplo. Madre: si esa fue una situación muy difícil Padre: Si, aunque nada tan grave como lo que estamos viviendo ahora. T: Si son niveles distintos… ¿qué hicieron en esa oportunidad? Madre: nos organizamos con Juan, el empezó a trabajar de día y de noche mientras que yo me estaba con Danna y Jessica, en ese momento aún no había nacido en chiquitín. Padre: Yo doble los turnos, no fue fácil para ninguno, nos tuvimos que apoyar mutuamente para salir y logramos tener la cuota para la casa. T: mmm que interesante, es decir que si ustedes se organizan y se apoyan pueden salir a delante y lograr lo que se proponen? [El papá hace silencio y la mamá movimientos afirmativos con la cabeza]. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 136 La conversación terapéutica propicio un escenario en el que los padres lograron identificar “el organizarse y apoyarse” como una característica de suma importancia que ya poseen y que dieron resultados favorables en situaciones previas de tensión y malestar, siendo un recurso promovido por el contexto terapéutico para “salir adelante” ante la situación actual. La estrategia empleada durante el proceso terapéutico fue salirse del discurso sobre el síntoma, logrando que los padres centraran su atención por un instante en el tipo de relación que han construido y que quieren seguir construyendo con sus demás hijos, especialmente con Jesica, quien se encuentra entrando a la adolescencia generándoles nuevos retos a los padres. Es preciso señalar que las sesiones siguientes (10 a 13) estuvieron orientadas a promover nuevos escenarios conversacionales en los que se incluía a los demás miembros del sistema familiar como agentes activos en todo el proceso que está atravesando la familia, descentralizando el papel que Danna tiene en las narraciones de los padres. De esta forma, se produjeron conversaciones como la que se presenta a continuación: T: Ahora que mencionan este tema como una preocupación latente con respecto a Jesica yo pensaba en todos esos casos en donde los dos papás trabajan, en este caso donde Juan va a trabajar y tú tienes que cuidar a Danna, ¿sí? A madres solteras que tienen que trabajar para mantener a sus hijos y aun así tienen una buena relación con ellos ¿Cómo creen ustedes que esos papas pueden manejar esa situación? ¿Cómo creen que se maneja eso? Madre: El problema es que el caso de ella es muy diferente. T: ¿En qué sentido? Madre: En que por ejemplo la hija sabe que ella está trabajando para el bienestar de ella, si ella no trabaja no hay que comer, que vestir. En mi caso es diferente, porque yo estoy cuidando a la hermana de ella que se metió ella solita en este embrollo y se está llevando por delante a Jesica. T: Así como fue Danna pudo haber sido Jesica… El malestar no solo está en ella sino en todos… (Silencio) Si bien la conversación terapéutica se centra en las nuevas tensiones familiares que surgen a propósito de los nuevos escenarios que se empiezan a presentar en el contexto familiar, donde la hija del medio aparece en escena en los relatos de la madre, se siguen observando tensiones en relación con el diagnóstico que porta Danna. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 137 Madre: No es que desconfíe de ellas, pero si me entiende, siempre la mente le dice: oiga no de papaya, si me entiende. Padre: Además uno escucha muchas cosas en las noticias. Hay que estar pendiente de los hijos ¿qué hacen los hijos? Uno se va a trabajar y uno cree que los hijos quedan en la casa juiciosos, pero ellos a veces ven que uno sale a trabajar y… entonces uno de los temores que más le da a uno, salir de la casa y … lo que pasó con Danna (…) eso que nosotros estamos pendientes ahí, es algo que nos preocupa mucho. T: Comprendo que en el fondo tienen un temor por Jesica, sin embargo también me sorprende que le hayan dado tanto poder a la mente. Dicen: es que la mente juega tiene sus juegos macabros y pueda hacer una mala jugada. Madre: o la coge muy débil, quiere decir que por ejemplo, porque yo creo que eso fue lo que le pasó a Danna, la mente de ella estaba muy débil, la autoestima muy abajo, para haber hecho esa jugada de repente, y ella se dejó ganar, ella pensó que le podía ganar y no, la mente le ganó a ella (…) Es que la mente le gana. A veces la mente le juega a uno jugadas. (…) T: mmm… Es como si la mente fuera algo abarcador, como si tuviera mucho poder… Madre: La mente tiene mucho poder. T: Me pregunto eso, en qué momento ustedes y sus hijas le han dado tanto poder a la mente. Madre: Yo creo que nosotros o nos obsesionamos o tenemos un trauma con la mente (risas) pero yo digo que la mente le gana, debido a todo lo que le pasó a Danna Carolina, se dejó ganar de la mente (…) Entonces o nosotros vivimos obsesionados, o nos da miedo que a Jesica le llegue a pasar eso. La conversación terapéutica se centra en las tensiones familiares que los padres manifiestan tener como resultado de su “preocupación” por las acciones que pueda llevar a cabo su hija del medio a propósito del contexto y de la historia previa con la que cuenta la familia. De igual forma se observa una variación en las narrativas de los padres, pues si bien al inicio Danna es a quien le otorgan toda la responsabilidad sobre el diagnostico que porta –es decir, que la posibilidad que tiene de solucionar “la situación en la que se encuentra” es proporcional a su “participación” en el origen y desarrollo de su diagnóstico-. Esto se observa de manera más precisa afirmaciones como “yo creo que un 70% de la solución la tendría ella para salir de eso”, y “lo que pasa es que ella no quiere poner de su parte”, ante lo que Danna contesta “es que usted no se da cuenta del esfuerzo que yo hago”. Posteriormente, consideran a la mente, como un agente externo pero permanentemente presente en el sistema familiar que perturba la tranquilidad de todos sus integrantes. Es la mente –como algo independiente de Danna- quien tiene la capacidad de generar las tensiones que se Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 138 presentan en el sistema. De esta forma, los padres de Danna oscilan permanentemente entre considerar a su hija como una persona activa que tiene un papel relevante en su proceso, a considerar que “ella no sale tan fuerte” o “ella sale como muy débil”, aspecto que a la vez es cuestionado durante el proceso terapéutico. Sesiones finales: 15 a 20 La manera como el sistema en general y la madre en particular centraba su atención en Danna, o mejor, en el diagnóstico de Danna, fue un punto central de intervención en el proceso terapéutico. Durante las sesiones finales se realizaron preguntas orientadas a propiciar momentos reflexivos en la madre que le posibilitaran nuevas formas de interacción con su hija. T: Parece que el hecho que le estés diciendo insistentemente que coma no ha dado los resultados que tu esperabas. Madre: Es verdad doctora, esta semana bajo. T: ¿cómo te hace sentir eso? Madre: Muy mal doctora, frustrada. T: En algún momento te has preguntado qué pasaría si fueran únicamente los médicos y las enfermeras quienes estuvieran pendientes del peso de Danna, que si comió o no comió, que si entró o no al baño que si subió o bajo. Madre: no lo había pensado doctora, pero ahora que me pregunta creo que pelearía menos con mi hija y yo no me sentiría tan cansada como estoy ahorita. T: Entiendo que sea un tema que te preocupa, te preocupa muchísimo. No debe ser fácil para una madre saber que su hija se encuentra constantemente al borde de la muerte, sin embargo precisamente por eso yo me pregunto ¿Cómo podrías aprovechar al máximo los espacios con ella? Madre: La verdad no sé doctora, no sé cómo acercarme a ella. T: Haber, pensemos un poco… Danna es mucho más que el diagnóstico que ahora tiene. Qué crees que la podría sorprender a una joven de su edad… Madre: mmm no sé si le llevó algo T: Que no sea comida Por favor!!!! [Risas] T: ¿cómo qué? Yo no la conozco mucho pero sé por Jesica que le gusta leer. Madre: mmm podría ser un libro de origami, le gusta hacer origami, también podría ser un rompecabezas… T: Es una buena idea… ¿De qué otras formas podrías aprovechar más el tiempo? ¿De qué otra forma podrías acercarte más a Danna? (silencio) Lo anterior se presenta como interventivo pues además de posibilitar reflexiones durante la sesión, la madre declaró en sesiones posteriores haber llevado a cabo acciones concretas en su Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 139 interacción con su hija que favorecieron su relación. De forma concreta manifestó: “la relación ha mejorado, nos comunicamos mejor entre nosotros (…) he aprendido a escucharlas más, a escuchar más a Danna”. La conversación terapéutica que se desarrolló en la sesión 16 y cuyos participantes era los padres y la hermana de la consultante, estuvo orientada por la misma línea. Hermana: Pues es que a ella no le gusta porque la ella dice que soy la que más la apoyo, más la entiendo… Porque ella va donde la familia de María y le hablan de ese tema. Va donde la familia de mi papá y también le hablan, pues lo que tienen más confianza, le hablan del tema… y si va donde las compañeras, también le hablan de ese tema. T: ¿Qué crees que Danna está viendo en ti para que considere que eres su único apoyo? Hermana: No sé, que nosotras hablamos de los libros y las películas, yo no le hablo de eso. T: ¿Cómo crees que se está sintiendo Natalia? Donde cada sitio donde pueda ir, cada persona con la que se pueda encontrar, a cada momento solo le hablen de ese tema. Cómo crees que se siente. Hermana: Se debe sentir rara. Se debe sentir como apresurada… no sé, se debe sentir mal con lo que tiene. T: Se debe sentir mal. Que efecto entonces crees que tendría si TÚ, la única persona que le habla de cosas diferentes a esta bajita de peso o coma, le hablara de eso. Hermana: Pues ella siempre me lo ha dicho. Por ejemplo que yo, la única persona que la apoyo que porque viene acá a hablar de ese tema sabiendo que a mí no me gusta y que yo lo sé y que porque. Sabiendo que ella tampoco le gusta. Me dice que porque le digo eso. T: ¿Tu cómo te sentirías sabiendo eso y planteándoles el tema? Hermana: Yo me sentiría mal diciéndole eso, pero sé que ella lo necesita. T: Que crees que ella necesita más en este momento. Que tú le digas algo que TODO el mundo le ha dicho o que tú le digas que ella es importante para ti, o que tú le digas que te gusta ver películas y que ella se vea los libros para que los compartan… que crees que ella necesita más en este momento. Hermana: Pues que haya alguien que no le hable de eso. De nuevo, el contexto terapéutico, que reconoce en la hermana un recurso para el proceso promueve escenarios conversacionales en los que los diferentes miembros de la familia que participaron en la sesión pudieran reflexionar sobre las dinámicas relacionales que se han presentado hasta el momento en relación con las tensiones percibidas, reconociendo nuevos caminos de interacción más favorables. Así, las preguntas, tanto reflexivas como estratégicas, permitieron que la hermana se reconociera a sí misma como recurso dentro del proceso siendo señalada por Danna como su “apoyo”, posibilitando al tiempo estrategias de acción asociadas Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 140 con establecer un tipo de interacción con su hermana independientemente del diagnóstico que porta. Autonomía y self Sesiones iniciales: 1 a 8 Las conversaciones terapéuticas que se desarrollaron durante las primeras sesiones versan sobre las tensiones personales, familiares y de la comunidad que los padres manifiestan tener por dos aspectos relacionados entre sí: por un lado, los cuestionamientos asociados a su actuar en tanto padres; por otro lado, la ampliación en los grados de libertad que las hijas adolescentes han empezado a buscar. Los relatos de los padres durante las primeras sesiones dan cuenta de tensiones personales y de la comunidad asociadas a su rol de padres. Así, al malestar que los papás declaran sentir por el estado de salud de su hija, se suma los cuestionamientos que a nivel social reciben por el manejo que han dado a la situación “permitiendo” que la decisión de Danna de no comer siga presente. Padre: Muchas veces la gente dice, porque no la obliga. Madre: Si no lo hicimos de pequeña, de castigarla o sea, no lo hicimos. Y ahorita ella ya está grande y sabe lo que tiene, sabe que tiene que mejorar, sabe que lo puede hacer porque yo sé que lo puede hacer, sino que le falta es algo que la motive y que ella se dé cuenta que es importante vivir y disfrutar la vida, se puede decir. Y afrontar y saber porque ella de todas maneras esto la va hacer fuerte para un futuro para los problemas que de pronto se le vengan más adelante. T: De la misma forma que los hizo fuerte a ustedes solucionar la situación económica cuando se apoyaron Padre: Muchas veces yo trato de hablarle de eso y ella me dice ay ya papá, ya no vamos a empezar a hablar de eso- entonces a veces prefiero quedarme cayado a ver si ella por sí sola logra salir. Mucha gente me dice dele lo que más le gusta, por mi yo le daría lo que fuera, el problema es que ella no quiera La madre en su relato hace alusión al momento vital en el que se encuentra Danna, reconociendo en “el saber” un recurso de la hija para su actuar. No obstante lo anterior, en conversaciones posteriores de nuevo los padres centran sus relatos en las tensiones familiares Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 141 que manifiestan tener en relación con sus hijas adolescentes por las dinámicas que se han desarrollado, llevando a cabo acciones por su propia cuenta sin contar con su opinión. Madre: Como un poco Jesica, que es un poco más abierta con nosotros. Pero yo quisiera que ambas le contaran primero a nosotros para tomar una decisión y que de pronto no se equivoquen. A Jesica le tengo mucho miedo porque ella a veces se deja llevar por las otras personas. A ella le falta pararse en su raya. Padre: Le falta carácter y decir no. (…) ahí es donde yo digo que a ella le falta carácter para decir que eso está mal hecho. Nosotros les hemos dicho, siempre que vayan a tomar una decisión por favor hablen, no tomen decisiones o no se dejen llevar por otras personas. Ambos padres en sus relatos declaran abiertamente la necesidad que tienen de seguir teniendo un papel visible en la vida de sus hijas siendo partícipes de sus decisiones. Es así como las decisiones que llevan a cabo las hijas por su propia cuenta son desencadenantes de tensión a nivel familiar. Padre: (…) que es lo que quiero que entienda, ese mundo exterior, que se dé cuenta que lo que está al frente es una libertad , tiene toda la libertad, tiene mucha cosas que ella no las ve o no sé cómo es la cosa, tiene la libertad, todo lo que tiene, estudiar lo que quiere, no sentirse como por decir que por ejemplo en este momento pensara ir de pronto a un hospital, de pronto la cantidad de cosas que se va a perder estando allá con el hermano. Madre: también en el colegio, sus últimos meses. Padre: todo eso, que para ella debe ser algo especial. Madre: Por ejemplo que se perdió sus quince años, no pudimos celebrarle los 15 años. Eran los 15 años de nuestra primera hija, era una reunión muy sencilla porque igual no quería nada grande. Esos detalles tan simples Padre: con el solo hecho que nos hubiera dejado partirle una torta. Madre: No nos dejó. Y este año también lo fuimos a hacer y no quiso estar con nosotros, eso duele, duele mucho. La conversación de los padres versa sobre el “perder” como una de las principales tensiones que se presentan a nivel familiar. En el relato del padre el “perder” como fuente de tensión está en relación a su hija, es decir, frente a la gama de opciones con las que cuenta pero que, según considera, no serán aprovechadas: por su parte la madre en su relato se refiere al perder en relación consigo mismos, en la manera como la decisión de su hija tiene efectos en ellos en tanto su papel de padres. Lo anterior contrasta con lo manifestado por Danna en la Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 142 primero sesión al señalar “No sé, yo no quiero que se me metieran con el colegio, porque es lo único que me han dejado hacer”. Teniendo en cuenta lo anterior, es decir, los cuestionamientos que tienen los padres en su rol, así como la autonomía creciente que están configurando las adolescentes de este sistema familiar, en las últimas sesiones de la primera fase se promueve la siguiente conversación: T: a mí me entra una duda y quisiera que la resolviéramos. ¿Si de ti dependiera qué haría Danna, cómo la verías? Madre: Yo digo que si ella hubiera seguido como estaba, yo hubiera hecho lo que fuera por ella, lo que fuera, lo que ella quisiera estudiar, por mi le daría lo que fuera por ella, porque no hubiera terminado en esa situación. T: Como por ejemplo qué. Madre: Por ejemplo si estuviéramos mal económicamente y ella dijera quiero estudiar, yo me pondría a trabajar en lo que fuera por darle una carrera a ella (…) T: Entiendo que tu deseo como madre es que ella tenga un buen futuro. Si ella te dijera: María yo quiero estudiar, quiero hacer tal cosa, tal otra ¿Tu harías todo lo posible para conseguir la plata y todo lo demás? M: Si T: ¿En este momento qué es lo que crees que ella necesita? Madre: Ella necesita valorarse, quererse a sí misma, tener como el autoestima muy arriba. T: ¿En cuanto a lo físico que necesitaría? Madre: Subir más de peso, comer, disfrutar la comida, disfrutar la vida. Estar feliz, levantarse cada día con un propósito de mejorar o sea muchas cosas. T: Ok, comer lo que le sirvan, así sea menos de la mitad. Madre: Exactamente. T: ¿Tú quisieras que ella lo hiciera? Madre: Sii. Y yo se lo he dicho a ella. Yo le digo póngase la meta todos los días y aumente por lo menos media cucharada, con que usted le aumente media cucharada a diario en todas las comidas usted se recupera, demuestra y su organismo le recibe. T: En este momento me pregunto María si el hecho de que Danna como o no está en tus manos. Madre: (silencio) Es que no están en mis manos. En cuanto al proceso terapéutico que si bien en un principio se hacen preguntas lineales el conjunto de la conversación evidencia que todas se dirigen a la reflexión final de la madre sobre sus posibilidades de acción en relación con las decisiones de su hija. Madre: Si… Yo ahorita hice lo que creo que es correcto y le he dado o sea ella tiene todo en sus manos. Yo ya hice lo que tenía que hacer. Yo ahora lo que tengo que hacer es estarme con ella apoyándola, en el momento que ella arranque estar yo ahí disponible para que ella me diga ya quiero entrar a una universidad, deme la oportunidad, entonces ahí sería como el problema para mí para buscar la plata para meterla en una universidad (…) eso. En mis manos esta acompañarla Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 143 en la clínica, darle lo que ella necesite allá, como escucharla cuando este triste, darle la fuerza para que trate de salir adelante, eso, pero de todo, de todo, ella tiene que dar el 99%. T: Yo diría que el 100. Madre: (Risas) Si porque yo ya hice, que fue llevarla. T: Ajá, la llevaste con Juan. Madre: Si, fue duro, pero la llevamos. La conversación terapéutico tenía como intencionalidad encontrar un equilibrio entre las acciones realizadas por la madre orientadas al bienestar de su hija, validando su actuar, promoviendo al mismo tiempo reflexiones en las cuales, aludiendo al momento vital en el que se encuentra la adolescente se busca promocionar su autonomía creciente. Sesiones intermedias: 9 a 14 En concordancia con lo que se venía trabajando, en las sesiones intermedias se promovieron conversaciones terapéuticas cuya intencionalidad era apoyar la autonomía creciente de las hijas adolescentes, dándoles voz dentro del contexto terapéutico al tiempo que se validaba la preocupación de los padres acompañándolos en las transformaciones de sus hijas a propósito del ciclo vital en el que ambas se encontraban. T: ¿Crees que eso está en ti María? Madre: (risas) T: Es una cosa gigante. ¿Tú crees que está en ti la posibilidad de animar a Danna, o a Jesica con el nuevo colegio, o de animar a Juan Junior a que entre el jardín? Me parece una cosa gigantesca. Realmente está en tus manos hacer que ellos cambien, cada uno en sus respectivas cosas para que se animen en lo que hacen? (Silencio) Se creó durante el contexto terapéutico un espacio de reflexión colectivo (madre e hijas), en el que se cuestionaba los alcances del accionar de los padres frente a las decisiones de diverso orden que están tomando sus hijas en la cotidianidad. Los cuestionamientos que en principio iban dirigidos a la madre, se dirigieron posteriormente a las hijas como se observa a continuación: Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 144 T: O el papel iría más en cada quien. ¿Tu cómo ves las cosas Jesica? ¿Tu mamá tendría el poder de con la varita mágica o no sé con qué tener la capacidad de animar a Danna o animarte a ti, o de animar a Juan en sus cosas? J: Yo creo que un poquito, pero cada uno puede animarse solo. T: ¿Un poquito? ¿Y cómo es eso que cada uno puede animarse solo? J: pues o sea todo no lo hace María, cada uno puede hacer sus cosas. T: Por ejemplo ¿tu cómo te animas con tu colegio? ¿Qué hace María y que haces tú? J: María me dice las cosas que pueden pasar (…) T: Ahhh ok. Como que María llega hasta cierto punto, ella es la que te dice mire, pilas. Te plantea los escenarios. (…) Esas son las opciones, pero depende de ti que camino tomas. (…) ¿Tu qué opinas de eso Danna? ¿Hasta qué punto es papel de María y hasta qué punto es de los otros motivarse con las cosas? D: No sé. Yo digo que eso es de cada quien. T: Tú dices que es de cada quien. D: Si yo quiero salir a delante soy yo, no ella. Como dice Jenny, María nos da, como que nos resalta lo que es bueno, lo que es malo, o sea, lo que va a atraer esas decisiones, pero eso va en cada quien. La conversación terapéutica que se desarrolló versó sobre los recursos que las adolescentes reconocieron en sí mismas, siendo estos una herramienta fundamental en sus decisiones y acciones presentes y futuras. Al tiempo que exaltaban su capacidad de acción y decisión, reconocían también en la madre un recurso en su “orientación”. Las sesiones que siguieron versaron sobre los cambios percibidos por el sistema en relación a la crisis que estaban atravesando. Aunque durante la conversación los miembros de la familia tienen la percepción generalizada de “ir saliendo” de las situaciones tensionantes, no es claro para ellos las estrategias o recursos que emplearon para hacerlo. Es así como, a partir de una escucha activa a lo largo de la sesión, la terapeuta pudo develar los recursos y estrategias que de forma individual y colectiva realizaron en búsqueda de bienestar. T: Todavía no has entrado al colegio, vas a entrar y seguramente te va a ir muy bien, otro ambiente, otros compañeros, otros profesores. Ustedes ya dieron el primer paso con Jesica de matricularla, y tú diste el primer paso pasando la recuperación y decidir qué vas a empezar con toda el próximo año. En tu caso ya dieron el primer paso con respecto a Juan, en el jardín ya está matriculado; tú con el hecho de estar en casa, diciendo voy a estar apoyándolos a todos; Juan ya dio un primer paso entrando a trabajar; tú ya diste un Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 145 primer paso saliendo del hospital, te dieron de alta. Yo veo que acá todos han dados sus pasos en sus respectivos asuntos, en lo que a cada uno le corresponde, sin embargo no estas mal en pensar, y María tampoco, en que hasta ahora es eso, unos primeros pasos, les hace falta el resto. En el relato que la terapeuta plantea como un recuento de lo abordado durante la sesión, es posible observar la manera como cada quien, desde el papel que tiene en la familia, aporta al bienestar colectivo. Con el transcurso de las sesiones el relato de los padres se transformó, pasando de reconocer los recursos a evidenciar nuevamente las tensiones relacionales y personales que atravesaban asociadas a la recaída en la salud de Danna que estuvo acompañada por la decisión de la adolescente de irse de la casa al enterarse que de nuevo iba a ser hospitalizada por sus padres en contra de su voluntad. La acción de Danna se presenta como un intento por hacer respetar su postura con respecto a la inconformidad que manifiesta tener con los centros de salud con los que tanto contacto ha tenido en los últimos años. Madre: Ya ahí ella tomo la decisión que no iba a tomar más nutren, no quería más controles, desde ahí no ha vuelto asistir a un control. (…) Ella dijo que no iba a aceptar tratamiento, que no iba a aceptar condiciones de nadie. (…) Entonces yo le dije, bueno, deme una semana porque Jesica estaba en proceso de entrar al colegio nuevo y eso, el chiquitín todavía no había entrado al colegio, entonces yo tenía que estar ahí (...) no me quiso comer tanto tampoco Las decisiones que permanentemente está tomando Danna en función del ciclo vital en el que se encuentra donde los límites con los demás –principalmente hacia sus padres y centros de salud con lo que tanto tuvo contacto- se convierte en un factor central en la configuración de su autonomía. Es preciso señalar que ésta no se entiende como la ruptura total y definitiva con su sistema familiar, sino como el distanciamiento parcial con sus padres dando prioridad también a sus necesidades. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 146 Sesiones finales 15 a 20 En concordancia con lo trabajado a lo largo del proceso psicoterapéutico en relación a la ampliación de autonomía de las adolescentes, la terapeuta declara abiertamente respetar la decisión que Danna tomó frente a su vida de no asistir a mas sesiones, continuando el proceso con los padres y la participación cada vez más activa de la hermana, quien manifestó su disposición para asistir a dicho espacios. Con respecto a las conversaciones terapéuticas que se desarrollaron en esta fase es de resaltar la que se llevó a cabo con la presencia de Jesica en compañía de ambos padres. T: Como escuchan esto que estamos hablando, María y Juan… Estarían de acuerdo en que uno de los mejores consejos que puede dar Jenny en algún momento es acuda por favor a María a Juan. Madre: Si, sería lo adecuado, sería lo preciso (…) Uno puede ayudar a orientar. Obvio que la decisión la toma “J”, si es el problema de “J” y si es el problema de Danna pues ella tendrá que asumir el problema mientras tanto uno solo esta para aconsejarla y guiarla, pero ya uno irse a meterse en el problema no, si en últimas le toca a uno, uno lo hace. Uno siempre que ellas solucionen los problemas ustedes mismas, pero eso depende del grado de la dificultad que a ellas se le presenten a cualquiera de las dos. T: ¿Tu Juan cómo lo ves? Padre: Pues ahí lo que yo digo es que ellas deben evaluar hasta donde pueden guardarse cosidas y hasta donde no se pueden guardar las cosas… La conversación versa sobre las estrategias y recursos que pueden ser empleados en el sistema familiar ante posibles tensiones asociadas con las decisiones que tomen las adolescentes en su vida cotidiana y que puedan representar algún tipo de riesgo para ellas. Se construyó de esta forma un punto de encuentro entre la autonomía creciente de las adolescentes y la preocupación de los padres por el cuidado de las mismas, teniendo presente que son menores de edad. Respetando la cercanía que había entre las hermanas así como la lealtad y confianza que Jesica manifestaba tener hacia su hermana la estrategia promovida estuvo precedida de reflexiones previas con Jesica en la que ella pudiera identificar las “señales de alerta” que le permitieran tomar la decisión de aconsejar a su hermana el acudir a sus padres por ayuda. De Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 147 igual forma es de resaltar que durante la sesión los relatos de la madre, evidencian un cambio que se mantuvo en el tiempo, reconociéndose a sí misma como recurso en tanto su capacidad de “orientar”, “guiar” y “aconsejar”, pero haciendo a la vez distinciones significativas entre ello y las decisiones que finalmente tomen sus hijas. En este mismo sentido, durante las sesiones posteriores, se presentaron las siguientes conversaciones: T: ¿Cómo te sientes con la manera en que estas ayudando a tus hijas a crecer a ser adultas? Madre: Pues algo como bonito. Porque ahorita créame que yo me pongo a pensar y de las charlas que nos han hecho, nosotras nunca le dimos autoridad a ella, ese exigirles, nunca y eso hizo falta y ahorita aunque es un poco tarde para exigirles porque ya son grandes, cuesta, pero igual lo hago… eso sirve porque se tienen que desenvolver en la vida. En la conversación la terapeuta le otorga a la madre un papel activo dentro del momento vital que están desarrollando sus hijas, y en concordancia con el rol de cuidadora que ha presentado a lo largo del proceso, pero desde otra perspectiva en la que se evidencia el ciclo vital de las hijas adolescentes. De esta forma se puede decir que con el proceso terapéutico se logró que los padres identificaran el periodo del ciclo vital en el que se encuentran sus hija y todo lo que ello implica, al tiempo que las hijas reconocieran su papel activo dentro de las dinámicas relacionales que se presentan con sus padres, promoviendo acciones concretas en los que asumieran la responsabilidad sobre su vida planteando así la posibilidad de tener sus propios espacios, poder tomar decisiones con respecto a su vida, entre otros, ayudando de esta manera a la configuración de autonomía en las mismas-. Un ejemplo claro de lo anterior, fueron las acciones concretas que se presentaron durante las últimas sesiones del proceso. De acuerdo con la narración de los padres, una vez Danna salió por segunda vez del hospital, consiguió trabajo de medio tiempo, Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 148 mientras de manera paralela hacía diligencias para ingresar a la universidad el siguiente semestre, empezando a presentando nuevas dinámicas relaciones entre los miembros de la familia que promovían mayor bienestar. Tanto los padres como las hijas asumieron otra posición, en donde por un lado, los papás daban mayor “libertad” a su hija y por otro lado Danna respondía desenvolviéndose por sí misma de manera “responsable” como manifestó su madre, “cuidándose” y “manteniendo un estado de salud estable”. Familia Sesiones iniciales: 1 a 8 Durante las sesiones iniciales las conversaciones giran entorno a las tensiones familiares que se han venido presentando a propósito de las crisis que está atravesando la familia. Lo anterior se apreció en dos ámbitos. El primero de ellos son los efectos que la crisis ha tenido a nivel emocional en la familia, así como el papel que cada uno de los integrantes tiene en función de la misma. T: Yo los veo a los dos claramente muy afectados... Qué piensas Jesica en este momento. J: En mi hermana y mi hermano T: ¿Qué piensas de eso? J: Ellos pobrecitos y mi hermana también, el chiquito también pobrecito T: ¿Y tú? J: Normal T: ¿Los otros dices pobrecitos, ¿pero tu estas bien? J: Si [baja la cabeza] Madre: Yo creo que no. T: ¿Tú crees que no? Madre: Ella es la que aguanta todo. Como que le da lo mismo, pero sufre por dentro, no lo expresa, pero sabe que lleva el dolor por dentro. T: Como la coraza de la familia Madre: Si, como que golpea y rebota, pero sabe que quedo algo adentro. T: Como el escudo que tiene que proteger a la familia. Es la parte fuerte Madre: Si. Es la que quizá nos da aliento, animo, pero ella también sabe que le ha dolido y no le funciona, porque yo digo que por eso también le ha bajado el rendimiento académico, debido a todos estos problemas. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 149 T: ¿Qué crees que está viendo Jesica en la familia para considerar que debe ser ella quien proteja a los otros, aun pasando por encima de sus propias emociones? (Silencio) [La madre llora en ese momento] En la conversación la terapeuta devela el papel que la hija del medio está cumpliendo en la familia, cuestionando el efecto que esto puede tener en Jesica, situación que es ratificada por la madre planteando que el bajo rendimiento que tiene ahora su hija en el colegio es el resultado de lo que considera es “llevar el dolor por dentro”. Es importante señalar el efecto que tuvo en la madre el hecho que la terapeuta haya planteado el sufrimiento de la hija en términos relacionales, cuestionando las dinámicas en el sistema familiar. Así, aunque en principio Jesica puede ser identificada como un recurso a nivel familiar, siendo “el escudo” que “protege”, esto se puede presentar como una tensión a nivel personal y familiar que igual genera malestar. El segundo, se encuentra en relación con los efectos que en la organización familiar ha tenido la crisis. Así, las conversaciones terapéuticas en sesiones posteriores versan sobre las transformaciones que ha ido presentando el sistema familiar a propósito de la hospitalización de Danna, siendo al tiempo una fuente de tensión relacional, y también una posibilidad en la construcción de recursos y estrategias a nivel familiar. Madre: Entonces dijo, papá ayúdeme usted, ayúdeme. Yo dije, su papá que tome la decisión, yo por mi parte no voy a cambiar de opinión, si su papá le da una oportunidad yo la respeto. T: ¿Ustedes habían hablado previamente al respecto? Madre: Si. Le dije hagámosle porque nos va a tocar muy duro, muy duro nos va a tocar. T: Y así fue. Madre: Así ha sido (…) Ellos [refiriéndose a la hija y el padre] tuvieron una discusión, ella le dijo ahh usted se deja manipular, usted no tiene palabra. Usted me va a dejar acá. Papi ayúdeme, ayúdeme, deme una oportunidad, no me deje meter. Ahí tuvieron una discusión, ahí como nos interpusimos nosotros dos (…) Entonces yo le dije, váyase tranquilo, recójame el niño y yo me hago cargo de Natalia, pero váyase. El relato de la madre da cuenta de la tensión familiar que se presenta a propósito de la hospitalización de Danna, al tiempo que evidencia la coordinación que la pareja puede tener en tanto su rol de padres, actuando en bloque y de manera conjunta en función del bienestar de su hija. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 150 T: ¿Cómo se han organizado ahora que Danna está en el hospital? Madre: Yo me la paso allá acompañándola, cuando puedo voy a mi casa y me cambio, ahora ya no puedo ver casi a “j” ni a Junior porque nos cruzamos, eso me preocupa. T: ¿Ellos con quien están? Padre: Conmigo, como yo soy independiente y ahora no estoy trabajando me quedo con ellos (…) ahora me toca quedarme todo el tiempo ahí, si me salen trabajos no puedo aceptarlos por los horarios de los niños, a mí no me gusta ponerle pereque a nadie porque los demás también tienen sus problemas, de vez en cuando el compadre me ayuda. T: Además del compadre hay alguien más que los pueda ayudar en algún momento dado? Padre: no, nosotros con mi familia cada quien por su lado (…) y pues por el lado de ella tampoco, ella tuvo una discusión con la mamá, que era la que nos apoyaba, y desde ahí tampoco. El relato de los padres presenta las tensiones relacionales que presentan a nivel familiar ahora que los papeles que cada quien tenía dentro de la familia han cambiado, trayendo consigo efectos en diversos ámbitos de la vida, especialmente de los padre. Un ejemplo claro de lo anterior, son las limitaciones que ahora tiene a nivel laboral. Dentro de la conversación la terapeuta indagó sobre las posibles redes de apoyo con las que cuenta el sistema familiar, evidenciando una tensión personal, familiar y de la comunidad asociada a la falta de las mismas, siendo esto característico de una familia de fronteras cerradas. Ahora bien, además de las tensiones, durante la conversación terapéutica fue posible identificar también los recursos con los que cuenta el sistema familiar señalando en el “apoyo” un factor fundamental para la “unión” y “bienestar” de la familia, que fue posible gracias a la reorganización que presentaron producto de las tensiones circunstanciales en las que se encontraron. Según señala la madre: “Ahorita estamos más unidos, ahorita nos apoyamos mutuamente. Antes era diferente porque antes cada uno andaba por su lado (…) estábamos era pendientes de las niñas, pero no era igual. Ahora ya hay más conexión entre Jesica y el papá, antes no eran tan unidos. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 151 Sesiones intermedias: 9 a 15 De acuerdo con las narraciones de los padres, en sesiones intermedias se debe presentar de nuevo una reorganización en la familia como consecuencia de un evento circunstancial en el que el padre le surge una oportunidad laboral. Madre: Si eso es un alivio para nosotros y para él. Yo lo hago más por el para que salga se relaje, se olvide un poco de estar encerrado en la casa todos los días, como la misma rutina acordándose de eso. Eso es horrible, llegar es una presión que uno siente. T: Una presión Madre: Si porque por ejemplo a mi yo tengo mucha presión a veces. Entonces yo quiero que él se olvide de eso (…) esta distraído con la mente ocupada y llega a la casa y bueno vuelve todo pero llega más tranquilo. Igual le ha tocado muy duro a él, para que pero le ha tocado muy duro porque no llevaba ese ritmo antes, no estaba tanto tiempo solo siempre estábamos los dos, nos colaborábamos en la casa, pero antes no tenía el ritmo T: Antes quien hacia eso Madre: Yo T: Ahhh ok. ¿Y para ti no es duro? ¿Para Juan puede ser duro pero para ti no? Madre: mmm (silencio) si, pero no es tan duro. Ya como estoy acostumbrada no es tan duro, de pronto… T: Y cuando no estabas acostumbrada si lo fue Madre: Si porque yo me preocupo mucho por los chicos en la casa. Yo llamo a saber si ya llegó. Me preocupa si Jesica no ha llegado, si Junior ya comió, (…) Yo a veces llamo a Juan y le digo ya llegó Jesica ¿no ha llegado? Llámela para saber dónde está. Cosas así que de pronto Juan no estaba acostumbrado. (…) Cosas así, yo soy más intensa (risas) Padre: Yo me he acercado bastante a Jesica, pero ella tiene más confidencia con ellas. Yo le pregunto a Jenny: Cómo le fue en el colegio: bien, bien, bien. La conversación terapéutica se centra en las dinámicas relacionales que se presentan en la familia así como el papel que los padres tienen dentro de la misma. La organización que los padres manifestaron haber tenido de manera previa a la crisis proporcionando equilibrio en el sistema familiar, le otorgan un papel central a la madre en el cuidado de sus hijas y las labores del hogar, siendo el padre un tanto periférico. La terapeuta, desde sus creencias de género, cuestiona esta dinámica generando en los padres una posición de “defensa”, que en su momento no permitió contemplar las tensiones que manifestaban tener los padres cuando señalan: “es que tanto tiempo que ella este sola como que no es favorable”. Esta tensión se retoma más adelante Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 152 planteando reflexiones entorno al ciclo vital y recursos con los que cuenta la hija, sin embargo esta tensión no duró mucho tiempo pues en sesiones posteriores la madre comenta que a Danna le dieron de alta en el hospital, teniendo la posibilidad de estar más tiempo en la casa. T: ya que están hablando de despegar, me pregunto cómo va a despegar la familia en general precisamente por todos estos cambios que hay, digamos: el cambio de colegio, será que entro a comunicación social o no entro [dirigiéndose a Danna]; Juan está trabajando; tú vas a estar más tiempo en la casa, cómo se han organizado. Madre: Pues de Jesica ya es fijo que se va para Funza (…) el niño sigue en el mismo jardín, la espera es ella [dirigiéndose a Danna] saber si le dan cupo o no D: Eso me da miedo, yo quiero mejorar pero que tal que no… En la conversación se propone reflexiones sobre situaciones futuras permitiéndole a las consultantes plantear posibles escenarios de acción a corto plazo a propósito de las transformaciones que están empezando a tener. En concordancia con lo anterior, la conversación que sigue a continuación prepara a las consultantes ante posibles “re-caídas” planteándolas como parte del proceso que están viviendo, y evitando así que vuelvan construir relatos o discursos cristalizados entorno a la crisis. T: ¿Ustedes vivieron el proceso con Juan cuando empezó a caminar? Primero gatean, después comienzan a caminar, pero se caen todo el tiempo, están en eso, pero finalmente caminan, y no solo eso, después corren. Pero tengo una pregunta, y me dirás María que lo conoces ¿Juan empezó a correr de una? Madre: No T: Él tuvo que empezar a caminar primero. Madre: A dar pasos seguros T: Hay niños que gatean hay niños que no, pero lo que sí es seguro es que primero dan un paso, luego el otro y después salen a correr y nadie los detiene. Ustedes hasta ahora están dando esos pasos firmes, seguros, para después salir a correr. Yo veo que están en la época de Juan Junior. Aprendiendo a caminar de nuevo, a conociendo otros caminos. No sé si está muy loco lo que estoy diciendo ¿qué piensan al respecto? Madre: es sensato y es la verdad. Nosotros estamos dando los primeros pasos. Estamos dando solecitos (…) Es cuando dan sus primeros pasos, pero con nervios. Así estamos de pronto nosotros, con nervios de seguir dando pasos y de pronto equivocarnos, o caernos. T: Yo me pregunto María. Yo no tengo hijos, pero si tengo un hermano y supe cómo fue su proceso. Ustedes que lo han vivido con Junior ¿cómo es cuando él se cae? ¿Qué pasa? Tú estuviste los últimos meses arto tiempo con él. Estaba Juan, se caía, ¿Qué pasaba con Junior? J: Se ponía a llorar T: (…) ¿qué pasa después? J: Toca ayudarlo a parar. T: ¿Quién? J: YO Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 153 T: ¿cómo haces? J: Le cojo la mano y lo ayudo a parar T: (…) ¿qué pasa cuando lo coges de la mano y lo paras? J: Pues el sale otra vez a correr T: ¿Muy preguntona yo? (risas). A que voy con esto: Juan se cae, Juan se levanta y Juan camina. Nosotros, todos los seres humanos, en este caso ustedes en este momento tienen miedo de caminar, seguramente se van a caer porque los problemas existen y no se van a terminar, van a tener muchas dificultades y muchos inconvenientes en la vida (…) pero lo importante no es que se caigan, lo importante es que después de haberse caído y de pegarse, se puedan levantar En la conversación la terapeuta desarrolla una analogía entre el proceso de “aprender a caminar” y el proceso que está teniendo la familia aprendiendo a andar por nuevos senderos que aunque desconocidos pueden proporcionarles bienestar. Esta analógica resultó bastante ilustrativa, pues tuvo en cuenta aspectos de la vida diaria de las consultantes potencializando sus reflexiones como se observó en el cierre de la sesión. Es pertinente señalar que de manera paralela a las reflexiones presentadas anteriormente, durante el proceso terapéutico se creó escenarios en los cuales se mantenía involucrado al padre en el proceso terapéutico, aunque este no pudiera asistir a las sesiones. Una manera de hacerlo fue mediante la elaboración de una carta que sus hijas y esposa hicieron con las reflexiones principales construidas en las sesiones. Sesiones finales: 16 a 20 Un aspecto a destacar de las sesiones finales es el cuestionamiento que durante las conversaciones terapéuticas se realiza a propósito de los límites que se pueden presentar en el sistema familiar. Madre: Entonces yo a veces vuelo. Y mas ahorita, no se, yo le tengo paciencia y todo, pero Danna ya nos quitó nuestro espacio a Jorge y a mi. Ya ahora duerme con nosotros, hace dos meses. T: Hace dos meses duerme con ustedes?? Madre: porque como siente mucho frio se pasó a la cama. Entonces como que nos quita. No podemos hablar ya casi… no podemos porque ese espacio ya está ocupado. Él no me puede… no me puede decir, porque son cosas que no se pueden. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 154 El relato de la madre presenta la tensión personal y familiar que se presenta como resultado de las dinámicas relacionales que se están presentando en el sistema familiar con la falta de límites en el sistema parental. Es así como la conversación terapéutica que se presenta más adelante versa sobre los límites que deben existir entre los miembros de la familia en el que se definan los subsistema tanto conyugal como fraternal, promoviendo contextos de bienestar. T: De la misma forma que señalas “eso es algo de nosotros” colocando una “cerca” entre tu familia y el resto del mundo, donde los problemas se mantienen dentro es importante también que ustedes coloquen estos mismos límites pero con Danna. En qué sentido, Danna tiene su habitación, así como tú tienes tu espacio con Juan como pareja que son. Hay una situación muy particular y es que la unión de ustedes va a ser muy importante, la comunicación de ustedes va a ser muy importante en el manejo que van a tener con Danna, si me explico si, es un momento muy difícil, y esas decisiones no se pueden tomar solos, solo tu como mamá o solo Juan como papá. Esa decisión la deben tomar ustedes en conjunto como esposos, como padres, y para tomar esas decisiones necesitan que haya comunicación, necesitan hablar… con Danna en el medio es muy complicado. Es difícil hacerlo (…) Uno de los aspectos claves que me parece importante ir trabajando esta semana es mantener los espacios de cada quien. Tu dices, me estoy desquitando con Juan, con Jesica, con todo el mundo. Y yo entiendo, por lo que me estas diciendo cada vez son mas reducidos los espacios que tu tienes para ti, para Juan e incluso para Jenny y el chiquito. Durante la conversación la terapeuta da instrucción concretas con el fin de posibilitar un gira en las dinámicas relacionales que se están presentan en la familia, colocando así límites necesarios entre los subsistemas. El efecto que esta acción se observó en sesiones posteriores en las que la madre manifiesta, sentirme mejor así como compartir más tiempo con su pareja y proyectándose como tal en unos años. Ahora bien, de la misma forma que se promovió colocar límites entre el subsistema parental, es decir, entre los padres y una de las hijas, de la misma forma, de manera paralela, se crearon conversaciones terapéuticas que le permitieran a los consultantes diferenciar los espacios de las hermanas, reconociéndose como un recurso mutuo en el desarrollo personal de cada una, especialmente en relación con su autonomía creciente. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 155 Proceso psicoterapéutico y cambio Sesiones iniciales: 1 a 8 Además de lo ya mencionado en las anteriores categorías, a continuación se resaltan los elementos de la intervención que favorecieron la ampliación de la autonomía en Danna en su contexto familiar frente a la crisis vital. El proceso terapéutico que se llevó a cabo durante las sesiones iniciales se caracterizaron por un lado, por las conversaciones que se desarrollaron de manera empática con la familia conociendo a cada uno de los integrantes al margen del problema con preguntas como ¿Cómo ha sido tu experiencia de pasar de vivir en el campo a una ciudad como Bogotá? ¿Qué has aprendido de eso? ¿Qué te gusta hacer en tus ratos libres Jesica? ¿Qué significa para ti ser mamá de dos adolescente? ¿Cómo se conocieron? Esto, además de permitir identificar posibles estrategias a ser desarrolladas de manera conjunta en sesiones posteriores para promover bienestar, fue también una estrategia llevada a cabo para reducir el malestar que en ese momento se presentaba en todo el sistema terapéutico, en donde por supuesto se encuentra incluida la psicoterapeuta, frente a los relatos de los padres que colocaban a Danna como centro del “problema”. Por otro lado es de resaltar la manera como la terapeuta creó conversaciones en las que fue posible identificar recursos en el sistema, teniendo en cuenta la historia previa de la familia en situaciones de gran tensión como la que atraviesan en este momento. T: Yo me imagino que en esos más de 17 años que se conocen pues han pasado muchas situaciones difíciles como esta, no en la magnitud como ustedes consideran que es esta, pero han vivido muchas cosas Madre: Antes eran problemas económicos. T: Problemas económicos. Madre: Si, se puede decir, pero fue para el bienestar de nosotros, si? T: En qué sentido Madre: era como para un futuro, para nosotros tener la casa donde estamos viviendo. T: ¿Y qué tuvieron que hacer para eso? Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 156 Padre: Nos organizamos para que yo fuera a trabajar más tiempo mientras que María se quedaba cuidando a las niñas. Madre: Fue difícil porque casi no compartíamos T: Me imagino que no fue nada fácil para ninguno, trabajar más, cuidar a dos niñas… Madre: Si, no fue fácil T: Sin embargo mencionaron que finalmente tuvieron un bienestar de todo eso, me pregunto qué bienestar consideran que podrían tener de la situación que están viviendo ahorita como familia. (Silencio) Madre: tal vez unirnos más como familia. La conversación que promueve la terapeuta estuvo orientada a identificar recursos en el sistema familiar empleados en su historia previa, y que pudieran ser utilizados en su situación actual. Es de esta forma como se identificó en el “organizarse” un recurso que les posibilite el “unirse como familia” como estrategia de bienestar. Sesiones intermedias: 9 a 14 Las conversaciones terapéuticas que se llevaron a cabo al inicio de estas sesiones estuvieron orientadas a promover reflexiones en los padres a propósito del momento vital en el que se encontraban sus hijas cuestionando las dinámicas relacionales de cuidado que se presentaban entorno a las mismas. Si bien esto fue un aspecto de gran importancia pues se puso de manifiesto el ciclo vital como fuente de tensión el sistema familiar, esta acción fue replanteada por la terapeuta en el transcurrir del proceso, generando nuevos escenarios conversacionales en los que además de promover la autonomía creciente de las hijas en tanto adolescentes, se pudiera también mantener el papel activo de los padres en la formación, pero desde otra perspectiva, generando el “ayudar a crecer” como estrategia durante el proceso logrando un punto de encuentro entre las necesidades de las hijas de configurar acciones en independencia de los padres, al mismo tiempo que se reconocía la preocupación de los mismos por el bienestar de sus hijas y su futuro. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 157 De igual forma es de señalar como aspecto significativo en estas sesiones el reconocimiento que la terapeuta hizo del papel del padre en el proceso terapéutico, generando estrategias que permitieran involucrarlo activamente dentro del proceso. Una de las acciones que se llevó a cabo para tal fin fue, por ejemplo, fue “escribir una carta” informándole de lo trabajado durante algunas sesiones cuando éste no podía asistir y obteniendo una respuesta del mismo ante dicha información. Esto se presentó como significativo en tanto se mantenía uno de los recursos señalados por los padres como relevantes a la hora de salir adelante y que ellos nombraron como “organizarse y apoyarse” para “salir adelante”. De esta forma los asuntos que usualmente la madre asumía como propios en relación con todos los trámites administrativos y de diverso índole con Danna, empezaron a ser tratados por ambos padres, introduciendo nuevas perspectivas en relación con la crisis que estaban atravesando. Sesiones finales: 15 a 20 Son dos los aspectos a resaltar en el marco del proceso interventivo en las últimas sesiones: por un lado, las dinámicas relacionales que se promovieron entre los subsistemas parental y fraternal, y por otro lado, las conversaciones que se orientaron a reflexionar sobre la “responsabilidad” que las hijas deben empezar a asumir sobre sus propios asuntos y, en general, sobre su vida. Con respecto al primer aspecto es de señalar que las conversaciones terapéuticas que hasta el momento se habían desarrollado giraban entorno a las tensiones relacionales que se presentaban a nivel familiar a propósito del diagnóstico de la adolescente, siendo ella, o mejor, su diagnóstico, el centro de atención de todos los integrantes de la familia. La preocupación que manifestaban tener todos por el estado de salud de Danna generaba que tanto los padres como la hermana orientaran su atención en “la alimentación” de Danna preguntándose frecuentemente Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 158 “si bajo o no”. La reflexión que hizo la terapeuta sobre lo que ocurría en el sistema terapéutico para mantener esa dinámica, permitió emplear esa “preocupación” como apertura para desarrollar otro tipo de escenarios conversacionales en los que se priorizara a la persona sobre el síntoma. Un ejemplo de los anterior fue la siguiente intervención: “Entiendo que sea un tema que te preocupa, te preocupa muchísimo. No debe ser fácil para una madre saber que su hija se encuentra constantemente al borde de la muerte, sin embargo precisamente por eso yo me pregunto ¿Cómo podrías aprovechar al máximo los espacios con ella”. Algo similar se presentó en una sesión que se llevó a cabo de manera conjunta entre los padres y Jésica, desarrollando preguntas reflexivas y estratégicas, en donde cada quien pudiera asumir el papel que le permitiera sentirse cómodo, en este caso planteando “de la alimentación y el estado de salud de tu hermana se encargan los médicos (…) Qué crees que ella necesita más en este momento. Que tú le digas algo que TODO el mundo le ha dicho o que tú le digas que ella es importante para ti, o que tú le digas que te gusta ver películas y que ella se vea los libros para que los compartan… que crees que ella necesita más en este momento”. El efecto que lo anterior tuvo en el proceso consistió en que la hermana, se reconociera a sí misma como un recurso significativo en el proceso de la hermana, siendo la solidaridad, el apoyo, la complicidad y lealtad un aspecto de suma relevancia en su relación. Pasado ya al segundo aspecto significativo durante el proceso se encuentran las reflexiones que la terapeuta realizó en el transcurso de estas sesiones que le permitieron identificar que hasta el momento, las intervenciones por ella realizadas orientadas a la autonomía creciente de las adolescentes estaba dirigidas en su gran mayoría a los padres, es decir, en develar las dinámicas de cuidado que éstos llevaban a cabo en relación con sus hijas, promoviendo otro tipo de interacción en el que se tuviera en cuenta el momento vital en el que se encontraban las hijas. Sin embargo se consideró también necesario, cerrar el círculo Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 159 identificando y develando las acciones que las adolescentes realizan manteniendo la dinámica relacional que se presenta con sus padres. Madre: ahorita no puedo [salir tranquila] porque tengo que pensar en qué dejarles de comer porque como no les enseñé a cocinar desde pequeñas, entonces no hacen nada. T: De qué forma podrías enseñarles a cocinar, por ejemplo? Madre: Por lo menos con cosas que les guste, que yo sé que les guste. T: ¿Y cómo crees que podrían aprender a preparar eso que les gusta? Madre: Pues me imagino que invitándolas a la cocina T: mmm ok [gestos y risas] por varita mágica no va a llegar... (…) Madre: Ahí sería… ese punto yo no me lo sabía pero si, tiene toda la razón. Seria invitarla a hacer el arroz con leche y decirle: venga Jesica preparamos entre las dos. Yo le voy dando las instrucciones, le voy explicando y ella que lo haga. Esa sería una y eso fue un buen punto doctora Sandra [risas] Durante la conversación la terapeuta develó las dinámicas relacionales que se estaban presentando en la familia y que mantenían la pauta de cuidado de la madre, así como la posición de las hijas de no asumir ciertos asuntos en su cotidianidad. Esto fue reconocido por la madre, quien contribuyó a construir una estrategia en una relación de doble vía entre “dejar hacer” y “hacer por sí mismas” las cosas. El papel que empieza a asumir la madre en relación con sus hijas de orientadora contribuye a la estrategia promovida previamente en el rol de los padres de “ayudar a crecer” a sus hijas pensando en escenarios futuros de independencia. La intervención se fortaleció con la metáfora de “aprender a montar en bicicleta” T: Yo me pregunto ¿sabes montar bicicleta? Madre: Si, y fue muy duro T: Cómo aprendieron a montar bici. Cómo aprendiste tu María, te acuerdas cuantos años tenías? Madre: Yo tenía como 7 (…) los nervios fueron impresionantes, sentir los carros a los lados da nervios, una vez me caí y me salió sangre, dolió mucho T: Si, cosas a veces duelen (…) Tu recuerdas cómo fue tu proceso Jesica J: Creo que fue mi papá el que me enseño, pero yo le enseñe a mi hermana porque ella no sabía (…) y mi hermana me enseñó a montar patines T: Se complementaron... J: Si... siempre nos pasa eso, cuando yo no se algo ella me explica y al revés. T: Que afortunadas... (Gestos de afirmación)… ¿Tú crees que habrías podido montar bicicleta sin montarte en una bicicleta? J: no. T: Y tu María? Madre: No, tampoco. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 160 T: Creo que ninguna habría aprendido a montar bicicleta sin montarse en ella y lanzarse. Considero que se necesitan tres cosas: la primera es que la persona quiera aprender, la segunda es que tengan una persona que las guíe (…) la tercera es lanzarse a hacerlo. (…) ¿Cuantos años tenías en esa época? J: como 5 T: Tú aprendiste lo que era usual para una niña de esa edad…Ya no eres una niña, eres una adolescente, que crees que debes aprender hacer acorde con tu edad J: (silencio) Madre: yo nunca había pensado en eso, pensaba que haciéndoles todo… si yo no les enseño y las dejo ella que se batan por ellas mismas nunca… Además de develar la dinámica relacional que se presentaba la terapeuta construía al tiempo, de manera conjunta con las consultantes nuevos escenarios de acción acordes con el momento vital en el que se encontraban y contribuyendo al bienestar de la familia. Durante la conversación fue significativo emplear experiencias previas de la consultante en una actividad común como montar bicicleta generando un mayor efecto en las participantes Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 161 Capítulo 5: Reflexiones finales Este capítulo está dedicado a presentar las reflexiones y comprensiones que tuvieron lugar en el contexto terapéutico e investigativo a propósito de la manera como los procesos psicoterapéuticos sistémicamente orientados contribuyeron a la ampliación de la autonomía en tres mujeres que consultaron por ayuda psicológica ante crisis vitales en sus contextos familiares. Antes de exponer las reflexiones entorno a la promoción de la autonomía es necesario presentar las comprensiones que se desarrollaron a propósito de focos centrales en la investigación. Así, con respecto a la noción de crisis a nivel general se pudo evidenciar como lo plantea Le Moigne (1998) y Hernández (2009), que ésta se presenta por la confluencia de múltiples tensiones y/o estresores que generan una ruptura en la vida de las consultantes y sus familias. Importante destacar como lo indican los autores, que en los casos estudiados, los estresores que se presentan en el ciclo vital y que contribuyen a generar las crisis son de tipo nonormativo, es decir inesperados o en palabras de Packman “golpes del destino”. Estos tienen un carácter perturbador en el sistema de relaciones y de significados que parece confluir con momentos vitales en los que se iniciaban tránsitos que invitaban a ampliaciones de la autonomía: Una mujer por definir una vida como mujer, compañera y madre renovada en las autonomías, una mujer creando una vida de pareja que la distingue de su sistema familiar de origen altamente cohesionado y una joven por terminar estudios en el colegio e ir a la Universidad, en su lugar de hija mayor. En los tres casos, las mujeres en situación crítica, se refirieron de manera repetida a la crisis como una situación “muy dura” que divide su vida en un “antes” y un “después” considerando no contar con los recursos suficientes para afrontarla. Algunos de los relatos que Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 162 se presentaron en cada uno de los casos a lo largo del proceso psicoterapéutico se presentan a continuación: “Yo sé que todo tiene consecuencias, pero es que me han parecido tan duras y ya no sé cómo soportarlas” (Caso de Alicia); “no sabemos cómo ayudarla cuando le da el dolor” (Caso Mariana); “no sabemos qué debemos hacer” o “cómo debemos actuar” (Caso de Danna). La crisis implica una percepción de quiebre e incertidumbre en relación al futuro y lo que sucedería con sus vidas a corto y mediano plazo, especialmente en el caso de Danna y Mariana, cuyo diagnóstico comprometía directamente su vida y salud. Es así como las consultantes y sus sistemas familiares se encuentran frente a lo que Le Moigne (1998) llamo “situaciones desconocidas”, siendo esto un aspecto que promueve y mantiene el malestar en la familia. Ahora bien, aunque la experiencia de la crisis tiene una connotación negativa para las consultantes, por la oleada de contingencias inesperadas y desfavorables que se fueron generando en la manera en que los sistemas relacionales se hallaban organizados en diversos ámbitos de la vida: social familiar, académico (en el caso de Danna comprometiendo sus estudios de bachiller), laboral (en los casos de Alicia y Mariana interrumpiendo sus oficios) y personal, es precisamente esta situación de incertidumbres, de intersticios los que proporcionan una apertura para que se promuevan cambios en la re-organización del sistema familiar logrando así “salir a delante”. En este sentido se hace alusión a lo señalado por Le Moigne (1998) cuando plantea que la crisis no es necesariamente una catástrofe, por el contrario puede presentarse como una oportunidad frente a la necesidad de cambio manifestada. Es en este punto que el contexto psicoterapéutico contribuye significativamente, co-construyendo de manera conjunta con las consultantes, nuevos caminos de cambio positivo que dinamicen los relatos cristalizados a propósito de las tensiones de diverso orden que atravesaron. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 163 Si bien existen puntos de encuentro entre los tres casos, como los ya mencionados, durante todo el proceso fue posible identificar también ciertas diferencias entre cada una de las consultantes y sus familias asociadas a los momentos vitales en los que cada quien se encontraba. Es aquí donde se retoma lo planteado por Beyebach y Rodríguez (1995) cuando señalan que los cambios a los que se ve enfrentada la familia a lo largo de su historia pueden eventualmente constituir eventos estresantes que unidos a otros factores de tensión precipitan algún tipo de problema relacional o individual que finalmente configura una crisis. Se presenta entonces un interjuego entre las tensiones personales y familiares de cada sistema con el momento vital que atraviesan y el tipo de diagnóstico que finalmente cada mujer porta43. De forma más concreta es de señalar que aunque todas las consultantes fueron mujeres que acudieron al contexto psicoterapéutico con expresiones de sufrimiento y malestar (Rodríguez, 2007), buscando ayuda ante el momento desbordante que vivían, la manera como se configura la crisis varía de acuerdo a las cualidades del momento vital que cada una atraviesa, presentado al mismo tiempo una relación de doble vía en la medida que el ciclo vital también es influenciado por las crisis que se configura. De esta forma, en el caso de Alicia, por ejemplo, la mujer adulta que presenta un diagnóstico de depresión, se observa que la configuración de la crisis se produce en medio de una transición en el ciclo vital de la familia, que a la vez se presenta como una tensión familiar manteniendo el malestar a nivel personal y relacional. Visto así, son dos los aspectos relevantes a ser mencionados en este caso, por un lado, las acciones que el hijo menor 44 orientó al 43 Resulta necesario aclarar que aunque el diagnostico se configure como la máxima expresión de malestar en la familia –siendo parte del motivo de consulta-, en tanto proceso, la crisis no puede reducir su mirada a este, sino a las tensiones personales, familiares y de comunidad previas y posteriores que desbordan a las personas y sus familias. 44 El desligamiento del hijo puede ser cuestionado en tanto presenta consumo frecuente de alcohol y abuso de sustancias psicoactivas, síntomas que podrían ser vistos como bloqueos al cumplimiento de la tarea fundamental de la adolescencia de asumir la propia identidad y autonomía. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 164 desligamiento de su núcleo familiar –siendo un factor característico del periodo vital en el que se encontraba-, que choca con la pretensión de la consultante de mantener a su hijo dentro de las relaciones de cercanía (Hernández, 2009), y por otro lado, la fase vital que ella misma atraviesa: en el que se cuestiona sobre el sendero que ha caminado a lo largo de su existencia a nivel personal, familiar, laboral y social, siendo la separación con su pareja un generador de dolor y sufrimiento. Todo ello confluye con sufrir un accidente automovilístico que lleva a una hospitalización prolongada, con limitaciones físicas que impiden el desempeño de sus labores cotidianas como también el despliegue de sus estrategias, ya en marcha, para confrontar a su esposo e hijos en la dinámica que la familia transitaba. Estas situaciones –que se presentan de manera traslapadas- dan cuenta de lo que González (2000) llama falta de flexibilidad en un sistema familiar en tanto que el esfuerzo de reorganización asociado a las transformaciones de carácter evolutivo no es posible, desencadenando disfunciones familiares. En otras palabras, en el sistema familiar de Alicia se observa dificultad para configurar procesos adaptativos frente a los periodos de transición vital de los diferentes miembros del sistema familiar. Con respecto al caso de Mariana, se observa que el ACV que presentó como resultado de los “golpes del destino” así como los efectos que estos desencadenaron, se llevaron a cabo en medio de una transición en el proceso evolutivo de la familia: mientras que la madre se jubila y ahora pasa la mayor parte del tiempo en su hogar, la consultante presenta lo que Hernández (2009) llama la disolución natural, al decidir dejar su familia de origen para vivir de manera independiente focalizando su atención en los planes a corto plazo que había construido con su pareja. Si bien esta situación se presenta como un recurso en la autonomía creciente de la consultante, con el ACV y el hecho que Mariana tuviera que volver a vivir con su madre esto se Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 165 ve limitado presentando tensiones personales y relaciones que afectan principalmente a Mariana y su familia. De igual forma, considerar el ciclo vital del sistema familiar de Danna es un aspecto de suma importancia para concebir el periodo de transición de la familia: el momento en el que se encuentran las hijas mayores, quienes están entrando a la adolescencia, así como la llegada de un nuevo miembro a la familia, son ejemplos de ello. Ambos se presentan como acontecimientos trascendentales que además de ser uno de los factores relevantes en la comprensión holística de la crisis, también plantean retos en la reorganización familiar y configuración de autonomía en sus miembros. Con las hijas, por ejemplo, se observa que éstas empiezan a incluirse de una forma más activa en los grupos sociales con sus pares -con amigas y compañeras del colegio-, planteando otro tipo de dinámica en relación con sus padres en las que sean más independientes. Esto en algunas oportunidades choca con las creencias que los padres tienen sobre el “cuidado” que deben suministrar a sus hijos. Como se apreció en los resultados, en los relatos de las primeras sesiones se observa ambivalencia de los padres para orientar sus acciones de cuidado de acuerdo al ciclo vital en el que se inscriben sus hijas. Se encuentran en una dualidad en la que, por un lado, reconocen el periodo del ciclo vital en sus hijas, haciendo afirmaciones como “ya están grandes” pero por otro lado, implementan acciones de cuidado como si aún estuvieran pequeñas. Esto se observa principalmente con Danna, en todo lo relacionado con su peso y alimentación. Esto se convierte en un círculo vicioso pues aunque la adolescente ha manifestado de múltiples formas y en diversas oportunidades la necesidad de que sean respetadas sus decisiones, las acciones por ella realizadas en las que coloca en riesgo su vida, alimentan la dinámica de los padres sobre el cuidado. Se observa entonces que los padres tienen la necesidad Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 166 de intervenir cada una de las variables que consideran son dañinas o perjudican a sus hijas. A partir de lo anterior, conviene señalar que una de los principales aprendizajes a nivel interventivo e investigativo es que las diferentes formas en las que se configura la crisis requiere variaciones en las estrategias de afrontamiento, es decir, diversas formas de promover recursos dentro del contexto terapéutico. En concordancia con lo planteado por Hernández (2009) y Minuchin (2005), cuando se refieren a las situaciones tensionantes o estresantes propias de momentos de transición de todo sistema por su carácter evolutivo, los espacios conversacionales que aquí se promovieron tuvieron en consideración reflexiones entorno a la interdependencia que se podía generar y mantener de acuerdo a la historia previa y al ciclo vital de cada uno de los sistemas. Dado que el contexto de configuración y análisis de las crisis fue el familiar, se presentan también las comprensiones que el proceso investigativo permitió tener con respecto a este. De acuerdo con Minuchin (2005) dentro de la estructura familiar existe una correlación entre los límites con los niveles de cohesión familiar, y de éstos con el panorama de posibilidades y/o variaciones individuales que los integrantes de una familia puedan tener al interior de la misma, es decir, con su autonomía. Según lo que plantea el ya mencionado autor, entre más aglutinados se presentan los sistemas, mayor abandono de autonomía habrá, por el contrario, entre mayor es el desligamiento entre las familias, mayor será la autónoma careciendo de estar en la capacidad de solicitar ayuda cuando sea necesario. Sin lugar a duda los planteamientos de Minuchin son un referente de suma importancia en lo relacionado con la estructura de los sistemas familiares, no obstante, éstos señalamientos deben ser analizados a la luz de los contextos particulares en los que se inscribe la familia. En los tres casos que hicieron parte del estudio efectivamente se pudo observar que los niveles de cohesión entre los miembros del sistema dan cuenta de familias amalgamadas con límites Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 167 difusos y relaciones conflictivas en los subsistemas parentales45, no obstante estos no fueron los únicos aspectos tenidos en cuenta en la ampliación de la autonomía de las mujeres consultantes como recurso interventivo dentro del proceso terapéutico. Las reflexiones que se realizaron a propósito de esto, bajo la mirada ecológica, según la cual “los sistemas vivientes son totalidades integradas de cuyas interacciones, mutua dependencia y recíproca necesidad emergen sus características esenciales” (Garciandía, 2011), permiten sugerir que además de los límites y niveles de cohesión en la configuración de autonomía, se tenga también en cuenta cualidades evolutivas, contextuales y circunstanciales. Lo planteado anteriormente se puede observar de manera más clara en los casos de Alicia y Mariana, que tienen en común el hecho de haber asumido desde muy pequeñas el rol de “proveedoras” y “cuidadoras” en sus familias. Era usual en estas consultantes que respondieran a gran parte de los requerimientos del contexto aunque esto en muchas ocasiones se presentara como una sobre-exigencia para las mismas. Las dinámicas relacionales que estas mujeres construyeron con sus familiares más cercanos durante cierto tiempo de una u otra forma permitían tener un equilibrio en la familia. En concordancia con lo que plantea Garciandía (2011) como una de característica en la mirada ecológica, se observa que estas dinámicas están orientadas a priorizar las necesidades de la familia como todo que sobre sus integrantes-. En este punto es preciso señalar que en tanto dinámicas relacionales, las acciones que las consultantes realizaban como proveedoras o cuidadoras son el resultado de las decisiones que en su momento tomaron siendo esto una manifestación de su autonomía. Estas dinámicas relacionales fueron cuestionadas ante la configuración de la crisis -en el caso de Alicia por la confluencia de tensiones personales y familiares así como de ciertos 45 En los casos 2 y 3 las mujeres portadoras del síntoma en su condiciones de hija, mientras que en el caso 1 se presenta en tanto su condición de madre. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 168 estresores, en el caso de Mariana por los golpes del destino-, requiriendo cambios. Es en este punto, ante los ámbitos contextuales y circunstanciales que la autonomía tiene un papel central. En tanto su capacidad de auto-organizarse (Morin, 2010), la autonomía se presenta como la posibilidad de generar cambio, variedad, así como nuevos grados de libertad. Teniendo en cuenta lo anterior, una de las formas en las que el proceso psicoterapéutico sistémicamente orientado posibilitó la ampliación de la autonomía en las consultantes y sus sistemas familiares, fue generando espacios conversacionales en los que se pudiera reflexionar sobre el papel activo que ellas tienen dentro de su propia vida. En los tres casos fue común escuchar relatos en los que las consultantes se narraban a sí mismas como sujetos pasivos producto de las circunstancias, siendo usual también que atribuyeran la “responsabilidad” de las tensiones relacionales a sus familiares más cercanos, sin reconocer el papel que ellas también han tenido en la construcción de estas dinámicas. En este punto es preciso aclarar que si bien la postura que adoptó este estudio considera que las consultantes portan un síntoma como resultado de una dinámica familiar, no se puede desconocer su papel en la dinámica relacional que mantienen y promueven el malestar en el sistema. De esta forma, promover dentro del espacio terapéutico escenarios en los que los consultantes puedan reconocer su papel como actores dentro de su propia vida genera aperturas en la configuración de su autonomía creciente. De manera paralela a ello, se promovieron conversaciones terapéuticas en las cuales las consultantes pudieran reconocerse a sí mismas como recursos dentro de sus propios procesos frente a las tensiones personales y familiares que manifestaron tener. Así, en el caso de Alicia, por ejemplo, se presentaron relatos como “yo soy una verraca”, “soy una mujer fuerte echada pa´lante” que favorecieron la estrategia desarrollada durante el proceso terapéutico de pensar en sí misma; en el caso de Mariana se encontraron afirmaciones como “yo me considero una persona muy serena” o “siempre he sido muy estratega” presentándose como una oportunidad Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 169 para llevar a cabo acciones concretas en la configuración de nuevas dinámicas relacionales en el sistema familiar en el que por ejemplo se desarrolle una mejor comunicaciones entre sus integrantes; finalmente en el caso de Danna se posibilitan relatos en los cuales los padres reconocen a su hija como “decidida con temperamento fuerte” siendo un factor relevante en la autonomía creciente que construía la adolescente en relación con sus padres. Relacionado con lo anterior, otra manera en la que el contexto terapéutico promovió la ampliación del panorama de acción en las consultantes en momentos de crisis fue a partir del establecimiento de límites entre las mujeres portadoras del síntoma con los demás subsistemas, considerando además el momento vital de cada persona. Desarrollar de manera paralela procesos en los que a la vez que las consultantes se reconocieran como actores de sus propias vidas, propiciaran límites de diverso orden se presenta como uno de los aspectos a tener en cuenta durante los procesos psicoterapéuticos que promueven bienestar a las consultantes y sus familias. Ahora bien, los límites promovidos durante el proceso psicoterapéutico se presentaron – de manera paralela- en dos niveles. El primero es el que se desarrolla en y entre los subsistemas familiares parental y fraternal: en el caso de Alicia se consideró necesario promover límites en la dinámica relacional con sus hijos, favoreciendo la autonomía creciente en todos los miembros. Por su parte, el caso de Mariana y Danna los límites en el sistema parental se promovieron en relación con los padres. Ahora bien, mientras que el proceso de Mariana giró entorno a promover límites pero manteniendo una autonomía solidaria, en el caso de Danna, es proceso estuvo más orientado a fortalecer la autonomía creciente de la adolescente, sin desconocer el papel que aún tienen los padres en su cuidado y educación. El segundo nivel –relacionado con el anterior- hace referencia a los límites con respecto al quehacer de cada una de las consultantes, es decir, sus posibilidades de acción frente a ellas Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 170 mismas y los demás. El hecho de posibilitar espacios conversacionales en las que reflexionaran sobre la dinámica que estaban llevando a cabo, permitió que las consultante pusieran límites a los demás y se pusieran límites a sí mismas favoreciendo la re-organización del sistema familiar a partir de las nuevas circunstancias en las que se encuentra el sistema y donde cada quien asume sus propios asuntos a la vez que se re-establece un equilibrio familiar. Es conveniente aclarar que la promoción de límites dentro del sistema iba acompañada de estrategias dentro del proceso psicoterapéutico que posibilitaran la configuración de recursos en las consultantes que a la vez permitieran generar y mantener en el tiempo la autonomía creciente de las consultantes. En este punto es pertinente señalar que haber adoptado la postura que Pakman (1999) denomina como participante en acción le permitió a la terapeuta/investigadora, en su doble rol, reconocer en los familiares más cercanos a las consultantes un recurso para el proceso promoviendo así escenarios conjuntos de participación que a su vez dieron apertura a la realización de ciertos cambios en el sistema. Así, se hace evidente la red de interdependencias en los sistemas familiares de las consultantes, así como el principio de causalidad circular según el cual la movilización que se realiza en uno de los miembros del sistema –aunque no sea quien porta el síntoma-, genera impacto y cambios significativos en toda la familia. La participación de los miembros del sistema familiar en el contexto terapéutico fue especialmente significativa cuando la terapeuta invitó a los hermanos de las consultantes portadoras del síntoma. Esto coincide con lo planteado por Minuchin (2005) con respecto al papel que cumple el sistema fraterno en el desarrollo personal de cada sujeto a temprana edad. Ahora bien, de acuerdo con los resultados de la presente investigación-intervención, este apoyo no solo se presenta en la niñez como lo plantea el ya mencionado autor, sino que se puede mantener a lo largo del proceso evolutivo. Los hermanos en tanto fuente de apoyo se presentan Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 171 en el marco del contexto terapéutico como un recurso de suma importancia tanto para las consultantes como para el proceso, especialmente en la consolidación de una autonomía creciente. Lo anterior se observa de forma clara en los casos 2 y 3: la participación activa del hermano de Mariana durante el proceso terapéutico –siendo este también un adulto- permitió co-construir estrategias orientadas a promover una autonomía solidaria en la familia a propósito de los tensiones relacionales que se presentaron en el contexto familiar frente la crisis. En cuanto a Danna es menester señalar que la participación de la hermana en sesiones conjuntas con los padres permitió reflexionar sobre aquellas dinámicas relaciones que se presentan en el sistema como tensiones familiares en la adolescente, creando al tiempo medidas dentro del contexto terapéutico en los que se daba un lugar significativo al sistema fraterno respetándolo para que puedan ejercer el derecho a la privacidad, tener sus propias áreas de interés y disponer de la libertad de cometer errores en su exploración (Minuchin, 2005). De acuerdo con lo anterior se recomienda para futuros escenarios terapéuticos considerar la participación de los “pares” o todas aquellas personas que puedan presentarse en algún momento dado como “recurso” para los consultantes en la autonomía creciente que van desarrollando. Una vez expuestas las comprensiones y reflexiones a propósito de los recursos y estrategias que fueron empleados durante el proceso psicoterapéutico en la ampliación de la autonomía de mujeres con crisis vitales en sus contextos familiares, se hace necesario, presentar como sugerencia para futuros estudios incluir de manera más significativa el contexto institucional en la configuración tanto de crisis como de autonomía de mujeres portadoras del síntoma. Lo anterior ya que un aspecto significativo presente en los tres casos fueron las tensiones que las consultantes en más de una ocasión manifestaron tener con los contextos Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 172 institucionalizado, especialmente con los centros prestadores de servicios de salud con los que además tienen frecuente contacto. Finalmente, otra reflexión que merece ser expuesta a propósito de los contextos psicoterapéuticos sistémicamente orientados es la duración de los procesos, pues fue algo común en los tres casos la prolongada duración en el tiempo que tuvieron. Esta característica se asocia a los asuntos serios que se trataron: a nivel general en los tres casos hubo hospitalizaciones, medicaciones, médicos, psiquiatras; en el caso particular de Alicia se observan síntomas en miembros de la familia como alcoholismo, abuso de drogas e intentos de suicidio. Se trata efectivamente de crisis que comportan múltiples aspectos que deben ser considerados durante la intervención. Es así como se sugiere que en futuros espacios psicoterapéuticos se realice una lectura de contexto como la que aquí se desarrolló, teniendo en cuenta además a los profesionales que se presentan como sistema de ayuda, para promover en menor tiempo caminos de cambio positivo. Promoción de la autonomía frente a crisis vitales en contextos familiares 173 Referencias bibliográficas Anderson H. (1997). Conversación, lenguaje y posibilidades. Buenos Aires: Amorrortu editores S.A. Bateson, G., (2006). La unidad sagrada. Pasos ulteriores hacia una ecología de la mente. Barcelona: Gedisa Editorial Beyebach, M., & Rodríguez-Morejón, A. (1995). El ciclo evolutivo familiar: Crisis Evolutivas. En Espina, A., Pumar, B. Y Garrido, M. (Comp.). Problemáticas familiares actuales y terapia familiar. Valencia: Promolibro. Bonilla, E., Rodríguez, P. (1995). 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