comunidad infantil (1-3) introducción Entre los 18 meses y los 3 años de edad, los niños están alcanzando y trascendiendo extraordinarios hitos de desarrollo: están aprendiendo a andar con seguridad, a comunicarse por intermedio del lenguaje hablado y comenzando a cuidarse a sí mismos. En esta fase, sus cerebros se están desarrollando muy rápidamente y las experiencias que viven son cruciales para la formación de su carácter y su personalidad. La Comunidad Infantil ofrece un espacio con múltiples oportunidades para el movimiento físico y la exploración, en un ambiente rico en posibilidades de interacción verbal con compañeros y compañeras. Esto les permite desarrollar su autonomía y autoestima, además de establecer relaciones con otros niños en un ámbito de calidez y respeto mutuo. Las clases brindan oportunidades para participar en actividades que pueden ser entretenidas a nivel individual o de grupo como, por ejemplo, preparar la mesa, lavar los platos, hacer un arreglo floral o cuidar las plantas. Estas tareas desarrollan la voluntad y el compromiso de los niños, aspectos cruciales en la construcción de su carácter. Asimismo, al tomar parte en ellas, los niños ejercitan sus capacidades de manipulación y motricidad fina, al mismo tiempo que fortalecen su autoestima con la satisfacción de hacerlas por sí mismos. Los niños nos piden: “ayúdame a hacerlo por mí mismo”. Y es maravilloso apoyarles en ese proceso, en un ambiente en el que los adultos están preparados para guiarlos. Una manera de acompañarles es diseñar actividades que ellos puedan iniciar y completar de manera autónoma. Así, los niños se familiarizan con sus propias capacidades y desarrollan confianza en sí mismos en un período de tiempo breve e intenso. En este ambiente estimulante y acogedor, los niños pueden tener vivencias positivas de sus primeras experiencias fuera de casa y, desplegando sus incipientes habilidades sociales, crear vínculos más allá de su familia. Les acompañamos en ese proceso natural del desarrollo humano, la gradual apertura y salida al mundo, construyendo lazos afectivos con personas que no son miembros de su familia. Todas las actividades a disposición de los niños son apropiadas para su etapa de desarrollo y especialmente diseñadas para responder a sus necesidades físicas, emocionales e intelectuales. Los adultos que los acompañan han sido formados con especial atención a respetar el ritmo y temperamento de cada niño/a, asistiéndolos en sus caminos individuales de aprendizaje. Es importante destacar que este no es un programa infantil tradicional. Una de las mayores diferencias es que las necesidades de los niños se priorizan por encima de las de los adultos. Esto se nota en el ambiente de las clases pero también en los horarios: de 9:00 a 12:00, de lunes a viernes. Dentro de esa estructura, los niños son capaces de elegir las actividades que van a realizar durante la mañana, siempre a su ritmo y según sus intereses particulares. De esta forma, la Comunidad Infantil sigue la línea de la teoría del desarrollo humano (desde el nacimiento hasta los 24 meses) trazada por Maria Montessori. Y un aspecto troncal de ella es que las necesidades de los niños deben ser respondidas teniendo en cuenta su etapa de desarrollo. un día en… Los niños llegan entre las 9:00 y las 9:15 y los Guías les dan la bienvenida de forma individual. Después de despedirse de sus padres, madres o cuidadores, entran a cambiarse los zapatos y a colgar sus abrigos. Muchos niños eligen comenzar la mañana reuniéndose en grupos para cantar canciones y recibir a los compañeros y compañeras que van llegando; otros prefieren escoger una actividad con los materiales de los estantes, pintar o mirar un libro. Entre las 9:15 y las 10:15, los niños pueden elegir libremente entre las cuatro áreas del ambiente: Lenguaje, Arte, Materiales para manipulación y Ejercicios para la vida diaria, que incluye la preparación de alimentos. Este período fluye entre las actividades independientes, las clases individuales y las reuniones en pequeños grupos que coordinan los Guías. Estos grupos pueden dedicarse a una actividad específica, pero también pueden ser encuentros espontáneos para cantar, moverse, tocar instrumentos musicales, contar cuentos o participar en juegos de lenguaje. A las 10:15, se invita a los niños a que dejen y recojan su trabajo, para reunirse sentados sobre la alfombra. Este momento sirve como transición entre el trabajo previo y la preparación para el desayuno, que incluye lavarse las manos. El desayuno es a las 10:40 y los niños participan poniendo las mesas y sirviéndose unos a otros, además de recoger sus platos. Así culmina el trabajo de las mañanas: los niños se sientan en grupos para disfrutar de los alimentos que a menudo han preparado ellos mismos y, al hacerlo, refuerzan sus habilidades para formar parte de un grupo. A lo largo de la mañana, y antes de salir al patio, los Guías invitan a los niños a ir al baño si lo necesitan. Si es así, los acompañan con la intención de ofrecerles su apoyo para que adquieran autonomía con sus rutinas, incluyendo su participación al cambiarle de ropa. A las 11:30, los niños han salido al patio, donde juegan libremente hasta poco antes de las 12:00, cuando regresan a la clase para cantar una canción de despedida. A las 12:00, padres, madres y cuidadores recogen a los niños en el portal. c/genil 11, el viso, madrid 28002 910 492 215 www.madridmontessori.org | [email protected]
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