UNA OBRA. UN ARTISTA. ÁREA DE EDUCACIÓN. OCTUBRE 2016 Apoteosis de Claudio Escultor romano del siglo i d. C. y Andrea Calamecca Este importante grupo escultórico es fruto de la combinación de piezas de diferente origen y cronología: una escultura romana, un pedestal tardorenacentista y un busto del emperador Claudio -de ahí el nombre del conjunto-, actualmente desaparecido. La escultura romana, compuesta por un águila con las alas desplegadas posada sobre una serie de armas y trofeos, fue hallada entre 1645 y 1648 al sur de Roma, en una villa de campo perteneciente a Marcus Valerius Messalla Corvinus (64 a.C.-13 d.C.), un famoso general que fue compañero de armas del emperador Augusto. Se cree que, en su momento, adornaba la parte superior de un pedestal de mármol, hoy perdido, que albergaba una pequeña urna con las cenizas del general. El rico pedestal, en forma de tronco piramidal que recuerda a los altares funerarios, está decorado por sus cuatro caras con relieves de ciudades amuralladas enclavadas en amplios paisajes, cigüeñas con filacterias con inscripciones griegas en sus picos en primer término, y águilas con sus crías en las esquinas. Este pedestal, que ha sido recientemente atribuido a Andrea Calamecca, debió de ser realizado entre 1557 y 1589 para Alberico Cybo Malaspina (1532-1623), príncipe de las ciudades italianas representadas en los citados relieves de los lados: Massa, Carrara, Moneta y Laveza (la actual Avenza). Hacia 1650 el conjunto escultórico romano fue restaurado por Orfeo Boselli (1600-1667), alumno de Duquesnoy, que desarrolló gran parte de su carrera artística al servicio de la ilustre familia Colonna. Para engrandecer el conjunto, Boselli añadió sobre el lomo del águila un busto del emperador romano Claudio, actualmente desaparecido, que hizo que a partir de ese momento el conjunto pasase a ser conocido como la Apoteosis de Claudio En l664 el cardenal Girolamo Colonna regaló el monumento -al que se había añadido el pedestal moderno- al rey Felipe IV, al que le unía una larga amistad y del que pretendía obtener importantes prebendas gracias a este soberbio regalo. Durante largo tiempo fue considerada la pieza escultórica más importante y valiosa de la Colección Real española, tanto por su interés artístico como por su significado iconográfico, estrechamente ligado, según se interpretó erróneamente en su momento, a la Casa de Austria. La escultura simbolizaría, en ese caso, la deificación –apoteosis en griego– del monarca español, personificado en la figura del emperador Claudio, su antepasado lejano, que era elevado hacia los cielos por el águila, animal heráldico de los Habsburgo. El busto de Claudio añadido por Boselli desapareció en el xviii. Hacia 1830 el escultor Valeriano Salvatierra (1790-1836) creó una nueva pieza, basándose en los grabados del siglo xvii que se conservaban de la primera versión. El conjunto fue restaurado entre los años 1998 y 2002 por Silvano Bertolín, quien retiró el busto de Salvatierra [e-643], conservado actualmente en los almacenes del Prado. Escultura romana (h. 20 d.C.) y pedestal tardorenacentista (h. 1560). Mármol. 245 x 125 x 125 cm. Cat. e-225
© Copyright 2024