452 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA Señor Carlos II haciendo las mercedes de hábito, como se ponía sin exceptuar la Orden de Santiago, que de las que V. M. da á .los soldados, no tienen con qué tomarlos y todos tienen la devoción al glorioso Santiago, como á quien debe España la. fe y lo que visiblemente siempre la ha favorecido en tantas ocasiones, y esperamos ver á V. M. su patrocinio en todas las guerras y en particular contra los infieles, como así se lo suplican á su glorioso Patrón. Así lo esperan de la grandeza de V. M.—Es copia en papel sellado, cuarto del año 1703. JOSÉ GÓMEZ CENTURIÓN, Correspondiente. II DOS LÁPIDAS ORGENOMESCAS Los cántabros Orgenomesqui, de Meia, Orgenomesci, de Plinio, cuya costa marítima comprendía parte de las actuales provincias de Oviedo y de Santander, siendo su ciudad capital 'ApYsvópiecxov, y su puerto Vereasueca (San Vicente de la Barquera?) nos han dejado, en testimonio de su historia antigua, numerosas lápidas; entre las cuales, dos insignes mutuamente se relacionan é ilustran. De la primera trataron, sin avenirse en la interpretación, D. Aureliano Fernández Guerra (Cantabria, págs. 49 y 50. Madrid, 1878) y D. Emilio Hübner (Inscriptiones Hispaniae Iatinaey núm. 5.729. Berlín, 1892). 1. Existe en el Museo Arqueológico Nacional, sala vi, número 6.628. Mide 42 por 45 centímetros. Provino del lugar de BodeSy que con otros cinco forma la feligresía de Santo Tomás de Coliía, creyéndose que su iglesia de Santa Marina fué la primitiva parroquial. Cruza el término de esta feligresía el arroyo de Santo Tomás, y pasa por el cercano lugar de San Pedro de Bode> en la feligresía de Santiago de Pendas. Dista cinco cuartos de legua de Cangas de Onís, su capital de partido. DOS LÁPIDAS ORGENOMESCAS 453 Mionumeniuni) p(osiium) D{is) M{anibus). Bovecio Bodeicivesy Orgenom(escum) ex gente Pembelor(um), vi{ro) su(o)¡ ann(orum) Z, u(xor) posuit m{em]oria{m)t c{pnsulahi) XD. Monumento puesto á los dioses Manes. A Bovecho, natural de Bodeichua, territorio de los Orgenomescos, de la gente de los Pémbelos, fallecido en edad de 50 años. Su mujer le puso esta memoria, contándose la era 490 del consulado. Bodeicives no es vocablo patronímico, sino geográfico. Lo prueba la inscripción 5.711 en la colección de Hübner: Bodero Bodives, Doideri /(ilius), a{nnorum) XXV, filio suo m{ater) pipsuit). De Bodiva y Bodeiciva se forman regularmente Bodivensis y Bodeicivensis, que en ambas lápidas suprimen la n y la terminación i del dativo. Á la gente de los Pémbelos, y al solar de Bodeichua, probablemente corresponden los lugares que se llaman ahora Pembes y Bodes. El vocablo griego 7téJMtéXos (antiguo, viejo) y el cántabro TOMO LXI. 29 Siguiente 454 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA ftembe/us, fácilmente se asocian; é importa notar que en castellano, gallego y portugués, el sustantivo bode significa macho de cabrío; animal deí que principalmente se alimentaban los lusitanos y los pueblos del Norte de España, y que sacrificaban á Marte, según Estrabón lo atestigua (ni, 4, 7 ) : xpayo^ayoOat 61 (jtáXtaxa, xaí T& "Apet. xpáyov Góouai. 2. En Luriezo, provincia de Santander, distante nueve kilómetros de la villa de Potes. Publicada en el tomo XLVI del BOLETÍN, pág. 305, y estudiada por D. Eduardo Jusué, su descubridor y doctísimo Correspondiente de la Academia. Monitmentum) Ambati Pentovieci, Ambatic{um), Pentoví f{ilü), anniprum) LX. Hoc mon{umentuni) pos(uerunt) Ambahis et Doiderus f{ilit) súi... Monumento sepulcral de Ambato, del solar de Pentovio, de la gente Ambática, hijo de Pentovio, de edad de 60 años. Este monumento le pusieron sus hijos Ambato y Doidero. En el segmento inferior, que falta, estaría marcada la era del consulado. La era consular de la inscripción de Bovecio, aunque algo DOS LÁPIDAS ORGENOMESCAS 455 dudosa, señala en mi concepto el elevado número del año XD> ó 490. Cercanos á éste son los indubitables de otras dos lápidas, halladas en dos parajes, poco distantes de Bodes, pero al otro lado ó á mano derecha del río Sella, Salia de Mela, cuya cuenca occidental dividía los Astures de los Cántabros. 3. En Gamoneda. Hübner, 5 7 3 8 . Piedra alta 37, ancha 47 decímetros. D M M * POSS DOV • F1L • SVE CAR FLA AN XX C • CCCCXXCII D{is) M[anibus). Mipmtmeniuni) poss{uií) Dov{erus) fil{i¿) sue car{e) Flaivié) an(norum) XX c{onsulatu) CCCCXXCII. A los dioses Manes. Este monumento puso Dovero á Flavia, su querida hija, fallecida en edad de 20 años en el consulado 482. Al pie de la inscripción, cuya fotografía siento no haber adquirido, y cuyo diseño publicó Martínez Vigil, aparece una yegua joven, emblema por ventura de Flavia, marcada con estas letras "EL A V I I (Tela vii) y sujeta por las riendas á un árbol fúnebre. El significado de la marca es dudoso, tanto más cuanto que su diseño no inspira la mayor confianza. En otras lápidas se registran Talavhis y Talevius% variantes quizá de Telavius. 4. En Soto de Cangas de Onís. Hübner, S-744-—Fernández Guerra, Cantabria, pág. 45. Esta piedra existe original en la sala vi del Museo arqueológico nacional, allí clasificada con el núm. 16.512. Mide 45 por 31 centímetros. La lectura de su texto, excepción hecha del que le sirve de coronamiento, es indubitable. Llübner presentó de ella un dibujo, algo inexacto, y la comentó así: «Quod in fastigio lapidis positura est ornamentum fortasse palmae tantum ramus est; Guerra putabat A -f- £2 esse. A fine legendus est titulus christianus in Britannia repertus, Inscr. Brit. Anterior Inicio Siguiente 456 BOLETÍN D E LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA christ.) p . 170; sed tamen hic quoque titulus non videtur christianae aetatis esse. Guerra tribuit aerae christianae a. 436; égo circiter a. 269», Posuii Severa matri suae Dovidenae annorum L, aera CCCCLXXll, m {onumenium). Severa puso este monumento á su madre Dovidena, fallecida en edad dé 50 años en la era 474. DOS LÁPIDAS ORGENOMESCAS 457 Lo raro de esta inscripción, así como la británica citada por Hübner, procede de la irregular dirección de sus renglones, que van subiendo en zíg-zag de abajo arriba, y en la caprichosa disposición de sus letras, trazadas ya recta ya inversamente. En el renglón tercero, la o de annorum toma la figura de D; y en el quinto, la d> 6 primera letra de jDovídene, la triangular de la griega A. Todo es anormal en esta inscripción, inclusa la cifra del coronamiento, que acaso es una palmera, con sus ramas inferiores quebrantadas y emblemáticas de la difunta Dovidena. Estos y otros epígrafes, que llevan inscrita la era consular, discutió Hübner ( i ) , opinando que su principio cronológico antecede casi dos siglos al de la era vulgar española, y que arranca del año 206 antes de Jesucristo. Las eras consulares, consignadas por las tres lápidas cantábricas sobredichas (474, 482 y 490), se reducirían, por consiguiente, á los años 268, 276 y 284 de la vulgar cristiana. Partiendo de la era vulgar española, que F e r nández Guerra adoptó, se reducirían á los años 438, 444 y 452, demostrando que á mediados del siglo v el culto pagano no había fenecido en la región cantábrica del río Sella; lo cual tuvo lugar en muchos pagos, ó parajes, así de Italia y Francia, como de España (2). Para soltar la dificultad, hay que acudir á razones más convincentes, que reservo para otro estudio. Madrid, 18 de Octubre de 1912. FIDEL FITA. ( I ) Inscripiionum Híspamete, chrisiiatiae supplementum, praef., páginas vn-ix. Berlín, 1900, (2) Véase el tratado de correciione. rusticorum escrito por San Martín de Braga en la segunda mitad del siglo vi, y el canon xi del concilio xu Toledano (9 Enero 681). Anterior Inicio
© Copyright 2024