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EL SOCIALISTA
---------------ORGANO
ESPAÑOL
CENTRAL
----------------
DEL
ANO II
P. S. O. E.
Paris, 5 de junio de 1947
ANTE L A CONFERENCIA
DE ZUR ICH
Durante los dis 6, 7 y 8 de junio se reunirá en Zurich una Con­
ferencia de partidos socialistas, continuación de las de Clacton, París y
Bournemouth, en las que, pasada la guerra, se han reanudado las rela­
ciones entre los socialistas de todos los países, se han cambiado impre­
siones sobre la situación del movimiento socialista, se han afrontado
problemas concretos, como el de la situación de España, al que se de­
dicó la reunión de París, y se ha comenzado a echar los cimientos de
una Internacional reconstituida.
Pese a que los socialisias españoles actuamos fuera de nuestro país
— o precisamente por ello — , esta nueva Conferencia internacional
atrae nuestra atención no sólo porque estamos seguros de que una vez
más se manifestará la repulsa al régimen de Franco y la simpatía a la
causa de la República, sino porque las fuerzas del Socialismo coor­
dinarán su acción en un momento en que la paz del mundo necesita ser
protegida a tiempo de todos los peligros que la acechan cuando las
heridas de la terrible conflagración pasada están aún sangrantes.
Siempre hemos creído que la Internacional Obrera Socialista no
debió interrumpir su actividad, fuesen cuales fuesen las limitaciones
que le impusieran las circunstancias, y que su Ejecutivo debió po­
nerla en marcha al menos tan pronto como cesaron las hostilidades. La
reorganización de la Internacional es, a nuestro juicio, una necesidad
urgente, y esperamos que así lo comprenderán los delegados que
van a reunirse en Zurich dentro de unos días. Urge la existencia de una
Internacional que no sea una mera Oficina de relaciones fraternales,
sino un organismo cuyos acuerdos sean rigurosamente cumplidos por
las secciones. Por ha'berse practicado la política de las declaraciones
solemnes sin fuerza de obligar, se produjo de 1936 al 1938 el hecho
de que, habiendo condenado la Internacional la política de no inter­
vención en el caso de la guerra española, los partidos que estaban re­
presentados en Gobiernos que practicaban esa política, de la que han
venido derivados nuestros desastres y los del mundo, ignorarort el
acuerdo.
Los momentos que vive el mundo son excesivamente graves. Por
ello nos importa que se acierte a resolver en serio y para siempre este
problema de poner en pie una Internacional Socialista eficaz y ac­
tuante que no puedan disolver las incompatibilidades de intereses na­
cionales. Sobre esta base, la Internacional será potente y útil. Sobre
toda otra no constituiría más que un remedo insuficiente de lo que la
organización internacional de los trabajadores debe ser. Elasticidad y
comprensión en la adopción de acuerdos; pero una vez tomados, cum­
plimiento a rajatabla de las decisiones que se adopten. Tal es nuestro
punto de vista.
Comprendemos que para lograr esta finalidad es necesario robuste­
cer el sentimiento intemacionalista de los trabajadores y de los partidos
que son su expresión política. Sin eso nada se podrá hacer. Pero aho­
ra vemos todos a dónde han conducido los brotes de socialismo nacio­
nal que se dieron en el pasado en el seno de nuestro movimiento.
Cuando dentro de los partidos socialistas se ha producido el repliegue
a lo nacional, toda la política ha retrocedido. Y por ahí andan huidos
y avergonzados los que fueron exaltadores más ilustres de este neosocialismo responsable de no pocos gestos desdichados de colaboración
con el fascismo o de simple sometimiento a su doctrina.
Esto queíamos decir en vísperas de que la Conferencia de Zurich se
abra, y esto decimos. Damos para ello de lado cualf/iier considera­
ción oportunista de significación menuda porque creemos captar la so­
lemnidad del momento. Momento de hablar claro y alto. Y ello, sin
medir las consecuencias que esta actitud pueda acarrearnos, seguros co­
mo estamos de que con ella defendemos los superiores intereses del
Socialismo. Que nosotros colocamos por sobre los interes de partido o
de grupo. Como hemos tratado de hacer siempre.
¿QUE
Concepción yanqui de la
democratización del mundo :
200 millones de dolares
para Franco.
HA
En estos últimos tiempos había
muchos amigos del Gobierno repu­
blicano que se senlíun escépticos
en cuanto al porvenir de su tra­
bajo. Los periódicos de Toulouse
que ins/>ira el presidente de ese
Gobierno se irritaban m ucho con­
tra esta falla de fe en su obra. Y,
sobre todo,, contra el hecho de que
alguien se decidiera a ponerle chi­
nas en su camino. Al parecer, los
mayores obstáculos se los van co­
tocando los propios camaradas de
fracción que le acogieron, sobre
todo en Méjico, con vayas y chu­
flas del peor gusto. Y en los tales
periódicos, en forma sibilina ser­
vida p or la prosa más déconcertan­
te, se amenaza a los precios umigos con no sabemos qué ju ro s ma­
les. (¿Para cuándo las expulsiones
dictadas p or « el interior » ? ) .
En realidad, se viene a decir a
los prietislas por los llopislas o Irifonistas lo que sigue : « ¿P or qué
tomar a broma al Gobierno ahora
que ya va cuajando su política,,
cuando comenzamos a tocar los
primeros frutos? »
Confesamos que estas declara­
ciones nos llenaron de consterna­
ción. Porque lo que más tememos
en este m undo es que la política
del Gobierno Llopis comience a
dar sus frutos naturales. Y nos dedi­
camos a descifrar esta trágica cha­
rada política en que el lanías ve­
ces citado Gobierno nos tiene me­
“ SON MIS AMORES REALES
99
por J. SAKCHIS-BANUS
Loa p reso s d e E s p a ñ a esp eran
tu a y u d a { A b o n a r v u e s tra s
c u o tas d e a y u d a a lo s so c ia lista s
d e l in t e r io r 1
DOLARES PARA FRANCO
La diplomacia del dólar es algo
más que una frase. Los Estados Uni­
dos, cuya « posición en dólares » es
todo lo fuerte que se sabe, están
conce,diendo una serle de créditos a
distintos países y algunos de ellos
han producido bastante ruido. Cré­
ditos en dólares, naturalmente, mo­
neda rara y « dura ». como ahora se
dice, de la que hay, en todo el mun­
do, una gran necesidad.
La diplomacia del dólar comple­
ta la doctrina Truman. Se trata de
comprar a precio de quiebra y en
un mundo que. en efecto, está en
quiebra, todo lo que es subsceptíble
de. ser comprado : centrales eléctri­
cas o partidos políticos, minas de
carbón o Gobiernos. Un poco de pan
y el espejismo de unos dólares que
regresan por modo inevitable a
América son, en la actualidad, los
dos factores que más cuentan en po­
lítica internacional.
Le iha llegado -el turno a Franco o
mejor, le lia vue|to a llegar Ja vez
en esta cola de países mendicantes.
Y él, que iba a hacer de Espaíla un
imperio, no ha> conseguida más que
rebajarla a la categoría de colonia.
Primero, colonia alemana. Después,
colonia yanqui. Doscientos millones
de dólares son pocos dólares Si se
tiene en cuanta que la economía es­
partóla no es más que un montón de
escombros. Son muchos por el ca­
rácter de hipoteca política que va
implícito en el préstamo.
Desde un punto de vista de decen­
cia pública, esos dólares son la ex­
presión más clara de la ignominia
que se viene cometiendo con nos­
otros desde hace once años.
Que cada cual piense del hecho lo
que le parezca, decimos nosotros y
refiriéndonos a la emigración repu­
blicana. En cuanto a los que siguen
soñando con que así que se haga un
Gobierno a gusto de W all Street
nuestro problema quedará resuelto,
lo que está pasando nos parece bas­
tante elocuente. Y cabe preguntarles
si no creen que el Gobierno que de
verdad satisface a Norteamérica es
el del Caudillo.
PASADO
tidos a todos. La solución es esta :
Cuando se dice que ya comienza a
dar /rulos la política gubernamen­
tal, se quiere decir que por fin se
han establecido contados con los
represenlanates de don Juan de
liorbón. ¿Qué lal? ¿No es para es­
tar contentos?
Los rumores recogidos por la
prensa y radiados por las estacio­
nes oficiales de París y Londres,
son ciertos. Por fin, un represen­
tante del Gobierno, Trifón Gómez,
y un delegado de Don Juan de Dorbóp. el señor López Oliván, han
tenido una « prise de contad »
cuyos resultados ignoramos. Al
mismo tiempo que en el País vasse luchaba como sabemos, y cree­
mos nosotros que no por ver en el
trono al retoño de don Alfonso, un
m inistro
del
Gobierno
repu­
blicano ( ?) trataba con su más au­
torizado representante : el adual
candidato a Cánovas del Castillo.
La cosa es de una gravedad que
no necesita ser encarecida. Pero
antes de entregarnos al comenta­
rio que pugna por escapársenos
consideramos prudente form ular
algunas preguntas. Seguros de que
no sólo nosotros, sino lodos los es­
pañoles tienen derecho a una con­
testación clara. Son estas : En p ri­
mer lugar, es necesario que sepa­
mos lodos si esa entrevista u otras
del mismo carácter se han cele­
brado con el conocimiento de todos
los ministros que form an el Go­
NUM. 20
AQUI?
bierno Llopis. Aludimos de manera
especial a los ministros que están
allí u para vigilar ». En segundo,
es indispensable que se sepa sobre
qué extremos han girado esas con­
versaciones y qué finalidad se per­
sigue al provocarlas o implorarlas.
Del contenido de esas charlas de­
pende para muchos la conducía a
seguir y que deban o no pasar de
una critica general del Gobierno y
su política, a la denuncia implaca­
ble de lo que podría ser una trai­
ción. Sin conlar con que es intere­
santísimo este conocimiento para
enjuiciar a los partidos que están
en el Gobierno Llopis en una posi­
ción equivoca y que, si lo que nos
tememos es cierto, la tendrían ya
tan definitiva como reprobable. I.o
que nos obligarla a muchos a revi­
sar posiciones y conductas que es­
tán atenuadas hoy por las segu­
ridades que se dan en las tribunas
de que no se dejará pasar una sola
maniobra contra la República.
En una palabra
es necesario
que alguien responda de esa polí­
tica nefasta por la que el Gobierno
Llopis se despeña. Y a todos nos
urge saber quién es el editor que
ha de dar la cara así que la hora
tan anhelada de juzgar conductas
sea sonada. O los editores si es que,
como presumimos, son varios y de
peso.
Se puede ser tan laborista como
el Sr. Devin, se puede ser villano
a mucha honra, y sentirse sin em­
bargo halagado por la familiari­
dad de un rey. Aunque no sea más
que un pretendiente<
t cüya entroni­
zación se sitúe en un futuro pro­
blemático.
Por eso el Sr. FollicU, diputado
laborista, sintió cierto orgullo
cuando pudo decir el otro día en
los Comunes : « Ayer mismo estu­
ve desayunando con don luán ».
Los que no sé si sentirían el mis­
mo orgullo son los electores del Sr.
Follick. Porque este aprendiz de
cortesano ha ido a Portugal con
una misión poco honrosa.
Ha ido a Portugal para hacer de­
cir a don Juan que en su reino —
sí es que reina — los sindicatos ele­
girán ellos mismos sus dirigentes,
la oposición — ¿ pero euál ?— go­
zará de toda libertad y la democra­
cia será conservada entre algodo­
nes.
u ¿Qué más quieren los españo­
les ? », se pregunta el huésped de
don Juan. El diputado laborista
Sr. Follick une, a una presunción
que raya en la candidez, la incom­
petencia política más absoluta. Pe­
ro decir esto no es decir bastante.
SE TRAJO EL Sr. FOLLICK...
...en el bolsillo dos manifiestos
monárquicos dactilografiadlos. Uno
firmado por seis de los siete te­
nientes generales que padece el
ejército español. Redactado el otro
por 30 diputados de las Cortes apó­
crifas. entre los que se cuenta el
duque de Alba.
Estos manifiestos circularon por
los pasillos de la Cámara de los Co­
munes. Se procuró asi el Sr. Fol­
lick una efímera notoriedad.
En cierto modo, reconforta cons­
tatar cuántos monárquicos hay en
España, desde la muerte de cierto
Sr. Hitler. Porque en 1937, en Es­
paña no era monárquico ni don
Juan. La mejor prueba es la caria
que el preteniXente envió a Fran­
co, suplicándole que le admitiera
en el ejército faccioso, como sim­
ple oficial. Luego no es que Fran­
co fuera monárquico, es que el mo­
narca era franquista.
Andan los tiempos cambiados, y
don Juan se ha vuelto tan demó­
crata que no quería ni tratar con
Franco. La elocuencia persuasiva
del Sr. Follick — como deja modes­
tamente entender el Sr. Follick
mismo — le ha llevado a reconocer
la necesidad de entenderse con el
dictador para « asegurar una tran­
sición ».
Lo malo para el Sr. Follick es
que quien no quiere asegurar la
transición es Franco.
ESTA MISTIFICACION DE LA MO­
NARQUIA...
...democrática y conciliadora es
un viejo sueño del Sr. Churchill.
Se concible que, para darle incre­
mento, don Juan olvide sus velei­
dades falangistas, como pecadillos
de juventud. Y las adhesiones que
encuentra en el interior son tam­
bién explicables. Se trata de fran­
quistas que quieren borrar el re­
cuerdo de sus crímenes. Quienes
no están dispuestos a este « borrón
y cuenta nueva » son, natural­
mente, las victimas.
Porque hay por lo menos dos ca­
tegorías de franquistas. Los que en
1936 tenían « algo que perder »
(no me refiero al honor) y lo
arriesgaron
para
consolidarlo,
apoyando y subvencionando la re­
belión; hombres « de orden », que
sumieron al país en el más terri­
ble de los desórdenes.
(Pasa a la pág. 2.)
LA REUNION DE LAS N.U.
Varias naciones sudamericanas se disponen a pedir al Consejo.de
Seguridad que examine el problema de la continuación de Franco en
el poder. Consideran esas naciones amigas que el plazo prudencial de
que se hablaba en la última résolu on de la asamblea de las Naciones
Unidas ha transcurrido con exceso y que Franco ha debido ya dejar pa­
so a una situación de libertad en nuestro país.
Sabemos que con ocasión de esas reuniones del Consejo de Se­
guridad, varios potentes organismos obreros proyectan una seria cam­
paña en nuestro favor. Queremos decir en favor de la causa de la Repú­
blica. El proletariado organizado y la Federación Sindical Mundial
— ese « movimiento turbio » que dijo Trifón — no son insensibles a los
sufrimientos de nues.ro pueblo y se enorgullecen a justo título de la
epopeya vizcaína. En las próximas reuniones que en Praga y en Zurich
van a celebrar la F .S.M . y los partidos socialistas es seguro que han
de votarse resoluciones enérgicas contra Franco. Por otra parte, la huel­
ga de Vizcaya ha dado a nuestro pleito nueva actualidad.
Lo grave es que, ante esas coyunturas favorables, la representación
de la República Española carece de la personalidad y de la energía su­
ficientes a lograr los resultados que los republicanos españoles deseamos
y necesi.amos, ya que todo aplazamiento es mortal para nuestra causa :
el tiempo trabaja por Franco. ¿Qué Gobierno va a intentar hacerse
oír en Lake Success ? Uno de los más débiles de los formados en el
exilio. ¿Qué criterio va a sustentar? El que se refleja con descaro en
la última nota que, « para desvanecer equívocos », acaba de publicar
el órgano político de que es secretario el jefe del Gobierno. Helo aquí:
« En ningún momento hemos admitido la hipótesis de una sustitución
directa del Gobierno de Franco por un Gobierno en el exilio »,
Eso dicen los ejecutivos tolosanos para sincerarse ante sus correli­
gionarios en discrepancia, con lo que la legalidad, legitimidad y con­
tinuidad del régimen republicano, base en que descansa la existencia
del propio Gobierno, queda deshecha. Si no se ha admitido ni siquiera
en « hipótesis » que el Gobierno republicano pueda sustituir al de Fran­
co, ¿cómo se las van a arreglar para defender en el Consejo de Segu­
ridad de las Naciones Unidas su derecho a titularse el Gobierno legíti­
mo de los españoles? ¿Qué clase de fe tienen en su acción, en su
derecho y en el papel que como tal Gobierno le corresponde llenar si
ni en hipótesis han pensado nunca en llegar a serlo de verdad? ¿Qué
autoridad puede exhibirse ante las Naciones Unidas mientras se man­
tienen contactos con los monárquicos, tan culpables como Franco de la
situación de España ? ¿ Con qué derecho se habla de « colocar a los
grandes países frente a sus responsabilidades » cuando se tiene sobre
las espaldas la de haber abandonado la causa de la República, régimen
que « ni en hipótesis puede sustituir al Gobierno de Franco » ?
Si quien puede no lo remedia — y estamos seguros de que si bien
puede, no quiere — , la República asistirá de rodillas ante el Consejo
de Seguridad precisamente cuando los obreros de Vizcaya se sacrifican
por ella y los amigos de nuesira causa en todo el mundo nos ofrecen
su solidaridad para ponerla de pie.
LIGA ESPAÑOLA DE LOS VOCE S DE A M E R I C A
DERECHOS DEL
HOMBRE MONARQUIA Y
CASTAÑUELAS
.¡El Comité Central de la Liga Es­
pañola de los Dtrechos del Hombre
acaba de publicar el siguiente llama­
miento :
« Compatriotas :
El año ia47, el octavo de nuestro
amargo exilio,
va transcurriendo
sin traernos de las democracias im­
perantes, más que la índiterenc.a trá­
gica que nos lian traído los anterioresMLus dec.sienes platónicas, inefi­
caces, en parte engañosas pues que
se acompañan en muchos casos de
hechos lavorabies al interés de lo
que teóricamente se condena, no han
servido hasta ahora más que para
adormecer nuestras legítimas impa­
ciencias haciendo que. nos vayamos
alejando del momento histórico más
favorable para nuestra causa.
Ni el gobierno legitimo que salió
de España, ni los gobiernos legíti­
mos que le lian sucedido en el po­
der, otorgado por las instituciones
legales, han contado con la asisten­
cia internacional a que tenía derecho,
por su origen, nuestra situación
desgraciada. Liberadas las naciones
que estaban atenazadas por el fas­
cismo, y liberadas con la ayuda de
muchos de nuestros hermanos, la in­
gratitud más grande de la historia
ha hecho que se olvide que la pen­
ínsula ibérica está aún aherrojada
or el régimen totalitario, que los
ombres amantes de la libertad si­
guen sufriendo allí de todas ¡as per­
secuciones y que centenas de miles
de españoles, víct.mas primeras de la
lucha contra el fascismo, arrastra­
mos por el mundo iu desesperas,ón
de nuestro destierro.
E L M U N D O Q U E V IV IM O S
EL CINICO LENGUAJE DIPLOMATICO
QUE AHORA SE EMPLEA
loca, por conveniencias inhumanas y
egoístas, el mundo internacional, los
■republicanos
españoles
debemos
por E 1 militante Z.
aprestarnos a un supremo esfuerzo
común previendo posibles, para la
Las dos últimas grandes guerras el que se enfrentará la política de
A don Juan de Barbón le lian sa­
reconquista de España, todas ias hi­ lido algunos contrincantes. El viejo han servido — todo no lia de ser Bevin y la que ¡preconiza la izquierpótesis. Y la condición esencial de trono de Ataúlfo y Gliisdanvinto pa­ desgracias — para que zonas exten­ da del Partido Laborista, se duda
ese común esfuerzo es la coordina­ rece moverse sobre suelo inestable sas de población comprendan mu­ de si el odio a Rusia y a lo que Ru.
ción de todos los frentes políticos.
para el elegante exilado de Estoril. chas cosas que necesitan la prueba sia representa no llevará al Reino
La perduración de nuestros malés Don Juan es hoy un vulgar aspi­ de la realidad implacable para ser Unido a una política de servidumbre
tiene causas diversas. Pero reconoz­ rante más a la vara cetril de sus captadas en su verdadera significa­ y de abdicación del ¡prestigio inglés,
ción. Como, además, la lucha se cuyos males no pueden ser compen­
camos que no ha sido una de las me­ mayores.
nores el hecho de haber dado en la
Desde Madrid, Frank Breese nos plantea ahora entre los Estados en sados con la concesión de unos oré.
emigración un espectáculo lamenta­ informa minuciosamente de todos términos de mayor agudeza, muchas ditos. La revelación brutal de las
ble, no tanto por nuestras disensio­ aquellos príncipes, archiduques y veces ss hace preciso liamar a las intenciones de los Estados ‘Unidos
nes como por la violencia y agresi­ condes que alegan derechos a la su­ cosas por su nombre y desvelar cíni­ ha tenido la virtud de determinar un
vidad con que nos hemos tratado cesión de Alfonso XIII, « El Africa­ camente los propósitos. Todo esto alto en la política fácil en que por
achacándonos mutuamente, ante el no •, en una última y definitiva ma­ ha contribuido, insistimos, a que motivos de orden interior y adscrip.
extranjero, las más imperdonables niobra para cerrar el camino a quien sean muchas las gentes que comien­ ción a las ideas de conservaduris­
hasta ahora maneja la propaganda zan a ver claro en ¡política interna­ mo social se hablan precipitado casi
faltas.
cional.
Ha llegado el momento de termi­ con mayor despatpajo y bulTa.
todos los países del occidente de Eu­
Los americanos que en esta mate­ ropa, y casi todos los que integran
nar esa conducta, de poner punto
Es curioso rtpasar la lista de l<As
final a ese desafuero, de hacer com­ pretendientes a la Corona. Hay, des­ ria, como en todas, se inspiran en la América española.
patibles todas las modalidades de la de el niño zangolotino que viste cal­ el más ¡puro ¡pragmatismo, están
•
lucha con tal de que sean republica­ zón corto, hasta el mayestático y mostrando a! mundo cuáles son sus
nas. Hay que acabar, de úha vez pa­ « barbón » archiduque Canos de Aus­ intenciones. Y aunque quedan allí ¡po­
Claro que la lección es dura. El
ra siempre, con Jas ofensas, con los tria, pasando por ese pintoresco Ja­ líticos de la vieja escuela empe­
insultos, con cuanto puede desunir vier de Patina descendiente de la ñados en teñir la conducta del de éxito de la doctrina Truman ha sido
partamento
de
Estado
con
las
rosa­
ínicialinenie tan indudable, que en
y con cuanto puede mermar nuestro rama legitimista, conocida por el
prestigio. Tenemos, sobre todas las nombre de « octavista », ¡puesto que das tintas del idealismo y el desin­ América creían que ya se podían per.
obligaciones y sobre todos los dere­ su candidato tendría el nombre real terés, la nota hoy dominante es la mitir esta ruda franqueza. Y esis i
chos, el deber supremo de no olvi­ de Carlos VIH.Ello sin contar a. don de la crudeza en la expresión cuan­ franqueza, más ios motivos de seria
dar ni un solo dia que en nuestra Juan de Borbón, naturalmente, y a do la expresión se refiere a un he­ alarma que ya existían, está a pun­
patria continúa entronizada como ley los pretendientes que puedan surgir cho cuya tosca naturaleza se con­ to de comprometer ios resultados úl­
timos ¡perseguidos.
la voluntad criminal de un déspota, de los contactos que hubo don A l­ sidera inútil disfrazar.
Desde lu-cgo, Inglaterra muestra
con sus patíbulos, con sus cárceles, fonso con una actriz de bellos, cla­
La política americana en Persia,
con sus campos de concentración, ros ojos, cuyo nombre silenciamos en el próximo y el lejano Oriente, po­ cierta repugnancia a seguir ciega­
con sus delaciones policíacas, con la discretamente.
lítica que huele a pttróleo y a veces mente una política que, de triunfar,
in.seria y con el hambre. Y que su­
¡En fin, un conjunto operístico de a pólvora, no podía paliarse con eu­ la colocaría para siempre entre los
friendo todo eso, desarmada trente la inás rancia y azulada sangre real. femismos. Y ya se han hecho a un satélites de Estados Unidos. Y esto,
a un poder coercitivo que dedica lo ¡Ej pretendiente. Prípcipe Javier, es lado los convencionalismos' y las bue­ precisamente cuando la diplomacia
mejor de ';us atenciones al manteni­ un noble francés, al que sigue en nas maneras que pueden velar el Inglesa cree poder lograr la finalidad
miento de un fuerte instrumento de sus aspiraciones un grupo de seño­ destino de la acción. Y así, se decla­ que se propuso a la salida de la
represión, España entera debe poner ritos sevillanos dados a la juerga y ra* que esta es la gran ocasión de guerra ; encabezar un grupo de paí­
su mejor esperanza en la eficacia de al cante flamenco, presididos por que el mundo marche de acuerdo con ses con ¡política propia (política in­
nuestra obra.
Manuel Fal Conde, estantigua de la las orientaciones y superiores inte­ glesa) respecto de los dos grandes
hspañoles .republicanos : En don­ calle de la Sierpe, y político que go­ reses de los yanquis. Entre otras ra­ bloques en pugna. De ahí la doctri­
de quiera que os encontréis, sean los za de una privilegiada mentalidad zones porque el mundo está enfermo na, al parecer muy popular en Gran
•(Viene de la pág. 1.)
que sean vuestros credos políticos, de los tiempos de Gro-Magnon.
y sólo los Estados Unidos pueden Bretaña, de que siendo precisa una
Y los « jerarcas » falangistas, si­ nosotros os hacemos este llamamien­
mediación entre ambas colosos, co­
Hay en esa serie de futuros reyes salvarlo.
carios recientemente enriquecidos, to en nombre de los que esperan, en de pacotilla algún pretendiente que
rresponde a este famoso bloque occi­
El
mundo
está
enfermo
de
hambre.
pistoleros de atentado, intelectua­ nombre de los que sufren. Oídnos, no conoce el español. La cosa, por
dental que trata de formar llpnar
¿Por qué, si se es el dueño de la
les histéricos, señoritos corrom pi­ escuchadnos.
lo demás, no es nueva, ¡pues tam­ despensa, dejar ¡pasar uri momento este importante papel .Por ello Inten­
La triste experiencia de varios años poco Alfonso X III lo conocía, y mu­ tan propicio ¡para someterlo? Hay ta tranquilizar a la U.R.S.S. sobre
dos, que fueron el brazo ejecutor.
Como vori Papen¿ Schacht y ha podido convencernos de que la cho menos su bisabuelo Fernando, dólares para Grecia. Pero en Grecia sus veidaderas intenciones. Pero el
proyecto no ¡podrá realizarse fácil­
del problema español deja el de las universidades taurinas.
Krupp hablan con desprecio de los gravedad
tiene que pasar esto y aquello. Se
indiferentes a los pueblos que decían
Nosotros nos regocijamos de ante­ dispone de dinero para Turquía. mente. El árbitro aquí, ¡por el hecho
demagogos nazis — ahora que han luchar por el imperio de la justicia. mano con la serie de divisiones, ana­
de serlo y por constituir una fuerza
sido derrotados — , los « hom ­ Frente a la deserción de esos pue­ temas y manifiestos a que van a dar Pero Turquía deberá plegarse para decisiva en el sentido de que en ca­
obtenerlo
a
estas
y
aquellas
condi­
so de guerra aseguiaría con su pe­
bres de orden », para salvar lo blos, aprestémonos a resolverlo nos­ lugar las ¡pretensiones de la tropa
ciones. Se tiene trigo para Italia.
que se pueda y hacer olvidar su otros mismos, sin vacilaciones, sin monárquica. La polémica ha comen­ Pero en el Gobierno italiano debe­ so el triunfo del ¡bando a que se in­
clinara,
debe inspirar serios temores
propia complicidad, repudian a los flaquezas. Y para afrontar las duras zado ya con la carta publicada en el rán estar estos partidos y no los
falangistas y claman por don pruebas que serán necesarias, empe­ diario « Arriba ». Para el flrnhante de otros. Aunque la voluntad del pueblo a ias partes. ¿Iguales? Sería tonto
creerlo. F.s perfectamente claro que
cemos creando la estrecha fraterni­ dicha misiva, don Juan está tocando
Juan.
dad que haga posible, alrededor de las castañuelas en su regio exilio italiano discrepe de la estimación una fuerza continental constituida
' La maniobra es demasiado gro­ la bandera republicana, la acción portugués. « Pero lo importante no americana. Y así en todas partes.
por países de régimen capitalista, en
Sin embargo, parece que h'a resul­ caso de un conflicto no podría caer
sera..unánime.
es tocar los « ¡palillos » —dice—, sino
tado
que
es
demasiado
pronto
para
nunca del lado de la U.R.S.S. Lo lógi­
Españoles, compatriotas, republica­ tocarlos bien ».
HA HABIDO CONSTANTEMENTE... nos de todos los partidos y de todas
Otro dilema que surge ante la ca­ que pueda utilizarse en el lenguaje co y natural, dada la naturaleza de
...durante la guerra, conciliábu­ las tendencias : Pensad en nuestros terva de pretendientes es el de saber internacional un estilo tan claro, f.os las cosas, es que cayera en la esfera
los entre Ginebra, Lisboa y Lon­ hermanos de España, pensad en que a qué duque, principe, conde o in­ griegos, la mayoría de los griegos, de los Estados Unidos por solidari­
no obstante sus disensiones internas,
dres, cuarteles generales de los los fusilamientos no han cesado fante se van a dirigir los contados han dado en pensar si valla la pena dad capitalista aunque no jugara
otro interés. Nadie que tenga una
monárquicos. Se han cruzado em i­ aún, pensad en el dolor de miles de « republicanos » partidarios de una convertirse en vasallos de la po­ comprensión despierta podrá ver en
hogares deshechos por. el exilio. Ayu­ transacción con los monárquicos. A
sarios — como el Sr. Fenlosa, muy dadnos en °sta cruzada por la recon­ lo mejor nace de aquí una nueva di­ tente república americana por unos los recelos de la U.R.S.S. otra cosa
conocido en el 10 de la calle Dow- ciliación de la gran familia. Mostre­ visión de esos exilados que preconi­ millones de dólares. En Italia se em­ que un temor ¡perfectamente justifi­
ning — encargados de aleccionar mos al mundo, con la sensatez de zan el rescate de la República... pro­ pieza a meditar en cuanto a si será cado. A m inos que el signo político
bueno que a cuenta de asegurar la de Occidente no evolucione en senti­
a don Juan sobre la plataforma po­ nuestra conducta, que no hemos m e­ clamando la Monarquía.
Es indudable que no basta con to­ ¡ración de macarrones s epierda has­ do radical, este bloque tan deseado
lítica en la que debía apoyarse. Con recido jamás la dura suerte que nos
ta
el sentimiento de dignidad nacio­ por las fuerzas ¡reaccionarias de to­
car las castañuelas; es necesario to­
un concepto de la pulcritud de la ha impuesto el destino.
nal. En la propia Inglaterra y a la dos los países tendría fatalmente la
Españoles,
hombres
de
buena
vo­
carlas
con
garbo
y
con
arte.
De
eso
que se encuentran en su familia
vista del Congreso de Márgate, en significación que los rusos ¡prevén.
luntad decididos a que la franca cor­ se trata.
ilustres precedentes, el duque de dialidad de las ideas sea una coLo monarquía española las tocó
Alba, en la embajada de España en mun.dad de grandes sentimientos : mal desde Felipe IV. Por eso, aun­
Londres, servia al mismo tiempo a Escribidnos, cooperad con nosotros. que tarde, el pueblo barrió al último
Franco, a Hitler, a don Juan y a Necesitamos vuestro concurso, el con­ de los Borbones en un momento de
curso de todos, para llevar al ánimo energía. ¿Va a venir ahora alguien
Churchill.
Clara está que a la City le pre­ de la emigración la necesidad, ur­ que lo llaga ¡mejor? ¿Va a salir de ese
gentísima, de crear, Con todos Jo. grupo de gentes extrañas a España
ocupa bastante poco, en sí, el pro­ frentes republicanos, el frente úni­ el hombre capaz de conducir los ne­
blema institucional español. Se co, el verdadero frente, el frente que gocios del Estado a buen puerto? No GIRONDA.
leve sacrificio, muchos españoles
trata sencillamente pura ella de haga la conquista de España para la le creemos. Principes extranjeros,
de buena fe picaron y se quedaron
conservar sus posiciones económi- libertad.
ajenos a la idiosincrasia y a la men­
Inconsecuencia política
quietecilos esperando detrás de las
Por la unión de todos los repu­ talidad de los españoles, no pueden
mas en España. De ahí la actitud
y deformación ideológica.
palabras de este veterano el día de
ser los destinados a tan alta y no­
promonárquica de los conservado­ blicanos.
Algunos titulados dirigentes socia­ la b.enav-enluranza, la hora pacifi­
ble misión. Gentes extranjeras, vie­
Por la República.
res ingleses.
listas
se obstinan en hacemos creer ca e incruenta de la República, la
jos
aristócratas
que
desconocen
el
Por la liberación de España.
De los conservadores exclusiva­
que la República Española desapare­ hora libre de España.... la hora de
aliento
y
las
angustias
de
un
pueblo
Liga Española
mente, creíamos ( tan tenaces son
ció desde que muchos Gobiernos reco­ los telegramas de Londres o de Wáshde los Derechos del Hombre, viril e indómito, no pueden aspirar a nocieron a Franco en cuanto la no ington que hicieran caer el régimen
algunes ilusiones). Pero ahora re­
un trono caído en el descrédito por
EL COMITE CENTRAL.
intervención le permitió establecer de Franco. Y así, de esta forma, par­
causa de sus mayores.
sulta que ciertos laboristas tam­
de hecho, que. no de derecho, su do­ te de la emigración ha estado some­
No
hay
duda
que
ni
en
Roma,
en
bién acarician semejantes sueños.
tida a estas soñolientas maquina­
minio
en España.
donde
vive
el
infante
don
Alfonso,
¿Qué piensa de ello el Sr. Altlee,
ciones durantes los tres últimos años,
ni en Austria, en donde aguarda el
Contrasta esta actitud con la re­ hasta que de nuevo, en su última in­
comandante honorario de un ba­
Archiduque Carlos, se puede apren­ solución que la Unión Interparla­ tervención pública, entre muchas co­
tallón de Brigadas Internacionales?
der a tocar las castañuelas. Pero mentaria acaba de adoptar en El sas viejas d.jo a los españoles las
Lista n° 18
Sin duda, el Sr. Follick será
tampoco existe, que nosotros sepa- Cairo por virtud de la cual se reco­ siguientes nuevas : • Todo el mundo
nombrado uno de estos días m iem ­ Suma anterior .................. 74.618,50 moos, academia de arte en Estoril.
noce que las únicas legitimas son sabe que a raíz del hundimientos de
70
Antonio R. ROMERA.
bro del Consejo de Administración Benito Gómez ...... , ..........
las Cortes de la Rtpúciica; resolu­ la República y reconocido Franco
J.
Chicharro
de
León
........
100
Santiago
de
Chile.
de Río-Tinto. Como lo ha sido el
ción que ¡para los socialistas espa­ como jefe del Estado español por las
Mateo
Toscano
.................
50
ñoles — y para todos los republ.ca­ principales potencias europeas, las
Sr. Edén, « en recompensa — es­
Ovidio Alvarez .................
50
nos en general — significa un res­ institue, ones republicanas dejaron
cribía una revista financiera in ­ Fernando Muñoz ..............
100
piro de satisfacción y de esperanza de existir legal y jurídicamente, y
glesa — de su actitud durante el Ignacio Capaces ...............
25
y una advertencia más para quie­ yo personalmente, dijo, las conside­
período de no intervención ».
Ramón González Peña ....
200
nes, llamándose dirigentes socialis­ ro también yacentes. »
300
Desayunar con reyes, almorzar Ramón Lamoneda .............
tas, van dejando a través de sus pe­
70
con magnates del cobre... El Sr. Gonzalo Salviejo, ..............
Después de esta su última inter­
roraciones la huella de su vacia con­
50
cepción de lo qu9 significa la de­ vención, en el Ateneo Municipal de
Follick habrá escalado sin duda la José Forés .........................
Lorenzo Perea ..................
50
esta ciudad, está b.en clara y defini­
fensa del régimen republicano.
cumbre de sus ambiciones. La cual Manuel Soto
...................
35
da la posición ambigua de los que
La Asociación France-Espagne ha
no es tan difícil, cuando se deja Pedro González ................
No hace mucho, el 1 de abril, voces se asignan nombres y apellidos que
20
¡publicado el siguiente documento :
de desaliento y de desafección para no practican al hacer en su perora­
de lado esa rémora que es el pun­ Hermenegildo Rodríguez ..
20
« Ante las medidas de represalia de la República fueron expiesadas en
donor.
Pedro Sierra ...................
20
que se hace víctima a los huelguis­ el Ateneo Municipal de Burdeos por ción negación escueta d » la defensa
José Ysia ............................
15
tas de Bilbao, el Grupo parlamen­ un hombre titulado nada menos que de las instituciones republicanas.
QUE SE ME PERMITA CONCLUIR... Damián Pérez ..................
20
tario France-Espagne declara :
« presidente del Partido »; voces que
Esta amputación dirigida contra el
20
...con una anécdota personal. Rufino Giménez .................
Las personalidades parlamentarias dejaron al descubierto una clara in­
10
Días pasados, un periódico prie- José Martínez ....................
abajo firmantes se indignan contra consecuencia política y no menor de­ contenido vigente de las institucio­
nes
íué Expresada por el presidente
José
Muñoz
.......................
10
lisla me atacaba torpemente. Tor­
las medidas de represión que han formación ideológica. Ya en fecha 1
1000
sido adoptadas ¡por las autoridades de febrero de 1945, cuando todavía que se llama de un Partido cuya His­
pemente en los dos sentidos de la José Trujlliano ..........
Fernando Garrido ..............
50
franquistas contra los huelguistas los ejércitos de las Naciones Unidas toria de lucha gloriosa ¡por la re­
palabra, es decir, con impericia « Un amigo
conquista de las reivindicaciones
...................
200
del País vasco.
no hablan entrado en Berlín, las mis­ obreras y por la República fueron
en el manejo de la pluma y con José Asensio
...................
100
Denuncian
la
amenaza
de
depor­
mas
voces
de
desaliento
fueron
pro­
descomedimiento soez — que las Francisco Aguado ............
en todos los momentos álgidos en le
100
tación que pesa sobre la m ayoría de nunciadas en el Cinema Capítol di lucha revolucionaria, el respeto y I»
100
dos cosas suelen ir juntas. El arti­ Federico Sánchez ..............
los presos, lo que representaría pa­ esta ciudad por la grandilocuenci: admiración de todos los trabajado­
Ginés
Orozco
...................
50
culista (que las conveniencias me
ra ellos una muerte segura.
de este hombre, que supo profundi­ res de España.
50
obligan a llamar colega, pero que Antonio Bonet ......... » .......
Condenan estos métodos que ya zar la divergencia entre los distin
Araceli
Sobejano
..............
50
no me podrán obligar a llamarhan
sido
empleados
por
los
regíme­
tos sectores de la emigración repu
Presidente de. este Partido, no; pré­
Joaquín Nestal ..................
50
nes nazis y fascistas, y dirigen un blicana, constatando ante la mtilt
correligionario) se rebelaba contra Eugenio Méndez ..............
ndenle de entregas constitucionales
25
saludo
a
los
valientes
republicanos
tud
que
no
se
precisaban
sacrificio
mis modestas y acerbas críticas de Manuel Sauz
declarándolas
sin vigencia y sin vi­
...................
50
españoles dándoles la seguridad de para la restitución de la Repúblic: talidad, si; ¡presidente de eso, si. Te­
la política laborista.
L. Martínez ........................
50
su entera simpatía.
puesto que la caída de Berlin ib; niendo en cuenta, que los socialistas
50
Esta reacción instintiva prueba Hernández .........................
La petición ha sido firmada ¡por a significar indefectiblemente la caí españoles defensores de la República
50
una vez más la identidad de cri­ Rodriguez R ........................
el abate Gau y Pierre Dhers, del da d? Franco, y si con este grai por la cual murieron más de un
110
terios entre ciertos sectores del la­ Cineo amigos «X » ............
P.R.M.; Pierre Cot, Chambeiron de acontecimiento político no cae, se millón de españoles en su defensa
Luis Garrido, deToulouse.
100
borismo y los dirigentes prielislns. Manuel Moreno ..................
Chambrun,
de la Unión Republicana guro estoy — decía — que un tele­ por los campos de batalla, decimos i
50
Pues dicha identidad permite Reineiro García, de Conches
Resistente ; René Coty, republicano
rama dirigido desde Londres o des tari inconsecuentes políticos, que W
20
independiente ; Anxionnaz, radical
e América sería lo suficiente para único que nosotros consideramos sin
afirmar que las escandalosas ma­ « Un amigo » de Narbonne
27
socialista ; Charles Lussy, Géraud hacer caer verticalmente el régimen vigencia y sin vitalidad para España
jaderías del Sr. Follick proyectan
Total ....................... 77.235,50 Jouve y iReeb, socialistas; Madeleine de Franco. Y como quiera que este y para Ta República, son a todos
una luz muy cruda sobre la am­
Braun, Mac. Vaillant-Couturier y J. dirigente de un corto vuelo político aquellos elementos que llamándose
bigua declaración ministerial del
París, 24 mayo 1947. El Administra­ Vermersch, comunistas; J. Reboux, ofreciera a los españoles el restable­ socialistas consideran a éstas extin­
Gobierno del Sr. Llopis...
dor : F. MARTIN.
dal Grupo Campesino.
cimiento dq la República sin el más guidas. — Ismael VALERO.
por Antonio R. Romera
Ante esta situación en que nos co-
S O N MIS...
P O R LOS DEPARTAM ENTO S
PARA “ EL SOCIALISTA ESPAÑO L,,
CONTRA LA
REPRESION
LA HUELGA DE VIZCAYA
NO ES UN GESTO AISLADO
H a y una ley que hace inevitable la caída de los dictadores.
Cuando e l terror deja de producir los efectos que han perm itido la
pervivencia del tirano, éste refuerza su aparato represivo y multiplica
la coacción. Prisionero del m iedo que le produce la hostilidad cre­
ciente de su pueblo, sólo fía al espanto que pueda producir su
crueldad la continuidad de su régimen. S e sabe que cuando esta si­
tuación se produce, e l destino del dictador es claro : le espera la
muerte inevitable. P e ro todos los que se han acaballado sobre los pue­
blos creen poder escapar a esta ¡ley, cuya Validez confirma su rei­
teración histórica.
bron co no puede ser esa excepción. L a marea de od io lo asfi­
xia. S e siente repudiado por todo lo que hay de digno y de honesto
en e l mundo. L o s españoles no sólo le vuelven la espalda, sino que
le muestran los puños. L o c o de miedo, no Ve salvación más que en la
acumulación incesante de crímenes. Y a esa bestial tarea está entre­
gado en la actualidad.
*
* *
L a huelga de Vizcaya, é l lo sabe, no es un gesto aislado y sin
porvenir. E s e l primero de una cadena de hechos que irán sucediéndose en toda España y que están destinados a lograr la amplitud pre­
cisa hasta conseguir la libertad d el pueblo español que é l secuestra.
nadie dude un momento que, a la vista de este movimiento que
se ha iniciado y que deberá prosperar porque se han dado ya para
e llo todas las condiciones subjectivas precisas, e l personaje mejorará
sus propias marcas de sevicia. L a persecución, el tormento y la
muerte son sus grandes apoyaturas políticas.
A ellas recurrirá nuevamente con la angustia del moribundo.
E s preciso actuar contra esta verdadera ola de la terror con mayor
vigor que nunca. H a y que levantar contra Franco la conciencia uni­
versal. Las protestas que continuamente venimos formulando los repu­
blicanos exilados
neutralizadas no pocas veces por mezclar en ellas
propagandas de partido
no son suficientes, com o se ve. L o serían
si, en concierto unánime o cada uno en la esfera de su influencia,
lográramos mover en una acción enérgica a cuantos elementos
personas y entidades
simpatizan con nuestra causa o simplemente
aman los principios de justicia y de humanidad, hollados brutalmente
por Franco.
Que
—
—
—
—
ANTE EL MURO DE LOS
FEDERADOS
Los camaradas franceses organi­
zan la manifestación conmemora­
tiva de la Commune de París pre­
cisamente en el aniversario de su
derrota m ilitar. Los cortejos obre­
ros desfilan ante"el Muro de los
Federados, la tapia de Père Lachar­
se contra la que fueron colocados
miles de insurgentes que pagaron
con su vida su adscripción a un
ideal de fraternyiad entre los
hombres.
Recientemente, en Notre Dame,
un orador sagrado exaltaba el he­
cho de que el cristianismo era la
religión de tos mártires. Los hay
en todas las religiones. Los han
tenido todos los grandes m ovi­
mientos históricos que representa­
ban una idea destinada a im p u l­
sar el mundo hacia formas superio­
res de relaciones entre los hom­
bres.
El m ovim iento genéricamente
socialista cuenta con legiones de
mártires. Mártires que hun rendido
su vida a los Dos m il uños de cris­
tianismo y cuando la barbarie del
mundo antiguo parecía enterrada
para siempre.
Pero ocurre con los revoluciona­
rios que cuantos más se muían
más hay. y lodos los suplicios en
los pontones y las ejecuciones en
las cutíes de París por una solda­
desca ebria de sangre y de crueldad
contra los propios franceses, pre­
cisamente porque acababa de ser
derrotada por el enemigo exterior;
las calumnias sin ejemplo con que
se trató de deshonrar a los comunalistas no han impedido que su
memoria tenga el valor de un
ejemplo. Y que ella sea honrada por
el pueblo trabajador todos los
años en la forma que sabíamos y
que ahora nos es permitido con­
templar.
Los caídos al pie del Muro de
los Federados son, en el tiempo,
los predecesores de los que después
han debido conocer el suplicio y
por la misma idea. Ante la gran­
deza de alma de aquellos camara­
das del « año terrible » nos hemos
inclinado siempre. Pero ahora lo
hacemos con mayor emoción que
nunca. Nos es familiar, a los es­
pañoles, la conducta de una reac­
ción enloquecida y sedienta de
venganza. Hemos debido pasar por
una experiencia muy semejante a
la que soportaron los camaradas
franceses. En realidad no hay rin ­
cón del mundo civilizado, ganado
para la famosa civilización occiden­
tal,, donde no haya caldo un revo­
lucionario víctima de su fe en los
destinos de la humanidad.
Como hacia Bracke recientemen­
te en eslas columnas, nosotros fu n ­
dimos en un mismo recuerdo emo­
cionado a los caídos en 1871 y a
cuanLos después, en todo el m un­
do, y muy especialmente en los
« años terribles » del fascismo, han
inmolado su vida por el anhelo
que nos es común.
No sin poner el acento en el he­
cho de que el proletariado español
ha tenido que aportar una contri­
bución sin precedente a este cau­
dal de sangre generosa que quiere
el destino que sea el único fertu
zanle de todo propósito salvador.
A PROPOSI i O DE LA VE IERANIA
Dos declaraciones para empezar.
Una : consideramos que todo partido
o grupo político tiene derecho a reali­
zar la acción de proselilismo que juz­
gue conveniente y cerca de los nú­
cleos organizados o no que estime per­
meables a su razonamiento. Otra :
si tenemos en cuenta lo que ha pa­
sado en el mundo en eslas dos ú lti­
mas décadas, llenas de acontecimien­
tos formidables, no encontramos mo­
tivo de censura para el individuo que,
honestamente, considera que se ha
equivocado y que m ilitar en este o
aquel sector político no concuerda con
la nueva representación que a sí mis­
m o se hace de lo que es su deber.
Sentadas estas dos afirmaciones con
carácter previo, podemos decir ya que
no nos parecen siempre correctos los
méfodos de reclutamiento suscepti­
bles de ser empleados y que se em­
plean en alguna ocasión. Ni las ma­
neras de in flu ir sobre los demás gru­
pos poUticos, sobre todo cuando se
recurre a un « noyautage » que m u­
chas veces resulta francamente inm o­
ral :Inm oral desde el propio punto
de vista déla moral proletaria y re­
volucionaria. Que no está en toda oca­
sión necesariamente en pugna con la
moral burguesa.
Recientemente se ha invitado a espa­
ñoles que m ilitan en dislinlos secto­
res obreros a ingresar en Determinado
partido. Para ello se dan razones que,
nos gusten o no, no hay manera de
impedir que se aduzcan. A cada cual
toca apreciarlas o desestimarlas de
acuerdo con su formación y su pen­
samiento actual. Lo que ya no nos
parece tan bien es que se garantice
a los que emigren al partido en cues­
tió n su veteraula, computándoseles
los años de servicio que lleven pres­
tados a la causa obrera o simplemen­
te democrática. Todos somos esclavos
de nuestros errores e hijos de ellos
y de nuestros aciertos. Unos y oíros
constituyen la personalidad de cada
uno. Y pobre del que se pague de su
reconocimiento oficial.
El único premio a que debe aspirar
un militante digno de tal nombre es
al que él mismo pueda discernirse en
estricta modestia y en seca justicia,
al examinar su vida en perspectiva.
Pobre — insistimos — del que siga
adscrito a un partido o a una organi­
zación del tipo que sea, a los sotos
fines de conservar un número bajo
acreditativo de su veteranía. Y merece
lástima el que, comprendiendo que
su sitio no es el que ocupa, no busca
LO VERDADERAMENTE ESPAÑOL
Y L O S O C IA L IS T A
ESPAÑA
COMBAT ENTE
A D H E S IO N E S
España Combatiente es la única
posición política qus cabe derivar
del sentido de nuestra guerra. En
el período de liquidación política
que lia seguido a la derrota, se han
despachado a su gusto los capitula­
do-res, en gran parle por culpa de no
haberse sostenido la posición políti­
ca de la resistencia, tal y como ha
sido al fin planteada con ia constitu­
ción de España Combatiente.
No se puede concebir un espíritu
conciliador con el enemigo y es ne­
cesario que ya se oiga decir el con­
tenido de las palabras. Cuando se
habló por parte de Mola de « quinta
columna » en el interior de Madrid
se aludía a las fuerzas reaccionarias
entreguistas, que quizá no eran, en­
tonces las mismas que Traicionaron
en 1939, pero que no impide que és­
tas hayan ejercido
precisamente
aquella misión criminal. Por £so al
hablar contra la conciliación es pre­
ciso incluir entre las fuerzas ene­
migas a la quinta columna emigra­
da, los capituladores y entreguistas
de ayer que hoy desean la derrota
definitiva de la República.
Está claro que se puede uno lla­
mar » republicano » y ser entreguista. La razón determinante pro­
cede de que esos Uamauos « repu­
blicanos » quieren impedir que. en
España haya una República joven y
vigorosa, como corresponde al nivel
político alcanzado por nuestro pue­
blo y manifestado con ejemplar po­
tencia durante nuestra lucha. Ellos
querrían una « República » de nom­
bre, puesta en manos de los privile­
giados de siempre, con tal de qfte
hicieran un huequecito a los adve­
nedizos. Por haber padecido esta
ciase de « República » es por lo
que se llegó a la guerra. Y no se
olvide que el primer pensamiento de
esos « republicanos » fué pactar con
■el enemigo en la madrugada graví­
sima del 19 de julio. El pueblo
vigilante y con él la juventud espa­
ñola que había destruido la dictadu­
ra y la monarquía en las calles, an­
tes que en las urnas del 12 da abril,
fueron quienes tomaron las armas y
obligaron a defender la nueva Es­
paña que la República tenía el de­
ber de desarrollar. Se fué desarro­
llando en parte durante la guerra,
en forma paralela a ia resistencia.
Pero también los traidores derrota­
dos, agazapados bajo el armazón de
nuestra lucha, tramaban la entregó.
Con ello se vió quién constituía la
fuerza positiva, vital, imprescindi­
ble para el bien de España, y quié­
nes eran los grupos y personas co­
rrompidos. Lo peor vino después,
por no mantener aislado el mal ni
decir las cosas por su nombre. Es­
paña Combatiente vuelve a poner en
pie la situación debida. Por ello,
desde que se sabe que existe, ha
vuelto a rebrotar una fe que andaba
decayendo. Porque una posición po­
lítica justa es también una fuerza
de moral.
No deseo cerrar estas líneas sin
felicitar antes a EL SOCIALISTA
ESPAÑOL y a los dirigentes de este
Partido, por su inquebrantable li­
nea de justeza política, valiosa ex­
cepción en un período de asombro­
sos devaneos y mistificaciones des­
tructivas.
PABLO BE LAFUENTE.
Santiago de Chile.
IBN CUBA.
La Sección cubana de España Com­
batiente ha recibido, entre otras, las
adhesiones siguientes :
Fernando Alloza, periodista ; T ri­
nitario Betés, magistrado ; Consuelo
Betés, profesora ; Francisco Pérez
Triana .contado! ; Francisco Marín,
industrial ; Juan García, empleado ;
Pilar Durán, maestra ; Benjamin Pe­
reda, industrial ; Pastor iRey, indus­
trial ; José Regó, dependiente ; Celia
Barreiro ; Carlos Caballero, vende­
dor; Evaristo Domarco Maus ; Jo­
sefa Vázquez Hermida ; Frank Arti­
ces, estudiante ; Marina Trullenque
Veiga.
el que está de acuerdo con sus ideas o
temperamento, angustiado por la
de que allí será un recién llegado. No
comprendemos esta clase de propa­
ganda en un partido proletario. Segu­
ramente los años nos hacen chocar
con estos sistemas. En lodos caso, que­
de claro que, para nosotros, la veleranía no puede reconocerse ni negarse.
Se tieno o no se tiene. Lo mismo que
la estimación de los servicios que se
hayan rendido cae absolutamente fue­
ra de los cargos que se hayan desem­
peñado o de las medallas, si entre
nosotros fuera costumbre atribuirlas,
que pueden ostentarse. Tales honores,
en los Demás, nos dejan fríos. En
cuanto a nosotros mismos y aunque
no se nos crea, debemos declarar que
nunca hemos hecho de ellos ningún
aprecio.
Hay frases que merecen ser acu­
ñadas. Prácticamente son muchas
las que han quedado estereotipadas
y que se rtpittn sm que nadie se de­
tenga a examinar su contenido. Lo
que las hace pasar por verdaderos
axiomas.
Recientemente se ha lanzada una
que ha hecho mucha fortuna. Es
aquella que se le ocurrió a Indale­
cio Prieto cuando aflnnó que por en­
cima de su condición de socia­
lista colocaba su condición de espa­
ñol. Pot poco español que sea, desde
luego lo -será más que socialista.
A esa frase se ha contestado por
otros amigos proclamando que su
condición de socialista ia colocan por
sobre la muy ocasional e indepen­
diente de su voluntad de haber na­
cido en España.
Estos dos criterios necesitan ser
examinados. Porque de. ellos arran­
can dos conductas. O" sirven para
explicar dos conductas a veces en co­
lisión, mantenidas por los que nos
llamamos y creemos ser socialistas.
Tan interesante estudio lo dejaremos
para otra ocasión.
-Nos interesa hoy denunciar, única­
mente, que a-1 calor de esto concep­
ción que concede todas las prima­
cías al hecho de ser español, se ha
desencadenado una campaña verda­
deramente peligrosa. Si no se amai­
na en ella, no es difícil que un día
nos oigamos calificar, por ciertas ca­
tegorías de socialista, como la antilEspafla. Apelación ésta que, em­
pleada por los falangistas y asimila-
VUELTA AL PUNTO MUERTO
Nuestro problema estaba en un
punto muerlo. Esta era la tesis del
llopismo. Dirai y sus ministros lo
hablan conducido a un extremo
que impedía toda evolución. Y ello
por su obstinación en no prescin­
dir del apoyo que nos preslabun
los países de Europa oriental. Y
porque entendía que su deber era
seguir siendo republicano. Para
ponerlo en marcha había que ha­
cer... lo que se ha hecho: liquidar
el carácter específicamente repu­
blicano del Gobierno republicano y
confiarle como misión la de que ce­
diera el paso a otro con la parlicipación de monárquicos y « otros
estados De opinión ». El Gobierno
Llopis era, por tanlo, un Gobierno
transitorio, en liquidación,, dis­
puesto a desaparecer en cuanto u
los monárquicos les pluguiese to­
mar la iniciativa de formar uno.
Aquella concepción maravillosa­
mente ingenua y extraordinaria­
mente indecente, no ha dado na­
da. Pascual Tomás, con un cinis­
mo florido, reconoce que se han
equivocado en sus cálculos, ya que
los gobiernos a quienes se miraba
con oios encendidos han rebasado
la esquina sin hacer caso a las más
ardientes invitaciones. Y henos
r ju i otra vez en el pundo muerlo
y camino de las N.U. Exactamente
lo mismo que en los tiempos del
señor Giral. Pero ¡con cuánto me­
nor prestigio I Esas cuatro entre­
vistas con López O lilán han acabacJo de arruinar y destruirlo todo.
El Gobierno republicano es ya re­
publicano porque no puede ser
otra cosa. Esta miseria actual es
algo más que el punto muerlo : es
la misma muerte. La que se pien­
sa eludir yendo a Nueva York a re­
petir lo que hizo Giral. Con menos
eficiacia que Giral. Pero, para
aquello — decimos nosotros — ,
bien estaba el ilústre farmacéuti­
co que, en medio de sus torpezas
y no obstante su indecible aldea­
nismo. cuando menos mantuvo la
posición republicana, que nos­
otros sepamos, con bastante firm e­
za. Y no « in extremis ». Como ha
de hacerse ahora. Por un Gobier­
no que » ni en hipótesis » ha acep­
tado nunca, según se proclama con
toda solemnidad por quien puede
hacerlo, que pudiera ser el sucesor
de Franco. Como dice Trifón, a
estos amigos ya no les quecM nada
que perder. Ya lo han malbarata­
do todo. Hasta el pudor.
ACTO ANTIFASCISTA
La Unión de Antifascistas Por­
tugueses en Francia celebrará un
acto de protesta contra el régimen
de Oiiveira Salazar el día 8 de ju ­
nio, a las nueve y media de la ma­
ñana, en el local de las Socieda­
des Savantes, 8, rue Danton (Me­
tro Odéon). Hace ahora justamen­
te veintiún años que las libertades
del pueblo portugués fueron des­
truidas en forma muy semejante
a la que acabó con las del pueblo
español. Los demócratas españo­
les consideramos aquel suceso co­
mo una desgracia propia. Por ello
estamos junto a los liberales por­
tugueses que, no obstante el tiem­
po tra n s cu rrió , no dejan de tra­
bajar por liberar a su pais del
régimen que padece. Recomenda­
mos a nuestros amigos que acu­
dan a un acto de tal manera im­
portante y a que expresen asi toda
la simpatia que sentimos por los
que consideramos hermanos de
armas en la luoha contra el des­
potismo y la reaooión.
dos, tuvo la triste virtud de poner
jiasta frente a los republicanos más
moderados zonas extensas de opi­
nión española.
Resuna, según las ideas que encon­
tramos en los periódicos que contro­
la Toulouse o que controla Méjico, o
los del interior, porque ya no sa­
bemos a qué carta quedarnos en ma­
teria de controles, que nosotros, los
repuKTcanos, aunque pudiéramos, no
tenemos derecho a enetnder otra
guerra civil en España. No se traía
de si tenemos o no fuerza para
derribar a Franco. La doctrina que
se sostiene es ia de que, aunque la
tuviéramos no deberíamos emplear­
la en una lucha que representaría
una seria de males materiales para
nuestro país. Nos colocamos así, lo
reconocemos voluntariamente, denTro
de las exigencias de las Naciones
Unidas, que piden a los liberales es­
pañoles que derriben a Franco sin»
derramamie.nto de sangre. Con lo que
se niega uno de los derechos más
sagrados del hombre : el de suble­
varse contra la opresión.
Semejante punto de vista expresa
un noble ideal que compartirnos.
También quisiéramos que no se de­
rramara más sangre en España, po­
der dedicarnos a restañar las heri­
das de la patria, como proclaman ios
escritos y discursos a que nos refe­
rimos. Pero da la casualidad que
una situación de fuerza como la
que hay creada en España -no se de­
ja desplazar por la simple emisión
de aspiraciones nobilísimas. Y que la
sangre no deja allí de correr un so­
lo día. Y que la violencia más brutal
estrangula la voz de los que dentro
de España se atreven a gritar, ante
la orgía de sangre imperante, un
generoso |Bastal
La resistencia pasiva es una forma
de la violencia cuando como en Viz­
caya representa la expresión de la
hostilidad de un putb.o. SI esta re­
sistencia no adopta la forma arma­
da, ello no quiere decir que no ge­
nere pérdidas para la economía es­
pañola y que, lejos de « restañar las
heridas de la patria », las encone.
Pero nosotros, aunque se nos llama­
ra malos españoles, desearíamos que
toda España se cruzara de brazos. Y
si nuestro deseo valiera, que esos
brazos se -emplearan en la forma
más eficaz para acabar con el opro­
bio que pesa sobre nuestro pueblo
en tanto que comunidad nacional.
Españoles como el que más, y cons derando que nuestra luc-ha por el
socialismo no puede tener otro esce­
nario que España, no nos dejamo's
ganar por esas lamentaciones hipó­
critas a cuenta de la destrucción que
una lucha armada representaría.
Otros motivos de carácter técnico
pueden pesar en nuestro ánimo, so­
bre todo para no estimular accio­
nes que, por la desproporción de
fuerzas, pueden estar durante algún
tiempo condenadas al fracaso. Pero
en modo alguno estamos contornees
con esa doctrina pretendidamente
españolísima, y mucho menos con
su corolario natural : la invitación
apremiante « a los del interior » pa­
ra que arbitren una fórmula, la que
sea, que nos permita el retorno a
España en plan de patriotas dolori­
dos y deslumbrados por mitos cuya
naturaza de clase el socialismo tie­
ne la obligación de probar.
NUEVO
COLEGA
Aoaba de aparecer el Boletín
n» 1 de España Combatiente,
correspondiente a! mes de mayo.
Contiene informaciones y comen­
tarios de gran interés y, además
de dar cuenta de las actividades
de la orgamzac ón tevela varios
aspectos íntimos de la política re­
publicana. En el número 1 que te­
nemos a la vista se advierte que
su redacción es capaz de servir un
periódico ameno y c o m b a tin que
se alinea resueltamente entre los
mejores defensores de la causa
del pueblo español y de la Repú­
blica.
Con nuestro cordial sa'udo re­
ciba el nuevo colega nuestros me­
jores votos por su prosperidad.
Que se logrará en beneficio y por
la extensión de la lucha que nos
es común.
RODRIGUEZ VEGA
A PRAGA
Nuestro compañero José Rodri­
guez Vega, secretario general de
la
Comisión Ejecutiva de la
U.G.T., ha salido para Praga, en
donde asistirá a la reunión del
Consejo General de la Federación
Sindical Mundial.
NUESTROS DELEGADOS A
LA CONFERENCIA DE ZURICH
La conferencia socialista de Zu­
rich, en la que participarán dele­
gados de los partidos socialistas
de todos los países, deberá exami­
nar una serie de cuestiones del
más alto interés. Cl hecho de que
varios partidos socialistas, y en
los paises más importantes de Eu­
ropa, están en el poder, oonfiere
a esta reunión una trascendencia
que excede la que ord'nariamente
tiene esta clase de reuniones.
El P.S.O.E. estará representado
por ios compañeros González Pe* ña, Lamoneda, Negrin y Claudi­
ca Garcia que ya han salido para
la ciudad suiza.
Correspondencia de Redacción,
a Ramón Lamoneda,
24, avenue Victoria, Paris (I")
EL
SOCIALISTA
ESPAÑOL
EL INTERIOR QUE M AND A
Y EL QUE OBEDECE
Venimos sosteniendo nosotros, y
sólo nosotros sabemos los disgustos
que nos cues,a esta "clarividente obs­
tinación, que en cuanto se abriese
un resquicio al compromiso, la Re­
pública, la causa de la reconquista
de la República se colocaría, auto­
máticamente, en un despeñadero. La
defensa del plebiscito, cuyo natural
corolario tenía que ser la aspiración
a un Gobierno con monárquicos, mi­
litares de guerra civil y reacciona­
rios de todos los pelos en mal de
antifranquismo, no era más que el
primer paso claro hacia el abandono
de las posiciones republicanas.
La hostilidad a esta tendencia
cuando sus campeones, por sacarla
adelante, no vacilaron en provocar
una crisis cuyo alcance hemos expli­
cado tantas veces, únicamente podía
aparecer clara negándose a formar
en el Gobierno Llopis, cuyo manda­
to, de acuerdo con las explicacio­
nes dadas por el presidente interi­
no de la República, y ateniéndonos
al programa que el señor Llopis so­
metió a los partidos al solicitar su
colaboración, era un mandato de di­
misión republicana pura y simple.
Incrustar afirmaciones republicanas
en el texto de la declaración minis­
terial no podía tener, como no ha
tenido, ninguna significación prác­
tica.
Por eso, cuando los resultados de
esa polí.ica comienzan a tocarse, lo
que más nos extraña es la extrañeza de los que se embarca­
ron en ese navio cuyos pilo­
tos deseaban hundir. Se quiera o no,
las famosas etapas se van cubriendo.
No como esperaban los que las tra­
zaron, sino como en forma inevitable
debían cubrise. Y lo que ahora
corresponde es examinar crudamen­
te la situación, no engañarse volun­
tariamente y llamar al pan y al vi­
no por su nombre.
aliento y, sugiriéndoles consignas de
derrota, en ellas apoyaron toda su
política de entrega. Las « expulsio­
nes » que se dicen dictadas en Ma­
drid corresponden a esa línea. Y la
adscripción a la idea de que el « in­
terior manda », está determinada
por la seguridad de que el « inte­
rior » obedece.
Es Indalecio Prieto quien estimu­
la los pactos con los monárquicos
aludiendo a las conversaciones de
Xochimilco en las que él no estuvo,
pero sí los que están hoy a su lado.
Su tesis es la que a nadie debe
avergonzarle esos contactos ya que
otros republicanos los han tenido. La
diferencia de circunstancias — y
conste que nosouos sí estuvimos to­
talmente ausentes de aquellas nego­
ciaciones — , el tiempo en que se
produjeron (la decisión que debía te­
ner la guerra no estaba clara), no
cuentan. Lo que importa es chanta­
jear a los republicanos y estimular la
política de pacto que, por no tener
con quien pactar, es una política de
capitulación.
Todo se ha hecho penosamente.
Se trataba de un viraje político fun­
damental que no era fácil hacer tra­
gar a la gente. Un desenfreno polé­
mico en el que los insultos, las ca­
lumnias y las injurias han jugado
un gran papel, ha conseguido que
el milagro se hiciera. Y a los que
de verdad siguen siendo republica­
nos, dentro y fuera del Gobierno, y
contribuyeron con su pasividad a
que haya pasado lo que vemos, no
les queda más que hacer un cuarto
de conversión y situarse allí de don­
de no han debido moverse. Porque
nosotros entendemos que aún es
tiempo de rectificar.
*
* •
Tan es tiempo, que los que es­
tán en el centro de la maniobra no
*
confían en que triunfe definitiva­
* *
mente. A la vis.a tenemos un docu­
mento que « Adelante », de M é­
El primer resultado de esa polí­ jico, califica de « Carta trascenden­
tica de entrega (no encontramos for­ tal ». Y lo es. « Adelante » es el
ma más eufémica de calificarla) ha órgano de Indalecio Prieto y la carta
sido que la polémica en España se va firmada por el Comité de la
plantee en torno a esta sola cues­ Agrupación Socialista Española de
tión : Franco o monarquía. Se ha Méjico y por el de la U .G .T . Esta
conseguido que en el extranjero, en agrupación y esta U .G .T . pertene­
las cancillerías extranjeras se espe­ cen al Partido del jefe del Gobier­
cule con las posibilidades de una no republicano, están sometidas a la
restauración monárquica, que la R e­ disciplina de las Ejecutivas de la
pública quede desahuciada.
que son secre.arios Rodolfo Llopis
Nosotros tenemos derecho a pedir y Pascual Tomás. El documento es­
a nuestros compatriotas, por mucho tá redactado por el propio Indale­
que les ciegue la pasión, un mínimo cio Prieto y es un mensaje que se
de reflexión y de sentido crítico. dirige, con fecha 6 de abril, « a las
Estamos en la obligación de exi­ Comisiones Ejecutivas del Partido
girles"} que examinen los sucesos Socialista Obrero Español y de la
ocurridos en la política republicana U .G .T . que actúan en España ».
duran.e estos dos últimos años. Y | Con gusto reproduciríamos todo
aunque sigan distanciados de nos-1 el documento, que no tiene desper­
otros, una brizna de objetividad les : dicio. Transcribimos solamente, por
llevará a reconocer que hemos acer- ¡ exigencias de espacio, su parte final :
tado cuando denunciábamos lo que « Carecemos de derecho a consumar
se estaba haciendo como una polí­ la ruina de España. Pero lo tene­
tica de entrega de todo el potencial mos pleno a obtener auxilio de quie­
republicano que conservamos. Y que nes, desde el exterior, están obliga­
es, todavía, y a despecho de mu­ dos. a prestárnoslo, porque en.re
chos, sencillamente inmenso.
ellos figuran causantes principales de
nuestro infortunio. Ese auxilio,
bien escaso por cierto, parecen ha­
* *
berlo delimitado las Naciones Uni­
¿Cómo se ha llevado la maniobra das en su resolución de diciembre.
que nos ha conducido donde esta­ Atengámonos a ésta si no nos halla­
mos ? Tiene muchos y muy elo­ mos en aptitud de que aquél sea
cuentes antecedentes. El más pró­ ampliado. Reclaman las Naciones
ximo consiste en la creación de ese Unidas un órgano de extensa coa­
circuito trágico que nace en Méjico, lición antifranquista, órgano que
pasa por Toulouse y se cierra en hasta hoy no les hemos proporciona­
España. Cuando se oponía el « in­ do. Pues instrumentémoslo. Proce­
terior » a la emigración, cosa que se ded ahí, con cuan, os partidos y or­
ha hecho muy a última hora, no se ganizaciones lo acepten, a consti­
defendía el superior derecho de los tuirlo. En suma, procurad una fór­
que están en España a dirigir la mula admisible por las Naciones
política republicana. Dueños los que Unidas fuera de cuya órbita nada
defendían esta concepción de algu­ iráctico podemos realizar. Y hacernos núcleos de militantes españoles, o sin demora, porque se ha perdi­
en cuanto se convencieron de que do mucho tiempo, mucho, y con­
esos núcleos estaban cansados o de­ viene evitar que la desesperanza de
cepcionados, alimentaron el des­ los españoles expatriados licúe ex*
{
Correspondencia administrativa y
giros, a Feliciano Martin Galán,
7, rue Ferdinand DuVal, Paris-IVe
EL EGO ISM O DE LOS
SINDICATOS
EI hace tiempo que Luisa
Michel, después de derro­
tada la Commune, y ante
los milUares que formaban el con­
sejo de guerra que debía juzgarla,
dijo algo parecido a este. ; « Pues­
to que vivimos un tiempo en el
que se destinan siete balas para
todo corazón que lale por la li­
bertad, yo reclamo para el m ío su
ración de plom o ».
Yo le he dicho a llosa : Estas pa­
labras son impresionantes y bellas.
Luisa Michel tuvo la suerte de po­
derlas gritar en una ocasión so­
lemne y que las oyera el mundo.
De haber sido entonces condenada
a muerte„ su sacrificio hubiera si­
do una hermosa inmolación, y fe­
cunda. Pero yo pienso en los ami­
gos de Esparta que han sucum­
bido en un camino, ejecutados co­
mo reses; en los camaradas m uer­
tos entre las cuatro paredes salpi­
cadas de sangre del calabozo de
una comisaría, reventados a palos;
en los que han sufrido el torm en­
to de la bañera; en los que han so­
portado todas las humillaciones
que un hombre puede in flig ir a
otro hombre... Sus palabras no las
conoceremos nunca, su heroísmo
obscuro, su m artirio anónimo no
lo sabremos jamás. Porque hay
muerte y muerte...
Y yo sé que la imaginación de
Rosa, en cuanto he callado, se ha
dado prisa a representarse este
horror, este espanto del mundo ac­
tual.
Después de un silencio largo me
ha mirado : — ¿Qué hartamos?
~ me ha preguntado. Y he sido
yo quien ha debido callarse. ¿Qué
hacer, en efecto? Cogidos como es­
tamos en este engranaje de aluci­
nación, cuaniJo el hombre se re­
baja eti su crueldad a extremos in ­
imaginables, ¿qué podemos hacer
para reintegrarlo a la noción de
humanidad que en España parece
haber naufragado para siempre?
Y le he dicho a Rosa: La predica­
ción es inú til. La lamentación, pue­
ril. La resignación nos llevarla a la
eternización del mal. No queda si­
no la lucha. Y en los términos en
que nos la plantean. Endurecerse.
Tener el corazón preparado para
acoger la ración de plom o que le
esté destinado. Pero hasta que ella
le llegue no debe flaquear nunca y
ha de latir para buscar el del con­
trario. Y destrozarlo.
Los ojos de Rosa han brillado.
Creo que con la misma intensidad
que cuando cambiamos el prim er
abrazo.
Juan José (Albañil).
L
teriormente el problema en favor de
Franco. A eso se reduce nuestra
exhortación, formulada ferviente­
mente, y siempre sometida a vuestro
criterio. Eso queríamos deciros, eso
y que contáis incondicionalmente
con los socialistas y ugetistas de
aquí, enlazados a vosotros por vín­
culos de disciplina, de solidaridad y
de cariño ».
Eso, después de haber insistido en
la inutilidad de todo Gobierno repu­
blicano, cualquiera que sea « su
composición ministerial ».
Cuando el partido del Presidente
del Consejo de la República se ex­
presa así, habla de la desesperan­
za de los que estamos en el extran­
jero, ¿qué mucho que se produzcan
hechos como el que se reprocha a
la C .N .T . ? La política del G o­
bierno y la de la C .N .T , es una y
la misma. Tiene un nombre. No lo
decimos porque está en la mente de
todos los que siguen siendo repu­
blicanos. De cuantos presienten la
gloria de haber contribuido con su
actitud clara, y perdónesenos la in­
modestia, clarividente, a que un día
la República sea el régimen del pue­
blo español. Que lo será.
SALUDO
La Comisión Ejecutiva de nues­
tro Partido ha enviado al Congre­
so Laborista celebrado en Margate, ouyas tareas comenzaron el 26
de abril, un telegrama de saludo
pidiendo al Labour Party que
ooadyuve a poner término al te­
rror franquista y a restablecer la
Repúblioa democrática en España.
El telegrama lo firman el presi­
dente, Ramón Qonzález Peña y el
eeoretario, Ramón Lamoneda.
Cuando la organización obrera llegó a ser una fuerza importante
y atrajo sobre sí no pocas hostilidades, íuerop muchos los defectos que
se le encontraron. Los intelectuales burgueses centraron sus tiros, de
modo especial, contra el carácter egoísta del movimiento obrero. A l pa­
recer, a los que luchaban a principios de siglo por obtener un real de
aumento en el salario y una jornada de nueve horas — la de ocho cons­
truía una meta que se estimaba muy lejana — sólo les convenía el cali­
ficativo de egoístas groseros, de cochinos materialistas que hacían de
tripas corazón.
En realidad, el tema de la fal.a de idealidad, del materialismo
soez y del desprecio de los valores morales aparece constantemente
tratado por plumíferos que cotizan no sólo su prosa, sino la densidad
de las canalladas que van incorporadas a su prosa. Esto, por corriente,
ni vale la pena mencionarlo.
Lo que sí resul.a notable es el hecho de que esas censuras y esos
reproches hayan sido dirigidos a los sindicatos obreros en alguna acasión,
por líderes socialistas. Constituye esto un signo de los tiempos y una ex­
presión de degeneración de nuestro movimiento socialista contra la que
venimos luchando constantemente. A cuenta de las experiencias obte­
nidas en nuestra guerra, Indalecio Prieto, por ejemplo, se ha creído en
el caso de resuci.ar esta vieja calumnia. Y en discurso de Primero de
Mayo juzgó conveniente cerrar contra los sindicatos, a los que había
que someter al Estado confinándolos a unas funciones de carácter eco­
nómico que han encontrado su más justa definición en los de tipo tota­
litario y fascista. Y es lo curioso que esta diatriba encontró, en cier­
tas zonas de la emigración republicana, un eco de simpada. Mien­
tras en otras, naturalmente, la reprobación fué todo lo ardiente que se
merecía.
*
* *
El P .S .O .E . ha obtenido su fuerza de lo que su ideología repre­
senta. Del hecho, sobre todo, de ser la expresión política organizada de
la clase obrera, su instrumento más eficaz. ¿>on los socialistas los que
en España han organizado los sindicatos y creado la U .G . 1 . Ls na­
tural que su influencia conquistara a la masas obreras que ellos encua­
draban.
Por eso, los sindicatos en España no han sido simples defensores
de los intereses inmediatos de los trabajadores. La educación socia­
lista los ha embarcado en acciones más trascendentes y de claro signo
político. Esta es la gloria de nuestro partido. Y los que, aludiendo a
ciertos excesos imputables a los sindicatos durante la guerra, no dejan
de hablar de su carácter egoísta y de la incompatibilidad de sus aspi­
raciones con el interés público, en realidad no hacen más que reprodu­
cir los ataques de la burguesía y de los reaccionarios españoles al mis­
mo tiempo que traicionan el sentido trascendental de la acción socia­
lista en nuestro país.
Ante la huelga en Vizcaya, ¿qué dicen estos socialistas que qui­
sieran ver a los sindicatos circunscritos a una obra de colaboración eco­
nómica con el Estado ? ¿ Qué pueden argüir cuando contemplamos una
actitud como la de estos trabajadores que se lanzan a una lucha llena
de peligros por afirmar un principio, el del derecho a ser libres ?
¿ Quién será capaz de utilizar el argumento falso y mezquino de que los
trabajadores sólo se mueven cuando los regímenes políticos tienen ca­
rácter democrático y doblan la cerviz así que se les crea una situación
de fuerza ?
Decíamos en nuestro número anterior que las consecuencias de la
huelga de Vizcaya serán extraordinarias. La actitud de los trabajadores
organizados de toda España, en la medida en que luchan contra un
poder despótico, está haciendo polvo concepciones políticas, posiciones
de renunciación y escepticismos catastróficos que por numerosos y sis­
tematizados integran ya lo que podríamos llamar la filosofía del mie­
do. Claro que eso no quita para que, con la ligereza y el cinismo habi­
tuales, sean los que desesperaban de toda posibilidad de acción en
España y se entrevistaban con los agentes del pretendiente en París,
quienes recaben para sí la gloria de un gesto ante el que, los que está­
bamos seguros de que había de producirse, nos levantamos emocionados.
AUN
HAY
PATRIA
por E. Jorge MORENO
La huelga de los trabajadores bilbaínos, cuyas repercusiones tal
vez sean fatales para el régimen franquista, significa una victoria para
el proletariado español. De ahí la emoción y la espontánea solidaridad
que en los medios internacionales y entre los republicanos españoles ha
producido gesta tan viril, que el dictador quiere vengar con una nueva
represión.
El sacrificio del Pueblo Vasco no será estéril. A hí está el episo­
dio histórico y heroico, el ejemplo magnífico, que no olvidaremos.
Quienes para justificar ciertas actitudes dicen inspirarse en consignas
del interior tienen ya la más reciente que los trabajadores vascos han
escrito con su propia sangre movidos por un sentimiento de clase, de
su fe republicana y del amor a las libertades de su tierra. Los entreguistas de antaño y los del plebiscito de hogaño podrán seguir hacien­
do protestas autoritarias y atribuirse representaciones dudosas en nom­
bre de la voluntad popular. Mas la voluntad que ha impulsado a los
compatriotas y compañeros vascos a manifestarse contra Franco en oca­
sión del Primero de Mayo, no es la que hizo escuela el 5 de marzo de
1939 y hoy tiene sus reflejos en la política oficial republicana, sino la
auténtica voluntad de una España combatiente que no claudica ante el
terror, ni ante los sacrificios, y que no ha renunciado a la República.
Y si acontecimiento tan importante y significativo responde a una
política que nada tiene que ver con la oficial ni con resistencias que no
resisten, ¿por qué no confiar en que los verdaderos republicanos y los
trabajadores conscientes reaccionen y sigan sin desmayos el ejemplo de
los obreros vascos ?
Frente a los conformistas sin fe que creen que no tenemos nada
que perdar porque todo lo perdimos y se esfuerzan por hacerlo creer a
los demás desde hace tiempo, la huelga de Bilbao es un grito de com­
bate y de esperanza que proclama a los cuatro vientos que aun hay
patria.