cuadernos marxistas 9.pmd

OCTUBRE DE 2015
sumario nº 9
REVISTA COMUNISTA
DE ANÁLISIS, DEBATES
Y DOCUMENTOS
Director:
Patricio Echegaray
Secretario de redacción:
Marcelo F. Rodríguez
Colaboran
en este número:
Atilio Boron
CoNAT
Jorge A. Kreyness
Alexia Massholder
Alfredo Mina
Abel Prieto
Pablo Reid
Marcelo F. Rodríguez
Editorial
Patricio Echegaray.........................................................
3
América Latina en el mundo de hoy
Jorge Kreyness...............................................................
8
El litio para el Estado y el pueblo argentino
Alfredo Mina.................................................................
13
Una exigencia de la hora: reformular el modelo sindical
La CoNAT....................................................................
16
Universidad y política
Alexia Massholder y Marcelo F. Rodríguez.................
21
¿Reconoce Estados Unidos la soberanía argentina
sobre Malvinas?
Pablo Reid.....................................................................
35
Ingalinella
Jorge Testero.................................................................
46
Jorge Testero
Diagramación:
Patricia Chapitel
La revista Cuadernos
Marxistas
es una publicación
de análisis, debates y
documentos de la editorial
Cuadernos Marxistas,
con domicilio en la
Av. Entre Ríos 1039
de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires,
República Argentina.
4304-0066/68
[email protected]
DOSSIER
Los medios y la batalla por la información
Atilio A. Boron.............................................................
50
Discurso en la Cumbre Sociedad de la Información
Abel Prieto....................................................................
59
DOCUMENTOS
XXX Encuentro de Mujeres......................................
72
A 65 años de los asesinatos de Calvo y Zelli...........
74
Primera Declaración de La Habana........................
77
ISSN 1853-368X
1
2
EDITORIAL
Retomar la iniciativa frente a
los avances de la derecha
por Patricio Echegaray*
L
a imagen del niño muerto en
una playa de Turquía con
movió a la opinión pública
mundial y puso en las primeras planas, por unos días, el drama que
miles de refugiados están sufriendo en muchas partes del mundo.
Pero desde hace ya demasiado
tiempo nos acompañan las imágenes y noticias sobre los desplazamientos de importantes contingentes humanos, que buscan escapar del infierno en que las políticas del imperialismo han convertido a sus países. Estos mal llamados «migrantes» son en realidad fugitivos, quienes buscan refugio en
algún lugar donde el hambre no
sea una realidad cotidiana, las enfermedades no los azoten y las
bombas no caigan sobre sus cabezas. Ante esto cabe reafirmar que
la crisis humanitaria tiene un solo
responsable: el capitalismo
Como ya señalamos en análisis
anteriores, ante dicha crisis el imperialismo se torna cada vez más
salvaje, más peligroso, y los «beneficios de la paz» que los gobiernos
norteamericanos y sus aliados prometieron tras la caída de la URSS y
el fin de la Guerra Fría, cuando
aventuraban el inicio de «el siglo americano», se dio de bruces contra la
propia lógica del sistema.
De este modo, para sostener su
mellada hegemonía, el imperialismo
recurre con mayor asiduidad a
bombardeos, invasiones, golpes
blandos, planes de desestabilización
y cuanto mecanismo que siembre
muerte y desazón en poblaciones
Fidel Castro
decía en 1992:
«una especie
está en peligro
de extinción:
el hombre»
enteras, generando así, como también ha denunciado el Papa, una
Tercera Guerra Mundial por partes.
Para esto, abndonado ya el discurso de la «amenaza roja», han trasladado el foco a las «nuevas amenazas» que deben afrontar el mundo capitalista y la democracia libe-
ral burguesa (cada vez más acotada por los grandes grupos económicos): el terrorismo islámico, el
narcotráfico y los gobiernos llamados populistas, entre otras.
Así han llevado adelante -junto a
sus aliados en la OTAN- la destrucción de Irak, Afganistán y Libia, el
asedio a Irán y Siria y la «otanización» de los países que habían formado parte del Pacto de Varsovia.
Es evidente que estas políticas han
sumergido al Planeta en una verdadera crisis humanitaria, cuyo único
responsable sigue siendo el capitalismo. En este sentido, el Comandante Fidel Castro decía en 1992:
«una especie está en peligro de extinción: el hombre». Veintitrés años
después, aquella afirmación cobra un
inquietante sentido premonitorio.
En este contexto, importantes cambios se están produciendo en nuestra
región y debemos tomar conciencia
sobre la encrucijada latinoamericana de la hora. Es importante consignar que ya no estamos atravesando aquellos momentos en que los
gobiernos progresistas y antineoliberales avanzaban vigorosamente,
sino que hoy, estos procesos están
en plena tarea de resistencia a la
contraofensiva del imperialismo.
Esta contraofensiva se está dando cada vez de forma más articu-
* Secretario General del Partido Comunista de la Argentina y Director de Cuadernos Marxistas.
3
lada y está en pleno desarrollo en el
plano militar, económico, mediático y cultural.
La articulación compleja de políticas en la región sigue teniendo su
eje en Venezuela, con maniobras de
desestabilización interna y externa
como lo demuestran los conflictos
fronterizos con Colombia, que cumplen un doble objetivo para el imperialismo, seguir horadando al gobierno de Nicolás Maduro y enturbiar las negociaciones de paz que se
llevan adelante en La Habana, entre
el gobierno colombiano y las FARC.
Pero no sólo los gobiernos más
claramente enfrentados a las políticas del Norte sufren estos embates. En Brasil, el gobierno de Dilma Roussef otorgó todas las concesiones posibles a los intereses de
la embajada norteamericana y de la
oposición, sin embargo, día tras día
continua recibiendo feroces ataques
a su debilitado gobierno. Con respecto a nuestro país, la actitud de
los fondos buitres también forma
parte de dicha ofensiva.
El imperialismo tiene memoria
y no perdona el rechazo al ALCA
en 2005.1
La elección en nuestro país: la
derecha el enemigo a vencer
Los comunistas hemos definido
desde hace mucho que defender el
proceso iniciado en 2003 en el país
«El imperialismo
tiene memoria
y no perdona
el rechazo
al ALCA
en 2005»
es igual a profundizarlo y que para
eso había que construir una fuerza
política amplia, plural, diversa, con
una fuerte presencia de la izquierda.
Hoy, camino a las elecciones de
octubre, reconocemos que esto no
se consiguió, no logramos construir
la fuerza ni se profundizaron los cambios estructurales que señalamos
oportunamente.
Esta realidad nos llevó a caracterizar que, tanto por oposición como
por herencia, el proceso estaba sujeto a retrocesos conservadores.
Vale recordar, que en nuestro 24º
Congreso del Partido en 2010, planteábamos:
«Los discursos moderados, reformistas, conservadores, se tornan
irreales y hasta ridículos, lo cual no
va a impedir que entre tormenta y
tormenta, con un poco de calma
precaria renazcan esas ilusiones. Eso
lo estamos viendo en la actitud del
gobierno argentino, que cree que
con algunos parches va a poder
resolver la crisis. La crisis, por su
profundidad, exige cambios profundos, saltando las vallas del neoliberalismo, radicalizando políticas
de distribución de ingresos y de
recuperación de la soberanía nacional, liberándonos de la red financiera mafiosa global, terminando
con la mezquindad del seudo derrame neoliberal, volcando decididamente la copa de la riqueza, que
es muy grande en la Argentina, distribuyendo en serio y enfrentando
a los sectores concentrados y trasnacionalizados que son los grandes
beneficiarios del sistema neoliberal
aún dominante».
Sin negar ni mucho menos los
avances importantes que en algunos temas se realizaron en estos últimos años, entendemos que este
análisis mantiene su vigencia ante la
falta de radicalidad y profundización en medidas estructurales y
frente a los discursos que están desarrollando los diversos candidatos
presidenciales.
La construcción de una fuerza
frentista, plural y programática sigue siendo una de las grandes deudas pendientes de esta etapa.
Seguimos pensando que la propuesta programática para profundizar y defender efectivamente lo
Para un análisis más detallado sobre la situación internacional, ver América Latina hoy, retomar la ofensiva
emancipatoria, Jorge Kreynnes. Pág. 8.
1
4
logrado puede resumirse, a nuestro entender, en unos pocos pero
esenciales capítulos como lo venimos planteando en nuestros documentos de Castelar, por ejemplo:
-Integración latinoamericana
en el plano económico-político
A través del Mercosur, de la
UNASUR, del Grupo de Río, de
la puesta en marcha, a esta altura
imprescindible, del Banco del Sur,
de una asociación con el ALBA y
el Tratado de Comercio de los Pueblos y de la creación y fortalecimiento de toda clase de mecanismos de integración que tiendan a
unificar económicamente toda la
región con articulaciones laborales,
productivas y de cooperación científica desarrolladas en cada país,
podríamos atemperar y aún superar los efectos de la mega crisis que
sufre el mundo.
-Distribución de la riqueza y
reforma impositiva
Esto implica el aumento de los
salarios, las jubilaciones y pensiones
para todos; con una verdadera reforma impositiva que, afectando las
grandes fortunas y las ganancias
extraordinarias, haga realidad el
principio de progresividad (no puede ser que el IVA continúe siendo
la principal fuente de recaudación
mientras existen grandes riquezas y
ganancias que se mantienen exentas
de tributar)
-Recuperación de la plena soberanía del Estado sobre el pa-
2
trimonio nacional enajenado y
nuestros recursos naturales
Con esto lograríamos poner a
disposición de un desarrollo nacional armónico, y disfrutable por
todo el pueblo, la renta de la cual
hoy se apropian en su mayoría
monopolios extranjeros que trasladan sus grandes ganancias a las
metrópolis del norte. Los recursos
naturales en su conjunto deben volver a estar al servicio de la sociedad y no del afán de lucro y de las
especulaciones de compañías transnacionales.2
-Transformación del sistema
financiero
Anulación de la ley de entidades
financieras vigente desde la última
dictadura militar y entender la actividad financiera como un servicio
público orientado a satisfacer las
necesidades transaccionales, de ahorro y crédito de todos los habitantes de la Nación, y contribuir a su
desarrollo económico y social.
-Impulsar el Desarrollo rural
y la Reforma Agraria
El desarrollo rural, basado en el
debate parlamentario y la aprobación de un paquete de leyes imprescindibles, como la ley contra los
desalojos rurales, la ley contra las
fumigaciones, profundizar la ley
contra la extranjerización de la tierra y nacionalización de las ya extranjerizadas, la creación de organismos de control e intervención
estatal, como lo fueron la Junta Na-
cional de Granos y la Junta Nacional de Carnes, la reglamentación del
uso y tenencia de la tierra, los planes de desarrollo sustentable, orientados hacia el cambio progresivo y
gradual del modelo productivo hegemónico, mediante una ley de desarrollo agrario nacional. Todo esto
manteniendo firme la convicción
sobre la necesidad de llevar adelante
una profunda reforma agraria.
-Promoción de la economía
social
Resulta fundamental en todo
proyecto transformador dar un
fuerte impulso a la expansión del
mercado interno popular a través
de una verdadera redistribución de
ingresos hacia abajo y un decidido
apoyo a las empresas populares
como cooperativas, fábricas y empresas recuperadas, emprendimientos familiares y una fuerte promoción de las PYMES.
-Ampliación democrática
Terminar con una cultura represora que es la que sostiene el ánimo
asesino de las Policías provinciales
y la Federal, la Gendarmería, la Prefectura y los miles de efectivos irregulares que revistan en las agencias
privadas de seguridad regenteadas
(y así lo exige la Ley) por ex militares. Voluntad política para modificar estructuralmente el sistema político exactamente en la dirección
opuesta a la que apuesta la Ley de
Partidos Políticos que aprobaron
radicales y Partido Justicialista: se
Ver El litio para el Estado y el pueblo argentino, Alfredo Mina. Pág. 16.
5
trata de ampliar y facilitar la representación popular, de incluir nuevos mecanismos de consulta como
el Plebiscito
-Derogar la Ley Antiterrorista perfeccionada y sostenida por
el gobierno en acuerdo con los
intereses de los EEUU.
Frente a esto debemos tener muy
claro que hoy estamos en una situación delicada, en la cual debemos ubicar con claridad al enemigo principal y concentrar fuerzas
contra él. Ese enemigo es la derecha y hoy la representa el PRO y la
candidatura de Mauricio Macri.
El partido político que conduce
Mauricio Macri, Propuesta Republicana (PRO), es un partido político de tendencia liberal conservadora surgido de la alianza electoral
conformada el 25 de mayo de 2005
en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires entre los partidos políticos
Compromiso para el Cambio, liderado por Mauricio Macri, Recrear
para el Crecimiento, liderado por
Ricardo López Murphy y el Partido Federal, cuyo principal referente fue Francisco Manrique.
La aparición del PRO en los últimos años en la política argentina
marca a nuestro entender uno de
los intentos más serios de saldar un
viejo déficit que viene arrastrando
la derecha en nuestro país, el de
contar con un partido político de
raíz conservadora, alineado con el
ideario neoliberal, el que es presen-
2
6
tado como parte de la corriente de
las «derechas modernas» que se van
desarrollando en todo el mundo.
Una vez desprestigiada la alternativa militar, los sectores más reaccionarios de las sociedades latinoamericanas (empresarios, Iglesia, oligarquía terrateniente, etc.)
que en el pasado apelaban a los
militares como vehículo para la
defensa de sus intereses, tuvieron
que explorar nuevas alternativas
dentro del escenario político de la
democracia burguesa.
En Argentina, desde el retorno
de la democracia en 1983, la reacción conservadora ha tratado de
presentar sin éxito a diferentes figuras políticas que pudieran atraer
a las masas hacia los programas que
defendieran sus intereses.
Los primeros que aparecieron en
el espectro político argentino fueron Álvaro Alsogaray, Domingo
Cavallo y Ricardo López Murphy.
Se trataba, en los tres casos, de economistas ultra ideologizados que
tenían a la economía y no a los negocios como profesión.
Frente al escaso caudal electoral
y gran desprestigio de estos «políticos economistas» por protagonizar
ajustes salvajes contra las mayorías
populares, la derecha Argentina se
replanteó la necesidad de presentar
otro tipo de político menos ideologizado y más descontracturado, en
otras palabras, más atractivo a las
masas. Así surgió el «empresario
Ver artículo de Atilio Boron en este número de CM.
político», que legitimaba ahora su
participación en la política exhibiendo sus pergaminos obtenidos en la
gestión privada. El máximo representante de esta nueva clase de políticos es Mauricio Macri, quien había
construido una suerte de «puente»
con sectores populares a través de
su gestión como presidente de Boca.
Esta derecha, tras ocho años de
gobernar la Ciudad de Buenos Aires, aparece hoy con un grado de
articulación y proyecto mucho más
serio que el que parecía sugerir su
política de marketing. Actualmente, con una masa de votos obtenidos
en las PASO, hace que la maniobra
de llegar al ballotage no pueda considerarse un disparate.
Por más que evadan el debate y
busquen vaciar su discurso publico, los planes de la derecha trascienden con claridad en las declaraciones de sus equipos económicos que,
haciendo gala de la inimputabilidad
que los caracteriza, blanquean sus
planes en reuniones empresariales.
Lo que Melconian, Broda y Espert, vociferan entre cómplices sonrisas, es la verdadera cara del proyecto de la derecha argentina, hoy
encolumnada tras Macri.
Por eso redoblamos nuestro esfuerzo por el triunfo del FpV en
octubre, para dejar abierto un espacio de construcción y derrotar a
la derecha. Pero debemos tener en
claro que junto a las convicciones y
la firmeza de nuestro apoyo, estos
El Partido
Comunista
deberá manejarse
con autonomía
e independencia,
sin quedar
atrapado
en planteos que
por ahora no
superan un tibio
desarrollismo
momentos requieren que nos preparemos seriamente para los desafíos que se vienen.
La derecha está utilizando todo
mecanismo a su alcance para ganar
las elecciones en un ballotage, en
su defecto, dejar fuertemente condicionado al próximo gobierno.
Las típicas maniobras con el dólar, los constantes ataques desestabilizadores a través de los medios
masivos de comunicación y la
3
4
puesta en duda de cada uno de los
procesos electorales en los que los
resultados no son los deseados por
ellos, como ocurrió en Santa Fe y
Tucumán, buscan erosionar la legitimidad del próximo gobierno
para hacerlo, de por sí, mucho más
permeable a sus presiones.
Por eso es tan importante ganar
con el FpV las elecciones presidenciales, porque tiene que ver con la
necesidad de mantener abierto un
espacio de construcción política.
Pero no debemos ser ni ingenuos
ni conformistas, la alternativa basada en el poder popular aun está
por construirse y los comunistas tenemos que ser protagonistas en esa
construcción.. El Partido Comunista deberá manejarse con autonomía
e independencia, sin quedar atrapado en planteos que por ahora no
superan un tibio desarrollismo, que
sabemos no solucionaran los problemas del país.
La dificultades del proceso electoral, que están íntimamente ligadas
a la debilidad que las fuerzas de izquierda hemos evidenciado para
construir una fuerza política frentista y amplia extendida en el territorio, representan un fuerte desafío
para los comunistas que no cejaremos en nuestro compromiso con
esta construcción.
Pero es fundamental que este esfuerzo no consuma toda la energía
política de nuestra organización
como suele ocurrir, sino que podamos continuar profundizando nuestro desarrollo en los principales
movimientos de masas. Desde ya en
el movimiento obrero, donde podemos consignar importantes avances logrados por la CoNAT3 que
deben ser afianzados y potenciados.
También en la tarea del Movimiento Territorial Liberación, multiplicando su crecimiento en el territorio; y con el Movimiento Campesino Liberación, en el desarrollo de
los sectores agrarios. En el mismo
sentido, recuperar el lugar de la Fede
y el Partido en el movimiento estudiantil, donde aún tenemos mucho
por trabajar, y por supuesto nuestro trabajo en los temas de género,
camino al 30º Encuentro Nacional
de Mujeres que se realizará en Mar
del Plata4 , donde jugaremos un importante papel.
Por todo lo señalado, debemos
plantearnos el objetivo central de
conformar un Partido Comunista
fuerte, latinoamericanista, con un
claro sentido de unidad para la
lucha, con autonomía política,
que sostenga la independencia de
clase, organizado y capaz de desarrollar una agenda vinculada a
los conflictos.
Tenemos programa, organización,
extensión territorial, periódico. Los
elementos están, tenemos que utilizarlos, hacerlos crecer y potenciarlos para fortalecer al Partido.
Ver Una exigencia de la hora: reformular el modelo sindical, CoNAT. Pág. 18.
Ver Hacia el XXX Encuentro Nacional de Mujeres. Pág.72
7
América Latina y el mundo de hoy
por Jorge Alberto Kreyness1
L
a crisis por la que atraviesa
el capitalismo como modo
de organización de la sociedad, en su fase de globalización,
abarca los planos financiero, económico, energético, alimentario,
ecológico, ambiental, ético, social,
ideológico y cultural.
Se trata, en verdad, de una crisis
civilizatoria de carácter integral que
demanda, a través de las luchas y la
organización de los trabajadores y
los pueblos, una solución emancipatoria que evite nuevas tragedias
y abra nuevos horizontes.
Esa solución pasa necesariamente
por resolver la contradicción existente entre un sistema que ha generado capacidades para producir
enorme cantidad de bienes y servicios, pero que excluye a grandes
contingentes de quienes podrían
utilizarlos, al marginarlos del trabajo, la producción y el consumo.
Es un sistema hoy dominado
por la idea neoliberal de reducir el
gasto público, pero que destina gigantescos capitales estatales a la
construcción y despliegue global
de un enorme aparato militar
como principal modo de imposición de la hegemonía mundial de
la potencia central.
Un sistema que ha hecho del dinero y del precio del dinero el
motor determinante de su evolución y uno de los factores nodales
del poder global, mientras la producción industrial, siendo de grandes dimensiones, se ha estancado,
y la financierización y la especulación se han tornado los principales
mecanismos de acumulación.
La sistemática concentración de
riqueza y poder en cada vez menos
1
Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunistra de la Argentina. Coordinador de la Cátedra de Política Internacional
del CEFMA.
8
manos es demostrativa de la incapacidad del sistema capitalista para
distribuir equitativamente los beneficios del trabajo de millones de
personas y de los avances científicos y tecnológicos.
Este sistema continúa desarrollándose como modo determinante en todos los asuntos mundiales,
pero ve desacelerar su ritmo de
desenvolvimiento y caer el promedio de la tasa de ganancia en la que
basa su propia existencia, mientras
se acumulan sus contradicciones
internas y se dificultan y se hacen
más violentas sus relaciones con las
clases subalternas y con la «periferia» mundial.
Los EEUU y otras potencias
centrales sostienen su dominación,
pero cada vez les resulta más difícil ejercerla.
Crece la tendencia a la expansión
cuantitativa de la masa monetaria y
al sobreendeudamiento de muchos
estados nacionales como modo de
sometimiento. La actual situación de
Grecia es ejemplo de ello.
Además del tradicional despojo
de los recursos naturales de los países débiles y de la creciente superexplotación del trabajo, se registra
cada vez más una disputa por captar las ingentes ganancias del crimen
organizado, lo cual implica una asociación creciente de los bancos
transnacionales con ese flagelo.
En EEUU crecen las tensiones
sobre la situación de la economía,
especialmente porque siguen engordando las burbujas financieras a límites peligrosísimos y crece la deuda nacional a niveles fuera de control, excediendo cada año los lí-
mites autorizados por el Congreso, y sobrepasando al PIB anual.
Varias ciudades, como Detroit, se
han declarado en quiebra y la bancarrota de Puerto Rico puede
afectar aun más la economía, especialmente la de Miami, si el «estado libre asociado» entrara en cesación de pagos.
Ya se habla cotidianamente de
ajustes, recortes y políticas de austeridad tal como en el sur de Europa, mientras fuerzas de seguridad
se preparan para contener manifestaciones populares. Cada día, en
la Norteamérica profunda se registran nuevos episodios de brutalidad policial que no son solo
racistas como muchas veces se los
presenta, sino producto de represión a protestas, como ocurriera en
Ferguson o Baltimore.
Hoy el poder en Washington se
encuentra bifurcado entre un Ejecutivo demócrata y un legislativo
republicano con hegemonía del ultrareaccionario Tea Party. Y un hito
en el escenario político lo constituyen las elecciones presidenciales de
noviembre de 2016.
En Europa registramos la crisis
de Grecia y los peligros que acechan a España y otros países.
Hay que prever allí un crecimiento de la inestabilidad política por
las crecientes dificultades de la gobernabilidad, sin descartar la posibilidad de crisis orgánicas. La «democracia ejemplar» y el «estado de
bienestar» van quedando en el recuerdo, se aplica el neoliberalismo
más ortodoxo y se restringen los
derechos civiles como en el caso de
la Ley Mordaza española.
Quedan a la vista los límites y las
desigualdades de la Unión Europea, al tiempo que el surgimiento
de movimientos de resistencia e
indignación repercute en el nacimiento de nuevas formaciones
políticas, que habilitan esperanza
en la medida que promuevan unidad, descarten el oportunismo y
construyan una perspectiva post
neoliberal.
En pleno centro de Europa, en
Ucrania, se quiere imponer a toda
costa la asociación con la UE, que
fuera rechazada en su momento, y
con la OTAN, utilizando el recurso del fascismo, apoyado por
EEUU en su proyecto de cercar
militarmente a Rusia, lo cual demuestra que no es espontánea la
aparición de grupos de naturaleza
neonazi en otros países. La crisis
ucraniana alcanza niveles de guerra
civil y la resistencia en el Este adquiere formas revolucionarias dentro de las cuales cabe remarcar la
proclamación de las Repúblicas Populares de Lugansk y de Donetsk,
hoy brutalmente agredidas.
A todo ello se suma la gravísima
crisis «migratoria». Ellos hambrean
y bombardean poblaciones enteras
y destruyen países con ejércitos
mercenarios, como en el caso de
Libia y ahora de Siria, y luego pretenden, con métodos militares y genocidas, impedir la llegada de refugiados desesperados.
Esta situación es heredera directa de décadas de un intervencionismo guerrerista y expoliador en
Medio Oriente y en el norte y otras
regiones de Africa, zonas para las
cuales se han pretendido solucionar
9
los problemas por la vía militar en
conjunto con Israel y en ocasiones
con Francia y otras potencias.
Asistimos a una realidad del capitalismo como generador de
grandes catástrofes humanitarias en
diferentes regiones.
La situación indica que el capitalismo se encuentra en un proceso de
decadencia -cuya velocidad depende de numerosas circunstancias- generador de nuevas crisis, nuevos
desajustes y, en caso de desarrollarse cuantitativa y cualitativamente las fuerzas sociales necesarias,
nuevos procesos de cambio y nuevas revoluciones.
De las grietas y vacíos que deja
el anquilosado entramado capitalista surgen hoy nuevas articulaciones relativamente autónomas
que, si bien no se constituyen en
alternativas nítidamente antagónicas al sistema, expresan contrapesos a la dominación concentrada de los núcleos tradicionales del imperialismo.
Se trata de la tendencia hacia
un mundo con nuevos polos de
poder, con nuevos centros de
desarrollo.
La República Popular China,
donde gobierna el Partido Comunista, ha logrado un significativo
crecimiento, que la transforma en
una gran potencia económica. Este
desarrollo se asienta en la ampliación de su gran mercado interno y
en su capacidad exportadora, con
un marcado progreso en lo científico y tecnológico. Su economía
sufre ahora una desaceleración por
causas externas e internas, lo cual
influenciará en la situación del mun-
10
do con nuevas complicaciones en
los mercados a nivel internacional.
La RPCh. despliega una política
exterior de carácter global en una
alianza principal con Rusia, e integrando espacios como los BRICS
y la Organización de Cooperación de Shangai. Incrementa notablemente su presencia en diversas regiones de Asia, Africa y
América Latina.
Y aunque los EEUU ven en ella
a su contrincante principal, mantiene con ese país, así como con la
UE y Japón, relaciones relativamente normales en las que se entrelazan competencia, disputa y
cooperación.
Rusia, tras el colapso del «socialismo real», ha mantenido, modernizado y reforzado su potencial
bélico y últimamente ha incrementado su rol en la política internacional. Aprovecha sus capacidades militares y de exportación de
energía, de la cual depende en
buena parte Europa. Impulsa
además la Unión Euroasiática con
un conjunto de repúblicas ex soviéticas y relaciones crecientes en
América Latina.
China y Rusia construyen una
alianza estratégica integral en creciente desenvolvimiento, que es considerada por los EEUU como la
principal amenaza a su poder global. Y son los principales articuladores de un conjunto de clubes de
países con intereses comunes que
se han constituido en el último tiempo, como los mencionados BRICS,
la Organización de Cooperación de
Shangai y el UEA, entre otros, que
desarrollan ahora un nuevo esque-
ma financiero y se proponen un importantísimo proceso apuntado a
un paulatino desplazamiento del
dólar como moneda para las transacciones internacionales.
También se han formado, fortalecido, o adquirido mayor autonomía, agrupamientos regionales
como la UNASUR, la CELAC, la
ALBA, Petrocaribe, o ASEAN en
el sureste asiático.
En el sistema mundo se acentúan
las contradicciones insalvables entre el capital, hoy ultra concentrado, y el trabajo de millones de
personas.
La expresión actual más evidente de esas contradicciones a nivel
global es la que se produce entre la
tendencia a una mayor dominación
imperial centrada en la agresividad
y la expoliación, y otra que apunta
a la multipolaridad y el pluricentrismo, que busca una democratización
de la política internacional, la paz y
el progreso en base al desarrollo
de economías autónomas, de ampliación del consumo interno y de
intercambios comerciales de beneficio mutuo.
También se despliega una contradicción entre ese orden mundial
controlado por las principales potencias y el gran capital con un conjunto de proyectos nacionales
emancipatorios.
Con un criterio amplio, podemos
señalar que las estrategias de construcción socialista vigentes se manifiestan con diversas graduaciones,
con una amplia diversidad y en
medio de grandes dificultades, en
Cuba, en la RPChina, en Vietnam,
en la RDP de Corea y en los países
latinoamericanos que forman al
ALBA-TCP, siendo la Revolución
Cubana, después de más de cinco
décadas de resistencia, el ejemplo
más notable y alentador.
Esa diversidad es propia de las
realidades nacionales y de las correlaciones de fuerza, lo que fundamenta una vez más que la revolución es internacional por sus contenidos, pero nacional en sus formas, características y velocidades e
incluso en las capacidades de sostenerse y no ser derrotadas.
América Latina sufre necesariamente las consecuencias de la crisis capitalista y se acentúan los intentos de reforzar el control estratégico de la región por parte de
los EEUU, no solo desde el punto de vista militar (4ª Flota, bases,
etc.), sino con una diversidad de
estrategias que se renuevan permanentemente, en primer lugar contra la Revolución Cubana, dado
que en el nuevo tipo de relaciones
que se han establecido no abandonan el propósito de ahogar al
invicto socialismo de la mayor de
las Antillas.
Los intentos de desestabilizar a
los gobiernos que no le son afectos se perciben a simple vista. Y si
los golpes militares marcaron su estrategia en los años 70’, y si las políticas neoliberales dieron su impronta a los 80’ y 90’, ahora; tras el
período de grandes luchas y surgi-
2
miento de gobiernos populares de
la primera década del siglo, el turno es para las llamadas guerras de
4ª y 5ª generación y de los llamados golpes blandos, que como dijimos en otro escrito2, no son ni tan
suaves ni tan blandos.
Una parte central de la acción
contra la independencia de la región
es la conformación de la Alianza
del Pacífico, conformada por Chile, Perú, Colombia y México, todos países con TLCs con EEUU,
con presencia militar yanqui, y el
último de los nombrados formando parte del NAFTA. La AdP se
integra al Tratado Transpacífico que
pretende asegurar la hegemonía
yanqui en la Cuenca del Pacífico. La
AdP, por otra parte, actúa negativamente en los marcos de CELAC y UNASUR limitando sus
posibilidades y ralentizando, cuando no trabando, el proceso de
unidad e integración regional.
México, con esa clase de integración subordinada a la potencia imperial, vive el momento más terrible de su historia, dominado por
las transnacionales y la narcopolítica y sometido a niveles de violencia y crimen nunca vistos.
Colombia, con un Santos que se
esfuerza en diferenciarse de Uribe
y realiza los diálogos gobierno-insurgencia en La Habana, de difícil
pronóstico, se va transformando en
un centro de provocación y con-
frontación fronteriza contra la Venezuela Bolivariana.
En Perú está establecido que en
un breve período ingresarán a su
territorio 3500 militares de los
EEUU; y en Chile, que se debate
entre cambios y el mantenimiento
del statu quo pinochetista, también
se ha entregado una base militar a
los EEUU.
El aprovechamiento del primer
capítulo de los manuales de desestabilización, esto es capitalizar al
máximo las falencias y errores reales de los gobiernos progresistas,
para luego impulsar, como dicen
los siguientes apartados, la creación
de matrices de opinión y las acciones de calle, procurando la toma
de edificios públicos, están a la orden del día en Brasil, Ecuador, Venezuela y otros países hermanos.
Vivimos una contraofensiva del
imperialismo en nuestro continente, la que se desarrolla en un tiempo en que a su vez salen a la luz las
limitaciones de los procesos de
cambios post neoliberales que se
dan en varios de nuestros países.
Ello torna necesario habilitar un
debate en el seno de los pueblos,
pero también, y necesariamente, en
el más alto nivel político, sobre la
dialéctica existente entre la defensa y continuidad de las actuales
orientaciones de los gobiernos a
que hacemos referencia y la necesidad de una profundización de los
Kreyness, Jorge: Golpes ni tan suaves ni tan blandos. Cuadernos Marxistas Nº 7. Mayo de 2014.
11
cambios, tanto en aquellos de la
ALBA-TCP, como de otros que
transitan sus propias agendas de
reformas progresistas.
En tal sentido, señalamos la importancia de mantener activas la
unidad, movilización y organización
social, con el espíritu de construcción de un poder popular, especialmente en los territorios,
Ese curso de combatividad social se debe fusionar cada vez más
con el Estado, para ejercer sobre él
una creciente influencia. Y no al revés, vale aclararlo, porque si el movimiento popular es dirigido desde
el Estado, solo crecerán las limitantes que queremos evitar.
Un complemento imprescindible
de ello es la batalla de ideas, de denuncia del imperialismo en sus formas concretas y cotidianas, para ir
superando la democracia formal y
12
transformarla en participativa y protagónica a favor de un diseño post
capitalista..
Porque si la legalidad institucional
brinda posibilidades a los movimientos políticos populares y de izquierda, también impone barreras a
los cambios necesarios para evitar
el estancamiento o los retrocesos.
En tal sentido los desarrollos de
la economía popular, del cooperativismo de trabajo y de las empresas bajo gestión social, muchas veces recuperadas de patronales irresponsables, son una vía valiosa para
articular poder popular.
Y desde ya cobra una importancia crucial el rol del movimiento
obrero y del conjunto de los trabajadores, cuando se crean mejores
condiciones para disputar hegemonía a favor de un sindicalismo de
liberación.
Sin plazas llenas y calles ganadas y
sin fuerza en los lugares de trabajo y
vivienda del pueblo mayoritario, será
muy difícil el proyecto de defensa/
profundización.
En el plano regional, es urgente
denunciar los «acuerdos de libre comercio» que traen la misma filosofía que el derrotado ALCA.
Ello reclama avanzar en la unidad
e integración regional latinoamericana y caribeña, desarrollar en proyecto inconcluso de una nueva arquitectura financiera y poder contar con
nuestro propio Banco de Desarrollo en el sur.
Son sólo algunas propuestas en
el propósito de poner límite a la
ofensiva imperialista actual y lograr
retomar el impulso que cobraron
América Latina y el Caribe, después
de la irrupción de la Revolución
Bolivariana.
El litio para el Estado y el pueblo argentino
por Alfredo Mina1
L
a «cuestión» del litio es para
Argentina un desafío y una
oportunidad, y debería ser
también una cuestión de Estado
como ya lo es en Bolivia y Chile.
Sin embargo, el legado neoliberal
en materia minera y la fragmentación política en el manejo de estos
recursos estratégicos nos diferencia
de nuestros países hermanos, con
quienes compartimos los yacimientos más importantes del mundo.
Vivimos una época en nuestro
país y en el continente de recuperación de derechos y riquezas económicas, sociales y culturales. Los
ejemplos son contundentes: reestatización de la empresa más grande
del país, YPF, lo cual implicó el retorno del petróleo a la soberanía
de la nación; la reestatización de los
fondos jubilatorios, que fue la nacionalización más trascendente de
nuestra historia; y se avanzó en la
misma dirección con nuestra empresa de aviación, con el agua y, últimamente, con los ferrocarriles.
Esta política se fue desplegando
en contradicción con los poderes económicos locales y extranjeros, y con un creciente apoyo
de nuestra ciudadanía, que cada
vez más valora positivamente la
gestión estatal.
El caso del litio tiene una característica particular en relación con
los otros recursos naturales norenovables del país. Se trata del
1
único recurso en el que si nuestro
país actuara en forma coordinada
junto con sus vecinos podría controlar el mercado mundial. Para
Chile, que ya tiene una gran influencia en el mercado internacional del
cobre, el litio sería el segundo mineral en el que el país trasandino tenga capacidad en la
formación de precios.
Existe una complejidad
particular para la elaboración de las políticas
del manejo del recurso, ya que, si bien el
litio es un insumo
estratégico para
varias industrias
tecnológicas, la
demanda actual
todavía es baja
en comparación
con el volumen
de los yacimientos. Desde hace
años la prensa especializada nombra a los yacimientos del norte de Argentina y Chile y a los
del sur de Bolivia
como el «triángulo del litio» y
más coloquialmente como la «Arabia Saudita del litio».
Esta situación presenta varios desafíos justamente porque la carrera
por la apropiación del recurso comenzó muy tempranamente, aún
antes de que el complejo tecnológico y de innovación industrial pueda incorporar las propiedades únicas del litio en el desarrollo de nuevas tecnologías masivas. Históricamente los grandes ciclos de los
recursos naturales, tan típicos en
América Latina, que Eduardo
Galeano marcara a fuego en
sus «Venas abiertas...»; como
lo fueron el oro, la plata, el
caucho, el guano o el petróleo, estuvieron asociados a la explotación por
parte de los imperios coloniales primero y de los
capitalistas después, a su
potenciación posterior
con nuevas tecnologías. En
el caso del litio actualmente prima el paradigma de la
financiarización por sobre la
incorporación a la tecnología para racionalizar y eficientizar la explotación.
El desarrollo de nuevas
técnicas basadas en
Ensayista.
13
el litio es todavía incipiente en los
países desarrollados y aún más en
Argentina, donde si bien existe una
de las mayores reservas mundiales,
está en un proceso de recuperación,
luego de la destrucción del entramado académico, científico e industrial que se generó durante la época
de derrota política y cultural. El litio (Li) es el metal sólido más ligero conocido por el hombre, su
densidad es la mitad que la del agua,
y es el de mayor potencial electroquímico y un súper conductor. Las
mayores corporaciones mundiales
del sector tecnológico y automotriz están destinando desde hace
años grandes cantidades de dinero
en investigación y desarrollo (I+D)
en nuevas tecnologías basadas en el
litio. El hidróxido de litio es indispensable en naves espaciales y submarinos para depurar el aire extrayendo dióxido de carbono; es fundamental en aleaciones de aluminio,
cadmio, cobre y manganeso en la
industria aeronáutica, y en la industria nuclear. En 1991 cuando Sony
desarrolló la batería de Ion-Litio revolucionó la industria electrónica
mundial. Hoy prácticamente todos
los teléfonos celulares, las computadoras personales, reproductores
de música digital y un sinfín de productos electrónicos dependen de
baterías y componentes de litio.
Todo indica que se masificará la
construcción de automóviles híbridos
y eléctricos teniendo en cuenta el fuerte incremento en la venta de autos
híbridos en los mercados desarrollados. La frase «Arabia Saudita del Litio» comenzará a tener cada vez más
significado para nuestros tres países.
14
La industria del litio está dominada a nivel internacional por cuatro empresas; Talison, SQM, Chemetall y FMC, con la particularidad
de que esta situación oligopólica
hace que no exista un precio en el
mercado internacional y que no se
comercialice en la Bolsa de Metales
de Londres. Se fija caso por caso
en forma discrecional por este «cártel», con variaciones en el precio de
hasta un 300% en el valor, según la
capacidad de negociación de los
compradores, especialmente en la
industria automotriz y electrónica.
Nuestro código minero de 1994
es probablemente la pieza jurídica
neoliberal más perjudicial en relación al manejo y soberanía de los
recursos naturales que existe en el
país. Nacido de un entramado de
lobbies, corporaciones asiáticas y
norteamericanas en colusión con
poderes provinciales proclives a
transigir y un Estado nacional asaltado y desguazado en la noche noventista; el código llega a hacer explícita la prohibición de que el Estado, tanto a nivel municipal, provincial o nacional; explote directamente los yacimientos, y está obligado a entregar a privados para su
explotación los minerales que encontrase (artículos 7, 8 y 9). Se trata
de un auténtico estatuto neocolonial que posibilita un saqueo discrecional por parte de las grandes mineras del mundo.
Esta situación tan diferenciada de
otras políticas en la recuperación de
lo saqueado durante la derrota,
pasa a ser una crucial tarea pendiente
para los argentinos, y además resulta contrastante con los dos países
hermanos con quienes compartimos las formaciones geológicas. Por
un lado Chile, con una matriz económica neoliberal y altamente dependiente del sector minero, estableció en su Código Minero y en la Ley
Orgánica Constitucional Minera que
el litio es un recurso estratégico, por
lo que no está permitida su explotación por parte de privados ni tampoco su concesión. En Bolivia el
presidente Evo Morales declaró en
la Carta Magna de 2009 que el litio
es de interés estratégico, un recurso
de soberanía popular y no puede ser
concesionado ni vendido a empresas extranjeras.Ya desde hace unos
años el gobierno de Bolivia está invirtiendo fuertemente en el desarrollo de tecnologías basadas en litio, y
la primera planta ya produce 1.000
baterías de ion-litio diarias para
computadoras y celulares, con una
inversión estimada en 600 millones
de dólares en la próxima etapa.
Que la soberanía sobre los recursos esté plasmada en las leyes, o inclusive en la Constitución es un hecho fundacional hacia un horizonte
de recuperación de nuestras riquezas
mineras. El gobierno derechista del
ex-presidente chileno Sebastián Piñera utilizó interpretaciones espurias de
la legislación para concesionar y entregar el litio a empresas privadas. El
resultado fue el mayor escándalo de
corrupción del país trasandino al salir a la luz pública que la mayor empresa minera mundial de litio, SQM,
financió ilegalmente las campañas
electorales de los partidos políticos,
especialmente a los partidos de derecha UDI y Renovación Nacional
por miles de millones de pesos.
Como vemos, finalmente todo se
despliega en el marco de la lucha política por el poder.
En última instancia la concesión
y la financiarización es la forma de
apropiarse de recursos valiosos
mediante instrumentos especulativos de alta volatilidad, que no están en relación con los intereses de
las naciones ni con las salvaguardas
necesarias para que su explotación
no afecte a nuestras comunidades,
dejando enormes activos expuestos a los ataques de los fondos buitres y sus aliados nativos.
En la actualidad, en nuestro país
se concesionaron los yacimientos
de litio a corporaciones extranjeras
a precios que no valorizan el verdadero potencial futuro de nuestro recurso, con condiciones desventajosas para el país. Es un serio
llamado de atención que todavía en
nuestra patria el litio sea tratado
como cualquier otro mineral, en vez
de considerarse como un elemento estratégico.
Habría que agregar que la explotación puramente capitalista, ejecutada por las corporaciones mineras con base en regiones remotas,
tiene otras consecuencias. La principal e insoslayable es la afectación
a la vida humana por los graves
impactos ambientales y de salud,
que el poder económico invisibiliza a través de su influencia en los
medios masivos de comunicación.
En nuestro parlamento se ha presentado un proyecto de ley para
recuperar la soberanía del litio basado en principios amplios y de
defensa del interés nacional, y que
no está acotada a una visión mera-
mente económica y circunstancial
del recurso natural. Por el contrario, el proyecto de ley aprecia que
la riqueza mineral es un instrumento de cambio social y regional fuertemente relacionado al territorio y
a las comunidades cercanas de
donde se encuentra. En sus considerandos especifica que no se deben repetir errores en las políticas
de desarrollo humano y social en
los que grandes proyectos mineros
conviven al lado de comunidades
empobrecidas, y con impactos destructivos del tejido social y cultural, generando daños irreversibles
a la naturaleza.
El punto nodal del proyecto es la
creación de una Sociedad de Estado estratégica del Litio declarando
de interés público la exploración,
explotación, concesión e industrialización del litio en la que están representadas las provincias que tengan
yacimientos comprobados de litio;
las universidades nacionales con sede
en las provincias con yacimientos de
litio; el Ministerio de Ciencia y Tecnología; el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET); y las comunidades
originarias que habiten en las zonas
donde se encuentra el mineral.
Todo indica que si avanzaran iniciativas legislativas de este tenor, se
irán asegurando a las próximas generaciones los beneficios de las riquezas de nuestro suelo, se honrará
el trabajo de nuestros científicos y
de los calificados recursos humanos, se respetarán los derechos de
nuestros pueblos originarios y la
capacidad colectiva de ser dueños
de nuestros recursos naturales para
administrarlos y beneficiarnos de
ellos sin capitular ante el paradigma neoliberal de la época, que concibe a las riquezas como meras
oportunidades de negocios cortoplacistas. Impediríamos que jueguen
con nuestras riquezas en la lotería
de los mercados de derivados y
futuros, y que se concesionen a corporaciones extranjeras, para que
otras potencias desarrollen industrias y tecnologías a cambio de flacas regalías. La línea política en esta
materia debe transitar por una nueva forma de gestionar nuestros recursos no-renovables, sustentada en
el ideario mosconiano de que los
beneficios de nuestras riquezas naturales deben ser para acrecentar el
bienestar moral y natural del pueblo argentino.
La lucha por la posesión de las
minas y contra los monopolios naturales en nuestra región viene desde nuestros mismos orígenes. Ya
Mariano Moreno declaraba que «el
monopolio es un atentado contra
la libertad humana», siguiendo a
Filangieri, y proponía en su Plan
de operaciones «hacer desaparecer
las fortunas agigantadas de cinco
mil mineros y pasarlas a poder de
la Nación por diez años». Se refería a las minas altoperuanas de la
Bolivia actual. Han pasado dos siglos y este continúa siendo uno de
los retos que debemos asumir,
enfrentando a grandes poderes. Si
somos consecuentes con el prócer
jacobino, nos podemos afirmar en
la expresión de San Ambrosio, que
Moreno recogía: «Es mejor conservar la vida de los mortales que
la de los metales.»
15
CAMINO AL 4º CONGRESO DE LA CoNAT1
Una exigencia de la hora: reformular
el modelo sindical
L
a situación en el movimiento obrero organizado resulta una cruda muestra del
enorme retraso que existe en el campo nacional y popular con respecto a superar viejas modalidades de
organización corporativa, de connivencia con las patronales, de carácter gerencial y supeditada a los
intereses de la clase dominante y al
aparato del Estado, todo lo cual se
ha transformado en un lastre para
el proceso que vivimos.
Durante décadas se amasó en Argentina un modelo de sindicalismo
que si bien defendía, en algunos casos, los derechos de los trabajadores que representaba, al mismo
tiempo fue constituyendo lógicas
empresariales en su interior y cercenando alternativas. Este viejo
modelo sindical impuesto hace ya
1
16
Corriente Nacional Agustín Tosco
setenta años está viviendo una crisis terminal. Nacido en una etapa
capitalista donde una burguesía, interesada en el desarrollo del mercado interno para su propia realización como clase, impulsó una
economía distributiva, concedió
mejoras a la clase obrera y permitió una mas equitativa distribución
de la Renta Nacional, a cambio hipotecó la independencia del movimiento obrero que quedó supeditado al Estado y pasó a ser, simultáneamente, un apéndice del partido gobernante.
La relación Estado-Movimiento
Obrero hasta ese momento (alrededor de los años 45 del siglo pasado) caracterizada por respuestas
primordialmente represivas a las reivindicaciones obreras reclamadas,
dejó paso a un mecanismo más
complejo: un conjunto de mejoras
habilitó vías para incorporar a la clase obrera dentro de una coalición
hegemónica con la garantía de su
consentimiento.
El acuerdo le proporcionó a la
clase mejores condiciones de venta
de la fuerza de trabajo, mayor acceso al mercado de bienes y servicios y una mayor cuota de poder
en las relaciones al interior de las
empresas. Alcanzó así un peso mayor en el conjunto de la sociedad
por medio de una organización sindical de masas, plena ocupación,
alta tasa de sindicalización y a la
vez, estrechamente vinculada al
aparato estatal.
Esa suerte de «pacto social» tenía
como sujeto activo a un aparato es-
tatal autoerigido en interventor y
árbitro de las relaciones entre capital y trabajo. Estableció normas a
las cuales debían someterse los trabajadores para poder contar con
su propia organización (sucesivas
leyes y reglamentaciones de asociaciones sindicales) y desde entonces
nació y creció una burocracia que,
con matices, conservó su rol de
mediación a lo largo de las décadas siguientes.
Esta integración de la clase tuvo
como contrapartida la aceptación
de la legitimidad del sistema en su
conjunto: el Estado es reconocido
como organizador y gestor central
del proceso social y la organización
sindical se asume como instrumento de integración y negociación, ajena por definición a toda pretensión
de transformación revolucionaria
de la sociedad.
Este conjunto de «aceptaciones»
por parte de los trabajadores -definida como columna vertebral- se
transformó luego en la base de sustentación de la «comunidad organizada», es decir, el modelo de la
conciliación de clases.
Los años transcurridos y la permanente y objetiva lucha de clases
modificaron este modelo solo parcialmente sin cuestionar sus basamentos. Fueron los cambios en el
conjunto de la economía mundial
y sus repercusiones sobre la modalidad de acumulación capitalista en
el país, los que marcaron sus límites infranqueables.
Ya en las décadas del 60 y 70 se
vislumbró un desfase entre los cambios recorridos por la economía y
una gestión estatal poco eficiente
para afrontarlos y encauzarlos. Es
precisamente en ese momento en
que el movimiento obrero dio señales de recuperar su autonomía y
su capacidad de constituirse en epicentro de los movimientos de oposición al sistema. Recuérdese el
«choconazo», el «cordobazo», la
CGT de los Argentinos, las «tomas»
de grandes fábricas, las movilizaciones, etc.
La dictadura y el terrorismo de
Estado vinieron a «poner orden»
con 30.000 desaparecidos y la instauración de un modelo cultural de
dominación: el neoliberalismo. El
modelo sindical también resultó
funcional al «partido militar» no
obstante la feroz represión que sufrieron militantes obreros, delegados combativos y hasta dirigentes
sindicales de la propia CGT. Cuando se instala en el país la «democracia restringida», se intenta una adecuación de la estructura sindical por
medio del proyecto de ley impulsado por Alfonsín (Ley Mucci, a la
sazón Ministro de Trabajo) pero cae
bajo la presión y el paro cegetista.
Posteriormente, el menemismo
introduce a fondo el Consenso de
Washington, entrega todo el patrimonio nacional y las reservas energéticas y naturales, impone la flexibilización laboral, privatiza el sistema provisional, echa por tierra viejas conquistas laborales y para ello
cuenta con un apoyo invalorable:
los jefes de la estructura sindical corporativa y dependiente, muchos de
los cuales aún siguen en las cúpulas
de las organizaciones obreras convertidos en dirigentes gerenciales,
socios de empresas de servicios, de
comercio, de salud, de turismo, aseguradoras, mineras, de transporte
terrestre y naval, etc.
En esa etapa se produjo un intento de diferenciación entre diversos dirigentes de la CGT: nace el
MTA, pero sin cuestionar el modelo sindical y especulando con el
desgaste de la cúpula cegetista para
llegar a la conducción de la misma
(cambio de hombres). Pero también, a comienzos de la década del
90 nace una vertiente que pone en
tela de juicio la organización clásica
y objetivamente se alza como una
alternativa valedera en correspondencia con una nueva situación en
la composición de la clase y atendiendo al reclamo de mayor democracia y participación: el Congreso
de los Trabajadores Argentinos, luego transformado en Central de los
Trabajadores de Argentina (CTA).
A mediados de esa misma década, nació el Movimiento Político
Sindical Liberación (que junto al
Movimiento Territorial Liberación
y al Movimiento Campesino Liberación conforman la actual Corriente Nacional Agustín Tosco, afiliada a la Federación Sindical Mundial), con la intención de conformar dentro de la CTA una corriente
clasista basada en el principio de
unidad y disputa de proyectos desde un perfil propio e independiente, a la par de empujar las acciones
que conduzcan a la construcción de
un verdadero sindicalismo de liberación, tal como lo propugnaba el
querido y recordado Agustín «gringo» Tosco.
Sin embargo, no se pudo evitar
que la reacción conservadora y
17
neoliberal en el país produjera, entre otros males, tercerización en el
trabajo, diversificación, polivalencia,
flexibilidad horaria, contratos basura, subocupación, desocupación,
etc. Son rasgos claves que rompieron en pedazos el rígido y centralizado organigrama taylorista y simultáneamente dificultaron la representación sindical y la solidaridad.
La clase tendió a segmentarse, dispersarse. Ante la crisis y la desigualdad producto de la supervivencia
de una estructura económico-social
que favorece la concentración del
capital junto a la actitud de sucesivas dirigencias cegetistas que se
movieron en función de sus propios intereses o ambiciones político-partidarias, creció la crisis de
representación del sindicalismo clásico, se mantuvo baja la tasa de sindicalización y simultáneamente se
potenció la lucha por la formación
y el reconocimiento de nuevas organizaciones, algunas de ellas, más
democráticas y participativas.
Una nueva situación
Si la actual hora argentina exige
profundas transformaciones, y si
está en juego la democratización de
cada vez más esferas de la vida social, entonces lo que alumbra este
momento es la necesidad y la posibilidad de modificar las antiguas
organizaciones sindicales. Se requiere la participación de los trabajadores, representados democráticamente y actuando como sujetos
centrales, en la convocatoria a discutir y construir la gran fuerza polí-
18
tica y social capaz de hacer realidad
en nuestro país la verdadera independencia.
Las viejas conducciones burocratizadas, sujetas a una profunda crisis de representatividad, no pueden
admitir, entre otras cosas, que la
incorporación de más de cinco
millones de jóvenes trabajadores al
circuito productivo acentúe la urgencia de un modelo sindical con
democracia interna y mayores libertades de actuación y representación.
La actual legislación no ha podido
impedir la fragmentación política de
las estructuras tradicionales, ni garantizar que alguno de esos fragmentos
sea baluarte genuino apto para avanzar en profundos cambios que erradiquen la aún vigente matriz productiva de carácter neoliberal.
La supervivencia de este vetusto
modelo sindical seguirá siendo una
atmósfera propicia para la reacción
derechista y debe ser superada con
la promoción de leyes que garanticen la plena participación de los trabajadores, que ilegalicen los procedimientos y prácticas que naturalizan el fraude, la proscripción de listas opositoras y preserve la autonomía sindical y la plena libertad de
agremiación.
La división que afecta a toda la
organización gremial y que muestra en carne viva el oportunismo
político de que hacen gala la mayoría de los dirigentes, como así también la propia fractura que afectó a
la CTA, nos exige a los militantes
clasistas enrolados en la CoNAT y a todos aquellos comprometidos en la lucha por hacer realidad
la unidad de la clase- potenciar la
aptitud, la voluntad y la capacidad
para encabezar un proceso de profundización de los cambios en un
sentido nacional, popular, democrático y antimperialista, impulsar
ideas y motorizar iniciativas que lleven a la configuración de un modelo sindical en sintonía con los actuales requerimientos tanto nacionales como internacionales, en el
marco de la profunda crisis que
afecta al capitalismo mundial y plantea nuevos desafíos a los pueblos y
trabajadores de este continente.
Es necesario subrayar que desde
2002 a 2013 se crearon 711 nuevos
sindicatos. ¿Eso le significó mayor
fuerza al movimiento obrero? La
realidad indica lo contrario. Actualmente hay 1636 sindicatos con personería, pero también existen 1623
sindicatos simplemente inscriptos.
Según datos del Ministerio de Trabajo, el 92,5% de las empresas con
menos de 50 empleados carecen de
delegados gremiales, porcentaje que
alcanza el 72,3% en establecimientos de hasta 200 trabajadores y el
47,5% en las de 500
A la vez, hay fallos laborales que
dictó la Corte Suprema de Justicia, que contribuyen a intentar licuar
el modelo sindical vigente, reconociéndoles autonomía a los delegados respecto de las organizaciones gremiales y equiparando los derechos de los sindicatos con personería y de los que tienen simple inscripción.
Por su parte la Organización Internacional del Trabajo, le pide al
Gobierno que ponga atención a los
fallos de la Justicia «con el fin de
poner la legislación en conformidad
con el Convenio n° 87 sobre libertad sindical». A su vez, el Gobierno
sostiene, en defensa del «unicato sindical» que los fallos de la Corte no
sientan jurisprudencia sino que solo
rigen para los conflictos que dieron lugar a las sentencias del máximo tribunal. Además, existen diversos proyectos en la Cámara de Diputados que postulan un nuevo
Código del trabajo pero, en realidad, ninguno de los proyectos legislativos propone la derogación
del sistema de personería y el pleno respeto a la voluntad autónoma
de los trabajadores para la creación
de estructuras organizativas que
mejor se adecuen a sus propios intereses de clase.
Los sindicatos con personería y
la mayoría de los candidatos presidenciales que se presentan en el actual proceso electoral, comparten
en lo esencial, el modelo de sindicato único con personería otorgada por el Estado. La cúpula sindical, en su gran mayoría, es conciente de la precariedad de sus estrategias, fruto de la falta de democracia interna y de la crisis de credibilidad y de representación por parte
de las bases. Esa es una de las razones por las cuales cuesta incorporar
a las nuevas generaciones a la vida
sindical y el porcentaje de afiliados a
la organización respectiva bordea
solo el 30-35% del total de los asalariados formales e informales.
Del lado de las patronales su concepción sobre estos temas es resabida, ya que el empresariado local
descree de la libertad sindical, desconfía de cualquier forma organizativa de los trabajadores y prefie-
re conservar el régimen conocido
donde todo es negociable.
Simultáneamente, la fractura que
se produjo en la CTA, que no es
una organización de tercer grado
que agrupa sólo a Federaciones,
Uniones Nacionales o Sindicatos,
sino una Central de trabajadores de
afiliación directa, independientemente de si están ocupados, subocupados, desocupados, contratados, tercerizados o jubilados,
también ha sufrido una fractura
producto de la acción de compañeros que, a nuestro juicio, erraron
el camino a transitar y hoy se empeñan en un posicionamiento testimonial, de oposición sistemática y
de connivencia objetiva con la derecha que pugna por frenar el actual proceso, contradictorio, pero
de alejamiento del llamado «Consenso de Washington».
Nuestra posición
Un tal posicionamiento, que nosotros como CoNAT desaprobamos, nos llevó acertadamente a
compartir orgánicamente las propuestas y los objetivos adoptados
democráticamente por la CTA de
los Trabajadores. Esta es la CTA
verdadera que desde una posición
de autonomía, lo cual no significa
neutralidad, ha sabido reconocer lo
que hemos podido avanzar en conquistas y ampliación de derechos
desde la crisis del 2001-2002 junto
con el actual gobierno y su política
de inclusión social, ha sabido ubicarse firme apoyando en todo lo
que hubiere lugar al proceso de in-
tegración de los pueblos latinoamericanos y caribeños con un profundo carácter antiimperialista, apoyó sin vacilaciones la política de recuperación de empresas nacionales
estratégicas -entre otras importantes resoluciones- y con la misma
decisión, ha fijado posición crítica
frente a la sanción de algunas medidas que juzgó como un retroceso. Así sucedió con la puesta en vigencia de la ley denominada Antiterrorista y las reaccionarias modificaciones introducidas a la que regula la actividad de las ART (Aseguradoras de Riesgo del Trabajo),
a la vez que reclamó la elevación
de los topes que posibilitan el cobro del salario familiar y continúa
reclamando la elevación del mínimo no imponible junto a la necesidad de terminar para siempre con
la aplicación de tributos sobre los
sueldos para gravar sólo a las más
altas remuneraciones.
Un nuevo modelo
Así las cosas, es evidente que resulta impostergable comenzar a recorrer un camino que lleve a los trabajadores a luchar por imponer la
construcción de un nuevo paradigma sindical mas a tono con la etapa
de cambios que vivimos en Argentina y en América Latina, en medio
de la crisis general que afecta a todo
el sistema de dominio imperialista.
En virtud de todo lo expresado,
nos exige a los militantes clasistas enrolados en la CoNAT y a todos
aquellos comprometidos en la lucha
por hacer realidad la unidad de la clase,
19
potenciando su aptitud para encabezar un proceso de profundización
de los cambios en un sentido nacional, popular, democrático y antimperialista, impulsar ideas y motorizar iniciativas que lleven a la configuración de una organización sindical en sintonía con los actuales
requerimientos, tanto nacionales
como internacionales. En ese marco, profundizar un debate postcapitalista e interpelarnos acerca de
cómo echar las bases de un futuro
modelo sindical clasista autónomo
y democrático que contribuya a
hacer realidad la marcha del pueblo en su lucha por imponer en
forma definitiva la segunda y definitiva independencia nacional.
Por supuesto que un tal objetivo
no será producto de un acto único,
sino de un proceso que deberá vencer variadas dificultades y servirá
asimismo para contribuir a abrir un
camino hacia la instalación de una
propuesta de construcción de un
frente político y social de carácter
liberador sustento de un verdadero poder popular.
Como parte imprescindible de esa
propuesta se debería organizar el
espacio sindical, mediante un programa, que agrupe tanto a organizaciones que hoy pueden estar en la
CTA o en cualquiera de los 2 o 3
CGTs. con la intención de dar a luz
una nueva configuración, es decir,
una herramienta útil para profundizar los cambios y con la ambición
de ser un valladar a los intentos de
restauración derechista y neoliberal.
En lo inmediato, se debe recomponer la CTA, continuar creciendo
manteniendo su autonomía, que no
es indiferencia frente a la desigual-
20
dad social que aún pervive ni tampoco inoperancia frente a justos
reclamos que puedan esgrimirse
desde los trabajadores y los movimientos sociales. Pero su futuro a
mediano y largo plazo, según nuestra opinión, debería estar ligado a
jugar un rol determinante en la
construcción de una nueva Central
basada en otro tipo de organización de base y dedicar parte de sus
debates a estas cuestiones que hacen a una necesidad objetiva no sólo
de la clase, sino de toda la sociedad
progresista mayoritaria que conforma el sujeto pueblo.
Una tal actitud, estaría en correspondencia con la historia de la propia CTA cuyos objetivos fundantes fueron precisamente los de
aportar a la creación de un nuevo
tipo de organización.. Por eso, entre otras cuestiones, compartimos
las ideas expresadas en los documentos congresales de la CTA, donde se afirma: «que la clase trabajadora y el movimiento sindical, que
en la tradición argentina tienen un
peso importante, no pueden ir a
contrapelo de un proceso que plantea escenarios de confrontación
cada vez más agudos entre los sectores populares y el poder fáctico.
Esos cambios tienen que propiciar
que haya más democracia, más
transparencia y más protagonismo
de los trabajadores en las decisiones de las organizaciones gremiales. Se hace impostergable para ello
modificar leyes que limitan la plena
vigencia de la democracia y la libertad sindical, promoviendo métodos democráticos de elección de
los cargos de representación en todos los niveles, ilegalizando las prácticas que naturalizan el fraude y la
proscripción de las listas opositoras, incorporando la representación
de las minorías». Nosotros solo
agregaríamos la necesidad de incorporar el sistema de representación
proporcional. Lograr estos objetivos, sería sin dudas, un primer e
importante paso en la edificación
de una nueva estructura organizativa de los trabajadores.
Retomemos banderas e ideales del querido Agustin Tosco propugnando la construcción de un nuevo modelo sindical
que sirva a la liberación nacional y social.
Por la unidad de los trabajadores y el campo popular,
para derrotar a la derecha y el imperialismo.
Para profundizar en las medidas y los cambios estructurales
a fin de asegurar nuevas conquistas.
Por la integración de los pueblos de América Latina y el Caribe.
¡Fuera las corporaciones de la desinformación que actuan
al servicio de la antipatria y los grupos concentraados!
¡Viva el 70ª Aniversario de la fundación de la Federación
Sindical Mundial, verdadera central clasista al servicio
de los trabajadores de todo el mundo!
Universidad y política: apuntes
para un debate actual
1
por Alexia Massholder y Marcelo F. Rodríguez2
«El puro universitario es una monstruosidad».
Deodoro Roca
«La inteligencia tiene dos fases distintas: la de la creación y la de la aplicación: cuando
aquella no se une a esta, hace desventurados y mártires, enfermos incurables del dolor
perpetuo de la vida: la de aplicación, con ser menos noble, es más adecuada y necesaria a
la existencia: una y otra mezcladas, son el germen escondido del bienestar de un país».
José Martí.
«Hay que estudiar, entonces, y estudiar con responsable seriedad. Pero también hay que
hacer, soñando anticipadamente si ustedes quieren, todo lo que debe hacerse, pero haciéndolo, porque si el hacer sin teoría conduce a ciegas por los caminos de la historia, el teorizar sin hacer nos sumerge en el infecundo lodazal del quietismo».
Héctor P. Agosti
E
n momentos en que en
buena parte de América
Latina se está reconociendo nuevamente la importancia de
fomentar y consolidar procesos de
integración, y la necesidad de encarar conjuntamente la construcción de procesos de mayor autonomía regional, repensar como
deberían ser reformulados los sistemas educativos en general y el
universitario en particular adquiere
una renovada dimensión. A pocos
años de cumplirse el centenario de
la Reforma Universitaria de 1918
con epicentro en la ciudad argentina de Córdoba, pero que adquirió proyección continental, reflexionar sobre su legado se presenta, además, como una tarea fundamental para el presente y el futuro de nuestra América. Para ello,
recuperar críticamente las visiones
de algunos de nuestros pensadores acerca de la universidad como
una institución indefectiblemente li-
gada a nuestro porvenir político y
social, nos parece un fecundo punto de partida. Partiremos entonces de ese ejercicio para proponer
luego algunos puntos para el debate actual.
A lo largo de toda la historia de
América Latina y el Caribe, el papel de las universidades públicas ha
sido fundamental. Esta influencia
comienza con la creación de la
Universidad Autónoma de Santo
Ponencia presentada en el 9° Congreso Internacional de Educación Superior Universidad 2014, La Habana, Cuba.
Massholder es Doctora en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Rodríguez es Licenciado en Sociología por la misma
universidad. Ambos son Directores Adjuntos del CEFMA.
1
2
21
Domingo en 1538 en lo que hoy es
la República Dominicana y continuó
con la creación en 1551 de la Universidad Mayor de San Marcos en Lima,
Perú y con la fundación en México
de la que luego sería la UNAM.
Debemos recordar también la
importancia que jugó en los procesos emancipadores de América
Latina la Universidad Mayor, Real
y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca, fundada el 27
de marzo de 1624, en la ciudad de
Sucre, Bolivia, por la cual pasaron
Mariano Moreno, José Ignacio
Gorriti, Juan José Castelli, Bernardo
Monteagudo, Manuel Rodríguez de
Quiroga, Mariano Alejo Álvarez,
Jaime de Zudáñez, entre otros importantes protagonistas de la política regional.
Siguiendo esta tradición, tanto en
el siglo XIX como en el XX, importantes personalidades como
José Martí, Simón Rodríguez, Esteban Echeverría, José C. Mariátegui, Héctor P. Agosti, Julio A. Mella y Juan Marinello entre otros, reflexionaron profundamente sobre
el papel de la educación y la universidad, todos ellos pensando además en un sentido político, es decir, de articulación directa con la realidad de sus respectivos países.
Algunos aportes de nuestros tra su razón en el contexto de las
pensadores
nacientes republicas americanas que
Dentro de nuestra rica tradición
de pensamiento sobre la educación,
sin dudas Simón Rodríguez es una
de las referencias obligadas. Filósofo y educador, Rodríguez siempre
defendió la idea de que la mejor
manera de unir y dirigir las fuerzas
intelectuales en América era tomando conciencia de su condición de
ciudadano de una república naciente, por esto, el modelo de formación que utilizó en la educación de
Bolívar poseía un claro contenido
revolucionario. Considerado un reformador social, Rodríguez siempre advirtió que el proceso de independencia hispanoamericano no
debía limitarse a la separación de
España, sino que debía avanzar
conjuntamente en la formación de
ciudadanos para una nueva república que contuviera nuevas formas de
igualdad y justicia. Simón Rodríguez
estaba convencido de que cuestionar y crear, conocer y pensar desde
una perspectiva descolonizada es
todo lo opuesto a imitar, por lo
cual, la escuela en América no debía imitar a las escuelas europeas.
Esta prevención de Rodríguez sobre los peligros del imitar, encuen-
analizaba Rodríguez, y que se ubica
en el marco de un proceso histórico de constitución y afirmación de
las mismas y no como una contraposición llana y absoluta al saber
universal y a la herencia cultural de
los pueblos.
En este mismo sentido, apenas finalizadas las batallas que nos liberaron políticamente de la metrópoli
española a principios del siglo XIX,
el joven poeta argentino Esteban
Echeverría, denunció que a pesar
de la independencia política seguíamos siendo colonos culturalmente.3 «Somos independientes, pero no
libres. Los brazos de España no nos
oprimen, pero sus tradiciones nos
abruman», escribió con acertada
visión, planteando así la clara relación entre la emancipación cultural
y la libertad.4 No habla Echeverría
de una libertad en abstracto, o limitada a la independencia política,
sino vinculada a la emancipación
social de los hombres, algo que el
proceso revolucionario de 1810 no
había logrado consolidar. El carácter inconcluso de aquel proceso radicaba justamente en que para
Echeverría una revolución implicaba «el desquicio completo de un
3
En palabras de Enrique Dussel, el ‘eurocentrismo’ de la Modernidad es exactamente el haber confundido la universalidad abstracta
con la mundialidad concreta hegemonizada por Europa como ‘centro’. Ver Dussel, Enrique, «Europa, modernidad y eurocentrismo», en:
Edgardo Lander (compilador) La colonialidad del saber. Eurocentrismo y Ciencias Sociales, Buenos Aires: CLACSO, 2003.
4
Algo que F. Engels desarrolló en su Anti-Dühring, planteando que «la libertad es el conocimiento de la necesidad», por lo que, para
ser realmente libres, los sujetos deben ser concientes de las causas que determinan su situación real. Si ese conocimiento no es
alcanzado, con el apoyo del sistema educativo todo, la población recibirá solamente las herramientas y la ideología necesaria para la
reproducción del sistema.
22
orden social antiguo, o el cambio
absoluto tanto en el régimen interior como exterior de una sociedad». Y para ese «desquicio» la
transformación de la ciencia, del
arte, de la educación resultaban condiciones básicas. Así lo anotaba en
su brillante Dogma Socialista:
Política, filosofía, religión,
arte, ciencia, industria; toda
la labor inteligente y material
deberá encaminarse a fundar
el imperio de la democracia.
Política que tenga otra mira,
no la queremos. Filosofía que
no coopere a su desarrollo,
la desechamos. Religión que
no la sancione y la predique,
no es la nuestra. Arte que no
se anime en su espíritu, o no
sea la expresión de la vida
del individuo y de la sociedad, será infecundo. Ciencia
que no la ilumine, inoportuna. Industria que no tienda a
emancipar las masas, y elevarlas a la igualdad, sino a
concentrar la riqueza en pocas manos, la abominamos.5
Sin dudas, y pensando siempre a
la patria en sentido americano, José
Martí fue un precursor en el análisis y la crítica a nuestra dependen-
cia respecto de potencias extranjeras. Porque si bien es cierto que el
imperialismo norteamericano comenzaba a clavar sus garras sobre
nuestras tierras, no menos cierto
es que Europa seguía siendo la única fuente de legitimación en el plano cultural.
Martí acertó tempranamente en
reclamar una universidad con sentido descolonizador e independiente que permitiera al hombre
americano:
[Saber] con qué elementos
está hecho su país, y como
puede ir guiándolos en junto, para llegar, por métodos
e instituciones nacidas del
país mismo, a aquel estado
apetecible, donde cada
hombre se conoce y ejerce,
y disfrutan todos de la abundancia que la naturaleza puso
para todos en el pueblo que
fecundan con su trabajo y
defienden con sus vidas.6
Hay en Martí dos puntos nodales que nos interesa subrayar en relación al tema de este trabajo. En
primer lugar, el conocimiento de lo
propio, igual que en Echeverría y
en Simón Rodríguez, como el fundamento último de la libertad.
«Cuando todos los hombres sepan
leer, todos los hombres sabrán votar, y, como la ignorancia es la garantía de los extravíos políticos, la
conciencia propia y el orgullo de la
independencia garantizan el buen
ejercicio de la libertad», decía Marti.
Y en segundo lugar, e íntimamente ligado a lo anterior, la vinculación de ese conocimiento con la
política, con la organización social
concreta. Dentro de estos parámetros, la universidad debe servir, además de para formar profesionales
en diversas áreas, para formar políticamente a la ciudadanía, para
educar a los futuros gobernantes:
¿Cómo han de salir de las
universidades los gobernantes, si no hay universidad en
América donde se enseñe lo
rudimentario del arte del
gobierno, que es el análisis
de los elementos peculiares
de los pueblos de América?
El premio de los certámenes no ha de ser para la
mejor oda, sino para el mejor estudio de los factores del
país en que se vive. En el
periódico, en la cátedra, en
la academia, debe llevarse
adelante el estudio de los factores reales del país.7
Citado en Agosti, Héctor P., Echeverría, Buenos Aires: Futuro, 1951, p. 64.
Martí, José, Nuestra América, Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1985 p.28.
7
Martí, José, Nuestra América, Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1985. P. 28. En la misma línea puede insertarse La pedagogía del
oprimido, planteada por Freire, entendida como la pedagogía de los hombres que luchan por su liberación a través de una praxis que es
reflexión y acción sobre el mundo para transformarlo a través de una inserción critica en la realidad que sólo es posible en la dialéctica
entre objetividad y subjetividad.
5
6
23
Si nos detenemos en la reflexión
sobre la relación entre la educación
y la política, en un sentido emancipador, no podemos dejar de mencionar las contribuciones del peruano José Carlos Mariátegui, uno de
los pensadores que más enfáticamente señaló desde el marxismo la necesidad de mirar nuestros propios
problemas para proponer nuestras
propias soluciones. Recordemos su
célebre y tan citada afirmación:
do su programa, dista mucho de proponerse objetivos
exclusivamente universitarios
y en que, por su estrecha y
creciente relación con el
avance de las clases trabajadoras y con el abatimiento
de viejos principios económicos, no puede ser entendido sino como uno de los
aspectos de una profunda
renovación latinoamericana.9
No queremos, ciertamente,
que el socialismo sea en
América calco y copia. Debe
ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indo-americano. He
aquí una misión digna de una
generación nueva.8
Efectivamente, los reformistas
comprendieron que los intentos de
desalojar a la oligarquía universitaria iba de la mano de un decidido
accionar antiimperialista. Así lo comprendió, además de Mariátegui, el
joven Julio Antonio Mella.
En diciembre de 1922 el doctor
José Arce, rector de la Universidad
de Buenos Aires quien había viajado a Cuba para el Congreso Médico Latinoamericano, brinda una
conferencia acerca de la evolución
de la Reforma Universitaria en Argentina. La disertación seguramente reforzó las simpatías que los jóvenes estudiantes cubanos tenían ya
con el proceso argentino. Así, apenas dos semanas después de la conferencia de Arce, se crea el Directorio de la Federación de Estudiantes de la Universidad de La Habana (FEUH), que elegirá a Mella
como secretario y a Felio Marine-
Generación que Mariátegui vio
irrumpir en la Reforma Universitaria desatada en Argentina en 1918:
El movimiento estudiantil
que se inició con la lucha de
los estudiantes de Córdoba
por la reforma de la Universidad, señala el nacimiento de
una nueva generación latinoamericana […] todos convienen en que este movimiento, que apenas ha formula-
llo, hermano de Juan, como su primer presidente. En enero de 1923
Mella y Felio Marinello declaran que
los estudiantes tienen derecho a ser
parte de la administración universitaria y se convoca a una asamblea
estudiantil en la que se acuerda una
huelga estudiantil exigiendo la reforma de los Estatutos de la Universidad. Hacia fines del mes de
enero de 1923, se presenta un proyecto de ley sobre la autonomía
universitaria y en octubre se celebra el primer Congreso Nacional
de Estudiantes, en el que se acuerda el completo repudio de la enmienda Platt. Mella tenía además
una clara visión del conflicto en clave
marxista. Para el joven líder cubano, «Creer que los intelectuales, o
las instituciones de enseñanza no tienen vinculación con la división sociológica en clases de toda sociedad es una ingenuidad de los miopes políticos». Entender la universidad como un centro de formación de profesionales que generalmente trabajan para la clase dominante, implicaba necesariamente
plantearse, desde una perspectiva
marxista, que esto la convertía en
una más de las necesarias transformaciones sociales, culturales y políticas del proceso revolucionario.
Escribía Mella: «Un concepto socialista de la lucha por mejorar la
Universidad es similar al concepto
Mariátegui, José Carlos, Aniversario y Balance en Ideología y Política, Lima: Editorial Amauta, 1978, p 249.
Mariátegui, José Carlos, «La Reforma Universitaria» (1928), en Sader, Emir; Aboites, Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria.
Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 204.
8
9
24
del proletariado en su acción por
mejorar las condiciones de su vida
y su medio. Cada avance no es una
meta, sino un escalón, para seguir
ascendiendo, o un arma más que
se gana al enemigo para vencerlo
en la `lucha final’.»10 Esto implicaba sin dudas un corrimiento desde
un conflicto planteado en términos
de «lucha generacional», de la que
Mella no había escapado inicialmente, hacia una mayor centralidad de
la lucha de clases anticapitalista.
Volveremos sobre el tema generacional más adelante.
Indudablemente la Reforma Universitaria marcó un antes y un después para pensar la universidad en
nuestro continente. Numerosos intelectuales realizaron sucesivos análisis y balances sobre sus principales aportes, sus limitaciones, y las
posibilidades de continuidad y proyección de los planteos fundantes
de aquel movimiento. Nos detendremos a continuación en las reflexiones de dos figuras centrales en
el pensamiento y la acción de izquierda en nuestro continente: Juan
Marinello y Héctor P. Agosti. Ambos, desde su inserción en la mili-
tancia comunista, recuperaron críticamente las enseñanzas de la Reforma para insertarlas en la batalla
cultural de sus días.
Una nueva hora americana
Si lo expuesto anteriormente nos
remite de forma constante a nuestra realidad regional, si efectivamente, como proclamaron quienes protagonizaron la Reforma Universitaria de 1918 hace casi cien años, estamos hoy también viviendo «una hora
americana»11, recuperar críticamente las premisas de aquel movimiento transformador, supera por mucho la simple evocación histórica.
Sabemos que una reforma universitaria auténtica, verdadera, es
muy difícil si la sociedad no modifica también su estructura. Si bien
la pujanza de aquellos estudiantes
cordobeses no podía modificar
estructuralmente el país, aunque el
ascenso del Partido Radical y la
participación popular creciente daban muestra de que las formas de
organización vigentes extendían la
insatisfacción a los sectores no uni-
versitarios, es importante reconocer el legado que nos ha dejado. En
palabras del gran pensador comunista argentino Héctor P. Agosti:
Es mucho lo que debemos
a la generación del 18 [...] Les
debemos, ante todo, haber
ganado el sentido americano del acontecimiento, cuando los ‘vientos argentinos de
la Reforma Universitaria’ llegaron a todos los claustros
del continente para despertar los mismos ecos de nuestra inferioridad nacional
como pueblos sometidos al
tutelaje imperialista.12
Por ello, señala Agosti, el principal mérito de aquella Reforma
Universitaria fue el haber descubierto la íntima relación entre los problemas de la cultura y los problemas de la sociedad.
Así también lo reconoció el gran
escritor y político cubano Juan
Marinello, cuando escribió:
Dónde reside lo singular de
aquel movimiento, dónde
10
Mella, Julio Antonio, «El concepto socialista de la Reforma Universitaria» en El Tren Blindado, año 1, número1, México, D.F.,
septiembre de 1928.
11
Así lo afirmaba el naciente movimiento de Reforma en «La juventud argentina de Córdoba A los hombres libres de Sud América.
Manifiesto de la F.U. de Córdoba» en 1918.
12
Agosti, Héctor P., Para una política de la cultura, Buenos Aires: Ediciones Medio Siglo, 1969, p. 148. Este espíritu presente en la reforma
universitaria lo encontramos también en las palabras de Ernesto Che Guevara en su discurso al recibir el Doctorado Honoris Causa de
la Universidad Central de Las Villas en 1959. Allí el Che expresó: «¿Qué tengo que decirle a la Universidad como artículo primero, como
función esencial de su vida en esta Cuba nueva? Le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no sólo entre los
alumnos, sino también entre los profesores; que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es
el patrimonio de nadie y pertenece al pueblo de Cuba…»
25
está su quilate-rey, tendremos que admitir que anduvo en su intento de hacer de
la universidad porción sensible y dinámica del proceso social. Nunca, hasta aquel
despertar feliz, llegaron al silencio amurallado de los
claustros la palpitación y la
ansiedad de la calle «Uno de
sus capitales aciertos estuvo
en plantear clara y valerosamente la necesidad de la lucha antiimperialista […] esa
postura, contribuyó el movimiento de Córdoba a esclarecer la cuestión nacional
de cada país y a que la juventud del instante fijase la
vista en el problema primordial de sus pueblos.13
Y en ese sentido, cuando los estudiantes enunciaban la necesidad
de «Borrar para siempre el recuerdo de los contrarrevolucionarios
de Mayo», esto equivalía a definir
un programa político, «pero significaba también el enunciado de un
ideal pedagógico: la colonia debía
ser borrada de la sociedad política,
más los tristes ecos de la colonia
igualmente era preciso extirparlos
del método educacional.»14
Como vemos, los actuales debates sobre el llamado «neoco-
lonialismo cultural» cuentan con
una larga tradición. Escribía Agosti en 1962:
Ahora nos aflige un nuevo
colonialismo que trata de
mudar la condición de las
clientelas esenciales, de quienes se nutre y a las cuales se
dirige la literatura. Los mecanismos modernos de
adulteración del alma nacional de nuestros pueblos son
ahora no diré más sutiles,
pero sí más eficaces […] La
civilización de la coca-cola se
ofrece de esta manera como
el símbolo y la cima de una
vasta operación que procura desnacionalizarnos, abolir nuestros rasgos distintivos
y uniformarnos en la supeditación a una metrópoli que
usa de otras mediaciones en
cambio de los suntuosos virreyes españoles.15
Si la Reforma de 1918 era un claro síntoma del desencuentro entre
la universidad y la realidad social de
aquel entonces ¿cómo no pensar
que la actual «hora americana» reclama igualmente una profunda
transformación educativa?
Hay dos ideas fuertes sostenidas
por Agosti que nos parecen cen-
trales para pensar una transformación educativa profunda. En primer lugar, la idea de que toda reforma educacional tiene un sentido político, más allá de la mayor o
menor participación de los equipos
pedagógicos en ella. Y en segundo
lugar, que toda reforma educacional debe ser total, si se comprende
la educación como una tentativa
pedagógica inseparable de la formación de la ciudadanía para la vida
nacional. En este sentido educación
debe entenderse como la formación integral del ciudadano como
ser social, a diferencia de la instrucción que consiste particularmente en
el conocimiento de un oficio. Escribía Agosti en 1947:
Necesitamos una escuela política para la formación política del ciudadano en la unidad del ciclo educativo. Política quiere decir en este caso
formación responsable del
ciudadano, lo cual equivale
a robustecer la conciencia civil de las masas para los deberes que le competen en el
gobierno de una democracia estable […] Cuando el
ideal educativo se tuerce hay
que atinar a enderezarlo con
bruscos golpes de política
[…] Por haber proclamado
Marinello, Juan «El homenaje a la continuidad», (En el cuarenta aniversario de la Reforma Universitaria) en Sader, Emir; Aboites,
Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria. Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 277.
14
Agosti, Héctor P., Cuaderno de Bitácora, Buenos Aires: Lautaro, 1965, p. 134.
15
Agosti, Héctor P., Cuaderno de Bitácora, Buenos Aires: Lautaro, 1965, p. 83.
13
26
ese ideal educativo, la Reforma Universitaria desnudó en
1918 el sentido de la crisis
argentina, que era una crisis
social-política y por lo tanto
también educacional.16
Claro que no son pocos quienes
se escandalizan cuando se habla de
una «escuela política», y eso es uno
de los principales y nefastos méritos de nuestros sistemas políticos.
Pero a la distancia, podemos apreciar que justamente una de las limitaciones del movimiento reformista
de 1918 fue no haber comprendido la lucha de clases en toda su dimensión, algo que hoy, con casi cien
años más de experiencia, podemos
ver con mayor claridad. Los lemas
de justicia social y de antiimperialismo levantados por la Reforma
del 18 eran planteados en clave de
«generaciones históricas» y no en
relación a divisiones sociales más complejas. En palabras de Marinello:
Parece útil enfatizar sin descanso que la universidad es
parte de la nación y reflejo
por tanto de sus elementos
formativos […] Sin estudiar
con rigor el modo en que se
expresan en las aulas superiores los intereses de las
fuerzas que pugnan por regir la vida nacional, toda actividad reformista puede ser
una gestión descaminada.
No olvidemos que en toda
cuestión educacional subyace un forcejeo político y, en
lo más hondo, una cuestión
de clase.17
Cuando con el correr de los años
el movimiento reformista comienza a fracturarse entre quienes sólo
aspiraban a una transformación
pedagógica y quienes, desde posiciones más de izquierda, concebían
la Reforma Universitaria como
parte de un proceso de liberación
nacional, la cuestión generacional
dejó de prestarse como una herramienta explicativa adecuada.18 Esta
división, se hace más evidente
cuando años más tarde la proliferación de universidades privadas
complejizó y echó luz a la vez sobre este panorama.
En la Argentina la discusión estalló cuando una iniciativa gubernamental autorizó a las universidades
privadas a dar patentes profesionales en 1958 mediante la sanción
de la Ley 14557. No faltaron quienes argumentaron que la medida
representaba un cambio «democrático» porque permitía a todos crear
una universidad a la medida de sus
necesidades. En este sentido, el juicio de Agosti al respecto nos resulta nuevamente ilustrativo (y actual):
Si bajamos el debate de las
nubes de la abstracción y lo
situamos en el concreto caso
argentino, veremos que sólo
dos fuerzas están económicamente habilitadas para enfrentar a la universidad del
pueblo: la iglesia por un
lado, los monopolios imperialistas por el otro [...] Y ya
se ve que la libertad de enseñar no es lo que aquí está
en juego, sino el cercenamiento progresivo de las
potestades del estado laico.19
En el mismo tono lo denunció
Marinello:
Aunque en las universidades
oficiales se agazapan, por las
razones apuntadas, fuertes
ingredientes reaccionarios,
tales documentos encuentran en las universidades privadas más libertad de movimiento y acción. Muchas
universidades religiosas de
las establecidas recientemente en la América Hispánica
Agosti, Héctor P., Cuaderno de Bitácora, Buenos Aires: Lautaro, 1965, pp. 133-134.
Marinello, Juan «El homenaje a la continuidad», (En el cuarenta aniversario de la Reforma Universitaria) en Sader, Emir; Aboites,
Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria. Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 278.
18
Hemos tratado el tema en el capítulo V de Massholder, Alexia, El partido comunista y sus intelectuales. Pensamiento y acción de Héctor
P. Agosti, Buenos Aires: Ediciones Luxemburg, 2014.
19
Agosti, Héctor P., Para una política de la cultura, Buenos Aires: Ediciones Medio Siglo, 1969, p. 173.
16
17
27
no ocultan su condición de
centros selectos, «distinguidos», encargados de formar
«líderes de la sociedad», ya
sabemos en qué sentido y
con qué intención.20
Y en una sociedad dividida en
clases, la escuela pública siempre
será instrumento ideológico de las
clases dominantes, como ya planteó Aníbal Ponce:
El concepto de la evolución
histórica como un resultado
de las luchas de clase nos ha
mostrado, en efecto, que la
educación es el procedimiento mediante el cual las clases dominantes preparan en la mentalidad y
la conducta de los niños las condiciones fundamentales de su propia
existencia. Pedirle al Estado
que se desprenda de la escuela es como pedirle que se
desprenda del ejército, la
policía o la justicia. Los ideales pedagógicos no son creaciones artificiales que un pensador descubre en la soledad y que trata de imponer
después por creerlos justos.
Formulaciones necesarias de
las clases que luchan, esos
ideales no son capaces de
transformar la sociedad sino
después que la clase que los
inspira ha triunfado y deshecho a las clases rivales. La
clase que domina materialmente es la que domina también con su moral, su educación y sus ideas.21
Partiendo de un acuerdo en la
cuestión de fondo con su admirado Ponce sobre la necesidad y las
posibilidades de la transformación
en la educación, Marinello señala
muy acertadamente que los cambios educativos son parte esencial
de los procesos revolucionarios y
que la lucha por los mismos no
debe ser relegada hasta la obtención del objetivo final:
Es innegable que al cambiar
profundamente la estructura del Estado cambiará por
la raíz la universidad; pero
ello no puede significar un
entendimiento mecánico de
la cuestión y, en su virtud, la
plácida espera de la mutación determinante. Por el
contrario, –y en ello la Reforma señala pautas–, lo justo y urgente es la organiza-
ción de una lucha amplia,
popular, en que gravite, sobre los problemas concretamente universitarios, la idea
de enfocarlos como parte de
la transformación estructural que la época reclama en
la ordenación económica y
en el desarrollo democrático consiguiente.22
En este sentido no sólo las formas de gobierno en la universidad inciden en su accionar democrático. Es necesario también, facilitar el acceso a ella de los sectores populares. Como escribiera
Agosti: «La Universidad carecería
de sentido, seguiría siendo cuerpo
extraño en el status nacional, si
volviera la espalda a esta realidad
concreta y a esta aspiración que las
masas populares argentinas alientan
expresivamente».23
Recuperar cierto legado de la Reforma, puede ser entonces un buen
punto de partida para pensar la universidad actual. Porque la Reforma no se limitó a los años de su
explosión primera. Su ideario continuó expandiéndose por todos los
rincones del continente en décadas
sucesivas. Y si esto fue posible,
20
Marinello, Juan «El homenaje a la continuidad», (En el cuarenta aniversario de la Reforma Universitaria) en Sader, Emir; Aboites,
Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria. Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 279.
21
Ponce, Aníbal, Educación y lucha de clases, Buenos Aires, Ediciones Luxemburg, 2014, pp. 269-270. El destacado es nuestro.
22
Marinello, Juan «El homenaje a la continuidad», (En el cuarenta aniversario de la Reforma Universitaria) en Sader, Emir; Aboites,
Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria. Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 278.
23
Agosti, Héctor P., Para una política de la cultura, Buenos Aires: Ediciones Medio Siglo, 1969, p. 163.
28
parafraseando a Agosti, si la Reforma ha podido perdurar como realidad política, como impulso ideológico y como problemática educacional, ello se debe en primer término a su capacidad de modificarse y corregirse, de ponerse a tono
con la realidad cambiante, elevarse
por sobre los dogmas momificados y convertir en vivencias sociales su teoría de acción.24
En aguda observación, Marinello supo recuperar críticamente el
legado reformista reconociendo
sus limitaciones, pero afirmando
que «cuando un movimiento mantiene erguido relieve a través de
los años y luce tercas sustancias vigentes, es que supo traducir en su
día necesidades y apetencias capitales. De otro modo, no estaríamos
recordando la Reforma.»25
Y agrega a continuación:
El triunfo del espíritu de
Córdoba –en sus más hondas implicaciones–, significa mudar radicalmente la
naturaleza y la orientación de
la docencia superior y adecuarlas a los dictados de una
etapa liberadora, democrática y progresista. El combate persistente a la Refor-
ma es la señal de su corrección, y también el compromiso de serle fiel dentro de
las nuevas circunstancias.
La proyección del
pensamiento emancipador
en los debates actuales
Si toda nuestra pedagogía, a
partir de Echeverría y culminando en la doctrina educacional de Sarmiento, es
una actitud política antes que
una dicción puramente pedagógica ¿a qué tanto escándalo porque los estudiantes
quieran hacer política en la
Universidad? La Universidad tiene que convertirse en
un centro de elaboración
democrática de los grandes
problemas de la vida nacional [...] De aquí surge una
premisa fundamental: la política de la Universidad tiene
que basarse en las transformaciones estructurales que
reclama la sociedad argentina. Héctor P, Agosti26
La ciencia y la experiencia
nos dicen que se guarecen en
la universidad, con muy fuertes agarres, los criterios rectores de las fuerzas más regresivas de la nación. Para
que tal ocurra hay razones
considerables y cuantiosas:
arrastres encarnizados en que
sobreviven tradiciones negativas de tipo colonial y esfuerzo sostenido de oligarcas y cómplices del imperialismo, para formar técnicos
y voceros de su interés.
Juan Marinello27
El breve raconto realizado por
algunas de las ideas fuerza de pensadores que han reflexionado sobre la educación en general y sobre
la universidad en particular desde
una perspectiva político-educativa
que parte de entender a la formación universitaria como un aspecto
de enorme importancia de los
procesos de emancipación de los
pueblos, nos permite realizar algunas reflexiones sobre los desafíos que
enfrentamos en la actual coyuntura.
Coyuntura compleja en donde los
procesos más avanzados de la región deben enfrentar las nefastas
consecuencias de las reformas estructurales implantadas bajo la hegemonía del neoliberalismo. Como
Agosti, Héctor P., Para una política de la cultura, Buenos Aires: Ediciones Medio Siglo, 1969, p. 146.
Marinello, Juan «El homenaje a la continuidad», (En el cuarenta aniversario de la Reforma Universitaria) en Sader, Emir; Aboites,
Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria. Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 277.
26
Agosti, Héctor P, Para una política de la cultura, Buenos Aires: Ediciones Medio Siglo, 1969, p. 162.
27
Marinello, Juan «El homenaje a la continuidad», (En el cuarenta aniversario de la Reforma Universitaria) en Sader, Emir; Aboites,
Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria. Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 278.
24
25
29
llama la atención Jaime Caycedo:
«Los saberes de la emancipación en
condiciones complejas resultan ser,
necesariamente, complejos. Ante
todo porque la razón de la complejidad está en la estructura misma
de la totalidad social».28
Esto es así ya que, sobre todo en
la década del 90, esgrimiendo la racionalidad técnica de una supuesta
«modernización» se justificaron, y en
muchos casos se continua haciendo, las políticas de ajuste, el recorte
del gasto público y social, las restricciones a los derechos conquistados históricamente por el movimiento obrero y la flexibilización
laboral como contrapartida de una
modernización productiva que sólo
puede gozar una porción reducida
de la sociedad.
Como dice Atilio Boron:
Al hablar de barbarie economicista me refiero, por ejemplo, al individualismo metodológico que pesa sobre
algunas teorías y ciertos
enfoques metodológicos
que, en consonancia con las
premisas de la economía
neoclásica, consagran la desaparición de los actores colectivos (no por casualidad,
las clases sociales, los sindicatos, las organizaciones po-
pulares, etc.) y la elevación
del formalismo matemático al sitio de inapelable criterio de validez de los argumentos sociológicos.29
La educación pública, y con ella,
la universidad pública, no ha sido
ajena a este proceso en donde prevaleció el imperativo económico.
Los continuos ajustes sobre el gasto público, tuvieron a la educación
conjuntamente con la salud y la vivienda como algunos de sus blancos más precisos. En el ámbito educativo tanto la reducción de las partidas presupuestarias, y consecuentemente la pauperización de las
asignaciones salariales docentes y no
docentes, como el deterioro del
servicio educativo, su progresivo y
constante vaciamiento de contenidos científicos de calidad, y la pérdida del sentido en el trabajo cotidiano en las aulas, no son otra cosa que
la expresión más visible del proceso de mercantilización al que se halla sometida la educación pública.
Así, la educación, regulada por las
leyes del mercado se fue convirtiendo en un valor de cambio a ser negociado «libremente» en el proceso
de compra-venta del conocimiento
desvirtuando su sentido social.
En este contexto, en las Ciencias
Sociales una tradición que había
sido protagonista en las décadas del
60 y 70 del siglo XX, la del pensamiento social crítico latinoamericano, entendiendo al mismo como un
pensamiento cuestionador de las
estructuras sociales y de los mecanismos de dominación vigentes,
sufrió a partir de los 80 un importante retroceso.
Tras las premisas del pensamiento neoliberal, basadas en instituir a los actores individuales
como los únicos sujetos relevantes
de la vida social, los actores colectivos, que fueron objeto privilegiado de atención durante largo tiempo en las Ciencias Sociales, se encontraban en gran medida relegados, sobre todo del mundo académico institucionalizado.
De esta forma, la hegemonía alcanzada por la proliferación de corrientes teóricas dominadas por una
visión conservadora y fuertemente
pragmática del saber y del poder,
se torna dominante provocando un
verdadero «desalojo académico»
para las corrientes más críticas de las
Ciencias Sociales en el continente.
La preeminencia de los actores
individuales, analizados por investigadores que sustentan sus blasones de objetividad en la distancia
con lo estudiado y una supuesta
apoliticidad de sus posturas, atravesó fuertemente la producción de
Caycedo, Jaime, «Procesos emancipatorios en condiciones complejas: La lucha por la unidad popular en Colombia», en Ceceña, Ana
Esther (comp) De los saberes de la emancipación y de la dominación, Buenos Aires: CLACSO 2008, p. 217.
29
Boron, Atilio, Consolidando la explotación. La academia y el Banco Mundial contra el pensamiento crítico. Córdoba: Editorial Espartaco,
2008. p.81
28
30
conocimiento en los 90 y lo continúa haciendo más allá, muchas veces, de las corrientes a las que dicen
adscribir.
De esta forma, en gran medida
en el ámbito universitario, se genera un proceso en el cual:
La carrera no es sino el tiempo que hay que esperar para
que la esencia se realice. El
ayudante es prometedor;
maestro es promesa realizada, ha pasado ya sus pruebas. Todo ello concurre a
producir un universo sin sorpresas y a excluir a los individuos capaces de introducir otros valores, otros intereses, otros criterios en relación con los cuales los antiguos resultarían devaluados,
descalificados.30
Ante los efectos de esta ofensiva neoconservadora cuya huella,
como decíamos, permanece visible en mayor o menor medida,
salvo honrosas excepciones, en la
mayoría de los sistemas educativos del continente, es necesario
llevar adelante un proyecto alternativo de acción. Este debe articularse en un marco más general
de defensa y transformación de
la educación pública en todos sus
niveles e integrarse en una perspectiva que, compartida por los
distintos sectores del trabajo, se
30
oriente y colabore en la construcción de una sociedad más libre y
democrática.
En la situación actual, la universidad tiende a promover profesionales con una formación unilateral con escasa integración de los
contenidos cognitivos y técnicos de
su disciplina con la comprensión de
sus implicancias sociales.
Desde las propuestas neoconservadoras se intenta desde distintos
sectores, asignar a la universidad
pública un papel subordinado y discriminador través de la degradación
del ciclo de grado.
Las carreras universitarias se distinguen de la mera formación técnica por el énfasis universalista que
deben producir, formación que
permita comprender al conocimiento específico en relación con
los problemas generales del conocimiento, su historicidad y a las implicancias sobre el desarrollo de la
sociedad y el individuo. En tanto la
universidad pública no se sostenga
en el acceso a lo universal resultará
un conjunto de estructuras académicas sometidas a las demandas
puras del mercado como sucede
con las universidades privadas que
envían a sus estudiantes como pasantes, (mano de obra no remunerada) a realizar tareas en empresas
con la excusa de que adquieran experiencia laboral. «Experiencia» obviamente orientada a las necesidades de las empresas.
Al considerar las transformaciones operadas tanto en el ámbito de
la producción como las deficiencias del modelo formativo hasta
hoy existente, la misión actual de la
universidad pública en el ámbito de
la política de formación pasa por
definir las prioridades políticas, en
una perspectiva de democratización
del acceso a una educación superior de calidad.
Una política académica acorde a
las necesidades de los procesos de
transformación e integración regional que se está viviendo en buen
parte de nuestro continente debe
articular la excelencia científico-técnica renovada en un enfoque interdisciplinario, con la discusión política sobre sus impactos sociales. Para
esto es preciso elevar la productividad del trabajo universitario, no
por medio de controles técnicoburocráticos, selectivos y formales,
sino a partir de una política de reorganización productiva que apunte
a frenar el vaciamiento académico
y el drenaje de recursos humanos.
La atención y la acción deben centrarse en incrementar la calidad de
la enseñanza de los ciclos masivos,
calidad que se construye en el cruce
de la validez científica con los valores sociales y la eficiencia técnica con
la democracia institucional en su
funcionamiento interno.
Estos aspectos resultan claves, por
ejemplo, en la República Argentina
ante el incremento de la matrícula y
Bourdieu, Pierre, Homo academicus, Buenos Aires: Siglo XXI editores, 2008, p. 199.
31
de las instituciones de Educación
Superior con una fuerte presencia de
nuevas Universidades Nacionales.31
En el año 1960, la matrícula de
estas instituciones era de 159.643
alumnos pasando en el año 2009 a
1.650.150 alumnos. A su vez la cantidad de instituciones se incrementó de la siguiente manera:
Expansión del sistema
universitario argentino
Periodo
1955
1956-1970
1971-1976
1977-1982
1983-1996
1997-2011
Instituciones existentes
6
10
26
28
40
56
Fuente: CONEAU – Memoria 1996-2011
Ministerio de Educación
Para esto, entendemos que es
necesario garantizar entre otras cosas: el ingreso irrestricto, la generalización de becas y ayuda económica, el aumento presupuestario, si
bien en el año 2006 comenzó a regir la Ley Nº 26.075 de Financiamiento Educativo que establece un
aumento en el gasto consolidado
(incluyendo también al nivel provincial) destinado a educación, ciencia y tecnología, del 4 al 6% del producto bruto interno (PBI) y la mo-
dificación de los planes de estudio.
La pretendida subordinación de
la universidad a la lógica del mercado, se traduce no solo en las demandas de capacitación específicas,
sino también -y quizás con mayor
fuerza- en la orientación de una
política científica y tecnológica tendiente a satisfacer las necesidades de
la producción y a maximizar la rentabilidad de capital.
En contraposición con este proyecto es necesario orientar un proceso que logre superar las limitaciones y controles de los grupos de
presión y poder hegemónicos. De
esta manera, las políticas de promoción científica y tecnológica,
como así también las de transferencia social de los productos de investigación, tendrán que rearticularse en función de aquellas áreas que
con un sentido social se definan
como prioritarias y estratégicas en
función de los intereses mayoritarios.
Esto supone:
1- Revalorizar a la universidad
como uno de los centros medulares de la discusión y difusión del
conocimiento científico.
2- Potenciarla como centro
orientador de la investigación y el
desarrollo científico y técnico nacional según las necesidades globales de cada país y a la integración
política, económica y cultural, y no
solo en función de las demandas
del mercado.
3- Apuntalarla como uno de los
factores que contribuyan a modelar el mercado de trabajo y conocimientos y la oferta y distribución
de saberes y tecnologías.
Este es un proceso que no puede aislarse del proceso de reestructuración económica que se ha verificado a escala general. La reducción del gasto que recurrentemente enfrentan las universidades, es
resultado, en última instancia, del
agotamiento de las fuentes de financiamiento tipo, consecuencia a
su vez de la pugna de los capitales
particulares por los excedentes de
la renta.
El nudo de la cuestión no radica
entonces con exclusividad en la redistribución del gasto, sino sobre todo
en el cuestionamiento de la estructura de obtención de los recursos.
En este sentido, debemos exigir
una profunda reforma del sistema
tributario. Un sistema impositivo es
útil y socialmente beneficioso cuando se basa más en el rédito que en
el consumo. Sin embargo en nuestro país, podría decirse que el recurrente problema del déficit fiscal es
la expresión de sucesivas políticas
que han buscado socializar los costos de la reconversión capitalista, sin
afectar la tasa de ganancia de los
grandes grupos económicos.
Por esto se vuelve imprescindible
luchar por una reforma impositiva
que grave a los grandes capitales y a
31
Sobre este tema resulta interesante ver el video de la Conferencia de Eduardo Rinesi cuando era Rector de la Universidad Nacional
de General Sarmiento en el CEFMA. Disponible en la página web del CEFMA.
32
las ganancias de las empresas privatizadas.
Por último es preciso sostener el
criterio de rentabilidad social, es
decir, la relación costo social- beneficio social, por sobre el criterio
de costo beneficio propio de la rentabilidad privada. Esta es una de las
claves para defender el sostenimiento económico de los espacios públicos como la universidad por
parte del estado.
No podemos dejar de tener en
cuenta, como decíamos anteriormente, que los modelos de extensión universitaria prescriptos por las
políticas neoliberales intentan limitar la misma a cierto desarrollo y
prestación de servicios para los sectores de la industria privada. Se pretende así que el vínculo entre la comunidad y las universidades este
mediatizado por la mera rentabilidad económica, así como el presentar una serie limitada de alternativas de acción comunitaria para
quienes actúan en los ámbitos académicos siempre vinculados a los
requerimientos inmediatos del sector privado.
Más allá de esta mercantilización
que esto ha producido en las políticas de extensión y, más allá de ciertas interpretaciones asistenciales (extensionistas) que recomiendan «extender» productos cerrados unidireccionalmente de la universidad a
la comunidad, una propuesta no
empresarial ni extensionista debe
constituirse en uno de los pilares
desde donde construir un nuevo
modelo universitario. En palabras
de Agosti:
«abrir la universidad al pueblo» -no dejará de ser una
frase ampulosa mientras no
se aseguren las condiciones
materiales que hagan posible
la frecuentación de las aulas a
quien debe trabajar ocho o
diez horas diarias para ayudarse a sí y a los suyos. En
esto, como en otras cosas, se
trata del salto de la democracia
formal a la democracia real. […]
el acercamiento de la Universidad al pueblo no puede reducirse a esa «extensión universitaria» con que a veces
alargaba una mano paternal
a las poblaciones perdidas.
No, esas migajas de la cultura no resuelven el problema.32
En el mismo sentido, Marinello
expresaba:
Es tan erróneo imaginar que
la dirección revolucionaria
cabe a la Universidad como
sostener que no es útil conquistarla para la común obra
libertadora. […] La Refor-
ma proclamó que «hay que
llevar la universidad al pueblo». La consigna es justa;
pero sobre ella debe regir
esta otra: «Llevar el pueblo
a la universidad» […] Para
«llevar el pueblo a la universidad», en el sentido que decimos, lo primero será posibilitar que en sus aulas tenga expresión el pensamiento progresista dirigido a propiciar soluciones acertadas
en los problemas vitales de
la nación. […] Pero no sólo
debe estar en la universidad
el pueblo en su inquietud y
en su necesidad. Debe estar
también físicamente.33
En tal sentido, dicha política deberá reorientar las acciones de extensión universitaria a la promoción
y creación de espacios culturales y
políticos. Allí se articularían las organizaciones sociales intermedias de
la comunidad con quienes actúan
en el medio universitario, con el fin
de elaborar estrategias de acción que
permitan el enriquecimiento y
aprendizaje mutuo.
El necesario vínculo que la universidad debe tener con los ámbitos productivos, debe ser planteado en términos no estrictamente
instrumentales, donde el capital se
Agosti, Héctor P., Para una política de la cultura, Buenos Aires: Ediciones Medio Siglo, 1969, pp. 163-165. El destacado es nuestro.
Marinello, Juan «El homenaje a la continuidad», (En el cuarenta aniversario de la Reforma Universitaria) en Sader, Emir; Aboites,
Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria. Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 279.
32
33
33
sirva de los productos y servicios
académicos, sino que debe servir
también para que los sectores del
trabajo se apropien de un espacio
que les pertenece y de los que continúan en gran medida excluidos:
las universidades públicas.
Frente a un modelo privatista y
excluyente, es preciso avanzar, en
el ámbito de la educación superior,
en una reconceptualización del valor de lo público. Como señalamos,
la existencia del espacio público
constituye la posibilidad de orientar procesos sociales por medio de
determinaciones políticas y no solamente por la lógica de la rentabilidad. La política universitaria no
puede por lo tanto contentarse con
reclamar mejor trato en la distribución presupuestaria a cambio de
mejorar los «productos» que envía
al mercado: lo político en la universidad pública estriba en la posibilidad de decidir el sentido de la
formación como una forma de
incidir en el curso del desarrollo
social.
Reconstruir la universidad como
concepto formativo e institucional,
como ámbito para la formación
masiva de amplios sectores de la
población, implica pensar no desde las insuficiencias de un modelo
en crisis, sino de un modelo propositivo que debe perfilarse en la
discusión democrática de los claustros y en un amplio debate con la
sociedad en su conjunto.
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Ponce, Aníbal (2014) Educación y lucha de clases. Ediciones Luxemburg, Buenos Aires.
34
INVASIÓN ESTADOUNIDENSE, AYER Y HOY
¿Reconoce Estados Unidos la soberanía
argentina sobre Malvinas? 1
por Pablo José Reid*
Introducción
Cada enero se recuerda la invasión británica a las islas Malvinas que
significó la usurpación de la soberanía argentina sobre las mismas.
Desde entonces quienes se ocupan
de seguir históricamente esta temática pueden registrar los numerosos reclamos hechos por la Argentina ante el gobierno británico desde los tiempos del Gobernador de
Buenos Aires a cargo de las Relaciones Exteriores Juan Manuel de
Rosas, a través de su embajador
Manuel Moreno, hasta las resoluciones de la ONU de 1965, pasando por los gobiernos de los presidentes Roca, Yrigoyen, Perón, Illia,
María Estela de Perón y más recientemente los reclamos llevados
adelante por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Esto sin olvidar las gestiones amigables del
Ministro de Relaciones Exteriores
Torcuato Di Tella durante la presidencia de Carlos Menen.
Mención especial merece la salida bélica de 1982 donde casi un
millar de jóvenes argentinos fueron
sacrificados por la última Dictadura Militar 3.
Así, sin duda, la responsabilidad
de la usurpación y destinatario del
reclamo, recae con toda verdad en
el Reino Unido de la Gran Bretaña.
Pero debe recordarse que el primer agresor de las islas Malvinas,
luego de la independencia de la Argentina no fue Gran Bretaña, sino
Estados Unidos, que atacó y destruyó las instalaciones de Puerto Soledad el 31 de diciembre de 1831.
De esta forma vale señalar históricamente cual ha sido la posición
de Estados Unidos frente al derecho soberano argentino sobre los
tres archipiélagos del Atlántico Sur
(Malvinas, Georgias y Sandwich
del Sur) y formular una preguntahipótesis: ¿Reconoce Estados Unidos la soberanía argentina en las islas Malvinas?
No es pretensión de esta exposición hacer una impactante ponencia sobre el tema en los párrafos
siguientes, sino repasar situaciones
que intentarán responder a la inquietud a partir de la revisión y comentario de fuentes conocidas y la interpretación de algunos hechos.
En cuanto a la bibliografía, además de textos recientes, fuentes periodísticas, páginas web y fuentes
de archivo, se ha querido recurrir y
citar algunos clásicos de la historiografía argentina y latinoamericana,
centralmente para demostrar que
las advertencias sobre la verdadera
posición de Estados Unidos frente
a Malvinas no es un hallazgo político- ideológico de los últimos 20
años, sino que viene de antiguo, por
lo menos en el siglo XX.
Es importante aportar una interpretación de esta problemática debido a que la Argentina ha sido hasta
ahora ambigua frente al rol que
Estados Unidos tiene o puede tener en esta cuestión y también es
bueno aclarar la situación para los
argentinos que suponen cándidamente que Estados Unidos mediará
alguna vez a favor de Argentina en
esta controversia con Gran Bretaña.
Malvinas, 31 de diciembre
de 1831
Ese día los habitantes de Puerto
Soledad se agolpaban rutinariamente en el puerto. Una corbeta anclaba enarbolando pabellón francés.
Amablemente el capitán invitaba
a las autoridades de Puerto Soledad
1
Una ponencia con una síntesis de este ensayo ha sido presentada en la VI Jornada de Historia del Centro Cultural de la Cooperación
y Congreso Internacional de ADHILAC realizada entre el 6 y 7 de julio de 2015.
2
Licenciado en Historia (Universidad Nacional de Luján) y Profesor en Historia (I.N.S.P. Joaquín V. González). Responsable del
CEFMA sede Morón.
3
La última Dictadura Cívico Militar Argentina transcurrió entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983. Hizo de la causa
de Malvinas una herramienta para perpetuarse en el poder por medio de una operación militar que derivó en una desastrosa guerra para
la Argentina cobrando la vida de casi un millar de jóvenes de todo el país. N. de A.
35
a abordar la nave con motivo de
las festividades del año nuevo, sin
embargo cuando esto ocurrió el
pabellón francés fue arriado y reemplazado por otro estadounidense
y el capitán se identificaba como
Silas Duncan de la U.S. Navy Lexington y los arrestaba acusándolos de
piratería y declarando a las islas “libres de todo gobierno” y que estas
pertenecían “al mundo”4.
Los arrestados fueron maltratados y luego desembarcaban tropa
y apresaban a “veinticinco pobladores, puso centinelas en las costas,
clavó los cañones, inutilizó la pólvora y las pocas armas que halló,
arrasó las huertas, vació los almacenes y luego saqueo las casas particulares. Después desalentó a los
pobladores a seguir viviendo allí
ofreciendo pasajes a Montevideo en
su corbeta”5 .
El 3 de febrero desembarcaba a
los “pasajeros” en esa ciudad y continuaba viaje a Río de Janeiro, hogar
de la flotilla estadounidense del Atlántico Sur6. Allí su comandante, el
comodoro George Rodgers finalmente decidió devolver los “prisioneros engrillados” a Buenos Aires.
Cuando el hecho fue conocido
en Buenos Aires, el gobernador de
la Provincia, Juan Manuel de Rosas
a cargo de las relaciones exteriores
de la Confederación Argentina, se
pronunció enérgicamente.
“…Pero, ciudadanos, es tan imposible que el Gobierno de Washington apruebe tales atentados,
como el que los tolere en silencio
vuestro gobierno. Aquel conforme
a los principios de moderación y
justicia que lo caracteriza, dará, no
lo dudéis, una satisfacción correspondiente a la dignidad de las dos
Repúblicas…”7.
Pero… ¿por que un buque de
guerra de Estados Unidos había
protagonizado esta drástica acción?
El origen
El 10 de junio de 1829 el gobernador interino de Buenos Aires,
Martín Rodríguez8, había designado gobernador de las Islas Malvinas al comerciante hamburgués
Luis Vernet y por decreto establecía que se delegaba “en su persona toda la autoridad y jurisdicción
al efecto”. Sobre la base de un escrito anterior dirigido por Vernet
al entonces gobernador Manuel
Dorrego (1827-1828) agregaba
que:
“…la España tenía una posesión
material de las Islas Malvinas y de
todas las demás que rodean al Cabo
de Hornos…que formaba el virreinato de Buenos Aires de cuyo gobierno dependían…el gobierno de
la República en la sucesión de todos los derechos que tenía a la antigua metrópoli… ha seguido ejerciendo actos de dominio en dichas
islas, sus puertos y costas…
Art 1º: Las Islas Malvinas… serán regidas por un comandante
político y militar, nombrado inmediatamente por el gobierno de la
República.
Art 2º. La residencia del Comandante… será la isla Soledad…
Art 3º. El Comandante…hará
observar por la población de dichas islas, las leyes de la República,
y cuidará en sus costas de la ejecución de los reglamentos sobre pesca de anfibios…”9
Ya en ejercicio de sus funciones
en las islas disponía reglamentar la
Luzzani Telma, (2012), Territorios Vigilados, Buenos Aires, Ed. Debate, p.p 420 y 421
Tomado de archivo por Carlos Segretti. Ver: Segretti Carlos, (1982), Tres Archipiélagos Argentinos: Malvinas-Georgias-Sandwich,
Córdoba, Ed. Tapas, p.p 82
6
Práctica adoptada de la marina británica que poseía apostaderos en distintas partes del mundo conocido mediante convenios con los
países anfitriones. N. de A.
7
Segretti Carlos, Ob. Cit, p.p 83 y 84.
8
Por ese tiempo Buenos Aires vivía la zozobra de la guerra civil tras el derrocamiento y fusilamiento del gobernador titular Manuel
Dorrego en diciembre de 1828. N. de A.
9
Segretti Carlos, Ob. Cit, p.p 71 y 72.
4
5
36
captura de lobos marinos, caza de
ballenas y pesca en el entorno de
las Islas para preservar la riqueza
marítima en riesgo debido a la excesiva persecución10. Específicamente Vernet establecía que:
“la resistencia les expondrá a ser
presa legal de cualquier buque de
guerra perteneciente a la República
de Buenos Aires…”11 .
Barcos de diversas nacionalidades
acataron las medidas oficiales, pero
tres barcos estadounidense no. La
goleta “Harrier” y las fragatas
“Breakwater” y “Superior”, fueron
detenidas entre julio y agosto de 1831
a fin de labrarles las infracciones por
piratería y establecer las multas correspondientes en Buenos Aires.
Estando estas ancladas en Puerto Soledad, a la “Superior” se le
permitió continuar trabajando
en el Pacífico Sur en espera de las
resoluciones de Buenos Aires,
mientras que la “Breakwater” se
las arregló para huir con rumbo a
su patria.
Finalmente el 20 de noviembre
de 1831, la goleta “Harrier” arribaba a Buenos Aires transportando a su tripulación y capitán, la carga incautada y al mismo Vernet con
su familia y otros malvinenses.
Conocidos los incidentes el cónsul estadounidense George S. Slacum (nombrado en junio de 1831
en reemplazo del fallecido Encargado de Negocios John Forbes),
protestó enérgicamente ante el gobierno de Buenos Aires exigiendo
el apresamiento de Vernet por piratería a la vez que:
“Negaba al gobierno de Buenos Aires autoridad para imponer restricciones en lo más mínimo a los ciudadanos de los Estados Unidos, que se ocupen en este
tráfico…12 .
Al no obtener satisfacción no
vaciló en ordenar al capitán Silas
Duncan de la corbeta Lexington,
anclada en Buenos Aires, atacar
Puerto Soledad. Así este dejaba
Buenos Aires el 7 de diciembre de
1831 para asaltar Puerto Soledad
el 31 del mismo mes.
Enojosas negociaciones
Después del ataque comenzó el
reclamo argentino, pero este no fue
atendido, ni se produjo desagravio
alguno. De hecho Vernet fue considerado siempre pirata (invirtiendo
así la acusación de piratería) y las
Malvinas reconocidas como… colonia española (eso si abandonada)
como mínimo. En efecto, Estados
Unidos no reconoció la soberanía
de Buenos Aires, es decir la Confederación Argentina, sobre las islas,
así el presidente Jackson nombraba en 1832 a Francis Baylies encargado de negocios en Buenos Aires y el secretario de estado Edward
Livingston lo instruía desconociendo el decreto de junio de 1829 y que:
“el decreto es una excusa para
cometer actos de piratería”13 .
Luego afirmaba que:
“No importa que tenga o no el
gobierno de Buenos Aires un título
a la jurisdicción;… no poseen el derecho de usar de la referida… que
pueda interferir con nuestro derecho a la pesca…”14
Ya en Buenos Aires, Baylies inició negociaciones y notificó a Manuel Vicente Maza por entonces
ministro de relaciones exteriores
del gobierno de Buenos Aires tres
cuestiones.
1. ¿Tenía España derecho alguno
a las islas Malvinas, Tierra del Fuego, Cabo de Hornos e islas adyacentes en el Océano Atlántico?
2. ¿Heredó la República Argentinas ese derecho?
10
Esto no era nuevo, el primer comandante de las Islas Martin Jewet, designado por el gobernador de Buenos Aires, Martín Rodríguez,
en noviembre de 1820, distribuía entre los pescadores y cazadores una proclama en inglés y castellano sobre ese tenor y la autoridad de
Buenos Aires en las islas. Ver: Luzzani Telma, Ob Cit, p.p 418. SEGRETTI Carlos, Ob. Cit, p.p 75.
11
Segretti Carlos, Ob. Cit, p.p 75.
12
Segretti Carlos, Ob Cit, p.p 80.
13
Citado por Carlos Segretti en su obra ver: Segretti Carlos, Ob. Cit, p.p 85. Debe notarse que estas determinaciones se tomaron sobre
los informes brindados por el capitán de la nave Breakwater, quien había huido de Puerto Soledad. N de A.
14
Segretti Carlos, Ob. Cit. p.p 85.
37
3. En consecuencia ¿tenía la Argentina “autoridad para apresar y
detener buques americanos y ciudadanos ocupados en la pesca en
esos lugares?”15 .
Al autocontestarse Baylies deducía que:
“…Si pues los derechos soberanos de España a estas islas del Sud,
descendieron al antiguo virreinato
del Río de La Plata, en virtud de la
revolución; si aquel virreinato se
halla dividido en varias soberanías
independientes una de otras: ¿a cual
de estas soberanías se transferirían
estos derechos?. ¿Donde están los
títulos de la República Argentina a
ellos? ¿Dónde la exoneración de
ellos a aquella República, por las
otras naciones del virreinato?”16 .
Luego sostenía que era Argentina quien debía demostrar los derechos que le asistían sobre Malvinas.
La deducción no podía ser más
hábil, ponía en duda la pérdida de
soberanía española sobre las islas y
luego cuestionaba cual de las repúblicas emergentes del virreinato17
podía ejercer la soberanía sobre el
archipiélago sin existir un acuerdo
previo. Por ello la intervención de
Vernet era injusta y en consecuen-
cia la reacción de su país correcta.
El devenir del pleito diplomático con intercambio de notas y funcionarios continuó así ininterrumpidamente durante todo 1832,
siempre transcurriendo en torno al
sujeto soberano sobre las islas, la
legalidad de las medidas de Vernet,
la legitimidad de la agresión y las
consecuentes reparaciones.
Fue entonces que repentinamente, o no tanto, la Corona Británica tomó las islas el 3 de enero
de 1833 18 .
Ante la usurpación, el gobierno
de Buenos Aires invocó el posicionamiento de Estados Unidos en
función de las declaraciones del presidente James Monroe ante el Congreso de su país en 182319 . Sin embargo la respuesta de su gobierno
fue de silencio e indiferencia y quizás el propio discurso del presidente
Monroe daba la respuesta a esa actitud cuando en un tramo del mismo decía que:
“No hemos intervenido ni intervendremos en las colonias o dependencias de cualquier potencia
europea”20 .
Como se ha expresado antes, el
Encargado de Negocios Baylies
había dudado sobre la legitimidad
de la soberanía Rioplatense en las
Islas y como se sabe no puede respaldarse algo sobre lo que se duda.
Así, la Confederación Argentina,
antecedente jurídico directo de la
República Argentina moderna, sufría tempranamente en su historia
la agresión de Estados Unidos,
como habría de ocurrirle tantas veces a los países del continente en su
historia independiente, cuando consideró que los intereses de sus ciudadanos habían sido puestos en
riesgo o simplemente no atendidos
satisfactoriamente recurriendo para
ello a todo el peso de su aparato
diplomático, político y militar.
Negociaciones posteriores
Cita el historiador argentino cordobés Carlos Segretti que en 1854
el bergantín ingles “Express” capturó al foquero “Hudson” y al ballenero “Washington” estadounidenses que cazaban ilegalmente en
las aguas y costas malvinenses, les
instruyó causa judicial y penó con
multa monetaria. Estados Unidos
nunca se quejó por ello. ¿Significa-
Segretti Carlos, Ob. Cit. p.p 87.
Tomado por Carlos Segretti. Ver Segretti Carlos, Ob. Cit. p.p 88.
17
Si se considera los años de declaración de independencia Argentina desde 1816, Bolivia desde 1825, Uruguay desde 1828. ¿Paraguay
aunque nadie hubiera reconocido su independencia aún en 1832? N. de A.
18
El 3 de enero de 1833, el comandante Onslow de la corbeta Clío tomaba Puerto Soledad, desalojando al gobernador Pinedo y dejaba
sentada la soberanía británica sobre las Islas. N. de A.
19
Hoy conocida como «Doctrina Monroe» N. de A.
20
Tomado por Pereyra Carlos. Ver: Pereyra Carlos, (1987), El Mito de Monroe, Ed El Búho, Buenos Aires, p. 47.
15
16
38
ba ello que se reconocía algún derecho británico sobre las islas? Solo
la exposición de la historia posterior podría responderlo.
Durante el segundo gobierno de
Juan Manuel de Rosas en la provincia de Buenos Aires a cargo de
las relaciones exteriores de la Confederación Argentina, algo se intento hacer para lograr que Estados
Unidos admita la agresión perpetrada y acepte dar las reparaciones
materiales y protocolares debidas.
Así el 14 de enero de 1839 el representante de la Confederación en
Washington Carlos María de Alvear
se presentaba al entonces Secretario de Estado John Forsyth en forma personal exigiendo las reparaciones correspondientes y otra vez
por escrito el 21 de marzo sin éxito, hasta que finalmente el 4 de septiembre de 1841 el nuevo Secretario de Estado Daniel Webster contestó por escrito argumentando que
no daría respuesta definitiva a la
Confederación Argentina hasta que
esta y Gran Bretaña no dirimieran su
conflicto por las Islas Malvinas21 .
La sorprendente respuesta motivó a Alvear a comunicarse con
Rosas, pero este, aparentemente
urgido por la problemática interna
de guerra civil y las sucesivas agresiones franco-británicas, o por que
las islas no estaban después de todo
en sus prioridades de intereses y bien
podían canjearse por la deuda de
la Baring Brothers, desatendió el
problema y no sería abordado hasta
cuarenta y cuatro años después.
Aun en 1866, el embajador argentino en Estados Unidos, Domingo Faustino Sarmiento, se dirigió en nota del 6 de abril a su superior el ministro de relaciones exteriores Rufino de Elizalde pidiendo
autorización para que pudiera exigir a Estados Unidos que ese país
salude la bandera de la República a
modo de desagravio, condene claramente las conductas de Slacum y
Duncan, condene la doctrina contraria a la Argentina de Baylies, exija el pago de indemnización, pague
también a Vernet las pérdidas sufridas y se recurra al arbitraje de la
Corte Suprema de Justicia estadounidense si fuera necesario22 .
Pero nada ocurrió. Ya sea por que
en ese momento Argentina estaba
enfrascada en lo más álgido de la
Guerra de la Triple Alianza y se
sabe que las simpatías de Estados
Unidos estuvieron hacia la causa
paraguaya o bien por que el país
del norte también aun lamía sus
heridas tras la devastadora Guerra
de Secesión23 .
Recién entre 1884 y 1887 durante las presidencias de Julio A. Roca
(1880-1886) y Miguel Juárez Celman (1886-1890) el tema sería reflotado con cierta contundencia.
En enero de 1884 el ministro de
relaciones exteriores argentino
Francisco Ortiz ordenaba al embajador en Washington Luis Domínguez exigir al gobierno de ese país:
“la más solemne y completa reparación de un agravio que afecta
en lo más íntimo el honor y la dignidad de la República”24 .
Esto en referencia a las acciones
de Slacum, Duncan y Baylies entre
los años 1831 y 1832. Al principio
Domínguez dudó, pero al fin incitado por su superior, presentaba la
exigencia en septiembre de 1884 al
Secretario de Estado, que tras toda
clase de dilaciones será contestada
por el Secretario de Estado Thomas Bayard25 el 20 de julio de 1885
en los mismos términos de 1841 a
Alvear y ante el desagrado argentino entonces el presidente Cleveland
Segretti Carlos, Ob. Cit, p.p 93.
Tomado por Carlos Segretti. Ver: Segretti Carlos, Ob. Cit. p.p 94
23
La Guerra de la Triple Alianza entre Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay se extendió de 1865 a 1870 y es sabido también que
el Presidente Mitre había comprado uniformes azules de rezago a Estados Unidos. Además tenía estado de guerra civil en el interior del
país que se oponía a esa contienda y al centralismo porteño a la vez. Estados Unidos había vivido la Guerra civil entre 1861 y 1865 y se
hallaba en los comienzos de la reconstrucción del arruinado Sur. N. de A.
24
Nota del 28 de enero de 1884, tomada por Carlos Segretti. Ver: Segretti Carlos, Ob Cit, p.p 94.
25
Secretario de Estado del presidente Grover Cleveland (1885-1889). N. de A.
21
22
39
a través del mensaje al Congreso
del 8 de diciembre de 1885 asegurará que la exigencia argentina es:
“Totalmente desprovista de
fundamento…(al defender una)…
colonia de piratas”26 .
El nuevo ministro de relaciones exteriores argentino Vicente
Quesada rechazó estos términos
y volvió a insistir con la reclamación argentina.
A ello finalmente el secretario de estado Bayard respondió
el 18 de marzo de 1886 entre otras
cosas que:
“Como la nueva ocupación de
las islas de Falkland por la Gran Bretaña, en 1833, se efectuó de acuerdo con un título adquirido previamente y conservado por aquel gobierno, no se ve que la doctrina de
Monroe, invocada por parte de la
República Argentina, sea susceptible de aplicación en el caso. Por los
términos en que aquel principio de
política internacional fue enunciado,
expresamente se excluyó toda aplicación retroactiva”27 .
La situación no podía ser peor,
ya que ahora Estados Unidos admitía como legítima la ocupación
de las islas hechas por Gran Bretaña entre 1766 y 1774, con lo cual se
desconocía la de España entre ese
año y 1811 y la consecuente herencia territorial hacia Buenos Aires.
Por cierto Quesada rechazó esto
y volvió a insistir en detallada nota
en mayo de 1887 que nunca fue
contestada.
El embajador no podía estar
más desilusionado. En sus memorias decía sobre el gobierno de Estados Unidos que:
“Autocráticamente acostumbra a
proceder así en las relaciones internacionales. No observan el uso de
la diplomacia, e imprimen su voluntad porque son fuertes”28 .
Temprano reconocimiento argentino sobre la conducta de Estados Unidos en su política exterior, que generaciones posteriores
de gobernantes y dirigentes debieron haber recordado.
Quedaba claro, Estados Unidos
no reconocía la soberanía argentina en las Islas Malvinas. 55 años
después de la agresión del capitán
Duncan, consideraba a estas como
una acción “contra piratas” y por
lo tanto no encontraba ningún
motivo siquiera para disculparse.
Las doctrinas sobre el particular de
Slacum, Baylies y Bayard seguían
vigentes y no se sabe que al día de
hoy hayan sido descartadas, por lo
cual al interpretar la actitud de Washington durante la guerra de Malvinas de 1982, deberían ser reflotadas y consideradas.
Estados Unidos y la guerra
de Malvinas
Dejando de lado una historia que
se hace repetitiva en lo que quedaba de los siglos XIX y a lo largo
del XX es bueno avanzar y detenerse en el momento mas álgido
de la Argentina para obtener la soberanía efectiva de las Malvinas.
Esto es la controversia con Gran
Bretaña que tiene su instante más
tenso en la guerra de 1982 y la actitud que entonces tuvo el gobierno
de Estados Unidos.
Desde el 24 de marzo de 1976
gobernaba Argentina en forma ilegal e ilegítima una dictadura29 terrorista de Estado cívico militar.
Para 1981 su máximo órgano de
conducción, la Junta Militar, veía
que la bonanza económica de los
primeros años de la Dictadura y
los éxitos mundialistas30 de futbol
estaban lejos y por el contrario las
crecientes dificultades económicas,
Segretti Carlos, Ob. Cit, p.p 95.
Pereyra Carlos, Ob. Cit, p.p 68.
28
Segretti Carlos, Ob Cit. p.p 95.
29
Una burbuja de bienestar había hecho de los argentinos una de las sociedades más compradoras en el mundo con el famoso «deme
dos» y los depósitos financieros en dólares, que inmortalizara el director de cine Héctor Olivera con la película «Plata Dulce» N. de A.
30
Se trata de los Campeonatos Mundial de Futbol celebrado en Argentina en 1978 y Juvenil Mundial de Futbol disputado en Japón
en 1979, ambos ganados por las selecciones argentinas. N. de A.
26
27
40
el desprestigio absoluto en el mundo por las consecuencias del terrorismo de estado, la frustrada guerra con Chile para asegurar los derechos soberanos en el Canal de Beagle y el Atlántico Sur31 y el creciente descontento socio laboral32
y político estaban minando su permanencia en el poder. Entonces.
¿Cómo recuperar posiciones internas y/o externas al régimen militar
dictatorial? Allí estaba a 760 kilómetros de la costa patagónica un
viejo y querido reclamo soberano:
Malvinas.
La Junta Militar entendió que el
momento político internacional era
ideal para llevar adelante tal reclamo incluso hasta las últimas consecuencias, la ocupación armada.
Deducían que Estados Unidos apoyaría cualquier acción argentina en
el Atlántico Sur como reconocimiento por su accionar en América Central y del Sur contra la subversión marxista. A su vez a cambio de ese respaldo, una vez ocupadas las islas, Argentina ofrecería
a Estados Unidos instalar una base
en las Islas y otra en el Estrecho de
Magallanes33, con lo cual ambos
países aliados privilegiados contro-
larían la Antártida, el Atlántico sur,
Cabo de Hornos, el tráfico petrolero oriental y occidental por los
extremos de África y América respectivamente y las mismas existencias petroleras en la plataforma
marina malvinense34. Por todo ello,
finalmente, Washington impediría a
Londres cualquier respuesta armada limitándose a una protesta formal que sería derivada a ulteriores
negociaciones diplomáticas.
En consecuencia, el 2 de abril de
1982 se produjo la ocupación de
Puerto Stanley/Argentino, por una
fuerza expedicionaria anfibia argentina dando así comienzo a una guerra que duraría dos meses y medio.
El teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri, entonces presidente
de facto y la Junta Militar estaban
convencidos que el presidente
Ronald Reagan (1981-1989) y sus
pares del Pentágono simpatizaban
con ellos, según declaró el entonces ministro de economía Roberto Aleman35 .
El curso de la guerra es conocido, al principio Estados Unidos
medió a través de su secretario de
estado Alexander Haig y el asesoramiento de la embajadora en la
ONU Jeane Kirkpatrick y J. Casey
para que la Argentina se retirara de
las islas y continuara con negociaciones pacíficas y diplomáticas una
vez concluido exitosamente el golpe de mano militar. Pero Galtieri
se negó convencido de que Estados Unidos lo respaldaría hasta el
fin en cumplimiento de los acuerdos de la Organización Interamericana de Asistencia Recíproca
(TIAR). Más no fue así, ante el curso de los acontecimientos, Washington intimó (ultimátum en realidad) a la Junta Militar y al Gobierno Argentino para que se retiraran
de Malvinas, y ante la reiterada negativa de estos, dio por terminada
la mediación y volcó todo su apoyo logístico militar e influencia diplomática a favor de Gran Bretaña
en forma abierta quien finalmente
derrotó y obligó a rendirse a las
fuerzas de ocupación argentinas el
14 de junio de 1982.
En cuanto al período específico
de la guerra, abril-junio de 1982,
el gobierno dictatorial, en lo que
hace a los antecedentes de la soberanía argentina en las islas y las visitas o agresiones extranjeras, siempre
se hizo hincapié en las incursiones
La Argentina y Chile estuvieron a punto de ir a la guerra por la posesión del Canal de Beagle y las islas Picton, Lennox y Nueva
generando un gran sentimiento patriotero en buena parte de la población. N. de A.
32
El 31 de marzo de 1982 la situación llegó al climax al producirse una gigantesca huelga general decretada por la CGT y acompañada
por buena parte de la sociedad civil y política. N. de A.
33
García Lupo Rogelio, (1983), Diplomacia secreta y rendición incondicional, Buenos Aires, Ed. Legasa, p.p 43, 51, 53.
34
Newton Carlos, (7 de mayo de 1982), «Definindo o Papel dos Estados Unidos na Crise», Folha do Sao Paulo, Sao Pablo. También
declaraciones del embajador Alvaro Teixeira Soares, ex director del Departamento Político del Ministerio de Relaciones exteriores de
Brasil en (14 de mayo de 1982), «Mais detalhes de La Guerra de Malvinas», O Globo, Río de Janeiro.
35
García Lupo Rogelio, Ob Cit, P.p 72.
31
41
inglesas de los siglos XVI al XVIII,
la ocupación de 1766 a 1774 y el
ataque y ocupación de 1833 y nunca al de Estados Unidos de 1831 y
las enojosas negociaciones posteriores. Incluso luego que la mediación
de Haig-Reagan concluyera y la potencia del norte volcara abiertamente su simpatía hacia la causa británica, si es que ese aspecto de la historia no se quiso ventilar para no maldisponer al mediador del norte.
Malvinas: Argentina y
EEUU en el Siglo XXI
A partir de la llegada de Néstor
Kirchner a la presidencia de la Nación (2003-2007), la situación dio
un giro respecto al tono conciliador con que sus antecesores inmediatos, Carlos Menem (1989-1995
y 1995-1999) y Fernando De la Rua
(1999-2001) habían abordado el
dilema soberano de las Malvinas
frente a Gran Bretaña. La política
de reclamo se hizo más activa y
también en cada foro mundial o
americano realizado la controversia fue ventilada con especial vehe-
mencia, política que su sucesora
Cristina Fernández de Kirchner continuó activamente.
En esta dinámica es que surgió la
diferencia con Estados Unidos, la
cual además ya se había manifestado desde 2005 con el rechazo del
ALCA en la Cuarta Cumbre de
Presidentes de las Américas realizada en Mar del Plata36 .
Así en síntesis, el debate es que
mientras la Argentina involucra con
éxito el conflicto de Malvinas como
un asunto de interés para toda la región latinoamericana, Estados Unidos busca mantenerlo circunscripto
a una cuestión menor bilateral entre
la Argentina y Gran Bretaña.
La situación se evidenció en 2012
durante la VIª Cumbre de Presidentes de las Américas en Cartagena,
Colombia37. Esta vez el control parecía estar en manos de los latinos
y no de Estados Unidos y por ello
su temario incluyó dos asuntos urticantes, la incorporación de Cuba
a esta cumbre o la siguiente cumbre y el tema de la soberanía argentina en torno a Malvinas. Es de
destacar que los presidentes de
Ecuador y Nicaragua no asistieron
a la Cumbre fundamentalmente
ante la negativa de Estados Unidos de incluir la cuestión Cubana
en primer lugar y luego al diferendo argentino-británico sobre las
Islas Malvinas38.
Una y otra vez el gobierno argentino apoyado por los países mayores latinoamericanos intentó introducir el tema Malvinas declarando:
“(Incluir el tema Malvinas) Consideradas como un resabio colonial
inaceptable en América Latina”39.
El caso Malvinas era el segundo
a incluir en la declaración final después de la integración de Cuba a
una futura Cumbre, pero no hubo
declaración puesto que tanto Estados Unidos como Canadá se
opusieron a ambas cuestiones contra la voluntad de los otros 32 países miembros.
Curiosamente algunos medios de
comunicación masiva destacaron
que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner de Argentina
(desde 2007) no había logrado apoyo al reclamo de Malvinas quedando
aislada en la Cumbre40, pero Argentina había tenido el respaldo concreto de Brasil, Venezuela, Ecuador,
36
ALCA: Asociación de Libre Comercio de las Américas. Este proyecto de asociación económica continental impulsado por Estados
Unidos fue rechazado allí por iniciativa de los gobiernos de Venezuela, Brasil y Argentina. N. de A.
37
Las Cumbres se habían iniciado en Miami en 1994 por iniciativa del presidente estadounidense W. Bush para instaurar el libre
comercio continental ALCA, pero tras su fracaso en la IVª Cumbre de Mar del Plata, la potencia del norte ha perdido interés en ella y
continúan por inercia. N. de A. Para ampliar Ver: Davene Olivier,(1999), América Latina en el Siglo XX, Madrid, Ed Síntesis.
38
Se atribuye al presidente de Colombia Juan Manuel Santos, anfitrión de la Cumbre, las palabras que tituló el artículo que sigue (16
de abril de 2012), «¿Quién pensaba que aquí podía haber acuerdo?», Página 12, Buenos Aires, p.p 3
39
Morgenfeld Leandro, (2012), «América de Cumbre en Cumbre», Le Monde Diplomatique Nº 154, Buenos Aires, p. 12 y 13.
40
(16de de abril de 2012), «Malvinas y Cuba frustraron la Declaración de la Cumbre» y «Cristina no logró apoyo por Malvinas», La
Nación, Buenos Aires, P.p 1, 2 y 5.
42
Bolivia, Uruguay entre otros para
incluir este tema además de condenar unánimemente a Gran Bretaña
(y la OTAN) por retener las Islas,
quienes traccionaron el apoyo de
toda América en respaldo del reclamo argentino siendo Estados
Unidos y Canadá, los que en realidad quedaron aislados al negarse a
firmar la declaración común con la
inclusión de los temas cubano y
malvinense41 y no la Argentina.
En conclusión la causa de Malvinas movilizó a América Latina mayoritariamente a favor de la Argentina durante su desarrollo y solo en
algún caso aislado en su contra. Este
fue una de los temas que ha terminado a la corta o a la larga perjudicando las relaciones del subcontinente latinoamericano con Estados
Unidos y en el presente ha transformado un conflicto bilateral entre Argentina y Gran Bretaña en un
tema de seguridad y soberanía latinoamericana e injerencia de Estados Unidos en contra de los intereses soberanos argentinos y seguritarios latinoamericanos.
Dos años después, ya sin la presencia de Estados Unidos, en la
cumbre de CELAC42 celebrada entre el 28 y 29 de enero de 2014 en
La Habana, Cuba, todo indicaba
que la situación de Malvinas se ha
incorporado a la lista de prioridades e intereses de la América Latina. El punto 50 de la Declaración
Final de la misma decía:
“Reiteramos nuestro deseo y más
firme respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina en
la disputa de soberanía por las Islas
Malvinas Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, así como el permanente interés en que dicha disputa se resuelva por la vía pacífica
y la negociación, conforme lo establecido por la Resolución 31/49 de
Asamblea General de las Naciones
Unidas”43 .
Sin duda la actitud estadounidense
encierra dos situaciones. Una de
antiguo, no pronunciarse sobre la
soberanía argentina de las islas. Otra,
el respaldo a Gran Bretaña como
aliado político-militar encuadrado
en la OTAN44 que le es prioritaria.
Pero esta segunda motivación no
sería posible sin la existencia y convicción de sostener la primera por
medio de la indiferencia y las acciones evasivas evidenciando así otra
temática en la cual los intereses norte y sur americanos son divergentes.
Malvinas en el esquema
defensivo Otan-EEUU
Hoy Malvinas además de ser el
centro de redituables explotaciones
pesqueras y petroleras, o la puerta
de entrada a la Antártida, si también se tiene en cuenta a las islas
Georgias y Sandwich del sur, es también una base militar muy importante en el dispositivo defensivo
global de la OTAN que conduce
Estados Unidos.
En los años transcurridos entre
1982 y 2012 Gran Bretaña convirtió Malvinas/Falkland en una importante base militar en el paraje
Monte Agradable en la Isla Soledad45, ya no solo para su único uso,
(15 de abril de 2012), «Cuba el Eje de la Discordia«, Página 12, Buenos Aires, P.p 2.
CELAC: Conferencia Estados Latinoamericanos y del Caribe. Incluye a todos los países de América menos Estados Unidos y Canadá,
comenzó a funcionar en febrero de 2010 incluyendo a Cuba. N. de A.
43
Agenciasubn.org/2014/01/declaración-final-de-la-II-cumbre-de-la-celac
44
OTAN: Organización del Tratado del Atlántico Norte. Sistema defensivo que incluye a Estados Unidos y numerosos países de
Europa para la protección del hemisferio norte europeo. En la actualidad ha extendido su influencia a todo el planeta a través de un
sistema global de bases militares de sus diversos miembros. N. de A.
45
Cuenta con importantes instalaciones militares para fuerzas de tierra mar y aire, barracas para varios miles de soldados, viviendas y
diversos servicios culturales y sociales para el personal militar e incluso para los habitantes civiles de las Islas. Ver para este tema: Luzzani
Telma, (2012), Territorios Vigilados, Buenos Aires, Ed Debate. Boron Atilio, (2013), América Latina en la Geopolítica del Imperio, Buenos
Aires, Ed Luxemburg.
41
42
43
sino también para utilización de la
OTAN y en consecuencia de Estados Unidos, lo cual toma coherencia desde que en 2008 Washington reactivó la 4ª Flota46 para vigilar el Atlántico Sur, que halla en la
base de Monte Agradable un lugar
donde repostar.
De esta forma en el siglo XXI
las islas Malvinas se convierten en
un punto más en el dispositivo
militar mundial y regional de Estados Unidos y la OTAN, dejando
de ser solo unas islas usurpadas por
Gran Bretaña a la Argentina. Ahora el archipiélago tiene importancia no solo referido al justo reclamo soberano de Argentina frente
a Gran Bretaña, sino para toda
América Latina que se ve vigilada
y además amenazado desde allí su
frente Atlántico.
Como datos políticos-militares
centrales debe decirse que Gran
Bretaña y la OTAN le dan suma
importancia por el costo de construcción de la base de Monte Agradable valuada en 1200 millones de
dólares47 y mantenimiento mensual
valuado en 150 millones de dólares anuales, resultando un 7 % del
presupuesto anual de la OTAN48.
Además han sido reconocidas
como “Territorio de Ultramar” de
la Unión Europea49.
También cumple funciones de
control y espionaje para la OTAN
a través de una “Unidad de Comunicación Conjunta” con alto valor tecnológico que permite la radarización y seguimiento satelital del
cono sur atlántico50, además de ser
hogar y base de operaciones encubiertas de la OTAN, esto es de
Estados Unidos, con lo cual Malvinas integra indirectamente el sistema mundial de bases del Pentágono estadounidense51 (bases anglo-francesas de Gibraltar, Chipre,
Guayana Francesa, Senegal, Polinesia y Antillas) aunque oficialmente
pertenecen a la Gran Bretaña, la
Unión Europea o la OTAN.
En estas condiciones puede evaluarse que para Estados Unidos las
islas, es decir la base de Monte
Agradable, están más seguras en
manos británicas que argentinas que
con la adhesión al pronunciamiento regional de zona de paz desnuclearizada no garantizaría la continuación de la misma. Por lo tanto
es lógico dar largas a un pronunciamiento concreto sobre la soberanía argentina en el archipiélago del
Atlántico sur.
Conclusión
Hoy se ven con satisfacción en
todos los círculos políticos, sociales y culturales nacionales, americanistas y de excombatientes como
las distintas jurisdicciones gubernamentales municipales, provinciales
y el gobierno nacional han instalado los derechos soberanos argentinos ante todos los foros nacionales e internacionales que se presenten. También es reconocible para
ellos que el tema de la soberanía
nacional sobre las Malvinas esté incorporado al sentido común de las
mayorías del pueblo argentino.
La experiencia histórica-política,
sin embargo, indica que esta con-
46
La 4ª Flota (del Atlántico Sur) fue desplegada por Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Desactivada en los años
cincuenta, en 2007 se anunció su reaparición para cumplir funciones de lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y tareas humanitarias.
Pero la comunidad suramericana ve en esto una velada amenaza hacia gobiernos disidentes con los intereses de Estados Unidos, la
vigilancia del petróleo descubierto por Brasil en su mar territorial y la observación del acceso al Acuífero Guaraní vigilando la triple
frontera (Argentina, Brasil, Paraguay) de Iguazú. Además es sabido que sus unidades repostan en la base malvinense de Monte Agradable.
N. de A.
47
Luzzani Telma, Ob. Cit, p.p 424.
48
Luzzani Telma, Ob. Cit, p.p 427.
49
Luzzani Telma, OB. Cit, p.p 431.
50
Luzzani Telma, Ob. Cit, p.p 425.
51
Luzzani Telma, Ob. Cit, p.p 431.
44
frontación ha superado el simple
contrapunto anglo-argentino para
convertirse en una cuestión global.
Por un lado ya se trata de un tema
de soberanía irredenta argentina,
pero también de soberanía y seguridad regional latinoamericana. Por
otro lado las Malvinas-Falkland han
pasado a ser por su importancia estratégica militar un asunto de la Unión
Europea y la OTAN y esto último
significa decir Estados Unidos.
A este factor se agrega que Estados Unidos en los hechos no ha
reconocido nunca específicamente
el derecho argentino sobre las islas,
ha actuado siempre a favor de Gran
Bretaña con sus posiciones políticas
del siglo XIX que habilitaron la invasión de 1833, en la guerra de 1982
y en los foros internacionales por ser
su verdadero aliado estratégico y ha
negado tozudamente el carácter regional de la controversia para reducirlo a un conflicto bilateral angloargentino y por lo tanto imposible
de resolver para la Argentina debido a la disparidad política-económica-militar con Gran Bretaña.
En consecuencia la natural solución favorable a la Argentina, si alguna vez llega, no será resultado de
la negociación bilateral de los directamente interesados, argentinos
y británicos, sino de una negociación entre bloques regionales, europeo y latinoamericano, pero centralmente de que Estados Unidos
cambie su posición y respalde la
soberanía argentina sobre las islas.
El conjunto del país, deberá actuar en función de este nuevo escenario internacional a saber:
• Usurpación británica.
• Globalización del archipiélago
a nivel latinoamericano (UNASUR
y CELAC) y en sintonía Europeoestadounidense (OTAN, U. E).
• El accionar de Estados Unidos.
• Reconocimiento explícito de la
soberanía argentina sobre Malvinas
por Estados Unidos.
• Importancia económica-militar
estratégica regional del archipiélago.
Solo con la incorporación al sentido común de veteranos, ciudadanos y gobiernos de estas realidades
históricas y políticas se llegará a la
tan ansiada recuperación de esta
porción del suelo patrio.
Bibliografía
Textos:
Boron Atilio, (2013), América Latina en la Geopolítica del Imperio, Buenos Aires, Ed Luxemburg.
Davene Olivier,(1999), América Latina en el Siglo XX, Madrid, Ed Síntesis.
García Lupo Rogelio, (1983), Diplomacia Secreta y Rendición Incondicional, Buenos Aires, Ed. Legasa.
LuzzaniTelma, (2012), Territorios Vigilados, Buenos Aires, Ed. Debate.
Pereyra Carlos, (1987), El Mito de Monroe, Ed El Buho, Buenos Aires.
Segretti Carlos, (1982), Tres Archipiélagos Argentinos: Malvinas-Georgias-Sandwich, Córdoba, Ed. Tapas.
Diarios y publicaciones:
Carta Informativa Junta Estudios Históricos del Partido de La Matanza, San Justo, Ed. Universidad Nacional de La Matanza.
Folha de Sao Paulo, Sao Pablo.
La Nación, Buenos Aires.
Le Monde Diplomatique, Buenos Aires.
O Globo, Río de Janeiro.
Página 12, Buenos Aires.
Páginas WWW
Agenciasubn.org/2014/01/declaración-final-de-la-II-cumbre-de-la-celac
45
Ingallinella, 60 años
Se cumplen sesenta
años de uno de los
hechos más aberrantes
de la historia militante
de los comunistas.
Anticipo cruel de masivas y sistemáticas prácticas reaccionarias en
nuestro país, se inscribe
en una larga cadena de
puniciones que recorren
la construcción de la
Argentina. En el nombre de Juan Ingallinella
debemos guardar en la
memoria todos los
camaradas que han
marcado la lucha por el
socialismo. A poco de
cumplirse el centenario
de la Revolución de
Octubre y del nacimiento del Partido, hay que
recordar que el porvenir
tiene un largo pasado.
E
l anticomunismo siempre
fue la bandera de la reacción, siempre fue el marco
de diversas leyes represivas dirigidas contra el campo popular, desde la 4144 de «residencia», hasta la
17.401 «anticomunista», esta larga
serie de normas, legales e ilegales,
se encarnaron en aparatos de espionaje, provocación y represión que
sobrevivieron a sucesivos gobiernos expresando una contumaz decisión de los sectores dominantes
1
46
por Jorge Testero1
de frenar, obstaculizar y desviar los
esfuerzos del pueblo por espacios
de liberación y organización.
Las persecuciones hicieron blanco en todos los sectores populares, anarquistas, socialistas, peronistas, según las etapas históricas, pero
en los comunistas y particularmente en su Partido se centró la atención de los represores y, bajo esta
denominación, «comunistas», se
blandió con ferocidad la histeria antipopular durante la dictadura más
sangrienta de nuestra historia. Así
cayeron peronistas, marxistas, cristianos y disidentes independientes
que ofrecieron resistencia a los planes de entrega que alentaron a los
golpistas de 1976. Antes de ese ne-
fasto 24 de marzo ya las
bandas armadas paraestatales de la triple A, nutrida de los históricos espacios represivos, asesinaron y persiguieron a
militantes, funcionarios
y artistas, anticipando la
orgía de violencia.
Muchas, demasiadas,
fueron las víctimas de
esta «racional» campaña
de disciplinamiento a toda
rebeldía. En esa triste y luctuosa serie se ubican nombres de mujeres y hombres
que vieron en el socialismo y
en la militancia del Partido Comunista un horizonte y su lugar
para luchar por un mundo nuevo.
Sería injusto destacar un nombre
de otro y el Partido atesora cada
uno de ellos, pues cimentaron su
camino irrenunciable hacia el futuro, pero uno de los más emblemáticos, por sus circunstancias y
consecuencias, fue el caso del médico rosarino Juan Ingallinella.
A las 16:30 del 17 de junio de
1955, los policías José Ascul, Telémaco Ojeda, Luis Bedoya y José
Gianola se presentaron en Saavedra 667, barrio Tablada de Rosario. Era la casa de Juan Ingallinella, donde vivía con su esposa Rosa
Trumper, y su hija Ana María, de
12 años, y donde, además, tenía
su consultorio particular. El artículo 7 del decreto 536 del Poder
Ejecutivo, que reprimía el desaca-
Integrante del Comité Central del Partido Comunista. Responsable de la Comisión Universitaria
to al Presidente, funcionaba de
comodín para dar un simulacro de
legalidad al procedimiento. Sin
embargo, como era norma, los
policías no tenían órdenes judiciales para realizar allanamientos ni
detenciones.
Ingallinella nació en esa ciudad
el 10 de octubre de 1912, hijo de
inmigrantes sicilianos radicados en
ese popular barrio del sur. En 1931
comenzó a estudiar medicina, pero
tardó más de 15 años en recibirse
(en la Universidad de Córdoba).
La militancia era su prioridad.
Eran tiempos de agitación. La
Reforma Universitaria estaba amenazada por la intervención de la
Universidad Nacional del Litoral.
Ingallinella integraba Insurrexit,
una agrupación vinculada a la juventud comunista. Leía a Romain
Rolland, José Ingenieros y Aníbal
Ponce, y se destacaba como orador en las asambleas.
Se afilió a la Federación Juvenil
Comunista. Fue un ejemplar dirigente de la juventud estudiantil, preocupado por la formación política, tanto como del bienestar y la
organización. Desarrolló prácticas
de gimnasia, estudios de marxismo-leninismo; despuntó una veta
periodística editando un periódico manuscrito. También escribía
resúmenes de libros de economía
política y materialismo histórico y,
en sus épocas de detención –que
fueron varias–, los hacía circular
entre los presos.
En su profesión, fue un auténtico médico del pueblo elevando la
práctica de la medicina a sus más
altos valores, siendo humilde en la
asistencia a los dolientes y discipli-
nado estudioso de las novedades
científicas que mejoraran la eficacia de su atención.
En 1942, se incorporó a la dirección provincial del Partido Comunista, instancia en la cual realizó
una ingente tarea desplegando su
talento, su carisma y una prepotencia de trabajo militante que lo
hizo un referente para sus camaradas y para vastos sectores populares en toda Santa Fe.
Por estas características fue blanco preferido de la furia anticomunista –como vimos, saga legendaria en nuestro país casi siempre
vinculada a un Estado dominado
o infiltrado por los sectores más reaccionarios– particularmente virulenta en esa Provincia. Una siniestra
estructura venía actuando antes de
1943 bajo el título de Orden Social
y Político. A principios de 1944 Ingallinella acusó a los policías Francisco Lozón, Félix Monzón y Santos Barrera, quienes en adelante se
convirtieron en sus perseguidores
más encarnizados, por las torturas
que habían recibido los militantes
Luis Liborio Trella, Antonio Propat y Atilio Faca. Fue detenido y
tuvo que festejar en la cárcel el primer año de su hija Ana María.
Justamente, como consecuencia
del despliegue responsable de esas
tareas militantes fue recluido, torturado, muerto y desaparecido; la
lóbrega tarea fue dirigida por
Francisco Lozón pero fueron partícipes también los policías Monzón, Desimone, Lleonart, Barrera
y Tixie. Por supuesto, la desaparición de su cuerpo y el encubrimiento del hecho involucran a
toda la institución policial y a las
estructuras políticas de la época.
Este aberrante hecho tuvo una
gran repercusión y, por el momento histórico que se vivía –las movilizaciones cívico militares contra el
gobierno peronista–, generó una singular circunstancia en la que se vinculó la figura de Ingallinella y las consecuencias del caso, con un sesgo
gorila. Esta situación coadyuvó para
que en las filas del movimiento peronista se mirara con desconfianza
su reivindicación y, voluntariamente
o no, aportaran con su silencio a
evitar ubicar este crimen en la serie
de martirios populares. También
ayudó a estigmatizar el rol del Partido Comunista en esos días desestimando las decisiones orgánicas y las
declaraciones públicas que el Partido venía dando a conocer advirtiendo la avanzada antipopular que se
avecinaba.
Justamente el motivo de aquellas
detenciones –con Ingallinella fueron
apresados 17 comunistas– fue la participación activa en las movilizaciones que salieron a repudiar los bombardeos que, intentado matar al
General Perón y hacer caer al gobierno constitucional, la Marina de
Guerra descargó sobre la casa presidencial (actual lugar de asentamiento de la Biblioteca Nacional), la Casa
Rosada y sus alrededores sin importar la presencia de cientos de personas que acudieron en defensa del gobierno o simplemente pasaban por
allí circunstancialmente. Este «bautismo» otorga al arma el triste baldón de ser la primera en bombardear su propio pueblo inerme. Según las últimas investigaciones murieron allí trescientos civiles entre
hombres y mujeres.
47
En Rosario participaron más de
20.000 personas en esta manifestación organizada por la CGT local
en defensa del gobierno constitucional. Los militantes comunistas de
Santa Fe se sumaron bajo la consigna «Unidad popular contra el golpe
oligárquico imperialista» con volantes firmados con los símbolos partidarios. La situación generó una histeria en las estructuras del Estado y,
cómodamente, echaron mano a la
acusación de «conspiración de elementos comunistas», poniendo en
marcha, una vez más, la maquinaria
nunca desmontada de la represión
reaccionaria.
A los comunistas detenidos se los
conducía rápidamente a la mesa de
torturas, la mayoría de los que se encontraron en el primer piso de la
vieja jefatura de Rosario ya habían
pasado por esa experiencia. ¿Qué
exigían de la boca de los militantes
mientras se solazaban con la picana
sobre su cuerpo? Les pedían el lugar donde funcionaba el mimeógrafo, la lista de los afiliados, el paradero de los dirigentes. Hoy, luego de
tantas amargas experiencias, suena
banal generar tormentos inauditos
para lograr esos resultados, pero
detrás de aparentes superficialidades
se escondía otra cosa, el quiebre de
la dignidad del otro. En este caso, el
otro como el «enemigo rojo» al que
esa maquinaria tenía que destruir, física, mental y espiritualmente.
Y allí está el valor de Inga y sus
compañeros. No dijeron nada. Ni
una palabra que abriera la puerta a
más represión, a la caza de más camaradas. Con esto defendieron la
organización, la continuidad política
de un proyecto, la permanencia de
48
un sueño. Pero también defendieron, y esto es importante, su propia
dignidad, su entereza, su autoestima,
la firmeza como militantes. Este crimen horrendo, que ha ubicado a Ingallinella como emblema de los comunistas se inscribe en una larga serie de persecuciones, cesantías, detenciones, asesinatos y desapariciones que tenían y tienen (el inquietante
caso de Julio López es un ejemplo)
por objeto silenciar, maniatar, detener, mediante la aplicación fría del
terror, toda resistencia popular.
Desde las resistencias de los pueblos originarios y las rebeldías de
los gauchos alzados al desprecio,
persecución y deportación a los inmigrantes; de los sucesos de la Patagonia Rebelde, la Semana Trágica, la destrucción de los sindicatos
obreros, las represiones del 43 y del
55, a la resistencia peronista, y los
obreros y militantes perseguidos
durante las dictaduras pasando por
las tres A hasta el paroxismo del
76; toda esta nefasta saga tiene un
hilo conductor, la decisión de los
sectores dominantes de utilizar todo
su poder de fuego, desde el Estado o desde organizaciones paraestatales, para evitar el crecimiento de
la organización popular. Pero desde octubre de 1917 ese hilo se hace
más grueso y más nítido, el enemigo será comunista, y ese será el
nombre del enemigo a destruir.
Enemigo altivo y valiente que permanece, más allá de devenires históricos, en el sueño de miles de trabajadores, de desplazados, de desencantados del fin de la historia que
vuelven a ver en el horizonte rojo,
una salida humanista y vital a la crisis del capitalismo.
En Rosario y en junio se da un
cruce histórico llamativo, un cruce
donde los avatares de la contingencia adquieren un profundo significado por el desarrollo posterior de
los acontecimientos, en ese mes de
1935, también por una azarosa circunstancia, nacía en una casa del macrocentro Ernesto Guevara, luego
médico, luego el Che. Tal vez un humanismo compartido los instó a la
carrera de medicina para aliviar el
sufrimiento de los dolientes, pero a
poco de andar comprendieron que
los grandes males que dañan a los
más débiles se producen por las injusticias de una sociedad dividida en
clases, que los que más rápido y más
fácilmente se enferman son los pobres, que en el capitalismo, con la
medicina como negocio, es muy difícil defender la salud del pueblo,
ambos eligieron el camino de la revolución como gran cura de la desigualdad social. Ambos se hicieron
comunistas y, cada uno en el terreno que le tocó, alzó lo más alto que
pudo la bandera del socialismo.
Con las diferencias de cada caso,
ambos eligieron la propuesta colectiva a la salida individual, ambos
decidieron que la militancia y el esfuerzo personal debían estar al servicio de una causa. Los dos pusieron el cuerpo y dieron su vida en
defensa de sus ideales. Los dos, cada
uno en su medida, quedaron marcados en el recuerdo popular, porque en la memoria del pueblo solo
perduran los que lo amaron.
Así, con la dignidad en alto y la
ética como bandera, estos rosarinos
ilustres, se encuentran en el firmamento del futuro, como guías,
como baluartes, como compañeros.
dossier
Los medios y la batalla por
la democracia en América Latina
poe ATILIO A. BORON
Discurso en la Cumbre Sociedad
de la Información
por ABEL PRIETO JIMÉNEZ
49
Los medios y la batalla
por la democracia
en América Latina
1
Atilio A. Boron2
A
mérica Latina viene protagonizando, desde finales
del siglo pasado,
una tremenda batalla por construir
una democracia digna de ese nombre. Esto quiere decir, algo que vaya
más allá de la sola alusión a la mecánica electoral y que se sintetiza en la
tentativa de fundar sociedades más
justas en éste, el continente más desigual e injusto del planeta. En otras
palabras, completar el tránsito entre
una democracia eleccionaria a otra de
carácter sustantivo y fundamental.
En nuestro Aristóteles en Macondo
vimos que la experiencia enseña que
en la medida en que las democracias admitan resignadamente la injusticia, la desigualdad y la opresión
inherentes al sistema capitalista sus
gobernantes no tropezarán con
obstáculo alguno que trabe su funcionamiento. Claro, la pregunta es
si a un tipo de régimen como ese le
cabe el nombre de democracia y la
respuesta es un rotundo no. Pero
si, conmovidos por los sufrimientos y las desdichas de sus pueblos,
esos gobernantes se propusieran
poner fin a aquellos flagelos, o hacer real la soberanía popular, allí
comenzarían los problemas. Y tal
como lo comprueba la historia, en
tales casos la respuesta de las clases
dominantes es brutal. Insistíamos en
el libro arriba mencionado en una
tesis que hemos desarrollado y comprobado una y otra vez: que capitalismo y democracia son incompatibles, que son como el agua y el
aceite. Que las premisas fundamentales de uno y otra son antagónicas,
y que la reconciliación entre ambos
–durante la fase keynesiana de posguerra, clausurada con la contrarrevolución neoliberal de los ochentas- fue más aparente que real, y
siempre parcial y transitoria.3
En nuestros días se está escribiendo un nuevo capítulo de esa triste
historia en Grecia.. Allí la coalición
gobernante, Syriza, cometió un
«error» imperdonable: honrar el
proyecto democrático y consultar
al pueblo ante una decisión crucial
como el infame ajuste que le proponía la Troika. En una jornada
memorable aquel rechazó el ajuste
con casi las dos terceras parte del
voto. Ante ello Angela Merkel y sus
mandantes respondieron con inusitada ferocidad: llamaron a Alexis
Tsipras al orden, le obligaron a votar en el parlamento griego un ajuste
1
Ponencia presentada al Congreso Internacional «Comunicación e Integración Latinoamericana desde y para el Sur en el Décimo
Aniversario de TeleSUR» CIESPAL, Quito, Julio 22-23, 2015
2
Sociólogo y Politólogo. Director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED – CCC).
Coordinador de la Cátedra de Pensamiento Marxista y Poder Popular del CEFMA.
3
Cf. Atilio Boron, Aristóteles en Macondo (Buenos Aires: Ediciones Luxemburg-Editorial Espartaco, 2015. Nueva edición corregida y
aumentada). En otras anteriores, ya disponibles en la web, desarrollamos esta tesis con amplitud. Ver sobre todo Estado, capitalismo y
democracia en América Latina, libro que recoge algunos artículos sobre el tema escritos en la década de los ochentas, y Tras el Búho de
Minerva, donde el asunto es abordado a la luz de los estragos producidos por la globalización neoliberal en la década del noventa. Fuera
de América Latina y el Caribe autores como Ellen Meiksins Wood, Leo Panitch, Sam Gindin, Gianni Vattimo y Sheldon Wolin, en
Estados Unidos y Europa, hace tiempo que vienen aportando nuevos fundamentos a la contradicción entre capitalismo y democracia.
50
aún peor y, ante la sorpresa general, la coalición gobernante convalidó este atropello al mandato popular y a la degradación de Grecia,
convertida luego del zarpazo de la
Troika en un enclave neocolonial de
la banca europea y, sobre todo, alemana. Sorpresa, decíamos, porque
luego de la notable lección de sensatez del electorado griego al rechazar el primer ajuste Tsipras debería
haber encabezado el rechazo al segundo y, en caso de no poder hacerlo por las presiones recibidas desde Bruselas, denunciarlas ante su pueblo y organizar la rebelión ante las
exacciones exigidas por la Troika.
Reformismo y
contrarrevolución
En América Latina y el Caribe
(ALC) conocemos desde hace mucho tiempo esa brutal y despótica
actitud de las clases dominantes y
la ferocidad con que se reprime la
desobediencia de sus víctimas. El
listado sería interminable: recordemos nomás algunos casos paradigmáticos como los de Jacobo Arbenz, en Guatemala; Juan Bosch en
República Dominicana; Salvador
Allende en Chile; Joao Goulart en
Brasil; Omar Torrijos en Panamá;
Jaime Roldós en Ecuador y Juan J.
Torres en Bolivia. Salvo Bosch y
Arbenz ninguno de ellos murió de
«muerte natural», seguramente que
de pura casualidad nomás. Y la lista es incompleta: agreguemos a
René Schneider y Carlos Prats, militares constitucionalistas chilenos, y
también a Pablo Neruda y tantos
más que no viene al caso rememorar en esta ocasión pero que atestiguan lo peligroso que puede ser en
esta parte del mundo intentar construir una sociedad mejor.
Más recientemente, la reacción
ante la oleada democratizadora
puesta en movimiento con la elección de Hugo Chávez Frías en 1998
no se hizo esperar, procurando
arrancar la maleza de raíz y evitar
su propagación. La reacción ante
el nuevo clima político instalado en
la región se tradujo en el golpe de
estado en Venezuela, en Abril 2002,
derrotado por la formidable respuesta de la población que evitó el
magnicidio y restituyó a Chávez
Frías en el poder. Luego de eso, el
paro petrolero que tanto daño hiciera a la economía venezolana.
Derrotada también esta intentona,
en 2008 la coalición oligárquicoimperialista vuelve a las andadas en
Bolivia: tentativa de golpe y secesión, frustrada por la decisión de
Evo y la rápida reacción de la
UNASUR. En 2009 derrocan a
Mel Zelaya en Honduras, país que
es uno de los pilares fundamentales de la estrategia antisubversiva de
Estados Unidos en la región. El
bloque reaccionario sufre una derrota en Septiembre del 2010 cuando trata de deponer a Rafael Correa en Ecuador. Pero no bajan los
brazos: se repliegan, toman aliento
y vuelven a la carga en el 2012, liquidando al gobierno de Fernando
Lugo en Paraguay, otro pilar de la
estrategia norteamericana en la región por su presencia en la gran
base militar de Mariscal Estigarribia.4 Es que con «gobiernos amigos» en Honduras, Colombia y
Paraguay se garantiza el éxito de la
operación «Frog leap» (salto de
rana) del Comando Sur, concebida para concretar el rápido despliegue de sus tropas hasta los confi-
nes septentrionales de la Patagonia
en veinticuatro horas, en caso de
que las circunstancias así lo exijan.
Si no hubiera gobiernos de ese tipo,
serviciales y serviles, siempre dispuestos a colaborar con Washington, la logística de la operación restauradora del orden imperial sería
mucho más complicada, y de inciertos resultados.
Esta vocación por rediseñar el
tablero sociopolítico latinoamericano no debería causar sorpresa alguna. si se tiene en cuenta que los
lineamientos generales de la política de EEUU hacia ALC han permanecido invariables desde 1823,
cuando fueran establecidos por la
Doctrina Monroe: mantener la desunión a las repúblicas al Sur del Río
Bravo; fomentar sus discordias y
sabotear cualquier tentativa de unión
o integración, directivas puntualmente seguidas desde el Congreso
Anfictiónico convocado por Simón Bolívar en 1826 hasta nuestros días. Fiel a estas premisas, ante
los riesgos que entraña la institucionalización de la UNASUR y la
CELAC el imperio respondió con
su más reciente táctica divisionista:
la Alianza del Pacífico. Esta no es
otra cosa que una estratagema del
imperio que le da el curioso nombre de «alianza» a un conjunto de
países que casi no tienen vínculos
comerciales entre sí y que, aparte
de servir como caballos de Troya
Sobre esto ver Marcos Roitman Rosenmann, Tiempos de Oscuridad. Historia de los golpes de Estado en América Latina (Buenos Aires:
Akal, 2013)
4
51
a los efectos de debilitar la UNASUR y la CELAC tiene como mal
disimulado propósito neutralizar la
presencia de China en el área. Nada
nuevo: ya el Libertador había advertido sobre estas maniobras en su
célebre Carta de Jamaica de 1815,
hace exactamente doscientos años.
Por lo tanto, gobiernos que se
tomaron –o se toman- en serio al
proyecto democrático se convierten
automáticamente en mortales enemigos de los poderes establecidos.
En la cosmovisión burguesa del
mundo y la política –que prevalece
en el mundo de las ciencias sociales- la democracia nada tiene que
ver con la justicia social. Es apenas
el rostro hipócritamente amable de
la dominación, y será tolerada siempre y cuando no ponga en riesgo a
esta última. Si con sus «excesos», su
«demagogia» o sus desvaríos «populistas» algunos gobernantes amenazan con poner fin a la dominación clasista y a la injusticia, su suerte estará echada y todas las fuerzas
del imperio y sus aliados locales se
pondrán en marcha para destruirlos. Si no los pueden derrocar por
la vía rápida del clásico golpe militar se los somete a intensas presiones desestabilizadoras hasta que,
eventualmente, se produce su derrumbe. Para esto se sirven de las
recomendaciones del manual de
Eugene Sharp sobre la «no violencia estratégica», que en realidad es
un compendio sobre la utilización
racional, fría y calculada de la violencia tal y como fuera aplicada
sobre todo por la CIA en sus hazañas «liberadoras» en Guatemala,
Irán e Indonesia. La historia reciente
de países como Honduras, Paraguay y Venezuela ilustra con elocuencia que clase de «no violencia»
es la que se emplea cuando se sigue
esta metodología, y cuán «blando»
puede ser el golpe de estado en
curso.5 Desestabilización aplicada,
en diferentes grados y apelando a
distintas tácticas, contra los gobiernos progresistas de la región, no
importa si se trata de sus variantes
«moderadas» (como en Argentina,
Brasil y Uruguay); o uno «muy
moderado», o «inmoderadamente
moderado», como en Chile; o de
gobiernos como los bolivarianos
(Venezuela, Bolivia y Ecuador, por
estricto orden de aparición) cuyo
horizonte de cambio provoca, a
diferencia de los casos anteriores,
la virulenta animosidad de las clases dominantes.
Condiciones de
la democratización
La realización del proyecto democrático exige la presencia de una
serie de factores que faciliten su pleno desenvolvimiento: a) la organización del campo popular a los
efectos de constituir el nuevo «bloque histórico» contrahegemónico
del que hablaba Antonio Gramsci
porque sin él, sin la organización, la
mayoría social conformada por los
pobres, los explotados, los excluidos carecerá de efectos políticos y
mal podría alterar la correlación de
fuerzas en su favor; b) la concientización, porque una mayoría social,
aún organizada, puede convertirse
en fácil presa de la minoría dominante que ha ejercido su dominio
desde siempre. Un movimiento
obrero altamente organizado pero
sin conciencia de clase lejos de ser
una amenaza es una bendición para
la hegemonía burguesa, como lo
prueban hasta el hartazgo la historia del sindicalismo peronista en la
Argentina, la CTM dominada por
el PRI en México y la AFL-CIO en
Estados Unidos. ¿Basta con estas
dos condiciones para darle impulso a una democratización fundamental, no de forma? No. Se requiere, además, y este es el tercer
factor, contar con un sistema de
medios de comunicación que torne posible la circulación de las ideas
«subversivas» de un orden social que
debe ser subvertido porque condena a la humanidad y a la Madre
Tierra a su extinción.
Por eso la creación de Telesur significó un valioso aporte en el proceso de avance y consolidación democrática en los países de ALC. Y
es también por eso que Telesur es
perseguido y/o silenciado en los
países gobernados por la derecha,
que no quieren que los contenidos
de esa señal informativa hagan mella en el blindaje ideológico con el
que protegen a sus poblaciones. No
se puede ver a Telesur en Colombia, en Chile, en Brasil, en tantos
5
La obra de Sharp es motivo de fuertes polémicas. Director del Albert Einstein Institute de Boston, sus libros y panfletos han sido
fuente de inspiración de muchas de las rebeliones en contra de los regímenes de Europa Oriental en la época de la Unión Soviética, y
China. Sharp niega cualquier vinculación, financiera o política, con el gobierno de Estados Unidos a través de cualesquiera de sus
agencias. Sin embargo, en su record no figura absolutamente nada que lo vincule a las luchas de los pueblos latinoamericanos contra sus
dictaduras, ni a la de los palestinos por su autodeterminación, ni la de las poblaciones negras en contra de los regímenes racistas africanos.
Resulta por lo menos paradojal que su sitio web esté traducido a 31 lenguas, mientras que el del Banco Mundial lo esté a 20, el de la
bloguera contrarrevolucionaria cubana Yoani Sánchez a 18 y el de la Unesco apenas a 6. Que cada quien saque sus conclusiones.
52
otros países, excepto a través de la
Internet. Y esto no es casual ni debido a problemas técnicos sino
pura y exclusivamente por una opción política interesada en impedir
–o en todo caso dificultar- el debate de ideas y alimentar todas las
variantes del pensamiento conservador, manteniendo a esos países
en la ignorancia de lo que ocurre
en los vecinos, promoviendo el
chauvinismo y la xenofobia que nos
divide, fomentando el consumismo
y la despolitización, la imitación del
«modo americano de vida», satanizando a los líderes y procesos políticos emancipatorios y exaltando al
capitalismo como el único sistema
posible y racional para organizar la
vida económica de las naciones. De
ahí la centralidad de luchar en el
plano de las ideas apelando a los
instrumentos propios de nuestra
época, desde la televisión hasta las
redes sociales. Esta necesidad había sido precozmente detectada entre nosotros por Simón Bolívar
cuando concebía a la «opinión pública como la primera de todas las
fuerzas políticas», razón por la cual
le solicitó a Fernando Peñalver, uno
de sus colaboradores, que le mande
«de un modo u otro una imprenta
que es tan útil como los pertrechos.»
José Martí compartía esta visión al
decir que «trincheras de ideas valen
más que trincheras de piedras». Fidel, digno heredero del Apóstol,
convocó hace más de veinte años a
librar la «batalla de ideas», al comprobar que el fracaso económico y
político del neoliberalismo no se traducía en la conformación de un nuevo sentido común posneoliberal.
Desgraciadamente, la izquierda
demoró mucho en tomar nota de
todo esto. Pero el imperio, por el
contrario, siempre tuvo un oído
muy perceptivo a la necesidad de
controlar la conciencia de sus súbditos y vasallos, tanto dentro como
fuera de Estados Unidos. No de
otra manera se puede comprender
la importancia asignada a los estudios de opinión pública y comportamiento de los consumidores por
la sociología norteamericana desde
los años treinta en adelante. Estudios orientados a fines prácticos
muy concretos: modelar la conciencia, los deseos y los valores de la
población, en una escalada interminable que comenzó con investigaciones motivacionales para dilucidar los mecanismos psicosociales
puestos en marcha en las estrategias de los consumidores en la sociedad de masas hasta llegar hoy a
los «focus groups» para saber qué quiere escuchar el electorado y quién
quiere que se lo diga y como y, de
ese modo, garantizar que los personajes «correctos» y aceptables triunfen en las elecciones, fabricando candidatos con el perfil exacto de lo que
quiere la amorfa mayoría.
Noam Chomsky y sus asociados
examinaron este asunto en gran detalle y a su obra me remito. Pero
no pensemos que este esfuerzo es
cosa del pasado. Como lo revelara hace un tiempo Gilberto López y Rivas en México, hay un multimillonario proyecto de investigación, llamado Minerva, por el cual
el Pentágono encomendó a partir
del 2008 el estudio de la dinámica
de los movimientos sociales en el
mundo con el objeto de neutralizar el contenido potencialmente revolucionario de organizaciones
populares calificadas sin más como
«terroristas». Esto es la actualización del famoso proyecto Camelot que culminara con un escándalo a mediados de la década de los
sesentas del siglo pasado y que tenía las mismas intenciones, precipitadas luego del triunfo de la
Revolución Cubana.6
Estos estudios fueron muy importantes para elaborar ciertos aspectos de la doctrina estadounidense en materia de política exterior.
Desde finales de la Segunda Guerra Mundial Washington identificó
a dos actores clave para garantizar
la estabilidad del nuevo orden imperial en la periferia: los pensadores -académicos, intelectuales y, más
generalmente, los comunicadores
sociales- y, por otro lado, los militares, imprescindible reserva última
en caso de que la labor de los primeros no produjese los frutos deseados. Todos los grandes programas de becas para estudiar en universidades norteamericanas así
como los numerosos programas de
intercambio cultural con jóvenes intelectuales y artistas, periodistas y comunicadores en general tienen esa
misma fuente de inspiración. Lo
mismo cabe decir de los voluminosos programas de «ayuda militar» que Washington administra a
escala mundial, porque junto al suministro de armas y el entrenamiento militar viene la identificación de
6
Cf. su «Los académicos al servicio del imperio», en https://dedona.wordpress.com/2014/04/12/los-academicos-al-servicio-delimperio-the-minerva-research-iniciative-gilberto-lopez-y-rivas/
53
los enemigos internos. En ambos
casos el papel de las ideas mal podría ser subestimado.
Sobre el papel de los medios
de comunicación
En esta «batalla de ideas», emprendida por el imperio antes que
por la izquierda, el papel de los
medios de comunicación es de excepcional importancia, sobre todo
en las sociedades de masas.7 Es por
eso que en una audiencia ante la
Comisión de Relaciones Exteriores
del Senado de Estados Unidos un
miembro informante del Pentágono decía que «en el mundo de hoy
la guerra antisubversiva se libra en
los medios, no en las junglas y selvas o en los suburbios decadentes
del Tercer mundo. Ese es el principal teatro de operaciones.»
Las nuevas tecnologías de información y comunicación potenciaron hasta límites inimaginables esta
operación de manipulación de conciencias y lavado de cerebros. Para
calibrar los alcances de la misma
es oportuno recorrer los principales hitos de esta historia. La prensa
gráfica, el primer medio de comunicación de masas, veía recortada
su influencia por el analfabetismo y
los problemas logísticos de circulación los que, sumados a las res-
tricciones económicas que podían
afectar a sus lectores, hacían que llegara apenas a un sector muy pequeño de la población. La «opinión
pública» era, en realidad, la de un
sector privilegiado por su posición
en la estructura social. Con la aparición de la radio se produjo un
salto de enorme importancia, potenciando una vía de comunicación
que superaba los obstáculos de los
medios gráficos, lo que le permitía
llegar a los más apartados rincones
del país y, sobre todo, de ser eficaz
vehículo de transmisión al alcance
de quienes no sabían leer. La introducción del transistor y la subsecuente irrupción de la radio portátil multiplicó significativamente la
eficacia comunicacional de este
medio. En el caso argentino es difícil comprender los primeros años
del peronismo al margen del enorme impacto producido por los
discursos transmitidos por radio
de Perón y Evita, que cautivaron a
millones de radioescuchas y los
impulsaron a participar activamente en la vida política del país.
Con el advenimiento de la televisión el sistema de medios alcanzó
una penetración y, sobre todo, una
eficacia proselitista sin precedentes.
La combinación de la imagen y el
sonido, amén de la instantaneidad
de los productos televisivos y sus
continuos progresos tecnológicos
(paso del blanco y negro al color,
cable, HD, etcétera), hicieron de este
medio el dispositivo por excelencia de la formación de la opinión
pública. Un hallazgo decisivo de los
estudios de comunicación en Estados Unidos fue quien dio un decisivo impulso a este proceso y se
produjo a raíz del primer debate
presidencial televisado, en 1960,
entre John F. Kennedy y Richard
Nixon. Este era el candidato oficialista, que hasta ese momento lideraba las preferencias. Sin embargo, en la elección fue derrotado, por
un estrecho margen (aproximadamente un 1%). ¿Qué fue lo que
encontraron los investigadores?
Que quienes escucharon el debate por radio decían que el ganador había sido Nixon, pero quienes vieron el debate por TV se
inclinaban mayoritariamente por
JFK. La radio transmitía un mensaje, la voz; la TV, la voz y la imagen, y esta resultó ser decisiva,
porque a Nixon se lo vio mal en
las pantallas televisivas, luciendo
desprolijo con una barba incipiente
y sudoroso, que contrastaba desfavorablemente con la apostura y
juventud de su contrincante.
Reflexionando sobre la «sociedad
teledirigida», el politólogo italiano
Giovanni Sartori, escribió en Homo
Videns que:
En la televisión el hecho de ver prevalece
sobre el hecho de hablar. Como consecuencia, el telespectador es más un animal vidente que un animal simbólico. Para él las
cosas representadas en imágenes cuentan y
pesan más que las cosas dichas con palabras. Y esto es un cambio radical de dirección, porque mientras que la capacidad
simbólica distancia al homo sapiens del
animal, el hecho de ver lo acerca a sus
capacidades ancestrales, al género al que
pertenece la especie del homo sapiens.8
En otras palabras, la televisión nos
hace retroceder en la escala animal,
según este autor, produciendo un
progresivo menoscabo de nuestras
facultades de simbolización a favor
de las más elementales de visualización. Puede parecer exagerado pero
7
Sobre este tema remito al lector a consultar la notable obra de Fernando Buen Abad Domínguez, tanto sus ensayos de largo aliento
como sus intervenciones más coyunturales. Entre los primeros sobresale su Filosofía de la Comunicación (Caracas: Ministerio de
Comunicación e Información, 2006), disponible en http://www.cta.org.ar/IMG/pdf/filosofia-de-la-comunicacion.pdf
8
Ver su Homo videns. La sociedad teledirigida (Madrid: Taurus, 1998) pg. 3.
54
conviene tener en cuenta esta observación y relacionarla con la decadencia de la vida política en la
sociedad de masas. Podría argüirse, siguiendo a Sartori, que la declinación en la calidad de los liderazgos políticos en el mundo desarrollado –pensemos en la trayectoria
descendente que va de un Woodrow Wilson o Franklin D. Roosevelt a un Ronald Reagan, Lyndon
Johnson o George W. Bush, o el
abismo que separa a Konrad Adenauer de Angela Merkel, o Charles
de Gaulle de François Hollande, o
de Alcides de Gasperi a Silvio Berlusconi- expresa la nefasta influencia producida por la televisión, el
medio por excelencia de la época
actual. Es algo muy preocupante, y
digno de ser pensado y examinado
cuidadosamente.
Concentración mediática
Ahora bien, el poderío manipulatorio de la TV creció paso a paso
con un fenomenal proceso de concentración de la propiedad de los
medios de comunicación. Es decir, con una deriva de signo claramente antidemocrático, y esto por
dos razones: (a) porque los medios
se fueron agrupando en un pequeño núcleo de propietarios –que luego se transnacionalizó- dotado de
una capacidad de chantaje y extorsión que puede colocar a gran parte de los gobiernos de rodillas ante
su prepotencia; (b) porque tanto los
contenidos que difunden los medios como su organización y las
características de su inserción en el
éter están fuera de cualquier tipo de
control democrático. Los mono-
polios mediáticos se escudan detrás
de la defensa de la propiedad privada, la libertad de prensa y de pensamiento para desbaratar cualquier
intento de regulación democrática.
Aducen, también, que al ser entidades de derecho privado esos medios se deben encontrar a salvo de
cualquier clase de fiscalización estatal que pudiera erigir trabas a su
derecho a disponer de sus medios
de la forma que estimen más conveniente. Pero se cuidan de señalar
que son privados en cuanto al régimen que preserva sus relaciones de
propiedad, pero por sus efectos y
sus consecuencias son entes eminentemente públicos, y por lo tanto deben ser sometidos a control democrático. Cabe recordar aquí las
incisivas observaciones de Antonio Gramsci sobre este tema, aplicado, en su caso, al papel público
que tenían otras instituciones noestatales en la Italia de finales del
siglo diecinueve, como la Iglesia, y
la necesidad de la fiscalización democrática de sus actividades educacionales. En el caso latinoamericano esta concentración encuentra
en los casos de Televisa de México, O Globo de Brasil, Clarín de
Argentina y el grupo de Cisneros
en Venezuela los ejemplos más
emblemáticos de concentración de
medios de comunicación en los
países latinoamericanos.9
En relación a esta tendencia el cineasta y documentalista australiano
John Pilger concluye que este proceso de acelerada concentración
remata en la instauración de un «gobierno invisible» e incontrolable, que
no rinde cuentas ante nadie y que
actúa sin ninguna clase de restricciones efectivas a su enorme po-
2
derío: «Hay que considerar cómo ha crecido el poder de ese gobierno invisible. En
1983, 50 corporaciones poseían los principales medios globales, la mayoría de ellas
estadounidenses. En 2002 había disminuido a sólo nueve corporaciones. Actualmente son probablemente unas cinco. Rupert Murdoch predijo que habrá sólo tres
gigantes mediáticos globales, y su compañía será uno de ellos.» 10
La concentración mediática se
encuentra íntimamente a la aparición del llamado «periodismo profesional, objetivo, ‘independiente´»,
términos muy utilizados en el debate político latinoamericano a la
hora de justificar la ofensiva destituyente que los grandes medios lanzan sobre los gobiernos progresistas de la región. Pilger lo relata de
esta manera:
«A medida que las nuevas corporaciones comenzaron a adquirir la prensa, se
inventó algo llamado ‘periodismo profesional.’ Para atraer a grandes anunciantes,
la nueva prensa corporativa tenía que
parecer respetable, pilares de los círculos
dominantes – objetiva, imparcial, equilibrada. Se establecieron las primeras escuelas de periodismo, y se tejió una mitología de neutralidad liberal alrededor del periodista profesional. Asociaron el derecho a
la libertad de expresión con los nuevos medios y con las grandes corporaciones.»
Y la dependencia de este periodismo con el «pensamiento dominante» y los límites del «periodismo
9
Ver Guillermo Mastrini y Martín Becerra, «Estructura, concentración y transformaciones en los medios del Cono Sur latinoamericano», Revista Digital Comunicar, Nº 36, Vol XVIII, 2011, pp. 51-59.
10
Cf. John Pilger, «Geopolìtica y concentración mediática», en Rebelión, 10 de Agosto de 2007. http://www.iade.org.ar/modules/
noticias/article.php?storyid=1925Las siguientes dos citas de la obra de Pilger remiten a este mismo artículo.
55
objetivo» queda en evidencia cuando nuestro autor recuerda que
«… numerosos periodistas famosos del
New York Times, como por ejemplo el celebrado W.H. Lawrence … ayudó a ocultar los verdaderos efectos de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima en agosto
de 1945. ‘No hay radioactividad en la
ruina de Hiroshima,’ fue el título de su
informe, y era falso.»
Se propalaba una espantosa mentira porque la creciente penetración
de los intereses empresariales y de
los gobiernos en las salas de redacción de la «prensa libre» (en este
caso, el NYT) hacía que ciertas noticias debían ser presentadas de un
modo particularmente sesgado o,
simplemente, no ser dadas a conocer al público. Tendencia que si ya
era perceptible a fines de la Segunda Guerra Mundial lo es mucho más
en la actualidad, cuando los reportes de los diversos frentes de guerra
en que se encuentran las tropas de
Estados Unidos son todos, sin excepción, censurados previamente
por el Pentágono. Ya no hay más
fotos de soldados de Estados Unidos regresando en ataúdes a su patria, como sí las había durante la
Guerra de Vietnam. Tampoco imágenes que muestren los desastres de
sus huestes en terceros países. La sangre y el lodo de las guerras que libra
Estados Unidos en sus incesantes
aventuras están cuidadosamente eliminados de las noticias. Las víctimas
de la barbarie pentagonista son abstracciones, entelequias irrepresentables incapaces de suscitar dolor, ira
o ánimos de venganza.
Conclusión: no puede haber estado democrático, o una democracia genuina, si el espacio público, del
56
cual los medios son su «sistema nervioso», no está democratizado. Son
los medios quienes «formatean» la
opinión política, imponen su agenda de prioridades y, en algunos casos –no siempre- hasta fabrican a
los líderes políticos (caso de Silvio
Berlusconi en Italia) que habrán de
gobernar. La amenaza a la democracia es enorme porque un sistema de medios altamente concentrado y hegemónico consolida en
la esfera pública un poder oligárquico (en la Argentina es básicamente el multimedia Clarín y algunos otros socios de menor rango)
que, articulado con los grandes intereses empresariales y con el imperialismo, puede manipular sin
mayores contrapesos la conciencia
de los televidentes y del público en
general, instalar agendas políticas y
candidaturas e inducir comportamientos políticos de signo conservador o reaccionario, todo lo cual
desnaturaliza profundamente el
proceso democrático.
Es más, en la situación actual de
América Latina, cuando el virus
neoliberal –para usar la gráfica expresión de Samir Amin- ha destruido a los partidos políticos y los reemplazó por heteróclitos «espacios»
o efímeras coaliciones, donde los
políticos se convierten en verdaderos camaleónicos saltimbanquis que
pasan del oficialismo a la oposición
y viceversa sin mayores escrúpulos
(como ha ocurrido recientemente
en Argentina en un fenómeno que
en Brasil se llama «fisiologismo») y
cuando el impacto disolvente del
neoliberalismo terminó por diluir
los pocos componentes ideológicos que aún restaban, los medios
hegemónicos -todos íntimamente
vinculados a la dominación imperialista- han pasado a asumir las funciones de los partidos del establishment, convirtiéndose en los organizadores de la oposición de derecha ante los procesos transformadores en curso en la región. Ante la
vacancia de los partidos tradicio-
nales son los grandes medios en los
países de ALC quienes reclutan la
tropa de la derecha, aportan las
orientaciones tácticas de su accionar, establecen la agenda del proyecto y lo militan día y noche a través de su impresionante aparato
comunicacional, y se encargan de
encontrar los líderes capaces de llevar a buen término estas iniciativas.
No puede ser casual que Maduro, Evo y Correa enfrenten virulentas campañas de desestabilización
organizadas o, cuando menos, animadas por la prensa. Y lo mismo
ocurre en países como la Argentina, Brasil y Uruguay, en donde la
voz cantante para erosionar la imagen de la presidenta argentina, o a
favor del impeachment a Dilma Rousseff en Brasil, la llevan los grandes
medios. Por el contrario, estos han
respaldado, sin el menor recato en
algunos casos, a gobiernos como
los de la Concertación en Chile; a
Fox, Calderón y Peña Nieto en
México; a Uribe y Santos en Colombia, Alan García y Alejandro
Toledo en el Perú, para no citar sino
los casos más evidentes. En Argentina y Brasil este papel «organizador» de los medios hegemónicos
convertidos en filosos sucedáneos
de la derecha partidaria adquirió en
los últimos tiempos ribetes francamente escandalosos. ¡Y a esto le llaman «periodismo independiente»!
Telesur y la democratización
del espacio público
De ahí la enorme importancia
de esta señal de noticias, creada por
inspiración del Comandante Hugo
Chávez Frías, que percibió como
pocos la gravísima amenaza que
para el futuro de ALC representaban los medios controlados por
una coalición irreconciliablemente
enemiga de cualquier proyecto democratizador o de reforma social.
Era preciso iniciar una lucha frontal en contra de esos bastiones del
autoritarismo y la reacción, y esa
batalla no podía darse tan sólo a
nivel nacional. La ofensiva era continental, y tenía su estado mayor en
Washington. Para neutralizarla, o al
menos para atenuar sus efectos,
necesariamente debía ser librada a
escala latinoamericana.
En Argentina y Ecuador se han
venido librando grandes batallas
para democratizar los medios de
comunicación. En otros países,
como Brasil, según el analista Denis de Moraes, la lucha apenas si ha
comenzado porque el conglomerado mediático dirigido por la red
O Globo impide la instalación de
este asunto en la agenda pública. En
Ecuador, una consulta popular convocada el año 2011 aprobó una
normativa mediante la cual las empresas periodísticas quedan inhabilitadas para realizar negocios o inversiones en otras áreas de la economía, reduciendo significativamente la posibilidad de hacer que
los órganos de prensa se conviertan en arietes para promover los
intereses de grandes conglomerados empresariales bajo el ropaje
del periodismo. Desgraciadamente esto es lo que ocurre en casi todos los países, pero afortunadamente está prohibido en Ecuador.
Por lo tanto, no habrá avances
democráticos si no se democratizan los medios. Este es el objetivo
de la Ley de Medios en la Argentina: facilitar, según lo establece la
propia ley, «la promoción, desconcentración y fomento de la competencia, el
abaratamiento, la democratización y la
universalización de las nuevas tecnologías
de la información y la comunicación».
Pero la implementación de esta
norma se ha visto en parte obstaculizada por sucesivos amparos judiciales promovidos por el Grupo Clarín, mismos que hasta ahora impidieron avanzar como se
esperaba en la desmonopolización
del sistema mediático. Por otra
parte, para que este se democratice será necesario que el estado na-
cional inyecte una importante cantidad de dinero para facilitar el
desarrollo del tercio del espectro
radial y televisivo reservado a las
organizaciones populares y comunitarias, cosa que aún no ha ocurrido en la magnitud suficiente. Al
mismo tiempo, en el tercio reservado para el sector público, es de
fundamental importancia evitar
que esos medios reduzcan su papel al de simples voceros del oficialismo. Sería altamente perjudicial, inclusive para el mismo gobierno, obrar de esa manera. Por
otra parte, uno de los problemas
es que la agencia de aplicación que
preside todo lo relacionado con
la comunicación audiovisual, la
Autoridad Federal de Servicios de
Comunicación Audiovisual (AFSCA), depende de la Presidencia de
la república y del Congreso. Son
ambas ramas del estado quienes
designan a los miembros del Directorio, sin ninguna intervención
de organizaciones de la sociedad
civil. De este modo, la AFSCA
como organismo rector que debe
garantizar la democratización del
sistema mediático es conformado
exclusivamente por la dirigencia
política, lo que conspira contra la
legitimidad democrática que debería tener un órgano tan crucial
como ese en momentos en que
aquella no cuenta precisamente
con un alto grado de aprobación
popular.
Ahora bien, ¿cómo combatir a
los poderes mediáticos? Como en
tantas otras cosas de la vida pública no basta la ley. Es importante
pero insuficiente. Pero lo decisivo
es algo más: no reproducir en espejo, simétricamente, la agenda, el
estilo y la temática de los oligopolios mediáticos. No se combate a
los medios del Grupo Clarín haciendo cada día un «anti-Clarín»,
ni se lucha contra O Globo o El
Mercurio haciendo un «anti» de
esos medios. La experiencia indica que esta táctica de lucha termi-
na por producir un resultado exactamente opuesto al esperado.
Por otra parte, es preciso comprender que para torcerle el brazo
a los conglomerados monopólicos
se requiere algo más que ganar una
batalla dialéctica. Es preciso impulsar con energía la aparición de
nuevas voces desde el campo popular. La sola desmonopolización
será insuficiente para democratizar
a los medios si las organizaciones
populares de todo tipo siguen sin
poder hacer oír su voz. Para eso
es necesario dotarlas de toda suerte de recursos: desde dinero y equipamiento adecuado hasta formación
técnica. Sin ello no podrán hacer una
diferencia en el sistema. Democratizar a los medios requiere de gobiernos que garanticen la sustentabilidad
financiera de esta batalla comunicacional, que por eso es también una
batalla económica y política crucial
para el futuro de la democracia.
Lo anterior es suficiente para
comprender la trascendental labor
hecha por Telesur desde el momento en que fuera creada, hace
diez años. No sólo estamos informados, cuando antes estábamos
desinformados; sino que estamos
bien informados, con periodistas
que comparten nuestra cultura y
nuestros sueños, que nos muestran
lo que las oligarquías locales y el imperialismo no quieren que veamos
o que sepamos. No querían que se
supiera que en Honduras había un
golpe de estado en marcha; o que
en Bengasi no había «combatientes
por la libertad» masacrados por
Gadafi; o que quienes despacharon casi 10.000 misiones de bombardeo a Libia, con innumerables
57
víctimas civiles fueron los aviones
de la OTAN, para no citar sino
unos pocos ejemplos. Aún si su
contribución a lo largo de estos
años hubiera sido la de aportar in-
58
formación verídica sobre temas
cruciales Telesur justificaría con creces su existencia. Pero hizo algo más:
fue un factor muy importante en la
consolidación de una conciencia crítica nuestroamericana. Gracias a ese
medio hoy somos más latinoamericanos que antes, y mejores latinoamericanos también. El gran proyecto bolivariano, relanzado por
Chávez, encontró en Telesur un instrumento singularmente valioso
para acelerar su concreción y un
arma muy potente, en esa artillería
de pensamiento a la que aludía el
líder bolivariano, para librar con
éxito la batalla de ideas que nuestro tiempo y el futuro nos reclaman. Tiene razón Pilger cuando, en
su artículo reseñado más arriba, recuerda una sentencia notable de
Tom Paine: «si a la mayoría de la
gente se le niega la verdad y las ideas
de la verdad, es hora de tomar por
asalto la Bastilla de las palabras.»
Ese es, sin duda, uno de los mayores desafíos con que tropieza la democracia en el mundo actual.
Discurso en la
Cumbre Sociedad
de la Información
Abel Prieto Jiménez1
H
e preparado
algunas notas
para leer y co
mentar aquí;
no con el pro
pósito de hacer ningún tipo de conclusión sobre
los temas específicos tratados en el
evento, sino para describir, primero, a grandes rasgos, el entorno cultural realmente inédito, estremecedor, en que se está produciendo este
debate y compartir luego con ustedes algunas apreciaciones sobre el
papel de las Tecnologías de las Información y la Comunicación (TIC)
en la coyuntura actual. Y es que (como
me decía un amigo aquí presente el
viernes por la tarde, cuando muchos
delegados hacían énfasis en la necesidad de generar contenidos), el problema sobre el que hemos estado
reflexionando es también en última instancia cultural.
1) La crisis cultural global
-Habría que empezar diciendo
que vivimos en medio de una crisis
cultural gravísima, la más grave y
devastadora de que se tenga memoria. Los paradigmas de la tradi-
1
ción cultural humanista están en
franco retroceso frente a la avalancha irresistible de una industria del
entretenimiento que no reconoce
jerarquías, que ha reducido el arte
definitivamente a la condición de
la mercancía más vulgar, que expulsó de los altares a los llamados clásicos, que lo mezcla todo, sin orden ni concierto, aquello que puede ser artísticamente valioso con la
cultura-chatarra, con fetiches vacíos,
con símbolos de la mayor estupidez y frivolidad, y que va más allá
en su afán caótico y mezcla realidad y ficción, historia y leyenda, y
crea vertiginosamente nuevos mitos y recicla otros, en el torbellino
de un espectáculo permanente concebido solo para vender y divertir.
-Con todos estos componentes
se pretende formar una criatura
rendida ante la tecnología (idealizada más allá de sus funciones y de
todo sentido ético) y los fetiches de
la industria del entretenimiento; una
criatura sin raíces, sin memoria, desamparada frente a la manipulación,
egoísta hasta el delirio, sometida,
colonizada, incapaz de luchar por
su emancipación, que sabe muy
bien, siempre, en todo momento,
quiénes son los «malos» y quiénes
los «buenos» en las guerras virtuales y en las reales; una criatura indefensa ante la arremetida publicitaria, cuyo destino e identidad dependen de su condición de consumidora potencial.
-Todo esto tiene que ver con la
llamada globalización, ese fenómeno que Frei Betto ha rebautizado
con razón «globocolonización».
-Alessandro Baricco ha calificado (en Los bárbaros) las experiencias
intelectuales del presente como un
«surfeo» sobre las olas, siempre en
la superficie. Aunque no concuerdo con la benevolencia post-moderna de Baricco, creo que esta idea
de «surfear» sintetiza muy bien la
superficialidad que propone el proyecto «educativo» del sistema, extraño por esencia al más mínimo
afán de rigor y profundidad. Superficialidad, modas, marcas, frivolidad, «surfeo», en este ámbito deben formarse nuestros jóvenes. En
términos de información, el «surfeo» se puede traducir en quedarse,
en el mejor de los casos, con los
titulares de las noticias, con cápsulas muy simplificadas de los procesos históricos, sociales y culturales,
Asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la Republica de Cuba.
59
con estereotipos de pueblos, naciones, razas, que nutren forzosamente el desprecio al «otro». Hay un
segundo mensaje central en el proyecto del sistema que es también
comentado por Baricco: la impresión de que vivimos un eterno presente; la subvaloración de la historia y la consiguiente amnesia o (en
todo caso) una utilización libérrima,
fuera de contexto, de «fragmentos»
del pasado.
-El entretenimiento ha sido colocado en un trono incuestionable.
Es el rey supremo. El valor principal. Sólo él le otorga significado a la
producción cultural hegemónica. Se
trata además de un entretenimiento
amoral, insulso, asociado a la trivialidad más absoluta, al rechazo del
más mínimo ejercicio intelectual, al
vouyerismo implícito en los reality
shows y en las distintas plataformas
donde se cuentan chismes de «famosos». Para colmo, se han ido agotando las reservas de historias más
o menos divertidas, y la industria se
ve obligada a acudir una y otra vez
a remakes, a fábulas ya contadas, a
personajes de antiguos cómics.
-El entretenimiento ha llegado a
dominar incluso el mundo de la información, que está obligada a presentarse de manera «divertida».
Hasta un escritor tan reaccionario
como Vargas Llosa, un «intelectual
orgánico» del sistema, habla en su
libro La civilización del espectáculo de
que la profusión de información ha
derivado en convertir al entretenimiento y a la diversión en los valores más altos de nuestra época, ocasionando «un trastorno recóndito
de las prioridades: las noticias pa-
60
san a ser importantes o secundarias
sobre todo, y a veces exclusivamente, no tanto por su significación económica, política, cultural y social
como por su carácter novedoso, sorprendente, insólito, escandaloso y
espectacular» (p. 54). Se está produciendo incluso un tipo de censura
por sobresaturación, de modo que
un hecho de importancia pierde visibilidad al sumergirse en un torrente de noticias y detalles accesorios.
-El capitalismo, como sabemos,
propició momentos de un portentoso esplendor cultural, desde el
Renacimiento hasta las vanguardias
de la primera mitad del siglo XX,
pasando por la Ilustración, los románticos, la gran narrativa realista,
la poesía de los llamados «decadentes» y la pintura deslumbrante de
aquellos que al decir de Martí quisieron vencer al sol. (No sé si esto
suena demasiado «nostálgico».) Esta
acumulación literaria y artística admirable, tan diversa en estilos y expresiones, tenía un componente
común: su humanismo. El ser humano, con todos sus demonios y
ángeles, con sus deseos más oscuros, con sus esperanzas más hermosas e iluminadas, estaba ahí, en el
centro de las búsquedas de los creadores y en el centro de la batalla
íntima del público por hacer suyo
aquel caudal que lo enriquecía y
podía marcar su vida.
-Ese arte y esa literatura de extraordinaria calidad estuvieron
siempre acompañados con más o
menos suerte por «chatarra» kitsch.
Recuerdo que Hauser decía que con
el pintor Greuze en el siglo XVIII
se había inaugurado en cierto modo
el kitsch.
-No olvidemos que, al margen
de un Balzac, un Stendahl, un Flaubert, Eugenio de Sue estaba publicando en los periódicos los capítulos de sus novelas con un éxito
colosal. Dublinenses de Joyce se publicó en 1914, el mismo año en que
nace Tarzán de los monos, el libro ini-
cial de la interminable serie de best
sellers de Edgar Rice Burroughs. Las
4 mil novelas de Corín Tellado, que
llegaron a vender 400 millones de
ejemplares, acompañaron durante
décadas a muchas obras capitales del
siglo XX. Sin embargo, de alguna
manera, lo kitsch y la creación auténtica vivían en ámbitos separados.
-Lo que ha pasado en los últimos
tiempos es difícil de describir. La
creación que tiene valor cultural o
se somete a los requerimientos implacables del mercado, se traiciona
a sí misma y se prostituye o es desterrada, suprimida o arrinconada,
si navega con suerte, a los rincones
alternativos.
-Y el éxito en sí mismo de una
película mediocre o de un libro mediocre, por ejemplo, propagandizado adecuadamente, es un gancho
para que el público vaya a ver la
película o a comprar desesperadamente ese libro. Las cifras de recaudación funcionan como parte de
la campaña publicitaria. «Si eso lo
busca tanta gente, no puedo perdérmelo.» También funcionan del
mismo modo los costos millonarios de las superproducciones.
«Algo que costó tanto tiene que ser
imprescindible para mi vida.»
-La escritora croata Dubravka
Ugresic traza en Gracias por no leer un
panorama impresionante del mercado literario actual. Describe una
Feria del Libro de Londres que se
inauguró con la presentación de la
primera obra «literaria» de una popular actriz. Según esta autora, «lo
trivial ha anegado la vida literaria
contemporánea», en un mundo
«donde las memorias de Mónica
Lewinsky merecen mil veces más
publicidad que las obras completas de Marcel Proust…» (35-36)
-Resulta ineludible recordar ahora la encrucijada que planteaba
aquel libro de Umberto Eco que
se hizo muy popular a finales de
los 60: Apocalípticos e integrados ante
la cultura de masas. Los primeros, los
apocalípticos, por supuesto, serían
los intelectuales herederos de la crítica muy radical, muy dura, en ocasiones exagerada, de Adorno y
Horkheimer, contra la simplificación mutiladora y degradante que
estaba sufriendo la gran cultura
burguesa europea a manos de los
medios de difusión y del empresariado norteamericano. Los segundos, los integrados, vendrían a ser
aquellos que se dejan absorber por
el sistema sin conflictos de conciencia, que trabajan para él, que aplauden como signo de una nueva época la expansión a través del cine,
de la radio y la televisión, del disco, de los cómics, del teatro musical, de la prensa, de un producto
cultural ingenuo, sencillo, ajeno a
las ambigüedades y a los enigmas.
Eco se colocaba, si mal no recuerdo, en un punto intermedio: no
asumía el rechazo apocalíptico ni
la integración a plenitud. Su posición podría definirse como la de
un «integrado crítico».
-Es útil, repito, recordar hoy
aquella encrucijada planteada por
Eco, aunque hay que tener en cuenta que en los 50 años transcurridos
desde la publicación de aquel libro
los avances de la llamada «industria
cultural» han sido aplastantes como
han sido francamente trágicos los
retrocesos de la cultura humanista,
la europea en particular, aunque de
todas partes. Ya hay cada vez menos espacio para el «integrado crítico» que proponía Umberto Eco.
Ahora la encrucijada que propone la maquinaria hegemónica es
más radical: o te integras definitivamente o no existes. Es así. (El
propio Umberto Eco anunció no
hace mucho una versión abreviada, más «ligera», más light, de El
nombre de la rosa, que en su momento fue un best seller, y provocó un
debate muy virulento. Muchos vieron una capitulación vergonzosa,
por dinero, en ese proyecto.)
2) Las TIC y la crisis cultural
global
-Es evidente que el mundo virtual de las TIC refleja los principales problemas y contradicciones del
mundo real del presente: la concentración de poder en manos de
transnacionales; la desigualdad creciente, abismal, entre pobres y ricos, entre el Norte y el Sur; la privatización del conocimiento y la
cultura; la visión imperial y belicista que concibe la Web como un
espacio militarizado; la injerencia,
la violación de la soberanía de las
naciones y de la privacidad más
elemental de los individuos; la reducción del ciudadano al estatus
de consumidor potencial y el
manejo inescrupuloso de sus inclinaciones más íntimas para crearle
falsas necesidades.
-Pueden distinguirse dos polos
extremos, antagónicos, entre los
usuarios de las nuevas tecnologías de
la información y la comunicación:
1- aquellos que se han apropiado
de estas herramientas para construir
desde distintos ángulos núcleos de
resistencia cultural que de un modo
u otro se orientan hacia la emancipación humana; 2-los que comparten los códigos y modelos de los
medios tradicionales de difusión y
se entregan a la mezcla amorfa, desjerarquizada, característica de la crisis
cultural de la contemporaneidad.
–Un ejemplo del primer grupo,
el de la vanguardia (no «apocalíptica» en este caso; sino crítica y capaz
de generar alternativas), son las comunidades de software libre o los
científicos que presionaron a través
de sus blogs para divulgar la verdad sobre la central nuclear de
Fukushima o aquellos que han sido
capaces de fundar agrupaciones
colaborativas ecológicamente racionales y sustentables en medio del
torbellino consumista. Otros muchos los hemos escuchado aquí, de
compañeros argentinos, venezolanos, ecuatorianos, brasileños, que
emplean las TIC en defensa de las
causas populares.
-Los segundos, absolutamente
«integrados», aprovechan al máximo las posibilidades ofrecidas por
las redes para disfrutar el encanto
de la frivolidad; son los seguidores
en Twitter de los «famosos», los
que nutren las estadísticas del llamado Golden Tweet, ganado por
la selfie de Ellen DeGeneres con
diversas celebridades durante la
transmisión de los premios Oscar
(foto que suma tres millones 367
mil 950 retuits y dos millones 018
mil 644 favoritos); los que se han
sumado a la marea de seguidores
de Katy Perry, que le ha permitido
batir el recórd de los 50 millones
de seguidores en Twitter; los que
han colocado en segundo lugar a
Justin Bieber motivados por sus
últimos problemas con la justicia en
EEUU, y que le han llevado a tener
49.214.521 seguidores. Según el ranking de una cadena de noticias sobre los diez momentos más tuiteados en la historia de la red social el
hecho que más tráfico generó fue
el embarazo de Beyonce, que alcanzó los 8.868 tweets por segundo,
cuando la cantante anunció la noticia en la gala de los MTV Video
Music Awards. El segundo y el tercer momentos que tuvieron más
reacción están vinculados a dos
noticias del fútbol, con 7.196 y
7.166 tweets por segundo. Hubo
que esperar al noveno y al décimo
lugar para llegar a temas no asociados al universo del espectáculo (cultura y deportes), aunque también
presentados de modo «espectacular»: el terremoto en la costa este
de Estados Unidos y, finalmente,
61
la muerte de Osama Bin Laden.
Entre las trampas del sistema hay
que subrayar que estas personas del
segundo grupo creen que están debidamente informadas y que participan con decisiones libres en estos
procesos. En realidad, escogen a
quién seguir o qué hecho los motiva más para retweetear a partir de
la agenda que se les ofrece y termina imponiéndose.
-Al propio tiempo, en esta zona
de las TIC «integradas» al sistema
hay que resaltar el empleo de las
mismas por la reacción para reiterar la agenda mediática hegémonica y circular mensajes falsos para
desacreditar a líderes y procesos
progresistas. En el primer panel de
este evento el viceministro bolivariano de redes sociales puso ejemplos de cómo, a través de Twitter,
la oposición puso a circular fotos
de actos violentos provocados supuestamente por el gobierno que
en realidad pertenecían a imágenes
de hechos ocurridos en otros contextos y países.
-Entre esos dos extremos, podrían añadirse otros internautas que
utilizan las redes para hacer negocios o con propósitos educativos
o para mantener vínculos profesionales de utilidad o emprender proyectos colectivos de creación o incluso de modo más personal, para
combatir la soledad o el aburrimiento, o combinar cualquiera de
los objetivos mencionados con la
búsqueda de información general,
distracción o placer.
3) Papel de las vanguardias en
el uso de las TIC como instrumento de emancipación
62
-Alfredo Guevara decía que no
creía en las élites pero sí en las vanguardias. Es importante el hecho de
que lo haya dicho el fundador del
ICAIC (siglas que significan Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos), es decir, la persona que dirigió la gestación de un
cine nacional, dirigido a las masas,
sí, pero con alto valor artístico, sin
perder de vista que había un componente industrial en esa creación.
-Creo que esta idea es esencial
para enfrentar el desafío de las nuevas tecnologías y su doble rostro,
como instrumento de emancipación y como espacio reproductor
de la dominación. Es imprescindible conectar a los núcleos de vanguardia que están utilizando las TIC
en la defensa de la verdad, la justicia, la democracia real, de un mundo mejor, e intentar trabajar de
manera más articulada.
-La diferencia entre las élites y las
vanguardias es que las primeras se
enclaustran, se aíslan, intentan no
contagiarse con bacterias plebeyas,
y las segundas se empeñan en reclutar a todo aquel que sea reclutable para una causa que vale la pena.
-No hay que criticar al que habita, fascinado, el mundo de las nuevas tecnologías solo por entretenimiento o por sumar obsesivamente «amigos» que compartan sus aficiones en Facebook u otra red social. No podemos reprocharlos en
nombre de un uso exclusivamente
«culto» o de «activismo social» de
las nuevas tecnologías. Pienso que
el reto de la vanguardia sería atraer
de manera respetuosa a algunos de
ellos, que quizás podrían multiplicarse. Un miembro del panel del
viernes por la tarde, un compañero brasileño que creo que vive en
Ecuador, al debatir la necesidad de
crear redes sociales propias, ajenas
al control de las ya conocidas, decía: «Hay que estar donde esté la
gente, y, si la gente está en Facebook y en Twitter, tenemos que estar
también ahí.» Recuerdo que
Chomsky contó en una visita que
nos hizo, hace varios años, que a
los primeros conversatorios que
organizó contra la guerra de Viet
Nam iban cinco o seis personas,
muy poca gente. Tenía que anunciarlos con un añadido, no sé, «Hoy
se hablará en tal sitio de la guerra
de Viet Nam y de la vigencia de
Freud» o algo así, un tema «gancho» que motivara a la gente. Y se
fueron sumando a esas charlas más
y más jóvenes.
-Tal vez nuestra vanguardia pudiera emplear aquella técnica de
Chomsky y convidar a foros virtuales para debatir temas diversos,
atractivos (no la vigencia de Freud,
quizás no funcionaría) y, entre esos
temas, incluir otros con cierta sustancia. Habría que promover la idea
de que el conocimiento puede ser
placentero, de que no solo las lentejuelas de la farándula son atractivas y alegres, de que ejercitar un
poco la inteligencia y entender algunas cuestiones esenciales del mundo en que vivimos puede ser atractivo y alegre, «dulce y útil», como
decía el clásico. Quizás podrían
usarse como pretexto una fecha
importante, qué sé yo, el nacimiento de Hemingway (ya casi nadie lee
a Hemingway, ni casi nadie lee a casi
nadie, pero al menos la gente tiene
una idea de que existió un individuo algo exótico llamado así), y
hablar un poco de él y de su obra,
y hasta circular alguno de sus breves y excelentes cuentos. O un evento de mucha resonancia, tratando
de llegar a las causas, adonde nunca llegan los medios hegemónicos.
-No soy quién para aconsejar a
nuestra vanguardia en el uso de las
redes; pero creo que tenemos que
reflexionar sobre la polarización
que se produce automáticamente (y
con mucha pasión y virulencia)
cuando aparece un «apocalíptico»
cuestionándose algún aspecto de
estas tecnologías en nombre de la
tradición cultural humanista. Inmediatamente es acusado de «nostál-
gico», de fósil viviente incapaz de
entender las posibilidades infinitas
que ofrecen las TIC y de asumir que
este planeta cambió definitivamente y que ya aquellos paradigmas
culturales pertenecen al pasado. Lo
vi cuando Vargas Llosa publicó el
libro que mencioné, La civilización del
espectáculo, que es un refrito, lo sé,
del de Guy Debord (La sociedad del
espectáculo) y de muchos otros estudios anteriores. Sé que se permite
descalificaciones absurdas de las
artes visuales contemporáneas y no
entiende lo esencial del problema
denunciado: se autotitula un neoliberal convencido, fundamentalista,
pero se escandaliza con las consecuencias culturales del neoliberalismo. Sin embargo, dice cosas atendibles; describe fenómenos reales
que tienen que preocuparnos. No
podemos asumir posiciones nostálgicas; pero hay que defender la
memoria cultural de la humanidad.
La burguesía, que la propició y financió gran parte de esa memoria,
está terminando de aniquilarla; pero,
si es patrimonio de alguien, lo es
sin duda de la izquierda, de la gente
que cree aún en las utopías, y debemos seguirla defendiendo hasta que
el planeta desaparezca.
-Por otra parte, hay observaciones que nuestra vanguardia debe
evaluar con cierto detenimiento.
¿Hasta qué punto, por ejemplo, las
TIC están afectando los hábitos de
lectura, de expresión escrita, de pensamiento? ¿La percepción que trasmite Nicholas Carr sobre cómo fue
perdiendo su capacidad para «la
lectura profunda» y para el propio
ejercicio del pensar pertenece a una
dramatizada alarma «apocalíptica»
o describe un proceso genuino?
Dice Carr: «¿quién podría negar que
es un avance casi milagroso que,
ahora, en pocos segundos, haciendo un pequeño clic con el mouse,
un internauta obtenga una información que hace pocos años le exigía
semanas o meses de consultas en
bibliotecas? Pero también hay prue-
bas de que, cuando la memoria de
una persona deja de ejercitarse porque para ello cuenta con el archivo
infinito que pone a su alcance un
ordenador, se entumece y debilita.»
¿Será cierto eso? Creo en todo caso
que los intelectuales más preparados para responder estas preguntas son los miembros de esa vanguardia emancipatoria de las TIC.
-A su vez, el teórico, activista y
crítico de Internet holandés Geert
Lovink, profesor de la Universidad
de Ámsterdam y fundador del Instituto de Culturas de Red, denuncia que la mezcla caótica de elementos que no valen la pena con otros
de importancia (un rasgo esencial,
como hemos visto, de todo el panorama cultural contemporáneo)
está presente en los propios «motores de búsqueda» de Internet:
»Con el auge de los motores de
búsqueda, ya no es posible distinguir entre perspicaces percepciones
patricias y el chismorreo plebeyo.
(…) Hoy día un fenómeno completamente nuevo está causando
alarma: los motores de búsqueda
disponen en orden de acuerdo con
la popularidad, no con la Verdad.
(…) Pronto buscaremos y solo nos
perderemos. El espectro de la sobrecarga de información ronda a
las élites intelectuales del mundo.
(…) No solo han hecho implosión
las viejas jerarquías de la comunicación: la comunicación misma ha
asumido el estatus de una agresión
al cerebro.» (Geert Lovink, «La sociedad de la consulta: la googlización de nuestras vidas», nueva versión de un ensayo de junio de
2008, Denken Pensée Thought Myœl. Ezine de Pensamiento Cultural Europeo,
Criterios, volumen 1, p. 52-3.) (Fíjense: la idea de la popularidad
como cualidad dominante para «saltar» a los primeros puestos de los
buscadores coincide casi literalmente con los pilares del universo de
los «famosos».)
-Lovink acusa directamente a
Google de recopilar información
de sus usuarios para venderla luego y rinde homenaje en el texto citado a Joseph Weizenbaum (autor
de El poder de las computadoras y la
razón humana, 1976). Para Weizenbaum, «El problema de Internet (…) es que se nos invita a verla
como un oráculo de Delfos (…)
(que) proporcionará la respuesta a
todas nuestras preguntas y problemas. Pero Internet no es una máquina tragamonedas (…) para obtener lo que se quiere. La adquisición de una adecuada educación
y pericia para formular la consulta correcta es esencial. (…)
Escribe Weizenbaum: La posibilidad
de que cualquiera ponga algo en Internet
no significa gran cosa. Tirar en ella cosas
al azar es tan inútil como pescar de ella al
azar. (…) Desde el auge de los
motores de búsqueda en los 90 vivimos en la Sociedad de la Consulta, que, como indica Weizenbaum,
no está tan alejada de La sociedad del
espectáculo de Guy Debord (…) [que]
se basaba en el auge de las industrias del filme, la televisión y la publicidad. La principal diferencia de
hoy es que se nos pide explícitamente que interactuemos…» Lovink,
cit., p. 60-61.
-Por supuesto, creo que la descalificación brutal de la «interactividad» por parte de Weizenbaum no
puede tomarse al pie de la letra. Hay
muchos ejemplos de cómo «tirar
cosas al azar en Internet NO es
siempre inútil», sobre todo si no se
hace al azar y en especial si logramos articular los empeños de muchos. Ramonet, por ejemplo, habla
de que la información de los blogs
y las redes «puede ser muy buena o
muy mala»; pero, al referirse a lo
63
que hemos llamado «vanguardia»,
dice que «hoy día, por ejemplo, las
redes funcionan como un gran corrector». «Si un medio dice una
enorme mentira [asegura], las redes
lo van a corregir y van a difundir el
error. Las redes han hecho las principales revelaciones de este tiempo.
No son los periódicos, no son los
medios, los que han hecho las dos
grandes revelaciones de los últimos
5 años, como son Wikileaks y Edward Snowden (…). Hoy, las redes son el complemento indispensable y, en sí, un medio de información. (Entrevista para El Telégrafo, Ecuador)»
4) Las TIC y su influencia en
la vida política. La Red EDH
-Cuando escuchaba al periodista
mexicano Pedro Miguel, de La Jornada, diciéndonos en el panel del
viernes que «el escenario bélico, de
confrontación» de Internet y de las
TIC «es menos desventajoso para
las mayorías» («los pueblos», dijo él,
«tienen más chances» de hacer oír
sus voces en este nuevo espacio),
recordé la gestación, precisamente
en México y por Pablo González
Casanova y otros intelectuales vinculados casi todos a La Jornada, de
una red de escritores, artistas, comunicadores, activistas y luchadores sociales para movilizar la opinión pública frente a la ofensiva
armada imperial encabezada por
Bush en el año 2003. Era un momento extremadamente peligroso:
todavía no había señales de la resistencia irakí y los tanques norteamericanos avanzaban hacia Bagdag en
una marcha triunfal, mesiánica, escoltados por sus fieles cronistas de
64
CNN. En Miami la ultraderecha de
origen cubano organizaba marchas
con la consigna «Irak ahora, Cuba
después». En una graduación de oficiales en West Point, Bush había dicho que las fuerzas armadas de los
Estados Unidos tenían que estar dispuestas a atacar de inmediato, tan
pronto se les indicara, a «sesenta o
más oscuros lugares del mundo».
-Nunca olvidaré cuando Fidel
invitó al núcleo que estaba gestando la red, y nos reunimos aquí en
La Habana, en un saloncito de este
mismo Palacio, con varios intelectuales cubanos, para hablar del proyecto. Invertimos varias horas discutiendo si debía llamarse «frente
antifascista» (algunos pensaban que
el fascismo era un fenómeno europeo, históricamente enmarcado, y
que Bush y su equipo de halcones
no podían clasificarse propiamente como fascistas) hasta que finalmente uno de los amigos mexicanos, Gilberto López y Rivas, fundamentó que el nombre no debía
ser «anti» o «contra» algo, sino »en
defensa de algo», y por aclamación
quedó bautizada como red «En
defensa de la humanidad». Se hizo
un primer encuentro en México, en
octubre de 2003, al que asistió, por
cierto, el líder de un movimiento
social que sería después presidente
de Bolivia: Evo Morales; uno segundo en Oviedo (España), en
abril de 2004; y un congreso muy
trascendente, casi multitudinario, con
varios cientos de participantes, en
Caracas, en diciembre de 2004, presidido por el Comandante Hugo
Chávez. Al año siguiente, la Red
EDH participó muy activamente en
los eventos paralelos a la Cumbre
de las Américas de Mar del Plata,
cuando el ALCA (que pretendía
imponer Bush) fue derrotado.
-Esta red ha trabajado durante
todos estos años, utilizando Internet y más recientemente las redes
sociales, en el esfuerzo por interconectar a muchísimas personas y grupos que trabajan en América Lati-
na y el Caribe, en España, en Francia, en Italia y otros países europeos,
para mover las ideas anti hegemónicas, sin sectarismos, sin dogmatismos, sin exclusiones, en torno a
los llamados «ejes temáticos» aprobados en el evento de Caracas: en
defensa de la verdad y frente a la
mentira mediática; en defensa del
medio ambiente; en defensa de la
diversidad cultural; en defensa de
la soberanía y de la legalidad internacional; en defensa de la cultura y
el conocimiento para todos… Ha
tenido altibajos, momentos opacos
y otros brillantes, como su contribución (de gran valor conceptual)
a la Cumbre de los Pueblos, en Río
de Janeiro (2012). Tuvimos incluso
el privilegio de que Fidel se reuniera dos años consecutivos, en 2011
y 2012, en torno a la celebración
de nuestra Feria del Libro, con integrantes de la Red EDH y de que
nos propusiera el lanzamiento simultáneo en varias ciudades de un
folleto con la transcripción de esos
diálogos en formato digital.
-Ha sido difícil: la derecha actúa
férreamente unida cuando siente
que su reinado está en peligro; la
izquierda tiende por desgracia a dividirse. La maquinaria hegemónica, ya lo sabemos, legitima con su
enorme poder mediático a las celebridades sin ideas y descarta a los
incómodos. E impide que se unan
por todas las vías a su alcance. Pero,
de todos modos, sería muy estimulante para la Red EDH que algunos luchadores de las TIC se
aproximaran a lo que hemos hecho desde Cuba, desde Venezuela,
desde Ecuador (que convocó un
interesantísimo evento de la Red exclusivamente dedicado a los jóvenes), desde Bolivia, desde los demás países del ALBA, desde el increíble Festival de Poesía de Medellín. Había un principio que Pablo González Casanova defendía
con mucha insistencia: no es una
Internacional; se trata de una red
de redes. Se le suman redes que
no pierden su identidad. La red de
poetas, por ejemplo, que coordina Fernando Rendón en Medellín,
se sumó. Y así lo hicieron Alex
Pausides y Aitana Alberti con su
Red Poesía Sur, y así lo han hecho
muchas otras. Qué útil sería establecer contactos con los amigos de
Argentina que fundaron su propia
red social y con otras compañeras y compañeros que trajeron
aquí sus experiencias. La Red En
defensa de la humanidad está presente en la web con varios sitios,
blogs, y está en distintas redes sociales: en Twitter, en Facebook,
Google+, Youtube, y otras.
-En cuanto a las TIC, hay que tener en cuenta que estos nuevos instrumentos para hacer política, para
movilizar a la gente, para construir
afinidades y consensos, para gestar
comunidades, para mover ideas,
surgen en una etapa en que los sectores políticos tradicionales han venido cayendo en el descrédito. Corrupción, mediocridad, juego sucio, falta de transparencia, golpes
bajos, demagogia barata, subordinación a las grandes corporaciones, todo esto junto y mucho más,
ha hecho que la política toque fondo en términos éticos.
-En general es un momento en
que las diferencias entre los políticos que compiten por un determinado puesto tienen más que ver con
la imagen que proyectan que con
sus programas o sus ideas.
-Uno de los principales retos de
nuestra vanguardia tiene que ver
precisamente con el tema de este
evento. ¿Cómo utilizar las nuevas
tecnologías para propiciar la participación ciudadana y hacer política
de verdad, política revolucionaria,
política emancipadora?
-Hay un artículo muy interesante
publicado en la revista Temas de
nuestro Ministerio de Cultura, de
un profesor de la Universidad Sur
de California, Roberto Suro, sobre
la movilización que logró en el 2012
el equipo de campaña de Obama a
través de las redes sociales. Se llegó
a movilizar a los jóvenes votantes
de entre 18 y 29 años (las dos terceras partes del voto juvenil) y esto
fue decisivo para el triunfo del candidato demócrata. «La campaña de
Obama (dice Suro) generó un flujo estable de contenido digital sumamente atractivo que alcanzó al
público en una variedad de plataformas en línea (…), mensajes de
correo electrónico, colocaciones
en Facebook, mensajes en Twitter y
videos en You Tube. (…) Los videos
de campaña de Obama colocados
en la Red fueron vistos alrededor
de 133 millones de veces.» Con
mucho mayor impacto, según Suro,
que si se hubieran exhibido a través
de la TV. Los receptores de los
mensajes emitidos por el equipo de
campaña se convertían a su vez en
«creadores» (al incorporarles elementos de su cosecha y circularlos
a su propia red) y miles de ellos terminaron siendo activistas voluntarios. «La organización política digital de Obama (…) imprimió en los
participantes la sensación de involucrarse en algo diferente, de hacer
algo por vez primera, de estar a la
vanguardia. Y así, aunque estaban
sirviendo a los intereses de alguien
en el poder y de un partido político profundamente enredado con
la élite de negocios y de los medios
(…), los soldados digitales de a pie
podían sentirse como si fuesen rebeldes, gente de afuera.» «El contenido en línea fue diseñado específicamente para hacer que los receptores se sintieran tentados a compartirlos con sus amigos.» Se utilizó
el humor y fue una campaña «inspiradora en su tono, alentadora e
inexorablemente positiva porque se
estimó que un material así tenía muchas más probabilidades de ser
compartido». El monitoreo sistemático del «centro» le proporcionó información continua sobre qué
mensajes eran mejor acogidos. La
red estaba diseñada además «para
permitir que el centro le inyectara
contenido en múltiples puntos al
flujo de información». Por otra
parte, Suro reconoce que «Lo que
mostró la campaña de Obama fue
que, en la sociedad de la información, la calidad del contenido es
importante, pero no decisiva». Aunque se diferenció de otros modelos tradicionales, muy sucios y a menudo escandalosos, de búsqueda de
apoyo y financiamiento electorales,
Suro reconoce que «Esto no quiere
decir que Internet haya acabado con
el clientelismo, la corrupción y la
compra de influencias. En lo absoluto. El dinero sigue contando y los
empleos siguen siendo la moneda
de cambio de la lealtad. (…) Por lo
tanto (se pregunta), ¿cuál es, entonces, el producto final de esta nueva
forma de activismo político? ¿Cuánto está cambiando la sociedad de
la información los modos en que
se practica la política? ¿Acaso todo
esto es apenas un poco más de la
sobrexpectación que asociamos al
último aparato o software?»
-Debo decir que este analista me
pareció muy honesto: aunque se
confiesa deslumbrado por la campaña digital de Obama, por su novedad, por su originalidad, aunque
exagera a mi juicio los aportes personales con que los receptores-creadores-difusores pudieron enriquecer los mensajes del «centro», Suro
se ve obligado a describir cómo se
diseñaron esos mensajes «optimistas», con un toque de humor, concebidos para gustar a los jóvenes e
incitarlos a su circulación. Tampoco
oculta el papel decisivo del «centro»
y su pertenencia orgánica al sistema.
Y lo que siempre ha sido el fundamento de ese sistema: el dinero.
65
-Por otra parte, recordemos la
alerta de un grupo de especialistas
de la coalición Just Net («Por un
Internet Justo y Equitativo») sobre
la influencia directa que han logrado o pudieran lograr las redes sociales en los resultados electorales:
«¿Cuánto poder tendría, en una
campaña electoral, o en un momento crucial de decisión gubernamental, un Facebook desregulado, armado con datos masivos sobre
gran parte del electorado, y con el
control sobre los algoritmos que
determinan lo que este electorado
ve en su suministrador de noticias?»
(www.justnetcoalition.org)
-Recordemos el papel de «sargento político» que le tocó desempeñar a Bin Laden cada vez que la
popularidad de Bush bajaba. Siempre aparecía un video muy oportuno y satánico del líder de Al Quaeda donde amenazaba con volar en
pedazos a la mitad de Estados
Unidos. (Una aclaración: un «sargento político» en nuestra carnavalesca república neocolonial era una
especie de «recaudador de votos»
con métodos muy personales de
persuasión, compra, chantaje.)
-Ahora, luego de echar un vistazo a la experiencia de Obama y teniendo en cuenta estas alertas, volvamos a la pregunta anterior:
¿cómo utilizar las nuevas tecnologías para propiciar la participación
ciudadana y hacer política de verdad? Ya sabemos que se han usado
para la politiquería, para vender un
candidato, una imagen, un par de
slogans vacíos, alguna promesa de
las que se lleva el viento. Pero aquí
hablamos de otra cosa.
-Díaz-Canel abordó el tema en
66
la clausura del primer Taller Nacional de Informatización y Ciberseguridad, en febrero de este año: «Internet (…) impone desafíos a las
formas hasta ahora prevalecientes
de organización y participación social. El socialismo le otorga un lugar preferencial al derecho a la información como condición para el
pleno ejercicio de la crítica y la participación del pueblo. Internet plantea desafíos a las formas tradicionales de comunicación social, al uso
de los medios de comunicación, al
papel de los individuos en el espacio público y exige la existencia de
políticas, normas y formas de funcionar nuevas (…) para garantizar
ese derecho. Internet, además de un
espacio de acceso a la información,
es un espacio para la comunicación
social, la cooperación, la asociación
y el trabajo en sus más variadas
manifestaciones y como tal debe
favorecerse.»
-En esa ocasión, dejó establecida
con total claridad la posición de
Cuba en torno a las nuevas tecnologías, algo que en este evento se
ha ratificado por otras autoridades
cubanas. Insistió allí en «la determinación de la dirección de la Revolución en llevar a cabo un proceso
de informatización de la sociedad,
masificando el uso de las TIC, satisfacer las necesidades crecientes de
información y servicios, elevar el
bienestar de la población, acelerar el
desarrollo económico y social y dar
a conocer las razones de Cuba y
nuestra verdad en la red». Señaló que
se garantizará «el uso seguro y amplio de Internet de manera inclusiva
en función del desarrollo del país.
El Estado trabajará para que este
recurso esté disponible, accesible y
costeable para todos». «La estrategia para su acceso [añadió] debe
convertirse en un arma fundamental de los revolucionarios para lograr la participación social en el proyecto de sociedad que queremos.»
-Como puede verse, hay diferencias sustanciales entre un uso coyun-
tural de las TIC para la movilización política, basado en ciertas habilidades, en ciertos trucos, en aspectos más formales que de contenido en el diseño de los mensajes, en lo que Suro llama «sobrexpectación» ante un nuevo dispositivo o un nuevo software, y las bases conceptuales que explicó DíazCanel. La participación real de nuestros ciudadanos, su ejercicio sistemático y comprometido de la crítica revolucionaria, la convocatoria
transparente (nunca manipuladora)
al debate y a la intervención en los
procesos para alcanzar el socialismo próspero y sostenible que nos
hemos propuesto, son características del modo en que Cuba se ha
venido apropiando de las TIC y de
cómo aspiramos a convertirlas en
un instrumento democrático genuino y no engañoso.
-Para nosotros no se trata de darle una utilización pragmática, instrumental, al uso de plataformas digitales, es decir, concebirlas únicamente para facilitar transacciones financieras o hacer más visibles nuestras
instituciones o aprovechar las redes
para gestionar más eficientemente
determinados servicios. De lo que
se trata es de pensar la tecnología
como un proceso que, integrado a
la economía, la política y la cultura,
sea parte esencial del desarrollo de
la sociedad y del crecimiento (intelectual, profesional, espiritual, político) de los seres humanos.
5) La influencia de la industria hegemónica del entretenimiento en Cuba y su coincidencia con proyectos subversivos
-Todos los elementos nocivos
para la inteligencia, para nuestros
valores, para nuestra identidad cultural, que caracterizan a la industria
hegemónica del entretenimiento, tienen una fuerte presencia hoy en
Cuba. Por supuesto, nuestro criterio para enfrentar este desafío no
tiene nada que ver con censuras ni
prohibiciones. Aparte de que ya es
una verdad suficientemente verificada que prohibir algo equivale a
contribuir de inmediato a promoverlo, las nuevas tecnologías convierten esa pretensión en algo inútil.
-Esta guerra de símbolos, esta
guerra cultural, de valores e ideas,
tenemos que ganarla dentro del individuo, en su tejido espiritual y
moral, en su intelecto, en su comprensión cabal de quién es, dónde
habita y qué aspira para su país y
para la humanidad. Y es de vida o
muerte para nosotros ganarla entre los jóvenes que nacieron y se
formaron en medio de las gravísimas limitaciones materiales del Período Especial y no conocieron la
Cuba capitalista.
-Sobre nosotros coinciden la campaña universal de «globocolonización» al decir de Betto y proyectos
específicos de subversión. Tienen
obviamente muchos puntos en común; porque la «globocolonización» aspira a liquidar toda resistencia frente al gobierno mundial de
las corporaciones y a conducirnos
a la aceptación del capitalismo
como el sistema «natural» e inevitable de organizar la sociedad y las
relaciones entre seres humanos.
-El proyecto a escala global se
propone desmantelar cualquier forma de pensamiento crítico que surja en los jóvenes, incorporarlos al
sistema o hacerlos derivar hacia un
cinismo inocuo, apartar su atención
de los problemas sociales, llevarlos
a seguir creyendo en el mito de
Rockefeller y en la leyenda de Cenicienta, a fantasear sobre el golpe
de suerte que los sacará de las sombras y los conducirá hacia una recompensa dorada. La lotería, el
matrimonio con un príncipe o una
princesa azules o también dorados,
una herencia imprevista, la victoria
de tu caballo o de tu perro en las
carreras, el empleo prometedor de
un ascenso vertiginoso, la visita inesperada del Hada Madrina o del
Ángel de la Guarda o de un amigo de la infancia que se ha vuelto
millonario, el éxito en una audición para actuar en una película y
dar el primer paso hacia el club
de las estrellas, cualquiera de los
miles de caminos que pueden tomar
los «elegidos».
-El proyecto de subversión específico contra Cuba incluye todo
el plan anterior, con un énfasis particular en la promoción de un ideario anticomunista, antipatriótico,
anexionista, que conduzca a pensar
en la restauración del capitalismo en
nuestro país como sinónimo de
progreso y desarrollo.
-Hay un artículo de Rosa Miriam
Elizalde, precisamente en el número de la revista Temas que les mencioné, que es excelente: «La glasnost:
paradoja en la era de la Web 3.0».
Allí Rosa Miriam revela varios antecedentes de los proyectos de
nuestros enemigos de utilizar las
nuevas tecnologías contra la Revolución. Habla del Grupo de Trabajo para la Libertad de la Internet
Global (GIFT), que fue creado en
febrero de 2006 por Condoleezza
Rice y se planteó entre sus objetivos principales monitorear a Irán,
China y Cuba las 24 horas del día
para crear herramientas «contra la
censura». Hillary Clinton revitalizó
el GIFT «como foro para abordar
las amenazas a la libertad de Internet en todo el mundo» y «desafiar
a los gobiernos extranjeros que
practican la censura y la vigilancia».
El GIFT estuvo vinculado activamente a la llamada revolución verde iraní, una campaña a través de
Twitter contra las elecciones en Irán.
Se demostró que de los 10 mil
usuarios de esa plataforma que enviaron mensajes durante la «rebelión» solo cien estaban ubicados en
el país islámico. Este Grupo de
Tareas recibió en 2010 el nombre
de NetFreedom y sigue siendo clave para dar fondos, construir líderes locales y generar proyectos contra Cuba en el espacio digital. El
proyecto ZunZuneo (una operación encubierta del gobierno de los
Estados Unidos contra nuestro país
develada por la agencia de prensa
AP) muestra las fórmulas de este
tipo de plataforma ilegal: crear, sin
alertar a sus usuarios, una base de
datos potente que segmenta a la
población, identifica entre multitudes a aquellos propensos a movilizarse para el cambio de sistema
político y activarlos en momentos
de conflicto.
-Rosa Miriam profundiza en este
artículo en las diferencias radicales
que separan a la Revolución Cubana de aquel socialismo europeo
que, para emplear la expresión tan
gráfica de Fidel, «se desmerengó».
Sin embargo, nos alerta con mucha
lucidez y muchos argumentos sobre cómo no podemos descuidar,
incluso en medio de la batalla económica, el terreno de «la subjetividad». «A diferencia de la Isla (dice
Rosa Miriam), bajo influencia de la
industria cultural de EEUU y con
un notable número de emigrados
cubanos en ese país, la URSS se
había cerrado a cal y canto a la influencia occidental, mientras excluía
de sus instituciones políticas todo
instrumento teórico que resaltara
la importancia de la subjetividad.»
Y cita a Julio García Luis: la comunicación social fue «el punto
neurálgico más débil por donde se
abrió paso la estrategia de desmontaje político y moral de la sociedad soviética…»
-En este punto es inevitable recordar a Gramsci (un marxista considerado heterodoxo en el llamado «socialismo real») y sus ideas
acerca de la hegemonía cultural. Sin
ella, sin esa hegemonía cultural,
aunque las fuerzas anticapitalistas
67
tengan el poder político, económico y militar, todo termina siendo
frágil y reversible. Por fortuna, Martí
fue gramsciano antes de que naciera Gramsci, y Fidel, Raúl y la generación del Centenario lo fueron,
aunque quizás no por lecturas directas, sino por la vía martiana.
«Trincheras de ideas valen más que
trincheras de piedras», dijo Martí,
algo que Gramsci hubiera suscrito
sin dudarlo. «Toda Revolución es
hija de la cultura y de las ideas», dijo
Fidel, y Gramsci le hubiera dado
enseguida la razón. De ahí que la
transformación de la sociedad cubana que comenzó en enero de
1959 se acompañó de la alfabetización del ciento por ciento de la
población, de la fundación de la
Imprenta Nacional y la publicación
de miles y miles de libros, de cubrir el país de escuelas y maestros.
Para transformar la sociedad había
que transformar al ser humano y la
única vía para hacerlo eran la educación y la cultura.
-Martí fue uno de los más trascendentes pensadores de la descolonización de todos los tiempos y,
aunque obviamente no llegó a conocer las TIC, nos dejó un instrumental magnífico para apropiarnos
de ellas y utilizarlas a plenitud de
una manera descolonizada. Como
mismo ocurre en el orden político
y económico, debemos promover,
Cuba, el ALBA, la CELAC, otros
actores progresistas de la comunidad internacional, la difusión de un
pensamiento descolonizador sobre
el uso de estas tecnologías. Eso y la
promoción del uso de Internet en
beneficio de los que menos tienen,
es lo que esperan los pueblos de
68
nosotros. Internet es un derecho
social que debemos promover
para todos. Tenemos que rechazar la pretensión de aquel que por
tener mayor poder adquisitivo
pueda considerarse con mayor
derecho. Como dijera en la inauguración de este evento Abelardo
Moreno, «Debemos apostar por
un uso de las TIC que promueva
la solidaridad social, el compartir
y cooperar, valores que deben estar asociados a la sostenibilidad
económica, cultural y política de
nuestras naciones».
-Cuba cuenta con el acceso masivo al conocimiento y la cultura de
sucesivas generaciones, que forman
parte de las reservas de capital humano de la Isla, para estar a la ofensiva en estos nuevos escenarios. Tenemos que construir un socialismo
digital, no la imitación del internauta como consumidor enajenado.
Hay que acompañar el reto tecnológico con el desafío cultural, y enfrentar ambos reforzando una conciencia crítica colectiva, con la participación de todos los ciudadanos.
Como decía Díaz-Canel en el Taller
Nacional ya mencionado, estamos
aplicando en esta área el estilo de
siempre de la Revolución Cubana:
la convocatoria al debate, a la consulta popular, al análisis entre todos.
Las cifras de participantes en ese
Taller, por vía de los foros online y
en los encuentros presenciales, fueron de varios miles. Aquella recomendación capital de Weizenbaum
sobre la «educación» y la «pericia»
indispensables para buscar en Internet tenemos que convertirla en un
patrimonio masivo de nuestro pueblo, en una brújula para todos.
-En Cuba Internet debe ayudar
a hacer nuestra sociedad más dinámica, eficiente, participativa y justa.
Vemos Internet como una herramienta al servicio del desarrollo
humano sostenible del país y de su
inserción efectiva en el concierto de
naciones. Nuestra estrategia de acceso está siendo diseñada sobre la
base de la más amplia participación,
a partir de las prioridades del país
y de la búsqueda de la soberanía
tecnológica. Internet debe ponerse
en función de la defensa de la identidad y de la cultura nacional y de la
apropiación por parte de los cubanos del patrimonio cultural y científico del mundo. Dará cada vez más
un apoyo decisivo a la promoción
internacional de los frutos del capital humano formado en todos los
campos por la Revolución.
6) La Cumbre Mundial de la
Sociedad de la Información de
2003. Breve recuento
-Hace más de once años de la
primera fase de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI) realizada en Ginebra
en diciembre de 2003, en la que por
vez primera el debate acerca de estos asuntos dejó de ser estrictamente
técnico para convertirse en político
y despertar el interés de la comunidad internacional.
-Esta Cumbre se destacó por el
choque entre representantes de los
gobiernos de los países ricos y el
bloque de países llamados «en desarrollo». El bloque del sur se pronunció por «ahondar en el intercambio del conocimiento tecnológico
entre los pueblos como un método más adecuado para el desarrollo de una Sociedad de la Información democrática e incluyente». En
cambio, los gobiernos de los países ricos, guiados por Estados Unidos, exigieron «mantener el control
absoluto y egoísta sobre la tecnología a través de las leyes de propiedad intelectual. (…) Para nosotros
(es decir, para el Sur) restaría el papel de consumidores tecnológicos y
de productos enlatados producidos
en el norte del planeta, privando a
nuestras universidades, centros de
investigación, empresas privadas,
gobiernos y población de tener dominio y conocimiento de la tecnología que está (o debería estar) siendo diseminada.» «Defendieron que
el mercado debería imponer las
reglas de la inclusión digital, o sea,
quien tiene dinero para pagar y comprar de las grandes empresas monopolistas del hemisferio norte
podrá participar de la sociedad de
la información. Los demás deben
aguardar su hora en la larga fila de
los excluidos digitales. Todos estos
puntos tuvieron un desenlace ambiguo y contradictorio, fruto de las
duras negociaciones diplomáticas.»
(Marcelo D’Elia Branco)
-Hay consenso en calificar de trascendente la «Declaración de la sociedad civil» en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información de 2003, que tuvo como título «Construir sociedades de la información que atiendan a las necesidades humanas». Eso, colocar al
ser humano en el centro de los debates y examinar «las regulaciones
y prácticas de las TIC (…) y su conformidad con (…) los derechos
humanos», como el derecho a la libertad de expresión, asociación e
información, a los que añaden el
derecho al desarrollo, a la educación, a la salud, a la alimentación, a
la vivienda. Las TIC deben favorecer el respeto y el ejercicio de los
derechos de los pueblos y contribuir a una distribución más equitativa de los recursos y a la eliminación de la pobreza. Los conocimientos, la creatividad, la cooperación y la solidaridad humanos deben ser considerados principios
esenciales; y los recursos del conocimiento, información y comunicación, reconocidos y protegidos
como patrimonio común de la humanidad. Respecto a la gobernanza
de Internet, la sociedad civil se manifestó en contra de un gobierno
mundial diseñado para proteger los
intereses de corporaciones.
-En la segunda etapa de la Cumbre,
en 2005, en Túnez, se acordó que, cualesquiera que sean los mecanismos de
gobernanza que se establezcan, deberán ser multilaterales, democráticos y
transparentes y hacerse con la plena
participación de los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y las
organizaciones internacionales.
-Las grandes corporaciones estadounidenses dominan casi todas
las áreas de Internet: desde la infraestructura base, el comercio electrónico, el mercado publicitario, los
buscadores y el almacenamiento de
datos. A ellos les interesa un
mercado desregulado, con leyes
de propiedad intelectual muy estrictas, en oposición a acuerdos internacionales que establezcan normas
para su funcionamiento en defensa
del interés público.
-Si en la Cumbre Mundial sobre
la Sociedad de la Información 2003
se decidió que las cuestiones de
política pública de Internet competen como derecho soberano a los
Estados, en el 2005 se da un paso
atrás y se señala que las políticas
públicas internacionales relacionadas
con Internet deben desarrollarse
«por consenso y con la participación de todos los actores» o sea los
«multistakeholder». Existe un acuerdo amplio de que la participación
«multisectorial» en la gobernanza es
vital; pero no está claro qué puede
significar esto.
-El sistema multisectorial (multistakeholders) debe ser democrático, transparente y responsable y no
hay ninguna garantía que así sea.
Muchas ONG han sido cooptadas
por intereses transnacionales y va
siendo costumbre que las grandes
empresas participen al mismo nivel que los gobiernos, e incluso con
más protagonismo, y en los debates de la sociedad civil los más desposeídos quedan marginados.
-En abril de 2014 en Sao Paulo
se celebra la «Reunión Multisectorial Global sobre el futuro de la
Gobernanza de Internet» (NETmundial). El objetivo del encuentro fue elaborar principios sobre
este tema y proponer un camino a
seguir. De una manera un tanto arbitraria, allí se decidió qué criterios
incluir o no de los planteados por
los participantes en el documento
final. Se mantienen las indefiniciones esenciales.
7) Este evento
-Las ricas discusiones de este
evento nos reafirman la validez de
muchos de los reclamos que se han
venido haciendo desde la Cumbre
del 2003, sobre todo los relacionados con la eliminación de la brecha
digital, un espejismo que oculta la
brecha primigenia: la del desarrollo, la que nos ratifica la urgencia de
un nuevo orden económico internacional más justo y sustentable.
-El debate sobre el uso de las TIC
resulta imprescindible y nos involucra a todos, a toda la sociedad, a
todas las instituciones, a todos los
ciudadanos.
-En el desarrollo y manejo de
Internet en el mundo prevalece un
modelo neoliberal que impulsa la
privatización y comercialización. Se
trata de un contexto donde unas
pocas empresas estadounidenses
ostentan un dominio monopólico,
y el propio Gobierno de los Estados Unidos controla algunos de los
nodos más importantes de la red.
Estos dos poderes son los que definen hoy la forma en que se usa y
controla Internet.
-Ante el actual escenario, resulta
imprescindible promover alternativas en el uso de las TIC que generen redes de conocimiento a nivel
regional e internacional que contrarresten las prácticas hegemónicas en
el ámbito digital.
-A causa de la actual gobernanza
de Internet, han tomado fuerza
amenazas que pueden provocar
conflictos muy graves: el empleo de
69
las tecnologías de la información y
las comunicaciones como arma de
guerra, el ataque a un Estado a través de un tercero y la promoción
del racismo, del odio más violento,
del terrorismo, del nuevo fascismo.
El uso hostil de las TIC con el propósito declarado o encubierto de
subvertir el orden jurídico y político de los Estados, es una violación
de todas las normas reconocidas en
esta materia. La cooperación mancomunada entre todos los Estados
es el único camino para prevenir y
enfrentar tales peligros.
-Internet y las TIC deben ser objeto de regulaciones compatibles
con el Derecho Internacional, la
soberanía de los Estados, los derechos de las personas y las normas
de convivencia reconocidas mundialmente.
-Cuba apoya la adopción de un
mecanismo intergubernamental que
permita a los países cumplir en
igualdad de condiciones su papel y
responsabilidades en las políticas
relativas a la red de redes.
-Tiene que ser un empeño de todos los gobiernos lograr en un futuro cercano que Internet sea (como
la CELAC ha propuesto para nuestra región) una zona de paz y no un
teatro de operaciones militares. Hay
que han llegado a expresar, incluso,
la posibilidad de responder a los ataques cibernéticos con armas convencionales. Por tanto, llegar a acuerdos de ciber seguridad debe ser una
meta y un punto de convergencia y
cooperación entre los Estados.
-Debemos avanzar hacia la obtención de una cultura de Ciberseguridad sólida, con acciones de
adiestramiento y sensibilización que
70
permitan a los ciudadanos y organizaciones tomar conciencia de la
importancia de la seguridad de la
información y del empleo responsable de las nuevas tecnologías y de
los servicios de la sociedad del conocimiento. Se trata de un tema que
no puede ser función exclusiva de
los órganos especializados de la defensa, ya que por sus implicaciones
tiene que ser asumida conscientemente por todos los usuarios de las TIC.
-El área de las comunicaciones
cubanas es una de las más sensibles
para el país y ha sido y es blanco de
todo tipo de ataques. Junto al daño
económico causado por la política
de hostilidad de Estados Unidos,
se suman las violaciones de nuestro
espacio radioelectrónico y el uso de
las TIC para promover la desestabilización. La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, ETECSA,
ha venido denunciando envíos masivos de mensajes no deseados desde EEUU hacia la red de telefonía
móvil de la Isla. No solo provinieron de la ya referida red ZunZuneo, sino de otros proyectos gubernamentales estadounidenses para el
«cambio de régimen». Estas acciones violan las leyes que regulan las
comunicaciones, tanto en Cuba
como en Estados Unidos. Todo lo
anterior contrasta con la negativa a
nuestro país, por parte de las autoridades estadounidenses, del acceso a
equipamiento, tecnología, conexión
a las redes, cables de fibra óptica que
rodean la Isla y otros recursos.
-En este evento se han resaltado
conceptos muy importantes, que tienen que ver con los principios de
Cuba (compartidos, como se hizo
explícito, por delegados de otros
países) en su política de informatización, auténticamente democrática, inclusiva, avanzada. Se habló de
la necesidad de alcanzar la soberanía tecnológica y de diseñar nuestras propias plataformas para no
depender de los poderosos. Un
compañero de Argentina, que ha
fundado con un grupo de amigos
(de amigos de verdad, no como
muchos «amigos» de Facebook) una
red social independiente, recordó
la fábula del pequeño David enfrentado a Goliat, el gigante, el
monstruo al parecer invencible. Esa
fábula para los cubanos (que por
las leyes de la geopolítica parecíamos destinados a subordinarnos al
Imperio del Norte) es muy entrañable: Martí la hizo suya; después
la usaron muchos otros patriotas
dignos; y, por supuesto, la usó Fidel. En nuestro país vamos a trabajar muy duro por acceder a Internet y a las redes sociales para
beneficio de David y de su pueblo,
no para servir a Goliat.
-Se habló de cómo a pesar de las
Cumbres de la Sociedad de la Información que se han realizado, de
los compromisos y promesas y de
los reclamos de la sociedad civil y
de los movimientos sociales, la llamada brecha digital entre países ricos y pobres se ha ido haciendo
mayor. Hay que exigir en todos los
espacios a nuestro alcance erradicar esa brecha digital, que es un reflejo directo del orden mundial injusto que se ha impuesto al planeta.
-Como han expresado los máximos dirigentes de Cuba, y reiteró
el viernes aquí el secretario del Consejo de Informatización y Ciberseguridad Senén Casas, el gobierno
cubano se opone enérgicamente al
uso del ciberespacio como un polígono de guerra y como plataforma para la subversión política, y ha
expresado claramente que jamás
nuestro gobierno ejercerá de manera unilateral acciones de este tipo
contra otros Estados.
-Debemos mantener activos los
mecanismos para la protección, con
un análisis exhaustivo de las vulnerabilidades en nuestros países.
-Aunque no pude estar todo el
tiempo que hubiera querido en el
evento, sus organizadores me han
comentado la calidad y profundidad de los debates que se han suscitado en estos tres días de Conferen-
cia. También me hablaron de la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas que tendrá lugar en diciembre de 2015 para revisar los
acuerdos de la Cumbre Mundial de
la Sociedad de la Información, y,
intercambiando con ellos, surgió la
idea de enviar la Relatoría de este
evento al Secretario General de las
Naciones Unidas para que sea incluida como una contribución para
esa Reunión de Alto Nivel. Y en-
viársela también al Presidente de la
Comisión de Ciencia y Tecnología
para el Desarrollo y al Secretario
General de la UIT.
-Resulta evidente que el ámbito
de las nuevas tecnologías está contaminado inevitablemente del cúmulo de plagas de este siglo XXI,
hegemonismo imperial, manipulación informativa, crueles privatizaciones, miseria en las mayorías y
egoísmo fatuo y enloquecido de las
élites, irracionalidad consumista y
suicida, insensibilidad, morbo, banalidad, vacío espiritual. No obstante, utilizadas con responsabilidad, con ética, con sentido de la
justicia, con humanismo, las TIC
son un importantísimo factor de
transformación para sociedades
que promuevan el conocimiento, la
innovación productiva y sustentable y la mejora de la calidad de vida
de la población.
71
D · O · C · U · M · E · N · T · O · S
Hacia el XXX Encuentro Nacional de Mujeres
Debatir y construir unidad para la consolidación del movimiento de mujeres en
su rol político e histórico en el movimiento popular, como un verdadero aporte
para la descolonización del patriarcado y la liberación de nuestro pueblo.
E
ste XXX Encuentro es una muestra de su consolidación que año a año va creciendo en participación y protagonismo desde todas partes
del país. Tres décadas en que el movimiento de mujeres fue logrando mayor grado de organización y alcance de su acción con la instalación de temas de agenda que hoy son ley en nuestro país. Tal es el caso de la
Ley de Protección Integral a las Mujeres, la de Identidad de Género, el Matrimonio Igualitario, el Pro-
72
grama Nacional de Educación Sexual Integral, el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, como así también el Fallo de la Corte Suprema a favor de que se cumpla con lo establecido
acerca del Aborto No Punible. También el invalorable aporte al cambio cultural y político en la lucha
contra el patriarcado.
Que nos falta, claro que nos falta, empezando por
la aplicación de estas conquistas alcanzadas, principal-
D · O · C · U · M · E · N · T · O · S
mente en materia presupuestaria, que impide el desarrollo pleno de nuestros derechos.
Hoy podemos hacer un importante balance de la
acumulación histórica de estos 30 años de encuentros.
Ante un mundo que se debate entre la crisis descomunal que hoy atraviesa el capitalismo y que enluta a los
continentes víctimas de la atrocidad del imperialismo y
el Continente de la Esperanza, Nuestra América, que se
alzó y echó a andar por la unidad y la integración de los
pueblos y la región, la justicia social, la paz, la lucha contra la pobreza y el neoliberalismo, que no es otra cosa
que el antimperialismo, debemos señalar que dichos procesos se han dado no sin contradicciones. Al contrario,
es un desafío aún consolidarlos sobre estos pilares principales de la unidad y la integración, en el sentido en que
lxs comunistas y revolucionarixs lo entendemos, sobrellevando las crisis a las que hoy nos someten la acción
del imperialismo en nuestros territorios y las propias
limitaciones de dichos gobiernos y procesos.
Para abonar en las tareas y desafíos revolucionarios
en el continente, el rol del movimiento de mujeres,
particularmente en nuestro país –si bien ha sido sustancial– debe avanzar en su desarrollo. En este sentido, nuestra agenda estratégica debe incorporar temas
cruciales como la paz en la región; el compromiso de
todos los Estados en la eliminación de la trata de personas, flagelo que tiene como principales víctimas a las
mujeres y niñxs; los femicidios crecientes, y en muchos
casos organizados desde las mafias del narcotráfico,
que viene haciendo estragos en nuestros países, logrando el propósito de sometimiento brutal que empieza
con la disciplina del miedo que destroza cuerpos de
mujeres; la legalización del aborto, aunque la decisión
del Papa de perdonar el pecado de abortar parezca
un atenuante e instale el debate en los medios, la realidad es que la iglesia sigue teniendo el control sobre
nuestros cuerpos y nuestra moral. Hasta que los Estados laicos no respeten plenamente nuestro derecho a
decidir sobre nuestros cuerpos y nuestra vida, las mujeres seguimos siendo colonizadas.
Debemos fortalecer y desplegar nuestro rol en el
movimiento popular, superando nuestras propias contradicciones, que son las mismas que atraviesan los
pueblos que están dando pelea en la defensa y por la
profundización de los procesos en curso.
Venimos de esa maravillosa expresión popular en
las calles del país, «Ni Una Menos», que además tuvo
repercusión en la región y en el mundo. Desde distintos sectores y realidades sociales, nuestro pueblo se
movilizó en la lucha contra la violencia patriarcal y el
femicidio, teniendo como protagonistas a las mujeres
constituidas como sujetas activas de su realidad, la gran
mayoría por primera vez en las calles, en las plazas, en
los lugares públicos del que hemos sido privadas durante siglos.
En la vereda opuesta tenemos a la derecha que va
mostrando su capacidad de daño y también su acumulación, con una marcada solidez y voracidad destructiva a la hora de avanzar contra las conquistas populares. Por ello se hace imperiosa la construcción de
poder popular para aportar a resolver la contradicción principal que nos atraviesa y se hace presente también en la lucha electoral, impedir que se instale la restauración conservadora.
Las mujeres en el movimiento obrero y el territorio
somos una parte fundamental involucradas por la
agenda pendiente, y su empoderamiento es el motor
para que nuestros derechos sean conquistados. Las
mujeres trabajadoras seguimos siendo víctimas de las
enormes desigualdades de oportunidades y derechos
en el ámbito laboral, como así también de todas aquellas conquistas alcanzadas que aún hoy no llegan a miles y miles de mujeres, porque dichas leyes no tienen
una aplicación efectiva.
El acceso a la salud, la educación, la vivienda y el
trabajo deben ser nuestra bandera por la dignidad y la
lucha contra el patriarcado.
Nuestro Partido asume la batalla contra la derecha y
el imperialismo en alianza electoral en el Frente para la
Victoria, pero a la vez en disputa por la radicalización
y profundización del proceso político. Tenemos como
candidato al Parlasur a nuestro Secretario General Patricio Echegaray, que lleva adelante una propuesta programática para la región con perspectiva de género, por
la paz y la solidaridad entre los estados y los pueblos,
para que el imperialismo no siga hostigando con sus
bases instaladas en la región, ni existan más presos y
presas políticas como hoy ocurre principalmente en
Colombia y Paraguay. Las comunistas somos parte del
«Frente de Mujeres Nacional y Popular», junto a compañeras de diferentes organizaciones del FpV, con el objetivo de sumar esfuerzos y voluntades para construir enfoques, acciones y planes en común que nos lleven a la conquista efectiva de los derechos aún vulnerados.
Uno de ellos que hemos mencionado como de carácter estratégico es la legalización del aborto. Su penalización aún presente responde a la condición de
colonización sobre nuestros cuerpos, y a través de
dicha colonización se sostiene el sistema patriarcal,
como así también es funcional a todas las formas de
dominio que ejerce el imperialismo sobre los territorios del mundo.
73
D · O · C · U · M · E · N · T · O · S
A 65 años de los asesinatos
de Jorge Calvo y Ángel Zelli
D
urante la mañana del 3 agosto, en la víspera
de cumplirse 65 años del asesinato de los ca
maradas Jorge Calvo y Ángel Zelli en un local partidario de Quilmes, en la provincia de Buenos
Aires, una delegación de la dirección nacional del Partido Comunista junto a Amado Heller, sobreviviente
del atentado terrorista, se hizo presente en el Archivo
Nacional de la Memoria, ubicado en el Espacio para
la Memoria y los Derechos Humanos, Ex ESMA. Allí
se hizo entrega al secretario ejecutivo del archivo, Ramón Torres Molina, de una carpeta con documentación periodística, publicaciones diversas y vídeos con
entrevistas a sobrevivientes del atentado.
Jorge Calvo, de tan sólo 33 años, había sido recientemente promovido al Partido asumiendo la secreta-
ría política de la provincia de Buenos Aires, luego de
haber sido Secretario General de la Federación Juvenil Comunista en el orden nacional.
Jorge cayó herido de bala junto a otros camaradas cuando planeaban acciones para repudiar el
envío de tropas a Corea. En ese momento una patota nacionalista y fascista atacó a balazos el local
que fue defendido heroicamente por los camaradas
que con sus cuerpos resguardaron la vida de muchos otros y otras.
Hoy los comunistas seguimos reivindicando a la
juventud obrera y revolucionaria que milita para seguir cambiando el mundo.
Publicamos a continuación el texto de la presentación realizada.
Buenos Aires, 3 de agosto de 2015
Señor Director del
Archivo Nacional de la Memoria
Doctor Ramón Torres Molina
(Atención Dirección Fondos Documentales)
S
/
D
De nuestra más alta consideración:
Amado Floreal Heller (nacido 10-1-1930, DNI Nº 5.566.235, ddo. en Felipe Vallese Nº 1080 de esta
Ciudad, Tel. 3971-1615, vicepresidente del Consejo Editor de la Asociación Civil, Cultural y Biblioteca Popular
«Tesis 11»), y Patricio Eduardo Echegaray (nacido 17-10-1946, DNI Nº 7.948.249, ddo. en Entre Ríos 1039 de
esta Ciudad, Tel. 4304-0066/8, Secretario General del Partido Comunista de Argentina), a Ud. muy respetuosamente manifestamos:
Que venimos desde dos diversas corrientes del pensamiento y de la militancia, a converger para presentarnos a la luz del Decreto 1259/03 de creación del Archivo Nacional de la Memoria, a fin de proporcionar
elementos históricos (testimoniales y piezas de hemeroteca) referentes a un hecho de gravísima vulneración a los
Derechos Humanos, ocurrido 65 años atrás, e insuficientemente estudiado hasta el momento y en la más
absoluta impunidad; con anhelos de su publicidad y clasificación orgánica estatal.
Amado F. HELLER, abajo firmante, fue cabal protagonista en el hecho de marras, recibiendo en su
decurso 4 impactos de arma de fuego sobre su masa encefálica, cuello y ambas manos, manteniendo hasta hoy
un proyectil y 3 esquirlas metálicas de munición dentro de su cerebro.
El hecho sucedió el día 4-8-1950, en ocasión de una reunión de cuadros provinciales de la Federación
Juvenil Comunista (bonaerense), en el local del Partido Comunista de Quilmes, sito en H. Yrigoyen N° 845. La
misma se realizaba con la especial asistencia del Secretario General de la Provincia de Buenos Aires del Partido,
compañero Jorge CALVO, atento a la relevancia de los tópicos a abordar en la misma.
74
D · O · C · U · M · E · N · T · O · S
A las 22 hs. de ese día arribaron inesperadamente un conjunto de automóviles, de los que descendieron
hombres armados vestidos de civil, ingresando 7 u 8 de ellos por los fondos de la finca saltando sobre un
muro de concreto y esgrimiendo pistolas de guerra y una ametralladora, gritando su pertenencia «a la Policía». Cuando el Secretario General de la Juventud, Jorge BERGSTEIN, les pidió que exhiban las pertinentes
credenciales, uno respondió señalando su arma: «Esta es nuestra credencial». Tomaron aprisionado al responsable encargado del local Pedro Ángel ZELLI (dirigente textil), mientras desmayaban con cloroformo
a su cónyuge e hija.
Encañonaron con sus armas, revelando en todo momento que eran ciertamente policías (organizados y
entrenados) y no una simple sumatoria de elementos patoteriles reclutados. Obligaron a los presentes a «alinearse» en el fondo de la sala de reunión, y entonces todos tuvieron la cabal impresión de que serían ejecutados con
una ráfaga de ametralladora.
Jorge Calvo dio la orden de resistir, por lo que se abalanzaron sobre sillas y ceniceros para arrojar a los
atacantes, a lo que éstos respondieron con innúmeros disparos que causaron la muerte de Calvo (miembro del
buró nacional del Partido) y de Pedro Ángel Zelli, quedando heridos gravemente Heller y Bergstein, que
recibió dos disparos de munición de guerra en su pierna, perforándole el nervio ciático.
Ante la imprevista resistencia, los incursores resolvieron la retirada, dejando aproximadamente 90 vainas
servidas dentro de la sede, además de las que dejaron en la calle los hombres que habían quedado afuera en
apoyo y que también dispararon contra el local para poder retirarse.
Pese al estrépito ocasionado por tamaño tiroteo, la Policía de Quilmes demoró bastante en llegar. El
Oficial LARRAURI que encabezaba el grupo policial, parecía más bien hallarse «satisfecho» por los resultados
del atentado terrorista.
Este episodio jamás fue investigado, ni individualizados sus autores, y mucho menos castigados. Heller
nunca fue citado a prestar declaración y Bergstein solamente tuvo una visita policial en la clínica donde se
reponía, sin trascendencia procesal alguna. Un periodista que tiempo después quiso historiar el acontecimiento,
arribó a la conclusión de que en el Poder Judicial de La Plata no existe causa penal alguna al respecto. Cabe
destacar también que en el momento de los hechos, el Policía que custodiaba la cuadra y que solía ubicarse
cotidianamente a metros del local, brillaba por su ausencia, dando la clara impresión de «zona liberada».
75
D · O · C · U · M · E · N · T · O · S
Para dar idea de la trascendencia social del hecho, recordaremos que el acompañamiento de los cuerpos
de las víctimas fatales tuvo un recorrido de 6 Km. hasta el Cementerio, con participación de 10.000 personas.
El contexto político explicativo de esta agresión brutal fue la gran lucha popular entablada en ese momento contra la presión del gobierno de Estados Unidos, sobre el gobierno nacional para que éste envíe
soldados argentinos a apoyar el ataque que EEUU planificaba contra Corea. Por ejemplo la denominada
«Marcha de los talleres de Pérez hasta Rosario», con hegemonía ferroviaria, de réplica a la idea de que viajen
soldados a Corea, tuvo la concurrencia de 50.000 personas. Atizaba esta situación el hecho de que el día 28-650 el Congreso de la Nación había ratificado el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca) de Río
de Janeiro.
Petición subsidiaria: considerando que la Red Federal de Sitios de la Memoria es órgano también dependiente de la Secretaría de DDHH, con articulación con el Ministerio de Defensa, Provincias y Municipios,
anhelaríamos que se visualice la factibilidad de consagrar a aquel inmueble como «sitio de la memoria», a fin de
promover la participación de la comunidad en la construcción de la memoria colectiva (ley 26.691). En base a
esta norma se han señalizado no solamente ex centros clandestinos de alojamiento de prisioneros, sino también
«lugares donde sucedieron hechos emblemáticos», como ya se ha hecho con el Aeropuerto (viejo) de Trelew, la
calle 30 de La Plata (casa Mariani-Teruggi), la casa de Haroldo Conti (Tigre), etc.
Estimamos que si el Consejo Federal de DDHH es coordinado por la Secretaría de DDHH de la
Nación (el Dr. Martín Fresneda es su Presidente), las 24 Provincias están comprendidas, y puede entonces
actuarse sobre la de Buenos Aires, ámbito donde ocurrieron los hechos que estamos denunciando.
Pruebas aquí adjuntadas:
1) Diario «La Nación», fecha 8/8/1950, 7/8/1950 pág 2 y 5/8/50 pág. 3.
2) Diario «Clarín» 5/8/50, página 9, y 6/8/1950, pág 7.
3) C.D. con grabación realizada el año 2008 con expresión testimonial de Heller y de Bergstein.
4) Certificado médico sobre estado actual encefálico de Heller, fecha 12/3/1997, firmado Dr. Alejandro Beresñak.
5) Documento Nº 1, «Unir y organizar a la juventud argentina en la lucha por la conquista de sus
derechos y la liberación nacional» (Discurso pronunciado por el Secretario General de la Federación Juvenil
Comunista, Jorge Calvo en el VII Congreso Nacional, realizado en Buenos Aires los días 14,15,16 y 17 de
noviembre de 1946).
6) Documento Nº 2, Semanario: Nuestra Palabra (Órgano del Partido Comunista), «Vandálico asalto», 9
de agosto de 1950.
7) Documento Nº 3, Idem: «Una multitud indignada condujo a pulso los ataúdes de Calvo y Zelli,
denunciando a todos los asesinos», 14 de agosto de 1950.
8) Documento Nº 4, Idem: «¡Y ahora más que antes firmar por la paz!», 21 de agosto de 1950.
9) Documento Nº 5, Revista: Nueva Era, mensuario, Nº 4, Año II, Julio, Agosto, Setiembre, Octubre,
Año 1950, páginas 401, 491, 492, 494, 495, 496, 497, 498 y 499.
10) Documento Nº 6, Folleto: «Jorge Calvo, una juventud heroica» por Alfredo Varela, Editorial Voz
Juvenil, Buenos Aires, 1952, 96 páginas.
11) Documento Nº 7, Tarjeta homenaje del Partido Comunista del Comité de la Provincia de Buenos
Aires: «A la memoria de Jorge Calvo, asesinado por orden del imperialismo yanqui, por luchar ardientemente
por la paz» S/F.
12) Documento Nº 8, Revista de la cárcel (artesanal): Boletín Nº 1, Cuadro 9, Jorge Calvo, año 1954.
13) Documento Nº 9, Revista: «Juventud» (Órgano de la FJC), «Jorge Calvo, mensajero de la estrella», 29
de julio al 9 de agosto de 1975.
14) Documento Nº 10, Folleto: A 30 años del asesinato de Jorge Calvo. «Su luminoso ejemplo vive en
nuestra lucha», Editorial JC, Ateneo Juvenil Jorge Calvo, agosto de 1980.
15) Documento Nº 11, Folleto: «Homenaje a los héroes Calvo e Ingalinella» de Jorge Bergstein, Hugo
Ojeda y Alfredo Varela, Ediciones C.N. de P., agosto de 1980, 50 páginas.
16) Documento Nº 12,Volante: «A 50 años de atentado fascista. Calvo y Zelli» Año 2000.
17) Documento Nº 13,Volante: «Jorge Calvo vive en cada revolucionario» 1 de setiembre de 2000.
Saludamos a Usted muy cordialmente
76
D · O · C · U · M · E · N · T · O · S
A 65 AÑOS DE LA PRIMERA DECLARACIÓN DE
LA HABANA PRONUNCIADA POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO,
REPRODUCIMOS EL TEXTO COMPLETO DE LA MISMA.
«Primera Declaración de La Habana»
(2 de Septiembre de 1960)
Fidel Castro Ruz
«Junto a la imagen y el recuerdo de José
Martí en Cuba,
Territorio Libre de América, el pueblo,
en uso de las
potestades inalienables que
dimanan del
efectivo ejercicio de la soberanía, expresada en el sufragio directo, universal y público, se ha constituido en
Asamblea General Nacional. «En nombre propio, y
recogiendo el sentir de los pueblos de nuestra América, la Asamblea General Nacional del Pueblo de
Cuba, «PRIMERO: Condena en todos sus términos
la denominada Declaración de San José de Costa
Rica, documento dictado por el Imperialismo Norteamericano, y atentatorio a la autodeterminación
nacional, la soberanía y la dignidad de los pueblos
hermanos del Continente. «SEGUNDO: La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba condena
enérgicamente la intervención abierta y criminal que
durante más de un siglo ha ejercido el Imperialismo
Norteamericano sobre todos los pueblos de América Latina; pueblos que más de una vez han visto invadido su suelo en México, Nicaragua, Haití, Santo
Domingo o Cuba; que han perdido ante la voracidad de los imperialistas yankis extensas y ricas zonas,
como Tejas, centros estratégicos vitales, como el
Canal de Panamá, países enteros, como Puerto Rico,
convertido en territorio de ocupación; que han sufrido, además, el trato vejaminoso de los infantes de
marina, lo mismo contra nuestras mujeres e hijas que
contra los símbolos más altos de la historia patria,
como la efigie de José Martí». Esa intervención, afian-
zada en la superioridad militar,
en tratados desiguales y en la
sumisión miserable de gobernantes traidores,
ha convertido, a
lo largo de más
de cien años, a
nuestra América, la América
que Bolívar, Hidalgo, Juárez,
San Martín,
O’Higgins, Sucre, Tiradentes y Martí, quisieron libre,
en zona de explotación, en traspatio del imperio financiero y político yanki, en reserva de votos para
los organismos internacionales, en los cuales los países latinoamericanos hemos figurado como arrias
del «Norte revuelto y brutal que nos desprecia». «
La Asamblea General Nacional del Pueblo declara
que la aceptación por parte de gobiernos que asumen oficialmente la representación de los países de
América Latina de esa intervención continuada e históricamente irrefutable, traiciona los ideales independentistas de sus pueblos, borra su soberanía e
impide la verdadera solidaridad entre nuestros países;
lo que obliga a esta Asamblea a repudiarla, a nombre
del pueblo de Cuba, y con voz que recoge la esperanza y la decisión de los pueblos latinoamericanos y el
acento liberador de los próceres inmortales de nuestra América. «TERCERO: La Asamblea General Nacional del Pueblo rechaza asimismo el intento de preservar la Doctrina de Monroe, utilizada hasta ahora,
como lo previera José Martí, ‘para extender el dominio en América de los imperialistas voraces, para inyectar mejor el veneno también denunciado a tiempo por José Martí, ‘el veneno de los empréstitos de
los canales, de los ferrocarriles...’ «Por ello, frente al
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hipócrita panamericanismo que es solo predominio
de los monopolios yankis sobre los intereses de nuestros pueblos y manejo yanki de gobiernos posternados ante Washington, la Asamblea del Pueblo de Cuba
proclama el latinoamericanismo liberador que late en
José Martí y en Benito Juárez. Y, al extender la amistad
hacia el pueblo norteamericano —el pueblo de los negros linchados, de los intelectuales perseguidos, de los
obreros forzados a aceptar la dirección de gangsters—
, reafirma la voluntad de marchar ‘con todo el mundo
y no con una parte de él’. «CUARTO: La Asamblea
General Nacional del Pueblo declara, que la ayuda espontáneamente ofrecida por la Unión Soviética a Cuba
en caso de que nuestro país fuera atacado por fuerzas
militares imperialistas, no podrá ser considerada jamás
como un acto de intromisión, sino que constituye un
evidente acto de solidaridad, y que esa ayuda, brindada a Cuba ante un inminente ataque del Pentágono
yanki, honra tanto al Gobierno de la Unión Soviética
que la ofrece, como deshonran al Gobierno de los
Estados Unidos, sus cobardes y criminales agresiones
contra Cuba. «POR TANTO: La Asamblea General
Nacional del Pueblo declara ante América y el mundo,
que acepta y agradece el apoyo de los cohetes de la
Unión Soviética, si su territorio fuere invadido por fuerzas militares de los Estados Unidos. «QUINTO: La
Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba, niega
categóricamente que haya existido pretensión alguna por
parte de la Unión Soviética y la República Popular China de ‘utilizar la posición económica, política y social de
Cuba, para quebrantar la unidad continental y poner en
peligro la unidad del hemisferio’. «Desde el primero
hasta el último disparo, desde el primero hasta el último
de los 20 000 mártires que costó la lucha para derrocar
la tiranía y conquistar el poder revolucionario, desde la
primera hasta la última ley revolucionaria, desde el primero hasta el último acto de la Revolución , el pueblo
de Cuba ha actuado por libre y absoluta determinación propia, sin que, por tanto, se pueda culpar jamás
a la Unión Soviética o a la República Popular China de
la existencia de una revolución, que es la respuesta cabal de Cuba a los crímenes y las injusticias instaurados
por el imperialismo en América. «Por el contrario, la
Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba entiende que la política de aislamiento y hostilidad hacia
la Unión Soviética y la República Popular China, preconizada por el Gobierno de los Estados Unidos e impuesta por este a los gobiernos de la América Latina , y
la conducta guerrerista y agresiva del Gobierno norteamericano, y su negativa sistemática al ingreso de la República Popular China en las Naciones Unidas pese a
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representar aquella la casi totalidad de un país de más de
600 millones de habitantes, si ponen en peligro la paz y
la seguridad del hemisferio y del mundo. «POR TANTO: La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba
ratifica su política de amistad con todos los pueblos del
mundo, reafirma su propósito de establecer relaciones
diplomáticas también con todos los países socialistas, y
desde este instante, en uso de su soberanía y libre voluntad, expresa al Gobierno de la República Popular
China, que acuerda establecer relaciones diplomáticas
entre ambos países y que, por tanto, quedan rescindidas las relaciones que hasta hoy Cuba había mantenido con el régimen títere que sostienen en Formosa los
barcos de la Séptima Flota yanki. «SEXTO: La Asamblea General Nacional del Pueblo reafirma —y está
segura de hacerla como expresión de un criterio común
a los pueblos de América Latina—, que la democracia
no es compatible con la oligarquía financiera, con la
existencia de la discriminación del negro y los desmanes del Ku-Klux-Klan, con la persecución que privó
de sus cargos a científicos como Oppenhimer; que
impidió durante años que el mundo escuchara la voz
maravillosa de Paul Robeson, preso en su propio país,
y que llevó a la muerte, ante la protesta y el espanto del
mundo entero, y pese a la apelación de gobernantes
de diversos países y del Papa Pío XII, a los esposos
Rosenberg. «La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba, expresa la convicción cubana de que la
democracia no puede consistir sólo en el ejercicio de
un voto electoral, que casi siempre es ficticio y está
manejado por latifundistas y políticos profesionales,
sino en el derecho de los ciudadanos a decidir, como
ahora lo hace esta Asamblea General del Pueblo de
Cuba, sus propios destinos. La democracia, además,
sólo existirá en América cuando los pueblos sean realmente libres para escoger, cuando los humildes no
estén reducidos —por el hambre, la desigualdad social, el analfabetismo y los sistemas jurídicos—, a la
más ominosa impotencia. «Por eso la Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba: condena el latifundio, fuente de miseria para el campesino y sistema
de producción agrícola retrógrado e inhumano; condena los salarios de hambre y la explotación inicua del
trabajo humano por bastardos y privilegiados intereses; condena el analfabetismo, la ausencia de maestros,
de escuelas, de médicos y de hospitales; la falta de protección a la vejez que impera en los países de América;
condena la discriminación del negro y del indio; condena la desigualdad y la explotación de la mujer; condena las oligarquías militares y políticas que mantienen
a nuestros pueblos en la miseria, impiden su desarro-
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llo democrático y el pleno ejercicio de su soberanía;
condena las concesiones de los recursos naturales de
nuestros países a los monopolios extranjeros como
política entreguista y traidora al interés de los pueblos;
condena a los gobiernos que desoyen el sentimiento
de sus pueblos para acatar los mandatos de Washington; condena el engaño sistemático a los pueblos por
órganos de divulgación que responden al interés de las
oligarquías y a la política del imperialismo opresor; condena el monopolio de las noticias por agencias yankis,
instrumentos de los trusts norteamericanos y agentes
de Washington; condena las leyes represivas que impiden a los obreros, a los campesinos, a los estudiantes y
los intelectuales, a las grandes mayorías de cada país,
organizarse y luchar por sus reivindicaciones sociales y
patrióticas; condena a los monopolios y empresas imperialistas que saquean continuamente nuestras riquezas, explotan a nuestros obreros y campesinos, desangran y mantienen en retraso nuestras economías, y someten la política de la América Latina a sus designios e
intereses. « La Asamblea General Nacional del Pueblo
de Cuba condena, en fin, la explotación del hombre
por el hombre, y la explotación de los países subdesarrollados por el capital financiero imperialista. En consecuencia, la Asamblea General Nacional del Pueblo
de Cuba, proclama ante América: «El derecho de los
campesinos a la tierra; el derecho del obrero al fruto
de su trabajo; el derecho de los niños a la educación; el
derecho de los enfermos a la asistencia médica y hospitalaria; el derecho de los jóvenes al trabajo; el derecho de los estudiantes a la enseñanza libre, experimental y científica; el derecho de los negros y los indios a la
‘dignidad plena del hombre’; el derecho de la mujer a
la igualdad civil, social y política; el derecho del anciano a una vejez segura; el derecho de los intelectuales,
artistas y científicos a luchar, con sus obras, por un
mundo mejor; el derecho de los Estados a la nacionalización de los monopolios imperialistas, rescatando
así las riquezas y recursos nacionales; el derecho de los
países al comercio libre con todos los pueblos del
mundo; el derecho de las naciones a su plena soberanía; el derecho de los pueblos a convertir sus fortalezas militares en escuelas, y a armar a sus obreros, a sus
campesinos, a sus estudiantes, a sus intelectuales, al negro, al indio, a la mujer, al joven, al anciano, a todos los
oprimidos y explotados, para que defiendan, por sí
mismos, sus derechos y sus destinos. «SEPTIMO: La
Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba postula: El deber de los obreros, de los campesinos, de
los estudiantes, de los intelectuales, de los negros, de
los indios, de los jóvenes, de las mujeres, de los ancia-
nos, a luchar por sus reivindicaciones económicas, políticas y sociales; el deber de las naciones oprimidas y
explotadas a luchar por su liberación; el deber de cada
pueblo a la solidaridad con todos los pueblos oprimidos, colonizados, explotados o agredidos, sea cual fuere
el lugar del mundo en que éstos se encuentren y la distancia geográfica que los separe. ¡Todos los pueblos
del mundo son hermanos! «OCTAVO: La Asamblea
General Nacional del Pueblo de Cuba reafirma su fe
en que la América Latina marchará pronto, unida y
vencedora, libre de las ataduras que convierten sus economías en riqueza enajenada al imperialismo norteamericano y que le impiden hacer oír su verdadera voz en
las reuniones donde cancilleres domesticados, hacen de
coro infamante al amo despótico. Ratifica, por ello,
su decisión de trabajar por ese común destino latinoamericano que permitirá a nuestros países edificar una
solidaridad verdadera, asentada en la libre voluntad
de cada uno de ellos y en las aspiraciones conjuntas
de todos. En la lucha por esa América Latina liberada,
frente a las voces obedientes de quienes usurpan su
representación oficial, surge ahora, con potencia invencible, la voz genuina de los pueblos, voz que se abre
paso desde las entrañas de sus minas de carbón y de
estaño, desde sus fábricas y centrales azucareros, desde
sus tierras enfeudadas, donde rotos, cholos, gauchos,
jíbaros, herederos de Zapata y de Sandino, empuñan
las armas de su libertad, voz que resuena en sus poetas
y en sus novelistas, en sus estudiantes, en sus mujeres y
en sus niños, en sus ancianos desvelados. A esa voz
hermana, la Asamblea General Nacional del Pueblo
de Cuba le responde: ¡Presente! Cuba no fallará. Aquí
está hoy Cuba para ratificar, ante América Latina y ante
el mundo, como un compromiso histórico, su dilema
irrenunciable: Patria o Muerte. «NOVENO: La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba. «Resuelve
que esta declaración sea conocida con el nombre de
‘Declaración de La Habana ‘, Cuba, La Habana , Territorio Libre de América. Septiembre 2 de 1960.»
Sometemos esta Declaración de La Habana a la consideración del pueblo, es decir, que los que apoyan la
Declaración , levanten la mano (la multitud levanta la
mano y durante varios minutos exclama: «¡Ya votamos con Fidel!» y «¡Fidel, Fidel, qué tiene Fidel, que los
americanos no pueden con él!» y «¡Viva Raúl Roa!»).
Y ahora, falta algo. Y con la Declaración de San José,
¿qué hacemos? ¡La rompemos! (Fidel la rompe ante
la multitud) Estos acuerdos de la Asamblea General
Nacional del Pueblo de Cuba, que acabamos de efectuar, serán comunicados a todos los pueblos hermanos de América Latina.
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Impreso en el mes de octubrede 2015 en Altuna Impresores, Doblas 1968 (C1424BMN)
Buenos Aires, Argentina. [email protected]
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