OCTUBRE DE 2015 sumario nº 9 REVISTA COMUNISTA DE ANÁLISIS, DEBATES Y DOCUMENTOS Director: Patricio Echegaray Secretario de redacción: Marcelo F. Rodríguez Colaboran en este número: Atilio Boron CoNAT Jorge A. Kreyness Alexia Massholder Alfredo Mina Abel Prieto Pablo Reid Marcelo F. Rodríguez Editorial Patricio Echegaray......................................................... 3 América Latina en el mundo de hoy Jorge Kreyness............................................................... 8 El litio para el Estado y el pueblo argentino Alfredo Mina................................................................. 13 Una exigencia de la hora: reformular el modelo sindical La CoNAT.................................................................... 16 Universidad y política Alexia Massholder y Marcelo F. Rodríguez................. 21 ¿Reconoce Estados Unidos la soberanía argentina sobre Malvinas? Pablo Reid..................................................................... 35 Ingalinella Jorge Testero................................................................. 46 Jorge Testero Diagramación: Patricia Chapitel La revista Cuadernos Marxistas es una publicación de análisis, debates y documentos de la editorial Cuadernos Marxistas, con domicilio en la Av. Entre Ríos 1039 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 4304-0066/68 [email protected] DOSSIER Los medios y la batalla por la información Atilio A. Boron............................................................. 50 Discurso en la Cumbre Sociedad de la Información Abel Prieto.................................................................... 59 DOCUMENTOS XXX Encuentro de Mujeres...................................... 72 A 65 años de los asesinatos de Calvo y Zelli........... 74 Primera Declaración de La Habana........................ 77 ISSN 1853-368X 1 2 EDITORIAL Retomar la iniciativa frente a los avances de la derecha por Patricio Echegaray* L a imagen del niño muerto en una playa de Turquía con movió a la opinión pública mundial y puso en las primeras planas, por unos días, el drama que miles de refugiados están sufriendo en muchas partes del mundo. Pero desde hace ya demasiado tiempo nos acompañan las imágenes y noticias sobre los desplazamientos de importantes contingentes humanos, que buscan escapar del infierno en que las políticas del imperialismo han convertido a sus países. Estos mal llamados «migrantes» son en realidad fugitivos, quienes buscan refugio en algún lugar donde el hambre no sea una realidad cotidiana, las enfermedades no los azoten y las bombas no caigan sobre sus cabezas. Ante esto cabe reafirmar que la crisis humanitaria tiene un solo responsable: el capitalismo Como ya señalamos en análisis anteriores, ante dicha crisis el imperialismo se torna cada vez más salvaje, más peligroso, y los «beneficios de la paz» que los gobiernos norteamericanos y sus aliados prometieron tras la caída de la URSS y el fin de la Guerra Fría, cuando aventuraban el inicio de «el siglo americano», se dio de bruces contra la propia lógica del sistema. De este modo, para sostener su mellada hegemonía, el imperialismo recurre con mayor asiduidad a bombardeos, invasiones, golpes blandos, planes de desestabilización y cuanto mecanismo que siembre muerte y desazón en poblaciones Fidel Castro decía en 1992: «una especie está en peligro de extinción: el hombre» enteras, generando así, como también ha denunciado el Papa, una Tercera Guerra Mundial por partes. Para esto, abndonado ya el discurso de la «amenaza roja», han trasladado el foco a las «nuevas amenazas» que deben afrontar el mundo capitalista y la democracia libe- ral burguesa (cada vez más acotada por los grandes grupos económicos): el terrorismo islámico, el narcotráfico y los gobiernos llamados populistas, entre otras. Así han llevado adelante -junto a sus aliados en la OTAN- la destrucción de Irak, Afganistán y Libia, el asedio a Irán y Siria y la «otanización» de los países que habían formado parte del Pacto de Varsovia. Es evidente que estas políticas han sumergido al Planeta en una verdadera crisis humanitaria, cuyo único responsable sigue siendo el capitalismo. En este sentido, el Comandante Fidel Castro decía en 1992: «una especie está en peligro de extinción: el hombre». Veintitrés años después, aquella afirmación cobra un inquietante sentido premonitorio. En este contexto, importantes cambios se están produciendo en nuestra región y debemos tomar conciencia sobre la encrucijada latinoamericana de la hora. Es importante consignar que ya no estamos atravesando aquellos momentos en que los gobiernos progresistas y antineoliberales avanzaban vigorosamente, sino que hoy, estos procesos están en plena tarea de resistencia a la contraofensiva del imperialismo. Esta contraofensiva se está dando cada vez de forma más articu- * Secretario General del Partido Comunista de la Argentina y Director de Cuadernos Marxistas. 3 lada y está en pleno desarrollo en el plano militar, económico, mediático y cultural. La articulación compleja de políticas en la región sigue teniendo su eje en Venezuela, con maniobras de desestabilización interna y externa como lo demuestran los conflictos fronterizos con Colombia, que cumplen un doble objetivo para el imperialismo, seguir horadando al gobierno de Nicolás Maduro y enturbiar las negociaciones de paz que se llevan adelante en La Habana, entre el gobierno colombiano y las FARC. Pero no sólo los gobiernos más claramente enfrentados a las políticas del Norte sufren estos embates. En Brasil, el gobierno de Dilma Roussef otorgó todas las concesiones posibles a los intereses de la embajada norteamericana y de la oposición, sin embargo, día tras día continua recibiendo feroces ataques a su debilitado gobierno. Con respecto a nuestro país, la actitud de los fondos buitres también forma parte de dicha ofensiva. El imperialismo tiene memoria y no perdona el rechazo al ALCA en 2005.1 La elección en nuestro país: la derecha el enemigo a vencer Los comunistas hemos definido desde hace mucho que defender el proceso iniciado en 2003 en el país «El imperialismo tiene memoria y no perdona el rechazo al ALCA en 2005» es igual a profundizarlo y que para eso había que construir una fuerza política amplia, plural, diversa, con una fuerte presencia de la izquierda. Hoy, camino a las elecciones de octubre, reconocemos que esto no se consiguió, no logramos construir la fuerza ni se profundizaron los cambios estructurales que señalamos oportunamente. Esta realidad nos llevó a caracterizar que, tanto por oposición como por herencia, el proceso estaba sujeto a retrocesos conservadores. Vale recordar, que en nuestro 24º Congreso del Partido en 2010, planteábamos: «Los discursos moderados, reformistas, conservadores, se tornan irreales y hasta ridículos, lo cual no va a impedir que entre tormenta y tormenta, con un poco de calma precaria renazcan esas ilusiones. Eso lo estamos viendo en la actitud del gobierno argentino, que cree que con algunos parches va a poder resolver la crisis. La crisis, por su profundidad, exige cambios profundos, saltando las vallas del neoliberalismo, radicalizando políticas de distribución de ingresos y de recuperación de la soberanía nacional, liberándonos de la red financiera mafiosa global, terminando con la mezquindad del seudo derrame neoliberal, volcando decididamente la copa de la riqueza, que es muy grande en la Argentina, distribuyendo en serio y enfrentando a los sectores concentrados y trasnacionalizados que son los grandes beneficiarios del sistema neoliberal aún dominante». Sin negar ni mucho menos los avances importantes que en algunos temas se realizaron en estos últimos años, entendemos que este análisis mantiene su vigencia ante la falta de radicalidad y profundización en medidas estructurales y frente a los discursos que están desarrollando los diversos candidatos presidenciales. La construcción de una fuerza frentista, plural y programática sigue siendo una de las grandes deudas pendientes de esta etapa. Seguimos pensando que la propuesta programática para profundizar y defender efectivamente lo Para un análisis más detallado sobre la situación internacional, ver América Latina hoy, retomar la ofensiva emancipatoria, Jorge Kreynnes. Pág. 8. 1 4 logrado puede resumirse, a nuestro entender, en unos pocos pero esenciales capítulos como lo venimos planteando en nuestros documentos de Castelar, por ejemplo: -Integración latinoamericana en el plano económico-político A través del Mercosur, de la UNASUR, del Grupo de Río, de la puesta en marcha, a esta altura imprescindible, del Banco del Sur, de una asociación con el ALBA y el Tratado de Comercio de los Pueblos y de la creación y fortalecimiento de toda clase de mecanismos de integración que tiendan a unificar económicamente toda la región con articulaciones laborales, productivas y de cooperación científica desarrolladas en cada país, podríamos atemperar y aún superar los efectos de la mega crisis que sufre el mundo. -Distribución de la riqueza y reforma impositiva Esto implica el aumento de los salarios, las jubilaciones y pensiones para todos; con una verdadera reforma impositiva que, afectando las grandes fortunas y las ganancias extraordinarias, haga realidad el principio de progresividad (no puede ser que el IVA continúe siendo la principal fuente de recaudación mientras existen grandes riquezas y ganancias que se mantienen exentas de tributar) -Recuperación de la plena soberanía del Estado sobre el pa- 2 trimonio nacional enajenado y nuestros recursos naturales Con esto lograríamos poner a disposición de un desarrollo nacional armónico, y disfrutable por todo el pueblo, la renta de la cual hoy se apropian en su mayoría monopolios extranjeros que trasladan sus grandes ganancias a las metrópolis del norte. Los recursos naturales en su conjunto deben volver a estar al servicio de la sociedad y no del afán de lucro y de las especulaciones de compañías transnacionales.2 -Transformación del sistema financiero Anulación de la ley de entidades financieras vigente desde la última dictadura militar y entender la actividad financiera como un servicio público orientado a satisfacer las necesidades transaccionales, de ahorro y crédito de todos los habitantes de la Nación, y contribuir a su desarrollo económico y social. -Impulsar el Desarrollo rural y la Reforma Agraria El desarrollo rural, basado en el debate parlamentario y la aprobación de un paquete de leyes imprescindibles, como la ley contra los desalojos rurales, la ley contra las fumigaciones, profundizar la ley contra la extranjerización de la tierra y nacionalización de las ya extranjerizadas, la creación de organismos de control e intervención estatal, como lo fueron la Junta Na- cional de Granos y la Junta Nacional de Carnes, la reglamentación del uso y tenencia de la tierra, los planes de desarrollo sustentable, orientados hacia el cambio progresivo y gradual del modelo productivo hegemónico, mediante una ley de desarrollo agrario nacional. Todo esto manteniendo firme la convicción sobre la necesidad de llevar adelante una profunda reforma agraria. -Promoción de la economía social Resulta fundamental en todo proyecto transformador dar un fuerte impulso a la expansión del mercado interno popular a través de una verdadera redistribución de ingresos hacia abajo y un decidido apoyo a las empresas populares como cooperativas, fábricas y empresas recuperadas, emprendimientos familiares y una fuerte promoción de las PYMES. -Ampliación democrática Terminar con una cultura represora que es la que sostiene el ánimo asesino de las Policías provinciales y la Federal, la Gendarmería, la Prefectura y los miles de efectivos irregulares que revistan en las agencias privadas de seguridad regenteadas (y así lo exige la Ley) por ex militares. Voluntad política para modificar estructuralmente el sistema político exactamente en la dirección opuesta a la que apuesta la Ley de Partidos Políticos que aprobaron radicales y Partido Justicialista: se Ver El litio para el Estado y el pueblo argentino, Alfredo Mina. Pág. 16. 5 trata de ampliar y facilitar la representación popular, de incluir nuevos mecanismos de consulta como el Plebiscito -Derogar la Ley Antiterrorista perfeccionada y sostenida por el gobierno en acuerdo con los intereses de los EEUU. Frente a esto debemos tener muy claro que hoy estamos en una situación delicada, en la cual debemos ubicar con claridad al enemigo principal y concentrar fuerzas contra él. Ese enemigo es la derecha y hoy la representa el PRO y la candidatura de Mauricio Macri. El partido político que conduce Mauricio Macri, Propuesta Republicana (PRO), es un partido político de tendencia liberal conservadora surgido de la alianza electoral conformada el 25 de mayo de 2005 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires entre los partidos políticos Compromiso para el Cambio, liderado por Mauricio Macri, Recrear para el Crecimiento, liderado por Ricardo López Murphy y el Partido Federal, cuyo principal referente fue Francisco Manrique. La aparición del PRO en los últimos años en la política argentina marca a nuestro entender uno de los intentos más serios de saldar un viejo déficit que viene arrastrando la derecha en nuestro país, el de contar con un partido político de raíz conservadora, alineado con el ideario neoliberal, el que es presen- 2 6 tado como parte de la corriente de las «derechas modernas» que se van desarrollando en todo el mundo. Una vez desprestigiada la alternativa militar, los sectores más reaccionarios de las sociedades latinoamericanas (empresarios, Iglesia, oligarquía terrateniente, etc.) que en el pasado apelaban a los militares como vehículo para la defensa de sus intereses, tuvieron que explorar nuevas alternativas dentro del escenario político de la democracia burguesa. En Argentina, desde el retorno de la democracia en 1983, la reacción conservadora ha tratado de presentar sin éxito a diferentes figuras políticas que pudieran atraer a las masas hacia los programas que defendieran sus intereses. Los primeros que aparecieron en el espectro político argentino fueron Álvaro Alsogaray, Domingo Cavallo y Ricardo López Murphy. Se trataba, en los tres casos, de economistas ultra ideologizados que tenían a la economía y no a los negocios como profesión. Frente al escaso caudal electoral y gran desprestigio de estos «políticos economistas» por protagonizar ajustes salvajes contra las mayorías populares, la derecha Argentina se replanteó la necesidad de presentar otro tipo de político menos ideologizado y más descontracturado, en otras palabras, más atractivo a las masas. Así surgió el «empresario Ver artículo de Atilio Boron en este número de CM. político», que legitimaba ahora su participación en la política exhibiendo sus pergaminos obtenidos en la gestión privada. El máximo representante de esta nueva clase de políticos es Mauricio Macri, quien había construido una suerte de «puente» con sectores populares a través de su gestión como presidente de Boca. Esta derecha, tras ocho años de gobernar la Ciudad de Buenos Aires, aparece hoy con un grado de articulación y proyecto mucho más serio que el que parecía sugerir su política de marketing. Actualmente, con una masa de votos obtenidos en las PASO, hace que la maniobra de llegar al ballotage no pueda considerarse un disparate. Por más que evadan el debate y busquen vaciar su discurso publico, los planes de la derecha trascienden con claridad en las declaraciones de sus equipos económicos que, haciendo gala de la inimputabilidad que los caracteriza, blanquean sus planes en reuniones empresariales. Lo que Melconian, Broda y Espert, vociferan entre cómplices sonrisas, es la verdadera cara del proyecto de la derecha argentina, hoy encolumnada tras Macri. Por eso redoblamos nuestro esfuerzo por el triunfo del FpV en octubre, para dejar abierto un espacio de construcción y derrotar a la derecha. Pero debemos tener en claro que junto a las convicciones y la firmeza de nuestro apoyo, estos El Partido Comunista deberá manejarse con autonomía e independencia, sin quedar atrapado en planteos que por ahora no superan un tibio desarrollismo momentos requieren que nos preparemos seriamente para los desafíos que se vienen. La derecha está utilizando todo mecanismo a su alcance para ganar las elecciones en un ballotage, en su defecto, dejar fuertemente condicionado al próximo gobierno. Las típicas maniobras con el dólar, los constantes ataques desestabilizadores a través de los medios masivos de comunicación y la 3 4 puesta en duda de cada uno de los procesos electorales en los que los resultados no son los deseados por ellos, como ocurrió en Santa Fe y Tucumán, buscan erosionar la legitimidad del próximo gobierno para hacerlo, de por sí, mucho más permeable a sus presiones. Por eso es tan importante ganar con el FpV las elecciones presidenciales, porque tiene que ver con la necesidad de mantener abierto un espacio de construcción política. Pero no debemos ser ni ingenuos ni conformistas, la alternativa basada en el poder popular aun está por construirse y los comunistas tenemos que ser protagonistas en esa construcción.. El Partido Comunista deberá manejarse con autonomía e independencia, sin quedar atrapado en planteos que por ahora no superan un tibio desarrollismo, que sabemos no solucionaran los problemas del país. La dificultades del proceso electoral, que están íntimamente ligadas a la debilidad que las fuerzas de izquierda hemos evidenciado para construir una fuerza política frentista y amplia extendida en el territorio, representan un fuerte desafío para los comunistas que no cejaremos en nuestro compromiso con esta construcción. Pero es fundamental que este esfuerzo no consuma toda la energía política de nuestra organización como suele ocurrir, sino que podamos continuar profundizando nuestro desarrollo en los principales movimientos de masas. Desde ya en el movimiento obrero, donde podemos consignar importantes avances logrados por la CoNAT3 que deben ser afianzados y potenciados. También en la tarea del Movimiento Territorial Liberación, multiplicando su crecimiento en el territorio; y con el Movimiento Campesino Liberación, en el desarrollo de los sectores agrarios. En el mismo sentido, recuperar el lugar de la Fede y el Partido en el movimiento estudiantil, donde aún tenemos mucho por trabajar, y por supuesto nuestro trabajo en los temas de género, camino al 30º Encuentro Nacional de Mujeres que se realizará en Mar del Plata4 , donde jugaremos un importante papel. Por todo lo señalado, debemos plantearnos el objetivo central de conformar un Partido Comunista fuerte, latinoamericanista, con un claro sentido de unidad para la lucha, con autonomía política, que sostenga la independencia de clase, organizado y capaz de desarrollar una agenda vinculada a los conflictos. Tenemos programa, organización, extensión territorial, periódico. Los elementos están, tenemos que utilizarlos, hacerlos crecer y potenciarlos para fortalecer al Partido. Ver Una exigencia de la hora: reformular el modelo sindical, CoNAT. Pág. 18. Ver Hacia el XXX Encuentro Nacional de Mujeres. Pág.72 7 América Latina y el mundo de hoy por Jorge Alberto Kreyness1 L a crisis por la que atraviesa el capitalismo como modo de organización de la sociedad, en su fase de globalización, abarca los planos financiero, económico, energético, alimentario, ecológico, ambiental, ético, social, ideológico y cultural. Se trata, en verdad, de una crisis civilizatoria de carácter integral que demanda, a través de las luchas y la organización de los trabajadores y los pueblos, una solución emancipatoria que evite nuevas tragedias y abra nuevos horizontes. Esa solución pasa necesariamente por resolver la contradicción existente entre un sistema que ha generado capacidades para producir enorme cantidad de bienes y servicios, pero que excluye a grandes contingentes de quienes podrían utilizarlos, al marginarlos del trabajo, la producción y el consumo. Es un sistema hoy dominado por la idea neoliberal de reducir el gasto público, pero que destina gigantescos capitales estatales a la construcción y despliegue global de un enorme aparato militar como principal modo de imposición de la hegemonía mundial de la potencia central. Un sistema que ha hecho del dinero y del precio del dinero el motor determinante de su evolución y uno de los factores nodales del poder global, mientras la producción industrial, siendo de grandes dimensiones, se ha estancado, y la financierización y la especulación se han tornado los principales mecanismos de acumulación. La sistemática concentración de riqueza y poder en cada vez menos 1 Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunistra de la Argentina. Coordinador de la Cátedra de Política Internacional del CEFMA. 8 manos es demostrativa de la incapacidad del sistema capitalista para distribuir equitativamente los beneficios del trabajo de millones de personas y de los avances científicos y tecnológicos. Este sistema continúa desarrollándose como modo determinante en todos los asuntos mundiales, pero ve desacelerar su ritmo de desenvolvimiento y caer el promedio de la tasa de ganancia en la que basa su propia existencia, mientras se acumulan sus contradicciones internas y se dificultan y se hacen más violentas sus relaciones con las clases subalternas y con la «periferia» mundial. Los EEUU y otras potencias centrales sostienen su dominación, pero cada vez les resulta más difícil ejercerla. Crece la tendencia a la expansión cuantitativa de la masa monetaria y al sobreendeudamiento de muchos estados nacionales como modo de sometimiento. La actual situación de Grecia es ejemplo de ello. Además del tradicional despojo de los recursos naturales de los países débiles y de la creciente superexplotación del trabajo, se registra cada vez más una disputa por captar las ingentes ganancias del crimen organizado, lo cual implica una asociación creciente de los bancos transnacionales con ese flagelo. En EEUU crecen las tensiones sobre la situación de la economía, especialmente porque siguen engordando las burbujas financieras a límites peligrosísimos y crece la deuda nacional a niveles fuera de control, excediendo cada año los lí- mites autorizados por el Congreso, y sobrepasando al PIB anual. Varias ciudades, como Detroit, se han declarado en quiebra y la bancarrota de Puerto Rico puede afectar aun más la economía, especialmente la de Miami, si el «estado libre asociado» entrara en cesación de pagos. Ya se habla cotidianamente de ajustes, recortes y políticas de austeridad tal como en el sur de Europa, mientras fuerzas de seguridad se preparan para contener manifestaciones populares. Cada día, en la Norteamérica profunda se registran nuevos episodios de brutalidad policial que no son solo racistas como muchas veces se los presenta, sino producto de represión a protestas, como ocurriera en Ferguson o Baltimore. Hoy el poder en Washington se encuentra bifurcado entre un Ejecutivo demócrata y un legislativo republicano con hegemonía del ultrareaccionario Tea Party. Y un hito en el escenario político lo constituyen las elecciones presidenciales de noviembre de 2016. En Europa registramos la crisis de Grecia y los peligros que acechan a España y otros países. Hay que prever allí un crecimiento de la inestabilidad política por las crecientes dificultades de la gobernabilidad, sin descartar la posibilidad de crisis orgánicas. La «democracia ejemplar» y el «estado de bienestar» van quedando en el recuerdo, se aplica el neoliberalismo más ortodoxo y se restringen los derechos civiles como en el caso de la Ley Mordaza española. Quedan a la vista los límites y las desigualdades de la Unión Europea, al tiempo que el surgimiento de movimientos de resistencia e indignación repercute en el nacimiento de nuevas formaciones políticas, que habilitan esperanza en la medida que promuevan unidad, descarten el oportunismo y construyan una perspectiva post neoliberal. En pleno centro de Europa, en Ucrania, se quiere imponer a toda costa la asociación con la UE, que fuera rechazada en su momento, y con la OTAN, utilizando el recurso del fascismo, apoyado por EEUU en su proyecto de cercar militarmente a Rusia, lo cual demuestra que no es espontánea la aparición de grupos de naturaleza neonazi en otros países. La crisis ucraniana alcanza niveles de guerra civil y la resistencia en el Este adquiere formas revolucionarias dentro de las cuales cabe remarcar la proclamación de las Repúblicas Populares de Lugansk y de Donetsk, hoy brutalmente agredidas. A todo ello se suma la gravísima crisis «migratoria». Ellos hambrean y bombardean poblaciones enteras y destruyen países con ejércitos mercenarios, como en el caso de Libia y ahora de Siria, y luego pretenden, con métodos militares y genocidas, impedir la llegada de refugiados desesperados. Esta situación es heredera directa de décadas de un intervencionismo guerrerista y expoliador en Medio Oriente y en el norte y otras regiones de Africa, zonas para las cuales se han pretendido solucionar 9 los problemas por la vía militar en conjunto con Israel y en ocasiones con Francia y otras potencias. Asistimos a una realidad del capitalismo como generador de grandes catástrofes humanitarias en diferentes regiones. La situación indica que el capitalismo se encuentra en un proceso de decadencia -cuya velocidad depende de numerosas circunstancias- generador de nuevas crisis, nuevos desajustes y, en caso de desarrollarse cuantitativa y cualitativamente las fuerzas sociales necesarias, nuevos procesos de cambio y nuevas revoluciones. De las grietas y vacíos que deja el anquilosado entramado capitalista surgen hoy nuevas articulaciones relativamente autónomas que, si bien no se constituyen en alternativas nítidamente antagónicas al sistema, expresan contrapesos a la dominación concentrada de los núcleos tradicionales del imperialismo. Se trata de la tendencia hacia un mundo con nuevos polos de poder, con nuevos centros de desarrollo. La República Popular China, donde gobierna el Partido Comunista, ha logrado un significativo crecimiento, que la transforma en una gran potencia económica. Este desarrollo se asienta en la ampliación de su gran mercado interno y en su capacidad exportadora, con un marcado progreso en lo científico y tecnológico. Su economía sufre ahora una desaceleración por causas externas e internas, lo cual influenciará en la situación del mun- 10 do con nuevas complicaciones en los mercados a nivel internacional. La RPCh. despliega una política exterior de carácter global en una alianza principal con Rusia, e integrando espacios como los BRICS y la Organización de Cooperación de Shangai. Incrementa notablemente su presencia en diversas regiones de Asia, Africa y América Latina. Y aunque los EEUU ven en ella a su contrincante principal, mantiene con ese país, así como con la UE y Japón, relaciones relativamente normales en las que se entrelazan competencia, disputa y cooperación. Rusia, tras el colapso del «socialismo real», ha mantenido, modernizado y reforzado su potencial bélico y últimamente ha incrementado su rol en la política internacional. Aprovecha sus capacidades militares y de exportación de energía, de la cual depende en buena parte Europa. Impulsa además la Unión Euroasiática con un conjunto de repúblicas ex soviéticas y relaciones crecientes en América Latina. China y Rusia construyen una alianza estratégica integral en creciente desenvolvimiento, que es considerada por los EEUU como la principal amenaza a su poder global. Y son los principales articuladores de un conjunto de clubes de países con intereses comunes que se han constituido en el último tiempo, como los mencionados BRICS, la Organización de Cooperación de Shangai y el UEA, entre otros, que desarrollan ahora un nuevo esque- ma financiero y se proponen un importantísimo proceso apuntado a un paulatino desplazamiento del dólar como moneda para las transacciones internacionales. También se han formado, fortalecido, o adquirido mayor autonomía, agrupamientos regionales como la UNASUR, la CELAC, la ALBA, Petrocaribe, o ASEAN en el sureste asiático. En el sistema mundo se acentúan las contradicciones insalvables entre el capital, hoy ultra concentrado, y el trabajo de millones de personas. La expresión actual más evidente de esas contradicciones a nivel global es la que se produce entre la tendencia a una mayor dominación imperial centrada en la agresividad y la expoliación, y otra que apunta a la multipolaridad y el pluricentrismo, que busca una democratización de la política internacional, la paz y el progreso en base al desarrollo de economías autónomas, de ampliación del consumo interno y de intercambios comerciales de beneficio mutuo. También se despliega una contradicción entre ese orden mundial controlado por las principales potencias y el gran capital con un conjunto de proyectos nacionales emancipatorios. Con un criterio amplio, podemos señalar que las estrategias de construcción socialista vigentes se manifiestan con diversas graduaciones, con una amplia diversidad y en medio de grandes dificultades, en Cuba, en la RPChina, en Vietnam, en la RDP de Corea y en los países latinoamericanos que forman al ALBA-TCP, siendo la Revolución Cubana, después de más de cinco décadas de resistencia, el ejemplo más notable y alentador. Esa diversidad es propia de las realidades nacionales y de las correlaciones de fuerza, lo que fundamenta una vez más que la revolución es internacional por sus contenidos, pero nacional en sus formas, características y velocidades e incluso en las capacidades de sostenerse y no ser derrotadas. América Latina sufre necesariamente las consecuencias de la crisis capitalista y se acentúan los intentos de reforzar el control estratégico de la región por parte de los EEUU, no solo desde el punto de vista militar (4ª Flota, bases, etc.), sino con una diversidad de estrategias que se renuevan permanentemente, en primer lugar contra la Revolución Cubana, dado que en el nuevo tipo de relaciones que se han establecido no abandonan el propósito de ahogar al invicto socialismo de la mayor de las Antillas. Los intentos de desestabilizar a los gobiernos que no le son afectos se perciben a simple vista. Y si los golpes militares marcaron su estrategia en los años 70’, y si las políticas neoliberales dieron su impronta a los 80’ y 90’, ahora; tras el período de grandes luchas y surgi- 2 miento de gobiernos populares de la primera década del siglo, el turno es para las llamadas guerras de 4ª y 5ª generación y de los llamados golpes blandos, que como dijimos en otro escrito2, no son ni tan suaves ni tan blandos. Una parte central de la acción contra la independencia de la región es la conformación de la Alianza del Pacífico, conformada por Chile, Perú, Colombia y México, todos países con TLCs con EEUU, con presencia militar yanqui, y el último de los nombrados formando parte del NAFTA. La AdP se integra al Tratado Transpacífico que pretende asegurar la hegemonía yanqui en la Cuenca del Pacífico. La AdP, por otra parte, actúa negativamente en los marcos de CELAC y UNASUR limitando sus posibilidades y ralentizando, cuando no trabando, el proceso de unidad e integración regional. México, con esa clase de integración subordinada a la potencia imperial, vive el momento más terrible de su historia, dominado por las transnacionales y la narcopolítica y sometido a niveles de violencia y crimen nunca vistos. Colombia, con un Santos que se esfuerza en diferenciarse de Uribe y realiza los diálogos gobierno-insurgencia en La Habana, de difícil pronóstico, se va transformando en un centro de provocación y con- frontación fronteriza contra la Venezuela Bolivariana. En Perú está establecido que en un breve período ingresarán a su territorio 3500 militares de los EEUU; y en Chile, que se debate entre cambios y el mantenimiento del statu quo pinochetista, también se ha entregado una base militar a los EEUU. El aprovechamiento del primer capítulo de los manuales de desestabilización, esto es capitalizar al máximo las falencias y errores reales de los gobiernos progresistas, para luego impulsar, como dicen los siguientes apartados, la creación de matrices de opinión y las acciones de calle, procurando la toma de edificios públicos, están a la orden del día en Brasil, Ecuador, Venezuela y otros países hermanos. Vivimos una contraofensiva del imperialismo en nuestro continente, la que se desarrolla en un tiempo en que a su vez salen a la luz las limitaciones de los procesos de cambios post neoliberales que se dan en varios de nuestros países. Ello torna necesario habilitar un debate en el seno de los pueblos, pero también, y necesariamente, en el más alto nivel político, sobre la dialéctica existente entre la defensa y continuidad de las actuales orientaciones de los gobiernos a que hacemos referencia y la necesidad de una profundización de los Kreyness, Jorge: Golpes ni tan suaves ni tan blandos. Cuadernos Marxistas Nº 7. Mayo de 2014. 11 cambios, tanto en aquellos de la ALBA-TCP, como de otros que transitan sus propias agendas de reformas progresistas. En tal sentido, señalamos la importancia de mantener activas la unidad, movilización y organización social, con el espíritu de construcción de un poder popular, especialmente en los territorios, Ese curso de combatividad social se debe fusionar cada vez más con el Estado, para ejercer sobre él una creciente influencia. Y no al revés, vale aclararlo, porque si el movimiento popular es dirigido desde el Estado, solo crecerán las limitantes que queremos evitar. Un complemento imprescindible de ello es la batalla de ideas, de denuncia del imperialismo en sus formas concretas y cotidianas, para ir superando la democracia formal y 12 transformarla en participativa y protagónica a favor de un diseño post capitalista.. Porque si la legalidad institucional brinda posibilidades a los movimientos políticos populares y de izquierda, también impone barreras a los cambios necesarios para evitar el estancamiento o los retrocesos. En tal sentido los desarrollos de la economía popular, del cooperativismo de trabajo y de las empresas bajo gestión social, muchas veces recuperadas de patronales irresponsables, son una vía valiosa para articular poder popular. Y desde ya cobra una importancia crucial el rol del movimiento obrero y del conjunto de los trabajadores, cuando se crean mejores condiciones para disputar hegemonía a favor de un sindicalismo de liberación. Sin plazas llenas y calles ganadas y sin fuerza en los lugares de trabajo y vivienda del pueblo mayoritario, será muy difícil el proyecto de defensa/ profundización. En el plano regional, es urgente denunciar los «acuerdos de libre comercio» que traen la misma filosofía que el derrotado ALCA. Ello reclama avanzar en la unidad e integración regional latinoamericana y caribeña, desarrollar en proyecto inconcluso de una nueva arquitectura financiera y poder contar con nuestro propio Banco de Desarrollo en el sur. Son sólo algunas propuestas en el propósito de poner límite a la ofensiva imperialista actual y lograr retomar el impulso que cobraron América Latina y el Caribe, después de la irrupción de la Revolución Bolivariana. El litio para el Estado y el pueblo argentino por Alfredo Mina1 L a «cuestión» del litio es para Argentina un desafío y una oportunidad, y debería ser también una cuestión de Estado como ya lo es en Bolivia y Chile. Sin embargo, el legado neoliberal en materia minera y la fragmentación política en el manejo de estos recursos estratégicos nos diferencia de nuestros países hermanos, con quienes compartimos los yacimientos más importantes del mundo. Vivimos una época en nuestro país y en el continente de recuperación de derechos y riquezas económicas, sociales y culturales. Los ejemplos son contundentes: reestatización de la empresa más grande del país, YPF, lo cual implicó el retorno del petróleo a la soberanía de la nación; la reestatización de los fondos jubilatorios, que fue la nacionalización más trascendente de nuestra historia; y se avanzó en la misma dirección con nuestra empresa de aviación, con el agua y, últimamente, con los ferrocarriles. Esta política se fue desplegando en contradicción con los poderes económicos locales y extranjeros, y con un creciente apoyo de nuestra ciudadanía, que cada vez más valora positivamente la gestión estatal. El caso del litio tiene una característica particular en relación con los otros recursos naturales norenovables del país. Se trata del 1 único recurso en el que si nuestro país actuara en forma coordinada junto con sus vecinos podría controlar el mercado mundial. Para Chile, que ya tiene una gran influencia en el mercado internacional del cobre, el litio sería el segundo mineral en el que el país trasandino tenga capacidad en la formación de precios. Existe una complejidad particular para la elaboración de las políticas del manejo del recurso, ya que, si bien el litio es un insumo estratégico para varias industrias tecnológicas, la demanda actual todavía es baja en comparación con el volumen de los yacimientos. Desde hace años la prensa especializada nombra a los yacimientos del norte de Argentina y Chile y a los del sur de Bolivia como el «triángulo del litio» y más coloquialmente como la «Arabia Saudita del litio». Esta situación presenta varios desafíos justamente porque la carrera por la apropiación del recurso comenzó muy tempranamente, aún antes de que el complejo tecnológico y de innovación industrial pueda incorporar las propiedades únicas del litio en el desarrollo de nuevas tecnologías masivas. Históricamente los grandes ciclos de los recursos naturales, tan típicos en América Latina, que Eduardo Galeano marcara a fuego en sus «Venas abiertas...»; como lo fueron el oro, la plata, el caucho, el guano o el petróleo, estuvieron asociados a la explotación por parte de los imperios coloniales primero y de los capitalistas después, a su potenciación posterior con nuevas tecnologías. En el caso del litio actualmente prima el paradigma de la financiarización por sobre la incorporación a la tecnología para racionalizar y eficientizar la explotación. El desarrollo de nuevas técnicas basadas en Ensayista. 13 el litio es todavía incipiente en los países desarrollados y aún más en Argentina, donde si bien existe una de las mayores reservas mundiales, está en un proceso de recuperación, luego de la destrucción del entramado académico, científico e industrial que se generó durante la época de derrota política y cultural. El litio (Li) es el metal sólido más ligero conocido por el hombre, su densidad es la mitad que la del agua, y es el de mayor potencial electroquímico y un súper conductor. Las mayores corporaciones mundiales del sector tecnológico y automotriz están destinando desde hace años grandes cantidades de dinero en investigación y desarrollo (I+D) en nuevas tecnologías basadas en el litio. El hidróxido de litio es indispensable en naves espaciales y submarinos para depurar el aire extrayendo dióxido de carbono; es fundamental en aleaciones de aluminio, cadmio, cobre y manganeso en la industria aeronáutica, y en la industria nuclear. En 1991 cuando Sony desarrolló la batería de Ion-Litio revolucionó la industria electrónica mundial. Hoy prácticamente todos los teléfonos celulares, las computadoras personales, reproductores de música digital y un sinfín de productos electrónicos dependen de baterías y componentes de litio. Todo indica que se masificará la construcción de automóviles híbridos y eléctricos teniendo en cuenta el fuerte incremento en la venta de autos híbridos en los mercados desarrollados. La frase «Arabia Saudita del Litio» comenzará a tener cada vez más significado para nuestros tres países. 14 La industria del litio está dominada a nivel internacional por cuatro empresas; Talison, SQM, Chemetall y FMC, con la particularidad de que esta situación oligopólica hace que no exista un precio en el mercado internacional y que no se comercialice en la Bolsa de Metales de Londres. Se fija caso por caso en forma discrecional por este «cártel», con variaciones en el precio de hasta un 300% en el valor, según la capacidad de negociación de los compradores, especialmente en la industria automotriz y electrónica. Nuestro código minero de 1994 es probablemente la pieza jurídica neoliberal más perjudicial en relación al manejo y soberanía de los recursos naturales que existe en el país. Nacido de un entramado de lobbies, corporaciones asiáticas y norteamericanas en colusión con poderes provinciales proclives a transigir y un Estado nacional asaltado y desguazado en la noche noventista; el código llega a hacer explícita la prohibición de que el Estado, tanto a nivel municipal, provincial o nacional; explote directamente los yacimientos, y está obligado a entregar a privados para su explotación los minerales que encontrase (artículos 7, 8 y 9). Se trata de un auténtico estatuto neocolonial que posibilita un saqueo discrecional por parte de las grandes mineras del mundo. Esta situación tan diferenciada de otras políticas en la recuperación de lo saqueado durante la derrota, pasa a ser una crucial tarea pendiente para los argentinos, y además resulta contrastante con los dos países hermanos con quienes compartimos las formaciones geológicas. Por un lado Chile, con una matriz económica neoliberal y altamente dependiente del sector minero, estableció en su Código Minero y en la Ley Orgánica Constitucional Minera que el litio es un recurso estratégico, por lo que no está permitida su explotación por parte de privados ni tampoco su concesión. En Bolivia el presidente Evo Morales declaró en la Carta Magna de 2009 que el litio es de interés estratégico, un recurso de soberanía popular y no puede ser concesionado ni vendido a empresas extranjeras.Ya desde hace unos años el gobierno de Bolivia está invirtiendo fuertemente en el desarrollo de tecnologías basadas en litio, y la primera planta ya produce 1.000 baterías de ion-litio diarias para computadoras y celulares, con una inversión estimada en 600 millones de dólares en la próxima etapa. Que la soberanía sobre los recursos esté plasmada en las leyes, o inclusive en la Constitución es un hecho fundacional hacia un horizonte de recuperación de nuestras riquezas mineras. El gobierno derechista del ex-presidente chileno Sebastián Piñera utilizó interpretaciones espurias de la legislación para concesionar y entregar el litio a empresas privadas. El resultado fue el mayor escándalo de corrupción del país trasandino al salir a la luz pública que la mayor empresa minera mundial de litio, SQM, financió ilegalmente las campañas electorales de los partidos políticos, especialmente a los partidos de derecha UDI y Renovación Nacional por miles de millones de pesos. Como vemos, finalmente todo se despliega en el marco de la lucha política por el poder. En última instancia la concesión y la financiarización es la forma de apropiarse de recursos valiosos mediante instrumentos especulativos de alta volatilidad, que no están en relación con los intereses de las naciones ni con las salvaguardas necesarias para que su explotación no afecte a nuestras comunidades, dejando enormes activos expuestos a los ataques de los fondos buitres y sus aliados nativos. En la actualidad, en nuestro país se concesionaron los yacimientos de litio a corporaciones extranjeras a precios que no valorizan el verdadero potencial futuro de nuestro recurso, con condiciones desventajosas para el país. Es un serio llamado de atención que todavía en nuestra patria el litio sea tratado como cualquier otro mineral, en vez de considerarse como un elemento estratégico. Habría que agregar que la explotación puramente capitalista, ejecutada por las corporaciones mineras con base en regiones remotas, tiene otras consecuencias. La principal e insoslayable es la afectación a la vida humana por los graves impactos ambientales y de salud, que el poder económico invisibiliza a través de su influencia en los medios masivos de comunicación. En nuestro parlamento se ha presentado un proyecto de ley para recuperar la soberanía del litio basado en principios amplios y de defensa del interés nacional, y que no está acotada a una visión mera- mente económica y circunstancial del recurso natural. Por el contrario, el proyecto de ley aprecia que la riqueza mineral es un instrumento de cambio social y regional fuertemente relacionado al territorio y a las comunidades cercanas de donde se encuentra. En sus considerandos especifica que no se deben repetir errores en las políticas de desarrollo humano y social en los que grandes proyectos mineros conviven al lado de comunidades empobrecidas, y con impactos destructivos del tejido social y cultural, generando daños irreversibles a la naturaleza. El punto nodal del proyecto es la creación de una Sociedad de Estado estratégica del Litio declarando de interés público la exploración, explotación, concesión e industrialización del litio en la que están representadas las provincias que tengan yacimientos comprobados de litio; las universidades nacionales con sede en las provincias con yacimientos de litio; el Ministerio de Ciencia y Tecnología; el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET); y las comunidades originarias que habiten en las zonas donde se encuentra el mineral. Todo indica que si avanzaran iniciativas legislativas de este tenor, se irán asegurando a las próximas generaciones los beneficios de las riquezas de nuestro suelo, se honrará el trabajo de nuestros científicos y de los calificados recursos humanos, se respetarán los derechos de nuestros pueblos originarios y la capacidad colectiva de ser dueños de nuestros recursos naturales para administrarlos y beneficiarnos de ellos sin capitular ante el paradigma neoliberal de la época, que concibe a las riquezas como meras oportunidades de negocios cortoplacistas. Impediríamos que jueguen con nuestras riquezas en la lotería de los mercados de derivados y futuros, y que se concesionen a corporaciones extranjeras, para que otras potencias desarrollen industrias y tecnologías a cambio de flacas regalías. La línea política en esta materia debe transitar por una nueva forma de gestionar nuestros recursos no-renovables, sustentada en el ideario mosconiano de que los beneficios de nuestras riquezas naturales deben ser para acrecentar el bienestar moral y natural del pueblo argentino. La lucha por la posesión de las minas y contra los monopolios naturales en nuestra región viene desde nuestros mismos orígenes. Ya Mariano Moreno declaraba que «el monopolio es un atentado contra la libertad humana», siguiendo a Filangieri, y proponía en su Plan de operaciones «hacer desaparecer las fortunas agigantadas de cinco mil mineros y pasarlas a poder de la Nación por diez años». Se refería a las minas altoperuanas de la Bolivia actual. Han pasado dos siglos y este continúa siendo uno de los retos que debemos asumir, enfrentando a grandes poderes. Si somos consecuentes con el prócer jacobino, nos podemos afirmar en la expresión de San Ambrosio, que Moreno recogía: «Es mejor conservar la vida de los mortales que la de los metales.» 15 CAMINO AL 4º CONGRESO DE LA CoNAT1 Una exigencia de la hora: reformular el modelo sindical L a situación en el movimiento obrero organizado resulta una cruda muestra del enorme retraso que existe en el campo nacional y popular con respecto a superar viejas modalidades de organización corporativa, de connivencia con las patronales, de carácter gerencial y supeditada a los intereses de la clase dominante y al aparato del Estado, todo lo cual se ha transformado en un lastre para el proceso que vivimos. Durante décadas se amasó en Argentina un modelo de sindicalismo que si bien defendía, en algunos casos, los derechos de los trabajadores que representaba, al mismo tiempo fue constituyendo lógicas empresariales en su interior y cercenando alternativas. Este viejo modelo sindical impuesto hace ya 1 16 Corriente Nacional Agustín Tosco setenta años está viviendo una crisis terminal. Nacido en una etapa capitalista donde una burguesía, interesada en el desarrollo del mercado interno para su propia realización como clase, impulsó una economía distributiva, concedió mejoras a la clase obrera y permitió una mas equitativa distribución de la Renta Nacional, a cambio hipotecó la independencia del movimiento obrero que quedó supeditado al Estado y pasó a ser, simultáneamente, un apéndice del partido gobernante. La relación Estado-Movimiento Obrero hasta ese momento (alrededor de los años 45 del siglo pasado) caracterizada por respuestas primordialmente represivas a las reivindicaciones obreras reclamadas, dejó paso a un mecanismo más complejo: un conjunto de mejoras habilitó vías para incorporar a la clase obrera dentro de una coalición hegemónica con la garantía de su consentimiento. El acuerdo le proporcionó a la clase mejores condiciones de venta de la fuerza de trabajo, mayor acceso al mercado de bienes y servicios y una mayor cuota de poder en las relaciones al interior de las empresas. Alcanzó así un peso mayor en el conjunto de la sociedad por medio de una organización sindical de masas, plena ocupación, alta tasa de sindicalización y a la vez, estrechamente vinculada al aparato estatal. Esa suerte de «pacto social» tenía como sujeto activo a un aparato es- tatal autoerigido en interventor y árbitro de las relaciones entre capital y trabajo. Estableció normas a las cuales debían someterse los trabajadores para poder contar con su propia organización (sucesivas leyes y reglamentaciones de asociaciones sindicales) y desde entonces nació y creció una burocracia que, con matices, conservó su rol de mediación a lo largo de las décadas siguientes. Esta integración de la clase tuvo como contrapartida la aceptación de la legitimidad del sistema en su conjunto: el Estado es reconocido como organizador y gestor central del proceso social y la organización sindical se asume como instrumento de integración y negociación, ajena por definición a toda pretensión de transformación revolucionaria de la sociedad. Este conjunto de «aceptaciones» por parte de los trabajadores -definida como columna vertebral- se transformó luego en la base de sustentación de la «comunidad organizada», es decir, el modelo de la conciliación de clases. Los años transcurridos y la permanente y objetiva lucha de clases modificaron este modelo solo parcialmente sin cuestionar sus basamentos. Fueron los cambios en el conjunto de la economía mundial y sus repercusiones sobre la modalidad de acumulación capitalista en el país, los que marcaron sus límites infranqueables. Ya en las décadas del 60 y 70 se vislumbró un desfase entre los cambios recorridos por la economía y una gestión estatal poco eficiente para afrontarlos y encauzarlos. Es precisamente en ese momento en que el movimiento obrero dio señales de recuperar su autonomía y su capacidad de constituirse en epicentro de los movimientos de oposición al sistema. Recuérdese el «choconazo», el «cordobazo», la CGT de los Argentinos, las «tomas» de grandes fábricas, las movilizaciones, etc. La dictadura y el terrorismo de Estado vinieron a «poner orden» con 30.000 desaparecidos y la instauración de un modelo cultural de dominación: el neoliberalismo. El modelo sindical también resultó funcional al «partido militar» no obstante la feroz represión que sufrieron militantes obreros, delegados combativos y hasta dirigentes sindicales de la propia CGT. Cuando se instala en el país la «democracia restringida», se intenta una adecuación de la estructura sindical por medio del proyecto de ley impulsado por Alfonsín (Ley Mucci, a la sazón Ministro de Trabajo) pero cae bajo la presión y el paro cegetista. Posteriormente, el menemismo introduce a fondo el Consenso de Washington, entrega todo el patrimonio nacional y las reservas energéticas y naturales, impone la flexibilización laboral, privatiza el sistema provisional, echa por tierra viejas conquistas laborales y para ello cuenta con un apoyo invalorable: los jefes de la estructura sindical corporativa y dependiente, muchos de los cuales aún siguen en las cúpulas de las organizaciones obreras convertidos en dirigentes gerenciales, socios de empresas de servicios, de comercio, de salud, de turismo, aseguradoras, mineras, de transporte terrestre y naval, etc. En esa etapa se produjo un intento de diferenciación entre diversos dirigentes de la CGT: nace el MTA, pero sin cuestionar el modelo sindical y especulando con el desgaste de la cúpula cegetista para llegar a la conducción de la misma (cambio de hombres). Pero también, a comienzos de la década del 90 nace una vertiente que pone en tela de juicio la organización clásica y objetivamente se alza como una alternativa valedera en correspondencia con una nueva situación en la composición de la clase y atendiendo al reclamo de mayor democracia y participación: el Congreso de los Trabajadores Argentinos, luego transformado en Central de los Trabajadores de Argentina (CTA). A mediados de esa misma década, nació el Movimiento Político Sindical Liberación (que junto al Movimiento Territorial Liberación y al Movimiento Campesino Liberación conforman la actual Corriente Nacional Agustín Tosco, afiliada a la Federación Sindical Mundial), con la intención de conformar dentro de la CTA una corriente clasista basada en el principio de unidad y disputa de proyectos desde un perfil propio e independiente, a la par de empujar las acciones que conduzcan a la construcción de un verdadero sindicalismo de liberación, tal como lo propugnaba el querido y recordado Agustín «gringo» Tosco. Sin embargo, no se pudo evitar que la reacción conservadora y 17 neoliberal en el país produjera, entre otros males, tercerización en el trabajo, diversificación, polivalencia, flexibilidad horaria, contratos basura, subocupación, desocupación, etc. Son rasgos claves que rompieron en pedazos el rígido y centralizado organigrama taylorista y simultáneamente dificultaron la representación sindical y la solidaridad. La clase tendió a segmentarse, dispersarse. Ante la crisis y la desigualdad producto de la supervivencia de una estructura económico-social que favorece la concentración del capital junto a la actitud de sucesivas dirigencias cegetistas que se movieron en función de sus propios intereses o ambiciones político-partidarias, creció la crisis de representación del sindicalismo clásico, se mantuvo baja la tasa de sindicalización y simultáneamente se potenció la lucha por la formación y el reconocimiento de nuevas organizaciones, algunas de ellas, más democráticas y participativas. Una nueva situación Si la actual hora argentina exige profundas transformaciones, y si está en juego la democratización de cada vez más esferas de la vida social, entonces lo que alumbra este momento es la necesidad y la posibilidad de modificar las antiguas organizaciones sindicales. Se requiere la participación de los trabajadores, representados democráticamente y actuando como sujetos centrales, en la convocatoria a discutir y construir la gran fuerza polí- 18 tica y social capaz de hacer realidad en nuestro país la verdadera independencia. Las viejas conducciones burocratizadas, sujetas a una profunda crisis de representatividad, no pueden admitir, entre otras cosas, que la incorporación de más de cinco millones de jóvenes trabajadores al circuito productivo acentúe la urgencia de un modelo sindical con democracia interna y mayores libertades de actuación y representación. La actual legislación no ha podido impedir la fragmentación política de las estructuras tradicionales, ni garantizar que alguno de esos fragmentos sea baluarte genuino apto para avanzar en profundos cambios que erradiquen la aún vigente matriz productiva de carácter neoliberal. La supervivencia de este vetusto modelo sindical seguirá siendo una atmósfera propicia para la reacción derechista y debe ser superada con la promoción de leyes que garanticen la plena participación de los trabajadores, que ilegalicen los procedimientos y prácticas que naturalizan el fraude, la proscripción de listas opositoras y preserve la autonomía sindical y la plena libertad de agremiación. La división que afecta a toda la organización gremial y que muestra en carne viva el oportunismo político de que hacen gala la mayoría de los dirigentes, como así también la propia fractura que afectó a la CTA, nos exige a los militantes clasistas enrolados en la CoNAT y a todos aquellos comprometidos en la lucha por hacer realidad la unidad de la clase- potenciar la aptitud, la voluntad y la capacidad para encabezar un proceso de profundización de los cambios en un sentido nacional, popular, democrático y antimperialista, impulsar ideas y motorizar iniciativas que lleven a la configuración de un modelo sindical en sintonía con los actuales requerimientos tanto nacionales como internacionales, en el marco de la profunda crisis que afecta al capitalismo mundial y plantea nuevos desafíos a los pueblos y trabajadores de este continente. Es necesario subrayar que desde 2002 a 2013 se crearon 711 nuevos sindicatos. ¿Eso le significó mayor fuerza al movimiento obrero? La realidad indica lo contrario. Actualmente hay 1636 sindicatos con personería, pero también existen 1623 sindicatos simplemente inscriptos. Según datos del Ministerio de Trabajo, el 92,5% de las empresas con menos de 50 empleados carecen de delegados gremiales, porcentaje que alcanza el 72,3% en establecimientos de hasta 200 trabajadores y el 47,5% en las de 500 A la vez, hay fallos laborales que dictó la Corte Suprema de Justicia, que contribuyen a intentar licuar el modelo sindical vigente, reconociéndoles autonomía a los delegados respecto de las organizaciones gremiales y equiparando los derechos de los sindicatos con personería y de los que tienen simple inscripción. Por su parte la Organización Internacional del Trabajo, le pide al Gobierno que ponga atención a los fallos de la Justicia «con el fin de poner la legislación en conformidad con el Convenio n° 87 sobre libertad sindical». A su vez, el Gobierno sostiene, en defensa del «unicato sindical» que los fallos de la Corte no sientan jurisprudencia sino que solo rigen para los conflictos que dieron lugar a las sentencias del máximo tribunal. Además, existen diversos proyectos en la Cámara de Diputados que postulan un nuevo Código del trabajo pero, en realidad, ninguno de los proyectos legislativos propone la derogación del sistema de personería y el pleno respeto a la voluntad autónoma de los trabajadores para la creación de estructuras organizativas que mejor se adecuen a sus propios intereses de clase. Los sindicatos con personería y la mayoría de los candidatos presidenciales que se presentan en el actual proceso electoral, comparten en lo esencial, el modelo de sindicato único con personería otorgada por el Estado. La cúpula sindical, en su gran mayoría, es conciente de la precariedad de sus estrategias, fruto de la falta de democracia interna y de la crisis de credibilidad y de representación por parte de las bases. Esa es una de las razones por las cuales cuesta incorporar a las nuevas generaciones a la vida sindical y el porcentaje de afiliados a la organización respectiva bordea solo el 30-35% del total de los asalariados formales e informales. Del lado de las patronales su concepción sobre estos temas es resabida, ya que el empresariado local descree de la libertad sindical, desconfía de cualquier forma organizativa de los trabajadores y prefie- re conservar el régimen conocido donde todo es negociable. Simultáneamente, la fractura que se produjo en la CTA, que no es una organización de tercer grado que agrupa sólo a Federaciones, Uniones Nacionales o Sindicatos, sino una Central de trabajadores de afiliación directa, independientemente de si están ocupados, subocupados, desocupados, contratados, tercerizados o jubilados, también ha sufrido una fractura producto de la acción de compañeros que, a nuestro juicio, erraron el camino a transitar y hoy se empeñan en un posicionamiento testimonial, de oposición sistemática y de connivencia objetiva con la derecha que pugna por frenar el actual proceso, contradictorio, pero de alejamiento del llamado «Consenso de Washington». Nuestra posición Un tal posicionamiento, que nosotros como CoNAT desaprobamos, nos llevó acertadamente a compartir orgánicamente las propuestas y los objetivos adoptados democráticamente por la CTA de los Trabajadores. Esta es la CTA verdadera que desde una posición de autonomía, lo cual no significa neutralidad, ha sabido reconocer lo que hemos podido avanzar en conquistas y ampliación de derechos desde la crisis del 2001-2002 junto con el actual gobierno y su política de inclusión social, ha sabido ubicarse firme apoyando en todo lo que hubiere lugar al proceso de in- tegración de los pueblos latinoamericanos y caribeños con un profundo carácter antiimperialista, apoyó sin vacilaciones la política de recuperación de empresas nacionales estratégicas -entre otras importantes resoluciones- y con la misma decisión, ha fijado posición crítica frente a la sanción de algunas medidas que juzgó como un retroceso. Así sucedió con la puesta en vigencia de la ley denominada Antiterrorista y las reaccionarias modificaciones introducidas a la que regula la actividad de las ART (Aseguradoras de Riesgo del Trabajo), a la vez que reclamó la elevación de los topes que posibilitan el cobro del salario familiar y continúa reclamando la elevación del mínimo no imponible junto a la necesidad de terminar para siempre con la aplicación de tributos sobre los sueldos para gravar sólo a las más altas remuneraciones. Un nuevo modelo Así las cosas, es evidente que resulta impostergable comenzar a recorrer un camino que lleve a los trabajadores a luchar por imponer la construcción de un nuevo paradigma sindical mas a tono con la etapa de cambios que vivimos en Argentina y en América Latina, en medio de la crisis general que afecta a todo el sistema de dominio imperialista. En virtud de todo lo expresado, nos exige a los militantes clasistas enrolados en la CoNAT y a todos aquellos comprometidos en la lucha por hacer realidad la unidad de la clase, 19 potenciando su aptitud para encabezar un proceso de profundización de los cambios en un sentido nacional, popular, democrático y antimperialista, impulsar ideas y motorizar iniciativas que lleven a la configuración de una organización sindical en sintonía con los actuales requerimientos, tanto nacionales como internacionales. En ese marco, profundizar un debate postcapitalista e interpelarnos acerca de cómo echar las bases de un futuro modelo sindical clasista autónomo y democrático que contribuya a hacer realidad la marcha del pueblo en su lucha por imponer en forma definitiva la segunda y definitiva independencia nacional. Por supuesto que un tal objetivo no será producto de un acto único, sino de un proceso que deberá vencer variadas dificultades y servirá asimismo para contribuir a abrir un camino hacia la instalación de una propuesta de construcción de un frente político y social de carácter liberador sustento de un verdadero poder popular. Como parte imprescindible de esa propuesta se debería organizar el espacio sindical, mediante un programa, que agrupe tanto a organizaciones que hoy pueden estar en la CTA o en cualquiera de los 2 o 3 CGTs. con la intención de dar a luz una nueva configuración, es decir, una herramienta útil para profundizar los cambios y con la ambición de ser un valladar a los intentos de restauración derechista y neoliberal. En lo inmediato, se debe recomponer la CTA, continuar creciendo manteniendo su autonomía, que no es indiferencia frente a la desigual- 20 dad social que aún pervive ni tampoco inoperancia frente a justos reclamos que puedan esgrimirse desde los trabajadores y los movimientos sociales. Pero su futuro a mediano y largo plazo, según nuestra opinión, debería estar ligado a jugar un rol determinante en la construcción de una nueva Central basada en otro tipo de organización de base y dedicar parte de sus debates a estas cuestiones que hacen a una necesidad objetiva no sólo de la clase, sino de toda la sociedad progresista mayoritaria que conforma el sujeto pueblo. Una tal actitud, estaría en correspondencia con la historia de la propia CTA cuyos objetivos fundantes fueron precisamente los de aportar a la creación de un nuevo tipo de organización.. Por eso, entre otras cuestiones, compartimos las ideas expresadas en los documentos congresales de la CTA, donde se afirma: «que la clase trabajadora y el movimiento sindical, que en la tradición argentina tienen un peso importante, no pueden ir a contrapelo de un proceso que plantea escenarios de confrontación cada vez más agudos entre los sectores populares y el poder fáctico. Esos cambios tienen que propiciar que haya más democracia, más transparencia y más protagonismo de los trabajadores en las decisiones de las organizaciones gremiales. Se hace impostergable para ello modificar leyes que limitan la plena vigencia de la democracia y la libertad sindical, promoviendo métodos democráticos de elección de los cargos de representación en todos los niveles, ilegalizando las prácticas que naturalizan el fraude y la proscripción de las listas opositoras, incorporando la representación de las minorías». Nosotros solo agregaríamos la necesidad de incorporar el sistema de representación proporcional. Lograr estos objetivos, sería sin dudas, un primer e importante paso en la edificación de una nueva estructura organizativa de los trabajadores. Retomemos banderas e ideales del querido Agustin Tosco propugnando la construcción de un nuevo modelo sindical que sirva a la liberación nacional y social. Por la unidad de los trabajadores y el campo popular, para derrotar a la derecha y el imperialismo. Para profundizar en las medidas y los cambios estructurales a fin de asegurar nuevas conquistas. Por la integración de los pueblos de América Latina y el Caribe. ¡Fuera las corporaciones de la desinformación que actuan al servicio de la antipatria y los grupos concentraados! ¡Viva el 70ª Aniversario de la fundación de la Federación Sindical Mundial, verdadera central clasista al servicio de los trabajadores de todo el mundo! Universidad y política: apuntes para un debate actual 1 por Alexia Massholder y Marcelo F. Rodríguez2 «El puro universitario es una monstruosidad». Deodoro Roca «La inteligencia tiene dos fases distintas: la de la creación y la de la aplicación: cuando aquella no se une a esta, hace desventurados y mártires, enfermos incurables del dolor perpetuo de la vida: la de aplicación, con ser menos noble, es más adecuada y necesaria a la existencia: una y otra mezcladas, son el germen escondido del bienestar de un país». José Martí. «Hay que estudiar, entonces, y estudiar con responsable seriedad. Pero también hay que hacer, soñando anticipadamente si ustedes quieren, todo lo que debe hacerse, pero haciéndolo, porque si el hacer sin teoría conduce a ciegas por los caminos de la historia, el teorizar sin hacer nos sumerge en el infecundo lodazal del quietismo». Héctor P. Agosti E n momentos en que en buena parte de América Latina se está reconociendo nuevamente la importancia de fomentar y consolidar procesos de integración, y la necesidad de encarar conjuntamente la construcción de procesos de mayor autonomía regional, repensar como deberían ser reformulados los sistemas educativos en general y el universitario en particular adquiere una renovada dimensión. A pocos años de cumplirse el centenario de la Reforma Universitaria de 1918 con epicentro en la ciudad argentina de Córdoba, pero que adquirió proyección continental, reflexionar sobre su legado se presenta, además, como una tarea fundamental para el presente y el futuro de nuestra América. Para ello, recuperar críticamente las visiones de algunos de nuestros pensadores acerca de la universidad como una institución indefectiblemente li- gada a nuestro porvenir político y social, nos parece un fecundo punto de partida. Partiremos entonces de ese ejercicio para proponer luego algunos puntos para el debate actual. A lo largo de toda la historia de América Latina y el Caribe, el papel de las universidades públicas ha sido fundamental. Esta influencia comienza con la creación de la Universidad Autónoma de Santo Ponencia presentada en el 9° Congreso Internacional de Educación Superior Universidad 2014, La Habana, Cuba. Massholder es Doctora en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Rodríguez es Licenciado en Sociología por la misma universidad. Ambos son Directores Adjuntos del CEFMA. 1 2 21 Domingo en 1538 en lo que hoy es la República Dominicana y continuó con la creación en 1551 de la Universidad Mayor de San Marcos en Lima, Perú y con la fundación en México de la que luego sería la UNAM. Debemos recordar también la importancia que jugó en los procesos emancipadores de América Latina la Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca, fundada el 27 de marzo de 1624, en la ciudad de Sucre, Bolivia, por la cual pasaron Mariano Moreno, José Ignacio Gorriti, Juan José Castelli, Bernardo Monteagudo, Manuel Rodríguez de Quiroga, Mariano Alejo Álvarez, Jaime de Zudáñez, entre otros importantes protagonistas de la política regional. Siguiendo esta tradición, tanto en el siglo XIX como en el XX, importantes personalidades como José Martí, Simón Rodríguez, Esteban Echeverría, José C. Mariátegui, Héctor P. Agosti, Julio A. Mella y Juan Marinello entre otros, reflexionaron profundamente sobre el papel de la educación y la universidad, todos ellos pensando además en un sentido político, es decir, de articulación directa con la realidad de sus respectivos países. Algunos aportes de nuestros tra su razón en el contexto de las pensadores nacientes republicas americanas que Dentro de nuestra rica tradición de pensamiento sobre la educación, sin dudas Simón Rodríguez es una de las referencias obligadas. Filósofo y educador, Rodríguez siempre defendió la idea de que la mejor manera de unir y dirigir las fuerzas intelectuales en América era tomando conciencia de su condición de ciudadano de una república naciente, por esto, el modelo de formación que utilizó en la educación de Bolívar poseía un claro contenido revolucionario. Considerado un reformador social, Rodríguez siempre advirtió que el proceso de independencia hispanoamericano no debía limitarse a la separación de España, sino que debía avanzar conjuntamente en la formación de ciudadanos para una nueva república que contuviera nuevas formas de igualdad y justicia. Simón Rodríguez estaba convencido de que cuestionar y crear, conocer y pensar desde una perspectiva descolonizada es todo lo opuesto a imitar, por lo cual, la escuela en América no debía imitar a las escuelas europeas. Esta prevención de Rodríguez sobre los peligros del imitar, encuen- analizaba Rodríguez, y que se ubica en el marco de un proceso histórico de constitución y afirmación de las mismas y no como una contraposición llana y absoluta al saber universal y a la herencia cultural de los pueblos. En este mismo sentido, apenas finalizadas las batallas que nos liberaron políticamente de la metrópoli española a principios del siglo XIX, el joven poeta argentino Esteban Echeverría, denunció que a pesar de la independencia política seguíamos siendo colonos culturalmente.3 «Somos independientes, pero no libres. Los brazos de España no nos oprimen, pero sus tradiciones nos abruman», escribió con acertada visión, planteando así la clara relación entre la emancipación cultural y la libertad.4 No habla Echeverría de una libertad en abstracto, o limitada a la independencia política, sino vinculada a la emancipación social de los hombres, algo que el proceso revolucionario de 1810 no había logrado consolidar. El carácter inconcluso de aquel proceso radicaba justamente en que para Echeverría una revolución implicaba «el desquicio completo de un 3 En palabras de Enrique Dussel, el ‘eurocentrismo’ de la Modernidad es exactamente el haber confundido la universalidad abstracta con la mundialidad concreta hegemonizada por Europa como ‘centro’. Ver Dussel, Enrique, «Europa, modernidad y eurocentrismo», en: Edgardo Lander (compilador) La colonialidad del saber. Eurocentrismo y Ciencias Sociales, Buenos Aires: CLACSO, 2003. 4 Algo que F. Engels desarrolló en su Anti-Dühring, planteando que «la libertad es el conocimiento de la necesidad», por lo que, para ser realmente libres, los sujetos deben ser concientes de las causas que determinan su situación real. Si ese conocimiento no es alcanzado, con el apoyo del sistema educativo todo, la población recibirá solamente las herramientas y la ideología necesaria para la reproducción del sistema. 22 orden social antiguo, o el cambio absoluto tanto en el régimen interior como exterior de una sociedad». Y para ese «desquicio» la transformación de la ciencia, del arte, de la educación resultaban condiciones básicas. Así lo anotaba en su brillante Dogma Socialista: Política, filosofía, religión, arte, ciencia, industria; toda la labor inteligente y material deberá encaminarse a fundar el imperio de la democracia. Política que tenga otra mira, no la queremos. Filosofía que no coopere a su desarrollo, la desechamos. Religión que no la sancione y la predique, no es la nuestra. Arte que no se anime en su espíritu, o no sea la expresión de la vida del individuo y de la sociedad, será infecundo. Ciencia que no la ilumine, inoportuna. Industria que no tienda a emancipar las masas, y elevarlas a la igualdad, sino a concentrar la riqueza en pocas manos, la abominamos.5 Sin dudas, y pensando siempre a la patria en sentido americano, José Martí fue un precursor en el análisis y la crítica a nuestra dependen- cia respecto de potencias extranjeras. Porque si bien es cierto que el imperialismo norteamericano comenzaba a clavar sus garras sobre nuestras tierras, no menos cierto es que Europa seguía siendo la única fuente de legitimación en el plano cultural. Martí acertó tempranamente en reclamar una universidad con sentido descolonizador e independiente que permitiera al hombre americano: [Saber] con qué elementos está hecho su país, y como puede ir guiándolos en junto, para llegar, por métodos e instituciones nacidas del país mismo, a aquel estado apetecible, donde cada hombre se conoce y ejerce, y disfrutan todos de la abundancia que la naturaleza puso para todos en el pueblo que fecundan con su trabajo y defienden con sus vidas.6 Hay en Martí dos puntos nodales que nos interesa subrayar en relación al tema de este trabajo. En primer lugar, el conocimiento de lo propio, igual que en Echeverría y en Simón Rodríguez, como el fundamento último de la libertad. «Cuando todos los hombres sepan leer, todos los hombres sabrán votar, y, como la ignorancia es la garantía de los extravíos políticos, la conciencia propia y el orgullo de la independencia garantizan el buen ejercicio de la libertad», decía Marti. Y en segundo lugar, e íntimamente ligado a lo anterior, la vinculación de ese conocimiento con la política, con la organización social concreta. Dentro de estos parámetros, la universidad debe servir, además de para formar profesionales en diversas áreas, para formar políticamente a la ciudadanía, para educar a los futuros gobernantes: ¿Cómo han de salir de las universidades los gobernantes, si no hay universidad en América donde se enseñe lo rudimentario del arte del gobierno, que es el análisis de los elementos peculiares de los pueblos de América? El premio de los certámenes no ha de ser para la mejor oda, sino para el mejor estudio de los factores del país en que se vive. En el periódico, en la cátedra, en la academia, debe llevarse adelante el estudio de los factores reales del país.7 Citado en Agosti, Héctor P., Echeverría, Buenos Aires: Futuro, 1951, p. 64. Martí, José, Nuestra América, Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1985 p.28. 7 Martí, José, Nuestra América, Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1985. P. 28. En la misma línea puede insertarse La pedagogía del oprimido, planteada por Freire, entendida como la pedagogía de los hombres que luchan por su liberación a través de una praxis que es reflexión y acción sobre el mundo para transformarlo a través de una inserción critica en la realidad que sólo es posible en la dialéctica entre objetividad y subjetividad. 5 6 23 Si nos detenemos en la reflexión sobre la relación entre la educación y la política, en un sentido emancipador, no podemos dejar de mencionar las contribuciones del peruano José Carlos Mariátegui, uno de los pensadores que más enfáticamente señaló desde el marxismo la necesidad de mirar nuestros propios problemas para proponer nuestras propias soluciones. Recordemos su célebre y tan citada afirmación: do su programa, dista mucho de proponerse objetivos exclusivamente universitarios y en que, por su estrecha y creciente relación con el avance de las clases trabajadoras y con el abatimiento de viejos principios económicos, no puede ser entendido sino como uno de los aspectos de una profunda renovación latinoamericana.9 No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indo-americano. He aquí una misión digna de una generación nueva.8 Efectivamente, los reformistas comprendieron que los intentos de desalojar a la oligarquía universitaria iba de la mano de un decidido accionar antiimperialista. Así lo comprendió, además de Mariátegui, el joven Julio Antonio Mella. En diciembre de 1922 el doctor José Arce, rector de la Universidad de Buenos Aires quien había viajado a Cuba para el Congreso Médico Latinoamericano, brinda una conferencia acerca de la evolución de la Reforma Universitaria en Argentina. La disertación seguramente reforzó las simpatías que los jóvenes estudiantes cubanos tenían ya con el proceso argentino. Así, apenas dos semanas después de la conferencia de Arce, se crea el Directorio de la Federación de Estudiantes de la Universidad de La Habana (FEUH), que elegirá a Mella como secretario y a Felio Marine- Generación que Mariátegui vio irrumpir en la Reforma Universitaria desatada en Argentina en 1918: El movimiento estudiantil que se inició con la lucha de los estudiantes de Córdoba por la reforma de la Universidad, señala el nacimiento de una nueva generación latinoamericana […] todos convienen en que este movimiento, que apenas ha formula- llo, hermano de Juan, como su primer presidente. En enero de 1923 Mella y Felio Marinello declaran que los estudiantes tienen derecho a ser parte de la administración universitaria y se convoca a una asamblea estudiantil en la que se acuerda una huelga estudiantil exigiendo la reforma de los Estatutos de la Universidad. Hacia fines del mes de enero de 1923, se presenta un proyecto de ley sobre la autonomía universitaria y en octubre se celebra el primer Congreso Nacional de Estudiantes, en el que se acuerda el completo repudio de la enmienda Platt. Mella tenía además una clara visión del conflicto en clave marxista. Para el joven líder cubano, «Creer que los intelectuales, o las instituciones de enseñanza no tienen vinculación con la división sociológica en clases de toda sociedad es una ingenuidad de los miopes políticos». Entender la universidad como un centro de formación de profesionales que generalmente trabajan para la clase dominante, implicaba necesariamente plantearse, desde una perspectiva marxista, que esto la convertía en una más de las necesarias transformaciones sociales, culturales y políticas del proceso revolucionario. Escribía Mella: «Un concepto socialista de la lucha por mejorar la Universidad es similar al concepto Mariátegui, José Carlos, Aniversario y Balance en Ideología y Política, Lima: Editorial Amauta, 1978, p 249. Mariátegui, José Carlos, «La Reforma Universitaria» (1928), en Sader, Emir; Aboites, Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria. Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 204. 8 9 24 del proletariado en su acción por mejorar las condiciones de su vida y su medio. Cada avance no es una meta, sino un escalón, para seguir ascendiendo, o un arma más que se gana al enemigo para vencerlo en la `lucha final’.»10 Esto implicaba sin dudas un corrimiento desde un conflicto planteado en términos de «lucha generacional», de la que Mella no había escapado inicialmente, hacia una mayor centralidad de la lucha de clases anticapitalista. Volveremos sobre el tema generacional más adelante. Indudablemente la Reforma Universitaria marcó un antes y un después para pensar la universidad en nuestro continente. Numerosos intelectuales realizaron sucesivos análisis y balances sobre sus principales aportes, sus limitaciones, y las posibilidades de continuidad y proyección de los planteos fundantes de aquel movimiento. Nos detendremos a continuación en las reflexiones de dos figuras centrales en el pensamiento y la acción de izquierda en nuestro continente: Juan Marinello y Héctor P. Agosti. Ambos, desde su inserción en la mili- tancia comunista, recuperaron críticamente las enseñanzas de la Reforma para insertarlas en la batalla cultural de sus días. Una nueva hora americana Si lo expuesto anteriormente nos remite de forma constante a nuestra realidad regional, si efectivamente, como proclamaron quienes protagonizaron la Reforma Universitaria de 1918 hace casi cien años, estamos hoy también viviendo «una hora americana»11, recuperar críticamente las premisas de aquel movimiento transformador, supera por mucho la simple evocación histórica. Sabemos que una reforma universitaria auténtica, verdadera, es muy difícil si la sociedad no modifica también su estructura. Si bien la pujanza de aquellos estudiantes cordobeses no podía modificar estructuralmente el país, aunque el ascenso del Partido Radical y la participación popular creciente daban muestra de que las formas de organización vigentes extendían la insatisfacción a los sectores no uni- versitarios, es importante reconocer el legado que nos ha dejado. En palabras del gran pensador comunista argentino Héctor P. Agosti: Es mucho lo que debemos a la generación del 18 [...] Les debemos, ante todo, haber ganado el sentido americano del acontecimiento, cuando los ‘vientos argentinos de la Reforma Universitaria’ llegaron a todos los claustros del continente para despertar los mismos ecos de nuestra inferioridad nacional como pueblos sometidos al tutelaje imperialista.12 Por ello, señala Agosti, el principal mérito de aquella Reforma Universitaria fue el haber descubierto la íntima relación entre los problemas de la cultura y los problemas de la sociedad. Así también lo reconoció el gran escritor y político cubano Juan Marinello, cuando escribió: Dónde reside lo singular de aquel movimiento, dónde 10 Mella, Julio Antonio, «El concepto socialista de la Reforma Universitaria» en El Tren Blindado, año 1, número1, México, D.F., septiembre de 1928. 11 Así lo afirmaba el naciente movimiento de Reforma en «La juventud argentina de Córdoba A los hombres libres de Sud América. Manifiesto de la F.U. de Córdoba» en 1918. 12 Agosti, Héctor P., Para una política de la cultura, Buenos Aires: Ediciones Medio Siglo, 1969, p. 148. Este espíritu presente en la reforma universitaria lo encontramos también en las palabras de Ernesto Che Guevara en su discurso al recibir el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Central de Las Villas en 1959. Allí el Che expresó: «¿Qué tengo que decirle a la Universidad como artículo primero, como función esencial de su vida en esta Cuba nueva? Le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no sólo entre los alumnos, sino también entre los profesores; que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es el patrimonio de nadie y pertenece al pueblo de Cuba…» 25 está su quilate-rey, tendremos que admitir que anduvo en su intento de hacer de la universidad porción sensible y dinámica del proceso social. Nunca, hasta aquel despertar feliz, llegaron al silencio amurallado de los claustros la palpitación y la ansiedad de la calle «Uno de sus capitales aciertos estuvo en plantear clara y valerosamente la necesidad de la lucha antiimperialista […] esa postura, contribuyó el movimiento de Córdoba a esclarecer la cuestión nacional de cada país y a que la juventud del instante fijase la vista en el problema primordial de sus pueblos.13 Y en ese sentido, cuando los estudiantes enunciaban la necesidad de «Borrar para siempre el recuerdo de los contrarrevolucionarios de Mayo», esto equivalía a definir un programa político, «pero significaba también el enunciado de un ideal pedagógico: la colonia debía ser borrada de la sociedad política, más los tristes ecos de la colonia igualmente era preciso extirparlos del método educacional.»14 Como vemos, los actuales debates sobre el llamado «neoco- lonialismo cultural» cuentan con una larga tradición. Escribía Agosti en 1962: Ahora nos aflige un nuevo colonialismo que trata de mudar la condición de las clientelas esenciales, de quienes se nutre y a las cuales se dirige la literatura. Los mecanismos modernos de adulteración del alma nacional de nuestros pueblos son ahora no diré más sutiles, pero sí más eficaces […] La civilización de la coca-cola se ofrece de esta manera como el símbolo y la cima de una vasta operación que procura desnacionalizarnos, abolir nuestros rasgos distintivos y uniformarnos en la supeditación a una metrópoli que usa de otras mediaciones en cambio de los suntuosos virreyes españoles.15 Si la Reforma de 1918 era un claro síntoma del desencuentro entre la universidad y la realidad social de aquel entonces ¿cómo no pensar que la actual «hora americana» reclama igualmente una profunda transformación educativa? Hay dos ideas fuertes sostenidas por Agosti que nos parecen cen- trales para pensar una transformación educativa profunda. En primer lugar, la idea de que toda reforma educacional tiene un sentido político, más allá de la mayor o menor participación de los equipos pedagógicos en ella. Y en segundo lugar, que toda reforma educacional debe ser total, si se comprende la educación como una tentativa pedagógica inseparable de la formación de la ciudadanía para la vida nacional. En este sentido educación debe entenderse como la formación integral del ciudadano como ser social, a diferencia de la instrucción que consiste particularmente en el conocimiento de un oficio. Escribía Agosti en 1947: Necesitamos una escuela política para la formación política del ciudadano en la unidad del ciclo educativo. Política quiere decir en este caso formación responsable del ciudadano, lo cual equivale a robustecer la conciencia civil de las masas para los deberes que le competen en el gobierno de una democracia estable […] Cuando el ideal educativo se tuerce hay que atinar a enderezarlo con bruscos golpes de política […] Por haber proclamado Marinello, Juan «El homenaje a la continuidad», (En el cuarenta aniversario de la Reforma Universitaria) en Sader, Emir; Aboites, Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria. Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 277. 14 Agosti, Héctor P., Cuaderno de Bitácora, Buenos Aires: Lautaro, 1965, p. 134. 15 Agosti, Héctor P., Cuaderno de Bitácora, Buenos Aires: Lautaro, 1965, p. 83. 13 26 ese ideal educativo, la Reforma Universitaria desnudó en 1918 el sentido de la crisis argentina, que era una crisis social-política y por lo tanto también educacional.16 Claro que no son pocos quienes se escandalizan cuando se habla de una «escuela política», y eso es uno de los principales y nefastos méritos de nuestros sistemas políticos. Pero a la distancia, podemos apreciar que justamente una de las limitaciones del movimiento reformista de 1918 fue no haber comprendido la lucha de clases en toda su dimensión, algo que hoy, con casi cien años más de experiencia, podemos ver con mayor claridad. Los lemas de justicia social y de antiimperialismo levantados por la Reforma del 18 eran planteados en clave de «generaciones históricas» y no en relación a divisiones sociales más complejas. En palabras de Marinello: Parece útil enfatizar sin descanso que la universidad es parte de la nación y reflejo por tanto de sus elementos formativos […] Sin estudiar con rigor el modo en que se expresan en las aulas superiores los intereses de las fuerzas que pugnan por regir la vida nacional, toda actividad reformista puede ser una gestión descaminada. No olvidemos que en toda cuestión educacional subyace un forcejeo político y, en lo más hondo, una cuestión de clase.17 Cuando con el correr de los años el movimiento reformista comienza a fracturarse entre quienes sólo aspiraban a una transformación pedagógica y quienes, desde posiciones más de izquierda, concebían la Reforma Universitaria como parte de un proceso de liberación nacional, la cuestión generacional dejó de prestarse como una herramienta explicativa adecuada.18 Esta división, se hace más evidente cuando años más tarde la proliferación de universidades privadas complejizó y echó luz a la vez sobre este panorama. En la Argentina la discusión estalló cuando una iniciativa gubernamental autorizó a las universidades privadas a dar patentes profesionales en 1958 mediante la sanción de la Ley 14557. No faltaron quienes argumentaron que la medida representaba un cambio «democrático» porque permitía a todos crear una universidad a la medida de sus necesidades. En este sentido, el juicio de Agosti al respecto nos resulta nuevamente ilustrativo (y actual): Si bajamos el debate de las nubes de la abstracción y lo situamos en el concreto caso argentino, veremos que sólo dos fuerzas están económicamente habilitadas para enfrentar a la universidad del pueblo: la iglesia por un lado, los monopolios imperialistas por el otro [...] Y ya se ve que la libertad de enseñar no es lo que aquí está en juego, sino el cercenamiento progresivo de las potestades del estado laico.19 En el mismo tono lo denunció Marinello: Aunque en las universidades oficiales se agazapan, por las razones apuntadas, fuertes ingredientes reaccionarios, tales documentos encuentran en las universidades privadas más libertad de movimiento y acción. Muchas universidades religiosas de las establecidas recientemente en la América Hispánica Agosti, Héctor P., Cuaderno de Bitácora, Buenos Aires: Lautaro, 1965, pp. 133-134. Marinello, Juan «El homenaje a la continuidad», (En el cuarenta aniversario de la Reforma Universitaria) en Sader, Emir; Aboites, Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria. Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 278. 18 Hemos tratado el tema en el capítulo V de Massholder, Alexia, El partido comunista y sus intelectuales. Pensamiento y acción de Héctor P. Agosti, Buenos Aires: Ediciones Luxemburg, 2014. 19 Agosti, Héctor P., Para una política de la cultura, Buenos Aires: Ediciones Medio Siglo, 1969, p. 173. 16 17 27 no ocultan su condición de centros selectos, «distinguidos», encargados de formar «líderes de la sociedad», ya sabemos en qué sentido y con qué intención.20 Y en una sociedad dividida en clases, la escuela pública siempre será instrumento ideológico de las clases dominantes, como ya planteó Aníbal Ponce: El concepto de la evolución histórica como un resultado de las luchas de clase nos ha mostrado, en efecto, que la educación es el procedimiento mediante el cual las clases dominantes preparan en la mentalidad y la conducta de los niños las condiciones fundamentales de su propia existencia. Pedirle al Estado que se desprenda de la escuela es como pedirle que se desprenda del ejército, la policía o la justicia. Los ideales pedagógicos no son creaciones artificiales que un pensador descubre en la soledad y que trata de imponer después por creerlos justos. Formulaciones necesarias de las clases que luchan, esos ideales no son capaces de transformar la sociedad sino después que la clase que los inspira ha triunfado y deshecho a las clases rivales. La clase que domina materialmente es la que domina también con su moral, su educación y sus ideas.21 Partiendo de un acuerdo en la cuestión de fondo con su admirado Ponce sobre la necesidad y las posibilidades de la transformación en la educación, Marinello señala muy acertadamente que los cambios educativos son parte esencial de los procesos revolucionarios y que la lucha por los mismos no debe ser relegada hasta la obtención del objetivo final: Es innegable que al cambiar profundamente la estructura del Estado cambiará por la raíz la universidad; pero ello no puede significar un entendimiento mecánico de la cuestión y, en su virtud, la plácida espera de la mutación determinante. Por el contrario, –y en ello la Reforma señala pautas–, lo justo y urgente es la organiza- ción de una lucha amplia, popular, en que gravite, sobre los problemas concretamente universitarios, la idea de enfocarlos como parte de la transformación estructural que la época reclama en la ordenación económica y en el desarrollo democrático consiguiente.22 En este sentido no sólo las formas de gobierno en la universidad inciden en su accionar democrático. Es necesario también, facilitar el acceso a ella de los sectores populares. Como escribiera Agosti: «La Universidad carecería de sentido, seguiría siendo cuerpo extraño en el status nacional, si volviera la espalda a esta realidad concreta y a esta aspiración que las masas populares argentinas alientan expresivamente».23 Recuperar cierto legado de la Reforma, puede ser entonces un buen punto de partida para pensar la universidad actual. Porque la Reforma no se limitó a los años de su explosión primera. Su ideario continuó expandiéndose por todos los rincones del continente en décadas sucesivas. Y si esto fue posible, 20 Marinello, Juan «El homenaje a la continuidad», (En el cuarenta aniversario de la Reforma Universitaria) en Sader, Emir; Aboites, Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria. Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 279. 21 Ponce, Aníbal, Educación y lucha de clases, Buenos Aires, Ediciones Luxemburg, 2014, pp. 269-270. El destacado es nuestro. 22 Marinello, Juan «El homenaje a la continuidad», (En el cuarenta aniversario de la Reforma Universitaria) en Sader, Emir; Aboites, Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria. Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 278. 23 Agosti, Héctor P., Para una política de la cultura, Buenos Aires: Ediciones Medio Siglo, 1969, p. 163. 28 parafraseando a Agosti, si la Reforma ha podido perdurar como realidad política, como impulso ideológico y como problemática educacional, ello se debe en primer término a su capacidad de modificarse y corregirse, de ponerse a tono con la realidad cambiante, elevarse por sobre los dogmas momificados y convertir en vivencias sociales su teoría de acción.24 En aguda observación, Marinello supo recuperar críticamente el legado reformista reconociendo sus limitaciones, pero afirmando que «cuando un movimiento mantiene erguido relieve a través de los años y luce tercas sustancias vigentes, es que supo traducir en su día necesidades y apetencias capitales. De otro modo, no estaríamos recordando la Reforma.»25 Y agrega a continuación: El triunfo del espíritu de Córdoba –en sus más hondas implicaciones–, significa mudar radicalmente la naturaleza y la orientación de la docencia superior y adecuarlas a los dictados de una etapa liberadora, democrática y progresista. El combate persistente a la Refor- ma es la señal de su corrección, y también el compromiso de serle fiel dentro de las nuevas circunstancias. La proyección del pensamiento emancipador en los debates actuales Si toda nuestra pedagogía, a partir de Echeverría y culminando en la doctrina educacional de Sarmiento, es una actitud política antes que una dicción puramente pedagógica ¿a qué tanto escándalo porque los estudiantes quieran hacer política en la Universidad? La Universidad tiene que convertirse en un centro de elaboración democrática de los grandes problemas de la vida nacional [...] De aquí surge una premisa fundamental: la política de la Universidad tiene que basarse en las transformaciones estructurales que reclama la sociedad argentina. Héctor P, Agosti26 La ciencia y la experiencia nos dicen que se guarecen en la universidad, con muy fuertes agarres, los criterios rectores de las fuerzas más regresivas de la nación. Para que tal ocurra hay razones considerables y cuantiosas: arrastres encarnizados en que sobreviven tradiciones negativas de tipo colonial y esfuerzo sostenido de oligarcas y cómplices del imperialismo, para formar técnicos y voceros de su interés. Juan Marinello27 El breve raconto realizado por algunas de las ideas fuerza de pensadores que han reflexionado sobre la educación en general y sobre la universidad en particular desde una perspectiva político-educativa que parte de entender a la formación universitaria como un aspecto de enorme importancia de los procesos de emancipación de los pueblos, nos permite realizar algunas reflexiones sobre los desafíos que enfrentamos en la actual coyuntura. Coyuntura compleja en donde los procesos más avanzados de la región deben enfrentar las nefastas consecuencias de las reformas estructurales implantadas bajo la hegemonía del neoliberalismo. Como Agosti, Héctor P., Para una política de la cultura, Buenos Aires: Ediciones Medio Siglo, 1969, p. 146. Marinello, Juan «El homenaje a la continuidad», (En el cuarenta aniversario de la Reforma Universitaria) en Sader, Emir; Aboites, Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria. Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 277. 26 Agosti, Héctor P, Para una política de la cultura, Buenos Aires: Ediciones Medio Siglo, 1969, p. 162. 27 Marinello, Juan «El homenaje a la continuidad», (En el cuarenta aniversario de la Reforma Universitaria) en Sader, Emir; Aboites, Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria. Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 278. 24 25 29 llama la atención Jaime Caycedo: «Los saberes de la emancipación en condiciones complejas resultan ser, necesariamente, complejos. Ante todo porque la razón de la complejidad está en la estructura misma de la totalidad social».28 Esto es así ya que, sobre todo en la década del 90, esgrimiendo la racionalidad técnica de una supuesta «modernización» se justificaron, y en muchos casos se continua haciendo, las políticas de ajuste, el recorte del gasto público y social, las restricciones a los derechos conquistados históricamente por el movimiento obrero y la flexibilización laboral como contrapartida de una modernización productiva que sólo puede gozar una porción reducida de la sociedad. Como dice Atilio Boron: Al hablar de barbarie economicista me refiero, por ejemplo, al individualismo metodológico que pesa sobre algunas teorías y ciertos enfoques metodológicos que, en consonancia con las premisas de la economía neoclásica, consagran la desaparición de los actores colectivos (no por casualidad, las clases sociales, los sindicatos, las organizaciones po- pulares, etc.) y la elevación del formalismo matemático al sitio de inapelable criterio de validez de los argumentos sociológicos.29 La educación pública, y con ella, la universidad pública, no ha sido ajena a este proceso en donde prevaleció el imperativo económico. Los continuos ajustes sobre el gasto público, tuvieron a la educación conjuntamente con la salud y la vivienda como algunos de sus blancos más precisos. En el ámbito educativo tanto la reducción de las partidas presupuestarias, y consecuentemente la pauperización de las asignaciones salariales docentes y no docentes, como el deterioro del servicio educativo, su progresivo y constante vaciamiento de contenidos científicos de calidad, y la pérdida del sentido en el trabajo cotidiano en las aulas, no son otra cosa que la expresión más visible del proceso de mercantilización al que se halla sometida la educación pública. Así, la educación, regulada por las leyes del mercado se fue convirtiendo en un valor de cambio a ser negociado «libremente» en el proceso de compra-venta del conocimiento desvirtuando su sentido social. En este contexto, en las Ciencias Sociales una tradición que había sido protagonista en las décadas del 60 y 70 del siglo XX, la del pensamiento social crítico latinoamericano, entendiendo al mismo como un pensamiento cuestionador de las estructuras sociales y de los mecanismos de dominación vigentes, sufrió a partir de los 80 un importante retroceso. Tras las premisas del pensamiento neoliberal, basadas en instituir a los actores individuales como los únicos sujetos relevantes de la vida social, los actores colectivos, que fueron objeto privilegiado de atención durante largo tiempo en las Ciencias Sociales, se encontraban en gran medida relegados, sobre todo del mundo académico institucionalizado. De esta forma, la hegemonía alcanzada por la proliferación de corrientes teóricas dominadas por una visión conservadora y fuertemente pragmática del saber y del poder, se torna dominante provocando un verdadero «desalojo académico» para las corrientes más críticas de las Ciencias Sociales en el continente. La preeminencia de los actores individuales, analizados por investigadores que sustentan sus blasones de objetividad en la distancia con lo estudiado y una supuesta apoliticidad de sus posturas, atravesó fuertemente la producción de Caycedo, Jaime, «Procesos emancipatorios en condiciones complejas: La lucha por la unidad popular en Colombia», en Ceceña, Ana Esther (comp) De los saberes de la emancipación y de la dominación, Buenos Aires: CLACSO 2008, p. 217. 29 Boron, Atilio, Consolidando la explotación. La academia y el Banco Mundial contra el pensamiento crítico. Córdoba: Editorial Espartaco, 2008. p.81 28 30 conocimiento en los 90 y lo continúa haciendo más allá, muchas veces, de las corrientes a las que dicen adscribir. De esta forma, en gran medida en el ámbito universitario, se genera un proceso en el cual: La carrera no es sino el tiempo que hay que esperar para que la esencia se realice. El ayudante es prometedor; maestro es promesa realizada, ha pasado ya sus pruebas. Todo ello concurre a producir un universo sin sorpresas y a excluir a los individuos capaces de introducir otros valores, otros intereses, otros criterios en relación con los cuales los antiguos resultarían devaluados, descalificados.30 Ante los efectos de esta ofensiva neoconservadora cuya huella, como decíamos, permanece visible en mayor o menor medida, salvo honrosas excepciones, en la mayoría de los sistemas educativos del continente, es necesario llevar adelante un proyecto alternativo de acción. Este debe articularse en un marco más general de defensa y transformación de la educación pública en todos sus niveles e integrarse en una perspectiva que, compartida por los distintos sectores del trabajo, se 30 oriente y colabore en la construcción de una sociedad más libre y democrática. En la situación actual, la universidad tiende a promover profesionales con una formación unilateral con escasa integración de los contenidos cognitivos y técnicos de su disciplina con la comprensión de sus implicancias sociales. Desde las propuestas neoconservadoras se intenta desde distintos sectores, asignar a la universidad pública un papel subordinado y discriminador través de la degradación del ciclo de grado. Las carreras universitarias se distinguen de la mera formación técnica por el énfasis universalista que deben producir, formación que permita comprender al conocimiento específico en relación con los problemas generales del conocimiento, su historicidad y a las implicancias sobre el desarrollo de la sociedad y el individuo. En tanto la universidad pública no se sostenga en el acceso a lo universal resultará un conjunto de estructuras académicas sometidas a las demandas puras del mercado como sucede con las universidades privadas que envían a sus estudiantes como pasantes, (mano de obra no remunerada) a realizar tareas en empresas con la excusa de que adquieran experiencia laboral. «Experiencia» obviamente orientada a las necesidades de las empresas. Al considerar las transformaciones operadas tanto en el ámbito de la producción como las deficiencias del modelo formativo hasta hoy existente, la misión actual de la universidad pública en el ámbito de la política de formación pasa por definir las prioridades políticas, en una perspectiva de democratización del acceso a una educación superior de calidad. Una política académica acorde a las necesidades de los procesos de transformación e integración regional que se está viviendo en buen parte de nuestro continente debe articular la excelencia científico-técnica renovada en un enfoque interdisciplinario, con la discusión política sobre sus impactos sociales. Para esto es preciso elevar la productividad del trabajo universitario, no por medio de controles técnicoburocráticos, selectivos y formales, sino a partir de una política de reorganización productiva que apunte a frenar el vaciamiento académico y el drenaje de recursos humanos. La atención y la acción deben centrarse en incrementar la calidad de la enseñanza de los ciclos masivos, calidad que se construye en el cruce de la validez científica con los valores sociales y la eficiencia técnica con la democracia institucional en su funcionamiento interno. Estos aspectos resultan claves, por ejemplo, en la República Argentina ante el incremento de la matrícula y Bourdieu, Pierre, Homo academicus, Buenos Aires: Siglo XXI editores, 2008, p. 199. 31 de las instituciones de Educación Superior con una fuerte presencia de nuevas Universidades Nacionales.31 En el año 1960, la matrícula de estas instituciones era de 159.643 alumnos pasando en el año 2009 a 1.650.150 alumnos. A su vez la cantidad de instituciones se incrementó de la siguiente manera: Expansión del sistema universitario argentino Periodo 1955 1956-1970 1971-1976 1977-1982 1983-1996 1997-2011 Instituciones existentes 6 10 26 28 40 56 Fuente: CONEAU – Memoria 1996-2011 Ministerio de Educación Para esto, entendemos que es necesario garantizar entre otras cosas: el ingreso irrestricto, la generalización de becas y ayuda económica, el aumento presupuestario, si bien en el año 2006 comenzó a regir la Ley Nº 26.075 de Financiamiento Educativo que establece un aumento en el gasto consolidado (incluyendo también al nivel provincial) destinado a educación, ciencia y tecnología, del 4 al 6% del producto bruto interno (PBI) y la mo- dificación de los planes de estudio. La pretendida subordinación de la universidad a la lógica del mercado, se traduce no solo en las demandas de capacitación específicas, sino también -y quizás con mayor fuerza- en la orientación de una política científica y tecnológica tendiente a satisfacer las necesidades de la producción y a maximizar la rentabilidad de capital. En contraposición con este proyecto es necesario orientar un proceso que logre superar las limitaciones y controles de los grupos de presión y poder hegemónicos. De esta manera, las políticas de promoción científica y tecnológica, como así también las de transferencia social de los productos de investigación, tendrán que rearticularse en función de aquellas áreas que con un sentido social se definan como prioritarias y estratégicas en función de los intereses mayoritarios. Esto supone: 1- Revalorizar a la universidad como uno de los centros medulares de la discusión y difusión del conocimiento científico. 2- Potenciarla como centro orientador de la investigación y el desarrollo científico y técnico nacional según las necesidades globales de cada país y a la integración política, económica y cultural, y no solo en función de las demandas del mercado. 3- Apuntalarla como uno de los factores que contribuyan a modelar el mercado de trabajo y conocimientos y la oferta y distribución de saberes y tecnologías. Este es un proceso que no puede aislarse del proceso de reestructuración económica que se ha verificado a escala general. La reducción del gasto que recurrentemente enfrentan las universidades, es resultado, en última instancia, del agotamiento de las fuentes de financiamiento tipo, consecuencia a su vez de la pugna de los capitales particulares por los excedentes de la renta. El nudo de la cuestión no radica entonces con exclusividad en la redistribución del gasto, sino sobre todo en el cuestionamiento de la estructura de obtención de los recursos. En este sentido, debemos exigir una profunda reforma del sistema tributario. Un sistema impositivo es útil y socialmente beneficioso cuando se basa más en el rédito que en el consumo. Sin embargo en nuestro país, podría decirse que el recurrente problema del déficit fiscal es la expresión de sucesivas políticas que han buscado socializar los costos de la reconversión capitalista, sin afectar la tasa de ganancia de los grandes grupos económicos. Por esto se vuelve imprescindible luchar por una reforma impositiva que grave a los grandes capitales y a 31 Sobre este tema resulta interesante ver el video de la Conferencia de Eduardo Rinesi cuando era Rector de la Universidad Nacional de General Sarmiento en el CEFMA. Disponible en la página web del CEFMA. 32 las ganancias de las empresas privatizadas. Por último es preciso sostener el criterio de rentabilidad social, es decir, la relación costo social- beneficio social, por sobre el criterio de costo beneficio propio de la rentabilidad privada. Esta es una de las claves para defender el sostenimiento económico de los espacios públicos como la universidad por parte del estado. No podemos dejar de tener en cuenta, como decíamos anteriormente, que los modelos de extensión universitaria prescriptos por las políticas neoliberales intentan limitar la misma a cierto desarrollo y prestación de servicios para los sectores de la industria privada. Se pretende así que el vínculo entre la comunidad y las universidades este mediatizado por la mera rentabilidad económica, así como el presentar una serie limitada de alternativas de acción comunitaria para quienes actúan en los ámbitos académicos siempre vinculados a los requerimientos inmediatos del sector privado. Más allá de esta mercantilización que esto ha producido en las políticas de extensión y, más allá de ciertas interpretaciones asistenciales (extensionistas) que recomiendan «extender» productos cerrados unidireccionalmente de la universidad a la comunidad, una propuesta no empresarial ni extensionista debe constituirse en uno de los pilares desde donde construir un nuevo modelo universitario. En palabras de Agosti: «abrir la universidad al pueblo» -no dejará de ser una frase ampulosa mientras no se aseguren las condiciones materiales que hagan posible la frecuentación de las aulas a quien debe trabajar ocho o diez horas diarias para ayudarse a sí y a los suyos. En esto, como en otras cosas, se trata del salto de la democracia formal a la democracia real. […] el acercamiento de la Universidad al pueblo no puede reducirse a esa «extensión universitaria» con que a veces alargaba una mano paternal a las poblaciones perdidas. No, esas migajas de la cultura no resuelven el problema.32 En el mismo sentido, Marinello expresaba: Es tan erróneo imaginar que la dirección revolucionaria cabe a la Universidad como sostener que no es útil conquistarla para la común obra libertadora. […] La Refor- ma proclamó que «hay que llevar la universidad al pueblo». La consigna es justa; pero sobre ella debe regir esta otra: «Llevar el pueblo a la universidad» […] Para «llevar el pueblo a la universidad», en el sentido que decimos, lo primero será posibilitar que en sus aulas tenga expresión el pensamiento progresista dirigido a propiciar soluciones acertadas en los problemas vitales de la nación. […] Pero no sólo debe estar en la universidad el pueblo en su inquietud y en su necesidad. Debe estar también físicamente.33 En tal sentido, dicha política deberá reorientar las acciones de extensión universitaria a la promoción y creación de espacios culturales y políticos. Allí se articularían las organizaciones sociales intermedias de la comunidad con quienes actúan en el medio universitario, con el fin de elaborar estrategias de acción que permitan el enriquecimiento y aprendizaje mutuo. El necesario vínculo que la universidad debe tener con los ámbitos productivos, debe ser planteado en términos no estrictamente instrumentales, donde el capital se Agosti, Héctor P., Para una política de la cultura, Buenos Aires: Ediciones Medio Siglo, 1969, pp. 163-165. El destacado es nuestro. Marinello, Juan «El homenaje a la continuidad», (En el cuarenta aniversario de la Reforma Universitaria) en Sader, Emir; Aboites, Hugo; Gentili, Pablo. La Reforma Universitaria. Desafíos y perspectivas noventa años después, Buenos Aires: CLACSO, 2008, p. 279. 32 33 33 sirva de los productos y servicios académicos, sino que debe servir también para que los sectores del trabajo se apropien de un espacio que les pertenece y de los que continúan en gran medida excluidos: las universidades públicas. Frente a un modelo privatista y excluyente, es preciso avanzar, en el ámbito de la educación superior, en una reconceptualización del valor de lo público. Como señalamos, la existencia del espacio público constituye la posibilidad de orientar procesos sociales por medio de determinaciones políticas y no solamente por la lógica de la rentabilidad. La política universitaria no puede por lo tanto contentarse con reclamar mejor trato en la distribución presupuestaria a cambio de mejorar los «productos» que envía al mercado: lo político en la universidad pública estriba en la posibilidad de decidir el sentido de la formación como una forma de incidir en el curso del desarrollo social. Reconstruir la universidad como concepto formativo e institucional, como ámbito para la formación masiva de amplios sectores de la población, implica pensar no desde las insuficiencias de un modelo en crisis, sino de un modelo propositivo que debe perfilarse en la discusión democrática de los claustros y en un amplio debate con la sociedad en su conjunto. Bibliografía AAVV. (2005). Siete enfoques marxistas sobre José Martí. Editora Política, La Habana. Agosti, Héctor P. (1969) Para una política de la cultura, Ediciones Medio Siglo, Buenos Aires. Agosti, Héctor P. (1951) Echeverría, Ediciones Futuro, Buenos Aires. Agosti, Héctor P. 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Ediciones Luxemburg, Buenos Aires. 34 INVASIÓN ESTADOUNIDENSE, AYER Y HOY ¿Reconoce Estados Unidos la soberanía argentina sobre Malvinas? 1 por Pablo José Reid* Introducción Cada enero se recuerda la invasión británica a las islas Malvinas que significó la usurpación de la soberanía argentina sobre las mismas. Desde entonces quienes se ocupan de seguir históricamente esta temática pueden registrar los numerosos reclamos hechos por la Argentina ante el gobierno británico desde los tiempos del Gobernador de Buenos Aires a cargo de las Relaciones Exteriores Juan Manuel de Rosas, a través de su embajador Manuel Moreno, hasta las resoluciones de la ONU de 1965, pasando por los gobiernos de los presidentes Roca, Yrigoyen, Perón, Illia, María Estela de Perón y más recientemente los reclamos llevados adelante por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Esto sin olvidar las gestiones amigables del Ministro de Relaciones Exteriores Torcuato Di Tella durante la presidencia de Carlos Menen. Mención especial merece la salida bélica de 1982 donde casi un millar de jóvenes argentinos fueron sacrificados por la última Dictadura Militar 3. Así, sin duda, la responsabilidad de la usurpación y destinatario del reclamo, recae con toda verdad en el Reino Unido de la Gran Bretaña. Pero debe recordarse que el primer agresor de las islas Malvinas, luego de la independencia de la Argentina no fue Gran Bretaña, sino Estados Unidos, que atacó y destruyó las instalaciones de Puerto Soledad el 31 de diciembre de 1831. De esta forma vale señalar históricamente cual ha sido la posición de Estados Unidos frente al derecho soberano argentino sobre los tres archipiélagos del Atlántico Sur (Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur) y formular una preguntahipótesis: ¿Reconoce Estados Unidos la soberanía argentina en las islas Malvinas? No es pretensión de esta exposición hacer una impactante ponencia sobre el tema en los párrafos siguientes, sino repasar situaciones que intentarán responder a la inquietud a partir de la revisión y comentario de fuentes conocidas y la interpretación de algunos hechos. En cuanto a la bibliografía, además de textos recientes, fuentes periodísticas, páginas web y fuentes de archivo, se ha querido recurrir y citar algunos clásicos de la historiografía argentina y latinoamericana, centralmente para demostrar que las advertencias sobre la verdadera posición de Estados Unidos frente a Malvinas no es un hallazgo político- ideológico de los últimos 20 años, sino que viene de antiguo, por lo menos en el siglo XX. Es importante aportar una interpretación de esta problemática debido a que la Argentina ha sido hasta ahora ambigua frente al rol que Estados Unidos tiene o puede tener en esta cuestión y también es bueno aclarar la situación para los argentinos que suponen cándidamente que Estados Unidos mediará alguna vez a favor de Argentina en esta controversia con Gran Bretaña. Malvinas, 31 de diciembre de 1831 Ese día los habitantes de Puerto Soledad se agolpaban rutinariamente en el puerto. Una corbeta anclaba enarbolando pabellón francés. Amablemente el capitán invitaba a las autoridades de Puerto Soledad 1 Una ponencia con una síntesis de este ensayo ha sido presentada en la VI Jornada de Historia del Centro Cultural de la Cooperación y Congreso Internacional de ADHILAC realizada entre el 6 y 7 de julio de 2015. 2 Licenciado en Historia (Universidad Nacional de Luján) y Profesor en Historia (I.N.S.P. Joaquín V. González). Responsable del CEFMA sede Morón. 3 La última Dictadura Cívico Militar Argentina transcurrió entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983. Hizo de la causa de Malvinas una herramienta para perpetuarse en el poder por medio de una operación militar que derivó en una desastrosa guerra para la Argentina cobrando la vida de casi un millar de jóvenes de todo el país. N. de A. 35 a abordar la nave con motivo de las festividades del año nuevo, sin embargo cuando esto ocurrió el pabellón francés fue arriado y reemplazado por otro estadounidense y el capitán se identificaba como Silas Duncan de la U.S. Navy Lexington y los arrestaba acusándolos de piratería y declarando a las islas “libres de todo gobierno” y que estas pertenecían “al mundo”4. Los arrestados fueron maltratados y luego desembarcaban tropa y apresaban a “veinticinco pobladores, puso centinelas en las costas, clavó los cañones, inutilizó la pólvora y las pocas armas que halló, arrasó las huertas, vació los almacenes y luego saqueo las casas particulares. Después desalentó a los pobladores a seguir viviendo allí ofreciendo pasajes a Montevideo en su corbeta”5 . El 3 de febrero desembarcaba a los “pasajeros” en esa ciudad y continuaba viaje a Río de Janeiro, hogar de la flotilla estadounidense del Atlántico Sur6. Allí su comandante, el comodoro George Rodgers finalmente decidió devolver los “prisioneros engrillados” a Buenos Aires. Cuando el hecho fue conocido en Buenos Aires, el gobernador de la Provincia, Juan Manuel de Rosas a cargo de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina, se pronunció enérgicamente. “…Pero, ciudadanos, es tan imposible que el Gobierno de Washington apruebe tales atentados, como el que los tolere en silencio vuestro gobierno. Aquel conforme a los principios de moderación y justicia que lo caracteriza, dará, no lo dudéis, una satisfacción correspondiente a la dignidad de las dos Repúblicas…”7. Pero… ¿por que un buque de guerra de Estados Unidos había protagonizado esta drástica acción? El origen El 10 de junio de 1829 el gobernador interino de Buenos Aires, Martín Rodríguez8, había designado gobernador de las Islas Malvinas al comerciante hamburgués Luis Vernet y por decreto establecía que se delegaba “en su persona toda la autoridad y jurisdicción al efecto”. Sobre la base de un escrito anterior dirigido por Vernet al entonces gobernador Manuel Dorrego (1827-1828) agregaba que: “…la España tenía una posesión material de las Islas Malvinas y de todas las demás que rodean al Cabo de Hornos…que formaba el virreinato de Buenos Aires de cuyo gobierno dependían…el gobierno de la República en la sucesión de todos los derechos que tenía a la antigua metrópoli… ha seguido ejerciendo actos de dominio en dichas islas, sus puertos y costas… Art 1º: Las Islas Malvinas… serán regidas por un comandante político y militar, nombrado inmediatamente por el gobierno de la República. Art 2º. La residencia del Comandante… será la isla Soledad… Art 3º. El Comandante…hará observar por la población de dichas islas, las leyes de la República, y cuidará en sus costas de la ejecución de los reglamentos sobre pesca de anfibios…”9 Ya en ejercicio de sus funciones en las islas disponía reglamentar la Luzzani Telma, (2012), Territorios Vigilados, Buenos Aires, Ed. Debate, p.p 420 y 421 Tomado de archivo por Carlos Segretti. Ver: Segretti Carlos, (1982), Tres Archipiélagos Argentinos: Malvinas-Georgias-Sandwich, Córdoba, Ed. Tapas, p.p 82 6 Práctica adoptada de la marina británica que poseía apostaderos en distintas partes del mundo conocido mediante convenios con los países anfitriones. N. de A. 7 Segretti Carlos, Ob. Cit, p.p 83 y 84. 8 Por ese tiempo Buenos Aires vivía la zozobra de la guerra civil tras el derrocamiento y fusilamiento del gobernador titular Manuel Dorrego en diciembre de 1828. N. de A. 9 Segretti Carlos, Ob. Cit, p.p 71 y 72. 4 5 36 captura de lobos marinos, caza de ballenas y pesca en el entorno de las Islas para preservar la riqueza marítima en riesgo debido a la excesiva persecución10. Específicamente Vernet establecía que: “la resistencia les expondrá a ser presa legal de cualquier buque de guerra perteneciente a la República de Buenos Aires…”11 . Barcos de diversas nacionalidades acataron las medidas oficiales, pero tres barcos estadounidense no. La goleta “Harrier” y las fragatas “Breakwater” y “Superior”, fueron detenidas entre julio y agosto de 1831 a fin de labrarles las infracciones por piratería y establecer las multas correspondientes en Buenos Aires. Estando estas ancladas en Puerto Soledad, a la “Superior” se le permitió continuar trabajando en el Pacífico Sur en espera de las resoluciones de Buenos Aires, mientras que la “Breakwater” se las arregló para huir con rumbo a su patria. Finalmente el 20 de noviembre de 1831, la goleta “Harrier” arribaba a Buenos Aires transportando a su tripulación y capitán, la carga incautada y al mismo Vernet con su familia y otros malvinenses. Conocidos los incidentes el cónsul estadounidense George S. Slacum (nombrado en junio de 1831 en reemplazo del fallecido Encargado de Negocios John Forbes), protestó enérgicamente ante el gobierno de Buenos Aires exigiendo el apresamiento de Vernet por piratería a la vez que: “Negaba al gobierno de Buenos Aires autoridad para imponer restricciones en lo más mínimo a los ciudadanos de los Estados Unidos, que se ocupen en este tráfico…12 . Al no obtener satisfacción no vaciló en ordenar al capitán Silas Duncan de la corbeta Lexington, anclada en Buenos Aires, atacar Puerto Soledad. Así este dejaba Buenos Aires el 7 de diciembre de 1831 para asaltar Puerto Soledad el 31 del mismo mes. Enojosas negociaciones Después del ataque comenzó el reclamo argentino, pero este no fue atendido, ni se produjo desagravio alguno. De hecho Vernet fue considerado siempre pirata (invirtiendo así la acusación de piratería) y las Malvinas reconocidas como… colonia española (eso si abandonada) como mínimo. En efecto, Estados Unidos no reconoció la soberanía de Buenos Aires, es decir la Confederación Argentina, sobre las islas, así el presidente Jackson nombraba en 1832 a Francis Baylies encargado de negocios en Buenos Aires y el secretario de estado Edward Livingston lo instruía desconociendo el decreto de junio de 1829 y que: “el decreto es una excusa para cometer actos de piratería”13 . Luego afirmaba que: “No importa que tenga o no el gobierno de Buenos Aires un título a la jurisdicción;… no poseen el derecho de usar de la referida… que pueda interferir con nuestro derecho a la pesca…”14 Ya en Buenos Aires, Baylies inició negociaciones y notificó a Manuel Vicente Maza por entonces ministro de relaciones exteriores del gobierno de Buenos Aires tres cuestiones. 1. ¿Tenía España derecho alguno a las islas Malvinas, Tierra del Fuego, Cabo de Hornos e islas adyacentes en el Océano Atlántico? 2. ¿Heredó la República Argentinas ese derecho? 10 Esto no era nuevo, el primer comandante de las Islas Martin Jewet, designado por el gobernador de Buenos Aires, Martín Rodríguez, en noviembre de 1820, distribuía entre los pescadores y cazadores una proclama en inglés y castellano sobre ese tenor y la autoridad de Buenos Aires en las islas. Ver: Luzzani Telma, Ob Cit, p.p 418. SEGRETTI Carlos, Ob. Cit, p.p 75. 11 Segretti Carlos, Ob. Cit, p.p 75. 12 Segretti Carlos, Ob Cit, p.p 80. 13 Citado por Carlos Segretti en su obra ver: Segretti Carlos, Ob. Cit, p.p 85. Debe notarse que estas determinaciones se tomaron sobre los informes brindados por el capitán de la nave Breakwater, quien había huido de Puerto Soledad. N de A. 14 Segretti Carlos, Ob. Cit. p.p 85. 37 3. En consecuencia ¿tenía la Argentina “autoridad para apresar y detener buques americanos y ciudadanos ocupados en la pesca en esos lugares?”15 . Al autocontestarse Baylies deducía que: “…Si pues los derechos soberanos de España a estas islas del Sud, descendieron al antiguo virreinato del Río de La Plata, en virtud de la revolución; si aquel virreinato se halla dividido en varias soberanías independientes una de otras: ¿a cual de estas soberanías se transferirían estos derechos?. ¿Donde están los títulos de la República Argentina a ellos? ¿Dónde la exoneración de ellos a aquella República, por las otras naciones del virreinato?”16 . Luego sostenía que era Argentina quien debía demostrar los derechos que le asistían sobre Malvinas. La deducción no podía ser más hábil, ponía en duda la pérdida de soberanía española sobre las islas y luego cuestionaba cual de las repúblicas emergentes del virreinato17 podía ejercer la soberanía sobre el archipiélago sin existir un acuerdo previo. Por ello la intervención de Vernet era injusta y en consecuen- cia la reacción de su país correcta. El devenir del pleito diplomático con intercambio de notas y funcionarios continuó así ininterrumpidamente durante todo 1832, siempre transcurriendo en torno al sujeto soberano sobre las islas, la legalidad de las medidas de Vernet, la legitimidad de la agresión y las consecuentes reparaciones. Fue entonces que repentinamente, o no tanto, la Corona Británica tomó las islas el 3 de enero de 1833 18 . Ante la usurpación, el gobierno de Buenos Aires invocó el posicionamiento de Estados Unidos en función de las declaraciones del presidente James Monroe ante el Congreso de su país en 182319 . Sin embargo la respuesta de su gobierno fue de silencio e indiferencia y quizás el propio discurso del presidente Monroe daba la respuesta a esa actitud cuando en un tramo del mismo decía que: “No hemos intervenido ni intervendremos en las colonias o dependencias de cualquier potencia europea”20 . Como se ha expresado antes, el Encargado de Negocios Baylies había dudado sobre la legitimidad de la soberanía Rioplatense en las Islas y como se sabe no puede respaldarse algo sobre lo que se duda. Así, la Confederación Argentina, antecedente jurídico directo de la República Argentina moderna, sufría tempranamente en su historia la agresión de Estados Unidos, como habría de ocurrirle tantas veces a los países del continente en su historia independiente, cuando consideró que los intereses de sus ciudadanos habían sido puestos en riesgo o simplemente no atendidos satisfactoriamente recurriendo para ello a todo el peso de su aparato diplomático, político y militar. Negociaciones posteriores Cita el historiador argentino cordobés Carlos Segretti que en 1854 el bergantín ingles “Express” capturó al foquero “Hudson” y al ballenero “Washington” estadounidenses que cazaban ilegalmente en las aguas y costas malvinenses, les instruyó causa judicial y penó con multa monetaria. Estados Unidos nunca se quejó por ello. ¿Significa- Segretti Carlos, Ob. Cit. p.p 87. Tomado por Carlos Segretti. Ver Segretti Carlos, Ob. Cit. p.p 88. 17 Si se considera los años de declaración de independencia Argentina desde 1816, Bolivia desde 1825, Uruguay desde 1828. ¿Paraguay aunque nadie hubiera reconocido su independencia aún en 1832? N. de A. 18 El 3 de enero de 1833, el comandante Onslow de la corbeta Clío tomaba Puerto Soledad, desalojando al gobernador Pinedo y dejaba sentada la soberanía británica sobre las Islas. N. de A. 19 Hoy conocida como «Doctrina Monroe» N. de A. 20 Tomado por Pereyra Carlos. Ver: Pereyra Carlos, (1987), El Mito de Monroe, Ed El Búho, Buenos Aires, p. 47. 15 16 38 ba ello que se reconocía algún derecho británico sobre las islas? Solo la exposición de la historia posterior podría responderlo. Durante el segundo gobierno de Juan Manuel de Rosas en la provincia de Buenos Aires a cargo de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina, algo se intento hacer para lograr que Estados Unidos admita la agresión perpetrada y acepte dar las reparaciones materiales y protocolares debidas. Así el 14 de enero de 1839 el representante de la Confederación en Washington Carlos María de Alvear se presentaba al entonces Secretario de Estado John Forsyth en forma personal exigiendo las reparaciones correspondientes y otra vez por escrito el 21 de marzo sin éxito, hasta que finalmente el 4 de septiembre de 1841 el nuevo Secretario de Estado Daniel Webster contestó por escrito argumentando que no daría respuesta definitiva a la Confederación Argentina hasta que esta y Gran Bretaña no dirimieran su conflicto por las Islas Malvinas21 . La sorprendente respuesta motivó a Alvear a comunicarse con Rosas, pero este, aparentemente urgido por la problemática interna de guerra civil y las sucesivas agresiones franco-británicas, o por que las islas no estaban después de todo en sus prioridades de intereses y bien podían canjearse por la deuda de la Baring Brothers, desatendió el problema y no sería abordado hasta cuarenta y cuatro años después. Aun en 1866, el embajador argentino en Estados Unidos, Domingo Faustino Sarmiento, se dirigió en nota del 6 de abril a su superior el ministro de relaciones exteriores Rufino de Elizalde pidiendo autorización para que pudiera exigir a Estados Unidos que ese país salude la bandera de la República a modo de desagravio, condene claramente las conductas de Slacum y Duncan, condene la doctrina contraria a la Argentina de Baylies, exija el pago de indemnización, pague también a Vernet las pérdidas sufridas y se recurra al arbitraje de la Corte Suprema de Justicia estadounidense si fuera necesario22 . Pero nada ocurrió. Ya sea por que en ese momento Argentina estaba enfrascada en lo más álgido de la Guerra de la Triple Alianza y se sabe que las simpatías de Estados Unidos estuvieron hacia la causa paraguaya o bien por que el país del norte también aun lamía sus heridas tras la devastadora Guerra de Secesión23 . Recién entre 1884 y 1887 durante las presidencias de Julio A. Roca (1880-1886) y Miguel Juárez Celman (1886-1890) el tema sería reflotado con cierta contundencia. En enero de 1884 el ministro de relaciones exteriores argentino Francisco Ortiz ordenaba al embajador en Washington Luis Domínguez exigir al gobierno de ese país: “la más solemne y completa reparación de un agravio que afecta en lo más íntimo el honor y la dignidad de la República”24 . Esto en referencia a las acciones de Slacum, Duncan y Baylies entre los años 1831 y 1832. Al principio Domínguez dudó, pero al fin incitado por su superior, presentaba la exigencia en septiembre de 1884 al Secretario de Estado, que tras toda clase de dilaciones será contestada por el Secretario de Estado Thomas Bayard25 el 20 de julio de 1885 en los mismos términos de 1841 a Alvear y ante el desagrado argentino entonces el presidente Cleveland Segretti Carlos, Ob. Cit, p.p 93. Tomado por Carlos Segretti. Ver: Segretti Carlos, Ob. Cit. p.p 94 23 La Guerra de la Triple Alianza entre Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay se extendió de 1865 a 1870 y es sabido también que el Presidente Mitre había comprado uniformes azules de rezago a Estados Unidos. Además tenía estado de guerra civil en el interior del país que se oponía a esa contienda y al centralismo porteño a la vez. Estados Unidos había vivido la Guerra civil entre 1861 y 1865 y se hallaba en los comienzos de la reconstrucción del arruinado Sur. N. de A. 24 Nota del 28 de enero de 1884, tomada por Carlos Segretti. Ver: Segretti Carlos, Ob Cit, p.p 94. 25 Secretario de Estado del presidente Grover Cleveland (1885-1889). N. de A. 21 22 39 a través del mensaje al Congreso del 8 de diciembre de 1885 asegurará que la exigencia argentina es: “Totalmente desprovista de fundamento…(al defender una)… colonia de piratas”26 . El nuevo ministro de relaciones exteriores argentino Vicente Quesada rechazó estos términos y volvió a insistir con la reclamación argentina. A ello finalmente el secretario de estado Bayard respondió el 18 de marzo de 1886 entre otras cosas que: “Como la nueva ocupación de las islas de Falkland por la Gran Bretaña, en 1833, se efectuó de acuerdo con un título adquirido previamente y conservado por aquel gobierno, no se ve que la doctrina de Monroe, invocada por parte de la República Argentina, sea susceptible de aplicación en el caso. Por los términos en que aquel principio de política internacional fue enunciado, expresamente se excluyó toda aplicación retroactiva”27 . La situación no podía ser peor, ya que ahora Estados Unidos admitía como legítima la ocupación de las islas hechas por Gran Bretaña entre 1766 y 1774, con lo cual se desconocía la de España entre ese año y 1811 y la consecuente herencia territorial hacia Buenos Aires. Por cierto Quesada rechazó esto y volvió a insistir en detallada nota en mayo de 1887 que nunca fue contestada. El embajador no podía estar más desilusionado. En sus memorias decía sobre el gobierno de Estados Unidos que: “Autocráticamente acostumbra a proceder así en las relaciones internacionales. No observan el uso de la diplomacia, e imprimen su voluntad porque son fuertes”28 . Temprano reconocimiento argentino sobre la conducta de Estados Unidos en su política exterior, que generaciones posteriores de gobernantes y dirigentes debieron haber recordado. Quedaba claro, Estados Unidos no reconocía la soberanía argentina en las Islas Malvinas. 55 años después de la agresión del capitán Duncan, consideraba a estas como una acción “contra piratas” y por lo tanto no encontraba ningún motivo siquiera para disculparse. Las doctrinas sobre el particular de Slacum, Baylies y Bayard seguían vigentes y no se sabe que al día de hoy hayan sido descartadas, por lo cual al interpretar la actitud de Washington durante la guerra de Malvinas de 1982, deberían ser reflotadas y consideradas. Estados Unidos y la guerra de Malvinas Dejando de lado una historia que se hace repetitiva en lo que quedaba de los siglos XIX y a lo largo del XX es bueno avanzar y detenerse en el momento mas álgido de la Argentina para obtener la soberanía efectiva de las Malvinas. Esto es la controversia con Gran Bretaña que tiene su instante más tenso en la guerra de 1982 y la actitud que entonces tuvo el gobierno de Estados Unidos. Desde el 24 de marzo de 1976 gobernaba Argentina en forma ilegal e ilegítima una dictadura29 terrorista de Estado cívico militar. Para 1981 su máximo órgano de conducción, la Junta Militar, veía que la bonanza económica de los primeros años de la Dictadura y los éxitos mundialistas30 de futbol estaban lejos y por el contrario las crecientes dificultades económicas, Segretti Carlos, Ob. Cit, p.p 95. Pereyra Carlos, Ob. Cit, p.p 68. 28 Segretti Carlos, Ob Cit. p.p 95. 29 Una burbuja de bienestar había hecho de los argentinos una de las sociedades más compradoras en el mundo con el famoso «deme dos» y los depósitos financieros en dólares, que inmortalizara el director de cine Héctor Olivera con la película «Plata Dulce» N. de A. 30 Se trata de los Campeonatos Mundial de Futbol celebrado en Argentina en 1978 y Juvenil Mundial de Futbol disputado en Japón en 1979, ambos ganados por las selecciones argentinas. N. de A. 26 27 40 el desprestigio absoluto en el mundo por las consecuencias del terrorismo de estado, la frustrada guerra con Chile para asegurar los derechos soberanos en el Canal de Beagle y el Atlántico Sur31 y el creciente descontento socio laboral32 y político estaban minando su permanencia en el poder. Entonces. ¿Cómo recuperar posiciones internas y/o externas al régimen militar dictatorial? Allí estaba a 760 kilómetros de la costa patagónica un viejo y querido reclamo soberano: Malvinas. La Junta Militar entendió que el momento político internacional era ideal para llevar adelante tal reclamo incluso hasta las últimas consecuencias, la ocupación armada. Deducían que Estados Unidos apoyaría cualquier acción argentina en el Atlántico Sur como reconocimiento por su accionar en América Central y del Sur contra la subversión marxista. A su vez a cambio de ese respaldo, una vez ocupadas las islas, Argentina ofrecería a Estados Unidos instalar una base en las Islas y otra en el Estrecho de Magallanes33, con lo cual ambos países aliados privilegiados contro- larían la Antártida, el Atlántico sur, Cabo de Hornos, el tráfico petrolero oriental y occidental por los extremos de África y América respectivamente y las mismas existencias petroleras en la plataforma marina malvinense34. Por todo ello, finalmente, Washington impediría a Londres cualquier respuesta armada limitándose a una protesta formal que sería derivada a ulteriores negociaciones diplomáticas. En consecuencia, el 2 de abril de 1982 se produjo la ocupación de Puerto Stanley/Argentino, por una fuerza expedicionaria anfibia argentina dando así comienzo a una guerra que duraría dos meses y medio. El teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri, entonces presidente de facto y la Junta Militar estaban convencidos que el presidente Ronald Reagan (1981-1989) y sus pares del Pentágono simpatizaban con ellos, según declaró el entonces ministro de economía Roberto Aleman35 . El curso de la guerra es conocido, al principio Estados Unidos medió a través de su secretario de estado Alexander Haig y el asesoramiento de la embajadora en la ONU Jeane Kirkpatrick y J. Casey para que la Argentina se retirara de las islas y continuara con negociaciones pacíficas y diplomáticas una vez concluido exitosamente el golpe de mano militar. Pero Galtieri se negó convencido de que Estados Unidos lo respaldaría hasta el fin en cumplimiento de los acuerdos de la Organización Interamericana de Asistencia Recíproca (TIAR). Más no fue así, ante el curso de los acontecimientos, Washington intimó (ultimátum en realidad) a la Junta Militar y al Gobierno Argentino para que se retiraran de Malvinas, y ante la reiterada negativa de estos, dio por terminada la mediación y volcó todo su apoyo logístico militar e influencia diplomática a favor de Gran Bretaña en forma abierta quien finalmente derrotó y obligó a rendirse a las fuerzas de ocupación argentinas el 14 de junio de 1982. En cuanto al período específico de la guerra, abril-junio de 1982, el gobierno dictatorial, en lo que hace a los antecedentes de la soberanía argentina en las islas y las visitas o agresiones extranjeras, siempre se hizo hincapié en las incursiones La Argentina y Chile estuvieron a punto de ir a la guerra por la posesión del Canal de Beagle y las islas Picton, Lennox y Nueva generando un gran sentimiento patriotero en buena parte de la población. N. de A. 32 El 31 de marzo de 1982 la situación llegó al climax al producirse una gigantesca huelga general decretada por la CGT y acompañada por buena parte de la sociedad civil y política. N. de A. 33 García Lupo Rogelio, (1983), Diplomacia secreta y rendición incondicional, Buenos Aires, Ed. Legasa, p.p 43, 51, 53. 34 Newton Carlos, (7 de mayo de 1982), «Definindo o Papel dos Estados Unidos na Crise», Folha do Sao Paulo, Sao Pablo. También declaraciones del embajador Alvaro Teixeira Soares, ex director del Departamento Político del Ministerio de Relaciones exteriores de Brasil en (14 de mayo de 1982), «Mais detalhes de La Guerra de Malvinas», O Globo, Río de Janeiro. 35 García Lupo Rogelio, Ob Cit, P.p 72. 31 41 inglesas de los siglos XVI al XVIII, la ocupación de 1766 a 1774 y el ataque y ocupación de 1833 y nunca al de Estados Unidos de 1831 y las enojosas negociaciones posteriores. Incluso luego que la mediación de Haig-Reagan concluyera y la potencia del norte volcara abiertamente su simpatía hacia la causa británica, si es que ese aspecto de la historia no se quiso ventilar para no maldisponer al mediador del norte. Malvinas: Argentina y EEUU en el Siglo XXI A partir de la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia de la Nación (2003-2007), la situación dio un giro respecto al tono conciliador con que sus antecesores inmediatos, Carlos Menem (1989-1995 y 1995-1999) y Fernando De la Rua (1999-2001) habían abordado el dilema soberano de las Malvinas frente a Gran Bretaña. La política de reclamo se hizo más activa y también en cada foro mundial o americano realizado la controversia fue ventilada con especial vehe- mencia, política que su sucesora Cristina Fernández de Kirchner continuó activamente. En esta dinámica es que surgió la diferencia con Estados Unidos, la cual además ya se había manifestado desde 2005 con el rechazo del ALCA en la Cuarta Cumbre de Presidentes de las Américas realizada en Mar del Plata36 . Así en síntesis, el debate es que mientras la Argentina involucra con éxito el conflicto de Malvinas como un asunto de interés para toda la región latinoamericana, Estados Unidos busca mantenerlo circunscripto a una cuestión menor bilateral entre la Argentina y Gran Bretaña. La situación se evidenció en 2012 durante la VIª Cumbre de Presidentes de las Américas en Cartagena, Colombia37. Esta vez el control parecía estar en manos de los latinos y no de Estados Unidos y por ello su temario incluyó dos asuntos urticantes, la incorporación de Cuba a esta cumbre o la siguiente cumbre y el tema de la soberanía argentina en torno a Malvinas. Es de destacar que los presidentes de Ecuador y Nicaragua no asistieron a la Cumbre fundamentalmente ante la negativa de Estados Unidos de incluir la cuestión Cubana en primer lugar y luego al diferendo argentino-británico sobre las Islas Malvinas38. Una y otra vez el gobierno argentino apoyado por los países mayores latinoamericanos intentó introducir el tema Malvinas declarando: “(Incluir el tema Malvinas) Consideradas como un resabio colonial inaceptable en América Latina”39. El caso Malvinas era el segundo a incluir en la declaración final después de la integración de Cuba a una futura Cumbre, pero no hubo declaración puesto que tanto Estados Unidos como Canadá se opusieron a ambas cuestiones contra la voluntad de los otros 32 países miembros. Curiosamente algunos medios de comunicación masiva destacaron que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner de Argentina (desde 2007) no había logrado apoyo al reclamo de Malvinas quedando aislada en la Cumbre40, pero Argentina había tenido el respaldo concreto de Brasil, Venezuela, Ecuador, 36 ALCA: Asociación de Libre Comercio de las Américas. Este proyecto de asociación económica continental impulsado por Estados Unidos fue rechazado allí por iniciativa de los gobiernos de Venezuela, Brasil y Argentina. N. de A. 37 Las Cumbres se habían iniciado en Miami en 1994 por iniciativa del presidente estadounidense W. Bush para instaurar el libre comercio continental ALCA, pero tras su fracaso en la IVª Cumbre de Mar del Plata, la potencia del norte ha perdido interés en ella y continúan por inercia. N. de A. Para ampliar Ver: Davene Olivier,(1999), América Latina en el Siglo XX, Madrid, Ed Síntesis. 38 Se atribuye al presidente de Colombia Juan Manuel Santos, anfitrión de la Cumbre, las palabras que tituló el artículo que sigue (16 de abril de 2012), «¿Quién pensaba que aquí podía haber acuerdo?», Página 12, Buenos Aires, p.p 3 39 Morgenfeld Leandro, (2012), «América de Cumbre en Cumbre», Le Monde Diplomatique Nº 154, Buenos Aires, p. 12 y 13. 40 (16de de abril de 2012), «Malvinas y Cuba frustraron la Declaración de la Cumbre» y «Cristina no logró apoyo por Malvinas», La Nación, Buenos Aires, P.p 1, 2 y 5. 42 Bolivia, Uruguay entre otros para incluir este tema además de condenar unánimemente a Gran Bretaña (y la OTAN) por retener las Islas, quienes traccionaron el apoyo de toda América en respaldo del reclamo argentino siendo Estados Unidos y Canadá, los que en realidad quedaron aislados al negarse a firmar la declaración común con la inclusión de los temas cubano y malvinense41 y no la Argentina. En conclusión la causa de Malvinas movilizó a América Latina mayoritariamente a favor de la Argentina durante su desarrollo y solo en algún caso aislado en su contra. Este fue una de los temas que ha terminado a la corta o a la larga perjudicando las relaciones del subcontinente latinoamericano con Estados Unidos y en el presente ha transformado un conflicto bilateral entre Argentina y Gran Bretaña en un tema de seguridad y soberanía latinoamericana e injerencia de Estados Unidos en contra de los intereses soberanos argentinos y seguritarios latinoamericanos. Dos años después, ya sin la presencia de Estados Unidos, en la cumbre de CELAC42 celebrada entre el 28 y 29 de enero de 2014 en La Habana, Cuba, todo indicaba que la situación de Malvinas se ha incorporado a la lista de prioridades e intereses de la América Latina. El punto 50 de la Declaración Final de la misma decía: “Reiteramos nuestro deseo y más firme respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía por las Islas Malvinas Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, así como el permanente interés en que dicha disputa se resuelva por la vía pacífica y la negociación, conforme lo establecido por la Resolución 31/49 de Asamblea General de las Naciones Unidas”43 . Sin duda la actitud estadounidense encierra dos situaciones. Una de antiguo, no pronunciarse sobre la soberanía argentina de las islas. Otra, el respaldo a Gran Bretaña como aliado político-militar encuadrado en la OTAN44 que le es prioritaria. Pero esta segunda motivación no sería posible sin la existencia y convicción de sostener la primera por medio de la indiferencia y las acciones evasivas evidenciando así otra temática en la cual los intereses norte y sur americanos son divergentes. Malvinas en el esquema defensivo Otan-EEUU Hoy Malvinas además de ser el centro de redituables explotaciones pesqueras y petroleras, o la puerta de entrada a la Antártida, si también se tiene en cuenta a las islas Georgias y Sandwich del sur, es también una base militar muy importante en el dispositivo defensivo global de la OTAN que conduce Estados Unidos. En los años transcurridos entre 1982 y 2012 Gran Bretaña convirtió Malvinas/Falkland en una importante base militar en el paraje Monte Agradable en la Isla Soledad45, ya no solo para su único uso, (15 de abril de 2012), «Cuba el Eje de la Discordia«, Página 12, Buenos Aires, P.p 2. CELAC: Conferencia Estados Latinoamericanos y del Caribe. Incluye a todos los países de América menos Estados Unidos y Canadá, comenzó a funcionar en febrero de 2010 incluyendo a Cuba. N. de A. 43 Agenciasubn.org/2014/01/declaración-final-de-la-II-cumbre-de-la-celac 44 OTAN: Organización del Tratado del Atlántico Norte. Sistema defensivo que incluye a Estados Unidos y numerosos países de Europa para la protección del hemisferio norte europeo. En la actualidad ha extendido su influencia a todo el planeta a través de un sistema global de bases militares de sus diversos miembros. N. de A. 45 Cuenta con importantes instalaciones militares para fuerzas de tierra mar y aire, barracas para varios miles de soldados, viviendas y diversos servicios culturales y sociales para el personal militar e incluso para los habitantes civiles de las Islas. Ver para este tema: Luzzani Telma, (2012), Territorios Vigilados, Buenos Aires, Ed Debate. Boron Atilio, (2013), América Latina en la Geopolítica del Imperio, Buenos Aires, Ed Luxemburg. 41 42 43 sino también para utilización de la OTAN y en consecuencia de Estados Unidos, lo cual toma coherencia desde que en 2008 Washington reactivó la 4ª Flota46 para vigilar el Atlántico Sur, que halla en la base de Monte Agradable un lugar donde repostar. De esta forma en el siglo XXI las islas Malvinas se convierten en un punto más en el dispositivo militar mundial y regional de Estados Unidos y la OTAN, dejando de ser solo unas islas usurpadas por Gran Bretaña a la Argentina. Ahora el archipiélago tiene importancia no solo referido al justo reclamo soberano de Argentina frente a Gran Bretaña, sino para toda América Latina que se ve vigilada y además amenazado desde allí su frente Atlántico. Como datos políticos-militares centrales debe decirse que Gran Bretaña y la OTAN le dan suma importancia por el costo de construcción de la base de Monte Agradable valuada en 1200 millones de dólares47 y mantenimiento mensual valuado en 150 millones de dólares anuales, resultando un 7 % del presupuesto anual de la OTAN48. Además han sido reconocidas como “Territorio de Ultramar” de la Unión Europea49. También cumple funciones de control y espionaje para la OTAN a través de una “Unidad de Comunicación Conjunta” con alto valor tecnológico que permite la radarización y seguimiento satelital del cono sur atlántico50, además de ser hogar y base de operaciones encubiertas de la OTAN, esto es de Estados Unidos, con lo cual Malvinas integra indirectamente el sistema mundial de bases del Pentágono estadounidense51 (bases anglo-francesas de Gibraltar, Chipre, Guayana Francesa, Senegal, Polinesia y Antillas) aunque oficialmente pertenecen a la Gran Bretaña, la Unión Europea o la OTAN. En estas condiciones puede evaluarse que para Estados Unidos las islas, es decir la base de Monte Agradable, están más seguras en manos británicas que argentinas que con la adhesión al pronunciamiento regional de zona de paz desnuclearizada no garantizaría la continuación de la misma. Por lo tanto es lógico dar largas a un pronunciamiento concreto sobre la soberanía argentina en el archipiélago del Atlántico sur. Conclusión Hoy se ven con satisfacción en todos los círculos políticos, sociales y culturales nacionales, americanistas y de excombatientes como las distintas jurisdicciones gubernamentales municipales, provinciales y el gobierno nacional han instalado los derechos soberanos argentinos ante todos los foros nacionales e internacionales que se presenten. También es reconocible para ellos que el tema de la soberanía nacional sobre las Malvinas esté incorporado al sentido común de las mayorías del pueblo argentino. La experiencia histórica-política, sin embargo, indica que esta con- 46 La 4ª Flota (del Atlántico Sur) fue desplegada por Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Desactivada en los años cincuenta, en 2007 se anunció su reaparición para cumplir funciones de lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y tareas humanitarias. Pero la comunidad suramericana ve en esto una velada amenaza hacia gobiernos disidentes con los intereses de Estados Unidos, la vigilancia del petróleo descubierto por Brasil en su mar territorial y la observación del acceso al Acuífero Guaraní vigilando la triple frontera (Argentina, Brasil, Paraguay) de Iguazú. Además es sabido que sus unidades repostan en la base malvinense de Monte Agradable. N. de A. 47 Luzzani Telma, Ob. Cit, p.p 424. 48 Luzzani Telma, Ob. Cit, p.p 427. 49 Luzzani Telma, OB. Cit, p.p 431. 50 Luzzani Telma, Ob. Cit, p.p 425. 51 Luzzani Telma, Ob. Cit, p.p 431. 44 frontación ha superado el simple contrapunto anglo-argentino para convertirse en una cuestión global. Por un lado ya se trata de un tema de soberanía irredenta argentina, pero también de soberanía y seguridad regional latinoamericana. Por otro lado las Malvinas-Falkland han pasado a ser por su importancia estratégica militar un asunto de la Unión Europea y la OTAN y esto último significa decir Estados Unidos. A este factor se agrega que Estados Unidos en los hechos no ha reconocido nunca específicamente el derecho argentino sobre las islas, ha actuado siempre a favor de Gran Bretaña con sus posiciones políticas del siglo XIX que habilitaron la invasión de 1833, en la guerra de 1982 y en los foros internacionales por ser su verdadero aliado estratégico y ha negado tozudamente el carácter regional de la controversia para reducirlo a un conflicto bilateral angloargentino y por lo tanto imposible de resolver para la Argentina debido a la disparidad política-económica-militar con Gran Bretaña. En consecuencia la natural solución favorable a la Argentina, si alguna vez llega, no será resultado de la negociación bilateral de los directamente interesados, argentinos y británicos, sino de una negociación entre bloques regionales, europeo y latinoamericano, pero centralmente de que Estados Unidos cambie su posición y respalde la soberanía argentina sobre las islas. El conjunto del país, deberá actuar en función de este nuevo escenario internacional a saber: • Usurpación británica. • Globalización del archipiélago a nivel latinoamericano (UNASUR y CELAC) y en sintonía Europeoestadounidense (OTAN, U. E). • El accionar de Estados Unidos. • Reconocimiento explícito de la soberanía argentina sobre Malvinas por Estados Unidos. • Importancia económica-militar estratégica regional del archipiélago. Solo con la incorporación al sentido común de veteranos, ciudadanos y gobiernos de estas realidades históricas y políticas se llegará a la tan ansiada recuperación de esta porción del suelo patrio. Bibliografía Textos: Boron Atilio, (2013), América Latina en la Geopolítica del Imperio, Buenos Aires, Ed Luxemburg. Davene Olivier,(1999), América Latina en el Siglo XX, Madrid, Ed Síntesis. García Lupo Rogelio, (1983), Diplomacia Secreta y Rendición Incondicional, Buenos Aires, Ed. Legasa. LuzzaniTelma, (2012), Territorios Vigilados, Buenos Aires, Ed. Debate. Pereyra Carlos, (1987), El Mito de Monroe, Ed El Buho, Buenos Aires. Segretti Carlos, (1982), Tres Archipiélagos Argentinos: Malvinas-Georgias-Sandwich, Córdoba, Ed. Tapas. Diarios y publicaciones: Carta Informativa Junta Estudios Históricos del Partido de La Matanza, San Justo, Ed. Universidad Nacional de La Matanza. Folha de Sao Paulo, Sao Pablo. La Nación, Buenos Aires. Le Monde Diplomatique, Buenos Aires. O Globo, Río de Janeiro. Página 12, Buenos Aires. Páginas WWW Agenciasubn.org/2014/01/declaración-final-de-la-II-cumbre-de-la-celac 45 Ingallinella, 60 años Se cumplen sesenta años de uno de los hechos más aberrantes de la historia militante de los comunistas. Anticipo cruel de masivas y sistemáticas prácticas reaccionarias en nuestro país, se inscribe en una larga cadena de puniciones que recorren la construcción de la Argentina. En el nombre de Juan Ingallinella debemos guardar en la memoria todos los camaradas que han marcado la lucha por el socialismo. A poco de cumplirse el centenario de la Revolución de Octubre y del nacimiento del Partido, hay que recordar que el porvenir tiene un largo pasado. E l anticomunismo siempre fue la bandera de la reacción, siempre fue el marco de diversas leyes represivas dirigidas contra el campo popular, desde la 4144 de «residencia», hasta la 17.401 «anticomunista», esta larga serie de normas, legales e ilegales, se encarnaron en aparatos de espionaje, provocación y represión que sobrevivieron a sucesivos gobiernos expresando una contumaz decisión de los sectores dominantes 1 46 por Jorge Testero1 de frenar, obstaculizar y desviar los esfuerzos del pueblo por espacios de liberación y organización. Las persecuciones hicieron blanco en todos los sectores populares, anarquistas, socialistas, peronistas, según las etapas históricas, pero en los comunistas y particularmente en su Partido se centró la atención de los represores y, bajo esta denominación, «comunistas», se blandió con ferocidad la histeria antipopular durante la dictadura más sangrienta de nuestra historia. Así cayeron peronistas, marxistas, cristianos y disidentes independientes que ofrecieron resistencia a los planes de entrega que alentaron a los golpistas de 1976. Antes de ese ne- fasto 24 de marzo ya las bandas armadas paraestatales de la triple A, nutrida de los históricos espacios represivos, asesinaron y persiguieron a militantes, funcionarios y artistas, anticipando la orgía de violencia. Muchas, demasiadas, fueron las víctimas de esta «racional» campaña de disciplinamiento a toda rebeldía. En esa triste y luctuosa serie se ubican nombres de mujeres y hombres que vieron en el socialismo y en la militancia del Partido Comunista un horizonte y su lugar para luchar por un mundo nuevo. Sería injusto destacar un nombre de otro y el Partido atesora cada uno de ellos, pues cimentaron su camino irrenunciable hacia el futuro, pero uno de los más emblemáticos, por sus circunstancias y consecuencias, fue el caso del médico rosarino Juan Ingallinella. A las 16:30 del 17 de junio de 1955, los policías José Ascul, Telémaco Ojeda, Luis Bedoya y José Gianola se presentaron en Saavedra 667, barrio Tablada de Rosario. Era la casa de Juan Ingallinella, donde vivía con su esposa Rosa Trumper, y su hija Ana María, de 12 años, y donde, además, tenía su consultorio particular. El artículo 7 del decreto 536 del Poder Ejecutivo, que reprimía el desaca- Integrante del Comité Central del Partido Comunista. Responsable de la Comisión Universitaria to al Presidente, funcionaba de comodín para dar un simulacro de legalidad al procedimiento. Sin embargo, como era norma, los policías no tenían órdenes judiciales para realizar allanamientos ni detenciones. Ingallinella nació en esa ciudad el 10 de octubre de 1912, hijo de inmigrantes sicilianos radicados en ese popular barrio del sur. En 1931 comenzó a estudiar medicina, pero tardó más de 15 años en recibirse (en la Universidad de Córdoba). La militancia era su prioridad. Eran tiempos de agitación. La Reforma Universitaria estaba amenazada por la intervención de la Universidad Nacional del Litoral. Ingallinella integraba Insurrexit, una agrupación vinculada a la juventud comunista. Leía a Romain Rolland, José Ingenieros y Aníbal Ponce, y se destacaba como orador en las asambleas. Se afilió a la Federación Juvenil Comunista. Fue un ejemplar dirigente de la juventud estudiantil, preocupado por la formación política, tanto como del bienestar y la organización. Desarrolló prácticas de gimnasia, estudios de marxismo-leninismo; despuntó una veta periodística editando un periódico manuscrito. También escribía resúmenes de libros de economía política y materialismo histórico y, en sus épocas de detención –que fueron varias–, los hacía circular entre los presos. En su profesión, fue un auténtico médico del pueblo elevando la práctica de la medicina a sus más altos valores, siendo humilde en la asistencia a los dolientes y discipli- nado estudioso de las novedades científicas que mejoraran la eficacia de su atención. En 1942, se incorporó a la dirección provincial del Partido Comunista, instancia en la cual realizó una ingente tarea desplegando su talento, su carisma y una prepotencia de trabajo militante que lo hizo un referente para sus camaradas y para vastos sectores populares en toda Santa Fe. Por estas características fue blanco preferido de la furia anticomunista –como vimos, saga legendaria en nuestro país casi siempre vinculada a un Estado dominado o infiltrado por los sectores más reaccionarios– particularmente virulenta en esa Provincia. Una siniestra estructura venía actuando antes de 1943 bajo el título de Orden Social y Político. A principios de 1944 Ingallinella acusó a los policías Francisco Lozón, Félix Monzón y Santos Barrera, quienes en adelante se convirtieron en sus perseguidores más encarnizados, por las torturas que habían recibido los militantes Luis Liborio Trella, Antonio Propat y Atilio Faca. Fue detenido y tuvo que festejar en la cárcel el primer año de su hija Ana María. Justamente, como consecuencia del despliegue responsable de esas tareas militantes fue recluido, torturado, muerto y desaparecido; la lóbrega tarea fue dirigida por Francisco Lozón pero fueron partícipes también los policías Monzón, Desimone, Lleonart, Barrera y Tixie. Por supuesto, la desaparición de su cuerpo y el encubrimiento del hecho involucran a toda la institución policial y a las estructuras políticas de la época. Este aberrante hecho tuvo una gran repercusión y, por el momento histórico que se vivía –las movilizaciones cívico militares contra el gobierno peronista–, generó una singular circunstancia en la que se vinculó la figura de Ingallinella y las consecuencias del caso, con un sesgo gorila. Esta situación coadyuvó para que en las filas del movimiento peronista se mirara con desconfianza su reivindicación y, voluntariamente o no, aportaran con su silencio a evitar ubicar este crimen en la serie de martirios populares. También ayudó a estigmatizar el rol del Partido Comunista en esos días desestimando las decisiones orgánicas y las declaraciones públicas que el Partido venía dando a conocer advirtiendo la avanzada antipopular que se avecinaba. Justamente el motivo de aquellas detenciones –con Ingallinella fueron apresados 17 comunistas– fue la participación activa en las movilizaciones que salieron a repudiar los bombardeos que, intentado matar al General Perón y hacer caer al gobierno constitucional, la Marina de Guerra descargó sobre la casa presidencial (actual lugar de asentamiento de la Biblioteca Nacional), la Casa Rosada y sus alrededores sin importar la presencia de cientos de personas que acudieron en defensa del gobierno o simplemente pasaban por allí circunstancialmente. Este «bautismo» otorga al arma el triste baldón de ser la primera en bombardear su propio pueblo inerme. Según las últimas investigaciones murieron allí trescientos civiles entre hombres y mujeres. 47 En Rosario participaron más de 20.000 personas en esta manifestación organizada por la CGT local en defensa del gobierno constitucional. Los militantes comunistas de Santa Fe se sumaron bajo la consigna «Unidad popular contra el golpe oligárquico imperialista» con volantes firmados con los símbolos partidarios. La situación generó una histeria en las estructuras del Estado y, cómodamente, echaron mano a la acusación de «conspiración de elementos comunistas», poniendo en marcha, una vez más, la maquinaria nunca desmontada de la represión reaccionaria. A los comunistas detenidos se los conducía rápidamente a la mesa de torturas, la mayoría de los que se encontraron en el primer piso de la vieja jefatura de Rosario ya habían pasado por esa experiencia. ¿Qué exigían de la boca de los militantes mientras se solazaban con la picana sobre su cuerpo? Les pedían el lugar donde funcionaba el mimeógrafo, la lista de los afiliados, el paradero de los dirigentes. Hoy, luego de tantas amargas experiencias, suena banal generar tormentos inauditos para lograr esos resultados, pero detrás de aparentes superficialidades se escondía otra cosa, el quiebre de la dignidad del otro. En este caso, el otro como el «enemigo rojo» al que esa maquinaria tenía que destruir, física, mental y espiritualmente. Y allí está el valor de Inga y sus compañeros. No dijeron nada. Ni una palabra que abriera la puerta a más represión, a la caza de más camaradas. Con esto defendieron la organización, la continuidad política de un proyecto, la permanencia de 48 un sueño. Pero también defendieron, y esto es importante, su propia dignidad, su entereza, su autoestima, la firmeza como militantes. Este crimen horrendo, que ha ubicado a Ingallinella como emblema de los comunistas se inscribe en una larga serie de persecuciones, cesantías, detenciones, asesinatos y desapariciones que tenían y tienen (el inquietante caso de Julio López es un ejemplo) por objeto silenciar, maniatar, detener, mediante la aplicación fría del terror, toda resistencia popular. Desde las resistencias de los pueblos originarios y las rebeldías de los gauchos alzados al desprecio, persecución y deportación a los inmigrantes; de los sucesos de la Patagonia Rebelde, la Semana Trágica, la destrucción de los sindicatos obreros, las represiones del 43 y del 55, a la resistencia peronista, y los obreros y militantes perseguidos durante las dictaduras pasando por las tres A hasta el paroxismo del 76; toda esta nefasta saga tiene un hilo conductor, la decisión de los sectores dominantes de utilizar todo su poder de fuego, desde el Estado o desde organizaciones paraestatales, para evitar el crecimiento de la organización popular. Pero desde octubre de 1917 ese hilo se hace más grueso y más nítido, el enemigo será comunista, y ese será el nombre del enemigo a destruir. Enemigo altivo y valiente que permanece, más allá de devenires históricos, en el sueño de miles de trabajadores, de desplazados, de desencantados del fin de la historia que vuelven a ver en el horizonte rojo, una salida humanista y vital a la crisis del capitalismo. En Rosario y en junio se da un cruce histórico llamativo, un cruce donde los avatares de la contingencia adquieren un profundo significado por el desarrollo posterior de los acontecimientos, en ese mes de 1935, también por una azarosa circunstancia, nacía en una casa del macrocentro Ernesto Guevara, luego médico, luego el Che. Tal vez un humanismo compartido los instó a la carrera de medicina para aliviar el sufrimiento de los dolientes, pero a poco de andar comprendieron que los grandes males que dañan a los más débiles se producen por las injusticias de una sociedad dividida en clases, que los que más rápido y más fácilmente se enferman son los pobres, que en el capitalismo, con la medicina como negocio, es muy difícil defender la salud del pueblo, ambos eligieron el camino de la revolución como gran cura de la desigualdad social. Ambos se hicieron comunistas y, cada uno en el terreno que le tocó, alzó lo más alto que pudo la bandera del socialismo. Con las diferencias de cada caso, ambos eligieron la propuesta colectiva a la salida individual, ambos decidieron que la militancia y el esfuerzo personal debían estar al servicio de una causa. Los dos pusieron el cuerpo y dieron su vida en defensa de sus ideales. Los dos, cada uno en su medida, quedaron marcados en el recuerdo popular, porque en la memoria del pueblo solo perduran los que lo amaron. Así, con la dignidad en alto y la ética como bandera, estos rosarinos ilustres, se encuentran en el firmamento del futuro, como guías, como baluartes, como compañeros. dossier Los medios y la batalla por la democracia en América Latina poe ATILIO A. BORON Discurso en la Cumbre Sociedad de la Información por ABEL PRIETO JIMÉNEZ 49 Los medios y la batalla por la democracia en América Latina 1 Atilio A. Boron2 A mérica Latina viene protagonizando, desde finales del siglo pasado, una tremenda batalla por construir una democracia digna de ese nombre. Esto quiere decir, algo que vaya más allá de la sola alusión a la mecánica electoral y que se sintetiza en la tentativa de fundar sociedades más justas en éste, el continente más desigual e injusto del planeta. En otras palabras, completar el tránsito entre una democracia eleccionaria a otra de carácter sustantivo y fundamental. En nuestro Aristóteles en Macondo vimos que la experiencia enseña que en la medida en que las democracias admitan resignadamente la injusticia, la desigualdad y la opresión inherentes al sistema capitalista sus gobernantes no tropezarán con obstáculo alguno que trabe su funcionamiento. Claro, la pregunta es si a un tipo de régimen como ese le cabe el nombre de democracia y la respuesta es un rotundo no. Pero si, conmovidos por los sufrimientos y las desdichas de sus pueblos, esos gobernantes se propusieran poner fin a aquellos flagelos, o hacer real la soberanía popular, allí comenzarían los problemas. Y tal como lo comprueba la historia, en tales casos la respuesta de las clases dominantes es brutal. Insistíamos en el libro arriba mencionado en una tesis que hemos desarrollado y comprobado una y otra vez: que capitalismo y democracia son incompatibles, que son como el agua y el aceite. Que las premisas fundamentales de uno y otra son antagónicas, y que la reconciliación entre ambos –durante la fase keynesiana de posguerra, clausurada con la contrarrevolución neoliberal de los ochentas- fue más aparente que real, y siempre parcial y transitoria.3 En nuestros días se está escribiendo un nuevo capítulo de esa triste historia en Grecia.. Allí la coalición gobernante, Syriza, cometió un «error» imperdonable: honrar el proyecto democrático y consultar al pueblo ante una decisión crucial como el infame ajuste que le proponía la Troika. En una jornada memorable aquel rechazó el ajuste con casi las dos terceras parte del voto. Ante ello Angela Merkel y sus mandantes respondieron con inusitada ferocidad: llamaron a Alexis Tsipras al orden, le obligaron a votar en el parlamento griego un ajuste 1 Ponencia presentada al Congreso Internacional «Comunicación e Integración Latinoamericana desde y para el Sur en el Décimo Aniversario de TeleSUR» CIESPAL, Quito, Julio 22-23, 2015 2 Sociólogo y Politólogo. Director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED – CCC). Coordinador de la Cátedra de Pensamiento Marxista y Poder Popular del CEFMA. 3 Cf. Atilio Boron, Aristóteles en Macondo (Buenos Aires: Ediciones Luxemburg-Editorial Espartaco, 2015. Nueva edición corregida y aumentada). En otras anteriores, ya disponibles en la web, desarrollamos esta tesis con amplitud. Ver sobre todo Estado, capitalismo y democracia en América Latina, libro que recoge algunos artículos sobre el tema escritos en la década de los ochentas, y Tras el Búho de Minerva, donde el asunto es abordado a la luz de los estragos producidos por la globalización neoliberal en la década del noventa. Fuera de América Latina y el Caribe autores como Ellen Meiksins Wood, Leo Panitch, Sam Gindin, Gianni Vattimo y Sheldon Wolin, en Estados Unidos y Europa, hace tiempo que vienen aportando nuevos fundamentos a la contradicción entre capitalismo y democracia. 50 aún peor y, ante la sorpresa general, la coalición gobernante convalidó este atropello al mandato popular y a la degradación de Grecia, convertida luego del zarpazo de la Troika en un enclave neocolonial de la banca europea y, sobre todo, alemana. Sorpresa, decíamos, porque luego de la notable lección de sensatez del electorado griego al rechazar el primer ajuste Tsipras debería haber encabezado el rechazo al segundo y, en caso de no poder hacerlo por las presiones recibidas desde Bruselas, denunciarlas ante su pueblo y organizar la rebelión ante las exacciones exigidas por la Troika. Reformismo y contrarrevolución En América Latina y el Caribe (ALC) conocemos desde hace mucho tiempo esa brutal y despótica actitud de las clases dominantes y la ferocidad con que se reprime la desobediencia de sus víctimas. El listado sería interminable: recordemos nomás algunos casos paradigmáticos como los de Jacobo Arbenz, en Guatemala; Juan Bosch en República Dominicana; Salvador Allende en Chile; Joao Goulart en Brasil; Omar Torrijos en Panamá; Jaime Roldós en Ecuador y Juan J. Torres en Bolivia. Salvo Bosch y Arbenz ninguno de ellos murió de «muerte natural», seguramente que de pura casualidad nomás. Y la lista es incompleta: agreguemos a René Schneider y Carlos Prats, militares constitucionalistas chilenos, y también a Pablo Neruda y tantos más que no viene al caso rememorar en esta ocasión pero que atestiguan lo peligroso que puede ser en esta parte del mundo intentar construir una sociedad mejor. Más recientemente, la reacción ante la oleada democratizadora puesta en movimiento con la elección de Hugo Chávez Frías en 1998 no se hizo esperar, procurando arrancar la maleza de raíz y evitar su propagación. La reacción ante el nuevo clima político instalado en la región se tradujo en el golpe de estado en Venezuela, en Abril 2002, derrotado por la formidable respuesta de la población que evitó el magnicidio y restituyó a Chávez Frías en el poder. Luego de eso, el paro petrolero que tanto daño hiciera a la economía venezolana. Derrotada también esta intentona, en 2008 la coalición oligárquicoimperialista vuelve a las andadas en Bolivia: tentativa de golpe y secesión, frustrada por la decisión de Evo y la rápida reacción de la UNASUR. En 2009 derrocan a Mel Zelaya en Honduras, país que es uno de los pilares fundamentales de la estrategia antisubversiva de Estados Unidos en la región. El bloque reaccionario sufre una derrota en Septiembre del 2010 cuando trata de deponer a Rafael Correa en Ecuador. Pero no bajan los brazos: se repliegan, toman aliento y vuelven a la carga en el 2012, liquidando al gobierno de Fernando Lugo en Paraguay, otro pilar de la estrategia norteamericana en la región por su presencia en la gran base militar de Mariscal Estigarribia.4 Es que con «gobiernos amigos» en Honduras, Colombia y Paraguay se garantiza el éxito de la operación «Frog leap» (salto de rana) del Comando Sur, concebida para concretar el rápido despliegue de sus tropas hasta los confi- nes septentrionales de la Patagonia en veinticuatro horas, en caso de que las circunstancias así lo exijan. Si no hubiera gobiernos de ese tipo, serviciales y serviles, siempre dispuestos a colaborar con Washington, la logística de la operación restauradora del orden imperial sería mucho más complicada, y de inciertos resultados. Esta vocación por rediseñar el tablero sociopolítico latinoamericano no debería causar sorpresa alguna. si se tiene en cuenta que los lineamientos generales de la política de EEUU hacia ALC han permanecido invariables desde 1823, cuando fueran establecidos por la Doctrina Monroe: mantener la desunión a las repúblicas al Sur del Río Bravo; fomentar sus discordias y sabotear cualquier tentativa de unión o integración, directivas puntualmente seguidas desde el Congreso Anfictiónico convocado por Simón Bolívar en 1826 hasta nuestros días. Fiel a estas premisas, ante los riesgos que entraña la institucionalización de la UNASUR y la CELAC el imperio respondió con su más reciente táctica divisionista: la Alianza del Pacífico. Esta no es otra cosa que una estratagema del imperio que le da el curioso nombre de «alianza» a un conjunto de países que casi no tienen vínculos comerciales entre sí y que, aparte de servir como caballos de Troya Sobre esto ver Marcos Roitman Rosenmann, Tiempos de Oscuridad. Historia de los golpes de Estado en América Latina (Buenos Aires: Akal, 2013) 4 51 a los efectos de debilitar la UNASUR y la CELAC tiene como mal disimulado propósito neutralizar la presencia de China en el área. Nada nuevo: ya el Libertador había advertido sobre estas maniobras en su célebre Carta de Jamaica de 1815, hace exactamente doscientos años. Por lo tanto, gobiernos que se tomaron –o se toman- en serio al proyecto democrático se convierten automáticamente en mortales enemigos de los poderes establecidos. En la cosmovisión burguesa del mundo y la política –que prevalece en el mundo de las ciencias sociales- la democracia nada tiene que ver con la justicia social. Es apenas el rostro hipócritamente amable de la dominación, y será tolerada siempre y cuando no ponga en riesgo a esta última. Si con sus «excesos», su «demagogia» o sus desvaríos «populistas» algunos gobernantes amenazan con poner fin a la dominación clasista y a la injusticia, su suerte estará echada y todas las fuerzas del imperio y sus aliados locales se pondrán en marcha para destruirlos. Si no los pueden derrocar por la vía rápida del clásico golpe militar se los somete a intensas presiones desestabilizadoras hasta que, eventualmente, se produce su derrumbe. Para esto se sirven de las recomendaciones del manual de Eugene Sharp sobre la «no violencia estratégica», que en realidad es un compendio sobre la utilización racional, fría y calculada de la violencia tal y como fuera aplicada sobre todo por la CIA en sus hazañas «liberadoras» en Guatemala, Irán e Indonesia. La historia reciente de países como Honduras, Paraguay y Venezuela ilustra con elocuencia que clase de «no violencia» es la que se emplea cuando se sigue esta metodología, y cuán «blando» puede ser el golpe de estado en curso.5 Desestabilización aplicada, en diferentes grados y apelando a distintas tácticas, contra los gobiernos progresistas de la región, no importa si se trata de sus variantes «moderadas» (como en Argentina, Brasil y Uruguay); o uno «muy moderado», o «inmoderadamente moderado», como en Chile; o de gobiernos como los bolivarianos (Venezuela, Bolivia y Ecuador, por estricto orden de aparición) cuyo horizonte de cambio provoca, a diferencia de los casos anteriores, la virulenta animosidad de las clases dominantes. Condiciones de la democratización La realización del proyecto democrático exige la presencia de una serie de factores que faciliten su pleno desenvolvimiento: a) la organización del campo popular a los efectos de constituir el nuevo «bloque histórico» contrahegemónico del que hablaba Antonio Gramsci porque sin él, sin la organización, la mayoría social conformada por los pobres, los explotados, los excluidos carecerá de efectos políticos y mal podría alterar la correlación de fuerzas en su favor; b) la concientización, porque una mayoría social, aún organizada, puede convertirse en fácil presa de la minoría dominante que ha ejercido su dominio desde siempre. Un movimiento obrero altamente organizado pero sin conciencia de clase lejos de ser una amenaza es una bendición para la hegemonía burguesa, como lo prueban hasta el hartazgo la historia del sindicalismo peronista en la Argentina, la CTM dominada por el PRI en México y la AFL-CIO en Estados Unidos. ¿Basta con estas dos condiciones para darle impulso a una democratización fundamental, no de forma? No. Se requiere, además, y este es el tercer factor, contar con un sistema de medios de comunicación que torne posible la circulación de las ideas «subversivas» de un orden social que debe ser subvertido porque condena a la humanidad y a la Madre Tierra a su extinción. Por eso la creación de Telesur significó un valioso aporte en el proceso de avance y consolidación democrática en los países de ALC. Y es también por eso que Telesur es perseguido y/o silenciado en los países gobernados por la derecha, que no quieren que los contenidos de esa señal informativa hagan mella en el blindaje ideológico con el que protegen a sus poblaciones. No se puede ver a Telesur en Colombia, en Chile, en Brasil, en tantos 5 La obra de Sharp es motivo de fuertes polémicas. Director del Albert Einstein Institute de Boston, sus libros y panfletos han sido fuente de inspiración de muchas de las rebeliones en contra de los regímenes de Europa Oriental en la época de la Unión Soviética, y China. Sharp niega cualquier vinculación, financiera o política, con el gobierno de Estados Unidos a través de cualesquiera de sus agencias. Sin embargo, en su record no figura absolutamente nada que lo vincule a las luchas de los pueblos latinoamericanos contra sus dictaduras, ni a la de los palestinos por su autodeterminación, ni la de las poblaciones negras en contra de los regímenes racistas africanos. Resulta por lo menos paradojal que su sitio web esté traducido a 31 lenguas, mientras que el del Banco Mundial lo esté a 20, el de la bloguera contrarrevolucionaria cubana Yoani Sánchez a 18 y el de la Unesco apenas a 6. Que cada quien saque sus conclusiones. 52 otros países, excepto a través de la Internet. Y esto no es casual ni debido a problemas técnicos sino pura y exclusivamente por una opción política interesada en impedir –o en todo caso dificultar- el debate de ideas y alimentar todas las variantes del pensamiento conservador, manteniendo a esos países en la ignorancia de lo que ocurre en los vecinos, promoviendo el chauvinismo y la xenofobia que nos divide, fomentando el consumismo y la despolitización, la imitación del «modo americano de vida», satanizando a los líderes y procesos políticos emancipatorios y exaltando al capitalismo como el único sistema posible y racional para organizar la vida económica de las naciones. De ahí la centralidad de luchar en el plano de las ideas apelando a los instrumentos propios de nuestra época, desde la televisión hasta las redes sociales. Esta necesidad había sido precozmente detectada entre nosotros por Simón Bolívar cuando concebía a la «opinión pública como la primera de todas las fuerzas políticas», razón por la cual le solicitó a Fernando Peñalver, uno de sus colaboradores, que le mande «de un modo u otro una imprenta que es tan útil como los pertrechos.» José Martí compartía esta visión al decir que «trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras». Fidel, digno heredero del Apóstol, convocó hace más de veinte años a librar la «batalla de ideas», al comprobar que el fracaso económico y político del neoliberalismo no se traducía en la conformación de un nuevo sentido común posneoliberal. Desgraciadamente, la izquierda demoró mucho en tomar nota de todo esto. Pero el imperio, por el contrario, siempre tuvo un oído muy perceptivo a la necesidad de controlar la conciencia de sus súbditos y vasallos, tanto dentro como fuera de Estados Unidos. No de otra manera se puede comprender la importancia asignada a los estudios de opinión pública y comportamiento de los consumidores por la sociología norteamericana desde los años treinta en adelante. Estudios orientados a fines prácticos muy concretos: modelar la conciencia, los deseos y los valores de la población, en una escalada interminable que comenzó con investigaciones motivacionales para dilucidar los mecanismos psicosociales puestos en marcha en las estrategias de los consumidores en la sociedad de masas hasta llegar hoy a los «focus groups» para saber qué quiere escuchar el electorado y quién quiere que se lo diga y como y, de ese modo, garantizar que los personajes «correctos» y aceptables triunfen en las elecciones, fabricando candidatos con el perfil exacto de lo que quiere la amorfa mayoría. Noam Chomsky y sus asociados examinaron este asunto en gran detalle y a su obra me remito. Pero no pensemos que este esfuerzo es cosa del pasado. Como lo revelara hace un tiempo Gilberto López y Rivas en México, hay un multimillonario proyecto de investigación, llamado Minerva, por el cual el Pentágono encomendó a partir del 2008 el estudio de la dinámica de los movimientos sociales en el mundo con el objeto de neutralizar el contenido potencialmente revolucionario de organizaciones populares calificadas sin más como «terroristas». Esto es la actualización del famoso proyecto Camelot que culminara con un escándalo a mediados de la década de los sesentas del siglo pasado y que tenía las mismas intenciones, precipitadas luego del triunfo de la Revolución Cubana.6 Estos estudios fueron muy importantes para elaborar ciertos aspectos de la doctrina estadounidense en materia de política exterior. Desde finales de la Segunda Guerra Mundial Washington identificó a dos actores clave para garantizar la estabilidad del nuevo orden imperial en la periferia: los pensadores -académicos, intelectuales y, más generalmente, los comunicadores sociales- y, por otro lado, los militares, imprescindible reserva última en caso de que la labor de los primeros no produjese los frutos deseados. Todos los grandes programas de becas para estudiar en universidades norteamericanas así como los numerosos programas de intercambio cultural con jóvenes intelectuales y artistas, periodistas y comunicadores en general tienen esa misma fuente de inspiración. Lo mismo cabe decir de los voluminosos programas de «ayuda militar» que Washington administra a escala mundial, porque junto al suministro de armas y el entrenamiento militar viene la identificación de 6 Cf. su «Los académicos al servicio del imperio», en https://dedona.wordpress.com/2014/04/12/los-academicos-al-servicio-delimperio-the-minerva-research-iniciative-gilberto-lopez-y-rivas/ 53 los enemigos internos. En ambos casos el papel de las ideas mal podría ser subestimado. Sobre el papel de los medios de comunicación En esta «batalla de ideas», emprendida por el imperio antes que por la izquierda, el papel de los medios de comunicación es de excepcional importancia, sobre todo en las sociedades de masas.7 Es por eso que en una audiencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos un miembro informante del Pentágono decía que «en el mundo de hoy la guerra antisubversiva se libra en los medios, no en las junglas y selvas o en los suburbios decadentes del Tercer mundo. Ese es el principal teatro de operaciones.» Las nuevas tecnologías de información y comunicación potenciaron hasta límites inimaginables esta operación de manipulación de conciencias y lavado de cerebros. Para calibrar los alcances de la misma es oportuno recorrer los principales hitos de esta historia. La prensa gráfica, el primer medio de comunicación de masas, veía recortada su influencia por el analfabetismo y los problemas logísticos de circulación los que, sumados a las res- tricciones económicas que podían afectar a sus lectores, hacían que llegara apenas a un sector muy pequeño de la población. La «opinión pública» era, en realidad, la de un sector privilegiado por su posición en la estructura social. Con la aparición de la radio se produjo un salto de enorme importancia, potenciando una vía de comunicación que superaba los obstáculos de los medios gráficos, lo que le permitía llegar a los más apartados rincones del país y, sobre todo, de ser eficaz vehículo de transmisión al alcance de quienes no sabían leer. La introducción del transistor y la subsecuente irrupción de la radio portátil multiplicó significativamente la eficacia comunicacional de este medio. En el caso argentino es difícil comprender los primeros años del peronismo al margen del enorme impacto producido por los discursos transmitidos por radio de Perón y Evita, que cautivaron a millones de radioescuchas y los impulsaron a participar activamente en la vida política del país. Con el advenimiento de la televisión el sistema de medios alcanzó una penetración y, sobre todo, una eficacia proselitista sin precedentes. La combinación de la imagen y el sonido, amén de la instantaneidad de los productos televisivos y sus continuos progresos tecnológicos (paso del blanco y negro al color, cable, HD, etcétera), hicieron de este medio el dispositivo por excelencia de la formación de la opinión pública. Un hallazgo decisivo de los estudios de comunicación en Estados Unidos fue quien dio un decisivo impulso a este proceso y se produjo a raíz del primer debate presidencial televisado, en 1960, entre John F. Kennedy y Richard Nixon. Este era el candidato oficialista, que hasta ese momento lideraba las preferencias. Sin embargo, en la elección fue derrotado, por un estrecho margen (aproximadamente un 1%). ¿Qué fue lo que encontraron los investigadores? Que quienes escucharon el debate por radio decían que el ganador había sido Nixon, pero quienes vieron el debate por TV se inclinaban mayoritariamente por JFK. La radio transmitía un mensaje, la voz; la TV, la voz y la imagen, y esta resultó ser decisiva, porque a Nixon se lo vio mal en las pantallas televisivas, luciendo desprolijo con una barba incipiente y sudoroso, que contrastaba desfavorablemente con la apostura y juventud de su contrincante. Reflexionando sobre la «sociedad teledirigida», el politólogo italiano Giovanni Sartori, escribió en Homo Videns que: En la televisión el hecho de ver prevalece sobre el hecho de hablar. Como consecuencia, el telespectador es más un animal vidente que un animal simbólico. Para él las cosas representadas en imágenes cuentan y pesan más que las cosas dichas con palabras. Y esto es un cambio radical de dirección, porque mientras que la capacidad simbólica distancia al homo sapiens del animal, el hecho de ver lo acerca a sus capacidades ancestrales, al género al que pertenece la especie del homo sapiens.8 En otras palabras, la televisión nos hace retroceder en la escala animal, según este autor, produciendo un progresivo menoscabo de nuestras facultades de simbolización a favor de las más elementales de visualización. Puede parecer exagerado pero 7 Sobre este tema remito al lector a consultar la notable obra de Fernando Buen Abad Domínguez, tanto sus ensayos de largo aliento como sus intervenciones más coyunturales. Entre los primeros sobresale su Filosofía de la Comunicación (Caracas: Ministerio de Comunicación e Información, 2006), disponible en http://www.cta.org.ar/IMG/pdf/filosofia-de-la-comunicacion.pdf 8 Ver su Homo videns. La sociedad teledirigida (Madrid: Taurus, 1998) pg. 3. 54 conviene tener en cuenta esta observación y relacionarla con la decadencia de la vida política en la sociedad de masas. Podría argüirse, siguiendo a Sartori, que la declinación en la calidad de los liderazgos políticos en el mundo desarrollado –pensemos en la trayectoria descendente que va de un Woodrow Wilson o Franklin D. Roosevelt a un Ronald Reagan, Lyndon Johnson o George W. Bush, o el abismo que separa a Konrad Adenauer de Angela Merkel, o Charles de Gaulle de François Hollande, o de Alcides de Gasperi a Silvio Berlusconi- expresa la nefasta influencia producida por la televisión, el medio por excelencia de la época actual. Es algo muy preocupante, y digno de ser pensado y examinado cuidadosamente. Concentración mediática Ahora bien, el poderío manipulatorio de la TV creció paso a paso con un fenomenal proceso de concentración de la propiedad de los medios de comunicación. Es decir, con una deriva de signo claramente antidemocrático, y esto por dos razones: (a) porque los medios se fueron agrupando en un pequeño núcleo de propietarios –que luego se transnacionalizó- dotado de una capacidad de chantaje y extorsión que puede colocar a gran parte de los gobiernos de rodillas ante su prepotencia; (b) porque tanto los contenidos que difunden los medios como su organización y las características de su inserción en el éter están fuera de cualquier tipo de control democrático. Los mono- polios mediáticos se escudan detrás de la defensa de la propiedad privada, la libertad de prensa y de pensamiento para desbaratar cualquier intento de regulación democrática. Aducen, también, que al ser entidades de derecho privado esos medios se deben encontrar a salvo de cualquier clase de fiscalización estatal que pudiera erigir trabas a su derecho a disponer de sus medios de la forma que estimen más conveniente. Pero se cuidan de señalar que son privados en cuanto al régimen que preserva sus relaciones de propiedad, pero por sus efectos y sus consecuencias son entes eminentemente públicos, y por lo tanto deben ser sometidos a control democrático. Cabe recordar aquí las incisivas observaciones de Antonio Gramsci sobre este tema, aplicado, en su caso, al papel público que tenían otras instituciones noestatales en la Italia de finales del siglo diecinueve, como la Iglesia, y la necesidad de la fiscalización democrática de sus actividades educacionales. En el caso latinoamericano esta concentración encuentra en los casos de Televisa de México, O Globo de Brasil, Clarín de Argentina y el grupo de Cisneros en Venezuela los ejemplos más emblemáticos de concentración de medios de comunicación en los países latinoamericanos.9 En relación a esta tendencia el cineasta y documentalista australiano John Pilger concluye que este proceso de acelerada concentración remata en la instauración de un «gobierno invisible» e incontrolable, que no rinde cuentas ante nadie y que actúa sin ninguna clase de restricciones efectivas a su enorme po- 2 derío: «Hay que considerar cómo ha crecido el poder de ese gobierno invisible. En 1983, 50 corporaciones poseían los principales medios globales, la mayoría de ellas estadounidenses. En 2002 había disminuido a sólo nueve corporaciones. Actualmente son probablemente unas cinco. Rupert Murdoch predijo que habrá sólo tres gigantes mediáticos globales, y su compañía será uno de ellos.» 10 La concentración mediática se encuentra íntimamente a la aparición del llamado «periodismo profesional, objetivo, ‘independiente´», términos muy utilizados en el debate político latinoamericano a la hora de justificar la ofensiva destituyente que los grandes medios lanzan sobre los gobiernos progresistas de la región. Pilger lo relata de esta manera: «A medida que las nuevas corporaciones comenzaron a adquirir la prensa, se inventó algo llamado ‘periodismo profesional.’ Para atraer a grandes anunciantes, la nueva prensa corporativa tenía que parecer respetable, pilares de los círculos dominantes – objetiva, imparcial, equilibrada. Se establecieron las primeras escuelas de periodismo, y se tejió una mitología de neutralidad liberal alrededor del periodista profesional. Asociaron el derecho a la libertad de expresión con los nuevos medios y con las grandes corporaciones.» Y la dependencia de este periodismo con el «pensamiento dominante» y los límites del «periodismo 9 Ver Guillermo Mastrini y Martín Becerra, «Estructura, concentración y transformaciones en los medios del Cono Sur latinoamericano», Revista Digital Comunicar, Nº 36, Vol XVIII, 2011, pp. 51-59. 10 Cf. John Pilger, «Geopolìtica y concentración mediática», en Rebelión, 10 de Agosto de 2007. http://www.iade.org.ar/modules/ noticias/article.php?storyid=1925Las siguientes dos citas de la obra de Pilger remiten a este mismo artículo. 55 objetivo» queda en evidencia cuando nuestro autor recuerda que «… numerosos periodistas famosos del New York Times, como por ejemplo el celebrado W.H. Lawrence … ayudó a ocultar los verdaderos efectos de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima en agosto de 1945. ‘No hay radioactividad en la ruina de Hiroshima,’ fue el título de su informe, y era falso.» Se propalaba una espantosa mentira porque la creciente penetración de los intereses empresariales y de los gobiernos en las salas de redacción de la «prensa libre» (en este caso, el NYT) hacía que ciertas noticias debían ser presentadas de un modo particularmente sesgado o, simplemente, no ser dadas a conocer al público. Tendencia que si ya era perceptible a fines de la Segunda Guerra Mundial lo es mucho más en la actualidad, cuando los reportes de los diversos frentes de guerra en que se encuentran las tropas de Estados Unidos son todos, sin excepción, censurados previamente por el Pentágono. Ya no hay más fotos de soldados de Estados Unidos regresando en ataúdes a su patria, como sí las había durante la Guerra de Vietnam. Tampoco imágenes que muestren los desastres de sus huestes en terceros países. La sangre y el lodo de las guerras que libra Estados Unidos en sus incesantes aventuras están cuidadosamente eliminados de las noticias. Las víctimas de la barbarie pentagonista son abstracciones, entelequias irrepresentables incapaces de suscitar dolor, ira o ánimos de venganza. Conclusión: no puede haber estado democrático, o una democracia genuina, si el espacio público, del 56 cual los medios son su «sistema nervioso», no está democratizado. Son los medios quienes «formatean» la opinión política, imponen su agenda de prioridades y, en algunos casos –no siempre- hasta fabrican a los líderes políticos (caso de Silvio Berlusconi en Italia) que habrán de gobernar. La amenaza a la democracia es enorme porque un sistema de medios altamente concentrado y hegemónico consolida en la esfera pública un poder oligárquico (en la Argentina es básicamente el multimedia Clarín y algunos otros socios de menor rango) que, articulado con los grandes intereses empresariales y con el imperialismo, puede manipular sin mayores contrapesos la conciencia de los televidentes y del público en general, instalar agendas políticas y candidaturas e inducir comportamientos políticos de signo conservador o reaccionario, todo lo cual desnaturaliza profundamente el proceso democrático. Es más, en la situación actual de América Latina, cuando el virus neoliberal –para usar la gráfica expresión de Samir Amin- ha destruido a los partidos políticos y los reemplazó por heteróclitos «espacios» o efímeras coaliciones, donde los políticos se convierten en verdaderos camaleónicos saltimbanquis que pasan del oficialismo a la oposición y viceversa sin mayores escrúpulos (como ha ocurrido recientemente en Argentina en un fenómeno que en Brasil se llama «fisiologismo») y cuando el impacto disolvente del neoliberalismo terminó por diluir los pocos componentes ideológicos que aún restaban, los medios hegemónicos -todos íntimamente vinculados a la dominación imperialista- han pasado a asumir las funciones de los partidos del establishment, convirtiéndose en los organizadores de la oposición de derecha ante los procesos transformadores en curso en la región. Ante la vacancia de los partidos tradicio- nales son los grandes medios en los países de ALC quienes reclutan la tropa de la derecha, aportan las orientaciones tácticas de su accionar, establecen la agenda del proyecto y lo militan día y noche a través de su impresionante aparato comunicacional, y se encargan de encontrar los líderes capaces de llevar a buen término estas iniciativas. No puede ser casual que Maduro, Evo y Correa enfrenten virulentas campañas de desestabilización organizadas o, cuando menos, animadas por la prensa. Y lo mismo ocurre en países como la Argentina, Brasil y Uruguay, en donde la voz cantante para erosionar la imagen de la presidenta argentina, o a favor del impeachment a Dilma Rousseff en Brasil, la llevan los grandes medios. Por el contrario, estos han respaldado, sin el menor recato en algunos casos, a gobiernos como los de la Concertación en Chile; a Fox, Calderón y Peña Nieto en México; a Uribe y Santos en Colombia, Alan García y Alejandro Toledo en el Perú, para no citar sino los casos más evidentes. En Argentina y Brasil este papel «organizador» de los medios hegemónicos convertidos en filosos sucedáneos de la derecha partidaria adquirió en los últimos tiempos ribetes francamente escandalosos. ¡Y a esto le llaman «periodismo independiente»! Telesur y la democratización del espacio público De ahí la enorme importancia de esta señal de noticias, creada por inspiración del Comandante Hugo Chávez Frías, que percibió como pocos la gravísima amenaza que para el futuro de ALC representaban los medios controlados por una coalición irreconciliablemente enemiga de cualquier proyecto democratizador o de reforma social. Era preciso iniciar una lucha frontal en contra de esos bastiones del autoritarismo y la reacción, y esa batalla no podía darse tan sólo a nivel nacional. La ofensiva era continental, y tenía su estado mayor en Washington. Para neutralizarla, o al menos para atenuar sus efectos, necesariamente debía ser librada a escala latinoamericana. En Argentina y Ecuador se han venido librando grandes batallas para democratizar los medios de comunicación. En otros países, como Brasil, según el analista Denis de Moraes, la lucha apenas si ha comenzado porque el conglomerado mediático dirigido por la red O Globo impide la instalación de este asunto en la agenda pública. En Ecuador, una consulta popular convocada el año 2011 aprobó una normativa mediante la cual las empresas periodísticas quedan inhabilitadas para realizar negocios o inversiones en otras áreas de la economía, reduciendo significativamente la posibilidad de hacer que los órganos de prensa se conviertan en arietes para promover los intereses de grandes conglomerados empresariales bajo el ropaje del periodismo. Desgraciadamente esto es lo que ocurre en casi todos los países, pero afortunadamente está prohibido en Ecuador. Por lo tanto, no habrá avances democráticos si no se democratizan los medios. Este es el objetivo de la Ley de Medios en la Argentina: facilitar, según lo establece la propia ley, «la promoción, desconcentración y fomento de la competencia, el abaratamiento, la democratización y la universalización de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación». Pero la implementación de esta norma se ha visto en parte obstaculizada por sucesivos amparos judiciales promovidos por el Grupo Clarín, mismos que hasta ahora impidieron avanzar como se esperaba en la desmonopolización del sistema mediático. Por otra parte, para que este se democratice será necesario que el estado na- cional inyecte una importante cantidad de dinero para facilitar el desarrollo del tercio del espectro radial y televisivo reservado a las organizaciones populares y comunitarias, cosa que aún no ha ocurrido en la magnitud suficiente. Al mismo tiempo, en el tercio reservado para el sector público, es de fundamental importancia evitar que esos medios reduzcan su papel al de simples voceros del oficialismo. Sería altamente perjudicial, inclusive para el mismo gobierno, obrar de esa manera. Por otra parte, uno de los problemas es que la agencia de aplicación que preside todo lo relacionado con la comunicación audiovisual, la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), depende de la Presidencia de la república y del Congreso. Son ambas ramas del estado quienes designan a los miembros del Directorio, sin ninguna intervención de organizaciones de la sociedad civil. De este modo, la AFSCA como organismo rector que debe garantizar la democratización del sistema mediático es conformado exclusivamente por la dirigencia política, lo que conspira contra la legitimidad democrática que debería tener un órgano tan crucial como ese en momentos en que aquella no cuenta precisamente con un alto grado de aprobación popular. Ahora bien, ¿cómo combatir a los poderes mediáticos? Como en tantas otras cosas de la vida pública no basta la ley. Es importante pero insuficiente. Pero lo decisivo es algo más: no reproducir en espejo, simétricamente, la agenda, el estilo y la temática de los oligopolios mediáticos. No se combate a los medios del Grupo Clarín haciendo cada día un «anti-Clarín», ni se lucha contra O Globo o El Mercurio haciendo un «anti» de esos medios. La experiencia indica que esta táctica de lucha termi- na por producir un resultado exactamente opuesto al esperado. Por otra parte, es preciso comprender que para torcerle el brazo a los conglomerados monopólicos se requiere algo más que ganar una batalla dialéctica. Es preciso impulsar con energía la aparición de nuevas voces desde el campo popular. La sola desmonopolización será insuficiente para democratizar a los medios si las organizaciones populares de todo tipo siguen sin poder hacer oír su voz. Para eso es necesario dotarlas de toda suerte de recursos: desde dinero y equipamiento adecuado hasta formación técnica. Sin ello no podrán hacer una diferencia en el sistema. Democratizar a los medios requiere de gobiernos que garanticen la sustentabilidad financiera de esta batalla comunicacional, que por eso es también una batalla económica y política crucial para el futuro de la democracia. Lo anterior es suficiente para comprender la trascendental labor hecha por Telesur desde el momento en que fuera creada, hace diez años. No sólo estamos informados, cuando antes estábamos desinformados; sino que estamos bien informados, con periodistas que comparten nuestra cultura y nuestros sueños, que nos muestran lo que las oligarquías locales y el imperialismo no quieren que veamos o que sepamos. No querían que se supiera que en Honduras había un golpe de estado en marcha; o que en Bengasi no había «combatientes por la libertad» masacrados por Gadafi; o que quienes despacharon casi 10.000 misiones de bombardeo a Libia, con innumerables 57 víctimas civiles fueron los aviones de la OTAN, para no citar sino unos pocos ejemplos. Aún si su contribución a lo largo de estos años hubiera sido la de aportar in- 58 formación verídica sobre temas cruciales Telesur justificaría con creces su existencia. Pero hizo algo más: fue un factor muy importante en la consolidación de una conciencia crítica nuestroamericana. Gracias a ese medio hoy somos más latinoamericanos que antes, y mejores latinoamericanos también. El gran proyecto bolivariano, relanzado por Chávez, encontró en Telesur un instrumento singularmente valioso para acelerar su concreción y un arma muy potente, en esa artillería de pensamiento a la que aludía el líder bolivariano, para librar con éxito la batalla de ideas que nuestro tiempo y el futuro nos reclaman. Tiene razón Pilger cuando, en su artículo reseñado más arriba, recuerda una sentencia notable de Tom Paine: «si a la mayoría de la gente se le niega la verdad y las ideas de la verdad, es hora de tomar por asalto la Bastilla de las palabras.» Ese es, sin duda, uno de los mayores desafíos con que tropieza la democracia en el mundo actual. Discurso en la Cumbre Sociedad de la Información Abel Prieto Jiménez1 H e preparado algunas notas para leer y co mentar aquí; no con el pro pósito de hacer ningún tipo de conclusión sobre los temas específicos tratados en el evento, sino para describir, primero, a grandes rasgos, el entorno cultural realmente inédito, estremecedor, en que se está produciendo este debate y compartir luego con ustedes algunas apreciaciones sobre el papel de las Tecnologías de las Información y la Comunicación (TIC) en la coyuntura actual. Y es que (como me decía un amigo aquí presente el viernes por la tarde, cuando muchos delegados hacían énfasis en la necesidad de generar contenidos), el problema sobre el que hemos estado reflexionando es también en última instancia cultural. 1) La crisis cultural global -Habría que empezar diciendo que vivimos en medio de una crisis cultural gravísima, la más grave y devastadora de que se tenga memoria. Los paradigmas de la tradi- 1 ción cultural humanista están en franco retroceso frente a la avalancha irresistible de una industria del entretenimiento que no reconoce jerarquías, que ha reducido el arte definitivamente a la condición de la mercancía más vulgar, que expulsó de los altares a los llamados clásicos, que lo mezcla todo, sin orden ni concierto, aquello que puede ser artísticamente valioso con la cultura-chatarra, con fetiches vacíos, con símbolos de la mayor estupidez y frivolidad, y que va más allá en su afán caótico y mezcla realidad y ficción, historia y leyenda, y crea vertiginosamente nuevos mitos y recicla otros, en el torbellino de un espectáculo permanente concebido solo para vender y divertir. -Con todos estos componentes se pretende formar una criatura rendida ante la tecnología (idealizada más allá de sus funciones y de todo sentido ético) y los fetiches de la industria del entretenimiento; una criatura sin raíces, sin memoria, desamparada frente a la manipulación, egoísta hasta el delirio, sometida, colonizada, incapaz de luchar por su emancipación, que sabe muy bien, siempre, en todo momento, quiénes son los «malos» y quiénes los «buenos» en las guerras virtuales y en las reales; una criatura indefensa ante la arremetida publicitaria, cuyo destino e identidad dependen de su condición de consumidora potencial. -Todo esto tiene que ver con la llamada globalización, ese fenómeno que Frei Betto ha rebautizado con razón «globocolonización». -Alessandro Baricco ha calificado (en Los bárbaros) las experiencias intelectuales del presente como un «surfeo» sobre las olas, siempre en la superficie. Aunque no concuerdo con la benevolencia post-moderna de Baricco, creo que esta idea de «surfear» sintetiza muy bien la superficialidad que propone el proyecto «educativo» del sistema, extraño por esencia al más mínimo afán de rigor y profundidad. Superficialidad, modas, marcas, frivolidad, «surfeo», en este ámbito deben formarse nuestros jóvenes. En términos de información, el «surfeo» se puede traducir en quedarse, en el mejor de los casos, con los titulares de las noticias, con cápsulas muy simplificadas de los procesos históricos, sociales y culturales, Asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la Republica de Cuba. 59 con estereotipos de pueblos, naciones, razas, que nutren forzosamente el desprecio al «otro». Hay un segundo mensaje central en el proyecto del sistema que es también comentado por Baricco: la impresión de que vivimos un eterno presente; la subvaloración de la historia y la consiguiente amnesia o (en todo caso) una utilización libérrima, fuera de contexto, de «fragmentos» del pasado. -El entretenimiento ha sido colocado en un trono incuestionable. Es el rey supremo. El valor principal. Sólo él le otorga significado a la producción cultural hegemónica. Se trata además de un entretenimiento amoral, insulso, asociado a la trivialidad más absoluta, al rechazo del más mínimo ejercicio intelectual, al vouyerismo implícito en los reality shows y en las distintas plataformas donde se cuentan chismes de «famosos». Para colmo, se han ido agotando las reservas de historias más o menos divertidas, y la industria se ve obligada a acudir una y otra vez a remakes, a fábulas ya contadas, a personajes de antiguos cómics. -El entretenimiento ha llegado a dominar incluso el mundo de la información, que está obligada a presentarse de manera «divertida». Hasta un escritor tan reaccionario como Vargas Llosa, un «intelectual orgánico» del sistema, habla en su libro La civilización del espectáculo de que la profusión de información ha derivado en convertir al entretenimiento y a la diversión en los valores más altos de nuestra época, ocasionando «un trastorno recóndito de las prioridades: las noticias pa- 60 san a ser importantes o secundarias sobre todo, y a veces exclusivamente, no tanto por su significación económica, política, cultural y social como por su carácter novedoso, sorprendente, insólito, escandaloso y espectacular» (p. 54). Se está produciendo incluso un tipo de censura por sobresaturación, de modo que un hecho de importancia pierde visibilidad al sumergirse en un torrente de noticias y detalles accesorios. -El capitalismo, como sabemos, propició momentos de un portentoso esplendor cultural, desde el Renacimiento hasta las vanguardias de la primera mitad del siglo XX, pasando por la Ilustración, los románticos, la gran narrativa realista, la poesía de los llamados «decadentes» y la pintura deslumbrante de aquellos que al decir de Martí quisieron vencer al sol. (No sé si esto suena demasiado «nostálgico».) Esta acumulación literaria y artística admirable, tan diversa en estilos y expresiones, tenía un componente común: su humanismo. El ser humano, con todos sus demonios y ángeles, con sus deseos más oscuros, con sus esperanzas más hermosas e iluminadas, estaba ahí, en el centro de las búsquedas de los creadores y en el centro de la batalla íntima del público por hacer suyo aquel caudal que lo enriquecía y podía marcar su vida. -Ese arte y esa literatura de extraordinaria calidad estuvieron siempre acompañados con más o menos suerte por «chatarra» kitsch. Recuerdo que Hauser decía que con el pintor Greuze en el siglo XVIII se había inaugurado en cierto modo el kitsch. -No olvidemos que, al margen de un Balzac, un Stendahl, un Flaubert, Eugenio de Sue estaba publicando en los periódicos los capítulos de sus novelas con un éxito colosal. Dublinenses de Joyce se publicó en 1914, el mismo año en que nace Tarzán de los monos, el libro ini- cial de la interminable serie de best sellers de Edgar Rice Burroughs. Las 4 mil novelas de Corín Tellado, que llegaron a vender 400 millones de ejemplares, acompañaron durante décadas a muchas obras capitales del siglo XX. Sin embargo, de alguna manera, lo kitsch y la creación auténtica vivían en ámbitos separados. -Lo que ha pasado en los últimos tiempos es difícil de describir. La creación que tiene valor cultural o se somete a los requerimientos implacables del mercado, se traiciona a sí misma y se prostituye o es desterrada, suprimida o arrinconada, si navega con suerte, a los rincones alternativos. -Y el éxito en sí mismo de una película mediocre o de un libro mediocre, por ejemplo, propagandizado adecuadamente, es un gancho para que el público vaya a ver la película o a comprar desesperadamente ese libro. Las cifras de recaudación funcionan como parte de la campaña publicitaria. «Si eso lo busca tanta gente, no puedo perdérmelo.» También funcionan del mismo modo los costos millonarios de las superproducciones. «Algo que costó tanto tiene que ser imprescindible para mi vida.» -La escritora croata Dubravka Ugresic traza en Gracias por no leer un panorama impresionante del mercado literario actual. Describe una Feria del Libro de Londres que se inauguró con la presentación de la primera obra «literaria» de una popular actriz. Según esta autora, «lo trivial ha anegado la vida literaria contemporánea», en un mundo «donde las memorias de Mónica Lewinsky merecen mil veces más publicidad que las obras completas de Marcel Proust…» (35-36) -Resulta ineludible recordar ahora la encrucijada que planteaba aquel libro de Umberto Eco que se hizo muy popular a finales de los 60: Apocalípticos e integrados ante la cultura de masas. Los primeros, los apocalípticos, por supuesto, serían los intelectuales herederos de la crítica muy radical, muy dura, en ocasiones exagerada, de Adorno y Horkheimer, contra la simplificación mutiladora y degradante que estaba sufriendo la gran cultura burguesa europea a manos de los medios de difusión y del empresariado norteamericano. Los segundos, los integrados, vendrían a ser aquellos que se dejan absorber por el sistema sin conflictos de conciencia, que trabajan para él, que aplauden como signo de una nueva época la expansión a través del cine, de la radio y la televisión, del disco, de los cómics, del teatro musical, de la prensa, de un producto cultural ingenuo, sencillo, ajeno a las ambigüedades y a los enigmas. Eco se colocaba, si mal no recuerdo, en un punto intermedio: no asumía el rechazo apocalíptico ni la integración a plenitud. Su posición podría definirse como la de un «integrado crítico». -Es útil, repito, recordar hoy aquella encrucijada planteada por Eco, aunque hay que tener en cuenta que en los 50 años transcurridos desde la publicación de aquel libro los avances de la llamada «industria cultural» han sido aplastantes como han sido francamente trágicos los retrocesos de la cultura humanista, la europea en particular, aunque de todas partes. Ya hay cada vez menos espacio para el «integrado crítico» que proponía Umberto Eco. Ahora la encrucijada que propone la maquinaria hegemónica es más radical: o te integras definitivamente o no existes. Es así. (El propio Umberto Eco anunció no hace mucho una versión abreviada, más «ligera», más light, de El nombre de la rosa, que en su momento fue un best seller, y provocó un debate muy virulento. Muchos vieron una capitulación vergonzosa, por dinero, en ese proyecto.) 2) Las TIC y la crisis cultural global -Es evidente que el mundo virtual de las TIC refleja los principales problemas y contradicciones del mundo real del presente: la concentración de poder en manos de transnacionales; la desigualdad creciente, abismal, entre pobres y ricos, entre el Norte y el Sur; la privatización del conocimiento y la cultura; la visión imperial y belicista que concibe la Web como un espacio militarizado; la injerencia, la violación de la soberanía de las naciones y de la privacidad más elemental de los individuos; la reducción del ciudadano al estatus de consumidor potencial y el manejo inescrupuloso de sus inclinaciones más íntimas para crearle falsas necesidades. -Pueden distinguirse dos polos extremos, antagónicos, entre los usuarios de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación: 1- aquellos que se han apropiado de estas herramientas para construir desde distintos ángulos núcleos de resistencia cultural que de un modo u otro se orientan hacia la emancipación humana; 2-los que comparten los códigos y modelos de los medios tradicionales de difusión y se entregan a la mezcla amorfa, desjerarquizada, característica de la crisis cultural de la contemporaneidad. –Un ejemplo del primer grupo, el de la vanguardia (no «apocalíptica» en este caso; sino crítica y capaz de generar alternativas), son las comunidades de software libre o los científicos que presionaron a través de sus blogs para divulgar la verdad sobre la central nuclear de Fukushima o aquellos que han sido capaces de fundar agrupaciones colaborativas ecológicamente racionales y sustentables en medio del torbellino consumista. Otros muchos los hemos escuchado aquí, de compañeros argentinos, venezolanos, ecuatorianos, brasileños, que emplean las TIC en defensa de las causas populares. -Los segundos, absolutamente «integrados», aprovechan al máximo las posibilidades ofrecidas por las redes para disfrutar el encanto de la frivolidad; son los seguidores en Twitter de los «famosos», los que nutren las estadísticas del llamado Golden Tweet, ganado por la selfie de Ellen DeGeneres con diversas celebridades durante la transmisión de los premios Oscar (foto que suma tres millones 367 mil 950 retuits y dos millones 018 mil 644 favoritos); los que se han sumado a la marea de seguidores de Katy Perry, que le ha permitido batir el recórd de los 50 millones de seguidores en Twitter; los que han colocado en segundo lugar a Justin Bieber motivados por sus últimos problemas con la justicia en EEUU, y que le han llevado a tener 49.214.521 seguidores. Según el ranking de una cadena de noticias sobre los diez momentos más tuiteados en la historia de la red social el hecho que más tráfico generó fue el embarazo de Beyonce, que alcanzó los 8.868 tweets por segundo, cuando la cantante anunció la noticia en la gala de los MTV Video Music Awards. El segundo y el tercer momentos que tuvieron más reacción están vinculados a dos noticias del fútbol, con 7.196 y 7.166 tweets por segundo. Hubo que esperar al noveno y al décimo lugar para llegar a temas no asociados al universo del espectáculo (cultura y deportes), aunque también presentados de modo «espectacular»: el terremoto en la costa este de Estados Unidos y, finalmente, 61 la muerte de Osama Bin Laden. Entre las trampas del sistema hay que subrayar que estas personas del segundo grupo creen que están debidamente informadas y que participan con decisiones libres en estos procesos. En realidad, escogen a quién seguir o qué hecho los motiva más para retweetear a partir de la agenda que se les ofrece y termina imponiéndose. -Al propio tiempo, en esta zona de las TIC «integradas» al sistema hay que resaltar el empleo de las mismas por la reacción para reiterar la agenda mediática hegémonica y circular mensajes falsos para desacreditar a líderes y procesos progresistas. En el primer panel de este evento el viceministro bolivariano de redes sociales puso ejemplos de cómo, a través de Twitter, la oposición puso a circular fotos de actos violentos provocados supuestamente por el gobierno que en realidad pertenecían a imágenes de hechos ocurridos en otros contextos y países. -Entre esos dos extremos, podrían añadirse otros internautas que utilizan las redes para hacer negocios o con propósitos educativos o para mantener vínculos profesionales de utilidad o emprender proyectos colectivos de creación o incluso de modo más personal, para combatir la soledad o el aburrimiento, o combinar cualquiera de los objetivos mencionados con la búsqueda de información general, distracción o placer. 3) Papel de las vanguardias en el uso de las TIC como instrumento de emancipación 62 -Alfredo Guevara decía que no creía en las élites pero sí en las vanguardias. Es importante el hecho de que lo haya dicho el fundador del ICAIC (siglas que significan Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos), es decir, la persona que dirigió la gestación de un cine nacional, dirigido a las masas, sí, pero con alto valor artístico, sin perder de vista que había un componente industrial en esa creación. -Creo que esta idea es esencial para enfrentar el desafío de las nuevas tecnologías y su doble rostro, como instrumento de emancipación y como espacio reproductor de la dominación. Es imprescindible conectar a los núcleos de vanguardia que están utilizando las TIC en la defensa de la verdad, la justicia, la democracia real, de un mundo mejor, e intentar trabajar de manera más articulada. -La diferencia entre las élites y las vanguardias es que las primeras se enclaustran, se aíslan, intentan no contagiarse con bacterias plebeyas, y las segundas se empeñan en reclutar a todo aquel que sea reclutable para una causa que vale la pena. -No hay que criticar al que habita, fascinado, el mundo de las nuevas tecnologías solo por entretenimiento o por sumar obsesivamente «amigos» que compartan sus aficiones en Facebook u otra red social. No podemos reprocharlos en nombre de un uso exclusivamente «culto» o de «activismo social» de las nuevas tecnologías. Pienso que el reto de la vanguardia sería atraer de manera respetuosa a algunos de ellos, que quizás podrían multiplicarse. Un miembro del panel del viernes por la tarde, un compañero brasileño que creo que vive en Ecuador, al debatir la necesidad de crear redes sociales propias, ajenas al control de las ya conocidas, decía: «Hay que estar donde esté la gente, y, si la gente está en Facebook y en Twitter, tenemos que estar también ahí.» Recuerdo que Chomsky contó en una visita que nos hizo, hace varios años, que a los primeros conversatorios que organizó contra la guerra de Viet Nam iban cinco o seis personas, muy poca gente. Tenía que anunciarlos con un añadido, no sé, «Hoy se hablará en tal sitio de la guerra de Viet Nam y de la vigencia de Freud» o algo así, un tema «gancho» que motivara a la gente. Y se fueron sumando a esas charlas más y más jóvenes. -Tal vez nuestra vanguardia pudiera emplear aquella técnica de Chomsky y convidar a foros virtuales para debatir temas diversos, atractivos (no la vigencia de Freud, quizás no funcionaría) y, entre esos temas, incluir otros con cierta sustancia. Habría que promover la idea de que el conocimiento puede ser placentero, de que no solo las lentejuelas de la farándula son atractivas y alegres, de que ejercitar un poco la inteligencia y entender algunas cuestiones esenciales del mundo en que vivimos puede ser atractivo y alegre, «dulce y útil», como decía el clásico. Quizás podrían usarse como pretexto una fecha importante, qué sé yo, el nacimiento de Hemingway (ya casi nadie lee a Hemingway, ni casi nadie lee a casi nadie, pero al menos la gente tiene una idea de que existió un individuo algo exótico llamado así), y hablar un poco de él y de su obra, y hasta circular alguno de sus breves y excelentes cuentos. O un evento de mucha resonancia, tratando de llegar a las causas, adonde nunca llegan los medios hegemónicos. -No soy quién para aconsejar a nuestra vanguardia en el uso de las redes; pero creo que tenemos que reflexionar sobre la polarización que se produce automáticamente (y con mucha pasión y virulencia) cuando aparece un «apocalíptico» cuestionándose algún aspecto de estas tecnologías en nombre de la tradición cultural humanista. Inmediatamente es acusado de «nostál- gico», de fósil viviente incapaz de entender las posibilidades infinitas que ofrecen las TIC y de asumir que este planeta cambió definitivamente y que ya aquellos paradigmas culturales pertenecen al pasado. Lo vi cuando Vargas Llosa publicó el libro que mencioné, La civilización del espectáculo, que es un refrito, lo sé, del de Guy Debord (La sociedad del espectáculo) y de muchos otros estudios anteriores. Sé que se permite descalificaciones absurdas de las artes visuales contemporáneas y no entiende lo esencial del problema denunciado: se autotitula un neoliberal convencido, fundamentalista, pero se escandaliza con las consecuencias culturales del neoliberalismo. Sin embargo, dice cosas atendibles; describe fenómenos reales que tienen que preocuparnos. No podemos asumir posiciones nostálgicas; pero hay que defender la memoria cultural de la humanidad. La burguesía, que la propició y financió gran parte de esa memoria, está terminando de aniquilarla; pero, si es patrimonio de alguien, lo es sin duda de la izquierda, de la gente que cree aún en las utopías, y debemos seguirla defendiendo hasta que el planeta desaparezca. -Por otra parte, hay observaciones que nuestra vanguardia debe evaluar con cierto detenimiento. ¿Hasta qué punto, por ejemplo, las TIC están afectando los hábitos de lectura, de expresión escrita, de pensamiento? ¿La percepción que trasmite Nicholas Carr sobre cómo fue perdiendo su capacidad para «la lectura profunda» y para el propio ejercicio del pensar pertenece a una dramatizada alarma «apocalíptica» o describe un proceso genuino? Dice Carr: «¿quién podría negar que es un avance casi milagroso que, ahora, en pocos segundos, haciendo un pequeño clic con el mouse, un internauta obtenga una información que hace pocos años le exigía semanas o meses de consultas en bibliotecas? Pero también hay prue- bas de que, cuando la memoria de una persona deja de ejercitarse porque para ello cuenta con el archivo infinito que pone a su alcance un ordenador, se entumece y debilita.» ¿Será cierto eso? Creo en todo caso que los intelectuales más preparados para responder estas preguntas son los miembros de esa vanguardia emancipatoria de las TIC. -A su vez, el teórico, activista y crítico de Internet holandés Geert Lovink, profesor de la Universidad de Ámsterdam y fundador del Instituto de Culturas de Red, denuncia que la mezcla caótica de elementos que no valen la pena con otros de importancia (un rasgo esencial, como hemos visto, de todo el panorama cultural contemporáneo) está presente en los propios «motores de búsqueda» de Internet: »Con el auge de los motores de búsqueda, ya no es posible distinguir entre perspicaces percepciones patricias y el chismorreo plebeyo. (…) Hoy día un fenómeno completamente nuevo está causando alarma: los motores de búsqueda disponen en orden de acuerdo con la popularidad, no con la Verdad. (…) Pronto buscaremos y solo nos perderemos. El espectro de la sobrecarga de información ronda a las élites intelectuales del mundo. (…) No solo han hecho implosión las viejas jerarquías de la comunicación: la comunicación misma ha asumido el estatus de una agresión al cerebro.» (Geert Lovink, «La sociedad de la consulta: la googlización de nuestras vidas», nueva versión de un ensayo de junio de 2008, Denken Pensée Thought Myœl. Ezine de Pensamiento Cultural Europeo, Criterios, volumen 1, p. 52-3.) (Fíjense: la idea de la popularidad como cualidad dominante para «saltar» a los primeros puestos de los buscadores coincide casi literalmente con los pilares del universo de los «famosos».) -Lovink acusa directamente a Google de recopilar información de sus usuarios para venderla luego y rinde homenaje en el texto citado a Joseph Weizenbaum (autor de El poder de las computadoras y la razón humana, 1976). Para Weizenbaum, «El problema de Internet (…) es que se nos invita a verla como un oráculo de Delfos (…) (que) proporcionará la respuesta a todas nuestras preguntas y problemas. Pero Internet no es una máquina tragamonedas (…) para obtener lo que se quiere. La adquisición de una adecuada educación y pericia para formular la consulta correcta es esencial. (…) Escribe Weizenbaum: La posibilidad de que cualquiera ponga algo en Internet no significa gran cosa. Tirar en ella cosas al azar es tan inútil como pescar de ella al azar. (…) Desde el auge de los motores de búsqueda en los 90 vivimos en la Sociedad de la Consulta, que, como indica Weizenbaum, no está tan alejada de La sociedad del espectáculo de Guy Debord (…) [que] se basaba en el auge de las industrias del filme, la televisión y la publicidad. La principal diferencia de hoy es que se nos pide explícitamente que interactuemos…» Lovink, cit., p. 60-61. -Por supuesto, creo que la descalificación brutal de la «interactividad» por parte de Weizenbaum no puede tomarse al pie de la letra. Hay muchos ejemplos de cómo «tirar cosas al azar en Internet NO es siempre inútil», sobre todo si no se hace al azar y en especial si logramos articular los empeños de muchos. Ramonet, por ejemplo, habla de que la información de los blogs y las redes «puede ser muy buena o muy mala»; pero, al referirse a lo 63 que hemos llamado «vanguardia», dice que «hoy día, por ejemplo, las redes funcionan como un gran corrector». «Si un medio dice una enorme mentira [asegura], las redes lo van a corregir y van a difundir el error. Las redes han hecho las principales revelaciones de este tiempo. No son los periódicos, no son los medios, los que han hecho las dos grandes revelaciones de los últimos 5 años, como son Wikileaks y Edward Snowden (…). Hoy, las redes son el complemento indispensable y, en sí, un medio de información. (Entrevista para El Telégrafo, Ecuador)» 4) Las TIC y su influencia en la vida política. La Red EDH -Cuando escuchaba al periodista mexicano Pedro Miguel, de La Jornada, diciéndonos en el panel del viernes que «el escenario bélico, de confrontación» de Internet y de las TIC «es menos desventajoso para las mayorías» («los pueblos», dijo él, «tienen más chances» de hacer oír sus voces en este nuevo espacio), recordé la gestación, precisamente en México y por Pablo González Casanova y otros intelectuales vinculados casi todos a La Jornada, de una red de escritores, artistas, comunicadores, activistas y luchadores sociales para movilizar la opinión pública frente a la ofensiva armada imperial encabezada por Bush en el año 2003. Era un momento extremadamente peligroso: todavía no había señales de la resistencia irakí y los tanques norteamericanos avanzaban hacia Bagdag en una marcha triunfal, mesiánica, escoltados por sus fieles cronistas de 64 CNN. En Miami la ultraderecha de origen cubano organizaba marchas con la consigna «Irak ahora, Cuba después». En una graduación de oficiales en West Point, Bush había dicho que las fuerzas armadas de los Estados Unidos tenían que estar dispuestas a atacar de inmediato, tan pronto se les indicara, a «sesenta o más oscuros lugares del mundo». -Nunca olvidaré cuando Fidel invitó al núcleo que estaba gestando la red, y nos reunimos aquí en La Habana, en un saloncito de este mismo Palacio, con varios intelectuales cubanos, para hablar del proyecto. Invertimos varias horas discutiendo si debía llamarse «frente antifascista» (algunos pensaban que el fascismo era un fenómeno europeo, históricamente enmarcado, y que Bush y su equipo de halcones no podían clasificarse propiamente como fascistas) hasta que finalmente uno de los amigos mexicanos, Gilberto López y Rivas, fundamentó que el nombre no debía ser «anti» o «contra» algo, sino »en defensa de algo», y por aclamación quedó bautizada como red «En defensa de la humanidad». Se hizo un primer encuentro en México, en octubre de 2003, al que asistió, por cierto, el líder de un movimiento social que sería después presidente de Bolivia: Evo Morales; uno segundo en Oviedo (España), en abril de 2004; y un congreso muy trascendente, casi multitudinario, con varios cientos de participantes, en Caracas, en diciembre de 2004, presidido por el Comandante Hugo Chávez. Al año siguiente, la Red EDH participó muy activamente en los eventos paralelos a la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, cuando el ALCA (que pretendía imponer Bush) fue derrotado. -Esta red ha trabajado durante todos estos años, utilizando Internet y más recientemente las redes sociales, en el esfuerzo por interconectar a muchísimas personas y grupos que trabajan en América Lati- na y el Caribe, en España, en Francia, en Italia y otros países europeos, para mover las ideas anti hegemónicas, sin sectarismos, sin dogmatismos, sin exclusiones, en torno a los llamados «ejes temáticos» aprobados en el evento de Caracas: en defensa de la verdad y frente a la mentira mediática; en defensa del medio ambiente; en defensa de la diversidad cultural; en defensa de la soberanía y de la legalidad internacional; en defensa de la cultura y el conocimiento para todos… Ha tenido altibajos, momentos opacos y otros brillantes, como su contribución (de gran valor conceptual) a la Cumbre de los Pueblos, en Río de Janeiro (2012). Tuvimos incluso el privilegio de que Fidel se reuniera dos años consecutivos, en 2011 y 2012, en torno a la celebración de nuestra Feria del Libro, con integrantes de la Red EDH y de que nos propusiera el lanzamiento simultáneo en varias ciudades de un folleto con la transcripción de esos diálogos en formato digital. -Ha sido difícil: la derecha actúa férreamente unida cuando siente que su reinado está en peligro; la izquierda tiende por desgracia a dividirse. La maquinaria hegemónica, ya lo sabemos, legitima con su enorme poder mediático a las celebridades sin ideas y descarta a los incómodos. E impide que se unan por todas las vías a su alcance. Pero, de todos modos, sería muy estimulante para la Red EDH que algunos luchadores de las TIC se aproximaran a lo que hemos hecho desde Cuba, desde Venezuela, desde Ecuador (que convocó un interesantísimo evento de la Red exclusivamente dedicado a los jóvenes), desde Bolivia, desde los demás países del ALBA, desde el increíble Festival de Poesía de Medellín. Había un principio que Pablo González Casanova defendía con mucha insistencia: no es una Internacional; se trata de una red de redes. Se le suman redes que no pierden su identidad. La red de poetas, por ejemplo, que coordina Fernando Rendón en Medellín, se sumó. Y así lo hicieron Alex Pausides y Aitana Alberti con su Red Poesía Sur, y así lo han hecho muchas otras. Qué útil sería establecer contactos con los amigos de Argentina que fundaron su propia red social y con otras compañeras y compañeros que trajeron aquí sus experiencias. La Red En defensa de la humanidad está presente en la web con varios sitios, blogs, y está en distintas redes sociales: en Twitter, en Facebook, Google+, Youtube, y otras. -En cuanto a las TIC, hay que tener en cuenta que estos nuevos instrumentos para hacer política, para movilizar a la gente, para construir afinidades y consensos, para gestar comunidades, para mover ideas, surgen en una etapa en que los sectores políticos tradicionales han venido cayendo en el descrédito. Corrupción, mediocridad, juego sucio, falta de transparencia, golpes bajos, demagogia barata, subordinación a las grandes corporaciones, todo esto junto y mucho más, ha hecho que la política toque fondo en términos éticos. -En general es un momento en que las diferencias entre los políticos que compiten por un determinado puesto tienen más que ver con la imagen que proyectan que con sus programas o sus ideas. -Uno de los principales retos de nuestra vanguardia tiene que ver precisamente con el tema de este evento. ¿Cómo utilizar las nuevas tecnologías para propiciar la participación ciudadana y hacer política de verdad, política revolucionaria, política emancipadora? -Hay un artículo muy interesante publicado en la revista Temas de nuestro Ministerio de Cultura, de un profesor de la Universidad Sur de California, Roberto Suro, sobre la movilización que logró en el 2012 el equipo de campaña de Obama a través de las redes sociales. Se llegó a movilizar a los jóvenes votantes de entre 18 y 29 años (las dos terceras partes del voto juvenil) y esto fue decisivo para el triunfo del candidato demócrata. «La campaña de Obama (dice Suro) generó un flujo estable de contenido digital sumamente atractivo que alcanzó al público en una variedad de plataformas en línea (…), mensajes de correo electrónico, colocaciones en Facebook, mensajes en Twitter y videos en You Tube. (…) Los videos de campaña de Obama colocados en la Red fueron vistos alrededor de 133 millones de veces.» Con mucho mayor impacto, según Suro, que si se hubieran exhibido a través de la TV. Los receptores de los mensajes emitidos por el equipo de campaña se convertían a su vez en «creadores» (al incorporarles elementos de su cosecha y circularlos a su propia red) y miles de ellos terminaron siendo activistas voluntarios. «La organización política digital de Obama (…) imprimió en los participantes la sensación de involucrarse en algo diferente, de hacer algo por vez primera, de estar a la vanguardia. Y así, aunque estaban sirviendo a los intereses de alguien en el poder y de un partido político profundamente enredado con la élite de negocios y de los medios (…), los soldados digitales de a pie podían sentirse como si fuesen rebeldes, gente de afuera.» «El contenido en línea fue diseñado específicamente para hacer que los receptores se sintieran tentados a compartirlos con sus amigos.» Se utilizó el humor y fue una campaña «inspiradora en su tono, alentadora e inexorablemente positiva porque se estimó que un material así tenía muchas más probabilidades de ser compartido». El monitoreo sistemático del «centro» le proporcionó información continua sobre qué mensajes eran mejor acogidos. La red estaba diseñada además «para permitir que el centro le inyectara contenido en múltiples puntos al flujo de información». Por otra parte, Suro reconoce que «Lo que mostró la campaña de Obama fue que, en la sociedad de la información, la calidad del contenido es importante, pero no decisiva». Aunque se diferenció de otros modelos tradicionales, muy sucios y a menudo escandalosos, de búsqueda de apoyo y financiamiento electorales, Suro reconoce que «Esto no quiere decir que Internet haya acabado con el clientelismo, la corrupción y la compra de influencias. En lo absoluto. El dinero sigue contando y los empleos siguen siendo la moneda de cambio de la lealtad. (…) Por lo tanto (se pregunta), ¿cuál es, entonces, el producto final de esta nueva forma de activismo político? ¿Cuánto está cambiando la sociedad de la información los modos en que se practica la política? ¿Acaso todo esto es apenas un poco más de la sobrexpectación que asociamos al último aparato o software?» -Debo decir que este analista me pareció muy honesto: aunque se confiesa deslumbrado por la campaña digital de Obama, por su novedad, por su originalidad, aunque exagera a mi juicio los aportes personales con que los receptores-creadores-difusores pudieron enriquecer los mensajes del «centro», Suro se ve obligado a describir cómo se diseñaron esos mensajes «optimistas», con un toque de humor, concebidos para gustar a los jóvenes e incitarlos a su circulación. Tampoco oculta el papel decisivo del «centro» y su pertenencia orgánica al sistema. Y lo que siempre ha sido el fundamento de ese sistema: el dinero. 65 -Por otra parte, recordemos la alerta de un grupo de especialistas de la coalición Just Net («Por un Internet Justo y Equitativo») sobre la influencia directa que han logrado o pudieran lograr las redes sociales en los resultados electorales: «¿Cuánto poder tendría, en una campaña electoral, o en un momento crucial de decisión gubernamental, un Facebook desregulado, armado con datos masivos sobre gran parte del electorado, y con el control sobre los algoritmos que determinan lo que este electorado ve en su suministrador de noticias?» (www.justnetcoalition.org) -Recordemos el papel de «sargento político» que le tocó desempeñar a Bin Laden cada vez que la popularidad de Bush bajaba. Siempre aparecía un video muy oportuno y satánico del líder de Al Quaeda donde amenazaba con volar en pedazos a la mitad de Estados Unidos. (Una aclaración: un «sargento político» en nuestra carnavalesca república neocolonial era una especie de «recaudador de votos» con métodos muy personales de persuasión, compra, chantaje.) -Ahora, luego de echar un vistazo a la experiencia de Obama y teniendo en cuenta estas alertas, volvamos a la pregunta anterior: ¿cómo utilizar las nuevas tecnologías para propiciar la participación ciudadana y hacer política de verdad? Ya sabemos que se han usado para la politiquería, para vender un candidato, una imagen, un par de slogans vacíos, alguna promesa de las que se lleva el viento. Pero aquí hablamos de otra cosa. -Díaz-Canel abordó el tema en 66 la clausura del primer Taller Nacional de Informatización y Ciberseguridad, en febrero de este año: «Internet (…) impone desafíos a las formas hasta ahora prevalecientes de organización y participación social. El socialismo le otorga un lugar preferencial al derecho a la información como condición para el pleno ejercicio de la crítica y la participación del pueblo. Internet plantea desafíos a las formas tradicionales de comunicación social, al uso de los medios de comunicación, al papel de los individuos en el espacio público y exige la existencia de políticas, normas y formas de funcionar nuevas (…) para garantizar ese derecho. Internet, además de un espacio de acceso a la información, es un espacio para la comunicación social, la cooperación, la asociación y el trabajo en sus más variadas manifestaciones y como tal debe favorecerse.» -En esa ocasión, dejó establecida con total claridad la posición de Cuba en torno a las nuevas tecnologías, algo que en este evento se ha ratificado por otras autoridades cubanas. Insistió allí en «la determinación de la dirección de la Revolución en llevar a cabo un proceso de informatización de la sociedad, masificando el uso de las TIC, satisfacer las necesidades crecientes de información y servicios, elevar el bienestar de la población, acelerar el desarrollo económico y social y dar a conocer las razones de Cuba y nuestra verdad en la red». Señaló que se garantizará «el uso seguro y amplio de Internet de manera inclusiva en función del desarrollo del país. El Estado trabajará para que este recurso esté disponible, accesible y costeable para todos». «La estrategia para su acceso [añadió] debe convertirse en un arma fundamental de los revolucionarios para lograr la participación social en el proyecto de sociedad que queremos.» -Como puede verse, hay diferencias sustanciales entre un uso coyun- tural de las TIC para la movilización política, basado en ciertas habilidades, en ciertos trucos, en aspectos más formales que de contenido en el diseño de los mensajes, en lo que Suro llama «sobrexpectación» ante un nuevo dispositivo o un nuevo software, y las bases conceptuales que explicó DíazCanel. La participación real de nuestros ciudadanos, su ejercicio sistemático y comprometido de la crítica revolucionaria, la convocatoria transparente (nunca manipuladora) al debate y a la intervención en los procesos para alcanzar el socialismo próspero y sostenible que nos hemos propuesto, son características del modo en que Cuba se ha venido apropiando de las TIC y de cómo aspiramos a convertirlas en un instrumento democrático genuino y no engañoso. -Para nosotros no se trata de darle una utilización pragmática, instrumental, al uso de plataformas digitales, es decir, concebirlas únicamente para facilitar transacciones financieras o hacer más visibles nuestras instituciones o aprovechar las redes para gestionar más eficientemente determinados servicios. De lo que se trata es de pensar la tecnología como un proceso que, integrado a la economía, la política y la cultura, sea parte esencial del desarrollo de la sociedad y del crecimiento (intelectual, profesional, espiritual, político) de los seres humanos. 5) La influencia de la industria hegemónica del entretenimiento en Cuba y su coincidencia con proyectos subversivos -Todos los elementos nocivos para la inteligencia, para nuestros valores, para nuestra identidad cultural, que caracterizan a la industria hegemónica del entretenimiento, tienen una fuerte presencia hoy en Cuba. Por supuesto, nuestro criterio para enfrentar este desafío no tiene nada que ver con censuras ni prohibiciones. Aparte de que ya es una verdad suficientemente verificada que prohibir algo equivale a contribuir de inmediato a promoverlo, las nuevas tecnologías convierten esa pretensión en algo inútil. -Esta guerra de símbolos, esta guerra cultural, de valores e ideas, tenemos que ganarla dentro del individuo, en su tejido espiritual y moral, en su intelecto, en su comprensión cabal de quién es, dónde habita y qué aspira para su país y para la humanidad. Y es de vida o muerte para nosotros ganarla entre los jóvenes que nacieron y se formaron en medio de las gravísimas limitaciones materiales del Período Especial y no conocieron la Cuba capitalista. -Sobre nosotros coinciden la campaña universal de «globocolonización» al decir de Betto y proyectos específicos de subversión. Tienen obviamente muchos puntos en común; porque la «globocolonización» aspira a liquidar toda resistencia frente al gobierno mundial de las corporaciones y a conducirnos a la aceptación del capitalismo como el sistema «natural» e inevitable de organizar la sociedad y las relaciones entre seres humanos. -El proyecto a escala global se propone desmantelar cualquier forma de pensamiento crítico que surja en los jóvenes, incorporarlos al sistema o hacerlos derivar hacia un cinismo inocuo, apartar su atención de los problemas sociales, llevarlos a seguir creyendo en el mito de Rockefeller y en la leyenda de Cenicienta, a fantasear sobre el golpe de suerte que los sacará de las sombras y los conducirá hacia una recompensa dorada. La lotería, el matrimonio con un príncipe o una princesa azules o también dorados, una herencia imprevista, la victoria de tu caballo o de tu perro en las carreras, el empleo prometedor de un ascenso vertiginoso, la visita inesperada del Hada Madrina o del Ángel de la Guarda o de un amigo de la infancia que se ha vuelto millonario, el éxito en una audición para actuar en una película y dar el primer paso hacia el club de las estrellas, cualquiera de los miles de caminos que pueden tomar los «elegidos». -El proyecto de subversión específico contra Cuba incluye todo el plan anterior, con un énfasis particular en la promoción de un ideario anticomunista, antipatriótico, anexionista, que conduzca a pensar en la restauración del capitalismo en nuestro país como sinónimo de progreso y desarrollo. -Hay un artículo de Rosa Miriam Elizalde, precisamente en el número de la revista Temas que les mencioné, que es excelente: «La glasnost: paradoja en la era de la Web 3.0». Allí Rosa Miriam revela varios antecedentes de los proyectos de nuestros enemigos de utilizar las nuevas tecnologías contra la Revolución. Habla del Grupo de Trabajo para la Libertad de la Internet Global (GIFT), que fue creado en febrero de 2006 por Condoleezza Rice y se planteó entre sus objetivos principales monitorear a Irán, China y Cuba las 24 horas del día para crear herramientas «contra la censura». Hillary Clinton revitalizó el GIFT «como foro para abordar las amenazas a la libertad de Internet en todo el mundo» y «desafiar a los gobiernos extranjeros que practican la censura y la vigilancia». El GIFT estuvo vinculado activamente a la llamada revolución verde iraní, una campaña a través de Twitter contra las elecciones en Irán. Se demostró que de los 10 mil usuarios de esa plataforma que enviaron mensajes durante la «rebelión» solo cien estaban ubicados en el país islámico. Este Grupo de Tareas recibió en 2010 el nombre de NetFreedom y sigue siendo clave para dar fondos, construir líderes locales y generar proyectos contra Cuba en el espacio digital. El proyecto ZunZuneo (una operación encubierta del gobierno de los Estados Unidos contra nuestro país develada por la agencia de prensa AP) muestra las fórmulas de este tipo de plataforma ilegal: crear, sin alertar a sus usuarios, una base de datos potente que segmenta a la población, identifica entre multitudes a aquellos propensos a movilizarse para el cambio de sistema político y activarlos en momentos de conflicto. -Rosa Miriam profundiza en este artículo en las diferencias radicales que separan a la Revolución Cubana de aquel socialismo europeo que, para emplear la expresión tan gráfica de Fidel, «se desmerengó». Sin embargo, nos alerta con mucha lucidez y muchos argumentos sobre cómo no podemos descuidar, incluso en medio de la batalla económica, el terreno de «la subjetividad». «A diferencia de la Isla (dice Rosa Miriam), bajo influencia de la industria cultural de EEUU y con un notable número de emigrados cubanos en ese país, la URSS se había cerrado a cal y canto a la influencia occidental, mientras excluía de sus instituciones políticas todo instrumento teórico que resaltara la importancia de la subjetividad.» Y cita a Julio García Luis: la comunicación social fue «el punto neurálgico más débil por donde se abrió paso la estrategia de desmontaje político y moral de la sociedad soviética…» -En este punto es inevitable recordar a Gramsci (un marxista considerado heterodoxo en el llamado «socialismo real») y sus ideas acerca de la hegemonía cultural. Sin ella, sin esa hegemonía cultural, aunque las fuerzas anticapitalistas 67 tengan el poder político, económico y militar, todo termina siendo frágil y reversible. Por fortuna, Martí fue gramsciano antes de que naciera Gramsci, y Fidel, Raúl y la generación del Centenario lo fueron, aunque quizás no por lecturas directas, sino por la vía martiana. «Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras», dijo Martí, algo que Gramsci hubiera suscrito sin dudarlo. «Toda Revolución es hija de la cultura y de las ideas», dijo Fidel, y Gramsci le hubiera dado enseguida la razón. De ahí que la transformación de la sociedad cubana que comenzó en enero de 1959 se acompañó de la alfabetización del ciento por ciento de la población, de la fundación de la Imprenta Nacional y la publicación de miles y miles de libros, de cubrir el país de escuelas y maestros. Para transformar la sociedad había que transformar al ser humano y la única vía para hacerlo eran la educación y la cultura. -Martí fue uno de los más trascendentes pensadores de la descolonización de todos los tiempos y, aunque obviamente no llegó a conocer las TIC, nos dejó un instrumental magnífico para apropiarnos de ellas y utilizarlas a plenitud de una manera descolonizada. Como mismo ocurre en el orden político y económico, debemos promover, Cuba, el ALBA, la CELAC, otros actores progresistas de la comunidad internacional, la difusión de un pensamiento descolonizador sobre el uso de estas tecnologías. Eso y la promoción del uso de Internet en beneficio de los que menos tienen, es lo que esperan los pueblos de 68 nosotros. Internet es un derecho social que debemos promover para todos. Tenemos que rechazar la pretensión de aquel que por tener mayor poder adquisitivo pueda considerarse con mayor derecho. Como dijera en la inauguración de este evento Abelardo Moreno, «Debemos apostar por un uso de las TIC que promueva la solidaridad social, el compartir y cooperar, valores que deben estar asociados a la sostenibilidad económica, cultural y política de nuestras naciones». -Cuba cuenta con el acceso masivo al conocimiento y la cultura de sucesivas generaciones, que forman parte de las reservas de capital humano de la Isla, para estar a la ofensiva en estos nuevos escenarios. Tenemos que construir un socialismo digital, no la imitación del internauta como consumidor enajenado. Hay que acompañar el reto tecnológico con el desafío cultural, y enfrentar ambos reforzando una conciencia crítica colectiva, con la participación de todos los ciudadanos. Como decía Díaz-Canel en el Taller Nacional ya mencionado, estamos aplicando en esta área el estilo de siempre de la Revolución Cubana: la convocatoria al debate, a la consulta popular, al análisis entre todos. Las cifras de participantes en ese Taller, por vía de los foros online y en los encuentros presenciales, fueron de varios miles. Aquella recomendación capital de Weizenbaum sobre la «educación» y la «pericia» indispensables para buscar en Internet tenemos que convertirla en un patrimonio masivo de nuestro pueblo, en una brújula para todos. -En Cuba Internet debe ayudar a hacer nuestra sociedad más dinámica, eficiente, participativa y justa. Vemos Internet como una herramienta al servicio del desarrollo humano sostenible del país y de su inserción efectiva en el concierto de naciones. Nuestra estrategia de acceso está siendo diseñada sobre la base de la más amplia participación, a partir de las prioridades del país y de la búsqueda de la soberanía tecnológica. Internet debe ponerse en función de la defensa de la identidad y de la cultura nacional y de la apropiación por parte de los cubanos del patrimonio cultural y científico del mundo. Dará cada vez más un apoyo decisivo a la promoción internacional de los frutos del capital humano formado en todos los campos por la Revolución. 6) La Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información de 2003. Breve recuento -Hace más de once años de la primera fase de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI) realizada en Ginebra en diciembre de 2003, en la que por vez primera el debate acerca de estos asuntos dejó de ser estrictamente técnico para convertirse en político y despertar el interés de la comunidad internacional. -Esta Cumbre se destacó por el choque entre representantes de los gobiernos de los países ricos y el bloque de países llamados «en desarrollo». El bloque del sur se pronunció por «ahondar en el intercambio del conocimiento tecnológico entre los pueblos como un método más adecuado para el desarrollo de una Sociedad de la Información democrática e incluyente». En cambio, los gobiernos de los países ricos, guiados por Estados Unidos, exigieron «mantener el control absoluto y egoísta sobre la tecnología a través de las leyes de propiedad intelectual. (…) Para nosotros (es decir, para el Sur) restaría el papel de consumidores tecnológicos y de productos enlatados producidos en el norte del planeta, privando a nuestras universidades, centros de investigación, empresas privadas, gobiernos y población de tener dominio y conocimiento de la tecnología que está (o debería estar) siendo diseminada.» «Defendieron que el mercado debería imponer las reglas de la inclusión digital, o sea, quien tiene dinero para pagar y comprar de las grandes empresas monopolistas del hemisferio norte podrá participar de la sociedad de la información. Los demás deben aguardar su hora en la larga fila de los excluidos digitales. Todos estos puntos tuvieron un desenlace ambiguo y contradictorio, fruto de las duras negociaciones diplomáticas.» (Marcelo D’Elia Branco) -Hay consenso en calificar de trascendente la «Declaración de la sociedad civil» en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información de 2003, que tuvo como título «Construir sociedades de la información que atiendan a las necesidades humanas». Eso, colocar al ser humano en el centro de los debates y examinar «las regulaciones y prácticas de las TIC (…) y su conformidad con (…) los derechos humanos», como el derecho a la libertad de expresión, asociación e información, a los que añaden el derecho al desarrollo, a la educación, a la salud, a la alimentación, a la vivienda. Las TIC deben favorecer el respeto y el ejercicio de los derechos de los pueblos y contribuir a una distribución más equitativa de los recursos y a la eliminación de la pobreza. Los conocimientos, la creatividad, la cooperación y la solidaridad humanos deben ser considerados principios esenciales; y los recursos del conocimiento, información y comunicación, reconocidos y protegidos como patrimonio común de la humanidad. Respecto a la gobernanza de Internet, la sociedad civil se manifestó en contra de un gobierno mundial diseñado para proteger los intereses de corporaciones. -En la segunda etapa de la Cumbre, en 2005, en Túnez, se acordó que, cualesquiera que sean los mecanismos de gobernanza que se establezcan, deberán ser multilaterales, democráticos y transparentes y hacerse con la plena participación de los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y las organizaciones internacionales. -Las grandes corporaciones estadounidenses dominan casi todas las áreas de Internet: desde la infraestructura base, el comercio electrónico, el mercado publicitario, los buscadores y el almacenamiento de datos. A ellos les interesa un mercado desregulado, con leyes de propiedad intelectual muy estrictas, en oposición a acuerdos internacionales que establezcan normas para su funcionamiento en defensa del interés público. -Si en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información 2003 se decidió que las cuestiones de política pública de Internet competen como derecho soberano a los Estados, en el 2005 se da un paso atrás y se señala que las políticas públicas internacionales relacionadas con Internet deben desarrollarse «por consenso y con la participación de todos los actores» o sea los «multistakeholder». Existe un acuerdo amplio de que la participación «multisectorial» en la gobernanza es vital; pero no está claro qué puede significar esto. -El sistema multisectorial (multistakeholders) debe ser democrático, transparente y responsable y no hay ninguna garantía que así sea. Muchas ONG han sido cooptadas por intereses transnacionales y va siendo costumbre que las grandes empresas participen al mismo nivel que los gobiernos, e incluso con más protagonismo, y en los debates de la sociedad civil los más desposeídos quedan marginados. -En abril de 2014 en Sao Paulo se celebra la «Reunión Multisectorial Global sobre el futuro de la Gobernanza de Internet» (NETmundial). El objetivo del encuentro fue elaborar principios sobre este tema y proponer un camino a seguir. De una manera un tanto arbitraria, allí se decidió qué criterios incluir o no de los planteados por los participantes en el documento final. Se mantienen las indefiniciones esenciales. 7) Este evento -Las ricas discusiones de este evento nos reafirman la validez de muchos de los reclamos que se han venido haciendo desde la Cumbre del 2003, sobre todo los relacionados con la eliminación de la brecha digital, un espejismo que oculta la brecha primigenia: la del desarrollo, la que nos ratifica la urgencia de un nuevo orden económico internacional más justo y sustentable. -El debate sobre el uso de las TIC resulta imprescindible y nos involucra a todos, a toda la sociedad, a todas las instituciones, a todos los ciudadanos. -En el desarrollo y manejo de Internet en el mundo prevalece un modelo neoliberal que impulsa la privatización y comercialización. Se trata de un contexto donde unas pocas empresas estadounidenses ostentan un dominio monopólico, y el propio Gobierno de los Estados Unidos controla algunos de los nodos más importantes de la red. Estos dos poderes son los que definen hoy la forma en que se usa y controla Internet. -Ante el actual escenario, resulta imprescindible promover alternativas en el uso de las TIC que generen redes de conocimiento a nivel regional e internacional que contrarresten las prácticas hegemónicas en el ámbito digital. -A causa de la actual gobernanza de Internet, han tomado fuerza amenazas que pueden provocar conflictos muy graves: el empleo de 69 las tecnologías de la información y las comunicaciones como arma de guerra, el ataque a un Estado a través de un tercero y la promoción del racismo, del odio más violento, del terrorismo, del nuevo fascismo. El uso hostil de las TIC con el propósito declarado o encubierto de subvertir el orden jurídico y político de los Estados, es una violación de todas las normas reconocidas en esta materia. La cooperación mancomunada entre todos los Estados es el único camino para prevenir y enfrentar tales peligros. -Internet y las TIC deben ser objeto de regulaciones compatibles con el Derecho Internacional, la soberanía de los Estados, los derechos de las personas y las normas de convivencia reconocidas mundialmente. -Cuba apoya la adopción de un mecanismo intergubernamental que permita a los países cumplir en igualdad de condiciones su papel y responsabilidades en las políticas relativas a la red de redes. -Tiene que ser un empeño de todos los gobiernos lograr en un futuro cercano que Internet sea (como la CELAC ha propuesto para nuestra región) una zona de paz y no un teatro de operaciones militares. Hay que han llegado a expresar, incluso, la posibilidad de responder a los ataques cibernéticos con armas convencionales. Por tanto, llegar a acuerdos de ciber seguridad debe ser una meta y un punto de convergencia y cooperación entre los Estados. -Debemos avanzar hacia la obtención de una cultura de Ciberseguridad sólida, con acciones de adiestramiento y sensibilización que 70 permitan a los ciudadanos y organizaciones tomar conciencia de la importancia de la seguridad de la información y del empleo responsable de las nuevas tecnologías y de los servicios de la sociedad del conocimiento. Se trata de un tema que no puede ser función exclusiva de los órganos especializados de la defensa, ya que por sus implicaciones tiene que ser asumida conscientemente por todos los usuarios de las TIC. -El área de las comunicaciones cubanas es una de las más sensibles para el país y ha sido y es blanco de todo tipo de ataques. Junto al daño económico causado por la política de hostilidad de Estados Unidos, se suman las violaciones de nuestro espacio radioelectrónico y el uso de las TIC para promover la desestabilización. La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, ETECSA, ha venido denunciando envíos masivos de mensajes no deseados desde EEUU hacia la red de telefonía móvil de la Isla. No solo provinieron de la ya referida red ZunZuneo, sino de otros proyectos gubernamentales estadounidenses para el «cambio de régimen». Estas acciones violan las leyes que regulan las comunicaciones, tanto en Cuba como en Estados Unidos. Todo lo anterior contrasta con la negativa a nuestro país, por parte de las autoridades estadounidenses, del acceso a equipamiento, tecnología, conexión a las redes, cables de fibra óptica que rodean la Isla y otros recursos. -En este evento se han resaltado conceptos muy importantes, que tienen que ver con los principios de Cuba (compartidos, como se hizo explícito, por delegados de otros países) en su política de informatización, auténticamente democrática, inclusiva, avanzada. Se habló de la necesidad de alcanzar la soberanía tecnológica y de diseñar nuestras propias plataformas para no depender de los poderosos. Un compañero de Argentina, que ha fundado con un grupo de amigos (de amigos de verdad, no como muchos «amigos» de Facebook) una red social independiente, recordó la fábula del pequeño David enfrentado a Goliat, el gigante, el monstruo al parecer invencible. Esa fábula para los cubanos (que por las leyes de la geopolítica parecíamos destinados a subordinarnos al Imperio del Norte) es muy entrañable: Martí la hizo suya; después la usaron muchos otros patriotas dignos; y, por supuesto, la usó Fidel. En nuestro país vamos a trabajar muy duro por acceder a Internet y a las redes sociales para beneficio de David y de su pueblo, no para servir a Goliat. -Se habló de cómo a pesar de las Cumbres de la Sociedad de la Información que se han realizado, de los compromisos y promesas y de los reclamos de la sociedad civil y de los movimientos sociales, la llamada brecha digital entre países ricos y pobres se ha ido haciendo mayor. Hay que exigir en todos los espacios a nuestro alcance erradicar esa brecha digital, que es un reflejo directo del orden mundial injusto que se ha impuesto al planeta. -Como han expresado los máximos dirigentes de Cuba, y reiteró el viernes aquí el secretario del Consejo de Informatización y Ciberseguridad Senén Casas, el gobierno cubano se opone enérgicamente al uso del ciberespacio como un polígono de guerra y como plataforma para la subversión política, y ha expresado claramente que jamás nuestro gobierno ejercerá de manera unilateral acciones de este tipo contra otros Estados. -Debemos mantener activos los mecanismos para la protección, con un análisis exhaustivo de las vulnerabilidades en nuestros países. -Aunque no pude estar todo el tiempo que hubiera querido en el evento, sus organizadores me han comentado la calidad y profundidad de los debates que se han suscitado en estos tres días de Conferen- cia. También me hablaron de la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas que tendrá lugar en diciembre de 2015 para revisar los acuerdos de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, y, intercambiando con ellos, surgió la idea de enviar la Relatoría de este evento al Secretario General de las Naciones Unidas para que sea incluida como una contribución para esa Reunión de Alto Nivel. Y en- viársela también al Presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo y al Secretario General de la UIT. -Resulta evidente que el ámbito de las nuevas tecnologías está contaminado inevitablemente del cúmulo de plagas de este siglo XXI, hegemonismo imperial, manipulación informativa, crueles privatizaciones, miseria en las mayorías y egoísmo fatuo y enloquecido de las élites, irracionalidad consumista y suicida, insensibilidad, morbo, banalidad, vacío espiritual. No obstante, utilizadas con responsabilidad, con ética, con sentido de la justicia, con humanismo, las TIC son un importantísimo factor de transformación para sociedades que promuevan el conocimiento, la innovación productiva y sustentable y la mejora de la calidad de vida de la población. 71 D · O · C · U · M · E · N · T · O · S Hacia el XXX Encuentro Nacional de Mujeres Debatir y construir unidad para la consolidación del movimiento de mujeres en su rol político e histórico en el movimiento popular, como un verdadero aporte para la descolonización del patriarcado y la liberación de nuestro pueblo. E ste XXX Encuentro es una muestra de su consolidación que año a año va creciendo en participación y protagonismo desde todas partes del país. Tres décadas en que el movimiento de mujeres fue logrando mayor grado de organización y alcance de su acción con la instalación de temas de agenda que hoy son ley en nuestro país. Tal es el caso de la Ley de Protección Integral a las Mujeres, la de Identidad de Género, el Matrimonio Igualitario, el Pro- 72 grama Nacional de Educación Sexual Integral, el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, como así también el Fallo de la Corte Suprema a favor de que se cumpla con lo establecido acerca del Aborto No Punible. También el invalorable aporte al cambio cultural y político en la lucha contra el patriarcado. Que nos falta, claro que nos falta, empezando por la aplicación de estas conquistas alcanzadas, principal- D · O · C · U · M · E · N · T · O · S mente en materia presupuestaria, que impide el desarrollo pleno de nuestros derechos. Hoy podemos hacer un importante balance de la acumulación histórica de estos 30 años de encuentros. Ante un mundo que se debate entre la crisis descomunal que hoy atraviesa el capitalismo y que enluta a los continentes víctimas de la atrocidad del imperialismo y el Continente de la Esperanza, Nuestra América, que se alzó y echó a andar por la unidad y la integración de los pueblos y la región, la justicia social, la paz, la lucha contra la pobreza y el neoliberalismo, que no es otra cosa que el antimperialismo, debemos señalar que dichos procesos se han dado no sin contradicciones. Al contrario, es un desafío aún consolidarlos sobre estos pilares principales de la unidad y la integración, en el sentido en que lxs comunistas y revolucionarixs lo entendemos, sobrellevando las crisis a las que hoy nos someten la acción del imperialismo en nuestros territorios y las propias limitaciones de dichos gobiernos y procesos. Para abonar en las tareas y desafíos revolucionarios en el continente, el rol del movimiento de mujeres, particularmente en nuestro país –si bien ha sido sustancial– debe avanzar en su desarrollo. En este sentido, nuestra agenda estratégica debe incorporar temas cruciales como la paz en la región; el compromiso de todos los Estados en la eliminación de la trata de personas, flagelo que tiene como principales víctimas a las mujeres y niñxs; los femicidios crecientes, y en muchos casos organizados desde las mafias del narcotráfico, que viene haciendo estragos en nuestros países, logrando el propósito de sometimiento brutal que empieza con la disciplina del miedo que destroza cuerpos de mujeres; la legalización del aborto, aunque la decisión del Papa de perdonar el pecado de abortar parezca un atenuante e instale el debate en los medios, la realidad es que la iglesia sigue teniendo el control sobre nuestros cuerpos y nuestra moral. Hasta que los Estados laicos no respeten plenamente nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestra vida, las mujeres seguimos siendo colonizadas. Debemos fortalecer y desplegar nuestro rol en el movimiento popular, superando nuestras propias contradicciones, que son las mismas que atraviesan los pueblos que están dando pelea en la defensa y por la profundización de los procesos en curso. Venimos de esa maravillosa expresión popular en las calles del país, «Ni Una Menos», que además tuvo repercusión en la región y en el mundo. Desde distintos sectores y realidades sociales, nuestro pueblo se movilizó en la lucha contra la violencia patriarcal y el femicidio, teniendo como protagonistas a las mujeres constituidas como sujetas activas de su realidad, la gran mayoría por primera vez en las calles, en las plazas, en los lugares públicos del que hemos sido privadas durante siglos. En la vereda opuesta tenemos a la derecha que va mostrando su capacidad de daño y también su acumulación, con una marcada solidez y voracidad destructiva a la hora de avanzar contra las conquistas populares. Por ello se hace imperiosa la construcción de poder popular para aportar a resolver la contradicción principal que nos atraviesa y se hace presente también en la lucha electoral, impedir que se instale la restauración conservadora. Las mujeres en el movimiento obrero y el territorio somos una parte fundamental involucradas por la agenda pendiente, y su empoderamiento es el motor para que nuestros derechos sean conquistados. Las mujeres trabajadoras seguimos siendo víctimas de las enormes desigualdades de oportunidades y derechos en el ámbito laboral, como así también de todas aquellas conquistas alcanzadas que aún hoy no llegan a miles y miles de mujeres, porque dichas leyes no tienen una aplicación efectiva. El acceso a la salud, la educación, la vivienda y el trabajo deben ser nuestra bandera por la dignidad y la lucha contra el patriarcado. Nuestro Partido asume la batalla contra la derecha y el imperialismo en alianza electoral en el Frente para la Victoria, pero a la vez en disputa por la radicalización y profundización del proceso político. Tenemos como candidato al Parlasur a nuestro Secretario General Patricio Echegaray, que lleva adelante una propuesta programática para la región con perspectiva de género, por la paz y la solidaridad entre los estados y los pueblos, para que el imperialismo no siga hostigando con sus bases instaladas en la región, ni existan más presos y presas políticas como hoy ocurre principalmente en Colombia y Paraguay. Las comunistas somos parte del «Frente de Mujeres Nacional y Popular», junto a compañeras de diferentes organizaciones del FpV, con el objetivo de sumar esfuerzos y voluntades para construir enfoques, acciones y planes en común que nos lleven a la conquista efectiva de los derechos aún vulnerados. Uno de ellos que hemos mencionado como de carácter estratégico es la legalización del aborto. Su penalización aún presente responde a la condición de colonización sobre nuestros cuerpos, y a través de dicha colonización se sostiene el sistema patriarcal, como así también es funcional a todas las formas de dominio que ejerce el imperialismo sobre los territorios del mundo. 73 D · O · C · U · M · E · N · T · O · S A 65 años de los asesinatos de Jorge Calvo y Ángel Zelli D urante la mañana del 3 agosto, en la víspera de cumplirse 65 años del asesinato de los ca maradas Jorge Calvo y Ángel Zelli en un local partidario de Quilmes, en la provincia de Buenos Aires, una delegación de la dirección nacional del Partido Comunista junto a Amado Heller, sobreviviente del atentado terrorista, se hizo presente en el Archivo Nacional de la Memoria, ubicado en el Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos, Ex ESMA. Allí se hizo entrega al secretario ejecutivo del archivo, Ramón Torres Molina, de una carpeta con documentación periodística, publicaciones diversas y vídeos con entrevistas a sobrevivientes del atentado. Jorge Calvo, de tan sólo 33 años, había sido recientemente promovido al Partido asumiendo la secreta- ría política de la provincia de Buenos Aires, luego de haber sido Secretario General de la Federación Juvenil Comunista en el orden nacional. Jorge cayó herido de bala junto a otros camaradas cuando planeaban acciones para repudiar el envío de tropas a Corea. En ese momento una patota nacionalista y fascista atacó a balazos el local que fue defendido heroicamente por los camaradas que con sus cuerpos resguardaron la vida de muchos otros y otras. Hoy los comunistas seguimos reivindicando a la juventud obrera y revolucionaria que milita para seguir cambiando el mundo. Publicamos a continuación el texto de la presentación realizada. Buenos Aires, 3 de agosto de 2015 Señor Director del Archivo Nacional de la Memoria Doctor Ramón Torres Molina (Atención Dirección Fondos Documentales) S / D De nuestra más alta consideración: Amado Floreal Heller (nacido 10-1-1930, DNI Nº 5.566.235, ddo. en Felipe Vallese Nº 1080 de esta Ciudad, Tel. 3971-1615, vicepresidente del Consejo Editor de la Asociación Civil, Cultural y Biblioteca Popular «Tesis 11»), y Patricio Eduardo Echegaray (nacido 17-10-1946, DNI Nº 7.948.249, ddo. en Entre Ríos 1039 de esta Ciudad, Tel. 4304-0066/8, Secretario General del Partido Comunista de Argentina), a Ud. muy respetuosamente manifestamos: Que venimos desde dos diversas corrientes del pensamiento y de la militancia, a converger para presentarnos a la luz del Decreto 1259/03 de creación del Archivo Nacional de la Memoria, a fin de proporcionar elementos históricos (testimoniales y piezas de hemeroteca) referentes a un hecho de gravísima vulneración a los Derechos Humanos, ocurrido 65 años atrás, e insuficientemente estudiado hasta el momento y en la más absoluta impunidad; con anhelos de su publicidad y clasificación orgánica estatal. Amado F. HELLER, abajo firmante, fue cabal protagonista en el hecho de marras, recibiendo en su decurso 4 impactos de arma de fuego sobre su masa encefálica, cuello y ambas manos, manteniendo hasta hoy un proyectil y 3 esquirlas metálicas de munición dentro de su cerebro. El hecho sucedió el día 4-8-1950, en ocasión de una reunión de cuadros provinciales de la Federación Juvenil Comunista (bonaerense), en el local del Partido Comunista de Quilmes, sito en H. Yrigoyen N° 845. La misma se realizaba con la especial asistencia del Secretario General de la Provincia de Buenos Aires del Partido, compañero Jorge CALVO, atento a la relevancia de los tópicos a abordar en la misma. 74 D · O · C · U · M · E · N · T · O · S A las 22 hs. de ese día arribaron inesperadamente un conjunto de automóviles, de los que descendieron hombres armados vestidos de civil, ingresando 7 u 8 de ellos por los fondos de la finca saltando sobre un muro de concreto y esgrimiendo pistolas de guerra y una ametralladora, gritando su pertenencia «a la Policía». Cuando el Secretario General de la Juventud, Jorge BERGSTEIN, les pidió que exhiban las pertinentes credenciales, uno respondió señalando su arma: «Esta es nuestra credencial». Tomaron aprisionado al responsable encargado del local Pedro Ángel ZELLI (dirigente textil), mientras desmayaban con cloroformo a su cónyuge e hija. Encañonaron con sus armas, revelando en todo momento que eran ciertamente policías (organizados y entrenados) y no una simple sumatoria de elementos patoteriles reclutados. Obligaron a los presentes a «alinearse» en el fondo de la sala de reunión, y entonces todos tuvieron la cabal impresión de que serían ejecutados con una ráfaga de ametralladora. Jorge Calvo dio la orden de resistir, por lo que se abalanzaron sobre sillas y ceniceros para arrojar a los atacantes, a lo que éstos respondieron con innúmeros disparos que causaron la muerte de Calvo (miembro del buró nacional del Partido) y de Pedro Ángel Zelli, quedando heridos gravemente Heller y Bergstein, que recibió dos disparos de munición de guerra en su pierna, perforándole el nervio ciático. Ante la imprevista resistencia, los incursores resolvieron la retirada, dejando aproximadamente 90 vainas servidas dentro de la sede, además de las que dejaron en la calle los hombres que habían quedado afuera en apoyo y que también dispararon contra el local para poder retirarse. Pese al estrépito ocasionado por tamaño tiroteo, la Policía de Quilmes demoró bastante en llegar. El Oficial LARRAURI que encabezaba el grupo policial, parecía más bien hallarse «satisfecho» por los resultados del atentado terrorista. Este episodio jamás fue investigado, ni individualizados sus autores, y mucho menos castigados. Heller nunca fue citado a prestar declaración y Bergstein solamente tuvo una visita policial en la clínica donde se reponía, sin trascendencia procesal alguna. Un periodista que tiempo después quiso historiar el acontecimiento, arribó a la conclusión de que en el Poder Judicial de La Plata no existe causa penal alguna al respecto. Cabe destacar también que en el momento de los hechos, el Policía que custodiaba la cuadra y que solía ubicarse cotidianamente a metros del local, brillaba por su ausencia, dando la clara impresión de «zona liberada». 75 D · O · C · U · M · E · N · T · O · S Para dar idea de la trascendencia social del hecho, recordaremos que el acompañamiento de los cuerpos de las víctimas fatales tuvo un recorrido de 6 Km. hasta el Cementerio, con participación de 10.000 personas. El contexto político explicativo de esta agresión brutal fue la gran lucha popular entablada en ese momento contra la presión del gobierno de Estados Unidos, sobre el gobierno nacional para que éste envíe soldados argentinos a apoyar el ataque que EEUU planificaba contra Corea. Por ejemplo la denominada «Marcha de los talleres de Pérez hasta Rosario», con hegemonía ferroviaria, de réplica a la idea de que viajen soldados a Corea, tuvo la concurrencia de 50.000 personas. Atizaba esta situación el hecho de que el día 28-650 el Congreso de la Nación había ratificado el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca) de Río de Janeiro. Petición subsidiaria: considerando que la Red Federal de Sitios de la Memoria es órgano también dependiente de la Secretaría de DDHH, con articulación con el Ministerio de Defensa, Provincias y Municipios, anhelaríamos que se visualice la factibilidad de consagrar a aquel inmueble como «sitio de la memoria», a fin de promover la participación de la comunidad en la construcción de la memoria colectiva (ley 26.691). En base a esta norma se han señalizado no solamente ex centros clandestinos de alojamiento de prisioneros, sino también «lugares donde sucedieron hechos emblemáticos», como ya se ha hecho con el Aeropuerto (viejo) de Trelew, la calle 30 de La Plata (casa Mariani-Teruggi), la casa de Haroldo Conti (Tigre), etc. Estimamos que si el Consejo Federal de DDHH es coordinado por la Secretaría de DDHH de la Nación (el Dr. Martín Fresneda es su Presidente), las 24 Provincias están comprendidas, y puede entonces actuarse sobre la de Buenos Aires, ámbito donde ocurrieron los hechos que estamos denunciando. Pruebas aquí adjuntadas: 1) Diario «La Nación», fecha 8/8/1950, 7/8/1950 pág 2 y 5/8/50 pág. 3. 2) Diario «Clarín» 5/8/50, página 9, y 6/8/1950, pág 7. 3) C.D. con grabación realizada el año 2008 con expresión testimonial de Heller y de Bergstein. 4) Certificado médico sobre estado actual encefálico de Heller, fecha 12/3/1997, firmado Dr. Alejandro Beresñak. 5) Documento Nº 1, «Unir y organizar a la juventud argentina en la lucha por la conquista de sus derechos y la liberación nacional» (Discurso pronunciado por el Secretario General de la Federación Juvenil Comunista, Jorge Calvo en el VII Congreso Nacional, realizado en Buenos Aires los días 14,15,16 y 17 de noviembre de 1946). 6) Documento Nº 2, Semanario: Nuestra Palabra (Órgano del Partido Comunista), «Vandálico asalto», 9 de agosto de 1950. 7) Documento Nº 3, Idem: «Una multitud indignada condujo a pulso los ataúdes de Calvo y Zelli, denunciando a todos los asesinos», 14 de agosto de 1950. 8) Documento Nº 4, Idem: «¡Y ahora más que antes firmar por la paz!», 21 de agosto de 1950. 9) Documento Nº 5, Revista: Nueva Era, mensuario, Nº 4, Año II, Julio, Agosto, Setiembre, Octubre, Año 1950, páginas 401, 491, 492, 494, 495, 496, 497, 498 y 499. 10) Documento Nº 6, Folleto: «Jorge Calvo, una juventud heroica» por Alfredo Varela, Editorial Voz Juvenil, Buenos Aires, 1952, 96 páginas. 11) Documento Nº 7, Tarjeta homenaje del Partido Comunista del Comité de la Provincia de Buenos Aires: «A la memoria de Jorge Calvo, asesinado por orden del imperialismo yanqui, por luchar ardientemente por la paz» S/F. 12) Documento Nº 8, Revista de la cárcel (artesanal): Boletín Nº 1, Cuadro 9, Jorge Calvo, año 1954. 13) Documento Nº 9, Revista: «Juventud» (Órgano de la FJC), «Jorge Calvo, mensajero de la estrella», 29 de julio al 9 de agosto de 1975. 14) Documento Nº 10, Folleto: A 30 años del asesinato de Jorge Calvo. «Su luminoso ejemplo vive en nuestra lucha», Editorial JC, Ateneo Juvenil Jorge Calvo, agosto de 1980. 15) Documento Nº 11, Folleto: «Homenaje a los héroes Calvo e Ingalinella» de Jorge Bergstein, Hugo Ojeda y Alfredo Varela, Ediciones C.N. de P., agosto de 1980, 50 páginas. 16) Documento Nº 12,Volante: «A 50 años de atentado fascista. Calvo y Zelli» Año 2000. 17) Documento Nº 13,Volante: «Jorge Calvo vive en cada revolucionario» 1 de setiembre de 2000. Saludamos a Usted muy cordialmente 76 D · O · C · U · M · E · N · T · O · S A 65 AÑOS DE LA PRIMERA DECLARACIÓN DE LA HABANA PRONUNCIADA POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO, REPRODUCIMOS EL TEXTO COMPLETO DE LA MISMA. «Primera Declaración de La Habana» (2 de Septiembre de 1960) Fidel Castro Ruz «Junto a la imagen y el recuerdo de José Martí en Cuba, Territorio Libre de América, el pueblo, en uso de las potestades inalienables que dimanan del efectivo ejercicio de la soberanía, expresada en el sufragio directo, universal y público, se ha constituido en Asamblea General Nacional. «En nombre propio, y recogiendo el sentir de los pueblos de nuestra América, la Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba, «PRIMERO: Condena en todos sus términos la denominada Declaración de San José de Costa Rica, documento dictado por el Imperialismo Norteamericano, y atentatorio a la autodeterminación nacional, la soberanía y la dignidad de los pueblos hermanos del Continente. «SEGUNDO: La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba condena enérgicamente la intervención abierta y criminal que durante más de un siglo ha ejercido el Imperialismo Norteamericano sobre todos los pueblos de América Latina; pueblos que más de una vez han visto invadido su suelo en México, Nicaragua, Haití, Santo Domingo o Cuba; que han perdido ante la voracidad de los imperialistas yankis extensas y ricas zonas, como Tejas, centros estratégicos vitales, como el Canal de Panamá, países enteros, como Puerto Rico, convertido en territorio de ocupación; que han sufrido, además, el trato vejaminoso de los infantes de marina, lo mismo contra nuestras mujeres e hijas que contra los símbolos más altos de la historia patria, como la efigie de José Martí». Esa intervención, afian- zada en la superioridad militar, en tratados desiguales y en la sumisión miserable de gobernantes traidores, ha convertido, a lo largo de más de cien años, a nuestra América, la América que Bolívar, Hidalgo, Juárez, San Martín, O’Higgins, Sucre, Tiradentes y Martí, quisieron libre, en zona de explotación, en traspatio del imperio financiero y político yanki, en reserva de votos para los organismos internacionales, en los cuales los países latinoamericanos hemos figurado como arrias del «Norte revuelto y brutal que nos desprecia». « La Asamblea General Nacional del Pueblo declara que la aceptación por parte de gobiernos que asumen oficialmente la representación de los países de América Latina de esa intervención continuada e históricamente irrefutable, traiciona los ideales independentistas de sus pueblos, borra su soberanía e impide la verdadera solidaridad entre nuestros países; lo que obliga a esta Asamblea a repudiarla, a nombre del pueblo de Cuba, y con voz que recoge la esperanza y la decisión de los pueblos latinoamericanos y el acento liberador de los próceres inmortales de nuestra América. «TERCERO: La Asamblea General Nacional del Pueblo rechaza asimismo el intento de preservar la Doctrina de Monroe, utilizada hasta ahora, como lo previera José Martí, ‘para extender el dominio en América de los imperialistas voraces, para inyectar mejor el veneno también denunciado a tiempo por José Martí, ‘el veneno de los empréstitos de los canales, de los ferrocarriles...’ «Por ello, frente al 77 D · O · C · U · M · E · N · T · O · S hipócrita panamericanismo que es solo predominio de los monopolios yankis sobre los intereses de nuestros pueblos y manejo yanki de gobiernos posternados ante Washington, la Asamblea del Pueblo de Cuba proclama el latinoamericanismo liberador que late en José Martí y en Benito Juárez. Y, al extender la amistad hacia el pueblo norteamericano —el pueblo de los negros linchados, de los intelectuales perseguidos, de los obreros forzados a aceptar la dirección de gangsters— , reafirma la voluntad de marchar ‘con todo el mundo y no con una parte de él’. «CUARTO: La Asamblea General Nacional del Pueblo declara, que la ayuda espontáneamente ofrecida por la Unión Soviética a Cuba en caso de que nuestro país fuera atacado por fuerzas militares imperialistas, no podrá ser considerada jamás como un acto de intromisión, sino que constituye un evidente acto de solidaridad, y que esa ayuda, brindada a Cuba ante un inminente ataque del Pentágono yanki, honra tanto al Gobierno de la Unión Soviética que la ofrece, como deshonran al Gobierno de los Estados Unidos, sus cobardes y criminales agresiones contra Cuba. «POR TANTO: La Asamblea General Nacional del Pueblo declara ante América y el mundo, que acepta y agradece el apoyo de los cohetes de la Unión Soviética, si su territorio fuere invadido por fuerzas militares de los Estados Unidos. «QUINTO: La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba, niega categóricamente que haya existido pretensión alguna por parte de la Unión Soviética y la República Popular China de ‘utilizar la posición económica, política y social de Cuba, para quebrantar la unidad continental y poner en peligro la unidad del hemisferio’. «Desde el primero hasta el último disparo, desde el primero hasta el último de los 20 000 mártires que costó la lucha para derrocar la tiranía y conquistar el poder revolucionario, desde la primera hasta la última ley revolucionaria, desde el primero hasta el último acto de la Revolución , el pueblo de Cuba ha actuado por libre y absoluta determinación propia, sin que, por tanto, se pueda culpar jamás a la Unión Soviética o a la República Popular China de la existencia de una revolución, que es la respuesta cabal de Cuba a los crímenes y las injusticias instaurados por el imperialismo en América. «Por el contrario, la Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba entiende que la política de aislamiento y hostilidad hacia la Unión Soviética y la República Popular China, preconizada por el Gobierno de los Estados Unidos e impuesta por este a los gobiernos de la América Latina , y la conducta guerrerista y agresiva del Gobierno norteamericano, y su negativa sistemática al ingreso de la República Popular China en las Naciones Unidas pese a 78 representar aquella la casi totalidad de un país de más de 600 millones de habitantes, si ponen en peligro la paz y la seguridad del hemisferio y del mundo. «POR TANTO: La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba ratifica su política de amistad con todos los pueblos del mundo, reafirma su propósito de establecer relaciones diplomáticas también con todos los países socialistas, y desde este instante, en uso de su soberanía y libre voluntad, expresa al Gobierno de la República Popular China, que acuerda establecer relaciones diplomáticas entre ambos países y que, por tanto, quedan rescindidas las relaciones que hasta hoy Cuba había mantenido con el régimen títere que sostienen en Formosa los barcos de la Séptima Flota yanki. «SEXTO: La Asamblea General Nacional del Pueblo reafirma —y está segura de hacerla como expresión de un criterio común a los pueblos de América Latina—, que la democracia no es compatible con la oligarquía financiera, con la existencia de la discriminación del negro y los desmanes del Ku-Klux-Klan, con la persecución que privó de sus cargos a científicos como Oppenhimer; que impidió durante años que el mundo escuchara la voz maravillosa de Paul Robeson, preso en su propio país, y que llevó a la muerte, ante la protesta y el espanto del mundo entero, y pese a la apelación de gobernantes de diversos países y del Papa Pío XII, a los esposos Rosenberg. «La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba, expresa la convicción cubana de que la democracia no puede consistir sólo en el ejercicio de un voto electoral, que casi siempre es ficticio y está manejado por latifundistas y políticos profesionales, sino en el derecho de los ciudadanos a decidir, como ahora lo hace esta Asamblea General del Pueblo de Cuba, sus propios destinos. La democracia, además, sólo existirá en América cuando los pueblos sean realmente libres para escoger, cuando los humildes no estén reducidos —por el hambre, la desigualdad social, el analfabetismo y los sistemas jurídicos—, a la más ominosa impotencia. «Por eso la Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba: condena el latifundio, fuente de miseria para el campesino y sistema de producción agrícola retrógrado e inhumano; condena los salarios de hambre y la explotación inicua del trabajo humano por bastardos y privilegiados intereses; condena el analfabetismo, la ausencia de maestros, de escuelas, de médicos y de hospitales; la falta de protección a la vejez que impera en los países de América; condena la discriminación del negro y del indio; condena la desigualdad y la explotación de la mujer; condena las oligarquías militares y políticas que mantienen a nuestros pueblos en la miseria, impiden su desarro- D · O · C · U · M · E · N · T · O · S llo democrático y el pleno ejercicio de su soberanía; condena las concesiones de los recursos naturales de nuestros países a los monopolios extranjeros como política entreguista y traidora al interés de los pueblos; condena a los gobiernos que desoyen el sentimiento de sus pueblos para acatar los mandatos de Washington; condena el engaño sistemático a los pueblos por órganos de divulgación que responden al interés de las oligarquías y a la política del imperialismo opresor; condena el monopolio de las noticias por agencias yankis, instrumentos de los trusts norteamericanos y agentes de Washington; condena las leyes represivas que impiden a los obreros, a los campesinos, a los estudiantes y los intelectuales, a las grandes mayorías de cada país, organizarse y luchar por sus reivindicaciones sociales y patrióticas; condena a los monopolios y empresas imperialistas que saquean continuamente nuestras riquezas, explotan a nuestros obreros y campesinos, desangran y mantienen en retraso nuestras economías, y someten la política de la América Latina a sus designios e intereses. « La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba condena, en fin, la explotación del hombre por el hombre, y la explotación de los países subdesarrollados por el capital financiero imperialista. En consecuencia, la Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba, proclama ante América: «El derecho de los campesinos a la tierra; el derecho del obrero al fruto de su trabajo; el derecho de los niños a la educación; el derecho de los enfermos a la asistencia médica y hospitalaria; el derecho de los jóvenes al trabajo; el derecho de los estudiantes a la enseñanza libre, experimental y científica; el derecho de los negros y los indios a la ‘dignidad plena del hombre’; el derecho de la mujer a la igualdad civil, social y política; el derecho del anciano a una vejez segura; el derecho de los intelectuales, artistas y científicos a luchar, con sus obras, por un mundo mejor; el derecho de los Estados a la nacionalización de los monopolios imperialistas, rescatando así las riquezas y recursos nacionales; el derecho de los países al comercio libre con todos los pueblos del mundo; el derecho de las naciones a su plena soberanía; el derecho de los pueblos a convertir sus fortalezas militares en escuelas, y a armar a sus obreros, a sus campesinos, a sus estudiantes, a sus intelectuales, al negro, al indio, a la mujer, al joven, al anciano, a todos los oprimidos y explotados, para que defiendan, por sí mismos, sus derechos y sus destinos. «SEPTIMO: La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba postula: El deber de los obreros, de los campesinos, de los estudiantes, de los intelectuales, de los negros, de los indios, de los jóvenes, de las mujeres, de los ancia- nos, a luchar por sus reivindicaciones económicas, políticas y sociales; el deber de las naciones oprimidas y explotadas a luchar por su liberación; el deber de cada pueblo a la solidaridad con todos los pueblos oprimidos, colonizados, explotados o agredidos, sea cual fuere el lugar del mundo en que éstos se encuentren y la distancia geográfica que los separe. ¡Todos los pueblos del mundo son hermanos! «OCTAVO: La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba reafirma su fe en que la América Latina marchará pronto, unida y vencedora, libre de las ataduras que convierten sus economías en riqueza enajenada al imperialismo norteamericano y que le impiden hacer oír su verdadera voz en las reuniones donde cancilleres domesticados, hacen de coro infamante al amo despótico. Ratifica, por ello, su decisión de trabajar por ese común destino latinoamericano que permitirá a nuestros países edificar una solidaridad verdadera, asentada en la libre voluntad de cada uno de ellos y en las aspiraciones conjuntas de todos. En la lucha por esa América Latina liberada, frente a las voces obedientes de quienes usurpan su representación oficial, surge ahora, con potencia invencible, la voz genuina de los pueblos, voz que se abre paso desde las entrañas de sus minas de carbón y de estaño, desde sus fábricas y centrales azucareros, desde sus tierras enfeudadas, donde rotos, cholos, gauchos, jíbaros, herederos de Zapata y de Sandino, empuñan las armas de su libertad, voz que resuena en sus poetas y en sus novelistas, en sus estudiantes, en sus mujeres y en sus niños, en sus ancianos desvelados. A esa voz hermana, la Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba le responde: ¡Presente! Cuba no fallará. Aquí está hoy Cuba para ratificar, ante América Latina y ante el mundo, como un compromiso histórico, su dilema irrenunciable: Patria o Muerte. «NOVENO: La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba. «Resuelve que esta declaración sea conocida con el nombre de ‘Declaración de La Habana ‘, Cuba, La Habana , Territorio Libre de América. Septiembre 2 de 1960.» Sometemos esta Declaración de La Habana a la consideración del pueblo, es decir, que los que apoyan la Declaración , levanten la mano (la multitud levanta la mano y durante varios minutos exclama: «¡Ya votamos con Fidel!» y «¡Fidel, Fidel, qué tiene Fidel, que los americanos no pueden con él!» y «¡Viva Raúl Roa!»). Y ahora, falta algo. Y con la Declaración de San José, ¿qué hacemos? ¡La rompemos! (Fidel la rompe ante la multitud) Estos acuerdos de la Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba, que acabamos de efectuar, serán comunicados a todos los pueblos hermanos de América Latina. 79 Impreso en el mes de octubrede 2015 en Altuna Impresores, Doblas 1968 (C1424BMN) Buenos Aires, Argentina. [email protected] 80
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