NACIONALES OCTUBRE 2014 > viernes 31 11 Envíe su correspondencia a: Periódico Granma. Departamento de Atención al Lector. General Suárez y Territorial. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. Código Postal: 10699. Zona Postal Habana 6, Apartado Postal 6187 o al correo electrónico: [email protected] Teléfonos 881 9712 o 881 3333, extensiones: 143,145, 148, 177 Desmentido a una respuesta Cuando leí en la sección Cartas a la dirección de hoy, 10 de octubre, la respuesta dada por Jorge Luis León Linares, director en funciones de la Empresa Provincial de Transporte Habana, no pude menos que sentir indignación. ¿Cómo es posible que este funcionario utilice el Órgano Oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, a través de su sección Cartas a la dirección, para mentirle a los lectores? Permítame hacer un recuento. Con fecha 23 de junio del 2014, me dirigí por escrito a esta Sección para hacer referencia a las indisciplinas de los choferes de los “P” y conminaba a los funcionarios responsables de combatir estas indisciplinas a que observaran la parada de Mulgoba en Boyeros; la parada del PCC Municipal de Boyeros o la de 100 y Boyeros para que vieran, que ómnibus casi vacíos no realizan la parada en el lugar establecido. Además, también mencioné la interpretación de Carlos Ruiz de la Tejera con el monólogo El Guaguabol, escrito por H. Zumbado hace más o menos 40 años, alegando que se mantenían las mismas indisciplinas. En los primeros días de septiembre visitó el edificio donde resido una funcionaria nombrada Melvis, quien dijo ser subdirectora de Recursos Humanos de la Dirección de la Empresa Metrobús, y al no encontrarme en mi domicilio, le dejó un papel, (el cual conservo) a mi vecino, con el teléfono 267 2244, para que la llamara a ella o al director Jorge Luis. El día 15 de septiembre del 2014, a las 13:10 la llamé y quien me respondió al teléfono fue alguien que se identificó como “El Jimagua” para decirme que la funcionaria no se encontraba. Al día siguiente la llamé a las 09:45 y fue ella quien me respondió; en esa llamada le di el número telefónico de mi casa, para que me llamara y ponernos de acuerdo para recibir su visita. Le expliqué que soy profesor universitario y no siempre estaba en la casa. Quedó en llamarme. Nunca lo hizo. Al leer la sección hoy viernes 10 de octubre, cuál no sería mi indignación, reitero, al leer: “En dicha visita los compañeros del área de Atención a la Población le hicieron una explicación detallada de la política de atención”. Alega la respuesta que “se ejemplificaron con Más que un Hospital un Hogar Me dirijo a ustedes para agradecer públicamente las atenciones recibidas y la profesionalidad de la que fui objeto durante mi estancia en el Hospital Militar Manuel Piti Fajardo de Santa Clara. Ingresé en el mismo el lunes 13 de octubre y permanecí internado por espacio de diez días debido a una radiculitis ocasionada por una hernia discal; durante ese periodo me sentí como en mi casa por las atenciones dispensadas por médicos, enfermeras y demás personal de servicio. Quisiera agradecer al doctor Carlos Hidalgo, a todo el personal de la Sala seis, doctores Néstor, Yuniesky, Matos, Abelito y Luis Ángel, a las enfermeras Yipsi, Yaniela, Nosleidy, Sandra y al enfermero Israel, al estudiante de Medicina Bárbaro y de enfermería Arlet, a las pantristas, el chofer de ambulancia, la auxiliar de limpieza, porque ahí, como se dice vulgarmente, se puede comer en el piso, y por último a la dirección del hospital que ha logrado que los pacientes sientan durante su estancia en el referido centro que están en su hogar, y comprendan que lugares como este son un ejemplo del por que hay que defender la obra de la Revolución. Michel Estrada Martínez Calle 6ta. e/ A y Campo. Rpto. Escambray Santa Clara Interceden por un semáforo cerca de Ciudad Libertad Curso estudios de maestría en la Ciudad Escolar Libertad, asisto dos veces por semana y entro por la avenida 76 ya que es más cerca de la facultad de Humanidades; se hace imposible cruzar la calzada de 31, detrás de La Ceguera, por la cantidad de vehículos, bicicletas, almendrones, ómnibus etc., que pasan por ahí y doblan por 76 para evadir el semáforo de las cuatro esquinas. Mi queja va dirigida al Centro de Vialidad y Tránsito: a por qué no ponen un semáforo en esa intersección (31y 76) como lo hicieron al frente de La Ceguera y como renovaron los de las avenidas 114 y 124 y así disminuiríamos el índice de accidentalidad en este municipio, que es alto; esto no quiere decir que dejarán de ocurrir (accidentes) en esa misma intersección, mayormente entre ómnibus y almendrones. Quisiera acotar que por estas avenidas cruzan diariamente cientos de personas a trabajar y estudiantes de todas las edades a las diferentes escuelas que se encuentran en Ciudad Libertad. Jorge Luis Lugo Pardo Avenida 169 No. 31610 e/ 316 y 318 edificio 5 apto. C. Valle Grande, La Lisa. La Habana número de sanciones las acciones que se realizan”. Cuando el funcionario expresa lo subrayado y entrecomillado ¿se refiere a una explicación dada a mí? No es cierto, pues nunca le vi la cara, ni tuvo contacto conmigo funcionario alguno de esa empresa. Miente este funcionario o le mintieron sus subordinados, al dar esta respuesta a un pueblo que tiene confianza en todo lo que se publique en este diario. Ya a partir de esa mentira todo es palabrería, que si se reúnen con los 13 inspectores; que si se discute en el Consejo de Dirección; que si se toman medidas disciplinarias; que si hace falta la hora, el número del carro y el lugar, para tomar medidas disciplinarias y bla, bla, bla. Sería bueno que en el Consejo de Dirección o en una de las tantas reuniones que tengan en esa Empresa le dieran lectura al concepto de REVOLUCIÓN e hicieran énfasis en el concepto: “no mentir jamás ni violar principios éticos”. Solo dos cosas quiero pedirles: 1.- Que publique mi carta desmintiendo lo expuesto, pues nunca llegué a verle la cara a ninguno de estos funcionarios y mucho menos recibir una explicación detallada como se falsea en la respuesta a esta redacción. 2.- Que le comunique a los funcionarios de esa Empresa que no me interesa en lo más mínimo ni que me llamen, ni que se me realice ninguna visita; porque si ya tuvieron la desfachatez de mentirle públicamente a los lectores, ya para mí no gozaría de credibilidad cualquier argumentación que se me intente dar. Muchas gracias. Lic. Emilio Néstor Lorenzo Surí Calle A Edif. 1 Apto. 4 e/ 9 y 11. Bejucal. Mayabeque. COLETILLA Granma se personó en la casa de Emilio Néstor Lorenzo Surí para comunicarle que publicaríamos esta solicitud suya, por lo cual asumiría una responsabilidad pública ante su desmentido, y este le reiteró a la Oficina de Atención al Lector de nuestro diario lo narrado en esta misiva. Sobre el vínculo entre productividad y salario La respuesta a este vital problema mantiene aún una controversia importante en el seno de nuestro pueblo dividiéndolo en dos grandes bandos: los que consideran debe incrementarse primero la productividad y los que creen debe ser primero el salario. Es bueno percatarnos de que no estamos frente a un problema en el que las soluciones son mutuamente excluyentes, como en el caso del dilema de qué es primero si el huevo o la gallina en la cual, solo con la destrucción del huevo, puede surgir la gallina. En el caso de la productividad y el salario, ambos coexisten en el proceso económico actual e interactúan estrechamente, impulsándose o frenándose mutuamente. Por tanto, en un sistema social como el nuestro, donde los trabajadores son los dueños de los medios de producción y por ende, beneficiarios directos de los resultados económicos que se obtienen, nada más lógico que el cambio de la productividad y el del salario en cada entidad laboral individual coexistan y se muevan de forma directamente proporcional, para que los trabajadores de la misma se sientan realmente codueños directos del centro de trabajo y se esfuercen, conscientemente, en incrementar la producción y la productividad. Por tanto, la respuesta al dilema planteado al inicio es la siguiente: ninguna de las dos va primero; ambas deben ir juntas, pues en el sistema económico actual del país, la productividad y el salario en cada unidad económica deben coexistir y desarrollarse unidos y de forma directamente proporcional con los resultados individuales de cada entidad económica establecida. No obstante, para que la productividad, y con ella el salario de una entidad puedan fluir adecuadamente y alcanzar el mayor desarrollo posible, es imprescindible que se lleven a cabo las medidas siguientes: • Descentralización del proceso productivo, hasta el nivel de cada entidad económica, entendiéndose esta descentralización como la potestad de la dirección de la entidad de operar con el capital de trabajo (fondo de dinero destinado para la compra de suministros o pagos de servicios necesarios para la producción) sin restricción directiva alguna. • Tener un fondo salarial flexible vinculado al desarrollo de la productividad que pueda ser distribuido dentro de determinados límites y con el consenso del colectivo de trabajadores y • Poder medir la eficiencia de la actividad económica con la aplicación de una tasa de cambio entre el CUC y el CUP, real y única, tanto para la producción como para las empresas. Esto es algo vital y urgente para la dinamización de la economía, y comoquiera que puede y debe aplicarse individualmente a cada entidad económica por separado, se puede empezar, desde ya, a partir de las unidades que sean rentables y en las que, tanto la dirección como los factores y el colectivo, estén dispuestos a dar el salto. Loreto Mojena Beltrán Calle 240 No. 3940 e/ 51 y 39 San Agustín, La Lisa, La Habana
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