N U M E R O e x t r a o r d in a r io 1o de Mayo de 1945 Precio: $ 1.00 PABLO IGLESIAS DIRECTOR R F E L IX M IG Ü ELEZ e n o v a c ió n ADMINISTRADOR FRANCISCO C A Ñ IZA R ES Registrado como artículo de segunda clase en la Administración de Correos de la Oficina Central en México, D. F.. el 3 de Mayo de 1944” . AÑO II ¡| NU M . 14 Federación II M EXICO , D. F., r> DE MAYO DE 194 -> PRECIO: $ 1.00 de J u v e n t u d e s S o c i a l i s t a s de E s p a ña EN ESTE PRIMERO DE MAYO H ace muchos años que la celebración de nues tra fiesta sim bólica del lo . de M ayo , no nos o fre cía las persp ectivas h alag ad o ras que recogem os en el presente. Constatam os, en el terreno na cional y en el internacional, acontecim ientos que contribuyen a fo rtalecer nuestra fe y a an im ar nos en nuestra lucha por una sociedad sin cla- En el orden nacional, las Juven tud es Socialis tas celebran en este lo . de M ayo su vinculación entusiasta y ab n egad a a la cau sa del p ro le taria do español, su incondicional colaboración con el Partido So cialista Obrero. A nuestra F e d e ra ción, o rg an iz ad a inicialm ente en M éxico, se unen, — en voces de coincidencia y fr a te r nidad— , las Ju ven tu d es Socialistas o rgan izad as en A fr ic a del Norte y F ra n cia . Sea nuestro prim er saludo, interpretando el sentir general que a todos los jóvenes socialistas nos distingue, cu alesquiera que sea el lu gar geo g ráfico en que a la hora presente nos encontrem os, p ara los heroicos cam arad as de nuestra Fed eración que, o rgan izad o s en la clan destin idad, mantienen v iv a la fe en el Socialism o y la esp eran za de una dem ocracia auténtica, desde la cárcel inm ensa que es hoy la E sp añ a que dom ina Franco. Que llegue a ellos nuestro m ás frate rn al saludo y que lo hagan extensivo a cuantos, m anteniendo la en tereza repu blican a, com baten desde todos los terrenos la tiran ía fran quista. En el orden internacional, E sp añ a espera que de las reuniones de San Francisco, n azca una política internacional cla ra y precisa que g a ra n tizo un mundo de p az y concordia. Condición previa, es el no reconocimiento por parte de las naciones aliad as, del Gobierno del traidor F r a n co. En ju sta y recta interpretación de los prin ci pios por los cu ales luchan las naciones Unidas — de su C a rta del A tlán tico , de su declaración oficial de Y a lta — , en el mundo del porvenir no puede existir sino la Esp añ a R epu blican a, ex presión del auténtico sentimiento del pueblo es pañol. Salud am os también con fe rv o r al p roletaria do internacional, en vías de fra n ca y decidida recuperación. Nos identificam os con la v ie ja am bición del Socialism o o rgan izad o , ra tifica d a to dos los días lo . de M ayo, vo z v iv a que resume hoy m ás que nunca las legítim as aspiraciones de la clase p rod u cto ra: destruir el sistema capí talista. H acem os votos porque la Internacional Socis lista — guía del proletariado m undial— se reor ganice sobre principios m orales que hagan fruc tífera su labor y garanticen la solidaridad y apoyo hacia todas las Secciones. Unimos nuestra voz au torizad a por los sufrí mientos y las persecuciones, resp ald ad a por los miles de jóvenes socialistas caídos en la luchs por el ideal, a la voz auténtica de los pueblos de Eu rop a sojuzgado s por el fascism o y el na zismo, p a ra pedir con ellos recta ju sticia contra los fom entadores de guerras, los responsables del caos sangriento en que Eu rop a se ha visto envuelta en los últimos años. Saludam os con todo a fe cto al proletariado herm ano de A m érica, que tantas pruebas de ca riño y generosidad ha dado hacia el pueblo es pañol. Y renovam os una vez más nuestro compromiso de luchar a la van gu ard ia de la clase trabajado ra española, por la consecución de una Es p añ ola domócraita y socialista, estrechamente unida a todas las dem ás naciones en la espe ran za de un mundo m ás justo. L A C O M IS IO N E J E C U T I V A . ESTAMOS DE ENHORABUENA rV P O R I D os sucesos recientes, los dos sa tisfactorios. aparecen m u y destaca dos en el m ovim iento socialista es pañol. U n o de ellos lo constituye la exteriorización de coincidencias fundam entales entre la actitud de los correligionarios residentes en Fran cia y N oráfrica y la que te níamos adoptada de antaño los so cialistas refugiados en Am érica- Y el otro lo significan las activid a des de la Ju ven tu d Socialista E sp a ñola en los continentes europeo, africano y am ericano. Am bos acon tecimientos merecen unas palabras que los subrayen. E l prim ero no será, ciertam en te, un m ilagro, pero es digno de anotación como caso sobresaliente. Nadie, claro está, podía tem er di vergencias dacítrinales entre ele mentos profesantes de un mismo credo político y social, pero no h u bieran sorprendido discrepancias de orden táctico luego de los tum bos que el Partido venia dando des de 19 3 4 — quizó desde antes si bien se m ira— v que tan profundas y extensas resquebrajaduras causa ron en su unidad. Los Congresos de socialistas españoles celebrados en Toulouse y en O ran, con asis tencia de delegaciones que en to tal representaban a diez m il coti zantes, han coincidido en là im pe riosa necesidad de m antenernos ah solytamente apartados de los com u nistas, es decir, lo m ism o que ha bíamos decidido de m anera neta en México. Y sem ejante coincidencia resalta más si se tiene en cuenta que el mismo alejam iento procla man en términos que, por lo ro tundos no dan m argen a equívoco ! alguno, los socialistas que queda ron en E spaña, o sea la gra n nía sa del Partido. I ¿Cómo ha podido producirse esa I singular coincidencia entre núcleos que durante años no habían podido 1intercomunicarse a causa de las [dificultades ocasionadas por la gueln a.' Sencillam ente por la unániJnie reprobación del proceder de los rom unistas, cu y a principal caractelristka es la deslealtad, y-p o r igual I unanimidad en el reconocimiento He que las fisuras en nuestra uniHad fueron obra del com imismo. N D A L E C .. I ■T O |JC | C p P quien utilizó altern ativam en te, en tre bruscas transiciones, la cate quesis y la agresión, el halago y la inju ria. P o r eso. en el com ún esfuerzo de ahora para restablecer la u n i dad no debe im portam os d e ja r fu e ra de nuestra organización a cu an tos vienen u tilizan do el apellido socialista p ara ver si de n u evo to leram os ser remolcados por el ca rro com unista. A l con trario, u n a conveniente depuración exige que tales elem entos sé a le jen de nosotsds definitivam en te. E sa depura ción, indispensablpe p ara que el Partido restablezca sus clásicas l i neas de austeridad, reclam a ad e m ás idéntica severidad con respec R I E T O to a individuos dudosos tanto por su procedencia como por su con ducta. E n la fru strad a reunión de Cortes en M éxico, frente a los ban cos de la m inoría socialista se ali nearon ocho disidentes que para fo rm ar grupo no vacilaron en su m arse a dos republicanos, tam bién disidentes de sus agrupaciones, y m editando y o sobre la procedencia y la conducta de aquéllos reparé en un saltim banqui, en u n ex a l calde de la dictadura prim orriverísta y en un defensor — públicam en te y bajo su Firma— de la restau ración m onárquica. T res pies para un banco. L a avalan ch a de afiliados que se le vino encim a al Partido poco antes y poco después del ad ven i miento de la República no fu é de bidam ente cribada. Se im pone, pues, u n a cuidadosa criba sin pa ra r m ientes en la reducción del n ú mero. Otra nota satisfactoria se refle ja en la form ación de la E jecu tiva constituida en F ran c ia y en el acuerdo de su stituir la que p rim i tivam ente se eligió en A frica del Norte. E n la prim era figu ran nom bres de personas de todas las ten dencias del Partido, tendencias m ás a rtificiales que reales, y a que en gran parte se d ibu jaron arb i trariam ente bajo designios divisionistas inspirados desde fuera y tra zados desde dentro por cuautos in ternam ente, y disfrazados m ientras no se les arrancó la careta, estaban encargados de m in a r al P artido So cialista Obrero E spañ ol y en ú lti m o térm ino d e stín a lo a fin de po n e r en m anos del com unism o, has ta entonces im potente, la dirección política de la clase trabajadora de nuestro pais. E n el em peño no h u bo escrúpulos p ara escoger los m e dios. S e llegó in clu so a asesin ar en los cam pos de batalla a cam aradas que se negaban a aceptar e l carnet com unista, y represalias de esta clase acaban de registrarse tam bién en F ran cia. L a sustitución de la E jecu tiva de A fric a del N orte es un caso ejem plar. F u é reem pla zada porque algunos de sus m iem bros no cum plieron fielm en te la s resoluciones del Congreso anterior, obstinados en creer que asi servían lcvi*iutereses de su tendencia. Los únicos intereses que legítim am ente deben servirse desde puestos directivos son los intereses del Partido, tom o el P artido, colectivam ente, ha de serv ir los intereses de la cíase obrera y de la nación. E n resum en, appaias liberados los territorios de M arruecos, A rgelia y T ú nez y los de la M etrópoli francesa, o sea. en cuanto los socialistas españoles pudieron exteriorizar su pensamiento, se ha producido la unidad. Repásense el núinero y la calidad de los no sometidos a ella y se verá que m aldito si vale la pena concederles beligerancia. Los socialistas españoles de Frand a . de las provincias argelinas y de los Protectorados tunecino y ma ñ o q u i, se han unido bajo una so- Como ejemplo de su vitalidad la dirección. E n cuanto las comuideaciones entre Europa y A m én ca se norm alicen, la dirección única abarcará tam bién a cuantos nos encontram os en el Continente americano. Réstam e hablar, p ara encom iar las, de las actividades de la Ju v e n tud Socialista. R en o vació n , su or gano periodístico, enterrado por el falangism o en España, ha renacido en F ran cia, N o ia frica y M éxico, L os hijos — he ahi un fenómeno dignopde estudio— son superiores al padre. Im pera en ellos la mesura y los inspira el buen sentido, todo lo cu al no resta acom etividad ni valentía. En fin , adviértese en la Ju ven tu d una sesudez que se echaba de menos en España, du rante los últimos tiempos, cuando preponderó en su seno la demago-. gia de varios sabelotodo. T am bién indestructible, nuestro tido. Y dando un sereno ejemplo de solidez política y se denota en tales publicaciones, asi como en las demás actividades juveniles, sincero respeto a l Parti do, noble a fá n de cooperar a su acción en vez de desdeñarlo y des acatarlo. con propósitos de echarlo por la borda, cual si fuese pesado v estorboso lastre. E n M éxico — no tengo referen cias detalladas de N o ráfrica y F ran cia— la Ju ven tu d Socialista ha sabido apelar a la radiodifu sión como elem ento de propagar da y h a editado libros y folletos Consiguientem ente, el Partido Socialista Obrero Español vu elve a los cauces que le abrió Pablo Igle sias y la Ju ven tu d Socialista toma de nuevo el cam ino que le indicó Tom ás M eabe. Estam os, pues, de enhorabuena. Partido se ba organizado en cuanto las circunstancias lo han permi consecuencia ideológica nuestros compañeros de Noráfrica y Francia, coin ciden <n sus apreciaciones generales sobre ei problema político español, coa cuanto hemos afirmado y sostenido desde México, Esta fotografia recoge un grupo de Delegados al Primer Congreso Socialista del Norte de Africa. A estas fechas, los com pañeros del Norte de Africa, han celebrado en 1a ciudad de O rín su segundo Congreso. A él acudió, como Delegado de los so cialistas organizados en Francia, el camarada Rodolfo Uopis. Acuerdo trascendental de este Segundo Congreso, cronizar el movimiento socialista del Norte de Africa y Francia La voz valiente y vibrante de nuestras Juventudes, no faltó en esos- Comicios. Su reincorporación a la fué el de sin clásica línea tradi cional de acarurú ento y servicio al Partido, es también unánime. Cuando las comunicaciones permitan intercambios más frecuentes de upinioaes, tendremos la satisfacción de comprobar que tras de la dura prueba sufrida por la emigración, el Partido y las Juventudes Socialistas resurgen más potentes que nunca I VI A J ER O S E N ESPAÑA E j e c u c i o n e s en 'M adrid... de 1838 por M A iV- U E L A L B AH U n a de los viajeros m ás sagaces e inteligentes que durante el siglo pasado visitaron a E spañ a fue, sin | duda alguna, C arlos D em bow ski. un italian o de asfi i endeuda rusa n aturalizad o francés. Creo que sola mente los ingleses B orrow y Ford pueden com pararse r con él; de ningún modo los franceses, juzgadores harf to ligeros, aunque se llam en A lejan d ro D um as y j Teófilo G au tier. D em bow ski vino a E spañ a en los j comienzos de 18 3 8 , cuando E spaña y a llevaba m ás I de cuatro años de sangría con la prim era gu erra c a r lista. D e su estancia nos ha quedado un libro delicioso ■ cuya lectura invita a la repetición. E n tra nuestro I viajero en E sp añ a por el portillo del C an fran c abierto I en el P irin eo aragonés. L e acom pañan tres liberales I españoles convenientem ente disfrazados para esquiF var a los guerrilleros carlistas. U no de ellos, m arqués, y se hace pasar por sacerdote m exicano. N ada escapa S al oído de D em bowski. sin que la curiosidad de lo pinI toresco, tan vigoroso y m ú ltiple en E spañ a, le im pida , calar profundam ente en los hechos que va presenI ciando. Cuando la com itiva cruza la m ontaña, cu! bierta por una gruesa capa de nieve, y los viajeros j confian su destino al instinto adm irable y seguro de i las cabalgaduras, el m arqués, con un gran suspiro, da I alida a sus m editaciones con una frase que Dem howski se apresura a copiar en su cuaderno de notas I conservándola en español: ¡O h . si E sp a ñ a tu viera un I m inistro tan h á b il com o este m acho! Dembowski se m ezcla con la gente del pueblo, de \ donde escoge sus- m ejores inform aciones; conversa Ë 'on los arrieros en las posadas, bajo la gran cam pana I de la chim enea, adelantadas las piernas hacia la 11aj ma gozosa del hogar; en A ye rb e se deleita viendo bailar la jota y escuchando las coplas, que apunta I cuidadosamente: 1 I D ebajo de tu canuta h a y unos zapatos b lan cos. . . I*8 I En Zaragoza visita los lugares donde se riñeron las i ha tallas con los franceses en 18 0 8 ; se entusiasm a en ■i contemplación de la T o rre N u eva, inclinada como i la de P isa, desde la cual avisaba la cam pana el bomardeo de los cañones im periales, derruida m uchos f] ¡ños después, porque no sé a quién se le ocurrió la K dea de q u e podia caerse cu alquier d ía: hizo am igos 8 n las diligencias, m ientras el m a y o ral blandía el lá:go sobre las orejas de las m u ías: topó con las parti o s de Don Carlos, vió bandidos en G u a d a la ja ra y .'legó a M ad rid . E n M ad rid es donde vam os a dete rgemos con él. K » * » I Dembowski se aposenta en la calle del C arm en, en I » asa de lina señora D olores, am iga íntim a de "u n alto personaje del partido carlista que no os nom b raré a causa de m i respeto a la capucha fra ilu n a ” . A u n q u e estamos en carn avales y abundan los bailes y las fiestas, h a y revuelo político y frentes a rru g a das en M adrid. A cab a de saberse el golpe de m ano dado por lo s'carlistas, con C abañero a l frente, en Z a ragoza, en la que se introdujeron p o r sorpresa. A fo r tunadam ente Z arago za se levantó airad a y tardó po cas horas en exp u lsar a los invasores con aquella jo r nada de b ravu ra que dió ocasión a que la fecha del 5 de m arzo fu e ra declarada fiesta de la ciudad y ro tu lara una de las calles m ás céntricas que ahora se llam a, para bochorno de la capital aragonesa, calle del Requeté A rag o n és. . . D em bow ski asiste a rom e ría s, hace excursiones a Toledo, aprende a bailar, preside apasionadas discusiones políticas, pasea la r gam en te la P uerta del Sol y lee y copia en el clau s tro de la Iglesia del Buen Suceso la losa sepulcral dedicada a los m ártires del 2 de M a y o : “ A q u i y acen los españoles sacrificados en este tem plo y en sus a l rededores por los fran ceses en la jo m a d a del 2 de M a y o de 180 8. Rogad por sus alm as” . N atu ralm en te, D em bow ski no podia ahorrarnos la descripción de una corrida de toros, que le llen a al in stan te.d e en tusiasm o. L o confiesa honradam ente y sin eufem is m os. “ E n cuanto a m í — escribe— m e vu elven loco estas fiestas, m e guardo d e fa lta r a n in gu n a, he com prado el T ratado d e T a u ro m aq u ia de M ontes, he tra bado am istad con u n torero, y m i puesto está en las grad as, entre el m anolo y la m anóla ’ . Se convierte, adem ás, en defensor de ella. “ Los extranjeros — a ñ a de— no dejan de declam ar contra este espectáculo. E s, por su parte, sensiblería de filántropos, porque podíais apostar que los encontraréis todos los lunes, a las cuatro de la tarde. me 7.clados con la m ultitud alegre y bulliciosa que llen a la larg a calle de A l calá y que pronto habrá invadido la plaza de toros . . . * * • P ero M adrid va a ofrecerle emociones más fu e r tes a nuestro viajero. A sí ocurrió el 25 de m ayo de 18 3 8 . día en que hubo tres ejecuciones en la v illa regia. Se trataba de tres carlistas — dos hombres y una m ujer— que en 18 3 5 . aprovechando la confu sión creada por la sublevación de las G uardias N a cionales contra el m inisterio de Toreno. habian pro vocado un m otín en el barrio de M aravilla s, donde el carlism o tenia su principal reducto, y se habían entregado a brutales venganzas. A l frente de los am o tinados. dando ejem plo de ferocidad, m archaban la m ujer, una vieja arrugada a quien apodaban la tía ('o tilla , y sus dos ayudantes: A lva re z G arcia y C a yetan o Siete-Iglesias. Los tres portaban grajides cu chillos y n avajas. Y los testigos afirm ab an h ab er les visto d ar m uerte por propia m ano a un infeliz tam h orallo de la M ilicia... T res años transcurrieron antes de que se pudiera dictar y ejecutar la senten cia de m uerte contra los delincuentes. E l 25 de m ayo de 18 3 8 . a las once y m edia de la m añana, m ía m u l titud espesa y anhelante se apretujaba en los a lre dedores exteriores de la Puerta de Toledo, lu gar se ñalado para las ejecuciones, por orden de F em an do V IL desde 18 2 2 . N uestro autor describe m inuciosa m ente la trágica cerem onia. T ra s del escuadrón de la M ilicia que abría m archa, y de los H erm anos de P az y C aridad, que portaban cirios verdes, montado a horcajadas en un asno aparecía el prim er conde nado, A lva re z G a rcia, “ revestido con el traje de los asesinos a traició n , gorro am arillo, cam isa am arilla y un ancho pantalón de tela de saco". Después la vie ja. espantosa en su fealdad y con los ojos brillantes de fanatism o. F inalm ente Siete-Iglesias? E l- verdugo sentó en la silla a A lvarez G arcia m ientras un a y u dante le ataba los piernas. E l confesor empezó a re zar el credo “ de modo que llam ase la atención del paciente, que repetía cada frase con los gemidos del que se ahoga. A l llegar a las p alab ras Jesu cristo su ú nico h ijo , otro sacerdote le cubrió el rostro con un paño blanco. E ra para el verdugo la señal de d ar vu el ta al torniquete. Hízolo así; el poste tembló y oí un cru jir de huesos..."'1 LTn poco m ás adelante Dembovvski añade: “ E n aquel momento m i atención fue d i rigida a otra parte por un ruido sin gu lar que tenía lu gar a m i alrededor. Eira el ruido de Iiofeíones que hombres y m u jeres del pueblo distribuían a los ch i cos. M i com pañero m e dijo que cuando un padre o luía inadn* presencian con su fam ilia el triste es pectáculo de una ejecución, no dejan de ap licar una buena bofetada en el carrillo de los chicos, a fin de grab ar m ejor en su juvenil m em oria, m ediante una sensación dolorosa, la lección m oral que acaba de ofrecerse en el patíbulo". L a lia C o tilla fue menos sensible a las exhortaciones de los sacerdotes. C ada vez que se le pedia ponerse en gracia de Dios repe tia iracunda: " Ja m á s perdonaré a m is enem igos". Y m urió sin perdonarlos, dejando como testamento una m aldición que envenenó toda la vida del siglo X I X y ha culm inado en la atroz guerra civil a que ios descendientes espirituales de la tía C o tilla se lanzaron en julio de 19 36 . D em bowski no puede soportal- por m ás tiempo el espectáculo y escapa horrorizado de si mismo. Linos dias después contempla absorto la sierra del Gua darram a acogido a las piedras, que parecen talladas por genios, de E l Escorial. ¡A d m irable Dembowski' S i su viaje — term inado en 1840— se hubiera reali zado u n siglo m ás tarde, hubiera tenido que presen ciar en toda E spañ a, y a toda hora, y cada día. eje cuciones como las de M adrid, solo que al revés, e« decir: siendo ejecutores los ejecutados. H ubiera vis to horcas en todos los cam inos, esbirros en todas laposadas, verdugos en todas las ciudades. Y es segur" que él, tan liberal, tan generoso de pensamiento, no hubiera podido despedirse con las palabras de m elan colía que ponen fin a su libro, tan poco leido corrí" digno de que se lea. “ Dos D ías m ás — escribe en Pañi piona el 12 de octubre de 184 0 — y h ab ré pasado los P irineas. ¡A diós, E sp añ a ; mis votos te acom pañarán siem pre!" El diputado socialista 1tal u n o Mateotti. fué una de tas pu rrielas víctimas del fascismo. Después de él millares y rnitljrc de los mejores hombres de la clase obrera organizada, pagar»: con su vida el tributo a su entereza política y a su ambición ¿ un mundo más justo. A la hora en que las responsabilidades de tos criminales faz cistas se 'van esclareciendo, justo es que rindamos sentido reoitt do, a quien llevó su aombre por encima de las fronteras con-augurio de lo que añas más tarde, iba a ser — transitori amer" triunfantes las fuerzas det mal— el panorama trágico de uní Europa que abdicó sus deberes de solidaridad. Que el recuerdo de estos mártires, ilumine nuestros s a o s en e! fu tu ro . . . COMENTARIOS AL PRIMERO DE MAYO El trabajo, suprema dignidad humana por A partir de 1890, t-1 proletariado internacional celebra 1» de Mayo como un día de especial significación. Inid mente — acuerdo del Congreso de la Segunda Inter nacional de julio de 1889— el objeto primordial a -loerar era la jornada de 8 horas. Alcanzada esta, nuevas espiraciones y resoluciones encaminadas à elevar et nivel c vida del trabajador, eran presentadas todos los prfleros de Mayo. De este modo el primero de Mayo significa para los trabajadores, una recapitulación de conquistas logradas, una iniciación de nuevas ventajas a conseguir, y un día de lucha simbólico en el camino de la emancipación de! proletariado. ~ Llegó a arraigar con tal fuerza en la opinión mundial, la necesidad de una Jornada dedicada a la expresión del regreso del pueblo que no otra cosa significan núesas luchas— que incluso partidos tan lejanos del ideal brero como el nazismo alemán y el franquismo español, Joptaron el 1" de Mayo como fecha simbólica del Tra•ajo. ■ Si en algo las profecías de Marx han encontrado una infirmación plena, ha sido sin duda en su análisis del meso de la humanidad. Se podrá combatir el materiaismo histórico con argumentos mis o menos acertados, podrá incluso reconocer errores en la concepción del :.¡dor del Socialismo científico, habrá capítulos de sus )bras. que no habrán ajustado con la realidad qué esta os viviendo, pero lo que nada ni nadie podra discutir la sagaz visión del viejo maestro, cuando afirmaba que k! proletariado era la consecuencia del régimen capitaiisa v llamado históricamente a destruir el propio c.ipitalLsiio que lo engendraba. Una nueva aristocracia ha surgido a través de los años medida que el proceso deí capitalismo llegaba a su cúspi de: !a aristocracia del trabajo. La clase superior en nues tra épota no la constituyen ya señores de sangre azuL pa narras ungidos por la gracia más o menos divina, terraemenfies enriquecidos por derechos de herencia, títulos ''¡liarios adquiridos en campañas heroicas de conquista ■ en complacencias cómodas" de gabinetes reales. Hoy no ay otra aristocracia que la del trabajo, ni otra fuente de ¡irjueza en los individuos y en las naciones. Sea intelecsea corporal, el trabajo anega todos los ámbitos del mndo, reforma los campos, desvía los ríos, crea ciudatransforma desiertos en tierras feraces, convierte en eriales imprescindibles las entrañas de la tierra, con gola los elementos de la Naturaleza, establece comunicaiones rápidas entre los puntos más apartados del globo, erca a los pheblos, los hace conocerse y comprenderse y f¡: consecuencia cada dia un poco más hermanos. . . Todo ello producto del proceso evolutivo de la Hulidad. Todo ello a causa de la creación de una clase I, c-1 proletariado, dedicada a la producción de nuevos ílnres, la perfección de nuevos inventos, la utilización de unos naturales, la trasformación de materias primas. Comprendiendo que*ni destruyendo las organizaciones brtras, ni matando sos dirigentes, ni castrando la iniciativa ■ las fuerzas cada-día más numerosas del mundo dc-1 traba ;1 FELIX MIGUELEZ jo, ni desorientando sus ambiciones legítimas con objetivos de tipo racional y expansionista, podían negar esta gran evidencia, los países, fascistas no se atrevieron a borrar del calendario fedia tan simbólica. El i° de Mayo es para ellos la Fiesta del Trabajo, para nosotros sigue siendo el día de lucha de los trabajadores, la jomada de recuer do y de comienzo que es a partir de 1890. Si el poderío del Trabajo, como fuente creadora de potencial humano, hubiera necesitado una confirmación irrefutable, esta Segunda Guerra Mundial ha demostra do hasta la saciedad la razón de nuestros argumentos. Cuando un pueblo de tradición militarista como el alemán, tras largos años de preparación se lanza a la gue rra su sistema ofensivo y sus fantásticos recursos le pro meten la victoria más rápida y difinitiva que registra la Historia. La guerra mecanizada sorprende aún a los más caracterizados técnicos militares, y las conquistas a paso vertiginoso se suceden día tras día. Caen bajo, la pre sión alemana, ofreciendo una resistencia débil. Holanda, Bélgica, Francia. Antes cayó Polonia y más tarde habrá de ser conquistada media Rusia al mismo ritmo de avan ce. Pero sigue en pie Inglaterra, y tiene Inglaterra tras de si los Estados Unidos de América. • Los grandes re cursos de la nación americana se vuelcan en ayuda de las democracias casi totalmente derrotadas. Las fábricas yan quis comienzan a transformar su industria, al" servicio de la guerra. Enormes cantidades de cañones, de avione-, de munición, de tanques, de automóviles, de barcos, van saliendo de las fábricas americanas. El Trabajo encauza do y orientado en un plan metódico, va alcanzando una producción fantástica. La batalla definitiva no la da rán hoy los soldados, la darán los pertrechos bélicos.. . La producción americana inunda los'ícente de batalla. La; grandes reservas de material bélico que Alemania prepa ró tras largos años de concienzuda labor, son superadas por el Trabajo de la nación americana. La batalla de 'os frentes es una consecuencia de la batalla de las fábricas. Y son éstas, las que ai superar la producción alemana per miten la recuperación primero y más tarde los avances gloriosos de los ejércitos aliados. La tradición prusiana derrotada, la superioridad ra cial ridiculizada, ios - argumentos filosóficos tantos años mentidos desautorizados, los principios morales de las castas dirigentes totalmente hundidos: la Técnica unida al Trabajo se impone con fuerza avasalladora. El mundo no sigue un proceso materialista según nues tros ideólogos empíricos. Sin ambargo es el materialis mo de los tanques, los cañones, los aviones, la realidad que se impone. Y el proceso de Marx en su concepción filosófica, sigue su mardi a triunfal. El ejército del Tra bajo es cada día más potente. Este primero de Mayo, si bien sirve para confirmar nos en nuestra convicción de la supremacia del Trabajo, trae también a nuestro cerebro las inquietudes propias de h situadón creada. Las fuerzas acumuladas por el trabajo no se utilizan para la fraternidad universal, para el mejoramiento de los pueblos, para la formación de un mundo mejor. El pro ducto del Trabajo es usurpado por las fuerzas del capita lismo,!» distribución de los productos es monopolizada por los dirigentes de los grandes "truts", las naciones se supeditan a las determinaciones del capital. Y se crean "cartels" y "trust ', se queman las mercancías sobran tes para no bajar el precio del mercado, se fomentan las barreras aduanales para favorecer el capitalismo nacional, se mantienen regímenes coloniales para que las materias primas se obtengan a bajo precio y al mismo tiempo se mantengan compradores seguros En el terreno espiritual, el mundo no ha avanzado su ficientemente. Preciso es que el proletariado internacio nal se imponga como misión universal establecer un or den mis justo, más equitativo. Para ello hemos de eli minar el privilegio vigente en nuestro siglo, el privilegio del capital. Se entiende el capital usurpado por unos cuan tos, el régimen que autoriza la expropiación del trabajo ajeno en provecho propio, el sistema que defiende las ga nancias ¡licitas. Porque el otro capital, el eterno, el per manente, el que siempre ha de estar vigente y hacia el que camina la Humanidad es el hombre. He aquí una bella definición: El eterno capital es el hombre. Que los hombres que forjan con su trabajo su propio bienes tar. tengan pleno derecho a disfrutarlo integramente,' es el principio moral motor de nuestros actos. Es la razón de nuestra existencia como Partido de clase, como van guardia de la dase trabajadora. Dialécticamente, el Trabajo ha de hundir el Capitalis mo. En la medida que nuestros esfuerzos — los de todo los obreros del mundo— se concentren hacia ese objetivo habremos adelantado más en el camino de nuestra eman cipación. En este i" de Mayo aún la frase de Cario, Marx resuena potente en la caracola de carne de nuestro oídos: "Proletarios de todos los Países, Unios” . deda de la Guardia O v il española, el g u n poeta granadino Gar "C o n el alma de charol, vienen por la carretera. . cía Lorca T a l vei preparó su sentencia de muerte en Granada, en su Granada, en la fuente copiosa de su inspiración, en la r. quera expresiva d e sus imágenes . . . Pero los guardias a vile s — algunos tan sólo desgraciadamente— también son hombres y Son españoles. N o inspiraban por ello sufidente confianza a las faen as reaccionarias de España. Podían identificarse, en momentos difíciles, con el pueblo al que pertenecen . . Por eso tras el ensxyo alentador de Octubre de 19 34 sobre los mineros asturianos, las fuerzas negras de España encon traron una fuerza idónea, para imponer el "orden" falangista. Fueron los motos. Y moros" cruzaron el estrecho de Gibraltar para dar un poco de vida a la sublevación que ya estaba fracasada, y moros forman la Guardia permanente del enano criminal, y micos recorrieron España de punta a punta, imponiendo con su brutalidad y feroddad características, el ''orden nuevo" de la España católica y tradicional Aquí vemos a unos dignos representantes, exhibiendo el fruto de su rapiña. Alguna beata histérica r algún que otro cura gor dinflón estarán riendo tras las celosías, ante tan maravilloso espectáculo. , A l fin y al cabo, las gallinas eran de los "r o jo s . UN S O C I A L I S T A INTEGRO FRANCISCO LARGO CABALLERO Las últimas noticias relativas al autiverio de nuestro camarada Lar go Caballero “ hombre austero, lucha dor incorruptible, viejo paladin ' co mo lo llamara Indalecio Prieto en su informe al Grupo Parlamentario Sosolista, nos vierten por m edio d el pe riódico “Acción Socialista'- que se pu blica en La Habana. Largo Caballero que, como es sa bido, se encuentra cautivo en Alem a nia, comparte sus horas de prisión con dos figuras bien conocidas en los me- ■ dios obreros mundiales. León fobkaux y León Blum. Con excepción de los lacónicos mensajes que de cuando en atando nos llegan por mediación de la Cruz Roja y que nos permiten su poner se encuentran bien de salud, na î t sabemos de tan extraordinarios hombres d el obrerismo mundial. Lo que si estamos seguros es que su con ducta, su entereza y su dignidad, ha brán de imponer respeto a sus guar dianes, porque por muy baja que se encuentre la moralidad de quienes lo sojuzgan no habrá llegado al extre mo de ignorar la fortaleza moral y el temple m agnifico que se encierra en la vida plena de luchas y decisio nes de tan queridos camaradas. Cuando las fuerzas de liberación francesas, una vez establecido D e Gau lle en Francia, examinaron ios archi vos del' traidor Petain encontraron l : carta dirigida al caduco y traidor ge neral francés, entonces Jefe del Estado, por nuestro compañerp Largo Caballe ro. Damos un extenso resumen de la misma. Su contenido responde a la firmeza y a la integridad que caracte rizaron en todo momento ¡a vida de Largo Caballero. * # * Me refugié en Francia a fines del de enero de 1939, cuando las fuerza» sublevadas contra‘ la República Espa ñola llegaban cerca de Figueras. No salí de mi patria por temor a respon sabilidades políticas o de otra natura leza; salí para evitar ser víctima de las venganzas políticas inherentes, siem1 pie, a todas las guerras civiles, las cua! fe, desgraciadamente, son las de mcf nos civilidad de todas las guerras. En mi actuación pública, como se I puede comprobar, ha presidido el in terés general; la moralización del Es tsdo; jamás el interés particular o de lucro, habiendo salido de todos los car gos tan pobre como çntré, sin que na die, ni amigos ni enemigos, puedan con razón, señalarme con el índice por al gún acto deshonroso; cosa, por des gracia, no muy corriente en la adminis tración de los pueblos. En una pa labra- qut* puedo presentarme ante quien sea con la frente alta y descu bierta. Como gobernante, mis actos se han inspirado siempre en el cumplimien to del deber, con el celo y la lealtad a que me han obligado ia confianza en mí depositada por el país y el Pre sidente de la República. Y o no he provocado la guerra civil; lo que he hecho, lo más humanamente posible, ha sido defender la legalidad constitrcional; lo mismo exactamente, lo mismo que haría usted si alguien se permitiese, en Francia, sublevarse con tra el Poder constituido. He vivido en París hasta el 12 de junio de 1940. fecha en que las tro pas invaso ras estaban próximas a en trar en la capital. Salí con mí fami lia formando parte del trágico éxo do producido en aquellos momentos Llegué a Albi, donde, sin considera ción a mi estado de agotamiento f í sico a consecuencia de una marcha de cinco días, el señor prefecto me .conminó a que en el plazo de vein ticuatro horas me alejase a mis de tre in ta -kilómetros de la capital del departamento del Tarn. -Me aloié en et pueblô titulado Tfébas, donde la población v las autoridades me aco gieron con verdadera hospitalidad, pero donde no existe médico, farma cia, ni los más elementales servicios de higiene. Allí vivía tranquilo y re signado. El día 30 del mes de noviem bre, det mismo año, a las dos de la mañana, un señor comisario y varios gendarmes me obligaron a levantarme de la cama y. sin tener en cuenta mi estado de inutilidad, pues tenía frac turada, desde hacía unos días, la cla vícula derecha, me condujeron a A l bi, encerrándome en una clínica, don de estuve incomunicado durante cin cuenta días. A pesar de sufrir un ataque agudo de arterieesclerosis, lo calizada, principalmente, en las des piernas, que no me permitía andar, me condujeron^ en el mes de enero. cuando los fríos eran más intensos, al pueblo llamado Crocq (Greuze), cu yo clima es lo más pernicioso para la enfermedad que padezco, no permi tiendo me acompañara nada más que urja de mis dos -hijas, quedando ja otra y mi cuñada en Tretas, transcu rriendo sets meses hasta lograr se las autorizase a reunirse conmigo. En Crocq, que fuimos recibidos con la misma hospitalidad que en Trebas. vivía, relativamente tranquilo, espe rando mejores tiempos; pero el vein tinueve de octubre de 19 4 1 se me con dujo a la Cárcel de Limoges, donde lie estado 2 i días en unas condiciones impropias a mi edad, mi salud y mi representación politicosocial. He vi vido en un régimen idéntico al de los ladrones y los criminales mas empe dernidos. He comparecido, en Limoges, ante los Tribunales, con motivo de haber pedido mi extradición el gobierno es pañol. formulando contra mí unas acusaciones tan absurdas, injuriosas y calumniosas, que hube de protestar enérgicamente,.contra ellas por consi derarlas una ofensa a mi honradez \ dignidad. Como la solicitud de ex tradición carecía de todo fundamen to jurídico, el día 19 del mes de no viembre último, la Cour d’ Appel me absolvió. Aunque dicha solución en esperada, porque no existía motivo pa ra una condena, la alegría reabies fué la que es de suponer, pero cual no sería mi asombro y el de mí fam; lía, al comunicarme que con arreglo al decreto de 18 de noviembre de 19 V relativo a las medidas a tomar con los individuos peligrosos para la Defen sa Nacional y la Seguridad del Etado, se me conducía a Val les BainArdeche, al Centro de Séjour Surveille Termina justificando el tono leal, altivo si se quiere de esta carta, pro pio de un español sincero y pidiendo que se le baga la justicia de dejarle en libertad para marchar, con los su yos, a México. ~ P A U L R JV E T . el ilustre socialista trances, ha sido uno de los hombres que a la hora dramática J e Francia, de España y del mundo, supo mantener ritmen los principios por ios cuales luchó siempre. Amigo de España en su momento Jirk il, refugiado coron nosotros después de la derrota francesa. P A U L R IV E T estableció con la emigración española, los laios fraternos y sinceros que et Socialismo encierra en su bello ideal. Actualmente en París; con cariño saludamos a tan ilustre compañero, que haciendo honor a su Historia y a su conducta, habrá de ser en pido tiempo una vo j d e aliento, de estímulo y de ayuda para tos españoles en Francia. Desde un punto de vista fis'" co, los com unistas son cuerpo 5 de extrañ as y variad as cualida d es: Buen equilibrio; gran im p erm eabilid ad ; adaptació n ex celen te; enorme poder de ab sorción y com pleta cohésion m olecular.— A C . Ü O M B K E i I C e i A L I j f l A Í Lot dardat ventilólos de U injuria ¡t dispararon contra il con soda despiadada. Loi repules de la calumnia le acosaron junoumense. Pocas figurai, dentro del capitulo his tórico que inauguró la. implantación de ¡a República española, San azotada por lodos los tientos desencadenados por el pil encono y la insidia, como la de Manuel Cordero. Y ; iln embargo — contraste luminoso— , pocas figuras tan ejemphtres como la tuja, hecha de una moral de granito, contra la que re estrellaron y pulverizaron los jrenésicos ataques de sets .drenarlos Desde los tiempos de Igletioi hasta los aleccionadora dias actuales, los enemigos del Partido Socialista — que han sido muchos, y lo stguen siendo, para su gloria— , han supuesto ingenuamente que su fortalece podia hundirse, sepultando coa sodas las reservat del cieno a sus mis iluitrei hombres npreicntanuvos. La terquedad no les permite todavía advertir los errores de semejante táctica. S i te ¡o permitiera, lejos le un Partido Socialista arrumado, contemplarían a un Partido Socialista más pujante y rigoroso, a pesar de pugnas internas, que son el testimonio de su gran riqueza de ener gías Y , en tez de hombres perdidos eti el olvido, bajo la semencia condenatoria de sut injurias, toparían con hombres cada día más recordado i y admirados por el sentimiento público. El Pensamiento íntimo de Manuel Cordero Por E. F. 1 Manuel Cordero, con j » imponente aire patriarcal; con aquella sonrila amplia de bondad con que iluminaba su rostro tetero, es un ¡imbolo genuino de esa depurada i cuela dé fot sa ló n - morales de! Social: tutu español, que con justicia se llama E L F.IBLISMO. Su sida es un formidable paradigma para todot los socialistas. Y espe cialmente para nosotros, los rótenes. que bateamos para nuestras inquietudes ideales constantes horizontes de superación. Cordero, modesto obrero-de leu artes blancas, fue ¡a ejemplarhoción del autodidacta. Su esfuerzo y su bóluntad victoriosa le elevaron a durat envidiablei. A ¡os preciasen caudales de su fina sensibilidad, unió el tesoro de una inteligencia pertacarantemente cultivada. E l pensamiento de Manuel Cordero el conocido a travis de numerosot artículos y J: icurien que produjo bosta que el hilo de tu existencia se cortó en Argentina, en un Ha de marzo, hace ya cuatro años. Su palabra serena y su pluma sobria, pero rico tu conceptos, nos pusieron ríempre de relieve la grandeza de sus inquietades y de su aima cialitta. En los posâtes que reproducíalo', de un epistolario intimo mantenido durante ■ tristes dias del exilio en Frauda, el pensamiento de Cordero brinda confidencias que conservan, entre otros virtudes mch esenciales, ¡a de lo actualidad. AI recogerlas et; estas tolutnvas, se manifiesta nuestro más sentido homenaje a tu memoria. EL PARTIDO “ Recuerdo que al fin a l de la vida de Iglesias la naguesia añoraba su m uerte, porque creía que seria la m uerte del Partido. Y o tenía tanta fe en el P a r ido, en su organ izar dem ocrático, en los hombres ¡ue le regian, que no lo creía. Cómo, m e decía: el Partido Socialista es mi partido de m asas, en el que .os caudillism os personales no cuentan, y un Parti!o así no puede d esaparecer” . Y m ás adelante: “ H a t', a m i juicio, que lim piar el Partido de la íiserahle cizaña que le ha arruindo y que am enaa con m atarle definitivam ente. P a ra ello se necesi ta una actuación enérgica de los viejos m ilitantes ue han sido desbordados por los neófitos que lian mido a él en la época de las vacas gordas. M u dos de ellos se m arch arán solos. A h o ra y a no h a y a perspectiva actas de diputado, n i D irecciones ge nerales, ni subsecretarías, n i gobiernos civiles que adicionar. L a s perspectivas futu ras son de traba3 írido. duro, como en los tiempos heroicos. H a y He volver a em pezar de nuevq. Y para este traba5 no valen los intrigantes. P ara este trabajo no 1 teresa tanto el núm ero como la calidad. H a y que olver a hacer un P artido Socialista de selección !°mL bien organizado y rígidam ente disciplinado, jffio le concibió Iglesias” . LAS GUERRAS ' “ E n el triun fo de H itle r en A le m a n ia vi con c la ridad ponerse en m arch a, otra vez, las fuerzas de la gu erra que en 19 18 quedaron quebrantadas, pero no destruidas com o m uchos pensaron. E n una con feren cia que di en la Casa del Pueblo de M ad rid en ' 9 3 3 ) a los jóvenes socialistas, lo dije. C laro que n a die m e hizo caso. Y aun pasó algo peor, y es que todos em pezaron a m o tejarm e de pesim ista y agore ro de desdichas infundadas. L o m ism o vaticin é nuestro fracaso en e l intento de revolución social y m e dieron la m ism a necia respuesta, ¡Qué m ás qui siera y o que h aberm q equivocado! ¡Q ué quiere us ted, querido am igo! E stas cosas no se ven con c la ri dad m iran do a los m osquitos o a las estrellas. H a y qu e m ira r a la historia que, aunque muchos dicen — porqu e qu ieren d e cid o nada m ás— que es una ciencia absurda q u e no sirve para n ada, con ello no hacen otra cosa q u e dem ostrar la m ediocridad de su aparentem ente lucida inteligencia. Y lo que m e e n tristece m ás, m ucho m ás, es que tampoco ésta es la ú ltim a gu erra. ¡Q ué ilusos somos los ham bres! Y lo que lle va m a y o r a m a rg u ra a m i esp irita es descu b rir que n i siqu iera triunfando el Socialism o se a ca b ará n , por lo m enos inm ediatam ente, las guerras. ¿D isparate? ¿Pesim ism o? Bueno. E n m i espíritu no caben y a van as ilusiones. L a s causas que producen las guerras son económicas y pasionales. ¿ Y por qué no tam bién ideales? Y es m u y largo el cam ino a re correr para lograr que la hum anidad tenga de tal modo arm onizados sus intereses y que hagan in necesarias e imposibles las guerras. A pesar de los siglos transcurridos, la abra de la civilización del hom bre está empezando. L o que vemos, y hasta a veces nos m ara villa , no son otra cosa que rudim en tos de civilización. A pesar de lo que se ha dicho y de lo m ucho que se ha dicho, el hom bre es aun sal vaje. E n su inm ensa m ayoría se m ueve a impulsos del instinto, como el hom bre prim itivo. N o sabe, ni tiene interés en aprenderlo, para y por qué h a n a cido. Y no m e hable de los ilustrados, que el que sale m alo es mucho peor que los analfabetos de ve r d ad "., LA ACTITUD DE RU SIA Comentando el pacto ruso-germano. "¿Y ’ de R usia? ¿Qué piensa usted? ¿Qué le ha pa recido s u conducta? Y o no hallo calificativo que aplicarla. T raición m e parece poco. A h í, h a y asesi nato con todas las agravantes. M editación, prem edi tación, alevosía, dolo, nocturnidad y escarnio. Que rido am igo, veo a Pedro el G rande resucitado. Y' lo bochornoso es que se cubra Socialism o” . L A RESTAU RACIO N MONARQUICA Cuando a fin ales del año 19 3 9 parecía m u y pro bable en F ran cia la restauración m onárquica en E s paña e. incluso, la aceptaban elementos republica nos de nuestro exilio."Y ro no estoy conform e con la restauración. J a m ás podré estarlo. N o creo que quienes hemos lu chado por derrib ar l a —M o n arq uía debamos ahora aceptarla. Creo que seria un error político de la m a y o r gravedad. N o tengo m ucha confianza en la posi bilidad de la restauración, en prim er térm ino porque la M onarq uia está m il veces fracasada en E spañ a; su descrédito es absoluto. Si se restaurara, renacería la lucha contra ella inm ediatam ente. M uchos acep tan la restauración, pensando en salir lo m ás pron to posible de la actual pesadilla. Cometen un grave error de apreciación. L a M onarquía, para sostenerse, tendría que desarrollar una política dictatorial tan dura como la de ahora. Se nos perseguiría con la m ism a saña que en la actualidad. L a Iglesia pasa ría a tener m ás fuerza y sería im placable con nos otros” . EFE LA J UVE NT UD Y EL D EPO RTE Equipo, ¡ie jutbo! "Renovación'' integrado por mil/taniét de U StcciSn1 de México, D. F. tusiastas, se han visto premiadas con ro tundos éxitos en su categoria. Actualmente intervienen en un torneo interesante y en sus primeros partidos, los jóvenes socialistas se han anotado sendos triunfos. ¡uver.tui Soci.tl: : j .| Deportivos, que se llama Fermín Zugari- goitü Por lo que el deporte tiene de exp.nsióa necesaria, de pasión juvenil, de fra ternidad contagiosa, nos complacemos a alentar a nuestros ¡óv cites o imponeros > - | Otro grupo de jóvenes, no menos enta-* io s jóvenes sodalistas han organizado en dasta, han preparado parejas México un equipo de futboL Las rojas ca vasca y equipos de natación misetas del equipo do ello de la labor efectiva y R E N O V A C IO N , que aglutinan once corazones decididos y en de pelota Producto to tenaz de ese joven socialista. Delegado de Asuntos animarlos por cí canuno iniciado. ' C u s po sano en mente sana adagio. queridos Que lo compañeros, sinceros deseos. reza el popular] hagan son realidad estes I nuestros mil) Acerca de unas Declaraciones Vasconia no es separatista El Gobierno Vasco, bajo la presidencia del Sr. Agui rre se ha reunido en Nueva York y con fecha 3 de Mareo del año en curso hace una Declaración Oficial, de la que entresacamos los siguientes párrafos: "E l Gobierno Vasco proclama que se siente fortale cido por la unanimidad de las adhesiones recibidas y los informes examinados demuestran un decidido propósito popular de robustecer la unidad de dirección nacional ba sada en la consagración definitiva de los ideales vascos ÿ en el acatamiento general al Gobierno de Euzkadi". "E l Presidente dió cuenta de su propósito de reorga nizar, en el momento oportuno el Gobierno, cubriendo las vacantes producidas por muerte o dimisión y anun ciando que su decisión se ajustará a las siguientes normas: Que las vacantes sean provistas por representantes de or ganizaciones vascas que no dependan de disciplinas o par tidos políticos no vascos; que acepten el programa del Gobierno, y que la proposición de los nuevos titulares, pro venga de las organizaciones de resistencia del interior, las que designarán a miembros de su seno o a personas que residan en el exterior, pero siempre propuestas por d i chas organizaciones de resistencia” . Como puede apreciarse, el Gobierno Vasco usa el len guaje inconcreto v confuso que acostumbra. Nos parece muy sospechosa "la consagración definitiva de los idea les vascos", no por los ideales en sí — que son muchos y muy variados en el País Vasco— , sino porque lo que se dice como expresión del Gobierno Vasco y con carácter oficial, no es sino la expresión velada del pensamiento oculto del Partido Nacionalista Vasco: la separación del País Vasco de España. El Gobierno Vasco fué elegido por representaciones de los partidos políticos de tipo nacio nal. a los cuales en -el segundo párrafo eme copiamos se quiere vedar este derecho para lo sucesivo. El Partido Socialista, Izquierda Republicana, Unión Republicana y el Partido Comunista — aún cuando este último haya da do sus acostumbrados vaivenes a última hora— son par tidos españoles. Quienes en su nombre forman todavía parte del Gobierno Vasco — tal vez más por comodidad económica que por razones políticas— , no representan ni el sentir de quienes lo nombraron ni de cuantos mili tantes de estos Partidos se encuentran en la emigración. El Gobierno Vasco— su larga actuación por medio de D e legaciones y sistema de ayuda a los emigrados vascos lo atestigua — es monopolio exclusivo del Partido Naciona lista Vasco. Tal vez por comprender la razón de estos argumentos, invocan la autoridad de los organismos de resistencia del interior del país, al tratar de la posibilidad de reorganizar su Gobierno. El Gobierno Vasco no se atiene a los principios de una ¿tica política y de un alto sentido moral al declarar oficialmente estas decisiones. Nacido en virtud de acuer do de las Cortes Republicanas Españoles, no está autotizado a saltarse por los principios que justificaron su nacimiento, ni hacer tabla rasa de los derechos de lo; ciudadanos Vascos. Han de ser estos por normas demo cráticas, cuando la ocasión lo permita, quienes expresen su deseo de conseguir "la consagración definitiva de los idea fíENOV ACION les vascos” y quienes otorguen su confianza a los hombres que han de representarlos en el Gobierno. Esta políti ca que es la clara y limpia, tal vez guardaría sorpresas pa ra los dirigentes nacionalistas. Es mejor por ello recu rrir a la creación o reconocimiento de Comités minorita rios, escindidos de los Partidos en Euzkadi. darles perso nalidad y pagarles con un puesto de Gobierno su incondi cional sumisión a la política nacionalista. Pero esta grave declaración oficial del Gobierno Vas co, no ha de quedar sin su justo comentario. Porque si en lo que es privativo del Partido Nacionalista Vasco co mo organización polítics, nosotros no hemos de meternos en tanto no afecte a la vida del resto de los ciudadanos vascos no nacionalistas. lo que hace el Gobierno Vasco sí tenemos perfecto derecho a criticar. Hora es ya de que el clima artificial creado por el Gobierno Vasco sea si-, tuado en su verdadero lugar. Porque Vasconia, quiéran lo o no los dirigentes nacionalista que monopolizan el Gobierno Vasco, N O ES SEPA RA TISTA. Y si en el río revuelto de la. política española ellos quieren imponer sus particulares creencias al resto de los vascos, valiéndo se de circunstancias históricas especiales, nosotros estamos en la obligación de desenmascararlos y exigirles juego lim pio. Que Vasconia no es separatista, vamos a demostrarlo con argumentos sólidos, y aun cuando carecemos de espa cio para tratar este tema con la extensión que se merece, a grandes rasgos apuntaremos las razones en que nos basa mos para nuestra afirmación. La incorporación de Guipúzcoa y Vizcaya — Euzkadi como Unidad en realidad no ha existido políticamente hasta la República Española— -, se efectúa a la Corona de Castilla hacia el siglo X III por decisión expresa de los ciudadanos de estas provincias, quienes ya con anteriori dad habían estado ligados y separados de Navarra y man tenido otro tipo de organización. La Corona de Castilla respeta los derechos o fueros de los vascos durante muchos años, unos cuatro siglos. Es con motivo de la intervención de los vascos en las dos guerras carlistas — casi unánimemente al lado de D . Car los— cuando se menoscaba la autonomía vasca con los de cretos de 25 de Octubre de 1839 y 2 1 de Julio de 1876. La actuación de los liberales — reconozcámoslo— no fué todo lo noble que Espartero prometiera. Y la traición de un general murriano. Maroto, rubrica el despojo de sus fueros a los vascos, caso más difícil de haber vivido Zumalacarregui, el general carlista de más talla. Pero ni antes de estos sucesos ni después — hasta hace medio siglo— el País Vasco dió señales de separatismo, ni su vinculación de muchos siglos a España fué en me noscabo de los derechos de los vascos. A l equipararlos al resto de los españoles, no se cerró tampoco la posibilidad de superación del pueblo vasco ni de sus ciudadanos, que muy al contrario estuvieron en muchas ocasiones a la ca beza de, otros pueblos de España. Nombres vascos y es pañoles recoge con veneración y respeto nuestra Historií: Vascos sin dejar de ser españoles, fueron Iñigo de Loyo la, Francisco de Vitoria, Sebastián Elcano, López de LeP A G IN A 1 1 • - No cotnpui&mo« -T©R>r en :<Vizcaya provincia para tes izquierdas por no haber obtenido la minoría. Según estos datos exactos, los nacionalistas obtuvie ron en el País Vasco 1 3 1 ,1 6 1 votos y las izquierdas 121.668. Si a los efectos del separatismo advertimos que faltan con siderar los votos de las derechas — no inferiores proba blemente a 50,000 en el País Vasco— , bien claro se ob serva que, con voto de la mujer incluido, el movimineto nacionalista no representa la mitad de la opinión del país. Con una salvedad que no carece de importancia. En to das las ciudades y pueblos más importantes, la mayoría correspondía siempre a las izquierdas, lo mismo qu* « t las zonas industriales. Rutmo laiseca. M -skald e de Bilbao, es-presidente de U D ipu tación de Vizcaya, dejó tras d e si el recuerdo de una labor «ins tructiva en beneficio de su Patria chica. Peto sin paca ello ab dicar iamás de su españolismo, sin dejar de pensar y defender que los problemas de Vasconià eran los problemas d e España. E l Gobierno vasco oo se consideró obligado a enviar un mo desto ramo de flores o una representación, el día que republica nos y~ socialistas vascos le rindieron hdmeaaie postumo en su definitivo descanso del Panteón Español en México, Creemos demostrado que el Gobierno Vasco, falta a sus deberes con" las declaraciones oficiales a que hacemos referencia. Nosotros, vascos defensores de su autonomía orgullosos de su sentido renacentista elevado, encariñados con nuestro pueblo, amantes de la democracia vasca, tene mos la oblgiación de impedir que los sanos deseos de nues tro pueblo se deriven hada una posición'- intransigente y sectaria que estamos seguros no será compartida por la opinión vascongada. Damos nuestro grito de alerta contra las maniobras turbulentas del Nacionalismo Vasco. El espíritu de Sa ortpí. Blas de Lezo, Fray Toan de Zumárratja. Oauendo, bino Arana — netamente antiespañol— parece reverde Omrruca y muchos más. Vascos españoles que han co cer nuevamente. Lo consideramos una desgracia para F.uzlocado mnv alta su Personalidad artística en la España kadi y para España. Y bueno será qué a, los cuarenta y contemporánea. son Miguel de Unamnno. Maeztu. Igna- tres años justos de aquel desdichado telegrama — M a cio Zuloaga. Pío Baroia. Aftéhi. Guridí, etc, los va yo de 1902— en que Sabino Arana felicitaba al Presiden lores históricos v culturales más destarados del País Vas te de Estados Unidos por la liberación de Cuba, hagamos co no autorizan a suponer que ef movimiento separatis promesa de luchar con todas nuestras tuerzas para que ta tenga por fundamento la posterf«dón de la capacidad ' Euzkadi se dé el régimen que su Historià, sus intereses, - vasca en hcneficie de otras capacidad^ tampoco la eo su tradidóri y su pueblo quieren, descubriendo pública lítica separatista, encuentra fundamento serio en la opi mente la falsedad del clima artificial creado en tomo a! nión política del pueblo vasco. V no usaremos argumen problema vasco, por los discípulos de Sabino Arana, tos de tiempos pasados, va eme hemos dicho eme d mo vimiento separatista apenas tiene cincuenta años de edad. ALBERTO L A R Z A B A I. Nos servirá de base la votación democrática registrada en el País Vasco — las tres provincias de Vizcava. Guipúz coa y Alava— en las últimas elecciones efectuadas en Fe brero de 1936. Tomando únicamente por base los datos de los dipu tados de mayor votación en mayorías y minorías, y sin contar para nada con Navarra donde la opinión naciona lista no representa ni con mucho la sexta parte, encontra mos los siguientes resultados r í "otación Nacionalista : Guipúzcoa: Mayoría, J. M. Lasarte Votos 6 2.19 1 Vizcaya:Provincia, mayoría, Julio ; Jauregut Votos 25.022. Bilbao capital: Minoría, Manuel Robles Votos 43 5a? En Alava las mayorías fueron para las derechas y las. minorías para las izquierdas No computamos, pues, vo tos nacionalistas. Votación de Izquierdas (Partidos que dependían de dis ciplinas no exclusivamente vascas). Guipúzcoa: Minoría, Mariano Ansó Votos 41.845 Bilbao capital: Mayoría, Mariano Rutz Funes , Votos 69.684 Alava: Minoria, - R a m ó n Viguri Votos 10 .14 2 EN E S T E P R I M E R O DE MAYO U N -GRAN S O C I A L I S T A Calle de Estudios de la dudad que fue D e allí, de la modesta zapatería, marcha las masas campesinas y en la creación de ra emporio de riqueza durante el feliz man ban las comisiones de los pueblos, campe Casas del Puebio, que, cual la de la capi- dato de ios C a lifis / E ff tm'toodrsta pórial, sinos ’o mineros, artesanos o labriegos, pa tras mostrador cubierto "de zinc; "dn hombre ra quejarse ante el pondo de atropellos de tal, gracias al tesón, de ambos, pudo verse realizada en 1950. va colocando'pianrillas sdtSre l í piel que rivmterilias, empresas o señoritos. Juan, el curtieran en ' teoerL'ij " montíllsnas. "Corta compañero de grande cuerpo y corazón, nun sa eran grandes, también las sentia por to "tarea"' a ÍOS cuatro ca, ni en la mayor abundancia de trabajo, das las manifestaciones del Arte. D e ahí su amistad con Ju lio Romero, con Mateo y prepara para dar “ ráoSuélbs" "que, en dos tués illas, St su entusiasmo y devoción per la cau traba tuvo una negativa para los que solicitaban jan en la" confección de c á ííi’do'.“ ütfó de su prestación. O ía las motivaciones, siem ínurria. con Enrique Moreno (E l Fenóme los manc-jadores del tirapié, ia chaira — la pre juítas, del viaje, y su único comenta no ), con Aurelio Pérez Cantero, con los xufcira árabe— y la pata de cabra, "mien rio, tras arrollarse el mandil a la cintura, tras bate la Suela, se entona, no tinas So era leare? o unas Sérranj.; — cante de la tie sino una úhra que para el confíjrto Arévalo y tantos otros que representaban la pintura, ia escultura, ia música, la poesía cordobesas. rra— Iglesias hasta el más innominado sembra que en la próxima' feria ‘ de Mayo dará el dor de nuestras ideas. "¡V a m o s , camaradas!" Por aquel portal pasaron desde Pablo A ú n recuerdo aquella octavilla que escri biera invitando a los trabajadores a concu Cehtro Filar riiúniéo" en la Caseta Munici A llí íbamos los jóvenes entonces a reco pal, está montando ~su‘ díreftor "Pérez Can¿CFO-: ■* >r <3 > * *r *t ger las iñstrudones, consejos o reprimen "Consagración de la C opla". Era una ora das de Palomino. ción, un grito de dolor por el hermano fa . *•"A “i •_!*- rrir al entierro de Julio, el autor de la llecido. Hombre de tan gran entereza co T ú has' puesto' un__ rayo de luna mo él. lloraba mientras escribía. debajo de mi balcón . j Lloraba todo un hombre! , — ¡Calla, A m o r1 Si" té oye‘el maestro A u Rendía grande culto a la amistad, siendo relio sales de la cuerda de barítonos, nn ¿x- destacada la entrañable que, durante mu puísaÜiT sino con grilletes. chos años, mantuvo con don Antonio, a quienes su hijo Amorj mientras cantaba una — Pare; 'si no lo heñios ensayan bien. Son fía m í que dose noches la quÁ yevumñ con abra realizaba otra, la de hacer unos zapa la obra. 1—Bueno, ,, / - i .; - i * ? * " v r ■ > ideja la obra, sino quieres ir a tos. El era don Antimio Jaén parar a una de peón de albañil y termina » los zapatos de don Antonio... Y ahora jjie íonei Cascajo. Una noche» del cuartel de Artillería, salieron la maniícstadóñ y mitin del Primero de '' ' ’ - "" " :- nombre más sarcástico ! ~ . En h puerta d d edificio, uno de la guardia cun uniforme J e traba|o puesta, m archa.hada al anties de requeté, Pepito Herrera Montes, al reco tético palacio, donde un hombre sirve, no nocer a uno de los detenidos, exclamó: — ¡Pobre Ju an ! gobierna," ía voluntad dé" la" familia 'B a rro sO-Sáncher Guerra; domiñáílortf d é 'lá pro . * ‘ £n uno de elios. atada su muñeca a U '• Y ¡Ju an Palomino OJaya ' . en aquet templo de trabajo no habia las alegorías laográficas tan comunes en , Este hombre de cabello cano, de forta los. de ia misma profesión. Sobre la pared leza física y .espiritual, símbolo., de. la lu un grabado dé M arx. Un retrato de Igle cha sodalista en Córdoba, se agranda a mi sias, fotos de Fiestas del Trabajo y una. ca memoria en éste Primero de Mayo «aj que riñosamente dedicada, de un su gran ami los trabajadores espançlçs no. pueden lle go, del pintor Ju lio Romero de Torres. En aquel modesto taller, donde ei líder var al dictador sádico, las, conclusiones co mo final de la manifestación, cooclusiones se ganaba el que se reducirían a j a se admitieron dádivas ni regalías como pa repetirían .de una palabra; ¡Asesino! ¡ Asesino ' ¡ Asesino ' Aquel portal de la calle de Estudios, du unos camiones en di rección d d cementerio de la Salud — ¡qué Y sin preocuparse de que lleva la "blusa vin o*.,. « r había, sido detenido por Us hordas del co* tud para que autoricen b. celebración dé ;Ÿ V Meó de Agosto de 19^6. Juan Falomínu largo. Si preguntan por mí, esfój en e! Gobiernó civil. V ó v a presentar" la soI?d- "Mayo. Múrente, gran tribuno y profesor, hoy exilado en tierras ecuatorianas. sustento, ¡nunca!, ¡nunca!, go a horas o jornadas, perdidas por la cau ¡A sí, así eran nuestros líderes1 rante seis lustros, fué Casa del Pueblo, fué « * mino. El joven chofer hizo a Juan la in dicación de que si pudiera se tiraría del camión en marcha. ¡Esta maldita cuerda! ¡L e haría daño! — ¡N o edad! te importeT ¡Quién tuviera tu Un bulto je arrojó d d tétrico vehículo. N o se oyó una queja. Lü mano d d gran socialista quedo destrozada. Se salvó el jo ven. En las tapias del cementerio cayó asesi sa de los trabajaderes. oficina de donde salieron Reglamentos, B a de un compañero del transporte, iba Palo * nado d viejo luchador Juan Palomino O k ya. M urió dando vivas al Partido Socialis ta. Junto a él, aquella madrugada, fueron ses de Trabajo, citaciones para actps. todo - Compañero inseparable, desde su llega ejecutados sus tres hijos, su yerno, Aurelio lo que sirvió de cauce .al movimiento obre da a Córdoba de Francisa» Azorin. le ayu Pcrez Cantero, Enrique Moreno, Pepe L ¡- ro y socialista de la provincia. dó en todo momento en la educación de ( Sigue en la pág. 14) MEDITACIONES Nuestro Destino J u v e n i l E l sentido del cálculo se extravia fácil Nuestra memoria está poblada de recuer mente cuando, pensando en España, que dos profundos, a los que el duelo, es la risa. Con cicatrices de dolor que la cubren remos fijar las dimensiones exactas de la mayoría de los casos, sirve de escolta. Y de un extremo a otro. Su espíritu y su titania y la indignidad. Apagada su son honda tragedia sobre la que cabalga desde las evocaciones de este pretérito inmedia genio, confinados en tas cárteles y campos hace cerca de nueve años. Tragedia que si to, surgiendo de un fondo de bruscas rea de concentración. ¡Cuán hondo sentimos su resulta dolorosa para el destino común de lidades, galopan insistentemente por los Ín infortunio! los españoles, lo es más para el destino sin timos espacios de nuestra vida contempla que éste nos dicta, un grito sube hasta nues gular de nuestra juventud, condenada siem tiva para hablarnos del ayer-. Del libro tras gargantas: -, España tiene que resurgir! pre, en episodios de naturaleza tan dra de estudio que dejamos antes de que ulula Y mática, a soportar los mayores sacrificios ran las fatídicas sirenas del peligro, o de de libertad es más fuerte que la esclavitud y. desgarramientos, no ya sólo por las vidas la pieza postrera que ajustamos en el ta que la subyuga Los jóvenes que sobrevivi físicas que la violencia abate y consume, ller, o del amigo entrañable que cayó en mos a nuestra generación, y que a este sino, también, por las vidas espirituales que vuelto en las sombras de la muerte, o del titulo se malogran y esterilizan en un frenesí de hogar arruinado, o de la ilusión frustada... de la hospitalidad de América, no pode odios rotundos y enconos desenfrenados, a Si, para hablamos del ayer, cada vez más mos olvidar que en la tarea nos correspon modo de válvula abierta para la triste fu lejano y, sin embargo, cada vez más actua de uno de los esfucizos principales. Entre los inapelables deberes resurgirá, porque su sed de justicia y unimos el privilegio incomparable ga de energías preciosas que constituyen, Hemos de vencer la propu tragedia de en su origen biológico, la reserva poten nuestro destino. Porque nada irreparable se cial de cualquier colectividad humana. N a habrá perdido die puede arrebatar a los jóvenes españo brisa de la esperanza. España nos ordenará mientras nos abanique la les la supremacia en la tragedia de ese pronto que reanudemos el camino que una destino común, forjado con las lágrimas y hora oscura de desenfreno mortal interrum el dolor de un pueblo a quien se eligió pió. N os reintegraremos a él para levantar como víctima de los más brutales ensayos la da entre sus despojos y miserias. Como y ambiciones. si aun nos espesara el libro de estudio que Quienes apenas comenzábamos a reco dejamos en el minuto decisivo, o la pie rrer los jubilosos senderos de la juventud, za de ajuste que abandonamos en el taller. cuando se produjo el criminal levantamien Inspirados por el más alto sentido del sa to de los traidores, sabemos que en nues crificio, para tapar la ausencia del amigo tro difícil tránsito por ella han quedado entrañable y para reedificar, sobre bases inéditas muchas satisfacciones que avizorá más generosas, el hogar arruinado, y para bamos desde U antesala de la adolescencia. elevar de nuevo el vuelo de nuestras ilu Un gran Socialista ••• siones, en busca de un mañana mejor... (VIENE DE LA PAG- 13) nares y hasta ciento cincuenta compañeros tarán cerrar nuestro paso. Ingente será tam Ingentes serán las dificultades que inten bién el esfuerzo que habremos de poten más. ciar para domeñarlas. Como si Goethe hu A l siguiente día, en el camino que con biera escrito para nuestra época sus debe- ducía a la necrópolis, apareció un cartel en ladoras palabras: "Adelante sobre las tum el que se leía: "Avenida del Comandante bas". E ! recuerdo de cuantos en ellas des Ib iñ e i", personaje siniestro procedente de lizado. la guardia civil, que tenía el cargo de jefe nuestras verdes campiñas y de nuestros flo de seguridad provincial. persos por los m is apartados rincones del ridos valles, sintiendo con inútil rebeldía mundo, multiplicará nuestros ímpetus. Co De aquella bucólica estampa de cansan, perdidos en el solar patrio o dis Pepito Herrera Montes, el periodista me la invasión de la guerra; de aquellos gra mo si Anatole France nos hubiese dedica tido a requête, a las veinticuatro horas de tos rincones de la ciudad amada, por don do especialmente a nosotros su haber exclamado “ ¡Pobre Ju an !” , fué fusi de trotaron nuestros desahogos infantiles, mandato a los jóvenes: "Creed y osad'*. enérgico lado en las mismas tapias del mismo ce convertidos en rudo escenario del drama Nuestra fe animará nuestra audacia. Sa menterio donde se asesinó al gran socialis bélico; de aquellos caminos polvorientos bremos vivir para un ideal, conforme nos ta, al maestro del portal de la calle de E s tudios. de la vieja aldea que recogían las tona pedía, desde su lecho agonizante; nuestro das de los mozos en la cita alegre de la querido Tomás Mcabe. Iluminados por las En este Primero de M ayo, sio conclu romería, cerrados por una ola de sangre y intensas experiencias de estos nueve años, siones que presentar como exilados, eleve fuego... Inquietantes nubes en el cielo de una nueva generación brotará dentro de mos nuestro pensamiento, pongamos el cla nuestra gran tragedia. nosotros mismos. ro de luna de nuestro recuerdo, en las fo ahí tenemos a Es sas de los que fueron guias y ejemplo de Y salvando nuestro destino, habremos sal paña, truncada como el destino de nues socialistas. vado a España, pata hacerla fuerte como tra juventud. Can el alma atravesada por nunca con el poder sagrado de su liber los puñales más sutiles de la desgracia. tad y de su independencia. Sea el mfo para Juan Palomino Olaya. JO SE M ED IN A . Nueve años casi. Y Caldo su gracioso talle bajo cl peso de U LAU O Estampas del Transahariano Nuestro paso por el infierno Ha terminado la comida. Quedan por delante dos horas de inactividad. Durante ellas, las moscas se encargarán de que el presunto reposo se convierta en tortura; en un frenético manotear y juego de contracciones musculares. E l sol, en lo alto, se ríe despiadadamente. Agobia al campamento un silen cio opresor. Las tiendas reflejan brillanteces de-es queleto. La cinta sinuosa de la vía penetra en las elevaciones lejanas como mi cuchillo disforme. M iría das de puntitos incandescentes se mantienen, en lo co movimiento, a unos centimètres de la arena. Transcurre el tiempo, len to, ominoso; re torcíéndoce como las serpientes. Repentinamente, es pertur bada la soledad por la nota prolongada y estridente de un silbato. El sonido, haciendo eses para salvar los obstáculos, penetra- en los '‘marabouts” levantando tos se desatan incontenibles. Unos los proyectan ha cia la Patria sangrante y sus seres queridos; otros —probablemente los más jóvenes— , revivirán sus viejas ilusiones, ya desgranadas cual cuencas de un rosario en la áspera ruta. Todos tuvieron fe; creye ron en una suma de principios como comunes a tuda la humanidad. Más tarde, tras ardua lucha, e l desen gaño. Se replegaron sobre ellos mismos. Por alimen to un orgullo sideral. A I extender la vista, habían comprendido que se sacrificaron como nadie por los lemas de todos los hombres que, a través de los si glos, repudiaron la esclavitud. Posteriormente, muchos de ellos, cuando las nacio nes se arrodillaban cobardemente, tendrían un idtimo gesto. Con una sonrisa sarcástica en los labios y en su parte un sello de elegancia despreciativa. haces de maldiciones en su loca carrera. Los com ponentes de la compañía acuden a la formación. Bronceados, sus cuerpos mal cubiertos por variadas prendas militares, formen mi extraño conglomerado capaz de hacer las delicias de un profundo psicólo go. Se ven algunos, — los menos—, apáticos, venci dos. Otros, —la mayoría— , con los ojos brillantes, enfebrecidos, producen la impresión de que comer ían toda su agilidad iptima; están prestos a saltar. Después, provistos de picos, palas y carretillas, des filan para el terraplén. Volverán cuatro horqs más tarde, sudorosos, jadeantes, aumentada la dosis de su. amargura. A su paso por las !'jbaimas” que bor dean la ruta, en el morir de la tarde, llegarán has ta ellos las preces que los árabes elevan a su Dios. Quizás, algunos, mirando al cielo, unirán a aquellos ruegos maldiciones inconcretas e inabarcables de pro testa. Con la noche viene la quietud física. Recogidos sobre un lecho duro, casi hostil; se aíslan de todo lo que les rodea; de su cotidiano vivir. Los pensamien- partirían para el Continente atormentado. Se les vio en varios países: Noruega, Francia, Siria, L ib ia. .. De ellos contaban que entraron serenos y altivos a los combates; fría la sangre al igual que las serpien tes. Pasearon, por niveas montañas y calcinados pá ramos, el nombre de la Patria torturada. Y cuando de sus pechos saltaba, con violencias extrañas, su san gre roja cual ninguna, miraban por última, vez aquél azul ríe lo más alto que un día quisieron bordar con sus sueños y quimeras, Y , mientras tanto, en las bellas ciudades lejanas, la vida, absurdamente ausente, seguia su curso. Las orquestas emitían su música enervante. Corrían los cosquilleantes licores. Las bellas mujeres reían. ¡Ah...! Sí... Los españoles... ¡Pobres ilusos! Yr, en el infierno de arena, el “ simoun” aumentaba su violencia con los rugidos que partían. 'de los pe chos; saturado de impulsos vehementes de destrozar lo todo. 4 .ALEJAN D RO CO LINAS. FALANGISM O ‘♦ Señores em b ajad o res, general det C u erp o de T ro p as V o lu n tarias, legionarios de Italia, soldados de la Italia Im perial, cru zad os de la fe y de la civilización del O ccidente: Y o os saludo con el am or del je fe y con la co n fian za del caudillo, am or y co n fian za nacidos al com pás de la guerra, a l contem plar vuestras acciones, al sentir el calo r de vu estra sangre en la tierra de E s p añ a, y al saber cám o habéis abandonado vuestros hogares p a ra seguir las banderas legionarias de R om a por la s tierras de E u ropa... A l alzam ien to de E sp añ a, al grito de guerra, a la vo z de nuestros cruzados, contestaron en Italia y A lem an ia voces am i gas. E s en Italia la vo z de vuestro “ du ce” , la m ano que estrechó la n u estra; son sus soldados los que p u gn an por rom per sus fronteras, p a ra llevar la b an d era de la civi lización y de la fe, junto a los gloriosos sol dados españoles” . FR. ílYCO, Logroño, 1 de Oclmbrt di 193#- La España falangistas Naciones Unidas DEMOCRACIAS “ T e r c e ro : R esp etan el derech o de todos los pueblos a ele gir el régim en de gobierno b a jo el cu al han de v iv ir y desean que se restitu yan los derechos soberanos y la in depen dencia a los pueblos que han sido des p o jad o s de ellos p o r la fu e rz a . S e x to : D es pués de la destrucción com pleta de la tira n ía n azista, esperan q u e se e stab lezca una p a z que p roporcion e a todas las naciones los m edios de viv ir seg u ras dentro de sus p ropias fro n teras y que g aran tice a todos los hom bres en todas la s p artes del mundo una v id a ex e n ta de tem or y de p rivacio n es” . Carta del Adámico “ Buscarem os la cooperación y la activ a p articip ació n de todas las naciones, g ra n des y pequeñas, cu yo s pueblos están dedi cad o s en cu erpo y alm a, como están los de n uestras naciones, a la elim inación de la ti ran ía, de la esclavitu d, de la opresión y de la intoleran cia. Les darem os la bienvenida cu an do tengan a bien in g resar en la fam ilia de las naciones d em o cráticas del m undo” . Declaración de Teherán. “ M e sumo de todo corazón al anhelo de que el g ran im perio alem án pueda lo grar el objeto de sus inm ortales destinos, b ajo el glorioso signo d e la cru z gam ada y b ajo vuestra genial dirección. ;H e il H itle r!” . %alegraría-d* F w crj a Hitler. febrera de !<>}'■ “ Seguim os con ansiedad la revolución que en ca m a el “ fu h rer” y el movimiento nacional-socialista alem án. Cuando p arecía que el m aterialism o b árb aro y la negación de todas las fu erzas m orales asistidas por el poder de algún pueblo, iban a acab ar con la historia de lo que llam am os y servimos como civilización, el genio germ ánico se ha levan tad o potente p ara contenerlas . LËQUE&C.A* Biihto tH de Noviembre de -rS3#- “ M antenem os nuestra política tradicio n al, nuestra adh esió» a los pueblos que com partieron nuestras angustias. S¡^ algún día Berlín estuviera en peligro, E sp añ a, p a ra defenderlo de las hordas rojas, en viaría un millón de hom bres si preciso fu era” . FR-1SCO. Madrid - de Diciembre de ry 4-> . “ Nuestro movimiento a lcan za hoy en el mundo justificación insospechada. En estos momento» en que las arm as alem anas diri gen la b atalla que Europa y el Cristianism o desde hace tantos años anhelaban, y en que la san gre de nuestra juventud va a unirse a la de nuestros cam arad as del E je , como expresión viva de solidaridad, renovam os nuestra fe en los destinos de nuestra P a tria, que han de velar, estrecham ente uni dos, nuestros e jército s y la F a la n g e ” . FRASCO, Madrid Julio de i 94 i- “ C o n certar, durante el período transitorio de in estabilidad en E u ro p a lib erad a , la p o lítica de sus tres gobiernos p a r a a y u d a r a los pueblos liberados del dominio de A le m a n ia n azi y a los pueblos de los antiguos p a í ses satélites del E je en E u ro p a, a fin de q u e resu elvan por m edios dem ocráticos sus ur gen tes p roblem as políticos y económicos. “ E l establecim iento del orden en E u ro p a y la reconstrucción de la vid a económ i c a n(acional, deben lo grarse p o r p ro ced i m ientos que perm itan a los pueblos libera dos destruir h asta los últim os vestigios del n azism o y del fascism o y c re a r institucio nes d em o cráticas de su p ro p ia elección. E n co n fo rm id ad con el p rin cipio de la C a rta del A tlá n tic o sobre el derech o de todos los pueblos a esco g er la fo rm a de gobierno b a jo la cu al v iv irá n , debe aseg u rarse la res titución de los derechos soberanos y el go bierno autónom o a los pueblos que han sido p rivad o s de él a la fu e r z a por las naciones ag reso ras. P a r a fo m en tar la s condiciones en que los pueblos lib erados p o d rán e je rc e r sus d ere chos, los tres G obiernos a y u d a rá n co n ju n tam ente al pueblo de cu alq u ier E stad o li b erad o de E u ro p a o de cu alq u ier antiguo satélite del E je en E u ro p a , donde a su -jui cio lo e x ija n las circu n sta n cia s: a ) a esta b le ce r condiciones de p a z in te rn as; b ) a lle v a r a la p r á c tic a m edid as de em ergen cia p a r a la a y u d a de los pueblos n ecesitad os; c ) a fo rm ar au to rid ad es provisionales am p liam en te rep resen tativas d e todos los g ru pos dem ocráticos de la población y co m p ro m etidas a estab lecer, a la m a y o r b reved ad posible, y por m edio de elecciones libres, el gobierno rep resen tativo de la voluntad del pueblo, y d ) a fa c ilita r, a llí donde sea n ecesario, la celeb ración de tales eleccio n es” . Reunión de Y el ta. LA TRAICION A LA PATRI A El Capitalismo al Desnudo La enérgica^ decisión del pueblo fiancés en orden al esclarecimiento de las responsabilidades contraidas por políticos y magnates de la industria en la derrota de Francia, nos ha permiti do recoger algunos datos interesan tes que ponen al desnudo los crimi nales manejos del capitalismo. cia Alemania aumentan en 19 35, Y a*' canzan 95,000 toneladas en 1936, y 96:000 en 1937. ¡Y Alemania, pobre en bauxita, es tributaria del extran jero para su producción de aviones! En cuanto al aluminio, llamábaseIe, con justo título, el metal francés. Su fabricación fué lograda y perfec Varios de los más destacados hom cionada gracias al esfuerzo de sabios bres de industria anisados de vender franceses, como Sainte-Claire Deville, v de ingenieros y técnicos también su patria al invasor han sido encarce franceses. En 19 13 , Francia ocupaba lados. Como más destacados figuran: el primer lugar en el mundo en esta h Lehideux. ministro de Petain, Duchemín y Gignoux dirigentes de la rama. Llega 1939, Y 511 producción de Confederación General de Patronos aluminio es apenas ta cuarta parte de Franceses. El conocido fabricante de h cantidad que produce Alemania. automóviles Renault fué otro de los ¡ Y esta fabricación, en su totalidad, principales traidores. Casi todos ellos está en manos de un solo trust! La miembros o servidores de las "dos Sociedad Alais, Froges y Camargue cientas familias” , mismas que alardean (Pécbiney) tiene el 90 por ciento de do un sentimiento patriótico a la hora l i producción nacional, y, además, po de combatir las conquistas sociales de see una participación muy importan los trabajadores franceses — la sema te en la otra empresa productora la na de 40 horas como antipatriótica fué Ugine. sü caballo de batalla desde su prensa Ni las clases obreras, ni las clases mercenaria— no vacilaron en poner medias, ni persona alguna de otras a disposición del Reich alemán todos clases compartían con los trusts la di sus recursos, llegando en el camino rección de los destinos económicos del ignominioso de su traición a facilitar país, en lo que éstos tiene’n de esen la entrega de obreros franceses a /le * cial. Obra de los trust* es el estanca manía. miento de la producción francesa y el debilitamiento solapado de la riqueza El capitalismo no tiene Patria. Por encima de sus intereses económicos y la fuerza de Francia; hasta en la gue no sitúa nada, y su absoluta carencia rra, sólo siguieron máximas crimina de moral se refleja claramente en es les: aminoramiento en la producción, te ejemplo que como típico ofrece para hacer suEr los precios; cabotaje a las fabricaciones de guerra, por opo mos. Es el del "trust” del aluminio. El principal elemento de la fabri sición a las leyes sociales, pot od o a los trabajadores y a la demoaaoa. cación de ajuminio es la bauxita. En 1929, Francia producía el 35% de la producción mundial de esta pri mera materia, con un total de 660.000 toneladas. Las necesidades de alumi nio, para la fabricación de aviones, aumentaron, como es natural, en una enorme proporción. Sobreviene el rearme hitleriano. Progresa en los demás países la ex tracción de la bauxita, que, entre 1029 V *937. pasa, en Hungría, de r 15.000 a 510.000 toneladas; de 192.000 a 570.000, en Italia; de 11.000 a 25.000 en la URSS. La producción francesa permanece estacionaria, con 670,000 toneladas. Pero las exportaciones de mineral ha Sigamos ahora al trust Péchiney dest-nés de la derrota, la cual tanto con tribuyó a provocar. La industria francesa del aluminio, orimordialmente bélica, só|o podía tra’ ajar ya para las necesidades de la ecocomía alemana. ¿Se echaría a dormir, o. más exactamente, continuaria ses teando? Dejemos la palabra a los adminis tradores de la Péchiney. En el informe presentado a los ac cionistas el 30 de jumo de 19 4 1. re lativo a las cuentas del ejercicio del Sano anterior, declaran: "Después del armisticio, en pre sencia de apremiantes necesidades que se manifestaban en ia economía ce rrada a que el país debía adaptarse, nos esforzamos por sacar un rendi miento máximo de nuestros medios de producción. A fines del año. la marcha de nuestras fabricaciones ha bía recobrado su ritmo norma!'". Informe del 29 de junio de 1942, correspondiente al ejercicio de 19 4 1: "Hemos activado la realización del pro grama tendiente a ampliar nuestras principales fabricaciones. No depen dió de nosotros el poder satisfacer plenamente las necesidades de la eco noroía francesa f ! ) ; una cantidad im portante de toneladas ha sido expor tada” . Y el 8 de mayo de 1944: "La fa bricación del aluminio sigue siendo la principal actividad de nuestra com pañía La capacidad de fabricación de los productores franceses ha sido sen siblemente aumentada desde 1938' Un solo comentario a estas confe siones, más elocuentes que una requi sitoria: los beneficios obtenidos. En 1938, estos beneficios, antes de la amortización, Fueron de 77 millo nes: en 19 4 1, 83 millones; en 1943, 99 millones. Beneficios realizados en el fango de la traición, con la sangre de los aliados de Francia, con la sangre , del pueblo francés. El caso de Alemania es también elo cuente. El putsch nazi de 23 de ju lio de 1942 fué instigado por los due ños del trust del acero alemán. Los nombres de Krupp, Schroeder, Roechings, y otros quedaran registra dos como ejemplo de instigadores in ternacionales. La más grande empresa de arma mentos del mundo, estaba constitui da por la fábrica Krupp de Essen. la Fundiciones Grusson controladas poi d grupo Krupp en Magdeburgo y las Fábricas- Germania de Kiel. Las ramificadones internacionales de estas empresas las encontramos si tuadas en Holanda en la Siderius A G., en la fábrica sueca Bofors y en Es- ,ña en La Maquinaria Terrestre „y [arítima y la Unión Naval de Lé ante. La cabeza visible de esta úlima es el conocido pirata mallorquín aan March. De todos es sabido, que Mirch fué quien financió el movi miento de Franco y puso en con.cto — tal vez por medio del propio rrjpp— a las fuerzas de la reacción .pañola con e! régimen de Hitler. Naturalmente estos servidos se pa in. Una serie de minas enclavadas a el País Vasco fueron a parar a as empresas alemanas, y las grandesI exportaciones que sobre primera época de la guère España con destino a j eran sino el pago de la diente. ’ , Como se ve los grandes tiburones del capitalismo no desdeñan el em barcarse en empresas políticas, cuan do la ocasión lo requiere. Un tipo muy conocido por su labor de intermedia rio entre NeviUe Chamberlain y los jefes nazis, así como entre Mannerheim •— el de la famosa línea finlan desa— e Hitler es Wenner — Bren, accionista de la Bofors sueca. El día — próximo ya— en que la derrota de Alemania permita hurgar en las actividades de este grupo indus trial seremos sorprendidos con datos y noticias más significativos aún que en Francia. t Preciso es que los pueblos no lo olviden, ya que de su vigilancia y justi cia depende hacer imposible la ter cera Guerra Mundial. JU A N SA N C H E Z A L T A M IR A I días de Hitler están contados Lo que importa ahora es acabar con la herencia espiritual que el pintor auriríacci I 'embró por el mundo y que tan buena cosecha recogió en el falangismo español. Las democracias, en vísperas de estructurar un nue ! vo mundo, rio pueden olvidarlo. GA L DÓS H o n r a Se ha dicho — jo crea que con ra zón— que una d e las características más nobles del español es su univer salidad. Buscar pues en nuestra pro pia herencia espiritual e l sentido de lo nacional que es a la par el sentido de lo universal, contribuirá a conocernos mejor a nosotros ojiamos. A hacemos sentir con más emoción el recuerdo de nuestra Patrid, a la que muchos v i mos descubriendo a través d e jo s años del exilio, sentir ¡n español nc» es pre cisamente situarnos dentro de un na cionalismo de vía estrecha — que pug na con nuestra Historia y nuestras ideas— sino exfyaer de nuestra propia cantera los materiales que m ejor nos sirvan pata comprende; y sentir a Etpaña. Y en esta labor, nadie como Benito Pérez Guidos puede llevar nues tro espíritu a través de nuestra histo ria para comprender a tapona. Los " Episodios Nacionales1 de Guidos son una obra maestra de la literatura es pañola. Por la pluma del maestro ha bla el pueblo, e l auténtico pueblo, > nos hace sentir lim pia y generosa la fusión de la Patria. G alios fué un revolucionario, pues a tal equivalia en tu época sentirse profuñitamente li beral » anti-lrajiciotldlisfa. Lo fuá en su vida y en su obra. Fué enemigo per manente del convencionalismo en po lítica y en teatro, escéptico y demole dor a la manera de Ibsen, enemigo de la reacción española que quiso negar mérito a su obra inmortal Per» fué ante iodo y sobre iodo un gran es-, pañol. Canario por nacimiento, pero descendiente de vascos por linea ma terna. Galdos supo recoger y expre sar el sentimiento de España, de to da España. No fu i tú régionalisé ni sectarios fué un alma grande que hon ro a su Patria y a tus ideas. Si hubiera vivido hoy Galdos, hu biera compartido con nosotros las mi serias del exilio. Pero manteniedo v i va aquella fecundidad maravillosa, aquel soplo genial de U inspiración, aquel sentimiento netamente estañol, que le hizo merecer el titulo de "E s critor de la Raza". Los Lptsoojos [racionases ton quizá la obra más española que se ha escrito: Sin embargo ¡cuan lejos es tá su lenguaje senállo > emotivo de las vanidades estúpidas de quienes alardean de Im perio! Si nos'hicttra de E s p a ñ a falta una prueba concluyate y defin i tiva para convencemos de que el au téntico sentido de lo español no lo sienten ni muco o menos m onopoli zan los cantores del falargisnio actual, ni ios ndicmox escritores reacciona rios, que solo conciben una España su jeta al yugo de Ai anarquías podridas y at consejo ae meas confesionales prostituidas en e l eiercic'm de su alta misión, ni los gastados politicen aue sintiéndose continuadores, de la tra dición partía no vacilan en adaptar a nuestro pats sistemas tnjra-humanor y exóticos si ellos sin en a! transitorio dom inic de Ja Patria, leer con cari ño las obras de Galdos nos dará h er ías t ánimos para seguir sintiéndonos españoles sin dejar de sentirnos uní versales. Recordar a Galdos. releer tus obras, es encostrarnos -con nuestro sentimien to Je españoles y de intemacionalistas. Y una lecha simbólica para España —e l de Mayo—tan ¿nida nosotros con cira fecha internacional ;—el i 0 de Mayo-— bien merece dedicar un recuerde al viejo maestro. Leamos un Pequeño trozo de uno de ms Episo dios Nacionales "E l ty de M ano y el 2 le M ayo". * * * — "Pero habrá pandes de España V señores de muchas campanillas, y generales y ministros que les digan a esos franceses: "Señores, hasta aquí llegó. N i un paso más. —Los señores de muchas campani llas se han ido a Bayona, y allí andan a la greña por saber si obedecen *1 padre o al hijo. — Pero aquí tenemos tropas que no consentirán.. . — El Rey Ies ha mandado que ser amigos de los franceses y que les • jen hacer. — Pero son españoles, y tal vez no obedezcan esa barbaridad; porque dimer si los franceses nos quieren man dar, ¿es posible que un español de ios que vístan uniforme lo consienta? — El soldado español no puede vei al francés; pero son uno por cad veinte. Poquito a poquito se han iá entrando, entrando, j ahora, Gabriel esta baldosa en que ponemos los pies es tierra del Emperador Napoleón — ¡Oh, Chmitas! M e haces temblí de colera. Eso no se puede aguantar, no. señor. Si las cosas van como dices, tú y todos los demás españoles tengan vergüenza cogerán un arrni y.entonces.. . — No tenemos armas. — Entonces. Chmitas. ¿qué terne dio hay? Y o creo que si todos, todos dicen: "Vamos a ellos” , los franceses tea «irán que retirarse-, — Napsoleón ha vencido a todas It naciones. — Pues entonces echémonos a Ho car y metámonos en nuestras casas — ¡Llorar! —exclamó- el amolador cerrando los puños— . Si todos per, sacan como y o .. . So se puede, d es saran como y o .. . No se puede ideo lo que sucederá; pero., . Mira: y que éstos condenados franceses se vu metiendo callandito en España, dicien da que somos amigos: cuando veo qu se llevan engañado al Rey; mando le veo poc esas calles echando facha ] bebiéndose el mundo de un sorbe cuando pienso que ellos estan muy eré dos de que no$ han metido en un p ño por los siglos de los siglos, 0 dan ganas__ „ no de llorar, sino ¿ matar, pongo el caso, pues... , quien decir, que si un francés piasa y me » ca con su codo en el pelo de la ropt levanto la mano... , mejor dicho, ahí la boca y me lo como. Y cuidado un francés me enseño el oficio <p tengo. El francés me gusta; peto d1 en su tierra. * v * Durante nuestra conversación vertí que la multitud aumentaba, ap® (¿ndose más. Componíanla personi ce ambos sexos y «le todas las cls* (Pasa a la pág. 2 1 ) El Ejemplo de Mexico La emoción humana n la vicia política Ti-net amigos. Es el segundo ser. ¡ do amigo es bueno y sabio pa ra el amigo. Baltasar G U A CÍAN Quisiéramos tener an a plum a m iestra. para can tar el gesto adm.rabie que M éxico ha tenido h a la España Republicana. Pero i alta de ella, pongam os nuestro uzón a l desnudo, y digam os con cillez y cpn emoción lo profun; ie nuestro agradecim iento y lo iuio de nuestro am or h acia es ta N u eva E spaña, que haciendo itcior a su lin aje y ascendencia, ha rito en el libro de oro de la Hisia de la C ivilización, la página s bella de los tiem pos presentes. 1a ayu d a de M éxico a la E spañ a R publicaría en gu e rra, su apoyo ■ in teresad o lia d a el D erecbo de strn causa, que N aciones oblilas por convenio no supieron n i sieron respetar, su solidaridad terna a la hora de la desgracia, ü ínteres perm anente en las horas C A L D O S... ( V ien e de la pág. 20 \ !a sociedad, espontáneamente reu nías poc uno de esos llamamientos ! ■ rales íntimos, misteriosos, mformu<¡os, que Qo parten dé ninguna voz r,‘ iil y resuenan de improviso en los oíuiis de un pueblo entero, hablándor et balbuciente lenguaje de Ja ias'■ lición. La campana de ese rebato riosó no suena sino cuando son hos los corazones dispuestos a j.pitar en concordancia con su an¡te ritmo, y raras veces presenta ¡storia ejemplos como aquel, porfüt. el sentimiento patrio no hace rm-s'os sino cuando es una condensa re colosal, una anidad sin discrepande ningún genero, y, por lo tanp, una fueres irresistible y superior J míos obstáculos pueden oponerle recursos materiales, el genio mi;tar y la muchedumbre de enemigos, d más poderoso genio, de la guerra 5 h conciencia nacioqal, y la disciple me da más cohesión, el patriotisfllo". 3c n. G ILBE R T O BOSQUES . a quien la gralitad española acompañará siempre, por -a generosa labor diplomática cu'Francia, en beneficia de ¡a emigración republicana am argas de nuestro exilio por sal v a m o s del peligro de ser devueltos p los crim in ales d e la F ala n g e; su hospitalidad generosa y abierta para cuantos tuvim os la suerte de a rrib a r a sus p la y a s acogedoras; todo cuanto a l correr de nuestros años de tragedia y dolor h a hecho por nosotros el pueblo m exicano, es dem asiado gran d e, dem asiado hum ano, excesivam en te ejem p lar, p ara que podamos recogerlo en es tas modestas líneas. N o podríam os redu cir a unas cuantas personas, lo que es obra y lección dada por todo un pueblo. M éx ic o entero ha vivid o nuestras h oras d " dolor, M éxico entero ha sentido la solidaridad que se esta blece cuando vin culas de sangro y espiritu alid ad lla m a n a l am igo, al h erm an o; M éxico entero ha corres pondido con h idalguía y ‘ grandeza a los deberes que im ponían la Ju stic ia y el D erecho. P ero no lo h a hecho con la fría expresión de unce acuerdos d ip lo m ático s. de u n as gestiones oficiales, de unos discursos convencionales, de un se co sentido, de la solidaridad. No. L o ha hecho volcándose en pasión y sentim iento con nuestra causa, llegando con la roja emoción de su corazón a nuestro corazón, ponien do en el desempeño, de su m isión de nación h erm an a, el calor fra te r no de la solidaridad y el cariño. Pero si quisiéram os recoger en u n as cuan tas personas, el hom ena je colectivo (¡ue debemos al pueblo m exicano, a flor de labios nos ve n d ría n los nombres de L á z aro C á r denas, de M an u e l A v ila Cam acho, de L u is I. Rodríguez, de Isidro Fab ela, de G ilb erto Bosques y de otros m uchos q u e h aría n esta re la ción in term in able P a ra todos la e x presión de nuestro respeto, de nues tro cariño, de nuestro eterno a g ra decim iento. E s costum bre en los medios so c ¡alistas. re a liz a r el prim ero de Mayo de cada año el Balance del pasado y precisar las esperanzas del porvenir. No podia ni debía fal tar en nuestro balance, esta parti da de agradecimiento quizá la fíni ca brillante y conmovedora, tal vez la más emotiva de todas. Entre los muchos defectos que los españoles podamos tener, en modo alguno podrá imputársenos el de desagradecidos. \ entre las virtudes positivas de que podemos vanagloriamos, quizá ninguna al cance rango tan sublime como la de nuestra hidalguía. Pues bien. Esta virtud ha siria igualaila, sino superada, por el pueblo mexicano que no en vano lleva nuestra san gre en sus venas. Nos han ganado, en lo que nos otros creíanlos nadie nos superaba: en el corazón Pasión y violencia han sido nuestra característica rnás acusada. Pasión por lo que so quie re, violencia en defender lo que se estima. Esta pasión y esta vio lencia, integras en todo su esplen dor de pureza, nos han sido gana das para el pueblo mexicano. Porque con nosotros supo usar un arma decisiva. La que no heria nuestro orgullo ni rebujaba nues tra condición de hombres libres. Nos estimuló, ayudó y alentó con el cariño del hermano, nos abrió de par en par las puerta? de su sensibilidad exquisita, y fundió nuestro dolor con su dolor, para que su ayuda, bajo ningún con cepto nos pareciera obra de cari dad o limosna al indigente. Por eso los españoles, que supi mos apreciar el valor humano que se enterraba tras la» gestiones ofi ciales de los representantes dipln máticos en Francia, acudimos en masa a recibir a la estación a l). Gilberto Bosques. Por eso a este digno representante de una Nat ión digna, le ofrecieron nuestros her manos el pergamino en que se tes timonia el agradecimiento de los españoles en Francia. Gilberto Bosques y con él todo el pueblo mexicano, saben bien que el auténtico pueblo español no ol vida su gesto generoso. Que recor dará eternamente con cariño la hi dalguía ejemplar de su conducta. Si la fortuna quiere que el pró ximo primero de Mayo, la voz de la auténtica España se oiga en to dos los ámbitos de la Patria, yo ten go la seguridad de que habrá una palabra que encenderá de emoción los corazones y nos hará verter lá grimas de cariño^y emoción: M é xico. MATEO ALLOZ DEMOCRACIA D ECADENTE Por CARLOS HERNANDEZ A llá por los años de 1 9 1 7 y siguientes U revolución rusa, mocracia. N o hay Estado que no baya suscrito los Pactos más he denunciaba como nociva alos intereses generales de la Hnroani- terogéneos a sabiendas de repugnancia con sas asodados. El cris i/l_ la diplomacia secreta de las Cancillerías y sus Gobiernos. tianismo se ha unido aí luteranismo; la aristocracia a la revolución; H curso de aquella época hacía presumir una nueva política en La Iglesia católica.-fía su salvadón a la Iglesia protestante. En su Parecía como si en realidad, U ma, los fundamentos políticos y las ambiciones económicas separan Democracia estuviese a punto de aparecer, para sustituir d e fi considerablemente a quienes pretenden defender unánimemente ios nitivamente la política oligárquica de las fuerzas dominantes que hacían cuanto les venía en gana cuadrase o no' a los intereses ge postulados humanos de la dvílizadón. . i Vam os en realidad camino de la democracia? Seamos escép nerales de las dases productoras. ticos. Para hacernos creer que se lucha por la demacrada, asi como Jas relaciones de los pueblos. Ingenuamente ei pueblo alemán, como otros muchos pue blos, creyó en tal promesa. Y como revisión de su política mi litar, estrangulada en los campos del Marne, inició un nuevo pro ceso de su historia, constituyendo la República de W eim ar, d e nuevas tendencias y formas democráticas, dando realidad a los postulados que abanderaron la victoria aliada en la guerra de ¡9 14 -18 . Pero este hecho que constituía un propósito hondamen te sentido por el pueblo alemán no era muy del agrado de los. Gobiernos victoriosos, dado el panorama ofrecido por Europa al despedir de sus Tronos a numerosas casas remantes. por d sentido moral de la sociedad, es preciso demostrárnoslo co menzando por uno mismo y basta el momento apenas existen signos de que tal cosa se haga. En lo que a España se refiere, nosotros queremos nuestra libre determinadón emanada de nosotros mismos, sin mediatizaciones ra ciales ni políticas. Nuestra historia y nuestra civilización no acepta Joblegacioncs ante nadie. Nosotros establecimos nuestra Repúbli ca por libre arbitrio de' nosotros mismos en juego razonable y padfico. Se nos ha robado por sangre y fuego por la interven ción de fuerzas mercenarias y extranjeras, ante la indiferenda de las fuerzas democráticas y de otras fuerzas sin fuerza ni demo- N o se trataba de dar, sino de ofrecer. Había que yugular la crada. Se nos lia negado toda solidaridad por nuestros "errores" República de W eim ar, aunque surgiese un H ider cualquiera. U n políticos v diplomáticos, errores políticos y diplomáticos superados pueblo es siempre más difícil de someter que una autocracia. A l y rebasados por nuestros críticos, con pérdida muchas veces de su : a y a l cabo Ja s autocracias pasan y los pueblos quedan. L a esta dignidad, dignidad que jamás perdió nuestro pueblo is política de 1 9 1 9 quedaba consagrada como factor dominante Hemos visto mucho y hemos padeddo demasiado. El pueblo es en el estadismo mundial. <Qué importa la forma de Estado y el pañol, signe padeciendo todavía. E l pueblo español que no debe programa de Gobierno? Puede decirse una cosa y .hacerse otra. nada a nadie, pero a quien se le debe bastante, en uso de su capa* Europa democrática con la participación en las funciones gu- cidad política para regirse por sí mismo sin influencias extraespa ■ emamentales de las clases productoras constituía uia cooparti- ñolas, no está dispuesto ante la corrupción presente a soportar do uipación en el control gobernante; en los secretos de Estado; una minación alguna, venga del norte, venga del este. ntromisión en la política diplomática, etc., etc. E llo significaría Por su posición geográfica, España tiene una elevada misión descubrir el juego internacional que permite a unas castas pri- que cumplir, pese a todos sus oponentes. N o ia del grotesco Impe .ilegiadas vivir en la abundancia, mientras los pueblos mueren rio de Franco, sino la de su pasada cultura, cultura estrangulada en la miseria. la política diplomática secreta que trataba de por el falangismo, que. ha hundido nuestro país ea tas tinieblas de desterrarse para siempre, revivió con m is bríos. Quedó roto, se la barbarie. Pero pese a todo, España resurgirá y no seria raro que cretamente también, todo vinario por su carácter y condición, sea España cimiento y base de la dig Y de solidaridad internacional, ton d iferent» programas se inició la ex acervad ón del naciona- nidad burnana que salve la civilización de un mundo d leúdeme y mo, ya fuese monarquía .0 república, democracia o autocracia, frío donde el sentimiento de solidaridad es ignorado para los ia ley del más fuerte obtuvo cuerpo y volumen y lo’ que se re demás. prochó como responsabilidad del materialismo histórico no fué nés que una justifafición para encubrir los apetitos imperialis tas que deseaban consagrar la explotación de otros pueblos, cada vea más esclavizados. , Qué importa qüe en Madrid se constitnyera la República E s mola mediante una resolución pacifica en uso del sufragio uniersai? N o era la forma, contra la cual nadie pudo objetar reproríe. Era ei fondo. Esto es, el avance del pueblo bada la partidpacióo de las fundones estatales. La República Española, en su nac miento era tan peligrosa, como en el suyo la de W eim ar. Sí a está es preferible un Hitler, a aquella es preferido un Franco. Hitler y Franco, son dos represiones diferentes debidas a las con secuencias de una misma política internacional que pone en crisis I honestidad política y moral de un sistema en quiebra y cuyo nismo da den y raya a la m is pura política florentina de la Edad Media. La presente guerra, que nc« h a comenzado como se pretende, eo • ‘untzing, ha concluido con Jo poco que quedaba de los tundafi c-ntos morales de la sodtdad. N o hay país qoe pueda proclamar coa política consecuente en lo que se quiere denominar como de- EL EQUILIBRIO D E L M U N D O Inquietudes Inglesas “ E l Español, idioma del momento Se anuncia ia publicación en Inglaterra- J e un libro, cuyo título — "E l «panol, idioma del momento — resulta en extre causa de sus mayores males, oca obstinásemos en jugzar la cam paña que hoy se inicia en Inglaterra con la publicación del libro d d profesor Allison Peer como un simple programa educativo, mo «¡gerente y atractivo. Editado bajo los auspicios del Consejo Hispánico, de recien te constirución en Londres, el libro es tanto m is interesante, cuan limitado a objetivos estrictamente culturales, semejante en su Índole a la noble cruzada emprendida por W yndham y sus co to que marca el coraien%o de un vasto plan educativo, encami legas, habríamos incurrido en un error imperdonable, de tras nado a fomentar el conocimiento de la cultura e instituciones tendencia y significación difícil de prefijar. peninsulares, - en su reladén con los países de Centro y Sudamérici Inglaterra, surge de esta guerra más fuerte y poderosa que cuando entrara E l plan de referencia, de acuerdo con los informes disponi Francia. en ella sin más sostén que la desventurada Su Flota, puntal del Imperio, ha visto duplicado o tri b le , comprende ¡a organización de charlas, conferencias y cur plicado su formidable potencial combativo y sigue siendo, sir, sillos. como medio de divulgación oral, amén de una intensa disputa, la reina de los mares. propaganda escriu, a base de la publicación de libros, periódi dotadas de material ultramoderno y. abundante, aseguran la in cos, revistas y folletos violabilidad del territorio metropolitano, transformado en inmen También te habla^del intercambio de pro fesores y alumnos de los Centros Superiores de Enseñanza britá nicos con SÜ5 colegas de las Escuelas de igual rango en los paí Trátase, puis, la cotia es clara, de una empresa oficial de incalculable proyección histórica, en la que el Gobierno inglés se halla profunda y directamente Interesado, como lo prueba el hecho de que el Consejo Hispánico. órgano rector de tales acti a su vez, bajo la dirección del BRTTISH Sus firem zas. preservadas del desastre merced a una hábil política moretar.i y. sobre todo, a los inagitables recursos del ses omencinos de liabla española. vidades, funcione, so campamento Fuerzas ingentes de tierra y aire, Commonwealfh, colocan al país en situación de afrontar con éxito los calamitosos' tiempos que se avecinan en la post-gnerra. Todo esto es cierto. Pero hay algo en el mecanismo, tradi cionalmente perfecto, sobre el que descansa la estructura del co losal Imperio, que se niega a funcionar con el ritmo y preci C O U N C 1L - } con U expresa autorización y beneplácito de los sión de siempre Ministerios de Estado, Educación y Comercio. posibilidades bélicas o écohómicas de la gran potencia, son los Hace algunos años, en ios albores de este siglo, tea pródi go en acnntedmicíitos guerreros y -de urda índole, surgió en In glaterra un movimiento similar al que ahora nos ocupa; simi lar en apariencia, pero fundamentalmente distinto. L'n núcleo de historiadores ingleses, no ta i importante por ponentes, se dió a la ingrata tarea de desgarrar la burda tra ma que la "leyenda negra" tejiera en tomo de España, en el único interno serio y generoso realizado desde el extranjero con exaltar los grandes valores espirituales de I> cultura hispánica. en climas políticos nada propicios a tal suerte de expansiones, dió lugar a numerosos escritos, entre los que destaca, con ca piecminentc. W YND KAM , vientos de Fronda que desde hace tiempo agitan a los países de Oriente, tanto en el Medio Este musulmán, como en los dómiQÍos de U India legendaria y que entecan al Imperio en riesgo inminente de disgregación; una disgregación susceptible de apla Y es ante esta realidad, que nadie mejor que los propio.; estadistas británicos conoce, que Gran Bretaña se apresta a des plazar su acción hacia nuevos objetivos comerciales, que puedan reemplazar, siquiera sea parcialmente, la irreparable pérdida que en la Economía británica habrá de producir el derrumbamiento en demes. D e alú ese acucioso afore por preparar hombres capaces de Este intento, tan más elogioso, cuanto que tiene su origen rácter ese algo, cuya eliminación escapa, va, a las zamiento, pero, a Ja larga, inevitable. su numeró Como por la recia personalidad v prestigio de sus com vistas 3 Y la obra del historiador católico, D. B. consagrada, a una de las figuras más discutidas de la historia patria. Carlos I de España y V de Alemania o, como Wyndham lo denomina. de Occidente ’. . "Carlos de Eu moa, Emperador asimilar las condiciones de clima y ambiente en este emporio de riquezas que es, y seguirá riendo por mucho tiempo, el con tinente americano, tierra de promisión cuyas entrañas encierran torrentes de mineral liquido y veneros inextinguibles de los más preciados metales, donde lá campiña feraz, que da mil por uno a costa de mínimo esfuerzo, se extiende, generosa y llana, sin soluciones de continuidad, hasta perderse en las selvas inmensas donde radica, en potencia, la industria maderera del porvenir; La obra, que es de carácter biográfico, como casi todas las imperio gigantesco dél granito y la hulla blanca, en cuyos cau de Wyndham Lewis, merece situarse en la linea de los Chesterton dales discurre, a s i intacta, toda la energía motriz que pudieran y ¡os Bellos y constituye, en realidad, un vigoroso bosquejo de precisar los m is ambiciosos proyectos industriales del mundo . . la época, pleno de colorido y realismo. Son los primeros trazos Y de ahí, también — ¿a qué callarlo?— la necesidad de man de la verdadera historia de un gran pueblo, cuyas virtudes y tener en España una sucesión de regim en» espúreos, llámese la defectos son así analizados, por vez primera, en el tamiz de una cabeza visible "Don Joan o Franco, sea el tirano seglar o cura, critica serena y objetiva. Comienza a rervjndioarve pata España espadón o noble, que, al venderse al postor que asegure posi la gloria que integra e indiscutiblemente le corresponde, no sólo ciones poHticas. ya insostenibles, reduzca al país a un estado de por el descubrimiento de e s e mundo nuevo y gigante, como subordinación permanente y abyecta, que impida todo posible in proeza náutica rio procedente en la historia, sino por la incor poración del mismo a la civilización occidental, empresa de ti tanos, también sin paralelo . . tento de reacción frente a empresas como la que se prepara y ante las que una España unida, fuerte; democrática, en suma, podria significar embarazoso obstáculo. Si, llevados de la ingenuidad que en otro tiempo caracte rizara a nuestro pueblo y que, todavía en nuestros dias, fuera JO SU E D E B EN ITO RECUERDO DE LA PATRI A A la emigración española en América Recordando al filósofo griego podríamos decir que si ' cCwjocer-. se a sí mismo es el principio de toda sabiduría , Conocer la Pa ria en que uno se ha criado, en que nacieron Sus padres y sus abue todo esto ríos lo han arrancado, con la fría decisión de la traición unida al crimen. * ■ H oy España es una cárcel, una enorme cárcel. Sólo los pasos los. en que se balbucieron sus primeras palabras y se desatroKa- acompasados de los guardianes que la tiranizan son los que se roa sus primeras inquietudes, es la primera condition para sen oyen. Sólo las voces de quienes por siglos hundieron a España tirse plenamente español. Porque hay un miado de ser español, • a cambio de s'am ener sus privilegios. Sun las que suenan. Y en , jrno Hay un modo de ser inglés, como hay un modo de ser ruso, tre los pasos Je los guardianes y las voces de los tiranos, quizá écr español, sentir lo español, no es can sólo hablar su lengua, .n nt recordar los parientes, ni ensalzar la patria querida. Ser espa seguidi» de un vigoroso ñol y serlo en todas las drenastancias obliga a sentirse sdentiFj- a España, porque todus y cada uno somos España. Por serlo esta alguna Ocasión se alcance a oír una descarga de fusilería V iva la República' E s que están matando •odo con las cara’cterísticas qué la raza ha sembrado por ti mun mos hoy en América, viejos emigrantes españoles. Y do como ofrenda universal d.e! genio hispano. Ser t-spafuil es ser paña, queremos deciros -—a fes que todavía tengáis sensibilidad' generoso, apasionado, y corazón— cómo ts la tierra querida que nos vió nacer. audaz, aventurero, orgulloso. Altas vir por ser Es il,des junto a grandes defectos, espíritu soñador y sentido prac Alfonso el Sabio decía que" "Entre todas las tierras del mun tico, fantasía creadora y capacidad de adaptación. Es decir, Don do, España fea una extrtmanza de ahondamiento o de bondad más Quijote y Sancho. que otra tierra ninguna. .. “ En América liemos" encontrado muchos españoles que tu, tonco ten a España, pero que la Imán. Otros que no quisieran saber de Pero hace de esto tantos años. .. España que vosotros y nosotros hemos conocido, es un país dónde proceden, porque en el avatar de su vida la fortuna les " inriustríalméntc pobre, agrícolamente atrasado, económicamente tu sonreído hasta el punto de sentirse superiores, mui superiores, arruinado. Perviviendo con restos de antigua grandeza, destrozado i aquellos familiares y vecino? a quienes recuerdan en el último adiós al lanzarse a la conquista del nuevo mundo . la por luchas intestinas, empobrecido por malas administraciones, en Pero lo ge torpecido su desarrollo por reminiscencias feudales,, el suelo pa neral y m is doloroso de la emigración española en América, es trio ha conservado hasta hace unos años algo que los demás pue su Hidalguía. "Y . digo hasta hace que nuestros compatriotas parecen olvidar por qué vinieron a blos del mundo admiraban América, pretenden desconocer las necesidades que ellos y sus ía- unos añu?, porque la tradición caballeresea de España, fué pisotea miliares sufrieron en suelo patrio, son insensibles, a las inquietu da. vendida y ultrajada por los malos españoles que no vacilaron des. las alegrías y los dolores de la Madre Patria. Encerrados en en traicionar a su Patria a cambio de un episódico dominio sobre su cascarón han permanecido indiferentes al dolor de la tierra él pueblo. España tiene un pueblo. Frente a ¡as castas tradiciona le ana y cuando han querido recordarla se' han volcado, no sobre les y traidoras, este pueblo fué siempre ejemplo de entereza y de el bando a que les llamaba su origen y sus I020S patrios, sino al cisión. Napoleón lo constató a su costa. A cae suponen les corresponde en razón de la situación económica fascismo italiano y el nazismo alemán" han sabido lo que-cuesta do que disfrutan a la hora presente. Sienten a España, rut como si su minar al pueblo español, aun temendo las puertas abiertas por la Patria viviera a través de vicisitudes manteniendo erguido el ge traición. Este pueblo es el mismo que dió al mundo la lección ruó de la Raza, -sino como un turista enriquecido que llegara a de democracia dc-l 1 4 de Abril. Lección, entiéndase bien. E s í t un país, al que no le atan otros vínculos que los del dinero. que durante tres años se, mantuvo en ludia contra las fuerzas reac Si ellos hubieran aprendido a amar a E sp in a. Se sentirían cionarias nacionales y su costa también, el las expediccionarias ítalo-alemanas. E s el identificados, reflejados en este párrafo emotivo de Julián Zugazagoitía; •que iudja y muere día tras día. por no abdicar de sus ideales, por ‘ España sonaba ¿cómo sonaba?, a rumor de misses en ea nuestra Patria los sistemas de convivencia de una nación mo 'Castilla, a soleá de torero, a jarcias zurradas por las radias derna. España necesita para ser-grande el esfuerzo de sus hijos. mantener firme su fe en la dsuocracia, por aspirar a introducir del Cantábrico, a jota de segador, a andadura de merinos en Precisa la eliminación de los grandes latifundios, la movilización Extremadura, a zorzico de piloto, a estremecimiento de cho de todos tos recursos, la independencia económica del trabajador. pos a orillas del Duero, a sardana de payés, a frotamiento Por conseguirlo hemos luchado. Por hacerlo realidad nos encon de cepas riojanas, a folia de tabaquero ...' tramos en América los afortunados, y yacen bajo tierra railes y * * • miles de los mejores hi jos de la Patria. Quizá haya sido para vosotros una necesidad, que las perse cuciones políticas nos hayan traído a las playas americanas. N o s otros los "refugiados ", podemos enseñaros a amar a España. La Pero la obsesión de la Patria querida no nos abandona. Leed como canta a España un gran español, Indalecio Prieto: "Amo a España en la propia belleza de su historia, en Ia mag traemos en nuestras venas, la sentimos en nuestros músculos, vive nitud grandiosa de sus tradiciones. «i nuestros cerebros, existe permanente v vibrante en todas nuev arruinada, caída. ¡Qué daría yo por levantarla, por librarla de ma has inquietudes. España es en nosotros una realidad: una san yores desgracias! El temo, amigos y hermanos que me escucháis, grante realidad. .Tenemos el corazón lleno de cicatrices de nues- no se presta a declamaciones, porque cuando se envuelve en ellas tt' amor a España, porque España es su pueblo, son sus hijos, es sentimiento tan profundo como el amor x la patria, que es tom o « brazo que horada la mina y abre el surco, es el cerebro que el amor a la madre, se viste de vacuidad. Los grandes sentimien trabaja pata la colectividad, es el senomicnto.de superación y jus- tos no necesitan pátrafos largos para su expresión. Algunos de vos éria hecho came otros, quizás, al regresar a España v « H o m a r a vuestra madre Y todo esto, que era la flo r y la esperanza de España, que era la fortaleza positiva y fecunda de la Patria, . La veo ahora desventurada, arruinada por la vejez y carcomida por dolencias, al abrazarla, no Sue era el porvenir hacia una vida mejor para todos los espa ñoles — vuestros padres y vuestros hermanos también cuentan— (Sigue en la pág zó). Dos Congres os Dos Congresos celebraron las Juventu d es Socia listas de España en el período com prendido entre los años de 19 3 1 y 19 3 6 . los cuales sí fueron auténtica m ente nuestros, es decii-, conform e a la norm a y tradición política de nuestra organización ju ven il. S in em bargo de ello, puede asegurarse q u e 'fu e ron tan distintas las decisiones que en los nusmos se tomaron, e influenciaron tanto, que de ahi. precisa m ente, es donde surge la descomposición interna de las Juventudes y señala la discrepancia fundam en tal con el Partido Socialista Obrero Español. E l Congreso celebrado en el año 1 93 1 . en M a drid, fué un modelo de disciplina y buen juicio de todas las organizaciones ju veniles socialistas, y a que en el mismo se trataron, única, y exclusivam ente, problemas de índole interna y a la vez aquellos que tendieran a ejercer una labor a u x ilia r eficiente en las decisiones tomadas por el Partido. E n aquella época estaba en lo m ás álgido de la discusión el problem a de la colaboración m iniste rial y la no colaboración. L a inm ensa m ayoría de jos jóvenes socialistas éram os partidarios de la pos tura anticolaboracionista, pero sin em bargo de ello, y a pesar de haberse debatido am pliam ente aquella posición, no hubo un solo acto de desacato a la dis ciplina del Partido, que opinaba en su m ayoría en sentido contrario o nuestro criterio. Se habló en aquel Congreso de doctrina m a rx is ta v se hizo enfocando todos los asuntos bajo el p u n to de vista socialista m ilitante, realizándose todo con m iras a ejercer una postura acertada que fortificara la que el Partido, considerando el momento políti co, estim ara m ás apropiada. D e allí, salieron acuerdos tan trascendentales p a ra los jóvenes socialistas, que a pesar, de la cam pa ña dem agógica que entonces se extendía por toda España, por elementos, que la m ayoría degeneraron elt falangistas se fortaleció y robusteció enorm e m ente el m ovim iento ju ven il socialista. F u é aquel un Congreso, que forzosam ente ocupa un lu gar de honor entre los actos m ás notables del historial socialista español. E l segundo Congreso se celebró también en M a drid, el año 19 34 , y aun cuando fué em inentem en te socialista en la form a — es decir, sin unificación— no tuvo las caracteres que había tenido el anterior. E sta vez había y a dirigentes locales, provincia les y nacionales que tenían am biciones de ocupar A LA J uveni puestos destacados a nombre de las Juven tu d es So cialistas. eu los cargos de representación política, que hasta entonces, cosa n atural, habían estado reserva dos a los hombres de una m ayo r responsabilidad y m adurez que actuaban dentro de las filas del P a r tido. H ubo discursos rim bom bantes y posturas extre m istas, sin fundam ento, y a que en la práctica re sultaban contrarrevolucionarias. PeiO como a llí, a l gunos, no trataban de a y u d a r a las ideas y a l P a r tido y sí “ cazar” algún puesto, no les im portaban los resultados catastróficos que iban a derivarse de su in flu en cia dentro de nuestro movim iento. E n aquel Congreso, de una m anera, velada, pero si lo suficientem ente clara para que nos percatára mos de ello, hubo elementos, que afortunadam ente hoy no están en nuestras filas, que llegaron a de fender la creación de u n a C u arta Internacional. S e tomó el acuerdo de dirigirse al Partido pi diéndole la separación de la M in oría Parlam en taria Socialista del Congreso de D iputados, por estim ar que no se podía co n vivir con los elementos reaccio narios que ostentaban representación parlam entaria N u n ca, como en aquella ocasión se desvirtuó tanto la doctrina m arxista, con una decisión que parecien do tan revolucionaria, era tan separada de la ac ción política, que caía de lleno dentro del apolitieis d io anarquista. A quellos que provocaron el desgaje de las Ju ventudes Socialistas de nuestro Partido, están por suerte, fuera de ellas, pero es preciso que estemos alerta para que ese desdichado caso no vu elva a re petirse. Y o sería partidario de que aquellos que se en cuentran actualm ente en M éxico, y que concurrie io n a aquellos Congresos, orientaran desde la tribu na o el periódico a los jóvenes socialistas sobre los acuerdos que se debatieron, pues aun cuando ello ya pertenece a la historia^ no estará de m ás que la co nociéramos para evitar el caer en errores en el fu turo. E n este P rim ero de M ay o , con las Juventudes Socialistas de E spaña constituidas- nuevam ente, aun cuando sea lejos de nuestra P atria, debemos prome tem os a nosotros mismos el seguir la senda históri ca — que m om entáneam ente quedó truncada— del glorioso Partido Socialista Obrero Español. JO SE BEN ITO PER EZ EMI GRACI ON ESPAÑOLA EN AMERI CA habréis dicho ¡rases grandilocuentes, porque en esos casos la elo leer los cables de la tierra querida que sólo traen noticias de trai cuencia está más en el sollozo que en la palabra; Xa habréis apre tes y obispos, de generales ascendidos de puesto, de toreros y aris tado frenéticamente contra vuestro pecho y dejando escapar unas lágrimas habréis dicho con voz entrecortada; “ .M adre raía, madre tócratas, sentiréis que vuestro espíritu arJe en indignación por que eso no es España. d d alm a!" Pues bien, yo me abrazo a España, mi madre, y le digo con la misma emoción que vosotros: ¡M adre mía, madre del alm a?" * • * 4t Y o os invito a pensar en España. Concentraros un poco en vosotros mismos y al recordar los años de vuestra niñez, en contraréis el verdadero perfil de España, Y , como nosotros, al Y al encontraros con vosotros mismos, comprenderéis que nos otros no cejemos en nuestro empeño de sentir y pensar en cspi ñol, que una fe profunda de libertar a nuestros hermanos norme nuestros actos y que el deseo de una España próspera elevada por el trabajo fecundo de sus hijos, nos imponga el deber de luchar di* tras día, hora tras hora, contra el traidor enano que la sojuzga Y es posible que entonces, ser refugiado, no sea para vosotros sino sinónimo de ser auténticamente español.— “ H E R A C L IT O ” . Fatalmente, el reloj de arena de la vida deja caer días y días existencia de lujo, puede estudiar, puede hacer que estudia, es por la tolva del tiempo. D ías y más d ía s. . . m eses. . . N o s en igual. contramos una vez más, ante la fecha del primero de mayo. ¡P ri inscribirse en el Instituto o en là Facultad que quiera, pero ¿de men) de mayo! Agólpanse- en nuestra memoria recuerdos y sensa qué vive? Este problema, tan manido, hay que resolverlo de una ciones pretéritas. En este día, los socialistas, sentimos la vibración vez. de ese cúmulo de hechos que forman la tradición de nuestro Par Debe estudiar quien tiene capacidad para ello, tido, parte muy importante de la de España. Porque en este caso a m»s de la injusticia de origen ya expues Nuestra generación, cuya juventud transcurre entre dos gue El, al fin, tiene el porvenir resuelto. El obrero podrá N o por sabido d e todos estorba el repetirlo una vez más. exclusivamente. ta, hay otra : Las Universidades son costeadas por el Estado. rras, ha de pasar a la historia con letras grandes. N o se crea que E l Estado somos todos: pobres y ricos. hay en esta afirmación, una vanidad colectiva. N o , en modo al cos, que pese a todas las leyes, tienen abiertas las puertas de ía Correspóndenos vivir, imperativo del destino, una de las cultura superior. La explotación, cómo se ve; en este caso, es guno. ¿pocas más difíciles de la humanidad. agoniza. Y U n mundo vicio, egoista, su tránsito fatal- se hace entre sangTe y dolor. Tan ta sangre y tanto dolor, como ni la imaginación m is fecunda Los ricos son los úni doble: el obrero — p o r falta de capacidad económica— no pue de estudiar; él obrero costea la educación del poderoso. L a victoria está ahí, al alcance de la mano. La libertad vol y m is calenturienta d.e entre nuestros antepasados, pudo soñar verá a lanzar sus destellos sobre España. ¡amás. T al vez no sea el fin del capitalismo el causante de estas no llegará hasta nuestras pupilas si no se resuelve el problema terribles tragedias. de la libertad económica. Puede ser que el nacimiento del socialismo haya producido la hecatombe. No somos nosotros quienes po un mito. Pero su luz cegadora Sin libertad económica, la libertad es El Partido Socialista Obrero Español, fiel a su tra demos juzgarlo: la realidad presente nos venda los ojos, aunque, dición, al cumplir su destino, como parte del camino ascenden lo probable es que sean los dos: el capitalismo que muere y el te de la evolución humana, ha de intervenir en forma activa en socialismo que nace. Porque, en definitiva, una vez más, cúm la gobernación de España. Y el Partido Socialista lia de luchar plese !a ley eterna, la que está fuera del alcance de los pobres para que nunca más se pierdan para la patria, para la huma gusanos que arrastramos nuestro deambular en este punto del nidad entera, tantas y tantas inteligencias ciaras, tantos y tantos Cosmos llamado Tierra. cerebros fértiles. separables. Son la muerte y la vida compañeras in Las dos cumplen una misión: la evolución eterna ratai. Y en todo óbito y en todo nacimiento hay dolor. mil novecientos cuarenta y cuatro al primero de mayo de mil no Hace un año vislumbrábase, entre brumas de lejanía, la victoria. mano. niza, Hoy esta ahí al alcance de U Las fuerzas del mal. las que por defender algo que ago quisieron sumir al mundo en t i retroceso y la barbarie — ¡cómo si se pudiera retroceder en el tiem po'— anécdota, cosa pasada. son ya casi Apenas si algunos aleteos del ave de ra piña germana dan fe de su existencia, y el monstruo (apones no tardará en ser abatido, en su propia guarida. En este pri mero de mayo de mil novecientos cuarenta y an co , ve el mundo un amanecer de esperanza. Pese a todos los intereses de casta y de dinero, factores de políticas tquívocas, componedoras de lo imposible, la humani dad cumple su destino. En el camino ascendente det orbe en tero se encuentra España con república y libertad. Es inútil que traten, quienes lo hacen, de detener la marcha. encima de ellos. No hay cañones ni La lev está por acorazados capaces si quiera de desviar la evolución. El problema genético de España, al igual que el del mun do, es el económico. Los problemas específicos son múltiples. De uno de ellos queremos ocuparnos luí enseñanza — del bachillerato al doctorado— ha sido hasta ahora privilegio de los poderosos. midos, han podido, a causa del ma económico, llegar a ella. Nunca los pobres, los opri problema genérico, el proble Lbi viejo derecho humano, estam pado millones de veces en el papel y nunca cumplido, asegura que todos los hombres son iguales ante la ley. D e taotn oírlo y leerlo casi lo hemos creído y, sin embargo, en este precepto hay una falsedad que raya en el sarcasmo ¡Iguales! ¿Acaso es igual el campesino al hijo del millonario? ¿O tal vez son igua les el que conduce una locomotora y el que viaja en eren de lujo? Las constituciones, los códigos, así lo proclaman. ' La rea lidad es, por desgracia, otra. Que la Estas son las reivindicaciones de los ioven es socialistas estudiantes en este Grandes hechos ocurrieron desde el primero de mayo de vecientos cuarenta y cinco. Q ue estudie quien esté capacitado. Universidad deje de ser privilegio de los poderosos. El hijo del millonario tiene las puertas de las Universidades abiertas, el dinero le asegura una primero de mayo de 19 4 5 H ECTO R M A R T IN E Z M A TIU LA Europa en el crisol Necesidad de Hombres Nuevos La dificultad de conjugar los deseos de las masas tantos meses sojuzgadas por e l fascismo con las nor mas políticas de los Gobiernos mantenidos en el des tierro, ha alcanzado su expresión más alta en los problemas surgidos al Gobierno de Pierlot en Bélgi ca y al de Peter S. Gerbrandy en Holanda, Escoge mos estos dos países como ejem plo típico de países de mócratas. ya que en el caso italiano y el griego —don de por tantos años se desconoció el ejercicio del de recho ciudadano a la libre expresión de su pensa miento— habremos de adm itir como normal una época de desequilibrio, desconcierto y confusión. E l fascismo ha sido en éste aspecto, la levadura que ha hecho elevar las masas ciudadanas hacia un destino mejor. I m continuidad con los viejos proce dimientos rutinarios, no interesa a las generaciones nacidas a la vida política en las horas más dramá ticas de sus respectivos países. La intuición del pue blo —y m uy particularmente de la clase trabajado ra— pretende acabar para siem pre con las viejas componendas y el viejo, estilo político, propio más bien para épocas de bonanza y tranquilidad que pa ra momento de trágico alumbramiento de un mundo mejor. Cabe recordar a este respecto las palabras del viejo maestro León Bilan —cuya autoridad espera mos salga acrecentada de la dura prueba a que le ha sometido el odio nazista— escritas en la soledad de su prisión de B o u ra sso l“ Habíamos llegado a ser demasiado fuertes, demasiado prudentes. Nos había mos vertido poco a poco en el molde de la vida or dinaria. A la hora en que la nación esperaba de nos otros un grito, un llamamiento, un toque, de clarín, no podia salir de nuestras filas una gran voz". Catástrofes como la que el fascismo italo-alemán ha creado en Europa y en el mundo, no caben ser examinadas ni liquidadas con el castigo de los res ponsables directos. exclusivamente. H ay úna respon sabilidad histórica que alcanza por igual a quienes toleraron el crecimiento desmesurado del fascismo, e incluso lo apoyaron. Los pueblos que han sufrido la barbarie de esta Segunda Guerra M undial en su propia carne, no pueden sentirse satisfechos con las palabras conci liatorias y resignadas propias del maestro que las pronunció: “ Deciamos a y e r. . E l ayer es una deu da de traiciones, cobardías, condescendencias y com ponendas con la que no pueden avenirse los hom bres que han sufrido el fascismo. Largos meses de opresión y de tiranía, miles y miles de sacrificados por e l delito de amar a su patria, fam ilias enteras destrozadas, pueblos y ciudades totalmente destrui dos, hombres deportados, perseguidos..vejados, hu millados por la bestia nazi ¿pueden sentirse confor mes con el retomo de sus viejos políticas hablando el mismo lenguaje y planteando los mismos proble mas que llevaron al desastre mundial a nuestras ge neraciones? Convengamos en que no. Si H itler logró alcan zar el poder, sostenerse en él y armarse para la gue rra que preparaba con tanto espíritu de revancha fu e el capitalismo internacional quien lo apoyó. Si el fascismo de M ussolini logró la tranquila y cómo da anexión de A bisinia y Albania ¿es que no con tribuyeron a ello las debilidades de muchos que ahora clamafi uria venganza a muerte contra los fas cistas? Son m uy pocos los políticos europeos que pueden considerarse libres de culpa •de cuanto ha pasado. Porque la verdad del problema, aun destrozada A le mania y destrozada Italia, sigue en pie en España. Es el ejemplo tdvo, actual, permanente, de que los modos de los políticos burgueses solo han variado en cuanto a las formas, pero siguen lo mismo en el fondo. * * * - Los movimientos de resistencia quieren un nue vo sentido de la política. Los pueblos que han lu chado, continúan vigilantes en la defensa de sti des tino histórico. Los viejos moldes de la política, no nos sirven. Los viejos hombres, timoratos y pruden tes, cómodos y conservadores están fuera de lugar en la nueva Europa. Ellos hubieran sido incapaces de mantener una resistencia viva, tenaz y efectiva fren te al invasor. Están demasiado gastados, excesiva mente imbuidos de su propio valer, emborrachados de discursos y parlamentarismo vacío, faltos de la sensibilidad precisa para amar y conocer a su pueblo. ¡a s pocas excepciones que pueden mantener er guida su cabeza. confirman la regla. A la hora ac tual son nuevos valores los que hacen falta. Valores que surgirán del pueblo, cantera inago table para los momentos difíciles. A. D. P. Recuerdos del Exilio L t poesía que reproducimos, ¿i algún mérite) tiene, es el de haberse leído por pri mera vez en un je de Mayo, en plena corazón del Sahara. Deseando recordar fecha Ion memorable para ¡os medios obreros, un grupo de jigénes socialistas organizó una pequeña fiesta que consistía en el aumento de unas vianda! y un poco d e tino so bre la ración que suministraba ¡a Compañía de Trabajadores. Ai final' de la comida, ñute un grupo en el que figuraban jóvenes tan queridos como Martinez de Velasco, Valerio de Diego, Manuel López. José Luis Cañadas, Antonio Saras —todos e llo s‘b/r) en Africa y por fortuna en libertad— José Médina, José Castelló Tarrega. Calinas y otros, el camarada Félix Miguélcz leyó la siguiente composición: CANTO A B - Las soberbias montañas imponentes, pero ignoras 1o cierto de su anhelo Pero m is que al hablar — en su silencio— , a cuya sombra, Bou-Arfa, tú has nacido; de lucha por su hogar y por su suelo. puedes ver, Bou-Arfa, su dolor profundo ios áridos terrenos calcinados D e ellos, Bou-Aria, en verdad no sabes nada, porque todo horizonte se les cierra; que escuchan del desierto los suspiros porque celosos de su propia gloria, el desprecio que sienten hacia el mundo, que entre nubes de arena van mezclados; no han dicho a tus montañas m a tu cielo el odio con que arañan a la tierra; y el cielo, que es poema de colores- que en España sus gestos se han marcado y al daro-oscuro gris del alba incierta, cuando el sol marroquí de luí lo hiere, en el libro sin hojas de la Historia. verás que por su alma se despierta esa luz de vivir, cuyo embeleco, y ha visto el declinar siglo tras siglo de la que fué gnui raza berebere; Hablan en recia lengua castellana, en tus bellas auroras tropicales, todo lo que es en ti Geografía, de sonoro matiz y firme acento, resuena por tus cielos como un eco contempla en el silencio a estos humanos que es suave cuando canta una balada, de viejas epopeyas admirables. a quienes su avalar ha condenado que es dura cuando expresa un pensamiento; a vivir el dolor de cada día idioma donde viven las pasiones en la dura inclemencia de tus llanos. su dulce acariciar y su violencia, Y a hacia el Sur no van soto caravanas de fuertes y tranquilos dromedarios, entre lanzas y espadas victoriosa, tus antiguos beduinos temerarios; que Europa ha entrado en ti con nervio fir(me, abriendo entre tu arena sus caminos, y haciendo que el Progresó te señale el lejano esplendor de otros destinos. Y te despiertas, ávida de sueños — en el alma un sonar de chirimías— , \ encuentras, Bou-Arfa, que tus nuevos due(ños van formando al compás de nuevos días tus perfiles de villa del futuro,y te adornas de eléctricos fulgores olvidando tu magia de carburo. Pero tal vez ignores. Bou-Arta, que tú iie(nes tostados por mi! aires y mil soles entre tus blancas tiendas vegetando unos hombres de ley — tos españoles— que traen desde su tierra el eco fiero áe la guerra viril al extranjero; que guardan el dolor de su derrota * ci amargo sabor de humillaciones, tn el fondo mejor de su esperanza .» el consueto amical de sus canciones. Tú acaso sabes de ellos, to que ha dicho ° el odio del que teme la justícia, 0 la palabra vil de unos histriones: O se nombran los triunfos de la ciencia; la lengua que cruzó todos tos mares ni están solos. Celosos de! desierto, la mentira fatal de las pasiones, donde dice su amor el caballero y cansada al íin de gloria vana quiere encontiar motivos de belleza en la fé misteriosa del mañana. Y sufriendo el olvido de las gentes, tras de tas dos montañas imponentes a cuya sombra, Bou-Arta, tú has nacido, siguen los españoles su destino, esperando la estrella que el camino alumbrará, con rayos de verdad: -4a estrella que se llama Libertad. B O U -A R F A . i ? de Mayo de ijjq r. RETRATOS DE ENFRENTE '■ ¡Eiaraos pocos y... se escurrió U abue la !" En la filmación de películas de la época romana, se precisa, para el papel de ejército, de una centuria de extras bien disciplinada que, haciendo la noria, den la sensación al público de estar presenciando el desfile de millares de gentes armadas. A lgo parecido Ies ocurre a los chinoides y sus satélites. Con idénticos elementos, sa nando de centurión a centuriona — las de agí-pro también se prestan a toda clase de disfraces— . han creado en la emigración organismos de “ ayu d a ', centros de recreo, Pasado y Futuro i« de Mayo. ¡Cuántos recuerdos trae a la mente esta fecha. Desde el i ? de M a yo de 19 2 6 — ya fallecido Pablo Iglesias, a cuyo entierro fué el primer acto público al que asistí, formando parte de una in mensa multitud nunca reunida hasta en tonces, para rendir postrer homenaje a la labor ingente de aquel hombre austero y presididos por la cabeza noble y elevada de Don Julián Besteiro, desfilando en gru pos por la Castellana hasta el edificio de la Presidenia del Consejo de Ministros pa ra hacer entrega de las conclusiones que rf P.S.O .E. y la U .G .T . hadan a los Po deres Publiais. Han transcurrido 18 años. Los cuatro últimos de la dictadura Primo Riverista y su apéndice, dos del Gobierno "fuerte" ultrareaccionario y clerical de G il Robles, dos con el frente falangista 2 unos cien- etc., que les sirven para deslumbrar a in cautos en sus conferencias o pachangas. “ ¡Cuarenta entidades republicanas espa ñolas se adhieren a la Conferencia del "dul ce meneo" para derrocar a Franco y hacer pimentón a la falange! Véanse las fir m as". Y a continuación los nombres de los extras para la filmación de Ben-Hur. “ ¡L a s valencianos se adhieren a la Junta Suprema de Camelo Nacional !" Siguen las firmas, que son pocas, figurando entre ellas la de una actriz española salida de alté ha ce muchos años. ¡Toda una antifranquista' “ ¡L a Agrupación de! Ticlicuo, prepara un festival pro agitación en España!" M ás rú bricas de matronas, algunas conocidísimas. Y asi, éntre colectas y adhesiones, como si invitaron a todos los antiguos alumnos uni versitarios — no sé si asistiría el partcartista mayor Dr. Márquez— . A ! finalizar el con dumio, tino la verborrea y el descubrirse Jas intenciones de los fariseos. Intentó ha blar el señor 5bert como fundador de la FU E, ir los de -coasigna no le dejaron por— 00 ser de la Suprema. ¡ Pura demo cracia! Un comunista — estudiante que no fué a la escueta nunca y firma con el dedo ube so— dio un ''¡ V iva don Juan ! " por lo que protestaron los fueístas republicanos. — ¡N n enfadarse! Ya hemos cambiau. A b o » no damos vivas a don Juan el del manifiesto; es a don Juan el de los cables. cantaran los '‘ Caracoles” , El que jamás llegará a Esculapio, el de Varaos viviendo apepímda testa, aprovechó el incidente pa y iolé! ra decir: Lo que no habían conseguido basta aho — "Nosotros, vírgenes ( ¡ 1) en política, ra era que la Federación Universitaria Es apenadles por las discrepancias entre los re pañola les hiciera qpro. fugiados, podremos servir de mediadores — -¡Esto no pué sé! — dijo C ribe a M i p a u que todos se unan..., se unan en tor je, tras darie un tirón de la coleta. — ¡H ay no a don Juan Negrin y su gobierno. Si que monta un tinglao estudiantil! de paso quieren adherirse a. ¡a Suprema, — N o pretenderás figura en e. Potque... — ¡N o empieses!... ¡A trabaja' — Pues, ¡limpíate que estás de huevo! Buceando por todos los lugares donde se reúnen españoles, en uno de ellos die ron con lo que buscaban : — .M ira, compare M igué' ¡O sú qué ca- — ¡MonumentÜ ¡Y a trompesanui con é' ¡ Y esté con otro estudiante, que es su pri mo! —•¿Dos primos? ¡Supe-rió' Reuniones con el perfumista y con "S ie a los que regalan un retrato de un señor con pipa y otro de la Dolores orando. De ahí vino al mundo la — gntó uno de la FU E. Total: otra entidad más que se unirá a la centuria de extras de los comunistas y besa! ¡D e Montarbán y sin pipas! te boinas" pues..." Asocia ción de Antiguos miembros de la. F U E ' Los primos. Mascare* y Murayta, deca no de los estudiantes de Medicina c! pri mero — ¿para qué le servirá ese monumen comumstoides que. dando vueltas y arman do jaleo, hará creer a ios incautos que son todo un ejército. Y o , para, finar este retrato, cantaré como los fueístas buenos al terminar el banque te: TENO R A los estudiantes quieren salga un grano si a los comunistas todos nos 1untamos. CORO Nosotros creemos cosa muy discreta inandar a los chinos presto a hacer... cro( quêtas. tos de metros, y siete en el destierro, mien tras a i España la clase trabajadora bajo la bota falangista alcanza sus conclusio nes mínimas es decir, ia bendición de Dios, enviada por el’ Santo Padre a su querida España, y un puesto en el Ce menterio adonde la llevan el hambre y la tiranía franquista. 1 5 años de tiranía y opresión, 3 de Libertad; balance desola dor que la clase trabajadora habrá de pre sentar al Capitalismo en el momento, ya próximo, de cobrarle los dividendos. D el primer aniversario de! último perío do — el destierro— celebrado en el Cam po de Concentración de Saint Cypnen. con servo comí- recuerdo una tarjeta postal con el iuenú de la comida, pobre en conteni do, pero rico en ilusiones y esperanzas, y las firmas de los compañeros sodalis tas que nos reunimos, con tal motivo; es tán las de Mas, hoy en Chile, Pardo en Santo Domingo, Alcañiz en México, y otras que no debo mencionar, anónimos la mayor parte, jóvenes los más y alguno ya veterano en la organización, pero todos con la voluntad, la mente y el corazón, dispuestos a mantener por encima de cual quier clase de vicisitudes, el significado que para los socialistas españoles tiene y tendrá el r* de Mayo. r ® de M ayo de 19 4 5 La guerra en Eu ropa habrá terminado o estará terminan do. La lucha por el predominio de los mercados habrá cerrado el capítulo bélico y su cortejo de paro y de hambre comen zara a desfilar mientras la lucha entre el Capital y el Trabajo continúa. Saludamos en este i* de Mayo a la esperanza que significan las Uniones Obreras que rena cen con más ímpetu, m is decisión, más energía para la lucha hasta lograr la li bertad mínima de! trabajador; la libertad de poder vivir con decoro-y la liberta.! de pensar Esperanza para el 1s de Mayo de 1946. Desfile simbólico en Madrid de la dase trabajadora organizada en el P.S.O.E. y en la U .G .T para presentar las conclusiones que están en ia mente de todos y que convertirán en realidad los Poderes Pú blicos ya en .manos de representantes de la democracia española. Trabajo y justicia, no justicia vengativa, pero si justicia se rena. para los culpables directos de los dos millones de bajas que ha padecido España, de su ruina y destrucción; justicia para tos que por torpeza, por egoísmo, por ambidón o por omisión, desde ias altas esferas del poder permanecieron impas: bles ante la rebelión fascista que se orga nizaba con todo descaro y sin obstáculos, justicia — con todo el amplio ejetdtio de la defensa que sea preaso. Que la depuración nos garantiré que ti República jamás conocerá pilotos que por incapacidad o complacenda, nos Ilevc-n nuevamente a los Puertos de la Derroti y el Destierro. Amarga experiencia la nuestra . . . Que ningún otro i ? de M ayo nos sorprenda con la ingenuidad y L debilidad como ar mas políticas Que sea nuestra entereza, -nuestra unión, nuestra decisión, las que impriman el tono progresivo y revolucio nario que debemos todos introducir > nuestra querida España. tal membrillo?— , comenzaron su labor de proselie por organizar tía banquete, al que PEPE JU A N MOLAS NI FRANCO NI EL BORBON I I I I I I H uelga d ecir que el que esto escribe no es di plomático — n i desea serlo— . y seguram ente, por desconocimiento de esa m aravillosa ciencia esotéri ca que es la D iplom acia, ve los acontecim ientos co mo Jo que es, u n joven socialista español “ refu gia do” , y no sobra agregar que esos títulos los consi dero m ás valiosos al tratar los asuntos de E spañ a, que los que puedan exh ibir los lores, m ísteres. to wariches, etc., que está pareciendo se h an em peñado en enredar a su gusto un problem a, que en últim a instancia será resuelto por los interesados qu e somos los españoles. N o seré tan insensato que desprecie la valiosa ayuda que a los republicanos podrían reportar — si en trase.en sus cálculos— , los m ism os que hoy no nacen m ás que producirnos arcadas y dolores de ca eza, observando una condescendencia celestinesca j ara con el dictador que tiene sum ida a E spañ a en la m ás sangrienta opresión. Com partiendo la opinión sincera de la inm ensa m ayoría de gentes en todo el m undo que han catalogado a Franco en el lu g a r que le corresponde, lle gué a tem er que la actitud declaradam ente proi.azi del generalato felón, el envió de la división Azul contra R usia, aquellos inflam ados discursos, b e i a, condenación y a Ja vez oración fúnebre de las despreciables plutocracias In glaterra y los E .E . U .U .. que habían perdido la gu erra ante “la santa razón del nu evo orden que A lem an ia instituía con la va1 cooperación de la E spañ a del vulgo y de las echas, llegué a tem er digo, que todos esos actos de hostilidad que ya no es preciso en u m erar pues son he sobra conocidos, fuesen m otivo m ás que suficientes para que las D em ocracias tuviesen un cam bio ' e actitud, que aunque tardío, hiciera justicia a los demócratas españoles. P ero tuve “ temores” vanos: Franco no tan sólo 1 -i sido tolerado y. ayudado a perm anecer aherrojan a m á rtir E spaña, sino que adem ás, estam os a I 1 I I | I I I I I I I I I I I I I I I I I I I :0 un paso de verle convertido en campeón de la de mocracia. Alií le tenemos fulminando al Japón con un enojadísimo rompimiento de relaciones (ya están lejanos los días en que con un grito salido del alma felicitaba al jefe del gobierno pelele de las Filipinas) y quien sabe si dispuesto a variar la ruta de aquel millón de falangistas que había de defender Berlín caso necesario; ahora la ruta de los belicosos falan gistas sería Tokio y los. ojos y las esperanzas del caudillin estarían puestas en San Francisco. Cal. Mientras tanto, ha hecho una nueva salida al es cenario de la tragedia española, un personaje por demás “ visto’’. Se trata del hemofílico Juan de Borbón, pretendiente al para siempre desaparecido tro no de España. Ignoramos la clase de vitaminas lon dinenses que le estén inyectando, pero es el caso que se ha sentido con fuerzas para pedir a Franco que dimita, naturalmente en beneficio de una monar quía que promete constitucional, democrática, justi ciera, etc., y que con él como rey, se encargaría de hacer la felicidad de los españoles. Este Juanillo es túpido, debe pensar que padecepios amnesia v que hemos olvidado su presencia en España al comienzo de la guerra como voluntario franquista para hacer nuestra felicidad a tiros. Observando cómo Franco recurre a todos los me dios para mantenerse en el poder ante la cómplice indiferencia de las Democracias victoriosas,como el Borbón cree llegada la hora de alzarse airado contra su otrora caudillo, los jóvenes socialistas sonríen con escepticismo y renuevan la promesa empeñada de ser siempre la vanguardia consciente que bajo la egida del P.S.O.E. y sin reparar en sacrificios, hará vanos todos los manejos y llevará a buen término la tarea de devolver a España su libertad, como pri mer paso hacia el triunfo del Socialismo. A . M . ¡i. M A N U E L -A Z A N A Manuel Araña lu sido una de las fipitas ms vigorosas de Ja Segunda Repú blica, Magnifico escritor, orador elocuen te y. emotivo, ensayista, tenía una virtud suprema que lü distinguia: su españolis mo En el decir y cu el obrar, Azaña re sumia la sobriedad castel Una, , Muerto en los trágicos momentos de la derrota de Francia, su cuerpo íué envuel to en la bandera de México El puehlo her mano, que tantas muestras de generosidad nos ha dado, nos hizo una vez más deu dores de eterna gratitud. Recordando al p an tribuno español que llegó a la mis alta magistratura de la Pa tria, ofrecemos el final de! discurso que pronunció el t$ de Julio de iy ,8 , en su calidad de Presidente de la República. * * muclias familias pacificas. L o día, la mon taña entra de* pronto en erupción, causa estragos y cuando la erupción cesa y se di sipan las humaredas, bis habitantes super vivientes miran a la montaña y ya no les parece la misma; no teconocen su perfil, no reconocen su forma. Es la misma mon taña, pero de otra manera, y la misma ma teria en fusión que expele el cráter cuando cae en tierra y se solidifica, forma parre del perfil del terrtno y hay que contar con ella moral, sobre todo de los que padecen la guerta, cuando se acabe como nosotros que remos que se acabe, sacar de la lección y t de la musa del escarmiento, el mayor bien posible, y cuando la antorcha pase a otras mano», a otro» hombres, a otras generacio nes, que se acuerden, si alguna vez sien ten que les hierve la sangre iracunda y otra vez el genio español vuelve a enfurecer** Li*n la intolerancia y con el odio y con el apetito de destrucción, que piensen çn los lk ''Conste que la guerra no consiste sólo en las operaciones militares, ni en los movi mientos de los ejérchos.*ni en las batallas. No; eso es el signo j¡ la demostración de otra cosa mucho mas profunda y más vas ta y más grande, eso es el signo de dos corrientes de orden moral, de dos oleadas de sentimiento, de dos estados de ánimo que chocan, que se encrespan, que ludían el uno contra el otro, y de los cuales se obtiene una resultante que nadie ha po dido nunca calcular. Nadie, nunca. Guerras emprendidas para imponer en el mundo la unidad dogmática, Iran pro ducido la proclamación de la libertad, de conciencia en Europa y el Estatuto polí tico de los países disidentes de -la unidad católica; guerras emprendidas para impo ner la monarquía universal, han producido el levantamiento liberal, entre otros del pue blo español! guerras emprendidas para aba tir un militarismo, lo ban de|ado vivo, Jo han hecho retoñar mis vigoroso y han he cho triunfar rma revolución social. Nues tras propias guerras son ejemplo de lo que digo. V no me refiero tampoco a la estruc tura política oí a la» constituciones o a los decretos que vayan a hacer los gobiernos de mañana. No, nc» es eso; es la emoción profunda en la moral de un pals, que na die puede constreñir y que nadie puede en cauzar. Dtspués de un terremoto, es difícil reconocer el perfil del terreno. Imaginad una montaña volcánica, pero apagada, en tuyos tlancos viven, durante generaciones. T re in ta y cuatro diputados so cialistas. M iles y miles de mo destos m ilitantes dé nuestra or ganización, c a í d o s heroica mente en defensa del ideal. En este Prim ero de M ayo las J u ventudes Socialistas os envían su m ás encendido recuerdo. para las edificaciones del día de mañana. Este fenómeno profundo, que se da en helas las guerras, me impide a mi hablar del porvenir de España en el orden polí tico y en el orden moral, porque es un pro fundo misterio, cu este pai» de las sorptúsas y de las reacciones inesperadas, lo que po drí resultar ct día en que (os españoles, en paz. se pongan a considerar lo que han hecho durante la guerra. Y o eren que si de ■ est» acumulación de males ha de salir el mayor bien posible, setá con este espíritu, y desventurado <1 que no lo entienda así. No tclgo el optimismo de un Pangioss ni voy a aplicar a este drama español la sim plísima doctrina del adagio, de que '*Nn hzv mal que por bien no venga No es verdad, no es verdad. Pero es obligación muertos y que escuchen su lección; la d; esos hombres, que han caído embravecític en la batalla luchando magnánimamente por un ideal grandioso y que ahora, abr¡ gados en la tierra materna, ya no tiene» odio, ya no trenen rencor, y nos envían, con los destellos d e su luz, tranquila y r e m o ta como la de una estrella, el m e n s 3 |t d e la patria eterna que dice a todos su> hijos: Paz, Piedad y Perdón", Ju ilá n Besteiro, Ju liá n Z u g a za goitia, R icard o Z a b a lz a , Cruz Salido, m ártires todos del So cialism o español, ¡la s Juventu des Socialistas no olvidan vues tro ejem p lo ! JULIAN BESTEIRO Más que ningún otro Partido Socialista del mun do. el Partido Socialista Español ha sido en todo momento un Partido obrero. M uy pocos intelectuales aportaron su capacidad y su entusiasmo, a la obra re generadora que para España constituía la labor te naz de educación y elevación ciudadana del Socialis mo. En la época inicial, registramos el nombre de Jaime Vera. Más tarde, cuando el Partido era ya una formación política escasa en número pero potente en influencia, Julián Besteiro. El sabio Catedrático de Lógica, es el símbolo de la aportación intelectual al movimiento socialista español, es el ejemplo de la en tereza moral y política aplicada a un ideal honda mente sentido. Y así unidos en una tarea heroica de muchos años de sacrificios, de humillaciones, de persecuciones; ce rebros. brazos y corazones socialistas de España dan vida potente a la organización más solvente, más disciplinada, más ejemplar que ha conocido nuestra Patria en muchos años: el Partido Socialista Obrero Español. Los jóvenes socialistas, a quienes el recuerdo de Pablo Iglesias, de Jaime Vera o de Manuel Llane za, nos trae la ejemplaridad de conductas heroicas, dedicadas a la noble misión de educar a sus compa ñeros, aureoladas por una vida pletórica de sacrifi cios y renunciaciones a la comodidad y al halago; no tenemos de ellos esa influencia directa, proyecta da hacia hechos y acontecimientos en que volcamos lo mejor de nuestro entusiasmo y lo más cálido de nuestra pasión. Eramos apenas unos niños, cuando tan grandes hombres del revolucionarismo creador español, agotaron en bien de la humanidad que su fre. los últimos destellos de una vida activa y fecun da, noble y modesta... Con Julián Besteiro, no ha sucedido asi. Porque Besteiro ha vivido nuestra época, ha guiado nuestros pasos en política con la sobriedad de su inteligencia privilegiada y su entereza moral, nos ha hecho con mover con la expresión justa de su sentimiento de hombre preparado que hace entrega al pueblo, de toda su capacidad de trabajo y de todo su caudal de emoción. Justo es pues que en Besteiro veamos representado los jóvenes socialistas de hoy, el ejemplo vivo de lo que todos —movidos por un afán de superación y una fe inquebrantable en la justicia del Socialismo— I hemos aspirado a ser. Besteiro, significa la fusión del cerebro con los ■ Wzos de España. Es la coincidencia del corazón, en ■ hombres de diversas formaciones, hacia un objetivo ■ fúmún que los une y aglutina en forma eficiente paI ra el logro de sus nobles aspiraciones: la superación I de España, el mejoramiento de su pueblo, la indepenI fiencia del trabajador, el derecho ciudadano. En nombre de él, Besteiro ocupó importantes car gos públicos, por serle fiel, conoció la cárcel y las persecuciones. Por seguir rectamente la linea de una vida ejemplar y limpia, Besteiro ocupa sitio de pre ferencia en el corazón de todos los socialistas espa ñoles. Los jóvenes que tuvimos la fortuna de escuchar sus lecciones, de confortarnos con su ejemplo, de estimu larnos con su capacidad y su sencillez, ofrendamos nuestro más sentido homenaje a este gran español y a este gran socialista. En fecha tan memorable como esta del i* de Mayo, el nombre de Julián Besteiro muerto en una prisión de Franco, tiene todo el va lor de un símbolo; y el recuerdo de tan ilustre com pañero será estímulo para no desmayar en la lucha hacia la Libertad y la Justicia en España. UN GRAN DEMOCRATA Franklin Delano Roosevelt Pen a honda y sincera nos ha producido el repentino fallecim iento del Presidente de los E s tados Unidos. A u n cuando si m irásem os su a c tuación política b ajo nuestro exclusivo punto de españoles, a m a rg a s reflexiones acu dirían a nuestra mente — Sum m er W elles fu é quien con más autoridad considero como gran error polí tico de la vid a de Roosevelt su inhibicionismo en el problem a español— no podemos olvidar que en la actu al contienda en que se debate el mundo, pocas conductas tan claras, voluntario sas y honradam ente dem ócratas podrían adm i tir com paración con el ilustre finado. T a l vez ninguna. Roosevelt tuvo la suprem a virtud de a rra n car de su pueblo, prejuicios arraigad o s de an ti guo y m antenidos en el fuego sagrad o del egoís mo yan qui. Incorporó la nación am ericana a la cau sa m undial de la Lib ertad y del Derecho, eli minó el espíritu aislacionista y acudió en defensa de las dem ocracias contra el peligro de una E u ropa nazista. Puso al servicio de la causa de la Lib ertad , los grandes recursos de la potencia estadouni dense y contribuyó de m anera principalísim a a la victoria aliad a que se está ultim ando en tierras alem anas. Doblem ente dolorosa su muerte, cu an to que su espíritu am pliam ente humano y p ro fundam ente liberal, hubiera sido prem iado con las mieles de la victoria que él como nadie con tribuyó a fo rja r. Y sensiblemente lam entable su ausencia, pues a la hora de estru ctu rar un nue vo mundo, sus valiosos consejos y su exp erien cia de doce años de gobernación al fren te de su país — prim er caso en la H istoria de E s ta dos Unidos— hubieran contribuido a estab le cer unos lineamientos en que la nobleza de in tenciones no encubriera el mantenimiento y lo gro de apetitos coloniales. R oosevelt cubre con su figu ra gigan te, una de las d ram áticas épocas de la H istoria de la C ivilización. Situado, como él decía, “ un poco a la izquierda del centro’’, supo reunir en torno suyo toda la potencia cre ad o ra del pueblo de Estad os Unidos. R ecogía en su visión de gober nante de hoy y de m añ an a, junto a las realid a des sangran tes de un mundo en ruinas, las espe ran zas cre ad o ras de un mundo socialm ente más justo. D esde su posición política de sincero de m ócrata, no se podía ped ir más. En el esp ejo de Roosevelt han de mirarse quienes de verd ad quieran sentirse dem ócratas y progresistas. Que su espíritu recto ilumine a sus sucesores y sirva de ejem plo a quienes han de estru ctu rar el mundo del m añana. Porque somos sinceram ente dem ócratas, — sin d e ja r por ello de ser profundam ente socia listas— , saludam os en Roosevelt un ejem p lo de gobernante humano y honrado. Con profundo respeto y adm iración, nos in clinam os ante su cad áver, y despedim os emo cionados a este gran paladín de la Libertad .
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