HIND IN HAND – Apoyo Educativo ¿Qué es HIND IN HAND? HIND IN HAND es un proyecto de apoyo educativo y enseñanza de idiomas, para niños y niñas de entre 3 y 6 años pertenecientes a familias con pocos recursos. El proyecto se centra en dos escuelitas del barrio de Youssoufia. Estas escuelas actualmente atienden alrededor de 100 niños y niñas, divididos en clases de 20. Cada clase cuenta con una profesora. El por qué de HIND IN HAND El barrio donde se encuentra ubicado el proyecto, Youssoufia, es un barrio popular a 10 minutos del centro de Rabat, integrado por familias con pocos recursos y por miembros de distintas nacionalidades y culturas. Su población se encuentra en clara desventaja social y requiere atención y apoyo socioeducativo (especialmente para los más jóvenes). Tiene buenas relaciones con el entorno y en ella colaboran un importante número de personas a título voluntario. Las principales necesidades detectadas giran en torno a la atención socioeducativa de niños y niñas que requieren de apoyo escolar complementario. Además, se trata de un barrio donde conviven distintas culturas y nacionalidades que hace necesario trabajar la integración de los distintos colectivos que la integran. Los padres de familia manifiestan dificultades para compaginar sus responsabilidades, la falta de tiempo y de preparación para ayudar a sus hijos e hijas en las tareas escolares y las dificultades que éstos presentan en su integración en el proceso educativo. Por otra parte se ha detectado que, aunque existen recursos educativos y lúdicos en el barrio, éstos son insuficientes y no se adaptan a las exigencias y necesidades de los y las menores y de sus familias. Para ello, se ha puesto en marcha el proyecto HIND IN HAND con el fin de ofrecer a los niños y niñas del barrio la oportunidad de aprender otras lenguas y disfrutar de un apoyo educativo con el que profundizar, complementar o mejorar los procesos académicos del aula. 1 Marco de Actuación El proyecto HIND IN HAND está ubicada en Rabat. Rabat es la capital del Reino de Marruecos y tiene una población estimada de 1.622.860 habitantes, lo que la convierte en la segunda ciudad más populosa del país tras Casablanca. El clima de la ciudad es un clima templado mediterráneo. En general, el invierno es fresco, la temperatura media en enero, el mes más frío, ronda los 12 °C. En invierno y primavera las precipitaciones son abundantes y frecuentes, casi siempre acompañadas por ráfagas de viento. En verano, la brisa del océano Atlántico suaviza la temperatura de la ciudad. La temperatura en agosto, el mes más caluroso, es de 22 °C. Los meses más agradables para visitar Rabat son octubre y mayo, cuando la temperatura diurna va de 17 °C a 23 °C. Las horas de sol al día anuales son de cuatro horas y media con una temperatura media anual de 17 °C. Rabat se conecta por vía aérea mediante el aeropuerto de Rabat-Salé, ubicado a unos 7 kilómetros del centro de la ciudad. Para acceder a él se puede utilizar el servicio de taxis pero más económico (20 Dirhams) es el servicio de autobús que conecta con la estación central de Rabat-Ville. Además, se encuentra a unos 100 kilómetros el aeropuerto de Casablanca, que posee mayor cantidad de destinos internacionales, y una rápida conexión mediante tren. Desde la estación central de tren se puede viajar al resto del país, por lo que es muy sencillo organizar un viaje de fin de semana a Fes, Chefchaouen, Tanger… Los taxis son el medio más cómodo y rápido de recorrer la ciudad, son pequeños automóviles que se caracterizan por estar pintados de azul y gris, encontrándose en paradas de la zona céntrica de la ciudad. Sus precios difieren según la hora del día, aumentando considerablemente durante la noche, estos taxis se conocen como petit taxi. Existe otro servicio llamado grand taxi, brindado por automóviles grandes de color blanco capaces de llevar hasta 6 pasajeros, cada uno tiene su trayecto predeterminado. Las líneas de autobuses tradicionales recorren la ciudad con buena frecuencia y recorridos. También está la opción del tranvía. La ciudad está situada en la costa atlántica, por lo que se puede decir que la ciudad tiene playa. La zona costera está rodeada por el paseo marítimo, un lugar muy agradable donde pasear, parar a tomar un te y desconectar del ruido de la ciudad. Se pueden ver los botes de los pescadores, niños y niñas volando sus cometas e incluso motos acuáticas. La ciudad en general es bastante ruidosa, pero siempre se pueden encontrar lugares para desconectar. Como toda ciudad marroquí, Rabat cuenta con su Medina. Las calles son muy llevaderas y fáciles de visitar, en ella se encuentran todas las tiendas de artesanía que te puedas imaginar y, al contrario que en otras ciudades del país, los vendedores no te atosigan ni achuchan para que compres; eso sí, el regateo es Ley en todo Marruecos. Lo bueno de esta Medina es que es mucho más barata que en otras ciudades como Marrakech o Fes. La comida es deliciosa en todo Marruecos, ya que ellos mismos son muy exigentes a la hora de comer. No hay que tomar medidas extremas en cuanto a higiene, pero os recomendamos no 2 beber agua del grifo, no comer en los puestos callejeros y limpiarse siempre las manos antes de comer. Tomando estas medidas podréis prevenir las típicas diarreas del viajero. Podemos hablar de una parte cultural y otra más de ocio. En esta ciudad hay cabida para todo. Rabat tiene un apellido, “La Ciudad de los Jardines” -si venís entenderéis que el nombre le hace justicia- y es la perfecta mezcla entre tradición y modernidad, donde puedes encontrar la paz entre el bullicio. Uno de los monumentos más visitados es la Torre Hassán. Al entrar en el recinto, te encontrarás con las ruinas del proyecto de mezquita que nunca llegó a terminarse, por un terremoto ocurrido en los años 70 pero también con el precioso Mausoleo de Mohamed V, donde él mismo está enterrado con sus dos hijos, el rey Hasán II y su hermano menor Moulay Abdellah. La Kasbah Des Oudaias es una visita obligada. Se trata de una fortaleza, una de las zonas más bonitas de la ciudad, que contiene un barrio amurallado teñido de color azul y blanco. En su interior se encuentra el jardín de los Andalusíes creado a principios del siglo XX al estilo arábigoandaluz. Sus vistas al mar y sus colores, que nada tienen que ver con el resto de la ciudad, forman un lugar perfecto para relajarse y tomar un té en el café moro con vistas a Salé, la ciudad vecina. La necrópolis de Chellah, del año 1339. Son unas ruinas romanas justo a la entrada de la ciudad. La ciudad romana estuvo despoblada durante muchos siglos hasta que los benimerines construyeron la posterior necrópolis. Digno de ver, especialmente el viernes cuando la entrada es gratuita. La parte nueva de la ciudad la domina la Avenida Mohammed V, custodiada por palmeras y fuentes. A sus lados se encuentran el parlamento, la “poste” (oficina de correos), la estación de tren, el banco central marroquí y el histórico hotel Balima. En la misma avenida, hacia el norte, encontramos el palacio real. Si lo que te apetece es desconectar la mente y dedicarte a visitar espacios de música o salir a tomar algo por la noche, la oferta no es muy amplia, pero también existe. En la misma avenida Mohammed V se encuentra el “Cinema Renaissance”. Cierto es que como su nombre dice se trata de un cine, pero si subes las escaleras encontrarás una moderna cafetería con espacio para escenario donde cada lunes sobre las 6 de la tarde se dan cita varios artistas que comienzan su andadura por el mundo musical e incluso otros más experimentados que aprovechan el espacio para pequeños conciertos. La vida nocturna está muy limitada y la poca que hay suele centrarse en los hoteles, que además son los que suelen tener licencia para beber alcohol. La bebida nacional es el té, conocido de hecho como “Whisky marroquí” y es lo que se sirve en la mayoría de establecimientos públicos. Hay muy pocos sitios que cuenten con licencia de licores, ya que está prohibido consumir alcohol en público. 3 Le Nigth Club Balima. En el hotel Balima, situado en Avd. Mohamed V, podemos escuchar desde música disco a música marroquí. También hay espectáculos en el Andalous situado en el Hotel Rabat Hyat Agency y en el Mansour, en el hotel Tour Hassan. En la formación previa a la salida podréis encontrar más información sobre el país, sus costumbre, cultura y algunos consejos para hacer de vuestra estancia una experiencia inolvidable. ¿Qué puedes hacer tú? Las personas que participan en nuestros proyectos de voluntariado se integran como una parte más del equipo y actúan como voluntarios y voluntarias dando apoyo al personal de las escuelas. Las escuelas atienden alrededor de 100 niños y niñas diariamente, por lo que la persona voluntaria va a estar en contacto directo y diario con ellos y ellas, y tendrá la oportunidad de aprender cómo es su día a día y su cultura, a través de la práctica y la participación social. Se pueden llevar a cabo diferentes tipos de actividades dependiendo del perfil y de los intereses de la persona voluntaria. A continuación os ponemos algunos ejemplos, pero no son los únicos: ü ü ü ü ü Apoyo a la profesora durante las clases. Actividades lúdicas. Talleres de manualidades. Actividades de estimulación cognitiva. Talleres de idiomas (inglés – francés). Todo el equipo de HIND IN HAND va a apoyar y motivar la puesta en marcha de proyectos personales, por lo que todas las ideas y propuestas son bienvenidas. ¿Quién puede participar? ¡Cualquier persona mayor de 18 años puede formar parte de HIND IN HAND! No se exige ninguna titulación específica, pero debido al perfil de los usuarios y usuarias, se pide que la persona que vaya a colaborar disponga de madurez emocional y capacidad de adaptación, gozar de buena salud física y mental, ser una persona abierta y positiva y, comprometerse al menos por el periodo mínimo que establece el proyecto. Lo más importante es tener entusiasmo, cariño y paciencia para trabajar con niños y niñas. Nociones básicas de francés puede ser de ayuda. 4 ¿Qué debo saber sobre mi VI? ü ü ü ü ü ü ü El horario de trabajo en HIND IN HAND es de 10:00 a 12:00 y de 15:00 a 17:00 de lunes a viernes. Durante los meses de verano este horario puede verse modificado. Los fines de semana son para ti, para que descanse o para que conozcas el país. Tienes dos días de vacaciones por mes de actividad. Durante las vacaciones, si decides quedarte en tu ciudad se te seguirá proporcionando el alojamiento y la manutención; si decides viajar este gasto correrá de tu cuenta. Se te asignará una persona referente en el proyecto que te explicará cómo funciona el centro y cuáles son tus funciones. La estancia mínima en el proyecto es de 1 mes. Presupuesto: • Tasa de participación: 160€ • Pago mensual: 295€ - En el documento de preguntas frecuentes encontraréis información referente al porqué se ha de pagar y qué incluye el pago. No necesitas saber ningún idioma específico; la contraparte local habla castellano, inglés y francés, por lo que seguro te podrá ayudar siempre que lo necesites. Ahora bien, el personal de los proyectos sólo habla francés y darija (árabe marroquí), pero con un inglés básico os podéis entender a la perfección. Piensa que vas a desarrollar las herramientas necesarias para comunicarte con los niños y niñas y mejorarás tus habilidades con la comunicación no verbal, ¡la mejor manera de aprender un idioma es con niños y niñas pequeños!. 5
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