Una posición clara ■ 'Regílirado tomo artículo de segunda clase en la Administración de Correos de ¡a Oitcsna Central en México, D. F., el } de R E D AC C IO N Y A D M IN ISTR A C IO N : T A C U B A . 13, Altos. Director: E U L A U O FERRER ROD RIG UEZ E L CAMINO Año ll-Núm. 19 México, D. F., 25 de Noviembre de 1945 DE LA Mayo de 1944" Precio: 1 5 ctv*. L E A L T A D Los Jóvenes Socialistas en México estan prestos a ERIA audacia im perdona ble— adem ás de inútil— que S nos propusiéram os hoy me' dir o calibrar la posible reso obedecer la voz de sus compañeros de España nancia histórica alcanzada, pa ra el común destino de la Repú blica española, por la triple jornada parlam entaria que ésta ha vivido en el Salón de Cabil dos de M éxico. En las finalida des de este com entario, sem e jante propósito queda descar tado. La tarea, si acaso, corres ponderá a quienes, desde la am biciosa atalaya del futuro, habrán de retrotraerse hasta nuestros días para poder dictar, con un sentido de perspectiva del que nosotros carecem os ahora, un juicio sereno y com pleto. Sin em bargo, no debe consi derarse com o una audacia el f¿- cil pronóstico de que en ese jui cio, inspirado en el alto interés de la República y España, in fluirá con caracteres decisivos la posición fijada por el Parti do Socialista Obrero Español en un discurso del compañero Indalecio Prieto que, sobre el mérito de reflejar un sentim ien to colectivo de los socialistas, tuvo — así lo entendem os nos otros al menos— el de abrir una brecha profunda y necesaria en el cam po del confusionism o, tan am orosam ente creado y nutri do, en la em igración, por cuan tos, a su am paro, gustan de con quistar posiciones, galopando D. D. T. G a la rza, co n su característico cin ism o y d esv erg ü enza , u tiliz ó la tribuna d e las C o rtes pura a rrem eter contra los com pañ eros socialistas q u e d esd e E spaña ex ig en e l aca ta m iento a la d iscip lin a d el Partido. H a b ló d e los “ burócratas” . M isera b le in su lto a q u ie n e s desconocen los d esfa lco s e n e l ju eg o d e l p oker o la am ena za de dar con los huesos en la cá rcel por estafadores... E l discurso leíd o por e l com p añ ero L u is A ra sq u istá in e n e l C en tro R ep u b lica n o E sp a ñ o l ha sid o v a lien te y d e u n a claridad absoluta. S u d e fin ició n d e los P artidos C o m u n ista s, com o P artid o s Rusos, s in ser n u ev a , c o n stitu y e u n a verdad rotunda. “ S eñ o re s: este T ea tro se necesita para u n acto q u e va a celebrar e l S in d ica to d e C o m u n ic a c io n e s " . C o n estas palabras qu ed ó frustrado e l q u e h a bían organizado los d isid en tes d e l V er a en e l P alacio d e Relias A r te s con in terv en ció n d e N eg rin , A lv a r e z d el V a y o , R od rígu ez Vega y G alarza. S in em bargo, en u n diario ca p ita lin o ¡ u n a nota oficiosa declaró q u e e l acto h u b o d e su sp end erse por resu lta r e l local in s u fic ie n te para dar cabida a l p ú b lico . ¿ Q u é habrán d ich o los q u e, d u ra n te m ás d e u na hora, esperaron in ú tilm e n te en las butacas hasta q u e llegó la orden de desalojarlas p o rq u e los organizadores no “ ataron b ien los cab os"? L a verdad es q u e , p resu m ien d o e l fracaso, tu v ieron q u e recurrir, días d esp ués, a l p eq u eñ o S alón d e los C in em a tog ra fistas q u e n i siqu iera pudieron llenar. V e r sió n española d e los T r e s Caballeros: D e l V a y o , e l Pato P as cual; P a n ch o P istolas, A n g e l G a la rza y José C arioca, José R odríguez A rm a tro s te , es la n u eva palabra q u e acaba d e incorporar al D ic cionario d e la L en g u a e l d istin g u id o “ p ro feso r" V ic e n te U r ib e .. I m C o m isión d e S olidaridad ha em itid o bonos por 50.000 pesos. Q u e cada u n o d e los m ilita n tes socialistas sepa estar a la altu ra de su deber para q u e esa can tidad se cu bra ráp id m ente. L a s discu sio n es giran alrededor d e la bom ba atóm ica. P ero, ¿ y los pueblos q u e a u n se h a lla n soju zgados por e l fascism o? Para ello s, la bomba atóm ica h a co m en za d o d esd e q u e fu er o n encadenados... NUEVA REDACCION En virtud de las facultades que la últim a asam blea ge neral de nuestra Juventud concedió a su Comité Directivo, la nueva redacción de RENOVACION ha quedado integra da de la siguiente form a: Director: Eulalio Ferrer Rodríguez. Secretario de R edacción: Ramón Pardo. R edactores: R afael Fernández, A lfonso G. Rodríguez. F. Carmona N enclares y Benito Búa Rivas. sobre ellas hacia la meta de la insensatez. Frente a una situa ción de hecho, en cuyo plantea miento y proceso dimitió toda responsabilidad, el Partido So cialista acudiq a la histórica tribuna de las Cortes — de la que otros se sirvieron, despres tigiándola, para pagar crecido tributo a la osadía— con el ob jeto de proclamar, en un len guaje preciso y elevado, que cualquiera de sus compromisos actuales, adem ás de no hipote car el derecho a otros ulteriores que pudiera aconsejar la recon quista de la República, estarán subordinados, en definitiva, a las órdenes y m andatos que em anen de los órganos superio res del Partido Socialista en Es paña. He ahí, en su aspecto más sustancial, una posición diáfana y trascendente, con la que los jóvenes socialistas nos sentimos plenam ente identificados. Posi ción diáfana y trascendente, sí. Pero, sobre todo, leal. Porque para el Partido Socialista, la lealtad — lo saben sus enem i gos y con mayor razón los am i gos que siem pre se han favore cido de ella— es a su vida polí tica lo que el oxígeno al aire. Constituye postulado invaria ble de una conducta ejem plar. Le constituyó en los días más difíciles de su nacim iento, cuan do el lum inoso espíritu de Pa blo Iglesias, transparentándose en sublim es austeridades, m ol deaba la estructura del Parti do que m ayor tradición revolu cionaria tiene en España. ¿Por qué no había de serlo ahora también, precisam ente en el momento en que la lealtad se halla en crisis? Lo contrario, hu biese supuesto una adhesión a la conjura del convencionalis mo. Y el convencionalism o po drá ser ideal apetecible para los que le han convertido en el principio y m eta de sus afanes políticos, no para los que de él, en todo caso, hacen un instru m ento de sus supremas aspira ciones ideológicas. La verdad desnuda que pone áspero cerco al problem a esp a ñol, no cierra en nuestras apa sionadas alm as juveniles el vue lo de la esperanza, ni el de la ilusión. Pero en nada contribui ríamos al proceso de m adurez que codiciam os, si nos obstiná ramos en interpretar con un sentido panglossiano los acon tecim ientos que, en lo que direc tam ente se relaciona con la re conquista de la República, do minan nuestra vida. Las posibi lidades de recuperar ésta, tie nen que m edirse, más que c.on el deseo, con la realidad, que es ley fundam ental de la polí tica. Pensando en ella — en la realidad— ha hablado, a través del com pañero Indalecio Prie to, el Partido Socialista. Y con el Partido Socialista, su Juven tud. E l delito de la elocuencia, o el de ser Socialista L o s acólitos d e U rib e— e l n u ev o fan tasm a d e D em ósten es— no con sien ten , e n sus estrechos dom inios, otro im p erio q u e no sea e l de la chabacanería y la zafiedad. P o r eso, d óciles a u n co m p lejo patoló gico d e extraordinarias dim ensiones, a rrem eten ahora contra e l co m pañero F ern an do de los Ríos, a l q u e no perdonan— ¡cóm o habrían de p erdonarlo!-— , in ten ta n d o adem ás en v o lv er le con e l lodo de la in ju ria , su elocuen cia. E sta, para su m en ta lida d corroída por la p eq u en ez, co n s titu y e u n grave delito, u n a m onstruosa contradicción. C ierta m en te, no p u ed en extrañarn os estos in su ltos d e los cam peo n es de la unidad. Im contrario, sí nos hubiera sorprendido. Y hasta disgustado. P o rq u e nos p arece justo q u e q u ien es aceptan com o m odelo d e elocu en cia los antiguos discursos de D im itro f o los nuevos de la D olores, em parejados siem p re con los de U r ib e y M ije , carezcan de a ptitudes para reconocer cu a lq u ier otra d e carácter superior. Pero, en los ataques al com pañero F ern an do d e los R íos— a l q u e acusan d e fa lta d e f e rep ublicana, de com p licidad fra n q u ista y de otras ca lu m n ia s s e a dvierte una in ten ción clara. N o es sim p lem en te e l ata q u e a la elocu en cia de u n hom bre q u e d e e lla ha h ech o u n hábito de su personalidad, forjada y desarrollada en las idea s socialistas. N o. E s f l ataque co n tin u o y m al disim ulado, a través siem p re de sus hom bres r ep r ese n ta t vos, contra u n P artido a l q u e nun ca se han en frentado de cara n i con gallardía. E n la in in terru m p id a rotación d el juego d e in ju ria s en q u e se apo y a la plataform a m oral y p olítica d e los Herniados com unistas españoles, h a tocado su turno hora a l com pañ ero d e los Ríos. E s in ú til q u e la in sidia dispare co n tra é l su cieno. P u ed en obstinarse en su cam paña los periódicos co m u n istas, apoyados in clu so por e l organillo d e los d i siden tes d e l Jaim e V era. E l P artido Socialista, con su s Juven tudes a la vanguardia, es u n b loq u e contra e l q u e nada han podido, ni p ueden, los zarpazos d e la vileza. De un me n s a j e a los j ó v e n e s S o c i a l i s t a s de España “ . . . Os form ulam os este m ensaje que quiere ser, tam bién, y de un modo muy singularísim o, el testim onio de nues tro cariño y de nuestra fervorosa adhesión para todos vos otros, los jóvenes socialistas que, desafiando el peligro y pa gándole crecido tributo, habéis conseguido, con vuestra ab negada conducta de sacrificio, que la gloriosa bandera de nuestras Juventudes no haya cesado de gritar su rebeldía contra el régim en de oprobio que padece España, ni de pro clam ar la fe y la esperanza en el triunfo de nuestros ama dos ideales. Dentro de estas breves líneas no puede tener cabida — por su intensidad— toda la emoción que vuestro recuerdo nos inspira. Sabed que ella es la consejera de nuestra con ducta en el exilio. Luchando con otras dificultades más be nignas, pero en forma alguna pequeñas, nosotros hemos lo grado también el resurgim iento de nuestras Juventudes para que, al lado del Partido, sean dignas de su misión histó' rica.” (Extracto de la últim a carta dirigida por el Comité de nuestra Juventud a los jóvenes socialistas que se encuentran en España). // LA VOZ DE ESPAÑA SE OIRA PRONTO Hablan los Socialistas de España "El Partido Socialista Obrero Es pañol es una organización de hom' bres libres en un Partido libre; que no recibe ni acepta órdenes ni con signas de nadie que no sean sus pro pios organismos. Organizados demo* créticam ente, cada hombre es una opinión, no un número, y las opinio nes de todos, debidamente contras tadas, forman el criterio de la mayo ría que es la que manda. Sus cargos directivos se eligen, no se imponen ni se reparten. Nuestro Partido no tiene amo, y, por lo tan to, no escucha ni repite otra voz que la de sus propios acuer dos. Ni hacemos proselitism o con dádivas y promesas, y, mucho menos, establecem os uniones con los enem igos del pueblo y colaboradores del fascism o”. (Declaración contenida en la edición clandestina de "El Socialista”, correspondiente a septiembre último, que circula en España). se restablezca en nuestra Patria Del campo, del taller, de la es cuela elemental, saldrán los hom bres capaces de luchar en el te rreno intelectual por el engran decimiento de España. Hombres que hayan sentido en su carne la miseria del hogar y el esfuerzo del trabajo, para que sean ellos, los que lanzados con la catapulta del poder creador de España, sean di seminados por todo el mundo, y principalmente por América, pa ra que sea conocida la verdad es pañola y volvamos a tener el or gullo de figurar a la cabeza de los países de m ayor cultura y con quistemos nuevamente el cariño de los pueblos americanos de ha bla española y el respeto de los que hoy nos miran con desdén, sin tener ningún titulo que les acredite para hacerlo. P r o y e c c i ó n de E s p a ñ a Proyección de España que no puede ser en ningún momento animado por un sentido imperia lista fuera de tono y época, sino por un instinto de perpetuar nues tro pasado y afianzar nuestro por venir con bases más sólidas que hasta ahora hemos tenido en rela ción con nuestra supervivencia co mo pais transformado en una potencia, que irradie como arma de combate, única y exclusiva mente. una luminaria cultural que nos haga recobrar el puesto que durante siglos ocupamos en el mundo, Es verdad que España tiene que europeizarse en algunos aspectos importantes de su desenvolvimien to, pero no es menos cierto que si sabemos valorar las potencias que dentro de nuestro país pue dan darse en todas las ramas del saber humano, también podemos dar nosotros al resto de Europa un bagaje científico y literario que nos permita colocamos a la altu ra de los países que hoy figuran en la élite de la cultura universal La nueva generación que se está fraguando al calor de las hienas del falangismo, la mayoría hijos de compañeros nuestros, sufre la temible pesadez de un sistema educacional estúpido y absurdo, falseando en todo los principios elementales de humanidad. Difícil tarea es la que se avecina para arrancar de esos espíritus juveni les toda la ponzoña que se les ha infiltrado a través de conceptos medioevales. Para captar a esos espiritus in quietos e indiferentes a la acción y que pueden y deben ser elemen tos con los cuales hemos de con tar para iniciar la lucha por colo car a España en el lugar que his tóricamente le corresponde y pa ra reeducar a los que padecen de la indigestión de los de la pala En Amónica tenemos en pri mer lugar que luchar contra la brería hueca de los falangistas me. tidos a filósofos, no hay más que historia negra de España, fragua da muchas veces, la mayoría, en una solución; la educación en po los países imperialistas, interesa der de los socialistas para que ese espíritu nuevo que se ha de crear dos en desacreditarnos por proce dimientos bastardos, con el fin salga de los talleres y do las U ni único y exclusivo, de extender sus versidades. tentáculos y apoderarse de las ri Hay que abrir de par en par las quezas de los países del Continen puertas de los centros docentes a te Americano, desarraigando los los más capaces y rio a los más vínculos que pudieran unirlos con ricos. Muchas veces se ha dicho nuestro país. esto, pero la trágica realidad es Para realizar esta labor, in que la República nunca lo llevó mensa, no cabe duda, y, a la vez. a la práctica. Ahora ya no se tra difícil en extremo, necesitamos ad ta de una postura de Partidnquirir una capacidad de estudio ahora es la realidad inminente la oue nos permita compenetrarno> que impone que se lleve a su rea ■ de los problemas más perentorios lización tan pronto la República El Comité Directivo de nuestra Juventud, en su correo epistolar con los com pañeros de la Federación de Juventudes Socialistas de España en Francia, ha re cibido últim am ente de su Comisión Eje cutiva una carta llena de interés y de la cordialidad que en todo m om ento norma las relaciones entre jóvenes socialistas. "Os expresam os — nos dicen en uno de sus párrafos— nuestra más profunda satisfacción al com probar los exce lentes propósitos que os animan, satisfacción que es com partida por todos los jóvenes socialistas de Francia que, co mo vosotros, están dispuestos a trabajar al m áxim o para dar a nuestra Federación la personalidad que le correspon de. En ese sentido cam inarem os sobre un terreno de absolu tas coincidencias, partiendo de la base de que las Juventu des deben existir y trabajar para el Partido”. La unificación orgánica del m ovim iento juvenil socia lista en el exilio constituye en esta carta un m otivo de justa atención. Y nos dicen los com pañeros de Francia. "Vuestra posición de esperar la decisión que tom e el Partido en M éxico para proceder en consecuencia, la consi deramos justa y razonable. Ese es nuestro propio criterio y así lo hemos expuesto en cuantas ocasiones se nos han pre sentado”. Lleno de interés, por cuanto constituye la voz autoriza da del núcleo de resistencia más fuerte y más denso que ac túa en España, reproducimos este m anifiesto de la A lianza Nacional de Fuerzas Dem ocráticas que acaba de llegar a nuestras manos. y urgentes, con el objeto de poder enfrentamos con éxito en las em presas que iniciemos. Es necesario hacer constar que en la España actual del tirano Franco, existe una fuerte corriente de inquietudes de tipo literario y cientifico, entre un conjunto nu meroso de jóvenes universitarios que están totalmente al margen del falangismo y de todo lo que signifique y huela a franquismo. No es que sean republicanos con vencidos. Es, simplemente, que se apartan de los moldes trazados por los gerifaltes intelectuales del régimen terrorista de España, y buscan nuevos caminos trazados por su intento de cambiar la de cadente literatura española, por una de (más vigor y de persona lidad acendrada y fuerte. C o r r e o de [ F r a n c i a A l i a n z a N a c i o n a l de Fuerzas Democr át i c as Por José Benito Pérez Una de las principales misiones que le competen a la juventud en el futuro de nuestro país, es la de luchar activamente por lograr la proyección de España hacia el exterior, principalmente hacia el Continente Americano, con el que nos unen lazos indisolubles de fraternidad por razón de historia, costumbres y lenguaje. / / ¡ESPAÑ O LES! Ha llegado, por fin, la hora definitiva de nuestra liberación. Todas las maniobras políticas efectuadas por Franco, todos los "btufs" electoreros cometidos por la Falange, todos los funambulismos interiores y exteriores a que tan desesperadamente se en tregó el Estado nazifascista español han obtenido el fruto que tan to habíamos pronosticado: PO TSD AM . Los tres jefes de las tres grandes potencias del mundo excluyen a España, solamente a Es paña, de la convivencia internacional y se disponen a liquidar por medios idóneos e infalibles el aparato político-terrorista de Fran co. Lo esperábamos, y si algo nos deprime, es que por lenidad de algunos países esta decisión se haya retrasado tanto. Es inútil, pues, que los capitostes falangistas se quiebren la imaginación bus cando nuevas piruetas para sostenerse más tiempo en el poder. Es inútil anunciar restauraciones, ni dictaduras liberales, ni Con sejo de Regencia. Todo lo que Franco haga o intente, expresa traición, y ni los españoles ni el mundo están dispuestos a to lerarlo. ¡ESPAÑ O LESI A pesar de las decisiones diplomáticas, la función decisiva nos compete a nosotros, a los antifascistas. Tenemos que iniciar aquí, en el solar ibérico, en medio del terrorismo franquista, la penosa tarea de reconquistar la libertad. Tenemos que combas tir para merecer; tenemos que, mediante un violento movimien to interno, facilitar la acción diplomática de las democracias. Ha llegado el momento de la resistencia pasiva primero, y de la re sistencia violenta, después. Nos debemos negar rotundamente a pagar las postulaciones quincenales de A uxilio Social, hasta re husar virilmente participar en los desfiles, concentraciones, elec ciones, saludos, etc., organizados por la Falange, y los Sindica tos. Nuestra violencia acentuará el miedo qtg. invade a los ase sinos y bandoleros del régimen. Nuestra pasividad y obediencia, por el contrario, les da armas para, en el exterior especular con el fervor y conformidad de nuestro pueblo hacia el régimen. La Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas y la C. N . T . — U. G . T. os darán sucesivas instrucciones para que, mediante es* caloñados movimientos de acción antifascista, le llegue el hundi miento definitivo al nazi-fascismo. ¡ESPAÑO LES! Tenemos que hacer acto de presencia en la vida nacional. Tiene que oírse nuestra voz y tiene que expresarse nuestro pensa miento. España no quiere prestarse a más experiencias extranje rizantes y caprichosas, España no quiere hacer más el "C low n" internacional. Solamente quiere Democracia y República. Y fue ra de estas dos fórmulas que se conjugan en una sola doctrina política, no aceptará nada. Pedimos al pueblo antifascista la más suprema unidad y deseamos que junto con nosotros, con las fuer zas republicanas, socialistas y libertarias, se hallen todos los núcleos izquierdistas que todavía no lo están. La Alianza está preparada para recoger el Poder que hoy detenta ¡legalmente la camarilla que nos desgobierna e ir restableciendo paula- tinamente la legitimidad de las instituciones democráticas. Nece sitamos para nuestra compleja tarta e l apoyo máic fervtcnCay l*-. colaboración más desinteresada de los españoles liberales, demó cratas y revolucionarios. Y , en especial, confiamos en las masas que tendrán la suficiente disciplina para no actuar esporádica mente y sujetarse de una manera estricta a las insrucciones y mandatos de sus directivas nacionales. Sabemos que la Falange ha sido armada. Sabemos, también, que se preparan masacres conra inermes prisioneros antifascistas, pero confiamos en nos otros mismos y en nuestra rapidez y valor para malograr tod< las perfidias de los que perecen sin gloria ni nobleza. ¡ESPA Ñ O LES! El mundo, al fin, se acordó de nosotros. Todos los pueblos de Europa marcan rumbos hacia la democracia social, hada la libertad ilimitada. La última esperanza de Franco se malogró rui dosamente. Las elecciones inglesas han evidenciado que Inglate rra admira y respeta a un hombre: Churchill; pero condena su política de coqueteo y tolerancia con los regímenes reaccionarios y fascistas. El triunfo del Partido Laborista, es el triunfo del pueblo español; el triunfo, también, de todos los pueblos Ubres y progresivos de Europa. Mister Attlee y el profesor Laski has expresado reiteradamente su odio hacia las formas totalitarias, y el último, en recientes y sensacionales declaraciones, firmó la sentenda de muerte para todos los regímenes caducos y monar quías rosilizadas de Europa. El pueblo español, y, en su nombre, la Alianza Nadonal de Fuerzas Democráticas saluda a los jefes laboristas y felicita al pueblo inglés por la clara visión que ha inspirado su decisión política. D e esta visión se beneficiará Irtgaterra primero, y todos los pueblos de Europa después. N atural mente, Franco y su Falange se harán laboristas y nada nos h«lbiera extrañado que el "C audillo" enviara un telegrama de feli citación al nuevo jefe del Gobierno inglés. ¡ESPA Ñ O LES! La guerra ha concluido. Se está ventilando nuestro porvenir. El pueblo antifascista, el auténtico pueblo que quiere ser rec tor de sus propios destinos, no tolerará ninguna clase de "chan tage" político, que tenga como finalidad escamotear su obje tivo supremo: la República. Conocemos los ruines manejos de Franco. Pero no es con figuras politicamente muertas como se resolverá la encrucijada de España. Solamente un Gobierno de amplia base antifascista, compuesto por los partidos y organiza ciones que luchan en la candcstinidad, podrá y deberá tomar sin transaciones de ninguna especie Ja dirección del Estado. Todo lo demás son soluciones artificiosas que el pueblo condena y el antifascismo no tolera. Debemos, pues, gritar nuestra opinión de la única manera posible: mediante una demostración nacional contra Franco y sus intenciones. Atención a las próximas con signas, La voz de España se oirá pronto. ¡V iv a la democracia! ¡V iva la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas! ¡V iva la República! Partidos: Republicanos — P. S. O . E. — U . G . T. — M* vimiento libertario — C. N . T. Eii un lugar de España, septiembre de /9yy. ACUDIR EN AYUDA DE NUESTROS COMPAÑEROS EN ESPAÑA Y EN FRANCI A DERE R, UNA ORLICACION _____ RELATO TRAGICO éste. En Guisen viví los últimos cuarenta dias de la guerra y en verdad te digo que los cuadros de terror que vi en Mantbausen en el ¡uio 1941 no tienen comparación con POR A L L I S A L D R A S TU TAMBIEN... Impresionante en su tragedia y en su dolor, nos ha llegado desde Francia este relato de un compañero socialista asturiano, superviviente — sí asi puede llamársele— de los horrores apo calípticos de los campos nazis de concentración. Le publicamos en estas páginas como un testimonio desgarrado de la suerte que miles de nuestros compatriotas y compañeros han padecido ba jo el dominio de la barbarie alemana, pero, también, como un recuerdo del deber — del inapelable deber fraterno y solidario— que nos corresponde cumplir a quienes, desde este cómodo y generoso mirador de América, hemos podido sustraernos a esc destino. Y o en Iré en M.wlhausen el' 36 Je abril Je 194/. hnneJiatamente, despojados Je to do, el traje a rayas Je presiJiario. Un nú mero. . Antes que yo, llegaron otros. El mismo Jía Je nuestro arribo, me encontré con un asturiano muy amigo, al cual casi desconocí por to JesjiguraJo. Sus palabras nunca se me ohiJarán, pues Jejaron en mi espíritu impresión indeleble: "Llegamos ha ce dos meses. M i expedición era de quinien tos. Sólo quedamos treinta y Jos. Mira. ¿Ves aquello? Es el crematorio; por allí saldrás tú también, muy pronto. Y todos. Aquí no se salva nadie". Aquel buen amigo, moría días después, pagando el delito de ser RO JO ESPAÑ OL. Nos levantábamos a las cuatro y media de la madrugada. A lavarnos, y una ser villeta para secarnos veinticinco o treinta. A l hacer la cama, siempre te ganabas algún latigazo, pues, para los Jejes, siempre es taban mal. Medio litro de una llamada so pa y a formar por cerca Je dos horas antes de salir al trabajo. Los alemanes querían que las formaciones fueran modelo y ésto se lograba a fuerza de palos. A las siete de la mañana, en la cantera. Para llegar a ella, teníamos que bajar unos ciento ochenta es calones que eran descomunalmente des iguales. Estas escaleras las bajábamos co rriendo, espoliqueados por los latigazos que nos proporcionaban los mayores delincuentes del mundo: 5 . S. y Kabos de vara. Llega dos a la cantera, nueva formación, ésta rá pida. Nos dividían en grupos de trabajo y a ¡a faena. La misión de la inmensa mayo ría era cargar grandes piedras en camiones o vagonetas; partirlas con enormes mazos o acarrearlas de aquí para allá, sin ningún objetivo práctico, en desproporcionadas pa rihuelas. Todos los trabajos había que realizarlos en forma apresurado e incluso para ir al retrete tentamos que movernos a la carre ra. Para lograr la rapidez de los trabajos, ios tristemente famosos Kabos de vara y los S. S de servicio, armados de mangos de pico, recorrían incesantemente la can tera, no perdiendo ocasión de maltratarnos. Llegad'.o el mediodía, un litro de nabos, sin grasa alguna. Y nuevamente al traba jo. Y los palos cada vez con más frecuen cia. Si le caías, te remataban o bien te re animaban lanzándote unos cubos de agua, según el humor del Kabo o guardia. No necesito decirte que de esta forma morían todos Ios días veinticinco o treinta hombres. A l finalizar el trabajo — doce horas— nos hacían subir las escaleras cargados con una piedra cuyo peso oscilaba entre 30 ó yo kilogramou. En ello también jugaba pape! fundamental el humor de nuestros vi gilantes. ' Los que trabajábamos en el fondo de la cantera de la forma que te explico, nos con siderábamos felices en comparación con los desdichados que se dedicaban durante todo el día a subir piedra al campo. Bajar co rriendo; subir cargados con piedras de yo kilogramos y más. Sin descansar. Siete via jes en ¡a mañana y otros siete por la tar de. Aquello si que era horrible. D e tos que hacían esta labor, morían muchos todos dos días. Los más decididos se lanzaban a las alambradas eléctricas para que tos ame trallasen. Bastantes de los que no se aven turaban eran lanzados por los guardias des de lo alto de la escalera. Con frecuencia, cuando había hermanos o padres e hijos, los obligaban a matarse entre ellos. D e regreso del lraba/o, al Ilegar al cam po, teníamos que hacer otra penosa for tales. A ¡os enfermos los mataban por me dio de una inyección de gasolina. A mu chos los ahorcaban en presencia del Campo formado. Cuando querían hacer un escar miento lanzaban los perros lobos que tritu raban a los individuos. Algunas veces fu silaban, pero muy poco, puesto que era el medio más humano. mación. Luego a la barraca, donde siem pre eras esperado por los Jefes y Kabos con los látigos en ta mano. A l menor descuido te la ganabas. Nos daban medio litro de café ( ? ) , 3yo gramos de pan negro y, según los días, un poco de mantequilla o una especie de des perdicios que nuestros guardianes ' llamabau carne de judío. Con tan suculenta cena, a la cama. Seríamos muy felices si entonces nos dejasen tranquilos, ya que la inmensa mayoría de ¡as veces, a hora avanzada, le levantaban para pasar revista de manos, ca beza, culo, zapatos u otra cualquiera tonte ría, que era el m otilo para llevar unos cuan tos palos y algunos encontrar la muerte. Debo advertirle que para entrar en la barranca teníamos que hacerlo descalzos, con los pesadísimos zapatos de madera en la mano. Esto, salvo error u omisión, era un día de trabajo normal. Y digo normal porque en un día de éstos Ios muertos no pasarían de ciento. Ahora bien, -con esa insignificante cifra de ciento, n.o podían conformarse los Jefes d el Campo y entonces sobrevenían los días de Ofensiva. Otro dia te diré de la horrorosa vida que daban en el Campo de Gussen No. a, su cursal de Mantbausen, a tres kilómetros de Nos obligaban a realizar un ejercicio que llamábamos "salto de la rand’, que con siste en ir dando saltos, con el cuerpo agachado y tos brazos extendidos hacia ade lante. El estado de debilidad, el mucho tiempo que duraba el ejercicio y tos muchos latiga zos que en el transcurso de é l llevabas, ser vía para que en las filas se produjeran gran des claros. El otro castigo, e l terrible castigo, que nos aplicaron fué el de las duchas de agua fría. En Alemania y Austria hace mucho frío. Suponte un día cualquiera de otoño 0 de invierno. Entras en la ducha tiritando. Agua ¡ría, helada. Los Kabos, con sus lá tigos, nos impiden salir. D iez minutos, me dia hora y, una sola vezr duró hasta una hora. A la calle desnudos. ¿Cuántos caían? ¡Terrible año de 1941, para los españoles! En este año, de la forma que te voy expli cando, murieron en el Campo de Manthau1 en cinco m il compatriotas. Habíamos in gresado siete mí!. Los dos mi! que aquel año salvamos la vida, fu é porque tuvimos la suerte de salir a un pequeño tomando, en donde, aunque trabajábamos con exceso, no nos maltrataban como dentro del Cam po. Otros pocos, los menos, lograron pues tos en las cocinas, almacenes, oficinas. Gra cias a estos últimos, se salvaron muchos compatriotas, pues el espíritu de solidaridad se desarrolló grandemente. Nos hicimos veteranos. La ofensiva en contra de Ios españoles decreció. Llegaron de otras nacionalidades. Todas las de Euro pa. Resultado final: trescientos veinte mil hombres muertos en Mantbausen en el tér mino de cinco años. N o todos morían de la misma forma que los españoles. A los judíos, por regla ge neral, los metían en la cámara de gases le las monslruosiditdes que durante cuarenta días interminables vi cometer en Gussen No. 2. El y de mayo, un americano descendiente de españoles, nos abría las puertas del Cam po. Fuimos liberados unos veinticinco mil hombres. Muchos han muerto ya, pues cuan do la liberación llegó estaban completamen te agotados. Entre ellos, bastantes españo les. Un crecido número de compatriotas está en los hospitales.-Lot que mejor es tamos, nunca valdremos nada. En Francia nuestra situación no es bue na. Se acerca el invierno y ni tenemos ropa de abrigo ni calzado. Ya comenzó el frío y algunos más pasaremos a mejor vida. La vida en Francia es difícil. Poco se puede comprar, Todo escasea. Lo poco que hay cuesta un ojo de la cara. Confiamos en vuestra ayuda y solidaridad. En verdad la necesitamos. Pero si esto fuese distraer un esfuerzo en la lucha contra Franco, no penséis en nosotros. Seguid adelante, con la vista puesta en España, que es lo per manente y el destino final de lodos, y cuan do estéis allá pensad en nosotros y llevad nos a dormir el último sueño en nuestra tierra, a la que tanto queremos y por cuya libertad luchamos y dantos nuestra vida. B. A LO N SO LA REUNION DE LOS CUATRO E x iste u na ciudad en F ran cia , m u y sim p ática , q u e nos recuerda por su a m b ien te, u na d e tantas ciudades españoles. M e refiero a T o u louse. Y o q u e soy viajero im p en iten te, noctá m bulo, fisgón e iconoclasta, lle g u é a T olosa, com o d ecim os las castizas d e C h a m a rtín , y com o e l C é sar, lle g u é , v i y ... m e di por enterado. Y m e en teré d e m u ch a s cosas. Saliendo d e la estación, na; en cu e n tro un b u en am igo. M e llev a a un rin cón d el ca fé donde h em os en tra do a refrescar y se p on e a hablar, hablar hasta q u e m e caigo al suelo y p id o a D ios q u e p erdone m is pecados y los d e m i pobre lía la q u e tengo e n Calatrava. E n T olosa llev a n unos cuantos dias los q u e fu eron “ prestigiosas” figuras “ fotog énicas” d e nuestra guerra: C am p esino, M odesto, L ister y A n tó n . ¡Q u é conste q u e no estoy hacien do u n recuen to d e d e lin c u e n te s com u n es. E so q u ed a para la D irecció n G en era l d e Seguridad. L le v a n estos prohom bres d e la R evolu ción obrera, soldadesca y cam pesin a, reunidos en C o m ité P erm a n en te, nada m en os q u e q u in ce días. ¿M o tiv o s? ¡ A h , m anes d e la revolución abortada! Estos cuatropersonajes— y vean q u e esta sem ana no q uiero m eterm e con Santiag u ín p orq u e e l pobre acaba d e hacer la P rim era C o m u n ió n hace unos días y ha recibido la ostia d e m anos d el arzobispo prim ado de A n ca n tarilla, e l cu a l conoció a C a rrillín cuan do éste, sabiendo q u e y a no h a bía p eligro, se alistó a ú ltim a hora e n los guerrilleros. C o m o decía , estos cuatro personajes se han reu n id o para ver la posibilidad d e m o v iliza r las grandes masas d e q u e disponen para declarar la guerra a las N a cio n es U nidas. R esu lta , según m e cu en ta este am igo, q u e e l C am p esin o, desde q u e salió d e España lleván d ose todo cuan to a su paso encontraba en los sótanos d e F ig u era s, se dedicó en las islas donde desem barcó con su coh orte d e am igos, a construir u n arm a capaz d e term inar no sólo con la T ierra , sino con M a rte, q u e es p rim o herm ano d e aqu élla . V a le n tín perdió la barba trabajando. M a s h e te a qu í q u e una noche, una banda d e C h icago, llega en u n torp ed ero, desem barca en la isla donde e l “ Barbas” estudiaba y construía su arm a y ¡za s!, planos q u e le ro b an y q u e se v en d en en A m érica . T o ta l, q u e la bom ba atóm ica surge por v ez p rim era y se com p rueba su resultado. L o s am ericanos aparecen com o los in v en to res y com o los am os d e ella. P ero ha y q u ie n sabe e l se creto . Y u n b u en día. es llam ado e l in fe liz V a le n tín a com parecer an te P e p e e l C ochero. E ste le am ena za d e u n cirlo a u n trineo en Siberia si no recupera su s pla nos y los entrega para pon erlos a l servicio d e l Padre d e todos los pueblos. V a le n tín recu rre a sus am igos, y a h í están en Tolosa, com binando u n a acción bélica. P ero resulta q u e a l lla m am ien to han acudido sólo e l padre V ila r , d el Rosal, q u e d ice q u e é l va com o contable; la M o ñ o s de B arcelona, q u e ha llegado ha ce poco de España y la in fatig a ble doña J u lia q u e ha pedido la plaza d e la “ M a d e ló n ” , pero e n sentido invertido. M e tu v e q u e m archar, porque a ú ltim a hora m e han dicho q u e la Pasionaria h a sido la in v en to ra d e la “ P en icilin a*' y vam os, con q u e h a y a n in ven ta d o la J. S. U ., la “ lín ea ju sta ” y otras zarandajas por e l estilo , ¡ya está bien !... D IO G E N E S Convocat or i a Inapelable C ' L Comité de Solidaridad, que in“ tegran el Partido, la U . G . T . y nuestras Juventudes, continúa con actividad creciente su generosa cam paña para poder ayudar, en la mayor escala posible, a los compañeros que se encuentran en Francia, asomándo. se ya a la realidad de un invierno cruel, y a los que se hallan en Es paña, manteniendo en la clandestini dad una lucha a muerte — porque la muerte vigila cada uno de sus pa sos— ■ contra la odiosa tiranía de Franco. Ningún motivo puede bastar para rehuir esta inapelable convocatoria solidaria. Todos, por el contrario, estamos obligados a entregarla no sólo un margen de la comodidad que en América disfrutamos, sino un sa crificio, cuanto más fuerte más me ritorio. Muchos de nosotros, que con seguimos alcanzar las tierras genero sas de este Continente, pudimos muy bien haber quedado allá, reclaman do en la necesidad la ayuda frater na de los demás compañeros. Es hora, como en los tiempos más difíciles de nuestra vida, de probar nuestro espíritu de solidaridad, nues tra conciencia del deber. Miserables de aquellos que, parapetados en su egoísmo, no sepan o no quieran escuchar esta voz. Sólo son merece dores de que les escupamos nuestro desprecio. Dinero, ropas, medicinas, víveres y artículos de higiene está recaudan do el Comité de Solidaridad. A sus oficinas del Centro Republicano Es pañol — Tacuba 15, altos— llegan todos los días compañeras y compa ñeros para dejar, con sencillez y emo ción, su ayuda. Faltan de hacerlo muchos más. A ellos nos dirigimos para que se apresuren. Nuestros her manos en Francia y en España no deben esperar. Una negativa de “Los Bocheros ” Los compañeros asturianos organi zaron el pasado dia 22, en el Teatro Arbeu, una gran función con el objeto de contribuir al fondo de solidaridad abierto en ayuda de los camaradas de España y Francia. A l efecto, con taron con et generoso concurso de la Compañía de Maria Antinea. Sólo hubo una negativa, la de "Los Bo. c h e r o s S u conducta, contrastando con la del resto de la Compañía, no deja de ser significativa. Y es que "Los Bocheros” , pródidigos en sumarse a todos los actos de la gachupinada falangista, hace tiem po que ya nos han enseñado la ore ja. La causa republicana, si algún sen timiento merece de ellos es el de la hostilidad. Es lástima — y no para nosotros— que hayan puesto empeño tan especial en demostrarlcK Tengan la seguridad "Los Bocheros" que su actitud no será olvidada. R E UNA OPI NI ON • Q U I E N E S SON LO S T R A I D O R E S ? Por A M A D O R F E R N A N D E Z El compañero Amador Fernández, Presidente de la Minoría Parlamentaria Socialista, a especial requerimiento nuestro, con signa en estas lineas su interesante opinión sobre el trascenden tal discurso político pronunciado por el camarada Indalecio Prie to, en nombre del Partido, durante las últimas sesiones de Cor» tes. Las sesiones celebradas por las Cortes republicanas espa ñolas, reunidas en el Palacio de Cabildo», en México, los días siete, ocho y nueve del actual noviembre, han despertado com entarios para todos los gustos. Los más apasionados son aque llos que se formulan en torno al discurso pronunciado por nuestro compañero Indalecio Prieto. M agnífico discurso ese que irá co' brando fuerza y resultará más vigoroso y de certera visión a me dida que el tiempo avance. ¿El discurso es, ciertam ente, un discurso del compañero Prieto? Los argumentos, el vestido, es suyo. El cuerpo, la doctri na, la tesis sustentada, es de la Minoría Parlamentaria Socialista, que la aprobó por unanimidad. Hablando aún con más propiedad puede afirmarse que sus principios esenciales, la medula del dis curso pertenece al Partido Socialista Obrero Español, que hace bastante tiempo deliberó sobre ella y sin que hubiera voces dis cordantes, dentro del Partido, la aprobó y sancionó. Entonces compartía también los principios enunciados otro jefe de Partido republicano, cuyo nombre no cito por el relevante cargo que ocu pa actualmente. La doctrina, los propósitos anunciados no han podido cons tituir sorpresa para nadie. Y, muchísimo menos, significan des lealtad para nuestros aliados circunstanciales. Los socialistas so mos siempre leales en el decir y el obrar. Cuando hacemos un pac to con grupos afines es norma nuestra advertir cuál es el lím ite de nuestras coincidencias y hasta qué grado puede llegar nuestra colaboración. Esto es norma vieja en el Partido Socialista Obre ro Español, pero jam ás hemos dado, ni daremos, por cancelado compromisos adquiridos sin previo aviso, sin una justificación de las causas y concausas en las que apoyamos la rescisión del pac to, causas y concausas que pueden ser exam inadas por nuestros propios aliados antes del rompimiento. Si los partidos republica nos supieran hacer honor a sus compromisos con igual solem ni dad que los mantiene el Partido Socialista Obrero Español, es más que probable no se hallara la política republicana española en el trance en que se encuentra. La posición del Grupo Parlam entario Socialista, expresada por el compañero Prieto, puede resumirse en esto: “El apoyo más entusiasta — refiérese al apoyo al gobierno y a las instituciones republicanas— será el nuestro en el presente, mas no comprometemos el futuro ante instituciones que no tienen plazo alguno para su cese. Las nimbamos con nuestro respeto, les rendimos el homenaje de nuestra consideración, les prestamos nuestra ayuda en el presente, para el que tampoco nosotros po nemos plazo, pero digo al Gobierno y al Congreso, recogiéndo el voto de la Minoría Socialista, expresado unánimemente, que si habiendo perdido vitalidad dichas instituciones surgiera en el campo internacional o en el nacional otra solución digna para restaurar la República — para restaurar la República— y Espa ña la aceptase, nosotros la serviremos”. Si las circunstancias previstas por Prieto en su discurso se dieran y nuestros cam aradas de España aceptasen la batalla, ¿quiénes serían los traidores, los que fuéramos a España para co laborar en la empresa de recuperar la legalidad efectiva repu blicana o quienes se quedasen en el extranjero amparados en instituciones ya marchitadas y disecas? Para los socialistas, la opción en este dilema no plantea ningún problema de conciencia. La resolución adoptada en el interior de España es para nosotros la válida y la que acatam os sin discusión. Pretender, cual lo hacen algunos, plantear el problema de República o monarquía, no es sino aspirar a seguir oscureciendo y nublando la cuestión. El problema de República o monarquía lo tiene resuelto en su conciencia el pueblo español desde hace mucho tiempo. El franquismo sabe bien claram ente — parece que mejor que muchos republicanos— que el pueblo español dictó ya su sentencia en el sentido de que España y República son consus tanciales, resultando ocioso seguir con el dilema planteado ante nosotros. La prueba inconcusa, incuestionable, de tal convencimiento franquista nos la da esa parodia de elecciones m unicipales que anuncia y para las cuales limita a un cuatro por ciento el número de votantes, compuestos de padres de fam ilia que no estén com prendidos en estas o aquellas circunstancias, y disponiendo, ade más, que no serán válidos los votos emitidos a favor de otros nom bres que aquellos que hayan figurado en las listas de quienes deberán ser los elegidos. Conste, pues, que el discurso del compañero Prieto es la po sición de la Minoría Parlamentaria Socialista y el pensamiento — 'hasta ahora no rectificado— del Partido Socialista Obrero Es pañol. Otro aspecto, que también cobró cierto interés en las sesio nes de Cortes celebradas, fué el de los Estatutos regionales. No es el Partido Socialista Obrero Español contrario a las autono mías regionales. Su conducta y su historia lo acredita más bien como partidario de ellas. Pero lo que nuestra Minoría Parlam en taria dejó registrado en el “Diario de las Sesiones” y lo que asi mismo consignaron los demás grupos políticos era necesario co nocerlo y dejarlo allí estam pado. Cuando de nuevo se nos llame para opinar respecto al mismo particular por organismos capaci tados para hacerlo no podrán reclamarnos más que eso a que nuestras palabras nos obligan y podremos exigir nosotros que los demás queden constreñidos a sus propias afirm aciones de ayer. oí N a I O “Cuando sealce colectivamenk Organizaciones Obreras y c¡a de los España, nues 4 ^ ¿Crónica Parla merita r i a? Los burder. R E S P O N S O Y A N U N C i residentes e caballero Amigo Ferrer: Hacer un comen tario de la última reunión del Parla mento Español supone para mí un en cargo imposible de realizar. Y o re cuerdo ahora, y debí recordártelo a tí cuando me pediste estas cuartillas, que a hacer crónicas parlamentarias dedicaron su sapiencia y agudeza los mejores periodistas del mundo. Que eso de hacer crónicas parlamentarias constituía por sí solo, y con méritos más c|ue sobrados, una de las diversas fa cetas del periodismo y, quizás, la más difícil de todas ellas. En tiempos pre téritos y en España hicieron esta clase de trabajos desde Azorin, pongámoslo por caso para no remontarnos a tiem pos muy pasados, hasta una tal Mar garita — ¿si?, ¿no?— que, fiel a la le yenda, cuando pidió el ingreso en nues tro Partido, hizo que Saborit exclama ra ¡Noo!, que la asamblea dijera ¡sí!, y oue ahora, años después, nos hace gritar a todos. ¡Nooo!. Los cronistas parlamentarios, perio distes de primera en tiempos de se siones, motivo de interés para los lec tores, de irritación para los legislado res, de enojo para los oradores, sé distinguían entre sí, entre otras cosas, por el motivo, objeto o tema que buscaban en el Congreso. Los había — volverá a haberlos— que solamen te prestaban atención a la cosa apa rentemente baladí, anecdótica, pero in. teresante por lo graciosa e intencio nada. Uno de esos, el que quieras, hubiera fijado su atención, en todas y cada una de las sesiones celebradas ñor nuestra Cámara en el Salón de Ca bildos de la Ciudad de México, en los bancos de la oposición. N o porque los bancos — ahora sillas— se diferencia ran de los que ocupaban los guberna mentales, sino porque sobre ellos, des cansando en ellos, estaba la resisten ci.1, la audacia. la acometividad. ¿Qué habría encontrado ese cronis ta? Seguramente que hubiera podido contrastar que todo eso que tanto se anunció era cierto, ciertísimo. Efectiva mente, allí est:ba la resistencia. Su Jefe, suma y compendio de todos y de toda, siguió resistiendo. Nadie ni nada le hizo cambiar de actitud. ¿Qué el Sr. Giral dió algún que otro vara palo? ¿Qué nuestro comtnñero Prieto apuntó alto y dió en el blanco? El impertérrito, sin abrir la boca, excepto para bostezar, mudo, resistía, resistía, resistía. Ya no puede existir la me nor duda. Ciegos son quienes, des pués de lo ocurrido en las Cortes, no ven todavía las dotes políticas del Sr Negrín. En la oposición como en el Gobierno, el doctor es, ya no hay quien lo niegue, eso; resistencia, resistencia Allí, en aquellas sillas — otrora ban eos— , estaba también la audacia. Ga- LOS larza — alguien, a nuestro lado, dijo: "este tira fuerte”— tiró, bien es ver dad, tiro "las patas por alto". Había que demostrar que en cuanto a auda cia los resistentes tenían gran provi sión. El de Zamora, el ex-radical-so cialista, el de los guardias de asalto, el "caballerista” a ultranza, el de las Agrupaciones regionales, el negrinista "dernier heure’’, el de etc., etc., "pegó duro" •— lo volvió a decir el que esta ba a mi lado— a Romero Solano y a la "burocracia socialista que actúa en España". ¡Vaya si había audacia en la oposición! ¡Y cinismo! que, en fin de cuentas, y en ocasiones, no pasa de ser un grado más, aunque excesivo, de aquélla. Había también — ¿hay quien lo du. de?— acometividad. N o pudieron de mostrarla en sus dardos contra el G o bierno porque Giral, sorpresa para to dos, pese "a sus años” , a presidir et "gobierno de los viejitos” , pese a "su historia’’ los dejó tambaleantes. Pero — eso no importa— había que acome ter y . . . se acometió. ¿Contra quién 5 ¿Contra qué? Contra la gramática, con tra el idioma. Desde aquel "arma toste político” de Uribe, que el pú blico, desentrenado en su función par lamentaria, rió a carcajadas, hasta aquel "andé” del Sr. Fernández C lé rigo, sin olvidar tampoco aquella "disyuntura” de quien — lo dijo otro que estaba a mi lado— "por quedarse con todo, se quedaba con las p de precep to, concepto, etc” . Pero esta acometí, viciad no bastaba. Si seguían así, el mundo — estaban presentes los corres ponsales de todas las agencias infor mativas— podría ponerla en duda. Ha. cía falta más, ¿Qué hacer? También Uribe dió la solución cuando, aunque metafóricamente, blandió aquel "ga rrote” que, dirigido por él contra el fascismo, hizo estremecerse, pese a la distancia y a cuanto tuvieron que ver y oir en sus interminables años de servicio, a los leones del Congreso de Madrid. valentía histórica que su pi ción, supone, hasta sacar de A ciones, con aparentes razones damento, que pueden servir di to a las hienas que en cafés y! Dcspreclable y tahúr: desde hace seis años, se desay dos los días con sendas rao Las hondas hertizanas nos han dad honra y decencia ajenas. conocer las palabras que, con s Aquel discurso hubiera p u l desvergüenza característica, se sirvi los cronistas parlamentarios, dirigirnos desde l i más alta tribun en la materia, sacar toda da* de la República, a la cual le eleví ducciones. Podrían considérai! ron nuestros correligionarios zamor. un voto condicionado — un nos, alguno de los cuales forma part apoyo, un poco de lo otro- del tinglado burócrata que nosotre bierno; como la denuncia pt!¡ hemos montado, una deslealtad pára con el P ii Antes de decirle el trabajo que e cialista por quienes — persoc la actualidad realizamos, queremos pe tidades políticas— suscribiera ner en su conocimiento, para que n meses antes, determinados co sufra nueva ofuscación y altere se sos; como un llamamiento . nervios nuevamente, que la carta lidad; como un acerado meir «has que hemos dirigido o diríjame engaña-bobos; como un ejempitn lo futuro a los compañeros de Me sión política. Podrían coc^ : co, no están dirgid as a Vd. r en fin, de cien mil manera? 1 ninguno de su calaña: son tan sóf jl para lo que siempre fueron correli o, si uera cronista P3-1 , g-onarios nuestros v no saltimbanqui lo consideraría como , , ,‘dgo J, |j política o jugadores profesio tancia trascendental e historié |t¡¡ c-1 fin de lo que, en realidad, Hecha la aclaración anterior, quere y. también, como el princij mos encerarle de nuestras actividade: que nada ni nadie podrá eviti actuales. Desde luego, vaya por ade discurso, dicho en nombre dé 1 litado la aclaración que nuestros po Partido, fué, ni más ni mem Jera socialistas no nos han sido otor ponso a la II República y d| gados en asambleas ordinarias ni er del nacimiento de la III Congresos con asistencia de delegade En esa Tercera República de li autoridad franquista y ello ha si Ferrer, volverá a haber Pí do por olvido involuntario, por no te N o sé ahora si en sus reunios nerle a V d. a nuestro lado para qu¡ neda volverá a masticar "d nos lo hiciera observar. N o; nuestro vez de su abandonada col iUj, poderes socialistas nos han sido otor maríz, en los pasillos, volvei gados en extraordinarísimas asamblea1 tamos con sus cuentos y ané celebradas dónde y cómo se pudo, poi ferentes al divorcio; pero compañeros fugitivos de la tiraní: próximas sesiones, con todo* franquista; por correligionarios qui lo digo, busca otro cronista diariamente exponen su vida en car celes y pres’dios, en el tajo y en e j q PII taller, en el campo y en la ciudad. EL GOB) ANTE EL ] Cosas como estas, que sólo se refie ren a lo pintoresco del parlamentaris, mo, habría encontrado a millares ese cronista irónico, burlón. Pero otra clase de cronistas, y quedamos antes en que los había para todos los gus tos, aquellos que solamente hallaban m. ferial para sus trabajos en las co sas serias, profundas e importantes, también hubieran llenado cuartillas y cuartillas con lo allí ocurrido. Buena parte de ellas estaría consagrada a de jar constancia — y para ello nada me jor que no escatimar los adjetivos elo giosos— de la segunda intervención del Presidente del Consejo de Minis tros. Lueyo. en la sesión siguiente, el discurso de Prieto lo permitiría to do. Desde resaltar la gallardía, !n D ISC R EPA N TES Negrín, Puche y compañía no tienen un centavo para entregar al Gobierno del señor Giral. A Don Juan le lian pagado el viaje para trasladarse a Méxi co los cuáqueros. Los SESENTA MIL PESOS que pagó por el alquiler de un avión durante diez días para visitar Acapulco, se los enviaron los presos de España. El Gobiif P11blíca en las sesiones del R E N O II G 1 0 N tivamentè voz del Partido Socialista con la de las iras y cala de los Partidos Republicanos dentro de (Del discurso o de Indalecio la , nuestubligación será c d e b Prieto ante las Cortes) ” Los burócratas socialistas í U N C I ((residentes en España a un caballero de industria valentía histórica que su pronur, don, supone, hasta sacar de él dtd, dones, con aparentes razones de i¡ damento, que pueden servir de ilur, to a las hienas que en cafés y tcttul Despreciable y vil tahúr: desde hace seis años, se desayunan dos los días con sendas raciones L»s hondas hertizanas nos han dado honra y decencia ajenas. i conocer las palabras que, con su Aquel discurso hubiera permití lourgüenza característica, se sirvió los cronistas parlamentarios, du| dirigirnos desde 1a más alta tribuna en la materia, sacar toda dase d¡ ¡je la República, a la cual le elevaducciones. Podrían considerarlo a ion nuestros correligionarios Zamora un voto condicionado — un pon nos, jlguno de los cuales forma parte Je) tinglado burócrata que nosotros apoyo, un poco de lo otro— al lie mos montado. Memo; como la denuncia publia Antes de decirle el trabajo que en una deslealtad pira con el Partidt |,i actualidad realizamos, queremos pocialista por quienes — personas tidades políticas— suscribieron ra | ner en su conocimiento, para que no meses antes, determinados compr sufra nueva ofuscación y altere su-, sos; como un llamamiento a !i nervios nuevamente, que Ja carta o lidad; como un acerado mentís i artas que hemos dirigido o diríjame, en lo futuro a los compañeros de Mé engaña-bobos; como un ejemplo sión política. Podrían conside acó, no están dirigidas a Vd. ¿ ninguno de su calaña: son tan sólo en fin, de cien mil maneras. para lo que siempre fueron correliY o, si fuera cronista paríame; jionarios nuestros v no saltimbanqui.-. lo consideraría como algo de in , de la política o jugadores profesio tancta trascendental e histórica, (i ,^ el fin de lo que, en realidad, ya J Hecha la aclaración anterior, quere y, también, como el principio J ros enterarle de nuestras actividades que nada ni nadie podrá evitar * ictvsales. Desde luego, vaya por adediscurso, dicho en nombre de A \nudo la aclaración que nuestros poPartido, fué, ni más ni menos, el n’rt! socialistas no nos han sido otorponso a la 11 República y el ati fúbs en asambleas ordinarias ni en del nacimiento de la III. Congresos con asistencia de delegado Hn esa Tercera República, ift h autoridad franquista y ello ha siFerrer, volverá a haber Parlar i por olvido involuntario, por no te N o sé ahora si en sus reunionesl | ncrle a Vd. a nuestro lado para que neda volverá a masticar "chick nis lo hiciera observar. N o; nuestros vez de su abandonada colilla, y poderes socialistas nos han sido otor maríz, en los pasillos, volverá) gados en extraordinarísimas asambleas tamos con sus cuentos y anécdt celebradas dónde y cómo se pudo, por ferentes al divorcio; pero p) compañeros fugitivos de la tiranía próximas sesiones, con todo alí franquista; por correligionarios que lo digo, busca otro cronista. diariamente exponen su vida en cár celes y pres:dios, en el tajo y en el taller, en el campo y en la ciudad. Nuestro trabajo es bien sencillo y ambicioso a la par: tratamos de crear el clima propicio que nos permita recuperar la República a fin de que Vd. pueda volver a la Patria para des cansar de los sinsabores que le ha deparado y los muchos más que le está deparando la emigración en com pañía del desafortunado capitalista a quien Vd. favoreció durante la gue rra. Publicamos periódicos sin per miso de la autoridad competente y mantenemos el entusiasmo de nuestros compañeros trabajadores y nuestros amigos republicanos con nuestra dia ria labor en favor de los presos y per seguidos por la Falange criminal. Valiéndonos de la clandestinidad y aprovechándonos de las enseñanzas que Vd. nos dió, para pago de nuestros servicios solemos pagar con cheques s n fondos, lo que nos resulta muy di. vertido al pensar la cara que ponen les banqueros al no dar con nosotros. No queremos terminar esta carta sin poner en su conocimiento, que más afortunados que otras personas de .su confianza, el resto de los depósitos de la Dirección General de Seguri dad, los guardamos en el mayor se creto y no nos hemos atrevido a sa carlos de España por miedo a que los secuestren en Barcelona como aconte ció durante nuestra guerra. En la esperanza de verlo por nue;. tra amada Patri; con el fin de recom pensarle sus deséelos, le saludan Los Burócratas Socialistas residentes en España. Por la retransmisión: luán Sin Mar EL GOBP ANTE EL PARLAMENTO A in é r i c a España y '‘¡Cuántas veces hemos de levantar la cabeza de la cuartilla y del guarismo pa ra que se nos quede clava' do el horizonte invisible de Am érica como la España del canto que inm ortalizó Ma chado!” El compañero I uis Jiménez^dc A&úa, presidente de las Cortes MINUTA DE LAS CORTES Exactamente nueve años después de que el pueblo madrileño escribiera las inmortales páginas de su gesta heroica, en la capital mexicana, por rutas del exilio generosamente acariciadas por una hospitalidad ejemplar, se han reu nido las Cortes de la República — 14T diputados— para ofrecer al mundo el singular espectáculo de un régimen (fue, latente en Ja conciencia duda, daña c/ue le dió vida, sabe mantener, fuera de la patria aherrojada, la es tructura de su cuerpo constitución',I. * * * Minutos solemnes los del dia 7 de noviembre de 1945. A las 4.26 de la tarde, mientras en uno de los balcones del Salón de Cabildos se izaba la ban dera tricolor de la República, de la. bios de nuestro compañero Jiménez de Asúa, como Presidente de las Coder, brotaron rápidas, precedidas de un l i gero repique de campan •lia, las pala bras rituales : — Se abre ¡a sesión. Minutos solemnes que nos hicieron evocar ncfitellos otros, cuajados de dramatismo, del 7 de noviembre de 1936, cuando Madrid, angustiado por el peligro, sólo en su lucha desespe rada, cerró el paso, con un diefue h u mano de sangre i de valor, a las tropas conquistadoras. * * * Fueron leídos múltiples saludos y adhesiones de Europa y América. Por su mayor número, sobresalieron los procedentes de Cuba, representada perwnalmente, además, por tres de los senadores que con mayor entusiasmo defienden la causa de ia República. Si guieron, en este orden de cantidad, lot de la Argentina. Testimonio elocuente del espíritu solidario de dos pueblo r hermanos que. en definitiva, habrá de triunfar * * * A las 4.46 don fosé Giral — voz pausada, serena y uniforme— , comen zó la lectura de su brillante declara ción como jefe del Gobierno. A l con cluirla, una hora y dos minutos des pués, la Cámara, con excepción de los diputados comunistas y alguno; disidentes, prorrumpió en un largo ) nutrido aplauso. Había hablado la unidad contra la farsa. * * * Fué el señor Castela o — cazador frustrado de una cartera ministerial-— quien primero hizo uso de la palabra. Durante quince minutos, a veces sal picados de un lirismo poco generoso habló de las aspiraciones gallegas y tuvo para Portugal conceptos de cariñoso recuerdo. Se olvidó hablar de España. Quizá olvidara el diputado gallego que las Cortes estaban reunidas para reconquis Zar la República. * * * El señor Cordero Bell — por res peto a la historia de los federales es pañoles no diremos que habló en nombre de ellos— confundió el marco solemne Je las Cortes con su habitual tertulia de café. No es extraño que un palabras convocaran risas inconte nibles. Cantó a Negrin como a un filántropo de la política. Y les dijo a los comunistas que dieran traslado a Stali'n Je su amor a Rusia. Y para ter minar, declaró: — Todo lo que aquí manifiesten vascos, catalanes y gallegos cuenta de antemano con mi plena identifi cación. Fué otro olvidadizo. No se dió cuenta que hablaba en-el Salón de Ca bildos de México, el país que con más generosidad ha tratado a la República, antes v después de su derrota circuns tancial. LA AGENCIA TASS, MIENTE Rodríguez Vega ha desmentido una información periodística en la que se calumniaba a nuestro com pañero T r i f ó n Gómez. La rectificación;, un poco tardía, está clara. Lo que no está claro es la con ducta de Rodríguez Vega y compañía. El GobierC< -pública en las sesiones del Salón de Cabildos Lamoneda, temeroso de sus pala bras, las leyó. A sus nervios, les dió un tratamiento de chicle, acaso rece tado por el Doctor de la Resistencia. * * * ¿ Y Cribe? ¡Pobre Uribe! Recurrió a las mejores armas d e 1su dialéctica monolítica ¡y adiós gramática caste llana! La apuñaló por todos los cos tados y cuando'la creyó bien muerta — asesinada con todas las agravantes— descendió, impertérrito, de la tribuna parlamentaria. ¡Había pronunciado uno Je sus mejores discursos de ba rricada! Sin embargo: sus compañeros de minoria no lo debieron creer asi, al no dedicarle ni un solo aplauso de los que m'mulós antes, habían prodigado generosamente a Lrmoneda. Dos co. munistas de la vieja guardia que, cer ca de nosotros, soportaron el martirio de Iá arenga, no pudieron reprimir el desconsuelo de sus comentarios. D ijo uno: — ¡Estamos en la calle, camarada! Y el otro, más sagaz, agregó: — N o tiene remedio. A este Uribe hay que mandarle a las guerrillas. * * * Y /legó la sesión más trascendental en el orden político. El compañero Prieto, en un discurso donde la elo cuencia fu é feliz compañera de la emo. ctón, expuso claramente, con lealtad inconfundible, la posición del Partido Socialista. N o todos subieron compren derla inmediatamente. N i valorarla con justicia. Y se produjo un receso de diez minutos . . . * * * Entonces, los que hablan negado su confianza al Gobierno, en una formi dable pirueta, aparentaron otorgársela, atribuyendo desasistemia de ella a lar palabras del compañero Prieto. El recinto parlamentario del Salón de Ca bildos tuvo que escuchar, en esta fase, ¡as cínicas palabras del aventurero Ga. larza, cuando acusó de burócratas a los compañeros socialistas que en España mantienen la vida gloriosa del Partido. Sólo una tolerancia excesiva pude consentir estos audaces desahogos. * * * Don Juan, conservando la pose de hombre importante, guardó sdencio. Hubo un momento en que su serenidad pareció turbarse. Doña Margarita, acongojada, nerviosa por el discurso que acababa de pronunciar el repre sentante del Partido Socialista, se acer có al Doctor de Ia Resistencia y con acento de impaciencia e imperativo; 1 la vez, le dijo: — Don Juan, esta es su hora. Us ted tiene que hablar. Y el señor Negrin se revolvió in quieto : — A mi no me meta usted en ¡ios. * * * E! Gobierno del señor Giral, frente a una oposición inconsistente y minús cula, recibió del Parlamento español plena y total confianza. El Partido Socialista la concedió con el mayor en tuñasm o y sin regateos. * * * La República española sigue viviendo. Y E<pana con ella. Hoy, lo sabe mos nosotros. Mañana, ¡o dirá la historia. Carias a los Jóvenes Socialistas Con este título, el Comité Directivo de nuestra Juventud está preparando la edición de un libro, para el que se ha solicitado la colaboración de los compañeros más destacados del Partido que se encuentran desparra mados por el mundo. Oportunamente facilitaremos otros detalles. Asamblea General Ordinaria £1 25 del pasado mes de octubre, la Juventud Socialista celebró asamblea general ordinaria correspondiente il último trimestre del año en curso. Despues de ser leídas y aprobadas las cuentas del trimestre, se pasó a dar lectura de los nuevos ingresos que a continuación se señalan: Antonio Artigas Cardona, Antonio Maclas de Mier, Estrella Ferrer Rodrí guez, Rosa Mendoza Fenollosa, Pilar Mendoza Fenollosa, José Fernández Alvarez, Manuel Latorre Salas, Rober to Palacios Zolayi, Alfredo Palacios Zolaya, Julio Castaño Gabito, Encar nación García, Osvaldo Ruiz Zamora. José González Talavera, Leonardo V i ciarte Rodríguez, Alfonso Gutiérrez Rodríguez, Cándido B ífe ro s García, Angel Cuétara, Juan Risques Casado, Rafael Morayta Núñez, Teresa Cobián de Artigas, Francisco Carmona Nenclares. Julia Crillón de Carmona Carmen Márquez Maclas y Eugenio Carranza Núñez. El Comité Directivo llevó una ana. plia Memoria de su gestión realizada durante el trimestre, destacando la carta que en otro lugar de R E N O V A C IO N extractamos, dirigida a la E¡e cutiva de la Federación de Juventudes que funciona en España. Toda la ges tión fué aprobada. Como último punto del orden del día se eligió nuevo Comité Directivo, recayendo los nombramientos en los siguientes compañeros: Josué Benito López, Presidente; A n tonio Artigas, Vicepresidente; Ramón Pardo, Secretario general; Eulalio Fe rrer Rodríguez, Secretario de Propa. ganda; Francisco Cañizares Navarro. Secretario de Actas; Alejandro Villa Maunier, Tesorero; Nemesio Cubillo Ortega, Vocal primero; Benito Búa Rivas, Vocal segundo; y Augusto Bebel Cañizares, Vocal tercero. La M e sa de Discusión correspondió a los compañeros: Jacinto Lozano, Presiden te; Carlos Velez Ocón, Secretario pri mero; y Manel Zarzosa, Secretario se gundo. La Revisora de Cuentas: Pre sidente, Manuel Albar Espallarga, Secretario primero, Francisco Noreñia, y Secretario segundo, Juan Risques. * * * A et ividades Deport ivas El domingo, 11 del corriente mes, el equipo de la Juventud, R E N O V A C IO N , derrotó por el amplio margen de 7 a o a los Su beam peones del pasido Torneo organizado por una casa comercial, "Danubio". Este encuen tro hace que los muchachos de R E N O V A C IO N se perfilen con buenas posibilidades de éxito en el actual Campeonato de Eliminatorias. Con el fin de conseguir la organiración definitiva de algunos cuadros deportivos de la Juventud, se pone en conocimiento de los compañeros que practican los deportes, que se es tán realizando ciertas gestiones oficia Ies para lograr disponer de autoriza ción para emplear algunos de los p'rques de que dispone la juventud mexicana. Una vez conseguida aqué lla, se hará saber a los afiliados para regularizar la entrada de los que deseen practicar el deporte. * * * Comida de Despedida El Comité de la Juventud Socialista ha organizado p. ra el dia ocho del mes entrante una comida de despedi da a nuestro compañero Carlos Vélez Ocón que, becado por el Instituto Francés de la América Latina, se tras ladará a mediados de diciembre a la capital francesa para ampliar sus es tudios. Las tarjetas pueden recogerse en la Secretari; de nuestra Juventud. * * * Acto de afirmación socialista El pasado sábado, día 17 de no viembre, tuvo lugar, en los salones del Centro Republicano Español, un gran acto de afirmación socialista, que or ganizaron la Agrupación Socialista Es pañola, la U. C . T. y nuestra Juven tud, interviniendo los compañeros Luis Arquistáin y Trifón Gómez, cu yos interesantes discursos serán divul g a o s oportunamente. Presidió el compañero Manuel A l Cuadro artístico “ Tomás Meabe ” El Cuadro Artístico de la Juventud, 'Tomás Meabe", ha empezado ya los ensayos. Para dar mayor impulso ar tístico ha sido designado director del Cuadro el compañero Enrique Gar cía Alvarez. Esperamos que la expe riencia de este compañero haga que próximamente el Cuadro pueda repre sentar su primera obra que, como to das las que tiene en proyecto, será con el fin de recaudar fondos para la Comisión de Solidaridad hacia los compañeros residentes en Francia. * * * Designación de Delegados del Comité Como Delegados del Comité han sido nombrados los siguientes compa. ñeros: Ramón Pardo, Delegado de Deportes. Nemesio Cubillo y Benito Búa Rivas, Delegados en el Grupo Fe menino de la Juventud y en el Cuadro Artístico "Tomás Meabe” . bar, quien pronunció elocuentísimas palabras como apertura del acto. Los Jóvenes Socialistas de Veracruz Nuestro Comité ha iniciado gestio nes para orientar y agrupar a un gru po j e jóvenes socialistas que se en cuentra en Veracruz. Es de presumir que estos trabajos concluyan con éxi to, robusteciéndose así nuestro movi miento juvenil en México. Comisión femenina de Solidaridad El miércoles, 7 del actual, quedó in tegrada la Comisión Femenina de So lidaridad. A esta reunión acudieron todas las afiliadas a la Juventud So cialista y a la Agrupación Socialista Española en México D. F. Se eligió la siguiente Comisión: Piedad Semitiel, Angel Zarzosa y Josefina Cañi zares, por la Juventud Socialista; y Carmen Herrero, Amelia Marín y Asunción Gracia por la Agrupación Socialista. La Comisión ha empezado a desplegar gran actividad y ella vie ne a cooperar estrechamente con la Comisión de Solidaridad que diaria mente se reúne para ir esbozando planes de trabajos para obtener una ayuda eficaz hacia los compañeros re sidentes en Francia y en España. MESA REDONDA DE LA JUVENTUD Con creciente animación han seguido desarrollándose las charlas de controversia, organizadas por el Comité Directivo de nuestra Juventud. Viejos y jóvenes militantes del socialismo se han dado cita en estas sesiones, los unos para escuchar y los otros para intervenir en ellas, en el deseo común de contribuir a -esclarecer posiciones o inquietudes necesarias para un mejor conocimiento de nuestras ideas. Esperamos que nuestras próximas diarias merezcan aún ma yor entusiasmo. Son una tribuna libre, abierta al pensamiento so cialista, que todos pueden y deben utilizar. Benito Pérez bosquejo histórico, el compañero Benito añadió: LOS SINDICATOS Y SU INTERVENCION EN EL GOBIERNO Si a través de estas experien cias hemos visto que siempre sur gió la necesidad de un partido p o lítico que dirigiera y orientara a los trabajadores, hoy con más ra zón que nunca tenemos el deber de fortalecer a nuestro Partido So cialista y señalar la misión con creta que a los sindicatos compe te en la lucha política. Jo s é El día ig de octubre último, el compañero José Benito Pérez des arrolló su ponencia, presidiendo, en nombre del Comité local, el camarada Fermín Zugazagoitia. Recordó el compañero Benito que, en 1864, el proletariado es De cara a España, es preciso taba provisto de una teoría cien que la dirección de los sindicatos tífica y de una organización in ternacional. Tuvo que luchar con caiga en compañeros, no sólo de tra la burguesía y contra el proud- probada y acrisolada honestidad, honismo y el bakunismo, que se sino que, además, reúnan una oponían tenazmente a la creación gran preparación para resolver los de un gran partido de la clase problemas de los trabajadores es obrera. Fué Lassalle, en Alem a pañoles y los de España en ge nia, el que creó el primer par neral, con el fin de que los hom tido de la clase trabajadora, fun bres j e l Partido puedan plan dado en los principios del m arxis tearlos en todos los organismos de mo, pero subestimando a los sindi tipo político en que tengan repre catos a crear la llamada “ Ley de sentación, desde el más modesto Bronce del Salario” . En el año Municipio hasta el Congreso de los Diputados. El Partido en la 1871 estalló el levantamiento de acción política y la U. G. T.. dánla Comuna de París. M arx vió su fracaso por carecer entonces la . dele su apoyo, en el estudio de clase trabajadora de un partido los problemas fundamentales que de lucha que se colocara a la van le competen. guardia de la acción y diera las Intervinieron, entre otros, los directrices justas. compañeros José Cañizares y Luis Ampliado con otros datos este Deltell. laciones reales, deducidos por el ri gor de la observación experimental. El materialismo filosófico, para el que "el mundo de las ideas — palabras de Marx— , no es más que el mundo ma terial traspuesto y traducido en el es píritu humano” , y para el que "la uni dad del mundo — palabras de Engels— , no consiste en su ser, sino en su materialidad, la que es probada por una larga y laboriosa evolución de la filosofía y de las ciencias natu rales’, sobre ser una interpretación científica del mundo y del pensar, es una norma elemental de la que partir y cuidar en todo ejercicio intelectual El socialismo científico, su táctica en general y sus objetivos, como el me diato de la toma del poder por la cla se trabajadora, persigue un fin prin cipal eminentemente práctico, como tan sólo le es dable a la ciencia, cual en este caso es contribuir a satisfacer las necesidades materiales de la ma yoría de los hombres, lo que en zl sistema de la plusvalía no es posible La charla fué presidida por el com pañero Ramón Pardo, secretario gene ral de la Juventud, y al final de ella hicieron uso de la palabra los com pañeros Lobera y Lacambra, que no manifestaron ninguna discrepancia sustancial con la tesis mantenida pot el ponente. Paulino Romero "S O C IA L IS M O Y O R D E N P U B L IC O " El pasado día 2 de noviembre, fué ponente de este tema, conforme se ha bía anunciado, el compañero Paulino Romero. La presidencia de la charla es tuvo a cargo, en nombre del Comité de la Juventud, del camarada Benito Búa Rivas. Un Estado socialista debe, por prin cipio, repudiar todo sistema de repre sión que signifique desdén para la dignidad humma— , afirmó el com pañero Paulino Romero. Agregando Ha de acabar absolutamente con el atropello, con el maltrato de obra o de palabra, con los despreciables sistemas de confesión, con las horroro sas prisiones, con la injusticia. El Es tado cuenta con suficientes medios de averiguación de la verdad para su defensa y la de sus ciudadanos, y si no los tuviere debe crearlos. Tiene el Estado, durante la investigación y dic taminación de un delito, los mejores naipes de L baraja, y es burdo, grosero, que para ganar la partida use de una estaca escondida bajo la mesa para utilizarla cobardemente oportuno. en momento ¿De qué puede servirnos asegurar que somos los mejores para derribar al contrincante si utilizamos sus mismos vituperables procedimien tos? Charlas de Alfonso G. Rodríguez "L A C IE N C IA Y EL M A R X IS M O " controversia (TERCERA SERIE) 30 de noviembre de 1945.— “El Partido Socialista y la Ju ventud Universitaria”, por Carlos V élez Ocón. 14 de diciembre de 1945.— “Orígenes psicológicos del fas cismo”, por José Loredo Aparicio. 4 de enero de 1946.— “El Partido de ayer y el de m añana”, por José Fernández. 18 de enero de 1946.— “Filosofía m arxista y revisión de doc trina”, por José V ila Cuenca. 1 de febrero de 1946.—•“ Versalles y Berlín”, por Amos Ruiz Lecina. El día 26 de octubre último, ocupó la tribuna de nuestra Mesa Redonda de la Juventud, el compañero Alfonso G. Rodríguez, con el objeto de desa rrollar el tema que se anuncia en el epígrafe. Fué una disertación interesantísima. En una de sus partes medulares afir. mó: I as relaciones que entre el marxis mo y la ciencia pueden establecerse son varias. En primer lugar, el marxismo es una ciencia, y ciencia am plia, cuyos métodos, entre ellos la con. cepción materialista de la historia, per miten estudiar los fenómenos econó micos-políticos con el máximo valor que da el conocimiento de datos y re Hicieron uso de la palabra, después el compañero Lccambra quien dijo que la palabra castigo, por definición inmoral, debe prescribirse del código socialista. Para evitar un delito d el* prevenirse antes. El compatriota Grandizo, intervino por entender que debe crearse un cuerpo coercitivo capaz de defender al Estado socialista de sus enemigos de cíase, dedicándose secundariamente a atender los delitos comunes que no tienen razón de ser en un Estado socialista. El compañero Amos Ruíz recono ció la existencia de hombres malos, contra los que el Estado socialista de be actuar enérgicamente. El compañero Romero dió cumplida respuesta a todos. E L MADRID HEROICO DE NOVIEMDRE DE 1936 ES E L S I MD O L O D E N U E S T R A IEjTT A M P A / IDE E aV E E jf ¥ A Hemos recordado, en estos últimos días, la epopeya glorio sa del pueblo de Madrid, en noviembre de 1936, cuando con su sangre confirmó su derecho a la capitalidad de España y de la República. La Junta de Deíensa La existencia de la Junta de Dejensa está asociada a los dias más apretados de contra las am as automáticas de los inva sores una masa humana que desconcertase sus planes y contuviese, en espera de la llegada de refuerzos prometidos, Ia inva sión de la ciudad. La voluntad de defensa mática que fuese, era obedecida sin tem blores. A los sesenta años habla hombres que formaban entre los de su oficio, aten tos a la orden precisa para encaminarse a la Casa de Campo o a! barrio de Usera. Como a uno de estos viejos trabajadores le pidiesen Ios más jóvenes del taller que volviese a su casa, mirándolos de frente los paró en seco: "Dejadme en paz cum plir con mi deber. A la hora de morir, a nadie-, le cuentan los años". Y volvió a H I I S T O UNA R acurrucarse en la butaca del Teatro donde el Sindicato tos había concentrado, preten La Resistencia diendo adormilarse hasta que sonase el to que de marcha. El ambiente general era de obediencia. Salvo para un soto mandato: el de evacuar I- ciudad. Este fu é el único illa y de noche. Los ruidos de la batalla, sacrificio que Ios madrileños se negaron sistemáticamente a hacer. Se conjugaron to dos los recursos, los coactivos y los suges tivos, sin que ninguno de ellos diera resul tado. Madrid, con sus riesgos y lo escaso de. su racionamiento, seguia siendo un pue blo habitable. JU L IA N Z U G A Z A G O IT IA tibilidttd, constituían un punto de referen Hace unos días que, en el salón de actos del Centro Re publicano Español de México, rebosante de público, pronunció su anunciada conferencia — "La verdad sobre el Consejo Nacional de Defensa"— el compañero Carrillo. Tratando de resumirla, comenzaremos por manifestar que el conferenciante se limitó a exponer sencillamente, y sin filigranas, pero con todo lujo de de talles, los antecedentes, el origen y la gestión del Consejo N a cional de Defensa. A decir verdad, no se precisa saber más que cuanto Carrillo dijo con palabra sincera, para afirmar que el Consejo fué una dolorosa necesidad, consecutiva a la acción re torcida y criminal del Partido ruso en España, como diría nuestro ilustre compañero Luis Araquistain; una dolorosa necesidad ges tada por el instinto de conservación de los partidos políticos y •rganismos sindícales genuinamente españoles y democráticos, que ■ o se resignaron a ser echados por la borda de un barco estatal en naufragio, y condenada al fracaso por la oposición armada de algunas unidades militares stalinistas y las últimas maniobras del Gobierno Negrín. darrama nos tos acercaba, no podíamos evi tar un sobresalto. Los más valerosos abrían DE CARRILLO Zona— , la del Comandante M ilitar de Cartagena y la de otras personas que ejercían cargos políticos o militares de importancia análoga, por individuos sometidos a la disciplina del Partido ru so de España o por elementos de otros partidos que servían los intereses del ruso, lo que para el caso daba lo mismo; convierte en general a un coronel de milicias, llamado Modesto, militante destacado del Partido Comunista y hombre poco afecto a decir púbicamente su apellido, asciende a los tenientes coroneles de mi licias Lister, "Campesino", Tagüeña, Galán, Rodríguez, etc, to dos de filiación stalinista; habla seriamente de dc-stituír a las autoridades civiles y militares que no sean comunistas, para em plear un eufemismo al uso. . . Pero antes de que lleve a la prácV tica todos sus vastos proyectos de gobierno (¿), surge el Consejo Nacional de Defensa. La constitución de dicho Consejo — integrado por delega ciones de todos los partidos políticos y organismos sindicales del En efecto, agotada toda posibilidad de concordia en el seno del Frente Popular, a principios del mes de marzo del treinta y nueve se rompió para siempre la ficticia colaboración que los re presentantes de los partidos y sindicales de la zona Centro-Sur en dicho malhadado instrumento político venían manteniendo con los afiliados al llamado Partido Comunista de España. La necesidad de tal ruptura ya se había puesto de manifiesto ante riormente, y en repetidas ocasiones, al tratar de conseguir que los modo hay que llamarles— dejarán de N egrín y la rebelión armada de algunas unidades militares so metidas a mandos stalinistas. El fracaso de c-sa rebelión, conteni d a en pocas huras, induce al Comité Central del Partido ruso a publicar, el día doce de marzo, un manifiesto que, entre otras cosas, dice lo siguiente: "Hemos conocido los acuerdos del Con mos políticos y sindicales tenían en unidades militares manda das por aquéllos. Sin embargo, a costa de grandes sacrificios, aparentando incluso el desconocimiento de crímenes horrendos, diciones, no sólo abandonamos toda resistencia al poder const Frente al patriotismo, mil veces probado, de socialistas, re SIMILITUD. Un parecido demasiado exacto no podia resultarnos conveniente. Corríamos el ries go, en el mejor de los casos, de perder un tiempo valioso. Las evocaciones patrióticas del chispero y la maja, prodigadas en las paredes, comenzaron a operar psicológica mente demasiado a Io vivo. El ánimo po pular se dispuso para una defensa de la capital con arreglo al modelo de 1808. La barrio de Argüelles. Hubiera preferido no asomarme a él, des.conocer su actual tristeza y conservar la ilu sión de que no habla perdido nada de aquyl carácter propio que lo hacía admirable: la alegria de su mercado, con su olor a mar y huerta; con la fantasía popular de bisuteros y quincalleros; con los mercaderes de paño y sedas de chopo y con su poco de briba y engaño. Con sus tubernillas que acen draban una cocina madrileña de estojados y frituras, para cajistas de imprenta y fun cionarios de Hacienda.. . ¡MADRID! Cuna de gentes hidalgas, arqueta de mil romances, castillo entre los castillos, ciudad entre las ciudades, crisol de adversidades, ventanuca y el tejado, con el agua hirvien do, a jaita de aceite, comenzaban a valo rarse como recursos militares de impoderable valor. Habla un motivo serio para alar marse de semejante desviación romántica. Santa y buena aquella tensión colectiva, pe ro siempre q.ue no se malemplease en accio palestra de sacrificios, tus glorias, corazón del mundo, que las pregunten al suelo y a las hierbas de tus calles nes ineficaces. Estas no podían ser más visibles y tangibles. Vállehermoso arriba y Cuatro Caminos abajo, ¡as entradas y sali das de las calles presumían de su barrica da. E l vecindario no tomó en cuenta la exis- ¡Madrid, Altar, escudo, bandera! donde tus muertos reposan un sueño de eternidades. ¡Glorioso Madrid de mis entrañas! ¡O rgullo eres de la Humanidad entera! ¡Oh invencible Madrid de nuestra España! F .M .I. Frente Popular, excepción hecha de las correspondientes al Par sejo Nacional de Defensa sobre las condiciones de una pacifi los componentes del Frente Popular decidieron no hacer pública irado en el centro de la ciudad. Comprob.tdo ¡el error, las ventanas volvían a ce rrarse y continuaba el trabajo, lamentando la lentitud del tiempo... Cuando agotamos ¡a primera semana de la resistencia, se nos pidió que hiciéramos cara a la segunda en las mismas condiciones. Bien; sea, contes tó Madrid. Y con los dientes cerrados, bus cando energías morales y materiales, se dis puso a cubrir con sólo sus medios, altos siete días largos. . . tido ruso— determina el abandono de-España por el Gobierno hacer propaganda sectaria en el Ejército y se abstuvieran de se guir asesinando por la espalda a los hombres que los organis su incompatibilidad con el Partido ruso de España, a fin de que c-l pueblo, el heroico pueblo español, continuase creyendo en la eficacia de aquel falso y fatídico aparato político. |Todo en vano! tá batida!" Los avisos conminatorios reso naban constantemente: " ¡ A l suelo, pronto, a! suelo!" En esos casos no tardaba en oírse primero el silbido, luego la explosión del proyectil. Fué mi última, inolvidable, visión del cia para el peligro. Si el viento del Gua CONFERENCIA A llí mismo, donde los vendedores calle jeros, atrincherados en sus tenderetes, ca lentaban la temperatura de la calle con sus pregones m últipla y sus acentos turrados, la Muerte, en señal de regocijo por su vic toria, habla ajilado el acero de su guadaña en et pavimente), levantando una estela de fuego y dejando en las piedras una huella negra. Cosecha de criaturas y de árboles, de vidas humanas y de vidas vegetales. ¡C ó mo acentuaban la tristeza del barrio el tron co roto de tas acacias bombarde,i d a s E n algunos tugares, los railes del tranvía, reorados, tenían un gesto de violencia y de crueldad. Calle abajo, con ruido de tren de lami nación, iban, pesados, los tanques republi canos. Muchachos apostados en Ias esquinat, familiarizados con los escenarios, campesi nos o urbanos, de ¡a guerxa, avisaban con la palabra y el fusil: "¡CuidadoI ¡La calle es a los que ya teníamos acostumbrada la sen- A WENCESLAO comunistas — de algún Por El instinto, en tensión permanente. De esos dias stis ventanas, creyendo, a /uzgar por la proximidad de tas explosiones, que el enemigo había noto las lineas y pene- ligio atrás. Románticas llamamos aquellas barricadas, y eso cían; pura evasión román tica a una cruel realidad de ametraiUdoras. morteros y aliones. El barrio de Argüelles Julián Zugazagoitia, asesinado precisamente en un día de noviembre, dejó escritas, en homenaje de Madrid, admirables crónicas. I.as estampas que a continuación reproducimos forman parte de una, en donde no se sabe qué admirar más, si su fino estilo literario o la honda omoción que refleja. Madrid. Aquellos en que se dió orden de movilizar todos los oficios, buscando lanzar era tan recia que toda petición, por dra ESPAÑA leuda de! Cuerpo de Ingenieros. Desem pedró a su gustes y construyó a su , tilo. Exactamente igual, por supuesto, que medio cación interior que descartan toda idea de represalia. En esas con itu id o , sino que los comunistas en el frente, y en la retaguardia, en los puestos de trabajo y de lucha, seguirán dando a la patria, como hasta ahora, con su sangre y su vida, el ejemplo de su ab negado sacrificio y de su heroísmo y disciplina". Así la situación, el Consejo, carente de víveres y municio nes, entre otros motivos, porque el Gobierno Negrín cortó toda publicanos y libertarios alzábase, cada día más amenazadora, la codicia sin freno de los agentes dc-1 Estado ruso en España. Sólo relación con los proveedores de alimentos y ordenó la venta del atenta a sus fines bastardos, la vanguardia del paneslavismo en nuestra patria acordó que el momento de asaltar el Poder sería aquel en que el Gobierno N egrln completamente entregado a ella, pisara tierra de la zona Centro-Sur. Y es por eso que en el úl timo acto público del impropiamente llamado Frente Popular, aek-brado en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, un tal M en tid — elegido diputado como socialista y por aquel entonces miem bro activo del Partido ruso en España— -, sin respeto alguno para nuestro representante en el acto, rompe e l fuego de la discor dia al atacar torpe y groseramente la figura prócer de Francis co Largo Caballero. Y es por eso, también, que pocos días des pués el Gobierno Negrín, en continuo movimiento para evitar todo posible tropiezo con los componentes del Frente Popular de la zona Centro-Sur, decreta, "en un lugar del frente ', la subs titución de nuestro camarada Piñuela — Comisario General de la Unidos, semanas antes de abandonar España; así la situación, material bélico que la República acababa de adquirir en Estados decíamos, c-l Consejo sólo aspira a obtener una paz decorosa e incruenta de los triunfantes facciosos. Eñ tal sentido, inicia ges tiones que el enemigo quiebra sin previo aviso y anuncia que el único camino de la paz es el de la rendición incondicional. Con sumada ésta, algunos, muy pocos compañeros, logran salir de Es paña; la mayoría tendrán que quedarse allí esperando, inermes, el suplicio, la cárcel o los trabajos forzados. He ahí, resumida al máximo, la conferencia que, tejida con tristes verdades, pronunció hace días en e l Centro Republicano Es pañol de M éxico nuestro camarada Wensceslao Carrillo. Sólo quien se obtiene en desconocer su verismo trágico, puede seguir cre yendo que los stalinistas españoles son dignos de nuestra amistad. UN A N I V E R S A R I O GLORIOSO España entera, la que peregrina fuera de ella por distintos cam i nos del m undo y la que, dentro su fre la tiranía y vive en la esperan za, ha recordado en estos días la gesta incom parable del Madrid glorioso del 7 de noviembre de 1'936 y a su pueblo singular que, una vez m ás en la historia, com prometió con su sangre el derecho a la capitalidad de España. Lo hemos recordado con em oción. Sobre todo nosotros, los jóvenes socialistas, que tantas vidas aportamos a la de fensa de la invicta capital. A llí cayeron muchos de nuestros com pañeros, con fiebre de heroísmo, unidos a aquellos vete ranos inolvidables de los Partidos y los sindicatos que quisie ron olvidar sus años, y muchos sus canas, para acudir a la cita del peligro y de la muerte. Bastaría el recuerdo de Madrid para que muchos flacos de memoria y de moral recobrasen el espíritu perdido. Por que Madrid es una eterna hoguera de fe republicana que Franco no ha podido apagar y que el tiempo, en el curso de la historia, la avivará cada día más como una de las jorna das que con mayor fuerza enorgullecen a España. B enoyâc/o n UNA E N C U E S T A ¿Cómo ve usted el porvenir de los jóvenes socialistas españoles? 0 p i na M A N U E L A L B A R Con la pregunta que se reproduce en el epígrafe, R E N O V A CIO N inicia, desde este número, una interesante encuesta en tre los militantes más destacados del Partido Socialista con el objeto de conocer su criterio en punta a tan trascendental inquietud, de modo que sirva a los jóvenes socialistas de paita en la conducta. El compañero Manuel Albar, secretario de la Agrupación Socialista Española, pluma brillantísima y valor sólido del movi miento socialista, responde a nuestra encuesta con los siguientes conceptos: De igual manera que ca da veneno tiene su triaca, rara es la desgracia que no ofrece alguna com pensa ción. En m edio de las infi* nitas desventuras que echó sobre nosotros, la guerra española habrá tenido pa ra todos, pero especialm en te para los jóvenes, una , virtud : nos ha hecho cono cer por impresión directa el mundo, cosa que antes, oara muchos españoles, no hubiera sido fácil. Creo que para los jóvenes tiene un gran valor esta expe riencia- sobre todo en ins tantes en que el mundo es tá sufriendo una transfor mación hondísima que só lo los miopes dejarán de ver. Una peregrinación por el mundo, especialm ente cuando no es voluntaria, sino impuesta, enseña mucho. Enseña a querer a los demás p aí ses, pero también al propio. Este es nuestro caso. Las gene raciones de los hombres que estam os ahora en edad más o menos madura hemos recibido la herencia derrotista que nos legó el desastre de la Regencia, con la tragedia del 98, ins piradoras de una literatura que ha rebajado hasta lo ín fim o — por exceso de sentido crítico, virtud de la que el español abusa contra sí mismo— nuestra valoración como país. Espero que los jóvenes de hoy- sobre todo si son so cialistas, completen el proceso de rectificación mental que desde hace unos cuantos años se está operando en nosotros. Yo podría repetir ahora esa gansada solemne que algunos graves varones suelen repetir: “El porvenir es de los jóve nes”. Claro. Desde que el mundo es mundo ha sido así, que yo sepa. Lo extraordinario sería que la vida retrocediera. Pero ese es un mecanismo cronológico que no tiene nada que ver con el valor espiritual de la juventud. La juventud, por sí misma, no vale más ni menos que la senectud o la in fancia. Jóvenes eran los que en Italia y Alem ania le dieron auge al nazifascism o. Jóvenes eran los que en España se ads cribieron a la Falange. Si yo expreso mi fe en la Juventud es porque pienso en una Juventud que haya asim ilado las ideas socialistas — sin dedicarse a enseñarlas, que es cosa de viejos— y el hondo sentido humano y liberal que debe buscarse en ellas. Una Juventud así es la única que puede tomar en sus manos los destinos de España y revalorizarla y recrearla, empresa que nosotros no hemos sabido ni podi do hacer. V i b r a c i o n e s de Con evidente deseo de subestimar lodo conjunto de fuerzas ajenas al ' control de determinadas fracciones po. Uticos, va surgiendo en la emigración una señalada tendencia a restar, cuan do no a negar, importancia al movi miento clandestino de nuestro pueblo. Se está señalando, con perfiles da. rísimos, la contradicción entre lo que ESPAÑA Se dice sentir: fé ciega en el pueblo español, y aquello que dia a día se insinúa con la aspiración de que lle gue a cuajar en la conciencia políti ca de los expatriados: la ínfima y des. labazada acción agresiva de nuestros compañeros en España. Los nuevos teóricos, de la polític ; y de lo militar, sienten el desmedido afán de señalar rutas a los que en Es paña disponen de la capacidad de or ganización necesaria para dar al traste con el régimen franquista. Ignoran, o pretenden ignorarlo, que el sentido constructivo de tas masas laboriosas españolas no está pendiente de sus orientaciones, muchísimo menos de sus órdenes y de sus correos. Las masas trabajadoras de nuestro •‘Exigim os «le estos am igo s-se refiere a los com unistas españoles - que declaren disueltas las J. $. II., ya que al faltar la aquiescencia de los Jóvenes Socialistas, no puede hablarse de tal unificación” a(.Dt\ n d de Septiem bre de 1945 pueblo, encuadradas en la Alianza D e mocrática Española a través de la U. G. T., P. S. O. E. y C. N . T., han considerado, como base indispen sable para llegar a producir acciones de conjunto, colectivas, el restaurar el mínimun de organización política y sindical sobre la que puede fundar se la acción de los guerrilleros. Esta gran verdad han sido nuestros compañeros en tos montes los prime ros en comprenderla. Ellos — de los que aún no llegó a tener conocimien to directo, a pesar de sus muchos "enlaces", destacada figura de la emi gración— han comenzado por reorga nizar cuadros del Partido, U. G. T y juventudes, pensando que de la mis ma forma que es elemental disponer de un instrumento de relación con los emigrados, con el exterior, lo es el tener los puntos de apoyo, los enlaces interiores que hagan efectivo el traba jo clandestino. A sí se explica que en reciente in forme de una Federación Provincial Socialista engarcen el movimiento po lítico y sindical ya reconstruido cotí la posibilidad de acciones ofensivas para el futuro, terminando diciendo "puliendo cariñosamente las armas para jugarse la vida contra la guardia civil, los moros y los falangistas, es perando el momento en que se nos dé la orden de emprender la ofensiva a fondo contra el franquismo, sincronizarulo nuestro trabajo con el resto del territorio nacional y con el exterior". El carácter de las guerrillas estará determinado por el tipo de organiza ción política y sindical en el que se puedan apoyar. Sin núcleos políticos y sindicales, verdaderos auxiliares, podrá haber millares de compañeros en los montes, animados de un espí ritu y acción defensiva ante los ala. ques del enemigo, pero no podemos afirmar que prácticamente existan las guerrillas. Si para luchar contra Franco es indispensable la guerrilla en su más clásico sentido, como linea, partida o grupo que hostiliza, rompe las prime ras escaramuzas o acosa al enemigo para la existencia de las guerrillas es imprescindible la organización polí tica y sindical en todo conjunto de población encuadrada en el radio del trabajo. Aquellos que son tan generosos de la sangre de los demás como parcos lo son de la suya, olvídense de habla' para la galería y no interrumpan a los que por representar el sentir de las masas españolas, piensan y actúan en cumplimiento de sus obligaciones, para dar a nuestro pueblo los medios de trabajo que te son básicos para d e rrotar a Franco. URGENTE El señor G alarza, a quien todos suponíam os en su resi dencia natural de la Penitenciaría, acaba de reaparecer en público durante el acto organizado por los disidentes. ¿Lo sabrá la policía? La guerra no ha terminado como pretenden hacer creer a los pueblos los hombres "excepcionales". Es más, no ha terminado ni posiblemente termina rá, porque en nuestro actual mundo so cial-económico, la guerra no es un fenó meno excepcirtnal, es un fenómeno co mún. Tan común como puede ser que los mamíferos lacten de su madre, o que la presencia del Sol ocurra en el pe riodo de horas que hemos dado en llamar día. D e 1914 a 1918 tropezó el hambre excepcional capitalista — los políticos al servicio de los truts y monopolios, los amos y señores de éstos, interesados en el desarrollo imperialista, los militaristas y algunos servidores más— , con esa gigantesca pie dra, de la que ya tenían conocimiento y con la que insistentemen te seguirán tropezando a no ser que las cosas cambien. La primera guerra mundial, primero a su vez de los gran des encontronazos, manifestó con tal claridad el carácter des vergonzado e inhumano de los intereses que al provocarla se nutrieron de ella; causó tanta miseria entre los pueblos y pro dujo tal número de víctimas, que el animal excepcional que ha bí,- llevado a la humanidad por ese sendero de tropiezos, se es pantó o fingió espantarse. Se gritó que vra la última guerra, que lo sucedido era una anormalidad a la que forzosamente se recu rría, bien para acabar con el Zar y el despotismo del látigo, si hablaba un ciudadano excepcional de los imperios centrales; bien para extirpar el prusianismo bárbaro y feudal, si el que se expre saba era un ciudadano excepcional aliado. Pretendiendo equilibrar la miseria, el dolor y la muerte, pro mesas, infinidad de promesas se hicieron a los pueblos. A medida que las situaciones se hacían más criticas, las ofertas extremaban su valor ideal. El mundo, una vez ganada la guerra — hablaban lo mismo los unos que otros— , sería un paraíso. Trabajo bien remunerado para todos, libertad de comercio, igualdad de de rechos, libre determinación e independencia para todos los pue blos, la Ciencia y la técnica al servicio de la humanidad, etc. Terminó la primera guerra mundial augurando con su fin, de creer a los hombres del capitalismo, la llegada de la tierra pro metida. Versalles comenzó a desgarrar el falaz mito de las pro mesas. La historia del mundo de entonces a hoy deja perfecta mente remachado el clavo. La* promesas se desvanecieron a golpes de realidad, y la paz prometida, paz con libertades políti cas, igualdad de derechos, independencia, trabajo y abundancia, no llegó nunca. D e 1918 a septiembre de 1939, los años son las cuentas de un negro rosario, en que lo llamado anormal alcanza la normali dad. La excepción, presente a diario, se impuso como hecho co mún. Los veintisiete sucesos de violencia y guerra que a continua ción se relacionan ¿pueden permitir a nadie demostrar que la ma tanza organizada entre los pueblos es extraña al sistema capitallista ? En 1919: Intervención de la Entente contra la Rusia Sovié tica. Cruzada contra la Galitzia oriental. Ocupación de Vilna por Polonia. Golpe militar de D ‘Anuncio en Fiume. Guerra en común de Rumania y Checoeslovaquia contra Hungría. En 19Z0: Guerra polaco-soviética. Intervención japonesa con tra los Soviets. En 19J1: Insurrección de Kortanty en la Alta Silesia. En 1923: Guerra turco-griega. Entrada de las tropas francesas en la cuenca del Ruhr. En 1924; Guerra de Marruecos. Intervención francesa para la "pacificación" de Siria. En 1929: Ataque de los guardias blancos chinos al ferroca rril Oriental-Asiático. ----- En 1931: Invasión de Manchuria por el Japón. Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay. En 1932 : Guerra entre Colombia y Perú. En 1935: Agresión de Italia a Abisinia. Invasión de Austria y su incorporación a Alemania. En 1936: Guerra C ivil en España con la intervención militar de Italia y Alemania. En 1937: Recrudecimiento de la guerra chino-japonesa. En 1938: Ataque del Japón al Lago Jasan. Incorporación del territorio de los sudetas a Alemania. En 1939: Desmembramiento de Checoeslovaquia por A le mania. Invasión de Polonia por Alemania. Guerra entre Francia, Inglaterra y Alemania. Hoy, hemos retornado al mismo camino. Los pasos que se le obligan a dar a la humanidad no se diferencian de los que for zosamente ha dado hasta ahora, sino por más rápidos. Italia, A le mania y Japón, fueron vencidas por los aliados y Rusia. La em presa requirió una contribución de violencia, miseria, destruc ción, hambre y muerte, de una magnitud como nunca se pudo sospechar. Los pueblos fueron sometidos a sacrificios que, al compararlos con la suma de los anteriores, los dejan en manti lias. Fué necesario prometer y mentir. Hablar una vez más «fc la "última guerra", de las cuatro libertades para los hombres y los pueblos, de la paz, el trabajo y la abundancia. Sin embargo ¿qué aspecto nos ofrece el mundo? La violencia y la guerra campan a su gusto sobre todos los continentes. Los pueblos coloniales son reprimidos con la mayor brutalidad. La autodeterminación y la libertad quedan negadas en beneficio de los opresores tradicionales o de sus afortunados suce sores. La miseria, la destrucción y el hambre, no preocupa a los victoriosos. Toda su energía y atención están puestas al servicio del botín que la victoria militar sobre sus enemigos les ofrece. Se lucha por una mayor extensión de las esferas de influencia; por más y más mercados, aunque sean de pueblos en ruinas, hambrientos y míseros. Y si para conseguir esto, es necesario reprimir o ma chacar cualquier ansia de libertad y producir arteramente situa ciones de desorden y violencia, entre las víctimas que subyuga el rival en el reparto, se hace sin pudor y de manera inhumana. La guerra que se inició, según se nos dijo, para acabar con la barbarie totalitaria y fascista, ha terminado con la derrota de quienes hasta hoy monopolizaron estos calificativos. Lo que no ha desaparecido ha sido ni la barbarie ni el totalitarismo, el anua de opresión y dominio que lo engendraba. Los ejes han cambiado de situación, pero sus revoluciones, en este u otro meridiano, con servan el mismo sentido de dirección. E l imperialismo de la burocracia bonapartista soviética y el imperialismo del dólar, ocupan sólidamente los puestos que ayer ocuparon los imperios anglosajones y los imperios totalita rios. El dilema sigue siendo el mismo: defender el sistema eco nómico actual, vencer al competidor y asentar su hegemonía total sobre el mundo. La clase trabajadora y los pueblos serán defrau dados y victimados de nuevo, si no saben aprender la lección recibida y obrar en consecuencia.
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