Revista de Hematología Rev Hematol Mex 2016;17: enero-marzo EDITOR PRESIDENTE Guillermo J. RUIZ-ARGÜELLES. Puebla, México Dr. J. Ramón RIVAS-LLAMAS VICEPRESIDENTE COMITÉ EDITORIAL Dra. Adolfina BERGES-GARCÍA Álvaro AGUAYO. Ciudad de México, México Javier BOLAÑOS-MEADE. Baltimore, EUA Jorge CORTÉS. Houston, EUA Aurora DE-LA-PEÑA. Ciudad de México, México Sergio GIRALT. Nueva York, EUA David GÓMEZ-ALMAGUER. Monterrey, México Renán A. GÓNGORA-BIACHI. Mérida, México Bertha IBARRA. Guadalajara, México José Carlos JAIME-PÉREZ. Monterrey, México Francesco Lo COCO. Roma, Italia Xavier LÓPEZ-KARPOVITCH. Ciudad de México, México Alejandro MADRIGAL. Londres, Inglaterra Carlos MARTÍNEZ-MURILLO. Ciudad de México, México Héctor MAYANI. Ciudad de México, México Rubén A. MESA. Scottsdale, EUA José María MORALEDA. Murcia, España Rubén NIESVIZKY. Nueva York, EUA Guillermo J. RUIZ-DELGADO. Puebla, México Arlette RUIZ-de-SAEZ, Caracas, Venezuela Jesús F. SAN-MIGUEL. Salamanca, España Luz del Carmen TARIN-ARZAGA. Monterrey, México Enrique TORRE-LÓPEZ. San Luis Potosí, México José Francisco TOMAS. Madrid, España Jorge VELA-OJEDA. Ciudad de México, México Luis A. VILLELA. Monterrey, México SECRETARIA Dra. Nidia P. ZAPATA-CANTO TESORERO Dr. Ignacio AGUIRRE-AGUIRRE VOCAL DE ACTIVIDADES ACADÉMICAS Dr. Guillermo J. RUIZ-DELGADO VOCAL DE MEMBRESÍA Dr. Jorge DUQUE-RODRÍGUEZ Coordinadora Académica Q.F.B. Josefa Piedras-Ross Coordinadora administrativa Mayra OVIEDO-PELL Revista de Hematología, año 17, número 1, enero-marzo 2016, es una publicación trimestral editada por la Agrupación Mexicana para el Estudio de la Hematología, A.C. San Francisco 1626, Desp. 406, Colonia Del Valle, Delegación Benito Juárez, CP 03100, México, DF. Tel.: 52 (55) 5524-1112, 52 (55) 5534-1856, www.amehac.org. Editor responsable: Guillermo J Ruiz-Argüelles. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2013-012813573700-102. ISSN: 2448-4709, otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Certificado de Licitud de Título en trámite. Certificado de Licitud de Contenido en trámite, otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Autorización como Publicación Periódica por Sepomex en trámite. Impresa en Roma Color SA de CV. Pascual Orozco 70, colonia San Miguel Iztacalco, CP 08650, México, DF. Este número se terminó de imprimir el 20 de diciembre de 2015, con un tiraje de 500 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la Agrupación Mexicana para el Estudio de la Hematología, A.C. Editada y distribuida por Edición y Farmacia SA de CV. José Martí 55, Colonia Escandón, Delegación Miguel Hidalgo, CP 11800, México, DF. Tel.: 5678-2811, www.nietoeditores.com.mx. www.nietoeditores.com.mx Volumen 17, Núm. 1, enero-marzo, 2016 CONTENIDO CONTENTS EDITORIAL EDITORIAL 1 1 El síndrome de desgaste (burnout) en el área de la salud María Fernanda Vallejo-Villalobos The burnout syndrome in healthcare workers María Fernanda Vallejo-Villalobos ARTÍCULOS ORIGINALES ORIGINAL ARTICLES 3Evaluación subjetiva y personal de 70 congresos o reuniones de interés hematológico entre 2013 y 2015 José Rodríguez-Carrillo 8 Caracterización clínica de la eritrocitosis patológica de altura Ricardo Amaru, Teddy Quispe, Gina Torres, Josué Mamani, María Aguilar, Hortencia Miguez, Rosario Peñaloza, Janeth Velarde, Daniela Patón, Jhonny Ticona, Heriberto Cuevas 21 Plasma rico en factores de crecimiento leucocitario en pacientes con parálisis cerebral Juana María Sánchez-López, Jesús Alcaraz-Rubio, Antonio Oliver-Iguace 3 ARTÍCULO ESPECIAL SPECIAL ARTICLE 34 34 Consenso de leucemia mieloide crónica por hematólogos del ISSSTE Martha Alvarado-Ibarra, Mariela Cardiel-Silva, Alinka GarcíaCamacho, Lourdes González-González, Eleazar HernándezRuiz, Faustino Leyto-Cruz, Sergio José Loera-Fragoso, Mario Martínez-Ramírez, Annel Martínez-Ríos, Jesús E MedinaCoral, Maricela Ortiz-Zepeda, Juan Manuel Pérez-Zúñiga, Ena Marcela Ramos-León, Hilda Romero-Rodelo, Carlos Silvestre Ron-Guerrero, Azucena Saavedra-González, Salvador Silva-López, Karina Silva-Vera, Ana Laura Tapia-Enríquez 8 21 A subjective and personal evaluation of 70 hematology meetings in the period 2013-2015 José Rodríguez-Carrillo Clinical characterization of high altitude pathological erythrocytosis Ricardo Amaru, Teddy Quispe, Gina Torres, Josué Mamani, María Aguilar, Hortencia Miguez, Rosario Peñaloza, Janeth Velarde, Daniela Patón, Jhonny Ticona, Heriberto Cuevas Platelet-derived leukocyte growth factors in cerebral palsy Juana María Sánchez-López, Jesús Alcaraz-Rubio, Antonio Oliver-Iguace Consensus on chronic myelogenous leukemia by hematologists of the ISSSTE Martha Alvarado-Ibarra, Mariela Cardiel-Silva, Alinka GarcíaCamacho, Lourdes González-González, Eleazar HernándezRuiz, Faustino Leyto-Cruz, Sergio José Loera-Fragoso, Mario Martínez-Ramírez, Annel Martínez-Ríos, Jesús E MedinaCoral, Maricela Ortiz-Zepeda, Juan Manuel Pérez-Zúñiga, Ena Marcela Ramos-León, Hilda Romero-Rodelo, Carlos Silvestre Ron-Guerrero, Azucena Saavedra-González, Salvador Silva-López, Karina Silva-Vera, Ana Laura Tapia-Enríquez CASOS CLÍNICOS CLINICAL CASES 63 63 67 Invasión al sistema nervioso central de mieloma múltiple Yahveth Cantero-Fortiz, Andrés A León-Peña, Mónica León-González, Guillermo J Ruiz-Delgado, Guillermo J Ruiz-Argüelles Enfermedad de Gaucher. Informe de una nueva mutación Wilfrido Herrera-Olivares, Octavio Castelan-Cruz 67 Central nervous system involvement in multiple myeloma Yahveth Cantero-Fortiz, Andrés A León-Peña, Mónica León-González, Guillermo J Ruiz-Delgado, Guillermo J Ruiz-Argüelles Gaucher’s disease: A report of a new mutation Wilfrido Herrera-Olivares, Octavio Castelan-Cruz www.nietoeditores.com.mx Editorial Rev Hematol Mex. 2016 ene;17(1):1-2. El síndrome de desgaste (burnout) en el área de la salud The burnout syndrome in healthcare workers María Fernanda Vallejo-Villalobos El síndrome de desgaste (burnout) lo describió en 1974 el psiquiatra estadounidense Herbert Freudenberg, quien lo definió como un estado de fatiga o frustración que se produce por la dedicación a una causa, forma de vida o relación que no produce el refuerzo esperado.1 En 1982, la psicóloga estadounidense Cristina Maslach desarrolló el Maslach Burnout Inventory (MBI), que es un cuestionario basado en las respuestas de los trabajadores ante diferentes situaciones en su vida cotidiana laboral.2 En la actualidad el síndrome de desgaste se ha conceptualizado como una respuesta al estrés laboral crónico que afecta a un gran número de profesionistas. No existe una explicación clara acerca de las causas que desencadenan este síndrome; sin embargo, una de las teorías más aceptadas es la descrita por Maslach, en la que el síndrome de desgaste se distingue por tres puntos principales: 1) el agotamiento emocional, 2) la despersonalización o deshumanización, 3) la realización personal. Se trataría, entonces, de un conjunto de conductas en el que están implicados factores internos (valores personales) y externos (laborales, organizacionales). Esta desmotivación como consecuencia de las condiciones laborales afecta negativamente la calidad de vida del trabajador y, por consecuencia, la calidad asistencial del mismo. Residente de tercer año de la especialidad en Ciencias de Laboratorio Clínico, Clínica Ruiz de Puebla. Estudios recientes demostraron que el síndrome de desgaste en el área de la salud alcanza cifras alarmantes; los síntomas principales son: agotamiento emocional, deshumanización, Este artículo debe citarse como Vallejo-Villalobos MF. El síndrome de desgaste (burnout) en el área de la salud. Rev Hematol Mex. 2016 ene;17(1):1-2. www.nietoeditores.com.mx Correspondencia QFB María Fernanda Vallejo Villalobos Díaz Ordaz 808 72530 Puebla, Puebla, México [email protected] 1 2016 enero;17(1) Revista de Hematología negativismo, falta de realización personal en el trabajo e, incluso, cinismo hacia los pacientes. El tema es motivo de preocupación por sus repercusiones en el ámbito personal y laboral. Un sinnúmero de circunstancias pueden ser la causa de estrés crónico en los profesionistas; sin embargo, la percepción personal y los mecanismos de afrontamiento marcan la vulnerabilidad de una persona a padecer el síndrome, razón que explicaría por qué sólo algunos profesionistas lo padecen en condiciones de igualdad en el trabajo.3-5 En un estudio realizado por Shanafelt y colaboradores en la Clínica Mayo se demostró que la prevalencia del síndrome de desgaste aumentó considerablemente en la población profesional en el periodo de 2011 a 2014; los profesionistas del área de la salud registraron el mayor aumento. En 2011 la prevalencia del síndrome era de 45%, en tanto que en 2014 se incrementó a 54%.5 En especial en el área de la salud, los profesionistas se sienten satisfechos con la carrera que eligieron desarrollar, pero experimentan, por lo menos una vez, desgaste profesional e insatisfacción con el equilibrio trabajo-vida personal; las mujeres tienen mayor riesgo de padecer el síndrome. En los residentes de áreas de la salud la prevalencia del síndrome de desgaste aparentemente es mayor.6 Shanafelt y colaboradores recomiendan que las organizaciones de salud trabajen en conjunto con sus trabajadores para fomentar un ambiente de compañerismo, flexibilidad y control; también recomiendan implementar planes que ayuden a promover el equilibrio trabajo-vida personal.5,6 2 De manera individual, los profesionistas del área de la salud deben procurar su bienestar identificando sus valores personales y profesionales y actuando con coherencia y responsabilidad cuando se enfrenten a conflictos relacionados con el equilibrio trabajo-vida personal. Pueden desarrollarse cualidades y hábitos que promuevan la resiliencia del profesionista en situaciones de estrés. Todos los que laboramos en el área de la salud estamos expuestos a sufrir este síndrome y parece que la manera de tratar de evitarlo o de minimizarlo debiera ser el producto de la interacción entre empleador y empleado y entre paciente y trabajador de la salud. Más de la mitad de quienes nos desempeñamos en esta área sufriremos alguna forma de este síndrome. Estar conscientes de este tipo de riesgos, sin duda, contribuirá a que mejoremos nuestra calidad de vida y nuestra atención a los pacientes. REFERENCIAS 1. Freudenberg H. Staff burnout. J Soc Issues 1974;30:159165. 2. Maslach Burnout Inventory (2nd ed.) Palo Alto: Consulting Psychologists Press, 1986. 3. Cebriá J, Segura J, Corbella S, Sos P y col. Rasgos de personalidad y burnout en médicos de familia. Atención Primaria 2001;27:459-468. 4. Caballero-Martín MA, Bermejo-Fernández F, Nieto Gómez R, Caballero-Martínez F. Prevalencia y factores asociados al burnout en un área de salud. Atención Primaria 2001;27:313-317. 5. Shanafelt TD, Hasan O, Dyrbye LN, Sinsky C, et al. Changes in burnout and satisfaction with work-life balance in physicians and the general US working population between 2011 and 2014. Mayo Clin Proc 2015;90:1600-1613. 6. Dyrbye L, Shanafelt T. A narrative review on burnout experienced by medical students and residents. Med Educ 2016;50:132-149. Artículo original Rev Hematol Mex. 2016 ene;17(1):3-7. Evaluación subjetiva y personal de 70 congresos o reuniones de interés hematológico entre 2013 y 2015 Rodríguez-Carrillo J Resumen OBJETIVOS: analizar y evaluar algunas características de 70 actividades educativas identificadas en un periodo de 24 meses y proponer propuestas de mejora para organizadores, asistentes y patrocinadores. MATERIAL Y MÉTODO: se comunica una visión subjetiva y propositiva. Se contabilizaron todas las reuniones educativas en el periodo de diciembre de 2013 a diciembre de 2015 en las que el autor fue testigo presencial de sesiones mensuales, congresos, reuniones privadas con servicio de alimentos y algunos cursos internacionales a los que asistieron hematólogos mexicanos. Se identificaron las reuniones organizadas por las Sociedades y Colegios de Hematología o por la industria farmacéutica y se analizaron los temas presentados tres o más veces en un periodo de seis meses, durante un año. RESULTADOS: de 70 actividades educativas con interés hematológico identificadas en 24 meses, las sociedades de hematología organizaron 14% y el resto (86%) fueron promovidas por la industria farmacéutica con temas de enfermedades hematológicas malignas. En términos de aprovechamiento educativo, sólo 20% se calificó arbitrariamente como bueno. CONCLUSIONES: en México existe una sobreoferta educativa en temas de interés hematológico, en donde sólo 20% de las conferencias se calificaron como “buenas”. PALABRAS CLAVE: congresos, actividades educativas. Rev Hematol Mex. 2016 Jan;17(1):3-7. A subjective and personal evaluation of 70 hematology meetings in the period 2013-2015. Rodríguez-Carrillo J Abstract OBJECTIVES: To analyze and assess some characteristics of 70 educational events identified in a period of 24 months and to do improvement proposals for organizers, attenders and sponsors. MATERIAL AND METHOD: A subjective and purposeful vision is presented. All educational meetings from December 2013 to December www.nietoeditores.com.mx Departamento de Medicina Transfusional, Hospital México Americano, Guadalajara, Jalisco, México. Recibido: octubre 2015 Aceptado: enero 2016 Correspondencia Dr. José Rodríguez Carrillo [email protected] Este artículo debe citarse como Rodríguez-Carrillo J. Evaluación subjetiva y personal de 70 congresos o reuniones de interés hematológico entre 2013 y 2015. Rev Hematol Mex. 2016 ene;17(1):3-7. 3 2016 enero;17(1) Revista de Hematología 2015 were counted; author was eye witness of monthly sessions, congresses, private meetings with food and some international courses to Mexican hematologists assisted. Meetings organized by societies and colleges of Hematology or by pharmaceutical industry were identified and themes presented three or more times in a period of six months for a year were analyzed. RESULTS: Seventy educational events of hematological interest were identified in a 24-month period. Hematology societies organized 14% and the rest 86% were promoted by the pharmaceutical industry, mainly with issues of malignant hematological diseases. Educational achievement was arbitrarily qualified as good only in 20% of the meetings. CONCLUSIONS: In Mexico there is an educational saturation in topics of hematological interest in which only 20% of the conferences were qualified as “good”. KEYWORDS: congresses; educational activities ANTECEDENTES Durante muchos años en México, la Jornada Anual de la Agrupación Mexicana para el Estudio de la Hematología AC (AMEH) representó el único foro para comunicar resultados de proyectos de investigación y recibir capacitación presencial. Al esfuerzo de la AMEH se han incorporado las Sociedades y los Colegios de Hematología y la industria farmacéutica, comunican a los más de 700 médicos hematólogos mexicanos, una amplia oferta educativa. Este artículo analiza y evalúa algunas características de 70 actividades educativas identificadas en un periodo de 24 meses, con lo que se ofrecen propuestas de mejora para organizadores, asistentes y patrocinadores. 4 Departamento de Medicina Transfusional, Hospital México Americano, Guadalajara, Jalisco, México. Correspondence Dr. José Rodríguez Carrillo [email protected] Hematología o por la industria farmacéutica y se analizaron los temas presentados tres o más veces en un periodo de seis meses, durante un año. Para estimar de manera subjetiva la calidad de los contenidos y el formato de las presentaciones, se formularon las siguientes preguntas: 1. ¿El contenido de la conferencia respondió a necesidades regionales de actualización? 2. ¿La presentación fue distinta y novedosa? 3. ¿Los asistentes tuvieron tiempo suficiente para interactuar con el profesor? MATERIAL Y MÉTODO 4. ¿Existió equilibrio comercial y científico? Se contabilizaron todas las reuniones educativas en el periodo de diciembre de 2013 a diciembre de 2015 en las que el autor fue testigo presencial de sesiones mensuales, congresos, reuniones privadas con servicio de alimentos y algunos cursos internacionales a los que asistieron médicos mexicanos. Se identificaron las reuniones organizadas por las Sociedades y Colegios de 5. ¿Se extendió una constancia de asistencia con valor curricular ante el Consejo Mexicano de Hematología? Cuando la respuesta del autor fue Sí a alguna de las preguntas anteriores se concedía un punto de manera arbitraria; si la respuesta era No, no se concedía ningún punto. Rodríguez-Carrillo J. Evaluación de 70 congresos de interés hematológico La calificación a obtener fue: buena: cinco puntos; regular: tres a cuatro puntos; mala: uno a dos puntos. RESULTADOS En 24 meses se contabilizaron 70 actividades educativas; en promedio, 2.9 por mes. El 14% de las reuniones lo organizó alguna sociedad de Hematología: Agrupación Mexicana para el Estudio de la Hematología AC (AMEH), Colegio de Hematología del Noroeste (COLHNOR), The conference; organizada por el Instituto Nacional de Cancerología, Colegio Jalisciense de Hematología AC (CJH), Sociedad Americana de Hematología (ASH), Asociación Europea de Hematología (EHA) y Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO). El resto (86%) estuvo a cargo de la industria farmacéutica. Destacaron seis temas por presentarse tres o más veces en un periodo de seis meses en el territorio nacional, organizados por la industria farmacéutica: mieloma múltiple, síndrome mielodisplásico, neoplasias mieloproliferativas, leucemia linfocítica crónica, leucemia aguda linfoblástica y trombocitopenia inmunitaria primaria. El 20% de las actividades obtuvo calificación de buena y 80% de regular a mala (Figura 1). DISCUSIÓN Los contenidos presentados en las reuniones organizadas por las sociedades de Hematología los diseñó un comité científico con alguna influencia del patrocinador; cuando la industria farmacéutica convocaba se revisaron principalmente temas de enfermedades malignas (mieloma múltiple, síndrome mielodisplásico, neoplasias mieloproliferativas, leucemia linfocítica crónica y leucemia aguda linfoblástica). En el segundo semestre de 2015, los hematólogos mexicanos fueron “expuestos” en 60 días a siete Malo Regular Bueno 0 10 20 30 40 Porcentaje 50 60 Figura 1. Calificación de 70 actividades educativas. reuniones acerca de trombocitopenia inmunitaria primaria (“fiebre de TIP”). Fueron pocas las sesiones en las que se observó una nutrida participación de preguntas y respuestas, lo que pudo verse influido por la repetición de los temas, la carga horaria del programa, el montaje del salón y ofrecer servicio de alimentos a la mitad de la sesión (Cuadro 1). También llamó la atención la similitud del material de presentación (Cuadro 2) en algunas conferencias, a pesar de ser dictadas por un profesor distinto, lo que permite suponer que la industria farmacéutica proporcionó el material didáctico. Cuadro 1. Factores que limitan la interacción con el profesor en reuniones educativas • • • • Repetición de temas Carga horaria Montaje del salón Ofrecer alimentos durante la sesión Cuadro 2. Reuniones en las que el material de la presentación fue similar • IV Simposio Iberoamericano de Síndromes Mielodisplásicos. Octubre 30-31, 2015. Puerto Vallarta, Jalisco. • Sesión mensual del Colegio Jalisciense de Hematología, síndrome mielodisplásico, noviembre 9, 2015. Guadalajara, Jalisco. 5 Revista de Hematología No fue infrecuente observar a un experto que tuvo que viajar diez mil kilómetros, participar 30 minutos y que, al terminar, se retirara con rapidez para abordar el avión que lo llevaría a un destino nacional para dictar la misma conferencia. Esta logística acotaba la oportunidad de cambiar impresiones con el profesor visitante. El Dr. Carlos Martínez Murillo, durante su gestión como presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio de la Hematología (2011-2013), implementó con gran éxito las videoconferencias interactivas, que trasmitían en vivo las sesiones mensuales. Ya es tiempo de aprovechar la tecnología, contener los costos y olvidar el romanticismo de querer tomarnos la foto con el profesor. En el periodo analizado destacaron tres reuniones por su organización y objetivos alcanzados (Cuadro 3); el común denominador se resume en una frase: “Mira lo que hago y dime cómo mejorar”. El aspecto ergonómico se pierde durante las actividades prolongadas y puede disminuir el aprovechamiento; en el Foro Nacional de Hemofilia (noviembre 8, 2014, Ciudad de México), la Dra. Aideé Gibraltar Conde, del Servicio de Rehabilitación de la Unidad Médica de Alta Especialidad Dr. Victorio de la Fuente Narváez, del IMSS, invitó a los asistentes a participar en una breve sesión de ejercicios de activación neuromuscular y trabajo de respiración con Cuadro 3. Reuniones destacadas por su organización y efecto educativo • Taller experiencia con brentuximab vetodin en linfomas no Hodgkin (“The conference” Cancún, QR, México, octubre de 2014, profesor Luis E Fayad del Hospital MD Anderson, Estados Unidos) • Curso mieloma múltiple y síndrome mielodisplásico, 17-20 de junio de 2015. Universidad de Navarra, España, profesor Jesús San Miguel) • Uso de los nuevos anticoagulantes “How I treat” profesor Harry Roger Büller, MD, PhDAcademic Medical Center, Amsterdam, Netherlands; Congreso ASH diciembre 3, 2015, Estados Unidos 6 2016 enero;17(1) excelentes resultados. Algunos cursos internacionales incluyen la pausa para la salud en los recesos.1 El segundo semestre del año se satura de reuniones; las fechas muy cercanas entre sí y ocasionalmente varias actividades coincidieron en una misma semana y ciudad. Al observar los principios éticos de credibilidad y transparencia nadie pone en duda los beneficios de la interrelación del binomio sociedades de Hematología-industria farmacéutica para el desarrollo científico;2 sin embargo, es necesario mantener una “sana distancia” entre ambas; los promotores educativos deben gestionar patrocinios complementarios, con autoridades civiles y universitarias, como la AMEH lo hizo por muchos años, y agregar a la lista las cadenas de los grandes hospitales y laboratorios clínicos privados para que ejerzan su responsabilidad social. Por desgracia, la cultura del menor esfuerzo seduce a organizadores y asistentes. Se consigue “apoyo” para la sesión académica mensual con servicio de alimentos incluidos, consintiendo que el tema y la orientación de la presentación quede en manos del mecenas. Dicho de otra manera: Nos estamos vendiendo por un plato de lentejas.3 Al seguir las políticas del anglicismo “compliance” se cubren honorarios a los profesores participantes. La relación de la industria farmacéutica con los médicos, el concepto de “líder de opinión” y esta nueva generación de profesores pagados y capacitados en advisory boards, master classes o speaker training courses es valientemente analizada por el Dr. Guillermo J Ruiz Argüelles,4,5 quien cita declaraciones de autores que describen a estos profesores pagados como representantes disfrazados de la industria farmacéutica, quienes, por cierto, ganan terreno en la diseminación del conocimiento nuevo, por Rodríguez-Carrillo J. Evaluación de 70 congresos de interés hematológico lo que se recomienda estar atentos y diferenciar entre la medicina “pseudoacadémica” y la verdaderamente académica. Propuestas para organizadores y asistentes a reuniones educativas 1. El diseño de un curso debe responder a la epidemiologia de la región. 2. Que la AMEH ejerza liderazgo, registre y difunda el calendario de cursos a nivel nacional. 3. Es recomendable que la industria farmacéutica rediseñe el formato de sus actividades. 4. El apoyo de la industria farmacéutica se necesita, pero no debe ser irrestricto. 5. Los cursos y congresos requieren tener varias fuentes de financiamiento. 6. Condicionar la entrega de un reconocimiento de asistencia a la aprobación de una evaluación poscurso. 7. Videograbar y distribuir a los hematólogos mexicanos las conferencias de actividades locales y regionales. 8. Fortalecer el intercambio entre las sociedades de Hematología nacionales. 9. Utilizar las tecnologías de la comunicación para compartir casos problema. 10. Programar pausas para la salud en cursos de más de una hora de duración. ConclusioneS En México existe una sobreoferta educativa en temas de interés hematológico, pero sólo 20% de las conferencias se calificaron como “buenas”. La industria farmacéutica organizó 86% de las actividades, en su mayor parte con una agenda repetitiva de temas de enfermedades hematológicas malignas. “Mira lo que hago y dime cómo mejorar” puede servir de guía cuando se planifique un curso o congreso. El segundo semestre del año se satura de actividades. Lo manifestado aquí es una visión subjetiva y propositiva; no representa la opinión de las sociedades de Hematología ni de la industria farmacéutica; queda abierta la oportunidad de retroalimentar los datos comunicados y evaluar las reuniones futuras de manera prospectiva con el fin de rediseñar los procesos y compartir la experiencia, al aprovechar el foro que proporciona la Revista de Hematología de México. Referencias 1. Rejuvenation exercise, led by Anthony L Back, MD, Seattle Cancer Care Alliance, 3.40-3.50 h. Cancer survivorship symposium: Advancing Care and Research. January 15-16, 2016. San Francisco, CA, USA. 2. Zamarriego Izquierdo JF. Relación entre el médico y la industria farmacéutica. ¿Cómo debe ser? Medicina clínica 2008;130:298-299. 3. Ruiz-Argüelles GJ. Sobre las lentejas, los profesionales de la salud y la industria farmacéutica. En: Narrativa Médica en los 150 años de la Academia Nacional de Medicina. 2014;1:225-228. 4. Ruiz-Argüelles GJ. Reflexiones sobre las relaciones entre médicos e industria farmacéutica. Rev Invest Clín Méx 1997;49:79-80. 5. Ruiz-Argüelles GJ. A new breed in the teaching of medicine: Paid lecturers, trainers or speakers? Acta Haematol 2016; 135:191-192. 7 Artículo original Rev Hematol Mex. 2016 ene;17(1):8-20. Caracterización clínica de la eritrocitosis patológica de altura Amaru R, Quispe T, Torres G, Mamani J, Aguilar M, Miguez H, Peñaloza R, Velarde J, Patón D, Ticona J, Cuevas H Resumen ANTECEDENTES: la baja presión de oxígeno en grandes alturas y tiempos de exposición distintos a los que vivieron los tibetanos y los andinos permitieron una selección natural y adaptación genética diferente en cada una de las poblaciones. En la región de Los Andes existen habitantes que padecen eritrocitosis de características propias, en relación con otras eritrocitosis. OBJETIVO: describir la eritrocitosis patológica de altura, eritrocitosis propia de la población andina. MATERIAL Y MÉTODO: estudio descriptivo que incluyó 40 muestras de sangre periférica y médula ósea para establecer la caracterización biológica. Además, 175 sujetos fueron evaluados para determinar sus características clínicas; todos eran varones que radicaban en las ciudades de La Paz y El Alto, a 3,600 y 4,000 msnm, respectivamente. El seguimiento clínico consideró estudios biomoleculares y evaluaciones en consultorio externo. RESULTADOS: los pacientes con eritrocitosis patológica de altura tuvieron la hemoglobina y el hematócrito moderadamente elevados; sin embargo, la hemoglobina fetal y la metahemoglobina fueron normales. El índice de reticulocitos estaba aumentado, la concentración de eritropoyetina sérica era normal, no tenía mutación del gen Jak2V617F y la apoptosis celular estaba retardada, en relación con los controles sanos. Las manifestaciones clínicas fueron síntomas de hiperviscosidad sanguínea y cianosis. CONCLUSIONES: la eritrocitosis patológica de altura es una nueva entidad clínica de características propias, que se manifiesta en habitantes nativos de Los Andes. Las características biomoleculares más representativas son la concentración de eritropoyetina sérica normal, apoptosis celular retardada, presencia de colonias BFU-E endógenas y ausencia de mutación del gen JAK2V617F. La manifestación clínica más importante es la ausencia de episodios trombóticos en relación con eritrocitosis secundaria y policitemia vera. PALABRAS CLAVE: eritrocitosis patológica de altura, eritrocitosis. Rev Hematol Mex. 2016 Jan;17(1):8-20. Unidad de Biología Celular, Facultad de Medicina, Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, Bolivia. Clinical characterization of high altitude pathological erythrocytosis. Recibido: octubre 2015 Amaru R, Quispe T, Torres G, Mamani J, Aguilar M, Miguez M, Peñaloza R, Velarde J, Patón D, Ticona J, Cuevas H Dr. Ricardo Amaru [email protected] Abstract BACKGROUND: Low partial pressure of oxygen at high altitudes and different exposure times of Tibetan and Andean populations have allowed a 8 Aceptado: enero 2016 Correspondencia Este artículo debe citarse como Amaru R, Quispe T, Torres G, Mamani J y col. Caracterización clínica de la eritrocitosis patológica de altura. Rev Hematol Mex. 2016 ene;17(1):8-20. www.nietoeditores.com.mx Amaru R y col. Eritrocitosis patológica de altura natural selection and genetic adaptation that differ from each one. In The Andes region, there are dwellers affected by a type of erythrocytosis that has own characteristics in relation to other pathological erythrocytosis. OBJECTIVE: To describe a specific erythrocytosis of the Andean population: high altitude pathological erythrocytosis (HAPE). MATERIAL AND METHOD: A descriptive study that included 40 peripheral blood and bone marrow samples to establish the biological characterization. Then, 175 subjects were evaluated to determine the clinical characteristics. Subjects were all men living in La Paz and El Alto cities (Bolivia) at 3,600 and 4,000 m.a.s.l., respectively. Clinical follow-up considered biomolecular studies and outpatient assessments. RESULTS: HAPE patients reflected an increased hemoglobin and hematocrit; however, fetal hemoglobin and methemoglobin levels were normal. Likewise, reticulocytes rate was increased; serum erythropoietin concentration was normal, there was no mutation of JAK2V617F gene and the apoptosis was delayed in relation to normal controls. The clinic was represented by hyperviscosity syndrome and cyanosis. CONCLUSIONS: High altitude pathological erythrocytosis is a new clinical entity with own characteristics and it is present in Andean dwellers. The most representative biomolecular features were normal serum erythropoietin levels, delayed apoptosis, presence of endogenous BFU-E colonies and no JAK2V617F gene mutation. The most important clinical feature was the absence of thrombotic events in relation to secondary erythrocytosis and polycythemia vera. KEYWORDS: high altitude pathological erythrocytosis; erythrocytosis ANTECEDENTES El estudio de determinados cambios evolutivos del genoma humano y, en particular, de la repercusión de las condiciones ambientales extremas ha proporcionado información valiosa acerca de la biología humana de las poblaciones nativas del Tíbet y Los Andes, que colonizaron regiones de grandes alturas desde hace 25,000 y 11,000 años, respectivamente.1-3 En la actualidad, alrededor de 3 millones de personas residen en el Tíbet y 35 millones en Los Andes.4-8 La baja presión de oxígeno en grandes alturas y tiempos de exposición Unidad de Biología Celular, Facultad de Medicina, Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, Bolivia. Correspondence Dr. Ricardo Amaru [email protected] distintos a los que vivieron ambas poblaciones permitieron una selección natural y adaptación genética de manera diferente.9-11 Los tibetanos montañeses, gracias a la selección positiva de genes implicados en el control de la eritropoyesis, evolucionaron hacia una concentración de hemoglobina similar a la de los habitantes a nivel del mar; mientras que los andinos evolucionaron a una concentración de hemoglobina elevada, en relación con los habitantes a nivel del mar; esto debido probablemente a mecanismos de selección genética distintos o por un periodo insuficiente de exposición a grandes alturas.12-15 9 2016 enero;17(1) Revista de Hematología La eritropoyesis, proceso de proliferación y diferenciación de la línea eritroide, desde células progenitoras hematopoyéticas hasta eritrocitos, está regulada por un delicado equilibrio entre la proliferación y la apoptosis de los eritrocitos. La citocinas hematopoyéticas juegan un papel decisivo en la regulación de este equilibrio homeostásico y la falta de estas citocinas inducen a la apoptosis celular. La eritropoyetina es una citocina hematopoyética de linaje específico, importante en la proliferación, diferenciación y supervivencia de la línea eritroide. Asimismo, todos esos procesos están regulados por proteínas antiapoptósicas que involucran a los reguladores Bcl-XL y Bim, de la familia Bcl-2.16-18 La eritrocitosis es el incremento patológico de la masa eritrocitaria en la sangre circulante; ocurre por encima del límite normal establecido en cada región y está asociada con aumento de la hemoglobina y del hematócrito.19-21 El cuadro clínico de las eritrocitosis patológicas se manifiesta mediante síntomas de hiperviscosidad sanguínea y complicaciones sistémicas. Los síntomas de hiperviscosidad se caracterizan por cefaleas, parestesias, acúfenos, hipersomnias, disneas, alteraciones del estado de conciencia, visión borrosa y mialgias;22 las principales complicaciones sistémicas se caracterizan por episodios trombóticos, hipertensión arterial sistémica, hipertensión arterial pulmonar, hemorragia e insuficiencia cardiaca congestiva.23 Los síntomas de hiperviscosidad son característica común de las principales eritrocitosis patológicas;23,24 sin embargo, cada una de éstas tiene síntomas adicionales que distinguen una de otra. La eritrocitosis secundaria por lo general manifiesta una afección cardiopulmonar;25,26 mientras que la policitemia vera tiene síntomas propios de enfermedades neoplásicas.27-29 El punto de corte de los valores de hemoglobinahematócrito en el diagnóstico de eritrocitosis en una población depende de muchas variables, en- 10 tre ellas: edad, género, raza y lugar de residencia; por ejemplo, en la ciudad de La Paz, Bolivia, se considera eritrocitosis cuando el paciente tiene hemoglobina superior a 18 g/dL en mujeres y superior a 19 g/dL en varones.23 Este estudio tiene el objetivo de describir la eritrocitosis patológica de altura como una nueva entidad clínica propia de los habitantes de grandes alturas. MATERIAL Y MÉTODO Estudio descriptivo que incluyó 40 muestras de sangre periférica y médula ósea para establecer la caracterización biológica; además, se evaluaron 175 sujetos para determinar características clínicas. Muestras Previo consentimiento informado, se obtuvieron muestras de aspirado de médula ósea y sangre venosa periférica. Para establecer las características biológicas de la eritrocitosis patológica de altura se obtuvieron 10 muestras de sujetos sanos, que fueron los controles, y 30 muestras de pacientes con eritrocitosis patológicas. El estudio clínico incluyó a 175 sujetos distribuidos en controles sanos, pacientes con eritrocitosis patológica de altura, eritrocitosis secundaria y policitemia vera. Todos los sujetos estudiados eran varones que radicaban en las ciudades de La Paz y El Alto, en Bolivia, a 3,600 y 4,000 msnm, respectivamente. Los datos clínicos se recolectaron de la historia clínica de cada paciente. Estudios de laboratorio Las concentraciones de hemoglobina y hematócrito se obtuvieron de las muestras de sangre venosa periférica depositadas en tubos Vacutainer con EDTA (BectonDickinson, Estados Unidos) y procesadas en un contador hematológico automático (Micro 60, Estados Unidos). Para confirmar los resultados se realizaron es- Amaru R y col. Eritrocitosis patológica de altura tudios con técnicas manuales, utilizando una microcentrífuga (Hawksley, Inglaterra) para el hematócrito y técnica colorimétrica (Unico 1200 Spectrophotometer, Estados Unidos) para la concentración de hemoglobina.5 La concentración de hemoglobina fetal se estableció por método fotocolorimétrico, con el equipo Emoglobina Fetale Kit (Globe Diagnostic, Italia) en un espectrofotómetro (Unico1200 Spectrophotometer, Estados Unidos); la metahemoglobina se determinó mediante el método de Malloy-Evelyn. La determinación de la concentración de hemoglobina fetal se revalidó por HPLC (high pressure liquid chromatography).6,7 El recuento de reticulocitos se realizó mediante microscopia, previa tinción con azul brillante de cresil; la determinación de eritropoyetina sérica se realizó en muestras de sangre venosa periférica depositadas en tubos Vacutainer SST II Advance (Becton Dickinson, Plymouth, Reino Unido), con el método de ELISA, utilizando equipo comercial (R&D System, Estados Unidos) y un lector Stat Fax 2100 (Awareness Technologies Inc., Estados Unidos). Estos datos se revalidaron con la técnica de quimioluminiscencia. La cuantificación de leucocitos y plaquetas se realizó en la sangre venosa periférica obtenida en tubos con EDTA (Becton Dickinson, Estados Unidos) y procesados en un contador hematológico automatizado (Micro 60, Estados Unidos). La gasometría se determinó mediante un gasómetro automatizado (Critical Care Xpress, Nova Biomedical, Reino Unido); la medición se realizó en muestras de sangre obtenidas de la arteria radial. Con el método fenol-cloroformo se extrajo ADN de las células mononucleares de la médula ósea para evaluar la mutación del gen Jak2V617F. Para la amplificación por reacción en cadena de la polimerasa se usaron 100 ng de ADN, 50 pM de los oligos JAK2R (5’ CTGAATAGTCCTACAGTGTTTTCAGTTTCA3’), JAK2F (5’ AGCATTTGGTTTTAAATTATGGAGTATATT3’) y JAK2FWT (5’ ATCTATAGTCATGCTGAAAGTAGGAGAAAG3’). La hibridación se realizó a 59°C, seguida de 35 ciclos de amplificación. El producto de la reacción en cadena de la polimerasa se separó en gel de agarosa a 2%; se observó la banda de 364 bp, correspondiente al exón 12 del gen Jak2 no mutado, y la banda 203 bp, correspondiente al gen Jak2V617F mutado. Para el cultivo celular, las células progenitoras hematopoyéticas de la médula ósea se separaron por centrifugación en gradiente de densidad Histopaque 1077 (Sigma-Aldrich, Estados Unidos), luego se lavaron con tampón de lisis y RPMI1640 con suero fetal bovino a 2%; posteriormente se identificaron y cuantificaron por citometría de flujo con anti-CD34; por último, la viabilidad se determinó con azul de tripano. Se cultivaron 2x105cel/ mL de células progenitoras hematopoyéticas en cajas de Petri de 33 mm con grilla, en 1 mL de metilcelulosa (MethoCult H4230 Without Epo, StemCell Technologies, Canadá), penicilina 250 UI/mL, estreptomicina 50 μg/mL y suplementadas con y sin 2 UI/mL de eritropoyetina. Los cultivos se realizaron a 37ºC y 5% de CO2 y la lectura de las colonias BFU-E se realizó a los días 7 y 14, de acuerdo con los criterios estandarizados. La sensibilidad de las células progenitoras hematopoyéticas a la eritropoyetina se determinó por técnica de cultivo celular; para ello se cultivaron 2x105 cel/ mL de estas células en medio de metilcelulosa (Metho Cult 4531medium, StemCell Technologies Inc, Vancouver, Canadá) con penicilina 250 UI/ mL, estreptomicina 50 μg/mL y suplementadas con eritropoyetina a las siguientes concentraciones: 0, 0.03, 0.06, 0,125, 0.250 y 2 U/mL. El estudio de la apoptosis celular se realizó con las técnicas ADN ladder, cultivo de colonias 11 2016 enero;17(1) Revista de Hematología BFU-E y anexina V/7AAD. a) Para el ADN ladder se cultivaron 5x106cel/mL de células mononucleares en 700 μL de RPMI-1640 con 300 μL de suero fetal bovino, 2 nM de L-glutamina, 250 UI de penicilina, 50 mg de estreptomicina y 2 UI/mL de eritropoyetina. Los cultivos se realizaron en placas CCW (Corning Cell Well, Estados Unidos) a 37°C y 5% de CO2; se cultivaron durante 1, 2, 7 y 14 días; luego, estas células fueron adquiridas, lavadas con fosfato salino (PBS) y lisadas en solución de guanidinio; luego fueron expuestas a proteasa K. Se procedió a la incubación de células a 58ºC por 60 minutos, para luego separarlas mediante electroforesis en gel de agarosa a 2%. El patrón de ADN ladder se visualizó y fotografió bajo luz ultravioleta. b) Para el cultivo de BFU-E se usaron 2x105 cel/mL de células progenitoras hematopoyéticas en metilcelulosa (Metho Cult 4531medium, StemCell Technologies Inc., Vancouver, Canadá) con 250 UI/mL de penicilina, 50 μg/mL de estreptomicina y 2 UI/mL de eritropoyetina. Los cultivos se realizaron en cajas de Petri de 35 mm, a 37°C y 5% de CO2 durante 14 días. La lectura de BFU-E se realizó de acuerdo con los criterios estandarizados. c) Para la técnica de anexina-V/7AAD (BectonDickinson, Pharmigen, Estados Unidos) se cultivaron 5x106cel/mL de células mononucleares en RPMI-1640 a 30% de suero fetal bovino con 2 nM de L-glutamina, 250 UI de penicilina, 50 μg de estreptomicina y 2 UI/mL de eritropoyetina por 48 horas; posteriormente las células se marcaron con anexina V/7AAD, de acuerdo con las recomendaciones del fabricante y se evaluaron en un citómetro de flujo FASCAN (Becton Dikinson, Estados Unidos). 12 de la saturación de oxígeno: cianosis periférica; d) hipervolemia: facies pletórica, ingurgitación venosa y edema; e) complicaciones: episodios trombóticos, hipertensión arterial sistémica, hipertensión arterial pulmonar, hemorragia e insuficiencia cardiaca congestiva. El diagnóstico de los eventos trombóticos se confirmó con ecografía doppler y tomografía axial computada. RESULTADOS Los resultados obtenidos mediante los diversos procedimientos realizados se detallan en el Cuadro 1, que describe las características biológicas; el Cuadro 2 comunica las características clínicas observadas en cada grupo, principalmente en la eritrocitosis patológica de altura. Caracterización biológica de la eritrocitosis patológica de altura Concentraciones de hemoglobina y hematócrito Seguimiento de los pacientes Los sujetos sanos tuvieron un valor medio de hemoglobina de 15.9 g/dL (hematócrito: 50.5%); los pacientes con eritrocitosis patológica de altura tuvieron hemoglobina de 20.2 g/dL (hematócrito: 62%), los pacientes con eritrocitosis secundaria reportaron hemoglobina de 22.9 g/dL (hematócrito: 71%); finalmente, los pacientes con policitemia vera resultaron con hemoglobina de 20.3 g/dL (hematócrito: 63%). De esta manera se evidenció que los pacientes con eritrocitosis patológica de altura tienen la hemoglobina y el hematócrito estadísticamente diferentes a los pacientes con eritrocitosis secundaria y a los controles sanos, pero similares a los pacientes con policitemia vera. Se realizó de manera mensual, en consultorio externo. Los signos y síntomas evaluados fueron: a) hiperviscosidad sanguínea: cefaleas, parestesias, acúfenos, hipersomnias, disneas y alteraciones del estado de conciencia; b) aumento de la masa eritrocitaria: hiperemia; c) disminución Las concentraciones de hemoglobina en condiciones normales y de enfermedad dependen de la edad, género, grupo étnico y altura de residencia (Amaru-Prchal, datos no publicados). Los valores normales de los habitantes adultos de las ciudades de La Paz y El Alto, Amaru R y col. Eritrocitosis patológica de altura Cuadro 1. Características biológicas de la eritrocitosis patológica de altura Controles sanos (n=10) Eritrocitosis patológica Eritrocitosis secundaria de altura (n=10) (n=10) Hemoglobina g/dL (DS) 15.9 (±0.6) Hemoglobina fetal % (mediana e 0.46 (0.27-0.55) intervalos) MetHb % (mediana e intervalos) 0.63 (0.98-0.40) Hematócrito % (DS) 50.5 (±2.7) Índice de reticulocitos % (DS) 1.3 (±0.3) Leucocitos x103/mL (DS) 6.3 (±1.6) Plaquetas x103/mL (DS) 273 (±80) Eritropoyetina sérica mU/mL (DS) 10.0 (±1.7) pH 7.39 (±0.01) pCO2 (mmHg) 30 (±0.1) pO2 (mmHg) 60.2 (±0.4) Sat O2 (%) 93.2 (±1.6) Mutación Jak2 V617F 0/10 BFU-E autónomos, núm. (intervalos) 0 Hipersensibilidad a Epo 0/3 Apoptosis celular Normal Policitemia vera (n=5) 20.2(±0.8) 0.57 (0.36-0.72) 22.9 (±1.1) 0.76 (0.31-1.24) 20.3 (±2.5) 0.44 (±0.28-0.84) 0.43 (0.24-2.35) 62.1 (±3.7) 2.9 (±1.3) 7.2 (±1.9) 229 (±58) 10.5 (±1.1) 7.41 (±0.02) 34.1 (±3.3) 49.9 (±4.3) 86.1 (±3.8) 0/10 11 (2-25) 3/3 Retardada 0.34 (0.28-0.99) 70.7 (±3.7) 3.6 (±1.2) 6.6 (±1.7) 193 (±54) 30.5 (±2.8) 7.39 (±0.02) 37.8 (±3.5) 43.4 (±1.6) 78.3 (±2.7) 0/10 0 0/3 Normal 0.29 (0.11-0.82 63.4 (±5.9) 2.1 (±0.3) 16.6 (±4.8) 604 (±177) 2.1 (±0.6) 7.42 27.5 48.3 91 5/5 46 (25-70) 3/3 Retardada Cuadro 2. Características clínicas de la eritrocitosis patológica de altura Número de pacientes Masculino/femenino Edad en años (mediana e intervalos) Cefalea, n (%) Parestesias, n (%) Acúfenos, n (%) Hipersomnia, n (%) Disnea, n (%) Cianosis, n (%) Episodio trombótico, n (%) Hipertensión arterial sistémica, n (%) Controles sanos Eritrocitosis patológica de altura Eritrocitosis secundaria Policitemia vera 15 15/0 36.5 (28-46) NA NA NA NA NA NA 0 0 17 17/0 49.3 (43-71) 17 (100) 17 (100) 9 (53) 8 (47) 17 (100) 17 (100) 0 2 (12) 51 51/0 51.2 (36-76) 51 (100) 51 (100) 24 (47) 24 (47) 51 (100) 51 (100) 6 (11) 25 (49) 8 6/2 61 (56-73) 8 (100) 5 (62) 3 (50) 1 (12) 8 (100) 8 (100) 2 (25) 1 (12.5) El estudio se realizó con sujetos masculinos para eliminar el factor de confusión género, debido a la acción inhibitoria de la heritropoyesis de las hormonas femeninas. Bolivia, son de 14 a 17 g/dL, en las mujeres, y de 15 a 18 g/dL en los varones. Se consideraron eritrocitosis patológicas las concentraciones de hemoglobina mayores de 18 g/dL en las mujeres y mayores de 19 g/dL en los varones; estos puntos de corte se determinaron al considerar la existencia del síndrome de hiperviscosidad sanguínea en más de 80% de los pacientes. Hemoglobina fetal y metahemoglobina Los controles sanos reportaron una concentración media de hemoglobina fetal de 0.46% (metahemoglobina: 0.63%), los pacientes con eritrocitosis patológica de altura tuvieron hemo-globina fetal de 0.57% (metahemoglobina: 0.43%), los pacientes con eritrocitosis 13 2016 enero;17(1) Revista de Hematología Reticulocitos Los controles sanos reportaron una media de índice de reticulocitos de 1%, los pacientes con eritrocitosis patológica de altura tuvieron 3%; con eritrocitosis secundaria 4% y con policitemia vera 2%. El análisis estadístico realizado para verificar las diferencias entre grupos evidenció que las eritrocitosis patológicas (eritrocitosis patológica de altura, eritrocitosis secundaria y policitemia vera) reportaron un incremento del índice de reticulocitos, pero sin diferencias estadísticas entre ellas. Concentraciones de eritropoyetina sérica Los controles sanos tuvieron una media de eritropoyetina sérica de 10 mU/mL; los pacientes con eritrocitosis patológica de altura, 10.5 mU/mL; con eritrocitosis secundaria, 30.5 mU/mL y con policitemia vera, 2.1 mU/mL. Estos datos reflejaron que la concentración de eritropoyetina sérica en pacientes con eritrocitosis patológica de altura fue normal, elevada en los pacientes con eritrocitosis secundaria y disminuida en los sujetos con policitemia vera (Figura 1). Leucocitos y plaquetas Los grupos estudiados reportaron una media de leucocitos y plaquetas de 6.300/µL. Los controles sanos tuvieron 273,000/µL; los pacientes con eritrocitosis patológica de altura tuvieron 7,200/µL y 229,000/µL; con eritrocitosis secundaria 6,600/ µL y 193,000/µL; y con policitemia vera, 16,600/ µL y 604,000/µL. 14 120 Eritropoyetina sérica (mUl/mL) secundaria tuvieron hemoglobina fetal de 0.76% (metahemoglobina: 0.34%) y con policitemia vera reportaron hemoglobina fetal de 0.44% (metahemoglobina: 0.29%). De acuerdo con los valores citados, la hemoglobina fetal y la metahemoglobina en pacientes con eritrocitosis patológica de altura, eritrocitosis secundaria y policitemia vera fueron normales. 100 80 60 40 20 0 CS EPA ES PV Figura 1. Concentración de eritropoyetina sérica. CS: controles sanos; EPA: eritrocitosis patológica de altura; ES: eritrocitosis secundaria; PV: policitemia vera. Los datos analizados reflejan que los pacientes con policitemia vera tuvieron leucocitosis y trombocitosis; mientras que los pacientes con eritrocitosis patológica de altura y eritrocitosis secundaria reportaron valores normales. La leucocitosis y la trombocitosis son características de la policitemia vera, afección neoplásica mieloproliferativa que daña la línea mieloide. Gasometría arterial Se observó que el pH de los cuatro grupos estudiados fue normal; la pCO2 estuvo elevada en la eritrocitosis secundaria y en la eritrocitosis patológica de altura, pero más en la primera; la pO2 estuvo disminuida en la eritrocitosis secundaria y en la eritrocitosis patológica de altura, pero más disminuida en la primera, y la saturación de O2 estuvo disminuida en la eritrocitosis secundaria y en la eritrocitosis patológica de altura (Cuadro 3). El incremento de pCO2, la disminución de pO2 y Sat O2 reportados en la eritrocitosis secundaria probablemente se debieron a hemoglobina-hematócrito elevados, además del origen pulmonar que dificultó el intercambio gaseoso en este grupo de pacientes. Amaru R y col. Eritrocitosis patológica de altura Cuadro 3. Gasometría arterial Controles sanos n=10 Eritrocitosis patológica de altura n=15 Eritrocitosis secundaria n=10 Policitemia vera n=5 7.39±0.01 30±0.1 60.2±0.4 93.2±1.6 7.41±0.02 34.1±3.3 49.9±4.3 86.1±3.8 7.39±0.02 37.8±3.5 43.4±1.6 78.3±2.7 7.42±0.02 27.5±3.8 48.3±3.4 91±2.6 pH (mmHg) paCO2 (mmHg) paO2 (mmHg) Sat O2 (%) Mutación del gen Jak2V617F Los pacientes con policitemia vera tuvieron mutación del gen Jak2V617F, mientras que las muestras de los controles sanos y de los pacientes con eritrocitosis patológica de altura y eritrocitosis secundaria no tuvieron la mutación de este gen (Figura 2). BFU-E endógenas Asimismo, se observó un crecimiento autónomo de las colonias eritrocitarias BFU-E (BFU-E endógenas) en los pacientes con policitemia vera y eritrocitosis patológica de altura, aunque el número de colonias fue menor en esta última (Figura 3). Sensibilidad de las células progenitoras hematopoyéticas en la eritropoyetina Apoptosis celular Los estudios evidenciaron que los progenitores eritropoyéticos de los pacientes con eritrocitosis patológica de altura tuvieron apoptosis celular retardada, en relación con los controles sanos (Figuras 5 a 7). Caracterización clínica de la eritrocitosis patológica de altura Cefalea En nuestro estudio, todos los pacientes con eritrocitosis patológicas tuvieron cefalea, que constituyó el síntoma más frecuente y el primer Número de CEE La evaluación de este experimento evidenció que estas células en los pacientes con eritrocitosis patológica de altura y policitemia vera son hipersensibles a la eritropoyetina, mientras que estas mismas células en los controles sanos y en los pa- cientes con eritrocitosis secundaria respondieron de manera normal a la eritropoyetina (Figura 4). Figura 2. Mutación del gen Jak2V617F. EPA: eritrocitosis patológica de altura; ES: eritrocitosis secundaria; PV: policitemia vera. 50” 45” 40” 35” 30” 25” 20” 15” 10” 5” 0” CS EPA ES PV Figura 3. BFU-E endógenas de pacientes con eritrocitosis patológicas. CS: controles sanos; EPA: eritrocitosis patológica de altura; ES: eritrocitosis secundaria; PV: policitemia vera. 15 2016 enero;17(1) Revista de Hematología BFU-E % 100 80 60 40 20 0 0 0.03 CS 0.06 0.125 Epo mU/mL EPA ES 0.25 2 PV Figura 7. Apoptosis con técnica anexina-V/7AAD. Figura 4. Sensibilidad a eritropoyetina. CS: controles sanos; EPA: eritrocitosis patológica de altura; ES: eritrocitosis secundaria; PV: policitemia vera. motivo de consulta médica. La cefalea fue de tipo indefinido, la mayoría de los pacientes la describió como “pesadez”, ubicada usualmente en la región occipital, de intensidad moderada a leve, con manifestación en las mañanas; algunas veces los pacientes se despertaron por el dolor. Parestesia Figura 5. Apoptosis con técnica ADN ladder. CS: controles sanos; EPA: eritrocitosis patológica de altura; PV: policitemia vera. Número de BFU-E 160 Acúfenos 120 80 40 0 Todos los pacientes con eritrocitosis patológica de altura y eritrocitosis secundaria tuvieron parestesias; sólo 62% de los pacientes con policitemia vera manifestaron esta afección. La parestesia apareció generalmente en los miembros superiores e inferiores; inició durante la noche, mientras los pacientes dormían y usualmente se asoció con la falta de movimiento. 7 CS 14 días EPA 21 ES De los pacientes con eritrocitosis, 50% tuvo esta afección, descrita como silbido, soplo o chirrido, que se exacerbaba durante la noche, pero remitió luego de las primeras sangrías. PV Hipersomnia Figura 6. Apoptosis de colonias BFU-E. CS: controles sanos; EPA: eritrocitosis patológica de altura; ES: eritrocitosis secundaria; PV: policitemia vera. Los números representan los días de lectura de las colonias. 16 De los pacientes con eritrocitosis patológica de altura y eritrocitosis secundaria, 47% tuvo hipersomnia y sólo 12% de los pacientes con policitemia vera manifestaron esta afección. Amaru R y col. Eritrocitosis patológica de altura Disnea Se observó como síntoma común en pacientes con eritrocitosis patológicas; se reportó de medianos esfuerzos y con frecuencia asociada con palpitaciones precordiales. Prurito Éste se manifestó en 50% de los pacientes con policitemia vera, por lo general se evidenció después de las duchas con agua caliente; en contraste, los pacientes con eritrocitosis patológica de altura y eritrocitosis secundaria no tuvieron este síntoma. Hiperemia Todos los pacientes con eritrocitosis patológicas tuvieron hiperemia; se evidenció que a mayor concentración de hemoglobina-hematócrito, mayor fue la hiperemia; ésta se manifestó con más evidencia en la palmas, los labios y los lóbulos de las orejas. Cianosis periférica Los pacientes con eritrocitosis tuvieron diversos grados de cianosis, desde leves hasta los más severos, evidenciables principalmente en los pulpejos de los dedos, los labios y los lóbulos de la oreja; los pacientes con hábitos de tabaquismo tuvieron cianosis más severas, al igual que aquéllos con afecciones pulmonares. Hipervolemia Los signos de ésta se caracterizaron por facies pletórica, ingurgitación venosa y edema en los miembros inferiores. Estos signos afectaron con mayor intensidad a los pacientes con hemoglobina-hematócrito muy incrementados. Complicaciones de las eritrocitosis Episodio trombótico El 25% de los pacientes con policitemia vera tuvieron episodio trombótico, seguido de los pacientes con eritrocitosis secundaria, con 12%; mientras que los sujetos con eritrocitosis patológica de altura no reportaron estos episodios (Figura 8). El evento trombótico observado con mayor frecuencia fue la trombosis venosa profunda, mientras que la trombosis mesentérica, la tromboembolia pulmonar y la trombosis en la vena porta fueron poco frecuentes. Estas tres últimas condiciones, por lo general, se asociaron con comorbilidades como obesidad mórbida, dislipidemia e hipertensión arterial sistémica (Cuadro 4). Hipertensión arterial sistémica El 13% de los pacientes con eritrocitosis patológica de altura y 49% de los pacientes con eritrocitosis secundaria manifestaron hipertensión arterial sistémica. Estas complicaciones se normalizaron luego de las sangrías, con excepción de los pacientes con eritrocitosis secundaria (12%), que continuaron con este síntoma y tuvieron comorbilidades como obesidad y dislipidemia (Cuadro 5 y Figura 9). 30% % de evento trombótico La hipersomnia en pacientes eritrocíticos fue frecuente durante la marea alcalina posprandial. 25% 20% 25% 15% 10% 12% 5% 0% CS (100) EPA (16) ES (51) PV (8) Figura 8. Episodios trombóticos en pacientes con eritrocitosis patológicas. CS: controles sanos; EPA: eritrocitosis patológica de altura; ES: eritrocitosis secundaria; PV: policitemia vera. 17 2016 enero;17(1) Revista de Hematología Cuadro 4. Comorbilidades asociadas con trombosis en pacientes con eritrocitosis patológicas Diagnóstico Edad (años) Comorbilidad Hb (g/dL) P/A diagnóstico Trombosis Policitemia vera Policitemia vera 60 73 23.5 18.7 130/88 150/120 Eritrocitosis secundaria 68 No Diabetes mellitus, hipertensión arterial sistémica Obesidad, várices 19.1 105/90 Eritrocitosis secundaria 38 Obesidad, várices 22.9 125/90 Eritrocitosis secundaria Eritrocitosis secundaria Eritrocitosis secundaria 64 71 43 Obesidad Dislipidemia Obesidad 21.3 10 18.8 114/80 110/80 110/80 Eritrocitosis secundaria 38 Obesidad, hipertensión arterial sistémica 22.9 126/90 Vena porta Trombosis venosa profunda Trombosis venosa profunda Trombosis venosa profunda Mesenterio Vena porta Tromboembolia pulmonar Trombosis venosa profunda Cuadro 5. Comorbilidades en pacientes con eritrocitosis patológicas Diagnóstico Edad (años) Evolución Eritrocitosis secundaria Eritrocitosis secundaria Eritrocitosis secundaria 42 53 38 2 10 5 Comorbilidad Hb P/A P/A Obesidad Obesidad, hipertensión arterial sistémica Obesidad, hipertensión arterial sistémica 25.3 20.9 22.9 140/102 150/120 126/90 120/90 130/90 150/110 manera notable luego de las sangrías, aunque sin llegar a las concentraciones normales. 49% 50% 40% Epistaxis 30% 20% 10% 0% 13% 12% 0% EPA (16) ES (51) Al diagnóstico PV (8) Postsangría Figura 9. Hipertensión arterial sistémica en pacientes con eritrocitosis patológicas. EPA: eritrocitosis patológica de altura; ES: eritrocitosis secundaria; PV: policitemia vera. Hipertensión arterial pulmonar Los pacientes con eritrocitosis patológicas reportaron esta afección y se evidenció que a mayores concentraciones de hemoglobina-hematócrito, los valores de hipertensión arterial pulmonar fueron mayores; esta hipertensión disminuyó de 18 Esta complicación se reportó aproximadamente en 5% de los pacientes; la mayoría tuvo presión arterial elevada. Insuficiencia cardiaca congestiva Dos de los pacientes observados reportaron esta afección; éstos tuvieron en común rasgos de obesidad y hematócrito superior a 70%. El cuadro clínico remitió con sangrías de volúmenes menores (100 mL) hasta alcanzar concentraciones normales de hemoglobina-hematócrito. Convulsiones Esta complicación se observó en un solo paciente, quien tuvo hematócrito superior a 70% Amaru R y col. Eritrocitosis patológica de altura y saturación de oxígeno inferior a 70%; fue necesaria la prescripción de ácido valproico. 3. CONCLUSIONES 5. La eritrocitosis patológica de altura es la manifestación hematológica de la enfermedad crónica de montaña (enfermedad de Monge), caracterizada por el aumento del número de eritrocitos, hemoglobina y hematócrito; clínicamente se expresa por existencia del síndrome de hiperviscosidad sanguínea y cianosis. La eritrocitosis patológica de altura tiene características propias que la distinguen de las demás eritrocitosis patológicas; las más representativas son la concentración normal de eritropoyetina sérica, apoptosis celular retardada, existencia de colonias BFU-E endógenas y ausencia de la mutación del gen JAK2V617F. Los pacientes con eritrocitosis patológica de altura con seguimiento por más de tres años no reportaron episodios trombóticos, probablemente porque la eritrocitosis aislada no es un factor de riesgo de éstos; sin embargo, las trombosis son frecuentes en policitemia vera y eritrocitosis secundaria, ambas asociadas con obesidad, y en el caso de la policitemia vera, por la existencia de factores procoagulantes propios de una enfermedad neoplásica. La eritrocitosis patológica de altura tiene como principales complicaciones la hipertensión arterial sistémica y la hipertensión arterial pulmonar, ambas secundarias a hipervolemia. REFERENCIAS 1. 2. Cracraft J. The scientific response to creationism. Department of Astronomy, University of Illinois, 1982. Disponible en: .es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_Tierra. Futuyma DJ. Evolution. Sunderland, Massachusetts: Sinuer Associates, 2005. ISBN0-87893-187-2. 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Plasma rico en factores de crecimiento leucocitario en pacientes con parálisis cerebral Sánchez-López JM1, Alcaraz-Rubio J2, Oliver-Iguace A1 Resumen ANTECEDENTES: el plasma rico en plaquetas es una técnica médica común como parte de la medicina regenerativa, que por medio del efecto local y sistémico de los factores de crecimiento plasmático se produce la activación, proliferación y diferenciación celular según la fracción celular recuperada en el producto final obtenido. OBJETIVO: comunicar el beneficio de la aplicación sistémica de factores de crecimiento plasmático de origen leucocitario en pacientes con parálisis cerebral sometidos a programas específicos de rehabilitación neurológica. MATERIAL Y MÉTODO: estudio de casos y controles realizado en una población de 50 pacientes de raza caucásica y bajo el mismo programa de neurorrehabilitación, con límites de edad entre 5 y 15 años diagnosticados con parálisis cerebral marcada y severa espasticidad generalizada; se administró una inyección intravenosa de plasma rico en factores de crecimiento leucocitario concentrado (25 cc) en 25 de ellos. Se realizó el seguimiento de la evolución cognitiva mediante la escala de Barthel uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis meses después de la inyección. Se determinó el conteo celular leucocitario-plaquetario mediante coulter tipo Beckman, así como las concentraciones plasmáticas de los siguientes factores de crecimiento: factor similar a la insulina 1 (IGF-1), factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF), factor de crecimiento vasculoendotelial (VEGF) y factor de crecimiento transformante b (TGF-b) a través de técnica específica ELISA en los pacientes antes del tratamiento, en el producto final obtenido, así como en ambos grupos a las 24 h del tratamiento y al mes y dos, tres, cuatro, cinco y seis meses después del mismo. Utilizamos técnicas de estadística descriptiva y análisis de correlación y potencia estadística mediante la prueba F de Fisher para interpretación de los datos. RESULTADOS: no se observaron efectos adversos en los pacientes, a excepción de un pequeño hematoma en la zona de la canalización de acceso venoso. Se observó una notoria mejoría en la esfera cognitiva (memoria, capacidad de realizar tareas más complejas y la adquisición de nuevas habilidades), claramente superior en el grupo de pacientes tratados con plasma rico en factores de crecimiento leucocitario, diferencia significativamente estadística a los dos meses de seguimiento (p=0.013), que se mantuvo estable a partir del tercer mes. Aunque a las 24 h de tratamiento en el grupo de estudio, las concentraciones séricas de factores de crecimiento de tipo VEGF y TGF-b se incrementaron entre cinco y seis veces más respecto a las concentraciones de referencia basales y las del grupo control, hecho significativamente estadístico (p=0.02), no se correlacionó con la mejoría cognitiva durante los seis meses de seguimiento clínico, porque las concentraciones plasmáticas obtenidas de factores de crecimiento fueron similares en ambos grupos. CONCLUSIÓN: proponemos que este tratamiento es útil en pacientes con parálisis cerebral para aprovechar el poder neuroestimulador y neu- www.nietoeditores.com.mx 1 Unión Murciana de Hospitales, Unidad de Hematología, Departamento de Ciencias de la Salud, Grado en Medicina, Facultad de Ciencias de la Salud, UCAM Universidad Católica San Antonio de Murcia, España. 2 Unidad de Neuroendocrinología, Hospital Rúber. Recibido: noviembre 2015 Aceptado: enero 2016 Correspondencia Dra. Juana María Sánchez López Carretera de Águilas, Buzón 252-B 30800 Lorca, Murcia, España [email protected] Este artículo debe citarse como Sánchez-López JM, Alcaraz-Rubio J, Oliver-Iguace A. Plasma rico en factores de crecimiento leucocitario en pacientes con parálisis cerebral. Rev Hematol Mex. 2016 ene;17(1):21-33. 21 Revista de Hematología rorregenerador de los factores de crecimiento endógenos derivados de leucocitos, lo que aumenta el efecto de la neurorrehabilitación y acorta los tiempos de recuperación cognitiva, sin encontrar correlación con las concentraciones plasmáticas de factores de crecimiento obtenidas durante el periodo de estudio. PALABRAS CLAVE: plasma rico en leucocitos, parálisis cerebral, factores de crecimiento, plasticidad neuronal, infusión intravenosa. Rev Hematol Mex. 2016 Jan;17(1):21-33. Platelet-derived leukocyte growth factors in cerebral palsy. Sánchez-López JM1, Alcaraz-Rubio J2, Oliver-Iguace A1 Abstract BACKGROUND: Platelet-rich plasma is now a common medical technique known as regenerative medicine, through power cell activation and differentiation, which produces different growth factors, depending on the cell fraction recovered in the final product both locally and systematically. OBJECTIVE: To report the benefit of the systemic application of plasma growth factors in patients with cerebral palsy undergoing specific programs of neurorehabilitation. MATERIAL AND METHOD: A case-control study done in a population of 50 Caucasian patients under the same program of neurorehabilitation and age range between 5 and 15 years with perinatal cerebral palsy, cognitive impairment, and marked and severe generalized spasticity; we administered an intravenous injection of concentrated leukocyterich plasma (25 cc) in a group of 25 of them. We performed follow-up at 1, 2, 3, 4, 5 and 6 months after the injection. All serum samples for determination were obtained by ELISA technique and Beckman Coulter. Cognitive Barthel scale was used before and after treatment. The determination protocol that was applied before the analysis was performed manually and the self-transfusion was considered suitable for treatment. We determined cellular composition and the plasma levels of factor similar to insulin-1 (IGF-1), platelet-derived growth factor (PDGF), vasculo-endothelial growth factor (VEGF), and transforming growth factor b (TGF-b) before, in the final product obtained in both groups before treatment and at 24 hours and at 1, 2, 3, 4, 5 and 6 months after treatment. Correlations between Cognitive responses in the two population groups throughout the follow-up period were analyzed by Fisher correlation analysis. RESULTS: No adverse effects were observed in the patients except for a small hematoma in the area channeling venous access. We observed a clear improvement in the cognitive sphere (memory, ability to perform more complex tasks, and acquisition of new skills) clearly higher in the group of patients treated with plasma rich in leukocyte growth factors, significantly statistical difference at 2 months follow-up (p=0.013), maintaining stable from the third month follow-up. Although after 24 hours of treatment in the group of treatment, serum levels of growth 22 2016 enero;17(1) Sánchez-López JM y col. PRL en parálisis cerebral factors type VEGF and TGF-b increased 5-6 fold over baseline levels and the group control (p=0.02), it was not correlated with cognitive improvement over six months of clinical follow-up in this group, since virtually objectified plasma levels of growth factors were similar in both groups from the month follow-up study. CONCLUSION: We propose that this therapy is useful in these patients to harness the neurostimulative and neuroregenerative power of endogenous growth factors derived from leukocytes, enhancing the effect of neurorehabilitation and shortening cognitive recovery KEYWORDS: leukocyte-rich plasma; cerebral palsy; growth factors; neuronal plasticity; intravenous infusion ANTECEDENTES El uso de plasma rico en factores de crecimiento en varios campos de la Medicina, sobre todo Traumatología, Odontología y Cirugía general, ha experimentado un desarrollo extraordinario debido a la enorme capacidad de regeneración, diferenciación y quimiotaxis que producen los factores de crecimiento, al modular la angiogénesis y la plasticidad celular de tejidos lesionados. Entre ellos, los más conocidos son el factor de crecimiento tipo insulina (IGF-1), el factor de crecimiento transformante a o b (TGF-a o b), el factor de crecimiento derivado del endotelio vascular (VEGF) y el factor de crecimiento derivado de la plaqueta (PDGF). A través de complejos mecanismos bioquímicos de regulación tipo retroalimentación en los que intervienen diversas citocinas, la propia célula lesionada tiene receptores específicos para este tipo de proteínas que han demostrado gran facultad para intervenir en los mecanismos apoptósicos y antiapoptósicos que regulan su propio ciclo vital y el de diferenciación celular. En estudios recientes también se ha objetivado la posibilidad de potenciar ciertos factores de crecimiento plasmático de un tipo u otro en fun- 1 Unión Murciana de Hospitales, Unidad de Hematología, Departamento de Ciencias de la Salud, Grado en Medicina, Facultad de Ciencias de la Salud, UCAM Universidad Católica San Antonio de Murcia, España. 2 Unidad de Neuroendocrinología, Hospital Rúber. Correspondence Dra. Juana María Sánchez López Carretera de Águilas, Buzón 252-B 30800 Lorca, Murcia, España [email protected] ción del enriquecimiento del concentrado final obtenido, ya sea con la fracción leucocitaria-mononuclear o la fracción plaquetaria del mismo. Sin embargo, hay otros campos de aplicación en Medicina que abren nuevas expectativas, como la neuroendocrinología y neurorrehabilitación, en las que infundidos de manera local o sistémica por vía endovenosa, tienen la capacidad de inmunomodulación y quimiotaxis sobre las células neuronales. Además, se ha demostrado que en pacientes con enfermedades degenerativas neurológicas (por ejemplo, enfermedad de Alzheimer, encefalopatía vascular, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica y encefalopatía hipóxico-anóxica), las concentraciones plasmáticas de ciertos factores de crecimiento están por debajo de las cifras basales, por lo que se planteó la hipótesis de que podrían interferir en el mecanismo de hipoxia celular, al producir una función de neuroprotección y de regeneración y diferenciación del tejido neuronal. El objetivo de este estudio es evidenciar la posibilidad de mejoría en el rendimiento cognitivo de pacientes con tara neurológica central de tipo hipóxico-anóxico, como es la parálisis cerebral perinatal, al acortar los tiempos de neurorrehabilitación específica. 23 Revista de Hematología MATERIAL Y MÉTODO Estudio de casos y controles, efectuado en una población de 50 pacientes de raza caucásica y bajo el mismo programa de neurorrehabilitación, con límites de edad entre 5 y 15 años, diagnosticados con parálisis cerebral marcada y severa espasticidad generalizada; se administró una inyección intravenosa de plasma rico en factores de crecimiento leucocitario concentrado (25 cc) en 25 de ellos. Consideraciones éticas Todos los pacientes o representantes autorizados incluidos en el estudio dieron su consentimiento oral y escrito en un formulario en el que se les explicaba la finalidad del procedimiento, el mecanismo de realización y los posibles efectos colaterales asociados con el mismo. Criterios de selección del grupo de tratamiento El grupo de tratamiento con factores de crecimiento se seleccionó de acuerdo con las normas de inclusión analíticas para autotransfusión de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia en cuanto a controles bioquímicos, hematológicos y serológicos previos a la obtención de las muestras de sangre total. Según lo establecido en la bibliografía científica, se excluyeron del estudio los pacientes con enfermedad tumoral, infecciosa o hematológica previa, en los que se contraindica la aplicación del tratamiento con factores de crecimiento plasmático de cualquier origen. Articulación de los brazos de estudio Se seleccionó una muestra de 50 pacientes de origen caucásico, con parálisis cerebral con espasticidad y deterioro cognitivo severo según las normas de la Sociedad Europea de Neurología y Neuropediatría. La edad estuvo comprendida en- 24 2016 enero;17(1) tre 5 y 15 años; 20 de los pacientes eran varones y 30 mujeres. Todos los pacientes de la población seleccionada se sometieron a la misma pauta de tratamiento de neurorrehabilitación y durante las mismas horas a la semana, como se especifica en el Cuadro 1. Los 50 pacientes se dividieron en dos brazos: brazo 1, que correspondía a 25 pacientes (10 mujeres y 15 varones) sometidos a infusión endovenosa a dosis única (25 cc) de concentrado de factores de crecimiento plasmático enriquecidos con leucocitos, y brazo 2 como grupo control de 25 pacientes (10 mujeres y 15 varones) que siguieron simplemente la terapia específica de neurorrehabilitación. Obtención y procesamiento de las muestras sanguíneas Todas las muestras de sangre total se obtuvieron mediante venopunción con sistema de vacío Vaccutainer con aguja de 20-22 G en tubos de 9 mL de EDTA. Las determinaciones reológicas previas y tras el periodo de seguimiento del estudio se procesaron mediante Coulter tipo Beckman para determinar el conteo celular y equipos específicos de ELISA para la determinación de los siguientes factores de crecimiento plasmático: tipo insulina (IGF-1), transformante b (TGF-b), derivado del endotelio (VEGF) y derivado de la plaqueta (PDGF). La centrifugación de las muestras se realizó en centrifugadora tipo CEMCON-2, de 16 tubos y eje angular de 5 cm de radio. Se utilizó el protocolo de obtención de factores de crecimiento enriquecidos con la fracción mononuclear leucocitaria estandarizada de Alcaraz y su grupo (2015), consistente en una centrifugación única a 3,500 rpm durante 30 minutos a temperatura ambiente. La obtención del concentrado final leucocitario se realizó de manera aséptica bajo campana de flujo laminar B en tubos de EDTA de 3.5 mL. La aplicación se hizo en el grupo de tratamiento mediante infusión lenta endovenosa a velocidad de 1 mL/segundo. Sánchez-López JM y col. PRL en parálisis cerebral Cuadro 1. Técnicas utilizadas de neurorrehabilitación específica Concepto Bobath: aprendizaje motor en el que se facilitan las vías de movimiento normal a través de funciones propuestas y guiadas por el terapeuta. Método Affolter: estimulación táctil y cinestésica mediante la realización de actividades de la vida diaria con la finalidad de hacer interaccionar al paciente con el ambiente. Aplicación muy útil en estados vegetativos. Ejercicio terapéutico cognoscitivo o método Perfetti: la implicación de procesos cognitivos (elementos corticales) dentro de una rehabilitación motora potencia mayor capacidad para procesar información y organizar el movimiento. Vojta: técnica en la que a partir de estímulos definidos y partiendo de posturas determinadas, desencadenamos reacciones motoras repetidas (patrones de locomoción refleja) en el tronco y en las extremidades. Técnica Grimaldi: facilitación neuromuscular en la que se utiliza un medio de trasmisión plástico para normalizar el tono muscular. Terapia craneosacral: técnica no invasiva que mediante el trabajo sobre las fascias y membranas mejora las funciones corporales del paciente. Estimulación basal: concepto basado en un acercamiento personal en el que las experiencias vividas y la percepción del día a día toman importancia. Es muy útil en casos en los que se dificultan las relaciones comunicativas, mentales, sensitivas y motoras. Técnicas virtuales: utilización de videoconsolas (wii, wii-fet) que estimulan la coordinación, equilibrio, planificación motora, etc., ofreciendo retroalimentación constante muy útil en neurorrehabilitación. Valoración cognitiva de los pacientes Para la valoración cognitiva de los pacientes se utilizó la escala de Barthel, que evalúa una serie de apartados con una puntuación que varía de 0 a 15 para cada uno (Cuadro 2). Tratamiento estadístico de los datos Para el cálculo estadístico e interpretación de los datos obtenidos según las variables estudiadas se utilizaron técnicas de estadística descriptiva (media, mediana, valor máximo, mínimo y desviación estándar) e inferencial mediante análisis de simetría, correlación y potencia estadística con la prueba F de Fisher mediante el programa informático SPSS versión 5. RESULTADOS No hubo eventos adversos, salvo un pequeño hematoma en la zona de la venopunción de alivio espontáneo. En los Cuadros 3 a 5 se muestran los datos obtenidos en cuanto a determinaciones reológicas en sangre total de los 50 pacientes, en los 25 plasmas enriquecidos con leucocitos purificados, así como en los 25 pacientes a las 24 horas de administración del tratamiento. Se observa que a las 24 horas de la infusión, las concentraciones de factores de crecimiento en el grupo de pacientes sometidos al mismo fueron entre dos y cuatro veces mayores para los factores tipo PDGF e IGF-1 y entre cinco y siete veces mayores para los factores tipo VEGF y TGF-b, con respecto a las cifras basales iniciales para este grupo y con respecto al grupo control, lo que fue significativamente estadístico con valor de p=0.02 (Figura 1). Sin embargo, a partir del primer mes de seguimiento hasta el sexto, los valores de todos los factores de crecimiento determinados se mantuvieron estables y similares en ambos grupos de estudio, sin hallar correlación con la evolución cognitiva observada (Figura 2). En la Figura 3 vemos cómo las puntuaciones de la prueba cognitiva eran muy similares en ambos brazos del estudio, previo al tratamiento. Desde el primer mes de seguimiento la mejoría cognitiva fue más evidente en el grupo de pacientes tratados con factores de crecimiento leucocitario, diferencia estadísticamente significativa en el segundo mes tras el tratamiento (p=0.013); hecho que se muestra en las Figuras 4 y 5 y se mantuvo estable en este grupo. Durante los meses de estudio posteriores (Figuras 6 a 9), las puntuaciones totales de la prueba cognitiva del grupo control se aproximaron de manera paulatina a lo largo del periodo de seguimiento a los del brazo tratado con plasma rico en 25 Revista de Hematología leucocitos y fueron prácticamente coincidentes durante los dos últimos meses de seguimiento. Cuadro 2. Índice de Barthel Comer 0 = incapaz 5 = necesita ayuda para cortar, extender mantequilla, usar condimentos, etc. 10 = independiente (la comida está al alcance de la mano) Trasladarse entre la silla y la cama 0 = incapaz, no se mantiene sentado 5 = necesita ayuda importante (una persona capacitada o dos personas), puede estar sentado 10 = necesita algo de ayuda (una pequeña ayuda física o ayuda verbal) 15 = independiente Aseo personal 0 = necesita ayuda con el aseo personal 5 = independiente para lavarse la cara, las manos y los dientes, peinarse y afeitarse Uso del retrete 0 = dependiente 5 = necesita alguna ayuda, pero puede hacer algo solo 10 = independiente (entrar y salir, limpiarse y vestirse) Bañarse-ducharse 0 = dependiente 5 = independiente para bañarse o ducharse Desplazarse 0 = inmóvil 5 = independiente en silla de ruedas en 50 m 10 = anda con pequeña ayuda de una persona (física o verbal) 15 = independiente al menos 50 m, con cualquier tipo de muleta, excepto andador Subir y bajar escaleras 0 = incapaz 5 = necesita ayuda física o verbal, puede llevar cualquier tipo de muleta 10 = independiente para subir y bajar Vestirse y desvestirse 0 = dependiente 5 = necesita ayuda, pero puede hacer la mitad aproximadamente, sin ayuda 10 = independiente, incluyendo botones, cremalleras, cordones, etc. Control de heces 0 = incontinente (o necesita que le suministren enema) 5 = accidente excepcional (uno a la semana) 10 = continente Control de orina 0 = incontinente, o sondado incapaz de cambiarse la bolsa 5 = accidente excepcional (máximo uno/24 horas) 10 = continente, durante al menos siete días 26 2016 enero;17(1) DISCUSIÓN La evolución de la medicina regenerativa en varias áreas clínicas revoluciona el campo de la reparación de tejido, proporcionando un instrumento de tratamiento que es barato, fácil de usar, sin efectos adversos y menos invasivo.1,2 Sin embargo, las exigencias científicas y sociales hacen necesario diseñar procesos clínicos apropiados para establecer protocolos de tratamiento para cada aplicación médica particular.1,3 Hoy día, las áreas médicas con evidencia científica más sólida acerca del uso de factores de crecimiento plasmático son la Odontología (para reparar el lecho alveolar dental) y Traumatología (artropatías, tendinopatías, lesiones de ligamento y meniscopatía), con el diseño adecuado de ensayos clínicos con distribución al azar en fase I-II.1,4 Pero su aplicación empírica en el tratamiento de muchas enfermedades y en especialidades médicas a veces supera la capacidad científica para producir evidencia con suficiente potencia para su utilización. Un hecho importante a comentar, como demostraron previamente otros autores, es la gran capacidad de difusión que tienen estas proteínas a través de los tejidos y la corta vida media observada una vez alcanzadas concentraciones plasmáticas terapéuticas que no suele superar las 48 a 72 horas,5,6 lo que muestra que el mecanismo de actuación es complejo, se cree que ocurre al activar vías o cascadas bioquímicas a través de numerosas quimiocinas o citocinas que intervendrían en los procesos inflamatorios tisulares específicos y en la migración, proliferación y diferenciación de precursores celulares en diferentes estados de maduración, así como en fenómenos de angiogénesis que incrementarían la oxigenación del tejido y la célula con la consecuente protección y aumento de supervivencia de la misma. Sánchez-López JM y col. PRL en parálisis cerebral Cuadro 3. Valores reológicos de los 50 pacientes estudiados Paciente 1 Paciente 2 Paciente 3 Paciente 4 Paciente 5 Paciente 6 Paciente 7 Paciente 8 Paciente 9 Paciente 10 Paciente 11 Paciente 12 Paciente 13 Paciente 14 Paciente 15 Paciente 16 Paciente 17 Paciente 18 Paciente 19 Paciente 20 Paciente 21 Paciente 22 Paciente 23 Paciente 24 Paciente 25 Paciente 26 Paciente 27 Paciente 28 Paciente 29 Paciente 30 Paciente 31 Paciente 32 Paciente 33 Paciente 34 Paciente 35 Paciente 36 Paciente 37 Paciente 38 Paciente 39 Paciente 40 Paciente 41 Paciente 42 Paciente 43 Paciente 44 Paciente 45 Paciente 46 Paciente 47 Paciente 48 Paciente 49 Paciente 50 Máximo Mínimo Promedio PDGF-AB TGF-b1 (10-50 pg/ (10-70 mL) pg/mL) 45 40 43 43 15 35 20 30 91 45 35 12 45 43 15 42 41 44 40 17 37 25 33 99 41 32 11 47 45 19 40 43 48 42 12 33 22 39 99 47 34 15 45 43 15 45 40 43 43 15 99 11 32.75 60 25 55 67 25 24 15 20 60 55 20 15 60 55 55 67 21 53 66 22 23 17 22 68 52 21 13 69 51 57 62 21 52 62 28 22 18 27 67 51 29 14 65 51 55 69 27 53 60 20 69 13 36.09 IGF-1 (0.5-19.5 pg/mL) VEGF (15-85 pg/mL) Plaquetas (150,000350,000/mm3) Leucocitos (3,200-9,000/ mm3) Granulocitos /mm3 Mononucleares /mm3 CD34 + /mm3 18 10 17 15 7 12 7 7 16 18 15 4 17 17 18 18 10 17 15 7 12 7 7 16 18 15 4 17 17 18 18 10 17 15 7 12 7 7 16 18 15 4 17 17 18 18 10 17 15 7 18 4 12.14 80 45 80 75 30 40 30 35 75 70 40 25 75 70 70 87 44 88 74 32 43 31 33 77 76 40 23 72 79 75 82 43 81 73 31 42 39 33 76 71 44 22 78 79 71 89 45 89 74 33 89 22 53.03 210,000 210,000 190,000 170,000 180,000 175,000 260,000 176,000 350,000 195,000 205,000 250,000 240,000 300,000 214,907 220,659 215,401 195,793 181,098 191,209 175,397 262,981 169,127 339,129 184,091 200,436 251,465 201,154 330,012 260,123 218,013 219,032 191,913 171,934 187,091 175,708 260,000 174,814 255,060 195,000 260,124 255,098 243,981 317,321 217,877 212,066 217,912 190,543 178,913 188,912 350,000 169,127 259,563 7,500 6,500 6,230 7,500 8,900 8,900 7,200 7,430 7,430 9,500 8,300 8,500 8,700 7,600 7,500 7,590 6,201 6,013 7,901 8,587 8,401 7,010 7,091 7,178 9,280 8,120 8,401 8,598 7,901 7,689 7,211 6,480 6,219 7,500 8,967 8,941 7,212 7,012 7,432 9,019 8,190 8,122 8,000 7,801 7,546 7,209 6,109 6,320 7,591 8,011 9,500 6,013 7,709 4,875 3,575 3,738 4,500 5,340 5,340 4,320 4,458 4,086 5,700 4,980 5,100 5,481 4,560 4,500 4,109 3,600 3,490 4,501 5,354 5,176 4,012 4,301 4,912 5,769 4,210 5,300 5,900 4,390 4,211 4,600 3,410 3,800 4,212 5,012 5,900 4,150 4,800 4,120 5,500 4,123 5,450 5,911 4,012 4,560 4,900 3,123 3,800 4,911 5,901 5,911 3123 4619 1,275 1,625 1,246 1,125 1,335 1,956 1,440 1,114 1,337 1,425 1,909 1,890 1,131 1,140 1,500 1,221 1,624 1,276 1,112 1,309 1,966 1,490 1,830 1,900 1,421 1,932 1,890 1,900 1,140 1,500 1,275 1,625 1,219 1,119 1,321 1,780 1,503 1,145 1,903 1,093 1,012 1,701 1,016 1,045 1,501 1,200 1,601 1,222 1,125 1,333 1,966 1012 1405 0.9 0.3 0.4 0.5 0.3 0.2 0.2 0.4 0.7 0.7 0.2 0.1 0.7 0.4 0.2 0.8 0.5 0.8 0.2 0.6 0.6 0.6 0.5 0.9 0.8 0.4 0.2 0.5 0.4 0.5 0.8 0.3 0.7 0.6 0.8 0.6 0.9 0.5 0.6 0.5 0.4 0.5 0.8 0.5 0.3 0.8 0.4 0.5 0.4 0.5 0.9 0.1 0.5 27 Revista de Hematología 2016 enero;17(1) Cuadro 4. Concentraciones medias de factores de crecimiento en los plasmas enriquecidos con leucocitos obtenidos Paciente 1 Paciente 2 Paciente 3 Paciente 4 Paciente 5 Paciente 6 Paciente 7 Paciente 8 Paciente 9 Paciente 10 Paciente 11 Paciente 12 Paciente 13 Paciente 14 Paciente 15 Paciente 16 Paciente 17 Paciente 18 Paciente 19 Paciente 20 Paciente 21 Paciente 22 Paciente 23 Paciente 24 Paciente 25 Máximo Mínimo Promedio PDGF-AB (10-50 pg/ mL) TGF-b1 (10-70 pg/mL) IGF-1 (0.5-19.5 pg/mL) VEGF (15-85 pg/mL) Plaquetas (150,000350,000/mm3) Leucocitos (3,200-9,000/ mm3) Granulocitos /mm3 296 270 190 250 150 160 200 150 253 220 150 190 280 250 245 280 270 250 230 220 130 210 230 240 200 296 130 215.39 450 300 370 480 365 370 390 350 520 470 370 350 420 420 430 459 380 390 490 390 380 290 400 590 490 590 290 407.19 250 150 200 190 110 160 120 105 277 210 160 190 230 199 190 253 153 290 170 100 190 100 103 240 200 290 100 172.82 575 545 590 540 460 530 470 390 590 590 480 320 570 570 590 590 580 570 590 499 580 489 391 570 510 590 320 521.32 500,000 600,000 500,000 400,000 600,000 500,000 400,000 700,000 600,000 700,000 690,000 500,000 710,000 650,000 570,000 620,000 660,000 710,000 630,000 700,000 610,000 730,000 630,000 730,000 670,000 730,000 400,000 604,147 21,000 22,000 21,000 20,000 21,000 24,000 21,500 21,500 21,500 24,000 23,000 20,000 22,000 22,000 23,000 21,000 22,600 27,000 20,900 21,530 24,070 26,700 25,000 22,700 23,000 27,000 20,000 22,411 3,150 4,400 3,150 4,000 4,200 6,000 4,515 3,440 4,085 3,600 4,600 4,000 3,300 4,400 4,370 3,100 4,500 3,000 4,900 4,100 6,400 4,400 3,500 4,001 3,670 6,400 3,000 4,038 Mononu- CD34+ cleares /mm3 /mm3 18,270 16,500 16,800 17,400 14,700 19,200 15,910 12,900 18,705 20,400 17,940 12,000 18,700 16,500 19,550 18,500 16,700 16,500 17,900 14,500 19,900 15,900 12,480 18,400 20,900 20,900 12,000 16,913 240 180 270 210 170 175 170 120 215 200 150 70 200 185 200 240 180 270 210 259 300 350 270 200 290 350 70 203 Cuadro 5. Concentraciones medias de factores de crecimiento en el grupo de pacientes sometidos a infusión de factores de crecimiento leucocitario a las 24 horas del tratamiento (Continúa en la siguiente página) PDGF-AB TGF-b 1 (10-50 pg/ (10-70 mL) pg/mL) Paciente 1 Paciente 2 Paciente 3 Paciente 4 Paciente 5 Paciente 6 Paciente 7 Paciente 8 Paciente 9 28 200 230 120 200 110 110 160 110 203 420 270 320 440 325 340 360 320 500 IGF-1 (0.5-19.5 pg/mL) VEGF (15-85 pg/mL) Plaquetas (150,000350,000/mm3) Leucocitos (3,200-9,000/ mm3) Granulocitos /mm3 Mononucleares /mm3 CD34 + /mm3 220 130 180 150 100 140 100 99 250 530 510 520 500 420 510 430 350 530 200,436 251,465 201,154 330,012 260,123 218,013 219,032 191,913 171,934 8,120 8,401 8,598 7,901 7,689 7,211 6,480 6,219 7,500 4,210 5,300 5,900 4,390 4,211 4,600 3,410 3,800 4,212 1,932 1,890 1,900 1,140 1,500 1,275 1,625 1,219 1,119 0.4 0.2 0.5 0.4 0.5 0.8 0.3 0.7 0.6 Sánchez-López JM y col. PRL en parálisis cerebral Cuadro 5. Concentraciones medias de factores de crecimiento en el grupo de pacientes sometidos a infusión de factores de crecimiento leucocitario a las 24 horas del tratamiento (Continuación) PDGF-AB TGF-b 1 (10-50 pg/ (10-70 mL) pg/mL) Paciente 10 Paciente 11 Paciente 12 Paciente 13 Paciente 14 Paciente 15 Paciente 16 Paciente 17 Paciente 18 Paciente 19 Paciente 20 Paciente 21 Paciente 22 Paciente 23 Paciente 24 Paciente 25 Máximo Mínimo Promedio 450 400 350 300 250 200 150 100 50 0 190 110 120 220 210 215 220 220 230 200 190 100 180 190 190 170 230 100 169,74 420 350 300 400 410 400 409 350 360 450 350 330 270 350 520 430 450 120 272,7 IGF-1 (0.5-19.5 pg/mL) VEGF (15-85 pg/mL) Plaquetas (150,000350,000/mm3) Leucocitos (3,200-9,000/ mm3) Granulocitos /mm3 Mononucleares /mm3 CD34 + /mm3 200 130 170 200 180 170 240 130 250 140 90 150 98 99 210 180 200 55 127,3 560 440 300 520 550 540 540 530 530 540 445 550 440 340 530 500 505 200 415,45 187,091 175,708 260,000 174,814 255,060 195,000 260,124 255,098 243,981 317,321 217,877 212,066 217,912 190,543 178,913 188,912 290,000 190,000 223,602 8,967 8,941 7,212 7,012 7,432 9,019 8,190 8,122 8,000 7,801 7,546 7,209 6,109 6,320 7,591 8,011 8,900 3,950 7,638 5,012 5,900 4,150 4,800 4,120 5,500 4,123 5,450 5,911 4,012 4,560 4,900 3,123 3,800 4,911 5,901 4,000 3,100 3,629 1,321 1,780 1,503 1,145 1,903 1,093 1,012 1,701 1,016 1,045 1,501 1,200 1,601 1,222 1,125 1,333 2,000 1,600 1,768 0.8 0.6 0.9 0.5 0.6 0.5 0.4 0.5 0.8 0.5 0.3 0.8 0.4 0.5 0.4 0.5 20 5 11 70 P= 0.02 P= 0.9 60 50 40 30 20 10 1 PDGF-AB 2 TGFB Grupo control 3 IGF-1 4 VEGF Grupo de tratamiento Figura 1. Concentraciones reológicas medias de factores de crecimiento leucocitarios en ambos grupos de estudio a las 24 horas de tratamiento. En el grupo de pacientes tratados con plasma enriquecido con leucocitos las concentraciones de factores de crecimiento tipo VEGF y TGF-b se incrementaron entre cinco y siete veces, mientras los factores de crecimiento tipo PDGF e IGF-1 lo hicieron entre dos y cuatro veces con respecto a las cifras basales de este mismo grupo y con respecto al brazo control. 0 1 2 PDGF-AB TGFB Grupo control 3 4 IGF-1 VEGF Grupo de tratamiento Figura 2. Concentraciones reológicas medias de factores de crecimiento leucocitarios en ambos grupos de estudio a partir del primer mes de tratamiento hasta el final del periodo de estudio. En los dos grupos de estudio las concentraciones de factores de crecimiento son prácticamente similares desde el primer mes de seguimiento hasta el final del periodo de estudio, lo que indica que estas proteínas tienen una labilidad plasmática grande. 29 Revista de Hematología 2016 enero;17(1) P= 0.5 5 4 3 2 1 0 LEUKO-PRP Control Figura 3. Puntación en la escala de Barthel en los dos grupos de estudio antes del tratamiento. Previo al tratamiento en los dos brazos del estudio las puntuaciones cognitivas de la prueba fueron similares. 70 Figura 5. Puntación en la escala de Barthel en los dos grupos de estudio a los dos meses de seguimiento. Se acentúa la diferencia en la puntación de la prueba cognitiva a favor del grupo de tratamiento, con diferencia estadísticamente significativa. 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 P= 0.08 Valores de Barthel 50 40 30 20 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 Pacientes LEUKO-PRP Control 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 Pacientes LEUKO-PRP Figura 4. Puntación en la escala de Barthel en los dos grupos de estudio al mes de seguimiento. En el grupo de tratamiento las puntaciones de la prueba cognitiva fueron ligeramente mayores con respecto al grupo control. Algunos campos médicos más prometedores para la utilización de esta biotecnología son la Neurología, Neuroendocrinología y Neurorrehabilitación. Hace unos meses se publicó el primer caso clínico de mejoría cognitiva soportado mediante prueba de imagen con tomografía por emisión de positrones cerebral en un niño de cinco años con parálisis cerebral severa al que se le administró mediante infu- 30 Control P= 0.09 60 Valores de Barthel P= 0.013 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 Pacientes 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 Pacientes LEUKO-PRP 0 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Valores de Barthel Valores de Barthel 6 Control Figura 6. Puntación en la escala de Barthel en los dos grupos de estudio a los tres meses de seguimiento. Las puntuaciones en la prueba cognitiva del grupo control se aproximan a las del brazo de tratamiento; las puntaciones del grupo de tratamiento fueron estables. sión endovenosa un concentrado plasmático de factores de crecimiento enriquecido con la fracción leucocitaria-mononuclear.7 Diversos autores plantearon la hipótesis de fenómenos neurorregenerativos, antiapoptósicos, inmunomoduladores, así como efectos neurotrópicos que producirían estos factores de crecimiento Sánchez-López JM y col. PRL en parálisis cerebral P= 0.15 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 Pacientes LEUKO-PRP Control Figura 7. Puntación en la escala de Barthel en los dos grupos de estudio a los cuatro meses de seguimiento. Los valores del grupo control siguen aproximándose a los del brazo de tratamiento, que siguieron estables en este último. 120 P= 0.2 Valores de Barthel 100 80 60 40 20 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 Pacientes LEUKO-PRP Control Figura 8. Puntación en la escala de Barthel en los dos grupos de estudio a los cinco meses de seguimiento. Los valores en la prueba cognitiva del grupo control y los del brazo de tratamiento fueron similares, manteniéndose estables. plasmático autólogos en el tejido neuronal, haciendo este tratamiento totalmente factible desde el punto de vista médico, para prescribirse en enfermedades neurológicas con perfil neurodegenerativo o hipóxico-anóxico, como enfermedad de Alzheimer, accidentes vasculares cerebrales, herida de médula espinal y parálisis cerebral.8,9 La remisión espontánea de 120 100 80 60 40 20 0 P= 0.5 Valores de Barthel Valores de Barthel 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 Pacientes LEUKO-PRP Control Figura 9. Puntación en la escala de Barthel en los dos grupos de estudio a seis meses de seguimiento. Los valores de la prueba cognitiva prácticamente fueron coincidentes en ambos grupos, conservando la estabilidad. los signos y síntomas de la parálisis cerebral es poco frecuente debido a la gran cantidad de masa neuronal y glial degenerada secundaria a los efectos de la hipoxia en la evolución de la enfermedad.10 Se han observado efectos de neuroestimulación, neurorregeneración y neuroprotección en estos pacientes tratados con la hormona de crecimiento sintética (HGF), que causa mejoría funcional, sobre todo en el campo cognoscitivo (por ejemplo, memoria, lengua, capacidad de realizar tareas complejas y adquisición de nuevas habilidades). En estos pacientes, el efecto degenerativo neuronal se ha acompañado de la marcada disminución cualitativa y cuantitativa en factores de crecimiento plasmático, como HGF-IGF1-VEGD, PDGF y TGF-b,11,12 regulada por el eje hipotálamo-hipofisario que produce un efecto neuroprotector, debido a fenómenos neurotropos de quimiotaxis, diferenciación de célula y neuroplasticidad en el tejido neuronal. Además, estas sustancias tienen capacidad de estimular las llamadas zonas de penumbra correspondientes a los tejidos neuronales que se encuentran en estado de hibernación como consecuencia del efecto hipóxico o anóxico lesional. Sin embargo, el tratamiento con la hormona de crecimiento sintética es costoso, 31 Revista de Hematología no sólo desde el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista del clínico. La posibilidad de utilizar factores de crecimiento autólogos plasmáticos, de manera local o sistémica en una única dosis para conseguir un efecto terapéutico a medio-largo plazo, similar al resultado clínico producido por la hormona de crecimiento, sin efectos secundarios oncogénicos,8,11 los hace atractivos para su administración en estos pacientes al reducir considerablemente el costo económico y clínico del tratamiento. 2016 enero;17(1) neurorregenerador de los factores de crecimiento endógenos derivados de leucocitos, para aumentar el efecto de la neurorrehabilitación y acortar los tiempos de recuperación cognitiva, sin encontrar correlación con las concentraciones plasmáticas de factores de crecimiento obtenidos durante el periodo de estudio de la muestra; puede ser una alternativa más económica y fisiológica sin efectos colaterales, que puede coadyuvar con las terapias convencionales de neurorrehabilitación. Agradecimientos Limitaciones del estudio En primer lugar, el tamaño pequeño de la muestra que hace que no haya podido obtenerse suficiente potencia estadística al momento de interpretar los datos de las variables recabadas. En segundo lugar, no sabemos en qué momento del estudio las concentraciones de los factores de crecimiento se estabilizaron en el grupo de tratamiento, hecho importante para correlacionar con el efecto clínico que pudieran tener. Esta labor es compleja debido a la labilidad plasmática que tienen. No obstante, sería interesante indagar en el momento en el que alcanzada la concentración plasmática máxima, las concentraciones comienzan a descender hasta alcanzar valores prácticamente basales en el paciente. Por último y no menos importante, debemos definir la funcionalidad concreta de cada factor de crecimiento estudiado para determinar el efecto clínico observado, con el fin de diseñar estudios científicos adecuadamente estructurados con distribución al azar en forma de ensayos clínicos. CONCLUSIÓN Proponemos que este tratamiento es útil en pacientes con parálisis cerebral hipóxico-anóxica para aprovechar el poder neuroestimulador y 32 A todas las personas, pacientes, familiares y compañeros que confiaron en nosotros, a nuestras familias por su paciencia y tiempo robado, y a mi hijo, futuro de esta maravillosa profesión. REFERENCIAS 1. Anitua E, Andia I, Ardanza B, Nurden P, Nurden AT. Aurologous platelets as a source of proteins for healing and tissue regeneration. Thromb Haemost 2004;91:415. 2. Lorente A, Ortega R, Martín M, López J, Martínez JM. Quantification of growth factors by using a new system for obtaining platelet-rich plasma. Med Oral Patol Oral Cir Bucal 2011;614-618. 3. Weibrich G, Kleis W, Hafner G. Growth factor levels in the platelet-rich plasma produced by 2 different methods: curasan-type kit versus PCCS PRP system. Int J Oral Maxillofac Implats 2002;17:184-190. 4. Weibrich G, Kleis W, Hafner G. Growth factor levels in platelet-rich plasma and correlations with donor age, sex and platelet count. J Craniomaxillofac Surg 2002;30:97-102. 5. Harguindey S. Apoptosis y antiapoptosis en cáncer. Alzheimer y procesos neurodegenerativos: ¿una dialéctica de contrarios? Nuevo abanico de posibilidades terapéuticas y peligros potenciales. Oncología 2004;27:579-589. 6. Brea D, Sobrino T, Ramos P, Castillo J. Reorganización de la vascularización cerebral tras la isquemia. Rev Neurol 2009;49:645-654. 7. Legido A, Valencia I, Katsetos C, Papadopoulos M. Neuroprotección en la encefalopatía hipóxico isquémica perinatal. Tratamientos con eficacia clínica demostrada y perspectivas futuras. Medicina (Buenos Aires) 2007;67(6/1):543-555. Sánchez-López JM y col. PRL en parálisis cerebral 8. Devesa J, Alonso B, Casteleiro N, Couto P, et al. Effects of recombinant growth hormone (GH) replacement and psychomotor and cognitive stimulation in the neurodevelopment of GH-deficient (GHD) children with cerebral palsy: a pilot study. Ther Clin Risk Manag 2011;7:199-206. 11. Alcaraz, J, Oliver, A, Sánchez JM. Nuevo método de obtención de plasma rico en factores de crecimiento plaquetario (PRP). Estudio descriptivo en 15 pacientes y comparación con los resultados publicados en la bibliografía. Rev Hematol Mex 2015;16:210-216. 9. Taudorf K, Hansen FJ, Mechior JC, Pedersen H. Spontaneous remission of cerebral palsy. Neuropediatrics 1986;17:19-22. 12. Alcaraz J, Oliver A, Sánchez JM, Lajara J. Clinical use of platelet-rich plasma: A new dimension in Regenerative Medicine. Med Sci Rev 2015;2:111-120. 10. Alcaraz J, Oliver A, Sánchez JM. Platelet rich plasma in a patient with cerebral palsy. Am J Case Rep 2015;16:1-4. 33 Artículo especial Rev Hematol Mex. 2016 ene;17(1):34-62. Consenso de leucemia mieloide crónica por hematólogos del ISSSTE Alvarado-Ibarra M1, Cardiel-Silva M2, García-Camacho A1, González-González L3, Hernández-Ruiz E4, Leyto-Cruz F5, Loera-Fragoso SJ6, Martínez-Ramírez M7, Martínez-Ríos A8, Medina-Coral JE1, Ortiz-Zepeda M1, Pérez-Zúñiga JM8, Ramos-León EM1, Romero-Rodelo H1, Ron-Guerrero CS9, Saavedra-González A10, Silva-López S11, Silva-Vera K12, Tapia-Enríquez AL1 Resumen La leucemia mieloide crónica es una enfermedad hematológica que se diagnostica habitualmente mediante pruebas de laboratorio de rutina y su atención requiere la intervención de un médico hematólogo. Debido a que todos los hematólogos en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) cuentan con los recursos terapéuticos (incluidos los inhibidores de tirosina cinasa, imatinib, nilotinib y dasatinib), es importante unificar los criterios diagnósticos, terapéuticos y de pronóstico para la mejor atención de los pacientes con leucemia mieloide crónica en los hospitales de esta institución. Para este propósito se reunió un grupo de expertos hematólogos que laboran en diferentes instituciones del ISSSTE y en diferentes entidades del país en noviembre de 2015. Con evidencia científica actualizada nacional e internacional y con las guías NCCN y ELN vigentes hasta ese momento, se elaboró este consenso válido para la población derechohabiente de esta institución. PALABRAS CLAVE: leucemia mieloide crónica, tratamiento, inhibidores de tirosina cinasa. Rev Hematol Mex. 2016 Jan;17(1):34-62. Consensus on chronic myelogenous leukemia by hematologists of the ISSSTE Alvarado-Ibarra M1, Cardiel-Silva M2, García-Camacho A1, González-González L3, Hernández-Ruiz E4, Leyto-Cruz F5, Loera-Fragoso SJ6, Martínez-Ramírez M7, Martínez-Ríos A8, Medina-Coral JE1, Ortiz-Zepeda M1, Pérez-Zúñiga JM8, Ramos-León EM1, Romero-Rodelo H1, Ron-Guerrero CS9, Saavedra-González A10, Silva-López S11, Silva-Vera K12, Tapia-Enríquez AL1 Abstract Chronic myeloid leukemia (CML) is a hematological disorder commonly diagnosed in an examination by routine laboratory tests and their care requires referral to a hematologist. Because all hematologists at the Institute for Social Security and Services for State Workers of Mexico (ISSSTE) have therapeutic resources (including tyrosine kinase inhibitors, imatinib, nilotinib and dasatinib) it is important to unify diagnostic, 34 1 Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, Ciudad de México. 2 Hospital Regional de Zacatecas, Zacatecas. 3 Hospital Regional de Puebla, Puebla. 4 Hospital Regional Presidente Juárez, Oaxaca, Oaxaca. 5 Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, Ciudad de México. 6 Hospital General Dr. Santiago Ramón y Cajal, Durango. 7 Hospital de Alta Especialidad de Veracruz, Veracruz. 8 Hospital Regional Ignacio Zaragoza, Ciudad de México. 9 Hospital General de Tepic, Nayarit. 10 Hospital Regional de Alta Especialidad Bicentenario de la Independencia, Tultitlán, Estado de México. 11 Hospital Regional 1º de Octubre, Ciudad de México. 12 Hospital General, Tampico, Tamaulipas. Recibido: diciembre 2015 Aceptado: enero 2016 Correspondencia Dra. Martha Alvarado Ibarra Centro Médico Nacional 20 de Noviembre Félix Cuevas 540 03229 México, DF [email protected] Este artículo debe citarse como Alvarado-Ibarra M, Cardiel-Silva M, García-Camacho A, González-González L y col. Consenso de leucemia mieloide crónica por hematólogos del ISSSTE. Rev Hematol Mex. 2016 ene;17(1):34-62. www.nietoeditores.com.mx Alvarado-Ibarra M y col. Consenso de leucemia mieloide crónica therapeutic approaches and tips for the best care of patients with CML who are treated in hospitals of this institution. For this purpose an expert group of hematologists working in different institutions of the ISSSTE and in different states of the country met in November 2015. With national and international current scientific evidence and the NCCN and ELN current guidelines so far, this consensus applied to insured population of this institution was developed. KEYWORDS: chronic myeloid leukemia; treatment; tyrosine kinase inhibitors OBJETIVO El Consenso de leucemia mieloide crónica por hematólogos del ISSSTE tiene como objetivo ser un marco de referencia para la toma de decisiones clínicas con base en las recomendaciones sustentadas en la mejor evidencia disponible en la actualidad; tiene como finalidad homologar la conducta y práctica médicas en el tratamiento adecuado de la leucemia mieloide crónica con el propósito de mejorar la seguridad y calidad de la atención de la población. Las diferentes fases de difusión e implementación de las recomendaciones clínicas deben planearlas y supervisarlas debidamente las respectivas instancias normativas y regulatorias de la propia institución, así como de las agencias gubernamentales respectivas. Limitaciones del consenso: este consenso no abarca esta enfermedad en la población pediátrica. Alcance: este consenso está dirigido principalmente a los médicos especialistas en hematología. PROCESO DE ELABORACIÓN DE LA GUÍA Conformación del grupo Para la elaboración de este consenso se invitó a participar a expertos en Hematología que Correspondence Dra. Martha Alvarado Ibarra Centro Médico Nacional 20 de Noviembre Félix Cuevas 540 03229 México, DF [email protected] cumplieran con los criterios de selección, como su conocimiento de la metodología para el desarrollo de estos consensos y experiencia en el tema central del mismo; aceptaron participar 19 especialistas en Hematología, quienes se encargaron de la preparación de las secciones que conforman este consenso. METODOLOGÍA Estudio retrospectivo, realizado con base en el análisis de la información encontrada en PubMed y sitios web especializados en guías de práctica clínica, revisiones sistemáticas, metanálisis y consensos, todos relacionados con leucemia mieloide crónica, publicados en idiomas inglés y español entre enero de 2010 y junio de 2015. Se delineó un plan de trabajo para que al final el documento incluyera: definición, epidemiología, fisiopatología, clasificación, cuadro clínico, criterios diagnósticos, tratamiento y recomendaciones. Este documento reúne la mejor evidencia científica disponible en el momento de su preparación y pretende ser una herramienta útil que agilice la toma de decisiones en el diagnóstico y tratamiento con base en la mejor evidencia científica disponible, las necesidades y preferencias individuales del paciente y la disponibilidad de recursos locales de la institución. 35 Revista de Hematología Todos los participantes en la conformación de este documento recibieron copias de los artículos previamente seleccionados, para que determinaran el nivel de evidencia y grado de recomendación establecidos por las guías NICE. Población objetivo La prevalencia de la leucemia mieloide crónica y sus principales complicaciones han suscitado la elaboración de diferentes documentos enfocados en el tratamiento adecuado de esta enfermedad; sin embargo, no todos los consensos pueden ser válidos para la población. Por ello, los autores definieron los temas para abordar la problemática más frecuente a la que se enfrenta el especialista al momento de tomar la decisión acerca del tratamiento a elegir. 2016 enero;17(1) utilizarse teniendo en cuenta el criterio médico, las necesidades y preferencias de los pacientes y la disponibilidad de los recursos locales. Está diseñado para proporcionar información con base en la mejor evidencia científica disponible en el momento de su elaboración. Es importante insistir en que nuevos resultados de la investigación clínica pueden proporcionar nuevas evidencias que hagan necesario cambiar la práctica usual, incluso antes de que este consenso sea actualizado. Recomendaciones, nivel de evidencia y justificación Este consenso se comunica como una lista de recomendaciones para cada pregunta del tema seleccionado, seguidas por un nivel de evidencia (NE) y grado de recomendación (GR). Desarrollo El proceso de elaboración de este consenso se realizó con la finalidad de garantizar la vigencia y calidad de sus recomendaciones a través de la búsqueda y análisis críticos de la bibliografía actual que pudiera afectar o no su contenido. Se excluyeron temas que, a consideración del grupo, no eran parte del objetivo y alcance del consenso. El sitio web especializado consultado, además de PubMed, fue Imbiomed (Revista de Hematología). La búsqueda se realizó en relación con el término: leukemia myeloid chronic. De inicio se encontraron 97 artículos que se decantaron por el peso específico de la publicación y quedaron solamente 44 que se utilizaron para la elaboración de este consenso. Exoneración de responsabilidades Este documento es sólo un consenso cuyo propósito es mejorar las decisiones médicas y debe 36 Niveles de evidencia para estudios de tratamiento La información compartida en este Consenso está jerarquizada según la escala del National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE), luego del análisis crítico de la bibliografía científica. Por ello, se observará que luego de cada afirmación o declaración importante se añade el nivel de evidencia científica (NE) de la que se disponía en el momento. Los niveles de evidencia considerados en este consenso se comunican en el Cuadro 1. Recomendaciones del consenso para estudios de tratamiento Las recomendaciones finales también se elaboraron luego del análisis crítico de la bibliografía científica y están jerarquizadas según la escala NICE. En caso de adopción y adaptación de las guías de práctica clínica internacionales, las evidencias y recomendaciones se gradaron de acuerdo con la escala original usada, especifi- Alvarado-Ibarra M y col. Consenso de leucemia mieloide crónica Cuadro 1. Niveles de evidencia (NICE) 1++ Metanálisis de gran calidad, revisiones sistematizadas de ensayos clínicos con asignación al azar o ensayos clínicos con asignación al azar con muy bajo riesgo de sesgos 1+ Cuadro 2. Grados de recomendación (NICE) A Al menos un metanálisis o un ensayo clínico con asignación al azar categorizados como 1++, que sea directamente aplicable a la población objetivo, o una revisión sistematizada o un ensayo clínico con asignación al azar o un volumen de evidencia con estudios categorizados como 1+, que sea directamente aplicable a la población objetivo y demuestre consistencia de los resultados. Evidencia a partir de la apreciación de NICE B Un volumen de evidencia que incluya estudios calificados de 2++ que sean directamente aplicables a la población objetivo y que demuestren globalmente consistencia de los resultados, o extrapolación de estudios calificados como 1++ o 1+ C Un volumen de evidencia que incluya estudios calificados de 2+ que sean directamente aplicables a la población objetivo y que demuestren globalmente consistencia de los resultados o extrapolación de estudios calificados como 2++ Metanálisis de gran calidad, revisiones sistematizadas de ensayos clínicos con asignación al azar o ensayos clínicos con asignación al azar con bajo riesgo de sesgos 1- Metanálisis de gran calidad, revisiones sistematizadas de ensayos clínicos con asignación al azar o ensayos clínicos con asignación al azar con alto riesgo de sesgos* 2++ Revisiones sistematizadas de alta calidad de estudios de cohortes o de casos-controles, o estudios de cohortes o de casos-controles de alta calidad, con muy bajo riesgo de confusión, sesgos o azar, alta probabilidad de que la relación sea causal 2+ Estudios de cohortes o de casos-controles bien realizados, con bajo riesgo de confusión, sesgos o azar y moderada probabilidad de que la relación sea causal. 2Estudios de cohortes o de casos y controles con alto riesgo de sesgo* 3 Estudios no analíticos, como informe de casos y series de casos 4 Opinión de expertos Cuadro adaptado del publicado por la Scottish Intercollegiate Guidelines Network (SIGN) en 2009. National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE). The guidelines manual 2012 [citado 29 Nov 2015]. Disponible en: http://www.nice.org.uk/article/pmg6/resources/ non-guidance-the-guidelines-manual-pdf. *Los estudios con nivel de evidencia “1-” o “2-“ no deben usarse como base para elaborar una recomendación, por su alto potencial de sesgo. cando la guía correspondiente. En este consenso, luego de cada recomendación final se añade el grado asignado (GR), según la escala que se comunica en el Cuadro 2. GENERALIDADES La leucemia mieloide o mielógena crónica es una neoplasia mieloproliferativa de naturaleza clonal originada en las células madre hematopoyéticas, caracterizada por la existencia de una traslocación genética entre los cromosomas 22 y 9 (denominado cromosoma Filadelfia [Ph]).1 Esta traslocación resulta en un oncogén llamado BCR-AB (Breakpoint cluster region-Abelson D Evidencia niveles 3 o 4, o extrapolación de estudios calificados como 2+ o consenso formal CGE Consenso general de expertos Cuadro adaptado del publicado por la Scottish Intercollegiate Guidelines Network (SIGN) en 2009. National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE). The guidelines manual 2012 [citado 29 Nov 2015]. Disponible en: http://www.nice.org.uk/article/pmg6/resources/ non-guidance-the-guidelines-manual-pdf. murine leukemia), que codifica una oncopoteína (p210 y más raramente, p190 y p230),2 conocida como tirosina cinasa que activa una serie de vías de transducción de señales que afectan el crecimiento y supervivencia de las células hematopoyéticas,1,3 donde se incrementa la proliferación, afecta la diferenciación y bloquea la apoptosis de las mismas (Figuras 1 y 2).1,4 El sello distintivo de la leucemia mieloide crónica es el cromosoma Filadelfia [Ph], mismo que se encuentra en la mayoría de los pacientes. La fusión del ARNm (b2a2 o b3a2) se traduce en una proteína quimérica de 210 kDa llamada p210 BCR/ABL. Las regiones del punto de interrupción de otras fusiones de genes en la leucemia, como PML/RARa son diferentes en mestizos mexicanos y latinoamericanos, en comparación con los caucásicos, y estas observaciones han conducido a especulaciones de la posible susceptibilidad 37 Revista de Hematología 2016 enero;17(1) regiones del punto de interrupción del gen BCR/ ABL en pacientes con PH1 (+) no son diferentes de los pacientes caucásicos.5 Figura 1. Cromosoma Filadelfia y oncoproteínas relacionadas. Puntos de ruptura y translocación de BCR-ABL. Estructura de los genes BCR-ABL que indican con flechas los tres diferentes sitios de ruptura del gen BCR. En la parte inferior se indican las proteínas producto de cada sitio de ruptura y translocación: mBCR genera p190BCRABL (característico de LLA: leucemia linfoblástica aguda), M-BCR genera p210BCR-ABL (característico de LMC: leucemia mieloide crónica) y muBCR genera p230BCR-ABL (característico de LNC: leucemia neutrofílica crónica). Tomada de la referencia 4. Figura 2. Cromosoma Filadelfia. Tomada de la referencia 1. genética a sufrir ciertas formas de leucemia, específicamente leucemia promielocítica aguda.5 En un estudio de las muestras positivas para la fusión del gen BCR/ABL de 238 pacientes con leucemia mieloide crónica efectuado en los laboratorios clínicos de Puebla, Puebla, en el periodo de junio de 1994 a enero de 2004, se identificaron 132 mujeres y 106 hombres, en los que el subtipo b3a2 fue el más prevalente (54%), seguido del subtipo b2a2 (43%) y el subtipo b3a2/b2a2 fue el menos frecuente (2%). En este estudio se demostró que la prevalencia de leucemia mieloide crónica no es diferente en los mexicanos mestizos, en comparación con otras poblaciones, y que las 38 Las células BCR-ABL positivas son genéticamente inestables y son propensas a desarrollar anormalidades genómicas múltiples y heterogéneas, que ocasionan la transformación del fenotipo leucémico de crónico a agudo y progresa de la fase crónica a las fases aceleradas y blástica. Un evento importante asociado con la progresión es el desarrollo de mutaciones en el dominio cinasa del gen BCR-ABL, lo que causa resistencia de los inhibidores de la tirosina cinasa.2 La leucemia mieloide crónica afecta a sujetos alrededor de los 67 años;3 sin embargo, en nuestro país la media de edad es de 40 años; por ejemplo, en el artículo publicado por López-Hernández y colaboradores reportaron una media de 43 años con límites de edad de 15 a 86 años;6 en otro artículo de la epidemiología de la leucemia mieloide crónica en México, Cervera-Ceballos y su grupo reportaron una mediana de edad de 41.4 años con límites de 12 a 82 años.7 En la mayor parte de los estudios clínicos la mediana de edad al diagnóstico es de 55 a 60 años; sin embargo, el intervalo de edad en países en vías de desarrollo, como Brasil, Pakistán y México, es de 35 a 44 años, como lo explica Aguayo-González en su artículo publicado en 2012.8 En otro estudio de datos epidemiológicos efectuado en el Centro Médico Nacional de Occidente (IMSS) de Guadalajara, Jalisco, México, Ibarra-Hernández y colaboradores publicaron que la media de edad en ese estudio fue de 39 años.9 Gracias a los nuevos tratamientos, la leucemia mieloide crónica ha pasado de ser una enfermedad fatal a una enfermedad crónica. Epidemiología En Estados Unidos, la leucemia mieloide crónica representa 15% de las leucemias en el adulto, Alvarado-Ibarra M y col. Consenso de leucemia mieloide crónica con incidencia de 1 a 2 casos/100,000 adultos, con 6,660 nuevos casos en 20151,3 y prevalencia en 2010 de 70,000 casos y se espera que haya un incremento de 112,000 para el año 2020.1 En 2015 se calculó una mortalidad de 1,140 pacientes.3 En México, las leucemias en general representan 4% (6,325 casos) de incidencia de todos los cánceres, con mortalidad de 5% (4,264 casos) y prevalencia a cinco años de 2% (6,100), reportado en el GLOBOCAN 2012 (Estimated Cancer Incidence, Mortality and Prevalence Worldwide in 2012, Cuadro 3).10 En México, la incidencia y prevalencia no son datos que se tengan de manera confiable debido a la ausencia de un registro nacional de la enfermedad; sin embargo, los hospitales institucionales de mayor concentración tienen datos confiables de acuerdo con su población de cobertura de atención y otros reportes de diversos centros a nivel nacional.11 Cuadro 3. Incidencia y mortalidad entre hombres y mujeres con leucemia mieloide crónica en comparación con todos los cánceres en México10 Incidencia Mortalidad Prevalencia a cinco años Hombres adultos (quinto lugar de incidencia de leucemia mieloide crónica y sexta causa de muerte de todos los cánceres) Mujeres adultas (séptimo lugar de incidencia de leucemia mieloide crónica y octava causa de muerte de todos los cánceres) 5% (3,363 casos) 6% (2,280 casos) 2% (3,105 casos) 4% (2,962 casos) 5% ( 1,984 casos) 1% (2,995 casos) Total (octavo lugar de incidencia de leucemia mieloide crónica y octavo lugar de mortalidad de todos los cánceres) 4% (6,235 casos) 5% (4,264 casos) 2% (6,100 casos) Adaptado de la referencia 10. En México existen diferencias significativas de la leucemia mieloide crónica en comparación con los países industrializados. Es la leucemia crónica más frecuente con una relación aproximada de 3 a 1 en comparación con la leucemia linfocítica crónica. La incidencia de la enfermedad es menor a 1 por cada 100,000 habitantes/ año y la mediana de edad al diagnóstico es, al menos, una década menor.11 En el hospital de especialidades del IMSS de la ciudad de Puebla, México, en 2013 se diagnosticaron y trataron 236 pacientes nuevos con neoplasias hematológicas, de los que 11 pacientes (4%) tuvieron leucemia mieloide crónica. Este hospital reportó una incidencia de 13 casos en promedio por año (2008, 10 casos nuevos; 2009, 13 casos nuevos; 2010, 15 casos nuevos; 2011, 14 casos nuevos; 2012, 16 casos nuevos; 2013, 11 casos nuevos).12 Cuadro clínico Entre 30 y 50% de los pacientes con leucemia mieloide crónica diagnosticados en Estados Unidos están asintomáticos y generalmente el diagnóstico se realiza por exámenes de laboratorio de rutina.13 Los síntomas son inespecíficos y no son frecuentes e incluyen: pérdida de peso, astenia, fiebre, diaforesis, dolor en el hipocondrio izquierdo, saciedad temprana y malestar general; en aproximadamente 40% de los casos el diagnóstico es fortuito con base en conteos sanguíneos anormales (Cuadro 4). En la exploración física se encuentra esplenomegalia en más de 50% de los pacientes. En el conteo diferencial de sangre se encuentra leucocitosis con basofilia y con granulocitos inmaduros (metamielocitos, mielocitos, promielocitos y mieloblastos). La anemia severa es rara y es frecuente la trombocitosis. Los recuentos sanguíneos con diferencial son muy importantes para la distinción entre las fases crónica, acelerada y blástica.2 39 Revista de Hematología 2016 enero;17(1) Cuadro 4. Signos y síntomas de la leucemia mieloide crónica13 Comunes Poco frecuentes Síntomas leucostáticos Anemia, esplenoHemorragia Disnea, mareo, megalia, fatiga, Trombosis pérdida de pérdida de peso, Artritis gotosa coordinación y malestar, saciedad Priapismo confusión temprana, dolor Hemorragia retien el cuadrante niana superior izquierdo Úlceras y sangrado del abdomen. gastrointestinal Esplenomegalia (50 alto. La hepatomea 60% de los casos) galia es rara Adaptado de la referencia 13. El conocimiento de la progresión de la enfermedad de la fase crónica a la fase blástica es relevante para el tratamiento y el pronóstico.2 Diagnóstico El diagnóstico comúnmente se establece durante la fase crónica de la enfermedad (incluso en 90% de los pacientes).4 El diagnóstico requiere una historia clínica completa con exploración física, que incluye palpación y medición del bazo (centímetros por debajo del borde costal izquierdo), biometría hemática completa que incluya diferencial y cuenta plaquetaria, perfil bioquímico, aspirado de médula ósea con biopsia (revisión de la morfología, porcentaje de blastos y de basófilos; citogenética, FISH), reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real (RT-PCR) cuantitativa usando la escala internacional (en sangre o médula ósea), determinar la escala de riesgo, HLA (human leukocyte antigen) si se considera trasplante de células hematopoyéticas (NE 2+, GR A).3 Antes de iniciar el tratamiento, a todos los pacientes debe realizárseles aspirado de médula ósea y biopsia de hueso (para descartar fase blástica, obligado ante sospecha de progresión), 40 para establecer el diagnóstico y tener una muestra para el estudio citogenético y estadificar la enfermedad (NE 2+, GR B).13 Cuadro 5 Los recuentos sanguíneos con diferencial son muy importantes para el cálculo del riesgo (pronóstico). El riesgo relativo de un paciente con leucemia mieloide crónica puede calcularse usando datos clínicos y hematológicos evaluados antes de iniciar el tratamiento (NE 2+, GR C).2 Éstos son tres sistemas de evaluación: Sokal, desarrollado en 1984 en la era de la quimioterapia convencional; EURO, que se obtuvo en 1998 de pacientes tratados con interferón alfa, y EUTOS (European Treatment and Outcome Study), que se obtuvo recientemente (2011) de los pacientes tratados con imatinib. La puntuación de riesgo de EUTOS es más simple y en los pacientes tratados con imatinib tiene un valor pronóstico, porque los que tienen puntuación mayor a 87 son pacientes con alto riesgo de no alcanzar respuesta citogenética completa a los 18 meses de tratamiento (Cuadro 6).15 Su valor predicCuadro 5. Definiciones de la leucemia mieloide crónica en fase acelerada y blástica de acuerdo con los criterios de la Organización Mundial de la Salud14 Fase acelerada • • • • • Blastos 10 a 19% en • sangre periférica, médula ósea o ambas Basófilos >20% en • sangre periférica Trombocitopenia per- • sistente (<100x109/L) no relacionada con el tratamiento o trombocitosis persistente (>100x109/L) sin respuesta al tratamiento Esplenomegalia progresiva e incremento de leucocitos sin respuesta al tratamiento Evidencia citogenética de evolución clonal* Fase blástica Blastos >20% en sangre periférica, médula ósea o ambas Proliferación extramedular Grandes focos o acumulaciones de blastos en biopsia de médula ósea *Evolución clonal: +8, +19, +Ph (3;9;22) (17;9;22), doble cromosoma Filadelfia.15 Adaptado de la referencia 14. Alvarado-Ibarra M y col. Consenso de leucemia mieloide crónica Cuadro 6. Comparación de los tres sistemas para el riesgo relativo de un paciente con leucemia mieloide crónica2,3,15 Sokal y su grupo Edad (años) EURO EUTOS 0.116 (edad -43.4) 0.666 cuando la edad es mayor NA de 50 Tamaño del bazo (cm) 0.345 x (tamaño del bazo -7.51) 0.042 x tamaño del bazo 4 x tamaño del bazo Cuenta de plaquetas (x109/L) 0.188 x [(plaquetas/700)2- 0.563] 1.0956 cuando las plaquetas ≥1500 NA Blastos (%) 0.887 x (% blastos -2.10) 0.0584 x % blastos NA Basófilos (%) NA 0.20399 cuando los basófilos >3% 7 x % basófilos Eosinófilos (%) NA 0.0413 x % eosinófilos NA Riesgo relativo Exponencial del total Total x 1,000 Total Bajo <0.8 Menor o igual a 780 Mayor o igual 87 Intermedio 0.8 a 1.2 781 a 1,480 NA Alto >1.2 >1480 >87 NA: no aplica. Adaptado de las referencias 2, 3 y 15. tivo se confirmó en un estudio de validación con 2,060 pacientes incluidos en estudios de primera línea con imatinib; sin embargo, el valor predictivo no se ha confirmado en estudios subsecuentes, por lo que se necesitan más estudios para confirmar sus resultados.3 La medición del bazo es por palpación manual y se expresa como la máxima distancia del reborde costal.2 Tratamiento inicial de primera línea El objetivo del tratamiento de la leucemia mieloide crónica es inducir remisiones citogenéticas y moleculares.16 Sin tratamiento, la leucemia mieloide crónica progresa inevitablemente desde una fase crónica hasta una fase aguda o blástica como leucemia mieloide o linfoide aguda;17 antes del año 2000, la supervivencia era menor de 65%; sin embargo, con el interferón alfa y el trasplante alogénico de células madre hematopoyéticas se incrementó1 y sólo 40% (entre 20 y 44 años de edad) permanecía vivo cinco años después del diagnóstico con resultados significativamente menores en mayores de 65 años.18 Los inhibidores de la tirosina cinasa (TKI, por sus siglas en inglés, tyrosine kinase inhibitor), cuyo blanco terapéutico es BRC/ABL, fueron aprobados por la Dirección de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) en el tratamiento de la leucemia mieloide crónica desde 2001; son altamente efectivos y cambian drásticamente el curso de la enfermedad,18 con supervivencia actual a ocho años de 87%.1 Su recomendación se basa en la eficacia antileucémica en cualquiera de las fases de la enfermedad (CGE). En la actualidad están disponibles: imatinib, nilotinib, dasatinib, bosutinib y ponatinib; en México sólo se dispone de los tres primeros. La elección de cada uno dependerá de variables importantes, como: accesibilidad, toxicidad, riesgo calculado de evolución (estratificación de riesgo de Sokal o Hasford), comorbilidades y tolerancia.19 Tratamiento de la leucemia mieloide en fase crónica Existen múltiples inhibidores de tirosina cinasa para pacientes de diagnóstico reciente; sin embargo, cada uno tiene distinto perfil de toxicidad, lo que debe considerarse cuando se elige alguno de ellos (Cuadro 8), así como el riesgo de evolución; por ejemplo, es preferible considerar nilotinib o dasatinib en pacientes de riesgo de Sokal o Hasford intermedio y alto (CGE). 41 Revista de Hematología 2016 enero;17(1) Cuadro 7. Criterios de respuesta15 Respuesta hematológica Respuesta citogenética* Cuadro 8. Consideraciones especiales para la elección de un inhibidor de tirosina cinasa19-21 Respuesta molecular** Completa (RCC): Mayor Completa: metafases Ph+ 0% (RMM)*** Plaquetas BCR-ABL <450x109/L menor o igual Leucocitos a 0.1% <10x109/L Sin presencia Parcial (RCP): Completa de granulocitos metafases Ph+ 1-35% (RMC): Menor (RCm): inmaduros Transcritos de metafases Ph+ 36-65% BCR-ABL no Basófilos <5% Mínima (RCmin): Bazo no palpable cuantificables metafases Ph+66-95% o indetectaSin respuesta: bles**** metafases Ph+ >95% RC mayor (RCM) = RCP + RCC Adaptado de la referencia 15. *Si las metafases en médula ósea no pueden obtenerse o evaluarse por bandeo cromosómico, la definición de RCC debe basarse en los resultados de FISH en interfase, siempre que se haga con sistema bicolor de doble fusión BCR-ABL1 o sondas para hibridación in situ, con al menos 200 núcleos analizados. ** Para evaluar de manera estandarizada la respuesta molecular, se recomienda la conversión de los resultados de cada uno de los laboratorios a la escala internacional con la que se corrige la variabilidad de los ensayos en los distintos laboratorios. ***El valor basal estandarizado representa 100% en la IS: 0.1% de BCR-ABL/gen control=reducción de 3 log respecto al valor basal estandarizado. ****Transcritos (ARNm) BCR-ABL no detectables mediante RQ-PCR o anidada en dos muestras de sangre periférica consecutivas de buena calidad. El tratamiento de primera, segunda, tercera y otras líneas se muestra en el Cuadro 9. El tratamiento de la leucemia mieloide crónica en fase acelerada o blástica se muestra en el Cuadro 10. Tratamiento de la leucemia mieloide crónica con hiperleucocitosis, trombocitosis o ambas El Consenso General de Expertos (CGE) recomienda considerar lo siguiente: • En leucocitosis sintomática, considerar hidroxicarbamida, leucocitoféresis o inhibidor de tirosina cinasa. 42 Inhibidor de la No se recomienda su administración tirosina cinasa en: Imatinib Nilotinib Dasatinib Hepatopatía, nefropatía (ajustar dosis), administración de anticoagulantes, retención de líquidos Hipocalemia, hipomagnesemia, síndrome QT largo o arritmias ventriculares, intolerancia a la lactosa, enfermedad vascular cerebral y enfermedad arterial periférica, hepatopatía (ajustar dosis) Riesgo alto de derrame pleural (enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia cardiaca congestiva, hipertensión arterial sistémica, hipertensión arterial pulmonar), hemorragias (por administración de anticoagulantes orales y antiagregantes plaquetarios) Bosutinib y ponatinib aún no cuentan con un perfil de toxicidad bien establecido. Adaptado de las referencias 19, 20 y 21. Cuadro 9. Tratamiento de primera, segunda, tercera y otras líneas3,22 Primera línea Imatinib o nilotinib o dasatinib Tipificación de HLA en pacientes y en hermanos de pacientes de alto riesgo, CCA/Ph+ Segunda línea, intolerancia al primer inhibidor de tirosina cinasa Administrar cualquiera de los otros de primera línea disponibles Segunda línea, falla a imatinib* Nilotinib o dasatinib o bosutinib o ponatinib Segunda línea, falla a nilotinib* Dasatinib o bosutinib o ponatinib Segunda línea, falla a dasatinib* Nilotinib o bosutinib o ponatinib Tercera línea, falla o intolerancia a segundo inhibidor de tirosina cinasa* Cualquiera de los otros inhibidores restantes Mutación T315I* Ponatinib Falla a tercera línea * Omacetaxina Ensayo clínico HLA: antígeno leucocitario humano *Tipificación HLA de paciente y hermanos, considerar trasplante alogénico. CCA/Ph+, anomalías cromosómicas clonales en células Ph+. Adaptado de las referencias 3 y 22. Alvarado-Ibarra M y col. Consenso de leucemia mieloide crónica Cuadro 10. Tratamiento de la leucemia mieloide crónica en fase acelerada o blástica4,23 Fase Pacientes recién diagnosticados, que no han recibido tratamiento con inhibidores de tirosina cinasa Tratamiento Imatinib a dosis de 600 mg una vez al día Dasatinib a dosis de 50 mg dos veces al día o 150 mg una vez al día* Quimioterapia previa a alotrasplante Cualquiera de los inhibidores de Pacientes en fase cró- tirosina cinasa que no se hayan nica, pretratados con administrado previamente. inhibidores de tirosina Ponatinib, en caso de mutación cinasa con progresión T315I** Quimioterapia previa a alotrasplante *En México sólo está comercializada la presentación de 50 mg. La dosis recomendada en la bibliografía internacional es de 70 mg dos veces al día o 140 mg una vez al día. **En ausencia de ponatinib se sugiere agregar interferón pegilado o hidroxiurea y considerar trasplante. Adaptado de las referencias 4 y 23. • En trombocitosis sintomática, considerar: hidroxicarbamida, antiagregantes plaquetarios, anagrelide, leucocitoféresis. • La evaluación de la eficacia terapéutica de los inhibidores de la tirosina cinasa se basa en la vigilancia citogenética y molecular, que constituye la base de los criterios actuales de respuesta, incidiendo en la supervivencia global y libre de enfermedad. Imatinib representa una revolución en el tratamiento de la leucemia mieloide crónica; se observan impresionantes tasas de respuesta citogenética completa, adecuada supervivencia global a largo plazo y buena tolerabilidad, lo que lo ha convertido en el patrón de referencia del tratamiento y el más prescrito como primera línea para pacientes con leucemia mieloide crónica en fase crónica a dosis de 400 mg/día (NE 2+, GR C).24 Con el tratamiento de imatinib, la ocurrencia de la progresión cae de una tasa esperada de aproximadamente 15% por año a una tasa de 2 a 3% por año, sólo para los primeros dos a tres años de tratamiento y durante los siguientes años; la progresión es ocasional debido a la reducción de la masa leucémica, resultado de la aparente desaparición del clon leucémico y también del hecho de que imatinib inhibe la actividad de la tirosina cinasa de BRC-ABL.24 En el estudio internacional con distribución al azar con interferón y STI571 (IRIS: International Randomized Study Interferon and STI571) se demostró una importante efectividad del imatinib en pacientes recientemente diagnosticados con leucemia mieloide crónica en fase crónica. A los 18 meses la tasa de respuesta citogenética completa en pacientes tratados con imatinib fue de 76 contra 15% (p<0.001) en pacientes tratados con interferón (IFN) más citarabina. A los siete años de seguimiento, los pacientes con distribución al azar en el brazo de imatinib que continuaron el tratamiento mostraron una respuesta hematológica y citogenética duradera con tasas bajas de progresión a una fase acelerada o crisis blástica y excelentes resultados de supervivencia, con tasa de supervivencia global de 86%. Las tasas de recaída o progresión fueron bajas en los pacientes tratados con imatinib, con supervivencia global libre de enfermedad de 81%. El estudio IRIS fue el primero con distribución al azar en demostrar la importancia pronóstica de la vigilancia de transcripciones BCR-ABL mediante reacción en cadena de la polimerasa cuantitativa en tiempo real. Los pacientes en el grupo de imatinib tuvieron una reducción en el nivel de transcripciones de BRC-ABL menor de 3 log, en comparación con el basal estandarizado de riesgo de progresión en los siguientes 12 meses. La reducción de 3 log en BRC-ABL se definió como una respuesta molecular mayor.25 Con un seguimiento de más de siete años, los niveles de transcripción de BRC-ABL continuaron disminuyendo en los pacientes que respondieron y que permanecieron en el grupo de imatinib. 43 Revista de Hematología Los niveles de transcripción de BRC-ABL a los 6, 12 y 18 meses fueron predictores a largo plazo de supervivencia libre de evento y libre de progresión de fase acelerada o crisis blástica a 12 meses y predictivo por las altas tasas de supervivencia libre de evento a 84 meses. A 18 meses la respuesta molecular mayor se asoció con mejoría en la supervivencia libre de evento, incluso con reducción de 2 a 3 log de BRC-ABL (BRC-ABLIS menor a 0.1% a menor o igual a 1%). Este estudio muestra una asociación estrecha entre el grado en que la transcripción de BCR-ABL se reduce por el tratamiento y los resultados clínicos a largo plazo, por lo que apoya el uso de las mediciones moleculares como seguimiento para determinar la respuesta óptima al tratamiento.25 Nilotinib (300 mg, dos veces al día) y dasatinib (100 mg, una vez al día) son inhibidores de tirosina cinasa de segunda generación aprobados y registrados como tratamiento de primera línea y están incluidos en las guías ELN y NCCN. Estos inhibidores de tirosina cinasa fueron primeramente aprobados como de segunda línea para pacientes intolerantes o resistentes al imatinib.24 La eficacia y toxicidad de nilotinib a dosis de 400 mg dos veces al día se evaluó en el estudio GIMEMA. Los resultados obtenidos en 73 nuevos casos diagnosticados con leucemia mieloide crónica en fase crónica en este estudio mostraron que se lograron respuestas citogenéticas completas (CCyR: complete cytogenetic response) a los tres meses en 78% de los pacientes y en 96% a los seis meses, mientras que la tasa de respuesta molecular mayor (MMR: major molecular response) observada fue de 52 y 66% a los tres y seis meses, respectivamente, y de 85% a los 12 meses.24 En el estudio ENESTnd (fase 3, con distribución al azar, abierto, multicéntrico) se comparó la eficacia y seguridad de nilotinib con imatinib en pacientes recién diagnosticados con leucemia 44 2016 enero;17(1) mieloide crónica, a los que se les siguió durante cinco años. Se incluyeron 846 pacientes con distribución al azar en tres grupos: nilotinib 300 mg, dos veces al día (n=282); nilotinib 400 mg, dos veces al día (n=281); imatinib 400 mg, una vez al día (n=283). La respuesta molecular mayor a 12 meses fue significativamente más alta para el grupo de nilotinib (44%) que para imatinib (22%), p menor a 0.0001. Nilotinib a dosis de 300 mg dos veces al día fue aprobado por la FDA y EMA como tratamiento de primera línea. Al comparar nilotinib a dosis de 300 mg dos veces al día contra imatinib a dosis de 400 mg una vez al día durante tres meses, 91% de los pacientes en el grupo de nilotinib contra 67% en el grupo de imatinib logró niveles de transcripción de BCR-ABL menor o igual a 10 y 56% contra sólo 16% de los pacientes que lograron niveles de transcripción BCR-ABL menores o iguales a 1%.24 Nilotinib es un derivado del imatinib con mayor especificidad contra la actividad de la cinasa de BCR-ABL,26 aprobado para el tratamiento de pacientes con leucemia mieloide crónica Ph+ recién diagnosticada en fase crónica o fase acelerada o en fase crónica resistente o intolerante al tratamiento previo, incluido imatinib.27 A lo largo de los seis años de seguimiento en el ensayo pivotal de primera línea de nilotinib contra imatinib en pacientes con leucemia mieloide crónica en fase crónica (ENESTnd), nilotinib mostró eficacia superior sobre imatinib, respuestas moleculares más tempranas y profundas. ENESTnd logró su objetivo primario, con tasas estadísticamente significativamente más altas de respuesta molecular mayor (BCR- ABL1 menor o igual a 0.1% en la Escala Internacional) a los 12 meses con nilotinib a dosis de 300 mg dos veces al día. La progresión a fase acelerada o blástica tendió a ser menos común con nilotinib contra imatinib. El perfil de seguridad de nilotinib es distinto al de imatinib. En el estudio Alvarado-Ibarra M y col. Consenso de leucemia mieloide crónica ENESTnd, la náusea, la diarrea y los espasmos musculares fueron los efectos adversos más comunes reportados con imatinib, mientras que la erupción cutánea y la cefalea fueron los efectos adversos más comunes con nilotinib. Los eventos cardiovasculares también fueron más frecuentes con nilotinib, aunque no destacaron entre los eventos adversos más comunes.27 DASISION fue un estudio fase 3, con distribución al azar, abierto, multicéntrico que comparó la eficacia y seguridad de dasatinib a dosis de 100 mg una vez al día contra imatinib a dosis de 400 mg una vez al día, como primera línea de tratamiento para pacientes recientemente diagnosticados con leucemia mieloide crónica, con seguimiento a cinco años. El criterio de evaluación primaria era la respuesta citogenética completa a los 12 meses, que fue significativamente mayor para dasatinib (83%, p<0.0001) y para imatinib (72%), lo que permitió que dasatinib fuera aprobado como tratamiento de primera línea por la FDA y EMA.24 La dosis de imatinib de 400 mg diarios es la primera línea de tratamiento para pacientes con leucemia mieloide crónica en fase crónica. Se realizó una revisión sistemática y un metanálisis de estudios con distribución al azar que comparó 400 mg diarios con dosis más altas (mayores o iguales a 600 mg diarios) de imatinib. Se incluyeron cuatro estudios con 1,673 pacientes. Aunque los resultados con dosis altas de imatinib fueron mejores, se necesitan estudios con seguimiento a largo plazo para seguir evaluando la eficacia de imatinib a altas dosis (NE 1+, GR A).28 En México, imatinib sigue siendo el fármaco de primera elección en todas las fases de la enfermedad en la mayor parte de las instituciones, a excepción del ISSSTE, PEMEX y obviamente a nivel privado (Cuadro 11).11 La era de los inhibidores de tirosina cinasa incluye tres tipos de estudios: a) ensayos clínicos internacionales fases 2 y 3 (ver sección Cambio a tratamiento de segunda línea), b) experiencia nacional y c) programas de uso compasivo11 (ver sección Cambio a tratamiento de segunda línea). El servicio de Hematología del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, del ISSSTE, en la Ciudad de México, publicó su experiencia de 20 años en el tratamiento de la leucemia mieloide crónica. El objetivo del estudio observacional, longitudinal, retrospectivo, descriptivo y comparativo fue analizar los resultados obtenidos con diferentes tipos de tratamiento en pacientes con leucemia mieloide crónica Ph+ de novo, mayores de 15 años atendidos en ese hospital en el periodo de 1990 a 2011 (Cuadro 12).6 Entre las conclusiones de ese estudio se mencionan: “Nuestra experiencia claramente muestra que los inhibidores de tirosina cinasa representan la mejor opción para pacientes con leucemia mieloide crónica”. La supervivencia global a 200 meses casi dobla la lograda con trasplante de células progenitoras hematopoyéticas. Aunque sólo un tercio de los pacientes que recibieron inhibidores de la tirosina cinasa logró respuesta molecular mayor y 60% alcanzó respuesta citogenética completa, menos de 10% tuvo progresión de la enfermedad. “En nuestro grupo, la experiencia más amplia fue con imatinib, creemos que en un futuro próximo los inhibidores de tirosina cinasa serán considerados la columna vertebral del tratamiento de la leucemia mieloide crónica”. Su combinación con otros fármacos, como interferón pegilado y citarabina, es una opción que podría ofrecer mayor eficacia sin incremento en la toxicidad.6 Vigilancia citogenética y molecular La leucemia mieloide crónica es el prototipo de enfermedad en el que la biología molecular puede usarse como herramienta para la evaluación de los enfoques terapéuticos. El método 45 Revista de Hematología 2016 enero;17(1) Cuadro 11. Experiencia en México11 (Continúa en la siguiente página) Tipo de estudio Centro Ensayo clínico con distribución al azar que comparó imatinib con imatinib-citarabina en el tratamiento de primera línea de pacientes con leucemia mieloide crónica Ph+11 Instituto Nacio- 99 pacientes de los que 57 La tasa de respuesta citogenética completa fue nal de Ciencias habían recibido imatinib. Me- muy favorable para imatinib contra los demás Médicas y Nu- diana de edad: 37 años tratamientos trición Salvador Zubirán Grupo GIRAP de leucemia Instituto Nacional de mieloide crónica11 Cancerología (INCan) Experiencia con trasplante no mieloablativo en leucemia mieloide crónica en comparación con imatinib en 200811 Número de pacientes 417 pacientes en todas las fases Sin diferencia en supervivencia en los pacientes de la enfermedad (con predo- tratados en fase crónica temprana o tardía ni minio de la fase crónica), cerca por riesgo de Sokal de la mitad eran del INCan. Mediana de edad: 39 años Dos institucio- 72 pacientes (22 trasplantados) nes, una en Puebla y otra en Monterrey, IMSS 38 pacientes: 50% sexo masculino; mediana de edad: 43.4 años. Riesgo de Sokal: 68% bajo, 26% intermedio, 5% alto. Sin diferencia en la supervivencia a siete años de tratamiento. De acuerdo con su discusión de costos muy favorable para el trasplante no mieloablativo Estudio descriptivo y retrospectivo realizado de marzo de 2003 a julio de 2011. Establecer la respuesta citogenética en leucemia mieloide crónica tratada con imatinib medida en cualquier momento del tratamiento y su relación con la supervivencia libre de progresión30 Hospital General de Occidente, Universidad de Guadalajara, Jalisco, México 70 pacientes con leucemia mieloide crónica en fase crónica tratados con 400 mg de imatinib. Se midió la profundidad de la respuesta citogenética, apego al tratamiento, comorbilidad, escala de Sokal y supervivencia libre de progresión Se realizaron estudios citogenéticos con mediana de 11 meses, 84% de los pacientes alcanzó respuesta citogenética completa, 10% respuesta citogenética parcial (respuesta molecular completa, 95%) y 6% no alcanzó ninguna respuesta. La supervivencia libre de progresión tuvo mediana de 33 meses. La supervivencia global fue de 98%. A mayor tiempo de tratamiento, mayor posibilidad de alcanzar respuesta citogenética completa Estudio para evaluar la respuesta citogenética temprana y su correlación con la respuesta molecular, tratados con imatinib y dasatinib31 Varios centros LAOH, SC y Hematología integral, IMSS, ISSSTE, SSA 50 pacientes con leucemia mieloide crónica en fase crónica. Imatinib (38 pacientes), dasatinib (12 pacientes); mediana de edad: 48 años; 22 hombres y 28 mujeres; tiempo de seguimiento: 6 a 48 meses 6 a 12 meses de evolución: 35 pacientes (70%) tuvieron respuesta citogenética completa (RCC), 10 (20%) respuesta parcial y 5 (10%) sin respuesta. Los casos de RCC tempranas se asociaron con mayor porcentaje de respuesta molecular completa confirmada y estable a los 48 meses de seguimiento. Los casos de RCC adquirida después de ocho meses de tratamiento logran respuesta molecular mayor subóptimas e inestables con gran probabilidad de perder la RCC Estudio ambiespectivo cuasiexperimental de pacientes con leucemia mieloide crónica tratados con triple esquema: interferón pegilado alfa 2 a 90 µg SC/semana x 4 + imatinib 800 mg VO /día x 30 días + citarabina 20 mg/m2 día 1-1029 para identificar la proteína de fusión BCR/ABL es capaz de detectar una célula maligna en 105 células normales, es decir, tiene sensibilidad de 10. Con esta metodología fuimos capaces de 46 Resultados 97% de los pacientes obtuvo respuesta hematológica completa 68% (26 pacientes) obtuvo respuesta molecular mayor a los 12 meses, con seguimiento de 59.6 meses Sin diferencia por grupos de riesgo de Sokal, persistencia de la respuesta molecular mayor en 84% de los pacientes y una respuesta molecular completa de 46% a cinco años de seguimiento encontrar que sólo en la sangre periférica de trasplantes alogénicos de células madre pudieron dar remisiones moleculares en pacientes con leucemia mieloide crónica.16 Alvarado-Ibarra M y col. Consenso de leucemia mieloide crónica Cuadro 11. Experiencia en México11 (Continuación) Tipo de estudio Centro Número de pacientes Resultados Estudio transversal para describir las características epidemiológicas, respuesta citogenética completa (RCC) y molecular mayor (RMM) en pacientes con leucemia mieloide crónica con inhibidores de tirosina cinasa en el Centro Médico Nacional de Occidente9 Centro Médico Nacional de Occidente, IMSS, Guadalajara, Jalisco, México 54 pacientes, mediana de edad: 39 años. 78% de los pacientes estaban en fase crónica. Todos los pacientes recibieron imatinib como primera línea 52% de los pacientes alcanzó una RCC y 42% mantuvo una RMM. Hasta 30% tuvo resistencia al imatinib. Por costo-beneficio se reservaron los TKI de segunda generación para pacientes con resistencia primaria o secundaria al imatinib. El seguimiento citogenético y molecular no fue óptimo debido a la disponibilidad variable a los mismos. El acceso limitado a estudios y medicamentos afecta la forma de tratar a los pacientes 37 pacientes tratados con nilotinib a dosis de 400 mg cada 12 h. 28 pacientes tratados con dasatinib 100 mg cada 24 h por vía oral. Periodo comprendido entre octubre de 2010 y enero de 2013. Evaluación clínica al inicio y cada 6 a 12 meses. Criterios de exclusión: enfermedades cardiacas significativas Los eventos adversos cardiacos en pacientes con leucemia mieloide crónica tratados con TKI de segunda generación son poco comunes y pueden estar relacionados con factores independientes, como edad, comorbilidades crónicas cardiopulmonares e interacciones farmacológicas. En nuestra experiencia los resultados no difieren de manera significativa de lo publicado en el ámbito internacional Estudio para identificar altera- Instituto ciones clínicas, electrocardio- Mexicano del gráficas y ecocardiográficas Seguro Social en pacientes con leucemia mieloide crónica tratados con inhibidores de segunda generación basales y durante el tratamiento32 TKI: inhibidores de tirosina cinasa. Adaptado de las referencias 9, 29, 30, 31 y 32. Cuadro 12. Resumen del estudio. Tratamiento de la leucemia mieloide crónica: 20 años de experiencia en una sola institución6 Objetivo final Comparar la supervivencia global alcanzada con los diferentes tratamientos analizados Número de pacientes 206 pacientes con límites de edad de 15 a 86 años. 192 pacientes en fase crónica y 14 pacientes en fase blástica al momento del diagnóstico Método de obtención Base de datos del servicio de Hematología del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del de datos y criterios de ISSSTE. Revisión de expedientes. Se excluyeron los pacientes con expedientes clínicos incompletos exclusión Leucocitosis persistente mayor de 20x109/L, predominantemente con granulocitosis en varios estados Criterios diagnósticos de maduración, aumento de deshidrogenasa sérica láctica (LDH), hipercelularidad en médula ósea con abundantes granulocitos y existencia de Ph+ Riesgo de Sokal 38% riesgo bajo, 32% riesgo intermedio y 30% riesgo alto Quimioterapia: 66 pacientes (busulfán, 0.25 mg/kg vía oral hasta obtener disminución de 50% de leucocitos, posteriormente reducir la dosis hasta obtener más de 50% de remisión hematológica. Hidroxiurea 50 mg/kg vía oral hasta obtener una disminución de 50% de los leucocitos Interferón: 40 pacientes (5,000,000 IU/día, vía subcutánea) Tratamientos recibidos Trasplante de células progenitoras hematopoyéticas: 35 pacientes, ocho fueron no mieloablativos (de donador relacionado) Inhibidores de la tirosina cinasa: 64 pacientes (imatinib, 400 a 600 mg/día vía oral; nilotinib 600 mg/día vía oral; dasatinib 140 mg/día vía oral) Resultados Doce pacientes tratados con quimioterapia fueron cambiados a inhibidores de la tirosina cinasa (TKI), por progresión a fase acelerada entre 7 y 84 meses de iniciado el tratamiento Doce pacientes del grupo de interferón fueron cambiados a TKI En el grupo de TKI, 59 pacientes iniciaron con imatinib y cinco con nilotinib. A la fecha del análisis del estudio, 42 pacientes continuaban con imatinib, 13 con dasatinib y 9 con nilotinib. El cambio se debió a intolerancia, falta de remisión citogenética o pérdida de respuesta Adaptado de la referencia 6. 47 Revista de Hematología 2016 enero;17(1) La vigilancia es muy importante para evaluar la respuesta al tratamiento. A tres meses de iniciado el tratamiento, las guías sugieren que si el BCRABL1/ABL1 es mayor de 10% debe examinarse el apego del paciente y evaluar la resistencia (Figuras 3 y 4). Varios estudios en los últimos tres años comprobaron que la vigilancia temprana, a tres meses después de iniciado el tratamiento, es uno de los hitos más importantes del mismo (NE 2+, GR C).33 La vigilancia molecular se realiza con PCR cuantitativa en tiempo real (RT-PCR), una técnica simple que puede realizarse en muestras de sangre periférica y es más sensible y conveniente que la citogenética convencional. El primer nivel de respuesta evaluado en la escala molecular es una respuesta molecular mayor que corresponde a la reducción de tres en la escala logarítmica en los niveles de transcripción de BCR-ABL1 a partir de un nivel basal estandarizado menor o igual a 0.1% BCR-ABL1 en la escala internacional.34 Por ejemplo, en un estudio alemán (CML IV) que incluyó 1,440 pacientes, se observó que 28% de los sujetos que no lograron una respuesta menor o igual a 10% BCR-ABL1, la supervivencia global a cinco años era más baja (87%) contra 94% en los pacientes con respuesta menor de 1%, pero menor o igual a 10% contra 97% para pacientes con respuesta menor o igual a 1%.33 En otro estudio en el que se trataron 282 pacientes con imatinib en el Hospital Hammersmith en Londres, BRC-ABL1 mayor de 10% fue el predictor más fuerte de peor supervivencia libre de enfermedad (event-free survival), supervivencia libre de progresión (progression-free survival) y supervivencia global.33 Estas observaciones sugieren que la respuesta molecular en tres meses puede proporcionar más información pronóstica que a seis meses con respuesta citogenética mayor (MCyR: major cytogenetic response) o 12 meses con respuesta citogenética completa (CCyR) [NE 2+, GR C].33 Los niveles clave de respuesta molecular son: MMR (major molecular response: respuesta Seguimiento a 3 meses Evaluación a los 3 meses BCR-ABL1 transcriptos ≤10% por QPCR(IS) o respuesta parcial citogenética (PCyR) en citogenética de médula ósea si QPCR (IS) no está disponible. Tratamiento de primera línea con imatinib BCR-ABL1 transcriptos >10% por QPCR (IS) o falta de respuesta parcial citogenética (PCyR) en citogenética de médula ósea si QPCR (IS) no está disponible. Figura 3. Seguimiento de tres meses.3 Adaptada de la referencia 3. 48 Coninuar con misma dosis de imatinib o nilitinib o desatinib Tratamiento de primera línea con nilotinib o desatinib Monitorear con QPCR cada 3 meses Estudio clínico o cambiar tratamiento por otro TKI o incrementar la dosis del imatinib al máximo de 800 mg de acuerdo con la tolerancia (si no es apto para otro TKI y evaluar para trasplante de células hematopoyéticas) Estudio clínico o continuar con misma dosis de nilotinib o desatinib o cambiar el tratamiento por otro TKI y evaluar para trasplante de células hematopoyéticas Alvarado-Ibarra M y col. Consenso de leucemia mieloide crónica Recomendaciones exámenes de seguimiento Citogenética de médula ósea Niveles de transcripción de BCR-ABL1(IS) en sangre periférica Análisis de mutación del dominio cinasa ABL · Al diagnóstico · A los 3 meses si QPCR no está disponible · A los 12 meses si no se obtiene CCy R (respuesta citogenética completa) o MMR (respuesta molecular mayor) · A los 18 meses si no se logra CCyR o MMR a los 12 meses · Si se incrementan los niveles de transcripción de BCR-ABL1 (5-10 veces) en ausencia de MMR · Al diagnóstico para establecer nivel basal · Cada 3 meses hasta lograr CCyR (respuesta citogenética completa) · Cada 3 meses después de obtener CCyR por 2 años y posteriormente cada 3-6 meses · Cada 3-6 meses después de lograr MMR (respuesta molecular mayor) · Cuando los niveles de transcripción de BCR-ABL1 se incrementen 5-10 veces con respuesta molecular mayor repetir 1-3 meses · Si no se obtiene respuesta parcial citogenética a los 3 meses o si BCR-ABL1 IS >10% a los 3 meses · Si no se obtiene CCyR a los 12 o 18 meses · Si se incrementan 5-10 veces los niveles de transcripción de BCR-ABL1 · Progresión de la enfermedad a fase acelerada o crisis bástica · Pérdida de respuesta hematológica o citogenética Figura 4. Recomendaciones acerca de los exámenes de seguimiento.33 Adaptada de la referencia 33. molecular mayor): reducción de tres en la escala logarítmica del nivel basal estandarizado (por ejemplo, BCR-ABL1 0.1% o menos), ahora se indica como respuesta molecular profunda y calificada como MR4, MR4.5 y MR5, de acuerdo con la reducción logarítmica desde el nivel basal estandarizado (Cuadro 13).35 La respuesta molecular mayor (MMR) se asocia con mejoría de la supervivencia libre de progresión y libre de enfermedad. La definición de respuesta molecular mayor como BCR-ABL1 menor o igual a 0.1% se origina del estudio IRIS. Niveles más profundos de respuesta molecular pueden definirse de acuerdo con la escala internacional, donde MR4 indica reducción mayor o igual a 4.0 log (BCR-ABL1 menor o igual a 0.01%), MR4.5 indica reducción mayor o igual a 4.5 log (BCR-ABL1 menor o igual a 0.0032% y MR5log indica reducción mayor o igual a 5.0 log (BCR-ABL1 menor o igual a 0.001%).34 Cuadro 13. Definición de la respuesta al tratamiento con inhibidores de tirosina cinasa de primera línea (imatinib, nilotinib, dasatinib)2 Óptima (continuar el tratamiento) 3 meses 6 meses 12 meses En cualquier momento Ph+ ≤95%, o BCR-ABL <10% Ph+ ≤35%, o BCR-ABL <10% Ph+ 0, o BCR-ABL ≤1% Alerta (“warning”) (vigilar más cuidadosamente, algunos pacientes pueden beneficiarse del cambio del tratamiento) Ph+ 35 a 65% Pérdida de respuesta molecular mayor Falla (cambiar el tratamiento) Ph+ >95% o BCR-ABL >10% Ph+ >65% o BCR-ABL >10% Ph+ ≥1% o BCR-ABL >1% Pérdida de respuesta hematológica completa, respuesta citogenética completa, mutaciones Adaptado de la referencia 2. 49 Revista de Hematología Las Guías de Práctica Clínica en Oncología (NCCN) definen la respuesta molecular completa (CMR: complete molecular response) como BVR-ABL1 ARNm quimérica no detectable según la evaluación de PCR cuantitativa en tiempo real (RT-PCR) al usar la escala internacional con una reducción de 4.5 en la escala logarítmica o más desde el nivel basal estandarizado; mientras que la European Leukemia Net (ELN) recomienda el uso del término leucemia molecularmente indetectable en lugar de respuesta molecular completa y acota la importancia del control, especifica el número de copias del gen al informar el nivel de respuesta.34 La respuesta del paciente debe medirse cada tres meses hasta que se logre y se confirme una respuesta molecular mayor; posteriormente cada seis meses a menos de que haya algún dato de alarma que indique que la respuesta no es óptima, lo que requeriría realizar mediciones más frecuentes.35 La vigilancia molecular debe continuarse durante la vida del paciente y debe hacerse incluso más frecuentemente si se decide intentar suspender el tratamiento y dejar al paciente en una condición de remisión libre de tratamiento (TFR: treatmentfree remission). El objetivo del tratamiento es lograr una respuesta molecular mayor (MR3 BCRABL1 0.1%) o menos en la escala internacional y mantener este nivel de respuesta segura para la supervivencia (NE 2+, GR C).35 Resumen de las recomendaciones para vigilancia molecular:35 a) La determinación de PCR cualitativa se recomienda solamente al diagnóstico para identificar el nivel basal y el tipo de transcripción. b) La determinación de PCR cuantitativa en tiempo real se recomienda: 50 2016 enero;17(1) a. Cada tres meses hasta que la respuesta molecular mayor se logre. b. Con más frecuencia en caso de valores límites o fluctuantes. c. Cada seis meses, una vez que la respuesta molecular mayor se ha logrado y confirmado. d. Cada mes durante un año, después cada tres meses, si el tratamiento se suspendió. c) El análisis mutacional se recomienda: a. Al inicio, solamente en fase blástica. b. Durante el tratamiento: en todos los casos de falla y en algunos casos de alerta o respuesta subóptima. c. Por lo menos cada tres meses, en caso de tratamiento con segunda o tercera línea en pacientes que ya tienen una mutación. PCR estandarizado Con la reacción en cadena con polimerasa (PCR) puede evaluarse la fusión de los transcriptos de BCR/ABL en pacientes con leucemia mieloide crónica, al diagnóstico y para el seguimiento de la respuesta al tratamiento.16 La reacción en cadena con polimerasa de transcriptasa reversa (reverse transcriptase-polymerase chain reaction) o RT-PCR es sumamente sensible para la detección de enfermedad mínima residual.13 La vigilancia molecular de los niveles de transcripción de BCR-ABL por PCR cuantitativa en tiempo real (RQ-PCR) se convirtió en una manera más útil y precisa de controlar a los pacientes con leucemia mieloide crónica. Con respecto al análisis citogenético convencional, la RQ-PCR permite no sólo vigilar los primeros pasos de reducción de la carga leucémica que ocurren en los primeros meses del tratamiento con TKI, tam- Alvarado-Ibarra M y col. Consenso de leucemia mieloide crónica bién permite estimar la cantidad de enfermedad residual una vez que se ha logrado la respuesta completa citogenética, porque la sensibilidad que puede alcanzarse con RQ-PCR en una muestra de buena calidad es en la mayoría de los casos entre 1x10-4/10-5, que corresponde a una cantidad entre dos y tres registros por debajo del umbral logrado de respuesta completa citogenética.24 Entre las variadas técnicas disponibles, la vigilancia molecular de BCR-ABL1 con RT-PCR (RT-qPCR, también RQ-PCR) es esencial para evaluar la respuesta del paciente, vigilar la enfermedad mínima residual y detectar recaídas, por lo que la estandarización de RT-qPCR es muy importante en el tratamiento de la leucemia mieloide crónica y la conducción de estudios clínicos con nuevos fármacos contra esta enfermedad (Figura 5).36 Aunque hay un esfuerzo continuo para implementar la estandarización internacional, existen varias maneras de evaluar la RT-qPCR, que es una técnica de varias etapas técnicamente difícil.36 Toma de muestra de sangre periférica Análisis de datos y reporte Preparación celular (la mayor parte de los laboratorios aíslan el total de las células de serie blanca realizando un simple paso de lisis de glóbulos rojos) Preparación de ARN Transcripción inversa en ADNc qPCR de BCR-ABL1 y el control interno de genes con curvas estándar con materiales de referencia (qPCR de BCR-ABL1 y el gen de control son normalmente realizados en paralelo en el mismo análisis y el análisis duplicado de las curvas estándar, referencias y materiales del paciente se requieren para una cuantificación exacta) Figura 5. Principales pasos del procedimiento RTqPCR.36 Adaptada de la referencia 36. La respuesta molecular medida por BCR-ABL1 RT-qPCR provee información importante acerca del pronóstico de pacientes tratados con inhibidores de la tirosina cinasa.36 Recomendaciones para la vigilancia El CGE recomienda efectuar la vigilancia de los pacientes con leucemia mieloide crónica de la siguiente manera: 1. Cada dos semanas para vigilar la respuesta hematológica hasta la normalización de la biometría hemática y evaluaciones de control. En caso de no alcanzar normalización en un periodo de tres a seis meses se considerará resistencia primaria, por lo que el paciente será apto para someterse a trasplante. 2. A los tres meses, vigilancia con PCR de BCR-ABL1 y biometría hemática: • Si las concentraciones de BCR-ABL1 son mayores o iguales a 10%, valorar el apego del paciente e interacciones con otros medicamentos. Se recomienda ajustar la dosis o el cambio de inhibidor de tirosina cinasa. • Si las concentraciones de BCR-ABL1 son menores a 10%, continuar el tratamiento con el mismo inhibidor de tirosina cinasa y vigilar nuevamente a los 6 y 12 meses. 3. A los seis meses, vigilancia con biometría hemática y con PCR de BCR-ABL1: • Si las concentraciones de BCRABL1 son menores a 1% continuar con el mismo inhibidor de tirosina cinasa. • Si las concentraciones de BCR-ABL1 son mayores a 1%, realizar análisis mutacional y citogenético. Iniciar estudio de HLA de posibles donadores para trasplante alogénico. 51 Revista de Hematología 4. A los 12 meses, vigilancia con biometría hemática y con PCR de BCR-ABL1: Respuesta citogenética • Si las concentraciones de BCR-ABL1 son menores a 0.1%, continuar con el mismo tratamiento y vigilar en seis meses. • Respuesta citogenética completa (CCyR). Sin metafases ni Ph+. • Si las concentraciones de BCR-ABL1 son mayores a 0.1%, realizar análisis mutacional y citogenético. Cambiar de inhibidor de tirosina cinasa y valorar trasplante alogénico. • Respuesta citogenética mayor: 0 a35% metafases Ph+ (completa + parcial). 5. Realizar concentraciones de BCR-ABL1 a los tres meses y en caso de respuesta subóptima, valorar análisis mutacional. Criterios de respuesta óptima Durante la década pasada, posterior a la salida al mercado de los inhibidores de tirosina cinasa, se demostró mejoría en la supervivencia en los pacientes con leucemia mieloide crónica. En particular, aunque los pacientes jóvenes tienen una supervivencia más alta, se ha observado mejoría en la supervivencia global a cinco años entre los pacientes de 75 a 84 años, grupo que históricamente había tenido resultados adversos.18 La National Comprehensive Cancer Network en su versión 1.2016 estableció los criterios de respuesta hematológica, citogenética y molecular, así como de recaída.3 Respuesta hematológica completa • Normalización completa de los conteos de sangre periférica con cuenta leucocitaria menor de 10x109/L. • Plaquetas menores de 450x109/L. • Sin células inmaduras como mielocitos, promielocitos o blastos en sangre periférica. • Sin signos o síntomas de enfermedad con desaparición de esplenomegalia palpable. 52 2016 enero;17(1) • Respuesta citogenética parcial (PCyR): 1 a 35% de metafases Ph+. • Respuesta citogenética menor: >35% metafases Ph+. Respuesta molecular Respuesta molecular temprana (EMR): BCR-ABL1 transcritos menor o igual a 10% por QPCR(IS) a tres y seis meses. • Respuesta molecular mayor (MMR): BCRABL1 transcritos 0.1% por QPCR(IS) o mayor o igual a 3 log de reducción en BCR-ABL1 ARNm del basal estandarizado si QPCR no está disponible • Respuesta completa molecular (CMR): no detectable BCR-ABL1 ARNm por QPCR (IS) usando un ensayo con sensibilidad de al menos 4.5 logs abajo del basal estandarizado. CMR se describe de manera variable y es mejor definido por el ensayo del nivel de sensibilidad (por ejemplo MR4.5). Recaída • Cualquier signo o pérdida de respuesta (definido como recaída hematológica o citogenética). • Incremento de 1-log en las concentraciones de transcriptos BCR-ABL1 con pérdida de respuesta molecular mayor, debe evaluarse la médula ósea por pérdida de respuesta citogenética completa, pero no se define como recaída. Alvarado-Ibarra M y col. Consenso de leucemia mieloide crónica Respuesta subóptima (datos de alarma) El panel de expertos de la European Leukemia Net (ELN) emitió recomendaciones para clasificar a los pacientes en tres subgrupos con base en la respuesta al tratamiento. El subgrupo que responde entre la respuesta óptima y la falla se denominó de respuesta subóptima, en el que el pronóstico y el mejor enfoque terapéutico no estaban claros. Los pacientes en este grupo pueden beneficiarse de continuar con el tratamiento con imatinib a la misma dosis, incrementar la dosis o cambiar a un inhibidor de tirosina cinasa de segunda generación. La actualización de 2013 de estas recomendaciones nombró este grupo intermedio con “alerta”, por lo que los pacientes deben mantener el tratamiento y someterse a una estrecha vigilancia obligatoria debido a la alta probabilidad de fracasos del tratamiento en el futuro (NE 2+, GR C).37 El término de respuesta subóptima al imatinib se introdujo por primera vez en las guías de la ELN y se definió como no respuesta citogenética a los tres meses, menor respuesta citogenética parcial a los seis meses, respuesta citogenética parcial a los 12 meses y menor respuesta molecular mayor a los 18 meses. Sin embargo, estas definiciones no son válidas para pacientes recién diagnosticados con leucemia mieloide crónica tratados con inhibidores de tirosina cinasa de segunda generación como primera línea de tratamiento. Jabbour y colaboradores propusieron recientemente que para este grupo de pacientes las respuestas citogenéticas completa y parcial a los tres meses deben considerarse respuestas óptima y subóptima, respectivamente.3 El término subóptimo puede reemplazarse por el término “alerta”, lo que significa que la respuesta debe vigilarse más cuidadosamente y que el paciente puede ser elegible para recibir tratamientos potencialmente mejores.2 Las respuestas se categorizan como “warning” o alerta o respuesta subóptima si algunos criterios citogenéticos o moleculares no se alcanzan durante el tratamiento. La ELN define la respuesta como “alerta” cuando:37 Basal: alto riesgo o anormalidades clonales cromosómicas en células Ph+. A los tres meses: BCR-ABL1 >10%, Ph positivo 36 a 95% o ambas circunstancias. A los seis meses: BCR-ABL1 1 a 10%, Ph+ 1 a 35% o ambas circunstancias. A los 12 meses: BCR-ABL1 0.1 a 1%. Después y en cualquier momento: anormalidades clonales cromosómicas en células Ph- (-7 o 7q). Hay una considerable variabilidad en el nivel de respuesta molecular lograda con imatinib en pacientes con leucemia mieloide crónica. Estas diferencias pueden ser resultado del variable apego al tratamiento, por lo que se estudiaron 87 pacientes con leucemia mieloide crónica en fase crónica tratados con imatinib a dosis de 400 mg diarios, con media de edad de 59.7 años, que lograron una respuesta citogenética completa y a quienes se les vigiló el apego durante tres meses. En este estudio se concluyó que en pacientes tratados con imatinib durante varios años, el mal apego es la principal razón para obtener una respuesta molecular inadecuada (Cuadro 14).38 Dos estudios demostraron cómo los pacientes logran una respuesta molecular mayor (MMR) después del cambio de tratamiento a nilotinib. En el estudio ENESTcmr fase III, multicéntrico, con distribución al azar, se compararon las respuestas cinéticas y moleculares de los pacientes con enfermedad detectable después de 24 meses de tratamiento, se encontró que 22 pacientes en el 53 Revista de Hematología Cuadro 14. Factores que intervienen en la respuesta subóptima al tratamiento con inhibidores de la tirosina cinasa3 Mal cumplimiento por parte del paciente (apego) Variación individual en el metabolismo del fármaco Expresión aberrante de los transportadores del fármaco Diferencias en la biología intrínseca de la enfermedad, que pueden resultar en competencia entre clones altamente sensibles a un inhibidor particular y los resistentes Adaptado de la referencia 3. grupo de nilotinib y 24 en el grupo de imatinib no habían alcanzado la respuesta molecular mayor después de 24 meses y la probabilidad de observar respuesta molecular mayor y respuesta molecular 4.5 fue de 83 vs 53% y 29 vs 3%, respectivamente.37 Criterios de falla terapéutica Las guías actuales de la NCCN recomiendan realizar un análisis mutacional tras el fracaso del tratamiento, respuesta subóptima o progresión de la enfermedad. Recomiendan hacer estudios a los pacientes antes o durante el tratamiento con inhibidor de tirosina cinasa para detectar tempranamente las mutaciones y guiar a los médicos a otros tratamientos antes de la resistencia o antes de que los pacientes progresen a fases más avanzadas (NE 1+, GR A).39 Cambio a tratamiento de segunda línea El cambio a un tratamiento con un inhibidor de tirosina cinasa de segunda generación mejora significativamente la probabilidad de obtener respuesta molecular mayor, comparado con “esperar y observar” con 42 vs 24% de los pacientes con mejoría de la respuesta molecular mayor a 12 meses y 64 vs 43% a los 24 meses (NE 2+, GR C).37 La diferencia más significativa entre los pacientes que cambiaron a otro inhibidor de tirosina cinasa y los que mantuvieron el mismo tratamiento fue 54 2016 enero;17(1) la probabilidad de obtener una respuesta molecular mayor y, por tanto, estos pacientes entraron en el grupo de pacientes clasificados como respondedores óptimos. También se demostró que el cambio en el tratamiento puede ser efectivo aun después de un largo periodo en el grupo de “alerta”. Estas observaciones validan las de un pequeño subgrupo de 52 pacientes en el estudio ENESTcmr, en el que los pacientes con respuesta tardía con distribución al azar en el grupo de nilotinib lograron una alta incidencia de respuesta molecular mayor y respuesta molecular 4.5 (MR4.5), comparados con el grupo que permaneció en imatinib. Este estudio demuestra que el cambio a un inhibidor de segunda generación tiene altas probabilidades de mejorar la respuesta molecular; sin embargo, este beneficio aún no se correlaciona con una ventaja en los resultados de supervivencia y muestra que continuar con imatinib con un seguimiento más cercano es una buena estrategia, una vez que se logra la respuesta citogenética completa (NE 2+, GR C).37 Programa de uso compasivo en México En octubre de 2006 se inició un programa de uso compasivo con nilotinib (PUCN), lo que permitió tener experiencia nacional en pacientes con leucemia mieloide crónica Ph+ (en todas las fases) resistente o intolerante a imatinib. Iniciaron 51 pacientes con dosis de 400 mg dos veces al día. En los primeros 47 pacientes, 44% estaba en fase acelerada, 40% en fase crónica y 15% en fase blástica; 59% tenía enfermedad avanzada. La tasa de respuesta hematológica global fue de 79%, 11 pacientes (23%) obtuvieron respuesta citogenética completa con respuesta molecular en 5 (10%), incluidos 3 (6%) con respuesta molecular mayor y 2 (4%) con respuesta molecular completa. En fase avanzada, la tasa de respuesta citogenética fue alta, incluidas algunas respuestas moleculares. Esto demuestra que nilotinib es un tratamiento con buena eficacia clínica y aceptable perfil de seguridad (Cuadro 15).11 Alvarado-Ibarra M y col. Consenso de leucemia mieloide crónica Cuadro 15. Ensayos clínicos internacionales fase 2 y 3 efectuados en México11 Tipo de estudio Centros Número de pacientes Resultados Ensayo clínico fase 2 de acceso expandido con imatinib en pacientes con leucemia mieloide crónica resistentes o intolerantes al interferón en todas las fases de la enfermedad Ensayo clínico fase 3; CA 180034 (optimización de dosis) con dasatinib en leucemia mieloide crónica en fase crónica resistente o intolerante a imatinib Tres hospitales de la ciu- Experiencia del CMN dad de México, dos del La Raza IMSS fue en 28 IMSS (CMN La Raza y pacientes SXXI) y uno privado (Ángeles Pedregal) La supervivencia global, supervivencia libre de progresión y el perfil de seguridad fueron similares a los observados en el estudio fase 2 publicado Centro Médico Nacional Experiencia del CMN La Raza, IMSS La Raza IMSS fue en 11 pacientes con seguimiento a siete años La supervivencia global y libre de progresión fue de 64%, respuesta citogenética completa en 45% y respuestas moleculares mayores y completas de 36%, con sólo 9% de derrame pleural (grado 1) Otros ensayos clínicos fase 3: Se desarrollaron poste- ENACT siete pacientes ENACT, ENESTnd, LASOR, ENES- riormente en diversas ENESTnd siete pacientes Txtnd y DASISION (dasatinib) instituciones LASOR nueve pacientes ENESTxtnd siete pacientes DASISION 36 pacientes Adaptado de la referencia 11. Nilotinib es un análogo de imatinib que se administra por vía oral, aprobado en México para el tratamiento de pacientes con leucemia mieloide crónica en fase crónica o avanzada resistente o intolerante al tratamiento previo con imatinib. Tiene 20 a 50 veces mayor actividad in vitro contra BCR-ABL en comparación con imatinib y es eficaz contra la mayor parte de las mutaciones de BCR-ABL. Se realizó un estudio para describir los resultados de un grupo de pacientes que recibieron nilotinib como segunda línea de tratamiento en el Hospital de Especialidades Núm. 25 del IMSS en Monterrey, Nuevo León, México. Se incluyeron 16 pacientes (10 hombres y 6 mujeres) con límites de edad de 24 y 75 años. Todos recibieron imatinib a dosis de 400 mg/día; en siete de ellos se incrementó la dosis a 600 mg/día y en uno a 800 mg/día. El cambio de tratamiento por nilotinib se debió a intolerancia, resistencia y progresión de la enfermedad. Los 16 pacientes consiguieron respuesta hematológica, dos de los pacientes que habían sido intolerantes al imatinib obtuvieron remisión molecular mayor. Los autores concluyen que a una década de introducción del imatinib, existen subgrupos de pacientes con leucemia mieloide crónica que no logran respuesta óptima o la pierden en el transcurso del tiempo. Estos grupos comparten situaciones de riesgo y requieren tratamientos más eficaces.40 La resistencia a imatinib coloca a los pacientes con leucemia mieloide crónica en una situación de riesgo. Dasatinib es una molécula activa en todas las fases del padecimiento, por lo que se realizó un estudio para evaluar la eficacia clínica de dasatinib en pacientes con leucemia mieloide crónica en fase avanzada resistente a imatinib, en la Unidad Médica de Alta Especialidad Núm. 25 del IMSS de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, México, con 12 pacientes. Siete mujeres y cinco hombres con edades entre 31 a 59 años recibieron dasatinib a dosis de 100 mg/día como segunda línea de tratamiento. El tiempo de evolución de la leucemia al momento de iniciar el dasatinib fue entre 6 meses y 12 años. Diez pacientes lograron al menos una respuesta hematológica satisfactoria. La mediana de supervivencia global después del inicio de dasatinib es de 11 meses. Los autores concluyen que dasatinib es una opción eficaz para pacientes con leucemia mieloide crónica resistente al imatinib. 55 Revista de Hematología El perfil de seguridad del fármaco permite atender a los pacientes de manera ambulatoria. La aparición de mutaciones es un evento frecuente en esta etapa de la enfermedad.41 Tratamiento de tercera línea o trasplante El aloinjerto induce remisiones moleculares particularmente en pacientes con leucemia mieloide crónica en fase crónica, pero también puede producir remisiones negativas BCR/ABL en pacientes con crisis blástica. Uno de los obstáculos para trasplantar a los pacientes con leucemia mieloide crónica es la edad. Por lo general, a pacientes mayores de 40 años no se les trasplanta por la alta morbilidad y mortalidad del procedimiento; sin embargo, con el trasplante no mieloablativo el límite de edad cambia.16 La leucemia granulocítica crónica es en la actualidad la indicación más frecuente de trasplante alogénico de células hematopoyéticas y es la única opción verdaderamente curativa del padecimiento en el sentido que produce remisiones moleculares; sin embargo, su costo, la necesidad ideal de contar con un donador relacionado HLA idéntico, la enfermedad de injerto contra huésped y la edad avanzada de muchos pacientes limitan la prescripción frecuente de esta modalidad de tratamiento.42 El trasplante alogénico de células madre hematopoyéticas se ha convertido en un tratamiento de rescate para los casos de resistencia al imatinib. En la mayor parte de las circunstancias, los signos tempranos de progresión de la enfermedad deben detectarse apropiadamente por medio de tamizaje y una vigilancia estricta. El trasplante está indicado idealmente antes de la progresión clínica o hematológica de fase acelerada a fase blástica. Además, induce una remisión durable en pacientes con leucemia mieloide crónica en fase blástica en alrededor de 20% de los pacientes (NE 2+, GR C).43 56 2016 enero;17(1) La causa principal por la que los trasplantes alogénicos de médula ósea logran el control hematológico, citogenético y molecular de la leucemia granulocítica crónica es el efecto de injerto contra leucemia, parte del efecto de injerto contra huésped. Durante muchos años se pensó que los trasplantes de médula ósea “curaban” porque se administraba al paciente –y a su tumor– una gran cantidad de quimioterapia; sin embargo, ahora es claro que es la inducción del efecto de injerto contra huésped –y contra su tumor– “efecto de injerto contra tumor”, el que realmente “cura” varias neoplasias, entre ellas la leucemia granulocítica crónica. También es posible inducir el efecto de “injerto contra tumor” al realizar los trasplantes de médula ósea con quimioterapia a dosis reducidas.42 El objetivo es producir inmunosupresión en el receptor para que no rechace las células hematopoyéticas del donador, que a la larga reemplazarán las células hematopoyéticas del receptor e inducirán el efecto de injerto contra huésped, que incluye el efecto de “injerto contra tumor”.42 En el Departamento de Hematología del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE se realizó un estudio retrospectivo, comparativo y longitudinal que revisó los expedientes de pacientes con leucemia mieloide crónica con cromosoma Filadelfia en el periodo de 1992 a 2009, formando dos grupos (Cuadro 16).44 Se obtuvo remisión hematológica en 44 pacientes y remisión citogenética completa en 28 pacientes, la enfermedad progresó en 5 pacientes a fase acelerada y en 4 a fase blástica del grupo de imatinib. El número de muertes fue cuatro veces mayor en el grupo de trasplantados (p=0.0009). La supervivencia global a los 100 meses fue a favor del grupo de imatinib (p=0.0001). Después de seis años, los pacientes trasplantados no demostraron Alvarado-Ibarra M y col. Consenso de leucemia mieloide crónica Cuadro 16. Comparación de los grupos del estudio retrospectivo, comparativo y longitudinal realizado en el Departamento de Hematología del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, ISSSSTE en el periodo 1992 a 200944 Trasplante alogénico de células hematopoyéticas. Injertos obtenidos de donador vivo relacionado. Células hematopoyéticas obtenidas de médula ósea o sangre periférica Número de pacientes Edad promedio Hombres/mujeres Máxima edad para mieloblación: 45 años. 36 pacientes 30 años 20/16 Busulfán 1 mg/kg cada 6 horas (16 dosis) y ciclofosfamida 120 mg/kg IV dividida en dos dosis. 28 pacientes con trasplantes mieloablativos Máxima edad para tratamiento Busulfán 10 mg/m2 vía oral dividida en un 3 días + no mieloablativo: 65 años fludarabina 150 mg/m2 IV dividida en 5 días. 8 pacientes con trasplantes no mieloablativos Vigilancia de la respuesta hematológica Vigilancia de respuesta citogenética (PCR y cariotipo) Número de meses para el trasplante desde el diagnóstico Número de pacientes trasplantados en fase crónica/blástica Tratamiento antes del procedimiento Imatinib 46 pacientes Cada dos meses 23/23 Inicio de tratamiento en el primer mes de diagnóstico en 36 casos. Los otros 10 pacientes iniciaron el tratamiento en los primeros cuatro meses (mediana) con límites de 1 a 83 meses (por falta de disponibilidad de medicamento) Cada dos meses Cada tres meses Cada tres meses Mediana de 14 meses con límites de 2 a 58 meses - 34/2 44 pacientes en fase crónica/2 pacientes en fase blástica Quimioterapia (busulfán, hidroxiurea y citarabina) en Dosis de imatinib: 400 a 800 mg/ 33 pacientes. Además 30 pacientes recibieron interfe- día (mediana de 500 mg) rón y 5 recibieron imatinib sin respuesta citogenética Adaptado de la referencia 44. progresión de la enfermedad. Después de 17 años de iniciado este programa, los pacientes mostraron mayor probabilidad de supervivencia global, sin progresión de la enfermedad y remisión citogenética.44 En este estudio los autores concluyeron que la supervivencia libre de progresión a 100 meses es superior con imatinib que con el trasplante (p=0.00009). La diferencia está determinada por la alta mortalidad asociada con el procedimiento del trasplante. Después de seis años se ha establecido en los pacientes que sobreviven al trasplante sin progresión de la enfermedad y remisión citogenética persistente.44 Un panel de la Sociedad Americana de Hematología concluyó que si los pacientes son trasplantados durante la fase crónica de la enfermedad, la supervivencia libre de progre- sión es de aproximadamente 50% después de cinco años.44 Desde hace más de dos décadas, el Centro de Hematología y Medicina Interna de la Clínica Ruiz, de Puebla, inició un programa de trasplantes de células hematopoyéticas. Desde el 5 de mayo de 1993 y hasta el 28 de febrero de 2013 se efectuaron 301 trasplantes de células hematopoyéticas autólogas y alogénicas, incluidas las células placentarias y células haploidénticas, lo que convirtió a este programa en el más grande a nivel privado en todo el país.45 Las características sobresalientes del método aplicado en los trasplantes alogénicos son: conducción extrahospitalaria de los trasplantes, esquemas de acondicionamiento de intensidad reducida, baja morbilidad y mortalidad de los procedimientos, disminución de la incidencia y 57 Revista de Hematología gravedad de la enfermedad injerto contra huésped y menos transfusiones de hemoderivados y de factores de crecimiento, lo que influye en el abatimiento de los costos.45 El seguimiento a largo plazo es obligatorio para probar que el logro de la remisión molecular está asociado con una larga supervivencia y supervivencia libre de enfermedad. 16 Recomendaciones para el trasplante El CGE recomienda que en caso de trasplante deberán considerarse la edad (menores de 60 años) y comorbilidades existentes. Serán aptos para someterse a trasplante alogénico los siguientes casos: pacientes con mutación T315I, falta de respuesta a los inhibidores de tirosina cinasa disponibles, fase blástica de la enfermedad. Poblaciones especiales: adultos mayores, embarazo Adultos mayores La mediana de edad al diagnóstico de la leucemia mieloide crónica reportada en estudios clínicos es generalmente de 50 a 55 años. Una proporción significativa de pacientes con leucemia mieloide crónica son adultos mayores, de acuerdo con la definición más aceptada de “adulto mayor” (edad mayor de 65 años).46 La importancia de la edad en la era del imatinib se ha investigado en varios estudios, lo que llevó a la reevaluación de su significado pronóstico. En el estudio GIMEMA (Gruppo Italiano Malattie Ematologiche dell‘Adulto) mostró respuestas hematológicas y citogenéticas más bajas en pacientes adultos mayores (mayores de 65 años), pero con supervivencia global similar con mediana de 36 meses de seguimiento. En tres estudios prospectivos, 58 2016 enero;17(1) multicéntricos, se incluyeron 559 pacientes de los que 115 tenían edad igual o mayor de 65 años; después de una mediana de seguimiento de 60 meses, las tasas de respuestas hematológicas, citogenéticas y moleculares fueron idénticas en pacientes jóvenes y adultos mayores, mientras que la supervivencia fue significativamente inferior en los adultos mayores. Esta supervivencia más baja está determinada principalmente por factores relacionados con la edad y las comorbilidades, más que con la progresión de la enfermedad, por lo que una evaluación geriátrica (estado de fragilidad) puede ser de ayuda en la decisión de tratar a los pacientes. La edad tuvo relevancia cuando las estrategias terapéuticas, como el imatinib, no estaban disponibles; sin embargo, actualmente la edad per se no debe ser una limitación para tratar pacientes con leucemia mieloide crónica con imatinib y la inclusión de estos pacientes debe fomentarse.46 Recomendaciones en adultos mayores. El grupo de médicos hematólogos que participaron en el consenso recomienda que en adultos mayores de 65 años deberán evaluarse las comorbilidades y la función cardiopulmonar y metabólica para la selección del inhibidor de tirosina cinasa. (CGE) Embarazo Las neoplasias hematológicas durante el embarazo son poco frecuentes: el tratamiento de las mismas plantea desafíos para la paciente y para el equipo médico, debido a que el tratamiento tiene riesgos para la madre y para el feto y deben considerarse las preferencias de la paciente con respecto a la continuación del embarazo.47 Se estima que la leucemia ocurre en aproximadamente 1 por cada 750,000 a 100,000 embarazos; en menos de 10% de estas pacientes se trata de leucemia mieloide crónica.48 Alvarado-Ibarra M y col. Consenso de leucemia mieloide crónica La leucemia mieloide crónica es una neoplasia de crecimiento relativamente lento que se puede manifestar con leucostasia severa y complicaciones vasculares, afectando adversamente los resultados en la madre y en el feto.47 Imatinib es el patrón de referencia de tratamiento en pacientes no embarazadas con leucemia mieloide crónica (NE 2+, GR C).47 En un estudio de Pye y colaboradores, 50% (63 de 125) de las mujeres expuestas al imatinib durante el embarazo tuvieron recién nacidos sanos. Sin embargo, 12 recién nacidos expuestos al imatinib durante el primer trimestre del embarazo tuvieron anormalidades congénitas. Los inhibidores de segunda generación también son teratogénicos.47 Un aspecto con información limitada es el potencial efecto de este fármaco en la concepción y desarrollo del feto. Algunas mujeres tratadas con imatinib se enfrentan al dilema de embarazarse mientras reciben el fármaco. Al respecto hay dos consideraciones importantes: por un lado, la madre necesita tratamiento oncológico óptimo; por otro, el producto podría verse afectado por la enfermedad o por la teratogenicidad del agente antineoplásico.48 En la leucemia mieloide crónica pueden ocurrir dos escenarios. El primero es cuando la mujer con leucemia mieloide crónica tratada con imatinib u otro inhibidor de tirosina cinasa desea embarazarse; el otro es cuando la leucemia mieloide crónica se diagnostica en una paciente ya embarazada. En el primer escenario es debatible si el imatinib debe suspenderse, porque esto se asocia con un elevado riesgo de progresión de la enfermedad, por lo que la decisión debe individualizarse en cada caso. Hay dos grandes estudios en los que se evaluó el tratamiento con interferón durante el embarazo, se incluyeron 40 pacientes, 8 de ellas tratadas durante el primer trimestre del embarazo. No hubo casos de malformación fetal cuando el interferón se administró como monoterapia. Por tanto, el tratamiento con interferón alfa debe considerarse en pacientes recientemente diagnosticadas durante el embarazo. Las pacientes en el segundo trimestre del embarazo que no toleran interferón pueden tratarse con hidroxiurea o posiblemente con imatinib. La leucoféresis también puede ser una herramienta transitoria para leucorreducción.47 En el Hospital de Especialidades Núm. 25 del IMSS de Monterrey, Nuevo León, México, se comunicó el caso de una mujer de 32 años con leucemia mieloide crónica de 11 años de evolución. Al momento del diagnóstico se inició tratamiento estándar, pero debido al poco apego terapéutico, a los dos años se le prescribió imatinib. Debido al deseo de procrear, la paciente suspendió el medicamento y se embarazó. Durante 10 meses sin tratamiento, no tuvo síntomas de progresión de la leucemia. El embarazo se interrumpió por cesárea a las 35.5 semanas de gestación; el neonato aparentemente estaba sano. En el transcurso del puerperio quirúrgico, los resultados de la biometría hemática indicaron hemoglobina de 8.7 g/dL, hematócrito de 25%, leucocitos de 22,000/L y plaquetas de 170,000/L. Se reinició tratamiento a dosis de 600 mg/día de imatinib. El tratamiento prolongado con imatinib no tuvo repercusión en el embarazo ni en el neonato. La vigilancia molecular evidenció la necesidad de reiniciarlo una vez concluido el embarazo. La eficacia y seguridad de los tratamientos actuales permiten cumplir proyectos de vida que en otro tiempo eran impensables. Se requiere la estrecha colaboración entre los miembros del equipo (ginecólogo, hematólogo) y la paciente.48 Recomendaciones en mujeres con leucemia mieloide crónica49 El CGE recomienda lo siguiente: 1. En las mujeres en edad reproductiva que sean diagnosticadas con leucemia 59 Revista de Hematología mieloide crónica se sugiere que no se embaracen por los riesgos de malformaciones fetales e inducción de abortos asociados con la administración de inhibidores de tirosina cinasa. 2. Las mujeres con leucemia mieloide crónica que deseen embarazarse deberán estar con PCR BCR-ABL1 no detectable al menos dos años, suspender el inhibidor de tirosina cinasa tres meses e iniciar tratamiento con interferón. • El interferón no interviene en la síntesis de ADN, no atraviesa la barrera placentaria y es seguro durante todo el embarazo. A partir del segundo trimestre podrá reiniciarse el tratamiento con imatinib o dasatinib y mantener vigilancia bimensual con PCR BCR-ABL1. • No debe darse lactancia. 3. Diagnóstico de leucemia mieloide crónica durante el embarazo. Se sugiere que en el primer trimestre se inicie interferón y sólo en caso de leucostasis, valorar la citorreducción con hidroxicarbamida, citoféresis o ambas. A partir del segundo trimestre podrá iniciarse el inhibidor de tirosina cinasa. 4. En el caso de pacientes masculinos con leucemia mieloide crónica en edad reproductiva, se sugiere realizar criopreservación de espermatozoides previo al inicio del tratamiento con inhibidor; sin embargo, existe evidencia de que productos de pacientes con leucemia mieloide crónica en tratamiento con inhibidor no indujeron teratogenicidad. REFERENCIAS 1. 60 Granatowicz A, Piatek CI, Moschiano E, et al. An overview and update of chronic myeloid leukemia for primary care phsycians. Korean J Fam Med 2015;36:197-202. 2016 enero;17(1) 2. Baccarani M, Pileri S, Steegmann JL, et al. Chronic myeloid leukemia: ESMO clinical practice guidelines for diagnosis, treatment and follow up. Ann Oncol 2012;23:72-77. 3. NCCN Clinical Practice Guidelines in Oncology. 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Cantero-Fortiz Y1,2, León-Peña AA1,3, León-González M1,4, Ruiz-Delgado GJ1,2,4, Ruiz-Argüelles GJ1,2,4 Abstract Multiple myeloma (MM) is a monoclonal gammopathy known as the malignant proliferation of plasma cells presenting typical complications like hypercalcemia, osteolytic bone lesions, anemia, renal insufficiency, and infections. Central nervous system (CNS) involvement in multiple myeloma, also known as leptomeningeal myelomatosis is uncommon and has been reported only in 1% of patients. Represents a complication of multiple myeloma in which the pathophysiology of migration and proliferation of plasma cell remains unknown. The diagnosis hallmark for this entity is the presence of plasma cells in cerebrospinal fluid (CSF). The reduced number of patients with leptomeningeal myelomatosis makes unclear the optimal therapy for this condition. Intrathecal therapy has shown to be an effective therapy to clear plasma cells from CSF. We present a case of a 40-year-old patient with multiple myeloma and central nervous system involvement on his first relapse, treated with combined therapy. KEYWORDS: multiple myeloma; central nervous system involvement Rev Hematol Mex. 2016 ene;17(1):63-66. Invasión al sistema nervioso central de mieloma múltiple Cantero-Fortiz Y1,2, León-Peña AA1,3, León-González M1,4, Ruiz-Delgado GJ1,2,4, Ruiz-Argüelles GJ1,2,4 Resumen El mieloma múltiple es una gammapatía monoclonal con proliferación de células plasmáticas; se manifiesta con complicaciones típicas, como hipercalcemia, lesiones osteolíticas, anemia, insuficiencia renal e infecciones. La afectación del sistema nervioso central en el mieloma múltiple (mielomatosis leptomeníngea) no es común y se ha reportado sólo en 1% de los pacientes. El diagnóstico se establece con la identificación de células plasmáticas en el líquido cefalorraquídeo. Debido al número reducido de pacientes con mielomatosis leptomeníngea, no se ha definido un tratamiento óptimo. El tratamiento intratecal ha demostrado ser efectivo para eliminar las células plasmáticas del líquido cefalorraquídeo. Se comunica el caso de un paciente de 40 años con mieloma múltiple en su primera recaída con afectación del sistema nervioso central, al que se le prescribió tratamiento combinado. PALABRAS CLAVE: mieloma múltiple, daño al sistema nervioso central. www.nietoeditores.com.mx 1 Centro de Hematologia y Medicina Interna de Puebla, Clínica Ruiz, Puebla, México. 2 Universidad de las Américas, Puebla, México. 3 Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México. 4 Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, México. Received: October 2015 Accepted: January 2016 Correspondence Guillermo J Ruiz Delgado MD Centro de Hematología y Medicina Interna de Puebla 8B Su r 3710 72530 Puebla, México [email protected] This article mus be quoted Cantero-Fortiz Y, León-Peña AA, León-González M, Ruiz-Delgado GJ, Ruiz-Argüelles GJ. Central nervous system involvement in multiple myeloma. Rev Hematol Mex. 2016 Jan;17(1):63-66. 63 Revista de Hematología BACKGROUND Multiple myeloma (MM) represents the prototype of a malignant monoclonal gammopathy. Manifestations occur by the tumoral proliferation of Immunoglobulin-secreting plasma cells, which are restricted to the bone marrow.1-3 This proliferation may occur in a localized form or in a generalized form, in which MM is the most representing.4 Central nervous system (CNS) involvement in MM is a rare manifestation in this entity, representing 1% of patients;5 CNS myelomatosis is determined by the presence of plasma cells in cerebroespinal fluid.6 Leptomeningeal myelomatosis is very uncommon and rarely detected in alive patients, but sometimes found at autopsy;4 the process regarding the migration of plasma cells to the leptomeninges is uncertain.2 We present a rare case of a patient with leptomeningeal myelomatosis who received two autologous hematopoietic stem cells transplantations (HSCT), and who is currently alive, in partial remission, after twenty months of the CNS MM diagnosis. CASE REPORT A 40-year-old man with previous diagnosis of multiple myeloma (MM) came to our center to be evaluated and treated. He was diagnosed with MM in October 2012 in another center, where he was treated with bortezomib and received an autologous stem cell transplant in September 2013, obtaining partial remission. He also presented secondary renal insufficiency. He was referred to our center in March 2014 after the development of external ocular motor palsy, diplopia, dyslalia, bone pain and recurrence of IgG and kappa chains elevation in serum. Urinalysis reported 0.25 proteins, heavy gamma chains, light kappa chains and monoclonal free kappa 64 2016 enero;17(1) light chains. In the serum kappa and lambda chains were detected. In the bone marrow aspirate morphology 3% of plasma cells were detected. In FISH method IgH/ FGFR3 was analyzed; 100 cells were negative for t(4;14). The cerebrospinal fluid (CSF) showed: total proteins 300 mg/dL (normal values 15-26 mg/dL), positive for globulins and 28% of plasma cells. CSF was also subjected to flow cytometric analysis, reporting plasma cells positive for CD19+/-, CD38+/-, CD38++, CD45+/- and CD56+, representing 30% of total cells. 13q-,and 17p deletion by FISH methods were negative; 17p deletion was positive in 3 of 100 cells analyzed. Brain MRI reported subdural lesions probable compatible with plasmacytomas. After the complete analysis, CNS involvement with multiple myeloma was diagnosed. We started the induction treatment with intensive chemotherapy (VDT-PACE) and weekly intrathecal chemotherapy (IT) obtaining an impressive clinical response, he fully recovered the speech and visual capacity. The cerebrospinal fluid was clear of plasma cells after the fourth weekly intrathecal chemotherapy. He continued maintenance treatment with weekly bortezomib, low dose lenalidomide and monthly intrathecal chemotherapy. A second autologus transplant was performed using our method on July 2015 with non-cryopreserved peripheral blood stem cells as consolidation treatment.7 DISCUSSION CNS involvement is an uncommon complication of MM; the patient was diagnosed with MM and two years after he developed neurological symptoms caused by leptomeningeal myelomatosis. The first symptoms were external ocular Cantero-Fortiz Y, et al. CNS involvement in multiple myeloma motor palsy, dyslalia and recurrence in IgG and kappa serum chains elevation. The craneal nerve III palsy described in this case is extremely uncommon and usually due to an intracraneal plasmacytoma.8 In MM there is a modification in the DNA of Ig genes, caused by hypermutation and antigen selection inside plasma cells.9 There are five heavy chain isotypes (M, G, A, D, E) and two light chain isotypes (Kappa, lambda); monoclonal proteins IgG and IgA are very common, Ig D and Ig E are rare and uncommon;10 our patient presented heavy gamma chains; in serum kappa and lambda chains were detected with predominating light kappa chains. Bone marrow aspirate revealed 3 percent of plasma cells; the urinalysis reported 0.25 proteins. CSF examination reported proteins, plasma cells and globulins thus confirmed CNS infiltration and suggested intracraneal plasmocytomas, only seen in 1% of all the patients with MM,11 the plasma cells were positive for CD19+/-, CD38+/, CD38++, CD45+/- and CD56+ (representing 30% of total cells) with a cellular population that expressed a characteristic inmunophenotype of neoplastic plasmatic cells. MRI of the head showed extra-axial subdural lesions suggestive of plasmocytomas which confirmed the CNS involvement and relapse of previous MM. Considering all these facts and his first relapse, intensive chemotherapy was initiated with VDT-PACE (bortezomib, dexamethasone, thalidomide, cisplatin, doxorubicin, cyclophosphamide, etoposide) as induction before transplantation; this regimen reduces the disease burden in very aggressive MM resistant to conventional therapies.12 The use of intensive chemotherapy combinations, can be effective salvage for refractory myeloma and can prevent further haematogenous extension into the CNS. The reduced number of patients with this complication (CNS involvement) makes unclear the optimal therapy for CNS myeloma. Most publis- hed reports to date describe dismal survival of 1-2 months with traditional approaches incorporating the use of IT chemotherapy and radiation. Repeated doses of intrathecal (IT) chemotherapy offers control of local CNS disease, clearing plasma cells from CSF, prolonged duration of local CNS disease control can be achieved with this treatment modality.2 The use of radiotherapy for the treatment of CNS MM is frequently used and in some reports has been associated with longer survival but its definitive use should be further evaluated.13 The VDT-PACE regimen and intensive IT chemotherapy combination can be effective for refractory myeloma,2 such as the one described in this patient. Bortezomib modulates the ubiquitin pathway, resulting in cytotoxic injury due to disruption or protein degradation. Immunomodulatory agents (IMIDs) such as thalidomide and lenalidomide improve several mechanisms (direct toxicity, activation of antitumor immunity and antiangiogenic effects) to target myeloma cells14 and have the ability to cross de blood brain barrier.2 The treatment with bortezomib and lenalidomide showed improvement in some cases but there is scanty data showing efficacy in CNS myeloma, the use of IMIDs in this setting requires further examination. The use of agents like thalidomide and lenalidomide as induction treatment have achieved high rates of partial and complete remission15 and appear to penetrate the blood brain barrier.16 HSCT has shown a clear benefit and significant progression-free survival in multiple myeloma patients.14,15 The use of autologous and allogenic stem cell transplantation in CNS myeloma case reports reported disease remission of up to 12 months.17 CNS MM is an aggressive condition and, even with modern therapies, remains highly lethal with a median overall survival of only 4-6 65 Revista de Hematología months.2 Small number of patients can achieve longer survival with combined treatment such as the case presented here. REFERENCES 66 1. Kyle RA. Multiple myeloma: review of 869 cases. Mayo Clin Proc 1975;50:29-40. 2. Chen CL, Masi-Khan E, Jiang H, Rabea A, et al. Central Nervous system involvement with multiple myeloma: long term survival can be achieved with radiation, intrathecal chemotherapy, and immunomodulatory agents. Br J Haematol 2013;162:483-488. 2016 enero;17(1) and fluctuating cranial nerve III palsy heralding multiple myeloma. Rev Neurol 2015;60:115-119. 9. Rajkumar SV, Fonseca R, Dewald GW, Therneau TM, et al. Cytogenetic abnormalities correlate with the plasma cell labeling index and extent of bone marrow involvement in myeloma. Cancer Genet Cytogenet 1999;113:73-77. 10. Rajkumar SV, Kyle RA. Multiple myeloma: diagnosis and treatment. Mayo Clin Proc 2005;80:1371-1382. 11. Marjanović S, Mijusković Z, Stamatović D, Madjaru L, et al. Multiple myeloma invasion of the central nervous system. Vojnosanit Pregl 2012;69:209-213. 12. Buda G, Orciuolo E, Galimberti S, Ghio F, Petrini M. VDTPACE as salvage therapy for heavily pretreated MM patients. Blood 2013;122:5377. 3. Bladé CJ, Izquierdo SM. Medicina Interna. Gammapatias monoclonales. 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El patrón de herencia autosómico recesivo de un gen defectuoso resulta en la deficiencia de la hidrolasa lisosomal cerebrosidasa, que ocasiona la acumulación anormal del lípido glucocerebrósido dentro de las células, principalmente macrófagos. Comunicamos el caso de una paciente de 62 años de edad, con manifestaciones por esplenomegalia y citopenias secundarias desde la adolescencia, en la que al realizar estudios complementarios se concluyó enfermedad de Gaucher y la secuenciación del gen de glucocerebrosidasa mostró una alteración no reportada previamente. PALABRAS CLAVE: enfermedad de Gaucher, esplenomegalia, mutación nueva. Rev Hematol Mex. 2016 Jan;17(1):67-71. Gaucher’s disease: A report of a new mutation Herrera-Olivares W1, Castelan-Cruz O2 Abstract Gaucher’s disease is the most common of lysosomal storage disorders. Autosomal recessive inheritance of a defective gene results in a deficiency of the lysosomal hydrolase cerebrosidase, which causes an abnormal accumulation of lipid glucocerebroside within cells, especially macrophages. We report the case of a 62-year-old female patient with clinical manifestations caused by splenomegaly and secondary cytopenias since adolescence, after complementary tests we concluded Gaucher’s disease, and gene sequencing showed a mutation in glucocerebrosidase gene not previously reported. KEYWORDS: Gaucher’s disease; splenomegaly; novel mutation www.nietoeditores.com.mx Hematólogo. Médico residente de segundo año de la especialidad de Medicina Interna. Hospital General del Sur, Servicios de Salud del Estado de Puebla. 1 2 Recibido: noviembre 2015 Aceptado: enero 2016 Correspondencia Dr. Wilfrido Herrera Olivares Antiguo camino a Guadalupe Hidalgo 11350 72490 Puebla, Puebla, México [email protected] Este artículo debe citarse como Herrera-Olivares W, Castelan-Cruz O. Enfermedad de Gaucher. Informe de una nueva mutación. Rev Hematol Mex. 2016 ene;17(1):67-71. 67 Revista de Hematología ANTECEDENTES La enfermedad de Gaucher es un error innato del metabolismo extraordinariamente heterogéneo, que exhibe diversas manifestaciones, amplio intervalo de edad de inicio de los síntomas y amplio espectro de la severidad de la enfermedad, desde una forma letal en la infancia hasta inicio de síntomas en octagenarios.1 Es causada por mutaciones en el gen que codifica la enzima lisosomal glucocerebrosidasa. La actividad enzimática inadecuada ocasiona que la célula se congestione debido a la acumulación de glucolípidos. Las células congestionadas se acumulan en varios órganos, lo que resulta en una variedad de signos y síntomas. Ocurre en todo el mundo, pero es más común en descendientes de judíos askenazis. Alrededor de 90% de los pacientes tienen el tipo no neuronopático (enfermedad tipo 1), que se distingue por alteraciones hematológicas, complicaciones esqueléticas potencialmente discapacitantes y complicaciones neurológicas de inicio tardío.2 El gen humano de la glucocerebrosidasa (GBA) está localizado en el cromosoma 1q21 y consiste de 10 intrones y 11 exones. Un seudogén sumamente homólogo a GBA yace a 16 kb del gen funcional. Se han descrito más de 300 mutaciones, que incluyen mutaciones puntuales, deleciones, inserciones, empalmes y varios rearreglos en la región del gen GBA como causa de enfermedad de Gaucher.3 2016 enero;17(1) secuela. Refirió que desde los 15 años padecía cuadros recurrentes de epistaxis y desde entonces se detectó esplenomegalia y trombocitopenia sin conclusión diagnóstica. Se envió al Servicio de Hematología para estudio de la esplenomegalia; al interrogatorio dirigido no se obtuvieron mayores datos de relevancia; a la exploración física se encontró paciente obesa con hipoacusia bilateral, esplenomegalia de 12 cm bajo el borde costal izquierdo y deformidad en abducción de la rodilla izquierda. La citometría hemática evidenció: hemoglobina de 10.8 g/dL, Hto 33.4%, VCM 27.7 fL, HCM 32.3 pg/ dL, plaquetas 49,000/mm3, AST 32 UI/L, ALT 17 UI/L, bilirrubina indirecta de 1.4 mg/dL y delta de 0.9, albúmina de 4.5 g/dL, GGT 63 UI/L. El USG abdominal evidenció bazo de 22 cm; hígado sin alteraciones en términos ecográficos. Se descartó VIH, hepatitis viral, lupus y antifosfolípidos. En el aspirado de médula ósea se observaron células de Gaucher (Figura 1), por lo que se solicitó la determinación de actividad de beta-glucocerebrosidasa, que se reportó menor a 0.11 mmol/ hora. La secuenciación de gen de glucocerebrosidasa (Cuadro 1) reportó una variante en la secuencia c.579delC (p.Lys194Serfs*6), en estado heterocigoto con c.1226A>G (p.Asn409Ser, anteriormente N370S). La mutación c.579delC CASO CLÍNICO Paciente femenina de 62 años de edad, originaria y residente de Tepanco de López, Puebla, México. Sin antecedentes familiares identificados de enfermedad de Gaucher; no tuvo hijos. Al inicio de la adolescencia tuvo un accidente automovilístico, por lo que sufrió fractura de la rodilla izquierda que dejó deformidad como 68 Figura 1. Células de Gaucher en aspirado de médula ósea. Herrera-Olivares W y col. Enfermedad de Gaucher Cuadro 1. Base de datos de polimorfismos de nucleótido único Clasificación Cigosidad Patogénico Patogénico Cambio de nucleótido Efecto de proteína-Cambio de aminoácido Heterocigoto c.579delC Heterocigoto c.1226A>G p.Lys194Serfs*6 p.Asn409Ser (anteriormente N370S) (p.Lys194Serfs*6) no se ha reportado previamente, pero es del tipo que se esperaría que cause el trastorno cuando aparece en estado homocigoto o en un estado heterocigoto compuesto, porque interrumpe el marco de lectura, lo que resulta en una proteína trunca. dbSNP ID No disponible rs76763715 cuarta décadas de la vida y menos pacientes (17%) de la quinta a la octava décadas. Subtipos clásicos de enfermedad de Gaucher En 1882, Philippe Gaucher describió el caso de una mujer de 32 años con esplenomegalia masiva y células inusualmente grandes en el bazo, que denominó “epitelioma primario de bazo”. El término enfermedad de Gaucher lo introdujo Mendelbaum, médico de Nueva York, que amplió la descripción de patología anatómica y morfológica de la enfermedad.4 La naturaleza sistémica de la enfermedad, su patrón de herencia y variantes que afectan vísceras y el sistema nervioso central se describieron en el siglo siguiente. Esta afección fue la primera de las enfermedades por depósito lisosomal descrita y se convirtió en prototipo para la descripción clínica y la variabilidad fenotípica de las 50 enfermedades por depósito lisosomal, que incluyen variantes de Gaucher, Pompe, Fabry y Niemann Pick, así como mucopolisacaridosis y otros trastornos causados por función defectuosa de más de 300 enzimas lisosomales o proteínas lisosomales de membrana.5 La enfermedad de Gaucher se ha clasificado tradicionalmente en tres formas clínicas con base en la ausencia (tipo 1) o presencia de daño neurológico (tipos 2 y 3). El tipo 1, también conocido como crónico, no neuronopático, es por mucho la forma más común en el hemisferio occidental, mientras que en Asia y países árabes el tipo 3 es probablemente predominante. La enfermedad de Gaucher es pan-étnica, pero como en otros trastornos autosómicos recesivos hay predilecciones étnicas; de manera importante existe una prevalencia alta del tipo 1, especialmente las mutaciones N370S y 84GG entre judíos askenazis (frecuencia de portadores, 1:17; prevalencia de enfermedad, 1:850). También hay dos asociaciones únicas con la forma neuronopática: tipo 3b, que se distingue por predominio de características viscerales sobre los signos neurológicos, inicialmente identificados en el norte de Suecia, y tipo 3c, la rara variante cardiaca, entre árabes palestinos. Con la identificación de nuevos fenotipos y la apreciación de que aun los pacientes con tipo 1 pueden evidenciar manifestaciones neurológicas (de inicio tardío), existe un creciente apoyo a ver la enfermedad de Gaucher como un continuo de fenotipos.6 De acuerdo con el registro ICGG, la media de inicio de los síntomas es de 20.4 años, aunque la mayoría de los pacientes (56%) tiene inicio en la primera y segunda décadas de la vida. Hay una rápida caída de inicio de síntomas después de la segunda década. Sin embargo, un gran número de pacientes (28%) tiene inicio en la tercera y La paciente descrita en este caso corresponde a enfermedad de Gaucher tipo 1 con afección gastrointestinal, con repercusión hematológica por citopenias secundarias a hiperesplenismo. Aunque tenía alteraciones óseas, no pudo demostrarse otra que la que la paciente describió secundaria a traumatismo. DISCUSIÓN 69 Revista de Hematología Los pacientes con enfermedad de Gaucher tipo 1 pueden ser asintomáticos con pocos signos de la enfermedad o padecer combinaciones de anormalidades hematológicas, hepatoesplenomegalia, daño pulmonar y enfermedades esqueléticas que pueden causar morbilidad sustancial, discapacidad funcional y disminución de la calidad de vida; se han elaborado escalas para la evaluación inicial y de la respuesta a los tratamientos disponibles que han validado su utilidad.7 Afectación gastrointestinal En el tipo 1, las complicaciones gastrointestinales como hepatomegalia, esplenomegalia, cirrosis, ascitis y várices esofágicas predominan y son bien conocidas. Sin embargo, otras asociaciones, como carcinogénesis hepática y colelitiasis no se toman en consideración. La hipertensión portal observada en la enfermedad de Gaucher tiene dos causas. La primera es el sobreflujo en el sistema portal debido a la esplenomegalia, que habitualmente se alivia después de la esplenectomía. La segunda se observa en pacientes que ya tienen esplenectomía. En estos pacientes, la infiltración masiva de células de Gaucher en el parénquima hepático resulta en hipertensión portal intrahepática.8 Las manifestaciones neurológicas de la enfermedad de Gaucher son comorbilidades adicionales no directamente relacionadas con la infiltración orgánica. Las primeras categorías de enfermedad de Gaucher tipos 2 y 3 se definen por sus secuelas neurológicas. El tipo 1 se consideró no neuronopática, pero hay un aumento de la incidencia de parkinsonismo y neuropatía en estos pacientes. Ahora se sabe que en autopsias de pacientes con enfermedad de Gaucher 1 y parkinsonismo hay varias de las características neuropatológicas de la enfermedad de Parkinson, que incluyen cuerpos de Lewy alfa-sinucleína positivos en la corteza y el tallo cerebrales. Además, se ha observado aumento en la frecuencia de enfermedad de Parkinson en pacientes por lo 70 2016 enero;17(1) demás sanos, lo que lleva a la hipótesis de que las mutaciones de GBA pueden constituir un factor de riesgo de enfermedad de Parkinson.9 La afección del ventrículo izquierdo se ha reportado con poca frecuencia, la fisiopatología del daño visceral es esencialmente controlada por la fibrosis inflamatoria, estimulada por la acumulación de glucosilceramida en los macrófagos. Igualmente la enfermedad de Gaucher parece actuar en el miocardio como enfermedad infiltrativa, como la amiloidosis con acumulación en parches de glucoesfingolípidos que llevan a fibrosis intersticial y aumento progresivo en la rigidez del ventrículo izquierdo. En un estudio italiano se encontró la asociación de disfunción diastólica del ventrículo izquierdo independiente de la coexistencia de hipertensión arterial. La alteración subclínica de la relajación del ventrículo izquierdo en el contexto del daño infiltrativo puede ser el mecanismo subyacente.10 Neoplasias de células B Durante muchos años se ha reportado la asociación de enfermedad de Gaucher y gammapatía policlonal y gammapatía monoclonal de significado incierto, así como un incremento en ciertas neoplasias, como mieloma múltiple, carcinoma hepatocelular y linfoma no Hodgkin de células B, aunque la causa no es clara. La gammapatía monoclonal de significado incierto tiene prevalencia de 8 a 35% en pacientes con enfermedad de Gaucher y ocurre a edades más tempranas. Además, el riesgo relativo de padecer mieloma múltiple es de 5.9 en pacientes de acuerdo con el Registro ICGG.9 Tratamiento Antes de 1991, el tratamiento de la enfermedad de Gaucher era, en general, de soporte, e incluía analgésicos contra el dolor, procedimientos ortopédicos y rehabilitación para tratar complicaciones óseas y transfusiones con o sin Herrera-Olivares W y col. Enfermedad de Gaucher esplenectomía en el tratamiento de la anemia y trombocitopenia. Mientras estos tratamientos pueden aliviar los síntomas a corto plazo, son incapaces de alterar el curso de la enfermedad y dejan mucho qué desear. Rara vez se ha realizado trasplante que tiene el potencial de ser curativo, pero implica un riesgo considerable y puede terminar con resultados variables.11 En este caso, por la edad de la paciente, estado físico y socioeconómico, el tratamiento ofrecido fue únicamente de soporte. En 1990 se comunicó el primer caso de tratamiento exitoso con terapia de reemplazo enzimático (ERT). En 1991 la Dirección de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) aprobó alglucerasa (Ceredasa), primer producto de enzima humana para el tratamiento de una enfermedad por almacenamiento, derivado de placenta humana, que se sustituyó por la forma recombinante de la enzima imiglucerasa (Cerezyme). Hace poco la FDA aprobó un nuevo tratamiento de reducción de sustrato (SRT), Eliglustat, contra la enfermedad de Gaucher tipo 1. Mientras que la terapia de reemplazo enzimático suplementa la actividad de la beta-glucocerebrosidasa en los lisosomas de los fagocitos mononucleares, Eliglustat es un análogo de ceramida que es un inhibidor potente y específico de la glucoceramida sintetasa, reduce la producción de glucosilceramida para emparejar su degradación deficiente.12 REFERENCIAS 1. Pramod K. Understanding the natural history of Gaucher disease. Am J Hematol 2015;90:S6-S11. 2. Weinreb N. Pathophysiology, Clinical Features, and Natural History of Gaucher Disease. Clin Adv Hematol Oncol 2012;10:3-9. 3. Giraldo P. Mapping the genetic and clinical characteristics of Gaucher disease in the Iberian Peninsula of Gaucher disease in the Iberian Peninsula. Orphanet J Rare Dis 2012;7:17. 4. Mandlebaum F. 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La identificación de los autores deberá hacerse con números en superíndice. Todo el material gráfico (cuadros, figuras y fotografías) deberá ser de calidad (nitidez y enfoque) para que su reproducción sea excelente. Se recomienda incluir todo tipo de ilustración enseguida de las referencias bibliográficas. Las gráficas, dibujos y otras ilustraciones deben dibujarse profe sionalmente o elaborarse con un programa de cómputo y adjuntarlas al mismo archivo del texto. Los cuadros (y no tablas) deberán numerarse con caracteres arábigos. Cada uno deberá tener un título breve; al pie del mismo se incluirán las notas explicativas que aclaren las abreviaturas poco conocidas. No se usarán líneas horizontales o verticales internas. Todos los cuadros deberán citarse en el texto. Tipo de artículos: la revista publica artículos originales en el área de investigación clínica o de laboratorio, editoriales, artículos de revisión, biotecnología, comunicación de casos y cartas al editor. Se reciben artículos en los idiomas español e inglés. Resumen no mayor de 250 palabras, y deberá estar estructurado en antecedentes, material y método, resulta dos y conclusiones. Con esta estructura se deberán enunciar claramente los propósitos, procedimientos básicos, metodología, principales hallazgos (datos concretos y su relevancia estadística), así como las conclusiones más relevantes. Al final del resumen proporcionarán de 3 a 10 palabras o frases clave. Enseguida se incluirá un resumen (abstract) en inglés. 9. Abstract. Es una traducción correcta del resumen al inglés. 10. Texto. Deberá contener antecedentes, material y métodos, resultados y discusión, si se tratara de un artículo experimental o de observación. Otro tipo de artículos, como comunicación de casos, artículos de revi sión y editoriales no utilizarán este formato. a) Introducción. Exprese brevemente el propósito del artículo. Resuma el fundamento lógico del estudio u observación. Mencione las referencias estrictamente pertinentes, sin hacer una revisión extensa del tema. No incluya datos ni conclusiones del trabajo que está dando a conocer. b) Material y método. Describa claramente la forma de selección de los sujetos observados o que participaron en los experimentos (pacientes o animales de laboratorio, incluidos los testigos). Identifique los métodos, aparatos (nombre y dirección del fabricante entre paréntesis) y procedimientos con detalles suficientes para que otros investigadores puedan reproducir los resultados. Explique brevemente los métodos ya publicados pero que no son bien conocidos, describa los métodos nuevos o sustancialmente modificados, manifestando las razones por las cuales se usaron y evaluando sus limitaciones. Identifique exactamente todos los medicamentos y productos químicos utilizados, con nombres genéricos, dosis y vías de administración. c) Resultados. Preséntelos siguiendo una secuencia lógica. No repita en el texto los datos de los cuadros o figuras; sólo destaque o resuma las observaciones importantes. d) Discusión. Insista en los aspectos nuevos e importantes del estudio. No repita pormenores de los datos u otra información ya presentados en las secciones previas. Explique el significado de los resultados y sus limitaciones, incluidas sus consecuencias para la investigación futura. Establezca el nexo de las conclusiones con los objetivos del estudio y absténgase de hacer afirmaciones generales y extraer conclusiones que carezcan de respaldo. Proponga nueva hipótesis cuando haya justificación para ello. e) Referencias. Numere las referencias consecutivamente siguiendo el orden de aparición en el texto (identifique las referencias en el texto colocando los números en superíndice y sin paréntesis). Cuando la redacción del texto requiera puntuación, la referencia será anotada después de los signos pertinentes. Para referir el nombre de la revista utilizará las abreviaturas que aparecen enlistadas en el número de enero de cada año del Index Medicus. No debe utilizarse el término “comunicación personal”. Sí se permite, en cambio, la expresión “en prensa” cuando se trata de un texto ya aceptado por alguna revista, pero cuando la información provenga de textos enviados a una revista que no los haya aceptado aún, citarse como “observaciones no publicadas”. Se mencionarán todos los autores cuando éstos sean seis o menos, cuando sean más se añadirán las palabras y col. (en caso de autores nacionales) o et al.(si son extranjeros). Si el artículo referido se encuentra en un suplemento, agregará Suppl X entre el volumen y la página inicial. La cita bibliográfica se ordenará de la siguiente forma en caso de revista: Torres BG, García RE, Robles DG y col. Complicaciones tardías de la diabetes mellitus de origen pancreático. Rev Gastroenterol Mex 1992;57:226-229. Si se trata de libros o monografías se referirá de la siguiente forma: Hernández RF. Manual de anatomía. 2ª ed. México: Méndez Cervantes, 1991;120-129. Si se tratara del capítulo de un libro se indicarán el o los autores del capítulo, nombre del mismo, ciudad de la casa editorial, editor del libro, año y páginas. 11. Transmisión de los derechos de autor. Se incluirá con el manuscrito una carta firmada por todos los autores, conteniendo el siguiente párrafo: “El/los abajo firmante/s transfiere/n todos los derechos de autor a la revista, que será propietaria de todo el material remitido para publicación”. Esta cesión tendrá validez sólo en el caso de que el trabajo sea publicado por la revista. No se podrá reproducir ningún material publicado en la revista sin autorización. Revista de Hematología se reserva el derecho de realizar cambios o introducir modificaciones en el estudio en aras de una mejor comprensión del mismo, sin que ello derive en un cambio de su contenido. Los artículos y toda correspondencia relacionada con esta publicación pueden dirigirse al e-mail: [email protected] Author requirements Manuscripts should be made following recommendations of the International Committee of Medical Journal Editors (N Engl J Med 1997;336:30915) and adjusted to the following guidelines: 1. The document printed in letter size (21 × 27 cm) sheets must be delivered, using double-spacing, along with its with corresponding computer disk data and indicating the article’s title on the label, leading author’s name and computer program with version. (e.g., Estrogen and climaterium. Guillermo Martínez. Word 6.0). Sections are ordered in the following form: page title, structured abstract, summary, introduction, materials and methods, results, discussion, references, tables and captions. 3. The maximum extension of originals will be 15 pages, for clinical cases 8 pages, and four for figures or tables. Reviews will not exceed 15 pages. The first page will contain the full title of the article, not exceeding 85 characters, the names of the authors, services or departments and institution(s) they belong to and the leading author’s address. If all the authors belong to different services of the same institution, their name will be mentioned only once at the end. Authors identification should be done superscript Arabic numbers. 4. For identification, each page of the article should have, on the upper left corner, the initial of the name and last name of the leading author, and on the upper right corner, the consecutive page number. 5. All graphic material should be sent in slides, black-and-white, sharp and clearly defined. In the slide frame write in ink the code word to identify the article, the figure number, last name of the leading author and with an arrow the top part of the figure will be marked. If the slide includes material formerly published, it should come with the written authorization of the copyright holder. 6. Graphs, drawings and other illustrations should be professionally drawn or made by computer and attached in the same disk the text writing is, on the label written the program used. 7. Tables (and non-charts) should be numbered with Arabic numbers. Each should have a brief title; the footnotes will include explanatory notes to clarify abbreviations poorly known. Do not use horizontal or vertical inner lines. All tables should be quoted in the text. 8. Type of articles: the journal publishes original articles in the area of clinical or laboratory research, editorials, review articles, biotechnology, case communications and letters to the editor. Articles are received in Spanish and English languages. 9. Summary. The second page will include a summary, no longer than 250 words and will be structured in background, materials and methods, results and conclusions. Following this structure, purposes, basic proceedings, methodology, main outcomes (hard data and statistical significance), and most relevant conclusions. At the end of the summary there will be 3 to 10 keywords or sentences. Following this, an abstract written in English will be provided. 10. Abstract. This is the right translation of the summary to English. 11. Text. Text should contain introduction, materials and methods, results and discussion, if this is an experimental or observational article. Other articles, like case communications, review articles and editorials will not use this format. a) Introduction. Briefly express the purpose of the article. Summarize the logic grounds of the study or observation. Quote only strictly pertinent references, without making a extensive review of the topic. Do not include data or conclusions of the job you are making known. b) Materials and methods. Describe clearly in the selection the way you selected the observed subjects or those who participated in the experiments (patients or laboratory animals, including controls). Identify methods, devices (name and address of the manufacturer in parentheses) and detailed procedures for others to reproduce the results. Briefly explain formerly published methods which are not widely known, describe new or substantially modified methods, manifesting the reasons why you used them and assessing their limitations. Identify every single medication and chemical product used, with generic name, dose and route of administration. c) Results. Present them following in a logical sequence. Do not repeat data from tables or figures within the text; just emphasize or summarize the pertinent observations. d) Discussion. Emphasize new and important aspects of the study. Do not repeat details in the data or other information previously mentioned in other sections. Explain the meaning of the results and their limitations, including their consequences for future research. Establish the connection of the conclusions with the study objectives and refrain from making general statements and making conclusions without support. Suggest a new hypothesis when it is justified. e) References. Number the references consecutively following the appearance order in the text (identify the references within the text with superscript numbers without parentheses). When the text needs punctuation, the reference will be annotated after the pertinent signs. To refer the name of a journal use abbreviations listed every year in the January number of the Index Medicus. The term “personal communication” should not be used. On the other hand, it is allowed to use the expression “in press” when it refers to an already accepted text by some journal, but when the information comes from texts sent to a journal which has not accepted it yet, it should be referred to as “non-published observations”. All authors should be mentioned when there are six or less, when there are more, add the words and cols. (in the case of national authors) or et al. (if foreigners). If the cited article is located in a supplement, add suppl X between the volume and the initial page. In the case of a journal, bibliographic citations will be ordered in this way: Torres BG, García RE, Robles DG et al. Late complications of diabetes mellitus of pancreatic origin. Rev Gastroenterol Mex 1992; 57:226-229. In the case of books or monographs, reference will be: Hernández RF. Anatomy manual. 2nd edition. Mexico: Méndez Cervantes, 1991; 120-129. In the case of a book chapter, indicate the author(s) in the chapter, the name of the chapter, city of the publishing house, the book’s editor, year and pages. 12. Transfer-of-copyright. Along with the manuscript, deliver a letter signed by all the authors, with the following paragraph: “The undersigned author(s) transfer all copyrights to the journal, which will be the holder of all submitted material for publication”. This transfer will be valid only in the case that the journal publishes the paper. No material can be reproduced without the journal’s authorization. 13. We recommend to include citations from Mexican or Latin American authors in the bibliographic references. Hematologia reserves the right to make changes or include modifications in the study in order of better understanding of such, without modifying its content. Articles and all mailing relating with this publication should be [email protected] dressed to the following e-mail: [email protected]
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