“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” CONGRESO NACIONAL CAMARA DE SENADORES SESIONES ORDINARIAS DE 2016 ORDEN DEL DIA Nº 285 Impreso el día 2 de junio de 2016 SUMARIO COMISION DE BANCA DE LA MUJER Dictamen en el proyecto de declaración de la señora senadora Durango y de la señora senadora Riofrio, expresando su compromiso con la prevención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres, al cumplirse un año de la marcha “Ni una menos”. (S.1762/16). DICTAMEN DE COMISIÓN Honorable Senado: Vuestra Comisión Banca de la Mujer ha considerado el proyecto de declaración de la Señora Senadora Norma Haydée Durango y de la Señora Senadora Marina Raquel Riofrio, registrado bajo expediente S-1762/16, mediante el cual expresa su compromiso con la prevención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres, al cumplirse un año de la marcha “Ni una menos”, el 3 de junio de 2016; y, por sus fundamentos y las razones que dará el miembro informante, os aconseja su aprobación. De acuerdo a lo establecido por el Art. 110 del Reglamento del Honorable Senado, este dictamen pasa directamente al orden del día. Sala de la comisión, 31 de Mayo de 2016 Marina R. Riofrio.- Hilda C. Aguirre de Soria.- Ana C. Almirón.- Inés I. Blas.- Miriam R. Boyadjian.- María Graciela de la Rosa.- Norma H. Durango.- Anabel Fernández Sagasti.- Virginia M. García.- Silvina M. García Larraburu.- Sandra D. Giménez.- María E. Labado.- Beatriz G. Mirkin.- Liliana T. Negre de Alonso.- María M. Odarda.- Laura E. Rodríguez Machado.- María de los Ángeles Sacnun.- PROYECTO DE DECLARACIÓN El Senado de la Nación DECLARA “2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” Su compromiso con la prevención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres, a un año de la realización, el día 3 de Junio de 2015, de la multitudinaria marcha “Ni una menos”. Norma H. Durango.- Marina R. Riofrio.FUNDAMENTOS Señora Presidente: Hasta la sanción en nuestro país de la Ley 26.485 de Protección de los derechos de las mujeres, la violencia de género era considerada como una cuestión privada, intrafamiliar y no como una problemática social. Las actividades realizadas en el marco de la convocatoria "Ni una menos”, el pasado 3 de junio de 2015, la marcha en sí misma y las posteriores repercusiones políticas, sociales y mediáticas que consiguió, marcaron un antes y un después en la sociedad argentina. La consigna “Ni una menos” se fue construyendo en el imaginario colectivo, por la cantidad de femicidios y los cada vez más aberrantes hechos de violencia hacia las mujeres. Fue un reclamo legítimo desde todos los sectores de una sociedad que necesitó y produjo un hecho contundente para reclamar legislación y políticas públicas, pero también para denunciar que no se estaba llegando a tiempo y que cada vez más las mujeres eran asesinadas por el machismo, cosificadas y descartadas por hombres, mayoritariamente de su entorno. Los avances en la ampliación de derechos, seguramente hicieron de la nuestra, una sociedad con una mayor conciencia en la defensa de sus derechos. Esa concentración realizada en las principales ciudades de nuestro país, no sólo pidió por la visibilización de una problemática social que afecta a mujeres y niñas, también demandó leyes y programas de políticas públicas que efectivamente puedan combatir la violencia de género en todos los ámbitos. La propuesta sensibilizó a todo un país, dejó claro que la violencia de género es una violación a los derechos humanos y por ello, a un año de aquella iniciativa es imprescindible continuar la tarea de visibilización, prevención y asistencia de las víctimas de violencia, así como de las hijas e hijos de las mujeres asesinadas por los femicidas. Nuestro país, en los últimos años ha avanzado enormemente en la sanción de leyes destinadas a la protección de las mujeres. Pero ha quedado suficientemente demostrado que eso no es bastante, hace falta un cambio cultural que desnaturalice la violencia hacia la mujer. Del mismo modo es impostergable la perspectiva de género en quienes tienen la responsabilidad de impartir justicia, para que cada vez que deban decidir, tiendan a la protección de las mujeres para que no se repitan los hechos y para que no sigamos llegando tarde. Los medios de comunicación ya no hablan de crímenes pasionales, llaman ahora a las cosas por su nombre y determinan como femicidios a las muertes violentas de mujeres generalmente a manos de sus “2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional” parejas, ex parejas o algún varón de su entorno más cercano. De todos modos en un alto porcentaje continúa el tratamiento mediático con componentes morbosos, que siguen revictimizando y estigmatizando aún más a las víctimas. Por todo esto señalamos que siguen vigentes los objetivos que dieron origen a aquella manifestación, porque nació de la lógica evolución y avance de una sociedad que demanda cambios culturales y de paradigmas y que condena la violencia de género. La toma de conciencia que se generó en los últimos años a partir de las políticas de abordaje al problema, la necesidad de profundizar la tarea de visibilización, la tarea de complejizar aún más lo que está dejando de ser natural, el reclamo de que la justicia no sea machista, y que las leyes se cumplan; demuestran que esta sigue siendo una problemática real, cada 30 horas una mujer es asesinada en nuestro país. Por eso no podemos claudicar, ni abandonar la tarea que nos sigue preocupando y ocupando. Por las razones expuestas solicito a mis pares su acompañamiento con el presente Proyecto. Norma H. Durango.- Marina R. Riofrio. * VERSION PRELIMINAR SUSCEPTIBLE DE CORRECCION UNA VEZ CONFRONTADO CON EL ORIGINAL IMPRESO
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