Un nuevo tiempo

Suplemento especial de AsturiasDiario. Mayo 2016
Barrios
Un nuevo tiempo...
Oviedo construye hoy su futuro.Tras muchos años de imposiciones municipales, y donde los vecinos votaban pero no tenían voz en las decisiones del Ayuntamiento,
el nuevo equipo de gobierno pondrá en marcha los Distritos de la ciudad, un órgano de participación ciudadana, que contará con presupuesto, y que tendrá capacidad para decidir sus propias inversiones. Los barrios de Oviedo, que en los últimos años estuvieron olvidados por un alcalde que decretó que “la ciudad ya está
hecha”, tendrán ‘voz’ en el Ayuntamiento, a través de los Distritos, además de inversiones que mejorarán sus calles, parques, y fachadas. Ana Taboada, vicealcaldesa y concejal de Participación Ciudadana (SOMOS), también tiene previsto poner en marcha una Universidad Popular, y una Oficina de Atención Ciudadana.
Dos iniciativas, que darán mayor protagonismo a los vecinos. Nuevas políticas ciudadanas, para un nuevo tiempo político, donde todos somos Oviedo.
AsturiasDiario, sábado 7 de mayo de 2016
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BARRIOS DE OVIEDO
Pumarín, tan cerca y tan ‘lejos’
Pumarín siempre ha sido el‘patito
feo’ de Oviedo. Un barrio ‘aislado’
por la calle General Elorza, pero
también por las dificultades para
acceder al barrio desde que Gabino de Lorenzo reordenó el trafico
en los años 90, y convirtió la calle
Aureliano San Román y la Avenida de Pumarín, que atraviesan el
barrio, en un vía de un solo sentido. El ex alcalde, eliminó la vías
de FEVE que pasaban por Rodríguez Cabezas; quitó el puente
que cruzaba por encima de General Elorza, pero también aisló, un
poco más a Pumarín, tras la ‘reordenación’de su principal calle. Para llegar a Pumarín en coche, hay
que dar demasiadas vueltas, y andando uno siempre se topa con la
calle General Elorza, que actúa como barrera o incluso muro, que ha
frenado y debilitado el crecimiento de un barrio, hoy encajonado
entre el Milán, que ya tiene identidad propia, las nuevas construcciones de las calles PalmiraVilla, la
Avenida del Mar y el barrio deTeatinos. Pumarín siempre ha estado
a un paso del centro. Tan cerca y
tan lejos al mismo tiempo.
Pero no todo han sido malas
noticias para Pumarín, al menos
en cuanto a las comunicaciones.
La Avenida del Cantábrico, y la
calle Fernández Capalleja, desembocan en la rotonda que une
el barrio con Ciudad Naranco, la
estación de autobuses, y la ASII, en dirección a La Corredoria,
Lugones y Gijón.Y en el otro extremo, la Avenida del Cantábrico
conecta con la calle de los Reyes
Católicos, y conTeatinos. Aún así,
el principal problema del barrio,
sigue siendo la supervicencia del
pequeño comercio.
La asociación de vecinos,
El presidente de la asociación de vecinos, José Ramón Sariego (en el centro) junto a vecinos de Pumarín
presidida por José Ramón Sariego, mantiene desde hace años las
mismas reclamaciones para Pumarín: piscinas, una biblioteca,
un telecentro... Pero sobre todo
piden un plan para dinamizar el
comercio del barrio. La crisis golpeó a los pequeños negocios, y a
lo largo de la Avenida de Pumarín hay muchas tiendas cerradas.
También reclaman un plan para
rehabilitar viviendas. Muchas tienen más de 50 o 60 años, y tienen
problemas en las fachadas y en
los tejados. Los vecinos, siguen
echando de menos, el centro que
fue ‘ocupado’ por los activistas de
‘La Madreña’, y aunque estaba
en la calle General Elorza, daba
servicio de ludoteca gratuita a
varias familias. ‘La Madreña’ fue
desalojada y derribada, y ha sido
‘víctima’de la especulación. En el
solar, donde hubo dependencias
públicas (consejería de Sanidad),
Cajastur ha comenzado a construir varios bloques de viviendas.
Y aún quedan otros solares vacíos en el barrio. Entre la Avenida de Pumarín y Aureliano San
Román, hay un‘boquete’entre los
bloques de pisos. Las viejas casas
fueron derribadas para construir
nuevas viviendas, pero la promoción quedó paralizada por la crisis de la construcción, dejando la
finca vacía, junto a la chatarrería,
un negocio que aún sobrevive en
el barrio.
La asociación de vecinos de
Pumarín también lleva años denunciando la paradas que hacen
los autobuses de ALSA, procedentes de Gijón, en la calle Fernando
Vela. Los viajeros se apean en la
acera, cuando a tan solo 50 metros
hay una parada de autobuses urbanos. El tráfico y los problemas
para aparcar son habituales desde los años 90, cuando Gabino de
Lorenzo peatonalizó algunas vías
(San Ignacio de Loyola, Joaquín
Vaquero Palacios) y reordenó toda la zona. Otras peticiones vecinales, como la construcción de un
centro de ocio juvenil, proyectado
hace años por el Ayuntamiento
en la calle Palmira Villa, junto al
centro de día, o un aparcamiento
junto a la estación de autobuses,
requieren mayores inversiones
que, por ahora, no figuran en los
presupuestos municipales, donde
tampoco está prevista la construcción de una piscina, como reclaman los vecinos de Pumarín.
El barrio
más latino
Pumarín podría ser el ‘pequeño
Ecuador’, o la ‘pequeña Colombia’ de Oviedo. Pero también
hay brasileños, cubanos, dominicanos, argentinos, venezolanos... Ningún otro barrio tiene
tanta diversidad y colorido. En
todo el municipio, hay censados
unos 14.000 extranjeros. Y más
de 1.500 viven en Pumarín (suponen en torno al 10% de sus
vecinos), convertido también en
punto de encuentro y reunión de
la población inmigrante, en zonas como el parque de El Milán,
detrás de la Facultad de Humanidades. Según el presidente de
los vecinos, José Ramón Sariego, Pumarín es un “ejemplo de
convivencia e integración”. Tras
el cierre de los bares que abrían
durante las 24 horas, Pumarín
ha recuperado la tranquilidad, y
apenas se producen altercados
o conflictos. Además, la comunidad inmigrante ha abierto numerosos negocios que han devuelto la actividad a sus calles.
La Monxina, el barrio
más pequeño y aislado
En Oviedo, La Monxina solo es ‘noticia’ cuando se produce algún conflicto con los traficantes de droga,
pero La Monxina existe y es mucho más que un barrio, que parece
un ‘gueto’ al estar alejado de la ciudad y rodeado de zonas si urbanizar. Afortunadamente, la apertura
del HUCA ha deparado nuevos enlaces y viales, que han mejorado las
comunicaciones de este barrio aislado del centro de Oviedo, y al mismo
tiempo le han acercado y‘conectado’
a barrios comoTeatinos y La Corredoria. Además, a través del puente
que atraviesa la autopista ‘Y’, también tienen acceso a Ventanielles,
y los nuevos viales de Prado de la
Vega están conectados con la autopista.Aún así, los vecinos, siguen dependiendo del coche, o de los escasos autobuses, para poder acercarse
a Oviedo.
La Monxina, el barrio más pequeño de la ciudad, está formado
por una decena de bloques de pisos,
a lo largo de dos calles (Manuel Llaneza y Álvaro de Albornoz), y varias casas de planta baja. En total,
unos 2.000 vecinos. Sin embargo,
no hay colegio, ni centro de salud.
La Monxina es un barrio dormitorio, con muy pocas tiendas, rodeado
de parques y de fincas donde iban a
levantarse nuevos edificios. Pero llegó la crisis, y los proyectos quedaron
paralizados. “Ahora las constructoras no se hacen cargo de los solares,
que están llenos de maleza y basura”, comenta Juan José Bolado, presidente vecinal.También hubo algunos conflictos con okupas (ya solucionados), que generaban inseguridad y problemas de limpieza. La
Monxina, además de inversiones,
necesita ‘mantenimiento’: podas,
arreglo de baches, bancos, iluminación... Ángeles Esteban, una vecina, comenta que el crecimiento de
La Corredoria y la construcción del
nuevo HUCA han traído mejoras
en las comunicaciones y los accesos, “pero seguimos estando muy
olvidados por el Ayuntamiento”.
Juan José Bolado, presidente de los vecinos, junto a otros miembros de la asociación
AsturiasDiario, sábado 7 de mayo de 2016
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BARRIOS DE OVIEDO
Pacho Alonso (segundo por la derecha) junto a otros miembros de la asociación ‘Oviedo Redondo’
El Oviedo Antiguo
necesita un ‘plan de choque’
Es el ‘kilómetro cero’ de Oviedo.
La zona monumental de la capital asturiana.Y‘contiene’las raíces
de nuestra historia milenaria. Sin
embargo, hace años que el Oviedo
más antiguo languidece. Solo hay
que darse una vuelta por la plaza
de la Catedral, con el suelo roto, o
por las calles más cercanas a la
Plaza del Paraguas. El anterior
equipo de gobierno, peatonalizó
el Antiguo, pero también permitió
que sus viejas casonas se viniesen
abajo, y que fuesen pasto de la especulación urbanística. El Antiguo
necesita, urgentemente, un plan de
choque, que recupere sus calles y
baldosas, adecente sus fachadas, y
frene el abandono intencionado de
los inmuebles que se vienen abajo,
como el edificio donde estaba hasta cuatro años la Librería Ojanguren, en la plaza de Riego.
El Oviedo Antigo tiene dos
asociaciones de vecinos. Una presidida por Juan García. La otra,
‘Oviedo Redondo’, tiene a Pacho
Alonso al frente. Aunque coinciden en lo esencial (limpieza del
barrio, protección del pequeño
comercio...) están enfrentadas
por la normativa sobre la música
en directo, y se disputan la representación vecinal. Para Juan García“en el Antiguo sigue habiendo
problemas de peleas, robos y agresiones”, sobre todo los fines de semana, por la escasa presencia policial en la zona. Además de la ba-
La Florida, un barrio nuevo
con viejos problemas
Para llegar a la Florida, en línea
recta, solo hay un camino, la calle Samuel Sánchez, que luego se
une con Marcelino Suárez, y que
llega hasta la rotonda de Vazquez
de Mella. Entrar y salir en coche de
La Florida es el principal problema
de este joven barrio de Oviedo. Y
peor lo tienen aún, los vecinos de
Las Campas. El vial que une Las
Campas con La Florida, tuvo que
esperar 10 años para entrar en servicio.Y el puente de La Florida, otra
‘asignatura pendiente’ del gabinismo que ha heredado el actual equipo de gobierno, llevaba el mismo
camino, hasta que la concejal de
Infraestructuras, Ana Rivas, anunció que se abrirá al tráfico el 20 de
mayo. Los vecinos de La Florida ya
pueden cruzar a pie el puente que
les une con el Parque del Oeste y
Pórticos, aunque la infraestructura sigue sin estar abierta al tráfico.
Las peticiones del barrio no acaban
aquí. Emilio Peña, portavoz vecinal
y de la FAVO (Federación de Asociaciones deVecinos de Oviedo), intenta ser recibido por el consejero
de Educación del Principado, Genaro Alonso, o por el portavoz del
ejecutivo, Guillermo Martínez, para
reclamar información sobre el pro-
Emilio Peña, en el centro, junto a vecinos de La Florida
talla de los vecinos contra el ruido
(solicitan que no se conceda licencia a ningún bar más), también
cuentan con su propio plan para
revitalizar el pequeño comercio,
y evitar que las tiendas cierren y
se conviertan en pubs. “El Ayuntamiento podría bonificar a los
emprendedores, quitándoles los
impuestos municipales durante
un año”, apunta su portavoz. Los
vecinos presentaron varias propuestas a anteriores equipos de
gobierno, pero nunca obtuvieron
respuesta. Al menos, el tripartito
“parece dispuesto a escucharnos
y también tienen alguna iniciativa”, comenta Juan García. Somos
ya anunció su intención de poner
en marcha un ‘plan de choque’ para recuperar y dinamizar el Antiguo.
Pacho Alonso, presidente de
‘Oviedo Redondo’, tiene otras reivindicaciones. “Reclamamos un
nuevo paso de peatones en Arzobispo Guisasola, el arreglo del pavimento de la Plaza del Paraguas,
y la reparación de la calle Salsipuedes, que está totalmente abandonada”. La limpieza de las muralla medieval, y de las pintadas que
cubren muchas de las paredes del
barrio, también figuran en su lista de peticiones al consistorio. La
asociación‘Oviedo Redondo’también ha recuperado las fiestas del
barrio (arrancan el próximo sábado, en el parque del Campillín) y
ha puesto en marcha iniciativas
sociales culturales, como proyecciones de cine y conciertos en la
plaza del Paraguas.
yecto de construcción del instituto
de La Florida, y que no figura en los
presupuestos del Principado. Según
Peña, “tendría que inaugurarse este mismo año”, pero lo más probable es que, ni siquiera, comiéncen
las obras. La Florida, un barrio joven y con equipamientos (polideportivo, centro de salud, centro social) sigue creciendo, y necesita aulas para sus jóvenes.
12 solares vacíos
Los vecinos de La Florida han
contabilizado doce solares vacíos.
Ocho son propiedad de constructoras, y los demás, del Ayuntamiento.
Algunos se han convertido en vertederos donde se acumula la basura,
y en otros crece la maleza. La asociación vecinal ha solicitado que
los terrenos privados sean cedidos
al municipio, y habilitados como
zonas verdes, hasta que se recupere la demanda y las empresas retomen los proyectos y levanten nuevos bloques de pisos. “Sabemos
que las cesiones serán complicadas. La otra opción es obligar a las
constructoras a mantener limpias
sus propiedades”, apunta Emilio
Peña, portavoz de los vecinos de
La Florida.
Ciudad Naranco,
un barrio sin
polideportivo
Ciudad Naranco tiene dos
problemas sin solución. El
ensanche del puente de Nicolás Soria, y la falta de un
polideportivo o una piscina municipal. El primero, es
responsabilidad del Ministerio de Fomento, y el segundo,
depende de los presupuestos
municipales. El Ayuntamiento ha optado por derribar el
spa a medio construir, a pesar del coste (en torno a medio millar) y construir un polideportivo en la misma parcela. Pero aún no hay proyecto, ni presupuesto. Carmen
Díaz, presidenta de la asociación de vecinos‘Los Puentes’,
exige que se cumplan las promesas municipales. “Se nos
prometió un centro deportivo, piscinas y hasta un rocódromo”. Por otra parte, los
vecinos de Ciudad Naranco
estrenaron la semana pasada un ascensor y una rampa,
que permiten evitar las escaleras que conectan las calles
Montes del Sueve y Fernández de Oviedo.
Villamar quiere
recuperar el
autobus ‘L6’
Los vecinos deVillamar quieren recuperar la antigua línea
L-6, que unía el Oeste del Naranco con el centro, y que fue
sustituida en 2014 por la línea
‘O’ (Lubrió-Plaza de América). Entonces protestaron por
la decisión tomada por el PP.
Ahora, el alcalde es socialista,
pero su situación no ha cambiado. Aunque Villamar está
a escasos 5 kilómetros de la
Plaza de América, el recorrido de los autobuses dura unos
45 minutos, ya que atraviesa
Fabarín, Malpica, Ponteo, La
Cruz, San Roque, Llampaxuga, Lampaya, el Llano y San
Lázaro de Paniceres, antes
de entrar en la ciudad por
La Florida y la calle de Díaz
Merchán. En total, más de 12
kilómetros. El nuevo recorrido perjudica a los vecinos de
la zona rural, pero facilita la
conexión con el centro desde
Las Campas y La Florida. Las
reuniones mantenidas con la
concejal de Infraestructuras y
Servicios Básicos, la teniente
de alcalde Ana Rivas (PSOE),
no han servido para encontrar una solución, y tendrán
que esperar hasta la aprobación de un nuevo Plan de Movilidad. Somos ha respaldado una revisión de las rutas,
para atender las peticiones
vecinales.
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BARRIOS DE OVIEDO
Peticiones comunes
Cada barrio de Oviedo es diferente, con su propia identidad y
problemas, pero todos comparten varias peticiones comunes.
Son los deberes pendientes del
Ayuntamiento desde hace años
(o décadas), que poco a poco se
van resolviendo. Los vecinos de
la zona rural, solicitan la sustitución de las viejas tuberías de las
conducciones de agua, de fibrocemento, que causan continuas
fugas y en ocasiones, cortes del
suministro. Y en la zona urbana,
aprovechando la revisión del Plan
General de Ordenación Urbana,
las asociaciones de vecinos solicitan una nueva regulación de
los espacios privados de uso público, los soportales de los edificios, donde habitualmente hay
terrazas. También proponen que
el Ayuntamiento convierta los solares vacíos en zonas para pasear
perros o espacios verdes, y proteger el Paseo de los Álamos con
una declaración de Bien de Interés Cultural, para preservar el
mosaico de mármol de Antonio
Suárez. Por otra parte, apoyan
la vuelta de la Policía de proximidad, “para que esté en contacto
con las asociaciones de vecinos,
los comerciantes y los hosteleros,
y que colaboren en la vigilancia
del entorno de los colegios”, como apunta el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVO), Emilio Peña. Los
vecinos también tienen propuestas sobre los impuestos. Quieren
una nueva tasa de reciclaje “más
justa”, y la eliminación de las tasas que pagan por la celebración
de las fiestas patronales (Ciudad
Naranco es el único barrio que no
tiene festejos).
El Ayuntamiento de Oviedo
tiene más de 50 centros sociales
repartidos por todo el concejo, y
los vecinos proponen que se utilicen para realizar algunas gestiones municipales, sin tener que
desplazarse a las oficinas del consistorio, en el centro de la ciudad.
Por otra parte, los presupuestos
de este año incorporan una partida de 2 millones de euros para
realizar arreglos en los barrios,
un plan de fachadas que permitirá mejorar las condiciones de los
viejos edificios. La Federación
vecinal ha propuesto que se cambien las bases de la convocatoria
para optar a la rehabilitación, con
el fin de incluir a los propietarios
con menos recursos, que no pueden hacer frente a los arreglos, ya
que actualmente, el consistorio financia solo parte de las obras, y el
resto, corre a cargo del dueño del
piso. A largo plazo, también insisten en la necesidad de contar con
un recinto ferial en Oviedo, y de
revisar el Plan de Movilidad Urbana Sostenible.
Todas sus peticiones, desde la
instalación de puntos de reciclaje
para objetos electrónicos (móviles, cámaras digitales), al cuidado
del Conjunto Histórico de Olloniego (Somos defiende la redacción
de un Plan Especial de Protección
y Conservación), ya han sido tras-
San Lázaro y Otero,
juntos, pero diferentes
San Lázaro y Otero son dos barrios unidos urbanísticamente, pero diferentes. Comparten
fiestas y asociación de vecinos,
y están separados del centro de
Oviedo por la Ronda Sur, una barrera que, a pesar de los proyectos
para cubrirla con una losa, sigue
partiendo la ciudad. Los anuncios
electorales de Gabino de Lorenzo para acabar con la ‘trinchera’
nunca pasaron de ser simples infografías (dibujos), imposibles de
ejecutar o demasiado caras para
hacerlas realidad. El tráfico, los ac-
cesos y el aparcamiento (la grúa
hace ‘horas extra’ por sus calles)
siguen siendo el mayor problema
de San Lázaro y Otero, pero no los
únicos. A los vecinos les preocupa
el futuro de la Malatería, la antigua
residencia de ancianos del barrio,
que lleva más de cinco años abandonada. Cuando se llevaron a los
últimos usuarios, les prometieron
que el cierre sería solo temporal,
pero pasa el tiempo, y el olvido es
cada vez más evidente. A los vecinos les sobran ideas para recuperar La Malatería como sede social:
podría volver a convertirse en residencia, en centro social, de discapacitados, biblioteca, un albergue para jóvenes o una guardería.
Cualquier uso público antes de
que el deterioro lleve a la ruina al
edificio. Los árboles están sin podar y las malas hierbas comienzan
a cubrir el tejado. La Malatería se
ha convertido en la prioridad del
barrio, por delante de otras pequeñas mejoras, como la oficina
de Correos (solicitada pero que
no acaba de llegar), los pasos de
cebra con badenes en Villafría, o
ladadas al Ayuntamiento. La mayoría de las demandas se repiten
desde hace varias legislaturas, y
los vecinos creen que el cambio
de gobierno al frente del consistorio es una oportunidad para resolver las asignaturas pendientes
de los barrios, algunas tan básicas
como el arreglo de aceras y la reparación de los baches en las calles, o la instalación de marquesinas en las paradas de autobús.
Somos Oviedo, siempre muy
sensible a las reclamaciones de
los vecinos, se ha comprometido con la puesta en marcha de
los distritos, una fórmula y un
órgano de participación vecinal
y ciudadana, que tendrá capacidad para decidir el futuro de las
inversiones. Otra de las medidas
de Somos, que beneficiará a todos
los vecinos de Oviedo, es la creación de la Universidad Popular
Ovetense, que comenzará a diseñarse durante este año, para ofrecer en 2017 cursos y actividades
socioculturales en los barrios.
barandillas en algunas de las calles más empinadas, para facilitar
los paseos de los vecinos de mayor
edad y evitar los resbalones y las
caídas en los días de lluvia. Entre
los 15.000 habitantes hay muchas
personas mayores, y reclaman
rampas y pasos accesibles. Los
vecinos también echan en falta a
la Policía de barrio, otra petición
compartida. Por otra parte, al final
de la calle San Lázaro, en dirección al cementerio, hay una finca
y una vieja casa abandonada, donde la maleza llegó a levantarse un
metro sobre el suelo. Hace años,
vivía allí una familia, de okupa. El
Ayuntamiento se interesó por el
problema, pero la finca es privada
(de una constructora), y no puede
actuar, el problema de siempre. El
derribo del antiguo instituto Clarín, en San Lázaro (2011), dejó un
solar junto a la travesía de Armando Collar, donde debían levantarse
dos torres de 22 pisos y 75 metros
de alto, diseñadas por el arquitecto
Patxi Mangado. Pero Sedes, propietaria de los terrenos, paralizó
su construcción. Los edificios fueron presentados como una nueva
seña de identidad de San Lázaro,
pero cinco años después del derribo del instituto, solo hay un gran
solar vacío. Sedes está al borde de
la quiebra, y sin capacidad para
afrontar su construcción. Al menos, los jóvenes y los indigentes
ya no se cuelan en las antiguas
aulas, ni hay problemas de suciedad tras los muros del desaparecido instituto Clarín. San Lázaro
perdió uno de sus inmuebles más
representativos, y aún no lo ha recuperado.
La Corredoria espera la
Las obras del Mercado de Abastos de La Corredori
pués, el edificio sigue cerrado, cubierto de pintadas
de los puestos de venta, no recibió ofertas suficient
do otras posibilidades, para poner en marcha el me
El tripartito se comprom
En 2010, el PP se comprometió a ampliar el parq
Iglesias Caunedo, ejecutaron la propuesta. El año p
ciarles que el tripartito retomaría la iniciativa, adem
las calles, próximas al colegio, son más estrechas
Los vecinos de
El centro social de Otero queda demasiado lejos p
ganizar sus propias actividades, en la calle Purita d
la calle Purita de la Riva es poco utilizada, y los vec
cula la línea ‘F’, que llega hasta el HUCA, en La Ca
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BARRIOS DE OVIEDO
a apertura del Mercado de Abastos en 2016
ia, que costó 3,5 millones a cargo del Plan Urban, finalizaron en 2014. Dos años dess y deteriorándose. El año pasado, cuando el Ayuntamiento sacó a concurso el reparto
tes para ocupar todos los espacios, y desde entonces, el Ayuntamiento está estudianmercado a lo largo de 2016.
mete con el proyecto del parque de Fozaneldi
que de Fozaneldi, la mayor zona verde del barrio, pero ni Gabino de Lorenzo, ni Agustín
pasado, Somos Oviedo, a través de Ana Taboada, se reunió con los vecinos para anunmás de mejorar la accesibilidad en el barrio, sobre todo en la zona de Vetusta, donde
s.
e Villafría reclaman un centro social
para los vecinos de Villafría, que reclaman al Ayuntamiento un local municipal para orde la Riva. También tienen propuestas para mejorar la red de autobuses. La parada de
ecinos proponen trasladarla hacia Gaspar García Laviana y San Melchor, por donde ciradellada.
El Oviedo ‘verde’ y rural
El Oviedo rural está a solo un paso del centro de la capital, pero
parece otro mundo. Fuera de los
límites urbanos y lejos de los pueblos con mayor población (Trubia,
San Claudio, Olloniego...), hay decenas de pequeñas aldeas donde
viven miles de ovetenses, entre
huertos y silencio. La
vida es tan tranquila,
que el Ayuntamiento se ha olvidado de
ellos durante años. El
año pasado, el consistorio anunció 10
millones de euros en
inversiones, que no
se llegaron a ejecutar. El nuevo equipo
de gobierno asumió el
compromiso con las
limitaciones presupuestarias heredadas.
Una de las mayores
partidas aprobadas,
550.000 euros, estaba
destinada al arreglo
de caminos, mientras
el saneamiento recibiría un millón. La
conexión deVillamejil
con Prados de la Fuente, la senda verde que
uniráVentanielles con
el polígono del Espíritu Santo, la nueva
pasarela de Soto a
Trubia, o la acera que
llegará hasta los monumentos del Prerrománico, presupuestada en 100.000 euros (una vieja
promesa del PP), se quedaron fuera de las previsiones de ejecución,
igual que los planes para mejorar
la cobertura de internet en la zona
Oeste, la rehabilitación del centro
social de TudelaVeguín, o un nuevo aparcamiento de San Claudio.
Según la concejal y vicealcaldesa, Ana Taboada, inicialmente, el
capítulo de inversiones iba a contar con unos 11 millones, después
se elevó a 14, y el Ayuntamiento
prepara ya un nuevo paquete de
obras por valor de 17 millones,
que también beneficiará a la zona rural. Taboada explica que
“hemos incluido proyectos com-
prometidos por el anterior equipo
de gobierno, que no se habían ejecutado”. La vicealcaldesa de Somos afirma que “cumpliremos
los acuerdos”. Entre otras inversiones, están previstos 110.000
euros para iniciar el proyecto del
nuevo polideportivo de Trubia, o
100.000 euros para la parroquia de Limanes. El
Ayuntamiento asfaltará
el camino de La Abadesa, y construirá un sistema de alcantarillas para
evacuar el agua cuando
llueva. También habrá
mejoras en los caminos
de Llano o Villamiana,
y en el saneamiento de
pueblos y aldeas, como
Caravia o Las Matas. Los
vecinos de la zona rural
también reclaman al
Ayuntamiento que mantengan limpios los caminos, que pode las zarzas
que ocupan la carretera,
y que instale más puntos
de luz (la Concejalía de
Infraestructuras y Servicios Básicos, dirigida por
Ana Rivas, se ha comprometido a mejorar la
iluminación), viejas peticiones que se mantienen
desde hace años, y que
siguen pendientes tras
el cambio en el Ayuntamiento. La zona rural de
Oviedo se sigue sintiendo
abandonada, pero al menos, el alcalde Wenceslao López
ha visitado varias parroquias, para conocer de primera mano las
necesidades, y asegura que sus
demandas serán atendidas.
El Cristo, después del Hospital
El barrio de El Cristo hace tiempo
que no levanta cabeza. Primero,
el Ayuntamiento derribó el viejo
estadio Carlos Tartiere. Después,
levantó un centro comercial, que
solo ha servido para perjudicar
al pequeño comercio, aunque el
Calatrava está medio vacío. El
cierre del antiguo Hospital Central ha sido la puntilla para un
barrio que agoniza. En el último
año, han cerrado un centenar de
tiendas, bares y restaurantes, y
las ventas de los comercios que
aún resisten han caído casi un
50%. El HUCA ha dejado un vacío en el barrio imposible de llenar, mientras el Principado y el
Ayuntamiento negocian qué hacer con los terrenos del antiguo
hospital y la docena de edificios,
tapiados y abandonados, que siguen en pie.
Hace un mes, el presidente
del Principado, Javier Fernandez, y el alcalde de Oviedo, Wenceslao López, firmaron un convenio para afrontar la reordenación
urbanística de los terrenos de El
Cristo. Habrá una fase de participación ciudadana para recibir
propuestas de los vecinos, y un
concurso internacional de ideas.
Y fija un plazo de 34 meses para
concluir el diseño (ya se ha consumido uno). El espacio urbano
que se ordenará está delimitado
al norte por la calle Fuertes Acevedo, la Avenida de Buenavista
y varios edificios residenciales
situados entre las calles Fuertes Acevedo y Emilio Rodríguez
Vigil; al sur, por la avenida del
Cristo de las Cadenas, y un edificio residencial; al este, por la calle Burriana, la parcela ocupada
por el centro de salud de El Cristo y el mismo edificio residencial,
y por último, al oeste, por la calle
Julián Clavería. La vicecalcaldesa
AnaTaboada, destaca que el plan
no contempla la promoción de vivienda libre. “No habrá especulación urbanística en El Cristo”.
Era una de las demandas vecinales, que pretenden conservar
el carácter público y social de los
inmuebles. La Universidad también quiere participar en el futuro
de los terrenos del Hospital, que
podrían albergar facultades, o residencias. Alguno de los edificios
podría reutilizarse como residencia de ancianos, centro de día, o
un hospital para personas dependientes. El proceso será largo, pero parece que ya está en marcha,
y solo es cuestión de tiempo revitalizar a El Cristo.
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BARRIOS DE OVIEDO
20 pasos de cebra sin
rampa para minusválidos
El edificio de suboficiales
sigue vacío
La colonia Ceano necesita
nuevas reparaciones
Entre el Campo de los Reyes y Teatinos
hay una veintena de pasos de cebra y
semáforos con bordillos altos, que dificultan la accesibilidad de los minusválidos. Los vecinos reclaman la construcción de rampas desde el año 2007, pero
solo se hizo algún arreglo en 2011. El
resto siguen sin rampas.
Las antiguas viviendas de los suboficiales, entre la calle Teniente Martínez
y la plaza de Santullano, siguen cerradas, y los vecinos solicitan convertir el
inmueble en un centro social, salón de
actos y biblioteca. Las ventanas de la
planta baja, que dan a las antiguas calderas y trasteros, han sido tapiadas.
La Colonia Ceano, junto al centro comercial Los Prados, tiene problemas
de humedad y también en los cimientos. El suelo de varias viviendas se ha
inclinado, y los bloques se siguen hundiendo. Las reparaciones realizadas
hasta ahora, no han atajado el problema.
Santiago Camporro (izquierda), presidente de la asociación de vecinos ‘Paulino Vicente’
Teatinos, el barrio que más ha crecido
Teatinos nació y fue creciendo en
torno a las viviendas militares, y las
‘colonias’ levantadas por los obreros. En los últimos quince y hasta
veinte años, es uno de los barrios
que más ha crecido, ya que en los
terrenos de San Julián de los Prados y del antiguo matadero, hoy
hay bloques de viviendas y también un centro comercial, que ha
dado más vida al barrio. La apertura del HUCA -muy esperada por
los vecinos- es, o ha de ser, un revul-
sivo para dinamizar un barrio que
siempre estuvo rodeado de parcelas sin edificar y praos.Aún así,Teatinos sigue arrastrando problemas
que vienen de lejos. El barrio ha
crecido con modernas construcciones, pero las antiguas viviendas
levantadas hace más de medio siglo para los obreros y los militares,
sufren muchos problemas de conservación.
Santiago Camporro, es el presidente de la asociación de vecinos
‘Paulino Vicente’, la más antigua
de la ciudad, fundada en 1975, y
lucha desde hace años para conseguir nuevas inversiones. La rehabilitación de la Colonia Ceano y las aceras de su entorno, de
las viviendas de la Costa Verde, la
transformación de las viviendas
del Ejército (los bloques ‘ComandanteVallespín’, en Santullano) en
equipamientos sociales, o la recuperación de la iglesia de La Cadellada, como centro cultural, no han
Vallobín, y los atascos
Vallobín, con cerca de 11.000 vecinos (según el censo), tiene mayor
población que Ventanielles (unos
7.000) o La Florida (7.600), pero
sus quejas aparecen con menor
frecuencia en los medios de comunicación, ya que, durante años,
su asociación de vecinos estuvo
muy ‘próxima’ al Ayuntamiento y
sus protestas no eran tan sonoras.
Su presidente, Javier Fernández, es
también uno de los impulsores de
la Federación General de Asociaciones de Asturias -la alternativa
a la FAVO-.
En Vallobín hay parques, colegios, zonas de juegos infantiles,
centros sociales, hospital, polideportivo, calles peatonales, comercio y hostelería. Pero su principal
problema sigue siendo el tráfico.
Hay tres formas de entrar en el
barrio: desde Ciudad Naranco,
cruzando por el puente de Nicolás
Soria; por Ramiro I, tras la rotonda al final de la Losa; o por la glorieta de La Argañosa, por donde
también circulan los coches que
proceden de la La Florida. Los
atascos son constantes, y en hora
punta, ninguna ruta evita los atrasos. “El nuevo puente de La Florida mejorará el tráfico allí, pero
aquí el problema será el mismo”,
comenta Pablo Álvarez, vecino de
Padre Aller. El tráfico de las Campas, La Florida yVallobín, coincide
en la rotonda de Ramiro I, que convierte a este punto de Oviedo en un
‘embudo’de coches a primera hora
de la mañana y a última de la tarde.
“Tenemos tres cruces muy problemáticos, entre Manuel del Fresno,
Marcelino Suárez y Samuel Sánchez, puedes pasarte 15 minutos
para llegar desde Pórticos a la
Avenida de Santander”. Y encontrar sitio para aparcar tampoco es
fácil. Gabino de Lorenzo peatonalizó algunas calles (Victor Hevia,
Antonio Marura, Vázquez de Mella...) quitando plazas de aparcamiento en un barrio que no cuenta
con parkings. La mejor alternativa
al coche, es el transporte urbano.
El apeadero de FEVE, inaugurado
en 2008, conecta Vallobín con la
calle Uría en 3 minutos. El trazado ferroviario, que antes era una
‘trinchera’ que separaba Vallobín
del centro, ahora une este barrio
con el corazón de la ciudad. La losa que cubre las vías, y la transformación de los talleres ferroviarios
en parcelas edificables, acabaron
con los ruidos y las molestias que
ocasionaban los trenes procedentes de la Estación del Norte, y que
hoy circulan ‘bajo tierra’
sido incluidos entre los proyectos
que el Ayuntamiento pretende
financiar a través de las Estrategias
de Desarrollo Sostenible Integrado
(Plan Dusi) de la UE. “Han ignorado nuestras reivindicaciones”, afirman desde la asociación. En Teatinos no llegan ni las grandes, ni tampoco las pequeñas obras. La Avenida del Cantábrico, Ángel Cañedo,
Sabino Fernández Campo, Francisco Grande Covián, Reyes Católicos
y la Avenida de Atenas están llenas
de baches.Y las zonas peatonales
de las calles Murillo y Marqués de
Valerio Urría necesitan nuevas baldosas. Los vecinos (unos 24.000),
han trasladado al Ayuntamiento
peticiones para mejorar y ampliar
los parques y las zonas de juegos,
“pero nos tienen olvidados”. Tampoco hay presupuesto para mejorar
el acceso al polideportivo del colegio ‘Germán Fernández Ramos’, o
reparar las escaleras que llevan a la
escuela desde la calle Manuel Fernández Avello, donde se acumula
gran cantidad de agua cuando llueve. La eliminación de barreras arquitectónicas, y la construcción de
una nueva acera que una Pontón
deVaqueros con La Estrecha, completan la lista de peticiones urgentes, junto al derribo de las antiguas
naves industriales abandonadas, situadas entre El Villar y la Avenida
del Mar.
El paso del tiempo ha deteriorado las fachadas, los patios y los soportales del Teatinos más antiguo.
Los vecinos esperan que el‘plan de
choque’anunciado para los barrios
por el nuevo equipo de gobierno, y
que podría contar con una partida
presupuestaria de 2 millones, también llegue a Teatinos, donde las
construcciones de la posguerra,
las‘colonias’Ceano y Santa Bárbara, además de otros edificios , necesitan una rehabilitación integral.
AsturiasDiario, 7 de mayo de 2016
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BARRIOS DE OVIEDO
supuesto). Ahora, los vecinos, tras
reunirse con el alcalde, Wenceslao
López, reclaman un nuevo aparcamiento junto al colegio El Villar,
aprovechando las obras que está
realizando el Principado en la carretera AS-313, que uneTrubia con
Sama de Grado, y que ha obliga-
do a expropiar varias fincas para
ensanchar la vía. Las obras ‘invadieron’el parking de la escuela, recortando un tercio de las plazas de
estacionamiento. RobertoVelasco,
portavoz de la asociación de vecinos, tiene otras obras en su lista.
“Necesitamos una rotonda en el
enlace de la AS-313 con la AS-228,
la carretera que va a Puerto Ventana”. Velasco tampoco descarta
la instalación de bandas sonoras o
badenes para reducir la velocidad,
“pero sería mejor una glorieta”.
Por otra parte, las obras de la carretera que une Trubia con Grado
serán largas, (el plazo de ejecución
es de dos años y medio) y caras (el
presupuesto supera los 3,5 millones). Al menos, el nuevo vial reducirá las curvas, acabará con los baches y aumentará la seguridad de
la conexión, utilizada a diario por
más de 800 vehículos.
Vivir en el último barrio industrial de Oviedo, tiene sus inconvenientes. Además de soportar el intenso tráfico pesado, los humos de
las chimeneas disparan habitualmente las alarmas en la única estación de medición del valle. El presidente de los vecinos, Roberto Velasco, ha trasladado el problema a
Ignacio Fernández del Páramo (Somos), concejal de Medio Ambiente, quien se comprometió a tomar
muestras del aire en otros puntos
deTrubia con una unidad móvil para comparar los resultados con la
estación de medición del Principado, y contrar con un estudio real sobre la calidad del aire. La estación,
que se encuentra junto al colegio El
Villar, podría reubicada, más cerca
del centro, para mejorar el control
sobre los gases contaminantes.
Trubia, partida en dos por el
río y las carreteras, tampoco se
olvida de sus problemas de comunicación con Oviedo. Los vecinos
llevan años reclamando más conexiones de autobús con el centro,
y al mismo tiempo, denuncian el
pésimo estado de los caminos rurales, porque Trubia no se acaba
en los bloques de pisos. Las caleyas que unen Casa Julia y Villarín,
el atajo del Castañeo, la carretera
de Quintana, el camino a Los Gallegos, al Reguerón, y al ‘Prau Pachu’
necesitan reparaciones. Además,
en La Riera y en otras pequeñas
aldeas de la zona, el saneamiento
sigue siendo un problema. Las viejas cañerías no dan para más, y necesitan nuevas conducciones.
de los vecinos, y pactó con el PP la
inversión. Pero falta la aprobación
del gobierno central, que aún no ha
aceptado la cesión. El Ayuntamien-
to se ha topado con la lenta burocracia de la administración central.
lejos del centro”, y que tarde o temprano acabarán unidos a La Florida, “pero el problema es la falta de
tiendas y servicios. Tampoco tenemos farmacia. Para cualquier cosa
tenemos que coger el coche, porque el autobús tarda mucho, por
los atascos en la Argañosa”.
Los vecinos, que se movilizaron para exigir la apertura del
vial con La Florida, y para conseguir equipamientos básicos, como
papeleras o bancos, volvieron a
unirse para protestar por las obras
de ampliación del colegio de Las
Campas, que comenzó en pleno
curso escolar, y que han quedado
paralizadas. Ahora, esperan que la
revisión del Plan General de Ordenación Urbana incluya una nueva
conexión con la autopista, a la altura de Piedramuelle, que mejoraría sus conexiones, y les permitiría
evitar los embotellamientos de La
Argañosa. El alcalde, Wenceslao
López, defiende esta opción frente
al proyecto de la Ronda Norte, que
ha sido descartado. Las Campas
tendrá una nueva ‘salida’, a través
de San Claudio y de Piedramuelle,
pero pasarán años hasta que haya
un plan definitivo.
Trubia, el último núcleo industrial
Trubia es el ‘polo industrial’ de
Oviedo. La Fábrica de Armas o la
fundición de cok de DOY generan
empleo y riqueza, pero también
contaminan y causan molestias
a los vecinos, aunque los trubiecos se han acostumbrado a convivir con la industria pesada. Sus
principales peticiones tienen que
ver con las comunicaciones y las
infraestructuras. Poco a poco, algunas demandas de Trubia se han
ido cumpliendo, como los arreglos
de puentes y pasarelas o la construcción de un futuro polideportivo (ya hay proyecto, parcela y pre-
El patrimonio
olvidado de Olloniego
Olloniego conserva huellas del pasado medieval de Oviedo, tan importantes, al menos, como las de la
capital. El Puente Viejo (siglo XIV),
los restos del Castillo de Tudela (siglo X), el Hospital de Peregrinos
(XVIII) y la capilla, posiblemente
prerrománica aunque reconstruida hace 700 años, son testigos de
un pasado de riqueza y poder regio a las afueras de Oviedo. Pero
también son un recordatorio del
olvido que sufre Olloniego. Somos
ha propuesto un Plan de Conservación del Conjunto Histórico, largamente esperado por los vecinos. Por
ahora, el presupuesto municipal de
2016 incluye una partida de 13.000
euros para limpiar y adecentar mínimamente el puente y el torreón
medievales, pero la cuantía es insu-
ficiente para recuperar el conjunto
histórico. Somos también propuso
que trabajadores de los talleres de
empleo municipales participasen
en la limpieza y rehabilitación del
conjunto.
Pero más allá del puente y los
muros medievales cubiertos de malas hierbas, Olloniego tiene otros
problemas. Desde hace años, las
promesas municipales son papel
mojado en Olloniego. El Ayuntamiento no ha conseguido aún la cesión de la Casa Sindical (pertenece
al Estado) para rehabilitarla como
centro social y cultural. El inmueble llegó a contar con una sala de
baile y una pequeña bolera, y ahora podría reconvertirse en biblioteca y sala de exposiciones. La pasada
legislatura, IU asumió la propuesta
Las Campas, un barrio
‘desconectado’ de Oviedo
Las Campas es un barrio joven,
construido en el extrarradio y separado de La Florida por una larga
avenida, rodeada de zonas verdes.
Tiene un colegio, algunos bares,
un pequeño centro social y un supermercado. Nada más, aparte del
apeadero de Feve y de las paradas
de autobús. Solo a través de protestas, consiguieron que el Ayuntamiento instalara un punto de re-
ciclaje, y una mejora de las líneas
deTUA, para estar más conectados
con Oviedo. El año pasado, el consistorio también transformó 18.000
metros cuadrados, en huertos urbanos, repartidos entre los vecinos
que solicitaron una de las parcelas.
Pero aún faltan equipamientos para los niños del barrio (unos 300,
según la asociación de vecinos),
como mesas de ping-pong o una
zona de rampas para monopatines. La pasada legislatura consiguieron pistas deportivas, y los niños ya no tienen que desplazarse a
Olivares o el Parque del Oeste para
jugar. Rubén González, que se mudó junto a su mujer a Las Campas
hace cinco años, comenta que “vivimos en un barrio a medio construir”. Reconoce que los pisos “son
más baratos porque estamos más
Mejorando Oviedo desde los barrios.
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