PAÍS: España FRECUENCIA: Diario PÁGINAS: 7 O.J.D.: 55020 TARIFA: 4731 € E.G.M.: 411000 ÁREA: 414 CM² - 46% SECCIÓN: CIUDADANOS Jueves 02.06.16 2 Junio, 2016 EL CORREO CIUDADANOS 7 «Hay dos cuidadoras para 170 mayores de noche» Trabajadoras de residencias, en huelga por sus condiciones, denuncian el impacto de su «insoportable» carga de trabajo JESÚS J. HERNÁNDEZ [email protected] BILBAO. Un grupo de trajabadoras de diferentes residencias vizcaínas acudieron ayer, como invitadas, a la comisión de Acción Social de las Juntas. Representaron a un colectivo inmerso en una huelga que ha vivido en los últimos meses once jornadas de paro con una duración de 24 horas, con servicios mínimos del 50%. El próximo miércoles (día 8) comenzarán siete días de huelga consecutivos. Reclaman mejoras laborales en un convenio que hace que algunas de ellas (en los centros más pequeños) no se lleven ni mil euros a casa a fin de mes. «La carga de trabajo es insorportable», advierten. Su testimonio impresiona, no solo por ellas, sino también por los 10.000 mayores vizcaínos dependientes que viven en esas residencias, la mitad de ellos en una plaza concertada de la Diputación. «Para cumpir los ratios, se incluye en los listados de trabajadores a personal de mantenimiento o jardineros», relatan varias de estas mujeres. «A diario hay dos cuidadoras para 23 usuarios y, en las comidas, una menos. De noche, no hay enfermera y una solo gerocultora atiende a 46 mayores», relata otra. Pero hay casos más flagrantes. «Dos personas tienen que atender de noche, en diferentes plantas, a 170 personas». De hecho, no hay huelga nocturna en estos centros porque «nos han dicho que ya estamos en el mínimo». Aseguran que dan la medicación ellas mismas a la carrera, por lo que son «frecuentes» los errores. Su discurso contrasta con lo expuesto ayer ante las Juntas por la diputada foral de Acción Social, Isabel Sánchez Robles. Según explicó, las residencias vizcaínas «superan el ratio de atención que les exige la ley, concretamente en un 48%». Es un indicador, creado en 1998, y que estableció la obligatoriedad de que haya «casi media jornada laboral diaria (0,45) por cada persona dependiente». «Seis minutos» Los tiempos están apurados al segundo, según las cuidadoras. Disponen de «entre cinco y seis minutos para levantar a un abuelo, asearle, mirar cómo tiene la piel y darle las cremas. Pero tratamos con personas y las circunstancias cambian». «Se considera como válido a cualquiera que se pueda poner en pie. Y hay personas que un día son capaces pero luego no. O quien está más lúcido una mañana y se lava los dientes él solo pero que, 24 horas después, no sabe ni dónde está. Y, evidentemente, hay que ayudarle. Muchas trabajadoras estamos llegando media hora antes a nuestros empleos para poder atenderles con dignidad. O tener un segundo para preguntarles cómo están cuando les ves mal», sentencian. Sánchez Robles mostró ayer su sorpresa «porque no nos han llegado protestas hasta que empezó la negociación del convenio. Los trabajadores no dijeron nada antes». También esgrimió que «el número de quejas registradas en 2014 asciende a 37 y durante 2015 ha bajado a 34. Hablamos de 10.000 plazas», zanjó. La Diputación llevó a cabo once inspecciones derivadas de protestas de internos y familiares. Después de que Josu Unanue, portavoz de EH Bildu, hablara ayer de «condiciones laborales extremas», la diputada reclamó «no extender un halo negativo sobre un servicio ejemplar». Por su parte, las trabajadoras insisten en que «las quejas son constantes» desde hace años, tanto «las que nos traladan familiares» como «las nuestras a la dirección, a través de los sindicatos». Y apuntan aspectos sorprentes: «Nos avisan siempre cuando va a haber una inspección y se deja todo impoluto. Cuan- LA CLAVE La otra versión La Diputación defiende que solo llegaron 34 quejas en 2015 y que mejoran «un 48% lo que marca la ley» tablada con la viceconsejera del área, Covadonga Solaguren. De este modo, «se les realojará por la Zona Minera, probablemente en régimen de alquiler social». Asimismo, ambas administraciones han iniciado las gestiones para que «se les adjudique la Renta de Garantía de Ingresos (RGI)». No obstante, fuentes municipales señalaron que «se les hará cumplir una serie de obligaciones para que esta vez destinen el dinero público al abono de la vivienda, pues anteriormente el Ayuntamiento de Ortuella les entregó varias Ayudas de Máxima Necesidad que deberían haber dedicado a pagar el piso de alquiler donde residían, pero no lo hicieron». Reparto de alimentos El matrimonio ocupa desde hace once meses una fábrica en ruinas. :: PEDRO URRESTI La pareja que vive en una nave abandonada de Trapagaran tendrá piso «en pocos días» El Gobierno vasco tramita «con celeridad» la solicitud mientras se realizan gestiones de acceso a la RGI :: RUTH QUEVEDO TRAPAGARAN. Verónica y José Ignacio, la familia sin recursos que vive desde hace once meses en una ruinosa fábrica de Trapagaran, podría encontrar pronto un nuevo hogar. La difícil inscripción en el censo minero –realizada el 13 de mayo– ha dado sus primeros frutos. De hecho, el Ayuntamiento ya ha enviado la petición correspondiente al Ejecu- tivo autonómico para que estos vecinos puedan cobijarse bajo un techo digno. «En efecto, ya nos ha llegado la solicitud que se está tramitando con celeridad, de manera que, en pocos días, tendrá una respuesta y una vivienda», confirmó ayer a este periódico un portavoz del Gobierno vasco. En esta línea se manifestó el alcalde de Trapagaran, Xabier Cuéllar, tras la última conversación en- El matrimonio, mientras, lamentó ayer hallarse «congelado en la burocracia administrativa». «No se ha dispuesto medida alguna que conozcamos, de carácter transitorio, que nos permita sobrevivir como seres humanos». Sin embargo, su testimonio fue rebatido por los técnicos del Consistorio, quienes sostuvieron que «rechazaron la posibilidad de alojarse temporalmente en una pensión». Al margen del cruce de acusaciones, la pareja, que reconoció haberse negado a acudir al comedor benéfico regentado por Cáritas, ha sido finalmente inscrita por los servicios de base en un programa que reparte alimentos entre los residentes sin recursos. Por su parte, el Departamento foral de Empleo, Inclusión Social e Igualdad, liderado por Teresa Laespada, continúa pendiente de que la Corporación local «nos derive el expediente» para «empezar a trabajar con ellos en programas destinados a situaciones de alta exclusión social». do hay visita, es frecuente llevar a los que están peor a otra planta». Aunque varían en cada centro, una trabajadora tipo a jornada completa, con 15 años de antigüedad en una residencia, percibe unos 1.150 euros netos. Trabajan por turnos de lunes a domingo y completan 1.698 horas anuales. «Pero en los centros más pequeños y en las casas, la escala salarial es mucho peor y no llega a los mil euros», denuncia el portavoz de ELA Gaizka de Miguel. «Es un sector que viene incrementando sus beneficios porque los salarios con los que se trabaja son muy bajos y la calidad de la atención a los usuarios empeora año tras año», denuncia De Miguel. «Nos duelen mucho estos retrocesos sobre la posiciones que defendía Pilar Ardanza», agrega. El conflicto laboral va a recrudecerse en los próximos días con la huelga de una semana. Con unos servicios mínimos del 50% –60% en los tramos de comidas–, tiene un seguimiento entre los trabajadores del 70% y «total» en las grandes residencias, según ELA. Además, UGT ha convocado una concentración hoy a las 11.30 horas ante el Palacio foral para pedir «un convenio digno». Abre en Bilbao un centro de día para 30 personas privadas de libertad :: J. J. H. BILBAO. La diputada de Empleo, Inclusión Social e Igualdad, Teresa Laespada, inauguró ayer el nuevo centro de día Bestalde, que atenderá anualmente a 30 personas privadas de libertad, «un paso más en la apuesta de la institución foral por profundizar en sus políticas de inclusión social». Situado en el barrio de Iralabarri, será gestionado por la Fundación Adsis, una entidad sin ánimo de lucro que desde hace 50 años trabaja con personas en riesgo de exclusión social, principalmente jóvenes, proporcionándoles «el acompañamiento, los recursos y las herramientas que necesitan para que puedan superar el fracaso escolar y el desempleo». Atiende cada año a más de 20.000 personas, entre España y seis países de Latinoamérica. Acompañada por el consejero de Empleo y Políticas Sociales, Ángel Toña, Laespada destacó que este centro ofrecerá «oportunidades para que muchas personas puedan hacerse dueñas de su destino, de sus vidas, de su futuro». «Debe ser un recurso eficiente, que siga el principio de proporcionalidad inversa. Algo que entendemos en el sentido de que, cuanto más gastemos en Servicios Sociales de Inclusión, menos será necesario invertir en prisiones», agregó.
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