LAS NEVADAS DE NUESTRA NIÑEZ Las Nevadas de nuestra niñez (quintos del 53) Nacida en este pueblo al que quiero tanto agradezco esa oportunidad para contar alguna historia de las que vivíamos cuando éramos pequeños. A algunas personas les parecerá ridículo, a otras les gustará, mi intención no es molestar, solo recordar a los de mi edad aquellos tiempos, lo felices que éramos y contar a los jóvenes de ahora como nos divertíamos, sin tanta informática y tantos peligros como ahora hay. Voy a contar algunas aventuras de las nevadas que caían. Todos decimos que antes nevaba mas, es verdad y las nevadas duraban mas días. Estábamos mas días sin luz y aislados, ahora en un día se solucionan los problemas que la nieve acarrea, pasan las máquinas y limpian las carreteras, antes no había ni carreteras, eran caminos y se tocaba al concejo y se iba la gente a limpiar el camino por la Vadesa, y por el Toral con las palas de mano para que pudieran pasar los pocos coches que había y los camiones llegaran a las minas, pues se quedaban atrapados dos días ó más, hasta que podían pasar. Aquí empiezan un poco las aventuras divertidas. Ahora si nieva no van al colegio, antes nos poníamos las botas Katiuscas y los mayores nos hacían senderos para llegar a la escuela, íbamos uno detrás de otro en fila india y así llegábamos, pero a veces llegábamos con más de una culada y mojados con la chaparrina. Gracias que teníamos unos buenos maestros PARA ELLOS NUESTRO RECUERDO y nos dejaban calentarnos y secarnos en la estufa, pero no cogíamos catarros sobre todo cuando nos mojábamos voluntariamente tirándonos bolas de nieve, y chupando churros de los tejados uhhhhhhh que ricos...¡y los bolazos que nos tirábamos y a veces llevaban piedras dentro! Así nos divertíamos y hablando de diversión hacíamos una buenas construcciones (y a esa edad nadie era ingeniero ni arquitecto) pero hacíamos unos túneles ,resbaletas, hornos, y por ellos se podía pasar, en las resbaletas como se torciera la pala, aleeeeeee….. a tomar el aire salíamos volando pero el golpe no dolía, y hacíamos santos ,nos echábamos en el suelo en la nieve blanca y santo echo. También había problemas para ir a trabajar, los peores eran los mineros de los pueblos Noceda, San Justo, Cabanillas, Quintana, Boeza, Igúeña, que si no conseguían llegar a las minas iban para el pueblo a calentarse a los bares. Y volviendo a la niñez no olvido los zancos de palo que se hacían de dos troncos y que los chicos andaban con ellos y no se mojaban (si no se caían claro está) ¡Qué bonita es la nieve! Hoy los que vivimos fuera del pueblo por circunstancias de trabajo, nos acordamos mucho de cuando nieva. Texto: ROSA MARY VIDAL ARIAS Maquetación y fotos: Mari Tere
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