NOTICIAS Sección C Jueves 02 de Junio de 2016 Editor: Jaime Rodríguez Tel: 502.1000 Ext. 1515 FA MA Editor gráfico Isis A. Campuzano La equilibrista. Pili Gómez, UN MÚSICO sin remedio Érika P. Buzio AGENCIA REFORMA CIUDAD DE MÉXICO.- Tanto como la música, las letras, el pensamiento y las artes plásticas tiraban de Luis Herrera de la Fuente (1916-2014), el decano de los directores de orquesta en México. Confesaba en La música no viaja sola (FCE) que en la adolescencia admiró al individuo que sabe lo que quiere y, a pesar de su inclinación hacia la música y de haber crecido en un entorno rico en música, él siempre estuvo en duda. “Pero soy músico sin remedio”, escribió en sus memorias. Junto a la puerta de su estudio en San Jerónimo, se apila una modesta cantidad de LP’s, grabaciones de Rossini, Mahler y Berlioz... Preside, a mitad del salón, su piano de cola. La confirmación de que ahí habitó un músico. Pero lo que gobierna, son los libros. De historia, literatura, pintura, arqueología... “Algo que pienso que está en la médula de todo esto es la capacidad de asombro”, cuenta Luis Javier Herrera, ex diplomático y químico. Recuerda de niño haber visto a su padre absorto ante una pintura, sordo a sus preguntas. En su juventud, Herrera de la Fuente asistió a un club de filosofía, iba los lunes por la noche a un estudio de pintores, en Bucareli, pero su madre sentenció: “Hijito, Dios no te llamó por este camino”. Lo “ocupaba con furia” la arquitectura. “Siempre fue una pasión. Decía que debió ser arquitecto. No lo creo porque nunca fue buen dibujante”. En la Roma de la posguerra, cancelada la beca que le había ofrecido el Gobierno mexicano, fue guía de turistas clandestino para reunir el dinero para comprar las partituras de las nueve Sinfonías de Beethoven que estudiaría con el director alemán Hermann Scherchen. “Quizá exagero porque era mi padre, nunca conocí a nadie que conociera más la historia de Roma”, cuenta Luis Javier, maestro en Literatura por Berkeley, con quien compartió muchas lecturas. En los libreros, abunda la literatura latinoamericana. Herrera de la Fuente tomaba café con Juan Rulfo, Augusto Monterroso y Juan José Arreola. “En las últimas horas antes de su concierto, se salía de todo lo que había estudiado, se abstraía y se ponía a leer”. Su afición por la novela policiaca data de su juventud, leyó todo Arthur Conan Doyle, Agatha Christie. Y en sus años finales, siguió la adaptación televisiva de la saga del inspector Wallander de Henning Mankell. En Perú, a donde fue llamado a dirigir la Orquesta Sinfónica, dio rienda suelta a su interés por la arqueología. “Nos sembró semillas, transmitió la curiosidad por todo lo que nos rodea, las preguntas fundamentales: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos?”, cuenta. Intereses que contagió a sus hijos. Tenía memoria fotográfica. Una cualidad que significó una ventaja en el podio, al que subió por última vez con 95 años. La suya fue una carrera larga, solo equiparable a Pau Casals y Mieczyslaw Horszowski, que también rozaron los 100 años de edad. “Dirigía casi de memoria, aprendía muchísimas obras”. En el teatro, escribía Herrera de la Fuente, más que ver la partitura, observaba cómo marchaba la música en relación con el gesto. Una lección aprendida de Celibidache, quien una noche después de dirigir en Bellas Artes le aseguró: “Usted es director”. Vivía, evoca su hijo, concentrado en el presente sin pensar en el futuro o el pasado. “Eso es la música: solo el momento presente”. Y sí, en la casa familiar se escuchó mucha música. La música de Mahler inauguró el primer tocadiscos, pero también el rock. “Y nunca me dijo, bájale a tu música”. Nantlitl Martínez Millones de mujeres en el mundo se dedican a las labores del hogar, ardua ocupación que entraña innumerables actividades. Ser ama de casa no es tarea fácil; despertar a los niños, preparar el desayuno, vestir a los niños, llevarlos al colegio, pensar en la comida del día, limpiar, coser, comprar, planchar, barrer, planificar gastos... Todo eso son apenas unas pocas de las muchas tareas de la ama de casa, las cuales son causantes del abandono de la profesión o empleo en alguna institución, muchas veces por amor a la familia u otras por la imposibilidad de combinar ambas tareas. Los expertos dicen que para poder lograr nuestras metas con mayor facilidad es necesario visualizarlas y compartirlas, de esta manera tenemos un círculo de apoyo que nos recuerda cuales son y nos apoye cuando nos descarriamos. A la vez, al visualizarlas se vuelven más tangibles, más reales y por ende, más fáciles de lograr. Para demostrarlo, María del Pilar Gómez Martínez, de profesión licenciada en diseño gráfico, ocupación ama de casa, esposa, madre de dos pequeñas y talentosa artista plástica oaxaqueña, es un ejemplo a seguir que demuestra que en esta vida todo es posible si te visualizas y te propones alcanzar tu felicidad y sueños. “Comencé a pintar los cuartos de mis hijas y los pequeños detalles fueron mis primeras obras. Después la idea de pintar cuadros surgió con un regalo que le hice a mi marido hace un año, para después comenzar a pintar todos los días en mis ratos libres; después de ir a dejar a mis hijas al colegio o después de que terminar la comida”, nos contó en entrevista María del Pilar Gomez. Explicó que su estudio de trabajo es su cuarto de servicio, el cual está arriba de su cocina y es por ahí donde puede escuchar todo lo que pasa alrededor de su casa mientras pinta, “si tengo que bajar corriendo y volver a subir, lo hago”. Desde niña siempre mostró talento para pintar, sin embargo cuadros como tal y en forma nunca había hecho, ya que al principio siempre fueron regalos que hacía a su familia; abuelita, mamá, tía, hermanas. Pili Gómez en todo momento de la entrevista refle- Pilar Gómez, talentosa artista plástica. El elefante. El sueño. El megáfono. EXPOSICIONES Luis Herrera, madre, esposa y ejemplo de vida • El Megáfono, obra dedicada a su esposo, quien es un príncipe que va en una bicicleta sosteniendo un megáfono por donde van saliendo mariposas. “Cuando mi esposo me habla bonito yo siento mariposas”. • La equilibrista, razón del nombre de la exposición “ Las mujeres de mi vida”, la cual es una mujer que está arriba de una sandia y trae muchos jó su emoción y el amor que siente por su familia. “Estoy enamorada de mi esposo y mi familia, soy una romántica empedernida y la verdad es que cuando realizó mis obras me inspiro en ellos. En mis obras, a mí esposo lo represento como un principito y a mis hijas metafóricamente son unas estrellitas y lunas” señaló de manera efusiva. El 16 de mayo pasado la artista plástica inauguró su primera exposición de obras denominada Las mujeres de mi vida la cual hace referencia a las vivencias que toda mujer enfrenta día a día como madre, esposa y trabajadora. Así mismo, representa a las mujeres, quienes llevan una serie de responsabilidades en su vida y permanecen luchando para no perder el equilibrio. Pili Gómez nos confesó que está exposición nunca paraguas encima. Cada paraguas representa a la familia, esposo, amigos y la sandia significa las caídas que día a día experimentas como mujer. • El elefante, que va en una bicicleta; como cuando eres chofer todo el día en casa y te preguntas ¿Y yo, cuando?. • El sueño, un payaso que está dormido y sueña con una orquesta completa, fue una meta, ya que ella solo pintaba para su familia y para sí misma. Sus obras reflejan todos los sentimientos que ha experimentado en cada etapa de su vida. Una historia de cómo vivió la maternidad y del amor que siente por sus hijas y esposo. “Me inclino un poco a lo circense por la temática de mis hijas y porque creo que la vida es como un circo,hay que hacer circo maroma y teatro para su subsistir. Así mismo cuando era pequeña me encantaba ir al circo, ver a los trapecistas, la película de Mary Poppins es mi favorita, el teatro me fascina, todo lo que representa estos momentos, también tienen cierta influencia en mis obras, nos explicó la pintora cuando recordó su niñez con gran emoción. Señaló: “Dios es demasia- lo que significa que no hay sueños grandes ni chicos, simplemente hay sueños y como mujer sueñas a ser feliz. • El paseo, un cuadro que representa a sus hijas, esposo y a la misma Pili Gómez, manejando juntos una bicicleta rumbo al pasado, hacia una era distante, destinados a estar juntos en cualquier tiempo y cualqueir era. do exigente con todos por sabe que tenemos la capacidad, la confianza y crédito para amar a nuestras parejas como las amamos y amar a nuestros hijos sobre nuestra vida, pero también nos dio un talento y yo creo que todas las mujeres sin lugar a dudas, tenemos un talento, como en la escultura, cocina, música, para tejer, joyería o hasta las ventas” . Para terminar la entrevista la artista quiso dejar un pequeño mensaje a las mujeres oaxaqueñas: “Lo más gratificante de cada mujer es que pudiera combinar un pedacito de su tiempo consigo mismas y con sus responsabilidades, el desarrollar tus talentos no significa excluirse de las responsabilidades diarias. Ama lo que haces aunque no sea lo que tú quieras, porque eso que amas, te amará a ti cien veces más”.
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