RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL Y LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LINGÜÍSTICA Como hace medio siglo, se percibe de nuevo hoy en las neofilologías el ruido de la lucha. Si entonces, y sobre todo en Alemania, la alternativa, formulada por Vossler, fue idealismo o positivismo, ahora es la consigna "estructuralismo o tradicionalismo" la que, bajo el signo de Saussure y de Trubetzkoy, condiciona generalmente el orden del día. Otra vez se forman dos partidos, y, para los augures del nuevo, la "unconditional surrender" del viejo es asunto decidido por los dioses: "Predicar conciliación es cosa que me parece, bajo estas condiciones, innecesaria. Una vuelta es una vuelta. Hoy, la gramática histórica se encuentra en retirada, pero la lingüística estructural es un asunto mundial, y por cierto oriental y occidental." * In the Eastern and the Western World. Simplificaciones como ésta y de estilo semejante pueden ser, quizá, adecuadas para la prensa diaria y los fines del día, pero en la discusión científica, en la que constituyen fórmulas no menos preferidas, contribuyen más bien al oscurecimiento. Ya debe provocar reservas el que una vez más los contrincantes de aquel entonces, con quienes tuvieron que habérselas Vossler, Guilliéron, Saiaéan, aparezcan reconstruidos como espantajos: los neogramdticos (el escrito de Schuchardt contra ellos es de 1885), Hermann Paul (que murió en 1921 y cuyos Principios datan de 1880), la gramática histórica . .. ¿Ño ha acontecido nada nuevo de importancia en la lingüística desde los años 80, desde 1920? ¿Tiene sentido confrontar hoy como contrincantes irreconciliables "dos lingüísticas, la tradicional histórica y la moderna estructuralista?" ¿O no son más bien las sentencias de los augures —casi cien años después de aparecido "Sobre el . 1 H. WEINRICH, "Díe Kehrc dcr Sprarhwíssenschaft. Stand und Riickstand eincr Wissenchaft in Deutschland", Franfe/urter Allgemeine Zeitung, 3.4 (1965), m'mi. 79. 44 HARRÍ MEIER provecho y el perjuicio de la historia para la vida" de Nietzsche— sintomáticas para nuestro tiempo: para la limitación del horizonte histórico, y el retorno de los métodos de las ciencias naturales a las disciplinas de las ciencias del espíritu? Estas preguntas han de responderse en una breve mirada retrospectiva a la obra lingüística de Ramón Menéndez Pidal. En esta retrospectiva, sus Orígenes del español (1926), y su animosa introducción a la Enciclopedia Lingüistica Hispánica, que publicó a sus 91 años, y temáticamente la historia fonética, han de colocarse naturalmente en el centro de la consideración.2 La gramática histórica Menéndez Pidal inició sus trabajos lingüísticos como gramático histórico: en 1893 presentó a la Academia Española, junto con la edición y el vocabulario, la gramática del Cantar de Mío Cid,3 que se publicó en 1908. Entre tanto, su Manual elemental de gramática histórica española (1904) había alcanzado la segunda edición (1905), a cuyas mejoras y ampliaciones habían contribuido las reseñas de la primera y propuestas de Ernest Mérimée, Goncalves Viana, Wallenskóld, Morf, Leite de Vasconcelos, Meyer-Lübke, Marden, Salvioni. La cadena de ediciones no se interrumpió, y la obra ha ido evolucionando gracias a la crítica de varias generaciones de romanistas en España y fuera de España, y, ante todo, gracias a la progresiva investigación en el campo de los textos antiguos y los dialectos modernos, y gracias al desarrollo mismo de la concepción histórico-lingüística del 2 So cita aquí por Orígenes del español, 3^ ed., Madrid, 1950 (páginas en números arábigos) ; Enciclopedia Lingüística Hispánica (ELtf) 1, Madrid, 1960 (páginas en números romanos). Otros trabajos metodológicos más breves ["Modo de obrar el substrato lingüístico", RFE 34 (1950) ; "A propósito de / y // latinas. Colonización suditálica en España", BRAE, 34 (1954), etc.] han sido reelaborados en estas publicaciones. 3 La primera gramática histórica del español digna de mención la publicó GOTTFRIED ÜAisT en el Grundriss áer romanischen Philologie de Gróber (1^ ed., 1888, 2* ed., 1904-06). Menóndez Pidal perteneció a la Academia Española desde 1902 como miembro, desde 1925 hasta 1937 y, tras la guerra civil, desde 1947 hasta su muerte, siendo su presidente. MENÉNDEZ PIDAL Y LOS MÉTODOS LINGÜÍSTICOS 45 autor. Aún en sus últimos años había proyectado una reelaboración básica, en la medida en la que ésta podía ser conveniente al carácter propio de un Manual destinado ante todo a la información. La gramática histórica no se encontró para Menéndez Pidal, hasta el fin de su vida, "en retirada", sino que fue lo que tiene que ser para la lingüística de hoy: una herencia del siglo xix, que debemos adquirir para poseerla; el fundamento a la vez de todas las formas de la investigación díacrónica y sincrónica del lenguaje que se han desplegado nuevamente u otra vez en los últimos sesenta años. Para el autor de los Orígenes del español, sus límites se hallaban claramente a la vista; él los formuló, ante todo, en las respuestas a la crítica con que fue acogida esa obra, en sus ediciones posteriores, y en su contribución a la Enciclopedia Lingüística Hispánica: 1*? La gramática histórica es un método seudohistórico en la medida en que se satisface con el registro de procesos de historia fonética o morfológica, o se limita a dar a éstos una explicación fisiológica o psicológica de tipo general: "Todos los cambios fonéticos son naturales y espontáneos, y todos pueden darse en todas las lenguas, pues se fundan en la fisiología y psicología de la elocución, que son semejantes en los hombres de cualquier lengua; todos los cambios obedecen a idénticos móviles de menor esfuerzo, de asimilación o disimilación, de equivalencia acústica, de evitación de conflictos homonímicos; pero esos cambios, tan naturales que son, no por serlo se dan en todos los idiomas, no son fatales, sino muy al contrario, no se dan ordinariamente ... ; cuando por rara excepción actúan, es porque en cada caso concurren circunstancias particulares, no de 'historia natural', fisiológica ..." (p. LXXV) ; "No hay ninguna evolución fonética que no sea natural, cómoda a los órganos bucales y que na pueda surgir con apariencia de espontánea en cualquier idioma, pero la espontaneidad no nos explica por qué tal cambio fonético se da en una lengua sí y en cien otras lenguas no" (p, LXXVI) ; "... esa espontaneidad, que al querer resolver 46 HARRI MEIER un problema nos: lo deja enteramente intacto" (p. 302). Quien aduce paralelos a procesos análogos que no están en recíproco contexto histórico, sólo puede demostrar con ello que un fenómeno tal se puede realizar más fácilmente que otrOj pero no ;por qué se ha realizado en el caso concreto: "Insisto, porque es increíble el hecho de que a Rohlfs, a Machado, a Silveira Bueno, a Entwistle, a Baldinger, a muchos más les parece convincente el argumento ..." (p. LXXVT; cfr. pp. 30055.). 29 Tan antirrealista y antihistórica como en su concepción básica del cambio lingüístico es la "gramática histórica simplista" (p. 531), cuanto lo es en su esfuerzo por una cronologización absoluta de los fenómenos registrados por ella. Cuando los árabes en la Península Ibérica reproducen todavía el nombre de la ciudad Gerona con Gerunda/Goronda, ¿debe entonces haber surgido la asimilación ND>n después de la invasión árabe en el siglo vni (Meyer-Lübke, Rohlfs)? "Esta es la idea simplista de la evolución fonética casi momentánea, idea que siempre hemos combatido; es no tener en cuenta la multisecular convivencia de dos fonemas en lucha" (pp.; LXXXIX y 537). Una transformación del lenguaje es susceptible de ser comprendida en sus causas y en sus efectos tan sólo cuando no se la representa como la obra de un momento, como una súbita revolución, sino cuando se tiene a la vista la fase, con frecuencia lenta, de disputa entre formas divergentes, desde la primera emergencia de la nueva hasta la represión de la vieja o, en ciertos casos, de la nueva (pf 535). /Pero una simultaneidad de siglos no significa para Menéndez Pidal, como con frecuencia se ha supuesto,4 que un cambio de sonido en su evolución fonética se cumpla en cierto modo imperceptiblemente y con innumerables grados intermedios en lapsos seculares, como de generación en generación: "No es lícito decir que el caso de F— >/z— 4 En esta forma evidentemente mal entendida por lordan (I. IORDAN-W. RAHNER, Einfühntng in die Geschichte und Methoden der romanischen Sprachwissenscháft, 1962, p. 63). MENÉNDEZ P1DAL Y LOS MÉTODOS LINGÜÍSTICOS 47 es de evolución gradual fonética" (pp. 217 y 208). La génesis súbita y la lenta imposición de la innovación son dos procesos históricos complementarios. 31? Finalmente, el autor de una gramática histórica española ha visto con toda claridad el peligro consistente en que, desde la perspectiva de este método, se enfoque Una lengua románica aisladamente, y no —como antes que él lo habían hecho Diez y Meyer-Lübke— la familia de las lenguas románicas en su conjunto. La restricción del horizonte comparativo favorece fácilmente la idea de una emancipación de las partes, "un concepto románico disgregante", y con ello la explicación por poligénesis o por préstamos de un ámbito parcial de la Romanía a otro, en donde la inclusión de la Romania total nos hace ver raíces comunes, históricamente profundas, de fenómenos existentes en regiones geográficamente separadas (pp. cu y cxxxi, y nota 4). La geografía lingüística Frente a la geografía lingüística, que en el primer decenio de nuestro siglo satisfizo el deseo de observación de la lengua viva y de investigación realista del presente, tuvo Menéndez Pidal una actitud abierta, como la mayoría de los lingüistas de su generación. Gallego de nacimiento y caminante infatigable, había madurado su gran edición del Cid no sólo en la mesa de trabajo, sino también "con ayuda de excursiones sobre el terreno". 5 Al mismo tiempo apareció su importante monografía sobre El dialecto leones (1906), y en las últimas ediciones de su gramática histórica puso al frente un mapa de la "España dialectal". Con lo cual muestra haber asimilado las teorías de la escuela de Guilliéron, pero sin sucumbir a su eufórica embriaguez: "El estudio de una lengua limitado a los textos de las épocas literarias es incapaz de ilustrar ciertos aspectos de la vida del lenguaje. La literatura nos presenta el idioma, si no fijado, como suele decirse, al menos cohibido por la tradición letra5 Cantar de Mío Cid, I (1908), p. v. 48 HARRI MEIER da, y el hecho lingüístico suele aparecer bajo una sola de sus facetas, la escogida por esta tradición. De ahí que el dialectólogo, deslumbrado por la abundante variedad de hechos que ofrecen los lenguajes vulgares modernos, más movedizos, más libres de las trabas eruditas, siente orgullo de 'nuevo rico', y desprecia el patrimonio señorial del filólogo que se aplica sobre todo a los textos literarios" (p. 515). No como único heredero, pero sí como enriquecimiento de nuestra especialidad, se dio al nuevo método la bienvenida; como dice Spitzer, Menéndez Pidal introduce en el campo lingüístico y en el literario "el método geográfico junto al histórico, o mejor como un apoyo del histórico".* Lejos de contraponer las leyes fonéticas de la gramática histórica a la afirmación de Gilliéron de que "cada palabra tiene su propia historia", reconoce Menéndez Pidal precisamente en la unión de ambos principios una solución más conforme a la marcha de la evolución del lenguaje: "Cada palabra, debemos repetir nosotros, tiene su propia historia fonética. Mas no por eso deja de haber historia especial de un sonido determinado" (p. 530). Dentro de la historia general de cada elemento fonético de un lenguaje, la historia de cada palabra constituye sólo un episodio (p. 531). Para el desenlace de la competencia de larga duración entre formas fonéticas divergentes, de la que se habló más arriba, del conservatismo y de la innovación, juega también su papel la posición léxica de la palabra (español: fondo/hondo) , que no tiene explicación con la distinción tradicional entre palabra heredada y palabra culta. 7 Las "excepciones" son justamente el indicio de la disputa entre diferentes estratos del lenguaje popular, en una época antigua. 8 La geografía lingüística había hecho posible, además, responder más precisamente a la pregunta relativa a la exis6 Meisterwerke der romanischen Sprachwissenschaft (ed. L. Spitzer), I (1929), p. 352. 7 En su argumentación da Menéndez Pidal, con las diversas evoluciones (condicionadas fonéticamente) de ai>ei>e, un ejemplo desfavorable (pp. 530s.) que reproduce desventajosamente ALBERTO VARVARO, Storia, problemi e metodi della lingüistica romanza, Napoli, 1968, pp. 300-302. 8Cf. Romanische Forschungen, 77 (1%5), pp. 4\4s. MENÉNDEZ PIDAL Y LOS MÉTODOS LINGÜÍSTICOS 49 tencia de fronteras entre lenguas o dialectos, y, en vez de registrar aisladamente evoluciones fonéticas heterogéneas, reunirías según su extensión geográfica, como lo han hecho Morf y Rosenqvist sobre la base de los materiales del Atlas Linguistique de la France. 9 Pero para llegar a soluciones más sólidas para la historia fonética española, se trataba de desarrollar, siguiendo las sugerencias dadas por Jacob Jud en sus estudios sobre geografía léxica antiguo-románica,I0 una geografía fonética del antiguo español mediante la evaluación no sólo de los testimonios literarios, sino también de los documentales y toponímicos mejor localizables. Esta obra constituye el fundamento de los Orígenes de Menéndez Pidal. La investigación del sustrato Con el título Orígenes del español se adhiere Menéndez Pidal a las antiguas obras de Aldrete y Mayáns, n con el propósito de hacer de lo que en éstos había sido "una especie de prehistoria del español", una historia real y documentada del lenguaje desde la romanización hasta la época medieval (Orígenes, p. vn). Su finalidad lo lleva a pronunciarse sobre las explicaciones y la teoría del sustrato, que, representada ante todo por Ascoli y su escuela, había tropezado con un escepticismo siempre mayor y con resistencia creciente en el campo de la gramática histórica —en primera línea con Meyer Lübke y sus discípulos— en la medida en que no se limitaba a admitir influencias léxicas de los sustratos. Menéndez Pidal se distancia decididamente de los dos grupos participantes en esta discusión: él afirma la actuación »H, MORF, ZUT sprachlinchen Gliederung Frankreichs (1911)S A. ROSENQVIST, "Limites administra ti ves et división dialectale de la France" (Neuphilologische Mitteilungen, 20, 1919) . 10 J. JUD, "Probléme der altromanischen Wortgeographie" (Zeitschrifl für romanísche Philologie, 38, 1914-15) ; cf. IORDAN-BAHNER, p. 255. 11 BERNARDO ALDRETE, Del origen y principio de la lengua castellana o romance que oi se usa en España (Roma, 1606); GREGORIO MAYÁNS y SISCAR, Orígenes de la lengua española (Madrid, 1737) . 50 HARRI MEIER del sustrato sobré la configuración fonética de un lenguaje de colonización, pero rechaza las condiciones que le adjudica la escuela de Ascoli. La idea de que uña rígida base de articulación de los hablantes, al recibir éstos una lengua extranjera, acarrea forzosamente sustituciones fonéticas, pertenece a una argumentación superada, puramente científico-natural y anatómica, que contradicen la observación y la experiencia lingüísticas: los indios guaraníes, que en su lengua no conocen la A, palatal, sustituyeron la h española primero por y, pero tomaron préstamos posteriores con A (p. 207). Si la actuación del sustrato no emerge forzosamente, su aceptación no puede tampoco refutarse por el hecho de que ella no se haya ralizado en todo el ámbito de un sustrado étnico, o no sólo en éste. Una sustitución del sustrato puede, pero no debe realizarse. Si lo hace y en qué extensión geográfica lo hace en cada caso no depende solamente de la existencia del sustrato y de su extensión en el espacio. De más peso que el contraargumento geográfico, es el argumento cronológico que se ha esgrimido contra los sustratistas. ¿Puede aceptarse la explicación de sustrato para un cambio fonético del que tan sólo en la Edad Media tardía se encuentren huellas en la tradición escrita? Indudablemente que no, sin una fundamentación concluyente. E igualmente el recurso de invocar tendencias latentes de sustrato que, como disposiciones hereditarias, se vuelven a hacer virulentas de nuevo, largo tiempo después del cambio de lengua, pertenece al reino de la fábula determinista (p. 537). En cambio, más vale la pena reexaminar los datos cronológicos registrados en las gramáticas históricas: frágiles en,muchos casos para la época temprana, no sólo por dar una fecha provisional y vacilante, han sido negados —como hemos visto— en principio por el mismo Menéndez Pidal a causa del supuesto de un cambio fonético más o menos súbito. Esta crítica conduce al autor de los Orígenes a la formulación de una nueva y positiva teoría del sustrato y a su aplicación en el marco de su método histórico-geográfico. MENÉNDEZ PIDAL Y LOS MÉTODOS LINGÜÍSTICOS 51 La concepción idealista del lenguaje de Vossíer También la teoría del lenguaje de Karl Vossíer influyó visiblemente —como, por lo general, an el círculo formado en torno a Menéndez Pidal— sobre la concepción históricolingüística de los Orígenes. A los dos investigadores12 los une el esfuerzo, nada corriente en los primeros decenios de nuestro siglo, de rescatar la historia del lenguaje de su papel ancilar en la edición y comprensión de antiguos textos, o de sacarla de su aislamiento y de concebir la historia del lenguaje, la historia literaria y la historia de la cultura como una gran unidad. Para la historia fonética elaboró Vossíer en su primer escrito polémico un programa que dio luego sus frutos en los Orígenes: "Por eso la tarea de la ciencia del lenguaje no es otra que la de mostrar que el espíritu es la única causa operante de todas las formas del lenguaje. Ni el más ínfimo matiz acústico, ni la más simple metátesis fonética, ni la más modesta vocal anaptíctica, ni tampoco el más mísero sonido parásito ha de abandonarse a la acústica o a la fonética aislada para una explicación exclusiva. Fonética, acústica, fisiología de los instrumentos del lenguaje, antropología, etnología, psicología experimental, o como se llamen, son sólo disciplinas auxiliares descriptivas y pueden mostrarnos las condiciones bajo las cuales se transforma el lenguaje, pero no su causa en todo el mundo." 13 Empero, la realización de cada modificación erv el lenguaje —complementa Vossíer al año siguiente— acontece en el juego recíproco de creación y evolución: "Nunca se podrá tener un claro concepto de la vida del lenguaje, cuando se omite separar el cambio fonético como creación del cambio fonético como evolución." 14 Esta separación, que se junta a aquéllas de 12 Temáticamente se tocan de nuevo sus trabajos en las postcriore# pubMcaciones sobre la literatura del Siglo de Oro; en 1932, Vossíer dedica su libro Lope de Vega y su tiempo "Al gran científico, al auténtico español, al buen amigo Don Ramón Menéndez Pidal", y Menéndez Pidal a Karl Vossler su artículo "Oscuridad, dificultad entre culteranos y conceptistas" (Romanische Forschungen, 56, 1942) . 13 Positivismos una Idealismus in der Sprachwíssenschaft, 1904, p. 63. l*Sprache ais Schopfung und Entwicklung, 1905, p. 119. 52 HARRI MEIER génesis y desaparición de una competencia de sonidos divergentes, de foco genético y de expansión en el espacio, constituye la base de la interpretación histórico-fonética de Menéndez Pidal, quien en el sentido de Vossler formula: "Un cambio fonético... es producto de una idea o un gusto tradicional"; para el destino de formas fonéticas divergentes es decisiva la selección del hablante, el "gusto lingüístico" (p. 533); la preferencia de la una o de la otra en las diversas ediciones de la Celestina tiene "carácter estilístico" (pp. 207 ss.). Pero en la concretización de este proceso de creación y evolución, se desplazan notablemente los acentos: si Vossler había querido adjudicar la creación de lenguaje al individuo artístico, pero la evolución a la comunidad lingüística, para Menéndez Pidal el devenir de lenguaje como "actividad colectiva tradicional" (p. 532) es comparable a procesos tales como los que puso de relieve en sus campos de investigación literarios, con su conocida teoría de la "tradicionalidad" en la evolución del romancero popular, en la génesis de los cantares de gesta medievales o en la supervivencia de usos jurídicos en los dramas clásicos españoles: 15 la creación individual de lenguaje ("la innovación lingüística individual", p. 533) y la decisión lingüística individual en el habla (pp. 208 y 526) se entretejen con tradiciones colectivas, que pueden hallarse en competencia a través de muchas generaciones. 16 La historia de la lengua Los métodos mencionados son partícipes de la nueva forma en que se entiende y se expone la historia de la lengua en Jos Orígenes del español: "El lenguaje es creación colectiva de un pueblo, sujeta a la historia particular de ese pueblo*' is "Del honor en el teatro español" en De Cervantes y Lope de Vega (Col. Austral, 120), 1* ed., 1945, pp. ISSss. 16 DIEGO CATALÁN MENÉNDEZ PIDAL, La escuela lingüistica española y su concepción del lenguaje (cap. iv: Individuo y colectividad en la creación lingüística), 1955, pp. 50sj. MENÉNDEZ PIDAL Y LOS MÉTODOS LINGÜÍSTICOS 53 (p. LXXVI) ; es "un producto esencialmente histórico" (p. xcix) ; sus transformaciones descansan en "circunstancias particulares.. . de historia humana" (p. LXXV) y deben, por lo tanto, ser referidas a la conducta de los hombres y de los grupos histórico-sociales que participan de su creación y evolución. Una historiografía de la investigación diacrónica del lenguaje se respiraba ya, en cierto modo, desde el comienzo de nuestro siglo: en 1905 publicó Ferdinand Brunot el primer tomo de su Histoire de la langue fran$aise (no sin invocar con gratitud a Friedrich Diez y la investigación que de él partía en el campo de la gramática histórica: pp. vi 55.) ; en 1913, da a la luz Vossler, siguiendo a Brunot, La cultura de Francia en el espejo de la evolución de su lengua,17 Pero los dos excluyen los orígenes del fráncico-francés, y el objetivo de Heinrich Morf de aclararlos, a partir d.e los hallazgos del Atlas linguistique de la France, fue sólo un ensayo tentativo. 18 Para llevar a feliz término una empresa tal, fue necesario un filólogo e historiador medievalista de la talla de Menéndez Pidal. Mediante la exploración de archivos y de propias ediciones de glosas y documentos, y gracias a la atención prestada al material onomástico, pudo Menéndez Pidal retrodatar en unos tres siglos la época oscura —que hasta entonces concluía poco antes del 1200— de la documentación lingüística de Castilla, y sobre la base de testimonios lingüísticamente bien localizables y fechables, logró observar una fase de la evolución que antecede a la creación de una lengua y una tradición escritas más niveladas. Así se revela una insospechada discrepancia en la extensión de los fenómenos fonéticos específicamente dialectales desde el comienzo hasta el fin de esta época. Las particularidades típicamente castellanas (por ejemplo: (h) ilo < FILUM, Haga < PLAGAM, mucho < MuLTuM, o/o < oí/u < oC (u) LUM, hombre < 17 Dentro de la Colección de Manuales elementales de filología románica editada por Meyer-Lübke. 18 Cf. nota 9; H. MEIER, Die Entstehung der romaníschen Sprachen und Nationen, 1941, pp- 20s.f. 54 HARRI MEIER HoM (i) NEM) , sólo documentadas a veces en ortografías ultracorrectas, están limitadas originariamente al pequeño terreno nuclear de Castilla en las montañas cantábricas limítrofes con los países vascos; es decir, que están acuñadas por un pueblo sobre cuyo temperamento rebelde y su voluntad de independencia desde la tardía conquista de Roma hasta la época del dominio árabe, da testimonio la historia, y que luego, primero en disputa con los Estados cristianos vecinos, se hace cargo del papel conductor en la Reconquista. La historia de la expansión política de este pueblo y la de su prestigio cultural, es también la historia de la expansión de sus particularidades lingüísticas. De entre el haz de peculiaridades fonéticas del castellano, una (documentada desde el siglo rx) puede ser referida, con probabilidad cercana a la seguridad, al sustrato castellanocantábrico: puesto que el gascón, desde época temprana, muestra el desarrollo de lat. F— en h—r y el vasco, que se encuentra entre las dos zonas románicas, ha sustituido ampliamente el sonido latino (ya que no conoce ninguna /— autóctona) por h—/p~~¡b—/cero> la transformación coincidente en un contexto geográfico cerrado que abarca tres regiones cultural y lingüísticamente distintas, difícilmente podría explicarse de otra manera que mediante una tendencia a la sustitución que se inaugura ya con la romanización (lograda o frustrada) de estas zonas (pp. 207 ss.). Es de significación eminente para la discutida teoría del sustrato el que la investigación haya aceptado, casi sin excepción, esta demostración de Menéndez Pidal. Pero este origen del nuevo sonido, esta creación de una nueva tradición, es sólo el comienzo de una historia que dura hasta el presente: primero y hasta el siglo xm, despreciada como forma vulgar; luego, admitida en el lenguaje literario como forma familiar, no afectada, expulsa al contrincante /—, también de ésta, casi plenamente en el siglo xvi. Hasta nuestros días dura esa competencia, porque en los dialectos la /— o la h— se encuentran aún en lucha con la pronunciación cero (enmudecimiento de /— o h—) del lenguaje estándar, y el hablante se decide entre ellas según su MENÉNDKZ P1DAL Y LOS MÉTODOS LINGÜÍSTICOS 55 situación social, según la ocasión concreta de la conversación y según su "gusto lingüístico" (pp. 533 ss.) .le Este panorama, abierto por Menéndez Pidal, del pasado castellano es a la vez un captíulo de la historia cultural y literaria de la España de su propio tiempo: "El amor por la tierra de Castilla y no pocas cosas más ... emparejan a Menéndez Pidal .. . con sus egregios impugnados" de la Generación de 98.20 Un nutrido grupo de coincidencias fonéticas y onomásticas entre el sur de Italia y regiones de la Península Ibérica constituye la base de la tesis de don Ramón referente a la romanización de estas zonas por colonizadores de la Italia meridional (pp. LIX ss.). Su argumentación toca una vez más cuestiones fundamentales de la historia lingüística en su relación con la historia general: la dialectalización del latín vulgar, la historia de la colonización romana, la temprana fragmentación lingüística de las Provincias. Críticas provenientes de varias direcciones muestran que para la solución de este problema, y pese a complementos de otros autores que la confirman, no encontró una aprobación igualmente amplia.21 La debilidad de estas críticas consiste sin duda en el hecho de que ignoran "la imponente lista de correlaciones fonéticas" (y otras) entre los dos ámbitos de Italia e Hispania, "que no se acumulan en ninguna otra parte de la Romania" (pp. 301 s.) y de que tratan de hacer plausible sólo para uno o para otro fenómeno respectivamente las interpretaciones disidentes. 19 Coinp. también la historia del seseo y de otros fenómenos andaluces e hispanoamericanos descrita por Menéndez Pidal como lucha entre diferentes normas regionales, sociales y literarias en "Sevilla frente a Madrid.' (Estructuralismo e Historia, Miscelánea Homenaje a André Martinet, III, 1962, pp. 99-165) . 20 PEDRO LAÍN ENTRALGO, La Generación del Noventa y Ocho (Col. Austral, 748), 1947, p. 29. 21 Cf. K. BALDINGER, Die Herausbildung der Sprachraume auf der Pyrenaenhalbinset, 1958, pp. 47ss.; Archiv für das Studium der neuren Sprachen und Literaturen, 199 (1963), p. 352; 200 (1964), p. 388; G. ROHLFS, ib., 205 (1969), pp. 472". 56 HARRI MEtER El estructuralismo Si H. Weinrich observa en el ya citado artículo que entre la lingüística 'histórica tradicional' y la 'moderna estructtiralista' "muy raramente se llega a una discusión abierta" ("la disputa de los partidos es lánguida"), Menéndez Pidal ha de considerarse como una excepción evidente. Con la abertura metodológica que le era propia, no dejó pasar por alto el examen de las interpretaciones estructurales que afectan al círculo temático de sus Orígenes, y, por cierto, no considerándose en ello de manera alguna como partido, porque justamente la variedad de las perspectivas metodológicas era para él lo suficientemente buena para formar y diferenciar la suya. Contra las 'explicaciones científico-naturales', tradicionales y aun supérstites, él formula: "Las causas de los cambios fonéticos ... debemos buscarlas, bien en la historia de las relaciones lingüísticas entre dos pueblos, causa muy frecuentemente impulsora de los cambios, o bien en otros varios influjos sociales externos que actúen sobre el idioma, o bien en las necesidades internas, estructurales, que cada idioma experimenta, obligándole a poner en relación cualquier tendencia fonética con el sistema general de cada idioma" (pp. LXXV s.); "El estructuralismo atiende a la urgente necesidad de estudiar la fuerza evolutiva interna de cada idioma" (p. cxxxvn). Pero no podía aceptar naturalmente la praxis de este método, cuando éste se quedaba rezagado tras su concepción de la historicidad de todos los fenómenos lingüísticos y retornaba a las viejas explicaciones de 'historia natural' (v., sobre Jungemann, pp. LXXIII y LXXV; sobre Malmberg, p. LXXVII nota; sobre Haudricourt-Juilland, pp. cxx s.) , o cuando sucumbía al peligro de las gramáticas históricas de lenguas singulares, deslindando estrechamente el horizonte comparativo y suponiendo poligénesis donde, según Pidal, se trata de casos claros de filiación histórica (sobre Martinet, pp. cvi ss. y cxxxvn) .** "Pero las explicaciones basadas en la 22 Cf. E. ALARCOS LLORACH, Fonología española, 4^ ed., 1965, p. 251; •el primer "Esbozo de una fonología cliacrónica del español" de Alatcos MENÉNDEZ PIDAL Y LOS MÉTODOS LINGÜÍSTICOS 57 estructuración sistemática del idioma no debemos considerarlas como hipótesis de primera necesidad o de mayor verosimilitud. Es cierto que el lenguaje elabora y constituye en cada época de su vida cierta estructura regular de su conjunto fonético, pero esa estructura no es un sistema rígido inexceptuable, no está nunca perfectamente conclusa y fija, sino en lenta evolución como toda creación humana colectiva, y la evolución depende de una tradición milenaria que presiona sobre las fuerzas estructurales en cada momento. Por eso debemos invertir el citado axioma: en la mayoría de los casos, ante un cambio lingüístico, deben examinarse primero las posibilidades de explicación histórica que se ofrezcan; una primera tradición histórica precede a la elaboración estructural, es su punto de arranque y, por lo tanto, la condiciona" pp. cvm s.); "No considerar la base, o el punto de arranque de esa tradición, es practicar un criticismo acéfalo" (p. cxxxvn).23 Con estas indicaciones se ha explicado, por una parte, la esperanza positiva que Menéndez Pidal puso, en los últimos años de su actividad científica, en el estructuralismo, y se ha caracterizado, por otra parte, la crítica que opuso a las aplicaciones concretas de este método en el campo de su tema, porque no hace justicia o bien a su concepción histórica o bien a las exigencias de una argumentación histórico-geográfica. En sus frutos debe mostrarse el valor de un método. Dentro de la lingüística románica tienen los Orígenes, hasta hoy, un puesto especial. Ciertamente que la iluminación, lograda en ellos, de la historia del lenguaje y de la vertebración lingüística de España ha sido continuada y ha influido, más allá de España, sobre la investigación, vivificándola: pero la forma en que en esta obra se desarrolló, a partir del material lingüístico de los documentos más remo tos, un método diferenciado de interpretación histórica, y la manera en que se obtuvo una concluyente unión de historia apareció en 1951, en el segundo tomo de los Estudios dedicados a Menéndez PidaL 23 Cf. también M. DELBOUILLE, "Róflexions sur la genése phonéüque des parlers romans", Cahiers Ferdinand de Saussure, 23 (1966), pp. 17ss. 58 HARM ME1ER fonética y de historia, espera aún, para las otras regiones de la Romanía, un congenial sucesor. En la amplia esfera de las filologías, merece especial atención como manual de los principios de la historia fonética. HARRI MEIER Romanisches Seminar der Universítat, Bonn
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