Aportes C e le l eb r ac i ó n p ar a l a Homilía y guión para la Santa Misa 1º domingo de Adviento Ciclo B. Color: Morado 30 de noviembre de 2014 Año XVIII - Nº 1051 Aportes para la homilía ¡Estén prevenidos, no saben cuándo volverá el Señor! Is 63, 16b-17. 19b; 64, 2-7; Sal 79; 1Cor 1, 3-9; Mc 13, 33-37 Comenzamos un tiempo de preparación a la Navidad. Durante el mismo, la Iglesia nos ambienta en las épocas anteriores a la venida del Salvador, tiempo en que se anhelaba la intervención de Dios para establecer un mundo donde la verdad, la justicia, el amor y la paz no fueran una quimera inalcanzable, sino una realidad permanente. Mirando el pasado podemos construir un presente diferente. En este sentido, si bien el Salvador vino y nos redimió, ahora, nuestra gran misión es esforzarnos por construir el Reino de Dios. ¡Y bendito sea si en ello estamos comprometidos! Hoy Jesús nos llama a no dormirnos, a velar, sin soltar los remos frente a la correntada, y que así como cantamos cada día es Navidad, entendamos también que toda la vida es un permanente adviento, en el que poco a poco vamos construyendo la casa del Padre donde un día nos congregaremos todos para siempre. Los primeros cristianos creían que Jesús volvería apenas pasados unos años después de su resurrección y ascensión, para reunirnos definitivamente junto a su Padre del cielo. Pasó el tiempo y, como la espera se hacía larga, empezaron a dudar pero se dieron cuenta de que no era tan inmediato su retorno. Hoy nosotros creemos que el Señor camina a nuestro lado dándonos aliento para hacer el bien y decir la verdad, pero a veces nuestra conducta no condice con lo que creemos, porque hay decisiones que tomamos al margen del evangelio. Adviento es un llamado a vivir de la mano del Señor, caminando a su lado sin desviarnos, también de la mano de los hermanos, alentándonos mutuamente a perseverar. Se dice que a veces buscamos más los favores de Dios que al Dios de los favores. ¡No, sólo Dios tiene que ser el todo absoluto de nuestra vida! Por eso es que debemos adentrarnos en el conocimiento de Dios y su acción en nosotros, no sólo para saber más, sino para conocerlo mejor y crecer en el amor alegre, fiel, obediente y apostólico. Los textos del Antiguo Testamento en las misas de Adviento nos enseñan que hay una historia de pecado en la humanidad que nos aleja de Dios y nos arrastra a abismos de maldades. Enseña que los hombres vivimos hambrientos y sedientos de él, así como lo expresó san Agustín: Señor, hiciste nuestro corazón a tu medida, inquieto estará hasta que en ti no descanse. El conocimiento de Dios ilumina nuestra vida, que es un camino de vuelta al Paraíso. Digamos también que aumenta (Continúa en la p. 4). Aportes - 1 Guión para la Santa Misa 1) Introducción 3) Acto penitencial En este primer domingo de Adviento comenzamos a prepararnos a la Navidad, reviviendo los siglos de espera que precedieron al nacimiento humano del Verbo de Dios, la segunda persona de la Santísima Trinidad. Y si bien pensamos que cada día es Navidad y toda la vida es Adviento, vivamos estos días con intensidad, centrando nuestros pensamientos y sentimientos en el Hijo de Dios que se hace Hijo del hombre, para enseñarnos a vivir a su imagen y semejanza, juntos como hermanos, hijos todos del mismo Padre del cielo. Comencemos cantando… Dios inicia el misterio de la redención prometiendo que la descendencia de la Mujer destruiría el pecado. Precisamente, Cristo vino a enseñarnos a vencer con él, por él y en él al que sigue tentando a todo hombre y mujer a vivir contra la voluntad y sabiduría de Dios, porque lo único que quiere es nuestro mayor bien y felicidad. Por eso, pidamos perdón: 2) Saludo de bienvenida La semana anterior concluíamos el ciclo litúrgico Durante el año con la fiesta de Cristo Rey. En este domingo comenzamos el Adviento, dando inicio al ciclo B de la liturgia, rumbo a la festividad de Navidad. En ella celebraremos el nacimiento de Cristo, que comenzará reinando en un portal de Belén y sobre las pajas de un humilde y pobre pesebre, y después llegará a reinar sufriente y redentor en lo alto de una cruz y, gloriosamente resucitado, en plenitud de vida, como Rey y Señor de todo lo creado, junto a su Padre Celestial. Él es quien ahora nos congrega en torno al altar para iluminarnos con su palabra y para fortalecernos con el Sacramento de su Cuerpo y de su Sangre: Hermanos: despertemos porque llega Cristo, y su salvación está cerca de nosotros. Preparemos su venida y que él este siempre con cada uno de ustedes. Aportes - 2 * Tú que eres el Salvador prometido: Señor, ten piedad de nosotros. * Tú que eres el Salvador anunciado: Cristo, ten piedad de nosotros. * Tú que eres el Salvador esperado: Señor, ten piedad de nosotros. Dios todopoderoso tenga piedad de nosotros, perdone nuestros pecados y nos dé la vida eterna. 4) Liturgia de la Palabra Primera lectura (Is 63, 16b-17. 19b; 64, 2-7): El profeta Isaías reconoce ante Dios nuestras culpas y desobediencias, pide humildemente perdón y exalta el amor y misericordia del Padre Celestial. Salmo responsorial (Sal 79): R. Restáuranos, Señor del universo. Segunda lectura (1Cor 1, 3-9): Pablo alaba y agradece al Señor por todo lo bueno que ha dado y seguirá dando a la comunidad de Corinto, porque él es quien los llamó, y él es fiel. Lectura del Evangelio (Mc 13, 33-37): En el evangelio de san Marcos, Jesús nos exhorta a vivir esperándolo, pues puede llegar en cualquier momento, y no es cuestión de que nos encuentre dormidos. 5) Oraciones de los fieles ofrenda viva, rogando que nos convierta Recurramos a la bondad del Señor en otros cristos, así como el pan y el vino que serán su Cuerpo, Sangre, alma y y elevemos nuestras peticiones. divinidad. Cantemos… Pidamos diciendo: Ayúdanos a esperarte bien des- 7) Comunión En Belén nació Jesús de María Virpiertos y activos. gen, hombre entre los hombres. En 4 Sabemos que toda ayuda viene cada eucaristía se hace pan y vino de Dios. Pidamos incesantemente para ayudarnos a crecer y madurar el auxilio divino pero también las fuera su imagen y semejanza, para que todos zas para colaborar con los favores de lo descubran en cada cristiano, su rostro Dios. Por eso, Señor… vivo, su verdad en nuestra mente, su amor 4 Dios nos dio el conocimiento y la fe, y en nuestro corazón, su Reino en nuestra nos capacitó con inteligencia y volun- voluntad comprometida y perseverante tad. Pidamos que la gracia de Dios nos por construirlo. ayude a dar frutos. Por eso, Señor… Acerquémonos a comulgar cantando... 4 Vivimos entre muchos que no reconocen la trascendencia de la vida. 8) Despedida y bendición final La Misa, en este tiempo de AdQue con nuestro testimonio reciban al viento, nos debe ir preparando Salvador que llega también para ellos. para que la Navidad sea una Por eso, Señor… conmemoración profundamente cristia4 Por quienes buscan la salvación en los na, plenamente centrada en ese Verbo bienes temporales, y se desmoralizan Santo que, sin dejar de ser Dios, se al ver que es un engaño, que se conabaja a nuestra pobre naturaleza humaviertan celebrando la Navidad que nos na, precisamente para enriquecerla con enseña el evangelio. Por eso, Señor… su divinidad, para hacernos por él, con 4 Estamos llamados a mostrar al mundo él y en él, hijos queridos de su Padre y el sentido profundo de la Navidad. Que herederos felices del cielo. Pensando en vivamos plenamente los valores de la esto, que podamos vivir la Navidad con la humildad, la solidaridad y la alabanza. simpleza y austeridad del pesebre. Que Por eso, Señor… nuestra palabra y buen ejemplo sean luz Señor Jesús, que te hiciste hombre en nuestras familias, parientes y vecinos. entre los hombres, enséñanos a Dios Padre misericordioso nos haga seguirte fielmente y con mucho constantes en la fe, alegres en la esentusiasmo, para que todos te descubran peranza y activos en el amor a Dios y vivo y Salvador en medio de tu pueblo.Tú los prójimos. R. Amén. que vives y reinas por los siglos de los Y ya que nos alegramos esperando la siglos. Amén. Navidad, que el Señor nos recompense con la vida eterna cuando venga 6) Presentación de las ofrendas por segunda vez en su gloria. R. Amén. La Virgen inmaculada se presentó Y que la bendición de Dios todopoal Señor como su incondicional deroso Padre, X Hijo y Espíritu Santo esclava, le ofrendó toda su persona, descienda sobre nosotros y nos ¡y él la hizo su mamá! Junto al pan acompañe siempre. R. Amén. y el vino nos presentamos nosotros como Aportes - 3 (Viene de la p. 1). saludablemente el hambre y la sed de su verdad y santidad, su amor y su paz, la felicidad que el mundo no puede dar porque no la tiene. ¿Nos interesa conocerlo para ahondar nuestra relación de amistad con él? ¿Sólo lo buscamos cuando las papas queman?… Ahora bien, así como nadie puede conocer a Dios y quedarse indiferente, de igual modo, nadie puede amar de verdad a Dios y no amar al prójimo y procurar su mayor bien y felicidad. San Juan escribía: Miente quien dice que ama a Dios, pero no ama al prójimo. Ese amor es más que un sentimiento afectivo, es acción efectiva, para que todos logremos conocer, amar y obedecer cada vez más a Dios, y un día, juntos como hermanos, gocemos de él eternamente. ¿Para qué otra cosa nos habría creado el Señor? Señor Jesús, eres el “esperado de las naciones”, que desde siempre quisiste hermanarte con nosotros, asumiendo nuestra naturaleza, amenazada por el pecado, precisamente para redimirnos de todos los males. Estas cuatro semanas de Adviento nos retrotraen al tiempo en que tu pueblo, frente a la dura realidad de desventuras y pecados propios y ajenos, anhelaba tu venida. Así te esperamos nosotros. Hoy nosotros, también anhelamos un mundo de justicia y verdad, de paz y bienestar, de solidaridad y fraternidad, de esperanza y felicidad. En este Adviento aviva en nosotros el deseo y el entusiasmo por salir a tu encuentro con nuestras manos llenas de buenas obras y mejores propósitos, confiando en que, con la fuerza de tu ayuda podremos construir un mundo nuevo donde todos nos sentiremos hermanos en ti e hijos de tu Padre. Que viendo cómo el mundo desnaturaliza estas fiestas dando importancia a las comidas, el cotillón, los petardos y las fantasías de colores, no nos desanimemos en proponer la Navidad que enseña el evangelio. Ayúdanos a ser conscientes de que la Navidad debe centrarse en ti Jesús, para que renazcas y crezcas cada vez más en cada corazón, en cada hogar, en la parroquia, el barrio o la colonia, en nuestros lugares de estudio o trabajo. Que ¡sólo tú! vivas y reines entre nosotros, en la misa de la comunidad y en la mesa familiar, en nuestros pesebres y en el corazón de quienes poco te conocen, quizá en tierras extranjeras y lejos de sus familias, en nuestros hospitales y orfanatos, también entre los que se apartaron del buen camino y esperan a quien los ayude nuevamente a creer. Esto lo esperamos hasta que volvamos a la casa de tu Padre por los siglos de los siglos. Amén. EN ESTA SEMANA RECORDAMOS 1º diciembre: • Día mundial de lucha contra el SIDA. • Día del ama de casa. 3 diciembre: • Día internacional de las personas con discapacidad. • Día del médico. Aportes para la Celebración es un subsidio litúrgico preparado por el equipo de redacción de El Domingo, periódico religioso de la editorial SAN PABLO, propiedad de SOCIEDAD DE SAN PABLO (PAULINOS). Riobamba 230, C1025ABF BUENOS AIRES, Argentina. Teléfono: (011) 5555-2416/17/21/24. Fax: (011) 5555-2439. E-mail: [email protected] - www.sanpablo.com.ar Impreso por G. 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