Cine Doré Mayo 2016 WERNER HOCHBAUM WERNER HOCHBAUM, UN HOMBRE AVISTADO Un hombre que ha pasado quince años en prisión se encuentra de pie ante la puerta de su apartamento. Toca el timbre, pero nadie le abre; en el interior sólo se oye el canto de un canario. Tras un momento de desánimo, el ex-convicto empieza a tocar de nuevo el timbre, no tanto porque espere que le dejen entrar sino para entablar una conversación musical con el canario. Esta breve escena de Morgen beginnt das Leben, de Werner Hochbaum, se presta bien para resumir el estilo y la atmósfera de sus películas: es el de Hochbaum un cine de la melancolía, si no de la desesperación, con repentinas sacudidas de alegría. Tanto en la vida (1899-1946) como en el trabajo, el cineasta alemán permaneció siempre en el umbral entre la experimentación y la popularidad, entre el compromiso político y las idiosincrasias poéticas, entre la fama y el olvido. Elogiado por los críticos nacionales e internacionales contemporáneos suyos y redescubierto apasionadamente en los años setenta –el historiador del cine Ulrich Kurowski lo definió como “el cineasta alemán más importante después de Murnau, Lang, Lubitsch y Ophüls– Hochbaum permanece aún en los márgenes de la historia del cine: una figura escurridiza, cuando no un secreto bien custodiado. El carácter esquivo de su obra se debe en parte a una vida llena de rupturas y de cambios de rumbo que conforman NIPO: 034-15-011-1 aquella y complican los juicios. A los treinta años, cuando terminó de rodar su primera película, Brüder, había combatido ya en la Primera Guerra Mundial como voluntario y se había visto involucrado en un absurdo proceso por traición. Brüder fue financiada por el Partido Socialdemócrata de Hamburgo, gracias al cual se inició también como crítico cinematográfico. Hochbaum se inspiraba para sus críticas en el periódico local del partido en los escritos de Béla Balász y en las películas de Walter Ruttmann. Su influencia queda patente en los dos primeros y desconcertantes filmes sonoros del director, Razzia in St. Pauli y Morgen beginnt das Leben. Partiendo de presupuestos exiguos e historias minúsculas, las dos películas exploran las texturas y los ritmos de la vida cotidiana con una soltura que recuerda el cine impresionista francés, y defienden un ideal formalista a punto de desaparecer para siempre de las pantallas alemanas. Hochbaum siguió trabajando en Alemania después del ascenso al poder del nazismo, pero el giro decisivo en su carrera llegó con dos coproducciones con Austria, la premiada Die ewige Maske y Vorstadtvarieté, conmovedora adaptación de una obra teatral antimilitarista de Felix Salten. El éxito de crítica le orientó hacia una carrera especializada en elegantes películas de consumo, que terminó bruscamente en 1939. Inmediatamente después de rodar el filme propagandístico Drei Unteroffiziere, Hochbaum Joseph Goebbels le prohibió ejercer su profesión. La bandera con la esvástica que ondea al final de Drei Unteroffiziere es la última imagen de una película de Hochbaum. Murió de tuberculosis en 1946 mientras preparaba el drama sobre la resistencia Der Weg im Dunkeln. Apropiado epitafio para una carrera marcada por la tenacidad pero también por el compromiso político, el título puede traducirse aproximadamente como “El camino a través de la oscuridad”. Joachim Schätz, “Werner Hochbaum. Un uomo diverso” en Catálogo Il Cinema ritrovato 2014. LOS CONTRASTES DE WERNER HOCHBAUM Werner Hochbaum(1899-1946) tuvo una vida breve y una carrera como cineasta bastante paradójica; su nombre no figura en muchos diccionarios y es casi habitual que las historias del cine omitan mencionar una sola de sus películas. Ni siquiera Georges Sadoul pareció tomar nota de su primer largo, Brüder (Hermanos, 1929), pese a tratarse de una obra decididamente proletaria, claramente influida por Eisenstein y con una fuerza notable tanto en la creación de imágenes como en su mensaje militante; hasta sus mayores limitaciones – un maniqueísmo algo caricaturesco y ciertos efectos de montaje simbólico procedentes de La huelga(1924) y Octubre(1927/8) – se ven compensadas por rasgos preneorrealistas: no utilizó actores, sino auténticos obreros portuarios y sus familias (muy convincentes) para narrar una histórica huelga del puerto de Hamburgo aplastada en 18961897. Aparte de un par de documentales y otro par de corto o mediometrajes, al parecer perdidos (o destruidos), la filmografía de Hochbaum comprende catorce largos, divididos entre dos periodos muy claramente diferenciados: de 1929 a 1933 y de 1934 a 1939. Algunos le reprocharon, tras su primera etapa izquierdista, que se convirtiese en un sólido artesano “de la UFA”, sin tener en cuenta que en medio Hitler se hizo con el poder y que durante el nazismo los antecedentes de Hochbaum eran peligrosos en extremo ni tampoco que, por lo general, a partir de 1934 procuró hacer películas austriacas, además de una húngara y otra austriacosuiza, hasta que, a partir de 1938, tras la anexión de Austria, ya dio lo mismo, por lo que hizo en Alemania sus dos últimas películas (en 1938 y 1939) y durante la guerra permaneció inactivo; hay que señalar que recurrió a la astucia de rodar operetas vienesas o melodramas de época, que era la mejor manera de tratar de eludir la propaganda y hasta la omnipresente imaginería nazi (banderas, svásticas y uniformes por doquier). Por otra parte, y aunque las escapistas no son ciertamente sus mejores películas ni las más interesantes, el cine de Hochbaum no dejó de tener un acusado vigor estético, ideas visuales brillantes y muy notable dirección de actores, sobre todo, creo yo, en Man spricht über Jacqueline(1937); pero todas las que he visto resisten la comparación con las “guerras de valses” de Ludwig Berger y similares, y son muy superiores a las películas de Ernst Marischka en los años 50, aunque a ciertos paladares puedan resultar excesivamente almibaradas, y estén, desde luego, en los antípodas de la tradición social (o comunista) del cine alemán que ilustraron, al menos ocasionalmente, entre otros, Carl Junghans, Joe May, Richard Oswald, Lupu Pick, Karl Heinz Martin, Phil Jutzi, G.W. Pabst o Slatan Dudow. Pero lo más valioso de Hochbaum es, por supuesto, ese primer periodo, en el que retrospectivamente pudo parecer la promesa de un Jean Vigo alemán, con obras tan asombrosas y vivas aún hoy como Razzia in St Pauli(1932), Schleppzug M 17(1933, empezada e interpretada por Heinrich George), y Morgen kommt das Glück(Mord im Café Central)/Morgen beginnt das Leben(1933), que conjugan sorprendentemente la militancia con el lirismo, la descripción e ilustración de ambientes obreros y de marginales al borde de la ley, más cerca de imágenes, rostros, gestos y actitudes (a menudo acompañados de canciones) que tendemos a asociar con el cine francés, desde L’Hirondelle et la Mésange(1920) de André Antoine a L’Atalante(1934), desde los Renoir, Duvivier y Grémillon de esa época hasta el posterior Jacques Becker; incluso encuentro que algunos rasgos muy deslumbrantes y originales para 1932 de Razzia in St. Pauli anticipan cosas semejantes de un film como À bout de souffle(1959) de Jean-Luc Godard y recuerdan que los años en que se consumó la transición al cine sonoro fueron de los más innovadores y aventureros en aspectos como la estructura narrativa, la diversa duración de las escenas, las elipsis que daban paso a otras secuencias, la iluminación y la textura visual. Miguel Marías, abril 2014 Filmografía como director 1928: Vorwärts 1929: Brüder* 1929: Zwei Welten * 1929: Wille und Werk (co-dirigida con Heinrich Braune) 1932: Razzia in St. Pauli* 1932: Besserer Herr gesucht zwecks... (co-dirigida con Carl Behr) 1933: Schleppzug M 17* (co-dirigida con Heinrich George) 1933: Morgen beginnt das Leben* 1935: Vorstadtvarieté * 1935: Die ewige Maske* 1935: Leichte Kavallerie 1935: Der Favorit der Kaiserin 1936: Schatten der Vergangenheit * 1936: Hannerl und ihre Liebhaber 1937: Man spricht über Jacqueline 1938: Ein Mädchen geht an Land * 1939: Drei Unteroffiziere *Incluidas en el ciclo Cine Doré Mayo 2016 WERNER HOCHBAUM Zwei Welten (1929) Dirección: Werner Hochbaum. Producción: Werner Hochbaum Filmproduktion GmbH. Productor: Werner Hochbaum. Martes 10 de mayo – 20.00 h. Sala 2 Viernes 20 de mayo – 20.30 h. Sala 2 Guión: Heinrich Braune. Fotografía: Gustav Berger. Director de producción: Rolf Niemitz. Duración: 15’. 35mm. MRASE* Bruder (1929) Dirección: Werner Hochbaum. Producción: Werner Hochbaum Filmproduktion GmbH. Productor: Werner Hochbaum. Guión: Werner Hochbaum. Fotografía: Gustav Berger. Decorados: Oscar Lorenzen, Walter Roon-Günteritz. Director de producción: Hans Popp. Scripts: Fritz Dewitz, Gustav Hähnel. Duración: 63’. 35mm MRASE* Intérpretes: Gyula Balogh (el hijo), Erna Schumacher (la anciana madre), Ilse Berger. ___________________________________________________________________________________________ Brüder es el primer largometraje de Werner Hochbaum, además de la película que provocó su redescubrimiento cuando los historiadores del cine de Alemania Oriental lo salvaron del olvido en 1973. Encargado por el sindicato de estibadores y financiado por el partido socialdemócrata de Hamburgo, cuenta la histórica huelga de los estibadores de 1896-1897 a través del drama de dos hermanos, uno estibador y el otro policía. En el momento crítico, la solidaridad de clase triunfa sobre la lealtad familiar. Las escenas que reflejan las difíciles condiciones de vida en los barrios obreros, rodadas en escenarios naturales, reafirman la necesidad de la lucha. Realizada con la voluntad expresa de “crear una película obrera alemana con pocos medios” recurriendo sobre todo a actores no profesionales, Brüder es al mismo tiempo modesta y audaz en sus aspiraciones. Director, guionista y productor de la misma, más que narrar historias concretas, Hochbaum prefiere observar pacientemente un entorno social e hilvanar detalles significativos. El prólogo recorre una Hamburgo invernal como en una sinfonía urbana; después, a partir de la escena en la que un policía empuja a un borracho, se pasa a un montaje eisensteniano de símbolos germánicos de autoridad estatal. Una vez establecido el contraste entre la comisaría de policía y el angosto apartamento del trabajador portuario, Brüder se instala en un modo social-realista de fuerte componente simbólico. El simbolismo se mantiene en el cortometraje Zwei Welten, encargado por el Partido Socialdemócrata. Hochbaum recicla imágenes de Brüder en un montaje que ilustra la lucha de clases: los desempleados se manifiestan, los privilegiados juegan ociosamente al golf y al tenis; el trabajador cansado se quita el abrigo, el industrial se prueba en broma un brazalete con una esvástica. “A Uds. les toca decidir: dictadura o democracia…” Joachim Schätz, Catálogo del Festival de Cine de Bolonia, 2015 NIPO: 034-15-011-1 Cine Doré Mayo 2016 Werner Hochbaum Miércoles 11 de mayo – 19.45 h. Sala 1 Sábado 21 de mayo – 20.30 h. Sala 2 Razzia in St. Pauli (Redada en San Pauli, 1932) Producción: Orbis-Produktion. Distribución: Forum-Film GmbH. Productor: Justin Rosenfeld. Dirección: Werner Hochbaum. Guión: Werner Hochbaum. Fotografía: Adolf Otto Weitzenberg. Montaje: Carl Behr. Sonido: Franz Schröder. Música: Kurt Levaal. Arreglos musicales: Giuseppe Becce. Dirección artística: Willy Schiller. Montaje de sonido: Carl Behr. Duración: 62’ Intérpretes: Gina Falckenberg (Else), Friedrich Gnaß (Karl, marinero), Wolfgang Zilzer (Leo), Charly Wittong (Charly), Max Zilzer (dueño del bar), Ernst Busch (cantante), Kurt Appel, Käte Hüter, Friedrich Rittmeyer. El cine como laboratorio de lo físico. La intensificación impresionista es la fórmula en la que se basa Hochbaum, quien una vez más vaga por la ciudad de Hamburgo, fijando su mirada en la superficie de las cosas, que cobran vida cuando el ojo de la cámara se dirige sobre ellas. Los detalles cuentan historias, las pequeñas cosas se vuelven elocuentes. “El cine es verdad; una historia es una mentira”, escribe el director y teórico francés Jean Epstein en 1921. Es una máxima poética que puede aplicarse también a Hochbaum en los primeros años treinta. Al mismo tiempo, el director alemán insiste en que el cine debe capturar la realidad y poner de manifiesto, si no liderar, la lucha de clases. Un día como cualquier otro en el puerto de Hamburgo. Los grandes barcos vierten una riada de estibadores. Al final de la jornada las piernas de los trabajadores se dirigen a casa con paso cansino. Pero en la ciudad su movimiento se torna más rápido. La metrópolis exige velocidad. El paso se acelera, las perspectivas se cruzan, un caleidoscopio de anuncios de neón despliega su atractivo. El cansancio se transforma en baile y la industria del placer nocturno se pone en movimiento. Hay quien busca un cliente y quien busca divertirse. Y todos se quejan de la situación económica. Else, desencantada prostituta de la República de Weimar, tiene una única debilidad: las edulcoradas películas de amor. El fanfarrón Karl ha robado un par de relojes y huye de la policía. Termina en la buhardilla en la que vive Else, que lo esconde. Él la engatusa, le llena la cabeza de tonterías y le promete una vida juntos, lejos de St. Pauli. Ella acepta. Sólo le resta despedirse de Leo, el músico desmoralizado y golpeado por la vida que comparte el alojamiento con Else. La escena se traslada al miserable bar en el que Else y Leo trabajan noche tras noche. Aquí el tiempo vacila, las tramas se desenredan, los sueños cambian. La percepción se altera mientras la policía se mantiene lúcida. Hochbaum despliega una cansada utopía que no consigue contener la marea del tiempo. Despunta el alba en la ciudad gris “donde del cielo cae polvo y no rocío”. Elizabeth Büttner, Catálogo del Festival de Cine de Bolonia, 2015 NIPO: 034-15-011-1 Cine Doré Mayo 2016 Werner Hochbaum Sábado 14 de mayoe – 19.30 h. Sala 1 Miércoles 25 de mayo – 20.30 h. Sala 2 Vorstadvarieté (Cabaret de provincias, 1935) Dirección: Werner Hochbaum. Producción: Styria-Film, GmbH. Productor: Ernst Neubach. Guión: Werner Hochbaum, Ernst Neubach, basado en la obra teatral Der Gemeine, de Felix Salten. Fotografía: Eduard Hoesch. Montaje: Ludolf Grisebach. Sonido: Alfred Norkus. Música: Anton Profes. Decorados: Alfred Kunz. Directores de producción: Rudolf Hans Bauermeister, Fritz Schanz. Director de unidad: Franz Hofferman. Ayudante de dirección: Ludolf Grisebach. Duración: 93’ 35mm. VOSE* Intérpretes: Mathias Wieman (Josef Kernthaler), Luise Ullrich (Mizzi Ebeseder, su prometida), Oskar Sima (Franz Ebeseder, hermano de Mizzi, cantante), Lina Woiwode (madre de Mizzi), Olly Gebauer (Sophie, cantante), Hans Moser (padre de Josef), Frida Richard (madre de Josef), Rudolf Carl (profesor Edelfink), Otto Hartmann (teniente von Daffinger), Anton Pointner (teniente Höfelmeyer), Fritz Imhoff (sargento primero), Lilian Bergo (Mariska), Karl Skraup (pianista). La primera de las cuatro películas rodadas por Hochbaum en Austria se basa en una obra teatral inconfundiblemente vienesa de Felix Salten, Der Gemeine, a un tiempo retrato de una época de transición y feroz crítica del militarismo. Hochbaum conserva el tema y la atmósfera del original, pero con un salto hacia adelante en el tiempo, elección que puede leerse también como un comentario al régimen autoritario austriaco de entonces. La película está ambientada en 1913, próxima ya la Primera Guerra Mundial. Viena, a la que le encanta aparecer encantadora, cosmopolita y ligeramente frívola en el cine de los primeros años treinta, se presenta en Vorstadvarieté como un lugar de autoengaño, de oportunismo descarado y de sueños rotos. La historia comienza en la atmósfera gozosa y de búsqueda del placer del parque de diversiones del Prater. Mizzi Ebeseder, hija de unos célebres cantantes de cabaret, sueña con ser artista en el teatro de variedades de la familia. Adora cantar. Pero su prometido, el dibujante técnico Josef Kernthaler, le da un ultimátum: si elige los escenarios será el fin de su amor. El conflicto se agudiza cuando Josef es llamado a filas. La laxitud moral de sus camaradas, la economía de los deseos y el ambiente frívolo y vistoso del teatro lo paralizan. Su mundo sin matices comienza a desmoronarse y se aproxima el momento de rendir cuentas. Con sus peticiones, Josef pone a Mitzi de espaldas contra la pared. Ella siente que la tierra se tambalea bajo sus pies, vacila, duda entre las variedades y la promesa de matrimonio, entre la ciudad y el campo, entre el vestuario del teatro y el uniforme militar. Su espacio vital se estrecha, y no sólo el suyo. Hochbaum responde a todo esto con la mirada atenta de una cámara siempre en movimiento que crea sus propios espacios líricos, se fija sobre los rostros, persigue los detalles visuales “porque es más fácil fotografiar las cosas que las emociones”: esta es la lección que el director ha aprendido del teórico del cine a quien más estima, Béla Balázs. La censura no permite a Hochbaum expresar libremente su visión cinematográfica de Viena. El final trágico debe reinterpretarse en clave feliz, y se eliminó el subtítulo de la película, que iba a ser: Un canto de la humanidad austriaca. Elisabeth Büttner, Catálogo del Festival de Cine de Bolonia, 2015 NIPO: 034-15-011-1 Cine Doré Mayo 2016 Werner Hochbaum Jueves 12 de mayo – 19.45 h. Sala 1 Domingo 22 de mayo – 20.00 h. Sala 2 Morgen kommt das Glück / Morgen beginnt das Leben (La vida empieza mañana, 1933) Dirección: Werner Hochbaum. Producción: Ethos-Film GmbH. Productor: Emil Unfried. Guión: Carl Behr. Fotografía: Herbert Körner (B/N). Montaje: Marianne Behr. Sonido: Eugen Hrich. Música: Hanson Milde-Meissner. Decorados: Gustav A. Knauer, Alexander Mügge. Director de producción: Gustav Lorenz. Duración: 76’ 35mm VOSE* Intérpretes: Erich Haußmann (Robert), Hilde von Stolz (Marie), Harry Frank (violinista), Edith Schollwer (camarera), Walter von Lennep (cantante), Etta Klingenberg (chica del café), Gustav Püttjer (hombre del tiovivo), Alfred Beierle, Arthur Wilke. SINOPSIS Crónica de una jornada angustiosa. Tras pasar cinco años en prisión, Robert queda libre. Su mujer, Marie, quiere pasar a recogerlo, pero la casualidad interviene. Los dos se buscan, no consiguen encontrarse, y mientras tanto Robert comienza a dudar de la fidelidad de Marie y de la promesa de un futuro mejor. Un hombre cualquiera, una mujer cualquiera, las alegrías y los incidentes de la vida urbana moderna: el director Hochbaum y el guionista, Carl Behr, se inspiran en películas sobre la realidad de la ciudad, como Lonesome de Paul Fejos (1928) o Ze soboty na nedeli, de Gustav Machatý (1931), pero su visión es más oscura. La película, que llegó a las salas alemanas el verano siguiente a la toma del poder por los nazis, se ha considerado, con razón, “un síntoma de la transición, una expresión de la angustia neurótica de 1933” (Karsten Witte). A partir de las experiencias de Robert y Marie, Hochbaum teje refinados montajes de imágenes y sonidos, del mundo interior y del exterior, impresiones y recuerdos. En lugar de conformarse con exhibir las técnicas cinematográficas experimentales de los últimos años veinte, con su tour de force a base de planos-secuencia, montaje rítmico y narración mediante imágenes, Morgen beginnt das Leben consigue un decidido e impetuoso retrato de las inquietudes y de la desorientación. En vez de las masas proletarias encontramos a las vecinas despiadadas y cotillas del ex presidiario presentadas en un montaje cada vez más intenso. Cuando la cámara se coloca en un tiovivo, el resultado no es de euforia al estilo de Jean Epstein, sino un movimiento lúgubre que escudriña silenciosamente a Robert. La puerta de casa no se abre, las calles están llenas de ruidos y de susurros siniestros y en el café donde trabajaba a Robert le asaltan los recuerdos del homicidio cometido impulsivamente. Contemplados por la “cámara encadenada” (según expresión de Bert Rebhand) de Hochbaum, al protagonista le parecen aún más preciados los raros momentos de feliz olvido: una camarera que canturrea una canción de éxito, o un botones que se balancea al ritmo de la música. Las reservas de luz de la película surgen de estos momentos de tregua más que de la feliz decisión del último minuto que conduce al improbable final feliz, el primero de muchos epílogos poco fiables de la obra de Hochbaum. Joachim Schätz, Catálogo del Festival de Cine de Bolonia, 2015 NIPO: 034-15-011-1 Cine Doré Mayo 2016 Werner Hochbaum Jueves 19 de mayo – 17.30 h. Sala 1 Martes 31 de mayo – 20.00 h. Sala 2 Ein Mädchen geht an Land (1938) Dirección: Werner Hochbaum. Producción: Universum-Film AG (Ufa). Productor: Erich von Neusser. Guión: Werner Hochbaum, Eva Leidmann, basado en la novela del mismo título de Eva Leidmann. Fotografía: Werner Krien. Montaje: Else Baum. Sonido: Bruno Suckau. Música: Theo Mackeben. Decorados: Karl Haacker, Willy Schiller. Vestuario: Max Knospe, Otto Zander. Maquillaje: Friedrich Havenstein, Wilhelm Weber. Director de unidad: Herbert Junghans. Ayudante de dirección: Bruno Koch. Ayudante de fotografía: Igor Oberberg. Foto fija: Willi Klitzke. Duración: 91’ Intérpretes: Franz Ardorf (Dr. Ried), Herbert A.E. Böhme (Friedrich Semmler), Erich Feldt (Heinrich Semmler), Elisabeth Flickenschildt (Erna Quandt), Berta Gast (Amalie Stürmer), Erika Glässner (Frau Juhl,viuda), Carl Günther (Walter Stürmer), Heidi Kabel (Inge), Carl Werner Hochbaum, hijo de un oficial de marina, nació en Kiel, importante puerto marítimo alemán. Pero su predilección por las historias que se desarrollan junto al agua o en su superficie no es tanto una cuestión de nacimiento como de convicción poética: en los puertos, las leyes de tierra firme alcanzan su límite y el flujo y el reflujo del mar afectan a las vidas de sus habitantes. Con Ein Mädchen geht an Land, Hochbaum regresa una vez más a Hamburgo, donde había rodado Brüder y Razzia in St. Pauli, y donde habría querido ambientar en 1928 su primera película, jamás rodada, una sinfonía urbana sobre la metrópolis portuaria. Diez años después, el cambio en el clima ideológico puede observarse en la propia estructura del melodrama; esta vez el océano no es el espacio del deseo, sino de la disciplina y de la devoción. Tras pasar siete años en el mar, la honesta Erna Quandt baja a tierra y ahí comienzan sus problemas. Entra a trabajar como doncella en una casa y devuelve al buen camino a una pareja burguesa en crisis, pero se enamora desesperadamente del impostor Jonny Hasenbeim. Al final, naturalmente, no termina en el sórdido bar del puerto NIPO: 034-15-011-1 Kuhlmann (Jonny Hasenbein), Lotte Lang (doncella), Günther Lüders (Krischan), Alfred Maack (Quandt), Hans Mahler (Hein Groterjahn), Claus Michahelles (Rolfi Semmler), Luise Morland (Grete Schilling), Maria Paudler (Lisa Stürmer), Walter Petersen (Otto), Claire Reigbert (tía Mariechen), Friedrich Schmidt (capitán Lüders), Gisela Scholz (Emma Semmler), Bruno Wolfgang (Alfred), Edith Meinhard). donde vive Jonny sino en la alegre casa de un constructor naval viudo y padre de tres hijos. Pese a hacer cierta ostentación popular (en los títulos de crédito figura hasta el autor de las citas del calendario), Hochbaum transforma la novela de Eva Leidman en la que se basa la película en un relato más lleno de matices y, en ocasiones, complicado. La imponente Elisabeth Flickenschildt en el papel de Erna y el rechoncho Carl Kuhlmann como el patético parásito Jonny forman una pareja profundamente conmovedora y al transformar a la mujer rica e infeliz en una vienesa en el exilio, Hochbaum retrata en clave crepuscular el orgulloso tradicionalismo de Hamburgo. La trama traza líneas entre la tierra y el mar, pero los movimientos de cámara, los decorados y el sonido subrayan las transiciones fluidas y las zonas grises. En un momento típico de Hochbaum, cuando Erna camina sobre un oscilante muelle del Elba mirando al río y contemplando el suicidio, la plácida superficie emocional de la narración se encrespa en un evocador juego de luces, sobras y niebla. Joachim Schätz
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