Esta gesta selló la independencia de venezuela Hace 200 años en Margarita nació la Tercera República Domingo 8 de Mayo de 2016 .s!×Os#ARACAS 2 La Patria Buena | Nº 281 s$OMINGODE-AYODE Suplemento dominical del ,A2EVOLUCIØN"OLIVARIANAHACAMBIADOELROSTRODEESTALOCALIDADYARACUYANA T/ Manuel Abrizo F/ Cortesía A níbal López Bora fue torturado durante dos meses en el TO5 (Teatro de Operaciones ) de Yumare. Por aquel entonces, los militares criollos entrenados en la Escuela de las Américas aplicaban las siguientes técnicas para “quebrar” la resistencia del prisionero y obtener su confesión: electricidad en diversas partes del cuerpo (boca, ano, axila, pene, testículos); meterlo en la “bañera”, es decir, introducen la parte superior del cuerpo en un recipiente lleno de agua para asfixiar al prisionero, introducir alfileres y otros objetos debajo de las uñas, producir quemaduras con cigarrillos, vuelos en helicópteros en los que amarraban al cautivo con la amenaza de lanzarlo al vacío (en muchos casos cumplieron la amenaza); simulacro de fusilamiento y torturas psicológicas. Hoy, Aníbal López Bora, desde el patio de su casa en Aroa, dice sentir cierta rabia y estupor cuando en estos tiempos de conspiraciones de la oligarquía escucha la queja de que a los políticos presos, muchos de ellos responsables de muertes inocentes y de generar violencia, se le están violando los derechos humanos porque le quitan internet , o no los dejan usar WhatsApp. López Bora nació en Aroa en 1946. Desde muy joven, junto a su hermano Luis Ramón López Bora, se vio atrapado por la vorágine revolucionaria que a En Aroa se libró el primer combate insurgente de los años 60 !ROAYSUSALREDEDORESYARACUYANOSlGURANCOMOESCENARIO DELOSPRIMEROSBROTESGUERRILLEROSDELOSA×OS!LLÓ !NÓBAL,ØPEZ"ORAEXGUERRILLEROYTORTURADOENAQUELLA ÏPOCASOSTIENEQUELASMINASDECOBREDE!ROAEXPLOTADAS DURANTETRESSIGLOSDEJARONPOCOSBENElCIOSALPUEBLO principios de los años 60 irrumpió en armas contra la naciente democracia y el “puntofijismo”. “Toda esta zona fue escenario de operaciones del frente guerrillero José Leonardo Chirinos. Abarcaba los estados Yaracuy, Falcón y Lara. Operábamos en las montañas, para el enemigo esto fue una zona roja. El jefe fue mi comandante Magolla, recientemente fallecido en la población de Montalbán, estado Carabobo. Otros jefes eran el Flaco Francisco Prada, Alí Rodríguez Araque, Lubén Petkoff, Teodoro Petkoff. Por ahí, como ironía de la vida, tengo la hojita de reseña que nos hicieron en 1967, cuando me detuvo la Digepol. En esa misma hoja también aparece reseñado Teodoro Petkoff. Yo lo conocí cuando estábamos en la guerrilla”, señala. Detalla que en Aroa, en Cerro Azul, en marzo de 1962, se produjo el primer choque guerrillero contra tropas del ejército. Allí murió Mario Petit, quien se convertiría en el primer campesino guerrillero fallecido. López Bora recuerda que la primera vez que lo llevaron a una de las tenebrosas celdas de la Digepol (la policía política de entonces), era un jovencito de 17 años. “La Digepol me allanó la casa en Aroa. Me torturaron con corriente, me pusieron la bolsa plástica, me golpearon y maltrataron. Yo siempre he tenido la inquietud de que cuando me agarró preso la Digepol, su jefe en Yaracuy se llamaba Italo Guanipa Matos, zuliano y muy parecido a este dirigente de Primero Justicia del mismo apellido. Deben ser familias. Ese me torturó personalmente. Eso me sirvió, porque yo he dicho que el hombre tiene situaciones en que se tiempla como el acero o se rompe como el cristal. Yo me templé como el acero. Después vinieron persecuciones, cárceles, allanamientos. En el TO5 me torturaron fuertemente también. Nosotros sí éramos presos políticos”, señala . Los llamados “Teatro de Operaciones”, (TO), montados en las zonas rurales con presencia guerrillera se comportaban como un ejército de ocupación que actuaba al margen de la ley; infundían terror entre los campesinos violando sus derechos elementales. A quienes llevaban a uno de estos centros de operaciones les informaban el lema: “Usted ha llegado al infierno y nosotros somos los diablos”. Allí eran salvajemente torturados. “Ellos ponían esos teatros de operaciones para controlar a la población civil, para amedrentar, torturar y tratar de quitarnos el apoyo del pueblo. En parte, esa política le dio buenos resultados porque esas serranías quedaron solas, el campesino se fue, golpeado duramente por el Ejército. A los caseríos los bombardearon con la Aviación, hacían razias contra hombres, mujeres, niños, los torturaban y violaban”, confiesa López. Actualmente vive en Aroa en la única pieza de una casa construida en el viejo taller de herrería. Las paredes del cuarto están cubiertas de fotografías de viejos combatientes y camaradas, afiches, cuadros, y la reseña de la Digepol en la que el rostro de Aníbal figura arriba de la ficha de Teodoro Petkoff. Una computadora y estantes con libros comparten el recinto. Allí escribe cuentos, poesía, crónicas, y lee mucho. “Mi generación creció a los carajazos”, señala Aníbal. Aquí (en Aroa) no había educación pública. Cuando a mí me tocó estudiar, lo hice hasta sexto grado. La mayoría se conformaba con leer y escribir. A nosotros nos crio un hermano (Eustaquio López Bora). De los cinco hermanos, uno solo pudo ser doctor: Luis, quien se graduó de farmaceuta en la ULA; fue dirigente estudiantil y ha sido revolucionario toda su vida”, señala. LAS MINAS DE COBRE A Aroa se llega desde San Felipe, la capital yaracuyana, por la carretera que conduce a Yumare, o por Duaca, viniendo desde el estado Lara. Para ir desde Carabobo, hay que salir de la autopista Andresote, vía Yumare o por Boca de Aroa, desde el litoral carabobeño. Aroa es la capital del municipio Bolívar. “Esto es lo que era la plaza Bolívar; ahora es un peladero”, señala un motorizado. Al costado de la plaza se encuentra la iglesia en honor al patrono, San Miguel Arcángel. A dos cua- Nº 281 s$OMINGODE-AYODE|La 4ODADEVERDE TUALTURA Aníbal López Bora reconoce que tiene una opinión parcializada de Aroa. “Este es el pueblo donde he vivido, tengo mi familia, mis hijos, mis amores. Yo diría que es uno de los municipios donde todavía se puede vivir” . Una de sus pasiones ha sido la lectura. “Yo digo que de tanto leer me dio por escribir. Escribía en libretas, en papeles. Compré una computadora, a los golpes fui aprendiendo. Tengo siete libros escritores pero no he tenido la suerte de publicar”. En Aroeña 98.3 FM conduce un programa en el que cuestiona a los que queman, talan y contaminan las aguas. En el patio de su casa, sobre un tambor, los pájaros diariamente hallan frutas . A la sierra de Aroa le escribió “Toda de verde tu altura”. “Me inspiré en aquella mata. Estaba lloviendo y salí a contemplar mi montaña. Me llené dras de allí, cerca del terminal de pasajeros, los aroeños suelen reunirse bajo la sombra de un enorme samán, que es señalado como una referencia. Desde la colonización española el pueblo ha estado asociado a las minas de cobre que pertenecieron a la familia del Libertador Simón Bolívar. Primero fueron explotadas por los españoles y luego por los ingleses, las minas se mantuvieron operativas hasta mediados del siglo pasado cuando, en manos de la Petro- Patria"UENA de barro. Estaba muy bonito, la neblina subiendo. Dije, si yo fuera pintor, pintaba esto, pero yo soy poeta. Prendí la computadora, el cuarto se me llenó de barro. Dije: “Toda de verde tu altura / sobre mi huella mojada / con la esperanza del pobre / en tu montaña guardada”. Así empezó el poema. “Disparo Silente” fue tomado como referencia en un homenaje que le hicieron en la biblioteca Josefa Marín de Narváez, llamado “Prosa de dos luchas”. “Allí enfoco la lucha armada y la de ahora que doy con la palabra escrita, gritada muchas veces para que sea oída. Los primeros versos dicen: Mis armas son versos/ en batalla de amor y de ternura/. Disparos silentes/ que no derraman sangre/, no albergan odio/ ni albergan rencor. Aquí están mis manos/ no fueron cortadas”. ¿Y sabes por qué?, porque a los guerrilleros les cortaban las manos como un trofeo de guerra. Eso lo aprendieron de la Escuela de las Américas y de los que fueron para Vietnam”. química Venezolana, fueron cerradas definitivamente por su poca rentabilidad. Aníbal López Bora mantiene una postura crítica sobre el papel de las minas en el devenir de Aroa, en contraposición de quienes señalan como un hecho significativo que Aroa fue el primer pueblo venezolano con ferrocarril, planta eléctrica, fábrica de hielo, teleférico, taller industrial; operó el primer telégrafo, se instaló el primer laboratorio químicometalúrgico, estos avances no Suplemento dominical del mejoraron las condiciones de vida de los aroeños. “Este pueblo se formó por la explotación minera”, indica, “como todo pueblo minero fue producto de la explotación y el saqueo, más cuando las minas de cobre de Aroa que pertenecieron al Libertador fueron explotadas por los ingleses. Para hacer más fácil su saqueo construyeron un ferrocarril de aquí a Golfo Triste, en el mar Caribe. Yo siempre digo en mis escritos que no fue para llevarnos a pasear a la playa los fines de semana que hicieron el ferrocarril, fue producto de la rapiña y la explotación que le hicieron a nuestro pueblo”. Asegura que a los ingleses se les dio una concesión por 100 años y tierras a lo largo de la vía férrea por un kilómetro de ancho, de lado y lado. “Los ingleses agarraron las mejores tierras, las mejores maderas”, señala. López también desmonta lo de la planta de hielo que a simple vista podría pasar como un beneficio. “En una de mis crónicas digo que esa planta de hielo se montó no para que nos comiéramos el raspao, sino porque había una mina que llamaban Santa Bárbara, cuyas galerías tenían una alta temperatura, entonces, enfriaban con bloque de hielo para bajar el calor y facilitar que los obreros sacaran el material”. En contra de la creencia en Aroa de que los ingleses trajeron adelantos para el pueblo, antepone el argumento de que no existe una escuela con tradición fundada por ellos en esa época, tampoco un hospital. Quedaron los apellidos de origen inglés, francés, holandés, Bowen, Curet y Morr. Sin embargo, reconoce que cuando cerraron las minas, el pueblo se vio afectado porque se perdieron las fuentes de tra- 3 bajo. El comercio disminuyó. Se quedaron sin luz porque la planta eléctrica suministraba la energía. “Muchos obreros se fueron para el Zulia a trabajar en las petroleras. Aquí había personal calificado, los que trabajaban en el taller industrial. Esas tierras que dejó el ferrocarril fueron tomadas por los campesinos y la agricultura tuvo un auge. Los productos se llevaron para Barquisimeto. Luego hicieron la carretera San FelipeAroa. Hoy el pueblo se ve más floreciente, pero mucho se le debe a los 17 años que llevamos con Chávez y ahora con Maduro. Yo doy charlas en la universidades, la Unefa, en la Bolivariana, los liceos y lo que digo es que a nosotros nos robaron el futuro, desde el punto de vista académico; no pudimos ir a una universidad, por eso yo me he visto obligado a aprender tantas cosas”, señala. –¿Y qué beneficios ha traído la Revolución? –En salud tenemos CDI, centro de rehabilitación, médicos comunitarios, en educación, sedes de la Unefa, la UBV, la Misión Sucre. Todos mis hijos e hijas se graduaron en la universidad. Se le han entregado tierras a los campesinos, viviendas. Los adultos mayores fuimos pensionados. Yo me incluyo en eso. Fui beneficiado con el primer decreto que promulgó Chávez. Mis hijos me ayudaron a completar la cuota de las pensiones. Yo digo que Aroa es muy rico por su gente y fiel a la Revolución. En el municipio hemos ganado todas las elecciones Aroa 4 Parte de Historia | Nº 281 s$OMINGODE-AYODE Suplemento dominical del H ace 200 años cuando, la causa de la libertad americana parecía perdida, en Margarita se levantó la moral revolucionaria que hizo nacer a la Tercera República de Venezuela y abrió el camino para la independencia definitiva de la patria. Hoy, al conmemorar el Bicentenario de aquellos episodios patrios, el sacrificio de los neoespartanos sirve de ejemplo para enaltecer el espíritu de lucha que nos conduce a la unidad de Nuestra América y a la victoria de las fuerzas revolucionarias contra el nuevo imperialismo. 1816: RENACE LA PATRIA En 1815, cuando Pablo Morillo llegó con su expedición a la isla de Margarita, nombró gobernador al teniente coronel Antonio Herráiz, quien luego fue sustituido por el duro y sanguinario Joaquín Urreiztieta. En noviembre de 1815, Arismendi dio la señal de insurrección; proclamó de nuevo el Gobierno independiente y ocupó a Juan Griego y la Villa del Norte. Arismendi matuvo control de esa parte de la isla, lo que le aseguró una base de operaciones a Bolívar, quien arribó el 3 de mayo de 1816 luego del Combate Naval de Los Frailes, que ocurrió el 2 de mayo. La Escuadra que conformaba la Expedición de Los Cayos, abordó ese día el bergantín español El Intrépido y la goleta La Rita. El 6 de mayo el Libertador fue proclamado Jefe Supremo de la República de Venezuela con el voto de los principales habitantes de Margarita y los oficiales de la Expedición de Los Cayos. El acto se realizó en la iglesia de la Villa del Norte. La isla ofreció víveres y recursos para el ejército patriota, que fue reorganizado. Gracias a estas ventajas y a la ayuda prestada por los margariteños, fue posible la fundación de la Tercera República, la que sellaría la independencia definitiva de Venezuela. Allí está el origen de la gesta que le permitió al Libertador fundar la Gran Colombia y esparcir la libertad a través de Nuestra América hace 200 años. MAYO TRIUNFAL $ÓA La Expedición de Los Cayos avista las islas Los Testigos. $ÓA Combate frente a la isla de Los Frailes y abordaje del bergantín Intrépido y la goleta Rita. El Libertador venció sobre Venezuela resurge los marinos capitaneados por el comandante Rafael Iglesias. Después de esta acción naval, Bolívar asciende a Luis Brión al grado de Almirante de la República. $ÓA 3 Bolívar desembarca en Juan Griego, Margarita, donde fue recibido por Juan Bautista Arismendi y marchan juntos a la Villa del Norte. $ÓA 4 Se toman todas las me- didas necesarias para que la Escuadra patriota emprenda el bloqueo de Pampatar. en el Cuartel General de la Villa del Norte, Bolívar anuncia el inicio de la Tercera República y la instalación del Congreso de Venezuela. $ÓA Bolívar se halla en La Asunción, donde emite varios nombramientos. $ÓA El Libertador manda una intimación por escrito al comandante de Pampatar, el brigadier español Juan Bautista Pardo, con el objeto de pedirle su rendición y la entrega del puerto a los patriotas. $ÓA Reunidos los patriotas $ÓA El Libertador escribie en Asamblea, en la iglesia de la Villa del Norte, Bolívar es ratificado con el nombramiento de Jefe Supremo de la República y de los Ejércitos. Santiago Mariño recibió nombramiento de Segundo Jefe del Ejército. $ÓA 7 En la Villa del Norte, el Libertador asciende a Juan Bautista Arismendi al grado de General en Jefe. $ÓA En una proclama dirigida a los venezolanos, fechada una carta a Luis Brión desde La Asunción, donde le manifiesta su plan de marchar a Costa Firme. $ÓA El Libertador emite una nueva proclama a los venezolanos anunciando que zarpa para Tierra Firme, pues ya es tiempo de completar la independencia. $ÓA Sale Bolívar rumbo a Tierra Firme. Arismendi lanzó una proclama a los margarite- ños, con la intención de mantener la moral y la confianza de los habitantes insulares. $ÓA La escuadra se presenta ante Carúpano al anochecer. Bolívar intima la rendición a las autoridades realistas en la madrugada del 31 de mayo al 1 de junio. DESEMBARCO EN JUAN GRIEGO Ofrecemos fragmentos del relato que hizo el historiador Felipe Larrazábal, en su clásica obra La vida y correspondencia general del Libertador Simón Bolívar, de los acontecimientos que llevaron al desembarcom en Margarita: En noviembre (1815) dio Arismendi la señal de insurrección; proclamó de nuevo el Gobierno independiente, y ocupó a Juan Griego y la villa del Norte, bien que sin armas y solo asistidos él y sus valerosos compañeros de lanzas, azadones, cuchillos y… garrotes. Activo, infatigable, era Arismendi hombre de rara intrepidez y señalado esfuerzo; patriota, y por la libertad, capaz de llevar ha cumplido remate proezas admirables. Su arrojo encendió la ira en el pecho del teniente coronel D. Joaquín María Urrieztieta, gobernador de la isla, quien, azuzado por Moxó, pensó destruirla. Mas las sorpresas y hostigamientos de Arismendi no le dieron tregua. Aquella isla que tan poco aprecio inspiraba a los realistas; aquellos sitios despoblados en que nada bueno creyeron hallar los jefes expedicionarios, fueron, sin embargo, el teatro de grandes hechos, el sepulcro donde quedó humillado el orgullo de Morillo. Los secuestros, las vejaciones de los expedicionarios; la perfidia de Urreiztieta; los desprecios y los malos tratos de los realistas levantaron a los margariteños y Arismendi les inspiró la resolución heroica de destruir a sus enemigos muriendo por la libertad. Así, el odio de los españoles recayó sobre este caudillo, a quien miraban como el promovedor y alma de la insurrección margariteña, y trataron de destruirle por cuantos medios les sugería su desesperación, queriendo el brigadier Pardo matar a la señora Luisa Cáceres, esposa de Arismendi, para que pagara, siendo inculpable, el supuesto crimen de su arrojado esposo. Cuando supo Moxó la insolencia del rebelde (así llamaba en sus oficios a Arismendi), envió tropas en auxilio de Urreiztieta y órdenes las más estrictas para acabar con todo lo que tuviera visos de independencia; pero las tropas salieron maltrechas en el primer encuentro que tuvieron. La tenaz resistencia de Arismendi llenó de asombro a los enemigos y de admiración a los patriotas; y si bien no pudo posesionarse absolutamente de la isla, su alzamiento dio una base a las operaciones de la guerra, y en consecuencia fue un suceso de vastísima importancia que el Libertador aprovechó con destreza. POR QUÉ LA EXPEDICIÓN DE LOS CAYOS SE DIRIGIÓ A MARGARITA Poco avanzada la escuadrilla, navegando primero con viento contrario y sufriendo luego calmas molestas. Cerca de la isla danesa de Santa Cruz apresó un buque mercante español y hasta el primer día de mayo no pudo recalar a Los Testigos. Al siguiente encontró dos buques de guerra españoles que con otros bloqueaban los puertos de Margarita: eran el bergantín Intrépido y la goleta Rita. Nº 281 s$OMINGODE-AYODE|Parte de (ISTORIA expedición debían proclamar al futuro Jefe Supremo de la República de Venezuela. Arismendi se dispuso a hacer su voto. En ese momento, Bolívar “hizo una ligera relación de los sucesos que lo obligaron a abandonar por algún tiempo a su país; de la generosa protección con que le acogió el Presidente de Haití, permitiéndole reuniera en aquella República a los restos dispersos de Venezuela y Cartagena, para venir a auxiliar a esta Isla, con una expedición cuyo mando y dirección se la confirió por acuerdo de una Junta celebrada en Los Cayos”, según registra el acta de la asambla. Seguidamente, Bolívar depuso su autoridad y anunció su intención de abandonar la sala para que los miembros de la asamblea pudieran votar libremente. LA ELECCIÓN DEL JEFE SUPREMO Estos fueron atacados y tomados al abordaje después de una resistencia vigorosa. Los demás buques, la Morillo y Ferroleña, huyeron a Cumaná sin atreverse a esperar la escuadrilla de Bolívar. En medio de las luchas incesantes de Arismendi, cuyos hostigamientos tenían en continua alarma y consiguiente pérdida a los españoles, y cuando estos más ensañados se mostraban en sus tragedias, he aquí que se presenta el Libertador con su escuadrilla en el puerto de Juan Griego (3 de mayo). Sorprendidos los enemigos, abandonaron La Asunción y el castillo de Santa Rosa en manos de Arismendi y pudo dar este los auxilios necesarios para desembarcar los elementos de guerra y la fuerza que la expedición traía. Larrazábal, Felipe, La vida y correspondencia general del Libertador Simón Bolívar. Tomo II, José Agustín Catalá, editor, Caracas, 1975, pp. 25-28. BOLÍVAR ES PROCLAMADO JEFE SUPREMO En la Villa del Norte se ralizó, el 6 de mayo de 1816, una asamblea de los principales habitantes de la isla, empleados civiles, eclesiásticos y militares, quienes junto de los miembros de la Arismendi agregó que no era necesario que el Libertador se ausentara de la sala para la elección. Luego lo propuso como candidato para ejercer la jefatura suprema, y para establecer que la República fuera una e indivisible, sin la separación que había prevalecido entre Oriente y Occidente. Recogidos todos los votos, pudo verificarse la elección del Libertador como el Jefe Supremo y la indivisibilidad de la República. El general Santiago Mariño fue elegido como segundo al mando. Bolívar aceptó el nombramiento, añadiendo que “la salud de la patria era su único objeto y que a ella consagraría sus desvelos y fatigas”. También se legitimaron las guerrillas que operaban en el interior del territorio, para lo cual se nombró a Pedro Zaraza, Manuel Cedeño, Andrés Rojas y José Tadeo Monagas, a Generales de Brigada. LA FUNDACIÓN DE LA TERCERA REPÚBLICA DE VENEZUELA De este modo empezaba la Tercera República de Venezuela. Al día siguiente de la Junta, el Libertador lo expresaba en una proclama dirigida a los venezolanos: “He aquí el tercer período de la República... La inmortal isla de Margarita, acaudillada por el intrépido general Arismendi, ha proclamado de nuevo el Gobierno independiente de Venezuela, y le ha sostenido con un valor sublime, contra todo el imperio español.”. Continúa en la siguiente página 5 Suplemento dominical del !CTADE2ECONOCIMIENTODEL,IBERTADORCOMO*EFE3UPREMO DE,A2EPÞBLICAYDESUS%JÏRCITOSENLA!SAMBLEAREALIZADA EN,A6ILLADEL.ORTEDELAISLADE-ARGARITAELDEMAYODE En la Villa del Norte de la isla de Margarita, a seis de mayo de mil ochocientos diez y seis, reunidos en la Iglesia Parroquial de dicha Villa los Excmos. Sres.: Capitán General Simón Bolívar como Presidente; Generales en Jefe Santiago Mariño y Juan Bautista Arismendi, el de División Manuel Piar, el de Brigada Gregorio Mac Gregor, el Intendente General del Ejército Francisco Zea; los Jefes del Estado Mayor del Ejército de Margarita, Comandante General, Teniente Coronel Francisco Esteban Gómez; el Mayor General, Teniente Coronel Pablo Ruiz, el Sargento Mayor de Infantería Teniente Coronel José Maneiro; el Comandante General de Caballería, Teniente Coronel José Celedonio Tubores, el Mayor General de la misma Teniente Coronel Francisco Morales, el Sargento Mayor Policarpo Mata, y el Presidente del Gobierno Político Provisorio Francisco Sánchez, y los Coroneles Expedicionarios Manuel Valdés, Luis Ducoudray, Pedro María Freytes, Sebastián Boé, Vicente Landaeta, Carlos Soublette, Miguel Martínez y Pedro Ramón Chipia, abrió la sesión el Excmo. Señor Capitán General exponiendo en un discurso que sin embargo de que el Excmo. Señor General en Jefe Juan Bautista Arismendi generosamente le había cedido la Presidencia de la Junta, renunciaba si ésta tenía a bien elegir otro. El General Arismendi votó el primero confirmando la Presidencia en el Capitán General y el resto de la Junta siguió unánimemente su voto. El Excmo. Señor Presidente manifestó en seguida a la Junta que el objeto principal para que se había reunido era elegir un jefe único que fuese reconocido como Supremo de la República y de sus Ejércitos y se nombrase un segundo que deba sustituirlo en caso de muerte. En el mismo discurso hizo una ligera relación de los sucesos que lo obligaron a abandonar por algún tiempo a su país; de la generosa protección con que le acogió el Presidente de Haití, permitiéndole reuniera en aquella República a los restos dispersos de Venezuela y Cartagena, para venir a auxiliar a esta Isla, con una expedición cuyo mando y dirección se la confirió por acuerdo de una Junta celebrada en Los Cayos. Concluyó deponiendo en manos de la Junta la autoridad que ha ejercido, y pidiendo se le permitiera retirarse de la sesión para que los miembros de la Junta tuviesen en su ausencia una más plena libertad. El Excmo. General Juan Bautista Arismendi tomó entonces la palabra: Demostró que era innecesaria la separación y que todos los Jefes presentes podían libremente exponer sus opiniones. La Junta se adhirió toda a este voto y el Excmo. Señor Presidente permaneció en la Sala. El General Arismendi continuando su discurso manifestó a la Junta que él había cedido ya el mando al Excmo. Señor Presidente y ratificaba la cesión recomendándole de nuevo como Jefe Supremo de la República de Venezuela; protestó que en lo sucesivo deberá ser aquélla una e indivisible, con desconocimiento de la anterior división de Oriente y Occidente y se desnudó de la autoridad depositando su bastón en manos del Presidente, quien no lo admitió hasta que los Jefes del Estado Mayor del Ejército de esta Isla y los expedicionarios hubiesen discutido y acordado quién debía ejercer esta Suprema Magistratura. Después de haber oído a los primeros y exigida la votación de todos, quedó sancionado unánimemente que la República de Venezuela será una e indivisible, que al Excmo. Señor Presidente Capitán General Simón Bolívar se elige y reconoce por Jefe Supremo de ella; y el Excmo. Señor General en Jefe Santiago Mariño por su segundo. El Presidente aceptó la elección que hacía en él la Junta para el honroso e importante cargo de Jefe Supremo. Protestó que la salud de la patria era su único objeto y que a ella consagraría sus desvelos y fatigas; igual aceptación hizo el segundo. Resolvió luego la Junta a propuesta del Señor Presidente que habiendo en el Ejército y en las varias partidas de guerrilla que sostienen la causa de la libertad en el interior de Venezuela muchos jefes y oficiales de los cuales algunos no tienen su nombramiento u origen legítimo mientras que otros están privados por moderación de lo que justamente merecen, S. E. el Jefe Supremo deberá legitimar a aquéllos y recompensar a éstos según el mérito de ambos. Pero muy particularmente resolvió con unanimidad la Junta que el Excmo. Sr. General Arismendi sea ascendido al carácter de General en Jefe, los Comandantes Zaraza, Sedeño, Rojas, Monagas, al de Generales de Brigada y los Jefes de Estado Mayor de Margarita al de Coroneles, quedando el señor Arismendi, encargado de proponer al Jefe Supremo los demás jefes y oficiales del Ejército de esta Isla para que sean premiados por éste, conforme a sus méritos. El Sr. Presidente del Gobierno Provisorio de la Isla presentó a la consideración de la Junta un expediente que leído por mí el Secretario de orden del Sr. Presidente de la Junta, contenía un decreto del Excmo. Señor General Arismendi estableciendo un Gobierno Político Provisional para esta Isla compuesto por tres individuos removibles cada tres meses y encargado además de la sub-delegación de las Rentas Nacionales. La Junta después de oído el contenido del expediente y lo que se expuso en discusión aprobó este establecimiento y lo sancionó en el carácter de provisorio recomendando al mismo tiempo a S. E. el Jefe Supremo el arreglo de los Gobiernos Políticos Provisionales que deberán instalarse al paso que se vayan libertando las provincias. La Junta terminó la sesión dando las gracias al Gobierno Provisional de Margarita por su buena administración en el ejercicio de sus funciones con lo que se concluye ésta que firmaron los Señores Presidente y Vocales ante mí, el Secretario, que certifico. Simón Bolívar. Santiago Mariño. Juan Bautista Arismendi. Manuel Piar. Gregorio Mac Gregor. Francisco Zea. Francisco E. Gómez. Pablo Ruiz. José Maneiro. José Celedonio Tubores. Francisco Morales. Policarpo Mata. Juan Francisco Sánchez. Manuel Valdés. Luis Ducoudray. Pedro Freytes. Sebastián Boé. Vicente Landaeta. Carlos Soublette. Miguel Martínez. Pedro Chipia. Pedro Briceño Méndez, Secretario. Es copia. Carúpano, junio 9 de 1816. Briceño Méndez, secretario. *Este documento está disponible en wwww. archivodellibertador.gob.ve, Gestor Documental, Correspondencia Oficial, Doc. No. 1472. 6 Parte de Historia | Nº 281 s$OMINGODE-AYODE Suplemento dominical del La expedición embarcó a Tierra Firme. Resuelto a pasar a las costas orientales de Venezuela, el Libertador emitió una nueva proclama a sus habitantes, anunciando que ya era tiempo de completar la independencia. En su alocución, fechada en la Villa del Norte el 23 de mayo, expresó que marchaba con “un inmenso parque de armas y municiones”, con el objeto de unir esfuerzos contra la tiranía. Y para captar adeptos a la causa que lideraba, declaró la libertad para aquellos esclavos que tomaran las armas en favor de la República, porque no habrá “más esclavos en Venezuela que los que quieran serlo”. Con el deseo de llevar la guerra al interior de Venezuela, de abastecer a las tropas con nuevos recursos y reclutar más efectivos para el ejército, el Libertador zarpó de Margarita el 24 de mayo de 1816, con rumbo a Carúpano. Había dejado al general Arismendi encargado del sitio contra Pampatar, con municiones y fusiles para armar toda la isla y mantener su liberación. En 1816, cuando toda Venezuela estaba en manos de los españoles, la isla de Margarita era un bastión para la libertad. Y su apoyo incondicional para la independencia de los demás territorios del país, ha escrito páginas gloriosas para nuestra historia. Viene de la página anterior MARGARITA: CUNA DE LA TERCERA REPÚBLICA Luego de vencer a dos buques españoles en el Combate Naval de Los Frailes y desembarcar en el puerto de Juan Griego, la autoridad del Libertador pasó a ser reconocida por todos los jefes y oficiales en Venezuela. Cerca de un mes estuvo el Bolívar en Margarita, desde el 3 de mayo de 1816 hasta el 24 del mismo mes, cuando partió para Carúpano. ENTRE LOS PAPELES DEL LIBERTADOR Luego de que fuera reafirmado como Jefe Supremo de la República, Bolívar centró su atención en informar a los venezolanos acerca de sus intenciones en la lucha que libraba. Así, el 8 de mayo, emitió una proclama dirigida a los habitantes de Venezuela, fechada en el Cuartel General de la Villa del Norte, en la cual anunciaba el inicio de la Tercera República y la próxima instalación de un Congreso Nacional. Además pidió a los venezolanos que si unidos formaban “una masa sola del pueblo”, conducido por un gobierno central, podían contar con la victoria sobre los realistas. Y si los españoles no cesaban con la guerra a muerte, el Libertador les haría una de exterminio. Pero nada debían temer los venezolanos, a quienes Bolívar consideraba víctimas inocentes de una tiranía. PREOCUPACIÓN POR PAMPATAR El Libertador mantuvo una gran preocupación por los realistas que todavía quedaban encerrados en Pampatar. A mediados de mayo, dispuso derrotarlos para completar la liberación definitiva de Margarita. Por ello, el 17 de ese mes mandó una intimación por escrito al comandante de la plaza, el brigadier español Juan Bautista Pardo, con el objeto de pedirle su rendición y la entrega del puerto a los patriotas. Bolívar quiere evitar el derramamiento de sangre. Así que perdonará la vida de los prisioneros españoles. Pero advierte que pronto el puerto de Pampatar será bloqueado por los repu- blicanos, por lo tanto exhorta a Pardo para que se rinda. Los realistas de Pampatar se negaban a rendirse. Luego de pasar dos días reconociendo la posición de los españoles, concluyó que era imposible derrotarlos sin lamentar numerosas bajas en su ejército. El 19 de mayo, escribió una carta al Almirante 0ROCLAMADE%L,IBERTADORDIRIGIDAALOSVENEZOLANOSFECHADA ENEL#UARTEL'ENERALDELA6ILLADEL.ORTEELDEMAYODE Simón Bolívar Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y de Nueva Granada, &., &., &. Venezolanos: He aquí el tercer período de la República... La inmortal isla de Margarita, acaudillada por el intrépido general Arismendi, ha proclamado de nuevo el Gobierno independiente de Venezuela, y le ha sostenido con un valor sublime, contra todo el imperio español. Nuestras reliquias dispersas por la caída de Cartagena, se reunieron en Haití. Con ellas, y con los auxilios de nuestro magnánimo Almirante Brión, formamos una expedición que, por sus elementos, parece destinada a terminar para siempre el dominio de los tiranos en nuestro patrio suelo. Venezolanos, vuestros hermanos y vuestros amigos extranjeros no vienen a conquistaros: su designio es combatir por vuestra libertad, para poneros en actitud de restaurar la República sobre los fundamentos más sólidos. El Congreso de Venezuela será nuevamente instalado dónde y cuándo sea vuestra voluntad. Como los pueblos independientes me han hecho el honor de encargarme la autoridad suprema, yo os autorizo para que nombréis vuestros dipu- Brión, desde La Asunción, en la que le manifestó su plan de marchar a Costa Firme, porque consideraba que ya su situación en Margarita era pasiva. Intentaba persuadir al Almirante, haciéndole ver que si no marchaba a Tierra Firme la isla correría un grave peligro, por el empeño del enemigo en capturarlo. tados en Congreso, sin otra convocación que la presente; confiándoles las mismas facultades soberanas que en la primera época de la República. Yo no he venido a daros leyes, pero os ruego que oigáis mi voz: os recomiendo la unidad del Gobierno y la libertad absoluta, para no volver a cometer un absurdo y un crimen, pues que no podemos ser libres y esclavos a la vez. Si formáis una masa sola del pueblo, si erigís un Gobierno central, y si os unís con nosotros, contad con la victoria. Españoles que habitáis a Venezuela, la guerra a Texto cortesía del Ministerio del Poder Popular para la Cultura/ Fundación Centro Nacional de Historia / RIF. G2000-8479-0 www.cnh.gob.ve www. agn.gob.ve www. archivodellibertador.gob.ve muerte cesará si vosotros la cesáis; si no, tomaremos una justa represalia y seréis exterminados. Venezolanos, no temáis la espada de vuestros libertadores: vosotros sois siempre inocentes para vuestros hermanos. Cuartel General de la Villa del Norte, a 8 de mayo de 1816. Simón Bolívar Fuente: wwww. archivodellibertador.gob.ve, Gestor Documental, Correspondencia Oficial, Doc. No. 1483. Nº 281 s$OMINGODE-AYODE|Parte de ,ITERATURA 7 Suplemento dominical del ,APALABRAQUETEDESCRIBE Alda Merini: “Quien no sabe morir no sabe revivir” Imagínese por un minuto que usted es lo que en el fondo es, lo que en el fondo somos todos: es decir, poeta. Lo que sucede es que usted, a diferencia de otros, no lo ejerce, no lo evidencia de manera escrita u oral, pero eso es otra a cosa, no nos distraigamos. Imagínese, decíamos, poeta. Usted, poeta. Así, en mayúscula. Imagínese, entonces, que escribe poemas, que publica poemas, que lee poemas. Imagínese, yo me lo imagino. Imagínese algo más, que la gente lo reconoce como tal. Imagínese que vive otra época, quizás no menos incierta que la nuestra, pero otra época al fin. Imagínese que siendo poeta pierde la razón (o mas de uno diría que la recupera, en fin…), que ya no está bien según el resto de los mortales. Entonces, sus seres queridos, –a los que suponemos, ¿por qué no hacerlo?, preocupados por su bienestar–, deciden hospitalizarlo en un centro psiquiátrico. Poeta y loco. A la gente esa relación, poeta y loco, loco y poeta, incluso en este siglo XXI, pese a que clonamos vidas y cambiamos sexos, morimos solos, tal vez más solos que nunca, todavía le sienta bien. %SDESUPONERQUEAQUELLOSQUE SUELENCARECERDECORDURALACREYERON LOCAYPORTEMORASUPOESÓAYLAS POSIBILIDADESDEQUEÏSTALLEGARAA LAGENTELAAISLABANPERIØDICAMENTE ENESOSDESCENTRADOSCENTROSDE INTERNACIØN%NPLENOSIGLO88LAS EQUIVOCADASSUPOSICIONESDE7EICKHARD QUEAlRMABAQUEENTRELAS ENFERMEDADESDELESPÓRITUSEENCONTRABA LAhDEBILIDADDEIMAGINACIØNvAUN CONTINUARONCAUSANDOESTRAGOS,A POETAITALIANASUPOPONERlNCONSU OBRAALIGUALQUEELLAENCLAUSTRADA SUPOPONERlNALASFALACIAS Imagínese, usted poeta, usted, supuestamente loco, según los supuestamente cuerdos, su voz entrecortada, agitada, casi callada, para no ser descubierto, dictando los poemas sin apunte alguno, recurriendo a la memoria, batallando con ella, para transmitir a través del hilo telefónico, palabra tras palabra. Desde allí, desde ese enclaustramiento, alejado del resto de la humanidad, imagínese que usted aun necesita su poesía, –todos en realidad necesitamos nuestra poesía–, pero le han quitado, dizque para su bienestar, todo papel, todo lápiz. O sea, toda escritura. Imagínese los problemas de comunicación (hablamos de la comunicación telefónica de mediados del siglo XX, una comunicación insegura, entrecortada, muy ruidosa, plagada de interferencias), imagínese la voz del otro lado, la del amigo de turno, con el pesado auricular negro sostenido con el hombro y la cara, para así dejar libre las manos para el papel y el lápiz, imagínese que le pide que hable más alto, que le dicte más lento, que repita el último verso dicho, la última palabra dicha. Imagínese la escena, tan dolorosamente bella. Entonces, y aprovechando los descuidos de aquellos que lo vigilan, imagínese que usted recurre, de manera furtiva, clandestina, al teléfono del lugar y llama a sus amigos para dictarles, palabra por palabra, verso por verso, todos los poemas que pasean por su locura, que construyen su locura, que apuntalan su locura, que afirman su locura, que niegan su locura. Todo eso, palabras mas, palabras menos, le sucedió a una poeta. Se llamaba Alda Merini. Amor mío he creado mis manos para ti Amor mío he creado mis manos para ti, día tras día las he untado con la crema viva del dolor hasta que se han vuelto suaves y espinosas. Yo estaba más allá de un tejido de espinas y rosas, siempre intenté alcanzarte, hasta intenté arrancarte la ropa para ver cómo eras y no logré nada. Por eso mis manos no han tenido destino. Entonces rogué a Marina que te escribiera un mensaje y usé sus manos niñas para contarte mis sueños, pero tuve celos de estas manos niñas por eso el mensaje nunca te llegó. Nadie, amor, ha tenido tanta piedad de cortarme estas manos impuras, purísimas en el canto, nadie las ha juntado en la oración nadie ha tenido piedad de mis pobres hijos; pero mis manos continúan rezando para volver, amor, para volver a mirar un prodigio porque aquella que te ama, ya no tiene manos. Nació en Milán, Italia, el 21 de marzo de 1931, el día de la primavera en el Hemisferio Norte. De acuerdo a la nota escrita por la poeta argentina Delfina Muschietti, para el libro Clínica del abandono (Editorial Bajo la Luna, Argentina, 2008) de la poeta Rubén Wisotzki I/ Manuel Loayza Caracas ni los vio publicados y los leyó públicamente. milanista, “en el mismo año de 1947 se manifiestan los primeros síntomas de una conmoción diagnosticada como enfermedad mental que persistirá a lo largo de su vida. Destino que ella no deja de algún modo de dignificar mientras lo describe como su signo, y lo llama ‘pazzia’ (locura) como sinónimo de poesía, de escritura”. Desde ese entonces, apunta Muschietti, se inicia su largo peregrinar por las internaciones, a pesar de ser elegida como protegida por escritores de la trascendencia de Giorgio Manganelli y Eugenio Montale. Pero nunca lo hace de manera definitiva: sale y entra de esos centros de atención psiquiátrica, mientras lee y escribe. De su obra traducida al español reconocemos, al menos dos libros: Poemas (Angria Ediciones, Venezuela, 2000) con la versión de la también poeta Gina Alessandra Saraceni, y la ya mencionada Clínica del abandono. Los poemas que finalmente se han denominado “telefónicos”, aquellos dictados a un grupo de amigos especiales de la poeta, estos queridos “escucha-recopiladores” que trabajan desde la casa de la autora, en Milán, fueron finalmente publicados en un volumen. Y finalmente un día Alda Meri- Selección más que caprichosa de sus versos “telefónicos”: “Quien no sabe morir no sabe revivir”. “Yo logro superar el engaño del delirio / sólo cuando tú coses mis palabras”. “Cada amor es un suelo privado de sangre”. “Benditos aquellos que se besarán / siempre más allá de los labios”. “No pierdan jamás el contacto con el camino: / recuerden que la sangre se detiene / porque no quiere hablar”. “Maldito tú / que has tomado la flor de mis labios”. “Nadie en el manicomio ha dado jamás un beso”. Copiado textualmente (a pesar de la deficiente redacción) el 1 de noviembre de 2009, de un periódico español: “Merini dedicó su obra a los excluidos y a quienes sufren y sobre todo a la locura, dado que ella tuvo que ser internada durante un periodo en un centro de enfermos mentales”. Huida de loba A quien me pregunta cuántos amores he tenido le respondo que mire en los bosques para ver en cuántas trampas ha quedado mi pelo. El destacado escritor, también italiano, Giorgio Manganelli, su amigo, su protector, a quien suponemos visitante de la poeta en muchos de sus encierros psiquiátricos, fue contundente al momento de interpretar el quehacer poético de Merini: “Es su natural infierno de vivir”. Sabemos que es inverosímil, pero no está de más, ni mal hace, pensar que la próxima llamada que recibamos sea la de un poeta enloquecido que nos pida, entre susurros, el favor de copiar en papel un poema que pasará a dictarnos. Y tampoco está de más, ni mal hace, tener un papel y un lápiz a mano. Porsia. 8 Parte de Música | Nº 281 s$OMINGODE-AYODE Suplemento dominical del ,ETRA 3WING,ATINO ¡Hay fuego en el 23! ,ACÏLEBRECANCIØN COMPUESTAAlNALES DELOSA×OSPOR!RSENIO 2ODRÓGUEZNADATIENE QUEVERCONNUESTRO POPULOSODE%NEROSINO CONELEDIlCIODELACALLE EN.UEVA9ORK T/ Ángel Méndez F/ Jaime Jaramillo U na de las canciones emblemáticas de La Sonora Ponceña es, sin lugar a dudas, “Fuego en el 23”. Esa pieza, compuesta por Arsenio Rodríguez, “El Cieguito Maravilloso”, a finales de los años 40, como seguramente ya podrán intuir, nada tiene que ver con nuestra populosa parroquia 23 de Enero, porque así fue llamada nuestra querida urbanización luego de la caída del general Marcos Pérez Jiménez en 1958. Abordamos el tema, en primera instancia porque esa polémica pareciera no tener fin, a pesar de que una y otra vez es aclarado el punto. Dos “colegas” del Facebook, Raúl Caraballo y Víctor Manuel de Gouveia, se refieren al asunto tomando como referencia, seguramente, la biografía escrita en inglés por Max Salazar y versionada al español por Emiro Gómez Ramos, publicada en la web de Herencia Latina. Allí se observan unas fotos de “El Cieguito Maravilloso” que le pertenecen a Jaime Jaramillo. Aclarada la parte de los créditos pasamos a dilucidad públicamente –una vez más– la incógnita. Ignacio de Loyola Rodríguez Scull, más tarde conocido como Arsenio Rodríguez, nació en Güira de Macurijes, en la provincia de Matanzas, Cuba, el 30 de agosto de 1911. Según sus biógrafos, nuestro personaje, a quien podemos calificar sin duda alguna como un “genio musical”, compuso cerca de 200 canciones, consideradas en su mayoría como éxito musicales. Podemos citar entre ellas la famosa “Bruca manigua”, que fue su primer número grabado y originalmente interpretado por el gran Miguelito Valdés acompañado por la Casino de la Playa. Igualmente debemos citar “Mami, me gustó”, “El divorcio”, “Papa upa”, “Tribilín cantore”, ‘El reloj de Pastora”, “Rumba palo cucuyé”, “Esa china tiene coimbre”, “Un cachito pa’ huelé”, “La yuca de Catalina”, su magistral obra “La vida es sueño” y el tema que nos ocupa “Fuego en el 23” entre muchas. ARSENIO Y MÚSICA El Conjunto de Arsenio fue famoso en el ambiente cubano. Su leyenda musical se inicia en 1936 cuando ingresa como tresero en el septeto Boston, agrupación que dirigía su primo Jacinto Scull; en 1938 funda el septeto Bellamar, génesis de lo que sería su reputado Conjunto, donde comienza a experimental con el son cubano. Arsenio, según palabras recogidas, pensaba que el septeto, con la trompeta, la guitarra y el tres no tenía la armonía necesaria, por lo que decidió agregarle un piano y tres trompetas. “También le incorporé la tumbadora. Al año siguiente, desaparecieron los septetos y todo el mundo usaba las tres trompetas y el piano […].» Nos contaba Helio Orovio, autor del Diccionario de la Música Cubana, que Arsenio cobra fama no solo por su aporte instrumental al formato del septeto, sino el repertorio utilizado y la variedad de ritmos y conceptos que vinieron a enriquecer, no exclusivamente al son, sino igualmente al bolero, la guaracha y algunas combinaciones como bolero-mambo y el bolero chá. Muy a pesar de Pérez Prado, “El Cieguito Maravilloso” se cuenta entre los precursores del mambo. “Arsenio utilizó desde sus primeras obras una base rítmica de origen congo, donde mezclaba los pasajes instrumentales ejecutados por las trompetas, inspirados en figuraciones propias de los sones montunos que eran tocados por los treseros orientales, lo que aportaba elementos que habrían de definir el nuevo género que él llama diablo”, asegura Helio Orovio. ARSENIO PRECISA: «Los descendientes de congo tocan una música que se llama tambor de yuka y en la controversia que forman uno y otro cantante, siguiendo el ritmo, me inspiré y esa es la base verdadera del mambo […]. Lo primero que compuse en este estilo fue ‘Yo son kangá’ y el primer diablo o mambo que se grabó en disco fue ‘So caballo”. Para dar una idea del porqué el Conjunto de Arsenio destacó en el ambiente, antes de hablar de “Fuego en el 23” debemos citar los nombre de los músicos que conforman su agrupación: en el piano, Rubén González y, más tarde, Lily Martínez Griñán; en las trompetas, Félix Chapotín y Alfredo “Chocolate” Armenteros y Papa Kila en el bongó, entre otros. También contó con colaboraciones de Chano Pozo y Machito, así como de su primo René Scull como cantante. A la partida de Arsenio a Estados Unidos, el gran Lily Mártinez, quien fungía en cierta medida como su director musical, quedó al frente del conjunto en Cuba. En el 23, de la 110 / no se puede estar tranquilo, te diré por qué / A veces a las doce del día, a la una o a las tres / a veces de madrugada, lo mismo al amanecer/ Se forma una rebambaramba / que se juntan 4, 5, 7, 8, 9 o 10. / Y salen gritando, avísale al súper / que nos estamos quemando / y no se sabe el fuego en donde es. Una mañana que dormía y corriendo me tiré / con un grito que decía hay fuego en el 23 / que reventó la bombilla y no se sabe cómo fue. Hay fuego en el 23, en el 23. Unos dicen, unos dicen que fue a la una y yo les digo que fue a las tres. Hay fuego en el 23, en el 23. Nina bacoso, Nina bacoso, mira, que lo pegaron con gasolina Hay fuego en el 23, en el 23. Pero mama, pero mama bendito fuego tú tienes fuego bajo tus pies. Hay fuego en el 23, en el 23. Bombero pon la manguera que hay fuego en la carretera. Hay fuego en el 23, en el 23. Unos dicen, unos dicen que fue Jacobo pero eso yo no lo sé. EL FUEGO Arsenio se va a Nueva York y radica en un apartamento del quinto piso del edificio 23 este, de la calle 110, ubicado entre Madison y la Quinta Avenida. Se afirma que supuestamente un día ocurrió un incidente en el edificio y que el humo llenaba el pasillo; nadie podía detectar el lugar donde se producía el supuesto fuego y alguien gritó: “Hay fuego en el 23 de la calle 110…” Wito, el vocalista del Conjunto de Arsenio, lo habría conducido a las afueras del edificio para alejarlo del peligro. Otra versión, más creíble por la manera jocosa de componer de Arsenio, señala que el referido humo, procedente del Edificio 23 era de la pura “marihuana” que en lugar se consumía, por lo que no “se podía estar tranquilo”, como dice la canción, y muchas veces el músico solicitaba salir a la calle para “respirar aire puro”. Nuestro ávido lector está en capacidad de escoger la versión que más le agrade del nacimiento de la célebre canción. Desafortunadamente, nosotros no estuvimos allí Caracas
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