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Esta gesta selló la independencia de venezuela
Hace 200 años en Margarita
nació la Tercera República
Domingo 8 de Mayo de 2016 .Žs!×Os#ARACAS
2
La Patria Buena | Nº 281 s$OMINGODE-AYODE
Suplemento dominical del
,A2EVOLUCIØN"OLIVARIANAHACAMBIADOELROSTRODEESTALOCALIDADYARACUYANA
T/ Manuel Abrizo
F/ Cortesía
A
níbal López Bora fue
torturado durante dos
meses en el TO5 (Teatro de Operaciones )
de Yumare. Por aquel entonces,
los militares criollos entrenados en la Escuela de las Américas aplicaban las siguientes
técnicas para “quebrar” la resistencia del prisionero y obtener su confesión: electricidad
en diversas partes del cuerpo
(boca, ano, axila, pene, testículos); meterlo en la “bañera”, es
decir, introducen la parte superior del cuerpo en un recipiente
lleno de agua para asfixiar al
prisionero, introducir alfileres
y otros objetos debajo de las
uñas, producir quemaduras
con cigarrillos, vuelos en helicópteros en los que amarraban
al cautivo con la amenaza de
lanzarlo al vacío (en muchos
casos cumplieron la amenaza);
simulacro de fusilamiento y
torturas psicológicas.
Hoy, Aníbal López Bora, desde el patio de su casa en Aroa,
dice sentir cierta rabia y estupor cuando en estos tiempos de
conspiraciones de la oligarquía
escucha la queja de que a los políticos presos, muchos de ellos
responsables de muertes inocentes y de generar violencia,
se le están violando los derechos humanos porque le quitan
internet , o no los dejan usar
WhatsApp.
López Bora nació en Aroa en
1946. Desde muy joven, junto a
su hermano Luis Ramón López Bora, se vio atrapado por la
vorágine revolucionaria que a
En Aroa se libró el primer
combate insurgente de los años 60
!ROAYSUSALREDEDORESYARACUYANOSlGURANCOMOESCENARIO
DELOSPRIMEROSBROTESGUERRILLEROSDELOSA×OS!LLÓ
!NÓBAL,ØPEZ"ORAEXGUERRILLEROYTORTURADOENAQUELLA
ÏPOCASOSTIENEQUELASMINASDECOBREDE!ROAEXPLOTADAS
DURANTETRESSIGLOSDEJARONPOCOSBENElCIOSALPUEBLO
principios de los años 60 irrumpió en armas contra la naciente
democracia y el “puntofijismo”.
“Toda esta zona fue escenario de operaciones del frente
guerrillero José Leonardo
Chirinos. Abarcaba los estados
Yaracuy, Falcón y Lara. Operábamos en las montañas, para el
enemigo esto fue una zona roja.
El jefe fue mi comandante Magolla, recientemente fallecido
en la población de Montalbán,
estado Carabobo. Otros jefes
eran el Flaco Francisco Prada,
Alí Rodríguez Araque, Lubén
Petkoff, Teodoro Petkoff. Por
ahí, como ironía de la vida, tengo la hojita de reseña que nos
hicieron en 1967, cuando me detuvo la Digepol. En esa misma
hoja también aparece reseñado
Teodoro Petkoff. Yo lo conocí
cuando estábamos en la guerrilla”, señala.
Detalla que en Aroa, en Cerro
Azul, en marzo de 1962, se produjo el primer choque guerrillero contra tropas del ejército.
Allí murió Mario Petit, quien se
convertiría en el primer campesino guerrillero fallecido.
López Bora recuerda que la
primera vez que lo llevaron a
una de las tenebrosas celdas
de la Digepol (la policía política de entonces), era un jovencito de 17 años.
“La Digepol me allanó la
casa en Aroa. Me torturaron
con corriente, me pusieron la
bolsa plástica, me golpearon y
maltrataron. Yo siempre he tenido la inquietud de que cuando me agarró preso la Digepol,
su jefe en Yaracuy se llamaba
Italo Guanipa Matos, zuliano y
muy parecido a este dirigente
de Primero Justicia del mismo
apellido. Deben ser familias.
Ese me torturó personalmente. Eso me sirvió, porque yo
he dicho que el hombre tiene
situaciones en que se tiempla
como el acero o se rompe como
el cristal. Yo me templé como
el acero. Después vinieron
persecuciones, cárceles, allanamientos. En el TO5 me torturaron fuertemente también.
Nosotros sí éramos presos políticos”, señala .
Los llamados “Teatro de Operaciones”, (TO), montados en
las zonas rurales con presencia guerrillera se comportaban
como un ejército de ocupación
que actuaba al margen de la ley;
infundían terror entre los campesinos violando sus derechos
elementales.
A quienes llevaban a uno de
estos centros de operaciones les
informaban el lema: “Usted ha
llegado al infierno y nosotros
somos los diablos”. Allí eran
salvajemente torturados.
“Ellos ponían esos teatros de
operaciones para controlar a la
población civil, para amedrentar, torturar y tratar de quitarnos el apoyo del pueblo. En
parte, esa política le dio buenos
resultados porque esas serranías quedaron solas, el campesino se fue, golpeado duramente
por el Ejército. A los caseríos los
bombardearon con la Aviación,
hacían razias contra hombres,
mujeres, niños, los torturaban
y violaban”, confiesa López.
Actualmente vive en Aroa en
la única pieza de una casa construida en el viejo taller de herrería. Las paredes del cuarto
están cubiertas de fotografías
de viejos combatientes y camaradas, afiches, cuadros, y la reseña de la Digepol en la que el
rostro de Aníbal figura arriba
de la ficha de Teodoro Petkoff.
Una computadora y estantes
con libros comparten el recinto. Allí escribe cuentos, poesía,
crónicas, y lee mucho.
“Mi generación creció a los
carajazos”, señala Aníbal. Aquí
(en Aroa) no había educación
pública. Cuando a mí me tocó
estudiar, lo hice hasta sexto
grado. La mayoría se conformaba con leer y escribir. A
nosotros nos crio un hermano
(Eustaquio López Bora). De
los cinco hermanos, uno solo
pudo ser doctor: Luis, quien
se graduó de farmaceuta en la
ULA; fue dirigente estudiantil
y ha sido revolucionario toda su
vida”, señala.
LAS MINAS DE COBRE
A Aroa se llega desde San Felipe, la capital yaracuyana, por la
carretera que conduce a Yumare, o por Duaca, viniendo desde
el estado Lara. Para ir desde
Carabobo, hay que salir de la
autopista Andresote, vía Yumare o por Boca de Aroa, desde
el litoral carabobeño. Aroa es la
capital del municipio Bolívar.
“Esto es lo que era la plaza
Bolívar; ahora es un peladero”,
señala un motorizado. Al costado de la plaza se encuentra la
iglesia en honor al patrono, San
Miguel Arcángel. A dos cua-
Nº 281 s$OMINGODE-AYODE|La
4ODADEVERDE
TUALTURA
Aníbal López Bora reconoce que
tiene una opinión parcializada de
Aroa. “Este es el pueblo donde
he vivido, tengo mi familia, mis
hijos, mis amores. Yo diría que
es uno de los municipios donde
todavía se puede vivir” .
Una de sus pasiones ha sido
la lectura.
“Yo digo que de tanto leer me
dio por escribir. Escribía en libretas, en papeles. Compré una
computadora, a los golpes fui
aprendiendo. Tengo siete libros
escritores pero no he tenido la
suerte de publicar”.
En Aroeña 98.3 FM conduce
un programa en el que cuestiona a los que queman, talan y
contaminan las aguas. En el patio de su casa, sobre un tambor,
los pájaros diariamente hallan
frutas . A la sierra de Aroa le escribió “Toda de verde tu altura”.
“Me inspiré en aquella mata.
Estaba lloviendo y salí a contemplar mi montaña. Me llené
dras de allí, cerca del terminal
de pasajeros, los aroeños suelen
reunirse bajo la sombra de un
enorme samán, que es señalado
como una referencia.
Desde la colonización española el pueblo ha estado
asociado a las minas de cobre
que pertenecieron a la familia
del Libertador Simón Bolívar. Primero fueron explotadas por los españoles y luego
por los ingleses, las minas se
mantuvieron operativas hasta mediados del siglo pasado
cuando, en manos de la Petro-
Patria"UENA
de barro. Estaba muy bonito, la neblina subiendo.
Dije, si yo fuera pintor, pintaba
esto, pero yo soy poeta. Prendí
la computadora, el cuarto se me
llenó de barro. Dije: “Toda de
verde tu altura / sobre mi huella
mojada / con la esperanza del
pobre / en tu montaña guardada”. Así empezó el poema.
“Disparo Silente” fue tomado
como referencia en un homenaje que le hicieron en la biblioteca Josefa Marín de Narváez,
llamado “Prosa de dos luchas”.
“Allí enfoco la lucha armada
y la de ahora que doy con la
palabra escrita, gritada muchas
veces para que sea oída. Los primeros versos dicen: Mis armas
son versos/ en batalla de amor
y de ternura/. Disparos silentes/
que no derraman sangre/, no albergan odio/ ni albergan rencor.
Aquí están mis manos/ no fueron
cortadas”. ¿Y sabes por qué?,
porque a los guerrilleros les cortaban las manos como un trofeo
de guerra. Eso lo aprendieron de
la Escuela de las Américas y de
los que fueron para Vietnam”.
química Venezolana, fueron
cerradas definitivamente por
su poca rentabilidad.
Aníbal López Bora mantiene una postura crítica sobre el
papel de las minas en el devenir de Aroa, en contraposición
de quienes señalan como un
hecho significativo que Aroa
fue el primer pueblo venezolano con ferrocarril, planta
eléctrica, fábrica de hielo, teleférico, taller industrial; operó
el primer telégrafo, se instaló
el primer laboratorio químicometalúrgico, estos avances no
Suplemento dominical del
mejoraron las condiciones de
vida de los aroeños.
“Este pueblo se formó por la
explotación minera”, indica,
“como todo pueblo minero fue
producto de la explotación y el
saqueo, más cuando las minas
de cobre de Aroa que pertenecieron al Libertador fueron
explotadas por los ingleses.
Para hacer más fácil su saqueo
construyeron un ferrocarril de
aquí a Golfo Triste, en el mar
Caribe. Yo siempre digo en mis
escritos que no fue para llevarnos a pasear a la playa los fines de semana que hicieron el
ferrocarril, fue producto de la
rapiña y la explotación que le
hicieron a nuestro pueblo”.
Asegura que a los ingleses se
les dio una concesión por 100
años y tierras a lo largo de la
vía férrea por un kilómetro de
ancho, de lado y lado.
“Los ingleses agarraron las
mejores tierras, las mejores
maderas”, señala.
López también desmonta lo
de la planta de hielo que a simple vista podría pasar como un
beneficio.
“En una de mis crónicas digo
que esa planta de hielo se montó
no para que nos comiéramos el
raspao, sino porque había una
mina que llamaban Santa Bárbara, cuyas galerías tenían una
alta temperatura, entonces, enfriaban con bloque de hielo para
bajar el calor y facilitar que los
obreros sacaran el material”.
En contra de la creencia en
Aroa de que los ingleses trajeron adelantos para el pueblo,
antepone el argumento de que
no existe una escuela con tradición fundada por ellos en esa
época, tampoco un hospital.
Quedaron los apellidos de origen inglés, francés, holandés,
Bowen, Curet y Morr.
Sin embargo, reconoce que
cuando cerraron las minas, el
pueblo se vio afectado porque
se perdieron las fuentes de tra-
3
bajo. El comercio disminuyó.
Se quedaron sin luz porque la
planta eléctrica suministraba
la energía.
“Muchos obreros se fueron
para el Zulia a trabajar en las
petroleras. Aquí había personal calificado, los que trabajaban en el taller industrial. Esas
tierras que dejó el ferrocarril
fueron tomadas por los campesinos y la agricultura tuvo un
auge. Los productos se llevaron
para Barquisimeto. Luego hicieron la carretera San FelipeAroa. Hoy el pueblo se ve más
floreciente, pero mucho se le
debe a los 17 años que llevamos
con Chávez y ahora con Maduro. Yo doy charlas en la universidades, la Unefa, en la Bolivariana, los liceos y lo que digo es
que a nosotros nos robaron el
futuro, desde el punto de vista
académico; no pudimos ir a una
universidad, por eso yo me he
visto obligado a aprender tantas cosas”, señala.
–¿Y qué beneficios ha traído la Revolución?
–En salud tenemos CDI, centro de rehabilitación, médicos
comunitarios, en educación,
sedes de la Unefa, la UBV, la Misión Sucre. Todos mis hijos e hijas se graduaron en la universidad. Se le han entregado tierras
a los campesinos, viviendas. Los
adultos mayores fuimos pensionados. Yo me incluyo en eso. Fui
beneficiado con el primer decreto que promulgó Chávez. Mis
hijos me ayudaron a completar
la cuota de las pensiones. Yo
digo que Aroa es muy rico por
su gente y fiel a la Revolución.
En el municipio hemos ganado
todas las elecciones
Aroa
4
Parte de Historia | Nº 281 s$OMINGODE-AYODE
Suplemento dominical del
H
ace 200 años cuando, la causa de la libertad
americana
parecía perdida, en
Margarita se levantó la moral
revolucionaria que hizo nacer
a la Tercera República de Venezuela y abrió el camino para
la independencia definitiva de
la patria.
Hoy, al conmemorar el Bicentenario de aquellos episodios patrios, el sacrificio de los
neoespartanos sirve de ejemplo para enaltecer el espíritu
de lucha que nos conduce a la
unidad de Nuestra América y
a la victoria de las fuerzas revolucionarias contra el nuevo
imperialismo.
1816: RENACE LA PATRIA
En 1815, cuando Pablo Morillo llegó con su expedición a
la isla de Margarita, nombró
gobernador al teniente coronel
Antonio Herráiz, quien luego
fue sustituido por el duro y
sanguinario Joaquín Urreiztieta. En noviembre de 1815,
Arismendi dio la señal de insurrección; proclamó de nuevo
el Gobierno independiente y
ocupó a Juan Griego y la Villa
del Norte.
Arismendi matuvo control
de esa parte de la isla, lo que le
aseguró una base de operaciones a Bolívar, quien arribó el 3
de mayo de 1816 luego del Combate Naval de Los Frailes, que
ocurrió el 2 de mayo. La Escuadra que conformaba la Expedición de Los Cayos, abordó ese
día el bergantín español El Intrépido y la goleta La Rita.
El 6 de mayo el Libertador
fue proclamado Jefe Supremo
de la República de Venezuela
con el voto de los principales
habitantes de Margarita y los
oficiales de la Expedición de
Los Cayos. El acto se realizó en
la iglesia de la Villa del Norte.
La isla ofreció víveres y recursos para el ejército patriota,
que fue reorganizado. Gracias
a estas ventajas y a la ayuda
prestada por los margariteños, fue posible la fundación
de la Tercera República, la
que sellaría la independencia
definitiva de Venezuela. Allí
está el origen de la gesta que le
permitió al Libertador fundar
la Gran Colombia y esparcir
la libertad a través de Nuestra
América hace 200 años.
MAYO TRIUNFAL
$ÓA La Expedición de Los Cayos avista las islas Los Testigos.
$ÓA Combate frente a la isla
de Los Frailes y abordaje del
bergantín Intrépido y la goleta
Rita. El Libertador venció sobre
Venezuela resurge
los marinos capitaneados por
el comandante Rafael Iglesias.
Después de esta acción naval,
Bolívar asciende a Luis Brión
al grado de Almirante de la República.
$ÓA 3 Bolívar desembarca en
Juan Griego, Margarita, donde
fue recibido por Juan Bautista
Arismendi y marchan juntos a
la Villa del Norte.
$ÓA 4 Se toman todas las me-
didas necesarias para que la
Escuadra patriota emprenda el
bloqueo de Pampatar.
en el Cuartel General de la Villa del Norte, Bolívar anuncia el
inicio de la Tercera República y
la instalación del Congreso de
Venezuela.
$ÓA Bolívar se halla en La
Asunción, donde emite varios
nombramientos.
$ÓA El Libertador manda
una intimación por escrito al
comandante de Pampatar, el
brigadier español Juan Bautista Pardo, con el objeto de pedirle su rendición y la entrega del
puerto a los patriotas.
$ÓA Reunidos los patriotas $ÓA El Libertador escribie
en Asamblea, en la iglesia de la
Villa del Norte, Bolívar es ratificado con el nombramiento de
Jefe Supremo de la República y
de los Ejércitos. Santiago Mariño recibió nombramiento de
Segundo Jefe del Ejército.
$ÓA 7
En la Villa del Norte,
el Libertador asciende a Juan
Bautista Arismendi al grado de
General en Jefe.
$ÓA En una proclama dirigida a los venezolanos, fechada
una carta a Luis Brión desde La
Asunción, donde le manifiesta su plan de marchar a Costa
Firme.
$ÓA El Libertador emite
una nueva proclama a los venezolanos anunciando que zarpa
para Tierra Firme, pues ya es
tiempo de completar la independencia.
$ÓA Sale Bolívar rumbo a
Tierra Firme. Arismendi lanzó
una proclama a los margarite-
ños, con la intención de mantener la moral y la confianza de
los habitantes insulares.
$ÓA La escuadra se presenta ante Carúpano al anochecer. Bolívar intima la rendición
a las autoridades realistas en la
madrugada del 31 de mayo al 1
de junio.
DESEMBARCO EN JUAN GRIEGO
Ofrecemos fragmentos del relato que hizo el historiador Felipe Larrazábal, en su clásica
obra La vida y correspondencia
general del Libertador Simón
Bolívar, de los acontecimientos
que llevaron al desembarcom
en Margarita:
En noviembre (1815) dio
Arismendi la señal de insurrección; proclamó de nuevo
el Gobierno independiente, y
ocupó a Juan Griego y la villa
del Norte, bien que sin armas
y solo asistidos él y sus valerosos compañeros de lanzas,
azadones, cuchillos y… garrotes. Activo, infatigable, era
Arismendi hombre de rara
intrepidez y señalado esfuerzo; patriota, y por la libertad,
capaz de llevar ha cumplido
remate proezas admirables.
Su arrojo encendió la ira en
el pecho del teniente coronel
D. Joaquín María Urrieztieta,
gobernador de la isla, quien,
azuzado por Moxó, pensó destruirla. Mas las sorpresas y
hostigamientos de Arismendi
no le dieron tregua. Aquella
isla que tan poco aprecio inspiraba a los realistas; aquellos sitios despoblados en que
nada bueno creyeron hallar
los jefes expedicionarios, fueron, sin embargo, el teatro de
grandes hechos, el sepulcro
donde quedó humillado el orgullo de Morillo. Los secuestros, las vejaciones de los expedicionarios; la perfidia de
Urreiztieta; los desprecios y
los malos tratos de los realistas levantaron a los margariteños y Arismendi les inspiró
la resolución heroica de destruir a sus enemigos muriendo por la libertad.
Así, el odio de los españoles
recayó sobre este caudillo, a
quien miraban como el promovedor y alma de la insurrección margariteña, y trataron
de destruirle por cuantos medios les sugería su desesperación, queriendo el brigadier
Pardo matar a la señora Luisa
Cáceres, esposa de Arismendi,
para que pagara, siendo inculpable, el supuesto crimen de su
arrojado esposo.
Cuando supo Moxó la insolencia del rebelde (así llamaba en sus oficios a Arismendi), envió tropas en auxilio de
Urreiztieta y órdenes las más
estrictas para acabar con todo
lo que tuviera visos de independencia; pero las tropas salieron maltrechas en el primer
encuentro que tuvieron.
La tenaz resistencia de Arismendi llenó de asombro a los
enemigos y de admiración a
los patriotas; y si bien no pudo
posesionarse absolutamente
de la isla, su alzamiento dio
una base a las operaciones de
la guerra, y en consecuencia
fue un suceso de vastísima
importancia que el Libertador
aprovechó con destreza.
POR QUÉ LA EXPEDICIÓN
DE LOS CAYOS SE DIRIGIÓ
A MARGARITA
Poco avanzada la escuadrilla, navegando primero con
viento contrario y sufriendo luego calmas molestas.
Cerca de la isla danesa de
Santa Cruz apresó un buque
mercante español y hasta el
primer día de mayo no pudo
recalar a Los Testigos. Al siguiente encontró dos buques
de guerra españoles que con
otros bloqueaban los puertos
de Margarita: eran el bergantín Intrépido y la goleta Rita.
Nº 281 s$OMINGODE-AYODE|Parte
de (ISTORIA
expedición debían proclamar
al futuro Jefe Supremo de la
República de Venezuela.
Arismendi se dispuso a hacer su voto. En ese momento,
Bolívar “hizo una ligera relación de los sucesos que lo
obligaron a abandonar por
algún tiempo a su país; de la
generosa protección con que
le acogió el Presidente de Haití, permitiéndole reuniera en
aquella República a los restos
dispersos de Venezuela y Cartagena, para venir a auxiliar
a esta Isla, con una expedición cuyo mando y dirección
se la confirió por acuerdo de
una Junta celebrada en Los
Cayos”, según registra el acta
de la asambla.
Seguidamente, Bolívar depuso su autoridad y anunció
su intención de abandonar la
sala para que los miembros
de la asamblea pudieran votar libremente.
LA ELECCIÓN DEL JEFE
SUPREMO
Estos fueron atacados y tomados al abordaje después de
una resistencia vigorosa. Los
demás buques, la Morillo y
Ferroleña, huyeron a Cumaná sin atreverse a esperar la
escuadrilla de Bolívar.
En medio de las luchas incesantes de Arismendi, cuyos
hostigamientos tenían en continua alarma y consiguiente pérdida a los españoles, y
cuando estos más ensañados
se mostraban en sus tragedias,
he aquí que se presenta el Libertador con su escuadrilla en
el puerto de Juan Griego (3 de
mayo). Sorprendidos los enemigos, abandonaron La Asunción y el castillo de Santa Rosa
en manos de Arismendi y pudo
dar este los auxilios necesarios para desembarcar los elementos de guerra y la fuerza
que la expedición traía.
Larrazábal, Felipe, La vida y
correspondencia general del Libertador Simón Bolívar. Tomo
II, José Agustín Catalá, editor,
Caracas, 1975, pp. 25-28.
BOLÍVAR ES PROCLAMADO
JEFE SUPREMO
En la Villa del Norte se ralizó,
el 6 de mayo de 1816, una asamblea de los principales habitantes de la isla, empleados civiles,
eclesiásticos y militares, quienes junto de los miembros de la
Arismendi agregó que no era
necesario que el Libertador
se ausentara de la sala para
la elección. Luego lo propuso
como candidato para ejercer
la jefatura suprema, y para
establecer que la República fuera una e indivisible,
sin la separación que había
prevalecido entre Oriente
y Occidente. Recogidos todos
los votos, pudo verificarse la
elección del Libertador como
el Jefe Supremo y la indivisibilidad de la República.
El general Santiago Mariño
fue elegido como segundo al
mando. Bolívar aceptó el nombramiento, añadiendo que “la
salud de la patria era su único objeto y que a ella consagraría sus desvelos y fatigas”.
También se legitimaron las
guerrillas que operaban en el
interior del territorio, para lo
cual se nombró a Pedro Zaraza, Manuel Cedeño, Andrés
Rojas y José Tadeo Monagas, a
Generales de Brigada.
LA FUNDACIÓN DE LA TERCERA
REPÚBLICA DE VENEZUELA
De este modo empezaba la Tercera República de Venezuela.
Al día siguiente de la Junta,
el Libertador lo expresaba en
una proclama dirigida a los
venezolanos: “He aquí el tercer período de la República...
La inmortal isla de Margarita,
acaudillada por el intrépido
general Arismendi, ha proclamado de nuevo el Gobierno
independiente de Venezuela,
y le ha sostenido con un valor
sublime, contra todo el imperio español.”.
Continúa en la siguiente página
5
Suplemento dominical del
!CTADE2ECONOCIMIENTODEL,IBERTADORCOMO*EFE3UPREMO
DE,A2EPÞBLICAYDESUS%JÏRCITOSENLA!SAMBLEAREALIZADA
EN,A6ILLADEL.ORTEDELAISLADE-ARGARITAELDEMAYODE
En la Villa del Norte de la isla
de Margarita, a seis de mayo de
mil ochocientos diez y seis, reunidos en la Iglesia Parroquial
de dicha Villa los Excmos.
Sres.: Capitán General Simón
Bolívar como Presidente; Generales en Jefe Santiago Mariño y Juan Bautista Arismendi,
el de División Manuel Piar, el
de Brigada Gregorio Mac Gregor, el Intendente General del
Ejército Francisco Zea; los Jefes del Estado Mayor del Ejército de Margarita, Comandante General, Teniente Coronel
Francisco Esteban Gómez; el
Mayor General, Teniente Coronel Pablo Ruiz, el Sargento
Mayor de Infantería Teniente
Coronel José Maneiro; el Comandante General de Caballería, Teniente Coronel José
Celedonio Tubores, el Mayor
General de la misma Teniente
Coronel Francisco Morales,
el Sargento Mayor Policarpo Mata, y el Presidente del
Gobierno Político Provisorio
Francisco Sánchez, y los Coroneles Expedicionarios Manuel
Valdés, Luis Ducoudray, Pedro María Freytes, Sebastián
Boé, Vicente Landaeta, Carlos
Soublette, Miguel Martínez
y Pedro Ramón Chipia, abrió
la sesión el Excmo. Señor Capitán General exponiendo en
un discurso que sin embargo
de que el Excmo. Señor General en Jefe Juan Bautista
Arismendi generosamente le
había cedido la Presidencia de
la Junta, renunciaba si ésta tenía a bien elegir otro. El General Arismendi votó el primero
confirmando la Presidencia en
el Capitán General y el resto de
la Junta siguió unánimemente
su voto.
El Excmo. Señor Presidente
manifestó en seguida a la Junta
que el objeto principal para que
se había reunido era elegir un
jefe único que fuese reconocido
como Supremo de la República
y de sus Ejércitos y se nombrase un segundo que deba sustituirlo en caso de muerte.
En el mismo discurso hizo
una ligera relación de los sucesos que lo obligaron a abandonar por algún tiempo a su país;
de la generosa protección con
que le acogió el Presidente de
Haití, permitiéndole reuniera
en aquella República a los restos dispersos de Venezuela y
Cartagena, para venir a auxiliar a esta Isla, con una expedición cuyo mando y dirección se
la confirió por acuerdo de una
Junta celebrada en Los Cayos.
Concluyó deponiendo en manos
de la Junta la autoridad que ha
ejercido, y pidiendo se le permitiera retirarse de la sesión para
que los miembros de la Junta tuviesen en su ausencia una más
plena libertad. El Excmo. General Juan Bautista Arismendi
tomó entonces la palabra: Demostró que era innecesaria la
separación y que todos los Jefes
presentes podían libremente exponer sus opiniones.
La Junta se adhirió toda a este
voto y el Excmo. Señor Presidente permaneció en la Sala. El
General Arismendi continuando su discurso manifestó a la
Junta que él había cedido ya el
mando al Excmo. Señor Presidente y ratificaba la cesión recomendándole de nuevo como Jefe
Supremo de la República de Venezuela; protestó que en lo sucesivo deberá ser aquélla una e indivisible, con desconocimiento
de la anterior división de Oriente y Occidente y se desnudó de la
autoridad depositando su bastón
en manos del Presidente, quien
no lo admitió hasta que los Jefes
del Estado Mayor del Ejército de
esta Isla y los expedicionarios
hubiesen discutido y acordado
quién debía ejercer esta Suprema Magistratura.
Después de haber oído a los
primeros y exigida la votación
de todos, quedó sancionado
unánimemente que la República de Venezuela será una e indivisible, que al Excmo. Señor
Presidente Capitán General
Simón Bolívar se elige y reconoce por Jefe Supremo de ella;
y el Excmo. Señor General en
Jefe Santiago Mariño por su segundo. El Presidente aceptó la
elección que hacía en él la Junta para el honroso e importante
cargo de Jefe Supremo. Protestó que la salud de la patria era
su único objeto y que a ella consagraría sus desvelos y fatigas;
igual aceptación hizo el segundo. Resolvió luego la Junta a
propuesta del Señor Presidente
que habiendo en el Ejército y en
las varias partidas de guerrilla que sostienen la causa de la
libertad en el interior de Venezuela muchos jefes y oficiales
de los cuales algunos no tienen
su nombramiento u origen legítimo mientras que otros están
privados por moderación de lo
que justamente merecen, S. E.
el Jefe Supremo deberá legitimar a aquéllos y recompensar
a éstos según el mérito de ambos. Pero muy particularmente
resolvió con unanimidad la
Junta que el Excmo. Sr. General Arismendi sea ascendido al carácter de General en
Jefe, los Comandantes Zaraza, Sedeño, Rojas, Monagas,
al de Generales de Brigada y
los Jefes de Estado Mayor de
Margarita al de Coroneles,
quedando el señor Arismendi,
encargado de proponer al Jefe
Supremo los demás jefes y oficiales del Ejército de esta Isla
para que sean premiados por
éste, conforme a sus méritos.
El Sr. Presidente del Gobierno Provisorio de la Isla presentó a la consideración de la
Junta un expediente que leído
por mí el Secretario de orden
del Sr. Presidente de la Junta,
contenía un decreto del Excmo. Señor General Arismendi estableciendo un Gobierno
Político Provisional para esta
Isla compuesto por tres individuos removibles cada tres
meses y encargado además de
la sub-delegación de las Rentas Nacionales. La Junta después de oído el contenido del
expediente y lo que se expuso
en discusión aprobó este establecimiento y lo sancionó en
el carácter de provisorio recomendando al mismo tiempo a
S. E. el Jefe Supremo el arreglo de los Gobiernos Políticos
Provisionales que deberán
instalarse al paso que se vayan libertando las provincias.
La Junta terminó la sesión
dando las gracias al Gobierno
Provisional de Margarita por
su buena administración en el
ejercicio de sus funciones con
lo que se concluye ésta que firmaron los Señores Presidente
y Vocales ante mí, el Secretario, que certifico. Simón Bolívar. Santiago Mariño. Juan
Bautista Arismendi. Manuel
Piar. Gregorio Mac Gregor.
Francisco Zea. Francisco E.
Gómez. Pablo Ruiz. José Maneiro. José Celedonio Tubores. Francisco Morales. Policarpo Mata. Juan Francisco
Sánchez. Manuel Valdés. Luis
Ducoudray. Pedro Freytes. Sebastián Boé. Vicente Landaeta. Carlos Soublette. Miguel
Martínez. Pedro Chipia. Pedro
Briceño Méndez, Secretario.
Es copia. Carúpano, junio 9 de 1816.
Briceño Méndez, secretario.
*Este documento está disponible en
wwww. archivodellibertador.gob.ve,
Gestor Documental, Correspondencia
Oficial, Doc. No. 1472.
6
Parte de Historia | Nº 281 s$OMINGODE-AYODE
Suplemento dominical del
La expedición embarcó a Tierra Firme. Resuelto a pasar a las
costas orientales de Venezuela,
el Libertador emitió una nueva proclama a sus habitantes,
anunciando que ya era tiempo
de completar la independencia.
En su alocución, fechada en la
Villa del Norte el 23 de mayo,
expresó que marchaba con “un
inmenso parque de armas y
municiones”, con el objeto de
unir esfuerzos contra la tiranía. Y para captar adeptos a la
causa que lideraba, declaró la
libertad para aquellos esclavos
que tomaran las armas en favor
de la República, porque no habrá “más esclavos en Venezuela
que los que quieran serlo”.
Con el deseo de llevar la guerra al interior de Venezuela,
de abastecer a las tropas con
nuevos recursos y reclutar más
efectivos para el ejército, el Libertador zarpó de Margarita el
24 de mayo de 1816, con rumbo a
Carúpano. Había dejado al general Arismendi encargado del sitio contra Pampatar, con municiones y fusiles para armar toda
la isla y mantener su liberación.
En 1816, cuando toda Venezuela estaba en manos de los
españoles, la isla de Margarita
era un bastión para la libertad. Y su apoyo incondicional
para la independencia de los
demás territorios del país, ha
escrito páginas gloriosas para
nuestra historia.
Viene de la página anterior
MARGARITA: CUNA
DE LA TERCERA REPÚBLICA
Luego de vencer a dos buques
españoles en el Combate Naval
de Los Frailes y desembarcar
en el puerto de Juan Griego, la
autoridad del Libertador pasó
a ser reconocida por todos los
jefes y oficiales en Venezuela.
Cerca de un mes estuvo el Bolívar en Margarita, desde el 3
de mayo de 1816 hasta el 24 del
mismo mes, cuando partió para
Carúpano.
ENTRE LOS PAPELES
DEL LIBERTADOR
Luego de que fuera reafirmado
como Jefe Supremo de la República, Bolívar centró su atención en informar a los venezolanos acerca de sus intenciones
en la lucha que libraba. Así, el
8 de mayo, emitió una proclama
dirigida a los habitantes de Venezuela, fechada en el Cuartel
General de la Villa del Norte,
en la cual anunciaba el inicio de
la Tercera República y la próxima instalación de un Congreso
Nacional. Además pidió a los
venezolanos que si unidos formaban “una masa sola del pueblo”, conducido por un gobierno
central, podían contar con la
victoria sobre los realistas. Y si
los españoles no cesaban con la
guerra a muerte, el Libertador
les haría una de exterminio.
Pero nada debían temer los venezolanos, a quienes Bolívar
consideraba víctimas inocentes
de una tiranía.
PREOCUPACIÓN POR PAMPATAR
El Libertador mantuvo una gran
preocupación por los realistas
que todavía quedaban encerrados en Pampatar. A mediados de
mayo, dispuso derrotarlos para
completar la liberación definitiva de Margarita. Por ello, el 17
de ese mes mandó una intimación por escrito al comandante
de la plaza, el brigadier español
Juan Bautista Pardo, con el objeto de pedirle su rendición y la
entrega del puerto a los patriotas. Bolívar quiere evitar el derramamiento de sangre. Así que
perdonará la vida de los prisioneros españoles. Pero advierte
que pronto el puerto de Pampatar será bloqueado por los repu-
blicanos, por lo tanto exhorta
a Pardo para que se rinda. Los
realistas de Pampatar se negaban a rendirse. Luego de pasar
dos días reconociendo la posición de los españoles, concluyó
que era imposible derrotarlos
sin lamentar numerosas bajas
en su ejército. El 19 de mayo, escribió una carta al Almirante
0ROCLAMADE%L,IBERTADORDIRIGIDAALOSVENEZOLANOSFECHADA
ENEL#UARTEL'ENERALDELA6ILLADEL.ORTEELDEMAYODE
Simón Bolívar
Capitán General de los
Ejércitos de Venezuela y de
Nueva Granada, &., &., &.
Venezolanos: He aquí el tercer período de la República...
La inmortal isla de Margarita, acaudillada por el intrépido general Arismendi, ha
proclamado de nuevo el Gobierno independiente de Venezuela, y le ha sostenido con
un valor sublime, contra todo el
imperio español.
Nuestras reliquias dispersas
por la caída de Cartagena, se
reunieron en Haití. Con ellas,
y con los auxilios de nuestro
magnánimo Almirante Brión,
formamos una expedición que,
por sus elementos, parece destinada a terminar para siempre el dominio de los tiranos en
nuestro patrio suelo.
Venezolanos, vuestros hermanos y vuestros amigos
extranjeros no vienen a conquistaros: su designio es combatir por vuestra libertad,
para poneros en actitud de
restaurar la República sobre
los fundamentos más sólidos.
El Congreso de Venezuela será
nuevamente instalado dónde y
cuándo sea vuestra voluntad.
Como los pueblos independientes me han hecho el honor
de encargarme la autoridad
suprema, yo os autorizo para
que nombréis vuestros dipu-
Brión, desde La Asunción, en la
que le manifestó su plan de marchar a Costa Firme, porque consideraba que ya su situación en
Margarita era pasiva. Intentaba
persuadir al Almirante, haciéndole ver que si no marchaba a
Tierra Firme la isla correría un
grave peligro, por el empeño del
enemigo en capturarlo.
tados en Congreso, sin otra
convocación que la presente;
confiándoles las mismas facultades soberanas que en la primera época de la República.
Yo no he venido a daros
leyes, pero os ruego que oigáis mi voz: os recomiendo
la unidad del Gobierno y la
libertad absoluta, para no
volver a cometer un absurdo
y un crimen, pues que no podemos ser libres y esclavos a
la vez. Si formáis una masa
sola del pueblo, si erigís un
Gobierno central, y si os unís
con nosotros, contad con la
victoria. Españoles que habitáis a Venezuela, la guerra a
Texto cortesía del Ministerio
del Poder Popular para la
Cultura/ Fundación Centro
Nacional de Historia / RIF.
G2000-8479-0
www.cnh.gob.ve www.
agn.gob.ve www.
archivodellibertador.gob.ve
muerte cesará si vosotros
la cesáis; si no, tomaremos
una justa represalia y seréis exterminados.
Venezolanos, no temáis la
espada de vuestros libertadores: vosotros sois siempre
inocentes para vuestros hermanos.
Cuartel General de la Villa del Norte, a 8 de mayo de
1816.
Simón Bolívar
Fuente: wwww.
archivodellibertador.gob.ve, Gestor
Documental, Correspondencia Oficial,
Doc. No. 1483.
Nº 281 s$OMINGODE-AYODE|Parte
de ,ITERATURA
7
Suplemento dominical del
,APALABRAQUETEDESCRIBE
Alda Merini:
“Quien no sabe morir no sabe revivir”
Imagínese por un minuto que
usted es lo que en el fondo es,
lo que en el fondo somos todos: es
decir, poeta. Lo que sucede es que
usted, a diferencia de otros, no lo
ejerce, no lo evidencia de manera
escrita u oral, pero eso es otra a
cosa, no nos distraigamos.
Imagínese, decíamos, poeta. Usted, poeta. Así, en
mayúscula. Imagínese, entonces, que escribe poemas, que publica poemas, que lee poemas.
Imagínese, yo me lo imagino.
Imagínese algo más, que la gente lo reconoce como tal.
Imagínese que vive otra
época, quizás no menos
incierta que la nuestra, pero
otra época al fin. Imagínese que
siendo poeta pierde la razón (o
mas de uno diría que la recupera, en fin…), que ya no está bien
según el resto de los mortales.
Entonces, sus seres queridos, –a los que suponemos,
¿por qué no hacerlo?, preocupados por su bienestar–, deciden
hospitalizarlo en un centro
psiquiátrico. Poeta y loco. A la
gente esa relación, poeta y loco,
loco y poeta, incluso en este siglo XXI, pese a que clonamos
vidas y cambiamos sexos, morimos solos, tal vez más solos que
nunca, todavía le sienta bien.
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Imagínese, usted poeta,
usted, supuestamente loco,
según los supuestamente cuerdos, su voz entrecortada, agitada, casi callada, para no ser descubierto, dictando los poemas
sin apunte alguno, recurriendo
a la memoria, batallando con
ella, para transmitir a través
del hilo telefónico, palabra tras
palabra.
Desde allí, desde ese enclaustramiento,
alejado
del resto de la humanidad, imagínese que usted aun necesita
su poesía, –todos en realidad
necesitamos nuestra poesía–,
pero le han quitado, dizque para
su bienestar, todo papel, todo lápiz. O sea, toda escritura.
Imagínese los problemas de
comunicación (hablamos
de la comunicación telefónica
de mediados del siglo XX, una
comunicación insegura, entrecortada, muy ruidosa, plagada
de interferencias), imagínese la
voz del otro lado, la del amigo de
turno, con el pesado auricular
negro sostenido con el hombro
y la cara, para así dejar libre las
manos para el papel y el lápiz,
imagínese que le pide que hable
más alto, que le dicte más lento,
que repita el último verso dicho,
la última palabra dicha.
Imagínese la escena, tan dolorosamente bella.
Entonces, y aprovechando
los descuidos de aquellos
que lo vigilan, imagínese que usted recurre, de manera furtiva,
clandestina, al teléfono del lugar
y llama a sus amigos para dictarles, palabra por palabra, verso por verso, todos los poemas
que pasean por su locura, que
construyen su locura, que apuntalan su locura, que afirman su
locura, que niegan su locura.
Todo eso, palabras mas,
palabras menos, le sucedió a una poeta. Se llamaba
Alda Merini.
Amor mío he creado mis
manos para ti
Amor mío he creado mis
manos para ti,
día tras día las he untado
con la crema viva del dolor
hasta que se han vuelto suaves
y espinosas.
Yo estaba más allá de un tejido
de espinas y rosas,
siempre intenté alcanzarte,
hasta intenté arrancarte la
ropa
para ver cómo eras
y no logré nada.
Por eso mis manos
no han tenido destino.
Entonces rogué a Marina
que te escribiera un mensaje
y usé sus manos niñas
para contarte mis sueños,
pero tuve celos
de estas manos niñas
por eso el mensaje nunca te
llegó.
Nadie, amor, ha tenido tanta
piedad
de cortarme estas manos
impuras,
purísimas en el canto,
nadie las ha juntado en la
oración
nadie ha tenido piedad
de mis pobres hijos;
pero mis manos
continúan rezando para volver,
amor, para volver a mirar un
prodigio
porque aquella que te ama,
ya no tiene manos.
Nació en Milán, Italia,
el 21 de marzo de 1931,
el día de la primavera en el
Hemisferio Norte. De acuerdo
a la nota escrita por la poeta
argentina Delfina Muschietti,
para el libro Clínica del abandono (Editorial Bajo la Luna,
Argentina, 2008) de la poeta
Rubén Wisotzki
I/ Manuel Loayza
Caracas
ni los vio publicados y los leyó
públicamente.
milanista, “en el mismo año
de 1947 se manifiestan los primeros síntomas de una conmoción diagnosticada como enfermedad mental que persistirá a
lo largo de su vida. Destino que
ella no deja de algún modo de
dignificar mientras lo describe
como su signo, y lo llama ‘pazzia’ (locura) como sinónimo
de poesía, de escritura”.
Desde ese entonces,
apunta Muschietti, se
inicia su largo peregrinar por
las internaciones, a pesar de
ser elegida como protegida por
escritores de la trascendencia de Giorgio Manganelli y
Eugenio Montale. Pero nunca
lo hace de manera definitiva:
sale y entra de esos centros de
atención psiquiátrica, mientras lee y escribe.
De su obra traducida
al español reconocemos, al menos dos libros: Poemas (Angria Ediciones, Venezuela, 2000) con la versión de
la también poeta Gina Alessandra Saraceni, y la ya mencionada Clínica del abandono.
Los poemas que finalmente
se han denominado “telefónicos”, aquellos dictados a un
grupo de amigos especiales de
la poeta, estos queridos “escucha-recopiladores” que trabajan desde la casa de la autora,
en Milán, fueron finalmente
publicados en un volumen. Y
finalmente un día Alda Meri-
Selección más que caprichosa de sus versos
“telefónicos”:
“Quien no sabe morir no sabe
revivir”.
“Yo logro superar el engaño del
delirio / sólo cuando tú coses
mis palabras”.
“Cada amor es un suelo privado
de sangre”.
“Benditos aquellos que se besarán / siempre más allá de los
labios”.
“No pierdan jamás el contacto
con el camino: / recuerden que
la sangre se detiene / porque no
quiere hablar”.
“Maldito tú / que has tomado la
flor de mis labios”.
“Nadie en el manicomio ha
dado jamás un beso”.
Copiado textualmente
(a pesar de la deficiente
redacción) el 1 de noviembre de
2009, de un periódico español:
“Merini dedicó su obra a los
excluidos y a quienes sufren y
sobre todo a la locura, dado que
ella tuvo que ser internada durante un periodo en un centro
de enfermos mentales”.
Huida de loba
A quien me pregunta
cuántos amores he tenido
le respondo que mire
en los bosques para ver
en cuántas trampas ha quedado
mi pelo.
El destacado escritor,
también italiano, Giorgio
Manganelli, su amigo, su protector, a quien suponemos visitante
de la poeta en muchos de sus encierros psiquiátricos, fue contundente al momento de interpretar
el quehacer poético de Merini:
“Es su natural infierno de vivir”.
Sabemos que es inverosímil, pero no está de más,
ni mal hace, pensar que la próxima llamada que recibamos sea la
de un poeta enloquecido que nos
pida, entre susurros, el favor de
copiar en papel un poema que pasará a dictarnos. Y tampoco está
de más, ni mal hace, tener un papel y un lápiz a mano. Porsia.
8
Parte de Música | Nº 281 s$OMINGODE-AYODE
Suplemento dominical del
,ETRA
3WING,ATINO
¡Hay fuego en el 23!
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COMPUESTAAlNALES
DELOSA×OSPOR!RSENIO
2ODRÓGUEZNADATIENE
QUEVERCONNUESTRO
POPULOSODE%NEROSINO
CONELEDIlCIODELACALLE
EN.UEVA9ORK
T/ Ángel Méndez
F/ Jaime Jaramillo
U
na de las canciones
emblemáticas de La
Sonora Ponceña es, sin
lugar a dudas, “Fuego
en el 23”. Esa pieza, compuesta
por Arsenio Rodríguez, “El Cieguito Maravilloso”, a finales de
los años 40, como seguramente
ya podrán intuir, nada tiene
que ver con nuestra populosa
parroquia 23 de Enero, porque
así fue llamada nuestra querida
urbanización luego de la caída
del general Marcos Pérez Jiménez en 1958.
Abordamos el tema, en primera instancia porque esa polémica pareciera no tener fin, a
pesar de que una y otra vez es
aclarado el punto. Dos “colegas”
del Facebook, Raúl Caraballo
y Víctor Manuel de Gouveia,
se refieren al asunto tomando
como referencia, seguramente,
la biografía escrita en inglés
por Max Salazar y versionada
al español por Emiro Gómez
Ramos, publicada en la web de
Herencia Latina. Allí se observan unas fotos de “El Cieguito
Maravilloso” que le pertenecen
a Jaime Jaramillo.
Aclarada la parte de los créditos pasamos a dilucidad públicamente –una vez más– la
incógnita. Ignacio de Loyola
Rodríguez Scull, más tarde
conocido como Arsenio Rodríguez, nació en Güira de Macurijes, en la provincia de Matanzas, Cuba, el 30 de agosto de
1911. Según sus biógrafos, nuestro personaje, a quien podemos
calificar sin duda alguna como
un “genio musical”, compuso
cerca de 200 canciones, consideradas en su mayoría como éxito
musicales. Podemos citar entre
ellas la famosa “Bruca manigua”, que fue su primer número
grabado y originalmente interpretado por el gran Miguelito
Valdés acompañado por la Casino de la Playa. Igualmente
debemos citar “Mami, me gustó”, “El divorcio”, “Papa upa”,
“Tribilín cantore”, ‘El reloj de
Pastora”, “Rumba palo cucuyé”,
“Esa china tiene coimbre”, “Un
cachito pa’ huelé”, “La yuca de
Catalina”, su magistral obra
“La vida es sueño” y el tema
que nos ocupa “Fuego en el 23”
entre muchas.
ARSENIO Y MÚSICA
El Conjunto de Arsenio fue famoso en el ambiente cubano. Su
leyenda musical se inicia en 1936
cuando ingresa como tresero en
el septeto Boston, agrupación
que dirigía su primo Jacinto
Scull; en 1938 funda el septeto
Bellamar, génesis de lo que sería su reputado Conjunto, donde
comienza a experimental con el
son cubano. Arsenio, según palabras recogidas, pensaba que el
septeto, con la trompeta, la guitarra y el tres no tenía la armonía necesaria, por lo que decidió
agregarle un piano y tres trompetas. “También le incorporé
la tumbadora. Al año siguiente, desaparecieron los septetos
y todo el mundo usaba las tres
trompetas y el piano […].»
Nos contaba Helio Orovio,
autor del Diccionario de la Música Cubana, que Arsenio cobra
fama no solo por su aporte instrumental al formato del septeto, sino el repertorio utilizado y
la variedad de ritmos y conceptos que vinieron a enriquecer,
no exclusivamente al son, sino
igualmente al bolero, la guaracha y algunas combinaciones
como bolero-mambo y el bolero
chá. Muy a pesar de Pérez Prado, “El Cieguito Maravilloso”
se cuenta entre los precursores
del mambo.
“Arsenio utilizó desde sus primeras obras una base rítmica
de origen congo, donde mezclaba los pasajes instrumentales
ejecutados por las trompetas,
inspirados en figuraciones propias de los sones montunos que
eran tocados por los treseros
orientales, lo que aportaba elementos que habrían de definir
el nuevo género que él llama
diablo”, asegura Helio Orovio.
ARSENIO PRECISA:
«Los descendientes de congo
tocan una música que se llama
tambor de yuka y en la controversia que forman uno y otro
cantante, siguiendo el ritmo,
me inspiré y esa es la base verdadera del mambo […]. Lo primero que compuse en este estilo fue ‘Yo son kangá’ y el primer
diablo o mambo que se grabó en
disco fue ‘So caballo”.
Para dar una idea del porqué el
Conjunto de Arsenio destacó en
el ambiente, antes de hablar de
“Fuego en el 23” debemos citar
los nombre de los músicos que
conforman su agrupación: en el
piano, Rubén González y, más
tarde, Lily Martínez Griñán; en
las trompetas, Félix Chapotín
y Alfredo “Chocolate” Armenteros y Papa Kila en el bongó,
entre otros. También contó con
colaboraciones de Chano Pozo y
Machito, así como de su primo
René Scull como cantante. A la
partida de Arsenio a Estados
Unidos, el gran Lily Mártinez,
quien fungía en cierta medida
como su director musical, quedó
al frente del conjunto en Cuba.
En el 23, de la 110 / no se
puede estar tranquilo, te diré
por qué /
A veces a las doce del día, a
la una o a las tres / a veces
de madrugada, lo mismo al
amanecer/
Se forma una rebambaramba
/ que se juntan 4, 5, 7, 8, 9 o
10. /
Y salen gritando, avísale al
súper / que nos estamos
quemando / y no se sabe el
fuego en donde es.
Una mañana que dormía y
corriendo me tiré / con un
grito que decía hay fuego en
el 23 /
que reventó la bombilla y no
se sabe cómo fue.
Hay fuego en el 23, en el 23.
Unos dicen, unos dicen que
fue a la una
y yo les digo que fue a las
tres.
Hay fuego en el 23, en el 23.
Nina bacoso, Nina bacoso,
mira,
que lo pegaron con gasolina
Hay fuego en el 23, en el 23.
Pero mama, pero mama
bendito fuego
tú tienes fuego bajo tus pies.
Hay fuego en el 23, en el 23.
Bombero pon la manguera
que hay fuego en la carretera.
Hay fuego en el 23, en el 23.
Unos dicen, unos dicen que
fue Jacobo
pero eso yo no lo sé.
EL FUEGO
Arsenio se va a Nueva York y radica en un apartamento del quinto piso del edificio 23 este, de la
calle 110, ubicado entre Madison
y la Quinta Avenida. Se afirma
que supuestamente un día ocurrió un incidente en el edificio y
que el humo llenaba el pasillo; nadie podía detectar el lugar donde
se producía el supuesto fuego y
alguien gritó: “Hay fuego en el 23
de la calle 110…” Wito, el vocalista del Conjunto de Arsenio, lo habría conducido a las afueras del
edificio para alejarlo del peligro.
Otra versión, más creíble por la
manera jocosa de componer de
Arsenio, señala que el referido
humo, procedente del Edificio 23
era de la pura “marihuana” que
en lugar se consumía, por lo que
no “se podía estar tranquilo”,
como dice la canción, y muchas
veces el músico solicitaba salir
a la calle para “respirar aire
puro”. Nuestro ávido lector está
en capacidad de escoger la versión que más le agrade del nacimiento de la célebre canción.
Desafortunadamente, nosotros
no estuvimos allí
Caracas