In Memoriam Carlos José Alvarez López Carlos Álvarez, Catedrático de Universidad en el área de Proyectos de Ingeniería, falleció el pasado 6 de agosto a los 54 años. Nació en La Coruña, ciudad en la que vivió prácticamente toda su vida y con la que se sentía muy identificado. Al acabar el bachillerato, como premio de su instituto a las buenas calificaciones obtenidas, estudió el curso pre-universitario en Boston. De vuelta a España, estudió ingeniero agrónomo en la Universidad Politécnica de Madrid. Terminó la carrera en el año 1985 y trabajó en diferentes empresas como ingeniero de proyectos y en el cuerpo de Ingenieros de la Xunta de Galicia. Sería al comenzar el curso 1989-90 cuando se incorporó a la Universidad de Santiago de Compostela (USC) como profesor asociado en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Lugo. Carlos abandonaba un puesto de funcionario interino del grupo A de la Administración Autonómica por una beca pre doctoral de la Xunta de Galicia que implicaba docencia. La decisión era arriesgada, dado que el campus universitario de Lugo estaba comenzando a dar sus primeros pasos y tanto el futuro de la titulación de ingenieros agrónomos, como el propio campus, era muy incierto. La apuesta por la universidad salió bien: Carlos Álvarez contribuyó sustancialmente a consolidar la oferta de ingeniería del Campus de Lugo. Ocupó diferentes puestos académicos: profesor asociado, titular interino y titular de universidad hasta alcanzar la cátedra en enero de 2008. En todos estos puestos estuvo vinculado a la docencia de proyectos en diferentes titulaciones de ingeniería. A lo largo de casi 25 años en la USC, Carlos fue subdirector de Organización Académica del primer equipo directivo elegido democráticamente de la Escuela Politécnica Superior (EPS), abordando gracias a su capacidad de trabajo la difícil labor Universidad de Santiago de estructurar el desarrollo docente del segundo centro de la en número de alumnos (5000), sin disponer de los espacios actuales de la ampliación del Centro , labor tan compleja que originó que a lo largo de 4 años hubiese 3 subdirectores con dicho cargo (que abandonaron por la dificultad de su desarrollo). Eran momentos de consolidación de la EPS , centro que resultaba de la suma de 4 Centros , Ingeniera Técnica Agrícola, Ingeniería Tca. Forestal , Ingenieros Agrónomos e Ingenieros de Montes, su labor dentro del equipo directivo fue de un valor inestimable, pues su capacidad de dialogo y de trabajo contribuyó a que se hiciese realidad no solo la integración y organización de 4 centros en uno solo , sino al desarrollo de los Reglamentos de Régimen Interno, Reglamento de Proyectos e incluso al Proyecto Columella (del Fondo Social Europeo iniciativa ADAPT). Durante 8 años, Carlos fue director del Departamento de Ingeniería Agroforestal, etapa en la que se duplicó el número de profesores, el 70% del profesorado realizó su tesis doctoral y muchos compañeros de departamento pasaron de ser asociados a funcionarios. Carlos impulsó el primer programa de doctorado del departamento. Como gestor del programa de Investigación Agraria del Plan Gallego de I+D durante 4 años, contribuyó activamente a que las líneas de investigación de ingeniería agraria tuviesen una financiación que antes nunca habían tenido, ya que las instituciones que decidían que proyectos de investigación se financiaban consideraban que los ingenieros no investigaban. Desde el equipo de Dirección, tras incluirse en el catálogo de áreas de conocimiento, vinculadas a los planes de estudios de la EPS, el Área de Ingeniería de Proyectos, y obtener el cambio de área de Ingeniería Agroforestal, fue el primer profesor y por tanto, el impulsor del Área de Proyectos de Ingeniería en la USC a la que en la actualidad pertenecen 10 profesores. Desde el equipo directivo de la EPS, tras conseguir en el claustro el Instituto Universitario de Investigación Agraria y Desarrollo Rural (posteriormente denominado IBADER) , y sus instalaciones anejas en la Programación Plurianual, ayudó a poner en marcha el que debería ser el instituto que ayudara a promocionar la investigación en el campus de Lugo. Creó y coordinó el máster de dirección de proyectos, que ha alcanzado la 7ª edición con gran éxito de alumnado y el máster de producción de leche que va por su 3ª edición y se organiza conjuntamente con el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo. También puso en marcha, desde el principio y hasta la actualidad, los diferentes programas de doctorado y másteres de investigación y doctorado del departamento de Ingeniería Agroforestal que han sido sucesivamente reconocidos con menciones de calidad del Ministerio de Educación y Ciencia. Como investigador, Carlos Álvarez dirigió un total de 12 tesis doctorales, 3 de ellas con mención europea. Aquellos que han tenido la suerte de ser dirigidos por Carlos, saben que se implicaba en ellas hasta el más mínimo detalle, aprendiendo de él el rigor en los planteamientos científicos, y la importante relación del desarrollo de la sociedad paralelo al desarrollo científico. Publicó un total de 68 artículos en revistas científicas, 43 de los cuales en revistas JCR. Presentó un total de 5 patentes y modelos de utilidad. Presentó un total de 9 libros y más de 200 comunicaciones en congresos nacionales e internacionales. Fue investigador principal en 9 proyectos (3 nacionales, 5 autonómicos y 1 en Costa Rica). Participó en 21 actividades de desarrollo y transferencia tecnológica y 25 contratos de investigación. En los párrafos anteriores se resume muy brevemente la obra de Carlos Álvarez, pero lo que más destacaría de su personalidad era una humildad que le llevaba, a no intentar minusvalorar al compañero por destacar por encima de nadie su innegable valía personal, algo poco frecuente en su entorno docente. Carlos trabajaba, desde que llegaba desde La Coruña a Lugo todos los días a las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche en que hacía el camino de retorno. Dedicaba todo el tiempo a trabajar, tanto para escribir un artículo, como para una solicitud de un proyecto de investigación o para rellenar los resultados de una encuesta a ganaderos en una hoja de Excel y que iba a ser utilizado en un proyecto fin de carrera. Carlos era un hombre infatigable ante el trabajo y el desaliento, ejemplo de esta actitud era su perseverancia en las solicitudes de proyectos de investigación: uno o más rechazos le daban más ímpetu para volver a solicitarlos. Solía decir apoyándose en una broma , que acompañaba de una sonrisa, que con paciencia y constancia se puede conseguir casi todo. Este principio lo mantuvo hasta en la forma de sobrellevar la enfermedad que lo apartó de nosotros, en este sentido de nuevo venció a la propia muerte, porque el ejemplo que nos dio hace que siga presente como una referencia entre sus compañeros. Otro ejemplo es su lucha en el proceso de habilitación para catedrático, ya que después de tres intentos en el área de Ingeniería Agroforestal decidió continuar presentándose en el área de Proyectos de Ingeniería, en la que obtuvo el primer puesto y, lo más importante, el reconocimiento a toda su labor en la universidad de todo el tribunal, en especial en palabras de uno de sus miembros: “usted me ha devuelto la confianza en la Universidad”. Para los que formamos parte del grupo de investigación que el creó y dirigió, GI – 1716 Proyectos y Planificación (PROEPLA), para sus doctorandos y compañeros de trabajos en los distintos ámbitos universitarios en los que estuvo, Carlos era ante todo un amigo, al que jamás podremos olvidar por tantas cosas buenas que vivimos juntos. Asi, desde las dificultades y las incertidumbres de los primeros años en la Universidad, en los que suplíamos las carencias , con la ilusión, entusiasmo y trabajo día y noche, hasta esta etapa final, en la que Carlos nos volvió a dar una gran lección de coherencia, integridad y profesionalidad pues a pesar de su enfermedad, continuó con sus labores de docencia, investigación y gestión hasta el final, en Él hemos tenido: un ejemplo a la hora de abordar el trabajo un amigo que nos ayudaba a vencer el desánimo una referencia de bondad, honradez, equidad y humildad Gracias por TODO, Carlos con este nuevo paso nos vuelves a pillar la delantera, seguro que desde el otro lado nos seguirás allanando el camino y eso a muchos nos lleva a temer menos esa hora final. Tus compañeros del grupo de investigación de Proyectos y Planificación (PROEPLA)
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