“¡Levántate y anda!” – Fe y curación

RECURSOS ESCUELA SABÁTICA
Ministerio Hit the Mark (Dar en el blanco)
II Trimestre de 2016
El libro de Mateo
Lección 4
23 de abril de 2016
“¡Levántate y anda!” – Fe y curación
Curtis Hall
Esta semana, en lugar de mi usual artículo basado en el tema de la lección, pensé que
podría darle una mirada hacia el lado de la preparación del maestro. Como algunos de
ustedes saben, tengo un ministerio que brinda capacitación a los líderes y maestros de
la clase de adultos de la Escuela Sabática en nuestra denominación.
Para el próximo sábado, he sido invitado a asistir a una iglesia en Columbus, estado de
Ohio, Estados Unidos. A la vez de participar en el entrenamiento del personal, dirigiré el
debate de la lección de la Escuela Sabática, en el horario del sermón en el Culto Divino.
Esto puede sonar poco ortodoxo, pero no hay mejor momento para dirigir un debate
grupal basado en la Biblia que en el momento en el que toda la iglesia está reunida.
La lección de esta semana acerca de "'¡Levántate y anda!' - Fe y curación" ofrece un gran
tema para un debate estimulante. Encuentro que las historias en las que vemos a Cristo
interactuando son poderosos casos de estudio sobre justicia. Las historias de Jesús y el
leproso, del centurión o del paralítico, están llenas de ejemplos de su cuidado y preocupación por la humanidad. Uno de nuestros objetivos como maestros es ayudar a mostrar
aplicaciones relevantes para hoy. ¿De qué manera se aplican estas historias a nosotros?
Tal como señala el autor de la lección, el toque de Cristo al leproso en realidad muestra su
interés personal en el individuo. Estoy seguro de que examinaremos esto. También voy a
hablar de cómo la enfermedad de la lepra se relaciona con la enfermedad del pecado.
El tema de la fe y la curación es algo con lo cual todos podemos identificarnos. Muchos
de nosotros hemos luchado con el tema de la fe en tiempos de dificultades. Sé que
muchos de los presentes el sábado conocerán de primera fuente lo que significa clamar a Dios en momentos de extrema presión. Las historias que cubriremos pueden
proveer alivio y ayudar a desarrollar nuestra fe.
Pero más allá de eso, quiero llevar el debate a otro nivel. ¿Qué hacemos cuando parece que Dios no contesta nuestras oraciones pidiendo ayuda? ¿Qué hacemos cuando
la respuesta es “No” o, peor aún, cuando no parece haber ninguna respuesta?
Una explicación a la que haremos mención es bastante sencilla. Es la cuestión del
pecado acariciado. David, quien tenía mucha experiencia con el pecado y la confesión,
brinda una de las explicaciones más claras para la oración sin respuesta.
“Si en mi corazón hubiese yo mirado el pecado, el Señor no me hubiera escuchado”
Salmo 66:18
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Esto presentará una oportunidad para hablar acerca de tener un corazón libre de ofensas
hacia Dios y el hombre. Hay muchos textos de apoyo para ayudar a entender este punto.
Pero con este planteo debemos tener cuidado de no perder el propósito de nuestra confesión: la reconciliación con Dios. Dios quiere que vivamos en armonía con Él. Nuestro arrepentimiento y confesión no son sino pasos en la senda hacia estar en armonía con Dios.
La parte más difícil de esta línea de argumentación es lo que tenemos que hacer
cuando no parece haber ninguna respuesta de Dios. ¿Acaso Dios nos ha abandonado? ¿Tal vez Dios está demasiado ocupado con otros, que no tiene tiempo para nosotros? ¿Hay algo en nuestra vida que ha causado que Él se haya apartado? Estos son
las clases de preguntas que son más difíciles de responder. Pero hay una respuesta.
Como preparación para esta línea de debate, me dirijo a mi fuente preferida de información contextual: www.whiteestate.org [Sitio en inglés; en español, es posible hacer
esto en el sitio www.egwritings.org]. En mi preparación, siempre incluyo una búsqueda
de los escritos de Elena G. de White sobre el tema en cuestión, y si tú eres un maestro, deberías hacerlo también. Uno de los libros disponibles en línea en este sitio es
Palabras de vida del gran Maestro. Para el trasfondo de las respuestas no contestadas
a la oración, recomiendo la lectura del capítulo titulado "Cómo aumentar la fe y la confianza", un capítulo esclarecedor que examina la historia del vecino inoportuno. Es a
partir de esta historia que tenemos una de las promesas más famosas de la biblia:
“Pero yo os digo: Pedid, y os darán. Buscad, y hallaréis. Llamad, y os abrirán”
Lucas 11:9
Durante mi investigación para una mayor comprensión de esta cuestión me encontré
con la siguiente cita de Elena de White. Es un poco extensa, pero está tan lleno de
tanta verdad que no quiero omitir nada. Estoy seguro de que voy a examinar esta línea
de pensamiento durante nuestro debate de la escuela sabática.
"Cuando no recibimos precisamente y al instante las cosas que pedimos, debemos seguir creyendo que el Señor oye y que contestará nuestras oraciones. Somos tan cortos
de vista y propensos a errar, que algunas veces pedimos cosas que no serían una bendición para nosotros, y nuestro Padre celestial contesta con amor nuestras oraciones
dándonos aquello que es para nuestro más alto bien, aquello que nosotros mismos
desearíamos si, alumbrados de celestial saber, pudiéramos ver todas las cosas como
realmente son. Cuando nos parezca que nuestras oraciones no son contestadas, debemos aferrarnos a la promesa; porque el tiempo de recibir contestación vendrá seguramente y recibiremos las bendiciones que más necesitamos. Por supuesto, pretender que
nuestras oraciones sean siempre contestadas en la misma forma y según la cosa particular que pidamos, es presunción. Dios es demasiado sabio para equivocarse, y demasiado bueno para negar un bien a los que andan en integridad. Así que no temáis confiar
en Él, aunque no veáis la inmediata respuesta a vuestras oraciones. Confiad en la seguridad de su promesa: 'Pedid, y se os dará'"
El camino a Cristo, p. 96
Los dejo ahora con otra promesa que nos asegura de la fidelidad de Dios para con su
pueblo. Espero que tengas un maravilloso sábado y un estimulante, inspirador y animador debate durante tu escuela sabática.
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“Los ricos pueden empobrecer y sufrir hambre, pero los que buscan al Señor no
carecerán de ningún bien”
Salmo 34:10
Aquí se plantean algunos interrogantes para “dar en el blanco” en el repaso de la lección de esta semana:
»
¿Qué significa para ti "fe en Dios"?
»
¿Es la fe firme o sólida un don que se le ha dado a algunos, o es algo que cualquier persona puede desarrollar? Explica tu respuesta.
»
Si uno obtiene todas las cosas que pide en oración, ¿es eso evidencia de que
Dios escucha sus oraciones? ¿Por qué sí o por qué no?
»
¿Es cierto que si una persona está en una situación financiera delicada, es porque algo anda mal en su relación con Dios? Explica tu respuesta.
»
¿Todavía Jesús sana a la gente tal como lo hizo durante los días bíblicos? ¿Por
qué sí o no?
»
¿Es cierto que si fuéramos más fieles a Dios habría más curaciones milagrosas
en medio de nosotros? Explica tu respuesta.
»
“Si sirvo fielmente a Dios, Él me concederá todo lo que yo desee”. Esta declaración es:
o Verdadera [……]
o Mayormente verdadera [……]
o Parcialmente verdadera [……]
o Falsa [……]
Explica tu respuesta.
Concluimos la lección de esta semana, con un fragmento de la interacción de Jesús
con el hombre que fue bajado del techo. Brinda una gran comprensión de la prioridad
en la vida.
“Porque, ¿qué es más fácil, decir: ‘Tus pecados te son perdonados’, o ‘Levántate y anda’? Pue para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra de perdonar pecados –dijo al paralítico–: ‘¡Levántate, toma tu
camilla, y vete a tu casa!’ Entonces el hombre se levantó y se fue a su casa”
Mateo 9:5-7
¡Hasta la semana próxima! ¡Continuemos dando en el blanco en la Escuela Sabática!
Curtis Hall
Hit the Mark [Dar en el blanco]
Sabbath School Coaching
Traducción: Rolando D. Chuquimia
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