El Peruano Año 106 // 3ª etapa // 454 // Viernes 15 de abril de 2016 DIARIO OFICIAL FRANCO CA CARRANZA EL TOQUE MÁGICO DE LA TROMPETA La prolongada prolongad trayectoria de un hombre comprometido con la música. Pág. 2 comprometid DIÁLOGOS RETOS GLOBALES PARA LA CULTURA Pág. 6 TEATRO T D DISCURSO Y PRÁCTICA DEL AMOR D Pág. 3 OSCAR FARJE ROMANCE, FIESTA Y TRADICIÓN SÍ EN LAS ALTURAS UNA BODA AL ESTILO DEL MANTARO Págs. 4 y 5 2 TRAYECTORIAS Viernes 15 de abril de 2016. El Peruano Su abuelo José, acostumbrado a escuchar buena música en casa, le sugirió probar con la trompeta. Y así fue. A penas tenía catorce años cuando el director de la banda de música del colegio San Norberto tocaba la puerta de su salón para sacarlo de clase. “Profesor –le decía al maestro a cargo–, ¿le podría dar permiso a Carranza para el ensayo?”. Al fondo de la clase, el inquieto Franco ya conocía esa rutina. Le bastaba ver a don Augusto Pasco, director de la banda, en esa gestión para que le empezaran a picar los pies. Esperaba ansioso el bendito permiso y a la señal de positivo, cogía sus cosas y volaba. Cuando no funcionaba la gestión, Franco simplemente se escapaba de la clase. Y es que sabía que la música era lo suyo. En la banda de su colegio de la urbanización Santa Catalina, en La Victoria, empezó tocando la tarola. Su abuelo José, acostumbrado a escuchar buena música en casa, le sugirió probar con la trompeta. Y así fue. En esa misma banda del colegio, Franco Carranza Cárdenas cogió la trompeta, la probó, se enamoró y la hizo suya para siempre. ESCUELA DE ROCK Antes de ser maestro y primera trompeta de la Orquesta Sinfónica Nacional, docente del Conservatorio Nacional de Música y artista exclusivo de la irma Yamaha, Franco Carranza fue profesor en el taller Arte para Crecer y en el colegio Los Reyes Rojos de Barranco. Fue en estas idas y venidas que se cruzó con el efervescente mundo del rock. Así, jovenzuelo, se integró como trompetista de bandas como La Pura Purita, La Crisis, Los Nuevos Predicadores, y otras cuyos éxitos hacían mover el esqueleto a los jóvenes de esos años. Integró también la banda llamada Los Diablos Azules, con la que grabó el videoclip de una canción que ya pegaba en las radios. El día del rodaje se vistió de jean y aquel Variedades Maestro. Cultivada con ética y pasión, la música es un instrumento que puede ayudarnos a cambiar el mundo, opina Franco Carranza. SEÑOR DE LA TROMPETA Solía escaparse de sus clases para correr a ensayar con la banda de música del colegio, porque sabía que el arte era lo suyo. Integró históricos grupos de rock limeño y hoy es la primera trompeta de la Orquesta Sinfónica Nacional. TEXTO HUGO GRÁNDEZ polo amarillo con la inscripción CCCP en el pecho, cogió su trompeta y pasó horas de horas grabando. ‘Porno music’ se titulaba aquel hit, en que él interpretaba un excepcional solo de trompeta, y pegó tan bien que incluso fue utilizada en trailers de las películas peruanas Mañana te cuento y ¡Asu Mare! Después de cada meta cumplida en la vida de Franco, siempre ha habido una nueva. Por eso, cuando tenía ARTE DE TALLA T exturas es el nombre de la última producción que Franco Carranza presentará en el Foyer del Gran Teatro Nacional el 27 de abril. Incluye nueve temas de música contemporánea compuestos por músicos peruanos de la talla de Antonio Gervasoni, Saviel Cuentas y Abraham Padilla. 25 años postuló a una beca de la Orquesta Juvenil de las Américas (YAO). Y la ganó. La beca consistía en dos semanas de aprendizaje con maestros del más alto nivel en Islas Margaritas, Venezuela, y otras dos semanas de gira. Pero lo más importante fue su incorporación como trompetista oicial de la orquesta. Fueron cinco años de presentaciones en Brasil, Argentina, Colombia, Uruguay, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela. ENERGÍA INTERIOR Franco Carranza empezó sus estudios en el Conservatorio Nacional de Música cuando tenía dieciocho años. Desde antes de ingresar, ya se entregaba de lleno a este arte. Tanto así que Francy, su madre, recuerda que la primera trompeta se la compró él mismo con sus ingresos. “Era un fanático del skateboard. Lo dominaba y conocía tan bien esa tablita con ruedas que hasta hacía reparaciones en el barrio. Con eso juntó y se compró su primera trompeta. Él solito”. Cursaba el tercer año del Conservatorio cuando se le presentó una gran oportunidad. La Orquesta Sinfónica Nacional puso en concurso una plaza de músico. Se presentó y, por supuesto, se la ganó. La orquesta es su trabajo, pero también ha sido un espacio para crecer musicalmente, y para amar. Un sentimiento especial que toca a Sebastián, su hijo de ocho años, su razón de vivir y quien desde pequeño lo acompaña a muchos ensayos y presentaciones. “Un niño de mucha disciplina que está muy tranquilo mientras papá está trabajando, pues sabe que no lo debe interrumpir”, cuenta Francy. Un espacio donde también se selló el amor con Paloma Chávez, su esposa, lautista de la Sinfónica. Franco asegura que para ser un buen músico es necesario practicar bastante, escuchar mucha música, pero sobre todo fortalecer las ganas de hacer las cosas, esa energía interna que mueve a las personas y a los músicos, en particular, para alcanzar sus sueños. Porque, no cabe duda –dice–, la música es un instrumento que puede cambiar el mundo. Director fundador: Clemente Palma | Director (e): Félix Alberto Paz Quiroz | Editor: César Chaman Alarcón | Jefe de Edición Gráfica: Daniel Chang Llerena Jefe de Diagramación: Julio Rivadeneyra Usurín | Editor de Fotografía: Jack Ramón Morales | Teléfono: 315-0400, anexo 2182 Correos: [email protected] [email protected] Variedades Viernes 15 de abril de 2016. El Peruano ESCENARIOS 3 CASTIGO DE AMOR En clave de humor, una obra de teatro explora los mecanismos del amor y sus imprevisibles resultados para plantear que, más allá de advertencias y señales de peligro, el sentimiento triunfa sobre los discursos del pesimismo y el desasosiego. TEXTO CÉSAR CHAMAN B ien al terno y a la corbata verde esmeralda, el doctor Ezequiel García va a presentar su nuevo libro, Como castigo por mis pecados. Con la esperanza de convertir su obra en best seller, y según las reglas del marketing moderno, ha decidido hacerlo con disertación sobre los pasos fundamentales para entender el amor. Como se trata de una conferencia, al ingresar en la sala el público se topa con dos impulsadores –Ana y Juan– que entregan el programa de la jornada y repiten a todo el mundo la misma frase: “¡Hoy empieza el cambio!”. Ambos serán el apoyo de García para desarrollar un libreto que respalda cada una de sus airmaciones. “El teatro suele ocuparse del amor de forma trágica o usarlo como excusa para desplegar un argumento cuya temática central está alejada de él”, opina Tirso Causillas, autor y actor de ‘Y Dios creo el amor como castigo por mis pecados’, obra que escarba, en clave de humor, los misterios del enamoramiento y los discursos articulados en torno al romance. DESDE LA IRONÍA “Lo que más me atrae es la posibilidad de pensar en el amor desde la risa y la ironía, pero también desde lo poético –acota la directora de la “Me atrae la posibilidad de pensar en el amor desde la risa y la ironía, pero también desde lo poético”. obra, Nani Pease–. El texto de Tirso combina poemas hermosos y desgarradores, o cargados de ingenuidad y de ganas de creer, con escenas cómicas de un nivel de distanciamiento e ironía del amor insólitos”. Aspirante a gurú de las emociones humanas, el psicólogo García intenta desentrañar en su ponencia los mecanismos del enamoramiento y las etapas que lo caracterizan: soledad, búsqueda, encuentro y tragedia. Y en ese camino, dando órdenes y contraórdenes a sus actores y a su músico de apoyo, revela una importante dosis de descreimiento respecto al potencial del amor. Por todas partes, hay un uso perverso de la psicología para tratar de vendernos recetas que no son reales, comenta Pease. “El amor es problemático –admite Causillas–; es diícil, como sentimiento está en constante construcción, tiene que ser repensado para mantenerse en el tiempo y está lleno de conlictos”. “Creo que si hay algo que la obra dice, más bien, es que el amor es inevitablemente necesario, pese a lo problemático”, airma la directora. Hay en la obra una lógica que exige pensar en el pecado sobre el cual se desata la supuesta maldición del amor. Y pareciera que la falta más Elenco. Ángel Valdés (Juan) y Fabiola Coloma (Ana) suman su talento a Tirso Causillas y ‘Loko’ Pérez. EN EL MALI L a actual temporada en el Museo de Arte de Lima (Mali) es la tercera reposición de Como castigo por mis pecados. La obra se estrenó hace un año en el teatro Mocha Graña y luego se presentó, en tres fechas, en el centro cultural Ricardo Palma de Miraflores con una muy buena acogida del público. Hasta el 25 de abril , la obra va de viernes a lunes en el Mali (Paseo Colón 125, Lima): los viernes, sábados y lunes a las 19:00 horas. Los domingos va a las 20:00 horas. grave es el enamoramiento mismo entre los dos actores que apoyan al gurú y, a la par, su independización de las órdenes que él emite. “Creo que la falta más grave para el doctor García es lo que él termina diciendo en la obra: que el amor te fuerza tercamente a creer en él, más allá incluso de tu propia voluntad. Ese es el castigo. Por eso Ezequiel no logra irse al inal de la obra, no logra abrir la puerta: no hay salida”, detalla Nani Pease. BESO CÚSPIDE “La rebelión de Ana y Juan representa, en todo caso, el triunfo del amor contra Ezequiel, pero al mismo tiempo es el triunfo de la constatación de que solo terminas siendo capaz de amar si antes te has conectado contigo mismo”. “La cúspide de esa rebelión es un primer beso –interviene Causillas–. Creo que el cuarto movimiento de la obra intenta decir eso, que antes del primer paso hacia la aventura de amar a otro hay como veinte barreras que saltar”. ¿Hay un Ezequiel García aguándonos la iesta del amor en la vida de cada uno de nosotros? “Por supuesto – responde Nani Pease–; sobre todo porque hay un montón de evidencia para desconiar, para dudar. La propia experiencia, sobre todo”. Sin embargo, el amor siempre triunfa sobre el discurso, sentencia Causillas. 4 FIESTAS Variedades ¡BODA EN EL VALLE! ¿Qué sucede cuando una novia de los pueblos del valle del Mantaro se casa con un afuerino? ¿La palpa y otras tradiciones quedan relegadas? ¿O se goza por igual? TEXTO JOSÉ VADILLO / FOTOS OSCAR FARJE A la medianoche, cuando la iesta ya era solo jirones de música, de compases de folclor latinoamericano que llegaban desde la plaza, de pasitos de tunantada, was, was, de saludes que se abrigaban con botellas de cerveza destapadas a fuerza de dientes, anillos, choque de chapas, ellos –Josy y Beto, que para esas horas ya estaban unidos por las leyes de Dios y los hombres– preirieron sacarse los zapatos y dormir a pierna suelta antes que pensar en hacer otras cosas para las que, total, les quedan todas las noches de su vida en común. Dormir felices era lo justo, el colorín colorado para una iesta de matrimonio que quedará inscrita en la historia de Huachac. No por menos le habían dedicado año y medio a planiicarla, desde el día en que Beto llegó con su cara bonachona de siempre, pero nervioso, hasta la casa de sus futuros suegros y de sus tres cuñados, para pedir la mano de Josy. A Huachac, pueblo de la margen derecha del valle del Mantaro, lo conocen por el sobrenombre de ‘La sucursal del cielo’. Y esa mañana del sábado 2 de abril amaneció con la plaza del pueblo hermoseada con toldos. A las 9:00 horas, fa- miliares y amigos, empezaron a llegar vestidos con sus mejores galas desde Lima, Tarma, Huancayo, La Oroya. Las casas de parientes y los dos hoteles huachaquinos colapsaron por el número de visitantes. Josy Ollero, de 30 años de edad, hacía realidad su sueño de casarse en el altar de la iglesia de su pueblo. Lo había soñado desde niña. La novia estaba radiante: vestía una falda blanca de ‘talqueado’, que El Perua FIESTAS 5 ano. Viernes 15 de abril de 2016 Sobre cerrado. En el valle del Mantaro, la palpa es una manera particular de compartir esperanzas. complican: la tradición puja para que la tradición se respete al máximo. Beto y Josy siempre quisieron casarse bailando con una banda típica y lo cumplieron. Claro, hubo discusión en casa de los Ollero, porque en Huachac los matrimonios se hacen con orquesta típica (las bandas típicas son para iestas patronales). Al inal, los novios se salieron con la suya y los tacos de ella hacían chasquidos sobre el asfalto cuando la banda lanzó sus primeros compases. El amor estaba en el aire y sabía de huainos, huaylas y tunantadas. Para evitarse problemas y ahorrarse billetes, muchos ya preieren casarse en Lima, pero Josy y Beto querían una iesta tradicional: en la capital de la República no hubieran podido cerrar tan fácilmente la plaza de ningún distrito y gozar en un ambiente familiar y con su música favorita. las mujeres del centro utilizan para bailar huaylas y santiago, y en la base la adornó con un bordado que compró en el Mercado Modelo de Huancayo. Él, Beto Cóndor, también de 30, llegó al altar vestido de terno azul y corbata nacarada. A PLAZA CERRADA Se habían conocido tres años y ocho meses antes, en una iesta patronal en el distrito de San Pedro de Cajas, Tarma, de donde eran los abuelos de ambos, pero uno venía de Huachac y el otro de La Oroya. Bailaron toda la noche. A Josy le había sorprendido la caballerosidad de él, poco común ya entre los chicos. Ahí se inició el romance. El soundtrack del lechazo de amor fue una banda típica. Cuando una pareja quiere casarse en un pueblo del valle del Mantaro y uno de los novios es afuerino, las cosas se do, causa y arroz a la jardinera hablan de la gran convocatoria de visitantes, resumida en las fotos de los invitados. Como la tribu de la familia Huertas, que llegó en buses y autos desde Lima y solo se volvieron tras calmar su sed de baile y dejar vacías botellas de cebada fermentada. Todo sea por desearles parabienes a los recién casados. Pero la iesta se hace para todos los habitantes del pueblo y hasta los vendedores ambulantes son invitados a compartir el almuerzo. Es la tradición huachaquina: no negar un plato a nadie. El orden de los factores no altera la diversión: la boda religiosa empezó a las 10 de la mañana y 60 minutos más tarde, la civil, en el mismo paralelepípedo de la plaza en ciernes, donde los dos jóvenes se juraron amor eterno. A las dos de la tarde, tras el almuerzo, empezó la palpa o saludo a los recién casados. Si la cuestión era entre vecinos del valle del Mantaro, la costumbre se hace una competencia para ver qué familias dan más. Pero debido a que el novio venía de los extramuros del valle, la regla fue que nadie estaba obligado y que quienes querían regalar algo lo hicieran mejor en un sobre manila y evitar así las confrontaciones. Aun así, las tías lejanas llegaron con lo típico para un matrimonio huachaquino: frazadas y edredones para que no falte calor en la cama de los esposos en estreno, amén de ollas arroceras, teteras, vasos, sombreros, mantas, un refrigerador y un centro de entretenimiento (este último ayuda a que los matrimonios en costa, sierra y selva se prolonguen). COMO DIOS MANDA EL DESPERTAR “Es la primera vez que alguien en Huachac se casa en la plaza”, cuenta orgullosa la novia, después de recordar gestiones para asegurar seguridad, limpieza y alumbrado nocturno para un matrimonio como Dios manda. Aunque hubo cosas que les regalaron –como decenas de cajas de cerveza o la presencia del grupo Sur Andino–, calculan que la inversión en el matrimonio rodeó los 47,000 soles. Y los 870 platos de asa- Era la medianoche y en la plaza empezaban a encenderse las fogatas, una nueva tradición que ha llegado con la transculturización a Huachac. Los ya esposos dormían el uno al lado del otro, extenuados, pero con el despertador puesto a las 6:00 de la mañana para alistar el desayuno con caldo de carnero, cafecito y panqueques para los familiares. Y así agradecer su presencia, su largo viaje. Que vivan los recién casados. ¡Salud! A celebrar. El colorido de la fiesta se enriquece con pirotecnia. 6 CONTEXTOS Viernes 15 de abril de 2016. El Peruano Variedades DIÁLOGO Y CULTURA La revolución digital, la aparición de nuevos centros políticos en el mundo, la consolidación de voces emergentes y el proceso de globalización, más allá de sus dimensiones económicas, obligan a repensar los papeles del arte y la responsabilidad de las agencias de intercambio cultural. TEXTO CAROLA DÜRR (*) / FOTO MARTÍN LEÓN E n 1966 la comunicación solía funcionar de la siguiente manera: uno escribía una carta, la llevaba al correo, y cuatro a seis semanas más tarde esta llegaba a su destino. En casos muy urgentes, con un teléfono de disco giratorio se llamaba a la compañía para intentar establecer una conexión con el número deseado, lo que con frecuencia podía durar una hora. Una llamada costaba casi una fortuna. ¿Cómo hacer, entonces, para informarse sobre la cultura de otras naciones? ¿Quién estaría dispuesto a tomarse tamaño esfuerzo? Hace cincuenta años, establecer vínculos culturales era una tarea muy agotadora, pero, a la vez, sumamente importante. En especial para Alemania, que había iniciado una transformación intensa, lo que incluía procesar y asimilar las responsabilidades derivadas de su pasado reciente. El país necesitaba reconectarse con el mundo en una dimensión cultural y no solo mediante su economía. LABOR CULTURAL La fundación del GoetheInstitut en Alemania sirvió al inicio para la formación de docentes foráneos en lengua alemana. Luego, a mediados TEMAS CARDINALES E ste año el Goethe-Institut celebra 50 años en el Perú. En estas cinco décadas ha sido el principal espacio de formación en lengua alemana en el país y, también, un destacado centro de extensión cultural y del arte. Para los siguientes años, desea aportar en tres temas cardinales: ¿qué será del espacio urbano, cómo nos movilizaremos las personas en él?, ¿qué posibilidades de participación en los procesos de transformación social tenemos, o deberíamos tener?, y ¿qué pueden aportar el arte y la cultura para dar forma al futuro? de la década de 1960, Alemania irma con el Perú un convenio de cooperación cultural y, poco después, en 1966 el Goethe-Institut inicia sus actividades en Lima. Al inal de esa década, el instituto, además de su programa de idioma, comienza a ofrecer una programación cultural que, inspirada por las protestas estudiantiles de 1968, buscó concentrarse en temas de relevancia sociopolítica y en el arte de vanguardia. Cada nación desarrolla sus lineamientos de política exterior; y en el caso de Alemania, a partir de 1970, el trabajo cultural es el tercer pilar de esta política. Por ello, un rol esencial en el proceso de esta reorientación fue asumido por los hacedores de cultura alemanes: ilósofos, pintores, escritores y cineastas, entre otros. A todos ellos, la confrontación intelectual y emocional con la propia historia les llevó a romper radicalmente con las maneras de ver y hacer las cosas. Sintieron que urgían nuevos contenidos y nuevas formas. La caída del muro de Berlín en 1989, el acelerado crecimiento del tráico aéreo y la revolución digital cambiaron profundamente el orden mundial a partir de los años 90. Han surgido nuevos centros políticos. El diálogo Sur-Sur ha ganado peso. Muchos de los países ‘en vías de desarrollo’ han dado considerables saltos en su crecimiento económico. El intercambio internacional se ha dinamizado en todo nivel, impulsando a los actores culturales a repensar lo que signiica, Intercambio. Las ideas tradicionales sobre cultura se renuevan como resultado de la globalización. La separación tradicional entre las áreas del arte en géneros, como teatro, video, artes plásticas, etcétera, ha perdido claridad. por ejemplo, ser una o un ‘artista’, más allá de la identidad nacional o de la propia especialización profesional. NUEVO ESCENARIO Si hablamos del trabajo cultural internacional en la actualidad, este también se transforma: ya no resalta la bilateralidad y tampoco la urgencia de la representación. Lo que hoy guía las decisiones de instituciones como el Goethe-Institut es la idea de potenciar la conectividad de los hacedores de cultura, a escala local, nacional, continental y mundial. Proveer marcos, lugares, plataformas para el diálogo y para que se puedan construir las redes que el mundo necesita, presenciales o digitales. Promocionar el aprendizaje de los idiomas del mundo, como entrada a las diversas culturas, resulta fundamental en esta misión. En paralelo a esta redeinición, la separación tradicional entre las áreas del arte en géneros, como teatro, video, cine, artes plásticas, etcétera, ha perdido clari- dad, ya que estas vienen creando cada vez más intersecciones y concurrencias: hace tiempo que el video y el mapping han ingresado al teatro; la fotograía se ha abierto a las otras artes con la tridimensionalidad; y ha surgido una gran diversidad de disciplinas combinadas que conectan, por ejemplo, el arte con internet. Esta hibridación acelerada requiere de nuevos formatos, de un pensar y sentir fuera de los parámetros acostumbrados. Se necesitarán más agencias e instituciones que apoyen la producción de impulsos y que ofrezcan espacios para la relexión experimental compartida. El GoetheInstitut espera seguir siendo una de ellas en los próximos cincuenta años. (*) Directora del Goethe-Institut Perú. Variedades Viernes 15 de abril de 2016. El Peruano TESTIMONIO 7 “En siete años, el grupo ha proyectado su acción en la periferia de Lima Norte, jurisdicción de la diócesis de Carabayllo”. AVENTURA DE FE Del discurso de la solidaridad a su práctica cotidiana hay mucho más que un sermón de distancia. En la periferia de Lima, una misión cristiana formada por niños, jóvenes y adultos hace de la inmersión un camino hacia la realización de la fe. TEXTO RENZO CHÁVEZ U no de los mensajes más fuertes de la prédica del papa Francisco e s l a ent r e g a desinteresada por el prójimo, servir a Jesucristo en el pobre. Esta idea ha generado críticas y algunos incluso piensan que es descabellada; sin embargo, llevarla a la práctica es una de las acciones más satisfactorias que pueden existir para un cristiano. Así lo demuestran los misioneros toribianos. Forman un grupo de alrededor de quince personas, de diferentes ocupaciones, pero con un espacio que los uniica: todos participan en una comunidad parroquial, en un espacio de catequesis o liturgia, según se sientan más a gusto. Este hidalgo grupo tiene siete años acudiendo a asentamientos humanos para instalarse por un mes, quedarse a vivir con la comunidad y realizar su labor de compartir el mensaje del Evangelio. Todos aquellos que conocen y sienten lo que es ayudar al prójimo ven con esperanza a los misioneros toribianos. Quizás fue por eso que me uní y que, al igual que mis hermanos, me dejé llevar por ese sentimiento admirable de la caridad. PRÁCTICA SOLIDARIA En siete años, el grupo ha proyectado su acción en la periferia de Lima Norte, jurisdicción de la diócesis de Carabayllo, a la que pertenecemos. Provenimos de la Vicaría II, porque la misión es LA TOLERANCIA “ Como misioneros toribianos, hacemos más que una simple labor social: no solo llevamos ayuda, sino que también enseñamos a la gente, colaboramos en la formación de nuestros hermanos en diversos aspectos. Promovemos la convivencia en paz, la tolerancia y el respeto mutuo, incluso con –o empezando por– los seguidores de otras religiones”. una extensión de la Escuela de Evangelización y Catequesis de ese espacio. La escuela nos da la parte teórica; la práctica es lo más hermoso. En enero vamos a la escuela y en febrero dejamos todo –casa, familia y hasta trabajo– por ir al encuentro de Jesucristo en el pobre, en tantas personas de los barrios en los que nos internamos, en las procesiones de la Virgen María, en cada viacrucis esceniicado y en los niños que participan en las vacaciones útiles gratuitas. Sus sonrisas, su fe y devoción nos motivan a perseverar en la misión. El asesor espiritual es el presbítero Raúl Cornejo, director de nuestra escuela de catequesis y delegado nacional del Óbolo de San Pedro, institución que ayuda a hacer la caridad del papa. Por eso nos promueve, porque hacemos lo que enseña Francisco. Participar es una aventura, dejar todo por un mes. Nuestro coordinador laico, Lucho Tejada, vive todo el año pensando en la misión, sin conocer exactamente a dónde iremos, solo que llegaremos a instalarnos por un mes en un asentamiento humano –viviendo de la providencia– para apreciar el gesto más crudo de la pobreza. Su emoción nos contagia. OBJETIVO COMÚN La Misión Toribiana es un grupo de diferentes personas, carismas y edades, pero con un solo objetivo. Nuestro integrante más reciente, el joven Joel, ha demostra- do que es uno como todos: por empujar la misión con todas sus energías, no dudó en celebrar sus 17 años con nosotros, lejos de su familia. Él, sin embargo, no es el menor de todos. La pequeña Alezzandra asistía a la misión con solo cuatro meses de edad, en brazos de su madre, Claudia. Ahora que ya tiene dos años, ella brinda una pequeña pero valiosa ayuda: motiva a los pequeños que juegan con ella. El hermano Gustavo anima con su música y sus dinámicas; Graciela Toribio, quien viene siempre con su nieto Ryan, de 8 años, hace proezas en la cocina al lado de Paula. Y Graciela Maguiña fortalece la misión con su atento sentido de la organización administrativa. Crisálida, por su carisma en la oración, transmite paz; Anita, con sus prédicas potentes, es ministra encargada de la eucaristía. La cuota de juventud la ponemos Mario, Toño y yo; y ahora, con Joel, hacemos las labores que demandan mayor esfuerzo ísico. Además del trabajo pesado, ponemos el toque de humor con una que otra ocurrencia. Más que una comunidad, somos una familia. Y siempre recibimos a nuevas personas. Hemos ido a las zonas altas de Carabayllo más de una vez, dos veces al cerro Candela y siempre nos llegan propuestas, pues la periferia de una ciudad enorme vive siempre urgida de fe y solidaridad. En siete años hubo seis misiones y otras tantas labores caritativas por Navidad: en la de 2015 nos llevaron a la Selva. Y nuestro espíritu está siempre dispuesto a volar más allá de cualquier frontera. 8 El desencanto de una banda de rock sacude tu pasividad”, canta José Arbulú en ‘Luces de neón’, tema con el que empieza Tiempo, el más reciente disco de Cementerio Club. Con 19 años sobre los escenarios, el grupo tiene autoridad moral y artística para hablar de desencantos, pero también de ánimos renovados. Estos últimos se sustentan no solo en las ganas de continuar haciendo música, sino en resultados concretos como los de esta nueva producción. “Siempre hemos querido hacer buenas canciones y que los ensayos y conciertos continúen siendo divertidos”, dice Pedro Solano, quien junto a Arbulú compone y canta la mayor parte de temas de la agrupación. “Que esto siga ocurriendo es casi un milagro porque tenemos ya cerca de 20 años juntos, somos los mismos”, apunta. Hablamos de cerca de dos décadas de actividad, cinco discos de largo aliento (ocho si contabilizamos sus registros en vivo) y un premio otorgado por la MTV por el videoclip de una de sus canciones más sublimes (‘Inmortales’): el saldo no es exiguo para una banda que subsiste en un medio muchas veces hostil con el rock. Por el contrario, nuevas generaciones saludan su propuesta mediante festivales masivos. “Nos piden tomarnos fotos chicas de 12 o 13 años, que de repente cuando sonaban nuestros primeros discos estaban lactando o no habían nacido”, reiere Lucho Callirgos, baterista del grupo. Este reconocimiento también tiene un sustento adicional en la atemporalidad estética del repertorio de Cementerio Club; una singularidad alimentada por la insaciable melomanía de sus cuatro integrantes y por la obsesión de Solano y Arbulú por la música de The Beatles (la portada del nuevo álbum habla a gritos sobre ello), a la que se añade una sensibilidad que tiende hacia la ternura. “Cuando en 2000 en Lima todos hacían grunge, nosotros hacíamos canciones Viernes 15 de abril de 2016 El Peruano Con 19 años sobre los escenarios, el grupo tiene autoridad moral para hablar de desencantos, pero también de ánimos. De las nueve composiciones incluidas, ‘Viaje interminable’, de Arbulú, es tal vez la que mejor ilustre el momento actual de la banda, deiniendo rasgos propios de su sonido; combinando lo apacible con lo enérgico, con una interpretación emotiva e intensa a cargo de los dos vocalistas. Lo mismo puede decirse del tema que da título al disco, pero desde un punto de vista muy autorreferencial (ecos del hit ‘Inmortales’ resuenan en él), pues supone volver a recorrer, con nuevos bríos, terrenos musicales ya visitados. VIGENCIA RENOVADA Cementerio Club surgió en medio del auge que el rock peruano experimentó hace cerca de 20 años y aún mantiene sus puertas musicales abiertas, afiliando a nuevos adeptos sin dejarse ganar por el facilismo de la nostalgia. Su nuevo disco así lo demuestra. TEXTO FIDEL GUTIÉRREZ M. como ‘Sometimes bonita’; melódicas y con arreglos de cuerda”, recuerda el baterista, resaltando ese espíritu alejado de modas y tendencias bastante presente también en el más reciente esfuerzo creativo de la banda. LA MISMA ESQUINA Tiempo, el disco, muestra al Club en su mejor forma; bastante cómodo ejercitando un sonido que, por más reconocibles que puedan ser sus inluencias, ya puede reclamarse como propio. Pero llega nueve años después de la producción discográica que lo precedió (Bailando en el muladar). “El proyecto era hacer un compendio de esas canciones que, sin una ambición especíica, fuimos armando en todo ese tiempo”, dice Solano. “Lo bacán es que cuando se escucha el disco, todo parece haber sido hecho ahora, pese a que entre la primera canción que se grabó y la última hay ocho años de diferencia”, complementa Callirgos. CERRAR UN CICLO Siempre ecléctico, el grupo también lleva a su terreno musical un áspero clásico del rock subterráneo limeño de los años 80: ‘La esquina es la misma’, de la banda Zcuela Cerrada. Pero lo más atípico llega sobre el inal del disco, con la emotividad minimalista de ‘Simplemente pasa-El amor’, en la que voz y guitarra acústica es lo único que escuchamos. Tras este momento casi pastoral, la melancolía tiene la última palabra, manifestándose a través de ‘Navidad’, tema breve compuesto y cantado por Solano que atenúa la luminosidad de la mayoría de temas de Tiempo. “Sentimos que este disco cierra un ciclo, y ahora estamos empezando con la chamba de difundirlo y tocarlo en vivo”, anota Callirgos. Solano, a su vez, se muestra ante el futuro tan entusiasta como cuando aborda esos temas ambientalistas en los que está imbuido: “Ya queremos sacar otro disco y seguro el próximo mes empezaremos con eso”.
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