Domingo, 17 de abril de 2016 auténticamente andina... (VIENE DE LA PÁGINA 1)… Detallaron los artistas, que la producción audiovisual se inspiró en combinaciones de alto contraste para evocar el arte urbano representado como graffiti. Además, se utilizaron efectos visuales 2D y 3D para crear un trabajo innovador que contenga efectos como polvo de colores, el cual es tendencia últimamente. Sin duda alguna, la fotografía también jugó un papel fundamental en el vídeo, puesto que gracias a ella se pudo capturar la naturalidad y el talento de los integrantes. Cabe destacar que dentro de unos meses podrán ver el vídeo oficial de dicho tema musical. Más detalles del tour y otras sorpresas de la agrupación podrán encontrarlas en Twitter e instagram @ClioMusica, Facebook Clio ‘Página oficial’, Youtube Clio. Clío llegó a ocupar el puesto 19 de Record Report en Venezuela y se caracteriza por combinar el canto y el baile en cada una de sus presentaciones. Miss Mérida frente a la prensa Anyela Galante Miss Venezuela Mundo 2015, Isary Pereira Miss Prensa y las candidatas Paola Torres y Francelis Cedeño. Ya inició la elección de Miss Mérida 2016, con la Presentación a los medios de Comunicación Social, de las veintiseis candidatas. Isary Pereira fue seleccionada como Miss Prensa, por los periodistas que se dieron cita durante el Fashion Show que enmarcó este evento, que contó con la presencia de Anyela Galante Miss Venezuela Mundo 2015, como invitada especial. Javier Gómez Presidente de Señorita Centro Occidental (Miss Lara) y Miss Mérida, dijo que están muy contentos de poder retomar esta plaza tan importante y llevar candidatas de esta hermosa región DIRECTORIO Presidente: Eladio Muchacho Unda. Gerencia de Negocios: María Alexandra Muchacho. 2 Gerencia de Operaciones: José Ramón Muchacho. Gerencia de Circulación: Lilia Gil. Supervisor de Producción: Ramón Bermudez. Coordinación Editorial: Ever Garcés . Redacción: Ever Garcés. andina al Miss Venezuela Las aspirantes al Miss Mérida: Paola Torres, Marianny Torres, Jhoana Rubio, Luisana Romero, Daimar Junco, Paola Molina, Melanie Cárdenas, Isary Pereira, María Pabón, Yuly González, Rency Guerrero, Betania Ávila, María Fernanda Paredes, Nohely Vega, Nairubi Padilla, Marivi Izarra, Aran Parra, Mirluz Serrano, Betania Briceño, Yurley Velázquez, Yoselin Rivas, Maryory Márquez, Keyla Cabarillas, Carolin Rada, Francelis Cedeño, Jhanna Pérez, se preparan para la Gala Final. Fotografía: Edwuard Barradas Diseño y Montaje: Carlos Caracas. Diseño Publicitario: Victoria Cuevas. Impresión: Henry Sanabria y William Albarrán. Este producto editorial circula encartado en nuestras 3 ediciones zonificadas: t Trujillo t Táchira t El Vigía - Mérida - Panamericana. Impreso en los talleres de: Editorial Diario de Los Andes Teléfonos: 0271-2210255 / 2211720 2218326 . www.diariodelosandes.com Domingo, 17 de abril de 2016 auténticamente andina... t Ana Yoleida Martínez ay parejas que se casan y una vez que abandonan el templo sólo piensan en la fiesta y la luna de miel, y desde ese momento se les olvida la célebre frase que el sacerdote pronuncia con tanta pompa: “Hasta que la muerte los separe”. En el caso que nos ocupa hoy, la mujer que oyó esa frase junto con su esposo, no sólo se la tomó muy en serio, sino que la prolongó: Hasta que la muerte los separe… y más allá si me dejan. Es la única forma de explicar lo que a su viudo le ha tocado vivir. César Saavedra enviudó en el año 1998. Se había casado dos años antes, enamoradísimo, ignorando que su esposa le ocultaba que padecía cáncer linfático. Ahora se explica por qué el noviazgo fue tan fugaz y también por qué la noche en la que ella lo llevó a conocer a su familia, salió de la casa con fechas de matrimonio, civil y eclesiástico, programadas y sin derecho a pataleo. El no se opuso porque estaba ¡tan enamorado! La ex señora Saavedra era celópata y súper posesiva; desconfiaba de cuanta mujer se le acercara a su marido. En una oportunidad una de sus primas la fue a visitar y llegó mientras ella se duchaba. Al salir vio a la joven preparándole un sándwich y café a César. Eso la llenó de furia al punto que arremetió a golpes e insultos contra su prima, acusándola de querer levantarle al marido. César quedó atónito ante la reacción de su mujer. La furia provocó que tuviera problemas para respirar, así que César debió salir raudo con ella para una clínica. De esa forma se enteró de la enfermedad que padecía su esposa. Un médico salió y le dijo: -Ella sabe que debe cuidarse, evitar disgustos y controlar el estrés, pues su cuerpo ya no aguanta más. El mal está muy avanzado. Si supera esta recaída será un verdadero milagro. -¿Mal muy avanzado? ¿Milagro? Disculpe, doctor, pero ¿de qué me está hablando?–. Preguntó César extrañado. -De la enfermedad de su mujer, ¿o es que usted no sabe que ella padece de cáncer linfático y que está en fase terminal?–. César se quedó boquiabierto. -Aunque le parezca increíble, no lo sabía. ¿Desde cuándo lo padece? -Se lo diagnosticamos hace poco más de dos años, y venía respondiendo bien a las terapias, por eso no entiendo qué le pasó hoy. César, en ese momento, entendió muchas cosas: las supuestas visitas a las tías en Caracas de las cuales llegaba muy agotada; su manía de mantener el cabello cortado al rape y usar pelucas, para que él viviera la fantasía de tener a varias mujeres en una. Él le creía ciegamente, porque estaba ¡tan enamorado! Apenas llegaron sus suegros los confrontó: ¿Así que ustedes sabían que ella estaba muy ¡TAN ENAMORADO! H enferma cuando nos casamos? ¿Por qué me engañaron? ¿No era más fácil decirme la verdad y darme la opción de escoger? Yo me hubiera casado de todas formas porque la amaba, pero ahora lo que siento es rabia, dolor y decepción. Avísenme cuando muera para ir al entierro–. El aviso llegó dos días después, y no porque sus suegros lo llamaran, sino porque las ventanas de su cuarto estallaron, los libros le cayeron encima y su ropa salía del closet como si un huracán se hubiera desatado dentro del cuarto, todo esto matizado con la imagen de su mujer, desprovista de ropa, mirándolo con odio mientras le decía: -Está bien, descubriste mi engaño, pero de nada te servirá, porque cuando nos casamos juraste que me amarías hasta que la muerte nos separe. Mi cuerpo no aguantó, pero mi espíritu sigue firme y más vivo que nunca, así que si creíste que te habías librado de mi, lamento decepcionarte; y para el velorio y entierro de mi cadáver no vayas, no quiero ver a ese atajo de burras que se hacían pasar por amigas mías, abrazarte y amapucharte con la excusa de darte el pésame–. La imagen se esfumo. César se quedó como una estatua sentado en su cama. La misma noche del entierro de su mujer, él sintió, al igual que en los últimos dos años, el movimiento de la cama cuando ella se acostó, su característica tos y un largo suspiro que le erizó la piel. Al día siguiente se fue con él para el negocio y el día en que Laurita, la cajera, optó por cambiar los blue jeans y las franelas por una minifalda y una blusa que destacaban sus dos poderosas razones, uno de los empleados del depósito a media mañana corrió a avisarle a César que alguien le había partido las piernas a Laurita y le había desfigurado el rostro. Aunque ella no la vio sabe que fue una mujer, por los insultos y palabrotas que le gritaba: -Parecía la voz de su esposa, señor César –le dijo la magullada Laurita en su cama del hospital– pero eso es imposible, porque ella está muerta. César no aguantó más, fue hasta su casa, sacó los trajes con los que se habían casado, que aún estaban en un closet, más todos los recuerdos de la boda, desde fotos hasta los muñequitos de la torta. Hizo una pila, metió todo en una bolsa para basura y se fue para el cementerio. Al llegar a la tumba, vació la bolsa sobre la misma, roció todo con kerosén y le prendió fuego, aunque eso le costó pasar una noche en los calabozos de la policía por irrespetar a los difuntos. Mientras el fuego hacía su trabajo él le gritaba al cadáver que estaba tres metros bajo tierra hasta del mal que se iba a morir si volvía a nacer, y que si lo seguía molestando solicitaría una orden judicial para trasladarla hasta el cementerio de Canaguá, pueblo donde nació y al que odiaba y juró nunca volver. Santo remedio. Hasta ese día la vio, aunque cada vez que cumple años de fallecida oye sus quejidos de dolor ya que él nunca le lleva flores a su tumba. Siempre rompe algo para hacerse sentir y demostrar su rabia porque ahora la segunda esposa de César ocupa el que fue su hogar. César continúa aguantando el chaparrón gracias a la frase “hasta que la muerte los separe”, pero es que cuando lo juró frente al altar estaba ¡tan enamorado! 3 Domingo, 17 de abril de 2016 auténticamente andina... Recetas rendidoras Exquisito guiso de verduras Cuando no a cocinar, es bues ponemos platos que nos ri no que hagamos nd y que en la semaen varias comidas na solucionar el me nos puedan Hoy te damos algnú familiar. unas ideas Ingredientes: 2 cucharaditas de aceite, 1 cebolla grande (cortada en rodajas finas), 2 dientes de ajo (machacados), 1 cucharada de curry en polvo, 2 tallos de apio (finamente picados), 1 zanahoria grande (pelada y finamente picada), 800 gramos de batata (pelada y cortada en trozos de 2 cm aproximadamente), 400 gramos de tomates (cortados en cubos pequeños), 250 ml (1 taza) de agua, 185 ml (3/4 de taza) de leche de coco, 1/2 cucharadita de azúcar en polvo, 40 gramos (1/4 de taza) de maní sin sal, 1 manojo de espinacas (hojas picadas en trozos grandes), 2 tazas de arroz (cocido, para servir). Preparación: Para empezar, calienta el aceite en una olla grande a fuego medio. Agrega la cebolla, el apio y la zanahoria, y cocina por unos 6 a 7 minutos, o hasta que las verduras estén blandas. Añade el ajo y el polvo de curry, y cocina durante 1 a 2 minutos, o hasta que la mezcla esté fragante. Agrega la batata y revuelve para mezclar bien. A continuación, añade el tomate, el agua y la leche de coco. Cuando la mezcla empiece a hervir, reduce el fuego a bajo. Cocina a fuego lento, con la olla parcialmente cubierta, por unos 20 minutos, o hasta que la batata esté tierna. Incorpora el azúcar y la mitad del maní. Cocina, revolviendo ocasionalmente. Finalmente, agrega la espinaca. Cocina por 1 o 2 minutos, o hasta que la espinaca se cocine. Entonces, divide las verduras con la salsa y el arroz entre los platos que servirás y cubre con el resto del maní. El aporte de fibra del apio, la zanahoria, la batata y las espinacas contenidos este plato es muy saludable para el organismo, ya que puede ayudar a disminuir el riesgo de enfermedades del corazón y mejorar el tránsito intestinal. Estos vegetales también son una rica fuente de vitaminas y minerales importantes para la buena salud de tu cuerpo. Y, si te preocupa tu peso, puedes comer este plato sin remordimientos, ya que su aporte calórico por porción no es elevado. Estofado de rabo y caraotas rojas Ingredientes: 2 kilos de rabo, 1 kilo de caraotas rojas, 1/2 kilo de auyama, 200 gramos de cebolla, 200 gramos de cebollín, 2 chorizos rojos, 1 vaso de vino tinto, 3 dientes de ajos, caldo, ají molido, sal, pimienta y pimentón. Preparación: En una olla con un poco de aceite, saltea el rabo, las caraotas que estarán previamente remojadas, los dos tipos de cebolla y el ajo. Condimenta bien. Incorpora el vino y después de unos minutos de cocción agrega el caldo. Finalmente agrega el chorizo colorado y la auyama. Cocina por aproximadamente una hora y sirve. Pollo rústico picante Ingredientes: 5 presas de pollo, 1 taza de caldo de verduras, 1 taza de pulpa de tomate, 1 cebolla, 4 papas, 1 pimentón, 1 cucharada de onoto en polvo, 1 cucharada de ajo en polvo, 1 cucharada de curry, 2 cucharadas de salsa picante. Preparación: Calienta aceite en una sartén a fuego suave y saltea allí el pollo. Corta la cebolla en trozos medianos. Saltea la cebolla en una olla de barro con un poco de aceite. Agrega la salsa de tomate, el pimentón, el ajo en polvo y el curry. Vierte el caldo en la olla de barro y agrega también las piezas de pollo. Pica las papas y agrégalas también junto a la salsa picante. Deja cocinar por 40 minutos. Retira y sirve caliente en plato hondo para disfrutar más. 4
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