Salvador, Maruja y Sofi. Por Linda María Concepción Cortés. La narrativa de Josefina Aldecoa, se caracteriza por presentar la España de los años 30, su realidad histórica y las diferencias sociales que enmarcaron la guerra: “La tristeza, sordidez y miseria de un país que arrastraba las consecuencias de una guerra civil y después una guerra mundial…” (Sáenz de Santa María, Eugenio y Carlos Villar Flor, (s. f.) 66). En la obra de Aldecoa, destacan los niños como los personajes protagonistas que, a través de sus ojos inocentes ven esa realidad, quizá incomprensible en ese momento para ellos. “…otro de los grandes temas que aparece a menudo en la narrativa de R. Aldecoa, el mundo de la infancia, el problema de la maternidad, la educación de los niños.” (Quiñones, 1994:113). En El puente roto, relato incluido en el libro Fiebre, encontramos a Salvador, Maruja y Sofi; tres niños cuyas edades oscilan entre los 9 y 13 años. Viven en un pueblo minero cerca de León. En la tercera parte del libro, la primera que escribiera la autora, aparece su mundo de la infancia y la adolescencia. Es la parte más auténtica, la más trabajada y la más densa, tanto por el tema elegido como por la ubicación, enraizada con la tierra que la vio nacer, León y concretamente una zona minera en unos años – carnaval de 1934– en los que el mundo de la minería andaba revolucionado. (Ruiz Vega, 2010, párr. 10). Salvador, es de origen humilde, su papá y hermano son mineros y por lo mismo se ve relegado a llevar una vida de limitaciones y derrotas. “– A mí me gustaría vivir allá arriba. ¿Y a ti?... “(Aldecoa, 2000:107). El muchacho no tiene aspiraciones en la vida: “A mí me gustaría ser minero como mi padre y Baldo, cuando sea mayor.” (Aldecoa, 2000:126). Sin embargo, por ser varón, carga el peso de las responsabilidades, le toca comportarse como un hombre a su corta edad y no como un niño normal que disfruta de juegos. “Pero está la plaza para andar todo el día por allí jugando con los otros chicos. Como esta mañana todos aquellos que corrían y se reían, metidos en los sacos.” (Aldecoa, 2000:108). Esta obligación de ser un “adulto” se torna machista, sobre todo en los diálogos con Maruja: “- Mi madre querrá lo que yo quiera, que para eso soy hombre… (Aldecoa, 2000:126), “Tu maestra es una beata. A nosotros no…” (Aldecoa, 2000:129). Salvador siente la presión debido a la tensión que hay en el ambiente por la situación de los obreros en la mina. “- Ésas son unas señoritingas idiotas- dijo de pronto.” […] “Me alegro de lo que les pasó en Carnaval. Las debían haber dejado allí, en medio de la plaza toda la noche, a ver si se helaban.” (Aldecoa, 2000:144). Sin embargo, la vida de este joven tiene un giro inesperado cuando su padre y hermano son arrestados como consecuencia de la explosión y ruptura del puente: “Los otros dos están perdidos. Mañana los trasladan a León. Saldrán cuando Dios quiera…” (Aldecoa, 2000:156), por lo que él y su madre finalmente abandonan el pueblo. Pero, Salvador, en lugar de sentir tristeza, demuestra una gran admiración y orgullo por ellos, son los héroes que vienen a reivindicar a la familia: « “Me hubiera gustado haberlo hecho yo, si hubiera sido mayor como Baldo, como padre…” » (Aldecoa, 2000:165). Maruja, es menor que Salvador, vive en un inocente mundo de fantasía infantil donde la imaginación no tiene límites: “Si se me escaparan los pies solos río abajo, se convertirían en peces…” (Aldecoa, 2000:136); “Maruja no puede aceptar que [las peonías] crezcan solas, tan grandes y bellas, e imagina fantásticos jardineros nocturnos que las plantan y las cuidan.” (Aldecoa, 2000:146). Cuestiona y no entiende porqué los demás tienen privilegios como la ropa y otras cosas que ellas no: « “Si yo tuviera un traje, un traje cualquiera, bonito,…” (Aldecoa, 2000:118); “Soy la hija del médico” pensó, “y los padres de ellas son unos tenderos. Yo tendría que ir al baile y no ellas. Mi papá es médico.” » (Aldecoa, 2000:121). La niña se compara a sí misma con sus primas ricas, y ve las disparidades que entre ellas existen: “Tiene el pelo rubio y vive allá arriba, pero no la pasa tan bien como yo. No la dejan hacer nada de lo que le gusta y se aburre con los juguetes en aquel cuarto de la plaza” » (Aldecoa, 2000:137). Y además, entre ella y su amigo: « “Salvador viene solo al río y se baña si quiere. Me gustaría ser chico.” » (Aldecoa, 2000:135). Maruja es el personaje más fuerte de todos, vive en medio de gente dividida: los obreros y los burgueses. Aunque no entiende qué es lo que pasa, es ella quien comparte con y está en el centro de ambos bandos: “Maruja sabía que la rotura se había producido en el punto invisible que unía el barrio alto con el bajo” (Aldecoa, 2000:144). Por eso, cuando explotan el puente y la gente se va es ella quien queda sola: “Salvador y Sofi se unían para abandonarla y ella quedaba al margen de esa forzada unión para la huida,…” (Aldecoa, 2000:157). El puente roto como el culpable de que sus amigos se fueran lejos de ahí: “Si no hubieran volado el puente no tendrían que haberse marchado, dejando aquí la casa vacía.” (Aldecoa, 2000:164). Por su parte, Sofi, la tercera amiga, es hija de los dueños de la tienda del lugar. Su nivel económico más alto, les permite vivir cómodamente. Sofi es pequeña, obediente y, al igual que sus hermanas mayores, sumisa a su madre. A pesar de tener dinero, no tiene libertad: “- Yo sí quería, pero no me dejaron ir a buscarlas. Las muchachas estaban muy ocupadas y no podían ir conmigo. Elena y Lucía no quisieron acompañarme.” (Aldecoa, 2000:137). Por ser la menor, sus hermanas la ignoran: “…Lucía no quiere ir al baile y la otra hermana no le hace caso cuando van juntas a una fiesta.” (Aldecoa, 2000:117). Sofi vive consciente de su nivel de clase: “- A mí no me dejarían ir por ahí con Salvador. Su padre es minero.” (Aldecoa, 2000:138). Precisamente por pertenecer a dicha clase social, es el blanco de la burla en el carnaval: “Sofi y su prima, con sus canarios bordados y sus gasas, estaba allí en el centro del corro, cogidas, apresadas por los disfrazados.” (Aldecoa, 2000:122). Al final, ella sus hermanas y su madre se marchan del pueblo. Para concluir, puede agregarse que esta obra gira alrededor de varios temas: La revolución y huelga minera de 1934, la explosión del puente, (punto de giro en la trama) y el deseo de los personajes por huir de su contexto. “…a menudo se ven necesitados de emprender una huida que en el fondo no es sino una búsqueda de la autenticidad, otro de los grandes ejes temáticos de su obra.” (Quiñones, 1994:115). Este deseo de escapar se percibe en algunos diálogos “– Yo cuando sea mayor – dijo Maruja-, quiero ser Miss España y tener muchos trajes y marchar a Nueva York a que me elijan Miss Mundo. (Aldecoa, 2000:126). “- Cuando sea mayor, marcharé yo también del pueblo…” (Aldecoa, 2000:159). Y sobre todo en Doña Sofía, mamá de Sofi: « “- Ya ve cómo huyo de todos ustedes. De todos los de este pueblo.” » (Aldecoa, 2000:152); « “Nunca he estado más segura de no volver. “» (Aldecoa, 2000:153). De esta manera la autora nos enseña el pensar y sentir de aquellos días cuando la confusión, la inconformidad y el deseo de una vida mejor se combinaban en los pobladores de aquella zona, sin olvidar que “Los grandes protagonistas de sus relatos son, la mayoría de las veces, los niños. Es una infancia recordada y vista históricamente desde la guerra y la posguerra…” (Dupláa, 2000:48); por lo que Salvador, Maruja y Sofi son y seguirán siendo las voces que hablarán por todos los niños que sufrieron, inocentes, las malas decisiones, errores e ignorancia de los adultos. BIBLIOGRAFÍA ALDECOA, JOSEFINA (2000), Fiebre, Barcelona, Anagrama, pp. 103-165. DUPLÁA, CHRISTINA, (2000), Memoria sí, venganza no en Josefina R. Aldecoa. Ensayo socio-histórico de su narrativa, Barcelona, Icaria, pp. 43-56 / 72-98 /108127. QUIÑONES, FRANCISCO. (1994). Días sin brillo, años de esperanza: La narrativa de Josefina R. Aldecoa. Pdf. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2226972. Consultado el 13 de febrero de 2016. RUIZ VEGA, ANTONIO. (2010), Fiebre. Disponible en http://www.comentariosdelibros.com/comentario-fiebre-661idl661idc.html Consultado el 20 de febrero de 2016. SÁENZ DE SANTA MARÍA, EUGENIO y CARLOS VILLAR FLOR. (s.f.) Confesiones de una escritora: Entrevista a Josefina Aldecoa pdf. Disponible en http://www.revistafabula.com/6-7/documents/06-7josefinaAldecoa.pdf. Consultado el 13 de febrero de 2016.
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