Recomposición de la producción regional en la Huasteca potosina: zona citrícola y piloncillera Brigitte Barthas 1 D entro del trabajo colectivo plasmado en esta revista, se analizaron las tendencias de la agricultura en la Huasteca potosina en el articulo de Baca del Moral. Ahora queremos precisar este acercamiento en el caso de la zona denominada citricola y piloncillera, con referencia a las producciones dominantes, que nos permite abordar la agricultura diversificada de las comunidades indigenas y los problemas particulares que enfrentan en el nuevo contexto de la producción. Uno de los cambios mayores desde principios del siglo fue la integración al mercado. Todavía hasta los ar'ios cuarenta, las actividades dominantes eran de autoconsumo con la utilización de gran diversidad de recursos (cultivos, recolección, uso de la selva, etc.). Ultimamente la agricultura local ha asimilado una fuerte presencia de cultivos y actividades para el mercado, con menor o mayor grado de subordinación. En el presente trabajo, queremos ubicar en una primera parte los actores Profesora Investigadora de la Maeslrla en Desarrollo Rural Regional de la UACh, Chapingo, Méx. 99 Revista de Geografía Agrícola involucrados en la agricultura, para luego ver de qué manera los cambios recientes en el marco del . ajuste estructural los están afectando y cuales son sus consecuencias. En efecto, la apertura comercial ha provocado una disminución de los precios que repercute fuertemente en el ingreso de los productores. Estos campesinos integraron cultivos comerciales en su sistema de producción, pero se ubican en una zona de alta marginación y todavía están muy poco capitalizados. Para ellos, en particular en las zonas indígenas, el retiro del Estado se acompafia de políticas de apoyo específicos para las organizaéiones, bajo el nombre de Fondo Regional de Solidaridad, analizado en el tercer punto de este artículo. naturales e inducidos. Algunas famil ias manejan la apicultura, también con destino comercial. El 76% de la población de estos municipios es indígena, huastecos en los cuatro últimos, huastecas y nahuas en Tancanhuitz y Tampamolón, nahuas en Coxcatlán (62 741 huastecos y 25143 nahuas según el censo de 1990). Casi todas las localidades son accesibles mínimamente con·camino de terracería, pero son muchas todavía las que carecen de los servicios básicos. Estos siete municipios se ubican en los rangos de marginación alta y muy alta según los indicadores del Consejo Nacional de Población .2 LOS DIFERENTES TIPOS DE PRODUCTORES Cuando hablamos de zona citrícola y piloncillera, en la Huasteca potosina, nos referimos a los municipios de Tancanhuitz, Coxcatlán, TampamoIón, Huehuetlán, San Antonio, partes de Tanlajás y de Aquismón. Con una geomorfología de sierra baja de laderas cóncavas, esta zona tiene un clima cálido húmedo (de tipo AW1) que tiende a subhúmedo (AW2) hacia el norte y el oriente, en una parte de lamerías suaves. La temporada seca se extiende de diciembre a mayo, pero sólo tres meses se presentan sin precipitación, de febrero a abril. Los suelos son principalmente regosoles calcáricos y rendzinas en las laderas y vertisoles pélicos en los valles o lamerías. Un inventario de las unidades de paisaje y de los sistemas de cultivo, que presentamos en otro 3 estudio, nos llevó a la identificación de los principales sistemas de producción, término entendido como una combinación de activid~des productivas (sistemas de cultivo y de cría de ganado) y de medios de producción. Estos sistemas de producción nos sirvieron de base para identificar los tipos de productores dentro de las comunidades indígenas. A partir de la realización de 50 estudios de caso, cubriendo las diferentes combinaciqnes que encontramos durante el trabajo de campo, se afinó la tipología provisional y se realizó un análisis de tipo microeconómico, que nos sirvió de base para la tipología que presentamos aqui. Vale recordar que los estudios de caso mencionados son estudios profundizados del funcionamiento de las unidades de producción en su conjunto: aspectos técnicos, utilización de la mano de obra, de los recursos, balance monetario sumario, cálculo microeconómico, etc. Asimismo, no se trata de obtener una representatividad estadística, y por lo mismo no buscamos extender la muestra, sino entender la lógica de funcionamiento y de reproducción de las unidades de producción. Las producciones principales con destino comercial son la cafia de azúcar para piloncillo y los cítricos, cultivos perennes de temporal, manejados sin uso de maquinaria ni insumas químicos. Los sistemas de producción también incluyen cultivos anuales básicos, de temporal, cultivados manualmente en roza y quema, con periodos de descanso de uno a tres afias, sin uso de productos químicos. En estas parcelas se produce maíz, frijol, calabaza, ajonjoli y chile, todo para el autoconsumo. Una minoría de productores se dedican también a la ganadería de bovinos en pequefia escala (de dos a ocho hectáreas) . Se trata de razas cebuínas de doble propósito alimentados con pastos El tipo de productores más importante lo constituyen los pequefios campesinos con produc- 2 Indicadores socioeconómicos e ¡ndice de marginación municipal 1990, CONAPO (Consejo Nacional de Población) 1993. 3 Barthas, B. 1993. Un método de análisis de los sistemas de producción. Caso de la Huasteca potosina . Mimeo. 100 Recomposición de la producción regional en la Huasteca ciones comerciales perennes en plantaciones de reducida superficie, de menos de dos hectáreas. Por ejemplo, la mayoría de los productores de caña para piloncillo, con menos de dos hectáreas disponibles, tiene un ingreso agropecuario inferior a 2 500 nuevos pesos y sólo tiene esta fuente de ingreso monetario. Por lo mismo, no pueden dejar de producir un sólo año piloncillo, al menos de que tengan un ingreso adicional que les permita vivir este lapso. Resulta ser un obstáculo para, por ejemplo, renovar los cañaverales, a veces muy deteriorados. Asimismo, no disponen de un margen de acumulación que les permita, a mediano plazo, mejorar su situación, en particular sembrando naranja . Eso sólo es posible gracias a los ingresos adicionales que da el trabajo asalariado del productor o de sus hijos. De hecho, constatamos que todas las inversiones (siembra de naranjos, compra de molino de caña o de caballo) dentro de este grupo de productores tiene este origen. La producción de piloncillo, dentro de su economía, proporciona dinero en efectivo para cualquier necesidad, corriente o excepcional. Así la cosectfa y la transformación se realizan casi todo el año y no únicamente cuando el grado de sacarosa es mayor. Lo cual pone en evidencia que no se busca en primer lugar el rendimiento máximo. Las características generales de este grupo de productores son la poca disponibilidad de tierras, sobre todo en relación con la fuerza de trabajo disponible, con poco capital, y el disponer únicamente de parcelas en laderas. Se encuentra una gran diversidad de sistemas de producción dentro de este tipo: productores de café, de naranja, o de piloncillo o con una combinación: caña para piloncilla y naranja dentro de la misma unidad de producción, o bien, café y caña, café y naranja, café y palmilla (Palma chameadora), o naranja y palmilla, etc. Todos ellos cultivan además maíz, a veces asociado con frijol y calabaza para su autoconsumo. Los factores que determinan esta diversidad son la situación geográfica, la disponibilidad de mano de obra y el capital disponible. El sistema de cultivo de cítricos, por ejemplo, supone una inmovilización de la parcela durante varios años y una inversión mínima para la instalación de 3 000 nuevos pesos. 4 Esta inversión en muchos casos tiene un origen externo (la migración) por el bajo nivel económico de las unidades de producción. Un factor importante para su implantación es la situación geográfica, por la proximidad de las vías de comunicación, por el hecho que de las dimensiones y peso de la cosecha impiden un transporte a lomo de animal o de hombres.· Se observa una cierta diferenciación subregional, en el sentido de que las zonas de producción más antigua de la naranja fueron las primeras en estar comunicadas por carretera. Un grupo menos numeroso, 5 pero con mejores resultados económicos son los campesinos con agricultura y ganadería. Con una superficie disponible mayor, por lo regular más de seis hectáreas, tienen una producción también diversificada de los cultivos de plantación, que se complementa con una actividad ganadera. En este grupo, llegan a ser productores excedentarios, con ingresos hasta de 11 000 nuevos pesos por trabajador familiar. El nivel de ingreso de los productores, según la superficie disponible y la combinación de cultivos, se ubica desde la infrasubsistencia hasta los estacionarios, de 1 000 a 6 500 nuevos pesos anuales. Buscan maximizar su ingreso por hectárea, ya que la tierra es el medio de producción más limitado, pero con un mínimo margen de riesgo. Se buscan producciones con cierto valor agregado (plantaciones de cítricos y transformación de caña en pi lancilla), pero al mismo tiempo diversificando los cultivos y su localización. Los campesinos sin tierra, a veces representando hasta la mitad de la población activa de la comunidad , son hijos de ejidatarios o comuneros y viven de cultivar en tierras rentadas o prestadas contra trabajo y del trabajo asalariado. El ingreso de todos los tipos de campesinos depende muy poco del precio de los insumas, ya que su uso es demasiado reducido. En cambio está sometido a las variaciones de los precios de venta de los productos. Aquí resulta dramático constatar 4 Las cifras corresponden a cálculos de 1992. 5 Nuestro estudio es de carácter cualitativo, sin embargo podemos evaluar que este grupo no rebasa el 10% de los productores 101 Revista de Geografia Agricola que cada uno de ellos está inmerso en una crisis profunda. Además, siendo muy poco desarrolladas sus formas de organización, están sometidos a muchos. intermediarios, cuya actividad repercute mayormente en la baja de los precios para preservar su margen de ganancia. falta de asistencia técnica, que ninguna institución se ha animado a dar, el manejo técnico de las plantaciones es muy deficiente y se manifiesta en una fuerte proporción de fruta manchada o con un tamaño muy irregular. Esta falta de calidad en la presentación no les permite acceder a los mejores mercados de consumo en fresco y los intermediarios aprovechan esta condición para pagarles un precio todavía inferior. ASPECTOS DE LA CRISIS ECONÓMICA El equilibrio de la economía de las unidades de producción de esta zona, a pesar de la importancia de su~ producciones de autoconsumo, depende de los ingresos generados por actividades comerciales. Por lo mismo, la crisis de cada uno de estos productos, relacionada con la apertura comercial, afecta directamente el nivel de vida de los productores y de sus familias. Otro punto en su contra es que la falta de organización para la comercialización sigue dominada por el intermediarismo. La construcción de una planta procesadora de cítricos es un ejemplo de una oportunidad perdida en el control de la producción por parte de las organizaciones. La "juguera" de Huichihuayán, municipio de Huehuetlán, prevista para ser una empresa del sector social, sólo fue controlada y a final de cuentas terminada y equipada por el sector privado. El primer año de funcionamiento real fue en 1993, pero solamente a 60% de su capacidad. Además, los productores no tienen los medios que les permitirían vender directamente a la planta y así obtener un mejor precio, y siguen dependiendo de los mismos intermediarios. Veamos primero la situación de la producción de cítricos. La naranja es un producto que se destina más al mercado nacional en fresco. Los intentos de penetración en el mercado de exportación de jugo hacia Estados Unidos se dificultan por la competencia de las propias zonas productoras de ese país y de Brasil. Se generaron expectativas con grandes cantidades exportadas a finales de los ochenta, pero esta situación se apoyaba en el déficit de producción norteamericana provocada por la destrucción de las plantaciones por heladas en la década pasada. A partir de 1992, la recuperación de la capacidad productiva de Florida acentuó la sobreproducción. La exportación se volvió más difícil, aun cuando se habían fomentado muchas plantaciones en las zonas productoras de México. 6 La drástica baja de los precios que ocurre a partir de la temporada 1992-1993 provocó que muchas parcelas se quedaran sin cosechar, ya que el precio de venta no alcanzaba a cubrir los gastos de mano de obra. Esta tendencia todavía no se revierte de manera significativa y las perspectivas no son muy alentadoras, ya que la sobreproducción persiste. En cuanto a la caña de azúcar, se conjuga una disminución de la demanda del piloncillo y la agudización de la competencia ejercida por los subproductos de ingenios en su mercado principal, constituido por las destilerías. Aquí también encontramos los dos problemas principales identificados para el cultivo de cítricos: falta de calidad del producto y falta de organización para la comercialización. La carencia de asistencia técnica es manifiesta en esta zona, pero además, pocos técnicos se interesan en mejorar la producción de piloncillo, producto artesanal y "anticuado". En el procesamiento (cocimiento realizado en condiciones artesanales) no hay control de temperatura, de acidez ni de impurezas, y la calidad así obtenida no es suficiente para el consumo humano, el producto se destina entonces a un uso industrial. El cambio hacia un producto con mejor aceptación en el mercado (pi Ion cilio blanco de mejor calidad, que se puede comercializar como azúcar integral) se en- En las comunidades el ritmo de nuevas siembras disminuyó hasta detenerse. Estos productores indígenas están además en condiciones muy desventajosas para enfrentar la baja de precios. Por la 6 Ver MA Gómez Cruz, et al. 1994. La naranja de México y su industrialización. En espera de heladas en Florida y sequlas en Brasil. SARH-UACh. 102 Recomposición de la producción regional en la Huasteca frenta todavía a problemas de capacitación de los productores y de infraestructura, pero algunos proyectos están en marcha con este propósito. sea un número muy reducido de comunidades y con sus acciones sustituyó con frecuencia la iniciativa propia de las mismas. Los últimos ar'los fueron marcados por el intento de reversión de esta situación con el Programa Nacional de Solidaridad. A partir de la puesta en marcha del Pronasol, ellNI fue la institución principalmente encargada de su aplicación en las zonas indígenas. Nos propusimos entonces observar su impacto frente a los productores. Para esto, abordaremos en particular uno de los programas del Pronasol, los Fondos Regionales de Solidaridad (FRS), operado por el mismo INI, a través de su aplicación en Tancanhuitz. El precio del ganado bovino también se vio fuertemente afectado por la apertura comercial desde finales de los ochenta, pero más a partir de 1991, ha tenido consecuencias directas e indirectas para los campesinos de las comunidades indígenas. Directas, para el grupo minoritario de pequer'los ganaderos e indirectas porque se ha reducido el margen de ganancia de los ganaderos medianos mestiz9s, quienes disminuyen las labores de mantenimiento de sus potreros y son fuentes de trabajo asalariado locales que desaparecen. El Fondo de Tancanhuitz abarca siete municipios y cubre la zona ·que nos ocupa en este trabajo. Los lineamientos generales de los FRS resaltan la autogestión de las comunidades indígenas con el objetivo de revertir su marginación a través del manejo autónomo de proyectos productivos. Se trata de financiamientos otorgados a los grupos indígenas, con recuperacione!i por y para ellos mismos, que les permitirían asegurar su desarrollo autónomo y autosostenido. El café tuvo de 1989 a 1994 un periodo de precios bajísimos debido por un lado a la ruptura de los acuerdos en el marco de la Organización Internacional del Café en periodos de oferta muy superior a la demanda y, por otro, al re~iro del Estado de la comercialización del producto a través de Inmecafé. Una de las consecuencias fue aumentar la dependencia hacia los acaparadores de productores no organizados y de organizaciones que no tenían todavía mucha experiencia en comercialización. A partir de 1994, el precio se recuperó debido a problemas climáticos en Brasil, primer productor mundial, lo cual desequilibró el abasto de café a nivel internacional. Sin embargo, los tiempos tal vez cortos de incremento en los preciOS no puedieron ser aprovechados por la mayoría de los productores de la Huasteca potosina quienes dejaron sus cafetales abandonados. El Fondo de Tancanhuitz está integrado en mayor medida y con mayor grado de participación por comunidades (61 en total) pero también entraron las ocho organizaciones de segundo nivel presentes en la zona. Estas organizaciones, de carácter económico y orientadas exclusivamente hacia la comercialización de los productos agrícolas, son de creación o de reactivación reciente (menos de cinco ar'los para siete de ellas), y están poco consolidadas: Unión de Ejidos "21 de marzo" (municipio de San Antonio), U.E. "Adolfo López Mateos" (municipio de Coxcatlán, U.E. "Plan de Juárez" (municipio de Aquismon), U.E. "Ezequiel Ahumada Mora" (municipio de Tanlajás), U. E. "Lázaro Cárdenas del Río" (municipio de Tancanhuitz), U.E. "Labtom U'Tzabalil" (municipio de Tampamolón), Soco Coop. ''Tojnal Kicha" (municipio de Tancanhuitz), Asociación de Apicultores "23 de marzo", en el estado de San Luis Potosí. En este contexto, por un lado la producción de ganado se mantiene para los productores minoritarios con más superficie. Por otro, la superficie de naranja ha dejado de crecer, los cafetales son abandonados y las parcelas de car'la son descuidadas por temporadas. IMPACTO DE LAS POLíTICAS RECIENTES Esta región marginada, con minifundismo, poca disponibilidad de capital y bajo nivel técnico, se quedó siempre relativamente al margen de las políticas de desarrollo. Se puede decir que en la región la acción institucional inició realmente con la instalación del Instituto Nacional Indigenista (INI), en el ar'lo de 1974. Sin embargo, sus operaciones se restringieron en "áreas de trabajo intensivo" o Considerando el conjunto de las comunidades de la zona, contados son los grupos que han solicitado apoyos, o para quienes la llegada del Fondo representara una oportunidad de presentar un proyecto ya elaborado. Las organizaciones de segundo nivel tampoco estaban muy preparadas 103 Revista de C'1Ografia Agricola para la formulación de programas de desarrollo. Por lo mismo, en las comunidades más aisladas, su mayor participación fue alrededor de proyectos de infraestructura: proyectos de molinos de nixtamal y tortillerias representaron 8% y las obras de electrificación 25% del total en operación para 1992 y 1993. mos decir que el FRS ha apoyado a los grupos privilegiados: las comunidades privilegiadas y los grupos excedentarios dentro de estas mismas comunidades. En términos generales, los cambios generados por los proyectos productivos no se tradujeron en una nueva dinámica económica y social sino en una acentuación de las tendencias anteriores de diferenciación. Los FRS fueron sólo parcialmente un instrumento de reversión de las desigualdades y únicamente vinieron a consolidar el minoritario sector excedentario en el medio indigena, concentrando los recursos atribuidos en las comunidades con mayor potencial productivo. Efectivamente, el retraso en cuanto a infraestructura en las comunidades muchas veces no permitia la elaboración de proyectos realmente productivos. En su caso, muchos de ellos son proyectos relacionados con actividades productivas ya existentes y no son el resultado de diversificación de actividades. Encontramos proyectos de rehabilitación de citricos asi como de ganado en comunidades donde la actividad ganadera ya estaba presente, de siembra de maiz o frijol, de adquisición de maquinaria y de apoyo a los proyectos de comercialización. Los "créditos a la palabra" para los productores de café fueron otra vertiente de la politica institucional. El monto raqultico de estos apoyos, más la estancada situación del mercado del producto, tampoco ha permitido que se generen cambios. Vale mencionar que en la Huasteca, "les llovió sobre mojado", ya que la crisis de los precios se encimó a una situación de baja productividad después de dos heladas (1986 y 1989). La mayorla de las parcelas siguen abandonadas o con los cuidados minimos, los fertilizantes proporcionados en los primeros años fueron vendidos en lugar de aplicados en las parcelas y se ha llegado a no exigir la recuperación de estos apoyos por la dificil situación en la que se encuentran. La particularidad del programa de FRS es que se dirigia en un principio hacia el financiamiento de proyectos productivos, con un criterio de rentabilidad. En el transcurso del programa, este criterio se amplió, en particular al incluir acciones de infraestructura, asi como estudios y capacitación para la comercialización. Se llegaron a aceptar definiciones más amplias de la noción de rentabilidad, como una concepción no sólo monetaria, sino también de rentabilidad social. En este sentido, podemos alegar la presencia de unos proyectos de siembra de maiz presentados por grupos de mujeres, proyectos aparentemente no rentables en términos monetarios, pero que fueron aceptados porque era la primera experiencia de organización y de gestión para estas mujeres, de hecho fueron de las primeras en lograr la recuperación del monto prestado. Si uno de nuestros objetivos era analizar el impacto de las politicas gubernamentales recientes en la zona que nos ocupa, podemos resaltar que su impacto económico fue muy débil, de ninguna manera suficiente para revertir el, fenómeno , de pauperización ligado en' parte con la apertura comercial. Los proyectos productivos rentables se elaboraron sobre todo en las comunidades con mayor .potencial y más experiencias. El 42% de los beneficiarios y el 58% de las aportaciones del Fondo se localizan en comunidades con una buena proporción de tierras planas productivas, cuando la mayoria de las comunidades de la región carecen de ellas. Por otra parte, los productores excedentarios dentro de las comunidades son los que tenian la posibilidad de presentar proyectos rentables, como en el caso de los proyectos de ganado bovino que suponen más disponibilidad de tierras. Asi podria- CONCLUSiÓN La apertura comercial y el retiro del Estado conllevó una disminución del ingreso de los productores. Como medidas compensatorias, las pollticas institucionales se resumen aqui en el Programa Nacional de Solidaridad. Pero cuando observamos su aplicación, en particular los FRS y el Programa de café, vemos que no han logrado sus objetivos, los cuales eran fomentar proyectos productivos dentro de las comunidades indigenas. Se logró en parte apoyar las capas más acomodadas dentro de 104 Recomposición de la producción regional en la Huasteca ellas, las que tenian capacidad para elaborar e instrumentar estos proyectos, pero no se influyó de manera notable en la estructura productiva, ni se tradujo en una nueva dinámica económica y social. siembra de maiz se mantiene. Tal vez sea un poco temprano para ubicar alli un indicador de cierto repliegue hacia el autoconsumo, pero es una hipótesis que nos queda por confirmar, como una estrategia de respuesta a la baja de los precios de los productos en el mercado. En suma se acentuó la diferenciación social ya existente. Sólo se mantienen más o menos a flote los productores identificados como excedentarios, los pequeños ganaderos con plantaciones. Los demás deben intensificar las migraciones para trabajar de jornaleros. Se observa la tendencia a un retroceso productivo: se realizan menos limpias en las parcelas de oitricos o de caña, las prácticas técnicas se vuelven más simples y menos frecuentes. El extremo de esta "extensificación" se alcanza con las parcelas de café que llegan a estar totalmente abandonadas. Para las otras producciones perennes comerciales también se llegan a cancelar hasta las labores de cosecha La otra hipótesis que nos sugiere esta evolución es la tendencia a cierta diversificación de las actividades: las parcelas de monocultivo de café, que imponia el l nmecafé , se convirtieron después del retiro de la institución en parcelas mixtas cafénaranja; las parcelas de naranja que parecían estar en vla de imponerse como dominantes, se van diversificando con plantas de ornato. La lógica campesina-indígena de multicultivo en cada parcela sigue presente. En situaciones de mercado muy aleatorio o muy deprimido, la solución que permite el menor riesgo, parece ser la .conservación de la mayor diversidad, asl como la permanencia de las actividades de autoconsumo. En este contexto, aunque se dedique menos tiempo a las labores agricolas en su conjunto, la BIBLIOGRAFíA Barthas, B. 1993. "Un método de análisis de los sistemas de producción. Caso de la Huasteca potosina", mimeo. Ariel de Vidas, A. y B. Barthas. 1996. "El Fondo Regional de Solidaridad ¿para el desarrollo de los pueblos indlgenas? Dos respuestas subregionales en la Huasteca" En: Carton de Grammont H. y H. Tejera (coord.) La Sociedad rural mexicana frente al nuevo milenio, Ed. Plaza y ValdésIlNAH/UAM/UNAM, MéxicC?, vol. 11, pp. 267-296. Gómez C., M.A. et al. 1994. La naranja de México y su industrialización. En espera de heladas en Florida y sequfas en Brasil, Secretaria de Agricultura y Recursos Hidráulicos-Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, México. 105
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