Lectio 17 mayo 2015

LECTIO DIVINA, STA. Mª MAGDALENA DE PAZZI,O.CAM ABRIL 2016
“ AÑO DE LA MISERICORDIA DEL PADRE”
Querida Familia Carmelita Laica y simpatizantes del Carmelo: Paz y alegría en Cristo Resucitado.
Hoy es el domingo del Buen Pastor. Jesús retoma la vieja metáfora del pastor, empleada en el Antiguo
Testamento, y le da un vuelco a su significado. Ser Pastor no es un título de gloria, ni un privilegio, ni un
poder, es un servicio y un conocimiento mutuo entre el pastor y las ovejas.
Cristo en cambio, el Buen Pasto, no manipula ni instrumentaliza a las personas, sino que las personaliza
pues establece relaciones personales con cada una de ellas. Cristo sabe solo contar hasta uno, y este uno es
cada uno de nosotros. No se aprovecha para sus intereses, no busca voto, ni las influencias, sino que da la
vida y se interesa por cada uno. Su relación no es fría y lejana, sino llena de amor y de cercanía. La lógica de
Cristo es darse, servir y dar vida por los que ama. Cristo es una figura de viva actualidad. La voz de Jesús no
es aduladora ni promete falsos paraísos, es voz fascinante y cercana, comprensiva y personalizada. El Buen
Pastor conoce a cada uno por su nombre, conoce sus capacidades y debilidades, sus ilusiones y sus fracasos.
Ayuda y defiende a cada uno de los peligros y está siempre a su lado.
Queridos (as):Todo el Carmelo está de fiesta: El 2 de abril, fecha del nacimiento de María Magdalena,
acaecido el año 1566, tuvo lugar la apertura solemne del 450 aniversario de este acontecimiento, que se
celebró en el monasterio de Careggi (Florencia, Italia), donde reposan los restos de la santa. El cardenal de
Florencia, Giuseppe Betori, presidió la Eucaristía, concelebrada por numerosos sacerdotes. Entre los
concelebrantes estaba el Prior General, P. Fernando Millán Romeral, acompañado por algunos miembros de
la Curia General: el Vice Prior General, P. Christian Körner, el Consejero General para Europa, P. John
Keating, el Procurador General, P. Michael Farrugia, el Ecónomo General, P. Carl Markelz, y el Delegado
para las monjas, P. Mario Alfarano. También la familia carmelitana estuvo muy presente con hermanos de
las comunidades de Florencia y de Castellina, hermanas del Instituto Nuestra Señora del Carmelo y muchos
laicos carmelitas.
El Cardenal resaltó en la homilía el ejemplo de la santa como cultivadora del conocimiento transformante
del Señor Resucitado, como sugerían las lecturas de la liturgia del día. Después dio lectura al telegrama del
Papa firmado por el Secretario de Estado, Card. Pietro Parolin, en el que el Papa “se une a la común acción
de gracias al Señor por haber dado a la Iglesia una figura tan significativa como discípula del Evangelio y
maestra de espiritualidad”. Al final impartió la bendición papal con la correspondiente indulgencia plenaria.
Al finalizar la celebración el Prior General Fernando Millán, O.Carm. dio las gracias a los asistentes y de
manera particular a las monjas que, aunque son una pequeña comunidad, siguen manteniendo vivo el
espíritu y la enseñanza de Santa María Magdalena de Pazzi.
“El camino de María Magdalena parece partir de una luz de fe que anula toda la realidad circundante,
incluso en sus valores positivos. Después, en la experiencia extática, ella conoce el esplendor de Dios y de
las criaturas desde la visión de Dios: todo recobra un nuevo valor en la diáfana claridad de la luz divina”,
escriben Moschetti-Secondin. “Quien se haya acercado a esta figura, quien la haya escuchado
pacientemente, queda como fascinado. Ella conserva aún el carisma de transmitir a los demás cuanto ha
vivido en la experiencia mística más callada. Aquella “existencia vital dulce y amable” de que gustaba y
contemplaba la presenta siempre de nuevo con la frescura e inmediatez de sus expresiones coloquiales y
extáticas. “La presencia vital de Dios es amor”, repite continuamente María Magdalena.
Nuestra santa florentina nos presenta el panorama de la vida espiritual en un doble plano: una tiene lugar en
la eternidad y otra en el tiempo. La primera nos introduce en los abismos de la divinidad y nos hace
comprender el misterio del Verbo encarnado y el camino del hombre hacia el cielo. Todo es obra del amor.
La creación es obra de un exceso de amor que por el pecado el hombre es incapaz de comprender. La
encarnación del Verbo viene a remediar tal culpa revestido de nuestras propias miserias. El único móvil de
su vida fue su gran amor que lo impulsó hacia la locura de la cruz; el verbo nos redimió mediante su
humanidad, “tabernáculo de Dios”. “Quien no pasa por esta santa Humanidad no puede llegar a la salvación:
es “puente“, “escalera“, “nave que conduce al puerto”.
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“En la doctrina de María Magdalena ningún tema se repite con tanta insistencia como el de la Pasión cruenta
e interior (mental) de Jesús, a menudo simbolizada por la sangre a la cual la gran estática sentía profunda
devoción.
La “segunda creación” del hombre mediante la sangre de Cristo levanta a la humanidad a un plano de vida
superior al de la justicia original, y aun al de los mismos ángeles. El amor que Dios tiene al hombre después
de la Encarnación “es tan diferente” del que le tenía antes de ella “como la luz de las tinieblas”. El alma
alcanza tanta grandeza cuando copia con gran fidelidad a Jesús “libro de vida”. Su semejanza con Dios está
en proporción a la que llegue a tener con Cristo. La vuelta del hombre a Dios la concibe Magdalena como
una lucha entre dos amores: el amor propio y el amor a Dios, engendrado por la humildad. Muy poco habla
de la fe y menos de la esperanza. “El amor va marcando el progreso del alma en este viaje de retorno.”
Nosotros en esta Lectio Divina, lo que pretendemos es hacer oración sobre esta HERMANA nuestra,
sobre su vida santa, sus escritos y doctrina. Es una de las santas más grande de nuestra familia
carmelita y de la Iglesia universal. Hoy nos vamos a fijar en el amor que Dios nos tiene.
Invocación al Espíritu Santo:
“Oh Señor, envía tu Espíritu que renueve la faz de la tierra: Oh Señor, que mi alma te bendiga, oh
Dios, tu eres grande, vestido de esplendor y belleza”.
Oremos:
Señor Dios, tú, que amas la virginidad, has enriquecido con dones celestiales a tu virgen santa María
Magdalena de Pazzi, cuyo corazón se abrasaba en tu amor; concede a cuantos celebramos hoy su memoria
imitar los ejemplos de su caridad y pureza. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
El amor que Dios nos tiene:
...Cristo, el puente de nuestra salvación (2. Lunes, 28 de mayo, 1584).
Me pareció ver a la Santísima Trinidad llena de amor hacia las criaturas, pero que las criaturas no
conocían ese amor y ponía todo su ahínco en amar puramente a Dios y vi que el Señor había creado
el alma de un infiel con el mismo amor con que creó la de su Madre Santísima, con la sola diferencia
entre ambos que la Virgen cooperó a la gracia e iba creciendo y aumentando en el sí al don divino, y
los infieles, en cambio, se hacen indignos de ello. Vi aquel amor tan grande y sin medid a que nunca
jamás criatura alguna llegará a entender; aun más, me parece que ni siquiera puede entenderlo un
poco, sino aquel que lo gusta. Al ver la grandeza de ese amor me sentí impulsada a gritar: ¡Amor,
Amor!, Con tal ímpetu y vehemencia, que aun lo pronunciaba exteriormente con la boca. Si me
hubiese sido posible, hubiese corrido todo el mundo gritando: ¡Amor, Amor! Pero considerando y
viendo lo poco que las criaturas entienden a este Amor, sentí una pena profunda, llegando a llorar
corporalmente y lamentándome mucho (Los Cuarenta Días; Edic. OTGER STEGGINK, O. Carm.; Rialp,
Madrid 1956, pp. 28-29).
- Visión de Amor puro (16. Lunes, 11 de junio).
En este mismo día tuvo por dos veces un tal ímpetu de amor que parecía iba a estallar, y tuvo en este punto
una visión admirable del Amor Puro. Vio a Dios, todo puro en Sí mismo, amarse con amor puro e infinito y
amar a las criaturas con amor también puro e infinito. Especialmente vio cuanto Dios había hecho por su
criatura, tan vil y despreciable, de manera que se sentía forzada a gritar, siendo oída por los presentes. Decía:
-¡Amor, Amor! ¡Oh Dios, que amas a las criaturas con amor puro! ¡Oh Dios de amor, oh Dios de
amor!
Y viendo la ingratitud de las criaturas a tanto amor, se estremecía por el vivo dolor y gritaba diciendo:
¡Señor, no más amor, no más amor! Es demasiado el amor que tú tienes a las criaturas. Es demasiado
el amor que tú tienes a las criaturas. Es demasiado, no para tu grandeza, sino para la criatura tan vil,
tan baja. ¿Por qué Señor, me das a mí tanto amor, a mí tan indigna y miserable? Cómo si fuera yo sola.
¿No tienes también otras criaturas? Pues, ¡dales también a ellas este amor tuyo, Señor mío, dáselo
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también a ellas! Pero..., Amor mío, lo das sí; son ellos los traidores, los que no lo quieren. ¡Oh sí, sí,
Jesús mío! ¿Quién sino el amor te ha conducido a esta cruz?
Tenía en la mano un crucifijo y a éste se dirigía al hablar, viendo con los ojos de la mente otra cosa de lo que
miraba en la mano con los del cuerpo. Estos los tuvo durante todo el tiempo fijos siempre en sus santos pies
como si en ellos hubiera estado grabada la malicia sin nombre de las criaturas. Y continuó diciendo:
¡Oh amor mío! ¿Quién sino la malicia de las criaturas ha clavado tus santos pies en el madero? Ya me
lo hiciste ver el viernes pasado, Jesús mío, lo que ahora experimento, que los que viven mal son los
que clavan tus santos pies. ¡Ay! ¿Por qué, Jesús mío, no estoy ahora en tu lugar y como tú en la Cruz?
¡Si por lo menos no estuvieses desnudo en esa cruz, oprobiosamente desnudo, para mayor burla tuya!
¡Más no, no, Amor, tú lo has querido así! El amor, el amor ha siso lo que te ha hecho enloquecer. ¡Sí,
loco te has vuelto por esa criatura tan ingrata! ¡Oh ceguedad! ¡Oh dureza del hombre a tanto amor!
¡Nadie hay que ame a mi Amor! Oh Amor mío, ¿cuándo te poseeré? ¿Cuándo me uniré perfectamente
contigo? ¿Cuándo te amaré infinitamente? "Quedaré plenamente saciado, cuando se me manifestará
su gloria" (Sal 16,15). ¡No más amor Jesús mío, que yo ya no puedo más! Y si quieres darme más,
¡dámelo, dame todo cuanto quieras, pero dadme también fuerzas para soportarlo!... (Los Cuarenta
Días, Ibíd. pp. 74-76).
Lectura: Un poco de historia: 1º. La persona de la Santa
a. María Magdalena de Pazzi (1566-1607), carmelita florentina, de familia noble, es posterior a Sta.
Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
b. El 1 de octubre de 1582 entra en el Carmelo de Santa María de los Ángeles (Florencia) y muere el 25 de
mayo de 1607. Sus obras son fruto mayormente de sus éxtasis: muy intensos del 27 de mayo al 16 de junio
de 1585 y en el verano de 1586. El momento más álgido del éxtasis es la semana de Pentecostés de 1585 (815 de junio).
c. María Magdalena se presenta como una persona que ha tenido una capacidad extraordinaria de
"escuchar", con la capacidad receptiva propia del místico. Cuando comienzan los éxtasis, son casi siempre
las palabras de un salmo o del evangelio ordinario, leídas en la oración litúrgica, lo que le provoca el
arrobamiento. Y en la luz extraordinaria de la intuición mística se introduce en una profundización más o
menos ordenada del texto y, en éxtasis, ofrece una especie de Lectura Divina. La Santa entraba en éxtasis y
las monjas escribían lo que oyen. Después Sta. Mª Magdalena supervisaba los escrito, si estaba conforme
con lo que ella había visto y escuchado. Todo por mandato de los confesores y consentimiento de la Priora.
2°. El camino de María Magdalena
Toda la espiritualidad italiana del siglo XVI está impregnada por el tema del amor total. Caminos distintos
unidos por una ansia común de amor teocéntraco "que parece brotar como flor de contradicción del tronco
del humanismo renacentista"...
El camino de María Magdalena parece partir de una luz de fe que anula toda realidad que le circunda,
incluso en sus valores positivos. Luego, en la experiencia extática, conoce el esplendor de Dios y de la
criatura vista en Dios: todo halla valor a la luz del Espíritu divino.
Por último entra en un camino de despojo: una muerte viva que identificándola con el Verbo passus et
gloriosus (que sufrió la pasión y que vive glorioso), la absorbe en la vida de la Trinidad. (Cfr. BRUNO
SECONDIN,O.Carm) en ÉXTASIS, AMOR YRENOVACIÓN. Revelaciones e inteligencias. Renovación de
la Iglesia. Santa María Magdalena de Pazzi, Edición preparada por el P. Alberto Y"ubero, BAC, Madrid
1999, Introducción, pp. XIX-XX).
Meditación: Se pueden releer en alto las palabras o frase que más nos hayan llamado la atención a
título personal. Con el fin de que se nos quede grabado el texto de la Santa. A continuación momentos de
silencio .
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Al finalizar el silencio se inicia un diálogo sobre las palabras, vida y persona de la Santa que más nos
impresionen.
SALMO 46: EL SEÑOR ES REY DE TODAS LAS COSAS
Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo;
Porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra. Aleluya, aleluya, aleluya.
El nos somete los pueblos y nos sojuzga las naciones; El nos escogió por heredad
suya: gloria de Jacob, su amado. Aleluya , aleluya, aleluya.
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas: tocad para Dios,
tocad, tocad para nuestro Rey, tocad. Aleluya, aleluya, aleluya.
Porque Dios es el rey del mundo: tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado. Aleluya, aleluya, aleluya.
Peticiones espontáneas y acción de gracias al Señor.
Padre nuestro.
Oración: Señor Dios, tú que amas la virginidad, has enriquecido con dones celestiales a tu virgen Santa Mª
Magdalena de Pazzi, cuyo corazón se abrasaba en tu amor; concédenos imitar los ejemplos de su caridad y su pureza.
Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Canto final a la Stma. Virgen, Ntra. Madre:
¡Salve, Reina de los Cielos y Señora de los ángeles! Salve raíz, salve puerta, que dio paso a nuestra luz.
¡Alégrate, Virgen gloriosa, entre todas la más bella! ¡Salve, oh hermosa doncella! Ruega a Cristo por
nosotros.
Finalizando con el canto:“Flos Carmeli”
Flor del Carmelo
Viña florida,
Esplendor del cielo,
Virgen fecunda,
Singular.
¡Oh Madre tierna,
intacta de hombre,
a los Carmelitas
proteja tu nombre,
Estrella del mar!
Monjas Carmelitas – Tafira Alta – Las Palmas de G.C.
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