MANUAL DE HERRAMIENTAS DE EXPLDTACION fORESTAL IlANUAL •• 0 2 HU 'tt "'uro ,.. . . fQ1.\" (MtU MANUAL DE HERRAMIENTAS DE EXPLOTACION fORESTAL SIBL/orECA INSTITUTO FORESTAL INSTITUTO fORESTAL IUTIUI· UIlE © Iwtilulo Forestal. 1966. Inscripción N' 32.769 Preparado por: Haroldo Fossa R., Ingeniero Forestal, Jefe Sección Explotación Jorgen Overgaard, Asesor FAO en Técnicas d(' Trabajo Foreltal Karl A. Carlsson, Asesor FAO en Técnicas de Trabajo Forestal EdUdrdo Muñoz O., Técnico Forestal Torsten Frisk S., E~resado de Ingeniería Forestal Supervisado por: Moisc:s Yudelevich K., Ingeniero For~lal Jefe d<l DEPARTAMENTO FORESTAL Portada: René Pérez Bórquez, Técnico Cartógrafo. Fotos y Diagramación: Willy Wo!f Cubillos, Periodista Direcciones del INSTITUTO FORfSTAL Oficin~: Be1rrado JI Cuilla: N' ·3085 Teléfono: :'i' 380333 Santialo Chile INDICE p..... INTRODUCCION FISIOLOCIA DEL TRABAJO Consumo de energía Alimentaci6n y vestuario EL TALLER DE MANTENIMIENTO Organización del taller Requisitos del taller Descriprión de las ht'rramientas de mantenimiento Molejón Limas . E~meril Piedra de asentu Serrucho pequeño y Banco para afilar e~('ofina Igualador Llave para trab:ar. . Martillo y yunque para trabar Reloj control de traba Araña de traba . . , Calibrador de dientes ccnilladorcs Prrnsa para huinchas Alicate para .rabar Calibrador de án~lIlo Prensa para cadena Porta lima . . Guía de la lima . Calibrador de :in~ulo . Calibrador de nrofundidad Yunque, punto,' <:~tampa y martillo de peña HERRAMIENTAS MANUALES Sierras Tipos de diente . Fonna de trabajar de los dientes Tipos de sierra Corvina Serruch61\ . Sierra de arco Mantenimitnto de las ~ierras Fonna de enderezar y tensionar la lámina Afiladura . Iluminación . . . . Fases de la afibdura . 1 2 4 5 8 8 9 14 14 15 18 19 20 20 20 22 22 23 23 23 24 24 2'5 25 25 25 26 26 26 27 28 29 30 34 34 37 39 44 44 45 46 46 Pi¡boa Tipos de biseles y sus propiedadt:.i Sernachones y corvina.! con dien:" U'oudores o raspadores ¿ Por qué corta mal una sierra? . .. ¿Por qué hay que mantener las herramientas? 56 59 72 Hach.. 75 74 7'S Hachas para vol teo Hachas para partir 88 Cuñas tI 91 92 Cuñas para volteo Cuñas para par~r 95 I>.escorteza,.do(es DjaQlos 95 97 100 102 104 MOTOSIERRAS 105 'El motor 106 De mango largo . . Cu,cbilJo descQrt"zador Gancha. Tenazas Sistema ~I~ctrico . . . . . Si. tema de alimentaci6n de combustible Mecanismo de partida o arranque Transmisión de fuerza 0. Combustible y lubricaci6n ". Piñ6n Barra Cadenas ... Mantenimw-nto del :notor . Mantenimiento de la cadena . 118 118 119 120 Illt 123 126 127 127 128 Reparación de la cadena Lubricaci6n de la cadena Rodaje Algunos desgastes y roturas de la cadena 1:>5 ORGANIZACION DE FAENAS 139 Duración de las {aeoaJ 140 nCNlCA DE TRABAJO Volteo Desrame ~dici6a 110 114 116 117 0. 140 150 152 Trozado. Descortezamit'nto Apilamiento 153 1~ 157 AIIENDIOES Apéndice 1. Apéndice 2. Apéndice 3. Accidentes dd trabajo . Algunas indicaciones sobre primeros auxilios Cálculo de algunas superficies Algunas liguras geométricas Algunas equivalencias de unidades de longitud. superficie y Valumen Equivalencias de medidas usuales t'n la cubicación de maderas Como calcular con .iórm.ulas el volumen de una troza. Tabla matemática Volumen sólido de 1U13 tJIOza en pies cúbicos Rendi:nicnto de una troza .cm. pies madereros Glosario Bibliografía cOlUultdda . 1&1 165 170 171 172 173 174175 176 178 179 184 ~ ""'~'tlO fI16"\~" "'. EL INSTITUTO FORESTAL t i una corpond&n de derecho privado creada por el INDAP del Miniltcrio de Apicultura y la CORfO. para. el duarroJlo de 101 recunos e indUJtriaI 'oratala. Talltrel C,.üicot Hispano-Suiu Ltda., Saeta Labc1 0174, Saatiaao de Chile. INTRODUCCION La explotación forestal es esencialmente 1m proceso tk transforma. ción que consiste en converti, los árboles en pie, en trozas disponibles para las plantas de utilización. Medimlte este proceso se inicia la prodncción itldnstrial y es el qne represmta la mayor inversión m mano de obra y ditsero de todas las actividades de manejo de los bosques, de tal modo qne, por lo gmeral, en Chile el costo de los trabajos de extracción represmta la parte más importante del costo de la producción maderera. El aummto de lo efi. cacia de dichas operaciones comtitnye mtonces el medio más ;'ldicado poro reducir dicho costo o al menos impedir que aumente. Sin embargo, hasta ahora, en nnestro pois las operaciones de explotación forestal no se han beneficiado en la medida qne les corresponde con los adelantos de lo ciencia y de la tecnologia, y aunque se trata de un trabajo pesado, sigue dependimdo principalmente de lo potencia mmmlar de hombres y animales. Los trabajos de extracción efectuados seglÍn los procedimimtos tradicionales, n",cbas veces Imtos y anticuados, obligan fremetltemmte a mmlÍpnlar cada troza hasta cuatro veces más de lo necesario. Los paises forestales procuran comtantemente evolucionar m este sentido y han dedicado especial aJmción a las operaciones básicas de la explotación, vale decir, volteo, trozadura y apilado, qne supone el empleo ademado de he"amimtas y equipos, como asimismo de técticas de trabajo. El Instituto Forestal ha venido desarrollando, por más de tres años, vastos programas de entrmamiento y capacitación del personal qne laboro m estas fonlas, introduciendo nuevas técnicas y el empleo de modernas he"amientas y equipos, mediante demostraciOtleS prácticos y cursos intensivos que prese'ltan sus ventajas en el uso y correcto mantmimiento. En esta primera fase del trabajo se han recopilado numerosos antecedentes sobre las distintas faenas de explotación de los bosques de pino insigne, cuyos resultados han sido incluidos en este Manual práctico y sencillo, destinado principalmmte a orientar y emeñar al personal forestal que con esfnerzo y dedicación lleva a cabo los primeras etapas de la producción maderera. -1 FISIOLOGIA DEL TRABAJO En general, no solemos pensar cómo reacciona nuestro cuerpo du~ cante el trabajo, sino que estamos acostumbrados que funcione en forma mecánica. Olvidamos fá cilmente que el cuerpo es nuestra herramienta más importante, y que el rendimiento que nos en· trega va a depender de su mantención. Esto es muy importante cuando estamos desarrollando un trabajo pesado, como son las fae· nas foresrales. También es de gran importancia emplear posiciones de trabajo y métodos adecuados que permitan los mejores rendimien· tos en relación con el consumo de energia. A esto se refiere normalmente el concepto de técnicas de trabajo. Las partes de la locomoción del cuerpo son: miembros, esqueleto y músculos. Estos órganos están formados por componentes muy pequeños que son las células. Los músculos son los motores del cuer· po, cuya fuerza puede aumentar por medio del uso o decrecer cuando no trabajan. 2- La sangre transporta el combustible, o energía, a los músculos, que tienen, además, la propiedad de acumular un remanente que les permite recurrir a él durante situaciones críticas. Figura 1. La fuerza de un músculo es directamente proporcional al nú' mero de células que lo componen y su capacidad de traba jo depende, además de sus dimensiones. Los movimientos son regulados por el sistema nervioso. El cerebro envía órdenes a través de im· pulsos que recorren los nervios hacia los músculos para que trabajen. La mayoría de las veces los músculos reciben estos impulsos y trabajan sin que nosotros tengamos conocimiento de ello. Esto ocurre cuando el cuerpo está lo suficientemente entrenado para llegar a producir un movi· miento reflejo. Aun cuando esto ocurre, los impulsos a los múscu· los no llegan del cerebro sino que son regulados por zonas subordinadas del sistema nervioso. La dr· culación de la sangre y la respiración tienen por objeto entregar sustancias nutritivas y oxígeno y, además, eliminar productos de desecho. Durante el descanso se consumen aproximadamente 0,25 litros de oxígeno por minuto; en cambio, durante los trabajos forestales normales se alcanza a 2 litros por minuto. Si un músculo tiene que contraerse muy seguido o trabajar muy tenso durante mucho tiempo, la sangre no podrá llegar a los músculos y, por lo tanto, tampoco las sustanCias nu- 1.-fOULMO..... Z.---CORAZON 3.-HIG"DO tritivas, lo que hace que el músculo se canse demasiado pronto. El agotamiento desaparece cuando los músculos descansan. Para que la circulación de la sangre durante el trabajo sea satisfactoria, los músculos deben contraerse y relajarse alternativa· mente. Esto recibe el nombre d. trabajo dinámico, mientras que el trabajo Con los músculos tensos se denomina estático. El trabajo dinámico es, en general preferible. •. -RIAo.. •. -AORTA '1 ., •• -ART."I .... •. -VABO. CA ..ILARU 10 y 11.-VeNA. Fig. 1 - J CONSUMO DE ENERGIA La energía que se consume durante el trabajo se expresa generalmente en kiJocalorías (k-cal). Durante períodos COltOS de traba· jo pesado, el consumo de energía puede aumentar hasta unas diez veces. El consumo normal de energía por día durante el descanso y durante algunos trabajos se indica en el cuadro, del cual se desprende que el trabajo forestal requíere gran consumo de energía. Esta energía llega al cuerpo a través de la alimentación; por lo tanto, los alimentos de un operario forestal deben ser ricos ..,n sustancias nutritivas principal. mente albúminas, hidratos de car bono, grasas y sales minerales. Calcio y fósforo 50n muy impor- tantes para los dientes y el esque· leto en general, y están presentes en la leche, queso y verduras. Las vitaminas no son sustan·.ias alimenticias, en el sentido común de la palabra, es decír, no son usadas como sustancias energéti. cas ni como material de construc- ción, pero tienen que estar presentes para que las distíntas reacciones dentro del cuerpo sean nor· males. Las vitaminas se pueden almacenar sólo en pequeñas cantidades dentro del cuerpo, por lo tanto, hay que recibírlas contínuamente por medío de los alimentos. Las personas sanas y desarrolladas pueden atender los requisitos vítamínicos a través de la alimentación normal. Consumo de rnrrgí;¡ Tipo de Actividad Drsunso Trabajos Trabajos Tu,bajos Trabajos 4- rn cama de tScritorio rn la indoum rn b constracción y .aaricaltura forrsulrs rn k-cal 1.500 2.000 3.000 1.000 5.000 • • 2.000 3.000 1.000 5.000 6.000 ALIMENT ACION y VESTUARIO Una alimentaci6n a base de ver· duras, leche, queso, carne, pescado y frutas frescas, debe satisfacer los requisitos normales de sustancias alimenticias, sales y vitaminas. No es importante solamente lo que se come, sino también la forma de comer. Las comidas ingeridas con regularidad durante horas previamente fijadas constituye una buena regla para la persona que tra· baja en el bosque. El cuerpo tie· ne la tendencia a almacenar los alimentos durante unas tres horas de trabajo. Si se trabaja por más tiempo sin comer, habrá un des~ gaste considerable y los riesgos para la salud aumentan. Cada comida debe comprender una can· tidad moderada de alimentos. Veamos un ejemplo ideal de la distribución del día de trabajo en relación a las comidas para un operario forestal: 7.00 hrs. desayuno. 8.00-10.00 trabajo. 10.00-10.15 té o café, sandwkh, fruta. 10.15-12.15 trabajo. 12.15-13.15 almuerzo cal i en· te (carne, pescado, verduras, bebidas). 13.15-15.15 trabajo. 15.15-15.30 té o café, sandwich, fruta. 15.30-17.30 trabajo. 18.00 comida caliente. 't!) t, CD Figura 2. El cuerpo está compuesto por un 700/0 de agua. Cuando la actividad es escasa y el clima normal. el cuerpo necesita dos a tres litros de agua en el día. La mayor parte de esta agua se elimina por la ori· - S na, deposiciones y transpiración, lo que puede alcanzar a más de cuatro litros bajo temperaturas muy altas. Para que el cuerpo fun· cione normalmente, el agua eli· minada debe reponerse. La creen· cia común, que bebiendo aumenta la sed y esto debilita es errónea y contribuye a la ignorancia en el modo. de beber. Beber mucha agua de una vez no es conveniente; pero si, ingerir a menudo pequeñas cantidades de agua. El riesgo de tomar demasiada agua prácticamente no existe; debido a que el sudor contiene sal, es natural que el deseo de ingeriir es· te elemento aumente durante el tiempo caluroso. La sal perdida debe ser repuesta por la alimen· tación diaria. Cuando el trabajo es pesado, hay que descansar algunos minu· tos cada hora. Estos descansos nO deben ser muy largos para que la temperatura del cuerpo no dismi· nuya. El descanso adecuado es de 3 a 5 minutos. Cuando llueve y hace frío, es conveniente abrigarse durante cstOS descansos para conservar mejor la temperatura del cuerpo. El cansancio nO puede ser expulsado mediante café, tabaco o alcohol. El mejor descanso- para una pero sona es dormir, y esto es imprescindible al final de la jornada. Hay que usar ropas adecuadas para permitir la eliminación del sudor y proteger el cuerpo contra 6- el frío. Cuando llueve hay que usar ropas impermeables, pero que permitan la ventilación. Es indispensable un cabada resistente para evitar accidentes, y es recomendable, además, que sea reforzado en las puntas. Los guano tes son también muy necesarios para evitar heridas. El cuidado de fas dientes no es solamentr imparían!e en relacion con la presentacion personal y el buen aliento, sino que además es importante para su conservación, con el fin de masticar los alimen· tos para que la digestión sea más efectiva. Cuando el operario esta enfer· mo y particularmente con fiebre, na debe realizar trabajos pesados. La carga sobre 1 corazón es tan grande que pueden producirse graves daños. Un operario del bosque, según los estudios reali· zados, no se enferma más que aquellas personas que realizan otrOS trabajos. Aún las molestias a la espalda parecen presentarse en la misma proporción en los dife· rentes trabajos. La resistencia del operario dis· minuye con la edad, pero en el trabajo, el de más edad, por lo ge· neral, no queda a la zaga en rendimiento del más joven, debido a su experiencia y conocimiento de muchas tretas que facilitan el tra· bajo. Los traba jos forestales exigen el esfuerzo combinado de dife· renees músculos. Si esta propiedad es aprovechada correctamenee, el trabajo será menos agotador; esto se consigue alternando las dife· rentes faenas, de modo que aqueo 1I0s músculos que trabajan antes, luego descansan. Otra forma de conseguir este mismo fin es cam· biando la posición de trabajo y la forma de tomar las herramientas. - 7 EL TALLER DE MANTENIMIENTO Toda empresa forestal dedicada a la explotación del bosque debe disponer de un taller en el cual se puedan hacer todas las operaciones de mantenimiento y repara· ción de herramientas y equipos forestales. Esto es necesario si se quieren tener los elementos de tra· bajo en buenas condicion~ para obtener de ellos un mayor rendi· miento. ORGANIZACION DEL TALLER El taller portátil o permanente debe estar a cargo de una persona responsable y con amplios conoci· mientos sobre uso y mantenimiento de las herramientas, con el fin de s"lucionar los problemas que puedan tener los elementos de trabajo. Hay dos formas de organizar el taller: 8 - a) Los operarios forestales mantienen y reparan sus propias herramientas; b) Las personas a cargo del tao ller mantienen y hacen las repa· raciones para los demás. La segunda forma es más recomendable debido a la especializa. ción que con el tiempo adquieren estos maestros, permitiendo reati· zar el mantenimiento y reparación con mayor rapidez y eficiencia. El taller debe tener herramientas de repuesto para que los operarios forestales no pierdan tiempo durante el mantenimiento de las mis· mas. Las dimensiones del taller y el número de maestros y ayudantes depende de la cantidad de opera· ríos, tipos de herramientas y equipos forestales con que se cuen· te: a) hacha, corvina, sierra de ar· ca, descortezadar, gancho y tenaza; y b) motosierra, hacha, sierra de arco, descortezador, gancho y tenaza. Número de personas Dimensionu del Número dt operarios a urgo del ulltr calltt POUilil o permanente en foruulu muro, 1 2 J 4 5 2 x 4 J x 4 4 x 4 6 x 4 6 x 5 REQUISITOS Dentro del taller, el orden es muy importante debido a que las herramientas de mantención son bastante caras y muchas veces dificiles de conseguir, por lo tanto, debe haber un número suficiente de casilleros para ubicar las he· rramientas. Un procedlrnlento muy práeti- DEL 6 - 9 10 - 15 16 - H 25 - J2 JJ - 40 TALLER ea es colgar las herramientas sobre tableros y dibujarlas, de modo que su sección permanezca mar- cada sobre el mismo, facilitando su revisión y ubicación. Es conveniente que el piso sea de madera para que las herramientas no se dañen si caen al suelo. La iluminación del taller debe -9 ser suficiente y adecuada, porque hay que trabajar sobre superficies pequeñas con mucha exactitud. Para trabajar de dia no se recomienda la luz solar directa; si no hay sombra, colóquese de espalda al sol. Durante la noche es suficieme la luz de dos ampolletas empavonadas o lámparas de parafina, para evitar los reflejos que puedan provocar confusiones. Figura 3. Hay numerosos fabricantes de herramientas para mantcnimien- to, pero puede ocurrir que no haya existencia de ellas o que estén escasas en el mercado_ En este caso, muchas de estas herramientas se pueden hacer fácilmente, sin tener que comprarlas, por ejemplo: el banco para afilar corvinas y serruchones. La mayoría de estoS elementos deben ser hechos cuando la herramienta forestal es nueva, ya que se supone que está en óptimas condiciones para tomar las medidas y ajustar la herramienta de nlantcnimiento. Fig.3 10 - EQUIPO DE MANTENIMIENTO PARA LAS HERRAMIENTAS FORESTALES Htrramienus ,.bcba (4)'Hacba.combo (2) Hacba partidora (3) Fía_ ... Corvina (1) Srrruchón (2) Fig. 5. Equipo de maouoimiento Molejón (1). lima (9). piedra de asentar (6). senu· cho (5). escofina (7) Y portalima (8). Banco para afilar. igualador para trabado (9). martillo reloj para control de traba cepiIJadolts (6) y piedra de (4·5·6). limas (3). llaves pua trabu (7). yunque. (8). calibrador de dientes asentar (10). Sierra de Arco (2) Fia. 6. Preosa para huinchas (1). igualador (5). limas (7·8·9). alían para trabar (6). calibrador de dientes crpilIadorn ( .. ) y piedra de astntar (3). IXscorrnador (1·2) Fig. 7. Cuchillo descortezador (3) Molejón (6). lima (5). y piedra de auntar (4). Cadena de la morosierra (3) Prensa (2). porta lima (8). guia de lima (1). cali. brador de ángulo (5·6). limas (7·8). calibrador de profundidad ("). punto-estampa, yunque (9) Y marti· 110 de peña (10). esbbones de repueuo (tl)_ Fía. 9. Fig.... - 11 :. ~~;"'';;..-~~~~~ ~~ú-~.,~.yo;~~::"~\..",,,,,,,~ .".WLI'"'::::::::"\ % Fig. 5 Fig. 6 2 a 4C "= t:r 5!..FC' I 12 - h'• 1 " r O;Mi_""="'. I 3 j I 4 .. Fig. 7 Además de estas herramientas, se necesitan otros elementos: a) Escobilla de acero -Muy necesaria para eliminar materias que se adhieren a los dientes o pica de la lima e impiden su trabajo normal. b) Esponja de acero -Sirve para elimioar óxidos que se pue· Fig. 8 den formar sobre las sierras; tam- bién se puede emplear una lija de agua. c) Huaipe -Sirve para)a limpieza general dentro del raller. d) Parafina -Para limpiar y Javar las herramientas. e) Aceite -Para proteger he· rramientas que no están en uso. -1} Fig. 9 DESCRIPCION DE LAS HERRAMIENTAS DE MANTENIMIENTO MOLEJON El molejón es un excelente me· dio para afilar hachas, especialmente si hay que rebajar bastante en el filo. La piedra puede ser arenisca o una mezcla de arenas especiales que se han moldeado con un ad· 14 - hesivo, por lo que se distinguen piedras naturales y anificiales. siendo estas últimas más recomendables para afilar las hachas. Se fabrican de diferente tamaño, duo reza y grano. Es muy imponante que la dureza sea adecuada para rebajar el acero de un hacha. Fi· gura 10. Es necesario usar bastante agua durante la afiladura, con el fin de mantener la superficie limpia y eficiente, ya que se elimina así el polvo que se desprende de la piedra y del acero. El agua también evita el sobrecalentamiento del acero que provoca ablandamiento por pérdida de temple. Periódicamente es necesario em- parejar la superficie de la piedra; para ello se puede emplear un acero muy duro, el que se pasa Fig. 1\ transversalmente sobre el apoyo, presionándolo contra la piedra. Figura 11. La piedra nO debe permanecer sumergida en agua por mucho tiempo, ya que se ablanda y pier. de su estabilidad. Al no conside· Fig. 10 rar esta recomendaclón, el moJe· jón presentará problemas para realizar un trabajo adecuado en el futuro. El soporte del molejón debe ser estable y resistente para que la piedra gire sin ninguna vibración ni juego sobre el eje horizontal. Asimismo, el estanque de agua debe ser fácil de sacar o vaciar. Cuando se ha afilado con molejón, el filo debe ser repasado con una piedra de asentar, con el fin de eliminar asperezas y rayadur.' del acero. LIMAS La lima es ]a herramienta esen- cial e indispensable para la afiladura de las herramientas forestales: corvinas, serruchoncs, sierras de arco, ganchos, tenazas, hachas, descortezadores y cadenas de motosierras. - 15 No hay normas establecidas so· bre variedades o tipos de limas, pero la tradición ha establecido algunos tipos dí!er."tes de uso común. Las limas son hechas con ace· ros especiales, a los cuales después de forjados y pulidos se les hace el cone de tipo simple, doble o de escofina. Figura 12. que una lima de 8 pulgadas. El largo de lima se mide entre la punta y el talón. Figura 13. La lima para afilar corvinas y serruchones riene por lo general, un largo de 8 pulgadas y para afio lar sierras de arco, 5 ó 6 pulgadas. ELECCION DE LA LIMA: Es muy imponante que la lima tenga un tamaño, corte y pica apropiado para cada sierra. Si se usa una lima cuya sección es muy ancha o delgada, se puede daña. la garganea y los dientes vecinos. Figura 14. Se recomienda usar limas de cantos paralelos. Siempre hay que elegir una li· ma de muy buena calidad para • Fig. 12 obtener un buen resultado, aún En general, la lima de cone simple es más adecuada para las herramientas forestales. Además del coree, las limas se clasifican según la pica O número de dientes cuando el precio resulte mayor. No hay que confiar en las limas sin marca de fabricación, porque, por lo general, son de mala calidad. Las características de una li· por centímetro cuadrado, en tres, ma varían según la herramienta cuatro o cinco categorías. La pica varía con el largo de la lima, de modo que una lima de 10 pulga. das con pica fina es más áspera y fase de la afiladura, por lo tan· to, se recomienda recurrir a las instrucciones para elegir el ripo adecuado. Fill .13 • ....0 .. 16 - COMO ELEGIR LA LIMA ADECUADA HERRAMII-:NTAS DIENTES OPERACION TIPO DE LIMA LARGO CORTE PICA SJ-:CCION Plana S" Simple Fin:. I S" Simplr FinJl Rrdond.. 10-12.2 mm. d> En rspiul Fina Pbn... ES¡Ksor S" Simplr Fina T rOZ'IdOfn O Igualar. ub.lljar gugu· Rupadoru us, formar los ditnru y dilu bistlts. Trondorts Igu.lllu. rrb.. ju cepilladarts y afilar bisrlrs Y Rrh,¡ju gug'lnUs Ctpilladorrs Rrbaju pornlu ., u· vidadts de los dirntts Igu.Jbr Corvina Plan;¡¡ S" y Snruchón T roudoru Rrh;aju R¡spadoru: Rrbaju gugolntu afilar bisdu gug.tnUs dibr biwln Sit'ru. d, y Igualn AlCo Crpilbdofn y Troz~doru y 2 a 2., mm. Pbna ;·8" Simplr Mu)' fina Doble trjingulo o cuchillo Plana Doblr ujingulo o cuchillo 5-6" Simple Muy fin;¡ 5-6" Simple Muy fina ;.6" Simple Muy fin .. ;·6" 6" Simple En upiul o simple Muy (ina Simple Muy fina Igualu y rrbilju npiIbdoru Pbn.. RrhJju gug.lnus Redonda o cuchillo Afil1r ctpi;bdoru ~fi:~r bistles y Dobie rriinp;uto o cuchillo 5·6.2 mm. <b 5·6" Muy f¡n~ Huh~ Dtscouu¡dor G¡ncho -•-,, I •, •, •I I Pl1na S-\O" Doble MtdiJna Afilar Plana 8·10" Simple FinJ I El diimelro depende dtllipo de udenJ En upiral Fina • 6" Simple Fin¡ I S" Afibr b cucbilla Motositrr¡ • Rtbajar la zou dtl filo Ttnaz~ Cuñ.t I Redond~ Cadena Rebajar .1 andarín y diminar rebab.u de los ritlu Plana .....cGIUOOOC •• Fig. 14 uso y MANTENIMIENTO Antes de usar una lima hay que proveerla de un mango resistente y cómodo. La mejor manera de colocar el mango es calentando la espiga de una lima en deouso e ineroduciéndola en éste, hasta que se pueda colocar la lima nueva. Un dienee endurecido de una sierra o uno de los cantos afilados de un hacha, puede ser tanco o más duro que la lima, de cal modo que si se pasa descuidadamente, ésta se dañará con facilidad. Por esta razón hay que pasar la lima despacio y con cuidado sobre las puneas duras. Es preferible usar una lima vieja en vez de arriesgar la nueva y hacer las primeras pasadas en dirección oblícua para redondear los caneas, evitando con esto rayaduras. Aunque los dientes de la sierra y el filo del hacha tengan una dureza normal, la velocidad de la lima no debe ser tan grande como 18 - para dañar su temple debido al calentamieneo. Con una lima de 6 pulgadas, la velocidad máxima debe ser de 60 pasadas por minuto. Evite pasadas rápidas y resbalamientos, pues el calor que se produce (hasta 300· C) altera la dureza de la lima y sus dienees se cornan quebradizos. Es preciso limar con cuidado y suavemente, especialmente si la líma es nueva. Haga siempre las pasadas hacia afuera, alejándolas del cuerpo. La forma de pasar la lima y la inclinación de la lámina o huincha deben acomodarse, de modo que no se produzca ninguna vibración. Se debe usar una lima vieja para igualar los dientes de una sierra. Antes de empezar a limar hay que limpiar la lima con una escobilla de acero; no debe haber grasa y limaduras entre los dientes. ESMERIL Los esmeriles se hacen de minerales fundidos, triturados y tamizados que llegan a ser más duros que composiciones mineralógicas similares. El uso del esmeril para diferentes materiales depende de su calidad, adhesivo empleado, tamaño de las partículas, dureza, velocidad y líquido de enfriamieneo. Los materiales más empleados para los esmeriles son carburo de silicio (carborundum) y óxido de aluminio (electrocorundum). Es· te último es más adecuado para esmerilar herramientas de acero. Las otras propiedades del esmeril son variadas y numerosas, por lo tanto, habrá que consultar a una persona especializada antes de ad· quirir un esmeril. Es indispensable usar anteojos protectores cuando se trabaja con esmeril. Figura 15. No es reco· mendable, en general, para la afio ladura de las herramientas, sino solamente para emparej ar, elim;· nar aristas o grandes rebajes. PIEDRA DE ASENfAR Las piedras de asentar natura· les se hacen de filones de arenisca, pizarra u otros materiales de estructura homogénea y suave. Las piedras de asentar de piza. rra se reconocen por su bajo peso, color gris oscuro, gris·café o negro, superficie reluciente, ruido metálico al ser golpeadas y por ser fácilmente raya bIes (rayas grises, blancas o azul negro). Estas piedras son bastante adecuadas para asentar filos delgados, pero pierden su forma bastante rápido debido a su blandura. Mojando la superficie de la piedra con agua, el efecto es mejor, debido a que las partículas que se desprenden de la piedra permane· cen en suspensión sin cubrir la su· perficie áspera de la misma. Fia. 15 Las piedras de asentar artificia· les se fabrican del mismo modo que el esmeril, o sea, de partículas de mineral que se mezclan y se moldean. También varían según el material de que están hechas, tamaño de las partículas y formas. Algunas piedras de asentar es· tán impregnadas con aceite, lo que evita acumulación de material fino desprendido en los espa· cios o huecos entre las particulas. Las piedras de óxido de alumi. nio son bastante duras, de grano fino y más adecuadas para los dientes de la sierra y filos delga. dos. - 19 La piedra de carburo de silicio, cuyas partículas están más separadas y son más duras, ha demostrado ser adecuada para hachas, descortezadores y cuchillos. La forma de la piedra está determinada por el uso al cual se va a destinar. Cuando la piedra de asentar es artificial, hay que mojar con aceite, parafina o agua; lo más adecuado es aceite, muy fluido. Si la piedra está saturada de aceite, y nO trabaja bien, se puede eliminar éste en parte calentando la piedra y agregando talco durante algunas horas. Para evitar que la piedra se dañe o seque, hay que guardarla en una caja O estuche de tamaño adecuado. SERRUCHO PEQUEt'lO y ESCOFINA BANCO PÁRA AFILAR Este banco es indispensable para afilar adecuadamente una sie· rra, cuyo mantenimiento requiere dos posiciones fijas: vertical e in· clinada en 45°. El banco debe fijar la sierra de modo que los dientes permancz· can a la misma allUra que el codo del afilador; también se puede usar una prensa común tomando precauciones para no dañar la lámina de la sierra. Las dimensiones y forma de un banco que sirve para fijar corvinas y serruchones, que cumpla con los requisiros expuesros, además de ser liviano y plegable, se ajustan al tipo siguiente, de muy fácil construcción. Figura 16. IGUALADOR Es una herramienta que se usa para niveler la altura de los dientes de la sierra. Es preferible pa· sar la lima en sentido contrario a Se emplean especialmente para la colocación del mango de las hachas. El serrucho sirve para ha· cer la ranura donde va la cuña y la escofina para rebajar y emparejar las caras del extremo del mano go. zo - su espiga, en línea horizontal sobre los dientes. La herramienta tiene dos brazos que descansan sobre ambas caras de la sierra, impidiendo de este modo la inclinación lateral de la lima. figura 17. 3/16·· Fig. 17 LLAVE PARA TRABAR Es una regla de acero que tiene varios sacados de distinto espesor, en los cuales se introduce el diente de la sierra. Su finalidad es do· blar los dientes alternativamente hacia afuera para que la huella de aserrío sea más ancha que el espesor de la sierra impidiendo su atascamiento. Figura 18. .... • I -- , ~~(.:_,--~. . . . ' ~ > '. Fíg. 18 MARTILLO Y YUNQUE PARA TRABAR El martillo se complementa con un yunque pequeño, que se coloca sobre la mesa de trabajo y bao 22 - jo la cara del diente que se quie·· re trabar, la otra cara se golpea con la cabeza redonda del marti· 110 de peña. Es posible trabar también en el banco, usando un yunque manual. La traba con martillo dura más que la traba con llave, de· bido a que las tensiones interiores del diente, que tienden a volverlo a su posición inicial, son menores. Figura 19. Fig. 19 RELOJ CONTROL DE TRABA Se usa para controlar la distancia o inclinaci6n de la traba de los dientes ttOzadores y raspadores de la corvina y serruch6n. Se coloca contra las caras de la sierra COn el tope móvil tocando la punta del diente trabado; este tope está unido a un puntero que indica la amplitud de la traba $Obr" una regla o arco graduado en décimas de milimetro. Figura 20. ARARA DE TRABA Sirve también para controlar la distancia de traba. Tiene cuatro topes, uno de los cuales es m6vil mediante un torniIlo cuyo puntero se mueve sobre una regliIla graduada, indicando la amplitud de la traba. El tope fijo o m6vil se coloca contra la punta del diente y se traba hasta que los demás se encuentren nivelados. Se puede hacer una "araña fi· ja", es decir, un pedazo de madera con cuatro clavos. Tres tienen la misma altura y el otro, que se coloca contra la punta del diente trabado, tiene menor altura, ]a que se regula de acuerdo a la amplitud de la traba 6ptima. También se pueden hacer arañas metálicas fijas. Figura 21. Fig. 21 CALIBRADOR DE DIENTES CEPILLADORES . Para que la sierra con dientes cepiIladores trabaje bien, es necesario que éstos tengan menos altura que los dientes trozadores. Los dientes se rebajan colocan- 23 do el calibrador apoyado sobre los dientes trozadores con el sacado sobre el diente cepillador, permitiendo que la lima haga el rebaje. Esta herramienta se puede hacer de una pieza de sección HU" a la cual se le hace el sacado, cuya profundidad es igual a la diferencia de altura entre el diente trozador y el cepillador en una sierra nueva. Figura 22. cer fácilmente con pequeñas planchas de acero de 40 cm. de largo. Figura 23. 11.··. t~··. r'"-----~ .~".". "4" • 1I4,·:b::===::lJ Fig. 23 ALICATE PARA TRABAR Fig. 22 PRENSA PARA HUINCHAS Para afilar huinchas de sierra de arco se usa una prensa de metal que se puede fijar a una mesa. Esta prensa permite colocar la huincha vertical e inclinada en 45 grados, fijándola con tuercas tipo mariposa. La prensa se puede haH- Se usa para trabar los dientes de la sierra de arco. Esta herramienta trabaja muy rápido, 10 que es importante debido al gran número de dientes que tiene la huin· chao Un tope de fijación permite obtener una traba regular. Figura 24. Fig. 2.. CALIBRADOR DE ANGULO PORTA LIMA Existen calibradores especiales de plástico para herramientas forestales, con los ángulos y medidas más usadas. También se puede hacer de una sección de madera) en la que un sacado indica el ángulo adecuado; introduciendo el diente o la zona del filo en este sacado, se podrá controlar su ángulo durante la afiladura. Se emplea para afilar los dientes de una cadena de motosierra. Tiene un índice que permite pasar la lima contra el borde anterior del diente, de modo que el ángulo superior sea de 35 gcados. Si la lima se ajusta a este ángulo y se pasa correctamente, el ángulo vertical y de cone serán exactos. Figura 26. PRENSA PARA CADENA Es una prensa o morsa que per mite fijar la cadena de la motosierra durante la afiladura. Figura 25. Fig. 26 Fig. 25 GUIA DE LA LIMA Tiene la misma finalidad que un pana lima, pero se diferencia en que puede ser independiente de la lima. La guía se coloca sobre la cadena y la lima se pasa según los índices que tiene. Otro tipo, más moderno, fija la guía mediante una prensa a la barra que sostiene la cadena, permitiendo un afilado exacto. - 25 CALIBRADOR DE ANGULO DE LA CADENA Es una herramienta de medio ción para ajustar el ángulo superior y vertical del diente de paleta de la cadena de motosierra. Figura 27. .. dena de la motosierra, que deben tener menos altura que los dientes de paleta. El calibrador puede ser fijo o regulable. Figura 28. .~,. '.. FiS_ 28 . fig. 27 YUNQUE,PUNTO, ESTAMPA y MARTILLO DE PE~A CALIBRADOR DE PROFUNDIDAD Es similar al calibrador para rebajar los dient~ cepilladores de las sierras manuales; su finalidad es la misma, pero ahora se trata de rebajar los andarines de la ca- Cuando hay que cambiar una sección o eslabón de la cadena de la motosierra, se usan estas herea· mientas para sacar los remaches y formar la cabeza de los nuevos. Figur 29. Fig. 29 26 - HERRAMIENTAS MANUALES El desarrollo normal de los tra· bajos forestales implica esencialmente que los operarios dispongan de diversas herramientas manuales para cumplir su objetivo. Existe, según los fabricantes, una variada gama de tipos y formas de herramientas, lo que se traduce en distintas calidades y precios. Es recomendable prestar el máxi· mo de atención a la elección y adquisición de herramientas de óptima calidad para desarrollar un trabajo más fácil y con mejores resultados. Algunas herramientas manua· les más comunes y útiles son las siguientes: Figura 30. 1. Descortezador de mango lar· go; 2. Sierra de arco; 3. Garfio desmontable; 4. Tenaza para tro· zas; 5. Gancho; 6. Corvina; 7. Sermchón; 8. Hacha partidora; 9. Cuña partidora; 10. Cuñas de vol· teo; 11. Hacha. Fig. 30 - 27 SIERRAS La sierra se puede considerar como formada por una serie de pequeñas herramientas: los dien· tes, cuyo trabajo en conjunto, a través de la madera, se llama ase· rrio. Para llevar a cabo el aserrio es necesario que los dientes reali· cen tres funciones, lo que en conjunto permite profundizar el corte. Estas funciones son las siguientes: 1) Cortar las fibras. Trabando los dientes, es decir, inclinándolos alternativamente a derecha e izquierda se consigue cortar sin atascamiento las fibras a lo largo de dos líneas, lo que determina el ancho de corte de la sierra. 2) Separar las fibras. Una vez cortadas las fibras, los dientes deben separarlas y dejarlas Iíbres en el corte. 3) Transportar las fibras. Las fibras cortadas y separadas (aserrin) deben ser elíminadh del 28 - corte para que la sierra avance suavemente. Las sierras pueden tener uno o dos tipos de diente para realizar las tres funciones; en el primer caso, cada diente hace todo el trabajo, mientras que en el segundo, éste es compartido. Para que el resultado del aserrio sea satisfac· torio, es decir, que los dientes puedan realizar estas tres funciones, deben cumplirse los siguien. tes requisitos, que se obtienen afio lando correctamente la sierra: Fi' .gura 31a) Las puntas de los dientes deben estar en línea. b) La forma e inclinación de los dientes debe ser igual. e) Los biseles de los dientes, que cumplen una misma función, deben ser iguales. d) La traba debe ser regular. DIENTES TRaZADORES .... Ci\u.... O 01 '.1.10" •••n MOaULO 01 eOR'1 Jo .... 0"'\.0 01 ...... ,"u.,.,,, ,"..,1""1 , ~ DIENTES TROZADORES I ,, DIENTE CEPILLADOIt oo . .: : • ,L. __ TIPOS DE DIENTE 1. .. .. __.. 1 Fig. 31 DIENTE TROZADOR Este diente realiza las tres fun· ciones. Los biseles hacia la punta del diente deben ser anchos para conar. El nervio del diente troza· dor, que está entre los biseles, in· mediatamente debajo de la punta, separa las fibras. Los biseles son menos anchos hacia la base del diente para transportar el aserrín. - 29 Al mantenerse un bisel ancho en la punta del diente favorece el aserrín. Este tipo de diente es el menos usado. Figura 33. corte de las fibras; pero, a su vez, aCtúa como un arado, presionan- 3. do el aserrín hacia las paredes del Este diente está diseñaé:lo especialmente para separar y transportar el aserrin o viruta, ya que en buenas condiciones el diente trabaja como un cepillo de carpintero. Por tener los bordes rectos, este diente no puede cortar las fibras y por ello se combina con dientes trazadores, que se afilan especialmente para realizar la función de corte. Fígura 34. corte, frenando el aserrío; por tal molivo, es muy importante afilar correctamente los biseles, para obtener un equilibrio entre las tres funciones. Figura 32. 2. DIENTE RASPADOR Este diente realiza también las tres funciones, p.ero hay una división de trabajo entre los biseles. Un bisel ancho es para cortar, mientras que el otIO es más an.. gosto y casi perpendicular al corte para separar y transportar el DIENTE CEPILLADOR FORMA DE TRABAJAR DE LOS DIENTES Para cortar las fibras se emplea las dos terceras partes de la DIENTES TROZAoon,s 30 - _$ ..rDI!NTF~· TIln7ÁOCtln~~ y CEPILLAOORES Filio H - 31 fuerza necesaria para el aserrío y trabaja solamente la punta afilada del diente. A medida que el diente penetra en la madera encuentra mayor resistencia, lo que hace más pesado el aserrío, y, con el tiem- po, el diente va perdiendo su filo, que debe ser lo más fino posible para cortar adecuadamente. Para aserrar maderas blandas, el diente puede tener mayor filo, es decir, un bisel más ancho debido a la menor resistencia que oponen éstas. En cambio, para cortar ma· deras duras, el bisel debe ser más angosto, para que el filo del diente sea más resistente. El ángulo del diente debe ser diseñado tomando en cuenta la calidad del acero y la dureza de la madera. Cuando la madera es muy dura, este ángulo tendrá que ser mayor, para que el diente sea más resistente; esto se puede conseguir agregando un bisel superior. Fi· gura 35. Fil!. 35 También la sierra puede tener, desde un principio, dientes de án· gulos mayores, es decir, con la base más ancha; sin embargo, en es· te caso el diente solamente realiza con eficiencia la {unción de cortar las fibras. Mientras mayor sea el ángulo de corte del diente indinado (lados desiguales), más fácil será la penetraCión del diente en la ma· dera en el sentido de su indina· ción, pero no tendrá mucha capacidad de corte en el Otro sentido. El diente inclinado se prefiere para aquellas sierras que deben tra· bajar en un solo sentido. Para trabajar en ambos sentidos, la sierra debe tener la mitad de los dientes inclinados hacia un lado y la otra mitad hacia el otro, o bien, todos los dientes pueden ser verticales de lados iguales, que trabajen igual en ambos sentidos debido a que el ángulo de corte es igual al ángulo de salida. Figura 36. /\ ........... Fij¡. 36 BISEl SUPERtOR 32- Cuando los dientes están separados, es posible utilizar en alto grado su capacidad cortadora, porque la fuerza que se imprime a la sierra se reparte sobre un pe- queño número de dientes. A la in- atascar. Para evitarlo, el cone de- versa, si los dientes están unidos, be ser más ancho que el calibre o espesor de la sierra, lo cual se consigue trabando los dientes, es la fuerza se reparte sobre un mayor número de ellos, siendo la capacidad de penetración individual, menor. Figura 37. Para aumentar el efecto de cone y separación, Fig. 37 el borde dentado puede tener una forma especial, o se puede aserrar describiendo la trayectoria de un péndulo, lo que también resulta muy cómodo. Las sierras con dientes muy separados se recomiendan para aserrar maderas duras, ya que en las blandas se atascan fácilmente. Durante el aserrío, las paredes del cone pueden juntarse debido a la presión del árbol o trozo; también puede taparse parcial. mente con resina y aserrín: cuan- do sucede eStO, la sierra se puede decir, inclinando alternativamente las puntas hacia afuera, pero COn los biseles mirando hacia adentro. La traba tiene que ser más pro· nunciada para aserrar maderas con un alto contenido de humedad y resina, y menor, en caso contrario. Otra medida para evi· tar el atascamiento es fabricar las sierras de modo que el espesor vaya disminuyendo desde el borde dentado hacia el lomo de la lámi· na. Esta reducción debe seguir el borde denrado, para que todos los dientes rengan el mismo espesor. El ancho de la lámina debe estar en relación con su estabilidad y movimiento, para que no se atasque. La superficie debe estar pulida y lisa, para no causar un roce molesto. Una superficie pu. Iida evita mejor la oxidación. Al igual que el brazo de un diapasón, que acompaña y aumenta la vibración del otro brazo, los dientes de una sierra, iguales en forma y tamaño, pueden actuar de manera similar, frenando la sie· rra. Hay muchas maneras para disminuir la vibración, por ejemplo: aumentando el calibre de la lámina, diferente tamaño y fonna de los dientes, o haciendo puentes entre ellos, los que se eliminan una vez que pierden alrura. -JJ TIPOS DE SIERRA De igual importancia que el tamaño, forma, disposición y número de dientes para aserrar una madera determinada, es la forma pos de corvina y su elección depende de la madera que se desea aserrar. Figuras 38 y 39. Condiciones generales que de- y tamaño de la lámina o huincha y el tipo de mango. terminan una buena corvina: Las sierras, en general, son de tces tipos, corvina, serruchones y dores y trozadores, en relación 1 a 2, o 1 a 4. sierras de arco. Los detalles que hay que tomar en cuenca para su elección son: la calidad del acero, tipo de diente, largo, ancho y espesor de la lámina, forma del borde dentado y del lomo, mango y forma de colocarlo. CORVINA Su largo en nuestro país varía entre 5 y 9 pies (1,5 a 2,7 metros), siendo el largo adecuado igual al diámetro del árbol más 1 a 1,5 m. para su conducción. La corvina se emplea para árboles de dimensiones más grandes y es una herramienta simétrica para dos operarios. Hay muchos tiFig. 38 H- a) Grupos de dientes cepillab) Borde dentado describiendo un arco. c) Lomo semirecto que petmiy la intro- ta disminuir el roce ducción rápida de una cuña. d) Reducción gradual del calibre hacia el lomo para disminuír la fricción. e) Mango cómodo y fácil de sacar. Figura 40. USO: La corvina es muy adecuada para volteo y trozado. Para comenzar el aserrío se hacen primero unos cortes suaves con la corvina. Mantener las ma· nos alejadas de los dientes y no apoyar una mano en el tronco a OICNTES Of COIVINA o 'tOZAOOIfS TIPO lANZ" ~AN" rrío más pesado. Sí la corvina empieza a atascarse, hay que introducir una cuña en el corre, detrás del lomo; si nO se puede liberar, sacar el mango }' tirar b corvina hacia un lado. El rendimiento con la corvina depende de la habilidad de ambos operarios. Cuando se asierran ár· boles muy resinosos, se debe IJmpiar, de vez en cuando, la lámina con parafina, para que corra más fácilmente. Para transportar la corvina a distancias corras, se coloca sobre el hombro con el lomo contra el cuello. Para transportes largos, es conveniente adaptar una protección al borde dentado, que puede ser una manguera vieja cortada a lo largo o un listón de madera ranurado que se fija con tiras elásticas o amarras. Figura 42. MACERA SlC.. \ Fig. 39 modo de guía, debído a que la corvina puede saltar y herir. La corvina se conduce a una velocidad uniforme, de modo que trabajen lOdos los dientes. Figura 41. No hay que empujar la corvina, sino solamente tirar de ella. Al no hacer esto, el corte resultará indinado y con ello un ase- Fig. -40 - 35 36 - SERRUCHON Esta sierra asimétrica, generalmente para un solo operario, se emplea en volteo y trozado. Se ha visto que su uso no está generalizado en el país, debido al escaso conocimiento que se tiene de esta herramienta de trabajo; se estima, además, que en la mayoría de los casos, la sierra de arco es más efectiva y prácticamente lo ha reemplazado. Figura 43. El serruchón de extremo libre curvo es más recomendable. El largo adecuado de la lámina es de 3 a 4 pies (0,90 a 1,2 m.). Algunos modelos permiten adaptar un mango adicional en el extremo libre, que en este caso tiene una perforación, de tal modo que el serruchón puede ser usado por dos personas. El mango debe te· ner tal forma, que el serruchón pueda tomarse cómodamente con las dos manos. Figura 44. uso: El aserrío con serruchón no presenta ninguna dificultad de. bido a su tamaño y estabilidad, pero hay que lOmar las mismas precauciones de seguridad que en el uso de la corvina. Figura 45. Cuando el extremo libre del se· rruchón es curvo hacia arriba, la fuerza se va a repanir sobre al· gunos dientes a medida que avan· za, con lo cual aumenta la penetración en la madera. Para aumentar este efeeto, se puede tam- bién aserrar siguiendo la trayectoria de un péndulo. - 37 Fig. 44 Fig. 45 38 - SIERRA DE ARCO La sierra de arco se emplea pa. ra volteo y trozado de árboles de diámetros menores. Figura 46. Los mejores arcos se hacen de tubos de acero ovalados, los cuales pueden soportar una tensión entre sus brazos de 150 a 225 kg. La flecha del arco o distancia entre éste y el lomo de la huincha varia de 22 a 30 cm.; esto no sigo nifica que el diámetro del árbol esté restringido 8 estos valores, debido a que el de diámetro mayor es cortado desde ambos lados. Existen arcos fijos y extensibles: el primero presenta mayor estabilidad, probablemente mayor duración de la tensión y menos posibilidad de torceduras. El arco Fig. 47 extensible es más fácil de transportar, ya que se puede desarmar en dos piezas y permite usar huinchas de diferente largo. Existen, además, arcos con mango teles· cópico. Figuras 47 y 48. El arco carpintero tiene un sistema práctico para tensionar la huincha y es relativamente fácil Fig. 46 = --....._-.... _-~ ... 39 fIJADORES DE LA "'UINCHA. DE SIERRAS DE ARCO Fig. 48 de construir, pero no mantiene su tensión por mucho tiempo. Figura 49. El ancho de la huincha no debe ser más de 25 mm. para evitar atascamientos en el corte; pero hay que tener presente que huinchas demasiado angostas, es decir, de menos de 20 mm. son dificiJes de conducir, por lo cual no hacen un corte recto. El largo depende del tamaño del arco. Por lo general, las huinchas con dientes trozadores y cepilladores son en un 10 a 20% más efectivas que las huinchas de dientes trozadores solamente, si la madera no es demasiado dura. Figura 50. En la actualidad, hay huinchas euyos dientes son endurecidos (punta dura). Estas huinchas son de mayor precio que las comunes, pero la duración del filo es tres veces mayor que aquellas. Cuando han perdido su filo, de40 - bido a que las puntas de los dientes son más duras que la lima común, es muy difícil su mantenimiento; sin embargo, con una he· rramienta provista de una lima especialmente endurecida, de pica muy fina, es posible igualar y afilar en cieno grado los dientes; y se traban igual que los comunes. USO: La sierra de arco es una herramienta para un operario y su uso es muy sencillo. Para voltear y trozar se toma el arco con la mano derecha, sujetando el ar- ~ llIlNTn 11IOl.A.IlOIfS y tU·IU....DC,.'U co en torno a la palanca tensora, y la mano izquierda se apoya sobre el lomo del arco. Es importante aprender el aserrío pendular, que es más efectivo que el horizontal. Cuando la sierra avanza, su extremo libre baja algunas pulgadas y cuando retrocede, al tirar el arco, el extremo libre se levanta. Con este método, el ase rrín se elimina más fácilmente y no se requiere demasiado esfuerzo. Cuando el arco tiene mango telescópico, el aserrío pendular se invierte, según lo explicado. Figura 51. El operario experimentado hace pasadas largas con la sierra, empleando 3/4 del largo de la huincha y a una velocidad de 50 a 60 pasadas por minuto. El arco debe estar en linea con la huincha para evitar cortes oblicuos que 4 Fig. 51 IIIIIIII-_IIIIJ "/1"_. 511'4 MANGO TElESCOPICO _ _ ••11 CON MANGO lElESCQPlCO .SURIO P'ENOUU.1 - 41 hacen más difícil el aserrío y puede romperse la huincha. Figura 52. Cuando sea necesario) hay que introducir en el corce tina cuña de metal o madera dura para facili· tar la operación. El volteo con sierra de arco es más incómodo. El operado toma el areo del mismo modo que para trozar, pero se dobla hasta una posición que le permita conducir la sierra horizontalmente, lo más bajo posible para no desperdiciar madera y evitar tocones altos. Figura 53. Fig. 52 <2- Cuando se asierra madera muy resinosa, de vez en cuando se puede limpiar la huincha con parafi. na, para que corra más suave· mente. Hay que mantener la huincha tensionada adecuadamente, ya que, si está muy suelta, se va a doblar en el corte y hasta puede romperse; además, el aserrío será muy pesado. Es necesario tener una huincha de repuesto durante el trabajo. Para cambiar la huincha, un método seguro y fácil es sujetar la palanca tensora con los bordes de Fig. 54 Fig. 55 los zapatos e inclinar el arco hacia adelante hasta soltarla; par. tensionar la huincha, se cierra la palanca contra el suelo. Figuras 54, 55 Y 56. No hay que olvidar soltar la palanca tensora después de termi· nar el trabajo, con ello el arco se mantendrá rígido por más tiem· po. Si el arco no tensiona bien, se puede hacer otro orificio en la huincha para fijarlo más adentro, o emplear un sistema de fijación que aproveche los dientes de la huincha. Fig. 56 - 4} MANTENIMIENTO DE LAS SIERRAS El principio general del mantenimiento es la limpieza de las herramientas; la acumulación de resina y óxido frena o impide el aserrío. Por lo tanto, la limpieza debe formar parte del trabajo diario, como, asimismo, la protección de los dientes. Para eliminar la resina y OXIdos se puede usar parafina y beocina blanca o productos comerciales especiales, empleando huaipe. esponja de acero o lija de agua. Si la herramienta se guarda por mucho tiempo, puede protegerse con una película de aceite. No es conveniente usar petróleo en la límpieza. ya que forma una película aceitosa que impide el uso adecuado de las limas. FORMA DE ENDEREZAR Y TENSIONAR LA LAMINA. Es necesario enderezar la lámina si tiene una abolladura o está torcida. Enderezar no es cosa fácil, por lo tanto tendrá que hacerlo una persona especializada, que ha logrado esta práctica tras muchos años de experiencia. Un principiante con herramientas inadecuadas puede hacer más daño que beneficio; por ejemplo, golpear la lámina colocada sobre un tocón. con un hacha. puede dañarla para siempre. ocasionándole hendiduras, abolladuras y roturas. Es preferible llevar la sierra a un especialista. Para tensionar y enderezar la lámina de una sierra se necesi· tan varias herramientas: martillo, yunque (aproximadamente de 70 kg.). reglilla. suela delgada o caucho que se clava a un marco de madera que encierra el plano superior del yunque, y una mesa para apoyar la lámina. Figura 57. El martillo debe golpear con la ~ relación con la zona central que es más suelta. La lámina permane· ce derecha y rígida, aún si el lo· mo y borde dentado se calienlan y dilatan, debido al roce duranle el aserrío. Si la sierra se ha usado o alma· cenado duranle mucho tiempo, o estirado varias veces, perderá su rigidez. AFILADURA fuerza de su propio peso a un rilmo uniforme y según un plan con· secuente y adecuado. En el lensio· nado, los golpes del martillo dila· lan el acero y lo extienden lale· El conocimienro complelo para formar y afilar los dienles es neo cesario, aunque en la mayoría de los casos prácticos basla solamen· le afilar los biseles y lrabar los dientes. ralmente cuando se hace sobre una base dura. Para enderezar, el martillo dobla el acero sobre una base blanda (suela o caucho). Es mejor dar muchos golpes suaves que algunos fuerles. Para comprobar si la lámina eSlá bien lensionada, se dobla hacia abajo, para ver la luz enlre la lámina y el borde inferior de la reglilJa; si se dobla hacia arriba, debe producirse luz enlre los exIremos de la reglilla y la lámina. Figura 58. El lomo y el borde denlado pero manecen estirados y rígidos en Fi¡. 58 -45 La sierra es, en alto grado, una herramienta de precisión; por lo tanto, es natural que su uso y mantenimiento requieran algo de experiencia si se quiere obtener un buen resultado. Antes de comenzar la afiladura propiamente tal, hay que considerar las siguientes condiciones generales: -Disponer de adecuada iluminación dentro del uJIer. -Disponer de banco o prensa para fijar la sierra. -Disponer de limas y herramientas de mantenimiento. ILUMINACION La luz natural es la más recomendable, pero no la luz solar di· recta. Si se emplea luz artificial, basta disponer de dos lámparas para iluminar ambas caras del diente. La luz debe ser desviada de los ojos mediante una pantaJla para evitar teflejos que pueden producir estimaciones erradas de distancias y ángulos. FIJACION La sierra debe colocar.'ic en un banco para afilar, dejando los dientes a la misma altura que el 16 - codo del operador. Los lados que fijan la lámina deben ser completamente recIOs y, por lo menos, de 30 cm. de largo. Otra manera de fijar la sierra, no tan ventajosa como el banco, es intercalando dos regliJIas de madera entte la lámina y los fijadores metálicos de prensa para aumentar la superficie de contacto y no dañar la lámina. FASES DE LA AFILADURA 1) 2) 3) 4) 5) 6) 7) 8) 9) lO) Limpiar. Igualar. Rebajar las gargantas. Formar los dientes. Eliminar rebabas. Trabar. Afilar los biseles. Eliminar rebabas. Ajustar la traba. Probar la sierra. 1) LIMPIAR: Antes de comenzar la afiladura, hay que limo piar la lámina con parafina o bencina blanca para eliminar resina }' óxidos. Si es necesario, se puede usar una esponja de acero o lija de agua. Figura 59. 2) IGUALAR: Se igualan los dientes para que tengan la misma altura, con Jo cual el corte seril fácil y uniforme. Un diente más alto va a frenar la sierra, mien- tras que uno más bajo no tra· baja. Se emplea una lima plana de corte simple. Es preferible usar una lima gastada, debido a que se raya al pasar por la puma de los diemes, por lo que no es con· veoiente usarla para las fases si· guiemes. La lima se introduce en un igualador que permite pasarla horizontalmente sobre los diemes. Figura 60. Fil!(. 59 <Fill' 60 Un serruchón o corvina debe estar fijo en el banco; en cambio. la huincha debe permanecer en el arco. Figura 61. También se puede colocar la sierra colgada de un gancho. La lima se pasa con una presión unifonne y suave en sentido (00- Debido a que los dientes ceno trales se gastan más que aquellos de los extremos, habrá que reba· jar más esta zona, sobre todo cerca del mango, para no alterar la altura inicial de los dientes. Los dientes trazadores son nivelados hasta que todos presenten Fig. 61 trario de su espiga y con ésta doblada hacia arriba para que no roce los dientes. Cada pasada con la lima debe abarcar todos los dientes. Si se necesita pasar más de una vez, conviene cambiar el sentido para eliminar las rebabas de la pasada anterior y corregir posibles inclinaciones del iguala. dar. '\8- una punta de diamante (dientes romos). Los dientes cepilladores deben estar más bajos que los dientes trazadores. La medida del rebaje puede obtenerse con un calibra· dar y es muy importante en rela· ción con la efectividad del ase· rrío. Figura 62. Deben rebajarse Fig. 62 de acuerdo a la presión de trabajo sobre la sierra y la penetración de los dientes trozadores, lo que depende, a su vez, de la dureza de la madera, separación de los dientes, curvatura de la lámina y mo~ do de aserrar. El rebaje preciso para cada situación, teóricamente es importante, pero en la prácúca no tiene objeto, debido al número de variables que se presentan. Figura 63. En general, cuando hay mayor distancia entre los dientes, borde dentado curvo, madera blanda de pequeñas dimensiones, y el aserrio es pendular, se requiere más rebaje que en caso contra- rio. Las medidas más comunes del rebaje son las siguientes: Tipo de madera Madera dura Molden bland.a (pino insigne) Corvina. srrrucbón y siun de arco 0.5 mm 0.6 mm Si se va a recalcar el diente cepillador, hay que rebajar menos, en un 0,1 mm. para maderas duras y blandas. 3) REBAJAR GARGANT AS: Después de tres o cuatro afiladuras de los dientes, será ne- Fig. 63 Fig. 64 50 - cesario rebajar las gargantas para que la altura y el ancho del diente sean correctos y mantengan espa· cio suficiente para el aserrín. Fi· gura 64. Las dimensiones de la garganta están en función de la velocidad de aserrío, debiendo ser mayores para maderas blandas que para maderas duras. La lámina debe estar en posición vertical cuando se rebajan las gargantas. Es conveniente hacer primero algunas pasadas con la lima en sentido oblícuo para que ésta penetre mejor y con menos desgaste. La lima debe tener una forma tal que permita rebajar la garganta sin dañar el diente. Cuando la garganta es circular, la líma debe ser cilíndrica. Para que todas las gargantas tengan la misma ptofundidad, se puede emplear una pequeña he· rramienta provista de un lápiz o tiza. Figura 65. Esta herramienta se pasa sobre los dientes y el lápiz o tiza va marcando una linea sobre la lámina e indicando la profundidad de las gargantas. También es muy práctico emplear una regla de igual curvatura que el borde dentado. Figura 66. 4) FORMACION DE LOS D1ENTES: La forma del diente debe ser igual a su forma original. Si el diente ha perdido gran parre de su forma y es necesario rebajar bastante, se pueden considerar Fig. 65 los siguientes valores como representativos: cuadro y Figura 67. Para formar los dientes, se pasa la lima contra los biseles en el mismo sentido de la traba, comenzando por un extremo de la lámina; en seguida se da vuelta la sierra y se repite el proceso. Es Sirrr.u con dirntrs troz"dorts: Corvina y nrruebón Sirru de UtO Altura drl diente 15 mm 9mm Disuncia tntrr los dientn Angulo dt( diente 16 mm tO-15mm 40· Angulo de corte Angulo de 5.l1id" 40· Corvina serruchón Sine;¡ de arco 70· 70· 70-90· 70· 70· 50· Sierras con dientes trondorts y Ctpiil;¡dores: Diente Hozador AnguJo drl ditnte Corvin.a y strruchón 70- 80· Dirntt crpilbdor Angulo de b punU Angulo de corte Angulo de salida 40· 110_120 0 20- JO· - 51 Fig. 66 indispensable usar los biseles antiguos romo guía para no eliminar la punta de diamante del diente, ya que entonces su altura w: J"~ COIrVINI. 5IE04 DE .ucO · . O ._. . "_0_- ._0 __ ._. Fig. 67 52 - SlUUCHON va a disminuír cuando se afilen posteriormente los biseles. Al terminar la formación, la punta de diamante debe tener un ancho de más o menos 0,5 mm. (página anterior). Todas las fases de la afiladura deben comenzar desde el mismo extremo de una corvina o sierra de arco, y desde el mango en el caso del serruchón; la regularidad en la técnica de trabajo favorece la medición ocular. Cuando se forman y afilan los dientes de un serrllchón, es conveniente comenzar con el bisel anterior, porque es más importante. El orden de las etapas es el siguiente: a) Fijar el serruchón con el mango hacia la derecha. b) Formar los biseles anterio· res de los dientes trabados hacia la derecha. c) Formar los biseles poste· riores de los dientes trabados hacia la derecha. d) Dar vuelta el serruchón. e) Formar los biseles anterio· res de los dientes trabados hacia la izquierda. f) Formar los biseles posteriores de los dientes trabados hacia la izquierda. La lima debe trabajar suave y pausadamente con una presión constante para obtener un buen resultado. Para controlar el ángulo del diente se puede emplear un calibrador de ángulos. La formación del diente no se hace, en general, cada vez que se afila la sierra, sino que cuando se rebajan las gargantes, o sea, cada tres o cuatro veces. Se puede emplear el esmeril pa· ra corregir los dientes y rebajar las gargantas, pero para ello se requiere mucha experiencia y ha· bilidad. 5) ELIMINAR REBABAS: Toda limadura produce rebabas que permanecen adheridas a los dientes; éstas deben ser elimina· das, ya que pueden inducir a erro· res en la afiladura Vla traba. Una piedra de asentar dura, de grano fino, de bordes delgados y en seco, puede emplearse para eliminar las rebabas, pasándola suavemente por ambos lados de la sierra. También se puede usar una lima gastada con cantos afilados o un cuchillo común. Figura 68 y 69. Fig. 68 ~ 53 6) TRABAR: Para que la síerra trabaje fácilmente, sin atascarse en el corte, hay que trabar los dientes hacia ambos lados, alternativamente. La dureza de la madera, ancho y espesor de la lámina y la habilidad del operario, son las principales determinantes de la distancia de traba. Figura 70. Para los dientes de serruchones y corvinas se usa una llave o un martll10 de traba. El conrrol se realiza con un reloj de traba u otra herramienta adecuada. Para los dientes de una sierra de arco se emplea un alicate de traba. El Fia. 69 mejor resulraclo se obtiene apre· tanda cada diente tres veces. Fig. 70 54- Tipo dt Corvina. suraebón y siuu. de ¡reo móldef¡¡ M,¡drr¡ bland.l 0.3 - 0.6 mm 0.2 - 0.4 mm Mótdru duu De esto se desprende que es necesario una mayor traba para ma· dera blanda y resinosa, y menor si es dura. Siempre se traba lo menos posible, ya que la cantidad de ma· dera que se acumula entre las puno tas de los dientes es también me· nor, facilirando el corte con la sierra. Mientras más experiencia (enga el operario, menos (raba necesita en su herramienta. Una (raba deficiente provoca dema· siado esfuerzo innecesario. Figu. ra 72. Fig. n Fig. 71 En general, el martillo trabaja mucho más lento que la llave y requiere bastante experiencia, pero el resultado es de mayor duración, debido a que las tensiones internas del diente que tratan de volverlo a la posición inicial son menores. Durante la traba, la corvina o el serruchón deben estar fijos en un banco o prensa, en cambio, la huincha debe estar tensionada. Fi· gura 71. Para aserrar madera blanda o dura se recomienda emplear la siguiente tabla de traba: ...........0.,...•• """' n .. .... _ ..... ~ _u , .. . -55 7) AFILAR LOS BISELES: La finalidad de afilar los biseles es dar la forma definitiva a los bordes y punta del diente. Conviene recordar que solamen· te la punta del diente corta, por lo tanto, es necesario afilarla cui· dadosamente. El afilar todo el bi· sel se debe, entre otras razones, a la mayor superficie disponible pa· ra apoyar la lima, con lo cual los resultados son mejores y más rá. pidos. Figura 73. TIPOS DE BISELES Y SUS PROPIEDADES A) Bisel entero: Es de fácil y rápida confección, pero como es difícil conservar la forma del diente, hay que hacerlo más a menudo. Este bisel es muy poco efec· tivo para sacar el aserrín, ya que lo empuja hacia las paredes del corte. B) Bisel medio:. Es más dífícil y demoroso, pero cOnserva su foro ma y es muy efectivo para sacar aserrín, ya que una parte del borde anterior es casi plano. Es el más recomendable. C) Bisel en punta: Es de difí. cil confección y se hace si hay un esmeril disponible y una persona con experiencia. La ventaja de este bisel consiste en la velocidad de la afiladura, cuyo resu1t.ado es un borde anterior muy firme y muy adecuado para .sacar aserrín. . 56 - D) Bisel superior: Es ventajo· so hacerlo sí la madera es dura, ya que aumenta la resistencia del diente, independientemente del ti· po de bísel empleado. E) Bisel lateral: Es ventajoso si la sierra tiene dientes cepilla. dores; aunque la capacidad del diente trozador para separar y transportar el aserrín sea menor, el diente cepi11ador se encarga de esta función. Figura 74. En relación a las propiedades de estos biseles, se recomienda su empleo en los siguientes casos: -Bisel entero: Para serruchones con dientes raspadores, huin· chas de sierras de arco con dien· tes trozadores y cepilIadores, o F;g. 73 -Bisel lateral: Para serruchones y corvinas con dientes troza· dores y cepilladores. Los biseles y la inclinacióo de los dientes deben ser iguales en sierras que trabajan en ambos sen· tidos. BISEL ENTERO BISEL MEDIO En los serruchones se suele hacer más ancho el bisel anterior que el posterior para obtener un mejor efecto de cone sin dismi· nuír su duración; sin embargo, la BISU EN PUNTA BISEl SUPER 011 BISEL LATERAL Fig. 7" trozadores solamente. -Bisel medio: Para corvinas y serruchones con dientes troza- dores y cepilladores. Un maestro con mucha experiencia puede ha· cer también este bisel en los dientes trazadores de sierras de arco. -Bisel en punta: Para serruchones y sierras circulares, sola- mente cuando el bisel y la garganta pueden ser esmerilados. -Bisel superior: Para serruchones y sierras circulares. rotura de las fibras y la eliminación del aserrín en la dirección de trabajo de la sierra es menor, por lo tanto, es discutible esta forma de afilar. En todo caso, el bisel anterior no debe ser más an· gOSIO que el posterior. El bisel anterior más ancho es, sin duda, más aconsejable si se afila el diente con bisel medio, ya que la parte con menos filo se encarga de eliminar el aserrín. Durante esta fase, la lámina debe estar fija y en posición inclinada, con un ángulo de 4s o para determinar los biseles. Figura 75. la lima debe tomarse con las dos manos. Un principiante debe usar un indicador de ángulos, por el que debe guiarse para obtener bi· seles del ancho deseado. Para afio lar sierras con dientes trazadores, las líneas deben formar ángulos de 609 • En ningún caso la sierra debe eslar suelta. Figura 7G. En esta fase hay que tener presente: 57 Fig. 75 a) Fig. 76 58 - Usar una lima adecuada. b) Limar en el sentido de la traba. Primero todos los biseles anteriores y luego los posteriores de una misma corrida de dientes; en seguida se da vuelta la lámina y se repite el proceso. c) Limar un bisel hasta que desaparezca la mitad de la punta de diamante del diente, de modo que cuando se afile el otro bisel, se forme la punta. d) No afilar en exceso. Golpear suavemente la punta del diente con el mango de la lima, para eliminar las rebabas. También se puede usar un pedacito de madera o manguera de plástico sujeto por el dedo índice. e) El bisel lateral y superior deben hacerse suavemente, sin variar la altura de los dientes. Este último nO debe ser más ancho que 1/ ' ....AfINA 1,5 mm. 8) ELIMINAR REBABAS: Después de afilar los biseles hay que eliminar las rebabas pasando una piedra de asentar en seco a lo largo de las caras de los dientes; estas pasadas también van a eliminar pequeñas irregularidades de la traba. • ISlQHJA DE "'00 Fia. 77 9) REPASAR Y AJUSTAR LA TRABA: La afiladura de los biseles puede ocasionar variaciones, por lo que se recomienda revisar la traba. ID) PROBAR LA SIERRA: Esto se hace en un trozo de madera verde, lo que permite controlar el mantenimiento y asentar la sierra. SEGUN EL TIPO DE SIERRA SERRUCHONES y CORVINAS CON DIENTES TROZADORES O RASPADORES 1) LIMPIAR LA SIERRA: se emplea parafina para eliminar re- sina y óxido. Si es necesario se puede emplear una esponja de acero o lija de agua. Figura 77. Fig. 78 2) IGUALAR: se coloca la lámina en sentido vertical en un banco o prensa y se pasa un igua. lador con una lima gastada; la li· ma se pasa en el sentido de su punta y horizontal sobre los dientes hasta que todos tengan una - 59 punta de diamante y una misma altura. Figura 78. 3) REBAJAR GARGAN· T AS: se usa la lima con cantos rectos o redondos, según la forma de la garganta. Se hacen primero unas pasadas oblícuas y luego horizontales; las gargantas deben tener igual profundidad y ano cho. Figura 79. Fig. 80 --~- - tar dura de grano fino y en seco. Figura 8I. 6) TRABAR: se hace con un manillo O llave de traba colocado a los dos tercios de la altura del diente, medido desde la punta; se comprueba la traba con un reloj de traba. Figura 82. Fig. 79 Fig. 81 4) FORMAR LOS DIENTES: se lima en el sentido de la traba, dejando una punta de diamante de más o menos 0,5 mm. de ancho. Figura 80. 5) ELIMINAR LAS REBA· BAS: se usa una piedra de asen· 60 - lí7 SERRUCHONES y CORVINAS CON DIENTES TROZADORES y CEPILLADORES (' l 1) LIMPIAR LA SIERRA: se usa parafina para eliminar resina y óxido; si es necesario se puede emplear una esponja de ace· ro o lija de agua. Figura 77. 2) IGUALAR: se rebajan los dientes hasta que tengan la misma altura y una punta de diamante; la lámina debe estar en posición vertical. Se usa un igualador y una lima plana gastada; la lima se pasa en sentido de su punta y horizontal sobre los dientes. Figura 85. 3) REBAJAR LOS CEPILLADORES: los cepilladores deben ser más bajos que los dientes Fog. 8l Fig. 82 7) AFILAR LOS BISELES: se fija la lámina en un ángulo de 45 o para limar en sentido de la traba; después de afilar el primer bisel debe quedar la mitad de la punta de diamante. Figura 83. 8) ELIMINAR REBABAS: le utiliza una piedra de asentar en seco. Figura 81. 9) CONTROLAR Y AJUSTAR LA TRABA: se repasa con una llave o martillo y se controla con el reloj de traba. Figura 84. 10) PROBAR LA SIERRA: es preferible usar un trozo de madera verde. • - 61 B I B L Io T ~- e A INSTITUTO rür<¿STAL trozadores con el fin de no tocar las fibras antes de que sean corta· das; el rebaje debe ser adecuado; hay que usar un calibrador de dientes cepilladores. Figura 86. 4) REBAJAR LAS GAR. GANTAS: se debe usar una lima redonda con corte en espiral; para hacer unas pasadas oblicuas -l o 62 - o Fig. 8; primero, y luego, horizontales; hay que profundizar la garganta de tal modo, que no haya neceo sidad de repetir la operación has· ta después de tres o cuatro afila· dura~; las gargantas de~en tener la mISma profundIdad. FIgura 87. 5) REBAJAR O ELIMINAR EL PUENTE: el puente sirve para dar rigidez a los dientes troza· dores mientras son altos; es oeee· sario usar una lima de espesor adecuado para comenzar con pa· sadas oblicuas y luego horizonta· les. Con el tiempo es necesario eliminar completamente el puen· te. Figura 88. 6) ELIMINAR REBABAS: se hace con una piedra de asentar punta del diente; el manilla debe golpear, con su cabeza redonda, el punto donde se juntan los biseles; si se quiere reducir la tra· ba, se debe colocar el yunque 0,5 mm. bajo la punta del diente y se golpea con la cabe.a plana del manilla. Figura 90. 8) LIMAR LA CAVIDAD DIENTE CEPILLADOR: para que sea más fácil afilar el diente cepillador, la cavidad debe tener 4 mm. de profundidad; se hace Fig. 87 dura, de grano fino y en seco. Fi· gura 89. . . . . ..., " . 7) TRABAR: se efectúa con una llave o manilla de traba. Se coloca el yunque 6 mm. bajo la Fig. 89 o Fig. 88 - con una lima de espesor adecua· do y de cantos redondos; hay que hacer algunas pasadas oblícuas y repetir esta operación cada tres o cuatro afiladuras. Figura 91. 9) AFILAR LOS DIENTES CEPILLADO RES: se lima hori· tontalmente Jas puntas hasta obtener el ángulo deseado. Figura 92. - 6} ~~-:_~~~ -=--~~ - - -- .-.....--..=.-.-- Fig. 90 F;g. 91 1 n 64 - F;g. 92 ----f~)/---- \----1 T---- Fig. 93 10) RECALCAR DIENTES CEPILLADO RES: el diente pue· de lIevat la punta más ancha pa· ra obtener un mejor efecto de cepillo. Se usa la cabeza plana del martillo, golpeando primero el plano del diente, luego hacia la punta y, finalmente, en la punta; se pone el pulgar detrás de ésta para proteger los bordes y con· trolar lo recalcado. Una recalca- dura normal disminuye la altura del diente en 0,1 mm., por lo tanto, hay que tenerlo presente al rebajar el diente cepillador. No hay que doblar la punta hacia abajo. Figura 93. 11) AFILAR LOS BISELES: se fija la lámina en un ángulo de 45° y se lima en sentido de la tra· bao Figura 94. - 65 Fil. 94 Fil. 95 12) EUMINAR LAS REBA· BAS: se hace con piedra de asen· tar en seco. Figura 95. Fil. 96 0.11 - 66 - 1 MM. 13) REBAJAR EL NERVIO DEL DIENTE (bisel lateral) : pa· ra que los dientes corten mejor, se puede hacer este bisel de 0,5 a 1 mm. bajo la punta. Figura 96. 14) CONTROLAR Y AJUST AR LA TRABA: se revisa con una llave o martillo y se controla con el reloj de traba. Figura 97. 15) PROBAR LA SIERRA: se hace en un trozo de madera 2) IGUALAR: con la huincha tensionada en el arco, se iguala hasta que los dientes tengan la misma altura; se usa un igualador y una lima plana gastada. Figura 98. verde. HUINCHA DE SIERRA DE ARCO CON DIENTES TRaZADORES. 1) LIMPIAR: se usa parafina para eliminar la resina u óxi· do. Si es necesario, se emplea una esponja de acero o lija de agua. Figura 77. Fig. 97 Fig. 98 ./\N\.. .. - 67 3) REBAJAR GARGAN· TAS: se usa una lima con cantos, según la forma de la garganta; deben tener la misma profundidad; se debe comenzar con algunas pasadas oblicuas. Figura 99. 7) AFILAR LOS BISELES: se fija la lámina en un ángulo de 45° y se lima en el sentido de la traba. Figura 103. 8) ELIMINAR REBABAS: se hace con piedra de asentar duo ra, de grano fino y en seco. Fi· gura 10l. 9) PROBAR LA SIERRA DE ARCO: se prueba en un trozo de madera verde. Fig. 99 4) FORMAR LOS DIENTES: se lima en el sentido de la traba dejando una punta de dia· mante de más o menos 0,5 mm. Figura 100. Fig. 100 5) ELIMINAR REBABAS: se realiza con una piedra de asenrar, dura, de grano fino y en seco. Figura 1Ol. 6) TRABAR: se sujeta la huincha con la mano y se apoya un extremo sobre una mesa; se usa un alicate de trabar; generalmente se traba la huincha fuera del arco, comprobando el resultado a ojo. Figura 102. 68 - HUINCHA DE SIERRA DE ARCO CON DIENTES TRaZADORES y CEPILLADORES 1) LIMPIAR: se usa parafina para eliminar la resina u óxido; si es necesario, se emplea una esponja de acero o lija de agua. Figura 77. 2) IGUALAR: con la huincha tensionada en el arco, se iguala hasta que los dientes tengan la misma altura; se usa un igualador y una lima plana gastada. Figura 104. Fig. 101 Fig. 102 Fig. 103 Fig. 104 ... ... - . -F'C)\i\Ji - 69 Fig. 106 Fig. 105 3) REBAJAR LOS CEPI· lLADORES: se usa un calibrador de dientes cepilladores. Figura 105. 4) REBAJAR LAS GARGANTAS: se usa una lima redonda con corte en espiral para conservar la forma pnmmva de la garganta. Figura 106. 5) TRABAR: se sujeta la huincha con la mano y se apoya un extremo sobre una mesa; se utiliza un alicate de trabar; generalmente se traba la huincha fue· ra del arco, comprobando el re· sultado a ojo. Figura 107. Fig. 107 70 - · Fig. 108 6) AFILAR LOS DIENTES CEPILLADORES: se limJ prime. ro el centro del diente con el canto de la lima. La afiladura se ini· cia desde un extremo de la huin· cha, afilando una punta de los dientes hasta terminar en el otro extremo; en seguida se da vuelta y se repite el proceso; de este modo se compensan las pasadas oblícuas. Si todos los planos de las puntas están más bajos a un lado, los dientes no van a trabajar uni. formemente. Figura 108. 7) AFILAR LOS BISELES: se lima en sentido de la traba. Figura 103. 8) ELIMINAR REBABAS: se efectúa con una piedra de asen· tar, dura, de grano fino y en seco. Figura 109. 9) PROBAR LA SIERRA DE ARCO: en un trozo de madera verde. Fig. 109 '~, . - 71 ¿POR QUE CORTA MAL UNA SIERRA? La tabla siguiente incluye una lista de las fallas más comunes, sus causas y forma de corregirlas: FALLA Muchas de estas fallas pueden evitarse eligiendo sierras de óptima calidad. CORRECCION CAUSA a) Los ditnrts no tienen la misma 2ltUU o los de un b- do son mi, altos. b) Un", corrida de dientts titne menos filo. e) Una corrida de dientes (it· La sitrn no corta derecho. ne los d) ne sus binlu mis anchos o dientu son mis agudos. Una (orrid.. de dientes tiedtm.asiad.a (ub... el La limin,) tni torcida. la siufa se inclina hacia uno u otro bdo. dependiendo del lug.u y posición en que trabaja tI oprrario. La sierra (ofta derecho. puo opone ruisteRcia. 72 - .11) Endecrzar IJ limin3 drs· dr ti bdo hacia ti cual St in· clina. Igu.1Ilu y 3fibr nurvarnrntt. b) Id.m. e) Idrm. d) Idrm. Trabar dr nllevo o paur b pirdr.1l dr urnur rn rI lado que cirne mis tub.1l. e) Endrrezar y rrnsionu la limin.1l. Aumenur 1.11 tir.1lntrz drl arco. f) La limina tienr curutura. f) Aumrnur la tuba dr los dirntrs dd lado curvo. pasar la pirdr.1l dr ¡¡untar rn el la· do opuesto. Trnsionu la li· mina. a) El acero de b corvina o serrucho" u de m,}l,) c.1lid.ld. b) La bui,"cha de IJ. s¡un de arco uti suelta o tiene un dugaut irregul;u. .11) Tensionar la limina. el Los (ijadorn de b buincha tuin torcidos o sudtos. ,b). Hacer nllevos p""udores rn la huincha. nmbiar o regu· lar los fijadores dr la buin· eha. e) Regul.1r o cambiar los fj· j.1ldoru de b huineh.1l. al La traba ts irreguJu. b) la tr.1lb.1l rs drmui.1ld.1l b) Trabar dr nurTO. .11) Uniformar. O ~snS.1l. e) Ll limina rsti torcida o abolbd.1l. e) Trnsionar la Jimin.1l. FALLA la sitrra corta dtrt. chao pero opone resistencia. CORREccrON CAUSA d) La lámina tui con tesina u oxidada. e) Las gargantas son muy pequeñas o irregulufS. f) Los bordes de los dientes rnin romos por puar ínJ.dt~ cuad.amentt lía piedra de astDtaro g) Los dientts cepilbdocts u- tío muy altos. h) El bisfl raspador muy an- d) Limpiar y pulir. r) Rrgular las gargantas. f) Aumrntar lit traba o afi· b,r dr nuno. g) Rrbajar Jos dirntrs crpiIladorrs. h) Aumrntar ti bisrl. gosto. i) El bisel es muy 'locho. i) Rrducir ti bisrl. a) Prtstncia del plano SU~ rior del diente. b) Los bistlu son muy anL;¡ siun. nanza !ua· vtmentr pero ;¡sieru tsnumente. l.1 sitcn. se "'tase¡. gostos. e) El ángulo dtl diente es muy grande. d) El ángulo de corle es muy pequeño. . ) Mrjorar I.t afiladura . b) Aumtntar Jos bistlrs. e) Mtjorar lit formol drl dienl<. d) Idtm. e) Demasi.. da traba. f) Madre;¡ blanda. tsusa sepOlución entre los dientes. t) Rtducir la tub.l. f) Emplear una huincha que tenga mayor srparación tntre los dirntes. a) Los dientes misma altura. b) El ángulo diente es muy e) La traba es b a) Igual:ar y afilar dr nutvo. de cortt del Bunde. b) Mtjorar la forma dtl dirntt o b. trenica dt trabajo. c) Trabar dt nurvo. d) Rrbajar los dirntts erpilIadorts. no están 3. ¡engular. d) Algunos dientu ctpill.~do ru ruán muy altos. - 73 ¿POR QUE HAY QUE MANTENER LAS HERRAMIENTAS? Un buen mantenimiento permite al operario afrontar menores riesgos, ya que el trabajo con herramientas en malas condiciones es una de las principales causas de accidentes. Un hacha sin filo puede rebotar y herir al operario; una sierra sin filo puede saltar de la huella de aserrío. La energía gastada durante el trabajo cuesta dinero. Con herramientas en malas condiciones se gasta más energía que con herramientas bien mantenidas para rea· lizar el mismo trabajo. La diferencia puede alcanzar al 50%. Es natural que el rendimiento y ga- 14- nancias del operario sean afectados por el resultado. Numerosos estudios han probado que los operarios forestales, después de aprender el correcto mantenimiento de las herramientas, aumentan su rendimiento y ganancias en un 20%. Con herramientas bien mantenidas el trabajo es más agradable y el operario tendrá la satisfacción de realizar un trabajo de mejor calidad. Existen numerosas razones desde el punto de vista del empleador y del operario para mantener las herramientas en óptimas con· diciones. HACHAS HACHAS PARA VOLTEO Es la herramienra foresral por excelencia en los rrabajos de exploración foresral y su empleo ha esrado ampliamenre difundido en los bosques del mundo. Es indispensable que el operario foresral renga conocimienro de los diferentes tipos de hachas, su uso y mantenimiento. Figura 110. En Chile, el hacha posiblemenre es la herramienra que se emplea en peores condiciones, porque prácticamenre se desconocen sus propiedades y se le mira simplemente como un pedazo de acero que corta y cuyo rendimiento aumenta si riene más peso. Es raro enconrrar un hacha de peso adecuado para el rrabajo, con un mango adecuado, resisrente y cómodo para conar con facilidad. Por lo general, basta cualquier madera y forma del mango, guarden o no relación con las dimensiones y peso de la herramienta. Figura 11l. El acero del hacha debe ser duro y elástico. Fig.ll0 - 7S . . ¡ ;".. , ~ DI.L. "'L.O c....n ... LINEA 01.1. 0"11.0 Fig. 111 TIPOS DE HACHAS: 2. .~ El ojo no debe tener des- viaciones. Existen en el cometcio variados tipos de hachas debido a que los fabricantes tienen sus propios modelos, los que son importados o copiados en nuestro país. La procedencia del hacha es importante, pues debe ser adecuada para el tipo y dimensiones del bosque, o si se trata de maderas blandas o duras, ya que, para estos casos, el ha. cha tiene principalmente diferen- 3. El ojo debe tener un espesor igual en ambos lados. 4. El ojo debe estar pulido para colocar el mango. 5. El peso de la cabeza y espesor de la zona del filo debe ser adecuado para el uso al cual está destinado. Se recomiendan dos tipos de hachas que han dado muy buenos resultados y son bastante represen· cias en cuanto a su peso y espesor que en una misma zona existen tativos: "Yankce" y "TurpentiDe", ambos modelos norteamericanos. diferentes modelos de hachas, la mayoría de las cuales son inadecuadas por las razones expuestas. Al adquirir un hacha, además del modelo, hay que tener presente las siguientes características generales: 1. La cabeza no debe estar torcida. El tipo Turpentine tiene "orejas" para proteger el mango cuando el operario hace palanca. Esto constituye una ventaja sobre el tipo Yankee, que no las presenta. En relación con el peso de la cabeza, se recomiendan las siguientes dimensiones y longitudes de mangos. Figura 112. de la zona del filo. Se ha visto 76 - TIPO TURPENTlNE TIPO YANKEE Peso Kg. • mm. b mm. e d mm. mm. Pulg. .... .... • mm. Mango b mm. e mm. d mm. M.lngo Pulg. cm. cm. 0.7 88 156 58 25 24 26 60 65 86 168 54 25 24 26 60 65 0.8 90 160 60 25 26 28 65 70 88 172 56 25 26 28 65 70 0.9 92 1M 62 25 26 28 65 70 90 176 58 25 26 28 65 70 1.0 95 168 M 25 26 28 65 70 92 180 60 25 26 28 65 70 I.1 98 172 66 25 26 28 30 65 70 75 94 184 62 25 26 28 30 65 70 75 1.2 \00 176 68 27 26 28 30 65 70 75 96 188 64 27 26 28 30 65 70 75 \.3 102 180 70 27 26 28 30 65 70 75 98 192 66 27 26 28 30 65 70 75 1.5 108 190 74 27 28 30 32 70 75 80 104 200 70 27 28 30 32 70 75 80 1. 75 114 200 78 30 28 30 32 70 75 80 110 208 76 30 28 30 32 70 75 80 2.0 120 210 84 30 30 32 75 80 2.5 132 222 95 30 30 32 75 80 11 . ~ • Ií • .__._.=c=:r . E:j--0-; Tll'O TUIl:PfNTlNI Fi•. Il~ Para pino insigne se recomienNo hay que llevar el hacha so· dan estos tipos de hacha, cuyo bre el hombro, sino tomada en el peso puede fluctuar entre 0,9 a centro del mango, de modo que 1,5 Kg. (2 a 3 lbs.). cuelgue a un costado del operario uso: Un buen hachero traba- con el filo hacia abajo. Recuerde que un hacha sin filo ja con todos sus músculos relajados, toma el hacha con la mano es peligrosa, ya que puede reboizquierda sobre la empuñadura y tar y dañar al operario. Figura 113. la derecha bajo la cabeza. FORMA: La linea del filo deDurante el recorrido del hacha, desliza la mano derecha a lo lar· be corresponder a un arco de cir· go del mango hasta el momento cunferencia cuyo centro debe coin· del impacto, donde la mano dere- cidir o estar sobre el centro de cha se encuentra con la izquierda. gravedad de la cabeza, el que se Hay que mantener una posición encuentra por debajo del centro estable y eliminar previamente to- del ojo. Figura 114. Una manera práctica de comdo obstáculo que pueda desviar el recorrido del hacha o causar la probar si la linea del filo es copérdida del equilibrio. Debido a rrecta consiste en dibujar el sector que es una herramienta muy pe· de la circunferencia y ver si coinligrosa, es conveniente tomar el cide con el ojo. De esta manera máximo de precauciones. se obtiene el mejor efecto de coro Para transponar y guardar. el te y equilibrio. Si el filo no tiene hacha hay que proteger la zona esta forma puede resbalar y causar del filo con una vaina de cuero, accidentes. provista de remaches y dos tiras Los extremos de la zona del fi· elásticas. lo deben ser iguales en ambos la· 78 - dos de la cabeza y de menos espesor. Para maderas duras se recomienda una zona del filo más gruesa, pero a lo largo de los primeros 3 a 5 mm. de dicha zona debe tener el mismo espesor. En cambio, para maderas blandas, la zona del filo debe ser más delgada. Figura 115. Fil. 113 b•• t. una pequena rama - 79 o o , ", I \ , , , '-' CORRECTO '-_/ \I ' INCORRECTO Fía. 114 MANTENIMIENTO DE LAS HACHAS: Con mole;ón: Debido a que la cabeza es de acero templado, hay que usar abundante agua cuando se afila con molejón, con el fin de que el acero no se caliente demasiado. El molejón se usa cuando hay que rebajar mucho la zQna del filo. Después de afilar con molejón hay que pasar una piedra de asentar. Si la zona del filo es demasiado gruesa, hay que rebajar. Esto se consigue echando el cuerpo hacia adelante sobre el molejón, sujetando firmemente la cabeza del hacha con ambas manos y haciendo pasadas largas en sentido con· trario a la rotación del molejón. Por frotación se da la curvatura adecuada a la zona del filo. Figura 116. &0 - Durante el rebaje hay que con· trolar que sea igual en ambos lados y en todo el ancho. La forma se controla mediante la vista y el tacto. Para obtener el filo adecuado se aplica menor presión sobre la cabeza, echando el cuerpo hacia atrás y moviendo la cabeza del haFia. 115 picaduras se eliminan con una piedra de asentar. Primero se usa una piedra de grano grueso y luego una de grano fino. La piedra de· be mojarse. Las pasadas son transo versales comenzando en la parte grucsa, 2 a 3 mm. dcsdc la línca del filo; los dedos dcbcn sujctar la picdra debajo dcl filo para evi· tar cortaduras. Figura 118. Mediante el tacto se controla quc todas las asperezas hayan sido eliminadas. F;g. 118 F;g. 116 cha hacia adelante y atrás con pa· sadas cortas. La piedra debe girar hacia el hacha. Después de usar el molejón, la superficie estará rayada o estria· da, lo que contribuye a producir roturas. Figura 117. Estas rayas y F;g. 117 -81 Fig. 119 Fig, 120 Con lima: Para afilar el hacha con lima, se puede apoyar aquella contra un tocón o una mesa; o la lima puede colocarse en un porta-lima que se fija en un tocón. si el te· cón es resinoso, se coloca un papel debajo de la lima. Figura 119. Para rebajar y dar forma a la zona del filo, se usa una lima pla. na de corte doble, y para afilar la linea del filo, una lima plana de corte simple. Después de afilar, se pasa la piedra de asentar del mismo modo que en el caso anterior. Figuras 120 y 121. 82 - Fig. 121 EL MANGO Y SU COLOCACION La madera para el mango debe tener los anillos de crecimiento paralelos a las caras de éste y debe ser dura y flexible: eucalipto, lingue, araucaria, ulmo. Es recomendable que su forma sea arqueada. El mango debe tener una empuñadura en su extremo libre para sostener las manos y evitar que resbalen. Figura 122. Para que el trabajo con hacha sea efectivo y seguro, el filo debe estar en línea con el eje del mano go. Hay que tener presente esta condición cuando se coloca el mango. Figura 123. El eje del mango forma un án· gulo con el eje de la cabeza del hacha, que se llama ángulo de la cabeza y cuyo valor puede ser de Fig. 122 - 83 80 a 85°. El eje de la caheza pasa por el centro de gravedad de 10 misma. Figuras 124 y 125. Algunas veces el ojo de la cabeza nueva presenta asperezas que se deben limar, ya que dificultan la colocación uniforme del mano go. Figura 126. Para ajustar el mango dentro del ojo se usa una escofina que empareja el borde superior y los _ _ _ _ _ _~ _ _""'''_ lados del mango. Si se obtiene adecuadamente el ángulo de la 1 a _. ----- '\ --0== ::===:::::==:: F;S. 123 F;S. 124 n· . .-' 84 - ' .' . ' oo· lIo '" ! ! '- _ _~I -'-'- ..J_#:;; I ~ --.-. lO' 50 50 -.-.~ A • _ ..o _ D4MfNSIONES EN MllIMETROS: Fil. 125 cabeza, no hay que tocar el borde inferior. Figura 127. Durante el ajuste, hay que in· troducir muchas veces el mango en la cabeza para no rebajar de· masiado. El mango debe reilenar completamente el interior del ojo, aunque es difícil, ya que éste tiene forma de embudo. El rebaje se hace hasta que el mango salga 2 a 3 cm. fuera del ojo y este exceso se corta con la sierra. Si el extre· mo libre del mango es plano, se introduce mediante golpes con otra hacha o con un combo. Fi· Fil. 126 - 85 F;g. 127 PiS_ 128 gura 128. Si la empuñadura no es plana, se apoya el man/(o y la cabeza sobre una mesa horizontal y se golpea el extremo libre. La em· puñadura no debe dañarse porque allí se sostienen las manos. Figura 129. En el centro de la sección del mango, que se introduce en el ojo, se hace una ranura para introducir una cuña de madera, cuya profundidad debe alcanzar un poco más de la mitad del ojo, cuando el mango está en posición correc· ta dentro de la cabeza. Figura 130. La cuña puede hacerse de ma· dera dura y seca, por ejemplo, de un mango viejo. Los anillos de crecimiento deben correr sobre la cara' posterior para que la madera g6 - Fig. 129 Fig. 130 - 87 - , I ',, ,, I I :' I "í , " I "• I I I Pig. 131 de veranO de estos anillos (parte oscura) pueda apretar mejor la cuña en la ranura del mango. Fi· gura 131. El largo, ancho y espesor de· ben ser tales, que las paredes de la ranura sean lo suficientemente presionadas contra las paredes del ojo, para que el mango no tenga ningún juego una vez fijo. La cuña se fija mejor si se rompe ligeramente bajo los bordes de la ranura, los cuales se cierran a gol. pes sobre eUa. Debe ser más larga de lo que se introduce y conviene hacerle marcas para indicar la profundidad que debe alcanzar. Figura 132. Para mantener la cuña fuerte· mente adherida a la ranura se puede sumergir en cola antes de introducirla. Otra medida muy buena para mantenerla inmóvil, es incluir una cuña de acero dentro de ella. Esta puede sacarse fácil· mente al cambiar el mango. 88 - Pig. 132 HACHAS PARA PARTIR En muchos aspectos fundamentales, la construcción y la forma de trabajar con estas hachas se puede comparar con el hacha común. Si es necesario partir y las trozas son pequeñas, se puede emplear el hacha común. Pero, en general, hay que recurrir a hachas especiales para realizar esta faena. Hay dos tipos de hachas para partir o rajar: 1) Hacha partidora, y 2) Hacha combo. Figura 133. Un hacha para partir raja las fibras en sentido longitudinal y no corta. Por lo tanto, el ángulo del filo y la zona del filo pueden ser mayores que en un hacha co· mún, aumentando con eUo la duo ración y el efecto partidor. Para evitar que el hacha parti. dora y el hacha combo queden apretados en la madera, se agrega Fig. 133 un lomo en ambos lados de la zo· na del filo. El roce contra la madera disminuye, lo que práctica. mente elimina la posibilidad de quedar apretado. Figura 134. Para estas hachas se recomien· da también la cabeza con "ore· jas" para apoyar el mango. La cabeza construida de acero debe ser alargada y delgada. El ángulo de la cabeza con respecto al mango debe ser menor de 90°. El hacha partidora, por lo ge· neral, pesa 1,5 a 1,75 kg. Y la línea del filo tiene un anoho de 70 a 76 mm. El hacha común, con igual peso, es más ancha, pero de menor espesor. El hacha .partidora se justifica para trozas de dimensiones más pequeñas y libres de ramas, por ejemplo, para leña de chimenea. ~o es adecuada para combo, ni - 89 para ser golpeada como una cuña. En cambio, el hacha combo se emplea para trozas de grandes dimensiones y con ramas, que sirven para leña de calderas. El hacha combo se fabrica con costados lisos o lomos laterales, siendo este último modelo el mejor. Su peso puede ser de 2,3; 3,0 v 3,5 k,l(., con un an:ho de la 'línea de filo de 55; 60 Y 65 mm., respectivamente. El modelo pesa· do se emplea para trabajos más tlifíciles, teniendo presente no em- plear herramientas más pesadas de lo necesario. El lomo del hacha combo es resistente y las paredes en torno alojo, ¡¡ruesas, permitiendo su empleo como combo para golpear, por ejemplo, una cuña partidora. El lomo es más delgado en su extremo y se biselan los lados para evitar que salten astillas de metal. MANTENIMIENTO El ángulo del filo debe ser grande, las caras de la zona del H... ch~ panidou. H¡¡eh... combo MANGO Es o,'alado y más grueso en su extremo libre para empuñarlo mejor. El mango del hacha partidora puede ser al,l(o curvo, ya que tra· baja en un sentido; en cambio, el mango del hacha combo debe ser recto, debido a que trabaja en ambos sentidos (filo y lomo). Se puede fabricar de eucalipto o lingue. Los anillos de crecimiento de la madera deben ser paralelos a los bordes del mango, con el fin de aumentar su resistencia, y el largo debe permitir una caida fuerte del hacha. Medidas aproximadas de peso y longitudes de mango: PESO kg. LONGITUD DE MANGO J.5 - 1.75 - (2.0) 2.5 - 3.0 3.5 75 - SO cm. - 30" - 32" SO - S5 cm, - 32" - H" El ángulo de la cabeza, en relación al mango, no tiene mucha importancia, debido a la longitud de éste; sin embargo, debe ser aproximadamente de 87°. El mango se coloca de la misma manera que en el hacha común. 90 filo deben ser rectas, dejando lomos laterales si es necesario aumentar la resistencia del filo y sao rar con mayor facilidad el hacha de la madera. Los bordes del lomo deben ser biselados para eliminar y evitar rebabas. La cuña, en cambio, debido a que el ojo es más ancho, se puede colocar diagonalmente, atravesada, o dos cuñas en cruz; así el mango queda más firme dentro del ojo.
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