n a r r ati va El día en que los animales quisieron comer otra cosa Diego Paszkowski Ilustraciones de Francesca Massai Los conejos comen zanahorias, las tortugas comen lechuga, los leones comen carne... Pero, ¿qué pasa cuando, una mañana, muchos de ellos se levantan con ganas de comer algo distinto de lo de siempre? El día en que los animales quisieron comer otra cosa +6 Para acunar a su hijo menor, Diego Paszkowski inventó, durante las noches de todo un mes, esta historia que sucedió el día en que los animales quisieron cambiar. Diego Paszkowski www.loqueleo.santillana.com El día en que los animales quisieron comer otra cosa Diego Paszkowski Ilustraciones de Francesca Massai www.loqueleo.santillana.com © 2009, Diego Paszkowski © 2009, 2014, Ediciones Santillana S.A. © De esta edición: 2016, Ediciones Santillana S.A. Av. Leandro N. Alem 720 (C1001AAP) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina ISBN: 978-950-46-4655-6 Hecho el depósito que marca la ley 11.723 Impreso en Argentina. Printed in Argentina. Primera edición: enero de 2016 Coordinación de Literatura Infantil y Juvenil: María Fernanda Maquieira Ilustraciones: Francesca Massai Dirección de Arte: José Crespo y Rosa Marín Proyecto gráfico: Marisol Del Burgo, Rubén Chumillas y Julia Ortega Paszkowski, Diego El día en que los animales quisieron comer otra cosa / Diego Paszkowski ; ilustrado por Francesca Massai. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Santillana, 2016. 32 p. : il. ; 19 x 16 cm. - (Amarilla) ISBN 978-950-46-4655-6 1. Literatura Infantil y Juvenil. I. Massai, Francesca, ilus. II. Título. CDD 863.9282 Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia, o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la editorial. El día en que los animales quisieron comer otra cosa Diego Paszkowski Ilustraciones de Francesca Massai Para Ivan y Joaquín. Esa mañana el oso, como suele pasar con los osos, se levantó con muchísimas ganas de comer miel. Y por eso fue adonde estaban las abejas a pedirles un poco: después de todo, las abejas producen un montón de miel y él, esa mañana, con uno o dos tarros iba a estar contento. Cuando llegó al panal donde las abejas trabajaban y trabajaban, el oso les pidió un poco de miel para el desayuno. Ellas le dijeron que sí, que le darían dos tarros de miel y hasta tres, pero también le dijeron que nunca habían comido bananas y estaban muy intrigadas por conocer su sabor. 8 De modo que las abejas le pidieron al oso que fuese a buscar al mono, ahí mismo, muy cerca, y les consiguiera a ellas una rica banana. 9 Y allá fue el oso a buscar al mono. Cuando lo encontró, le pidió una banana para dársela a las abejas y que estas le dieran la miel. El mono le dijo que no tenía problema en darle una de las muchas bananas que había en aquel árbol, pero que, por otra parte, él siempre había querido saber cómo era eso de comer carne, ya que había visto que el león la devoraba muy contento una y otra vez. 10 12 El oso fue entonces a buscar al león. Cuando lo encontró, le pidió que por favor le diera una porción de carne para entregársela al mono, así este le daría una banana que él les ofrecería a las abejas para que ellas al fin le dieran la miel. Pero el león le dijo que, a pesar de que él era un animal carnívoro y no herbívoro, tenía intriga por conocer el sabor de las hojas más altas del árbol más alto, un lugar adonde él no podía llegar y adonde sí llegaba la jirafa. En cuanto a la carne, no tenía inconveniente en darle una porción, pero solo después de que el oso le entregara las hojas. 13 Fue entonces el oso a buscar a la jirafa, que estaba de lo más tranquila, y le pidió algunas de las hojas más altas de la rama más alta del árbol más alto. Así él podría llevárselas al león, y este a su vez le daría la carne. Él la llevaría al mono, quien le entregaría una banana para que se la diera a las abejas a cambio de la miel. La jirafa accedió, pero dijo que antes quería saber cómo era comer zanahorias, que tenían ese color anaranjado tan bonito y que, desde arriba, desde donde ella miraba comer a los conejos, se veían deliciosas. Y allá fue el oso a buscar a los conejos. Cuando los encontró, les pidió una zanahoria para entregársela a la jirafa, quien le daría las hojas más altas de la rama más alta del árbol más alto. Y él podría llevárselas al león, quien le daría la carne que él llevaría al mono, quien le daría una banana para que el oso la entregara a las abejas y estas le dieran la miel. 16
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