04 NACIONAL MARTES 29 DE MARZO DE 2016 juventud rebelde La República de ojos abiertos por YAILIN ORTA RIVERA [email protected] CUALQUIER proceso que prefigure el destino de la nación debe ser anchuroso y orgánico, y precisa siempre de acercamientos, reconfiguraciones, usos y apropiaciones. En diálogo y en sintonía con esa lógica, para seguir moldeando la fisonomía del país, discurrieron del 1ro. al 4 de marzo las reuniones de consulta de los documentos del Séptimo Congreso del Partido en todas las provincias del país, cita que unió, solo en la efectuada en La Habana, a unos mil delegados e invitados de los más diversos sectores y niveles de responsabilidad de nuestra sociedad. Los participantes estuvieron entregados al deseo de aportar en un debate comprometido, apasionado, revolucionario e inclusivo, que a la vez se tejió a partir de una rigurosa metodología, en aras de aprovechar al máximo las jornadas. El encuentro se movió, además, sobre los rieles poderosos de un pensamiento que es heredero de la cultura política cubana. Con notable intensidad se adicionó, eliminó, sintetizó, modificó, corrigió o se señaló lo insuficiente… en un ejercicio en el que en no pocas ocasiones se prolongó la construcción del consenso, por el caudal de miradas y de vivencias de los militantes y algunos no militantes, quienes basados en sus saberes y experiencias, imaginaban horizontes, hurgaban en nuestras tradiciones e historia, y relanzaban el presente al propósito mayor de concretar la prosperidad y la sostenibilidad de nuestro socialismo. Esos esfuerzos cristalizaron en el enriquecimiento de los documentos en los que se plantean, entre otros temas, la conceptualización del modelo económico y social cubano; la visión de la nación, sus ejes y sectores estratégicos; la evaluación de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución y su actualización para el próximo quinquenio, así como la valoración de la materialización de los Objetivos de trabajo del Partido a partir de su Primera Conferencia. En esas páginas, nutridas y transformadas por los convocados, se incluía lo nacido previamente en las asambleas de balance del Partido desplegadas de septiembre a diciembre de 2015 y el fruto de la labor durante años, anónima y paciente, de diversas comisiones, que a su vez contaron con el asesoramiento de relevantes académicos. La discusión previa de los documentos en los Plenos del Comité Central celebrada en diciembre de 2015 y enero de este año, y los aportes que hicieron sus integrantes, fueron igualmente valiosos. Las reuniones de consulta efectuadas este mes tuvieron la singularidad de que, después de un minucioso trabajo en comisiones, se hiciera un examen amplio de esos textos en plenaria. Los acuerdos de las plenarias están siendo valorados por los encargados de elaborar la versión final de estos documentos que se presentarán a la consideración de los organismos superiores del Partido y al Séptimo Congreso. Estos ejercicios de pensamiento, que no pueden tener su alcance ni fin solo en el cónclave previsto del 16 al 19 de abril, me hacen creer aún más, como Martí, en la República de ojos abiertos, ni insensata ni tímida, ni togada ni descuellada, ni sobreculta ni inculta, desde que veo, juntos para ahora y para después, a los cubanos que ponen su opinión franca y libre por sobre todas las cosas. Pero, más allá de describir el espíritu de estos espacios que propiciaron el crecimiento individual y colectivo, deseo subrayar que la esencia fue pautar lo urgente y cardinal que hay que transformar, y formular lo que estratégicamente corresponde defender. Cinco años atrás, frente a las coordenadas trazadas por el Sexto Congreso, en estas mismas páginas aludí a que a los de mi tiempo nos tocaba seguir abrazando montañas, porque la aventura de la Revolución no termina, continúa. El desafío de hacerlo sin ingenuidades, anticipando situaciones y actuaciones, organizando los actos concretos que harán avanzar los proyectos, vuelve a estar planteado. Para Pensar en Cuba por ANA MARÍA DOMÍNGUEZ CRUZ [email protected] «NOSOTROS, los que vivimos durante los últimos 20 o 30 años, hemos escuchado hablar de una épica revolucionaria, de una polémica cultural, de un país bloqueado, de prejuicios y estereotipos, de conquistas sociales, de un imperialismo y de la grandeza de todo el pueblo. Pero no bastan los cuentos de nuestros padres y abuelos… Queremos estudiar, conocer y profundizar en nuestras raíces más cercanas, llegar a entender el proceso del cual somos parte. Precisamente por eso nos hemos propuesto pensar en Cuba». Estas líneas encabezaron, en octubre de 2014, el editorial del primer número de Pensar en Cuba, una revista digital on-line de Ciencias Sociales, con una frecuencia trimestral. Su objetivo es abordar la realidad cubana a partir del triunfo de la Revolución, desde una perspectiva académica multidisciplinar. Temas como la vida en los años 60, la manipulación de la migración, el pensamiento revolucionario, las agresiones mediáticas contra la Isla, la relación con América Latina y la política estadounidense hacia Cuba en la última década han sido abordados en los primeros seis números. Integran su equipo de realización jóvenes periodistas, editores, diseñadores y colaboradores de mucha experiencia, asesorados por un consejo integrado por Rodolfo Romero. Director de la publicación. Foto: Roberto Morejón intelectuales reconocidos como María del Carmen Ariet, Fernando Martínez Heredia, Jacinto ValdésDapena, Elier Ramírez Cañedo y Mario A. Padilla. Su joven director, el periodista Rodolfo Romero Reyes, comentó a JR que «aunque en apariencia pueda parecer una inconveniencia el no poder guardarla en el librero, pues los tiempos modernos y los escasos recursos económicos nos obligaron a nacer como una revista en formato digital, creemos que así se multiplican las posibilidades de reproducirse de computadora a computadora, en las redes sociales o en los teléfonos celulares». Dirigida a jóvenes historiadores, estudiosos de las Ciencias Sociales, politólogos, estudiantes (de pre y posgrado) de carreras de Ciencias Sociales —principalmente Historia, Sociología, Filosofía, Ciencias Políticas, Periodismo, Comunicación Social, Economía y Derecho— cubanos y extranjeros, interesados en temas relacionados con el desarrollo de la sociedad cubana, Pensar en Cuba potencia un espacio académico en torno a la realidad cubana, acotó. «En la revista rescatamos la memoria histórica y profundizamos en hechos que han sido significativos, polémicos o insuficientemente analizados a lo largo de estos casi 60 años. Presentamos, además, la experiencia de vivir la Revolución desde la perspectiva de los hombres y las mujeres comunes que se vieron envueltos en su vorágine», agregó Romero Reyes, quien puntualizó que Pensar en Cuba forma parte de las proyecciones concebidas por el Memorial de la Denuncia, un proyecto museológico que pronto abrirá sus puertas en el municipio capitalino de Playa. En la recién finalizada Feria del Libro en La Habana se presentó el último número de esta publicación, correspondiente al trimestre enero-marzo, y la ocasión fue propicia para dialogar con la destacada editora y profesora universitaria Sonia Almazán, quien es una de las colaboradoras y más críticas lectoras de la publicación. Los textos que integran la sección Artículos y ensayos hacen un recuento de las ambiciones de Estados Unidos en relación con Cuba —comentó—, y cómo estas constituyen parte de la cultura política norteamericana, concebida desde el pensamiento fundacional de Thomas Jefferson y John Quincy Adams. Una de las propuestas más atractivas del número lo constituye el dossier que presenta algunos memorandos que han sido desclasificados en Estados Unidos sobre Cuba —documentos que indican el interés por ambas partes de una normalización de las relaciones y la necesidad de un diálogo de entendimiento—, resúmenes de algunas conversaciones sostenidas en décadas anteriores y fragmentos de la conferencia ofrecida por Barack Obama el 19 de diciembre de 2014. Con un amplio despliegue en redes sociales como Facebook y Twitter, y un canal de videos en Youtube, Pensar en Cuba intenta atrapar la atención de los usuarios al ofrecer una mirada joven al período de nuestra historia más reciente. ¿Retos de la revista? El investigador Jacinto Valdés-Dapena, miembro del Consejo Asesor y responsable de arbitrar los trabajos de los colaboradores, expertos investigadores y jóvenes estudiosos, identifica como desafío la convergencia generacional. «No es solo un reto de esta época, pues lo ha sido en todas. Creo que la revista aporta una visión novedosa de la teoría social, y lo hace de forma original y creadora en la que se refleja el mundo de hoy. A los más jóvenes les permite acceder al conocimiento de los eventos más importantes que acontecen en el ámbito social y del pasado, para formar una visión de futuro, desde las ciencias sociales, sin calco ni copia». Para Rodolfo Romero Reyes, el principal reto es llevar la imagen de la Revolución Cubana a la juventud. «Para ello se ha propuesto contar el acontecer histórico de los últimos años con una visión renovadora y de forma diferente. Pretende en las próximas ediciones abarcar los principales debates y polémicas de nuestros tiempos, con un sentido de identidad cultural y la cubanía». «En momentos en que pensar en Cuba se vuelve un ejercicio útil, necesario y primordial, defendemos la existencia de una publicación que, con ese nombre, tiene entre sus premisas rescatar la historia Patria, un noble e imperioso empeño», aseveró Romero Reyes.
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