Misal Abril - Parroquia

MISAL ABRIL 2016
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VIERNES 1
Blanco
Feria Dentro de la Octava de Pascua
MR p. 345 (351) / Lecc. I, p. 866
Otros santos: Venancio, Anastasio y compañeros, mártires; Nuño Álvares de
Pereira, religioso. Beato José Girotti, mártir.
LA TERCERA VEZ
Hch 4, 1-12, Jn 21,1-14
Solamente quien ha quedado marcado por un acontecimiento realmente significativo lleva
cuenta precisa del mismo. Para los discípulos las apariciones de Jesús resucitado no podían
formar parte de los hechos comunes y corrientes que terminan en el cajón del olvido. La
primera, la segunda y la tercera aparición quedaron grabadas como queda guardado el
primer nacimiento, el primer beso, el primer salario. La vida sin Jesús no tenía sentido para
los pescadores galileos. Reencontrarse con Jesús abría horizontes de sentido para su vida.
En el relato de los Hechos de los Apóstoles, los discípulos lo revelan. La salud, la
enfermedad, el poder y la autoridad, en una palabra, toda su vida, quedó redimensionada a
partir de la experiencia de Jesús. La curación del enfermo se constituyó en la evidencia
primaria de que el nombre de Jesús era fidedigno y podría ser invocado para traer salvación
a los afligidos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 77, 53
El Señor liberó a su pueblo y lo llenó de esperanza, y a sus enemigos los sumergió en el
mar. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que estableciste el misterio pascual como alianza de la
reconciliación humana, concédenos manifestar en las obras lo que celebramos con fe. Por
nuestro Señor Jesucristo...
Misal Abril 2016
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Fuera de Jesús no hay salvación.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 1-12
En aquellos días, mientras Pedro y Juan hablaban al pueblo, se presentaron los sacerdotes,
el jefe de la guardia del templo y los saduceos, indignados porque los apóstoles enseñaban al
pueblo y anunciaban la resurrección de los muertos por el poder de Jesús. Los
aprehendieron, y como ya era tarde, los encerraron en la cárcel hasta el día siguiente. Pero
ya muchos de los que habían escuchado sus palabras, unos cinco mil hombres, habían
abrazado la fe.
Al día siguiente, se reunieron en Jerusalén los jefes del pueblo, los ancianos y los escribas, el
sumo sacerdote Anás, Caifás, Juan, Alejandro y cuantos pertenecían a las familias de los
sumos sacerdotes. Hicieron comparecer ante ellos a Pedro y a Juan y les preguntaron:
“¿Con qué poder o en nombre de quién han hecho todo esto?”
Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: “Jefes del pueblo y ancianos: Puesto que hoy se nos
interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, para saber cómo fue curado,
sépanlo ustedes y sépalo todo el pueblo de Israel: este hombre ha quedado sano en el
nombre de Jesús de Nazaret, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre
los muertos. Este mismo Jesús es la piedra que ustedes, los constructores, han desechado y
que ahora es la piedra angular. Ningún otro puede salvarnos, pues en la tierra no existe
ninguna otra persona a quien Dios haya constituido como salvador nuestro”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 117, 1-2 y 4. 22-24. 25-27a
R/. La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular.
Aleluya.
Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Diga la casa
de Israel: “Su misericordia es eterna”. Digan los que temen al Señor: “Su misericordia es
eterna”. R/.
La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra de la
mano del Señor, es un milagro patente. Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de
gozo. R/.
Libéranos, Señor, y danos tu victoria. Bendito el que viene en nombre del Señor. Que Dios
desde su templo nos bendiga. Que el Señor, nuestro Dios, nos ilumine. R/.
SECUENCIA opcional
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 117, 24
R/. Aleluya, aleluya.
Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/.
EVANGELIO
2
Misal Abril 2016
Se acercó Jesús, tomó el pan y se lo dio a sus discípulos y también el pescado.
Del santo Evangelio según san Juan: 21, 1-14
En aquel tiempo, Jesús se les apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades.
Se les apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás (llamado el Gemelo),
Natanael (el de Cana de Galilea), los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro
les dijo: “Voy a pescar”. Ellos le respondieron: “También nosotros vamos contigo”. Salieron
y se embarcaron, pero aquella noche no pescaron nada.
Estaba amaneciendo, cuando Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no lo
reconocieron. Jesús les dijo: “Muchachos, ¿han pescado algo?” Ellos contestaron: “No”.
Entonces él les dijo: “Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces”. Así lo
hicieron, y luego ya no podían jalar la red por tantos pescados.
Entonces el discípulo a quien amaba Jesús le dijo a Pedro: “Es el Señor”. Tan pronto como
Simón Pedro oyó decir que era el Señor, se anudó a la cintura la túnica, pues se la había
quitado, y se tiró al agua. Los otros discípulos llegaron en la barca, arrastrando la red con
los pescados, pues no distaban de tierra más de cien metros.
Tan pronto como saltaron a tierra, vieron unas brasas y sobre ellas un pescado y pan. Jesús
les dijo: “Traigan algunos pescados de los que acaban de pescar”. Entonces Simón Pedro
subió a la barca y arrastro hasta la orilla la red, repleta de pescados grandes. Eran ciento
cincuenta y tres, y a pesar de que eran tantos, no se rompió la red. Luego les dijo Jesús:
“Vengan a almorzar”. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ‘¿Quién eres?’,
porque ya sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio y también el
pescado.
Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de resucitar de entre
los muertos.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
San Josemaría Escrivá, “Amigos de Dios”, n. 267.
Las almas son de Dios
Los demás discípulos vinieron en la barca, tirando de la red llena de peces,
pues no estaban lejos de tierra, sino como a unos doscientos codos. Enseguida
ponen la pesca a los pies del Señor, porque es suya. Para que aprendamos que
las almas son de Dios, que nadie en esta tierra puede atribuirse esa propiedad,
que el apostolado de la Iglesia -su anuncio y su realidad de salvación- no se
basa en el prestigio de unas personas, sino en la gracia divina.
Jesucristo interroga a Pedro, por tres veces, como si quisiera darle una
repetida posibilidad de reparar la triple negación. Pedro ya ha aprendido,
escarmentado en su propia miseria: está hondamente convencido de que
sobran aquellos temerarios alardes, consciente de su debilidad. Por eso, pone
todo en manos de Cristo. Señor, tú sabes que te amo. Señor, tú lo sabes todo,
tú sabes que te amo. Y ¿qué responde Cristo? Apacienta mis corderos,
apacienta mis ovejas. No las tuyas, no las vuestras: ¡las mías! Porque Él ha
creado al hombre, Él lo ha redimido, Él ha comprado cada alma, una a una, al
precio -lo repito- de su Sangre.
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Misal Abril 2016
Cuando los donatistas, en el siglo V, organizaban sus ataques contra los
católicos, defendían la imposibilidad de que el obispo de Hipona, Agustín,
profesase la verdad, porque había sido un gran pecador. Y San Agustín
sugería, a sus hermanos en la fe, cómo habían de replicar: Agustín es obispo en
la Iglesia Católica; él lleva su carga, de la que ha de dar cuenta a Dios. Lo
conocí entre los buenos. Si es malo, él lo sabe; si es bueno, ni siquiera en él he
depositado mi esperanza. Porque lo primero que he aprendido en la Iglesia
Católica es a no poner mi esperanza en un hombre.
No hacemos nuestro apostolado. En ese caso, ¿qué podríamos decir? Hacemos
-porque Dios lo quiere, porque así nos lo ha mandado: id por todo el mundo y
predicad el Evangelio- el apostolado de Cristo. Los errores son nuestros; los
frutos, del Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, realiza bondadoso en nosotros el intercambio de este sacrificio pascual, para que
pasemos de los afectos terrenos al deseo de los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Prefacio I de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 21, 12-13
Dijo Jesús a sus discípulos: Vengan a comer. Y tomó un pan y lo repartió entre ellos.
Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por
la pasión de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él, que vive y reina por
los siglos de los siglos.
La despedida se hace como en el día de Pascua.
SÁBADO 2
Blanco
Feria Dentro de la Octava de Pascua
MR p. 346 (352) / Lecc. I, p. 869
[Se omite la memoria de San Francisco de Paula, ermitaño] LH I vísperas de
mañana, todo propio. T. II: p. 616; Fieles; p. 273; Popular: pp. 446 y 443.
Otros santos: Pedro Calungsod, mártir. Beato Diego de San Vitores, mártir.
CUANDO LAS PALABRAS DUELEN
Hch 4, 13-21; Mc 16, 9-15
El nombre de Jesús resultaba molesto a los dirigentes religiosos de Israel. Haciendo uso de
su pretensión de ser depositarios de la representación del querer divino, prohibieron a los
pescadores galileos seguir pronunciando el nombre de su mayor esperanza: Jesucristo. Por
desgracia la celosa defensa de la fe verdadera ha impulsado actitudes de intolerancia y de
cerrazón ante las creencias ajenas. El cristianismo es esencialmente misionero porque ese
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Misal Abril 2016
fue el mandato fundamental del Resucitado: predicar la buena noticia a la humanidad. Es
indispensable presentar nuestra fe como buena noticia. En distintos foros personas no
creyentes han saludado con apertura y hasta con entusiasmo el mensaje de esperanza y
exigencia que el Papa Francisco ha enviado a pro-pósito del cuidado de La Casa Común en
la encíclica Laudato Si. El Evangelio se encarna en las situaciones y retos de nuestro siglo
XXI.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 104, 43
El Señor liberó a su pueblo y lo llenó de alegría; al pueblo elegido lo colmó de júbilo.
Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que, con la abundancia de tu gracia, no cesas de aumentar en todos los
pueblos el número de los que creen en ti, mira propicio a tus elegidos y haz que, renacidos
ya por el sacramento del bautismo, queden un día revestidos de gozosa inmortalidad. Por
nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No podemos callar lo que hemos visto y oído.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 13-21
En aquellos días, los sumos sacerdotes, los ancianos y los escribas, se quedaron
sorprendidos al ver el aplomo con que Pedro y Juan hablaban, pues sabían que eran
hombres del pueblo sin ninguna instrucción. Ya los habían reconocido como pertenecientes
al grupo que andaba con Jesús, pero no se atrevían a refutarlos, porque ahí estaba de pie,
entre ellos, el hombre paralítico que había sido curado.
Por consiguiente, les mandaron que salieran del sanedrín, y ellos comenzaron a deliberar
entre sí: “¿Qué vamos a hacer con estos hombres? Han hecho un milagro evidente, que todo
Jerusalén conoce y que no podemos negar; pero a fin de que todo esto no se divulgue más
entre el pueblo, hay que prohibirles con amenazas hablar en nombre de Jesús”.
Entonces mandaron llamar a Pedro y a Juan y les ordenaron que por ningún motivo
hablaran ni enseñaran en nombre de Jesús. Ellos replicaron: “Digan ustedes mismos si es
justo delante de Dios obedecerlos a ustedes antes que a Dios. Nosotros no podemos dejar de
contar lo que hemos visto y oído”.
Los miembros del sanedrín repitieron las amenazas y los soltaron, porque no encontraron la
manera de castigarlos, ya que el pueblo entero glorificaba a Dios por lo sucedido.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 117,1 y 14-15. 16ab-18. 19-21
R/. La diestra del Señor ha hecho maravillas. Aleluya.
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Misal Abril 2016
Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. El Señor es
mi fuerza y mi alegría; en el Señor está mi salvación. Escuchemos el canto de victoria que
sale de la casa de los justos: R/.
“La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro orgullo”. No moriré,
continuaré viviendo para contar lo que el Señor ha hecho. Me castigó, me castigó el Señor,
pero no me abandonó a la muerte. R/.
Ábranme las puertas del templo, que quiero entrar a dar gracias a Dios. Esta es la puerta del
Señor y por ella entrarán los que le viven fieles. Te doy gracias, Señor, pues me escuchaste y
fuiste para mí la salvación. R/.
SECUENCIA opcional
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 117, 24
R/. Aleluya, aleluya.
Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/.
EVANGELIO
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Del santo Evangelio según san Marcos: 16, 9-15
Habiendo resucitado al amanecer del primer día de la semana, Jesús se apareció primero a
María Magdalena, de la que había arrojado siete demonios. Ella fue a llevar la noticia a los
discípulos, los cuales estaban llorando, agobiados por la tristeza; pero cuando la oyeron
decir que estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron.
Después de esto, se apareció en otra forma a dos discípulos, que iban de camino hacia una
aldea. También ellos fueron a anunciarlo a los demás; pero tampoco a ellos les creyeron.
Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su
incredulidad y dureza de corazón, porque no les habían creído a los que lo habían visto
resucitado. Jesús les dijo entonces: “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a
toda creatura”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
San Josemaría Escrivá, “Es Cristo que pasa”, n. 175. «Hay un obstáculo real
para el apostolado: el falso respeto, el temor a tocar temas espirituales, porque
se sospecha que una conversación así no caerá bien en determinados
ambientes, porque existe el riesgo de herir susceptibilidades. ¡Cuántas veces
ese razonamiento es la máscara del egoísmo! No se trata de herir a nadie, sino
de todo lo contrario: de servir. Aunque seamos personalmente indignos, la
gracia de Dios nos convierte en instrumentos para ser útiles a los demás,
comunicándoles la buena nueva de que Dios quiere que todos los hombres se
salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
¿Y será lícito meterse de ese modo en la vida de los demás? Es necesario. Cristo
se ha metido en nuestra vida sin pedirnos permiso. Así actuó también con los
primeros discípulos: pasando por la ribera del mar de Galilea vio a Simón y a
su hermano Andrés, echando las redes en el mar, pues eran pescadores. Y les
dijo Jesús: seguidme, y haré que vengáis a ser pescadores de hombres. Cada
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Misal Abril 2016
uno conserva la libertad, la falsa libertad, de responder que no a Dios, como
aquel joven cargado de riquezas, de quien nos habla San Lucas. Pero el Señor y
nosotros –obedeciéndole: id y enseñad– tenemos el derecho y el deber de
hablar de Dios, de este gran tema humano, porque el deseo de Dios es lo más
profundo que brota en el corazón del hombre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que
celebramos, para que, continuamente renovados por su acción, se conviertan para nosotros
en causa de eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de Pascua (en este día)
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Ga 3, 27
Todos ustedes que han sido bautizados en Cristo, se han revestido de Cristo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos
misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la
resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La despedida se hace como en el día de Pascua.
DOMINGO 3
Blanco
II Domingo de Pascua
Fiesta de la Divina Misericordia
MR p. 347 (353) / Lecc. I, p. 329. LH del Domingo de Pascua
Otros santos: Ricardo de Wych, obispo; Sixto I, papa y mártir. Beatos José
Luciano Ezequiel Huerta Gutiérrez y José Salvador Huerta Gutiérrez,
mártires.
CON SEÑALES O SIN ELLAS
Hch 5,12-16: Ap 1,9-11. 12-13. 17-19; Jn 20, 19-31
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El sumario conciso de los Hechos de los Apóstoles registra con aire ufano la buena
reputación y la confianza que habían alcanzado los cristianos originarios de Jerusalén ante
la mirada de sus vecinos. La gente los buscaba porque sabía que sus dolencias y necesidades
encontrarían una respuesta favorable de su parte. Invocaban el nombre de Jesús y se
realizaban sanaciones en aquellos que confiaban en el Dios amigo de la vida. El mensaje
cristiano no era un consuelo ilusorio sino una realidad transformadora. Esas señales son
benéficas para quien anda buscando una respuesta a sus inquietudes profundas. La
credibilidad de los evangelizadores no sustituye la fe en Cristo Jesús, sino que la vuelve
viable. En el Evangelio el Señor Jesús desautoriza la incredulidad de Tomás y pareciera
cuestionar la importancia de las señales. Hay que hacer una distinción: Tomás no puede
demandar más señales porque Dios Padre ya les había otorgado numerosas señales a través
de su hijo Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA 4 Esd 2, 36-37
Abran el corazón con alegría, y den gracias a Dios, que los ha llamado al Reino de los
cielos. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios de eterna misericordia, que reanimas la fe de este pueblo a ti consagrado con la
celebración anual de las fiestas pascuales, aumenta en nosotros los dones de tu gracia, para
que todos comprendamos mejor la excelencia del bautismo que nos ha purificado, la
grandeza del Espíritu que nos ha regenerado y el precio de la Sangre que nos ha redimido.
Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Crecía el número de los creyentes en el Señor
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 5, 12-16
En aquellos días, los apóstoles realizaban muchos signos y prodigios en medio del pueblo.
Todos los creyentes solían reunirse, por común acuerdo, en el pórtico de Salomón. Los
demás no se atrevían a juntárseles, aunque la gente los tenía en gran estima.
El número de hombres y mujeres que creían en el Señor iba creciendo de día en día, hasta el
punto de que tenían que sacar en literas y camillas a los enfermos y ponerlos en las plazas,
para que, cuando Pedro pasara, al menos su sombra cayera sobre alguno de ellos.
Mucha gente de los alrededores acudía a Jerusalén y llevaba a los enfermos y a los
atormentados por espíritus malignos, y todos quedaban curados.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 117, 2-4. 22-24. 25-27a
R/. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
Diga la casa de Israel: “Su misericordia es eterna”. Diga la casa de Aarón: “Su misericordia
es eterna”. Digan los que temen al Señor: “Su misericordia es eterna”. R/.
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Misal Abril 2016
La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra de la
mano del Señor, es un milagro patente. Éste es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de
gozo. R/.
Libéranos, Señor, y danos tu victoria. Bendito el que viene en nombre del Señor. Que Dios
desde su templo nos bendiga. Que el Señor, nuestro Dios, nos ilumine. R/.
SEGUNDA LECTURA
Estuve muerto y ahora, como ves, estoy vivo para siempre.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 1, 9-11. 12- 13. 17-19
Yo, Juan, hermano y compañero de ustedes en la tribulación, en el Reino y en la
perseverancia en Jesús, estaba desterrado en la isla de Patmos, por haber predicado la
palabra de Dios y haber dado testimonio de Jesús.
Un domingo caí en éxtasis y oía mis espaldas una voz potente, como de trompeta, que decía:
“Escribe en un libro lo que veas y envíalo a las siete comunidades cristianas de Asia”. Me
volví para ver quién me hablaba, y al volverme, vi siete lámparas de oro, y en medio de ellas,
un hombre vestido de larga túnica, ceñida a la altura del pecho, con una franja de oro.
Al contemplarlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniendo sobre mí la mano derecha,
me dijo: “No temas. Yo soy el primero y el último; yo soy el que vive. Estuve muerto y ahora,
como ves, estoy vivo por los siglos de los siglos. Yo tengo las llaves de la muerte y del más
allá. Escribe lo que has visto, tanto sobre las cosas que están sucediendo, como sobre las que
sucederán después”.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor
SECUENCIA opcional.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 20, 29
R/. Aleluya, aleluya.
Tomás, tú crees, porque me has visto. Dichosos los que creen sin haberme visto, dice el
Señor. R/.
EVANGELIO
Ocho días después, se les apareció Jesús.
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 19-31
Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se
hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les
dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los
discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría.
De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así
también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el
Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no
se los perdonen, les quedarán sin perdonar”.
Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús,
y los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si no veo en
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Misal Abril 2016
sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto
mi mano en su costado, no creeré”.
Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba con
ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”.
Luego le dijo a Tomás: “Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en
mi costado y no sigas dudando, sino cree”. Tomás le respondió: “¡Señor mío y Dios mío!”
Jesús añadió: “Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto”.
Otros muchos signos hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritos en
este libro. Se escribieron éstos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de
Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
San Juan Pablo II, “Don y Misterio”, IX SER SACERDOTE HOY.
Ministro de la misericordia.
Como administrador del sacramento de la Reconciliación, el sacerdote cumple
el mandato de Cristo a los Apóstoles después de su resurrección: “Recibid el
Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; a
quienes se los retengáis, les quedan retenidos’’ (Jn 20, 22-23). ¡El sacerdote es
testigo e instrumento de la misericordia divina! ¡Qué importante es en su vida
el servicio en el confesionario! Precisamente en el confesionario se realiza del
modo más pleno su paternidad espiritual. En el confesionario cada sacerdote
se convierte en testigo de los grandes prodigios que la misericordia divina obra
en el alma que acepta la gracia de la conversión. Es necesario, no obstante, que
todo sacerdote al servicio de los hermanos en el confesionario tenga él mismo
la experiencia de esta misericordia de Dios a través de la propia confesión
periódica y de la dirección espiritual.
Administrador de los misterios divinos, el sacerdote es un especial testigo del
Invisible en el mundo. En efecto, es administrador de bienes invisibles e
inconmensurables que pertenecen al orden espiritual y sobrenatural.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Llenos de gozo por la santa resurrección del Señor —purificados nuestros sentimientos y
renovado nuestro espíritu— supliquemos al Señor, diciendo: Rey vencedor, escúchanos.
R/. Rey vencedor, escúchanos.
1. A Cristo que ha vencido la muerte y ha destruido el pecado, pidámosle que todos los
cristianos sean siempre fieles a las promesas del bautismo que renovaron en la noche santa
de Pascua.
2. A Cristo que ha otorgado el perdón y la paz a los pecadores, supliquémosle que quienes
han regresado al camino de la vida conserven los dones que la misericordia del Padre les ha
restituido.
3. A Cristo que ha dado al mundo la vida verdadera y ha renovado toda la creación,
pidámosle por los que, por no creer en su triunfo, viven sin esperanza.
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Misal Abril 2016
4. A Cristo que ha colmado de alegría a los pueblos y los ha enriquecido con sus dones,
pidámosle que renueve la esperanza de los que sufren y lloran.
5. A Cristo que anunció la alegría a las mujeres, y por medio de las mujeres a los apóstoles,
pidámosle por los que nos hemos reunido para celebrar su triunfo.
Señor, Dios nuestro, que cada domingo reúnes a tu pueblo para que celebre el triunfo de tu
Hijo, el primero y el último, el que estaba muerto y ahora vive por los siglos de los siglos,
escucha nuestra oración y danos la fuerza de tu Espíritu, para que, destruidas las fuerzas
del mal, te ofrezcamos, juntamente con nuestro amor, el obsequio de nuestra obediencia
libre. Por Jesucristo, nuestro Señor, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de
los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las ofrendas de tu pueblo (y de los recién bautizados), para que, renovados
por la confesión de tu nombre y por el bautismo, consigamos la felicidad eterna. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de Pascua (en este día).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 20, 27
Jesús dijo a Tomás: Acerca tu mano, toca los agujeros que dejaron los clavos y no seas
incrédulo, sino creyente. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, concédenos que la gracia recibida en este sacramento pascual
permanezca siempre en nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, p. 338 (602).
Para despedir al pueblo se canta o Se dice Pueden ir en paz, aleluya, aleluya. A lo cual se
responde Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La sociedad actual tiene todo el
derecho de exigirnos a los cristianos vivir en clave de congruencia, porque nuestra doble
moral y nuestra simulación han sido demasiado visibles y hemos sido ocasión de que los
creyentes difamen y calumnien el nombre de Dios. Los fallos que como Iglesia y como
cristianos meramente nominales hemos realizado, están a la vista y no hace falta
documentarlos. Sin menospreciar el valor fundamental de la fe en Cristo, no podemos
desentendernos de adecuar nuestra vida con los valores del Evangelio. Cuando las persona
descubren el verdadero rostro de Dios se alegran de tal hallazgo. Aún los más críticos
opositores a la fe cristiana reciben con buena actitud los aportes valiosos que laicos,
pastores y obispos realizan a favor de la sociedad y de los más desprotegidos. Esas señales
jamás salen sobrando, al contrario son la forma como Jesús resucitado se hace presente en
medio de los suyos.
LUNES 4
La Anunciación del Señor
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Misal Abril 2016
Blanco
Solemnidad
MR p. 693 (711) / Lecc. I, p.1006 y Lecc II, p. 1125
[Se omite la memoria de San Isidoro, obispo y doctor]
Otros santos: Cayetano Catanoso, fundador; José Juan de Vietnam, mártir.
Nueve meses antes de Navidad celebramos la encarnación del Hijo de Dios, que san Lucas
describe en el anuncio del ángel a la santísima Virgen. Toda la liturgia del día de hoy está
coloreada por las palabras del salmista, que la carta a los hebreos pone en labios de Cristo al
llegar al mundo: “Aquí estoy, Dios mío: vengo para cumplir tu voluntad”.
ALÉGRATE, FAVORECIDA
Ap 12,7-12; Hb 10,4-10; Lc 1,26-38
La festividad de la Anunciación del Señor nos permite detenernos en este acontecimiento
fundamental en la vida de María, madre de Jesucristo. Esta joven nazarena no debía ser una
mujer superficial ni distraída como tantas otras. Es necesario disponer de una intensa vida
espiritual para advertir “el rumor de pasos” con el cual Dios se hace presente en la vida de
sus elegidos. De acuerdo a la tradición de la gente humilde que cimentaba sus opciones y
actitudes en la voluntad de Dios, la Virgen María logró discriminar que a través de un
camino aparentemente indescifrable, ella daría a luz a un Hijo que comenzaría a salvar a
Israel de su desgracia y opresión. La esperanza de Israel se iba aproximando, de su sí
generoso dependía que esa esperanza se concretara o quedara en pura ilusión. Ni dudarlo:
“cúmplase en mí lo que has dicho”.
ANTÍFONA DE ENTRADA Hb 10, 5. 7
Cristo dijo, al entrar en el mundo: aquí estoy, Dios mío; vengo para cumplir tu voluntad.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que tu Palabra, asumiera la realidad de nuestra carne en el seno
de la Virgen María, concede a quienes proclamamos a nuestro Redentor como verdadero
Dios y verdadero hombre, que merezcamos participar de su naturaleza divina. Por nuestro
Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
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Misal Abril 2016
PRIMERA LECTURA
Miguel y sus ángeles pelearon contra el dragón.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 12, 7-12
En el cielo se trabó una gran batalla: Miguel y sus ángeles pelearon contra el dragón. El
dragón y sus ángeles lucharon ferozmente, pero fueron vencidos y arrojados del cielo para
siempre. Así, el dragón, que es la antigua serpiente, la que se llama Diablo y Satanás, la que
engaña al mundo entero, fue precipitado a la tierra, junto con sus ángeles.
Entonces yo, Juan, oí en el cielo una voz poderosa, que decía: “Ha sonado la hora de la
victoria de nuestro Dios, de su dominio y de su reinado, y del poder de su Mesías, porque ha
sido reducido a la impotencia el que de día y de noche acusaba a nuestros hermanos,
delante de Dios. Pero ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el
testimonio que dieron, pues su amor a la vida no les impidió aceptar la muerte. Por eso,
alégrense los cielos y todos los que en ellos habitan”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 137
R/. De todo corazón te damos gracias, Señor. Aleluya.
De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros ruegos. Te
cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo. R/.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te invocamos nos oíste y
nos llenaste de valor. R/.
Que todos los reyes de la tierra te reconozcan, al escuchar tus prodigios. Que alaben tus
caminos, porque tu gloria es inmensa. R/.
SEGUNDA LECTURA
En tu libro se me ordena hacer tu voluntad.
De la carta a los hebreos: 10, 4-10
Hermanos: Es imposible que la sangre de toros y machos cabríos pueda borrar los pecados.
Por eso, al entrar al mundo, Cristo dijo, conforme al salmo: No quisiste víctimas ni
ofrendas; en cambio, me has dado un cuerpo. No te agradaron los holocaustos ni los
sacrificios por el pecado; entonces dije—porque a mí se refiere la Escritura—: “Aquí estoy,
Dios mío; vengo para hacer tu voluntad”.
Comienza por decir: No quisiste víctimas ni ofrendas, no te agradaron los holocaustos ni los
sacrificios por el pecado —siendo así que es lo que pedía la ley—; y luego añade: ‘Aquí estoy,
Dios mío; vengo para hacer tu voluntad”.
Con esto, Cristo suprime los antiguos sacrificios, para establecer el nuevo. Y en virtud de
esta voluntad, todos quedamos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo, hecha
una vez por todas.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 1, 14
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Misal Abril 2016
R/. Aleluya, aleluya.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros y hemos visto su gloria. R/.
EVANGELIO
Concebirás y darás a luz un hijo.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada
Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La
virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”.
Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante
saludo.
El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a
dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del
Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de
Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”.
María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?”
El ángel le contestó: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá
con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes
a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la
que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios”. María contestó: “Yo soy la
esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”. Y el ángel se retiró de su presencia.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
San Josemaría Escrivá, “Santo Rosario”, Primer misterio gozoso.
No olvides, amigo mío, que somos niños. La Señora del dulce nombre, María,
está recogida en oración.
Tú eres, en aquella casa, lo que quieras ser: un amigo, un criado, un curioso,
un vecino... -Yo ahora no me atrevo a ser nada. Me escondo detrás de ti y,
pasmado, contemplo la escena:
El Arcángel dice su embajada... “¿Quomodo fiet istud, quoniam virum non
cognosco?” -¿De qué modo se hará esto si no conozco varón? (Lc 1, 34)
La voz de nuestra Madre agolpa en mi memoria, por contraste, todas las
impurezas de los hombres..., las mías también.
Y ¡cómo odio entonces esas bajas miserias de la tierra!... ¡Qué propósitos!
“Fiat mihi secundum verbum tuum”. -Hágase en mí según tu palabra. (Lc 1,
38.) Al encanto de estas palabras virginales, el Verbo se hizo carne.
Va a terminar la primera decena... Aún tengo tiempo de decir a mi Dios, antes
que mortal alguno: Jesús, te amo.
Se dice Credo. Todos se arrodillan a las palabras y por obra.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
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Misal Abril 2016
Dios todopoderoso, dígnate aceptar los dones de tu Iglesia, que reconoce su origen en la
encarnación de tu Unigénito, y concédele celebrar con gozo sus misterios en esta
solemnidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El misterio de la Encarnación.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo
lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
A quien primero acogió la Virgen santísima por la fe cuando el ángel le anunció que por
obra del Espíritu Santo habría de nacer entre los hombres, para que los hombres se
salvaran. Y a quien luego llevó, llena de amor, en sus purísimas entrañas, cumpliendo así la
verdad de las promesas que Dios hizo a Israel y colmando de manera admirable la
esperanza de todos los pueblos.
Por él, los coros de los ángeles adoran tu grandeza y se alegran eternamente en tu presencia.
Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Is 7, 14
Miren: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien le pondrá el nombre de
Emmanuel.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, por esta comunión fortalece en nosotros la verdadera fe, para que, cuantos
proclamamos que el Hijo de la Virgen María es verdadero Dios y verdadero hombre,
lleguemos a la alegría eterna por el poder salvador de su resurrección. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
MARTES 5
Blanco
Feria de Pascua o
San Vicente Ferrer, Presbítero
MR p. 350 (355) / Lecc. I, p.875 LH 2a. Semana del Salterio
Otros santos: Juliana de Monte Cornelio, abadesa; María Crescencia, laica.
Como auténtico hijo de santo Domingo, Vicente fue ante todo un predicador. Recorrió la
costa del Mediterráneo desde Valencia y llego hasta Francia, Suiza e Italia; exhortaba a las
multitudes a que se convirtieran para esperar la venida del Señor, que parecía inminente
por las calamidades, la guerra y el cisma de entonces (1350-1419).
LOS REFERENTES INDISPENSABLES
Hch 4, 32-37: Jn 3, 7-15
El dialogo amigable que sostienen Jesús y Nicodemo nos permite entender la complejidad
de realizar la llamada “vuelta en U” en nuestra vida. Quien ha vivido conforme a unos
valores y creencias no le resulta sencillo despojarse de esos, porque son su seguridad y
15
Misal Abril 2016
confianza. Es necesario morir a todo lo viejo, para poder renacer asumiendo los valores del
Reinado de Dios. Afortunadamente existen hombres y mujeres como Bernabé, Saulo,
Francisco de Asís y tantos otros que se han animado a “vender todo lo que poseían”, es
decir, sus riquezas materiales, sus convicciones y creencias más íntimas a fin de apostar
toda su vida al proyecto del Reino de Dios. Quien ha renacido del Espíritu no es víctima de
la codicia ni de la desconfianza. Bernabé puede desprenderse de su campo, porque sabe que
el Padre amoroso que resucitó a Jesús, animará a sus hermanos a vivir en comunión y
solidaridad y eso le basta para vivir al servicio de Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA Ap 19, 7.6
Alegrémonos, regocijémonos y demos gracias, porque el Señor, nuestro Dios omnipotente,
ha empezado a reinar. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Feria de Pascua
Te pedimos, Dios todopoderoso, que nos concedas anunciar la victoria de Cristo, resucitado,
para que alcancemos en plenitud los bienes eternos, cuyo anticipo hemos recibido. Por
nuestro Señor Jesucristo...
San Vicente Ferrer
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que elegiste a san Vicente Ferrer, presbítero, como predicador infatigable del
Evangelio, concédenos ver, dichosos, reinar en el cielo a quien él anunció en la tierra como
juez que había de venir. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Tenían un solo corazón y una sola alma.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 32-37
La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola alma; todo lo poseían
en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenía.
Con grandes muestras de poder, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor
Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el pueblo. Ninguno pasaba necesidad, pues
los que poseían terrenos o casas, los vendían, llevaban el dinero y lo ponían a disposición de
los apóstoles, y luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.
José, levita nacido en Chipre, a quien los apóstoles llamaban Bernabé (que significa hábil
para exhortar), tenía un campo; lo vendió y puso el dinero a disposición de los apóstoles.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 92, lab. lc-2. 5
R/. El Señor es un rey magnífico. Aleluya.
Tú eres, Señor, el rey de todos los reyes. Estás revestido de poder y majestad. Tú mantienes
el orbe y no vacila. Eres eterno, y para siempre está firme tu trono. R/.
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Misal Abril 2016
Muy dignas de confianza son tus leyes y desde hoy y para siempre, Señor, la santidad
adorna tu templo. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 3, 15
R/. Aleluya, aleluya.
El Hijo del hombre debe ser levantado en la cruz, para que los que creen en él tengan vida
eterna. R/.
EVANGELIO
Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, que bajó del cielo.
Del santo Evangelio según san Juan: 3, 7-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: “No te extrañes de que te haya dicho: Tienen que
renacer de lo alto’. El viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde
viene ni a dónde va. Así pasa con quien ha nacido del Espíritu”. Nicodemo le preguntó
entonces: “¿Cómo puede ser esto?”
Jesús le respondió: “Tú eres maestro de Israel, ¿y no sabes esto? Yo te aseguro que nosotros
hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no
aceptan nuestro testimonio. Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo
creerán si les hablo de las celestiales? Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, que
bajó del cielo y está en el cielo. Así como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así tiene
que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco, Homilía 14.IV.15. Armonía, pobreza, paciencia
Tres gracias que hay que pedir para las comunidades cristianas: la armonía, la
pobreza y la paciencia. Continuando la reflexión sobre el relato del diálogo
nocturno entre Jesús y Nicodemo -en el centro de la liturgia de la Palabra- el
Papa Francisco dedicó la homilía de la misa que celebró en Santa Marta el
martes 14 de abril al tema de «renacer», que para la Iglesia significa «renacer
en el Espíritu».
El obispo de Roma se remitió a las lecturas del día anterior, recordando que
las mismas invitaban a «reflexionar sobre una de las numerosas
transformaciones» que obra el Espíritu: la de dar «valentía», transformando al
hombre «de cobarde y miedoso» a «valiente, con una valentía fuerte para
anunciar a Jesús, sin miedo». De la persona en particular el Papa pasó a
considerar «lo que hace el Espíritu en una comunidad».
Releyendo el pasaje de los Hechos de los apóstoles (Hch 4, 32-37) que describe
las primeras comunidades cristianas, parece encontrarse ante la descripción
de un mundo ideal: «todos eran amigos, todos ponían todo en común, nadie
peleaba». Un relato, explicó el Papa Francisco, que «es como un resumen,
como si la vida se detuviese un poco y el Espíritu de Dios nos hiciese entrever
lo que podría hacer en una comunidad, cómo se podría transformar una
comunidad: una comunidad diocesana, una comunidad parroquial, religiosa,
una comunidad familiar».
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Misal Abril 2016
En esta descripción el Pontífice puso de relieve dos signos característicos del
«renacer en una comunidad». Ante todo la armonía: «El grupo de los creyentes
tenía un solo corazón y una sola alma». Quien renace del Espíritu tiene la
«gracia de la unidad, de la armonía». El Espíritu Santo, en efecto, es «el único
que puede darnos la armonía» porque «Él es también la armonía entre el
Padre y el Hijo». Hay luego un segundo signo, y es el del «bien común». Se lee
en la Escritura: «Entre ellos no había necesitados..., nadie llamaba suyo propio
nada de lo que tenía».
En este punto el Papa destacó cómo estos dos aspectos forman «un paso» solo
en el camino de la comunidad que renace. Esta, en efecto, comienza a vivir
también «problemas». Por ejemplo está el caso «del matrimonio de Ananías y
Safira», quienes, al entrar en la comunidad, «buscaron engañar a la misma».
Una experiencia negativa que se puede traer hasta nuestros días: es similar,
explicó el Papa Francisco, a los «los bienhechores que se acercan a la Iglesia,
entran para ayudarla y usar a la Iglesia para sus propios asuntos». Están,
luego, también «las persecuciones» que, por lo demás, habían sido
«anunciadas por Jesús»: al respecto el Pontífice hizo referencia a «la última de
las bienaventuranzas de Mateo: “Bienaventurados vosotros cuando os insulten
y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa... Alegraos”». Y
recordó también que Jesús «promete muchas cosas hermosas, la paz, la
abundancia: “Tendréis cien veces más con las persecuciones”».
Todo esto se encuentra «en la primera comunidad renacida por el Espíritu
Santo», a la que Pedro explica: «Hermanos no os maravilléis de estas
persecuciones, de este incendio que estalló entre vosotros». En la «imagen del
incendio», comentó el Pontífice, encontramos la imagen del «fuego que
purifica el oro», o sea: el «oro de una comunidad que renace del Espíritu Santo
es purificado por las dificultades, las persecuciones».
A este punto el Papa introdujo un tercer elemento importante, recordando el
«consejo de Jesús» a quien se encuentra «en medio de dificultades, de
persecuciones: “tened paciencia, porque con la paciencia salvaréis vuestras
vidas, vuestras almas”». Se necesita, por lo tanto, «la paciencia para soportar:
soportar los problemas, soportar las dificultades, soportar las maledicencias,
las calumnias, soportar las enfermedades, soportar el dolor de la pérdida de
un hijo, de una mujer, de un marido, de una madre, de un padre... la
paciencia».
He aquí los tres elementos: una comunidad cristiana «muestra que ha
renacido en el Espíritu Santo, cuando es una comunidad que busca la
armonía» y no la división interna, «cuando busca la pobreza», y «no la
acumulación de riquezas -las riquezas, en efecto, «son para el servicio»- y
cuando tiene paciencia, es decir, cuando «no se enfada rápidamente ante las
dificultades y se siente ofendida», porque «el siervo de Yahvé, Jesús, es
paciente».
A la luz de todo lo dicho, el Papa concluyó su reflexión exhortando a todos, «en
esta segunda semana de Pascua», a «pensar en nuestras comunidades», ya
sean diocesanas, parroquiales, familiares o de otro tipo, para pedir tres
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Misal Abril 2016
gracias: la «de la armonía, que es más que la unidad», la «de la pobreza» -que
no significa «miseria»: en efecto, especificó el Papa Francisco, quien posee
algo «debe administrarlo bien por el bien común y con generosidad»- y por
último la «de la paciencia». Tenemos que entender, en efecto, que no
solamente «cada uno de nosotros» recibió la gracia de «renacer en el
Espíritu», sino que esta gracia es también para «nuestras comunidades».
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que
celebramos, para que, continuamente renovados por su acción, se conviertan para nosotros
en causa de eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 24, 46.26
Era necesario que Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos, y así entrara luego
en su gloria. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, escucha nuestras oraciones, para que la participación en los
sacramentos de nuestra redención nos ayude en la vida presente y nos alcance las alegrías
eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MIÉRCOLES 6
Blanco
Feria de Pascua
MR p. 351 (356) / Lecc. I, p.877
Otros santos: Eutiquio de Constantinopla, obispo; Marcelino de Roma, mártir.
Beata Petra Morosini, mártir.
JUICIO O SALVACIÓN
Hch 5, 17-26; Jn 3, 16-21
El amor de Dios es perceptible desde la experiencia de la propia fragilidad. Quienes nos
reconocemos como personas vulnerables al egoísmo y la violencia, sabemos que hemos
lastimado a nuestro prójimo. No obstante nuestras reiteradas mezquindades, somos
perdonados una y otra vez porque nos aman. Dios Padre conoce nuestra debilidad, lo
limitado de nuestros alcances y sin embargo, nos sigue ofreciendo el camino de la
reconciliación. El amor de Dios es transparente a los ojos de la gente humilde, como San
Pablo o Francisco de Asís, que reconocen con toda sencillez su propia fragilidad y se deciden
a reconstruir su vida, apoyándose en la gracia de Dios. Se saben amados
incondicionalmente por el Padre y por tanto, viven en calidad de salvados, exigiéndose vivir
conforme a esa nueva dignidad. Los que disciernen el amor de Dios en su vida lo difunden a
su alrededor.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 17, 50; 21, 23
Te alabaré, Señor, ante las naciones y anunciaré tu nombre a mis hermanos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
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Misal Abril 2016
Al conmemorar cada año los misterios por los que devolviste a la naturaleza humana su
dignidad original y le infundiste la esperanza de la resurrección, te suplicamos, Señor,
confiadamente, que en tu clemencia, nos concedas recibir con perpetuo amor lo que
conmemoramos llenos de fe. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Los hombres que habían metido en la cárcel están en el templo, enseñando al pueblo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 5, 17-26
En aquellos días, el sumo sacerdote y los de su partido, que eran los saduceos, llenos de ira
contra los apóstoles, los mandaron aprehender y los metieron en la cárcel. Pero durante la
noche, un ángel del Señor les abrió las puertas, los sacó de ahí y les dijo: “Vayan al templo y
pónganse a enseñar al pueblo todo lo referente a esta nueva vida”. Para obedecer la orden,
se fueron de madrugada al templo y ahí se pusieron a enseñar.
Cuando llegó el sumo sacerdote con los de su partido convocaron al sanedrín, es decir, a
todo el senado de los hijos de Israel, y mandaron traer de la cárcel a los presos. Al llegar los
guardias a la cárcel, no los hallaron y regresaron a informar: “Encontramos la cárcel bien
cerrada y a los centinelas en sus puestos, pero al abrir no encontramos a nadie adentro”.
Al oír estas palabras, el jefe de la guardia del templo y los sumos sacerdotes se quedaron sin
saber qué pensar; pero en ese momento llegó uno y les dijo: “Los hombres que habían
metido en la cárcel están en el templo, enseñando al pueblo”.
Entonces el jefe de la guardia, con sus hombres, trajo a los apóstoles, pero sin violencia,
porque temían ser apedreados por el pueblo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
R/. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del
Señor que se alegre su pueblo al escucharlo. R/.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando acudí al
Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores. R/.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado, porque el Señor
escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias. R/.
Junto a aquellos que temen al Señor el ángel del Señor acampa y los protege. Haz la prueba
y verás qué bueno es el Señor. Dichoso el hombre que se refugia en él. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16
R/. Aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que el que crea en él, tenga
vida eterna. R/.
EVANGELIO
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Dios envió a su Hijo al mundo para que el mundo se salve por él.
Del santo Evangelio según san Juan: 3, 16-21
“Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él
no perezca, sino que tenga la vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al
mundo, sino para que el mundo se salvara por él. El que cree en él no será condenado; pero
el que no cree ya está condenado por no haber creído en el Hijo único de Dios.
La causa de la condenación es ésta: habiendo venido la luz al mundo, los hombres
prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace el mal,
aborrece la luz y no se acerca a ella, para que sus obras no se descubran. En cambio, el que
obra el bien conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están
hechas según Dios”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
San Josemaría Escrivá, “Amigos de Dios”, n.251
Un personaje más.
Cuando, en estos treinta años de sacerdocio, he insistido tenazmente en la
necesidad de la oración, en la posibilidad de convertir la existencia en un
clamor incesante, algunas personas me han preguntado: pero, ¿es posible
conducirse siempre así? Lo es. Esa unión con Nuestro Señor no nos aparta del
mundo, no nos transforma en seres extraños, ajenos al discurrir de los
tiempos.
Si Dios nos ha creado, si nos ha redimido, si nos ama hasta el punto de
entregar por nosotros a su Hijo unigénito (Jn 3, 16), si nos espera -¡cada día!como esperaba aquel padre de la parábola a su hijo pródigo, ¿cómo no va a
desear que lo tratemos amorosamente? Extraño sería no hablar con Dios,
apartarse de Él, olvidarle, desenvolverse en actividades ajenas a esos toques
ininterrumpidos de la gracia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por el santo valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu misma y
gloriosa vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu verdad, de igual manera
vivamos de acuerdo con ella. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 16. 19
Yo los elegí del mundo, dice el Señor, y los destiné para que vayan y den fruto, y su fruto
permanezca. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios
celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
JUEVES 7
Blanco
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Misal Abril 2016
Memoria de San Juan Bautista de La Salle, Presbítero o
Feria de Pascua
MR p. 352 (357) / Lecc. 1, p. 879
Otros santos: Jorge de Mitilene, obispo; Teodoro de Libia y compañeros,
mártires.
San Juan Bautista de la Salle fue uno de los primeros en fundar una escuela que
ofreciera a los niños pobres una enseñanza gratuita y popular en Francia. Las fundaciones
iniciales se hicieron en Reims, París y Rouen. Alrededor de este sacerdote se agruparon
algunos profesores para construir los Hermanos de las Escuelas Cristianas (1684). Este
benemérito fundador tuvo que sufrir duras contrariedades, soportadas ejemplarmente.
LOS CRITERIOS DE ARRIBA
Hch 5,27-33; Jn 3,31-36
Los seguidores de Juan Bautista se encelaron ante la creciente popularidad del antiguo
discípulo del profeta del Jordán. Les molestaba que la gente siguiera con más entusiasmo al
profeta de Nazaret que al profeta del Jordán. Juan no era un hombre mezquino ni
superficial, sino un profeta adiestrado en el discernimiento de la voluntad de Dios. Él sabía
distinguir las actitudes rastreras y mezquinas —como los celos y la envidia presentes en sus
discípulos y manifiestos también en el Sumo Sacerdote que prohíbe anunciar el nombre de
Jesús— de la nobleza. Los hombres sensatos no se encolerizan ante el éxito ajeno. Juan
Bautista aprende una lección difícil de asumir: él tenía que disminuir y Jesús tenía que
crecer. La misión del precursor estaba concluida. El ciclo se había cerrado. El tiempo de
Jesús había llegado. La oposición de la burocracia sacerdotal no lo podría impedir, como
bien lo entendieron Pedro y los apóstoles.
ANTÍFONA DE ENTRADA
San Juan Bautista de La Salle Cfr. Mt 5, 19
El que cumpla mis mandamientos y enseñe a cumplirlos, será grande en el Reino de los
cielos, dice el Señor. Aleluya.
Feria de Pascua Cfr. Sal 67, 8-9. 20
Cuando saliste, Señor, al frente de tu pueblo, y le abriste camino a través del desierto, la
tierra se estremeció y hasta los cielos dejaron caer su lluvia. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
San Juan Bautista de La Salle
Dios nuestro, que elegiste a san Juan Bautista de la Salle para educar cristianamente a la
juventud, suscita en tu Iglesia maestros que se consagren de todo corazón a la formación
humana y cristiana de los jóvenes. Por nuestro Señor Jesucristo...
Feria de Pascua
Dios nuestro, que llevaste a cabo el sacrificio pascual para que el mundo obtuviera la
salvación, escucha las súplicas de tu pueblo, y haz que, intercediendo por nosotros Cristo,
nuestro Pontífice, por su humanidad, que comparte con nosotros, nos reconcilie, y por su
divinidad, que lo hace igual a ti, nos perdone. Por nuestro Señor Jesucristo...
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Misal Abril 2016
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Nosotros somos testigos de todo esto, y también lo es el Espíritu Santo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 5, 27-33
En aquellos días, los guardias condujeron a los apóstoles ante el sanedrín, y el sumo
sacerdote los reprendió, diciéndoles: “Les hemos prohibido enseñar en nombre de ese
Jesús; sin embargo, ustedes han llenado a Jerusalén con sus enseñanzas y quieren hacernos
responsables de la sangre de ese hombre”.
Pedro y los otros apóstoles replicaron: “Primero hay que obedecer a Dios y luego a los
hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien ustedes dieron muerte
colgándolo de la cruz. La mano de Dios lo exaltó y lo ha hecho jefe y salvador, para dar a
Israel la gracia de la conversión y el perdón de los pecados. Nosotros somos testigos de todo
esto y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que lo obedecen”.
Esta respuesta los exasperó y decidieron matarlos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 33, 2.9. 17-18. 19-20
R/. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya.
Bendeciré al Señor a todas horas; no cesará mi boca de alabarlo. Haz la prueba y verás qué
bueno es el Señor. Dichoso el hombre que se refugia en él. R/.
En contra del malvado está el Señor para borrar de la tierra su recuerdo; escucha, en
cambio, al hombre justo y lo libra de todas sus congojas. R/.
El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas. Muchas tribulaciones pasa
el justo, pero de todas ellas Dios lo libra. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 20, 29
R/. Aleluya, aleluya.
Tomás, tú crees, porque me has visto. Dichosos los que creen sin haberme visto, dice el
Señor. R/.
EVANGELIO
El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos.
Del santo Evangelio según san Juan: 3, 31-36
El que viene de lo alto está por encima de todos; pero el que viene de la tierra pertenece a la
tierra y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. Da
testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie acepta su testimonio. El que acepta su
testimonio certifica que Dios es veraz. Aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios,
porque Dios le ha concedido sin medida su Espíritu.
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Misal Abril 2016
El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en el Hijo tiene vida
eterna. Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida, porque la cólera divina perdura en
contra de él.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco, Homilía del 16 de abril de 2015
Obedecer dialogando
En la homilía, el Pontífice hizo referencia al tema de la obediencia, un tema
puesto de relieve por la liturgia del día. Y citó inmediatamente las últimas
palabras del pasaje del evangelio de Juan (Jn 3, 31-36): «El que no crea al Hijo
no verá la vida». Refiriéndose a la primera lectura (Hch 5, 27-33), el Pontífice
recordó también el momento en que «los apóstoles dijeron a los sumos
sacerdotes: hay que obedecer a Dios antes que a los hombres».
«La obediencia -explicó el Papa Francisco- muchas veces nos conduce por una
senda que no es la que yo pienso que debe ser: existe otra, la obediencia de
Jesús que dice al Padre en el huerto de los Olivos “que se cumpla tu
voluntad”». Obrando así, Jesús «obedece y nos salva a todos». Por lo tanto,
debemos estar dispuestos a «obedecer, tener la valentía de cambiar de camino
cuando el Señor nos lo pide». Y «por ello quien obedece tiene la vida eterna; y
quien no obedece, la ira de Dios permanece en él».
Precisamente «en este marco», afirmó el Pontífice, «podemos reflexionar
sobre la primera lectura», más precisamente sobre el «diálogo entre los
apóstoles y los sumos sacerdotes». Una «historia que había iniciado poco
antes, en el mismo capítulo quinto de los Hechos de los apóstoles». Así pues,
retomando el tema, «los apóstoles predicaban al pueblo y con frecuencia se
reunían en el pórtico de Salomón. Todo el pueblo iba allí a escucharlos: hacían
milagros y el número de los creyentes crecía». Pero «un pequeño grupo no se
atrevía a unirse a ellos por temor, estaban lejos». Sin embargo, afirmó el Papa,
«también de los sitios vecinos, de los poblados vecinos, llevaban a los enfermos
a las plazas, en camillas, para que al pasar Pedro, al menos su sombra, los
cubriese un poco y los curase. Y se curaban».
Y así, continúa la narración de los Hechos, «los sacerdotes y el grupo dirigente
del pueblo se enfureció»: de hecho tenían «muchos celos porque el pueblo
seguía a los apóstoles, los exaltaba, los loaba». Y así dieron orden «de meterlos
en la cárcel». Pero, continuó Francisco, «por la noche el ángel de Dios los
libera, y no es la primera vez que hará esto». Por eso cuando «por la mañana
los sacerdotes se reúnen para juzgarlos la cárcel estaba cerrada, toda cerrada y
ellos no estaban». Después tienen conocimiento de que los apóstoles habían
regresado allí, al pórtico de Salomón, a predicar al pueblo. Y los convocaron de
nuevo a su presencia.
El Pontífice dijo que el pasaje de los Hechos que propone hoy la liturgia cuenta
lo que sucede en aquel momento: los comandantes y los sirvientes
«condujeron a los apóstoles y los presentaron en el Sanedrín». Y, se lee
también en la Escritura, «el sumo sacerdote los interrogó diciendo: “¿No os
habíamos prohibido expresamente enseñar en ese nombre? Y habéis llenado
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Misal Abril 2016
Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre
de ese hombre».
A estas acusaciones Pedro responde: «Hay que obedecer a Dios antes que a los
hombres». Y así «repite la historia de salvación hasta Jesús». Pero «al oír este
kerigma de Pedro, esta predicación de Pedro sobre la redención realizada por
Dios a través de Jesús al pueblo», los miembros del Sanedrín «se enfurecieron
y querían matarlos». En realidad, «fueron incapaces de reconocer la salvación
de Dios» aun siendo «doctores» que «habían estudiado la historia del pueblo,
habían estudiado las profecías, habían estudiado la ley, conocían casi toda la
teología de pueblo de Israel, la revelación de Dios, sabían todo: eran doctores».
La pregunta es «¿por qué esta dureza de corazón?». Sí, afirmó el Papa, su
dureza «no es dureza de mente, no es una simple testarudez». La dureza está
en su corazón. Y entonces «se puede preguntar: ¿cómo es el recorrido de esta
testarudez total de mente y corazón? Cómo se llega a esto, a esta cerrazón, que
incluso los apóstoles tenían antes de que llegara el Espíritu Santo». Tanto que
Jesús dice a los dos discípulos de Emaús: «Necios y torpes para entender las
cosas de Dios».
En el fondo, explicó el Papa Francisco, «la historia de esta testarudez, el
itinerario, es cerrarse en sí mismos, no dialogar, es la falta de diálogo». Eran
personas que «no sabían dialogar, no sabían dialogar con Dios porque no
sabían orar y escuchar la voz del Señor; y no sabían dialogar con los demás».
Esta cerrazón al diálogo les llevaba a interpretar «la ley para hacerla más
precisa, pero estaban cerrados a los signos de Dios en la historia, estaban
cerrados al pueblo: estaban cerrados, cerrados». Y «la falta de diálogo, esta
cerrazón de corazón, los llevó a no obedecer a Dios».
Por lo demás «este es el drama de estos doctores de Israel, de estos teólogos
del pueblo de Dios: no sabían escuchar, no sabían dialogar». Porque, afirmó el
Papa, «el diálogo se hace con Dios y con los hermanos». Y «esta furia y el deseo
de hacer callar a todos los que predican, en este caso la novedad de Dios, es
decir, que Jesús ha resucitado» es claramente «el signo de que no se sabe
dialogar, que una persona no está abierta a la voz del Señor, a los signos que el
Señor realiza en el pueblo». Por lo tanto, «no tienen razón, pero llegan» a estar
furiosos y a querer matar a los Apóstoles. «Es un itinerario doloroso», insistió
el Papa Francisco, también porque «estos son los mismos que pagaron a los
guardias del sepulcro para hacer decir que los discípulos habían robado el
cuerpo de Jesús: hacen de todo para no abrirse a la voz de Dios».
Antes de seguir con la celebración de la Eucaristía -«que es la vida de Dios, que
nos habla desde lo alto, como Jesús dice a Nicodemo»-, el Papa Francisco pidió
«por los maestros, por los doctores, por los que enseñan al pueblo de Dios,
para que no se cierren, para que dialoguen, y así se salven de la ira de Dios que,
si no cambian de actitud, pesará sobre ellos».
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
San Juan Bautista de La Salle
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Misal Abril 2016
Que te sea aceptable, Señor, la ofrenda de tu pueblo santo en la conmemoración de san
Juan Bautista de La Salle, y concede que, por la participación en este sacramento, demos
pruebas de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Feria de Pascua
Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas ofrendas, para que, purificados
por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 28, 20
San Juan Bautista de La Salle
El que me sigue no camina en la oscuridad, y tendrá la luz de la vida, dice el Señor.
Aleluya.
Feria de Pascua
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
San Juan Bautista de La Salle
Que esta santa comunión, Dios todopoderoso, nos fortalezca, para que, a ejemplo de san
Juan Bautista de La Salle, podamos manifestar, tanto en nuestro corazón como con
nuestras obras, el amor fraterno y el esplendor de la verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Feria de Pascua
Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has hecho renacer a la
vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este sacramento pascual, e infunde en
nuestros corazones el vigor que comunica este alimento de salvación. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
VIERNES 8
Blanco
Feria de Pascua
MR p. 353 (358) / Lecc. I, p. 881
Otros santos: Agabo de Cesarea, profeta; Julia Billiart, fundadora; Dionisio de
Corinto, obispo.
LA SENSATEZ DE GAMALIEL
Hch 5,34-42, Jn 6, 1-15
No resulta fácil opinar en contra de la mayoría ni tampoco es sencillo ignorar la presión
social. Sin embargo podemos afirmar que los verdaderos amigos de Dios lo han conseguido.
Los galileos quedaron agradecidos por la generosa comida que Jesús les ofreció y querían
congratularse con él, nombrándole rey. El Señor Jesús no dio cabida a la fiebre popular,
resistió al “canto de las sirenas” y se marchó al monte para consultar la voluntad del Padre.
Aprendió a distinguir entre las ocurrencias populares y la voluntad de Dios, que no siempre
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Misal Abril 2016
coinciden. En ese aspecto también es ejemplar el proceder de Gamaliel, quien no se deja
intimidar por la cerrazón de los demás miembros del Sanedrín judío y defiende su postura
prudente con toda entereza: el camino cristiano parece sospechoso a la opinión mayoritaria.
Conviene aprender a esperar; en su momento los falsos profetas terminan siendo mera
llamarada de petate.
ANTÍFONA DE ENTRADA Ap 5, 9-10
Señor, con tu Sangre has rescatado a hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación, y
has hecho de nosotros un reino de sacerdotes para Dios. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que eres luz y esperanza de los corazones sinceros, concédenos que
sepamos dirigirnos a ti con una oración confiada y ofrecerte siempre el homenaje de nuestra
alabanza. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Los apóstoles se retiraron del sanedrín, felices de haber padecido ultrajes por el nombre de
Jesús.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 5, 34-42
En aquellos días, un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley y respetado por todo el
pueblo, se levantó en el sanedrín, mandó que hicieran salir por un momento a los apóstoles
y dijo a la asamblea:
“Israelitas, piensen bien lo que van a hacer con esos hombres. No hace mucho surgió un tal
Teudas, que pretendía ser un caudillo, y reunió unos cuatrocientos hombres. Fue ejecutado,
dispersaron a sus secuaces y todo quedó en nada. Más tarde, en la época del censo, se
levantó Judas el Galileo y muchos lo siguieron. Pero también Judas pereció y se
desbandaron todos sus seguidores. En el caso presente, yo les aconsejo que no se metan con
esos hombres; suéltenlos. Porque si lo que se proponen y están haciendo es de origen
humano, se acabará por sí mismo. Pero si es cosa de Dios, no podrán ustedes deshacerlo.
No se expongan a luchar contra Dios”.
Los demás siguieron su consejo: mandaron traer a los apóstoles, los azotaron, les
prohibieron hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Ellos se retiraron del sanedrín, felices
de haber padecido aquellos ultrajes por el nombre de Jesús.
Y todos los días enseñaban sin cesar y anunciaban el Evangelio de Cristo Jesús, tanto en el
templo como en las casas.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 26, 1. 4. 13-14
R/. El Señor es mi luz y mi salvación. Aleluya.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi
vida, ¿quién podrá hacerme temblar? R/.
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Misal Abril 2016
Lo único que pido, lo único que busco, es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para
disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y fortaleza y en el
Señor confía. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 4
R/. Aleluya, aleluya.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios.
R/.
EVANGELIO
Jesús distribuyó el pan a los que estaban sentados, hasta que se saciaron.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 1-15
En aquel tiempo, Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea o lago de Tiberíades. Lo
seguía mucha gente, porque habían visto las señales milagrosas que hacía curando a los
enfermos. Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, festividad de los judíos. Viendo Jesús que mucha gente lo seguía, le
dijo a Felipe: “¿Cómo compraremos pan para que coman éstos?” Le hizo esta pregunta para
ponerlo a prueba, pues él bien sabía lo que iba a hacer. Felipe le respondió: “Ni doscientos
denarios de pan bastarían para que a cada uno le tocara un pedazo de pan”. Otro de sus
discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: “Aquí hay un muchacho que trae
cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es eso para tanta gente?” Jesús le
respondió: “Díganle a la gente que se siente”. En aquel lugar había mucha hierba. Todos,
pues, se sentaron ahí; y tan sólo los hombres eran unos cinco mil.
Enseguida tomó Jesús los panes, y después de dar gracias a Dios, se los fue repartiendo a los
que se habían sentado a comer. Igualmente les fue dando de los pescados todo lo que
quisieron. Después de que todos se saciaron, dijo a sus discípulos: “Recojan los pedazos
sobrantes, para que no se desperdicien”. Los recogieron y con los pedazos que sobraron de
los cinco panes llenaron doce canastos.
Entonces la gente, al ver la señal milagrosa que Jesús había hecho, decía: “Este es, en
verdad, el profeta que habría de venir al mundo”. Pero Jesús, sabiendo que iban a llevárselo
para proclamarlo rey, se retiró de nuevo a la montaña, Él solo.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco, Homilía del 17 de abril de 2015
El tiempo mensajero de Dios
Precisamente «en este momento» muchos cristianos «son martirizados por el
nombre de Jesús» y soportan los ultrajes con gozo, incluso hasta la muerte. Y
siempre «por amor a Jesús» hay personas «que sufren humillaciones cada
día», tal vez «por el bien de la propia familia». Es el camino de la «imitación de
Jesús» que hace vivir «el gozo que da la humillación», afirmó el Papa Francisco
en la misa que celebró el viernes 17 de abril, en la capilla de la Casa Santa
Marta.
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Misal Abril 2016
Con la lectura de los Hechos de los apóstoles (Hch 5, 34-42), propuesta por la
liturgia del día, concluye la «historia de la persecución de los apóstoles que
predicaban en nombre de Jesús», de la cual el Papa Francisco había hablado
también el jueves 16. «Fueron encarcelados, liberados por el ángel» recordó el
Papa; «luego enseñaban en el pórtico de Salomón» pero «los llevaron otra vez
ante el Sanedrín».
La cuestión, explicó, es que «los doctores de la ley no toleraban escuchar al
anuncio, el kerigma, el anuncio de Jesucristo». El versículo 33, en particular,
«dice que los doctores de la ley, escuchándolos, se enfurecieron y querían
matarlos». Era tan fuerte «el odio, la furia que tenían, que querían
asesinarlos». Pero «en ese momento, cuando tal vez estaban listos para
detenerlos y llevarlos fuera para lapidarlos, un fariseo se levantó en el
Sanedrín».
Se trata de un gesto «importante», destacó el Papa, porque «no todos los
fariseos eran malos». No hay que pensar en ellos, en efecto, «como si fuesen
diablos: no, estaban los malos y había muchos buenos». Y el pasaje de los
Hechos de los apóstoles relata precisamente sobre Gamaliel, «un hombre
justo: estaba en el Sanedrín, doctor de la ley, estimado por todo el pueblo, o
sea que tenía autoridad». Se trataba de «un hombre con autoridad moral que
dio la orden de dejar salir a los apóstoles haciendo esta reflexión: “Hemos
visto muchos revolucionarios que decían ser el mesías y luego ¿cómo
acabaron? Solos. Dejémoslos. Si es cosa de hombres, se disolverá. Pero si es
cosa de Dios, por favor, que no os suceda de encontraros combatiendo contra
Dios”. Y así los demás siguieron su parecer».
Es «curioso», destacó el Papa Francisco, que esos «hombres cerrados, seguros
de la ley y que no querían oír a nadie que hablase diversamente, que no sabían
lo que era el diálogo y preferían el monólogo», al final hayan «aceptado este
consejo» de esperar un tiempo. Precisamente el tiempo, en efecto, «es una
gran medicina, porque en el tiempo hay sitio para la esperanza». En tal medida
que «san Pedro Fabro decía que el tiempo es el mensajero de Dios».
La recomendación de Gamaliel también es válida para los cristianos de hoy,
precisó el Papa: «Cuando tenemos o pensamos algo en contra de una persona,
y no pedimos consejo, la tensión crece y crece hasta que revienta: revienta con
el insulto, la guerra, con muchas cosas feas». Así «cuando un sentimiento está
encerrado crece, crece mal y se justifica porque estos se justificaban con la
ley». Por lo tanto «el remedio, la medicina ofrecida por Gamaliel es:
“Deteneos, deteneos”. Su consejo es “dar tiempo al tiempo”. Una advertencia
que «también nos sirve a nosotros cuando tenemos malos pensamientos
contra los demás, malos sentimientos, cuando probamos antipatía, odio: no
dejarlos crecer, paraos, dar tiempo al tiempo».
El tiempo, de hecho, explicó el Papa, «pone las cosas en armonía y hace ver la
cosa justa». Pero, « si reaccionas en el momento de la furia, seguro que serás
injusto». Y ser «injusto también te hará mal a ti». Por eso, reiteró el Pontífice,
Gamaliel da una excelente recomendación respecto al «tiempo en el momento
de la tentación». Este es también «el sabio consejo de santa Teresa del Niño
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Misal Abril 2016
Jesús: huir de la tentación, es decir, dar tiempo, distanciarse, no dejar que
crezca dentro y se justifique, que crezca y crezca» hasta estallar «en odio, en
enemistades». Y esto también sucede en las familias, recordó el Pontífice.
Así, pues, en el sanedrín que juzga a los apóstoles, «este odio es detenido por
un sabio consejo y advertencia: “no os suceda que de encontraros luchando
contra Dios “».
Gamaliel nos da a entender que «cuando estamos con estos malos
sentimientos contra los demás, luchamos contra Dios, porque Dios ama a los
demás, ama la armonía, ama el amor, ama el diálogo, ama caminar juntos». Y
esto es, por lo tanto, «un hermoso consejo».
«Yo -confesó el Papa Francisco- os digo francamente: a mí me sucede cuando
algo no me gusta. El primer sentimiento no es de Dios, es malo, siempre. Lo he
visto en mí mismo. ¡Deteneos, detengámonos!». Para dejar así «espacio al
Espíritu Santo, para que nos sane lentamente y nos haga llegar a lo justo, a la
paz».
Volviendo nuevamente al pasaje de los Hechos de los Apóstoles, el Papa
destacó otro hecho significativo. Los miembros del sanedrín, en efecto,
siguieron el parecer de Gamaliel pero, «volviendo a llamar a los apóstoles
mandaron a flagelarles» antes de decir algo. Tenían un odio tan grande que
algo, de algún modo, tenían que hacer contra ellos. Luego ordenaron a los
apóstoles «que no hablaran en el nombre de Jesús». Así que «se detuvieron
pero hasta un cierto punto: la maldad de esta gente era grande». Por eso, sólo
después de la flagelación y la orden de no hablar en el nombre de Jesús «les
pusieron en libertad». Pero «¿qué hicieron los apóstoles? ¿Les gritaron? ¿Les
dijeron: sois malos, iréis al infierno? No». Los Hechos de los Apóstoles,
recordó el obispo de Roma, nos dicen que los apóstoles «se fueron del
sanedrín, alegres de haber sido juzgados dignos de padecer ultrajes por el
nombre de Jesús»: o sea «la humillación».
Y, así, «el orgullo de los primeros lleva a querer matar a los demás; la
humildad, también la humillación, te lleva a asemejarte a Jesús: y esto es algo
que nosotros no pensamos». E inmediatamente el pensamiento del Papa se
dirigió «a muchos hermanos y hermanas nuestros martirizados por el nombre
de Jesús», también «en este momento». Y «ellos están en este estado, en este
momento tienen la alegría de haber sufrido ultrajes, incluso la muerte, por el
nombre de Jesús»
Por lo demás, afirmó el Papa Francisco, «para huir del orgullo de los primeros
está solamente el camino de abrir el corazón a la humildad, y a la humildad no
se llega jamás sin humillación: esto es algo que no se entiende naturalmente».
Es más bien «una gracia que debemos pedir: Señor, que cuando lleguen las
humillaciones yo sienta que estoy detrás de ti, en tu camino, que te has
humillado».
Es la gracia de la «imitación de Jesús» que se refiere, añadió el Papa, «no sólo
a los mártires de los que he hablado ahora, sino también a muchos hombres y
mujeres que padecen humillaciones cada día y por el bien de la propia familia,
el bien de otras cosas, cierran la boca, no hablan, soportan por amor a Jesús. Y
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Misal Abril 2016
son muchos». Esta «es la santidad de la Iglesia: este gozo que da la humillación
no porque la humillación sea algo hermoso, no: eso sería masoquismo»; sino
«porque con dicha humillación tú imitas a Jesús».
Aquí se encuentran las «dos actitudes» que se confrontan. Por una parte «la
cerrazón que te lleva al odio, a la ira, a querer matar a los demás». Por otro
lado «el de la apertura a Dios en el camino de Jesús, que te hace recibir las
humillaciones, también las fuertes, con ese gozo interior, porque estás seguro
de estar en el camino de Jesús».
Antes de continuar la misa, «celebración del misterio de Jesús, este misterio
de la muerte, de la humillación y de la gloria de Jesús», el Papa invitó a rezar
para pedir «la gracia de la paciencia: la paciencia que tuvo Jesús para escuchar
a todos» y para «estar abierto a todos, y también soportar las humillaciones
por amor a todos».
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con bondad, estas ofrendas de tu familia santa, para que, con la ayuda de tu
protección, conserve los dones recibidos y llegue a poseer los eternos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Rm 4, 25
Cristo fue condenado a muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación.
Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por
la pasión de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él, que vive y reina por
los siglos de los siglos.
SÁBADO 9
Blanco
Feria de Pascua o
Misa de Santa María Virgen en Tiempo Pascual
MR p. 354 (359) / Lecc. I, p. 884 LH I vísperas del domingo: 3a. Semana del
Salterio. T. II: pp. 1312, 516 y 682; Fieles: pp. 642 y 274; Popular: pp. 202 y 446.
Otros santos: Hugo de Rouen, obispo; Casilda de Burgos, virgen. Beata
Margarita de Rutan, mártir.
LAS OPCIONES QUE CUENTAN
Hch 6, 1-7 Jn 6, 6-21
En ambas lecturas advertimos una situación semejante puesto que los protagonistas
enfrentan un momento clave: han de tomar un decisión y marcar un no y un sí a ciertas
opciones. De un lado encontramos a los Apóstoles que eligen ocuparse de la evangelización
y asignar el cuidado de los enfermos y necesitados a un grupo de discípulos sensatos. El
ministerio diaconal fortalecería a la comunidad cristiana y la Palabra del Señor continuaría
siendo proclamada. Por su parte el Evangelio de san Juan nos presenta al Señor Jesús
31
Misal Abril 2016
dando un sí a las necesidades de sus discípulos y pronunciando un no ante el entusiasmo de
la multitud que se ilusiona con la idea de convertirlo en un mesías popular. El Señor Jesús
aprendió a discernir entre dos bienes y a disponer de la libertad interior para mantenerse
fiel a dichas opciones.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Feria de Pascua Cfr. 1 P 2, 9
Pueblo redimido por Dios, anuncia las maravillas del Señor, que te llamó de las tinieblas a
su luz admirable. Aleluya.
Misa de Santa María Virgen en Tiempo Pascual Cfr. Sal 29, 12
Cambiaste mi llanto en gozo, Señor, y me vestiste de fiesta. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Feria de Pascua
Aparta, Señor, de nosotros la sentencia condenatoria escrita en virtud de la ley del pecado,
que ya anulaste en el misterio pascual por la resurrección de Jesucristo, tu Hijo. Él, que vive
y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Misa de Santa María Virgen en Tiempo Pascual
Dios nuestro, que con la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el
mundo de alegría, concédenos, por la intercesión de su Madre, la Virgen María, obtener la
felicidad de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Eligieron siete hombres llenos del Espíritu Santo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 6, 1-7
En aquellos días, como aumentaba mucho el número de los discípulos, hubo ciertas quejas
de los judíos griegos contra los hebreos, de que no se atendía bien a sus viudas en el servicio
de caridad de todos los días.
Los Doce convocaron entonces a la multitud de los discípulos y les dijeron: “No es justo que,
dejando el ministerio de la palabra de Dios, nos dediquemos a administrar los bienes.
Escojan entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de
sabiduría, a los cuales encargaremos este servicio. Nosotros nos dedicaremos a la oración y
al servicio de la palabra”.
Todos estuvieron de acuerdo y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo,
a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los
presentaron a los apóstoles y éstos, después de haber orado, les impusieron las manos.
Mientras tanto, la palabra de Dios iba cundiendo; en Jerusalén se multiplicaba
grandemente el número de los discípulos. Incluso un grupo numeroso de sacerdotes había
aceptado la fe.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
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Misal Abril 2016
Del salmo 32, 1-2. 4-5. 18-19
R/. El Señor cuida de aquellos que lo temen. Aleluya.
¡Que los justos aclamen al Señor; es propio de los justos alabarlo. Demos gracias a Dios, al
son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos. R/.
Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. El ama la justicia y el
derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen yen su bondad confían; los salva de la muerte y en
épocas de hambre les da vida. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
Ha resucitado Cristo, el Señor, que creó el mundo, y que ha salvado a los hombres por su
misericordia. R/.
EVANGELIO
Vieron a Jesús caminando sobre las aguas.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 16-21
Al atardecer del día de la multiplicación de los panes, los discípulos de Jesús bajaron al lago,
se embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaúm. Ya había caído la noche y Jesús
todavía no los había alcanzado. Soplaba un viento fuerte y las aguas del lago se iban
encrespando.
Cuando habían avanzado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús caminando sobre las
aguas, acercándose a la barca, y se asustaron. Pero él les dijo: “Soy yo, no tengan miedo”.
Ellos quisieron recogerlo a bordo y rápidamente la barca tocó tierra en el lugar a donde se
dirigían.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco Fernández Carvajal, “Hablar con Dios”, n. 60
La tradición ha visto en esta barca la imagen de la Iglesia (Tertuliano) en
medio del mundo, zarandeada a lo largo de los siglos por el oleaje de las
persecuciones, de las herejías, de las infidelidades. “Aquel viento -comenta
Santo Tomás- es figura de las tentaciones y de las persecuciones que padecerá
la Iglesia por falta de amor. Porque como dice San Agustín, cuando se enfría el
amor aumentan las olas... Sin embargo, el viento, la tempestad, las olas y las
tinieblas no conseguirán que la nave se aparte de su rumbo y quede
destrozada” (Santo Tomás de Aquino). Desde los primeros momentos tuvo que
afrontar contradicciones de dentro y de fuera. También en nuestros días sufre
esos embates nuestra Madre la Iglesia, y con ella sus hijos. “No es algo nuevo.
Desde que Jesucristo Nuestro Señor fundó la Santa Iglesia, esta Madre nuestra
ha sufrido una persecución constante. Quizá en otras épocas las agresiones se
organizaban abiertamente; ahora, en muchos casos, se trata de una
persecución solapada. Hoy como ayer, se sigue combatiendo a la Iglesia (...).
“Cuando oímos voces de herejía (...), cuando observamos que se ataca
impunemente la santidad del matrimonio, y la del sacerdocio; la concepción
33
Misal Abril 2016
inmaculada de Nuestra Madre Santa María y su virginidad perpetua, con todos
los demás privilegios y excelencias con que Dios la adornó; el milagro perenne
de la presencia real de Jesucristo en la Sagrada Eucaristía, el primado de
Pedro, la misma Resurrección de Nuestro Señor, ¿cómo no sentir toda el alma
llena de tristeza? Pero tened confianza: la Santa Iglesia es incorruptible” (San
Josemaría Escrivá).
Nos hacen sufrir los ataques a la Iglesia, pero a la vez nos da una inmensa
seguridad y una gran paz que Cristo mismo esté dentro de la barca; vive para
siempre en la Iglesia, y por eso las puertas del infierno no prevalecerán contra
ella; durará hasta el fin de los tiempos. Todo lo demás, todo lo humano pasa;
pero la Iglesia permanece siempre tal como Cristo la quiso. El Señor está
presente, y la barca no se hundirá, aunque a veces se vea zarandeada de un
lado para otro. Esta asistencia divina fundamenta nuestra inquebrantable fe:
la Iglesia, frente a todas las contingencias humanas, siempre permanecerá fiel
a Cristo en medio de todas las tempestades, y será el sacramento universal de
salvación. Su historia es un milagro moral permanente en el que podemos
fortalecer siempre nuestra esperanza.
Ya en tiempos de San Agustín los paganos afirmaban: “La Iglesia va a perecer,
los cristianos ya han terminado”. A lo cual respondía el Santo Doctor: “Sin
embargo, yo os veo morir cada día y la Iglesia permanece siempre en pie,
anunciando el poder de Dios a las sucesivas generaciones”.
¡Qué poca fe la nuestra si se insinúa la duda, porque ha arreciado la tempestad
contra Ella, contra sus instituciones o contra el Romano Pontífice y los
obispos! No nos dejemos impresionar por las circunstancias adversas, porque
perderíamos la serenidad, la paz y la visión sobrenatural. Cristo está siempre
muy cerca de nosotros y nos pide confianza. Está junto a cada uno, y no
debemos temer nada. Hemos de rezar más por su Iglesia, ser más fieles a
nuestra propia vocación, hacer más apostolado entre nuestros amigos,
desagraviar más.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Feria de Pascua
Santifica, Señor, por tu piedad, estos dones y al recibir en oblación este sacrificio espiritual,
conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Misa de Santa María Virgen en Tiempo Pascual
Recibe, Padre santo, la ofrenda de nuestra humildad que, llenos de alegría, te presentamos
al celebrar la conmemoración de la santísima Virgen María y concédenos que, asociados al
sacrificio de Cristo, recibamos el consuelo en la vida presente y los gozos de la salvación
eterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio I-V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 17, 24
Feria de Pascua
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Misal Abril 2016
Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que tú me has dado, para que
contemplen la gloria que me diste, dice el Señor. Aleluya.
Misa de Santa María Virgen en Tiempo Pascual
Alégrate, Virgen Madre, porque Cristo ha resucitado del sepulcro. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Feria de Pascua
Al recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos humildemente que lo
que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos aproveche para crecer en nuestra
caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Misa de Santa María Virgen en Tiempo Pascual
Fortalecidos con los sacramentos pascuales, te rogamos, Señor, que quienes celebramos la
memoria de la Madre de tu Hijo, manifestemos la vida de Jesús en nuestra carne mortal.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
DOMINGO 10
Blanco
III Domingo de Pascua
MR p. 355 (360) / Lecc. 1, p. 332.
Otros santos: Macario de Gante, obispo; Miguel de los Santos “el Extático”,
presbítero. Beato Marcos Fantuzzi, presbítero.
DEL DICHO AL HECHO
Hch 5,27-32.40-41; Ap 5,11-14; Jn 21,1-19
Entre las dos narraciones encontramos un nexo más que claro. En ambos relatos Pedro
cumple una función protagónica, en el cuarto Evangelio, el Señor Jesús le comunica un
encargo; tendrá que apacentar a sus hermanos y además tendrá que estar dispuesto a vivir
en obediencia, dejándose conducir por el designio de Dios. Deberá entregar lo más
preciado, la posibilidad de disponer de su propia vida. Ya no podrá anteponer sus intereses
a los intereses de Dios; más aún, tendrá que asumir opciones que le resultaran indeseables.
Esas palabras de advertencia se cumplen de manera inmediata cuando Pedro sufre azotes,
cárcel y persecución a manos del Concejo judío. El apóstol Pedro entiende que la fidelidad a
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Misal Abril 2016
Jesús le exigirá confrontar las medidas abusivas del Sanedrín y asumir las consecuencias de
tamaña insubordinación.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 65, 1-2
Aclama a Dios, tierra entera. Canten todos un himno a su nombre, denle gracias y
alábenlo. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que tu pueblo se regocije siempre al verse renovado y rejuvenecido, para que,
al alegrarse hoy por haber recobrado la dignidad de su adopción filial, aguarde seguro su
gozosa esperanza el día de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Nosotros somos testigos de todo esto y también lo es el Espíritu Santo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 5, 27-32. 40-41
En aquellos días, el sumo sacerdote reprendió a los apóstoles y les dijo: “Les hemos
prohibido enseñar en nombre de ese Jesús; sin embargo, ustedes han llenado a Jerusalén
con sus enseñanzas y quieren hacernos responsables de la sangre de ese hombre”.
Pedro y los otros apóstoles replicaron: “Primero hay que obedecer a Dios y luego a los
hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien ustedes dieron muerte
colgándolo de la cruz. La mano de Dios lo exaltó y lo ha hecho Jefe y Salvador, para dar a
Israel la gracia de la conversión y el perdón de los pecados. Nosotros somos testigos de todo
esto y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que lo obedecen”.
Los miembros del sanedrín mandaron azotar a los apóstoles, les prohibieron hablar en
nombre de Jesús y los soltaron. Ellos se retiraron del sanedrín, felices de haber padecido
aquellos ultrajes por el nombre de Jesús.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 29, 2.4. 5-6. 11-12a. 13b
R/. Te alabaré, Señor, eternamente. Aleluya.
Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos. Tú, Señor, me salvaste
de la muerte y a punto de morir, me reviviste. R/.
Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira dura un solo
instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la tarde; por la mañana, el júbilo.
R/.
Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi ayuda. Convertiste mi duelo en alegría,
te alabaré por eso eternamente. R/.
SEGUNDA LECTURA
Digno es el Cordero, que fue inmolado, de recibir el poder y la riqueza.
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Misal Abril 2016
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 5, 11-14
Yo, Juan, tuve una visión, en la cual oí alrededor del trono de los vivientes y los ancianos, la
voz de millones y millones de ángeles, que cantaban con voz potente:
“Digno es el Cordero, que fue inmolado, de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría y la
fuerza, el honor, la gloria y la alabanza”.
Oí a todas las creaturas que hay en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra y en el mar —todo
cuanto existe—, que decían:
“Al que está sentado en el trono y al Cordero, la alabanza, el honor, la gloria y el poder, por
los siglos de los siglos”.
Y los cuatro vivientes respondían: “Amén”. Los veinticuatro ancianos se postraron en tierra
y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
Resucitó Cristo, que creó todas las cosas y se compadeció de todos los hombres. R/.
EVANGELIO
Jesús tomó el pan y el pescado y se los dio a los discípulos.
Del santo Evangelio según san Juan: 21, 1-19
En aquel tiempo, Jesús se les apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades.
Se les apareció de esta manera:
Estaban juntos Simón Pedro, Tomás (llamado el Gemelo), Natanael (el de Caná de Galilea),
los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: “Voy a pescar”. Ellos le
respondieron: “También nosotros vamos contigo”. Salieron y se embarcaron, pero aquella
noche no pescaron nada.
Estaba amaneciendo, cuando Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no lo
reconocieron. Jesús les dijo: “Muchachos, ¿han pescado algo?” Ellos contestaron: “No”.
Entonces él les dijo: “Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces”. Así lo
hicieron, y luego ya no podían jalar la red por tantos pescados.
Entonces el discípulo a quien amaba Jesús le dijo a Pedro: “Es el Señor”. Tan pronto como
Simón Pedro oyó decir que era el Señor, se anudó a la cintura la túnica, pues se la había
quitado, y se tiró al agua. Los otros discípulos llegaron en la barca, arrastrando la red con
los pescados, pues no distaban de tierra más de cien metros.
Tan pronto como saltaron a tierra vieron unas brasas y sobre ellas un pescado y pan. Jesús
les dijo: “Traigan algunos pescados de los que acaban de pescar”. Entonces Simón Pedro
subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red, repleta de pescados grandes. Eran ciento
cincuenta y tres y a pesar de que eran tantos, no se rompió la red. Luego les dijo Jesús:
“Vengan a almorzar”. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Quién eres?,
porque ya sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio y también el
pescado.
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Misal Abril 2016
Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de resucitar de entre
los muertos.
Después de almorzar le preguntó Jesús a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas
más que éstos?” Él le contestó: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta
mis corderos”.
Por segunda vez le preguntó: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?” Él le respondió: “Sí, Señor,
tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Pastorea mis ovejas”.
Por tercera vez le preguntó: “Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?” Pedro se entristeció de que
Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería y le contestó: “Señor, tú lo sabes
todo; tú bien sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas.
Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero
cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras”.
Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después
le dijo: “Sígueme”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco Fernández Carvajal, “Hablar con Dios”, n. 52
Jesús llamó a los Apóstoles conociendo sus defectos. Los quiere como son. A
Pedro le dirá, después de haber comido con ellos aquella mañana: Simón, hijo
de Juan, ¿me amas más que éstos?... Apacienta mis corderos... Apacienta mis
ovejas. Cuenta con ellos para fundar su Iglesia; les da el poder de realizar en su
nombre el Sacrificio del altar, el poder de perdonar los pecados, les hace
depositarios de su doctrina y de sus enseñanzas... Confía en ellos y los forma
con paciencia; cuenta con el tiempo para hacerlos idóneos para la misión que
han de desempeñar.
El Señor también ha previsto los momentos y el modo de santificar a cada uno,
respetando su personal correspondencia. A nosotros nos toca ser buenos
canales por los que llega la gracia del Señor, facilitar la acción del Espíritu
Santo en nuestros amigos, parientes, conocidos, colegas... Si el Señor no se
cansa de dar su ayuda a todos, ¿cómo nos vamos a desalentar nosotros, que
somos simples instrumentos? Si la mano del carpintero sigue firme sobre la
madera, ¿cómo va a ser reacia la garlopa en realizar su trabajo?
No es corta la senda que conduce al Cielo. Y Dios no suele conceder gracias que
consigan inmediatamente y de forma definitiva la santidad. Nuestros amigos,
de ordinario, se acercarán poco a poco hasta el Señor. Encontraremos
resistencias, consecuencia muchas veces del pecado original, que ha dejado
sus secuelas en el alma, y también de los pecados personales. A nosotros nos
corresponde facilitar la acción de Dios con nuestra oración, la mortificación, el
quererles de verdad, el ejemplo, la palabra oportuna, la amistad sincera, la
comprensión, el pasar por alto sus defectos... Si nuestros amigos tardan en
responder a la gracia, nosotros debemos prodigar las muestras de amistad y de
afecto, hacer más sólido el soporte humano sobre el que se apoya el
apostolado. Afianzar el trato humano con esa persona, que parece no querer
comprometerse en aquello que pueda acercarle a Cristo, es señal por nuestra
parte de amistad verdadera y de rectitud de intención, de que nos mueve
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Misal Abril 2016
verdaderamente el deseo de que Dios tenga muchos amigos en la tierra, y el
bien de nuestros amigos.
El Evangelio nos muestra cómo el Señor era Amigo de sus discípulos,
dedicándoles todo el tiempo necesario: les pregunta si tienen algo que comer,
para iniciar el diálogo, les prepara luego una pequeña comida a la orilla del
lago, se marcha con Pedro mientras Juan les sigue, le dice que continúa
confiando en él. No nos debe extrañar que unos amigos así tratados por el
Amigo, den luego la vida hasta el martirio, por Él y por la salvación del mundo.
Pidamos a Santa María que nos ayude a imitar a Jesús, de modo que en la
amistad no seamos “un elemento pasivo tan sólo. Tienes que convertirte en
verdadero amigo de tus amigos: “ayudarles”. Primero, con el ejemplo de tu
conducta. Y luego, con tu consejo y con el ascendiente que da la intimidad”
(San Josemaría Escrivá).
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos, amados hermanos, a Cristo, triunfador del pecado y de la muerte, que
siempre intercede por nosotros diciendo: Te rogamos, Señor.
1. Para que Cristo, el Señor, atraiga hacia sí el corazón de los fieles y fortalezca sus
voluntades, de manera que busquen los bienes de allá arriba, donde él está sentado a la
derecha de Dios, roguemos al Señor.
2. Para que Cristo, amo supremo de la creación, haga que todos los pueblos gocen
abundantemente de la paz que en sus apariciones otorgó a los discípulos, roguemos al
Señor.
3. Para que Cristo, el destructor de la muerte y el médico de toda enfermedad, se
compadezca de los débiles y desdichados y aleje del mundo el hambre, las guerras y todos
los males, roguemos al Señor.
4. Para que Cristo, el Señor, salve y bendiga nuestra parroquia (comunidad), y conceda la
paz, la alegría y el descanso den las fatigas a los que hoy nos hemos reunido aquí para
celebrar su triunfo, roguemos al Señor.
Acrecienta, en nosotros, Padre misericordioso, la luz de la fe, para que en los signos
sacramentales, sepamos reconocer siempre a tu Hijo, que se manifiesta constantemente a
nosotros, sus discípulos, y haz que, llenos del Espíritu Santo, proclamemos con valentía
ante los hombres que Cristo es el Señor. Él, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los
siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y puesto que es a ti a quien
debe su alegría, concédele también disfrutar de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Prefacio I-V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 21, 12-13
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Misal Abril 2016
Dijo Jesús a sus discípulos: Vengan a comer. Y tomó un pan y lo repartió entre ellos.
Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos
misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la
resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, p. 595 (602).
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-La defensa y el logro de nuestro
bienestar personal se oponen con frecuencia al logro del bienestar general y en particular,
suele ser contraria al querer divino. Pedro quería, sin duda alguna, preservar su salud, su
seguridad personal y evitarse conflictos. La brutalidad de los gobernantes había terminado
por ejecutar a Jesús el justo y esos mismos gobernantes podrían eliminarlo también a él, si
persistía anunciando la victoria de Jesús y la responsabilidad moral de quienes ordenaron
su muerte. El relato pascual nos ratifica una certeza, quien ha conocido a Jesús resucitado
aprende a vivir en libertad y no se deja intimidar por sus intereses mezquinos ni por la
presión popular. La defensa de la vida humana en todas sus formas y más aún, la defensa de
todos los vivientes es uno de los retos que en esta época histórica hemos de asumir, aunque
contravenga los intereses de grupos de poder, que disponen del dinero para silenciar a los
profetas.
LUNES 11
Blanco
Feria de Pascua o
Memoria de San Estanislao, Obispo y mártir
MR p. 357 (362) / Lecc. I, p. 886
Otros santos: Felipe de Gortina, obispo. Beato Sinforiano Ducki, mártir.
San Estanislao, Obispo y Mártir nació en Szczepanowski (Polonia) hacia el año 1030, y
estudió en París. Estanislao fue nombrado obispo de Cracovia. Siendo Papa el formidable
Gregorio VII, se lanzó a defender la libertad de la Iglesia y excomulgó al rey polaco, tiránico
y corrompido, quien lo mandó matar (1030-1079).
EL AUMENTO QUE PERDURA
Hch 6,8-15; Jn 6,22-29
El relato del cuarto Evangelio nos presenta a la multitud entusiasmada en la búsqueda de
Jesús, a quien visualizan como un proveedor generoso que los abastecería de panes
gratuitamente. El Maestro advierte sus intenciones y aprovecha el incidente para darles una
lección de sabiduría. Los campesinos galileos vivían en los márgenes de la sobrevivencia y
era natural que se preocuparan por conseguir su alimento. Jesús no es insensible a sus
preocupaciones, pero los invita a trascender ese nivel y no resignarse a vivir para comer,
reduciendo su vida a una existencia meramente biológica. Los anima a trascender,
afanándose por la vida que perdura, por la existencia que se consigue cuando se vive como
él vivió, haciendo la voluntad del Padre.
ANTÍFONA DE ENTRADA
40
Misal Abril 2016
Feria de Pascua
Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se entregó a la muerte por
su rebaño. Aleluya.
San Estanislao
Este es el varón que no fue abandonado por Dios en el día del combate; recibirá su corona,
porque cumplió fielmente los mandatos del Señor. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Feria de Pascua
Concédenos, Dios todopoderoso, que, despojándonos del modo de proceder del hombre
viejo, nuestra forma de vida corresponda a la naturaleza que restauraste en nosotros gracias
a los sacramentos pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo...
San Estanislao
Dios nuestro, por defender tu honor el santo obispo Estanislao cayó bajo la espada de sus
perseguidores; concédenos que podamos permanecer como él firmes en la fe hasta la
muerte. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No podían refutar la sabiduría inspirada con que hablaba Esteban.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 6, 8-15
En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba grandes prodigios y señales
entre la gente.
Algunos judíos de la sinagoga llamada “de los Libertos”, procedentes de Cirene, Alejandría,
Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no podían refutar la sabiduría
inspirada con que hablaba.
Entonces sobornaron a algunos hombres para que dijeran: “Nosotros hemos oído a este
hombre blasfemar contra Moisés y contra Dios”.
Alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas; cayeron sobre Esteban, se apoderaron
de él por sorpresa y lo llevaron ante el sanedrín. Allí presentaron testigos falsos, que
dijeron: “Este hombre no deja de hablar contra el lugar santo del templo y contra la ley. Lo
hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret va a destruir el lugar santo y a cambiar las
tradiciones que recibimos de Moisés”.
Los miembros del sanedrín miraron a Esteban y su rostro les pareció tan imponente como
el de un ángel.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 118, 23-24. 26-27. 29-30
R/. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor. Aleluya.
41
Misal Abril 2016
Aunque los poderosos se burlen de mí, yo seguiré observando fielmente tu ley. Tus
mandamientos, Señor, son mi alegría; ellos son también mis consejeros. R/.
Te conté mis necesidades y me escuchaste; enséñame, Señor, tu voluntad. Dame nueva luz
para conocer tu ley y para meditar las maravillas de tu amor. R/.
Apártame de los caminos falsos y dame la gracia de cumplir tu voluntad. He escogido el
camino de la lealtad a tu voluntad y a tus mandamientos. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 4
R/. Aleluya, aleluya.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios.
R/.
EVANGELIO
No trabajen por el alimento que se acaba, sino por el que dura para la vida eterna.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 22-29
Después de la multiplicación de los panes, cuando Jesús dio de comer a cinco mil hombres,
sus discípulos lo vieron caminando sobre el lago. Al día siguiente, la multitud, que estaba en
la otra orilla del lago, se dio cuenta de que allí no había más que una sola barca y de que
Jesús no se había embarcado con sus discípulos, sino que éstos habían partido solos. En eso
llegaron otras barcas desde Tiberíades al lugar donde la multitud había comido el pan.
Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a
Cafarnaúm para buscar a Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo llegaste acá?”
Jesús les contestó: “Yo les aseguro que ustedes no me andan buscando por haber visto
señales milagrosas, sino por haber comido de aquellos panes hasta saciarse. No trabajen por
ese alimento que se acaba, sino por el alimento que dura para la vida eterna y que les dará el
Hijo del hombre; porque a éste, el Padre Dios lo ha marcado con su sello”.
Ellos le dijeron: “¿Qué necesitamos para llevar a cabo las obras de Dios?” Respondió Jesús:
“La obra de Dios consiste en que crean en aquel a quien él ha enviado”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco, Homilía del 20 de abril de 2015
Del estupor al poder
El cristiano debe cuidarse de la «tentación» de pasar del «estupor religioso del
encuentro con el Señor» al cálculo para aprovecharse de ello con el fin de
obtener poder, cediendo de ese modo al espíritu de mundanidad. Es la
recomendación del Papa Francisco durante la misa que celebró el lunes 20 de
abril en la capilla de la Casa Santa Marta.
Su reflexión se inspiró en los textos propuestos por la liturgia. En particular el
pasaje evangélico de san Juan (Jn 6, 22-29) que relata cómo la multitud, por
interés material, buscaba a Jesús después de la multiplicación de los panes y
los peces. El Evangelio, recordó el Papa, «dice que, después del ayuno y las
tentaciones en el desierto, Jesús estaba lleno de la fuerza del Espíritu y
comenzó a predicar». Así «fue a Nazaret, donde se había criado». Y «allí
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Misal Abril 2016
anuncia su misión con ese pasaje del profeta Isaías: “El Espíritu del Señor está
sobre mí y me ha consagrado con la unción para llevar la buena noticia a los
pobres, a los prisioneros la liberación, a los ciegos la vista, a los oprimidos la
libertad, y anunciar el año de gracia del Señor”».
Precisamente «este -afirmó el Papa Francisco- era su programa, esta era su
misión». Jesús concluye su discurso diciendo: «Hoy se cumple esta Escritura».
Así, pues, inicia su misión con el anuncio. Luego «comienza a hacer los
milagros, los signos, las curaciones: esas curaciones que la gente
contemplaba» y así «creía en Él y le llevaban a los enfermos». Pero «Jesús
hacía esto porque era su misión». He aquí, entonces, «otro pasaje, las
catequesis de Jesús: que enseñaba al pueblo con las bienaventuranzas, con
muchas parábolas».
Así, destacó el Papa, «vemos tres pasos: el anuncio de su misión, su trabajo de
traer la salud, el bien, la curación, y las catequesis». Y «la gente lo seguía y
decía: “Nunca hemos escuchado a un hombre hablar así”». En realidad,
reconocían que hablaba «como uno que tiene autoridad, esa fuerza del
Espíritu que tenía Jesús».
El Evangelio, continuó el Papa Francisco, nos dice luego que «un día la gente
siguió a Jesús y permaneció todo el día escuchando sus catequesis». Pero Él
«se dio cuenta de que tenían hambre y todos conocemos como acaba esa
historia: había sólo cinco panes y Jesús multiplica los panes y la gente se
maravilla». Así, pues, «los milagros de Jesús, sus palabras, conducían a la
gente al estupor», hasta hacerles decir: «¡Este hombre es el profeta, es el
hombre de Dios!».
Pero esas misma personas, y esta es la reflexión del Pontífice, «después de
haber comido hasta saciarse, comienzan a sentir otra cosa». Y así se dicen:
«Aprovechemos a este hombre, aprovechémonos bien, convirtámoslo en rey».
En realidad, «del estupor religioso se deslizan hacia el poder». Pero «Jesús se
marcha solo al monte», recordó el Papa refiriéndose expresamente al
Evangelio de la liturgia. Y «esta gente lo busca al día siguiente y no lo
encuentra, pero hace cálculos». Y dice: «No subió a la barca, pues hay sólo una
barca aquí, no comprendemos bien». Al final «lo encuentran en la otra parte
del mar».
Y cuando ve a toda esa gente que va a su encuentro, «Jesús la recibe con mucha
bondad». Le preguntan: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?». Y Él, siempre
«con gran bondad, les responde: “En verdad, en verdad os digo: me buscáis no
porque habéis visto signos -como si dijese, no por el estupor religioso que te
lleva a adorar a Dios-, sino porque comisteis pan hasta saciaros”». En esencia,
les dijo: «Vosotros me buscáis por intereses materiales». Y así «corrige esta
actitud».
Una actitud, sin embargo, que «se repite en los Evangelios», destacó el Papa
Francisco. Son «muchos los que siguen a Jesús por interés», incluso «entre sus
apóstoles», como «los hijos de Zebedeo que querían ser primer ministro y el
otro ministro de economía: tener el poder».
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Misal Abril 2016
Por lo tanto, puso en guardia el Papa, «esa unción de llevar la buena noticia a
los pobres, la liberación a los cautivos, la vista a los ciegos, la libertad a los
oprimidos y anunciar un año de gracia, al llegar a ser algo sombrío se pierde y
se transforma en algo relacionado con el poder». Y también «el día de la
Ascensión pasó lo mismo», cuando los apóstoles preguntan: «¿Es este el
tiempo en el cual reconstruirás el reino de Israel?». En definitiva, explicó el
Pontífice, «siempre estuvo esa tentación de pasar de ese estupor religioso -esa
es la palabra- que Jesús nos da en el encuentro con nosotros, a llegar a
aprovecharnos de ello».
Por lo demás, «esta fue también la propuesta del diablo a Jesús en las
tentaciones: una sobre el pan, precisamente; la otra sobre el espectáculo». Es
decir: «Hagamos un buen espectáculo, así toda la gente creerá en ti». Y luego la
tercera tentación, «la apostasía, es decir, la adoración de los ídolos». Y «esta es
una tentación de cada día de los cristianos, nuestra, de todos nosotros que
somos la Iglesia: la tentación no del poder, del poder del Espíritu, sino la
tentación del poder mundano». Así «se cae en esa tibieza religiosa que te lleva
a la mundanidad, esa tibieza que acaba cuando crece, crece, crece, en esa
actitud que Jesús llama hipocresía». De tal modo que llega a decir a los
discípulos: «Cuidaos de la levadura de los fariseos, de los doctores de la ley». O
sea, «levadura, pan: cuidaos de eso, que es la hipocresía».
De este modo, en efecto, se acaba siendo «cristiano de nombre, de actitud
externa, pero el corazón está en el interés». Al respecto, el Papa repitió las
palabras de Jesús a la multitud que lo seguía, descritas por san Juan en su
Evangelio: «En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto
signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros». Precisamente «esta es
nuestra tentación cotidiana: deslizarse hacia la mundanidad, hacia los poderes
y así se debilita la fe, la misión. Se debilita la Iglesia».
Pero el Señor, aseguró el Papa, «nos despierta con el testimonio de los santos,
con el testimonio de los mártires que cada día nos anuncian que ir por el
camino de Jesús es su misión: anunciar el año de gracia». El Evangelio dice
que «la gente entiende la amonestación de Jesús» y por eso le pregunta: «Y
¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?». Jesús les responde:
«Esta es la obra de Dios: que creáis en Aquel que ha enviado». Es decir, «la fe
en Él, sólo en Él; la confianza en Él y no en otras cosas que nos llevarán, al
final, lejos de Él».
Antes de proseguir con la celebración, «con Él presente sobre el altar», el Papa
Francisco pidió al Señor en la oración «que nos dé esa gracia del estupor del
encuentro y que nos ayude a no caer en el espíritu de mundanidad, es decir,
ese espíritu que detrás o bajo un barniz de cristianismo nos llevará a vivir
como paganos».
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Feria de Pascua
Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas ofrendas, para que, purificados
por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
44
Misal Abril 2016
San Estanislao
Recibe, Señor, el sacrificio de reconciliación y alabanza que ofrecemos a tu majestad en la
conmemoración del santo mártir Estanislao, para que nos lleve a obtener el perdón y nos
haga permanecer en continua acción de gracias. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Feria de Pascua Jn 14, 27
La paz les dejo, mi paz les doy; pero yo no se la doy como la da el mundo, dice el Señor.
Aleluya.
San Estanislao Sal 115, 15
A los ojos del Señor es muy penoso que mueran sus amigos. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Feria de Pascua
Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has hecho renacer a la
vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este sacramento pascual, e infunde en
nuestros corazones el vigor que comunica este alimento de salvación. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
San Estanislao
Al celebrar con alegría esta festividad y habiendo recibido tus dones celestiales, te pedimos,
Señor, que concedas, a quienes en este divino banquete proclamamos la muerte de tu Hijo,
que podamos participar, con los santos mártires, de su resurrección y de su gloria. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
MARTES 12
Blanco
Feria de Pascua
MR p. 358 (363) / Lecc. I, p.888
Otros santos: Julio I, papa; David Uribe Velasco, mártir; Teresa de Jesús de los
Andes, religiosa.
LA SUPERACIÓN DEL MIEDO
Hch 7, 51-8, 1; Jn 6, 30-35
La angustia que provoca la certeza de la muerte es tan fuerte, que ese fue el tema del escrito
más antiguo de toda la literatura. El poema de Gilgamesh refiere la búsqueda desesperada
del hombre por la inmortalidad. El relato evangélico y la narración del martirio de Esteban
pueden leerse desde esa perspectiva. El primero de los mártires cristianos secunda la
fidelidad de su Señor y prefiere perder la vida antes que claudicar en sus convicciones como
discípulo de Jesús resucitado. La certeza de la victoria de Jesús sobre la muerte lo fortalece
para testimoniar abiertamente su esperanza. En su vida resplandece la fuerza de las
palabras de Jesús, quien ofrece el pan verdadero que da vida al mundo.
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Misal Abril 2016
ANTÍFONA DE ENTRADA Ap 19, 5; 12, 10
Alaben a nuestro Dios todos cuantos lo temen, pequeños y grandes, porque ha llegado ya
la salvación, el poder y el reinado de su Cristo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que abres la entrada del reino celestial a los que han renacido por el agua y el
Espíritu Santo, aumenta sobre tus siervos la gracia que les diste, para que, purificados de
todo pecado no les falte ningún bien de los que, en tu bondad, les tienes prometido. Por
nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Señor Jesús, recibe mi espíritu.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 7, 51-8, 1
En aquellos días, habló Esteban ante el sanedrín, diciendo: “Hombres de cabeza dura,
cerrados de corazón y de oídos. Ustedes resisten siempre al Espíritu Santo; ustedes son
iguales a sus padres. ¿A qué profeta no persiguieron sus padres? Ellos mataron a los que
anunciaban la venida del justo, al que ahora ustedes han traicionado y dado muerte.
Recibieron la ley por medio de los ángeles y no la han observado”.
Al oír estas cosas, los miembros del sanedrín se enfurecieron y rechinaban los dientes de
rabia contra él. Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo, vio la gloria de Dios y a
Jesús, que estaba de pie ala derecha de Dios, y dijo: “Estoy viendo los cielos abiertos y al
Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios”.
Entonces los miembros del sanedrín gritaron con fuerza, se taparon los oídos y todos a una
se precipitaron sobre él. Lo sacaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearlo. Los falsos
testigos depositaron sus mantos a los pies de un joven, llamado Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban repetía esta oración: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”.
Después se puso de rodillas y dijo con fuerte voz: “Señor, no les tomes en cuenta este
pecado”. Diciendo esto, se durmió en el Señor. Y Saulo estuvo de acuerdo en que mataran a
Esteban.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 30, 3cd-4. 6ab.7b.8a. 17.21ab
R/. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya.
Sé tú, Señor, mi fortaleza y mi refugio, la muralla que me salve. Tú, que eres mi fortaleza y
mi defensa, por tu nombre, dirígeme y guíame. R/.
En tus manos encomiendo mi espíritu y tú, mi Dios leal, me librarás. En ti, Señor, deposito
mi confianza y tu misericordia me llenará de alegría. R/.
Vuelve, Señor, tus ojos a tu siervo y sálvame, por tu misericordia; cuídame, Señor, y
escóndeme junto a ti, lejos de las intrigas de los hombres. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 6, 35
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R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan de la vida, dice el Señor; el que viene a mí ya no tendrá hambre. R/.
EVANGELIO
No fue Moisés, sino mi Padre, quien les da el verdadero pan del cielo.
Del santo Evangelio según san Juan 6, 30-35
En aquel tiempo, la gente le preguntó a Jesús: “¿Qué señal vas a realizar tú, para que la
veamos y podamos creerte? ¿Cuáles son tus obras? Nuestros padres comieron el maná en el
desierto, como está escrito: Les dio a comer pan del cielo”.
Jesús les respondió: “Yo les aseguro: No fue Moisés quien les dio pan del cielo; es mi Padre
quien les da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que baja del cielo y
da la vida al mundo”.
Entonces le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan”. Jesús les contestó: “Yo soy el pan
de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco, Homilía del 21 de abril de 2015
Iglesia de mártires
«Hoy la Iglesia es Iglesia de mártires». Y entre ellos están «nuestros hermanos
degollados en la playa de Libia; el joven quemado vivo por sus compañeros por
ser cristiano; los emigrantes que en alta mar fueron arrojados al mar por ser
cristianos; los etíopes, asesinados por ser cristianos». Haciendo referencia a la
historia del protomártir san Esteban, el Papa Francisco, en la misa que celebró
el martes 21 de abril en la capilla de la Casa Santa Marta, recordó a los
numerosos mártires de hoy: también aquellos de quienes no conocemos los
nombres, que sufren en las cárceles o que son calumniados y perseguidos «por
los numerosos sanedrines modernos» o, también, los que viven cada día «la
fidelidad en su familia».
El Pontífice inició la homilía indicando precisamente lo que une a los
numerosos mártires: son los que, explicó, «en la historia de la Iglesia dieron
testimonio de Jesús» sin tener «necesidad de otros panes: para ellos era
suficiente sólo Jesús, porque tenían fe en Jesús». Y «hoy -destacó- la Iglesia
nos hace reflexionar y nos propone, en la liturgia de la Palabra, al primer
mártir cristiano», san Esteban, de quien hablan los Hechos de los apóstoles
(Hch 7, 51-8, 1).
«Este hombre no tenía hambre, no tenía necesidad de hacer negociaciones,
componendas con otros panes, para sobrevivir», afirmó el Papa. Y con este
estilo «dio testimonio de Jesús» hasta el martirio. Ya «ayer -recordó
refiriéndose a la liturgia de la Palabra del día anterior- la Iglesia comenzó a
hablar de él: algunos de la sinagoga, los “libertos”, se pusieron de pie para
discutir con Esteban pero no lograban resistir a la sabiduría y al espíritu con el
que él hablaba». En efecto, explicó, «Esteban estaba lleno del Espíritu Santo y
hablaba con la sabiduría del Espíritu: era fuerte». Y así estas personas
«instigaron a algunos para que dijesen que lo habían escuchado pronunciar
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Misal Abril 2016
palabras contra Moisés y contra Dios, y dar un falso testimonio». Con estas
acusaciones «levantaron al pueblo, a los ancianos, a los escribas: se
abalanzaron sobre él, lo capturaron y lo llevaron ante el sanedrín».
«Es curioso» -destacó el Papa- cómo «la historia de Esteban» sigue «los
mismos pasos de la historia de Jesús», es decir, el esquema de los «falsos
testimonios» para «levantar al pueblo y llevarlo a juicio. Y hoy hemos
escuchado cómo termina esta historia, porque Esteban en el sanedrín explica
la doctrina de Jesús, hace una larga explicación». En realidad, sus acusadores
«no querían escuchar, tenían el corazón cerrado». Así, «al final Esteban, con la
fuerza del Espíritu, les dijo la verdad: “Duros de cerviz, incircuncisos de
corazón y de oídos”, es decir paganos, “no tenéis el corazón y los oídos de la fe
en Dios”». Con ese «sois paganos, incircuncisos» Esteban precisamente
«quiere decir eso». Y añadió: «Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo».
«Una de las características de la terquedad ante la Palabra de Dios» es,
precisamente, la «resistencia al Espíritu Santo», explicó el Papa, repitiendo las
palabras de Esteban: vosotros sois «como vuestros padres. ¿Hubo un profeta
que vuestros padres no persiguieran?». Esteban «recuerda a muchos profetas
que fueron perseguidos y asesinados por haber sido fieles a la Palabra de
Dios». Luego, «cuando él confiesa su visión de Jesús, lo que Dios le hace ver en
ese momento, estando él lleno del Espíritu Santo, ellos se escandalizaron y a
gran voz dieron un grito estentóreo, se taparon los oídos». Y esto es un «buen
signo», comentó el Papa, porque «no querían escuchar». Y así «se abalanzaron
todos juntos sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a
apedrearlo».
Y esta es siempre «la historia de los mártires», también «los del Antiguo
Testamento, de los que hablaba Esteban en el sanedrín». La cuestión es que la
«Palabra de Dios no siempre cae bien a algunos corazones; la Palabra de Dios
molesta cuando tú tienes el corazón duro, cuando tu corazón es pagano,
porque la Palabra de Dios te interpela a seguir adelante, buscando y dándote
de comer con ese pan del cual hablaba Jesús».
«En la historia de la revelación» afirmó el Papa Francisco, hay «muchos
mártires que fueron asesinados por ser fieles a la Palabra de Dios, a la verdad
de Dios». Así, «el martirio de Esteban se asemeja mucho al sacrificio de
Jesús». Y mientras lo lapidaban Esteban oraba diciendo: «Señor Jesús, recibe
mi espíritu». Cómo no recordar lo que Jesús había dicho en la cruz: «Padre, en
tus manos encomiendo mi espíritu». E, incluso, los Hechos de los Apóstoles
nos relatan que Esteban «cayó de rodillas y gritó a gran voz: “Señor, no le
tengas en cuenta este pecado”». De nuevo, Jesús había dicho: «Perdónales
Señor, Padre: no saben lo que hacen». Aquí está toda «la magnanimidad
cristiana del perdón, de la oración por los enemigos».
Pero «estos que perseguían a los profetas, estos que persiguieron y mataron a
Esteban y a muchos mártires, estos -Jesús lo había dicho- creían que daban
gloria a Dios, creían que» haciendo así, «eran fieles a la doctrina de Dios». Y,
afirmó el Papa, «hoy quisiera recordar que la historia de la Iglesia, la
verdadera historia de la Iglesia, es la historia de los santos y los mártires: los
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mártires perseguidos» y muchos también «asesinados por los que creían dar
gloria a Dios, por los que creían poseer la verdad: corazón corrupto, pero la
verdad».
También «en estos días ¡cuántos “Esteban” existen en el mundo!» exclamó el
Papa. Y recordó historias recientes de persecuciones: «Pensemos en nuestros
hermanos degollados en la playa de Libia; pensemos en el joven quemado vivo
por sus compañeros por ser cristiano; pensemos en los emigrantes que en alta
mar fueron arrojados al mar por los demás porque eran cristianos; pensemos anteayer- en los etíopes, asesinados por ser cristianos». Y también, añadió,
«en muchos otros que no conocemos, que sufren en las cárceles por ser
cristianos».
Hoy, afirmó el Papa Francisco, «la Iglesia es Iglesia de mártires: ellos sufren,
ellos dan la vida y nosotros recibimos la bendición de Dios por su testimonio».
Y «están también los mártires ocultos, los hombres y las mujeres fieles a la
fuerza del Espíritu Santo, a la voz del Espíritu, que abren camino, que buscan
caminos nuevos para ayudar a los hermanos y amar mejor a Dios». Y por esta
razón «son vistos con sospecha, calumniados, perseguidos por muchos
sanedrines modernos que se creen dueños de la verdad». Hoy, dijo el Pontífice,
hay «muchos mártires ocultos» y entre ellos existen muchos «que por ser fieles
en su familia sufren mucho por fidelidad».
«Nuestra Iglesia es Iglesia de mártires» reafirmó el Papa Francisco antes de
proseguir con la celebración, durante la cual, dijo, «vendrá a nosotros “el
primer mártir”, el primero que dio testimonio y, más aún, salvación para todos
nosotros». Así, pues, exhortó el Papa, «unámonos a Jesús en la Eucaristía, y
unámonos a los numerosos hermanos y hermanas que sufren el martirio de la
persecución, de la calumnia y del asesinato por ser fieles al único pan que
sacia, es decir, a Jesús».
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y puesto que es a ti a quien
debe su alegría, concédele también disfrutar de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Prefacio I-V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Rm 6, 8
Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos
misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la
resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MIÉRCOLES 13
Blanco
Feria de Pascua o
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Memoria de San Martín I, Papa y mártir
MR p. 359 (364) / Lecc. I, p. 890
Otros santos: Sabás Reyes Salazar, mártir. Beato Rolando Rivi, mártir.
San Martín I, Papa y mártir, es el último de los Papas mártires (646-654). El emperador
lo mandó arrestar por defender la fe cristiana de que Cristo tiene voluntad divina y voluntad
humana, puesto que es Dios y hombre verdadero. Lo enviaron a Constantinopla, lo
encarcelaron, lo condenaron a muerte, lo degradaron públicamente y, por fin, lo enviaron al
Quersoneso (Sebastopol), en donde murió de hambre (656).
QUE TENGAN VIDA ETERNA
Hch 8,1-8; Jn 6, 35-40
La vida es el don más precioso que Dios nos ha regalado. Cada amanecer podemos
reconocer la grandeza de este don. Somos tan frágiles que cualquier circunstancia riesgosa
pone fin a nuestra vida. Cuando disfrutamos y encontramos significativa nuestra vida,
anhelamos que ésta se prolongue y mejore. La vejez y la debilidad corporal nos persuaden
de la brevedad y fugacidad de nuestra vida. Quien asimila esta experiencia se abre a la
oferta de Jesús y a su oferta de vida plena. En el libro de los Hechos de los Apóstoles los
cristianos que escapan a la primera de las persecuciones no se paralizan ni se acobardan,
sino que reorientan su estrategia: ponen a salvo su vida a fin de poder anunciar a la gente
bien dispuesta de Samaria, la alegre noticia de la vida plena y perdurable. En una sociedad
que menosprecia la vida humana hasta convertirla en mercancía, conviene resaltar el
mensaje de la vida que perdura.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 70, 8. 23
Mi boca, Señor, se llene de alabanzas, para que pueda cantarte; y así mis labios se
llenarán de júbilo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Feria de Pascua
Muéstrate propicio, Señor, con tu familia santa y protégela benignamente, de manera que a
quienes concediste la gracia de la fe, les otorgues también la participación eterna en la
resurrección de tu Unigénito. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios por los siglos de los siglos.
San Martín I
Concédenos, Dios todopoderoso, soportar con invencible constancia de espíritu las
adversidades del mundo, tú que no permitiste que san Martín, Papa y mártir, fuera
atemorizado por las amenazas ni doblegado por los tormentos. Por nuestro Señor
Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Al pasar de un lugar a otro, iban difundiendo el Evangelio.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 8, 1-8
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Misal Abril 2016
El mismo día de la muerte de Esteban, se desató una violenta persecución contra la Iglesia
de Jerusalén, y todos, menos los apóstoles, se dispersaron por Judea y por Samaria.
Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron gran duelo por él. Entre tanto,
Saulo hacía estragos en la Iglesia: entraba en las casas para llevarse a hombres y mujeres y
meterlos en la cárcel.
Los que se habían dispersado, al pasar de un lugar a otro, iban difundiendo el Evangelio.
Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba ahí a Cristo. La multitud escuchaba con
atención lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los milagros que hacía y los
estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos, lanzando gritos, y
muchos paralíticos y lisiados quedaban curados. Esto despertó gran alegría en aquella
ciudad.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 65, 1-3a. 4-5. 6-7a
R/. Las obras del Señor son admirables. Aleluya.
Que aclame al Señor toda la tierra. Celebremos su gloria y su poder, cantemos un himno de
alabanza, digamos al Señor: “Tu obra es admirable”. R/.
Que se postre ante ti la tierra entera y celebre con cánticos tu nombre. Admiremos las obras
del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres. R/.
El transformó el Mar Rojo en tierra firme y los hizo cruzar el Jordán a pie enjuto.
Llenémonos por eso de gozo y gratitud: el Señor es eterno y poderoso. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 6, 40
R/. Aleluya, aleluya.
El que cree en mí tiene vida eterna, dice el Señor, y yo lo resucitaré en el último día. R/.
EVANGELIO
La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en Él, tenga vida
eterna.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 35-40
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no
tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed. Pero como ya les he dicho: me han
visto y no creen. Todo aquel que me da el Padre viene hacia mí; y al que viene a mí yo no lo
echaré fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que
me envió.
Y la voluntad del que me envió es que yo no pierda nada de lo que Él me ha dado, sino que
lo resucite en el último día. La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo
y crea en Él, tenga vida eterna y yo lo resucite en el último día”.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Francisco Fernández Carvajal, “Hablar con Dios”, n. 65
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Misal Abril 2016
Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y
murieron. Este es el pan que baja del Cielo para que si alguien come de él no
muera. Es el sorprendente y maravilloso anuncio que hizo Jesús en la sinagoga
de Cafarnaún, que hoy leemos en el Evangelio de la Misa. Continúa el Señor:
Yo soy el pan vivo que ha bajado del Cielo. Si alguno come de este pan vivirá
eternamente: y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.
Jesús revela el gran misterio de la Sagrada Eucaristía. Sus palabras son de un
realismo tan grande que excluyen cualquier otra interpretación. Sin la fe, estas
palabras no tienen sentido. Por el contrario, aceptada por la fe la presencia
real de Cristo en la Eucaristía, la revelación de Jesús resulta clara e
inequívoca, y nos muestra el infinito amor que Dios nos tiene.
Adoro te devote, latens deitas, quae sub his figuris vere latitas: te adoro con
devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias,
decimos con aquel himno a la Sagrada Eucaristía que compuso Santo Tomás y
que desde hace siglos fue adoptado por la liturgia de la Iglesia. Es una
expresión de fe y de piedad, que puede servirnos para manifestar nuestro
amor, porque constituye un resumen de los principales puntos de la doctrina
católica sobre este sagrado Misterio.
Te adoro con devoción, Dios escondido..., repetimos en la intimidad de
nuestro corazón, despacio, con fe, esperanza y amor. Quienes estaban aquel
día en la sinagoga entendieron el sentido propio y realista de las palabras del
Señor; de haberlo entendido en un sentido simbólico o figurado no les hubiera
causado la extrañeza y confusión que San Juan describe a continuación, y no
hubiera sido ocasión de que muchos le dejaran aquel día. Dura es esta
enseñanza, ¿quién puede escucharla?, dicen mientras se marchan. Es dura sigue siendo dura- para quienes no están bien dispuestos, para quienes no
admiten sin sombra alguna que Jesús de Nazaret, Dios, que se hizo hombre, se
comunica de este modo a los hombres por amor. Te adoro, Dios escondido, le
decimos nosotros en nuestra oración, manifestándole nuestro amor, nuestro
agradecimiento y el asentimiento humilde con que le acatamos. Es una actitud
imprescindible para acercarnos a este misterio del Amor.
Tibi se cor meum totum subiicit, quia te contemplans totum deficit: a Ti se
somete mi corazón por completo y se rinde totalmente al contemplarte.
Sentimos necesidad de repetírselo muchas veces al Señor, porque son muchos
los incrédulos. También a nosotros, a todos los que queremos seguir al Señor
muy de cerca, nos pregunta: ¿También vosotros queréis marcharos?. Y al ver
la desorientación y la confusión en que andan tantos cristianos que se
separaron del tronco de la fe, que tienen el alma como adormecida para lo
sobrenatural, se reafirma nuestro amor: Tibi se cor meum totum subiicit...
Nuestra fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía debe ser muy firme:
“creemos que, como el pan y el vino consagrados por el Señor en la Última
Cena se convirtieron en su Cuerpo y en su Sangre, que enseguida iban a ser
ofrecidos por nosotros en la Cruz, así también el pan y el vino consagrados por
el sacerdote se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo, sentado
gloriosamente en el Cielo; y creemos que la presencia misteriosa del Señor,
bajo la apariencia de aquellos elementos, que continúan apareciendo a
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Misal Abril 2016
nuestros sentidos de la misma manera que antes, es verdadera, real y
substancial” (Pablo VI).
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que
celebramos, para que, continuamente renovados por su acción, se conviertan para nosotros
en causa de eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Resucitó el Señor y nos iluminó a nosotros, los redimidos con su Sangre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, escucha nuestras oraciones, para que la participación en los
sacramentos de nuestra redención nos ayude en la vida presente y nos alcance las alegrías
eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
JUEVES 14
Blanco
Feria de Pascua
MR p. 360 / Lecc. I, p. 892
Otros santos: Tiburcio, Valerio (Valeriano) y Máximo de Roma, mártires; Juan
de Montemarano, obispo; Bernardo de Tiron, abad.
JESÚS, PAN DE VIDA
Hch 8, 26-40; Jn 6, 44-51
El así llamado discurso del Pan de Vida gira en torno de una serie de imágenes poéticas en
las cuales Jesús se identifica con el pan de la vida. Es tan variado el significado que puede
tener el término pan en cada una de las oraciones, que además de las referencias
eucarísticas y las alusiones al banquete pascual, caben variadas interpretaciones. Quien se
alimenta de la vida divina que Jesús nos ofrece en cada eucaristía, queda fortalecido para
entregar su propia vida al servicio de los hermanos. De ahí podemos extraer la clave de
lectura que nos permita descifrar el pasaje de Isaías que confunde al eunuco etíope. Quien
haya asimilado que hay más dicha en dar que en recibir y quien haya comprendido el
sentido profundo de la experiencia pascual de Jesús, aprenderá a no temer a la muerte,
porque ha conocido al Señor de la vida.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ex 15, 1-2
Cantemos al Señor, pues su victoria es grande. Mi fortaleza y mi alabanza es el Señor, Él
es mi salvación. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, concédenos aprovechar bien los dones de tu bondad en estos
días en que, por gracia tuya, la hemos experimentado más plenamente, para que, libres de
las tinieblas del error, nos hagas estar adheridos firmemente a tu verdad. Por nuestro Señor
Jesucristo...
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Misal Abril 2016
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Aquí hay agua. ¿Hay alguna dificultad para que me bautices?
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 8, 26-40
En aquellos días, un ángel del Señor le dijo a Felipe: “Levántate y toma el camino del sur,
que va de Jerusalén a Gaza y que es poco transitado”. Felipe se puso en camino. Y sucedió
que un etíope, alto funcionario de Candaces, reina de Etiopía, y administrador de sus
tesoros, que había venido a Jerusalén para adorar a Dios, regresaba en su carro, leyendo al
profeta Isaías.
Entonces el Espíritu le dijo a Felipe: “Acércate y camina junto a ese carro”. Corrió Felipe, y
oyendo que el hombre leía al profeta Isaías, le preguntó: “¿Entiendes lo que estás leyendo?”
Él le contestó: “¿Cómo voy a entenderlo, si nadie me lo explica?” Entonces invitó a Felipe a
subir y a sentarse junto a él.
El pasaje de la Escritura que estaba leyendo, era éste: Como oveja fue llevado a la muerte;
como cordero que no se queja frente al que lo trasquila, así él no abrió la boca. En su
humillación no se le hizo justicia. ¿Quién podrá hablar de su descendencia, puesto que su
vida ha sido arrancada de la tierra’?
El etíope le preguntó a Felipe: “Dime, por favor: ¿De quién dice esto el profeta, de sí mismo
o de otro?” Felipe comenzó a hablarle y partiendo de aquel pasaje, le anunció el Evangelio
de Jesús. Siguieron adelante, llegaron a un sitio donde había agua y dijo el etíope: “Aquí hay
agua. ¿Hay alguna dificultad para que me bautices?” Felipe le contestó: “Ninguna, si crees
de todo corazón”. Respondió el etíope: “Creo que Jesús es el Hijo de Dios”. Mandó parar el
carro, bajaron los dos al agua y Felipe lo bautizó.
Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El etíope ya no lo vio más
y prosiguió su viaje, lleno de alegría. En cuanto a Felipe, se encontró en la ciudad de Azoto y
evangelizaba los poblados que encontraba a su paso, hasta que llegó a Cesarea.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 65, 8-9. 16-17. 20
R/. Tu salvación, Señor, es para todos. Aleluya.
Naciones, bendigan a nuestro Dios, hagan resonar sus alabanzas, porque él nos ha devuelto
la vida y no dejó que tropezaran nuestros pies. R/.
Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por mí; a él dirigí mis
oraciones y mi lengua le cantó alabanzas. R/.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, ni me retiró su gracia. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 6, 51
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma de este pan vivirá para
siempre. R/.
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Misal Abril 2016
EVANGELIO
Yo soy el pan vivo, que ha bajado del cielo.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 44-51
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre,
que me ha enviado; y a ése yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: Todos
serán discípulos de Dios. Todo aquel que escucha al Padre y aprende de él, se acerca a mí.
No es que alguien haya visto al Padre, fuera de aquel que procede de Dios. Ese sí ha visto al
Padre.
Yo les aseguro: el que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Sus padres
comieron el maná en el desierto y sin embargo, murieron. Este es el pan que ha bajado del
cielo para que, quien lo coma, no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que
coma de este pan vivirá para siempre, y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el
mundo tenga vida”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco Fernández Carvajal, “Hablar con Dios”, n. 65
No se pueden mitigar las palabras del Señor: el pan que yo daré es mi carne
para la vida del mundo. “Este es el misterio de nuestra fe”, se proclama
inmediatamente después de la Consagración en la Santa Misa. Ha sido y es la
piedra de toque de la fe cristiana. Por la transubstanciación, las especies de
pan y vino “ya no son el pan ordinario y la ordinaria bebida, sino el signo de
una cosa sagrada, signo de un alimento espiritual; pero adquieren un nuevo
significado y un nuevo fin en cuanto contienen una “realidad”, que con razón
denominamos ontológica; porque bajo dichas especies ya no existe lo que
había antes, sino una cosa completamente diversa (...), puesto que convertida
la sustancia o naturaleza del pan y del vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo,
no queda ya nada de pan y de vino, sino las solas especies: bajo ellas Cristo
todo entero está presente en su realidad física, aun corporalmente, aunque no
del mismo modo como los cuerpos están en un lugar” (Pablo VI).
Nosotros miramos a Jesús presente en el Sagrario, quizá a pocos metros, o se
nos va el corazón hacia la iglesia más cercana, y le decimos que sabemos,
mediante la fe, que Él está allí presente. Creemos firmemente en la promesa
que hizo en Cafarnaún y que realizó poco tiempo después en el Cenáculo:
Credo quidquid dixit Dei Filius: nil hoc verbo veritatis verius: creo todo lo que
ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad.
Nuestra fe y nuestro amor se deben poner particularmente de manifiesto en el
momento de la Comunión. Recibimos a Jesucristo, Pan vivo que ha bajado del
Cielo, el alimento absolutamente necesario para llegar a la meta.
En la Sagrada Comunión se nos entrega el mismo Cristo, perfecto Dios y
perfecto Hombre; misteriosamente escondido, pero deseoso de comunicarnos
la vida divina. Cuando le recibimos en este Sacramento, su Divinidad actúa en
nuestra alma, mediante su Humanidad gloriosa, con una intensidad mayor
que cuando estuvo aquí en la tierra. Ninguno de aquellos que fueron curados:
Bartimeo, el paralítico de Cafarnaún, los leprosos... estuvo tan cerca de Cristo 55
Misal Abril 2016
del mismo Cristo- como lo estamos nosotros en cada Comunión. Los efectos
que produce este Pan vivo, Jesús, en nuestra alma son incontables y de una
riqueza infinita. La Iglesia lo sintetiza en estas palabras: “todo el efecto que la
comida y la bebida material obran en cuanto a la vida del cuerpo, sustentando,
reparando y deleitando, eso lo realiza este sacramento en cuanto a la vida
espiritual” (Concilio de Florencia).
Oculto bajo las especies sacramentales, Jesús nos espera. Se ha quedado para
que la recibamos, para fortalecernos en el amor. Examinemos hoy cómo es
nuestra fe; ante tantos abandonos, veamos cómo es nuestro amor, cómo
preparamos cada Comunión. Le decimos con Pedro: hemos conocido y creído
que Tú eres el Cristo. Tú eres nuestro Redentor, la razón de nuestro vivir.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por el santo valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu misma y
gloriosa vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu verdad, de igual manera
vivamos de acuerdo con ella. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 2 Co 5, 15
Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí mismos, sino para El,
que murió y resucitó por ellos. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios
celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
VIERNES 15
Blanco
Feria de Pascua
MR p. 361 (366) / Lecc. 1, p. 895
Otros santos: Teodoro y Pausilipo de Tracia, mártires; Anastasia y Basilisa de
Roma, mártires; Paterno de Avranches, obispo.
SOY JESÚS, A QUIEN TÚ PERSIGUES
Hch 9,1-20; Jn 6,52-59
El relato de la conversión de Saulo es una hermosa clave de lectura para descifrar este
fragmento del Evangelio de san Juan, que comienza escandalizando a los dirigentes judíos.
Cuando el antiguo perseguidor se encontró con Jesús resucitado, de alguna manera “vendió
todo lo que poseía”, incluidas sus más hondas creencias adquiridas a partir de su fe judía, su
formación rabínica y su espiritualidad farisea. San Pablo tuvo que despojarse de toda esa
riqueza y se dejó llenar por el alimento nuevo que el Padre le ofreció en el camino de
Damasco: la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Ya no tendría otro referente ni otro
fundamento para conducirse en la vida. De ahora en adelante, vivir en Cristo, sería la única
forma de encontrar sentido a su existencia.
56
Misal Abril 2016
ANTÍFONA DE ENTRADA Ap 5, 12
Digno es el Cordero que fue sacrificado, de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la
fuerza y el honor. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, concede a quienes hemos conocido la gracia de la resurrección del
Señor, resucitar, por el amor del Espíritu Santo, a una vida nueva. Por nuestro Señor
Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Es el instrumento escogido por mí, para que me dé a conocer a las naciones.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 9, 1-20
En aquellos días, Saulo, amenazando todavía de muerte a los discípulos del Señor, fue a ver
al sumo sacerdote y le pidió, para las sinagogas de Damasco, cartas que lo autorizaran para
traer presos a Jerusalén a todos aquellos hombres y mujeres que seguían la nueva doctrina.
Pero sucedió que, cuando se aproximaba a Damasco, una luz del cielo lo envolvió de repente
con su resplandor. Cayó por tierra y oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me
persigues?” Preguntó él: “¿Quién eres, Señor?” La respuesta fue: “Yo soy Jesús, a quien tú
persigues. Levántate. Entra en la ciudad y ahí se te dirá lo que tienes que hacer”.
Los hombres que lo acompañaban en el viaje se habían detenido, mudos de asombro, pues
oyeron la voz, pero no vieron a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía abiertos los
ojos, no podía ver. Lo llevaron de la mano hasta Damasco y ahí estuvo tres días ciego, sin
comer ni beber.
Había en Damasco un discípulo que se llamaba Ananías, a quien se le apareció el Señor y le
dijo: “Ananías”. El respondió: “Aquí estoy, Señor”. El Señor le dijo: “Ve a la calle principal y
busca en casa de Judas a un hombre de Tarso, llamado Saulo, que está orando”. Saulo tuvo
también la visión de un hombre llamado Ananías, que entraba y le imponía las manos para
que recobrara la vista.
Ananías contestó: “Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo y del daño que ha
hecho a tus fieles en Jerusalén. Además, trae autorización de los sumos sacerdotes para
poner presos a todos los que invocan tu nombre”. Pero el Señor le dijo: “No importa. Tú ve
allá, porque yo lo he escogido como instrumento, para que me dé a conocer a las naciones, a
los reyes y a los hijos de Israel. Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi causa”.
Ananías fue allá, entró en la casa, le impuso las manos a Saulo y le dijo: “Saulo, hermano, el
Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me envía para que recobres la vista y quedes
lleno del Espíritu Santo”. Al instante, algo como escamas se le desprendió de los ojos y
recobró la vista. Se levantó y lo bautizaron. Luego comió y recuperó las fuerzas. Se quedó
unos días con los discípulos en Damasco y se puso a predicar en las sinagogas, afirmando
que Jesús era el Hijo de Dios.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 116, 1 .2
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Misal Abril 2016
R/. Que aclamen al Señor todos los pueblos. Aleluya.
Que alaben al Señor, todas las naciones, que lo aclamen todos los pueblos. R/.
Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 6, 56
R/. Aleluya, aleluya.
El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 52-59
En aquel tiempo, los judíos se pusieron a discutir entre sí: “¿Cómo puede éste darnos a
comer su carne?”
Jesús les dijo: “Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su
sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida
eterna y yo lo resucitaré el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y
bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la
vida y yo vivo por él, así también el que me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues
murieron. El que come de este pan vivirá para siempre”.
Esto lo dijo Jesús enseñando en la sinagoga de Cafarnaúm.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco, Homilía del 24 de abril de 2015
Un encuentro para cada uno
Cada hombre tiene un encuentro personal con el Señor. Un encuentro
verdadero, concreto, que puede cambiar radicalmente la vida. El secreto no
está sólo en darse cuenta de ello, sino también en nunca perder la memoria del
mismo, para conservar su frescura y belleza. Lo afirmó el Papa en la misa que
celebró el viernes 24 de abril, por la mañana, en la capilla de Santa Marta. Con
alguna «tarea para hacer en casa» y dos sugerencias prácticas: rezar para pedir
la gracia de recordar y luego releer el Evangelio para reflejarse en los
numerosos encuentros de Jesús.
La primera lectura (Hch 9, 1-20), destacó inmediatamente el Papa Francisco,
relata precisamente «la historia de Saúl-Pablo», el hecho de estar «convencido
de su doctrina, incluso acérrima». Pero «este celo lo llevaba a perseguir este
nuevo camino que había nacido allí, es decir, a los cristianos». Así Saúl «pidió
las cartas para las sinagogas de Damasco con el fin de ser autorizado para
llevar encadenados a los cristianos». Y «esto lo hacía con el celo de Dios».
Luego, explicó el Papa, «sucedió lo que hemos escuchado y que todos sabemos:
la visión, y él cayó del caballo». En ese punto, recordó el Papa Francisco, «el
58
Misal Abril 2016
Señor le habla: “Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?” -”¿Quién eres, Señor?”“Soy Jesús”». Se da así «el encuentro de Pablo con Jesús».
Hasta ese momento Pablo «creía que todo lo que decían los cristianos eran
historias». Pero «he aquí que se encuentra con Él y jamás olvidará ese
encuentro: le cambia la vida y lo hace crecer en el amor al Señor que antes
perseguía y ahora ama». Un encuentro, añadió el Papa, que lleva a Pablo «a
anunciar el nombre de Jesús al mundo como instrumento de salvación». Así es
como sucedió y lo que significó «el encuentro de Pablo con Jesús».
«En la Biblia -afirmó el Papa Francisco- hay muchos otros encuentros».
También «en el Evangelio». Y son «todos distintos» entre sí. Verdaderamente
«cada uno tiene su encuentro con Jesús». Pensemos, sugirió el Papa, «en los
primeros discípulos que seguían a Jesús y permanecieron con Él toda la tarde Juan y Andrés, el primer encuentro- y fueron felices por esto». En tal medida
que «Andrés fue al encuentro de su hermano Pedro -se llamaba Simón en ese
tiempo- y le dijo: “Hemos encontrado al Mesías”». Es «otro encuentro
entusiasta, feliz, y condujo a Pedro hacia Jesús». Siguió, luego, «el encuentro
de Pedro con Jesús» que «fijó su mirada en él». Y Jesús le dijo: «Tú eres
Simón, hijo de Juan. Te llamarás Cefas», «es decir piedra».
Los «encuentros», recordó el Papa Francisco, son verdaderamente muchos.
Está, por ejemplo, «el de Natanael, el escéptico». Inmediatamente «Jesús con
dos palabras lo tira por los suelos». De tal modo que el intelectual admite: «¡Tú
eres el Mesías!». Está también «el encuentro de la Samaritana que, a un cierto
punto, se encuentra en una situación difícil e intenta ser teóloga: “Pero este
monte, el otro…”». Y Jesús le responde: «Pero tu marido, tu verdad». La mujer
«en el propio pecado encuentra a Jesús y va a anunciarlo a los de la ciudad:
“Me ha dicho todo lo que he hecho; ¿será tal vez el Mesías?”».
El Papa Francisco quiso también que se reviviera «el encuentro del leproso,
uno de los diez curados, que regresa para agradecer». Y, además, «el
encuentro de la mujer enferma desde hacía dieciocho años, que pensaba: “Si al
menos lograra tocar el manto estaría curada” y encuentra a Jesús». Y también
«el encuentro con el endemoniado del que Jesús expulsa tantos demonios que
se dirigen hacia los cerdos» y después «quiere seguirlo y Jesús le dice: “No,
vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo”».
Así, resumió el Pontífice, «podemos hallar muchos encuentros en la Biblia,
porque el Señor nos busca para tener un encuentro con nosotros» y «cada uno
de nosotros tiene su propio encuentro con Jesús». Quizá, destacó el Pontífice,
«lo olvidamos, perdemos la memoria» hasta el punto de preguntarnos: «Pero
¿cuándo yo me encontré con Jesús o cuándo Jesús me encontró?».
Seguramente, precisó el Papa Francisco, Jesús «te encontró el día de tu
Bautismo: eso es verdad, eras niño». Y con el Bautismo, añadió, «te ha
justificado y te ha hecho parte de su pueblo».
«Todos nosotros -afirmó el Papa- hemos tenido en nuestra vida algún
encuentro con Él», un encuentro verdadero en el que «sentí que Jesús me
miraba». No es una experiencia sólo «para santos». Y «si no recordamos, será
bonito hacer un poco de memoria y pedir al Señor que nos dé la memoria,
59
Misal Abril 2016
porque Él recuerda, Él se acuerda del encuentro». Al respecto el Papa
Francisco hizo referencia al libro de Jeremías donde se lee: «Recuerdo tu
cariño juvenil, el amor que me tenías de novia». Habla, por lo tanto, de «aquel
encuentro entusiasta del inicio, aquel encuentro nuevo: Él jamás olvida, más
bien nosotros olvidamos el encuentro con Jesús».
Una «buena tarea para hacer en casa» sugirió el Papa Francisco, sería
precisamente volver a pensar «cuando sentí verdaderamente al Señor cerca de
mí», «cuando sentí que tenía que cambiar de vida y ser mejor o perdonar a una
persona», «cuando sentí al Señor que me pedía algo» y, por ello, «cuando me
encontré al Señor».
Nuestra fe, de hecho, «es un encuentro con Jesús». Precisamente «este es el
fundamento de la fe: he encontrado a Jesús como Saúl» tal y como lo relata el
pasaje de los Hechos de los apóstoles propuesto por la liturgia.
Y así, prosiguió el Papa Francisco, si uno se dice a sí mismo «no me acuerdo»
del encuentro con el Señor, es oportuno que pida la gracia: «Señor, ¿cuándo
fui consciente de encontrarte? ¿Cuándo me dijiste algo que cambió mi vida o
me invitaste a dar aquel paso hacia adelante en la vida?». Y, recomendó el
Papa, «esta es una bonita oración, hacedla cada día». Y cuando después «te
acuerdes, regocíjate en ese recuerdo que es un recuerdo de amor».
«Otra bonita tarea», propuso el Papa, «sería tomar los Evangelios» y releer las
muchas historias que existen para «ver cómo Jesús encuentra a la gente, cómo
elige a los apóstoles». Y darse cuenta, quizá, de que alguno de los encuentros
se «asemeja al mío», porque «cada uno tiene su propio» encuentro.
He aquí entonces las dos sugerencias prácticas y concretas del Papa, «que nos
harán bien». En primer lugar «rezar y pedir la gracia de la memoria» y
preguntarnos: «¿Cuándo, Señor, fue ese encuentro, ese primer amor?». Para
«no escuchar el reproche que el Señor hace en el Apocalipsis: “Pero tengo
contra ti que has abandonado tu amor primero”».
La segunda sugerencia del Papa es, precisamente, «tomar el Evangelio y ver los
numerosos encuentros de Jesús con muchas personas diversas». Resulta
evidente, explicó, que «el Señor quiere encontrarnos, quiere que la relación
con nosotros sea cara a cara». Seguramente «en nuestra vida hubo un
encuentro fuerte que nos guió a cambiar un poco la vida y a ser mejores».
Precisamente la celebración eucarística, concluyó el Pontífice, es «otro
encuentro con Jesús, para realizar lo que hemos escuchado» en el Evangelio
(Jn 6, 52-59): «El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él».
Sí, precisamente para permanecer así «en el Señor, vamos ahora hacia este
encuentro cotidiano».
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, por tu piedad, estos dones y al recibir en oblación este sacrificio espiritual,
conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua,
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
60
Misal Abril 2016
El Crucificado resucitó de entre los muertos y nos ha redimido. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos humildemente que lo
que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos aproveche para crecer en nuestra
caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
SÁBADO 16
Blanco
Misa de Santa María Virgen en Tiempo pascual o
Feria de Pascua
MR p. 362 (367) / Lecc. I, p. 897
Otros santos: María Bernarda Soubirous religiosa; Engracia de Zaragoza y
compañeros, mártires. Beato Joaquín de Siena, religioso.
NUEVOS Y ANTIGUOS DISCÍPULOS
Hch 9,31-42; Jn 6, 60-69
El relato del Evangelio de san Juan cierra con una lección importante sobre el camino de la
fe cristiana. El Señor Jesús reitera que la adhesión a su persona no es un acción surgida de
la voluntad y el deseo humano. El segundo paso lo damos cada uno de los creyentes, pero el
primero de los pasos siempre lo da Dios; efectivamente el Padre es quien elige y atrae a los
suyos. Los seguidores de Jesús hemos sido beneficiarios del don incomparable de la fe. Dios
es quien dispone nuestro corazón para que nos apoyemos en Jesús. La experiencia creyente
es don y respuesta, llamado y compromiso personal. Como los cristianos de Jafa que se
decidieron a creer en el mensaje del Señor, luego de haber contemplado las señales de la
compasión que Dios realizara por medio del apóstol Pedro: primero ocurrieron las señales,
el regalo de la vida para Tabitá y posteriormente, los nuevos cristianos respondieron,
reconociendo la fidelidad del Dios de la vida.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 29, 12
Misa de Santa María Virgen en Tiempo pascual
Cambiaste mi llanto en gozo, Señor, y me vestiste de fiesta. Aleluya.
Feria de Pascua Col 2, 12
Ustedes, por el bautismo, han sido sepultados con Cristo, y con él han sido resucitados,
porque han creído en el poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Misa de Santa María Virgen en Tiempo pascual
Dios nuestro, que con la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el
mundo de alegría, concédenos, por la intercesión de su Madre, la Virgen María, obtener la
felicidad de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
Feria de Pascua
61
Misal Abril 2016
Dios nuestro, que renovaste en la fuente bautismal a los que creen en ti, protege a quienes
renacieron en Cristo, para que, evitando todas las asechanzas del error, conserven fielmente
la gracia de tu bendición. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
La comunidad cristiana crecía, animada por el Espíritu Santo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 9, 31-42
En aquellos días, las comunidades cristianas gozaban de paz en toda Judea, Galilea y
Samaria, con lo cual se iban consolidando, progresaban en la fidelidad a Dios y se
multiplicaban, animadas por el Espíritu Santo.
Pedro recorría toda la región y una vez fue a visitar a los fieles que vivían en Lida. Ahí
encontró a un hombre, llamado Eneas, que tenía ya ocho años de estar en cama, paralítico.
Pedro le dijo: “Eneas, Jesucristo te da la salud. Levántate y tiende tu cama”. Eneas se
levantó inmediatamente; y todos los habitantes de Lida y de la llanura de Sarón que lo
vieron, se convirtieron al Señor.
Había en Jafa, entre los discípulos, una mujer llamada Tabitá (que significa “gacela”), la
cual hacía infinidad de obras buenas y repartía limosnas. En aquellos días cayó enferma y
murió. Lavaron su cadáver y lo tendieron en una habitación del segundo piso. Como Lida
está cerca de Jafa, los discípulos, sabiendo que Pedro estaba allá, enviaron dos hombres
para suplicarle que fuera a Jafa sin tardar. Pedro fue con ellos. Tan pronto como llegó, lo
condujeron a la habitación del segundo piso. Allí lo rodearon todas las viudas, llorando y
mostrándole las túnicas y los vestidos que Tabitá les había hecho, cuando aún vivía.
Pedro mandó salir a todos, se postró de rodillas y se puso a orar; luego, dirigiéndose a la
muerta, dijo: “Tabitá, levántate”. Ella abrió los ojos y al ver a Pedro, se incorporó. Él la tomó
de la mano y la levantó; llamó a los fieles y a las viudas y se la entregó viva. Esto se supo por
toda Jafa y muchos creyeron en el Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 115, 12-13. 14-15. 16-17
R/. ¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Aleluya.
¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré el cáliz de salvación e
invocaré el nombre del Señor. R/.
Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo. A los ojos de Dios es muy penoso que
mueran sus amigos. R/.
De la muerte, Señor, me has librado, a mí, tu esclavo e hijo de tu esclava. Te ofreceré con
gratitud un sacrificio e invocaré tu nombre. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 6, 63. 68
R/. Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.
62
Misal Abril 2016
EVANGELIO
Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 60-69
En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús dijeron al oír sus palabras: “Este modo de
hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?”.
Dándose cuenta Jesús de que sus discípulos murmuraban, les dijo: “¿Esto los escandaliza?
¿Qué sería si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da
la vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida, y a
pesar de esto, algunos de ustedes no creen”. (En efecto, Jesús sabía desde el principio
quienes no creían y quién lo habría de traicionar). Después añadió: “Por eso les he dicho
que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede”.
Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás y ya no querían andar con
él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: “¿También ustedes quieren dejarme?” Simón Pedro le
respondió: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y
sabemos que tú eres el Santo de Dios”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco Fernández Carvajal, “Hablar con Dios”, n. 67
La promesa de la Sagrada Eucaristía en la sinagoga de Cafarnaún causó
discusiones y escándalos en muchos de los seguidores del Señor. Ante una
verdad tan maravillosa, una buena parte de los discípulos dejaron de seguirle:
Desde entonces -relata San Juan en el Evangelio de la Misa- muchos discípulos
se echaron atrás y ya no andaban con Él.
Ante la maravilla de su entrega a los hombres en la Comunión eucarística,
éstos responden volviéndole la espalda. No es la muchedumbre, sino
discípulos quienes le abandonan. Los Doce permanecen, son fieles a su
Maestro y Señor. Ellos acaso tampoco comprendieron mucho aquel día lo que
el Señor les promete, pero permanecieron junto a Él. ¿Por qué se quedaron?
¿Por qué fueron leales en aquel momento de deslealtades? Porque les unía a
Jesús una honda amistad, porque le trataban diariamente y habían
comprendido que Él tenía palabras de vida eterna, porque le amaban
profundamente. ¿A dónde vamos a ir?, le dice Pedro cuando el Señor les
pregunta si también ellos se marchan: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes
palabras de vida eterna; nosotros hemos creído y conocido que tú eres el
Santo de Dios.
Los cristianos vivimos una época privilegiada para dar testimonio de esta
virtud en ocasiones tan poco valorada, la fidelidad. Vemos cómo, con
frecuencia, se quiebra la lealtad en el matrimonio, en la palabra empeñada, la
fidelidad a la doctrina y a la persona de Cristo. Los Apóstoles nos muestran
que esta virtud se fundamenta en el amor; ellos son fieles porque aman a
Cristo. Es el amor el que les induce a permanecer en medio de las defecciones.
Sólo uno de ellos le traicionará, más tarde, porque dejó de amar. Por eso nos
aconseja a todos el Papa Juan Pablo II: “Buscad a Jesús esforzándoos en
conseguir una fe personal profunda que informe y oriente toda vuestra vida;
63
Misal Abril 2016
pero sobre todo que sea vuestro compromiso y vuestro programa amar a
Jesús, con un amor sincero, auténtico y personal. Él debe ser vuestro amigo y
vuestro apoyo en el camino de la vida. Sólo Él tiene palabras de vida eterna”.
Nadie más que Él.
Mientras estemos en este mundo, la vida del cristiano es una lucha constante
entre amar a Cristo y el dejarse llevar por la tibieza, las pasiones o un
aburguesamiento que mata todo amor. La fidelidad a Cristo se fragua cada día
en la lucha contra todo lo que nos aparta de Él, en el esfuerzo por progresar en
las virtudes. Entonces seremos fieles en los momentos buenos, y también en
las épocas difíciles, cuando parece que son pocos los que se quedan junto al
Señor.
Para mantenernos en una fidelidad firme al Señor es necesario luchar en todo
momento, con espíritu alegre, aunque sean pequeñas las batallas. Y una
manifestación de estos deseos de acercarnos cada día un poco más a Dios, de
amar cada vez más, es el examen particular, que nos ayuda a luchar con
eficacia contra los defectos y obstáculos que nos separan de Cristo y de
nuestros hermanos los hombres, y nos facilita el modo de adquirir virtudes y
hábitos, que limitan nuestras tosquedades en el trato con Jesús.
El examen particular nos concreta las propias metas de la vida interior y nos
dispone a alcanzar, con la ayuda de la gracia, una cota determinada y
específica de esa montaña de la santidad, o a expulsar a un enemigo, quizá
pequeño, pero bien pertrechado, que causa numerosos estragos y retrocesos.
“El examen general parece defensa. -El particular, ataque. -El primero es la
armadura. El segundo, espada toledana” (San Josemaría Escrivá).
Hoy, cuando le decimos al Señor que queremos serle fieles, nos debemos
preguntar en su presencia: ¿Son grandes mis deseos de avanzar en el amor?
¿Concreto estos deseos de lucha en un punto específico que pueda ser el blanco
de mi examen particular? ¿Soy dócil a las indicaciones que recibo en la
dirección espiritual?
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Misa de Santa María Virgen en Tiempo pascual
Recibe, Padre santo, la ofrenda de nuestra humildad que, llenos de alegría, te presentamos
al celebrar la conmemoración de la santísima Virgen María y concédenos que, asociados al
sacrificio de Cristo, recibamos el consuelo en la vida presente y los gozos de la salvación
eterna. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Feria de Pascua
Recibe, Señor, con bondad, estas ofrendas de tu familia santa, para que, con la ayuda de tu
protección, conserve los dones recibidos y llegue a poseer los eternos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Misa de Santa María Virgen en Tiempo pascual
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Misal Abril 2016
Alégrate, Virgen Madre, porque Cristo ha resucitado del sepulcro. Aleluya.
Feria de Pascua Jn 17, 20-21
Padre, te ruego por ellos, para que sean uno en nosotros y el mundo pueda creer que tú me
has enviado, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Misa de Santa María Virgen en Tiempo pascual
Fortalecidos con los sacramentos pascuales, te rogamos, Señor, que quienes celebramos la
memoria de la Madre de tu Hijo, manifestemos la vida de Jesús en nuestra carne mortal.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Feria de Pascua
Protege, Señor, con amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por
la pasión de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él que vive y reina por
los siglos de los siglos.
DOMINGO 17
Blanco
IV Domingo de Pascua
Domingo del Buen Pastor:
Oración por las Vocaciones Sacerdotales y Religiosas
MR p.363 (368) / Lecc. I, p. 337 / LH 4a. Semana
Otros santos: Simeón Bar-Sabbas y compañeros, mártires; Aniceto I, papa y
mártir. Beata Clara Gambacorta, abadesa.
YO LAS CONOZCO Y ELLAS ME SIGUEN
Hch 13,14. 43-52; Ap 7, 9.14-17; Jn 10, 27-30
El Señor Jesús estaba familiarizado con los oficios y quehaceres de campesinos y pastores.
Había crecido en ese entorno y conocía al dedillo los detalles del oficio. Siendo las ovejas
animales gregarios siguen el impulso del cordero que encabeza al rebaño y a su vez, están
familiarizados con el olor y el timbre de voz de su pastor. El instinto de sobrevivencia se
65
Misal Abril 2016
activa y los mantiene atentos a las señales del pastor, porque han aprendido que la docilidad
a esa voz les proporciona agua, pastos y seguridad. Los discípulos no somos menores de
edad, ni una masa de ovejas manipulables, sino cristianos adultos que hemos aprendido a
confiar en la palabra y la persona de Jesús. Su victoria sobre la muerte es debida a la
fidelidad al Padre; quien como Jesús, se mantiene a salvo y accede a la plenitud de la vida.
ANTÍFONA ENTRADA Cfr. Sal 32,5-6
La tierra está llena del amor del Señor y su palabra hizo los cielos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, te pedimos que nos lleves a gozar de la alegrías celestiales para
que tu rebaño, a pesar de su fragilidad, llegue también a donde lo precedió su glorioso
Pastor. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de
los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ahora nos dirigiremos a los paganos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 14. 43-52
En aquellos días, Pablo y Bernabé prosiguieron su camino desde Perge hasta Antioquía de
Pisidia, y el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento.
Cuando se disolvió la asamblea, muchos judíos y prosélitos piadosos acompañaron a Pablo y
a Bernabé, quienes siguieron exhortándolos a permanecer fieles a la gracia de Dios.
El sábado siguiente casi toda la ciudad de Antioquía acudió a oír la palabra de Dios. Cuando
los judíos vieron una concurrencia tan grande, se llenaron de envidia y comenzaron a
contradecir a Pablo con palabras injuriosas. Entonces Pablo y Bernabé dijeron con valentía:
“La palabra de Dios debía ser predicada primero a ustedes; pero como la rechazan y no se
juzgan dignos de la vida eterna, nos dirigiremos a los paganos. Así nos lo ha ordenado el
Señor, cuando dijo: Yo te he puesto como luz de los paganos, para que lleves la salvación
hasta los últimos rincones de la tierra”.
Al enterarse de esto, los paganos se regocijaban y glorificaban la palabra de Dios, y
abrazaron la fe todos aquellos que estaban destinados a la vida eterna.
La palabra de Dios se iba propagando por toda la región. Pero los judíos azuzaron a las
mujeres devotas de la alta sociedad y a los ciudadanos principales, y provocaron una
persecución contra Pablo y Bernabé, hasta expulsarlos de su territorio.
Pablo y Bernabé se sacudieron el polvo de los pies, como señal de protesta, y se marcharon a
Iconio, mientras los discípulos se quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 99, 2.3.5
R/. El Señor es nuestro Dios y nosotros su pueblo. Aleluya.
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Misal Abril 2016
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría y con júbilo entremos en
su templo. R/.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos hizo y somos suyos, que somos su
pueblo y su rebaño. R/.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia y su fidelidad
nunca se acaba. R/.
SEGUNDA LECTURA
El Cordero será su pastor y los conducirá a las fuentes del agua de la vida.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 7, 9. 14-17
Yo, Juan, vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos de
todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos estaban de pie, delante del
trono y del Cordero; iban vestidos con una túnica blanca y llevaban palmas en las manos.
Uno de los ancianos que estaban junto al trono, me dijo: “Éstos son los que han pasado por
la gran tribulación y han lavado y blanqueado su túnica con la sangre del Cordero. Por eso
están ante el trono de Dios y le sirven día y noche en su templo, y el que está sentado en el
trono los protegerá continuamente.
Ya no sufrirán hambre ni sed, no los quemará el sol ni los agobiará el calor. Porque el
Cordero, que está en medio del trono, será su pastor y los conducirá a las fuentes del agua
de la vida, y Dios enjugará de sus ojos toda lágrima”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 14
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí. R/.
EVANGELIO
Yo les doy la vida eterna a mis ovejas.
Del santo Evangelio según san Juan: 10, 27-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas
me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano.
Me las ha dado mi Padre, y él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del
Padre. El Padre y yo somos uno”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco, “Mensaje para la 53 JM de oración por las vocaciones”
La Iglesia, madre de vocaciones
Queridos hermanos y hermanas:
Cómo desearía que, a lo largo del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, todos los
bautizados pudieran experimentar el gozo de pertenecer a la Iglesia. Ojalá puedan redescubrir
que la vocación cristiana, así como las vocaciones particulares, nacen en el seno del Pueblo de
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Misal Abril 2016
Dios y son dones de la divina misericordia. La Iglesia es la casa de la misericordia y la «tierra»
donde la vocación germina, crece y da fruto.
Por eso, invito a todos los fieles, con ocasión de esta 53ª Jornada Mundial de Oración por las
Vocaciones, a contemplar la comunidad apostólica y a agradecer la mediación de la comunidad
en su propio camino vocacional. En la Bula de convocatoria del Jubileo Extraordinario de la
Misericordia recordaba las palabras de san Beda el Venerable referentes a la vocación de san
Mateo: misereando atque eligendo (Misericordiae vultus, 8). La acción misericordiosa del Señor
perdona nuestros pecados y nos abre a la vida nueva que se concreta en la llamada al
seguimiento y a la misión. Toda vocación en la Iglesia tiene su origen en la mirada compasiva
de Jesús. Conversión y vocación son como las dos caras de una sola moneda y se implican
mutuamente a lo largo de la vida del discípulo misionero.
El beato Pablo VI, en su exhortación apostólica Evangelii nuntiandi, describió los pasos del
proceso evangelizador. Uno de ellos es la adhesión a la comunidad cristiana (cf. n. 23), esa
comunidad de la cual el discípulo del Señor ha recibido el testimonio de la fe y el anuncio
explícito de la misericordia del Señor. Esta incorporación comunitaria incluye toda la riqueza
de la vida eclesial, especialmente los Sacramentos. La Iglesia no es sólo el lugar donde se cree,
sino también verdadero objeto de nuestra fe; por eso decimos en el Credo: «Creo en la Iglesia».
La llamada de Dios se realiza por medio de la mediación comunitaria. Dios nos llama a
pertenecer a la Iglesia y, después de madurar en su seno, nos concede una vocación específica.
El camino vocacional se hace al lado de otros hermanos y hermanas que el Señor nos regala: es
una con-vocación. El dinamismo eclesial de la vocación es un antídoto contra el veneno de la
indiferencia y el individualismo. Establece esa comunión en la cual la indiferencia ha sido
vencida por el amor, porque nos exige salir de nosotros mismos, poniendo nuestra vida al
servicio del designio de Dios y asumiendo la situación histórica de su pueblo santo.
En esta jornada, dedicada a la oración por las vocaciones, deseo invitar a todos los fieles a
asumir su responsabilidad en el cuidado y el discernimiento vocacional. Cuando los apóstoles
buscaban uno que ocupase el puesto de Judas Iscariote, san Pedro convocó a ciento veinte
hermanos (Hch 1, 15); para elegir a los Siete, convocaron el pleno de los discípulos (Hch 6, 2).
San Pablo da a Tito criterios específicos para seleccionar a los presbíteros (Tt 1, 5-9). También
hoy la comunidad cristiana está siempre presente en el surgimiento, formación y perseverancia
de las vocaciones (cfr. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 107).
La vocación nace en la Iglesia. Desde el nacimiento de una vocación es necesario un adecuado
«sentido» de Iglesia. Nadie es llamado exclusivamente para una región, ni para un grupo o
movimiento eclesial, sino al servicio de la Iglesia y del mundo. Un signo claro de la autenticidad
de un carisma es su eclesialidad, su capacidad para integrarse armónicamente en la vida del
santo Pueblo fiel de Dios para el bien de todos (ibíd., 130). Respondiendo a la llamada de Dios,
el joven ve cómo se amplía el horizonte eclesial, puede considerar los diferentes carismas y
vocaciones y alcanzar así un discernimiento más objetivo. La comunidad se convierte de este
modo en el hogar y la familia en la que nace la vocación. El candidato contempla agradecido
esta mediación comunitaria como un elemento irrenunciable para su futuro. Aprende a
conocer y a amar a otros hermanos y hermanas que recorren diversos caminos; y estos
vínculos fortalecen en todos la comunión.
La vocación crece en la Iglesia. Durante el proceso formativo, los candidatos a las distintas
vocaciones necesitan conocer mejor la comunidad eclesial, superando las percepciones
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limitadas que todos tenemos al principio. Para ello, es oportuno realizar experiencias
apostólicas junto a otros miembros de la comunidad, por ejemplo: comunicar el mensaje
evangélico junto a un buen catequista; experimentar la evangelización de las periferias con una
comunidad religiosa; descubrir y apreciar el tesoro de la contemplación compartiendo la vida
de clausura; conocer mejor la misión ad gentes por el contacto con los misioneros; profundizar
en la experiencia de la pastoral en la parroquia y en la diócesis con los sacerdotes diocesanos.
Para quienes ya están en formación, la comunidad cristiana permanece siempre como el
ámbito educativo fundamental, ante la cual experimentan gratitud.
La vocación está sostenida por la Iglesia. Después del compromiso definitivo, el camino
vocacional en la Iglesia no termina, continúa en la disponibilidad para el servicio, en la
perseverancia y en la formación permanente. Quien ha consagrado su vida al Señor está
dispuesto a servir a la Iglesia donde esta le necesite. La misión de Pablo y Bernabé es un
ejemplo de esta disponibilidad eclesial. Enviados por el Espíritu Santo desde la comunidad de
Antioquía a una misión (Hch 13, 1-4), volvieron a la comunidad y compartieron lo que el Señor
había realizado por medio de ellos (Hch 14, 27). Los misioneros están acompañados y
sostenidos por la comunidad cristiana, que continúa siendo para ellos un referente vital, como
la patria visible que da seguridad a quienes peregrinan hacia la vida eterna.
Entre los agentes pastorales tienen una importancia especial los sacerdotes. A través de su
ministerio se hace presente la palabra de Jesús que ha declarado: Yo soy la puerta de las
ovejas? Yo soy el buen pastor (Jn 10, 7.11). El cuidado pastoral de las vocaciones es una parte
fundamental de su ministerio pastoral. Los sacerdotes acompañan a quienes están en buscan de
la propia vocación y a los que ya han entregado su vida al servicio de Dios y de la comunidad.
Todos los fieles están llamados a tomar conciencia del dinamismo eclesial de la vocación, para
que las comunidades de fe lleguen a ser, a ejemplo de la Virgen María, seno materno que acoge
el don del Espíritu Santo (cf Lc 1, 35-38). La maternidad de la Iglesia se expresa a través de la
oración perseverante por las vocaciones, de su acción educativa y del acompañamiento que
brinda a quienes perciben la llamada de Dios. También lo hace a través de una cuidadosa
selección de los candidatos al ministerio ordenado y a la vida consagrada. Finalmente es madre
de las vocaciones al sostener continuamente a aquellos que han consagrado su vida al servicio
de los demás.
Pidamos al Señor que conceda a quienes han emprendido un camino vocacional una profunda
adhesión a la Iglesia; y que el Espíritu Santo refuerce en los Pastores y en todos los fieles la
comunión eclesial, el discernimiento y la paternidad y maternidad espirituales:
Padre de misericordia, que has entregado a tu Hijo por nuestra salvación y nos sostienes
continuamente con los dones de tu Espíritu, concédenos comunidades cristianas vivas,
fervorosas y alegres, que sean fuentes de vida fraterna y que despierten entre los jóvenes el
deseo de consagrarse a Ti y a la evangelización. Sostenlas en el empeño de proponer a los
jóvenes una adecuada catequesis vocacional y caminos de especial consagración. Dales
sabiduría para el necesario discernimiento de las vocaciones de modo que en todo brille la
grandeza de tu amor misericordioso. Que María, Madre y educadora de Jesús, interceda por
cada una de las comunidades cristianas, para que, hechas fecundas por el Espíritu Santo, sean
fuente de auténticas vocaciones al servicio del pueblo santo de Dios.
Se dice Credo.
PLEGARIA UNIVERSAL
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Levantemos, hermanos, nuestros ojos a Cristo, obispo y pastor de nuestras almas, y
pongamos en sus manos, con toda confianza, las necesidades de los hombres diciendo:
Jesús, Buen Pastor, sálvanos. (R/. Jesús, Buen Pastor, sálvanos).
1. Para que los obispos, los presbíteros y diáconos apacienten santamente a los pueblos que
tienen encomendados, roguemos al Señor.
2. Para que la paz que Jesucristo concedió a los discípulos arraigue con fuerza en nuestro
mundo, y se alejen de las naciones el odio y las guerras, roguemos al Señor.
3. Para que los enfermos, los pobres y todos los que sufren encuentren en Cristo resucitado
luz y esperanza, roguemos al Señor.
4. Para que Dios derrame en las familias cristianas el espíritu de piedad y de renuncia a lo
mundano, de manera que germinen abundantes vocaciones al ministerio eclesial, roguemos
al Señor.
Dios nuestro, fuente de gozo y paz, que has concedido a tu Hijo el poder y la realeza sobre
los hombres y los pueblos, escucha nuestra oración y sostennos con la fuerza de tu
Espíritu, para que nunca nos separemos de nuestro pastor, que nos conducirá hacia fuente
de aguas vivas, y que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que
celebramos, para que, continuamente renovados por su acción se conviertan para nosotros
en causa de eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se entregó a la muerte por
su rebaño. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Buen Pastor, vela con solicitud por tu rebaño y dígnate conducir a las ovejas que redimiste
con la preciosa sangre de tu Hijo, a las praderas eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La relación estrecha que resplandece
en la parábola del buen pastor entre el cuidador y las ovejas no es un apología de la
manipulación ni promueve en manera alguna la infantilización de los discípulos, como
señalaran los llamados “maestros de la sospecha” en siglos pasados. Un discípulo
responsable no renuncia a su capacidad de pensar, ni tampoco mutila su habilidad
argumentativa. Al contrario, siguiendo la actitud de su Señor, aprende a discernir,
rechazando los reclamos de su corazón egoísta y acogiendo las llamadas a la compasión y la
misericordia que el Señor le dirige. Los cristianos de Antioquía que acogieron el mensaje
cristiano, discriminaron entre dos opciones y contraviniendo la presión de los principales de
la ciudad, asumieron el camino cristiano en medio de la persecución y la adversidad.
LUNES 18
Blanco
Feria de Pascua
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MR p. 364 (369) / Lecc. 1, p. 900
Otros santos: Perfecto de Córdoba, mártir; Eusebio de Umbría, obispo. Beato
Román Archutowski, mártir.
QUE ESTÉN LLENOS DE VIDA
Hch 11,1-18; Jn 10,1-10
El tema de la vida recurre en las dos lecturas. En el discurso sobre el Buen Pastor el Señor
Jesús se presenta como amigo y defensor de la vida de sus fieles. La correlación de
confianza entre el pastor y las ovejas es algo tan valioso que resulta sorprendente para
quienes no participan de esa relación creyente. Las personas que se abandonan
confiadamente en Jesús su Señor, pueden dar la impresión, a quienes miran las cosas desde
afuera y no comparten la mirada creyente, de estar renunciando a su autonomía y su
responsabilidad personal. Hacerse discípulo de Jesús es una decisión libre y voluntaria,
como lo fue sin duda para los habitantes de Cesarea, que se pusieron en camino, buscaron a
Pedro y decidieron reorientar su vida por el camino trazado por Cristo Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no morirá nunca. La muerte ya no
tiene dominio sobre El. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, luz perfecta de los santos, que nos concediste celebrar en la tierra los
misterios pascuales, haz que gocemos siempre de la plenitud eterna de tu gracia. Por
nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
También a los paganos les ha concedido Dios la conversión que lleva a la vida.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 11, 1-18
En aquellos días, los apóstoles y los hermanos que vivían en Judea se enteraron de que
también los paganos habían recibido la palabra de Dios. Cuando Pedro regresó a Jerusalén,
los circuncidados le hicieron reproches, diciendo: “Has entrado en la casa de unos
incircuncisos y has comido con ellos”
Entonces Pedro les contó desde el principio lo que le había pasado: “Estaba yo en la ciudad
de Jafa, en oración, cuando tuve una visión y vi algo semejante a un gran mantel, que
sostenido por las cuatro puntas, bajaba del cielo hasta donde yo me encontraba. Miré con
atención aquella cosa y descubrí que había en ella toda clase de cuadrúpedos, fieras, reptiles
y aves. Oí luego una voz que me decía: ‘Levántate, Pedro. Mata el animal que quieras y
come’. Pero yo le respondí: ‘Ni pensarlo, Señor. Jamás he comido nada profano o impuro’.
La voz del cielo me habló de nuevo: ‘No tengas tú por impuro lo que Dios ha hecho puro’.
Esto se repitió tres veces y luego todo fue recogido hacia el cielo.
En aquel instante, se presentaron en la casa donde yo estaba tres hombres, que venían de
Cesarea, con un recado para mí. El Espíritu me dijo entonces que me fuera con ellos sin
dudar. También fueron conmigo estos seis hermanos y todos entramos en casa de aquel
hombre. Él nos contó cómo había visto de pie, ante él, a un ángel que le dijo: ‘Manda a
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Misal Abril 2016
buscar en Jafa a Simón, llamado Pedro. Lo que él te diga, te traerá la salvación a ti y a toda
tu familia’. En cuanto empecé a hablar, el Espíritu Santo descendió sobre ellos, como había
descendido al principio sobre nosotros. Entonces me acordé de lo que había dicho el Señor:
‘Juan bautizó con agua; pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo’. Por lo tanto, si
Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesús,
¿quién soy yo para oponerme a Dios?”
Con esto se apaciguaron y alabaron a Dios, diciendo: “Por lo visto, también a los paganos les
ha concedido Dios la conversión que lleva a la vida”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
De los salmos 41, 2-3; y 42, 3.4
R/. Estoy sediento del Dios que da la vida. Aleluya.
Como el venado busca el agua de los ríos, así, cansada, mi alma te busca a ti, Dios mío. R/.
Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será posible ver de nuevo su templo?
R/.
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en mi guía y hasta tu monte
santo me conduzcan, allí donde tú habitas. R/.
Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría, y a mi Dios, el Señor, le daré
gracias al compás de la cítara. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 14
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. R/.
EVANGELIO
Yo soy la puerta de las ovejas.
Del santo Evangelio según san Juan: 10, 1-10
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: “Yo les aseguro que el que no entra por la puerta
del redil de las ovejas, sino que salta por otro lado, es un ladrón, un bandido; pero el que
entra por la puerta, ése es el pastor de las ovejas. A ése le abre el que cuida la puerta, y las
ovejas reconocen su voz; él llama a cada una por su nombre y las conduce afuera. Y cuando
ha sacado a todas sus ovejas, camina delante de ellas, y ellas lo siguen, porque conocen su
voz. Pero a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los
extraños”.
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron lo que les quería decir. Por eso
añadió: “Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes que
yo, son ladrones y bandidos; pero mis ovejas no los han escuchado.
Yo soy la puerta; quien entre por mí se salvará, podrá entrar y salir y encontrará pastos. El
ladrón sólo viene a robar, a matar y a destruir. Yo he venido para que tengan vida y la
tengan en abundancia”.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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Misal Abril 2016
Francisco Fernández Carvajal, “Hablar con Dios”, n. 7
Además del título de Buen Pastor, Cristo se aplica a sí mismo la imagen de la puerta por la que
se entra al aprisco de las ovejas, que es la Iglesia. Ella “es un redil cuya única y obligada puerta
es Cristo. Es también una grey de la que el mismo Dios se profetizó Pastor, y cuyas ovejas,
aunque conducidas ciertamente por pastores humanos, son, no obstante, guiadas y alimentadas
continuamente por el mismo Cristo, Buen Pastor y Príncipe de los pastores, que dio su vida por
las ovejas” (CVII, Lumen Gentium).
Jesús ha dispuesto que haya en su Iglesia buenos pastores para que en su nombre guarden y
guíen a sus ovejas. Por encima de todos y como Vicario suyo en la tierra estableció a Pedro y a
sus sucesores, a quienes hemos de tener una especial veneración, amor y obediencia. Junto al
Papa, y en comunión con él, a los obispos, como sucesores de los Apóstoles
Los sacerdotes son buenos pastores, especialmente en la administración del sacramento de la
Penitencia, donde nos curan de todas nuestras heridas y enfermedades. “Recuerden -decía
Juan Pablo II- que su ministerio sacerdotal (...) está ordenado, de manera particular, a la gran
solicitud del Buen Pastor, que es la solicitud por la salvación de todo hombre (...), que los
hombres tengan vida, y la tengan en abundancia, para que ninguno se pierda, sino que tengan
la vida eterna”.
Cada cristiano debe ser un buen pastor también de sus hermanos, especialmente por medio de
la corrección fraterna, del ejemplo y de la oración. Pensemos con frecuencia que de alguna
forma también nosotros somos buenos pastores de las personas que Dios ha puesto a nuestro
lado. Tenemos obligación de ayudarles -con el ejemplo y la oración- a que anden el camino de
la santidad y perseveren en la correspondencia a los dones y llamadas del Buen Pastor, que nos
conduce a los pastos de la vida eterna.
El oficio de buen pastor es un oficio delicado en extremo: exige mucho amor y mucha
paciencia, valentía, competencia, mansedumbre; también, prontitud de ánimo y un gran
sentido de la responsabilidad. El descuido de esta misión ocasionaría gravísimos daños al
pueblo de Dios: “el mal pastor lleva a la muerte incluso a las ovejas fuertes” (San Agustín).
“Cuatro son las condiciones que debe reunir el buen pastor. En primer lugar, el amor: fue
precisamente la caridad la única virtud que el Señor exigió a Pedro para entregarle el cuidado
de su rebaño. Luego, la vigilancia, para estar atento a las necesidades de las ovejas. En tercer
lugar, la doctrina, con el fin de poder alimentar a los hombres hasta llevarlos a la salvación. Y
finalmente la santidad e integridad de vida; ésta es la principal de todas las cualidades” (Santo
Tomás de Villanueva).
A todos nos corresponde pedir insistentemente que no falten nunca los buenos pastores en la
Iglesia. Especialmente hemos de pedir por aquellos que Dios ha constituido como buenos
pastores para nuestras almas.
Cada uno de nosotros necesita un buen pastor que guíe su alma, pues nadie puede orientarse a
sí mismo sin una ayuda especial de Dios. La falta de objetividad, el apasionamiento con que nos
vemos a nosotros mismos y la pereza, van oscureciendo nuestro camino hacia el Señor. Y llega
entonces el estancamiento espiritual, la tibieza y el desánimo. En cambio, “de manera
semejante a como una nave que tiene buen timonel llega sin peligro a puerto, así también, el
alma que tiene un buen pastor lo alcanza fácilmente, aunque haya cometido muchos errores”
(San Juan Clímaco).
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Misal Abril 2016
“Cualquiera comprende sin dificultad que para realizar la ascensión de una montaña es
necesario un guía; lo mismo sucede cuando se trata de la ascensión espiritual...; y tanto más,
cuanto que en este caso hay que evitarlos lazos que nos tiende alguien (el demonio) muy
interesado en impedir que subamos” (Garrigou-Lagrange).
La dirección espiritual nos es necesaria para que no tengamos que decir, al final de nuestra
vida, lo mismo que los judíos después de vagar por el desierto sin rumbo ni sentido: 40 años
hemos dado vueltas alrededor de la montaña 31. Hemos vivido sin ton ni son, sin saber a dónde
íbamos, sin que el trabajo o el estudio nos acercara a Dios, sin que la amistad, la familia, la
salud y la enfermedad, los éxitos o los fracasos nos ayudaran a dar un paso adelante en lo
verdaderamente importante: la santidad, la salvación. Para que no tengamos que decir que
hemos vivido de cualquier manera, sin sentido, entretenidos con cuatro cosas pasajeras. Y
todo, porque nos faltaron unas metas sobrenaturales en las que luchar, un camino claro y un
guía.
Puede ser necesario confiar a alguien la dirección de nuestra alma, porque todos necesitamos
una palabra de aliento si llega el desánimo por nuestras derrotas en este camino de Dios.
Precisamos entonces de esa voz amiga que nos dice ¡adelante!, ¡no debes pararte, porque tienes
la gracia de Dios para superar cualquier dificultad! Dice el Espíritu Santo: Si uno cae el otro lo
levanta: pero ¡ay del que está solo, que cuando cae no tiene quien le levante! 32. Y con esa
ayuda nos recomponemos por dentro, y sacamos fuerzas cuando nos parecía que ya no nos
quedaba ninguna, y seguimos nuestro camino.
Es una gracia especial de Dios poder contar con esa persona amiga que nos ayuda eficazmente
en algo de tanta importancia, a la que podemos abrir el alma en una confidencia llena de
sentido humano y sobrenatural. ¡Qué alegría poder comunicar lo más íntimo de nuestros
sentimientos, para orientarlos a Dios, a alguien que nos comprende, nos estima, nos abre
horizontes nuevos, nos alienta, reza por nosotros, y tiene una gracia especial del Señor para
ayudarnos! Pero es importante acudir al que es verdaderamente buen pastor para nosotros,
aquel a quien el Señor quiere que acudamos.
San Lucas nos narra de qué manera el hijo pródigo siente la necesidad de descargar el peso
que agobia su alma. También Judas se siente agobiado por la carga de su traición. El primero
se dirige a quien tiene que ir y encuentra una paz que ni siquiera podía imaginar; restableció
de nuevo su vida. Judas debió volver a Jesús, quien, a pesar de su pecado, lo hubiera acogido y
confortado, como a Pedro. Fue, sin embargo, a quien no debía: a quienes eran incapaces de
comprender, y, sobre todo, incapaces de dar a aquel hombre lo que necesitaba. ¿A nosotros
qué? Allá tú, le dicen.
En la dirección espiritual encontramos al Buen Pastor que nos da las ayudas necesarias para
no perdernos, para recuperar el camino si nos hubiéramos desorientado en nuestro andar
hacia Cristo.
Nuestra Madre Santa María nos muestra siempre el sendero seguro que conduce a Cristo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y puesto que es a ti a quien
debe su alegría, concédele también disfrutar de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Prefacio I- V de Pascua
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Misal Abril 2016
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 20, 19
Jesús se presentó en medio de sus discípulos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos
misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la
resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MARTES 19
Blanco
Feria de Pascua
MR p. 365 (370) / Lecc. I, p. 903
Otros santos: León IX, papa; Emma de Bremen, viuda. Beato Conrado de
Ascoli, presbítero.
LOS LLAMARON CRISTIANOS
Hch 11, 19-26, Jn 10, 22-30
El tono que advertimos en la discusión que sostiene Jesús con los dirigentes judíos refleja
una vehemencia y un apasionamiento del pastor por sus ovejas. Jesús no está dispuesto a
dejarse arrebatar a sus fieles. De alguna manera es un enamorado que defiende la
exclusividad de su amor con toda su energía. Jesús no dejará que nadie arrebate a las ovejas
que el Padre le confió. Entre cada discípulo y Jesucristo se establece una relación íntima y
personal. Por esa razón los seguidores de Antioquía que habían asumido como su Señor, su
referente primario y su maestro a Cristo Jesús, recibieron el nombre de cristianos. Habían
decidido relacionarse con Dios y con los hermanos a partir del camino nuevo que Cristo les
había abierto para acceder a la amistad con el Padre.
ANTÍFONA DE ENTRADA Ap 19, 7. 6
Alegrémonos, regocijémonos y demos gracias, porque el Señor, nuestro Dios omnipotente,
ha empezado a reinar. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que quienes celebramos los misterios de la resurrección
del Señor, merezcamos alcanzar el gozo de nuestra redención. Por nuestro Señor
Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Comenzaron a predicar a los griegos el Evangelio del Señor Jesús.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 11, 19-26
En aquellos días, algunos de los que se habían dispersado, huyendo de la persecución
desatada después de la muerte de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía; pero
predicaban el Evangelio solamente a los judíos. Sin embargo, hubo entre ellos algunos
chipriotas y cirenenses, que al llegar a Antioquía, comenzaron a dirigirse también a los
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Misal Abril 2016
griegos y a predicarles el Evangelio del Señor Jesús. Y como la mano del Señor estaba con
ellos, muchos se convirtieron y abrazaron la fe.
Cuando llegaron estas noticias a la comunidad cristiana de Jerusalén, Bernabé fue enviado a
Antioquía. Llegó Bernabé, y viendo la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho; y como
era hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe, exhortó a todos a que, firmes en su
propósito, permanecieran fieles al Señor. Así se ganó para el Señor una gran muchedumbre.
Entonces Bernabé partió hacia Tarso, en busca de Saulo; y cuando lo encontró, lo llevó
consigo a Antioquía. Ambos vivieron durante todo un año en esa comunidad y enseñaron a
mucha gente. Allí, en Antioquía, fue donde por primera vez los discípulos recibieron el
nombre de “cristianos”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Salmo 86,1-3.4-5.6-7
R/. Alaben al Señor todos los pueblos. Aleluya.
Jerusalén gloriosa, el Señor ha puesto en ti su templo. Tú eres más querida para Dios que
todos los santuarios de Israel. R/.
De ti, Jerusalén, ciudad del Señor, se dirán maravillas. Egipto y Babilonia adorarán al
Señor; los filisteos, con Tiro y Etiopía, serán como tus hijos. R/.
Y de ti, Jerusalén, afirmarán: “Todos los pueblos han nacido en ti y el Altísimo es tu
fortaleza”. R/.
El Señor registrará en el libro de la vida a cada pueblo, convertido en ciudadano tuyo; y
todos los pueblos te cantarán, bailando: “Tú eres la fuente de nuestra salvación”. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 27
R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R/.
EVANGELIO
El Padre y yo somos uno.
Del santo Evangelio según san Juan: 10, 22-30
Por aquellos días, se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación del templo. Era
invierno. Jesús se paseaba por el templo, bajo el pórtico de Salomón. Entonces lo rodearon
los judíos y le preguntaron: “¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el
Mesías, dínoslo claramente”.
Jesús les respondió: “Ya se lo he dicho y no me creen. Las obras que hago en nombre de mi
Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas
escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán
jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y Él es superior a todos, y
nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre y yo somos uno”.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Francisco, Homilía del 28 de abril de 2015
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Abiertos a las sorpresas
Pedir al Señor «la gracia de no tener miedo cuando el Espíritu, con seguridad, me dice que dé
un paso adelante». Y pedir el «valor apostólico de llevar vida y no hacer de nuestra vida
cristiana un museo de recuerdos». Esta es la doble recomendación con la que el Papa Francisco
concluyó, el martes 28 de abril por la mañana, la homilía de la misa en la capilla de la Casa
Santa Marta.
Al comentar las lecturas del día, el Pontífice se centró especialmente en la primera, tomada de
los Hechos de los Apóstoles (Hch 11, 19-26), en la que -recordó- se narra que «después de los
primeros días de gozo, después de la efusión del Espíritu Santo, había en la Iglesia momentos
bellos, pero también muchos problemas». Uno de estos era el hecho de que algunos predicaran
«el Evangelio a los griegos, a los paganos, a los que no eran israelitas». En efecto, explicó el
Papa Francisco, «esto era muy extraño, parecía una nueva doctrina». Por lo demás, observó,
ya había «ocurrido el episodio de Pedro en la casa de Cornelio» que había suscitado
indignación: «Pero tú fuiste allí, entraste en una casa pagana, has quedado impuro», le
reprocharon.
Ahora sucedía algo parecido: «tras la persecución, tras el martirio de Esteban» los discípulos
se habían dispersado y en Jerusalén quedaban solamente los apóstoles. Algunos de los
discípulos habían «llegado a Antioquía y predicaban en las sinagogas, a los judíos». Pero
«otros, llegados de Chipre y de Cirene, comenzaron a hablar también a los griegos, anunciando
que Jesús es el Señor: “Y la mano del Señor estaba con ellos y así un gran número creyó y se
convirtió”».
Así, cuando «la noticia “llegó a los oídos de la Iglesia de Jerusalén”, creó inquietud». Hasta el
punto que los apóstoles «enviaron una especie de “visita canónica”, diciendo a Bernabé: “Ve,
visítalos y luego veremos qué se hace». Sin embargo, «cuando Bernabé llegó y vio la gracia de
Dios, se alegró y llevó tranquilidad y paz a la Iglesia de Jerusalén». En definitiva para el Papa
el episodio narrado en los Hechos de los Apóstoles habla una vez más de «novedad», que
irrumpe «en esa mentalidad» según la cual Jesús había venido solamente «para salvar a su
pueblo, el pueblo elegido por el Padre». Una mentalidad incapaz incluso de percibir «cómo
otros pueblos formaran parte» del plan divino de salvación.
«Pero -advirtió el Pontífice, citando el libro de Isaías- estaba en las profecías». Sin embargo,
ellos «no comprendían. No entendían que Dios es el Dios de las novedades: yo realizo algo
nuevo, nos dice»; no comprendían «que el Espíritu Santo vino precisamente a esto, a
renovarnos y obra continuamente para renovarnos». Es más, constató, «esto nos da temor. En
la historia de la Iglesia podemos ver, desde entonces hasta hoy, cuántos miedos han suscitado
las sorpresas del Espíritu Santo. Es el Dios de las sorpresas». Y a quien quisiera objetar: «Pero,
padre, hay novedades y novedades. Algunas novedades, se ven que son de Dios, otras no», el
Papa Francisco respondió con las palabras de Pedro a los hermanos de Jerusalén, cuando le
reprocharon por haber entrado en la casa de Cornelio: «Cuando vi que se les había dado lo
que nosotros recibimos, ¿quién era yo para negar el bautismo?».
Es la misma idea presente en el pasaje de la liturgia del día acerca de Bernabé, calificado como
«hombre virtuoso», y «lleno del Espíritu Santo». Destacando que «en los dos está el Espíritu
Santo, que hace ver la verdad». Algo que, en cambio, «solos» no podemos. «Con nuestra
inteligencia no podemos», destacó el Papa, explicando: «Podemos estudiar toda la historia de la
salvación, podemos estudiar toda la teología, pero sin el Espíritu no podemos entender. Es
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precisamente el Espíritu quien nos hace entender la verdad o -usando las palabras de Jesús- es
el Espíritu quien nos hace conocer la voz de Jesús: “mis ovejas escuchan mi voz, y yo las
conozco, y ellas me siguen”».
En definitiva para el Papa Francisco «el seguir adelante de la Iglesia es obra del Espíritu
Santo. Es él quien actúa». El mismo «Jesús dijo a los apóstoles: “Yo os enviaré el don del
Padre, será Él quien os vaya recordando y os enseñe todo”». ¿Cómo? Recordando lo que Jesús
dijo y refiriéndose a las profecías: «Por eso, en los primeros discursos, también en el de
Esteban, hay una relectura -aclaró el Pontífice- de todas las profecías. Es obra del Espíritu
Santo, que hace recordar la historia en clave de Jesús resucitado: “y Él os enseñará el
camino”».
Al respecto el Papa sugirió también «cómo hacer» para estar seguros de que la voz que
escuchamos es la de Jesús y que lo que oímos que se debe hacer es obra del Espíritu Santo. Es
necesario, reiteró «rezar. Sin oración no hay cabida para el Espíritu»; se necesita «pedir a Dios
que nos mande este don: “Señor, danos el Espíritu Santo para que podamos discernir en todo
tiempo qué tenemos que hacer”». Prestando atención al hecho de que eso «no significa repetir
siempre lo mismo. El mensaje es el mismo: pero la Iglesia va hacia adelante, la Iglesia va hacia
adelante con estas sorpresas, con estas novedades del Espíritu Santo».
Por lo tanto «se necesita discernir y para discernir se requiere rezar, pedir esta gracia». Como
hizo Bernabé que «estaba lleno del Espíritu Santo y lo entendió de inmediato», y Pedro que
«vio y dijo: “Pero, ¿quién soy yo para negar aquí el bautismo?”». De hecho, el Espíritu Santo
«no nos deja equivocarnos».
También en este caso el Papa dijo ser consciente de las objeciones que podrían aducirse a su
razonamiento: «Pero, padre, ¿por qué crearse tantos problemas? Hagamos las cosas como las
hemos hecho siempre, así estamos seguros». Y la respuesta es que esta hipótesis podría ser
«una alternativa», pero se trataría de «una alternativa estéril; una alternativa de “muerte”».
Mientras que es mucho mejor, concluyó, «asumir el riesgo, con la oración, con la humildad, de
aceptar lo que el Espíritu nos pide que cambiemos según el tiempo en el que vivimos: este es el
camino».
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que
celebramos, para que, continuamente renovados por su acción, se conviertan para nosotros
en causa de eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 24, 46. 26
Era necesario que Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos, y así entrara luego
en su gloria. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, escucha nuestras oraciones, para que la participación en los
sacramentos de nuestra redención nos ayude en la vida presente y nos alcance las alegrías
eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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MIÉRCOLES 20
Blanco
Feria de Pascua
MR p. 366 (371) / Lecc. I, p. 906
Otros santos: Inés de Montepulciano, abadesa; Marcelino de Embrum, obispo.
Beato Alfonso de Oria, religioso.
APÁRTENME A SAULO Y BERNABÉ
Hch 12, 24-13,5; Jn 12,44-50
La misión cristiana no fue una tarea nacida de las ocurrencias o la mera espontaneidad de
los apóstoles. La Iglesia madre de Jerusalén animaba el esfuerzo misionero, confirmando en
la fe a las comunidades recién fundadas y manteniendo lazos de comunión espiritual y
material. La Iglesia se sabía animada por el Espíritu de Jesús resucitado y desde la escucha
de sus mociones y llamados iba difundiendo la Palabra. Pablo y Bernabé eran oyentes
atentos de la voz del Espíritu y supieron discernir en las peticiones, llamados de auxilio e
invitaciones de hombres y mujeres de las comunidades de Chipre y Salamina el mandato de
anunciar el Evangelio a toda criatura. A través de mediaciones tangibles y precisas, Dios
continúa estimulando a los bautizados para que realicemos nuestra labor evangelizadora.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 17, 50; 21, 23
Te alabaré, Señor, ante las naciones y anunciaré tu nombre a mis hermanos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, vida de los creyentes, gloria de los humildes, felicidad de los justos, escucha,
benigno, nuestras súplicas, para que quienes tienen sed de las promesas de tu generosidad,
se vean siempre colmados de la plenitud de tus bienes. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Resérvenme a Saulo y a Bernabé.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 12, 24-13, 5a
En aquel tiempo, la palabra del Señor cundía y se propagaba. Cumplida su misión en
Jerusalén, Saulo y Bernabé regresaron a Antioquía, llevando consigo a Juan Marcos.
Había en la comunidad cristiana de Antioquía algunos profetas y maestros, como Bernabé,
Simón (apodado el “Negro”), Lucio el de Cirene, Manahén (que se crió junto con el tetrarca
Herodes) y Saulo. Un día estaban ellos ayunando y dando culto al Señor, y el Espíritu Santo
les dijo: “Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la misión que les tengo destinada”. Todos
volvieron a ayunar y a orar; después les impusieron las manos y los despidieron.
Así, enviados por el Espíritu Santo, Saulo y Bernabé fueron a Seleucia y zarparon para
Chipre. Al llegar a Salamina, anunciaron la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
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Del salmo 66, 2-3. 5. 6 y 8
R/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos. Aleluya.
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros. Que conozca la
tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia; con equidad tú
juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones. R/.
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos juntos. Que nos
bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 8, 12
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida. R/.
EVANGELIO
Yo he venido al mundo como luz.
Del santo Evangelio según san Juan: 12, 44-50
En aquel tiempo, exclamó Jesús con fuerte voz: “El que cree en mí, no cree en mí, sino en
aquel que me ha enviado; el que me ve a mí, ve a aquel que me ha enviado. Yo he venido al
mundo como luz, para que todo el que crea en mí no siga en tinieblas.
Si alguno oye mis palabras y no las pone en práctica, yo no lo voy a condenar; porque no he
venido al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo.
El que me rechaza y no acepta mis palabras, tiene ya quien lo condene: las palabras que yo
he hablado lo condenarán en el último día. Porque yo no he hablado por mi cuenta, sino que
mi Padre, que me envió, me ha mandado lo que tengo que decir y hablar. Y yo sé que su
mandamiento es vida eterna. Así, pues, lo que hablo, lo digo como el Padre me lo ha dicho”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Mons. Javier Echevarría, “Para servir a la Iglesia”
Seguir a Jesucristo
Para imitar a Cristo, es preciso conocerlo. ¿Y qué dice Jesús de sí mismo? ¿No se nos presenta,
ante todo, como el Redentor, como el Hijo de Dios que ha venido a dar la vida por la salvación
del mundo? Son numerosísimos los pasajes de la Escritura a este propósito. Podríamos
comenzar con la profecía de Isaías que hemos escuchado en la primera lectura de la Misa: El
Espíritu del Señor Yahveh está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Yahveh; me ha enviado a
anunciar la buena nueva a los pobres, a vendar los corazones rotos, a pregonar a los cautivos la
liberación y a los reclusos la libertad; a pregonar un año de gracia de Yahveh. Todos recordamos
cómo Jesús, según el Evangelio de San Lucas, comenzó su predicación aplicándose a sí mismo
este antiguo anuncio.
Pero el Señor nos descubre una mayor riqueza en lo que este texto dice acerca de la misión del
Salvador. Además de profesar claramente su unidad con el Padre en la naturaleza divina,
muestra que en la Cruz –más allá de cualquier límite imaginable– se manifiesta su amor por
los hombres. La conciencia de haber sido mandado al mundo para salvar al mundo, suscita en
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Cristo una solicitud tan fuerte que despierta en su alma deseos ardientes. La fe nos dice que ese
Jesús que quiere vivir en nosotros es el Hijo que, por amor del Padre, ama a los hombres y,
obediente a la Voluntad del que lo ha enviado, se encarna y viene a la tierra para dar la vida
por nosotros.
Seguir a Cristo significa ser partícipe de su misión: Como el Padre me ha enviado a mí, así Yo os
envío a vosotros. La vocación cristiana tiene un contenido preciso. Hemos sido llamados a
recorrer los caminos de la tierra difundiendo en todas las latitudes la verdad que salva: id,
pues, y haced discípulos a todos los pueblos (...), enseñándoles a guardar todo cuanto os he
mandado. Y sabed que Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amar y servir a la Redención, amar y trabajar por el Reino de Dios: éstas son las coordenadas
de la santidad cristiana. Santificarse santificando. Cristo es el único Mediador entre Dios y los
hombres, el Redentor del hombre. Y el cristiano ha sido invitado a colaborar con Él. San
Josemaría escribe: «Ser cristiano no es título de mera satisfacción personal: tiene nombre –
sustancia– de misión (..). Ser cristiano no es algo accidental, es una divina realidad que se
inserta en las entrañas de nuestra vida, dándonos una visión limpia y una voluntad decidida
para actuar como quiere Dios».
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por el santo valor de este sacrificio, nos hiciste participar de tu misma y
gloriosa vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu verdad, de igual manera
vivamos de acuerdo con ella. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 Jn 1, 7
Yo los elegí del mundo, dice el Señor, y los destiné para que vayan y den fruto, y su fruto
permanezca. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios
celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
JUEVES 21
Blanco
Feria de Pascua o
Memoria de San Anselmo, obispo y Doctor de la Iglesia
MR p. 367 (372) / Lecc. I, p. 908
Otros santos: Anastasio “el Sinaita”, abad. Beato Juan Saziari, laico.
San Anselmo, Obispo y Doctor de la Iglesia, nació en el norte de Italia, Fue monje en
Bec de Normandía y después arzobispo de Canterbury. Durante toda su vida buscó
ardiente-mente a Dios, el ser perfecto, investigando a la luz de la inteligencia y de la fe. Y
aun siendo un alma contemplativa, supo combatir para defender la libertad de la Iglesia.
(1033-1109).
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LA SENSATEZ DE JUAN EL BAUTISTA
Hch 13,13-25; Jn 13,16-20
Contrasta dentro de la tradición evangélica con la tozudez de Judas, quien decidió apartarse
del camino del seguimiento cristiano, entregando a su maestro a las autoridades judías. En
los Hechos de los Apóstoles, san Pablo evoca la historia reciente de su pueblo, para
enmarcar los eventos decisivos que han marcado su vida, a saber, la muerte y resurrección
de Jesús. Dentro de la tradición cristiana, se conservaba la frase memorable de Juan
Bautista, quien subordinándose a su antiguo discípulo, confesaba que era indigno de
desatarle la correa de las sandalias. En una perspectiva totalmente distinta, el Evangelio de
Juan registra la advertencia profética de Jesús, quien intuía que uno de los suyos,
terminaría entregándolo a sus adversarios, queriendo forzar el curso de la historia en una
dirección contraria al querer divino.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 67, 8-9. 20
Cuando saliste, Señor, al frente de tu pueblo, y le abriste camino a través del desierto, la
tierra se estremeció y hasta los cielos dejaron caer su lluvia. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Feria de Pascua
Señor Dios, que restauraste la naturaleza humana, elevándola por encima de su dignidad
original, dirige tu mirada a este inefable misterio de tu amor, para que conserves los dones
de tu eterna gracia y bendición en quienes te dignaste renovar por el sacramento del
bautismo. Por nuestro Señor Jesucristo...
San Anselmo
Dios nuestro, que concediste al obispo san Anselmo investigar y enseñar los secretos de tu
sabiduría, ilumina nuestra inteligencia con la luz de la fe, de manera que nuestro corazón se
deleite en lo que debemos creer. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Del linaje de David Dios hizo nacer un Salvador.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 13-25
En aquellos días, Pablo y sus compañeros se hicieron a la mar en Pafos; llegaron a Perge de
Panfilia, y allí Juan Marcos los dejó y volvió a Jerusalén. Desde Perge siguieron hasta
Antioquía de Pisidia, y el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Acabada la
lectura de la ley y los profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron decir: “Hermanos, si
tienen alguna exhortación que hacer al pueblo, hablen”.
Entonces se levantó Pablo, y haciendo señal de silencio con la mano, les dijo: “Israelitas y
cuantos temen a Dios, escuchen: El Dios del pueblo de Israel eligió a nuestros padres,
engrandeció al pueblo cuando éste vivía como forastero en Egipto y lo sacó de allí con todo
su poder, lo alimentó en el desierto durante cuarenta años, aniquiló siete tribus del país de
Canaán y dio el territorio de ellas en posesión a Israel por cuatrocientos cincuenta años.
Posteriormente les dio jueces, hasta el tiempo del profeta Samuel.
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Pidieron luego un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, que reinó
cuarenta años. Después destituyó a Saúl y les dio por rey a David, de quien hizo esta
alabanza: He hallado a David, hijo de Jesé, hombre según mi corazón, quien realizará todos
mis designios.
Del linaje de David, conforme a la promesa, Dios hizo nacer para Israel un Salvador, Jesús.
Juan preparó su venida, predicando a todo el pueblo de Israel un bautismo de penitencia, y
hacia el final de su vida, Juan decía: ‘Yo no soy el que ustedes piensan. Después de mí viene
uno a quien no merezco desatarle las sandalias’ “.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 88,2-3. 21-22. 25.27
R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor. Aleluya.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es eterna,
pues el Señor ha dicho: “Mi amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos. R/.
He encontrado a David, mi servidor, y con mi aceite santo lo he ungido. Lo sostendrá mi
mano y le dará mi brazo fortaleza. R/.
Contará con mi amor y mi lealtad y su poder aumentará en mi nombre. Él me podrá decir:
‘Tú eres mi padre, el Dios que me protege y que me salva’ “. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Ap 1, 5
R/. Aleluya, aleluya.
Señor Jesús, testigo fiel, primogénito de entre los muertos, tu amor por nosotros es tan
grande, que has lavado nuestras culpas con tu sangre. R/.
EVANGELIO
El que recibe al que yo envío, me recibe a mí.
Del santo Evangelio según san Juan: 13, 16-20
En aquel tiempo, después de lavarles los pies a sus discípulos, Jesús les dijo: “Yo les
aseguro: el sirviente no es más importante que su amo, ni el enviado es mayor que quien lo
envía. Si entienden esto y lo ponen en práctica, serán dichosos.
No lo digo por todos ustedes, porque yo sé a quiénes he escogido. Pero esto es para que se
cumpla el pasaje de la Escritura, que dice: El que comparte mi pan me ha traicionado. Les
digo esto ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, crean que Yo Soy.
Yo les aseguro: el que recibe al que yo envío, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe
al que me ha enviado”.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Francisco, Homilía del 30 de abril de 2015
Memoria y servicio
El cristiano no camina solo: se integra en un pueblo, en una historia secular y
está llamado a ponerse al servicio de los demás. «Memoria» y «servicio» son
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las palabras clave de la reflexión del Papa Francisco durante la misa celebrada
en Santa Marta el jueves 30 de abril. La historia -y, por lo tanto, la memoria
que se tiene de la misma- y el servicio son, dijo el Pontífice, los «dos rasgos de
la identidad del cristiano» sobre los cuales nos hace reflexionar «la liturgia de
hoy».
La alusión se da en el pasaje de los Hechos de los Apóstoles (Hch 13, 13-25) en
donde se lee que Pablo, al llegar a Antioquía, «como acostumbraba hacer, se
dirigió el sábado a la sinagoga» y ahí, «le invitaron a hablar». Era esta, de
hecho, «una costumbre de los judíos de aquel tiempo» cuando llegaba un
huésped. Tomando la palabra, Pablo «comenzó a predicar a Jesucristo». Pero,
destacó el Papa, «él no dijo: “yo predico a Jesucristo, el Salvador; vino del
Cielo; Dios lo envió; nos salvó a todos y nos dio esta revelación”. No, no, no».
Para explicar quién es Jesús, el apóstol «comienza a narrar toda la historia del
pueblo». Se lee, por lo tanto, en la Escritura: Pablo se puso en pie y, haciendo
seña con la mano de que se callaran, dijo: “escuchad: el Dios de este pueblo,
Israel eligió a nuestros padres...”». Y a partir de Abraham, Pablo «narra toda
la historia».
No es una elección casual. En su reflexión el Papa Francisco destacó que lo
mismo hizo «Pedro en sus discursos, después de Pentecostés», y también
«Esteban, ante el Sanedrín». Ellos, por lo tanto, «no anunciaban un Jesús sin
historia», sino «a Jesús en la historia del pueblo, un pueblo que Dios hizo
caminar desde siglos para llegar a esta madurez, a la plenitud de los tiempos,
como dice Pablo». De esta narración se comprende que «cuando este pueblo
llega a la plenitud de los tiempos, viene el Salvador, y el pueblo continúa
caminando porque este Salvador regresará».
He aquí, afirmó el Papa, uno de los rasgos de la identidad cristiana: «ser
hombre y mujer de historia, entender que la historia no comienza conmigo ni
se acaba conmigo». Todo comenzó, en efecto, cuando el Señor entró en la
historia.
Confirmando lo dicho, el Pontífice recordó el salmo «tan bonito» recitado al
inicio de la misa: «Cuando avanzabas, Señor, con tu pueblo y le abrías los
caminos, y vivías con ellos, recuerdo de que Dios caminaba con su pueblo, - la
tierra y los cielos temblaron. Admirable». Por tanto, «el cristiano es un
hombre y una mujer de historia, porque no pertenece a sí mismo, está
integrado en un pueblo, un pueblo que camina». De aquí la imposibilidad de
pensar en «un egoísmo cristiano». O lo que es lo mismo, no existe el cristiano
perfecto, «un hombre, una mujer espiritual de laboratorio», sino que «es un
hombre o una mujer espiritual insertado en un pueblo, que tiene una historia
larga y sigue caminando hasta que el Señor regrese».
Precisamente mirando este acontecimiento concreto devanado a lo largo de los
siglos y que aún hoy continúa, el Pontífice añadió que si asumimos «ser
hombres y mujeres de historia», nos damos cuenta también de que esto es
«historia de la gracia de Dios, porque Dios avanzaba con su pueblo, abría el
camino, vivía con ellos». Pero es también «historia de pecado». Y recordó el
Papa: «Cuántos pecadores, cuántos crímenes...». También en el pasaje de los
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Misal Abril 2016
Hechos de los Apóstoles, por ejemplo, «Pablo menciona al rey David, santo»,
pero que «antes de llegar a ser santo fue un gran pecador». Esto, destacó, es
válido «también hoy» cuando «la historia personal de cada uno» debe asumir
«el propio pecado y la gracia del Señor que está con nosotros». Dios, en efecto,
nos acompaña en el pecado «para perdonar», nos acompaña «en la gracia».
Es, por lo tanto, una realidad muy concreta que atraviesa los siglos, la que
alude el Papa Francisco en la homilía: «Nosotros -dijo- no estamos sin raíces»,
tenemos «raíces profundas» que jamás debemos olvidar y que se extienden
desde «nuestro padre Abraham hasta hoy».
Pero comprender que no estamos solos, que estamos estrechamente unidos a
un pueblo que camina desde siglos, significa también distinguir otro rasgo
característico del cristiano que es «el que Jesús nos enseña en el Evangelio: el
servicio». En el pasaje de san Juan propuesto por la liturgia del jueves de la
cuarta semana de Pascua, «Jesús lava los pies a los discípulos. Y tras haber
lavado los pies, les dijo: “En verdad, en verdad os digo, el criado no es más
grande que su amo, ni el enviado es más grande que el que lo envía. Puesto que
si sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. Yo he hecho esto con
vosotros, hacedlo vosotros también con los otros. Yo he venido como siervo,
vosotros debéis haceros siervos los unos de los otros, es decir servir”».
Parece claro, evidenció el Pontífice, que «la identidad cristiana es el servicio,
no el egoísmo». Alguien, dijo, podría objetar: «Pero padre, todos somos
egoístas», pero esto «es un pecado, es una costumbre de la cual debemos
desprendernos»; debemos, entonces, «pedir perdón, que el Señor nos
convierta». Ser cristiano, de hecho, «no es una apariencia o una conducta
social, no es maquillarse un poco el alma, para que sea más bonita». Ser
cristiano, dijo con decisión el Papa, «es hacer lo que hizo Jesús: servir. Él vino
no para ser servido, sino para servir».
De aquí algunas sugerencias del Papa para la vida cotidiana de cada uno de
nosotros. En primer lugar «pensad en estas dos cosas: ¿yo tengo sentido de la
historia? ¿Me siento parte de un pueblo que camina desde lejos? Podría ser útil
«tomar la Biblia, el Libro del Deuteronomio, (Dt 26, 1), y leerlo». Aquí, dijo, se
encuentra «la memoria, la memoria de los justos» y «cómo el Señor quiere que
seamos “memoriosos”», o sea, que recordemos «el camino recorrido por
nuestro pueblo». Y después, también nos hará bien pensar: «¿en mi corazón
qué es lo que más hago? ¿Me hago servir de los demás, me sirvo de los otros, de
la comunidad, de la parroquia, de mi familia, de mis amigos, o sirvo, estoy al
servicio?».
«Memoria y servicio» son, por tanto, dos actitudes del cristiano con las cuales
se participa en la celebración eucarística «que es precisamente memoria del
servicio que Jesús realizó; memoria real, con Él, del servicio que nos ha hecho:
dar su vida por nosotros».
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas ofrendas, para que, purificados
por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
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Misal Abril 2016
Prefacio I- V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 28, 20
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has hecho renacer a la
vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este sacramento pascual, e infunde en
nuestros corazones el vigor que comunica este alimento de salvación. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
VIERNES 22
Blanco
Feria de Pascua
MR p. 368 (373) / Lecc. I, p. 910
Otros santos: Agapito I, papa; Cayo y Sotero, pontífices mártires. Beato
Francisco de Fabriano, presbítero.
EL INOCENTE CONDENADO
Hch 13,26-33; Jn 14,1-6
San Pablo lo enfatiza con sobrada precisión, Jesús siendo inocente fue condenado a muerte
por los jefes de Jerusalén, quienes involuntariamente dieron cumplimiento a las profecías.
De ese crimen injustificable, Dios tomó pie para revelarse como Padre amoroso y justo, por
eso resucitó a su Hijo Jesús, confirmando nuestra esperanza. La alternativa que conduce a
la vida plena existe y pasa a través del seguimiento de Jesús, quien efectivamente y como
dice el cuarto Evangelio, se convierte en el camino que conduce al Padre. Quienes anhelen
participar de la plenitud de la vida, no pueden cruzarse de brazos. La existencia de Jesús se
ha convertido en modelo y paradigma. El mensaje de Jesús no es en manera alguna una
simple doctrina, sino una vivencia personal: ver a Jesús equivale a ver al Padre. Quien se
decida a vivir como Jesús, participará de su victoria sobre la muerte.
ANTÍFONA DE ENTRADA Ap 5, 9
Señor, con tu sangre has rescatado a hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación, y has
hecho de nosotros un reino de sacerdotes para Dios. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, autor de nuestra libertad y salvación, oye la voz de los que te suplican y a
quienes redimiste por la sangre derramada de tu Hijo, concédeles vivir para ti y que puedan
gozar en ti de inmortalidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Resucitando a Jesús, Dios ha cumplido la promesa que nos hizo.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 26-33
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Misal Abril 2016
En aquellos días, Pablo continuó su predicación en la sinagoga de Antioquía de Pisidia con
estas palabras:
“Hermanos míos, descendientes de Abraham, y cuantos temen a Dios: Este mensaje de
salvación les ha sido enviado a ustedes. Los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no
reconocieron a Jesús, y al condenarlo, cumplieron las palabras de los profetas que se leen
cada sábado: no hallaron en Jesús nada que mereciera la muerte y, sin embargo, le pidieron
a Pilato que lo mandara ejecutar. Y después de cumplir todo lo que de Él estaba escrito, lo
bajaron de la cruz y lo pusieron en el sepulcro.
Pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y Él, ya resucitado, se apareció durante muchos
días a los que lo habían seguido de Galilea a Jerusalén. Ellos son ahora sus testigos ante el
pueblo.
Nosotros les damos la buena nueva de que la promesa hecha a nuestros padres nos la ha
cumplido Dios a nosotros, los hijos, resucitando a Jesús, como está escrito en el salmo
segundo: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 2, 6-7; 8-9. 10-11
R/. Jesucristo es el rey de las naciones. Aleluya.
El Señor me ha consagrado como rey de Sión, su ciudad santa. Anunciaré el decreto del
Señor. He aquí lo que me dijo: R/.
“Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy. Te daré en herencia las naciones y como
propiedad, toda la tierra. Podrás gobernarlas con cetro de hierro y despedazarlas como
jarros”. R/.
Escuchen y comprendan estas cosas, reyes y gobernantes de la tierra. Adoren al Señor con
reverencia, sírvanlo con temor. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 6
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre, si no es por mí, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Del santo Evangelio según san Juan: 14, 1-6
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean
también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, yo se lo
habría dicho a ustedes, porque voy a prepararles un lugar. Cuando me vaya y les prepare un
sitio, volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Y ya
saben el camino para llegar al lugar a donde voy”.
Entonces Tomás le dijo: “Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el
camino?” Jesús le respondió: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no
es por mí”.
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Misal Abril 2016
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Francisco Fernández Carvajal, “Hablar con Dios”, n. 52
La vida cristiana consiste en amar a Cristo, en imitarle, en servirle... Y el
corazón tiene un lugar importante en este seguimiento. De tal manera es así
que cuando por tibieza o por una oculta soberbia se descuida la piedad, el trato
de amistad con Jesús, es imposible ir adelante. Seguir a Cristo de cerca es ser
sus amigos. Y esa unión amistosa conduce a poner en práctica hasta el menor
de sus preceptos; es un amor con obras. San Agustín, después de tantos
intentos vanos por seguir al Señor, nos cuenta su experiencia: “andaba
buscando la fuerza idónea para gozar de Vos y no la hallaba, hasta que hube
abrazado al Mediador entre Dios y los hombres: el Hombre Cristo Jesús, que
es sobre todas las cosas bendito por los siglos, que nos llama y nos dice: Yo soy
el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14, 6)”. ¡Amar al Hombre Cristo Jesús!
Jesucristo es el único Camino. Nadie puede ir al Padre sino por Él. Sólo por Él,
con Él y en Él podremos alcanzar nuestro destino sobrenatural. La Iglesia nos
lo recuerda todos los días en la Santa Misa: Por Cristo, con Él y en Él, a Ti, Dios
Padre Omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria...
Únicamente a través de Cristo, su Hijo muy amado, acepta el Padre nuestro
amor y nuestro homenaje.
Cristo es también la Verdad. La verdad absoluta y total, Sabiduría increada,
que se nos revela en su Humanidad Santísima. Sin Cristo, nuestra vida es una
gran mentira.
Narra el Antiguo Testamento que Moisés, por mandato de Dios, levantó su
mano y golpeó por dos veces la roca, y brotó agua tan abundante que bebió
todo aquel pueblo sediento. Aquel agua era figura de la Vida que sale a
torrentes de Cristo y que saltará hasta la vida eterna. Y es nuestra Vida:
porque nos mereció la gracia, vida sobrenatural del alma; porque esa vida
brota de Él, de modo especial en los sacramentos; y porque nos la comunica a
nosotros. Toda la gracia que poseemos, la de toda la humanidad caída y
reparada, es gracia de Dios a través de Cristo. Esta gracia se nos comunica a
nosotros de muchas maneras; pero el manantial es único: el mismo Cristo, su
Humanidad Santísima unida a la Persona del Verbo, la Segunda Persona de la
Santísima Trinidad.
Cuando el Señor nos pregunte en la intimidad de nuestro corazón: “y tú,
¿quién dices que soy Yo?”, que sepamos responderle con la fe de Pedro: Tú
eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, el Camino, la Verdad y la Vida... Aquel sin
el cual mi vida está completamente perdida.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, con bondad, estas ofrendas de tu familia santa, para que, con la ayuda de tu
protección, conserve los dones recibidos y llegue a poseer los eternos. Por Jesucristo,
nuestro Señor...
Prefacio I- V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Rm 4, 25
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Misal Abril 2016
Cristo fue condenado a muerte por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación.
Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por
la pasión de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él, que vive y reina por
los siglos de los siglos.
SÁBADO 23
Blanco
Feria de Pascua o
Memoria de San Jorge, Mártir o
Memoria de San Adalberto, Obispo y Mártir
MR p. 369 (374) / Lecc. I, p. 912 I Vísperas del domingo, la. Semana del
Salterio.
Otros santos: Beata Teresa María de la Cruz Manetti, fundadora.
San Jorge, Mártir, hay testimonio del culto a san Jorge desde finales del siglo IV, en Lod
(cerca de Tel Aviv). Las leyendas lo han convertido en soldado que nos defiende contra “el
Dragón”, rival de san Miguel. Su culto está muy difundido, especialmente en Grecia, Rusia e
Inglaterra.
San Adalberto, Obispo y mártir, nació en Bohemia (Libice) hacía el año 956. Hizo sus
estudios en Magdeburgo. Al regresar a su patria, se preparó para el sacerdocio, y el año 983
fue elegido segundo obispo de Praga, donde trabajó valientemente para extirpar las
costumbres paganas. Como notaba que obtenía poco fruto, se dirigió a Roma y allí se
convirtió en monje. Finalmente, acudió a Prusia a conquistar almas para Cristo. Más
habiendo tenido mala acogida fue coronado con el martirio el día 23 de abril de 997.
YO ME VOY AL PADRE
Hch 13,44-52; Jn 14,7-14
Los discursos que nos ofrece la liturgia en boca de san Pablo y del Señor Jesús se asemejan
porque están formulados en tono de despedida. El choque que desencadenaba la misión
cristiana en las sinagogas judías de Antioquía volvía improbable que Pablo siguiera
proclamándoles el anuncio pascual. El misionero y fabricante de tiendas lo entiende con
total claridad y así lo comunica: “como no se consideran dignos de la vida eterna, vamos a
dedicarnos a los paganos”. Esta noticia alegró a los paganos, que se animaron al saberse
herederos a la vida eterna. Por su parte el cuarto Evangelio nos refiere un breve diálogo
entre Felipe y el Señor Jesús sobre el acceso al Padre. El Maestro despeja el malentendido
asegurándole que él vive ya en comunión con el Padre y que sus obras de amorosa
compasión con los necesitados son la revelación de la gloria del Padre.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. 1 P 2, 9
Pueblo redimido por Dios, anuncia las maravillas del Señor, que te llamó de las tinieblas a
su luz admirable. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
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Misal Abril 2016
Feria de Pascua
Señor Dios, que por esta solemnidad de la Pascua proporcionas al mundo el remedio que
necesita, prolonga tu misericordia en favor de tu Iglesia, para que el culto que te rinde en el
tiempo le aproveche para la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
San Jorge
Al proclamar con entusiasmo tu poder, te suplicamos humildemente, Señor, que, así como
san Jorge imitó a tu Hijo en su pasión, nos ayude generosamente en nuestra debilidad. Por
nuestro Señor Jesucristo...
San Adalberto
Dios nuestro, que coronaste con el martirio al santo obispo Adalberto, inflamado en el celo
por las almas, concédenos, por su intercesión, que no falte a los pastores la obediencia de su
grey ni a las ovejas el cuidado de sus pastores. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ahora nos dirigiremos a los paganos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 44-52
El sábado siguiente casi toda la ciudad de Antioquía acudió a oír la palabra de Dios. Cuando
los judíos vieron una concurrencia tan grande, se llenaron de envidia y comenzaron a
contradecir a Pablo con palabras injuriosas. Entonces Pablo y Bernabé dijeron con valentía:
“La palabra de Dios debía ser predicada primero a ustedes; pero como la rechazan y no se
juzgan dignos de la vida eterna, nos dirigiremos a los paganos. Así nos lo ha ordenado el
Señor, cuando dijo: Yo te he puesto como luz de los paganos, para que lleves la salvación
hasta los últimos rincones de la tierra”.
Al enterarse de esto, los paganos se regocijaban y glorificaban la palabra de Dios, y
abrazaron la fe todos aquellos que estaban destinados a la vida eterna.
La palabra de Dios se iba propagando por toda la región. Pero los judíos azuzaron a las
mujeres devotas de la alta sociedad y a los ciudadanos principales, y provocaron una
persecución contra Pablo y Bernabé, hasta expulsarlos de su territorio.
Pablo y Bernabé se sacudieron el polvo de los pies, como señal de protesta, y se marcharon a
Iconio, mientras los discípulos se quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 97, 1.2.-3ab. 3cd-4
R/. Cantemos las maravillas del Señor. Aleluya.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le
han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más
ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R/.
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Misal Abril 2016
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y
naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 8, 31. 32
R/. Aleluya, aleluya.
Si se mantienen fieles a mi palabra, dice el Señor, serán verdaderamente discípulos míos y
conocerán la verdad. R/.
EVANGELIO
Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre.
Del santo Evangelio según san Juan: 14, 7-14
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si ustedes me conocen a mí, conocen también
a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto”.
Le dijo Felipe: “Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta”. Jesús le replicó: “Felipe, tanto
tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ha visto a mí, ha
visto al Padre. ¿Entonces por qué dices: ‘Muéstranos al Padre’? ¿O no crees que yo estoy en
el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia
cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el
Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el
que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al
Padre; y cualquier cosa que pidan en mi nombre, yo la haré para que el Padre sea glorificado
en el Hijo. Yo haré cualquier cosa que me pidan en mi nombre”.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Francisco Fernández Carvajal, “Hablar con Dios”, n. 53
Leemos en el Evangelio de la Misa estas consoladoras palabras de Jesús: Si
pidiereis algo en mi nombre yo lo haré. Y la Antífona de comunión recoge
otras no menos consoladoras palabras del Señor: Padre, éste es mi deseo: que
los que me confiaste estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria.
El mismo Señor es nuestro intercesor en el Cielo, y nos promete que todo lo
que le pidamos en su Nombre, nos lo concederá. Pedir en su Nombre significa
en primer lugar tener fe en su Resurrección y en su misericordia; y significa
pedir aquello, humano o sobrenatural, que conviene a nuestra salvación,
objetivo fundamental de la virtud cristiana de la esperanza, de la misma vida
del hombre.
Existe la esperanza humana del labrador cuando siembra, del marino que
emprende una travesía, del comerciante cuando inicia un negocio... Se
pretende llegar a un bien, a un fin humano: una buena cosecha, llegar al
puerto al que se ha puesto rumbo, unas buenas ganancias... Y existe la
esperanza cristiana, que es esencialmente sobrenatural y, por tanto, está muy
por encima del deseo humano de ser dichoso y de la natural confianza en Dios.
Por esta virtud tendemos hacia la vida eterna, hacia una dicha sobrenatural,
que no es otra cosa que la posesión de Dios: ver a Dios como Él mismo se ve,
amarle como Él se ama. Y al tender hacia Dios lo hacemos con los medios que
Él nos ha prometido, y que no nos faltarán nunca si nosotros no los
91
Misal Abril 2016
rechazamos. El motivo fundamental por el que esperamos alcanzar este bien
infinito es que Dios nos da su mano, según su misericordia y su infinito amor,
al que nosotros correspondemos con nuestro querer, aceptando con amor esa
mano que Él nos tiende (Garrigou-Lagrange).
Con la virtud de la esperanza, el cristiano no tiene la seguridad de la salvación a no ser por una gracia especialísima de Dios-, pero sí tiende con certeza hacia
su fin, de modo semejante a como, en el orden de las cosas humanas, el que
emprende un viaje no tiene la certeza de llegar al fin de su proyecto, pero sí
tiene la certidumbre de ir bien encaminado y de llegar si no abandona el
camino. “La seguridad de la esperanza cristiana, no es, pues, la certeza de la
salvación, sino la certidumbre absoluta de que vamos hacia ella” (GarrigouLagrange), confiados en que Dios “nunca manda lo imposible, pero nos ordena
hacer lo que podemos, y pedir lo que no está en nuestra mano hacer” (San
Agustín).
Enseña el Magisterio de la Iglesia que “todos deben tener firme esperanza en la
ayuda de Dios. Porque si somos fieles a la gracia, de la misma manera como
Dios ha comenzado en nosotros la obra de nuestra salvación, la llevará a cabo,
obrando en nosotros el querer y el obrar (Flp 2, 13)” (Concilio de Trento). El
Señor no nos dejará si nosotros no le dejamos, y nos dará los medios
necesarios para salir adelante en toda circunstancia y en todo tiempo y lugar.
Nos escuchará cada vez que recurramos a Él con humildad. Nos dará los
medios para buscar la santidad en nuestro quehacer, en medio del trabajo y en
las condiciones que rodean nuestra vida. Nos dará más gracia si son mayores
las dificultades, y más fuerzas si es mayor la debilidad.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, por tu piedad estos dones y al recibir en oblación este sacrificio espiritual,
conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 17, 24
Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que tú me has dado, para que
contemplen la gloria que me diste, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos humildemente que lo
que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos aproveche para crecer en nuestra
caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
DOMINGO 24
V Domingo de Pascua
JUBILEO DE LOS ADOLESCENTES (13-16 años).
Profesar la fe y construir una cultura de la misericordia. Signo “jubilar” del
Santo Padre: testimonio de las obras de misericordia.
[Se omite la memoria de San Fidel de Sigmaringa, Presbítero y mártir]
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Misal Abril 2016
MR p. 370 (375) / Lecc. 1, p. 340
Otros santos: Gregorio de Elvira, obispo; Guillermo Firmato, eremita.
EL MANDAMIENTO NUEVO
Hch 14,21-27; Ap 21,1-5; Jn 13,31-33. 34-35
Pocas frases del mensaje cristiano presentes en el cuarto Evangelio han calado tan
profundamente en la conciencia de los creyentes como las que ahora escuchamos: los
verdaderos discípulos se reconocen por la vivencia del amor fraterno. Efectivamente la
filadelfia, entendida como la entrega amorosa y recíproca de los bautizados, es uno de los
signos distintivos de la espiritualidad cristiana. La otra dimensión está presente en el
discurso de despedida que Pablo y Bernabé dirigen a los discípulos de la región de
Antioquía de Pisidia: es necesario vivir la esperanza cristiana de forma perseverante,
resistiendo alegremente a los maltratos y contratiempos surgidos a causa de la adhesión a
Jesús. El amor y la esperanza coexisten como prolongación tangible de una auténtica vida
de fe: quien se apoya con todas sus fuerza en Cristo Jesús está llamado a amar y perseverar
en la esperanza, como él lo hizo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 97, 1-2
Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas y todos los pueblos han
presenciado su victoria. Aleluya.
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, lleva a su plenitud en nosotros el sacramento pascual, para
que, a quienes te dignaste renovar por el santo bautismo, les hagas posible, con el auxilio de
tu protección, abundar en frutos buenos, y alcanzar los gozos de la vida eterna. Por nuestro
Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Contaban a la comunidad cristiana lo que había hecho Dios por medio de ellos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 14, 21b-27
En aquellos días, volvieron Pablo y Bernabé a Listra, Iconio y Antioquía, y ahí animaban a
los discípulos y los exhortaban a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar por
muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios. En cada comunidad designaban
presbíteros, y con oraciones y ayunos los encomendaban al Señor, en quien habían creído.
Atravesaron luego Pisidia y llegaron a Panfilia; predicaron en Perge y llegaron a Atalía. De
ahí se embarcaron para Antioquía, de donde habían salido, con la gracia de Dios, para la
misión que acababan de cumplir.
Al llegar, reunieron a la comunidad y les contaron lo que había hecho Dios por medio de
ellos y cómo les había abierto a los paganos las puertas de la fe.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
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Misal Abril 2016
Del salmo 144, 8-9. 10-11. 12-13ab
R/. Bendeciré al Señor eternamente. Aleluya.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar.
Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas. R/.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la
gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R/.
Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino. Tu reino,
Señor, es para siempre, y tu imperio, por todas las generaciones. R/.
SEGUNDA LECTURA
Dios les enjugará todas sus lágrimas.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 21, 1-5
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra
habían desaparecido y el mar ya no existía.
También vi que descendía del cielo, desde donde está Dios, la ciudad santa, la nueva
Jerusalén, engalanada como una novia, que va a desposarse con su prometido. Oí una gran
voz, que venía del cielo, que decía:
“Ésta es la morada de Dios con los hombres; vivirá con ellos como su Dios y ellos serán su
pueblo. Dios les enjugará todas sus lágrimas y ya no habrá muerte ni duelo, ni penas ni
llantos, porque ya todo lo antiguo terminó”.
Entonces el que estaba sentado en el trono, dijo: “Ahora yo voy a hacer nuevas todas las
cosas”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 13, 34
R/. Aleluya, aleluya.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los
he amado. R/.
EVANGELIO
Un mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros.
Del santo Evangelio según san Juan: 13, 31-33. 34-35
Cuando Judas salió del cenáculo, Jesús dijo: “Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y
Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, también Dios lo glorificará en
sí mismo y pronto lo glorificará.
Hijitos, todavía estaré un poco con ustedes. Les doy un mandamiento nuevo: que se amen
los unos a los otros, como yo los he amado; y por este amor reconocerán todos que ustedes
son mis discípulos”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
San Josemaría Escrivá, “Amigos de Dios”, nn. 222-223
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Misal Abril 2016
Fijaos ahora en el Maestro reunido con sus discípulos, en la intimidad del
Cenáculo. Al acercarse el momento de su Pasión, el Corazón de Cristo, rodeado
por los que El ama, estalla en llamaradas inefables: un nuevo mandamiento os
doy, les confía: que os améis unos a otros, como yo os he amado a vosotros, y
que del modo que yo os he amado así también os améis recíprocamente. En
esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor unos a otros.
Para acercarse al Señor a través de las páginas del Santo Evangelio,
recomiendo siempre que os esforcéis por meteros de tal modo en la escena,
que participéis como un personaje más. Así -sé de tantas almas normales y
corrientes que lo viven-, os ensimismaréis como María, pendiente de las
palabras de Jesús o, como Marta, os atreveréis a manifestarle sinceramente
vuestras inquietudes, hasta las más pequeñas.
Señor, ¿por qué llamas nuevo a este mandamiento? Como acabamos de
escuchar, el amor al prójimo estaba prescrito en el Antiguo Testamento, y
recordaréis también que Jesús, apenas comienza su vida pública, amplía esa
exigencia, con divina generosidad: habéis oído que fue dicho: amarás a tu
prójimo y tendrás odio a tu enemigo. Yo os pido más: amad a vuestros
enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y orad por los que os
persiguen y calumnian.
Señor, permítenos insistir: ¿por qué continúas llamando nuevo a este
precepto? Aquella noche, pocas horas antes de inmolarte en la Cruz, durante
esa conversación entrañable con los que -a pesar de sus personales flaquezas y
miserias, como las nuestras- te han acompañado hasta Jerusalén, Tú nos
revelaste la medida insospechada de la caridad: como yo os he amado. ¡Cómo
no habían de entenderte los Apóstoles, si habían sido testigos de tu amor
insondable!
El anuncio y el ejemplo del Maestro resultan claros, precisos. Ha subrayado
con obras su doctrina. Y, sin embargo, muchas veces he pensado que, después
de veinte siglos, todavía sigue siendo un mandato nuevo, porque muy pocos
hombres se han preocupado de practicarlo; el resto, la mayoría, ha preferido y
prefiere no enterarse. Con un egoísmo exacerbado, concluyen: para qué más
complicaciones, me basta y me sobra con lo mío.
No cabe semejante postura entre los cristianos. Si profesamos esa misma fe, si
de verdad ambicionamos pisar en las nítidas huellas que han dejado en la
tierra las pisadas de Cristo, no hemos de conformarnos con evitar a los demás
los males que no deseamos para nosotros mismos. Esto es mucho, pero es muy
poco, cuando comprendemos que la medida de nuestro amor viene definida
por el comportamiento de Jesús. Además, El no nos propone esa norma de
conducta como una meta lejana, como la coronación de toda una vida de lucha.
Es -debe ser, insisto, para que lo traduzcas en propósitos concretos- el punto
de partida, porque Nuestro Señor lo antepone como signo previo: en esto
conocerán que sois mis discípulos.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
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Misal Abril 2016
Invoquemos a Cristo, camino verdad y vida y, como pueblo sacerdotal, pidámosle por las
necesidades de todo el mundo diciendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
1. Para que Cristo, esposo de la Iglesia, llene de alegría pascual a todos los que se han
consagrado a la extensión de su reino, roguemos al Señor.
2. Para que Cristo, piedra angular del edificio, ilumine con el anuncio evangélico a los
pueblos que aún desconocen la buena nueva de la resurrección, roguemos al Señor.
3. Para que Cristo, estrella luciente de la mañana, seque las lágrimas de los que lloran y
aleje del dolor las penas de los que sufren, roguemos al Señor.
4. Para que Cristo, testigo fidedigno y veraz, nos conceda ser, con nuestra alegría
evangélica, sal y luz para los hombres que desconocen la victoria de la resurrección,
roguemos al Señor.
Dios nuestro, que, en tu Hijo Jesucristo, has hecho que todo sea nuevo, escucha nuestra
oración y haz que asumamos, como distintivo de nuestra vida, el mandamiento del amor,
y que te amemos a ti y a los hermanos como tú nos has amado, para que el mundo te
conozca a ti y a tu Hijo Jesucristo. El, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos
de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por el santo valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu misma y
gloriosa vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu verdad, de igual manera
vivamos de acuerdo con ella. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 15, 1. 5
Yo soy la vid verdadera y ustedes los sarmientos, dice el Señor; si permanecen en mí y yo
en ustedes darán fruto abundante. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios
celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Mezquindades aparte, seguimos
apreciando que muchas personas se interesan, cuidan y atienden a los necesitados en la
medida de sus posibilidades. Todo esas personas que no figuran en las redes sociales, ni
acaparan en manera alguna los titulares de los periódicos siguen ahí presentes haciendo
vida la caridad cristiana: unos lo hacen llevando alimentos a los familiares de los enfermos
que pasan días enteros en los hospitales públicos; otros más, auxilian a los presos o a las
agrupaciones que luchan contra las adicciones, como drogadictos anónimos y otras tantas.
Voluntarios que sin buscar el reconocimiento social, ni el beneficio personal, van viviendo el
amor cristiano sin hacer alarde y sin derrochar nuestros impuestos en programas
clientelares. El amor cristiano y la gente de buena voluntad cambian de manera discreta
pero eficaz la situación de los más desvalidos.
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Misal Abril 2016
LUNES 25
Rojo
Fiesta San Marcos, Evangelista
MR p. 700 (719) / Lecc. I, p. 1009
Otros santos: Esteban de Antioquía, mártir. Beatos José Trinidad Rangel
Montano, Andrés Solá Milist y Leonardo Pérez Larios, mártires.
Marcos, aunque de nombre romano, era judío de nacimiento y era conocido también con el
nombre hebreo de Juan. Conoció con toda probabilidad a Jesucristo, aunque no fue de los
Doce Apóstoles. Muchos autores eclesiásticos ven, en el episodio del muchacho que soltó la
sábana y huyó a la hora del prendimiento de Jesús en Getsemaní, una especie de firma
velada del propio Marcos a su Evangelio, ya que sólo él lo relata. Este dato viene
corroborado por el hecho de que Marcos era hijo de María, al parecer viuda de desahogada
posición económica, en cuya casa se reunían los primeros cristianos de Jerusalén. Una
antigua tradición afirma que ésa era la misma casa del Cenáculo, donde el Señor celebró la
Ultima Cena e instituyó la Sagrada Eucaristía.
Era primo de San Bernabé, y acompañó a San Pablo en su primer viaje apostólico y estuvo a
su lado a la hora de su muerte. En Roma fue también discípulo de San Pedro. En su
Evangelio expuso con fidelidad, inspirado por el Espíritu Santo, la enseñanza del Príncipe
de los Apóstoles. Según una antigua tradición recogida por San Jerónimo, San Marcos después del martirio de San Pedro y San Pablo, bajo el emperador Nerón - se dirigió a
Alejandría, cuya Iglesia le reconoce como su evangelizador y primer Obispo. De Alejandría,
en el año 825, fueron trasladadas sus reliquias a Venecia, donde se le venera como Patrono.
IDÉNTICOS SUFRIMIENTOS
1 P 5, 5-14; Mc 16,15-20
San Pedro alerta a los responsables de las Iglesias de Asia Menor a cuidar con paciencia y
responsabilidad de sus hermanos. A ejemplo de Cristo, supremo Pastor, tendrán que servir
con humildad, sin pretender recibir honores ni alabanzas. La hora que viven las
comunidades cristianas no es apacible, sino marcada por la persecución. San Marcos, que
fuera asiduo y cercano colaborador del apóstol Pedro, quien afectuosamente lo llama su
hijo, lo sabía por experiencia propia y por eso enfatizaba en su Evangelio, que llegado el
momento de la evangelización se desencadenarían persecuciones por causa de la Palabra.
La vida es fugaz y aunque los momentos de sufrimientos parezcan interminables, san Pedro
alienta a sus hermanos a esperar de Cristo Jesús la fortaleza para resistir a la persecución.
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Misal Abril 2016
ANTÍFONA DE ENTRADA Mc 16, 15
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que enalteciste a tu evangelista san Marcos con la gracia de la predicación
evangélica, concédenos aprovechar de tal manera sus enseñanzas, que podamos seguir
fielmente las huellas de Jesucristo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Los saluda mi hijo Marcos.
De la primera carta del apóstol san Pedro: 5, 5b-14
Queridos hermanos: Que en su trato mutuo la humildad esté siempre presente, pues Dios es
enemigo de los soberbios, y en cambio, a los humildes les concede su gracia. Humíllense,
pues, ante la mano poderosa de Dios, para que él los levante y encumbre en el momento
oportuno. Dejen en sus manos todas sus preocupaciones, pues él cuida de ustedes.
Estén alerta y no se dejen sorprender, porque su ene-migo, el diablo, como un león rugiente,
anda buscando a quien devorar. Resístanle con la firmeza de la fe, sabiendo que sus
hermanos, dispersos por el mundo, soportan los mismos sufrimientos que ustedes.
Dios, que es la fuente de todos los bienes, nos ha llamado a participar de su gloria eterna en
unión con Cristo, y después de estos sufrimientos tan breves, los restaurará a ustedes, los
afianzará, fortalecerá y hará inconmovibles. Suyos son la gloria y el poder para siempre.
Amén.
Por medio de Silvano, a quien considero hermano digno de toda confianza, les he escrito
esta breve carta para que sepan cuál es la verdadera gracia de Dios y animarlos a
permanecer firmes en ella.
Los saluda la comunidad de Babilonia, a la que Dios ha elegido, lo mismo que a ustedes.
También los saluda mi hijo Marcos. Salúdense los unos a los otros con el beso fraterno. Les
deseo la paz a todos ustedes, los que son de Cristo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 88, 2-3. 6-7. 16-17
R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor. Aleluya.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es eterna,
pues el Señor ha dicho: «Mi amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos».
R/.
El cielo, Señor, proclama tus maravillas, y tu lealtad, la asamblea de los santos ¿Quién se
compara a Dios sobre las nubes? ¿Quién es como el Señor entre los dioses? R/.
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Misal Abril 2016
Señor, feliz el pueblo que te alaba y que a tu luz camina, que en tu nombre se alegra a todas
horas y al que llena de orgullo tu justicia. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 Co 1, 23. 24
R/. Aleluya, aleluya.
Nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es la fuerza y la sabiduría de Dios. R/.
EVANGELIO
Prediquen el Evangelio a todas las creaturas.
Del santo Evangelio según san Marcos: 16, 15-20
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «Vayan por todo el mundo y
prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista
a creer, será condenado. Estos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído:
arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus
manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos
y éstos quedarán sanos».
El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos
fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y
confirmaba su predicación con los milagros que hacían.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco Fernández Carvajal, “Hablar con Dios”, n. 30
Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación, leemos hoy
en la Antífona de entrada. Es el mandato apostólico recogido por San Marcos.
Y más adelante, el Evangelista, movido por el Espíritu Santo, da testimonio de
que este mandato de Cristo ya se estaba cumpliendo en el momento en que
escribe su Evangelio: los Apóstoles, partiendo de allí, predicaron por todas
partes, y el Señor cooperaba y confirmaba la palabra con los milagros que la
acompañaban. Son las palabras finales de su Evangelio.
San Marcos fue fiel al mandato apostólico que tantas veces oiría predicar a
Pedro: Id al mundo entero... Él mismo, personalmente y a través de su
Evangelio, fue levadura eficaz en su tiempo, como lo debemos ser nosotros. Si
ante su primera derrota no hubiera reaccionado con humildad y firmeza, quizá
no tendríamos hoy el tesoro de las palabras y de los hechos de Jesús, que
tantas veces hemos meditado, y muchos hombres y mujeres no habrían sabido
nunca -a través de él- que Jesús es el Salvador de la humanidad y de cada
criatura.
La misión de Marcos, como la de los Apóstoles, los evangelizadores de todos
los tiempos, y la del cristiano que es consecuente con su vocación, no debió
resultar fácil, como lo prueba su martirio. Debió estar lleno de alegrías, y
también de incomprensiones, fatigas y peligros, siguiendo las huellas del
Señor.
Gracias a Dios, y también a esta generación que vivió junto a los Apóstoles, ha
llegado hasta nosotros la fuerza y el gozo de Cristo. Pero cada generación de
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Misal Abril 2016
cristianos, cada hombre, debe recibir esa predicación del Evangelio y a su vez
transmitirlo. La gracia del Señor no faltará nunca: non est abbreviata manus
Domini, el poder de Dios no ha disminuido. “El cristiano sabe que Dios hace
milagros: que los realizó hace siglos, que los continuó haciendo después y que
los sigue haciendo ahora” (San Josemaría Escrivá). Nosotros, cada cristiano,
con la ayuda del Señor, haremos esos milagros en las almas de nuestros
parientes, amigos y conocidos, si permanecemos unidos a Cristo mediante la
oración.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al celebrar la glorificación de san Marcos, te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza, y
te suplicamos humildemente que la predicación evangélica se mantenga siempre firme en tu
Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II de los Apóstoles
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 28, 20
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que los dones recibidos de tu santo altar nos santifiquen y
nos fortalezcan en la fe del Evangelio, que san Marcos predicó. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
MARTES 26
Blanco
Feria de V Semana de Pascua
MR p. 372 / Lecc. 1, p. 917
Otros santos: Cleto y Marcelino, pontífices y mártires; Rafael Arnaíz Barón,
laico; Pascasio Radberto de Corbie, abad.
LEVÁNTENSE, VÁMONOS
Hch 14, 19-28; Jn 14, 27-31
Con la satisfacción de quien está convencido de realizar la voluntad del Padre termina Jesús
el discurso del capítulo décimo cuarto. No hay más tiempo para discursos y exhortaciones,
ha llegado la hora decisiva, la de la glorificación del Hijo y del Padre, a través de la muerte
libremente asumida. Nadie le arranca la vida a Jesús, sino que la entrega voluntariamente.
Él había descubierto con sobresaltos y dificultades que esa era la voluntad del Padre y la
cumple sin resistirse. En esa misma tónica podemos ubicar el discurso de despedida de
Pablo y Bernabé, que saben por experiencia propia que el Reino de Dios implica atravesar
por tribulaciones y dificultades. No hay que amedrentarse, porque el favor de Dios que ha
librado a los apóstoles de palizas y persecuciones, mantendrá a salvo a los discípulos. Las
horas dolorosas que enfrentan actualmente los cristianos en Siria y Egipto, pueden
superarse con el favor de Dios y la solidaridad de los hermanos en la fe.
ANTÍFONA DE ENTRADA Ap 19, 5; 12, 10
100
Misal Abril 2016
Alaben a nuestro Dios todos cuantos lo temen, pequeños y grandes, porque ha llegado ya
la salvación, el poder y el reinado de su Cristo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por la resurrección de tu Hijo nos rescatas para la vida eterna, concede a
tu pueblo perseverar en la fe y la esperanza, para que no dudemos que se han de cumplir las
promesas que tú hiciste y nos has dado a conocer. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Contaban a la comunidad cristiana lo que había hecho Dios por medio de ellos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 14, 19-28
En aquellos días, llegaron a Listra, procedentes de Antioquía y de Iconio, unos judíos, que
se ganaron a la multitud y apedrearon a Pablo; lo dieron por muerto y lo arrastraron fuera
de la ciudad. Cuando lo rodearon los discípulos, Pablo se levantó y regresó a la ciudad. Pero
al día siguiente, salió con Bernabé hacia Derbe.
Después de predicar el Evangelio y de hacer muchos discípulos en aquella ciudad, volvieron
a Listra, Iconio y Antioquía, y ahí animaban a los discípulos y los exhortaban a perseverar
en la fe, diciéndoles que hay que pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de
Dios. En cada comunidad designaban presbíteros, y con oraciones y ayunos los
encomendaban al Señor, en quien habían creído.
Atravesaron luego Pisidia y llegaron a Panfilia; predicaron en Perge y llegaron a Atalía. De
allí se embarcaron para Antioquía, de donde habían salido, con la gracia de Dios, para la
misión que acababan de cumplir.
Al llegar, reunieron a la comunidad y les contaron lo que había hecho Dios por medio de
ellos y cómo les había abierto a los paganos las puertas de la fe. Ahí se quedaron bastante
tiempo con los discípulos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 144, 10-11. 12-13ab. 21
R/. Bendigamos al Señor eternamente. Aleluya.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la
gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R/.
Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino. Tu reino,
Señor, es para siempre y tu imperio, para todas las generaciones. R/.
Que mis labios alaben al Señor, que todos los seres lo bendigan ahora y para siempre. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 24, 46. 26
R/. Aleluya, aleluya.
Cristo tenía que morir y resucitar de entre los muertos, para entrar así en su gloria. R/.
EVANGELIO
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Misal Abril 2016
Les doy mi paz.
Del santo Evangelio según san Juan: 14, 27-31
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy
como la da el mundo. No pierdan la paz ni se acobarden. Me han oído decir: ‘Me voy, pero
volveré a su lado’. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, porque el Padre es
más que yo. Se lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean.
Ya no hablaré muchas cosas con ustedes, porque se acerca el príncipe de este mundo; no es
que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo sepa que amo al Padre y que
cumplo exactamente lo que el Padre me ha mandado”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco Fernández Carvajal, “Hablar con Dios”, n. 77
El Evangelio de la Misa recoge una de aquellas promesas que Jesús hizo a sus
discípulos más íntimos en la Última Cena, y que se verían realizadas después
de la Resurrección: La paz os dejo, mi paz os doy; no la doy yo como la da el
mundo. Y más adelante, en la misma Cena, les repetirá: Os he dicho esto para
que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación, pero confiad: yo he
vencido al mundo. Ahora, después de la Resurrección, Jesús se presenta
delante de ellos y les dice: Pax vobis!, la paz sea con vosotros. Pondría el
Señor el acento entrañable de otras ocasiones. Y con este saludo amigable
quedaron disipados el temor y la vergüenza que pesaban sobre los Apóstoles
por haberse comportado con cobardía durante la Pasión. De esta forma -a
través del saludo, de su expresión acogedora- se ha vuelto a crear el ambiente
de intimidad en el que Jesús les comunica su propia paz.
Desear la paz era la forma usual de saludo entre los hebreos. Y ese mismo
saludo lo siguieron usando los Apóstoles, según vemos por sus cartas, y los
primeros cristianos, como han dejado constancia en muchas inscripciones. La
Iglesia lo utiliza en la liturgia en determinadas ocasiones; por ejemplo, antes
de la Comunión el celebrante desea a los presentes la paz, condición para
participar dignamente del Santo Sacrificio. Pax Domini, la Paz del Señor.
A lo largo de los siglos los cristianos supieron poner una intención más honda
en las mismas fórmulas de saludo, impregnándolas de sentido sobrenatural,
que calaron hondamente en el pueblo y han sido durante generaciones
vehículo para hacer el bien y signo externo de una sociedad que tenía el
corazón cristiano.
En nuestros días parece que se va perdiendo esa huella de Dios en el saludo
habitual. Sin embargo, nos puede ser de gran utilidad para la propia vida
interior poner un especial empeño en mantener y vivificar el sentido cristiano
del saludo y de las despedidas; eso contribuirá a mantener la presencia de Dios
en nuestras vidas.
Si nos acostumbramos, por ejemplo, a saludar al Ángel Custodio de la persona
con quien nos encontramos, podremos con facilidad y sencillez dar mayor
elevación al trato con los demás. Será consecuencia de la presencia de Dios que
llevamos en el alma. No perdamos el sentido sobrenatural en lo habitual de
102
Misal Abril 2016
cada día: “Y les dijo: Paz a vosotros. Nos debería dar vergüenza -decía San
Gregorio Nacianceno- prescindir del saludo de la paz, que el Señor nos dejó
cuando iba a dejar este mundo”. Sea cual sea nuestro saludo habitual, siempre
puede ser motivo para vivir mejor la fraternidad con los demás, para rezar por
aquellas personas y darles paz y alegría, como hizo el Señor con sus discípulos.
“En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre
(Lc 1, 44) (...). El sobresalto de alegría que sintió Isabel, subraya el don que
puede encerrarse en un simple saludo cuando parte de un corazón lleno de
Dios. ¡Cuántas veces las tinieblas de la soledad, que oprimen a un alma,
pueden ser desgarradas por el rayo luminoso de una sonrisa o de una palabra
amable!” (San Juan Pablo II).
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y puesto que es a ti a quien
debe su alegría, concédele también disfrutar de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Prefacio I- V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Rm 6, 8
Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos
misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la
resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MIÉRCOLES 27
Blanco
Feria de Semana V de Pascua o
Memoria de Santa María Guadalupe García Zavala, Virgen
MR p. 373 / Lecc. I, p. 919
Otros santos: Zita de Lucca, laica. Beato Nicolás Roland, fundador.
103
Misal Abril 2016
Santa María Guadalupe García Zavala, Virgen, nació en 1878 en Zapopan, México, la
“Madre Lupita” fue una religiosa que con una fe profunda y una esperanza sin límites, buscó
la propia santificación desde el amor al Corazón de Jesús y la fidelidad a la Iglesia.
Cofundadora de la congregación de las Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres, se
distinguió por sus obras en favor de los necesitados y de los enfermos. Fue llamada a la casa
de Padre celestial el 24 de junio de 1963, y canonizada el 12 de mayo de 2013.
LA COLEGIALIDAD Y EL DIÁLOGO
Hch 15,1-6; Jn 15,1-8
La punta de lanza de la evangelización a los no judíos fue Antioquía de Siria, región del
mundo donde los cristianos están sufriendo terriblemente desde hace años. Esa Iglesia
dinámica y vigorosa acogió a gente de diversos grupos étnicos, sin imponerles los rituales y
las normas propias de la fe judía. Fueron aprendices animosos del universalismo cristiano.
En su momento tal enfoque misionero generó malentendidos con los cristianos de origen
judío que pretendían conciliar su fidelidad a Moisés con la adhesión a Cristo Jesús. El
peligro de un desgarramiento fue resuelto en un clima de reflexión y diálogo y de apertura a
la voz del Espíritu. Nuestra Iglesia católica se reunió hace unos meses en el Sínodo de la
Familia para dar respuesta a los desafíos actuales que enfrenta dicha institución, poniendo
en práctica el espíritu del diálogo y la colegialidad vividas en el primeros concilio de
Jerusalén.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 70, 8. 23
Mi boca, Señor, se llene de alabanzas, para que pueda cantarte; y así mis labios se
llenarán de júbilo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Feria de Semana V de Pascua
Dios nuestro, que amas la inocencia y la devuelves a los que la han perdido, atrae hacia ti el
corazón de tus siervos, para que, rescatados por ti de las tinieblas de la incredulidad, ya
nunca se aparten de la luz de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo...
Santa María Guadalupe García Zavala
Señor y Dios nuestro, que en el amor a ti y al prójimo has querido resumir tus
mandamientos, concédenos que, a ejemplo de santa María Guadalupe García Zavala, no
neguemos a nadie nuestra ayuda y merezcamos ser llamados con ella a compartir el Reino
de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos
de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Se decidió que Pablo y Bernabé fueran a Jerusalén a ver a los apóstoles.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 15, 1-6
En aquellos días, vinieron de Judea a Antioquía algunos discípulos y se pusieron a enseñar a
los hermanos que si no se circuncidaban conforme a la ley de Moisés, no podrían salvarse.
Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; al fin se decidió
que Pablo, Bernabé y algunos más fueran a Jerusalén para tratar el asunto con los apóstoles
104
Misal Abril 2016
y los presbíteros. La comunidad cristiana los proveyó para el viaje, y ellos atravesaron
Fenicia y Samaria, contando a los hermanos cómo se convertían los paganos, y los llenaban
de gozo con esta noticia.
Al llegar a Jerusalén, fueron recibidos por la comunidad cristiana, los apóstoles y los
presbíteros, y ellos refirieron todo cuanto Dios había hecho por su medio. Pero algunos de
los fariseos convertidos intervinieron, diciendo: “Hay que circuncidar a los paganos y
exigirles que cumplan la ley de Moisés”.
Entonces se reunieron los apóstoles y los presbíteros para examinar el asunto.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 121, 1-2. 3-4a. 4b-5
R/. Vayamos con alegría al encuentro del Señor. Aleluya.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: “Vayamos a la casa del Señor”! Y hoy estamos aquí,
Jerusalén, jubilosos, delante de tus puertas. R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según lo que a Israel se le ha ordenado,
para alabar el nombre del Señor. R/.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: “La paz esté contigo”. Y por la casa del
Señor, mi Dios, pediré para ti todos los bienes. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 15, 4. 5
R/. Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en mí da fruto
abundante. R/.
EVANGELIO
El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.
Del santo Evangelio según san Juan: 15,1-8
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el
viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que
dé más fruto.
Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en
ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así
tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que
permanece en mí y yo en él ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer. Al
que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo
arrojan al fuego y arde.
Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les
concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como
discípulos míos”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco Fernández Carvajal, “Hablar con Dios”, n. 78
105
Misal Abril 2016
Yo soy la verdadera vid, y vosotros los sarmientos; el que permanece en mí, y
yo en él, ése da fruto abundante, leemos en el Evangelio de la Misa.
El pueblo elegido había sido comparado con frecuencia, por su ingratitud, a
una viña; así, se habla de la ruina y restauración de la viña arrancada de Egipto
y plantada en otra tierra; en otra ocasión, Isaías expresa la queja del Señor
porque su viña, después de incontables cuidados, esperando que le daría uvas
le dio agrazones, uvas amargas. También Jesús utilizó la imagen de la viña
para significar el rechazo de los judíos al Mesías y la llamada a los gentiles.
Pero aquí el Señor emplea la imagen de la vid y de los sarmientos en un sentido
totalmente nuevo. Cristo es la verdadera vid, que comunica su propia vida a
los sarmientos. Es la vida de la gracia que fluye de Cristo y se comunica a todos
los miembros de su Cuerpo, que es la Iglesia. Sin esa savia nueva no producen
ningún fruto porque están muertos, secos.
Es una vida de tan alto valor, que Jesús derramó hasta la última gota de su
sangre para que nosotros pudiésemos recibirla. Todas sus palabras, acciones y
milagros nos introducen progresivamente en esta nueva vida, enseñándonos
cómo nace y crece en nosotros, cómo muere y cómo se nos restituye si la
hemos perdido (P. M. De La Croix). Yo he venido, nos dice, para que tengan
vida y la tengan en abundancia. Permaneced en mí y yo en vosotros.
¡Nos hace partícipes de la misma vida de Dios! El hombre, en el momento del
Bautismo, es transformado en lo más profundo de su ser, de tal modo que se
trata de una nueva generación, que nos hace hijos de Dios, hermanos de
Cristo, miembros de su cuerpo, que es la Iglesia. Esta vida es eterna, si no la
perdemos por el pecado mortal. La muerte ya no tiene verdadero poder sobre
quien la posea, que no morirá para siempre; cambiará de casa, para ir a morar
definitivamente en el Cielo. Jesús quiere que sus hermanos participen de lo
que Él tiene en plenitud. “La vida que de la Trinidad adorable se había
derramado en su santa Humanidad se desborda de nuevo, se extiende y se
propaga. De la cabeza desciende a los miembros (...). La cepa y los sarmientos
forman un mismo ser, se nutren y obran juntamente, produciendo los mismos
frutos porque están alimentados por la misma savia” (M.V. Bernadot).
Esto os escribo, nos dice San Juan después de habernos narrado incontables
maravillas, para que conozcáis que tenéis la vida eterna. Esta vida nueva la
recibimos o se fortalece de modo particular a través de los sacramentos, que el
Señor quiso instituir para que de una manera sencilla y asequible pudiera
llegar la Redención a todos los hombres. En estos siete signos eficaces de la
gracia encontramos a Cristo, el manantial de todas las gracias. “Allí nos habla
Él, nos perdona, nos conforta; allí nos santifica, allí nos da el beso de la
reconciliación y de la amistad; allí nos da sus propios méritos y su propio
poder; allí se nos da Él mismo” (E. Boylan).
Todo sarmiento que en mí no da fruto lo corta, y todo el que da fruto lo poda
para que dé más fruto.
El cristiano que rompe con los canales por los que le llega la gracia -la oración
y los sacramentos- se queda sin alimento para su alma, y “ésta acaba muriendo
a manos del pecado mortal, porque sus reservas se agotan y llega un momento
106
Misal Abril 2016
en que ni siquiera es necesaria una fuerte tentación para caer: se cae él solo
porque carece de fuerzas para mantenerse de pie. Se muere porque se le acaba
la vida. Pero si los canales de la gracia no están expeditos porque una montaña
de desgana, negligencia, pereza, comodidad, respetos humanos, influencias
del ambiente, prisas y otros quehaceres (...) los obstruye, entonces la vida del
alma va languideciendo y uno malvive hasta que acaba por morir. Y, desde
luego, su esterilidad es total, porque no da fruto alguno” (F. Suárez).
La voluntad del Señor, sin embargo, es que demos fruto y lo demos en
abundancia. Por eso poda al sarmiento para que dé más fruto. Y dice Jesús a
continuación: Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado. El
Señor ha utilizado el mismo verbo para hablar de la poda de los sarmientos y
de la limpieza de sus discípulos. Al pie de la letra habría que traducir: “A todo
el que da fruto lo limpia para que dé más fruto”.
Hemos de decirle con sinceridad al Señor que estamos dispuestos a dejar que
arranque todo lo que en nosotros es un obstáculo a su acción: defectos del
carácter, apegamientos a nuestro criterio o a los bienes materiales, respetos
humanos, detalles de comodidad o de sensualidad... Aunque nos cueste,
estamos decididos a dejarnos limpiar de todo ese peso muerto, porque
queremos dar más fruto de santidad y de apostolado.
El Señor nos limpia y purifica de muchas maneras. En ocasiones permitiendo
fracasos, enfermedades, difamaciones... “¿No has oído de labios del Maestro la
parábola de la vid y los sarmientos? -Consuélate: te exige, porque eres
sarmiento que da fruto... Y te poda, “ut fructum plus afferas” -para que des
más fruto.
“¡Claro!: duele ese cortar, ese arrancar. Pero, luego, ¡qué lozanía en los frutos,
qué madurez en las obras!” (San Josemaría).
También ha querido el Señor que tengamos muy a mano el sacramento de la
Penitencia, para que purifiquemos nuestras frecuentes faltas y pecados. La
recepción frecuente de este sacramento, con verdadero dolor de los pecados,
está muy relacionada con esa limpieza de alma necesaria para todo apostolado.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que
celebramos, para que, continuamente renovados por su acción, se conviertan para nosotros
en causa de eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Resucitó el Señor y nos iluminó a nosotros, los redimidos con su Sangre. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, escucha nuestras oraciones, para que la participación en los
sacramentos de nuestra redención nos ayude en la vida presente y nos alcance las alegrías
eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
107
Misal Abril 2016
JUEVES 28
Blanco
Feria de Semana V de Pascua o
Memoria de San Pedro Chanel, presbítero y mártir, o
Memoria de San Luis María Grignion de Montfort, Presbítero
MR p. 374 (379) / Lecc. I, p. 922
Otros santos: Beato José Cebula, mártir.
San Pedro Chanel, Presbítero y mártir, religioso marista francés, fue enviado a
Oceanía para predicar el Evangelio. Enfrentó muchas dificultades, provenientes tanto de los
autóctonos paganos, como de los misioneros metodistas. Logro convertir a la fe al hijo del
rey Futuna, por lo cual el soberano lo mandó matar inmediatamente.
San Luis María Grignion de Montfort, Presbítero, nació en Montfort-sur-Meu,
Francia, en 1673. Fue un sacerdote que evangelizó las regiones occidentales de su país,
anunciando el misterio de la Sabiduría eterna. Fundador de dos congregaciones, predicó y
escribió acerca de la Cruz de Cristo y de la verdadera devoción a la Santísima Virgen.
Después de convertir a muchos, descansó de su peregrinación terrena el 28 de abril de 1716,
a los 43 años de edad, en la aldea de SainLaurent-sur-Sévre. Fue canonizado por el Papa Pío
XII en 1947.
MANTÉNGANSE EN MI AMOR
Hch 15, 7-21, Jn 15, 9-11
El amor de Dios es una fuerza potente y transformadora que doblega el orgullo y la vanidad
humana. Quien se sabe amado por Dios no apela a sus propios méritos ni se obsesiona con
el cumplimiento de rituales y normas rigurosas. El apóstol san Pedro, lo mismo que Pablo y
Bernabé, descubrieron con prontitud que la práctica de la ley de Moisés se había tornado
una carga imposible de soportar. De ahí que no tendría sentido aferrarse a los méritos
provenientes de las buenas obras, sino apegarse a la oferta de gracia de Cristo Jesús. Quien
acoge con apertura la salvación no experimenta tantas dificultades para poner en práctica el
mandato del amor. Es necesario mantenerse dentro de una relación personal y amorosa con
el Señor Jesucristo para vivir amorosamente con los hermanos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ex 15, 1-2
Cantemos al Señor, pues su victoria es grande. Mi fortaleza y mi alabanza es el Señor, él
es mi salvación. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Feria de Semana V de Pascua
Dios misericordioso, cuya gracia convierte en justos a los descarriados y en dichosos a los
afligidos, actúa con tu poder y concede tus dones, para que en quienes ya infundiste la
justificación por la fe no decaiga la firmeza de su perseverancia. Por nuestro Señor
Jesucristo...
San Pedro Chanel
108
Misal Abril 2016
Dios nuestro, que para crecimiento de tu Iglesia coronaste a san Pedro Chanel con el
martirio, concédenos, en estos días de gozo pascual, celebrar de tal modo los misterios de la
muerte y resurrección de Cristo, que merezcamos ser testigos de la vida nueva. Él, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
San Luis María Grignion de Montfort
Dios nuestro, que quisiste dirigir los pasos de san Luis María Grignion de Montfort,
presbítero, por el camino de la salvación y del amor a Cristo, acompañado por la santísima
Virgen, concédenos que, siguiendo su ejemplo y meditando los misterios de tu amor,
trabajemos incansablemente en la edificación de tu Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Juzgo que no se debe importunar a los paganos que se convierten a Dios.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 15, 7-21
Por aquellos días, después de una larga discusión sobre el asunto de la circuncisión, Pedro
se levantó y dijo a los apóstoles y a los presbíteros:
“Hermanos: Ustedes saben que, ya desde los primeros días, Dios me eligió entre ustedes
para que los paganos oyeran, por mi medio, las palabras del Evangelio y creyeran. Dios, que
conoce los corazones, mostró su aprobación dándoles el Espíritu Santo, igual que a
nosotros. No hizo distinción alguna, ya que purificó sus corazones con la fe.
¿Por qué quieren irritar a Dios imponiendo sobre los discípulos ese yugo, que ni nuestros
padres ni nosotros hemos podido soportar? Nosotros creemos que nos salvaremos por la
gracia del Señor Jesús, del mismo modo que ellos”.
Toda la asamblea guardó silencio y se pusieron a oír a Bernabé y a Pablo, que contaban las
grandes señales y prodigios que Dios había hecho entre los paganos por medio suyo.
Cuando terminaron de hablar, Santiago tomó la palabra y dijo:
“Hermanos, escúchenme. Pedro nos ha referido cómo, por primera vez, se dignó Dios
escoger entre los paganos un pueblo que fuera suyo. Esto concuerda con las palabras de los
profetas, porque está escrito: Después de estos sucesos volveré y reconstruiré de nuevo la
casa de David, que se había derrumbado; repararé sus ruinas y la reedificaré, para que el
resto de los hombres busque al Señor, lo mismo que todas las naciones que han sido
consagradas a mi nombre. El Señor que hace estas cosas es quien lo dice. Él las conoce
desde la eternidad.
Por lo cual, yo juzgo que no se debe molestar a los paganos que se convierten a Dios; basta
prescribirles que se abstengan de la fornicación, de comer lo inmolado a los ídolos, la sangre
y los animales estrangulados. Si alguien se extraña, Moisés tiene, desde antiguo, quienes lo
predican en las ciudades, puesto que cada sábado se lee en las sinagogas”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 95, 1-2a. 2b-3. 10
R/. Cantemos la grandeza del Señor. Aleluya.
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Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y
bendigámoslo. R/.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en
nación, sus maravillas. R/.
Caigamos en su templo de rodillas. “Reina el Señor”, digamos a los pueblos, gobierna a las
naciones con justicia. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 27
R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R/.
EVANGELIO
Permanezcan en mi amor para que su alegría sea plena.
Del santo Evangelio según san Juan: 15, 9-11
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Como el Padre me ama, así los amo yo.
Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo
mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he
dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
San Josemaría Escrivá, “Es Cristo que pasa”, n. 118
Trato con Jesucristo en el Pan y en la Palabra
Si sabemos contemplar el misterio de Cristo, si nos esforzamos en verlo con los
ojos limpios, nos daremos cuenta de que es posible también ahora acercarnos
íntimamente a Jesús, en cuerpo y alma. Cristo nos ha marcado claramente el
camino: por el Pan y por la Palabra, alimentándonos con la Eucaristía y
conociendo y cumpliendo lo que vino a enseñarnos, a la vez que conversamos
con Él en la oración. Quien come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece
y yo en él. Quien conoce mis mandamientos y los cumple, ése es quien me
ama. Y el que me ame será amado por mi Padre, y yo le amaré y me
manifestaré a él.
No son sólo promesas. Son la entraña, la realidad de una vida auténtica: la vida
de la gracia, que nos empuja a tratar personal y directamente a Dios. Si
cumplís mis preceptos, permaneceréis en mi amor, como yo he cumplido los
mandatos de mi Padre y permanezco en su amor. Esta afirmación de Jesús, en
el discurso de la última cena, es el mejor preámbulo para el día de la
Ascensión. Cristo sabía que era preciso que Él se fuera; porque, de modo
misterioso que no acertamos a comprender, después de la Ascensión llegaría –
en una nueva efusión del Amor divino– la tercera Persona de la Trinidad
Beatísima: os digo la verdad: conviene que yo me vaya. Si no me fuese, el
Paráclito no vendría a vosotros. Si me voy, os lo enviaré.
Se ha ido y nos envía al Espíritu Santo, que rige y santifica nuestra alma. Al
actuar el Paráclito en nosotros, confirma lo que Cristo nos anunciaba: que
somos hijos de Dios; que no hemos recibido el espíritu de servidumbre para
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Misal Abril 2016
obrar todavía por temor, sino el espíritu de adopción de hijos, en virtud del
cual clamamos: Abba, ¡Padre!
¿Veis? Es la actuación trinitaria en nuestras almas. Todo cristiano tiene acceso
a esa inhabitación de Dios en lo más íntimo de su ser, si corresponde a la
gracia que nos lleva a unirnos con Cristo en el Pan y en la Palabra, en la
Sagrada Hostia y en la oración. La Iglesia trae a nuestra consideración cada día
la realidad del Pan vivo, y le dedica dos de las grandes fiestas del año litúrgico:
la del Jueves Santo y la del Corpus Christi. En este día de la Ascensión, vamos a
detenernos en el trato con Jesús, escuchando atentamente su Palabra.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por el santo valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu misma y
gloriosa vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu verdad, de igual manera
vivamos de acuerdo con ella. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I- V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 2 Co 5, 15
Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí mismos, sino para él,
que murió y resucitó por ellos. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios
celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
VIERNES 29
Blanco
Memoria de Santa Catalina de Siena, Virgen y Doctora de la Iglesia o
Feria de Pascua
MR p. 703 (722) / Lecc. I, p. 924
Otros santos: Hugo “el Grande” de Cluny, abad; Severo de Nápoles, obispo.
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Misal Abril 2016
La vida de Santa Catalina de Siena estuvo repartida entre la contemplación de Jesús
crucificado y el servicio de la Iglesia, desgarrada por facciones. Plenamente imbuida en el
espíritu de santo Domingo, encontró en el amor a Dios todas las energías necesarias para
hacer regresar al Papa de Aviñón a Roma, y para hacer comprender a los pecadores lo que
significa el llamamiento de la sangre redentora (1347-1380).
LA SÍNTESIS CRISTIANA
Hch 15,22-31, Jn 15, 12-17
En repetidas ocasiones sometieron al Señor Jesús a interrogatorios diversos, entre otras
cuestiones le preguntaron sobre el mandamiento principal que Dios había regalado a su
pueblo. No era una cuestión intrascendente, porque en el primer siglo, el judaísmo vivía
enredado en discusiones interminables sobre la obligatoriedad y la urgencia de cumplir
cientos de mandatos y preceptos a fin de agradar a Dios. Según algunos maestros judíos no
había mandamientos menores, porque todos provenían del mismo legislador. Jesús no era
de ese parecer, al contrario, él sabía hacer una jerarquía de valores y realizar una síntesis
genial: la práctica del amor fraterno a nivel universal, anteponiendo las necesidades de los
más desfavorecidos a las de la propia familia, se convirtió en el referente que orientaba toda
discusión. Así lo entendió la Iglesia madre en el Concilio de Jerusalén.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Esta virgen sabia y prudente salió al encuentro de Cristo con la lámpara encendida.
Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste arder en amor divino a santa Catalina de Siena, al contemplar la
pasión de tu Hijo y al servir a tu Iglesia, concede, por su intercesión, que tu pueblo, asociado
al misterio de Cristo, se alegre siempre en la manifestación de su gloria. Él, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no imponerles más cargas que las
estrictamente necesarias.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 15, 22-31
En aquellos días, los apóstoles y los presbíteros, de acuerdo con toda la comunidad
cristiana, juzgaron oportuno elegir a algunos de entre ellos y enviarlos a Antioquía con
Pablo y Bernabé. Los elegidos fueron Judas (llamado Barsabás) y Silas, varones
prominentes en la comunidad. A ellos les entregaron una carta que decía:
“Nosotros, los apóstoles y los presbíteros, hermanos suyos, saludamos a los hermanos de
Antioquía, Siria y Cilicia, convertidos del paganismo. Enterados de que algunos de entre
nosotros, sin mandato nuestro, los han alarmado e inquietado a ustedes con sus palabras,
hemos decidido de común acuerdo elegir a dos varones y enviárselos, en compañía de
nuestros amados hermanos Bernabé y Pablo, que han consagrado su vida a la causa de
nuestro Señor Jesucristo. Les enviamos, pues, a Judas y a Silas, quienes les transmitirán, de
viva voz, lo siguiente:
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Misal Abril 2016
‘El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no imponerles más cargas que las
estrictamente necesarias. A saber: que se abstengan de la fornicación y de comer lo
inmolado a los ídolos, la sangre y los animales estrangulados. Si se apartan de esas cosas,
harán bien’. Los saludamos”.
Los enviados se despidieron y cuando llegaron a Antioquía, reunieron a la comunidad
cristiana y les entregaron la carta. Al leer aquellas palabras alentadoras, todos se llenaron de
júbilo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 56, 8-9. 10-12
R/. Alabemos y cantemos al Señor. Aleluya.
Dispuesto está mi corazón, Dios mío, para cantar tus alabanzas. Despiértate, alma mía,
despiértense mi cítara y mi arpa, antes de que despunte el alba. R/.
Tocaré para ti ante las naciones, te alabaré, Señor, entre los pueblos, pues tu lealtad hasta
las nubes llega y tu amor es más grande que los cielos. Levántate, Señor, en las alturas y
llena con tu gloria el mundo entero. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 15, 15
R/. Aleluya, aleluya.
A ustedes los llamo amigos, dice el Señor, porque les he dado a conocer todo lo que le he
oído a mi Padre. R/.
EVANGELIO
Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros.
Del santo Evangelio según san Juan: 15, 12-17
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Éste es mi mandamiento: que se amen los
unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el
que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los
llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos,
porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para
que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le
pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco Fernández Carvajal, “Hablar con Dios”, n. 80
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros
sois mis amigos (...). Ya no os llamo siervos (...), a vosotros os llamo amigos,
nos dice el Señor en el Evangelio de la Misa.
Jesús es nuestro Amigo. En Él encontraron los Apóstoles su mejor amistad.
Era alguien que les quería, con quien podían comunicar sus penas y alegrías, a
quien podían preguntar con entera confianza. Sabían bien lo que deseaba
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expresar cuando les decía: amaos los unos a los otros... como Yo os he amado.
Las hermanas de Lázaro no encuentran mejor título que el de la amistad para
solicitar su presencia: tu amigo está enfermo, le mandan decir. Es el mayor
argumento que tienen a mano.
Jesús buscó y facilitó la amistad a todos aquellos que encontró por los caminos
de Palestina. Aprovechaba siempre el diálogo para llegar al fondo de las almas
y llenarlas de amor. Y además de su infinito amor por todos los hombres,
manifestó su amistad con personas bien determinadas: los Apóstoles, José de
Arimatea, Nicodemo, Lázaro y su familia... Al mismo Judas no le negó el
honroso título de amigo en el mismo momento en que éste le entregaba en
manos de sus enemigos. Estimaba mucho la amistad de sus amigos; a Pedro le
preguntará después de las negaciones: ¿me amas?, ¿eres mi amigo?, ¿puedo
confiar en ti? Y le entrega su Iglesia: Apacienta mis corderos... apacienta mis
ovejas.
“Cristo, Cristo resucitado, es el compañero, el Amigo. Un compañero que se
deja ver sólo entre sombras, pero cuya realidad llena toda nuestra vida, y que
nos hace desear su compañía definitiva” (San Josemaría Escrivá). Él, que ha
compartido nuestra vida, quiere compartir también nuestras cargas: Yo os
aliviaré, nos dice a todos. Es el mismo que desea ardientemente que
compartamos su gloria por toda la eternidad.
Jesucristo es el Amigo que nunca traiciona (San Josemaría Escrivá), que
cuando vamos a verle, a hablarle, está siempre disponible, que nos espera con
el mismo calor de bienvenida, aunque por nuestra parte haya habido olvido y
frialdad. Él ayuda siempre, anima siempre, consuela en toda ocasión.
La amistad con el Señor, que nace y se acrecienta en la oración y en la digna
recepción de los sacramentos, nos hace entender mejor el significado de la
amistad humana, que la Sagrada Escritura califica como un tesoro: Un amigo
fiel -dice el Eclesiastés- es poderoso protector; el que lo encuentra halla un
tesoro. Nada vale tanto como un amigo fiel; su precio es incalculable. Los
Apóstoles aprendieron de Cristo el verdadero sentido de la amistad. Y los
Hechos de los Apóstoles nos muestran cómo San Pablo tuvo muchos amigos, a
quienes quería entrañablemente, los echa de menos cuando están ausentes y
se llena de alegría cuando tiene noticias de ellos. La antigüedad cristiana nos
ha dejado testimonios de grandes amistades entre los primeros hermanos en
la fe.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, este sacrificio de salvación que te ofrecemos en la conmemoración de santa
Catalina, para que, instruidos por sus enseñanzas, podamos darte gracias con mayor fervor
a ti, único Dios verdadero. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de Pascua o de la Memoria.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 Jn 1, 7
Si caminamos en la luz, como Dios es luz, estamos unidos unos con otros, y la sangre de
Jesucristo, su Hijo, nos purifica de todo pecado. Aleluya.
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ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede, Señor, la vida eterna a quienes has alimentado en esta mesa celestial, la cual
sostuvo la vida temporal de santa Catalina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
SÁBADO 30
Blanco
Feria de Pascua o
Memoria de San Pío V, Papa.
MR p. 376 (381) / Lecc. I, p. 926
I Vísperas del Domingo, 2a. Semana del Salterio. Tomo II: pp. 1201, 516 y 878.
Para los fieles: pp. 555 y 274. Edición popular: pp. 108 y 449
Otros santos: María de la Encarnación (Guyart Martín), religiosa. Beata
Paulina Mallinckrodt, fundadora.
San Pío V, Papa, durante los seis años de su pontificado (1566-1572), se dedicó a llevar a
la práctica la reforma decretada por el Concilio de Trento. Promulgó el Catecismo del
Concilio, el Breviario y el Misal Romanos. Reglamentó el rezo del rosario y se esmeró en
propagar esta devoción.
EL ODIO DEL MUNDO
Hch 16,1-10; Jn 15,18-21
La misión cristiana, cuando se asume con la radicalidad con que lo hizo Jesús y los primeros
apóstoles y discípulos, no es un día de campo sino un reto permanente que siempre está
marcado por la hostilidad y el rechazo de los poderosos. El Señor Jesús lo advierte con
absoluta transparencia a sus discípulos: el mundo los odiará porque no secundan su
proyecto de muerte. Quien no secunda la “cultura del descarte”, quien no se apega a la
lógica del consumo desmedido y al derroche de los bienes de la creación, sino que va
cuidando de la Casa común, amando a la hermana tierra y atendiendo eficazmente a los
excluidos, comienza a ser descalificado como enemigo del progreso, soñador e idealista, por
decir lo menos. En este momento enfrentamos desafíos enormes en relación al cuidado de
la creación. Es una posibilidad de vivir el amor fraterno en las circunstancias presentes.
ANTÍFONA DE ENTRADA Col 2, 12
Ustedes, por el bautismo, han sido sepultados con Cristo, y con él han sido resucitados,
porque han creído en el poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Feria de Pascua
Dios todopoderoso y eterno, que te dignaste concedernos la vida celestial haciéndonos
renacer por el bautismo, te rogamos que, puesto que al justificarnos nos hiciste capaces de
la inmortalidad, nos concedas también llegar, con tu ayuda, a la plenitud de tu gloria. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo...
San Pío V
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Misal Abril 2016
Dios nuestro, que en tu providencia elegiste al Papa san Pío quinto para defender en tu
Iglesia la fe y para darte culto dignamente, concédenos, por su intercesión, que podamos
participar en tus santos misterios con fe viva y una caridad operante. Por nuestro Señor
Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
¡Ven a Macedonia y ayúdanos!
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 16, 1-10
En aquellos días, Pablo fue a Derbe y luego a Listra. Había allí un discípulo, llamado
Timoteo, hijo de padre griego y de madre judía cristiana. Timoteo gozaba de muy buena
fama entre los hermanos de Listra e Iconio. Pablo quiso llevarlo consigo y lo circuncidó, en
atención a los judíos de aquellas regiones, pues todos sabían que su padre era pagano.
En todas las ciudades por donde iban pasando, daban a conocer las decisiones tomadas por
los apóstoles y los presbíteros de Jerusalén, para que las pusieran en práctica. De esta
manera las comunidades cristianas se fortalecían en la fe y el número de creyentes
aumentaba cada día más.
Como el Espíritu Santo les había prohibido predicar la palabra en la provincia de Asia,
Pablo y Timoteo atravesaron Frigia y Galacia. Al llegar a los límites de Misia, se propusieron
ir a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió. Entonces atravesaron Misia y
llegaron a Tróade. Por la noche, Pablo tuvo una aparición: vio a un macedonio, que de pie
ante él, le rogaba: ¡Ven a Macedonia y ayúdanos!” Después de esta visión, determinamos
salir para Macedonia, convencidos de que Dios nos llamaba a predicar allí el Evangelio.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 99, 2. 3. 5
R/. El Señor es nuestro Dios y nosotros su pueblo. Aleluya.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría y con júbilo entremos en
su templo. R/.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos hizo y somos suyos, que somos su
pueblo y su rebaño. R/.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia y su fidelidad
nunca se acaba. R/.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Col 3, 1
R/. Aleluya, aleluya.
Puesto que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, donde está Cristo,
sentado a la derecha de Dios. R/.
EVANGELIO
Ustedes no son del mundo, pues, al elegirlos, yo los he separado del mundo.
Del santo Evangelio según san Juan: 15, 18-21
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Misal Abril 2016
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado
a mí antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya; pero el
mundo los odia porque no son del mundo, pues al elegirlos, yo los he separado del mundo.
Acuérdense de lo que les dije: ‘El siervo no es superior a su señor’. Si a mí me han
perseguido, también a ustedes los perseguirán, y el caso que han hecho de mis palabras lo
harán de las de ustedes. Todo esto se lo van a hacer por mi causa, pues no conocen a aquel
que me envió”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Francisco Fernández Carvajal, “Hablar con Dios”, n. 64
Después del martirio de San Esteban se originó una persecución contra los
cristianos de Jerusalén, lo que dio lugar a que se dispersaran por otras
regiones. La Providencia se sirvió de esta circunstancia para llevar la semilla
de la fe a otros lugares que de otro modo hubieran tardado más en conocer a
Cristo. Los que se habían dispersado iban de un lugar a otro anunciando la
palabra del Evangelio. “Observad -hace notar San Juan Crisóstomo- cómo, en
medio del infortunio, los cristianos continúan la predicación, en vez de
descuidarla”.
El Señor tiene planes más altos, y lo que parecía el fin de la Iglesia primitiva
sirvió para su fortalecimiento y expansión. Los mismos perseguidores, que
pretendían ahogar la semilla de la fe apenas nacida, fueron la causa indirecta
de que muchos otros, a los que hubiera sido difícil llegar por vivir en lugares
apartados, conocieran la doctrina de Jesucristo. El espíritu apostólico de los
cristianos se pone de manifiesto tanto en las épocas de paz (que fueron la
mayoría) como en tiempos de calumnias y de persecución. Jamás cesaron de
pregonar la buena nueva que llevaban en el corazón, convencidos de que la
doctrina de Jesucristo da la salvación eterna y, además, es la única que puede
hacer este mundo más justo y más humano.
El fervor, la firmeza, la coherencia de su fe, su hombría de bien, el trato
amable con el que aquellos cristianos de la primera hora trataban a cuantos se
relacionaban con ellos, fueron, en incontables ocasiones, el primer impulso
para que muchos se sintieran atraídos a la fe.
Aquellos primeros fieles recordarían sin duda -quizá oído de labios de los
mismos Apóstoles- lo que el Señor había repetido en distintas ocasiones y de
formas diferentes: si el mundo os aborrece, sabed que antes me aborreció a
mí. Y se llenarían de optimismo al saberse con más gracia para afrontar
aquellas dificultades y tribulaciones, y con la seguridad de que Dios dispone
todas las cosas para el bien de los que le aman.
Los mismos Apóstoles, junto a las numerosas conversiones, encontraron
desde un primer momento oposición y resistencia, pero no les importaba
demasiado el ambiente, porque buscaban ante todo la salvación de las almas.
No tienen que sorprender las dificultades, de un signo u otro: Carísimos -nos
advierte San Pedro-, cuando Dios os pruebe con el fuego de la tribulación, no
os extrañéis, como si os aconteciese una cosa muy extraordinaria. Y el
Apóstol Santiago nos dice: Tened, hermanos míos, por sumo gozo veros
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Misal Abril 2016
rodeados de diversas pruebas. Son algo de lo que podemos sacar mucho bien.
Estas pruebas y contradicciones pueden ser muy diferentes: unas provienen de
un ambiente materialista y anticristiano que se opone a que Cristo reine en el
mundo
(calumnias,
discriminación
profesional,
ambiente
sectario
anticristiano...); en otras ocasiones el Señor puede permitir enfermedades, un
desastre económico, fracasos, falta de frutos en la tarea apostólica después de
muchos esfuerzos, incomprensiones...
En cualquier caso, debemos entender en lo más íntimo de nuestra alma que el
Señor está muy cerca de nosotros para ayudarnos, con más gracias, a madurar
en las virtudes, y para que el apostolado dé su fruto. En esas ocasiones, Dios
desea purificarnos como al oro en el crisol, de la misma manera que el fuego lo
limpia de su escoria, haciéndolo más auténtico y preciado.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Feria de Pascua
Recibe, Señor, con bondad, estas ofrendas de tu familia santa, para que, con la ayuda de tu
protección, conserve los dones recibidos y llegue a poseer los eternos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
San Pío V
Concédenos, Señor, que en esta festividad de san Pío V nos aprovecha esta ofrenda, por
cuya inmolación quisiste que se perdonen los pecados del mundo entero. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 17, 20-21
Padre, te ruego por ellos, para que sean uno en nosotros y el mundo pueda creer que tú me
has enviado, dice el Señor. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Feria de Pascua
Protege, Señor, con amor constante a quienes has salvado, para que, una vez redimidos por
la pasión de tu Hijo, se llenen ahora de alegría por su resurrección. Él, que vive y reina por
los siglos de los siglos.
San Pío V
Señor Dios, que le eficacia de los dones recibidos, en esa festividad de san Pío V, produzca
su efecto en nosotros, para que nos sirvan de ayuda en nuestra vida mortal y nos obtengan
el gozo de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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