8 Ágora PLAZA CULTURAL DE PLAZA CULTURAL DE De lejos y a mi alrededor Usando el criterio Carlos Caco Ceballos Silva INVIERNO 1998. En la feria, cuando fui administrador por seis años en el gobierno de Pablo Silva García, por la década de los setenta, observaba y veía que algunos puesteros desde un principio les iba mal; pocas personas se les veía comprando en su local, y era entonces cuando al terminarse ésta y empezaba el desmantelamiento, daba instrucciones a los cuidanderos y policía que se hicieran de la “vista gorda”, pues por la noche en que comúnmente se iban los que no podían pagar el “piso”, se hicieran los disimulados y los dejaran partir. Esto era, según mi leal saber y entender, una manifestación de criterio justo y práctico. Por los años cuarenta fui investido de los ropajes, atributos y obligaciones de gerente de la sucursal del Banco de Zamora, en Tecomán. El señor director me entregó las llaves de la oficina, parte de la combinación de la caja fuerte y una serie de hojas con la reglamentación que debería sujetarme. “Esto es básico, me dijo… en algunos casos use el criterio”. ¿Y qué es el criterio en estos casos?, “pues hay casos en que usted tiene que autorizar tales y cueles casos que no están contenidos en las circulares, o bien salirse de ellas siempre que sean el beneficio de clientes selectos y de la institución. ¿Me entiende? “Sí, estoy de acuerdo”, asentí. Pasaron las semanas, y en el curso de una de ellas curiosamente se me presentaron dos casos: La señora de un buen cliente me solicitó un préstamo, ella no tenía línea de crédito y, según la circular X19, no podía otorgársele ningún préstamo, pero usé el criterio y lo autoricé. La otra fue que un consejero expidió un cheque, que al ser presentado no alcanzaba a cubrirse; pues bien, autoricé que se pagara. Como se ve, en ambos casos usé el criterio, pues pensé que la señora de aquel buen cliente lo había pedido solamente con la idea de no molestar a su marido, y en el segundo caso me supuse que fue una mera distracción del señor consejero, pues tenía tantos negocios que es normal que se equivocara expidiéndole un cheque sin fondos. Pasaron los días y uno de ellos se presentó el buen cliente, sumamente disgustado, me platicó que se había enojado con su señora, pagó el préstamo y se cambió de banco. Y en el segundo se molestó el consejero, pues argumentaba que el cheque lo había entregado a sabiendas de que no pasaría para que al ser devuelto demostrarle al conocido que le pedía un préstamo que no podía hacérselo, por no tener suficientes fondos en el banco. Pues bien, cuando el señor director regresó en viaje de inspección y se enteró, me puso frente a la cara las circulares, llamándome la atención sobre el poco cuidado que demostré en ambos casos, a lo que yo débilmente argumentaba sobre el criterio que el mismo me había sugerido. Pero de nada me valieron la explicaciones y terminó aconsejándome que en adelante me atuviera exactamente a lo dicho en las circulares respectivas, y fue entonces cuando empecé a comprender que el criterio es uno don de los jefes, patrones y grandes políticos, y que de ninguna manera es premiado el empleado que alguna vez acierta al salirse de las órdenes, y ¡ay de él si el criterio que usó, sale mal! Así es que quedamos que el jefe nunca se equivoca y siempre tiene la razón. Allá por los años cuarenta, era todavía el propietario del Hotel Ceballos de Cuyutlán. Es semana de Pascua, acaba de llegar el tren. Doña Chuy, la despensera en jefe, se me acerca y me dice al oído: “Llegaron muchos pasajeros y la leche no alcanzará”. Y yo, en el mismo tono de voz, le sugiero: “Use el criterio, pero eso sí, tenga mucho cuidado que hiervan bien el agua”. Este estilo de criterio seguido lo practicábamos y siempre lo consideré una medida sabia y prudente, pues de no hacerlo se hubiera implantado la molesta y vergonzosa discriminación. Darle leche a unos y dejar a otros sin el preciado líquido lácteo. Moraleja: Si eres empleado, nunca uses el criterio; mejor practícalo en tu casa, donde se supone que eres el jefe. * Empresario, historiador y narrador. † Redenciones Amelia Chávez Valdovinos* Armando sabía que su tiempo ya había pasado. Observaba los ojos de Judith lejanos, sin brillo, sus gestos hablándole como a una presencia cotidiana, tan conocida a la que ya estaba habituada en demasía. Durante un largo periodo aquello le perturbó hondamente, pero no quiso obligarla, siguió amándola como siempre, sin sorpresas desesperadas ni actuaciones absurdas. Percibía con profundo dolor cómo aquellos enormes ojos claros no podían evitar admirar otros atractivos por más intentara reprimirse, como su sonrisa destellaba de gozo en pláticas ajenas donde él ya no estaba presente y cómo se apagaba el interés en sus conversaciones que se alejaban cada vez más de lo íntimo. Escucharle sus palabras cariñosas ya era muy esporádico, casi siempre cuando por petición, ella como obligada las repetía ligera y rápida, sin ningún peso en su tono ni en su cara. Su tiempo había pasado. Armando por su parte era hermoso, de cabellos ondulados, color avellana, ojos verdes alargados. Bastantes mujeres podrían acosarlo, numerosas lo buscaron, pero su mutismo, su indiferencia siempre le ocultaban como un duro caparazón. Judith siempre se quejaba de aquello, las bromas simples, las seducciones ajenas y jubilosas por nunca haber sido probadas le provocaban una tentación irresistible. ─El vino en copas finas, el platillo en porcelana, por favor, sé de buen gusto por una vez ─decía─ y apaga esa maldita motocicleta, que no vez que no puedo transportarme cómoda cuando llevo falda ─exigía frívola. Armando también se estaba cansando de aquellas supuestas necesidades. Pero llegó al punto de creer que el pecado era suyo, por sumergir a Judith en un mundo al que no pertenecía y que ella sólo por curiosa quiso experimentar. Siempre en el fondo supo que nunca sería suya. Él amaba una sombra pasada, una niña sorprendida entre la novedad y lo extraordinario. Ágora Evocaciones musicales Pero ahora impuesta la Judith presente y futura, iba en los caminos habituales lejos de las quimeras inentendibles y espesas de Armando. ─No lo sé, y a mí qué me importa eso, vida solo hay una para complicarme tanto con esos pensamientos y tramas exhaustivas que no me llevan a ningún lado ─le dejaba claro. Él, aunque callado, no renunciaría tampoco. Creía en lo perpetuo y sabía que la única forma de estrujar a fondo lo existente, de hacer estallar los sentidos, de culminar en el éxtasis absoluto e imperecedero era explorando cada extremo de su ser sin temores, nutrir sus raíces, de otro modo ¿cómo enaltecerse y extender las ramas? Vivía haciendo ardientes conjunciones entre el libre espíritu y el cuerpo… Pero, ¿para qué deambular en lo exhaustivo? Ella tenía razón, la hacía perder el tiempo si ella sencillamente se encontraba amarrada a sus instintos, consciente y por elección. La Judith pasada, si alguna vez fue real, había desaparecido. Una mañana, después de que ella se fue al trabajo, Amando recogió sus pertenencias, las metió en bolsas de plástico y les prendió fuego. Subió a su moto, tenía que irse. Se paró en una gasolinera con su apariencia mística y hermosa. Unas jovencitas que llenaban el tanque a su lado le rodearon con divertidos y abiertos coqueteos. Una pidió le diera un paseo en su moto, acercando su sensual rostro y su cuerpo torneado cubierto sólo por dos diminutas prendas. Cinco vulvas disponibles, cinco pares de senos más jóvenes que los de Judith... Armando sabía que había recorrido en casi toda su extensión la plenitud durante sus tres jóvenes décadas. Y sin mover gesto alguno o pronunciar palabra, abstraído en la abertura luminosa de los nuevos caminos al frente, subió en su moto y se dirigió veloz hacia la nada. Don Manuel Sánchez Silva (3 de julio de 1960) VIÑETAS DE LA PROVINCIA 4 Domingo 20 de marzo de 2016 2384 Rompeolas I Javier Chávez Cuando se mira al mar no es su inmensidad ni los azules esmeraldas es nuestro pasado flotante los recuerdos evocados *Integrante del taller Tablero, del profesor Efrén Rodríguez. Pintura de Michele Del Campo. DIRECTOR GENERAL: ARMANDO MARTÍNEZ DE LA ROSA COORDINADOR: JULIO CÉSAR ZAMORA VELASCO Imágenes: Fotos de Archivo. Correo: [email protected], [email protected] ESCRIBEN: Antonio Riestra, Leopoldo Barragán, Sugey Navarro, Gabriel Araico, Yunuén Cuevas, Herberto de la Rosa, Eduardo Ruvalcaba y Carlos Caco Ceballos. 2 Ágora Mar y juventud tud Ágora PLAZA CULTURAL DE Rompeolas II Julio César Zamora Esencial El tema del tema no son sus olas u horizontes Ni sus misterios y profundidades Son los anhelos reflejados Los deseos de hoy y siempre Alberto Ocón Ventura Eduardo Ruvalcaba Oropeza No importa el naufragio Cuando se observa el mar A propósito del comienzo de las vacaciones de Semana Santa, de lo que representa para muchas personas, en esta edición de Ágora presentamos el trabajo artístico del pintor Michele Del Campo, donde mar y juventud son dos constantes en su obra, en la que se percibe un clima cálido de la costa, a veces entre calles o edificios en los que sus personajes platican, caminan o van sobre bicicleta. Hay una particularidad entre los muros de esos inmuebles que presenta, el graffiti, por todos lados hay pintas. Por ello, más allá de su técnica, del color y la luz que resaltan en sus cuadros, hay una narrativa muy especial en sus pinturas, con ese mundo o atmósfera particular en que vive la gente, principalmente un sector juvenil, ese que podríamos decir cotidiano, que puede ser contemplado en las urbes de casi cualquier país. Este pintor italiano, nacido en San Nicandro Garganico (1976), cuenta historias a través del estado que reflejan sus personajes, escenas juveniles y triviales donde la charla del día puede ser sobre la escuela, el próximo bar o café, el nuevo video en youtube, el pantalón que te hace falta, hasta imágenes más oscuras donde los muchachos se enfrentan cara a cara, o mujeres solitarias que esperan algo, alguien, tal vez nada, sólo toman el sol. Del Campo vive y trabaja en Londres desde 2008, pero ha realizado exposiciones en diferentes países, desde Madrid, España, hasta Lima, Perú. 7 Ágora PLAZA CULTURAL DE Actualmente está de moda el abuso de la palabra “tema”, como comodín para sustituir las palabras adecuadas al discurso de lo que se está diciendo. Este estilo de hablar lo está aplicando una gran mayoría de la población, pero muy particularmente el gremio de los comunicadores, reporteros, periodistas, locutores, etc., y más especialmente aún, los políticos. Con el debido respeto a quienes eligen expresarse así, este estilo resulta chocante, porque decir para todo “tema”, aunque no aplique o salga sobrando, denota una gran pobreza intelectual y pereza mental, ya que mediante el uso de una palabra comodín se ahorran la necesidad de pensar en la palabra correcta a usar en cada ocasión. El mejor antídoto para evitar esta cacofonía es leer buenos libros, escritos por verdaderos conocedores de nuestro idioma. No es que se tenga nada en contra de la palabra tema, pues es realmente válida, especialmente cuando se refiere uno por ejemplo a la trama de una novela, película, obra de teatro, discurso o pieza oratoria. En la escuela primaria aprendí que: “Gramática es el arte de hablar y escribir correctamente un idioma”. Fíjense, es un arte, no ciencia, ni siquiera disciplina. Siendo un arte la gramática, se eleva a la categoría de algo que expresa belleza y destreza en su manejo. Lamentablemente, de la manera en que ha ido cayendo la calidad de la educación a través de los años, este principio básico se perdió, pues ya ni los maestros de escuela, salvo honrosas excepciones, hablan ni escriben correctamente el español. Ejemplos del uso incorrecto de la palabra “tema”: 1.- “Llegó con un tema de insuficiencia respiratoria”. En lugar de: “Llegó con un problema de insuficiencia respiratoria”. La palabra tema no es sinónimo de problema, condición, síndrome, situación, etc. 2.- En una situación de la compra de un terreno junto a un arroyo, el prospecto dice al vendedor: “Voy a consultar con mi arquitecto el tema del arroyo”. El vendedor, fingiendo no haber entendido lo que quiso decir con el mal empleo de tema, le dice al prospecto: ¿Va a dar su arquitecto una conferencia sobre el arroyo? Aquí es obvio que el prospecto, mal aplicando la palabra tema, quiso decir la posible afectación del arroyo sobre el terreno en caso de que llevara mucha agua en tiempo de lluvias. 3.- Dos personas están por larga distancia concretando una junta de negocios. Falta una tercera persona, y uno de ellos se lo comunica al otro. Este le pregunta: ¿Y cuándo va a llegar? El otro le contesta: En unos 3 meses; a lo que el otro contesta: “Uh! está largo el tema”. También éste, fingiendo no entender, le dice: ¿Va a ser muy larga la junta? Es evidente que el que estaba convocando a la junta quiso decir que el plazo estaba muy largo. Una vez más, tema no es sinónimo de plazo, ni tardanza, ni demora. 4.- Algún comunicador dijo: “No es lo mismo que un tema de una crisis económica”. Aquí sobra la palabra tema, pues la frase queda perfectamente comprensible diciendo simplemente: “no es lo mismo que una crisis económica”. 5.- “Esta es la nueva estrategia. A ver si la gente les cree este tema”. De nuevo, tema no es sinónimo de proyecto, asunto, propuesta, enfoque. ¿No sería mejor: “A ver si la gente les cree esta propuesta?”. 6.- “Delincuentes sexuales no podrán trabajar en temas que tengan que ver con niños”. Están utilizando mal la palabra temas, en lugar de las más apropiadas: asuntos, puestos, posiciones, empleos, etc. Mejor sería decir: “Delincuentes sexuales no podrán trabajar en puestos que tengan que ver con niños”. 7.- “¡Ese es el tema!”. Muy mal. Lo correcto es: “ese es el meollo, ese es el punto, eso es lo básico, eso es lo principal, eso es lo importante”, etc. 8.- “¡Es tu tema!”. Por favor, tema no es sinónimo de problema. 9.- “A ver cómo te va con el tema de la lluvia”. Una vez más, “tema” sale sobrando; no es cómo te va con el tema, sino cómo te va con la lluvia. 10.- “Vamos a ver cómo nos afecta el tema de la fuga del Chapo”. Y si decimos: “Vamos a ver cómo nos afecta la fuga del Chapo”. 11.- “Antes de salir manejando en las vacaciones hay que revisar las llantas, la suspensión y el tema de los frenos”. ¿Qué no será más bien el sistema de los frenos? 12.- Un funcionario dijo un día por la radio: “Ahora sí tenemos un tema con los temas derivados del tema del tráfico de armamentos”. ¡Verídico!, yo escuché este cantinflesco galimatías. Y una declaración de este tipo, realmente es para morirse de risa, ¿no es así? Ni la barca destruida Sólo el mar y tu cuerpo Pintura de Michele Del Campo. Estoy dispuesta a Yunuén Cuevas Hoy vengo a decirte que: Estoy dispuesta a quedar prendida de tu boca, entre esos dientes y ese aliento que me parten en pedazos la razón. A resbalarme entre tu tórax y brazos, a ser presa de tu voz. A ser el veneno de tu vida, el demonio de tus noches, el ángel perdido en tu infierno de éxtasis, deseo, de pasión. A sentir caricias desgarradoras en la espalda, para que luego las cures con tus besos. A buscar miradas entre las sábanas, esperando verte con los ojos cerrados al terminar. Estoy dispuesta a perder el aliento entre tanto jadeo que tu cuerpo me provoca. A deshidratarme el alma y quemarme por dentro. A caminar descalza, a ser el aire que dé vida a la perversión. A que te apoderes de mi piel y la tatúes de mariposas. A que me seduzcas y convertirme en la protagonista del más sádico de tus sueños al dormir. Estoy dispuesta a entrelazar tus dedos, a repetir tu nombre sin parar, a llegar a la cima con el placer disfrazado de sonrisas. A beber de tu boca las súplicas para no dejarme ir. A soportar el ardor en mis caderas que marcarás con tu ansiedad. Estoy dispuesta a quedarme callada, cuando te vengas en mí. A gritarte que sigas mientras te fundes en mis piernas y que de mí no quieras salir. A ser parte de nada por un momento. No quiero que seas eterno, tampoco inmortal. No te quiero mío, te quiero tuyo, sublime, intenso, inolvidable, tan excelso como lo que me haces sentir. Estoy dispuesta a volverme loca, no de amor, no de ti... estoy dispuesta a ser tu cómplice de este juego perverso, de estar contigo sin tener nada seguro, excepto a mí. 6 Ágora 3 Ágora PLAZA CULTURAL DE PLAZA CULTURAL DE Nacho y el árbol En la historia del arte… Ojos de selva Sugey Navarro Leopoldo Barragán Maldonado No necesitan tus ojos ser color de selva Ágora para contener su inmensidad, toda seduciendo a pernoctar en ellos, tibios, callados, con el susurro del viento. Mis pies descalzos leen la tierra que evoca tu piel callada, morena. He de pasear desnuda ante árboles y riachuelos: entre deshebradas luces, refulgentes fibras asomándose, curiosas menguando su llegada en el pecho de cada hoja. Contigo supe qué era caminar el cielo, este suelo que clama Sansón y Dalila, 1630, obra de Anton van Dyck. 20 de marzo 1852.- Se publicó La Cabaña del Tío Tom, de Harriet Beecher Stowe. La historia se centra en el relato del tío Tom, un esclavo afroamericano en torno al cual se mueven otros personajes, tanto esclavos como propietarios de ellos. La novela dramatiza la dura realidad de la esclavitud mientras muestra que el amor cristiano y la fe pueden superar algo tan destructivo como la esclavización de seres humanos. 21 de marzo 1685.- Nació Johann Sebastián Bach, un compositor, organista, clavecinista, violinista, violista, maestro de capilla y cantor alemán de música del Barroco, el miembro más importante de una de las familias de músicos más destacadas de la historia, con más de 35 compositores famosos y muchos intérpretes destacados. 1994.- La lista de Schindler, de Steven Spilberg, logra siete “Óscar”, y Belle Epoque, del español Fernando Trueba, es premiada como mejor película en lengua no inglesa. 22 de marzo 1599.- Nació Anton Van Dyck, un pintor flamenco especialmente dedicado a la elaboración de retratos. Llegó a ser el primer pintor de corte en Inglaterra tras una larga estancia en Italia. Con su método de pintura de una elegancia relajada, influyó en los retratistas ingleses, como Peter Lely. Además de retratos, se ocupó también de temas bíblicos y mitológicos, introduciendo algunas notables innovaciones pictóricas. 1832.- Falleció Johann Wolfgang Goethe, un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el romanticismo, movimiento al que influenció profundamente. Su obra, que abarca géneros como la novela, la poesía lírica, el drama e incluso controvertidos tratados científicos, dejó una profunda huella en importantes escritores, compositores, pensadores y artistas posteriores, siendo incalculable en la filosofía alemana posterior. 1923.- Nació Marcel Marceau, más conocido como Bip, fue un mimo y actor francés. Marceau creó en 1947 a Bip, el payaso con un suéter a rayas y con un maltratado sombrero de copa decorado con una flor (que representaba la fragilidad de la vida) y que se convirtió en su alter ego, similar al “vagabundo” de Chaplin. El estilo de la pantomima de Marceau no ha tenido par, sus ejercicios silenciosos que incluyen las clásicas representaciones de la caja, caminando en contra del viento, el hacedor de máscaras, entre otras, han sido descritas como geniales. 23 de marzo 1887.- Nació Juan Gris, seudónimo de José González, un pintor español que desarrolló su actividad principalmente en París como uno de los maestros del cubismo. Al igual que otros cubistas y que el arte moderno en general, Juan Gris tuvo escaso predicamento en los circuitos culturales españoles mientras vivió. A partir de la década de 1980 diversos museos y colecciones emprendieron la adquisición de pinturas suyas. 1910.- Nació Akira Kurosawa, uno de los más célebres directores de cine de Japón. Comenzó su carrera con Sugata Sanshiro (La leyenda del gran Judo), dirigió más de 30 películas, entre ellas algunas tan conocidas como Los siete samuráis, Rashōmon y Dersu Uzala. En 1990 recibió un Oscar honorífico por su trayectoria. 24 de marzo 1905.- Falleció Julio Verne, novelista francés considerado como uno de los padres de la ciencia ficción. Es además el segundo autor más traducido de procurar nuestro encuentro. todos los tiempos. Entre sus obras más reconocidas: Veinte mil leguas de viaje submarino, Viaje al centro de la tierra, La isla misteriosa, Cinco semanas en globo y La vuelta al mundo en 80 días. 1949.- Por primera vez una película extranjera obtuvo un Óscar de Hollywood. Fue la británica Hamlet, interpretada por Laurence Olivier. 1996.- Falleció Lola Beltrán, cantante, actriz y presentadora de televisión mexicana considerada como la máxima exponente de la música vernácula mexicana. Sus interpretaciones más famosas: Grítenme Piedras del Campo, Los laureles, Huapango Torero, Cucurrucucú Paloma, Paloma negra, Mi ciudad, La piedra, Gracias y Alma de acero. Lola es un icono en la cultura mexicana, y en especial en la sinaloense. 25 de marzo 1867.- Nació Arturo Toscanini, músico y director de orquesta italiano, considerado por muchos de sus contemporáneos y por muchos críticos de la actualidad como el más grande director de orquesta de su época y del siglo XX. Esa misma fecha, pero de 1918, falleció Claude Debussy, prolífico compositor francés y una de las figuras más destacadas de la música impresionista. 26 de marzo 1892.- Falleció Walt Whitman, poeta, ensayista, periodista y humanista estadounidense. Su trabajo se inscribe en la transición entre el trascendentalismo y el realismo filosófico, incorporando ambos movimientos a su obra. El trabajo de Whitman rompe los cánones de la forma poética y es generalmente cercano a la prosa. Utilizó imágenes y símbolos inusuales en poesía como hojas podridas, ramitas de paja y escombros. También escribía abiertamente sobre la muerte y la sexualidad, incluyendo la prostitución. Hace seis años, nuestro gobernador Ignacio Peralta Sánchez enfatizó: “Quiero ver a los filósofos de la Academia, reunidos a la sombra de este árbol que plantamos”. Estas palabras pronunciadas por el entonces presidente municipal de Colima (2009-2012) nos fueron dirigidas a los miembros que integrábamos la Academia Colimense de Filosofía y Ciencias, A.C., así como a estudiantes y numerosa concurrencia que nos dimos cita en la parte norte del jardín Torres Quintero, para presenciar aquel significativo evento. Nuestra tradición de plantar un árbol anualmente la debemos a la iniciativa del maestro Ricardo Ante Villalobos, quien certeramente acercó la propuesta para que los asociados recordáramos nuestro compromiso de mantener viva a la filosofía en la región, en palabras de Ricardo: “para que la filosofía no se beba la cicuta”, en franca alusión a la sentencia con que el tribunal ateniense condenó a Sócrates. Por otra parte, en su dimensión histórica de la filosofía occidental, este tipo de eventos se remontan al siglo XIX, y nacen al interior del idealismo alemán, en forma concreta con Hegel y su grupo de allegados, entre ellos el poeta Hölderling, quienes encantados por los ideales que motivaron la revolución francesa, acordaron plantar cada año un árbol en los suburbios de la ciudad de Jena, llamándole como “el árbol de la libertad”. Recordemos que la piedra angular que sostiene la estructura conceptual del idealismo alemán, postulado por Fichte y culminado con Hegel, es la idea de libertad que se encarna en la conciencia del pueblo, desplegándose en triadas dialécticas de oposición, superación y conciliación. Así, para ellos el triunfo revolucionario francés representó la superación del absolutismo, y en la visión hegeliana la segmentación feudal de las alemanias, debería concluir en un estado unificado, por eso su famosa frase: “el estado es la encarnación moral de un pueblo”. Para no olvidar estos ideales, aquellos jóvenes filósofos cada año, con pico y pala, excavaban la tierra para plantar su árbol y renovar su promesa. En lo personal, Hegel es uno de mis favoritos, cuando he tenido la oportunidad de hablar acerca de filosofía, ya sea intra o extra murus docendi, el filósofo nacido en Sttutgart no pasa por desapercibido, y fue, precisamente, en un aula del Tecnológico de Monterrey, campus Colima, donde tuve el gusto de conocer a nuestro actual gobernador. Nacho, como otros adolescentes de finales de la época ochentera, fue mi alumno en la clase de filosofía. Por aquel tiempo sonaba con ganas el grupo Flans y su éxito “Bazar”; la compañía francesa “Naf-Naf” lanzó al mercado toda una línea de ropa unisex, entre las cuales sobresalían las camisetas, y como la clase de filosofía era por las tardes, para mitigar el calor me daba por usar ese tipo de prendas, así que uno de mis primeros apodos en el mundo de la docencia fue el “naf-naf”, y así quedé etiquetado en la mentes de aquellos estudiantes. Los años pasaron, Nacho fue postulado por el tricolor para la gubernatura del estado; un martes de tantos, siendo ya candidato, Nacho caminaba tranquilamente por la calle principal del Rancho de Villa, saludaba a la gente; ahí lo encontré, aproveché que no iba rodeado de alguien y me detuve para saludarlo, observé que al principio no me reconocía, pero de pronto se me ocurrió sacar la mejor tarjeta de presentación: el apodo, y le dije: para que me recuerdes: ¡Soy el naf-naf!, su expresión cambió y por breves momentos recordamos los tiempos idos. Hoy que el árbol de la filosofía ha crecido y nos regala su sombra, es un buen paraje para reunirnos a filosofar sobre las cosas de la vida cotidiana, porque ese es el objetivo de la Academia, acercar la filosofía a la gente, mostrarla en su original naturaleza con la que apareció en la historia, despojándola de sus vestiduras oscurantistas. La filosofía, como parte de la cultura general, es un ingrediente humanista que debe estar presente en toda sociedad. Señor Gobernador, estamos a tus respetables órdenes. Aliteraciones Herberto de la Rosa Sotomayor La brisa La suave, sutil y fresca brisa se desliza sobre su hermoso y tibio rostro, y yo, celoso lo cubro de besos y risas. Sus manos Lentas y lujuriosas bajan libinidosas eludiendo cual serpientes mi pálido rostro y mi tenso cuerpo. El Sol Fugitivo y manso Sol, que silencioso asciendes y obsequias bronceadas y esquivas huellas, no desdeñes las noches, pues sin ti, no brillan las estrellas. 4 Ágora PLAZA CULTURAL DE Tornavoz Digamos que la pintura es un espejo: Ana Francisca Urrusti VIÑETAS DE LA PROVINCIA Evocaciones musicales El director de orquesta, pintura de Frédéric Blaimont. Convencido de su mérito, se hacía pagar caro,loquenoeraobstáculoparaquefuera constantemente solicitado para amenizar matrimonios, fiestas domésticas y bailes formales, que abundaban en el sonriente Colima de aquella época, en que las gentes posiblemente tenían menos dinero, pero sabían divertirse más. Antonio Riestra (3 de julio de 1960) Don Manuel Sánchez Silva Ahora que los ritmos modernos, estrafalarios y distorsionados, como el “cha-cha-chá”, “merengue” y mambo, vienen aturdiendo con sus estridencias, resulta oportuno recordar los gustos musicales de hace apenas 30 y 35 años y a sus más destacados intérpretes de la provincia. Hermosa música aquella, rica en melodías y en cadencia, que surgiendo de la posguerra en 1918 inyectó alegría y optimismo a una humanidad deseosa por divertirse para olvidar los horrores de la matanza y disfrutar intensamente del goce de la supervivencia. El tango, tristón y lánguido, apareció poco antes de la guerra y se mantuvo hasta mediados de los años veintes, compartiendo los honores en la predilección de la gente de aquel tiempo con el “one step”, el “camel” y el “fox trot”, habiendo sido este último el ritmo que mayores simpatías tuvo. Después vinieron los “blues”, sedantes y excesivamente lentos, de lentitud casi letárgica. Y la mejor prueba de que ese tipo de música tenía verdadero mérito es que sigue teniéndolo, ya que de algunos años a esta parte se está operando una regresión a los aires de moda en esos maravillosos años veinte, a fines de los cuales estalló la algarabía de jazz, interpretado por instrumentales de nueva creación, como el violinófono, el nomanote, el banjo, la batería, el vibráfono y, sobre todo, la desbordante invasión de los saxofones. El jazz fue toda una revolución. Sin embargo, para los buenos aficionados a la música, tenía el inconveniente de ser demasiado ruidoso y agitado. Fue Paul Waittman, el famoso gordinflón de los éxitos yanquis, el que lo depuró y estilizó al convertirlo en “jazz sinfónico”, lo que le abrió las puertas de la aceptación definitiva. Entre los músicos de entonces, don Emilio Torres se destacó por méritos propios. Era un hombre moreno y bien presentado. Había estudiado violín con el venerado maestro don José Levy y dominaba el difícil instrumento. Después de formar parte de diversos conjuntos musicales, integró su propia orquesta y se hizo de un magnífico archivo, en él contenía las partituras de todas las melodías de moda. Era intransigente en materia de técnica musical y obligaba a sus filarmónicos a hacer “escoletas” diarias y exhaustivas. Dirigía con la precisión de un metrónomo y la más insignificante disonancia lo ponía fuera de sí, como también le encolerizaba que algún instrumento adelantara o retardara 5 Ágora PLAZA CULTURAL DE en fracciones de segundo su intervención. Tenía, musicalmente hablando, la obsesión de la exactitud cronológica. Convencido de su mérito, se hacía pagar caro, lo que no era obstáculo para que fuera constantemente solicitado para amenizar matrimonios, fiestas domésticas y bailes formales, que abundaban en el sonriente Colima de aquella época, en que las gentes posiblemente tenían menos dinero, pero sabían divertirse más. Don Emilio era de pocas palabras y de genio fácilmente irritable. A diferencia del tipo de director moderno, que extrema gracejadas y le preocupa más hacer reír al público con sus contorsiones y payasadas que manejar la batuta con maestría, de lo que menos se ocupaba el señor Torres era de hacerse grato a los asistentes a un festejo, dando la impresión de que no tocaba por contrato para divertir a los demás, sino por el gusto personalísimo de “hacer música”, sin que le importara un comino la concurrencia. Pertenecía a la vieja solera de los antiguos músicos, realmente músicos. Sus explosiones y salidas de tono, manifestaciones de su temperamento, eran conocidas de propios y extraños. Cuando en un descanso se le acercaba alguien para preguntarle: -¿Qué va usted a tocar en seguida? -¡El violín! -contestaba con acritud-, yo únicamente toco el violín... -con lo que el curioso quedaba ignorante de cuál sería la próxima melodía por ejecutar. Durante el gobierno del licenciado Solórzano Béjar, y en el siguiente de don Laureano Cervantes, don Emilio intervino en la política. Fue diputado local y presidente municipal, pero sus incursiones por los vericuetos de las cosas públicas no afectaron el ejercicio de su profesión. Conservó su orquesta y siguió dirigiéndola con la misma seguridad y severidad de cuando era un simple ciudadano. Nadie como él en Colima interpretó aquellos encantadores “fox” de la vida: “Chapultepec”, “Plenitud”, “Nido de amor”, “Pompas”, “Mi hombre”, “Juana de Arco”, “Dardanela” y tantas melodías de ese tiempo, estimulantes de la alegría y el romanticismo de los muchachos de entonces, que ahora peinamos canas. Fue don Emilio Torres el último director de orquesta colimense, verdaderamente director. * Periodista, escritor y fundador de Diario de Colima.† El pasado mes de febrero, una mañana me hallé con Mis utopías realizables en la vida cotidiana, exposición primera de la joven artista plástica Ana Francisca Urrusti, quien, con técnica emotiva e inteligencia de gran colorista, se aproxima al cuadro. En entrevista, discurre sobre ello. El proceso Tiene que ver con la transparencia de las emociones, las ideas y la libertad que genera ese momento, y te tienes que entregar a ese momento, porque no se trata de ocultar nada: tienes que saber que todo el tiempo se está revelando algo y debes hacerte responsable de lo que se está revelando, y decidir hasta qué punto; es una desnudez y también algo que no sé describir. La responsabilidad Hay una congruencia ética todo el tiempo (cada movimiento), que no puede quedarse en el cuadro o en la poesía del cuadro: tiene que salirse del cuadro, estar por todos lados, porque es una energía que participa de lo que otros han vivido, y uno también está ahí. Lo que sucede Entra uno a lo que va a suceder. Y uno incide. Y no está bien claro cuál es el límite entre el pasado y el futuro, pero es importante quitarle las fronteras a esa fusión. Las dimensiones Se ha investigado muy poco cuál es el alcance de las dimensiones. Es difícil describirlo, pero sí se puede. Las ideas viajan en muchos tiempos y son viajes del tiempo, y existe la posibilidad de crear otras ideas que cambian de dimensión y puedes entrar a un portal y a otro, como si fueran sueños −los sueños funcionan así: te cambias de dimensión y puedes entrar y salir, pero hay una responsabilidad al entrar y salir; una visión. La visión Hay una conciencia de lo que uno quiere dejar, aportar, pero tienes que estar consciente de todos los tiempos que están sucediendo en ese momento, atender la parte mágica que aun cuando no nos demos cuenta ahí está, decidir entonces qué debemos proponer en el cuadro de manera justa que pueda mover emociones. Sentir es la pauta para hacerlo, para que otros puedan sentir dicha libertad que ahora se comparte. Sentir Sentir lo mejor posible el instante. Y la inteligencia de todos los días. Esa inteligencia se aterriza en el cuadro. Entonces, se parece mucho a la vida cotidiana: nos sirve para seguir aquí, vivos. La comunicación El conocimiento también es una ficción. Y de pronto se ha decidido que una persona que pertenece a cierto lugar Hay una conciencia de lo que uno quiere dejar, aportar, perotienesqueestarconsciente detodoslostiemposqueestán sucediendo en ese momento. no tiene algún conocimiento. En lo que yo he vivido eso no es cierto. Todo mundo puede ver desde ángulos distintos y eso es lo que enriquece la obra, y eso es lo que genera la comunicación. Las perspectivas, todas, son importantes. La técnica La pintura no nada más es lo técnico: también es la experiencia. Ahora, el nivel es difícil de determinar. Hasta qué punto alguien sintió o no, o no le interesó. Digamos que la pintura es un espejo. Hay gente a quien no le gusta verse al espejo y hay gente a quien le gusta mucho verse al espejo y meterse al espejo y romper el espejo y salir del espejo. La experiencia Las emociones son universales, y todas las piezas también; el problema está en el receptor, que de pronto qué tal que no quiere sentir algo. Entonces, cuando una pieza provoca o está hecha para que el otro sienta y hay un interés, se nota, y hay piezas que también se nota que no querían que nadie opinara, porque están hechas con fórmulas muy estrictas. Pero si hay interés y no hay emoción, hay que preocuparse, porque tal vez uno no está alcanzando lo más cotidiano y lo más importante que tenemos para empatizar.
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