L`O S S E RVATOR E ROMANO

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L’OSSERVATORE ROMANO
EDICIÓN SEMANAL
Unicuique suum
Año XLVIII, número 10 (2.456)
EN LENGUA ESPAÑOLA
Non praevalebunt
Ciudad del Vaticano
11 de marzo de 2016
En el Ángelus el Papa habla del padre misericordioso y recuerda a las Misioneras de la caridad asesinadas en Yemen
Mártires que no son noticia
Admiración por los corredores humanitarios para los refugiados en marcha hacía Italia
El Papa Francisco, al término del
Ángelus del domingo 6 de marzo dedicado
a la parábola del padre misericordioso,
expresó su «cercanía a las Misioneras de
la caridad por el grave luto que las
golpeó con el asesinato de cuatro religiosas
en Yemen».
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En el capítulo quince del Evangelio
de san Lucas encontramos las tres parábolas de la misericordia: la de la oveja
encontrada (vv. 4-7), la de la moneda
encontrada (vv. 8-10), y la gran parábola del hijo pródigo, o mejor, del padre
misericordioso (vv. 11-32). Hoy sería bonito que cada uno de nosotros, tomara
el Evangelio, este capítulo XV de Lucas,
y leyera las tres parábolas. Dentro del
itinerario cuaresmal, el Evangelio nos
presenta precisamente esta última parábola del padre misericordioso, que tiene como protagonista a un padre con
sus dos hijos. El relato nos hace ver algunas características de este padre: es
un hombre siempre preparado para
perdonar y que espera contra toda esperanza. Sorprende sobre todo su tolerancia ante la decisión del hijo más joven de irse de casa: podría haberse
opuesto, sabiendo que todavía es inmaduro, un muchacho joven, o buscar algún abogado para no darle la herencia
ya que todavía estaba vivo. Sin embargo le permite marchar, aún previendo
los posibles riesgos. Así actúa Dios con
nosotros: nos deja libres, también para
equivocarnos, porque al crearnos nos
ha hecho el gran regalo de la libertad.
Nos toca a nosotros hacer un buen uso.
¡Este regalo de la libertad que nos da
Dios, me sorprende siempre!
Pero la separación de ese hijo es sólo
física; el padre lo lleva siempre en el
corazón; espera con confianza su regreso, escruta el camino con la esperanza
de verlo. Y un día lo ve aparecer a lo
lejos (cf. v. 20). Y esto significa que este padre, cada día subía a la terraza para ver si su hijo volvía. Entonces se
conmueve al verlo, corre a su encuentro, lo abraza y lo besa. ¡Cuánta ternura! ¡Y este hijo había hecho cosas graves! Pero el padre lo acoge así.
La misma actitud reserva el padre al
hijo mayor, que siempre ha permanecido en casa, y ahora está indignado y
protesta porque no entiende y no comparte toda la bondad hacia el hermano
que se había equivocado. El padre también sale al encuentro de este hijo y le
recuerda que ellos han estado siempre
juntos, tienen todo en común (v. 31),
pero es necesario acoger con alegría al
hermano que finalmente ha vuelto a casa. Y esto me hace pensar en una cosa:
cuando uno se siente pecador, se siente
SIGUE EN LA PÁGINA 6
A tres años del inicio de pontificado de Francisco
Desde el fin del mundo
El sentido
y las consecuencias
del viaje a México
ALBERTO SUÁREZ INDA*
El domingo 13 de marzo se cumple el tercer aniversario de la
elección de Jorge Bergoglio como Pontífice. Su pontificado es el
primero en la historia contemporánea de la Iglesia católica en el
que conviven dos Papas: Benedicto XVI, emérito tras su renuncia,
y el Papa Francisco en plenos poderes. El tercer año ha sido
fructífero destacando la publicación de la encíclica Laudato si’,
los viajes apostólicos, la celebración del Sínodo sobre la familia y
el inicio del Jubileo de la Misericordia y el histórico encuentro
con el Patriarca ortodoxo Kirill.
Después de un mes de la visita del Papa Francisco a México seguimos saboreando, rumiando y asimilando lo que
este acontecimiento de gracia significa
para la Iglesia y para el pueblo de México. Sin duda que la clave de este viaje nos la dio el mismo Santo Padre al
quedarse solo un buen rato ante la imagen de santa María de Guadalupe, contemplándola y dejándose contemplar
por Ella. El espíritu mariano le da al
servicio petrino su autenticidad católica. Además de la solidez de la roca y
de la firmeza de las columnas apostólicas, se necesita la ternura y confianza
que inspira la Madre. Fue un momento
conmovedor el tiempo que pasó el Papa en silencio en el camerino de la Virgen, pero sobre todo fue un signo teológico y pastoral decisivo.
Desde el primer discurso en el Palacio Nacional hasta su despedida en el
aeropuerto de Ciudad Juárez, constantemente se refería el Papa a la GuadaSIGUE EN LA PÁGINA 12
L’OSSERVATORE ROMANO
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viernes 11 de marzo de 2016, número 10
La invitación de la Cuaresma
Convertirse a la vida
fermedad, la muerte y la iluminación, la vida ordinaria, también y sobre todo la vida ordinaria, todo puede ser un camino. Más aún: todo lo
que te sucede es un camino para ti.
A lo que hay que convertirse, por
tanto, es a la vida. A la vida con todas sus luces y sombras, con todas
sus contradicciones. Esa vida contradictoria, a veces dulce y a veces feroz, indomable siempre, esa vida es
toda ella maravillosa. Esa es la noticia. A esa conversión a la maravilla
es a la que estamos llamados. Se nos
invita a no agarrarnos a nada, a vivir
lo que se presenta, a no quedarse
encerrado en un esquema. Se nos invita a una permanente y dulce desestabilización.
Lo que más daño nos hace es la
reputación, la imagen que queremos
dar de nosotros mismos. Eso nos esclerotiza. Eso no idiotiza. Es a eso a
lo que hay que morir. Y convertirse
a la aventura, convertirse al no sa-
minar por ella con la fiebre de la de- vayan a decir los demás, ese temor
terminación y luego, al final, arrojar- que tanto nos paraliza. La opinión
te por el precipicio en el que esa ca- ajena no importa nada, nunca imTodo sucede de la manera más inesrretera termina. Porque toda carrete- porta nada. Sólo importa tu coraperada y maravillosa cuando estás
ra conduce a un precipicio. Y por- zón, tu conciencia, tu obediencia a
en la clave adecuada. De pronto, en
que si no hay un precipicio a su tér- tu conciencia, tu fidelidad a tu vitu diario encuentras una frase lumimino es que eso no es una carretera, sión, a la revelación de cada ahora.
nosa, dos, tres, una página: te ha nasino un espejismo.
A lo que hay que convertirse es a la
cido el germen de un libro, una viConozco bien, de primera mano, vida porque ella es sencillamente lo
sión que sólo pide ser transcrita, una
el miedo que da saltar. Pero la vida que estamos buscando.
obra de arte que te pide permiso paes la experiencia de
ra existir y un fuego que quiere que
ese salto. Siempre —al
tú lo atices para calentar y alumbrar
menos yo— estamos
a la humanidad, que para eso se esNinguno de nuestros defectos o faltas,
entre el abismo y el
criben los libros.
cielo, entre el vuelo y
por graves que nos parezcan o que puedan
O de pronto aparece en tu horila caída. Estar permazonte una persona de la que en un
ser, empañan la maravilla que somos
nentemente entre esas
segundo te enamoras locamente, aldos posibilidades: esa
guien a quien darías la vida entera
aún sin conocerla. Inesperadamente,
es la aventura del ser
humano, y a eso, estoy seguro, es a
También nosotros, como la vida,
sólo porque es hermosa, o porque
lo que se nos llama en la cuaresma. somos maravillosos, todos nosotros
sonríe, o por el timbre de su voz
Salta si quieres vivir. Suelta tu per- sin excepción. Aunque a veces seaque te recuerda al de la chica de
sonaje, por respetable que sea, si mos egoístas o mentirosos, o soberquien te enamoraste de adolescente,
quieres entender el Evangelio de Je- bios o perezosos: ninguno de nuesdeseas entregarte a ella, hundirte en
tros defectos o nuestras faltas, por
sucristo.
ella, abrazar su humanidad y crear a
Todo empieza cuando dices, de graves que nos parezcan o que realsu lado una humanidad
acuerdo, voy a saltar. Todo empieza mente puedan ser, empañan la maranueva.
cuando dices; quizá me estrelle, pero villa que somos. Estamos invitados a
O de pronto sientes a
Salta
si
quieres
vivir.
Suelta
tu
personaje,
confío en volar. Basta decir: sí. ¡Sí, abrazar esas contradicciones, a amarDios claramente, irrefutablemente, arrebatadopor respetable que sea, si quieres entender sí, sí, Dios mío, sea lo que sea, sí! nos como somos, tan maravillosaContigo al fin del mundo. Basta de- mente defectuosos, tan tontos, tan
ramente. Es una sensael Evangelio de Jesucristo
cirle a Dios: quiero una vida conti- torpes, tan listos, tan mezquinos o
ción inefable, efervesgo. No me imagino una vida sin ti, tan heroicos. Tú eres una maravilla,
cente, transformadora,
Tengo el vientre lleno de mariposas él es maravilloso, ella es maravillosa,
inequívoca. Dios es entonces —¿quién lo habría dicho?— lo ber, aunque tengas 40 años, aunque porque me he enamorado de ti, Dios somos increíbles y todavía no nos
más real, y todo lo demás, todos los tengas 80. Siempre, con 80, con 85 mío. Pase lo que pase, cuenta con- hemos dado cuenta. Alguien tiene
demás, están ahí sólo para ser partí- años, siempre puedes empezar. Yo migo. Estoy aquí para lo que quie- que venir a decírnoslo para que los
cipes de esa maravilla que tú, quién quiero empezar siempre. Me gusta la ras. No me imagino una vida sin ti, veamos de una vez por todas.
La cuaresma es una invitación a
sabe por qué, has descubierto con gente que empieza siempre: los vie- no quiero una vida sin ti, tú eres la
20 años, o con 50, y necesitas impe- jos que se enamoran, que se matricu- Vida y de tu lado no me muevo. dejar atrás tanta tontería y a darnos
lan en la universidad, que se apun- Contigo estoy dispuesto a ir al in- cuenta de que somos una maravilla.
riosamente comunicar.
Claro que también lo oscuro, y a tan a un coro a cantar o a una es- fierno. Llévame al infierno si quie- Una invitación a enamorarse de la
veces sobre todo lo oscuro. Sucede cuela de idiomas para aprender una res, Señor, pero contigo, por favor. vida y a vivirla con toda intensidad.
de la manera más inesperada. De lengua que apenas tendrán tiempo Eso es amor. Esa es la invitación de A no ir siempre a medio gas. A decir
la cuaresma. No quedarse en sucedá- sí, me la juego, apuesto, me lanzo,
pronto, por ejemplo, te encuentras para hablar.
Lo bueno de la vida es empezar. neos, en apariencias, en convencio- estoy aquí, quiero vivirlo todo: el
con que has perdido a tu ser querido: se ha muerto, se lo han llevado, Tomar la carretera desconocida, ca- nalismos, en lo trillado, en lo que amor y el enamoramiento, la fe y la
oscuridad, la enfermedad y la muerse ha ido, ya no está. Sencillamente
te, todo quiero vivirlo porque todo
ha dejado de estar a tu lado y, en su
merece vivirse y porque todo es o
lugar, hay un gran vacío que no
puede ser un misterioso camino hacrees que puedas rellenar jamás. El
cia la plenitud.
amor ha sido sustituido por una auPor mi parte, humilde pero rotunsencia que tú miras atónito, como si
damente os digo que quiero vivir esfueras un niño a quien han soltado
ta aventura de la vida a vuestro laen medio de un bosque en plena nodo, queridos amigos y lectores. Para
che, o como si fueses de otro planemí es un privilegio caminar en vuesta.
tro compañía. Sois una ventana por
O de pronto, ahora que todo iba
la que quiero mirar. A lo que hay
tan bien, te ha visitado una enfermeque convertirse es a la vida, querido
dad: un dolor agudo en el costado
amigo y lector. Es ahí donde nos esizquierdo, un sobresalto en el corapera la fiesta. Este camino de la cuazón, un pinchazo en la espalda, inresma hacia ese territorio de fiesta
soportable por repentino y violento,
que es la pascua es el que quiero hauna misteriosa mancha en la piel,
cer contigo, abrazando nuestras
una nube en los ojos, un fantasma
sombras, las tuyas y las mías, ¡son
en la cabeza, como una serpiente
después de todo tan parecidas! Troque se desliza sembrando devastapezando y levantándonos juntos.
ción... No importa lo que sea. El
Con ligereza. Con humor. Con coramal ha hecho acto de presencia. Ha
je. Con humildad. Con determinallamado a tu puerta y se ha colado
ción. A lo que hay que convertirse es
en la habitación de tu cuerpo, disa la vida, ¿te vienes? ¿No sientes ya,
puesto a hacer estragos.
al menos turbia y lejanamente, el
El tiempo litúrgico de la cuaresma
asombro ante el esplendor, el estutrae esta noticia: todo, todo sin exBartolomé
Esteban
Murillo,
«El
regreso
del
hijo
pródigo»
(1667-1670)
cepción: el enamoramiento y la enpor y la maravilla?
PABLO D'ORS
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número 10, viernes 11 de marzo de 2016
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A la Academia pontificia para la vida Francisco indica la centralidad del hombre también en ámbito científico
Valor que se debe proteger
Y alerta sobre las colonizaciones ideológicas enmascaradas de virtud y modernidad
«La cultura contemporánea conserva aún los criterios para afirmar que
el hombre, sean cuales fueran sus condiciones de vida, es un valor que se
debe proteger; sin embargo, ella es a menudo víctima de incertezas
morales, que no le permiten defender la vida de manera eficaz»: lo
recordó el Papa Francisco durante la audiencia a los participantes en la
asamblea general de la Academia pontificia para la vida, a quienes
recibió el jueves 3 de marzo, por la mañana, en la sala Clementina.
Queridos hermanos y hermanas:
el aire limpio de la libertad
y el agua vivificante de la
verdad, protegerla de los venenos del egoísmo y de la
mentira. En el terreno de
nuestra humanidad podrá
brotar, entonces, una gran
variedad de virtudes.
La virtud es la expresión
más auténtica del bien que
el hombre, con la ayuda de
Dios, es capaz de realizar.
Ella «permite a la persona
no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí
misma» (Catecismo de la
Iglesia católica, 1803). La virtud no es
un simple hábito, sino la actitud
constantemente renovada a elegir el
bien. La virtud no es emoción, no es
una habilidad que se adquiere con
un curso de actualización, y menos
aún un mecanismo bioquímico, sino
que es la expresión más elevada de
la libertad humana. La virtud es lo
mejor que ofrece el corazón del
hombre. Cuando el corazón se aleja
del bien y de la verdad contenida en
la Palabra de Dios, corre
muchos peligros, se ve
privado de orientación y
La acción buena no es la correcta
correo el riesgo de llamar
bien al mal y mal al
aplicación del saber ético
bien; las virtudes se piersino que presupone un interés real
den, tiene más fácilmente
espacio el pecado, y luepor la persona frágil
go el vicio. Quien emprende esta pendiente
resbaladiza cae en el
hombres, salen las intenciones ma- error moral y se ve oprimido por
las» (Mc 7, 21). En la Biblia, el cora- una creciente angustia existencial.
zón es el órgano no sólo de los afecLa Sagrada Escritura nos presenta
tos, sino también de las facultades la dinámica del corazón endurecido:
espirituales, la razón y la voluntad, cuanto más el corazón está inclinado
es la sede de las decisiones, del mo- al egoísmo y al mal, es más difícil
do de pensar y de obrar. La sabidu- cambiar. Dice Jesús: «Todo el que
ría de las elecciones, abierta al movi- comete pecado es un esclavo» (Jn 8,
miento del Espíritu Santo, compro- 34). Cuando el corazón se corrompe,
mete también el corazón. De aquí son graves las consecuencias para la
nacen las obras buenas, pero tam- vida social, como lo recuerda el probién las que son fruto de una equi- feta Jeremías. Cito: «Tus ojos y tu
vocación, cuando se rechaza la ver- corazón no están más que a tu grandad y las sugerencias del Espíritu. El jería. Y a la sangre inocente para
corazón, en definitiva, es la síntesis verterla. Y al atropello y al entuerde la humanidad plasmada por las to» (22, 17). Tal condición no puede
manos mismas de Dios (cf. Gen 2, 7) cambiar ni en virtud de teorías ni
y contemplada por su Creador con por efecto de reformas sociales o pouna complacencia única (cf. Gen 1, líticas. Sólo la obra del Espíritu San31). En el corazón del hombre Dios to, si nosotros colaboramos, puede
derrama su propia sabiduría.
reformar nuestro corazón: Dios misEn nuestro tiempo, algunas orien- mo, en efecto, aseguró su gracia efitaciones culturales ya no reconocen caz a quien lo busca y a quien se
la huella de la sabiduría divina en convierte «de todo corazón» (cf. Jl
las realidades creadas y tampoco en 2, 12 ss.).
el hombre. La naturaleza humana,
Hoy son muchas las instituciones
de este modo, queda reducida en comprometidas en el servicio a la vimateria, modelable según un desig- da, en el ámbito de la investigación
nio cualquiera. Nuestra humanidad, o de la asistencia; ellas promueven
en cambio, es única y muy valiosa a no sólo acciones buenas, sino tamlos ojos de Dios. Por esto, la prime- bién la pasión por el bien. Pero exisra naturaleza que se debe custodiar, ten también muchas estructuras
a fin de que dé fruto, es nuestra hu- preocupadas más por el interés ecomanidad misma. Tenemos que darle nómico que por el bien común. HaOs doy la bienvenida a todos vosotros, reunidos para la asamblea general de la Academia pontificia para
la vida. Me complace de manera especial ver al cardenal Sgreccia,
¡siempre activo, gracias! Estos días
estarán dedicados al estudio de las
virtudes en la ética de la vida, un tema de interés académico, que dirige
un mensaje importante a la cultura
contemporánea: el bien que el hombre realiza no es el resultado de cálculos o estrategias, ni tampoco es el
producto del orden genético o de los
condicionamientos sociales, sino que
es el fruto de un corazón bien dispuesto, de la libre elección que tiende al bien auténtico. No bastan la
ciencia y la técnica: para realizar el
bien es necesaria la sabiduría del corazón.
De diversos modos la Sagrada Escritura nos dice que las intenciones
buenas y malas no entran en el
hombre desde el exterior, sino que
brotan de su «corazón». «De dentro
—afirma Jesús—, del corazón de los
blar de virtud significa afirmar que
la elección del bien hace partícipe y
compromete a toda la persona; no es
una cuestión «cosmética», un embellecimiento exterior, que no daría
fruto: se trata de arrancar del corazón los deseos deshonestos y buscar
el bien con sinceridad.
En el ámbito de la ética de la vida, las normas, que incluso siendo
necesarias, y que ratifican el respeto
de las personas, por sí solas no son
suficientes para realizar plenamente
el bien del hombre. Son las virtudes
de quien realiza en la promoción de
la vida la última garantía de que el
bien será realmente respetado. Hoy
no faltan los conocimientos científicos y los instrumentos técnicos capaces de ofrecer apoyo a la vida humana en las situaciones en las que se
muestra débil. Pero muchas veces
falta la humanidad. La acción buena
no es la correcta aplicación del saber
ético, sino que presupone un interés
real por la persona frágil. Que los
médicos y todos los agentes sanita-
Los médicos y todos los agentes
sanitarios deben conjugar ciencia
técnica y humanidad
rios nunca dejen de conjugar ciencia, técnica y humanidad.
Así, pues, aliento a las Universidades a considerar todo esto en sus
programas de formación, a fin de
que los estudiantes puedan madurar
las disposiciones del corazón y de la
mente que son indispensables para
acoger y cuidar la vida humana, según la dignidad que en cualquier
circunstancia les pertenece. Invito
también a los directores de las estructuras sanitarias y de investigación a hacer que los empleados consideren también el trato humano como parte integrante de su cualificado servicio. En todo caso, que quienes se dedican a la defensa y a la
promoción de la vida puedan mostrar ante todo su belleza. En efecto,
como «la Iglesia no crece por proselitismo sino “por atracción”» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 14), así
la vida humana sólo se defiende y se
promueve eficazmente cuando se la
conoce y se muestra su belleza. Viviendo una genuina compasión y las
demás virtudes, seréis testigos privilegiados de la misericordia del Padre
de la vida.
La cultura contemporánea conserva aún los criterios para afirmar que
el hombre, sean cuales fueran sus
condiciones de vida, es un valor que
se debe proteger; sin embargo, ella
es a menudo víctima de incertezas
morales, que no le permiten defender la vida de manera eficaz. Más
bien a menudo, luego, puede suceder que bajo el nombre de virtud, se
enmascaren «espléndidos vicios».
Por ello es necesario no sólo que las
virtudes formen realmente el modo
de pensar y de obrar del hombre, sino que sean cultivadas a través de
un continuo discernimiento y estén
arraigadas en Dios, fuente de toda
virtud. Quisiera repetir
aquí una cosa que he
dicho algunas veces:
debemos estar atentos
a las nuevas colonizaciones ideológicas que
invaden el pensamiento humano, también el
cristiano, bajo la forma
de virtud, de modernidad, de actitudes nuevas, pero son colonizaciones,
es decir, quitan la libertad, y son
ideológicas, es decir, tienen miedo
de la realidad así como Dios la ha
creado. Pidamos la ayuda del Espíritu Santo, a fin de que nos sustraiga
del egoísmo y de la ignorancia: renovados por Él, podemos pensar y
obrar según el corazón de Dios y
mostrar su misericordia a quien sufre
en el cuerpo y en el espíritu.
Os deseo que los trabajos de estos
días sean fecundos y que os acompañen a vosotros y a quienes encontráis en vuestro servicio en un camino de crecimiento virtuoso. Os doy
las gracias y os pido, por favor, que
no os olvidéis de rezar por mí. ¡Gracias!
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viernes 11 de marzo de 2016, número 10
Francisco habla de la reconciliación y recuerda que cada absolución es un jubileo del corazón
La fiesta del perdón
Cada absolución es «un jubileo del
corazón» y una «fiesta» del perdón.
Lo recordó el Papa Francisco a los
participantes en el curso promovido por
la Penitenciaría apostólica, a quienes
recibió en audiencia el viernes 4 de
marzo, por la mañana, en la sala
Regia.
Queridos hermanos, ¡buenos días!
Me complace encontrarme con vosotros, durante la Cuaresma del Año
jubilar de la Misericordia, con ocasión del curso anual sobre el fuero
interno. Saludo cordialmente al cardenal Piacenza, penitenciario mayor,
y le agradezco sus amables palabras.
Saludo al regente —que tiene cara de
bueno, debe ser un buen confesor—,
a los prelados, a los oficiales y al
personal de la Penitenciaría, a los
Colegios de los penitenciarios ordinarios y extraordinarios de las basílicas papales —cuyas presencias fueron
ampliadas con ocasión del Jubileo—
y a todos vosotros, participantes en
el Curso, que se propone ayudar a
los nuevos sacerdotes y a los semina-
abierta a todos, es más, está abierta
de para en par, como la más grande
de las «puertas santas», porque
coincide con el corazón mismo del
Padre, que ama y espera a todos sus
hijos, de modo particular a los que
más se han equivocado y están lejos.
La misericordia del Padre puede llegar a cada persona de muchas formas: a través de la apertura de una
conciencia sincera; por medio de la
lectura de la Palabra de Dios que
convierte el corazón; mediante un
encuentro con una hermana o un
hermano misericordiosos; en las experiencias de la vida que nos hablan
de heridas, de pecado, de perdón y
de misericordia.
Está, también, la «vía cierta» de
la misericordia, recorriendo la cual
se pasa de la posibilidad a la realidad, de la esperanza a la certeza. Esta vía es Jesús, quien tiene «el poder
sobre la tierra de perdonar los pecados» (Lc 5, 24) y transmitió esta misión a la Iglesia (cf. Jn 20, 21-23). El
sacramento de la Reconciliación es,
por lo tanto, el lugar privilegiado
ristas ya cercanos a la ordenación a para experimentar la misericordia de
formarse para administrar bien el Dios y celebrar la fiesta del encuenSacramento de la Reconciliación. La tro con el Padre. Nosotros, con mucelebración de este Sacramento re- cha facilidad, olvidamos este último
quiere, en efecto, una adecuada y ac- aspecto: voy, pido perdón, siento el
tualizada preparación, a fin de que abrazo del perdón y me olvido de
quienes se acercan al mismo puedan hacer fiesta. Esto no es doctrina teo«experimentar la grandeza de la mi- lógica, pero yo diría, forzando un
sericordia, fuente de auténtica paz poco, que la fiesta es parte del Sainterior» (cf. Bula Misericordiae Vul- cramento: es como si de la penitentus, 17).
«El misterio della fe
cristiana parece enconLa misericordia, antes de ser una virtud
trar su síntesis en esta
palabra —“misericorhumana, es la elección definitiva de Dios
dia”—. Ella se ha vuelen favor de cada ser humano para su
to viva, visible y ha alcanzado su culmen en
eterna salvación
Jesús de Nazaret»
(ibid., 1). En este sentido, la misericordia,
antes de ser una actitud o una virtud cia formase también parte la fiesta
humana, es la elección definitiva de que debo hacer con el Padre que me
Dios en favor de cada ser humano ha perdonado.
para su eterna salvación; elección seCuando, como confesores, vamos
llada con la sangre del Hijo de al confesionario para acoger a los
D ios.
hermanos y a las hermanas debemos
Esta divina misericordia puede lle- recordarnos siempre que para ellos
gar gratuitamente a todos los que la somos instrumentos de la misericordia
invocan. En efecto, la posibilidad de Dios. Por lo tanto, estemos atendel perdón está verdaderamente tos a no poner obstáculo a este don
Queridos hermanos, en este tiempo nuestro, marcado por el individualismo, por tantas heridas y la
tentación de encerrarse, es un auténtico don ver y acompañar a las personas que se acercan a la misericordia. Esto comporta también, para
todos nosotros, una obligación aún
mayor de coherencia evangélica y
benevolencia paterna;
somos custodios, y
nunca dueños, tanto
Es importante que el confesor sea también
de las ovejas como de
la gracia.
un canal de alegría y que el fiel,
Volvamos a poner
después de recibir el perdón, ya no se sienta en el centro —y no sólo en este Año jubioprimido por las culpas
lar— el Sacramento de
la Reconciliación, verdadero espacio del Esniendo como único deseo que cada píritu en el cual todos, confesores y
fiel pueda experimentar el amor del penitentes, podemos experimentar el
Padre. En esto no nos faltan herma- único amor definitivo y fiel, el amor
nos santos que podemos contem- de Dios por cada uno de sus hijos,
plar: pensemos en Leopoldo Mandić un amor que no decepciona jamás.
y Pío de Pietrelcina, cuyos restos he- San Leopoldo Mandić repetía que
mos venerado hace un mes en el Va- «la misericordia de Dios es superior
ticano. Y también —me permito— a cada una de nuestras expectativas». Acostumbraba también decir a
quien sufría: «Tenemos en el cielo el
corazón de una madre. La Virgen,
nuestra Madre, que al pie de la Cruz
experimentó todo el sufrimiento posible para una criatura humana,
comprende nuestros errores y nos
consuela». Que sea siempre María,
Refugio de los pecadores y Madre
de Misericordia, quien guíe y sostenga el ministerio tan importante de la
Reconciliación.
¿Y qué hago si me encuentro ante
un problema y no puedo dar la absolución? ¿Qué se debe hacer? Ante
todo, buscar si hay un camino, que
muchas veces se lo encuentra. Segundo: no quedarse sólo en el lenguaje hablado, sino también en el
lenguaje de los gestos. Hay gente
que no puede hablar, y con el gesto
expresa el arrepentimiento, el dolor.
Y tercero: si no se puede dar la absolución, hablar como un padre:
«Mira, por esto yo no puedo [absolverte], pero puedo asegurarte que
uno de mi familia: el padre Cappe- Dios te ama, que Dios te espera. Rello.
cemos juntos a la Virgen, para que
Cada fiel arrepentido, después de te cuide; y ven, regresa, porque yo te
la absolución del sacerdote, tiene la esperaré como te espera Dios»; y
certeza, por fe, de que sus pecados dar la bendición. Esta persona, así,
ya no existen. ¡Ya no existen! Dios sale del confesionario y piensa: «He
es omnipotente. A mí me gusta pen- encontrado a un padre y no me ha
sar que tiene una debilidad: una ma- apaleado». Cuántas veces habéis esla memoria. Una vez que Él te per- cuchado gente que dice: «Yo nunca
dona, se olvida. ¡Y esto es grande! me confieso, porque una vez fui y
Los pecados ya no existen, fueron me reprendió». Incluso en el caso lícancelados por la divina misericor- mite en el cual no puedo absolver,
dia. Cada absolución es, en cierto que sienta la calidez de un padre,
modo, un jubileo del corazón, que que lo bendiga, que le diga que realegra no sólo al fiel y a la Iglesia, grese. Y que rece un poco con él o
sino sobre todo a Dios mismo. Jesús con ella. Siempre es este el punto:
lo dijo: «Habrá más alegría en el allí hay un padre. También esto es
cielo por un solo pecador que se fiesta, y Dios sabe cómo perdonar
convierta que por noventa y nueve las cosas mejor que nosotros. Pero
justos que no tengan necesidad de que al menos podamos ser imagen
conversión» (Lc 15, 7). Es importan- del Padre.
te, por lo tanto, que el confesor sea
Doy las gracias a la Penitenciaría
también un «canal de alegría» y que apostólica por su valioso servicio, y
el fiel, después de recibir el perdón, os bendigo de corazón a todos vosoya no se sienta oprimido por las cul- tros y el ministerio que desempeñáis
pas, sino que guste la obra de Dios como canales de misericordia, espeque lo ha liberado, viviendo en ac- cialmente en este tiempo jubilar. Reción de gracias, dispuesto a reparar cordaos, por favor, de rezar también
el mal cometido y yendo al encuen- por mí. Y hoy también yo iré allí,
tro de los hermanos con corazón con vuestros penitenciarios, a confesar en San Pedro.
bueno y disponible .
de salvación. El confesor es, él mismo, un pecador, un hombre siempre
necesitado de perdón; él, en primer
lugar, no puede renunciar a la misericordia de Dios, que lo ha «elegido» y lo ha «constituido» (cf. Jn 15,
16) para esta gran tarea. A la cual
debe disponerse siempre con una actitud de fe humilde y generosa, te-
número 10, viernes 11 de marzo de 2016
L’OSSERVATORE ROMANO
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En la celebración penitencial el Papa invita a los files a experimentar el amor misericordioso de Dios
Todos somos mendigos
«Reconozcamos todos ser mendigos del
amor de Dios, y no dejemos que el
Señor pase de largo». Es la invitación
dirigida por el Papa Francisco a los
fieles que el viernes 4 de marzo
participaron en la celebración
penitencial en la basílica vaticana.
«Que yo pueda ver» (Mc 10, 51). Esta es la petición que hoy queremos
dirigir al Señor. Ver de nuevo después de que nuestros pecados nos
han hecho perder de vista el bien y
alejado de la belleza de nuestra llamada, haciéndonos vagar lejos de la
meta.
Este pasaje del Evangelio tiene un
gran valor simbólico, porque cada
uno de nosotros se encuentra en la
situación de Bartimeo. Su ceguera lo
había llevado a la pobreza y a vivir
en las afueras de la ciudad, dependiendo en todo de los demás. El pecado también tiene este efecto: nos
empobrece y aísla. Es una ceguera
del espíritu, que impide ver lo esencial, fijar la mirada en el amor que
da la vida; y lleva poco a poco a detenerse en lo superficial, hasta hacernos insensibles ante los demás y ante
el bien. Cuántas tentaciones tienen
la fuerza de oscurecer la vista del corazón y volverlo miope. Qué fácil y
equivocado es creer que la vida depende de lo que se posee, del éxito
o la admiración que se recibe; que la
economía consiste sólo en el beneficio y el consumo; que los propios
deseos individuales deben prevalecer
por encima de la responsabilidad social. Mirando sólo a nuestro yo, nos
hacemos ciegos, apagados y replegados en nosotros mismos, vacíos de
alegría y vacíos de libertad. Es algo
tan feo.
Pero Jesús pasa; y no pasa de largo: «se detuvo», dice el Evangelio
(v. 49). Entonces, un temblor se
apodera del corazón, porque se da
cuenta de que es mirado por la Luz,
de esa luz afable que nos invita a no
permanecer encerrados en nuestra
oscura ceguera. La presencia cercana
de Jesús permite sentir que, lejos de
Él, nos falta algo importante. Nos
hace sentir necesitados de salvación,
y esto es el inicio de la curación del
corazón. Luego, cuando el deseo de
ser curados se hace audaz, lleva a la
oración, a gritar ayuda con fuerza e
insistencia, como ha hecho Bartimeo: «Hijo de David, ten compasión de mí» (v. 47).
Desafortunadamente, como aquellos «muchos» del Evangelio, siempre hay alguien que no quiere detenerse, que no quiere ser molestado
por el que grita su propio dolor,
prefiriendo hacer callar y regañar al
pobre que molesta (cf. v. 48). Es la
tentación de seguir adelante como si
nada, pero así se queda lejos del Señor y se mantienen distantes de Jesús y de los demás. Reconozcamos
todos ser mendigos del amor de
Dios, y no dejemos que el Señor pase de largo. «Tengo miedo del Señor
que pasa», decía san Agustín. Miedo
a que pase y a que yo lo deje pasar.
Demos voz a nuestro deseo más profundo: «[Jesús], que pueda ver» (v.
51). Este Jubileo de la Misericordia
es un tiempo favorable para acoger
la presencia de Dios, para experimentar su amor y regresar a Él con
todo el corazón. Como Bartimeo,
Veinticuatro horas para el Señor
Hace poco menos de un año —el 13
de marzo de 2015— el Papa
Francisco anunciaba el Año santo
de la misericordia durante la
celebración penitencial en la
basílica vaticana. Un rito que se
renovó el viernes 4 de marzo, por
la tarde, cuatro meses después del
inicio del Jubileo extraordinario. Y,
como hace un año, el Papa se
acercó al sacramento de la
penitencia y luego confesó a cerca
de veinte fieles. La imagen del
Pontífice arrodillado ante el fraile
penitenciario en un confesionario
de una de las naves laterales de
San Pedro, dio nuevamente la
vuelta al mundo. Para confesar a
los demás fieles había sesenta
sacerdotes, entre ellos los
penitenciarios de las cuatro
basílicas papales: San Pedro, San
Juan de Letrán, Santa María la
Mayor y San Pablo Extramuros.
Con la celebración en San Pedro
—el rito de la reconciliación de
varios penitentes con confesión y
absolución individual— dio inicio
también las «Veinticuatro horas
para el Señor». Esta iniciativa, que
ya celebró su tercera edición, la
promueve el dicasterio para la
promoción de la nueva
evangelización y este año tuvo por
tema «Misericordiosos como el
Padre». La finalidad es resaltar la
importancia de la oración, la
adoración y el sacramento de la
reconciliación. Todas las diócesis
de los cinco continentes se unieron
espiritualmente al Papa que abrió
la iniciativa, y en Roma, desde las
21, los fieles podían confesarse y
adorar el Santísimo Sacramento en
tres iglesias de la zona centro. La
tercera edición de «Veinticuatro
horas para el Señor» la concluyó
monseñor Fisichella en la iglesia de
Santo Spirito in Sassia, el
santuario dedicado a la divina
misericordia.
dejemos el manto y pongámonos en
pie (cf. v. 50): abandonemos lo que
impide ser ágiles en el camino hacia
Él, sin miedo a dejar lo que nos da
seguridad y a lo que estamos apegados; no permanezcamos sentados, levantémonos, reencontremos nuestra
dimensión espiritual, —en pie— la
dignidad de hijos amados que están
ante el Señor para ser mirados por
Él a los ojos, perdonados y recreados. Y la palabra que quizás hoy llega a nuestro corazón, es la misma de
la creación del hombre: «levántate».
Dios nos ha creado en pie: «levántate».
Hoy más que nunca, sobre todo
nosotros los Pastores, estamos llamados a escuchar el grito, quizás escondido, de cuantos desean encontrar al Señor. Estamos obligados a
revisar esos comportamientos que a
veces no ayudan a los demás a acercarse a Jesús; los horarios y los programas que no salen al encuentro de
las necesidades reales de los que podrían acercarse al confesionario; las
reglas humanas, si valen más que el
deseo de perdón; nuestra rigidez,
que puede alejar la ternura de Dios.
No debemos ciertamente disminuir
las exigencias del Evangelio, pero no
podemos correr el riesgo de malograr el deseo del pecador de reconciliarse con el Padre, porque lo que el
Padre espera antes que nada es el regreso a la casa del hijo (cf. Lc 15, 2032).
Que nuestras palabras sean la de
los discípulos que, repitiendo las
mismas expresiones de Jesús, dicen a
Bartimeo: «Ánimo, levántate, que te
llama» (v. 49). Estamos llamados a
infundir ánimo, a sostener y conducir a Jesús. Nuestro ministerio es el
del acompañar, para que el encuentro con el Señor sea personal, íntimo, y el corazón se pueda abrir sinceramente y sin temor al Salvador.
No lo olvidemos: sólo Dios es quien
obra en cada persona. En el Evangelio es Él quien se detiene y pregunta
por el ciego; es Él quien ordena que
se lo traigan; es Él quien lo escucha
y lo sana. Nosotros
hemos sido elegidos
—nosotros los pastores— para suscitar el
deseo de la conversión, para ser instrumentos que facilitan el
encuentro, para extender la mano y absolver, haciendo visible y
operante su misericordia. Que cada hombre
y mujer que se acerca
a un confesionario encuentre un padre; encuentre un padre que
le espera; encuentre el
Padre que perdona.
La conclusión del
relato evangélico esta
cargado de significado: Bartimeo «al momento recobró la vista
y lo seguía por el camino» (v. 52). También nosotros, cuando
nos acercamos a Jesús,
vemos de nuevo la luz
para mirar el futuro
con confianza, reencontramos la fuerza y el valor para
ponernos en camino. En efecto
«quien cree ve» (Carta enc. Lumen
fidei, 1) y va adelante con esperanza,
porque sabe que el Señor está presente, sostiene y guía. Sigámoslo,
como discípulos fieles, para hacer
partícipes a cuantos encontramos en
nuestro camino de la alegría de su
amor. Y después del abrazo del Padre, el perdón del Padre, hagamos
fiesta en nuestro corazón. Porque Él
hace fiesta.
L’OSSERVATORE ROMANO
número 10, viernes 11 de marzo de 2016
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Quienes no son noticia
Una nube de testigos
ENZO BIANCHI
La realidad del martirio, jamás desaparecida de los horizontes de la presencia
cristiana en el mundo y vuelta a ser de
dramática actualidad incluso en países
cercanos a nosotros por la globalización
de los acontecimientos y las noticias, sigue siendo la de un testimonio público
de la fe en Dios y en Jesucristo dado
por hombres y mujeres, testimonio que
llega hasta la muerte violenta y que, a
partir de cierta época, es designado con
el término sintético de martirio. En este
sentido innegable las Sagradas Escrituras presentan modelos de mártires ante
litteram sobre los cuales los creyentes
cristianos, desde las primeras generaciones, han meditado para fortalecer su fe:
son figuras ejemplares que testimonian
la continuidad de la tradición del martirio para los creyentes de la primera y de
la Nueva Alianza, basta pensar en los
profetas perseguidos, en el Siervo del
Señor del que habla Isaías y en los hermanos Macabeos. Hasta tal punto modelos de testimonio muy próximos a la
concepción cristiana del martirio que
podríamos decir que les falta una sola
cosa, la esencial: la persona de Jesucristo, causa de vida y de muerte para sus
discípulos. Ahora bien, el tema del testimonio/martirio en el Nuevo Testamento
puede ser captado en profundidad partiendo precisamente del punto de vista
de la pasión sufrida por Jesús, de su
muerte en la cruz. Los evangelios se
preocupan por afirmar que Jesús fue hacia la muerte no por una casualidad, sino con motivo de un destino que le tocaba a él.
No, Jesús no fue detenido casualmente: él mismo había previsto su fin, el fin
que les había tocado a todos los profetas, el fin de su maestro Juan el Bautista
solo pocos años antes, el fin que era el
resultado de la oposición creciente contra él por parte del poder religioso. Al
respecto, no hay que olvidar sus invectivas contra cuantos edificaban las tumbas para los profetas, mostrándose de
tal modo solidarios con quienes los habían matado, y su apóstrofe a Jerusalén,
que mata a los profetas y apedrea a los
que le son enviados (cf. Mt 23, 37; Lc 13,
34). Pero el suyo ni siquiera era un sino
ineludible: Jesús permanecía libre ante
el círculo que se cerraba en torno a él,
libre de huir y volver a Galilea, o de terminar en Jerusalén, en el templo, ese itinerario y esa predicación a la gente iniciada en las sinagogas y en las plazas de
las aldeas. Ni casualidad, ni destino: Jesús va hacia la muerte en libertad y por
amor, habiendo amado a los suyos que
estaban en el mundo, los amó hasta el
fin (Jn 13, 1). Había dicho que su pasión era necesaria (Mc 8, 31 y par.), pero
lo era con una necesidad precisa. Ante
todo, humana, sobre la cual ya habían
meditado los sabios de Israel: En un
mundo de injustos, el justo solo puede
ser contrastado, perseguido y, si es posible, asesinado, como testimonian los
dos primeros capítulos de la Sabiduría.
Y la historia confirma esta necesidad
humana: quien tiene sed de justicia, la
vive y la predica, encuentra hostilidad y
rechazo, hoy como ayer. Jesús habría
podido callarse o pasarse a la parte de
los injustos: entonces la hostilidad contra él habría terminado. En cambio,
siendo fiel a la voluntad de Dios, pasando entre los hombres haciendo el bien
(cf. Hch 10, 38), solo podía preparar su
rechazo por parte del poder romano,
que veía en él una amenaza contra las
Vuelve la época de los mártires
Zaher Bizri, «Martire» (2015)
pretensiones totalitarias del emperador,
y por parte del poder religioso, que no
soportaba el rostro de Dios narrado por
Jesús. Así, la necesidad humana también se convierte en necesidad divina:
no en el sentido de que Dios, su Padre,
lo quiere en la cruz, sino en el sentido
de que la obediencia a la voluntad de
Dios, voluntad que pide vivir el amor
hasta el fin, exige una vida de justicia y
de amor incluso a costa de la muerte
violenta. Y aquí es fundamental reafirmar que la asunción de este fin trágico
por parte de Jesús jamás ha estado separada de su fe en Dios que viene a salvar al justo, que no abandona para
siempre a su amigo en las manos de los
impíos (cf. Sal 37, 28). Sí, Jesús vivió la
revelación cada vez más clara del futuro
que lo esperaba con adhesión confiada
y con esperanza puesta en Dios que interviene, en el Padre que responde: la
última palabra le habría tocado a Dios,
que ciertamente habría resucitado a su
Hijo amado de entre los muertos. En
otras palabras, la fe de Jesús en el reino
que viene y su comunión con Dios y
con los hermanos permanecieron siempre firmes y sostuvieron y llevaron a término su amor: incluso frente a la muerte Jesús siguió amando a los hermanos
y aceptando ser amado por ellos, siguió
creyendo en el amor de Dios. Y así Je-
sús fue resucitado por Dios como respuesta a la vida que había vivido, a su
modo de vivir en el amor hasta el fin:
podríamos decir que su amor, más fuerte que la muerte, causó la decisión del
Padre de llamarlo de entre los muertos.
En verdad, la resurrección de Jesús es
el sello que Dios puso a su vida: resucitándolo de entre los muertos, Dios declaró que en el amor vivido por este
hombre había sido testimoniado todo
lo que es esencial para conocerlo a él.
He aquí en qué consiste el testimonio
de Jesús, como lo define el vidente del
Apocalipsis: he aquí lo que hace de él
el testigo fiel (Ap 1, 5; 3, 14), aquel que
desde su cruz gloriosa enseña a sus discípulos cómo afrontar tribulaciones y
sufrimientos por el Evangelio en la fe y
en el amor. Bruno Maggioni escribió:
El mártir no elige la muerte, sino un
modo de vivir, el de Jesús. Esto es lo
que distingue al mártir cristiano, su especificidad radical. A la luz de esto podemos releer el testimonio dado por los
creyentes en Jesucristo, como nos lo
presenta el Nuevo Testamento: Esteban, que antes de morir, a imitación de
su Señor, pide a Dios el perdón para
sus verdugos (cf. Lc 23, 34; Hch 7, 60);
Santiago, hecho morir por la espada
por el rey Herodes (Hch 12, 2), nieto
de aquel Herodes que había perseguido
a Jesús (cf. Lc 23, 7-12); Pedro, testigo
de los sufrimientos de Cristo y partícipe en la gloria que debe manifestarse (1
P 5, 1); Pablo, que por la fe exclama:
«Llevamos siempre en nuestros cuerpos
por todas partes el morir de Jesús, a fin
de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo» (2 Co 4,
10); Antipas, que en el Apocalipsis es
definido por Cristo «mi testigo fiel»
(Ap 2, 13); en fin, también en el Apocalipsis, la multitud de «esos que vienen
de la gran tribulación y han lavado sus
vestiduras y las han blanqueado con la
sangre del Cordero» (Ap 7, 14), que han
vencido al Acusador gracias a la sangre
del Cordero y a la palabra de su martirio (Ap 12, 11). Donde la memoria de
Cristo es auténtica y eficaz, allí el cristiano debe saber que es posible beber
el cáliz de la muerte violenta, como Jesús preanunció a Santiago y Juan (cf.
Mc 10, 38). El martirio no es un proyecto por el cual tramar, ni siquiera un
proyecto de santificación propia, sino
puro don de Dios en Jesucristo.
Siempre vale la pena vivir y morir
por Cristo, y el martirio es el acontecimiento puntual a través del cual el cristiano testimonia que él pertenece solo a
su Señor, que el amor de él y por él vale más que la vida (cf. Sal 63, 4). Sí,
como escribió Ignacio de Antioquía en
su camino hacia el martirio: «Entonces
seré verdadero discípulo de Jesucristo,
cuando el mundo ya no pueda ver mi
cuerpo, porque en el martirio empezaré
a ser un discípulo» (cf. A los romanos,
IV, 3; V, 3).
VIENE DE LA PÁGINA 1
realmente poca cosa, o como he escuchado decir a alguno —muchos—:
«Padre, soy una porquería», entonces es el momento de ir al Padre.
Por el contrario, cuando uno se siente justo —«Yo siempre he hecho las
cosas bien...»—, igualmente el Padre
viene a buscarnos porque esa actitud
de sentirse justo es una actitud mala:
¡es la soberbia! Viene del diablo. El
padre espera a los que se reconocen
pecadores y va a buscar a aquellos
que se sienten justos. ¡Este es nuestro Padre! En esta parábola también
se puede entrever un tercer hijo.
¿Un tercer hijo? ¿Y dónde? ¡Está escondido! Es el que «siendo de condición divina, no retuvo ávidamente
el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo» (Fil 2, 6-7). ¡Este
Hijo-Siervo es Jesús! Es la extensión
de los brazos y del corazón del Padre: Él ha acogido al pródigo y ha
lavado sus pies sucios; Él ha preparado el banquete para la fiesta del
perdón. Él, Jesús, nos enseña a ser
«misericordiosos como el Padre». La
figura del padre de la parábola desvela el corazón de Dios. Él es el Padre misericordioso que en Jesús nos
ama más allá de cualquier medida,
espera siempre nuestra conversión
cada vez que nos equivocamos; espera nuestro regreso cuando nos alejamos de Él pensando que podemos
prescindir de Él; está siempre preparado a abrirnos sus brazos pase lo
A pocos días de la masacre de Aden
FABRIZIO CONTESSA
«Seguimos rezando juntas por la hermana sobreviviente y por el padre salesiano de quien no se tienen más noticias». La hermana Cyrene, provincial
para Italia de las Misioneras de la Caridad, conoció hace cerca de diez años
a sister Marguerite, originaria de Ruanda, una de las cuatro religiosas horriblemente asesinadas el pasado 4 de
marzo junto a otras doce personas en
un centro de acogida para ancianos y
discapacitados en la ciudad yemení de
Aden.
La religiosa está aún comprensiblemente conmocionada por lo sucedido y
todas las palabras que emplea en una
breve conversación telefónica con
«L’Osservatore Romano» son para explicar el sentido de la misión heredada
de la madre Teresa de Calcuta y la tenacidad con la que en cada rincón del
planeta las misioneras del sari blanco
tratan de permanecer fieles incluso ante
las dificultades, el miedo, y también
cuando todo aconseja abandonar y
huir. «Nosotras no dejamos a los pobres. Es impensable», dice la religiosa
que en cada frase recuerda la lección
recibida de la fundadora. «La Madre
nos ha enseñado esto. Si estamos solas
y no tenemos personas a las que cuidar, ante el peligro, cambiamos de lugar, vamos a otra parte. Pero si tenemos a los pobres, los enfermos, los paralíticos... ¿cómo podríamos? La Madre siempre lo ha hecho así, aún la recuerdo en Beirut con los niños bajo los
bombardeos. Así lo hicimos hace años
en Liberia. Así lo hacemos en Siria. Y
así lo hacemos también en Yemen,
donde, no lo olvidemos, tenemos otras
casas». Lo que realmente «hace daño»
—añade la religiosa— es «la indiferencia
en el corazón de tanta gente por las
condiciones y la suerte que corren los
pobres y los últimos».
El pensamiento se orienta ahora totalmente al futuro, a la necesidad de
saber responder adecuadamente a las
necesidades de la gente que cada día
está en la calle, en Roma como en la
península arábiga. Así, además de la
oración por las pobres víctimas, las palabras de la hermana Cyrene invitan al
recogimiento en favor del salesiano
don Tom Uzhunnalil, que quedó en
manos del comando, y de la hermana
Sally, la superiora de la casa que logró
salvarse de la masacre: «Por favor sigamos rezando juntos». La certeza es que
sólo la mirada de la oración puede
traer luz y esperanza en una situación
que, como dijo el Papa Francisco, se
presenta marcada por una «violencia
diabólica y privada de sentido». A pocos días de la horrible masacre, y en el
silencio casi total del mundo de la información, los hechos de Aden se enriquecen con nuevos particulares horrorosos que indican cómo las cuatro religiosas de la congregación fundada por
la madre Teresa de Calcuta fueron asesinadas por odio a la fe. Con la única
culpa, tal vez, de servir a los más pobres e indefensos. No por casualidad
sobre el tradicional sari blanco las cuatro víctimas tenían aún el delantal azul
con el que servían a los enfermos. La
Honor a las misioneras
población local, relata a la agencia Fides monseñor Paul Hinder, vicario
apostólico de Arabia del Sur, «amaba a
las religiosas de la madre Teresa, admiraba su modo de servir a los demás sin
mirar la pertenencia religiosa, sino sólo
la opción de favorecer a quien tiene
más necesidad. Esto suscitava simpatía
y afecto en el pueblo. Y tal vez precisamente esto era lo que molestaba».
Hace casi un año, cuando en ese
país estalló el conflicto entre las fuerzas
gubernamentales y los rebeldes, el
obispo Hinder recuerda haber hablado
con las religiosas sobre la cuestión de
su permanencia en un ámbito que se
había convertido en zona de riesgo.
«Ellas —recuerda el prelado— me dije-
ron que del tema no se hablaba: no se
marcharían, suceda lo que suceda, porque deseaban permanecer al lado de
quienes se les habían confiado. Era evidente que de parte de esas religiosas
inermes no se trataba de una exhibición de heroísmo, sino sólo de su deseo de seguir a Cristo. He respetado su
elección, y estoy seguro de que su martirio dará fruto, también para la vida
de los cristianos que viven en la Península arábiga». Sobre todo, el prelado
expresa luego gratitud por las palabras
pronunciadas por el Papa Francisco en
el Ángelus del domingo 6 de marzo,
con las que ha condenado firmemente
el ataque a las Misioneras de la Caridad, víctimas no sólo de la violencia de
los terroristas sino también de la «indiferencia» del mundo.
Palabras de condena por la general
indiferencia con la que los medios de
comunicación siguieron el hecho, expresó también monseñor Camillo Ballin, vicario apostólico de Arabia del
Norte. «El Papa tiene razón —declaró
el prelado a la agencia AsiaNews— porque es una cosa diabólica matar en
nombre de Dios. Y es igualmente grave observar la indiferencia de los medios de comunicación, el silencio absoluto sobre la masacre» de los principales canales de información. Para el prelado este silencio representa un «hecho
gravísimo» y es cada vez más esencial
la tarea de «informar y comunicar a la
gente lo que sucede en el mundo». Según monseñor Ballin las religiosas han
testimoniado con su vida «la pasión de
Cristo», que «las ha coinvolte en su
pasión y muerte, y hoy las hace partícipes de la alegría de la resurrección».
Comentando la situación del vicariato
del norte, al menos en lo que concierne
a Qatar, Bahrain y Kuwait, afirma que
«allí hay libertad de culto, pero con
ciertos límites». Sin embargo, desde
hace algún tiempo «es evidente el clima de tensión y los Gobiernos insisten
mucho sobre el control, la seguridad,
porque el temor de un ingreso del Estado islámico es concreto».
A las religiosas asesinadas en Yemen
dedicó el tradicional día de la mujer la
Unión mundial de las organizaciones
femeninas católicas (UMOFC). Maria
Giovanna Ruggieri, la presidenta de la
organización que agrupa a 100 asocia-
ciones de todos los continentes que
compenden más de 5 millones de mujeres, recuerda a las religiosas como
«mártires de nuestro tiempo, mártires
de la misericordia». Y con ello quiere
expresar solidaridad, se lee en un comunicado de la UMOFC, «a las mujeres
perseguidas, objeto de violencia en sus
casas y en las calles, a las mujeres que
a causa del estado de indigencia y pobreza son víctimas de tráfico para explotación sexual, para ser sometidas al
útero de alquiler en nombre de una
“falsa libertad de acción”». A las religiosas asesinadas en Yemen, informa la
agencia Fides, dedica también el día de
la mujer la organización australiana
Catholic Mission. «En los últimos cinco
años —dijo el director padre Brian Lucas— Catholic Mission puso de relieve la
entrega de las mujeres misioneras en
todo el mundo. También las circunstancias más difíciles su valentía es indiscutible y su fe inquebrantable. Así,
para el 8 de marzo Catholic Mission
lanzó un llamamiento a todos los colaboradores invitándolos a recordar la
gran aportación de las mujeres en el seno de la Iglesia. «Las mujeres —continúa el padre Lucas— son parte integrante de la obra de la Iglesia en todo
el mundo, comprendida Catholic Mission. Nuestra organización fue fundada
por una misionera laica, Pauline Jaricot, e invita a todos a unirse en oración
por las hermanas y las laicas misioneras
comprometidas en todo el mundo en la
promoción de la fe, la justicia y el bienestar de las comunidades».
que pase. Como el padre del Evangelio, también Dios continúa considerándonos sus hijos cuando nos hemos perdido, y viene a nuestro encuentro con ternura cuando volvemos a Él. Y nos habla con tanta
bondad cuando nosotros creemos ser
justos. Los errores que cometemos,
aunque sean grandes, no rompen la
fidelidad de su amor. En el sacramento de la Reconciliación podemos
siempre comenzar de nuevo: Él nos
acoge, nos restituye la dignidad de
hijos suyos, y nos dice: «¡Ve hacia
adelante! ¡Quédate en paz! ¡Levántate, ve hacia adelante!».
En este tramo de la Cuaresma que
aún nos separa de la Pascua, estamos llamados a intensificar el camino interior de conversión. Dejémonos alcanzar por la mirada llena de
amor de nuestro Padre, y volvamos a
Él con todo el corazón, rechazando
cualquier compromiso con el pecado. Que la Virgen María nos acompañe hasta el abrazo regenerador
con la Divina Misericordia.
Después del Ángelus, el Papa recordó
a las hermanas de la madre Teresa y
saludando a los diversos grupos de
fieles presentes, en particular, expresó
«admiración por la iniciativa»
ecuménica «de los corredores
humanitarios para los refugiados,
puesta en marcha en Italia».
Queridos hermanos y hermanas:
Expreso mi cercanía a las Misioneras de la caridad por el grave luto
que las golpeó hace dos días con el
asesinato de cuatro religiosas en
Aden, en Yemen, donde asistían a
los ancianos. Rezo por ellas y por
las otras personas asesinadas en el
ataque, y por los familiares. ¡Estos
son los mártires de hoy! No son portada de los periódicos, no son noticia: estos dan su sangre por la Iglesia. Estas personas son víctimas del
ataque de los que las mataron y también de la indiferencia, de esta globalización de la indiferencia, a la
que no le importan... Que Madre
Teresa acompañe en el paraíso a estas hijas suyas mártires de la caridad,
e interceda por la paz y el sagrado
respeto de la vida humana. Como
signo concreto de compromiso por
la paz y la vida quisiera citar y expresar admiración por la iniciativa
de los corredores humanitarios para
los refugiados, puesta en marcha recientemente en Italia. Este proyecto
piloto, que une la solidaridad y la
seguridad, consiente ayudar a personas que huyen de la guerra y de la
violencia, como los cien refugiados
ya trasladados a Italia, entre los cuales niños enfermos, personas discapacitadas, viudas de guerra con hijos
y ancianos. Me alegro también porque esta iniciativa es ecuménica,
siendo sostenida por la Comunidad
de San Egidio, la Federación de
Iglesias evangélicas italianas y las
Iglesias valdenses y metodistas.
Pido por favor que nos recordéis
en la oración a mí y a mis colaboradores, que desde este tarde y hasta
el viernes haremos los ejercicios espirituales.
Os deseo a todos un feliz domingo. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!
L’OSSERVATORE ROMANO
página 8
viernes 11 de marzo de 2016, número 10
De viaje entre las iglesias lignarias de Chiloé
Archipiélago de las maravillas
Por nuestra enviada en Chile
GIULIA GALEOTTI
Las guías de Chile no lo dicen, pero
la información sería preciosa: si alguna vez decidierais ir a explorar el
archipiélago de Chiloé, en el océano
Pacífico, para visitar sus maravillosas
iglesias de madera, un todoterreno
sería indispensable. Porque ir en
busca de los dieciséis templos declarados por la Unesco en el 2000 patrimonio de la humanidad es en verdad una aventura física y espiritual.
El archipiélago de Chiloé —cubierto a la mañana por una niebla
espesa e irrepetible— se encuentra
frente a la costa meridional de Chile. Está compuesto por unas quince
islas. La mayor, la isla Grande de
Chiloé (la segunda de América del
Sur por extensión), es larga 180 kilómetros y ancha 50, y solo se puede
llegar a ella con el transbordador
desde Pargua, en tierra firme.
Los españoles tomaron posesión
de Chiloé en 1567, cinco años desIglesia de
pués de que una epidemia de viruela
diezmara la población.
Construidas entre el siglo XVIII y
otras se caracterizan porque están
los albores del siglo XIX —la mayor
insertadas en espléndidos contextos
parte, pues, cuando Chile pertenecía
paisajísticos, mientras que todos los
al imperio español—, las iglesias son
un increíble ejemplo de producción interiores son absolutamente insólimestiza: representan, en efecto, la tos si se comparan con los de nuesfusión de la cultura religiosa europea tras iglesias occidentales.
Las iglesias y las capillas de Chicon las habilidades y las tradiciones
de las poblaciones nativas. Más allá loé están pintadas con colores ende las dieciséis elegidas por la Unes- cendidos y brillantes. La tonalidad
co, iglesias y capillas enriquecen el más difundida es el azul marino,
panorama del archipiélago, convir- azul, celeste e índigo en todos los
tiéndolo en algo absolutamente úni- matices y gradaciones, pero no falco. Algunas están presentes a lo lar- tan otros colores llamativos: desde el
go de las calles —la mayor parte no amarillo luminoso de la iglesia de
están asfaltadas—, otras se alzan en San Francisco en Castro hasta el romedio de los campos; unas incluso jo de las de Caguach (solo se puede
en el centro o en los
márgenes de los centros habitados. Pero
Las iglesias son un ejemplo de producción
las más sugestivas se
alzan —increíbles y
mestiza: representan la fusión
majestuosas— a pico o
de la cultura religiosa europea con las
a orillas del mar, entre
rocas azotadas por el
tradiciones de las poblaciones nativas
viento, aguas amenazantes y senderos de
tierra: cómo hicieron,
hace siglos, los jesuitas para llegar a llegar después de un trayecto en barestos inhospitalarios extremos de tie- ca) y de San Juan Bautista. Y tamrra sigue siendo en verdad un miste- bién el verde esmeralda de Colo, el
rio sorprendente. Casi todas cons- oro de Aldachildo, el anaranjado, el
truidas con el mismo estilo, algunas lila, el color salmón intenso o el verson extraordinarias ya por fuera; de pastel de la miríada de capillas
Iglesia San Francisco de Castro
Vilupulli
franciscanos. Pero el cambio no incidió sustancialmente en la construcción de los templos, que continuó
según los modelos iniciales. Se creó,
pues, una tradición arquitectónica,
mantenida durante tres siglos, llamada escuela chilota de arquitectura religiosa en madera. Se desarrolló con
los años, pasando de un estilo inicial
más bien ornamental a otro —ya estamos a mediados del siglo XIX—
mucho más sobrio.
De las más de cuatrocientas iglesias construidas durante estos siglos,
muchas no han resistido el paso del
tiempo, derrumbadas (los terremotos
no son una raridad en la zona), incendiadas o demolidas, mientras que
otras se han mantenido durante casi
trescientos años. Con fondos locales,
muchas han sido restauradas recientemente, o lo están siendo actualmente: al hacerlo, el intento logrado
es el de mantener el diálogo constante entre tradición y modernidad,
tangible e intangible.
El esquema constructivo presenta
características comunes, con variaciones mínimas según la zona geográfica y la época de realización. Por
lo general, la estructura edificada sobre fundamentos de piedra —visibles
externamente, y de mucho impacto,
los de Santa María de Loreto en
Achao— presenta una forma rectangular con techo a dos aguas. La fachada está constituida por un pórti-
esparcidas por el archipiélago. «La
razón es muy sencilla», explicó hace
unos años monseñor Juan María
Agurto Muñoz a Paolo Moiola, que
lo entrevistó para «Missioni Consolata». «Dado que aquí, durante gran
parte del año, predomina el color
gris de las nubes y el verde intenso
de la naturaleza, los
habitantes han querido siempre colores
La misión duraba de tres a seis meses
muy vivos para sus casas y también para las
y consistía en recorrer un total
iglesias. Han elegido
de cuatro mil kilómetros en dalca o a pie
colores contrastantes,
que resalten mucho.
El enésimo ejemplo de
cómo Chiloé es una comunidad más co con arcos —por lo general, más
viva que nunca».
de cinco, pero algunas iglesias no
Volviendo a la historia, desde el los tienen, mientras que otras tienen
siglo XVII fueron los jesuitas quienes siete o nueve—, y por un campanario
se hicieron cargo de la evangeliza- de forma octogonal, de dos o tres
ción de las comunidades que habita- cuerpos, coronado por una gran
ban en las islas: el sistema era de mi- cruz. El interior, decorado más ricasión circular. Duraba de tres a seis mente respecto al exterior, está commeses, y de hecho consistía en reco- puesto por tres naves, separadas por
rrer un total de cuatro mil kilóme- columnas. Sobre el pórtico hay un
tros en dalca (especie de piragua) o espacio para el coro. Generalmente
a pie. Puesto que los religiosos de- —y es un elemento que impacta— la
bían visitar un territorio no solo am- nave central tiene el cielo raso cónplio sino también difícilmente acce- cavo, como el fondo de una barca, y
sible a causa de la conformación na- la utilización de la madera acentúa
tural del territorio y del clima adver- esta impresión. Y aunque algunas
so, la permanencia de los misioneros iglesias conservan el púlpito, tamen cada capilla duraba sólo un par bién son de particular interés las nude días.
merosas esculturas de madera cuyos
Para poder contar con más sacer- rasgos recuerdan las reducciones jedotes, se le pidió al entonces rey de suíticas en Paraguay, si bien en ChiEspaña que concediera la presencia loé no faltan elementos originales.
de jesuitas de nacionalidad diversa
En cuanto a los materiales de
de la de la madre patria. Otorgado construcción, durante los primeros
el permiso, llegaron religiosos de va- años de la evangelización iglesias y
rias partes de Europa, sobre todo de capillas se construyeron con techos
Baviera, Hungría y Transilvania. de paja, pero muy pronto se pasó
Fueron estos, en el siglo XVIII, quie- exclusivamente a la madera para tones dieron un notable impulso a la das las partes de la estructura. Una
construcción de iglesias con estruc- madera totalmente local, proveniente
turas más duraderas que las prece- de los bosques de Chiloé o de la
dentes. También fue importante la provincia de Palena. También las vicontribución de los carpinteros loca- gas, los pilares y el revestimiento inles que se valieron de materiales y terno son del mismo material duro y
técnicas específicas, muchas de las resistente a la humedad del clima
cuales estaban ligadas a la construc- del archipiélago, como el ciprés, el
ción de las naves.
mañío o el nothofagus pumilio, árTras la expulsión de los jesuitas bol nativo de América del Sur, caen 1776, la obra misionera pasó a los racterizado por su madera de buena
número 10, viernes 11 de marzo de 2016
L’OSSERVATORE ROMANO
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Iglesia Castro
calidad y fácil de trabajar. Para unir
las partes más grandes se utilizaron
clavijas de luma, una mirtácea. En el
exterior predominan los revestimientos en tablillas de alerce (una cupresácea), pero se recurrió también a tablillas componibles en los costados y
a láminas de cinc en el techo. Los
estudiosos han determinado, al contrario, que no es verdadera la convicción, difundida en Chile y presente en gran parte de las guías turísticas, de que no se utilizaron clavos
en la construcción de las iglesias chilotas: se ha visto, al contrario, que
todas los tienen en los pavimentos y
en el revestimiento externo.
Aunque no es facilísimo llegar a
gran parte de las iglesias a causa de
las calles de tierra y accidentadas, visitarlas resulta arduo si se es tímido
o sumiso. En efecto, a excepción de
las que se alzan en los centros habitados más relevantes, el primer impacto con estas joyas será, infaltablemente, una puerta cerrada. Entonces
habrá que detener a un transeúnte
(¡claro está, si se logra encontrar
uno!), o llamar a la puerta de las reducidas casas en torno a la construcción. Asomándoos a la cocina (con
un poco de suerte se podrá tomar
un café o comer algo a base de pescado del día, generalmente salmón y
crustáceos), os dirán en qué lugar
del vecindario podréis encontrar la
llave para acceder a la iglesia.
La más antigua entre las iglesias
aún en pie es la de Achao, en la isla
de Quinchao, que se remonta a 1730.
Colocada en el lado meridional de
la Plaza de Armas, la iglesia de Santa María de Loreto sobrevivió a terremotos y maremotos. Está revestida de tejas de alerce, tiene un amplio pórtico y un campanario alto.
Entrando, llaman la atención la doble hilera de columnas de madera y
el cielo raso azul marino. Destaca el
gran rosetón central azul y anaranjado. Muchísimas son las decoraciones
realizadas con madera clara: parecen
hechas con un taladro. Mientras el
exterior es monocromático, con una
oscura tonalidad lignaria, el interior,
en cambio, encierra todas las tonalidades del celeste. Detrás del maravilloso altar mayor, un pequeño —pero
fascinante— museo de usos y costumbres locales.
En el mismo siglo XVIII —con precisión en 1767— también se construyó
la iglesia de Quinchao, en la isla homónima. Extremadamente despojada
y caracterizada por la presencia de
reclinatorios individuales, además de
la madera, el único color es el blanco. Durante nuestra visita, señoras y
niñas indias estaban gozosamente
concentradas en vestir la estatua de
construida en 1887. Los colores predominantes son el blanco y el rojo
encendido. Entre las tantas imágenes
de santos presentes, como en otros
lugares, las más frecuentes son las
que recuerdan al padre Alberto Hurtado (1901-1952), jesuita y segundo
santo chileno. Erigida en 1849,
Nuestra Señora de los Dolores en
Dalcahue (que toma el nombre de
las dalcas, barcas fabricadas por los
primeros habitantes de Chiloé) tiene
como principal característica la pintura detrás de la puerta de ingreso:
también aquí la yuxtaposición de Jesús a los personajes de la fantasiosa
mitología tradicional de Chiloé fue
utilizada por los jesuitas como vía
para convertir a los habitantes.
La iglesia de Colo, circundada
por campos y con cuatro casas enfrente, presenta en el exterior un notable portal de ingreso entre dos arcos, pero es seguramente el interior,
con su esplendor de verde esmeralda, lo que despierta la curiosidad.
Un mural moderno de tela adorna el
patio: en una barca idéntica a las de
la Virgen para la procesión que se
desarrollaría al día siguiente.
La iglesia de Nuestra Señora del
Patrocinio en Tenaún —a la que se
llega por una senda de guijas con la
inclinación típica de las montañas
rusas— se encuentra, en cambio, en
la punta occidental de la isla Grande
de Chiloé. Construida en 1837 y restaurada recientemente, tiene dos estrellas azules en la fachada y tres
magníficas torres azules: colores que
parecen reflejar de verdad el mar cerúleo que se encuentra
más allá de la calle. En
el interior, además de
El recorrido por las iglesias de Chiloé
una espléndida alfombra del artesanado loes un verdadero viaje a través
cal, destacan una barca
de una espiritualidad capaz de injertar
y la estatua de santa
Teresa de Jesús de los
el Evangelio en las tradiciones locales
Andes, monja carmelita
y en el ambiente natural.
(1900-1920),
primera
santa chilena. En el
pueblo de Tenaún, que
significa entre montes, viven cerca tantos pescadores del archipiélago,
de cien personas: es el polo de la navegan monseñor Romero y Carlos
zona, también gracias a la presencia de Foucauld.
En la punta del promontorio, en
de la escuela que abarca hasta la octava clase. El día de nuestra visita un pueblo muy apartado y azotado
había una gran fiesta: se administra- por el polvo, se encuentra, en cambio, la iglesia de Rilán, construida
ba la confirmación.
Volviendo a Dalcahue, tres kiló- en 1903. Es un típico ejemplo de
metros después de Tenaún, superado construcción más sobria, en la que
el enésimo arduo desnivel, se en- predominan —tanto en el exterior
cuentra, en cambio, el cruce para lle- como en el interior— el blanco y el
gar a la iglesia de San Juan Bautista, azul. Entre todas, es quizá la iglesia
más marina. Entramos de puntillas,
porque se estaba celebrando la misa:
todos los fieles —hombres, mujeres,
adultos y niños— estaban sentados,
sorprendentemente, solo en los bancos de la izquierda.
En Aldachildo, en la isla Lemuy,
se encuentra, por último, la iglesia
de Jesús Nazareno, que figura entre
las más recientes: 1910. En el interior
—además de la sugestiva variedad de
flores locales pintadas—, uno se siente fascinado por el increíble cielo raso estrellado. Parece la bóveda de un
maravilloso belén, con el oro de las
estrellas de madera que termina por
iluminar todo el interior de la iglesia.
Hemos dejado por último —aunque cronológicamente son anteriores— las iglesias que se encuentran
en Castro, capital moderna del archipiélago (la antigua era Ancud, sede episcopal) que se halla exactamente en el centro de la isla Grande
de Chiloé. Las estructuras lignarias
no presentan notables diferencias
respecto a las otras, pero el contexto
en el que se encuentran merece un
comentario en sí mismo. Situada en
un acantilado sobre un estuario reparado, Castro —respecto al resto del
archipiélago— sorprende en verdad
como centro cosmopolita: confusa y
bulliciosa, tiene el sabor de algunas
ciudades obreras mexicanas. Llegando, pareciera que uno da un salto
adelante en el tiempo. Famosísimos
los característicos palafitos: observándolos desde la calle parecen
iguales a todas las otras casas, pero
la parte posterior se asoma directamente al agua. La marea crea, pues,
un efecto singular: en pocas horas,
estas casas que estaban dentro el
mar, aparecen en tierra firme.
A las puertas de Castro se encuentra la iglesia de Nercón, construida
en 1895 y hoy parroquia vivaz y activa. Frente a la estructura de madera,
blanca y azul, un cuidadísimo jardín
de matas bajas; el celeste intenso, en
cambio, predomina en el interior.
Bajando hacia el sur se encuentra
primero la iglesia de Vilupulli —el
exterior es de madera simple, sin
barnizar, pero en la fachada, entre el
fondo y las tres puertas, logra crear
un movimiento cromático muy interesante—, y después la iglesia de
Chonchi, con su esplendor de amarillo y azul.
Pero la verdadera perla de Castro
es seguramente la centralísima iglesia de San Francisco. Fue un italiano, Eduardo Provasoli, quien elaboró el proyecto que fundía arquitectura neogótica y clásica. Ultimada en
1912 para sustituir una iglesia precedente que se había incendiado, tiene
un interior particularmente sugestivo
en las rarísimas jornadas de sol: la
luz que penetra por las vidrieras historiadas es maravillosa. Gracias a la
reciente restauración, los colores externos, lila-viola y amarillo, catalizan
la atención apenas se llega a la plaza
principal de la capital, San Martín.
El accidentado recorrido para descubrir las iglesias y las capillas del
archipiélago de Chiloé es un verdadero viaje a través de una espiritualidad capaz de injertar el Evangelio
en las tradiciones locales y en el ambiente natural.
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viernes 11 de marzo de 2016, número 10
COMUNICACIONES
Colegio episcopal
RENUNCIAS:
EL PAPA
El Papa ha aceptado la renuncia al
gobierno pastoral de la diócesis de
Belluno-Feltre (Italia) que monseñor
GIUSEPPE ANDRICH le había presentado en conformidad con el canon
401 § 1 del Código de derecho canónico.
—Arzobispo de Matera-Irsina (Italia)
al presbítero ANTONIO GIUSEPPE
CAIAZZO.
Giuseppe Andrich nació en Canale d’Agordo, diócesis de BellunoFeltre, el 28 de marzo de 1940. Recibió la ordenación sacerdotal el 28 de
junio de 1965. Juan Pablo II lo nombró obispo de Belluno-Feltre el 28
de mayo de 2004; recibió la ordenación episcopal el 27 de junio del
mismo año.
El Papa ha aceptado la renuncia a la
función de auxiliar de la archidiócesis de Turín (Italia) que monseñor
GUID O FIANDINO, obispo titular de
Aleria, le había presentado en conformidad con los cánones 411 y 401
§ 1 del Código de derecho canónico.
Guido Fiandino nació en Savigliano, archidiócesis de Turín, el 12 de
enero de 1941. Recibió la ordenación
sacerdotal el 28 de junio de 1964.
Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Aleria y auxiliar de Turín el 21
de junio de 2002; recibió la ordenación episcopal el 20 de julio del mismo año.
Lutos en el episcopado
—Monseñor
JOHN
CONWAY
MCNABB, O.S.A., obispo emérito de
Chulucanas (Perú), falleció el 26 de
febrero. Había nacido en Beloit, diócesis de Madison (Estados Unidos),
el 11 de diciembre de 1925. Era sacerdote desde el 24 de mayo de 1952.
Pablo VI lo nombró prelado de la
entonces prelatura territorial de
Chulucanas el 4 de mayo de 1964.
El mismo Papa lo elevó a la dignidad episcopal, nombrándolo obispo
titular de Saia maggiore el 8 de abril
de 1967; recibió la ordenación episcopal el 17 de junio de dicho año.
Renunció a la sede titular el 27 de
diciembre de 1977. Juan Pablo II elevó la prelatura a la categoría de diócesis el 12 de diciembre de 1988 y lo
nombró primer obispo de la nueva
circunscripción eclesiástica. El Santo
Padre aceptó su renuncia al gobierno pastoral de la diócesis el 28 de
octubre de 2000.
—Monseñor MICHAEL ATUL D’ROZARIO, C.S.C., obispo emérito de
Khulna (Bangladesh), falleció el 24
de febrero. Había nacido en Noyansree, archidiócesis de Dacca, el 23 de
noviembre de 1925. Era sacerdote
desde el 10 de junio de 1953. Pablo
VI lo nombró obispo de Khulna el
SIGUE EN LA PÁGINA 11
HA NOMBRAD O:
Antonio Giuseppe Caiazzo nació
en Isola Capo Rizzuto, archidiócesis
de Crotone-Santa Severina, el 7 de
abril de 1956. Recibió la ordenación
sacerdotal el 10 de octubre de 1981.
Se doctoró en liturgia en el Pontificio Instituto litúrgico San Anselmo.
Ha sido vicario parroquial, delegado
episcopal para la evangelización,
miembro del colegio de consultores,
vicario foráneo, director del centro
vocacional diocesano, rector del seminario menor, director de la oficina
litúrgica regional y párroco.
Curia romana
El Santo Padre ha nombrado
asesor de la Secretaría de Estado para los asuntos generales a
monseñor PAOLO BORGIA, consejero de nunciatura.
Paolo Borgia nació en Manfredonia, archidiócesis de Foggia-Bovino (Italia), el 18 de
marzo de 1966. Recibió la ordenación sacerdotal el 10 de
abril de 1999. Es doctor en derecho canónico. Entró en el
servicio diplomático de la Santa Sede el 1 de diciembre de
2001. Prestó servicio en las
nunciaturas apostólicas en República Centroafricana, México, Israel y Líbano y en la Secretaría de Estado, primero en
la sección para las Relaciones
con los Estados y luego, desde
el 29 de octubre de 2014, en la
sección para los Asuntos generales.
—Obispo de Belluno-Feltre (Italia) a
monseñor RENATO MARANGONI.
Renato Marangoni nació en Crespano del Grappa, diócesis de Padua,
el 25 de mayo de 1958. Recibió la ordenación sacerdotal el 4 de junio de
1983. Obtuvo el doctorado en teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Ha desempeñado,
entre otros, los siguientes cargos: vicario parroquial, asistente en el seminario menor, secretario de la comisión para la formación permanente del clero, delegado episcopal para
la pastoral familiar y para la pastoral
de los laicos, presidente delegado
del consejo pastoral diocesano y vicario para la pastoral.
—Obispo de Alaminos (Filipinas) a
monseñor RICARD O LINGAN BACCAY,
hasta ahora obispo titular de Gabala
y auxiliar de Tuguegarao.
Ricardo Lingan Baccay nació en
Tuguegarao el 3 de abril de 1961.
Recibió la ordenación sacerdotal el
10 de abril de 1987. Benedicto XVI lo
nombró obispo titular de Gabala y
auxiliar de Tuguegarao el 23 de febrero de 2007; recibió la ordenación
episcopal el 10 de abril sucesivo.
—Obispo de la nueva eparquía de
Santa María, Reina de la paz, de Estados Unidos y Canadá de los siromalankares a monseñor THOMAS
EUSEBIOS NAICKAMPARAMBIL, hasta
ahora obispo titular de Lares y exarca apostólico para los fieles siro-malankares residentes en Estados Unidos, así como visitador apostólico
para los fieles en Canadá y Europa.
El Santo Padre ha erigido el
exarcado apostólico para los
fieles maronitas residentes en
Colombia, con sede en Bogotá.
El Papa ha erigido el exarcado
apostólico para los fieles sirocatólicos residentes en Canadá,
con territorio desmembrado de
la eparquía de Nuestra Señora
de la Liberación de Newark de
los siro-católicos (Estados Unidos), con sede en Montreal
(Canadá).
El Pontífice ha erigido la eparquía de Santa María, Reina de
la paz, de Estados Unidos y
Canadá de los siro-malankares.
—Obispo titular de Bossa y auxiliar
de la diócesis de Tarnów (Polonia) a
monseñor LESZEK LESZKIEWICZ.
Leszek Leszkiewicz nació en Gorlice, diócesis de Tarnów, el 10 de mayo de 1970. Recibió la ordenación
sacerdotal el 25 de mayo de 1996.
Obtuvo la licenciatura en misionología en la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma. En su ministerio
ha desempeñado los siguientes cargos: vicario parroquial, misionero en
Ecuador, prefecto de disciplina del
seminario mayor diocesano, párroco
y vicario foráneo.
—Obispo titular de Villanova y auxiliar de Płock (Polonia) a monseñor
MIROSŁAW MILEWSKI.
Mirosław Milewski nació en Ciechanów, diócesis de Płock, el 26 de
febrero de 1971. Recibió la ordenación sacerdotal el 14 de junio de
1997. Se doctoró en sociología en la
SIGUE EN LA PÁGINA 11
Audiencias pontificias
EL PAPA
—Al
cardenal Angelo Amato,
prefecto de la Congregación
para las causas de los santos.
HA RECIBID O
S.D.B.,
EN AUDIENCIA:
Jueves 3 de marzo
Circunscripciones
eclesiásticas
Thomas Eusebios Naickamparambil nació en Mylapra, eparquía de
Pathanamthitta de los siro-malankares (India), el 6 de junio de 1961.
Recibió la ordenación sacerdotal el
29 de diciembre de 1986. Benedicto
XVI lo nombró obispo titular de Lares y primer exarca apostólico para
los fieles siro-malankares residentes
en Estados Unidos, así como visitador apostólico para los fieles de dicho rito en Canadá y en Europa, el
14 de julio de 2010; recibió la ordenación episcopal el 21 de septiembre
de 2010.
—Al primer ministro de Timor
Oriental, Rui Maria de Araújo, con
su esposa y el séquito.
—A monseñor Marek Solczyński,
arzobispo titular de Cesarea de
Mauritania, nuncio apostólico en
Georgia, Armenia y Azerbiyán.
—Al cardenal Josip Bozanić, arzobispo de Zagreb (Croacia), vicepresidente de la Conferencia episcopal
croata, con monseñor Želimir Puljić,
arzobispo de Zadar, presidente;
monseñor Đuro Hranić, arzobispo
de Đakovo-0sijek, miembro; y monseñor Dražen Kutleša, obispo de
Poreć-Pula, miembro.
—A monseñor Carlos Humberto
Malfa, obispo de Chascomús (Argentina).
—Al
Taizé.
hermano
Alois,
prior
de
—Al cardenal Jaime Lucas Ortega
y Alamino, arzobispo de San Cristóbal de La Habana (Cuba).
Viernes, día 4
—Al presidente del Consejo de las
Iglesias evangélicas de Suiza, reverendo Gottfried Locher.
—Al cardenal Agostino Vallini, vicario general para la diócesis de Roma.
—A monseñor Andrés Carrascosa
Coso, arzobispo titular de Elo, nuncio apostólico en Panamá.
Sábado, día 5
—Al cardenal Marc Ouellet, P.S.S.,
prefecto de la Congregación para las
causas de los santos.
—Al embajador de Japón ante la
Santa Sede, Nagasaki Teruaki, en visita de despedida.
L’OSSERVATORE ROMANO
número 10, viernes 11 de marzo de 2016
Colegio episcopal
VIENE DE LA PÁGINA 10
Universidad católica de Lublin. Ha
desempeñado su ministerio como
vicario parroquial, prefecto de disciplina y profesor en el seminario mayor, profesor en la Universidad Cardenal Stefan Wyszyński, vicario general, canciller, miembro del colegio
de consultores, del consejo presbiteral y del consejo pastoral.
—Obispo titular de Guardialfiera y
auxiliar de Porto Alegre (Brasil) al
padre ADILSON PEDRO BUSIN, C.S.
Adilson Pedro Busin, C.S., nació
Sarandi, archidiócesis de Passo
Fundo, el 20 de mayo de 1965. Recibió la ordenación sacerdotal el 9
de enero de 1993. Se licenció en
ciencias de la educación en la Pontificia Universidad Salesiana de Roma. Ha sido promotor vocacional;
rector del seminario menor de Ciudad del Este, Paraguay; formador;
superior provincial y, en el último
Lutos
VIENE DE LA PÁGINA 10
21 de septiembre de 1970; recibió
la ordenación episcopal el 13 de
diciembre sucesivo. Juan Pablo II
aceptó su renuncia al gobierno
pastoral de la diócesis el 19 de
febrero de 2005.
—Monseñor GREGORIO GARAVITO JIMÉNEZ, S.M.M., arzobispo
emérito de Villavicencio (Colombia), falleció el 16 de febrero.
Había nacido en Junín, diócesis
de Zipaquirá, el 9 de marzo de
1919. Era sacerdote desde el 24
de julio de 1942. Juan XXIII lo
nombró obispo titular de Ciparissia y auxiliar de Villavicencio
el 4 de diciembre de 1961; recibió
la ordenación episcopal el 11 de
febrero de 1962. Pablo VI lo
nombró arzobispo de Villavicencio el 22 de abril de 1969. Juan
Pablo II aceptó su renuncia al
gobierno pastoral de dicha sede
el 3 de mayo de 1994.
—Monseñor DANIEL J. BOHAN,
arzobispo de Regina (Canadá),
falleció el 15 de enero. Había nacido en Yarmouth el 8 de noviembre de 1941. Era sacerdote
desde el 13 de mayo de 1967.
Juan Pablo II lo nombró obispo
titular de Migirpa y auxiliar de
Toronto el 14 de mayo de 2003;
recibió la ordenación episcopal el
3 de julio sucesivo. El Papa lo
promovió a arzobispo de Regina
el 30 de marzo de 2005.
—Monseñor ALBERT ONYEMBO
LOMADJO, obispo emérito de
Kindu (República democrática
del Congo), falleció el 11 de enero. Había nacido en Kindu el 6
de julio de 1931. Era sacerdote
desde el 27 de julio de 1958. Pablo VI lo nombró obispo de Kindu el 17 de mayo de 1966; recibió
la ordenación episcopal el 11 de
diciembre sucesivo. El mismo Papa aceptó su renuncia al gobierno pastoral de la diócesis el 17 de
enero de 1978.
período, vicario regional de su congregación para América del Sur.
página 11
Audiencia a la plenaria de la Comisión
pontificia para América Latina
—Obispo titular de Serigene y exarca apostólico del nuevo exarcado
apostólico para los fieles siro-católicos residentes en Canadá al presbítero ANTOINE NASSIF.
Antoine Nassif nació en Beirut
(Líbano) el 21 de febrero de 1969.
Recibió la ordenación sacerdotal en
1992. Ha desempeñado su ministerio como director de una escuela,
vicario parroquial y rector del seminario patriarcal de Charfet.
—Obispo titular de Avitta Bibba y
auxiliar de Trivandrum de los latinos (India) al presbítero CHRISTUDAS RAJAPPAN.
Christudas Rajappan nació en
Adimalathura, archidiócesis de Trivandrum de los latinos, el 25 de noviembre de 1971. Recibió la ordenación sacerdotal el 25 de noviembre
de 1998. Obtuvo el doctorado en
misionología en la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma. En
su ministerio ha desempeñado los
siguientes cargos: administrador parroquial, secretario del obispo, director espiritual y profesor en el seminario de Alwaye, párroco y rector
del seminario diocesano.
El viernes 4 de marzo, por la mañana, el Papa recibió en audiencia a los miembros de la
Comisión pontificia para América Latina, como conclusión de la asamblea plenaria
que tuvo lugar desde el lunes 1 de marzo y se dedicó al «compromiso indispensable de los laicos
en la vida pública»
Encuentro
con valdenses y metodistas
—Obispo titular de Orreacelia y auxiliar de Johannesburgo (República
Sudafricana) al presbítero DUNCAN
THEOD ORE TSOKE.
Duncan Theodore Tsoke nació en
Daveyton, archidiócesis de Johannesburgo, el 15 de abril de 1964. Recibió la ordenación sacerdotal el 2
de diciembre de 1995. Estudió gestión de los bienes eclesiásticos en
Kenia. Ha sido vicario parroquial,
responsable de la pastoral juvenil,
formador y profesor en el seminario, vicario episcopal para la evangelización, párroco y vicario general.
—Obispo titular de Forma y auxiliar
de Dacca (Bangladesh) al presbítero
SHOROT FRANCIS GOMES.
Shorot Francis Gomes nació en
Hashnabad, archidiócesis de Dacca,
el 15 de diciembre de 1965. Recibió
la ordenación sacerdotal el 31 de
mayo de 1990. Obtuvo el doctorado
en teología moral en el Pontificio
Instituto Alfonsianum de Roma. En
su ministerio ha desempeñado los
siguientes cargos: vicario parroquial,
rector del seminario menor, rector
del seminario mayor, vicario general
de la nueva diócesis de Sylhet y, actualmente, vicario general de la archidiócesis de Dacca.
Tuvo lugar el sábado 5 de marzo, por la mañana, la audiencia del Papa con
una delegación de la Mesa valdense y del Sínodo de las Iglesias valdenses y metodistas
Miembros del Sínodo permanente
de la Iglesia greco-católica ucraniana
—Exarca apostólico del nuevo exarcado apostólico para los fieles maronitas residentes en Colombia al
padre FADI ABOU CHEBEL, O.M.M.
Fadi Abou Chebel, O.M.M., nació
en Deir el Kamar el 19 de octubre
de 1969. Tras ingresar en la Orden
Maronita Marianita, recibió la ordenación sacerdotal el 23 de diciembre
de 1995. Obtuvo la licenciatura en
teología pastoral en Roma. Inició
su ministerio como vicario parroquial en Uruguay, luego fue director espiritual del seminario de la
Orden, responsable de los jóvenes
estudiantes en Roma, capellán universitario y director general de la
pastoral universitaria en Líbano.
El Pontífice recibió en audiencia el sábado 5 de marzo, por la mañana, en la biblioteca privada
del palacio apostólico a los miembros del Sínodo permanente de la Iglesia greco-católica ucraniana
L’OSSERVATORE ROMANO
página 12
viernes 11 de marzo de 2016, número 10
Dramática situación de los menores migrantes y refugiados víctimas de las mafias
Los invisibles
JOSÉ BELTRÁN
Apenas levanta un palmo del suelo.
Y no tiene nombre. Se lo han robado. A casi nadie le importa.
Tampoco parece preocupar su paradero ni el de los otros 10.000 niños migrantes que EUROPOL da por
desaparecidos en Europa.
Hace poco más de un mes se conoció esta cifra que revela el descontrol y la falta de medios de las autoridades europeas para garantizar los
derechos de los menores que atraviesan las fronteras como inmigrantes
huyendo de la pobreza o como refugiados escapando de la guerra.
Han pasado semanas y aún estos
niños siguen perdidos. Y olvidados
por casi todos. Así es la anestesia
que propicia la cultura de la indiferencia que condena Francisco.
También en España, que miraba a
Italia, a Alemania y a Suecia lamentando lo ocurrido, pero con la conciencia de que el drama estaba lejos.
Sin embargo, según datos de Cruz
Roja Española a los que ha tenido
acceso el equipo de investigación de
la revista Vida Nueva, en 2015 sólo
en sus centros perdieron la pista de
113 niños migrantes.
«Desgraciadamente estos números
no suponen más que la punta del
iceberg», lamentan desde esta ONG,
convencidos de que son menores robados a sus familias y explotados en
manos de mafias. Si se cruzan estos
datos con los facilitados por otras
entidades que luchan contra la trata
de personas, la cifra podría dispararse.
De ello dan fe tanto la Fundación
Amaranta como Proyecto Esperanza,
iniciativas de las religiosas adoratrices, que buscan salvar a las mujeres
y niños víctimas de la trata y la
prostitución. «Es duro decirlo, pero
los niños que desaparecen de nuestros centros ya no aparecen...», alerta Pilar Casas, directora de Amaranta.
Cuando hace años, se destapó una
presunta red de menores robados
durante la dictadura franquista en
hospitales a madres solteras para entregárselos a familias estructuradas,
El sentido y las consecuencias del viaje a México
VIENE DE LA PÁGINA 1
lupana, llegando a decir en el Ángelus del domingo 21 de febrero, ya
de regreso en el Vaticano, que el
Santuario del Tepeyac fue «el baricentro» espiritual de su peregrinación.
En la raíz de nuestra identidad
como Nación está el acontecimiento
guadalupano; un encuentro de culturas y dignificación de un pueblo
llamado a tener un lugar especial
en el mundo. Toda elección, lo sabemos, es gracia y es responsabilidad como sucedió con el Pueblo de
Israel: «no hizo tal cosa con otra
nación». Los mensajes dirigidos a
diferentes grupos eclesiales, a familias y jóvenes, a indígenas y migrantes, a enfermos y reclusos, nos
hacen ver que la Iglesia debe ser
incluyente y tiene que preocuparse
por todos sin distinción, como una
madre que no ignora ni desprecia a
ninguno de sus hijos.
Los encuentros con Autoridades
Civiles, con Rectores de Universidades y con Ministros de otras
Confesiones Religiosas, nos impulsan a mantener una actitud de diálogo
respetuoso
construyendo
puentes y compartiendo, con todos,
los ideales comunes a favor de la
sociedad. Algo notable es el estilo
comunicativo del Papa, su lenguaje
directo y comprensible y, sobre todo, los gestos y acciones más elocuentes que muchos discursos. Nos
ha quedado una gratísima impresión de este acontecimiento histórico, sobre todo en los lugares que
por primera vez visitó el Obispo de
Roma. Nuestra tarea es seguir cultivando las semillas de misericordia y
de paz que fue esparciendo por doquier el Papa Francisco. De otro
modo no fructificaría el gran esfuerzo que implicó para él un viaje
maratónico de frontera a frontera,
yendo a las periferias geográficas y
existenciales.
A los Pastores de la Iglesia nos
ha dejado retos muy grandes que,
en primer lugar, nos interpelan y
nos piden revisar el estilo de nuestra vida y nuestra labor apostólica.
A los laicos, especialmente a los jóvenes, les ha abierto caminos para
realizar su misión con esperanza y
valentía. Ante las situaciones negativas que nos pueden desalentar, el
Santo Padre nos ha llamado a recuperar la confianza y defender nuestra dignidad de hijos de Dios.
Agradecidos con Dios que, a través del Vicario de Cristo, nos ha
hecho experimentar su gran misericordia, pedimos al Espíritu Santo
siga inspirándolo y fortaleciéndolo
en su ministerio y a nosotros nos
conserve en comunión de fe y caridad.
*Cardenal arzobispo de Morelia
la opinión pública se escandalizó.
Hasta tal punto de generar un seguimiento diario que removió a los políticos, con análisis de ADN y procesos judiciales incluidos.
Tal fue la expectación que se generaron programas de televisión, series e incluso películas.
Estos 113 niños robados en territorio español, como los otros 10.000
menores perdidos en Europa, no
despertarán tanta expectación. ¿Quizá por haber nacido en el África
subsahariana o en Siria? Más allá de
carteles de bienvenida a los refugiados, las autoridades están más preocupadas por hacerse con la Moncloa
tras las elecciones, que para afrontar
este drama.
Prueba de ello es la falta de una
ley contra la trata, la inexistencia de
un reglamento que desarrolle la actual Ley de Asilo o la ausencia de
un plan coordinado para identificar
con ADN a los menores y garantizar
su seguimiento.
Frente a esta desidia, la Iglesia española se adentra donde el Estado
no quiere llegar. Y al igual que ocurre en Lebos con quienes llegan en
las barcazas, los cristianos que rescatan a estos menores. Perdidos. Explotados. E invisibles.
Tuit del Papa
en Pontifex_es
8 FEB [10.42 AM] Pequeños gestos de
amor, de ternura, que hacen pensar
que el Señor está con nosotros: así,
se abre la puerta de la misericordia
9 FEB [4.18 PM] Dios nos ha acariciado con su misericordia: llevemos esa
caricia a los demás, a aquellos que
tienen necesidad