madrid Monográfico Mujer | Marzo 2016 No hay libertad sin igualdad de marzo wwww.feccoo-madrid.org madrid Monográfico Mujer | Marzo 2016 editorial Libres, iguales, dignas, insumisas, juntas. Isabel Galvín. Secretaria General de la FREM 3 8 de marzo/mujer No hay Libertad sin Igualdad. Área de la mujer de la FREM 4 Puede el amor convivir con el miedo de Mª Pilar Benítez 7 mujer Con violencia no hay igualdad de M. 8 José Sánchez Delgado No hay libertad sin igualdad derechos Si nos tocan a una, nos tocan a todas de Pilar Morales Pacheco 10 entrevista a Bárbara Tardón Recio por Eva Pérez Ollero. La raíz de la violencia está en la discriminación profunda e histórica hacia las mujeres 11 derechos Mujeres sabias, mujeres valientes, mujeres monumentales 15 de Carmen Heredero de marzo experiencia Remar contra corriente de Olga Pantaleoni 16 cultura La desigualdad de género está en la cultura y no en determinados ambientes o contextos de Blanca Casado 17 última página Errante de Paloma Recio SECRETARIA GENERAL: Isabel Galvín Arrivas EDITA Federación Regional de Enseñanza de Madrid CCOO C/ Lope de Vega, 38. 28014 Madrid. Teléfono: 915 368 791. Fax: 95 365 105 www.fe.ccoo-madrid.org E-mail: [email protected] COORDINACIÓN: Sabina Rodríguez ILUSTRACIONES: Dibujos infantiles realizados por: Noa Salas Castaño y Hugo Salas Castaño PORTADA: Carteles cedidos por: Comunicación, CCOO Madrid Secretaría de la Mujer, CCOO Madrid FOTOGRAFÍA: Alicia Galán Pedro Pérez García 2 20 COLABORADORAS TE DE MUJER Rebeca Castaño, Eva Cordero, Eva Pérez Ollero, Natalia Romero, Sabina Rodríguez Alonso Eustaquio Macías Silva, José María Ruiz Herranz DISEÑO, MAQUETACIÓN Y PRODUCCIÓN IMPRESSION ARTES GRAFICAS www.iag.es DEPÓSITO LEGAL M. 4406-1992 Los artículos de esta publicación pueden ser reproducidos, total o parcialmente, citando la fuente. editorial Libres, iguales, dignas, insumisas, juntas los déficits en conciliación y corresponsabilidad, una menor protección social, y una peor perspectiva de jubilación. Todo ello evidencia la insuficiencia e ineficacia de las políticas para combatir el grave problema de la discriminación laboral y de la violencia estructural contra las mujeres. Isabel Galvín Secretaria General de FREM @isabelgalvin es-es.facebook.com/isabel.galvin @ [email protected] “El feminismos es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente” Simone de Beauvoir El 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, es para celebrar y celebrarnos, para reivindicar y reivindicarnos. Para soñarnos y pensarnos. Para saber en quién queremos transformarnos y a dónde queremos ir . Para recapitular y para seguir. El balance del 2015 muestra que la situación sociolaboral de las mujeres sigue siendo extraordinariamente precaria. Se constata una creciente segregación ocupacional que se suma a una brecha salarial en aumento. Nos afecta un mayor índice de desempleo. A ello debemos sumar la persistencia del techo de cristal, el crecimiento de la violencia de género, La falta de voluntad política y los fuertes recortes presupuestarios (desde 2011 se reduce el montante destinado en un 43% para los Programas de Igualdad y en un 17% para las acciones contra la violencia de género) impiden la aplicación efectiva tanto de la Ley de Igualdad como de la Ley sobre la violencia contra las mujeres. No se aplica la transversalidad de género en las políticas del gobierno. Las contrarreformas educativas han hecho desaparecer la Educación para la Ciudadanía y la coeducación no llega a las aulas. Todo ello redunda en que la hegemonía cultural del patriarcado mantenga que el peso de la conciliación recaiga en la mujer como recaen la culpa o la renuncia. Sin embargo, a pesar de todo y contra todo, las mujeres en este país avanzamos. Muchas mujeres anónimas cada día hacen escuela. Nuestra acción, la de todas, paró la reforma de la Ley del aborto. También todas, desde nuestra diversidad, el 7 de Noviembre llenamos las calles para acabar con las violencias contra las mujeres. En lo público y en lo privado somos dignas e Insumisas a la explotación y a la desigualdad. Nuestras voces exigen libertad para ser dueñas de nuestros cuerpos y de nuestras vidas. Nuestras manos se entrelazan porque nos sabemos iguales y queremos conquistar cada espacio público de esta sociedad. Ya no nos basta con influir, queremos liderar en lo público con la experiencia de los liderazgos en lo privado. Desde el cuidado a nuestra diferencia. Por y para ello seguimos luchando. Para conseguir que la violencia de género sea un asunto de estado; para poner en marcha una Renta Mínima estatal; para Impulsar la presencia paritaria de las mujeres en todos los órganos de representación y decisión así como en la dirección de las organizaciones; para revertir los recortes, la reforma laboral, la Ley mordaza, la LOMCE y las contrarreformas universitarias; la Ley de interrupción voluntaria del embarazo y todas las reformas regresivas realizadas con el pretexto de la crisis; para fortalecer los servicios públicos de calidad, especialmente en educación, sanidad y atención a la dependencia, Para trabajar igual, cobrar igual y conciliar igual. Es este un tiempo de crisis estructural y. por lo mismo, es un tiempo de cambio, el nuestro, el de las mujeres. Mujeres libres, iguales digas, insumisas y juntas. ¡Viva el 8 de Marzo! Seguimos. te Monográfico Mujer | Marzo 2016 3 8 de marzo / mujer No hay Libertad sin Igualdad Área de la Mujer de la FREM Un más, nos disponemos a celebrar el 8 de Marzo, recordando a todas aquellas mujeres que han luchado, luchan y lucharán por conquistar y reafirmar algo tan importante como la igualdad de género. Mujeres de todos los continentes, de diferentes nacionalidades, etnias, lenguas y culturas, se unen para celebrar su día; para contemplar y compartir una tradición de tantos años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo. Algunas de ellas conocidas y otras anónimas pero no por ello menos importantes. Juntas han peleado por la separación entre sexualidad y reproducción, la defensa de la maternidad libre, la liberación femenina, la libertad sexual, la promoción de la planificación familiar, la difusión de métodos anticonceptivos y cómo no, la igualdad de derechos, salario y de condiciones de trabajo. Es evidente que desde 1911, año en que se implantó la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora en algunos países europeos, hemos avanzado considerablemente en la conquista de nuestros derechos. Pero, por desgracia aún queda mucho por hacer. Sólo en España, en el año 2015, han sido asesinadas 57 mujeres, víctimas de la violencia machista. Y ¿cuántas más conviven cada día con el miedo, el dolor, la humillación, el desprecio y el horror que provocan e infunden sus parejas? Esta lacra debe ser combatida al unísono por toda la sociedad. Tenemos que proteger a las víctimas, empleando todos los recursos necesarios para ello. Hay que revertir los recortes presupuestarios en las diferentes administraciones públicas, la pérdida de impulso en la adaptación legislativa contra la violencia machista y la inacción en la mejora dentro del ámbito judicial. Así como la cruel negativa a reparar el daño de las mujeres supervivientes. Debemos hacer un esfuerzo conjunto para sensibilizar a toda la sociedad, especialmente en el ámbito educativo, sobre estas conductas crueles e inhumanas y 4 aprender a detectarlas y erradicarlas ante el menor síntoma. Y qué decir de la situación de las mujeres nacidas en países que las consideran ciudadanas de segunda y carentes de derechos, que dependen toda su vida de la voluntad de un hombre: padre, hermano o marido que decide por ellas. Parece increíble que a estas alturas de la Historia se permitan matrimonios de menores de edad, de niñas, con hombres adultos. El matrimonio infantil es una práctica muy extendida en países como Bangladesh. El país asiático es el primero del mundo en porcentaje de niñas con menos de 15 años casadas (un 29%) el cuarto si se observa la ratio de menores de 18 (65%) solo por detrás de Níger (76%), Chad (68%) y República Centroafricana (68%). En la mayoría de estos países se produce una mezcla explosiva de pobreza y tradición. Por desgracia, las niñas suponen una carga para la familia que tiene que alimentarlas y ven el matrimonio como una solución a este problema. Además, aunque en ocasiones está prohibida, la práctica de la dote (pago en dinero, joyas o bienes que realiza la familia de la novia para que se produzca el enlace) sigue estando muy extendida y cuanto menor es la novia menos cantidad debe aportar al casarse. Los Estados hacen poco o nada para acabar con estas situaciones, ya que legislan para acallar las denuncias de organizaciones humanitarias, pero, a la hora de la verdad, hacen la vista gorda y no actúan. Verdaderamente la Educación es el motor de cualquier cambio social y civil, es el arma más poderosa que existe. 8 de marzo / mujer De todas formas, algo está cambiando. Hay datos esperanzadores que revelan una proporción directa: a más educación de las niñas, menor índice de matrimonios prematuros. Las niñas con formación primaria, secundaria y superior son un 24%, 72% y 94% menos propensas respectivamente a contraer matrimonio que las que no tienen estudios. En las escuelas promovidas por ONGs se empieza a tratar el tema sin tapujos, verbalizando esta problemática con testimonios en primera persona y debates entre alumnos/as. Todas/os debemos dar protagonismo, visibilizar y ayudar a esas pequeñas heroínas que están labrando con su coraje, su valentía y también su sufrimiento el principio del cambio en sus países hacia una sociedad más justa e igualitaria. Verdaderamente la Educación es el motor de cualquier cambio social y civil, es el arma más poderosa que existe. Por eso en CCOO creemos firmemente que para combatir la desigualdad entre hombres y mujeres es necesario abordar este tema desde la raíz, en la escuela. Abogamos por la coeducación porque es la vía para igualar en derechos y oportunidades, para romper los estereotipos sexistas y para promover la sensibilización, la reflexión y la prevención de las violencias machistas. Hace falta una escuela que forme personas críticas y comprometidas con la sociedad. En el aula no sólo se aprende Lengua o Matemáticas, se aprende a convivir con la gente que nos rodea, a pensar, a sentir. Hay que impulsar los valores de la corresponsabilidad desde que empieza la escolaridad. Debemos hacer un esfuerzo conjunto para sensibilizar a toda la sociedad, especialmente en el ámbito educativo, sobre estas conductas crueles e inhumanas y aprender a detectarlas y erradicarlas ante el menor síntoma. te Monográfico Mujer | Marzo 2016 5 En materia educativa reclamamos: • La derogación de la LOMCE, porque es una ley retrógrada, que pretende os y potenciar la competitividad. anular el espíritu crítico de las/os alumnas/ • La no concertación de centros educativos que segregan al alumnado en función del sexo. • La formación específica y obligatoria en materia de género y en coeducación para todo el profesorado. • La inclusión de objetivos claros en cuanto a igualdad en la legislación educativa que garanticen una educación afectivo-sexual sin estereotipos sexistas y homófobos. • La incorporación al currículo de personajes femeninos relevantes, que hayan contribuido a la evolución de la sociedad. • La eliminación de los contenidos sexistas en los libros de texto. • Una correcta organización escolar, que busque el equilibrio y la proporción entre varones y mujeres en el reparto de cargos y tareas por parte del profesorado y demás trabajadoras/es del centro educativo. • La distribución adecuada de los espacios del colegio (patio, aulas) para fomentar los grupos mixtos y no encasillar los juegos o los recursos en función del género. • El cuidado del lenguaje para que sea no sexista, tanto en la interacción con los alumnos como en circulares o carteles dirigidos a las familias. • La creación de un departamento de igualdad en cada centro que vele para que no haya discriminación de ninguna clase. • La puesta en marcha de campañas en los centros escolares dirigidas a erradicar la socialización diferenciada en la elección de estudios de las jóvenes para romper la segregación ocupacional del mercado laboral. Porque nos queremos vivas, nos queremos libres, porque sin igualdad no hay libertad. ¡Viva el 8 de marzo! En materia laboral exigimos medidas para la conciliación de la vida familiar y laboral: • Ampliación de la baja materna y paterna. • Reducción de jornada por cuidado de familiares sin restricciones temporales. • Flexibilización del horario laboral para aquellas personas que lo necesiten por tener menores o familiares dependientes a su cargo. • Permiso para acudir a especialistas médicos con menores de 16 años o familiares dependientes. • Formación dentro del horario de trabajo. • Realización de planes y medidas de igualdad, como la constitución de Comisiones por la Igualdad, o la creación de protocolos de prevención de acoso sexual o por razón de género. 6 8 de marzo / mujer Puede el amor convivir con el miedo Mª Pilar Benítez Delegada Sindical de la FREM Siempre pensó que salir con un chico, enamorarse por primera vez, sería algo extraordinario. Entregar tu corazón a alguien y que esa misma persona te lo entregue a ti, debía ser una sensación indescriptible, mágica. Y, al menos, así fue al principio. Iban al mismo instituto, aunque a clases diferentes, ¡El era tan atento y maravilloso! Siempre la esperaba al salir de clase y la acompañaba hasta casa, cogidos de la mano. Procuraban verse todas las tardes, pero, si no podía ser, siempre la llamaba un ratito para ver como le habían ido las cosas. No sabe cuando todo empezó a cambiar. Tal vez fue el cumpleaños de amiga. Las chicas habían quedado en pasar la tarde juntas, Desde que ella empezó a salir con él, apenas se veía con las amigas, y les apetecía una tarde de chicas. Nada serio, una película en el cine, y una fiesta de pijamas en la casa de la cumpleañera. Pero a él no le pareció bien. Le rogó que no fuera, pues no concebía pasar la tarde sin ella. Utilizó palabras suaves, encantadoras y la convenció. Al final, puso una excusa tonta a las amigas y pasó la tarde con él, viendo un partido de fútbol en casa de un amigo. de clase cualquier duda. La casi prohibición de quedar o incluso ver a sus amigas. ¿Puede el amor convivir con el miedo? Empezaba a creer que no. Estaba hecha un lío sobre sus sentimientos. Por un lado, resultaba halagador las atenciones que él tenía. Por otro, cada vez era mayor la sensación de agobio. Cuando sonaba el teléfono, cuando le veía, sentía una opresión en sus pulmones, que la ahogaba. Necesitaba respirar, sentirse libre, y para ello, era necesario alejarse de él. ¡El era tan atento y maravilloso! ¿Qué podía hacer? ¿Acudir a sus padres? Aceptaron a regañadientes que saliese con un chico, pues la consideraban demasiado joven. ¿A sus amigas? Llevaba meses sin sin verlas, ¿cómo podía ahora pedirles ayuda? Un día vio un cartel en el Instituto. No era nuevo, estaba allí desde hacía un tiempo. Pero es de esos carteles a los que no les dedicas más de un segundo, pensando que eso no era para ti. El cartel decía “No te cortes”, y animaba a llamar a un número para chicas que estaban en su misma situación. Tal vez la solución empezase por ahí. Luego todo cambió. No fue de la noche a la mañana, sino más paulatino. Los reproches cuando se demoraba un poco más al salir de casa, la insistencia para verse todas las tardes, aunque tuviese muchos deberes. Las llamadas varias veces al día para saber como estaba, y sobre todo dónde, aunque fuese evidente que estaba en casa. Los planes de futuro para que en el curso siguiente se matriculasen en las mismas asignaturas, para ir a la misma clase, aunque los estudios de uno no tenían nada que ver con los del otro. Los celos que se manifestaban cuando ella preguntaba a un compañero te Monográfico Mujer | Dato “Diver conviv tunida del qu revista en la w ción d CCOO 1 Marzo 2016 7 mujer Con violencia no hay igualdad “En verdad, en verdad les digo: No hay nada en el mundo más poderoso que una mujer. Por eso nos persiguen”. G. Belli, Apogeo M. José Sánchez Delgado Afiliada a CCOO La Violencia de Género abarca la violencia familiar que se produce dentro de la familia y por cualquier miembro de ella, la violencia doméstica, que es a que hace referencia a la violencia y a los abusos que sufren las mujeres a manos de sus maridos, compañeros, y la violencia que se produce dentro de la sociedad, el acoso, y el tráfico sexual de mujeres y la prostitución forzada. Sin olvidar otro tipo de violencia física, sexual y psicológica que es la perpetrada o permitida por el Estado donde quiera que esto ocurra. Todas las mujeres vivimos con mayor o menor intensidad formas de violencia cuando no reconocen ni valoran nuestro trabajo, cuando nos hacen callar haciéndonos creer que nuestra opinión no es importante, cuando se utiliza un lenguaje sexista que no nombra las mujeres, cuando nos pagan menos que a los hombres por realizar las mismas funciones, cuando tenemos que convivir con lenguajes publicitarios que nos tratan como objetos sexuales, cuando sentimos miedo a caminar solas. La violencia contra las mujeres es una expresión de la relación de desigualdad entre hombres y mujeres. La desigualdad en las relaciones de poder entre mujeres y hombres se produce en todos los lugares el mundo y precisa del compromiso permanente del conjunto de la sociedad, administraciones e instituciones, con actuaciones que hagan posible un cambio en los valores y pautas culturales, introduciendo un nuevo escenario social basado en el respeto de los derechos y libertades fundamentales y de igualdad entre todos y todas. Once años después de la entrada en vigor de la Ley Integral contra la Violencia de Género, hay un reconocimiento al trabajo desarrollado por muchas 8 instituciones, pero la falta de dotación presupuestaria hace que los avances en formación y sensibilización de los distintos profesionales y ámbitos implicados, (sociales, jurídicas, sanitarios, policiales, educativos…) sean escasos. Día tras día nos seguimos sobrecogiendo cada mañana al poner la radio o leer el periódico con la noticias. “¡Una nueva agresión!, ¡Una nueva víctima! Sesenta y cuatro mujeres han sido asesinadas a manos de sus maridos o compañeros en año dos mil quince y el 016 recibió 82.000 llamadas, un incremento del 19% respecto al 2014. Lo que significa que hay que mantener la exigencia y revisión permanente de los recursos y medidas contempladas en la Ley para avanzar en la mejora y en la aplicación de la norma, cuyo último objetivo es el de evitar el dramático goteo de nuevas víctimas que como una losa pesan en nuestra sociedad. Es necesario un análisis exhaustivo de los distintos mecanismos y eslabones que fallan en la cadena de protección y que los datos nos dicen que han muerto mujeres, a pesar de tener orden de protección. Es necesario garantizar la asistencia jurídica y social de forma que la mujer esté informada de los derechos y medidas que pueda solicitar. En definitiva, para que las medidas y planes contra la violencia de género logren sus objetivos es necesario que el conjunto de profesionales que atienden, asisten y asesoran a las víctimas, puedan desempeñar eficaz y efectivamente su trabajo, de manera que redunde en beneficio del amparo, protección y seguridad de las agredidas. Es necesario para ello que las administraciones públicas garanticen los recursos suficientes en formación, infraestructuras y servicios. Conseguir que las mujeres seamos visibles, porque mujer la visibilidad es una condición de la existencia. Frecuentemente, sin embargo, la sociedad nos condena a las mujeres a una forma sutil de invisibilidad, la de no poder manifestar en alto los verdaderos anhelos, las búsquedas, los valores que, en tantas ocasiones, son ignorados por aquellos que nos rodean, Nuestra gran amiga Elvira S. LLopis nos decía “La invisibilidad, la ocultación, la negación, han sido formas tradicionales de violencia,. Ejercida tanto en su dimensión individual (sobre las personas) como en su dimensión social (sobre grupos humanos en función de una determinada característica identitaria) como en su vertiente psicológica (la anulación), camuflada bajo argumentos imposibles (el bien común, la falsa inclusión, la inferioridad), lo cierto es que las mujeres hemos sido victimas de esta forma de violencia de una manera permanente a lo largo de los tiempos. Violencia como invisibilidad, ocultación y negación de las mujeres, presente en el encerramiento (la clausura, el harén y el convento, pero también la saya, el velo y el burka; pero también en el espacio de lo doméstico), en el uso ·neutro· del lenguaje, que hace que el hombre compendie a la humanidad, en la racionalidad también “neutra” de la ciencia.” La violencia contra las mujeres es una expresión de la relación de desigualdad entre hombres y mujeres. te Monográfico Mujer | Marzo 2016 9 derechos Si tocan a una, nos tocan a todas Pacto de Estado contra las violencias machistas. Clamor feminista. Pilar Morales Pacheco. Secretaria de Mujer y Cooperación Internacional de CCOO de Madrid La magnifica película “Sufragistas”, nos detalla las luchas de las feministas británicas y parece que las situaciones que narran estuvieran muy lejos en el tiempo y en el desarrollo social y de los derechos de las mujeres, sin embargo Cuando ya parecía que nada podría sorprendernos en materia de violencia de género, durante las fiestas de fin de año nos encontramos con la noticia de que en diez ciudades europeas, la mayoría en Alemania pero también en Austria, Suiza, Suecia y Finlandia, se producen ataques sexuales, machistas y coordinados a cientos de mujeres que cursan las correspondientes denuncias de asaltos, vejaciones y violaciones, realizadas por hombres jóvenes de nacionalidades Norteafricanas y de Oriente Próximo. Pasamos de la incredulidad a la alarma y al tratamiento de las noticias por parte de los medios de comunicación entre la negación y el temor de que se interpretara como una acusación racista o de rechazo a inmigrantes y demandantes de asilo. Sin embargo ese argumento se desmonta cuando hacemos un poco de memoria y vemos que no solo ha sido en Colonia y no solo en la noche vieja de 2015 y recordamos el verano de 1969 en Argel, en el Primer Festival Cultural Panafricano, cuando se escucha un grito atronador que dice “en-nsa,Ied-dar” (las mujeres a casa) y las mujeres tienen que retirarse del evento, o como los nazis definían el lugar de las mujeres KKK ( iglesia, cocina, niños, sus iniciales en alemán). También en el Caíro, en la Plaza Tahrir, donde se reunía la oposición antigubernamental, las mujeres aprovechaban para manifestarse y ejercer 10 sus derechos de ciudadanía, y donde grupos de hombres las rodeaban, aislándolas de sus propios compañeros que intentaban protegerlas y las acosaron, vejaron e incluso violaron, ante la aparente pasividad policial. Pero también en España, este mismo verano se han denunciado abusos en las fiestas de algunas ciudades importantes que han llevado incluso a elaborar folletos dando indicaciones de protección a las mujeres y pautas de comportamiento para los asistentes masculinos. Pero no tenemos que ir tan lejos, en nuestro país hemos terminado 2015 con 56 mujeres asesinada, dos más que el año anterior y en 2016,ya son 11 las mujeres asesinadas por violencia de género, sin que parezca que vaya a acabar la sangría de las violencias machistas. Por todo ello, las mujeres organizadas en el movimiento feminista, desde muy diferentes procedencias, han conseguido llegar el 7 de Noviembre de 2015 a una movilización estatal que tuvo lugar en Madrid y que reunió a cientos de miles de personas, mayoritariamente mujeres, pero no solo, para exigir a los poderes públicos un Pacto de Estado contra las violencias machistas y elaboramos un manifiesto que trazaba las líneas maestras por las que debía transcurrir la lucha para erradicar el feminicidio existente también en nuestro país. El manifiesto recordaba que desde 1995, más de 1400 mujeres han sido asesinadas y que sólo en el verano de 2015 mataron a 37 mujeres y 8 menores y que fueron sus padres, parejas o ex parejas; recordaba también que los recortes presupuestarios no ayudan a combatir la violencia machista y que vivimos en una sociedad que tolera la desigualdad y por tanto es injusta. Por todo ello las mujeres exigimos: Que la lucha contra la violencia sea una cuestión de Estado; que se desarrolle el acuerdo de Estambul que ha firmado España; que la sociedad y sus organizaciones se comprometan en la lucha contra la violencia machista; que la prevención sea una política prioritaria; que los medios de comunicación traten las noticias sobre los asesinatos de forma correcta, sin culpabilizar a las víctimas y con un lenguaje que tenga perspectiva de género; que mientras no se erradique la violencia machista, las afectadas tengan los medios de protección adecuados. CCOO desde las Secretarías de la Mujer, trabajan para que toda la organización sea consciente de que las violencias machistas y sus consecuencias no afectan solo a las mujeres, aunque éstas son las víctimas directas sino que una sociedad que permite este goteo de mueres injustas es una sociedad enferma, que debe revisar su filosofía de vida, sus principios y en definitiva su organización social completa. Las mujeres seguiremos reivindicando y exigiendo a los gobiernos que se comprometan de verdad con la erradicación de las violencias machistas y que lo hagan de palabra y de obra, empezando por los presupuestos que un año más y a pesar de ser año electoral, son cicateros, restrictivos y patriarcales. Es cuestión de mujeres y de hombres, es cuestión de Estado y de todos los Estados. Madrid Febrero de 2016. entrevista Bárbara Tardón Recio La raíz de la violencia está en la discriminación profunda e histórica hacia las mujeres Es especialista en violencia de género y lleva el feminismo en su ADN. La lucha contra las formas de discriminación no por Eva Pérez Ollero son sólo su trabajo sino una forma de estar y de mirar el mundo a través de unas gafas que permiten que, donde otros ven gestos, palabras, actuaciones, relaciones “naturales”, ella vea los ecos de una violencia antigua que somete a todas las mujeres en todos los tiempos y en todos los lugares. Por eso también la búsqueda de espacios de solidaridad y no violencia ocupa su vida personal tanto como la profesional, construyendo espacios donde refugiarse del asedio cotidiano que sufre cada paso de progreso dado por las mujeres. Se define como una apasionada de la historia del siglo XIX. Sospechamos que es porque se siente de la estirpe de los hombres y, sobre todo, mujeres de esa época, de todas las transgresoras de normas que aspiraban a gobernar sus propias vidas Al hablar de violencia hacia las mujeres o de igualdad muchas percibimos que no todos y todas pensamos en el mismo concepto. Ni siquiera utilizamos las mismas palabras. Por eso vamos a empezar situando los términos. ¿Qué es para ti violencia de género o violencia machista o violencia hacia las mujeres? El término con el que nos referimos a la violencia machista, de género o hacia las mujeres es muy debatido incluso entre las organizaciones de mujeres. Naciones Unidas prefiere el término de violencia hacia las mujeres. En algunos países europeos se mantiene el término de violencia doméstica. En España la expresión más usada es violencia de género, un término que ha permitido avanzar mucho en conceptualización y llevar el problema a lo político. Pero yo creo que se queda corto. Yo prefiero violencia de género para la violencia que se ejerce contra personas que rompen los moldes de la heteronormatividad. Mi experiencia en otros países como Colombia me ha permitido conocer violencias sufridas por hombres de manos de otros hom- te Monográfico Mujer | Marzo 2016 bres en el conflicto armado que son violencias de género, agresiones por no seguir la norma de género. Mientras que el término violencia machista o patriarcal identificaría la violencia que se ejerce hacia las mujeres. Nosotras que vivimos en una comunidad gobernada desde planteamientos ultraliberales, sobre todo en la educación, vemos como el término “libertad” tan ligado al feminismo, es utilizado por la derecha. Desde el punto de tu punto de vista de mujer y de feminista ¿qué es y qué no es para ti la libertad?. 11 entrevista Es importante que quienes trabajan con menores entiendan la magnitud del problema de la violencia o del abuso. Libertad es uno de esos términos ligado a la historia de liberación protagonizada por los movimientos de colectivos oprimidos que la derecha se ha apropiado. Para mí libertad implica respeto. Es un derecho humano, intocable, pero no que justifica todo, y siempre asociado a otras variables: la autonomía, la decisión sobre el propio cuerpo, el estado civil, la forma de entender el amor o elegir el proyecto de vida aun cuando esto se salga de las normas y de los mandatos. Si tuviésemos que buscar el origen de la violencia hacia las mujeres dónde lo situaríamos y qué relación tiene la lucha contra la violencia con la igualdad. Las causas de la violencia están en la desigualdad profunda e histórica hacia las mujeres y hacia las personas (sobre todo mujeres) que se salen del rol que tienen asignado, del mandato de género. La arqueología y la historia intentan encontrar evidencias del momento en que esto empieza a producirse. Pero lo que está claro es que esta violencia se ha dado siempre y en todos los momentos de la historia. Y es además una violencia sostenida por una estructura que cada día alimenta la discriminación, la violencia directa y los mandatos de género. Yo defiendo el término igualdad definido y referido a los derechos humanos. La igualdad y la violencia se relacionan porque la raíz de la violencia es la discriminación y la discriminación es el opuesto a la igualdad. ¿Cuál es el papel de la educación en la reproducción o la lucha contra la violencia? La violencia hacia las mujeres se asienta en una pirámide en la que solo es visible la punta. Pero tiene una base estructural y simbólica que no se ve, en la que se encuentra el sistema político, el sistema económico, etc. Y es esa parte oculta la que alimenta la violencia continuamente, todos los días. Por eso la prevención y los cambios en la estructura son 12 esenciales para que la violencia no se produzca. Como el promover valores contrarios al ejercicio de la violencia: la igualdad, la solidaridad, la no discriminación. El sistema educativo es crucial en la lucha y prevención de la violencia. El actual marco normativo ha hecho retroceder la educación en valores de igualdad y no violencia, pero además ha dado un paso más al amparar la educación segregada que defienden algunos centros educativos, sobre todo religiosos. Una ley que permite la segregación es discriminatoria. El concepto de educación diferenciada (término utilizado por los defensores de la separación por sexos para referirse a la escuela segregada) es una aberración terminológica y práctica, y contraria los derechos de las personas, por lo que no se puede permitir que el Estado lo financie o sea el promotor. Justificar esa separación en las diferencias entre hombres y mujeres es una concepción ultraprejuiciosa de cómo somos, porque el esencialismo en el que se basa está lleno de prejuicios. Y es perversa porque naturaliza las diferencias (que se generan en la socialización) para justificar sus propios argumentos. ¿Existe sexismo en los currículos o en el material escolar?¿Existen suficientes referentes de mujeres en los currículos escolares? Todo el profesorado que tiene “gafas de género” percibe el currículo como patriarcal y androcéntrico . Las enseñanzas invisibilizan a las mujeres y también todas las relaciones que van más allá de lo bélico, de determinados acontecimientos y contenidos de la esfera pública. La ausencia de referentes femeninos, aunque la historia esté llena de ellos, limita la perspectiva de los conocimientos a lo androcéntrico. También la ausencia de contenidos que tengan que ver con las capacidades necesarias para los cuidados fomenta unos determinados valores. Esto alimenta la discriminación, alimenta esa pirámide cuya punta visible es la violencia, porque los niños conviven con esos valores. Pero cada vez más docentes intentan cada día cambiar esto, renombrar y dar otra connotación, con una visión de género de la vida. Ahora ha pasado a primer plano cuestiones como la lucha contra la violencia y la promoción de la convivencia en el entorno escolar. ¿Qué aporta y cómo se ve esta cuestión desde la perspectiva de la igualdad de género? En primer lugar la eliminación de la violencia tiene que ser un compromiso de la dirección y del conjunto del centro. La lucha contra la violencia no puede depender solo del compromiso y la responsabilidad individual, aunque desde luego es muy importante. La promoción de la convivencia tiene que incorporar la igualdad y la igualdad tiene que transversalizarse. Por un lado, porque la violencia hacia las mujeres es la más soterrada e invisible pero también constante. Y por otro, porque los valores de la no discriminación van siempre a aportar elementos positivos. entrevista Además, no incorporar la perspectiva de género es incluso negligente, porque supone no tener una visión global, sino parcial y patriarcal. Para mejorar la convivencia en los centros es importante introducir conceptos de solidaridad, de paz y no violencia. Cuando se habla de bullying se suele ignorar la perspectiva de género. Incorporarla sería reconocer que todas las mujeres hemos sufrido formas de acoso, con variables específicas por el hecho de ser niñas. Pero al naturalizar la violencia se hace muy difícil detectarla. Las gafas de género sirven para detectar (al menos en una parte, porque el patriarcado y sus prácticas tienden a camuflarse), prevenir, estar alerta e identificar sus indicios. Si no estás entrenada/o, cuesta más ver la violencia. Y eso implica formación y también tener interiorizada la perspectiva de género para detectar violencias cotidianas. Desde qué edad empezamos a educar en igualdad o al revés, en desigualdad. Desde antes de nacer ya nos educan en desigualdad. Desde que la familia pregunta por el sexo y prepara los regalos para el nuevo niño o niña nos comportamos siguiendo los mandatos de género, no solo sexistas, sino también heteropatriarcales. Se refleja en actos cotidianos como en la forma de coger a los recién nacidos. También en los comentarios a niños muy pequeños, preguntando por su novio o novia en la escuela. Y por tanto también se puede educar en igualdad desde bebés. Por ejemplo, se puede trabajar la sexualidad desde los dos años, y trabajar bien la sexualidad (un asunto que también están sacando de la escuela) es fundamental para evitar la violencia. La etapa infantil es muy importante para desarrollar habilidades frente a la desigualdad. Pero después es necesario consolidar y reforzar esa formación en todas las etapas. Con cierta frecuencia conocemos datos sobre actitudes sexistas que nos alarman en adolescentes y jóvenes porque creíamos ya superadas, ¿dónde se aprende el sexismo? El sexismo y la violencia hacia las mujeres se aprenden en casa, en la escuela, en la tele. Se aprende igual y en los mismos sitios que los adultos. Todas las mujeres sufrimos alguna forma de violencia, aunque no seamos capaces de identificarla y visibilizarla. Por primera vez los chicos y chicas jóvenes saben identificar la violencia, aunque el patriarcado tiene la capacidad de adaptarse a nuevas formas. Y es una violencia igual, o menor, que la que se ejerce en el ámbito de las personas adultas. Es la misma violencia que hemos vivido todas pero que se nos olvida porque la tenemos interiorizada. Ahora conocemos datos sobre opiniones y comportamientos que revelan actitudes muy machistas pero no son nuevos. Lo nuevo son las macroencuestas, que son muy recientes. Yo veo algo positivo el que ahora, por primera vez, chicos y chicas jóvenes conocen y pueden identificar la violencia. Pero el patriarcado tiene la capacidad de adaptarse y buscar otras manifestaciones. Lo ha hecho a los largo del tiempo y ahora ha encontrado espacio en las nuevas tecnologías. Por ejemplo, hace unos años era difícil y caro acceder a la pornografía, pero ahora a través de internet se consiguen contenidos pornográficos con un trasfondo muy machista de manera fácil y gratuita. Además de educar en los valores de la igualdad, ¿en qué capacidades personales debemos educar para que las mujeres reconozcamos la violencia, superemos situaciones de miedo, aprendamos a buscar recursos? En la autonomía, en la libertad (no en el sentido liberal del término) y desmontando el mito del amor romántico que yo considero terrible. Educar en cambio en las actitudes de empatía, solidaridad, respeto a la diversidad,… Durante la última campaña electoral la cuestión del feminismo y la lucha contra la violencia han tenido un protagonismo desconocido en campañas anteriores. ¿Crees que esto es un signo de que la igualdad entre hombres y mujeres está en el primer plano de las preocupaciones políticas? te Monográfico Mujer | Marzo 2016 Gracias al movimiento feminista la violencia contra las mujeres está en la agenda pública. En la pérdida de resultados electorales de Ciudadanos ha tenido mucho que ver sus posiciones sobre la violencia. El feminismo está recuperando el espacio que tuvo en su día (se habla de 4ª ola de feminismo). Pero hay que estar alerta porque cada vez que se produce un avance le sigue un retroceso. También la campaña electoral ha puesto de manifiesto como una parte de la sociedad niega la violencia machista. Los avances generan reacciones. Y ahora nos enfrentamos a un neomachismo muy peligroso y ultraconservador. Pretenden dinamitar todas las iniciativas para avanzar en la igualdad. Y acuñan términos (como el de feminazi) que demuestran un alto nivel de “incultura”, entendiéndola en un determinado sentido: Aunque el perfil social o académico o de otro tipo sea muy variado entre ellos, todos estos hombres (y también algunas mujeres) comparten un perfil único, el perfil del machista. El neomachismo que reacciona hoy es el mismo machismo de siempre adaptado a las nuevas situaciones. Sus argumentos son los mismos y siguen los mismos razonamientos que, por ejemplo, los que se oponían a las sufragistas en el XIX. Son hombres y también mujeres que se rebelan con fuerza ante cualquier actitud de progreso que ponga sus privilegios en duda. Ese discurso ha calado, porque ha calado siempre, a lo largo de los 10.000 años de patriarcado. Pero tiene repercusión en el ámbito mediático, sobre todo en las redes, donde son muy activos. En otros espacios, no tanto. 13 entrevista Los jóvenes aprenden la violencia igual y en los mismos sitios que los adultos. Y es una violencia igual o menor que la que se ejerce en el ámbito de las personas adultas o la que ha existido en otros momentos. La legislación en materia de igualdad y violencia en nuestro país ¿han servido? Comparados con otros países, ¿cómo estamos en esta cuestión? Comparados con otros países, la Ley 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género es un referente internacional. Es una ley pionera, porque desarrolla medidas integrales. Pero falta desarrollo y faltan recursos. Por ejemplo, se establecen los juzgados de violencia, pero la eficacia de esa medida necesita recursos humanos y materiales. Y también, a pesar de ser referente en muchos países, tiene deficiencias, como, por ejemplo referirse únicamente a la violencia ejercida por la pareja o expareja. Hay otras violencias muy específicas hacia las mujeres como la violencia sexual (la más constante y con la que convivimos continuamente), la mutilación genital, la trata de mujeres con fines de explotación sexual,… Todo lo que queda fuera de la pareja queda fuera de esta ley y bastante invisibilizado, al no ser motivo de medidas ni de acciones. Desde luego es una ley tan importante que marca un antes y un después y contra la que se arma el movimiento post-machista. Pero tiene vacíos y, sobre todo, vacíos en la aplicación. Otro asunto de continua actualidad ahora son los abusos sexuales a menores. ¿Qué aporta la visión de género para combatir el abuso a menores? En primer lugar este tipo de delito no puede prescribir, porque se suele denunciar muchos años después y porque, aunque no somos conscientes, 14 porque nos horroriza a las mujeres y a la sociedad, los abusos sexuales en la infancia son muy comunes. No se ha producido en nuestro país las rupturas que hacen falta para que salga a la luz. La sexualidad es un tabú y en 40 años de democracia los abusos a la infancia no se han afrontado. Es muy preocupante que la atención a las víctimas ni siquiera exista en todas las comunidades autónomas. Un problema de los abusos y de toda la violencia sexual es que no hay políticas públicas integrales, que incluyan la prevención, la asistencia a las víctimas,… Es necesario que existan protocolos, que quienes trabajan con menores sepan identificar la violencia y el abuso, que entiendan qué es y su magnitud, ya que uno de cada cinco niños ha sufrido abusos. En el ámbito laboral, desde los sindicatos hemos denunciado las múltiples discriminaciones de las mujeres: en el acceso al empleo, las ocupaciones, la promoción, la formación, las condiciones de trabajo, la discriminación salarial, la vulnerabilidad ante la pérdida de empleo o las difíciles relaciones entre la vida laboral y la familiar o personal. ¿Esto que ocurre en el mundo del trabajo, lo tenemos que ver como una forma de violencia? La discriminación en el trabajo es violencia porque toda discriminación es violencia. Violencia y discriminación son dos caras de la misma moneda. No todas las violencias son físicas. Ni evidentes. Puede haber violencia simbólica y violencia naturalizada, que están impregnadas y en el sistema patriarcal que las sustenta. Además la discriminación laboral nos vuelve más vulnerables. Si nos cortan los brazos tenemos menos capacidad de defendernos. El trabajo permite independencia económica, crecimiento individual, autoestima y por eso influye en toda nuestra relación con el mundo. ¿Todas las mujeres sufrimos violencia? Todas sufrimos alguna forma de violencia, aunque no se visualice. Cuando se destapa, cuando la gente puede hablar, afloran agresiones, acosos, diferentes formas de violencia en la biografía de todas. Por eso es importante que las personas tengan la perspectiva de género porque cuando sabes lo frecuente que es el abuso y la violencia, el alto porcentaje de personas que la sufren, aprendes a estar alerta y a actuar. La violencia la hemos sufrido y la seguimos sufriendo todas las mujeres en todas partes y en todos los momentos de la historia. Pero también las mujeres somos resilientes. Para resistir desarrollamos nuestros propios espacios individuales y colectivos, redes de solidaridad o espacios de ocio, etc. ¿La violencia puede ser un castigo a la transgresión? Cada vez que luchas, que te enfrentas a las normas, vas a encontrar a alguien que intenta silenciarte, como les ocurría a las sufragistas en el siglo XIX. Pero cada vez hay más mujeres y hombres que trasgreden las normas. La prostitución y la trata de mujeres genera posiciones enfrentadas incluso dentro del movimiento feminista. ¿Cuál es tu opinión? ¿Qué causa la prostitución? Son dos temas que deben tratarse de forma ligada, aunque no todas las mujeres que están en situación de prostitución son víctimas de trata. Lo que está claro es que la prostitución es una manifestación del patriarcado y de la violencia. Y que el consumo de prostitución es siempre un reflejo de machismo, de falta de empatía hacia las mujeres. Las organizaciones tenemos que utilizar estrategias para visibilizar el problema y dar datos que permitan conocer la realidad de la trata de mujeres, niños y niñas. Pero sin criminalizar a las mujeres que ejercen la prostitución o son víctimas de trata. derechos Mujeres sabias, mujeres valientes, mujeres monumentales Uno de los mecanismos más importantes de la discriminación de las mujeres en el ámbito educativo es el androcentrismo, es decir, la transmisión de una visión del mundo, de la ciencia… desde una única perspectiva, la de los hombres, excluyendo la percepción y los intereses de las mujeres y obviando sus aportaciones, su contribución al saber de la humanidad… En los currículos educativos apenas aparecen las mujeres literatas, científicas… Por supuesto, tampoco se incluyen, entre las competencias a adquirir por el alumnado, las actividades del ámbito doméstico, actividades que, al quedar fuera del objeto del aprendizaje formal, pierden legitimidad y dignidad. Todo ello colabora en el mantenimiento de una injusta consideración social de las mujeres como ciudadanas de segunda, como seres dependientes, al servicio de los hombres. Pero muchas mujeres, desde los inicios de la civilización, nos han hecho el gran favor de romper con la imposición del ámbito privado y de vencer los múltiples obstáculos para acceder al ámbito público y, así, hoy podemos contar con muchas figuras femeninas que nos ofrecen imágenes de mujeres libres e independientes, de mujeres valientes que rechazan una sumisión forzada, que reclaman sus derechos, que persiguen, con su trabajo y su inteligencia, ser consideradas iguales, que nos han aportado conocimientos y valores para todas las mujeres y para el conjunto de la humanidad. Su mérito es indudable y también lo es la importancia de transmitir a la gente joven, especialmente a las niñas y a las chicas, el conocimiento de esas figuras monumentales, de sus vidas, de sus luchas, de sus pensamientos, de sus ideas y de sus aportaciones. Muchas veces ya hemos repetido que un conocimiento tan básico como el baño María fue descubierto por una mujer, una alquimista egipcia del siglo III; que Ada Byron inventó una máquina analítica, prece- dente histórico de nuestros actuales ordenadores, que tenemos grandes escritoras como Emilia Pardo Bazán, Rosalía de Castro o Santa Teresa de Jesús… Pero ninguna de estas mujeres goza del reconocimiento que sí tienen los científicos o escritores varones. O, al menos eso nos dicen los currículos educativos y eso reflejan los libros de texto de uso común en nuestros centros. El 8 de marzo, el reconocimiento Este 8 de marzo queremos reivindicar el papel y la figura de esas mujeres que, en nuestra historia, han sido capaces de destacar en el mundo público, un mundo masculino, por lo general. Queremos visibilizarlas para que la sociedad y, en especial, el alumnado, entiendan que las mujeres hemos aportado a la humanidad muchas otras sabidurías, además de la del cuidado de las personas. Y queremos revalorizarlas para que nuestras estudiantes tengan modelos en los que fijarse, que les den confianza en sí mismas y en sus capacidades, sin restricción de ámbitos. En nuestro país, de tradición católica y de fuerte peso político de la Iglesia, hasta hace no mucho, las únicas figuras femeninas destacadas fueron, o bien las diferentes versiones de la Virgen María, con sus diversas denominaciones para consumo de feligreses, o bien un repertorio de santas cuyo principal mérito fue, en la mayoría de los casos, declararse cristianas en tiempos de persecuciones y/o permanecer vírgenes para consagrarse a Dios. Parece claro, por tanto, los valores femeninos que han querido resaltarse: la virginidad, la obediencia, el sacrificio…, los patrones car- te Monográfico Mujer | Marzo 2016 Carmen Heredero. Secretaria de Mujer, Igualdad y Política Social cas con los que se ha oprimido a las mujeres durante siglos. Al margen de eso, alguna mujer ha sido destacada por ser reina o, sobre todo, reina consorte. En los últimos años, gracias a las investigaciones, al avance social de la igualdad entre los sexos y al sistema democrático, muchas otras mujeres que no siguen esos patrones empiezan a tener algún reconocimiento. Un ejemplo de ello lo tenemos en nuestro sector de la enseñanza, en la denominación de algunos centros educativos, si bien, muy pocos aún. Llevan nombres de mujeres que representan otros valores, los de la confianza en una misma, la autonomía, la libertad, la colaboración con el desarrollo humano y social… que nos hacen ciudadanas de primera, que nos colocan a las mujeres en un lugar social equiparable al que a los varones se les da por el hecho de serlo, que nos animan a creer que valemos mucho… Estas son las mujeres que queremos reconocer, a las que queremos denominar mujeres monumentales porque, con su osadía para irrumpir en lo público, nos enseñan los caminos de la ruptura con lo impuesto, mostrándonos una rica variedad de posibilidades de expresión de nuestra inteligencia y nuestra personalidad, rechazando la obligatoriedad de un único papel, el de ser ama de casa y madre. Con esta pretensión de reconocimiento, queremos llegar, en este 8 de marzo, al conjunto de la sociedad, pero, muy especialmente, a profesores y profesoras de los centros educativos de enseñanza no universitaria, para animarles a vencer el androcentrismo de los currículos educativos, promocionando la imagen de esas mujeres que no repiten los estereotipados papeles femeninos vinculados al hogar y los cuidados. Y, mucho más aún, queremos llegar a las chicas y chicos de nuestros centros, y sobre todo a ellas, para decirles que hay mujeres monumentales, cuya inteligencia, sabiduría y valentía vale la pena conocer e imitar. 15 experiencia Remar contra corriente Olga Pantaleoni. Maestra de Educación Infantil en un colegio de la zona sur de Madrid. Conversando un día con mis alumnos/as de cinco años (3º Educación Infantil) en una de las asambleas que hacemos a diario, me llamaron la atención varias opiniones acerca de las “diferencias” entre niños y niñas. Todo/as, con total seguridad, afirmaron que niños y niñas eran muy distintos. Cuando les animé a contar por qué dijeron cosas como: — “El cuerpo es distinto”, en esto todos/as estaban conformes. — “Los chicos llevan el pelo corto”, “no porque Chemita de tres años lo lleva largo”, “sí, también lo pueden llevar como quieran”, “pero las niñas sólo lo llevan largo”… — “Los ojos son distintos, el color es distinto y las chicas tienen pestañas”… Cuando dejaron de mencionar diferencias físicas alguien reparó en la ropa: — “Las chicas llevan tacones, los chicos no pueden”. — “Un chico no lleva cinchas (horquillas) ni aretes (pendientes) “ Otro niño retomó el aspecto del cuerpo: — “Los brazos también son diferentes”, cerrando el puño, con el brazo flexionado, haciendo un gesto de forzudo. Una niña dice: — “Los niños pueden coger piedras pesadas”. Otra niña la interrumpe: — “Yo también puedo coger piedras pesadas”. Más niñas se suman a este comentario: — “Yo también”. Otro niño, con gesto de enfado, las mira diciendo: 16 — “No, tú no puedes con piedras pesadas”. Se alborotan y agitan bastante, hay distintas opiniones. Muchas niñas se sienten molestas y defienden a la compañera. Otro niño dice: — “Varios niños y niñas pueden coger una piedra muy pesada entre todos” Concluí la conversación con este comentario que me pareció muy adecuado, pues está cargado de igualdad y compañerismo. En otro momento de la asamblea les mostré varios juegos, juegos que en la publicidad y en los catálogos van dirigidos a niñas o a niños menoscabando la igualdad de género y potenciando la permanencia de prejuicios sexistas en la conciencia de los/as pequeños/as. Quería ver lo que pensaban ellos. En un principio afloraron esos prejuicios, pero a medida que avanzaba la conversación entre todos/as fueron llegando a otras conclusiones. Por ejemplo: Con un puzle de Ricitos de Oro, en el que aparece la niña en un primer plano y los osos en el fondo comentan: “es de niñas, porque sale una niña”, pero después alguien repara en los osos y sentencia que entonces es para todos/as. — Con unas figuras de dinosaurio: una niña comenta “¡Qué miedo! Tienen grandes colmillos. Pero hay quien la tranquiliza diciendo que si juegan todos/as juntos será divertido. Los niños y las niñas son el espejo de la sociedad en la que vivimos. Muchas veces los educadores y educadoras nos empeñamos con todas nuestras fuerzas en cambiar las co- sas porque somos conscientes de la grandísima responsabilidad de la escuela, pero casi siempre es remar contra corriente. En la escuela les hablamos de igualdad, de justicia y actuamos en consecuencia, pero...¿Qué ocurre de puertas para afuera? Se chocan con una realidad amarga. Estereotipos cada vez más marcados y dirigidos a un público cada vez más joven: cuentos editados, juguetes, colecciones de cromos...muy diferenciados para niños o niñas. Las invitaciones de cumpleaños o las bolsas llenas de chucherías que reparten a sus compañeros/as de clase en ese día tan especial para ellos, a menudo vienen clasificadas en función de la decoración: ilustraciones de princesas para chicas y de superhéroes para chicos. Muchas veces pienso que les debemos volver locos. Si se manchan el babi les decimos “tranquilo que ya te lo lava papá en casa” y contestan “ no profe, es mamá la que lava” y les respondemos “ si, porque mamá hace muchas cosas en casa, pero papá también”. Es nuestro deber hacer entender a los niños y niñas que otra realidad es posible y no nos vamos a resignar, pues son ellos los que pueden empezar a cambiar las cosas desde su pequeño pero relevante mundo. Y si un día están en un parque jugando 4 niños con un balón y viene una niña la incluyan como algo natural. Y si un niño elige la pintura rosa para colorear, ningún otro le recrimine. Y si un niño decide disfrazarse con falda y pamela, no suscite risas en los demás. Y si una niña afirma que ella puede coger piedras nadie se lo cuestione. Si esto ocurre, remar contra corriente, habrá merecido la pena. cultura La desigualdad de género está en la cultura y no en determinados ambientes o contextos Blanca Casado Delgado, Empleada Pública. Dando lugar, entre otras desigualdades, a que: • Cobremos un 17% menos por el mismo trabajo (OIT, 2015). • Dediquemos cada día un 97% más de tiempo que los hombres a tareas domésticas, y un 26% más al cuidado de los hijos e hijas, y que a cambio ellos tengan un 34% más de tiempo para el ocio (CIS, 2014). • Permita que el 80% de los contratos a tiempo parcial los firmemos nosotras y que el 94% de las excedencias también las solicitemos nosotras para atender a familiares y enfermos (Encuesta de Población Activa, 2011); • Etc. Por tanto, recuperemos cuestiones básicas que abordamos y tratamos como si estuvieran superadas. “Es sabido que quien tiene el poder (quien domina la cultura) es quien da nombre a las cosas y a las personas”. (Celia Amorós). Por consiguiente, lo que no se nombra no existe. Esto, trasladado al género, implica que el hecho de que las mujeres no tengamos una representación simbólica en la lengua contribuye a su invisibilización. De ahí la necesidad, a fin de seguir trabajando para conseguir el objetivo de la igualdad, de RETOMAR y/o seguir haciendo un uso del lenguaje que represente a las mujeres y a los hombres y que nombre sus experiencias de forma equilibrada. Además de la urgente necesidad de retomar el uso cotidiano del lenguaje no sexista, también deberíamos hacer puntualmente una COMPROBACIÓN sobre cuestiones básicas que creemos superadas y contrastar su nivel de consecución. ¿Identificamos las tres reivindicaciones políticas históricas del movimiento feminista? ¿Conocemos las diferencias que existen entre los conceptos de igualdad formal e igualdad de oportunidades? ¿Somos capaces de identificar las características de una política dirigida a las mujeres? ¿Somos capaces de reconocer si una medida puede ser considerada una acción positiva o no? ¿Conocemos la finalidad de la puesta en marcha de un Plan de Igualdad y de su necesidad? … En todo el mundo y desde los movimientos feministas, las tres reivindicaciones básicas en el plano político han sido y siguen siendo: a) El derecho al voto. b) La democracia paritaria. c) El diálogo civil entre los poderes públicos y las organizaciones de mujeres. Respecto al derecho al voto, los argumentos dados en 1931 por la diputada Clara Campoamor siguen completamente vigentes: sin las mujeres no hay democracia. En las últimas elecciones del 20 de diciembre, 140 mujeres tienen escaño en el Congreso y será el de mayor representación de la Historia de nuestro país, rozando la paridad pero sin llegar todavía, los hombres siguen siendo mayoría, con 210 representantes. La presencia de mujeres que in- te Monográfico Mujer | Marzo 2016 tervienen de manera activa en la vida pública en las cámaras de representación, ha sido y sigue siendo inferior a la de los hombres. Esta situación supone un déficit para la democracia como sistema político, y como se señaló hace tiempo en la Conferencia “Mujeres al poder”, celebrada en Atenas en 1992, donde se acuñó la expresión democracia paritaria que es la que determina y define una representación equilibrada de mujeres y hombres, de forma que ninguno de los dos sexos tenga una presencia mayor al 60% ni menor al 40%. Este principio no se ha generalizado y su consolidación se está produciendo muy poco a poco: en los parlamentos nacionales europeos actuales, solo tres cumplen la recomendación de representación equilibrada entre mujeres y hombres del Consejo de Europa: Suecia tiene 46.7%, Finlandia tiene 41,5% y Holanda tiene 41,3%. En España, la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres (BOE de 23 de marzo de 2007) recoge, en su disposición adicional primera, el principio de la presencia o composición equilibrada: la paridad. 17 cultura Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, actualizados a 3 de diciembre de 2015 pero sin incorporar los datos de las últimas elecciones, en 2011, tras las elecciones generales, las mujeres ocupaban el 35,4% de los 350 escaños. Un porcentaje que quedaba lejos de la regla de paridad, entre otras cosas porque la Ley de Igualdad de 2007 anteriormente mencionada — y que se ha aplicado en las elecciones generales de 2008, 2011 y 2015— no impone la paridad en los escaños, sino en las listas electorales. Además, algunos partidos, sitúan a los hombres en puestos de cabeza, ya que la norma permite que de cada cinco puestos solo un mínimo de dos esté reservado a un sexo. Respecto al diálogo civil entre los poderes públicos y las organizaciones de mujeres, partimos del reconocimiento de la utilidad pública de las ONGs y, en particular, de las organizaciones de mujeres como expresión significativa de la ciudadanía, sin embargo, hay que reconocer que a los Estados les cuesta llegar a ellas de manera efectiva, o incluso no llega de manera intencionada, como es el caso actual en nuestro país. Sabemos que el camino para la consecución de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres lleva un largo recorrido realizado, y en ese recorrido hemos acumulado suficiente experiencia respecto de la puesta en marcha de medidas y propuestas, sin embargo desde la crisis financiera de 2008, el retroceso general y en nuestro país, en particular, se constata como alarmante. ¿Cómo se introdujo la desigualdad de género en las agendas políticas? Para poder llegar a comprender la importancia de los Planes de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres como estrategia de igualdad, es oportuno que comencemos analizando los distintos instrumentos que han servido para avanzar en la igualdad efectiva. Es decir, cómo hemos pasado del principio de igualdad de oportunidades a los planes de igualdad. Desde la disciplina del análisis de políticas públicas, se considera que el proceso de elaboración de una política pública comienza cuando 18 ciertos problemas o cuestiones consiguen llamar la atención de las instituciones, como posibles asuntos de política, incorporándose de este modo a la agenda pública. En un primer momento, esta formulación se planteó a nivel internacional y a petición del movimiento feminista en las décadas 60 y 70 del siglo pasado y las demandas políticas realizadas ante las instituciones internacionales, fueron: • Reivindicar el cumplimiento en la práctica los derechos políticos y sociales de las mujeres y extenderlos a campos donde aún no existían (por ejemplo derechos reproductivos o derechos del cuidado). • Repensar la política de forma que se incluyan las relaciones entre el ámbito privado y el ámbito público. Una de las primeras respuestas de los poderes públicos fue la creación de diferentes estructuras gubernamentales u organismos específicos de igualdad para comenzar a desarrollar las políticas públicas de género. Creado este marco institucional imprescindible, comenzó el desarrollo de las políticas de género, definidas como: “el conjunto de intenciones y decisiones, objetivos y medidas adoptadas por los poderes públicos en torno a la promoción de la situación de las mujeres y de la igualdad efectiva de mujeres y hombres”. En este sentido, el impulso dado por las Naciones Unidas a la igualdad fue clave, ya que provocó la atención sobre la desigualdad de género a otras organizaciones internacionales como la Unión Europea, y llevó a los países que forman parte de estas organizaciones a implementar políticas de género. Las principales estrategias políticas utilizadas para lograr la igualdad efectiva de mujeres y hombres han sido tres: 1º • La igualdad de oportunidades. 2º • Las acciones positivas. 3º • Las políticas transversales de género. 1º. La igualdad de oportunidades surge en el mundo anglosajón a partir del siglo XIX. Una vez que se reconoce a las mujeres los mismos derechos que a los hombres (igualdad formal) es necesario garantizar que pueden ejercerlos para evitar la discriminación. ¿Qué obstáculos impiden a las mujeres el ejercicio de sus derechos?: • Las condiciones de partida. • Las condiciones de desventaja que pueden sufrir las mujeres a nivel psicológico, social y cultural. • Las trabas de origen cultural, que actúan como barreras impidiendo que las mujeres tengan las mismas oportunidades en el acceso al empleo, la educación, la política… • Los roles, que segregan inmediata- En nuestra sociedad, las mujeres no tenemos las mismas condiciones de partida que los hombres cultura mente en masculino y femenino, concediendo más valor y una jerarquía superior a lo masculino y, por tanto, discriminando lo femenino. • Las responsabilidades en el ámbito doméstico entre las y los miembros de la unidad familiar. La igualdad de oportunidades supone un primer eje de intervención consistente en: — Revisar los marcos legislativos con el fin de eliminar los componentes machistas y discriminatorios. — Construir un nuevo marco normativo y legislativo que ampare la igualdad de género. — Diseñar acciones dirigidas a promover la formación de las mujeres con el objetivo de prepararlas, tanto para su incorporación al mercado laboral como para su participación en el ámbito de la política. — Poner en marcha mecanismos de información y concienciación sobre los derechos de la ciudadanía. Mediante la adopción de acciones positivas, se tiene en cuenta los nuevos problemas y se asume la necesidad de diseñar acciones que garanticen la presencia de las mujeres en todos los ámbitos. Las políticas dirigidas específicamente a las mujeres van encaminadas a mejorar situaciones concretas, visibilizar a las mujeres y sus aportaciones a la sociedad y sensibilizar sobre las situaciones de discriminación y desigualdad de género que se producen. Generalmente, son la primera etapa de las estrategias de igualdad de género, tanto desde el ámbito gubernamental como desde el ámbito de la sociedad civil, asociaciones, ongs, etc. Se caracterizan por estar diseñadas a corto y medio plazo y para un área política concreta, por tanto no afectan al proceso político como un todo y utilizan las acciones positivas y la discriminación positiva como herramientas para ¿Conocemos la finalidad de la puesta en marcha de un Plan de Igualdad y de su necesidad? conseguir su objetivo: la igualdad real de mujeres y hombres. 2º. La diferencia entre acción positiva y discriminación positiva. Las acciones positivas son medidas compensatorias temporales (por ejemplo un programa de formación para mujeres), mientras que la discriminación positiva es una forma de acción positiva que no actúa sobre los niveles de partida sino directamente sobre los resultados. Las acciones positivas surgen como una respuesta complementaria a la igualdad de oportunidades. En nuestra sociedad las mujeres no tenemos las mismas condiciones de partida que los hombres, por lo que aplicando exclusivamente normas igualitarias no tenemos las mismas posibilidades de llegar, al mismo tiempo que los hombres. Por tanto, es necesario corregir esa situación de desventaja, y para ello se diseñan medidas específicas que nos permitan a las mujeres estar situadas en la misma posición de salida que los hombres. El Comité para la Igualdad entre mujeres y hombres del Consejo de Europa define las acciones positivas como: “las estrategias destinadas a establecer la igualdad de oportunidades por medio de medidas que permitan contrastar o corregir aquellas discriminaciones que son el resultado de prácticas o sistemas sociales”. 3º. Las políticas transversales de género incorporan como elemento clave la dimensión del género en la agenda política, y, por tanto, la inclusión transversal de la perspectiva de género en todas sus áreas o ámbitos de actuación. A partir de los años 90, comienza a calar que la desigualdad de género no es un problema únicamente de las mujeres sino de toda la sociedad en su conjunto, por lo que se hace más evidente que las políticas destinadas únicamente a las mujeres no son suficientes. Además, se pone de manifiesto que las acciones positivas son un instrumento que debe aplicarse junto con otras herramientas. Así, se apuesta por una nueva estrategia, las políticas transversales, basada en la necesidad de tener en cuenta de manera sistemática las diferencias entre las condiciones, situaciones y necesidades distintas de te Monográfico Mujer | Marzo 2016 las mujeres y de los hombres, tanto en las fases de planificación, como de ejecución y evaluación de todas las políticas y proyectos de desarrollo. En julio de 1997 el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) definió el concepto de la transversalización de la perspectiva de género en los siguientes términos: “Transversalizar la perspectiva de género es el proceso de valorar las implicaciones que tiene para los hombres y para las mujeres cualquier acción que se planifique, ya se trate de legislación, políticas o programas, en todas las áreas y en todos los niveles. Es una estrategia para conseguir que las preocupaciones y experiencias de las mujeres, al igual que las de los hombres, sean parte integrante en la elaboración, puesta en marcha, control y evaluación de las políticas y de los programas en todas las esferas políticas, económicas y sociales, de manera que las mujeres y los hombres puedan beneficiarse de ellos igualmente y no se perpetúe la desigualdad. El objetivo final de la integración es conseguir la igualdad de los géneros.” En definitiva, las políticas transversales de género nacen con la intención de iniciar procesos de cambio social imprescindibles, por lo que requieren tiempo e implican cambios a todos los niveles (instituciones públicas y privadas, organizaciones, relaciones interpersonales…) resultando, condición sine qua non (condición esencial), contar con una voluntad y compromiso político, sindical, profesional e individual explícito y constatable. Partiendo de esta enumeración de cuestiones básicas, que cada una y cada uno concluya lo que considere oportuno sobre el estado de la cuestión, pero no deberíamos olvidar que el lenguaje construye la realidad y, a veces, sus consecuencias pueden ser imprevisibles. Y también, y como recientemente ha formulado Miguel Lorente: el machismo que radica en la cultura y la violencia normalizada por la propia cultura actúa para restablecer “el orden perdido” y para castigar. Nos queda mucho, mucho camino por recorrer para superar la desigualdad de género en nuestra cultura, no caben medias tintas con esta cuestión. 19 última página Errante Paloma Recio Meroño Doctora en Filología Española. UAM 21 de julio. Hace más de un mes que Bolt y yo iniciamos este comprometido proyecto en el que decidí asumir la responsabilidad total de la misión. Lejos de inquietarme, me estimula tanto, que provoca en mí confianza, seguridad y aplomo. Cuando a veces pienso levemente en Daniel, de pronto un agujero negro golpea contra mí la estampa del horror. El frío cristal de la ventanilla, únicamente emite la luz de la distancia que más me hiere: mi hija Julia. 1 de agosto. Algo más de una semana y todo sigue según lo estipulado. Pequeñas averías y grandes ilusiones. Las decisiones de Bolt —a menudo demasiado discreto y reservado— me obligan a reconocer que somos un buen equipo. Piezas perfectamente engranadas para alcanzar nuestro fin. Sin embargo, al evocar mi casa, la imagen infame de Daniel se me desdibuja bajo un sol moribundo. Al menos, el recuerdo de Julia ilumina mi memoria. 11 de septiembre. El pasado mes hemos consumido excesivo hidrógeno líquido: una colisión inesperada desvió el sentido de nuestra marcha. Para evitar la generación de ondas de choque dentro del flujo de inyección, Bolt ha necesitado revisar a diario el posible daño de las toberas. Nuestros mandos superiores exigen respuestas que yo interpreto como amenazas. Debo asumir que torres más altas han caído. Tantos silencios en soledad me ayudan a reconocerme en un mundo de miedos y amenazas del que quiero escapar. Ahora sé que mi único destino debo ser yo. 26 de octubre. Hace una semana que retomamos la trayectoria prevista. A menos de un tercio del final de la travesía que marcará la vida que me queda, he de reconocer que mi estado anímico no hace honor al nombre de la nave que nos guía. Una vez alcanzada la meta, sospecho que el debut de la Serenety no caerá en el olvido. Julia cumple hoy 15 años. Aquí el 20 tiempo pasa tan lento... Ahora sé que a mi vuelta le enseñaré que hay que huir de los malditos; que tropezar no es más que destapar —por un instante y dignamente— nuestra propia esencia, y que con ello avanzamos; que callar no es el abrigo que mejor nos sienta, sino la máscara que nos oculta. Y que unidas a quienes nos quieren y respetan, todo será más fácil. 15 de noviembre. Vuelvo a mi puesto y, sin embargo, me agita cierta inquietud. Bolt parece comprenderme, aunque es imposible olvidar que su “cerebro” fue deliberadamente creado y recreado hace más de dos décadas. A su lado me siento acompañada. No me mira, pero sé que me admira. Sus metálicas neuronas me lo gritan. Mis marcas más terribles contienen rasgos que ni consigo ni deseo borrar. Desde aquí arriba, en picado, me reconozco minúscula en el pasado. Sin embargo, si me imagino abajo, me descubro ahora en el cielo como una auténtica estrella. Y en este mismo instante, cuando a lo lejos vislumbro el lúcido resplandor del más enano de los planetas1, comprendo, con horror, que la vida que he dejado me puede matar. 30 de diciembre. A punto ya de finalizar nuestra misión, Bolt acaba de anunciarme que el polvo y el gas interestelar han dañado el motor y parte del casco. Seguro que serán reparados de vuelta a la Tierra, para que esta nave emprenda nuevas singladuras más allá de la realidad, e incluso de la ficción. La llegada a este cuerpo celeste llamado durante tanto tiempo Planeta X, me hace pensar en la de incógnitas que a mi regreso aún deberé desentrañar. Pero lo importante es que mañana acaba este siglo, y que el XXII tal vez venga de la mano de su satélite Caronte, que como el barquero que guía por el Hades las sombras errantes de los difuntos, quizá al fin arrastre hacia sí a aquellos que aún creen que la dignidad de las mujeres debe seguir buceando bajo el agua corrosiva de sus malignas intenciones. 1 La palabra “planetas” proviene del latín, que la tomó del griego y significa “errante”.
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