TE mujer - Federación de Enseñanza de Madrid

madrid
Monográfico Mujer
|
Marzo 2016
No hay libertad
sin igualdad
de marzo
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madrid
Monográfico Mujer | Marzo 2016
editorial Libres, iguales, dignas, insumisas,
juntas. Isabel Galvín.
Secretaria General de la FREM
3
8 de marzo/mujer No hay Libertad
sin Igualdad.
Área de la mujer de la FREM
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Puede el amor convivir con el miedo
de Mª Pilar Benítez
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mujer Con violencia no hay igualdad de M.
8
José Sánchez Delgado
No hay libertad
sin igualdad
derechos Si nos tocan a una, nos tocan a
todas de Pilar Morales Pacheco
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entrevista a Bárbara Tardón Recio por Eva
Pérez Ollero. La raíz de la violencia está en la
discriminación profunda e histórica
hacia las mujeres
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derechos Mujeres sabias, mujeres valientes, mujeres monumentales
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de Carmen Heredero
de marzo
experiencia Remar contra corriente
de Olga Pantaleoni
16
cultura La desigualdad de género está en
la cultura y no en determinados ambientes
o contextos de Blanca Casado
17
última página Errante
de Paloma Recio
SECRETARIA GENERAL:
Isabel Galvín Arrivas
EDITA
Federación Regional de
Enseñanza de Madrid CCOO
C/ Lope de Vega, 38. 28014 Madrid.
Teléfono: 915 368 791. Fax: 95 365 105
www.fe.ccoo-madrid.org
E-mail: [email protected]
COORDINACIÓN:
Sabina Rodríguez
ILUSTRACIONES:
Dibujos infantiles realizados por:
Noa Salas Castaño y Hugo Salas Castaño
PORTADA:
Carteles cedidos por:
Comunicación, CCOO Madrid
Secretaría de la Mujer, CCOO Madrid
FOTOGRAFÍA:
Alicia Galán
Pedro Pérez García
2
20
COLABORADORAS TE DE MUJER
Rebeca Castaño, Eva Cordero,
Eva Pérez Ollero, Natalia Romero,
Sabina Rodríguez Alonso
Eustaquio Macías Silva,
José María Ruiz Herranz
DISEÑO, MAQUETACIÓN Y PRODUCCIÓN
IMPRESSION ARTES GRAFICAS
www.iag.es
DEPÓSITO LEGAL
M. 4406-1992
Los artículos de esta publicación
pueden ser reproducidos, total o
parcialmente, citando la fuente.
editorial
Libres, iguales, dignas,
insumisas, juntas
los déficits en conciliación y corresponsabilidad, una menor protección social, y una peor perspectiva de jubilación. Todo ello evidencia
la insuficiencia e ineficacia de las políticas para combatir el grave problema de la discriminación laboral y de la violencia estructural contra
las mujeres.
Isabel Galvín
Secretaria General de FREM
@isabelgalvin
es-es.facebook.com/isabel.galvin
@ [email protected]
“El feminismos es una forma de vivir
individualmente y de luchar
colectivamente”
Simone de Beauvoir
El 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer,
es para celebrar y celebrarnos, para reivindicar
y reivindicarnos. Para soñarnos y pensarnos.
Para saber en quién queremos transformarnos
y a dónde queremos ir . Para recapitular y para
seguir.
El balance del 2015 muestra que la situación
sociolaboral de las mujeres sigue siendo extraordinariamente precaria. Se constata una
creciente segregación ocupacional que se
suma a una brecha salarial en aumento. Nos
afecta un mayor índice de desempleo. A ello
debemos sumar la persistencia del techo de
cristal, el crecimiento de la violencia de género,
La falta de voluntad política y los fuertes recortes presupuestarios
(desde 2011 se reduce el montante destinado en un 43% para los Programas de Igualdad y en un 17% para las acciones contra la violencia
de género) impiden la aplicación efectiva tanto de la Ley de Igualdad
como de la Ley sobre la violencia contra las mujeres. No se aplica
la transversalidad de género en las políticas del gobierno. Las contrarreformas educativas han hecho desaparecer la Educación para la
Ciudadanía y la coeducación no llega a las aulas. Todo ello redunda en
que la hegemonía cultural del patriarcado mantenga que el peso de la
conciliación recaiga en la mujer como recaen la culpa o la renuncia.
Sin embargo, a pesar de todo y contra todo, las mujeres en este país
avanzamos. Muchas mujeres anónimas cada día hacen escuela. Nuestra acción, la de todas, paró la reforma de la Ley del aborto. También
todas, desde nuestra diversidad, el 7 de Noviembre llenamos las calles
para acabar con las violencias contra las mujeres. En lo público y en lo
privado somos dignas e Insumisas a la explotación y a la desigualdad.
Nuestras voces exigen libertad para ser dueñas de nuestros cuerpos y
de nuestras vidas. Nuestras manos se entrelazan porque nos sabemos
iguales y queremos conquistar cada espacio público de esta sociedad.
Ya no nos basta con influir, queremos liderar en lo público con la experiencia de los liderazgos en lo privado. Desde el cuidado a nuestra
diferencia.
Por y para ello seguimos luchando. Para conseguir que la violencia
de género sea un asunto de estado; para poner en marcha una Renta
Mínima estatal; para Impulsar la presencia paritaria de las mujeres en
todos los órganos de representación y decisión así como en la dirección de las organizaciones; para revertir los recortes, la reforma laboral,
la Ley mordaza, la LOMCE y las contrarreformas universitarias; la Ley
de interrupción voluntaria del embarazo y todas las reformas regresivas realizadas con el pretexto de la crisis; para fortalecer los servicios
públicos de calidad, especialmente en educación, sanidad y atención
a la dependencia, Para trabajar igual, cobrar igual y conciliar igual.
Es este un tiempo de crisis estructural y. por lo mismo, es un tiempo
de cambio, el nuestro, el de las mujeres. Mujeres libres, iguales digas,
insumisas y juntas. ¡Viva el 8 de Marzo! Seguimos.
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Marzo 2016
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8 de marzo / mujer
No hay Libertad
sin Igualdad
Área de la Mujer
de la FREM
Un más, nos disponemos a celebrar el 8 de
Marzo, recordando a todas aquellas mujeres
que han luchado, luchan y lucharán por conquistar y reafirmar algo tan importante como la
igualdad de género.
Mujeres de todos los continentes, de diferentes
nacionalidades, etnias, lenguas y culturas, se
unen para celebrar su día; para contemplar y
compartir una tradición de tantos años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y
el desarrollo.
Algunas de ellas conocidas y otras anónimas
pero no por ello menos importantes. Juntas
han peleado por la separación entre sexualidad
y reproducción, la defensa de la maternidad libre, la liberación femenina, la libertad sexual, la
promoción de la planificación familiar, la difusión de métodos anticonceptivos y cómo no, la
igualdad de derechos, salario y de condiciones
de trabajo.
Es evidente que desde 1911, año en que se
implantó la celebración del Día Internacional de
la Mujer Trabajadora en algunos países europeos, hemos avanzado considerablemente en
la conquista de nuestros derechos. Pero, por
desgracia aún queda mucho por hacer. Sólo
en España, en el año 2015, han sido asesinadas 57 mujeres, víctimas de la violencia machista. Y ¿cuántas más conviven cada día con
el miedo, el dolor, la humillación, el desprecio y
el horror que provocan e infunden sus parejas?
Esta lacra debe ser combatida al unísono por
toda la sociedad. Tenemos que proteger a las
víctimas, empleando todos los recursos necesarios para ello.
Hay que revertir los recortes presupuestarios
en las diferentes administraciones públicas, la
pérdida de impulso en la adaptación legislativa
contra la violencia machista y la inacción en la
mejora dentro del ámbito judicial. Así como la
cruel negativa a reparar el daño de las mujeres
supervivientes. Debemos hacer un esfuerzo
conjunto para sensibilizar a toda la sociedad,
especialmente en el ámbito educativo, sobre estas conductas crueles e inhumanas y
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aprender a detectarlas y erradicarlas ante el
menor síntoma.
Y qué decir de la situación de las mujeres nacidas en países que las consideran ciudadanas de segunda y carentes de derechos, que
dependen toda su vida de la voluntad de un
hombre: padre, hermano o marido que decide
por ellas. Parece increíble que a estas alturas
de la Historia se permitan matrimonios de menores de edad, de niñas, con hombres adultos. El matrimonio infantil es una práctica muy
extendida en países como Bangladesh. El país
asiático es el primero del mundo en porcentaje
de niñas con menos de 15 años casadas (un
29%) el cuarto si se observa la ratio de menores de 18 (65%) solo por detrás de Níger (76%),
Chad (68%) y República Centroafricana (68%).
En la mayoría de estos países se produce una
mezcla explosiva de pobreza y tradición. Por
desgracia, las niñas suponen una carga para la
familia que tiene que alimentarlas y ven el matrimonio como una solución a este problema.
Además, aunque en ocasiones está prohibida,
la práctica de la dote (pago en dinero, joyas o
bienes que realiza la familia de la novia para
que se produzca el enlace) sigue estando muy
extendida y cuanto menor es la novia menos
cantidad debe aportar al casarse.
Los Estados hacen poco o nada para acabar
con estas situaciones, ya que legislan para
acallar las denuncias de organizaciones humanitarias, pero, a la hora de la verdad, hacen la
vista gorda y no actúan.
Verdaderamente la Educación
es el motor de cualquier
cambio social y civil, es el arma
más poderosa que existe.
8 de marzo / mujer
De todas formas, algo está cambiando. Hay
datos esperanzadores que revelan una proporción directa: a más educación de las niñas,
menor índice de matrimonios prematuros. Las
niñas con formación primaria, secundaria y superior son un 24%, 72% y 94% menos propensas respectivamente a contraer matrimonio
que las que no tienen estudios. En las escuelas
promovidas por ONGs se empieza a tratar el
tema sin tapujos, verbalizando esta problemática con testimonios en primera persona y debates entre alumnos/as. Todas/os debemos
dar protagonismo, visibilizar y ayudar a esas
pequeñas heroínas que están labrando con su
coraje, su valentía y también su sufrimiento el
principio del cambio en sus países hacia una
sociedad más justa e igualitaria.
Verdaderamente la Educación es el motor
de cualquier cambio social y civil, es el arma
más poderosa que existe.
Por eso en CCOO creemos firmemente que
para combatir la desigualdad entre hombres
y mujeres es necesario abordar este tema
desde la raíz, en la escuela. Abogamos por
la coeducación porque es la vía para igualar
en derechos y oportunidades, para romper
los estereotipos sexistas y para promover la
sensibilización, la reflexión y la prevención de
las violencias machistas.
Hace falta una escuela que forme personas críticas y comprometidas con la sociedad. En el
aula no sólo se aprende Lengua o Matemáticas, se aprende a convivir con la gente que
nos rodea, a pensar, a sentir. Hay que impulsar
los valores de la corresponsabilidad desde que
empieza la escolaridad.
Debemos hacer
un esfuerzo
conjunto para
sensibilizar
a toda la
sociedad,
especialmente
en el ámbito
educativo, sobre
estas conductas
crueles e
inhumanas
y aprender a
detectarlas y
erradicarlas
ante el menor
síntoma.
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En materia educativa reclamamos:
• La derogación de la LOMCE, porque es una ley retrógrada, que pretende
os y potenciar la competitividad.
anular el espíritu crítico de las/os alumnas/
• La no concertación de centros educativos que segregan al alumnado en función del sexo.
• La formación específica y obligatoria en materia de género y en coeducación para todo el profesorado.
• La inclusión de objetivos claros en cuanto a igualdad en la legislación educativa que garanticen una educación afectivo-sexual sin estereotipos sexistas y homófobos.
• La incorporación al currículo de personajes femeninos relevantes, que hayan contribuido a la evolución de la sociedad.
• La eliminación de los contenidos sexistas en los libros de texto.
• Una correcta organización escolar, que busque el equilibrio y la proporción entre varones y mujeres en el reparto de
cargos y tareas por parte del profesorado y demás trabajadoras/es del centro educativo.
• La distribución adecuada de
los espacios del colegio (patio, aulas) para fomentar los grupos mixtos y no encasillar los
juegos o los recursos en función del género.
• El cuidado del lenguaje para que sea no sexista, tanto en la interacción con los alumnos como en circulares o carteles
dirigidos a las familias.
• La creación de un departamento de igualdad en cada centro que vele para que no haya discriminación de ninguna
clase.
• La puesta en marcha de campañas en los centros escolares dirigidas a erradicar la socialización diferenciada en la
elección de estudios de las jóvenes para romper la segregación ocupacional del mercado laboral.
Porque
nos queremos vivas,
nos queremos libres,
porque sin igualdad
no hay libertad.
¡Viva el
8 de marzo!
En materia laboral exigimos
medidas para la conciliación
de la vida familiar y laboral:
• Ampliación de la baja materna y paterna.
• Reducción de jornada por cuidado de familiares
sin restricciones temporales.
• Flexibilización del
horario laboral para aquellas
personas que lo necesiten por tener menores o
familiares dependientes a su cargo.
• Permiso para acudir a especialistas médicos con
menores de 16 años o familiares dependientes.
• Formación dentro del horario de trabajo.
• Realización de planes y medidas de igualdad,
como la constitución de Comisiones por la Igualdad, o la creación de protocolos de prevención
de acoso sexual o por razón de género.
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8 de marzo / mujer
Puede el amor
convivir
con el miedo
Mª Pilar Benítez
Delegada Sindical de la FREM
Siempre pensó que salir con un chico, enamorarse por primera vez, sería algo extraordinario.
Entregar tu corazón a alguien y que esa misma
persona te lo entregue a ti, debía ser una sensación indescriptible, mágica. Y, al menos, así
fue al principio.
Iban al mismo instituto, aunque a clases diferentes, ¡El era tan atento y maravilloso! Siempre
la esperaba al salir de clase y la acompañaba
hasta casa, cogidos de la mano. Procuraban
verse todas las tardes, pero, si no podía ser,
siempre la llamaba un ratito para ver como le
habían ido las cosas.
No sabe cuando todo empezó a cambiar. Tal
vez fue el cumpleaños de amiga. Las chicas
habían quedado en pasar la tarde juntas, Desde que ella empezó a salir con él, apenas se
veía con las amigas, y les apetecía una tarde
de chicas. Nada serio, una película en el cine,
y una fiesta de pijamas en la casa de la cumpleañera.
Pero a él no le pareció bien. Le rogó que no
fuera, pues no concebía pasar la tarde sin ella.
Utilizó palabras suaves, encantadoras y la convenció. Al final, puso una excusa tonta a las
amigas y pasó la tarde con él, viendo un partido de fútbol en casa de un amigo.
de clase cualquier duda. La casi prohibición de
quedar o incluso ver a sus amigas.
¿Puede el amor convivir con el miedo? Empezaba a creer que no. Estaba hecha un lío sobre
sus sentimientos. Por un lado, resultaba halagador las atenciones que él tenía. Por otro,
cada vez era mayor la sensación de agobio.
Cuando sonaba el teléfono, cuando le veía,
sentía una opresión en sus pulmones, que la
ahogaba. Necesitaba respirar, sentirse libre, y
para ello, era necesario alejarse de él.
¡El era tan
atento y
maravilloso!
¿Qué podía hacer? ¿Acudir a sus padres?
Aceptaron a regañadientes que saliese con un
chico, pues la consideraban demasiado joven.
¿A sus amigas? Llevaba meses sin sin verlas,
¿cómo podía ahora pedirles ayuda?
Un día vio un cartel en el Instituto. No era nuevo, estaba allí desde hacía un tiempo. Pero es
de esos carteles a los que no les dedicas más
de un segundo, pensando que eso no era para
ti. El cartel decía “No te cortes”, y animaba a
llamar a un número para chicas que estaban en
su misma situación. Tal vez la solución empezase por ahí.
Luego todo cambió. No fue de la noche a la
mañana, sino más paulatino. Los reproches
cuando se demoraba un poco más al salir de
casa, la insistencia para verse todas las tardes,
aunque tuviese muchos deberes. Las llamadas
varias veces al día para saber como estaba, y
sobre todo dónde, aunque fuese evidente que
estaba en casa. Los planes de futuro para que
en el curso siguiente se matriculasen en las
mismas asignaturas, para ir a la misma clase,
aunque los estudios de uno no tenían nada que
ver con los del otro. Los celos que se manifestaban cuando ella preguntaba a un compañero
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Dato
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CCOO
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mujer
Con violencia
no hay igualdad
“En verdad, en verdad les digo:
No hay nada en el mundo más poderoso que una mujer.
Por eso nos persiguen”.
G. Belli, Apogeo
M. José Sánchez Delgado
Afiliada a CCOO
La Violencia de Género abarca la violencia familiar
que se produce dentro de la familia y por cualquier
miembro de ella, la violencia doméstica, que es a
que hace referencia a la violencia y a los abusos
que sufren las mujeres a manos de sus maridos,
compañeros, y la violencia que se produce dentro
de la sociedad, el acoso, y el tráfico sexual de mujeres y la prostitución forzada. Sin olvidar otro tipo
de violencia física, sexual y psicológica que es la
perpetrada o permitida por el Estado donde quiera
que esto ocurra.
Todas las mujeres vivimos con mayor o menor intensidad formas de violencia cuando no reconocen
ni valoran nuestro trabajo, cuando nos hacen callar
haciéndonos creer que nuestra opinión no es importante, cuando se utiliza un lenguaje sexista que
no nombra las mujeres, cuando nos pagan menos
que a los hombres por realizar las mismas funciones, cuando tenemos que convivir con lenguajes
publicitarios que nos tratan como objetos sexuales,
cuando sentimos miedo a caminar solas.
La violencia contra las mujeres es una expresión
de la relación de desigualdad entre hombres y
mujeres.
La desigualdad en las relaciones de poder entre
mujeres y hombres se produce en todos los lugares el mundo y precisa del compromiso permanente del conjunto de la sociedad, administraciones e
instituciones, con actuaciones que hagan posible
un cambio en los valores y pautas culturales, introduciendo un nuevo escenario social basado en el
respeto de los derechos y libertades fundamentales
y de igualdad entre todos y todas.
Once años después de la entrada en vigor de la
Ley Integral contra la Violencia de Género, hay un
reconocimiento al trabajo desarrollado por muchas
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instituciones, pero la falta de dotación presupuestaria hace que los avances en formación y sensibilización de los distintos profesionales y ámbitos
implicados, (sociales, jurídicas, sanitarios, policiales, educativos…) sean escasos.
Día tras día nos seguimos sobrecogiendo cada
mañana al poner la radio o leer el periódico con la
noticias. “¡Una nueva agresión!, ¡Una nueva víctima!
Sesenta y cuatro mujeres han sido asesinadas a
manos de sus maridos o compañeros en año dos
mil quince y el 016 recibió 82.000 llamadas, un incremento del 19% respecto al 2014. Lo que significa que hay que mantener la exigencia y revisión
permanente de los recursos y medidas contempladas en la Ley para avanzar en la mejora y en la aplicación de la norma, cuyo último objetivo es el de
evitar el dramático goteo de nuevas víctimas que
como una losa pesan en nuestra sociedad.
Es necesario un análisis exhaustivo de los distintos
mecanismos y eslabones que fallan en la cadena
de protección y que los datos nos dicen que han
muerto mujeres, a pesar de tener orden de protección. Es necesario garantizar la asistencia jurídica y
social de forma que la mujer esté informada de
los derechos y medidas que pueda solicitar.
En definitiva, para que las medidas y planes contra la violencia de género logren sus objetivos es
necesario que el conjunto de profesionales que
atienden, asisten y asesoran a las víctimas, puedan
desempeñar eficaz y efectivamente su trabajo, de
manera que redunde en beneficio del amparo, protección y seguridad de las agredidas. Es necesario
para ello que las administraciones públicas garanticen los recursos suficientes en formación, infraestructuras y servicios.
Conseguir que las mujeres seamos visibles, porque
mujer
la visibilidad es una condición de la existencia. Frecuentemente, sin embargo, la sociedad nos condena a las mujeres a una forma sutil de invisibilidad, la
de no poder manifestar en alto los verdaderos anhelos, las búsquedas, los valores que, en tantas ocasiones, son ignorados por aquellos que nos rodean,
Nuestra gran amiga Elvira S. LLopis nos decía “La
invisibilidad, la ocultación, la negación, han sido
formas tradicionales de violencia,. Ejercida tanto en
su dimensión individual (sobre las personas) como
en su dimensión social (sobre grupos humanos en
función de una determinada característica identitaria) como en su vertiente psicológica (la anulación),
camuflada bajo argumentos imposibles (el bien común, la falsa inclusión, la inferioridad), lo cierto es
que las mujeres hemos sido victimas de esta forma
de violencia de una manera permanente a lo largo
de los tiempos.
Violencia como invisibilidad, ocultación y negación
de las mujeres, presente en el encerramiento (la
clausura, el harén y el convento, pero también la
saya, el velo y el burka; pero también en el espacio
de lo doméstico), en el uso ·neutro· del lenguaje, que
hace que el hombre compendie a la humanidad, en
la racionalidad también “neutra” de la ciencia.”
La violencia contra las mujeres es una
expresión de la relación de desigualdad
entre hombres y mujeres.
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derechos
Si tocan a una,
nos tocan a todas
Pacto de Estado contra las violencias machistas.
Clamor feminista.
Pilar Morales Pacheco.
Secretaria de Mujer y Cooperación Internacional de CCOO de Madrid
La magnifica película “Sufragistas”,
nos detalla las luchas de las feministas británicas y parece que las situaciones que narran estuvieran muy
lejos en el tiempo y en el desarrollo
social y de los derechos de las mujeres, sin embargo
Cuando ya parecía que nada podría
sorprendernos en materia de violencia de género, durante las fiestas
de fin de año nos encontramos con
la noticia de que en diez ciudades
europeas, la mayoría en Alemania
pero también en Austria, Suiza, Suecia y Finlandia, se producen ataques
sexuales, machistas y coordinados a
cientos de mujeres que cursan las correspondientes denuncias de asaltos,
vejaciones y violaciones, realizadas
por hombres jóvenes de nacionalidades Norteafricanas y de Oriente
Próximo.
Pasamos de la incredulidad a la alarma y al tratamiento de las noticias por
parte de los medios de comunicación
entre la negación y el temor de que
se interpretara como una acusación
racista o de rechazo a inmigrantes y
demandantes de asilo. Sin embargo
ese argumento se desmonta cuando
hacemos un poco de memoria y vemos que no solo ha sido en Colonia
y no solo en la noche vieja de 2015
y recordamos el verano de 1969 en
Argel, en el Primer Festival Cultural
Panafricano, cuando se escucha un
grito atronador que dice “en-nsa,Ied-dar” (las mujeres a casa) y las mujeres tienen que retirarse del evento, o
como los nazis definían el lugar de las
mujeres KKK ( iglesia, cocina, niños,
sus iniciales en alemán).
También en el Caíro, en la Plaza Tahrir, donde se reunía la oposición antigubernamental, las mujeres aprovechaban para manifestarse y ejercer
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sus derechos de ciudadanía, y donde
grupos de hombres las rodeaban,
aislándolas de sus propios compañeros que intentaban protegerlas y las
acosaron, vejaron e incluso violaron,
ante la aparente pasividad policial.
Pero también en España, este mismo
verano se han denunciado abusos en
las fiestas de algunas ciudades importantes que han llevado incluso a
elaborar folletos dando indicaciones
de protección a las mujeres y pautas
de comportamiento para los asistentes masculinos.
Pero no tenemos que ir tan lejos, en
nuestro país hemos terminado 2015
con 56 mujeres asesinada, dos más
que el año anterior y en 2016,ya son
11 las mujeres asesinadas por violencia de género, sin que parezca que
vaya a acabar la sangría de las violencias machistas. Por todo ello, las
mujeres organizadas en el movimiento feminista, desde muy diferentes
procedencias, han conseguido llegar
el 7 de Noviembre de 2015 a una
movilización estatal que tuvo lugar
en Madrid y que reunió a cientos de
miles de personas, mayoritariamente
mujeres, pero no solo, para exigir a
los poderes públicos un Pacto de Estado contra las violencias machistas
y elaboramos un manifiesto que trazaba las líneas maestras por las que
debía transcurrir la lucha para erradicar el feminicidio existente también
en nuestro país.
El manifiesto recordaba que desde
1995, más de 1400 mujeres han sido
asesinadas y que sólo en el verano de
2015 mataron a 37 mujeres y 8 menores y que fueron sus padres, parejas o
ex parejas; recordaba también que los
recortes presupuestarios no ayudan a
combatir la violencia machista y que
vivimos en una sociedad que tolera la
desigualdad y por tanto es injusta.
Por todo ello las mujeres exigimos:
Que la lucha contra la violencia sea
una cuestión de Estado; que se desarrolle el acuerdo de Estambul que
ha firmado España; que la sociedad
y sus organizaciones se comprometan en la lucha contra la violencia
machista; que la prevención sea una
política prioritaria; que los medios de
comunicación traten las noticias sobre los asesinatos de forma correcta,
sin culpabilizar a las víctimas y con
un lenguaje que tenga perspectiva de
género; que mientras no se erradique
la violencia machista, las afectadas
tengan los medios de protección adecuados.
CCOO desde las Secretarías de la
Mujer, trabajan para que toda la organización sea consciente de que
las violencias machistas y sus consecuencias no afectan solo a las
mujeres, aunque éstas son las víctimas directas sino que una sociedad
que permite este goteo de mueres injustas es una sociedad enferma, que
debe revisar su filosofía de vida, sus
principios y en definitiva su organización social completa.
Las mujeres seguiremos reivindicando y exigiendo a los gobiernos que se
comprometan de verdad con la erradicación de las violencias machistas
y que lo hagan de palabra y de obra,
empezando por los presupuestos
que un año más y a pesar de ser año
electoral, son cicateros, restrictivos y
patriarcales. Es cuestión de mujeres y
de hombres, es cuestión de Estado y
de todos los Estados.
Madrid Febrero de 2016.
entrevista
Bárbara Tardón Recio
La raíz de la violencia
está en la discriminación
profunda e histórica
hacia las mujeres
Es especialista en violencia de género y
lleva el feminismo en su ADN. La lucha
contra las formas de discriminación no
por Eva Pérez Ollero
son sólo su trabajo sino una forma de estar y de mirar el mundo a través de unas
gafas que permiten que, donde otros ven
gestos, palabras, actuaciones, relaciones “naturales”, ella vea los ecos de una
violencia antigua que somete a todas las
mujeres en todos los tiempos y en todos
los lugares. Por eso también la búsqueda
de espacios de solidaridad y no violencia
ocupa su vida personal tanto como la
profesional, construyendo espacios donde refugiarse del asedio cotidiano que
sufre cada paso de progreso dado por las
mujeres. Se define como una apasionada
de la historia del siglo XIX. Sospechamos
que es porque se siente de la estirpe de
los hombres y, sobre todo, mujeres de
esa época, de todas las transgresoras
de normas que aspiraban a gobernar sus
propias vidas
Al hablar de violencia hacia las mujeres o de igualdad muchas percibimos que no todos y todas pensamos
en el mismo concepto. Ni siquiera
utilizamos las mismas palabras. Por
eso vamos a empezar situando los
términos. ¿Qué es para ti violencia
de género o violencia machista o
violencia hacia las mujeres?
El término con el que nos referimos
a la violencia machista, de género o
hacia las mujeres es muy debatido
incluso entre las organizaciones de
mujeres. Naciones Unidas prefiere el término de violencia hacia las
mujeres. En algunos países europeos
se mantiene el término de violencia
doméstica. En España la expresión
más usada es violencia de género,
un término que ha permitido avanzar
mucho en conceptualización y llevar
el problema a lo político. Pero yo creo
que se queda corto.
Yo prefiero violencia de género para la
violencia que se ejerce contra personas que rompen los moldes de la heteronormatividad. Mi experiencia en
otros países como Colombia me ha
permitido conocer violencias sufridas
por hombres de manos de otros hom-
te Monográfico Mujer |
Marzo 2016
bres en el conflicto armado que son
violencias de género, agresiones por
no seguir la norma de género. Mientras que el término violencia machista
o patriarcal identificaría la violencia
que se ejerce hacia las mujeres.
Nosotras que vivimos en una comunidad gobernada desde planteamientos ultraliberales, sobre
todo en la educación, vemos como
el término “libertad” tan ligado al
feminismo, es utilizado por la derecha. Desde el punto de tu punto de
vista de mujer y de feminista ¿qué
es y qué no es para ti la libertad?.
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entrevista
Es importante que quienes
trabajan con menores entiendan
la magnitud del problema de la
violencia o del abuso.
Libertad es uno de esos términos ligado a la historia de liberación protagonizada por los movimientos de colectivos oprimidos que la derecha se
ha apropiado. Para mí libertad implica
respeto. Es un derecho humano, intocable, pero no que justifica todo, y
siempre asociado a otras variables: la
autonomía, la decisión sobre el propio cuerpo, el estado civil, la forma de
entender el amor o elegir el proyecto
de vida aun cuando esto se salga de
las normas y de los mandatos.
Si tuviésemos que buscar el origen
de la violencia hacia las mujeres
dónde lo situaríamos y qué relación
tiene la lucha contra la violencia
con la igualdad.
Las causas de la violencia están en la
desigualdad profunda e histórica hacia las mujeres y hacia las personas
(sobre todo mujeres) que se salen del
rol que tienen asignado, del mandato
de género. La arqueología y la historia intentan encontrar evidencias del
momento en que esto empieza a producirse. Pero lo que está claro es que
esta violencia se ha dado siempre y
en todos los momentos de la historia.
Y es además una violencia sostenida
por una estructura que cada día alimenta la discriminación, la violencia
directa y los mandatos de género.
Yo defiendo el término igualdad definido y referido a los derechos humanos. La igualdad y la violencia se relacionan porque la raíz de la violencia
es la discriminación y la discriminación es el opuesto a la igualdad.
¿Cuál es el papel de la educación
en la reproducción o la lucha contra la violencia?
La violencia hacia las mujeres se
asienta en una pirámide en la que
solo es visible la punta. Pero tiene
una base estructural y simbólica que
no se ve, en la que se encuentra el
sistema político, el sistema económico, etc. Y es esa parte oculta la que
alimenta la violencia continuamente,
todos los días. Por eso la prevención
y los cambios en la estructura son
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esenciales para que la violencia no se
produzca. Como el promover valores
contrarios al ejercicio de la violencia:
la igualdad, la solidaridad, la no discriminación. El sistema educativo es
crucial en la lucha y prevención de la
violencia.
El actual marco normativo ha hecho retroceder la educación en
valores de igualdad y no violencia,
pero además ha dado un paso más
al amparar la educación segregada que defienden algunos centros
educativos, sobre todo religiosos.
Una ley que permite la segregación es
discriminatoria. El concepto de educación diferenciada (término utilizado
por los defensores de la separación
por sexos para referirse a la escuela
segregada) es una aberración terminológica y práctica, y contraria los
derechos de las personas, por lo que
no se puede permitir que el Estado lo
financie o sea el promotor.
Justificar esa separación en las diferencias entre hombres y mujeres es
una concepción ultraprejuiciosa de
cómo somos, porque el esencialismo
en el que se basa está lleno de prejuicios. Y es perversa porque naturaliza
las diferencias (que se generan en la
socialización) para justificar sus propios argumentos.
¿Existe sexismo en los currículos o
en el material escolar?¿Existen suficientes referentes de mujeres en
los currículos escolares?
Todo el profesorado que tiene “gafas
de género” percibe el currículo como
patriarcal y androcéntrico . Las enseñanzas invisibilizan a las mujeres y
también todas las relaciones que van
más allá de lo bélico, de determinados acontecimientos y contenidos
de la esfera pública. La ausencia de
referentes femeninos, aunque la historia esté llena de ellos, limita la perspectiva de los conocimientos a lo androcéntrico. También la ausencia de
contenidos que tengan que ver con
las capacidades necesarias para los
cuidados fomenta unos determinados valores. Esto alimenta la discriminación, alimenta esa pirámide cuya
punta visible es la violencia, porque
los niños conviven con esos valores.
Pero cada vez más docentes intentan
cada día cambiar esto, renombrar y
dar otra connotación, con una visión
de género de la vida.
Ahora ha pasado a primer plano
cuestiones como la lucha contra
la violencia y la promoción de la
convivencia en el entorno escolar. ¿Qué aporta y cómo se ve esta
cuestión desde la perspectiva de la
igualdad de género?
En primer lugar la eliminación de la
violencia tiene que ser un compromiso de la dirección y del conjunto del
centro. La lucha contra la violencia
no puede depender solo del compromiso y la responsabilidad individual,
aunque desde luego es muy importante.
La promoción de la convivencia tiene que incorporar la igualdad y la
igualdad tiene que transversalizarse.
Por un lado, porque la violencia hacia las mujeres es la más soterrada
e invisible pero también constante. Y
por otro, porque los valores de la no
discriminación van siempre a aportar
elementos positivos.
entrevista
Además, no incorporar la perspectiva de género es incluso negligente,
porque supone no tener una visión
global, sino parcial y patriarcal. Para
mejorar la convivencia en los centros
es importante introducir conceptos
de solidaridad, de paz y no violencia.
Cuando se habla de bullying se suele
ignorar la perspectiva de género. Incorporarla sería reconocer que todas
las mujeres hemos sufrido formas de
acoso, con variables específicas por
el hecho de ser niñas.
Pero al naturalizar la violencia se hace
muy difícil detectarla. Las gafas de
género sirven para detectar (al menos
en una parte, porque el patriarcado
y sus prácticas tienden a camuflarse), prevenir, estar alerta e identificar
sus indicios. Si no estás entrenada/o,
cuesta más ver la violencia. Y eso
implica formación y también tener interiorizada la perspectiva de género
para detectar violencias cotidianas.
Desde qué edad empezamos a
educar en igualdad o al revés, en
desigualdad.
Desde antes de nacer ya nos educan
en desigualdad. Desde que la familia
pregunta por el sexo y prepara los regalos para el nuevo niño o niña nos
comportamos siguiendo los mandatos de género, no solo sexistas, sino
también heteropatriarcales. Se refleja
en actos cotidianos como en la forma
de coger a los recién nacidos. También en los comentarios a niños muy
pequeños, preguntando por su novio o novia en la escuela. Y por tanto
también se puede educar en igualdad
desde bebés. Por ejemplo, se puede
trabajar la sexualidad desde los dos
años, y trabajar bien la sexualidad
(un asunto que también están sacando de la escuela) es fundamental para
evitar la violencia. La etapa infantil es
muy importante para desarrollar habilidades frente a la desigualdad. Pero
después es necesario consolidar y
reforzar esa formación en todas las
etapas.
Con cierta frecuencia conocemos
datos sobre actitudes sexistas que
nos alarman en adolescentes y jóvenes porque creíamos ya superadas, ¿dónde se aprende el sexismo?
El sexismo y la violencia hacia las
mujeres se aprenden en casa, en la
escuela, en la tele. Se aprende igual y
en los mismos sitios que los adultos.
Todas las mujeres sufrimos
alguna forma de violencia, aunque no seamos
capaces de identificarla y visibilizarla.
Por primera vez los chicos y chicas jóvenes saben
identificar la violencia, aunque el patriarcado tiene la
capacidad de adaptarse a nuevas formas.
Y es una violencia igual, o menor, que
la que se ejerce en el ámbito de las
personas adultas. Es la misma violencia que hemos vivido todas pero que
se nos olvida porque la tenemos interiorizada. Ahora conocemos datos
sobre opiniones y comportamientos
que revelan actitudes muy machistas
pero no son nuevos. Lo nuevo son
las macroencuestas, que son muy recientes.
Yo veo algo positivo el que ahora, por
primera vez, chicos y chicas jóvenes
conocen y pueden identificar la violencia. Pero el patriarcado tiene la capacidad de adaptarse y buscar otras
manifestaciones. Lo ha hecho a los
largo del tiempo y ahora ha encontrado espacio en las nuevas tecnologías. Por ejemplo, hace unos años
era difícil y caro acceder a la pornografía, pero ahora a través de internet
se consiguen contenidos pornográficos con un trasfondo muy machista
de manera fácil y gratuita.
Además de educar en los valores
de la igualdad, ¿en qué capacidades personales debemos educar
para que las mujeres reconozcamos la violencia, superemos situaciones de miedo, aprendamos a
buscar recursos?
En la autonomía, en la libertad (no en
el sentido liberal del término) y desmontando el mito del amor romántico
que yo considero terrible. Educar en
cambio en las actitudes de empatía,
solidaridad, respeto a la diversidad,…
Durante la última campaña electoral la cuestión del feminismo y la lucha contra la violencia han tenido
un protagonismo desconocido en
campañas anteriores. ¿Crees que
esto es un signo de que la igualdad
entre hombres y mujeres está en el
primer plano de las preocupaciones políticas?
te Monográfico Mujer |
Marzo 2016
Gracias al movimiento feminista la
violencia contra las mujeres está en
la agenda pública. En la pérdida de
resultados electorales de Ciudadanos
ha tenido mucho que ver sus posiciones sobre la violencia. El feminismo
está recuperando el espacio que tuvo
en su día (se habla de 4ª ola de feminismo). Pero hay que estar alerta
porque cada vez que se produce un
avance le sigue un retroceso.
También la campaña electoral ha
puesto de manifiesto como una
parte de la sociedad niega la violencia machista.
Los avances generan reacciones. Y
ahora nos enfrentamos a un neomachismo muy peligroso y ultraconservador. Pretenden dinamitar todas las
iniciativas para avanzar en la igualdad. Y acuñan términos (como el de
feminazi) que demuestran un alto nivel de “incultura”, entendiéndola en
un determinado sentido: Aunque el
perfil social o académico o de otro
tipo sea muy variado entre ellos, todos estos hombres (y también algunas mujeres) comparten un perfil único, el perfil del machista.
El neomachismo que reacciona hoy
es el mismo machismo de siempre
adaptado a las nuevas situaciones.
Sus argumentos son los mismos y siguen los mismos razonamientos que,
por ejemplo, los que se oponían a las
sufragistas en el XIX. Son hombres y
también mujeres que se rebelan con
fuerza ante cualquier actitud de progreso que ponga sus privilegios en
duda.
Ese discurso ha calado, porque ha
calado siempre, a lo largo de los
10.000 años de patriarcado. Pero tiene repercusión en el ámbito mediático, sobre todo en las redes, donde
son muy activos. En otros espacios,
no tanto.
13
entrevista
Los jóvenes
aprenden la
violencia igual y en
los mismos sitios
que los adultos. Y
es una violencia
igual o menor que
la que se ejerce
en el ámbito de
las personas
adultas o la que ha
existido en otros
momentos.
La legislación en materia de igualdad y violencia en nuestro país
¿han servido? Comparados con
otros países, ¿cómo estamos en
esta cuestión?
Comparados con otros países, la Ley
1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género
es un referente internacional. Es una
ley pionera, porque desarrolla medidas integrales. Pero falta desarrollo y
faltan recursos. Por ejemplo, se establecen los juzgados de violencia,
pero la eficacia de esa medida necesita recursos humanos y materiales.
Y también, a pesar de ser referente
en muchos países, tiene deficiencias,
como, por ejemplo referirse únicamente a la violencia ejercida por la pareja
o expareja. Hay otras violencias muy
específicas hacia las mujeres como la
violencia sexual (la más constante y
con la que convivimos continuamente), la mutilación genital, la trata de
mujeres con fines de explotación sexual,… Todo lo que queda fuera de la
pareja queda fuera de esta ley y bastante invisibilizado, al no ser motivo de
medidas ni de acciones.
Desde luego es una ley tan importante que marca un antes y un después y
contra la que se arma el movimiento
post-machista. Pero tiene vacíos y,
sobre todo, vacíos en la aplicación.
Otro asunto de continua actualidad
ahora son los abusos sexuales a
menores. ¿Qué aporta la visión de
género para combatir el abuso a
menores?
En primer lugar este tipo de delito no
puede prescribir, porque se suele denunciar muchos años después y porque, aunque no somos conscientes,
14
porque nos horroriza a las mujeres y
a la sociedad, los abusos sexuales en
la infancia son muy comunes. No se
ha producido en nuestro país las rupturas que hacen falta para que salga
a la luz. La sexualidad es un tabú y en
40 años de democracia los abusos a
la infancia no se han afrontado.
Es muy preocupante que la atención
a las víctimas ni siquiera exista en todas las comunidades autónomas. Un
problema de los abusos y de toda la
violencia sexual es que no hay políticas públicas integrales, que incluyan la prevención, la asistencia a las
víctimas,… Es necesario que existan
protocolos, que quienes trabajan con
menores sepan identificar la violencia
y el abuso, que entiendan qué es y su
magnitud, ya que uno de cada cinco
niños ha sufrido abusos.
En el ámbito laboral, desde los
sindicatos hemos denunciado las
múltiples discriminaciones de las
mujeres: en el acceso al empleo,
las ocupaciones, la promoción, la
formación, las condiciones de trabajo, la discriminación salarial, la
vulnerabilidad ante la pérdida de
empleo o las difíciles relaciones
entre la vida laboral y la familiar o
personal. ¿Esto que ocurre en el
mundo del trabajo, lo tenemos que
ver como una forma de violencia?
La discriminación en el trabajo es violencia porque toda discriminación es
violencia. Violencia y discriminación
son dos caras de la misma moneda.
No todas las violencias son físicas.
Ni evidentes. Puede haber violencia
simbólica y violencia naturalizada,
que están impregnadas y en el sistema patriarcal que las sustenta.
Además la discriminación laboral nos
vuelve más vulnerables. Si nos cortan
los brazos tenemos menos capacidad de defendernos. El trabajo permite independencia económica, crecimiento individual, autoestima y por
eso influye en toda nuestra relación
con el mundo.
¿Todas las mujeres sufrimos violencia?
Todas sufrimos alguna forma de violencia, aunque no se visualice. Cuando se destapa, cuando la gente puede hablar, afloran agresiones, acosos,
diferentes formas de violencia en la
biografía de todas.
Por eso es importante que las personas tengan la perspectiva de género
porque cuando sabes lo frecuente
que es el abuso y la violencia, el alto
porcentaje de personas que la sufren,
aprendes a estar alerta y a actuar.
La violencia la hemos sufrido y la seguimos sufriendo todas las mujeres
en todas partes y en todos los momentos de la historia. Pero también
las mujeres somos resilientes. Para
resistir desarrollamos nuestros propios espacios individuales y colectivos, redes de solidaridad o espacios
de ocio, etc.
¿La violencia puede ser un castigo
a la transgresión?
Cada vez que luchas, que te enfrentas a las normas, vas a encontrar a
alguien que intenta silenciarte, como
les ocurría a las sufragistas en el siglo
XIX. Pero cada vez hay más mujeres y
hombres que trasgreden las normas.
La prostitución y la trata de mujeres genera posiciones enfrentadas
incluso dentro del movimiento feminista. ¿Cuál es tu opinión? ¿Qué
causa la prostitución?
Son dos temas que deben tratarse
de forma ligada, aunque no todas las
mujeres que están en situación de
prostitución son víctimas de trata. Lo
que está claro es que la prostitución
es una manifestación del patriarcado
y de la violencia. Y que el consumo
de prostitución es siempre un reflejo
de machismo, de falta de empatía hacia las mujeres. Las organizaciones
tenemos que utilizar estrategias para
visibilizar el problema y dar datos que
permitan conocer la realidad de la trata de mujeres, niños y niñas. Pero sin
criminalizar a las mujeres que ejercen
la prostitución o son víctimas de trata.
derechos
Mujeres sabias,
mujeres valientes,
mujeres monumentales
Uno de los mecanismos más importantes de la discriminación
de las mujeres en el ámbito educativo es el androcentrismo, es
decir, la transmisión de una visión del mundo, de la ciencia…
desde una única perspectiva, la de los hombres, excluyendo
la percepción y los intereses de las mujeres y obviando sus
aportaciones, su contribución al saber de la humanidad…
En los currículos educativos apenas
aparecen las mujeres literatas, científicas… Por supuesto, tampoco se
incluyen, entre las competencias a
adquirir por el alumnado, las actividades del ámbito doméstico, actividades que, al quedar fuera del objeto
del aprendizaje formal, pierden legitimidad y dignidad. Todo ello colabora
en el mantenimiento de una injusta
consideración social de las mujeres
como ciudadanas de segunda, como
seres dependientes, al servicio de los
hombres.
Pero muchas mujeres, desde los inicios de la civilización, nos han hecho el gran favor de romper con la
imposición del ámbito privado y de
vencer los múltiples obstáculos para
acceder al ámbito público y, así, hoy
podemos contar con muchas figuras
femeninas que nos ofrecen imágenes
de mujeres libres e independientes,
de mujeres valientes que rechazan
una sumisión forzada, que reclaman
sus derechos, que persiguen, con su
trabajo y su inteligencia, ser consideradas iguales, que nos han aportado
conocimientos y valores para todas
las mujeres y para el conjunto de la
humanidad.
Su mérito es indudable y también lo
es la importancia de transmitir a la
gente joven, especialmente a las niñas y a las chicas, el conocimiento de
esas figuras monumentales, de sus
vidas, de sus luchas, de sus pensamientos, de sus ideas y de sus aportaciones. Muchas veces ya hemos
repetido que un conocimiento tan
básico como el baño María fue descubierto por una mujer, una alquimista egipcia del siglo III; que Ada Byron
inventó una máquina analítica, prece-
dente histórico de nuestros actuales
ordenadores, que tenemos grandes
escritoras como Emilia Pardo Bazán,
Rosalía de Castro o Santa Teresa de
Jesús… Pero ninguna de estas mujeres goza del reconocimiento que sí
tienen los científicos o escritores varones. O, al menos eso nos dicen los
currículos educativos y eso reflejan
los libros de texto de uso común en
nuestros centros.
El 8 de marzo, el reconocimiento
Este 8 de marzo queremos reivindicar el papel y la figura de esas mujeres que, en nuestra historia, han sido
capaces de destacar en el mundo
público, un mundo masculino, por
lo general. Queremos visibilizarlas
para que la sociedad y, en especial, el
alumnado, entiendan que las mujeres
hemos aportado a la humanidad muchas otras sabidurías, además de la
del cuidado de las personas. Y queremos revalorizarlas para que nuestras
estudiantes tengan modelos en los
que fijarse, que les den confianza en
sí mismas y en sus capacidades, sin
restricción de ámbitos.
En nuestro país, de tradición católica
y de fuerte peso político de la Iglesia,
hasta hace no mucho, las únicas figuras femeninas destacadas fueron,
o bien las diferentes versiones de la
Virgen María, con sus diversas denominaciones para consumo de feligreses, o bien un repertorio de santas
cuyo principal mérito fue, en la mayoría de los casos, declararse cristianas en tiempos de persecuciones y/o
permanecer vírgenes para consagrarse a Dios. Parece claro, por tanto, los
valores femeninos que han querido
resaltarse: la virginidad, la obediencia, el sacrificio…, los patrones car-
te Monográfico Mujer |
Marzo 2016
Carmen Heredero.
Secretaria de Mujer, Igualdad y
Política Social
cas con los que se ha oprimido a las
mujeres durante siglos. Al margen de
eso, alguna mujer ha sido destacada
por ser reina o, sobre todo, reina consorte.
En los últimos años, gracias a las investigaciones, al avance social de la
igualdad entre los sexos y al sistema
democrático, muchas otras mujeres
que no siguen esos patrones empiezan a tener algún reconocimiento. Un
ejemplo de ello lo tenemos en nuestro
sector de la enseñanza, en la denominación de algunos centros educativos, si bien, muy pocos aún. Llevan
nombres de mujeres que representan
otros valores, los de la confianza en
una misma, la autonomía, la libertad,
la colaboración con el desarrollo humano y social… que nos hacen ciudadanas de primera, que nos colocan
a las mujeres en un lugar social equiparable al que a los varones se les da
por el hecho de serlo, que nos animan
a creer que valemos mucho…
Estas son las mujeres que queremos
reconocer, a las que queremos denominar mujeres monumentales porque, con su osadía para irrumpir en lo
público, nos enseñan los caminos de
la ruptura con lo impuesto, mostrándonos una rica variedad de posibilidades de expresión de nuestra inteligencia y nuestra personalidad, rechazando la obligatoriedad de un único
papel, el de ser ama de casa y madre.
Con esta pretensión de reconocimiento, queremos llegar, en este 8 de marzo, al conjunto de la sociedad, pero,
muy especialmente, a profesores y
profesoras de los centros educativos
de enseñanza no universitaria, para
animarles a vencer el androcentrismo
de los currículos educativos, promocionando la imagen de esas mujeres
que no repiten los estereotipados papeles femeninos vinculados al hogar
y los cuidados. Y, mucho más aún,
queremos llegar a las chicas y chicos
de nuestros centros, y sobre todo a
ellas, para decirles que hay mujeres
monumentales, cuya inteligencia, sabiduría y valentía vale la pena conocer
e imitar.
15
experiencia
Remar
contra
corriente
Olga Pantaleoni.
Maestra de Educación Infantil en
un colegio de la zona sur de Madrid.
Conversando un día con mis alumnos/as de cinco años (3º Educación
Infantil) en una de las asambleas que
hacemos a diario, me llamaron la
atención varias opiniones acerca de
las “diferencias” entre niños y niñas.
Todo/as, con total seguridad, afirmaron que niños y niñas eran muy distintos. Cuando les animé a contar por
qué dijeron cosas como:
— “El cuerpo es distinto”, en esto todos/as estaban conformes.
— “Los chicos llevan el pelo corto”,
“no porque Chemita de tres años
lo lleva largo”, “sí, también lo pueden llevar como quieran”, “pero las
niñas sólo lo llevan largo”…
— “Los ojos son distintos, el color es
distinto y las chicas tienen pestañas”…
Cuando dejaron de mencionar diferencias físicas alguien reparó en la
ropa:
— “Las chicas llevan tacones, los chicos no pueden”.
— “Un chico no lleva cinchas (horquillas) ni aretes (pendientes) “
Otro niño retomó el aspecto del cuerpo:
— “Los brazos también son diferentes”, cerrando el puño, con el brazo flexionado, haciendo un gesto
de forzudo.
Una niña dice:
— “Los niños pueden coger piedras
pesadas”.
Otra niña la interrumpe:
— “Yo también puedo coger piedras
pesadas”.
Más niñas se suman a este comentario:
— “Yo también”.
Otro niño, con gesto de enfado, las
mira diciendo:
16
— “No, tú no puedes con piedras pesadas”.
Se alborotan y agitan bastante, hay
distintas opiniones. Muchas niñas
se sienten molestas y defienden a la
compañera. Otro niño dice:
— “Varios niños y niñas pueden coger una piedra muy pesada entre
todos”
Concluí la conversación con este comentario que me pareció muy adecuado, pues está cargado de igualdad y compañerismo.
En otro momento de la asamblea les
mostré varios juegos, juegos que en
la publicidad y en los catálogos van
dirigidos a niñas o a niños menoscabando la igualdad de género y potenciando la permanencia de prejuicios
sexistas en la conciencia de los/as
pequeños/as. Quería ver lo que pensaban ellos.
En un principio afloraron esos prejuicios, pero a medida que avanzaba la
conversación entre todos/as fueron
llegando a otras conclusiones. Por
ejemplo:
Con un puzle de Ricitos de Oro, en el
que aparece la niña en un primer plano y los osos en el fondo comentan:
“es de niñas, porque sale una niña”,
pero después alguien repara en los
osos y sentencia que entonces es
para todos/as.
— Con unas figuras de dinosaurio:
una niña comenta “¡Qué miedo!
Tienen grandes colmillos. Pero
hay quien la tranquiliza diciendo
que si juegan todos/as juntos será
divertido.
Los niños y las niñas son el espejo de la sociedad en la que vivimos.
Muchas veces los educadores y educadoras nos empeñamos con todas
nuestras fuerzas en cambiar las co-
sas porque somos conscientes de
la grandísima responsabilidad de la
escuela, pero casi siempre es remar
contra corriente. En la escuela les hablamos de
igualdad, de justicia y actuamos en
consecuencia, pero...¿Qué ocurre de
puertas para afuera? Se chocan con
una realidad amarga. Estereotipos
cada vez más marcados y dirigidos a
un público cada vez más joven: cuentos editados, juguetes, colecciones
de cromos...muy diferenciados para
niños o niñas. Las invitaciones de
cumpleaños o las bolsas llenas de
chucherías que reparten a sus compañeros/as de clase en ese día tan
especial para ellos, a menudo vienen
clasificadas en función de la decoración: ilustraciones de princesas para
chicas y de superhéroes para chicos.
Muchas veces pienso que les debemos volver locos. Si se manchan el
babi les decimos “tranquilo que ya
te lo lava papá en casa” y contestan
“ no profe, es mamá la que lava” y
les respondemos “ si, porque mamá
hace muchas cosas en casa, pero
papá también”.
Es nuestro deber hacer entender a los
niños y niñas que otra realidad es posible y no nos vamos a resignar, pues
son ellos los que pueden empezar a
cambiar las cosas desde su pequeño pero relevante mundo. Y si un día
están en un parque jugando 4 niños
con un balón y viene una niña la incluyan como algo natural. Y si un niño
elige la pintura rosa para colorear,
ningún otro le recrimine. Y si un niño
decide disfrazarse con falda y pamela, no suscite risas en los demás.
Y si una niña afirma que ella puede
coger piedras nadie se lo cuestione. Si esto ocurre, remar contra corriente, habrá merecido la pena.
cultura
La desigualdad de género está en
la cultura y no en determinados
ambientes o contextos
Blanca Casado Delgado,
Empleada Pública.
Dando lugar, entre otras desigualdades, a que:
• Cobremos un 17% menos por el
mismo trabajo (OIT, 2015).
• Dediquemos cada día un 97% más
de tiempo que los hombres a tareas
domésticas, y un 26% más al cuidado de los hijos e hijas, y que a
cambio ellos tengan un 34% más
de tiempo para el ocio (CIS, 2014).
• Permita que el 80% de los contratos a tiempo parcial los firmemos
nosotras y que el 94% de las excedencias también las solicitemos
nosotras para atender a familiares
y enfermos (Encuesta de Población
Activa, 2011);
• Etc.
Por tanto, recuperemos cuestiones
básicas que abordamos y tratamos
como si estuvieran superadas.
“Es sabido que quien tiene el poder
(quien domina la cultura) es quien da
nombre a las cosas y a las personas”.
(Celia Amorós).
Por consiguiente, lo que no se nombra no existe. Esto, trasladado al género, implica que el hecho de que las
mujeres no tengamos una representación simbólica en la lengua contribuye a su invisibilización. De ahí la
necesidad, a fin de seguir trabajando para conseguir el objetivo de la
igualdad, de RETOMAR y/o seguir
haciendo un uso del lenguaje que represente a las mujeres y a los hombres y que nombre sus experiencias
de forma equilibrada.
Además de la urgente necesidad de
retomar el uso cotidiano del lenguaje
no sexista, también deberíamos hacer puntualmente una COMPROBACIÓN sobre cuestiones básicas que
creemos superadas y contrastar su
nivel de consecución.
¿Identificamos
las tres reivindicaciones políticas históricas del
movimiento feminista?
¿Conocemos las
diferencias que
existen entre los
conceptos
de
igualdad formal e
igualdad de oportunidades?
¿Somos capaces
de identificar las
características de
una política dirigida a las mujeres?
¿Somos capaces de reconocer si
una medida puede ser considerada
una acción positiva o no?
¿Conocemos la finalidad de la puesta
en marcha de un Plan de Igualdad y
de su necesidad? …
En todo el mundo y desde los movimientos feministas, las tres reivindicaciones básicas en el plano político
han sido y siguen siendo:
a) El derecho al voto.
b) La democracia paritaria.
c) El diálogo civil entre los poderes
públicos y las organizaciones de mujeres.
Respecto al derecho al voto, los argumentos dados en 1931 por la diputada Clara Campoamor siguen completamente vigentes: sin las mujeres
no hay democracia.
En las últimas elecciones del 20 de
diciembre, 140 mujeres tienen escaño en el Congreso y será el de mayor representación de la Historia de
nuestro país, rozando la paridad pero
sin llegar todavía, los hombres siguen
siendo mayoría, con 210 representantes. La presencia de mujeres que in-
te Monográfico Mujer |
Marzo 2016
tervienen de manera activa en la vida
pública en las cámaras de representación, ha sido y sigue siendo inferior
a la de los hombres. Esta situación
supone un déficit para la democracia
como sistema político, y como se
señaló hace tiempo en la Conferencia “Mujeres al poder”, celebrada en
Atenas en 1992, donde se acuñó la
expresión democracia paritaria que
es la que determina y define una representación equilibrada de mujeres
y hombres, de forma que ninguno de
los dos sexos tenga una presencia
mayor al 60% ni menor al 40%.
Este principio no se ha generalizado y
su consolidación se está produciendo
muy poco a poco: en los parlamentos
nacionales europeos actuales, solo
tres cumplen la recomendación de
representación equilibrada entre mujeres y hombres del Consejo de Europa: Suecia tiene 46.7%, Finlandia
tiene 41,5% y Holanda tiene 41,3%.
En España, la Ley Orgánica 3/2007,
de 22 de marzo, para la igualdad
efectiva de mujeres y hombres (BOE
de 23 de marzo de 2007) recoge, en
su disposición adicional primera, el
principio de la presencia o composición equilibrada: la paridad.
17
cultura
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, actualizados a 3
de diciembre de 2015 pero sin incorporar los datos de las últimas elecciones, en 2011, tras las elecciones
generales, las mujeres ocupaban el
35,4% de los 350 escaños. Un porcentaje que quedaba lejos de la regla
de paridad, entre otras cosas porque
la Ley de Igualdad de 2007 anteriormente mencionada — y que se ha
aplicado en las elecciones generales
de 2008, 2011 y 2015— no impone
la paridad en los escaños, sino en
las listas electorales. Además, algunos partidos, sitúan a los hombres en
puestos de cabeza, ya que la norma
permite que de cada cinco puestos
solo un mínimo de dos esté reservado a un sexo.
Respecto al diálogo civil entre los
poderes públicos y las organizaciones de mujeres, partimos del reconocimiento de la utilidad pública
de las ONGs y, en particular, de las
organizaciones de mujeres como expresión significativa de la ciudadanía, sin embargo, hay que reconocer
que a los Estados les cuesta llegar
a ellas de manera efectiva, o incluso no llega de manera intencionada,
como es el caso actual en nuestro
país. Sabemos que el camino para
la consecución de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres lleva un
largo recorrido realizado, y en ese
recorrido hemos acumulado suficiente experiencia respecto de la puesta
en marcha de medidas y propuestas,
sin embargo desde la crisis financiera de 2008, el retroceso general y en
nuestro país, en particular, se constata como alarmante.
¿Cómo se introdujo la desigualdad
de género en las agendas políticas?
Para poder llegar a comprender la importancia de los Planes de Igualdad
de Oportunidades entre Mujeres y
Hombres como estrategia de igualdad, es oportuno que comencemos
analizando los distintos instrumentos que han servido para avanzar en
la igualdad efectiva. Es decir, cómo
hemos pasado del principio de igualdad de oportunidades a los planes de
igualdad.
Desde la disciplina del análisis de
políticas públicas, se considera que
el proceso de elaboración de una
política pública comienza cuando
18
ciertos problemas o cuestiones consiguen llamar la atención de las instituciones, como posibles asuntos
de política, incorporándose de este
modo a la agenda pública.
En un primer momento, esta formulación se planteó a nivel internacional
y a petición del movimiento feminista en las décadas 60 y 70 del siglo
pasado y las demandas políticas realizadas ante las instituciones internacionales, fueron:
• Reivindicar el cumplimiento en la
práctica los derechos políticos y sociales de las mujeres y extenderlos a
campos donde aún no existían (por
ejemplo derechos reproductivos o
derechos del cuidado).
• Repensar la política de forma que
se incluyan las relaciones entre el ámbito privado y el ámbito público.
Una de las primeras respuestas de los
poderes públicos fue la creación de
diferentes estructuras gubernamentales u organismos específicos de
igualdad para comenzar a desarrollar
las políticas públicas de género.
Creado este marco institucional imprescindible, comenzó el desarrollo
de las políticas de género, definidas
como: “el conjunto de intenciones
y decisiones, objetivos y medidas
adoptadas por los poderes públicos
en torno a la promoción de la situación de las mujeres y de la igualdad
efectiva de mujeres y hombres”.
En este sentido, el impulso dado por
las Naciones Unidas a la igualdad fue
clave, ya que provocó la atención sobre la desigualdad de género a otras
organizaciones internacionales como
la Unión Europea, y llevó a los países
que forman parte de estas organizaciones a implementar políticas de género.
Las principales estrategias políticas utilizadas para lograr la igualdad
efectiva de mujeres y hombres han
sido tres:
1º • La igualdad de oportunidades.
2º • Las acciones positivas.
3º • Las políticas transversales de género.
1º. La igualdad de oportunidades
surge en el mundo anglosajón a partir
del siglo XIX. Una vez que se reconoce a las mujeres los mismos derechos
que a los hombres (igualdad formal)
es necesario garantizar que pueden
ejercerlos para evitar la discriminación.
¿Qué obstáculos impiden a las mujeres el ejercicio de sus derechos?:
• Las condiciones de partida.
• Las condiciones de desventaja que
pueden sufrir las mujeres a nivel
psicológico, social y cultural.
• Las trabas de origen cultural, que
actúan como barreras impidiendo
que las mujeres tengan las mismas
oportunidades en el acceso al empleo, la educación, la política…
• Los roles, que segregan inmediata-
En nuestra sociedad, las mujeres no tenemos las
mismas condiciones de partida que los hombres
cultura
mente en masculino y femenino, concediendo más valor y una jerarquía
superior a lo masculino y, por tanto,
discriminando lo femenino.
• Las responsabilidades en el ámbito
doméstico entre las y los miembros
de la unidad familiar.
La igualdad de oportunidades supone
un primer eje de intervención consistente en:
— Revisar los marcos legislativos con
el fin de eliminar los componentes
machistas y discriminatorios.
— Construir un nuevo marco normativo
y legislativo que ampare la igualdad
de género.
— Diseñar acciones dirigidas a promover la formación de las mujeres con
el objetivo de prepararlas, tanto para
su incorporación al mercado laboral
como para su participación en el
ámbito de la política.
— Poner en marcha mecanismos de
información y concienciación sobre
los derechos de la ciudadanía.
Mediante la adopción de acciones positivas, se tiene en cuenta los nuevos
problemas y se asume la necesidad
de diseñar acciones que garanticen la
presencia de las mujeres en todos los
ámbitos.
Las políticas dirigidas específicamente
a las mujeres van encaminadas a mejorar situaciones concretas, visibilizar
a las mujeres y sus aportaciones a la
sociedad y sensibilizar sobre las situaciones de discriminación y desigualdad
de género que se producen.
Generalmente, son la primera etapa de
las estrategias de igualdad de género,
tanto desde el ámbito gubernamental
como desde el ámbito de la sociedad
civil, asociaciones, ongs, etc. Se caracterizan por estar diseñadas a corto
y medio plazo y para un área política
concreta, por tanto no afectan al proceso político como un todo y utilizan
las acciones positivas y la discriminación positiva como herramientas para
¿Conocemos la finalidad
de la puesta en marcha
de un Plan de Igualdad y
de su necesidad?
conseguir su objetivo: la igualdad real
de mujeres y hombres.
2º. La diferencia entre acción positiva
y discriminación positiva. Las acciones positivas son medidas compensatorias temporales (por ejemplo un
programa de formación para mujeres),
mientras que la discriminación positiva
es una forma de acción positiva que no
actúa sobre los niveles de partida sino
directamente sobre los resultados.
Las acciones positivas surgen como
una respuesta complementaria a la
igualdad de oportunidades. En nuestra
sociedad las mujeres no tenemos las
mismas condiciones de partida que los
hombres, por lo que aplicando exclusivamente normas igualitarias no tenemos las mismas posibilidades de llegar,
al mismo tiempo que los hombres. Por
tanto, es necesario corregir esa situación de desventaja, y para ello se diseñan medidas específicas que nos
permitan a las mujeres estar situadas
en la misma posición de salida que los
hombres.
El Comité para la Igualdad entre mujeres y hombres del Consejo de Europa
define las acciones positivas como:
“las estrategias destinadas a establecer la igualdad de oportunidades por
medio de medidas que permitan contrastar o corregir aquellas discriminaciones que son el resultado de prácticas o sistemas sociales”.
3º. Las políticas transversales de género incorporan como elemento clave
la dimensión del género en la agenda
política, y, por tanto, la inclusión transversal de la perspectiva de género en
todas sus áreas o ámbitos de actuación.
A partir de los años 90, comienza a
calar que la desigualdad de género
no es un problema únicamente de las
mujeres sino de toda la sociedad en
su conjunto, por lo que se hace más
evidente que las políticas destinadas
únicamente a las mujeres no son suficientes.
Además, se pone de manifiesto que las
acciones positivas son un instrumento que debe aplicarse junto con otras
herramientas. Así, se apuesta por una
nueva estrategia, las políticas transversales, basada en la necesidad de
tener en cuenta de manera sistemática
las diferencias entre las condiciones,
situaciones y necesidades distintas de
te Monográfico Mujer |
Marzo 2016
las mujeres y de los hombres, tanto en
las fases de planificación, como de ejecución y evaluación de todas las políticas y proyectos de desarrollo.
En julio de 1997 el Consejo Económico
y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) definió el concepto de la transversalización de la perspectiva de género en los siguientes términos:
“Transversalizar la perspectiva de género es el proceso de valorar las implicaciones que tiene para los hombres y
para las mujeres cualquier acción que
se planifique, ya se trate de legislación,
políticas o programas, en todas las
áreas y en todos los niveles. Es una estrategia para conseguir que las preocupaciones y experiencias de las mujeres, al igual que las de los hombres,
sean parte integrante en la elaboración,
puesta en marcha, control y evaluación
de las políticas y de los programas en
todas las esferas políticas, económicas
y sociales, de manera que las mujeres
y los hombres puedan beneficiarse de
ellos igualmente y no se perpetúe la
desigualdad. El objetivo final de la integración es conseguir la igualdad de
los géneros.”
En definitiva, las políticas transversales de género nacen con la intención
de iniciar procesos de cambio social
imprescindibles, por lo que requieren tiempo e implican cambios a todos los niveles (instituciones públicas
y privadas, organizaciones, relaciones
interpersonales…) resultando, condición sine qua non (condición esencial),
contar con una voluntad y compromiso
político, sindical, profesional e individual explícito y constatable.
Partiendo de esta enumeración de
cuestiones básicas, que cada una y
cada uno concluya lo que considere
oportuno sobre el estado de la cuestión, pero no deberíamos olvidar que el
lenguaje construye la realidad y, a veces, sus consecuencias pueden ser imprevisibles. Y también, y como recientemente ha formulado Miguel Lorente:
el machismo que radica en la cultura y
la violencia normalizada por la propia
cultura actúa para restablecer “el orden
perdido” y para castigar. Nos queda mucho, mucho camino por
recorrer para superar la desigualdad de
género en nuestra cultura, no caben
medias tintas con esta cuestión.
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Errante
Paloma Recio Meroño
Doctora en Filología Española. UAM
21 de julio. Hace más de un mes que Bolt y
yo iniciamos este comprometido proyecto en
el que decidí asumir la responsabilidad total de
la misión. Lejos de inquietarme, me estimula
tanto, que provoca en mí confianza, seguridad
y aplomo.
Cuando a veces pienso levemente en
Daniel, de pronto un agujero negro golpea contra mí la estampa del horror. El frío cristal de la
ventanilla, únicamente emite la luz de la distancia que más me hiere: mi hija Julia.
1 de agosto. Algo más de una semana y todo sigue según lo estipulado. Pequeñas
averías y grandes ilusiones. Las decisiones de
Bolt —a menudo demasiado discreto y reservado— me obligan a reconocer que somos un
buen equipo. Piezas perfectamente engranadas para alcanzar nuestro fin.
Sin embargo, al evocar mi casa, la
imagen infame de Daniel se me desdibuja bajo
un sol moribundo. Al menos, el recuerdo de Julia ilumina mi memoria. 11 de septiembre. El pasado mes hemos consumido excesivo hidrógeno líquido:
una colisión inesperada desvió el sentido de
nuestra marcha. Para evitar la generación de
ondas de choque dentro del flujo de inyección,
Bolt ha necesitado revisar a diario el posible
daño de las toberas. Nuestros mandos superiores exigen respuestas que yo interpreto
como amenazas. Debo asumir que torres más
altas han caído.
Tantos silencios en soledad me ayudan a reconocerme en un mundo de miedos
y amenazas del que quiero escapar. Ahora sé
que mi único destino debo ser yo.
26 de octubre. Hace una semana que
retomamos la trayectoria prevista. A menos de
un tercio del final de la travesía que marcará la
vida que me queda, he de reconocer que mi
estado anímico no hace honor al nombre de la
nave que nos guía. Una vez alcanzada la meta,
sospecho que el debut de la Serenety no caerá
en el olvido. Julia cumple hoy 15 años. Aquí el
20
tiempo pasa tan lento... Ahora sé que a mi vuelta le enseñaré que hay que huir de los malditos;
que tropezar no es más que destapar —por un
instante y dignamente— nuestra propia esencia, y que con ello avanzamos; que callar no es
el abrigo que mejor nos sienta, sino la máscara que nos oculta. Y que unidas a quienes nos
quieren y respetan, todo será más fácil.
15 de noviembre. Vuelvo a mi puesto
y, sin embargo, me agita cierta inquietud. Bolt
parece comprenderme, aunque es imposible
olvidar que su “cerebro” fue deliberadamente
creado y recreado hace más de dos décadas.
A su lado me siento acompañada. No me mira,
pero sé que me admira. Sus metálicas neuronas me lo gritan.
Mis marcas más terribles contienen
rasgos que ni consigo ni deseo borrar. Desde
aquí arriba, en picado, me reconozco minúscula en el pasado. Sin embargo, si me imagino
abajo, me descubro ahora en el cielo como una
auténtica estrella. Y en este mismo instante,
cuando a lo lejos vislumbro el lúcido resplandor
del más enano de los planetas1, comprendo,
con horror, que la vida que he dejado me puede
matar.
30 de diciembre. A punto ya de finalizar nuestra misión, Bolt acaba de anunciarme
que el polvo y el gas interestelar han dañado
el motor y parte del casco. Seguro que serán
reparados de vuelta a la Tierra, para que esta
nave emprenda nuevas singladuras más allá de
la realidad, e incluso de la ficción.
La llegada a este cuerpo celeste llamado durante tanto tiempo Planeta X, me hace
pensar en la de incógnitas que a mi regreso
aún deberé desentrañar. Pero lo importante es
que mañana acaba este siglo, y que el XXII tal
vez venga de la mano de su satélite Caronte,
que como el barquero que guía por el Hades
las sombras errantes de los difuntos, quizá al
fin arrastre hacia sí a aquellos que aún creen
que la dignidad de las mujeres debe seguir buceando bajo el agua corrosiva de sus malignas
intenciones.
1
La palabra “planetas” proviene del latín, que la tomó del
griego y significa “errante”.